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Incendios Forestales en Bolivia

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INCENDIOS FORESTALES EN BOLIVIA

ANTECEDENTES DE INCENDIOS DE BOLIVIA:


En Bolivia han ocurrido incendios forestales de magnitud en el año 1987, 1994,
1998, 2000, 2004, 2010, 2016 y 2019 llegando a afectar principalmente ecosistemas
altamente estacionales. Últimamente estos eventos, provocados por el uso
incontrolado del fuego para la regeneración de pastizales y la expansión de la
frontera agrícola, se ven exacerbados por la mayor frecuencia e intensidad de
sequías debido a los efectos del cambio climático.
Toma de impactos negativos de los incendios forestales sobre espacios y valores de
conservación en la Amazonía boliviana, el Chaco y la Chiquitanía.

En los últimos años, Bolivia ha perdido alrededor de 10 millones de hectáreas por


los incendios forestales,

En los últimos años ha habido un incremento de incendios dentro de territorios


indígenas, áreas protegidas y áreas de producción forestal permanente, es decir, en
los bosques. Ha sido una situación recurrente por dos factores: el primero tiene que
ver con el cambio climático, porque las condiciones ambientales han ido cambiando,
y el segundo con una política muy vinculada a la ampliación de la frontera agrícola.

En Bolivia existe una alianza del gobierno con el sector agroexportador,


principalmente de la región de Santa Cruz, en el Oriente, que ahora está
expandiéndose al Beni, en la Amazonía. Este sector ha promovido una serie de
normas que permiten la habilitación de áreas que tradicionalmente no estaban
disponibles para la producción de alimentos, y que ahora están principalmente
destinadas a los monocultivos. Por eso hay mayor presión sobre los territorios
indígenas y sobre las áreas protegidas. Entonces, tenemos una situación compleja.
En Bolivia se han titulado más de 268 territorios indígenas y en las tierras bajas se
han reconocido 58 de estos territorios en los últimos diez años, hay una afectación
considerable en 29 de estos 58 territorios.

A partir del año 2019, se empezó a poner bastante atención a lo que ocurre en las
áreas protegidas, pero si se busca información sobre lo que ocurre en los territorios
indígenas hay un vacío de información. En el Ministerio de Medio Ambiente y Agua
se habilitó un portal en el que se hacía monitoreo y la categoría de territorios
indígenas no existía. Lo mismo ocurre con instituciones vinculadas a la protección
del medio ambiente, que concentran su atención en áreas protegidas, pero dejan de
lado la situación de los pueblos originarios. Ante ese vacío de información, nosotros
decidimos evaluar y cuantificar el daño que están ocasionando los incendios
forestales dentro de los territorios indígenas. En una década, hemos podido
observar que existen serias afectaciones en estos espacios.

El 98% del total de áreas quemadas en el país abarca cuatro ecorregiones:


Sabanas inundables, Cerrado, Sudoeste de la Amazonía y Bosque Seco Chiquitano.
Las áreas quemadas en las Sabanas inundables representan el 52% de áreas
afectadas por el fuego sumando un total de más de 16,5 millones de hectáreas. En
promedio se queman 1,2 millones de hectáreas al año. Esta ecorregión muestra una
repetitividad alta del fuego, llegando hasta un máximo de 8 años, además de
mostrar 6 años consecutivos de gran cantidad de áreas quemadas (2001 - 2007).
Los meses de mayor presencia del fuego se concentran en julio, agosto y
septiembre, teniendo el pico más crítico para el mes de agosto. Las áreas
quemadas en el Cerrado representan un 24% del total (7,5 millones de ha), a
diferencia de las Sabanas inundables, en esta ecorregión el comportamiento es más
homogéneo en la cantidad de áreas quemadas anualmente, En promedio se
queman 540 mil hectáreas al año. Esta ecorregión se ubica en la segunda categoría
de repetitividad, llegando hasta un máximo de 6 años. Los meses de agosto y
septiembre reportan la mayor cantidad de áreas quemadas, y el mes más crítico es
agosto. El Sudoeste de la Amazonía tiene en general eventos de grandes
magnitudes, sumando un total de 4,2 millones de hectáreas quemadas en el periodo
2000- 2013, equivalentes al 13% del total de áreas quemadas en este periodo. El
promedio anual de áreas quemadas en esta ecorregión es de 293 mil hectáreas al
año. La tendencia de áreas quemadas en los bosques amazónicos se ve
incrementada desde el 2010. Los meses de mayor incidencia del fuego se
concentran en los meses de agosto y septiembre, teniendo el pico más alto en
septiembre. La repetitividad máxima del fuego en esta ecorregión es de 4 años. El
Bosque Seco Chiquitano muestra una tendencia más homogénea, teniendo picos
marcados para los años 2004 y 2010. En esta ecorregión el promedio de áreas
quemadas es de 213 mil hectáreas al año. La repetitividad máxima del fuego es de
4 años. Los meses donde se registran la mayor cantidad de áreas quemadas se
concentran en agosto y septiembre, siendo este último el mes de mayor presencia
del fuego.

El incendio forestal en Bolivia de 2019 hace referencia a una serie


de incendios ocurridos entre julio y octubre de 2019, considerado como uno de los
más graves desastres ecológicos en los últimos 10 años. El incendio se localizó en
las regiones tropicales del bosque Chiquitano considerado como un bien público de
nuestro planeta, la Amazonia boliviana y el Pantanal occidental, que afectó a
poblaciones como Roboré, Puerto Busch y San Ignacio de Velasco de entre las
ocho regiones implicadas directamente3 en el departamento de Santa Cruz y
también en dl departamento del Beni en Bolivia. Así mismo puso en peligro reservas
municipales como Tucabaca, el Parque nacional Noel Kempff Mercado o Ñemby,
territorio de pueblos ayoreos no contactados. Este evento significó la pérdida de
cinco millones de hectáreas de bosque seco de la Chiquitanía cuya vocación de
suelo es forestal y que en los últimos años está siendo convertido en suelo de
producción agropecuaria sin consulta previa con las comunidades que habitan la
región.

Los incendios provocados por acción humana directa son la causa principal de
incendios en la Amazonía, y una importante razón de pérdida de bosque en
la cuenca amazónica. El desastre ha significado la existencia de una fuerte
polémica sobre el rol del Gobierno en su control y las medidas previas que podrían
haber propiciado una situación catalogada como uno de los desastres más
complicados de Latinoamérica. De la misma manera se han criticado las acciones
asumidas para el control del desastre, tales como la negativa inicial de solicitar
ayuda internacional durante la crisis.

De acuerdo con la evaluación de áreas quemadas detectadas del 1 de enero al 31


de diciembre de 2020, la superficie afectada por incendios forestales en todo el país
fue de 4,5 millones de hectáreas. Una cifra inferior a la registrada el año 2019 cuya
cifra llegaba a 5,9 millones de hectáreas. Esta extensión representa
aproximadamente el 4% de todo el territorio nacional, y cerca del 11% de las Tierras
Bajas del país. El departamento del Beni concentró la mayor parte de la superficie
de áreas quemadas en 2020, con una extensión de 2.2 millones de hectáreas
quemadas, que representa el 48% del área afectada a nivel nacional, seguido del
Santa Cruz, con más de 1.9 millones de hectáreas quemadas. Ambos
departamentos concentran el 92% de la superficie total afectada en el país.

En 2021, el 46% (1.5 millones de hectáreas) de la superficie total quemada se


concentró en 36 áreas protegidas nacionales y sub nacionales. Las áreas protegidas
nacionales más afectadas fueron: San Matías, Otuquis y Madidi, mientras que las
áreas sub nacionales más afectadas fueron: Ñemby Guasu Grandes Lagos
Tectónicos Exaltación, Itenez y Bajo Madidi, entre otros.

Cabe destacar que, el fuego es apenas un síntoma de un problema mayor que viene
registrándose en la última década en Bolivia, la deforestación. La pérdida de
bosque implica la pérdida de la posibilidad de regular el clima en el lugar, esto se
traduce en sequías más duras que a su vez hacen que el bosque sea material
combustible para incendios forestales. De acuerdo al reporte Frentes de
deforestación: causas y respuestas en un mundo cambiante de World Wildlife Fund
(WWF), las principales causas de la pérdida de bosques en Bolivia son: la
ganadería, la agricultura en pequeña escala y la agricultura de gran escala.
Seguido de la construcción de infraestructura de transporte, los incendios forestales
y, en menor medida, la extracción de madera a gran escala.
Si bien las cifras de aquí presentadas son desalentadoras, es importante destacar
que los últimos dos años se lograron disminuir considerablemente los incendios
forestales, respecto a las cifras récord alcanzadas en 2019. Para que estos eventos
no se sigan repitiendo, es imprescindible que los esfuerzos de todos los actores
involucrados como gobiernos nacionales y sub-nacionales, el Servicio Nacional de
Áreas Protegidas, fundaciones y ONG, empresarios, agricultores, ganaderos,
pueblos indígenas y comunidades locales, sean mayores, y se busquen soluciones
eficientes de forma inclusiva y articulada.

En la gestión 2022, se reporta un total de 4.466.540 hectáreas quemadas, dichas


quemas e incendios dentro y fuera de bosques determinan que:

408 hectáreas fueron afectadas por incendios forestales en la gestión 2022.


465.967 hectáreas quemadas en tierras de producción de alimentos agrícolas y
pecuarios.
192.165 hectáreas quemadas en tierras con pajonales y matorrales secos en tierras
fiscales. En conclusión, el 82% corresponde a quemas ocasionadas en superficie
fuera de Bosques y solo el 18% corresponde a quemas ocasionadas en área de
bosques.

Respecto a las gestiones 2019, 2020 y 2021, los datos del año 2022 muestran una
reducción significativa de incendios forestales, lo que permite evidenciar que se han
quemado:

010.388 hectáreas menos que la gestión 2019, es decir 55 % menos hectáreas


quemadas.

003 hectáreas menos que la gestión 2020, es decir 43 % menos hectáreas


quemadas.

596 hectáreas menos que la gestión 2021, es decir 27 % menos hectáreas


quemadas.

Asimismo, con la finalidad de continuar con el proceso de fortalecimiento a nuestras


entidades que contribuyen a la lucha contra los incendios de manera directa en
campo, se hizo entrega de materiales, insumos y equipamiento de apoyo para la
lucha contra los incendios forestales, así como para la restauración de bosques de
acuerdo al siguiente detalle:

Entrega de equipos de protección personal y kits de herramientas para control y


combate de incendios forestales al cuerpo de protección SERNAP Inversión: Bs.
889.009,00

500 plantines de especies forestales y frutales a municipios (San Carlos, Buena


Vista, Fernández Alonzo, San Ignacio de Velasco, Puerto Suarez, San Matías,
Concepción y Roboré) Inversión: Bs. 537.300,00 Es este sentido, nuestro gobierno
de manera articulada y en alianza estratégica con todas las entidades públicas y
privadas, gobiernos municipales, gobiernos departamentales, tiene la firme
convicción de proteger nuestros bosques porque son el recurso estratégico para el
desarrollo socioeconómico de nuestras familias bolivianas, la educación y
conciencia de todos es fundamental para continuar con esta lucha, porque estamos
en busca de lograr el equilibrio entre nuestro desarrollo, el cuidado de nuestros
bosques y de nuestra madre tierra.

En 2023. Más de 100 000 focos de calor se registraron durante el mes de octubre
en todo el país. El Beni es el departamento más afectado por los incendios. El humo
de los incendios forestales contaminó el cielo de ciudades como Santa Cruz y La
Paz.

El aire de la ciudad de Santa Cruz, en Bolivia, amaneció irrespirable el martes 24 de


octubre. Una nube de humo proveniente de los incendios forestales y las quemas
conocidas como chaqueos cubría las calles, mientras las clases en colegios y
universidades quedaron suspendidas. En La Paz la situación no ha sido diferente, y
lo mismo sucede en otras localidades de los departamentos de Cochabamba y Beni.

El lunes 23 de octubre, el viceministro de Defensa Civil, Juan Carlos Calvimontes,


informó que el país registraba por lo menos 16 incendios forestales de magnitud en
los departamentos de La Paz, Santa Cruz, Cochabamba y Beni

El fuego ha arrasado con más de dos millones de hectáreas en toda Bolivia. El Beni
es el departamento con mayor pérdida, con poco más de un millón de hectáreas
incendiadas; en segundo lugar está Santa Cruz con 355 795 hectáreas quemadas;
le sigue La Paz (199 003), Cochabamba (43 383), Pando (25 909), Tarija (3 124),
Chuquisaca (2 413), Potosí (861) y Oruro (639).

“Hemos tenido cifras históricas, casi 50 000 focos de calor en este mes, unos 2000
focos de calor diarios. La sensación térmica está por encima de los 46 grados. Es
un infierno en vida”, dijo el gobernador del Beni, José Alejandro Unzueta. El
gobierno decretó la suspensión de las clases en los colegios y las universidades de
Santa Cruz y La Paz, debido a la mala calidad del aire, mientras que en las calles
las personas andan cubiertas con mascarillas por los niveles de contaminación. Los
incendios han alcanzado áreas naturales protegidas como el Parque Nacional Noel
Kempff Mercado, en el departamento de Santa Cruz y la Reserva de la Biosfera y
Tierra Comunitaria de Origen Pilón Lajas, en el Beni.

LEYES INCENDIARIAS: 2013 - 2019


Ley 337.

11/02/2013 Ley de apoyo a la producción de alimentos y restitución de bosques

Ley 502. Ley de ampliación del plazo y modificación a la ley n° 337 de apoyo a la producción de

26/02/2014 alimentos y restitución de bosques

Ley 739. Modificación de las leyes n° 337 y n° 502 de apoyo a la producción de alimentos y

29/02/2015 restitución de bosques

Ley 740.

29/09/2015 Ley de ampliación del plazo de verificación de la Función Económica Social

Ley 741. Ley de autorización de desmonte hasta 20 hectáreas para pequeñas propiedades y

29/09/2015 propiedades comunitarias o colectivas para actividades agrícolas y pecuarias

Ley 952. Ley de ampliación del plazo para el registro al programa de apoyo a la producción de

26/05/2017 alimentos y restitución de bosques

Ley 1098. Ley que establecer el marco normativo que permita la producción, almacenaje,

17/09/2018 transporte, comercialización y mezcla de Aditivos de Origen Vegetal

DS 3874. Decreto que autoriza al Comité Nacional de Bioseguridad establecer procedimientos

18/04/2019 abreviados para la evaluación

Ley 1171.

25/04/2019 Ley de uso y manejo racional de quemas

Decreto que modifica el Artículo 5 del Decreto Supremo N° 26075, de 16 de febrero de

DS 3973. 2001, autorizando el desmonte para actividad agropecuaria en los departamentos de

10/07/2019 Santa Cruz y Beni


De forma general, podemos clasificar estas normas en dos categorías: por un lado,
las que se generan un “perdonazo” a los desmontes y quemas ilegales realizadas
en un periodo determinado, y por el otro lado, las que legalizan y promueven directa
o indirectamente la expansión de la frontera agropecuaria, los desmontes y las
quemas.

Leyes “perdonazos” a los desmontes y quemas ilegales

Clase de Pago al contado Pago plazos

propiedad Área (hectárea) (hectárea)

Empresa y Tierra de Producción Forestal

Mediana Permanente (TPFP) 235 313

Empresa y

Mediana Otras áreas 157 235

Pequeña

Mediana TPFP y otras áreas 117 117

Comunidad TPFP y otras áreas 39 39

Una de las primeras normativas con el cual se buscó viabilizar dicho modelo
económico fue la ley 337 del 11 de febrero del 2013. Esta ley, titulada de Apoyo a la
Producción de Alimentos y Restitución del Bosque, fue mejor conocida como la ley
del “perdonazo” debido a que básicamente estableció un régimen excepcional para
los desmontes y quemas en Tierras de Producción Forestal Permanente (TPFP) que
se realizaron sin autorización entre el 21 de julio 1996 al 31 de diciembre 2011. En
otras palabras, mediante esta ley, se exceptuó a toda persona que haya realizado
desmontes y quemas sin autorización de las sanciones dispuesta en la Ley 1700 a
cambio del pago de una multa (Tabla II) y la inscripción al Programa de Producción
de Alimentos y Restitución de Bosques.

TABLA II ARTÍCULO 6 LEY 337

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