Apuntes Tema 10
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Como escribe Keesing, "en este campo del parentesco y la estructura social, los expertos difieren en
los primeros principios, no simplemente en detalles" (Keesing 1975:14).
1. Parentesco
Diccionario del Español Actual de M. Seco, O. Andrés y G. Ramos (Aguilar, Madrid, 1999), el
término castellano parentesco significa:
1. "Relación entre personas que descienden unas de otras o de un tronco común, o están ligadas
por vínculos matrimoniales".
Por tanto, la palabra parentesco en español parece tener un significado primaria y primordialmente
biológico-legal (consanguinidad o matrimonio), y un significado derivado de carácter más abstracto y
genérico, esto es, relación de semejanza o resultante de un origen común.
El Código Civil, y, más específicamente el Derecho de Familia, establece las leyes con arreglo a las
cuales los españoles de cualquier sexo, género, orientación sexual y condición étnica, religiosa o
profesional nos casamos o no, tenemos o no hijos legalmente reconocidos, nos divorciamos o no,
heredamos o no, disponemos o no de derechos de diverso tipo sobre nuestros familiares y parientes, y
cumplimos o no con nuestros deberes y obligaciones para con nuestros familiares y parientes; y esas
leyes llevan implícita una concepción del matrimonio, la descendencia, la familia y la herencia, más o
menos cIara y definida, discutible y discutida, compartida o cuestionada, que constituye lo que
podemos llamar la cultura legal española del parentesco.
Etimología:
Es decir, del plural latino parentes (que designa en la sociedad romana al grupo formado por pater et
mater y significa "los que producen, proporcionan o dan a luz” un niño) derivan en castellano -con
otra significación derivada de aquella: "personas unidas por una relación de parentesco" - tanto el
plural parientes corno su singular correspondiente, pariente (cada una de esas personas
emparentadas).
Aproximaciones teóricas:
Biológica
Robin Fox, por ejemplo, no tiene inconveniente en escribir que "lo que llamamos sistemas de
parentesco son esencialmente los sistemas de organización del apareamiento (the assortative mating
systems) de la especie Homo sapiens sapiens”.
El parentesco es un lenguaje:
Lévi-Strauss, por su parte, defendía que el parentesco consiste en un sistema de símbolos, esto es, un
lenguaje:
"No hay idea más peligrosa que aquella según la cual la familia biológica constituye el punto a partir
del cual toda sociedad elabora su sistema de parentesco. Sin duda, la familia biológica está presente y
se prolonga en la sociedad humana. Pero lo que confiere al parentesco su carácter de hecho social no
es lo que debe conservar de la naturaleza: es el movimiento esencial por el cual el parentesco se
separa de ésta. Un sistema de parentesco no consiste en los lazos objetivos de filiación o de
consanguinidad dados entre los individuos; existe solamente en la conciencia de los hombres, es un
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sistema arbitrario de representaciones y no el desarrollo espontáneo de una situación de hecho. Los
sistemas de parentesco son sistemas de símbolos. El sistema de parentesco es un lenguaje".
Historia
La Antropología del Parentesco comienza con la publicación, en 1871, del libro del jurista
norteamericano L.R. Morgan, Systems of Consanguinity and Affinity of Human Family.
Si podemos decir que la Antropología del Parentesco nace con los Systems de Morgan es porque
esa obra constituye a la vez el descubrimiento de un "continente teórico" nuevo, los sistemas
terminológicos del parentesco, y la primera recopilación y análisis sistemático de información
etnográfica sobre el parentesco en sociedades sin escritura, sociedades que constituirán el objeto
definitorio de la Antropología durante la mayor parte del siglo XX.
La Antropología del Parentesco -la historia de las distintas formas del matrimonio, de la familia y de
los sistemas de herencia- se inicia en el marco de la historia comparada del Derecho, y continúa una
antiquísima reflexión política y filosófica, iniciada en la antigua Grecia, sobre los orígenes,
fundamentos y desarrollo de las distintas instituciones sociales de la humanidad.
Ni Morgan ni tampoco Maine, Bachofen o McLennan fueron ni pudieron ser antropólogos desde el
punto de vista académico o profesional, pues cuando ellos pensaron, escribieron y polemizaron la
Antropología no gozaba aún de institucionalización académica en ningún país; todos ellos fueron
juristas, profesionales del Derecho.
Ahora bien, considerados como iniciadores de la teoría antropológica y juzgados desde el punto de
vista de lo que en el siglo XX había de ser la Antropología como disciplina académica
institucionalizada, hay entre ellos una importante diferencia: mientras que Maine, Bachofen y
McLennan fueron durante toda su vida "antropólogos de sillón" al estilo de Frazer, Morgan empezó
trabajando como etnógrafo del pueblo en el que descubrió el tipo clasificatorio de terminología del
parentesco, los Iroqueses, continuó recopilando -él mismo directamente entre los amerindios e
indirectamente, por medio de encuestas elaboradas por él y enviadas a sus colaboradores, en el resto
del mundo- un impresionante volumen de información nueva acerca de las terminologías del
parentesco de pueblos de todo el mundo, y sólo después utilizó esa información etnográfica nueva -
buscada, obtenida y elaborada por él- para intentar resolver los problemas teóricos que le
obsesionaban y que, desde el principio, habían orientado y guiado su investigación empírica:
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Por último, Systems de H. L. Morgan lega a los antropólogos del parentesco de finales del siglo
XIX y principios del XX un problema teórico fundamental: ¿cuál es la relación entre esos diferentes
aspectos del parentesco en una misma sociedad?
Desde la perspectiva inaugural de Morgan en Systems, ese problema puede descomponerse en dos y
formularse como sigue:
l. ¿Son las terminologías del parentesco un fenómeno puramente lingüístico, sin relevancia social
alguna, o registran una correlación significativa con algún otro aspecto de las relaciones sociales de
parentesco?
2. Familia:
Con el término familia se designaba inicialmente, en la Roma antigua, el patrimonio o bienes que un
varón adulto, el pater-familias, reunía bajo su autoridad en un mismo domus (casa): dentro de ese
patrimonio se encontraban, en primer lugar, los esclavos, la propia casa en su materialidad y los
distintos bienes de su propiedad (según Thomas, 1986:204, "la idea de tropa servil era la principal");
en segundo lugar figuraban los descendientes y sólo en último lugar la esposa (que era con
frecuencia, pero no siempre, la progenitora o genetrix de algunos de esos descendientes; algunos eran
retoños de otras mujeres legalmente reconocidos por el paterfamilias, que podía o no ser su genitor, y
otros eran descendientes por adopción).
Es decir, la noción romana de "familia" asociaba "cosas y personas en una serie continua"
(Thomas, 1986:204), remitía a la idea de domus o residencia común (casa: oikós en griego) y tenía
más que ver con la economía (tanto en el sentido clásico griego de "regulación o administración de
la casa", nomos del oikás, como en el sentido moderno de "optimización de los bienes o
propiedades") que con el parentesco biológico o con las relaciones derivadas de la procreación.
Esta referencia a la residencia común (a la familia como un grupo de parientes y no-parientes que
"viven juntos") y a la economía (a la familia como unidad económica de producción y/o de consumo;
o simplemente, hoy en día, de fiscalidad) sigue poderosamente presente en nuestra concepción
moderna de la familia y en muchas definiciones antropológicas de la familia como grupo de
parentesco.
3. Grupo de descendencia:
“Pero, como dijo Rivers y como dicen en la actualidad los antropólogos de Cambridge, sólo un
grupo definido que recluta sus miembros por nacimiento de acuerdo con un principio reconocido
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puede llamarse con exactitud grupo de descendencia, siendo el principio unilineal el único
principio que puede reconocerse" (pp.79-80).
"¿Es la palabra francesa 'filiation' una traducción adecuada de “descent”? Martine Segalen explica
que:
"La 'filiation' es el reconocimiento de lazos entre los individuos que descienden los unos de los otros.
Esta idea de 'descendance' aparece mejor en el término inglés descent que en nuestro término
[francés] 'filiation'. En efecto, el principio juega en los dos sentidos, ascendiendo o descendiendo a lo
largo de las generaciones sucesivas".
Por descendencia se entiende en castellano común tanto el "hecho de descender" como el "conjunto
de descendientes" y la relación establecida al descender o derivada del hecho de haber descendido:
relación que tiene un carácter "ancestro-céntrico" (ancester-focus), es decir, que tiene como centro y
como punto de referencia al ancestro o antepasado del que "descienden" sus "descendientes".
La relación de descendencia se traza desde el antepasado que se invoca hasta el EGO que postula
pertenecer al conjunto formado por los descendientes de aquel en las sucesivas generaciones entre el
ancestro y EGO. Esa misma relación trazada desde EGO hacia ese ancestro, o hacia cualquier otro de
los antepasados de EGO que éste encuentra en su "ascenso" genealógico hacia ese ancestro (y que es
por tanto también, como EGO, un descendiente de dicho ancestro) sería una relación de
"ascendencia", mientras la relación trazada desde EGO hacia sus hijos (C), los hijos de sus hijos
(CC) y los hijos de los hijos de sus hijos (CCC) sería a su vez una relación de descendencia vista
desde EGO, convertido ahora en antepasado de sus descendientes.
En sus usos lingüísticos en el campo semántico del parentesco, el término castellano "descendencia"
(como el término inglés “descent” con sus matices distintivos) no hace sino trasponer a la
representación en el espacio, como relación entre un "arriba" y un "abajo", la relación temporal entre
un "antes" y un "después" que constituye uno de los rasgos definitorios de la relación tanto genética
como genealógica entre generaciones sucesivas: por eso los diagramas de parentesco sitúan "arriba" a
quienes vivieron "antes" (y los llaman "antepasados"), y a quienes les sucedieron en el tiempo y
vivieron "después" los colocan "abajo" (y los llaman "descendientes").
La expresión "átomo de parentesco" fue introducida por Lévi-Strauss para referirse a la unidad
estructural más simple de los sistemas de parentesco. Ya que análogamente el átomo es la unidad
estructural más simple de la materia, aunque divisible en elementos menores (protones, núcleo,
neutrones…). El átomo del parentesco incluiría a individuos de uno u otro sexo.
No obstante, las perspectivas clásicas sobre los sistemas de parentesco han optado por definir el
átomo del parentesco de modos diferenciados.
1. Radcliffe-Brown: concepción familo-céntrica y jural
2. Robin Fox: concepción biosocial y matri-céntrica
3. Lévi-Strauss: concepción semiológica centrada en la alianza matrimonial
Su diferente consideración de cuál es el "átomo del parentesco" está ligada a diferentes teorías del
parentesco, a una diferente concepción de los sistemas de parentesco y a una idea distinta de qué es el
parentesco en general.
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Para Robin Fox, desde la perspectiva evolucionista (darwiniana) y "bio-social" que en su opinión debe
adoptar la Antropología, el átomo de parentesco lo constituye la relación básica entre genitrix y prole,
entre madre e hijo y/o hija (mother-child), que da como resultado una o más pareja(s) de germanos.
Ese núcleo del sistema de parentesco que es, para Radcliffe-Brown, la familia elemental "consiste en
un hombre, su mujer y el hijo/a o hijos/as de ambos, vivan juntos o no". Además, "el parentesco es
resultado del reconocimiento de una relación social entre padres e hijos, lo que no es lo mismo que la
relación física y puede coincidir o no con ella" (1950: 15).
Robin Fox tomó: “… la unidad madre-hijo/a (mother-child) como la unidad básica entre los
mamíferos y por tanto entre los humanos y desplegó la lógica de los sistemas de parentesco a partir de
ahí, a partir del mínimo necesario de supuestos (…) Desde el momento en que nos damos cuenta de
que lo que llamamos 'sistemas de parentesco' son esencialmente los sistemas de apareamiento
selectivo de la especie Homo sapiens sapiens, y de que todas y cualesquiera de las poblaciones de la
especie deben tener un sistema de ese tipo (en tanto que opuesto al apareamiento al azar), se hace fácil
entender por qué los 'sistemas de parentesco' son imprescindibles. Siempre están con nosotros, del
mismo modo que lo están, sean las que sean las circunstancias locales, el cortex prefrontal o la
locomoción bípeda" (1983: 1, 3 y 6).
"El interés que muestra el grupo por el matrimonio de sus miembros puede expresarse de forma
directa, como sucede en nuestra sociedad, donde los futuros esposos, si tienen la edad legal para
casarse, deben procurarse, en primer lugar, una licencia y, posteriormente, los servicios de un
representante reconocido del grupo para su unión. Esta relación directa entre los individuos, por una
parte, y el grupo como un todo, por otra, si bien reconocida esporádicamente en otras sociedades, no
puede decirse que sea frecuente. En cambio, uno de los rasgos casi universales del matrimonio es
que no se origina en los individuos, sino en los grupos interesados (familias, linajes, clanes, etc.)
y que, además, une a los grupos antes y por encima de los individuos. Dos razones explican este
hecho. Por una parte, la gran importancia del matrimonio hace que los padres, incluso en las
sociedades más simples, empiecen pronto a preocuparse por obtener cónyuges apropiados para
su progenie, lo cual puede llevar a prometer sus hijos (as) desde la infancia. Pero aquí nos
hallamos, ante todo, frente a una extraña paradoja que más tarde consideraremos de nuevo, y es que,
si bien el matrimonio origina la familia, es la familia, o más bien las familias, las que generan
matrimonios como el dispositivo legal más importante que poseen para establecer alianzas entre
ellas. Los nativos de Nueva Guinea expresan esta realidad al afirmar que el verdadero propósito del
matrimonio es tanto conseguir una esposa como procurarse cuñados. El hecho de que el
matrimonio tiene lugar más entre grupos que entre individuos explica de inmediato numerosas
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costumbres que a primera vista pueden parecer extrañas. Por ejemplo, de esta forma comprendemos
por qué en algunas partes de África, donde la descendencia sigue la línea paterna, el matrimonio no es
totalmente válido en tanto la esposa no ha dado luz a un varón, cumpliendo así la función de mantener
el linaje del marido. Los llamados levirato y sororato debieran explicarse a la luz del mismo
principio: si el matrimonio es la unión de dos grupos a los que pertenecen los cónyuges, no puede
haber contradicción en el reemplazamiento de uno de los consortes por sus hermanos o sus
hermanas. Cuando muere el marido, el levirato estipula que sus hermanos solteros gocen de un
derecho preferente sobre su viuda (o, como en ocasiones suele expresarse, comparten el deber de su
hermano muerto de sostener a su esposa y a sus hijos) mientras que el sororato permite a un hombre,
en una sociedad polígama, el matrimonio preferente con las hermanas de su esposa o, si la
sociedad es monógama, conseguir una esposa para reemplazar a la esposa si ésta no tiene hijos(as), o
ha de divorciarse de ellas por su mala conducta o fallece. Cualquiera que sea la forma en la que la
colectividad expresa su interés por el matrimonio de sus miembros, ya sea a través de la autoridad
investida en los poderosos grupos consanguíneos o, más directamente, a través de la intervención del
Estado, sigue siendo cierto que el matrimonio no es, ni puede ser, un asunto privado".
5. Terminología de Parentesco
Bifurcada Colateral
Nótese que la explicación que se propone para el caso de la terminología de bifurcación colateral es
diferente de las explicaciones funcionales que se ofrecieron en el caso de los restantes sistemas de
terminología de parentesco. Las explicaciones funcionales intentan relacionar costumbres particulares
con otros rasgos de una sociedad. Ciertos aspectos de una cultura están tan estrechamente
relacionados que cuando uno de ellos cambia, los otros también lo hacen de forma inevitable. En el
caso de las terminologías lineal, de bifurcación fundida, y generacional, los correlatos sociales están
muy claros. Sin embargo, puesto que carecemos de una explicación funcional satisfactoria para la
terminología de bifurcación colateral, se propuso en su lugar una explicación histórica
En la presentación del Tema 10 aparece un árbol genealógico del grupo Tapirapé de Brasil. Grupo
cultural estudiado por Wagley. Según nos explica el etnógrafo:
“Se han producido algunos cambios en la nomenclatura de parentesco desde 1935. Los datos [de
Shapiro] indican una fuerte tendencia (que creo que comenzó antes de 1939-40) para que los términos
de parentesco en el nivel generacional de los padres de uno pasen de un sistema de fusión bifurcado
a un sistema bifurcado colateral” (Wagley, 1977, p. 100).
Por qué se han producido estos cambios en la taxonomía nativa de parentesco. Según Wagley:
“Este desistimiento de fusionar términos para hermanos del mismo sexo es quizás un paso hacia el
aislamiento conceptual de la familia nuclear, o de cualquier unidad atomística de parentesco, al
menos terminológicamente. Está asociado con el “declive de la familia extendida matrilocal”,
resultado en sí mismo de la despoblación y de políticas demográficas autóctonas que ya no eran
sensatas” (Wagley, 1977, p. 100; también Shapiro, 1968, p. 22).
6. ¿Qué es la familia?
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Con el término familia se designaba inicialmente, en la Roma antigua, el patrimonio o bienes que un
varón adulto, el pater-familias, reunía bajo su autoridad en un mismo domus (casa): dentro de ese
patrimonio se encontraban, en primer lugar, los esclavos, la propia casa en su materialidad y los
distintos bienes de su propiedad (según Thomas, 1986:204, "la idea de tropa servil era la
principal"); en segundo lugar figuraban los descendientes y sólo en último lugar la esposa (que era
con frecuencia, pero no siempre, la progenitora o genetrix de algunos de esos descendientes; algunos
eran retoños de otras mujeres legalmente reconocidos por el paterfamilias, que podía o no ser su
genitor, y otros eran descendientes por adopción).
Es decir, la noción romana de "familia" asociaba "cosas y personas en una serie continua"
(Thomas, 1986:204), remitía a la idea de domus o residencia común (casa: oikós en griego) y tenía
más que ver con la economía (tanto en el sentido clásico griego de "regulación o administración de la
casa", nomos del oikás, como en el sentido moderno de "optimización de los bienes o propiedades")
que con el parentesco biológico, con las relaciones derivadas de la procreación.
Esta referencia a la residencia común (a la familia como un grupo de parientes y no-parientes que
"viven juntos") y a la economía (a la familia como unidad económica de producción y/o de consumo;
o simplemente, hoy en día, de fiscalidad) sigue poderosamente presente en nuestra concepción
moderna de la familia y en muchas definiciones antropológicas de la familia
como grupo de parentesco.
Familia vs Ascendencia
Tanto Parentesco como ascendencia están asociados a derechos, responsabilidades y obligaciones. No
obstante, en ocasiones los derechos y obligaciones asociados, por una parte, con la familia, y, por otra
parte, con el grupo de ascendencia, entran en colisión.
Muchas sociedades poseen tanto familias como grupos de ascendencia. Las obligaciones de la
primera pueden entrar en conflicto con las obligaciones de los segundos, más en las sociedades
matrilineales que en las patrilineales. En las últimas una mujer usualmente abandona el hogar
cuando se casa y cría a sus hijos en la comunidad del esposo. Después de dejar el hogar, no tiene
obligaciones principales o sustanciales hacia su propio grupo de ascendencia. Puede dedicarse por
completo a sus hijos, quienes se convertirán en miembros del grupo de su esposo.
En una sociedad matrilineal las cosas son diferentes. Un hombre mantiene fuertes obligaciones
tanto con su familia de procreación (su esposa e hijos) como para con sus parientes más cercanas
(sus hermanas y sus hijos). La continuidad de su grupo de ascendencia depende de sus hermanas
y sus hijos, pues la ascendencia la marcan las mujeres, y él contrae obligaciones basadas en
ascendencia para buscar su bienestar. También tiene obligaciones con su esposa e hijos. Si un
hombre está seguro de que los hijos de su esposa son suyos, cuenta con más incentivo para invertir en
ellos que en el caso de tener dudas.
Familia ampliada
en la clase baja, la incidencia de hogares de familia ampliada (aquellas que incluyen parientes no
nucleares) es mayor que en la clase media. Cuando este tipo de hogar, es decir, la familia ampliada
incluye tres o más generaciones, entonces se convierte en un hogar de familia extensa, como la
zadruga
Estudio Stack
Por otra parte, el estudio de Stack (1975) acerca de las familias dependientes de la beneficencia en un
gueto de una ciudad del medio oeste mostró que el compartir con parientes no nucleares es una
estrategia significativa que usan los pobres urbanos para adaptarse a la pobreza. All Our Kin es un
estudio de familias negras en el sector más pobre de una Comunidad del Medio Oeste. La atención
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se centra en las extensas redes de parentesco de dos familias de inmigrantes del sur: los Jackson de
Arkansas y los Waters de Mississippi, a quienes Carol B. Stack observó durante tres años.
La fase inicial de observación participante de Stack produjo la siguiente hipótesis: "que las
funciones domésticas se realizan, entre afroamericanos urbanos, por grupos de parientes que no
necesariamente viven juntos, y que la base de estas unidades es la estrecha cooperación interna de
mujeres adultas y el intercambio de bienes y servicios entre hombres y parientes femeninos" (p.
9). Stack refuta a la mayoría de los estudiosos de la familia afroamericana que ofrecían una visión
estereotipada de la familia negra como "desviada, matriarcal y rota" (p. 22).
Los datos presentados en este estudio resaltan "las estrategias de adaptación, el ingenio y la
resiliencia de familias urbanas [negras] en condiciones de pobreza perpetua" y"'la estabilidad
de sus redes de parentesco" (p. 22).
El autor sugiere que las redes de parentesco extensas no son disfuncionales sino más bien funcionales
y estables; y aún más importante, son estas redes –y no las ayudas gubernamentales o cualquier otro
sistema de apoyo externo, las que mantienen a flote a estas familias afroamericanas pobres.