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Para La Danza.

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Curso de Materias Pedagógicas para la Danza

Fernando de la Mora

Modulo de Danza Paraguaya

COREOGRAFIA

Tema: Misiones Jesuíticas

Alumna: Clara Lariza Gonzalez Rojas

Curso: 3ro A

Academia: IFA Medalla Milagrosa

Profesora: María Magdalena Duarte

Año

2023
I. Época que abarca la labor de los Jesuitas
Los remanentes de las misiones jesuíticas – guaraní que se establecieron entre los
siglos XVII y XVIII, en un vasto territorio del sur del Paraguay, así como diversos museos
del arte de aquella época, facilitan la comprensión de la organización social, cultural y
religiosa de los pueblos fundados por la Compañía de Jesús en el corazón de la América
del Sur. Las misiones o reducciones jesuíticas – guaraní fueron el resultado de la presencia
de numerosos misioneros de la Compañía de Jesús, llamados jesuitas, pertenecientes a la
orden fundada en 1540 por San Ignacio de Loyola.
Su razón era la de predicar el evangelio. En 1604, Roma estableció la Provincia
Jesuítica del Paraguay en una porción del territorio que se encontraba bajo dominio
español. Eclesiásticamente formaban parte de los obispados católicos de Buenos Aires y
de Asunción. Albergaron a miles de indígenas ocupando territorios de los actuales países
Paraguay, Argentina y Brasil donde se consolidaron 30 pueblos.
Como referencia se sabe que en 1744 la Compañía de Jesús realizó un censo
poblacional que arrojó un total de 84.000 indígenas; una cifra que continuó creciendo.
Rafael Eladio Velázquez nos dice:” Enrolados en una orden militante y en plena
expansión los religiosos de la Compañía de Jesús tuvieron gran influencia en el
desenvolvimiento cultural del Paraguay durante los siglos XVII y XVIII”
Carlos Zubizarreta nos dice: "Porque la astuta política que usó el jesuita para
domeñar al indio contó siempre, como arma más eficaz entre todas las armas con la
exaltación la fiesta. Su observación sagaz comprendió pronto cuánto amaba el indígena
el arte primitivo de la danza. Con ese valioso descubrimiento de su idiosincrasia
adormecióle lentamente. Haciéndole olvidar su libertad perdida su portentoso
individualismo, embriagándole con fiestas y más fiestas. Liturgia de ritual, procesiones
solemnes y deslumbrantes, bailes, música y festivales llamativos.

II. Situación Geográfica


En 1586 llegaron los primeros jesuitas a Tucumán, y en 1587, a petición del Obispo de
Asunción, fray Alonso Guerra, también al territorio paraguayo.
En este contexto, los jesuitas iniciaron las obras de evangelización y de construcción de
los pueblos o reducciones en la actual zona de los departamentos de Misiones e Itapúa en
Paraguay.
La primera actividad de los jesuitas al llegar a Paraguay fue la formación de pueblos
autosuficientes dentro de áreas habitadas por indígenas y estructurar en forma escrita
la lengua guaraní. No solo se dedicaban a impartir enseñanza religiosa, sino que fijaban
las pautas de un orden político, cultural, educativo y social que tuvo gran influencia en el
desarrollo posterior del Paraguay. Los indígenas, en su mayoría nómadas y
acostumbrados a una vida sin estructuras, se encontraban nucleados en pequeñas
comunidades en las selvas. En torno a la misión de los jesuitas eran conformados en
grupos de dos o tres mil por cada pueblo.
Este grupo de misioneros fundó cerca de 30 misiones en territorios que hoy pertenecen al
Paraguay, Brasil, Argentina y Bolivia. Muchas de estas misiones fueron reconstruidas y
conservadas.
Al ser expulsados los jesuitas por orden del rey Carlos III mediante la Pragmática
Sanción del 27 de febrero de 1767, franciscanos, dominicos y mercedarios tomaron a su
cargo los pueblos misioneros, constituyéndose la gobernación de las Misiones Guaraníes.
III. Labor que llevaba a cabo en las Misiones en el campo del arte
"El pueblo paraguayo, que se conserva tan puro de sangre y de esencia tradicional.
continúa gustando de la afición ancestral. La costumbre atávica aflora siempre, a través
de los gestos pueriles de los gustos primarios. En la fiesta nacional del pueblo está la
danza herencia guaraní"

La música fue utilizada para las fiestas patronales y reuniones importantes."


Guillermo Furlong Cardiff S.J. En el capítulo "La danza y el drama", nos relata:
"Unidos en este capítulo dos cosas que, a primera vista, parecen dispares: la danza y
el drama, pero no era asi entre los guaranies, ya que las danzas eran eminentemente
musicales y en gran parte dramáticas, y el drama, a su vez, era ante todo melodrama,
predominando en el la música y en no escasa proporción, la danza.
"En contraste con la música y el canto, si éste y aquella era algo de todos los días,
aunque en las formas más variadas, la danza y el drama era sólo de los domingos y
días de fiesta. Unas y otras tenían de común que no eran de aficionados, sino de
profesionales, ya que estaban sus ejecutantes dedicados, los unos, a la música y al
canto, los otros, a las danzas y a sus dramas, y el ejercicio era de todos los días, aunque
la actuación de danzantes y dramáticos era, a lo más, semanal. "Desde principio de
1617 contaron los indigenas de las Reducciones Jesuíticas con un maestro de danza,
el jesuita francés Luis Berger, a quien ya recordamos entre los grandes músicos que
hubo en las Reducciones. En 1626 se indicaban sus ocupaciones y entre ellas, se leen
estas dos: músico y danzante. Pero no fue el Hermano Berger el único maestro, ya
que un historiador de la época se refiere a los maestros seglares de danza. El
historiador Francisco Jarque, que estuvo por algún tiempo en las reducciones, con
anterioridad a la brillante actuación de Berger, nos informa de lo que ya entonces entre
1620 y 1630, eran las danzas y representaciones lirico-dramáticas de los Guaraníes
cristianos".
El mismo autor al hablar de la música y el canto, nos dice: "Los Jesuitas que con
los indígenas, los oficios mecánicos y las artes liberales, no dejaron de hacer cuantos
tanto acierto supieron introducir, asi en las ciudades de los españoles como en las
reducciones.
La labor Jesuitica en el campo de la música data de 1609, Fue en esta fecha que el
esfuerzos pudieron para aficionar a unos y otros a la música y al canto. P. Diego de
Torres ordenaba a los Padres José Cataldino y Simón Maseta que "cuando más presto
se pudiese, con suavidad y gusto de los indios, se recojan cada mañana sus hijos para
aprender la doctrina… leer y cantar. El mismo Padre Torres en una Instrucción que
dio a los Misioneros en 1610, ordenaba que a los indígenas se les enseñase canto y
música. Peramás "jamás nadie, agrega este historiador, aventajó a Domingo Zipoli,
músico que había sido de una escribe que nunca faltaron buenos músicos entre los
Jesuitas de la Provincia del Paraguay, pero "jamás nadie, agrega este historiador,
aventaja a domingo Zipoli, músico que había sido de una de las Capillas de Roma y
de cuyo talento musical puede decirse que era singularísimo y que aquel de una vez
hubiese oído alguna de las piezas de música por él compuesta, no encontraba después
gusto alguno en la obra de otros autores"
IV. Ocasiones en que bailaban
Guillermo Furlong Cardiff S.J, refiriéndose a Francisco J. Miranda, expresa que:

"Era Maestro de danza para los hombres, que a las indias no se les enseñaban, ni
sabian bailar" José Manuel Peramás (1329): "Las danzas tenian lugar solamente en
las grandes festividades del año, en la plaza, en presencia de todo el pueblo y del
Párroco, quién junto con su compañero se sentaba a la puerta del templo Sólo
intervenian en ellas los niños y jóvenes, varones y mujeres por separado. Los bailes
cran graves y jeroglíficos, es decir, simbólicos. Unos representaban la lucha entre el
arcángel San Miguel (en cuyo escudo se leia: ¿Quién como Dios?) y el dragón rebelde
con sus secuaces. Estos al fin quedaban vencidos, y aquél, triunfante y vencedor. Otras
veces representaban cuatro augustos monarcas, cada uno de una parte distinta del
mundo, conducidos por un estrella para adorar al Rey de reyes y Señor de los que
dominan; y una vez que lo encontraban recostado en el seno de la hermosa Madre,
deponían ante él sus cetros y coronas en señal de adoración.

"En otras ocasiones clavaban en el centro de la plaza las insignias y el estandarte


de la Virgen. y llevando en unos escudos las letras del nombre de María las
combinaban. evolucionando en diversas formas, hasta que paulatinamente las
colocaban en orden, de modo que el público pudiese leer simultáneamente el dulce
nombre de la Reina del cielo. Los actores del juego, doblando a compás las rodillas e
inclinando la cabeza, quedaban prosternados ante una sagrada imagen de la Virgen,
dispuesta a este fin de antemano. A veces simulaban luchas entre moros y cristianos:
de modo que éstos, con la ayuda de Dios, quedasen vencedores, y aquellos,
confundidos y puestos en fuga, volviesen torpemente las espaldas. Durante el combate
guardaban un movimiento ritmico del cuerpo al compás de la música. También
exhibian, a veces, bailes de conjunto, con combinaciones musicales: dos, por ejemplo,
preludiaban con la lira; respondíanles otros dos con la citara: seguían dos con laudes,
dos con violines. dos con flautas, etc., sin cesar mientras tanto de saltar con gran ritmo
y agilidad.

Gilbert Chase. En su capitulo: "La música hispánica en las Américas", nos dice
"Los aborigenes de América, como es natural, tenían su música propia, antes de que
llegaran los españoles. Los primeros misioneros y cronistas nos han dejado en sus
relatos, testimonios del sentido musical de los nativos, los cuales usaban la música y
la danza en todas sus ceremonias civicas y religiosas, y en sus fiestas públicas y
privadas. Pero, precisamente a causa de que mucha de su música iba asociada a un
culto religioso tenido por pagano, los españoles miraron con malos ojos la música
indígena y procuraron hacerla desaparecer, más bien que conservarla.

La organización educativa de las misiones, bajo tantos puntos de vista admirable


y eficiente, estaba empeñada en la tarea de la gradual sustitución de los cantos y bailes
nativos por las formas de la música europea, derivadas, en su mayor parte, de los
cantos litúrgicos religiosos".
Este detalle explicado por Chase nos da a conocer una de las causas por las cuales
nuestras danzas paraguayas no poseen reminiscencia indígena. Las manifestaciones
autóctonas pasaron a segundo plano, desplazadas por la práctica de las danzas de
temas religiosos en la época de los jesuitas, y posteriormente por las importadas
danzas de moda.

Boettner transcribe al padre Lafitau: "Las danzas, no eran bailes vulgares,

sino que todos eran danzas de los que llaman de "cuenta", esto es, figurados o simbólicos
Siguiendo con las noticias sobre estas danzas de cuenta, J. Plá, nos transcribe el padre
Xarque: "No menos atraen las danzas que a los niños, a los grandes a la Iglesia, teniendo
por suma dicha ver a sus hijos galancitos danzar en las festividades y procesiones con
raro primor. Porque un niño de 8 años hará 50 mudanzas sin perder el compás de la vigüela
o arpa con tanto aire como el español más ligero. Soy testigo ocular y admiré con tanta
inocencia tal destreza Por medio de maestros seglares se introdujo esta enseñanza en los
indios y estos aprendieron tan bien, que ya sirven de maestros unos a otros. Asi en cada
pueblo formose 4 cuadrillas de 8 danzantes, que de ordinario son los mismos que
aprenden la música. Todos visten librea distinta de las otras.
Estas danzas son todas "de cuenta" como las mejores de Europa; y con esto
desprecian sus indignos modos de danzar antiguo, viéndolo tan distinto del que admiran
en sus hijos".
Guillermo Furlong Cardiff transcribe también a Francisco Jarque: "Un siglo más
tarde no estuvo de pasada, como Jarque, sino que moró durante muchisimos años en las
Reducciones el Padre José Cardiel, y después de decirnos que no se estilaban bailes o
danzas en las casas de los indios, como se usan en Europa entre mozos y mozas, nos
informa que en las danzas de los Guaranies no entran mujeres, ni aun hombres con trajes
de ellas, ni hay cosa alguna que huela a esto, ni en público ni en particular, ni aún en los
entremeses que suelen hacer entre danza y danza. Todas las danzas son en las festividades
de los Santos: y también se usan para festejar a los señores Obispos y Gobernadores en
sus Visitas.
Todas son de Cuenta, y no poco artificiosas, aprendidas en Escuela y con maestro.
que hay en cada pueblo. Unas son al modo que enseñan los maestros de allá, de uno solo
danzando la Españoleta, Pavana. Canario y los demás sones que llaman de Palacio, al son
de arpas y violines, en que suele hacer el danzante 16 y 20 mudanzas diversas. Otras, y
son las más, son de muchas, ya a la Española, unas veces haciendo el Paloteado, otras
saliendo todos con banderas pequeñas jugándolas al modo militar con variedad de
escaramuzas; y otras con Espadas, representando esgrimas y escaramuzas, haciendo
segundo instrumento con ellas, con sus golpes a compás, ya a lo Turquesco, ya a lo
Asiático, con vestidos de estas naciones. con Alfanjes, Lanzas, Saetas, y a veces con bocas
de fuego que disparan a compás"
Los festivales más solemnes se celebran con gran pompa, especialmente en el dia
del Santo, de la iglesia, y del Santisimo Sacramento. Cuando el día primero se acerca, se
envían invitaciones a los habitantes de la Reducción más cercana; ellos asisten en grandes
grupos, los oficiales con su uniforme y montados a caballo. La celebración comienza en
la vispera del dia festivo con un buen desfile militar, en el cual el Alférez, quien lleva un
gran estandarte, aparece montado en un corcel lujosamente cubierto, desfilando bajo un
espléndido pabellón.
V. Describe la danza de la cuenta
Por esta época de las Misiones Jesuiticas se conoce lo que llaman DANZAS DE
CUENTA. Sobre ellas nos dice N. González:"El teatro prosiguió su evolución. Para
neutralizar el poco interés de criollos, mestizos e indios por los temas europeos, cada
vez se concedió mayor importancia a la parte formal. Se pidió el concurso de la danza.
El drama rudimentario de los primeros tiempos fue convirtiéndose en vastos
espectáculos coreográficos. Se trataba de lo que en el siglo XVII se llamó danza de
cuenta, es decir. bailes que simbolizaban hechos guerreros o religiosos. A veces se
representaba la lucha del arcángel Miguel con el dragón infernal, que se rendía
traspasado por la espada flamigena del celeste guerrero; otras eran los Reyes Magos
que seguían la mistica estrella y al termino del viaje adoraban al divino infante
encarnado en la torturada carne del hombre para salvar el mundo, o bien el cuerpo de
danzantes, al ritmo de una música bélica, representaba simulacros de batallas entre
moros y cristianos. Cada cual ostentaba trajes apropiados a sus papeles, y así unos
vestian de español. otros de hungaros o turcos, y aquellos de moros o persas u otras
naciones orientales" También Boettner transcribe al padre lafitau: "Las danzas no eran
bailes vulgares. sino que todos eran danzas de los que llaman de "cuenta", esto es,
figurados o simbólicos" Siguiendo con las noticias sobre estas danzas de cuenta. J.
Plá, nos transcribe el padre Xarque: "No menos atraen las danzas que a los niños, a
los grandes a la Iglesia, teniendo por suma dicha ver a sus hijos galancitos danzar en
las festividades y procesiones con raro primor Porque un niño de 8 años hará 50
mudanzas sin perder el compás de la viguela o arpa con tanto aire como el español
más ligero. Soy testigo ocular y admiré con tanta inocencia tal destreza. Por medio de
maestros seglares se introdujo esta enseñanza en los indios y estos aprendieron tan
bien, que ya sirven de maestros unos a otros. Así en cada pueblo formose 4 cuadrillas
de 8 danzantes, que de ordinario son los mismos que aprenden la música. Todos visten
librea distinta de las otras. Estas danzas son todas "de cuenta" como las mejores de
Europa, y con esto desprecian sus indignos modos de danzar antiguo, viéndolo tan
distinto del que admiran en sus hijos".Guillermo Furlong Cardiff transcribe también
a Francisco Jarque. "Un siglo más tarde no estuvo de pasada, como Jarque, sino que
moró durante muchísimos años en las Reducciones el Padre José Cardiel, y después
de decirnos que no se estilaban bailes o danzas en las casas de los indios, como se
usan en Europa entre mozos y mozas, nos informa que en las danzas de los Guaranies
no entran mujeres, ni aun hombres con trajes de ellas, ni hay cosa alguna que huela a
esto, ni en público ni en particular, ni aún en los entremeses que suelen hacer entre
danza y danza. Todas las danzas son en las festividades de los Santos, y también se
usan para festejar a los señores Obispos y Gobernadores en sus Visitas. Todas son de
Cuenta, y no poco artificiosas, aprendidas en Escuela y con maestro. que hay en cada
pueblo. Unas son al modo que enseñan los maestros de allá, de uno solo danzando la
Españoleta. Pavana, Canario y los demás sones que llaman de Palacio, al son de arpas
y violines, en que suele hacer el danzante 16 y 20 mudanzas diversas. Otras, y son las
más, son de muchas, ya a la Española, unas veces haciendo el Paloteado, otras
saliendo todos con banderas pequeñas jugándolas al modo militar con variedad de
escaramuzas; y otras con Espadas, representando esgrimas y escaramuzas, haciendo
segundo instrumento con ellas, con sus golpes a compás, ya a lo Turquesco, ya a lo
Asiático, con vestidos de estas naciones, con Alfanjes, Lanzas, Saetas, y a veces con
bocas de fuego que disparan a compás.

VI. El Minué
El minué es de origen francés, venía deslumbrando desde 1700 , tanto en los
ambientes virreinales como en los humildes sitios de los negros y en las remotas
reducciones jesuíticas–, cae silenciosamente hacia 1840. Un minué criollo de la familia
de las gavotas, el Minué montonero (1820), después Minué federal (1835).
El Minué llegó desde Europa, al igual que otras danzas europeas por el Río de la Plata;
de ahí se explica la simultánea aparición de esas danzas en Uruguay, Paraguay y
Argentina.
A mitad de siglo se conoce el Montonero que es una cierta forma de Minué, aparece
también en este siglo una nueva forma coreográfica que constituyó una verdadera
revolución: la danza de pareja enlazada independiente.
Una de las danzas a las que da origen el Minué es el Montonero, conocido
anteriormente como Minué Montonero, al referirse a esta denominación, nos quiere decir
que tiene algo del Minué cortesano que se danzó en la Plata por lo menos desde el siglo
XVIII.

VII. La contra danza


Clasificación.
Danza de pareja suelta, interdependiente, del grupo "señorial grave-vivo".
Denominación.
"Llamada en Inglaterra originariamente "country dance", en Francia "contredanse" y
en Alemania "kontretanz". "su nombre si no su coreografia o su música (existen varias
teorias al respecto) parece provenir de la primera: "contry-dance" esto es: "danza
campesina". "La contradanza se baila en la campiña inglesa durante el siglo XVI.
Antecedentes.
1600 asciende a los salones de la corte. y 85 años más tarde, aparece en Francia y
Holanda con singular brio, desplazando al Branle, una de las formas madres de la
danza francesa, progenitor de las mas variadas expresiones como la Gavota, p.ej.
"En 1710 los Borbones introducen la Contradanza en España. Debe advertirse que la
contradanza en Francia y en España, es levemente modificada y así puede hablarse
con propiedad de una contradanza inglesa, de una francesa y de una española
"En Francia, además, se crea una variante alrededor de 1723 que se llama Cotillón.
"A principios del siglo XIX la Contradanza da origen a dos formas coreográficas de
enorme dispersión: la Cuadrilla y Los Lanceros. "...Pasado el 1850, la Contradanza
entra en decrepitud. La Cuadrilla y luego los Lanceros la desplazan lentamente. La
gran Contradanza después de haber proliferado en las tres formas europeas-Cotillón,
Cuadrilla y Lancero- y en las tres criollas-Cielito. Pericón y Media Caña-cae en su
ocaso irremediable en 1880". "Los bailes europeos graves-minué; contradanza, etc.
se encuentran en las principales ciudades americanas antes de 1750. Hay que tener
presente que la contradanza tiene dos promociones, es decir, vuelve a ser irradiada
por París, después de su caída en mediados del Siglo XVIII. "La contradanza en su
segunda promoción, que llega-no lo sé con certeza- alrededor de año 1800, más bien
antes, se baila en Buenos Aires con sus congèneres graves, minue, gavo desuso etc.;
e integran las cuadrillas, los lanceros y otras, el repertorio coreográfico de todo el
siglo Algunos historiadores nos testifican que la Contradanza fue bailada en la
antigüedad en nuestro
Comentarios.
Félix de Azara (hacia el año 1785): "Los administradores modernos han enseñado los
indios algunas contradanzas y bailes valencianos que ejecutan muy bien": Don
Gonzalo de Doblas... "los bailes que usan son antiguos y extranjeros, yo no he visto
en España danzas semejantes, ni en las diversiones públicas de algunos pueblos, ni en
las que se usan en el dia y octava de corpus. Ahora modernamente van introduciendo
algunas contradanzas inglesas, danzas valencianas y otros bailes que usan los
españoles".
Brigadier Diego de Alvear:..."bailan contradanzas bien ideadas". C. Vega (B 5), al
hablar de la época jesuítica: "La música con que se ejecutaban esos bailes y muy
especialmente la de la Contradanza y el Minué, alcanza a todas las clases sociales y a
los grupos no europeos de todas las regiones cubiertas por la colonización":
Coreografia.
Transcribimos una breve explicación dada por LAyestarán. Como se trata de una
danza europea, las mismas figuras básicas también corresponden para nuestro país,
aunque indudablemente, con el tiempo, habrán sufrido modificaciones locales.
(BIS): "Complicada en extremo su coreografía, que se fue enriqueciendo
gradualmente hasta llegar a un número elevadísimo de figuras distintas, su base es la
fusión de dos simples ordenaciones: el "round", es decir, "la danza en círculo con
alternación de hombres y mujeres" y el "long-ways" o formación en calle de hombres
frente a mujeres.
"A estas posiciones se agregan luego todas las variantes imaginables: cadenas,
canastas, "la reja" (el "paseito al campo" del pericón posterior) etc."-Prosigue
Ayestarán al comentar la coreografia-"Se inicia con dos posiciones:
1". Una rueda ("round") que forman las parejas y 20. "en calle", (long-ways")
formada por dos filas frente a frente, de hombres y mujeres respectivamente.
Terminadas estas dos posiciones comienzan las figuras aisladas que llegan a un
elevado. Preside la Contradanza un maestro de ceremonia que en voz alta indica el
cambio de figuras: es el bastonero.
"Entre sus figuras más importantes se destacan "la canasta", el "Avant-deux", el
"Molinete" de damas o caballeros. "Pantalón", "Eté", "Poule"; "Trénis" (su creación
se adjudica al célebre bailarín Trenitz), "cadena", etc.
"La Contradanza se remata con un "Finale" de extraordinaria brillantez y
complicación". Un hecho interesante de anotar al estudiar este baile es que muchas de
nuestras danzas tradicionales tomaron básicamente la formación y ciertas figuras de
la Contradanza.

VIII. A que danzas dieron origen


El siglo XIX se presentó con características diferentes dado que nuestras danzas
recibieron en esta época la influencia de varios paises europeos. En efecto, fue el siglo
de la aparición de una gran variedad de danzas europeas que se aclimataron y algunas
de ellas se acriollaron en nuestro país adquiriendo posteriormente nuevas fisonomias,
de donde han surgido muchas de nuestras danzas tradicionales.
Esas danzas europeas llegaron por el Rio de la Plata; de ahí se explica la casi
simultánea aparición en el Uruguay, Argentina y Paraguay.
La Contradanza, conocida desde el siglo XVIII, perdura aún, y ejerce cierta
influencia para la formación de otras danzas. El Cielito, el Pericón y la Media Caña,
tres contradanzas rurales, según Vega, "Conservan vagos restos de esa música
europea, a pesar de que, en ciertos ambientes adquirieron música de otro carácter.
Por eso difieren tanto entre si las versiones tradicionales de la que correspondió a
esos bailes".
"La Contradanza, modificada, renovada, sostiene su nombre hasta 1850; y
su música se prolonga en sus herederas, la Cuadrilla y Los Lanceros, hasta entrado
el siglo XX, con gran penetración e influencia en la campaña".
También por mitad del siglo, se conoce el Montonero, cierta forma de
Minué. Aparece además en este siglo una nueva forma coreográfica que constituyó
una verdadera revolución: la danza de pareja enlazada independiente. El Vals fue
el primero de este grupo: siguieronle el Galop, la Polka, la Mazurca, el Chotis y
la Habanera. Las danzas ya citadas, especialmente la Cuadrilla, el Lancero, el Vals
y El Chotis, pasaron velozmente de los salones a los ambientes campesinos:
En este mismo siglo, fueron gestándose nuestras danzas que se
convirtieron en tradicionales. contando con el elemento coreográfico europeo y
con el ingenio y habilidad del hombre paraguayo, que supo plasmar en
movimientos estéticos el sentir artístico de nuestro pueblo. Como dice Justo Pastor
Benitez "En materia de arte y de costumbre lo esencial no es la procedencia, sino
el estilo, el carácter, el color, que se adquieren del medio telúrico y social, y por
acción creadora. El medio social paraguayo es poroso, absorbente: logra
transformar, en poco tiempo, lo foráneo, que asimila y nacionaliza, dándole su
cuño. Es ésta la verdadera garantia de la subsistencia de la nacionalidad".
IX. ¿Qué es la Rúa?
Durante la época de la colonia se realizaban la "nias"; consistian en desfiles en
las calles con disfraces, dramatizaciones, pantomimas, etc.
Carvalho Neto incluye a la Rúa entre los "autos populares", dentro de la
clasificación de los"Rasgos folklóricos móviles de las fiestas tradicionales
paraguayas". En su comentario nos dice este autor: "Existió en el Paraguay un auto
popular llamado "Rua". ¿Existirá aún? Aguirre lo registró en plena vigencia, en el año
1795. Asunción. En 1938. Cadogan pudo captarlo en Villarrica, publicando sus
apuntes en 1951, a través de CEA. La rúa es un conjunto de escenas dramáticas, con
varios personajes. Aguirre emplea el verbo "ruar" y Cadogan anota que "O rua"
significa en Villarrica "participar de los juegos o festejos (de San Juan o San Pedro)
con la antorcha o el macillo de paja encendida".

"De las dos referidas versiones, nos parece que la significación común de Ruar
era participar del auto llamado Rúa, una fiesta móvil, fuera cual fuera el papel a
representar": Según Carvalho Neto, son restos de Rúa.

J. F. Aguirre: Al hablar de la época del gobernador Melo de Portugal nos dice: “


la ciudad dio 3 días de toros y las visperas sus tres Ruas, con gran lucimiento, así por
los jacces. buenos caballos pisadores y los vestidos. Antes y después de los toros,
pasearon por la plaza.

Las rúas están olvidadas en España". Josefina Plá en el capítulo "El teatro en la
colonia" nos dice: "En los cambios de reinado, era de praxis que fuesen paseados
procesionalmente los retratos de los nuevos monarcas, ocasión para que el pueblo los
conociese, en efigie por lo menos y tenia lugar algún acto alegórico o pantomima,
celebrando la llegada de nuevos gobernadores o visitas de virreyes se organizaban asi
mismo a veces actos simbólicos, pantomimicos, etc. Entre esos actos tuvieron especial
predicamento las "ruas" o desfiles callejeros de caracter alegórico o conmemorativo
(su verdadero carácter es aún controvertido). Estas "ruas" parecen haber sufrido
también en su despliegue alternativas que paralelizaron seguramente las vicisitudes
económicas, sociales, etc. de la colonia". Continúa la misma autora: "En 1794, o sea
ya hacia el final del siglo, la llegada del Gobernador Melo de Portugal fue festejada
con un simulacro consistente en el desembarco de algunos jóvenes nobles y sus
cuadrillas, vestidos de visires turcos, quienes posteriormente "ruaron" Carlos
Zubizarreta nos ofrece un interesante comentario sobre este tema con el titulo de
"Rúas en la Asunción colonial": "Rúa es arcaismo, aunque todavía empleen en España
la palabra para designar con ella a esas tunas estudiantiles que, por cierta época,
recorren las calles de sus ciudades. Un arcaismo, al parecer, de origen galaico, ya
relegado al olvido en estas tierras americanas. "En Galicia, fiesta o diversión
nocturna" -la define el Real Diccionario de la Lengua; y agrega: "ruar, andar por las
calles y otros sitios públicos a pie, a caballo o en coche...
"Empleaban, pues, con castiza corrección el término en la antigua Asunción colonial
cuando llamaban rúas a ciertos desfiles, sin carácter religioso, que recorrian sus calles
arenosas en alguna excepcional ocasión festiva. Esta fugaz evocación pretende,
arañando la costra del tiempo, recordar una de aquellas fiestas nocturnas.

La que la crónica minuciosa de Juan Francisco Aguirre recoge y trae hasta


nosotros juzgándola como la más lucida y brillante en los fastos de la vieja capital
provinciana, a lo largo de todo el periodo colonial. Ocurrió el suceso en el año 1794.
durante el mando de don Joaquin de Alos y Bru, segundo gobernador intendente, que
sucediera a don Pedro Melo de Portugal. Fue precisamente para celebrar el fausto
acontecimiento de haber alcanzado su antecesor-de gratísima memoria en el
Paraguay- el alto cargo de tercer virrey del Río de la Plata que dispuso el
Ayuntamiento asunceno aquellos magnos festejos.

"La evocación cobra relieve encuadrándola en marco apropiado, cual sería la


descripción veraz de su escenario. Y ninguna descripción más autorizada y fiel que la
del propio cronista Aguirre, testigo presencial. La época de Melo había culminado el
momento de mayor auge colonial de Asunción. Las fiestas en honor del flamante
virrey Melo de Portugal, que intentamos evocar, duraron tres días, comenzando con
misas, rosarios y rogativas, en iglesias y conventos por la salud del rey, del virrey y
por la suerte de la guerra que sostenía España contra Inglaterra. Durante esos tres días
de holgorio general, sobre la arena de la plaza de armas, jóvenes asuncenos rejonearon
toros y becerros; justaron en el popular juego de cañas luciendo la habilidad y garbo
de sus caballos pisadores, como llamaban a las caballerías especialmente amaestradas
para levantar mucho los remos al son de la música.

"Al fulgor movedizo de esas humeantes luminarias, la rúa desfiló dos noches
consecutivas. precedida por la acostumbrada mascarada de cambaranga. Los
nerviosos caballos pisadores. enjaezados de plata, ruaban al son de tambores, platos
y chirimias, provocando la admiración y el deleite del pueblo apiñado en la plaza y a
lo largo de las calles adyacentes. "Estas rúas de la ciudad-comenta el testigo Aguirre-
es probable hayan sido las mejores que se hayan hecho hasta hoy, porque el Paraguay
tiene ya un incremento muy sobresaliente al de antes, así en el número, que ha
aumentado, de sus habitantes como en el lujo y galas. Todos los gremios fueron
citados"

"Los arrieros y carniceros-el gremio más numeroso-ruaron en papel de guaicurues,


en dos cuadrillas que sumaban un centenar. Montaban casi desnudos, sin estribos ni
silla; aunque muchos de ellos llevaron corto ponchito, carcax con flechas a la espalda
y pretales con cascabeles. "Talabarteros, zapateros, cordoneros y otros gremios,
también montados, vestian a la uzansa militar de castilla, algunos; otros, disfrazados
de sarracenos y gentiles, sin sujetarse a determinado ropaje. "Cada gremio daría diez,
y siendo seis los gremios, serían sesenta" Los dos alcaldes ordinarios de la ciudad
cerraban la marcha de la rúa, cabalgando con los nobles rejoneadores. los jóvenes
justadores de cañas y una guardia militar. "Serian los de la rúa como doscientas
personas, a cuyo número no habría seguramente llegado jamás antes. Lo mismo
podemos decir-afirma Aguirre- de los tablados de la plaza, pues estaba circundada de
ellos. Han sido estas rúas dobles que en las fiestas reales"

"La alegre, colorida algarada, que alteraba inusitadamente el silencio habitual de


la Asunción nocturna, se dirigió la segunda noche de la plaza a Santo Domingo, en
cuyo espacioso atrio se había dispuesto sitial de honor para el señor gobernador y los
señores regidores de la ciudad. Allí se representó, como número final de aquella noche
inolvidable, un simulacro de desembarco, en el que tomaron parte "algunos jóvenes
nobles y sus cuadrillas de pardos vestidos de moros y turcos, con quienes ruaron". Las
fiestas terminaron el tercer día, en el mismo atrio de Santo Domingo, con juegos y
bailecitos, que corrieron a cargo de los "indiecitos de Atyra":"Los indios han sido-
termina reconociendo el cronista presidencial de aquel acontecimiento- los brazos
para todos, menos para algunos particulares que los tienen propios en esclavos y
peones".

X. ¿Cuáles eran las costumbres en Asunción a fines del siglo XVIII?


Carlos Zubizarreta, al comentar las costumbres asuncenas a mediados del siglo
18, nos dice (B 39): "Las cabalgatas y los paseos en coche y carreta hasta la chácaras
aledañas de la ciudad, donde se organizaban meriendas y bailes campestres,
constituían otro esparcimiento muy corriente". Tal era la Asunción colonial de
mediados del siglo XVIII".
A fines del siglo todavía puede notarse el gusto por los entremeses, pantomimas.
Como anteriormente, no participaban las mujeres en las danzas, Félix de Azara, quién
vistió las reducciones unos años después de la salida de los jesuitas, hizo el siguiente
relato, que nos comprueba la presencia aún del estilo impuesto en aquella época.
Hablando de San Miguel nos dice (B 19): "la vispera, el día y el después de la fiesta no
cesan de tocar los músicos dia y noche y la plaza está llena de gente corriendo toros,
sortijas, parejas y haciendo baile de todo con mucha formalidad y concierto. Los bailes
son siempre serios con vestidos convenientes que da la comunidad y se reduce a una
mezcla de danza y esgrima. No tienen parte en ella las mujeres ni los instrumentos de
viento"
"Cada danza es seguida de un entremés o pantomima. Los bailes de noche se hacen
con iluminación y al que desempeña bien cualquier cosa de las dichas, se le da Tupambác,
que es un pedazo de lienzo u otra friolera"."Los administradores modernos han enseñado
a los indios algunas contradanzas y bailes valencianos que executan bien".
Tenemos también el comentario de Aguirre: "En todo son hábiles los indios, no
solamente en las artes.
Para los entremeses y bailes con que gustan obsequiar los pueblos a las personas que
los visitan y con la comedia, cañas, parejas y sortija que añaden en sus fiestas son
igualmente al propósito de manera que es menester decir son hábiles y trascendidos".
Continúa Aguirre al comentar la época de Don Pedro Melo de Portugal, que fue la
época de apogeo colonial en Asunción: " y por último en el atrio unos juegos y bailecitos
de indiecitos de atihra."
Los estilos y danzas detallados precedentemente, en el capítulo de los jesuitas, fueron
esfumándose poco a poco para dar paso a la absorción de nuevos bailes europeos que
fueron apareciendo sucesivamente, y que nuestro pueblo asimiló en la forma rápida y los
adaptó a nuestro ambiente.
Hallamos dos comentarios, muy interesantes, que se remontan a esta época: Juan
Francisco Aguirre, que estuvo en el Paraguay entre los años 1784 y 1796 nos dice:
"Prosiguen dominantes los cantares y los bailes antiguos españoles; no faltan entre los
provincianos frecuentes ocasiones de entretenimiento y la satisfacción reina en ellos". Al
describir luego la Villa de Curuguay, nos dice: "El baile es frecuente: se reduce a los
comunes de la tierra pericón, navecillas, zamarilla, sombrero y seguidillas: más frecuente
en tiempo del Chacareo Paulo de Carvalho Neto (B41) destaca también dicho comentario.
El hecho de que se mencionan en él nombres específicos de danzas que se ejecutaron a
fines del siglo 18, da mucha importancia a estos apuntes de Aguirre.
Félix de Azara, hablando de un viaje a Santa Maria de Fée, en la provincia de Itaty a
fines del 1700... el día siguiente luego que me hube vestido me saludó el Ayuntamiento
llevandome a misa que se cantó con mucha solemnidad, y yo la oi sobre cojín, tapete y
silla preferente. Ala salida me condujeron a la plaza donde había torneos y bailes que
presidi en silla dominante colocada en una glorieta de celosias entretejidas de flores a
cuyos lados habia galerias de arcos adomados del mismo modo".
Estos dos relatos nos citan nombres especificos de danzas; datos muy importantes
pues las expresiones de Aguirre: bailes "comunes de la tierra", y de Azara: "y otros bailes,
todos del pais", nos indican que eran danzas del pueblo que suponemos habrán sido
creaciones o recreaciones populares a inspiración de danzas europeas.
Por esta misma época se desarrolla en nuestro pais la costumbre espectáculo de las
"rias".

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