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Manual Del Ministro

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PREFACIO

Ante la necesidad de una pauta que facilite el fácil


y libre ejercicio del ministerio cristiano en una
forma ordenada y reverente, se ha elaborado
este Manual para Pastores, Ministros y Obreros
Cristianos.

Se ha tenido en cuenta también a aquellos que


desempeñan el cargo pastoral y que no han
gozado el privilegio de una preparación especial
al afecto.

Es bueno aclarar que este libro no pretende


establecer normas fijas o rituales inflexibles para
las iglesias evangélicas. Las sugerencias y
detalles de cada ceremonia pueden modificarse
según lo requieran las circunstancias,
guardando, desde luego, los principios
fundamentales evangélicos.

Se recomienda esta obra no solamente al que


ministra la Palabra de Dios, sino a todo miembro
o funcionario de la iglesia que se interesa
profundamente en el progreso del Reino de Dios.
SOLEMNIZACIÓN DEL MATRIMONIO

El matrimonio es una institución civil, así como


religiosa, y por lo tanto sujeto a reglamentos
legales.

El ministro deberá familiarizarse con las leyes del


estado o nación donde vaya a ejecutarse esta
ceremonia, para estar para estar seguro de
cumplir con los requisitos de la ley. Además de
llevar un registro en el cual hará constar los
Matrimonios' con todos los datos necesarios, la
firma de los contrayentes, los testigos y el
ministro.

La ceremonia, puede verificarse en el templo en


una casa particular, pero siempre ante testigos.

Nota: En muchos países de preciso que los


contrayentes presenten el certificado de las
autoridades civiles, comprobando que ya se ha
verificado el matrimonio civil en su forma legal.

Datos Generales de la Ceremonia


Conviene que el ministro y los Contrayentes
ensayen de antemano el orden del programa de
la ceremonia para evitar confusiones; el ministro
debe enseñar y hacer practicar la manera de
entrar y salir en una ceremonia nupcial.
CEREMONIA (I)
Introducción

Los contrayentes estarán juntos, ante el


ministro; el hombre a la derecha de la mujer.
Dirigiéndose a la congregación, el ministro
dirá:

"Estamos aquí reunidos en la presencia de Dios y de


estos testigos para solemnizar ante el
Todopoderoso, y en el nombre de nuestra santa -
religión, el contrato de matrimonio que este hombre
y esta mujer ya han celebrado ante las autoridades
civiles.
“El matrimonio es un estado honroso instituido por
Dios, y santificado por la presencia de nuestro Señor
en las bodas de Cana en Galilea. En las Sagradas
Escrituras se lee que es honroso en todo el
matrimonio, y se le consagra como símbolo de la
unión mística entre Cristo y su Iglesia.
“El matrimonio debe contraerse con reverencia y en
el temor de Dios, considerando los fines para que fue
ordenado, es decir, para compañerismo, apoyo y
consuelo que marido y esposa deben tributarse
recíprocamente, mientras perdure la vida.
“El matrimonio fue ordenado para continuar la
sagrada institución de la familia, y para que los hijos
que son herencia del Señor, sean criados en piedad
y rectitud. El matrimonio contribuye también al
bienestar de la sociedad y a transmitir por el buen
orden de familias la pureza, la santidad y la verdad,
de generación en generación.
“Esta clase de unión fue instituida por Dios con la
primera pareja humana, Adán y Eva, allá en el huerto
del Edén; su fin fue proporcionar felicidad a la
humanidad. Desde entonces los seres humanos la
han practicado y para darle consistencia la han
Legalizado. Puede decirse que el matrimonio es el
contrato legal de una unión espiritual.
“La Palabra de Dios, expresa que honroso sea en
todos el matrimonio' (Hebreos 13:4). Estas dos
personas han decidido abrazar este estado tan
honroso.”

Oración
"Nuestro Padre y nuestro Dios, ningún gozo nuestro
es perfecto, si tú no lo haces completo. Falta algo
sublime en nuestras horas más felices, si tu
bendición no nos acompaña. Te salpicamos que si el
Señor Jesús estuvo presente en las bodas de Cana
de Galilea, así también disfrutaremos nosotros en
estos momentos del gozo de tu divina presencia.

"Pedimos que la bendición de tu presencia sea una


realidad en la vida de este hombre y de esta mujer,
que van a hacer juramento solemne ante ti y estos
testigos, de modo que el recuerdo de esta hora santa
les fortalezca y les consuele en medio de todas las
pruebas y todos los cambios del futuro. Llena de
felicidad estos momentos, y manifiesta tu presencia
verdadera en estas bodas. Amén".
Preliminares
Luego el ministro se dirigirá a los
contrayentes con voz clara y audible:
"Habéis venido ante mí, ministro de Cristo, para ser
unidos, delante de Dios, con los santos lazos del
matrimonio. Esto representa un paso serio y
solemne donde os tomáis el uno para el otro para
afrontar las circunstancias que se os presenten, sea
en riqueza o en pobreza, para gozo o tristeza, para
salud o enfermedad, en todo lo que la vida da y en
todo lo que quita, y seréis el uno al otro fiel,
verdadero marido y verdadera esposa hasta que la
muerte os separe."
"Oíd, pues, la Palabra de Dios, escrita para vuestra
instrucción, y para que tengáis luz en vuestro
camino" (el ministro seleccionará las porciones que
desea leer).

Lectura de Escrituras

El ministro leerá, Efesios 5:25-33:

"Maridos, amad a vuestras mujeres, así como


Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por
ella, para santificarla, habiéndola purificado en el
lava- miento del agua por la palabra, a fin de
presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que
no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante,
sino que fuese santa y sin mancha. Así también los
maridos deben amar a sus mujeres como a sus
mismos cuerpos. El que ama a su mujer, a sí
mismo se ama. Porque nadie aborreció jamás a su
propia carne, sino que la sustenta y la cuida,

como también Cristo a la iglesia, porque somos


miembros e su cuerpo, de su carne y de sus huesos.
Por esto elhombre a su padre y a su madre, y se
unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne.
Grande es este misterio; mas yo digo esto respecto
de Cristo y de la iglesia. Por lo demás, cada uno de
vosotros ame también a su mujer como a sí mismo;
y la mujer respete a su marido." 1 Pedro 3:7
"Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas
sabiamente, dando honor a la mujer como a vaso
más frágil como a coherederas de la gracia de la
vida, para que vuestras oraciones no tengan
estorbo."

Otras Escrituras

El ministro leerá Efesios 5:22-24:

“Las casadas estén sujetas a sus propios maridos


como al Señor; porque el marido es cabeza de
lamujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la
cual es su cuerpo, y él es su Salvador. Así que, como
la iglesia está sujeta a Cristo, así también las
casadas lo estén a sus maridos en todo."

1 Pedro 3:1. “Asimismo vosotras, mujeres, Estad


sujetas a vuestros maridos; para que también los
que no creen a la palabra, sean ganados sin
palabra por la conducta de sus esposas.”
"Amén. Que Dios bendiga la lectura de su Santa
Palabra."

Luego el ministro dirá, dirigiéndose al hombre:

(Pronunciando el nombre
Completo_________________)

¿Quieres prometer delante de Dios y estos testigos,,


así como lo has prometido ante las autoridades
civiles, tomar a esta mujer (nombre), por tu legítima
esposa para vivir con ella conforme a lo ordenado
por Dios en el santo estado del matrimonio?
¿Prometes amarla, honrarla, consolarla, y
conservarla en tiempo de salud y enfermedad, en
prosperidad y sus sufrimientos, y conservarte
exclusivamente mente para ella, mientras los dos
vivieren?

El hombre responderá con voz clara:


“Si, lo Prometo.”

A la mujer: (Pronunciando el nombre completo


___________________)

¿Quieres prometer delante de Dios y estos testigos,


así como lo has prometido ante las autoridades
civiles, tomar a este hombre (nombre) por tu legítimo
esposo, para vivir con él conforme a lo ordenado por
Dios, en el santo estado del matrimonio? ¿Prometes
amarlo, honrarlo, respetarlo, ayudarlo, y cuidarlo en
tiempo de enfermedad y de salud, en prosperidad y
en sufrimiento, conservarte exclusivamente para el
mientras los dos vivieren?”

La mujer responderá con voz clara:


“Si, lo prometo.”

Entrega de anillos

En caso de que la ceremonia incluya la entrega de


un anillo o anillos, se procederá de la forma
siguiente:

El ministro dirá al novio:

¿Qué prenda le entregas como testimonio de tus


promesas?

El novio pondrá el anillo sobre el libro que tiene el


ministro en la mano, y el ministro tomando el
anillo, hará que el novio pronuncie las siguientes
palabras: “Con este anillo, te desposo, uniendo
contigo mi corazón y mi vida, y te hago partícipe
de todos mis bienes".

Luego el ministro dirá, entregando el anillo al


novio para que lo coloque sobre el dedo anular de
la novia:
"Que este anillo sea el símbolo puro e inmutable de
vuestro amor". (Se hará de igual manera cuando la
novia entregue el anillo al novio).

Luego se arrodillan los novios, si así se creyese


convenientemente, y el ministro dirá:
"En señal de vuestra fidelidad a los votos que os
habéis hecho, daos mutuamente la mano derecha".

El ministro colocará entonces la mano derecha


sobre las manos unidas de los novios, y elevará
una oración, en la cual incluirá las siguientes
peticiones:
"Dios eterno, creador y consolador del género
humano, dador de toda gracia espiritual, autor de
la vida eterna: bendice a este hombre y a esta
mujer, a quienes bendecimos en tu nombre, a fin
de que cumplan y se guarden siempre en paz y
amor, viviendo conforme a tus santos
mandamientos, y ordenando su hogar y vida en
armonía con tu Santa Palabra, mediante nuestro
Señor.”
"Te rogamos, oh Dios Todopoderoso, que seas
Salvador guía de sus almas inmortales, para que
alcancen mediante la redención de nuestro
Señor, la eterna gloria, Amén."

Al terminar la oración el ministro se dirigirá a


los concurrentes diciendo:

"A los que Dios ha unido, ningún hombre los


separe."

"Por cuanto (nombre de ambos) han consentido


ingresar en el estado de matrimonio, y en efecto
han celebrado el contrato matrimonial, primero
delante de las autoridades civiles, y después aquí
delante de Dios y estos testigos, habiéndose
dado y empeñado, su fe y palabra el uno al otro,
lo cual han manifestado por la unión de las
manos, yo los; declaro marido y mujer en el
nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén."

"El Dios Todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu


Santo os bendiga, conserve y guarde. El Señor
por su misericordia vuelva a vosotros los ojos de
su favor y os colme de tal manera de su gracia y
bendiciones espirituales que viváis en este
mundo en su santo temor y gocéis en el otro de
la vida celestial Amen.”

CEREMONIA (II)
El ministro dirá:

A los invitados:

Cuando Jesús fue llamado con sus discípulos a


una boda, gustosamente accedió ir y allí
comenzó su ministerio y sus obras de poder. Es
por eso que también hoy nos reunimos aquí para
ser testigos ante Dios, de las promesas que este
hombre y esta mujer van a ofrecerse mutuamente
y encaminarlos en su nuevo estado matrimonial,
por medio de nuestras oraciones y saludos
cristianos

A la pareja:

Este rito matrimonial al cual ustedes concurren


para ser unidos con lazaos religiosos es el rito
primero y mas

antiguo del mundo. Fue celebrado al comienzo del


mundo ante el mismo creador, como único testigo,
invitado y ministro, y lo que fue antes es también
ahora; el matrimonio nunca ha cesado, pues
sobrevivió al paraíso, y ha sido mantenido por el propio
Dios, para aliviar a las personas sus penas y consolar
las tristezas de nuestro corazón quebrantado. Así será
para cada uno de ustedes si en sus corazones abriga
el deseo de embellecerlo y endulzarlo por medio del
tierno cuidado aun en las cosas mías pequeñas por la
paciencia y por el sacrificio en beneficio del otro. Todo
esto lo imponemos ante ustedes dos, para memoria en
el nombre de Dios, y les recomendamos que la oración
constante les permita cumplir fielmente con esas
promesas, únanse ahora de la mano derecha.

Dirigiéndose al hombre:

"¿Toma usted esta mujer cuya mano sostiene, como


su legítima esposa? ¿Promete usted solemnemente
delante de Dios, y de estos testigos, cuidarla, amarla
y defenderla, y ser un esposo fiel y verdadero mientras
Dios le conceda vida?"

Responde el novio:

"Sí, señor."

Dirigiéndose a la mujer:

"¿Toma usted este hombre, cuya mano sostiene,


como su legítimo esposo; promete usted
solemnemente delante de Dios y de estos testigos
unirse a él por toda

la vida, bajo cualquier circunstancia, y ser una


esposa fiel y amorosa hasta que la muerte los
separe?"

Responde la novia:

"Sí, señor."

El anillo (opcional)

"Puesto que ahora como esposo es usted la cabeza


de la esposa, a quien le da su nombre y la toma para
cuidarla y proveerle, procedo a darle a usted este
anillo (darle el anillo al hombre) para que lo coloque
en el dedo de esta mujer, como señal de que usted
le recibe en verdad."

El novio coloca el anillo en el dedo de la novia.

“Así pues, usted cuidará a su esposa con la fuerza


de su vigor y con su amor protector.
“Usara este anillo como un vinculo de reverencia y fe
profunda completando ambos el circulo perfecto del
deber que hace de ustedes una sola personal

El pronunciamiento

En el nombre de Jesucristo y delante de estos


testigos, yo los declaro marido y mujer. Lo que Dios
ha unido, que ningún hombre lo separe.

"Y ahora, que Aquel que caminó en íntima comunión


con la primera pareja humana en los días de la
inocencia; aquel Varón de dolores que trajo gran
regocijo en la fiesta de bodas con su ministerio
milagroso; aquel que morando en vuestros
corazones puede hacer vuestra casa una morada de
amor y paz, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo- sean
con vosotros para siempre. Amén."

CEREMONIA III
El ministro está en entera libertad para usar la
forma que más le agrade al solemnizar los lazos
matrimoniales como ejercicios que preceden o
anteceden a la ceremonia matrimonial. Unos
principian leyendo las Sagradas Escrituras, parte
seleccionadas; otros principian orando, o haciendo
reminiscencias oportunas de ejemplos bíblicos.
Otros omiten todo esto al principio y lo reservan
para el final. Unos oran al principio y al fin. Lo mejor
es que cada ministro determine desde el principio la
forma de ceremonia que va a usar, según el caso lo
pide. El ministro debe estar seguro que los
contrayentes han cumplido con los requisitos de la
ley civil.

Los contrayentes puestos de pie ante el ministro, el


hombre a la derecha de la mujer, y los respectivos
testigos.

El ministro dirá:

La divina revelación declara que el matrimonio es un


estado honroso; instituido por Dios cuando el hombre
aún era inocente, antes que pecara contra su Hacedor
y fuera echado del Paraíso. Fue una concesión sabia
y benéfica, para contener inclinaciones impuras,
guardar el orden social y transmitir, por el buen orden
de familias, la pureza, la santidad y la verdad, de
generación en generación.
Cristo aprobó el matrimonio cuando hizo su primer
milagro y santificó con su presencia las bodas de Cana
de Galilea; y San Pablo recomienda que es digno de
honor entre todos; por tanto debe ser contraído con
reverencia y en el temor de Dios.

En seguida el ministro añadirá:

" si es la intención de ustedes unirse como marido y


mujer, lo manifestarán tómense de la mano derecha.”
Dirigiéndose al hombre:

¿Toma usted a esta mujer, cuya mano sostiene, como


su legítima esposa; promete usted solemnemente
delante de Dios y de estos testigos, que usted la
amará, honrará, consolará; que se conservará
solamente para ella, cumpliendo los deberes de un
esposo para con su esposa, mientras Dios le conceda
vida?"

El hombre responderá:

"Sí, lo haré".

El ministro dirigiéndose a la mujer:

"¿Toma usted a este hombre cuya mano sostiene,


como su legítimo esposo; promete usted
solemnemente delante de Dios y de estos testigos,
que lo amará, honrará, consolará; que se consagrará
solamente para él, cumpliendo con todos los deberes
y obligaciones que una esposa tiene para con su
esposo, mientras Dios les conceda vida?"

La mujer responderá:
“Sí, lo haré."

Si va a usar anillo, el ministro lo tomará de la mano


del hombre. Dirigiéndose a él:

"¿Le ha dado usted este anillo a ella como prenda y


prueba de que la toma como su legítima esposa, y que
es señal de amor puro y sincero de que usted la
amará, y cumplirá fielmente los sagrados votos con
que ahora se ha comprometido con ella, tomándola
como su esposa?"

El hombre responderá:
"Sí, señor."

Dirigiéndose a ella:

"¿Acepta usted este anillo de este hombre, a quien ha


tomado como su legítimo esposo, como prueba y
prenda de amor verdadero, y de que cumplirá
fielmente los votos sagrados que le ha hecho?"

La mujer responderá:

"Sí, señor."

El ministro devolverá el anillo al hombre


indicándole que se lo ponga a la mujer.

Enseguida dirá:

“Sea éste el sello de vuestra fe mutua y de vuestro


mutuo afecto y felicidad, recuerdo de este sagrado
servicio, y de los sacrosantos lazos del matrimonio,
por cuales os habéis unido en santo matrimonio, hasta
que la muerte os separe.
Por cuanto este hombre y esta mujer solemnemente,
y delante de Dios y de estos testigos se han dado y
empeñado su fe y palabra el uno y el otro, y lo han
manifestado por la unión de las manos, yo los declaro
marido y mujer en el nombre del Padre, del Hijo y del
Espíritu Santo. Amén. A los que Dios ha unido, ningún
hombre lo separe.

Porciones Bíblicas

Se pueden leer antes o después de la ceremonia

Génesis 2: 18-24.
Proverbios 7:6-27; 12:4; 31:10-12, 14, 20, 23; 31:10-
31 Mateo 19:3-12; 22:30
Romanos 7:2, 3
Tito 2:3-5
Hebreos 13:4 1a
Pedro 3:1-7
Coloreases 3:18, 19
Eclesiastés 9:9

ORACIONES SUGERIDAS

El Padrenuestro puede recitarse al principio


de la ceremonia. Para el fin de la ceremonia,
se ofrece lo siguiente:

"Dios eterno, Creador y Gobernador del género


humano, Dador de toda gracia espiritual, Autor de
la vida eterna: Bendice a este hombre y a esta
mujer, ayúdales día por día a formar su hogar del
cual Tú seas la cabeza y el Huésped invisible;
ayú- dales a fin de que cumplan, y guarden
siempre los votos y promesas que se han hecho
este memorable día.
"Dios el padre, Dios el hijo, y Dios el Espíritu
Santo os bendiga, conserve y os guarde; el Señor
en su misericordia vuelva a vosotros su rostro
para bendecirás rica y abundantemente, y os
llene de su santo amor, y Votéis en el mundo
venidero de la vida perdurable. Amén."

EL BAUTISMO

Su significado

El cristianismo neo testamentario no es una religión de


ritos; el corazón mismo de ella expresa el contacto
directo del hombre con su Dios, por medio del Espíritu
Santo. Por lo tanto no establece un sistema rígido de
culto, sino que le permite a la iglesia adaptar el método
que mejor expresa su vida. Existen, sin embargo, dos
ceremonias que son esenciales puesto que fueron
divinamente ordenadas, es decir, el bautismo en agua
y la Santa Cena.

En virtud de su carácter sagrado se las describe a


veces como sacramento, es decir, cosas sagradas;
también se las llama ordenanzas, porque fueron cere-
monias ordenadas por el Señor Jesucristo.
La palabra bautizar empleada en la fórmula, significa
literalmente sumergir. Esta interpretación está
confirmada por estudiosos del idioma griego e
historiadores eclesiásticos. El bautismo por inmersión
está en consonancia con el significado simbólico del
bautismo, es decir, muerte, sepultura y resurrección.
Romanos 6:1-4.

Candidatos al bautismo

Sólo las personas que han reconocido su pecado, que


se han arrepentido y han aceptado a Cristo Jesús
como su Salvador personal, son idóneas para el
bautismo. El pastor debe instruir de antemano a los
candidatos para que la ceremonia resulte solemne. El
pastor recibirá a los nuevos convertidos en clases
especiales para los catecúmenos. Estudiarán Manual
de Doctrinas Cristianas y cuando el pastor esté
satisfecho de la sinceridad de los candidatos, los
instruirá sobre la necesidad del bautismo en agua.

Conviene interrogar a los candidatos respecto a sus


propósitos cristianos, no bautizando al que no dé
pruebas de sinceridad.

La forma

Se tiene costumbre de celebrar un corto servicio


devociones antes de comenzar la ceremonia de
bautismo. Si el culto se realiza en un lugar público
donde se han congregados los no convertidos, es ideal
explicar el plan de la salvación y el significado
maravilloso del bautismo en agua.
Instrucciones para el pastor:

El pastor podrá leer lo siguiente:

"Mediante el sufrimiento expiatorio del Señor


Jesucristo hemos establecido una relación con Dios,
relación que se llama nuevo pacto, según la cual
hemos recibido el perdón de los pecados y la vida
eterna.

"Esta ceremonia de bautismo nos recuerda nuestras


obligaciones hacia Dios y hacia el hombre. Por lo
tanto, lo hacemos una oportunidad para consagrarnos
de nuevo y renovar nuestras promesas. Prometemos
trabajar para el progreso de la iglesia en conocimiento
y santidad; para promover su espiritualidad; para
sostener su culto, disciplina y doctrina.

"Como mayordomos o administradores de lo que Dios


ha confiado nos comprometemos a contribuir con
alegría y regularmente el sostén del ministerio, gastos
de la iglesia, ayuda a los pobres, y la extensión del
evangelio por todo el mundo

"Respecto de nuestra casa y seres amados nos


comprometemos a mantener el altar de familia y la
oración particular; criar a nuestros hijos en el temor del
Señor; y buscar la salvación de nuestros seres
amados y conocidos.

En virtud de nuestro llamado como creyentes, y por


amor a los inconversos por quienes también murió el
Señor Jesús, nos comprometemos a andar con
prudencia y discreción ante el mundo, evitando lo
pecaminoso o discutible; justo en nuestro trato, fiel a
nuestros compromisos y ejemplar en nuestra
conducta; evitar los chismes, las murmuraciones y la
ira pecaminosa; y ser fervoroso en nuestro esfuerzo de
fomentar el reino de nuestro Señor y Salvador.

"Porque uno es nuestro Señor y somos hermanos, nos


comprometemos a velar los unos por los otros en amor
fraternal; en orar los unos por los otros; en ayudarnos
en la enfermedad y en las dificultades; en ser corteses
en nuestro hablar, en no ofendernos por cualquier
cosa, ' y siempre estar preparados para la
reconciliación según las enseñanzas de nuestro
Señor.

"Confesando humildemente los pecados y fracasos


del pasado, oremos pidiendo la gracia y la fortaleza a
fin de cumplir estas promesas por amor de Dios y el
Señor Jesucristo."

Instrucciones para el que bautiza

Cuando los bautismos se realizan en el bautisterio, el


ministro bajará primero y ayudará a los candidatos a
bajar para evitar una caída. Procurará dar el frente al
auditorio para que la gente pueda ver el acto del
bautismo.

El ministro dirigirá una oración por los candidatos y


después cada uno de ellos dará un testimonio de su fe
en el Señor Jesucristo y de su firme y fiel
determinación de seguir hasta el fin. Luego los
candidatos serán bautizados uno por uno.
El ministro bautizará de derecha a izquierda. El
ministro le pedirá al candidato que cruce las manos
sobre el pecho. Luego, con la mano derecha, el
ministro tomará las manos cruzadas del candidato y
con la izquierda sostendrá el cuello del candidato, para
facilitar el ser levantado del agua. Cuando el bautismo
se realiza en el rio bautice contra la corriente; de esta
manera la fuerza de la corriente le ayudará a
levantarlo.

Fórmula

La fórmula más práctica es:


“Hermano (nombre y apellido), por cuanto usted ha
creído en el Señor Jesucristo, y lo ha aceptado como
su Salvador personal, yo lo bautizo en el nombre del
Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén."

Luego sumérjalo y de igual manera levántelo,


evitando siempre cualquier actitud que reste
solemnidad o provoque risa en la congregación.

También otra de las formas corrientes es la


siguiente:

"En obediencia a la gran comisión, y según la


profesión de su fe en el Señor Jesucristo, yo le bautizo
(úsese aquí el nombre de la persona) en el nombre del
Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén."

Puede decirse también:


"Por la confesión de su fe en Jesús como Cristo, el Hijo
de Dios y su Salvador, le bautizo en el nombre del
Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén."

Después de que todos hayan sido bautizados, se


hará oración por ellos y el pastor desde el agua
despedirá a la congregación.

LECTURAS BIBLICA

I “En aquellos dias vino Juan el Bautista predicando


en el desierto de Judea, y diciendo: arrepentios,
porque el reino de los cielos se ha acercado.”

“Pues éste es aquél de quien habló el profeta isaías,


cuando dijo: Voz que clama en el desierto: Preparad
el camino del Señor, enderezad sus sendas.”

“Y Juan estaba vestido de pelo de camello, y tenía


un cinto de cuero alrededor de sus lomos; y su
comida eralangosta y miel silvestre.”

“y salía a él Jerusalén, y toda Judea, y toda la


provincia de alrededor del Jordán, y eran bautizados
por él en el Jordán, confesando sus pecados.”

“Al ver él que muchos de los fariseos y de los


saduceos venían a su bautismo les decía:
¡Generación de víboras! ¿Quién os enseñó a huir de
la ira venidera?”

“Haced, pues, frutos dignos de arrepentimiento, y no


penséis decir dentro de vosotros mismos: A
Abraham tenemos por padre; porque yo os digo que
Dios puede levantar hijos a Abraham aun de estas
piedras.”

“Y ya también el hacha está puesta a la raíz de los


árboles; por tanto, todo árbol que no da buen fruto es
cortado y echado en el fuego.”

“Yo a la verdad os bautizo en agua para


arrepentimiento; pero el que viene tras mí, cuyo
calzado yo no soy digno de llevar, es más poderoso
que yo; él os bautizará en Espíritu Santo y fuego.”

“Su aventador está en su mano, y limpiará su


era; y recogerá su trigo en el granero, y quemará
lapaja en fuego que nunca se apagará.”

“Entonces Jesús vino de Galilea a Juan al Jordán,


para ser bautizado por él.”

“Mas Juan se le oponía, diciendo: Yo necesito ser


bautizado porti, ¿y tú vienes a mí?”

“Pero Jesús le respondió: Deja ahora, porque así


conviene que cumplamos toda justicia. Entonces le
dejó.”

“Y Jesús, después que fue bautizado, subió luego


del agua; y he aquí los cielos le fueron abiertos,
y vio al Espíritu de Dios que descendía como
paloma, y venía sobre él.”
“Y hubo una voz de los cielos, que decía: Este es
mi Hijo amado, en quien tengo complacencia ”
(Mateo 3:1-17)

II “Principio del evangelio de Jesucristo, Hijo de


Dios.”

“Como está escrito en Isaías el profeta: He aquí yo


envío mi mensajero delante de tu faz, el cual
preparará tu Camino delante de ti.”

“Voz del que clama en el desierto: Preparad el


camino del Señor; enderezad sus sendas.”

“Bautizaba Juan en el desierto, y predicaba el


bautismo de arrepentimiento para perdón de
pecados.”

“Y salían a él toda la provincia de Judea, y todos


los de Jerusalén; y eran bautizados por él en el
río Jordán, confesando sus pecados.”

“Y Juan estaba vestido de pelo de camello, y tenía


un cinto de cuero alrededor de sus lomos; y
comía langostas y miel silvestre.”

“Y predicaba, diciendo: Viene tras mí el que es más


poderoso que yo, a quien no soy digno de desatar
encorvado la correa de su calzado.”

“Yo a la verdad os he bautizado con agua; pero él os


bautizará con Espíritu Santo.”
“Aconteció en aquellosdías, que Jesús vino de
Nazaret de Galilea, y fue bautizado por Juan en el
Jordán.”

“Y luego, cuando subía del agua, vio abrirse los


cielos, y al Espíritu como paloma que descendía
sobre él.”

“Y vino una voz de los cielos que decía: Tú eres mi


Hijo amado; en ti tengo complacencia” (Marcos 1:1-
11).

“ Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda


potestad me es dada en el cielo y en la tierra.”

“Por tanto, id, y haced discípulos a todas las


naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y
del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que
guarden todas las cosas que os he mandado;y he
aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el
fin del mundo. Amén” (Mateo 28:18-20).

“Finalmente se apareció a los once mismos estando


ellos sentados a lamesa, y les reprochó su
incredulidad y dureza de corazón, porque no habían
creído a los que le habían visto resucitado.”

“Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el


evangelio a toda criatura.”
“El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el
que no creyere será condenado.”

“Y estas señales seguirán a los que creen: en mi


nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas
lenguas.”(Marcos 16:14-16).

“Pedro les dijo: Arrepentios, y bautícese cada uno de


vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón
de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu
Santo.”

“Porque para vosotros es la promesa, y para


vuestros hijos, y para todos los que están
lejos;para cuantos el Señor nuestro Dios llamare.”

“Y con otras muchas palabras testificaba y les


exhortaba, diciendo: Sed salvos de esta
perversa generación.”

“Así que, los que recibieron su palabra fueron


bautizados; y se añadieron aquel día como tres mil
personas.”

“Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en


la comunión unos con otros, en el partimiento
del pan y en las oraciones” (Hechos 2:38-42).

Hechos 8:26-39

Hechos 10:44-48
Hechos 16:25-34

Romanos 6:3,4

Colosenses 2:12

Gálatas 3:27

Hechos 2:38-39

RECEPCIÓN DE MIEMBROS NUEVOS

Los candidatos deben llenar los requisitos


delineados por la Iglesia para ser aceptados como
miembros.

CEREMONIA

Reunida la congregación, los candidatos se


pondrán delante de la congregación.

El ministro se dirigirá a la congregación


diciendo:
Amados hermanos, las Escrituras nos enseñan que
la iglesia es el cuerpo del cual Cristo es la Cabeza,
un ejército dirigido por su Capitán, Cristo Jesús. El
plan de Dios consiste en juntar en un mismo rebaño
a todos los nacidos de nuevo, para mantener la
edificación de los santos y proseguir con la prédica
de la Palabra al mundo entero.

Son deberes de los miembros procurar la paz y la


unidad de la iglesia, sobrellevando los unos las
cargas de los otros, socorriéndose mutuamente,
guardando fidelidad a la iglesia y contribuyendo al
sostenimiento de la misma en sus actividades.

Dirigiéndose a los candidatos, el ministro dirá:

Hermanos, habiendo hecho confesión pública de su


fe en Cristo y habiéndose bautizado en el nombre
del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo, y habiendo
sido ustedes recomendados por el cuerpo oficial de
la iglesia para ser admitidos como miembros,
¿prometen cooperar con sus vidas de santidad
como fieles seguidores de Cristo a la paz,
prosperidad y unidad de la iglesia?

Contestarán:

Sí, lo prometo.

Entonces el ministro dando la bienvenida,


estrechará la diestra de cada uno de los
miembros nuevos, y dirá:

Por cuanto han hecho profesión de su fe en el


señor Jesucristo, les doy la bienvenida a la
fraternidad de la iglesia y a la comunión de la mesa
del señor.

El pastor terminará con una bendición de la


siguiente manera:

"Dios el Padre, Dios el Hijo y Dios el Espíritu Santo


les bendiga y les guarde ahora y para siempre.
Amén.

"Y el Dios de paz que resucitó de los muertos a


nuestro Señor Jesucristo, el gran Pastor de las
ovejas, por la sangre del pacto eterno, les haga
aptos en toda obra buena para que hagan su
voluntad, haciendo él en ustedes lo que es agradable
delante de él por Jesucristo; al cual sea la gloria por
los siglos de los siglos. Amén."

SANTA CENA
El pastor debe anunciar con debida anticipación el
servicio de la Santa Cena, exhortar a los creyentes
a prestar atención a la conveniente preparación
espiritual y avisarles a los inconversos del peligro de
tomarla sin estar en condiciones.

La Santa Cena suele celebrarse generalmente a la


conclusión del culto ordinario del día del Señor, el
primer domingo del mes, por la mañana o por la
noche. Se debe extender una invitación a participar
en la cena a todos los presentes que sean miembros
en plena comunión de alguna iglesia evangélica.

Cada iglesia debe dictar las medidas necesarias de


disciplina por medio de las cuales se excluyan las
personas indignas a tomar parte de la santa cena.
No se debe precipitar esta ceremonia. Es un acto
profundamente solemne y santo, y debe esperarse
que los participantes reciban ricas bendiciones por la
presencia del Espíritu Santo.

Durante la ceremonia. Es importante que los


miembros entiendan que a la mesa del Señor deben
venir con corazones limpios y sin pecado. Leer 1
Corintios 11:27-32.

CEREMONIA (I)

Cuando se celebra la Cena del Señor el predicador


o el ministro bajará de la plataforma y se colocará
frente a la mesa ya preparada de antemano. Pedirá
a los diáconos o personas indicadas que pasen a la
mesa juntamente con él. Después que el pastor baja
de la plataforma y los ayudantes se sitúan a su lado,
se elevará una oración a Dios pidiendo su bendición
sobre los elementos.

Acto seguido el pastor y los diáconos designados,


procederán a repartir el pan y el jugo de uva a cada
participante.
Antes de ingerir el pan, el pastor leerá: "Porque yo
recibí del Señor lo que también os he enseñado: Que
el Señor Jesús, la noche que fue entregado, tomó
pan; y habiendo dado gracias, lo partió, y dijo:
Tomad, comed; esto es mi cuerpo que por vosotros
es partido; haced esto en memoria de mí." (1
Corintios 11:23-24.) Y dirá: “Comed todos el pan;
Luego de la misma manera leerá: "asimismo tomo
también la copa, después de haber cenado,
diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre;
haced esto todas las veces que la bebiereis, en
memoria de mí.

"Así, pues, todas las veces que comiereis este pan,


y bebiereis esta copa, la muerte del Señor anunciáis
hasta que él venga." (1 Corintios 11: 25,26.) Y dirá:
"Bebed todos el vino."

Después de haber bebido el vino (jugo de uva) y


haber tenido unos segundos de meditación y de
alabanzas al Señor, el pastor dirá: "Pues, todas las
veces que comiereis este pan, y bebiereis esta copa,
la muerte del Señor anunciáis hasta que él venga."
1 Corintios 11:26.

Dice la Palabra de Dios que después que Cristo y


sus discípulos comieron y bebieron el pan y el vino,
celebrando así la primera Cena del Señor, cantaron
un himno antes de retirarse del aposento alto (Mateo
26:30; Marcos 14:26).

Se puede cantar un himno.


Algunas iglesias acostumbran a tomar una ofrenda
para los pobres al fin de la Cena.

CEREMONIA (II)
1) Para participar en la Cena del Señor se requiere
una preparación del corazón por parte de todos los
hermanos. El que haya caído en pecado, debe
arrepentirse y buscar el perdón. En caso de existir
entre algunos de los miembros, enemistades, odios,
rencores, disgustos, deben amistarse antes de
acercarse a la mesa del Señor.

2) El pastor debe recordar a los miembros que tanto


él como los ancianos están a la orden para ayudar
espiritualmente a los que lo soliciten. Después de la
exhortación, conviene que todos se entreguen a la
oración y meditación, delante de Dios.

3) Como esta ceremonia es de carácter netamente


espiritual y exclusivamente para los creyentes, se
debe celebrar preferiblemente en un culto cuando
están reunidos los hermanos, y no en un culto común
de evangelización. Así habrá mayor libertad para
entrar en íntima comunión con el Señor.

4) El pastor debe explicar con anticipación el orden


del servicio y quiénes le ayudarán a repartir el pan y
el vino.

5) En una asamblea pequeña es conveniente que los


participantes se reúnan en el altar y allí esperar en
actitud silenciosa y en oración, la presencia del
Señor.

6) El pastor y los ayudantes, en frente de la mesa y


los elementos, (pan y vino), estarán al cargo de la
distribución de los mismos, pero con anterioridad
leerán una de las siguientes porciones de la
Escritura, dando preferencia a la primera de la
siguiente lista: 1 Corintios 11:23-26; Mateo 26:17-
20, 26-29; Marcos 14: 12-17, 22-25; Lucas 22:7-20.

(La exhortación y explicación de la Palabra debe


hacerse antes de acercarse los participantes al
altar).

7) Después de una oración el pastor leerá otra vez


los versículos respecto del pan, lo tomará y lo
entregará a sus ayudantes quienes lo distribuirán
entre los participantes. Se pueden cantar algunas
estrofas de algún himno durante la distribución.

8) Servidos todos, el pastor sirve a los ayudantes, y


el último servido será el pastor.

9) Todos unidos comerán en silencio.

10) De la misma manera se servirá el vino, y al final


se cantará un himno de alabanza.

11) El pastor se sentirá en plena libertad para


introducir unos himnos, o un período de oración o de
alabanza durante el servicio conforme guíe el
Espíritu Santo.
DEDICACIÓNDENIÑOS

En las Sagradas Escrituras no se halla ni enseñanza


ni ejemplos que autorice el bautismo de niños.
Según el Nuevo Testamento el candidato al
bautismo debe arrepentirse de sus pecados (Hechos
2:38), y creer en Jesucristo (Hechos 8:37). Estas dos
condiciones no son posibles en aquellos que no han
llegado al uso de la razón.

Por otro lado, las Sagradas Escrituras nos enseñan


que la presentación y dedicación pública de los niños
a Dios, solicitando su bendición sobre ellos y su vida
futura, fue y es una práctica admitida por la iglesia
de todos los tiempos. Esto no es un bautismo. Es una
presentación del niño a Dios, una acción de gracias
y de fe, una súplica de la bendición divina.

CEREMONIA (I)

Los padres traen al niño al altar mientras se canta un


himno apropiado. El ministro bajará del púlpito y
procederá a leer las siguientes escrituras:

"Y le presentaban niños para que los tocase; y los


discípulos reprendían a los que los
presentaban."Viéndolo Jesús, se indignó, y les dijo:
Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis;
porque de los tales es el reino de Dios.
"De cierto os digo, que el que no reciba el reina de
Dios como un niño, no entrará en él.
"Y tomándolos en los brazos, poniendo las manos
sobre ellos, los bendecía. (Marcos 10:13-16.)

"Entonces le fueron presentados unos niños, para


que pusiese las manos sobre ellos, y orase; y los
discípulos les reprendieron. Pero Jesús dijo: Dejad a
los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de
los tales es el reino de los cielos. Y habiendo puesto
sobre ellos las manos, se fue de allí." (Mateo 19: 13-
15.)

"Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es. "Y


amarás a Jehová tú Dios de todo tu corazón, y de
toda tu alma, y con todas tus fuerzas. "Y estas
palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu
corazón; y las repetirás a tus hijos, y hablarás de
ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y
al acostarte, y cuando te levantes. "Y las atarás
como una señal en tu mano, y estarán como
frontales entre tus ojos; y las escribirás en los postes
de tu casa, y en tus puertas." (Deuteronomio 6: 4-9.)

"Así, no es la voluntad de vuestro Padre que está en


los cielos, que se pierda uno de estos pequeños."
(Mateo 18:14.)

Entonces el Ministro dirá a la congregación:

"Mis amados hermanos y amigos:


"Dios ordenó la familia como una institución divina
desde los comienzos de la humanidad. Los hijos son
la herencia que el Señor ha encomendado al cuidado
de sus padres. De aquí la obligación que ellos tienen
ante Dios y la sociedad de velar por sus hijos.
Confesamos que sobre nuestras vidas y las vidas de
nuestros hijos, Cristo es Rey y Señor. Nos
comprometemos en cuanto nos sea posible, a
instruir a estos niños en su Ley y en su Santa
voluntad. La Santa Palabra nos ofrece muchos
ejemplos de todo esto.

Jocabed instruyó a su propio hijo Moisés después de


haberlo entregado al Señor. Ana reconoció que su
hijo Samuel pertenecía a Jehová. La virgen María
trajo al templo a su niño para dedicárselo al Señor.

Los padres de este niño (niña) reconocen su


responsabilidad de nutrir, enseñar y amonestar a
esta criatura en el temor y obediencia de la Palabra
de Dios desde su temprana edad.

Traemos a Dios a los niños que él nos ha confiado,


los dedicamos a él y suplicamos para ellos la
bendición de Dios.

Entonces el ministro dirigiéndose a los padres


dirá:

Ministro:

Ante la presencia de Dios, y de estos testigos,


¿prometen ustedes criar esta criatura en el temor del
Señor?

Los padres: Sí, lo haremos.


Ministro:

¿Prometen, además guiarle en todo el conocimiento


del camino del Señor diariamente?

Los padres: Sí lo haremos.

Ministro:

¿Prometen ustedes instruirlo para que conozca a


Cristo como su Salvador personal?

Los padres:Sí,loharemos.

Ministro:

¿Prometen ustedes que, en cuanto esté de su parte,


darle a esta criatura un ejemplo consecuente y
piadoso de vida cristiana?

Los padres: Sí lo haremos.

Ministro:
¿Presentan ustedes este niño (o niña) en solemne y
sincera dedicación?

Los padres: Sí, señor.

Ministro:

¿Se consagran ustedes a criar a este niño en la


doctrina y enseñanza de la Santa Palabra de Dios?

Los padres: Sí, señor.


Ministro:

¿Prometen ustedes criar este niño en la práctica


diaria de la oración, y ayudarle a formar el carácter
cristiano, y a hacer todo lo que esté de su alcance
para criar un ambiente hogareño como ejemplo de
devoción?

Los padres: Sí, lo haremos.

Ministro:

Por cuanto ustedes han prometido delante de Dios,


y de estos testigos, y de esta congregación dedicar
este niño (o niña) a Dios, y ustedes mismos lo han
afirmado con sus mismas palabras, les aconsejo que
se dediquen a su sagrada obligación con sabiduría,
perseverancia y santa devoción.

Entonces el ministro (si no hay inconveniente)


tomará al niño en sus brazos y poniendo las
manos sobre él dirá:

"(Nombre del niño), te dedicamos a Dios el Padre, el


Hijo y el Espíritu Santo. El Señor te fortalezca todos
los días de tu vida."

Oración dedicatoria: "Ahora, Padre bendito, Creador


del cielo y de la tierra, te ha placido ordenar la vida
de esta manera, porque lo viste bueno y benéfico
para las criaturas que tú hiciste; te ruego por el
bienestar futuro de este niño (niña). Líbralo de las
corrientes del pecado, y de las enfermedades que
hacen estrago entre la infancia. Que a medida que
crezca, en edad y en estatura, crezca también en la
gracia y en el conocimiento de nuestro Señor
Jesucristo. Dales gracia y sabiduría a sus padres
para que lo críen en el camino cristiano. Lo dedico a
tu honra y servicio, en el nombre del Padre, del Hijo,
y del Espíritu Santo. Amén."

El ministro queda en entera libertad de hacer la


oración que mejor le parezca.

Cuando el ministro concluye estas palabras, acto


continuo se contara un himno, y mientras se
canta, los padres se retirarán a tomar asiento y el
ministro volverá a la tribuna para despedir a la
congregación.

CEREMONIA II

Mientras los padres pasan al frente con el niño,


se cantara un himno apropiado. El ministro
bajara del pulpito a encontrarse con los padres
del niño y procederá a leer lo siguiente:

"Ana dio a luz un hijo, y le puso por nombre Samuel


Y lo trajo a la casa de Jehová en Silo a Eli, y ella dijo:
Por este niño oraba, y Jehová me dio y Jehová me
dio lo que le pedí Yo, pues, lo dedico también a
Jehová; y Samuel creció y Jehová estaba con el y no
dejo caer a tierra ninguna de sus palabras. 1 Samuel
1:2024-28, 3: 19
En el Nuevo Testamento leemos concerniente a
Cristo, que al cumplir los ochos días de nacido, le
pusieron por nombre Jesús. Y le trajeron a Jerusalén
para presentarle al Señor. Y he aquí había en
Jerusalén un hombre llamado Simón y él le tomó
Señor, despides a tu siervo en paz, porque han visto
en sus brazos, y bendijo a Dios, diciendo: Ahora, mis
ojos tu salvación. Y José y su madre estaban
maravillados de todo lo que se decía de él. Y el niño
crecía y se fortalecía, y se llenaba de sabiduría; y la
gracia de Dios era sobre él. Lucas 2:21, 22, 25, 28,
29, 30, 33, 40

Instruye al niño en su camino, y aun cuando fuere


viejo no se apartará de él. Proverbios 22: 6.

Y dijo Jehová: Yo sé que Abraham mandará a sus


hijos y a su casa después de sí, que guarden el
camino de Jehová, haciendo justicia y juicio. Génesis
18:19. Y estas palabras que yo te mando hoy,
estarán sobre tu corazón; y las repetirás a tus hijos,
y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando
por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes.
Deuteronomio 6:6, 7.

Dirigiéndose a los Padres:

Hermanos, nos reunimos con motivo de una ocasión


feliz al igual que María y Ana. Ustedes han traído a
este niño (a) al templo a presentarlo al Señor.
Conocen lo que Jesús dijo: ―Dejad a los niños venir
a mi y no se lo impidáis porque de los tales es el reino
de los cielosǁ.

Dirigiéndose a los padres

Hermanos, nos reunimos con motivo de una ocasión


feliz. Al igual que María y Ana de antaño, Ustedes
han traído este niño (niña) al templo para presentarlo
al Señor. Ustedes ya conocen las palabras del
Maestro: "Dejad a los niños venir a mí y no se lo
impidáis; porque de los tales es el reino de los
cielos."

Es propio que ustedes traigan este niño (niña) a los


pocos días de nacido. El ministerio y maravilla de
esta nueva vida los lleva a venir reverentes y con
temor ante el Padre de toda vida, para darles un
nuevo mensaje referente a la dignidad de la vida y la
obligación de la paternidad.

El propósito de este servicio es ayudarles, como


padres, a apreciar la obligación de instruir al niño en
los caminos del Señor, para que cuando arribe a los
años que requieren responsabilidad, pueda discernir
y elegir el bien sobre el mal, y así aceptar a
Jesucristo como su Salvador y Maestro. Dios tiene
un propósito para la vida de este niño. Encontrar ese
propósito y llevarlo a cabo significa el éxito;
rechazarlo o ignorarlo significará el fracaso, no
importa cuánto el mundo nos aclame. Es su privilegio
y deber, guiar a su niño (niña) dentro de la voluntad
perfecta de Dios para su vida cristiana.

“En este empeño, ustedes deben consagrarse hoy


mismo; para este fin hoy dedican ustedes a su hijo al
señor.”

“De acuerdo al propósito para el cual ustedes han


venido, deben responder al siguiente convenio o
pacto”

PACTO Y CONVENIO

Ministro - ¿Presentan ustedes a su hijo (hija) ante


Dios para dedicarlo solemnemente al servicio del
Señor?

Los Padres - Sí, señor.

Ministro - ¿Se consagran ustedes como padres de


este niño (niña) a instruirle en las enseñanzas y
caminos del Señor?

Los Padres - Sí, señor.

Ministro - ¿Prometen instruirlo en las enseñanzas


de Jesucristo, y en las prácticas de la 'oración, y
guiarle en el desarrollo de un carácter cristiano?

Los Padres - Sí, señor.

Ministro - ¿Prometen modelar hasta donde sea


posible la vida de su hijo (hija) en el hogar, por medio
de sus devociones familiares, por la palabra y por el
ejemplo, para que a la edad apropiada, acepte a
Jesucristo y participe de la comunión de los
hermanos cristianos y preste servicios a la iglesia de
Cristo.

Los Padres Sí, señor.

Ministro - Por cuanto ustedes me han prometido


delante de Dios, de estos testigos y de esta
congregación, dedicar este niño (niña) a Dios, y
ustedes mismos lo han afirmado con sus palabra, les
aconsejo que se consagren a la sagrada obligación
con sabiduría, perseverancia y santa devoción."

Oración dedicatoria

Ahora, Padre bendito, Creador del cielo y de la tierra,


te ha placido ordenar la vida de esta manera porque
lo viste bueno y benéfico para las criaturas que tú
hiciste; te ruego por el bienestar futuro de este niño
(niña). Líbralo de las corrientes del pecado, y de las
enfermedades que hacen estrago entre la infancia,
que a medida que crezca en edad y estatura, crezca
también en la gracia y en el conocimiento de nuestro
Señor Jesucristo. Dales gracia y sabiduría a sus
padres para que lo críen en el camino cristiano. Lo
dedico a tu honra. Haga Jehová resplandecer su
rostro sobre ti y tenga de ti misericordia; alce Jehová
a ti su rostro, y ponga en ti paz."

Cuando el ministro termine de pronunciar estas


palabras, acto continuo se cantará con la
congregación un himno adecuado.
MINISTERIO A LOS ENFERMOS
Es conveniente mencionar que los creyentes
esperan que sus pastores los visiten. A
continuación ofrecemos datos y consejos referentes
a este precioso ministerio.

1) El Señor demanda con amor que sus ministros


visiten a los enfermos ofreciéndoles la compasión y
ayuda espiritual que necesitan. Un pastor apático o
indiferente al dolor ajeno no es un digno
representante de Aquel que llevó nuestras
enfermedades y nos mira con sus ojos de
compasión eterna. 1 Juan 3: 11-16; 1 Juan 4:7-21;
Juan 21: 15-17.

2) El quehacer de Dios es también el del pastor en


su dignidad o de embajador del gran Rey (2
Corintios 5:20). El pastor debe ayudar al enfermo a
acercarse a Dios (Salmo 145: 18; 34:18).

3) El ministro ayudará al enfermo a aprender la


lección que Dios intenta enseñarle a través de la
enfermedad. Quizá Dios quiera inculcarle una
lección de disciplina o de demostrar su fidelidad en
la prueba (Job 23:10; Daniel 3:19-28).

4) El pastor no debe censurar a los enfermos de su


congregación que consultan con los médicos,
aunque debe enseñarles a confiar en el gran
Médico.

Si el pastor o ministro es casado, debe visitar a los


enfermos en compañía de su esposa. Algunas
veces puede visitarlos en unión de los diáconos de
la iglesia.

5) El ministro debe visitar a los enfermos y afligidos


(Santiago 1: 27) y tratar de inculcar en sus
corazones porciones bíblicas para ser usadas por el
Santo Espíritu de Dios.

6) Después de instruir al enfermo y prepararlo para


recibir por fe su sanidad, debe orar confiando que
Dios lo sanará. Es conveniente unirse a personas
de fe, para orar por los enfermos.

7) Resulta de mucha ayuda para el enfermo la


lectura de la Palabra de Dios, y los testimonios de
aquellos que han sido sanados por el Señor. Es
bueno mantener esa atmósfera de fe después de la
sanidad, hasta que el enfermo se fortalezca en la
experiencia que ha tenido.

Escrituras sobre sanidad divina

Éxodo 15:23-26 Marcos 6:56

Éxodo 23:20-25 Marcos 16:17-


20

Números 21:4-10 Lucas 4:16-21

Deuteronomio 7:12-15 Lucas 10:9,17

Deuteronomio 28: 1-30 Lucas 13:16

Salmos 103.3 Juan 10:10


Salmos 107:17-21 Juan 14:12-14

Isaías 53.4,5 Hechos 10:38

Jeremías 17:14 Gálatas 3:13

Mateo 8:16,17 Santiago 5:14-


16

Mateo 10:8 1 Juan 3:8

Mateo 12:15

La Visita

Debe ser breve, de acuerdo con las circunstancias


y a juicio del pastor. En los casos de ser
hospitalizado el paciente, el ministro deberá inquirir
en las oficinas del hospital si se puede visitar al
enfermo, pues a veces no es posible por asuntos
relacionados con la enfermedad y el enfermo.

Al acercarse al cuarto y al enfermo, el pastor debe


hacerlo con mucho cuidado y quietamente, su
rostro complaciente, y con palabras tiernas y
bondadosas.

El propósito principal de la visita es estimular la fe


del enfermo, con la esperanza e inspiración que
Jesucristo trae al corazón. El ministro mantendrá
siempre una actitud gentil y afectuosa hacia el
enfermo.
Debe hacerle pocas preguntas; en general los
enfermos están débiles y no resisten visitas largas.
Si el enfermo desea hacer preguntas, debe
permitírsele que las haga, pues eso le ayudará
espiritual y físicamente.

Ninguna impresión negativa referente a la condición


física del enfermo debe traslucirse en las palabras
del ministro.

Se leerá al enfermo una porción corta de la Palabra


de Dios, usándose un tono suave en la voz.
Algunas veces le es muy beneficioso al enfermo un
himno apropiado, cantado en voz baja.

La Palabra de Dios para sanidad

Si la Palabra de Dios no enseña sanidad divina,


aquellos que la predican están caminando sobre un
terreno peligroso. Si las Escrituras hablan de la
sanidad divina, los que se resisten a creer que es
para ellos, y aún peor, la niegan abiertamente y
atacan esta doctrina, tendrán que ajustar sus
cuentas con el Autor de la Palabra Inspirada.

Más abajo expresamos algunos de los numerosos


textos que consideramos claros, amplios y
positivos.
1.“Yo soy Jehová tu sonador." Éxodo 15:26
2. “Yo quitaré toda enfermedad de en medio de ti."Éxodo 23:25
3. "Y quitará Jehová de ti toda enfermedad".
Deuteronomio 7:15
4. “Y cuando alguno miraba a la serpiente de bronce,
vivía."Nm. 21:9
5. Bendiciones de la obediencia y consecuencias de la
desobediencia. Deuteronomio 28

6. "Y sonó a todos los enfermos; para que se cumpliese


lo dicho por el profeta Isaías, cuando dijo: El mismo
tomó nuestras enfermedades, y llevó nuestras
dolencias." Mt. 8:17

7. "Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho


por nosotros maldición." Galatas 3:13

8. Cristo los sanó a todos; por lo tanto, la voluntad de


Dios es sanar.

"Y sanó a todos los enfermos." Mateo 8:16

"Si quieres puedes limpiarme... y le dijo: Quiero, sé


limpio." Marcos 1:41

"Y todos los que le tocaban quedaban sanos." Marcos


6:56

"Y le siguió mucha gente, y sanaba a todos." Mateo


12:15

9. "Yo he venido para que tengan vida, y para que la


tengan en abundancia." Juan 10:10

10. "Cómo ungió con el Espíritu Santo y con poder a


Jesús de Nazaret, y cómo éste anduvo haciendo bienes
y sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque
Dios estaba con él." Hechos 10:38.
“Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las
obras del diablo.” 1 Juan 3:8

11. “Cuando Jesús la vio, la llamó y le dijo: Mujer, eres


libre de tu enfermedad.” Jesús sanó a esta mujer que
Satanás tenía enferma hacía dieciocho años. Jesús no
preguntó si era la voluntad de Dios que siguiera en ese
estado para su bienestar espiritual. Jesús dijo que “se
le debía desatar de esta ligadura en el día de reposo.”
Lucas 13:16

12. La sanidad es para los hijos de Dios, y tienen


derecho a ella. “Jesús le dijo: Deja primero que se
sacien los hijos, porque no está bien tomar el pan de
los hijos y echarlos a los perrillos.” Marcos 7:27

13. Jesús se aplicó a sí mismo (Lucas 4:16-21) la


profecía de Isaías que dice: “El Espíritu de Jehová el
Señor está sobre mí, porque me ungió Jehová; me ha
enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, a
vendar a los quebrantados de corazón, a publicar
libertad a los cautivos, y a los presos apertura de la
cárcel; proclamar el año de la buena voluntad de
Jehová, y el día de venganza del Dios nuestro; a
consolar a todos los enlutados.” Isaías 61:1,2

14. Los milagros de Jesús probaron su divinidad.

"¿Creéis que puedo hacer esto? Ellos dijeron: Sí,


Señor." Mateo 9:28

“Pues para que sepáis que el Hijo del Hombre tiene


potestad en la tierra para perdonar pecados (dijo al
paralitico): A ti te digo: levántate, toma tu lecho, y vete
a casa.” Lucas 5:24
“Este principio de señales hizo Jesús en Caná de
Galilea, y manifestó su gloria, y sus discípulos creyeron
en él.” Juan 2:11

“Creedme que yo soy en el Padre, y el Padre en mí; de


otra manera, creedme por las mismas obras.” Juan
14:11

“si yo no hubiese hecho entre ellos obras que ningún


otro ha hecho, no tendrían pecado; pero ahora han
visto y han aborrecido a mi y a mi padre.” Juan 15:24.
Esta evidencia de señales son mas necesarias ahora
que antes.

15.Cristo les dio a los doce poder para sanar


enfermedades: “Sanad enfermos, limpiad leprosos,
resucitad muertos, echad fuera demonios; de gracia
recibisteis, dad de gracia.” Mateo 10:8

Igualmente hizo con los setenta:

“Y sanad a los enfermos que en ella haya, y decidles:


Se ha acercado a vosotros el reino de Dios.”

“Volvieron los setenta con gozo, diciendo: Señor, aun


los demonios se nos sujetan en tu nombre.” Lucas
10:9, 17

Finalmente dio ese poder a los creyentes:

“De cierto, de cierto os digo: el que en mí cree, las


obras que yo hago, él las hará también, y aun mayores
hará, porque yo voy al padre. Y todo lo que pidiereis al
Padre en mi nombre, lo haré.” Juan 14:12,13

16.La epístola de Santiago da una orden especifica a


los enfermos de llamar a los ancianos de la iglesia, y
ordena a estas últimos que oren por él, ungiéndole con
aceite en el nombre del Señor “sobre los enfermos
pondrán sus manos, y sanarán.” Marcos 16:18

17.Cristo ha prometido levantar al enfermo y perdonar


sus pecados. Santiago 5:15

18.” Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad


unos por otros, para que seáis sanados.” Santiago 5:16

19.”La oración eficaz del justo puede mucho.” Santiago


5:16

20.Perdón y sanidad van unidos de la mano en la


Palabra de Dios.

“Quien perdona todas tus iniquidades, el que sana


todas tus dolencias.” Salmos 103:3

“Sáname, o Jehová, y seré sano; sálvame y seré salvo;


porque tu eres mi alabanza.” Jeremías 17:14

“Hijo, tus pecados te son perdonados.” Marcos 2:5

“Levántate, toma tu lecho, y vete a tu casa.” Marcos


2:11

Estas promesas de sanidad jamás han sido


revocadas, y sus mandatos jamás han recibido
una contraorden del Señor. Ningún cuerpo
eclesiástico tiene autoridad o poder para hacer
una cosa o la otra.
SERVICIO FÚNEBRE
Consejos prácticos

1) Tan pronto como el ministro recibe noticia de la


muerte de uno de sus miembros se trasladará de
inmediato al hogar del difunto para ofrecer su ayuda y
consuelo espiritual.

2) El ministro averiguará con mucho tacto los planes de


la familia para el funeral y los cumplirá en todo lo que
sea posible. Puede hacer con mucho cuidado las
sugerencias pertinentes.

3) Debe precisarse lugar y hora del funeral, y sise va a


realizar en la iglesia, el hogar, o en la capilla mortuoria.
4) Si el ministro disfruta de la confianza de la familia,
evitará a toda costa que incurran en gastos excesivos,
como sucede con frecuencia cuando las emociones
intensas embargan el corazón y los sentidos.

5) El servicio fúnebre es una oportunidad digna de la


mayor consideración y meditación, para tratar de
alcanzar una audiencia tan heterogénea, con el
mensaje de esperanza y salvación de nuestro Señor
Jesucristo.

Llegada la hora de la ceremonia:

6) El pastor usará ropa obscura.


7) El sermón deberá ser corto, sencillo y fácil de
comprender para no perder su objetivo principal:
consolar a los dolientes y llevar a los concurrentes a un
momento de meditación sobre un futuro encuentro con
Dios.
8) Para el servicio en la casa o en la capilla, el ministro
llegará a la hora indicada, pero no comenzará hasta
recibir la autorización de la familia. De antemano, el
ministro tendrá ya preparado el programa del servicio.
9) El sermón estará de acuerdo con el lugar donde se
va a exponer: en el hogar, en la capilla fúnebre de la
casa mortuoria, o en el cementerio. En caso de ser
necesario los tres, se procurará que los sermones sean
diferentes.

Mensaje
Sugerencias de tópicos y textos para sermones

1) De las tinieblas a la luz, Amos 5: 8.


2) Valor para vivir y fe para morir, 1 Corintíos 15:58. 3)
Todo lo puedo en Cristo, Filipenses 4:13.
4) Anclados en la Roca, Salmo 27:5.
5) La Tierra Prometida, Apocalipsis 21:4.
6) ¿Qué es la vida? Santiago 4:14.
7) En él está la vida, Juan 1:4.
8) El consuelo de Cristo, 2 Corintios 5:1-8.
9) Vida abundante, Juan 10:10.
10) El último enemigo, 1 Corintios 15:26.
11) El cielo es mucho mejor, Filipenses 1:23.
12) La casa de mi Padre, Juan 14:2.
13) Los muertos bienaventurados, Apocalipsis
14:13.
14) La despedida de Pablo, 2 Timoneo 4:7, 8.
15) Cuándo es estimada la muerte, Salmo 116:15.

Selección de Escritura para servicios


funerales Para un niño
"En aquel tiempo lo discípulos vinieron a Jesús,
diciendo: ¿Quién es mayor en el reino de los cielos?

"Y llamando Jesús a un niño, lo puso en medio de ellos,


y dijo: e cierto os digo, que si no os volvéis y os hacéis
como niños, no entraréis en el reino de los cielos.

"Así que cualquiera que se humille como este niño, ése


es el mayor en el reino de los cielos.

"Y cualquiera que reciba en mi nombre a un niño como


este, a mí me recibe.

"Y cualquiera que haga tropezar a alguno de estos


pequeños que creen en mí, mejor le fuera que se le
colgase al cuello una piedra de molino de asno, y que se
le hundiese en lo profundo del mar.

"Mirad que no menospreciéis a uno de estos pequeños;


porque os digo que sus ángeles en los cielos ven
siempre el rostro de mi Padre que está en los cielos.

"Porque el Hijo del Hombre ha venido para salvar lo


que se había perdido.

"¿Qué os parece? Si un hombre tiene cien ovejas, y se


descarría una de ellas, ¿no deja las noventa y nueve y
va por los montes a buscar la que se había
descarriado?

"Y si acontece que la encuentra, de cierto os digo que


se regocija más por aquella, que por las noventa y
nueve que no se descarriaron.
"Así, no es la voluntad de vuestro Padre que está en
los cielos, que se pierda uno de estos pequeños."
(Mateo 18:1-6; 10-14.)

"Traían a él los niños para que los tocase; lo cual


viendo los discípulos, les reprendieron. Mas Jesús,
llamándolos, dijo: Dejad a los niños venir a mí, y no se
lo impidáis; porque de los tales es el reino de Dios”
(Lucas 18:15-16).

“Asi ha dicho Jehová: voz fue oída en ramá, llanto y


lloro amargo; Raquel que lamenta por sus hijos, y no
quiso ser consolada acerca de sus hijos, porque
perecieron.”

“Asi ha dicho Jehová: reprime del llanto tu voz, y de las


lagrimas tus ojoas; poruqe salario hay para tu trabajo,
dice Jehová, y volveran de la tierra del enemigo.”

“Esperanza hay tambien para tu porvenir, dice Jehová,


y los hijos volverán a su propia tierra.” ( Jeremías
31:15-17)

“Desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo


volveré allá. Jehová quitó; sea el nombre de Jehová
bendito.” (Job 1:21)

“Aguarda a Jehová; esfuérzate, y aliéntese tu


corazón; sí, espera a Jehová” (Salmo 27:14)

“Jehová es bueno, fortaleza en el día de la angustia; y


conoce a los que en él confían” (Nahúm 1:7).

“Como el padre se compadece de los hijos, se


compadece Jehová de los que le temen. Porque él
conoce nuestra condición; se acuerda de que somos
polvo.”(Salmo 103:13-14)

Consuelo divino

Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán


consolación” (Mateo 5:4).

“Consolaos, consolaos, pueblo mío, dice vuestro Dios”


(Isaías 40:1).

“El Espíritu de Jehová el Señor está sobre mí, porque


me ungió Jehová; me ha enviado a predicar buenas
nuevas a los abatidos, a vendar a los quebrantados de
corazón, a publicar libertad a los cautivos, y a los presos
apertura de la cárcel; a proclamar el año de la buena
voluntad de Jehová, y el día de venganza del Dios
nuestro; a consolar a todos los enlutados; a ordenar que
a los afligidos de Sion se les dé gloria en lugar de ceniza,
óleo de gozo en lugar de luto, manto de alegría en lugar
del espíritu angustiado; y serán lamados árboles de
justicia, plantío de Jehová, para gloria suya” (Isaías
61:1-3)

“Ahora, así dice Jehová, Creador tuyo, oh Jacob, y


Formador tuyo, oh Israel: No temas, porque yo te redimí;
te puse nombre, mío eres tú. Cuando pases por las
aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos, no te
anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás,
ni la llama arderá en ti. Porque yo Jehová, Dios tuyo, el
Santo de Israel, soy tu Salvador; a Egipto he dado por tu
rescate, a Etiopía y a Seba por ti.” (Isaías 43:1-3)
“No temas, porque yo estoy contigo; no
desmayes,porque yo soy tu Dios que te esfuerzo;
siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra
de mi justicia” (Isaías 41:10).

“Sean vuestras costumbres sin avaricia, contentos con


lo que tenéis ahora; porque él dijo: No te desampararé,
ni te dejaré.” (Hebreos 13:5)

“También vosotros ahora tenéis tristeza; pero os volveré


a ver, y se gozará vuestro corazón, y nadie os quitará
vuestro gozo.” (Juan 16:22)

“La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el


mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga
miedo.” (Juan 14:27)

“Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí,


aunque esté muerto, vivirá. Y todo aquel que vive y cree
en mí, no morirá eternamente.” (Juan 11:25-26)

“Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor


Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda
consolación, el cual nos consuela en todas nuestras
tribulaciones, para que podamos también nosotros
consolar a los que están en cualquier tribulación, por
medio de la consolación con que nosotros somos
consolados por Dios.” (2 Corintios 1:3-4)

Soberanía de Dios
“Estad quietos, y conoced que yo soy Dios; seré
exaltado entre las naciones; enaltecido seré en la tierra”
(Salmo 46:10).
“Todos los habitantes de la tiena son considerados como
nada; y él hace según su voluntad en el ejército del cielo,
y en los habitantes de la tienra, y no hay quien detenga
su mano y le diga: ¿Qué haces?” (Daniel 4:35).

“ ¿Quién enseñó al Espíritu de Jehová, o le aconsejó


enseñándole? ¿A quién pidió consejo para ser avisado?
¿Quién le enseñó el camino del juicio, o le enseñó
ciencia, o le mostró la senda de la prudencia? He aquí
que las naciones le son como la gota de agua que cae
del cubo, y como menudo polvo en las balanzas le son
estimadas; he aquí que hace desaparecer las islas como
polvo. ¿A qué, pues, haréis semejante a Dios, o qué
imagen le compondréis? Él está sentado sobre el círculo
de la tierra, cuyos moradores son como langostas; él
extiende los cielos como una cortina, los despliega como
una tienda para morar” (Isaías 40:13-15,18,22).

“En su mano está el alma de todo viviente, y el hálito de


todo el género humano” (Job 12:10).

“ ¡Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y de la


ciencia de Dios! ¡Cuán insondables son sus juicios, e
inescrutables sus caminos! Porque ¿quién entendió la
mente del Señor? ¿O quién fue su consejero? ¿O quién
le dio a él primero, para que le fuese recompensado?
Porque de él, y por él, y para él, son todas las cosas. A
él sea la gloria por los siglos” (Romanos 11:33-36).

“En el temor de Jehová está la fuerte confianza; y


esperanza tendrán sus hijos” (Proverbios 14:26).

“¿No has sabido, no has oído que el Dios eterno es


Jehová, el cual creó los confines de la tierra? No
desfallece, ni se fatiga con cansancio, y su entendi-
miento no hay quien lo alcance. El da esfuerzo al
cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene
ningunas. Los muchachos se fatigan y se cansan, los
jóvenes flaquean y caen; pero los que esperan a Jehová
tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las
águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se
fatigarán” (Isaías 40:28-31).

Mortalidad
“Señor, tú nos has sido refugio de generación en
generación. Antes que naciesen los montes y formases
la tierra y el mundo, desde el siglo y hasta el siglo, tú
eres Dios. Vuelves al hombre hasta ser quebrantado, y
dices: Convertios, hijos de los hombres. Porque mil
años delante de tus ojos son como el día de ayer, que
pasó, y como una de las vigilias de la noche. Los
arrebatas como con torrente de aguas; son como
sueño, como la hierba que crece en la mañana. En la
mañana florece y crece; a la tarde es cortada, y se
seca. Porque con tu furor somos consumidos, y con tu
ira somos turbados. Pusiste nuestras maldades delante
de ti, nuestros yerros a la luz de tu rostro. Porque todos
nuestros días declinan a causa de tu ira; acabamos
nuestros años como un pensamiento. Los días de
nuestra edad son setenta años; y si en los más
robustos son ochenta años, con todo, su fortaleza es
molestia y trabajo, porque pronto pasan, y volamos.
¿Quién conoce el poder de tu ira, y tu indignación
según que debes ser temido? Enséñanos de tai modo a
contar nuestros días, que traigamos al corazón
sabiduría. Vuélvete, oh Jehová; ¿hasta
cuándo? Y aplácate para con tus siervos. De mañana
sácianos de tu misericordia, y cantaremos y nos
alegraremos todos nuestros días. Alégranos conforme
a los días que nos afligiste, y los años en que vimos el
mal. Aparezca en tus siervos tu obra, y tu gloria sobre
sus hijos. Sea la luz de Jehová nuestro Dios sobre
nosotros, y la obra de nuestras manos confirma sobre
nosotros; sí, la obra de nuestras manos confirma”
(Salmo 90).

“ El hombre nacido de mujer, corto de días, y hastiado


de sinsabores, sale como una flor y es cortado, y huye
como la sombra y no permanece” (Job 14:1-2).

“ El hombre, como la hierba son sus días; florece como


la flor del campo, que pasó el viento por ella, y pereció,
y su lugar no la conocerá más” (Salmo 103;15- 16).

“Pues nosotros somos de ayer, y nada sabemos, siendo


nuestros días sobre la tierra como sombra” (Job 8:9).

“Mis días han sido más ligeros que un correo; huyeron,


y no vieron el bien. Pasaron cual naves veloces; como el
águila que se arroja sobre la presa” (Job 9:25-26).

“Oh Jehová, ¿qué es el hombre, para que en él pienses,


o el hijo de hombre, para que lo estimes? El hombre es
semejante a la vanidad; sus días son como la sombra
que pasa” (Salmo 144:3-4).

“¡Vamos ahora! los que decís: Hoy y mañana iremos a


tal ciudad, y estaremos allá un año, y traficaremos, y
ganaremos; cuando no sabéis lo que será mañana.
Porque ¿qué es vuestra vida? Ciertamente es neblina
que se aparece por un poco de tiempo, y luego se
desvanece. En lugar de lo cual deberíais decir: Si el
Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello”
(Santiago 4:13-15).
“No hay hombre que tenga potestad sobre el espíritu
para retener el espíritu, ni potestad sobre el día de la
muerte; y no valen armas en tal guerra, ni la impiedad
librará al que la posee” (Eclesiastés 8:8).

Recompensas en el cielo
“ Oí una voz que desde el cielo me decía: Escribe:
Bienaventurados de aquí en adelante los muertos que
mueren en el Señor. Sí, dice el Espíritu, descansarán de
sus trabajos, porque sus obras con ellos siguen”
(Apocalipsis 14:13).

“ Y llegando el que había recibido cinco talentos, trajo


otros cinco talentos, diciendo: Señor, cinco talentos me
entregaste; aquí tienes, he ganado otros cinco talentos
sobre ellos. Y su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel;
sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra
en el gozo de tu señor. Llegando también el que había
recibido dos talentos, dijo: Señor, dos talentos me
entregaste; aquí tienes, he ganado otros dos talentos
sobre ellos. Su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel;
sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra
en el gozo de tu señor” (Mateo 25:20-23).

“Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el


tabernáculo de Dios con los hombres, y él morará con
ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con
ellos como su Dios. Enjugará Dios toda lágrima de los
ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más
llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas
pasaron. Y el que estaba sentado en el trono dijo: He
aquí, yo hago nuevas todas las cosas. Y me dijo:
Escribe; porque estas palabras son fieles y verdaderas.
Y me dijo: Hecho está. Yo soy el Alfa y la Omega, el
principio y el fin. Al que tuviere sed, yo le daré
gratuitamente de la fuente del agua de la vida. El que
venciere heredará todas las cosas, y yo seré su Dios, y
él será mi hijo” (Apocalipsis 21:3-7).

“Verán su rostro, y su nombre estará en sus frentes. No


habrá allí más noche; y no tienen necesidad de luz de
lámpara, ni de luz del sol, porque Dios el Señor los
iluminará; y reinarán por los siglos de los siglos”
(Apocalipsis 22:4-5).

Confianza
“ Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto
auxilio en las tribulaciones. Por tanto, no temeremos,
aunque la tierra sea removida, y se traspasen los montes
al corazón del mar; aunque bramen y se turben sus
aguas, y tiemblen los montes a causa de su braveza”
(Salmo 46:1-3).

“El que habita al abrigo del Altísimo morará bajo la


sombra del Omnipotente. Diré yo a Jehová: Esperanza
mía, y castillo mío; mi Dios, en quien confiaré. Él te
librará del lazo del cazador, de la peste destructora. Con
sus plumas te cubrirá, y debajo de sus alas estarás
seguro; escudo y adarga es su verdad. No temerás el
terror nocturno, ni saeta que vuele de día, ni pestilencia
que ande en oscuridad, ni mortandad que en medio del
día destruya. Caerán a tu lado mil, y diez mil a tu diestra;
mas a ti no llegará. Ciertamente con tus ojos mirarás y
verás la recompensa de los impíos. Porque has puesto
a Jehová, que es mi esperanza, al Altísimo por tu
habitación” (Salmo 91:1-9).
“Por lo cual asimismo padezco esto; pero no me
avergüenzo, porque yo sé a quién he creído, y estoy
seguro que es poderoso para guardar mi depósito para
aquel día” (2 Timoteo 1:12).

“Jehová es mi pastor; nada me faltará. En lugares de


delicados pastos me hará descansar; junto a aguas de
reposo me pastoreará. Confortará mi alma; me guiará
por sendas de justicia por amor de su nombre. Aunque
ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal
alguno, porque tú estarás conmigo; tu vara y tu cayado
me infundirán aliento. Aderezas mesa delante de mí en
presencia de mis angustiadores; unges mi cabeza con
aceite; mi copa está rebosando. Ciertamente el bien y la
misericordia me seguirán todos los días de mi vida, y en
la casa de Jehová moraré por largos días” (Salmo 23).

“Si anduviere yo en medio de la angustia, tú me


vivificarás; contra la ira de mis enemigos extenderás tu
mano, y me salvará tu diestra” (Salmo 138:7).

“Yo sé que mi Redentor vive, y al fin se levantará sobre


el polvo; y después de deshecha esta mi piel, en mi
carne he de ver a Dios” (Job 19:25-26).

“ Porque sabemos que si nuestra morada terrestre, este


tabernáculo, se deshiciere, tenemos de Dios un edificio,
una casa no hecha de manos, eterna, en los cielos. Así
que vivimos confiados siempre, y sabiendo que entre
tanto que estamos en el cuerpo, estamos ausentes del
Señor (porque por fe andamos, no por vista); pero
confiamos, y más quisiéramos estar ausentes del
cuerpo, y presentes al Señor” (2 Corintios 5:1,6-8).

Resurrección
“ Porque Cristo para esto murió y resucitó, y volvió a vivir,
para ser Señor así de los muertos como de los que
viven” (Romanos 14:9).

“Jesús le dijo: Tu hermano resucitará. Marta le dijo: Yo


sé que resucitará en la resurrección, en el día postrero.
Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que
cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. Y todo aquel que
vive y cree en mí, no morirá eternamente” (Juan 11:23-
26).

“Y esta es la voluntad del que me ha enviado: Que todo


aquel que ve al Hijo, y cree en él, tenga vida eterna; y yo
le resucitaré en el día postrero” (Juan 6:40).

“ ¡Qué! ¿Se juzga entre vosotros cosa increíble que Dios


resucite a los muertos?” (Hechos 26:8).

“Mas nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde


también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo; el
cual transformará el cuerpo de la humillación nuestra,
para que sea semejante al cuerpo de la gloria suya, por
el poder con el cual puede también sujetar a sí mismo
todas las cosas” (Filipenses 3:20-21).

“Tampoco queremos, hermanos, que ignoréis acerca de


los que duermen, para que no os entristezcáis como los
otros que no tienen esperanza. Porque si creemos que
Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con
Jesús a los que durmieron en él. Por lo cual os decimos
esto en palabra del Señor: que nosotros que vivimos,
que habremos quedado hasta la venida del Señor, no
precederemos a los que durmieron. Porque el Señor
mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con
trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en
Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que
vivimos, los que hayamos quedado, seremos
arrebatados juntamente con ellos en las nubes para
recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con
el Señor. Por tanto, alentaos los unos a los otros con
estas palabras” (1 Tesalonicenses 4:13-18).

“Y vi tronos, y se sentaron sobre ellos los que recibieron


facultad de juzgar; y vi las almas de los decapitados por
causa del testimonio de Jesús y por la palabra de Dios,
los que no habían adorado a la bestia ni a su imagen, y
que no recibieron la marca en sus frentes ni en sus
manos; y vivieron y reinaron con Cristo mil años. Pero
los otros muertos no volvieron a vivir hasta que se
cumplieron mil años. Esta es la primera resurrección.
Bienaventurado y santo el que tiene parte en la primera
resurrección; la segunda muerte no tiene potestad sobre
éstos, sino que serán sacerdotes de Dios y de Cristo, y
reinarán con él mil años” (Apocalipsis 20:4-6).

NOTA: Las escrituras se seleccionarán de acuerdo a la


necesidad del caso y según se especifica en las
divisiones ofrecidas anteriormente.

CEREMONIA (I)

En la casa o en el templo

Orden de los funerales

1) Lectura de algunas selecciones de Escrituras.


2) Oración.
3) Canto de algún himno: congregación, o el coro,
un dúo o un solo.
4) Breves palabras por el pastor, si lo desea, acerca
de la vida del difunto.
5) Himnos.
6) Sermón.
7) Bendición.

Cuando el Servicio se desarrolla en la iglesia, el


ministro debe salir a recibir el féretro en la puerta del
templo o esperarlo de pie frente al pulpito.

Cuando lo ha recibido a la puerta, marchará delante del


féretro hasta el púlpito. Se colocará el féretro frente al
pulpito. Se colocará el féretro frente al público.

Al terminar de leer las Escrituras elevará una oración


de fe al Dios eterno, exhortando a la paciencia y
esperanza sublime que ofrece la resurrección de los
muertos a los cristianos.

Se procederá entonces a cantar un himno por la


congregación o cualquier grupo ya preparado con
anticipación.

Sermón
Según exija la ocasión seleccionar de la lista ofrecida.

Oración

Después se hará de nuevo una oración seguida del


Padre nuestro. En la oración el ministro recordará
nuestra esperanza de gloria, y dará gracias a Dios por
la vida ejemplar del difunto. Le pedirá al Señor que
consuele a los familiares, recordando los motivos de su
angustia y tristeza.
En el Cementerio

Es costumbre en muchas iglesias evangélicas que el


ministro acompañe a los dolientes al cementerio.
Cuando se termina el primer culto fúnebre, el ministro
despedirá a los presentes sin pronunciar la bendición
pastoral, y se dirigirá al cementerio donde habrá otro
culto breve.

Al llegar al cementerio, el ministro irá delante de los


que llevan el féretro, detrás del cual irán los familiares y
amigos. Llegados al sepulcro, bajarán el féretro. Antes
de cubrirlo, se realizará el culto siguiente: Oración
(invocando el amor y la providencia divina con la
esperanza eterna que nos ofrece Dios.)

Entonces el ministro leerá:

“El hombre nacido de mujer, corto de días, y hastiado de


sinsabores, sale como una flor y es cortado, y huye
como la sombra y no permanece” (Job 14:1-2).

“Desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo


volveré allá. Jehová dio, y Jehová quitó; sea el nombre
de Jehová bendito” (Job 1:21).

“ Y el polvo vuelva a la tierra, como era, y el espíritu


vuelva a Dios que lo dio” (Eclesiastés 12:7).

Luego el ministro echará un puñado de tierra (una


vez) sobre el ataúd, mientras pronuncia las
siguientes palabras:

“Por cuanto le plugo a Dios Todopoderoso en su sabia


providencia, separar de este mundo el alma de este
hombre (mujer o niño según el caso), por tanto
nosotros encomendamos su cuerpo a la tierra: tierra a
la tierra; ceniza a la ceniza; polvo al polvo, con la
esperanza y la certeza de la resurrección a la vida
eterna de todos los que durmieron en Jesús.”

(Si se desea también se puede leer el siguiente


pasaje).

“No os maravilléis de esto; porque vendrá hora cuando


todos los que están en los sepulcros oirán su voz; y los
que hicieron lo bueno, saldrán a resurrección de vida;
mas los que hicieron lo malo, a resurrección de
condenación” (Juan 5:28-29).

“ Mas ahora Cristo ha resucitado de los muertos;


primicias de los que durmieron es hecho” (1 Corintios
15:20).

“Así también es la resurrección de los muertos. Se


siembra en corrupción, resucitará en incorrupción. Se
siembra en deshonra, resucitará en gloria; se siembra en
debilidad, resucitará en poder. Se siembra cuerpo
animal, resucitará cuerpo espiritual” (1 Corintios 15:42-
44).

“Porque es necesario que esto corruptible se vista de


incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad. Y
cuando esto corruptible se haya vestido de incorrupción,
y esto mortal se haya vestido de inmortalidad, entonces
se cumplirá la palabra que está escrita: Sorbida es la
muerte en victoria. ¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón?
¿Dónde, oh sepulcro, tu victoria?” (1 Corintios 15:53-55).

Oración
“Nuestro Padre celestial, que de acuerdo con tu
misericordia e infinita sabiduría has dado fin a los días
de tu siervo que ha muerto, concédenos el amparo de tu
misericordia infinita para proseguir nuestra
peregrinación terrenal y vencer los sufrimientos,
tentaciones y peligros que nos esperan, para al fin llegar
al puerto seguro de salud eterna por medio de
Jesucristo, Señor nuestro. Amén.”

Bendición
“Que la gracia, la misericordia y la paz de nuestro
Señor Jesucristo sean con ustedes ahora y para
siempre. Amén.”

CEREMONIA (II)

El ministro se colocará al lado del ataúd y podrá


decir:

“Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí,


aunque esté muerto, vivirá. Y todo aquel que vive y cree
en mí, no morirá eternamente” (Juan 11:25-26).

“ No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed


también en mí. En la casa de mi Padre muchas moradas
hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a
preparar lugar para vosotros” (Juan 14:1-2).

“Yo sé que mi Redentor vive, y al fin se levantará sobre


el polvo; y después de deshecha esta mi piel, en mi
carne he de ver a Dios” (Job 19:25-26).

“Porque así como en Adán todos mueren, también en


Cristo todos serán vivificados. Pero cada uno en su
debido orden: Cristo, las primicias; luego los que son de
Cristo, en su venida. Y el postrer enemigo que será
destruido es la muerte” (1 Corintios 15:22-23,26).

Oración
Padrenuestro

Himno

Historial
El ministro hará un breve recuento de ia vida del
difunto. Hablará del lugar de nacimiento, de dónde
vivió, de su familia y sus hijos, de su trabajo y de sus
amistades en la iglesia, asi como de su devoción a
Dios. Se deben tener por escrito todos los datos
confirmados por la familia.

Sermón

A. Si el difunto es cristiano, el pastor prepararé un


sermón adecuado. No se debe hablar de los
defectos del difunto ni tampoco exagerar sus
virtudes. Salmo 103:13- 17, Filipenses 1:23 Salmo
27:5 ofrecen un marco apropiado para el Sermón.

B. Cuando el muerto no es creyente, podrá decirse


lo siguiente:

“Aquí encomendamos su cuerpo a la tierra: tierra a la


tierra, ceniza a la ceniza, polvo al polvo. Este es el fin
de una vida. En la tumba no hay obras, ni
conocimiento, ni sabiduría, y a ella todos tenemos
algún día que ir.”
” Por lo tanto, consagrémonos hoy mismo a meditar
sobre lo eterno, y procedamos a realizar el máximo
esfuerzo en aquello que Dios ha puesto en nuestras
manos.” ”
“Confiemos en aquel que dijo: „Yo soy la resurrección y
la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. Y
todo aquel que vive y cree en mí, no morirá
eternamente.‟
“Que Dios os bendiga, y os conforte los corazones
atribulados por una pérdida tan grande. Que Dios haga
resplandecer su rostro sobre ustedes, y su gracia sea
sobre ustedes. Que el Señor alce sobre ustedes su
rostro, y ponga en ustedes paz. Y que la gracia del
Señor Jesucristo, el amor de Dios y la comunión del
Espíritu Santo sea con todos ustedes. Amén.”

En el cementerio
El ataúd será presentado sobre la abertura del
sepulcro, el ministro dirá:
“Por cuanto plugo a Dios Todopoderoso en su infinita
providencia separar de este mundo el alma de
nuestro(a) finado(a) hermano(a), encomendamos su
cuerpo a la tierra: tierra a la tierra, ceniza a la ceniza,
esperando la resurrección universal del último día,
cuando la Iglesia de Cristo sea arrebatada y los
muertos en Cristo resuciten primero, en la segunda
venida del Señor, lleno de poder y majestad. La tierra y
el mar entregarán sus muertos, y los cuerpos
corruptibles de los que durmieron en Él serán
transformados y hechos semejantes a su glorioso
cuerpo, conforme a la poderosa obra por la cual puede
sujetar a sí todas las cosas.”

El ministro prodráfinalizar con estas palabras:


“Bienaventurados los muertos que de aquí en adelante
mueren en el Señor. Sí, dice el Espíritu, que
descansarán de sus trabajos.”

” La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios y la


comunión del Espíritu Santo sean con todos ustedes, y
con todo su pueblo. Amén.”

DEDICACIÓN DE LA IGLESIA
A la ceremonia de dedicación del templo debe invitarse
a los miembros del presbiterio o cuerpo ejecutivo que
puedan asistir junto con otros líderes de la organización
o ejecutivos de la misión, quienes tomarán asiento en
la plataforma con el ministro.
El programa general podrá incluir himnos y coros
apropiados, cantos especiales, la lectura de uno de los
pasajes bíblicos que aparecen a continuación y, de ser
posible, la presentación del constructor del templo.
También se pueden hacer anuncios respecto a la obra
de construcción y donativos para la misma.
La parte principal de la ceremonia es por lo general un
sermón por un funcionario de la organización nacional,
o cualquier otra persona escogida para ese propósito.

Selecciones bíblicas
“Cuando sonaban, pues, las trompetas, y cantaban
todos a una, para alabar y dar gracias a Jehová, y a
medida que alzaban la voz con trompetas y címbalos y
otros instrumentos de música, y alababan a Jehová,
diciendo: Porque él es bueno, porque su misericordia es
para siempre; entonces la casa se llenó de una nube, la
casa de Jehová. Y no podían los sacerdotes estar allí
para ministrar, por causa de la nube; porque la gloria de
Jehová había llenado la casa de Dios” (2 Crónicas 5:13-
14).

“Cantad alegres a Dios, habitantes de toda la tierra.


Servid a Jehová con alegría; venid ante su presencia con
regocijo. Reconoced que Jehová es Dios; él nos hizo, y
no nosotros a nosotros mismos; pueblo suyo somos, y
ovejas de su prado. Entrad por sus puertas con acción
de gracias, por sus atrios con alabanza;

alabadle, bendecid su nombre. Porque Jehová es


bueno; para siempre es su misericordia, y su verdad por
todas las generaciones” (Salmo 100:1-5).

“Yo me alegré con los que me decían: A la casa de


Jehová iremos. Nuestros pies estuvieron dentro de tus
puertas, oh Jerusalén. Jerusalén, que se ha edificado
como una ciudad que está bien unida entre sí. Y allá
subieron las tribus, las tribus de JAH, conforme al
testimonio dado a Israel, para alabar el nombre de
Jehová. Porque allá están las sillas del juicio, los tronos
de la casa de David. Pedid por la paz de Jerusalén; sean
prosperados los que te aman. Sea la paz dentro de tus
muros, y el descanso dentro de tus palacios. Por amor
de mis hermanos y mis compañeros diré yo: La paz sea
contigo. Por amor a la casa de Jehová nuestro Dios
buscaré tu bien” (Salmo 122:1-9).

Despues del mensaje se presenta la ceremonia de


dedicación

El pastor o la persona designada dirá:

“ Gracias a la prosperidad recibida de manos del Señor,


y habiendo completado la construcción de la casa de
adoración por medio de su gracia y su poder, estamos
hoy congregados ante su santa presencia para
dedicarle este templo, y usarlo para la gloria de su
nombre.”

“Dediquemos este templo a Aquel de quien procede


toda buena dádiva y todo don perfecto, Dios nuestro
Padre. Para el homor de Jesucristo su Hijo, nuestro
Señor y Salvador; para alabanza del Espíritu Santo, el
comsolador, fuente de luz y vida.”

“Este templo lo consagramos a la predicación del


evangelio para la conversión de pecadores y para la
edificación de los cristianos en el conocimiento
espiritual de la verdad, en todas las esferas de la
actividad crsitiana.”

”En este templo se elevará a Dios el incienso de la


alabanza, y se observarán las ordenanzas sagradas de
la casa del Señor. Aquí brillará la antorcha divina de la
Palabra, para guía de los peregrinos a través de la noche
de la vida, hasta alcanzar la luz eterna del hogar
celestial.

‟Este templo ofrecerá refugio a los pecadores y a los


afligidos, protegiéndolos de la ruina y la desesperación.
Los creyentes encontrarán aquí un puerto se- guro
donde acudir cuando azote el vendaval.

”Rogamos al Altísimo que ninguna nota discordante de


disputa o contienda se oiga en este lugar sagrado; que
ningún espíritu de orgullo y mundanalidad encuentre
albergue dentro de estas paredes.”
”Son nuestros deseos que Dios acepte la ofrenda de
este templo como la expresión sincera de corazones
agradecidos y manos dispuestas, y que derrame sus
ricas bendiciones sobre todos los que participamos en
esta dedicación.”

“Para la adoración de Dios con cantos y oraciones; para


el ministerio de la palabra; para el santo cumplimiento de
las ordenanzas, dedicamos esta casa de oración.”

“Para las almas de las regiones paganas en los más


remotos lugares; para nuestros fieles misioneros que
han ido a rescatarlas; para la salvación de los niños, la
preparación de los jóvenes, el consuelo de los
ancianos, y la evangelización del mundo entero; para
ayuda del necesitado; para promover la hermandad en
el género humano; y finalmente para la extensión del
reino de Dios, dedicamos este santo lugar.”

“En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo,


declaro esta casa apartada a perpetuidad de todo uso
profano, y consagrada a la adoración y al servicio del
Dios Todopoderoso, a quien sea la gloria y la majestad,
el dominio y el poder por los siglos de los siglos.
Amén.”

Leer aquí:
“Levántate, oh Jehová, al lugar de tu reposo, tú y el
arca de tu poder.” Tus sacerdotes se vistan de justicia,
y se regocijen tus santos. Por amor de David tu
siervo no vuelvas de tu ungido el rostro” (Salmo 132:8-
10).
El ministro exhortará a adorar a Dios y expresar
alabanzas de agradecimiento mediante la
contribución de ofrendas personales.

Recogida la ofrenda se dedicará al Señor para que


Dios la bendiga. Luego se pronunciará la bendición
final.

PRESENTACIÓN DE LÍDERES DE LA IGLESIA


LOCAL

Es esencial que los nuevos líderes y maestros


comprendan la importancia y seriedad de su labor. Para
lograr ese fin es muy recomendable que la presentación
y toma de posesión de sus cargos se realice mediante
una ceremonia pública.

Los diáconos, líderes y maestros de la escuela


dominical, presidentes de grupos y cargos similares
están incluidos en este tipo de ceremonia.

Cuando se trata de los funcionarios y maestros de la


escuela dominical el pastor tomará a su cargo el servicio
de presentación durante el tiempo generalmente
dedicado a los himnos y lectura de las Escrituras que
son considerados como preliminares del servicio de la
escuela dominical.

CEREMONIA PARA FUNCIONARIOS DE LA


ESCUELA DOMINICAL

El pastor leerá:

“Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad


me es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, id, y
haced discípulos a todas las naciones, bautizán- dolos
en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo”
(Mateo 28:18- 19).

Entonces dirá:

“Jesús escogió y comisionó a otros para que continuaran


el trabajo que Él había dejado sin terminar. De igual
manera, lo está escogiendo a usted para que labore en
el lugar que le ha asignado en esta escuela dominical.
El Señor ha comisionado hombres, no ángeles. ¡Qué
privilegio!

I.”Consideren lo que Cristo ha hecho por nosotros:

1. “Nos salvó de un mundo de pecado.”


2. “Nos llenó del Espíritu Santo.”
3. “Nos ha dado el conocimiento de su Palabra.”
4. “Nos ha impartido el deseo y la oportunidad de ser
de bendición para los demás.”

I.”Consideren lo que Cristo espera de nosotros:

1. “Que seamos verdaderos pastores, Cuidando de


los nuestros.”
2. “Que los consideremos como nuestra
congregación.”
3. “Y que podamos decir: Ninguno de ellos se perdió‟
(Juan 17:12).”

Al concluir su breve exhortación, el pastor


presentará un reto con esta pregunta:

“¿Aceptáis de corazón la gran responsabilidad que el


Señor pone sobre vosotros?”

Ellos contestarán afirmativamente.


El ministro les pedirá a los funcionarios que se
arrodillen frente al altar. Se elevará entonces una
oración para que Dios los dirija en sus deberes
futuros y para que los guarde fieles en cada tarea.

Entonces se pondrán de pie y se colocarán a


ambos lados del pastor, mientras los maestros se
acercan al altar. Estos últimos se arrodillarán, y el
pastor pedirá al superintendente de la escuela
dominical que ore por ellos.

Al terminar la oración, los funcionarios estrecharán


las manos de los maestros, y les desearán las más
ricas bendiciones de Dios.

PARA DIÁCONOS
Los nuevos diáconos pasarán adelante cuando el
ministro lea sus nombres. Cuando todos se sitúen
en sus puestos frente al púlpito, el ministro leerá:

“En aquellos días, como creciera el número de los


discípulos, hubo murmuración de los griegos contra los
hebreos, de que las viudas de aquéllos eran
desatendidas en la distribución diaria. Entonces los
doce convocaron a la multitud de los discípulos, y
dijeron: No es justo que nosotros dejemos la palabra de
Dios, para servir a las mesas. Buscad, pues, hermanos,
de entre vosotros a siete varones de buen testimonio,
llenos del Espíritu Santo y de sabiduría, a quienes
encarguemos de este trabajo. Y nosotros persistiremos
en la oración y en el ministerio de la palabra. Agradó la
propuesta a toda la multitud; y eligieron a Esteban,
varón lleno de fe y del Espíritu Santo, a Felipe, a
Prócoro, a Nicanor, a Timón, a Parmenas, y a Nicolás
prosélito de Antioquía; a los cuales presentaron ante
los apóstoles, quienes, orando, les impusieron las
manos. Y crecía la palabra del Señor, y el número de
los discípulos se multiplicaba grandemente en
Jerusalén; también muchos de los sacerdotes
obedecían a la fe” (Hechos 6:1-7).

El ministro dirá entonces:

“Estos versículos representanla garantía de que la


iglesia nombró diáconos al comienzo de la era cristiana.

”Y ahora yo los comisiono, hermanos, ordenados como


diáconos, que estudien la Palabra, que dice: „Los
diáconos asimismo deben ser honestos, sin doblez, no
dados a mucho vino, no codiciosos de ganancias
deshonestas; que guarden el misterio de la fe con limpia
conciencia. Y éstos también sean sometidos a prueba
primero, y entonces ejerzan el diaconado, si son
irreprensibles. Las mujeres asimismo sean honestas, no
calumniadoras, sino sobrias, fieles en todo. Los
diáconos sean maridos de una sola mujer, y que
gobiernen bien sus hijos y sus casas. Porque los que
ejerzan bien el diaconado, ganan para sí un grado
honroso, y mucha confianza en la fe que es en Cristo
Jesús‟ (1 Timoteo 3:8-13).

‟También recomiendo a ustedes, pueblo amado de Dios,


que prestensu máximo apoyo en todo a estos nuevos
funcionarios, respaldándoles con sus oraciones y
honrándoles con alta estimación por respeto a su
trabajo. Que la bendición de Dios repose sobre ustedes,
sobre funcionarios y congregación, mientras trabajan
juntamente para la extensión del reino de Dios y para el
progreso espiritual de esta asamblea.”
“El Dios de la paciencia y de la consolación os dé entre
vosotros un mismo sentir según Cristo Jesús, para que
unánimes, a una voz, glorifiquéis al Dios y Padre de
nuestro Señor Jesucristo” (Romanos 15:5-6).

EL CULTO DE ORDENACIÓN

Sugerencias para el culto de ordenación ministerial

Los candidatos deberán vestirse de trajes oscuros; las


mujeres deberán llevar vestidos oscuros si es posible.

Por lo general tenemos tres grupos en la plataforma


separados el uno del otro: los que serán ordenados, los
que recibirán licencia para predicar y los que
comienzan, que recibirán autorización como obreros
cristianos o exhortadores. Celebramos primero la parte
preliminar de la reunión, luego leemos sus nombres
grupo por grupo, y pasan a la plataforma para tomar
asiento. Luego se pronuncia el sermón de ordenación y
después sigue la lectura del mandato que esta dirigido
mayormente a los que será, ordenados.

El mandato consiste en pasajes bíblicos que son


aplicables a los candidatos al ministerio, y que por lo
general termina con la comisión de Mateo 28:19.
Cuando este mandato se lee en la forma que
corresponde por alguna persona capacitada, es muy
solemne, como debe serlo.

Cuando el mandato ha finalizado, los candidatos para


la ordenación deben arrodillarse. Luego a uno por uno
les imponemos las manos y oramos por ellos después
de hablarles de la siguiente manera:
“Hermano (nombres y apellidos del candidato), el
presbiterio (o algún otro cuerpo autorizado) le impone
ahora las manos, separándolo
para el ministerio al cual Dios lo ha llamado, y le pide al
Señor que le imparta los dones y la gracia del Espíritu
Santo que lo harán eficaz para desempeñar este
ministerio.” Luego uno de los presbíteros (u otro
dirigente competente) orará por esta persona en
particular y así se hará con cada una de las personas
ordenadas.

A aquellos que reciben licencia para predicarles


imponemos las manos todos a una vez y pronunciamos
una sola oración, sin nombrarlos individualmente.

A aquellos que recibirán autorización para exhortar o


para realizar labor como obreros cristianos no les
imponemos las manos, sino que les pedimos que se
arrodillen, o bien que se queden de pie y formulamos
una oración para todo el grupo.

Cuando esta ceremonia ha terminado celebramos la


Santa Cena que es para todo público asistente, que
está en condiciones de tomarla. Al terminar el servicio
de la Santa Cena todos nuestros ministros forman dos
hileras en la plataforma y saludan a los candidatos que
acaban de ser separados y los felicitan recibiéndolos
en la confraternidad.

NOTA: en algunas reuniones, el culto puede


convertirse demasiado largo si se ora por cada
candidato individualmente. En tales cultos los
presbíteros y ministros ordenados imponen las manos
a cada candidato simultáneamente, mientras que uno
de los funcionarios pronuncia las palabras alusivas al
culto de ordenación y la oración correspondiente.

Pasajes de las sagradas Escrituras a leerse:

Josué 1:1-9 Gálatas 1:15,16

1 Samuel 3:4-10 Efesios 3:7-8

Mateo 4:18-22 Efesios 4:11-12

Lucas 10:1,2 Colosenses 1:25-29

Hechos 13:2-3 Colosenses 4:17

Hechos 20:24 1 tesalonicenses 2:3-12

Hechos 26:14-18 1 Timoteo 3:1-15

Romanos 10:14,15 1 Timoteo 4:1-16

1 Corintios 1:23,27-30 1 Timoteo 6:1-21

1 Corintios 3:7-10 2 Timoteo 1:6-13

2 Corintios 4:1-10 2 Timoteo 2:1-25

2 Corintios 5:11,18-20 2 Timoteo 3:1-7

2 Corintios 6:3-7 2 Timoteo 4:1-18

FECHAS ANIVERSARIO

BODAS DE PLATA
” Gracias a Dios por los matrimonios que han salido
victoriosos y se han sabido conservar fieles a sus votos.
De esto son ejemplo digno de honor nuestro hermano
(nombre de los esposos), y nostros participamos
juntamente con ellos de esta fiesta y aniversario de
BODAS DE PLATA.

para mí un gran honor solemnizar un aniversario tan


glorioso y trascendental. En este vigésimo quinto
aniversario de nuestros queridos hermanos (nombre de
los esposo) festejemos jubilosos este glorioso
encuentro.”

“Hermanos nos hemos reunido ante la presencia de


Dios, la iglesia, y estos testigos, para solemnizar ante el
Todopoderoso la fidelidad a los votos matrimoniales de
nuestro (nombre) y su muy digna esposa (nombre).”

“por 25 años, os habéis conservado fieles a vuestros


votos ,habiéndose empeñado vuetra fe y buena
voluntad. Los años han transcurrido en la infinita
sucesión del tiempo, y la vida ha sido agitada y diversa
con las muchas vicisitudes del diario vivir.
Enfermedades, divergencias de opiniones, asuntos
familiares, ¿y qué más se podría decir? ¡adversidades
mil! No obstante, ante nada de esto os habéis
doblegado;todo lo contrario, con virtuosa prudencia y
paciencia permanecéis fieles y leales el uno al otro.”

Palabras del esposo

“Yo (nombre del esposo), hoy, en mis Bodas de plata te


reafirmo mi lealtad a ti, mi fiel esposa y como
recompensa te prometo, una vez más, con la ayuda de
Dios, ser fiel esposo hasta que la muerte nos separe, por
lo mismo te empeño mi fe y mi palabra.”

Palabras de la esposa

“Yo (nombre de la esposa), teniendo la dicha de celebrar


nuestras Bodas de plata, y habiendo dado buen ejemplo
a nuestra familia, te prometo, con la ayuda de Dios,
permanecer fiel como esposa honrada, hasta que la
muerte nos separe, por lo cual, una vez más, te empeño
mi fe y mi palabra.”

Ceremonia de anillos

“Querida esposa, que este anillo sea el símbolo de


pureza y la continuación de nuestro amor sincero, y de
lealtad a ti.”

“Querido esposo, correspondiente a tus esfuerzos y


fidelidad a Dios, a tu esposa y a nuestra familia, te
entrego este anillo, símbolo de nuestro amor inseparable
y constante.”

BODAS DE ORO

“Gracias a Dios por los matrimonios que han sobrevivido


a los desastres morales y se han conservado fieles a sus
votos y promesas de casamiento, y de estos son ejemplo
sobresaliente nuestros queridos hermanos (nombres de
los esposo); ahora nos toca a nosotros festejar
juntamente con ellos este aniversario de BODAS DE
ORO. Para mí es un gran honor solemnizar este
aniverasrio tan glorioso y trascendental. Este es el
quincuagésimo año de matrimonio.
“Queridos hermanos, nos hemos reunido ante la
presencia de Dios, la iglesia y estos testigos, para
celebrar los votos de 50 años de casados de nuestro
hermano(nombre) y su esposa, la hermana (nombre).”

Dirigiendose a los esposo dirá:

“por cincuenta años os habéis empeñado


reciprocamente vuestra fe y buena voluntad. Los años
han transcurrido con la infinita sucesión del tiempo, y la
vida ha sido agitada y llena de vicisitudes diversas. Las
enfermedades, las divergencias de opinión, asuntos
familiares, ¿y qué más se podría decir? ¡Adversidades
mil! No obstante, ninguna de estas cosa os ha podido
separar, y hoy permanecéis fieles el uno al otro. Habéis
guardado fielmente vuestros votos.

Palabras del esposo

“Yo (nombre del esposo),en mis Bodas de oro, reafirmo


hoy la promesa de 50 años atrás en este servicio
conmemorativo, rogando a Dios, que fuera de la
muerte, nada nos separe, por lo cual comprometo mi
palabra y mi fe.”

Palabras de la esposa

“Yo (nombre de la esposa), teniendo la dicha de haber


llegado a este significativo acto, y cumpliendo mis
Bodas de oro, y habiendo dado buen ejemplo a nuestra
familia, te prometo, con la ayuda de Dios, cumplir mis
votos y promesas pronunciados hace 50 años, y
permanecer fiel esposa hasta que Dios disponga de
nuestra existencia, por lo cual te recibe mi palabra y mi
amor.”
Ceremonia de anillos

“Querida esposa: con este anillo reafirmo mis votos y


promesas que te he hecho, y Que éste sea el símbolo
de pureza y e inmutabilidad de nuestras promesas y
lealtad.”

“Querido esposo, con este anillo te expreso mi amor y


constancia a ti, y correspondiendo a tus esfuerzos y a
tu fidelidad, tanto Dios, como a mí, y como tu esposa,
confirmo, en este quincuagésimo aniversario mis votos
y fidelidad a ti.”

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