Sentencia T-427/98
Sentencia T-427/98
Sentencia T-427/98
DERECHO A LA VIDA-Alcance
DERECHO A LA PROPIEDAD-Alcance
LEGISLACION URBANA-Andenes
Magistrado Ponente:
Dr. ALEJANDRO MARTÍNEZ
CABALLERO
SENTENCIA
I. HECHOS
A. Pr
imera Instancia
B. Se
gunda instancia.
C. De
las pruebas practicadas por la Corte Constitucional.
3.- Entre la cerca que puso el colegio y la calzada vehicular, hay una distancia
de tan solo diez centímetros. Es decir, cualquier persona que desee transitar
por ese costado del colegio o que deba tomar un vehículo en ese sitio,
necesariamente debe ubicarse en el espacio destinado al tráfico vehicular. Esto
no solamente fue constatado en la diligencia de inspección judicial sino que
existen fotografías de niños en plena calle, con sus maletines de libros y
“loncheras” esperando el bus escolar.
4.- Hay además, un espacio de metro y medio desde el borde de la calle hasta
el sitio en donde se encuentran los avisos antes mencionados y los postes
de luz, lo cual demuestra que en este espacio estaban ubicados algunos
elementos propios del mobiliario urbano y consecuentemente era un área
perfectamente habilitada para permitir el paso de peatones. Es más, desde la
zona en que están ubicados los postes hasta los setos de pinos que demarcan
el colegio, hay aproximadamente ochenta metros de profundidad, una enorme
extensión antes habilitada para los peatones. Hoy, esos ochenta metros de
ancho por mas de cien de largo han sido destinados como parqueadero del
centro cultural del Colegio Anglo Colombiano.
A. Competencia.
B. De
l problema jurídico que se presenta.
Debe precisar la Corte, que este conflicto entre particulares, dada su dimensión
y complejidad adquiere relevancia constitucional, no solo por la posible
violación o amenaza de derechos constitucionales fundamentales que deben ser
garantizados, sino porque además de superar el simple enfrentamiento civil,
pone de presente una evidente colisión de derechos e intereses legítimos de
rango constitucional, en circunstancias de indefensión entre las partes.
“La sensibilidad del juez hacia los problemas constitucionales es una virtud
imprescindible en la tarea de hacer justicia. Las decisiones jurídicas deben
respetar el principio de legalidad y a la vez ofrecer una solución real a los
conflictos sociales. En esta tarea, el sentido de la justicia y la equidad
permiten hallar el derecho. La ley, por sí misma, es siempre deficiente frente
de la realidad cambiante que está llamada a regular. Al intérprete le
corresponde actualizar su contenido según las cambiantes circunstancias
históricas y sociales y dar una aplicación correcta de las normas con la
clara conciencia que su cometido es resolver problemas y no evadirlos.
Estas ideas explican, en parte, el mandato del Constituyente consagrado en
el artículo 228 de la Constitución, según el cual, en las actuaciones de la
administración de justicia prevalecerá el derecho sustancial”.
En ese sentido, la Corte debe precisar que esta decisión no pretenderá definir
aspectos de índole legal sobre la titularidad del bien objeto del cerramiento,
ya que la acción de tutela no es el mecanismo legal para delimitar estos
contenidos. Tampoco es esta la institución competente para determinar quien
tiene la razón respecto a que zonas específicas del predio son de espacio
público y cuáles no. Sin embargo, necesariamente se tendrán en cuenta ambas
posiciones para definir el alcance de la protección a los derechos
constitucionales aparentemente vulnerados, en este caso específico.
C. De los derechos constitucionales en conflicto.
2
Ver Sentencia T-525 de 1992. M.P. Ciro Angarita Barón
3
Ver Sentencia T-099 de 1998. M. P José Gregorio Hernández Galindo.
4
Ver Sentencia T-029 de 1994. M.P. Vladimiro Naranjo Mesa.
La propiedad privada, como fundamento de las relaciones económicas,
sociales y políticas, ha sido concebida a lo largo de la historia, como
aquella relación existente entre el hombre y los bienes naturales o
transformados ofrecidos por el medio que lo rodea, que de acuerdo al
sistema económico, ha determinado los límites y las utilidades que el
hombre puede obtener de dicha relación desde el punto de vista del uso y
aprovechamiento de los bienes adquiridos.
5
Ver Sentencia C-06 de 1993. M.P. Eduardo Cifuentes Muñoz.
6
Ibídem.
Gaceta Constitucional Nº 58. Informe Ponencia Ponentes Dr. Iván Marulanda Gómez y Jaime
Arias López
se explicó que "la función social, en relación con la propiedad, encierra la
solidaridad ”.
" (...) no siendo en verdad suficiente la actuación indirecta del Estado por
la mera limitación de las libertades privadas, el Legislador puede señalar
como obligación social de los propietarios atender los procesos de
planeación y gestión urbanística y, en estas condiciones, puede o no
admitir una facultad absoluta de los propietarios para decidir sobre la
existencia y disposición de las ciudades y condicionar la garantía al
derecho de propiedad a su uso social planificado, en términos de
construcción y urbanización".
Al respecto, hay que decir que por el hecho de vivir en sociedad, surgen
obligaciones para todos los asociados, algunas veces señaladas por las
autoridades locales.
Recogen estas definiciones una realidad concreta: que las vías son tanto para
los vehículos como para los peatones. Además, no puede ser de otra manera,
ya que el uso de la tierra y la planeación de su distribución espacial son los
determinantes básicos para las demandas de tránsito, tanto vehicular como
peatonal. Sería inaceptable que se desconocieran las necesidades del ser
humano respecto a los problemas de tránsito dentro del ordenamiento vial de
una ciudad , porque ello implicaría un abierto desconocimiento a las opciones
y derechos del hombre y a sus libertades, dentro del contexto organizacional y
urbano.
“Vía que por sus características de diseño está destinada al tráfico intenso
de vehículos”.
Es pues una realidad que la calle 153, desde 1980 ha sido proyectada como
una gran avenida por la cantidad de tráfico. Diez y ocho años después se ha
convertido evidentemente en una vía peligrosa para los peatones, no solo
por el abundante tráfico vehicular que presenta sino por la doble dirección y
sentido de su tráfico, luego los andenes no son solamente una necesidad
de la planeación urbana sino una forma indispensable para proteger la vida
de quienes transitan por allí o esperan abordar o bajarse de un vehículo. Y, si
se trata de niños que tienen que ir a su colegio, con mayor razón se impone el
deber de protección de sus derechos por parte del Estado.
En ese orden de ideas, la Corte finalmente debe precisar que sin determinar
titularidad alguna sobre el predio y especificaciones técnicas sobre el mismo,
cuestión que están fuera de su competencia, si es necesario que se exprese
que no se puede considerar el derecho a la propiedad como absoluto y
desconocer, con su ejercicio excesivo e injustificado que contradice los
principios de la legislación en materia de ordenamiento físico del Distrito, el
evidente perjuicio social y de peligro que se le puede causar a la comunidad.
Tal interpretación, es contraria a los fundamentos de solidaridad (Artículo 1
de la C.P) y de función social de la propiedad antes expuestos, más aún
cuando el aparente titular del derecho ni siquiera obtiene beneficio o pérdida
alguna concreta de correr su cerca de alambre unos cuantos centímetros, ya
que ni siquiera tiene la posibilidad de explotación o utilización del predio por
la existencia de una reserva vial que impide cualquier tipo de construcción en
la zona.
Quinto: Para los efectos del artículo 36 del decreto 2591 de 1991, el juzgado
de origen hará las notificaciones y tomará las medidas conducentes para el
cumplimiento de esta sentencia.