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Capítulo 8 Primeros Auxilios

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Capítulo 8 Primeros auxilios

Introducción

Los conocimientos en primeros auxilios son un aspecto fundamental en la labor


de los responsables y monitores de comedores escolares ya que los niños son más
propensos que los adultos a los accidentes. La primera regla que se ha de tener en
cuenta cuando se produce una emergencia con niños es la de mantener la calma. Con
ello no sólo conseguiremos facilitar las maniobras, sino que también daremos confianza
y seguridad al niño, lo cual es fundamental para poder actuar en esa situación.

Las emergencias se pueden producir en cualquier momento y pueden ser de


muchos tipos. En este capítulo vamos a ver las que se producen con más frecuencia en
el entorno escolar y que creemos que es conveniente que conozcan los educadores. En
la mayoría de los casos, una correcta actuación puede ser la diferencia entre la vida y la
muerte.

Los accidentes infantiles que se producen en la escuela constituyen un grave


problema de salud pública. De todos los accidentes infantiles, el 15% ocurren en centros
escolares. Saber lo que se debe hacer en estos casos, permitirá realizar una actuación
rápida y eficaz.

Conceptos básicos

Comenzaremos definiendo algunos de los términos claves necesarios para la


comprensión del soporte vital y los diferentes planes de actuación.

Se denominan signos vitales a aquellos factores que nos dan muestra de vida de
un ser humano, como son: el pulso, la temperatura, la tensión arterial y el reflejo
pupilar.
Se entienden por primeros auxilios a las técnicas y procedimientos de carácter
inmediato, limitado, temporal, no profesional que recibe una persona, víctima de un
accidente o una enfermedad repentina.

Su carácter inmediato radica en que ha de ser la primera asistencia que reciba la


victima antes de que lleguen los servicios sanitarios. La efectividad y calidad depende
del conocimiento del auxiliador.

El objetivo principal de la actuación es no empeorar o agravar al accidentado, es


preferible no actuar si existe falta de conocimiento.

En el caso de los niños, los accidentes son mucho más frecuentes que en los
adultos, debido a que los niños no tienen noción del peligro. La rapidez con que se
realicen los procedimientos médicos puede representar la diferencia entre la vida y la
muerte, o que mejore o empeore su condición. Los accidentes más frecuentes en el caso
de niños son magulladuras, cortes, caídas, lesiones aunque pueden ser más graves. Pero
lo primero que debemos tener en cuenta es que no hay que perder la calma por ningún
motivo. Debemos concentrarnos en tratar de solucionar de la mejor manera posible el
problema, para evitar sufrimientos al pequeño. Además, si los padres logran mostrarse
calmados, el niño se sentirá seguro.

Fuente: Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo


Soporte vital

El soporte vital es un conjunto de maniobras dirigidas a la prevención de la


parada cardiorespiratoria o a su tratamiento de resucitación cardiopulmonar, función
ventilatoria y circulatoria, sin necesidad de instrumental.

Las maniobras de soporte vital básico han de ser aplicadas de forma precoz
(antes de 4 minutos), manteniéndose de forma interrumpida hasta la llegada del personal
especializado, para que puedan iniciar las maniobras de soporte vital avanzado (antes de
8 minutos). Este se consigue gracias a la instauración de forma generalizada de servicios
de emergencias dotados de UVIS móviles, que se activan mediante llamada telefónica a
números que se pueden memorizar fácilmente.

Parada cardiorespiratoria

Se entiende por parada cardiorespiratoria a la “situación, potencialmente


reversible, de pérdida de las funciones ventilatorias y circulatorias espontáneas”.

Esta situación provoca el cese del flujo sanguíneo y, por consiguiente, la falta de
oxigenación de los órganos vitales fundamentalmente a nivel cerebral que puede
provocar la muerte de la víctima.

Componentes del soporte vital

Diagnóstico de la situación

A continuación presentamos de una forma sencilla y gráfica los mecanismos que


tenemos para, en un principio, ser capaces de reconocer una situación de parada
cardiorespiratoria e iniciar posteriormente las maniobras de resucitación.
Se debe comenzar con la realización del diagnóstico de la situación, mediante la
valoración inicial global, determinando la existencia o no de conciencia, de ventilación
espontánea y de pulso.

Las pautas generales de actuación son (P.A.S.):


 Proteger: señalizar la zona, no fumar, etc.
 Alertar: indicar lugar, tipo de accidente, número de heridos,
identificación propia, etc.
 Socorrer.

La evaluación inicial del paciente se basa en la realización de los siguientes pasos:


1. Determinar el alcance de las lesiones

2. Establecer las prioridades de actuación (Atender primero al inconsciente


y a las víctimas ocultas)

3. Adoptar las medidas necesarias en casa caso.

Fase de evolución inicial:

a) Valoración primaria: actuación directa por peligro de vida del accidentado.


Se valora el estado de conciencia, la frecuencia cardiopulmonar,
cardiovascular y hemorragias, el estado de la conciencia es :
 Consciente.
 Inconsciente (Si oye), responde a ruidos.
 Inconsciente (Si hay dolor), responde al dolor.
 Inconsciente total.

La fase de resucitación se realiza simultáneamente a la valoración primaria.

b) Valoración secundaria: comprende la exploración neurológica de


constantes vitales por regiones (cabeza, cuello, tórax, abdomen y
extremidades).
 Cabeza: cuero cabelludo, perdidas de orejas nariz, erosiones en la
cara, piezas dentarias, lengua, objetos extraños, prótesis dentales,
otorragia, nasorragia (epistaxis) y hemoptisis.
 Cuello: cuidado especial con Atlas y Coxis, su desplazamiento
oprime la medula, vigilar la tráquea si está desplazada o no.

 Tórax: heridas, erosiones y quemaduras, contusiones problemáticas


por la situación del pulmón y corazón, se puede probar un
neumotórax (aire fuera del pulmón).

 Abdomen: heridas, erosiones y quemaduras, con palpación


encontramos resistencias debido al dolor.

 Extremidades: deformidades, erosiones, quemaduras y heridas, se


puede romper la arteria y no encontrarle el pulso o tensión esto se
denomina secuestro de tensión.

Nos valdremos de la estimulación verbal y táctil de la víctima, llamándole por su


nombre, si se conoce, moviéndolo por los hombros o golpeándole suavemente el rostro
con pequeñas palmaditas o en el pecho

Toda víctima inconsciente deberá ser colocada, si es posible, en posición de


decúbito supino, sobre una superficie rígida, de forma cuidadosa y procurando proteger
las cervicales si se sospecha que existe lesión a este nivel

Un aspecto importante es la determinación de la existencia de ventilación


espontánea. Para ello Se debe proceder a la apertura de la vía aérea, ya que en una
persona inconsciente la lengua tiende a caer hacia la parte posterior de la faringe y
obstruye el paso del aire. Esto se resuelve
mediante la aplicación de la Maniobra
frente-mentón que consiste en la
realización de una hiperextensión cervical,
aplicando la palma de una de nuestras
manos sobre la frente de la víctima y
traccionando con los dedos de la otra mano
de la parte ósea del mentón. Esta es la
maniobra de más fácil aplicación y de uso más extendido

La tracción mandibular se efectúa cuando se sospecha que existen lesiones


cervicales en pacientes traumatizados. Consiste en la tracción de la mandíbula,
manteniendo fija la columna cervical al sujetar la cabeza con la otra mano.
Conseguimos así elevar la mandíbula y, con ello, conseguimos también despejar la vía
aérea.

Una vez realizada la apertura de la Vía aérea y tras haber despejado de la


cavidad oral los cuerpos extraños, se debe comprobar la existencia o no de flujo
ventilatorio, para ello nos valemos de la vista, el oído y el tacto. Aproximando el rostro
a la boca y a la nariz de la víctima, mirando hacia el pecho de la misma, el reanimador
intentara oír y sentir el flujo aéreo en su rostro, a la vez que comprueba la existencia de
movimientos torácicos.

Tras la comprobación de la ventilación, se determinará la existencia de pulso


central. El reanimador colocará los dedos sobre la zona media, en el cartílago situado en
el tiroides, y los desplazará lateralmente hacia uno u otro lado del cuello, demorándose
en la realización de esta maniobra el tiempo necesario para no pasar por alto la
existencia de ritmos lentos (aproximadamente 5 segundos).

Maniobras de Aplicación en Soporte vital

Ventilación boca a boca

Consiste en la insuflación de aire espirado por el reanimador a los pulmones de


la víctima, que contiene aproximadamente un 16% de oxígeno. Para su aplicación, se
procede de la siguiente manera, en primer lugar, a abrir la vía aérea, mediante
cualquiera de las maniobras descritas anteriormente. A continuación, sellará con sus
labios la boca de la víctima y cerrará los orificios nasales de la misma utilizando su
mejilla o mediante la aplicación de una pinza formada con los dedos índice y pulgar de
la mano situada sobre la frente. Debe proceder a llenar los pulmones de la víctima con
una cantidad de aire que oscilará entre un volumen de 400 a 600 mililitros, que es
ligeramente superior a la que habitualmente se inhala al respirar. La ventilación debe
realizarse de forma progresiva para evitar provocar el paso del aire al tubo digestivo. La
duración de la insuflación será, aproximadamente, de un segundo y medio a 2 segundos,
comprobando tras la insuflación la salida del aire de los pulmones de la víctima.
Masaje cardiaco externo

El masaje cardiaco externo es la maniobra utilizada para la sustitución de la


función circulatoria que consiste en la realización de compresiones a nivel de la pared
torácica, con el fin de conseguir que el cambio de presiones torácicas facilite la
expulsión de la sangre del corazón y llegue a los diferentes órganos del cuerpo.

Los pasos que se han de seguir se presentan a continuación:


1. Localizar el punto de masaje situado en el tercio inferior del esternón.
Para localizarlo debemos seguir el reborde costal de la víctima hasta
localizar la punta del esternón.
2. Medimos dos traveses de dedo sobre el esternón, situando a
continuación el talón de la mano.
3. Se entrelazan los dedos, manteniendo los brazos extendidos y
perpendiculares al tórax de la víctima y se realizan compresiones
cargando el peso del reanimador sobre la víctima. Así conseguiremos
que descienda alrededor de 5 centímetros, procurando mantener una
relación compresión/descompresión de 1:1.
4. Se recomienda cuando se realicen las compresiones, se contabilicen
en voz alta, con el fin de mantener una correcta relación
compresión/descompresión y un ritmo de 80 a 100 compresiones por
minuto.
A continuación explicamos gráficamente la forma de realizar la maniobra:

Una alternativa a la ventilación boca a boca, es la ventilación boca-nariz. Para su


realización abrimos inicialmente la Vía aérea, y aplicamos los labios alrededor de la
nariz de la víctima, cerrándole la boca para evitar la salida del aire, utilizando, por
ejemplo, el dedo pulgar de la mano aplicada sobre el mentón. La insuflación del aire irá
seguida de la comprobación de la salida del mismo, tal y como se realizaba en la
ventilación boca a boca. En los casos en los que el paciente presente orificio de
traqueotomía, la ventilación se realizará insuflando por el estoma. También es
recomendable esta técnica en niños menores de 2 años.

Complicaciones del masaje cardiaco


La mayoría de las complicaciones al aplicar el masaje cardiaco externo surgen
como consecuencia de la incorrecta elección del punto de masaje o de la situación de las
manos.

Entre las complicaciones más frecuentes podemos mencionar las fracturas


costales, las desinserciones condroesternales, el neumotórax, e incluso las roturas
hepáticas.
Posición lateral de seguridad

Esta posición permite la prevención de la obstrucción de la Vía aérea, por la


caída de la lengua hacia atrás y la aspiración de contenido gástrico por encontrarse la
víctima inconsciente en posición de decúbito supino. Se adopta haciendo rodar a la
víctima hacia el reanimador preservando en la medida posible el eje cabeza-tronco y
evitando lesionar, en el desplazamiento, los brazos o las piernas.

Esta posición se usa para evitar riesgos de bronco-aspiración, facilita el


mantenimiento de las constantes vitales y evita la obstrucción por caída del cuerpo
lingual, vómitos, secreciones, etc.

A continuación presentamos un esquema en el que se representan las posiciones


adecuadas para el paciente:

1 2

3 4

Plan de actuación

Una vez conocidas las maniobras de diagnóstico, procederemos a explicar los


planes de actuación que recomienda el Consejo Europeo de Resucitación, que deben
aplicarse en las situaciones que pueden darse tras la realización de la evaluación inicial.
Plan de actuación A

Víctima consciente: El primer plan de actuación se aplicará en aquellas situaciones en


que la víctima esté consciente. En esta situación, el monitor deberá intentar determinar
la existencia de posibles lesiones, y una vez conocidas, solicitar ayuda de personal
especializado, como por ejemplo el del 061, ambulancias concertadas, etc., manteniendo
posteriormente a la víctima bajo observación hasta la llegada del recurso movilizado.

Plan de actuación B

Víctima inconsciente pero con ventilación y pulso. El plan de actuación B se aplica en


aquellas situaciones en que la víctima está inconsciente pero tiene ventilación y pulso
espontáneos. En este caso, colocaremos a la víctima en la posición lateral de seguridad,
solicitaremos ayuda al personal especializado y nos quedaremos con ella para
mantenerla en observación.

Plan de actuación C

Víctima inconsciente en parada respiratoria. El plan de actuación C se aplicará en los


casos en que no exista función respiratoria, aunque sí pulso espontáneo. Debemos
realizar 10 ventilaciones en un intervalo de tiempo que oscile entre 40 y 60 segundos.
Posteriormente se debe solicitar ayuda al personal especializado. Volveremos junto a la
víctima para realizar una nueva evaluación de su estado y si persiste la parada
respiratoria, continuaremos efectuando ventilaciones a un ritmo de 12 a 15 por minuto,
midiendo periódicamente el pulso. Estas insuflaciones se realizarán mediante las
técnicas de ventilación boca a boca o boca-nariz vistas anteriormente.

Plan de actuación D

En el caso de confirmarse la parada cardiorespiratoria tras la exploración inicial,


solicitaremos inmediatamente ayuda al servicio de urgencias e iniciaremos
posteriormente las maniobras con una secuencia de 2 ventilaciones seguidas de 15
compresiones torácicas, continuando con este ritmo de sincronización, sin interrupción,
hasta la recepción de la ayuda solicitada.
Maniobra de Heimlich

Este procedimiento puede salvar la vida de una víctima por asfixia o


ahogamiento, ya que permite hacer expulsar los objetos que obstruyen las vías
respiratorias. Igualmente, se usa para ayudar a las víctimas de ahogamiento y las
personas que sufren asma. Con esta maniobra, el agua y el exceso de secreción mucosa
son forzados a salir de los pulmones de las víctimas.

Los síntomas que se presentan son que la persona no puede hablar ni toser, es
posible que se lleve las manos a la garganta y haga señales con sus manos, que se le
broten los ojos y su piel cambie de color. En caso de que la víctima aún pueda hablar,
debe recuperarse por sí sola escupiendo el elemento que causa la obstrucción. En caso
de no respirar, necesitará ayuda.

Fuente: www.saludalia.com

El Tratamiento de emergencia que se le debe proporcionar al atragantado


comienza con la persona que realiza la maniobra posicionada detrás de la víctima y
rodeando a ésta con sus brazos por la cintura, forma un puño con una mano, ubicando el
pulgar en dirección a la víctima justo por debajo de la caja torácica. Se cubre el puño
con la otra mano y procediendo con fuerza, aprieta con ambas manos y realiza una
compresión hacia arriba con un movimiento rápido.

Lo que se espera con esta maniobra es ver salir el objeto de la boca de la


víctima. En caso de que esto no suceda, se debe examinar dentro de la boca para
verificar si el objeto aún está causando obstrucción en la vía respiratoria. Será necesario
realizar la maniobra una o dos veces más y luego examinar de nuevo. Si hay una
persona cerca, se le debe pedir que solicite ayuda telefónica y continuar con las
compresiones verificando cada vez hasta que la víctima comience a respirar o hasta que
llegue el recurso movilizado.

Según las estadísticas, los alimentos con los que los niños se asfixian más
comúnmente son: Perritos calientes, nueces, uvas enteras, palomitas de maíz, caramelos,
zanahorias crudas, trozos de carne o queso, etc.

A continuación presentamos algunas imágenes que nos ayudan a ilustrar lo


expuesto anteriormente.

Maniobra para bebés


La RCP en pediatría

Lo primero a tener en cuenta cuando nos encontramos con un niño en parada


cardiorrespiratoria es que las premisas establecidas para la RCP de adultos no sirven, es
decir activar el sistema de emergencias para contar con un monitor desfibrilador no es
válida, debido a que, raramente, la parada cardiorrespiratoria en la edad pediátrica se
deriva de un problema que desencadena una fibrilación ventricular, ya que las causas
mas frecuentes son los problemas que producen fallos respiratorios. Por tanto, se
recomienda comenzar las maniobras de RCP básica un minuto antes de activar el
sistema de emergencias.
Para describir las maniobras, estableceremos dos grupos de pacientes según su
edad y haremos recomendaciones específicas para cada grupo:
 Lactantes
o Edad inferior a un año.
 Niños
o Mayores de un año y hasta, aproximadamente, doce años.

Secuencias de actuación

Al igual que en la de adultos, el primer paso consistirá en comprobar, mediante


estímulos sonoros y táctiles, si están conscientes.

El orden de las maniobras será:


1. Apertura de la vía aérea: es la misma maniobra que para los
adultos, pero se ha de tener en cuenta que la extensión del cuello
de los niños debe ser neutra, porque la prominencia del occipucio
predispone a la extensión del cuello, al ponerlo en la posición de
RCP en una superficie plana, con lo cual en los niños la extensión
cervical debe ser moderada, y si hay sospecha de lesión cervical
se procurara no mover el cuello.
2. Comprobación de la existencia de ventilación espontánea: se
realiza igual que en los adultos. Se acerca el rostro a la boca y a la
nariz y se observa el tórax. Si no existe ventilación se procede a
la ventilación inmediata. Se efectuarán 5 ventilaciones lentas (de
un segundo y medio de duración), boca a boca o boca-nariz, ésta
última en el caso de lactantes. La cantidad de aire que se
administre dependerá de la edad y tendrá que ser suficiente para
poder movilizar el tórax del paciente.
3. Comprobación de la existencia de pulso: se realiza en los
lactantes a nivel braquial y en niños a nivel carotideo. Si no hay
pulso, en niños, o si la frecuencia detectada es inferior a 60
pulsaciones por minuto, en lactantes, se procede a realizar el
masaje cardiaco externo. En los lactantes se realizara a nivel del
esternón y por debajo de la línea intermamilar haciendo
compresión con los dedos segundo y tercero de la mano, para
seguidamente descender por la pared torácica, aproximadamente
dos centímetros. En los niños el punto de masaje es en el tercio
inferior del esternón, dos traveses de dedo por encima del
apéndice xifoides. La presión se hace con la palma de una sola
mano, lo que se recomienda es en frecuencia de
aproximadamente 100 compresiones por minuto y la
sincronización con la ventilación será de 1 ventilación por cada 5
compresiones torácicas, siempre por un solo reanimador. La RCP
pediátrica se comprueba cada 2 minutos, para ver la eficacia de la
maniobra, y se detiene durante 5 segundos comprobando la
ventilación y el pulso espontáneos.

Desobstrucción de la vía aérea

La desobstrucción de la vía aérea en lactantes se realiza con 5 percusiones en la


zona interescapular. Se pondrá al niño en decúbito en nuestro antebrazo y se realizará
con la palma de la mano, con dos dedos. Después se procederá a observar la cavidad
oral y si existe respiración. Si no existe respiración espontánea se procede a una
ventilación con aire espirado antes de volver a empezar con el ciclo otra vez.

Cuando se realiza en niños, y si el niño es pequeño, se intentará una secuencia


igual a la de los lactantes. Se coloca el niño sobre las piernas del reanimador,
sustituyendo las compresiones torácicas por compresiones abdominales tras el segundo
ciclo de percusiones interescapulares.

En niños mayores, la maniobra que se realiza es la de Heimlich.

Extracción y Prevención de Cuerpos Extraños

Uno de los problemas más frecuentes que nos podemos encontrar cuando
tratamos con niños, es el de la introducción de cuerpos extraños en distintas cavidades
de su cuerpo. Las más comunes son las que presentamos a continuación.

Cuerpos Extraños en Nariz

La actuación que debemos seguir cuando el niño presenta algún cuerpo extraño
en la nariz es la siguiente:
1. El primer paso consiste en no poner nervioso al paciente, y por supuesto
a la persona que lo atiende. Se debe evitar hurgar en la nariz para así
evitar que el objeto se introduzca aún más.
2. Se le pide al paciente que respire por la boca, y se observa cuál es el lado
afecto, para poder masajear la parte contraria y que el paciente sople
suavemente.
3. No se debe intentar forzar para que se suene la nariz.

Recomendaciones:
 No sacar los objetos que no pueda ver porque al intentarlo
podrían introducirse aún más y causar así más daño a los tejidos.
 No utilizar pinzas ni ningún instrumento para sacar un objeto
alojado profundamente para evitar causar más daño.
 Cuando todo esto falle se debe llamar al servicio médico.

Cuerpo Extraño en los Ojos

Cuando nos encontramos con algún cuerpo extraño en los ojos, la lágrima es el
mejor liberador natural de objetos extraños que tiene el ojo por sí solo a través del
parpadeo. Los cuerpos extraños más frecuentes suelen ser: pestañas, arena, etc.
No obstante, es recomendable seguir una serie de pasos si no se consigue extraer
el cuerpo extraño por sí solo:
 Antes de examinar el ojo hay que lavarse bien las manos y decirle al
paciente que no se frote en ningún momento, ya que al hacerlo podría
arrastrar el objeto pudiendo herir y arañar el ojo por dentro.
 Siempre que se examine, hay que tener una buena luz, bajar el
párpado, y con abundante agua o si se tiene suero fisiológico se
enjuaga para poder arrastrar el objeto hacia fuera.
 Auque se consiga extraer el objeto siempre hay que acudir al médico
para que examine el ojo, por los restos que pudieran quedar o por los
posibles daños causados.

Cuerpo Extraño en oídos

Los cuerpos extraños en el oído suelen estar ubicados en el lóbulo de la oreja o


en el conducto auditivo. Cuando el objeto obstruye el conducto auditivo suele afectar a
la audición.

La extracción de objetos debe realizarse siempre por un médico para así evitar
posibles lesiones auditivas e infecciones.

Intoxicaciones

Se entiende por intoxicación a “la reacción del organismo a la entrada de


cualquier sustancia tóxica (veneno) que causa lesión o enfermedad y en ocasiones la
muerte”.

Por tóxico entendemos “cualquier sustancia que a una determinada


concentración produce efectos dañinos en los seres vivos”.

El grado de toxicidad varía según la edad, sexo, estado nutricional, vías de


penetración y concentración del tóxico.

Las principales vías de entrada del tóxico suelen ser: por ingestión, por
inhalación, por absorción y por inyección.

En la mayoría de los casos se produce por accidente.


Actuación

La primera actuación consiste en ver el estado de consciencia del paciente, si se


encuentra en estado de shock, comprobar si tiene lesiones oculares o lesiones de la piel,
etc.

Dependiendo del tóxico se deben seguir las siguientes pautas de actuación:


1. En los tóxicos ingeridos hay que valorar el estado general,
promover el traslado del accidentado, no provocar nunca el
vómito, (salvo que la intoxicación sea por medicamentos),
neutralizar tóxicos y localizar una muestra del tóxico.

Antes de llamar al Servicio de Emergencia se debe determinar la


siguiente información:
 Edad, peso y estado del paciente.
 Nombre del producto, con sus ingredientes y concentración, si
se conocen.
 Hora en que fue ingerido.
 Cantidad ingerida.

2. En tóxicos absorbibles hay que asegurar al accidentado, valorar su


estado general, lavar profusamente la zona afecta y retirar
vestidos contaminados (zapatos, objetos metálicos,…).
3. En tóxicos inhalados hay que asegurar al accidentado (traslado o
separación), valorar su estado general y promover el traslado del
accidentado.
4. En tóxicos por gases hay que promover las medidas de seguridad,
protección de piel y mucosas, sujeción de movimientos y evitar
manipulación del objetos.

Es fundamental disponer del teléfono de Información Toxicología 915620420


para poder preguntar cualquier duda que nos surja.
Picaduras de insectos y mordeduras

Las picaduras de insectos y las mordeduras de animales es otro de los riesgos


con los que se pueden encontrar los responsables y monitores escolares cuando realizan
su labor educativa con los niños. Estas picaduras y mordeduras suelen tener una alta
prevalencia entre los escolares, por ello es importante que lo tratemos en este capítulo.
Se podrían diferenciar tres tipos de reacciones en las picaduras de insectos:
1. Reacción local intensa, que en personas que padecen algún tipo de
alergia se acentuará más, pero normalmente es igual en casi todas
las personas.
2. Reacción más intensa. Se da sobre todo en personas que tienen
algún tipo de reactivo alérgico. Es un síntoma que reviste gravedad
y los síntomas son variables y aparecen en los primeros 15 minutos.
Incluyen urticaria, inflamación de la cara y cuello afectando a las
vías respiratorias. Suele producir dificultad para respirar.
3. Reacción tóxica que ocurre en personas a las que se le inocula gran
cantidad de veneno por picaduras múltiples. Hay que tener especial
cuidado de las picaduras en cuello, labios o párpados porque
pueden producir una gran reacción local.
En las lesiones Leves se produce inflamación, enrojecimiento y prurito intenso.

Entre las picaduras más comunes encontramos las picaduras de avispas y abejas,
las de animales marinos como medusas, las de pulgas y las de araña. La forma de actuar
sería la siguiente dependiente del tipo de insecto.

Actuación en caso de picadura de avispas o abejas

1. Preguntar al paciente si es alérgico a las picaduras, porque la reacción


suele aparecer en los primeros 15 minutos. En el caso de que lo sepa él
mismo sabrá cual es el tratamiento inmunoterápico.
2. Llevar al niño a urgencias si se presentan los siguientes síntomas:
anafilaxia o edema de glotis, disnea, vómitos y diarrea. Porque se puede
producir la muerte sino se procede con rapidez. La actuación en estos
casos sería: retirar el material productor (aguijón, el cual no se debe
comprimir, porque podemos de forma involuntaria inocular lo que queda
de veneno), y alejarse lo más pronto posible del área de la picadura, ya
que cuando una avispa pica libera una feromona que incita a las demás a
picar masivamente. Se debe limpiar la herida y aplicar apósitos con frío y
amoniaco.
3. Si la picadura se produce en una mucosa, se debe retirar el material
productor, aplicar frío y promover la asistencia medica.

Actuación en caso de picadura de animales marinos

Los síntomas más característicos de las picaduras de animales marinos suelen


ser: dolor, prurito, inflamación, enrojecimiento e impotencia funcional.

La actuación que se debería llevar a cabo consistiría en lavar la herida con agua
salada, caliente 50 grados centígrados (ya que el veneno es termolábil) y aplicar
compresas de amoniaco o alcohol de 90 grados.

Actuación en caso de picadura de pulgas

Las picaduras de pulgas se reconocen fácilmente porque pican en hilera o grupos


y producen unas pápulas o ronchas. Lo mejor es lavar bien la zona afectada para calmar
la piel, se puede también administras un antiinflamatorio o un antihistamínico si puede
tomarlo. El las farmacias venden cremas apropiadas para este tipo de lesiones cutáneas
pero lo mejor es llevar al escolar a un centro sanitario para que le proporcionen la ayuda
necesaria.

Cuando ocurre esto hay que llamar a las autoridades sanitarias porque trasmiten
enfermedades con sus picaduras.
Actuación en caso de picadura de arañas

Si la picadura es de araña, la Actuación consiste en lavar la herida con agua y


jabón y aplicar compresas frías o una bolsa de hielo y trasladar a la persona a un centro
sanitario para que puedan verificar el tipo de araña que le ha picado.

Si se ha producido en un brazo o una pierna, hay que elevarlo para evitar su


hinchazón.

Su tratamiento dependerá de la severidad de la picadura pero casi siempre se


basa en la administración de corticoesteroides o cirugía en el área dañada.

Hemorragias

Situación de Emergencia en pequeños accidentes: hemorragia nasal

Las hemorragias nasales suelen ser un suceso que crea mucha alarma, pero por
regla general no suelen ser peligrosas. Suelen ser bastante comunes en los niños y se
desarrolla principalmente en climas secos y sobre todo durante los meses de invierno
cuando el calor seco del interior de las casas produce sequedad, agrietamiento o costras
dentro de la nariz.

La gran mayoría de hemorragias nasales en los niños se producen en la parte


frontal de la nariz cerca de las fosas nasales que están constituidas por un gran número
de delicados vasos sanguíneos.

Las principales causas suelen ser:


 Hurgarse la nariz.
 Sonarse la nariz demasiado fuerte.
 Lesiones en la nariz.
 Aire excesivamente seco.
 Resfriados y alergias.
 Cuerpos extraños en la nariz.

Las actuaciones que se deben realizar ante una emergencia de este tipo son:
 Tapar la fosa que no sangra.
 Mantener la cabeza derecha.
 No sonarse la nariz al menos en 24 horas.
 Evitar esfuerzos físicos al menos durante un día.
 Respirar por la boca.
 Si la hemorragia no cesa en 15 minutos acudir a urgencias.
 Taponar con Agua Oxigenada.

Nunca se debe:
 Echar la cabeza hacia atrás porque el niño tragaría su propia sangre.
 Aplicar hielo a la nariz.

Situación de Emergencia ante herida e infección


Existen tres tipos de hemorragias:
 Arteriales: Se reconoce porque a perfusión rítmica de los latidos del
corazón va saliendo la sangre y es roja brillante.
 Venosa: Salida de sangre continua y oscura.
 Capilares: La hemorragia suele ser más pequeña.

Los principales síntomas que se suelen dar son:


 Piel pálida, fría y sudorosa.
 Pulso débil y rápido.
 Respiración rápida y superficial.
 Ansiedad.
 Somnolencia.
 Shock.

Ante una herida con hemorragia la actuación a seguir sería la siguiente:


 Proteger al paciente del medio adverso.
 Sentarlo o acostarlo.
 Antes de tocar la herida debemos lavarnos muy bien las manos.
 Tranquilizar al accidentado.
 Siempre que hay una herida lo primero es lavar con agua y jabón o suero.
 Presionar la zona sangrante.
 Elevar el miembro afecto.
 Vendar compresivamente.
 No se deben retirar los apósitos para evitar romper el posible coágulo
que se haya formado.
 No se debe usar algodón como apósito.
 Si se realiza un torniquete, se debe aflojar cada 20 minutos y se debe
escribir la hora de colocación para que lo sepan en el hospital.

Desvanecimientos

Se considera desvanecimiento a “la pérdida temporal de conciencia que se


produce cuando el cerebro no recibe suficiente sangre”.

El desvanecimiento o desmayo suele venir de golpe o precedido de los


siguientes síntomas:
 Sensación de pérdida del equilibrio o mareo.
 Debilidad.
 Malestar en general

Las causas pueden ser múltiples, y aunque la mayoría de ellas no son de


gravedad, suele ser síntoma de alguna alteración más compleja.

La actuación que debe seguirse ante un caso de desvanecimiento o desmayo es la


de restablecer el abastecimiento de suficiente sangre al cerebro. Para ello se deberá:
 Colocar al paciente en una zona ventilada.
 Acostar al paciente con la cabeza más baja que el cuerpo.
 Asegurarse de que respira bien. Para facilitar la respiración se podrá
aflojar la ropa que pueda obstruir la respiración (corbata, faja, sujetador,
cinturón, etc.).
 Cuando recupere el conocimiento se le puede dar de beber agua tibia.
 Si la persona esta consciente, es conveniente preguntarle si es diabética o
si padece de alguna enfermedad que aconseje atenderla de forma
especial.
 Si la persona esta inconsciente, se debe procurar colocarla en la posición
de recuperación.
 Cuando la persona vuelva en sí, no se debe permitir que se levante de
golpe. Es aconsejable que permanezca sentada o acostada por algunos
minutos.

El traslado de enfermos deben realizarlo el servicio de urgencias sanitarias, y


dependiendo y si no es de extrema gravedad, la podremos realizar nosotros mismos.
Resumen

Es inherente al ser humano actuar y prestar ayuda en un momento dado cuando


vemos a alguien en peligro, pero a veces la inexperiencia, las dudas, el miedo o la falta
de conocimiento hace que nos paralicemos y no podamos prestar la ayuda adecuada.
Cuando hay un accidente, actuar con rapidez puede marcar la diferencia entre
vivir o morir, entre ayudar o empeorar las condiciones de la persona accidentada, de ahí
saber prestar esa primera ayuda u ofrecer los primeros auxilios.
Por sus características propias, los niños están siempre expuestos a sufrir
accidentes de todo tipo y el colegio es el lugar donde más horas permanecen, por lo que
aumenta la probabilidad de accidentarse.
De la comunidad educativa se espera que actúen ante los accidentes escolares y
que tengan la organización suficiente para poner todo el cuidado en la vigilancia y
prevención de accidentes en los niños y esta actuación pasa porque el personal del
centro tenga unos conocimientos mínimos y adquiera unas competencias específicas
para que sepan qué hacer en caso de accidentes.

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