Unidad 10 DR
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Introducción
(1) Testamento
Objetivo particular
El alumnado identificará los aspectos más importantes de la vía sucesoria legítima (ab
intestato), destacando su evolución respecto de los herederos legítimos reconociendo los
casos en que opera la vía inoficiosa y los efectos jurídicos que genera.
Temario
Por lo mismo, la sucesión legítima se abría hasta que se verificara que no existiera
una herencia testamentaria y no sólo cuando se diera el deceso del de cuius.
La vía legítima en las XII Tablas
Recordemos brevemente que la Ley de las XII Tablas es el código más antiguo del
derecho romano, escrito entre los años 451 y 450 a. C. (época de la Monarquía) y
que tomó como fuente al derecho oral o consuetudinario existente de aquel
momento. Es la fuente primigenia de todo el posterior derecho romano.
Orden de llamamiento
Desde las XII Tablas, el ius civile preveía que, por vía legitima, la sucesión se
ofreciera a los siguientes herederos:
Primero a los heredes sui, o sea los descendientes del de cuius, que estuviera bajo
su potestad al momento de su muerte, incluyendo aquí a los póstumos; es decir, a
los sui nacidos después de muerto el causante; la mujer del difunto, que hubiera
entrado a su familia por una conventio in manum, ocupaba el lugar de una hija
(loco filiae), la nuera in manu, el de nieta (loco neptis) por lo que a la herencia se
refiere.
División de la herencia
Conforme a la Ley de las XII Tablas, en la vía legítima debían ser llamados a la
sucesión en el orden siguiente:
Heredes sui o herederos de sí mismo
Ellos heredaban sin distinción de grado y por heredes sui entendemos a los
descendientes legítimos o adoptivos bajo la potestad directa del difunto: hijos,
mujeres sometidas a la manus y los hijos póstumos. La partición, tratándose de
herederos en primer grado, se realizaba por cuotas igualitarias (partición por
cabezas o in capita). Por ejemplo: si eran cuatro hijos, a cada uno le correspondía
el 25% de la herencia. Si el de cuius hubiese dejado tres hijos y dos nietos de un
descendiente premuerto, los nietos no eran excluidos, pues heredan por troncos
o in stirpe: siguiendo el ejemplo anterior, esos nietos reciben la cuarta parte de la
masa hereditaria.
Agnados
A falta de los heredes sui se llamaba a los agnados más próximos, que eran los
hermanos y hermanas. Lla partición se hacía también por cabezas. Aunque en este
caso, los colaterales en tercer grado (sobrinos) no heredaban por troncos.
Gentiles
A falta de los dos anteriores, todos los gentiles (personas civiles) concurrían con
iguales derechos. El pretor intervenía en favor de los parientes agnados, que eran
excluidos de la sucesión legítima y tomaban el lugar de los gentiles.
Adquisición de la herencia
A su vez, el derecho honorario amparaba los derechos de los herederos que no eran
llamados, como los hijos emancipados, los parientes de las mujeres por ser cognados, a la
mujer casada libre de manus y a todos aquellos que hubieren salido de la familia sin estar
bajo la potestad de otro.
Orden de llamamiento
Primero llamaba a los liberi (descendientes del difunto); tanto a los sui como los que lo
hubieran sido de no haber salido de la familia; y siempre que no estuvieran bajo la
potestad de otro; de esta manera quedaban también incluidos los emancipados.
El derecho honorario creó la figura de la collatio bonorum o colación de bienes, por lo que
el emancipado que concurriera a la herencia del pater, debía aportar a la sucesión una
parte de su patrimonio para compensar al suus (heredes sui).
En segundo lugar el pretor llamaba a los legitimi que eran los agnados (parentesco
fundado sobre la autoridad paternal o marital mismo que se actualizaba únicamente por
el lado masculino) del segundo orden de las XII Tablas. Y en tercer lugar a los cognados
(parentesco que une a las personas descendientes una de otra en línea recta o
descendientes de un autor común en línea colateral sin distinción de sexos mismos que se
daba por el lado masculino y por el lado femenino).
Liberi, descendientes del de cuius, incluso para los emancipados, es decir, se consideraban
a todos los descendientes del de cuius aun cuando no están en potestad de éste.
Los heredes sui incluyendo a los emancipados (que recibían la mitad de los no emancipados) y a
los hijos que reciben como herederos suyos el patrimonio materno.
El padre del de cuius (el agnado más próximo).
Los hermanos (agnados en segundo grado).
La madre y las hermanas.
Justiniano reglamentó casi todo lo relativo a esta materia en sus Novelas 118 y 127, en
que sustituyó de forma definitiva a la agnación por la cognación, equiparando en este
aspecto a hombres y mujeres, al tomar en cuenta el parentesco por ambas líneas.
La viuda o el viudo quedaron incluidos en la Novela 53, siempre que no hubiera habido
divorcio y a falta de los demás familiares. En la Novela 89 se incluyeron a los hijos
naturales y a la concubina, se les concedía una sexta parte de la herencia siempre que no
hubiera viuda ni descendientes legítimos, en cuyo caso sólo tendrían derecho a una
pensión alimenticia.
En el derecho romano la libertad de testar era ilimitada, el testador podía desheredar a los
hijos sui y emancipati.
Ideas generales
Desheredación
Es cierto que en el antiguo Derecho Romano había libertad de testar por parte del pater
familias; pero, si él deseaba desheredar a un suus (sui iuris), la desheredación
(exheredatio) debía hacerla conforme a ciertas reglas.
Por otra parte, las desheredaciones en esa época debían hacerse de forma expresa, debía
hacerse individualmente; en relación con los demás sui, hijas, mujer in manu, nietos,
etcétera; la desheredación podía hacerse de forma global, es decir, que todos sean
desheredados.
Pulse en cada uno de los conceptos que aparecen del lado izquierdo para desplegar
la información correspondiente.
Derecho
honorario
El pretor ensanchó el círculo de aquellas personas a quienes se debía desheredar
de forma expresa, incluyendo a los sui y a los emancipados; es decir, los liberi, el
grupo que integraba el primer orden de herederos de la sucesión intestada
pretoria.
También se dio la sucesión forzosa, ya que si un liberto no tenía liberi o los hubiera
desheredado, debía dejarle al patrono o a sus hijos, cuando menos la mitad de su
herencia y, si no lo hacía, el patrono o sus hijos podían pedir la bonorum
possessio contra tabulas.
Derecho
imperial
Derecho
Justiniano
La Novela 115
Una reforma importante surge de la Novela 115 (año 542 Justiniano) ya que cierra la
evolución del sistema sucesorio contra el testamento estableciendo que la desheredación
de cualquier heredes suus debía hacerse nominativamente, so pena de que el testamento
se declarara nulo; además de que, para desheredar a alguien debía señalarse la causa
(estar previsto en el Derecho).
Preguntas:
Respuesta
La posesión de los bienes del padre que falleció intestado se les da a los hijos, no
solamente a los que estuvieron bajo la potestad de su ascendiente hasta el tiempo de la
muerte, sino también a los emancipados.
Caso 2:
En su testamento, Cornelio deshereda a su hijo Cayo e instituye a Marco, su mejor amigo.
Ocurre, sin embargo, que, al momento de fallecer Cornelio, la esposa de Cayo se
encuentra embarazada, siendo que, antes de la aceptación de la herencia por parte de
Marco, Cayo muere y nace su hijo.
Preguntas:
1. ¿El nieto que nace tras la muerte de su padre y abuelo tiene la condición de
póstumo?
2. ¿Es válido el testamento hecho por Cornelio?
3. ¿Quién habría de heredar?
Respuesta
Si alguno hubiere fallecido habiendo desheredado a su hijo quedando embarazada la
nuera, y hubiere instituido a un extraño bajo condición, y pendiente la condición después
de la muerte del padre, o deliberando el heredero instituido sobre adir la herencia,
hubiere fallecido el hijo desheredado, y hubiere nacido el nieto, ¿romperá acaso el
testamento? Y diremos, que no se rompe el testamento, pues ni debería ser desheredado
por el abuelo este nieto, a quien precedía el padre. Mas si acaso el instituido hubiere
dejado de adir la herencia, no se duda que este habrá de ser ab intestato heredero del
abuelo. Una y otra cosa por sus propias razones, porque al nacer rompe ciertamente el
testamento aquel a quien nadie le precedía al tiempo de la muerte, pero sucede ab
intestato aquel a quien antes que a él no le fue deferida a otro la herencia; pero aparece
que la herencia no le fue deferida al hijo, cuando hubiere fallecido estando deliberando el
instituido.
¿Qué otros caminos puedo explorar?
Para consolidar su aprendizaje respecto de los contenidos de esta unidad le sugerimos
que procure vincular lo aprendido con las temáticas de otras asignaturas, en especial con
Derecho Familiar y Derecho Sucesorio, la primera porque ya pudimos identificar el grado
de importancia del parentesco a la hora de una sucesión testamentaria o intestamentaria
y la segunda para que puedan identificar las figuras legales que prevalecen desde Roma
hasta nuestros días, teniendo conocimiento del vínculo histórico que une nuestra
legislación con la que se aplicaba en Roma. También puede ligar lo aprendido con
Obligaciones.
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