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Ecuador Mauricio Alarcon

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ESTADO DE EXCEPCIÓN Y TOQUE DE QUEDA EN ECUADOR

Mauricio Alarcón Salvador


Fundación ciudadanía y desarrollo

El 29 de febrero, la ministra de Salud, mediante rueda de prensa, confirmaba el primer caso


de Covid-19 en Ecuador. Trece días más tarde, el Gobierno Nacional, informaba a los
ciudadanos la identificación de 23 casos positivos y el fallecimiento de la denominada
“Paciente 0”. A consecuencia de este hecho, se activó el denominado Comité de Operaciones
de Emergencia, integrado por el vicepresidente y varios ministros, que resolvió varias
medidas, entre otras, el cierre de aeropuertos y pasos fronterizos, la restricción de ingreso de
vuelos internacionales a partir del 17 de marzo, la prohibición de realizar actos públicos con
más de 30 personas, así como las celebraciones religiosas y las procesiones de Semana Santa.

La noche del lunes 16 de marzo, a través de una cadena nacional, el presidente de la


República Lenin Moreno decretó el estado de excepción en el país. La Constitución de
Ecuador, en su artículo 164, faculta al presidente a decretarlo “en todo el territorio nacional o
en parte de él en caso de agresión, conflicto armado internacional o interno, grave conmoción
interna, calamidad pública o desastre natural.” Nuestra Norma Suprema determina, además,
que “el estado de excepción observará los principios de necesidad, proporcionalidad,
legalidad, temporalidad, territorialidad y razonabilidad” y que solo se podrá suspender o
limitar el ejercicio “del derecho a la inviolabilidad de domicilio, inviolabilidad de
correspondencia, libertad de tránsito, libertad de asociación y reunión, y libertad de
información”.1

Así, el Decreto Ejecutivo No. 10172, declaró el estado de excepción bajo la causal de
calamidad pública en todo el territorio ecuatoriano, y dispuso la movilización de la Policía
Nacional, las Fuerzas Armadas, el Ministerio de Salud Pública y el Servicio Nacional de
Gestión de Riesgos y Emergencias. Sobre la base de los parámetros constitucionales, se
suspendió el ejercicio del derecho a la libertad de tránsito y el derecho a la libertad de
asociación y reunión.

La restricción a la libertad de tránsito no es absoluta, y las reglas han cambiado en los últimos
días, en función del incremento de casos positivos de Covid-19. Al momento, hay un toque
de queda vigente en todo el país entre las 14h00 y las 05h00, y circulación vehicular limitada
a dos días por semana en función del último dígito de la placa del auto. Hay excepciones al
toque de queda, pudiendo así circular normalmente, por ejemplo, los comunicadores sociales
acreditados, el personal médico o los ciudadanos que por razones de salud deban trasladarse a
un centro médico.

No está restringida la libertad de asociación en su sentido más amplio, sino más bien la
posibilidad de reunirse y manifestarse en forma libre y voluntaria. Las organizaciones de la
sociedad civil han continuado con sus operaciones y han jugado un rol fundamental en apoyar
el manejo de la crisis, especialmente en la recaudación de fondos, de alimentos y medicinas,
así como en acciones de voluntariado.

1
Constitución de la República del Ecuador. Registro Oficial No. 449. 20 de octubre de 2008.
2
Disponible en https://bit.ly/2xGUXPG.
Se suspendió la jornada laboral presencial. Tanto el sector público como el sector privado, en
general, debieron acogerse obligatoriamente a la modalidad de teletrabajo, exceptuándose
ésta para los trabajadores encargados de la provisión de servicios públicos básicos, de
industrias y servicios de alimentación y de salud. La medida relacionada con el teletrabajo
resultó indudablemente positiva, no obstante, ha causado impacto colateral en el ejercicio de
un derecho fundamental como el acceso a la información pública pues, de facto, han quedado
suspendidos los plazos obligatorios de respuesta ante la imposibilidad física de que los
funcionarios públicos tengan a su alcance todos los archivos institucionales.

El punto controversial del Decreto es la autorización del uso de “plataformas satelitales y de


telefonía móvil para monitorear la ubicación de las personas en estado de cuarentena sanitaria
y/o aislamiento obligatorio, que incumplan las restricciones dispuestas, a fin de ponerlas a
disposición de las autoridades judiciales y administrativas competentes.” Hasta ahora se
desconoce si es que esto ha llegado a aplicarse internamente por parte del Gobierno Nacional.
Cualquier posible buena intención es puesta en duda por varios sectores del país por la
experiencia de años recientes en que el gobierno espiaba selectivamente a ciudadanos sin su
autorización.

El jueves 19 de marzo, la Corte Constitucional emitió su dictamen favorable de


constitucionalidad del Decreto Ejecutivo (Dictamen 1-20-EE/20A)3. No obstante, observó
precisamente este tema, emitiendo la recomendación de “precautelar que el uso de medios
tecnológicos para monitorear el cumplimiento de las restricciones señaladas en el decreto
ejecutivo, no sirva como medio para transgredir derechos constitucionales y se aplique
únicamente sobre las personas a quienes las autoridades de salud hayan dispuesto de manera
específica el aislamiento u otras medidas de similar naturaleza”. En la misma línea, el mismo
19 de marzo los principales organismos internacionales de derechos humanos emitieron un
comunicado conjunto en el que enfatizan que es fundamental que el uso de las herramientas
de tecnología de vigilancia sea limitado “tanto en términos de propósito como de tiempo, y
que se protejan rigurosamente los derechos individuales a la privacidad, la no discriminación,
la protección de las fuentes periodísticas y otras libertades.” Se afirmó además que “los
Estados también deben proteger la información personal de los pacientes” y que “todo uso de
esa tecnología se atenga a las más estrictas protecciones y que sólo esté disponible de acuerdo
a la legislación nacional que sea compatible con las normas internacionales de derechos
humanos.”4

La Corte Constitucional ecuatoriana observó además que el Estado debe permitir “en las
circunstancias excepcionales de este periodo de emergencia sanitaria, el ingreso adecuado de
las personas nacionales y extranjeros con residencia en el país, que se encuentren en tránsito
hacia Ecuador o en zonas fronterizas; debiendo imponerse los debidos controles sanitarios.”

Para el 22 de marzo, ante el desborde de casos en la provincia de Guayas (Guayaquil), el


presidente de la República, emite un nuevo Decreto Ejecutivo, el No. 1019 mediante el cual
establece a la provincia como “zona especial de seguridad”, a cargo de las Fuerzas Armadas,
con un mayor control sobre los ciudadanos.

Cabe recalcar que, en ninguno de los casos mencionados se ha asumido potestades por fuera
del marco constitucional ni se ha establecido régimen excepcional alguno. Ante denuncias
3
Disponible en: https://bit.ly/349Jp3z.
4
COVID-19: gobiernos deben promover la libre circulación de información durante pandemia – Expertos
internacionales. Disponible en: https://bit.ly/3bLGXmu.
ciudadanas de posibles abusos por parte de elementos de la fuerza pública, estos han sido
conocidos por la jurisdicción ordinaria; la Fiscalía General del Estado ha anunciado
públicamente el inicio de investigaciones. Se mantiene plenamente el principio constitucional
de unidad jurisdiccional y la inexistencia de jurisdicciones especiales.

Finalmente, a diferencia de varios países de la región, las autoridades ecuatorianas han


garantizado el ejercicio de la libertad de expresión y la libertad de prensa. Esto ha permitido,
por ejemplo, que los medios de comunicación y sus periodistas cuestionen abiertamente las
cifras oficiales que presentan las autoridades a través de dos reportes diarios y entreguen
datos adicionales. Esta acción ha tenido impacto positivo, pues ante un evidente subregistro
de la cifra de fallecidos, los medios de comunicación empezaron a reportar casos por su
cuenta, lo que forzó a las autoridades a incorporar en sus reportes oficiales una cifra por
“fallecidos probables por Covid-19”, con datos más correspondientes a la realidad.

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