Modelo Politico
Modelo Politico
Modelo Politico
Capitalismo:
Economía libre o economía de libre mercado son otros términos utilizados para denominar el
capitalismo desde sus orígenes. Pese a que el comercio y los mercaderes existen desde el
surgimiento de las primeras civilizaciones, el sistema capitalista apareció en Europa a partir
del siglo XIII.
Por ello, el capitalismo surgió como proposición del trabajo a cambio de sueldos (capital),
eliminando las ideas feudales de esclavitud o servidumbre.
¿Cuáles son las características del capitalismo? Una de las principales es acumular capital y
riqueza mediante el trabajo productivo es el centro y objetivo del capitalismo, haciendo
referencia al enriquecimiento individual y las asociaciones con fines de lucro y a un
crecimiento económico de la sociedad. Las políticas gubernamentales deben lograr un
equilibrio adecuado entre clases sociales.
El sistema capitalista defiende y ejerce una libertad de empresa, tanto de servicios como de
bienes, en virtud de los derechos de propiedad sobre los medios de producción. La libertad
para administrar e invertir en empresa privada con autonomía se incluye en la libertad de
empresa.
Este aspecto implica la elección del área de trabajo, lucrarse de los beneficios, una inversión
libre de los recursos e incluso cerrar cuando sea preciso la propia empresa.
El modelo de producción del sistema capitalista genera servicios y bienes que, al mismo
tiempo, generan una oferta y demanda a través de las cuales se acuerdan unos precios. El
precio de los servicios y bienes se fija mediante variables como el valor de uso.
La disponibilidad del objeto de intercambio, con un valor de uso (proporción entre un número
de bienes y servicios ofrecidos y los demandados por los consumidores), incide también en
el precio. Así pues, si un producto de necesidad básica se convierte en escaso, aumenta su
precio.
Neoliberalismo
Los principales defensores del neoliberalismo consideraban que las políticas monetarias
basadas en el modelo de John Keynes y la corriente liberal clásica fueron las causas de las
crisis mundiales. En base a esos fundamentos, los conservadores neoliberales se
postularon nuevamente en el poder, también a partir de la década 1980.
El sistema neoliberal exige reducir la intervención del Estado con una menor carga
impositiva y una menor restricción legislativa sobre mercado para que, de esa manera, las
grandes empresas (que representan un grupo capitalista de la minoría) puedan ejercer
control de los negocios, las industrias, la producción y el comercio interno y externo.
- El libre mercado. Consiste en que los precios de los bienes y de los servicios se regulen
en base a la oferta y la demanda, en un mercado libre de restricciones por parte del Estado.
Defiende la apertura de las importaciones y el control por parte del sector privado. Si esa
modalidad no es moderada y regulada, contribuye a un menor desarrollo de la producción del
país y solo enriquece a quien puede importar y vender esa mercadería a nivel nacional. No
promueve el crecimiento comercial del resto del sector productor, que se vuelve cada vez
menos competitivo.
La principal característica del sistema neoliberal consiste en que solo una minoría de la
población accede a beneficios. Desde la teoría se plantea como una propuesta adecuada,
pero llevada a la práctica el modelo ha demostrado que no funcionó de manera eficiente ni
justa para toda la población, en especial, debido a la corrupción.
- El libre mercado. Promueve el comercio sin fronteras y con pocas restricciones del Estado
para comercializar con los diferentes gobiernos.
- El monopolio. Promueve que el poder sea controlado por una minoría elitista que acapara
la productividad y la oferta de servicios. Quienes no tienen o no pueden generar dinero, no
logran llevar a cabo sus propios negocios, pero sí son necesarios como mano de obra del
sistema productivo.
Opositores al neoliberalismo
Las organizaciones sociales populares, los partidos políticos de izquierda y las corrientes que
se basan en ideas socialistas y comunistas, son los principales opositores de la filosofía
neoliberal. Los sindicatos laborales que ven amenazados sus principios y derechos
adquiridos, luego de tantos años de lucha, también se oponen a las ideologías neoliberales.
Socialismo
No hay, sin embargo, una forma única de socialismo. Ni siquiera hay un consenso respecto
de qué es exactamente o cómo se debería implementar en lo político, social o económico.
Así, existen formas más radicales (que suelen llamarse comunistas) que proponen la
abolición de la propiedad privada, y otras en cambio que proponen la convivencia con
la economía de mercado, aunque bajo formas de control y espíritu social. Lo mismo ocurre
en lo político con el respeto a la democracia y a la diversidad de los partidos: hay quienes
proponen la dictadura del proletariado, y otros que defienden la socialdemocracia.
Si bien los rasgos del socialismo pueden variar enormemente de acuerdo a su puesta en
práctica, generalmente se consideran como sus características las siguientes:
- En las variantes más utópicas, plantea la sociedad sin clases sociales: ni pobres ni
ricos, sino una gran masa trabajadora autogestionada.
El uso del término “socialista” con el sentido contemporáneo data de alrededor de 1830. Se
usó para describir al ala más radical de los diversos movimientos y filosofías políticas
nacidos durante los estallidos revolucionarios del siglo XVIII, que asociaban
al capitalismo naciente los malestares sociales de la época, en especial los seguidores de
Robert Owen y Henri de Saint-Simon.
Algunos más pragmáticos y otros más idealistas, estos movimientos compartían visiones
mayormente agrarias del socialismo, y fueron bautizados con ese nombre por Pierre Leroux
en su artículo Del individualismo y el socialismo en Revue encyclopédique de 1833.
Alcanzó su apogeo político a inicios del siglo XX, con la Revolución Rusa de 1917 que,
bajo la conducción de Vladimir Ilych Lenin (1870-1924), puso fin para siempre a la monarquía
zarista. Así se fundó el primer país socialista (marxista-leninista) de la historia, la Rusia
soviética, que después se convirtió en la Unión de Repúblicas Soviéticas Socialistas (URSS).
Los acontecimientos de Rusia avivaron los sentimientos reaccionarios europeos. Así, fueron
utilizados para justificar ideológicamente el nacimiento del fascismo, un movimiento político
dictatorial y fundamentalmente anticomunista, que desencadenó la Segunda Guerra Mundial.
Eventos semejantes ocurrieron en otras naciones del mundo, como Vietnam (la Revolución
de Agosto de 1945), Corea (tras la Guerra de Corea de 1950-1953), Cuba (la Revolución
cubana de 1959), Camboya (tras la Guerra Civil Camboyana de 1967-1975), entre otros.
Nacidos en la violencia, muchos de estos regímenes dictatoriales estuvieron involucrados en
guerras, o cometieron genocidios y atrocidades en nombre del “hombre nuevo” o de la
sociedad utópica futura.
Sin embargo, hacia el término del siglo XX, y sobre todo tras la disolución de la Unión
Soviética en 1991, la mayoría de los países socialistas se habían sumergido en la crisis y se
habían visto obligados a reinventarse y asumir más o menos formalmente una economía de
mercado. La última década del siglo XX anunció la muerte del socialismo y el supuesto “Fin
de la historia”, en palabras del pensador japonés Francis Fukuyama.
Aun así, un nuevo experimento político tomó el título de “Socialismo del siglo XXI”, un
término del economista alemán Heinz Dietrich Steffan. Comenzó a ganar renombre mundial
gracias a su evocación en el V Foro Social Mundial por parte del entonces presidente
venezolano, Hugo Chávez Frías (1954-2013), en el marco de su autodenominada Revolución
Bolivariana.
Socialismo utópico
Algunos de los más importantes socialistas de esta tendencia aparecieron tras la Revolución
Francesa de 1789. Diversos militantes radicales, como el periodista francés François-Noël
Babeuf (1760-1797), denunciaron que la Revolución había fracasado en el cumplimiento
de sus ideales de libertad, igualdad y fraternidad.
Por ejemplo, Robert Owen (1771-1858) era un industrial galés cuyos ingenios textiles,
altamente rentables, operaban bajo estándares humanitarios inusuales para la época (no
trabajaba nadie por debajo de los 10 años, por ejemplo). Para Owen, la naturaleza humana
no nacía, sino que se hacía, y por lo tanto el egoísmo era consecuencia de las condiciones
de vida, y totalmente reversible.
Así, Owen compró tierras en el estado de Indiana, Estados Unidos, donde en 1825 intentó
establecer una comunidad ideal: cooperativa, social y autosustentable, conocida como New
Harmony (“Nueva Harmonía” en inglés). El proyecto por desgracia fracasó tras unos pocos
años, llevándose consigo la mayor parte de la fortuna de Owen.
Otros nombres importantes dentro del socialismo utópico son los de François-Marie-Charles
Fourier (1772-1837), creador de comunidades socialistas llamadas “falansterios”; Pierre-
Joseph Proudhon (1809-1865), creador del “mutualismo” o socialismo libertario; y los de
Louis Blanc (1811-1882), Étienne Cabet (1788-1856), Jean-Jacques Pillot (1808-1877),
Pierre Leroux (1797-1871), entre otros.
Socialismo científico
La distinción entre el socialismo científico y sus antecesores tiene que ver con la
incorporación de la metodología científica ideada por Marx: el Materialismo histórico.
Dicho método propone una mirada histórica y empírica de la sociedad humana, a partir de la
conformación de los medios de producción y de su control por una clase social determinada.
Así, Marx y Engels combatieron, a través de una mirada científica, tanto a las ideas
burguesas tradicionales de la historia como resultado de grandes hombres y grandes ideas,
como a las visiones socialistas más abstractas, que giraban en torno a las ideas de justicia,
libertad e igualdad.
Socialismo y comunismo
Hoy en día no existe una diferencia clara y universal entre los términos “socialismo” o
“socialista” y “comunismo” o “comunista”. Sin embargo, se asocia el término comunismo a
las vertientes más radicales o extremistas, mientras que el socialismo se reserva para
formas más laxas o más combinadas con la democracia.
Ambos organizaron un enorme banquete con presencia de más de mil comensales casi
todos obreros, en las afueras de París el 1 de julio de 1840. Allí se discutió la necesidad de
cambios profundos para alcanzar la “igualdad real”, que no pasaba únicamente por lo
político.
En esos tiempos, los “comunistas” y “socialistas” se distinguían entre sí, justamente, en su
grado de radicalismo y el compromiso que mostraran con las ideas de lucha de clases. Es
justamente por eso que Marx y Engels eligen el término “comunismo” y no “socialismo” para
desarrollar sus tesis filosóficas y para nombrar la asociación que fundaron en 1847, la liga de
los Comunistas.
Sin embargo, tanto Engels como Marx consideraban que socialistas y comunistas tenían
un objetivo común: alcanzar la sociedad sin clases sociales. En ese sentido, el
socialismo era un primer estadio, más laxo, que le abriría las puertas al comunismo,
venciendo al Estado y superando la democracia burguesa.
Socialismo y capitalismo
- Socialismo. Aboga por la propiedad pública o social, por una economía dirigida desde el
Estado y tiende a la concentración del poder en las figuras políticas.
En la actualidad son pocos los países que se proclaman a sí mismos “socialistas”. La lista
incluye a los siguientes:
- República Popular China.
- República Popular Democrática de Corea.
- República de Cuba.
- República Democrática Popular Lao.
- República Socialista de Vietnam.
- República Bolivariana de Venezuela.
Autocracia
Una autocracia (del griego «autokrateia») es un sistema de gobierno que concentra el poder
en una sola figura (a veces divinizada) cuyas acciones y decisiones no están sujetas ni a
restricciones legales externas, ni a mecanismos regulativos de control popular (excepto
quizás por la amenaza implícita de un golpe de Estado o de una insurrección en masa).
Democracia
Históricamente las democracias han tenido mayor apoyo de la población que los regímenes
no democráticos, por esa razón muchos sistemas autoritarios e incluso totalitarios han
llegado a referirse a sí mismos como democracias, democracias populares o democracias
orgánicas, cuando en realidad dichos regímenes no serían considerados propiamente
democráticos por muchos analistas.
De acuerdo con el reconocido filósofo catedrático Ismael Iván Santaella Solorio y en conjunto
con catedráticos. La base es el reconocimiento a la eminente dignidad humana, basando la
organización estatal en el objeto de fomentar las múltiples posibilidades que derivan de dicha
persona. La forma de Gobierno se basa en el predominio de la mayoría, pero con respeto a
las minorías. Lo que conduce al pluripartidismo. En cuanto al funcionamiento se señala:
Democracia directa
Se ha dicho que en Grecia se practicó Democracia directa; lo que no es exacto, pues si bien
el pueblo se reunía en el Ágora para discutir y resolver las cuestiones de Gobierno, era en
realidad una aristocracia ya que estaban excluidos los extranjeros, esclavos y mujeres. En la
época moderna todos los autores citan como ejemplo de Gobierno directo los cantones
suizos. Pero en realidad esas reuniones eran esporádicas y en ellas se limitaban a votar por
sí o por no a los proyectos sometidos a su consideración. El Gobierno directo es una forma
teórica y actualmente imposible de practicar, por el aumento de población de los Estados y la
complejidad de la tarea gubernativa, cada vez más técnica.
Democracia representativa
El Gobierno representativo es aquel en el cual las funciones de Gobierno son realizadas por
los representantes del pueblo. Actualmente la casi totalidad de los regímenes de Gobierno
son representativos. Los gobernantes son considerados “representantes” de la ciudadanía y
son ungidos en su calidad de tales mediante el sufragio. Este es el único contrato del elegido
con el elector; el pueblo solamente tiene derecho de elección, la relación de representación
se desarrolla a través del partido político. El representante no puede ser revocado, porque
sus electores no tienen ningún contrato después del voto, salvo a través del partido político.
Teóricamente el votante se inclina por un partido político por adhesión al programa de
Gobierno que este propugna y vota por los candidatos de ese partido. Por esa razón el
representante debiera cumplir con el programa y las autoridades del partido controlar su
actuación.
Democracia semidirecta
Totalitarismo
El totalitarismo está dirigido por un Gobierno atrapalotodo, su sistema ideológico menos tiene
las individualidades concretas, así como sus creencias personales o religiosas. Por lo que el
único modo aceptado de religión es la religión de Estado, es decir, concordatarias y
cofuncionales al Estado
¿Qué es la monarquía?
La palabra monarquía proviene del griego y significa “Estado regido por un soberano”. El
territorio gobernado bajo un sistema monárquico se denomina reino, imperio o principado. El
que tiene el título de monarca se denomina rey, emperador, príncipe, zar, entre otros.
Características de la monarquía
- Ser un sistema político basado en el gobierno de una sola persona, es decir, que tiene
poder absoluto.
- Tener un rey que solo puede acceder al cargo de manera hereditaria.
- Tener un monarca que es símbolo de continuidad y de estabilidad.
- Ser una única organización político-administrativa.
- Estar constituida por normas y mandatos tradicionales.
- Ser un reinado vitalicio, es decir, que gobierna el mismo linaje real de por vida, excepto que
el sistema evolucione o sea derrocado.
- Ser una de las formas de gobierno más antiguas.
Historia de la monarquía
Durante la Edad Media, a partir del siglo V, las monarquías se basaban en las tradiciones
teocráticas que consideraban a los reyes como representantes de Dios en la Tierra y que
debían proteger a su pueblo.
En la antigüedad se creía que los monarcas eran descendientes directos de los dioses y que
tenían un poder divino para gobernar. El monarca era un símbolo de continuidad y de
estabilidad del gobierno.
Las monarquías son una de las formas más antiguas de gobierno, como el reino de
Inglaterra que fue fundado en el 927 y perduró de manera absolutista hasta el 1215, año en
el que fue aceptada la carta magna (constitución que propuso la división de poderes) por
parte del rey Juan I de Inglaterra. Con el tiempo, la monarquía evolucionó y surgieron
diversos tipos que varían según el nivel de poder que ejerce el monarca.
Evolución de la monarquía
La mayoría de las monarquías a lo largo de la historia han sido dirigidas por una única
persona que tenía el poder económico, político, militar y social del reinado.
A partir del siglo XIX muchas monarquías han evolucionado para convertirse
en democracias parlamentarias. En Inglaterra el proceso se inició en 1215 luego de
conformada la Carta Magna. El reinado se consolidó como una monarquía parlamentaria en
1689 luego de la Revolución Gloriosa en la que fue derribado el rey Jacobo II Estuardo, que
había mantenido la inestabilidad política desde 1642.
A pesar de su condición vitalicia, la monarquía puede llegar a su fin, como en los casos de
Inglaterra y de España en los que las monarquías fueron derrocadas y luego restauradas, a
través de un mecanismo de votación y consulta ciudadana que apoyó la formación de una
república.
Una de las más recientes monarquías abolidas fue la del reino de la isla de Mauricio en
África oriental al este de Madagascar, que en 1968 se independizó de la Mancomunidad o
naciones vinculadas con el Reino Unido y en 1992 fue declarada república parlamentaria.
Tipos de monarquías
República
Una república es una forma de gobierno y organización del Estado, en la que el poder
público es ejercido por representantes del pueblo, ceñidos a un cuerpo
de leyes fundamentales establecidas para todos (o sea, una Constitución), y en el marco de
una separación de los poderes públicos.
La palabra república proviene del latín Res publica, “la cosa pública”, o sea, la esfera de
intereses públicos o del Estado. El término fue empleado por primera vez alrededor del año
500 a. C., al inicio justamente del gobierno republicano de la antigua Roma, que duró hasta
el 27 a. C. cuando se transformó en una monarquía.
En ese entonces, la república consistía en una forma parcial de democracia, en el que una
aristocracia (los Patricios) ocupaba los asientos del senado romano, y entre ellos se elegía a
dos cónsules o vicegobernantes mediante el voto de todos los ciudadanos libres de Roma.
Sin embargo, lo que hoy se entiende por república difiere del uso antiguo, y generalmente se
refiere al imperio de la ley y la separación de los poderes públicos. En ese sentido, la
existencia de la república es contraria al acaparamiento del poder político por parte de una
sola figura, como ocurre en las autocracias, o a la designación vitalicia de cargos públicos,
como ocurre en las monarquías.
Cuando hablamos de república, en la actualidad, nos referimos normalmente a
un gobierno sostenido por sus instituciones democráticas, en el que la totalidad de los
ciudadanos son iguales ante la ley. Esta idea de república surgió tras la Revolución
Francesa de 1789, en la que se abolió la monarquía tradicional francesa. Aun así, existe
cierto margen de ambigüedad en torno al uso del término, dependiendo del punto de vista
considerado.
- Participación política activa de los ciudadanos, o sea, el manejo público y abierto de los
actos estatales, y la posibilidad de cualquier ciudadano apto para ello de formar parte activa
del quehacer político.
- Representación ciudadana igualitaria en las instituciones, esto es, que las instituciones
del Estado sean conducidas por representantes del pueblo, y que ninguna tenga prioridad o
prelación por encima de las demás, ni se someta a reglas fundamentales diferentes.
- Libertad e igualdad ante la ley para la ciudadanía, de modo que las esferas de lo público
y lo privado estén separadas y posean sus respectivos marcos normativos, garantizando el
libre ejercicio individual, cultural, económico, social y político.
Tipos de república
Existen diferentes formas de clasificar las repúblicas. Por ejemplo, según su respeto por los
valores democráticos, podemos hablar de:
- Repúblicas democráticas, cuando sus autoridades son electas mediante el voto directo o
indirecto del pueblo, y se garantizan en general los derechos humanos fundamentales.
- Repúblicas autoritarias, cuando el poder es ejercido de manera unilateral por alguna
facción política, que acapara las instituciones y vulnera las formas democráticas. Pueden ser
repúblicas unipartidistas, por ejemplo, en las que existe un único partido político posible: el
que ejerce el poder.
Otra clasificación posible atiende a los criterios territoriales del Estado, y distingue entre:
- Repúblicas unitarias, en las que el país entero es dirigido por un centro de poder político
único, en su capital, con delegaciones o emisarios regionales designados desde el centro.
- Repúblicas federativas (o confederadas), en las que el territorio total del país es la suma
de los territorios de diferentes Estados más pequeños, que se asocian para gobernarse de
manera común, a través del sistema de la federación o de la confederación, según sea el
caso.
- Repúblicas laicas, en las que la Iglesia y el cuerpo religioso carecen de poder político y se
constituyen sólo referentes morales y tradicionales. El Estado no tiene religión oficial, y existe
libertad de cultos.
- Repúblicas confesionales, en las que el Estado ejerce una posición religiosa determinada,
con una religión oficial que le brinda a la Iglesia o a un cuerpo religioso determinado una
influencia política variable. En algunos casos, ésta puede ser meramente formal, pero en
otras la separación de Iglesia y Estado puede perfectamente no existir, como en las
teocracias.
Ejemplos de república
República y democracia
En general, la diferencia entre una cosa y la otra tiene que ver con que la república es un
método de administración del Estado que puede ejercerse de manera no democrática,
o sea, violentando principios fundamentales de la democracia como el libre ejercicio político,
el respeto a los derechos humanos, o la separación de los poderes públicos.
Por ejemplo, la mayoría de las repúblicas socialistas que hubo en el siglo XX estuvieron
construidas de acuerdo al orden republicano soviético, o sea, a partir de la representación
directa del pueblo trabajador en distintos comités a lo largo de una estructura burocrática.
Pero estas repúblicas eran unipartidistas, o sea, no permitían ningún tipo de participación
política al margen del partido oficial en el poder, por lo que todas las instituciones formaban
parte del partido y eran controladas por una misma élite. De ese modo, se trataba de
repúblicas, pero no de democracias.
República y monarquía
Las tensiones entre república y monarquía han existido desde épocas muy tempranas en
la historia de la humanidad. La historia de la Antigua Roma, por ejemplo, es testigo de ello: la
posibilidad de que el orden republicano puede subvertirse y devenir un imperio o, por el
contrario, que una monarquía establecida se derrumbe y permita el surgimiento de una
república.
Si no tienes claro qué son las relaciones internacionales, en este post aclararás muchas
dudas sobre ellas. Abordan una amplia gama de temas, como la política exterior, la
economía global, los conflictos internacionales, etc. Así que tienen mucha importancia
para cualquier país.
¿Qué son las relaciones internacionales?
Son un campo de estudio que se ocupa de los vínculos e interacciones entre los Estados
en el ámbito político, económico, cultural y social. Su principal objetivo es comprender y
analizar los procesos que influyen en las relaciones entre países y cómo afectan al
sistema internacional.
Los profesionales implicados gestionan las complejidades y los desafíos de las relaciones
entre los Estados. Por ello es importante que cuenten con el grado en Relaciones
Internacionales.
Si desconoces por qué son importantes las relaciones internacionales, aquí tienes algunas
situaciones en las que desempeñan un papel fundamental:
Una vez que hemos explicado qué son las relaciones internacionales y para qué sirven,
podrás conocer de dónde provienen. Estos son algunos de los aspectos más importantes
que han contribuido a su desarrollo:
Hay diversas teorías que explican qué son las relaciones internacionales y su importancia,
a continuación, puedes ver las más significativas.
1- Liberalismo
Se centra en la importancia de los valores y las instituciones liberales en las relaciones
internacionales. Es una teoría que destaca el papel de la cooperación, los acuerdos
multilaterales y la democracia para conseguir la paz y la estabilidad entre los Estados.
2- Realismo
Puede ser la teoría de las relaciones internacionales más influyente. Su principal premisa
es que los Estados son los principales actores en el sistema internacional y buscan su
propia seguridad y supervivencia.
3- Constructivismo
Se enfoca en el papel de las ideas, las normas y las identidades en las relaciones
internacionales. Sostiene que las interacciones entre los Estados están influenciadas por
las percepciones compartidas y las construcciones sociales. Destaca la importancia de la
cultura, el lenguaje y la socialización en el estudio de las relaciones internacionales.
Diferencias entre la diplomacia y las relaciones internacionales
Son dos conceptos que están estrechamente relacionados, sin embargo, hay algunas
diferencias importantes entre ambos:
Hay varios actores que participan y desempeñan roles importantes en las interacciones
internacionales, estos son los más importantes:
- Estados: Son los actores principales. Interactúan a través de la diplomacia, los tratados, la
negociación y la cooperación.
- Organizaciones internacionales: Entidades creadas por acuerdos entre Estados para
llevar a cabo actividades de coordinación en diferentes ámbitos.
- Empresas multinacionales: Estas empresas transnacionales operan en múltiples países y
tienen una gran influencia en la economía global y en cualquier sociedad internacional.
¿Qué salidas laborales tiene el Doble Grado en Derecho y Relaciones Internacionales?
¿A qué se dedica una persona que estudia el Doble Grado en Derecho y Relaciones
Internacionales?
No debe confundirse con la teoría de conspiración del Nuevo Orden Mundial. Para otros
usos, véase Nuevo Orden Mundial (desambiguación).
El primer uso de esta expresión aparece en el documento de los Catorce Puntos del
Presidente Woodrow Wilson haciendo un llamado después de la Primera Guerra
Mundial para la creación de la Sociedad de las Naciones, antecesora de las Naciones
Unidas.
La frase fue usada con cierta reserva al final de la Segunda Guerra Mundial cuando se
describían los planes para la creación de las Naciones Unidas y los Acuerdos de Bretton
Woods debido a la asociación negativa resultante del fracaso de la Liga de Naciones.
Antecedentes
El uso más amplio y reciente de esta expresión se origina sobre todo con el final de la Guerra
Fría. Los presidentes Mijaíl Gorbachov y George H. W. Bush usaron el término para tratar de
definir la naturaleza de la posguerra y el espíritu de cooperación que se buscaba materializar
entre las grandes potencias.
El sistema centro-periferia es una teoría que describe un orden económico mundial dividido
entre un centro hegemónico y una periferia menos desarrollada. Surgió en los años cincuenta
para explicar el estancamiento de América Latina y las desigualdades y desequilibrios en el
sistema económico global. En esencia, divide el mundo en tres zonas económicas: el centro,
la periferia y la semiperiferia, y plantea una estructura jerárquica que explica el desarrollo y la
dependencia.
Numerosos autores han contribuido a la teoría del sistema centro-periferia desde que el
economista argentino Raul Prebisch la planteó por primera vez en los años cincuenta. No
obstante, el modelo más popular es del sociólogo estadounidense Immanuel Wallerstein, que
planteó en los años setenta su teoría del sistema-mundo. La teoría, que bebe del marxismo,
analiza el desarrollo social y el capitalismo partiendo de la premisa de que los países más
poderosos explotan a los menos desarrollados en la economía globalizada. Por su parte, el
economista Paul Krugman la incorporó para explicar la influencia de la geografía en el
comercio internacional a principios de los años noventa.
Por tanto, los países se clasifican según su nivel de desarrollo e industrialización. Los del
centro suelen ser ricos, desarrollados, con mayor capacidad militar y suelen estar más
integrados con el mercado global. En segundo lugar, los países de la periferia suelen ser
menos industrializados y de allí fluyen materias primas y mano de obra barata. Los países de
la semiperiferia juegan un papel intermedio: exportan al centro bienes procedentes de
industrias deslocalizadas, como herramientas, materiales o automóviles, y exportan a la
periferia bienes manufacturados. Aunque no hay una lista definitiva y los Estados pueden
pasar de una zona a otra, países centro serían Estados Unidos, Japón o Alemania. Se
consideran semiperiféricos Brasil o Sudáfrica, mientras que los periféricos se concentran
en Asia, África y América Latina.
Desigualdad y dependencia
Para los defensores de esta teoría, el sistema centro-periferia explica la disparidad en los
niveles de desarrollo y en las relaciones internacionales. Este análisis sostiene que en el
sistema económico global las relaciones entre los Estados son desiguales y están asentadas
en un modelo de explotación, con la estructura jerárquica como obstáculo para los países
menos desarrollados y como impulsora de la desigualdad.