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El Suelo

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EL SUELO (RECURSOS EDÁFICOS)

CONCEPTO E IMPORTANCIA DEL SUELO

Cubre la mayor parte de la superficie terrestre y es un recurso indispensable


junto con el aire y el agua. La biosfera debe su existencia a unos pocos
elementos que en última instancia proceden de la corteza terrestre.

Desde un punto de vista geológico se definiría como la capa superficial,


disgregada y de espesor variable que recubre la corteza terrestre
procedente de la meteorización mecánica o química de la roca preexistente.
Como resultado de los procesos de alteración mecánica y meteorización
química de las rocas tiene lugar la formación de un manto de alteración o
eluvión (fase residual) que cuando por la acción de los mecanismos de
transporte de laderas es desplazado de su posición u origen es
denominado coluvión o regolito.

Desde un punto de vista biológico, el suelo sería el resultado de la


transformación superficial del manto de alteración (consecuencia de la
meteorización mecánica y química) por la acción de los seres vivos,
fundamentalmente microorganismos (bacterias y hongos).

Desde un punto de vista ecológico se podría definir como la interfase


entre todos los sistemas estudiados (litosfera, hidrosfera, atmosfera y
biosfera), pues está compuesto de todos ellos. Por esta razón se puede
decir que es un ecosistema necesario para que se cierren los ciclos
materiales del resto de los ecosistemas terrestre
Una interfase en el sistema tierra

Se considera al suelo una interfase en el sistema tierra (límite común


donde interactúan partes diferentes de un sistema) ya que se forma en la
unión de la tierra sólida, la atmósfera, la hidrosfera y la biosfera, como
respuesta a las interacciones entre estas (el puente entre la vida y el mundo
inanimado).

Con pocas excepciones, la superficie de la tierra está cubierta por una capa
de roca y fragmentos minerales producidos por meteorización que se
denomina regolito. Pero el suelo es más que los productos de la
meteorización. El suelo es la porción del regolito que sustenta a las plantas,
donde se combina la materia mineral y la orgánica, el agua y el aire.
Aunque la proporción de estos componentes varía dependiendo del tipo de
suelo, siempre están presentes los cuatro.

Así pues, el suelo es el resultado de la dinámica física, química y biológica


de los materiales alterados del coluvión y de las formaciones superficiales,
originándose en su seno una diferenciación vertical en niveles horizontales
u HORIZONTES. En estos procesos, los de caracter biológico y bioquímico
llegan a adquirir una gran importancia y resultan de la descomposición de
los restos vegetales caídos sobre la superficie del terreno, de la propia
presencia en el mismo de las raíces de las plantas y los productos químicos
de su metabolismo y de las acciones que ejercen una multitud de
microorganismos y animales zapadores o excavadores (fauna edáfica).
El suelo es dinámico y evoluciona hasta un estado de equilibrio con el
entorno. Por este motivo el suelo no es una entidad estrictamente geológica
sino que en su génesis y en su desarrollo intervienen mecanismos de
naturaleza biológica y bioquímica.

La ciencia que lo estudia, la Pedología o Edafología está vinculada a la


geología, biología y agronomía. Por analogía con otras esferas (atmósfera,
geosfera, biosfera,...) se ha llamado Edafosfera a la capa (no continua)
que comprende el suelo.

CARACTERISTICAS DE UN SUELO

Pseudoestratificación

No hay confundir los horizontes de un suelo con estratos geológicos.

La primera de las razones es que los horizontes de un suelo no cumplen la


Ley de Superposición de estratos según la cuál, los estartos superiores
son más recientes que los inferiores. En un suelo desarrollado, el horizonte
más superficial (horizonte A) es anterior a la formación del horizonte
inmediatamente inferior (horizonte B). Además, la transición entre los
horizontes puede ser brusca o gradual.

Y la segunda razón es que en la formación de un suelo no intervienen


procesos de sedimentación, sino que los suelos se forman a expensas de
la roca infrayacente.

Escaso espesor

El espesor del suelo oscila entre menos de 1 cm y varios metros; en muchos


suelos es de unos cuantos dm o algo más de 1 m.
COMPOSICION DEL SUELO

Los constituyentes del suelo son tanto sustancias sólidas como líquidas y
gaseosas.

Fase sólida

Esta representada tanto por minerales inorgánicos como por sustancias


orgánicas.

- Silicatos residuales o no completamente meteorizados, como micas,


feldespatos y fundamentalemente cuarzo y productos de neoformación
resultantes de la descomposición de los silicatos de la roca madre,
singularmente los minerales de la arcilla: caolinita, illita, montmorillonita,
etc...

- Oxidos e hidróxidos de Fe (hematites, limonita, goethita) y de Al


(gibsita, bohemita) liberados por el mismo procedimiento que en el caso de
las arcilla y en intima relación con el.

- Clastos y granos poliminerales como materiales residuales de la alteración


mecánica y la meteorización química incompleta de la roca originaria, de la
que representan pequeños fragmentos.

- Otros diversos compuestos minerales cuya presencia-ausencia y


abundancia están condicionadas por el tipo concreto de suelo y grado de
evolución. De ellos cabe destacar los carbonatos (calcita y dolomita),
sulfatos (yeso) y algunas sales como cloruros y nitratos.

Este conjunto de constituyentes es lo que podríamos llamar el esqueleto


mineral del suelo.

- Componentes solidos de naturaleza orgánica que incluyen el conjunto


de seres vivos que habitan el suelo y sus restos, deyecciones (excrementos)
y demás productos metabólicos en mayor o menor grado de
descomposición.
Estas sustancias originan, en combinación con los minerales arcillosos del
suelo unos compuestos de naturaleza coloidal denominados complejos
organo-minerales.

Complejo organo-mineral

La materia orgánica muerta existente sobre la superficie del suelo


constituye el llamado humus o mantillo, pudiéndose diferenciar:

- el humus joven o bruto (formado por restos en los que aun pueden
distinguirse la anatomía e histología de los organismos de los que proceden)
y

- el humus elaborado que está constituido por sustancias orgánicas


resultantes de la total descomposición del humus bruto. Así, el humus
elaborado es un material negro con mezcla de derivados nitrogenados
(amoniaco, nitratos), hidrocarburos, celulosa,... de los que algunos tienen
carácter de acidos orgánicos y se denominan acidos húmicos.

Humus elaborado
Según el contenido en ácidos húmicos, el suelo puede ser acido, neutro
o alcalino, circunstancia que también esta determinada por la naturaleza de
la roca madre de la que procede el suelo y que va a condicionar el tipo de
especies vegetales que puede desarrollarse sobre el mismo.

Fase líquida o solución del suelo

Esta fase está formada por una disolución acuosa de las sales más
comunes de los iones Na, K, Ca, Mg, Cl, NO3, SO4, HCO3 y algunos otros
de menor importancia, así como una amplia serie de sustancias orgánicas.

La importancia de esta fase líquida (y a fin de cuentas del agua) en el suelo,


estriba en que es el vehículo de transporte de las sustancias
químicas en el seno del sistema, así como en sus interacciones con la fase
gaseosa.

La saturación del suelo en agua es importante, de forma que:

- cuando la mayor parte de la fase gaseosa es expulsada, el medio


adquiere condiciones reductoras.

- cuando una amplia porción de poros e intersticios del suelo estan


ocupados por dicha fase gaseosa, el medio adquiere condiciones
oxidantes.

Fase gaseosa

Está constituida fundamentalmente por los gases atmosféricos y muestra


gran variabilidad en volumen relativo al total del suelo por la causa recien
indicada. También en composición debido al consumo de oxígeno y
producción de CO2 que originan los seres vivos del suelo.

TEXTURA Y ESTRUCTURA DE UN SUELO

La textura de un suelo se refiere al tamaño de las partículas minerales que


lo constituyen.

Se puede expresar indicando las proporciones de arcilla, limo, arena y


elementos gruesos que contiene el suelo (o cada uno de sus horizontes).

Según la textura, hablamos de suelos arenosos, arcillosos,...

Cuando existe una proporción adecuada de partículas de diferentes


tamaños, decimos que es un suelo franco.
Textura de un suelo

La estructura del suelo se refiere a la formación de agregados por


unión de las partículas del suelo, pues los coloides pueden aglomerar las
partículas.

Estos agregados, más o menos cohesionados, pueden tener diferentes


formas: laminar, prismática, en bloques angulosos, etc.

Otros suelos no presentan agregados definidos (teniendo, por ejemplo,


aspecto pulverulento o masivo).
La porosidad y la permeabilidad son dos propiedades del suelo que están
muy relacionadas con la textura y la estructura, y también con el
comportamiento del agua en el suelo y la disponibilidad de la misma para
las plantas.

La porosidad es el porcentaje de volumen del suelo ocupado por poros.

La permeabilidad (hídrica) es la capacidad del suelo para que el agua pase


a través de él.

En un suelo de textura arcillosa, por ejemplo, la porosidad puede ser muy


elevada; pero los poros son muy pequeños y no están interconectados, con
lo que la permeabilidad es muy baja, así como la aireación.

En un suelo de textura arenosa, aunque la porosidad total sea más baja, los
poros son de mayor tamaño e interconectados, con lo que la permeabilidad
es muy elevada, pero la capacidad de retención de agua es baja.

PERFIL DE UN SUELO

Se llama perfil de un suelo a la estructura en corte transversal del mismo.


Los suelos bien desarrollados (maduros) presentan unos horizontes que
son capas horizontales superpuestas, diferenciables entre si por el color, el
tamaño de sus partículas, el aspecto general y composición. Su número está
relacionado directamente con el grado de madurez del suelo, magnitud que
depende en gran medida de las características climáticas de la zona.
Los horizontes se agrupan en tres categorías en un suelo ideal, aunque no
tiene por qué tenerlos todos

Horizonte A (de lavado, de lixiviado, zona de lavado vertical o eluviación)

Es el más superficial y en él se enraiza la vegetación herbácea.

En el horizonte A en general hay una pérdida de material hacia el horizonte


B.

Se denomina así porque posee pocas sales minerales por ser arrastradas
por el agua al infiltrarse

Su color es generalmente oscuro por la abundancia de materia


orgánica descompuesta o humus elaborado, determiando el paso del agua
a su través el arrastre hacia abajo (lavado vertical o eluviación) de
fragmentos minerales de tamaño fino y de compuestos solubles.

En este horizonte pueden diferenciarse varios subhorizontes:

Subhorizonte Ao, el O (orgánico) o L (lecho): es el más superficial y está


formado casi exclusivamente por restos vegetales como hojas, ramas
caídas..., muy poco o nada descompuestos que constituyen el humus
bruto. Forma la capa superior del suelo de los bosques.

Subhorizonte A1: se encuentra a continuación con mezcla de materia


orgánica más evolucionada y materia mineral. Es la zona más rica en humus
y está formada por arena y arcilla teñida de oscuro. Aquí el humus forma
agregados con la materia mineral confiriendo al suelo su estructura y su
capacidad para retener agua e iones nutritivos de carga positiva (Ca, K,
NH4)

El movimiento descendente del agua caida hace que los coloides


(compuesto de Al y Fe) sean arrastrados a zonas más bajas.

Un proceso que tiene lugar en este horizonte es la acción de las


bacterias, que conduce a una descomposición de los vegetales,
proporcionando estos materiales húmicos al suelo un ph apto para que se
verifique una disolución de la sílice. Por todos estos procesos a este
subhorizonte se le conoce con el nombre de capa eluvial (de lavado). Llega
a alcanzar espesores de cms a 60 cm.

Subhorizonte A2: en este subhorizonte la materia mineral ya domina


claramente. El lavado es más intenso aquí. Por arrastre de la arcilla,
materia orgánica, oxidos de Fe y Al hacia el horizonte inferior, este nivel
queda desprovisto de ellos, hecho que motiva coloraciones más claras (tono
gris claro cuando está seco).

Horizonte B (o zona de precipitación o iluviacion, llamado también


subsuelo)

Carece prácticamente de humus por lo que tiene un color más claro


presentando tonalidades peculiares los materiales arrastrados desde arriba
por eluviación que son depositados en el perfil, principalmente sustancias
coloidales, materiales arcillosas, oxidos e hidróxidos metálicos, carbonatos
sales (de calcio, aluminio o hierro)...,

Existe más limo y arena que en el horizonte A.

Puede presentar diferentes coloraciones:

En el caso de que sean hidróxidos de Fe presentará un color rojo vivo, en


otros casos son las sustancias húmicas las que le proporcionan un color
oscuro.

En climas poco lluviosos, el carbonato cálcico no es arrastrado a zonas más


bajas y se concentra en esta, dando lugar a nódulos de CO3Ca. Este por
fenómenos de capilaridad puede dar lugar a caliches (situándose en este
horizonte la formación de encostramientos calcáreos aridos y las corazas
lateríticas tropicales).

Su espesor oscila entre pocos cm y 90 cm.

Puede haber varios subhorizontes: B1, B2..., al igual que en el A.

Ambos horizontes, el A y el B se forman simultáneamente en el suelo


a partir del manto de alteración, de composición inicial uniforme (este proceso de formación
del suelo se denomina edafogénesis).
Por eso, a pesar de su aspecto, los horizontes no son estratos
y por eso se habla de pseudoestratificación.

Horizonte C (material parental o subsuelo)

Formado por fragmentos procedentes de la meteorizacion mecanica o


química de la roca madre subyacente, o bien por materiales que fueron
depositados por el agua o el viento en épocas pasadas.

Está constituido por la parte más alta del material rocoso sobre el que
descansa el suelo más o menos fragmentado por la alteración mecánica y
alterado por la meteorización química incipiente, pero en el que todavía se
pueden reconocer claramente las características litológicas del mismo

El paso del horizonte B al C es gradual, pues comienzan a aparecer cantos


de la roca madre meteorizada mezclados con arena y arcilla que sirven a
modo de matriz. Progresivamente al descender se va encontrando la roca
madre meteorizada con menos matriz arcillosa hasta llegar a la roca sin
meteorizar.
Roca madre

Este horizonte es el más potente llegando a alcanzar espesores que oscilan


entre unos metros hasta 60 m. Se habla también de nivel u horizonte D o
R (roca madre "in situ" no alterada ni meteorizada en absoluto salvo en las
zonas de fractura).

El conjunto de horizontes A y B es el solum o suelo en sentido restringido.

Al conjunto de solum + roca madre se le denomina perfil de un suelo.

Perfil de un suelo

Lo más frecuente es que la sucesión sea ABC.

Sin embargo en suelos subdesérticos, la sucesion es BAC. Esto se debe a


que después de las lluvias el agua del suelo asciende por capilaridad y se
evapora en la superficie precipitando las sustancias disueltas.

Cada horizonte a su vez presenta estructuras menores que se evidencian


por la manera de partirse el material (estructura en placas, en prismas,
bloques, granuda...)

FORMACION DE UN SUELO (EDAFOGÉNESIS). FACTORES

La edafogénesis es el proceso de formación de un suelo. En la formación de suelo


concurren una serie de factores que intervienen de modo interdependiente unos con
otros. En primera instancia, la roca madre (con sus propiedades particulares y la
inclinación que puede presentar) es el constituyente primario, que se ve modificado
por la actuación del clima y los seres vivos a lo largo del tiempo.
Según las características de estos factores se formará un suelo u otro. Aunque actúan
a la vez, vamos a verlos de modo independiente:

Factores de la edafogénesis

Clima

La temperatura y las precipitaciones son los factores que producen un


mayor efecto sobre la formación del suelo.

También influye en la velocidad de formación y profundidad de la


meteorización.

Las variaciones de temperatura y de precipitaciones determinan el tipo de


meteorización: química o mecánica.

Las precipitaciones influye en el grado de lixiviación de los diversos


materiales al suelo, afectando a su fertilidad

También las condiciones climáticas condicionan el tipo de vida animal y


vegetal presente
Tiempo

El tiempo es un factor importante en geología y también en la formación de


los suelos (duración de los procesos que han estado actuando).

Un suelo desarrollado tarda en formarse miles de años.

Como regla general (a pesar de que no es posible determinarlo con


precisión debido a los diferentes ritmos de formación de suelo), cuánto más
tiempo ha estado formándose un suelo, mayor grosor y menos se parece a
la roca madre.

Factores biológicos

Tienen un papel vital en la edafogénesis ya que afectan a las propiedades


físicas y químicas del suelo.

Proporcionan materia orgánica (principalmente las plantas), cuya


cantidad se relaciona con la fertilidad del suelo. En suelos cenagosos están
compuestos casi por completo de materia orgánica mientras que los suelos
desérticos solo tienen un 1% de materia orgánica.

La fuente principal de materia orgánica son las plantas aunque también los
animales y microorganismos. Su descomposición porporciona los nutrientes
a las plantas y por tanto contribuye en parte a la fertilidad de los mismos.

Además esta descomposición favorece la formación del humus (vía


microorganismos) y provoca la aparición de ácidos orgánicos que aceleran la
meteorización.

El humus favorece la retención de agua y ayuda a mantener el agua en el


suelo.

Además algunos microorganismos fijan el nitrógeno atmosférico en


nitrógeno asimilable por las plantas.

Los animales excavadores mezclan las porciones mineral y orgánica del


suelo y favorecen el paso del agua y aire a través del suelo. Las lombrices
movilizan y mezclan muchas toneladas por hectárea al año.

Roca madre

La roca madre es la fuente mineral meteorizada a partir de la cual se


desarrolla el suelo. Puede ser la roca subyacente (suelos residuales ) o
una capa de depósitos no consolidados (suelos transportados).
La naturaleza de la roca madre influye en el suelo de dos maneras:

• El tipo de roca madre afecta a la velocidad de meteorización y por tanto a


la de formación del suelo. En los depósitos no consolidados como se
presenta meteorización previa parcial (como resultado de los agentes
meteorizantes y erosivos que los formaron y transportaron) entonces el
desarrollo del suelo sobre ese material progresará más rápidamente.

• La composición química de la roca madre influye en la fertilidad del suelo


y por lo tanto en la vegetación que puede sustentar.

En la formación del suelo, la influencia de la roca madre es más o menos


importante según haya pasado más o menos tiempo de meteorización.
Cuánto más tiempo, más meteorizada estará la roca madre y menos
importante será esta en relación a otros aspectos como el clima.

La influencia de la roca madre es mayor si el tiempo de meteorización es


corto. Pero a medida que la duración de la meteorización es mayor, los
suelos menos se parecen a la roca madre.

Antes se creía que la roca madre era el factor fundamental que producía las
diferencias entre los tipos de suelo. Ahora se sabe que es el clima el factor
que más influye en la formación del suelo (se producen procesos similares
en rocas madre diferentes).

Pendiente

Tiene un efecto significativo sobre la magnitud de la erosión y el contenido


acuoso del suelo.

En superficies empinadas los suelos están poco desarrollados (delgados por


erosión, a veces inexistentes) y el agua se pierde. En tierras bajas mal
drenadas el agua se acumula y se forman suelos oscuros, gruesos, con gran
cantidad de materia orgánica. El terreno óptimo de formación de suelos es
una superficie plana o algo ondulada en tierras altas (aquí encontraremos
un buen drenaje, poca erosión e infiltración del agua suficiente).

La orientación de la pendiente o su dirección determina la cantidad de luz


solar recibida. Según sea esta se producirán diferencias de temperaturas y
humedad en el suelo, lo que además influye en la naturaleza de la
vegetación. En las latitudes medias del hemisferio norte, una pendiente que
mire al sur recibirá más horas de sol que una que mire al norte. Esto se
traduce en variaciones de temperatura y humedad que determinarán
diferencias en el tipo de vegetación y características del suelo.
Recordar que aunque les veamos por separado, todos estos factores actúa
combinadamente; roca madre, tiempo, clima y pendiente.

Edafogénesis: Formación de un suelo

De un modo simplificado puede decirse que las etapas implicadas en la


formación de un suelo son las siguientes:

a) Disgregación mecánica de las rocas (meteorización mecánica)

b) Meteorización química de los materiales regolíticos liberados por esa


disgregación.

c) Instalación de seres vivos (vegetales, microorganismos) sobre ese


sustrato inorgánico. Esta es la fase de mayor significación ya que los
microroganismos con sus procesos metabólicos producen sustancias que
continúan la meterización química de los minerales inciada por mecanismos
estrictamente abióticos. Además los restos de estos seres vivos se
incorporan al suelo tras degradarse por procesos de descomposición.

d) Mezcla de todos esos productos minerales, restos orgánicos y sustancias


químicas entre si más agua y aire intersticial (gases)

Así podemos hablar de suelos autóctonos que se forman a partir de la


roca in situ y suelos alóctonos que se forman sobre depósitos y
formaciones superficiales venidas de más o menos lejos transportadas por
diferentes agentes (morrenas, terrazas fluviales...).
Importante:
Un suelo NO se forma a partir de nuevos aportes de sedimentos
sino que SE DESARROLLA a partir de la roca madre (se desarrolla
hacia abajo)

CLASIFICACION DE SUELOS

Existen más de una decena de tipos diferentes de suelos que varían en el


color, el ph, número de horizontes, espesor de los mismos...

Existen diversas clasificaciones de suelos que no vamos a estudiar.


Siguiendo una clasificación tradicional, distinguiremos entre suelos zonales,
intrazonales y azonales.

A) Los suelos zonales tienen una estrecha relación con las zonas climáticas.
Son suelos totalmente desarrollados, cuyas características y evolución están
dominadas por el clima y la vegetación.

B) Los suelos intrazonales también son suelos desarrollados, pero en ellos


algún factor local (roca madre, topografía) se impone sobre el clima y la
vegetación, determinando las características del suelo.

C) Los suelos azonales son suelos inmaduros, que tienen una evolución
incompleta por falta de tiempo. Pueden continuar desarrollándose y dar
lugar a suelos zonales o intrazonales.

A) SUELOS ZONALES

Coinciden con las zonas climaticas terrestres y las diferencias que


encontramos se deben al balance hídrico de cada una de esas zonas
climpáticas.

En lugares extremos no se forma suelo (polos y desiertos) por lo que


estudiaremos los suelos de las zonas tropicales, aridas, templadas y
húmedas y frías.
Suelos de las zonas intertropicales

Suelos lateríticos o ferralíticos

Los suelos lateríticos o ferralíticos se desarrollan en zonas intertropicales,


con temperaturas altas y precipitaciones abundantes y bajo las selvas de
clima húmedo tropical o ecuatorial. La intensa meteorización descompone
los silicatos alumínicos, que se transforman en sílice, alúmina y bases
alcalinas (laterización). Como las precipitaciones son abundantes, las bases
son arrastradas a niveles más bajos, mientras que el aluminio y los óxidos
de hierro forman unos acúmulos que, unidos a arcillas, dan lugar
a lateritas.

El espesor de estos suelos puede ser de varios metros, y el horizonte B es


rico en hidróxidos de hierro y aluminio (bauxita, limonita,...), de color rojo.

Por otro lado y debido a las altas temperaturas (+ de 25°C) y humedad


(más de 1.000 mm anuales), se produce una altísima actividad bacteriana
de modo que la descomposición bacteriana excede a la acumulación de
humus. Consecuencia: presentan un horizonte A muy delgado y desprovisto
de materia orgánica.

Suelo tropical (laterítico)

Si bien en los climas templados y con cierta cantidad de humus (caracter


ácido) tiene lugar el proceso de arenitización del granito porque la hidrólisis
sólo afectaba parcialmente a los feldespatos y micas, mientras que el cuarzo
permanece inalterable. En los climas tropicales por el contrario la ausencia
de humus propicia un caracter básico (ph 8) que provoca una hidrólisis más
drástica (meteorización química alítica), se solubiliza el cuarzo y se rompen
los enlaces covalentes Si-Al de los feldespatos lo que da lugar a una
descomposicion de los mierales arcillosos de alumnio que da bauxita, y del
hierro en forma de limonita que precipitan junto con la arcilla sobre el
horizonte B, formando una costra dura (corazas lateríticas de color rojo
ladrillo). Este proceso recibe el nombre de LATERIZACION y a sus suelos,
suelos lateríticos. Si falta el horizonte A, el afloramiento de las costras
lateríticas impide el asentamiento de la vegetación en los lugares donde su
acumulación es intensa.

Los suelos lateríticos se desarrollan sobre cualquier tipo de roca excepto


sobre las calizas. Estos suelos constituyen una de las principales fuentes
de aluminio (bauxita).

Suelos de zonas áridas (tropicales o intertropicales)

Caliches

Se desarrollan en regiones donde existe un mínima precipitación y máxima


evaporación y ascenso por capilaridad. Se caracterizan por la emigración
de carbonato o sulfato cálcico, que asciende a los niveles superficiales.
Cuando la precipitación es inferior a los 200 mm, debido al ascenso por
capilaridad, aparecen en la superficie costras de yeso (y sal o caliza)
(carbonato calcico = caliches)(yeso= rosas del desierto). En los suelos con
corteza las precipitaciones son algo mayores, pero también aparece una
corteza superficial o subsuperficial. Perfil BAC.

Suelos con caliche (color blanco)

Suelos de la zona templada

Los suelos rojos (luvisoles o Terra rossa)


Son típicos de zonas templadas cálidas o subtropicales y con alternancia muy
marcada de estaciones húmedas y secas. Temperaturas 15-20°

La vegetación esclerófila es dificilmente descomponible y ello hace que estos


suelos tengan pobreza en humus

Son indiferentes a la roca madre aunque se desarrollan mejor sobre caliza,


y se forman a expensas de la arcilla de decalcificación de las calizas. El color
rojo se debe a la fuerte oxidación del Fe que queda en forma de Fe2O3 y a
la escasez de humus.

Esa alternancia de estaciones seca en verano y humeda en invierno hace que no se


diferencien bien los horizontes pues el lavado hacia abajo se compensa con el
posterior ascenso por capilaridad. Es por ello que su perfil se describe como (A)
(B)C.

Los más conocidos son los suelos rojos mediterraneos del sur de España y países
ribereños al mediterráneo.

Suelo rojo

Suelos pardos (cambisoles)

Los suelos pardos son propios de la zona templada con temperaturas medias (entre 8
y 15°C) y lluvias estacionales. La vegetación corresponde a praderas o a bosques
caducifolios. Los horizontes A y B son de color pardo y a menudo se encuentran mal
delimitados. Son el resultado de la alternancia estacional y de la vegetación
caducifolia con lo que se acumula una gran cantidad de necromasa y humus que se
descompone con mucha lentitud debido a las limitaciones de la temperatura.

Durante la estación húmeda predomina el lavado y lixiviado de iones al


horizonte B y durante el periodo seco el ascenso por capilaridad. Esa es la
razón del por qué en ocasiones se distinguen mal los horizontes.
A medida que se acentúa la continentalidad , la escas precipitación impide la
perdida de iones por lavado. Esto unido a que en la estación seca se
produce ascenso por capilaridad y deposito de los mismos, trae como
consecuencia la formación de un horizonte A oscuro y rico en materia
orgánica y también rico en sales. Es decir suelos aptos para el cultivo.

Perfil (A)(B)C. El color pardo se debe a la gran cantidad de materia orgánica.

Suelo pardo calizo con horizontes


mal delimitados

Suelos grises o podsoles

Son suelos de áreas frías con influencia marítima. Tienen perfil tipo ABC,
con importante lixiviación que da lugar a un subhorizonte A2 de aspecto
ceniciento y a que se acumule humus en el horizonte B.

Este tipo de suelo es característico de la taiga (bosques de coníferas). En


España aparece asociado a pinares situados sobre sustratos ácidos (granitos
o arenas siliceas) en zonas húmedas.
Suelos grises o Podsoles

ver animación podsoles

Suelos de estepa

En zonas de escasez de lluvias en las zonas templadas los suelos pardos se


modifican apareciendo otros nuevos

Suelos negros esteparios o Chernozem

Se producen en estepas con estación seca. Se desarrollan en regiones, tanto


frías como cálidas, donde la precipitación es del orden de 500 mm. Los
Chernozem o suelos negros se caracterizan por el escaso lavado, y son
buenos para la agricultura de cereales. Tienen perfil de tipo AC, con color
negro en la parte superior del horizonte A, y pardo amarillento con
concreciones calcáreas en la parte inferior. La roca madre suele ser rica en
carbonatos.
Chernozem

ver animación chernozem

Suelos de la zona polar

No son suelos en sentido edafico ya que en estas zonas la acción atmosférica sobre
las rocas está impedida por el hielo. En el dominio periglaciar, encontramos un manto
de derrubios sobre la roca madre. La parte superior de este manto es el mollisuelo,
y la parte inferior, permanentemente helada, es el permafrost.

Suelo polar (mollisuelo y permafrost)

Los suelos polares son simplemente el manto de alteración que en la capa


más superficial se deshiela en verano (zonas polares marítimas) y se hiela
en invierno (anticiclón polar).

En estas condiciones, las plantas no pueden atravesar el permafrost y solo


progresan musgos y liquenes y hierbas de raices superficiales (tundra).

Localización de los suelos polares (Tundra)

B) SUELOS INTRAZONALES

Suelos cálcicos o rendzinas

Se caracterizan por formarse sobre roca madre calcárea. Por lo tanto,


tienen elevado contenido en carbonato cálcico.
Rendsinas

Suelos silíceos o rankers

Se caracterizan por formarse sobre rocas cristalinas (granitos, gneises)


o silíceas. Son más pobres que las rendzinas.

Suelos silíceos o rankers


Suelos salinos

Se caracterizan por su riqueza en sales solubles. Están los suelos alcalinos,


saturados en sodio y magnesio y con pH elevado (solonetz), y los suelos
salinos en sentido estricto, no saturados en sodio o magnesio (solonchak).

Suelos salinos

Suelos hidromorfos

Se encuentran en zonas saturadas de agua. Son los suelos de turbera y


los suelos gley (color azulado).

Suelo de turbera
Suelo de gley

ver animación suelos gley

C) SUELOS AZONALES

Litosoles

Son los suelos delgados y rocosos de regiones montañosas.

Regosoles

Se forman a partir de materiales de aluvión recién depositados o de dunas.


Regosol en una duna

Regosol aluvial

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