Sentencia T-061/22
Sentencia T-061/22
Sentencia T-061/22
Magistrado Ponente:
ALBERTO ROJAS RÍOS
SENTENCIA
1. Hechos
1
Folio 14 del escrito de tutela.
2
Ibid. Escrito de tutela, folio 15.
Insistió que ha sido hostigado a través de redes sociales por parte de Mónica
Godoy. Indicó además que, “luego de tan aterrador escarnio público, la
señora Mónica Godoy ferro presentó queja contra mí ante el comité de ética
de la Colombia Humana- suponiendo ella que yo pertenezco a ese
movimiento. Cosa que no se ajusta a la realidad”3.
1. Solicitud de tutela
Con fundamento en los hechos expuestos, el actor indica que satisface los
requisitos de procedibilidad de la acción de tutela toda vez que, solicitó la
rectificación de las afirmaciones a la parte accionada, y cumple los requisitos
de subsidiariedad e inmediatez. Su acción tutelar tiene como objetivo la
protección de sus derechos constitucionales al buen nombre, honra y crédito
público. De igual forma indica que la información difundida por Mónica
Godoy Ferro carece de fuentes y documentos que las respalden, y en tanto
infundadas, también se vulneran los principios de veracidad y objetividad
previsto en el artículo 20 superior. Los hechos expuestos también afectan sus
derechos a la integridad personal, pues lo han puesto en una situación de
exposición en redes sociales, con la consecuente, vulneración de sus derechos
a la presunción de inocencia, el debido proceso y el derecho de defensa y
contradicción.
5
Ibid. Escrito de tutela, folio 19.
derechos fundamentales ha causado, a raíz de la precaria metodología aplicada
por su colectivo y sus temerarios hostigamientos en mi contra.
6
Folio 5 de la contestación de tutela.
libertad de expresión, y de hecho indicó que se trata de un discurso
especialmente protegido por la convención americana sobre derechos
humanos, en atención que se trata de una denuncia de casos de violaciones a
los derechos humanos de las mujeres y hombres. Al respecto, aseveró:
“Señalamientos como los que aquí realizaron las personas anónimas que
dicen haber sido violentadas sexualmente por el accionante, le imponían a
la accionada, en desarrollo del principio de imparcialidad, no sólo publicar
el contenido del informe que lo vincula como agresor, sino la réplica de
éste y ello no ocurrió.
4. Impugnación
7
Fallo de 11 de septiembre de 2020, Juzgado 54 penal municipal con funciones de control de garantías.
8
Ibid.
orden constitucional”9. Sostuvo que, la opinión que un particular exprese
sobre la conducta de otro ciudadano no puede ser censurada con el pretexto de
proteger la presunción de inocencia. Ello por cuanto, no imputó la comisión de
ningún delito “ni calificado jurídicamente los hechos que aparecen en los
testimonios recabados en el marco de los Informes Sobre Violencia Sexual en
el Departamento de Antropología”. Esta última solamente es exigible ante las
autoridades como componente del derecho fundamental al debido proceso,
pero al interior de los procesos de orden judicial y administrativo, pues dicha
garantía no irradia a la regulación de las relaciones sociales entre particulares.
9
Impugnación folio 8.
“Simplemente, en aras de garantizar los derechos constitucionalmente
protegidos a las víctimas de violencia sexual las identidades no se
hicieron públicas, pero sí son de conocimiento de las autoridades
competentes.”
10
Folio 3 de la intervención
cursos y seminarios no se relaciona con la situación que resuelve esta acción
de tutela, pero esto si muestra que, en su criterio, la accionada ataca todo lo
que él realiza, afectando sus actividades más íntimas y cotidianas como la
definición de sus temas de investigación. Afirma:
Añadió:
“Mientras se daba este debate público, en el consejo de Facultad de
Ciencias Humanas de la UNAL decidieron apoyar la propuesta del
Programa de Antropología de suspender a los tres docentes con mayor
número de quejas: Gerardo Ardila, Augusto Gómez y Virgilio Becerra,
como una medida cautelar no sancionatoria mientras se desarrollaban
las investigaciones. Esto porque a esa altura de la denuncia social sabían
la gravedad y el costo de seguir negando una situación que ya conocían
y de perpetuar la connivencia y la protección a los acusados. Es decir,
gracias a nuestra denuncia pública después de décadas de inacción por
fin empezaron a pensar y sugerir en las medidas de prevención y
protección.”
Por lo anterior, solicitó: (i) Revocar los fallos de primera y segunda instancia
por constituir censura y violencia institucional; (ii) proteger el derecho de las
posibles víctimas, y amparar el derecho a la denuncia pública y la sanción
social, así como, garantizar el derecho a la libertad académica representada en
los informes de investigación de carácter etnográfico y como ejercicios de
memoria social encaminados a hacer fracturas en la arquitectura de
impunidad; (iii) ordenar a la Universidad Nacional de Colombia que actualice
su sistema disciplinario, su normativa interna y sus procedimientos de
investigación y gestión de quejas por violencia de género y sexual de acuerdo
con la Constitución y a los estándares internacionales de derechos humanos y
derechos humanos de las mujeres; (iv) solicitar a la Veeduría Disciplinar de
sede o a la Procuraduría que desarrolle la investigación por violencia de
género en mi contra; (v) solicitar a la Fiscalía General de la Nación garantizar
el acceso oportuno y sin dilaciones innecesarias ni barreras a la justicia y que
tome las medidas de protección necesarias para evitar un daño más profundo,
sea contra los denunciantes o contra mí misma; (vi) requerir al docente Fabián
Sanabria que se abstenga de continuar el hostigamiento en mi contra, sea
directo o disimulado, y la revictimización de sus denunciantes. Así como,
exigirle que evite incurrir en discursos de odio, estereotipia de género,
estigmatización y promoción de la discriminación por razones políticas o
ideológicas contra las mujeres feministas; (vii) ordenar a Fabián Sanabria que
se retracte públicamente y nos pida disculpas públicas, tanto a mí como a sus
posibles víctimas y a las integrantes de La Comisión, por sus acusaciones
infundadas, injurias, difamaciones y calumnias, a través de los mismos medios
de comunicación masiva en los que las difundió u otros de similar alcance,
entre otras.
Escritos dirigidos por dependencias de la Universidad Nacional de
Colombia
Frente al estudio que contiene el documento se afirmó que, “se hace desde un
análisis cuantitativo, busca valorar la magnitud de la prevalencia,
manifestaciones y efectos del acoso sexual a la población estudiantil de la UN.
Este se llevó a cabo en dos fases y con grupos diferentes”. La primera fase
incluyó las 8 sedes de la universidad que en el año 2018 contaban con 54.027
estudiantes matriculados. Añadió:
“De la población matriculada en el año 2018, solo el 36% eran mujeres
y 64% hombres. Este bajo porcentaje de mujeres estudiantes en la UN
contrasta con el 53% de participación de las mujeres estudiantes en las
IES a nivel nacional (Sistema Nacional de Información de Educación
Superior), como también, con el nivel mundial, superior al 50%. Cabe
anotar que en las dos últimas décadas se ha venido agudizando el
descenso en la tasa de matrícula de mujeres en la UN, mientras en 1997
representaba el 43 %, en el 2010 bajó al 38.8 % (Quintero, citado por
Díaz, 2019), para el 2018 bajó casi 3 puntos más.”
Respecto a las conclusiones del informe resaltó que “el tema del acoso sexual
está muy presente entre la población estudiantil universitaria de la UN, pues el
100% del estudiantado participante afirma haber escuchado hablar acerca de
este. Lo que pone en evidencia el impacto que ha tenido el incremento de la
denuncia pública del acoso sexual en la universidad, especialmente a partir del
año 2015”12.
El departamento de antropología del alma mater indicó que “en los últimos 10
años el porcentaje de hombres matriculados como estudiantes es del 64%
frente a un 36% de mujeres, sin embargo, el 76% de quienes manifiestan
haber sufrido alguna manifestación de acoso son mujeres. Estas cifras dejan
ver una inequidad entre sexos desde el ingreso a la Universidad, pero también
se puede ver la alta prevalencia del fenómeno del acoso hacia la población
estudiantil femenina. Hay que añadir que estas desigualdades también se
reflejan en una cultura institucional profundamente patriarcal”13. Precisó que
la Universidad Nacional de Colombia aprobó el Acuerdo 035 de 2012.
15
Folio 2 de la Intervención de la Escuela de Estudios de Género.
Al respecto, se indicó que es necesario hacer una armonización entre el
Protocolo para la Prevención y Atención de Casos de Violencias Basadas en
Género y Violencias Sexuales (Resolución 1215 de 2017), los procedimientos
disciplinarios que se realizan en la Universidad y las normas vigentes para
nuestro país sobre las violencias basadas en género (Ley 1257 de 2018). Así
mismo y conforme a lo avanzado dentro del proceso de Evaluación del
mencionado Protocolo, se recomienda actualizar de manera urgente los
siguientes instrumentos de la legislación universitaria: (i) Acuerdo 011 de
2005 del Consejo Superior Universitario "Por el cual se adopta el Estatuto
General de la Universidad Nacional de Colombia"; (ii) Acuerdo 033 de 2007
del Consejo Superior Universitario “Por el cual se establecen los lineamientos
básicos para el proceso de formación de los estudiantes de la Universidad
Nacional de Colombia a través de sus programas curriculares"; (iii) Acuerdo
008 de 2008 del Consejo Superior Universitario "Por el cual se adopta el
Estatuto Estudiantil de la Universidad Nacional de Colombia en sus
disposiciones Académicas"; (iv) Acuerdo 044 de 2009 del Consejo Superior
Universitario “Por el cual se adopta el Estatuto Estudiantil de la Universidad
Nacional de Colombia en sus disposiciones de Bienestar y Convivencia”; (v)
Acuerdo 07 de 2010 del Consejo Superior Universitario “Por el cual se
determina y se organiza el sistema de Bienestar Universitario”; (vi) Acuerdo
019 de 2010 del Consejo Superior Universitario “Por el cual se reglamenta el
funcionamiento de los Comités de Facultades para la Resolución de Conflictos
y Aspectos Disciplinarios en la Universidad Nacional de Colombia”; (vii)
Acuerdo 035 de 2012 del Consejo Superior Universitario “Por el cual se
determina la política institucional de equidad de género y de igualdad de
oportunidades para mujeres y hombres en la Universidad Nacional de
Colombia”. Entre otros.
Fruto del primer auto de pruebas del 3 de agosto de 2021, la Defensoría del
Pueblo presentó intervención dentro del trámite de la acción de tutela. Con
base en el precedente fijado en las sentencias T-239 de 2018, T-361 de 2019,
SU-420 de 2019, T-370 de 2020, C-135 de 2021, solicitó a la Corte
Constitucional revoque la decisión proferida el pasado octubre del año 2020
por el juzgado noveno penal del circuito de conocimiento, y en su lugar
proteja el derecho fundamental a la libertad de expresión de Mónica Godoy
Ferro, una de las autoras del informe sobre violencia sexista al interior del
departamento de antropología de la universidad nacional de Colombia, en el
que las victimas realizaron las denuncias. Precisó: “igualmente se solicita a la
Corte Constitucional que exhorte a la Universidad Nacional a que adelante
todas las gestiones pertinentes de investigación respecto de los casos puestos
en conocimiento mediante los informes de violencia sexual y a que cree
estrategias y metodologías para que dichos casos no se sigan presentando al
interior de la misma”16
“Son precisamente las denuncias públicas que circulan por redes las que
han visibilizado problemáticas que estaban escondidas para la sociedad,
16
Intervención de la defensoría del pueblo.
entre ellas, el alto índice de acoso sexual, el abuso de situaciones de
poder, los delitos contra el medio ambiente y los homicidios selectivos.”
Otro elemento relevante que destacaron tiene que ver con la condición de las
partes involucradas, lo cual permitirá realizar una mejor evaluación acerca del
conflicto de derechos presentados en el caso en concreto. En este sentido, se
considera que la Corte se encuentra ante la oportunidad de determinar la
condición de los profesores universitarios, como personas de interés público,
tal y como se desprende de distintos instrumentos y la jurisprudencia de
órganos internacionales de derechos humanos.
1. Competencia
17
Corte Constitucional, Sentencias C-010 de 2000 (M.P. Alejandro Martinez Caballero), T-1319 de 2001
(M.P. Rodrigo Uprimny), T-391 de 2007 (M.P. Manuel José Cepeda), C-442 de 2011 (M.P. Humberto Sierra
Porto).
distinguidos y desagregados. En efecto, los dos renglones de la norma
constitucional contienen ocho garantías fundamentales: (i) la libertad de
expresión en genérico; (ii) la libertad de pensamiento; (iii) la libertad de
opinión; (iv) el derecho a fundar medios de comunicación; (v) el derecho a la
rectificación, (vi) el derecho a la réplica y (vii) la prohibición de censura
previa.
18
Corte Constitucional, Sentencia T-1319 de 2001.
“En principio, todas las formas de discurso están protegidas por el
derecho a la libertad de expresión, independientemente de su contenido
y de la mayor o menor aceptación social y estatal con la que cuenten.
Esta presunción general de cobertura de todo discurso expresivo se
explica por la obligación primaria de neutralidad del Estado ante los
contenidos y, como consecuencia, por la necesidad de garantizar que, en
principio, no existan personas, grupos, ideas o medios de expresión
excluidos a priori del debate público.”19
A esta altura conviene distinguir entre tres hipótesis diferentes: (i) los eventos
y condiciones de las restricciones legitimas a la libertad de expresión; (ii) en
casos de ejercicio no protegidos por la libertad de expresión, la consecuencia
prevista en la Convención americana sobre derechos humanos relacionada con
la imposición de “responsabilidades ulteriores” y (iii) en todo caso, en ningún
caso, las autoridades públicas podrán incurrir en actos de censura previa.
Frente al primer requisito, se ha indicado que debe ser la ley emanada del
congreso de la república, el documento que fije de manera detallada y precisa
los eventos que no se encuentran protegidos por la libertad de expresión o
aquellos en los que es posible establecer restricciones. La ley debe ser precisa
e su redacción con el fin de ofrecer certeza jurídica en relación con las
hipótesis que están excluidas de la cobertura. Ejemplo de lo anterior, son las
normas que versan sobre aspectos relacionados con la seguridad nacional o la
23
Corte Constitucional, T-391 de 2007 (M.P. Manuel José Cepeda)
defensa del Estado, en las cuales, una ley, de manera inequívoca señala la
información de inteligencia que no pude ser difundida.
24
Corte Constitucional, T-391 de 2007 (M.P. Manuel José Cepeda).
(c) (…) la limitación que se pretende justificar para desvirtuar las
presunciones (…), debe ser un medio (i) materialmente necesario –en el
sentido de que no hay otro medio disponible para el logro de la finalidad
perseguida en las circunstancias concretas-, y (ii) lo menos restrictivo
posible del ejercicio de la libertad de expresión –por lo tanto, de existir
un medio alternativo menos restrictivo para alcanzar la finalidad
imperiosa, concreta y específica, la limitación de la libertad de
expresión será contraria a este derecho fundamental y tenerse por
violatoria de la libertad de expresión-;
(d) la incidencia de la limitación sobre la libertad de expresión debe ser
proporcionada, de tal forma que son inadmisibles las limitaciones
excesivas. (…) Esta proporcionalidad se determina, no solo evaluando
si no existe una desproporción manifiesta entre la limitación y la
finalidad que se busca, sino estableciendo en forma positiva que la
relación entre ambos extremos –el fin buscado y el alcance de la
limitación- logra un equilibrio adecuado. (….)
La censura puede adquirir diversas modalidades, “desde los tipos más burdos
de frenos estatales sobre lo que se puede publicar”25, hasta métodos más
sutiles e indirectos de control previo que surten, sin embargo, el mismo efecto
que la censura sobre la expresión y quedan, por lo tanto, cobijados por la
prohibición.
25
Corte Constitucional, Sentencia T-391 de 2007 (M.P. Manuel José Cépeda)
los parámetros del censor, o la introducción de informaciones u opiniones
adicionales impuestos por éste-.
26
Declaración de principios sobre libertad de expresión. Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
27
Corte Constitucional, Sentencia, T-145 de 2019 (M.P. Cristina Pardo Schelesinger)
Por lo anterior, se ha resaltado que las autoridades no pueden evaluar, recortar
o modificar los contenidos de los discursos protegidos, tales como, las
publicaciones impresas o cualquier modalidad de comunicación o de
expresión para decidir si se difunden o no, y que se configura censura cuando
se prohíbe, recoge, suspende, interrumpe o suprime la emisión o publicación
de un determinado contenido expresivo, así como cuando se exige una
inspección oficial previa, visto bueno o supervisión por parte de la autoridad
de los contenidos que se emiten, o una modificación, alteración, adaptación o
recorte de los mismos28.
28
Corte Constitucional, Sentencia, T-391 de 2007 (M.P. Manuel José Cepeda Espinosa)
demás, y (ii) a protección de la seguridad nacional, el orden público o la salud
o la moral públicas.
29
Corte Constitucional, Sentencias. T-546 de 2016 (M.P. Jorge Iván Palacios), T-155 de 2019 (M.P. Diana
Fajardo), T-179 de 2019 (M.P. Alejandro Linares Cantillo), C-442 de 2011 (M.P. Humberto Sierra Porto)
públicos, y (c) el discurso que expresa un elemento esencial de la identidad o
la dignidad personales30.
30
En el sistema interamericano Corte I.D.H., Caso Kimel Vs. Argentina. Sentencia de 2 de mayo de 2008.
Serie C No. 177, párrs. 57 y 87; Corte I.D.H., Caso Claude Reyes y otros Vs. Chile. Sentencia de 19 de
septiembre de 2006. Serie C No. 151, párrs. 84, 86 y 87; Informe de la Relatoria para libertad de expresión de
la Comisión Interamericana, 2009. Párrafo 33 y subsiguientes. En la Corte Constitucional además de las ya
mencionadas, resulta relevante la T-145 de 2019 (M.P. Cristina Pardo Schesinger), SU-335 de 2019 (M.P.
Luis Guillermo Guerrero)
Respecto al tercer tipo de discurso protegido, el sistema interamericano
también ha indicado que, otras formas discursivas que han de gozar de
especial nivel de protección por expresar un elemento integral de la identidad
y dignidad personales, es aquella que expresa la propia orientación sexual y la
identidad de género. Efectivamente, por su estrecha relación con la dignidad,
la libertad y la igualdad de todos los seres humanos, en esta categoría de
discursos especialmente protegidos se encuentran aquéllos que expresan la
propia orientación sexual y la identidad de género.
31
Se lee en la Sentencia: “Estas actuaciones expresan una opinión negativa que tiene Luz Estela Royo
Bárcenas en relación con Luis Alfredo Salamanca. En ese sentido, la Sala considera que, además de
encontrarse dentro de los ámbitos materiales de la libertad de expresión, se encuentra dentro de un ámbito
reforzado de protección, pues el discurso es un ejercicio que se enmarca en elementos esenciales de la
identidad o dignidad de la señora Luz Estela Royo Bárcenas. El discurso expresado por la accionada
constituye una definición de su identidad y dignidad, la cual es expresar su posición sobre las personas con las
cuales desea compartir espacios o lugares comunes.”
32
Cfr. T-289 de 2021 (M.P. Alberto Rojas Ríos)
derecho a denunciar libre y públicamente los hechos que padecieron”.
33
“En Latinoamérica el escrache es una práctica conocida y utilizada, basada en la acción directa de
colectivos organizados ante la falta de acción de otras instituciones. Puntualmente, en Argentina la agrupación
de Derechos Humanos Hijos (acrónimo de Hijos e Hijas por la Identidad y la Justicia contra el Olvido y el
Silencio) popularizó dicha práctica bajo la consigna “si no hay justicia hay escrache”, para visibilizar a los
represores de la dictadura cívico militar que aún estaban libres ante la impunidad del poder político y judicial
tras las leyes de indulto a los genocidas” Cfr. Ciberfeminismo. Viejas luchas, nuevas estrategias: el escrache
virtual como herramienta de acción y resistencia. Anagramas Rumbos y Sentidos de la Comunicación, 18 (36)
• Enero-junio de 2020 • pp. 159-180
34
Barceló I Serramaleara M. “Las libertades de expresión y de reunión en la constitución española: breve
apunte sobre los escraches como punto de confluencia entre ambas libertades”. Espacio Jurídico No. 14. En
el mismo sentido Alonso Rimo, Alberto. Escraches, derecho de reunión y criminalización de la protesta
social.
35
Catalá I Bas, Alexandre, La Confrontación de Derechos en los Escraches, Universidad Nacional de
Educación a Distancia (UNED), Revista de Derecho Político, No 93, mayo-agosto 2015, pág. 215-239.
36
Tribunal Superior de Justicia de Aragón, Sentencia 355 de 2013
A juicio de la Corte, las formas de protesta e incidencia en las instituciones
públicas promovidas por movimientos sociales organizados gozan de
protección constitucional, y se explican en virtud a que el ejercicio de los
derechos políticos no se agota en el ejercicio del derecho al voto. En efecto,
como lo ha indicado la jurisprudencia constitucional37, el ejercicio de lo
político no se agota en la política electoral, pues el activismo en derechos
humanos, especialmente aquel que se basa en activismo social, barrial,
estudiantil, o en últimas, a partir del trabajo con las bases de los sectores
sociales que influyen en las instituciones públicas a través del reclamo y la
vindicación, también se encuentran protegidos constitucionalmente.
37
Corte Constitucional SU-073 de 2021 (M.P. Alberto Rojas Ríos).
38
Cfr. Por ejemplo, la Declaración sobre la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer (1967); la
Convención sobre la Eliminación de todas las formas de Discriminación contra la Mujer, en adelante
CEDAW (1981); la Declaración sobre la Eliminación de la Violencia en contra de la Mujer (1993) y; la
Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer (Beijing, 1995). Todos estos emanados de diversas dependencias
de la Organización de Naciones Unidas (ONU). En el marco del Sistema Interamericano, la Organización de
Estados Americanos (OEA), en las Convenciones Americana sobre Derechos Humanos e Interamericana para
Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia Contra la Mujer, “Convención de Belém do Pará” (1995).
oficiosa deben asumir la investigación, acusación y sanción de las personas
responsables.
Si hay un lugar en el que debe primar el respeto entre todas las personas y la
horizontalidad en las relaciones humanas, es una universidad. Lo anterior,
bajo el entendido que, la construcción de las personas a partir de las
enseñanzas de los maestros y maestras de la humanidad debe tener como
consecuencia la formación de nuevas personas, personas diferentes40.
Es por lo anterior que, cobra especial gravedad los casos de violencia basada
en el género en el contexto académico. No resiste examen afirmar que, en las
aulas de las universidades se enseñe sobre derechos humanos y democracia,
pero los docentes y las docentes no enseñen con sus acciones. De alguna
manera, que la violencia de género ocurra en un contexto universitario implica
una mayor gravedad pues, es de estos espacios de los que deben emerger, en
parte las personas encargadas de implementar las mejores aspiraciones
humanas. Si ello es así, contextos de violencia sexista en espacios
universitarios, debe implicar una reacción mucho más vehemente contra este
tipo de vulneraciones a los derechos humanos. Por lo anterior, y tal como se
hizo en las Sentencias T-239 de 2018, la Sala aborda el concepto de debida
diligencia en los espacios académicos.
Esta misma prescripción está en la Ley 1257 de 2008, conforme a la cual, las
autoridades y privadas deben crear espacios que erradiquen la violencia contra
las mujeres y en esa medida construir las condiciones para el ejercicio de una
vida libre de violencias.
saberes, todo bajo la premisa que la ciencia y las letras emancipan a la humanidad de las cadenas que los
someten
Esta regla puede interpretarse de dos maneras, ambas correctas y vigentes para
el sistema jurídico colombiano. En el primer caso, la lectura más evidente y
en esa medida, la obligación más clara en cabeza del Estado colombiano y los
particulares va dirigida al reconocimiento de un derecho fundamental en
cabeza de las mujeres a disfrutar de una vida libre de violencias. Ello es
correcto, sin embargo, no agota todas las posibilidades de las prescripciones
normativas. Pues, en atención a que, además del derecho subjetivo en cabeza
de las mujeres, también debe interpretarse en su condición de principio
objetivo que irradia el sistema jurídico colombiano42, dirigido a que todas las
autoridades públicas y privadas deben crear espacios libres de violencias
sexistas y patriarcales. Lo anterior, en beneficio de las mujeres, pero no solo
de ellas, sino de todas las personas.
42
Sobre los derechos fundamentales y humanos como principios objetivos Cfr. Hesse, Konrad. “Significado
de los derechos fundamentales” en Manual de Derecho Constitucional, Madrid, Marcial Pons, 2001. Pérez
Luño, Antonio. Los derechos fundamentales, Madrid, Centro de estudios políticos y constitucionales, 1984.
Alexy, Robert. Teoría de los derechos fundamentales, Madrid, Centro de Estudios políticos y
constitucionales, 1997.
comportamientos que impliquen violencia contra las mujeres. Esta obligación
convencional y legal vincula a hombres y mujeres, en beneficio de hombres y
mujeres43, los feminismos responden a las mayores aspiraciones de
universalización de los valores ilustrados de dignidad humana y libertad de
todas las personas.
43
Corte Constitucional, Sentencias. T-967 de 2014. (M.P. Gloria Ortiz Delgado) y T-239 de 2018 (M.P.
Gloria Stella Ortiz.
No Discriminación. Todas las mujeres con independencia de sus
circunstancias personales, sociales o económicas tales como edad, etnia,
orientación sexual, procedencia rural o urbana, religión entre otras,
tendrán garantizados los derechos establecidos en esta ley a través una
previsión de estándares mínimos en todo el territorio nacional.
Atención Diferenciada. El Estado garantizará la atención a las
necesidades y circunstancias específicas de colectivos de mujeres
especialmente vulnerables o en riesgo, de tal manera que se asegure su
acceso efectivo a los derechos consagrados en la presente ley.”44
44
Corte Constitucional, Sentencia. T-239 de 2018 (M.P. Gloria Stella Ortiz).
45
Comité Cedaw, Recomendación general No. 35.
En la sentencia T-239 de 2018 se sintetizó el compromiso internacional del
Estado y se indicó, que “la obligación de protección, respeto y garantía del
derecho a estar libre de violencias comprende el deber de tomar todas las
medidas necesarias administrativas, legislativas, judiciales, financieras y
fiscales para la adopción, implementación y seguimiento de políticas públicas
efectivas y adecuadas tendientes a eliminar toda manifestación de violencia y
discriminación en razón del género. De conformidad con lo precedente, como
lo ha sostenido la jurisprudencia de esta Corte, el Estado debe orientar sus
esfuerzos para erradicar patrones, estereotipos y prácticas que subvaloren la
condición femenina en “todos los ámbitos sociales -económico, laboral,
político, educativo, en la administración justicia, en las relaciones familiares
y privadas”.
52
Corte Constitucional, Sentencia SU-089 de 1995 (MP Jorge Arango Mejía).
la posibilidad de reservarse -conforme a derecho- la explotación de
cierta información, siendo, sin lugar a dudas, uno de sus más
importantes exponentes, el derecho a la propiedad intelectual (C.P.
art. 61).”53
Este derecho puede ser vulnerado tanto por autoridades públicas como por
particulares, lo cual ocurre cuando se divulga información falsa o errónea, o se
utilizan expresiones ofensivas o injuriosas, lo que conlleva a que la reputación
o el concepto que se tiene de la persona se distorsionen, afectando también su
dignidad humana.55
53
Corte Constitucional, Sentencia T-787 de 2004 (MP Rodrigo Escobar Gil).
54
Ver entre otras, Corte Constitucional, Sentencias T-977 de 1999 (MP Alejandro Martínez Caballero), T-405
de 2007 (MP Jaime Córdoba Triviño), T- 634 de 2013 (MP María Victoria Calle Correa), T-050 de 2016 (MP
Gabriel Eduardo Mendoza Martelo).
55
Corte Constitucional, Sentencia T-634 de 2013 (MP María Victoria Calle Correa).
56
Corte Constitucional, Sentencia T-1095 de 2007 (MP Nilson Pinilla Pinilla), reiterada en las Sentencias T-
634 de 2013 (MP María Victoria Calle Correa), T-050 de 2016 (MP Gabriel Eduardo Mendoza Martelo).
“Para el mismo efecto resulta imprescindible establecer si las
expresiones cuestionadas corresponden al ejercicio de la libertad de
información o se inscriben en el ámbito de la libertad de opinión.”57
57
Corte Constitucional, Sentencia T-015 de 2015 (MP Luis Ernesto Vargas Silva; AV María Victoria Calle
Correa).
58
Corte Constitucional, Sentencia T-260 de 2012 (MP Humberto Antonio Sierra Porto).
debida autorización del titular o simplemente la posibilidad de excluirla de la
plataforma, pues, como se mencionó anteriormente, tanto la imagen como su
disposición se encuentra íntimamente ligada al libre desarrollo de la
personalidad, así como a la dignidad humana como expresión directa de la
identidad de la persona.59
59
Corte Constitucional, Sentencia T-634 de 2013 (MP María Victoria Calle Correa) , reiterada en la Sentencia
T-050 de 2016 (MP Gabriel Eduardo Mendoza Martelo; SPV Gloria Stella Ortiz Delgado)Al respecto ver
sentencia T-634 de 2013
importar su preferencia u orientación sexual. En una sociedad patriarcal y
jerarquizada por el género, todos los hombres gozan de privilegios.
Finalmente (v) el derecho a la intimidad y honra protege los aspectos íntimos
y privados de todas las personas, pero en casos de funcionarios públicos, al
mismo se le resta ámbito de protección en virtud de la condición reforzada del
derecho a la libertad de expresión.
4. Caso concreto
60
M.P. Diana Fajardo Rivera. Consideración Jurídica No. 2.
61
M.P. Paola Andrea Meneses. Consideración Jurídica No. 3. “En el presente acápite, la Sala examinará si la
solicitud de tutela del señor Pedro Pérez satisface los requisitos generales de procedibilidad, a saber:
legitimación en la causa por activa, inmediatez y subsidiariedad. Además, determinará si en este caso se
configuró una carencia actual de objeto y estudiará si era exigible la solicitud previa de rectificación ante los
accionados como requisito de procedencia.
Revisión la accionada es una de las autoras de los documentos en los que se
hacen dos aseveraciones contra el profesor Fabian Sanabria Sánchez. Por lo
anterior, también se encuentra satisfecho el requisito de legitimación en la
causa por pasiva.
Así, en virtud del carácter amplio del acceso a las redes sociales, e incluso a
los medios de comunicación, una persona que sea cuestionada a través de las
redes sociales puede acceder a la misma red o a otra, con el fin de ofrecer su
propia versión de los hechos. Sin embargo, ello no implica que tenga a su
disposición un medio de defensa, es decir que, “debido a las circunstancias
fácticas concurrentes, una persona se encuentra impotente o sometida en
relación con otra y, por tanto, se halla en la imposibilidad de defender sus
derechos”62. El estado de indefensión se manifiesta cuando la persona
afectada en sus derechos por la acción u omisión del particular carece de
medios jurídicos de defensa, o los medios y elementos con que cuenta
resultan insuficientes para resistir o repeler la vulneración o amenaza de su
derecho fundamental.63 En cada caso concreto, el juez de tutela debe apreciar
los hechos y circunstancias con el fin de determinar si se está frente a una
situación de indefensión, para establecer si procede la acción de tutela contra
particulares.64
62
Al respecto ver Corte Constitucional, Sentencia T-015 de 2015 (MP Luis Ernesto Vargas Silva; AV María
Victoria Calle Correa).
63
Corte Constitucional, Sentencia T-798 de 2007 (MP Jaime Córdoba Triviño) y T-552 de 2008 (MP Marco
Gerardo Monroy Cabra).
64
Corte Constitucional, Sentencias T-288 de 1995 (MP Eduardo Cifuentes Muñoz), T- 277 de 1999 (MP
Alfredo Beltrán Sierra) y T-714 de 2010 (MP María Victoria Calle Correa).
La Corte ha identificado enunciativamente varias situaciones que pueden dar
lugar a la condición de indefensión. Así, la Sentencia T-012 de 201265 hizo
referencia a las siguientes circunstancias: “(i) cuando la persona está en
ausencia de medios de defensa judiciales eficaces e idóneos que le permitan
conjurar la vulneración de un derecho fundamental por parte de un
particular; (ii) quienes se encuentran en situación de marginación social y
económica; (iii) personas de la tercera edad; (iv) discapacitados; (v) menores
de edad; (vi) la imposibilidad de satisfacer una necesidad básica o vital, por
la forma irracional, irrazonable y desproporcionada como otro particular
activa o pasivamente ejerce una posición o un derecho del que es titular; (vii)
la existencia de un vínculo afectivo, moral, social o contractual, que facilite la
ejecución de acciones u omisiones que resulten lesivas de derechos
fundamentales de una de las partes como en la relación entre padres e hijos,
entre cónyuges, entre copropietarios, entre socios, etc. y, (viii) el uso de
medios o recursos que buscan, a través de la presión social que puede causar
su utilización, el que un particular haga o deje de hacer algo en favor de
otro”.
68
Así lo manifestó el actor en su escrito de tutela a folio 31, en el mismo sentido allegó al expediente los
enlaces de las entrevistas en los medios de comunicación. “Es una vil calumnia”: Fabián Sanabria responde a
mención en informe sobre acoso sexual | Mañanas BLU 10:30 | BluRadio Profesor de la Universidad
Nacional denunciado por acoso relata su versión | Semana Noticias - YouTube
derecho constitucional a la honra y el buen nombre. El proceso penal tiene
como objetivo fundamental la imposición de una sanción a la persona que sea
hallada responsable de la consumación de los delitos de injuria y calumnia,
más no la protección inmediata de los derechos fundamentales. En el caso
concreto, se trata de dos documentos que realizan denuncias de actos que,
eventualmente, llegarían a constituir actos de vulneración de los derechos
humanos de miembros de la comunidad académica. Se trata de hechos
delicados, pues tocan eventos de presuntas violencias basadas en el género y
violencia sexual contra jóvenes mujeres. En el mismo sentido, debe indicarse
que, quien emite la información es un comité estudiantil y de egresadas del
departamento de antropología, asesoradas por la accionada. Finalmente, la
información difundida tiene como objetivo denunciar un contexto de
violencias sexistas contra mujeres y algunos hombres, por parte de docentes
del centro académico, por ello, busca activar las instancias de la institución
con el fin de que se inicien los procesos disciplinarios contra las personas
denunciadas. Debido a esto, se ha indicado que el juez penal no desplaza al
juez de tutela, y por el contrario, ello resulta perfectamente compatible con los
estándares interamericanos sobre la materia.
69
“Las leyes de privacidad no deben inhibir ni restringir la investigación y difusión de información de
interés público. La protección a la reputación debe estar garantizada sólo a través de sanciones civiles, en
los casos en que la persona ofendida sea un funcionario público o persona pública o particular que se haya
involucrado voluntariamente en asuntos de interés público. Además, en estos casos, debe probarse que en
la difusión de las noticias el comunicador tuvo intención de infligir daño o pleno conocimiento de que se
estaba difundiendo noticias falsas o se condujo con manifiesta negligencia en la búsqueda de la verdad o
falsedad de las mismas.” En este sentido la CIDH sostuvo: “Una ley que ataque el discurso que se
considera crítico de la administración pública en la persona del individuo objeto de esa expresión afecta a
la esencia misma y al contenido de la libertad de expresión”. CIDH, Informe Anual,
OEA/Ser.L/V/II.88.Doc.9.rev. 17 de febrero de 1995, p.218.
interamericano existe una tendencia dirigida a retirar del derecho penal las
tensiones derivadas del ejercicio de la libertad de expresión, puntualmente, en
casos de los discursos especialmente protegidos de la libertad de expresión.
Paralelo a lo anterior, las partes dentro del proceso de tutela se han acusado
mutuamente de faltas a las reglas de la producción del conocimiento de la
disciplina antropológica y sociológica, y que ello afecta la credibilidad de los
informes que se han publicado. En efecto, el actor ha indicado que los
informes carecen de suficiente transparencia intelectual, en atención a que
fueron publicados sin escuchar a las personas que eran denunciadas 70, y la
accionada ha manifestado que el fundamento de sus investigaciones se debe a
un especial enfoque antropológico que sostiene que el conocimiento en las
ciencias sociales, es situado, y en esa medida, se parte de la premisa que la
objetividad no puede ser entendida como neutralidad o asepsia de quién
denuncia71.
Entorno a este debate, como se indicará más adelante, la Sala considera que
este proceso de tutela no gira en torno a las interpelaciones académicas o
propias de posiciones teóricas que las partes se reprochen mutuamente. Ello
no es parte del debate constitucional que se fijó en el problema jurídico. Las
70
En el caso de Fabian Sanabria: “¿Por qué las autoras de esos “Informes”, y en particular la señora
accionada, quien según afirmó en diversos escenarios fungió como “Coordinadora” de los mismos, que se
precia de ser profesional de la disciplina antropológica, no le dio objetiva y claramente la oportunidad de dar
su versión o defenderse antes de la publicación y amplísima difusión de los mismos, sino que los publicó
precipitadamente, antes de darlos a conocer a las autoridades competentes, y acudió a distintos medios de
comunicación para afectar el Nombre y la Honra, sometiendo al presente profesor al escarnio público?”
71
En el caso de Mónica Godoy Ferro manifestó: “Nuestro propósito no fue juzgar a los docentes señalados, y
así lo manifestamos desde el primer informe y lo profundizamos en el segundo y el tercero. Nuestra
investigación es un ejercicio de memoria social, de elaboración de memoria colectiva que muestra la
perspectiva de las mujeres y algunos hombres que, en una profunda desigualdad de poder, se formaron en esta
universidad como profesionales. // La etnografía contemporánea no tiene aspiraciones de neutralidad
cientificista sino que produce un conocimiento situado y relacional con los sujetos que participan del proceso
de elaboración del conocimiento. Este acercamiento antropológico se aclaró y se enfatizó en las tres entregas
de la investigación y es bien conocido por los profesores acusados, ya que, todos son antropólogos, fueron
nuestros docentes y conocen a la perfección las metodologías de investigación reflexivas y críticas de la
disciplina antropológica posestructuralista.”
recriminaciones que, en tanto académicos e intelectuales, tengan que hacerse
cada una de las partes, sobre la forma en la que producen el conocimiento de
sus disciplinas es un ejercicio que escapa al control judicial.
Por el contrario, lo que sí tiene relevancia jurídica, y por esa vía será parte del
estudio que realizará esta corporación es lo siguiente. El actor sostiene que no
se pueden realizar las denuncias en su contra pues carece de sanción
disciplinaria o penal que de fundamento a dichas afirmaciones. La accionada,
por el contrario, sostiene que, si bien ello es cierto, (es decir, no existen
sanciones disciplinarias o penales contra el actor) ello se debe a una cultura de
tolerancia con la violencia patriarcal al interior de la Universidad Nacional de
Colombia. Muestra de ello es que las denuncias por casos de acoso sexual no
prosperan ni llevan a sanciones disciplinarias. Estas afirmaciones de la
accionada no son de poco calado, se trata de aseveraciones que de ser ciertas
afectan a la principal institución de educación superior del país, pero además,
72
Bernstein, Richard (1983) Beyond Objectivism and Relativism: Science, Hermeneutics, and Praxis.
Philadelphia: University of Pennsylvania Press.
explican los motivos por los cuales, las denuncias sobre violencia basada en el
género se produjeron de la manera en la que se dieron. Esto es, a través de
informes públicos, difundidos a través de diversos medios, y cuyo objetivo,
era, interpelar y cuestionar, no solo los eventos de acoso sexual, sino sobre
todo, la supuesta inacción de la institución académica. A juicio de esta Sala,
conforme el precedente en vigor, puntualmente la Sentencia T-275 de 2021, es
posible que se realicen denuncias públicas sobre actos constitutivos de
violencia basada en el género, incluso si no existen sanciones disciplinarias o
penales, contra las personas señaladas. Como se verá, la jurisprudencia definió
las condiciones en las que estas denuncias deben producirse.
“Tanto unas como otras, llevan décadas intentando hacer visibles las
experiencias de violencia sexual, de diverso tipo, que vivieron como
estudiantes. A pesar de sus esfuerzos, vemos con preocupación que las
directivas del programa y la institución misma han sido indiferentes
ante sus reclamos, hasta el punto de asignar recientemente un curso de
primer semestre (donde la mayoría de estudiantes son menores de edad
y, por ende, pueden ser más vulnerables) a uno de los docentes que,
desde hace más de un decenio, ha sido acusado de incurrir en agresiones
sexuales”
La finalidad del informe, y por esa vía a quienes va dirigido, tiene como
objetivo denunciar, confrontar a la comunidad académica con el hecho que,
existen denuncias contra docentes del alma mater, y que las mismas no arrojan
resultados palpables, a criterio de sectores universitarios, uno de esos sectores
estudiantiles, aglutinado en la Comisión Feminista y de Asuntos de Género del
Departamento de Antropología – Las que Luchan y de algunas egresadas de
diferentes cohortes y generaciones de este programa. El informe es, entonces
una denuncia de sectores sociales del ente académico que, organizados en la
“comisión feminista” buscan interpelar y activar los procesos disciplinarios
contra los supuestos responsables de casos de violencia sexista al interior del
campus universitario. Para la Sala, la violencia sexista o basada en el género
que se denuncia en los dos documentos, debe ser asumida como violaciones a
los derechos humanos de las mujeres y de hombres.
“Lo que motivó esta investigación fue una acción directa, el pasado 5 de
marzo, cuando se realizó una toma de la Facultad de Ciencias Humanas
en la cual feministas graffitearon algunas oficinas de docentes de
antropología señalándolos con graves acusaciones. La institución
durante décadas ha sido negligente para tomar en serio, investigar y
sancionar la violencia contra las mujeres. Ha argumentado la
inexistencia de quejas formales, así ignoraron los muchos intentos de
varias generaciones de estudiantes por conseguir ayuda y protección,
como lo documentan los testimonios aquí recogidos. Nosotras, con esta
iniciativa, adelantamos parte del trabajo que les corresponde para que lo
continúen y profundicen. Los exhortamos a tomar con prontitud las
acciones pertinentes para evitar que estas situaciones se repitan
indefinidamente. Esta investigación debió realizarse desde la institución
hace más de 20 años, al tener la primera noticia o sospecha que pudiera
existir alguna conducta indebida o ilegal. Tal vez así, nos hubieran
ahorrado a varias generaciones de mujeres estudiantes ser objeto de las
repetidas agresiones sexuales de los mismos docentes.”
En esa medida, para esta Corporación, los dos documentos difundidos tienen
como objetivo activar los procesos disciplinarios que eliminen el contexto de
tolerancia a la violencia de género que, a criterio de la actora, se presenta en la
Universidad. A esta altura, la Sala llama la atención sobre los siguientes
puntos. Si el informe fuera difundido por un medio de comunicación o un
periodista, sin duda, sería exigible el cumplimiento de los estándares del
derecho a la información, ello en atención a que, un medio de comunicación
tiene como finalidad constitucional difundir información para ser consumida
por el público en general, y que la misma es veraz. Sin embargo, un
movimiento social, o un colectivo organizado en torno a una causa puntual, tal
como la denuncia de un contexto de tolerancia de violencia sexista, no tiene
como principal objetivo ofrecer información al mercado libre de ideas. Su
finalidad, en tanto movimiento social, es cuestionar e interpelar a la
administración para que, despliegue procesos y procedimientos dirigidos a
atender los reclamos sociales.
“Fabián Sanabria
Posible víctima:
“Fabián Sanabria
Posible víctima
En relación con la tensión entre el derecho al buen nombre y honra del actor, y
la libertad de expresión de la accionada, en este caso, la Corte encuentra que
goza de mayor peso específico, la libertad de expresión, toda vez que, el
contenido del informe, puntualmente en lo que se refiere al Profesor Fabian
Sanabria Sánchez, divulga información sobre supuestos actos de acoso sexual
de un funcionario público cuando ejercía la dirección de un cargo de dirección
de una entidad del orden nacional. Por ello, esta Sala concluye que, se deben
revocar las sentencias de instancia en cuanto determinaron que la información
difundida por Mónica Godoy Ferro no estaba protegida por el derecho a la
libertad de expresión y por el contrario había incurrido en la vulneración de
los derechos a la honra y buen nombre.
A criterio de la Corte esa orden de los jueces de instancia implica una forma
de censura previa, pues impide que, en el futuro, la accionada divulgue
cualquier tipo de información sobre el actor. Se recuerda que las
consecuencias por difusión de mensajes e información no protegidos por la
libertad de expresión está sometida a la imposición de responsabilidades
ulteriores, no censura previa.
73
Anexo 1 de la intervención de la Universidad Nacional de Colombia al requerimiento probatorio de la corte
Constitucional. “Estadísticas con corte a 8 de noviembre de 2021”: Procesos disciplinarios iniciados por
violencias de género y/o violencias sexuales contra servidores públicos de la Universidad Nacional de
Colombia durante los años 2018 a 2021.”
interior de las y los estudiantes, conforme a la cual, no se tolerará más la
inacción de las autoridades académicas. Explica el documento de autoría de la
docente:
74
Como lo indica la directora del departamento de antropología de la Universidad Nacional, el régimen
disciplinario de los docentes presenta deficiencias que impiden el adecuado avance de los procesos por actos
sexistas. En efecto, se indica que carece de instituciones procesales como medidas provisionales o cautelares
que garanticen que las decisiones de fondo no sean innocuas, prevé la confrontación de denunciantes y
denunciados, y no prevé disposiciones explicitas dirigidas a tratar los casos de acoso sexista como actos de
vulneración a los derechos humanos. En ese sentido verificar, comunicado de 11 de noviembre de 2020,
dirigido a la profesora Helen Hope Henderson, directora del departamento de antropología en donde, la
secretaria académica de la facultad de ciencias humanas le informa que: “las autoridades jurídicas de la
Universidad consideran: (i) que el Consejo de Facultad no tendría la competencia para tomar medidas
cautelares, como la suspensión de sus cargos, en contra de los profesores en razón a consideraciones de tipo
disciplinario, puesto que, el único habilitado para tomar esta decisión es el operador disciplinario; (ii) que, por
regla general, si se desea que los docentes realicen exclusivamente actividades diferentes a la docencia
directa, esto se podría concertar con ellos como resultado de criterios académico-administrativos, conforme a
la normativa universitaria referente al diligenciamiento del PTA; sin embargo, (iii) que, en todo caso, cuando
se trata de docentes de dedicación exclusiva y tiempo completo (como sucede con los profesores implicados
en las denuncias), no es posible que estos realicen exclusivamente actividades diferentes a la docencia,
teniendo en cuenta lo prescrito por el parágrafo del artículo 6 del Acuerdo 027 de 2012”. En el mismo sentido,
se lee en el documento: “borrador, recomendación para la implementación del protocolo” del observatorio de
asuntos de genero de la universidad nacional de Colombia: “Medidas que permitan la suspensión temporal del
cargo a personas con procesos abiertos/investigación por VBG y VS.” Finalmente, la profesora Laura de la
Rosa Solano indico a la oficina jurídica de la universidad nacional de Colombia, frente al régimen
disciplinario sobre violencias basadas en género: “la Resolución de Rectoría 1215 de 2017 creó el Protocolo
para la Prevención y Atención de Casos de Violencias Basadas en Género y Violencias Sexuales5 . En tal
Resolución se estableció la ruta de atención del protocolo y su respectiva evaluación, una vez cumplidos los
tres años de entrada en vigor. Dicho proceso de evaluación actualmente se está llevando a cabo y el
Observatorio de Asuntos de Género ha identificado que para la implementación completa y adecuada del
Protocolo son varios los instrumentos de la legislación universitaria que deben actualizarse”,
de los procesos por denuncias relacionadas con actos de acoso sexista contra
miembros de la comunidad académica.
75
“- Acoso sexual: Acoso, persecución, hostigamiento o asedio físico o verbal a una persona, con fines
sexuales no consentidos. Se ejerce valiéndose de la superioridad manifiesta o de relaciones de autoridad o de
poder, edad, sexo, posición laboral, social, familiar o económica.”
En el mismo sentido, la norma prescribe que, “Cuando en la ejecución de la
ruta de atención de casos de violencias basadas en género y violencias
sexuales se evidencie riesgo de que la persona victimizada vuelva a ser objeto
de intimidación, amenaza, trato injusto o desfavorable, persecución,
discriminación o represalia de cualquier tipo, la Universidad adoptará medidas
encaminadas a prevenir que tal riesgo se materialice.” El protocolo indica en
su artículo 11 que, con el fin de evitar la revictimización, no es necesario
“solicitar pruebas como requisito para recibir el reporte, queja o denuncia”, de
igual manera, no se puede obligar a la persona victimizada a confrontar al
agresor. Por su parte, el parágrafo del artículo 12 del protocolo indica que,
“Las quejas por los hechos de violencia a los que se refiere este protocolo
podrán presentarse en cualquier momento, con independencia del tiempo que
hubiera transcurrido desde la ocurrencia de los hechos. Los términos de
prescripción de la acción disciplinaria son los contenidos en las disposiciones
disciplinarias específicas.”
76
“- Acto sexual no consentido: Actos como tocamientos o manoseos de índole sexual, sin penetración.
Dependiendo de la condición de la persona victimizada, en la ley penal se tipifica como acto sexual violento,
acto sexual con persona puesta en incapacidad de resistir, acto sexual con incapaz de resistir o acto sexual con
menor de 14 años.”
77
Resolución 1257 de 2017.
- Replantear la normativa desde una lógica no binaria
- Derechos de las personas transgénero
- Especificar las instancias responsables de su implementación,
además del OAG
- Incluir las nuevas normas que han salido al respecto de los asuntos
de género, enfatizar mucho sobre las acciones de prevención de las
violencias, enfatizar mucho en el papel formativo y pedagógico que
tiene la universidad alrededor de los asuntos de género.
- Hay otro punto que se debe revisar a fondo y es cómo se puede
plantear otra figura de funcionamiento al Observatorio, como cuerpo
colegiado aún le falta fuerza de acción y de sostenimiento
económico para desarrollar acciones que ayuden a impulsar la
política.
Acuerdo 123 de 2013 del Consejo Superior Universitario:
-Medidas que permitan la suspensión temporal del cargo a personas con
procesos abiertos/investigación por VBG y VS.
-Requisitos para acceder a la titularidad como docente: evaluación
docente con perspectiva de género e interseccional.
-Revisión de los términos de la evaluación por parte de la Dirección
Académica.
- Pensar también en incorporar acciones de prevención de las violencias,
incorporar el enfoque de género en el estatuto. No se puede pensar en
los ajustes necesarios para atender las violencias ya consumadas sino en
qué podemos hacer como universidad para frenar y evitar que pasen.
(i) Como se indicó, instancias de la universidad conocen que las normas deben
ser actualizadas, pues en su versión vigente, no son suficientemente robustas y
eficientes. Como ya se referenció en la providencia, el observatorio de género
de la universidad, la Escuela de Estudios de Género, y el departamento de
antropología conocen las deficiencias de los procesos disciplinarios que
exigen una actualización. La inacción en este asunto, evidencia que, en efecto,
determinaciones de las instancias de la universidad, tienen el efecto de
perpetuar una cultura de tolerancia con las violencias machistas contra
mujeres al interior de la comunidad universitaria.
(ii) Adicional a ello, la Corte encuentra que, como lo indican los informes
sobre violencia basada en el género en el departamento de antropología de la
Universidad Nacional de Colombia, sede Bogotá, es evidente que la
universidad no cuenta con una información contundente que evidencie su
diligencia en la atención de estas denuncias. Frente a los autos de pruebas
proferidos por esta Sala, con el fin de conocer el estado de las investigaciones
disciplinarias por las denuncias realizadas por el colectivo feminista, las
78
Corte Constitucional, Sentencia T-772 de 2015 (M.P. Jorge Pretelt Chaljub), SU-659 de 2015 (M.P. Alberto
Rojas Ríos)
respuestas de la universidad son incompletas y no evidencian que sus
actuaciones siempre se ajusten al estándar constitucional e internacional. Por
ejemplo, en relación con el requerimiento de esta Corte de 3 de agosto de
2021, relacionado con los procesos disciplinarios contra docentes del alma
mater, solo se remitió información producida entre 2018 y 2021. Sin
justificación alguna, no se remitió documentación sobre los periodos
anteriores, especialmente, teniendo en cuenta que las instancias disciplinarias
vigentes, se encuentran consagradas en el acuerdo 171 de 2011. En los autos
de pruebas proferidos por la Sala de Revisión se requirió información precisa
dirigida a evidenciar si la universidad ha desplegado una actividad acorde con
el principio de debida diligencia, sin embargo, la información allegada fue
precaria, y solo luego de un auto de segundo requerimiento, pues, la primera
providencia de pruebas fue inexplicablemente ignorada, a pesar de la
constancia secretarial de la adecuada comunicación el pasado 11 de agosto de
2021.
79
Boletina No. 8 página 124.
es que, la ruta de atención y prevención de las violencias basadas en el género
inició en el año 2017, mientras que las denuncias que contienen los informes
sobre violencia sexista en el departamento de antropología y que motivaron la
presente actuación de tutela, se remontan a más de una década atrás. Es decir,
sin duda, las instituciones universitarias, y la normativa inicia con un desfase
de varios años, de varias décadas, motivo por el cual, incluso, reconociendo
los pasos adelante dirigidos a la implementación de una política de género en
la universidad, lo cierto es que asiste razón a la accionada cuando afirma que,
existen elementos para argumentar que solo hasta ahora, y fruto, en parte, del
activismo de las organizaciones estudiantiles de mujeres, se está enfrentando
el contexto de normalización e invisibilización de la violencia basada en el
género contra mujeres y hombres al interior de la comunidad académica.
80
Cfr. Escritos remitidos por esas instancias el 22 de noviembre de 2021 a esta Corte, en respuesta a la
reiteración del auto de pruebas de 3 de agosto de 2021.
81
Corte Constitucional T-362 de 2020 (M.P. Luis Guillermo Guerrero), T-239 de 2018 (M.P. Gloria Stella
Ortíz), T-141 de 2015 (M.P. María Victoria Calle Correa), T-878 de 2014 (M.P. Jorge Iván Palacio Palacio).
La Corte Constitucional constata que, conforme la información allegada por la
Universidad Nacional de Colombia, en ese centro universitario se presenta un
importante índice de agresiones sexistas contra las mujeres integrantes de la
comunidad universitaria, lo cual, ha producido un ambiente de amplia
movilización, el cual ha incluido denuncias públicas. En ese contexto, las
instancias del ente universitario han iniciado investigaciones contra las
personas señaladas, logrando, conforme a lo que se indicó a esta corporación,
la sanción de un docente.
En efecto, la Corte verifica que los informes que motivaron la acción de tutela
dan cuenta de una situación que afecta a la Universidad Nacional de Colombia
y que tiene que ver con la omisión en la atención directa y robusta de los casos
de violencias basadas en el género al interior del centro educativo. Las
autoridades universitarias conocen que se presenta una alta incidencia de actos
contra mujeres y en menor medida contra hombres de la comunidad, y solo
desde el año 2017 inició la implementación de una política pública dirigida a
enfrentar esta situación. Además, en la respuesta tardía y luego de un auto de
requerimiento a esta corporación, la Universidad no estuvo en condiciones de
evidenciar que ha actuado con debida diligencia conforme lo exigen los
estándares interamericanos y nacionales.
82
Conforme el decreto ley 1210 de 1993 “Por el cual se reestructura el Régimen Orgánico Especial de la
Universidad Nacional de Colombia.”, su artículo 13 y 14 indican las funciones del rector o rectora del alma
mater, y entre ellas están la de ser responsable de la dirección administrativa de la universidad y ejercer el
liderazgo, al interior de la universidad, específicamente: “Evaluar permanentemente la marcha de la
Universidad, y disponer o proponer a las instancias correspondientes las acciones a que haya lugar”.
miembros de la comunidad académica, conforme con las observaciones que
han realizado las diferentes instancias de la institución; y (ii) examine y eleve
a norma de alcance nacional de las ocho sedes, las experiencias exitosas de
prevención y sensibilización contra violencias basadas en el género creadas
por las diversas facultades de la universidad.
Síntesis.
83
Se indicó que, conforme a la jurisprudencia constitucional e interamericana, la restricción de la libertad de
expresión exige: (i) que los motivos se encuentren fijados taxativamente en la ley; (ii) que se busque la
protección de una finalidad imperiosa conforme a la convención americana sobre derechos humanos y la
Constitución de 1991, y se acorde con los principios de una sociedad democrática y (iii) la restricción
propuesta sea necesaria y proporcional.
ejercicios de denuncia pública. Adicionalmente, se reiteran las reglas
constitucionales e internacionales sobre la obligación de debida diligencia, en
el marco de denuncias sobre derechos humanos contra las mujeres. Y las
obligaciones estatales frente al deber de investigar y sancionar a las personas
responsables de vulneraciones a las garantías fundamentales.
En relación con los pasajes en los que se señala al profesor Fabian Sanabria
Sánchez de ser responsable de actos constitutivos de acoso sexual, debe
retomarse lo que ya se señalaba sobre el perfil del actor. Ello lo hace una
figura relevante al interior de la comunidad académica y objeto de mayor
escrutinio por parte de los sectores universitarios. A juicio de esta Sala, los y
las estudiantes tienen derecho a examinar la hoja de vida y trayectoria de los
docentes que han ejercido cargos de responsabilidad en la universidad,
especialmente, si han aspirado a la rectoría del ente académico.
Por lo anterior, se revocarán las sentencias de instancia, en cuanto resolvieron
que la difusión del informe no estaba protegida por la libertad de expresión y
tutelaron el derecho al buen nombre y honra del actor, y por consiguiente
ordenaron a la accionada se abstuviera de hacer afirmaciones sobre el profesor
Fabian Sanabria Sánchez.
RESUELVE:
Expediente: T-8.157.002
Con absoluto respeto por las decisiones adoptadas por la Corte Constitucional,
me permito expresar las razones que me llevan a aclarar el voto en este asunto.
Aunque comparto la decisión adoptada por la Sala Novena de Revisión, que
niega el amparo solicitado por el actor, discrepo de su fundamentación, en la
medida en que ella es insuficiente, pues ha debido considerar otros elementos
de juicio relevantes. Este análisis, que no se hace en la sentencia, no tiene la
capacidad de cambiar la decisión, pues no permite arribar a una conclusión
distinta a la que llegó la Sala.
Estos dos últimos elementos de juicio han debido analizarse, en primer lugar,
para efectos de establecer la procedencia de la acción, pues el actor considera
que estas conductas son actos de hostigamiento en su contra, a los que
atribuye la capacidad de vulnerar sus derechos fundamentales. Además,
dichos elementos de juicio no pueden tenerse como conductas aisladas, sino
que guardan una relación directa con el objeto de la controversia suscitada por
la divulgación de los informes sobre violencia sexual.
En lo que atañe a la procedencia de la acción, conforme a las reglas de
unificación de la Sentencia SU-420 de 2019, se habría podido constatar que,
respecto de las publicaciones hechas en Facebook y en Twitter por la
accionada, la tutela era improcedente. Conforme a dichas reglas, para
establecer la subsidiariedad de la acción de tutela, es necesario verificar que el
actor, antes de acudir al juez de tutela: 1) haya solicitado el retiro o la
corrección ante el particular que hizo la publicación y, en caso de no obtenerse
ello, 2) haya reclamado ante la red social en la que aparece la publicación,
siempre que la plataforma así lo permita, por medio de la habilitación de
herramientas para este tipo de reclamos.
Fecha ut supra.
2. Para comenzar, quisiera señalar que las sentencias T-275 de 2021,85 T-289
de 202186 y T-061 de 202287 hacen parte de una línea jurisprudencial de
especial relevancia para la erradicación de la violencia y el abuso por razones
de sexo o género y para el ejercicio de la libertad de expresión como medio de
denuncia social. Los tres pronunciamientos coinciden en que estas denuncias
son un discurso especialmente protegido, por su interés público, por su
carácter político y por reivindicar los derechos de las mujeres y la población
con orientación e identidad sexual diversa. Las tres decisiones reconocen
también las dificultades que enfrentan las mujeres víctimas de violencia y
acoso sexual para acceder a la justicia y recibir protección en instituciones
sociales como la escuela, el trabajo e incluso los tribunales.
84
M.P. Alberto Rojas Ríos. AV. Diana Fajardo Rivera. AV. Jorge Enrique Ibáñez Najar.
85
M.P. Paola Andrea Meneses Mosquera. SPV. Cristina Pardo Schlesinger.
86
M.P. Alberto Rojas Ríos.
87
M.P. Alberto Rojas Ríos.
4. La distinción entre la información (que describe el mundo), y la opinión
(que lo valora) ha sido una herramienta relevante en la comprensión de la
libertad de expresión, y en la ponderación entre este y otros derechos
constitucionales. Sin embargo, desde hace tiempo, la Corte ha aclarado que
esta distinción no constituye una nítida frontera, en cuyos costados están
totalmente separados, por una parte, los mensajes descriptivos con su
pretensión de verdad; y, por otra, los mensajes valorativos, con sus
pretensiones de corrección, belleza o bondad. El análisis de contexto y no solo
del contenido semántico aislado es esencial, en muchas ocasiones, para ubicar
un mensaje en uno u otro escenario.
6. Así pues, según la Sentencia T-275 de 2021, tales denuncias son objeto de
una protección constitucional reforzada porque representan discursos sobre
asuntos de interés general y político.89
88
M.P. Paola Andrea Meneses Mosquera. SPV. Cristina Pardo Schlesinger.
89
En la Sentencia T-289 de 2021 (M.P. Alberto Rojas Ríos) dijo la Corte: “las denuncias públicas de violencia
sexual, como la realizada por la accionante, deben ser comprendidas como manifestaciones o expresiones
que tienen un carácter más que simplemente informativo, pues surgen en un contexto que, como ya se
indicó, es claramente de interés público e incluso político y buscan irrumpir en el status quo vigente. Y, para
ello, se acude a actuaciones que permitan visibilizar la problemática estructural existente y en virtud de la
cual históricamente ha existido una discriminación en contra de la mujer. // De esta forma, se considera
que toda denuncia pública que haga una mujer de haber sido víctima de abuso sexual, además de ser una
denuncia (en los términos de la legislación penal), se convierte en una forma de reivindicación política de los
derechos de sus congéneres, la cual le permite hacer manifiesta su inconformidad con el contexto social en el
que se desenvuelve. Por ello, este tipo de expresiones deben ser concebidas como propias de un discurso de
7. Sin embargo, en la misma sentencia también precisó la Corte que dicho
discurso constituía un ejercicio de la libertad de información al que debían
aplicarse las cargas de veracidad e imparcialidad, debido a que “la denuncia
tenía como principal propósito informar a la audiencia sobre los hechos
ocurridos el 7 de enero de 2020” y añadió que “los particulares que publican
información por redes sociales deben cumplir con estas exigencias [cargas de
veracidad e imparcialidad] especialmente en aquellos eventos en los que el
contenido del mensaje vincula a un individuo con la comisión de un presunto
hecho delictivo. En efecto, la gravedad de las acusaciones y sus impactos en
los derechos del afectado obligan a los emisores ser diligentes con la
información que publican.”
contenido político que goza de una especial protección, en cuanto comporta una problemática cuya
superación es de interés público.”
90
M.P. Alberto Rojas Ríos.
convicciones internas sobre el actor, sino que difunde, lo que, en su juicio,
son testimonios de estudiantes que alegan haber sido acosados por el actor.”
13. En efecto, exigir a una víctima de tales conductas una información veraz e
imparcial sobre los hechos que denuncia, a partir de tales estándares
conduciría a un escenario en el que no solamente se obstaculizaría la
investigación y solución de situaciones que desconocen con particular
intensidad el mandato de no discriminación, sino que implicaría además
someter a la persona afectada a una nueva victimización.
14. Pero, por otra parte, considero que los argumentos según los cuales, en
estos casos no puede hablarse de libertad de información debido a que quien
emite el mensaje no es un periodista o no está vinculado a un medio de
comunicación son inadecuados y generan confusión, pues la libertad de
transmitir información es un derecho de todas las personas y no solo de ciertos
profesionales, de acuerdo con el artículo 20 de la Constitución Política. 93 Y
que la sentencia, al sostener que el tipo de discurso analizado hace parte de la
libertad de expresión en sentido genérico genera confusión, pues esta última
comprende la libertad de opinión, la libertad de información, la libertad de
prensa, la rectificación y la prohibición de censura, de manera que remitirse al
sentido genérico de este derecho no contribuye a la comprensión de las
dimensiones constitucionales de las denuncias por violencia o acoso sexual.
15. En ese orden de ideas, como señalé, suele ser el análisis de contexto el que
permite al juez determinar si las denuncias hacen parte de la libertad de
información o de opinión. Lo primero, pues a través de tales publicaciones se
pretende dar a conocer al público hechos concretos, en la medida de lo
92
Ver, entre otras, sentencias T-219 de 2009. M.P. Mauricio González Cuervo; T-312 de 2015. M.P. Jorge
Iván Palacio Palacio. AV. Alberto Rojas Ríos; y T-292 de 2018. M.P. Cristina Pardo Schlesinger. SV. José
Fernando Reyes Cuartas.
93
La jurisprudencia constitucional ha analizado varios casos en los que se ha constatado que las expresiones
que dieron lugar a la interposición de la acción de tutela se enmarcan en el derecho a la libertad de
información, a pesar de que quien comunicó la información no es un periodista ni una persona vinculada
con un medio de comunicación. Ver, por ejemplo, sentencias T-695 de 2017. M.P. José Fernando Reyes
Cuartas; T-243 de 2018. M.P. Diana Fajardo Rivera; T-244 de 2018. M.P. José Fernando Reyes Cuartas. AV.
Carlos Bernal Pulido; T-293 de 2018. M.P. Cristina Pardo Schlesinger. Por otra parte, es importante
considerar que, para ser periodista, no se requiere tarjeta profesional (C-087 de 1998), lo que debilita aún
más la distinción propuesta en la sentencia.
posible, acompañados de condiciones de modo, tiempo y lugar en los que una
persona habría incurrido en conductas de acoso o violencia sexual. Lo
segundo, porque en muchas ocasiones, estas suelen estar acompañadas de una
posición crítica, y de reivindicación de los derechos de las mujeres, que puede
incluir expresiones consideradas por algunas personas como chocantes (así
ocurrió, por ejemplo, en el caso estudiado en la Sentencia T-275 de 2021, ya
citada).
17. Para responder esa pregunta, debe tenerse presente el contexto en el que se
enmarca el escrache, así como sus finalidades. Esta práctica responde a los
problemas que históricamente han enfrentado las mujeres para acceder al
sistema judicial con plenas garantías para denunciar hechos constitutivos de
violencias de género. Se trata entonces de un discurso político que busca
respuestas por fuera del sistema judicial. Que persigue por diferentes medios,
principalmente las redes sociales, llamar la atención sobre estas situaciones.
94
Sentencia T-275 de 2021. M.P. Paola Andrea Meneses Mosquera. SPV. Cristina Pardo Schlesinger.
95
Ibídem.
19. En este marco, estimo que al pensar en las cargas de veracidad e
imparcialidad en casos de denuncias en medios públicos, redes sociales u
otros escenarios no jurisdiccionales, el juez constitucional debe tener en
cuenta la naturaleza y propósitos de esta práctica y el contexto en el que se
manifiesta. En consecuencia, sin pretender ofrecer una regla definitiva para
ponderar adecuadamente la tensión entre, por un lado, las cargas y deberes que
conlleva el derecho a la libertad de información (o, cuando sea el caso, de
opinión); y por otro, la garantía de los derechos de las víctimas, considero que
para llegar a una respuesta acertada en términos constitucionales y de
derechos fundamentales, es necesario valorar en este punto, entre otras, las
siguientes cuestiones:
20. - Principio de la buena fe: el juez siempre debe tener presente que la
persona que denuncia hechos de acoso o abuso sexual, de manera directa o a
través de otras personas u organizaciones, es en principio una víctima, de
manera que la información que transmite se refiere a una experiencia personal,
que debe evaluarse (y asumirse) a la luz del principio de la buena fe, tal como
se estableció en la citada Sentencia T-289 de 2021.96
96
En la Sentencia T-289 de 2021 (M.P. Alberto Rojas Ríos) se estableció que las víctimas de un delito, más
aún si se trata de un delito sexual como sucedía en el caso que se analizaba, tenían derecho a que sus
denuncias públicas sobre los hechos que padecieron se analizaran a partir del principio de la buena fe. Dijo
la Corte en aquella oportunidad: “quien afirma su condición de víctima lo hace desde el pleno
convencimiento de que los hechos denunciados le significaron un daño concreto que es reprochado por el
ordenamiento jurídico y, por tanto, debe presumirse que actúa de buena fe (artículo 83 Superior).”
22. - Derecho a no ser confrontado con su agresor: la jurisprudencia
constitucional y la normatividad nacional han reconocido el derecho de las
víctimas a no ser confrontadas con su agresor. En la Sentencia T-184 de
201797 la Corte señaló: “El derecho de la víctima de no ser confrontada con
su agresor, fue consagrado de manera expresa en el artículo 8º de la Ley
1257 de 2008, así: Toda víctima de alguna de las formas de violencia además
de las medidas de protección contempladas en el artículo 11 de la Ley 906 de
2004 y el artículo 15 de la Ley 360 de 1997, tiene derecho a: “(…) k) decidir
voluntariamente si puede ser confrontada con el agresor en cualquiera de los
espacios de atención y en los procedimientos administrativos, judiciales o de
otro tipo.” En consecuencia, las víctimas de abusos o violencia sexual que
acuden al escrache no pueden ser obligadas, en ningún escenario judicial o
extrajudicial, a confrontar a su agresor. Por lo tanto, no es posible imponerles
cargas, tales como presentar la versión del presunto victimario de los hechos
que se denuncian, interrogarlo, cuestionarlo o buscar cualquier tipo de
acercamiento con aquél. Estas situaciones desconocen el derecho de las
víctimas a no ser confrontadas con su agresor e implicarían una nueva
victimización.
99
Sentencia T-275 de 2021. M.P. Paola Andrea Meneses Mosquera. SPV. Cristina Pardo Schlesinger.
27. Considero que los anteriores asuntos, entre otros más que puedan ir
surgiendo en el análisis de futuros casos similares al abordado en la Sentencia
T-061 de 2022, deben ser considerados en la reflexión acerca de la naturaleza
de lo que se comunica en los discursos constitutivos de escrache y las cargas
que resultarían exigibles y constitucionalmente aceptables a quienes acuden a
esta práctica, de tal manera que este tipo de denuncias públicas sobre un
asunto de interés general, como la violencia y acoso sexual, no terminen
silenciadas por un sistema judicial que se ha mostrado incapaz de tramitar
adecuadamente la investigación, juzgamiento y sanción de estas conductas.
28. En estos términos dejo plasmadas las razones por las cuales aclaro el voto
en la presente decisión.
Fecha ut supra,