Manual BL I - 6
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Manual BL I - 6
MARZO DE 2020
Manual BI_6
II.3.- PROGRAMA REPRODUCTIVO
La justificación para establecer un plan reproductivo específico está dadas por:
1. El 75% de las enfermedades del ganado adulto son debidas a trastornos reproductivos
y a la lactación.
2. Se logra una mayor mejora genética a través de una mayor presión de selección por el
hecho de disminuir los descartes por causas reproductivas y aumentar el rodeo de
reposición.
3. La reproducción normal es la base para mantener una economía animal perfecta. La
fertilidad alterada conduce a pérdidas de tiempo, donde la producción se reduce o cesa
por completo.
4. La eficiencia de todo el sistema depende de la eficiencia de cada una de las actividades
que desarrollamos en él. La ineficiencia reproductiva es una de las principales causas
de la baja rentabilidad
5. La baja performance reproductiva es uno de los problemas más costosos y difíciles de
las producciones lechera y ganadera. Incluso en algunos rodeos bien manejados, las
fallas reproductivas continúan siendo una de las principales razones de descarte de
vacas (PSU, 2012).
LEY 10024 de 14 de junio de 1941. CODIGO RURAL Artículo 209 Responsabilidad sobre
vicios ocultos y artículo 217 Los defectos o vicios a que se refieren los artículos precedentes
son... la impotencia y la esterilidad en los reproductores bovinos, equinos, ovinos y porcinos.
Resolución del M.G.A.P. del 16 de marzo de 1979. Se dictan normas para la habilitación
de locales de remates-ferias, exposiciones, liquidaciones, locales de venta de animales.
. Reglamento de exposiciones del Prado a regir desde el año 2013. En el Capítulo II,
artículo 3º, sobre la admisión y exigencias, dice en el numeral 3) A su ingreso al local le será
exigido a cada reproductor un certificado de aptitud para participar en exposiciones organizadas
o auspiciadas por ARU y en el numeral 4) Certificados, inciso a) Todo reproductor debe ser apto
para ser utilizado en todas las formas y bajo todas las técnicas disponibles de reproducción
siendo el expositor el único responsable frente a cualquier reclamación que se formulare c) Es
obligatoria la presentación de certificados de fertilidad y aptitud reproductiva con una antigüedad
no mayor a tres meses a la apertura del certamen para Bovinos machos nacidos antes del 1ro.
de Julio del año anterior al certamen; en las razas Holando Uruguayo y Jersey se exigirá para
machos mayores de 12 meses y en las razas cebuínas para machos y hembras mayores de 30
meses. e) Las hembras que compiten en aquellas categorías en que sea exigida la preñez
garantida, deberán concurrir con el correspondiente certificado veterinario.
Expresa en el numeral 8) Los expositores de la Raza Holando deberán presentar conjuntamente
con el pedido de local, los datos correspondientes al CONTROL OFICIAL DE PRODUCCION,
debiendo superar los mínimos exigidos, en caso de haber mínimos establecidos.
Capítulo 4.6: Condiciones generales de higiene en los centros de toma y tratamiento de semen
Capítulo 4.7: Toma y tratamiento de semen de bovinos, de pequeños rumiantes y de verracos
Capítulo 4.8. Recolección y manipulación de embriones de ganado y équidos recolectados in
vivo
Capítulo 4.9. Recolección y manipulación de ovocitos o embriones producidos in vitro de ganado
y caballos
Capítulo 4.10. Recolección y manipulación de ovocitos o embriones micro manipulados de
ganado y caballos
Capítulo 4.12. Transferencia nuclear de células somáticas en el ganado y los caballos de cría.
II.3.a.2- MARCO BIOLÓGICO Y CICLO IDEAL
El objetivo final de todo ser vivo es la perpetuación de la especie. Para lograrlo, deben
cumplir con la función de reproducción, que consiste en la capacidad de todo ser vivo para
producir otro individuo semejante. Esta función se convierte en un hecho biológico trascendente
de gran importancia para la supervivencia de la especie, ya que perpetúa la vida más allá del
individuo. Cada individuo presenta al nacer características distintivas, ya que la principal función
de la reproducción es transmitir, de generación en generación, el material genético (ADN). El
organismo que produce se denomina progenitor o pariente en línea recta ascendente. El
organismo procreado es el descendiente o hijo.
El primer paso es conocer la anatomía y fisiología del aparato reproductor y sus valores
normales. Para ello debemos analizar el marco biológico que rige el comportamiento reproductivo
y en base a él elaborar los indicadores considerados como ideales y óptimos para ese marco.
Están suspendidos a cada lado de la parte superior pelviana por dos pliegues del
peritoneo, denominados ligamentos anchos. Estos ligamentos suspensorios son elásticos y
parten unos 10 cm por debajo de las tuberosidades coxales. Por ellos discurren los vasos y
nervios que abastecen los diferentes órganos reproductivos (Figura 3)
Ovarios. Son dos órganos pares, situados en la región sub lumbar, normalmente por
debajo de las vértebras L4 o L5. Se encuentran en la extremidad de cada cuerno uterino, a los
que están unidos por un pliegue del peritoneo llamado ligamento ovárico. El tamaño y la forma
varían de acuerdo a las especies, con un rango de 35 x 25 x 15 mm. Son las gónadas donde se
producen los gametos femeninos (óvulos) y algunas hormonas (estrógenos y progesterona).
Al nacimiento, los ovarios contienen en el epitelio germinal, todos los óvulos que el
animal podrá liberar durante toda su vida. Después de la pubertad, el epitelio germinativo tiene
infinidad de esos folículos en distinto grado de desarrollo, que le dan al ovario una superficie
ondulada. En las hembras en actividad, se distinguen dos estructuras principales: los folículos,
donde se encuentran los óvulos y el cuerpo lúteo que es la estructura que se forma en la cavidad
folicular luego de la ovulación. El folículo, cuando está maduro, llega a tener entre 1 y 2 cm de
diámetro y contiene, en su interior, el licor folicular y adosado a su pared interior está el óvulo.
Este contiene la mitad del material genético de la futura cría (Sirbo, (2007).
Están formados por tres capas de tejido: La externa, de tejido conjuntivo. La media, de
tejido muscular, tiene gran contractibilidad, especialmente durante el celo. La Interna, mucosa,
tiene pliegues longitudinales con células secretoras y células ciliadas, con movimientos en
oleadas hacia el útero. Se divide en tres segmentos:
Sus paredes son delgadas y están formadas por tres capas: endometrio, miometrio y
serosa, desde su interior a su capa más externa.
Cuernos: son pares, derecho e izquierdo, que se conectan con el oviducto por delante y
por detrás se unen para formar el cuerpo del útero. Su tamaño depende si se trata de vaquillonas
o vacas multíparas y del intervalo parto primer celo. Su longitud es normalmente de 20 cm en
vaquillonas y de 35 a 40 cm en vacas. En los primeros 10 a 15 cm a partir del cuerpo uterino, los
cuernos marchan juntos y estrechamente unidos, produciendo una falsa imagen de continuidad
del cuerpo uterino. Internamente están separados por un tabique muscular. A nivel del punto de
separación de los cuernos existe un ligamento intercornual que los une. En el punto de
separación tiene un diámetro de 2,5 a 4 cm. Se curvan hacia abajo y afuera, luego hacia arriba
y atrás, adelgazándose continuamente para terminar en forma acuminada, continuándose cada
cuerno con un oviducto. El grosor de la pared también va de mayor [1 cm] a menor [2 mm] desde
su nacimiento hasta donde terminan.
Vulva. Es la apertura posterior y externa del tracto genital. Está conformada por el
vestíbulo, labios verticales y el clítoris.
El vestíbulo se extiende desde los labios vulvares al orificio uretral externo. Tiene 10 a
12 cm de largo en la parte inferior y 7 a 10 cm de largo en la parte superior. A cada lado de las
paredes del mismo, por fuera y posterior del orificio uretral externo, se encuentran las
desembocaduras de las glándulas bulbo vestibulares o de Bartolini.
Presenta dos labios gruesos, de piel fina, situados debajo del ano. La comisura superior
redondeada y la inferior más aguda, con cierto número de pelos largos. Su longitud es de 8 a 12
cm Es una zona muy sensible, común al área genital y urinaria. Por dentro tiene fibras musculares
dispuestas a modo de esfínter que cierra la entrada desde el exterior.
El himen es una ligera zona de constricción situada detrás del orificio uretral, sólo en un
muy bajo porcentaje de vaquillonas vírgenes (10 a 14 %) puede aparecer como un repliegue de
membrana que desaparece luego de la cópula o de la primera parición.
Pubertad Es el período en la vida del animal en que adquiere por primera vez la
capacidad para reproducirse. Comienza con el primer celo que marca el inicio funcional del
aparato genital de la vaquillona. Aparecen los primeros caracteres sexuales secundarios y
adquieren un gran crecimiento y desarrollo de los órganos genitales.
Madurez sexual Es el período posterior a la pubertad, cuando todos los órganos que
intervienen en la reproducción funcionan en armonía, alcanzando el máximo potencial
reproductivo. A partir de la madurez sexual, las vacas, que son poliéstricas anuales, continuarán
sus ciclos estrales cada 21 días aproximadamente, durante toda su vida (Noakes, 2001; citado
por Lomander, 2012). En las vacas normales, sólo serán interrumpidos por períodos de preñez.
La hembra nace con todos los óvulos en sus ovarios y no se producirán más. Pero la
naturaleza la ha provisto de cantidades muy superiores a las que ella podría usar. Tal es así que
una ternera nace con aproximadamente 75.000 potenciales óvulos en cada ovario. Esta cifra
baja a 21.000 en vaquillonas de uno y medio a tres años y baja aún a 2.500 óvulos potenciales
en la vaca adulta (12 a 14 años). Esto demuestra que durante la vida reproductiva muchos óvulos
desaparecen por atresia, mientras sólo unos pocos maduran y son ovulados. Una vaca en su
vida productiva utiliza entre 9 y 12 óvulos que llegarán a terneros y otros 40 a 45 que no se
fertilizarán. Estos últimos son los producidos entre la pubertad y el primer servicio y los
producidos en los intervalos parto-concepción. (Henao Restrepo, 2001)
Durante la gestación temprana las vacas continúan produciendo las hormonas que
permiten el desarrollo de ondas foliculares. Durante la gestación tardía los esteroides
placentarios inhiben en el hipotálamo la síntesis y secreción de GnRH y se detiene la síntesis y
liberación de gonadotropinas, afectando el desarrollo de ondas foliculares. Después del parto el
hipotálamo queda libre de la retroalimentación negativa prolongada que le imponían los
esteroides placentarios y reinicia la recuperación hipotalámica e hipofisaria para estimular el
crecimiento folicular en forma de ondas y el desencadenamiento de la ovulación. (Restrepo,
2001)Durante la gestación temprana las vacas continúan produciendo las hormonas que
permiten el desarrollo de ondas foliculares. Durante la gestación tardía los esteroides
placentarios inhiben en el hipotálamo la síntesis y secreción de GnRH y se detiene la síntesis y
liberación de gonadotropinas, afectando el desarrollo de ondas foliculares. Después del parto el
hipotálamo queda libre de la retroalimentación negativa prolongada que le imponían los
esteroides placentarios y reinicia la recuperación hipotalámica e hipofisaria para estimular el
crecimiento folicular en forma de ondas y el desencadenamiento de la ovulación (Henao
Restrepo, 2001)
Ciclo estral. El ciclo estral se define como el período que comienza en un celo y finaliza
en el siguiente. La vaca en actividad sexual normal libera un óvulo cada 21 días. Si ese óvulo no
es fecundado, otro óvulo es liberado en el mismo intervalo de tiempo. Es por ello que se dice que
la hembra tiene un comportamiento reproductivo cíclico y a la serie de eventos que terminan en
la ovulación se le denomina ciclo estral (PSU, 2012).
Aunque las características del ciclo estral son similares para la mayoría de las razas
bovinas, se han reportado importantes diferencias entre Bos taurus y Bos índicus, indicando
específicamente, que el comportamiento estral para los Bos índicus es de más corta duración,
disminuyéndose el intervalo entre el inicio del estro a la ovulación y siendo más baja la magnitud
de la onda preovulatoria de LH, con un cuerpo lúteo más pequeño y más baja concentración en
la fase luteal de progesterona que en las hembras Bos taurus (Garverick et al 1988; Landaeta-
Hernandez et al 2002; Bó et al 2003; citados por Grajales et al, 2006). En este trabajo, salvo
indicación en contrario, los indicadores presentados son para la raza Holando por ser la de mayor
desarrollo en el país.
El proestro. Desencadenado por el inicio de la regresión del cuerpo lúteo. La baja en los
niveles de progesterona provoca un aumento de la FSH, generando el crecimiento acelerado de
los folículos. El folículo dominante aumenta el contenido de fluido, rico en estrógenos. Estos
provocan los primeros signos de celo: tumefacción de la vulva, aumento de tamaño y dilatación
del cérvix y aumento de la secreción de mucus. Su duración es de 1 a 2 días. Los niveles de
progesterona son mínimos hacia el día del celo
Todos los eventos fisiológicos concurren, en forma interrelacionada, para generar los
cambios en los órganos genitales que permitan ponerlos en condiciones para recibir los
espermatozoides, lograr que fertilicen el óvulo, el zigoto se implante en el útero, se genere la
placenta para un buen desarrollo fetal y llegar a término de la preñez, con una cría viable.
Testículos. Son los órganos donde se producen los espermatozoides y las hormonas
masculinas. Tienen una forma ovoide y alargada, de 10 a 14 cm de largo por 6 a 8 cm de espesor
y pesan, en los adultos, unos 450 a 500 gramos cada uno. Están suspendidos en el escroto por
el cordón espermático. A la palpación, los testículos son de consistencia firme, elástica y
turgente. Macroscópicamente se observan dos estructuras:
La túnica albugínea o túnica vaginal propia, que lo recubre. Es una membrana fibrosa
que se dirige al interior del testículo sirviendo de sostén al parénquima testicular.
Las células de Sertoli se encuentran en el interior de los túbulos. Son células de sostén,
nutrición y diferenciación de las células germinales. A ellas se adhieren los espermatozoides por
largos períodos de su desarrollo en los túbulos. Son secretoras de una inhibina, que tiene
retroalimentación negativa, inhibiendo la secreción de FSH. Además producen la proteína
transportadora de Andrógenos ABP.
Vesículas seminales. Son órganos pares localizados en la cavidad pélvica, tienen forma
alargada, lobulada y están formadas por grandes lobulillos, que pueden ser palpadas por vía
rectal. La secreción, de aspecto gelatinoso, es volcada a la uretra y constituye del 30 al 50% del
volumen del eyaculado del toro. Contiene fructuosa para la nutrición espermática.
En rumiantes poseen la flexura sigmoidea o “S” peneana, que abarca la tercera parte de
su longitud. La flexura se distiende por la relajación de los músculos retractores del pene durante
la erección y vuelve a su posición de descanso por la contracción de estos músculos.
La parte anterior del pene presenta un glande en forma de punta de lanza, sin embargo,
éste último posee una prolongación uretral de 4 a 5 cm. El glande es aplanado y de unos 6 a 8
cm, algo enroscado y afinado en su punta.
Prepucio. Es la capa de piel que cubre el pene flácido. .Es irrigado, al igual que el
escroto, por vasos sanguíneos provenientes de la arteria pudenda externa y cremastérica. Tiene
la apertura por detrás del ombligo, con pelos largos. La cavidad prepucial es angosta, de unos
35 a 40 cm de longitud y cubre la extremidad libre del pene. Es una invaginación de la piel que
se inserta finalmente unos centímetros detrás del glande (Sirbo, 2007).
Desarrollo fetal.
El desarrollo del tracto genital del macho y sus caracteres sexuales secundarios, es
dependiente de andrógenos. Para el desarrollo completo del fenotipo de macho se requieren las
enzimas que catalizan la conversión de colesterol en testosterona y en 5a-DHT.
Pubertad.
La edad y peso en que ocurre la pubertad están afectados por la genética y la nutrición.
Aparece a los 9-12 meses dependiendo de. Los Bos taurus se desarrollan rápido, entre los 9 a
12 meses, en comparación con los Bos indicus, de 9 a 18 meses. Comúnmente, se establece
que un toro ha alcanzado la pubertad cuando la eyaculación contiene por lo menos 50 x 106
espermatozoides totales, con un 10 por ciento mínimo de movilidad progresiva o movimiento
de cabeza. Una indicación práctica de la pubertad inminente es cuando la circunferencia escrotal
es entre 27 y 29 cm. Terneros desde los 7 meses pueden disponer de espermatozoides fértiles.
La cantidad y calidad de los espermatozoides sigue aumentando durante varios meses luego del
comienzo de la producción de semen. Alrededor de un 35 %, 60 % y 95 % de toros de 12, 14 y
16 meses de edad, respectivamente, son maduros reproductivamente y producen buena calidad
de semen (Perry y Patterson, 2017)
Espermatogénesis
Figura 9: Espermatogénesis
Los Espermatozoides quedan estructurados (figura 10) como una célula con tres partes:
la cabeza, con el núcleo altamente condensado, una pieza media, donde se encuentran las
mitocondrias y una cola o flagelo, envuelto por capas de fibra. Pasan a través de los conductos
eferentes al epidídimo, donde serán nutridos y almacenado, adquiriendo allí su capacidad motriz.
Para completar su capacidad fecundante, requiere que pasen un proceso de capacitación en el
tracto genital femenino.
El escroto. Los contiene fuera del cuerpo animal. Su piel contiene glándulas
sudoríparas y sebáceas, que ayuda, por evaporación, a bajar la temperatura.
La túnica muscular del dartos se contrae con el frío acercando los testículos al
calor corporal y se relaja con el calor distendiendo la bolsa, alejando los
testículos del foco térmico corporal.
El músculo cremaster realiza el mismo mecanismo que el dartos, alejando o
acercando los testículos del calor corporal.
En plexo pampiniforme, compuesto por la disposición de la arteria testicular
rodeada por las venas que traen la sangre desde el testículo, generando un
intercambio calórico y refrigerando la sangre arterial.
El semen
Cópula y eyaculación
• Testosterona. Es secretada por las células de Leydig y regulada su producción por las
FSH y LH. Interviene en el descenso de los testículos y la separación glande-pene en la etapa
fetal. Genera la diferenciación sexual de los genitales secundarios. Regula la espermatogénesis
y mantiene la función de secreción/absorción del epidídimo. También define el comportamiento
frente a la hembra.
La reproducción es una secuencia de eventos que comienza con el desarrollo del sistema
reproductivo en el embrión. Cuando nace el animal, debe crecer y alcanzar la pubertad para
adquirir la capacidad de producir gametos fértiles. Esta capacidad debe ser acompañada por el
comportamiento reproductivo y la copulación. Después de la cópula, el espermatozoide y el óvulo
se unen, ocurriendo la fertilización que se continúa con el desarrollo del embrión pre
implantacional.
Fecundación
Por su parte, el óvulo recogido por la fimbria, es conducido por las cilias y ondulaciones
de las trompas, hacia el lugar de encuentro con el espermatozoide. La fertilización se produce
en el ámpula, ubicada en el tercio superior del oviducto Las células de la mucosa del oviducto
producen secreciones nutrientes para el zigoto, que tardará 4 días en llegar al cuerno uterino
correspondiente (Figura 14).
Hernandez, A. (2016)
El espermatozoide penetra en el óvulo a través de la zona pelúcida, luego pasa la
membrana vitelina y por último se fusionan los dos pronúcleos, femenino y masculino (singamia).
Luego de la penetración del óvulo por un espermatozoide se produce una reacción en la
membrana pelúcida que impide la entrada de otros espermatozoides. A partir de este momento
comienzan una serie de divisiones que formarán el nuevo ser
Día 10-11: Después, un día más, la expansión es tan grande que la zona pelúcida se
rompe y el embrión sale afuera (prolapso), quizás ayudado por enzimas. Los embriones
protruidos hacen más dificultosa la identificación, dado que la zona pelúcida, es una estructura
por el cual se puede identificar los embriones a temprana edad.
Día 17 a 19: el embrión se alarga lo suficiente como para ocupar los dos cuernos
(Mellisho, 2010)
Los días críticos en el bovino son del 16 a 17, Las fuentes de progesterona en el bovino
son: el cuerpo lúteo durante toda la gestación y después del día 215, la placenta y las adrenales,
producen suficiente prostaglandina como para mantener la gestación, sin necesidad del cuerpo
lúteo. (Mellisho, 2010)
Sin preñez, el estradiol de los folículos enlaza al receptor de estrógeno (ER) en el
endometrio e induce la expresión de receptor de oxitocina (OTR). La oxitocina enlaza a este
receptor e inicia la síntesis de PGF2a, estimulando a la regresión del cuerpo lúteo. En Preñez, el
interferón IFN-t secretado por el embrión, regula la expresión de ER y OTR y enlaza al tipo I de
receptor IFN (IFN-R), Consecuentemente la síntesis de PGF2a es prevenido. La expresión de
IFN-t desaparece cuando el concepto inicia el proceso de implantación en el endometrio (
Mellisho, 2010).
Implantación
Placentación.
A las carúnculas llega una red esponjosa de senos sanguíneos que están en contacto
con las vellosidades de los cotiledones, a este nivel se producen intercambios de nutrientes y
oxígeno al feto y anhídrido carbónico desde él. No se mezcla la sangre materna con la del feto.
Es un proceso de ósmosis o absorción. Desde la placenta, los nutrientes llegan a los vasos y
desde ahí a través del cordón umbilical al feto (figura 16). Con el nacimiento, la unión carúncula-
cotiledón termina expulsando la placenta.
Según capas histológicas que constituye la placenta, en los vacunos es de tipo
epitelioocorial. La placenta se constituye de seis capas histológicas, donde el epitelio uterino
intacto, se pone en contacto con el corion intacto.
• Función respiratoria: Las arterias umbilicales llevan la sangre no oxigenada del feto a
la placenta y es aquí donde se produce el intercambio gaseoso, de forma que retorna la sangre
oxigenada hacia el feto a través de las venas umbilicales.
• Función excretora: En el feto se forman productos de excreción (NNP, urea, ácido úrico,
creatinina, entre otros) que pasan a la sangre materna a través de la placenta y son eliminados
vía urinaria.
Podemos definir el ciclo productivo/reproductivo ideal como: aquel que nos permita
obtener el máximo de producción, respetando la salud y el bienestar de los animales, con el
mejor beneficio económico para el sistema productivo elegido.
Los bovinos normalmente son uníparos, con algunos casos de multíparas, alcanzando
un 2 a 4 % de partos con mellizos. Son poliéstricos anuales, presentan actividad ovárica
durante todo el año, sin períodos de anestro fisiológico. La edad al primer celo, con desarrollo
normal, se encuentra entre los 8 a 12 meses, con una media de 10. El ciclo ovárico es de 21
días promedio, con un desvío de 18 a 24 días; la duración del estro es de 10 a 24 horas, con
una media de 18 horas y la ovulación ocurre a las 11 horas (5 a 16) del final del celo. El
período de gestación tiene una media de 282 días, entre 278 y 288. La involución uterina total
se establece a los 20-25 días post parto y la primera onda folicular post parto ocurre a los 14
15 días. A los 60-65 días post parto se pueden encontrar el 100% de las vacas con actividad
ovárica, mientras que solamente el 42% demuestran síntomas de celo. Desde el punto de
vista biológico se pueden preñar antes de los 80 días postparto. La heredabilidad de la
eficiencia reproductiva es muy baja: 0.05 a 0.10.
En la actualidad, este marco biológico puede, en cierta medida, ser modificado gracias a
la biotecnología: inseminación artificial, trasplante embrionario, tratamientos hormonales,
sexado de semen y clonación, entre otros.
Ciclo productivo. Podemos definir como ciclo productivo, en un tiempo dado, al curso
de un proceso entre que se inicia y se termina y vuelve a reiniciarse. La vaca lechera cumple
un ciclo productivo entre un parto, donde da una cría y e inicia una lactancia, hasta que vuelve
a parir para iniciar otro ciclo. Este proceso, puede ajustarse perfectamente, por los datos
biológicos vistos, al ejercicio de un año.
Es necesario mencionar que varios investigadores, han propuesto ampliar el ciclo más
allá del año, para vacas de muy alta producción. Este nuevo criterio se basa, por un lado, en
la correlación demostrada entre alto nivel de producción y baja fertilidad y por otro, a que esas
vacas a los 10 meses de paridas, continúan con altas producciones que no ameritarían su
secado.
Figura 17: Ciclo productivo reproductivo ideal en la vaca lechera.
El período de lactancia, se puede dividir en por lo menos tres etapas: inicio y pico máximo
de producción, etapa media con declinación lenta de la producción y etapa final, previa al
secado. En cada una de estas etapas se producen cambios fisiológicos y estructurales que
afectan no sólo la producción de leche, sino toda la fisiología del animal en su conjunto. Estos
cambios pertenecen a los mecanismos normales del funcionamiento animal, se dan en todos
los casos en mayor o menor grado y es muy poco lo que podemos influir en ellos. La
intensificación de la producción puede influir negativamente en el delicado equilibrio que se
establece en el organismo animal. Para que el ciclo sea sustentable, es necesario respetar el
bienestar y la salud del animal en forma prioritaria.
Curva de peso: La disminución de la ingesta asociada con los cambios hormonales post
parto, produce un balance energético negativo (BEN) que consecuentemente produce
pérdida de peso y el deterioro del estado corporal. La falta de energía y los cambios
bioquímicos producidos por la movilización de las reservas corporales, interfieren en los
procesos reproductivos, precisamente en el momento en que es necesario volver a preñar las
vacas para obtener un nuevo parto a los 12 meses.
Condición corporal. Se ha demostrado que la condición corporal con la que las vacas
deben llegar al parto es de 3.5 a 4 (escala de 1 a 5). La movilización de las reservas corporales
es un evento fisiológico normal en todas las hembras mamíferas durante el inicio de la
lactancia. Siempre va a suceder, en mayor o menor medida, dependiendo de los niveles
energéticos aportados con el alimento. Debido a esa movilización, el animal pierde peso y
condición corporal, indefectiblemente.
Función reproductiva: Después del parto, las vacas tienen cambios fisiológicos
importantes que conducen a la involución uterina, la reanudación de la secreción pulsátil de
gonadotropinas hipofisiarias, el restablecimiento del desarrollo de ondas foliculares, la
manifestación del estro y la ovulación. En el posparto deben recuperarse simultáneamente el
eje hipotálamo-pituitaria-ovarios y la funcionalidad del tracto genital
La primera fase se origina mucho antes del parto (8º mes) y culmina con la expulsión de
la placenta. El proceso se inicia con la acumulación de colágeno en las carúculas que lleva a
la fibrosis progresiva con la separación del corion en los últimos días de gestación. Esto se
acompaña con la disminución progresiva de células epiteliales en el pedúnculo de las
carúnculas, Al fin de la gestación, el aumento de estrógenos maternos y glucocorticoides
fetales, inhiben los tejidos placentarios generando una retención hídrica que produce la
relajación de las conexiones en las superficies del placentoma. Durante el parto, las
contracciones uterinas producen una vasoconstricción responsable de anemia parcial y
necrosis del epitelio de la placenta; además de tracción mecánica sobre la conexión
carúncula-cotiledón. La hemorragia consecuente al parto provoca que las vellosidades
coriales se desprendan de las criptas maternas. Por último, las contracciones post parto y el
inicio de la involución uterina producen la disminución del volumen de los placentomas, con
modificación de la forma de las carúnculas y ulterior separación de las criptas. Las membranas
fetales se invaginan desde el ápex del cuerno y progresivamente la placenta es expulsada al
exterior. Todo este proceso, en condiciones normales, debería estar concluido a las 6 horas
de ocurrido el parto. De no ocurrir así, los mecanismos de defensa normales del puerperio se
verán demorados.
Durante la gestación y después del parto las vacas tienen cambios fisiológicos que
desfavorecen el reinicio temprano de la actividad ovárica necesaria para la manifestación de
estro, la ovulación y la nueva concepción y deben restablecer su equilibrio neuroendocrino
antes de que esto suceda (Nett, 1987, citado por Henao Restrepo, 2001).
Durante las primeras semanas postparto no parece existir limitaciones del desarrollo
folicular a causa de una deficiencia de FSH, pero sí de LH, en vacas lecheras con BEN
pronunciado. En el postparto temprano la velocidad de síntesis de LH es baja, los primeros
pulsos liberados no tienen la suficiente magnitud para inducir la maduración folicular y la
ovulación. Cuando la cantidad de LH almacenada llegue al nivel normal y el hipotálamo libere
pulsos altos y frecuentes de GnRH, la hipófisis pondrá en circulación una alta cantidad (en
forma de pico) de LH que estimula la maduración final del folículo y la ovulación (Henao
Restrepo, 2001). El contenido de LH de la pituitaria y la respuesta a GnRH aumenta
rápidamente desde el nadir observado al parto, alcanzándose una recuperación total al día
10. La concentración plasmática de FSH aumenta dentro de los primeros 3-5 días posparto.
La secreción normal de LH se atrasa hasta los 10-20 días PP con un aumento gradual de
secreción pulsátil de esta hormona.
Curva de consumo: Ha ido aumentando durante el primer tercio hasta llegar a la máxima
capacidad alrededor de la semana 16. Luego de una corta meseta, comienza a disminuir
nuevamente, acompañando el descenso de los requerimientos para la lactancia y al aumento
del volumen del útero con la nueva preñez.
Curva de peso: El mínimo de peso corporal no debería ir más allá de pasado el pico de
producción. La disminución de esta, más el aumento de la capacidad de consumo, revierten
el BEN del primer tercio, iniciando un aumento de peso y mejora de la condición corporal, que
seguirán en ascenso hasta el final de este tercio.
Función reproductiva: En un ciclo ideal, las vacas ingresan al segundo tercio ya preñadas
nuevamente. Los animales más problemáticos para la eficiencia reproductiva del rodeo son
los que aún no están gestando al ingresar a este tercio. Durante los primeros tres meses de
la gestación, los ovarios continúan desarrollando ondas foliculares sucesivas con atresia del
folículo dominante (Figura 20). En la primera onda folicular después de la concepción, el
folículo dominante es de diámetro similar a un folículo ovulatorio, pero los folículos dominantes
de ondas sucesivas disminuyen al diámetro de los folículos subordinados (Henao Restrepo,
2001). Esta ciclicidad hace que en algunos casos, el folículo dominante llegue a acumular
tantos estrógenos que los animales demuestren síntomas de celo aun estando preñadas. La
hormona predominante es la progesterona luteal, por lo que es fundamental que el cuerpo
lúteo se mantenga funcional hasta al menos el quinto mes de gestación.
Curva de peso: Sigue el aumento de peso iniciado en el tercio anterior. Los nutrientes
que antes se derivaban a la producción de leche, van hacia recuperación de las reservas
corporales y al feto. Hacia la semana 32 post parto, los animales deberían estabilizar su peso
corporal y llegar al final de la lactancia con condición corporal de 3.5 (escala 1-5). El peso
total del animal continúa en aumento por el crecimiento del feto y el volumen de líquidos
fetales más que por aumento de las reservas.
Función reproductiva: Durante el último tercio de la gestación continúa el crecimiento de
folículos antrales, pero no alcanzan a madurar. Los niveles altos de progesterona y de
estrógenos placentarios actúan sobre el hipotálamo, negativamente, disminuyendo la síntesis
de GnRH y sus reservas hipotalámicas caen a niveles insuficiente para estimular la función
gonadotrópica hipofisaria. Como consecuencia se reduce el nivel basal de FSH y de LH, hasta
hacerlas insuficientes para estimular el crecimiento y la maduración folicular. A partir del
quinto mes de gestación, la progesterona placentaria es capaz de mantener la gestación por
sí misma, tornando innecesaria la presencia de cuerpo lúteo. Las vacas deberían estar en el
séptimo mes de gestación en el momento del secado. En este momento, el feto está
completamente formado y aumenta de tamaño y peso, a la vez que va completando la
maduración funcional de sus órganos.
4- Período seco
Curva de consumo: El consumo cae a un ritmo más acelerado, hasta llegar a su mínimo
en la última semana de gestación. El volumen del útero ocupa casi dos tercios de la cavidad
abdominal, disminuyendo la capacidad del rumen. Además, la movilización de hormonas por
la proximidad del parto, generan la pérdida de apetito a nivel central.
Curva de peso: El peso neto de la vaca debería mantenerse durante todo el período
seco. Tanto el engorde excesivo como la pérdida de peso, en este momento, tienen efectos
muy negativos para el próximo ciclo. El aumento total corresponde al crecimiento fetal.
II.3.b.- OBJETIVOS
Una revisión sobre distintos trabajos, nos permite resumir los objetivos propuestos en los
programas de manejo reproductivo:
Uno de los objetivos que se plantean es producir la mayor cantidad posible de animales
de reposición. En el esquema de la figura 21, se aprecia cómo, con parámetros óptimos, se logra
la obtención del 31% de vaquillonas de reemplazo, sobre las vacas adultas. Si se considera
como promedio un 20% de reposición por descartes, con una buena performance reproductiva,
queda un 11 % para posibilitar el crecimiento del rodeo o para aumentar la presión de selección.
Con una pobre eficiencia, que ocasione una disminución mayor del 11% en la producción de
reemplazos, la posibilidad de aumentar o mejorar el rodeo es nula. De ahí la necesidad de
maximizar la eficiencia reproductiva. (Cavestany & Mendez, 1993) Podemos agregar que si es
mucho menor, el rodeo decrecería o se vería obligado a incorpora animales de fuera del predio.
Figura 21: Esquema de producción de vaquillonas según indicadores óptimos
Concordamos en que todos estos son objetivos muy válidos a nivel de rodeo. Sin
embargo, para lograr la eficiencia reproductiva del rodeo, cada vaca debe ser eficiente en sí
misma. Y ese debe ser nuestra visión. Cuanto más vacas eficientes logremos, mayor será la
eficiencia del rodeo.
Con estos conceptos y de acuerdo a lo que nos permiten los ciclos biológico y productivo,
nos proponemos plantear los siguientes objetivos para el plan reproductivo:
Objetivos Específicos:
i) Lograr que las vaquillonas tengan su primer parto a los 24 meses de edad. Hay
una relación entre eficiencia reproductiva y el bajo gasto total en sanidad. Se ha
notado que el mínimo costo se da en aquellas vacas que paren por primera vez
a los 24 meses y consecuentemente tienen un intervalo entre partos de 12
meses.
ii) Que cada vaca masa produzca un ternero vivo cada 12 meses, con el menor
número de servicios posibles. Las características biológicas observadas más
arriba indican que es posible obtener un parto por año.
iii) Lograr que las vacas paran en el mejor momento del año. El momento más
apropiado es cuando la diferencia entre el valor de la leche más el ternero y el
costo de producción, es más amplia en favor de los primeros. Una de las
decisiones críticas en producción es determinar la época en que va a parir el
rodeo y durante cuánto tiempo se extenderá la parición.
Hay opiniones a favor y en contra de los objetivos planteados, cada una con sus razones
valederas.
Algunos autores sostienen que para disminuir el peso improductivo de nuestra vaca
promedio, se plantea como meta el primer servicio a los 15 meses con un peso vivo de 320 kg;
además, el seguimiento posterior de la preñez con un peso de 550 kg a los 24-25 meses de
edad. Otros autores se contraponen con esto, afirmando que la menor edad al primer parto
afectaría negativamente el comportamiento reproductivo en la segunda preñez sin un efecto
significativo sobre la producción de leche en la primera lactancia (De León y Pirez, 2012).
Lemaire, (2006) se plantea como objetivo preñar el mayor número de vaca masa con un
intervalo inter parto (IIP) lo más cercano a 365 días. Si la meta reproductiva es lograr un intervalo
entre partos de 12 meses, el intervalo parto concepción (IPC) es quien lo determina ya que la
longitud de la gestación es constante. El cual debe ser no mayor a 90 días, ya que por cada día
de espera se pierden 9,23 lts. (De León y Pirez, 2012).
Por otro lado, se sostiene que vacas con IEP planificado de 15 meses, requieren menos
tratamientos hormonales para el anestro y pocos servicios por concepción. Un factor clave para
que un IEP extendido sea económicamente favorable, es mantener la persistencia de la
lactación. Se ha observado que la persistencia de la lactancia en vacas con 18 meses de IEP
podría ser incrementada mediante factores de manejo como aumentar la frecuencia en el ordeñe.
A pesar de ello, un IEP extendido es todavía considerado económicamente no beneficioso, Sin
embargo, posponer la primera IA (período de espera voluntario largo) y así tener un IEP más
largo, sería favorable en rodeos con baja eficiencia reproductiva y cuando el precio de la carne
es tomado en cuenta (Lomander, H. (2012)
El intervalo entre partos es influenciado por el período de espera voluntario, el óptimo del
cual varía entre rodeos y vacs. Un período abierto voluntario de aproximadamente 42 días fue
encontrado como económicamente óptimo para la mayoría de las vacas holandesas. En Suecia,
según la Swedish Dairy Association (2012) el intervalo parto – primer servicio promedio es de 90
días (Lomander, 2012)