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Dislexia Actividad

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“Intervención psicopedagógica en el proceso de alfabetización de niños disléxicos”

Inicio:

La adquisición de la lectura y la escritura durante los años iniciales de la escolaridad


primaria es uno de los aprendizajes esperados y deseados por docentes y padres de los
niños escolarizados.

En el último año del Nivel Inicial y los primeros años del Nivel Primario se sientan las
bases para el aprendizaje de la lengua escrita. En la etapa de la alfabetización inicial o
primera alfabetización los niños comienzan su aprendizaje sistemático de la lengua
escrita.

Esta etapa es la base y condición esencial para garantizar que los niños puedan aprender
los contenidos de todas las áreas curriculares. En este proceso de alfabetización se
presentan ciertas dificultades debido a problemas en el aprendizaje de la lectoescritura
que adolecen muchos niños de la escuela primaria. Entre tales dificultades se encuentra
la dislexia, que es la temática a abordar.

En este escrito se tratará de establecer de qué modo y con qué estrategias se podría
acompañar el proceso de alfabetización inicial de los niños que tienen síntomas de
dislexia en el nivel primario de escolaridad.

A continuación, se desarrollarán las conceptualizaciones principales relacionadas con la


problemática abordada en este texto. Se comenzará con los conceptos de alfabetización.
Luego, concepto, causas, tipos, características de la dislexia y su relación con el
aprendizaje de la lectoescritura.

Alfabetización:

El término alfabetización alude al proceso y el resultado de alfabetizar. Esta acción


(alfabetizar), por su parte, suele vincularse a la actividad que se desarrolla para que una
persona pueda aprender a escribir y a leer. Se llama alfabetización tanto al acto de
enseñanza como a la capacidad adquirida por el sujeto que puede escribir y leer por su
cuenta. Se trata de una instrucción básica y esencial para integrarse a la sociedad, ya que
sin estos conocimientos resulta casi imposible que una persona pueda acceder a un trabajo
bien remunerado y con posibilidad de crecimiento. La alfabetización también es necesaria
para que el sujeto pueda defender y ejercer sus derechos.
Es importante establecer que la alfabetización ocupa un papel muy importante dentro de
la UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la
Cultura). En concreto, de la misma llega a realizar las siguientes afirmaciones:

-Es un derecho fundamental.

-Determina que, además, se convierte en la base de aprendizaje que cualquier persona


tiene a lo largo de toda su vida. Y es que pasa a ser esencial tanto en su desarrollo social
como en el humano.

-Además también se viene a indicar que pasa a ser un recurso vital e imprescindible en lo
que es el desarrollo del mundo.

-Ha creado incluso los Premios Internacionales de Alfabetización que se vienen


entregando desde el año 1967.

No menos importante es saber que desde la citada UNESCO se lleva trabajando más de
60 años por conseguir que en los distintos programas de educación que se realizan a nivel
internacional o en los distintos países en particular la alfabetización sea la pieza clave.

Además de todo lo que hemos indicado, no podemos pasar por alto el hecho de que el 8
de septiembre es el Día Internacional de la Alfabetización.

Dislexia:

Los trastornos del aprendizaje en la infancia constituyen un conjunto de trastornos


frecuentes que, en general, son poco conocidos por el colectivo pediátrico. Se calcula que,
a escala global, un 5% de los niños sufren problemas de aprendizaje en la lectura, la
escritura o el cálculo. Estos niños suelen ser diagnosticados y tratados habitualmente en
el entorno escolar, pero cada vez es más frecuente que los padres, bien inicialmente, bien
en etapas posteriores, consulten este problema con el pediatra.

La dislexia se define como un trastorno del neurodesarrollo que genera problemas en el


aprendizaje y el uso del lenguaje, la lectura y la escritura, ya que se ven afectadas las áreas
básicas del proceso fonológico y de decodificación de palabras aisladas.

Se suele utilizar el término de dislexia del desarrollo para diferenciar la dislexia que
acontece en los niños durante la etapa escolar, de aquella que acontece en etapas
posteriores de la vida en pacientes que pierden las habilidades lectoras previamente
adquiridas.
La mayoría de los estudios describen una prevalencia del 5-10% en la población infantil,
aunque otros muestran cifras mucho más elevadas, en torno al 17,5%. Desgraciadamente,
no hemos encontrado estudios a escala nacional que nos permitan conocer la prevalencia
en nuestro entorno.

Existen múltiples teorías que intentan explicar la base neurobiológica del trastorno. La
más aceptada actualmente se basa en el modelo de déficit fonológico, si bien no explica
de una forma satisfactoria todos los aspectos implicados en la dislexia. De una forma
sintética, los disléxicos tendrían problemas para la decodificación fonológica, lo que
significa que les cuesta encontrar la correspondencia entre los elementos básicos del
lenguaje escrito (grafemas) y los elementos básicos del lenguaje verbal (fonemas).

Causas de la dislexia:

Hoy se reconoce que ésta es una condición congénita y evolutiva, y aunque las causas no
están plenamente confirmadas, se sabe que su efecto es crear ciertas anormalidades
neurológicas en el cerebro (las neuronas están colocadas de manera no muy ordenada).
También se ha podido comprobar que los disléxicos no usan las mismas partes del cerebro
que los no disléxicos. Los niños nacen con dislexia, pero la sintomatología comienza a
manifestarse cuando entra en la escuela; la mayoría de los especialistas establece la
clasificación después de los siete u ocho años, cuando se supone que ha adquirido la
lectura sin ninguna duda. La falta de conciencia fonemática es una importante raíz de los
fracasos lectores. Los niños con escasa conciencia fonológica son incapaces de distinguir
y manipular sonidos de palabras o sílabas cuando se habla; además, estos niños
encontrarán gran dificultad cuando se tratan de relacionar letras y sonidos que representan
las palabras y cuando tienen que pronunciar pseudopalabras.

Tipos de dislexia:
Este trastorno del aprendizaje puede manifestarse de distintas formas que analizaremos a
continuación. Veamos, pues, qué tipos de dislexia existen.

1. Dislexia fonológica

La dislexia fonológica es aquella que se debe a un mal funcionamiento de la ruta


fonológica, la capacidad neurológica que constituye la vía indirecta que usamos para la
conversión grafema-fonema para acceder al léxico. En condiciones normales, cuando
leemos una palabra conocida, asociamos esa imagen con un sonido y la leemos sin
necesidad de interpretar la regla de pronunciación. En esta forma de dislexia, esta ruta
léxica está dañada.

Se producen problemas en la decodificación de palabras desconocidas o largas,


dificultades de lexicalización, errores visuales (leer “casa” donde dice “caso”) o en los
derivados de palabras. Aun así, no presentan tantos problemas en la lectura de palabras
que les son familiares.

2. Dislexia superficial

La dislexia superficial es aquella que se debe a un mal funcionamiento de la ruta visual,


no de la ruta fonológica. Así, en este caso, no hay problemas en la conversión grafema-
fonema, pero sí errores de omisión, adición o sustitución de letras. Se guían
principalmente por la información auditiva, por lo que tienden a confundir palabras
homófonas.

A diferencia de la anterior, donde hay problemas a la hora de dividir las palabras en partes,
aquí hay dificultades en leer de manera global. Estas dificultades son más relevantes en
la lectura de idiomas como el inglés, donde “no se escribe como se pronuncia”. De ahí
que estas personas puedan tener dislexia en algunos idiomas, pero no en su lengua
materna si esta es, por ejemplo, el español.

3. Dislexia profunda

La dislexia profunda es aquella en la que hay una afectación a la ruta tanto visual como
fonológica. Así pues, es una forma de dislexia mixta que, además de los errores propios
de las dos clases anteriores, se presentan también errores semánticos. Es decir, la persona
sustituye una palabra por otra que no tiene ningún parecido visual pero sí de significado
(semántico).
4. Dislexia leve

La dislexia leve es aquella que, si bien se manifiesta con dificultades en el aprendizaje en


una o dos áreas académicas, la afectación es lo suficientemente baja como para
compensarla con apoyo en la enseñanza tanto a nivel académico como a nivel emocional.
Es una forma de dislexia con poco impacto en la vida escolar y personal, al tratarse de
una manifestación leve del trastorno.

5. Dislexia moderada

La dislexia moderada es aquella que se encuentra a medio camino entre la leve y la grave.
La afectación en las capacidades de aprendizaje en una o más áreas académicas es notable,
por lo que las complicaciones en lo educativo y lo personal pueden ser importantes si no
recibe un intensivo apoyo y técnicas educativas específicas. El niño, que tiene una
manifestación más seria del trastorno, necesitará ayuda académica durante toda su vida
escolar.

6. Dislexia grave

La dislexia grave es la manifestación más seria del trastorno. Hay dificultades graves en
el aprendizaje que afectan a muchas áreas académicas. Necesitará, para toda su vida,
adaptaciones y apoyo en lo académico, personal y profesional. El niño (y más tarde, el
adulto) tendrá serias dificultades para realizar actividades que involucren la lectura.

7. Dislexia evolutiva

Por dislexia evolutiva entendemos aquella forma de dislexia que no viene causada por
ninguna lesión cerebral específica. Es decir, no puede detectarse ninguna lesión física
concreta en las regiones del cerebro involucradas en el procesamiento y manejo de las
habilidades y aptitudes de lectura.

Estrategias: Intervención pedagógica

Es imprescindible que los maestros y profesionales implicados en la educación del


alumno con dislexia adopten actitudes favorables y positivas y diseñen un programa de
intervención adaptado a las características individuales del niño. A continuación, se
explican algunas estrategias de intervención educativa con los alumnos con dislexia. Estas
pautas ayudaran al profesorado a poder elaborar sus programaciones y estrategias
educativas con un mayor éxito, adaptándolas al nivel y a las características de este tipo
de alumnado y así poder evitar trastornos asociados como los problemas de conducta,
fobia escolar, inseguridad, ansiedad… Algunas orientaciones que podemos tener en
cuenta en el aula son las siguientes:

• Mejorar su autoestima, ya que la mayoría de ellos tienen una autoestima baja y necesitan
confianza. Es necesario enfocar las actividades sobre sus logros y alentar sus esfuerzos
constantemente. Hacer saber al niño que nos interesamos por él y que deseamos ayudarle
pues él se siente inseguro y preocupado por las reacciones del profesor. Hay que darles
oportunidades de que hagan aportaciones a la clase fomentando sus aspectos positivos en
los que él pueda destacar.

• Es fundamental hacer observaciones positivas sobre su trabajo, sin dejar de señalarle


aquello en lo que necesita mejorar y está más a su alcance. Hay que elogiarlos y alentarlos
siempre que sea posible. Aumentaremos sus sentimientos de seguridad y confianza en sí
mismo valorando los esfuerzos que realiza.

• Evaluar sus progresos en comparación con él mismo, con su nivel inicial, no con el nivel
de los demás en sus áreas deficitarias. Podemos valorar el progreso del alumno de acuerdo
con el interés, la dedicación y el esfuerzo realizado.

• Debemos repetir la información nueva, debido a su problema de distracción, memoria a


corto plazo y, a veces, escasa capacidad de atención.

• Asegurarnos de que entiende las tareas, pues a menudo no las comprenderá. Podemos
dividir las lecciones en partes y comprobar, paso a paso, que las comprende y así adaptar
las tareas a sus posibilidades.

• Sentar al alumno en las primeras filas para que pueda ver bien la pizarra, distraerse
menos y escribir de forma clara tanto en el cuaderno como en la pizarra.

• Más actividades prácticas para comprender un nuevo concepto.

• Necesitará ayuda para relacionar los conceptos nuevos con la experiencia previa.

• Establecer criterios para su trabajo en términos concretos que él pueda entender.

• El uso de esquemas y gráficos en las explicaciones de clase permiten al niño una mejor
comprensión y favorecen una mejor funcionalidad de la atención.

• Darle estrategias nemotécnicas para recordar los nuevos conceptos trabajados.


• Utilizar técnicas de aprendizaje multisensorial para acceder al cerebro de todas las
formas posibles en la situación de aprendizaje.

• Evitar la corrección sistemática de todos los errores en su escritura. Hacerle notar


aquellos sobre los que se está trabajando en cada momento

• Debemos proporcionarles más tiempo en las pruebas y actividades escritas. El alumno


con dislexia realiza un esfuerzo para copiar, redactar, corregir… ya que su trastorno radica
en conocer cómo suena cada letra y que grafía le corresponde.

• Si es posible hacerle exámenes orales, evitando las dificultades que le suponen su mala
lectura, escritura y capacidad organizativa. Debemos intentar que no tenga, más de un
examen por día.

• Fomentar la supervisión de cada tarea, así como enseñarle a pensar lo que tiene que
hacer antes de comenzar a escribir. Esto se fomenta preguntando al niño acerca de las
instrucciones que se le dan, así como preguntarle acerca de la utilización de las mismas y
el porqué de la necesidad de su realización correcta.

• Podemos enseñarle a usar una agenda para que el alumno pueda escribir la tarea, las
fechas de los exámenes… y así aprenda a organizarse.

• Los libros de lectura deben estar adecuados a su nivel lector. Nuestro principal objetivo
es conseguir que el alumno con dislexia empiece a sentir curiosidad y motivación por la
lectura.

• Normalmente necesitan cambiar de actividades o tareas más a menudo ya que el


sobreesfuerzo que realizan es agotador y su umbral de fatiga suele ser muy bajo. También
es aconsejable poder realizar descansos más frecuentes ya que si no su nivel de dispersión
crece y les es más difícil mantener el ritmo.

Características de la dislexia y su relación con la lectoescritura:

La dislexia es un trastorno del aprendizaje de la lectoescritura, de carácter persistente y


específico, que se da en niños que no presentan ningún hándicap físico, psíquico ni
sociocultural y cuyo origen parece derivar de una alteración del neurodesarrollo.

Según el CIE-10, los disléxicos manifiestan de forma característica dificultades para


recitar el alfabeto, denominar letras, realizar rimas simples y para analizar o clasificar los
sonidos. Además, la lectura se caracteriza por las omisiones, sustituciones, distorsiones,
inversiones o adicciones, lentitud, vacilaciones, problemas de seguimiento visual y déficit
en la comprensión, (OPS, 1997).

Para Etchepareborda y Habib, 2000, la dislexia es una dificultad para la descodificación


o lectura de palabras, por lo que estarían alterados alguno de los procesos cognitivos
intermedios entre la recepción de la información y la elaboración del significado.

El principal problema que tiene la dislexia es que no es compatible con nuestro sistema
educativo, pues, dentro de este, todos los aprendizajes se realizan a través del código
escrito, por lo cual el niño disléxico no puede asimilar ciertos contenidos de materias
como Conocimiento del Medio, porque no es capaz de llegar a su significado a través de
la lectura.

El niño/a disléxico debe poner tanto esfuerzo en las tareas de lectoescritura que tiende a
fatigarse, a perder la concentración, a distraerse y a rechazar este tipo de tareas. Los padres
y profesores procesamos esta conducta como desinterés y presionamos para conseguir
mayor esfuerzo, sin comprender que estos niños, realizando estas tareas, se sienten como
si de repente, cualquiera de nosotros, nos viéramos inmersos en una clase de escritura
china.

La dislexia, es mucho más que tener dificultades en la lectura y en la escritura, ya que


existen problemas de compresión, de memoria a corto plazo, de acceso al léxico,
confusión entre la derecha y la izquierda, dificultades en las nociones espacio-
temporales…debemos tener en cuenta que no existen dos disléxicos idénticos y por tanto
cada caso es único y no tiene por qué presentar la totalidad de los síntomas.

Para concluir con el tema, adjunto una lista de actividades/juegos que pueden ser
utilizados en niños con dislexia.
Bibliografía:
-Asociación Andaluza de Dislexia (ASANDIS). (2010). Guía general sobre dislexia
-Málaga, I., y Arias, J. (2010). Los trastornos del aprendizaje. Definición de los
distintos tipos y sus bases neurobiológicas. Boletín de la Sociedad de Pediatría de
Asturias, Cantabria, Castilla y León
-Julián Pérez Porto y María Merino. Actualizado el 1 de febrero de
2022. Alfabetización - Qué es, definición y concepto.
-Sánchez, D. R. (2011). Estrategias de intervención educativa con el alumnado con
dislexia. Innovación y experiencias educativas, 49, 1-19.
-Los 8 tipos de dislexia (y sus características) (medicoplus.com)
-DISFAM -Una dificultad especifica del aprendizaje

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