Historia Del Arte Semana 1
Historia Del Arte Semana 1
Historia Del Arte Semana 1
La arquitectura del Antiguo Egipto se caracteriza por crear un sistema constructivo en sus edificios monumentales,
con el empleo de sillares tallados en grandes bloques, y sólidas columnas.
Para entender su magnificencia hay que tener en cuenta los siguientes condicionantes ideológicos: el poder político
fuertemente centralizado y jerarquizado; y el concepto religioso de inmortalidad del faraón en la "otra vida". En
cuanto a los condicionantes técnicos: conocimientos matemáticos y técnicos, a veces desconcertantes para la época;
la existencia de artistas y artesanos muy experimentados; abundancia de piedra fácilmente tallable.
Las construcciones más originales de la arquitectura egipcia monumental son los «complejos de las pirámides», los
templos y las tumbas (mastabas, speos, hipogeos y cenotafios), cuya grandiosidad dependía de la clase social del
personaje a enterrar. Las tumbas de varios faraones fueron construidas como pirámides y las mayores son las
atribuidas a Seneferu, Keops y Kefrén. La única de las siete maravillas del Mundo Antiguo que aún perdura, la
pirámide de Jufu, es un buen ejemplo del grado de perfeccionamiento alcanzado en las ciencias aplicadas.
Los egipcios construyeron monumentales templos dedicados a los dioses, como los de Karnak o Abu Simbel,
destacando en ellos su gran impacto simbólico, el tamaño y la gran armonía y funcionalidad de sus espacios. Los
arquitectos reales, con sus conocimientos de física y geometría, erigieron monumentales edificaciones y organizaron
el trabajo de multitudinarios grupos de artistas, artesanos y trabajadores. El tallado, transporte desde las canteras de
Asuán y colocación de pesados obeliscos monolíticos de granito o colosales estatuas, implica un alto nivel de
conocimientos. También construían grandes palacios para comodidad del faraón, pero la vida terrenal era menos
importante que la de ultratumba, por lo que no eran de piedra y no han tenido la misma duración que tumbas y
templos.
Características generales
El material más utilizado por los egipcios es la piedra, ya que gracias a ésta los edificios más importantes eran
imperecederos. En los inicios, también usaron otros componentes como la madera o el adobe, pero a partir del
Imperio Antiguo éstos se relegaron a las construcciones menos importantes.
La arquitectura era arquitrabada o adintelada. Esto quiere decir que, aunque los conocían, no utilizaban el arco y la
bóveda. Elaboraban figuras rectas que se apoyaban sobre pilares o columnas. En caso contrario, no podían alcanzar
la monumentalidad que deseaban. Los muros eran gruesos, lo que aumentaba el colosalismo de los edificios.
El soporte más utilizado fue la columna. Pese a que diseñaron diferentes tipos, la más usada fue la columna
protodórica. Las características de este tipo son las siguientes:
El primer arquitecto conocido de la historia fue Imhotep, que nació en Egipto en el 2.690 a.C. Asimismo, era sumo
sacerdote de Heliópolis, científico y médico. Diseñó la Pirámide escalonada de Zoser, la primera de la que se tiene
constancia.
Gracias a los elementos arquitectónicos, las formas y los sistemas constructivos usados, gran parte de la arquitectura
egipcia ha llegado hasta nuestros tiempos. Si quieres conocer otros aportes de esta civilización, te recomendamos
leer el siguiente artículo: Aportaciones de la antigua civilización egipcia a la humanidad.
Arquitectura religiosa.
La religión era una parte fundamental de la sociedad del antiguo Egipto. Por ello, fueron numerosas las grandes
construcciones religiosas que elaboraron a lo largo de los años.
Templo
El templo era el edificio utilizado para honrar a los dioses. La mayoría tenían una distribución semejante, que se
dividía en las siguientes partes:
Avenida de Esfinges: un paseo que conducía al templo y estaba lleno de esfinges, unas figuras con cuerpo de
león y cabeza humana.
Pilono: era la entrada, formada por un gran muro ante el que se colocaban obeliscos o representaciones del
faraón.
Sala Hípetra: un patio abierto rodeado de columnas. En su interior había una gran cantidad de esculturas.
Podía entrar cualquier persona.
Sala Hipóstila: se encontraba en el interior. Era una habitación con columnas gigantes a la que sólo podían
acceder el faraón, los sacerdotes y los altos cargos.
Santuarios: eran las salas más importantes. La conocida como Sancta Sanctorum era la dedicada al dios
principal. En otra sala se encontraba la barca que se sacaba en las procesiones por el río. Solo podían entrar
el faraón y el sacerdote principal.
Entre los templos más importantes encontramos el de Karnak, considerado el complejo más grande de Egipto.
También destaca el Templo de Lúxor, en la antigua Tebas, gracias a su óptimo estado de conservación.
Por otro lado, había otro tipo de templo, el funerario, cuya función era la de conmemorar a una persona ya fallecida.
Un modelo es el Ramesseum, ordenado construir por Ramsés II.
Obelisco
El obelisco era otra de las representaciones religiosas más destacadas. Consistía en una columna alargada de forma
cuadrangular que se elevaba sobre una base de mayor tamaño.
En ella se esculpían inscripciones jeroglíficas que indicaban el faraón que lo había encargado y el dios al que estaba
dedicado. Si te interesa conocer la escritura jeroglífica, encontrarás más información en este artículo: La escritura y
los jeroglíficos egipcios: significado y características.
La punta tenía forma de pequeña pirámide y se le conocía como piramidión. Éste solía estar recubierto de oro,
bronce o alguna aleación de metales. Los obeliscos más altos llegaron a medir 28 metros.
Desde la aparición del Imperio romano, la mayoría de los obeliscos construidos por los egipcios se transportaron a
las grandes ciudades de otras culturas. En la actualidad, tan sólo seis se conservan en Egipto.
Construcciones funerarias.
Los egipcios creían en la vida eterna después de la muerte. Para garantizarla, diseñaron grandes construcciones que
siguen asombrando en la actualidad.
Mastaba.
La mastaba fue el primer modelo de tumba para faraones y personas destacadas que elaboraron los egipcios durante
el Periodo Arcaico y el Imperio Antiguo. Era de planta rectangular y contaba con una cámara subterránea en la que
dejaban el cuerpo a través de un pozo.
También tenía una capilla para que la gente hiciera ofrendas. Otra sala era el serdab, donde se colocaba una estatua
del difunto en la que se pensaba que permanecía el ka, una parte del espíritu humano.
Uno de los ejemplos más famosos es la Mastaba de Idu, en Guiza. Idu fue un importante funcionario de la dinastía
VI. Una de las particularidades de este edificio es que cuenta con una puerta falsa.
Pirámide.
Las pirámides son el monumento funerario más reconocido de esta civilización. Comenzaron a elaborarse en la
Dinastía III como una construcción fúnebre exclusiva de los faraones. La primera fue la Pirámide de Zoser, del
2.700 a.C., la cual puedes observar en esta imagen:
Este modelo es escalonado, ya que se forma por una superposición de mastabas. Las siguientes se construyeron con
una doble pendiente, como es el caso de la del faraón Seneferu. Más tarde, se diseñaron las pirámides lisas.
En el interior de éstas se encontraban pasillos y cámaras que quedaban cerrados tras el entierro del faraón. De esta
forma, se protegían su cuerpo y sus riquezas para que se mantuvieran durante toda la eternidad.
Las pirámides más destacadas son las de Guiza, tres modelos que pertenecen a los faraones Keops, Kefrén y
Micerinos. La de Keops tiene una altura de 145 metros y en su interior cuenta con una galería principal de 37
metros, en la que se hayan dos conductos para que el alma del faraón pudiera salir.
Hipogeo.
Tras la época de las pirámides, llegó la de los hipogeos. Éstos eran tumbas excavadas en la roca que alcanzaron su
esplendor en el Imperio Nuevo.
Este cambio se debió a los continuos saqueos que sufrían las pirámides. De este modo, se intentaban esconder al
máximo posible las tumbas de los faraones y las riquezas que se encontraban en ellas.
El hipogeo más importante es el del Valle de los Reyes, en Lúxor, la antigua Tebas. En esta ubicación hallamos un
total de 28 faraones enterrados a lo largo de 420 años.
Un tipo de tumba parecida fue el speos, que era una combinación entre templo e hipogeo. Por otro lado, los
hemispeos contaban con una fachada decorada y una parte excavada en la roca, como es el caso del Templo de
Ramsés II, en Abu Simbel.
Arquitectura civil.
La arquitectura civil es la que menos a trascendido de la historia egipcia, ya que son pocos los ejemplos conservados
que podemos encontrar hoy en día.
Vivienda.
La construcción doméstica, al contrario que los monumentos religiosos, era un tipo de edificación perecedero, ya
que se utilizaban materiales como el adobe y el ladrillo. Como consecuencia, no quedan restos en la actualidad y la
información que se posee proviene de los relieves de otros edificios.
Las casas tenían una estructura cuadrangular y tan sólo contaban con una entrada. Normalmente, tenían un máximo
de tres habitaciones, aunque las clases más altas poseían viviendas más grandes que incluían una parte exclusiva
para el servicio.
Algunas de éstas tenían un patio interior del que aprovechaban la luz. Las villas de los nobles se localizaban fuera de
las ciudades. Asimismo, alrededor de las pirámides, se formaban ciudades de obreros.
Palacio.
El palacio real era la residencia del faraón y su familia. Se situaba en las afueras de la ciudad y, a veces, para
comunicarse con ésta, contaba con una avenida. Se construían con materiales más resistentes.
Entre las distintas habitaciones, se encontraba el salón de recepciones. Un elemento de algunos palacios que llamaba
la atención era la ventana de las apariciones, desde la que el faraón se asomaba para que los súbditos lo pudieran
ver.
Esta vivienda oficial solía tener además grandes jardines en los que incluso se podían encontrar animales. Uno de
los palacios más destacados es el Palacio Norte, en Amarna, en el que se piensa que vivió la reina Nefertiti.
Si quieres conocer más sobre el estilo de vida de los faraones, en el siguiente artículo encontrarás todos los detalles:
Faraones del Antiguo Egipto.
Obras de arte.
Las obras de arte que acompañaban a los grandes edificios no pasaban desapercibidas, pues también se
caracterizaban por su monumentalismo. La escultura que más se repite en esta cultura es la del faraón con los brazos
pegados al cuerpo, aunque también había de dioses y animales.
Asimismo, la figura que más llama la atención es la de la esfinge: una criatura que tiene cuerpo de león y cabeza
humana, aunque también hay modelos con cabeza de otro animal, como las esfinges de Karnak.
Entre las que se conservan, destaca la esfinge de Guiza. Ésta alcanza una longitud de 73 metros y una altura de 20
m. El rostro es el del faraón Kefrén y se piensa que estaba pintada. La finalidad de estas creaciones era la protección
de los templos y las tumbas.
En cuanto a la pintura, se elaboraban frescos en los muros de los edificios. La temática era variada y hallamos
representaciones religiosas, de la vida cotidiana, etc. Los faraones y las personas importantes se representaban de
mayor tamaño que el resto.
Durante los próximos meses, publicaremos breves artículos sobre la historia de la arquitectura y cómo evolucionó
para establecer los fundamentos de la arquitectura como la conocemos hoy. Esta semana, volveremos a uno de los
períodos más destacados e influyentes que conoce la arquitectura en Grecia: Egeo, Arcaico, Clásico y Helenístico.
Los griegos comunicaron espacios y formas a través del énfasis en la proporcionalidad, como lo ilustra en gran
medida el matemático griego Pitágoras. Es por eso que el estilo de los edificios griegos se basó ampliamente en las
dimensiones, la escala y su relación entre sí. En cuanto a los materiales, los griegos poseían una artesanía exquisita
en piedra, construyendo estructuras monumentales y adornándolos con refinado arte de mármol.
La antigua ciudad-estado griega buscaba reforzar la importancia de tener "una vida equilibrada y una moral
adecuada" y para hacerlo, diseñaron templos basados en proporciones matemáticas que reflejaban su cultura y
valores de alto nivel.
Cultura Egea.
Las civilizaciones marinas que vivían alrededor del mar Egeo aprendieron a emplear los recursos naturales y el
comercio con los países vecinos del Mediterráneo, lo que condujo a la construcción de tierras agrícolas, pueblos y
pequeños asentamientos fortificados a lo largo de la costa del mar. Durante el segundo milenio, los historiadores
creen que existieron dos civilizaciones en esa tierra: minoicos y micénicos.
Knossos es quizás la estructura minoica más grande y reconocida. Se cree que antes de un gran terremoto en 1700
aC, consistía en una serie de estructuras dispersas que se ubicaban alrededor de un gran patio rectangular. Sin
embargo, fue reconstruido después del terremoto en un diseño repetitivo y unificado con múltiples niveles,
corredores, escaleras y un patio central. Los pisos inferiores se construyeron con mampostería de "sillar", mientras
que los pisos superiores se construyeron con escombros, madera, vigas de madera y columnas minoicas de madera
características. En cuanto a los Micenos, la Ciudadela de Micenas, junto con la planificación urbana, se
construyeron con el objetivo principal de "fuerza y defensa". Por lo tanto, la gente tenía que entrar por una gran
"Puerta del León" y caminar por un pasillo estrecho para entrar a la ciudad. Los portales, los dromos con paredes de
piedra y los arcos triangulares con elementos distintivos estaban muy presentes en Micenas.
Periodo Arcaico.
El período arcaico tuvo algunas de las contribuciones arquitectónicas más significativas. En aquel entonces, los
lugareños buscaban tierras de cultivo y recursos naturales adicionales, por lo que expandieron sus territorios y
establecieron asentamientos rectangulares bloqueados alrededor de templos y mercados en el centro de la ciudad.
Además de las ciudades y estructuras planas, se introdujeron pórticos cubiertos, techos inclinados y columnas de
piedra. Quizás los elementos arquitectónicos más distinguidos del período arcaico fueron las columnas, o lo que
ahora conocemos como órdenes de arquitectura, debido a la terminología utilizada por el arquitecto romano
Vitruvio. Las bases, mayúsculas y entablamentos estilizados se clasificaron en tres tipos: dórico (sin base y
mayúscula simple), iónico (tiene una base con "volutas" en forma de desplazamiento como mayúsculas) y corintio
(tiene una base con un estilo muy elaborado y estilizado capital).
Período Clásico.
Los edificios construidos durante el período clásico (alrededor de 480 - 320 aC) destacan la madurez y la agudeza
que Grecia había alcanzado en ese momento en términos de arquitectura, especialmente los construidos en la
Acrópolis. El edificio más famoso del antiguo complejo es el Partenón, que también es el templo más grande que se
haya construido durante la era clásica. Incorpora columnas prostyle iónicas y dóricas que se asientan en un
estiloilobato convexo (plataforma). Otras estructuras importantes son el Antiguo Templo de Atenea, los Propileos y
el Erecteion.
Periodo Helenístico
Las columnas corintias dominaron el período helenístico, ya que la arquitectura se alejó de la geometría refinada
dominante del período clásico. Además, los arquitectos comenzaron a centrarse en espacios exteriores y teatros para
fomentar las interacciones cívicas, lo que condujo a la construcción de stoas y teatros. Los stoas –que son pasillos
con columnas–, se consideraron espacios transitorios de estar en un espacio abierto, pero al mismo tiempo
protegidos. El Teatro de Epidauro (finales del siglo IV a. C.) es muy elogiado por historiadores y arquitectos por su
acústica única, nivelación estructural y simetría.