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Fenomenos de Honduras

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Clase:

13D2-Adaptacion al Cambio Climatico

Catedrática:

Ing. Lucinda Benavides

Estudiante:

Yensy Merary López Gutiérrez

202202183

Trabajo:

Eventos climáticos que han afectado a Honduras.

Año:

2023
INTRODUCCION

Honduras, un país ubicado en América Central, ha estado sujeto a una serie


de eventos climáticos en los últimos cinco años. Estos eventos, incluidos
huracanes, sequías e inundaciones, han tenido un impacto significativo en la
infraestructura, la agricultura y los medios de vida del país.

Durante los últimos cinco años, Honduras ha experimentado varios huracanes


importantes, incluido el huracán Eta en 2020 y el huracán Mitch en 2017. Estos
huracanes han causado grandes daños a la infraestructura, incluidas
carreteras, puentes y edificios, lo que ha provocado interrupciones en los
sistemas de transporte y comunicación. Además, el sector agrícola se ha visto
gravemente afectado, con la destrucción de cultivos y la pérdida de ganado, lo
que ha provocado importantes pérdidas económicas para los agricultores y
escasez de alimentos para la población. En respuesta a estos devastadores
huracanes, Honduras ha implementado varias medidas para mitigar sus efectos
y mejorar la preparación para desastres.

En general, los huracanes pusieron de relieve la vulnerabilidad de Honduras a


los fenómenos meteorológicos extremos y la necesidad de estrategias
integrales de preparación y respuesta ante desastres para mitigar los impactos
en los sistemas alimentarios y las poblaciones vulnerables.
Eventos climáticos que han afectado a Honduras.

El Niño Oscilación del Sur (ENOS)

Se define así al acoplamiento de


las condiciones oceanográficas y
atmosféricas sobre los Océanos
Pacífico e Índico en la región
ecuatorial. Este fenómeno afecta
considerablemente la circulación
del viento y las corrientes
marinas, la temperatura
superficial del mar y la
precipitación en el Pacífico tropical, sus efectos influyen en el clima de toda la
región del Pacífico y de muchas otras partes del mundo. Cuando está en su fase
negativa se le llama La Niña y cuando está en su fase positiva se le denomina
El Niño.

El Niño consiste en un calentamiento de más de medio grado Celsius de la


temperatura promedio en la superficie del Mar en el Océano Pacífico, además
los vientos que soplan del Este cerca de la superficie marina se debilitan y las
lluvias que por lo general se producen sobre Australia, se trasladan al centro del
Océano Pacífico sobre las Polinesias. El Niño y su interacción con la circulación
de los vientos y la circulación marina influyen mucho para que se formen menos
huracanes en el Océano Atlántico y más huracanes en El Océano Pacífico cerca
de Guatemala y México.
La Niña más bien es un enfriamiento de más de medio grado Celsius de la
temperatura promedio en la superficie del Mar en el Océano Pacífico, los vientos
que soplan del Este se aceleran sobre la superficie marina y las lluvias sobre
Australia se intensifican. La Niña y su interacción con la circulación atmosférica
y las corrientes marinas favorecen la formación de más huracanes en el Océano
Atlántico y menos huracanes en El Océano Pacífico cerca de Guatemala y
México.
En Honduras, por lo general El Niño produce una canícula más intensa y larga
en los departamentos de Choluteca, Valle, El Paraíso, Francisco Morazán, La
Paz y Ocotepeque y en el sur de los departamentos de Comayagua, Intibucá y
Lempira; lo que se traduce en sequias, especialmente desde finales de Junio
hasta principios de septiembre. Mientras que cuando estamos bajo la influencia
de la Niña llueve más, la Canícula es más corta y en algunas ocasiones no se
presenta en la mayor parte del país como en el 2016.
Los efectos negativos de Niños intensos como los que ocurrieron entre 1982-
1983, 1997-1998 y 2014_2015 ocasionaron pérdidas millonarias, ya que las
sequías y altas temperaturas que se registraron produjeron muerte de ganado,
pérdidas en cultivos de granos básicos, disminución en la producción de
camarones, favorecieron la propagación de incendios forestales, se registraron
mayores brotes del gorgojo descortezador del pino, pulgón amarillo,
enfermedades propagadas por vectores como el dengue, zika y chikungunya ,
poniendo en riesgo la seguridad alimentaria y la calidad de vida de la población.
La Niña también produce desastres porque debido a que llueve más, los suelos
se saturan lo que produce mayor cantidad de deslizamientos e inundaciones;
también se incrementan las probabilidades de ser impactados por ciclones
tropicales. Los mayores desastres ocurridos en Honduras se presentaron
durante evento La Niña y fueron ocasionados por el huracán Mitch en octubre de
1998 y el huracán Fifí en septiembre de 1974.

 Honduras, ubicada en una región propensa a huracanes y tormentas


tropicales, experimentó una devastación significativa por los huracanes
Eta e Iota en noviembre de 2020. Los huracanes tocaron tierra como
tormentas de categoría 4, afectando a casi 4 millones de habitantes y
causando grandes daños a la infraestructura y al sector agrícola del país.
El impacto en la disponibilidad de alimentos fue severo, con muchos
hogares perdiendo cosechas, ganado y reservas de alimentos debido a
las tormentas. Las interrupciones en la cadena de suministro causadas
por los huracanes provocaron problemas de acceso a los alimentos,
incluido el acceso físico y el aumento de los precios de los alimentos.
Además, el daño a la infraestructura de agua y saneamiento aumentó el
riesgo de enfermedades infecciosas, incluidas la diarrea y el COVID-19.
Los huracanes también tuvieron impactos agravantes y desiguales en
las poblaciones vulnerables, como las mujeres, los hogares de bajos
ingresos y las comunidades marginadas. Los eventos de los huracanes
exacerbaron aún más los desafíos que enfrentan los hogares que ya
sufren de fuentes de ingresos reducidas debido a las restricciones de
COVID-19. El impacto económico nacional combinado de los huracanes
superó los USD $ 2,125 millones, lo que aumentó aún más los niveles
de pobreza en Honduras. Los daños a las carreteras y las
comunicaciones interrumpidas obstaculizaron no solo la distribución de
asistencia de emergencia, sino también la distribución de alimentos y
otros suministros esenciales
Impacto del huracán Eta en 2020
El impacto del huracán Eta en
2020 fue devastador, causando
destrucción generalizada y
pérdida de vidas. Las casas, la
infraestructura y las tierras de
cultivo sufrieron graves daños
como resultado de la fuerza del
huracán. Trágicamente, al menos
98 personas perdieron la vida
debido al poder destructivo del
huracán. El impacto del huracán Eta fue sentido por un número asombroso de
personas en Honduras, con aproximadamente 4,1 millones de personas
afectadas. Esto representó alrededor de la mitad de la población del país, lo
que destaca la magnitud del desastre [2]. Una de las consecuencias más
significativas del huracán fueron las graves inundaciones que provocó, que
dejaron a los pobladores atrapados sin posibilidad de escape. A pesar de los
peligros planteados, algunas personas tomaron la difícil decisión de quedarse
para proteger sus hogares y animales. Por ejemplo, el pescador Rosendo
García optó por quedarse para salvaguardar la propiedad de su familia durante
el huracán. El impacto del huracán Eta condujo a evacuaciones masivas, con
la mayoría de los habitantes huyendo a terrenos más altos en un intento de
buscar seguridad en el camino destructivo de la tormenta. Las repercusiones
de este devastador huracán continúan sintiéndose en Honduras, mientras las
comunidades trabajan para la recuperación y reconstrucción.

Impacto del huracán Iota en 2020


El impacto del huracán Iota en 2020
exacerbó una situación ya
vulnerable en Honduras.
El país ha experimentado un clima
cambiante, con un aumento de los
fenómenos meteorológicos
extremos, como los huracanes.
De hecho, la última década ha visto
un aumento en los eventos de lluvia
intensa, con un aumento del 1,2%
por década. El daño causado por el
huracán Iota fue devastador y
provocó la destrucción generalizada de viviendas, infraestructura y tierras de
cultivo. Esto no solo tuvo consecuencias inmediatas sino también efectos a
largo plazo en la población de Honduras. La pérdida de hogares y medios de
subsistencia contribuyó aún más a los ya altos niveles de desplazamiento y
migración del país. Adicionalmente, el impacto del huracán en la población fue
significativo, con al menos 98 personas perdiendo la vida como consecuencia
del desastre. Las consecuencias fueron sentidas por la mitad de la población
del país, destacando el alcance de la destrucción causada por el huracán Iota.
La combinación de cambio climático, eventos climáticos extremos y desafíos
socioeconómicos ha creado una situación compleja y desafiante para
Honduras, que requiere tanto esfuerzos de ayuda inmediata como estrategias
a largo plazo para la resiliencia y adaptación a futuros eventos relacionados
con el clima.

Sequías

Además de los impactos combinados de los huracanes y la violencia de género,


Honduras también enfrenta el desafío de las sequías debido al cambio
climático. El cambio climático ha provocado un aumento de los fenómenos
meteorológicos extremos, incluidas las sequías, en el país. Estas sequías han
tenido consecuencias significativas para Honduras, particularmente en
términos de agricultura y seguridad alimentaria.
El aumento de los fenómenos meteorológicos extremos, como fuertes lluvias y
sequías, ha alterado los patrones normales de precipitaciones en Honduras.
Los episodios de lluvias intensas han aumentado un 1,2 % por década,
mientras que la frecuencia y la intensidad de las sequías también han ido en
aumento. Estos cambios en el clima representan una amenaza para el sector
agrícola, que ya es vulnerable debido a la limitación de recursos e
infraestructura.
Las sequías pueden dar lugar a pérdidas de cosechas, pérdidas de ganado y
reducción de la disponibilidad de agua, lo que exacerba aún más la inseguridad
alimentaria en el país. El impacto de las sequías en los precios y la
disponibilidad de los alimentos también puede contribuir a los desafíos sociales
y económicos, lo que puede conducir a una mayor migración desde Honduras.
Por lo tanto, abordar los desafíos que plantean las sequías y el cambio climático
es crucial para el desarrollo sostenible y la resiliencia de Honduras.
CONCLUSIONES

 El cambio climático forma parte del presente de la sociedad hondureña:


afecta día a día al 90% de la población, aunque con diferentes grados de
intensidad, ya que su impacto depende de la edad de las personas, del
sexo, etnia, nivel de estudios, área de residencia y de sus ingresos
económicos. Las niñas, niños y adolescentes del país representan el
grupo de edad más vulnerable a los efectos del cambio climático en el
país.

 El impacto de los huracanes se extiende más allá del daño físico y la


pérdida de cultivos. Las secuelas de los huracanes Eta e Iota en
Honduras pusieron de relieve varios desafíos relacionados con la
seguridad alimentaria y la salud. La falta de capacidad para proporcionar
comidas médicamente adaptadas y alimentos nutricionalmente
adecuados para grupos vulnerables, incluidos aquellos que viven con
enfermedades crónicas, se hizo evidente durante los esfuerzos de
socorro.

 Honduras tiene tendencia reactiva frente al cambio climático: esto es, las
instituciones del Estado actúan cuando hay una emergencia o catástrofe
natural, sin que se otorgue la misma importancia en propiciar medidas de
adaptación ante el cambio climático, que además son social y
económicamente más rentables
RECOMENDACIONES

 El país cuenta con una buena base legal e institucional para gestionar los
riesgos climáticos, a partir de la cual es necesario que el análisis de los
riesgos climáticos y sus medidas de adaptación de incorporen en las
diferentes políticas públicas sectoriales, y también que se mejoren las
capacidades técnicas e institucionales de los actores principales, tanto a
nivel nacional como municipal.

 En el aspecto de la prevención y adaptación, resulta importante mejorar


los sistemas de recolección, supervisión y seguimiento de los datos
relacionados con el clima para acelerar las medidas pertinentes, tales
como la adopción de sistemas de alerta temprana y de divulgación de
pronósticos meteorológicos que permitirían reducir el impacto de los
desastres naturales en la población.

 Asimismo, el país debe adaptar su infraestructura a las nuevas


condiciones climáticas, para asegurar la vertebración territorial y el
progreso social y económico, y también para dar respuesta a las
diferentes emergencias de esta naturaleza. En este sentido, también
serán de utilidad los nuevos estudios y análisis del impacto del cambio
climático en Honduras: por ejemplo, la recopilación de las iniciativas,
proyectos y buenas prácticas que se realizan en el país, y análisis que
proyecten los potenciales escenarios climáticos y sus consecuencias para
la sociedad
BIBLIOGRAFIA

1. Desastres naturales. (n.d.) Recuperado 16 de julio de 2023, de

www.gov.uk/foreign-travel-advice/honduras/natural-disasters

2. Clima, violencia y migración hondureña a Estados Unidos. (n.d.) Recuperado

16 de julio de 2023, de www.brookings.edu

3. Sobre el impacto macro de los eventos climáticos extremos en América

Central: una investigación de mayor frecuencia en: Documentos de trabajo del

FMI Volumen 2022 Número 237 (2022). (n.d.) Recuperado 16 de julio de 2023,

de www.elibrary.imf.org

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