Unidad 4. Trastornos Circulatorios-Hemostasia
Unidad 4. Trastornos Circulatorios-Hemostasia
Unidad 4. Trastornos Circulatorios-Hemostasia
HEMOSTASIA
La hemostasia normal es consecuencia de un proceso estrechamente regulado que
mantiene la sangre en estado líquido dentro de los vasos normales, mantiene la integridad
de un sistema circulatorio cerrado y de alta presión después de un daño vascular pero
permite la formación rápida de un coágulo hemostático en el lugar de una lesión vascular.
La hemostasia para su estudio se divide en primaria y secundaria.
La hemostasia primaria se refiere a los procesos mediante los cuales se lleva a cabo
el tapón plaquetario a través de la adhesión, activación, secreción y agregación
plaquetaria.
La hemostasia secundaria involucra la activación del sistema enzimático de
coagulación, cuyo principal objetivo es la formación de trombina y fibrina para la
estabilización del coágulo.
Finalmente se encuentra el proceso de fibrinólisis, el cual se encarga de remover
los restos del coágulo una vez reparado el daño tisular. Estos sistemas en condiciones
fisiológicas mantienen un equilibrio perfecto, que al perderse da lugar a estados
patológicos como sangrado o trombosis. La hemostasia implica tres componentes:
a.- La pared vascular (sobre todo el endotelio),
b.- Las plaquetas y
c.- La cascada de la coagulación.
HEMOSTASIA NORMAL
Vasoconstricción arteriolar. Se
produce tras la lesión inicial y es un
breve y transitorio período mediado por
mecanismos neurógenos reflejos y que
se potencia mediante la liberación local
de factores, como la endotelina, potente
vasoconstrictor producida y liberada por
las células del endotelio.
Hemostasia secundaria.
Consolida el tapón plaquetario
inicial
En el foco de la lesión también se
expone el factor tisular (factor III o
tromboplastina), que actúa junto con el
factor VII como principal iniciador in vivo
de la cascada de la coagulación, que
culmina al final en la generación de
trombina. La trombina degrada el
fibrinógeno circulante a fibrina insoluble,
creando una trama de fibrina, y también
induce el reclutamiento y la activación de
plaquetas adicionales.
CASCADA DE LA COAGULACION.-
La cascada de la coagulación es el tercer brazo del proceso hemostático. La cascada
de la coagulación es básicamente una serie de conversiones enzimáticas que se amplifi
can; cada paso consiste en la rotura mediante proteólisis de una proenzima inactiva para
dar lugar a una enzima activada, hasta culminar en la formación de la trombina.
La trombina es el factor más importante de la coagulación y puede actuar en
múltiples niveles del proceso. Al final de la cascada proteolítica, la trombina convierte la
proteína plasmática soluble fibrinógeno en monómeros de fibrina que se polimerizan en
un gel insoluble. El gel de fibrina rodea a las plaquetas y otras células circulantes dentro
del tapón hemostático secundario definitivo, y los polímeros de fibrina forman enlaces
cruzados covalentes y se estabilizan por el factor XIIIa (que se activa, a su vez, gracias a la
trombina).
La coagulación de la sangre se divide de forma tradicional en vías extrínseca e
intrínseca, que convergen en la activación del factor X. La vía extrínseca se llamó así
porque necesitaba un estímulo exógeno (originalmente, extractos tisulares); la vía
intrínseca sólo necesitaba la exposición del factor XII (factor Hageman) a las superficies
trombogénicas. Además, la vía extrínseca es la más importante a nivel fisiológico y es la
que permite la coagulación cuando existen lesiones vasculares; se activa gracias al factor
tisular (llamado también tromboplastina o factor III), una lipoproteína ligada a la
membrana, que se expresa en focos lesionados.