T 070 21
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DELINCUENCIA COMUN-Concepto
2
SOLICITUDES DE INCLUSION EN EL RUV-Orden a la UARIV
de expedir un acto administrativo debidamente motivado que resuelva la
inclusión en el RUV
Magistrada ponente:
DIANA FAJARDO RIVERA
SENTENCIA
I. ANTECEDENTES
1
El texto de la acción de tutela se encuentra en los folios 11 a 14 del cuaderno principal del expediente. La
Sala aclara que la accionante pertenece al Cabildo Indígena INGA del departamento de Santiago de Cali.
(Cuaderno principal, folio 7).
2
Cuaderno principal, folio 7.
3
que, grupos al margen de la ley, hacían presencia en el corregimiento de
Aponte municipio de Santiago en el Departamento de Putumayo.
Específicamente adujo que “en el año 2000, llegaron unos hombres armados
a la casa a decirles que tenían 48 horas para salir de la Vereda Arcanchi,
donde también reclutaban menores de edad”, por lo cual tuvo que abandonar
su lugar de residencia.
3
Resolución No 2017-32680R del 26 de mayo de 2017, la UARIV confirmó la decisión.
4
Cuaderno principal, folio 2.
5
El puntaje del Sisbén es calculado de cero a cien, de acuerdo con la metodología de generación de este
índice establecida por el Gobierno nacional en el Documento CONPES 3877 del 5 de diciembre de 2016.
4
datos que tiene registrados la Administradora de los Recursos del Sistema
General de Seguridad Social en Salud (ADRES), la actora es cabeza de
familia, tiene a su cargo dos niños de 2 y 5 años de edad y se encuentra activa
en el régimen subsidiado de dicho sistema.6
3. Decisión de instancia
II. CONSIDERACIONES
1. Competencia
Según dicha metodología, entre más alto sea el puntaje, mayor es la capacidad de ingresos de la persona. La
información sobre la accionante fue consultada el 3 de noviembre de 2020 en la página web
https://www.sisben.gov.co/atencion-al-ciudadano/Paginas/consulta-del-puntaje.aspx.
6
La información fue consultada el 7 de noviembre de 2020 en la página web
http://www.adres.gov.co/BDUA/Consulta-Afiliados-BDUA. De igual manera, la Sala consultó el Registro
Único de Afiliación (RUAF) del Sistema Integral de la Protección Social (SISPRO) y confirmó que la
accionante está afiliada al régimen subsidiado del Sistema General de Seguridad Social en Salud
(información revisada a través de la página web http://ruafsvr2.sispro.gov.co/AfiliacionPersona).
7
Cuaderno Principal, folios 18-20.
8
La acción de tutela fue conocida por el Juzgado Quinto Laboral del Circuito de Cali, que ordenó notificar y
correr traslado de la acción de tutela al representante legal de la UARIV, para que ejerciera su derecho de
defensa e informe “sobre los hechos y pretensiones de la presente acción de tutela”. El funcionario fue
notificado mediante oficios enviados a la dirección de correo electrónico
Notificaciones.juridicauariv@unidadvictimas.gov.co (cuaderno principal, folios 16 y 17).
9
La tutela fue fallada mediante sentencia del 22 de noviembre de 2019 proferida por el Juzgado Quinto
Laboral del Circuito de Cali, (cuaderno principal, folios 28-32).
10
En particular los artículos 86 y 241, numeral 9, de la Constitución Política, en los artículos 31 a 36 del
Decreto 2591 de 1991.
5
2. Cuestión previa: la acción de tutela presentada por Rosa Ayda Tisoy
Tisoy es procedente para buscar la protección de sus derechos
fundamentales
2.1. Legitimación de las partes. La señora Rosa Ayda Tisoy Tisoy está
legitimada para interponer la acción de tutela bajo análisis, por cuanto,
actuando en nombre propio, pretende la protección de sus derechos
fundamentales a través de la acción constitucional.11 De otro lado, la solicitud
puede ser instaurada contra la UARIV, dado que se trata de una Entidad
pública de origen legal, con capacidad para ser parte. Además, de acuerdo
con la narración de los hechos en la tutela, es la entidad pública que ocasionó
la vulneración de sus derechos al no incluirla en el RUV, por lo cual, la
acción de tutela procede en su contra, al tenor del inciso primero del artículo
86 de la Constitución Política.12
11
Sobre la legitimación por activa, el artículo 86 de la Constitución Política y 1° del Decreto 2591 de 1991
establece que toda persona tiene la facultad de incoar el amparo constitucional, por sí misma o por quien
actúe en su nombre, con el fin de reclamar ante los jueces la protección inmediata de sus derechos
fundamentales.
12
La accionante podía hacerlo (estima que sus derechos fundamentales fueron vulnerados y la interpuso en
nombre propio) y la demandada es la autoridad pública que presuntamente vulneró sus derechos.
Adicionalmente, esta Corporación ha considerado reiteradamente que, cuando se trata de proteger los
derechos fundamentales de las víctimas, la acción de tutela es el mecanismo idóneo y eficaz para exigir su
garantía. Según la jurisprudencia, dada su especial protección constitucional, resulta desproporcionado
exigirle a esta población que acuda a la Jurisdicción Contencioso Administrativa para atacar, por ejemplo, el
acto administrativo que niega la inclusión en el RUV. Ver, entre muchas otras, las sentencias T-192 de 2010.
M.P. Jorge Iván Palacio Palacio; T-006 de 2014. M.P. Mauricio González Cuervo; T-692 de 2014. M.P.
Gabriel Eduardo Mendoza Martelo; T-525 de 2014. M.P. María Victoria Calle Correa; T-573 de 2015. M.P.
María Victoria Calle Correa; T-417 de 2016. M.P. Jorge Iván Palacio Palacio; T-301 de 2017. M.P. Aquiles
Arrieta Gómez; T-584 de 2017. M.P. José Fernando Reyes Cuartas; y T-227 de 2018. M.P. Cristina Pardo
Schlesinger.
13
Corte Constitucional. Sentencia T-211 de 2019. M.P. Cristina Pardo Schlesinger y T-393 de 2018. M.P.
Alberto Rojas Ríos, entre otras.
6
marginación; vi) la pérdida del hogar, del empleo, de la vivienda y la tierra.14
Estas condiciones, que en otros términos aduce la accionante, justifican la
demora en el uso de los mecanismos con los que la víctima cuenta para
demandar la protección de su vida, honra, bienes, libertad y seguridad. Por
las anteriores razones, la Sala considera que, en este caso, el requisito de
inmediatez se cumple.15
14
Sentencias T-211 de 2019. M.P. Cristina Pardo Schlesinger, T-211 de 2010. M.P. Juan Carlos Henao
Pérez.
15
Sentencia T-115 de 2020. M.P. Alberto Rojas Ríos
16
Resolución No 201759869 del 19 de octubre de 2017.
17
Cuaderno Principal, folios 11-12.
18
Como lo ha señalado la jurisprudencia, la razonabilidad del plazo “no es un concepto estático y debe
atender a las circunstancias de cada caso concreto.” Por ejemplo, se ha considerado razonable “un poco
más de un año” T-211 de 2019 (M.P. Cristina Pardo Schlesinger), “aproximadamente nueve (9) meses” T-
299 de 2018 (M.P. Alejandro Linares Cantillo), “un poco más de 9 meses” T-274 de 2018 (M.P. Antonio
José Lizarazo Ocampo), “un tiempo considerable (18 meses)” T-169 de 2019 (M.P. José Fernando Reyes
Cuartas). Sobre la aplicación de las reglas de procedencia para estos casos, puede verse las Sentencias T-377
de 2017 y T-299 de 2018 (M.P. Alejandro Linares Cantillo), en la cual se analizaron tutelas similares contra
de la UARIV.
19
Sentencia T-211 de 2009. M.P. Luis Ernesto Vargas Silva.
20
Sentencia T-293 de 2015. M.P. Gloria Stella Ortiz Delgado. En esta oportunidad la Corte afirmó que
“[d]esde la sentencia T-025 de 2004, la Corte ha sostenido reiteradamente que las personas en situación de
desplazamiento, y en general todas las víctimas del conflicto armado, son sujetos de especial protección
constitucional. La violación constante de sus derechos lleva a que estas personas se encuentren en una
situación de especial vulnerabilidad, por lo que requieren de la asistencia del Estado en su conjunto. Esa
ayuda debe estar encaminada no sólo al apoyo necesario para garantizar la subsistencia de las víctimas,
sino también a la estructuración de proyectos que promuevan el desarrollo de esas personas en la sociedad,
del mismo modo se debe buscar garantizar el derecho de retorno de la población en situación de
desplazamiento en un ambiente de paz y seguridad.”
7
esa población vulnerable, en comparación con los demás ciudadanos que no
se encuentran en condiciones acentuadas de debilidad.21
21
Ver sentencias T-1346 de 2001. M.P. Rodrigo Escobar Gil; T-098 de 2002. M.P. Marco Gerardo Monroy
Cabra; T-419 de 2003. M.P. Alfredo Beltrán Sierra; T-985 de 2003. M.P. Jaime Córdoba Triviño; T-1094 de
2004. M.P. Manuel José Cepeda Espinosa; T-813 de 2004. M.P. Rodrigo Uprimny Yepes; T-563 del 2005.
M.P. Marco Gerardo Monroy Cabra; T-882 del 2005. M.P. Álvaro Tafur Galvis; T-1144 del 2005. M.P.
Álvaro Tafur Galvis; T-086 del 2006. M.P. Clara Inés Vargas Hernández; T-468 del 2006. M.P. Humberto
Antonio Sierra Porto; T-821 de 2007. M.P. Catalina Botero; T-188 de 2007. M.P. Álvaro Tafur Galvis; T-
496 del 2007. M.P. Jaime Córdoba Triviño; T-605 de 2008. M.P. Marco Gerardo Monroy Cabra; T-391 de
2008. M.P. Marco Gerardo Monroy Cabra; T-038 del 2009. M.P. Rodrigo Escobar Gil y T-042 de 2009.
M.P. Jaime Córdoba Triviño.
22
Ver, entre otras, sentencias T-163 de 2017. M.P. Gloria Stella Ortiz Delgado; T-556 de 2015. M.P. María
Victoria Calle Correa; T-293 de 2015. M.P. Gloria Stella Ortiz Delgado; T-834 de 2014. M.P. Jorge Iván
Palacio Palacio; T-598 de 2014. M.P. Luis Guillermo Guerrero Pérez; y SU-254 de 2013. M.P. Luis Ernesto
Vargas Silva, así como lo establecido en el Auto 206 de 2017. M.P. Gloria Stella Ortiz.
23
Ver, entre otras, sentencias T-707 de 2014. M.P. Luis Guillermo Guerrero Pérez; T-598 de 2014. M.P.
Luis Guillermo Guerrero Pérez y T-192 de 2010. M.P. Jorge Iván Palacio Palacio.
24
Ver, entre otras, sentencias T-163 de 2017. M.P. Gloria Stella Ortiz Delgado; T-573 de 2015. M.P. María
Victoria Calle Correa; T-374 de 2015. M.P. Luis Guillermo Guerrero Pérez; T-192 de 2010. M.P. Jorge Iván
Palacio Palacio y T-025 de 2004. M.P. Manuel José Cepeda Espinosa.
25
Corte Constitucional, sentencias T-393 de 2018. M.P. Alberto Rojas Ríos y T-163 de 2017. M.P. Gloria
Stella Ortiz Delgado.
26
Corte Constitucional, Auto 206 de 2017. M.P. Gloria Stella Ortíz. Ver además las sentencias T-042 de
2009. M.P. Jaime Córdoba Triviño y T-364 del 2008. M.P. Rodrigo Escobar Gil, en donde la Corte sostuvo
lo siguiente: “debido a que no existe en el ordenamiento jurídico una acción judicial idónea y eficaz para
proteger los derechos fundamentales de la población víctima del fenómeno del desplazamiento interno, la
acción de tutela se revela como el mecanismo adecuado para garantizar el goce efectivo de sus derechos
mínimos.” Sentencia T-364 del 2008. M.P. Rodrigo Escobar Gil.
8
condiciones de vulnerabilidad que pueden afectar a la población desplazada y
a la respectiva actuación que han adelantado ante las autoridades.27
Sobre el particular, se tiene que la señora Rosa Ayda Tisoy Tisoy instauró
una acción de tutela orientada a proteger sus derechos a la igualdad, al debido
proceso y a la dignidad humana, por considerar que la Resolución que niega
su inscripción a la UARIV no evaluó debidamente los hechos declarados a la
luz de los elementos técnicos de decisión y no aplicó el Decreto 4633 de
2011 con enfoque diferencial para la protección de la población indígena. La
Sala advierte que la actora agotó los recursos administrativos que tenía a su
alcance para controvertir la Resolución del 19 de octubre de 2017, que
resolvió el recurso de apelación subsidiariamente interpuesto.
27
Corte Constitucional, Sentencia T-869 de 2008. M.P. Mauricio González Cuervo. Reiterado en el Auto
2016 de 2017. M.P. Gloria Stella Ortiz Delgado.
28
Corte Constitucional, Auto 2016 de 2017. M.P. Gloria Stella Ortiz Delgado. En el mismo sentido expresó
la Corte: “[e]xisten casos excepcionales en los cuales resulta desproporcionado exigir a las partes el
agotamiento previo de la totalidad de los recursos ordinarios – administrativos o judiciales - como
condición para acudir a la acción de tutela. Cuando se trata de personas en situaciones de extrema
exclusión y vulnerabilidad, tal exigencia se convierte en una barrera desproporcionada de acceso a la
administración de justicia.”. Corte Constitucional. Sentencia T-821 de 2007. M.P. (e) Catalina Botero.
29
Corte Constitucional, Auto 2016 de 2017. M.P. Gloria Stella Ortiz Delgado. En el mismo sentido
manifestó la Corte: “Como reposa en el expediente, en un primer momento el funcionario competente para
valorar la declaración denegó su solicitud. Interpuesto el recurso de reposición, el mismo funcionario
denegó nuevamente su solicitud. Así, parece que un recurso, como el extraordinario de revocatoria directa,
carece de la eficacia para lograr la finalidad que se propone. Máxime si se advierte que la solicitud sería
resuelta por la misma entidad que dictó el acto administrativo y que resolvió la reposición // En estas
circunstancias, y en atención a la gravedad de la situación de desarraigo y exclusión que se encuentra
viviendo la actora, la acción de tutela es el mecanismo procedente para garantizar los derechos
fundamentales conculcados”. Corte Constitucional. Sentencia T-821 de 2007. M.P. (e) Catalina Botero.
30
Ver, entre otras, sentencias T-290 de 2016. M.P. Alberto Rojas Ríos; T-556 de 2015. M.P. María Victoria
Calle Correa; T-517 de 2014. M.P. Jorge Iván Palacio Palacio; T-692 de 2014. M.P. Gabriel Eduardo
Mendoza Martelo y T-006 de 2014.M.P. Mauricio González Cuervo.
9
En este sentido y según la jurisprudencia constitucional referenciada, debido
a su condición de sujeto de especial protección, como víctima de
desplazamiento forzado, y a sus circunstancias particulares,31 la acción de
tutela resulta idónea y eficaz para resolver la controversia planteada, toda vez
que, resultaría desproporcionado imponerle a la actora la carga de agotar los
recursos judiciales ordinarios para garantizar la procedencia del medio de
defensa constitucional.
31
Una revisión en la Base de Datos Única de Afiliados al Sistema de Seguridad Social en Salud, permite
observar que, actualmente, la accionante se encuentra inscrita en el régimen subsidiado de salud como
cabeza de familia y tiene a su cargo dos niños de 2 y 5 años de edad.
32
Sobre esta materia, la Sala adoptará la recopilación sobre el derecho fundamental de las víctimas del
conflicto armado interino a la inclusión en el RUV, realizada en la Sentencia T-004 de 2020. M.P. Diana
Fajardo Rivera.
33
Sentencia SU-254 de 2013 M.P. Luis Ernesto Vargas Silva.
34
Ley 1448 de 2011, artículo 3: “Se consideran víctimas, para los efectos de esta ley, aquellas personas que
individual o colectivamente hayan sufrido un daño por hechos ocurridos a partir del 1º de enero de 1985,
como consecuencia de infracciones al Derecho Internacional Humanitario o de violaciones graves y
manifiestas a las normas internacionales de Derechos Humanos, ocurridas con ocasión del conflicto
armado interno” (…) Parágrafo 3 Para los efectos de la definición contenida en el presente artículo, no
serán considerados como víctimas quienes hayan sufrido un daño en sus derechos como consecuencia de
actos de delincuencia común.”
10
Legal, a las personas que individual o colectivamente hayan sufrido un daño
como consecuencia de graves violaciones a los derechos humanos o
infracciones al Derecho Internacional Humanitario, ocurridas con ocasión del
conflicto armado interno.35
35
Sentencia T-274 de 2018. M.P. Antonio José Lizarazo Ocampo.
36
Ley 1448 de 2011, artículo 3.
37
Sentencia C-069 de 2016. M.P. Luis Guillermo Guerrero Pérez.
38
Declarado exequible por la Corte Constitucional mediante la Sentencia C-253A de 2012. M.P. Gabriel
Eduardo Mendoza Martelo.
39
Ver entre otras, las sentencias C-781 de 2012. M.P. María Victoria Calle Correa y C-253A de 2012. M.P.
Gabriel Eduardo Mendoza Martelo.
40
M.P. Gabriel Eduardo Mendoza Martelo.
11
y, particularmente, que no se desenvuelvan dentro del conflicto armado
interno.”41 Al respecto, en la Sentencia C-781 de 201242 esta Corporación
resaltó las notorias dificultades que representa, en la práctica, la distinción
entre víctimas de la violencia generada por delincuencia común y del
conflicto armado, pues frecuentemente esta requiere de un ejercicio de
valoración y ponderación en cada caso concreto, de distintos factores del
contexto del conflicto armado interno para determinar si existe esa relación
cercana y suficiente amparada por la Ley 1448 de 2011. Por lo tanto, la Corte
indicó que resulta indispensable que en cada caso concreto se evalúe el
contexto en que se produce la vulneración de los derechos de las víctimas y
se valoren distintos elementos para determinar la relación de conexidad con
el conflicto armado, habida cuenta de la complejidad de tal fenómeno.43
(iv) Con todo, existen “zonas grises”, es decir, supuestos de hecho en los
cuales no resulta clara la ausencia de relación con el conflicto armado. En
este evento, es necesario llevar a cabo una valoración de cada caso concreto y
de su contexto para establecer si existe una relación cercana y suficiente con
la confrontación interna. Además, no es admisible excluir a priori la
aplicación de la Ley 1448 de 2011 en estos eventos.
41
Sentencia C-253A de 2012. M.P. Gabriel Eduardo Mendoza Martelo.
42
M.P. María Victoria Calle Correa.
43
Sentencia T-478 de 2017. M.P. Gloria Stella Ortiz Delgado.
44
Reglas reiteradas en la Sentencia T-478 de 2017. M.P. Gloria Stella Ortiz Delgado.
12
(vi) La condición de víctima no puede establecerse únicamente con base en la
calidad o condición específica del sujeto que cometió el hecho victimizante.
En relación con los elementos que debe tener en cuenta la UARIV para
decidir acerca de las solicitudes de registro, el artículo 2.2.2.3.11 del Decreto
en comento establece los siguientes: (i) jurídicos, esto es, los aspectos
contenidos en la normatividad aplicable vigente; (ii) técnicos, que resulten de
la indagación en las bases de datos con información que ayude a esclarecer
las circunstancias de tiempo, modo y lugar en que acontecieron los hechos
victimizantes;48 y (iii) de contexto;49 es decir , la recaudación de información
45
“Por medio del cual se expide el Decreto Único Reglamentario del Sector de Inclusión Social y
Reconciliación. Norma que recopiló el Decreto 4800 de 2011”.
46
Decreto 4800 de 2011, artículo 16.
47
Sentencia T-274 de 2018. M.P. Antonio José Lizarazo Ocampo.
48
Según la Directiva 001 del 4 de octubre de 2012, los elementos técnicos hacen alusión a “las
características del lugar como espacio-geográfico donde ocurrió un hecho victimizante, no sólo para
establecer el sitio exacto donde acaeció, sino también para detectar patrones regionales del conflicto, no
necesariamente circunscritos a la división político administrativa oficial, sino a las características de las
regiones afectadas en el marco del conflicto armado. El tiempo de la ocurrencia de los hechos victimizantes
se tendrá en cuenta para establecer temporalmente las circunstancias previas y posteriores a la ocurrencia
del hecho, las cuales, al ser analizadas en conjunto, brindarán mejores elementos para la valoración de
cada caso.”
49
Según la Directiva 001 del 4 de octubre de 2012 mediante el análisis contextual se busca “(i) conocer la
verdad de lo sucedido; (ii) evitar su repetición; (iii) establecer la estructura de la organización delictiva;
(iv) determinar el grado de responsabilidad de los integrantes del grupo y de sus colaboradores; (v)
unificar actuaciones al interior de la Fiscalía con el fin de lograr esclarecer patrones de conducta, cadenas
de mando fácticas y de iure; y, (iv) emplear esquemas de doble imputación penal, entre otros”. En
consecuencia, no basta con presentar un simple recuento anecdótico de los hechos, sino que debe
desarrollarse una descripción detallada de elementos históricos, políticos, económicos y sociales del lugar
y tiempo en que acontecieron los delitos; a la vez que debe analizarse el modus operandi de la estructura
criminal que presuntamente los cometió.”
13
y análisis sobre dinámicas, modos de operación y eventos relacionados
directamente con el conflicto armado, en una zona y tiempo específicos.50 En
consecuencia, es la valoración adecuada de estos elementos de decisión lo
que sustenta las decisiones administrativas de inclusión en el RUV, y por
tanto, una insuficiente evaluación de los mismos constituye una falta en el
debido proceso establecido.
Ahora bien, en relación con los beneficios a los que puede acceder una
persona, víctima de la violencia y que haya sido incluida en el RUV, se
encuentran las medidas de reparación. Estas últimas son desarrolladas por el
artículo 25 de la Ley en comento. Según esta normativa, las víctimas tienen
derecho a ser reparadas de manera adecuada, diferenciada, transformadora y
efectiva por el daño que han sufrido como consecuencia de las violaciones al
Derecho Internacional Humanitario o de violaciones graves y manifiestas a
las normas internacionales de Derechos Humanos, ocurridas con ocasión del
conflicto armado interno. De esta manera, la reparación comprende las
medidas de restitución, indemnización, rehabilitación, satisfacción y
garantías de no repetición, en sus dimensiones individual, colectiva, material,
moral y simbólica. Cada una de estas medidas debe ser implementada a
favor de la víctima dependiendo de la vulneración en sus derechos y las
características del hecho victimizante. 53
50
Decreto 4800 de 2011, artículo 37.
51
“Artículo 155. Las víctimas deberán presentar una declaración ante el Ministerio Público en un término
de cuatro (4) años contados a partir de la promulgación de la presente ley para quienes hayan sido
victimizadas con anterioridad a ese momento, y de dos (2) años contados a partir de la ocurrencia del
hecho respecto de quienes lo sean con posterioridad a la vigencia de la ley, conforme a los requisitos que
para tal efecto defina el Gobierno Nacional. (…).”
52
Sentencia T-274 de 2018. M.P. Antonio José Lizarazo Ocampo.
53
Ibídem.
14
funcionarios encargados del registro deben suministrar información
pronta, completa y oportuna sobre los derechos involucrados y el
trámite que debe surtirse para exigirlos; (iii) para la inscripción en
el RUV únicamente pueden solicitarse los requisitos expresamente
previstos por la ley; (iv) las declaraciones y pruebas aportadas
deben tenerse como ciertas en razón del principio de buena fe,
salvo que se pruebe lo contrario; y (v) la evaluación debe tener en
cuenta las condiciones de violencia propias de cada caso y aplicar
el principio de favorabilidad, con arreglo al deber de interpretación
pro homine.”54
54
Ver, entre otras, las sentencias T-274 de 2018. M. P. Antonio José Lizarazo Ocampo; T-478 de 2017.
M.P. Gloria Stella Ortiz Delgado y T-517 de 2014. M.P. Jorge Iván Palacio Palacio.
55
M.P. Gloria Stella Ortiz Delgado
56
Auto 119 de 2013. M.P. Luis Ernesto Vargas Silva. En esa oportunidad, la Sala Especial de Seguimiento
expresó que no resulta necesario que confluyan todos los criterios señalados por la jurisprudencia
constitucional respecto a la determinación de la existencia de un conflicto armado, en el momento de evaluar
si determinados daños ocasionados por el accionar de las BACRIM se presentan en el marco de la
confrontación interna, habida cuenta de que esos parámetros son a título enunciativo e indicativo.
57
Ver, entre otras, las sentencias T-004 de 2014. M.P. Mauricio González Cuervo; T-087 de 2014. M.P.
Jorge Ignacio Pretelt Chaljub; T-525 de 2013. M.P. (e) Alexei Julio Estrada; y T-573 de 2015. M.P. María
Victoria Calle Correa.
58
Ley 1448 de 2011, artículo 64.
15
hecho victimizante, siempre y cuando la solicitud se presente dentro de los
cuatro años siguientes a la expedición de la norma.59
59
Ley 1448 de 2011, artículos 155 y 156. Desarrollado por la Corte Constitucional en la Sentencia T-478 de
2017. M.P. Gloria Stella Ortiz Delgado.
60
M.P. Gloria Stella Ortiz Delgado.
61
La Corte ha sostenido que en materia de desplazamiento forzado es el Estado quien tiene la carga de
probar que las declaraciones de la persona no corresponden a la verdad. Por ejemplo, en Sentencia T-563 de
2005 (.M.P Marco Gerardo Monroy Cabra), la Corte indicó algunas pautas que deben guiar la valoración de
las declaraciones de quienes solicitan la inscripción en el Registro Único de Víctimas (Antes Registro Único
de Población Desplazada). En aquella oportunidad sostuvo: “en primer lugar, debe presumirse la buena fe
de los peticionarios, no sólo en virtud del artículo 83 de la Carta, sino en atención a los factores antes
citados, lo cual conlleva un desplazamiento de la carga de la prueba hacia la dependencia de la Red
encargada del registro. En segundo lugar, ha indicado que en caso de duda sobre la veracidad de los
hechos declarados, debe favorecerse al desplazado, sin perjuicio de que una vez que se le ha comenzado a
brindar asistencia se revise su caso y se tomen las medidas que correspondan. Para terminar, ha afirmado
que la Red no puede negar la inscripción de una persona en el RUPD por el simple hecho de encontrar
contradicciones en sus declaraciones. En estos eventos, la Corte ha señalado que, en tanto se invierte la
carga de la prueba, le corresponde a la Red probar que las declaraciones del peticionario son falsas, de
manera que sin tal prueba no puede negar el registro y la entrega de las ayudas. Por último y en
concordancia con lo anterior, si una persona desplazada afirma haber realizado una declaración sobre los
hechos que dieron lugar a su traslado y aporta certificación al respecto proveniente de una de las
autoridades previstas en la ley 387 de 1997 para realizar tal labor, la Red de Solidaridad debe presumir
que el documento es verdadero y debe dar trámite a la solicitud de inscripción. En este orden, si la
declaración no fue remitida a una de sus unidades territoriales, no podrá concluir sin prueba adicional, que
la declaración no se realizó, sino que tendrá que tomar una nueva declaración al peticionario y efectuar su
respectiva valoración.”
62
Ley 1448 de 2011. “ARTÍCULO 5o. PRINCIPIO DE BUENA FE. El Estado presumirá la buena fe de
las víctimas de que trata la presente ley. La víctima podrá acreditar el daño sufrido, por cualquier medio
legalmente aceptado. En consecuencia, bastará a la víctima probar de manera sumaria el daño sufrido ante
la autoridad administrativa, para que esta proceda a relevarla de la carga de la prueba. // En los procesos
en los que se resuelvan medidas de reparación administrativa, las autoridades deberán acudir a reglas de
prueba que faciliten a las víctimas la demostración del daño sufrido y aplicarán siempre el principio de
buena fe a favor de estas. // En los procesos judiciales de restitución de tierras, la carga de la prueba se
regulará por lo dispuesto en el artículo 78 de la presente Ley.”
16
aportar pruebas sumarias del daño, mediante cualquier medio legalmente
aceptado. En este último evento, opera la inversión de la carga de la
prueba63 pues será la UARIV quien deberá probar la falta de veracidad de
las pruebas aportadas por los peticionarios. Lo anterior por cuanto, el Estado
tiene el deber de garantizar una atención prioritaria a las víctimas del
conflicto armado debido a su especial situación de vulnerabilidad, no
obstante, dicho deber deja de subsistir cuando se demuestra que la
información brindada por quien manifiesta ser víctima es contraria a la
realidad.64
Con todo, la Corte ha advertido que en los casos en donde la acción de tutela
plantea la vulneración del derecho de petición de víctimas del conflicto
armado, por parte de autoridades administrativas, “como regla general los
jueces de tutela, al advertir la vulneración del derecho de petición, deben tan
solo ordenarles a las autoridades responsables de responder las peticiones
formuladas por las o los accionantes, dar respuesta de fondo en un término
perentorio, respetando su autonomía administrativa. Esta regla debe
exceptuarse cuando del material probatorio obrante en el expediente se
desprenda el desconocimiento de otros derechos fundamentales que deben
ser atendidos de forma urgente por el juez de tutela, evento en el cual éste
debe adoptar decisiones adicionales, como por ejemplo reconocer
directamente lo solicitado mediante la petición inicialmente presentada que
no fue contestada oportunamente o de fondo.”66 De modo que, de no contar
con elementos materiales probatorios suficientes, a los jueces de tutela no les
corresponde decidir de fondo sobre las peticiones presentadas a la
administración, sino tan solo resolver sobre la vulneración del derecho de
petición y ordenarle a la administración responder de forma oportuna la
consulta que ante ella elevó el o la accionante. Por el contrario, en aquellos
casos en los que haya evidencia de la vulneración de otros derechos
fundamentales que deban ser amparados de forma urgente, los jueces tienen
63
Sentencia 142 de 2017. M.P. María Victoria Calle Correa.
64
Sentencia T-142 de 2017. M.P. María Victoria Calle Correa.
65
Sentencia T-196 de 2017. M.P. José Antonio Cepeda, reiterado en el Auto 206 de 2017. M.P. Gloria Stella
Ortiz Delgado.
66
Auto 206 de 2017. M.P. Gloria Stella Ortiz Delgado.
17
el deber de adoptar las medidas correctivas correspondientes para garantizar
su protección.67
67
Auto 206 de 2017. M.P. Gloria Stella Ortiz Delgado. Argumento reiterado en la Sentencia T-377 de 2017.
M.P. Alejandro Linares Cantillo.
68
En el mismo sentido, el artículo 2º del Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT),
el cual hace parte del bloque de constitucionalidad stricto sensu, señala que los gobiernos deben realizar
acciones tendientes a proteger los derechos de los pueblos indígenas, garantizando el respeto de su
integridad. Entre las acciones que debe realizar el Estado, se encuentran la inclusión de medidas “que
promuevan la plena efectividad de los derechos sociales, económicos y culturales de esos pueblos,
respetando su identidad social y cultural, sus costumbres y tradiciones, y sus instituciones.”
69
Sentencia T-375 de 2006. M.P. Marco Gerardo Monroy Cabra.
70
Boaventura de Souza Santos, “descolonizar el saber, reinventar el poder” Ediciones Trilce, 2010, página
72: “…En el caso de un diálogo transcultural, el intercambio no es solo entre diferentes saberes sino
también entre diferentes culturas, es decir, entre universos de significado diferentes y en un sentido fuerte,
inconmensurables.” Ver Sentencia T-866 de 2013. M.P. Alberto Rojas Ríos.
71
En materia de comunidades y pueblos indígenas, la Organización de las Naciones Unidas desde 1985
trabajó sobre un proyecto de declaración de los derechos de los pueblos indígenas, el cual se fundamentaba
en el principio de igualdad y no discriminación de los pueblos indígenas. Finalmente, el 13 de septiembre
de 2007, la Declaración fue aprobada por la Asamblea General. De igual manera, la Comisión de Derechos
Humanos de las Naciones Unidas, creó la figura de un Relator Especial para el estudio de la problemática
indígena, el seguimiento de la situación y la formulación de recomendaciones sobre el tema.
72
La agencia de la Organización de Naciones Unidas para los Refugiados, ha reconocido que, “los pueblos
indígenas y las comunidades afro colombianas son víctimas de violaciones sistemáticas a sus derechos
individuales y colectivos, y de infracciones al derecho internacional humanitario.” ACNUR, Enfoque
18
reparación a favor de las víctimas y señala medidas de ayuda humanitaria y el
principio de enfoque diferencial, según el cual, se reconoce que hay
poblaciones que, debido a sus características particulares, esto es, su edad,
género, orientación sexual, grupo étnico, y situación de discapacidad, deben
recibir un tratamiento especial en materia de ayuda humanitaria, asistencia,
atención y reparación integral.
19
Así, de acuerdo con dicho Decreto, son víctimas tanto los pueblos y
comunidades indígenas como sujetos colectivos, así como sus integrantes
considerados de manera individual, “que hayan sufrido daños como
consecuencia de violaciones graves y manifiestas de normas internacionales
de derechos humanos, derechos fundamentales y colectivos, crímenes de lesa
humanidad o infracciones al derecho internacional humanitario por hechos
ocurridos a partir del 1o de enero de 1985 y que guarden relación con
factores subyacentes y vinculados al conflicto armado interno.”78
7. Caso concreto
20
sostuvo desde el momento en que rindió la declaración sobre el hecho
victimizante de desplazamiento forzado que motivó su solicitud de registro,
su calidad de indígena, ni la condición de madre cabeza de familia. De otra
parte, sin dar aplicación al enfoque diferencial correspondiente, el acto
administrativo se limitó a negar la pretensión de la accionante sin señalar los
motivos, los elementos materiales probatorios que se estudiaron y cuáles son
los supuestos que obstaculizaron presentar la declaración en tiempo.
80
Sobre esta posición y su evolución jurisprudencial ver, entre otras, las sentencias T-175 de 2005. M.P.
Jaime Araujo Rentería y T-519 de 2017. M.P. Alejandro Linares Cantillo, donde se adujo que, en general, el
término dispuesto en el artículo 61 de Ley 1448 de 2011 constituye “un importante instrumento de
racionalización de la atención y reparación a las víctimas del conflicto armado, pues permite al Estado
realizar la planificación de los recursos necesarios para satisfacer sus derechos”. Así, en principio, se ajusta
al concepto de “plazo razonable” del derecho internacional. Sin embargo, ello no se opone a que se estudien,
en determinados supuestos, las consecuencias concretas de cada caso y si existió, por ejemplo, un estado de
zozobra para no declararlo, como así se refirió en la Sentencia T-115 de 2020 (M.P. Alberto Rojas Ríos).
Con todo, ha sido clara la Corte en exceptuar los términos dispuestos para declarar -en otro tipo de hechos
victimizantes- por tratarse de delitos continuados como la desaparición forzada (sentencia T-393 de 2018) o
víctimas de violencia sexual (Sentencia T-211 de 2019).
81
En efecto, esta Corporación ha convalidado, para estos casos, la intervención del juez constitucional,
siempre que se verifique que la Unidad de Víctimas: i) ha efectuado una interpretación de las normas
aplicables contraria a los principios de favorabilidad y buena fe; ii) ha exigido formalidades irrazonables o
desproporcionadas o ha impuesto limitantes para acceder al registro que no se encuentran en las normas
aplicables; iii) ha proferido una decisión que no cuenta con una motivación suficiente; iv) ha negado la
inscripción por causas ajenas al solicitante; o v) ha impedido que el solicitante exponga las razones por las
cuales considera que se halla en situación de desplazamiento forzado interno o que ejerza los recursos
arbitrados por el ordenamiento para controvertir la decisión administrativa que le niega la inscripción en el
Registro. Sentencia T-587 de 2017. M.P. Alberto Rojas Ríos.
21
manera suficiente cada uno de los criterios establecidos en la Ley y en el
Decreto 4633 de 2011.
III. DECISIÓN
22
En mérito de lo expuesto, la Corte Constitucional de la República de
Colombia, administrando justicia en nombre del pueblo y por mandato de la
Constitución Política,
RESUELVE
23
JORGE ENRIQUE IBÁÑEZ NAJAR
Magistrado
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