Jesucristo y El Evangelio Sempiterno
Jesucristo y El Evangelio Sempiterno
Jesucristo y El Evangelio Sempiterno
1. ¿Qué puedo aprender del Salvador sobre obedecer la voluntad del Padre Celestial? La
respuesta debe incluir:
• Enseñanzas o ejemplos del ministerio eterno del Salvador que ilustren su obediencia al Padre
Celestial.
El Salvador estuvo dispuesto a dar su vida por cada uno de nosotros, cumplió cabalmente su
misión aun a sabiendas del dolor que iba a padecer. Pero como el mismo lo expresó tomó sobre
si esa gran responsabilidad y culminó su obra con honor. Siempre estuvo dispuesta a hacer la
voluntad de Su padre, no tuvo en cuenta aun su vida misma, desde la preexistencia es claro que
sabía que papel iba a desempeñar en su corta estadía terrenal. Me gusta muchas de sus
experiencias, en especial cuando ayudó a otras personas a través de los milagros, como el caso
del hombre paralítico que fue sanado, el leproso fue limpiado de su enfermedad, la adúltera
fue ayudada a iniciar un proceso de arrepentimiento.
• El modo en que la obediencia de Jesús al Padre Celestial se compara con tu actitud como
discípulo.
Esto me enseña que debo seguir su ejemplo perfecto, esforzarme por guardar los
mandamientos en todas las cosas hasta donde me sea posible confiando plenamente en las
promesas del Padre las cuales llegarán a medida que sea obediente. Al seguir su ejemplo de
obediencia puedo llegar a ser un mejor discípulo.
• Por qué el ejemplo de obediencia del Salvador es importante para ti y cómo Él puede
ayudarte a dar los pasos necesarios para fortalecer tu discipulado.
Es importante porque me demuestra que es posible ser fiel y leal al padre. Él me puede ayudar
en todas mis flaquezas y debilidades para poder superarlas y así ser obediente al guardar los
mandamientos y poder servirlo en su Santa Obra.
• La forma en que el ejemplo de obediencia del Salvador te ayuda a obedecer la voluntad del
Padre Celestial.
El saber que él pudo cumplir con toda justicia me ayuda a enfrentarme a mis propios temores y
dudas y con su ayuda y misericordia poder seguir adelante esforzándome por mejorar día tras
día y perfeccionar mi obediencia.
• Los principales obstáculos que debemos vencer debido a nuestro estado caído.
Existen dos consecuencias de la caída que sin la ayuda del Salvador es imposible superar, una
es la muerte física y la otra la muerte espiritual. La primera implica la disolución del cuerpo en
sus componentes elementales. La otra es la separación por siempre de la presencia del Padre
Celestial a causa de nuestros pecados. Ambos obstáculos son imposibles de superar por nuestra
propia cuenta, requerimos de un salvador, un redentor de estas muertes.
• La manera en que las diversas funciones del Salvador durante Su ministerio eterno ayudan a
los hijos del Padre Celestial a superar esos obstáculos.
Al dar su vida por nosotros y vencer la muerte a través de la resurrección nos da la enorme
bendición aun sin merecerlo de volver a vivir después de esta vida. Eso implica que todos
resucitaremos, nuevamente nuestro cuerpo se unirá a nuestro espíritu para nunca ser
separados. La segunda es que a el se le dio la potestad de perdonar pecados, lo cual por medio
del arrepentimiento nos permite recibir su gracias redentora del perdón y nos lleva de regreso
a nuestro Padre Eterno.
Debemos arrepentirnos al desarrollar la fe en él, hacer convenios sagrados para que nos
ayuden en este estado de probación y mantenernos fieles en el camino estrecho y angosto.
• Al menos una forma en que hayas sentido la ayuda divina del Salvador en tu vida para
superar dificultades u obstáculos.
Todo el tiempo el Salvador ha sido mi ayuda y mi sostén, sin El no sé qué hubiera sido de mi
vida. Conocí el Evangelio a los 17 años, para mi fue crucial saber de su bondad y misericordia
para conmigo desde esa fecha me he esforzado por mantenerme fiel a los convenios
concertados con el desde el bautismo.
3. ¿Qué he aprendido en este curso sobre Jesucristo y el Evangelio sempiterno que haya
bendecido mi vida? Puedes desarrollar tu respuesta en base a respuestas anteriores, conectar
ideas de ellas, o escribir sobre un tema nuevo.
• En una o dos frases, escribe la doctrina que hayas aprendido. He aprendido sobre la
preexistencia de todos nosotros. Del papel como salvador de nuestro amado Jesucristo, de la
importancia de desarrollar los dones y talentos para lograr continuar en esta senda hasta
alcanzar la exaltación. Jesucristo fue escogido y preordenado para ser nuestro Salvador;
muchos pasajes de las Escrituras hablan acerca de ello (por ejemplo, 1 Pedro 1:19–20; Moisés
4:1–2). Uno de esos pasajes nos dice que, muchos años antes de Su nacimiento, Jesús se le
apareció al hermano de Jared, un profeta del Libro de Mormón, y le dijo: “He aquí, yo soy el
que fue preparado desde la fundación del mundo para redimir a mi pueblo. He aquí, soy
Jesucristo… En mí todo el género humano tendrá vida, y la tendrá eternamente, sí, aun cuantos
crean en mi nombre…” (Éter 3:14).
• Explica la doctrina mediante ejemplos de las Escrituras o las palabras de los profetas.
• Comparte cómo las enseñanzas, el ejemplo y la expiación del Salvador han bendecido tu
vida.
Provengo de una familia con desafíos temporales y de convivencia, tuve un padre alcohólico
que generaba muchos problemas al interior de nuestra familia. Al conocer el Evangelio y
conocer al Salvador me esforcé por no ir a terminar como mi padre biológico. Fui creciendo
progresivamente en el conocimiento del Evangelio, fui perfeccionándome poco a poco al seguir
el ejemplo del Salvador. Por eso puedo decir con toda certeza que gracias a la ayuda y gran
misericordia del Salvador he podido tener un futuro distinto para mi y para mi familia.