La Educación Durante El Período Colonial Ii
La Educación Durante El Período Colonial Ii
La Educación Durante El Período Colonial Ii
Las reales cédulas donde se pedía mejor trato para los indios, eran letra
muerta para los encomenderos y explotadores de aquellos de aquellos
desamparados seres, quienes no representaban para ellos más que medios
de enriquecimiento y explotación inicua.
Las misiones evangelizadoras, sin bien llevaron a cabo una labor
culturizadora dentro de los pueblos aborígenes, no se quedaron a la zaga en
lo tocante a las encomiendas y repartimientos. Los conventos tenían
asignada un área de explotación en la que desplegaban su actividad con
similares métodos. La resistencia natural que oponían los indios a admitir la
nueva religión llevada por los conquistadores, era penada con la reducción a
la esclavitud, como lo manda la real cédula del 19 de marzo de 1533, que
establece “que los indios que se resistan a recibir a los evangelizadores,
sean sometidos a la esclavitud”.
LA CONQUISTA DE GUATEMALA.
Los indios por lo general mantenían con respecto a los religiosos una
actitud de aparente aceptación, aunque el fondo continuaban con sus
antiguas creencias practicaban os ritos propios de sus religiones antiguas.
reciben instrucciones del rey de aprender las lenguas habladas por los
pueblos indígenas con el objeto de convertirlos al cristianismo. Los
procedimientos represivos que empleaban los conventos contra los indios
no eran menos crueles que los usados por los encomenderos, tanto que en
1961, el rey intervino mediante su real cédula del 4 de agosto en que
prohibía que los religiosos tuvieran en sus conventos “cepos y cárceles para
castigar a los indios”, así como ordenaba abstenerse de rapar, trasquilar y
azotar a los indígenas cuando se negaban a asistir a los oficios religiosos.
Por considerarse de suma urgencia se crea un hospital para indios, con
el objeto de recoger en él a los moribundos que abandonaban los
encomenderos cuando ya no les eran útiles para el trabajo. Así mismo un
hospicio para los hijos de indias y españoles,tuvo a su cargo atender a esos
seres que no tenían protección ni por parte de los indios ni por parte de los
españoles. La primera escuela que crea el padre Francisco Marroquín, es
dedicada a los hijos de españoles, que como el propio padre lo reconocería
“ya eran muchos”.
El auge cultural de la segunda mitad del siglo XVIII y primeros años del
siglo XIX, a la cabeza del cual se encontraba la Universidad de San Carlos,
se tuvo que abrir paso dentro de penosas circunstancias ya que ese
movimiento abarcaba la gesta de la independencia, tan duramente
combatida por el clero y los encomenderos.
El mal trato dio origen a una real cédula por medio de la cual se prohibía
mandar a los indios a las minas y cargarlos como irracionales.
Otro cultivo que alcanzó gran desarrollo a mediados del siglo XVII fue el
cacao, del cual se exportaban a la Nueva España cerca de 200,000 cargas
al año.
El cultivo de la grana o cochinilla ocupó un lugar importante durante la
colonia, habiendo gozado de gran fama la cochinilla procedente de Chiapas,
que era entonces parte de la Capitanía General de Guatemala.
La Compañía de Jesús.
que tenía “espaciosa sala para escuela de primeras letras, hospicio para
recibir y regalar peregrinos desvalidos, y enfermería para convalecientes”.
Fundación
La escuela de San José de Calasanz estuvo situada, según se desprende
de los papeles de la época, contigua o en el antiguo edificio del
Ayuntamiento (en el predio que hoy ocupa el Palacio Nacional), en su
costado que da a la 5ª. Calle. La escuela de San Casiano estuvo situada en
una esquina que da frente al templo de Nueva Señora de Candelaria, en el
barrio del mismo nombre. Temporalmente tuvo su edificio en las
inmediaciones del templo de San José.
Cinco años después de celebrarse la Escritura de fundación y darse los
estatutos correspondientes; estos documentos están fechados el 26 de
junio de 1789, de manera que en el año de 1794 ambas escuelas abrieron
sus puertas. Los primeros maestros de San José de Calasanz fueron: el
presbítero don José Mariano Villavicencio
Principios organizativos
Métodos y procedimientos
Y entre los textos y autores que él recomienda para uso de las dos
escuelas de su creación, sobresalen las siguientes: La Gramática
Castellana de la Academia Española y su Ortografía.Diccionario de la lengua
castellana; Catecismo histórico del Abad Fleury: el Compendio Histórico
de la Religión de don Josef Pintón en dos tomos, el arte de escribir de don
Francisco Javier de Palomares: el método también de escribir de Pedro
Díaz Morante, impreso en 1776 el Arte de escribir por Reglas, Curso de leer
y escribir repartido en tres clases der silabaciones por don Francisco
Mariano Nipho impreso en Madrid en 1770 : Método de Escribir de don
Francisco Lucas, que fue adoptado en la enciclopedia Metódica
Parisiense.
material ni muebles.
Las vocales son las primeras letras que se harán conocer, y formar al
niño. Al hacerle conocer la se le advertirá que siempre se ve aquella figura,
ha de pronunciar a.se le hará fijar bien la consideración de ella. Después la
ira mostrando y haciéndola pronunciara cada uno de sus discípulos.
Este beaterio inicio sus actividades por el año de 1580, siendo su primer
titular Santa Catarina de Sena, y posteriormente Santa Rosa. En este centro
eran recibidas únicamente niñas de la nobleza guatemalteca y además de la
doctrina cristiana, se les enseñaba a leer y escribir, coser y labores del
hogar. Tuvo escuela anexo a donde concurrían algunas jóvenes extremas
con el objeto de adquirir los conocimientos ya indicados.
CONVENTO DE CAPUCHINAS
HOSPICIOS.
El colegio de la Presentación de nuestra Señora, que se fundó por
inspiración del obispo Marroquín, con el objeto de atender en él a las niñas
desamparadas. Ente centro, como ya lo dijimos. No fue exclusivo para niñas
huérfanas, sino para todas aquellas que por su pobreza o desamparo
necesitaban de él.
Los antecedentes de nuestro hospicio de hombres los encontramos en la
Orden betlemitas, la cual, además de sostener hospital y escuela de
primeras letras, alojaba a ciertos niños huérfanos y desamparados,
cuidando de su educación.
Durante la segunda mitad del siglo XVIII, se inician los primeros pasos
para el establecimiento de un orfanato, a instancias del ayuntamiento de la
ciudad de Santiago.
HOSPITALES
Durante los primeros años de la colonia, hubo en Guatemala dos
hospitales: el de Santiago, para españoles y mulatos, y el de San Alejo, para
indígenas. El primero de estos centros asistenciales, se fundó por iniciativa
del arzobispo Marroquín en el año de 1553; el segundo, o sea el destinado a
los indígenas, se fundó pocos años antes por Fray Martin de Paz. Este último
centro se estableció en la plaza de la Candelaria, y más tarde se trasladó a
inmediaciones del convento de Santo Domingo.
Antes de la existencia de estos hospitales, se tiene noticia que existió
en la ciudad de Santiago, cuando aún se encontraba en el Valle de
Almolonga (Ciudad Vieja), un hospital denominado “de la Misericordia”. Se
tiene asimismo noticia de otro centro hospitalario, destinado a los enfermos
contagiosos, que se denominan “San Lázaro” y que estaba ubicado a un
cuarto de lengua de lo que es hoy la Antigua Guatemala.
Este centro fue destinado para los indígenas como ya dijimos. El padre
fray Martin de Paz “los curaba y regalaba, según su pobreza alcanzaba,
cargándolos en sus hombros cuando los hallaba imposibilitados
totalmente de tener en sus pies.