PEC01 - HistoriaAntigua - CarmenLopezLopez
PEC01 - HistoriaAntigua - CarmenLopezLopez
PEC01 - HistoriaAntigua - CarmenLopezLopez
HISTORIA ANTIGUA
GRADO EN HISTORIA DEL ARTE UNED
2023/2024
clopez2755@alumno.uned.es
A pesar de que la narrativa del Poema de Pentaur podría estar formada en gran parte de
fantasiosas mentiras, es cierto que son de gran valor para la historia ya que nos muestra
ciertos momentos del combate que podrían ser veraces como el asalto al campamento egipcio
por parte de los hititas, el asedio egipcio de distintas ciudades, el duro castigo de Ramsés II
con sus propios soldados o la ayuda de tropas extranjeras al servicio del faraón.
La batalla por ver quién dominaría la extensión de Siria; área dotada de inconmensurables
recursos naturales y de una gran importancia estratégica de posición militar, fue el
desencadenante de una larga política pasiva o poco eficaz que mantuvo Egipto mientras el
Imperio Hitita se iba haciendo más poderoso, llegando a reemplazar a Babilonia e intentando
forzar los límites de invasión contra su país vecino, Egipto.
Ahora Ramsés II tenía que hacer frente al problema hitita y en 1274 a.C reunió a sus fuerzas
en Delta y Pi-Ramés para expulsarlos definitivamente.
Los cuatro cuerpos de ejército marcharon por distintas rutas hacia la ciudadela de Qadesh,
donde se esperaba el enfrentamiento con el ejército hitita.
En la víspera de la batalla, Ramsés recibió información falsa de dos espías hititas capturados,
desencadenando malentendidos y decisiones apresuradas. El ejército egipcio, liderado por
Ramsés en persona, se dividió en cuerpos que marcharon hacia el campo de batalla previsto.
Los hititas sorprendieron al segundo cuerpo de ejército egipcio, lo que resultó en una derrota
inicial para los egipcios.
Ambos bandos reclamaron la victoria. Si bien Egipto había demostrado una victoria pírrica,
las fuerzas egipcias de Ptah, Sutekh y Ne’arim no eran suficientes para mantener la
hegemonía del territorio. Una vez hubieron vuelto a Egipto, Muwatalli II restauró el dominio
sobre Siria, por lo que el resultado estratégico de la batalla caería sobre el imperio hitita.
La humillación del supuesto victorioso ejército egipcio fue tan notorio que las zonas de Siria
que quedaron bajo el dominio de Egipto tras la batalla se revelarían contra el faraón,
buscando amparo hitita y formando parte de su imperio durante muchos años aunque Egipto
las recuperara después de varias décadas.
Después de la batalla, seguiría una larguísima guerra fría entre ambas potencias que concluyó
16 años después con la firma del célebre Tratado de Qadesh en el que se limitaba las fronteras
de ambos imperios y la renuncia de Ramsés II de Qadesh, Amurru, el valle del Eleuteros y
todas las tierras circundantes al río Orontes.
Parece evidente que Ramsés II, herido de orgullo y próximo a perder su estatus, se vio en la
necesidad de falsear los hechos y ensalzar su figura en la batalla con fines propagandísticos.
No se conoce si El Poema de Pentaur llegó a cumplir su misión y esta versión caló en el
pueblo egipcio pero lo que sí está claro es que el falso relato de la victoria del faraón perduró
más de tres milenios.
II. REALIZACIÓN DE MAPA CULTURAL: LOS PRINCIPALES
NÚCLEOS Y CENTROS CULTURALES DE MESOPOTAMIA Y
EGIPTO
https://egiptologia.org/?cat=8
https://egiptologia.com/