UNIVERSIDAD

TÉCNICA DEL
NORTE
FACULTAD
CIENCIAS DE LA
SALUD
CARRERA DE
ENFERMERÍA

PSIQUIATRIA

RESUMEN UNIDAD II

NOMBRE:
CAICEDO LÓPEZ
BRITANY AILED

CURSO:
4 DE ENFERMERÍA
“B”

DOCENTE:
MCS. LOLA ACOSTA
 VIOLENCIA Y MALTRATO

Definición de la violencia

La Organización Mundial de la Salud define la violencia como: El uso intencional de la fuerza o

el poder físico, de hecho, o como amenaza, contra uno mismo, otra persona o un grupo o
comunidad, que cause o tenga muchas probabilidades de causar lesiones, muerte, daños
psicológicos, trastornos del desarrollo o privaciones.
La definición incluye la violencia entre individuos, la conducta suicida y la violencia colectiva.
Además de los actos físicos, incluye intimidación, amenazas, consecuencias psicológicas y
relacionadas con el desarrollo para los individuos, sus familias y comunidades

MODELO ECOLÓGICO QUE EXPLICA LA NATURALEZA MULTIFACTORIAL DE LA VIOLENCIA

Primer nivel: Identifica los factores de la historia biológica y personal que influyen en cómo se
comportan los individuos. Explora la probabilidad de que una persona se convierta en víctima
o perpetrador de violencia. La persona sometida a maltrato es víctima y después es
superviviente. Los enfermeros insistimos en la capacidad de la persona de sobrevivir y superar
el maltrato. Algunos factores que afectan al riesgo de violencia incluyen trastornos de
personalidad, abuso de sustancias, haber experimentado maltrato y antecedente de conducta
agresiva.

Segundo nivel: analiza las relaciones (familias, amigos, parejas). Explora la forma en que estas
relaciones pueden aumentar el riesgo de convertirse en una víctima o un perpetrador de
violencia.

Tercer nivel: explora los contextos comunitarios en los que se producen las relaciones sociales
(colegios, lugares de trabajo y vecindarios). Identifica las características que pueden contribuir
al riesgo de violencia.

Cuarto nivel: analiza los factores sociales que crean un clima en el que se fomenta o se disuade
de la violencia. Incluye la disponibilidad de armas y normas sociales y culturales.

Los factores de cada uno de los niveles fortalecen o modifican los factores de los otros
niveles.
 CARACTERÍSTICAS DE LAS FAMILIAS VIOLENTAS
Los niños que son testigos de violencia aprenden conductas agresivas. También llegan a ver la
violencia como una opción para afrontar la frustración o la ira.

Factores de riesgo
La edad, el estado civil y el empleo parecen tener una participación importante en el maltrato
de las parejas íntimas. Esto se complica si la mujer está soltera, separada o divorciada; si está
gestante; si abusa de drogas o alcohol, o si mantiene una relación con alguien que lo hace; si
fue maltratada cuando era niña; y si tiene una pareja desempleada y los ingresos combinados
son bajos.

Aislamiento social
El aislamiento social es otra característica común de las familias violentas. Se produce
aislamiento social en el maltrato infantil, el maltrato de las parejas íntimas y el maltrato de
ancianos.

Abuso de poder
El maltratador habitualmente es quien tiene el control de toda la familia, toma todas las
decisiones y gasta el dinero según su criterio.
* Físico: Infligir lesiones físicas, impedir el acceso a los recursos necesarios para mantener la
salud, obligar a consumir alcohol o drogas, atar o sujetar.
* Emocional: Socavar la sensación de autoestima de la víctima con críticas intensas, insultos,
ridículo, intimidación o desprecio.
* Sexual: Forzar contacto sexual sin consentimiento, herir intencionalmente a alguien durante
las relaciones sexuales, obligar a alguien a mantener relaciones sexuales sin protección de la
gestación y de enfermedades de transmisión sexual, realizar comentarios sexuales
degradantes.
* Psicológico: Generar una sensación de miedo mediante amenazas de hacer daño o
abandonar a la víctima.

Abuso de alcohol y drogas

No todas las personas que consumen drogas y alcohol son violentas hacia sus familias. Los
maltratadores suelen excusar su conducta así: «Les herí porque estaba borracho». Las
personas han aprendido que pueden controlar a sus parejas o sus hijos con violencia y que en
cierta medida nuestra sociedad lo disculpa.

Ciclo de violencia
Se registra episodios de violencia y de parte de perpetrador existe remordimiento y se hace
promesas de que no volverá a ocurrir, pasado un tiempo se vuelve a acumular tensión y se
repite el episodio de violencia y disculpas, hasta que se producen frecuentemente y el
sentimiento de remordimiento y culpa por parte del penetrador desaparecen.
 Violencia de pareja
El 95% del maltrato entre parejas íntimas es el
maltrato de hombres hacia mujeres. Como en otras
formas de violencia familiar, las víctimas del maltrato
de pareja tienden a ocultar el maltrato. Es interesante
señalar que las mujeres víctimas de maltrato consultan
en el servicio de urgencias con más frecuencia por
otros motivos que por las lesiones relacionadas con el
maltrato. El profesional de enfermería no tiene la
responsabilidad de rescatar a la mujer y de
convencerla para que presente cargos. Un motivo por
el que las mujeres mantienen relaciones de maltrato
es que no saben que tienen opciones. Cuando sea
posible, el personal de enfermería debe evitar utilizar palabras como maltrato o agresión o
cualquier otro término que la paciente pueda interpretar como crítico. Los profesionales de
enfermería pueden tratar este problema con información incluso en una visita breve en el
servicio de urgencias o en la consulta.

ESCALA WAST
ENCUESTA SOBRE VIOENCIA
 ROL DEL PERSONAL DE ENFERMERIA ANTE VIOLENCIA Y MALTRATO

Para llevar a cabo un PE hay que desarrollar sus fases2626,

1. Etapa de Valoración:
La fase inicial para identificar un problema, es la valoración del paciente. En ella se procede a
la recogida de datos subjetiva y objetiva, su análisis y cómo afectan al usuario. La enfermera,
por medio de la entrevista, la observación, la exploración física y valoración del entorno, la
casa y los grupos de apoyo, clasifica, agrupa, interpreta y contrasta la información con el
usuario siempre que pueda. Hay diversas formas de recogida de los datos, y este trabajo se
realiza y ordena en base al modelo, explicado anteriormente, de las 14 Necesidades de
V.Henderson. El enfermero trabajará sobre aquellas que se encuentren alteradas para
solucionar el problema de salud y así, su independencia.

2. Etapa Diagnóstica.
Las enfermeras tratan de proporcionar cuidados a las respuestas que cada persona, grupo o
comunidad da a problemas de salud reales o potenciales. Se encarga de la consecución y
cumplimiento de los objetivos fijados con el paciente, de la adopción de decisiones que
culminarán en un Plan de Cuidados (PC) y de la ejecución de las intervenciones, incluyendo la
colaboración interdisciplinar y la derivación del paciente si fuera necesario

3. Etapa de Planificación.
Tras la identificación de los diagnósticos se jerarquizan por relevancia, se establecen los
objetivos que se quieren lograr y se plantean las intervenciones enfermeras para lograrlos, con
el objetivo de que los cuidados se enfoquen a la resolución de los problemas. Esta Plan de
Cuidados Estandarizado para Víctimas de Violencia de Género planificación se lleva a cabo
mediante un PC, en el que se organizan los diagnósticos, sus objetivos e intervenciones.

4. Etapa de Ejecución.
Esta etapa refleja la puesta en funcionamiento del PC, realizando las intervenciones
programadas y registrando los acontecimientos que se suceden a lo largo de éste para la
resolución de problemas. Se priorizan en función de su importancia para la salud del paciente.

5. Etapa de Evaluación.
Esta consiste en la comprobación de las intervenciones realizadas para resolver los problemas
propuestos inicialmente. Aunque debe de estar presente de manera continua en cada fase
cuando se valora el estado del paciente. Es decir, se determina la efectividad del PC y se
comprueba si el usuario ha alcanzado los objetivos previstos.

Suicidio

El suicidio es un tema delicado y serio relacionado con la salud mental. La salud mental
abarca el bienestar emocional, psicológico y social de una persona, y cuando esta se ve
afectada negativamente, puede dar lugar a una serie de problemas, incluido el riesgo de
suicidio.

El suicidio es un acto intencional de quitarse la vida y puede ser causado por una variedad de
factores complejos. Algunos de los principales factores de riesgo asociados con el suicidio
incluyen trastornos mentales como la depresión, la ansiedad, los trastornos de la
personalidad y el trastorno bipolar. Las personas que han experimentado traumas, abuso o
dificultades emocionales también pueden ser más propensas al suicidio.

Es importante tener en cuenta que el suicidio no es una solución a los problemas y que
siempre existen alternativas y ayuda disponible. La prevención del suicidio implica abordar
tanto los factores de riesgo individuales como los factores de riesgo socioculturales. Algunas
estrategias clave incluyen:

• Promoción de la conciencia y la educación: Es fundamental educar a la sociedad

sobre la importancia de la salud mental y el suicidio, y promover una mayor
comprensión y empatía hacia las personas que luchan con problemas de salud mental.

• Acceso a la atención médica: Garantizar que las personas tengan acceso a servicios
de salud mental adecuados y asequibles es crucial. Esto implica mejorar la
disponibilidad de profesionales de la salud mental capacitados y ampliar la cobertura
de seguros para incluir el tratamiento de problemas de salud mental.

• Detección temprana y tratamiento: Identificar los signos de advertencia de suicidio y

brindar intervención temprana puede marcar la diferencia. Los proveedores de
atención médica y otros profesionales de la salud deben estar capacitados para
reconocer los síntomas de trastornos mentales y proporcionar tratamientos eficaces.

• Apoyo comunitario: Las redes de apoyo social son fundamentales para la salud
mental. Fortalecer los lazos comunitarios, promover la inclusión social y brindar apoyo
emocional pueden ayudar a prevenir el suicidio. Además, es importante fomentar
entornos seguros y libres de estigma donde las personas se sientan cómodas al buscar
ayuda.

• Reducción del acceso a medios letales: Limitar el acceso a métodos de suicidio, como
armas de fuego o ciertos medicamentos, puede disminuir las tasas de suicidio. Esto
puede implicar políticas de control de armas, regulaciones de prescripción y campañas
de concienciación.

En resumen, el suicidio es un grave problema de salud mental que requiere una atención
integral. La prevención del suicidio implica abordar los factores de riesgo individuales y
sociales, promover la conciencia y la educación, mejorar el acceso a la atención médica,
brindar tratamiento temprano y efectivo, fortalecer los lazos comunitarios y reducir el acceso
a medios letales. Es fundamental trabajar juntos como sociedad para prevenir el suicidio y
apoyar la salud mental de todos.

La asistencia de enfermería en el suicidio

El personal de enfermería juega un papel fundamental en el tema del suicidio al proporcionar
apoyo, cuidado y tratamiento tanto a las personas en riesgo de suicidio como a aquellas que
han intentado suicidarse.

Formas en las que el personal de enfermería puede ayudar:

• Evaluación de riesgo: Los enfermeros pueden llevar a cabo evaluaciones

exhaustivas para determinar el nivel de riesgo de suicidio de un individuo. Esto
implica preguntar sobre los pensamientos y sentimientos suicidas, evaluar la
gravedad de esos pensamientos y recopilar información sobre factores de riesgo
adicionales.

• Intervención inmediata: Cuando un paciente presenta un riesgo inminente de

suicidio, los enfermeros pueden tomar medidas inmediatas para mantener su
seguridad. Esto puede incluir la implementación de medidas de precaución y
supervisión, como la asignación de una habitación sin objetos peligrosos y la
vigilancia constante.

• Apoyo emocional: Los enfermeros brindan apoyo emocional a las personas en

riesgo de suicidio al escuchar y validar sus sentimientos y experiencias. Proporcionan
un espacio seguro y confidencial donde los individuos pueden expresar sus
pensamientos y emociones sin temor a ser juzgados.

• Planificación de cuidados: Los enfermeros colaboran con otros profesionales de la

salud para desarrollar planes de cuidados individualizados para las personas en
riesgo de suicidio. Esto puede incluir la participación en la terapia individual o grupal,
el establecimiento de metas y la identificación de estrategias de afrontamiento.

• Educación y prevención: Los enfermeros desempeñan un papel importante en la

educación pública y la prevención del suicidio. Pueden impartir información sobre
factores de riesgo, señales de advertencia y recursos disponibles a nivel comunitario.
También pueden participar en campañas de concienciación y promover la
importancia de la salud mental.

• Seguimiento y apoyo continuo: Después de un intento de suicidio, los enfermeros

brindan un seguimiento cercano para asegurarse de que los individuos reciban el
apoyo adecuado durante su recuperación. Esto puede incluir la coordinación de
servicios de atención médica y remisiones a profesionales de salud mental.

Es importante destacar que el personal de enfermería trabaja en estrecha colaboración con

otros profesionales de la salud, como médicos, psiquiatras y trabajadores sociales, para
brindar una atención integral y multidisciplinaria a las personas en riesgo de suicidio.
 Alcoholismo

El alcoholismo es una enfermedad crónica y progresiva que afecta tanto la salud física
como la mental de las personas. Se caracteriza por un consumo compulsivo y
descontrolado de alcohol, a pesar de sus consecuencias negativas.

En relación con la salud mental, el alcoholismo puede tener diversos efectos perjudiciales.
Aquí hay un resumen de algunos de los aspectos más relevantes:

• Depresión y ansiedad: El alcohol puede actuar como un depresor del sistema

nervioso central. Aunque inicialmente puede generar una sensación de euforia, a
largo plazo puede desencadenar síntomas de depresión y ansiedad. Además, las
personas con trastornos de ansiedad o depresión tienen una mayor probabilidad de
desarrollar alcoholismo como forma de auto tratar sus síntomas.

• Trastornos psicóticos: El consumo excesivo y prolongado de alcohol puede

provocar trastornos psicóticos, como la psicosis alcohólica. Los síntomas incluyen
alucinaciones, delirios y cambios en la percepción de la realidad.

• Trastornos del sueño: El alcohol interfiere con los patrones normales de sueño y
puede causar insomnio o una disminución en la calidad del sueño. A su vez, el sueño
deficiente puede empeorar los problemas de salud mental, creando un ciclo
perjudicial.

• Trastornos del estado de ánimo: El alcoholismo está asociado con un mayor riesgo
de trastornos del estado de ánimo, como el trastorno bipolar. Además, el consumo
crónico de alcohol puede agravar los síntomas de estos trastornos y hacer más difícil
su tratamiento efectivo.

• Mayor riesgo de suicidio: Las personas que sufren de alcoholismo tienen un riesgo
significativamente mayor de suicidio en comparación con la población general. La
depresión, la desesperanza y la impulsividad relacionadas con el consumo excesivo
de alcohol aumentan esta vulnerabilidad.
• Interacciones con medicamentos: El alcohol puede interactuar negativamente con
muchos medicamentos utilizados en el tratamiento de trastornos de salud mental.
Puede disminuir la efectividad de los medicamentos o aumentar los efectos
secundarios adversos, lo que dificulta el manejo adecuado de los trastornos
mentales.

Es importante destacar que el alcoholismo y los trastornos mentales a menudo se

alimentan mutuamente, creando un ciclo difícil de romper. El tratamiento adecuado de
ambos aspectos es fundamental para la recuperación. Si tú o alguien que conoces está
 lidiando con el alcoholismo o problemas de salud mental, es fundamental buscar ayuda
profesional.

La asistencia de enfermería en el alcoholismo

La asistencia de enfermería en el tratamiento del alcoholismo es fundamental para

proporcionar cuidados integrales a los pacientes que luchan contra esta enfermedad. Los
enfermeros desempeñan un papel crucial en el cuidado y la rehabilitación de las personas
que sufren de alcoholismo, trabajando en estrecha colaboración con el equipo de
atención médica.

Formas en las que los enfermeros pueden brindar asistencia en el alcoholismo:

• Evaluación y diagnóstico: Los enfermeros pueden realizar evaluaciones de salud
exhaustivas para determinar el grado de dependencia al alcohol y cualquier
complicación médica asociada. Esto implica obtener un historial médico detallado,
realizar exámenes físicos y evaluar el estado mental del paciente.

• Manejo de la desintoxicación: Durante el proceso de desintoxicación, los

enfermeros pueden monitorear los signos vitales del paciente, administrar
medicamentos para aliviar los síntomas de abstinencia y proporcionar apoyo
emocional. También pueden educar al paciente y a sus familiares sobre los posibles
efectos secundarios y las estrategias para sobrellevarlos.

• Planificación del tratamiento: Los enfermeros pueden colaborar con otros

profesionales de la salud para desarrollar planes de tratamiento individualizados.
Esto puede incluir terapia individual o grupal, programas de apoyo, referencias a
especialistas en salud mental y otras intervenciones necesarias.

• Educación y consejería: Los enfermeros pueden brindar educación al paciente y

a sus familiares sobre los riesgos del alcoholismo, los efectos en la salud y las
estrategias de prevención de recaídas. También pueden ofrecer consejería para
ayudar al paciente a comprender los factores subyacentes que contribuyen a su
dependencia y brindar apoyo emocional durante todo el proceso de recuperación.

• Seguimiento y apoyo continuo: Los enfermeros desempeñan un papel

importante en el seguimiento y apoyo a largo plazo de los pacientes en
recuperación. Pueden brindar seguimiento regular, evaluar el progreso, detectar
posibles recaídas y ofrecer recursos adicionales según sea necesario.
Es importante tener en cuenta que la asistencia de enfermería en el alcoholismo se lleva a
cabo en colaboración con otros profesionales de la salud, como médicos, terapeutas y
trabajadores sociales. El tratamiento efectivo del alcoholismo requiere un enfoque
multidisciplinario para abordar los aspectos médicos, psicológicos y sociales de la
enfermedad.