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Informe Tragedia Vargas

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REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACION


UNIVERSITARIA
UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL DE LA SEGURIDAD
CEFOUNES - TACHIRA

TRAGEDIA DE VARGAS

Alumno:

Johan Delgado

CI: 19.134.448

Docente:

Técnico SAR Alfredo Salazar

San Cristóbal, noviembre de 2018


Mucho se ha escrito y hablado con el transcurrir de los años sobre la
tragedia de Vargas en el año 1999, pero aun hasta la fecha, no existe un
estudio a fondo sobre los aspectos sociales, políticos, culturales y económicos
de dicho desastre que alcanzo cifras no oficiales de al menos 50.000 muertes,
25.000 heridos, 150.000 damnificados y hasta la presente, más de 15.000
desaparecidos cuyos familiares aún mantienen la esperanza de volver a ver;
eventos a quienes también se sumaron los Estados Miranda, Falcón, Táchira,
Zulia, Trujillo, Nueva Esparta y el desaparecido Distrito Federal, hoy en la
actualidad conocido como Distrito Capital, todos ellos víctimas de los
fenómenos naturales sumados a causas de origen antrópico que dieron origen
a una serie de sucesos que ocasionaron a nuestro país un Diciembre del que
nadie quiere volver a recordar.

Todo comenzó un día 1ero de Diciembre del año 1999, una Venezuela
que experimentaba una serie de cambios de Origen político, con la llegada del
Comandante Hugo Rafael Chávez Frías, quien en el pasado año de 1998
asumiría la Presidencia de la otrora República de Venezuela por la vía electoral
con una mayoría rotunda de seguidores, quien posteriormente someterían a
aprobación la nueva Constitución de la Republica, discutida en asamblea
nacional constituyente y que sería aprobada posteriormente mediante consulta
popular como parte de cumplimiento de sus propuesta promovidas en campaña
política, donde llamaba a la refundación del país sobre las bases de la
sustitución del ordenamiento jurídico vigente para la época dando origen a la V
República, el ambiente era tenso, y las condiciones meteorológicas propensas
para ocurrir cualquier evento poco favorable, ya para el día 4 de Diciembre y
12 días antes de la catástrofe, las precipitaciones acumuladas de cuatro días de
lluvia superaban la barrera de los 300mm, tan solo en el Estado Vargas se
reportaban más de 200 viviendas anegadas.

Para la mañana del 5 de Diciembre, se declara la primera alerta en la


zona del Estado Vargas por parte del organismo de Defensa Civil Regional,
luego de 5 días de lluvias ya era alarmante, el aumento del caudal de Ríos y
quebradas además de la acumulación Pluviométrica que iba en aumento. La
Fuerza Aérea Venezolana advertía que tan solo en ese Estado había llovido 3
veces más que el promedio histórico reseñado; el Día 13 de Diciembre las
Fuertes precipitaciones que azotaron las costas del litoral central lograron
descargar un gran número de humedad sobre las laderas montañosas del Ávila
hoy conocido como Warayra Repano. Los organismos competentes
pronosticaban 48 horas continuas de precipitaciones, mientras que el pueblo
venezolano se preparaba para las votaciones con el fin de aprobar la nueva
constitución de la Republica, las fuertes lluvias no cesaban y los bomberos de
la región consideraron prudente decretar el estado de emergencia en la zona;
se presume que el gobierno nacional hizo caso omiso a la petición, dejando
claro que para el momento, los ojos del país se encontraban puestos en lo
venideros comicios, para ese momento las precipitaciones lograron alcanzar los
400mm.

Fue una mañana del fatídico 15 de Diciembre de 1999, cuando la gente


se disponía para salir a votar, ese día que siempre será recordado como “El día
que la montaña avanzó hasta el mar”, las fuertes precipitaciones acumuladas
durante unos extensos 15 días, dieron origen a grandes movimientos de
material desde las laderas montañosas del Ávila hasta las Costas del litoral,
ocasionando crecidas violentas del caudal de ríos y quebradas; que
desembocan al mar, la gran acumulación de humedad saturo los suelos, el
terreno perdió adhesión produciendo aquel fenómeno conocido como deslave,
donde grandes cantidades de sedimentos conformados principalmente por
agua, rocas de magnitudes incalculables, suelos y material vegetal se
desplazaron mediante acción de la gravedad hacia las partes más bajas,
depositándose en varios puntos donde arrasó con lo que consiguió a su paso.
La curva de medición pluviométrica alcanzaba los 1500mm, lo que llevó a las
instituciones gubernamentales a concluir que había llovido en pocos días lo que
comúnmente se producía en 5 años y era imperante suspender el referéndum
consultivo para avocarse a una rápida evacuación de los habitantes de Vargas,
pero no fue así. El 15 de Diciembre de 1999 quedará por siempre en la historia
como el evento hidrometeologico más funesto en Venezuela, lo que hizo al país
entrar en el libro de los Records Guinness, como el mayor número de víctimas
mortales producidas por un Alud de barro.

A medida que trascurrían las horas, las precipitaciones continuaban y los


deslaves ya habían dejado pueblos completamente destruidos a su paso, 11
estados del país se encontraban afectados por el fenómeno climático, no fue
hasta el día 17 de Diciembre cuando el tiempo permitió comenzar con las
labores de ayuda por Aire desde Caracas, donde la prioridad de evacuación
eran los niños y personas mayores. Los servicios meteorológicos de Brasil,
EEUU y Venezuela confirmaban que las lluvias continuarían en la zona durante
los próximos días pero disminuidas en intensidad, ya para el día 20 de
diciembre el gobierno declaraba el estado de emergencia indicando entre 5.000
y 7.000 muertos, cerca de 90.000 damnificados y más de 130.000 evacuados,
fue en ese momento donde todas las instituciones en materia de seguridad:
fuerza armada nacional en sus 4 componentes, protecciones civiles, cuerpos de
bomberos además de agrupaciones de rescate de carácter voluntario se
avocaron a las labores de salvamento para lograr evacuar el mayor número de
sobrevivientes y alcanzar una reducción significativa en la tasa de mortalidad.
Se utilizó como base operativa el aeropuerto internacional “Simón Bolívar”,
conocido como Maiquetía lugar a donde eran transportados los sobrevivientes
hasta los distintos refugios organizados, el principal se encontraba ubicado en
el poliedro de caracas.

A los pocos días de iniciadas las labores de rescate, números países y


organizaciones alrededor del mundo brindaron su apoyo, Argelia, Egipto,
Argentina, Antillas Neerlandesas, Aruba, Bardados, Bolivia, Brasil, Canadá,
Colombia, Costa Rica, Cuba, China, Corea del Sur, India , Irán , Israel, Japón,
Kuwait, Alemania, Austria, Dinamarca, España, Chile, Ecuador, El Salvador,
Finlandia, Francia, EEUU, Grecia, Hungría, Islandia, Italia, Noruega, Mónaco,
Países Bajos, Portugal, Reino Unido, Republica, Checa, Banco Mundial, FAO,
Comisión Europea, Cruz Roja, Topos de México, UNICEF entre otros, enviaron
desde el exterior apoyo logístico: equipos de rescate, comida, medicinas, agua
potable, lencería, asistencia médica, hospitales de campaña, helicópteros,
equipos de construcción, dinero para la adquisición de nuevos implementos
para tratar de reducir al máximo, el sufrimiento de los entonces afectados por
tan terrible fenómeno. Tan solo en el estado Vargas los daños aun hoy en día
son incalculables. Esta tragedia provocó un gran impacto social y de
infraestructura ya que trajo consigo la desaparecieron por completo del mapa
de por lo menos 3 centros poblados, otros en condiciones inhabitables,
hospitales y ambulatorios devastados; el 85% de la vialidad completamente
destruida, el sistema de aguas blancas y negras colapsadas.

Todo esto conllevo a que el gobierno nacional ideara políticas públicas,


orientadas a garantizar las condiciones necesarias para la vida de los
sobrevivientes del evento, además de lograr incluirlos nuevamente al ámbito
social disminuyendo las secuelas del evento. Luego de las pérdidas materiales
y humanas provocadas por este fenómeno que dejó un gran impacto social en
todo el país. El siguiente paso era la reconstrucción de Vargas y fue por ello
que se creó una autoridad única (AUAEV) además de CORPOVARGAS,
sumando instituciones de carácter universitario como la UCV (Universidad
Central de Venezuela) y la USB (Universidad Simón Bolívar), para el desarrollo
de propuestas de planificación y desarrollo urbano y control ambiental, que
permitieran disminuir el riesgo en caso de que incidiera un desastre natural, y al
mismo tiempo mejorar la calidad de vida de los habitantes de la entidad. En el
año 2005 mediante decreto presidencial, parte del casco histórico de Vargas
fue nombrado como parque memorial y comienza la ejecución del denominado
plan VARGAS por parte de CORPOVARGAS, ya desaparecida.

A medida que el tiempo transcurrió, se perdió la oportunidad de convertir


la tragedia en oportunidad, las instituciones a cargo de ejecutar las obras
planificaciones desaparecieron y los proyectos quedaron solo en recuerdos.
Hasta entonces y en la actualidad solo lograron ser canalizadas 18 quebradas,
cuyas obras nunca terminaron de ser ejecutadas; nunca se culminó el sistema
de colectores marginales de aguas servidas, que solucionaría la contaminación
de playas y balnearios, dos puentes quedaron pendientes como: el de
Guzmania en Macuto por aparente falta de recursos, estimaban construir 29
desarrollos habitacionales, que equivalían a 12.758 viviendas en terreros
situados en las parroquias Catia la Mar, Carlos Soublette, Maiquetía, Macuto,
Caraballeda y Naiguatá, con una inversión de 593 millardos, solo se alcanzaron
a ejecutar 214 viviendas en el marco del plan Vargas, nunca se aclaró el
paradero del dinero asignado para el entonces Ministerio de Vivienda. Cabe
destacar que las cifras de viviendas logradas no alcanzó a solventar la
necesidad de los al menos 150.000 damnificados.

Con el transcurrir de los años, los entes encargados tan solo se


preocuparon por la implosión de edificios donde aún se mantienen los
escombros, con el propósito de impedir la ocupación de ilegales, ya existía un
antecedente de personajes que realizaron invasiones y fueron a ellos a quienes
posteriormente les asignaron viviendas, mientras que los dueños de los
inmuebles víctimas del desastre nunca fueron tomados en cuenta para obtener
este beneficio. Se hace meritorio, destacar que unas de las zonas más
afectadas, como las comunidades de Carmen de Uría, Macuto y los Corales,
han tenido la intención de querer realzar nuevamente las comunidades que los
vieron nacer, se organizaron un grupos de vecinos para iniciar la recuperación
de sus viviendas además del espacio donde ellas estaban establecidas, su
lucha ha sido durante más de 15 años; han buscado restablecer las viviendas
mediante la indemnización o planes de intervención por parte del Gobierno
Nacional, sin obtener respuesta y afirman que lo que hasta estos momentos se
ha levantado es producto del esfuerzo de los habitantes, en contra de la
absurda indiferencia de los entes competentes.

En otras palabras, el pueblo Varguense no estaba preparado en ese


momento y en la actualidad tampoco está preparado para otra tragedia de esta
magnitud, aun se requieren políticas orientadas a desarrollar un cambio
notable, teniendo en cuenta que la región afectada en la historia de nuestro
país fue potencia turística y hoy en día, la gran deuda es con el saneamiento
ambiental, además que 18 años después de la tragedia aún persisten redes
viales insuficientes, desarrollos urbanos desordenados y sin planificación
obviando factores socio ambientales, sumado el deterioro del casco histórico, la
contaminación de las playas y la deficiente red de tratamiento de aguas
servidas y control de desechos que imposibilita que los afectados recuperen el
Estado que una vez los acobijo en su seno, por ello es necesario comenzar con
un cambio notable.

Es importante alcanzar la sensibilización de la población recordando los


hechos que sucedieron e implementando políticas de capacitación que les
permita estar preparados para enfrentar las diversas emergencias. Es
importante e imprescindible capacitar a la población en materia de mitigación
ya que es parte fundamental en este tipo de eventos y la capacidad de
recuperarse del mismo también, debemos resaltar que los programas de
capacitación y formación han sido ineficientes, aunado a esto los pocos que se
realizan no han sido aprovechados con la amplitud que se requiere así como la
investigación y divulgación por parte de la ciudadanía para lograr una cultura
preventiva y poder tener una población resiliente, por ello, es importante tener
en cuenta que se debe de implementar las zonas de investigación de riesgo
que requieran la construcción de presas de retención, de sedimentos,
canalización de quebradas, el estudio adecuado de las condiciones mínimas a
nivel estructural, la adecuación de estación de lluvia y la implementación de
sistemas de alerta temprana, ya que en la actualidad el país cuenta con tan
solo 30 estaciones pluviométricas de las cuales solo el 50% se encuentran
operativas gracias a la falta de planificación en materia de mantenimiento
preventivo además de correctivo, sumado a la falta de equipo, vandalismo y
problemas en la adquisición de divisas para reparar las estaciones que se
encuentran ya fuera de servicio, se necesario destacar que para el día 15 de
diciembre solo la estación pluviométrica del aeropuerto de Maiquetía se
encontraba laborando a nivel Nacional por razones muy obvias.

En conclusión, el pueblo de Vargas no se encontraba preparado para


dicho, evento y de cara a los hechos, el gobierno nacional desestimo los
eventos que podían ocurrir ante tantos datos objetivos que ya se tenían a la
mano y que pronosticaban una situación poco favorable, se debe entender que
los fenómenos naturales son tan antiguos como la tierra misma, he impedir que
ellos ocurran es imposible, sin embargo se puede prevenir o mitigar sus efectos
para así evitar que se conviertan en desastres, en tal sentido, ante la ocurrencia
de fenómenos naturales o antrópicos, se hace cada vez más evidente la
necesidad que toda la población maneje información y este consiente de su rol
ante la prevención y mitigación de desastres; para concluir es importante
brindar hoy en día un homenaje a la incompetencia que fue la peor tragedia.

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