El Profetismo.
El Profetismo.
El Profetismo.
en la Sagrada Escritura
Objetivo
Temática
Crónica
Fotografías
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Introducción
1.1 Antecedentes.
1.2 Las culturas circundantes: Egipto, Fenicia, Mesopotamia, Mari, Grecia, Canaán,
beduinos, etc.
1.4 Los géneros literarios: oráculo, hecho simbólico, elegía, visiones, etc.
1.1 Contexto histórico - político de Palestina: Reino del Norte y Reino del Sur.
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Tema 2. Los profetas de los siglos VII - VI (hasta 587 a.C.).
2.3.1 Sofonías: la penitencia reafirma el amor y perdón de Dios "el día de Yahaweh".
4.3.1 Malaquías. El reino mesiánico. Nuevo sacrificio de tipo universal. Venida del
precursor.
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Tema 5. Literatura apocalíptico-mesiánica.
5.3 Baruc.
Parte IV.
El Profetismo
en la Sagrada Escritura
Objetivo
Temática
Crónica
Fotografías
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El Movimiento profético en Israel
Objetivo General
Dado que el "Corpus profético", es uno de los bloques más importantes de la historia
de Israel, en el contexto del anuncio mesiánico; es importante que el alumno conozca
y profundice el sentido histórico y teológico del profetismo de cada etapa. El alumno
deberá conocer que el profeta es aquél que anuncia la salvación y denuncia las
injusticias, sociales, políticas, económicas y religiosas. Por otra parte, el alumno al
concluir el curso tendrá los fundamentos necesarios sobre el sentido de la salvación
que en Cristo se da, ya que con él ha llegado a su plenitud.
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Bibliografía básica
3. SCHOKEL A. - SICRE J.L., "Los profetas", Vols. I-II, Ed. Cristiandad, Madrid
1979.
4. HESCHEL, A., "Il Messagio dei profeti", Ed. Borla, Roma 1981.
8. SALAS A. - MARTIN Juárez M.A., "Los profetas", Ed. Paulinas, México, D.F.
1992.
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Introducción.
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Si hablamos de los autores es necesario tener en cuenta dos cosas: su personalidad y
el mensaje profético que dejaron escrito, algunos muy extensos como Isaías y
Jeremías, y otros, muy pequeños como Amós y Miqueas.
Otro aspecto importante es el material literario que cada uno de los libros contiene.
Por ejemplo, la obra de Isaías en sus tres etapa abarca muchísimos tintes literarios:
oráculos de salvación, oráculos con tinte apocalíptico, himnos, etc. Jeremías por su
parte, nos presente su autobiografía a lo largo de toda su obra. Algunos nos presentan
sístesis históricas en forma de oráculo, reflejando el tiempo en que se pronunció el
oráculo. Otros se nos presentan en forma de himnos de acciòn de gracias, de petición
de perdón, etc.
Estos autores han dejado su huella en la historia de Israel, puesto que han
desarrollado una visión específica. Por un lado anuncian la salvación y denunciar las
injusticias, y por otro, ser profetas escritores, escritores de un mensaje, de una serie
de oráculos.
Estos hombres para pronunciar su mensaje utilizan hecho simbólico, que en algunas
ocasiones hace más difícil entender su mensaje. Algunos de estos personajes
pronuncian su profecía cerca de los templos, palacios o en los lugares donde se reúne
el pueblo. Se presentan saltando, cantando alabanzas a Dios, lascerándose la carne,
para que el pueblo entienda que son mensajeros de Dios.
En este contexto es necesario franquear estos problemas para poder entender mejor el
mensaje que los profetas nos presentan.
¿Quiénes son estos personajes que van realizando el movimiento profético en Israel?
¿Antes de ellos no hubo ningún profeta? ¿Los pueblos antiguos no tenían ningún
movimiento profético?
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Parte I.
1.1 Antecedentes.
Las investigaciones de los últimos años han sido de suma importancia para interpretar
y estudiar la problemática del mensaje profético en Israel. Un mensaje en el que la
mayoría de los estudiosos coinciden en que el movimiento profético de Israel hunde
sus raíces en las grandes culturas del Antiguo Oriente.
La existencia del movimiento profético fuera de Israel es un hecho que nadie pone en
duda. En los últimos años se han estudiado insistentemente las relaciones del
profetismo hebreo con el de las grandes culturas circundantes del antiguo oriente. Se
ha incrementado por los descubrimientos literarios, arqueológicos y científicos,
haciendo posible esa identificación y distinción. Estos indicios de los albores del
profetismo son para los exegetas, punto de partida para afirmar las líneas de relación
con los países circunvecinos de las antiguas culturas como son: Egipto, Mesopotamia
(Babilonia, Nínive), Mari, Canaan (esta última es la región que mejor ilustra este
aspecto).
A través de estas grandes culturas se nota que hay puntos similares en relación a la
profecía hebrea, que se desarrollaron desde la antiguedad y que Israel retoma dándole
un nuevo valor y vigor.
1.2 Las culturas circundantes: Egipto, Fenicia, Mesopotamia, Mari, Grecia, Canaán,
beduinos, etc.
1.2.1 Egipto.
Una de las tesis que más auge ha tenido en nuestro tiempo es la idea de que la tierra
madre del profetismo es Egipto, y que Israel no hizo otra cosa más que ampliar y
profundizar los esquemas ya desarrollados en Egipto.
Uno de los indicios sugestivos para afirmar esto es un papiro que se encontro en
Carhak, a finales del siglo pasado, en donde se presenta a un Mesías egipcio que es
salvador de Egipto. En el Valle de los Reyes y de las Reinas en la tumba de Nefertari
se encuentra en forma de jeroglíficos una inscripción, que habla también de un
salvador de Egipto, que presenta un esquema típico de oráculos, comprendiendo tres
partes: 1. la mención de una época de desgracia; 2. la venida de un rey, y; 3. la época
de salvación. Esquema que aparece en la literatura hebrea en diferentes ocasiones.
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La mayoría de los autores opina que en la literatura egipcia no aparece el término
profeta (ne'bim), sino simplemente se habla de sabios.
Por otra parte, estos textos están relacionados a las diferentes divinidades existentes
en las diferentes dinastías egipcias.
En los albores del profetismo encontramos buen grupo de profetas, ya sean verdaderos
o falsos, pertenecientes quizá a una familia profética o como trabajo oficial. No eran
amorfas pues contaban con una seria organización.
b. El llamado se resiste.
Los profetas de Israel están en el ambiente religioso, pero no se quedan allí, sino que
van más allá de esas fronteras religiosas, de acuerdo a la misión que han recibido.
Pensemos en Amós que ha sido enviado al Reino del Norte ha denunciar las
injusticias, tarea que realiza en el santuario, pero también en el palacio.
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1.4 Los géneros literarios.
1.4.1 Oráculo.
Esta forma literaria es la más común en el movimiento profético de Israel. Tiene toda
una estructura típica o concreta que la mayoría de los profetas aplican. Tiene una
invitación a escuchar, una acusación, una fórmula de parte del profeta que se va
repitiendo y un anuncio del castigo.
Normalmente contienen el mismo esquema, solo que las elegías introducen una
acusación en forma de advertencia o de elegía (Is.5,8-10; Am.6), caracterizándose
también por el lamento.
Entre estos encontramos el llamado el día del Señor que es presentar el oráculo
aplicado al tema de el día del Señor; para algunos profetas este día es día de castigo,
de destrucción, mientras que otros añaden la esperanza mesiánica o la salvación
(Am.5,18ss).
1.4.3 Doxologías.
¿Quién es el profeta de Israel? En primer lugar, podemos decir que el pueblo de Israel
es el mensajero de Dios; un mensajero que surge del pueblo, vibra con la
problemática de su pueblo y la conoce, se siente sensibilizado. Es la voz misma del
pueblo y a su vez, comunica al pueblo la voluntad de Dios, y a la vez recibe el
mensaje de Dios para comunicarlo a su pueblo.
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Normalmente estos profetas se encuentran asociados a un lugar religioso o a un hecho
religioso, aunque no siempre será el santuario, sino puede ser también un lugar santo.
Estos mensajeros en muchas ocasiones se encuentran denunciando los abusos del rey
o de la corte. En algunas otras ocasiones el profeta es perseguido por los poderosos,
porque a los a denunciado su mala manera de vivir, y se esconde fugitivo, ya sea en
medio del pueblo o en el desierto. En otras ocasiones estos profetas son torturados
por parte del rey, por denunciar la corrupción. También en algunas ocasiones estos
profetas se desaniman porque sienten que su mensaje no ha llegado al corazón de su
auditorio y se sienten fracasados. En algunas otras ocasiones por denunciar las
injusticias es expulsado de la comunidad o de la corte.
Ante esto tenemos que decir que Dios es el que ha tomado la iniciativa, dejando a un
lado la libertad del hombre. Sin embargo, el profeta rechaza esta iniciativa de Dios, y
desde su interior es consciente que no puede hacer caso de lo que Dios le pide, porque
es una carga muy pesada. Sin embargo, Dios insiste para que cumpla esa misión y no
se ande con miedos. Ante esto, el profeta no tiene otro remedio que hacer caso de
Dios. Y, finalmente, se convierte en proclamador incondicional de Dios e inicia
prácticamente su pasión.
La función del profeta es que no habla en provecho propio, pues su meta es llevar al
pueblo a Dios, y esta función es fundamental en todo el cuerpo profético, pues cuando
el profeta habla, no lo hace en bien propio, sino a favor de la comunidad. Siente
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querer llevar al pueblo a la santidad, aún cuando se tenga que pasar por un vía crucis
o un calvario.
Ellos, los profetas, utilizan el hecho simbólico para que su mensaje impacte más (1
Re.11,29-41; Is.20,1; Jer.19,1ss). El hecho simbólico va unido al mensaje o a la
personalidad del profeta.
La profecía primitiva hunde sus raíces en la figura de Moisés. Ante este hecho
tenemos que clarificar dos cosas:
En su contexto, Moisés reúne los requisitos para ser un verdadero profeta, aunque en
el libro de los Números se muestre así, por haber sido redactado en tiempo de Elías y
Eliseo.
2.3.1 Nashir.
2.3.2 Ro'eh,
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Es el famoso vidente. En los albores de la profecía el término es usado
indistintamente (Samuel es reconocido por el pueblo como el elegido de Dios). El
vidente es el portador de la voluntad de Dios. Están en contraposición de los
sacerdotes de Baal. Tampoco denuncian las injusticias, sino que están vinculados al
Santuario. Se va a consultar al Ro'eh para que prevea el futuro, pues tienen la
sensibilidad de sacar conclusiones lógicas de la historia que se está viviendo. El
vidente es reconocido por la comunidad como un sabio, al que se debe consultar. No
es poseído por el Espíritu de Dios como los profetas (Nebim).
e. Muchos dicen estar poseídos del Espíritu de Dios. El verdadero profeta actúa se ve
empujado por El para denunciar y anunciar.
d. Hablan al pueblo para que se olviden del Señor, llevándolos a profesar una religión
sincretista, olvidando la vivencia de la ley, impidiendo la conversión y desvían al
pueblo hacia la ruina (Jer.28,1-9). Anuncian lo que les conviene, porque el verdadero
profeta anuncia, aún a pesar de su sufrimiento, el mensaje del Señor.
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g. Son amantes del soborno, de la mentira (su mensaje lo construyen en actitudes
mentirosas) y la inmoralidad.
Parte II.
Es aquél que se dan en Israel hasta el último período de los Jueces y de manera
particular se desarrolla en el Primer libro de Samuel. Por otra parte, el pueblo de
Israel, oprimido por los filisteos, ha perdido su confianza en sus instituciones, y por
tanto, para volver a tener confianza en esas instituciones Dios hace surgir de en
medio del pueblo a un mensajero, que es Samuel.
Samuel, que es el portavoz de la decisión divina para buscar de entre los hijos de
Israel a un Rey. Samuel, siendo el último juez, es considerado como uno de los
representantes del profetismo extático, no porque tenga que entrar en extasis
artificialmente sino porque su mensaje se da en contexto de culto y de oración (1
Sam.3: Dios llama a Samuel y le da una visión) y fue reconocido como verdadero
profeta (v.20).
Podemos decir que a la cabeza del profetismo extático está pues, la figura de Samuel.
Sigue en este mismo contexto Saúl, quien es ungido como el primer Rey de Israel,
transmitiéndole su espíritu profético, quedando él lleno del Espíritu de Yahvé,
comenzando a predicar (1 Sam.10,1), profetizando y leyendo el futuro. Saúl es así,
Rey y Profeta.
La figura de Samuel es a la vez del profeta solitario y del profeta que pertenece a la
comunidad profética, incluso encabezándolos (1 Sam.19,18-24). A través de este texto
notamos el profetismo colectivo y al mismo tiempo el profetismo individual. En el
pueblo hebreo hasta el final del período de los jueces e inicio de la monarquía
practicaban el profetismo extático, que se lleva a cabo ya sea de manera individual o
de manera colectiva. Si era de manera colectiva, eran grupos de profetas reconocidos
por el pueblo, y quizá, de profesión, que se reunían principalmente en las cercanías a
algunos santuarios, y a través de visiones, sueños o conjuros podían entrar en
contacto con Yahvé, comunicando la voluntad de Dios a todos los que le rodean. Se
trata, entonces, de grupos fervientes, entre los cuales se encuentra Saúl, y así como
él, muchos otros.
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Se pueden confundir con los profetas de Baal si se estudian superficialmente, o bien,
confundir su mensaje. Por lo cual, es necesario tener siempre presentes las
características de los falsos y verdaderos profetas.
Otra característica de los profetas extáticos es que son profetas carismáticos, como lo
presenta el profetismo colectivo. Porque Dios los ha poseído y los impulsa a hablar,
ellos pronuncian su mensaje sin saber el alcance que tiene.
La característica de este tiempo del profetismo es que los profetas entran en éxtasis y
son poseídos por el Espíritu de Yahvé.
La primera puede ser definida cuando el profeta está cerca del Rey y ante el Rey
denuncia y da a conocer su mensaje. Los personajes que surgieron en este período
fueron: Gad y Natan. Estamos en el período del gobierno de David, quien gobernó del
1010 al 970 a.C.
Tiene un poco más de importancia que Gad. Es el profeta de la corte. La cita más
importante es 2 Sam. 7. También aparece en 2 Sam.12 y 1 Re.1,11-48. En la primera
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cita es el punto de partida de toda la tradición hebrea desde el punto de vista
mesiánico, pues es la primera vez en que aparece el inicio de la descendencia, siendo
también uno de los textos más antiguos de la monarquía davídica. En este linaje
descrito por 2 Sam.7, Dios hace una alianza con su pueblo. El texto tiene las
características típicas de un oráculo mesiánico y de dinastía. En la segunda cita, la de
2 Sam.12, se habla de los profetas que están cerca de la corte, ejercitando su misión
en un círculo muy reducido, en la corte o en el palacio. Y si podemos llamarlos
profetas es porque no fueron servilistas al Rey o se vendieron a él, pues a costa de la
incomodidad ellos anuncian y denuncian.
No tiene que ver con una obra escrita y aparece muy alejado del Rey, y tienen que ir a
buscarlo para oir la profecía, y tampoco se sabe si hubo una reacción contra él.
Solamente tenemos la noticia de su existencia y de su profecía.
La tercera etapa está marcada por la lejanía progresiva, por la corte y el acercamiento
cada vez mayor hacia el pueblo. El ejemplo que encontramos es el profeta Elías, que
es un ciclo completo desde la llamada, el ministerio y la muerte de este personaje
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profético. Es la primera vez que encontramos una pieza bien estructurada dentro de la
literatura de Israel sobre un profeta; su itinerario completo unido literariamente de
manera extraordinaria.
Elías era nativo de Jesbe, al otro lado de Gabad, perteneciendo al reino del norte.
Desarrolla su actividad entre el 874-872. Es un profeta soliterio o itinerante, sin una
especial vinculación al santuario, aunque su denuncia es típicamente religiosa y
desaparece a manera teofánica, es el nuevo Moisés, probablemente por el concepto de
la tradición yahvista que se encontraba en crisis.
La mayor parte de su ministerio lo lleva a cabo bajo el reinado de Ajab, quien se casa
con Jezabel, que es fenicia. Al emparentar con los fenicios introduce la práctica
idolátrica fenicia en el pueblo de Israel: el baalismo. Y el mismo rey Ajab honra estas
divinidades construyendo templos idolátricos frente a Jerusalén. Al morir Ajab sube
al trono Ocosías, que dura solo un año en el reinado. El monte Carmelo es
identificado como el lugar donde se da el culto a los baales, en contraposición con
Dios, haciendo un milagro fuera de lo común.
Elías se presenta como verdadero profeta ya que realiza una serie de milagros, pero
sobre todo llama la atención su figura ascética que se nota en su forma de vestir. Por
esto, los autores modernos analizan la figura de Elías en comparación con la figura de
Juan el Bautista, una figura austera, representativa para el pueblo hebreo, lo cual ha
significado que se le aplique el título de Padre del Profetismo.
También podemos decir que Elías es un profeta solitario, a pesar de que en su tiempo
existiera la comunidad de profetas.
Otro hecho importante es que Elías, siendo padre del profetismo, tiene un discípulo
reconocido como Eliseo (1 Re.19,19-21; 2 Re.2,1-6). A través de los textos notamos
el carácter extraordinario de Elías: una persona comprensiva con su discípulo.
Esta tradición de Elías como padre del profetismo está sostenida por los últimos
profetas, no sólo por el Ciclo de Elías. Así tenemos a Malaquias, de finales del siglo
V quien nos explicita esta paternidad: Mal.4,5 (3,23). Este texto es aplicado a Juan el
Bautista como precursor (Lc.1,17).
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Por los acontecimientos históricos que se van dando, el aspecto más importante de su
misión profética es evitar que la Religión Yahvista se pudiera reducir a una hibrida
forma de sincretismo religioso (mescla de magia, baalismo, acontecimientos
cósmicos...).
Finalmente, podemos decir que Elías es un profeta que trabajo incansablemente por la
clarificación de la Alianza entre Dios y el pueblo. La Alianza presentada en Dt.31,10-
13 es defendida por Elías, pretendiendo su fidelidad, y luchando contra el baalismo.
Esto es lo que identifica su labor profética.
La figura de Elías tiene ya los pasos correspondientes a quien ha sido llamado por
Dios para la actividad profética, es un verdadero Nehebim, desde su vocación, su
ministerio, su denuncia y haber sido poseído por el Espíritu de Yahvé. Presenta varios
gestos simbólicos: la entrega del manto al sucesor, los diferentes milagros.
Conclusión.
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La profecía de Eliseo no es de tipo clásico, pues no nos dejó una obra escrita, sino
más bien de tipo estático. Su ministerio no va dirigido únicamente para Israel o para
un sector de la sociedad, sino que presenta su ministerio a diferentes sectores de la
población. Lo vemos así con los pobres, cuando el hambre amenaza a Jericó, cuando
se presenta a los pobres de Guilgal y ante la viuda en el momento de tener que pagar
sus deudas, pero también se presenta ante los reyes. Se presenta, además, ante los
gentiles para anunciarles la bondad del Señor: ante la sunamita y ante Naaman. Su
manera de presentarse es austera, como su maestro Elías. En algunas ocasiones se
hace presente personalmente, en otras envía el mensaje.
Con el Ciclo de Eliseo se concluye una primera etapa del profetismo, que se nos narra
en 1 y 2 Re., y que parece ser que se formaron tradiciones orales que posteriormente
se juntaron de acuerdo a los protagonistas hacia principios del siglo VI y dieron como
origen el Ciclo de Elías y Eliseo.
En el Ciclo de Eliseo se nota una obra más extensa, pero de menor valor literario.
Quizá se deba a diferentes compositores o, quizá, se le dió más importancia a Elías,
por ser el inicio del profetismo en Israel.
¿Si Elías y Eliseo son profetas estáticos, qué rasgos centrales y básicos nos presentan
en su mensaje profético? Con ellos descubrimos la distinción entre el verdadero y
falso profeta.
Parte III.
El profetismo clásico.
Buscando el primer profeta clásico nos tenemos que encontrar con Amós, que ya al
principio de su libro nos marca el tiempo histórico y la geografía en que se
desenvuelve. Si abrimos el libro del profeta Oseas y leemos el títulos: "Palabra de
Yahvé que fue dirigida a Oseas...", coincide completamente con Amás, en la
presentación del Reino dividido y los reyes que en ese momento gobiernan. Es lo
mismo que sucede con el Proto-Isaías y el mismo Miqueas. Al leer los títulos de estos
cuatro profetas, vemos que coinciden en un tiempo histórico y nos dan una cronología
precisa de sus actividades, ejerciendo su ministerio en el siglo VIII. Para
comprenderlos mejor habrá que estudiar el siguiente tema.
1.1 Contexto histórico - político de Palestina: Reino del Norte y Reino del Sur.
Reino dividido. En el Reino del Norte la capital era Samaria; es un reino que había
llegado a su esplendor bajo el reinado de Joroboam II (784-744), último rey de la
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dinastía de los omri. Esplendor que se ve reflejado tanto en el aspecto económico,
político y social, no así en el aspecto religioso.
En el Reino del Sur las cosas son diferentes. Durante estos cuatro reyes (Jotam, Ajar,
Ezequías y Manases), continuaron fielmente la descendencia mesiánica. No tuvieron
grandes problemas con los reyes de Asiria hasta el momento de la deportación del
Reino del Norte, a tal grado que cuando Ezequías gobernaba se dió cuenta que los
asirios querían apoderarse también de ellos, y mandó construir un tunel bajo la
muralla de Jerusalén que llegará hasta Guijón, única fuente para abastecerse, salvando
de esta manera el Reino del Sur de los asirios, pues cuando éstos llegaron pudieron
resistir el asedio de los asirios (701).
Por otro lado, en el Antiguo Oriente gobernaba la XVIII dinastía de los faraones, en
Egipto. Se encontraba en crisis, porque la potencia Asiria se había extendido hasta su
territorio. De los asirios podemos mencionar a cuatro monarcas importantes:
Tigalpileser II (745-725).
Salmanazar V (725-722).
Sargon II (722-705).
Senaquerib (705-681).
Durante este período ellos fueron los principales arbitros de la política del Antiguo
Oriente, y que poco a poco extendían sus dominios, queriéndose apoderar de las
grandes ciudades. Esta es la situación que el Antiguo Oriente esta experimentando en
el siglo VIII. El descontrol comienza cuando tienen que abandonar Jerusalén sin
ningún fruto. Sin embargo, comienza a ejercer un nuevo poder: el de los persas.
Mientras que los judíos aprovechan este tiempo para organizar sus leyes, y es el
tiempo en que surgen las tradiciones yahvista y deuteronomista.
1.3.1.1 Personalidad.
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Amós pertenece al profetismo clásico, porque nos ha dejado una obra escrita que
forma parte del Corpus Profético. La palabra Nebin (profeta) nos indica a un
personaje que anuncia la salvación y denuncia las injusticias. Este anuncio se va
concretizando en un Salvador, y las denuncias van en orden a la idolatría y la
purificación del pueblo. El profeta se aleja de la corte de una manera radical, y
cuando está ante ella, denuncia las injusticias aún a costa de sacrificios.
a. Anuncio de la salvación.
b. El capítulo 7.
No sabemos cuándo nació y cuándo murió. Los únicos datos precisos que tenemos se
refieren al lugar de origen y profesión, como se nos narra en el título del libro. Nació
en Tecua, a 17 kms. de Jerusalén y a 9 kms. de Betelem. Era cuidador de ovejas,
cultivador de sicomoros.
Amós, a raíz del ambiente en que se desarrolla, conocía los fenómenos naturales que
acontecían a su alrededor, sobre todo por su oficio de pastor y su contacto con la
naturaleza cada día, observando. A partir de aquí elabora su mensaje para el Reino
del Norte. Conoce también los acontecimientos que se van suscitando tanto en el
Reino del Norte como los del Reino del Sur, lo que le ayuda a conocer la situación
política y religiosa de los dos reinos.
No sabemos por cuánto tiempo duró su actividad profética, sin embargo, podemos
decir por los vaticinios que en su obra aparecen, que el profeta comenzó sus oráculos
a la edad de 23-25 años, y dejó de hacerlo hasta el día de su muerte.
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En sus escritos se nota que nuestro autor refleja una profunda fisonomía espiritual
que elabora a través de la larga espera en el desierto, es decir, día con día. Esto lo
sensibilizó para percibir la situación de la naturaleza, hasta que un día fue llamado
por Dios para denunciar la corrupción de Israel.
Por eso Amós asumía estas imágenes con la misión que Dios le encomienda: saber
distinguir el vuelo de los pájaros y las trampas de los cazadores, el rugido del león
hace temblar a cada viviente en la selva asociándolo con la presencia de Dios; el
silencio del desierto ha dejado su huella en su forma de ser, pues entre los horizontes
que median el infinito está la presencia inexorable de Dios.
a. Amós distingue los profetas de oficio y los profetas carismáticos: "Yo no soy
profeta ni hijo de profeta" (7,14)
b. Pertenecía al grupo de pastores: "yo soy vaquero y picador de sicómoros" (7,14).
c. La figura del pastor era una figura que representaba a los pobres de Israel, los que
no tienen cultura ni oficio (agriculturos, carpinteros...), y vivía de la venta de su
rebaño en el templo de Jerusalén.
d. Es preparador de sicomoros (especie de higos, que hay que saber prepararlos para
poder comerlos). No se le puede decir cultivador, porque estos crecían por sí solos en
el desierto.
1.3.1.2 Su libro.
Esta muy bien ordenado. Corresponde a las palabras u oráculos (Dabar). El mismo
título afirma que contiene vaticinios proféticos que van del cap.1-6 del libro de
Amós. Del cap.7-9 presenta las visiones simbólicas, y del mismo cap.9-11 nos
presenta un oráculo de restauración mesiánica.
El tema que Amós ofrece es de destrucción, por lo cual resulta curioso que hasta el
final presente un oráculo de restauración mesiánica.
En la primera parte del libro de Amós (1,3 - 2,16) encontramos los oráculos contra las
naciones extranjeras y además contra Israel (2,6-16). Estos oráculos van contra los
vecino del pueblo de Israel: Damasco, Gaza y Filistea, Tiro y Fenicia, Edom, Ammon,
Moab, Judá y, finalmente, contra Israel. El juicio sobre cada uno de estos pueblos
consiste en una breve o larga nota de las culpas de cada uno y el castigo que merecen.
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Las visiones son actualizadas por el profeta con su significado propio. Dentro de
estas visiones encontramos la visión de las langostas, de la sequía, de la plomada, del
cesto de frutas maduras y de la caída del santuario. Por eso podemos decir que las
visiones parecen indicar la gravedad de la situación y la progresividad del juicio
divino.
4,1-13
5,1-6
7,10-17 Conflicto con Amacías. Se rompen las visiones. Esto podemos llamarlo
interludio histórico.
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8,1-14 Visión de las frutas maduras.
En la estructura literaria de Amós se repiten una serie de fórmulas que los demás
profetas también van a utilizar.
c. Exégesis de la obra.
Los oráculos contra las naciones están dentro de su contexto histórico. Estos oráculos
siguen de manera general el mismo esquema:
Una sentencia.
Un delito.
Un castigo.
Por otra parte, estos oráculos más que seguir un itinerario histórico, seguirían un
itinerario geográfico para subrayar la soberanía universal del Señor o de Yahvé.
c.1.1 Oráculo contra Damaso (Am.1,3-5). País vecino a Israel. En el período en que
el profeta escribe, Damaso era la capital del Reino de Siria, llamado también Región
de Aram, colindando con el norte con Palestina. Cuando se habla de Damaso se
refiere a todo el país. Los crímenes que el profeta condena se refieren a tiempos de
guerra y, los habitantes de la Región de Siria, fueron barbaros en tiempos de guerra
(eran sanguinarios). Condena y castigo en contra de las casas de placer: Bicat-avén y
Bet-edén, que son las casa de placer más renombradas. Es un oráculo en forma de
inclusión: "Así dice el Señor... Lo dice el Señor".
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c.1.3 Oráculo contra Tiro y Fenicia (Am. 1,9-10). Dirigido específicamente a un
puerto fenicio. Una población que se dedicaba al tráfico de esclavos, hundiendo sus
raíces en el matrimonio de Jezabel y Salomon. Se condenan también porque a través
de este pueblo se introdujeron los cultos sincretistas, tanto en Israel como en Fenicia,
por aquel amistoso matrimonio entre Jezabel y Salomon.
c.1.4 Oráculo contra Edom (Am. 1,11-12). La región de Edom está al otro lado del
mar muerto, en la Transjordania, en una región desértica. Fue ocupada por los
senobitas. Una región que siempre estuvo en lucha constante con la Palestina y nunca
tuvieron buenas relaciones con Israel. Esto se viene arrastrando desde aquel plato de
lentejas que vendió Esaú a Jacob por el precio de la primogenitura. Esaú se fue a
vivir a Edom, de donde son ciudades Tenan y Borsa.
c.1.6 Oráculo contra Moab (Am.2,1-3). Hacia el sur de Judá esta ubicada la región de
Moab, parte de la Transjordania. Es la región más fértil de la misma Transjordania.
Allí se desarrolla parte de la historia de Rut y descendencia davídica. Existía la
costumbre de enterrar a los muertos en tumas. Y en ellas ponían ofrendas, de la vida
cotidiana, jojas... Más había gente que se dedicaba a robarlas. Dentro de la región
moabita había la creencia de que cuando una tumba era violada, el difunto quedaba
sin descanso y con una maldición. Profanación de tumbas que es demostrada por la
estela de Mesa, donde se habla de la devastación que ha sufrido Moab, como castigo
de la profanación de las tumbas. Reciben castigo por haber profanado los huesos del
Rey.
c.1.8 Oráculo contra Israel (Am.2,6-16). En este oráculo se resume toda la profecía
de Amós. Es el oráculo obertura que abre las puertas a toda su obra. Primero denuncia
los crímenes de Israel, por lo que el castigo es inminente. Es el oráculo más
desarrollado. La denuncia que se hace es la siguiente: los ricos humillan al pobre, los
humildes son despojados de sus tierras, destruyen la dignidad de los que menos
tienen, ejercitan la constitución sagrada y profanan el santuario. Denuncia la
corrupción del sacerdocio y la corrupción de los profetas de oficio, que han desviado
la moral, y por esto, el castigo es inminente. Denuncia el falso culto o el culto
idolátrico, subrayando la conducta desviada de los actores del culto. Denuncia el lujo
desmedido de las clases dependientes, el orgullo de la clase alta y la falsa seguridad
religiosa, que consiste en sentirse protegidos por Dios pues han sido elegidos por él.
El Señor se encara con su pueblo. El juicio de Dios es inminente por sus pecados y
pasará sembrando la desolación, muerte y oscuridad.
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c.2 Oráculos y lamentos del profeta por Israel (3,1 - 6,14). Contiene esta sección una
serie de oráculos, de advertencias y amenazas. Son sermones que contienen
advertencias y amenazas.
3,1-2 Casi en forma de aforismo enuncias estos versos el principio de que la elección
es responsabilidad. Casi podría considerarse programa de lo que sigue, que será un
pedir cuenta a los elegidos.
3,3-8 Esto es como una autopresentación del profeta con recursos sapienciales. En su
contenido, la serie es impresionista y sugestiva: un rugido, su respuesta; una ave que
cae, una trampa que salta (mundo de caza animal y humana); un toque de corneta, el
pánico, y se siente la presencia activa de Dios; ahora el león ruge cerca... y es el
Señor. La serie podía sonar como juego ingenioso, coreado por el público; el
desenlace parece cargarla de imágenes omninosas. Quizá los oyentes tengan que
seguir escuchando esta corneta de alarma antes de temblar y ponerse a salvo; Amós ya
ha escuchado dentro el rugido del León, y no le queda más remedio que prestarle su
voz como un eco.
3,7 Una mano posterior añade esta aclaración, elevando a principio general lo que
Amós apenas indicaba como un hecho. El no dice que el profeta lo sepa todo antes de
que suceda; los hechos los controla Dios, la información la da cuando quiere, y esta
vez está avisando; nada más. El profeta, como confidente universal de Dios, es una
reflexión tardía y generalizante; como quien dice: el Señor ha dirigido a su pueblo en
la historia, explicando al pueblo su acción por medio de los profetas. En tal
enunciado entran los profetas de amenaza y los de promesa, Jeremías e Isaías II.
3,9-11 Primer oráculo contra poderosos injustos. Son gente que vive en palacios, que
se ha enriquecido explotando a los demás. con frase incisiva lo resume el profeta:
"Atesoran violencias y crímenes en sus palacios": ésos son sus tesoros
desenmascarados. Si alguna vez en los palacios de la capital han invitado
ostentosamente a extranjeros, el profeta despacha correos con otra invitación para
contemplar el espectáculo que los ricos han montado y Amós va a mostrar. Los
invitados son extranjeros, también habitantes en palacios, pero con sentido de la
justicia.
3,13-15 En este oráculo se mezcla el lujo con la devoción, las casas de campo y los
marfiles con los altares. La implicación de los altares es diversa: por una parte, los
altares sirven para el culto normal, para dar gracias y pedir gracias, una feliz
bendición para los ricos; en momentos de peligro, los altares ofrecen asilo frente al
enemigo. Todo fallará, porque el día de rendir cuentas los altares serán los primeros.
Dios no refrenda la función de unos altares que han garantizado la injusticia.
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4,1-3 Tercer oráculo sobre las mujeres de los ricos. "Vacas de Basan" ¿es título
honorífico, o insulto despectivo? Entre hombres, "toros, carneros" sería título de
oficio y autoridad, y es lógico que a las mujeres les toque el correspondiente "vaca".
Por otra parte, en Israel la gordura podía ser señal de riqueza y prestigio. Quizá Amós
juegue con el doble sentido o con la connotación de la palabra. Esas mujeres
sintetizan el escándalo de juntar la buena vida con la explotación de los pobres.
4,6-13 Entra aquí una vigorosa serie de cinco plagas que acompasan el escarmiento y
una contumacia creciente. Es una página apasionada, desarrollada en un crescendo
implacable. Aquí se habla de escarmientos bienintencionados y fracasados; hay cierto
parentesco entre palabras y hechos que acusan e invitan. El eje de la serie es el valor
saludable del castigo, que denuncia una culpa e invita a la conversión, y la correlativa
resistencia de los que sufren sin escarmentar. El estribillo resume perfectamente la
idea. La conversión o vuelta al Señor es lo que buscan todos los castigos: si el Señor
los trajo a sí, después del alejamiento tienen que volver. La serie se presenta como
historia, culmina en una catástrofe ejemplar, desemboca en una confrontación nueva,
quizá en un castigo inminente.
5,1-3 En este capítulo comienza la serie de tres ayes. El mismo profeta se encarga de
entonar por adelantado la elegía fúnebre por la capital, que sintetiza y representa a
todo el pueblo. En rigor, la elegía es minúscula, pues ocupa dos versos. Como en el
caso de la hija de Jefté (Jue. 11,39ss), el dolor se redobla por cantar la belleza juvenil
tronchada. Una capital puede mirarse como matrona fecunda o señora matriarcal y
también como doncella hermosa y atractiva, casi novia del pueblo. El profeta mira en
lontananza la hermosa ciudad caída que no puede levantarse ni ser levantada a su
vida, esplendor, poderío de ahora. Si es ésta la acción del Señor anunciada, hay razón
para temer el encuentro. La salida de que se habla puede ser militar y puede encerrar
además la idea del destierro.
5,4-6 "Buscar" es aquí una palabra preñada de sentido, es como cifra del sentido
religioso: indica dirección, concentración, tarea; se hace una vez y se repite de nuevo.
Tiene además la urgencia de una elección insoslayable: o los santuarios favoritos o el
Señor.
5,7-17 Primer ay: justicia en los tribunales. El tema es la justicia de los poderosos:
se amenaza a los transgesores, se les exhorta a la justicia, se vuelve a la amenaza en
tono de elegía.
5,18-20 Segundo ay: culto y justicia. Este oráculo polémico presupone en los oyentes
una concepción, quizá una experiencia precisa del "día del Señor" como día salvador.
En principio se podría entender como día de fiesta litúrgico: después de haber
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superado diversos peligros, ponen su esperanza en una fiesta litúrgica periódica o
especial, en que el Señor les concederá su favor, y sucede lo contrario. También se
podía entender en sentido militar, como día de intervención victoriosa y salvadora del
Señor: cuando el Señor intervenga no lo hará para salvar a su pueblo infiel.
5,21-27 Con bastante claridad planean estos versos uno de los grandes problemas del
AT: la relación y tensión entre el culto y la justicia social. Tema atestiguado
repetidas veces en la literatura profética, en la oración, en la literatura sapiencial. El
israelita inventa o practica el culto primero para honrar al Señor, cosa valiosa;
después lo practica para asegurarse el favor de Dios, para aplacar su ira sin tener que
cambiar de conducta, y esto es farsa, execración, intento de soborno. La injusticia
vicia el culto.
6,1-10 Tercer ay: lujo y riquezas. El tercer ay se dirige a los ricos que derrochan en
lujos, viven confiados en sus riquezas. El castigo ha de corresponder al delito: los
que se recuestan indolentes irán al destierro, el fasto será entregado al enemigo, las
casas quedarán vacías.
Estas visiones están relatadas en primera persona, y esto es de manera sugestiva para
el lector, pues podemos pensar que esta parte es la más auténtica y genuina del
profeta.
c.3.2 Visión del fuego consumidor (7,4-6). Yahvé se arrepintió ante la intercesión de
Amós, quien presenta el fuego consumidor, identificándolo con el juicio de Dios y
alega ante él la pequeñez del pueblo.
c.3.3 Visión de la plomada (7,7-9). Dios está haciéndose ver a Amós que el muro del
templo está mal construído desde los cimientos, por lo cual debe ser construído
nuevamente. Amós ya no interviene, por tanto, el juicio de Dios es irrevocable, pues
la alianza con Dios ha sido violada, pues se han practicado cultos idolátricos, y lo que
es aún peor, se hacen cultos sincretistas.
c.3.4 Interludio histórico (7,10-17). Las visiones son interrumpidas por este
interludio histórico, que nos ha permitido reconstruir la biografía de Amós, y nos ha
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dado la posibilidad de ubicarlo geográfica y temporalmente. Presenta además una
profecía en contra del Reino del Norte, donde se denuncia ante Amacías lo que le
pasará a Israel.
c.3.5 Visión del cesto de fruta madura (8,1-3). El cesto de fruta madura es el símbolo
de que Israel ha llegado a su madurez. El tiempo del juicio está por llegar y no
tardará el Señor en emitir su castigo, que será manifiesto el día de Yahvé.
c.3.6 Ultimo oráculo (8,4-14). Se interrumpen las visiones y ponen una advertencia
en contra de la codicia, el fraude, la corrupción de la clase alta del Reino del Norte.
El v.11 marca el hambre de oír la palabra del Señor. Sin embargo el castigo es
inminente, siendo el punto central la opresión de los pobres y la corrupción de la
clase alta de Samaria, pues en sus negocios sucios pisotean la dignidad de los pobres.
c.3.7 Visión del altar (9,1-8). Esta visión exhorta a que nadie escapara de la cólera
de Dios. Existe cierta identificación con el Salmo 139: alabanza a Dios por su
magnificiencia, porque nos conoce completamente. La cólera de Dios se extiende
hasta el Sheol, el lugar de los muertos, y hasta el Carmelo.
1.3.1.3 Su mensaje.
Uno de los aspectos más criticados por Amós es el lujo desmedido de la clase alta del
Reino del Norte, ya que Amós puede comprobar esta suntuosidad tanto en sus
construcciones como en la forma de vida. Ataca las actitudes de los ricos que habitan
en sus lujosos palacios, que contienen sillares sunuosos y objetos valiosos y que se la
pasan de fiesta en fiesta, de orgía en orgía, a costilla de los pobres y desvalidos. Se
ungen con perfumes costosísimos. Sus mujeres van coajadas de joyas.
Otro aspecto que Amós ataca son las injusticias sociales, económicas, políticas y
religiosas. Los ricos se olvidan de los pobres y los oprimen y costa de ellos llenan sus
arcas, hacen violencia y cometen crímenes. Estas riquezas las han conseguido
oprimiendo a los que menos tienen, maltratando a los pobres y despreciándolos,
vendiéndolos como esclavos, falseando las medidas y aumentando los precios. Es una
actitud contraria al espíritu fraterno que Dios exige de su pueblo.
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Como consecuencia de su mensaje es el día del Señor, como día de castigo y
tinieblas, que provocará desolación y muerte y ante esta características del día del
Señor se encuentra la fórmula o pincelada de esperanza: "buscadme y viviréis", con la
cual expresa el ideal de conversión.
Otro tema fundamental es el del "resto". Es el primer profeta que inicia la doctrina
del "resto". Probablemente Amós sitúa este pequeño resto en el Reino de Judá que es
su pueblo, su patria, y que indirectamente está haciendo alusión a la continuidad de
las promesas mesiánicas de la sucesión davídica.
1.3.2.1 Biografía.
Tenemos muy pocos datos desde el punto de vista biográfico. Sólo algunos datos que
emergen de su propio escrito, como lo vemos en su obra en 1,1, a través del cual
sabemos que era hijo de Beeri, quizá procedente del Reino del Norte, donde realizó su
ministerio. El tiempo en que ejerció su profecía también está enunciado en el título de
su obra.
Se habla de que ejercitó su ministerio desde Josías hasta Ajaz, y una parte del
Reinado de Ezequías, por lo cual se cree que pronunció las condiciones políticas y
religiosas del Reino del Norte. En ningún momento menciona a Jerusalén, lo cual es
indicio de que es realmente del Reino del Norte. Parece ser que le tocó la experiencia
de ver la destrucción de Samaria en el 721, y parece ser que murió hacia el 714.
Notamos en su obra que Israel está viviendo los últimos años de prosperidad, que
fueron los años más dramáticos del Reino del Norte, pues por un lado los problemas
internos que habían vivido.
A través de su obra no es fácil descubrir a qué clase social perteneció Oseas. Hay
varias propuestas: algunos opinan que se trataba de un Beerino, que caminaba por el
desierto del Reino del Norte; otros, piensan que era de la misma clase social que un
pastor. Otros más piensan que pertenecía al rango sacerdotal, y otros, lo identifican
como miembre de un grupo de profetas. Más bien, tenemos que decir, se trata de de
un campesino, de donde solía tomar los ejemplos. Es a través de su actividad de
donde conoce los ritos baalicos y orgiásticos.
Notamos que Oseas era crítico y observador de los hechos presentes y pasados, de la
corrupción de las clases dirigentes y de las aberraciones del pueblo.
1.3.2.2 Su obra.
Para poder estudiar el libro del Profeta Oseas es importante retomar la estructura que
nos presentan los capítulos 1 y 3. Dios le habla a Oseas para que celebre su
29
matrimonio con una mujer que se prostituye, sacándola de los altos para purificarse.
Nos preguntamos: ¿son dos experiencias distintas las que narra estos capítulos? ¿dos
textos? ¿dos tradiciones? Los autores construyen este acontecimiento.
Estas dos narraciones ¿son biográficas o simbólicas? Practicamente son las dos. En
cuanto a la narración en primera persona los criticos piensan que se trata de una
narración histórico - biográfica, porque los elementos que emergen son precisos,
claros y concretos. Se trataría de un solo matrimonio, narrado en dos etapas. Gomer
es también la que aparece prostituyéndose, porque se ha cansado de Oseas, además de
haberse alejado de Dios, hasta caer en la prostitución sagrada dedicada a los baales,
donde ejerce culto idolátrico, hasta que Dios le pide que perdone a su esposa y poner
a prueba su fidelidad. Una vez que Gomer está a prueba durante un período y es fiel a
Oseas, éste la lleva a su casa y viven más felices que antes.
Esta es la misma experiencia de Israel para con Dios. Esta es la denuncia de los
profetas. La experiencia de Oseas es al mismo tiempo oráculo para concientizar al
pueblo. Es el tema que abordarán posteriormente otros profetas: Isaías, Ez.16.
Un juicio.
Un castigo.
Una promesa.
Es un esquema que forma parte de los profetas clásicos, pero es en Oseas donde se
forma. El juicio está expresado a través de la esposa infiel, es decir, por sus
desórdenes morales, en todas las clases sociales, las crisis internas de Israel y la
perversión en la religión. Este juicio se da porque se han alejado de Yahvé, trasgerido
su alianza.
30
El castigo. De manera gradual se dará la destrucción del pueblo, la invasión del
enemigo, la calamidad y la realidad angustiosa. Toda una tragedia.
La promesa expresada por la llegada de una nueva era que indica la conversión, la
esperanza y la reconstrucción. Es el cap.14 quien indica este volverse al Señor, a
través de un oráculo de esperanza, reconstrucción y mesianismo.
En cuanto a la estructura del libro es un poco más dificultuosa que la de Amós, pues
como hemos visto su matrimonio se narra en dos capítulos separados, insertándose de
manera indistinta los oráculos del profeta, y en este contexto se consideran los más
significativos.
Sentencia de muerte.
c.2 Segunda sección: Os.4,4 - 9,9. Son oráculos y castigos que el profeta anuncia a
sus contemporáneos, generalmente dirigidos a la clase alta. El tema que cada uno de
estos dichos u oráculos nos ofrece trata sobre el juicio que Yahvé hará contra Israel
por culpa de su infidelidad y sus muchos pecados contra Dios.
c.2.1 Pleito con los sacerdotes: 4,1-3 En este oráculo Yahvé acusa a Israel. No hay
fidelidad ('Amat), ni amor (hesed). Estas dos afirmaciones son centrales en el mensaje
de Oseas. Si no hay fidelidad ni amor, tendremos que hablar que el pueblo de Israel
ha rompido la Alianza (Berit), no ha cumplido la ley, y vive en infidelidad,
consiguiendo así el castigo evidente de parte de Yahvé. Referencia directa al
decálogo: "Abundan el juramento falso y la mentira..." (4,2), por lo que la alianza ha
31
sido rota y la tierra está por convertirse en desierto, por eso hay duelo en el país
(4,3), elegía y lamento. Y esto no es otra cosa que "el día del Señor" (Yom-Yahveh).
c.2.2 Acusación contra los jefes de Israel: 4,4 - 5,7. Sacerdotes y profetas que se
venden, rechazan el conocimiento, olvidan la ley. Ofrecen sacrificios idolátricos
(4,12), prostituyéndose en las cases del placer de Gilgal y Betaven. Es una acusación
contra los sacerdotes porque han sido infieles, disfrazando de culto yahvista un culto
sincretista. Es una acusación también contra los reyes por pisotear la dignidad de los
pobres, por aceptar la ignominia baalistica, por ellos se pronuncia una sentencia. Y
por esto, será devastado el país, y el rey será llevado a un lugar extraño, la casa de
Dios será destruída y el enemigo ocupará la tierra.
c.2.4 Conversión auténtica: 5,15 - 6,6. 5,15 indica el abandono de Yahvé a su pueblo,
mientras que 6,1-3 indican que el arrepentimiento conduce de nuevo a Dios, pero este
arrepentimiento no puede ser un arrepentimiento superficial (6,4-6) o falso.
c.2.5 Un historial de apostasía: 6,7 - 7,2. Reflejan una falta de lealtad y perdón
imposible. La falta de lealtad con Dios toma diversos nombres: quebrantar la alianza,
hacer traición, prostitución, falsedad. La falta de lealtad con los hombres se
manifiesta en actitudes: "bandidos al acecho, ladrones, bandoleros", y en obras, hasta
el asesinato. Jefes de semejantes conducta parecen ser los sacerdotes: ellos dirigen la
fornicación idolátrica y los crímines civiles. El perdón es imposible porque no hay
una verdadera conversión ni confesión: aunque Dios intenta la reconciliación, los
culpables se hacen ilusiones de que los delitos no aparecerán o no serán tenidos en
cuenta: "porque se hace la ilusión de que su culpa no será descubierta ni aborrecida"
(Sal.36,3). Así, en el mismo acto de una posible reconciliación, se hace más patente
la condición pecadora de Efraín. Pues, contando con un perdón fácil y mecánico,
agravan los pecados y quedan envueltos en ellos.
c.2.6 Conjuras de palacio y alianzas funestas: 7,3-12. Denuncia contra los reyes, que
han aprobado la corrupción, y la han propiciado ellos mismos. La maldad de Israel se
manifiesta también en sus intrigas y crímenes contra la autoridad establecida.
Internamente maquinan traición y violencia mientras externamente muestran devoción
al Rey. Todos son adúlteros, infieles y desleales. Pero, aunque encendidos por la
pasión de destruir, planean prudentemente su rebelión.
c.2.7 Insinceros e ingratos: 7,13-16. Es una elegía típica del profetismo. "Ay de
ellos" es una frase de amenaza y amonestación, y muestra también cierta desilusión,
pues a pesar del amor de Dios, se han alejado de él. Se han rebelado al romper los
vínculos de la alianza y reclamar autonomía absoluta. Ahora ni siquiera desean ser
salvados por Yahvé. Por el contrario, hablan mentiras contra él, al no reconocerlo
32
como única fuente de seguridad y refugio. Su política es desleal. Se han dado a las
prácticas idolátricas.
c.2.8 Han roto la alianza y no valen sus alianzas y fortalezas: 8,1-14. La trompeta da
la voz de alarma cuando el enemigo se acerca a la ciudad. "Que un águila se cierne
sobre la casa del Señor. Porque han roto mi alianza rebelándose contra mi ley" (8,1):
con frecuencia se hace esta comparación del enemigo con un águila que acecha desde
lejos su presa y se abate para devorarla; aquí, el enemigo se precipita sobre la casa
del Señor, es decir, la tierra del Señor que es Israel, pues han transgredido su pacto y
han violado su ley. La ruina caerá sobre Israel. Se enuncia el cisma político religioso
y se denuncian las alianzas y la idolatría.
c.2.9 Cultos de fertilidad: ni pan ni vino: 9,1-6. Las primeras palabras de Oseas
muestran ya la diferencia entre las ruidosas festividades de Israel y el culto a Yahvé.
En lugar de dar gracias a Yahvé, Israel se ha puesto a adorar a las fuerzas de la
naturaleza. El exilio será el castigo por la idolatría.
c.2.10 No valen ni profetas ni videntes: 9,7-9. Oseas tuvo que sufrir el destino de
todos los profetas, pues Israel en lugar de hacer caso al profeta que señalaba sus
pecados, gritó: "El profeta es un loco, el hombre inspirado desvaría..." (9,7b). Sin
embargo, el profeta sigue denunciando la corrupción del culto, mientras que el Rey
maquila contra el profeta para cayarlo. No se habla de lo que le sucedió al profeta.
c.3 Tercera sección: Os. 9,10 -14,1. En esta sección se evoca el por qué del castigo,
mediante algunos oráculos que señalan lo que ha sido la historia de Israel y los
pecados que ha cometido.
c.3.1 Castigo por el crímen de Baal-Peor y Guilgal. Oseas considera el tiempo que
Israel pasó en el desierto como un período en que el pueblo era gozo para el corazón
del Señor. La imagen de la breva en la higuera y uvas en el desierto, también expresa
con gran propiedad las relaciones de Yahvé y el pueblo en aquellos felices tiempos.
Aquellos felices comienzos no duraron mucho, pues se consagraron a la ignominia: en
lugar de fecundidad, hay desolación. Israel no ha escuchado la voz de Dios, por lo
cual será castigado. La falta de hijos, la mayor maldición posible, será un castigo
adecuado para los pecados de Israel contra la castidad.
c.3.2 Castigo por la idolatría, por el culto y la hipocresía: 10,1-8. Oseas vuelve al
blanco principal de su reproche: la idolatría de Israel. El contexto da la impresión de
que el profeta habla a un pequeño número que todavía se preocupa por escucharlo,
pues los demás lo han juzgado loco. Usa Oseas la figura de una vid frondosa para
describir a Israel, que producía fruto en abundancia, disfrutaba de gran prosperidad,
pero con ella, en lugar de percatarse de la presencia de Dios, se volvieron a Baal, a la
religión de la fertilidad y a la idolatría. Destrucción en tres etapas:
Hombres.
33
Mujeres y niños.
c.3.3 Resultado terrible del pecado: 10,9-15. Israel tiene que aprender siquiera de su
propia experiencia. Amaron la iniquidad, confiaron en su propio poder, pero el
resultado ha sido la corrupción y desilusión completa. Se presenta el tema de la
vanidad. El oráculo se presenta así:
Juicio.
Acusación.
Sentencia de muerte.
c.3.4 Oráculo del amor paterno: 11,1-11. Nos da la más bella descripción del amor de
Dios. Recuerda la ternura y romance de los primeros tiempos. Entonces había, ante
los ojos de Yahvé, muchos pueblos, y Yahvé se decidió por ellos, un pueblo sin
territorio ni historia, privado de la civilización más rudimentaria. La justicia y
santidad de Yahvé exigen castigo para el pueblo apóstata. Pero su amor infinito hará
que, a pesar del castigo, no destruya a Israel. La conversión, el regreso del exilio, la
restauración habrán de marcar el camino hacia la salvación.
1.3.2.3 Su mensaje.
Oseas coincide con las ideas de Amós. Condena el lujo de la clase alta, así como el
culto idolátrico que se está celebrando en Isaías. Denuncia las injusticias sociales,
políticas, religiosas..., el orgullo del pueblo en ese afán de poder hacia los pueblos
circunvecinos, condena la idolatría y la trasgresión de la ley. Por todo esto, el castigo
es inminente. Aunque el Señor da tres posibilidades:
34
En esta tercera posibilidad se sitúa la mayor parte de la doctrina de Oseas. El perdón
antecede a la conversión. Dios perdona a su pueblo antes que este se convierta porque
el amor de Dios es fiel, sincero, proyectado en una alianza, porque Dios tiene piedad
hacia el otro, porque Dios se ha entregado a su pueblo. El mensaje habla por tanto de
la conversión del pueblo.
Otro aspecto importante es el tema del desierto. Israel si quiere recibir la salvación
debe renovar su alianza con Dios. No significa que deba caminar por el desierto
nuevamente, sino, más bien, dándole una nueva dirección a las instituciones: el culto,
el templo, el sacerdocio, las grandes fiestas de Israel.
Oseas posee un espíritu meditabundo y atento a las necesidades del pueblo, quien por
anunciar la salvación y denunciar las injusticias es perseguido y calumniado (9,7-8),
pero es la suerte que todo profeta de Dios tiene que pasar siendo fiel a esa misión que
se le encomienda.
Oseas anuncia una religión del corazón y del espíritu que Jesús afirmará
posteriormente (Mt.9,13: actualización del mensaje de Oseas).
Se le llama el profeta del juicio divino. Del profeta Miqueas conocemos únicamente
algunas noticias que aparecen esporádicamente en su libro. Es distinto de Miqueas,
hijo de Yimlá, que vivió dos siglos antes y que se narra en 1 Re.22,8ss, quien vivió
en la época de Ajab de Samaria y Josafat, en los reinados de JOtam y Ajaz.
Otros datos que conocemos de la vida de Miqueas están en el título de su obra (1,1).
Su actividad la desarrolla en el período de los reyes Jotan, Acaz y Ezequías. Otro
dato lo encontramos en Jer.16,18-19.
a. Del cap. 3-5 sería un autor posterior, de la época del Proto - Isaías, por las ideas de
restauración. Sobre todo hay un detalle en el oráculo contra el templo. Estos autores
se basan en el lenguaje que cambia un poco en relación a todo el escrito, pero basados
en que se trata de un mensaje profético, la mayoría de autores opina que se trata de un
solo Miqueas en dos etapas sucesivas de su ministerio.
35
b. Si hablamos de un solo Miqueas podemos añadir que nació en Moreset, cerca de
Gad, territorio filisteo, a unos 30 kms. de Jerusalén, en una región montañosa.
Por el mensaje de su obra, se puede decir que pertenecía a una familia rural como
todos los habitantes de la región filistea, dedicándose al cultivo de su terreno. Esto se
explica por la serie de imágenes que va presentando cuando realiza sus denuncias, y
Miqueas tiene el mérito de haber resumido en el cap.6-8 la justicia de Amós, el heset
de Oseas y la humildad de Isaías.
1.3.3.2 Su obra.
b. Exégesis.
Estos tres capítulos nos proponen un juicio universal convocado por Dios, haciendo
las veces de juez y de acusador. Los testigos son los habitantes de la tierra, los
montes, las estrellas, el universo...
Dios en ese juicio universal no solo castigará el reino del norte, sino también a Judá
(esta es la nueva realidad que añade este profeta). La cólera de Dios se ha encendido
a causa de todos los crímenes, y en especial, por la clase de gobernantes, que han
corrompido las instituciones, pisoteando la dignidad de los humildes, por eso el juicio
de Dios será devastador y universal.
Encontramos una serie de oráculos de índole mesiánico. Algunos autores opinan que
estos capítulos fueron añadidos en un período postexílico, sin embargo, nosotros
pensamos más bien que fueron escritos por el mismo Miqueas en un período posterior
o en un segundo momento.
El cap.4 continua la misma idea que los capítulos anteriores: una teología de Sión, del
Templo y de Jerusalén.
36
idea que circulaba en la comunidad judía, tomando ambos la figura del pastor, que se
conoce en el ambiente de ambos profetas.
En el cap.5 aparece uno de los oráculos más perfecto y completo sobre el mesianismo.
Es la primera vez que se habla de Belén Efrata (Beth-Lehem, casa para el pan. Efrata,
pues ahí se establecieron las efraititas, la más pequeña de las tribus de Israel), que es
una región árida y desértica. Y de ella nacerá un Pastor (se utiliza el término con todo
el contenido teológico que este nombre contiene), con todo lo que implica. No es un
personaje que será famoso, ni que tendrá el poder en sus manos, sino más bien aquel
que cuida, cura, alimenta... a sus ovejas. No se refiere a un príncipe. De aquí se
desprende su importancia, y no por el pequeño libro de él.
El pueblo aprecia su culpa y propone una compensación cúltica, que el Señor rechaza:
no culto, sino justicia es lo que él busca (6,6-9a).
Una enumeración apretada y apasionada demuestra la injusticia del pueblo, que hace
inútil la compensación cúltica; entonces, ¿valdrá la intercesión de un mediador?
(6,9b-16).
En la primera parte que abarca del versículo 8-10, resalta la idea de que Jerusalén
sufrió a manos enemigas, lo cual no significa que la potencia adversaria sea árbitra de
la situación. El sentido de los hechos es que Jerusalén era culpable, y el Señor la
castigó entregándola temporalmente en poder enemigo. Ahora que Jerusalén está
arrepentida y perdonada, el Señor saldrá por ella, librará a la humillada y castigará la
arrogancia del agresor. Tenemos aquí una confesión teológica tradicional, expresada
en términos bastante originales.
La segunda parte, los vv.11-13, presenta que llega el día de la reconstrucción del
retorno de los dispersos. La ciudad se llena, y es necesario ensanchar la muralla. El
poeta contempla una dispersión universal. El país desolado será el de los enemigos.
La tercera parte, los vv.14-17: Si la imagen del Señor pastor está vinculada a las
tradiciones del desierto, el pastoreo de Basán y Galaad se refiere a la ocupación de la
37
tierra, incluida la Transjordania. La actividad pastoril del Señor a favor de su pueblo
tendrá valor de teofanía; el enemigo será víctima del pánico.
Finalmente, la cuarta parte, de los vv.18-20. Por el tema del pecado y el perdón, esta
última parte empalma con la primera. Si el enemigo se revela el Señor poderoso
castigando, a su pueblo se revela misericordioso perdonando. Perdonando se muestra
incomparable.
1.3.3.3 Su mensaje.
El primer tema que Miqueas propone es "el día del Señor" (Yom-Yahveh). A
diferencia de otros profetas en Miqueas es el juicio de Dios que se desarrolla en un
contexto de teofanía cósmica, mediante un lamento y una elegía que pronuncia Dios.
El juicio está por comenzar (6,1ss). La acusación es por las injusticias sociales (2,1).
Este día del Señor es día de juicio y condena, pero al final de todo quedará un
pequeño resto.
El segundo tema que trata Miqueas es el de la bondad (Hesed) que podemos traducir
como misericordia divina. El juicio no es de destrucción total como en el mensaje de
Amós y Oseas, sino que este juicio está enmarcado por la bondad divina, esa bondad
que tiene como consecuencia la salvación y que es característica de Dios.
Miqueas presenta la bondad divina con el anunico de una esperanza, que está
cimentada en esa bondad de Dios, por su perdón y misericordia (7,7). En este
contexto de la bondad divina esta la promesa de restauración (7,11-13). En esta
bondad divina encuadramos el primer anuncio del Rey mesiánico, así como ese
reinado que se proyecta en el pastoreo de las ovejas (cfr. 5,1-5. Idea que no aparece
ni en Amós ni en Oseas).
El tercer tema enunciado por Miqueas es el reinado futuro del Señor en Sión (4,1-5).
Sión es el centro de donde partirá la salvación, una salvación que se proyecta a todos
los confines de la tierra. De Sión viene la Palabra de la ley, porque es ahí el punto
central de las profecías mesiánicas.
Otro tema que emerge del mensaje de Miqueas es algunas características de este Rey
mesiánico (5,1-4). Por un lado, la dinastía davídica, poniendo el origen de esta
dinastía en Belén de Efrata, la ciudad originaria de la dinastía. La gloria y dignidad
de este Mesías será dirigida a los humildes de la tierra. Será un rey que pastoreara un
rebaño (pobres y humildes).
38
1.3.4.1 Aproximaciones generales.
Esto se acrecento por parte de los exegetas protestantes, que desacralizaron el texto.
El Concilio Vaticano II abre un nuevo panorama, pidiendo que se acreciente la
exégesis, se aplique el método estructuralista, es decir, ordenar un texto a partir de
una estructura, y se retome la exégesis protestante.
b. 40-55 Deutero Isaías (587 en los siglos VII y VI). Reino de Judá destruído y
llevado al destierro. Cánticos del Siervo de Dios. Oráculos de esperanza.
c. 56-66 Trito Isaías (537. S.VI). Libertad de los cautivos, reconstrucción del país.
Epoca de Esdras, Nehemías, Zorobabel.
39
1.3.4.2 Proto Isaías.
Su nombre indica "Yahvé salva". Se inician los oráculos mesiánicos, y entre ellos
encontramos algunos datos sobre el autor (1,1). Es hijo de Amós. Nace en el 760
durante el reinado de Osías, y no existe ningún motivo para identificarlo con el
profeta, pues ya habían pasado muchos años. Además el nombre se escribe diferente:
Amosh (profeta) y Amoss.
e. Misión (6,9).
Fue en el tiempo de la muerte del rey Uzías (6,1) a quien ubicamos entre el 747 - 745.
Su experiencia profética en esta teofanía abre un nuevo horizonte en el anuncio y la
denuncia. Esta teofanía lo lleva a ver con más realismo lo que está sucediendo en su
pueblo, y psicológicamente lo hace madurar, pues es transformado radicalmente.
40
voz..." (6,1-4). Interioriza la conciencia del pecado personal y colectivo (6,5-7). En
esta vocación profética se inicia la reflexión de esta diferenciación entre el pecado
personal y el pecado colectivo. Hay que pedir perdón a Dios para que él actúe con su
misericordia.
El Protoisaías anuncia el castigo para el Reino del Sur, que será deportado. Y junto a
esto añade la esperanza de la salvación, manifiesta en el resto de Israel, que edificará
la ciudad en el Monte Sión. Estos puntos van unidos a la Teologìa de Sión y a la
dinastía davídica.
De este matrimonio nacieron dos hijos, que Dios mismo les puso nombre: Sear-Yasub,
"un resto volverá" y Maher-Salal-Has-Bae, "pronto al saqueo" o "rápido al botín".
Todo profeta que está al servicio del mensaje utiliza el hecho simbólico. Más datos
del profeta no son encontrados, ni siquiera sabemos el tiempo en que murió, pero no
fue antes del 701 (eso sí lo podemos asegurar). Una tradición judía recogida en el
Talmud, menciona que fue asesinado por Manases, quien mandó cortarlo en dos con
una sierra. Esta tradición fue recogida por las Padres de la Iglesia pero no hay
fundamentos históricos.
Por lo que refleja su obra, podemos pensar que pertenecía a la aristocracia. Algunos
hablan hasta que pertenecía a la familia real, y otros afirman que era sobrino de
Manasías. Si fue así tenemos que imaginar el cambio profundo que tuvo que realizar.
41
Es un extraordinario poeta. Toma una gran cantidad de imagenes que lo hacen maestro
de la profecía. Entre esas imagenes encontramos la luz mesiánica (cap.11).
1.3.4.3 Su obra.
c. Reinado inicial de Ezequías (727 al 715), donde compone del cap.13 al 35,
presentando los oráculos contra las naciones extranjeras (13-23), el libro de la
escatología (23-27) y una serie de oráculos de diferente índole (28-35). Deportación
del Reino del Norte en el 721.
42
b. Estudio general de la obra del Proto Isaías.
b.1 Cap.1-6.
b.1.1 2,2-5. Se nos presenta la reunión de las naciones en torno a Sión, de donde
emerge el tema del universalidsmo de la salvación.
b.1.3 3,1-5. Se habla del día del Señor, un día en que habrá desesperación y confusión
en Judá y en Jerusalén. Se presenta en forma de elegía o denuncia.
b.1.4 3,16-26. Elegía contra las mujeres de la alta sociedad. Al igual que Amós ofrece
un catálogo bastante amplio de los adornos de las mujeres del siglo VIII a.C.
b.1.5 4,2-6. Se habla de la restauración que seguirá al día del Señor, donde habrá
prosperidad en Jerusalén.
43
b.1.6 5,1-7. Cántico de la viña. Poema. Se puede reconocer que Isaías lo redactó a
propósito de la fiesta de la vendimia. Probablemente se proclamaba en la fiesta de las
tiendas, que es el recuerdo de el caminar de Israel por el desierto, congregados en
torno al Arca de la Alianza, elevando un acción de gracias.
Quizá Isaías tomó un esquema de un texto tipo de los llamados testimonia del AT. La
figura de la viña se utilizaba como texto tipo o testimonia; imagen que indicaba el
itinerario a la salvación, por lo cual no es extraño que lo utilize Isaías para aplicarlo
a Israel.
Este cántico es el canto del amor del Señor a su pueblo, disfrazado como un cántico
del amor humano, bajo la imagen de un canto del tiempo de la vendimia. Se reclama
justicia, que sólo se puede lograr en la medida que Israel se vuelva a su Dios y se
convierta.
Este cántico es actualizado por los profetas posteriores. Jn.15 lo retoma, aplicando a
su realidad actual en Cristo. Aquí la viña es el Hijo de Dios, Cristo. En el oráculo de
Isaías se clama justicia, aquí de amor y caridad fraterna.
44
b.1.7 Capítulo 6: vocación de Isaías.
'Imannuel significa Dios con nosotros. El signo central de esta profecía es un niño
recién nacido, y es lo que constituye la espina dorsal de estos oráculos. El material
con que fue redactado pertenece a la invasión asiria, bajo el gobierno de Senaquerib.
Estos oráculos reflejan algunas invasiones, ataques contra Israel. Algunas amenazas y
promesas, y una promesa del profeta.
Las pruebas de que estos oráculos pertenecen a las guerras de los asirios, las
encontramos claramente en el cap.7, en un tono de estructura literaria poética, que se
nota en las dos comparaciones: el viento que agita a los árboles (v.3) y los tizones
que humean (v.4).
Encontramos un oráculo de anunciación (v.14). Por un lado, el viento que agita y los
tizones, aclaran el oráculo. Los pasos de un oráculo de anunciación son los
siguientes:
La forma de alimentación: comerá requeson y miel, hasta que aprenda amar el bien y
rechazar la injusticia.
45
Del v.17 al 25 se habla del segundo aviso del Emaannuel, que ofrece un signo que
confirma las promesas, y ese signo es un vástago.
Se subraya el aspecto de la dinastía davídica, promesa hecha por Dios a Davir (2 Re.).
Ese niño nacerá de una Virgen, y el nombre es impuesto por Dios, y será 'Imannuel,
que es Dios con nosotros.
1.3.4.4 Su mensaje.
El Proto Isaías desarrolla sus ideas, fruto de una compleja personalidad. Una de sus
ideas principales es la trascendencia de Dios, tema que está al centro de todo su
mensaje, con la idea de que Dios ha tomado la iniciativa para llamarlo. En el Cap.6
afirma que lo ha llenado de su espíritu, y resultado de esta experiencia de Dios es su
vida contemplativa, meditatiba e intuitiva de Dios.
Otro tema que emerge en la obra del Proto Isaías es la fe en Dios. Como ejemplo de
fe tenemos la misma vocación de Isaías, que se ha convertido en un mensajero de su
Palabra. Por lo cual, la religión, para Isaías, es esencialmente un acto de fe en Dios,
ya que por un lado necesita la santidad de Dios, y por otro, se debe dar este acto de fe
ante la pequeñez del hombre, que se lleva a cabo en el pacto de la Alianza, que se
debe vivir en fidelidad.
46
Otro tema es la Nación. Empieza a surgir el nacionalismo por el sentido de la alianza
y la profunda fe en Dios. Nuestro amor manifiesta una gran fidelidad a la suerte de su
patria. Así, para él, Sión no es solamente un lugar de culto al verdadero Dios y el
centro del Reino de Judá, sino que Sión es el centro del Reinado universal de Dios,
trascendiendo el lugar geográfico.
El siguiente tema que se propone es el de los pobres de Yahvé, con una particular
característica que se aplica al resto (11,4), y esos pobres de Yahvé son los desvalidos,
los indefensos, los huérfanos, las viudas, son aquellos que son víctimas de la
injusticia y de la violencia, en los cuales se realizará la justicia en el nuevo reino.
Sof.1,1 habla de Judá, sin mencionar el Reino del Norte, por lo cual, suponemos que
ya había desaparecido. Es en el tiempo del Rey Josías. El profeta Jeremías (1,1) nos
dice que se trata de una época del rey ya mencionado, y de una fehca: XIII de su
reinado. Se refiere probablemente al último año del reinado de Sedecías y el inicio
del reinado de Josías.
47
Sofonías y Jeremías, por tanto, pertenecen al reinado de Judá, en el tiempo de Josías,
hasta su deportación en el 587. En este período podemos encuadrar también a los
profetas Nahum y Habacuq.
VIII - VI (587)
Sofonías
Nahum
Habacuc
Ammon (642-640)
Josías (640-609)
Yoaquim (609-598)
Sedecías (598-587)
Caldeos
Persas 537
En las ruinas de la ciudad surge la voz del Deutero Isaías (cap.40-55), a raíz de la
deportación, exhortando a los que están lejos a vivir la esperanza del próximo regreso
y, en Babilonia la voz del profeta Ezequiel.
En el 537 Ciro, rey persa, proclama la libertad de los cautivos, para comenzar la
reconstrucción.
48
2.3 Profetas de este tiempo.
2.3.1 Sofonías: la penitencia reafirma el amor y perdón de Dios "el día de Yahaweh".
Sofonías:
Sofonías anuncia el día del Señor como un día terrible, de catástrofe universal, pero
donde quedará un pequeño resto el cual disfrutará de los dones de la salvación.
2.3.1.2 Su obra.
b. Contenido exegético.
49
autosuficientes, con la proyección farisáica (1,12-13). Y ante esto, es inevitable el día
del Señor (1,14-18).
b.3 Profecías contra Jerusalén. Vuelve su atención hacia Jerusalén, que también será
castigada por su infinidad de crímenes y allí habla primero en contra de los
gobernantes y concluye diciendo que las demás naciones también serán destruídas.
2.3.1.3 Su mensaje. Retoma la idea de el día del Señor, mediante una amplitud
cósmica. De Isaías retoma el tema de los pobres de Yahvé y lo desarrolla en un
profundo significado espiritual (2,3). También insiste en el juicio de Dios sobre Judá
y sobre los pueblos paganos, y concluye sus oráculos con una llamativa promesa de
salvación universal.
2.3.2 Nahum: la caída del poder opresor. Nahum, la caída del poder opresor
2.3.2.1 Personalidad.
2.3.2.2 Su obra.
2.3.2.3 Su mensaje.
50
En relación a este profeta existen algunas críticas: la saña contra la ciudad de Nínive,
que refleja una cruel alegría, el desprecio a los paganos. Como poeta es
extraordinario para presentar en la historia la justicia divina.
2.3.3 Habacuc: el Justo vivirá por la fe. Habacuc, el justo vivirá por la fe
Lo que llama la atención de Habacuc es el destino del inocente y del culpable. Pone
en entredicho, como Jacob, la doctrina de la retribución que es característica del
pueblo hebreo.
2.3.3.2 Su obra.
Prólogo: 1,1
Lamentación contra Judá porque los caldeos han castigado su impiedad, sin embargo
Judá sobrevivirá.
51
2.3.3.3 Su mensaje.
El punto central es el fin miserable del impío y la victoria final del justo. Babilonia y
Asiria son los impíos y los judíos son los justos, por lo cual irrumpe Dios en la
historia para castigar a los impíos. Durante este castigo se cumple el destino histórico
de Israel, que sigue siendo el pueblo de Dios. Proyecta la idea de una nueva aurora
que comienza a surgir (3,1).
2.3.4.1 Personalidad.
Ningún otro profeta nos da tantas noticias autobiográficas como él. Su importancia
radica en la cantidad de noticias autobiográficas y que a lo largo del escrito van
apareciendo, lo cual proyecta la experiencia que le toco vivir.
El título (1,1-2) nos ofrece algunos datos históricos: ejercitó su ministerio bajo el
reinado de Josías, Yoyaquim, Sedecías, es decir que le tocó desarrollar su ministerio
enla época más controvertida y difícil del reino de Judá, en donde se da la destrucción
de Jerusalén, cuando los reyes, sacerdotes y ciudadanos son asesinados y, otros,
deportados a una ciudad extraña donde quedaba muy lejos el esplendor de su pasado y
lloran y se lamentan esperando un futuro mejor.
2.3.4.2 Su obra.
a. Vocación.
b. Etapas de su ministerio.
52
Durante este tiempo se escriben particularmente los caps.7 al 20. Nos encontramos
con un Jeremías solitario que continúa su misión de denuncia, lo cual le causa muchas
desilusiones porque el pueblo... Lo encontramos predicando en torno al templo, en
donde da a concer el verdadero significado del culto y la verdadera esencia del
judaísmo. Jeremías permanece célibe. Esta sección la podemos fechar entre el 609-
598.
b.1.1 Del cap. 7-10 aparecen oráculos fragmentados, sentencias breves que reflejan la
situación moral y religiosa de este tiempo.
b.1.3 Los cap.14-17 forman una unidad donde el tema central continúa siendo la
denuncia de los pecados del pueblo y la venganza de Yahvé. El profeta compara el
juicio divino con una gran sequía (14,1), con los horrores de la guerra y sobre todo
por este juicio habrá lamentos a Dios en Judá. Esta sección está marcada también por
un tema que es único en Jeremías: su forma de vida celibataria (16,1-13.16-18), que
no fue elegida personalmente por Jeremías, sino que le fue impuesta por Dios.
b.1.4 En los cap.18-20 Jeremías visita la casa del alfarero (18,1-12). A través de un
hecho simbólico (19,1 - 20,6) se narra el martirio de Jeremías recordando los oráculos
de Amós. En 20,7-18 refleja la desesperación del profeta; es una de las crisis más
dramáticas de Jeremías, quejándose incluso contra Dios.
Escribe los cap.21-24. Esta etapa forma una unidad literaria, y se habla de dos temas:
amonestaciones contra los reyes y contra los profetas, porque han desviado la justicia
social y se han alejado de Dios. En 23,1-8 se aborda el tema del rey del futuro, que
surgirá en Judá, será proclamado en una era mesiánica.
Escribe el cap.25, que hace las veces de epílogo. Esta perícopa hace las veces de
resumen de la visión de Jeremías.
c. Período de restauración.
Del cap.26 al 35 nos encontramos con la tercera parte de la obra de Jeremías. Este
período de restauración es un tema típico del profeta en donde se habla mediante
oráculos de la restauración universal. Esta sección la podemos dividir a su vez en
cinco secciones.
53
c.2 Discusión de Jeremías con los falsos profetas (27,1 - 29,32). Estos tres capítulos
forman una colección específica y se nota por el estilo el tema de la denuncia de los
falsos profetas y el anuncio de que el período de la cautividad será largo. En 29,1-23
se da la carta a los desterrados. Esta carta está fechada después de la primera
cautividad hacia el 597, y fue enviada a Babilonia bajo la delegación de Sedecías. La
carta causo un gran disgusto a Babilonia, por lo que pide que arresten a Jeremías por
haberse atrevido ha hablar así.
c.4 Plegaria de Jeremías (32,15-25). Los vv.24-25 parecen ser una añadidura posterior
de época postexílica (Neh.9). En esta oración se confirma la restauración de Israel y
la intercesión que el profeta hace por su pueblo. Es una narración de historia de la
salvación a la luz del oráculo profético, en un contexto de confesión de los pecados
(Neh.9; Dan.3 y 9; Hech.7): reconocimiento de los pecados y petición de perdón, es
decir, que queremos ser mejores, enumeración de las faltas y el perdón de Dios.
d. 36,1 - 45,5.
Un texto escrito entre el 605-604. Esta sección forma un bloque semejante tanto en
corte como en estilo y contenido. Escrita por Baruc al dictado de Jeremías. Se trata de
un escrito que Baruc lee ante el rey, que es modelo de la narrativa hebrea. Fué leído
ante el rey tres veces. Los textos de confesión de los pecados se dan en ambiente de
ayuno, como lo presenta el texto (36,9).
54
Se refiere a advertencias contra las potencias circunvecinas. Primero contra Egipto,
luego contra los Filisteos, Moab, Ammon, Edom, Damascoa, contra los mismos
árabes, contra Elam, Babilonia (por cierto, bastante extenso). Abarca desde el cap.46
hasta el 51.
Concluye con un apéndice histórico (cap. 52), en el cual Jeremías subraya que todo lo
anunciado hasta el momento por los profetas se ha cumplido: Jerusalén se encuentra
en el destierro. Es probable que este oráculo haya sido una añadidura posterior (cfr. 2
Re.24,18-25). Presenta también la esperanza de la reconstrucción.
2.3.4.3 Su mensaje.
c. Reprocho duramente las injusticias cometidas por las clases dirigentes políticas y
religiosas, y se echa a cuestas la misión de denunciar, combatir y destruir estas
injusticias.
f. Dirige también su oraciones contra las naciones extranjeras como es típico en los
demás profetas, pero añade el tema de la justicia divina aplicándolo también a las
naciones circunvecinas.
Si se trata de nueva alianza, el punto central de ésta será la fidelidad del resto a Dios
por medio de su ley y la fidelidad de Dios para con este resto. La novedad de esta
nueva alianza está en: la iniciativa divina del perdón de los pecados, la
responsabilidad del pueblo en la fidelidad a su Dios y, la nueva proyección de la
religión judía en donde la ley no es exterior, sino grabada en el corazón del hombre
(vida, actitudes, etc.).
55
La situación de Israel es difícil, sobre todo para aquellos que han sido desterrados,
donde se logra desarrollar la unidad del pueblo, profesar su religión, profundizar en
su fe... Tienen la experiencia de construir y de embellecer las ciudades babilónicas,
construir los jardines colgantes. En Jerusalén con el templo destruído, la ciudad en
ruinas, es el lugar para que surga el Deutero Isaías.
Durante este tiempo la Palestina es una provincia del imperio babilónico y los
hebreos que se encuentran en Babilonia viven la expectación de un próximo futuro
regreso. El salmo 137 (136 vg) ambienta de manera muy clara la experiencia de Israel
en el exilio.
En el 538 Ciro, emperador persa, proclama la libertad de los cautivos, dado que el
imperio caldeo ha caído. Ese mismo día las caravanas regresan, aunque algunos,
adaptados ya a la cultura babilónica se quedan (son llamados filobabilonenses); otros,
los tradicionalistas, cerrados a todas las influencias hacen surgir la tradición
deuteronomista (hassidim); un tercer grupo, siguen viendo la ley judía, pero
permitiendo influencias de la cultura caldea (liberales). Este tercer grupo forman la
comunidad samaritana.
3.2.1.1 Personalidad.
b. Hombre rico.
d. Vivía entre los exiliados, exhortando a su pueblo a reflexionar sobre el por qué de
su desgracia. Anunciando mediante visiones, alegorías, parábolas y sobre todo
utilizando datos históricos.
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e. A través de su escrito notamos su gran decisión, al denunciar el significado de lo
que está aconteciendo, y ante la toma de Jerusalén él exhorta a sus contemporáneos a
vivir su responsabilidad personal que los debe llevar a la conversión.
3.2.1.2 Su obra.
a. División.
b. Exégesis.
Según 1,2 el profeta tuvo su primera visión el día 5 del cuarto mes del año quinto de
cautividad, es decir, entre el 598-592. Durante este timpo el profeta se encontraba en
Babilonia en medio de los deportados. Al mismo tiempo la extraordinaria visión del
carro de Yahvé simboliza la visión que el profeta tuvo junto a los exiliados (1,4).
Ez.6-12. Conocemos que el profeta presenta una serie de oráculos donde se describen
las culpas de Israel, se acerca el final, serán deportados, la gloria de Dios deja el
templo (10,18-22). Cronológicamente en este punto se indican los pecados que
Jerusalén ha cometido (8,1-18).
Ez.13-14 es un núcleo de oráculos que no tienen fecha, pero que el profeta denuncia a
los falsos profetas y a las profetisas, además prueba la idolatría imperante. Este grupo
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de oráculos termina con una exhortación a la conversión que solo se puede lograr por
la responsabilidad personal.
Ez.20-24 es una serie de oráculos que se refieren a la actividad del profeta antes de la
caída de Jerusalén, hacia el 591. En el cap.21 encontramos una narración simbólica
sobre la espada de Israel; el cap.24 se refiere al 589, anunciando la proximidad del
asedio.
Se dirige contra los amionitas, Moab, Edom, Filistea, Tiro, Sidon, Egipto y contra el
mismo Faraon.
Esta sección se inicia con una especie de introducción en donde Dios hace las veces
del centinela. Se anuncia la toma de Jerusalén y del cap. 34-39, mediante oráculos se
anuncia la restauración futura. Dios es quien dará nueva vida, nuevo vigos, mientras
los enemigos son vencidos y de esta manera se manifiesta la gloria de Dios. El cap.37
es interesante por la alegoría de los huesos secos.
c. Textos básicos.
c.1 34,1-33. Se da una denuncia contra los pastores malvados. El mismo Dios
proclama que el será el pastor de su pueblo, el mismo juzgará al rebaño e inaugurará
una era de paz. Cristo se basa en este pasaje para expresar la naturaleza de su persona
y de su misión ("Yo soy el buen pastor...": Jn.10,1-18; Mt.18,12-14; Lc.15,4-7). Dios
hace con su pueblo una alianza de paz.
58
c.3 48,30-35. "El Señor está aquí" es quien ha reunido a las 12 tribus, representadas
en la unidad de las puertas. El cambio de nombre a la ciudad de Jerusalén es símbolo
de su transformación, su nueva realidad. Expresión que va en diálogo con la
trascendencia de Dios y con su presencia en medio del pueblo para siempre.
3.2.1.3 Su mensaje.
Trascendencia de Dios (Ez.1). Presencia de Dios que inunda el universo por medio del
carro de fuego apocalíptico. El hombre reconoce su pequeñez. En el silencio de esta
majestad divina reconoce su grandeza.
Esta etapa la ubicamos entre el 538, cuando Ciro proclama la libertad a los cautivos,
y el 333, cuando se nos presenta la figura de Alejandro Magno. Es el tiempo de un
deseo grande de reconstruir, de allí que Ageo en sus 38 versículos de su obra, lo
único que pretende es animar la reconstrucción del templo, que es hablar de la
reconstrucción de mentalidad, de las instituciones. De allí, también, que el Proto
Zacarías (1-8) y el Deutero Zacarías, vean el templo reconstruído y exhortan a
reconocer la santidad de la tierra.
En este tiempo eleva su voz el Trito Isaías (56-66) y los temas centrales es la
renovación de las instituciones, la figura del templo como figura mesiánica, se habla
de una continua conversión para ser grande ante los ojos de dios, y el tema de una
tierra nueva, unos cielos nuevos, un templo purificado donde surgirán torrentes de
agua viva. El universalismo de la salvación que se inicia en Jerusalén y que los
pobres son los principales protagonistas de esta salvación. Es la aurora de una nueva
era, construída por los pobres.
59
4.3 Ultimos profetas de la época persa:
4.3.1 Malaquías. El reino mesiánico. Nuevo sacrificio de tipo universal. Venida del
precursor.
5.3 Baruc.
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