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Resumen Libro Capitulo 1

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TECNOLÓGICO NACIONAL DE MEXICO

INSTITUTO TECNOLOGICO DE CHILPANCINGO

CARRERA DE INGENIERIA CIVIL


Semestre: Febrero-junio 2023

Resumen del temario del libro


Capítulo 1 Introducción a los riesgos naturales

PRESENTA:
Edgar Ulises Hernández Castillo

MATERIA:
Desastres y protección civil

PROFESOR: Ing. Jaime Román Villalobos

Chilpancingo de los Bravo a 14 de febrero de 2023


Resumen
Capítulo 1 Introducción a los riesgos naturales
1.1 Por qué es importante estudiar los riesgos naturales
Desde 1995 el mundo ha experimentado un devastador tsunami en el océano
Índico producido por uno de los cinco terremotos más grandes registrados en la
historia; inundaciones catastróficas en Venezuela, Bangladesh y Europa central; El
Niño más fuerte del que se tienen datos y terremotos mortales en la India, Irán y
Turquía. Desde 1995 Norteamérica ha experimentado un huracán mortífero de
categoría 5 en Guatemala y Honduras; incendios arrasadores en Arizona y
California que establecieron un récord; el peor estallido de tornados en la historia
de Oklahoma; una serie de cuatro huracanes en seis semanas en Florida y las
Carolinas comparable al récord; una tormenta de nieve paralizadora en Nueva
Inglaterra y Quebec; granizo que estableció un récord en Nebraska y un
calentamiento global del clima más perceptible en Alaska y el norte de Canadá.
Estos sucesos son el resultado de fuerzas enormes que operan tanto en el interior
como en la superficie de nuestro planeta

Procesos: internos y externos


En el estudio de estos riesgos naturales utilizaremos el término proceso para
referirnos a los modos físicos, químicos y biológicos por los que sucesos como
erupciones volcánicas, terremotos, desprendimientos de tierras e inundaciones
afectan a la superficie de la Tierra. Algunos de estos procesos, como erupciones
volcánicas y terremotos, son el resultado de fuerzas en el interior de la Tierra
sólida, se trazan identificando zonas de terremotos y volcanes activos.
Otros procesos asociados con los riesgos naturales son el resultado de fuerzas
externas en la superficie de la Tierra o muy cerca de ella. Por ejemplo, la energía
del Sol calienta la atmósfera y la superficie de la Tierra, lo que produce vientos y
evapora el agua. La circulación del viento y la evaporación del agua son
responsables de la formación de zonas climáticas en la Tierra y de dirigir el
movimiento del agua en el ciclo hidrológico.

Riesgo, desastre o catástrofe


Un riesgo, o riesgo natural, es cualquier proceso natural que representa una
amenaza para la vida humana o la propiedad. El suceso en sí no es un riesgo;
más bien un proceso natural se convierte en un riesgo cuando amenaza los
intereses humanos. Un desastre, o desastre natural, es el efecto de un riesgo en
la sociedad, normalmente en forma de un suceso que ocurre en un periodo de
tiempo limitado y en una zona geográfica definida. Una catástrofe, dicho
sencillamente, es un desastre masivo que requiere un gasto considerable de
tiempo y dinero para la recuperación.
Muerte y daños ocasionados por los riesgos naturales
Si comparamos los efectos de diferentes riesgos naturales vemos que los que
provocan más pérdidas de vidas humanas no son necesariamente los mismos que
causan un mayor daño a la propiedad.
El daño en la propiedad causado por cada tipo de riesgo es considerable.
Inundaciones, desprendimientos de tierras, suelos expansivos que se contraen y
se hinchan y heladas, cada uno de ellos provoca daños por valor de más de 1 500
millones de dólares al año en Estados Unidos. Sorprendentemente, los suelos
expansivos son uno de los riesgos más costosos, causando más de 3 000
millones de dólares en daños anualmente

1.2 Papel de la historia en la comprensión de los riesgos


Un principio fundamental para entender los riesgos naturales es que se trata de
sucesos repetitivos y por lo tanto el estudio de su historia proporciona información
muy necesaria para cualquier plan de reducción de riesgos.
Recordemos el papel que desempeñó la historia en los catastróficos flujos de lodo
del Nevado del Ruiz en Colombia.
Ya estemos estudiando inundaciones, desprendimientos de tierras, erupciones
volcánicas o terremotos, el conocimiento de los sucesos históricos y de la historia
geológica reciente de una zona es vital para la comprensión y evaluación del
riesgo. Por ejemplo, si se quiere evaluar la historia del desbordamiento de un río
en concreto, una de las principales tareas consiste en identificar las inundaciones
que han tenido lugar en el pasado histórico y en el prehistórico reciente. Puede
obtenerse información útil estudiando fotografías aéreas y mapas tan antiguos
como el registro permita.

1.3 Ciclo geológico


A lo largo de la mayor parte de los 4 600 millones de años de la historia de la
Tierra, los materiales de la superficie de la Tierra, o cerca de ella, han sido
creados, mantenidos y destruidos por numerosos procesos físicos, químicos y
biológicos. Estos procesos, que están actuando continuamente, producen los
materiales terrestres, tierra, agua y atmósfera, necesarios para la supervivencia.
En su conjunto, a estos procesos se les denomina ciclo geológico, que en realidad
es un grupo de subciclos que incluyen:

■ el ciclo tectónico
■ el ciclo de las rocas
■ el ciclo hidrológico
■ ciclos biogeoquímicos

El ciclo tectónico
El término tectónico se refiere a los procesos geológicos a gran escala que
deforman la corteza terrestre y producen formas del terreno como cuencas
oceánicas, continentes y montañas. El ciclo tectónico supone la creación,
movimiento y destrucción de placas tectónica.

Litosfera y corteza terrestre La Tierra tiene varias capas internas que difieren en
composición o propiedades físicas. La capa más exterior o superficial, llamada
litosfera, es más fuerte y rígida que el material más profundo. Debajo de la
litosfera está la astenosfera, una capa caliente de roca de consistencia fluida y
resistencia relativamente baja, que se encuentra a una profundidad media de unos
250 kilómetros. Mediante un estudio detallado de las cuencas oceánicas y
continentes, los científicos han establecido que la litosfera tiene un espesor medio
de 100 kilómetros; va desde unos pocos kilómetros de espesor por debajo de las
crestas de dorsales oceánicas, hasta 120 kilómetros por debajo de cuencas
oceánicas y hasta 400 kilómetros por debajo de los continentes. La parte superior
de la litosfera es la corteza.

Tipos de límites de placas A diferencia de la astenosfera, que se piensa que es


más o menos continua, la litosfera está partida en grandes trozos llamados placas
litosféricas o tectónicas que se desplazan en relación unas con las otras .

Los procesos asociados con el origen, movimiento y destrucción de estas placas


se conocen conjuntamente como tectónica de placas. Tanto la formación como la
destrucción de placas tectónicas tienen lugar a lo largo de sus márgenes o límites.
Los límites de placas pueden ser divergentes, convergentes o transformantes.
Estos límites no son grietas estrechas sino zonas de fallas geológicas que tienen
decenas o cientos de kilómetros de ancho. Es en estos límites donde ocurren los
terremotos y los volcanes.

Los límites divergentes se producen cuando las placas se alejan entre sí y se va


produciendo litosfera nueva. Un lugar en el que ocurre esta separación es en el
centro de grandes cadenas de montañas submarinas conocidas como dorsales
oceánicas por un proceso llamado expansión del fondo marino . En la expansión
del fondo marino, la dorsal oceánica desarrolla una serie de grietas de extensión,
más o menos paralelas a la cresta de la dorsal. A lo largo de estas grietas la
litosfera se escinde formando fisuras. Muchas de las grietas en esta zona de
fisuras submarinas resultan inyectadas con roca fundida de la parte inferior.
Cuando estas grietas solidifican, se forma litosfera nueva y las placas tectónicas a
cada lado se separan a una velocidad que va de decenas a unos pocos cientos de
milímetros al año .

Los límites convergentes se producen cuando las placas colisionan . Durante la


colisión, la placa de mayor densidad se hundirá por debajo de la placa de menor
densidad.

El proceso en el que una placa tectónica se hunde por debajo de otra se denomina
subducción. Los límites convergentes de este tipo se denominan zonas de
subducción y se caracterizan por fosas profundas en el fondo marino. Sin
embargo, si los bordes principales de ambas placas están compuestos por
material de densidad relativamente similar, resulta más difícil que comience la
subducción.

Puntos calientes
No toda la actividad tectónica tiene lugar en los límites de placas. En varios
lugares de la Tierra se forman volcanes en el interior de una placa tectónica en
localizaciones conocidas como puntos calientes.

El ciclo tectónico y los riesgos naturales


Nunca se dirá demasiado sobre la importancia del ciclo tectónico en los riesgos
naturales. Todos los habitantes de la Tierra están afectados por la tectónica de
placas.Al moverse lentamente las placas, con una velocidad media de unos 50
milímetros al año, lo hacen también los continentes y las cuencas oceánicas
produciendo zonas de terremotos y volcanes.

El ciclo de las rocas


Las rocas son agregados de uno o más minerales. Un mineral es una sustancia
cristalina natural con unas propiedades definidas (Apéndice A). El ciclo de las
rocas es el subciclo geológico mayor y está relacionado con todos los demás
subciclos. Depende del ciclo tectónico como fuente de calor y energía, del ciclo
biogeoquímico para los materiales y del ciclo hidrológico para el agua. El agua se
utiliza después en los procesos de meteorización, erosión, transporte, deposición y
litificación de sedimentos.

El ciclo hidrológico
Al movimiento del agua desde los océanos a la atmósfera y de vuelta a los
océanos se le denomina ciclo hidrológico. Dirigido por la energía solar, el ciclo
funciona por medio de la evaporación, precipitación, escorrentía superficial y flujo
subterráneo y el agua se almacena en diferentes compartimentos a lo largo del
camino.

Ciclos biogeoquímicos
Un ciclo biogeoquímico es la transferencia o circulación de un elemento o
elementos a través de la atmósfera (la capa de gases que rodea la Tierra),
litosfera (capa exterior rocosa de la Tierra), hidrosfera (océanos, lagos, ríos y
aguas subterráneas) y biosfera (la parte de la Tierra donde existe vida). De esta
definición se deduce que los ciclos biogeoquímicos están estrechamente
relacionados con los ciclos tectónico, de las rocas e hidrológico. El ciclo tectónico
proporciona agua de los procesos volcánicos además del calor y la energía
necesarios para formar y cambiar los materiales de la tierra transferidos en los
ciclos biogeoquímicos. El ciclo de las rocas y el hidrológico intervienen en muchos
procesos que transfieren y almacenan elementos químicos en el agua, el suelo y
las rocas. Los ciclos biogeoquímicos pueden describirse muy fácilmente como la
transferencia de elementos químicos a través de una serie de compartimentos de
almacenaje o reservorios (por ejemplo, aire, suelo, aguas subterráneas,
vegetación). Por ejemplo, los animales exhalan carbono que entra en la atmósfera
y es absorbido por las plantas.

1.4 Conceptos fundamentales para comprender los


procesos naturales como riesgos
Los cinco conceptos que se describen a continuación son básicos para
comprender los riesgos naturales. Estos conceptos fundamentales sirven de
marco conceptual para el estudio de cada uno de los riesgos naturales que se
tratan en los siguientes capítulos del libro.

1. Los riesgos son predecibles a partir de una evaluación científica. Riesgos


naturales como terremotos, erupciones volcánicas, desprendimientos de tierras e
inundaciones son procesos naturales que pueden ser identificados y estudiados
utilizando el método científico. La mayoría de los sucesos y procesos peligrosos
pueden seguirse, trazarse y predecir su actividad futura basándose en la
frecuencia de sucesos pasados, pautas de su incidencia y tipos de sucesos
precursores.

2. El análisis de riesgos es un componente importante en la comprensión de


los efectos de procesos peligrosos.
A los procesos peligrosos se les puede hacer un análisis de riesgos que estima la
probabilidad de que tenga lugar un suceso y las consecuencias resultantes de ese
suceso. Por ejemplo, si se estimara que en un determinado año Los Ángeles tiene
un cinco por ciento de probabilidad de un terremoto moderado y si se conocen las
consecuencias de ese terremoto en términos de pérdida de vidas humanas y
daños, entonces se puede calcular el riesgo potencial para la sociedad.

3. Existen vínculos entre diferentes riesgos naturales así como entre los
riesgos y el medio físico.
Los procesos peligrosos están conectados de muchas maneras. Por ejemplo, los
terremotos pueden producir desprendimientos de tierras y olas gigantes en el mar
denominadas tsunamis y los huracanes provocan con frecuencia inundaciones y
erosión costera.

4. Sucesos peligrosos que antes producían desastres producen ahora


catástrofes.
La magnitud, o el tamaño, de un suceso peligroso así como su frecuencia, o cada
cuánto ocurre, puede estar influida por la actividad humana. Como consecuencia
del aumento de la población y un mal aprovechamiento de la tierra, sucesos que
causaban desastres están provocando con frecuencia en la actualidad catástrofes.

5. Las consecuencias de los riesgos pueden ser minimizadas. Reducir las


consecuencias potencialmente adversas y los efectos de los riesgos naturales
requiere un enfoque integrado que incluye conocimiento científico, planificación y
regulación del uso de la tierra, ingeniería y preparación previa al desastre.
Ciencia y riesgos naturales
La ciencia es un cuerpo de conocimiento obtenido mediante investigaciones y
experimentos cuyos resultados están sometidos a verificación. El método de la
ciencia, denominado a menudo el método científico, comprende una serie de
etapas. La primera etapa es la formulación de una pregunta. En relación con un
suceso peligroso un geólogo podría preguntarse: ¿por qué ocurrió un
desprendimiento de tierras que destruyó tres viviendas? Para examinar y contestar
a esta pregunta el geólogo invertirá tiempo en estudiar la ladera que ha fallado.

Los riesgos son procesos naturales


Desde los albores de la existencia humana, hemos tenido que adaptarnos a
procesos que hacen la vida más difícil. Los seres humanos somos, al parecer,
producto de la Edad de Hielo del Pleistoceno que comenzó hace más de 1,8
millones de años (Tabla 1.3). La época del Pleistoceno y la siguiente del Holoceno
se han caracterizado por cambios climáticos rápidos: de las condiciones glaciales
severas relativamente frías de hace unos cuantos miles de años a las condiciones
interglaciales relativamente cálidas que tenemos en la actualidad. El aprender a
adaptarnos a condiciones climáticas severas y cambiantes ha sido necesario para
la supervivencia del ser humano desde el principio.

Predicción y alerta

Aprender a predecir desastres para poder minimizar pérdidas humanas y daños en


la propiedad es un empeño importante. Para algunos riesgos naturales se dispone
de la suficiente información para prever los sucesos con precisión. Cuando la
información es insuficiente para hacer predicciones precisas, lo mejor que se
puede hacer es localizar zonas en las que han ocurrido sucesos catastróficos y
deducir dónde y cuándo podrían tener lugar sucesos similares en el futuro. Si se
conoce la probabilidad y las posibles consecuencias de un suceso en una
ubicación determinada, se puede evaluar el riesgo que dicho suceso representa
para la gente y la propiedad aun en el caso de que no se pueda predecir con
exactitud cuándo va a ocurrir la próxima vez.

Los efectos de un suceso peligroso pueden reducirse si se puede prever y dar la


alerta. Intentar hacer esto implica la mayoría, o todos, de los siguientes elementos:
■ Identificar la localización de un riesgo
■ Determinar la probabilidad de que un suceso de una magnitud dada tenga lugar
■ Identificar cualquier suceso precursor que prediga el evento y dar la alarma

Localización
En su mayor parte, se conoce dónde es probable que ocurra un tipo de suceso
determinado (Apéndice C). A escala global, las principales zonas de terremotos y
erupciones volcánicas se han delineado trazando mapas que muestran (1) dónde
han tenido lugar los terremotos, (2) la extensión de rocas volcánicas formadas
recientemente y (3) la localización de volcanes de actividad reciente.

Probabilidad de que ocurra el suceso Determinar la probabilidad de un suceso


dado en una localización determinada dentro de un espacio de tiempo
determinado es una parte esencial de la predicción de un riesgo (Apéndice D).
Para muchos ríos se dispone de registros de caudal suficientemente largos como
para elaborar modelos de probabilidad que pueden predecir razonablemente el
número medio de inundaciones de una magnitud determinada que van a tener
lugar en una década. De la misma manera, a las sequías se les puede asignar una
probabilidad basándose en las precipitaciones anteriores en la zona.

Sucesos precursores Muchos sucesos peligrosos están precedidos por sucesos


precursores. Por ejemplo, la superficie del terreno puede deformarse (esto es,
moverse lentamente durante un periodo largo de tiempo) antes de un
desprendimiento de tierras real.

La identificación de sucesos precursores ayuda a los científicos a predecir cuándo


y dónde es probable que ocurra un suceso importante. Así, la documentación
sobre la deformación del terreno o el hinchamiento de un volcán puede conducir a
las autoridades a establecer una alerta y evacuar a la gente de una zona
peligrosa.

Pronóstico Con algunos procesos naturales se puede pronosticar con precisión


cuándo va a llegar el suceso. El desbordamiento del río Mississippi en primavera
como consecuencia de la nieve fundida o de grandes sistemas de tormentas
regionales es fácil de predecir.

Alerta Después de que se haya previsto un suceso peligroso o se haya realizado


una predicción, la población debe ser alertada. El flujo de información que
conduce a la alerta de un posible desastre, tal como un gran terremoto o
inundación, debería seguir un camino predefinido.

Ejemplos de desastres en zonas densamente pobladas


Ciudad de México es el centro de la zona urbana más populosa del mundo.
Aproximadamente 23 millones de personas están concentradas en un área de
unos 2 300 kilómetros cuadrados. Una familia promedio en esta zona es de cinco
miembros y se estima que un tercio de las familias vive en una única habitación.
La ciudad está construida en antiguos lechos lacustres que amplifican la sacudida
en un terremoto y hay partes de la ciudad que se están hundiendo varios
centímetros al año por el bombeo de aguas subterráneas. El hundimiento no ha
sido uniforme así que los edificios se inclinan y son todavía más vulnerables a la
sacudida de un terremoto14. En septiembre de 1985 México soportó un terremoto
de magnitud 8,0 que causó la muerte de unas 10 000 personas en Ciudad de
México.
Otro ejemplo son los terremotos de Izmit, Turquía, en 1999. Estos temblores
causaron la muerte de unas 17 000 personas porque ocurrieron cerca de una zona
muy poblada en la que muchos edificios estaban mal construidos.

Crecimiento de la población
La población mundial ha crecido más del triple en los últimos 70 años. Entre 1830
y 1930, población mundial pasó de 1 000 a 2 000 millones de personas. En 1970
casi se había duplicado de nuevo y en el año 2000 había unos 6 000 millones de
personas en la Tierra (véase Caso 1.1). Este rápido crecimiento de la población se
denomina a menudo la bomba demográfica porque el crecimiento exponencial de
la población tiene como resultado un aumento explosivo del número de personas
(Figura 1.15). Crecimiento exponencial significa que la población crece cada año
no por la suma de un número constante de personas, sino por la suma de un
porcentaje constante de la población actual. Sin embargo, es el crecimiento
exponencial en sí lo que es peligroso para la supervivencia ya que lleva consigo
más exposición a procesos naturales peligrosos, aumento de la contaminación,
reducción en la disponibilidad de alimentos y agua potable y una mayor necesidad
de eliminación de residuos.

Magnitud y frecuencia de los sucesos peligrosos


El impacto de un suceso peligroso es en parte función de la cantidad de energía
liberada, esto es, su magnitud y del intervalo entre sucesos, esto es, su
frecuencia. El impacto está influido también por muchos otros factores, entre ellos
clima, geología, vegetación, población y uso de la tierra.

1.5 Muchos riesgos proporcionan una función de servicio


natural
Resulta irónico que los mismos sucesos naturales que se cobran vidas humanas y
destruyen propiedades también nos proporcionen importantes beneficios,
denominados a veces funciones de servicio natural. Por ejemplo, el
desbordamiento periódico del río Mississippi suministra nutrientes a la llanura de
inundación y crea suelos fértiles para la agricultura.

1.6 Cambio climático global y riesgos


El cambio climático global y regional, a menudo asociado con el calentamiento
global, puede cambiar la incidencia de sucesos naturales peligrosos como
tormentas, desprendimientos de tierras, sequías e incendios. ¿Cómo podría
afectar el cambio climático a la magnitud y frecuencia de estos sucesos? Con el
calentamiento global el nivel del mar se elevará ya que el calentamiento aumenta
el volumen de las aguas oceánicas y acrecienta la fusión del hielo glacial. En
consecuencia, aumentará la erosión costera. El cambio climático puede desplazar
zonas de producción de alimentos al recibir algunas más precipitaciones y otras
menos. Es probable que los desiertos y las zonas semiáridas se extiendan y
latitudes más cálidas del norte podrían volverse más productivas. Tales cambios
podrían conducir a desplazamientos globales de población que podrían acarrear
guerras o importantes agitaciones sociales y políticas.
El calentamiento global introducirá más energía a la atmósfera proveniente de
aguas oceánicas más calientes; esta energía puede aumentar la gravedad y
frecuencia de fenómenos peligrosos como tormentas eléctricas (con tornados) y
huracanes.

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