La Repúbilca
La Repúbilca
La Repúbilca
1. La República
En el año 494 a. C., los plebeyos se amotinaron en el Aventino v amenazaron con fundar una nueva
ciudad, rival de Roma. Este hecho obligó a los patricios a concederles una institución, los tribunos de
la plebe, elegidos anualmente como representantes de los plebeyos para defender sus intereses. En
el 445 a. C. los plebeyos consiguieron, mediante la ley Canuleya, legalizar los matrimonios entre
patricios y plebeyos; más adelante, las leyes Licinias Sextias (367 a. C.) establecieron que uno de los
dos cónsules tenía que ser plebeyo.
Estos cambios políticos dieron paso a una nueva aristocracia compuesta por patricios y plebeyos
enriquecidos, y propiciaron que el ingreso en el Senado fuese casi un privilegio hereditario de estas
familias. El Senado se convirtió en un órgano fundamental de poder: declaraba la guerra y firmaba
la paz, establecía alianzas con pueblos extranjeros, decidía la fundación de colonias y gestionaba las
finanzas públicas.
• Las guerras samnitas (343-290 a. C.). Roma encontró la oposición de varios pueblos itálicos que se
unieron entre sí. En el año 338 a. C., Roma consiguió disolver la Liga Latina, de la que formaban parte
los latinos y los volscos. La confederación de los pueblos itálicos del norte (etruscos, umbros y galos)
fue derrotada en el año 283 a. C., y poco después lo fue la de los pueblos del sur.
• En el 281 a. C. la colonia griega de Tarento, al sur de la península Itálica (Magna Grecia), solicitó
ayuda a Pirro, rey de Epiro, contra Roma. Aunque este resultó vencedor en distintas batallas, no
detuvo a los romanos y tuvo que regresar a Grecia. Durante los diez años siguientes, Roma completó
la conquista del sur de Italia y de esta manera consiguió dominar toda la península.
Los principales beneficiarios de la expansión territorial romana fueron los comerciantes plebeyos
ricos y, sobre todo, las grandes familias patricias, que recibieron inmensos latifundios trabajados por
esclavos.
En cambio, la guerra arruinó a los campesinos pobres, que se vieron obligados a emigrar. Roma se
convirtió en una gran urbe con una numerosa plebe empobrecida que sobrevivía gracias a los
repartos públicos o a su actividad como clientes (es decir, como plebeyos al servicio de los patricios).
En este contexto se desarrollaron, desde el siglo i a. C., las guerras sociales, que tuvieron tres hitos
significativos:
• Los intentos de reforma agraria de los hermanos Graco, a mediados del siglo II a. C., en virtud de
los cuales se repartía el suelo público entre los pobres y se distribuía trigo al pueblo. Los senadores
no vieron con buenos ojos estas reformas y los dos hermanos fueron asesinados.
• El levantamiento de los pueblos itálicos para reclamar el derecho de plena ciudadanía (91-89 a.
C.). El tribuno Marco Livio Druso había prometido tierras a los plebeyos y el derecho de ciudadanía
romana a los pueblos itálicos. Esto no gustó a los senadores y Druso fue asesinado en el 91 a. C.
Entonces, los ejércitos aliados itálicos se rebelaron e iniciaron la Guerra Social (91-88 a. C.). Aunque
estos pueblos fueron derrotados, finalmente consiguieron la plena ciudadanía.
• La revuelta de esclavos de Espartaco (73-71 a. C.). Los esclavos derrotaron varias veces a los
ejércitos romanos. Finalmente, Craso y Pompeyo los sometieron. Espartaco murió y gran parte de sus
hombres fueron crucificados a lo largo de la Vía Apia, en las afueras de Roma.
HISTORIA ET VITA .
Monarquía República
2. Explica qué importancia tuvieron la ley Canuleya y las leyes Licinias Sextias.
Escenario en el que
tiene lugar
Personajes que
intervienen
Consecuencia para
los cartagineses
2. La educación romana
2.1. Finalidad
La educación romana tenía como principal objetivo transmitir a los muchachos el ideal de virtus. El
modelo de virtud romano era el del hombre consagrado totalmente a la comunidad, por lo que a los
jóvenes se les ofrecían ejemplos de heroísmo cívico, que se presentaban como históricos incluso si
eran legendarios.
La virtus comprendía también el respeto por las tradiciones ancestrales y familiares: el joven
romano vivía en la admiración de sus antepasados y debía esforzarse por imitarlos. Continuamente
contemplaba los bustos de los antepasados familiares, ya que estaban expuestos en el atrio de la
casa y eran paseados solemnemente en cada entierro.
La virtus tenía también una dimensión religiosa. El hombre verdaderamente virtuoso debía ser capaz
de anteponer el respeto por las leyes divinas no solo por delante de su propia vida y sus
necesidades, sino también del interés inmediato de la patria. El verdadero patriotismo empezaba por
la piedad y el respeto hacia los mensajes de los dioses.
Entre los romanos no existían las escuelas tal y como las conocemos actualmente. La escuela podía
ser una simple habitación (taberna) o un local abierto, que daba a la calle (pergula). Las clases
empezaban por la mañana, con una breve interrupción a mediodía para comer, y continuaban
durante la tarde. Se impartía un total de seis horas de clase.
El curso se iniciaba a finales de marzo y el año escolar parece que duraba ocho meses, aunque no se
sabe con exactitud si había un periodo oficial de vacaciones de verano: es probable que las escuelas
estuviesen abiertas también durante los meses de verano, aunque debían de estar poco
frecuentadas, ya que los padres solían hacer descansar a los niños en esta estación. No había escuela
los días festivos ni los de mercado, que tenían lugar cada nueve días.
Sin embargo, la enseñanza no era obligatoria ni estaba controlada por el Estado, como hoy en día,
sino que los padres decidían libremente sobre la educación de sus hijos, de forma que muchos niños
no recibían instrucción.