Enfermedades de Mayor Prevalencia en México
Enfermedades de Mayor Prevalencia en México
Enfermedades de Mayor Prevalencia en México
• Trastorno depresivo
Un episodio depresivo es distinto de las variaciones habituales del estado de ánimo. Estos
episodios abarcan la mayor parte del día, casi todos los días, durante al menos dos semanas.
La depresión puede causar dificultades en todos los aspectos de la vida, incluidas la vida
comunitaria y en el hogar, así como en el trabajo y la escuela.
Los episodios depresivos pueden clasificarse en leves, moderados o graves, en función del
número y la intensidad de los síntomas, así como de las repercusiones en el funcionamiento
de la persona.
Estadísticas:
• Rango de edad: Las tasas más altas se presentan entre los grupos de edad de 20 a 44
años, siendo la de los jóvenes de 20 a 24 años la más alta con 16 suicidios por cada
100 000 hombres. En tanto que, en las mujeres, la tasa más alta se presenta en el
grupo de edad de 15 a 19 años con 4 suicidios por cada 100 000 mujeres.
• Análisis multivariado
• Se llevó a cabo un análisis multivariado por
regresión logística usando como variable
dependiente el diagnóstico de episodio de
depresión en el último año. Las variables que
resultaron asociadas significativamente fueron
el sexo -usando a las mujeres como referencia-
, con una razón de momios (RM) de 0.43 (IC
95%=0.36, 0.51); la edad, evaluada como
variable continua, cuya RM fue de 1.02 (IC
95%=1.01, 1.03), y la escolaridad, con una RM de 0.73 (IC 95%=0.66, 0.81). Al
repetir los modelos de manera diferenciada para cada uno de los sexos se
encontró que, únicamente en el caso de
los hombres, la condición de desempleo
resultó significativamente asociada a la
presencia de depresión. La RM para esta
variable fue de 1.7 (IC 95%=1.23, 2.35),
manteniéndose los coeficientes
correspondientes a la edad y a la escolaridad
prácticamente iguales que en el modelo
general (cuadro II).
• De acuerdo con los datos de la encuesta, la cifra de mujeres mayores de 18 años
de edad con eventos depresivos en el último año fue superior a 2 500 000.
De estas mujeres, sólo 27.2% había sido alguna vez diagnosticada como
depresiva por un médico y 7.9% había tomado medicamentos antidepresivos en
las últimas dos semanas. En el caso de los hombres, poco más de 800 000
mayores de 18 años de edad en el país habían padecido depresión en el último
año. En este caso, el porcentaje de afectados que contaban con
diagnóstico médico fue de 19 y el de individuos con tratamiento de 6.1.
El antecedente de diagnóstico es más frecuente entre los sujetos que gozan de algún
tipo de aseguramiento médico. El 37.4% de las mujeres aseguradas con sintomatología
de depresión han sido diagnosticadas, contra sólo 21% en las no aseguradas. En el caso
de los hombres con depresión, 28.9% de quienes tienen seguro médico han sido
diagnosticados, contra sólo 14% en los no asegurados. El porcentaje de sujetos con sin-
tomatología de depresión que tienen antecedente de diagnóstico médico también varía
dependiendo del tamaño de la localidad donde se habita. En las áreas rurales, el
porcentaje correspondiente es de 17%, sin notables diferencias entre mujeres y hombres
(17.4% y 16.1%, respectivamente). En las zonas metropolitanas, por su parte, la
proporción de individuos con antecedente de diagnóstico es de 31.7% con diferencias
mayores -aunque no estadísticamente significativas- entre mujeres (32.7%) y hombres
(27.4%). Otra variable que tiene asociación con el antecedente diagnóstico es el nivel de
escolaridad. Entre los individuos sin estudios formales el porcentaje de individuos con
diagnóstico es de sólo 14.6% contra 49.1% en los que tienen educación superior.
Trastorno de ansiedad:
Las personas pueden experimentar varios trastornos de ansiedad al mismo tiempo. Por lo
general, los síntomas comienzan durante la infancia o la adolescencia y se extienden hasta
la edad adulta. Las niñas y las mujeres tienen más probabilidades de sufrir trastornos de
ansiedad que los niños y los hombres.
Los trastornos de ansiedad, al igual que otras afecciones de salud mental, son el resultado
de una compleja interacción de factores sociales, psicológicos y biológicos. Cualquier
persona puede tener un trastorno de ansiedad, pero las personas que han sufrido abusos,
pérdidas importantes u otras experiencias adversas tienen más probabilidades de
presentarlo.
Los trastornos de ansiedad están estrechamente relacionados con la salud física y, por
consiguiente, esta influye en ellos. Muchos de los efectos de la ansiedad (como la tensión
física, la hiperactividad del sistema nervioso o el consumo nocivo de bebidas alcohólicas)
son también factores de riesgo conocidos en determinadas enfermedades, como las
cardiovasculares. A su vez, las personas con estas enfermedades también pueden sufrir
trastornos de ansiedad por las dificultades asociadas con el manejo de su afección.
TDAH:
El trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) es un trastorno mental que
comprende una combinación de problemas persistentes, como dificultad para prestar
atención, hiperactividad y conducta impulsiva. El TDAH en los adultos puede llevar a
relaciones inestables, mal desempeño en el trabajo o en la escuela, baja autoestima y otros
problemas.
Aunque se llama TDAH en adultos, los síntomas comienzan en la primera infancia y
continúan en la adultez. En algunos casos, el TDAH no se reconoce ni se diagnostica hasta
que la persona es un adulto. Los síntomas del TDAH en adultos pueden no ser tan claros
como los síntomas del TDAH en niños. En los adultos, la hiperactividad puede disminuir,
pero los problemas con la impulsividad, la inquietud y la dificultad para prestar atención
pueden continuar.
Algunas personas con TDAH tienen menos síntomas a medida que envejecen, pero algunos
adultos siguen teniendo síntomas importantes que interfieren en su vida diaria. En el caso
de los adultos, algunas de las características principales del TDAH pueden ser dificultad
para prestar atención, impulsividad e inquietud. Los síntomas pueden oscilar entre leves y
graves.
• Impulsividad
• Desorganización y problemas para establecer prioridades
• Escasas habilidades para administrar el tiempo
• Problemas para concentrarse en una tarea
• Problemas para realizar múltiples tareas a la vez
• Actividad excesiva o inquietud
• Escasa planificación
• Baja tolerancia a la frustración
• Cambios de humor frecuentes
• Problemas para realizar tareas y terminarlas
• Temperamento irascible
• Problemas para enfrentar el estrés
Estrés
Se puede definir el estrés como un estado de preocupación o tensión mental generado por
una situación difícil. Todas las personas tenemos un cierto grado de estrés, ya que se trata
de una respuesta natural a las amenazas y a
otros estímulos. Es la forma en que reaccionamos el estrés lo que marca el modo en que
afecta a nuestro bienestar.
El estrés afecta tanto a la mente como al cuerpo. Es positivo tener un poco, pues nos ayuda
a realizar las actividades diarias, pero cuando el estrés pasa a ser excesivo tiene
consecuencias físicas y psíquicas. Sin embargo, podemos aprender a lidiar con él para
sentirnos menos abrumados y mejorar nuestro bienestar físico y mental.
Cuando tenemos estrés nos resulta difícil relajarnos y concentrarnos, y podemos sentirnos
ansiosos o irritables. Además, el estrés puede causar dolor de cabeza o de otras partes del
cuerpo, malestar gástrico, dificultades para dormir o alteraciones del apetito (comer más o
menos de la cuenta). Cuando el estrés se cronifica, puede agravar problemas de salud y dar
lugar a un aumento del consumo de tabaco, bebidas alcohólicas y otras sustancias.