Documento 1 Introduccion A La Filosofia
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Y es que con la filosofía sucede algo muy distinto de lo que ocurre con la
definición de otros saberes humanos. Por lo general, cuando queremos
definir una ciencia, lo hacemos recurriendo al tipo de objetos de que se
ocupa. Así, por ejemplo, para decir qué es la biología, recurrimos a los seres
vivos: “la biología es la ciencia que estudia los seres vivos.” Del mismo
modo, la mineralogía es la que estudia los minerales, la física es la ciencia
que estudia la naturaleza material, la lingüística estudia las lenguas, la
oceanografía estudia los mares, etc., etc. Diciendo cuál es el objeto del que
se ocupa una determinada ciencia o un determinado saber nos hacemos
rápidamente una idea del mismo. Sin embargo, el problema se complica
cuando llegamos a la filosofía: no parece haber un acuerdo universal sobre
el tipo de objetos de los que se ocupa el filósofo. Unos dirán que la filosofía
se ocupa del conocimiento, otros que, del hombre, de la historia, etc., etc.
Para algunos, la filosofía no tiene en realidad ningún objeto propio, que no
se ocupa de nada y que más bien debería desaparecer. Otros, por el
contrario, dirán que la filosofía se ocupa de todo, como veremos.
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es decir, la filosofía es un modo de saber que no tiene dado un objeto sobre
el cual reflexionar al principio mismo de su tarea, sino que ella lo ha de
descubrir y conquistar mediante su propio esfuerzo. Por ello, quizás el
mejor modo de introducirnos a la filosofía sea el considerar algunas ideas
que en la historia misma de esta disciplina se han ido haciendo los
hombres sobre ella.
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naturales de un modo distinto al de Tales de Mileto, Anaximandro,
Anaxímenes y todos aquellos grandes pensadores. Hoy las ciencias
naturales son la principal fuente de conocimientos sobre la
naturaleza y el filósofo no puede decir una palabra sobre el mundo
natural sin tener en cuenta la información que estas ciencias
proporcionan.
La física, la biología, la astronomía, etc., etc., son las que nos pueden
decir de un modo seguro y riguroso cómo es el mundo natural en el
que vivimos. Es más, en muchos casos las ciencias naturales
pretenden arrebatar completamente a la filosofía su derecho de
reflexionar sobre las cosas naturales: si la astronomía, la mecánica, la
biología, etc., estudian ya la naturaleza ¿qué tiene de nuevo que
aportar la filosofía? Para muchos, es suficiente un estudio científico
de la naturaleza: la filosofía, si bien fue útil en los primeros tiempos
de la humanidad, ya no puede aportar ningún conocimiento
verdadero sobre las cosas. Para quienes piensan así, la era de la
filosofía habría pasado ya: ésta es la era de la ciencia, la era del
conocimiento positivo y riguroso, no de la especulación filosófica.
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que integrase dentro de sí las informaciones concretas de cada
ciencia. La filosofía sería una generalización de lo que hacen los
científicos, algo así como un conjunto bien armonizado de “visiones
científicas.” De este modo se superaría la especialización y la miopía
de los saberes particulares, logrando un saber de conjunto, una idea
general del mundo donde tuviese su lugar cada uno de los datos
concretos que los científicos van descubriendo.
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en realidad, quien conoce la naturaleza y quien puede dar un
sentido a todos los datos de las ciencias. Por esto, muchos filósofos
han pensado que el objeto propio de la filosofía sería ante todo el
hombre.
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sobre el hombre. El hombre sería el objeto o el tema de la filosofía,
mientras que las ciencias se ocuparían de la naturaleza. Lo que
sucede es que dentro de esta preocupación filosófica por el hombre
caben muchas posturas. Para algunos filósofos, como Kant, lo que
interesa del hombre es que él es el sujeto de todo conocimiento. El
hombre interesaría a la filosofía por ser el principio mismo de todo
conocer. Todo saber y toda ciencia es un conocimiento humano, y la
filosofía se ocuparía justamente de los modos y de los límites del
conocimiento: sería una teoría del hombre como teoría del
conocimiento humano. Para otros, lo relevante del ser humano no
sería tanto su inteligencia como su interioridad, sus sentimientos, su
angustia, el sentido de su vida, su religiosidad, etc. Son las filosofías
del hombre como filosofías de la existencia humana. Para otros, lo
importante no es tanto el conocimiento o la interioridad como la
exterioridad. El hombre es, como decía Marx, “el conjunto de sus
relaciones sociales.” Lo que interesa a estos filósofos no es la vida
personal individual, sino más bien la vida social e histórica de los
hombres, en la cual se jugaría verdaderamente su destino y su
felicidad. La filosofía del hombre se convierte entonces en filosofía
de la historia. Como vemos, un mismo interés por el hombre se
puede desarrollar filosóficamente de modos muy diversos, según el
enfoque de lo humano que se elija. Sin embargo, común a todas
estas filosofías es el humanismo, esto es, la posición del ser humano
en el centro de las preocupaciones teóricas. El peligro de las
filosofías humanistas, sobre todo de las más interioristas, puede ser
el pensar que se puede reflexionar sobre el hombre con
independencia del mundo real en el cual vive.
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Una de las formas que puede tomar la filosofía del hombre es la de
una reflexión moral. Esto quiere decir lo siguiente: para
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confundiendo. La filosofía moral y la filosofía de la práctica necesitan de
una reflexión general sobre el hombre y sobre el mundo.
Este recorrido por algunas ideas sobre lo que es la filosofía nos muestra
que todas son, en cierto modo, parciales y limitadas. La filosofía no puede
ser exclusivamente una reflexión sobre la moral o sobre el deber porque
esta reflexión moral necesita de una idea del hombre y del mundo. Pero la
filosofía no puede ser tampoco, de modo exclusivo, una meditación sobre
el mundo o sobre la totalidad. Es imposible separar y aislar todas las
concepciones de la filosofía a las que nos hemos referido. Una reflexión
sobre la totalidad, por ejemplo, es absurda si en esa totalidad no tiene un
papel el hombre. Y una reflexión sobre el hombre no puede carecer de
algún tipo de consideraciones morales. Podemos decir, por tanto, que la
filosofía no es exclusivamente una reflexión sobre la totalidad, ni sobre el
hombre o sobre la moral, sino las tres cosas a un tiempo. La filosofía ha de
reflexionar sobre la actividad humana, sobre el hombre mismo y sobre el
mundo real en el que vive. En una primera aproximación podemos decir
lo siguiente: la filosofía consiste en una reflexión sobre la actividad de los
hombres en el mundo.
Pero esta definición provisional es aún insuficiente para caracterizar la
filosofía. La filosofía no es solamente una reflexión sobre la actividad
humana, sobre su praxis, sino que el mismo filosofar consiste en una
actividad real, aunque teórica, que los hombres llevan a cabo en su vida
social e histórica. Hemos de considerar también, por tanto, el tipo de
actividad especial en que la filosofía consiste: ¿en qué se diferencia la
actividad del filósofo de otras actividades humanas?
BIBLIOGRAFÍA:
INTRODUCCIÓN A LA PRÁCTICA DE LA FILOSOFÍA”
DR. ANTONIO GONZÁLEZ
12ava. Edición 2000