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El Profetismo.

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El Profetismo

en la Sagrada Escritura

Objetivo
Temática
Crónica
Fotografías

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Apuntes de: Miguel Angel Corral Chagolla cmf

En la materia impartida por: Armando Collin, pbro.

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Introducción

Parte I. Origen y esencia del profetismo hebreo.

Tema 1. El profetismo hebreo en la investigación profética de este siglo.

1.1 Antecedentes.

1.2 Las culturas circundantes: Egipto, Fenicia, Mesopotamia, Mari, Grecia, Canaán,
beduinos, etc.

1.3 Los magos, adivinos, charlatanes, pitoniza, agoreros, falsos profetas.

1.4 Los géneros literarios: oráculo, hecho simbólico, elegía, visiones, etc.

Tema 2. Características generales del profeta de Israel.

2.1 La profecía en Israel y la personalidad del profeta.

2.2 Función del profeta de Israel.

2.3 Singularidad del profeta hebreo: Nashir, Ro´eh, Nabi´.

2.4 El mensajero de Dios e intermediario, el hombre de Dios.

2.5 El verdadero profeta de Dios.

Parte II. El profetismo hebreo de los orígenes.


Tema 1. El profetismo extático.

1.1 El profetismo extático y sus proyecciones sociales y religiosas.

1.2 El profetismo colectivo y sus manifestaciones carismáticas.

Tema 2. Profetas cercanos al Rey.

2.1 Samuel: último juez, sacerdote y primer profeta de Israel.

2.2 El profeta Gad (1 Sam. 22,5).

2.3 El profeta Natán: promesa del trono perpetuo (2S am.7,1-29).

Tema 3. Profetas que están lejos del Rey.

3.1 El profeta Ajías (1 Re. 11,26-39).

3.2 Miqueas ben - Yimlá (1 Re. 22).

3.3 El profeta Yehú (1 Re.16,1-4).

Tema 4. Profetas lejos de la corte y cerca del pueblo.

4.1 El ciclo de Elías (1 Re.17 - 2 Re. 2).

4.2 El ciclo de Eliseo (1 Re.19,19-21; 2 Re.2,19-21 - 13,21).

Parte III. El profetismo clásico.

Tema 1. La literatura y profetas del siglo VIII a.C.

1.1 Contexto histórico - político de Palestina: Reino del Norte y Reino del Sur.

1.2 El Próximo Oriente: Egipto y Babilonia.

1.3 Profetas de este tiempo:

1.3.1 Amos (el profeta de la justicia social). Personalidad, su libro, su mensaje.

1.3.2 Oseas (profeta de la fidelidad conyugal): desierto, matrimonio.

1.3.3 Miqueas (el profeta del juicio): mesianismo, reino futuro.

1.3.4 Isaías (el profeta de la humildad): el proto-Isaías (Caps.1-39). El Emmanuel. El


resto.

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Tema 2. Los profetas de los siglos VII - VI (hasta 587 a.C.).

2.1 Contexto histórico - político de Palestina.

2.2 El Próximo Oriente: la potencia Asiria. Los persas.

2.3 Profetas de este tiempo.

2.3.1 Sofonías: la penitencia reafirma el amor y perdón de Dios "el día de Yahaweh".

2.3.2 Nahum: la caída del poder opresor.

2.3.3 Habacuc: el Justo vivirá por la fe.

2.3.4 Jeremías: la Nueva Alianza, "gérmen de David".

Tema 3. Los profetas del exilio (587-538 a.C).

3.1 Situación política, económica y social de este tiempo.

3.2 Profetas de este período:

3.2.1 Ezequiel: el profeta de la cautividad.

3.2.2 El Deutero-Isaías: Caps.40-55: El siervo de Yahaweh, el Mesías, Rey-Profeta.

Tema 4. Los profetas de la época persa (538-333 a.C.).

4.1 Situación de este tiempo: el regreso del Exilio. La reconstrucción.

4.2 Profetas de este período:

4.2.1 Ageo: la reedificación del Templo.

4.2.2 El Proto-Zacarías (Caps.1-8).

4.2.3 El Trito-Isaías (Caps. 56-66).

4.3 Ultimos profetas de la época persa:

4.3.1 Malaquías. El reino mesiánico. Nuevo sacrificio de tipo universal. Venida del
precursor.

4.3.2 Jonás. El amor de Yahaweh se extiende a toda la humanidad. Universalismo.

4.3.3 Abdías. Destrucción de Edom y restauración de Israel.

4.3.4 Deutero-Zacarías. La reconstrucción del Templo.

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Tema 5. Literatura apocalíptico-mesiánica.

5.1 Panorama histórico de Israel.

5.1.1 Alejandro Magno, conquista Israel.

5.1.2 Período Macabeo.

5.2 Daniel: género literario, significado religioso, añadiduras deuterocanónicas.

5.3 Baruc.

5.4 Carta de Jeremías: confesiones públicas de lamentación.

Parte IV.

Cumplimiento del anuncio profético en la Nueva Alianza.

Tema 1. Juan el Bautista (último profeta de Israel).

Tema 2. Cristo, profeta de profetas.

Tema 3. La misión profética en la comunidad primitiva.

Conclusiones teológicas generales.

El Profetismo

en la Sagrada Escritura

Objetivo
Temática
Crónica
Fotografías

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Apuntes de: Miguel Angel Corral Chagolla cmf

En la materia impartida por: Armando Collin, pbro.

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El Movimiento profético en Israel

Objetivo General

Dado que el "Corpus profético", es uno de los bloques más importantes de la historia
de Israel, en el contexto del anuncio mesiánico; es importante que el alumno conozca
y profundice el sentido histórico y teológico del profetismo de cada etapa. El alumno
deberá conocer que el profeta es aquél que anuncia la salvación y denuncia las
injusticias, sociales, políticas, económicas y religiosas. Por otra parte, el alumno al
concluir el curso tendrá los fundamentos necesarios sobre el sentido de la salvación
que en Cristo se da, ya que con él ha llegado a su plenitud.

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Bibliografía básica

1. CANTO Rubio, J., "Los profetas", Ed. Euramerica, Madrid 1965.

2. SICRE, J.L., "Los dioses olvidados", Ed. Cristiandad, Madrid 1979.

3. SCHOKEL A. - SICRE J.L., "Los profetas", Vols. I-II, Ed. Cristiandad, Madrid
1979.

4. HESCHEL, A., "Il Messagio dei profeti", Ed. Borla, Roma 1981.

5. CONROY, Ch., "Absalom, Absalim!", Ed. PIB, Roma 1978.

6. AA.VV., "Comentario Bíblico Sán Jerónimo", Vols.I-II A.T., Ed. Cristiandad,


Madrid 1971.

7. SICRE, J.L., "Profetismo en Israel", Ed. Verbo Divino, Navarra 1992.

8. SALAS A. - MARTIN Juárez M.A., "Los profetas", Ed. Paulinas, México, D.F.
1992.

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Introducción.

El material que encontramos en el Corpus Profético es un material acequible a todos


los estudiosos, más se enfrenta a ciertas confusiones dentro de algunos textos. Por
otra parte, en la medida en que se van abordando cada uno de los temas que los
profetas pronunciaron en determinada época, es necesario tomar en cuenta el
ambiente en que vivieron, su historicidad, etc.

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Si hablamos de los autores es necesario tener en cuenta dos cosas: su personalidad y
el mensaje profético que dejaron escrito, algunos muy extensos como Isaías y
Jeremías, y otros, muy pequeños como Amós y Miqueas.

Algunos de estos autores en el encabezado de su obra sitúan al tiempo al que se


refieren, mencionando alguno de los reyes de su tiempo, dato que nos ayuda a
ubicarlos en la historia. Sin embargo, algunos otros no se sitúan por la ausencia de
datos históricos en sus obras.

Otro aspecto importante es el material literario que cada uno de los libros contiene.
Por ejemplo, la obra de Isaías en sus tres etapa abarca muchísimos tintes literarios:
oráculos de salvación, oráculos con tinte apocalíptico, himnos, etc. Jeremías por su
parte, nos presente su autobiografía a lo largo de toda su obra. Algunos nos presentan
sístesis históricas en forma de oráculo, reflejando el tiempo en que se pronunció el
oráculo. Otros se nos presentan en forma de himnos de acciòn de gracias, de petición
de perdón, etc.

Estos autores han dejado su huella en la historia de Israel, puesto que han
desarrollado una visión específica. Por un lado anuncian la salvación y denunciar las
injusticias, y por otro, ser profetas escritores, escritores de un mensaje, de una serie
de oráculos.

Algunos de estos profetas fueron predicadores solitarios, y otros ejercieron este


ministerio en grupos, en comunidad. Esto lo comprendemos más con la figura de
Amós (cap.7), que ha sido enviado al Reino del Norte ha predicar las injusticias, y
que ha tenido que decir: "Yo no era profeta, ni hijo de profeta...", entendiendo con
esto que en alguna etapa de la historia había grupos de profetas, trabajo que se iba
transmitiendo de generación en generación. Más no todos surgieron de esta manera;
Amós es quien da el cambio entre el profetismo comunitario y el profetismo solitario.

La mayoría de estos personajes sufre el drama de la incomprensión; son recibidos


como enfermos mentales o desadaptados sociales, pues denuncian las injusticias, se
presentan con actitudes similares tanto en su forma de vestir como en su forma de
hablar. El pueblo los considera como desadaptados sociales o charlatanes; y esto
mismo sigue sucediendo en nuestros días, cuando se habla de la salvación en Cristo y
se denuncian las injusticias sociales, políticas, económicas y religiosas.

Estos hombres para pronunciar su mensaje utilizan hecho simbólico, que en algunas
ocasiones hace más difícil entender su mensaje. Algunos de estos personajes
pronuncian su profecía cerca de los templos, palacios o en los lugares donde se reúne
el pueblo. Se presentan saltando, cantando alabanzas a Dios, lascerándose la carne,
para que el pueblo entienda que son mensajeros de Dios.

En este contexto es necesario franquear estos problemas para poder entender mejor el
mensaje que los profetas nos presentan.

¿Quiénes son estos personajes que van realizando el movimiento profético en Israel?
¿Antes de ellos no hubo ningún profeta? ¿Los pueblos antiguos no tenían ningún
movimiento profético?

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Parte I.

Origen y esencia del profetismo hebreo.

Tema 1. El profetismo hebreo en la investigación profética de este siglo.

1.1 Antecedentes.

Las investigaciones de los últimos años han sido de suma importancia para interpretar
y estudiar la problemática del mensaje profético en Israel. Un mensaje en el que la
mayoría de los estudiosos coinciden en que el movimiento profético de Israel hunde
sus raíces en las grandes culturas del Antiguo Oriente.

La existencia del movimiento profético fuera de Israel es un hecho que nadie pone en
duda. En los últimos años se han estudiado insistentemente las relaciones del
profetismo hebreo con el de las grandes culturas circundantes del antiguo oriente. Se
ha incrementado por los descubrimientos literarios, arqueológicos y científicos,
haciendo posible esa identificación y distinción. Estos indicios de los albores del
profetismo son para los exegetas, punto de partida para afirmar las líneas de relación
con los países circunvecinos de las antiguas culturas como son: Egipto, Mesopotamia
(Babilonia, Nínive), Mari, Canaan (esta última es la región que mejor ilustra este
aspecto).

A través de estas grandes culturas se nota que hay puntos similares en relación a la
profecía hebrea, que se desarrollaron desde la antiguedad y que Israel retoma dándole
un nuevo valor y vigor.

1.2 Las culturas circundantes: Egipto, Fenicia, Mesopotamia, Mari, Grecia, Canaán,
beduinos, etc.

1.2.1 Egipto.

Una de las tesis que más auge ha tenido en nuestro tiempo es la idea de que la tierra
madre del profetismo es Egipto, y que Israel no hizo otra cosa más que ampliar y
profundizar los esquemas ya desarrollados en Egipto.

Uno de los indicios sugestivos para afirmar esto es un papiro que se encontro en
Carhak, a finales del siglo pasado, en donde se presenta a un Mesías egipcio que es
salvador de Egipto. En el Valle de los Reyes y de las Reinas en la tumba de Nefertari
se encuentra en forma de jeroglíficos una inscripción, que habla también de un
salvador de Egipto, que presenta un esquema típico de oráculos, comprendiendo tres
partes: 1. la mención de una época de desgracia; 2. la venida de un rey, y; 3. la época
de salvación. Esquema que aparece en la literatura hebrea en diferentes ocasiones.

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La mayoría de los autores opina que en la literatura egipcia no aparece el término
profeta (ne'bim), sino simplemente se habla de sabios.

Por otra parte, estos textos están relacionados a las diferentes divinidades existentes
en las diferentes dinastías egipcias.

Muchos de estos escritos van dirigidoss a situaciones históricas concretas y no


trascienden como en la profecía de Israel, ya que esta implica la fe del pueblo, y en la
profecía egipcia se queda únicamente en la historia y lo terreno. Estas tres
características distinguen la profecía hebrea de la profecía egipcia.

1.2.2 Profecía en Israel.

En los albores del profetismo encontramos buen grupo de profetas, ya sean verdaderos
o falsos, pertenecientes quizá a una familia profética o como trabajo oficial. No eran
amorfas pues contaban con una seria organización.

El término ne'bim es aplicado a este grupo de profetas en el Oráculo de Natan.

El profetismo hebreo es un fenómeno religioso y típicamente cultual. Por otro lado,


Israel toma algunas características de estos personajes de las culturas circundantes
pero las hace suyas con sus características propias, como son el hecho de que surjen
de la comunidad ante problemas concretos, y su mensaje está asociado a la
comunicación directa o indirecta de parte de Dios en un monoteísmo puro, el
Yahvismo. Una característica propia es que el Espíritu de Dios es el que invade al
profeta, lo trasforma y lo obliga a profetizar.

a. Dios toma la iniciativa y elige.

b. El llamado se resiste.

c. Dios insiste ante la resistencia del que ha sido llamado.

d. El que recibe esa misión sucumbe ante la insistencia de Dios.

e. El que es llamado se convierte en el difusor más comprometido.

En el momento en que es poseído por el Espíritu de Yahvé, el hombre ya no puede


hacer nada.

Los profetas de Israel están en el ambiente religioso, pero no se quedan allí, sino que
van más allá de esas fronteras religiosas, de acuerdo a la misión que han recibido.
Pensemos en Amós que ha sido enviado al Reino del Norte ha denunciar las
injusticias, tarea que realiza en el santuario, pero también en el palacio.

Aparecen la mayoría de los profetas denunciando la corrupción de los monarcas, la


corrupción de la clase alta, ya sea local o nacional. Vibran o se compadecen de la
precaria situación de los pobres o de los humildes.

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1.4 Los géneros literarios.

1.4.1 Oráculo.

Esta forma literaria es la más común en el movimiento profético de Israel. Tiene toda
una estructura típica o concreta que la mayoría de los profetas aplican. Tiene una
invitación a escuchar, una acusación, una fórmula de parte del profeta que se va
repitiendo y un anuncio del castigo.

Estos oráculos generalmente se refieren a las trasgresiones que el pueblo ha realizado


en contra de su Dios, a la corrupción, haciendo una denuncia de esta por sus pecados
concretos. Es allí donde el oráculo contiene la acusación y normalmente el anuncio
del castigo. La condena generalmente va dirigida a la comunidad, pero también es
dirigida a un grupo o una persona. Este tipo de oráculo es de condena y castigo, pero
también encontramos oráculos de salvación, siguiendo la misma estructura, menos en
la última parte donde se anuncia la salvación (Am. 9).

1.4.2 Elegías. Lamentos. "Ayes".

Normalmente contienen el mismo esquema, solo que las elegías introducen una
acusación en forma de advertencia o de elegía (Is.5,8-10; Am.6), caracterizándose
también por el lamento.

Entre estos encontramos el llamado el día del Señor que es presentar el oráculo
aplicado al tema de el día del Señor; para algunos profetas este día es día de castigo,
de destrucción, mientras que otros añaden la esperanza mesiánica o la salvación
(Am.5,18ss).

1.4.3 Doxologías.

Son reconocimientos y alabanzas a Dios. Hay muchas doxologías en el corpus


profético (Am.4,13).

1.4.4 Hecho simbólico.

El mensaje profético es el hecho simbólico. Aparece en todos los profetas. Es una


forma literaria para que el mensaje impacte al auditorio al que se dirige. Cada uno de
los oráculos, normalmente aparecen en forma de hecho simbólico (Am.9; Is.5).

Tema 2. Características generales del profeta de Israel.

2.1 La profecía en Israel y la personalidad del profeta.

¿Quién es el profeta de Israel? En primer lugar, podemos decir que el pueblo de Israel
es el mensajero de Dios; un mensajero que surge del pueblo, vibra con la
problemática de su pueblo y la conoce, se siente sensibilizado. Es la voz misma del
pueblo y a su vez, comunica al pueblo la voluntad de Dios, y a la vez recibe el
mensaje de Dios para comunicarlo a su pueblo.

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Normalmente estos profetas se encuentran asociados a un lugar religioso o a un hecho
religioso, aunque no siempre será el santuario, sino puede ser también un lugar santo.

El profeta, hablando de su personalidad, se presenta ante el pueblo de diferentes


maneras: una sugestiva forma de vestir (piensa en Juan el Bautista), su forma de
alimentarse (ayunando, no participando en los grandes banquetes), etc.

Estos mensajeros en muchas ocasiones se encuentran denunciando los abusos del rey
o de la corte. En algunas otras ocasiones el profeta es perseguido por los poderosos,
porque a los a denunciado su mala manera de vivir, y se esconde fugitivo, ya sea en
medio del pueblo o en el desierto. En otras ocasiones estos profetas son torturados
por parte del rey, por denunciar la corrupción. También en algunas ocasiones estos
profetas se desaniman porque sienten que su mensaje no ha llegado al corazón de su
auditorio y se sienten fracasados. En algunas otras ocasiones por denunciar las
injusticias es expulsado de la comunidad o de la corte.

Otro aspecto es que el profeta ciertamente es consciente de haber sido elegido y


llamado por Dios y se siente obligado a ejecutar acciones concretas y a proclamar
esas ideas que le han sido sugeridas por parte de Dios en forma de Revelación.

Otro aspecto importante de la personalidad del profeta es su vocación, que podemos


encontrar en todos los profetas clásicos; cada uno ha recibido una vocación
específica. Es una llamada que El ha hecho a alguno de sus elegidos. Esta vocación
nace en el interior del pueblo que también ha sido elegido. Por otra parte, el sentido
de la vocación profética es guiar a Israel para que camine según los preceptos
divinos.

Ante esto tenemos que decir que Dios es el que ha tomado la iniciativa, dejando a un
lado la libertad del hombre. Sin embargo, el profeta rechaza esta iniciativa de Dios, y
desde su interior es consciente que no puede hacer caso de lo que Dios le pide, porque
es una carga muy pesada. Sin embargo, Dios insiste para que cumpla esa misión y no
se ande con miedos. Ante esto, el profeta no tiene otro remedio que hacer caso de
Dios. Y, finalmente, se convierte en proclamador incondicional de Dios e inicia
prácticamente su pasión.

2.2 Función del Profeta en Israel.

El profeta es mediador entre Dios e Israel. Además, el profeta es el intérprete, por un


lado del mensaje divino y, por otro lado, de los signos de los tiempos.

Si hablamos de Miqueas que pronunció su mensaje en el 745 a.C. nos encontramos


que se basa en los signos de los tiempos para hablar del Salvador, interpretando los
acontecimientos de su tiempo. Es la misma conciencia de la comunidad, no
únicamente para desvelar el futuro, sino para restaurar las instituciones corruptas
(templo, sacerdocio, gobernantes).

La función del profeta es que no habla en provecho propio, pues su meta es llevar al
pueblo a Dios, y esta función es fundamental en todo el cuerpo profético, pues cuando
el profeta habla, no lo hace en bien propio, sino a favor de la comunidad. Siente

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querer llevar al pueblo a la santidad, aún cuando se tenga que pasar por un vía crucis
o un calvario.

En cuanto a la función del profetas, estos personajes utilizan un lenguaje negativo y


simbólico, y la claridad del mensaje se va dando en la medida en que se acerca la
plenitud de los tiempos. Con frecuencia su mensaje es rechazado particularmente por
los gobernantes, y desde el punto de vista psicológico son catalogados como
desadaptados sociales.

Podemos distinguir dos tipos de profetas que anuncian su mensaje en tiempos


distintos. Uno de ellos se refiere a los profetas oradores (Samuel, Elías, Eliseo) y
otros, los llamados profetas escritores, que nos dejaron una colección de oráculos. En
estos se reúne las características que fueron también oradores, no así los primeros que
no se dedicaron a escribir.

Ellos, los profetas, utilizan el hecho simbólico para que su mensaje impacte más (1
Re.11,29-41; Is.20,1; Jer.19,1ss). El hecho simbólico va unido al mensaje o a la
personalidad del profeta.

Otras características que podemos anotar son: 1. El movimiento profético de Israel se


encarga de dar una profunda espiritualización e interiorización de la actividad
religiosa moral. 2. Otro aspecto importante es el refinamiento de los criterios
morales, partiendo de que el pueblo hebreo tiene que ser fiel al pacto de alianza con
Dios, y a partir de esar alianza ser agradable a los ojos de Dios. 3. Anuncio de la
esperanza mesiánica ya próxima.

2.3 Singularidad del profeta hebreo.

La profecía primitiva hunde sus raíces en la figura de Moisés. Ante este hecho
tenemos que clarificar dos cosas:

a. El contexto histórico de Moisés.

b. El contenido del libro de los Números en el Cap.11.

En su contexto, Moisés reúne los requisitos para ser un verdadero profeta, aunque en
el libro de los Números se muestre así, por haber sido redactado en tiempo de Elías y
Eliseo.

2.3.1 Nashir.

Significa Nazareno (Jue.13,1ss; 1 Sam.1,1ss). Son intermediarios de Dios y los


hombres. Estos están relacionados al culto, más nunca denunciando. No se encuentra
en ellos el Espíritu de Yahvé que los hace profetizar. Son ofrecidos como Nashir por
sus padres.

2.3.2 Ro'eh,

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Es el famoso vidente. En los albores de la profecía el término es usado
indistintamente (Samuel es reconocido por el pueblo como el elegido de Dios). El
vidente es el portador de la voluntad de Dios. Están en contraposición de los
sacerdotes de Baal. Tampoco denuncian las injusticias, sino que están vinculados al
Santuario. Se va a consultar al Ro'eh para que prevea el futuro, pues tienen la
sensibilidad de sacar conclusiones lógicas de la historia que se está viviendo. El
vidente es reconocido por la comunidad como un sabio, al que se debe consultar. No
es poseído por el Espíritu de Dios como los profetas (Nebim).

2.4 El mensajero de dios e intermediario, el hombre de Dios.

2.5 El verdadero profeta de Dios.

Algunas características del falso profeta:

a. Pertenecen a grupos, ya sea de hombres o de mujeres.

b. El falso profeta habla a través de sueños o visiones.

c. Dicen poseer la Palabra de Dios, mientras que el verdadero profeta la posee


realmente.

d. Para pronunciar su mensaje introducen en el mismo algunas palabras dirigidas a


Dios, mientras que el verdadero profeta habla palabras de Dios.

e. Muchos dicen estar poseídos del Espíritu de Dios. El verdadero profeta actúa se ve
empujado por El para denunciar y anunciar.

f. Aparecen frecuentemente en medio de la clase dirigente, para dar autoridad a su


mensaje.

La falsedad de su mensaje consiste en:

a. Roban las palabras de los profetas verdaderos.

b. Andan al pueblo en falsas seguridades religiosa, política, social...

c. Confirman al pueblo en el pecado.

d. Hablan al pueblo para que se olviden del Señor, llevándolos a profesar una religión
sincretista, olvidando la vivencia de la ley, impidiendo la conversión y desvían al
pueblo hacia la ruina (Jer.28,1-9). Anuncian lo que les conviene, porque el verdadero
profeta anuncia, aún a pesar de su sufrimiento, el mensaje del Señor.

e. Quieren agradar a los hombres. No es capaz de denunciar la manera corrupta de


vivir, sino prefieren adular a los destinatarios de su mensaje.

f. Son explotadores del pueblo (Ez.13,19; Miq.3,11). Explotan al pueblo no sólo en el


aspecto económico, sino también en el poder, en sus sentimientos religiosos.

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g. Son amantes del soborno, de la mentira (su mensaje lo construyen en actitudes
mentirosas) y la inmoralidad.

Parte II.

El profetismo hebreo de los orígenes.

Tema 1. El profetismo extático.

1.1 El profetismo extático y sus proyecciones sociales y religiosas.

Es aquél que se dan en Israel hasta el último período de los Jueces y de manera
particular se desarrolla en el Primer libro de Samuel. Por otra parte, el pueblo de
Israel, oprimido por los filisteos, ha perdido su confianza en sus instituciones, y por
tanto, para volver a tener confianza en esas instituciones Dios hace surgir de en
medio del pueblo a un mensajero, que es Samuel.

Samuel, que es el portavoz de la decisión divina para buscar de entre los hijos de
Israel a un Rey. Samuel, siendo el último juez, es considerado como uno de los
representantes del profetismo extático, no porque tenga que entrar en extasis
artificialmente sino porque su mensaje se da en contexto de culto y de oración (1
Sam.3: Dios llama a Samuel y le da una visión) y fue reconocido como verdadero
profeta (v.20).

Podemos decir que a la cabeza del profetismo extático está pues, la figura de Samuel.
Sigue en este mismo contexto Saúl, quien es ungido como el primer Rey de Israel,
transmitiéndole su espíritu profético, quedando él lleno del Espíritu de Yahvé,
comenzando a predicar (1 Sam.10,1), profetizando y leyendo el futuro. Saúl es así,
Rey y Profeta.

1.2 El profetismo colectivo y sus manifestaciones carismáticas.

La figura de Samuel es a la vez del profeta solitario y del profeta que pertenece a la
comunidad profética, incluso encabezándolos (1 Sam.19,18-24). A través de este texto
notamos el profetismo colectivo y al mismo tiempo el profetismo individual. En el
pueblo hebreo hasta el final del período de los jueces e inicio de la monarquía
practicaban el profetismo extático, que se lleva a cabo ya sea de manera individual o
de manera colectiva. Si era de manera colectiva, eran grupos de profetas reconocidos
por el pueblo, y quizá, de profesión, que se reunían principalmente en las cercanías a
algunos santuarios, y a través de visiones, sueños o conjuros podían entrar en
contacto con Yahvé, comunicando la voluntad de Dios a todos los que le rodean. Se
trata, entonces, de grupos fervientes, entre los cuales se encuentra Saúl, y así como
él, muchos otros.

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Se pueden confundir con los profetas de Baal si se estudian superficialmente, o bien,
confundir su mensaje. Por lo cual, es necesario tener siempre presentes las
características de los falsos y verdaderos profetas.

Otra característica de los profetas extáticos es que son profetas carismáticos, como lo
presenta el profetismo colectivo. Porque Dios los ha poseído y los impulsa a hablar,
ellos pronuncian su mensaje sin saber el alcance que tiene.

Dentro de los principales representantes está Samuel, que ha sido suscitado e


instituído por Dios para ayudar a su pueblo a salir de la idolatría, un pueblo por un
lado oprimido por muchísimo tiempo por parte de los filisteos y, por otro lado, un
pueblo que tiene importantes instituciones, entre ellas la sacerdotal, y si Dios lo ha
instituído como profeta tiene que buscar la manera de librar a su pueblo de los
filisteos, y lo hace buscando instituir al Rey. Lucha también en relación con la
institución sacerdotal, que estaban practicando un culto sincretista, mezclando el
baalismo y yahvismo. El mismo Samuel apoya, anima a sus compañeros profetas,
formándose un buen grupo de verdaderos profetas, pues Dios mismo le ha dado su
espíritu.

La muerte de Samuel viene narrada en 1 Sam.25,1. Después de su muerte no surgieron


figuras proféticas como él en mucho tiempo.

La característica de este tiempo del profetismo es que los profetas entran en éxtasis y
son poseídos por el Espíritu de Yahvé.

Tema 2. Profetas cercanos al Rey.

Líneas de evolución del profeta hasta el siglo IX desde la instalación de la monarquía


hasta Amos. Varias etapas son reconocidas.

La primera puede ser definida cuando el profeta está cerca del Rey y ante el Rey
denuncia y da a conocer su mensaje. Los personajes que surgieron en este período
fueron: Gad y Natan. Estamos en el período del gobierno de David, quien gobernó del
1010 al 970 a.C.

2.1 Samuel: último juez, sacerdote y primer profeta de Israel.

2.2 El profeta Gad (1 Sam.22,5).

El profeta Gad interviene en tres ocasiones: La primera ocasión es para aconsejar al


Rey que vuelva a Judá (1 Sam.22,5); la segunda es para acusar el hecho de haber
realizado un censo (2 Sam.24,11-17); y, finalmente, da la orden de edificar un altar (2
Sam.24,18ss). Este profeta desempeña así un cargo de consejero. Nunca se dirige al
pueblo, sino solo al Rey. En este momento no hay ningún esquema de profecía.

2.3 El profeta Natán: promesa del trono perpetuo (2 Sam.7,1-29).

Tiene un poco más de importancia que Gad. Es el profeta de la corte. La cita más
importante es 2 Sam. 7. También aparece en 2 Sam.12 y 1 Re.1,11-48. En la primera

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cita es el punto de partida de toda la tradición hebrea desde el punto de vista
mesiánico, pues es la primera vez en que aparece el inicio de la descendencia, siendo
también uno de los textos más antiguos de la monarquía davídica. En este linaje
descrito por 2 Sam.7, Dios hace una alianza con su pueblo. El texto tiene las
características típicas de un oráculo mesiánico y de dinastía. En la segunda cita, la de
2 Sam.12, se habla de los profetas que están cerca de la corte, ejercitando su misión
en un círculo muy reducido, en la corte o en el palacio. Y si podemos llamarlos
profetas es porque no fueron servilistas al Rey o se vendieron a él, pues a costa de la
incomodidad ellos anuncian y denuncian.

Tema 3. Profetas que están lejos del Rey.

Es la segunda etapa. Los representantes de este tiempo están vinculados al Rey.

3.1 El profeta Ajías (1 Re.11,26-39).

De él tenemos en la Sagrada Escritura dos relatos: el primero lo encontramos en 1


Re.11-26-39, y el segundo en 1 Re.14,1-8. En ambos casos se dirige directamente al
Rey. Ajías ejercitó su profecía en los últimos años del Reinado de Salomón (970-
930). Durante su Reinado no hubo profetas, si no solamente hasta el final, quizá por
el hecho de que Salomón ha pedido a Dios sabiduría para gobernar a su pueblo, y
construir un templo a Dios, por las buenas relaciones internacionales. Gobernó con
sabiduría y justicia a su pueblo, pero... se dejó llevar por sus amantes y se dejó
influir por ritos cananeos y fenicios, construyendo santuarios idolátricos para sus
concubinas. Este rechazo a Dios hace que surga el profeta Ajías para denunciar la
idolatría.

En los tiempos de Salomón se desarrolló el género sapiencial y no hubo necesidad de


profetas, hasta que se desemboca en el terrible final idolátrico, que denuncia Ajías,
quien después se dirigirá a Jeroboam, después de la muerte de Salomón, quien muere
en el 930, y ante él anuncia que el Reino se dividirá y Jeroboam reinará sobre 10
tribus (1 Re.11,26ss). Esta ya es una profecía estructurada: encuentro, denuncia,
advertencia, motivo del oráculo y cumplimiento o explicación del sentido del oráculo.
Cuando muerte Salomón se divide el Reino y Roboam, hijo de Salomon, se queda solo
con una tribu.

3.3 El profeta Yehú (1 Re.16,1-4).

3.4 Miqueas de Yimla.

No tiene que ver con una obra escrita y aparece muy alejado del Rey, y tienen que ir a
buscarlo para oir la profecía, y tampoco se sabe si hubo una reacción contra él.
Solamente tenemos la noticia de su existencia y de su profecía.

Tema 4. Profetas lejos de la corte y cerca del pueblo.

La tercera etapa está marcada por la lejanía progresiva, por la corte y el acercamiento
cada vez mayor hacia el pueblo. El ejemplo que encontramos es el profeta Elías, que
es un ciclo completo desde la llamada, el ministerio y la muerte de este personaje

15
profético. Es la primera vez que encontramos una pieza bien estructurada dentro de la
literatura de Israel sobre un profeta; su itinerario completo unido literariamente de
manera extraordinaria.

4.1 El ciclo de Elías (1 Re.17 - 2 Re.2).

Elías era nativo de Jesbe, al otro lado de Gabad, perteneciendo al reino del norte.
Desarrolla su actividad entre el 874-872. Es un profeta soliterio o itinerante, sin una
especial vinculación al santuario, aunque su denuncia es típicamente religiosa y
desaparece a manera teofánica, es el nuevo Moisés, probablemente por el concepto de
la tradición yahvista que se encontraba en crisis.

La mayor parte de su ministerio lo lleva a cabo bajo el reinado de Ajab, quien se casa
con Jezabel, que es fenicia. Al emparentar con los fenicios introduce la práctica
idolátrica fenicia en el pueblo de Israel: el baalismo. Y el mismo rey Ajab honra estas
divinidades construyendo templos idolátricos frente a Jerusalén. Al morir Ajab sube
al trono Ocosías, que dura solo un año en el reinado. El monte Carmelo es
identificado como el lugar donde se da el culto a los baales, en contraposición con
Dios, haciendo un milagro fuera de lo común.

Elías se presenta como verdadero profeta ya que realiza una serie de milagros, pero
sobre todo llama la atención su figura ascética que se nota en su forma de vestir. Por
esto, los autores modernos analizan la figura de Elías en comparación con la figura de
Juan el Bautista, una figura austera, representativa para el pueblo hebreo, lo cual ha
significado que se le aplique el título de Padre del Profetismo.

También podemos decir que Elías es un profeta solitario, a pesar de que en su tiempo
existiera la comunidad de profetas.

Otro hecho importante es que Elías, siendo padre del profetismo, tiene un discípulo
reconocido como Eliseo (1 Re.19,19-21; 2 Re.2,1-6). A través de los textos notamos
el carácter extraordinario de Elías: una persona comprensiva con su discípulo.

En el momento de la partida de Elías está envuelto en una teofanía, es decir, una


manifestación de Dios a los hombres. Elías es trasportado en una carrosa de fuego. La
desaparición de Elías a la vista de Eliseo no significa que Elías en ese momento haya
muerto, sino simplemente nos indica una interrupción de Dios en la corroboración del
profetismo. Elías era así, reconocido por los hombres y aprobado por Dios como
profeta, dejando a su sucesor. Es el hecho de la oficialización del movimiento
profético.

Esta tradición de Elías como padre del profetismo está sostenida por los últimos
profetas, no sólo por el Ciclo de Elías. Así tenemos a Malaquias, de finales del siglo
V quien nos explicita esta paternidad: Mal.4,5 (3,23). Este texto es aplicado a Juan el
Bautista como precursor (Lc.1,17).

Resumen de su misión profética.

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Por los acontecimientos históricos que se van dando, el aspecto más importante de su
misión profética es evitar que la Religión Yahvista se pudiera reducir a una hibrida
forma de sincretismo religioso (mescla de magia, baalismo, acontecimientos
cósmicos...).

Finalmente, podemos decir que Elías es un profeta que trabajo incansablemente por la
clarificación de la Alianza entre Dios y el pueblo. La Alianza presentada en Dt.31,10-
13 es defendida por Elías, pretendiendo su fidelidad, y luchando contra el baalismo.
Esto es lo que identifica su labor profética.

La figura de Elías tiene ya los pasos correspondientes a quien ha sido llamado por
Dios para la actividad profética, es un verdadero Nehebim, desde su vocación, su
ministerio, su denuncia y haber sido poseído por el Espíritu de Yahvé. Presenta varios
gestos simbólicos: la entrega del manto al sucesor, los diferentes milagros.

4.2 El ciclo de Eliseo.

Es el continuador de la obra de Elías, solo que en condiciones diferentes. Es


presentado como una figura carismática, también perteneciente al Reino del Norte.
Habitaba en Guilgal, al norte de Betel, y es en esta región donde desarrolla su
ministerio. Como Elías, realiza una serie de milagros y su ministerio va desde Koran
(842) hasta Joas, Rey (790).

Su vocación esta descrita en 1 Re.19,19-21. En 2 Re. aparece su ministerio, que se


caracteriza por una serie de milagros, que están narrados del capítulo 4 al 6:

a. El aceite de la viuda (4,1-7).

b. La resurrección del hijo de la sunamita (4,8-37).

c. El milagro de la olla envenenada (4,38.41).

d. La multiplicación de panes (4,42-44).

e. Curación de Naaman (5,1-27).

f. El milagro del hacha (6,1-7).

Concluye el cilo de Eliseo narrando su muerte: 2 Re.13,14-20.

Conclusión.

El ciclo de Eliseo es de menor calidad literaria que el de Elías, pero de mayor


extensión. Un ciclo que se formó probablemente de tradiciones que se transmitieron
en los círculos proféticos con relatos cortos y anécdotas, historias de carácter político
marcadas por los guerras. Se cree que en un principio estas tradiciones estaban
separadas. Se reunieron formando el ciclo de Eliseo, probablemente en el período de
Amós.

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La profecía de Eliseo no es de tipo clásico, pues no nos dejó una obra escrita, sino
más bien de tipo estático. Su ministerio no va dirigido únicamente para Israel o para
un sector de la sociedad, sino que presenta su ministerio a diferentes sectores de la
población. Lo vemos así con los pobres, cuando el hambre amenaza a Jericó, cuando
se presenta a los pobres de Guilgal y ante la viuda en el momento de tener que pagar
sus deudas, pero también se presenta ante los reyes. Se presenta, además, ante los
gentiles para anunciarles la bondad del Señor: ante la sunamita y ante Naaman. Su
manera de presentarse es austera, como su maestro Elías. En algunas ocasiones se
hace presente personalmente, en otras envía el mensaje.

Su mensaje está caracterizado por la justicia divina que debe de cumplirse. La


voluntad de la salvación universal de Yahvé se extiende a todas las gentes. Dios,
ciertamente ha elegido a Israel para ser su pueblo, pero tal elección no excluye a los
otros pueblos, pues Dios es Dios no de una familia sino de todos los pueblos.

Con el Ciclo de Eliseo se concluye una primera etapa del profetismo, que se nos narra
en 1 y 2 Re., y que parece ser que se formaron tradiciones orales que posteriormente
se juntaron de acuerdo a los protagonistas hacia principios del siglo VI y dieron como
origen el Ciclo de Elías y Eliseo.

En el Ciclo de Eliseo se nota una obra más extensa, pero de menor valor literario.
Quizá se deba a diferentes compositores o, quizá, se le dió más importancia a Elías,
por ser el inicio del profetismo en Israel.

¿Si Elías y Eliseo son profetas estáticos, qué rasgos centrales y básicos nos presentan
en su mensaje profético? Con ellos descubrimos la distinción entre el verdadero y
falso profeta.

Parte III.

El profetismo clásico.

Buscando el primer profeta clásico nos tenemos que encontrar con Amós, que ya al
principio de su libro nos marca el tiempo histórico y la geografía en que se
desenvuelve. Si abrimos el libro del profeta Oseas y leemos el títulos: "Palabra de
Yahvé que fue dirigida a Oseas...", coincide completamente con Amás, en la
presentación del Reino dividido y los reyes que en ese momento gobiernan. Es lo
mismo que sucede con el Proto-Isaías y el mismo Miqueas. Al leer los títulos de estos
cuatro profetas, vemos que coinciden en un tiempo histórico y nos dan una cronología
precisa de sus actividades, ejerciendo su ministerio en el siglo VIII. Para
comprenderlos mejor habrá que estudiar el siguiente tema.

Tema 1. La literatura y profetas del siglo VIII a.C.

1.1 Contexto histórico - político de Palestina: Reino del Norte y Reino del Sur.

Reino dividido. En el Reino del Norte la capital era Samaria; es un reino que había
llegado a su esplendor bajo el reinado de Joroboam II (784-744), último rey de la

18
dinastía de los omri. Esplendor que se ve reflejado tanto en el aspecto económico,
político y social, no así en el aspecto religioso.

Jeroboam II hizo reformas económicas que hicieron que aumentara la prosperidad


material de la clase alta. Esta fiebre de bienestar suscitó la indiferencia religiosa y
sus sucesores no tuvieron un carácter fuerte para purificar el poder central, para
poder sostenerse en ese nivel se apoyaron del Rey de Siria quien más tarde se
aprovechó del conocimiento que tenía del país para llevarselos deportados a Nínive
(722).

En el Reino del Sur las cosas son diferentes. Durante estos cuatro reyes (Jotam, Ajar,
Ezequías y Manases), continuaron fielmente la descendencia mesiánica. No tuvieron
grandes problemas con los reyes de Asiria hasta el momento de la deportación del
Reino del Norte, a tal grado que cuando Ezequías gobernaba se dió cuenta que los
asirios querían apoderarse también de ellos, y mandó construir un tunel bajo la
muralla de Jerusalén que llegará hasta Guijón, única fuente para abastecerse, salvando
de esta manera el Reino del Sur de los asirios, pues cuando éstos llegaron pudieron
resistir el asedio de los asirios (701).

1.2 El Próximo Oriente: Egipto y Babilonia.

Por otro lado, en el Antiguo Oriente gobernaba la XVIII dinastía de los faraones, en
Egipto. Se encontraba en crisis, porque la potencia Asiria se había extendido hasta su
territorio. De los asirios podemos mencionar a cuatro monarcas importantes:

Tigalpileser II (745-725).

Salmanazar V (725-722).

Sargon II (722-705).

Senaquerib (705-681).

Durante este período ellos fueron los principales arbitros de la política del Antiguo
Oriente, y que poco a poco extendían sus dominios, queriéndose apoderar de las
grandes ciudades. Esta es la situación que el Antiguo Oriente esta experimentando en
el siglo VIII. El descontrol comienza cuando tienen que abandonar Jerusalén sin
ningún fruto. Sin embargo, comienza a ejercer un nuevo poder: el de los persas.
Mientras que los judíos aprovechan este tiempo para organizar sus leyes, y es el
tiempo en que surgen las tradiciones yahvista y deuteronomista.

1.3 Profetas de este tiempo.

1.3.1 Amos (el profeta de la justicia social). Personalidad, su libro, su mensaje.


Amos, el profeta de la justicia social.

1.3.1.1 Personalidad.

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Amós pertenece al profetismo clásico, porque nos ha dejado una obra escrita que
forma parte del Corpus Profético. La palabra Nebin (profeta) nos indica a un
personaje que anuncia la salvación y denuncia las injusticias. Este anuncio se va
concretizando en un Salvador, y las denuncias van en orden a la idolatría y la
purificación del pueblo. El profeta se aleja de la corte de una manera radical, y
cuando está ante ella, denuncia las injusticias aún a costa de sacrificios.

Amós es el profeta clásico más antiguo, y en su mensaje se incluye lo más importante


del anuncio profético:

a. Anuncio de la salvación.

b. Denuncia de todas las instituciones corruptas.

c. Anuncio del futuro.

Su personalidad la estudiamos a partir de los textos:

a. El encabezado o título, donde podemos ubicarlo geográficamente y temporalmente.

b. El capítulo 7.

No sabemos cuándo nació y cuándo murió. Los únicos datos precisos que tenemos se
refieren al lugar de origen y profesión, como se nos narra en el título del libro. Nació
en Tecua, a 17 kms. de Jerusalén y a 9 kms. de Betelem. Era cuidador de ovejas,
cultivador de sicomoros.

Amós, a raíz del ambiente en que se desarrolla, conocía los fenómenos naturales que
acontecían a su alrededor, sobre todo por su oficio de pastor y su contacto con la
naturaleza cada día, observando. A partir de aquí elabora su mensaje para el Reino
del Norte. Conoce también los acontecimientos que se van suscitando tanto en el
Reino del Norte como los del Reino del Sur, lo que le ayuda a conocer la situación
política y religiosa de los dos reinos.

Aprende a comunicarse con Dios. La trascendencia e inmensidad la reflexiona a


profundidad a partir de la inmensidad del desierto. No tiene estudios, pero sí
meditación interior, que es ayudada por el silencio del desierto. Compara a Dios con
el rugido del león, cuando pronuncia sus palabras. Sabe cuando hay peligro para su
rebaño.

Su lenguaje es enérgico, conciso, lleno de misericordia. Dios lo ha elegido para que


denuncie las injusticias en un pueblo extranjero, por lo cual tiene que ir al Reino del
Norte, cuando reinaba Jeroboam II.

No sabemos por cuánto tiempo duró su actividad profética, sin embargo, podemos
decir por los vaticinios que en su obra aparecen, que el profeta comenzó sus oráculos
a la edad de 23-25 años, y dejó de hacerlo hasta el día de su muerte.

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En sus escritos se nota que nuestro autor refleja una profunda fisonomía espiritual
que elabora a través de la larga espera en el desierto, es decir, día con día. Esto lo
sensibilizó para percibir la situación de la naturaleza, hasta que un día fue llamado
por Dios para denunciar la corrupción de Israel.

Por eso Amós asumía estas imágenes con la misión que Dios le encomienda: saber
distinguir el vuelo de los pájaros y las trampas de los cazadores, el rugido del león
hace temblar a cada viviente en la selva asociándolo con la presencia de Dios; el
silencio del desierto ha dejado su huella en su forma de ser, pues entre los horizontes
que median el infinito está la presencia inexorable de Dios.

Estas carecterísticas las podemos descubrir a lo largo de la obra de Amós, y son el


fermento que le dará fuerza a sus oráculos.

El Capítulo 7 es un interludio con Amacías. De donde sacamos las siguientes líneas:

a. Amós distingue los profetas de oficio y los profetas carismáticos: "Yo no soy
profeta ni hijo de profeta" (7,14)
b. Pertenecía al grupo de pastores: "yo soy vaquero y picador de sicómoros" (7,14).

c. La figura del pastor era una figura que representaba a los pobres de Israel, los que
no tienen cultura ni oficio (agriculturos, carpinteros...), y vivía de la venta de su
rebaño en el templo de Jerusalén.

d. Es preparador de sicomoros (especie de higos, que hay que saber prepararlos para
poder comerlos). No se le puede decir cultivador, porque estos crecían por sí solos en
el desierto.

1.3.1.2 Su libro.

a. Estructura del libro.

Esta muy bien ordenado. Corresponde a las palabras u oráculos (Dabar). El mismo
título afirma que contiene vaticinios proféticos que van del cap.1-6 del libro de
Amós. Del cap.7-9 presenta las visiones simbólicas, y del mismo cap.9-11 nos
presenta un oráculo de restauración mesiánica.

El tema que Amós ofrece es de destrucción, por lo cual resulta curioso que hasta el
final presente un oráculo de restauración mesiánica.

En la primera parte del libro de Amós (1,3 - 2,16) encontramos los oráculos contra las
naciones extranjeras y además contra Israel (2,6-16). Estos oráculos van contra los
vecino del pueblo de Israel: Damasco, Gaza y Filistea, Tiro y Fenicia, Edom, Ammon,
Moab, Judá y, finalmente, contra Israel. El juicio sobre cada uno de estos pueblos
consiste en una breve o larga nota de las culpas de cada uno y el castigo que merecen.

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Las visiones son actualizadas por el profeta con su significado propio. Dentro de
estas visiones encontramos la visión de las langostas, de la sequía, de la plomada, del
cesto de frutas maduras y de la caída del santuario. Por eso podemos decir que las
visiones parecen indicar la gravedad de la situación y la progresividad del juicio
divino.

b. División del libro en cuanto al género literario.

b.0 Título histórico (1,1-2).

b.1 Oráculos contra las naciones (1,3-2,16).

1,3 - 2,5 "Así dice el Señor... Por tres crímenes o cuatro...".

1,6-8 Oráculo contra Gaza.

1,9-10 Oráculo contra Tiro y Fenicia.

1,11-12 Oráculo contra Edom.

1,13-15 Oráculo contra Ammon.

2,1-3 Oráculo contra Moab.

2,4-5 Oráculo contra Judá.

2,6-16 Oráculo contra Israel.

b.2 Los lamentos o elegías, llamados también Ayes, amonestaciones.

3,1-15 "Escuchad esta palabra... Oráculo del Señor...".

4,1-13

5,1-6

b.3 Visiones simbólicas. "¿Qué ves Amós?... Esto me mostró el Señor...".

7,1-3 Visión de las langostas.

7,4-6 Visión de la sequía.

7,7-9 Visión de la plomada.

7,10-17 Conflicto con Amacías. Se rompen las visiones. Esto podemos llamarlo
interludio histórico.

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8,1-14 Visión de las frutas maduras.

9,1-8 Visión del santuario destruído.

En la estructura literaria de Amós se repiten una serie de fórmulas que los demás
profetas también van a utilizar.

c. Exégesis de la obra.

c.1 Oráculos contra las naciones.

Los oráculos contra las naciones están dentro de su contexto histórico. Estos oráculos
siguen de manera general el mismo esquema:

Una sentencia.

Un delito.

Un castigo.

Por otra parte, estos oráculos más que seguir un itinerario histórico, seguirían un
itinerario geográfico para subrayar la soberanía universal del Señor o de Yahvé.

c.1.1 Oráculo contra Damaso (Am.1,3-5). País vecino a Israel. En el período en que
el profeta escribe, Damaso era la capital del Reino de Siria, llamado también Región
de Aram, colindando con el norte con Palestina. Cuando se habla de Damaso se
refiere a todo el país. Los crímenes que el profeta condena se refieren a tiempos de
guerra y, los habitantes de la Región de Siria, fueron barbaros en tiempos de guerra
(eran sanguinarios). Condena y castigo en contra de las casas de placer: Bicat-avén y
Bet-edén, que son las casa de placer más renombradas. Es un oráculo en forma de
inclusión: "Así dice el Señor... Lo dice el Señor".

c.1.2 Oráculo contra Gaza y Filistea (Am.1,6-8). Este oráculo lo situamos en la


región costera de la Palestina, cuando pertenecía a los filisteos que habían fundado la
Tentápolis Filistea. Hacia el 1200 a.C. hombres venidos del mar se apoderaron de la
llanura costera e hicieron la guerra a los habitantes del país. El profeta denuncia los
crimenes de estos pueblos, que en la historia habían quedado muchos años atrás,
conservando únicamente los pueblos por los filisteos, los hombres venidos del mar.
Por las características de los filisteos, probablemente provenían de la península
helénica, de Nicenas. Se menciona en el oráculo cuatro ciudades filisteas que le dan
el tinte histórico: Gaza, Asdod, Ascalón y Ecron (no se menciona la ciudad de Gad).
El principal castigo para estos filisteos es porque se dedicaron al tráfico de esclavos,
siendo estas ciudades mencionadas unas ciudades fuertes. Ecron y Gad hasta la fecha
no han sido identificadas, mientras que Gaza, Asdod y Ascalón se tienen bien
ubicadas, pues se han encontrado ruinas.

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c.1.3 Oráculo contra Tiro y Fenicia (Am. 1,9-10). Dirigido específicamente a un
puerto fenicio. Una población que se dedicaba al tráfico de esclavos, hundiendo sus
raíces en el matrimonio de Jezabel y Salomon. Se condenan también porque a través
de este pueblo se introdujeron los cultos sincretistas, tanto en Israel como en Fenicia,
por aquel amistoso matrimonio entre Jezabel y Salomon.

c.1.4 Oráculo contra Edom (Am. 1,11-12). La región de Edom está al otro lado del
mar muerto, en la Transjordania, en una región desértica. Fue ocupada por los
senobitas. Una región que siempre estuvo en lucha constante con la Palestina y nunca
tuvieron buenas relaciones con Israel. Esto se viene arrastrando desde aquel plato de
lentejas que vendió Esaú a Jacob por el precio de la primogenitura. Esaú se fue a
vivir a Edom, de donde son ciudades Tenan y Borsa.

c.1.5 Oráculo contra Ammon (Am.1,13-15). Es un oráculo en forma de inclusión.


Ammon esta ubicado al norte de la región de Edom. Es una región desértica. Se
caracteriza porque hicieron la guerra a los edomitas, inventando terribles tormentos.
El castigo es la destrucción y deportación del Reino de Ammon.

c.1.6 Oráculo contra Moab (Am.2,1-3). Hacia el sur de Judá esta ubicada la región de
Moab, parte de la Transjordania. Es la región más fértil de la misma Transjordania.
Allí se desarrolla parte de la historia de Rut y descendencia davídica. Existía la
costumbre de enterrar a los muertos en tumas. Y en ellas ponían ofrendas, de la vida
cotidiana, jojas... Más había gente que se dedicaba a robarlas. Dentro de la región
moabita había la creencia de que cuando una tumba era violada, el difunto quedaba
sin descanso y con una maldición. Profanación de tumbas que es demostrada por la
estela de Mesa, donde se habla de la devastación que ha sufrido Moab, como castigo
de la profanación de las tumbas. Reciben castigo por haber profanado los huesos del
Rey.

c.1.7 Oráculo contra Judá (Am.2,4-5). Tiene un tinte yahvista, reafirmando la


tradición se habla del reino donde se continuan las promesas mesiánicas y subraya
sobre todo la infidelidad y desobediencia contra Yahvé. Y quizá un tinte
deuteronomista, aún cuando no haya surgido la tradición, puesto que se habla de la
ley.

c.1.8 Oráculo contra Israel (Am.2,6-16). En este oráculo se resume toda la profecía
de Amós. Es el oráculo obertura que abre las puertas a toda su obra. Primero denuncia
los crímenes de Israel, por lo que el castigo es inminente. Es el oráculo más
desarrollado. La denuncia que se hace es la siguiente: los ricos humillan al pobre, los
humildes son despojados de sus tierras, destruyen la dignidad de los que menos
tienen, ejercitan la constitución sagrada y profanan el santuario. Denuncia la
corrupción del sacerdocio y la corrupción de los profetas de oficio, que han desviado
la moral, y por esto, el castigo es inminente. Denuncia el falso culto o el culto
idolátrico, subrayando la conducta desviada de los actores del culto. Denuncia el lujo
desmedido de las clases dependientes, el orgullo de la clase alta y la falsa seguridad
religiosa, que consiste en sentirse protegidos por Dios pues han sido elegidos por él.
El Señor se encara con su pueblo. El juicio de Dios es inminente por sus pecados y
pasará sembrando la desolación, muerte y oscuridad.

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c.2 Oráculos y lamentos del profeta por Israel (3,1 - 6,14). Contiene esta sección una
serie de oráculos, de advertencias y amenazas. Son sermones que contienen
advertencias y amenazas.

3,1-2 Casi en forma de aforismo enuncias estos versos el principio de que la elección
es responsabilidad. Casi podría considerarse programa de lo que sigue, que será un
pedir cuenta a los elegidos.

3,3-8 Esto es como una autopresentación del profeta con recursos sapienciales. En su
contenido, la serie es impresionista y sugestiva: un rugido, su respuesta; una ave que
cae, una trampa que salta (mundo de caza animal y humana); un toque de corneta, el
pánico, y se siente la presencia activa de Dios; ahora el león ruge cerca... y es el
Señor. La serie podía sonar como juego ingenioso, coreado por el público; el
desenlace parece cargarla de imágenes omninosas. Quizá los oyentes tengan que
seguir escuchando esta corneta de alarma antes de temblar y ponerse a salvo; Amós ya
ha escuchado dentro el rugido del León, y no le queda más remedio que prestarle su
voz como un eco.

3,7 Una mano posterior añade esta aclaración, elevando a principio general lo que
Amós apenas indicaba como un hecho. El no dice que el profeta lo sepa todo antes de
que suceda; los hechos los controla Dios, la información la da cuando quiere, y esta
vez está avisando; nada más. El profeta, como confidente universal de Dios, es una
reflexión tardía y generalizante; como quien dice: el Señor ha dirigido a su pueblo en
la historia, explicando al pueblo su acción por medio de los profetas. En tal
enunciado entran los profetas de amenaza y los de promesa, Jeremías e Isaías II.

3,9-11 Primer oráculo contra poderosos injustos. Son gente que vive en palacios, que
se ha enriquecido explotando a los demás. con frase incisiva lo resume el profeta:
"Atesoran violencias y crímenes en sus palacios": ésos son sus tesoros
desenmascarados. Si alguna vez en los palacios de la capital han invitado
ostentosamente a extranjeros, el profeta despacha correos con otra invitación para
contemplar el espectáculo que los ricos han montado y Amós va a mostrar. Los
invitados son extranjeros, también habitantes en palacios, pero con sentido de la
justicia.

3,12 El breve oráculo interrumpe, aunque permanece en el campo militar de invasión


y derrota. Irónicamente, los israelitas son como animal o rebaño, al que enemigos
feroces van a descuartizar; los pocos que escapan con vida serán testigos de una
catástrofe

3,13-15 En este oráculo se mezcla el lujo con la devoción, las casas de campo y los
marfiles con los altares. La implicación de los altares es diversa: por una parte, los
altares sirven para el culto normal, para dar gracias y pedir gracias, una feliz
bendición para los ricos; en momentos de peligro, los altares ofrecen asilo frente al
enemigo. Todo fallará, porque el día de rendir cuentas los altares serán los primeros.
Dios no refrenda la función de unos altares que han garantizado la injusticia.

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4,1-3 Tercer oráculo sobre las mujeres de los ricos. "Vacas de Basan" ¿es título
honorífico, o insulto despectivo? Entre hombres, "toros, carneros" sería título de
oficio y autoridad, y es lógico que a las mujeres les toque el correspondiente "vaca".
Por otra parte, en Israel la gordura podía ser señal de riqueza y prestigio. Quizá Amós
juegue con el doble sentido o con la connotación de la palabra. Esas mujeres
sintetizan el escándalo de juntar la buena vida con la explotación de los pobres.

4,4-5 El comienzo suena como invitatorio de salmos. El fondo permite escuchar el


sarcasmo del profeta. Porque además en Betel y Guilgal podrán dedicarse a una
práctica solícita y devota: pecar, pecar mucho. Si los santuarios bendicen su injusticia
y se alimentan de ella, son santuarios sin fuerza para denunciar. Estos ricos
explotadores pueden ser muy generosos con sus santuarios, por encima de diezmos
consabidos. El culto resulta organizado con todos los particulares y las ofrendas
voluntarias bien logradas.

4,6-13 Entra aquí una vigorosa serie de cinco plagas que acompasan el escarmiento y
una contumacia creciente. Es una página apasionada, desarrollada en un crescendo
implacable. Aquí se habla de escarmientos bienintencionados y fracasados; hay cierto
parentesco entre palabras y hechos que acusan e invitan. El eje de la serie es el valor
saludable del castigo, que denuncia una culpa e invita a la conversión, y la correlativa
resistencia de los que sufren sin escarmentar. El estribillo resume perfectamente la
idea. La conversión o vuelta al Señor es lo que buscan todos los castigos: si el Señor
los trajo a sí, después del alejamiento tienen que volver. La serie se presenta como
historia, culmina en una catástrofe ejemplar, desemboca en una confrontación nueva,
quizá en un castigo inminente.

5,1-3 En este capítulo comienza la serie de tres ayes. El mismo profeta se encarga de
entonar por adelantado la elegía fúnebre por la capital, que sintetiza y representa a
todo el pueblo. En rigor, la elegía es minúscula, pues ocupa dos versos. Como en el
caso de la hija de Jefté (Jue. 11,39ss), el dolor se redobla por cantar la belleza juvenil
tronchada. Una capital puede mirarse como matrona fecunda o señora matriarcal y
también como doncella hermosa y atractiva, casi novia del pueblo. El profeta mira en
lontananza la hermosa ciudad caída que no puede levantarse ni ser levantada a su
vida, esplendor, poderío de ahora. Si es ésta la acción del Señor anunciada, hay razón
para temer el encuentro. La salida de que se habla puede ser militar y puede encerrar
además la idea del destierro.

5,4-6 "Buscar" es aquí una palabra preñada de sentido, es como cifra del sentido
religioso: indica dirección, concentración, tarea; se hace una vez y se repite de nuevo.
Tiene además la urgencia de una elección insoslayable: o los santuarios favoritos o el
Señor.

5,7-17 Primer ay: justicia en los tribunales. El tema es la justicia de los poderosos:
se amenaza a los transgesores, se les exhorta a la justicia, se vuelve a la amenaza en
tono de elegía.

5,18-20 Segundo ay: culto y justicia. Este oráculo polémico presupone en los oyentes
una concepción, quizá una experiencia precisa del "día del Señor" como día salvador.
En principio se podría entender como día de fiesta litúrgico: después de haber

26
superado diversos peligros, ponen su esperanza en una fiesta litúrgica periódica o
especial, en que el Señor les concederá su favor, y sucede lo contrario. También se
podía entender en sentido militar, como día de intervención victoriosa y salvadora del
Señor: cuando el Señor intervenga no lo hará para salvar a su pueblo infiel.

5,21-27 Con bastante claridad planean estos versos uno de los grandes problemas del
AT: la relación y tensión entre el culto y la justicia social. Tema atestiguado
repetidas veces en la literatura profética, en la oración, en la literatura sapiencial. El
israelita inventa o practica el culto primero para honrar al Señor, cosa valiosa;
después lo practica para asegurarse el favor de Dios, para aplacar su ira sin tener que
cambiar de conducta, y esto es farsa, execración, intento de soborno. La injusticia
vicia el culto.

6,1-10 Tercer ay: lujo y riquezas. El tercer ay se dirige a los ricos que derrochan en
lujos, viven confiados en sus riquezas. El castigo ha de corresponder al delito: los
que se recuestan indolentes irán al destierro, el fasto será entregado al enemigo, las
casas quedarán vacías.

6,12-14 En estilo sapiencial, un par de preguntas presenta el absurdo de una


conducta: los que saben usar debidamente sus caballos y toros no saben administrar la
justicia; más respeto merecen los brutos que los hombres. Así se llega a una situación
en que el derecho amarga y la justicia está envenenada. Por otra parte se sienten
satisfechos de conquistas ridículas. El castigo será una conquista arrolladora por un
pueblo todavía anónimo.

c.3 Las visiones simbólicas.

Estas visiones están relatadas en primera persona, y esto es de manera sugestiva para
el lector, pues podemos pensar que esta parte es la más auténtica y genuina del
profeta.

c.3.1 Visión de las langostas (7,1-3). La primera cosecha que se recolectaba se


llevaba de tributo al Rey. Las langostas están acabando con toda la cosecha, y Amós
pide, intercede ante Dios para que suspenda el juicio y éste se muestra
misericordioso.

c.3.2 Visión del fuego consumidor (7,4-6). Yahvé se arrepintió ante la intercesión de
Amós, quien presenta el fuego consumidor, identificándolo con el juicio de Dios y
alega ante él la pequeñez del pueblo.

c.3.3 Visión de la plomada (7,7-9). Dios está haciéndose ver a Amós que el muro del
templo está mal construído desde los cimientos, por lo cual debe ser construído
nuevamente. Amós ya no interviene, por tanto, el juicio de Dios es irrevocable, pues
la alianza con Dios ha sido violada, pues se han practicado cultos idolátricos, y lo que
es aún peor, se hacen cultos sincretistas.

c.3.4 Interludio histórico (7,10-17). Las visiones son interrumpidas por este
interludio histórico, que nos ha permitido reconstruir la biografía de Amós, y nos ha

27
dado la posibilidad de ubicarlo geográfica y temporalmente. Presenta además una
profecía en contra del Reino del Norte, donde se denuncia ante Amacías lo que le
pasará a Israel.

c.3.5 Visión del cesto de fruta madura (8,1-3). El cesto de fruta madura es el símbolo
de que Israel ha llegado a su madurez. El tiempo del juicio está por llegar y no
tardará el Señor en emitir su castigo, que será manifiesto el día de Yahvé.

c.3.6 Ultimo oráculo (8,4-14). Se interrumpen las visiones y ponen una advertencia
en contra de la codicia, el fraude, la corrupción de la clase alta del Reino del Norte.
El v.11 marca el hambre de oír la palabra del Señor. Sin embargo el castigo es
inminente, siendo el punto central la opresión de los pobres y la corrupción de la
clase alta de Samaria, pues en sus negocios sucios pisotean la dignidad de los pobres.

c.3.7 Visión del altar (9,1-8). Esta visión exhorta a que nadie escapara de la cólera
de Dios. Existe cierta identificación con el Salmo 139: alabanza a Dios por su
magnificiencia, porque nos conoce completamente. La cólera de Dios se extiende
hasta el Sheol, el lugar de los muertos, y hasta el Carmelo.

c.3.8 Visión de Israel. Oráculo de salvación (9,9-15). Algunos comentaristas hablan


que estos oráculos son una añadidura posterior. Un autor anónimo que quiere terminar
el libro con una nota positiv. Se afirma esto porque no concuerdan las ideas con el
contenido del libro. Probablemente unos 30 años después. El v.11 habla de David,
cuando nunca se ha mencionado su nombre en todo el libro. El v.13 nos recuerda las
ideas que maneja el profeta Ezequiel.

1.3.1.3 Su mensaje.

Uno de los aspectos más criticados por Amós es el lujo desmedido de la clase alta del
Reino del Norte, ya que Amós puede comprobar esta suntuosidad tanto en sus
construcciones como en la forma de vida. Ataca las actitudes de los ricos que habitan
en sus lujosos palacios, que contienen sillares sunuosos y objetos valiosos y que se la
pasan de fiesta en fiesta, de orgía en orgía, a costilla de los pobres y desvalidos. Se
ungen con perfumes costosísimos. Sus mujeres van coajadas de joyas.

Otro aspecto que Amós ataca son las injusticias sociales, económicas, políticas y
religiosas. Los ricos se olvidan de los pobres y los oprimen y costa de ellos llenan sus
arcas, hacen violencia y cometen crímenes. Estas riquezas las han conseguido
oprimiendo a los que menos tienen, maltratando a los pobres y despreciándolos,
vendiéndolos como esclavos, falseando las medidas y aumentando los precios. Es una
actitud contraria al espíritu fraterno que Dios exige de su pueblo.

Hoy, la situación se repite: afán desmedido de poder, riqueza... Para lo cual,


nuevamente se vive la situación de opresión.

Otro aspecto de la denuncia de Amós es la falsa seguridad religiosa, ante la seguridad


de saberse pueblo elegido por Dios (3,1), que hace que ellos vean muy lejano el día
del Señor como un día de castigo.

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Como consecuencia de su mensaje es el día del Señor, como día de castigo y
tinieblas, que provocará desolación y muerte y ante esta características del día del
Señor se encuentra la fórmula o pincelada de esperanza: "buscadme y viviréis", con la
cual expresa el ideal de conversión.

Otro tema fundamental es el del "resto". Es el primer profeta que inicia la doctrina
del "resto". Probablemente Amós sitúa este pequeño resto en el Reino de Judá que es
su pueblo, su patria, y que indirectamente está haciendo alusión a la continuidad de
las promesas mesiánicas de la sucesión davídica.

1.3.2 Oseas (profeta de la fidelidad conyugal): desierto, matrimonio.


Oseas, profeta de la fidelidad conyugal

1.3.2.1 Biografía.

Tenemos muy pocos datos desde el punto de vista biográfico. Sólo algunos datos que
emergen de su propio escrito, como lo vemos en su obra en 1,1, a través del cual
sabemos que era hijo de Beeri, quizá procedente del Reino del Norte, donde realizó su
ministerio. El tiempo en que ejerció su profecía también está enunciado en el título de
su obra.

Se habla de que ejercitó su ministerio desde Josías hasta Ajaz, y una parte del
Reinado de Ezequías, por lo cual se cree que pronunció las condiciones políticas y
religiosas del Reino del Norte. En ningún momento menciona a Jerusalén, lo cual es
indicio de que es realmente del Reino del Norte. Parece ser que le tocó la experiencia
de ver la destrucción de Samaria en el 721, y parece ser que murió hacia el 714.

Notamos en su obra que Israel está viviendo los últimos años de prosperidad, que
fueron los años más dramáticos del Reino del Norte, pues por un lado los problemas
internos que habían vivido.

A través de su obra no es fácil descubrir a qué clase social perteneció Oseas. Hay
varias propuestas: algunos opinan que se trataba de un Beerino, que caminaba por el
desierto del Reino del Norte; otros, piensan que era de la misma clase social que un
pastor. Otros más piensan que pertenecía al rango sacerdotal, y otros, lo identifican
como miembre de un grupo de profetas. Más bien, tenemos que decir, se trata de de
un campesino, de donde solía tomar los ejemplos. Es a través de su actividad de
donde conoce los ritos baalicos y orgiásticos.

Notamos que Oseas era crítico y observador de los hechos presentes y pasados, de la
corrupción de las clases dirigentes y de las aberraciones del pueblo.

1.3.2.2 Su obra.

a. Composición del libro.

Para poder estudiar el libro del Profeta Oseas es importante retomar la estructura que
nos presentan los capítulos 1 y 3. Dios le habla a Oseas para que celebre su

29
matrimonio con una mujer que se prostituye, sacándola de los altos para purificarse.
Nos preguntamos: ¿son dos experiencias distintas las que narra estos capítulos? ¿dos
textos? ¿dos tradiciones? Los autores construyen este acontecimiento.

En el cap.1 el texto es narrado en tercera persona, relatando que el profeta se casa


con una mujer llamada Gomer. Este pudo haber sido un matrimonio normal, de donde
nacieron tres hijos: el primero es llamado Yishrael, para recordar la caída de la
dinastía del Reino de Israel; posteriormente nace una hija que lleva por nombre Lo-
Rujama, para significar que la ruina es inevitable; y, pasado el tiempo, nace Lo-ami,
que significa "no a mi pueblo", es decir, que el repudio de Israel es definitivo. Estos
nombres son puestos por un mandato de Dios, relativos a importantes momentos del
pueblo de Israel.

En el cap.3, la narración se distingue porque está presentada en primera persona, y


habla de un "segundo matrimonio". El nombre de la esposa no es indicado. Para
obtener esta mujer Oseas tiene que pagar y después de probar su fidelidad, la toma
por esposa.

Estas dos narraciones ¿son biográficas o simbólicas? Practicamente son las dos. En
cuanto a la narración en primera persona los criticos piensan que se trata de una
narración histórico - biográfica, porque los elementos que emergen son precisos,
claros y concretos. Se trataría de un solo matrimonio, narrado en dos etapas. Gomer
es también la que aparece prostituyéndose, porque se ha cansado de Oseas, además de
haberse alejado de Dios, hasta caer en la prostitución sagrada dedicada a los baales,
donde ejerce culto idolátrico, hasta que Dios le pide que perdone a su esposa y poner
a prueba su fidelidad. Una vez que Gomer está a prueba durante un período y es fiel a
Oseas, éste la lleva a su casa y viven más felices que antes.

Esta es la misma experiencia de Israel para con Dios. Esta es la denuncia de los
profetas. La experiencia de Oseas es al mismo tiempo oráculo para concientizar al
pueblo. Es el tema que abordarán posteriormente otros profetas: Isaías, Ez.16.

El drama familiar que Oseas nos narra profundiza su mensaje, delineando la


experiencia de Israel que está presentada en términos del amor conyugal traicionado,
surge el arrepentimiento y ese amor es conquistado. Así es el amor de Dios para con
su pueblo. Este símbolismo tiene tres partes:

Un juicio.

Un castigo.

Una promesa.

Es un esquema que forma parte de los profetas clásicos, pero es en Oseas donde se
forma. El juicio está expresado a través de la esposa infiel, es decir, por sus
desórdenes morales, en todas las clases sociales, las crisis internas de Israel y la
perversión en la religión. Este juicio se da porque se han alejado de Yahvé, trasgerido
su alianza.

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El castigo. De manera gradual se dará la destrucción del pueblo, la invasión del
enemigo, la calamidad y la realidad angustiosa. Toda una tragedia.

La promesa expresada por la llegada de una nueva era que indica la conversión, la
esperanza y la reconstrucción. Es el cap.14 quien indica este volverse al Señor, a
través de un oráculo de esperanza, reconstrucción y mesianismo.

b. Disposición del libro.

En cuanto a la estructura del libro es un poco más dificultuosa que la de Amós, pues
como hemos visto su matrimonio se narra en dos capítulos separados, insertándose de
manera indistinta los oráculos del profeta, y en este contexto se consideran los más
significativos.

El matrimonio de Oseas (1-3).

Denuncia o condenación (4,1 - 9,9).

Denuncia de los pecado (9,10 - 14,1)

Perfidia contra Israel.

Sentencia de muerte.

Epílogo de salvación (14,2-10).

c. Exégesis del libro.

c.1 Primera sección: Os.2,1-23. Es una reinterpretación de el oráculo de la vida del


profeta Oseas. En este capítulo se unen los dos momentos de la vida de Oseas, más
ahora se lleva a cabo la comparación con el "matrimonio" entre Dios e Israel.

c.2 Segunda sección: Os.4,4 - 9,9. Son oráculos y castigos que el profeta anuncia a
sus contemporáneos, generalmente dirigidos a la clase alta. El tema que cada uno de
estos dichos u oráculos nos ofrece trata sobre el juicio que Yahvé hará contra Israel
por culpa de su infidelidad y sus muchos pecados contra Dios.

c.2.1 Pleito con los sacerdotes: 4,1-3 En este oráculo Yahvé acusa a Israel. No hay
fidelidad ('Amat), ni amor (hesed). Estas dos afirmaciones son centrales en el mensaje
de Oseas. Si no hay fidelidad ni amor, tendremos que hablar que el pueblo de Israel
ha rompido la Alianza (Berit), no ha cumplido la ley, y vive en infidelidad,
consiguiendo así el castigo evidente de parte de Yahvé. Referencia directa al
decálogo: "Abundan el juramento falso y la mentira..." (4,2), por lo que la alianza ha

31
sido rota y la tierra está por convertirse en desierto, por eso hay duelo en el país
(4,3), elegía y lamento. Y esto no es otra cosa que "el día del Señor" (Yom-Yahveh).

c.2.2 Acusación contra los jefes de Israel: 4,4 - 5,7. Sacerdotes y profetas que se
venden, rechazan el conocimiento, olvidan la ley. Ofrecen sacrificios idolátricos
(4,12), prostituyéndose en las cases del placer de Gilgal y Betaven. Es una acusación
contra los sacerdotes porque han sido infieles, disfrazando de culto yahvista un culto
sincretista. Es una acusación también contra los reyes por pisotear la dignidad de los
pobres, por aceptar la ignominia baalistica, por ellos se pronuncia una sentencia. Y
por esto, será devastado el país, y el rey será llevado a un lugar extraño, la casa de
Dios será destruída y el enemigo ocupará la tierra.

c.2.3 Infidelidades políticas: 5,8-14.

c.2.4 Conversión auténtica: 5,15 - 6,6. 5,15 indica el abandono de Yahvé a su pueblo,
mientras que 6,1-3 indican que el arrepentimiento conduce de nuevo a Dios, pero este
arrepentimiento no puede ser un arrepentimiento superficial (6,4-6) o falso.

c.2.5 Un historial de apostasía: 6,7 - 7,2. Reflejan una falta de lealtad y perdón
imposible. La falta de lealtad con Dios toma diversos nombres: quebrantar la alianza,
hacer traición, prostitución, falsedad. La falta de lealtad con los hombres se
manifiesta en actitudes: "bandidos al acecho, ladrones, bandoleros", y en obras, hasta
el asesinato. Jefes de semejantes conducta parecen ser los sacerdotes: ellos dirigen la
fornicación idolátrica y los crímines civiles. El perdón es imposible porque no hay
una verdadera conversión ni confesión: aunque Dios intenta la reconciliación, los
culpables se hacen ilusiones de que los delitos no aparecerán o no serán tenidos en
cuenta: "porque se hace la ilusión de que su culpa no será descubierta ni aborrecida"
(Sal.36,3). Así, en el mismo acto de una posible reconciliación, se hace más patente
la condición pecadora de Efraín. Pues, contando con un perdón fácil y mecánico,
agravan los pecados y quedan envueltos en ellos.

c.2.6 Conjuras de palacio y alianzas funestas: 7,3-12. Denuncia contra los reyes, que
han aprobado la corrupción, y la han propiciado ellos mismos. La maldad de Israel se
manifiesta también en sus intrigas y crímenes contra la autoridad establecida.
Internamente maquinan traición y violencia mientras externamente muestran devoción
al Rey. Todos son adúlteros, infieles y desleales. Pero, aunque encendidos por la
pasión de destruir, planean prudentemente su rebelión.

Se condenan las intrigas internas, que llevaron a la destrucción de la descendencia


davídica, buscando alianzas con los pueblos vecinos, que más bien, los llevarán a la
destrucción por no buscar la ayuda de Dios. Se condena la monarquía en cuanto
institución por abuso de poder.

c.2.7 Insinceros e ingratos: 7,13-16. Es una elegía típica del profetismo. "Ay de
ellos" es una frase de amenaza y amonestación, y muestra también cierta desilusión,
pues a pesar del amor de Dios, se han alejado de él. Se han rebelado al romper los
vínculos de la alianza y reclamar autonomía absoluta. Ahora ni siquiera desean ser
salvados por Yahvé. Por el contrario, hablan mentiras contra él, al no reconocerlo

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como única fuente de seguridad y refugio. Su política es desleal. Se han dado a las
prácticas idolátricas.

c.2.8 Han roto la alianza y no valen sus alianzas y fortalezas: 8,1-14. La trompeta da
la voz de alarma cuando el enemigo se acerca a la ciudad. "Que un águila se cierne
sobre la casa del Señor. Porque han roto mi alianza rebelándose contra mi ley" (8,1):
con frecuencia se hace esta comparación del enemigo con un águila que acecha desde
lejos su presa y se abate para devorarla; aquí, el enemigo se precipita sobre la casa
del Señor, es decir, la tierra del Señor que es Israel, pues han transgredido su pacto y
han violado su ley. La ruina caerá sobre Israel. Se enuncia el cisma político religioso
y se denuncian las alianzas y la idolatría.

c.2.9 Cultos de fertilidad: ni pan ni vino: 9,1-6. Las primeras palabras de Oseas
muestran ya la diferencia entre las ruidosas festividades de Israel y el culto a Yahvé.
En lugar de dar gracias a Yahvé, Israel se ha puesto a adorar a las fuerzas de la
naturaleza. El exilio será el castigo por la idolatría.

c.2.10 No valen ni profetas ni videntes: 9,7-9. Oseas tuvo que sufrir el destino de
todos los profetas, pues Israel en lugar de hacer caso al profeta que señalaba sus
pecados, gritó: "El profeta es un loco, el hombre inspirado desvaría..." (9,7b). Sin
embargo, el profeta sigue denunciando la corrupción del culto, mientras que el Rey
maquila contra el profeta para cayarlo. No se habla de lo que le sucedió al profeta.

c.3 Tercera sección: Os. 9,10 -14,1. En esta sección se evoca el por qué del castigo,
mediante algunos oráculos que señalan lo que ha sido la historia de Israel y los
pecados que ha cometido.

c.3.1 Castigo por el crímen de Baal-Peor y Guilgal. Oseas considera el tiempo que
Israel pasó en el desierto como un período en que el pueblo era gozo para el corazón
del Señor. La imagen de la breva en la higuera y uvas en el desierto, también expresa
con gran propiedad las relaciones de Yahvé y el pueblo en aquellos felices tiempos.
Aquellos felices comienzos no duraron mucho, pues se consagraron a la ignominia: en
lugar de fecundidad, hay desolación. Israel no ha escuchado la voz de Dios, por lo
cual será castigado. La falta de hijos, la mayor maldición posible, será un castigo
adecuado para los pecados de Israel contra la castidad.

c.3.2 Castigo por la idolatría, por el culto y la hipocresía: 10,1-8. Oseas vuelve al
blanco principal de su reproche: la idolatría de Israel. El contexto da la impresión de
que el profeta habla a un pequeño número que todavía se preocupa por escucharlo,
pues los demás lo han juzgado loco. Usa Oseas la figura de una vid frondosa para
describir a Israel, que producía fruto en abundancia, disfrutaba de gran prosperidad,
pero con ella, en lugar de percatarse de la presencia de Dios, se volvieron a Baal, a la
religión de la fertilidad y a la idolatría. Destrucción en tres etapas:

Jefes del pueblo.

Hombres.

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Mujeres y niños.

c.3.3 Resultado terrible del pecado: 10,9-15. Israel tiene que aprender siquiera de su
propia experiencia. Amaron la iniquidad, confiaron en su propio poder, pero el
resultado ha sido la corrupción y desilusión completa. Se presenta el tema de la
vanidad. El oráculo se presenta así:

Juicio.

Acusación.

Sentencia de muerte.

c.3.4 Oráculo del amor paterno: 11,1-11. Nos da la más bella descripción del amor de
Dios. Recuerda la ternura y romance de los primeros tiempos. Entonces había, ante
los ojos de Yahvé, muchos pueblos, y Yahvé se decidió por ellos, un pueblo sin
territorio ni historia, privado de la civilización más rudimentaria. La justicia y
santidad de Yahvé exigen castigo para el pueblo apóstata. Pero su amor infinito hará
que, a pesar del castigo, no destruya a Israel. La conversión, el regreso del exilio, la
restauración habrán de marcar el camino hacia la salvación.

c.3.5 Ofrecimiento de salvación: 12,1 - 14,9. En 12,1-15 aparece un reproche a Israel


por sus abominaciones. Es una serie de dichos haciendo alusión a la perfidia de
Israel. El v.6 es una interpolación posterior en forma de doxología, con un tinte
deuteronomista. En 13,1 - 14,1 se habla de la condenación definitiva por medio de
oráculos de juicio, condenando la monarquía y dando de una vez por todas una
sentencia de muerte.

c.3.6 Epílogo: 14,10. Es una promesa de salvación. Se nota el tema de la esperanza.


A la destrucción sigue la restauración, para la cual tiene que haber un
arrepentimiento, la fidelidad del pueblo, dando como consecuencia la era mesiánica.
Este versículo es una añadidura posterior, y es un sumario de lo que significa la
literatura sapiencial.

1.3.2.3 Su mensaje.

Oseas coincide con las ideas de Amós. Condena el lujo de la clase alta, así como el
culto idolátrico que se está celebrando en Isaías. Denuncia las injusticias sociales,
políticas, religiosas..., el orgullo del pueblo en ese afán de poder hacia los pueblos
circunvecinos, condena la idolatría y la trasgresión de la ley. Por todo esto, el castigo
es inminente. Aunque el Señor da tres posibilidades:

a. Ponerle pruebas a Israel para que al final se convierta y regrese (matrimonio de


Oseas).

b. Ponerle un castigo concreto en forma pública para que se arrepienta y vuelva.

c. Perdonarle por amor.

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En esta tercera posibilidad se sitúa la mayor parte de la doctrina de Oseas. El perdón
antecede a la conversión. Dios perdona a su pueblo antes que este se convierta porque
el amor de Dios es fiel, sincero, proyectado en una alianza, porque Dios tiene piedad
hacia el otro, porque Dios se ha entregado a su pueblo. El mensaje habla por tanto de
la conversión del pueblo.

Otro aspecto importante es el tema del desierto. Israel si quiere recibir la salvación
debe renovar su alianza con Dios. No significa que deba caminar por el desierto
nuevamente, sino, más bien, dándole una nueva dirección a las instituciones: el culto,
el templo, el sacerdocio, las grandes fiestas de Israel.

Uno de los temas centrales es de la justicia divina, que es la disposición de Dios


hacia su pueblo. La última disposición es el perdón, que exige del pueblo el
conocimiento de Dios y la fidelidad.

Oseas posee un espíritu meditabundo y atento a las necesidades del pueblo, quien por
anunciar la salvación y denunciar las injusticias es perseguido y calumniado (9,7-8),
pero es la suerte que todo profeta de Dios tiene que pasar siendo fiel a esa misión que
se le encomienda.

Oseas anuncia una religión del corazón y del espíritu que Jesús afirmará
posteriormente (Mt.9,13: actualización del mensaje de Oseas).

1.3.3 Miqueas (el profeta del juicio): mesianismo, reino futuro.


Miqueas, el profeta del juicio

1.3.3.1 Personalidad del profeta.

Se le llama el profeta del juicio divino. Del profeta Miqueas conocemos únicamente
algunas noticias que aparecen esporádicamente en su libro. Es distinto de Miqueas,
hijo de Yimlá, que vivió dos siglos antes y que se narra en 1 Re.22,8ss, quien vivió
en la época de Ajab de Samaria y Josafat, en los reinados de JOtam y Ajaz.

El nombre de Miqueas es un nombre muy común en la tradición hebrea, y de hecho


uno de los arcángeles lleva casi el mismo nombre, pues la raíz es la misma (Mikkâel:
¿Quién como El?).

Otros datos que conocemos de la vida de Miqueas están en el título de su obra (1,1).
Su actividad la desarrolla en el período de los reyes Jotan, Acaz y Ezequías. Otro
dato lo encontramos en Jer.16,18-19.

Algunos autores hablan de dos Miqueas:

a. Del cap. 3-5 sería un autor posterior, de la época del Proto - Isaías, por las ideas de
restauración. Sobre todo hay un detalle en el oráculo contra el templo. Estos autores
se basan en el lenguaje que cambia un poco en relación a todo el escrito, pero basados
en que se trata de un mensaje profético, la mayoría de autores opina que se trata de un
solo Miqueas en dos etapas sucesivas de su ministerio.

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b. Si hablamos de un solo Miqueas podemos añadir que nació en Moreset, cerca de
Gad, territorio filisteo, a unos 30 kms. de Jerusalén, en una región montañosa.

Por el mensaje de su obra, se puede decir que pertenecía a una familia rural como
todos los habitantes de la región filistea, dedicándose al cultivo de su terreno. Esto se
explica por la serie de imágenes que va presentando cuando realiza sus denuncias, y
Miqueas tiene el mérito de haber resumido en el cap.6-8 la justicia de Amós, el heset
de Oseas y la humildad de Isaías.

1.3.3.2 Su obra.

a. División del libro.

Practicamente lo podemos estructurar en cuatro partes. En la primera encontramos el


juicio del Señor contra su pueblo (1,1 - 3); la segunda, las promesas a Sión (4 - 5); la
tercera, elegía y amenaza contra Israel y Jerusalén (6 - 7,7) y, la cuarta parte es la
esperanza de restauración (7,8-20).

b. Exégesis.

b.1 Juicio del Señor contra su pueblo: 1,1 - 3.

Estos tres capítulos nos proponen un juicio universal convocado por Dios, haciendo
las veces de juez y de acusador. Los testigos son los habitantes de la tierra, los
montes, las estrellas, el universo...

Dios en ese juicio universal no solo castigará el reino del norte, sino también a Judá
(esta es la nueva realidad que añade este profeta). La cólera de Dios se ha encendido
a causa de todos los crímenes, y en especial, por la clase de gobernantes, que han
corrompido las instituciones, pisoteando la dignidad de los humildes, por eso el juicio
de Dios será devastador y universal.

La palabra Sión. En un contexto de profetismo Miqueas separa muy bien la ciudad de


Jerusalén con la de Sión, separando tajantemente la ciudad de Samaria (3,12).
Miqueas prepara toda una teología sobre Jerusalén, Sión y el templo santo.

b.2 Las promesas de Sión: 4 - 5.

Encontramos una serie de oráculos de índole mesiánico. Algunos autores opinan que
estos capítulos fueron añadidos en un período postexílico, sin embargo, nosotros
pensamos más bien que fueron escritos por el mismo Miqueas en un período posterior
o en un segundo momento.

El cap.4 continua la misma idea que los capítulos anteriores: una teología de Sión, del
Templo y de Jerusalén.

Este hermoso oráculo mesiánico lo encontramos en Is.2,2-5 (fueron contemporáneos),


y nos preguntamos: ¿quién copió el oráculo? Más bien habría que decir que esa era la

36
idea que circulaba en la comunidad judía, tomando ambos la figura del pastor, que se
conoce en el ambiente de ambos profetas.

Se propone también, ya de manera más clara, el universalismo de la salvación. Así en


4,1 se habla del templo donde se cumplen las promesas mesiánicas, y en 4,6-7 aparece
la imagen del Pastor que cuida su rebaño. Con esto se clarifica la idea del resto santo.

En el cap.5 aparece uno de los oráculos más perfecto y completo sobre el mesianismo.
Es la primera vez que se habla de Belén Efrata (Beth-Lehem, casa para el pan. Efrata,
pues ahí se establecieron las efraititas, la más pequeña de las tribus de Israel), que es
una región árida y desértica. Y de ella nacerá un Pastor (se utiliza el término con todo
el contenido teológico que este nombre contiene), con todo lo que implica. No es un
personaje que será famoso, ni que tendrá el poder en sus manos, sino más bien aquel
que cuida, cura, alimenta... a sus ovejas. No se refiere a un príncipe. De aquí se
desprende su importancia, y no por el pequeño libro de él.

b.3 Elegía y amenaza contra Israel y Jerusalén: 6 - 7,7.

Es una composición genérica de denuncia y promesa. El proceso se puede resumir así:


El Señor se querella con su pueblo ante testigos: después de haber hecho tanto por él,
¿qué ha recibido en pago? (6,1-5).

El pueblo aprecia su culpa y propone una compensación cúltica, que el Señor rechaza:
no culto, sino justicia es lo que él busca (6,6-9a).

Una enumeración apretada y apasionada demuestra la injusticia del pueblo, que hace
inútil la compensación cúltica; entonces, ¿valdrá la intercesión de un mediador?
(6,9b-16).

El profeta, discurriendo como Abrahán ante Sodoma, no encuentra justos que


aplaquen a Dios, antes lo contrario; sólo le queda denunciar, amonestar y esperar él
sólo en su Dios (7,1-7).

b.4 Esperanza de restauración: 7,8-20.

En la primera parte que abarca del versículo 8-10, resalta la idea de que Jerusalén
sufrió a manos enemigas, lo cual no significa que la potencia adversaria sea árbitra de
la situación. El sentido de los hechos es que Jerusalén era culpable, y el Señor la
castigó entregándola temporalmente en poder enemigo. Ahora que Jerusalén está
arrepentida y perdonada, el Señor saldrá por ella, librará a la humillada y castigará la
arrogancia del agresor. Tenemos aquí una confesión teológica tradicional, expresada
en términos bastante originales.

La segunda parte, los vv.11-13, presenta que llega el día de la reconstrucción del
retorno de los dispersos. La ciudad se llena, y es necesario ensanchar la muralla. El
poeta contempla una dispersión universal. El país desolado será el de los enemigos.

La tercera parte, los vv.14-17: Si la imagen del Señor pastor está vinculada a las
tradiciones del desierto, el pastoreo de Basán y Galaad se refiere a la ocupación de la

37
tierra, incluida la Transjordania. La actividad pastoril del Señor a favor de su pueblo
tendrá valor de teofanía; el enemigo será víctima del pánico.

Finalmente, la cuarta parte, de los vv.18-20. Por el tema del pecado y el perdón, esta
última parte empalma con la primera. Si el enemigo se revela el Señor poderoso
castigando, a su pueblo se revela misericordioso perdonando. Perdonando se muestra
incomparable.

1.3.3.3 Su mensaje.

El primer tema que Miqueas propone es "el día del Señor" (Yom-Yahveh). A
diferencia de otros profetas en Miqueas es el juicio de Dios que se desarrolla en un
contexto de teofanía cósmica, mediante un lamento y una elegía que pronuncia Dios.
El juicio está por comenzar (6,1ss). La acusación es por las injusticias sociales (2,1).
Este día del Señor es día de juicio y condena, pero al final de todo quedará un
pequeño resto.

El segundo tema que trata Miqueas es el de la bondad (Hesed) que podemos traducir
como misericordia divina. El juicio no es de destrucción total como en el mensaje de
Amós y Oseas, sino que este juicio está enmarcado por la bondad divina, esa bondad
que tiene como consecuencia la salvación y que es característica de Dios.

Miqueas presenta la bondad divina con el anunico de una esperanza, que está
cimentada en esa bondad de Dios, por su perdón y misericordia (7,7). En este
contexto de la bondad divina esta la promesa de restauración (7,11-13). En esta
bondad divina encuadramos el primer anuncio del Rey mesiánico, así como ese
reinado que se proyecta en el pastoreo de las ovejas (cfr. 5,1-5. Idea que no aparece
ni en Amós ni en Oseas).

El tercer tema enunciado por Miqueas es el reinado futuro del Señor en Sión (4,1-5).
Sión es el centro de donde partirá la salvación, una salvación que se proyecta a todos
los confines de la tierra. De Sión viene la Palabra de la ley, porque es ahí el punto
central de las profecías mesiánicas.

Otro tema que emerge del mensaje de Miqueas es algunas características de este Rey
mesiánico (5,1-4). Por un lado, la dinastía davídica, poniendo el origen de esta
dinastía en Belén de Efrata, la ciudad originaria de la dinastía. La gloria y dignidad
de este Mesías será dirigida a los humildes de la tierra. Será un rey que pastoreara un
rebaño (pobres y humildes).

Un tema más es el universalismo de la salvación. Se habla de norte a sur, de todas las


naciones circunvecinas. La era mesiánica está por llegar y se cristalizará en es rey
mesiánico cuya misión va dirigida a los pobres.

1.3.4 Isaías (el profeta de la humildad): el proto-Isaías (Caps.1-39). El Emmanuel. El


resto.
Isaías, el profeta de la humildad

38
1.3.4.1 Aproximaciones generales.

Antiguamente se estudiaba a Isaías como un solo autor, pero a partir de los


descubrimientos de 1947 en Qumram, se tuvo que cambiar la estructura de este
planteamiento, pues allí se encontraron siete metros y medio de largo por 26 cms de
ancho (pieles de cordero) del libro de Isaías integro. No es el original, que quede
claro.

En mucho tiempo se pensó que provenía de un solo autor. Incluso la tradición


rabínica lo afirma como obra de un solo autor, hasta el siglo pasado, con el
resurgimiento de la crítica bíblica surgió una nueva idea: la estructura no concordaba
en todo el contexto; el vocabulario era diverso en las diferentes partes; el ambiente
histórico reflejado también era distinto y la teología que emergía de los diferentes
estudios era diversa.

Esto se acrecento por parte de los exegetas protestantes, que desacralizaron el texto.
El Concilio Vaticano II abre un nuevo panorama, pidiendo que se acreciente la
exégesis, se aplique el método estructuralista, es decir, ordenar un texto a partir de
una estructura, y se retome la exégesis protestante.

El libro de Isaías que actualmente tenemos dividido en 66 capítulos por la


sensibilidad escriturística ha llegado a la conclusión de que el libro presenta diversas
colecciones que representan diversas épocas de la historia, literalmente distintos y,
por tanto, la paternidad corresponde a diferentes autores.

Actualmente la hermeneútica bíblica, reconoce 3 autores diferentes de 3 épocas


distintas, 3 colecciones divididas de la siguiente manera:

a. 1-39 Proto Isaías (s.VIII). Contemporáneo de Amós, Oseas y Miqueas.

b. 40-55 Deutero Isaías (587 en los siglos VII y VI). Reino de Judá destruído y
llevado al destierro. Cánticos del Siervo de Dios. Oráculos de esperanza.

c. 56-66 Trito Isaías (537. S.VI). Libertad de los cautivos, reconstrucción del país.
Epoca de Esdras, Nehemías, Zorobabel.

39
1.3.4.2 Proto Isaías.

Su nombre indica "Yahvé salva". Se inician los oráculos mesiánicos, y entre ellos
encontramos algunos datos sobre el autor (1,1). Es hijo de Amós. Nace en el 760
durante el reinado de Osías, y no existe ningún motivo para identificarlo con el
profeta, pues ya habían pasado muchos años. Además el nombre se escribe diferente:
Amosh (profeta) y Amoss.

Su lugar de nacimiento. Aunque no se dice, a partir de las generalidades de su obra


podemos decir que era originario de Jerusalén, puesto que refleja un amplio
conocimiento de las cuestiones religiosas, las cuales condicionaron su mensaje. Por
otra parte, demuestra una amplia cultura, lo cual no se logra fuera de Jerusalén, pues
cuando habla de la capital lo hace con un amplio conocimiento de las instituciones,
cuando habla de la monarquía se nota que tiene amplia información de lo que ésta
significa, el tema de la elección divina y la dinastía davídica. Es un profundo
conocedor de la cultura hebrea. Conoce perfectamente la realidad de que el pueblo se
sabe elegido. Subraya la dinastía davídica.

Cuando inicia su actividad profética se cree que tenía 20 años. En el cap.6


encontramos narrada su vocación profética, poniendo en claro el aspecto histórico que
se está viviendo. La vocación profética consta de los pasos siguientes:

a. Iniciativa de parte de Dios.

b. Rechazo de parte de Isaías (6,5).

c. Dios insiste (6,8).

d. Reconocimiento de la llamada (6,8).

e. Misión (6,9).

Fue en el tiempo de la muerte del rey Uzías (6,1) a quien ubicamos entre el 747 - 745.
Su experiencia profética en esta teofanía abre un nuevo horizonte en el anuncio y la
denuncia. Esta teofanía lo lleva a ver con más realismo lo que está sucediendo en su
pueblo, y psicológicamente lo hace madurar, pues es transformado radicalmente.

A la luz de esta teofanía es como Isaías interioriza y comprende más la trascendencia,


majestad y santidad de Dios: "Vi al Señor sentado... Santo, santo, santo... Resonar esa

40
voz..." (6,1-4). Interioriza la conciencia del pecado personal y colectivo (6,5-7). En
esta vocación profética se inicia la reflexión de esta diferenciación entre el pecado
personal y el pecado colectivo. Hay que pedir perdón a Dios para que él actúe con su
misericordia.

El Protoisaías anuncia el castigo para el Reino del Sur, que será deportado. Y junto a
esto añade la esperanza de la salvación, manifiesta en el resto de Israel, que edificará
la ciudad en el Monte Sión. Estos puntos van unidos a la Teologìa de Sión y a la
dinastía davídica.

Después de recibir su vocación debió contraer matrimonio. NO se menciona el nombre


de su esposa. En 8,3 la llama "profetiza". Algunos autores hablan de que era
realmente una mujer profeta, aunque otros dudan de ello, dada la cultura
"masculinista" (no "machista") de los hebreos. Otros hablan que se le llama así
porque es la mujer del profeta. James afirma que es una de las mujeres que se
dedicaban a la prostitución sagrada. Lo que nosotros concluímos o que creemos
razonable es que se trate de su esposa.

De este matrimonio nacieron dos hijos, que Dios mismo les puso nombre: Sear-Yasub,
"un resto volverá" y Maher-Salal-Has-Bae, "pronto al saqueo" o "rápido al botín".

Todo profeta que está al servicio del mensaje utiliza el hecho simbólico. Más datos
del profeta no son encontrados, ni siquiera sabemos el tiempo en que murió, pero no
fue antes del 701 (eso sí lo podemos asegurar). Una tradición judía recogida en el
Talmud, menciona que fue asesinado por Manases, quien mandó cortarlo en dos con
una sierra. Esta tradición fue recogida por las Padres de la Iglesia pero no hay
fundamentos históricos.

Por lo que refleja su obra, podemos pensar que pertenecía a la aristocracia. Algunos
hablan hasta que pertenecía a la familia real, y otros afirman que era sobrino de
Manasías. Si fue así tenemos que imaginar el cambio profundo que tuvo que realizar.

Desde el punto de vista psicológico emergen algunos rasgos de su personalidad: es


duro, tajante e irónico con el pueblo que se ha corrompido; pero es humilde y afable
con las viudas, los huerfanos y oprimidos.

41
Es un extraordinario poeta. Toma una gran cantidad de imagenes que lo hacen maestro
de la profecía. Entre esas imagenes encontramos la luz mesiánica (cap.11).

1.3.4.3 Su obra.

a. División de acuerdo a las etapas de su desarrollo.

El Proto Isaías desarrolla su mensaje en cuatro etapas:

a. En el reinado de Yotam (800-734) cuando escribe los caps.1-6. Refleja la


prosperidad política. Jerusalén ha dejado de ser la esposa fiel para convertirse en
prostituta y en esta etapa de su ministerio predomina la denuncia, exhorta al pueblo a
la conversión, que el pueblo practique la justicia y se muestre humilde ante Dios.

b. Reinado de Acaz (734-727) donde escribe el libro del Emanuel (cap.7-12). Se


insiste en el temor a Yahvé. En este período los asirios tenían en sus miras la ciudad
de Jerusalén y es de allì donde el profeta anuncia la paz mesiánica.

c. Reinado inicial de Ezequías (727 al 715), donde compone del cap.13 al 35,
presentando los oráculos contra las naciones extranjeras (13-23), el libro de la
escatología (23-27) y una serie de oráculos de diferente índole (28-35). Deportación
del Reino del Norte en el 721.

d. Madurez de Ezequías (714-698) donde compone del cap.36-39. Asiria se aproxima


a Jerusalén. Ezequías estratégicamente manda construir desde dentro de la muralla un
tunel hasta el Torrente Guijon para llevar agua a la ciudad. Asiria pone en sitio a la
ciudad que ha sido salvada. Los oráculos de Isaías presentan las campañas de los
asirios en esos intentos de apoderarse de Jerusalén. Podíamos decir que se trata de
una narración histórica.

42
b. Estudio general de la obra del Proto Isaías.

b.1 Cap.1-6.

Oráculos contra Israel, mencionando a Judá. En esta sección distinguimos algunos


fragmentos: los capítulos 1-3 están redactados en forma de denuncia, en los capítulos
2-4 se presentan oráculos de bienaventuranza, con sus respectivos castigos. Se
reprende a los orgullosos: la anarquía. Presenta una sofía contra las mujeres ricas.
Estos capítulos están enmarcados por el título de 2,1: "Lo que vió Isaías, hijo de
Amós, de Judá y de Jerusalén", pareciendo incluso el inicio del libro (1,1), pero no lo
es, sino el inicio de una sección.

Estos tres capítulos muestran varios temas:

b.1.1 2,2-5. Se nos presenta la reunión de las naciones en torno a Sión, de donde
emerge el tema del universalidsmo de la salvación.

b.1.2 2,6-22. Refleja la riqueza y el poder, elementos que desviaban a Judá


olvidándose del juicio divino.

b.1.3 3,1-5. Se habla del día del Señor, un día en que habrá desesperación y confusión
en Judá y en Jerusalén. Se presenta en forma de elegía o denuncia.

b.1.4 3,16-26. Elegía contra las mujeres de la alta sociedad. Al igual que Amós ofrece
un catálogo bastante amplio de los adornos de las mujeres del siglo VIII a.C.

b.1.5 4,2-6. Se habla de la restauración que seguirá al día del Señor, donde habrá
prosperidad en Jerusalén.

43
b.1.6 5,1-7. Cántico de la viña. Poema. Se puede reconocer que Isaías lo redactó a
propósito de la fiesta de la vendimia. Probablemente se proclamaba en la fiesta de las
tiendas, que es el recuerdo de el caminar de Israel por el desierto, congregados en
torno al Arca de la Alianza, elevando un acción de gracias.

Quizá Isaías tomó un esquema de un texto tipo de los llamados testimonia del AT. La
figura de la viña se utilizaba como texto tipo o testimonia; imagen que indicaba el
itinerario a la salvación, por lo cual no es extraño que lo utilize Isaías para aplicarlo
a Israel.

Es un canto lleno de júbilo y felicidad en la primera parte. La dura realidad y el


castigo se conocen al final del canto. El viñador pone mucho cuidado en el cultivo de
ese viñedo, edifica un pozo, construye una torre para vigilarlo y guardar la paz en ese
lugar. Construye las terrazas con piedras. Se trata quizá de una colina fértil. Isaías
denota ese gran cuidado; a pesar de los cuidados, la viña de un fruto ácido. El término
lagar simboliza la espera en el contexto de fruto; la atalaya simboliza la defensa.

La vid defrauda al viñador. Del v.3 al v.4 la canción de júbilo se transforma en


querella, lamento, en donde se reclama la justicia y la fidelidad. En el v.5 se pasa a la
amenaza y en el v.6 se deja escuchar la voz de Dios, a través del profeta. En el v.7 los
que están escuchando esta querella, que son oyentes curiosos, salen también
condenados.

Este cántico es el canto del amor del Señor a su pueblo, disfrazado como un cántico
del amor humano, bajo la imagen de un canto del tiempo de la vendimia. Se reclama
justicia, que sólo se puede lograr en la medida que Israel se vuelva a su Dios y se
convierta.

En este oráculo, el hecho simbólico es la viña, y la explicación el mismo profeta la


hará en el v.7.

Este cántico es actualizado por los profetas posteriores. Jn.15 lo retoma, aplicando a
su realidad actual en Cristo. Aquí la viña es el Hijo de Dios, Cristo. En el oráculo de
Isaías se clama justicia, aquí de amor y caridad fraterna.

44
b.1.7 Capítulo 6: vocación de Isaías.

b.2 El libro del Emmanuel: 7-12.

'Imannuel significa Dios con nosotros. El signo central de esta profecía es un niño
recién nacido, y es lo que constituye la espina dorsal de estos oráculos. El material
con que fue redactado pertenece a la invasión asiria, bajo el gobierno de Senaquerib.

Estos oráculos reflejan algunas invasiones, ataques contra Israel. Algunas amenazas y
promesas, y una promesa del profeta.

Las pruebas de que estos oráculos pertenecen a las guerras de los asirios, las
encontramos claramente en el cap.7, en un tono de estructura literaria poética, que se
nota en las dos comparaciones: el viento que agita a los árboles (v.3) y los tizones
que humean (v.4).

Encontramos un oráculo de anunciación (v.14). Por un lado, el viento que agita y los
tizones, aclaran el oráculo. Los pasos de un oráculo de anunciación son los
siguientes:

Una joven encinta que dará a luz un hijo.

Por parte de Dios recibe el mensaje de poner por nombre 'Inmannuel.

La forma de alimentación: comerá requeson y miel, hasta que aprenda amar el bien y
rechazar la injusticia.

Practicará la justicia y el derecho.

Son cuatro aspecto que encontramos en la anunciación de Juan el Bautista y Jesús de


Nazaret.

45
Del v.17 al 25 se habla del segundo aviso del Emaannuel, que ofrece un signo que
confirma las promesas, y ese signo es un vástago.

Se subraya el aspecto de la dinastía davídica, promesa hecha por Dios a Davir (2 Re.).
Ese niño nacerá de una Virgen, y el nombre es impuesto por Dios, y será 'Imannuel,
que es Dios con nosotros.

1.3.4.4 Su mensaje.

El Proto Isaías desarrolla sus ideas, fruto de una compleja personalidad. Una de sus
ideas principales es la trascendencia de Dios, tema que está al centro de todo su
mensaje, con la idea de que Dios ha tomado la iniciativa para llamarlo. En el Cap.6
afirma que lo ha llenado de su espíritu, y resultado de esta experiencia de Dios es su
vida contemplativa, meditatiba e intuitiva de Dios.

Isaías en la majestad del Templo ve al Señor sentado en un trono alto, signo de su


majestad. Tan grande es su majestad que inunda el santuario. El sentido de esta
majestad está expresado en el cap.6 con la aclamación de los serafines, que en torno
al trono de Dios enuncian esa santidad divina: "Santo, santo, santo...". Esta santidad
de Dios no es solo un aspecto moral, sino que expresa la misma esencia divina que
suscita en el hombre el sentido de su profunda pequeñez. Por tanto, es esta idea de la
trascendencia de Dios un tema que puede decirse es la espina dorsal en la predicación
del Proto Isaías.

Otro tema que emerge en la obra del Proto Isaías es la fe en Dios. Como ejemplo de
fe tenemos la misma vocación de Isaías, que se ha convertido en un mensajero de su
Palabra. Por lo cual, la religión, para Isaías, es esencialmente un acto de fe en Dios,
ya que por un lado necesita la santidad de Dios, y por otro, se debe dar este acto de fe
ante la pequeñez del hombre, que se lleva a cabo en el pacto de la Alianza, que se
debe vivir en fidelidad.

El tema de la fe en Dios la podemos encontrar en cada oración, en cada fragmento que


el profeta ofrece, en los vaticinios contra las naciones extranjeras en el libro del
Emanuel, en la pequeña y grande apocalipsis.

46
Otro tema es la Nación. Empieza a surgir el nacionalismo por el sentido de la alianza
y la profunda fe en Dios. Nuestro amor manifiesta una gran fidelidad a la suerte de su
patria. Así, para él, Sión no es solamente un lugar de culto al verdadero Dios y el
centro del Reino de Judá, sino que Sión es el centro del Reinado universal de Dios,
trascendiendo el lugar geográfico.

En este nacionalismo, en Sión, está la gloria futura de Israel, desarrollada en el punto


clave que es la dinastía davídica, que se describe en el libro del Emanuel. Así pues,
emerge en la doctrina del Proto Isaías en lo referente a los oráculos del Emanuel,
donde se da el anuncio del nacimiento del salvador, de un niño nacido de una Virgen,
a quien pondrán por nombre Emanuel, que será el que protegerá a su pueblo. Otro
aspecto es que el nacimiento de ese niño es un acontecimiento prodigioso, y además
será un Rey que implantará la justicia y paz en el mundo (características que se
aplican en particular a Ezequías).

Otro tema es el Resto. Ya desde la visión que tiene en el cap.6 se ve el anuncio


mesiánico reservado a un resto. Un reino de justicia, de fidelidad y de paz, se designa
este resto como semilla santa (6,12) que son aquellos que viven el contenido de la ley
de Dios y que son los que forman este pequeño grupo, que eran los continuadores de
la dinastía davídica y que son los llamados los pobres de Yahvé, los pobres de Israel.

El siguiente tema que se propone es el de los pobres de Yahvé, con una particular
característica que se aplica al resto (11,4), y esos pobres de Yahvé son los desvalidos,
los indefensos, los huérfanos, las viudas, son aquellos que son víctimas de la
injusticia y de la violencia, en los cuales se realizará la justicia en el nuevo reino.

Y, finalmente, el tema del universalismo de la salvación, inspirado en el cap.11. La


salvación está abierta a los cuatro puntos cardinales.

Tema 2. Los profetas de los siglos VII - VI (hasta 587 a.C.).

2.1 Contexto histórico - político de Palestina.

Sof.1,1 habla de Judá, sin mencionar el Reino del Norte, por lo cual, suponemos que
ya había desaparecido. Es en el tiempo del Rey Josías. El profeta Jeremías (1,1) nos
dice que se trata de una época del rey ya mencionado, y de una fehca: XIII de su
reinado. Se refiere probablemente al último año del reinado de Sedecías y el inicio
del reinado de Josías.

47
Sofonías y Jeremías, por tanto, pertenecen al reinado de Judá, en el tiempo de Josías,
hasta su deportación en el 587. En este período podemos encuadrar también a los
profetas Nahum y Habacuq.

VIII - VI (587)

JOSIAS Rey de Judá.

Reino del Norte deportado en el 721

Profetas de este tiempo Jeremías

Sofonías

Nahum

Habacuc

Reyes de la época Asirios Manases (687-642)

Ammon (642-640)

Josías (640-609)

Jocaz (609: tres meses)

Yoaquim (609-598)

Sedecías (598-587)

Caldeos

Persas 537

La problemática interna de Palestina se centra en la lucha de familias, el alejamiento


de Dios, la adoración de ídolos... La deportación a Babilonia en el 587 ocurre sobre
todo porque el pueblo se encuentra dividido; esta deportación se da en tres partes: a)
Los dirigentes y líderes; b) Los hombres: mano de obra barata para construcción; c)
niños y mujeres. Dejando únicamente a los lisiados, viudas... y entre ellos a Jeremías
a quien le habían sacado los ojos.

En las ruinas de la ciudad surge la voz del Deutero Isaías (cap.40-55), a raíz de la
deportación, exhortando a los que están lejos a vivir la esperanza del próximo regreso
y, en Babilonia la voz del profeta Ezequiel.

En el 537 Ciro, rey persa, proclama la libertad de los cautivos, para comenzar la
reconstrucción.

2.2 El Próximo Oriente: la potencia Asiria. Los persas.

48
2.3 Profetas de este tiempo.

2.3.1 Sofonías: la penitencia reafirma el amor y perdón de Dios "el día de Yahaweh".
Sofonías:

la penitencia reafirma el amor y perdón de Dios

2.3.1.1 Personalidad de Sofonías.

En el título de su obra nos muestra su genealogía, y menciona que realiza su misión


en tiempo de Josías. Su padre, Ezequías. Perteneciente, por tanto, a la estirpe real,
pues conoce la clase alta y contra ellos dirige su mensaje. Parece ser que Sofonías era
de ascendencia judía y predica en Jerusalén. Esto lo identificamos en su obra, en el
sometimiento de Judá por los asirios.

Según la mayoría de los comentaristas su predicación se dirige en contra del


sincretismo religioso; promueve además el cambio social y religioso, por esto, su
obra debe considerarse como muy bien adaptada al tiempo de Josías, cuando la
reforma religiosa llega a su apogeo en el 622, tiempo en que se escribe sobre el
pavimento del templo (2 Re.22).

Sofonías anuncia el día del Señor como un día terrible, de catástrofe universal, pero
donde quedará un pequeño resto el cual disfrutará de los dones de la salvación.

2.3.1.2 Su obra.

a. Estructura del libro.

Primera parte: el día de Yahvé en Judá: 1,1 - 2,3

Segunda parte: profecías contra las naciones extranjeras: 2,4-15.

Tercera parte: profecías contra Jerusalén: 3,1-8.

Cuarta parte: promesas de restauración: 3,9-20.

b. Contenido exegético.

b.1 El día de Yahvé en Judá. Sofonías anuncia mediante un oráculo la salvación


universal de Dios que contiene una amplitud cósmica (1,2-3).Esta predicación va
dirigida a los pecadores, aquellos que están manchados por las iniquidades. Hablará
entonces de la destrucción de aquellos idólatras, por lo cual Dios juzga su sincretismo
religioso (1,4-7). Denuncia la conducta de la corte y los primeros en comparecer en
este juicio son los cortesanos, ya que ellos son los culpables de descarrilar a los otros
(1,8-9). Juicio contra los mercaderes castigados por las injusticias cometidas, por los
fraudes, y junto con ellos, también entran los cambistas (1,10-11). Aparece también
una alusión de los castigos de Dios a los incrédulos, quienes se sentían

49
autosuficientes, con la proyección farisáica (1,12-13). Y ante esto, es inevitable el día
del Señor (1,14-18).

b.2 Profecías contra las naciones extranjeras. Es semejante a la doctrina de Amós.


Son motivo de castigo por los múltiples crímenes e injusticias que han cometido.

b.3 Profecías contra Jerusalén. Vuelve su atención hacia Jerusalén, que también será
castigada por su infinidad de crímenes y allí habla primero en contra de los
gobernantes y concluye diciendo que las demás naciones también serán destruídas.

b.4 Promesas de restauración. Conversión de los gentiles: es un tema que introduce


el profeta, junto con el resto santo de Judá. Presenta un salmo dirigido a Sión.

2.3.1.3 Su mensaje. Retoma la idea de el día del Señor, mediante una amplitud
cósmica. De Isaías retoma el tema de los pobres de Yahvé y lo desarrolla en un
profundo significado espiritual (2,3). También insiste en el juicio de Dios sobre Judá
y sobre los pueblos paganos, y concluye sus oráculos con una llamativa promesa de
salvación universal.

2.3.2 Nahum: la caída del poder opresor. Nahum, la caída del poder opresor

2.3.2.1 Personalidad.

Poco conocemos de su biografía. Algo se nos dice en el título de su obra. El lugar de


origen es la ciudad de Edrosh, lugar geográficamente no identificado, aunque algunos
lo quieren ubicar cerca de Nínive, y otros lo ubican en Galilea identificándolo con la
ciudad de Korasaim. Esto quiere reafirmar el origen israelita del profeta, y aunque no
se localice, se conserva la idea de que era judío, mostrado por su intéres por la ciudad
de Jerusalén (2,1) y por el territorio de Judá (2,3). Más datos no podemos encontrar.
Ciertamente habla como palestinense, y habla de Nínive como alguien que no ha
visitado el lugar.

2.3.2.2 Su obra.

Está dividida de la siguiente manera:

Primera parte: himno alfabético: 1,12-14.

Segunda parte: serie de oráculos contra las naciones: 2 - 3.

2.3.2.3 Su mensaje.

Nahum desarrolla el tema de la omnipotencia divina que es quien gobierna el


universo, y esta omnipotencia se puede ver en la creación. Subraya el tema de el
castigo de las naciones infieles.

50
En relación a este profeta existen algunas críticas: la saña contra la ciudad de Nínive,
que refleja una cruel alegría, el desprecio a los paganos. Como poeta es
extraordinario para presentar en la historia la justicia divina.

En el NT nunca se cita expresamente al profeta Nahum, pero sí se toma el tema de la


cólera divina (1,6), tema abordado en el Apocalipsis (6,179. Otro texto que no es
citado de manera explícita es el del mensajero que anuncia la paz (2,1), que es
aplicado a Jesús (Hech.10,36), a los apóstoles (Rom.10,15) y a la Iglesia en general
(Ef.6,15).

2.3.3 Habacuc: el Justo vivirá por la fe. Habacuc, el justo vivirá por la fe

2.3.3.1 Personalidad del profeta.

Nos hace profundizar en la presencia de Dios o la doctrina de la presencia de dios. De


su vida no conocemos casi nada, ni en el título presenta ningún dato biográfico, sino
se resalta únicamente el aspecto oracular y su procedencia profética (1,1).

Su nombre proviene de la lengua acádica y hace mención de una planta acuática. Un


dato importante que le da fuerza a este libro es el que encontramos en Dan.14,33-39.
Esta noticia habla de un Habacuc que vivió antes del destierro, por lo cual aquí se
utiliza aquello que llamamos pseudonomía.

En la versión de los LXX se presenta a Habacuc como hijo de Jesús de la tribu de


Leví, lo cual nos hace pensar que este personaje pertenece a un grupo de profetas que
ejercieron su ministerio unos años antes de la deportación.

Lo que llama la atención de Habacuc es el destino del inocente y del culpable. Pone
en entredicho, como Jacob, la doctrina de la retribución que es característica del
pueblo hebreo.

2.3.3.2 Su obra.

El texto fue encontrado en la primer cueva de QumRam en 1947, junto con un


comentario correspondiente al año 70 a.C. Coincide muy bien con la doctrina de los
esenios. El texto se encontró en piel, con algunas notas marginales que hacen las
veces de comentario.

Se divide de la siguiente manera:

Prólogo: 1,1

Profecía: 1,2 - 2,6.

Lamentación contra Judá porque los caldeos han castigado su impiedad, sin embargo
Judá sobrevivirá.

Fin de los justos y de los impíos: 2,7 - 3,19.

51
2.3.3.3 Su mensaje.

El punto central es el fin miserable del impío y la victoria final del justo. Babilonia y
Asiria son los impíos y los judíos son los justos, por lo cual irrumpe Dios en la
historia para castigar a los impíos. Durante este castigo se cumple el destino histórico
de Israel, que sigue siendo el pueblo de Dios. Proyecta la idea de una nueva aurora
que comienza a surgir (3,1).

En el NT se cita 2,3-4 en Rom.1,17; Gal.3,4; Hech.10,37-38. El justo vivirá por la fe.


La salvación no viene de la ley sino de la fe.

2.3.4 Jeremías: la Nueva Alianza, "gérmen de David".

Jeremías: la nueva alianza

2.3.4.1 Personalidad.

Ningún otro profeta nos da tantas noticias autobiográficas como él. Su importancia
radica en la cantidad de noticias autobiográficas y que a lo largo del escrito van
apareciendo, lo cual proyecta la experiencia que le toco vivir.

El título (1,1-2) nos ofrece algunos datos históricos: ejercitó su ministerio bajo el
reinado de Josías, Yoyaquim, Sedecías, es decir que le tocó desarrollar su ministerio
enla época más controvertida y difícil del reino de Judá, en donde se da la destrucción
de Jerusalén, cuando los reyes, sacerdotes y ciudadanos son asesinados y, otros,
deportados a una ciudad extraña donde quedaba muy lejos el esplendor de su pasado y
lloran y se lamentan esperando un futuro mejor.

2.3.4.2 Su obra.

El ministerio de Jeremías lo podemos dividir en unas etapas sucesivas para


comprender mejor su mensaje, junto a las cuales iremos elaborando una exégesis:

a. Vocación.

Narración de su vocación, donde el punto central es su conversión (1,2-3). Esta etapa


está muy cerca de la era mesiánica (3,14-18). Predice el fin trágico de Josías, pero
sobre todo, es el período en que Jeremías inicia su misión de profeta, matizando su
dolor y amargura y, sobre todo, de una conciencia que debe denunciar las injusticias
que se están dando en su pueblo. Esto se refleja en su vocación (1,4-10).

b. Etapas de su ministerio.

b.1 Durante el reinado de Yoyaquim.

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Durante este tiempo se escriben particularmente los caps.7 al 20. Nos encontramos
con un Jeremías solitario que continúa su misión de denuncia, lo cual le causa muchas
desilusiones porque el pueblo... Lo encontramos predicando en torno al templo, en
donde da a concer el verdadero significado del culto y la verdadera esencia del
judaísmo. Jeremías permanece célibe. Esta sección la podemos fechar entre el 609-
598.

b.1.1 Del cap. 7-10 aparecen oráculos fragmentados, sentencias breves que reflejan la
situación moral y religiosa de este tiempo.

b.1.2 Del cap.11-13 el tema narrado a través de algunos oráculos pequeños es la


ruptura de la Alianza (13,12ss).

b.1.3 Los cap.14-17 forman una unidad donde el tema central continúa siendo la
denuncia de los pecados del pueblo y la venganza de Yahvé. El profeta compara el
juicio divino con una gran sequía (14,1), con los horrores de la guerra y sobre todo
por este juicio habrá lamentos a Dios en Judá. Esta sección está marcada también por
un tema que es único en Jeremías: su forma de vida celibataria (16,1-13.16-18), que
no fue elegida personalmente por Jeremías, sino que le fue impuesta por Dios.

b.1.4 En los cap.18-20 Jeremías visita la casa del alfarero (18,1-12). A través de un
hecho simbólico (19,1 - 20,6) se narra el martirio de Jeremías recordando los oráculos
de Amós. En 20,7-18 refleja la desesperación del profeta; es una de las crisis más
dramáticas de Jeremías, quejándose incluso contra Dios.

b.2 Bajo el reinado de Sedecías.

Escribe los cap.21-24. Esta etapa forma una unidad literaria, y se habla de dos temas:
amonestaciones contra los reyes y contra los profetas, porque han desviado la justicia
social y se han alejado de Dios. En 23,1-8 se aborda el tema del rey del futuro, que
surgirá en Judá, será proclamado en una era mesiánica.

b.3 Entre los años 605-604.

Escribe el cap.25, que hace las veces de epílogo. Esta perícopa hace las veces de
resumen de la visión de Jeremías.

c. Período de restauración.

Del cap.26 al 35 nos encontramos con la tercera parte de la obra de Jeremías. Este
período de restauración es un tema típico del profeta en donde se habla mediante
oráculos de la restauración universal. Esta sección la podemos dividir a su vez en
cinco secciones.

c.1 Persecución contra Jeremías. Esto es narrado por el discípulo presencial en el


templo que es Baruc en el cap.26.

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c.2 Discusión de Jeremías con los falsos profetas (27,1 - 29,32). Estos tres capítulos
forman una colección específica y se nota por el estilo el tema de la denuncia de los
falsos profetas y el anuncio de que el período de la cautividad será largo. En 29,1-23
se da la carta a los desterrados. Esta carta está fechada después de la primera
cautividad hacia el 597, y fue enviada a Babilonia bajo la delegación de Sedecías. La
carta causo un gran disgusto a Babilonia, por lo que pide que arresten a Jeremías por
haberse atrevido ha hablar así.

c.3 La restauración de Israel (30,1 - 31,40). El texto central es 31,27-40. El drama de


Israel llegará a su fin. Todos sus dolores y angustias serán curadas, será el día de la
restauración. Se anuncia el fin del exilio, y por consecuencia, el regreso, a través de
la figura de un nuevo éxodo, en el contexto de una nueva alianza. Este oráculo es el
testamento espiritual de Jeremías. Es la única vez que aparece la palabra nueva
alianza en el AT, desarrollado por la comunidad de QumRam posteriormente.
Jerusalén será reedificada (31,38-40). Una nueva Jerusalén que emergerá de la
destrucción, es decir, la restauración total de Israel. Se presenta a Dios
misericordioso, que ofrece el perdón. Este texto presenta como tema central la nueva
alianza, que lleva a una restauración universal. Esta nueva alianza se da en esa
fidelidad a los mandamientos divinos: "yo pondré mi ley en ellos y la escribiré en su
corazón". Es una alianza que ya no es externa, sino que se demuestra en actitudes de
fidelidad. Preanuncia esta nueva alianza el postexilio.

c.4 Plegaria de Jeremías (32,15-25). Los vv.24-25 parecen ser una añadidura posterior
de época postexílica (Neh.9). En esta oración se confirma la restauración de Israel y
la intercesión que el profeta hace por su pueblo. Es una narración de historia de la
salvación a la luz del oráculo profético, en un contexto de confesión de los pecados
(Neh.9; Dan.3 y 9; Hech.7): reconocimiento de los pecados y petición de perdón, es
decir, que queremos ser mejores, enumeración de las faltas y el perdón de Dios.

c.5 Oráculo de restauración de Israel (33,1-12) y las condiciones para la salvación


(34,1 - 35,1-19). Como consecuencia de ésta restauración, la promesa de un reino
eterno. Trata el tema de la venida de un nuevo rey. El tema central es la nueva alianza
con el linaje de David.

d. 36,1 - 45,5.

Un texto escrito entre el 605-604. Esta sección forma un bloque semejante tanto en
corte como en estilo y contenido. Escrita por Baruc al dictado de Jeremías. Se trata de
un escrito que Baruc lee ante el rey, que es modelo de la narrativa hebrea. Fué leído
ante el rey tres veces. Los textos de confesión de los pecados se dan en ambiente de
ayuno, como lo presenta el texto (36,9).

e. Los oráculos contra las naciones.

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Se refiere a advertencias contra las potencias circunvecinas. Primero contra Egipto,
luego contra los Filisteos, Moab, Ammon, Edom, Damascoa, contra los mismos
árabes, contra Elam, Babilonia (por cierto, bastante extenso). Abarca desde el cap.46
hasta el 51.

Concluye con un apéndice histórico (cap. 52), en el cual Jeremías subraya que todo lo
anunciado hasta el momento por los profetas se ha cumplido: Jerusalén se encuentra
en el destierro. Es probable que este oráculo haya sido una añadidura posterior (cfr. 2
Re.24,18-25). Presenta también la esperanza de la reconstrucción.

2.3.4.3 Su mensaje.

a. Jeremías narra a lo largo de su obra como experiencia personal el trágico fin de la


nación. Refleja las tres deportaciones y el fin de la monarquía.

b. Jeremías es el único profeta que narra su autobiografía, matizándola de los


acontecimiento históricos que le toco vivir.

c. Reprocho duramente las injusticias cometidas por las clases dirigentes políticas y
religiosas, y se echa a cuestas la misión de denunciar, combatir y destruir estas
injusticias.

d. Presenta el sufrimiento de su patria, las persecuciones que experimentaron, la


degeneración moral y religiosa e intercede ante Dios por su pueblo.

e. El mensaje de Jeremías llega a los exiliados mediante un mensaje de consolación,


exhortándolos a tener la confianza en que la misericordia de Dios terminará con la
opresión.

f. Dirige también su oraciones contra las naciones extranjeras como es típico en los
demás profetas, pero añade el tema de la justicia divina aplicándolo también a las
naciones circunvecinas.

g. El tema central en Jeremías es el tema de la nueva alianza. Es la columna vertebral


de su obra, el punto central. A la destrucción sigue la restauración y ésta se dará en
un pequeño resto, mediante un nuevo pacto, una nueva alianza, que será sellada en el
corazón. Una alianza nueva que durará para siempre (31,31-34).

Si se trata de nueva alianza, el punto central de ésta será la fidelidad del resto a Dios
por medio de su ley y la fidelidad de Dios para con este resto. La novedad de esta
nueva alianza está en: la iniciativa divina del perdón de los pecados, la
responsabilidad del pueblo en la fidelidad a su Dios y, la nueva proyección de la
religión judía en donde la ley no es exterior, sino grabada en el corazón del hombre
(vida, actitudes, etc.).

Tema 3. Los profetas del exilio (587-538 a.C).

3.1 Situación política, económica y social de este tiempo.

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La situación de Israel es difícil, sobre todo para aquellos que han sido desterrados,
donde se logra desarrollar la unidad del pueblo, profesar su religión, profundizar en
su fe... Tienen la experiencia de construir y de embellecer las ciudades babilónicas,
construir los jardines colgantes. En Jerusalén con el templo destruído, la ciudad en
ruinas, es el lugar para que surga el Deutero Isaías.

Durante este tiempo la Palestina es una provincia del imperio babilónico y los
hebreos que se encuentran en Babilonia viven la expectación de un próximo futuro
regreso. El salmo 137 (136 vg) ambienta de manera muy clara la experiencia de Israel
en el exilio.

En el 538 Ciro, emperador persa, proclama la libertad de los cautivos, dado que el
imperio caldeo ha caído. Ese mismo día las caravanas regresan, aunque algunos,
adaptados ya a la cultura babilónica se quedan (son llamados filobabilonenses); otros,
los tradicionalistas, cerrados a todas las influencias hacen surgir la tradición
deuteronomista (hassidim); un tercer grupo, siguen viendo la ley judía, pero
permitiendo influencias de la cultura caldea (liberales). Este tercer grupo forman la
comunidad samaritana.

En el destierro se va dando la idea de un grupo nacionalista, por lo cual al regresar se


forma una nación, completamente cerrada. En este contexto surge la voz del profeta
Ezequiel, el profeta del destierro, y la voz del profeta Deutero Isaías.

3.2 Profetas de este período

3.2.1 Ezequiel: el profeta de la cautividad.


Ezequiel: el profeta de la cautividad

3.2.1.1 Personalidad.

Ezequiel es el profeta de la cautividad; a diferencia de otros profetas pone en


repetidas ocasiones, mediante sus vaticinios y oráculos, una gran cantidad de datos
cronológicos.

En cuanto a género literario Ezequiel en algunos momentos difiere del género


literario de los profetas, por lo cual, debemos estudiarlo con detenimiento.

En lo que se refiere a la vida de Ezequiel solo mencionamos algunos datos:

a. Era hijo de Buzi (1,2), de la clase sacerdotal.

b. Hombre rico.

c. Su ministerio lo ejerció sobre todo en Babilonia.

d. Vivía entre los exiliados, exhortando a su pueblo a reflexionar sobre el por qué de
su desgracia. Anunciando mediante visiones, alegorías, parábolas y sobre todo
utilizando datos históricos.

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e. A través de su escrito notamos su gran decisión, al denunciar el significado de lo
que está aconteciendo, y ante la toma de Jerusalén él exhorta a sus contemporáneos a
vivir su responsabilidad personal que los debe llevar a la conversión.

f. La muerte de su esposa le hace meditar su misión y lo impulsa a desarrollar su


actividad de manera más comprometida.

g. Exhorta a sus contemporáneos a vivir en la esperanza de un próximo regreso y


reconstrucción del nuevo Israel.

h. Hombre consciente de su situación.

i. Muere, según parece, entre los exiliados.

3.2.1.2 Su obra.

a. División.

Primera parte: antes del asedio de Jerusalén: 1 - 24.

Segunda parte: oráculos contra las naciones: 25 - 32.

Tercera parte: oráculos en y después del asedio: 33 - 39.

Cuarta parte: destierro: 40 - 48.

b. Exégesis.

b.1 Primera parte: antes del asedio de Jerusalén: 1-24.

Según 1,2 el profeta tuvo su primera visión el día 5 del cuarto mes del año quinto de
cautividad, es decir, entre el 598-592. Durante este timpo el profeta se encontraba en
Babilonia en medio de los deportados. Al mismo tiempo la extraordinaria visión del
carro de Yahvé simboliza la visión que el profeta tuvo junto a los exiliados (1,4).

En Ez.3,16-24,27 se dan algunos oráculos ambientados antes del asedio de Jerusalén,


y que se refieren a la situación de la nación antes del exilio. A menudo presenta una
serie de símbolos como vemos en 3,22-27, cuando es privado de la palabra. Sobre el
asedio de Jerusalén se habla en 4,1-5,17 en forma de oración, donde se anuncia
también el próximo asedio.

Ez.6-12. Conocemos que el profeta presenta una serie de oráculos donde se describen
las culpas de Israel, se acerca el final, serán deportados, la gloria de Dios deja el
templo (10,18-22). Cronológicamente en este punto se indican los pecados que
Jerusalén ha cometido (8,1-18).

Ez.13-14 es un núcleo de oráculos que no tienen fecha, pero que el profeta denuncia a
los falsos profetas y a las profetisas, además prueba la idolatría imperante. Este grupo

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de oráculos termina con una exhortación a la conversión que solo se puede lograr por
la responsabilidad personal.

Ez.15-19 es un resumen de la historia de la salvación, mediante la imagen de la viña


(15,1-8). Concluye con la renovación de la alianza. Se presenta también la alegoría
del águila (17,1-24) que se refiere al rey de Babilonia, que concluye en el v.22. Ez.19
son oráculos de lamentación sobre la casa real, donde se retoma la alegoría de la viña
aplicada a Israel.

Ez.20-24 es una serie de oráculos que se refieren a la actividad del profeta antes de la
caída de Jerusalén, hacia el 591. En el cap.21 encontramos una narración simbólica
sobre la espada de Israel; el cap.24 se refiere al 589, anunciando la proximidad del
asedio.

b.2 Segunda parte: oráculos contra las naciones: 25-32.

Se dirige contra los amionitas, Moab, Edom, Filistea, Tiro, Sidon, Egipto y contra el
mismo Faraon.

b.3 Tercera parte: oráculos en y después del asedio: 33-39.

Esta sección se inicia con una especie de introducción en donde Dios hace las veces
del centinela. Se anuncia la toma de Jerusalén y del cap. 34-39, mediante oráculos se
anuncia la restauración futura. Dios es quien dará nueva vida, nuevo vigos, mientras
los enemigos son vencidos y de esta manera se manifiesta la gloria de Dios. El cap.37
es interesante por la alegoría de los huesos secos.

b.4 Cuarta parte: destierro: 40-48.

Esta última sección se refiere a la reconstrucción religiosa. El punto clave está en la


figura del templo, y en torno a él las instituciones. Todo será renovado en la fiesta de
las tiendas, en la luna nueva. La imagen del templo esta clarificada, por el torrente de
agua viva, quien purificará a la tierra y al hombre.

c. Textos básicos.

c.1 34,1-33. Se da una denuncia contra los pastores malvados. El mismo Dios
proclama que el será el pastor de su pueblo, el mismo juzgará al rebaño e inaugurará
una era de paz. Cristo se basa en este pasaje para expresar la naturaleza de su persona
y de su misión ("Yo soy el buen pastor...": Jn.10,1-18; Mt.18,12-14; Lc.15,4-7). Dios
hace con su pueblo una alianza de paz.

c.2 37,1-14. Símbolo de la resurreción nacional. Es una experiencia mística del


profeta en donde simboliza su misión entre los desterrados. Este pueblo recibirá de
nuevo el espíritu de Dios, quien los capacitará para levantarse de su esperanza
disminuída, y así iniciar una nueva vida. La clave de lectura de este capítulo está en
la esperanza de la reconstrucción y la confianza en Dios.

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c.3 48,30-35. "El Señor está aquí" es quien ha reunido a las 12 tribus, representadas
en la unidad de las puertas. El cambio de nombre a la ciudad de Jerusalén es símbolo
de su transformación, su nueva realidad. Expresión que va en diálogo con la
trascendencia de Dios y con su presencia en medio del pueblo para siempre.

3.2.1.3 Su mensaje.

Trascendencia de Dios (Ez.1). Presencia de Dios que inunda el universo por medio del
carro de fuego apocalíptico. El hombre reconoce su pequeñez. En el silencio de esta
majestad divina reconoce su grandeza.

Exhorta a la conversión y al arrepentimiento. Dios no lo ha abandonado, le da una


nueva oportunidad para regresar y reconstruir su pueblo. Tema importante es, pues, la
reconstrucción del templo, donde Dios será el pastor de Israel, que se manifiesta en
este resurgimiento.

Desarrolla también el tema del Espíritu del Señor, se vislumbra la reconstrucción de


un nuevo pueblo donde su teología está asociada al nuevo templo.
3.2.2 El Deutero-Isaías: Caps.40-55: El siervo de Yahaweh, el Mesías, Rey-Profeta.

Tema 4. Los profetas de la época persa (538-333 a.C.).

4.1 Situación de este tiempo: el regreso del Exilio. La reconstrucción.

Esta etapa la ubicamos entre el 538, cuando Ciro proclama la libertad a los cautivos,
y el 333, cuando se nos presenta la figura de Alejandro Magno. Es el tiempo de un
deseo grande de reconstruir, de allí que Ageo en sus 38 versículos de su obra, lo
único que pretende es animar la reconstrucción del templo, que es hablar de la
reconstrucción de mentalidad, de las instituciones. De allí, también, que el Proto
Zacarías (1-8) y el Deutero Zacarías, vean el templo reconstruído y exhortan a
reconocer la santidad de la tierra.

En este tiempo eleva su voz el Trito Isaías (56-66) y los temas centrales es la
renovación de las instituciones, la figura del templo como figura mesiánica, se habla
de una continua conversión para ser grande ante los ojos de dios, y el tema de una
tierra nueva, unos cielos nuevos, un templo purificado donde surgirán torrentes de
agua viva. El universalismo de la salvación que se inicia en Jerusalén y que los
pobres son los principales protagonistas de esta salvación. Es la aurora de una nueva
era, construída por los pobres.

4.2 Profetas de este período:

4.2.1 Ageo: la reedificación del Templo.

4.2.2 El Proto-Zacarías (Caps.1-8).

4.2.3 El Trito-Isaías (Caps. 56-66).

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4.3 Ultimos profetas de la época persa:

4.3.1 Malaquías. El reino mesiánico. Nuevo sacrificio de tipo universal. Venida del
precursor.

4.3.2 Jonás. El amor de Yahaweh se extiende a toda la humanidad. Universalismo.

4.3.3 Abdías. Destrucción de Edom y restauración de Israel.

4.3.4 Deutero-Zacarías. La reconstrucción del Templo.

Tema 5. Literatura apocalíptico-mesiánica.

5.1 Panorama histórico de Israel.

5.1.1 Alejandro Magno, conquista Israel.

5.1.2 Período Macabeo.

5.2 Daniel: género literario, significado religioso, añadiduras deuterocanónicas.

5.3 Baruc.

5.4 Carta de Jeremías: confesiones públicas de lamentación.

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