REGIONES Losa - Unidad 2
REGIONES Losa - Unidad 2
REGIONES Losa - Unidad 2
NÉSTOR OSVALDO LOSA. Abogado (UBA). Doctor en Derecho y Ciencias Sociales (UBA).
Profesor de Derecho Constitucional II. Profesor de Derecho Constitucional Profundizado y Procesal
Constitucional (UBA). Profesor titular de “Abogacía Pública en Provincias y Municipios” en la carrera
de Abogados del Estado en la Procuración del Tesoro de la Nación. Ex Director de la Revista de
Estudios Municipales de la Asociación Argentina de Estudios Municipales. Miembro de la
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Asociación Argentina de Derecho Constitucional, de la Sociedad Científica Argentina, de la
Asociación Latinoamericana de Administración Pública, entre otras entidades académicas.
Publicista.
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Art. 124.- Las provincias podrán crear regiones para el desarrollo económico y social y establecer
órganos con facultades para el cumplimiento de sus fines y podrán también celebrar convenios
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internacionales en tanto no sean incompatibles con la política exterior de la Nación y no afecten las
facultades delegadas al Gobierno federal o al crédito público de la Nación; con conocimiento del
Congreso Nacional. La ciudad de Buenos Aires tendrá el régimen que establezca a tal efecto.
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Corresponde a las provincias el dominio originario de los recursos naturales
existentes en su territorio.
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Concordancias: Arts. 1°; 5°; 75 incs. 2, 19, 22 y 24; 99 incs. 1 y 11; 121; 122; 123; 125;
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1.-INTRODUCCIÓN Y ANTECEDENTES
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Como ya expresáramos al referirnos al tema de las regiones tratado expresamente por el art.
124-C.N.-, uno de los numerosos propósitos que la Convención Constituyente de Santa-Fe Paraná
de 1994 tuvo en mira, fue la de reforzar y reformular el sistema organizativo federal preexistente y
estructurado en diferentes disposiciones de la constitución histórica. -1-
Al producirse esa reforma constitucional, el federalismo argentino estaba atravesando una
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y micro regiones.
En esa línea de pensamiento, se entendió que el reconocimiento expreso de las regiones en el
texto de nuestra carta magna, coadyuvaría a la mentada descentralización que con base en la
cooperación mutua y el asociacionismo, se conformaría eficazmente para el desarrollo económico
y social de territorio, poblaciones y gobiernos que adoptaran el regionalismo sin perder la autonomía
de cada uno de ellos.
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En realidad, el contenido del art. 124-C.N.-, no es ajeno a experiencias preexistentes en nuestro
país, pues algunas regiones ya estaban conformadas y otras iban camino a constituirse. Un ejemplo
lo encontramos en el NOA-Noroeste Argentino- o la vocación integrativa de la Patagonia que fue
primero región antes de la proclamación legal de las provincias que la componen. Benito Garzón
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nos dice al respecto que “...de la ciencia económica recogemos las posibilidades reales de las
producciones de la Región NOA en relación a un nuevo eje bioceánico y la complementación con
el sur de Bolivia y el norte de Chile y de manera secundaria a ese polo, con parte de Brasil y Perú.
Y esta-continúa el autor tucumano- factibilidad del desarrollo de fuerzas productivas autónomas es
el aporte que reconocemos a la economía dentro del contexto que pretendemos formular para un
concepto de región”. -2- Es precisamente esa situación fáctica y los análisis efectuados sobre las
LA
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Municipalidades, Departamentos y Regiones. Suiza admite las regiones en su constitución de 1848,
aunque no son tipificadas como nivel de gobierno.
Otros países europeos también admiten el regionalismo con sus propias características y esta
tendencia va en avance. En el sur de América podemos mencionar a un país unitario como Chile
que sancionó un “Estatuto de Regionalización”. En primer término lo hizo mediante decretos-leyes
en 1974 y con posterioridad en su Constitución de 1980. El art.3° de la constitución chilena de 1980
expresa:” El Estado de Chile es unitario. Su territorio se divide en regiones. La ley propenderá a
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que su administración sea funcional y territorialmente descentralizada”.
Paulatinamente Chile ha buscado diferentes alternativas para descentralizar su unitarismo y
además de las regiones ha impulsado señales de autogobernabilidad atemperada en sus
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municipios que cuentan hoy con Justicia letrada para faltas y pequeñas causas. La constitución de
Brasil de 1988, al referirse a los “Estados federados” en su capítulo III, faculta a los mismos a que,
por medio de leyes podrán complementar, instituir regiones metropolitanas, aglomeraciones
urbanas y microregiones, constituidas por municipios limítrofes, para integrar una organización, o
planeamiento y ejecución de funciones públicas de interés común (conf. Art.25 inc. 3º).
Al referirnos a la realidad fáctica en nuestro país a través del NOA y a la Patagonia y el análisis
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breve que efectuamos en los párrafos precedentes con relación al derecho comparado, nos
muestra la influencia que recayó en los convencionales constituyentes para incluir el artículo 124
en el texto constitucional. También existió la reiterada reflexión doctrinaria de constitucionalistas
que fueron expandiendo la idea del regionalismo entre los cuales pueden citarse a Joaquín V.
González, Pedro J. Frías, Antonio M. Hernández, Jorge R. Vanossi, Benito Garzón, Horacio Rosatti,
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Jorge Sarmiento García, Ricardo Mercado Luna, Enrique Marchiaro, Pablo Garat, entre otros.
Ya algunas constituciones provinciales en nuestro país hacían referencia directa o indirecta a las
regiones como elemento integrativo apto para mejorar sus respectivos desarrollos. Por razones de
espacio y por considerar que en ellas se resumen los principios de otros Estados argentinos, haré
mención a lo que explicitan al respecto la constitución de Salta, Córdoba y Formosa. En la de Salta,
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Sin embargo en ese contexto la región puede tratársela con diferentes acepciones o alcances .
Una de ellas es la “región natural” caracterizada como zona geográfica o porción territorial definida
dentro de un continente o de un país que cuenta con similares características climáticas, fauna,
flora, economía entre otros elementos que hacen al conjunto integrativo de la misma. La cultura
común, lo étnico, el folclore completan esta caracterización. En nuestro territorio nacional se definen
ciertas regiones con base geográfica como por ejemplo el Litoral o la Patagonia, entre otras, pero
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que en lo político-institucional pueden ser y, de hecho lo son, Estados que no se han integrado con
esa base, verbigracia, el Litoral argentino no existe como región y, Entre Ríos integra la denominada
“Centro” con provincias ajenas a ese litoral geográfico que se consolida en base a ríos, entre otros
elementos.
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La “región económica” es aquella en la que determinados productos predominan y a su vez, se
comercializan desde ella hacia el resto del país o hacia el extranjero.
En el ámbito jurídico-político que es el contempla el art. 124-C.N.-, es decir, la región, como
unidad o nivel de organización institucional, ha sido definida como “un espacio territorial cuya
población participa por su historia, costumbres, cultura e idiosincrasia en un destino común que
propende a su integración y desarrollo”.-5-
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En lo histórico, coincidimos con quienes sostienen que las regiones fueron anteriores a las
provincias aunque la denominación fuera “Intendencias”. La Real Ordenanza de Intendencias de
1782/3 fue el instrumento legal que dividió en ocho Intendencias territorialmente el dominio de
España en el continente sur de América, excluyendo los dominios que detentaba Portugal. Esa
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Ordenanza que los historiadores tipificaban como centralista, creaba además cuatro Capitanías.
En la década del sesenta del siglo XX en nuestro país, comienzan a formularse proyectos y a
debatirse en diversos ámbitos oficiales, esquemas económicos e institucionales que tenían a la
regionalización como centro. El Consejo Federal de Inversiones-CFI-, entre otros, en 1963
diagramó para el país un plan de desarrollo regional y conformó siete regiones, a saber: 1)
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sociológicos, geográficos, económicos y jurídicos.-6-
Nosotros entendemos que la región constituye un núcleo territorial que integran
diferentes gobiernos autónomos (provincias, condados, municipios u otro tipo de nivel gubernativo)
y que se integran jurídicamente con fines predeterminados e instrumentados por medio de
convenios con la finalidad de realizar políticas públicas comunes con unificación de personería.
Opinamos que se trata de una verdadera estructura política por encima de los factores que ayuden
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a esa construcción que culmina en la región. Sus límites generalmente se imponen en la
constitución. Si bien la fuente étnica, histórica, sociológica, geográfica tiene relevancia, entendemos
que no es menester que todas ellas se encuentren reunidas para crear una región. En las regiones
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del siglo XXI impera lo material, el resultado pretendidamente positivo de la gestión conjunta, la
imagen de ese conglomerado en lo internacional para que se instalen emprendimientos productivos
o se obtengan beneficios financieros de diferentes bancas, se logre el aumento cualitativo y
cuantitativo del turismo, mayor número de obras públicas gestionadas en forma mancomunada,
entre otros objetivos de mediano y largo plazo. Incluso, la posibilidad de consolidar regiones ni
siquiera está acotada a territorios de un mismo país. Pueden legítimamente conformarse regiones
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entre provincias de países vecinos, como veremos más adelante en este trabajo. Las experiencias
de la República Argentina nos enseñan que algunas provincias no contaban con idénticos
antecedentes históricos o no integraban la región geográfica que luego vio su consagración en una
región inesperada. El caso de La Pampa que formalmente hoy integra la región patagónica es un
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ejemplo; otro es Entre Ríos (provincia litoraleña y de la Mesopotámia) que constituye la región
Centro y no el NEA o La Rioja que está incorporada a la región cuyana y no al NOA. Tal vez, a mi
juicio, deba buscarse la concertación como sustento, y la cooperación y asociativismo solidario,
como componentes para la región, porque, va de suyo que ni siquiera en las banderías políticas
opuestas entre gobiernos encontraríamos una regla común para medir un parámetro técnico-
conceptual en una región a materializarse. De estas reflexiones podemos concluir que la dinámica
de la región en el presente tiene un avance que gira con preponderancia de razones económicas
que generan la unión y que tal predominio aleja los viejos valores ya reseñados al introducirnos en
este tópico.
Por su parte, el “regionalismo”, constituye una ideología política, académica, sociológica, jurídico-
institucional que, con fuertes ingredientes económicos, propicia divisiones territoriales de contenido
político como ocurre en Italia o la integración regional interna y también la supranacional. Es un
movimiento si se quiere intelectual, que propicia la asociación duradera entre niveles gubernativos
de un mismo país o induce a la unión de países diferentes en lo supranacional, con el propósito de
unificar ciertas facetas que hacen a la mancomunidad de intereses intentando unificar las normas
jurídicas de los miembros integrados, la moneda, las zonas francas y otros rubros. Es obvio que
estamos pensando en lo que fue la Comunidad Económica Europea, luego Unión Europea o bien
en el MERCOSUR que intentó la regionalización de los Estados fundantes para luego comenzar a
admitir a otras naciones de América del Sur o iberoamericanas.
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comunales y con una más directa participación ciudadana. Nuestra posición en este tópico, es
conteste con el regionalismo en la medida que se afiance culturalmente y con continuidad se genere
el desarrollo económico y social que el art. 124 impulsa. Tal vez una reubicación estructural y
política de lege ferenda en materia de región que amplíe el rol atenuado que se le concede en el
plexo jurídico superior, con participación activa de la comunidad, sea el paso siguiente. La prédica
del Maestro Pedro J. Frías, parcialmente se vio consolidada en 1994, pero se puede hacer más
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desde los gobiernos locales. -8-
gobiernos y se rigen por las pautas normativas que devienen del acuerdo formal suscripto por los
Estados provinciales. Las limitaciones en cuanto a las incumbencias que pueden originar el acuerdo
marco, deben surgir del mismo y, en su caso, del propio art. 124-C.N.- que claramente acota las
atribuciones estaduales locales.
En tal sentido, Pablo Garat ha sostenido que “aunque la región no justifica en nuestra tradición
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Capital de Río Negro), en los alcances de toda normativa que se dicte para las provincias que
conforman la región patagónica. De hecho, está incorporando a esa municipalidad a la región
mencionada sin expresar el término “región”. Ni la provincia, ni el municipio sureño fueron
consultados para esa incorporación. Se invadieron autonomías ?? -11-
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Esta norma en estudio autoriza a cada región consolidada a establecer órganos con facultades
para el cumplimiento de sus fines. Se trata de plasmar en entes públicos la representatividad de las
provincias que integran la región. Así, por ejemplo en el NOA, se constituyen como autoridades el
“Plenario de Parlamentarios” compuesto por 10 legisladores de cada provincia de la región y la
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“Junta Ejecutiva” constituida por los Vice gobernadores de cada uno de los Estados miembros. En
la Región Centro, el órgano máximo es la “Junta de Gobernadores”-signatarios del Tratado- que
tiene a su cargo el proceso político de integración y la creación de órganos y reglamentos.
Subordinado a él, hallamos al “Comité Ejecutivo” del que, a su vez depende la “Mesa Ejecutiva”.
También cuenta con una Secretaría Administrativa y la “Comisión Parlamentaria Conjunta” que
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integran legisladores. El Nuevo Cuyo (1988) que cuenta con una Asamblea de Gobernadores y un
Comité Ejecutivo en la cúpula funcional, en 1996 se creó el Archivo Público de Legislación del
Nuevo Cuyo que resulta de gran valor para los estudiosos del derecho público y para la comunidad.
En las reglamentaciones que se dictan en todas las regiones ya constituidas, se fijan la calidad de
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las sesiones que pueden ser ordinarias o extraordinarias y se imponen mínimos de reuniones de
los organismos colectivos a los que, por otra parte, se les fijan las atribuciones y deberes
funcionales. En todos los núcleos regionales existen oficinas administrativas de coordinación,
disposición y control de recursos, de planeamiento y de decisión en la gestión subordinadas a los
entes supremos regionales. Los organismos secundarios para la operatividad del colectivo, quedan
sujetos a la discrecionalidad de las autoridades que hayan sido designadas en las actas de
conformación En las regiones argentinas no existe la elección de autoridades por sufragio, no se
trata de institutos autónomos y sí de entes que requieren operatividad propia (de allí la admisión de
su existencia), pero subordinada a la autonomía provincial y también a la municipal. -12- Para
Ekmekdjian, “las regiones tienen un ámbito menor de competencias que el que tienen los Estados
provinciales, integrantes de una federación. Aunque aquéllas tienen sus órganos ejecutivo y
legislativo, no tienen-en cambio- un poder judicial regional”. Para este autor, “El Estado Regional…
podría conceptualizarse como una situación intermedia entre Estado unitario puro, y el Estado
federal…..”-13-
A título de resumen de lo hasta aquí expuesto, debemos expresar nuestra coincidencia con Jorge
Sarmiento García cuando afirma “la región debe tener por objetivo el ‘desarrollo económico y
social´, sin que la Constitución permita introducir una nueva estructura política en la organización
tradicional de nuestro régimen, en el que se mantiene la triarquía Estado federal, provincias y
municipios, no viniendo las eventuales regiones a sumarse ni a interponerse”. -14-
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consecuencia las regiones constituyen acuerdos entre provincias que se materializan por voluntad
de la cúpula gubernativa (Poderes Ejecutivo y Legislativo).
Las Regiones que posee el mapa político-geográfico de nuestro país son las siguientes:
1) El NOA –Nord Oeste Argentino- que integran las provincias de Salta, Jujuy, Tucumán, Santiago
del Estero y Catamarca.
2) La Patagonia o región Patagónica, que conforman las provincias de Río Negro, La Pampa,
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Neuquén, Chubut, Santa Cruz , Tierra del Fuego e Islas del Atlántico Sur.
3) Centro, que componen las provincias de Córdoba, Santa Fe y Entre Ríos.
4) El NEA –Nord Este Argentino-, que constituyen las provincias de Chaco, Formosa, Corrientes y
DD
Misiones.
5) Nuevo Cuyo, que incluye a las provincias de Mendoza, San Juan, San Luís y La Rioja.
El día 15 de agosto de 1998, se suscribe el “Tratado de Integración Regional” entre las provincias
de Córdoba y Santa Fe y así oficialmente nace la Región Centro. El 6 de abril de 1999 se firma en
la capital de Entre Ríos, Paraná, el Acta de Adhesión de Entre Ríos. En los trabajos técnico-legales
que generaron la concreción de la región y el posterior “Protocolo de Córdoba” de 2004 con el fin
LA
de consolidar los avances y estabilidad institucional de la Región Centro, tuvo una gran intervención
el Instituto de Federalismo de la Academia Nacional de Derecho y Ciencias Sociales de Córdoba,
y en particular la tarea de los doctores Pedro J. Frías y Antonio María Hernández (h).
El 21 de Enero de 1988 se firmó el “Tratado de Integración Económica del Nuevo Cuyo” y el 16
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no conforman ninguna región dentro del contexto nacional ni están vinculadas entre ellas pese a
que, la ciudad porteña tiene la atribución de constituirse en región. “…La ciudad de Buenos Aires
tendrá el régimen que se establezca a tal efecto…” dispone el art. 124-C.N.-.
Cuando me encuentro escribiendo este comentario, tomo conocimiento de algunos
acercamientos entre las autoridades locales de ambos niveles gubernativos que intentan aproximar
ideas vinculadas a problemáticas comunes (tránsito, salud, medios de transporte público,
seguridad, entre otros) y que tal vez culminen con una regionalización formal.
En la relación provincia-ciudad de Buenos Aires, existieron algunas experiencias de regionalización
muy limitadas sustancialmente en lo referido al “área metropolitana” o acuerdos por tratamiento
común sobre tópicos determinados. Los resultados no fueron positivos y puede advertirse cierta
falta de intención para consensuar de todos los gobiernos que desde 1983 desarrollan la gestión
política. Pedro del Piero propugna una suerte de regionalización “la Metrópolis Buenos Aires” y que
enfatiza como propuesta para el área o “región metropolitana Buenos Aires” -15-. Es menester que
se establezca un convenio que regionalice gradualmente al gran Buenos Aires con la ciudad
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b) ATACALAR (1996) : Región III chilena Atacama(Chile), Catamarca y La Rioja (Argentina).
c) ZICOSUR, Zona de Integración del Centro Oeste de América del Sur (1997/2005) : provincias
del Norte Grande Argentino, sur este de Bolivia (Chuquisaca, Cochabamba, Santa Cruz y Tarija),
el Estado de Mato Grosso do Sul de Brasil, Regiones de Chile (I Región de Tarapacá y II Región
de Antofagasta), todos los Departamentos de Paraguay y parte del Perú (Arequipa, Moquegua y
Tacna).
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d) Grupo de Integración Austral (Carta de Rawson, Chubut), Patagonia Austral Argentina y
Regiones X, XI y XII de Chile.-16-
La globalización o modernidad como también se la denomina, es obvio que multiplicará estas
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regionalizaciones concertadas entre niveles gubernativos de diferentes países, para el desarrollo
integral de provincias y ciudades y con ello lograr colectivamente, mejores condiciones para la
calidad de vida de poblaciones alejadas de los grandes centros de poder. Es natural que cuando
las provincias, grandes ciudades y departamentos de países que se agrupan para el desarrollo
comercial en todas sus variantes, tendrán mayor eco en el concierto mundial para equilibrar
posiciones en el momento de concertar políticas públicas para un desarrollo sustentable. Es
LA
frecuente observar cómo las regiones europeas van instalando su presencia en determinados
emprendimientos fuera del país al que pertenecen aunque lo efectúen con el aval de sus gobiernos
soberanos. Los resultados muestran lo positivo de ese obrar y por ello, las macro regiones poseen
hoy un rol trascendente y deben ser promovidas con apoyo logístico y político para que su
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operatividad rinda los frutos que quienes las hemos sostenido en lo doctrinal, creemos que deben
rendir.
internacionales. Tal atribución aparece como una atribución natural de los nucleamientos
territoriales que componen miembros autónomos como son los estados provinciales. Se trata de
una operatoria cada vez más difundida en el derecho público y en la realidad económica del mundo.
En el subtítulo anterior hemos enunciado las macro regiones más importantes que se encuentran
funcionando y hemos considerado lo positivo de ese obrar colectivo.
No obstante, vale destacar que el artículo 124 impone algunas restricciones a la celebración de
los tratados y que surgen expresamente del texto que debió ser más explícito en cuanto a ciertos
recaudos que pasamos a examinar.
Explicita la norma que la celebración de los convenios internacionales no puede ser
incompatible con la política exterior de la Nación y no puede afectar las facultades delegadas al
Gobierno federal o el crédito público.
El manejo político de las relaciones exteriores es una atribución que las provincias han delegado
al gobierno central. La soberanía es resorte de ese gobierno y, en consecuencia, su iniciativa,
estrategia, operatividad y eventual responsabilidad, queda monopolizada en la figura del presidente
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regiones.
El art. 124-C.N.-, impone para la celebración de convenios internacionales el recaudo de poner
en conocimiento del Congreso Nacional, tal circunstancia. La redacción del artículo ha promovido
algunas interpretaciones opuestas en la doctrina con relación al alcance de dicha toma de
conocimiento.
Algunos tratadistas sostienen que los convenios que la toma de conocimiento debe operarse
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antes de la celebración y una vez concluido el mismo. Otros, consideran que sólo corresponde
poner en conocimiento del Congreso el mencionado convenio cuando el mismo ya ha sido suscripto
y por ende, estaría en condiciones de regir lo acordado. Para Sarmiento García la comunicación al
DD
Congreso Nacional le otorgaría tres mecanismos a ese cuerpo cuando la desviación del convenio
notificado se advierta “a) el análisis congresional –subsecuente al necesario conocimiento que de
los convenios debe tener, aclarando que según nuestro criterio-expresa el autor- conocimiento no
significa aprobación del Congreso, pero autoriza su análisis; b) el control judicial de
constitucionalidad de su contenido; y c) a todo evento, la posibilidad extrema de la intervención
federal en la provincia que, por exceder su marco de atribuciones en la materia, contravenga las
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refiriéndose al Congreso en su obrar-, no obstante estimo que estas cuestiones deben solucionarse
por los mecanismos de la cooperación y la concertación, pues en ambos artículos, el 124 y 125, la
constitución argentina se apartó claramente de la pauta establecida en la Constitución
norteamericana y del Proyecto de Alberdi, ambas fuentes de la Constitución Nacional…”. La
constitución norteamericana y el proyecto referido, hacían recaer en el Congreso la atribución
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constituye, al menos indirectamente, un control de legalidad de la Legislatura Nacional pues, de no
ser así, no advertimos la utilidad o finalidad del recaudo contenido en la norma analizada que, por
otra parte, se advierte como una limitación a las autonomías locales de raigambre constitucional.
Por otra parte, si profundizamos las reflexiones anteriores, no alcanzamos a comprender el
porqué se requiere la toma de conocimiento del Congreso Nacional cuando se celebran convenios
regionales por parte de las provincias autónomas y comparativamente, tal recaudo no se exige para
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las constituciones que sancionan los Estados locales cuya envergadura jerárquica en la pirámide
normativa es superior y no se requiere comunicación alguna. El control de constitucionalidad de
éstas se realiza a través del Poder Judicial, en lo vinculado a los convenios, siempre será, en su
DD
caso, este poder el que controlará si las circunstancias así lo aconsejan o si se produce un exceso
en lo acordado en los niveles locales que podrían afectar al gobierno federal. Si el principio general
en derecho es que, “el que puede lo más puede lo menos”, la exigencia de control político o la de
comunicación al Congreso de toda nueva constitución estadual o su reforma, no es exigencia legal
y menos constitucional(se suprimió esa condición del viejo art. 5-C.N.- con la reforma de 1860), la
notificación a la Legislatura Federal de la suscripción de convenios de conformidad al nuevo art.
LA
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es una normativa que nace con adhesión por vía de compromiso previo entre los tres signatarios
gubernativos y que requirió de adhesión posterior a la sanción del Congreso Nacional por parte de
la Legislaturas locales. No obstante, demuestra como ejemplo práctico lo multifacético que es el
tópico de la integración en un país federal y cómo en el caso, es la Nación la que se integra junto
con una provincia y una ciudad autónoma. El medio empleado no es el habitual pero justifica el fin
supremo que deviene del art. 41 de la constitución nacional. Esta unión temática en lo ambiental,
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se origina en virtud de la necesidad de resolver una situación grave y en una causa judicial que
tramita ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación ( M.1569. XL. Originario- “Mendoza, Beatriz
y otros c. Estado Nacional y otros s. daños y perjuicios-daños derivados de la contaminación
DD
ambiental del Río-Matanza-Riachuelo-“)
la calidad de vida de las poblaciones y las gestiones gubernativas que las representan.
Este tipo de integración se encuentra muy expandida en países europeos que han potenciado
desde sus constituciones políticas, la autonomía municipal de manera integral. Los ensayos
realizados en materia de mancomunidades en España y la regionalización comunal en Italia, entre
otros Estados, ha sido fructífera y ha promovido una numerosa bibliografía que es digna de
destacar.
Sin embargo, en nuestro país, no faltaron voces que se alzaron para considerar en su momento
que, la región en materia municipal no era viable por no tener sustento constitucional, toda vez que-
siguiendo con esa postura doctrinal-, sólo podría admitirse la creación de regiones que se originen
entre provincias de acuerdo a la restrictiva interpretación que formulaban sobre el art. 124-C.N.-
que estamos analizando.
Tal posición que, a nuestro juicio fue ampliamente superada, no resiste el menor análisis, habida
cuenta que, tanto las provincias como los municipios ostentan autonomía de raigambre
constitucional, pero además están reconocidas jurídicamente como “personas jurídicas de
existencia necesaria” o bien como “personas jurídicas de carácter público” por el art. 33 inciso 1º
del Código Civil, según el texto originario, en el primer caso o por vía de la reforma de la Ley
17.711/68. Pero además, y conforme lo expresa la propia constitución en su art. 14, las personas
que indudablemente en sentido amplio son las físicas y jurídicas más allá del término “habitantes”
que tal precepto emplea, pueden “asociarse con fines útiles” y por otra parte, se debe aplicar a
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integración, a tal punto que ciudad y región se confunden, no sólo a nivel de las áreas
metropolitanas sino por el entorno de cualquier ciudad que esté fuertemente vinculada a su área
de influencia, aún rural”. -21- El autor citado, en tesis que compartimos, nos expresa:” Las
herramientas que se ponen al servicio de nuestros municipios son numerosas: tributos
intermunicipales, consorcios públicos, privados y mixtos, contratos de colaboración, federaciones
de municipios y comunas, tratados intermunicipales e interjurisdiccionales, el planeamiento
.C
estratégico local e interlocal y otros instrumentos que, en verdad, se hacen y rehacen cada día en
nuestros gobiernos locales, verdadera simiente de un nuevo tipo de Estado y de Derecho en
Argentina”. -22-
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En algunos supuestos fácticos, la implementación de la región hace casi indispensable el
asociacionismo, la cooperación y la herramienta de mancomunarse . Ello, a mi juicio, es muy idóneo
cuando se trata de pequeños municipios o lo que en el lenguaje de la constitución de la provincia
de Córdoba son las “comunas”-municipios de tercera categoría-. En forma mancomunada esas
comunas pueden atender la recolección de residuos, lo vinculado a la salud o ciertos servicios
públicos, obras públicas o aspectos que hacen al turismo zonal, entre otras actividades o políticas
LA
públicas. Esta forma de obrar permitirá ahorros en los recursos de cada municipio y eficacia de
resultados. No obstante ello, existen experiencias de regionalización en grandes municipalidades
como ocurre en la zona norte del gran Buenos Aires. Allí operan como región los municipios de
Vicente López, San Isidro, San Fernando y Tigre. Marchiaro hace referencia a la realidad en esta
materia y, en su obra, nos recuerda que “en 1998 se crea la microregión de la comarca andina del
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paralelo 92, constituida por los municipios de Cholila, Lago Puelo, El Maitén, El Hoyo, Epuyén, El
Bolsón y la Comuna rural El Manso. Esta microregión se crea en el marco de la firma de un tratado
interprovincial entre las provincias de Río Negro y Chubut, previa promoción y acompañamiento de
Conadepa-Comisión Nacional para la Promoción y Desarrollo de la Región Patagónica-
….” También en otros trabajos Marchiaro trascribe un informe del Ministerio del Interior del año
2003. En ese año, se registraban 52 microregiones en el ámbito de veinte provincias, con la
participación activa de 406 municipios. -23-
Antonio M. Hernández también desarrolla un interesante trabajo vinculado a lo preceptuado por
el art. 124-C.N.-. En esa faena da cuenta de los contenidos de las constituciones provinciales
referidos a este tópico y entre otros conceptos y en relación a la unión de municipios, nos dice: “La
regionalización también importará la integración de las ´zonas´ de cada provincia y, en
consecuencia, se deberán promover las relaciones intermunicipales. Asimismo el proceso de
descentralización también comenzado exigirá el fortalecimiento de los gobiernos locales para que
con eficacia puedan prestar nuevos servicios y cumplir con el nuevo rol de desarrollo económico..”
-24-
En “Los entes locales en la lucha contra la pobreza” de Darío Omar Paglietta Giorgis, el tema
intermunicipal encuentra un tratamiento muy peculiar. El autor vincula nuestra legislación argentina
con la de España y al referirse a las “Estrategias” en la parte V de su texto, encuadra como elemento
OM
Municipal que por vía de acuerdos intermunicipales existe en La Pampa o en San Luis y en la
Justicia de Faltas Intercomunal de Las Varillas, provincia de Córdoba, son ejemplos a evaluar como
positivos y de defensa de la autonomía en razón de incumbencias propias de los gobiernos locales.
Hasta en el orden internacional algunos municipios aprueban convenios para no superponer
esfuerzos y operar sin perjuicios mutuos como ocurre con el Chui de Brasil y el Chuy de Uruguay
que están divididos por una avenida –boulevard- y que tienen en el comercio y el turismo dos
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soportes recursivos y laborales su fuerza. Es meritorio cómo operan sin competencias mercantiles
traumáticas esas ciudades, estableciendo qué productos comercializan en cada territorio y como le
otorgan validez a las monedas de los dos países en ambas localidades, pese a sus banderas
DD
nacionales propias. Es usual que las ciudades limítrofes ajusten sus actividades a patrones
preestablecidos que documentan en Acuerdos. Otros ensayos en esta y otras materias como el
turismo, el tema de los residuos, el tránsito vehicular, entre otros, tratado asociativamente, son
ejemplos enunciativos que dan cuenta de realidades diferentes pero que apuntan al mejoramiento
de las ciudades y sus entornos geográficos. Los convenios que se suscriben, no requieren en
general, aprobación provincial y el único control es el que potencialmente puede efectuar el Poder
LA
Judicial. Consideramos que esta tendencia de integración de los municipios es valiosa y en algunos
supuestos imprescindible para sostener el arraigo de las poblaciones con tendencia a la emigración
de sus pobladores que es uno de los conflictos sociales más preocupantes que poseen las
localidades pequeñas o aquellas que perdieron sus redes ferroviarias en la década del noventa o
FI
dejaron de contar con empresas fuertes que eran generadoras de empleo y de mayor movilidad
comercial. Consideramos que la integración entre municipios, fortalece la autonomía y favorece
una mejor calidad de vida en las comunidades que conforman las microregiones.
En su última parte el art. 124-C.N.- se refiere a los recursos naturales y establece que el dominio
de los que existan en los territorios de las provincias les corresponden a ellas. La norma no incluye
en su contenido a la ciudad de Buenos Aires.
La inclusión de la titularidad de los recursos naturales era una fuerte aspiración de las provincias.
La Constitución de 1949 consideraba que los recursos naturales eran del dominio del Estado.
En esta materia vale consignar que dominio o propiedad, no equivale a jurisdicción. El concepto
sobre el dominio está vinculado a la relación jurídica entre una cosa y el titular de la propiedad de
ella. Podrá ser más amplia o no según las normas que regulen dicha relación. El derecho de dominio
se establece en el Código Civil y sus peculiaridades con respecto al uso en el terreno de los
recursos públicos pueden encuadrarse dentro del Derecho Administrativo. En todos los casos, las
restricciones suponen el ejercicio del poder de policía que se desenvuelve por las legislaturas de
los diferentes niveles de gobierno.
El dominio en atención a lo expuesto, es ejercido sobre las cosas materiales o inmateriales, en
cuanto a la jurisdicción se ejerce sobre las relaciones jurídicas. En tal sentido la Corte Suprema de
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a la navegación internacional o interprovincial, la jurisdicción será federal. Esto ocurre además en
materia ambiental como por ejemplo en la materia delictiva que nace de la Ley Nacional nº 24.051
de residuos peligrosos. En ella podemos observar juzgamientos locales pero, al mismo tiempo la
intervención de la Justicia Federal cuando de lo actuado aparecen delitos vinculados con el
contenido de la mencionada norma. Otro tanto sucede en materia de transito vehicular en rutas
nacionales que atraviesan provincias y municipios.
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Eliseo Aja afirma que:” Todo Estado compuesto o federal, necesita mecanismos de integración. No
puede haber diecisiete direcciones políticas distintas: el Estado autonómico significa el
autogobierno de cada comunidad, pero también una dirección política superior única”.-26- La cita
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del autor español, la formulo para apreciar que en nuestro sistema dominios y jurisdicciones no
deben divorciarse como ocurre en el sistema español aún con fuertes autonomías en niveles
gubernativos diferentes pero de rango constitucional.
Razones de espacio nos impiden enumerar o analizar los numerosos casos que por legislaciones
dinámicas van apareciendo en este rubro de concurrencias de poder de policía.
Podemos concluir que, si bien la titularidad de los recursos naturales le pertenece a las
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provincias, el ejercicio de ese derecho es relativo en función de una jurisdicción que desdibuja la
fuerza del mencionado dominio. No obstante, las provincias han logrado la incorporación de este
extremo en materia de recursos naturales dentro del texto de nuestra constitución nacional.
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11.- CONCLUSIONES
En líneas generales consideramos que la incorporación expresa de las “regiones” con base en
la iniciativa de los gobiernos provinciales, ha sido un avance interesante y positivo que aportó la
reforma de 1994. El regionalismo ha demostrado en otros países ser una herramienta altamente
meritoria para apuntalar los polos de desarrollo que no se advertían y el nuclear gobiernos y
poblaciones a través de tratados con reglas claras, obtuvo como resultado mejoras en lo social,
ahorro de recursos y una evolución con progreso demostrable de ciudades que comenzaban a
decaer. Reiteramos que, si bien las regiones podían haberse creado con sustento en las
autonomías locales, el hecho que la regionalización no sea impuesta por el gobierno central como
algunas legislaciones de gobiernos de facto proponían y hasta habían materializado, no deja de ser
plausible, y en este aspecto lo positivo del art. 124 CN., es innegable.
Tal vez, no sea feliz, a mi juicio, la toma de conocimiento por parte del Congreso Nacional que
sin claridad normativa impone el art. 124-C.N.- y tampoco en el 125-C.N.. Me remito en este ítem
a lo que expresé precedentemente.
Desde lo real, lo práctico y lo experimentado hasta hoy, creemos con modestia que, las regiones
conformadas con entusiasmo en nuestro país, con algunas excepciones, no alcanzaron a llenar las
expectativas sobre las que mucho se esperó y, porqué no, se anhela. En la praxis, las provincias
argentinas operan con demasiado individualismo, que se acrecienta notoriamente en las etapas
electorales o cuando los gobiernos mutan de ideología política en su dirección y se advierten cortes
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nuestro preámbulo de la constitución vinculado a promover el bienestar general.
-1-Losa, Néstor Osvaldo “Derecho Municipal, Público Provincial y Municipal”, prologado por Daniel
Sabsay, Ediciones Jurídicas Cuyo, Mendoza, 1998/99, 1ra. Edición, capítulo X, pág. 235 y ss y 2da.
Edición 2006, pág. 239 y ss. Puede consultarse mi trabajo “Regiones y Constitución Nacional”
en www.nestorlosa.blogspot.com
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-2-Garzón, Benito Carlos “Región profunda-concepto para el noroeste argentino-“, editado por la
Universidad Nacional de Tucumán, Facultad de Derecho y Ciencias Sociales, Tucumán 1993. Este
trabajo fue dirigido por Pedro J. Frías. El autor le agrega a la fórmula económica aquella que deriva
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de la historia, la sociología, la política y las ciencias culturales, como elementos a ameritar en la
conformación de una región. Páginas 38 y 39. Dentro de los antecedentes del NOA se refiere a la
“Liga del Norte” que al mando del General Alejandro Heredia en lo militar e ideológico, practicaba
un federalismo opuesto al del General Juan Manuel de Rosas y que ostentaba un sentimiento de
coalición de la Región.(pág. 22).
-3-Sarmiento García, Jorge H. “Soberanía, autonomía, autarquía, región y comunidades indígenas
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en la reforma” en el libro colectivo “La reforma Constitucional interpretada” con prólogo de Pedro J.
Frías, Editorial Depalma, Buenos Aires, 1995, pág. 13.
-4-Al tiempo que escribo en este libro, se encuentra el Tribunal Constitucional en etapa de revisión
de constitucionalidad del nuevo Estatuto de Cataluña.
-5-Dromi, Roberto y Menem, Eduardo “La Constitución reformada-comentada, interpretada y
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concordada-“, Ediciones Ciudad Argentina, Buenos Aires, 1994. Los autores incluyen una cita de
Joaquín V. González que expresa: “…en nuestra organización nacional, existen dos factores: la
provincia y la región...La región o distribución regional...tiene su principal fuente en la vida material,
con caracteres étnicos territoriales y sociales de la misma nacionalidad”, página 398.
-6-Rosatti, Horacio “Tratado de Derecho Municipal”, tomo I, Editorial Rubinzal-Culzoni, Santa Fe,
1987, pág. 149 y siguientes.
-7-Gelli, María Angélica “Constitución de la Nación Argentina-comentada y concordada-“, Editorial
La Ley, Buenos Aires, 2005, pág.1026.
-8-Frías, Pedro J.- Es tan copiosa su bibliografía referida a la generación de regiones, al
fortalecimiento de las existentes, a su preocupación y participación desde lo académico en lo
vinculado a la creación de la Región Centro(también debe mencionarse a Antonio María Hernández
en este camino) que solo diré que la mayoría de sus conocidos “Informes provinciales”, “Noticias
federales”, “Memorias federales” que periódicamente publica en revistas jurídicas y en los
Cuadernos de Federalismo de la Academia Nacional de Derecho y Ciencias Sociales de Córdoba,
en Institutos de Federalismo, en las publicaciones de la Asociación Argentina de Derecho
Constitucional por citar algunos textos, que, cubriría muchas hojas de este trabajo precisar con
detalles cada labor. Lo menciono y le efectúo un sincero homenaje por las banderas que sostiene
en el Derecho Público Argentino
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-13-Ekmekdjian, Miguel Angel “Tratado de Derecho Constitucional” ,Tomo I, Editorial Depalma,
Buenos Aires, 1993, pág. 180. Además agrega que los Estados regionales históricamente, han sido
unificados bajo la hegemonía de algún rey o señor feudal, vencedor de sus vecinos rivales.
-14-Sarmiento García, Jorge H. “La cuestión regional en la organización federal”, obra colectiva
“Equidad Territorial” citada en nota (9), pág. 268.
-15-Del Piero, Pedro “Más consenso en el área metropolitana”, diario La Nación del 20 de febrero
de 2008.
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-16-Castillo, Pedro R. “¿Puede la regionalización reducir las asimetrías de Argentina?” Asevera el
autor: ” Las regiones, producto de la concertación política, constituyen el comienzo de un proceso
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de integración que busca dar respuesta a la necesidad de coordinación a mayor escala para la
promoción del desarrollo económico y social”. Trabajo del 29 de junio de
2007. www.regionnortegrande.com.ar
-17-Sarmiento García, Jorge H. en la obra citada en nota (3), página 24.
-18-Gelli, María Angélica, ob. Citada, págs. 1028 y 1029. El fallo de la Corte norteamericana referido
fue en el caso “Virginia vs. Tenn”. 1148 US. 818 (1893).
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el FEMP, Valladolid, España, 1992, pág. 347 y ss. En esta obra existen trabajos valiosos sobre la
integración municipal y mancomunidades en Iberoamérica.
-20-Losa, Néstor Osvaldo “Elementos de Derecho Público Provincial y Municipal”, Editorial Geema,
Colección De Iure, Buenos Aires, 1996, pág. 119.
-21-Marchiaro Enrique José “Derecho Municipal: Nuevas relaciones intermunicipales”, Editorial
EDIAR, Buenos Aires, 2000, pág. 124. Además afirma: “El rol municipal en materia de
planeamiento, que implica necesariamente abrirse a lo regional(para construir la región) se debe
ejercer intermunicipalmente”.
-22-Marchiaro, Enrique José "Poder de Policía Intermunicipal: Hacia la micro-región municipal en
Argentina desde la teoría de sistemas aplicada al Derecho-" La Ley Tomo 2001-F , págs. 1277 y
1278.
-23-Marchiaro, Enrique José, ob. citada en nota (21). pág. 126.
-24-Hernández(h), Antonia María “Derecho Municipal Vol. I-Teoría General-, Editorial Depalma,
Buenos Aires, 1997, pág. 293. En este libro hace un tratamiento interesante de la realidad regional
de Córdoba en lo vinculado al regionalismo municipal y profundiza en lo referido a las relaciones
intermunicipales existente en otras provincias.
-25-Paglietta Giorgis, Darío Omar “Los Entes Locales y la lucha contra la pobreza” 1er Premio
Federación de Municipios de Cantabria . Editado por esa Federación, España, 2005, pág. 41. Se
refiere luego a la cuestión de límites que asume que deben ser flexibles y no los estáticos de viejas
BIBLIOGRAFÍA GENERAL
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Aja, Eliseo “Los Parlamentos de las Comunidades Autónomas” en libro colectivo dirigido por Luis
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Garat, Pablo “El federalismo fiscal y el desarrollo regional” en la obra colectiva “Equidad Territorial”,
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Publicado por Derecho Municipal - Dr. Losa Néstor en 16:54
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