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Reificacion Un Estudio en La Teoria Del Reconocimiento

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Peer ere oe ee ee contamporéneas resulta incomprensible cuando se soslaya un eo es ee pee ee eet eee Peet ec pee ee a ets eee een een ee et eee rece ee eat er En este brillante ensayo, Axel Honneth el represontonte més Sree eet eer eet en eta redefine, desde la perspectiva de una teoria dl reconacmiento, Se oe eee LEN do en la relacion con el mundo se hen perdido los componentes See eee nuestra vida socal es necesario recurrir al concepto de reiicacin Esta breve obra de Axel Honneth es, a la vez que un tratado Pere teem ere oc en ry Sete) ees rey Pee ae) c) AXEL HONNETH Reificacién PSO) Pe eI} roy roe Ayana C abellt 30/mery 11 Axel Honneth Reificacién Un estudio en la teoria del reconocimiento Del mismo ator ‘Traducido por Graciela Calderon ‘aluch por el econocimiont: por una promis mol eles confesses, Baelons, 997 Rediribctn 0 reconcininto? Made, 3006 The eritque of pone Reflective aes aerial 0 theory (Sule in Contemporary German socal though) Massachuset, 395) The sage for rection: The mal grammar of ci confit (Studies in Contemporary German cel hough), Massachusetts 996 as Andee der Goch Auteur prakichen Philosophie Prankfor 2000 Leiden an Unbesinohie Eine Restuaisierung der Hegelian Rectphlnophie, rar, 3001 Bef as der Mang Padasien ds geseigen Kapitan Frankf, 2002 Kase Americus Zar morsliche Gramma Tosi Kofi, Fant, 203 Unibarkt Stasionen ener Theorie der trek, Frankfst 2003 Selslte der Krtcher Tore (Gbudene ‘Avjbe), Wiesbaden, 2006 ‘conocimiento Hoonsth Axl eliacn un esto en a tora dl racoocinients = eed, - Buenos Aires Katz, 2007, Sap. Tal em ‘Traded por: Grosela Caldera ISBN 997:285.57-7 4. Flosota Moora, 1 Caer, Greil, td. I. Tilo cop1s0 Primera elicion 2007 Kate Etre Sinclair 2945, 528 1425, Buenos Aires sonnlatzeitorecom ‘Tilo de la icin original: Werdinglichung. ‘ Eine anarkannungstheoretsche Studi be ‘© Suhriamp Verlag Frankfurt am Main, 200 ISBN Argentina: 9871285-577 ISBN Espana: 84-585187-5-4 El confenid intelectual do ata ars encanta, roles por dere lees yustads interacial ‘nue proton Ts eproduccia integra o extacada, reaicada por cualauie precedent ue no canta on la auterizacn expos dl eter Dist do clecién: thai kant Iimpeso en la Argentina por Latingefce SR. Le eco ol epi quo area ly 11725. ? wu e Prefacio Introduccion 1 LA REIPICACION EN LUK&CS. 1, DELUKACS A HEIDEGGER ¥ DEWEY I. LA PREEMINENCIA DEL. RECONOCIMIENTO IN. LA REIFICACION COMO OLVIDO DEL RECONOCIMIENTO ‘¥, CONTORNOS DE LA AUTORREIFICACION ‘VI, FUBNTES SOCIALES DE LA REIFICACION Indice de nombres Prefacio El presente estudio es la versién revisada y ampliada de las “Tanner Lectures”, que ofteci en marzo de este fio en la Universidad de Berkeley. Motivado por circunstancias actuales, me habia propuesto refor- ‘molar un tema significativo del marxismo occidental de manera tal que sus contornos te6ricos y su urgen- cia fueran comprensibles para los ofdos analiticos del piiblico de Berkeley; y, obviamente, también queria, tratar de que el concepto del reconocimiento resultara fecundo para un tema que pertenece al legado no elabo- rado hasta hoy de la tradicion de la Teoria Critica. Si no interpreté mal las reacciones del publico, parece haberse tendido un puente entre Frankfurt y Berkeley; sobre todo los tres “respondants” que fueron invita- dos para comentar mis exposiciones —Judith Butler, Raymond Geuss y Jonathan Lear~ me hicieron ver claramente con sus objeciones singularmente inteli- _gentes y comprometidas que mi exposicion fue seguida con genuino interés. En el momento de revisar el By reiacion - manuscrito traté de considerar sus propuestas y sus recomendaciones, y también las indicaciones que en Frankfurt ne hicieron Rahel Jaeggi y Christopher Zurn, A todosellosles estoy agradecide por su animadsa critica ami manuscrito, En la editorial, Bva Gilmer hizo todo lo posible para que mis conferencias fueran publica- das rapidamente; también a ella quiero hacerle llegar mi ageadecimiento. : ‘Toda reificacién es un olvido. ‘Max Horkheimer y Theodor W. Adorno, Dialéctica de la lustracién ‘Axel Honneth Frankfurt del Main, mayo de 2005 HI saber se basa alin en el reconocimiento, Ladivig Wittgenstein, Sobre la certeza we En los paises de habla alemana, durante las décadas, de 1920 y 1930 el concepto de “reficacién'” fue un leit- ‘motiv della critica social y cultural. En esta expresion. ‘yen otros conceptos vecinos parecian concentrarse, ‘como en un espejo ustorio, las experiencias historicas ‘que marcaron ala Repablica de Weimar bajo a presion, del creciente desempleo y de la crisis econ6micas: las telaciones sociales daban la impresion de una instru- ‘mentaidad fila y calculadoratel amor artesano por las, cosas habia cedido evidentemente frente a una actitud de disposicion puramente instrumental, yaun las expe- riencias interiores de los sujetos permitan entrever el hnelado de una docilidad interesadaeSin embar- 40, era necesaria la presencia de énimo de un filésofo 1 Jorgen Habermas, Theories Komniatven Hands, Frankfurt del Main py tad ep: Tota dela econ comunicsv, Maid Taurus. 1987), 36 | eencacio ‘mismo ycon el mundo se modifica de manera per rent, incluso se sled su ee. En est mismo context aparece también la pregunta acerca de si Lukécs n subestima gravemente la medida en la que las socie dades con alta diferenciacién, por razones que esti relacionadas con latefectividad) necesitan que s ‘miembros aprendan a vincularse consigo mismos y con sus congéneres de manera estratégica si esto fue= ra ast, una critica de la reificacién no deberia proces der de antemano de manera tan totalizadora como la de Lukics, sino que deberia delimitaresferas sociae les em las que esa conducta observadora, indolente, ‘ocupara un lugar egitim.” A continuacién, noes mi intencin tratarsisteméticamente todas estas cuestio= nes difusas y estos problemas individualmente; espero, antes bien, que a partir de una reformulacién dentro dela teoria de a accibn del concepto de reificacion de Laka, surja una perspectiva en la cual aquellas cues tiones no aclaradas pierdan su carécter dramitico y, cen cambio, den lugar aespeculaciones esclarecedoras, vy Fata os a estatginseguid por Habermas a oma rica dela reac en a tare de ls acin omnia Vense gen Habermas, Theorie des krmmanikriven Hades op. iy caps 68. Lukécs a Heidegger ‘Dewey ‘ha mostrado que en el desarrollo de su critica dela jffcacion Lukacs oftece implicitamente dos alterna- as contradictorias para comprender su recurso una a“ verdadera’, no distorsionada de praxis humana, tuna de ellas,en la version “oficial”, parece querer ar las précticas de reifcacién devenidas una “se- «da naturaleza’, enfrentindolas con el ideal de una axis abarcadora, en la que toda realidad es gene- a en tltimo término por el trabajo dela especie. Mas ld del hecho de que este primer modelo descansa bre premisas idealistas también tiene que fracasar srque en él toda existencia de objetos, de lo no-pro- lucido, se vuelve un caso de reificaci6n. Sélo en su wunda alternativa parece tomar més en serio lo que ‘mismo afirma acerca del modo reducido, puramente spservador’, de aquellas pricticas y actitudes que, en conjunto, conforman lo que describe como “reif- acion’, puesto que en este abordaje “no oficial’, del ue se encuentran suficientes evidencias en el texto, se 38 1 Rescacion ‘mide l falta de postura reificante enfrentindola con, un ideal de praxis que est caracterizado por las cual ddades dela participacion activa y del compromiso exis- tencial: aqut falta todo matizidealista porque se trata de una forma especial de la interaccién antes que de una actividad productora de mundo. Si seguimos las sefales contenidas en tales razonamientos, nos topa ‘mos con tn impactante parentesco con ideas como las que fueron desarrolladas, poco tiempo después de la ‘genesis del texto de Lukics, por John Dewey y Martin Heidegger’ y ampliando el horizonte temporal hasta 1 presente, cabriaincluir también a Stanley Cavell en Ja serie de autores cuyos pensamientos se acercan ala segunda version de a critica de areificacién de Lukas? En primer lugar, me concentraré en un punto de convergencia entre Lukacs y Heidegger para poder seguir esclareciendo el concepto esbozado de praxis de implicacién, 1 Metso agen Marta Heidegger Sin nd Ze, ‘Tings, 967 trad. esp Sry empo, Madrid rota, 200) Jolin Dewey, Qulistives Deen” [Pensamntoculittiv) 1930], €2 Pibraphi and Zeaton [loot vaca, rankfurt del Mai, 203, p. 4-6 John Dewey,“Afekives Denken”[Pensamieato aft) [926 en sip. 7-34 2 Stanley Caell“Wiseen und Anethenaes” [ber yreconnct) en Davide Spry Espen Hammer (ds), Die Unb es CGevahnicen [La extanens lo ual, Frankfurt de Main, 200 p. 3-7. Vase eo que sigue capil 5. Ue LURACS A AIOEGGER OEHEY | 39 nel pasado se ha advertido con mucha frecuen- cia el hecho de que hay puntos de contacto en més de ion sentido entre el ensayo de Lukics y Ser y tiempo deHeidegger? y esta “afinidad electiva” intelectual se smabifiesta aun més claramente si ademés se consi- idera la eocién sobre Aribt6teles de Heidegger del aio 4924. Pata reconocer adecuadamentel primer punto de coincidencia entre ambos autores, es necesario jndicar primero que con su ensayo Lukécs se propone algo mis que hacer una critica de los efectos reifican- tes de la forma econémica captalistas antes bien, le importa demostrar que la filosofia moderna se ha {topado siempre con antinomias irresolubles porque, debido a su arraigo en a cultura cotidiana reifcada, huaquedado atrapada en elesquema de oposicion Sujeto y objeto’ El mismo propésito de criticarla filo- 5 Vase, entre oto Lien Goldmann, Lukes wl Heidegger ‘Nevyelasane Fragment, Darmstadt Need 3975 ade: Lahde y Heidegger Buenos Aires, Amoreort, 975) Gelman ‘omen os dos psaes de Sein und Zeit (op. 3p. 4547) €% Josque Heidegger habla expreamente deren" yen los «ques fee probalemente al famosa texto de Laks Lucien Goldmann op ita PP ys “4 Nastia Heidegger Greer de arsotlchen Philosophie [cnocpos fundamentals dea feof ritoeics em Gesetaugabe [Obras completa] 1, Frankfurt del Main, 2002, 5 Georg Luks, “Die Verdingichung und da Bewutcin des Proletariat’ op. tp 257-3975. p. 28738. 40 | aariccidn sofia moderna siguiendo el hilo de su fijacién en e] ualismo sujeto-objeto se encuentra también com punto de partida en Heidegger: como Lukics, tambié el autor de Ser y tiempo esté convencido de que primado dela idea de una apreension neutral d ‘realidad es responsable de las cegueras ontologicas ‘que han impedido que se diera una respuesta ade. ‘cuada a la pregunta sobre las estructuras de la exis- tencia del hombre, Naturalmente, en este contexto “Heidegger no comparte la intencién més amplia de Lukécs de atribuir la preferencia filos6fica pot el esquerna sujeto-objeto ala forma de vida reificada de lasociedad capitalista; a Heidegger las ponderaciones teorico-sociales le resultaron siempre tan extrafas ‘que ni siquiera hizo el timido intento de cuestionat Tas ralces sociales de a tradicién de la ontologia que critica. Pero en la intencién de socavar o “destruir™ 1a idea imperante seggin la cual un sujeto epistémico se enfrenta con el mundo de manera neutral, con- cuerdan los dos autores de tal manera que ambos eben dfndir la propuesta de una concepeisn alter ‘Como es sabido, Heidegger realiza esta tarea con la ayuda de un andlisis existencial fenomenolégico tendiente a demostrar queen aejecucién cotidiana de laexistencia (Dasein] el mundo siempre esta ya abierto: normalmente nos enfrentamos con la realidad no en oe LUAGs 4 yeoecce yaewer | gn postura de un sujeto cognoscente, sino que esta- 19s previamente tan pendientes de dominarla, que élla nos es dada como un campo de significacio- s practicas. El concepto que usa Heidegger para terizar la estructura de tal relacion prictica es el cura” [Sorge],“ que tiende un puente hacia las refle- jones que se encuentran en Lukécs cuando trata de ener un concepto ampliado de praxis a partir del taste com la conducta meramente observadora. Tal 10 ocurre con el concepto de “cura” en Heidegger, idea de una praxis de implicacin en Lukas tambien parece proporcionar la clave para refutar fundamen- ente Ia fijacién imperante al esquema sujeto- eto, pues ise supusiera tal forma de actuar el sueto se enfrentaria de manera neutral con una realidad hay que conocer, sino que estara vinculada alla m interés existencial de modo que ésta se presenta- siempre como accesible en una significacién cual iva, No obstante, en este segundo punto de contacto “entre ambos autores debe atenderse el hecho de que “Lukics, por cierto, parece proceder aqui de manera muy distinta a Heidegger. Mientras que el autor de Ser tiempo se propone mostrar que el lenguaje menta- lista de la ontologfa tradicional no hace ms que defor- {6 Huidepgr Sin wnd Zt op ci ps7 $4.9 Grudge sriaatchenPhsophie, pit, ps5 42 | ecacON ‘mar la manera en que miramos lo fictico del cardey de cura de nuestra existencia cotidiana, Lukas pa partir dela premisa totalmente diferente de que enel capitalismo la reciente eificacién ha destruido ya toy posibilidad de una praxis de implicacién. Por ete ‘motivo, Lukes tal vez no entienda su propia empresa como un desvelamiento de una forma de exstencia del hombre ya dada para siempre, sino como un esbozode tuna forma posible en el futuro. En vista del problema ela ontologia tradicional, parti de esta diferencia de método resultaria que ~ diferencia de Heideggere Lulkécs no podria refutar la primacia de ésta sobre a base dela realidad fictica; antes bien, reconoceria forage samente en ella una expresién adecuada de las condi- ciones reificadas, que s6lo podrlan ser realmente superadas una vez superada la forma capitalist dela sociedad. (Con esta complicacién se aborda uno dels proble- ‘mas més dificiles que plantea el texto de Lukécs. Si se lo observa detenidamente, no queda tan claro si su argumentacién realmente leva a la conclusién de que el proceso de reificacién ha eliminado ya todos los elementos de una praxis “verdadera”, de implicacion, ;Pues-en particular en el iltimo capitulo de su ensayo, que trata dela“toma de conciencia” del proletariado— se encuentran numerosos pasajes que transmiten la impresion contraria. Lukécs -tomando prestado mu- De LUKAS A HLBEGSERY ewEY | 43 eFichte- intenta mostrar que la superacién de seoniciones reificadas slo puede ser pensada como ‘acto en el que la clase trabajadora toma concien- delos resultados cticos de su capacidad de produc- in, Precisamente porque el proletariado lleva una. 5 ente denigrada y cosificada asi “jeracste pensamiento dialéctico~ debe manifestarsee, "emo en un vueleo espontineo, el conocimiento de ~ que'los objetos sociales no son cosas, sino relaciones ~¢ntre hombres" Si, por otra parte, les restamos a estas _ especulaciones histrico-ilos6ficas todo exceso idea- JJsiaylas reducimosa un nicleo sobrio, queda de ellas Jj constatacion de que la otra forma de praxis, la no {pificada, no se ha eliminado bajo las condiciones de Jp reificacién, sino que simplemente se ha sustraido la conciencia. Como Heidegger, Lukécs también fayoniia que as condones refi sto cons fayen un marco de interpretacién falso, un velo onto- ogico detras del cual se esconde la facticidad de la forma efectiva de a existencia humana) Si seguimos a interpretacién propuesta frente ala ‘ual en el texto de Lukicsno se encuentra casi ninguna alternativa razonable, efectivamente ambos autores coinciden en gran medida en el posicionamiento de 1 Georg Lakdcs,"DieVedinglchung und des Bewuftsin des Proletariat op. cit p-368. 44 1 sesicacion sus respectivos conceptos de praxis las alusiones a ung praxis participativa quesse encuentran en Lukics qui ten designar, tanto como el concepto heideggerian de “cura’, la orientacién préctica que caracteriza forma de vida humana por su estructura, pues, contr riamente aa idea imperante, devenida “segunda natu. raleza’ segin la cual el hombre en primer hugar procu siempre legar a una aprehensién cognoscente y neu. tral de la realidad, ejecuta su existencia en un m de implicacion existencial, en el modo de una “preo ‘cupacién” que le permite que el mundo sea accesible para él pleno de significado. Esta cualidad elemental dela praxis humana debe estar presente aun en forma rudimentaria en aquellas condiciones sociales que como supone Lukécs-en gran medida han sucum: bdo ala reificaci6n a causa de la propagacién del inter ‘cambio de mercancias; de otro modo Lukes no podri sostener que s6lo se requiere un acto de toma d conciencia (y no de anticipacién o de recuerdo) pa traer a la Tuzla facticidad de la implicacién préctica franqueando las elaciones socials reifcadas, En este sentido, ambos pensadores comparten la conviccién de que en medio del presente falso, cegado ontols gicamente, deben estar desde siempre presentes aque- lla estructuras elementals de a forma de ida humana ‘que se caracterizan por la preocupacién y el interés existenciales. KAS & apg ocweY | De andes «nga 45 partir de esta coincidencia emana, por cierto,como tra consecueencia, el hecho de que Lukas y Heidegger coincidir también en un tercer y decisivo punto, Hasta aqui, mi reconstruccion sefialaba que para Lkics [e*eifcacion’ no designa un mero error categorial ni un quebrantamiento de reglas morales, sino una “at {ud’-0 costumbre incarrecta, es decir, una forma de is que se tori iin habito, Sin embargo, esto no nen que laidea de las relacio- ificadas, sificadas, cubre sélo como un velo. debe suponer que la reificacién representa, no ‘yavuna forma incorrecta de una praxis vuelta habi: spre en forma rudimentaria. Hablar de condicio- *eifcadas’, por lo tanto significari atribuir alos cores que viven bajo tales condiciones una compren- sgn errada delaspricicas queen realidad, ells eecu- ian siempre. Al mismo tiempo, estas interpretaciones incorrectas tampoco deben ser presentadas como si atecieran de toda influencia en la ejecuciones de acién delos sujets, pues, en efecto, Lacs -del mismo modo que Heidegger~ sostendrfa que el predominio de la escision sujeto-objeto, que la hegemonia del 46 | ReiaCioN esquema ontol6gico de “lo que esté ante los ojos% ejercen un efecto negativo, cuando no destruct en nuestra praxis de vida, Como consecuencia de complicacién adicional, ambos pensadores estén forza. dosa defender una tess que posee el siguiente conte nido:{a costumbee, devenida segunda naturaleza, de representarse la relacién con uno mismo y con a) entorno seguin un modelo de aprehensién neutral de datos césicos le confiere,a través del tiempo, inlusg 2 la praxis de la accn humana otra forma, rifcada ta, sin que por ello el carécter original de cura de aquella praxis pueda hacerse desaparecer del todo alguna ve2\Antes bien, esta cualidad previa debe estar siempre tan presente en la forma de un saber pretre= flexivoo de restos elementales de accién, que un anal sis critico podria volver a traerlaa la conciencia en, cualquier momento. Para completar la tess asi esbo= zada, Lukicssélo deberia aNadirle que el surgimiento delascostumbres de pensamiento reifcantes no emana, | Respect del eaquems de "Vorhandoi” en Heeger, vase ‘Sein und Zeit op ci pss. Vea tambi el ‘ilarecimienio dela oporicn ente"Zahaceni (ala mano] y"Vorhandene” fant ls oos,en Huber L. Dee, Beinn the-werld commentary on Heidegger’ ing nd Tome, Divison Cambrdge()2991 94a ep. Serer mando. Comentario le Sec Primera de Set tiempo de Martin Heeger, se, Santagn de Chile, ‘Editi Cato Viento, 2003), De Luedes a eioecce voewey 1 47 to del predominio de una ontlogi incorrectacomo Jageneralizacin social del intercambio de mercan- (Gas, La crecientetransformacién de la forma de las cas sociales tendiente a un accionar indolente “gedebe alas imposiciones que en las costumbres de jnterpretaci6n de los sujetos ejerce la participacién ‘enprocesos de intercambio puramente calculadores ‘Con este resultado intermedio hemos llegado @ un ‘punto en el-que podemos acometer la cuestin de si “elconcepto heideggeriano de “cura” puede efectiva- ‘mente contribuir al esclarecimiento de la idea de praxis aque sitvid de base @ Lakécs para su critica dela rif ‘acidn. Se impone la conjetura de que esa fecundaci deideas es posible porque, en la segunda alternativa de ‘nterpretaci6n de su teoria, Lukics caracteriza las es- tructuras de la praxis original intentando definirlas mediante aquellas cuslidades que justamente pare- cenfaltarle ala conducta reificada, meramente obser- ‘dora: por este motivo, resulta entonces que el hombre en realidad siempre debe comportarse de la misma manera fespecto de su entorno, con implicacién einte- xfs, como lo consider6 también Heidegger en su con- ‘cepto de ‘cura’, A primera vista, ése no significa més que lo que en la actualidad se designa como “pers- pectiva participativa’, en oposicién a una perspectiva puramente de observador. Normalmente, los sujetos hhomanos participan en la vida social situindose en la 48 | rencacion perspectiva de quienes tienen enfrente, cuyos deseo actitudes y reflexiones han aprendido a compre como razones de su accionar. Si, por el contrario¢ adopcién dela perspectiva de otro no tiene lugar y, ende, se toma una postura puramente de ob: frente al otro, el lazo razonable de interaccién hi se deshace, porque no esté proporcionado por a mtu comprensién de razones.AEntonces, los dos lemen cipativa” son la toma de perspectiva yla comprensi de la accién, resultante de aqueéllal ¥ aqui la preg precisamente los aspectos a los que dirigian pri dialmente la atencign Heidegger, con su concepto de cura’, y Lukas, con su idea de una praxis de impl cacién. Han de traducirse adecuada y completamente las intuiciones que unen a ambos pensadores con s critica dela primacta del esquema sujcto-objeto e Ia tesis cde que en la praxis de vida la perspectiva parti ase como ejemplo dela ies dea "peapectiva participa angen Habeas "Wat ei Univeral [gue deca pragma universal] en Vorstudien and Bygone 247 Theorie es tonmurilaiven Hamden, rant el Mai, 1984 pp. 359-44 [tad esp Tie dea acon comarca complements y estos previes Madi, Citedra, 989); Daniel {C2Dennet, Th intentional sane Cambridge (ss), 197 rad. ‘sp La acid ienconalBarclone, Ge, oe Lunds a pIDEGGeRY sewer 1 49 siva tiene siempre una necesaria preeminencia teal punto de vista de a mera observaciOn? Contra ag habla ya el hecho de que Heidegger y también ikics quieren que sus respectivos conceptos de praxis cgan entendidos como abarcadores de la relacion del sbze con sus congéneres y con el resto de sw jrno. De acuerdo con sus ideas, en la interacci6 jana la actitud de “cura” o “implicacién” no esta jda solo al otro sujeto, sino en principio a todo oaago distinto que lo que se retiene en la idea de la perspectiva participativa, pues “cura” o “implicacién” on expresiones que, aunque también designan un to de toma de perspectiva, le afaden un elemento derelacionabilidad afectiva, es mas, de predisposiciin -animica positva, ausente de la idea de la comprensién Heidegger evita en plano ontlégco desu andiss del Dasein {ante concept de Gegesand [objeto como ede Dig eo su lua, coloa por lo genera el trmino Ze tl como ‘ategoracomplementara deo Zuhanden [ala manols se Marin Heidegae, Sein und Zito. ce. 50 | eeCACON elas zones para actua* Con ello se marca un lin muy tenue, pero tanto més decisivo, que separa, intuiciones de estos dos autores de las reflexioneg fundamentales que se formulan en la actualidad utile zando el concepto de actitud “comunicativa” o“intens cional”: mientras que con ello quiere destacarse gf hecho de que los seres humanos, en general, se come nican entre sf percibiéndose mutuamente en el rol de tuna segunda persona, Lukées y Heidegger apuntan a la idea de que tal actitud intersubjetiva esta sujeta pre viamente a un momento de apoyo positivo, de incl nacign existencial que no se manifesta suficientemente en la atribucin de la motivacién racional. Para entender mejor lo que expresa esta tess tiene sentido repasar las nociones fundamentales que implicaen toda su extensin: se afirma que la relaci6n

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