Guión
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Letras revolucionarias
(EMPIEZA CON CANCIÓN DE GEMMA, SARA Y VIVIANA DÓNDE DA. UN POCO DE CONTEXTO DE LO
QUE TRATARÁ LA OBRA TEATRAL)
Escena 1
Narradora:Invierno del ochenta y tres, la temperatura a diecisiete grados, el viento cada vez más parecido a
una tormenta. Eso no impedía a la gente estar muy bulliciosa, claro, si hablamos de fiestas patrias a ningún
peruano se le escapa festejar.
Gemma:Parecen hormigas danzarinas
Madre:Gemma ven a cenar- la llamada de su madre interrumpió su vista.
- Ya voy madre-Dirigiéndose al comedor.
Madre: ¿No saldrás a festejar?
Gemma:Claro que no.
Madre:Deberías ir, celebremos un año más que somos libres.
Gemma:Claro pero las mujeres seguimos siendo condenadas a ser perfectas.
Madre :¿ De qué estás hablando? – la madre queda muy sorprendida y aterrorizada de lo decía su hija.
Gemma:La verdad madre... Los hombres hablan de libertad porque no tienen que ya ser esclavos, pueden
opinar y participar mientras que nosotras solo servimos para estar en la casa ¡Y eso no es cierto! Yo estoy
segura que tan solo las mujeres...
Madre: ¡Cállate Gemma! ( levanta la voz enojada) no sé de dónde sacas esas locuras arrebatadas, son
esos libros que te han malogrado la cabeza, aceptamos tu capricho de que estudiaras algo más para ser
una mujer dedicada a su familia y sales con esto,estás loca, me decepciona.
(El comedor quedó en total silencio, Gemma mantenía la mirada detonante y la de su madre revelaba su
furia)
Escena 2
Gemma sale del lugar dirigiéndose a su habitación.
Se recostuesta en la cama
Gemma: (Con tono de indignación) ¿cuando acabará esto, cansada de que las locuras cómo lo llama mi
madre no sean realidad, no puedo ser yo frente a los demás con libertad, pero vivo en una realidad cruel y
difícil de cambiar. (Se levanta de la cama, comienza ver a su alrededor y se fija en su biblioteca, se acerca y
saca un libro)
Gemma: ¿Y este libro? (silencio) ¡Claro! (sorprendida) "Frankenstein o el moderno Prometeo", claro, si
hablo de mis recondidos recuerdos en Arequipa, este libro lo leía junto a mis amigas Sara y Viviana( voz
emocionante) ¿Qué será de ellas? (mirada y voz con tono triste)
Recuerdo con exactitud la primera vez que las conocí. Sara con sus ocurrencias y su mente ágil para dar
ideas, Viviana súper tímida pero dentro de los rincones de su timidez está una mentalidad fuerte y
evolucionante.
Juntas soñábamos cambiar el mundo con nuestro concepto de un mundo mejor.
(se queda pensando y diga bando en sus recuerdos cuando de repente se le ocurre una gran idea)
Gemma: ( ansiosa y emocionada) No pienso quedarme más con los brazos cruzados, debo actuar y sé
quienes me ayudarán.
(De inmediato toma lápiz y papel, se sienta en su escritorio y se dispone a preparar su plan comenzando
con enviar cartas a sus amigas para unir fuerzas)
Acto II
Escena 1
Sara: ¡Ya llegué mamá! (cierra la puerta y refleja una sonrisa expléndida)
Madre de Sara : Hija mía(sonríe, seca sus manos con un trapo y se dirige a su hija)te acaba de llegar una
carta... es de tu amiga Gemma, ¿La recuerdas? Hace tiempo que no sabes de ella(apoya su mano en el
hombro de su hija)
Sara: (Sorprendida) ¡Gemma! Hace tiempo que no sé de ella, tantas cosas que tengo en la cabeza
últimamente, gracias mamá (Sonríe) Escena 2
Gemma:(Se dirige a su cuarto, abre la carta en la que decía (voz de gemma de fondo)
"Querida Sara, no supe nada de tí desde la última carta que te envié hace un par de años, espero que tu
familia y tú estén bien, extraño mucho tus chistes ocurrentes y a tu hermana que me caía muy bien. Te
escribo para invitarte a que vengas a Lima para que te unas a mí. Tengo en mente en crear una editorial
para poder expresar nuestra voz como mujeres y acabemos con las ataduras y tus ideas sí o sí deben ser
parte de esta maravilloso proyecto. Espero tu respuesta pronto.
Con cariño de Gemma para Sara. Pdt:Espero algún día conocer Cajamarca. "
(Las comisuras de su boca se levantaron reflejando una sonrisa) - - - Junto a Sara cumpliré mi mayor sueño
de irme a Lima y ser parte de un gran proyecto en la cual dictaría mi realidad. No debería dudarloni un
minuto, ahora mismo le escribo una carta donde le respondo aceptaba ir y que pronto estaré por allá (
emocionada se va a su escritorio busca un lapiz y papel y comienza a escribir, pero se detiene) Pero...mis
padres no me dejarían ir a Lima porque piensan que es peligroso para una chica de pueblo, además para
expresar mis sus ideas... Sí yo también soy del club de las locas( habla al público), ahora que lo pienso si
me uno a Gemma deberíamos poner de nombre a nuestra editorial ¡"El club de las locas"! Pero ese no es el
tema, concéntrate Sara este es un tema serio... No me dejarían por ningún motivo salir del pueblo así que
hay dos opciones.con el. Dolor de mi corazón miento a mis padres diciendo que buscaría trabajo y una
buena familia y que volvería cuando esté estable o escaparía de mi casa.
Estoy entre la espada y la pared, en mis manos está mi grandioso futuro o mi desdicha. (Desidida) Es
ahora o nunca, debo hacerlo o me quedaré aquí para siempre.
El hombre se detiene frente a una casa. A Sara le parecía todo extraño, el señor se estaba comportando
muy raro.
HOMBRE: Ven, Sara. Acompáñame. Solo será un momento.
SARA: No, señor. Yo me quedo aquí. Usted vaya y haga lo que tenga que hacer.
HOMBRE: Vamos, Sara. No seas tímida. No te voy a hacer nada malo. Solo quiero invitarte a un café.
SARA: No, señor. Gracias, pero no. Yo solo quiero ir a la casa de mi amiga.
HOMBRE: No seas grosera, Sara. Yo te he ayudado y tú me pagas así. Lo menos que puedes hacer es
entrar conmigo y ser un poco más amable.
SARA: No, señor. Por favor, déjeme ir. Yo no quiero nada con usted.
HOMBRE: (enojado) ¿Qué? ¿Qué dijiste? ¿Qué no quieres nada conmigo? ¿Quién te crees que eres?
¿Una princesa? ¿Una santa? No, Sara. Tú eres una cualquiera. Una provincianita que viene a Lima a
buscar oportunidades. Pues yo te voy a dar una oportunidad. La oportunidad de conocer a un verdadero
hombre.
El hombre agarra a Sara del brazo y la arrastra hacia la casa. Sara se resiste y grita.
SARA: ¡Suélteme, suélteme! ¡Socorro, socorro! ¡Ayúdenme, por favor!
HOMBRE: Cállate, cállate. No grites. Nadie te va a escuchar. Nadie te va a ayudar. Estamos solos, Sara.
Solos tú y yo.
Sara sale corriendo del lugar, el hombre la persigue y desaparecen los dos del escenario?)
Escena 6:Acto 5
Interior. Casa de Gemma. Noche.
Gemma abre la puerta y se sorprende al ver a Sara. Sara está abrazada a su maleta y tiene el rostro lleno de
lágrimas. Gemma la abraza y la hace entrar.
GEMMA: Sara, Sara. ¿Qué te pasó? ¿Estás bien?
SARA: (sollozando) Gemma, Gemma. Gracias a Dios que te encontré. No sabes lo que me pasó. Fue
horrible, horrible.
GEMMA: Tranquila, Sara. Tranquila. Ya estás a salvo. Ya estás con nosotras. Ven, vamos a mi cuarto. Ahí
podrás descansar y contarnos todo.
SARA: Gracias, Gemma. Gracias por ser mi amiga.
GEMMA: No hay de qué, Sara. No hay de qué. Eres mi amiga y te quiero mucho.
Gemma y Sara suben las escaleras. En el camino, se encuentran con Viviana, que sale de su cuarto. Viviana
ve a Sara y se queda desconcertada.
VIVIANA: ¿Sara? ¿Eres tú? ¿Qué te pasó?
GEMMA: Viviana, ven. Te necesitamos. Sara tuvo un problema. Un problema muy grave.
VIVIANA: ¿Qué? ¿Qué problema?
GEMMA: Te lo contaremos luego. Ahora vamos a mi cuarto. Ahí estaremos más cómodas.
VIVIANA: Está bien. Vamos.
Viviana se une a Gemma y Sara. Las tres entran al cuarto de Gemma y cierran la puerta.
Escena 7:
Interior. Cuarto de Gemma. Noche.
Gemma, Viviana y Sara están sentadas en la cama. Sara les cuenta lo que le pasó con el hombre que intentó
violarla. Gemma y Viviana la escuchan con atención y con indignación.
SARA: …y entonces, le di un golpe con un florero y salí corriendo. Pero no tenía mis cosas. Solo tenía el
papel con la dirección de tu casa, Gemma. No sabía qué hacer. Estaba asustada y sola. Nadie me ayudaba.
Todos me ignoraban o me insultaban. Hasta que encontré a una señora buena ueno que me ayudó hasta
aquí. Y eso es todo. Eso es lo que me pasó.
GEMMA: (abrazándola) Sara, Sara. No sabes cuánto lo siento. No sabes cuánto te comprendo. Lo que te
pasó es terrible. Es inhumano. Es injusto.
GEMMA: (consolándola) Tranquila, Sara. Tranquila. Ya no llores. Estamos contigo. Te apoyamos. y te
queremos.
SARA: (mirándolas con esperanza) Y ya qué llegué, ¿Qué vamos a hacer?
GEMMA: (sonriendo) Vamos a hacer lo que sabemos hacer y lo que nos gusta hacer.
VIVIANA: (sonriendo) Vamos a hacer nuestra editorial para las mujeres libres.
Sara:(Sorprendida) Es muy buena idea ¡me encanta! Pero...(angustiada) Podría traer muchos riesgos.
Viviana: Sí, pero todo sea por un país mejor.
Gemma:Tengl Fe de que si arriesgamos aún así habrá frutos de este proyecto. Sé que lo logrará los cambios
que tanto soñamos.
(Mira a Sara) ¿Estás dispuesta a ser parte del equipo?
Sara:(queda en silencio unos minutos) Todo sea por las mujeres, todo sea por una sociedad igualitaria... Seré
parte del equipo,(alegre)
Las tres se abrazan y se ríen. Se sienten unidas y fuertes. Se sienten vivas y esperanzadas. Se sienten listas
para cambiar el mundo. O al menos, para intentarlo.
Escena 1 Acto 6
El escenario es una plaza pública, donde hay un quiosco de periódicos y varias personas caminando,
conversando o leyendo. Entre ellas, hay dos grupos de personas que representan opiniones opuestas
sobre los artículos de Vick. Por un lado, hay tres hombres que los critican y los desprecian. Por otro lado,
hay tres mujeres que los alaban y los admiran.
Hombre 1: (mirando el periódico con el nombre de Vick) ¿Qué es esto? ¿Qué es esta basura que yace
aquí?
Hombre 2: (acercándose) Es el periódico de Vick, el que seguramente escribe una mujer loca que ha de
creerse escritora.
Hombre 3: (uniéndose) No le digas mujer, que no se merece ese adjetivo, ha de ser una bruja, una hereje,
una anarquista.
Hombre 1: (enojado) Tienes razón, esta atrocidad es una ofensa para las mujeres decentes y respetables y
una vergüenza para la sociedad y la cultura.
Hombre 2: (burlón) ¿Y qué dice hoy la señorita Vick? ¿Qué tonterías nos quiere hacer creer?
Hombre 3: (leyendo el titular) “La corrupción, el cáncer de nuestra sociedad”. Ja, ja, ja. ¿Y quién sería ella
para hablar de corrupción? ¿Acaso no sería ella la bruja que se esconde tras un seudónimo? ¿No sería ella
la que miente y difama al alcalde y a los escritores oficiales?
Hombre 1: (asintiendo) Así es, ella es la corrupta, la que debería callarse en vez de seguir escribiendo esa
basura.
Hombre 2: (arrugando el periódico y tirándolo al suelo) Sí, eso es lo que debería hacer, callarse y dejar de
molestar, no, mejor aún, dejar de existir de una buena vez.
Hombre 3: (aplaudiendo) Bien dicho, amigo. Bien dicho. Eso es lo que pensamos todos los hombres de
bien y es que cualquiera con dos dedos de frente habría de pensar eso
Los tres hombres se alejan, satisfechos de su discurso.
Por otro lado, las tres mujeres se acercan al quiosco y recogen el periódico de Vick. Ellas lo miran con
interés y respeto.
Mujer 1: (mirando el periódico con el nombre de Vick) ¿Qué es eso de allí?
Mujer 2: (acercándose) Es el periódico de Vick, el que según dicen los rumores escribe con valentía una
mujer que ha tenido el valor de ser escritora
Mujer 3: (uniéndose) Mujer? Eso es poco decir, ella vendría a ser una heroína, una líder, una inspiración.
Mujer 1: (emocionada) Verdad? Tienes razón es un orgullo para las mujeres libres e inteligentes, que viene
a dar un ejemplo a esta sociedad y cultura enferma
Mujer 2: (curiosa) ¿Y qué ha escrito hoy la tan aclamada Vick?
Mujer 3: (leyendo el titular) “La corrupción, el cáncer de nuestra sociedad”. Wow, wow, wow. ¿Pero no es
muy arriesgado para ella hablar de corrupción? Ya que en sus escritos es ella la que se enfrenta al poder y
a los principios tan retrogradas que se han inculcado por generaciones
Mujer 1: (asintiendo) Así es, es por eso por lo que ella es la merece ser reconocida, no como otros
escritores que no hacen más que menospreciar el valor de la mujer, ella es la que merece hablar y ser
escuchada por las masas.
Mujer 2: (abriendo el periódico y leyendo) Las mujeres deberíamos poder hablar sobre temas de nuestro
interés, somos lo suficientemente capaces para escribir, además de que tenemos la misma inteligencia que
los hombres para educarnos y lograr lo mismo que ellos.
Mujer 3: (sonriendo) Bien dicho, amiga. Bien dicho, las mujeres somos lo suficientemente capaces como
para transformar las cosas y provocar un cambio.
Las tres mujeres se quedan, felices de su lectura. Por otro lado, el quiosquero las observa con una
expresión de indiferencia.
Quiosquero: (para sí mismo) A mí me da igual lo que diga Vick. A mí lo que me importa es que se venda,
para lo importante es el dinero.
Escena 2:
El escenario es el despacho del alcalde de Lima, un hombre corrupto y autoritario. Él está sentado en su
escritorio, rodeado de papeles y periódicos. En la puerta hay un cartel que dice “Prohibido el paso a mujeres,
indios y comunistas”. Entran en el despacho Ricardo Rodríguez, José Torres y Fernando De la Serna, tres
escritores reconocidos que colaboran con el alcalde. Ellos llevan en la mano unos periódicos con el nombre de
“Vick” en la portada.
Ricardo: Buenos días, señor alcalde. Le traemos el último artículo de Vick.
Alcalde: (tomando el periódico y leyendo el titular) “La corrupción, el cáncer de nuestra sociedad”. ¿Qué es esto
¿Otra calumnia contra mi gobierno?
José: Así es, señor alcalde. Vick no se cansa de atacar a usted, a sus aliados y a la sociedad en general que
según es “machista” (hace comillas).
Alcalde: (furioso) ¡Maldita sea! ¿Quién diablos es ese Vick? ¿Quién se cree que es?
Fernando: No lo sabemos, señor alcalde. Es un misterio. Nadie sabe quién es, ni dónde está, ni cómo se llama.
Alcalde: (golpeando el escritorio y gritando histérico) ¡Pues hay que averiguarlo! ¡Es necesario encontrarlo! ¡Y
acabar con él de una buena vez!
Ricardo: Estamos en eso, señor alcalde. Estamos haciendo todo lo que está en nuestro alcance, investigando,
siguiendo pistas, interrogando testigos.
Alcalde: ¿Y qué han descubierto?
José: Pues, hemos descubierto que Vick parece ser un movimiento de empoderamiento femenino, hay rumores
que los autores de ese periódico podrían ser una o más mujeres
Alcalde: (sorprendido) ¿Un movimiento? ¿De mujeres? ¿Están seguros?
Fernando: Así parece, señor alcalde. Hemos encontrado algunos indicios que nos hacen pensar que Vick es un
seudónimo colectivo que usan posiblemente una mafia de mujeres para escribir sus artículos.
Alcalde: (incrédulo) ¿Cómo es posible que unas mujeres se atrevan a hacer esto? ¿No saben que están violand
la ley, el orden y la moral?
Ricardo: No lo sabemos, señor alcalde, posiblemente sean unas locas, unas rebeldes sin fundamento alguno,
simplemente unas subversivas. O tal vez sean unas ilusas, simplemente unas soñadoras con humos de grande
Alcalde: (despectivo) No me importa lo que sean. Lo único que me importa es que dejen de molestar. Y para es
hay que darles una lección. Una lección que no olviden jamás.
José: ¿Qué lección, señor alcalde?
Alcalde: (malicioso) Una lección que les haga recordar su lugar. Su lugar como mujeres, el que les corresponde
su lugar de sumisas y silenciosas.
Fernando: ¿Y cómo piensa hacer eso, señor alcalde?
Alcalde: (sonriendo) Tengo un plan, un plan que no fallará, es perfecto, tanto que acabará con Vick de una vez
todas.
ESCENA 3:
Una pequeña oficina clandestina donde se encuentra la editorial de Vick. Es un lugar modesto, pero acogedor,
lleno de libros, revistas, periódicos, computadoras y una impresora. Allí trabajan Sara, Viviana y Gemma, tres
mujeres jóvenes, inteligentes y valientes que son las autoras de los artículos de Vick. Ellas están sentadas
alrededor de una mesa, revisando el último número de su periódico.
SARA: (sonriendo) Chicas, tenemos que celebrar. Nuestro último artículo ha sido un éxito. Hemos recibido
muchas felicitaciones, apoyos y agradecimientos de nuestros lectores.
VIVIANA: (asintiendo emocionada) Síiiiiiii, todo ha sido grandioso hasta ahora
GEMMA: (orgullosa) Sí, chicas, hemos hecho historia.
SARA: (seria) Lo sé, Gemma, lo sé, pero igual no podemos bajar la guardia, tenemos que cuidarnos, que
protegernos y ser prudentes, hay opositores que no están muy de acuerdo con nuestras ideas
VIVIANA: (preocupada) ¿Qué creen que harán esos enemigos? ¿Qué planes tendrán contra nosotras?
GEMMA: (temerosa) No lo sé, Viviana, no lo sé. Pero me da miedo pensar en lo que podrían hacer.
Podrían atacarnos, amenazarnos, chantajearnos, secuestrarnos, torturarnos, matarnos.
SARA: (tranquilizadora) No tengas miedo, Gemma, no tengas miedo. No vamos a dejar que nos hagan
nada. Vamos a seguir luchando. Vamos a seguir escribiendo. Vamos a seguir siendo Vick.
VIVIANA: (animada) Sí, Sara, sí. Vick es más que un nombre, mucho más que solo un periódico, somos
mucho más fuertes que ellos
GEMMA: (emocionada) Sí, Viviana, sí. Vick es una idea, y las ideas llegan a ser poderosas y nos hacen
libres y nosotras somos libres. Somos Vick, la voz de muchas mujeres que son silenciadas
Todas: Somos valiosas, somos Vick
Escena 4:
Viviana: (en voz baja) Ya casi termino este artículo. Solo me falta el último párrafo. (Se detiene y lee lo que
ha escrito) “Por eso, queridas lectoras, les invito a que se unan a la lucha por nuestros derechos, por
nuestra libertad, por nuestra dignidad. No dejemos que nos silencien, que nos opriman, que nos humillen.
Somos mujeres, somos fuertes, somos capaces. Somos Vick”. (Sonríe satisfecha y escribe el punto final)
De repente, sale de la librería. Viviana se sobresalta y mira hacia la entrada. Ve a un joven, vestido con un
traje elegante y con una expresión de curiosidad en el rostro. Él está sosteniendo un periódico en la mano.
De la nada el mismo joven se ds cuenta de su presencia y se acerca a Viviana.
Joven: Muy buenos días señorita, disculpe las molestias ¿Me podría ayudar por favor?
Viviana: (nerviosa) Hola, buenos días. ¿En qué puedo ayudarle?
Joven: (sonriendo) Estoy en busca de la siguiente dirección (le da un papel)
Viviana: (amable) Claro, de aquí a dos cuadras (sonríe y se detiene un rato a mirarlo)
Joven:(Se da cuenta que Viviana la abserva y la mira con dudosidad) ¿Pasa algo señorita?
Joven: Siento...que lo conozco de alguba u otra parte.
Joven: (Niega) Oh, no lo creo, de seguro le parezco a alguien que conoce. Bueno (Tono gracioso) ¿Cree
que me pueda acompañar? Es que conozco estos lares
Viviana: está bien (avanzan) ¿Y qué hace por esta zona?
Joven: Vine a visitar a unos familiares (amable) Y dígame, ¿qué hace usted aquí? ¿Trabaja en la librería?
Viviana: (mintiendo) Sí, trabajo aquí. Soy la encargada de la librería. Me ocupo de atender a los clientes, de
ordenar los libros...
Joven: (sorprendido) Vaya, qué trabajo tan variado. Y tan importante. Usted debe ser una mujer muy
inteligente y capaz.
Viviana: (sonrojada) No diga eso, por favor. No soy tan inteligente ni tan capaz. Solo hago lo que puedo.
Joven: (mirándola a los ojos) No sea modesta, por favor. Usted es una mujer muy inteligente y capaz. Y
muy hermosa.
Viviana: (avergonzada) No diga eso, por favor. No soy tan hermosa.
Joven: (tomándola de la mano) Claro que lo es, señorita. Usted es la mujer más hermosa que he visto…
Viviana: (interrumpiendo) Lo agradezco pero es un poco extraño viviendo de alguien desconocido
Joven: (cambiando de tema) Perdón, no me he presentado. Soy Manuel. Manuel Ortega. Soy periodista.
Trabajo en el diario local.
Viviana: (confundida) ¿Periodista? ¿Diario local?
Manuel: (asintiendo) Sí, periodista. Diario local. El que tiene en la mano.
Viviana: (mirando el periódico) Ah, sí. Este periódico. Lo conozco. Lo leo a veces.
Manuel: (sonriendo) ¿Lo lee a veces? ¿Y qué le parece?
Viviana: (dudando) Bueno, me parece... me parece...
Manuel: (insistiendo) Vamos, señorita. No sea tímida. Dígame qué le parece.
Viviana: (decidiendo) Está bien, Manuel. Se lo diré. Pero tiene que prometerme que no se ofenderá.
Manuel: (prometiendo) Se lo prometo, señorita. No me ofenderé. Es más, me interesa su opinión.
Viviana: (respirando hondo) Pues, me parece que este periódico es un medio de comunicación al servicio del
poder. Me parece que este periódico es un instrumento de manipulación y de desinformación, simplemente un
enemigo de la verdad y de la justicia.
Manuel: (riendo) Vaya, señorita. Veo que tiene una opinión muy crítica sobre este periódico. Y sobre el
periodismo en general.
Viviana: (seria) Sí, Manuel. Tengo una opinión muy crítica. Y muy fundamentada. Y muy honesta.
Manuel: (admirado) Lo sé, Viviana. Lo sé, siendo sincero admiro ese comentario suyo
Viviana: (emocionada) ¿De verdad, Manuel? ¿De verdad admira?
Manuel: (afirmativo) Sí, Viviana. De verdad. Le admiro mucho. Le admiro como escritora y como mujer
Viviana: (Dudosa) Gracias es usted muy generoso
Manuel: (sincero) Es lo menos que podría decir, es usted muy perspicaz y talentosa con las palabras
Viviana: (sonriendo) Gracias, Manuel. Eres muy amable.
Manuel: (con una sonrisa) Es usted muy interesante ¿Qué tal si salimos de aquí? ¿Si vamos a tomar algo?
Viviana: (dudando) No sé, Manuel. No sé si es buena idea.
Manuel: (rogando) Por favor, Viviana. Por favor, dame una oportunidad. Por favor, déjame conocerte mejor.
Viviana: (pensando) No sé, Manuel. No sé qué decir.
Manuel: (esperando) Viviana, por favor. No me dejes así. Dime algo. Cualquier cosa.
Viviana: (respirando hondo) Está bien, Manuel. Está bien. Te daré una oportunidad. Te dejaré conocerme
mejor. Te dejaré demostrarme lo que sientes.
Manuel: (agradeciendo) Gracias, Viviana. Gracias por aceptar.
Viviana: (despidiéndose) Bueno es mejor que me ponga a trabajar, Adiós Manuel.
Manuel: (con un gesto de mano) adiós, Viviana
Escena :
Pasa días y se encuentran en la plaza. Están sentados en un banco)
MANUEL: (sonriendo) ¿Sabes, Viviana? Me gusta mucho hablar contigo. Eres una mujer muy inteligente.
VIVIANA: (sonrojada) Gracias, Manuel. Tú también eres muy inteligente. Y muy simpático.
MANUEL: (sincero) No, Viviana. Eres tú la que eres muy generosa. Generosa con tu tiempo, con tu atención,
con tu cariño.
VIVIANA: (curiosa) ¿Mi cariño?
MANUEL: (afirmativo) Sí, tu cariño. El que me das cada vez que me sonríes, que me miras, que me escuchas
VIVIANA: (sonriendo) Gracias, Manuel. Eres muy lindo
Manuel: (sonriendo de vuelta) No hay mujer más linda que tú y… por cierto (cambia del tema mientras titubea)
¿Qué tal tu trabajo, Viviana? ¿Cómo te va en el periódico?
VIVIANA: (confundida) ¿Mi trabajo?
MANUEL: (asintiendo) Sí, tu trabajo. El periódico. El que escribes.
VIVIANA: (nerviosa) ¿Qué periódico?
MANUEL: (sorprendido) ¿No me lo habías dicho? ¿No trabajas en un periódico?
VIVIANA: (mintiendo) No, Manuel. No trabajo en un periódico. Trabajo en una librería.
MANUEL: (desconcertado) ¿En una librería? ¿Pero no te gusta escribir?
VIVIANA: (dudando) Bueno, sí, me gusta escribir. Pero solo como un pasatiempo. No como una profesión.
MANUEL: (interesado) ¿Un pasatiempo? ¿Qué tipo de cosas escribes?
VIVIANA: (evitando) Nada importante, Manuel. Solo cosas sin sentido. Cosas que nadie lee.
MANUEL: (insistiendo) Vamos, Viviana. No seas modesta. Seguro que escribes cosas muy interesantes.
Cosas que yo quiero leer.
VIVIANA: (negando) No, Manuel. No creo que te gusten mis escritos. Son muy aburridos. Muy simples. Muy...
MANUEL: (interrumpiendo) No digas eso, Viviana. No seas tan dura contigo misma. Tú eres una gran
escritora, Viviana. Yo lo sé.
VIVIANA: (sorprendida) ¿Cómo lo sabes, Manuel? ¿Cómo lo sabes si nunca has leído nada mío?
MANUEL: (Con seguridad) Lo sé, Viviana. Lo sé porque te conozco. Te conozco bien. Te conozco desde hace mucho
tiempo
VIVIANA: (confundida) ¿Desde hace mucho tiempo? ¿Qué quieres decir con eso, Manuel?
MANUEL: (decidiendo) Está bien, Viviana. Te lo diré. Pero tienes que prometerme que no te enojarás conmigo.
VIVIANA: (preocupada) ¿Enojarme? ¿Por qué me enojaría contigo, Manuel?
MANUEL: (respirando hondo) Porque yo... yo soy el prometido que tu padre quería para ti.
VIVIANA: (shockeada) ¿Qué?
MANUEL: (explicando) Sí, Viviana. Así es. Mi padre y tu padre son amigos desde hace años. Y hace unos meses, acordaron
que tú y yo nos casaríamos.
VIVIANA: (indignada) ¿Qué? ¿De verdad están tan decididos de controlar mi vida?
MANUEL: (calmándola mientras miente) Tranquila, Viviana. No te alteres. Yo tampoco estaba de acuerdo con ese arreglo.
Yo no quería casarme con alguien que no conocía. Por eso, le pedí a mi padre que me dejara conocerte primero. Que me
dejara acercarme a ti, hablarte, invitarte a salir. Que me dejara enamorarte.
VIVIANA: (confundida) ¿Enamorarme? ¿Qué quieres decir con eso, Manuel?
MANUEL: (declarando) Quiero decir que te amo, Viviana. Te amo con todo mi corazón. Te amo desde el primer momento
que te vi. Te amo por lo que eres
VIVIANA: (sorprendida y desconfiada a la vez) ¿Me amas? ¿Me amas de verdad, Manuel?
MANUEL: (Miente) Sí, Viviana. Te amo de verdad. Te amo con toda mi alma. Y quiero que tú me ames a mí. Que me
aceptes como tu esposo. Que me dejes ser tu compañero, tu amigo, tu amante.
VIVIANA: (dudando) No sé, Manuel. No sé qué decir. No sé qué pensar. No sé qué sentir.
MANUEL: (rogando) Por favor, Viviana. Por favor, dame una oportunidad.
Viviana:Manuem, te amo tanto y claro que re doy una oportunidad.
ALCALDE: El placer es mío, Manuel. Ahora, vamos a acabar con esa editorial de una vez por todas. Vamos, muchachos. (se dirige a los escritores oficiales)
ESCRITORES OFICIALES: Sí, señor alcalde. Vamos a destruir esa revista de mujeres rebeldes. (siguen al alcalde)
MANUEL: (se queda solo y sonríe maliciosamente) Adiós, Viviana. Espero que disfrutes de tu anillo. Fue lo único verdadero que te di. (sale del escenario)
Alcalde:Buenos mis estimados socios, ya es hora de acabar con todo este problema.
Fernando : Es ahora o nunca
Rie todos y salen de escenario para dirigirse a la dirección que les dio Manuel.
Escena : En la librería del grupo Vick. El alcalde y el grupo de escritores entran al lugar.
Alcalde: Acaben de una vez con esto.
Escritores: ( comienzan a desordenar todo y romper, tiran todo y José quema todos los apuntes del grupo vick.
alen todos mientras que el alcalde amtes de salir se queda unos segundos.
S
Alcalde: Nunca debieron salir de sus casas malditas mujeres, ahora deberán pagar las concecuencias.
Escema:
Salen los escritores y el alcalde y minutos después entran al escenario Gemma, Sara y Viviana y al ver su lugar de trabajo destruido entran en crisis)
Viviana:(sorprendida) ¿qué pasó aquí?
Sara: ¿Quiénes fueron tan desalmados para hacer esto?
Gemma:Gente sin remordimiento que tiene la cabeza llena de prejuicios (tocando los papeles rotos) GEMMA y SARAH están en la editorial, recogiendo los restos de
su revista. Están tristes y enfadadas.
GEMMA: No puedo creer lo que han hecho. Han destrozado nuestra editorial. Han destrozado nuestra revista. Han destrozado nuestro sueño.
SARAH: Yo tampoco puedo creerlo. Es una injusticia. Es una crueldad. Es una barbaridad.
GEMMA: ¿Y qué vamos a hacer ahora? ¿Cómo vamos a seguir adelante? ¿Cómo vamos a recuperar lo que hemos perdido?
SARAH: No lo sé, Gemma. No lo sé. Pero no podemos rendirnos. No podemos dejar que nos venzan. No podemos dejar que nos callen.
GEMMA: Tienes razón, Sarah. Tienes razón. Tenemos que resistir.
SARAH: Sí, Gemma. Sí. Eso es lo que tenemos que hacer.
De repente, oyen un ruido en la puerta. Se asustan y se separan. Ven que es VIVIANA, que entra con su maleta y su bolso. Está pálida y ojerosa.
VIVIANA: (con voz débil) Gemma, Viviana.
GEMMA: (sorprendida) ¡Viviana! ¡Qué alegría verte!
SARAH: (sorprendida) ¡Viviana! ¡Estábamos preocupadasnpor tí!
VIVIANA: (con voz débil) Lo siento, chicas. Lo siento mucho.
GEMMA: (preocupada) ¿Qué pasa, Viviana? ¿Qué te ha pasado?
VIVIANA: (con voz débil) Manuel. Manuel es el culpable, teníam razón.
SARAH: (confundida) ¿Manuel? ¿Qué tiene que ver Manuel?
VIVIANA: (con voz débil) Manuel es el culpable. Manuel es el responsable. Manuel es el traidor.
VIVIANA: (con voz débil) Manuel nos ha engañado. Manuel nos ha traicionado. Manuel nos ha vendido.
VIVIANA: (con voz débil) Manuel trabajaba para el alcalde. Manuel trabajaba para nuestros enemigos.
GEMMA Y SARA A LA VEZ; (furiosas) ¿Qué?
SARAH: (furiosa) ¿Es cierto, Viviana?
VIVIANA: (con voz débil) Sí, es cierto. Lo vi con mis propios ojos. Manuel lo dijo con sus propias palabras.
GEMMA: (consternada) ¿Qué? ¿Qué oíste?
VIVIANA: (con voz débil) Que todo fue una mentira. Que todo fue un plan para destruir nuestra revista. El plan de destruir nuestra vida.
Sara: esto no se quedará así.
Viviana: ( Llora)
Gemma:(Sale del escenario y vuelve pero con un periódico en sus manos, tiene una actitud preocupada y angustiada) ¡Chicas! Leaan esto ( le da el periódico a
Sara)
Sara: ( su rostros cambia a una total preocupación al leer el periódico) No lo puedo creer ( Le muestra el periódico a Viviana) ¡¿Ahora qué haremos?!
Viviana: (impactada) No puedo creerlo... Todo esto es mi culpa.
Gemma: Viviana no es tu culpa, no tienes la culpa de los malos actos de otras personas.
Sara:! ¿Qué hacemos ahora!?
Viviana: No tengo idea...
Sara: Todo está perdido...
Gemma: (decidida) No, no todo está perdido. Hay una solución.
Viviana: ¿Cuál es la solución?
Gemma:(Se queda pensando unos minutos) Publicaremos otro artículo pero sin el seudónimo. Evidenciando también todo el fraude que vivimos.
Sara: Eso es muy arriesgado Gemma.
Viviana: No lo sé Gemma...
Gemma: ¿piensan vivir toda la vida bajo un seudónimo? Tenemos que revelarnos para recibir el apoyo que necesitamos ahora.
Sara y Viviana dudan un poco pero al final aceptan)
Gemma: entonces manos a la obra.
Ordena su lugar de trabajo y se ponen a escribir su artículo.
VIVIANA: (abrazándolo con falsa gratitud) Gracias, Manuel. Gracias por estar conmigo. Gracias por apoyarme.
Gracias por amarme.
MANUEL: No hay de qué, Viviana. No hay de qué. Yo estoy contigo. Yo te apoyo. Yo te amo.
Viviana piensa para sí misma: “Mentiroso. Farsante. Traidor. Tú no me amas. Tú solo me usas. Tú solo me
engañas. Tú eres el culpable de todo. Tú eres el que nos traicionó. Tú eres el que nos vendió. Tú eres el que
nos arruinó. Pero no te preocupes. Pronto lo sabrán todos. Pronto te desenmascararé. Pronto te haré pagar.”
Escena 2:
Interior. Casa de Manuel. Tarde.
Viviana está en el baño, con el bolso en la mano. Abre el bolso y saca unas cartas. Son las cartas que encontró
en el cuarto de Manuel, cuando él salió a comprarle algo. Son las cartas que prueban que Manuel fue el que
delató a la revista Vick al alcalde y al exalcalde, que estaban involucrados en una red de corrupción y violencia.
Viviana las lee con rabia y dolor.
VIVIANA: (leyendo) “Querido Manuel. Te escribo para felicitarte por tu excelente trabajo.Gracias a ti, hemos
logrado silenciar a esas mujeres atrevidas que nos estaban criticando y denunciando. Te esperamos mañana
para entregarte el dinero que te prometimos. Y también para celebrar nuestro triunfo. Un abrazo. Tu amigo, el
exalcalde.”
VIVIANA: (leyendo) “Querido exalcalde. Te agradezco por tu generosidad y tu amistad. Ha sido un placer
colaborar con ustedes en este plan. Ha sido muy fácil engañar a esas mujeres ingenuas que se creían
revolucionarias. Ha sido muy divertido jugar con sus sentimientos y sus ilusiones. Ha sido muy satisfactorio ver
cómo se derrumbaban sus sueños y sus esperanzas. Mañana estaré en el hotel para recibir mi pago y para
festejar con ustedes. Un abrazo. Tu amigo, Manuel.”
Viviana toma sus cartas y las guarda rápidamente en su bolso, con un poco de miedo de que alguien las
descubra. De repente, llega Manuel
Manuel:
(Entrando) Aquí está lo que me pediste.
Viviana:
(Disimulando) Gracias Manuel
Manuel:
(Sospechando) ¿Y está todo bien?
Viviana:
(Sonriendo falsamente) Todo está en orden, gracias por preguntar
Manuel sigue sospechando un poco sin embargo Viviana decide quedarse un poco más tiempo en la oficina
para evitar levantar sospechas.
Al día siguiente se reúne con sus amigas
Cafetería - Día
Viviana se reúne con sus amigas, Gema y Sara para mostrarles las cartas que encontró.
Gema:
(Sorprendida) ¡No puedo creer que esto haya sucedido!
Sara:
(Preocupada) Pero ¿qué haremos con esto? Si lo denunciamos, el alcalde podría intervenir.
Viviana:
(Pensativa) Tengo una idea. Podríamos publicar un nuevo artículo en nuestra editorial, pero esta vez sin
escondernos bajo un seudónimo.
Editorial - Día
Las chicas pasan horas revisando y editando el nuevo artículo, revisando cada detalle para asegurarse de
que todo sea correcto.
Finalmente, publican el artículo y la noticia sacude a toda Lima. Las reacciones son diversas, algunos
apoyan al alcalde mientras que otros deciden protestar por su derecho a la libertad de expresión.
Las chicas logran su objetivo y se sienten aliviadas al saber que pudieron sacar a la luz la verdad. A partir de
entonces, deciden trabajar juntas para seguir investigando y descubriendo la verdad detrás de otros
incidentes similares en la ciudad.
Exterior. Plaza de Lima. Día.
Hay una multitud de personas que se congregan en la plaza. Llevan carteles, banderas, pancartas,
megáfonos. Algunos gritan consignas, otros cantan canciones, otros aplauden. Todos expresan su
descontento y su indignación por lo que reveló el artículo de la revista Vick. Todos exigen la renuncia del
alcalde y el exalcalde, y el castigo para Manuel y sus cómplices. Todos reclaman su derecho a la libertad de
expresión y a la información veraz.
MULTITUD: (al unísono) ¡Fuera el alcalde! ¡Fuera el exalcalde! ¡Fuera Manuel! ¡Fuera los corruptos! ¡Fuera
los violadores! ¡Fuera los traidores! ¡Queremos justicia! ¡Queremos verdad! ¡Queremos libertad!
Entre la multitud, están Gemma, Viviana y Sara. Ellas también llevan carteles, banderas, pancartas,
megáfonos. Ellas también gritan consignas, cantan canciones, aplauden. Ellas también expresan su
descontento y su indignación. Ellas también exigen la renuncia y el castigo. Ellas también reclaman su
derecho.
GEMMA: (con un megáfono) ¡Amigas y amigos! ¡Hermanas y hermanos! ¡Ciudadanas y ciudadanos!
¡Estamos aquí para hacer historia! ¡Estamos aquí para cambiar el destino! ¡Estamos aquí para ser libres!
VIVIANA: (con un megáfono) ¡Sí, Gemma! ¡Así es! ¡Estamos aquí para hacer historia! ¡Estamos aquí para
cambiar el destino! ¡Estamos aquí para ser libres! ¡Y no nos vamos a rendir! ¡No nos vamos a callar! ¡No nos
vamos a dejar!
SARA: (con un megáfono) ¡No, Viviana! ¡No nos vamos a rendir! ¡No nos vamos a callar! ¡No nos vamos a
dejar! ¡Porque somos mujeres! ¡Porque somos valientes! ¡Porque somos Vick!
MULTITUD: (al unísono) ¡Sí, Sara! ¡Somos mujeres! ¡Somos valientes! ¡Somos Vick!
Gemma, Viviana y Sara se abrazan y se ríen. Se sienten unidas y felices. Se sienten orgullosas y
esperanzadas.
(empieza Canto de Gemma) Final