4 Año Peronismo
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LOS MILITARES Y EL
NACIONALISMO ••• CAMBIOS POLÍTICOS Y SOCIALES ENTRE 1943 Y 1946
“El transcurso de la revolución de En la etapa comprendida entre 1943 y 1946 —iniciada por el
junio estuvo signado por golpe militar del 4 de junio— se produjeron importantes cambios en la
constantes pugnas internas por el situación política y social de nuestro país. En esos años se fueron
poder. Así ocurrió bajo las acentuando las diferencias ideológicas y los enfrentamientos dentro de
presidencias provisionales de las Fuerzas Armadas. Durante la presidencia del general Farrell se fue
Rawson y Ramírez primero, y bajo consolidando dentro del gobierno un sector nacionalista del Ejército,
la presidencia de Farrell después. liderado por el coronel Juan Domingo Perón. Este sector planteaba la
Poco unía a los oficiales necesidad de un desarrollo industrial independiente y la plena
gobernantes, a pesar de sus incorporación de los trabajadores en el sistema político.
continuas menciones de unidad de La creación de la Secretaría de Trabajo y Previsión
las Fuerzas Armadas. El choque de
las ambiciones personales y de las Una de las medidas más importantes que tomó el nuevo
tendencias políticas fue gobierno fue la creación —por iniciativa del coronel Juan Domingo
permanente. En este último Perón— de una nueva institución, la Secretaría de Trabajo y Previsión,
aspecto se pueden detectar tres en reemplazo del Departamento Nacional del Trabajo. Perón
grupos, o partidos milita res, si se representaba, dentro del gobierno del general Farrell, a una línea más
quiere: 1. La línea del nacionalismo flexible y de mayor apertura ante los problemas sociales. La nueva
restaurador, representada por secretaría a su cargo produjo cambios fundamentales respecto de los
militares uriburistas, sostenían una gobiernos anteriores, tendientes a establecer una relación más fluida
organización de la sociedad basada con el movimiento obrero. Para lograr tal objetivo, se sancionaron una
en el orden y sin la participación de serie de reformas en la legislación laboral. Las principales medidas
las masas. Esta corriente tuvo su fueron: a. El Estatuto del Peón, que estableció un salario mínimo y
momento de auge bajo la gestión procuró mejorar las condiciones de alimentación, vivienda y trabajo de
de Ramírez. 2. La tendencia del los trabajadores rurales. Esta reforma fue severamente cuestionada
nacionalismo populista, cuya por los terratenientes, ya que —según afirmaban— no podrían
cabeza fue el coronel Perón y que responder a los gastos que ocasionarían las nuevas disposiciones.
logró imponerse durante la gestión Perón les respondió —anunciando un clima de tensión que
de Farrell. Planteaban la necesidad caracterizaría a toda la década— que “el propietario que no pueda
de un desarrollo industrial pagar peones, debe trabajar la tierra personalmente”. b. El
independiente y la participación establecimiento del seguro social y la jubilación q benefició a 2 millones
obrera en el sistema político. 3. El de personas c. La creación de Tribunales de Trabajo, cuyas sentencias,
grupo de oficiales simpatizantes en líneas generales, resultaron favorables a las demandas obreras. d.
del liberalismo conservador y del La fijación de mejoras salariales y el establecimiento del aguinaldo para
radicalismo antipersonalista. Los todos los trabajadores. e. El reconocimiento de las asociaciones
generales Rawson, Ávalos y el profesionales con lo cual el sindicalismo obtuvo una mejora sustancial
dealmirante
su posición en el plano
Verlengo Lima jurídico.
fueron las
personalidades más destacadas de
esta tendencia.
••• Hacia la formación de dos bloques sociales LOS DISCURSOS DE PERÓN Y SUS
enfrentados POSICIONES POLÍTICAS
Las reformas sociales continuaron en 1944, con medidas “Los hechos producidos a través de
como la reglamentación de la forma de pago de los salarios, la la Secretaría de Trabajo y Previsión
prohibición del trabajo fe menino antes de las 7 de la mañana, y le permitieron a Perón ir ganando
una rebaja en los artículos de primera necesidad, entre otras. la confianza y el apoyo de los
Estas reformas sociales impulsadas por Perón trajeron como sectores obreros, mientras que sus
consecuencia un acercamiento político entre el Estado y el (primeros) discursos eran
movimiento obrero. El apoyo a estos cambios provino de contrarios a ese propósito. Como
diferentes sectores del sindicalismo. Una gran parte de los viejos ocurrió en un mensaje a los
obreros —nucleados en los gremios conducidos por los empresarios en la Bolsa de
sindicalistas revolucionarios y socialistas— y la casi totalidad de Comercio, cuando intentó
los nuevos obreros —sin una alineación política definida— se tranquilizar a los empresarios. Pero
pronunciaron a favor de la nueva política social. Esto fue el inicio hacia agosto de 1944 las
de la formación de un bloque social y político constituido por circunstancias estaban cambiando:
una gran parte de los trabajadores y sus organizaciones la influencia que había logrado en
sindicales y un sector nacionalista del ejército. Tuvo un papel el campo sindical ya había
decisivo en la constitución de este bloque un sector de neutralizado prácticamente la
empresarios que vendían sus productos industriales en el resistencia de los ‘malos políticos’,
mercado interno. Al mismo tiempo que se iba constituyendo las ‘ideologías extrañas’ y los
esta alianza, también crecía el descontento y la oposición de los ‘agitadores’ (en referencia sobre
terratenientes y de los grandes empresarios a la política social todo a los comunistas);
de Perón. En junio de 1945, 319 entidades patronales
consecuentemente éstos irían
encabezadas por la Bolsa de Comercio, la Cámara Argentina de desapareciendo en forma paulatina
Comercio, la Confederación Argentina de Comercio, la Bolsa de de sus discursos. En cambio, la
Cereales y la Cámara de Exportadores dieron a conocer un creciente oposición de los sectores
documento en “protesta contra la política social del gobierno”. capitalistas iría introduciendo en
Esta fue una señal clara de que los secto-res oligárquicos que se éstos, con frecuencia e intensidad
beneficiaban del modelo agrario exportador comenzaban a
en aumento, a los ‘egoísmos
agrupar sus fuerzas para resistir la política de reformas sociales. injustificados’, los ‘intereses
También se convertiría en el germen de otro bloque social y mezquinos’ y finalmente, ‘la
político, que agrupó a los terratenientes, grandes empresarios y oligarquía’. Así se operaría, al calor
a los sectores medios, apoyados por sus organizaciones sociales de las luchas sociales, una
corporativas y la casi totalidad de los partidos políticos.
redefinición del enemigo en los
discursos de Perón. Éste ya no
apelará a la confianza y al
agradecimiento de las masas, sino
a su movilización en defensa de
esas conquistas.”
El 17 de octubre de 1945 en Plaza de Mayo. El escritor forjista Raúl Scalabrini Ortiz relató de este modo
los sucesos de ese día: “Un pujante palpitar sacudía la entraña de la ciudad. Un hálito áspero crecía en las densas
vaharadas, mientras las multitudes continuaban llegando. Venían de la usinas de Puerto Nuevo, de los talleres
de Chacarita y Villa Crespo, de las manufacturas de San Martín y Vicente López, de las fundiciones y acerías del
Riachuelo, de las hilanderías de Barracas. Brotaban de los pantanos de Gerli y Avellaneda o descendían de las
Lomas de Zamora. Hermanados en el mismo grito y en la misma fe iban el peón de campo de Cañuelas y el tornero
de precisión, el fundidor, el mecánico de automóviles, el tejedor, la hilandera y el empleado de comercio. Era el
subsuelo de la patria sublevada. Era el cimiento básico de la Nación que asomaba como asoman las épocas
pretéritas de la tierra en la conmoción del terremoto. Lo que yo había soñado e intuido durante muchos años
estaba allí presente, corpóreo, tenso (..) Eran los hombres que están solos y esperan, que iniciaban sus tareas de
reivindicación.”
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Argentina. Perón, a su vez, se presentó como el representante de los trabajadores, la justicia social y el defensor
de los intereses nacionales frente al imperialismo norteamericano. El 24 de febrero de 1946, finalmente se
realizaron las elecciones. La ciudadanía dio a la alianza encabezada por Perón la mayoría suficiente como para
ser consagrado presidente. A partir de estos hechos se inició una
LA INDEPENDENCIA ECONÓMICA nueva etapa en la historia argentina.
En un discurso pronunciado en
octubre de 1946 Perón presentó el
Primer Plan Quinquenal y explicó ••• EL PRIMER GOBIERNO DE PERÓN (1946—1952)
los lineamientos principales de la El Primer Plan Quinquenal: un nuevo modelo económico
política económica de su gobierno:
“Para aumentar nuestras El modelo económico iniciado en 1946 intentó dar respuesta
conquistas sociales necesitamos a las demandas de los sectores que integraban el bloque socia!
aumentar la riqueza y aumentar el peronista — los trabajadores y sectores de pequeños y medianos
trabajo. Nuestro plan considera, en empresarios—. El Estado asumió un claro papel de intervención en la
esta etapa, multiplicar nuestra actividad económica, en particular a través de la implementación del
riqueza y repartirla Primer Plan Quinquenal. Se trataba de un programa con el que el
convenientemente; y con ello, las Estado planificaba la economía, fijando los objetivos generales que se
nuevas conquistas sociales han de deseaban lograr al cabo de cinco años. La planificación económica del
salir de nuestro propio trabajo, sin Estado procuró una mayor justicia social, a partir de mejorar las
perjudicar a nadie. A ello tiende condiciones de vida de los trabajadores y alentar el desarrollo
nuestro plan quinquenal. Debemos industrial reclamado por los empresarios. La política económica
producir el doble; multiplicarlo por procuró una redistribución de la riqueza, ya que elevó el poder
cuatro mediante una buena adquisitivo de los trabajadores, aumentando el nivel de empleo y los
industrialización, distribuir salarios. Al mismo tiempo, incentivó con subsidios —créditos— la
equitativamente la riqueza y actividad industrial, favoreciendo la creación de nuevas industrias,
aumentar el estándar de vida de además de la ampliación de las ya existentes. Este modelo
nuestras poblaciones hambrientas, industrialista se basó en el aumento del consumo interno, incentivado
que son la mitad del país; cerrar ese por las mejoras salariales otorgadas.
ciclo con una conveniente
distribución y comercialización de
esa riqueza. Y cuando este ciclo se
haya cerrado, no tendremos
necesidad de mendigar mercados
extranjeros porque tendremos el
mercado dentro del país, y
habremos solucionado con ello una
de las cuestiones más importantes:
la estabilidad social.” Un año
después, el 9 de julio de 1947, el
gobierno peronista declaró, en
Tucumán, la independencia
económica. Ésta, junto a la justicia
social y la soberanía política se con-
vertirían en las tres banderas
históricas del peronismo.
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En la Argentina, a diferencia de lo
ocurrido en algunos países europeos, no hubo una
burguesía industrial poderosa, capaz de liderar un
proceso de industrialización. Fue el Estado el responsable
de producir la modificación de la estructura productiva,
impulsando un rápido crecimiento industrial y
nacionalizando importantes sectores de la economía.
Entre 1946 y 1950 el Estado fue asumiendo un rol de
empresario, haciéndose cargo de diversas tareas que
anteriormente correspondían a iniciativas del sector
privado. En 1946 se nacionalizaron el Banco Central y los
depósitos bancarios, permitiéndole al Estado controlar la política financiera del país y orientarla —a través del
otorgamiento de créditos—hacia una política de incentivo de la actividad industrial. En su primer año de
gobierno, el peronismo creó el IAPI —Instituto Argentino para la Promoción del Intercambio—. Con este
organismo el Estado pasó a controlar el manejo del comercio exterior. El IAPI era quien fijaba los precios de las
exportaciones agrícola-ganaderas, regulaba las importaciones y resguardaba la producción nacional. Con el
funcionamiento de este organismo como agente de comercialización, el Estado obtuvo un importante caudal de
recursos, que derivó en parte hacia la actividad industrial, y en parte hacia la inversión social. Esta transferencia
de ingresos del sector agrario al industrial provocó una fuerte oposición de los sectores terratenientes y de las
empresas privadas vinculadas al comercio exterior, como Bunge y Born y Dreyfus. De este modo, protegida por
esta política económica, la actividad industrial —particularmente las pequeñas y medianas empresas
productoras de bienes de consumo— creció a un ritmo sostenido durante algunos años.
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LA TERCERA POSICIÓN
Los cambios económicos fueron acompañados por “Sin duda, el período 1946 -1948 ha
importantes reformas en el plano social. La llamada euforia quedado en la memoria colectiva de
económica se basó en el aumento de la capacidad adquisitiva de los los argentinos como el más
salarios. La participación del sector asalariado en la distribución del formidable proceso redistributivo a
ingreso nacional creció entre 1946 y 1950, del 45,2% al 56%. Los favor de los trabajadores ocurrido
salarios experimentaron un notable aumento, por lo que los en el siglo. El objetivo prioritario del
trabajadores — obreros y empleados pertenecientes a los sectores gobierno peronista fue modificar la
medios— vieron crecer espectacularmente su nivel de vida. En 1944- distribución del ingreso para
45, algunos sectores empresariales habían resistido a los aumentos de consolidar un nuevo orden social.
sueldo impuestos por Perón desde la Secretaría de Trabajo y Los instrumentos de que se valió la
Previsión, e incluso realizaron protestas en 1946. Pero a los pocos administración peronista fueron
años advirtieron que esta nueva situación económica generaba un convencionalmente keynesianos:
aumento en las ventas de sus productos y ampliaba el mercado créditos subsidiados para financiar
interno. Los bienes de uso doméstico elaborados por las industrias aumentos de salarios, aumento del
livianas comenzaron a venderse en grandes cantidades. Se gasto público (creció el número de
abandonaron las antiguas refrigeradoras que funcionaban con barras empleados del Estado) y del déficit
de hielo y se extendió el uso de las heladeras eléctricas. También se fiscal para mantener el nivel de
generalizó la utilización de radios y máquinas de coser. Algo actividad laboral. Hay que destacar
semejante ocurrió con las industrias textiles, registrándose un la ausencia de una estrategia de
aumento notable en el consumo de indumentarias. Trajes y vestidos crecimiento a largo plazo durante
de aceptable calidad comenzaron a ser adquiridos por amplios los primeros años del gobierno, tal
sectores de la sociedad. vez por las urgentes demandas
sociales desatadas entre 1946 y
1948. La proliferación de pequeñas
empresas, del crédito y de los
elevados salarios, no revelaron una
preocupación por el desarrollo
sostenido y la racionalidad en la
asignación de recursos. Este modelo
entró en crisis en 1949 y se
modificaría para después de ese
año, pero para ese entonces la
desconfianza de los empresarios
privados ya era muy profunda.”
pueblos. Yo estaré con ellos, con Perón y con mi pueblo, para pelear contra la oligarquía vendepatria y farsante,
contra la raza maldita de los explotadores y de los mercaderes de los pueblos”
Una de las reformas políticas más importantes realizadas por el peronismo fue la sanción de una
nueva Constitución Nacional, en 1949. En ella se incorporaron los derechos sociales conquistados
por el movimiento obrero y la legalización de los cambios económicos, especialmente la política
de nacionalizaciones del comercio exterior, de los combustibles y del transporte. En el orden
político se implantó la reelección presidencial y la instauración del voto directo en los comicios
nacionales. La oposición resistió a la nueva Constitución porque consideraba que era el resultado
del afán personalista de Perón, cuyo deseo excluyente era lograr la reelección presidencial.
Además, los socialistas se quejaron porque entre los derechos de los trabajadores no figuraba el
derecho de huelga y los conservadores denunciaron el perfil excesivamente presidencialista de
la reforma. Ésta finalmente fue aprobada y tuvo vigencia hasta la caída de Perón en 1955. A
principios de 1951 el gobierno anunció la convocatoria a elecciones nacionales para el 11 de
noviembre. El partido peronista se presentaba como seguro triunfador en los nuevos comicios.
Sin embargo, Perón debió resolver diversos problemas a fines de su mandato: una intentona
golpista en 1951, la férrea oposición gestada sobre todo desde el Ejército contra la posibilidad de
que Eva Perón fuera designada como vicepresidente para la nueva fórmula electoral, y las agudas
dificultades económicas que se avecinaban hacia 1952.
La llegada del peronismo al gobierno significó el advenimiento de nuevos sectores sociales a la escena
política. Las masas obreras se incorporaron plenamente a la vida política, porque al ejercicio del sufragio le
agregaron otras formas de participación: por medio de sus organizaciones se convirtieron en un factor que
influyó sobre las decisiones del gobierno. Además, el movimiento obrero obtuvo un conjunto de derechos
sociales que no sólo mejoraron sus condiciones de vida sino que también le permitieron obtener su dignificación
como trabajadores. También pudieron participar por primera vez en la política nacional las mujeres —que hasta
entonces habían sido excluidas del sufragio universal—, cuando en 1947 se consagró el derecho al voto
femenino. Esta medida, impulsada principalmente por Eva Perón, fue la culminación de una larga lucha que
habían iniciado los socialistas a principios de siglo. El sistema político argentino de los años ‘40 adquirió los rasgos
propios de una sociedad de masas. La participación política abarcó integralmente a todos los sectores de la
sociedad y se realizó no sólo a través del voto popular sino también del desarrollo de organizaciones intermedias
como los sindicatos, las unidades básicas y diversas asociaciones barriales y entidades vecinales. También las
concentraciones públicas —las más importantes se realizaron en la Plaza de Mayo— se constituyeron en una
nueva y frecuente forma de participación política directa de los sectores populares.
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Las concentraciones
populares en Plaza de Mayo,
acompañadas por los discursos de
Perón desde los balcones de la
Casa de Gobierno, fueron
acontecimientos políticos
habituales durante los dos
gobiernos peronistas. En estos
actos, siempre fue destacada la
presencia de los sindicatos
encabezados por la Confederación
General del Trabajo. En la foto,
una de las clásicas celebraciones
peronistas del 1° de mayo, el Día
de los Trabajadores. La otra fecha
en la que se realizaban
concentraciones masivas de apoyo al gobierno era el 1 7 de octubre, consagrado por el Estado como el Día de la
Lealtad.
la revolución social y económica que se estaba llevando a cabo y de LA CANDIDATURA DE EVA PERÓN
conspirar en contra de los intereses del pueblo. Desde esta
concepción, Perón no dudó en utilizar la fuerza del Estado, Para las elecciones de 1952 la CGT
reprimiendo y encarcelando en diversas oportunidades a muchos de propuso como candidata a la
sus opositores. Ni Perón ni sus opositores reconocieron los espacios vicepresidencia a Eva Perón. Esto
institucionales como ámbito de negociación para la búsqueda de provocó una gran polémica dentro y
acuerdos. A este panorama político se sumaban las profundas fuera del peronismo. Los sectores
rivalidades sociales generadas por la política redistributiva del más conservadores de la sociedad,
peronismo. A pesar de la búsqueda por parte del gobierno de la entre ellos las Fuerzas Armadas,
armonía entre capital y trabajo, esta política ocasionó uno de los resistieron a su candidatura. Según
mayores conflictos sociales, entre el capital y el trabajo, de toda Miguel Ángel Scenna—historiador
nuestra historia. argentino contemporáneo—:
“Tradicionalmente la esposa del
Presidente era una figura
El Estado y los sindicatos. Los sindicatos se organizaron por decorativa sólo apta para aparecer
rama industrial y se crearon las comisiones internas. Estos organismos en funciones de protocolo o tareas
estaban integrados por delegados obreros representantes de las de beneficencia. Eva Perón irrumpió
diferentes plantas industriales del país. Las comisiones internas por con violencia para hacer trizas esa
fábrica le permitieron al sindicalismo contar con un vínculo venerable y apacible imagen. Mujer
permanente con las bases obreras. A medida que aumentaba su nivel de lucha, no sólo se metió en la
de representación y organización, la influencia del sindicalismo sobre política, sino que encarnó al sector
las políticas del Estado fue cada vez mayor. Sin embargo, los logros más radicalizado del peronismo. A
sociales de la clase obrera fueron obtenidos luego de fuertes conflictos poco andar, sin ocupar ningún cargo
sociales. Entre l946 y 1949 se produjo una oleada de huelgas. Si bien oficial, era la persona más
la mayoría de ellas estuvo dirigida contra los empresarios y no contra influyente después de Perón”. El 26
el gobierno, actuaron como presión para que el Estado también de julio de 1952 —a los 33 años—
atendiera las demandas salariales reclamadas por los sindicatos. Esta falleció luego de una larga
actitud de lucha del sindicalismo y no de sumisión, fue la que le enfermedad. Para la mayoría de los
permitió mejorar la situación de los trabajadores a lo largo de estos trabajadores, el nombre de Evita se
años. El peronismo propició la realización de convenciones colectivas convirtió en el símbolo de las
de trabajo en las que obreros y empresarios discutían salarios y conquistas sociales conseguidas.
condiciones laborales. En la foto se observa una reunión de la Cámara
Regional Paritaria de Conciliación y Arbitraje.
Hacia 1952 el modelo industrialista implementado por el peronismo comenzaba a dar muestras de
debilidad. Una gran influencia tuvo la recuperación económica de los países europeos, ya que éstos disminuyeron
sus compras a la Argentina y se produjo, además, una baja en los precios de las materias primas. Las dificultades
económicas habían comenzado varios años antes. En 1949, una prolongada sequía redujo al mínimo los saldos
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exportables y, hacia la década del ‘50, el rendimiento del campo argentino había bajado aproximadamente en
un 18% respecto de 1946. A pesar de que la Argentina había desarrollado en forma notoria la actividad industrial,
la base de la economía continuaba dependiendo del nivel de las exportaciones agrarias, ya que una disminución
importante en este sector alteraría —como finalmente ocurrió— al resto de las actividades económicas. Corno
consecuencia de la disminución del ingreso rural proveniente de las exportaciones, el gobierno ya no pudo
recurrir a la transferencia de recursos para la actividad industrial y el mantenimiento de altos salarios. Los
empresarios tuvieron dificultades para la obtención de créditos del Estado y el rendimiento de sus industrias
disminuyó. Esta situación provocó que los salarios no continuaran con un sostenido ascenso y que en algunas
áreas disminuyeran. Por ello, desde 1949 y hasta 1952, comenzaron a surgir reclamos salariales no satisfechos.
La mayoría de las huelgas tuvieron como centro de la crítica a los empresarios —los sindicatos decían que éstos
querían salvarse de la crisis bajando sus salarios— y no al gobierno de Perón, a quien consideraban víctima de
las presiones oligárquicas. El equilibrio buscado por Perón entre los intereses de los obreros y de los empresarios
—la armonía entre el capital y el trabajo— comenzaba a presentar signos de inestabilidad. El gobierno peronista
se encontró entonces ante la crisis más profunda desde que Perón llegó a la presidencia en 1946.
A pesar de las dificultades económicas, en las elecciones realizadas en 195l el peronismo obtuvo un
triunfo arrollador. La fórmula Perón—Quijano obtuvo el 62% de los votos, contra el 32% de la fórmula de la Unión
Cívica Radical, encabezada por Ricardo Balbín. El resto de los Partidos —Socialista, Comunista, Demócrata—
sumaron en conjunto el 4% de los votos. Estos resultados permitieron al peronismo inaugurar un nuevo período
gubernamental, contando con una sólida mayoría en ambas cámaras legislativas. Los partidos de la oposición,
frente a este nuevo fracaso electoral, comenzaron a reorganizarse y algunos de ellos a pensar con mayor firmeza
en la posibilidad de nuevos intentos conspirativos en contra del peronismo (La imagen muestra una caricatura
de Perón, jurando sobre la nueva Constitución de 1 949. aparecida en la portada de la revista de la época: “PBT”.)
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Hasta 1946 la Unión Industrial Argentina (UIA) era la más importante organización de empresarios. Su
dirección representaba los intereses de las grandes empresas nacionales y extranjeras. La política de este
organismo, finalizada la Segunda Guerra Mundial, se orientó a fomentar la exportación de manufacturas. Con la
llegada del peronismo al gobierno, el sector empresarial más beneficiado fue el de los pequeños y medianos
empresarios, en su mayoría ligados a la producción destinada al mercado interno. Para debilitar a la UIA, Perón
le quitó la personería jurídica en julio de 1946. El respaldo de los pequeños y medianos empresarios hacia el
gobierno se afianzó cuando éstos crearon la Confederación General Económica (CGE), a la que luego se sumarían
también grupos de grandes empresarios. Esta entidad fue la única reconocida por el gobierno como
representación de los empresarios. Los terratenientes, por su parte, fueron desde un principio férreos opositores
del peronismo. Habían sido desplazados del poder político y despojados de una parte de los beneficios que
obtenían del comercio de exportación —a través del IAPI, el Estado transfería una parte de los ingresos del sector
agrario al industrial—. A esto se sumó el alza de los salarios de los trabajadores rurales, lo que implicaba la
elevación de los costos y, por lo tanto, una reducción de sus ganancias. La promulgación del Estatuto del Peón
significó para los terratenientes una alteración de las tradicionales relaciones paternalistas en el campo. Este
conjunto de medidas provocó la resistencia de las organizaciones representativas del sector, como la Sociedad
Rural Argentina (SRA) y Confederaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (CARBAP).
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Además de la crítica situación económica, durante el segundo gobierno de Perón se acentuaron los
problemas políticos. Los partidos políticos opositores centraron sus críticas en las medidas económicas y en la
dureza con que Perón trataba a quienes disentían de la política oficial. La Iglesia, que en un principio mantuvo
buenas relaciones con el gobierno de Perón, se fue distanciando de él y, hacia 1954, pasó decididamente a
integrar el bloque social y político antiperonista. A comienzos de 1955, la actividad conspirativa de los sectores
liberales y nacionalistas católicos dentro de las Fuerzas Armadas se había incrementado y era cada vez más
reducido el número de militares aliados de Perón. Estos grupos de oficiales contaron con el apoyo de amplios
sectores políticos (radicales, conservadores y socialistas). Se produjeron levantamientos contra el gobierno en
diversas bases militares que culminaron el 16 de junio, con un bombardeo en horas del mediodía a la Plaza de
Mayo —como saldo del ataque quedaron cientos de civiles heridos y muertos—. El gobierno logró detener el
intento de golpe de Estado, pero la tensión política no cesó. A partir de estos hechos se inició la cuenta regresiva
para el gobierno de Perón. El bloque antiperoista se había ampliado y consolidado. El único sector social que
parecía decidido a sostener a Perón era la clase obrera. Luego de las jornadas de junio la CGT convocó por radio
—en varias oportunidades— a los trabajadores, para que acudieran a defender al gobierno. Una multitud de
trabajadores se reunió en Plaza de Mayo —el 31 de
agosto de 1955— para escuchar lo que fue el último
discurso de Perón, en el cual remarcó la necesidad
de defender las conquistas populares a cualquier
precio.