Unidad 2 MEDICINA FORENSE
Unidad 2 MEDICINA FORENSE
Unidad 2 MEDICINA FORENSE
INTRODUCCIÓN
ACTIVIDADES DE APRENDIZAJE:
2.1.- Elabora un cuadro en donde menciones las funciones establecidas a cargo del Servicio Médico Forense.
2.2.- Elabora un resumen donde describas los requisitos para desempeñar el cargo de Director del Servicio
Médico Forense.
2.3.- Elabora un cuadro sinóptico en donde describas las obligaciones de cada integrante del Servicio
Médico Forense.
2.4.- Realizar visita personal al Servicio Médico Forense del D.F.
OBJETIVO PARTICULAR:
Conocer el funcionamiento y la instrucción operativa del servicio médico forense que se desarrolla en el país.
CONTENIDOS:
Artículo 107. El Servicio Médico Forense y los médicos asignados a las Agencias Investigadoras del
Ministerio Público, a los hospitales públicos, a los reclusorios preventivos, de ejecución de sentencias y demás
lugares de reclusión, desempeñarán, en auxilio de la administración de justicia, las funciones establecidas por esta
Ley y su reglamento.
Artículo 108. El Servicio Médico Forense estará integrado por un Director y los demás servidores públicos
que se requieran para su buen funcionamiento.
Artículo 109. Para desempeñar el cargo de Director del Servicio Médico Forense, se requiere:
I. Ser ciudadano mexicano;
II. Tener cuando menos treinta y cinco años de edad cumplidos el día de la designación;
III. Poseer título de Médico Cirujano registrado ante las autoridades competentes;
IV. Acreditar antecedentes científicos, laborales, docentes o profesionales que demuestren idoneidad en la
materia y haber cursado estudios de especialización en la disciplina, exhibiendo en su caso el documento
correspondiente;
V. Tener cuando menos cinco años ininterrumpidos de práctica profesional en el Servicio Médico
Forense, y 24-IV-03 GODF
VI. Gozar de buena reputación.
Artículo 110. Para ser perito médico forense se requiere:
I. Tener cuando menos treinta años de edad cumplidos el día de la designación;
II. Poseer título de Médico Cirujano registrado ante las autoridades competentes;
III. Tener tres años ininterrumpidos de ejercicio profesional;
IV. Tener práctica profesional de seis meses en el propio Servicio Médico Forense;
V. Acreditar antecedentes científicos, laborales, docentes o profesionales que demuestren idoneidad en la
materia y haber cursado estudios de especialización en esa disciplina, exhibiendo en su caso el documento
correspondiente, y
VI. Gozar de buena reputación.
Artículo 111. Para desempeñar el cargo de Subdirector Técnico del Servicio Médico Forense, se requieren los
mismos requisitos señalados en el artículo anterior. El ejercicio como médico legista deberá ser de tres años.
Artículo 112. Para ser auxiliar del Servicio Médico Forense en las ramas de química toxicológica, bioquímica,
bacteriología, anatomopatología, hematología, radiología y demás especialidades se requiere:
I. Tener cuando menos veinticinco años de edad cumplidos el día de la designación;
II. Poseer título profesional registrado ante las autoridades competentes, en los casos en que el ejercicio de la
especialidad así lo exija;
III. Acreditar antecedentes científicos, laborales, docentes o profesionales que demuestren idoneidad en la
materia, y
IV. Gozar de buena reputación.
Artículo 113. Es un requisito común para ocupar los cargos anteriormente señalados, no haber sido
condenado por delito que amerite pena privativa de libertad de más de un año de prisión, pero si se tratare de
robo, fraude, falsificación, abuso de confianza u otro que lastime seriamente la buena fama en el concepto público,
lo inhabilitará para el cargo cualquiera que haya sido la pena.
Artículo 114. La designación del Director y Subdirectores será hecha por el Consejo de la Judicatura.
Artículo 115. Son facultades y obligaciones del Director del Servicio Médico Forense:
I. Cuidar que el servicio se desempeñe eficazmente dictando al efecto los acuerdos complementarios
que fueren convenientes; 24-IV-03 GODF
II. Formular anualmente el programa de trabajo y someterlo a la aprobación del Consejo de la Judicatura;
III. Convocar y presidir la junta de peritos médicos con el objeto de:
a) Estudiar los casos de singular importancia que se presenten;
b) Examinar, por orden de la autoridad judicial, y decidir sobre dictámenes objetados;
c) Formular planes para el desarrollo de actividades docentes, con la finalidad de mejorar la preparación
teórica y práctica del personal con responsabilidades médico forenses;
d) Implementar los acuerdos emitidos por el Pleno del Tribunal Superior de Justicia del Distrito
Federal, así como adoptar los acuerdos para procurar la unidad de criterio en cuestiones relativas a la
materia; 24-IV-03 GODF
e) Formular recomendaciones para el mejoramiento del servicio, y
f) Llevar a cabo las actividades académicas y de investigación, con la finalidad de la superación técnica de los
peritos médico forenses;
IV. Representar a la institución en los actos oficiales ante las autoridades; presidir y designar a quien lo
represente en comisiones con motivo de congresos y otros eventos científicos de índole médico forense;
V. Atender personalmente o por conducto de su Subdirector Técnico, cuando lo considere necesario o
conveniente, los casos urgentes del servicio y suplir a cualquiera de los peritos en sus faltas por enfermedad, licencia
o vacaciones, o en su caso, señalar al perito a quien corresponda desempeñar el trabajo;
VI. Remitir al Consejo de la Judicatura las solicitudes de licencia de los Subdirectores Técnicos, de los Peritos
Médico Forenses, de los Auxiliares en el Servicio Médico Forense y de los demás miembros del personal técnico y
administrativo quien acordará lo procedente;
VII. Informar al Consejo de la Judicatura de las faltas cometidas en el servicio por el personal técnico y
administrativo;
VIII. Rendir el 30 de noviembre de cada año, al Consejo de la Judicatura, el informe anual de las labores
desarrolladas por el servicio;
IX. Solicitar al Consejo de la Judicatura el material y equipo necesarios para el servicio;
X. Formular el proyecto del reglamento interno del Servicio Médico Forense y someterlo a la aprobación del
Consejo de la Judicatura, el cual se encargará de la tramitación subsiguiente;
XI. Formular planes de investigación científica, dándolos a conocer al Consejo de la Judicatura y previa
autorización del mismo, fomentar su desarrollo, y
XII. Las demás que señalen las leyes y reglamentos.
Artículo 116. En casos de ausencia del Director, ya sea por enfermedad, vacaciones o por el desempeño de
comisiones, informará oportunamente al Presidente del Consejo de la Judicatura quien, al autorizarla, aprobará en
su caso al sustituto que el propio Director proponga.
Artículo 117. Con excepción de los casos en que deben intervenir los médicos asignados a las Agencias
Investigadoras del Ministerio Público, a los hospitales públicos, a los reclusorios preventivos, de ejecución de
sentencias y lugares de reclusión, los reconocimientos, análisis y demás trabajos médico forenses relacionados con
los procedimientos judiciales serán desempeñados por los peritos médico forenses, quienes están obligados a
concurrir a las juntas, audiencias y diligencias a las que fueren legalmente citados y a extender los dictámenes
respectivos.
Artículo 118. Las autopsias deberán practicarse, por regla general, en las instalaciones del Servicio Médico
Forense, salvo los casos en que circunstancias especiales justifiquen lo contrario, a juicio del Director y de lo previsto
por el artículo 166 del Código de Procedimientos Penales para el Distrito Federal. No obstante, en estos últimos
casos, cuando concurran circunstancias especiales, a juicio del Director, podrá éste disponer que dos peritos médico
forenses asistan al hospital para presenciar o practicar la autopsia o para verificar su resultado.
Artículo 119. Cuando las partes objetar en el dictamen de los peritos médico forenses, la autoridad
judicial dispondrá, cuando estime fundado el motivo que se alegue, que el Director del Servicio convoque a junta de
peritos, con el objeto de que se discuta y decida si se ratifica o rectifica el dictamen de que se trate.
Artículo 120. El Consejo de la Judicatura organizará y vigilará el correcto funcionamiento del Servicio Médico
Forense para que éste desarrolle cabalmente sus labores de auxiliar de la administración de justicia.
Artículo 121. Los médicos dependientes de la Dirección de Servicios de Salud del Distrito Federal, asignados
a las Agencias Investigadoras del Ministerio Público, serán auxiliares de las autoridades judiciales y de los agentes
del Ministerio Público, en sus funciones médico forenses y tendrán la obligación de rendir los informes que les
soliciten los órganos judiciales respecto de los casos en que oficialmente hubieren intervenido. En los mismos
términos quedarán obligados los médicos adscritos a los hospitales públicos y a los reclusorios preventivos, de
ejecución de sentencias y demás lugares de reclusión.
Artículo 122. Son obligaciones de los médicos asignados a las Agencias Investigadoras del Ministerio
Público:
I. Proceder de inmediato, al reconocimiento y curación de los heridos que se reciban en la sección médica
que esté a su cargo;
II. Asistir a las diligencias de fe de cadáver y a todas las demás que sean necesarias o convenientes para la
eficacia de la investigación;
III. Redactar el informe médico forense relacionado con la investigación y expedir las certificaciones que sean
necesarias para la comprobación de los elementos del tipo penal;
IV. Recoger y entregar los objetos y las substancias que puedan servir para el esclarecimiento del hecho que
se investigue e indicar las precauciones con que deben ser guardados o remitidos a quien corresponda;
V. Hacer en el certificado de lesiones, la descripción y la clasificación legal provisional o definitiva de las
mismas;
VI. Describir exactamente en los certificados de lesiones, las modificaciones que hubiere sido necesario hacer
en ellas con motivo de su tratamiento, y
VII. Las demás que les corresponden conforme a las leyes y reglamentos.
Artículo 123. Son obligaciones de los médicos de hospitales públicos:
I. Reconocer a los lesionados o enfermos que se reciban en el establecimiento y encargarse de su curación,
expidiendo sin demora, cuando proceda, los certificados médico forenses correspondientes;
II. Hacer en el certificado de lesiones, la descripción y clasificación legal provisional o definitiva de las mismas;
III. Practicar la autopsia de los lesionados que fallezcan en el hospital y se encuentren a disposición del
Ministerio Público o de autoridades judiciales y extender el dictamen respectivo expresando con exactitud la causa
de la muerte y los demás datos que sean útiles para la investigación;
IV. Prestar los primeros auxilios y expedir los certificados correspondientes, en todos los casos de lesiones o
de otros delitos que ocurrieren en el hospital y que requieran la intervención médico forense, y
V. Las demás que señalen las leyes y reglamentos.
Artículo 124. Los médicos adscritos a los reclusorios preventivos, de ejecución de sentencias y demás lugares
de reclusión, deberán asistir a los internos enfermos y expedir los certificados que correspondan. Igualmente,
prestarán los primeros auxilios en los casos de lesiones y de otros delitos que ocurrieren dentro de la prisión y que
requieran la intervención médico forense, e intervendrán en cualquier diligencia judicial que ahí se practique,
cuando para ello fueren requeridos por el Ministerio Público o la autoridad competente.
Artículo 125. A los auxiliares de la administración de justicia a que se refiere este título, les serán aplicables
las reglas establecidas en la presente Ley, en lo que fuere compatible, para los efectos de su designación, remoción
y atribuciones. […]
CERTIFICADO quiere decir; “dado por cierto"; “es cierto tal o cual cosa"; es una atestiguación oficiosa, pero
siempre debe contener la expresión de la más escrupulosa verdad; por esto, los certificados en ciertas circunstancias
tienen enorme trascendencia, por lo tanto se debe cuidar el alcance de su redacción.
El DICTAMEN es una opinión fundada; debe constar de: PREAMBULO, PARTE EXPOSITIVA, DISCUSIÓN y
CONCLUSIÓN.
El preámbulo sirve de encabezamiento: nombre de los médicos, motivo del peritaje, etc.
La exposición es la parte descriptiva de todo lo comprobado, expuesto con detalle y método.
La discusión en algunos casos carece de importancia por la claridad de los hechos, pero en otros casos la
tiene y mucha, porque es adonde se analizan, se interpretan, se exponen razones científicas, que llevan la convicción
al juez.
La conclusión es la síntesis de la opinión pericial, es a donde se responde categóricamente a las preguntas
hechas. Los dictámenes no deben ser ni tímidos ni atrevidos, pero siempre deben estar bien fundados.
En los peritajes, la ley ordena que sean dos peritos los que intervengan en el acto; en los juicios de insania
mental, estos peritos deben estar especializados en Psiquiatría.
Una vez nombrados los peritos, estos pueden aceptar el cargo, excusarse o ser recusados, todo esto dentro
de las normas establecidas por la Ley. La falsedad en los peritajes constituye delito previsto por el Código Penal. […]
[…] CAPITULO VI
CERTIFICADO DE DEFUNCIÓN
El Código Civil en el Capítulo IX, título IV, dice lo siguiente: "Ninguna inhumación se hará sin autorización
escrita dada por el Oficial del Registro Civil, quien se asegurará suficientemente del fallecimiento. No se procederá a
la inhumación sino después de veinticuatro horas del fallecimiento, excepto en los casos en que se ordene otra cosa
por la autoridad que corresponda".
El acta de defunción llevará: el nombre del muerto con los apellidos paterno y materno, edad, sexo,
ocupación, domicilio, Ia causa de la defunción, el día y hora de la misma, lugar de nacimiento, nacionalidad, estado
civil, nombre del padre y de la madre, si éstos viven o no; el nombre del cónyuge si fuere casado, y si era o no
residente en el lugar de la defunción. Hacer hincapié en indicar si la muerte fue de origen traumático o no.
El certificado de defunción está obligado a darlo el último de los facultativos que haya asistido durante su
enfermedad al fallecido y si no hubiere sido tratado por un facultativo, el médico de la Delegación en su
jurisdicción, tiene obligación de hacerlo previo examen del cadáver, o en su defecto cualquier médico titulado
puede darlo, pero siempre llenando el requisito anterior.
En el caso de que el médico sea llamado a atender un enfermo y encontrare signos o síntomas sospechosos
en el cuadro clínico que le hicieren suponer que se ha cometido un delito, debe dar aviso a la Delegación respectiva,
pues en el caso de no hacerlo y ser descubierto, o de fallecimiento, podrá ser perseguido por encubridor del
delincuente. En el caso de que el médico sea llamado exclusivamente a otorgar el certificado de defunción y tenga
alguna duda sobre la verdadera causa de la muerte, debe dar aviso a la autoridad de la Delegación respectiva, para
que los médicos oficiales hagan lo que crean necesario en cada caso.
Si el fallecimiento hubiere ocurrido en un hospital, cárcel, lazareto u otro establecimiento público, los médicos
encargados del servicio tienen obligación de extender el certificado respectivo.
En casos de inundación, naufragio, incendio, temblores o cualesquier otro siniestro que dificulte reconocer el
cadáver, el acta se formará con todos los datos de identificación que se hayan podido recoger. Antes de dar el
certificado, es indispensable asegurarse de que la persona tomada como fallecida realmente corresponde a dicha
persona; debemos estar sobre aviso de posibles suplantaciones de persona, ya que la situación legal del individuo y
del médico en este caso, sería muy comprometida.
El Registro Civil tiene la obligación de llevar control de nacimientos y muertes.
La inhumación clandestina está penada por la Ley. […]
La mayor parte de las actuaciones del perito médico forense deberá rendirla, generalmente, a las autoridades
judiciales por escrito.
Los documentos médicos-legales que más frecuentemente tendrá que expedir y redactar el perito médico
forense, y por ello los que más nos interesan, son fundamentalmente dos: certificados y dictámenes. El primero de
ellos es un documento en que el perito hace una afirmación categórica de un hecho médico que le conste, es decir,
que ha sido comprobado por él mismo. Tal documento generalmente es solicitado por particulares o por
autoridades civiles y en general se refiere a hechos presentes. El certificado deberá estar correcto en cuanto a su
forma y redacción y solamente referirse a hechos estrictamente comprobados, en particular cuando se trata de
asuntos que se refieren a la honra, a la moral o al estado mental dé una persona, que posteriormente pudiera ser
empleada con fines judiciales, o bien que sean certificados de defunción cuya importancia es innegable. En este tipo
de documentos es suficiente, para que tengan valor legal, que vayan firmados por un solo médico. En cuanto a su
forma, consta de dos partes solamente: 1o. Introducción o preámbulo, donde se anota el nombre del médico que
certifica, su cédula profesional, el nombre de la persona reconocida, etcétera. 2o. Descripción de hechos, gene-
ralmente positivos, es la exposición, es la parte descriptiva de todo lo comprobado.
El dictamen médico-legal, en cambio, es un documento que generalmente es solicitado por autoridades
judiciales de carácter penal, en el que se exponen demostraciones que corresponden a la opinión que se desprende
del examen razonado de los hechos. Aquí la ley ordena que deberá ser firmado por lo menos por dos peritos
médicos, y por último tales documentos generalmente se refieren a hechos pasados.
En cuanto a su forma, consta de cuatro partes: a) introducción, b) descripción, c) discusión, en cuya parte los
peritos analizan los hechos, los someten a la crítica, los interpretan pero exponiendo las razones científicas de sus
opiniones, y d) conclusiones, que son las apreciaciones finales que deberán ser breves y explícitas y serán la síntesis
de la opinión pericial; es donde el perito médico responde concreta y categóricamente, en la mayoría de los casos, a
las preguntas del juzgador, pero afirmando solamente lo científicamente demostrado y comprobado. Los
dictámenes médico-legales pueden ser: de necropsia, en los que se determina fundamentalmente la causa de la
muerte y podrán referirse a la métrica de las lesiones, en las que se emiten conclusiones con respecto a la gravedad,
tiempo de sanidad y consecuencias; otras veces, para opinar sobre cuestiones médico-legales en relación con los
llamados delitos sexuales o bien sobre toxicomanías, sobre edad clínica de las personas o finalmente sobre su
estado mental.
Queda establecido que de la finalidad, de las comprobaciones, del respaldo científico que los peritos médicos
forenses den a sus informes o dictámenes médico-legales, dependerá en gran parte que un inocente no sea
encarcelado o un delincuente quede en libertad, o en otros casos el honor de una persona, etcétera.
Los suscritos Peritos Médicos Forenses, por disposición del C. Agente del Ministerio Público de la Primera
Agencia Investigadora de la Delegación de Tlalpan, nos presentamos en el Anfiteatro del Servicio Médico. Forense,
para practicar la necropsia en el cadáver de quien en vida llevó el nombre de MARDONIO ROMERO DE LA ROSA,
relacionado con el acta TP/I/222/75, del primer turno.
EL RESULTADO FUE EL SIGUIENTE: El cadáver correspondía a un sujeto del sexo masculino, como de treinta y
dos años de edad, que medía ciento sesenta y cinco centímetros de longitud; ochenta y ocho centímetros de
perímetro torácico y ochenta y cinco de perímetro abdominal. El cadáver se encontraba rígido, con las conjuntivas
pálidas, las uñas cianosadas y lívideces en las regiones posteriores del cuerpo.
EXTERIORMENTE PRESENTABA: 4 heridas por proyectil de arma de fuego la primera con orificio de entrada de
forma circular de seis milímetros con escara concéntrica de tres milímetros, situada en la región occipital a cinco
centímetros a la izquierda de la línea media posterior y a tres centímetros por arriba del occipucio, penetrante y con
orificio de salida de forma irregular de veintitrés por veinte milímetros, situada en la región occipital a seis
centímetros a la derecha de la línea media posterior y a cinco centímetros del occipucio. La segunda con orificio de
entrada en forma oval de quince por nueve milímetros con escara inferior de tres milímetros, situada en la región
inguinal a seis centímetros de la línea media anterior y a setenta y ocho centímetros del plano de sustentación,
penetrante y sin orificio de salida. La tercera con orificio de entrada en forma oval de quince por cuatro milímetros.,
con escara superior externa de tres milímetros situada en la región inguinal a siete centímetros de la línea media
anterior y a setenta y seis centímetros del plano de sustentación; el proyectil que causó esta herida siguió una
dirección de arriba a abajo, de fuera a adentro y de adelante a atrás, lesionó piel y tejido celular y músculos del
muslo, sin lesionar vasos ni nervios y sale produciendo orificio de salida en forma irregular de quince por diez
milímetros, en la cara interna del muslo izquierdo a catorce centímetros por dentro de la línea media anterior del eje
del mismo y a cincuenta y siete centímetros del plano de sustentación. La cuarta rozón de catorce por cuatro
centímetros, situada en la cara lateral del tórax, sobre la octava costilla izquierda.
ABIERTAS LAS GRANDES CAVIDADES ENCONTRAMOS: En la craneana: se pudo apreciar que el proyectil causó
la primera herida descrita al exterior, siguió una dirección de izquierda a derecha, de abajo a arriba y de atrás a
adelante, lesionando en su trayecto el cuero cabelludo, fracturando el hueso occipital produciendo esquirlas óseas
hacia adentro y bisel a expensas de lámina interna, lesionando mininges, el lóbulo occipital izquierdo y el derecho,
las meninges nuevamente en huesos occipital a la derecha de la línea media con bisel a expensas de lámina externa
y sale por el orificio descrito al exterior como de salida; el encéfalo destruido en ambos occipitales, con hemorragia
subdural difusa y ventricular bilateral.
Fractura del occipital multifragmentaria, irradiada al piso posterior de la base del cráneo, a ambos lados de la
línea media.
En la torácica: los pulmones congestionados; el corazón con sangre líquida en sus cavidades y los orificios
valvulares normales; en la abdominal; se apreció que el proyectil que causó la herida descrita al exterior, en segundo
lugar siguió una dirección de adelante a atrás, de abajo a arriba y de izquierda a derecha, lesionando en su trayecto
piel, tejido celular, músculos, peritoneo anterior, el recto y sigmoides, el peritoneo posterior, la iliaca primitiva y los
músculos prevertebrales y se alojó en la cuarta vértebra lumbar de donde se extrajo, y adjunto se remite en sobre
único. Además de lo anotado todas las vísceras pálidas; el estómago con líquido café sin olor especial, la vejiga
vacía; hemiperitoneo de 1500 mI.
Los suscritos Peritos Médicos Forenses, por disposición del C. Juez 3o. Penal, reconocimos a VÍCTOR RAMÍREZ
PALACIOS, para dictaminar acerca de las lesiones que sufrió.
EL RESULTADO FUE EL SIGUIENTE: Víctor Ramírez Palacios, aún no está sano de las lesiones que sufrió y que
se describen en el certificado médico e historia clínica que se adjunta.
CLASIFICACIÓN: Dichas lesiones sí ponen en peligro la vida. Presenta distención abdominal y por dicho de la
madre la ha presentado en dos ocasiones antes, por lo que sobre consecuencias dictaminaremos pasados sesenta
días más.
México, D.F., a 19 de Mayo de 1975.
Dra. Elia Deborah San Pedro Dr. Pascual Acuña
Delgado
Los suscritos Peritos Médicos Forenses, por disposición del c. Juez 17o. Penal, reconocimos a JOSÉ
GUADALUPE ROCHA PIÑA, para dictaminar acerca de las lesiones que sufrió.
EL RESULTADO FUE EL SIGUIENTE: José Guadalupe Rocha Piña, está sano de las lesiones que sufrió y que se
describen en el certificado médico que se adjunta.
CLASIFICACIÓN: Dichas lesiones no pusieron en peligro la vida, tardaron en sanar menos de quince días. La
cicatriz que se menciona no se encuentra en la región submentoniana, está a dos centímetros del labio inferior a
nivel de la línea media, .sí es perpetuamente notable en nuestro concepto, la avulsión del incisivo superior es
susceptible de corregirse mediante prótesis dental adecuada.
México, D.F., a 19 de Mayo de 1975.
EL RESULTADO FUE EL SIGUIENTE: Enrique García Campos, dice tener 22 años de edad, soltero, originario del
D.F., limpiador de autobuses de la línea Peralvillo-Viga, haber estudiado hasta 2o. de secundaria, confiesa fumar
marihuana desde hace cuatro años, en cantidad de hasta ocho cigarrillos al día, siendo la última vez que los fumó el
día de ayer. Presenta mancha sepia en el pulpejo de los dedos de las manos, disminución de los reflejos con
abolición del nauseoso, temblor de los dedos de las manos, párpados y lengua. Sí es toxicómano habituado a fumar
marihuana.
Carlos Lalane Montelongo, dice tener 19 años de edad, soltero, haber estudiado hasta 6o. año de primaria,
comerciante de café molido. Confiesa fumar marihuana desde hace cuatro años en cantidad de dos o tres cigarrillos
al día. A la exploración, presenta: temblor fibrilar, lingual y palpebral así como disminución de sus reflejos con
abolición del nauseoso, discreta mancha sepia en pulpejos de los dedos. Estimamos que sí es toxicómano habituado
a fumar marihuana.
Estimamos que la cantidad que les fue encontrada (ocho gramos trescientos miligramos) sí la consideramos
racionalmente adecuada para su consumo.
México, D.F., a 14 de Mayo de 1975.
Dr. Ramón Fernández Pérez Dr. Pascual Acuña
Delgado
Los suscritos Peritos Médicos Forenses, por disposición del C. Juez 26o. Penal, reconocieron a SILVIA "N", para
dictaminar acerca de su edad clínica probable y demás puntos que adelante se mencionan.
EL RESULTADO FUE EL SIGUIENTE: por su aspecto y desarrollo generales, por el estado de su dentición (no
tiene cordales) y por presentar los signos de la pubertad. Silvia García Molina, es mayor de diecisiete y menor de
diecinueve años de edad, médico-legalmente.
En sus órganos genitales vimos: El pubis y la cara externa de los grandes labios con vello, los pequeños labios
aplicados recíprocamente, el himen reducido a carunculas mirtiformes.
CONCLUSIONES:
Los suscritos Peritos Médicos Forenses, por disposición del c. Juez 29o. Penal, reconocimos a OLGA "N", para
dictaminar acerca de su edad clínica probable y demás puntos que adelante se mencionan.
EL RESULTADO FUE EL SIGUIENTE: Por su aspecto y desarrollo generales, por el estado de su dentición (no
tiene cordales) y por presentar los signos de la pubertad, OLGA PEREZ CORDOVA, es mayor de quince y menor de
diecisiete años de edad, médico-legalmente.
En sus órganos genitales vimos: el pubis y la cara externa de los grandes labios con vello, los pequeños labios
aplicados recíprocamente, la horquilla íntegra, el himen biperforado con desgarro a las IX.
CONCLUSIONES:
BIBLIOGRAFÍA COMPLEMENTARIA
Alva Rodriguez, Mario y Nuñez Salas, Aurelio. Atlas de Medicina Forense. Ed. Trillas S. A. México, 1984.
Moreno Gonzalez, Rafael. Ensayos Médico Forenses y Criminalìsticos. 2ª edición. Ed. Porrùa, S. A. México,
1989.
Fichas bibliográficas de los documentos
Documento Ficha