T3 Biometano
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T3 Biometano
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Aplicaciones y usos: Biogás, biometano y lodos
INDICE
INDICE........................................................................................................................................................................... 2
1. INTRODUCCIÓN ....................................................................................................................................................... 4
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Biometano
1. INTRODUCCIÓN
Hasta ahora, hemos visto cómo un recurso renovable como son los desechos de tipo orgánico,
pueden tranformarse de manera sencilla en un un gas combustible y en un semisólido con
propiedades muy interesantes. En el primer tema, tratamos en qué consisten el biogás y el
biometano, qué semejanzas y diferencia tienen con el GN, el origen de su producción, y su
importancia en la economía energética y medioambiental. Hemos conocido las propiedades del
metano como combustible que nos servían de base para comprender la importancia de su
producción, como ha ayudado en el desarrollo de la historia, y cómo se espera que evolucione
a medio plazo.
En el tema 2 hemos aprendido a producir biometano desde las materias primas hasta su
distribución como producto valorizado. Hemos vistos procesos alternativos para producir el
metano a partir de la biomasa como son la Gasificación y la Fotobiorreacción, aunque
desarrollamos en profundidad la producción de biogás obtenido a partir de la Digestion
Anaeróbia (proceso DA) y su posterior depuración y valorización, por ser el proceso mas
arraigado y predominante en la industria.
En este tema, vamos a analizar qué usos tiene el biogás, el biometano, y los lodos. Veremos la
variedad de posibilidades que nos ofrecen, desde la producción energética hasta su uso como
materias primas. Con todo, sentaremos las bases para poder hacer un análisis en el siguiente
capítulo de los pros, los contras, y los beneficios medioambientales derivados de su
producción.
Para ello, vamos a dividir el tema en el uso del biometano como combustible para la
producción energética, su uso como combustible vehicular, y su uso como materia prima en la
industria. Igualmente, vamos a ver las posibilidades que nos ofrece el digestato,
fundamentalmente como fertilizante.
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Aplicaciones y usos: Biogás, biometano y lodos
En estas centrales funcionan dos sistemas: uno de gas, y otro de agua. El gas combustible se
quema para generar calor y electricidad en motores de tipo Diesel o Otto, pero también se
puede realizar en turbinas para producciones inferiores a 200kw o en motores tipo Stirling para
inferiores a 50kW (aunque con eficiencia inferior a los anteriores) (Seadi, y otros, 2008). Estos
sistemas están acoplados a un generador eléctrico (alternador) que produce electricidad con la
calidad requerida por la red.
A su vez, el calor generado por la combustión se trasmite al circuito de agua para producir
vapor a altas temperatura y presión, y que posteriormente producirá electricidad a través de
una turbina. Sin entrar en muchos detalles, la eficiencia eléctrica de una central de este tipo
está alrededor del 60%. Esto quiere decir que por cada 100Mj que contiene el gas que se
quema, se producen 60 de electricidad. El 40% restante (40Mj en este ejemplo), se convierten
necesariamente en agua caliente.
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Biometano
Figura 2-1. Esquemática simplificado de planta de ciclo combinado y cogeneración (adaptado de Rackhman.net)
Esta agua caliente, en algunos países como Suecia, Francia o Alemania se emplea para
aportar calefacción a barrios mediante el denominado sistema de calefacción de distrito
(District Heating) y/o para abastecer de agua caliente a la industria. Este tipo de centrales de
denominan de cogeneración, permiten aumentar al máximo el aprovechamiento energético, y
son el máximo exponente hoy día de la eficiencia energética.
Cuantos más concentrado esté el metano que suministramos a la central, menor caudal de gas
tendremos que aportar, ya que el gas contendrá más Mj por cada Nm 3. Por tanto, por razones
energéticas y económicas, se suele emplear el GN como combustible para este tipo de plantas
(39.6Mj/Nm3). Sin embargo, sabemos que el biometano tiene un PCI sólo 12% inferior al del
GN, debido a que, a diferencia del GN, las impurezas que lo acompañan restan PCI.
En la práctica no es el uso de uno ni del otro, sino una mezcla de los dos. El biometano llega a
las plantas por canalización en gasoducto. Ello implica forzosamente la mezcla de ambos, cuyo
poder calorífico se puede medir a la entrada de la planta. De esta forma, la central proporciona
un porcentaje de energía renovable, que será tanto mayor cuanto mayor sea la inyección de
biometano al sistema gasista.
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Aplicaciones y usos: Biogás, biometano y lodos
Como las centrales de ciclo combinado y cogeneración tienen una eficiencia mayor en la
producción energética, se espera que se recurra cada vez más al empleo de biometano como
combustible para dar salida al problema de los desechos urbanos, agrícolas, etc. y con ello
abordar también los problemas de abastecimiento energético sin perjudicar al medio ambiente.
Volviendo a los datos estadísticos del Tema 1, vemos que a nivel mundial la biomasa genera
electricidad, pero sólo un mero 0’4%, del cual el 20% lo aporta el Biogás (Biometano). Y es que
la forma mayoritaria que se ha empleado para aprovechar los desechos para la producción
eléctrica era la combustión directa, y se debía casi más a una necesidad de valorizar el residuo
leñoso por incineración, o a la falta de otros recursos. En la Figura 2-2, vemos un esquema de
una planta de cogeneración a partir de la incineración de residuos.
El calor generado en la incineración se emplea para hervir agua a alta presión y temperatura
con la que poder alimentar una turbina y con ello proporcionar electricidad. El calor que queda
en la corriente del agua puede reaprovecharse para aportar agua caliente para distintos usos.
En la ciudad sueca de Linköping, prácticamente toda la calefacción en hogares proviene de la
incineración y cogeneración en la planta local de Tekniska Verken.
Figura 2-2. Sistema de cogeneración a partir de incineración de residuos (ref. SEE Murdoch University)
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Biometano
Sin embargo, al producir Biometano nos aprovechamos por partida doble del gas y de los
lodos. El gas al quemarse no produce residuos sólidos como en el caso anterior, y los lodos
tienen un valor económico importante como fertilizante. Además, la humedad resta poder
calorífico en la incineración de residuos, y en el caso del biogás la humedad se elimina del
proceso, pues sale con los lodos o se elimina en la depuración. Por ello, una forma más audaz
de aprovechar la energía de los residuos para una cogeneración es la producción de biogás.
El biogás como tal se puede emplear (y de hecho se emplea) en la producción energética, bien
sea para proporcionar energía a la propia planta de tratamiento o a la región. Como en el caso
anterior, el tipo de energía que puede proporcionar también es de tipo cogenerativo, es decir,
electricidad y calor para diversos usos, aunque al tener menor valor que el biometano, en
ocasiones se emplea sólo para producir calor para la planta.
No obstante, aunque tenga una concentración inferior de metano que el biometano o el GN,
todavía proporciona alrededor del 60% del PCI que aporta este último, sin hacer gran cosa. En
la siguiente figura vemos una comparativa entre un biogás tipo y otros combustibles largamente
empleados en la generación energética y en vehículos.
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Aplicaciones y usos: Biogás, biometano y lodos
Figura 2-3. Comparativa del PCI de diferentes combustibles respecto al biogás (70% CH 4) (IDAE, 2007b)
En este caso, debemos tener en cuenta que el biogás a la salida del digestor contiene, sobre
todo, H2S, altamente corrosivo y que da lugar a problemas medioambientales entre otros. El
biogás debe ser depurado para adecuarlo a la combustión, aunque no es necesaria su
valorización a biometano.
El rendimiento eléctrico de una central de este tipo es del orden del 28-38% y la de producción
de calor del 55% (Arnaud, 2011), con lo que en total se puede llegar a aprovechar hasta el 93%
de la energía. Se emplean para baja potencia (<1MW) y se requiere la producción mínima de
400Nm3/h de biogás para que no se produzcan paradas. En caso de producción intermitente un
sistema de almacenamiento intermedio o auxiliar debe proporcionar la alimentación.
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Biometano
En el caso de una turbina, el sistema es menos interesante que el anterior, ya que su elevado
coste sólo la hace viable para producciones de biogás enormes, del orden de 100 veces
superior al anterior y tiene una eficiencia de producción eléctrica de 25% en el mejor de los
casos. Pueden funcionar de dos formas: como una turbina de gas, o como una turbina de
vapor.
En el primer caso, se realiza la combustión del biogás, cuyos gases de escape se hacen pasar
por una turbina que directamente genera energía. En el segundo caso, hablamos de una planta
tipo ciclo combinado, donde el gas se quema para generar vapor, y es este último el que
mueve la turbina.
Las únicas ventajas que tiene una turbina sobre un motor de gas es que una turbina puede
tratar mayores flujos de gas y producir mayores potencias (>>1MW), y que éste puede
contener hasta 7% de H2S, por lo que la etapa de depuración puede ser menos exigente.
En resumen. El uso de biogás a nivel industrial o para grandes potencias eléctricas, requiere su
depuración y valorización a biometano para ser tratado en una central de ciclo combinado con
cogeneración. Esto se debe a que el coste de la inversión para su valorización debe ser
compensado con las propiedades y la eficiencia energética de su explotación. A partir de la
cogeneración podemos obtener calefacción (incluso enfriamiento), agua caliente sanitaria
(ACS), agua caliente y vapor para la industria, y electricidad a gran escala, y todo gracias al
buen uso de un desecho que causa problemas medioambientales y técnicos en caso de no ser
tratado.
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Aplicaciones y usos: Biogás, biometano y lodos
Otra de las ventajas que nos ofrece el biometano es la posibilidad de emplearlo como
combustible para vehículos. No es raro hoy día encontrarse con estaciones de servicio en los
que se puede repostar Gas Natural, bien sea en su forma comprimida (GNC) o licuada (GNL).
El consumo de GN/BM vehicular se encuentra alrededor de 2.000-3.000 millones de m3/año
(1% del sector) y se espera que crezca hasta 15.000 millones de m3/año hasta 2020, pasando
del 1% al 5% del total del sector (EBA, 2016c) y hasta 30.000 millones de m3/año hasta 2030
alcanzando el 10% del transporte (GGG 2013).
Todos aquellos vehículos que puedan emplear GN, pueden emplear el Biometano y la mezcla
de ambos. De hecho, en países como Suiza, la proporción de biometano dentro de la mezcla
es como mínimo el 50%, estando Suecia, Alemania y Finlandia a la cabeza del su consumo
(REN21, 2016). Se estima que valorizando 5’4% del biogás mundial el biometano podría
sustituir al 10% del GN y cubrir el 0’5% de la demanda energética vehicular. Hoy día existen
más de 50 marcas que ofrecen modelos que funcionan con GN/BM y, como veremos más
adelante, muchos de los existentes se pueden modificar para su consumo. En la Tabla 2-1
podemos ver el parque de vehículos a gas en Europa para el año 2017.
Por definición, 1kg de gas combustible ocupa más espacio de lo que ocuparía como líquido.
Por ello el GN/BM se debe comprimir (GNC/MBC) o licuar (GNL/BML) para aumentar la
densidad material y energética, y poder ocupar un volumen apropiado dentro del vehículo (ver
Figura 2-4) y tener una autonomía competitiva.
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Biometano
Figura 2-4. Comparación de la densidad energética volumétrica y másica de diferentes combustibles para
automoción respecto a la gasolina E10 (referencia = 1) (fuente: US EIA)
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Aplicaciones y usos: Biogás, biometano y lodos
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Biometano
Lichtenstein 64 61 8
Norway 124 538 4
Switzerland 11 278 173 129
Total 12 816 777 167
Other European countries
Armenia 192 000 17 300 34 700
Belarus 4 600 0 0
Bosnia & Herzegovina 34 1 0
Georgia 3 000 0 0
Macedonia 7 47 0
Moldova 2 200 0 0
Russia 65 000 10 000 15 000
Serbia 792 58 28
Turkey 1 850 2 000 0
Ukraine 19 400 232 788 135 793
Total 288 883 262 194 185 521
All European NGV countries 1 427 467 275 716 195 037
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Este gas combustible puede alimentar motores Diesel y Otto, comúnmente consumidores de
gasóleo y gasolina, respectivamente. Hoy día existen muchos vehículos que funcionan sólo con
GN/BM, tanto en transporte ligero (utilitarios, taxis, vehículos de mantenimiento en ciudades...)
como pesados (autobuses). Es más, el motor Otto (gasolina), podría incluso funcionar con
Biogás con concentración de metano superior a 45%, pero debido a limitaciones técnicas y
económicas se emplea el biometano con más de 97% de metano en los vehículos (Seadi, y
otros, 2008) (ENERGIGAS SVERIGE, 2011) - no obstante el sistema se usa para la producción
energética y cogeneración en planta acoplándolo a un alternador.
Figura 2-5. Esquema de componentes básicos de un vehículo de GNC con motor Otto.
Igualmente, hay sistemas motores que pueden funcionar de forma hibrida en modo bifuel o
dual fuel, e incluso sustituir a la gasolina con leves modificaciones en la admisión de motor. En
modo bifuel, existen dos depósitos para combustibles distintos, y el motor emplea uno u otro. El
modo dual fuel, también existen dos depósitos, pero el motor emplea una mezcla de dos
combustibles, en proporciones que dependen de las necesidades.
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Biometano
Figura 2-7. Esquema de elementos en un camión con motor dual-fuel (ref. cleanairpower.com)
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Aplicaciones y usos: Biogás, biometano y lodos
Por supuesto, los motores de GN/BM también forman híbridos con motores eléctricos, en lo
que supone (a título personal) la combinación más prometedora y respetuosa con el medio a
nivel de emisiones y prestaciones a corto plazo. Entre los motores híbridos eléctricos, éstos
pueden funcionar en modo híbrido puro (HEV) o enchufable (PHEV).
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Biometano
Pero a nivel técnico, el BM también tiene muchas ventajas. La autonomía que ofrecen a los
vehículos y el precio al que se puede obtener el GNC/BMC, lo hacen un combustible ideal para
grandes utilitarios, como taxistas, autobuses, etc. Gracias a la posibilidad de comprimirlo.
Un vehículo de gasolina (sea puro o híbrido eléctrico) puede modificarse para circular sin
ningún problema. Se deben incorporar las bombonas de GNC/BMC en el interior del coche
(generalmente en el hueco del maletero), el sistema de repostaje y de inyección, al motor para
que funcione. Estas modificaciones se realizan de forma habitual y se amortizan con el ahorro
en combustible. También algunos motores Diesel de transporte pesado se pueden modificar
para trabajar con GNC/BMC, GNL/BML y en modo dual fuel con gasóleo, pero están aún en
desarrollo.
No menos importante, por el enorme potencial que tiene, es la faceta del biometano como
materia prima para producir hidrógeno y con ello alimentar a vehículos de hidrógeno, que se
espera que sean el futuro.
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Aplicaciones y usos: Biogás, biometano y lodos
Acarrea, pues, los mismos problemas de espacio y transporte que tiene biometano para su uso
en automoción, con el añadido de que el hidrógeno es altamente explosivo, y debe ser
manipulado con mucha prudencia, y más con estas presiones.
Tabla 2-2. Propiedades térmicas de distintos hidrocarburos combustibles respecto al hidrógeno (fuente. US DOE)
Existen dos tipos de vehículos que emplean hidrógeno como fuente energética: los vehículos
de motor de combustión interna de Hidrógeno, y los Vehículos Eléctricos con Célula de
Combustible (FCEV, en inglés). Los primeros funcionan de forma análoga a los vehículos con
motores de combustión que ya hemos visto (gasolina, gasóleo, GN/BM, etc.), pero empleando
hidrógeno molecular como combustible, y produciendo únicamente vapor de agua como gas de
escape.
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Por limitaciones termodinámicas, tienen pérdidas sustanciales por la cesión del calor, eficiencia
en combustión, rozamientos, etc. por lo que la eficiencia energética del vehículo está en torno
al 40% (EU EC 2015). La complejidad y el coste que supone disponer de hidrógeno en
repostaje requiere que el vehículo maximice este recurso, y por ello esta tecnología ha
quedado algo estancada en favor de los FCEV.
Los FCEV, por su parte, también emplean la oxidación del hidrógeno con el oxígeno ambiental
para producir agua. Pero en lugar de generar calor con una reacción de combustión (proceso
termodinámico), se produce una reacción Redox (proceso electroquímico), en la que se genera
un voltaje y una corriente que aprovecha un motor eléctrico, similar a lo que ocurre con un
vehículo eléctrico convencional (BEV o Battery Electric Vehicle). En la siguiente figura podemos
ver un esquema de su funcionamiento.
La diferencia fundamental con los otros eléctricos radica en que los FCEV no almacenan
energía en una batería, sino que ésta va en forma de hidrógeno molecular en un tanque, y se
libera en el momento de la reacción. Por tanto, se debe repostar hidrógeno de forma similar a
cualquier otro combustible, y no recargar una batería como hace un eléctrico convencional. Un
tanque completo de hidrógeno puede proporcionar una autonomía entre 500 y 600km, lo que
implica triplicar la autonomía de un eléctrico convencional (aunque está al alcance de un
Tesla). No obstante, ésta depende del tamaño del tanque de almacenamiento, lo que afecta al
diseño del vehículo, siendo la solución final un compromiso entre ambos aspectos.
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Aplicaciones y usos: Biogás, biometano y lodos
Esta tecnología también puede formar parte de vehículos eléctricos de autonomía extendida,
introduciendo tanques de 2kg de hidrogeno que servirían para regenerar la batería sin emitir
ningún tipo de contaminante, mientras el vehículo continúa su camino con una batería auxiliar.
Como vemos en el siguiente diagrama (Figura 2-10), la comparación de emisiones de efecto
invernadero hacen de esta tecnología una opción muy interesante respecto al resto de las
soluciones. Pero ¿qué papel puede jugar el biometano en este tipo de vehículos?
Figura 2-10. Comparativa de las emisiones de CO2 y de la autonomía de distintos motores con datos de 2010 y su
evolución estimada hasta 2050 (fuente: FuelCellToday 2013)
Uno de los principales problemas de esta tecnología está en la producción del hidrógeno, y en
su suministro a los puntos de repostaje. El número de estaciones de servicio que proporcionan
hidrógeno es muy inferior a las que ofrecen biometano, que lo hace muy escaso en
comparación con los combustibles fósiles. Pero es posible producir hidrógeno a partir del
reformado de biometano con vapor de agua, como vimos en el Tema 1, con una eficiencia de
conversión superior a 80%. Así, podemos producir hidrógeno con una materia prima renovable
y sostenible. Igualmente, la gasificación de biomasa produce tanto metano como hidrógeno,
pero es un proceso que aún está en vía de optimización.
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Biometano
Existen también células de combustible que emplean directamente el biometano para producir
electricidad, aunque en la actualidad no existen modelos comerciales con una tecnología muy
sólida. Es posible que estas células puedan desarrollarse y ser competitivas con otros sistemas
durante la próxima década.
Por último, podemos mencionar las posibilidades que ofrece como combustible para aviación y
para el transporte marítimo. El tipo de combustible empleado para aviación es el Keroseno con
especificación Jet A1 o Jet A2. Se trata de un hidrocarburo ligero derivado del petróleo, líquido
a presión y temperatura ambiente, con una densidad energética másica de 46Mj/kg. Aunque es
inferior al del GN, una vez más, al ser líquido ocupa menos espacio, y la densidad energética
volumétrica es unas mil veces superior. Pese a que el biometano no es muy indicado para esta
tecnología, sí se puede emplear para producir Gas to Liquid, o GlT.
Figura 2-11. Esquema de producción de combustibles con GN y reacciones de Fischer-Tropsch (fuente: US EIA)
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Aplicaciones y usos: Biogás, biometano y lodos
El resultado ha sido una mayor eficiencia energética y una reducción sustancial de las
emisiones de CO2 (20-30%), NOx (10-15%), SOx (90-100%), PM (60-70%) (según proyecto
HELIOS). Esta tecnología inyecta GNC/GNL a alta presión para producir mezcla con gasóleo
marítimo, para producir potencias entre 5MW y 100MW sin necesidad de realizar cambios
importantes dentro de la maquinaria de los barcos.
Aunque no se han realizado pruebas específicamente con biometano, sabemos que sus
aplicaciones son análogas, y por tanto puede llegar a contribuir a que la navegación marítima
sea menos poluta y más sostenible.
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Biometano
El hidrógeno no sólo es importante para las células de combustible y motores. Es una materia
prima esencial en el refino de petróleo y en la producción amoniaco y metanol, que son
compuestos básicos de la industria. Por ello, el biometano puede tener un papel clave para
producir estos compuestos en el camino de la independencia del petróleo.
El proceso del reformado con vapor es simple. Se hace reaccionar el metano con vapor de
agua a muy elevadas temperaturas y presiones (927ºC y 20-30bar). Esta reacción se acelera
sobre un catalizador de níquel, dando lugar al gas de síntesis según la reacción
Podemos comprobar que esta reacción es la inversa a la que vimos en temas anteriores, por el
que obteníamos metano a partir de gas de síntesis, o por la que obteníamos Gas Natural
Biosintético o GNB. Es por tanto muy interesante ver cómo el biometano ocupa el otro lado de
la ecuación, y pasa a ser materia prima para producir gas de síntesis para fines comerciales
distintos en la industria.
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Aplicaciones y usos: Biogás, biometano y lodos
Otros usos del biometano en la industria son la producción de pinturas, plásticos, detergentes y
otros (Thrän, y otros, 2014). Pero si bien el biometano aún no ha entrado de lleno en la
industria como materia prima, esencialmente por su baja producción a nivel mundial y, en
consecuencia, su elevado coste como materia prima frente al GN, en un futuro, con el
crecimiento de su producción y la importancia de hidrógeno para la industria química y del
motor, se espera que su uso aumente.
Igualmente, con el creciente precio del petróleo y del GN, y la demanda de productos cada vez
más ecológicos, es posible dar una salida sostenible a la industria empleando la misma materia
prima, pero con un origen renovable y bastamente disponible.
3.2 CO2
Este compuesto goza de muy mala reputación, pues es asociado directamente con el efecto
invernadero. Sin embargo, como veremos en el análisis del siguiente capítulo, este CO 2 no
afecta al balance de emisiones, puesto que ya habría sido previamente retirado del medio de
forma reciente, formando parte de la materia orgánica empleada en la producción.
Una de las propiedades que hemos visto del CO2, es que el CO2 se puede licuar a -78ºC en
contraste con los -162ºC necesarios para licuar el metano, y por ello se pueden separar ambos
por destilación criogénica. De esta manera, podemos separar una corriente de CO2 líquida a
temperatura inferior a -78ºC, y que puede servir como refrigerante para la industria alimentaria
(hielo seco), para el transporte refrigerado (ENERGIGAS SVERIGE, 2011 págs. 7-8), o para la
limpieza de superficies a nivel atómico, como en el caso de los telescopios de última
generación.
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Biometano
Al poder obtenerlo en concentración casi pura, el CO2 también sirve como reactivo para la
industria química. Es cierto que se puede obtener del aire y que haciéndolo se podría retirar del
medio contribuyendo positivamente contra el cambio climático. Pero ¿no hace falta la energía
para eso? ¿Y de dónde viene esa energía? ¿Se emite CO2 al producirla? Al producir
biometano, ya lo tenemos separado y nos sirve de subproducto que valoriza aún más nuestro
proceso. Como químico usa sobre todo para producir urea que, entre otras cosas, también se
emplea en la industria agraria como abono. Y, por supuesto, como hemos visto ya, forma parte
del gas de síntesis a partir del cual se producen sustancias muy importantes para la industria
como el metanol, se pueden producir policarbonatos (Seadi, y otros, 2008) ¡o incluso el propio
metano!
Una forma original de empleo es inyectándolo en invernaderos, para nutrir a las plantas durante
la fotosíntesis al tiempo que se acrecienta el efecto invernadero en el interior provocando un
calentamiento local, pero no global.
Por tanto, liberar el CO2 del biogás no supone un aporte neto de emisiones de efecto
invernadero a la atmósfera, pero sí que sería quizá más rentable intentar encontrar una salida
en la industria para añadir valor al biogás producido. Los productos producidos a partir de este
CO2 pueden presumir de tener una procedencia inocua para el medioambiente.
3.3 Otros
3.3.1. Azufre
Durante la etapa de purificación del biogás, retiramos el hidruro de azufre (H2S) por los
problemas que causa de corrosión en las instalaciones, su toxicidad, y por dar lugar al ácido
sulfúrico y la lluvia ácida tras su combustión si está presente en el biogás/biometano.
Pero en la industria este compuesto tiene unas estas características muy interesantes. El H2S
se puede emplear como ácido fuerte para reacciones químicas o como materia prima para
producir ácido sulfúrico, de gran importancia comercial como producto químico. Una vez
separado el H2S en las etapas de purificación, es posible separarlo y acondicionarlo para la
darle un segundo uso. Sin embargo, la mayor parte del azufre quedará en el contenido acuoso,
y se separarán como sales, que son igualmente valiosas para su recirculación al proceso de
digestión, o como fertilizantes.
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Aplicaciones y usos: Biogás, biometano y lodos
Las cantidades que se pueden separar de azufre son muy pequeñas. No obstante, puede ser
una forma elegante y económica de deshacerse del hidruro de azufre, si el proceso de
desulfuración lo permite.
3.3.2. Fósforo.
En secciones anteriores vimos que en el digestato se formaban 4 fases, de las cuales una de
ellas (la superior) estaba formada por fibras que hemos considerado un residuo. Pues bien, en
algunos casos no es así.
El fósforo tiende a acumularse en esas fibras. En aquellos casos en los que, por las
características de la materia tratada, se produzcan excedentes de fósforo, éste se puede
separar junto con las fibras durante el proceso de acondicionamiento del Digestato para uso
fertilizante y comercializarlo (Seadi, y otros, 2008).
Figura 3-1. Esquema del ciclo del fósforo en los suelos (ref: soilquality.org.au)
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Biometano
Fósforo Potasio
MS (%) Nitrogeno Tot (Kg/ton) NH4 (Kg/ton) pH
(kg/ton) (Kg/ton)
Tabla 3-1. Comparativa de composición de fertilizantes naturales vs. Digestato (fuente: Seadi, y otros, 2008)
Hay que tener en cuenta que este fertilizante proviene de la reutilización material y cierra el
ciclo de los nutrientes, devolviéndolos al suelo, lo que permite un ahorro estimado de 1 Ton/año
de combustible, 108 Ton/año de agua, y 7-9,7 Ton/año de CO2, provenientes de la producción
equivalente de fertilizantes industriales (EBA, 2016b). Este hecho es especialmente relevante
para hacer frente a escasez material de elementos como el Fósforo, por ejemplo.
El Digestato como fertilizante tiene una relación C/N mucho mejor que el estiércol y los purines,
y produce 80% menos de olores ya que los SV han sido consumidos en gran medida durante la
DA (Seadi y otros 2008). El amoniaco que pueda contener se absorbe más rápido que en los
fertilizantes industriales, y por ello se reduce su emisión a la atmósfera.
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Aplicaciones y usos: Biogás, biometano y lodos
La mineralización del Nitrógeno y del Fósforo a través de la DA, permite que se mejore la
retención de estos elementos en el humus del suelo, evitando la filtración en los suelos y su
consecuente desnitrificación (y posible nitrificación de aguas subterráneas) (Moletta, 2011).
Además, la utilización de estiércol y resíduos genera emisiones de nitrógeno a la atmósfera en
forma de NOx y de metano, con consecuencias muy serias para el calentamiento global.
Otra ventaja que supone su uso como fertilizante, reside en que muchos de los patógenos que
pueden acompañar a los abonos naturales tradicionales (estiércol, purines, compostaje
tradicional, etc.), se eliminan en el pretratamiento de las MMPP a la entrada del digestor y, de
forma adicional, en posibles tratamientos posteriores de los lodos. Este fertilizante elimina la
posibilidad de incorporar a los suelos microorganismos nocivos que pueden arruinar una
cosecha o el campo de cultivo, y reduce la necesidad de su tratamiento.
Figura 3-2. Proporción de tipos de post-tratamientos de la fracción líquida del Digestato en Austria, Suiza, y
Alemania en 2009 (fuente: IEA Bioenergy 2015)
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Biometano
Otro aspecto que debemos considerar es el transporte que requiere hasta el terreno de
aplicación. Cuanto mayor sea el coste del tratamiento, menor será las posibilidades de
utilización de este biofertilizante de forma rentable. Las plantas de biogás suelen situarse en
zonas de fácil acceso a las MMPP, y en la mayoría de las ocasiones cerca de zonas rurales.
Por ello, se suele emplear a nivel local o regional.
Con todo, no se nos puede olvidar que se depende de las MMPP, y que éstas pueden contener
metales pesados y otros contaminantes. Es necesario analizar la composición de los
fertilizantes y llevar un control antes de reintroducirlos a los suelos, para evitar la contaminación
y la sobresaturación de elementos. En línea con esto, la legislación nacional e internacional
debe establecer reglas claras sobre los biofertilizantes que, a nivel europeo, se limita a los
fertilizantes minerales (industriales).
Éstas son algunas recomendaciones para hacer un buen uso del digestato como fertilizante
(Holm-Nielsen et. al. 2009):
Durante el almacenamiento, conseguir una capa sólida a modo de costra que evite la
volatilización de los nutrientes, específicamente el amoniaco. Para ello, el nuevo
fertilizante se puede ir almacenando en el fondo del tanque, y así se facilita la
solidificación de la superficie.
Antes de su aplicación, el fertilizante debe ser mezclado para garantizar que la mezcla
es homogénea. A la hora de realizar la aplicación se recomienda la inyección en la
corteza superior del terreno.
El contenedor del fertilizante debe estar a cubierto de las inclemencias del tiempo y
protegido contra el viento para evitar la evaporación y propagar olores.
Las condiciones climáticas óptimas de aplicación del biofertilizante son alta humedad,
baja temperatura, y escaso viento.
Se puede añadir ácido al fertilizante para favorecer la aparición del ion amonio sobre el
amoniaco, y así favorecer la solubilidad y retención en el campo sobre la evaporación.
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Aplicaciones y usos: Biogás, biometano y lodos
Como conclusión, podemos decir que una planta de producción de biogás en una zona agrícola
no sólo proporcionará biocombustible para hacerla funcionar de forma autónoma (calor,
electricidad) y obtener beneficio comercial, sino que además puede recuperar y recircular de
forma eficiente los nutrientes de las zonas de cultivo, abaratando la fertilización, mejorando la
eficiencia de la absorción de los nutrientes, reduciendo riesgos de desnitrificación o filtrado a
aguas subterráneas, y, en general, optimizando el uso de recursos contribuyendo a una
agricultura más sostenible.
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