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Biografias 5toa

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Filippo Tommaso

Marinetti
(Alejandría, 1876 - Bellagio, 1944) Escritor, dramaturgo y
poeta en lenguas italiana y francesa que dio vida al
movimiento futurista, manifestación de una profunda
exigencia renovadora de las formas expresivas.

Filippo Tommaso Marinetti cursó sus primeros estudios en


su ciudad natal y en París, y se graduó en leyes en la
Universidad de Génova, aunque jamás ejerció la abogacía; decidió dedicarse por completo a la
literatura. De formación casi exclusivamente francesa, se trasladó a Milán para colaborar con la
revista francófona Antologie revue, en cuya redacción entró en contacto con las expresiones
vanguardistas.
Se dio a conocer con un pequeño poema, Les vieux marins (1897), que obtuvo el primer premio de
los Samedis populaires y que, junto con sus siguientes obras, el poema La conquete des
étoiles (1902), el volumen de versos Destruction (1904) y la tragedia Le Roi Bombance (1905),
contribuyó a difundir en Italia la poesía decadente y simbolista. En 1905 fundó la revista Poesía,
donde pudieron publicar sus primeros versos muchos jóvenes aún desconocidos.
Sin embargo, su decidida ruptura con la tradición se reflejará en el primer Manifiesto del
futurismo (1909), publicado en el diario parisino Figaro, en el Manifiesto de la literatura
futurista (1910) y en el Manifiesto técnico del futurismo (1912). En ellos exaltó una nueva
civilización gobernada por las máquinas y la velocidad, defendió la violencia y la guerra, entendida
como única posibilidad de afirmación individual, y concibió una nueva expresividad, propuesta a
través de la destrucción de la sintaxis y de la abolición del adjetivo, del adverbio y de la puntuación,
con la intención de reflejar las sensaciones inmediatas de la vida moderna y de captar con violencia
la atención del lector.
Estas teorías fueron expuestas en la mayoría de sus libros, entre ellos Mafarka el futurista (1910), La
battaglia di Tripoli (1911) y Parole in libertá (1912). Sus conferencias y lecturas poéticas, realizadas
en numerosos países, le proporcionaron muchos seguidores y, durante años, se dedicó a difundir el
futurismo en toda Europa e incluso en América. Su repercusión en las artes italianas fue inmediata;
los pintores Giacomo Balla, Umberto Boccioni, Gino Severini y el arquitecto Antonio Sant'Elia se
adhirieron de inmediato al movimiento, y su influencia alcanzaría a artistas europeos como Marcel
Duchamp, Fernand Léger y Robert Delaunay.
Su defensa de las acciones bélicas le llevó a convertirse en un convencido partidario de la dictadura
fascista de Mussolini, durante la cual ocupó importantes cargos oficiales. A ese período pertenecen
obras como Democrazia futurista (1919) y Futurismo e fascismo (1924). Aunque siguió publicando
numerosas obras, entre ellas los dramas Prigionieri e Vulcani (1927), el cuento Scatole d´amore in
conserva (1927) o Poemi simultanei futuristi (1933), su éxito y su
protagonismo decayeron casi totalmente y murió olvidado durante
la Resistencia.

Franz Kafka
(Praga, 1883 - Kierling, Austria, 1924) Escritor checo
en lengua alemana cuya obra señala el inicio de la
profunda renovación que experimentaría la novela
europea en las primeras décadas del siglo XX. Franz
Kafka dejó definitivamente atrás el realismo
decimonónico al convertir sus narraciones en
parábolas de turbadora e inagotable riqueza simbólica:
protagonizadas por antihéroes extraviados en un mundo incomprensible, sus
novelas reflejan una realidad en apariencia reconocible y cotidiana, pero sometida a
inquietantes mutaciones que sumergen al lector en una opresiva y asfixiante
pesadilla, plasmación de las angustias e incertidumbres que embargan al hombre
contemporáneo.

Nacido en el seno de una familia de comerciantes judíos, Franz Kafka se formó en


un ambiente cultural alemán. Su padre, Hermann Kafka, había obtenido una
cómoda posición con un matrimonio ventajoso y pudo costear una buena formación
para el primogénito en uno de los colegios alemanes de Praga. Concluido el
bachillerato (1901), el cabeza de familia lo obligó a cursar estudios de leyes,
materia por la que nunca sintió el menor interés, y se doctoró en derecho en 1906.

Los años universitarios le dejaron tiempo para cultivar sus aficiones filosóficas y
literarias; leyó a numerosos autores y conoció al futuro escritor y crítico literario
Max Brod, con quien trabó una íntima amistad destinada a perdurar toda una vida.
La personalidad enérgica y activa de Brod, totalmente opuesta a la del temeroso e
introvertido Kafka, mitigó su soledad y su marcada tendencia al aislamiento.

Finalizados sus estudios, trabajó en diversos bufetes de abogados y, desde 1908,


en una compañía de seguros de Praga. Allí desempeño sus tareas con eficiencia y
puntualidad, llegando a merecer un ascenso; sin embargo, carecía por completo de
ambición profesional. El aburrido empleo (que no abandonaría definitivamente
hasta 1920, a causa de su deteriorada salud) le ocupaba solamente las mañanas y
podía dedicar las tardes y las noches a la literatura, su verdadera pasión.
Kafka en 1906

En 1911 conoció a Yitzchak Lowy, actor de teatro yiddish; pronto empezó a


interesarse por la mística y la religión judías, que ejercieron sobre él una notable
influencia y favorecieron su adhesión al sionismo. Su
proyecto de emigrar a Palestina se vio frustrado en
1917 al padecer los primeros síntomas de
tuberculosis, que sería

Federico García Lorca


(Fuente Vaqueros, España, 1898 - Víznar, id., 1936)
Poeta y dramaturgo español. En el transcurso de la
«Edad de Plata» (1900-1936), la literatura española recuperó aquel dinamismo
innovador que parecía perdido desde su Siglo de Oro; tal periodo tuvo su
culminación en la obra poética de la Generación del 27, así llamada por el rebelde
homenaje que sus miembros rindieron a Luis de Góngora con motivo de su tercer
centenario. Sin embargo, pese a la inmensa talla de figuras como Rafael
Alberti, Pedro Salinas, Jorge Guillén, Gerardo Diego, Dámaso Alonso, Luis Cernuda o el premio
Nobel Vicente Aleixandre, ningún miembro del grupo alcanzaría tanta proyección
internacional como Federico García Lorca.
Los primeros años de la infancia del poeta transcurrieron en el ambiente rural de su
pequeño pueblo granadino. Delicado, angelical incluso, fue criado entre algodones
por una madre hospitalaria, la maestra Vicenta Lorca, y un padre comprensivo, el
hacendado Federico García. Su primitiva vocación fue la música y estudió guitarra y
piano. Cursó el bachillerato primero en Almería y luego, tras una enfermedad, en
Granada. Continuó sus estudios superiores en la Universidad de Granada: estudió
filosofía y letras y se licenció en derecho. En la universidad hizo amistad con el
prestigioso compositor Manuel de Falla, quien ejerció una gran influencia en él,
transmitiéndole su amor por el folclore y lo popular. Por entonces era ya el
contertulio más brillante de El Rinconcillo, el café de la Alameda de la ciudad. En
febrero de 1917 apareció su primera composición literaria en el Boletín del Centro
Artístico de Granada; se titulaba Fantasía simbólica.
En 1919 se instaló en la Residencia de Estudiantes de Madrid, donde conoció a
autores ya consagrados como Juan Ramón Jiménez, y trabó amistad con poetas de su
generación y artistas como el pintor catalán Salvador Dalí y el futuro cineasta Luis
Buñuel. Con el primero compartía una singular habilidad para el dibujo, y con el
segundo una afición al cine que lo llevó a escribir algunas escenas imaginarias
teniendo como protagonista a Buster Keaton, cómico que en España era conocido
como Pamplinas. En este ambiente de ebullición cultural brillaría pronto el
magnetismo de la arrolladora personalidad de Federico García Lorca, cuya perenne
simpatía y vitalidad encubría un íntimo malestar que sólo su obra dejaría entrever.
En su formación influyó un excepcional profesor de historia del arte, Martín
Domínguez Berrueta, que organizaba con sus alumnos viajes de estudios. En el
curso de una de estas excursiones, García Lorca conoció en Baeza al poeta más
notorio de la generación anterior a la suya, Antonio Machado, que acudía
cotidianamente a su humilde trabajo de
profesor de francés en el instituto de
aquella localidad andaluza. De estos
viajes, y de otros que organizó él mismo
con sus compañeros a imitación

Tristan Tzara
(Samuel Rosenstock; Moinesti,
Rumania, 1896 - París, 1963) Poeta
francés de origen rumano. Fue el
principal impulsor del grupo Dadá,
movimiento de vanguardia surgido en
Zurich durante la Primera Guerra
Mundial que se proponía expresar su
oposición al orden establecido mediante la ruptura con la lógica del lenguaje, en
cuanto que elemento sustentador del sistema social.

Tristan Tzara

La primera materialización de los presupuestos literarios de Tristan Tzara se


halla en su colección de poemas La primera aventura celeste del señor Antipirina (1916).
Su siguiente libro, Venticinco poemas (1919), fue precedido por la publicación de
algunas formulaciones teóricas en la revista Dadá y del primer Manifiesto
dadá (1918).
Por esa época Tzara se instaló en París y entró en contacto con André
Breton, Louis Aragon, Philippe Soupault y Paul Éluard, el grupo de la
revista Littérature, que poco después protagonizarían otro movimiento de
vanguardia, el surrealismo, al que Tzara no se adhirió. Siguió a la cabeza de la
estética dadá, la cual fue impregnándose de un tono más militante, a la par que
crecía la implicación política de Tzara (en 1936 se afilió al Partido Comunista y
durante la Segunda Guerra Mundial participó en la Resistencia francesa).
Tras la experiencia de la guerra, la poesía de Tzara tomó un cariz más intimista
y reflexivo (La huída, 1947; El rostro interior, 1954; La rosa y el perro, 1958), si bien
conservó siempre la espontaneidad y arbitrariedad en el manejo de las
palabras, creando imágenes ilógicas que la aproximan, en el producto final, al
surrealismo, aunque se separa de éste por su concepción originaria y por la
fuerza y vitalidad que anima su expresión, que es expresión de una
individualidad que se afirma en un universo poético autónomo.
De entre las obras en prosa de Tristan Tzara
merecen destacarse El hombre
aproximado (1931), Donde beben los lobos (1933) y los
ensayos Siete manifiestos dadá (1924) y El surrealismo y la
posguerra (1947).

Biografía de Hugo Ball


Nacido el 22 de febrero de 1886 en Pirmasens, Alemania, Hugo
Ball estudió literatura, filosofía e historia alemanas en las
universidades de Munich y Heidelberg (1906-1907).
El el primer fundador y una de las figuras principales del
movimiento llamado dadaísmo, se mudó a Berlín en 1910, para convertirse en actor; colaboró con
Max Reinhardt y trabajó como director y director escénico para varias compañías de teatro en
Berlín, Plauen y Munich. También comenzó a escribir, contribuyendo a las revistas expresionistas
Die Neue Kunst y Die Aktion, las cuales, en estilo y en contenido, anticiparon el formato de las
posteriores revistas Dada.

Poco después del estallido de la Primera Guerra Mundial, él y Emmy Hennings, una cantante de
cabaret que había conocido en Munich y con quien se casaría en 1920, emigraron a Zurich, Suiza.
En febrero de 1916 fundó el 'Cabaret Voltaire' en la Spiegelgasse. Allí se reunió con Hans Arp,
Marcel Janco}, Tristan Tzara, y más tarde Richard Huelsenbeck y Walter Serner.

En julio de 1916, Ball abandonó el círculo de Dada en Zurich para recuperarse en el campo suizo.
Regresó en enero de 1917 para ayudar a organizar Galerie Dada, un espacio de exhibición que se
abrió en marzo de 1917. Los eventos en la Galerie incluyeron conferencias, actuaciones, bailes,
veladas de fin de semana y recorridos por las exposiciones. Aunque Ball apoyó los objetivos
educativos de la Galerie, estaba en desacuerdo con Tzara sobre su ambición de convertir a Dada
en un movimiento internacional con una doctrina sistemática. Abandonó Zurich en mayo de 1917 y
no volvió a participar activamente en las actividades de Dada.

Hugo Ball murió en Sant'Abbondio, Suiza, el 14 de septiembre de 1927.

La principal contribución de Hugo Ball como líder y co-fundador junto con su novia, intérprete de
cabaret, Emmy Hennings, del movimiento Dada, fue articular la ideología radical nihilista e
iconoclasta del colectivo. Fue este primer grupo en Zurich el que generó importantes ramificaciones
internacionales en París, Berlín y Nueva York. En el Primer Manifiesto Dadaísta, escrito
por Ball en 1916, los primeros dadaístas que se reunieron en el Cabaret Voltaire explicaron cómo
su nuevo movimiento era una revuelta directa contra los valores sociales y estéticos burgueses de
Occidente y contra la glorificación de la guerra y la
violencia de la sociedad

Emmy Hennings:
vagabunda, dinamitera
y reina del Cabaret
Voltaire
El Cabaret Voltaire, magnificado a través de los años, era en realidad un local
minúsculo en el que apenas cabían 30 personas. Que de un lugar tan pequeño
irradiara la energía medular del más desatado y burlón de los movimientos de la
vanguardia, también el menos pedante, es uno de los grandes encantos del dadaísmo.
Quienes estaban detrás de esa energía medular eran dos artistas vagabundos y
fascinantes: Hugo Ball y Emmy Hennings. La segunda de ellas ha soportado
etiquetas como «musa dadaísta» cuando en realidad ella era el dadaísmo. Había estado
en la cárcel -y lo contaría en un libro que fascinaba a Herman Hesse, estremecido,
desapasionado, imperturbable y perturbador: Cárcel (El Paseo Editorial)-, cantaba
coplas, escribía poemas, posaba para artistas. Y junto a Ball parecía estar en una
permanente huida, plantando la fiesta y la burla, allí donde paraban, más interesados
en la religión que en el arte, es decir, entendiendo que primero había que derruir el
arte para sobre sus ruinas erigir otra religión, otra manera de leer el mundo, otra forma
de vivir. El dadaísmo era un disfraz perfecto: bajo las máscaras de la chirigota
planteaba una enmienda a la totalidad; sus burlas no eran juergas, sino trabajos de
demolición de lo heredado.Un portero de un club, al descubrirla durmiendo una
mañana en una mesa de billar, se dijo: el mundo se va al garete.

El joven corresponsal socialista Julio Alvarez del Vayo estuvo allí y contó sus
andanzas en su novela en clave La senda roja, donde revela que muy cerca del
Cabaret Voltaire se alojaba un tipo al que nadie le hacía mucho caso y al que
llamaban El Revolucionario. Era Lenin (de ahí que se haya imaginado que Lenin
departiera con los dadaístas y se haya escrito alguna novela entendiendo la
Revolución Rusa como obra dadaísta: nada que ver, no hay la menor prueba de que a
Lenin le interesara lo que pasaba en aquel minúsculo cabaret). Según el testimonio de
Alvarez del Vayo, si para algunos dadaístas, con brazalete de capitán del movimiento,
como Tristan Tzara, el dadaísmo era la última frontera del esteticismo, que dejaba
viejos la pesadumbre del
expresionismo y las
descomposiciones del cubismo, para
Ball y Hennings el dadaísmo no era
más que el vehículo idóneo para
hacer viajar la protesta: contra la
estética pero también contra la ética.
Es decir, era un movimiento

Georges Braque
(Argenteuil, Francia, 1882 - París,
1963) Pintor francés. Hijo de un
pintor de brocha gorda, oficio que siguió en un principio, Georges Braque
estudió a partir de 1900 en la Escuela de Bellas Artes de París y hacia 1906 se
adhirió al fauvismo, bajo la influencia de su amigo Othon Friezs, con obras
como El embarcadero del puerto de l'Estaque.

Georges Braque

En 1907, una exposición de Cézanne y el encuentro con Picasso pusieron a Braque


en la senda del cubismo, tendencia de la que es cofundador. Desde entonces
hasta su movilización en la Primera Guerra Mundial, trabajó en estrecha
colaboración con Picasso, dando vida a la fase llamada cubismo analítico
(Naturaleza muerta con instrumentos musicales), y más tarde a la denominada cubismo
sintético (Vaso y violín).

A diferencia de Picasso, que plasmó con frecuencia la figura humana, Braque


prefirió, a lo largo de toda su trayectoria artística, la naturaleza muerta, en la
que introdujo novedades significativas, como el empleo del collage o la
incorporación de letras y números. En sus bodegones cubistas juega con el
espectador, invitándole a reconstruir los objetos a partir de las diversas
perspectivas que de ellos introduce en sus obras.

Después de la Primera Guerra Mundial, el artista prescindió de los trazos


angulosos y las líneas fuertemente geométricas de su etapa anterior para
inclinarse hacia la línea curva en un nuevo repertorio de temas:
los Guéridons (naturalezas muertas sobre
una mesa redonda), las Pequeñas
chimeneas (1919-1927), las Canéforas (1922)
y, sobre todo, los Ateliers (1948-1955),
donde recrea ambientes interiores en
clave simbólica. Braque, que fue también
ilustrador, escenógrafo, escultor y
grabador, alcanzó un importante
reconocimiento en vida y dejó una
profunda huella en el desarrollo de la
pintura.
Cómo citar este artículo:

Guillaume Apollinaire
(Wilhelm Apollinaris de Kostrowitzky; Roma, 1880 - París, 1918) Poeta francés
que tuvo una influencia decisiva en la formación de las vanguardias de
principios de siglo XX.

Guillaume Apollinaire

Hijo de una aristócrata polaca y de padre desconocido (acaso el oficial italiano


Francesco d'Aspermont o un príncipe de la Iglesia), después de estudiar en
liceos de Mónaco, Cannes y Niza viajó junto a su madre a París, pero las
dificultades para encontrar empleo le obligaron a colocarse como preceptor de
una familia en Alemania durante dos años.

Apollinaire frecuentó los círculos artísticos y literarios de la capital francesa,


donde adquirió cierta notoriedad. Trabajó como contable en la Bolsa y como
crítico para varias revistas, desde las que teorizó en defensa de las nuevas
tendencias, como el cubismo de sus amigos Pablo Picasso y Georges Braque y el
fauvismo de Henri Matisse, con los que compartió la vida bohemia de la época.

El núcleo de su obra fue la poesía, a la que entendía como un arte inseparable


del conjunto de experiencias de la vida cotidiana. Fue una pieza clave en el
paralelismo entre pintura y poesía que fracturó la problemática estética de las
décadas anteriores y generó nuevas prácticas de vanguardia en la literatura y el
arte modernos. Desde sus primeros poemas, escritos en 1897, expresó su
inquietud por temas como el recuerdo, la angustia, el amor, la melancolía y el
erotismo, y su intento de innovación literaria lo situó como una figura de

transición entre el movimiento simbolista y el


surrealista.

Apollinaire dirigió y editó una colección de clásicos eróticos (Los maestros del amor,
1909), colaboró en numerosas publicaciones, como París-midi, Mercure de
France y Les Marges, en las que hacia 1909 firmaba con el seudónimo de Louise
Lalane, y fundó las revistas Le Festin d'Esope (1903) y Les Soirées de París (1912).
Escribió las novelas eróticas Las once mil vergas (1908) y Las hazañas de un joven Don
Juan (1908), y las prosas de El encantador en putrefacción (1909), obra basada en la
leyenda de Merlín y Viviana al que siguieron una serie de relatos de contenido
fabuloso.
Pablo Picasso
(Pablo Ruiz Picasso; Málaga, 1881 - Moulins, Francia, 1973) Pintor español. La
trascendencia de Picasso no se agota en la

fundación del cubismo,

revolucionaria tendencia que


rompió definitivamente con la
representación tradicional al
liquidar la perspectiva y el punto de vista único. A lo largo de su dilatada
trayectoria, Pablo Picasso exploró incesantemente nuevos caminos e influyó en
todas la facetas del arte del siglo XX, encarnando como ningún otro la inquietud
y receptividad del artista contemporáneo. Su total entrega a la labor creadora y
su personalidad vitalista, por otra parte, nunca lo alejarían de los problemas de
su tiempo; una de sus obras maestras,
el Guernica (1937), es la mejor ilustración de su
condición de artista comprometido.

Pablo Picasso

Hijo del también artista José Ruiz Blasco, en 1895


se trasladó con su familia a Barcelona, donde el
joven pintor se rodeó de un grupo de artistas y
literatos, entre los que cabe citar a los
pintores Ramón Casas y Santiago Rusiñol, con quienes acostumbraba reunirse en el
bar Els Quatre Gats. Entre 1901 y 1904, Pablo Picasso alternó su residencia entre
Madrid, Barcelona y París, mientras su pintura entraba en la etapa
denominada período azul, fuertemente influida por el simbolismo. En la primavera
de 1904, Picasso decidió trasladarse definitivamente a París y establecerse en
un estudio en las riberas del Sena.
En la capital francesa trabó amistad, entre otros, con los poetas Guillaume
Apollinaire y Max Jacob y con el dramaturgo André Salmon; entre tanto, su pintura
experimentó una nueva evolución, caracterizada por una paleta cromática
tendente a los colores tierra y rosa (período rosa). Al poco de llegar a París entró
en contacto con personalidades periféricas del mundillo artístico y bohemio,
como los hermanos estadounidenses Leo y Gertrude Stein, o el que sería ya para
siempre su marchante, Daniel-Henry Kahnweiler.

Frank Wedekind
(Hannover, 1864 - Munich, 1918) Dramaturgo alemán, precursor del
expresionismo. Hijo de un médico que estuvo diez años al servicio del sultán de
Turquía y de una actriz californiana de origen húngaro, Frank Wedekind creció
en Suiza en un ambiente muy liberal. Inició estudios de germanística en
Lausana y de derecho en Munich, pero abandonó ambos.

Frank Wedekind

En su ajetreada vida (en particular hasta que en 1904 le llegó el éxito teatral)
fue, entre otras cosas, jefe de publicidad de una empresa de Zurich, secretario
de un circo, secretario del pintor, escultor y falsificador danés Willy Grétor y
redactor de la revista Simplicissimus. Más tarde trabajó como actor y actuó en
varios cabarets como tocador de laúd, donde interpretaba sus propias canciones
y baladas.
El tema central de su dramaturgia es la liberación del amor sensual en lucha
contra las convenciones burguesas y la falsa moral, enemiga de la carne. Frente
a todos los intentos de domeñar o demonizar lo impulsivo, Frank Wedekind
celebró la fuerza elemental de la vida y glorificó la naturaleza humana y la
belleza de los cuerpos; su obra ejercería una gran influencia en Bertolt
Brecht. Kinder und Narren (Niños y bufones, 1891) es una comedia en la que combate
algunos objetivos -que considera antinaturales- del movimiento feminista de la
época, y a la vez una sátira contra el naturalismo, en particular de Gerhart
Hauptmann.
Despertar de primavera (1891) es la tragedia de dos adolescentes que chocan con el
código de costumbres del mundo burgués: tras su estreno, la obra estuvo
prohibida hasta 1912. El espíritu de la tierra (1895) y su continuación, La caja de
Pandora (1904), presentan la fuerza sexual instintiva en figuras y acciones
simbólicas. El personaje central de ambas tragedias es Lulú, que Alban
Berg recreó en la ópera de este título (1937). Se da la circunstancia de que un
acto de la segunda parte fue escrito, al hallarse Wedekind en París, en francés,
y transcurre en esta ciudad, mientras que el último fue escrito en inglés y se
sitúa en Londres, donde Lulú muere a manos de Jack el Destripador
Sigismund Freud
que a los veintidós años habría de
cambiar ese nombre por el de Sigmund,
nació en Freiberg, en la antigua Moravia
(hoy Príbor, República Checa), el 6 de
mayo de 1856. Su padre fue un
comerciante en lanas que, en el momento
de nacer él, tenía ya cuarenta y un años y
dos hijos habidos en un matrimonio
anterior; el mayor de ellos tenía
aproximadamente la misma edad que la
madre de Freud -veinte años más joven
que su esposo- y era, a su vez, padre de
un niño de un año. En su edad madura,
Freud hubo de comentar que la impresión
que le causó esta situación familiar un
tanto enredada tuvo como consecuencia
la de despertar su curiosidad y aguzar su
inteligencia.

En 1859, la crisis económica dio al traste con el comercio paterno, y al año


siguiente la familia se trasladó a Viena, en donde vivió largos años de
dificultades y estrecheces, siendo muy frecuentes las temporadas en las que,
durante el resto de su larga vida (falleció en octubre de 1896), el padre se
encontraría sin trabajo. Aunque siempre detestó Viena, Sigmund Freud residiría
en esta ciudad hasta un año antes de su muerte: pese a la intercesión
de Roosevelt y Mussolini, en junio de 1938 se vería obligado por su condición de
judío (sus obras habían sido quemadas en Berlín en 1933) a emprender el
camino del exilio hacia Londres como consecuencia del Anschluss, la anexión de
Austria al proyecto pangermanista de la Gran Alemania, preparada por los nazis
con ayuda del canciller austriaco Arthur Seyss-Inquart y sus prosélitos.

La familia se mantuvo fiel a la comunidad judía y sus costumbres, aunque no


fue especialmente religiosa; al padre cabe considerarlo próximo al
librepensamiento, y el propio Freud había perdido las creencias religiosas ya en
la adolescencia. En 1873, el joven Freud finalizó sus estudios secundarios con
excelentes calificaciones. Había sido siempre un buen estudiante,
correspondiendo a los sacrificios en pro de su educación hechos por sus padres,
que se prometían unala
André Breton
(Tinchebray, Francia, 1896 -
París, 1966) Escritor francés.
Participó durante tres años en el
movimiento dadaísta, al tiempo
que investigaba el automatismo
psíquico a partir de las teorías
de Jean-Martin Charcot y Sigmund
Freud sobre el inconsciente, que
había descubierto durante sus
estudios de medicina. Por
último, en 1924, rompió
con Tristan Tzara, acusándole de
conservadurismo, y escribió el
texto fundacional de un nuevo
movimiento, el Manifiesto del surrealismo.

André Breton

Con una prosa casi poética y un estilo emotivo y exaltado, postulaba la


existencia de una realidad superior a la que sería posible acceder poniendo en
contacto dos mundos, la vigilia y el sueño, que tradicionalmente se habían
mantenido separados. Reivindicaba la liberación del mundo del subconsciente y
con ello una nueva forma de pensar que terminara con la dictadura exclusiva de
la lógica y la moral.

El nuevo grupo surrealista nació con un fuerte componente sectario, promovido


en gran parte por el propio Breton, quien desde la «ortodoxia» surrealista
denunció numerosas «desviaciones», la menor de las cuales no fue, sin
embargo, su propio intento de politizar el movimiento a raíz de su afiliación al
Partido Comunista (1927). El Segundo Manifiesto surrealista (1930) responde a la
voluntad de insertar el surrealismo en unas coordenadas políticas y
revolucionarias, lo que provocó grandes disensiones en el grupo.
Sin embargo, en 1935, Breton rompió con el Partido Comunista y viajó a
México, donde su relación con Trotski le llevó a redactar un tercer manifiesto en
1941. Entre sus obras destaca la novela Nadja (1928), a la que siguieron otras,
como La inmaculada concepción (1930) o Los vasos comunicantes (1932). En 1946
regresó a su país y fundó nuevas revistas surrealistas, al tiempo que mostraba
su oposición al realismo imperante en literatura y en especial a Albert Camus.

Óscar Cerruto
(La Paz, 1912 - 1981) Poeta y novelista boliviano
cuya obra se ubica en la vertiente más
vanguardista del posmodernismo
hispanoamericano. Fue diplomático y periodista
(actividad esta última que le llevó a la dirección
de las publicaciones El Diario y Última Hora, ambas
editadas en La Paz) y vivió prácticamente volcado en su vocación literaria.
Perteneció a la Academia Boliviana de la Lengua y realizó numerosas giras por
América, Europa y Asia.
Óscar Cerruto inició su trayectoria con la publicación de la novela Aluvión de
fuego (1935), en la que narró los crueles y sangrientos episodios de su
experiencia personal durante la guerra del Chaco (1932-1935), con una prosa
de acusada perfección parnasiana, que impuso su imaginación y talento por
encima del naturalismo.
Esta novela-denuncia conmovió a la crítica y a los lectores en general por el
descarnado relato de aquellas experiencias de la guerra, vividas en plena
juventud, y señaló a Cerruto como una de las principales figuras de la llamada
"Generación combativa", junto a autores como Antonio Díaz Villamil, Augusto
Guzmán, Carlos Medinaceli, Augusto Céspedes y Jesús Lara. De la producción narrativa de
Óscar Cerruto destacan también los cuentos recogidos en Cerco de
penumbras (1958), en los que reproduce las escenas de la vida cotidiana del país.
Con la madurez desvió su creación hacia formas más puristas y alcanzó también
un puesto de honor en la lírica boliviana contemporánea, gracias a una
producción poética tan novedosa y relevante como la de Yolanda Bedregal, Jaime
Sáenz o Pedro Shimose. Entre sus poemarios cabe destacar Cifra de
Rosas (1957), Estrella segregada (1973), Reverso de la transparencia (1975) y Cántico
traspasado (1978).

Su poesía inteligente y exacta se caracteriza, tal y como se la definió, "por el


sentimiento que piensa y el pensamiento que siente". Con leves toques
anecdóticos, de tipo familiar o patriótico, el poeta se concentra en el trabajo del
lenguaje poético; el gusto por la imagen y la alegoría define a grandes rasgos el
estilo de Óscar Cerruto, ligado a los movimientos de vanguardia. La libertad de
las formas empleadas se aúnan con una expresión
ceñida y depurada, sin alardes retóricos ni
complacencias decorativas.

Adolfo Costa Du Rels


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Adolfo Costas Du Rels (Sucre, 19 de junio de 1891- La
Paz 26 de mayo de 1980) fue un escritor, dramaturgo y
diplomático boliviano nacido en Sucre, considerado uno
de los autores más representativos de la literatura
boliviana.1

Primeros años
Nació en Sucre, de madre boliviana de ascendencia portuguesa, Amelia du Rels y
Medeiros y padre francés natural de Córcega, un ingeniero de profesión que llegó a
Bolivia para trabajar. Cuando falleció su madre, su padre lo llevó a París y
a Córcega donde hizo estudios básicos y residió por varios años.
Durante su estancia en Francia realizó estudios universitarios en Aix-en-Provence.

Política
Costa du Rels dedicó gran parte de su vida a la política diplomática. Desempeñó
cargos públicos como:

 Ministro de Hacienda (1928)


 Delegado boliviano ante la Sociedad de Naciones (1931)
 Ministro Plenipotenciario en Suiza y la Ciudad del Vaticano (1937-1943)
 Embajador en Argentina (1943-1944)

Obra Literaria
Costa du Rels desarrolló en Francia gran parte de su obra, que abarca todos los
géneros literarios. Como dramaturgo, destacan obras como Los Estandartes del
Rey (Les étendards du roi, 1956), galardonada con el premio Gulbenkian de la
Academia del Mundo Latino, París, en 1974.
Su producción narrativa es considerada de las más representativas e influyentes de la
literatura boliviana del siglo XX. Se destacan Tierras Hechizadas (Terres embrasées,
1931), considerada una de las mejores novelas bolivianas,1 Laguna H-3 (Lagune H-3,
1938), que aborda la temática de la Guerra del Chaco, o Los Andes no creen en
Dios (1973), que fue adaptada para cine en 2007 por Antonio Eguino. Entre los cuentos
de Costa du Rels, La Miskki Simi es uno de los más conocidos y ha sido publicado en
antologías y colecciones bolivianas de cuento.2 Este cuento apareció primero en El
traje del arlequín (1921) y posteriormente en El
embrujo del oro (1948).

Augusto Guzmán
(Cochabamba, 1903-1994) Narrador, crítico
literario e historiador boliviano. Al igual
que Augusto Céspedes, Carlos Medinaceli, Jesús
Lara, Antonio Díaz Villamil, Óscar Cerruto y otros
literatos de su época, Augusto Guzmán
perteneció al grupo conocido como la
Generación Combativa, surgido tras la terrible
experiencia de la guerra del Chaco y del posterior proceso de inestabilidad
política y social que impregnaría el arte y la cultura de su país a lo largo del
siglo XX.

Miembro de la Academia Boliviana de la Lengua y también de la Academia de


Historia, Augusto Guzmán ejerció como profesor de literatura, derecho minero e
historia del arte en las universidades de La Paz y Cochabamba. En 1961 recibió
el Premio Nacional de Literatura.

Su mayor contribución literaria fue Prisionero de guerra (1937), novela en la que


relató de una manera brillante y al mismo tiempo estremecedora la experiencia
de su cautiverio en Paraguay durante la guerra del Chaco. El texto de esta obra,
que puede inscribirse dentro del naturalismo, combina el análisis introspectivo
con una visión de los hechos históricos y de las relaciones políticas, sociales y
económicas de la época.
Otras obras narrativas de Augusto Guzmán fueron La sima fecunda (1933), Novela
regional de Machuyunga (1939) y Bellacos paladines (1964). Entre sus estudios y
trabajos históricos destacan La novela en Bolivia. Proceso 1947-1954 (1955), Historia
social del arte (1957), Breve historia de Bolivia (1969) y Poetas y escritores de
Bolivia (1975). Escribió asimismo las biografías del líder indígena Túpac
Katari (1945) y de la poetisa Adela Zamudio (1955).
Jesús Lara
(Villa Rivero, 1898 - Cochabamba,
1980) Narrador y ensayista boliviano
que destacó por su narrativa
indigenista y su labor en defensa de los
indígenas del valle de Cochabamba y
del pueblo quechua, cuya literatura y
tradiciones recogió.

Tras la Guerra del Chaco, que


enfrentó a Bolivia y Paraguay,
publicó Repete. Diario de un hombre que fue a
la Guerra del Chaco (1937), obra testimonial que apuntaba como responsables del
conflicto a los intereses económicos de las grandes compañías británicas y
estadounidenses. Su ideario antiimperialista lo aproximaría con el tiempo a los
comunistas y al movimiento guerrillero del Che Guevara.
Seis años después dio a la imprenta Surumi (1943), conjunto de seis relatos
centrados en la vida del indio quechua del valle de Cochabamba. Le siguieron
otras cinco narraciones de signo indigenista: Yanakuna (1952), Yawarninchij. Nuestra
sangre (1959), Sinchikay. El valor. Novela quechua (1962), Llalliypacha. Tiempo de
vencer (1965) y Sujnapura (1971). A través de la lectura de estas novelas su
puede seguir la situación del indio del valle de Cochabamba antes y después de
la histórica reforma agraria del 2 de agosto de 1953.
En su faceta de ensayista, estudió a fondo la cultura y tradiciones de los incas y
otros pueblos indígenas en títulos como El Tawantinsuyu. Origen, organización política,
económica y social (1966), La cultura de los incas. La religión, los conocimientos, las
artes (1966), e Inkallajta. Inkarakay (1967), ensayos en que denunció las injusticias
históricas sufridas por los indígenas.
La defensa de su etnia y el intento de revalorizar su cultura impulsó a Jesús
Lara a ocuparse también de la lengua y la literatura quechuas en sus ensayos y
estudios filológicos: La poesía quechua (1944), La literatura de los quechuas. Ensayo y
antología (1961), Leyendas quechuas (1963), Mitos, leyendas y cuentos de los quechuas.
Antología (1973) y Queshwataki. Coplas quechuas (1975). La preparación de estas
obras, así como la de la titulada La literatura de los incas (1966-1967), implicó una
valiosísima labor de rescate y catalogación de un vasto corpus literario quechua.
Che Guevara [Ernesto
Guevara]
(Rosario, Argentina, 1928 - Higueras,
Bolivia, 1967) Revolucionario
iberoamericano. Junto con Fidel Castro, a
cuyo movimiento se unió en 1956, fue uno
de los principales artífices del triunfo de la
revolución cubana (1959). Desempeñó
luego cargos de gran relevancia en el
nuevo régimen, pero, insatisfecho con la
inoperancia de los despachos y fiel a su
propósito de extender la revolución a otros
países de Latinoamérica, en 1966 retomó su actividad guerrillera en Bolivia,
donde sería capturado y ejecutado un año después.

Entregada así su vida en la lucha contra el imperialismo y la dictadura,


el Che Guevara se convirtió en el máximo mito revolucionario del siglo XX. Fue
de inmediato un icono de la juventud del Mayo del 68, y su figura ha quedado
como símbolo atemporal de unos ideales de libertad y justicia que, como los
héroes de antaño, juzgó más valiosos que la propia vida. Todavía en nuestros
días se exhibe con frecuencia, en las acciones contestatarias, aquel perfil suyo
basado en la célebre fotografía de Alberto Korda.
Biografía
Ernesto Che Guevara nació en una familia acomodada de Argentina, en donde
estudió medicina. Su militancia izquierdista le llevó a participar en la oposición
contra Juan Domingo Perón; desde 1953 viajó por Perú, Ecuador, Venezuela y
Guatemala, descubriendo la miseria dominante entre las masas de
Hispanoamérica y la omnipresencia del imperialismo norteamericano en la
región, y participando en múltiples movimientos contestatarios, experiencias
que lo inclinaron definitivamente hacia el marxismo.
En 1955 Ernesto Che Guevara conoció en México a Fidel Castro y a su
hermano Raúl Castro, que preparaban una expedición revolucionaria a Cuba.
Guevara trabó amistad con los Castro, se unió al grupo como médico y
desembarcó con ellos en Cuba en 1956. Instalada la guerrilla en Sierra Maestra,
Guevara se convirtió en lugarteniente de Fidel y mandó una de las dos
columnas que salieron de las montañas orientales hacia el oeste para conquistar
la isla. Participó en la decisiva batalla por la toma de Santa Clara (1958) y
finalmente entró en La Habana en 1959, poniendo fin a la dictadura de
Fulgencio Batista.

Adolfo Cáceres
Romero,
Un cadáver definió al escritor y sepultó al
médico. Adolfo Cáceres Romero lo
intentó pero no pudo, sus padres querían
que curara vidas, pero él optó por lo
que desde niño le movía el alma, escribir.

Recuerda el momento exacto en que, después de cursar un año Medicina en la


Universidad Mayor de San Simón de Cochabamba, se sintió incapaz de diseccionar
el cuerpo de un adolescente al que la tuberculosis mató y en el que los gusanos
hacían su festín.

El entonces aspirante a escritor no tuvo ni el valor de tocarlo, el hedor que expelía


le revolvió el estómago y lo devolvió a su destino. Ahí también comenzó la mentira,
pero ganaron la literatura y la historia.

Sus padres, que vivían en su natal Oruro, no tenían idea de que su hijo había
cambiado la universidad por la normal Católica. Y no es que Adolfo, en ese
momento, hubiese querido ser profesor, era la única forma de acercarse a las letras.

Por cuatro años alimentó inútilmente la esperanza de sus progenitores de que


sería el médico de la familia. Cuando visitaba Oruro hasta daba recomendaciones
médicas a los que buscaban al ‘doctorcito’. La mentira le pasó factura el día de su
graduación, ocasión en la que recién se enteraron sus padres.

“Se querían volver a Oruro (de Cochabamba) ese mismo momento. ¡Uhhh! Se
molestaron. Le habían dicho a todo el mundo que su hijo terminó Medicina en
cuatro años. Solo aceptaron acompañarme en mi acto cuando les prometí que
estudiaría Derecho”, rememora.

Esta vez Adolfo se propuso no faltar a su palabra e intentó, una vez más, hacerle
lance a su destino. Probó con las leyes, pero los códigos y artículos eran candados
para su imaginación y capacidad narrativa nata que ya había salido a flote cuando
jugaba con los amiguitos de su infancia. Él era quien escribía los diálogos para los
títeres, elaboraba las historietas y ya en el ‘cole’, era quien escribía cuentos.

“Eran malos, pero a mí me parecían lo máximo”, dice el escritor que tiene en su


haber 14 obras literarias, siete ensayos, cuatro antologías, 17 cuentos y seis libros
traducidos a otros idiomas.

Arturo Vidal
Arturo Erasmo Vidal Pardo es un futbolista
chileno nacido en San Joaquín, comuna
de Santiago de Chile, el 22 de mayo de
1987. Actualmente viste la dorsal 23 del
club alemán Bayern Múnich. “El rey
Arturo”, tal como se le conoce en el ámbito
deportivo, ha sido campeón de las
máximas competiciones nacionales en
Chile, Italia y Alemania: Torneos de Apertura y Clausura con Colo-Colo, Liga
italiana con Juventus, y la Bundesliga con el Bayern Múnich. A nivel internacional, ha
ganado la Copa América en dos ocasiones: 2015 y 2016, también ha participado en
dos Mundiales de Futbol: Sudáfrica 2010 y Brasil 2014.
En el terreno de juego, Arturo Vidal efectúa la labor de volante mixto, es decir, su zona
de influencia es el centro del campo. El jugador demuestra comodidad tanto al
momento de defender como al de atacar. El chileno se destaca por ofrecer un gran
despliegue físico en cada partido, por correr cada balón como si fuera el último; su
recio carácter lo ha hecho merecedor de 156 tarjetas amarillas y 6 cartulinas rojas a lo
largo de su carrera. “Arturo Vidal es nuestro guerrero. Si tuviera que ir a la guerra,
siempre lo llevaría conmigo”, dijo Gianluigi Buffon en una entrevista con el sitio web
oficial de la Juventus. La pasión y la entrega total son indiscutibles: Vidal cuenta con
587 partidos oficiales disputados, 123 goles anotados y 76 asistencias concretadas.
Vidal creció con su madre: Jacqueline Pardo, sus hermanas Jacqueline, Ámbar y
Victoria, su hermano Sandrino y su abuela Uberlinda, quien empezó a padecer
Alzheimer cuando él era adolescente. Vivían en la población de El Huasco, en San
Joaquín. La madre de Arturo trabajaba como aseadora, mientras él entrenaba e iba al
colegio. En la revista The Magazine Bundesliga, “El rey Arturo” comentó que, al pensar
en su infancia, siempre recordaba a Jacqueline: “Cómo luchó, cómo se dedicó
solamente a nosotros, todo el esfuerzo que tuvo que hacer para darnos algo sin tener
nada. El frío que tuvimos que soportar, el hambre”. Y la decisión de Vidal fue hacerse
futbolista para recompensar el trabajo de ella. Arturo Vidal ha manifestado una
profunda devoción hacia su familia, conformada también por su esposa María Teresa
Matus, con quien contrajo matrimonio en 2008, durante una ostentosa ceremonia a la
que incluso asistió la presidenta de Chile Michelle Bachelet. Con María Teresa, Arturo
Vidal tiene tres hijos: Alonso, Elisabetta y Emiliano.
Tras entrenar e integrar el equipo Deportes Melipilla, “El rey Arturo” hizo su debut como
profesional en mayo de 2005, aquella aparición inicial fue en la Primera
División chilena, jugando para Colo-Colo; Vidal tenía dieciocho años y alternaba la
titularidad. Los años siguientes alcanzó un lugar fijo en el once inicialista, siendo
partícipe en la conquista de tres Torneos: Apertura 2006, Clausura 2006 y Apertura
2007, además del subcampeonato en la Copa Sudamericana 2006. El alto desempeño
Luis Gálvez Rodríguez de Arias
Luis Galvez Rodríguez de Arias (San
Fernando, 1864 — Madrid, 1935) fue
un periodista, diplomático y aventurero español (muchas
veces erróneamente señalado como boliviano) que proclamó
la República de Acre en 1899. Gobernó la República de
Acre entre el 14 de julio de 1899 y el 1 de enero de 1900 por
primera vez, y entre el 30 de enero y el 15 de
marzo de 1900 por segunda y última vez.
Gálvez estudió ciencias jurídicas y trabajó como diplomático en Europa. Emigró
a Sudamérica con el fin de encontrar el mítico El Dorado en la Amazonia. En Manaus,
escribió para el diario Commercio do Amazonas. Al traducir un documento
sobre Bolivia, decidió ir a Acre. Apoyado financieramente por el gobierno de Amazonas,
que esperaba anexar la región, rica en caucho, recibió la misión de tomar Acre,
mayoritariamente habitado por brasileños, pero parte del territorio de Bolivia.
Lideró una rebelión en Acre, con trabajadores de los cauchales ("seringueiros") y
veteranos de la Guerra de Cuba, el día 14 de julio de 1899, fecha elegida por
celebrarse el aniversario de los 110 años de la Toma de la Bastilla. Fundó la República
Independiente de Acre, justificando que “no pudiendo ser brasileños, los seringueiros
acreanos no aceptaban volverse bolivianos”. Llamado Emperador de Acre, asumió el
cargo provisorio de presidente, creando la actual bandera, organizó ministerios,
fundó escuelas, hospitales, un Ejército, cuerpo de bomberos, ejerció funciones de juez,
emitió sellos postales e idealizó un país moderno para la época, con preocupaciones
sociales, medioambientales y urbanísticos.
Un golpe de Estado en su gobierno de apenas seis meses de existencia lo retiró del
cargo, siendo sustituido por el seringalista cearense Antônio de Sousa Braga, que un
mes después devolvió el poder a Gálvez.
El Tratado de Ayacucho, firmado en 1867 entre Brasil y Bolivia, reconocía a Acre como
posesión boliviana. Por eso, el gobierno federal de Brasil despachó una expedición
militar compuesta por cuatro navíos de guerra y otro llevando tropas de infantería para
apresar a Luis Galvez, destituir la República de Acre y devolver la región a los dominios
bolivianos. El 11 de marzo de 1900, Luis Gálvez se rindió a la fuerza a la Marina de
Brasil, en Caquetá, a orillas del río Acre, y regresó a Europa.
Aunque Gálvez volvió a Brasil años después, el gobierno de Amazonas lo tomó preso y
lo recluyó en el Fuerte de São Joaquim en Rio Branco, actual estado de Roraima, de
donde huiría. Falleció en su natal España en 1935.
Wilson García Mérida
director del diario Sol de Pando, fue acusado de
sedición por el Ministro de la Presidencia de
Bolivia, Juan Ramón Quintana, en mayo de 2016,
por lo que el periodista se exilió en Brasil.
Reporteros sin Fronteras (RSF) denuncia una
parodia de la justicia y pide a las autoridades
bolivianas que restituyan a García Mérida sus
derechos fundamentales.

El 10 de mayo de 2016 el Ministro de la


Presidencia, Juan Ramón Quintana, acusó de
sedición al periodista Wilson García Mérida,
director del diario Sol de Pando, sin mostrar un motivo válido. Entonces, el abogado
de García Mérida intentó aplazar la fecha de la comparecencia para obtener más
información sobre el proceso y, sobre todo, para conocer los cargos presentados por
Quintana. Fue en vano. Tras esa denegación de la justicia, el periodista se vio
obligado a huir a Brasil, donde se encuentra exiliado desde hace seis meses, pues esta
acusación dio lugar a una orden de arresto, dictada el 16 de mayo.

García Mérida, periodista de investigación, articulista comprometido y crítico, señaló


en sus textos que existía una red criminal de tráfico humano y prostitución entre
Bolivia y Brasil, en la que estaría implicado Quintana.

“Reporteros sin Fronteras hace un llamado a la justicia boliviana para que anule lo
antes posible la orden de arresto dictada contra García Mérida”, señaló Emmanuel
Colombié, responsable del Despacho América Latina de RSF. “Por otra parte,
Ramón Quintana debe aclarar los motivos de esta acusación de sedición mostrando
pruebas. De lo contrario, la acusación debe ser retirada, para que no se sume a la
larga lista de maniobras gubernamentales efectuadas para hacer callar a la prensa
crítica”, añadió.

García Mérida, con quien RSF esta en contacto desde que salió de Bolivia, desea ante
todo regresar a su país y volver a ver a su familia. Los abogados de La Paz con los que
se puso en contacto le señalaron que padecieron presiones y que intentaron
intimidarlos para que no se hicieran cargo de su caso. Pese a estas dificultades,
actualmente el periodista lucha desde el norte de Brasil para anular la orden de arresto
dictada contra

Gregorio Reynolds
(Sucre, 1882 - La Paz, 1948) Poeta boliviano. Tras
los cursos de primaria y secundaria, estudió en el
seminario de su ciudad natal. Doctor en Letras,
fue rector y doctor "honoris causa" de la
Universidad de San Francisco Javier, en
Chuquisaca; cónsul en Jujuy (Argentina) y
encargado de Negocios en Brasil. Publicó muchas
de sus composiciones en La Mañana, de La Paz.

Se le coloca habitualmente entre los tres grandes


poetas modemista de su país (con Jaimes Freyre y
Franz Tamayo), aunque es justo señalar que Gregorio Reynolds posee mayor
perfección técnica e inspiración menos elevada. Modernista de arranque
romántico, profundamente influido por Baudelaire, evoluciona rápidamente
hacia la nueva escuela, pero su evolución va en escala descendente desde el
punto de vista lírico.

Se dio a conocer al ser premiada su composición El mendigo en los juegos florales


organizados por el Círculo de Bellas Artes de La Paz en 1913. Es un maestro del
soneto y este hecho quizás nos ayude a comprender, tras lo dicho
anteriormente, la valoración lírica de Reynolds. Cien sonetos contiene El cofre de
Psiquis, donde se encuentra quizás lo mejor de la producción del autor del bello
soneto La Llama; mantiene su altura en Horas Turbias y en Prismas (1937), para
lanzarse hacia abajo en busca de preciosismo y superabundancia formal en Arco
Iris, Beni e Illimani.
Poco interesante como ensayo es su poema escénico Quimeras (1915); tampoco
lo salva su adaptación en verso de la tragedia de Sófocles Edipo Rey; mayor
interés nos ofrece su poema Redención, en donde hay una espléndida evocación
del núcleo prehistórico andino de Tiahuanacu. El contraste entre su misticismo y
su sensualidad no es nuevo en la literatura moderna.
Georg Trakl
Su padre, Tobias, era
un luterano comerciante en ferretería, su
madre, Maria Halik era una católica con
orígenes eslavos, melómana y
coleccionista de antigüedades. Georg
tuvo seis hermanos: Wilhelm (de un
matrimonio anterior del padre), Gustav,
Maria, Hermine, Friedrich y Margarethe
(Gretl).
Tras una infancia serena, que pasó jugando con su hermana menor Gretl (nacida
en 1891), aprendiendo música (ambos hermanos tocaban juntos el piano) y literatura,
terminó por iniciar una relación incestuosa con su hermana que marcó seriamente el
resto de su vida.
Tras cursar el gymnasium (los estudios medios) en el Salzburg
Staatsgymnasium donde estudió principalmente griego, latín y matemáticas, en 1904
no pudo superar el examen final. En ese mismo año inició decididamente su actividad
poética. En 1905 comenzó a trabajar en una farmacia llamada Zum Weißen Engel ("El
ángel blanco", cuya denominación parece obedecer a la venta de cocaína, droga
entonces legal). El hecho de tener a su alcance diversas
sustancias psicotrópicas facilitó el desarrollo de su drogadicción.
Acentuó su cultura literaria leyendo a su admirado Hölderlin, y además
a Baudelaire, Nietzsche, Rimbaud, Maeterlinck, Dostoievsky, Ibsen y Strindberg; inició
una vida bohemia al formar parte del círculo poético Apollo; en esa época redactó
también artículos para el diario local Salzburger Volkszeitung ("Periódico del pueblo
salzburgués") e hizo representar sin éxito los dramas: Totentag ("Día de muertos") –
(1904)– y Fata Morgana (1906), así como una tragedia, Don Juans Tod ("La muerte
de Don Juan") en 1908. En este mismo año publicó en el diario salzburgués su primer
poema: Das Morgenlied ("Canto matinal").
Tras lograr concluir los estudios del Gymnasium se inscribió en la Universidad de
Viena donde cursó la carrera de farmacia y obtuvo en 1910 el diploma de Magister
Farmaciae (maestro farmacéutico); por ello el servicio militar le destinó a una unidad
sanitaria entre 1910 y 1911.
Regresó a Salzburgo en septiembre de 1911 y en 1912 obtuvo un empleo en el hospital
militar de Innsbruck, en donde conoció a Ludwig von Ficker, fundador de la revista Der
Brenner ("El Fanal", o "El Incendiario", nombre también del principal puerto de
montaña entre Austria e Italia en el Tirol). Se trataba de una revista
de vanguardia literaria en la que en mayo del citado 1912 publicó varias de sus
principales poesías; por estas contribuciones empezó a gozar de un cierto
reconocimiento público.
José Manuel Pando
(José Manuel Pando Solares; Luribay, La
Paz, 1848 - El Kenko, La Paz, 1917) Político
boliviano que fue presidente de la República
entre 1899 y 1904. Jefe del Partido Liberal
(1894), José Manuel Pando dirigió la
revolución federalista de 1898 y, tras su
triunfo, fue designado presidente por la
convención de Oruro (1899). Su mandato
puso fin a más de medio siglo de
caudillismos despóticos (como los de
Mariano Melgarejo o Hilarión Daza) e
inauguró una etapa de gobiernos liberales que se prolongaría durante dos
décadas.

José Manuel Pando estudió medicina sin llegar a concluir los estudios, que
finalmente abandonó para incorporarse a la acción política. Al acabar la
revolución de 1870 contra Mariano Melgarejo, ingresó en el ejército y, en 1876,
después del golpe contra Hilarión Daza, volvió a la actividad privada. El comienzo
de la Guerra del Pacífico lo obligó a regresar a la vida militar; durante la
contienda fue herido en la batalla de Alto de la Alianza (1880).
Se afilió luego al Partido Liberal, y su ascenso fue fulgurante: en una
convención celebrada en 1894, mediante métodos democráticos, derrotó
a Eliodoro Camacho y se convirtió en jefe del partido. En 1896 se presentó sin
éxito como candidato a la presidencia, pero fue elegido senador por Chuquisaca.
En 1898 se puso al frente de la revolución federal contra los conservadores,
para lo que estableció una alianza con el Cacique Willka, y logró el triunfo de su
partido, lo que lo llevó a formar parte de la Junta de Gobierno de 1899. Ese
mismo año, la convención reunida en Oruro lo eligió presidente constitucional
para el periodo 1899-1904.

La presidencia de Pando estuvo centrada en los asuntos internacionales, sobre


todo en los límites fronterizos con Brasil, que habían sido profundamente
alterados por las concesiones absurdas realizadas por Melgarejo. Durante su
mandato tuvo que hacer frente a la cuestión del Acre, una región rica en caucho
y yacimientos de oro cuya posesión provocó dos guerras con Brasil (1899-1900
y 1902-1903), en las que Bolivia resultó derrotada. José Manuel Pando se vio
obligado a firmar el Tratado de Petrópolis
(1903), por el que Bolivia cedió a Brasil el
territorio en litigio.

Ismael Montes
(Ismael Montes Gamboa; La Paz, 1861- id.,
1933) Militar y político boliviano que fue en
dos ocasiones presidente de la República
(1904-1909 y 1913-1917). Sirvió como
soldado en la guerra contra Chile y fue
luego catedrático de derecho civil en la
Universidad de La Paz.

Ismael Montes

Perteneciente al bando liberal, durante la revolución federalista de 1898 fue


nombrado jefe del Estado Mayor general. Al ocupar la presidencia José Manuel
Pando, accedió a la cartera de Guerra (1899), frente a la cual reorganizó el
ejército, sometiéndolo a una mayor disciplina y dotándolo de un material más
moderno.

Su popularidad creció gracias a su buena gestión, y en 1904 el Partido Liberal lo


proclamó candidato a la presidencia. Elegido presidente para el período 1904-
1909, Ismael Montes llevó a cabo una política de modernización de las
estructuras económicas del país, apoyando las inversiones extranjeras, la
construcción de una amplia red ferroviaria y decretando leyes de carácter
liberal, como el matrimonio civil, la libertad de cultos y la secularización de los
bienes eclesiásticos, que supusieron la ruptura de relaciones con el Vaticano.

En este período también firmó tratados con Brasil y Chile que solucionaron
viejos contenciosos fronterizos. Aunque su mandato terminaba en 1908, el
candidato elegido, Fernando Guachallar, murió poco antes de llegar a ejercer el
cargo, y Montes continuó gobernando hasta que fue sucedido por Eliodoro
Villazón en abril de 1909.

Durante su segundo mandato (1913-1917), la fundación del Banco de la Nación


fue uno de sus aportes más importantes para el control de las finanzas del país.
En 1920 se hallaba en París como embajador cuando los liberales fueron
desalojados del poder, lo que lo obligó a seguir residiendo en Francia como
exiliado hasta 1928, año en que regresó a
Bolivia para asumir el liderazgo del Partido
Liberal.

Arthur Rimbaud
(Charleville, Francia, 1854 - Marsella, id.,
1891) Poeta francés, uno de los máximos
representantes del simbolismo, tendencia
dominante en la segunda mitad del siglo XIX
que suele señalarse como el inicio de la lírica
contemporánea. A pesar de su efímera carrera
literaria (escribió su último libro a los veinte
años), la importancia de su obra es equiparable a la de los otros grandes
nombres de esta corriente: Charles Baudelaire, Stéphane Mallarmé y Paul Verlaine,
poeta este último con quien mantuvo una atormentada relación.

Los padres de Rimbaud se separaron en 1860, y el pequeño Arthur fue educado


por su madre, una mujer autoritaria. Destacó pronto en el colegio de Charleville
por su precocidad. En septiembre de 1870 se fugó de casa por vez primera y
fue detenido por los soldados prusianos en una estación de París. Su profesor,
Georges Izambard, lo salvó de la cárcel, pero al mes siguiente intentó de nuevo
la fuga, esta vez dirigiéndose hacia la región del Norte. Después de trasladarse
a Bélgica, quiso emprender carrera como periodista en la ciudad de Charleroi.
Entre las dos fugas había empezado a escribir un libro destinado a Paul
Demeny, pariente de su profesor y poeta reconocido en París.

Cuando regresó a Charleville en el invierno de 1870-1871, su colegio había sido


convertido en hospital militar. Huyó a París en febrero y fue testigo de los
disturbios provocados por la amnistía decretada por el gobierno de Versalles.
Volvió con su familia en marzo, en plena Comuna, y publicó la famosa Carta del
vidente. Auténtico credo estético, la Carta del vidente definía al poeta del futuro
como un «ladrón de fuego» que busca la alquimia verbal y lo desconocido a
través de un «largo, inmenso y razonado desarreglo de todos los sentidos».
Paul Verlaine, a quien había enviado algunos poemas, le invitó a París. Rimbaud
llegó con un poema, El barco ebrio, quizás la mayor expresión de su genio
visionario, que impresionó profundamente a su anfitrión. En París se integró
enseguida en el círculo literario del club zutista y escribió el Album zutique.

Mario Benedetti
(Paso de los Toros, 1920 - Montevideo,
2009) Escritor uruguayo. Mario Benedetti fue
un destacado poeta, novelista, dramaturgo,
cuentista y crítico, y, junto con Juan Carlos
Onetti, la figura más relevante de la literatura
uruguaya de la segunda mitad del siglo XX y
uno de los grandes nombres del Boom de la
literatura hispanoamericana. Cultivador de todos los géneros, su obra es tan
prolífica como popular; novelas suyas como La tregua (1960) o Gracias por el
fuego (1965) fueron adaptadas para la gran pantalla, y diversos cantantes
contribuyeron a difundir su poesía musicando sus versos.
Mario Benedetti trabajó en múltiples oficios antes de 1945, año en que inició su
actividad de periodista en La Mañana, El Diario, Tribuna Popular y el
semanario Marcha, entre otros. En la obra de Mario Benedetti pueden
diferenciarse al menos dos periodos marcados por sus circunstancias vitales, así
como por los cambios sociales y políticos de Uruguay y el resto de América
Latina. En el primero, Benedetti desarrolló una literatura realista de escasa
experimentación formal, sobre el tema de la burocracia pública, a la cual él
mismo pertenecía, y el espíritu pequeño-burgués que la anima.
El gran éxito de sus libros poéticos y narrativos, desde los versos de Poemas de la
oficina (1956) hasta los cuentos sobre la vida funcionarial
de Montevideanos (1959), se debió al reconocimiento de los lectores en el retrato
social y en la crítica, en gran medida de índole ética, que el escritor formulaba.
Esta actitud tuvo como resultado un ensayo ácido y polémico: El país de la cola de
paja (1960), y su consolidación literaria en dos novelas importantes: La
tregua (1960), historia amorosa de fin trágico entre dos oficinistas, y Gracias por el
fuego (1965), que constituye una crítica más amplia de la sociedad nacional, con
la denuncia de la corrupción del periodismo como aparato de poder.
En el segundo periodo de este autor, sus obras se hicieron eco de la angustia y
la esperanza de amplios sectores sociales por encontrar salidas socialistas a una
América Latina subyugada por represiones militares. Durante más de diez años,
Mario Benedetti vivió en Cuba, Perú y España como consecuencia de esta
represión. Su literatura se hizo formalmente más audaz. Escribió una novela en
verso, El cumpleaños de Juan Ángel (1971), así como cuentos fantásticos como los
de La muerte y otras sorpresas (1968). Trató el tema
del exilio en la novela Primavera

Alcides Arguedas
(La Paz, 1879 - Chulumani, 1946) Poeta,
novelista y ensayista boliviano. Alcides Arguedas
es el primero de los grandes representantes de
la corriente indigenista que, dentro de la
narrativa hispanoamericana, convivió durante las
primeras décadas del siglo XX con la novela
realista de José Eustasio Rivera, Ricardo
Güiraldes o Rómulo Gallegos. En sus inicios formó
parte del grupo de poetas modernistas con una
obra no muy significativa, pero pronto irrumpió con éxito en la escena literaria a
través de su prosa, convirtiéndose a partir de su novela Raza de bronce (1919) en
una figura fundamental para la comprensión del indigenismo, tendencia en la
que se encuadrarían autores tan relevantes como el ecuatoriano Jorge Icaza y el
peruano Ciro Alegría.
Historiador y diplomático, Alcides Arguedas es considerado uno de las más
destacados pensadores sociales bolivianos; a través de sus investigaciones y
trabajos literarios, analizó de forma exhaustiva las características nacionales de
su país. El reconocimiento previo a su obra más emblemática, Raza de
bronce (1919), lo obtuvo con la publicación de títulos como Pisagua (1903), Wata-
Wara (1904), Vida criolla (1905) y el ensayo Pueblo enfermo (1909), en que ya se
preveían los caminos de su obra posterior y que le valió un reconocimiento
internacional que tuvo eco a través de Miguel de Unamuno desde España.
De hecho, Pueblo enfermo se publicó en Barcelona con un prólogo del
escritor Ramiro de Maeztu que destacaba la relación existente entre la obra de
Alcides Argüedas y la de su propio grupo generacional. Pueblo enfermo significó el
primer análisis descarnado de su país con el objetivo de buscar las posibles
soluciones a los innumerables males existentes. En primer lugar, el autor
expone en esta obra las características del medio físico y sus posibilidades o
dificultades geográficas, problemas a los que añade la "educación defectuosa e
incompleta".
El ensayo deriva después en un inventario de desdichas donde se apunta el
llamado "problema étnico", en un acercamiento al carácter y a la psicología
nacional, donde no parecen tener cabida la estabilidad y la armonía social
necesarias para hablar de progreso, en un escenario dominado por el
caudillismo, la inmoralidad y la violencia. Al final del libro, Alcides Arguedas
expone una suerte de remedios
basados en la educación, la
creación de una conciencia
solidaria, una "seleccionada
inmigración" y determinadas
medidas económicas, entre otras

Max Ernst
(Brühl, Alemania, 1891 - París,
1976) Pintor y escultor alemán.
Formó parte del movimiento
dadaísta de Colonia, aunque
desde 1919 ya realizaba
asociaciones en sus obras que
pueden considerarse surrealistas.

Ernst practicó diversas y


originales técnicas pictóricas,
siempre dentro de la estética de
lo absurdo y dictadas por el
automatismo característico del
surrealismo. Empleó durante toda
su vida el procedimiento del collage, como en La mujer de cien cabezas (1929).
Mediante el balanceo de una lata de pintura agujereada experimentó la
técnica del goteo, claro antecedente del futuro dripping de Jackson Pollock.

Ubú Emperador (1923)


También usó el recurso de la decalcomanía, con el que duplicaba manchas
de forma simétrica, y el método del frottage, que consistía en la
reproducción de texturas, al pintar sobre un papel superpuesto a una
superficie con relieves. Con este procedimiento trabajó sus colecciones
de Bosques y de la Historia Natural entre 1926 y 1928. Gran parte de su
producción se caracteriza por una temática inquietante y por la aparición de
formas orgánicas y minerales que crean una atmósfera de pesadilla.
Jorge Luis Borges
(Buenos Aires, 1899 - Ginebra,
Suiza, 1986) Escritor argentino
considerado una de las grandes
figuras de la literatura en lengua
española del siglo XX. Cultivador
de variados géneros, que a
menudo fusionó deliberadamente,
Jorge Luis Borges ocupa un puesto
excepcional en la historia de la
literatura por sus relatos breves.

Jorge Luis Borges

Aunque las ficciones de Borges recorren el conocimiento humano, en ellas está


casi ausente la condición humana de carne y hueso; su mundo narrativo
proviene de su biblioteca personal, de su lectura de los libros, y a ese mundo
libresco e intelectual lo equilibran los argumentos bellamente construidos,
simétricos y especulares, así como una prosa de aparente desnudez, pero
cargada de sentido y de enorme capacidad de sugerencia.

Recurriendo a inversiones y tergiversaciones, Borges llevó la ficción al rango de


fantasía filosófica y degradó la metafísica y la teología a mera ficción. Los temas
y motivos de sus textos son recurrentes y obsesivos: el tiempo (circular, ilusorio
o inconcebible), los espejos, los libros imaginarios, los laberintos o la búsqueda
del nombre de los nombres. Lo fantástico en sus ficciones siempre se vincula
con una alegoría mental, mediante una imaginación razonada muy cercana a lo
metafísico.

Ficciones (1944), El Aleph (1949) y El Hacedor (1960) constituyen sus tres


colecciones de relatos de mayor proyección. A pesar de que su obra va dirigida
a un público comprometido con la aventura literaria, su fama es universal y es
definido como el maestro de la ficción contemporánea. Sólo su ideario político
pudo impedir que le fuera concedido el Nobel de Literatura.
Guillermo de Torre
(Madrid, 1900 - Buenos Aires, 1971)
Crítico literario, ensayista y poeta
español. Identificado con los
movimientos de vanguardia de la
primera mitad del siglo XX, fue uno
de los impulsores del ultraísmo.
Después de la publicación de los
poemas ultraístas Hélices (1923), se
orientó definitivamente al cultivo del
ensayo literario, donde destacó como comentador del fenómeno estético
vanguardista. Fue colaborador habitual de Revista de Occidente, Sur y El sol, y
fundador, junto con Giménez Caballero, de La Gaceta Literaria (1927) y, junto con
Pedro Salinas, de Índice Literario (1932). Desde 1956 fue catedrático de la
Universidad de Buenos Aires, donde fijó su residencia. Sus volúmenes más
importantes son Literaturas europeas de vanguardia (1925, reeditado y ampliado en
1965), La aventura y el orden (1943), Problemática de la literatura (1951), Las
metamorfosis de Proteo (1956), El fiel de la balanza (1961) y Tres conceptos de la literatura
hispanoamericana (1963).

Guillermo de Torre

Influido por la poesía del francés Stéphane Mallarmé y de los parnasianos, y por el
pensamiento filosófico de José Ortega y Gasset (en particular por las ideas
expresadas por éste en La deshumanización del arte), Guillermo de Torre impulsó
junto a Rafael Cansinos Assens la constitución del grupo poético Ultra. En 1920,
publicó en la revista Grecia el Manifiesto vertical ultraísta, término éste inventado por
él para designar al movimiento. El manifiesto ultraísta abogó por la unificación
de las tendencias vanguardistas de la poesía y la creación de un poema puro,
cuyos únicos sustentos fuesen la imagen y la metáfora. Al año siguiente
patrocinó la revista Ultra, en la que colaboró el argentino Jorge Luis Borges, y en
1923 dio a conocer su poemario Hélices, cuyo contenido es fiel a los principios
estéticos proclamados.
Dos años más tarde, a raíz de la repercusión de su ensayo Literaturas europeas de
vanguardia, comenzó a dedicarse casi exclusivamente a la crítica literaria,
mientras los ultraístas derivaban hacia el creacionismo. Desde las
publicaciones Revista de Occidente, Sur, El Sol, Gaceta Literaria (que en 1927 fundó
con Ernesto Giménez Caballero) e Índice Literario (con Pedro Salinas en 1932), Guillermo
de Torre defendió la estética

MAN RAY
Man Ray fue un fotógrafo, pintor, escultor y cineasta relacionado con el arte modernista, el
dadaísmo y el surrealismo. Se hizo famoso por su fotografía de vanguardia y como autor
de retratos.

El verdadero nombre de Man Ray era Emmanuel Radnitzky. Nació en Filadelfia (Estados Unidos) el
27 de agosto de 1890. Hijo de familia judía, su padre era de Kiev, Ucrania y su madre de Minsk,
Bielorrusia

Su familia se trasladó a Nueva York en 1897. "Manny" (apodo familiar) se aficionó a la música y a la
danza, incluso fue bailarín. Rechazó una beca para estudiar arquitectura y trabajó como grabador
mientras, por las noches, estudiaba en la Academia Nacional de Diseño.

Apasionado por el arte, estudió dibujo con Robert Henri y, a partir de 1908, entró en contacto con la
vanguardia artística neoyorquina. Frecuentó la galería de Alfred Stieglitz, cuya influencia se aprecia
en obras posteriores.

Man Ray, la forja de un genio

A partir de 1913 empezó a interesarse en las obras de Pablo Picasso, Wassily Kandinsky y Marcel
Duchamp. Se mudó entonces a una colonia de artistas en Ridgefield (Nueva Jersey), donde su
trabajo en la pintura siguió evolucionando, primero en un estilo cubista, después en el arte
abstracto.

Hizo su primera exposición en la Daniel Gallery de Nueva York en 1915. Su nombre empezó a sonar
en América como uno de los primeros pintores abstractos. A partir de ahí, su vida fue vertiginosa.

Man Ray observó que, a pesar de obtener buenas críticas, no estaba a gusto con las fotos que se
hacían para los catálogos y la prensa, así que decidió comprarse su primera cámara y hacer él
Guillaume Apollinaire
(Wilhelm Apollinaris de Kostrowitzky;
Roma, 1880 - París, 1918) Poeta francés
que tuvo una influencia decisiva en la
formación de las vanguardias de principios
de siglo XX.

Guillaume Apollinaire

Hijo de una aristócrata polaca y de padre


desconocido (acaso el oficial italiano
Francesco d'Aspermont o un príncipe de la
Iglesia), después de estudiar en liceos de
Mónaco, Cannes y Niza viajó junto a su
madre a París, pero las dificultades para
encontrar empleo le obligaron a colocarse
como preceptor de una familia en
Alemania durante dos años.

Apollinaire frecuentó los círculos artísticos y literarios de la capital francesa,


donde adquirió cierta notoriedad. Trabajó como contable en la Bolsa y como
crítico para varias revistas, desde las que teorizó en defensa de las nuevas
tendencias, como el cubismo de sus amigos Pablo Picasso y Georges Braque y el
fauvismo de Henri Matisse, con los que compartió la vida bohemia de la época.

El núcleo de su obra fue la poesía, a la que entendía como un arte inseparable


del conjunto de experiencias de la vida cotidiana. Fue una pieza clave en el
paralelismo entre pintura y poesía que fracturó la problemática estética de las
décadas anteriores y generó nuevas prácticas de vanguardia en la literatura y el
arte modernos. Desde sus primeros poemas, escritos en 1897, expresó su
inquietud por temas como el recuerdo, la angustia, el amor, la melancolía y el
erotismo, y su intento de innovación literaria lo situó como una figura de
transición entre el movimiento simbolista y el surrealista.

Apollinaire dirigió y editó una colección de clásicos eróticos (Los maestros del amor,
1909), colaboró en numerosas publicaciones, como París-midi, Mercure de
France y Les Marges, en las que hacia 1909 firmaba con el seudónimo de Louise
Lalane, y fundó las revistas Le Festin d'Esope (1903) y Les Soirées de París (1912).
Escribió las novelas eróticas Las once mil vergas (1908) y Las hazañas de un joven Don
Se cumplen cincuenta años de la publicación de ‘Cien años de soledad’,
de Gabriel García Márquez, uno de los libros más importantes de la literatura
universal. García Márquez y otro buen puñado de escritores se adscriben a un
curioso fenómeno conocido como ‘Boom latinoamericano’ que concentró a
lo mejor de la literatura de todo un continente en una década brillante en la
que se entrelazaron el talento, el olfato de una mujer llamada Carmen
Balcells (que fue la que convirtió a Barcelona en la capital de la literatura en
lengua española y fue la descubridora del fenómeno) y donde tradición y
modernidad se fusionaron a la perfección.

Los escritores del boom imaginaron Latinoamérica para contarnos su


historia, sus lados oscuros pero, también, toda la brillantez, toda la vitalidad
y toda la energía de un continente en el que se creaba sin libertad y se vivía
bajo la opresión de los enemigos internos y la de la metrópoli
estadounidense que ejercía de vigía de sus intereses. Un siglo entero, cien
años, contados a través de una fórmula en la que, por cuestiones estéticas
pero también éticas, se reivindicó una voz propia, se reivindicó la identidad y
la cultura autóctona y la fusión del cruce de varias culturas pariendo algo
llamado ‘realismo mágico’, una forma de narrar que era completamente
nueva.

Hemos seleccionado 10 obras para que disfrutes, si


quieres, de lo mejor que puede ofrecerte el Boom
literario más importante de las letras hispanas en
todo el siglo XX y, con certeza, uno de los más
vibrantes de la historia de la literatura universal.

‘Hijo de hombre’ (1960),


de Augusto Roa Bastos
Roa Bastos representará siempre al escritor
exiliado. Fue acusado por Juan Natalicio González, entonces ministro de
Hacienda de Paraguay, de haber participado en el intento fallido de
derrocamiento del General Higinio Morínigo. Al parecer, el que luego fuera
presidente del páis, tenía una cuenta pendiente con el escritor porque éste
se había reído de unos textos suyos y aprovechó la ocasión para tener la
oportunidad de fusilarlo. Tras una rocambolesca huida, pasó tres días
escondido en el depósito de agua de su casa y consiguió colarse en la
embajada de Brasil saltando su tapia. Se estableció en Argentina en 1947,
donde desarrolló su carrera allí hasta que en 1976 una junta militar
encabezada por el General Jorge Rafael Videla dió un golpe de estado y Roa
Bastos tuvo que fugarse a Francia aprovechando una invitación de la
Universidad de Toulouse. No se establecería de nuevo en Paraguay hasta
1996.

‘Hijo de hombre’ es el primer libro de la trilogía que completan ‘Yo el


supremo’ (1974) y ‘El Fiscal’ (1993). Una saga que hace un soberbio repaso de
la historia de Paraguay, y por extensión de todo el dolor de Latinoamérica, en
el que se entremezclan guerras, conflictos, la forma en la que se abrió una
dolorosa brecha con las comunidades indígenas. Descriptivamente ‘Hijo de
hombre’ es uno de los primeros libros que se
nombra a la hora de describir el ‘realismo mágico’
y la forma en la que este se fue construyendo
pese a que Roa Bastos siempre negó su
adscripción al fenómeno del “Boom”.

‘La ciudad y los perros’


(1962), de Mario Vargas
Llosa
El problema de afrontar una novela de Vargas
Llosa es no dejarse llevar por tu posición ideológica. El fenómeno es extraño:
los izquierdistas de nuevo cuño rechazan cualquier cosa firmada por el
escritor peruano y los derechistas se remueven incómodos ante unas novelas
que se alejan bastante de las posiciones ‘liberales’ que el premio Nobel suele
verter en sus artículos de opinión. Vargas Llosa, el tipo de la vida agitada que
intentó ser Presidente de Perú para enfrentarse al rojeras de Alan García y
acabó palmando contra Alberto Fujimori, le puso un ojo a la virulé a García
Márquez –entonces su mejor amigo- por razones que ninguno de los dos
aclaró nunca satisfactoriamente y que tiene ahora una presencia inusitada
en las páginas de las revistas del corazón por ser la pareja de Isabel Preysler
es, también, uno de los mejores escritores de la historia. En cualquier idioma.
‘La ciudad y los perros’ es su primera novela publicada y es un relato que gira
alrededor de su paso por el Colegio Militar Leoncio Prado durante su
adolescencia. Un relato que cuestiona a la autoridad militar –algo peligroso
en Latinoamérica durante aquellos años- y que se pregunta por la capacidad
de ésta para crear monstruos. Una novela coral que retrata muy bien la
tensión dentro de la institución y que gira en torno al asesinato de uno de los
cadetes (Esclavo) a manos de otro (Jaguar) y que refleja a la perfección cómo
se estratifica una sociedad bajo mando militar.

“La muerte de Artemio


Cruz” (1962), de Carlos
Fuentes
Carlos Fuentes fue mexicano aunque nació en
Panamá. Debido a la profesión de su padre,
diplomático, pasó su adolescencia viviendo en
diversas capitales de Latinoamérica. Él mismo tuvo
una intensa carrera diplomática y política que corrió
paralela a la de escritor y en la que destacó como un
hombre preocupado por proteger a los exiliados españoles y
latinoamericanos durante su etapa como embajador en Francia a mediados
de los 70.

‘La muerte de Artemio Cruz’ es una novela que


pretende recoger la historia de México desde la
perspectiva de un hombre que, como su país, ha
ido corrompiéndose y dejando a un lado sus nobles

GUERRA FRÍA
¿Por qué se le llama Guerra Fría?
El término "guerra fría" existía desde la década de 1930, cuando la guerre
froide se utilizaba en Francia para describir las relaciones cada vez más tensas entre los
países europeos. En 1945, poco después de que Estados Unidos lanzara la bomba
atómica sobre Hiroshima y Nagasaki, el escritor británico George Orwell utilizó el
término en un ensayo que exploraba lo que la bomba atómica significaba para las
relaciones internacionales.
Las bombas atómicas mataron a más de 100 000 ciudadanos japoneses, desvelando un
poder destructivo tan aterrador que Orwell predijo que desalentaría la guerra abierta
entre las grandes potencias, creando en su lugar "un estado que era a la vez
inconquistable y en un estado permanente de 'guerra fría' con sus vecinos".
La predicción de Orwell de una "paz que no es paz" se hizo realidad al crecer la semilla
de la desconfianza entre los antiguos aliados.

¿Cómo empezó la Guerra Fría?


La URSS había soportado el mayor número de bajas militares y civiles de la guerra
(unos 24 millones) mientras liberaba enormes franjas de Europa del Este del control
nazi. El líder soviético Josef Stalin no estaba satisfecho con la división de Europa en la
posguerra, que consideraba que no reflejaba de forma justa la contribución de su nación.

En Estados Unidos, el diplomático George Kennan expuso la creciente desconfianza de


la Unión Soviética en el "Telegrama Largo" de 1946, como se conoce ahora. Kennan
advirtió que la URSS era ilógica e insegura y que no cooperaría con Occidente a largo
plazo. En respuesta, Washington comenzó a aplicar una política de "contención" para
evitar la propagación de la ideología y la influencia soviéticas.
Un camión de fabricación estadounidense descargado en el puerto de El Pireo,
Grecia. En su intento de contener la influencia de la Unión Soviética en el mundo, en
1947 Estados Unidos prometió apoyar al Gobierno monárquico de Grecia en su
guerra civil contra fuerzas procomunistas.

Estados Unidos no tardó en tener la oportunidad de poner en práctica su nueva política.


En 1947, Gran Bretaña anunció que retiraría la ayuda a Grecia y Turquía, que estaban
luchando contra los levantamientos comunistas. El presidente Harry Truman aprovechó
la ocasión para pedir al Congreso fondos para ayudar a ambos países, estableciendo lo
que se conoció como la Doctrina Truman: el principio de que Estados Unidos debía
apoyar a los países o pueblos amenazados por las fuerzas soviéticas o la insurrección
comunista. Stalin vio la medida como el disparo inicial de una guerra en la sombra.
El término "Guerra Fría" se convirtió en una abreviatura para describir la lucha
ideológica entre el capitalismo en Occidente y el comunismo en Oriente. El periodista
estadounidense Walter Lippmann popularizó el término en una serie de artículos en
1947, mientras las naciones elegían un bando en el enfrentamiento.
(Relacionado: Dos transbordadores espaciales soviéticos permanecen abandonados en
un desierto de Kazajistán)
¿Por qué se creó la OTAN?
Estados Unidos no era el único que se preocupaba por la presión de Stalin para extender
la influencia soviética hacia el oeste y someter a otros estados al dominio comunista. En
1948, la URSS apoyó un golpe de estado comunista en Checoslovaquia y lanzó
un bloqueo de Berlín occidental, que había sido dividido en zonas de ocupación
controladas por los comunistas en el este y los capitalistas en el oeste.
Para demostrar un frente unido, Estados Unidos y sus aliados formaron una alianza
transatlántica de defensa mutua conocida como la Organización del Tratado del
Atlántico Norte, o OTAN. El 4 de abril de 1949, Estados Unidos, Canadá, Bélgica,
Dinamarca, Francia, Islandia, Italia, Luxemburgo, Países Bajos, Noruega, Portugal y el
Reino Unido firmaron un tratado en el que se acordaba que "un ataque armado contra
uno o varios... se considerará un ataque contra todos ellos".

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