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Neuroeducación Cerebro Triuno

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Neuroeducación: cerebro triuno.

El cerebro triuno o trino responde a una clasificación basada en la


evolución del ser humano como especie y resulta muy útil en el ámbito
educativo.
porPlumaria

El cerebro es una de las máquinas más perfectas que se conocen. Aunque


cada vez sabemos más de él, todavía nos queda un largo camino lleno de
descubrimientos. En este artículo vamos a atender las aplicaciones
educativas del llamado CEREBRO TRIUNO, clasificación propuesta
por Paul McLean en la década de los 60. ¿Cómo está estructurado el
cerebro?

" El cerebro triuno o trino responde a una clasificación basada en la


evolución del ser humano como especie "

Índice de contenidos
 1 ¿En qué consiste el cerebro triuno?

¿En qué consiste el cerebro triuno?


El cerebro triuno o trino responde a una clasificación basada en la
evolución del ser humano como especie. Aunque hay neurocientíficos
que cuestionan este modelo, desde la mirada educativa nos permite
tomar una visión práctica de las diversas funcionalidades de nuestro
cerebro.
Detallamos cada uno de ellos:

 El cerebro reptiliano, se localiza en la parte inferior y trasera del


cráneo. Sería la parte más antigua y primitiva encargada de las
funciones básicas y de supervivencia y de los instintos. No es
capaz de aprender, vive en el aquí y el ahora, es decir, es pura
impulsividad. Además, este cerebro cubre las necesidades de
defender y/o marcar el territorio, protegerse y evitar riesgos, por lo
que es resistente al cambio y la innovación.

 Sistema límbico, parte que es propia de los mamíferos. Se sitúa


en la parte central del cerebro y contiene el hipocampo, centrado
en la memoria y en la orientación, y la amígdala, que es el centro
de control de las emociones y encargada de activar un gran
número de patrones de actuación. Por ejemplo, si una vez un perro
nos intentó morder, esta parte del cerebro será la encargada de
dirigir nuestras conductas para evitar que esa situación del pasado
se pueda repetir y hará que no queramos acercarnos a los perros.

Al contrario que la parte del cerebro anterior, ésta sí que tiene memoria,
y mucha. Se puede decir que vive en el pasado, ya que se encarga de
nuestra memoria a largo plazo. Cuidado porque las fobias y miedos se
pueden quedar grabados e impedirnos aprendizajes y favoreciendo
bloqueos.
 El Neocórtex. Es la base del pensamiento humano, lo que nos
diferencia del resto de los animales. Es aquí donde tienen lugar
las funciones cognitivas superiores como el razonamiento, el
lenguaje, la planificación, etc. Su desarrollo comienza desde que
el bebé nace, pero las conexiones no están listas para
funcionar, aproximadamente, hasta los dos-tres años. Entonces
los/as niños/as comienzan a tomar decisiones, y no llegan a
entender porque las nuestras como adultos prevalecen a las suyas.
Curiosamente, coincide con la etapa de las rabietas. El neocórtex
termina de madurar finalmente a la edad de 20 años
aproximadamente.

Esta parte del cerebro es de vital importancia para inhibir los


automatismos y reacciones primarias y emotivas.

Los tres cerebros: Reptiliano,


Límbico y Neocortex
Todos los seres humanos tenemos un cerebro, es un órgano físico, pero a su vez este se
compone de tres partes bien diferenciadas.

Muchas veces no somos conscientes de como actuamos, pensamos y sentimos de


determinada manera, hay mucha información en nuestro cerebro, sabemos que nuestro
cerebro es el máximo ordenador que tenemos, puede almacenar y sigue almacenando
información, en él tenemos las células neuronales.

Nuestro sistema nervioso central incluye tres cerebros, por orden, de acuerdo con nuestra
edad evolutiva, estos son: El Cerebro Reptiliano, el límbico y el Neocórtex.

1. Cerebro Reptiliano
El Cerebro Reptiliano contiene la parte más antigua de nuestro cerebro y se cree que
fue desarrollado hace unos quinientos millones de años, se encuentra presente en los
reptiles, que son las especies animales con menos desarrollo cerebral. Esta estructura se
limitaría a hacer que aparezcan conductas simples e impulsivas, parecidas a rituales que
siempre se repiten del mismo modo, dependiendo de los estados fisiológicos del
organismo: miedo, hambre, enfado, etc. Puede entenderse como una parte del sistema
nervioso que se limita a ejecutar códigos programados genéticamente cuando se dan
las condiciones adecuadas.

Este cerebro es el más antiguo, por ende, es el más simple y básico. Es él, quien decide si
seguir prestando o no atención a cualquier cosa o situación. ¿La razón? Rechaza lo
complejo, difícil o riesgoso, prefiere pensar en lo sencillo, claro y directo. Como su
nombre lo dice, sigue los instintos básicos como lo son el amor, el sexo, la comida o el
placer. Asimismo es egoísta y prefiere que se le hable de usted o tú.

¿Cómo llegarle al cerebro instintivo? Como lo hemos mencionado en otras ocasiones, la


primera impresión es importantísima. Evitemos cualquier elemento que pueda generar
rechazo y sí buscar lo que pueda agradar. En el terreno de la comunicación, será conocer a
nuestro público o target. No olvides ser directo, simple y apelar a lo más instintivo.

2. El Cerebro Límbico
La utilidad del Cerebro Límbico tiene que ver con el aprendizaje. Si una conducta produce
emociones agradables, tenderemos a repetirla o a intentar cambiar nuestro entorno para
que se produzca de nuevo, mientras que si produce dolor recordaremos esa experiencia y
evitaremos tener que experimentarla otra vez.

El elemento clave del sistema límbico era el hipocampo, que se ilustraba en forma de
caballito de mar. Se creía que recibía información previamente del mundo exterior
(mediante la vista, el olor, el oído, el tacto y el gusto) así como del medio interno o visceral.
La integración de las sensaciones internas y externas se consideraba la base de la
experiencia emocional. Las células piramidales del hipocampo formaban el teclado
emocional.

Los seres humanos tenemos, la mente que piensa (el cerebro racional) y la mente que
siente (el cerebro emocional). En circunstancias normales estas dos facetas de nuestra
personalidad están en equilibrio y coordinadas una respecto a la otra. La mente emocional
es mucho más rápida que la mente racional, se activa con rapidez sin detenerse a analizar
las consecuencias de una acción, sigue una lógica asociativa y un pensamiento categórico.
La mente racional, en cambio, establece relaciones entre causas y efectos, y como se apoya
en evidencias objetivas, puede re-evaluar una situación concreta y cambiar una conclusión
previa. Anatómicamente, la parte del cerebro que gestiona la mente emocional es el
sistema límbico.

El sistema límbico es la parte del cerebro especializada en la gestión de las


emociones, el aprendizaje y la memoria. Lo componen la amígdala cerebral, el
hipocampo, la circunvolución parahipocámpica, la circunvolución del cuerpo calloso (o
circunvolución límbica), el área subcallosa, la región del septum y el giro paraterminal,
entre otras estructuras. El concepto de «sistema límbico», sin embargo, se basa más en
relaciones funcionales que en estructuras anatómicas.

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3. El Neocortex
El neocortex es el cerebro racional. El cerebro Neocortex está formado por las partes de
nuestro cerebro que gestionan la inteligencia abstracta, el razonamiento, el lenguaje,
la memoria, etc. Es lo que determina la noción estándar de “inteligencia” de una persona.
Se denomina así por ser la capa evolutivamente más moderna del cerebro. Es una fina
corteza que recubre la zona externa del cerebro y presenta una gran cantidad de
surcos; tiene un grosor de unos 2 mm y está dividida en seis capas. Esta es la capa que
proporciona recuerdos, conocimientos, habilidades y experiencia acumulada gracias a sus
30.000 millones de neuronas.

El cerebro Neocortex es, sin lugar a dudas, el que más nos diferencia de los animales, ya
que sólo el ser humano posee estas cualidades.

El Neocórtex o cerebro racional, que es quien permite tener conciencia y controla las
emociones, a la vez que desarrolla las capacidades cognitivas: memorización,
concentración, autoreflexión, automotivación, resolución de problemas, habilidad de
escoger el comportamiento adecuado… es la parte consciente de la persona, tanto a nivel
fisiológico como emocional.

Paul MacLean y la Teoría del


Cerebro Triuno
La teoría del cerebro triuno de Paul MacLean: una visión evolutiva
de la complejidad cerebral.
Paul MacLean fue un neurólogo y psiquiatra estadounidense que propuso la teoría del
cerebro triuno en la década de 1960. Esta teoría sugiere que el cerebro humano está
compuesto por tres estructuras distintas que han ido cambiando y desarrollándose
morfológicamente a lo largo del tiempo, debido a los procesos evolutivos de los
mamíferos.

Según esta teoría, el cerebro humano está formado por tres sistemas cerebrales que se
superponen e interconectan, pero que tienen su propia función independiente.

Contenido

En qué consiste la Teoría del Cerebro Triuno


Paul MacLean (1913-2007) fue un neurólogo y psiquiatra estadounidense que es conocido
por su teoría del cerebro triuno. MacLean fue uno de los fundadores del Instituto Nacional
de Salud Mental de Estados Unidos y fue el director del Instituto de Investigaciones
Cerebrales de los Institutos Nacionales de Salud.

Según su teoría, el cerebro humano está compuesto por tres estructuras distintas y
evolutivamente diferentes, que se desarrollaron en distintos momentos de la historia de
los mamíferos y que se han ido superponiendo entre sí, dejando en el interior la estructura
más antigua, mientras se superponía la más nueva encima a lo largo de los milenios. Estas
tres estructuras son el cerebro reptiliano, el sistema límbico y el neocórtex.

MacLean afirmó que estos tres sistemas cerebrales operan de forma independiente y a
veces entran en conflicto entre sí. Por ejemplo, cuando una persona actúa
impulsivamente por una emoción fuerte (cerebro límbico) sin tener en cuenta las
consecuencias racionales (neocórtex) o cuando se reprime una necesidad biológica
(cerebro reptiliano) por seguir una norma social (neocórtex).

Cerebro Triuno
1. El cerebro reptiliano
El cerebro reptiliano, también conocido como cerebro instintivo o complejo-R, es la parte
más primitiva y antigua del cerebro. Se encuentra en la base del cerebro y está presente en
todos los vertebrados, incluyendo los humanos. Esta estructura es llamada así debido a
que se asemeja al cerebro de los reptiles, quienes lo poseen en una versión más sencilla y
menos desarrollada.

Es responsable de los comportamientos instintivos necesarios para la supervivencia,


tales como la respiración, la digestión, la regulación de la temperatura, el sueño y la
reproducción. También controla los movimientos involuntarios del cuerpo, como los
reflejos y la respuesta de lucha o huida ante un peligro. Además, esta estructura cerebral
también está implicada en la regulación de las emociones básicas como el miedo, la ira y la
agresión. Es la base desde la que surgen las respuestas emocionales automáticas ante
estímulos externos.

El cerebro reptiliano es el más antiguo y primitivo. Se encarga de las funciones


básicas de supervivencia, como la respiración, el latido del corazón, el instinto
de territorialidad y la agresividad.
A pesar de su simplicidad, el cerebro reptiliano es esencial para la supervivencia y el
mantenimiento del equilibrio vital en cualquier organismo vertebrado, incluyendo el ser
humano. Sin embargo, en las personas, esta estructura cerebral trabaja en conjunto con
otras áreas cerebrales más evolucionadas y complejas, como el cerebro límbico y el
neocórtex, que permiten la realización de funciones cognitivas superiores.

2. El sistema límbico
El sistema límbico es una estructura cerebral que se encuentra debajo del neocórtex en la
parte central del cerebro. Se compone de varias regiones que trabajan en conjunto
para regular las emociones, la memoria y los comportamientos instintivos. El término
«límbico» proviene del latín «limbus», que significa borde o frontera, en referencia a la
ubicación de esta estructura cerebral en la frontera entre el cerebro más primitivo y el
cerebro más avanzado.

El sistema límbico incluye el hipocampo, la amígdala, el hipotálamo, el tálamo y la corteza


cingulada. El hipocampo está involucrado en la formación y consolidación de la memoria a
largo plazo. La amígdala está relacionada con la regulación de las emociones,
especialmente el miedo y la agresión. El hipotálamo controla la respuesta del cuerpo a las
emociones y regula la liberación de hormonas. El tálamo es el principal centro de
procesamiento sensorial y está involucrado en la percepción de los estímulos externos. Por
último, la corteza cingulada está involucrada en la atención y la toma de decisiones.

El sistema límbico se ocupa de las emociones, la memoria, el aprendizaje, la


motivación y el comportamiento social. También regula las respuestas
fisiológicas al estrés y al placer.
El sistema límbico trabaja en conjunto con otras áreas cerebrales, como el cerebro
reptiliano y el neocórtex, para coordinar las respuestas emocionales y el
comportamiento adaptativo. Las emociones y los recuerdos pueden influir en la forma
en que una persona percibe y reacciona a los estímulos externos.

3. El neocórtex
El neocórtex es una estructura cerebral que se encuentra en la corteza cerebral, la capa
exterior del cerebro que se encarga de las funciones cognitivas complejas. Es la estructura
cerebral más evolucionada y se encuentra en mayor medida en los mamíferos,
especialmente en los seres humanos, que tienen un neocórtex especialmente
desarrollado.

El neocórtex es responsable de las funciones cognitivas superiores, como el


razonamiento, la toma de decisiones, la memoria de trabajo y la percepción
consciente. Esta estructura cerebral es la responsable de los procesos mentales más
complejos, como el lenguaje, la creatividad y la imaginación.

El neocórtex es responsable del pensamiento racional, abstracto y creativo.


Permite el lenguaje, la planificación, la resolución de problemas y la conciencia.
Se divide en cuatro lóbulos principales: el lóbulo frontal, el lóbulo parietal, el lóbulo
temporal y el lóbulo occipital. Cada uno de estos lóbulos tiene una función específica. Por
ejemplo, el lóbulo frontal está involucrado en el control motor y la toma de decisiones,
mientras que el lóbulo parietal está involucrado en la percepción del espacio y la atención.
El lóbulo temporal está involucrado en la memoria y el procesamiento del lenguaje, y el
lóbulo occipital está involucrado en la percepción visual.

La teoría del cerebro triuno en educación


La teoría del cerebro triuno tiene algunas aplicaciones en la educación, como por ejemplo:

 Reconocer la importancia de las emociones en el aprendizaje y crear un


clima afectivo y seguro en el aula (cerebro límbico).
 Estimular la curiosidad, la creatividad y el pensamiento crítico de los
estudiantes mediante actividades que impliquen retos y resolución de
problemas (neocórtex).
 Favorecer el movimiento, la expresión corporal y el contacto con la
naturaleza como formas de aprender y desarrollar habilidades (cerebro
reptiliano).
 Integrar los tres sistemas cerebrales en una metodología que combine lo
cognitivo, lo emocional y lo vivencial. Por ejemplo, el juego, el arte o las
experiencias cooperativas.
La teoría del cerebro triuno ha sido criticada por algunos científicos que consideran que es
demasiado simplista y no refleja la complejidad y plasticidad del cerebro humano. Sin
embargo, también ha sido influyente en campos como la psicología evolutiva, la educación
o el marketing.
Conclusiones
Según MacLean, estas tres estructuras cerebrales funcionan de manera integrada pero
independiente, y cada una de ellas tiene su propio conjunto de necesidades y
motivaciones. Por ejemplo, el cerebro reptiliano puede estar motivado por la supervivencia
y la búsqueda de alimento, mientras que el cerebro límbico puede estar motivado por las
emociones y los instintos sexuales, y el neocórtex puede estar motivado por la creatividad
y la resolución de problemas.

La teoría del cerebro triuno ha sido objeto de debate en la comunidad científica. Si bien
algunos estudios respaldan la idea de que el cerebro humano está compuesto por tres
partes que evolucionaron en diferentes momentos y tienen funciones distintas, otros
críticos argumentan que esta teoría es una simplificación excesiva y que no está
respaldada por la evidencia empírica.

Además, la teoría del cerebro triuno ha influido en la comprensión de la conducta humana


y ha dado lugar a nuevas áreas de investigación en psicología y sociología. Por ejemplo, la
teoría ha sido utilizada para explicar las diferencias en la forma en que los individuos
procesan la información y toman decisiones, y para entender cómo las emociones influyen
en la toma de decisiones y en la motivación.

La complejidad emocional: los tres cerebros

En Fundación Gizagune trabajamos especialmente en la gestión de conflictos,


por tanto, el enfado, la rabia, la angustia y este tipo de emociones intensas que
invaden a las personas cuando acuden a nuestros servicios de mediación, forman
parte de las cuestiones a gestionar en nuestro día a día laboral.
En este sentido, vemos fundamental centrar también nuestro aprendizaje y
conocimiento en explorar el complejo universo de la mente humana, la psicología
y lo emocional. Aprender y compartir conocimiento acerca de este tema es de
gran utilidad, puesto que lo emocional y el complejo terreno con el que está
relacionado es tan dinámico y constante que afecta en gran medida a la hora de
relacionarnos y manejar nuestras vidas, también en conflicto.
Lo emocional es fundamentalmente fluido – es un tumulto – por eso es difícil
escribir sobre ello. Lo cognitivo, sin embargo, es más estructurado y ordenado.
La conciencia emocional se construye más fácilmente mientras se externaliza
hablando, que mientras se escribe sobre ella. Cuando escribimos sobre lo que
sentimos hay más elecciones y se intelectualiza de alguna manera. Por este
motivo, en los servicios de mediación alentamos a las personas a hablar con
sinceridad sobre lo que les está ocurriendo y sobre la manera en la que esta
situación les está afectando.
El autor y psicólogo Gary Marcus en su libro “Kluge. La azarosa construcción
de la mente humana” expone que el cerebro es un kluge, un “apaño”, en realidad,
un conjunto de apaños diseñados por la selección natural como respuesta a
problemas de adaptación evolutivos. En su libro, Marcus expone que como la
evolución no sigue un diseño o plan divino, el cerebro dista mucho de ser
perfecto.

Los tres cerebros


Nuestro cerebro incluye tres cerebros:

1. Reptiliano: el más básico y más antiguo. Se encarga de


cuestiones automáticas y de alerta. Es el más inconsciente.
2. Mamífero o límbico: en él reside la capacidad de sentir
emociones. Se encuentra en él el sistema límbico, la amígdala,
el hipotálamo…
3. Neocortex: Se encarga del lenguaje, pensamiento,
pensamiento abstracto, cognición, etc. Solo lo tiene el ser
humano.

Evolutivamente somos muy recientes, por eso, nuestro cerebro se ha ido


adaptando de la manera que ha podido y, por tanto, es un “apaño”. Nuestro
cerebro hace lo que puede, con una estructura muy compleja, conectada entre sí,
pero respondiendo de la manera que puede.
Por ejemplo, el cerebro mamífero está interferido por los otros dos cerebros.
Mientras que el cerebro reptiliano solo conoce una emoción: el miedo, y está
todo el tiempo con esto, por tanto, está alerta constantemente, el cerebro
mamífero añade todas las demás emociones. (Ej. Atracción – contraria al miedo).
Y luego está el córtex, añadiendo el juicio (tú deberías…).
Por tanto, tenemos tres cerebros superpuestos funcionando todo el tiempo y
haciendo lo que pueden para dar respuesta a nuestras necesidades.
Por este motivo, creemos fundamental el trabajo
de autoconocimiento y exploración emocional personal para aprender a
responder de maneras que nos ayuden a gestionar las situaciones que la vida nos
trae, pues creemos que esta es la manera de aprender también a gestionar
nuestros conflictos de manera asertiva y satisfactoria.

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