Una Trenza Tan Larga. Cuento
Una Trenza Tan Larga. Cuento
Una Trenza Tan Larga. Cuento
NUNCA LE HABÍAN CORTADO EL PELO. NI SIQUIERA SE LO HABÍAN RECORTADO. MARGARITA NO QUERÍA. POR ESO LO
TENÍA TAN LARGO. LARGUISIMO.
CUANDO MARGARITA DORMÍA, SU TRENZA SE ESTIRABA POR EL DORMITORIO, SE DOBLABA POR LA SALA, SEGUÍA POR
EL BALCÓN Y —DESDE EL TERCER PISO DE LA CASA— CAÍA HACIA LA CALLE, SALIENDO POR LA VENTANA QUE DEJABAN
ABIERTA A PROPÓSITO.
PARA PEINARSE, MARGARITA VIAJABA UNA VEZ POR SEMANA AL CAMPO, CON SU MAMÁ, SU PAPÁ, SU ABUELA Y SUS
DOS HERMANAS MAYORES.
ALLÁ, SOBRE EL ANCHO VERDE, LA DESTRENZABAN. LUEGO, LA CEPILLABAN POR TURNO, PARA NO CANSARSE: SU
MAMÁ LE ALISABA LOS PRIMEROS METROS DE PELO; SEGUÍA LA ABUELA, DESENREDANDO UNOS CUANTOS METROS
MÁS. A CONTINUACIÓN, SUS DOS HERMANAS, SIEMPRE PROTESTANDO PORQUE ESA TAREA LAS ABURRÍA, Y —
FINALMENTE— EL PAPÁ, QUE PEINABA LOS ÚLTIMOS METROS DEL PELO DE SU HIJA MENOR.
UNA VEZ, EN PLENA LABOR DE CEPILLADO, LOS SORPRENDIÓ UN FUERTE VIENTO. EL PELO DE MARGARITA SE LEVANTÓ
ENTONCES, ABRIÉNDOSE EN ABANICO.
LEJOS DE PREOCUPARSE, MARGARITA ESTABA CONTENTA: — ¡MI PELO CANTA! —DECÍA AL ESCUCHAR LOS PÁJAROS.—.
¡USO LAS MÁS LINDAS HEBILLAS! —ASEGURABA AL VERSE ADORNADA POR TANTAS VAQUITAS DE SAN ANTONIO.
OTRA VEZ, SU PELO SUELTO EN LA NOCHE CAMPESINA SE LLENÓ DE BICHITOS DE LUZ Y HUBO QUE ESPERAR AL DÍA
SIGUIENTE PARA TRENZARLO...
¡ERA TAN HERMOSO VERLO! ¡PARECÍA UN RETACITO DE LA MISMA NOCHE, BORDADO CON ESTRELLAS!
EL PROBLEMA MÁS GRANDE SE PRESENTÓ LA MAÑANA EN QUE MARGARITA DEBIÓ IR A LA ESCUELA POR PRIMERA VEZ.
CLARO, ELLAS ESTABAN UN POCO CELOSAS: LA MAYOR TENÍA UNA MELENITA CASTAÑA QUE APENAS LE ROZABA LOS
HOMBROS. LA MEDIANA, ESCASOS RULOS APRETADOS EN CORONITA RUBIA. NINGUNA DE LAS DOS LOGRABA QUE EL
PELO LE CRECIERA TANTO COMO A LA MÁS CHICA...
Y TOMANDO VARIOS METROS DE TRENZA CADA UNA, EMPEZARON A GIRAR ALREDEDOR DE MARGARITA HASTA
FORMAR UN ENORME RODETE SOBRE SU CABEZA.
¡AY! ERA TAN PESADO QUE MARGARITA NO PUDO MOVERSE, NI SALIR DE SU CASA... ¡LLEGABA HASTA EL TECHO!
ENTONCES, MARGARITA TUVO UNA BUENA IDEA: LLAMÓ POR TELÉFONO A TODOS SUS AMIGOS Y ESPERÓ QUE
LLEGARAN A BUSCARLA. ENTRETANTO, SU MAMÁ, SU ABUELA Y SUS HERMANAS TRABAJABAN DESHACIENDO EL
RODETE. EN MEDIA HORA, LA TRENZA NEGRA YA ESTABA EN LIBERTAD.
AL RATO, MARGARITA SALIO A LA CALLE. SUS AMIGOS YA LA ESTABAN ESPERANDO, TODOS CON SUS DELANTALES
BLANCOS.
MARGARITA SUBIO A SU BICICLETA, RUMBO A LA ESCUELA… Y HACIA ALLÁ FUE, CON SUS AMIGOS EN HILERA
CARGANDO LA TRENZA TRAS ELLA:
CARLITOS EN KARTING.
GUSTAVO EN BICICLETA.
PILAR EN MONOPATIN.
CRISTINA EN REMOCICLO.
ANIBAL EN AUTITO.
MATIAS CORRIENDO.
SONIA EN CARRITO, EMPUJADA POR DARIO Y HERNAN, Y FINALMENTE BETTINA, EN PATINES, SUJETANDOSE DE GRAN
MOÑO FLOREADO Y DEJANDOSE ARRASTRAR POR LOS DEMAS.
CUANDO LLEGARON LAS VACACIONES, SUS PAPÁS DICIDIERON HACER UN VIAJE EN BARCO.
PERO A MARGARITA SE LE OCURRIO ALGO, TAMBIÉN EN ESA OPORTUNIDAD, Y NO FUE NECESARIO CORTARLE LA
TRENZA. DURANTE EL VIAJE EN BARCO LA DEJO CAER DESDE LA BORDA AL AGUA. SU TRENZA ABRIO UN CAMINITO
NEGRO EN EL RIO.
¡CUANTAN QUE CUANDO IZARON, AL TERMINAR EL PASEO, TRAÍA PECECITOS PRENDIDOS DE SU MOÑO!
NI SIQUIERA SE LO HA RECORTADO.
SU TRENZA NEGRA CUBRE AHOA DOS CUADRASY SIGUE SIENDO, A VECES, UN RETAZO DE LA MISMA NOCHE, BORDADO
POR LOS BICHITOS DE LUZ.
O UNA NUBE OSURA, SOBRE LA QUE EL VIENTO SOPLA LOS PAJAROS, LIBÉLULAS, MARIPOSAS, LANGOSTAS Y VAQUITAS
DE SAN ANTONIO… O SIMPLEMENTE UNA TRENZA, UNA TRENZA TAN LARGA…
FIN.