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Resumen Crítico

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UNIVERSIDAD MARIANO GALVEZ

CENTRO UNIVERSITARIO DE CHIQUIMULILLA SANTA ROSA


FACULTAD DE CIENCIAS JURIDICAS Y SOCIALES

Nombre de Alumno: Karen Maricela Polanco González


Numero de Carnet: 1750 23 24445

Instrucciones:
1.- Efectuar un resumen crítico sobre:
¿Qué es la teoría del delito? y cuáles son sus elementos.
Y ¿cuáles son los elementos del delito?
RESUMEN CRÍTICO: El estudiante debe identificar las ideas, postulados, datos, hechos y afirmaciones
esenciales del tema resumido conforme a la obra o autor utilizado para su investigación.

Teoría del delito

Es un procedimiento por medio del cual se analizan las características comunes, o


bien aquellas que diferencian a todos los delitos en general para establecer su
existencia y determinar la imposición de una sanción, si así corresponde. Se
denomina teoría del delito “a la parte de la ciencia del derecho penal que se ocupa
de explicar ¿Qué es el delito en general?, es decir, ¿Cuáles son las características
que debe tener cualquier delito?”. (Zaffaroni, 1998, p. 317).

La teoría del delito es un conjunto de principios que busca definir y comprender


qué constituye un delito, así como las condiciones que deben cumplirse para que
alguien sea considerado culpable. Este enfoque conceptual es esencial para
garantizar que la aplicación de la ley sea justa y coherente.

Importancia de la teoría del delito

La teoría del delito constituye un instrumento de análisis científico de la conducta


humana, utilizado por juristas, ya sea en la función de jueces, fiscales, defensores
o bien como estudiosos del derecho para determinar la existencia del delito. Antes
de dictar sentencia, durante la deliberación, el tribunal deberá establecer si existe
o no delito en el caso que juzga. La teoría del delito, constituye “un método de
análisis de distintos niveles, cada uno de estos presupone el anterior y todos tienen
la finalidad de ir descartando las causas que impedirán la aplicación de una pena
y comprobando (positivamente) si se dan las que condicionan esa aplicación”.
(Bacigalupo, 1994, p.67)

En la primera declaración, se analiza el informe policial si el hecho descrito


subsume uno de los tipos penales; si se trata de un tipo penal de acción o de
omisión, ese tipo penal es doloso o imprudente; si existe relación de causalidad, la
conducta es típica, 18 Teoría del delito pero no antijurídica por haber obrado, por
ejemplo, una causa de justificación; y si el imputado conoce la norma jurídico penal,
y en todo caso, cuál sería la pena a imponer de conformidad con el principio de
proporcionalidad. Todo este proceso intelectivo se realiza para determinar la
existencia del delito. En la fase intermedia, para argumentar, por ejemplo, un
sobreseimiento, cuando se explique la falta de condiciones para imponer una pena.

La teoría del delito, alcanza su mayor apogeo en la etapa del debate, cuando la
defensa construye su teoría del caso, para establecer si los hechos que acusa la
fiscalía subsumen en el tipo penal por el que intima, o bien si el relato del acusado
aunado a otras pruebas que pueda ofrecer la defensa, podrán fundamentar alguna
eximente de responsabilidad penal como causas de justificación (legítima defensa,
estado de necesidad, o legítimo ejercicio de un derecho), o las causas de
inculpabilidad señaladas en el Artículo 25 del Código Penal.

Concepto de delito

Para los efectos de la teoría del delito, no tratará el delito como la descripción de
una conducta a la que se le asigna una pena o una medida de seguridad, sino que
interesa una definición secuencial como “conducta típica, antijurídica y culpable”.
En el Código penal actual (lege data) no hay un concepto legal de delito, pero el
proyecto del nuevo Código penal (lege ferenda): “Se considerará como delito la
conducta típica, antijurídica, culpable y punible”. (Artículo 20) 19 Instituto de la
Defensa Pública Penal

Algunos juristas incluyen como elemento del delito, la punibilidad, por ejemplo, las
acusaciones que presenta el órgano fiscal establecen que la conducta del acusado
en una acción típica, antijurídica, culpable y punible. No obstante, la punibilidad
(penalidad) tiene elementos adicionales que no se incluyen en todos los delitos,
sino solo en algunos, ya que, en algunos casos como las condiciones objetivas de
punibilidad, a pesar de haber delito, lo eximen de la pena. Por ejemplo, en la
negación de asistencia económica una vez probada la existencia del delito, al
pagar los alimentos atrasados y garantizar los futuros se exime de la pena al
imputado.

Del concepto anterior se desprenden los elementos del delito que se analizarán
detenidamente, y es secuencial, porque es como un filtro que cada vez se hace
más estrecho para establecer no solo la existencia del delito, sino, además, la
imposición de una sanción penal o una medida de seguridad. Por ejemplo, en un
homicidio, puede ser que la conducta sea típica, hay voluntad en su realización y
encuadra en uno de los tipos penales contemplados en la legislación, pero si se
logra establecer que el imputado actuó en legítima defensa de su vida, estaremos
ante una causa que justifica su actuar y, por lo tanto, hay una acción típica, pero
no antijurídica.

Acción u omisión

Este comportamiento humano (conducta, acción, acto o hecho) tiene dos aspectos,
el querer y la voluntad, de los cuales surgen dos fases, la interna o sea el querer o
desear realizar una conducta que aún está en el pensamiento a la que “pertenece
la proposición de un fin, y la selección de los medios para su obtención”, (Zaffaroni,
1998, p.343). Por ejemplo, una persona desea salir a las calles a robar y utilizar
para ello un cuchillo o pistola.

En un Estado democrático de derecho como Guatemala, debe aplicarse un


derecho penal de acto, en donde se persiga, juzgue por la conducta (acciones y
omisiones), de las personas. Es decir, conductas o comportamientos penalmente
relevantes (lo que se hizo o dejó de hacer) y tiene su fundamento en el Artículo 17
constitucional. Contrario al derecho penal de autor, en donde se juzga por las
características o cualidades de la persona, y no por su conducta.

Elementos de la Teoría del Delito:

Tipicidad

La Acción atípica: Es toda acción u omisión que no está calificada como delito o
falta anterior a su ejecución. En este caso, la conducta no encuadra o no se puede
adecuar en ningún tipo penal.

Es la característica o cualidad que tiene una conducta (acción u omisión) de


encuadrar, subsumir o adecuarse a un tipo penal. Ahora bien, tipificar es la acción
de encuadrar la conducta en un tipo penal. Este acto de tipificar lo realiza el fiscal,
la defensa, la policía o el estudiante; sin embargo, cuando lo hace el juez se le
denomina tipificación judicial.

Este elemento establece que un acto solo puede considerarse un delito si está
expresamente tipificado por la ley. La crítica aquí radica en la ambigüedad y
subjetividad que a veces puede existir al interpretar ciertos términos legales, lo que
podría dar lugar a interpretaciones variadas y a la falta de uniformidad en la
aplicación de la ley.
Antijuridicidad

En sentido amplio, la antijuricidad es toda conducta contraria al derecho; por


ejemplo, no pagar la renta en un contrato de alquiler, no asistir al trabajo sin excusa,
y abarca todo el ordenamiento jurídico. Sin embargo, para el derecho penal son
importantes solo las acciones antijurídicas que encuadran en un tipo penal
llamadas conductas típicas, denominadas conductas penalmente relevantes, o
injustos penales. Es indiferente utilizar los términos antijuricidad o antijuridicidad.

Una acción u omisión es antijurídica cuando encuadra en un tipo penal (acción


típica), y no concurran causas de justificación (legítima defensa, estado de
necesidad, y legítimo ejercicio de un derecho). La antijuricidad es también un juicio
de valor realizado en la conducta del sujeto. Es por ello que una conducta puede
ser típica pero no antijurídica.

Hace referencia a la contradicción entre la conducta y el ordenamiento jurídico. Sin


embargo, la crítica se centra en la posibilidad de que una acción considerada
antijurídica en un contexto cultural o legal específico pueda no serlo en otro, lo que
plantea interrogantes sobre la universalidad de este concepto.

Culpabilidad

Actualmente, la culpabilidad puede definirse como un juicio de reproche, siempre


y cuando el sujeto tenga capacidad para motivarse o determinarse de acuerdo con
la comprensión de sus acciones, que además tenga conocimiento de la
antijuricidad de la conducta realizada, y que al sujeto le era exigible obrar de otro
modo, y no cómo lo hizo. Cumpliendo estas circunstancias, la persona es culpable,
penalmente responsable y como consecuencia del delito, se podrá imponer una
pena.

En sentido contrario, la conducta puede ser típica y antijurídica, pero si la persona


no tiene la capacidad para motivarse por no comprender su conducta (caso de los
inimputables o incapacidad de culpabilidad), si el sujeto no conoce el contenido de
la norma (error de prohibición), y no le es exigible obrar de determinada conducta,
los fines de la pena no se cumplirían en el condenado, y se debilita el Estado de
Derecho por violar el principio de culpabilidad como fundamento de la pena.

Este elemento se refiere a la imputabilidad moral del autor del delito. Sin embargo,
la crítica surge al considerar que la culpabilidad puede ser influenciada por factores
psicológicos, sociales o incluso biológicos, lo que plantea la pregunta sobre si la
culpabilidad siempre puede ser objetivamente determinada.

Punibilidad

La penalidad o punibilidad es, por tanto, una forma de recoger y elaborar una serie
de elementos o presupuestos que el legislador, por razones utilitarias, diversas en
cada caso y ajenas a los fines propios del Derecho penal, puede exigir para
fundamentar o excluir la imposición de una pena y que solo tienen en común que
no pertenecen a la tipicidad, ni a la antijuricidad, ni a la culpabilidad, y su carácter
contingente, es decir, solo se exigen en algunos delitos concretos. En la penalidad
existen causas que la fundamentan (las llamadas condiciones objetivas de
penalidad) y causas que la excluyen (las llamadas causas de exclusión o anulación
de la penalidad o excusas absolutorias). (p.428).

Condiciones objetivas de punibilidad

Son determinados requisitos que se refieren al aspecto material del tipo penal, sin
pertenecer al tipo penal o al dolo, condicionan en determinados tipos penales la
imposición de una pena, e incluso, la persecución penal que tienen los mismos
efectos.

Por ejemplo, el pago de las pensiones alimenticias atrasadas y la garantía de las


futuras (Artículo 245 Código Penal), aunque ya se configuró el delito, dicho pago y
garantía constituyen una exención de la pena por cumplimiento. El tipo penal de
quiebra fraudulenta 348 CP), en donde primero se condiciona declarar la quiebra
civil. La apropiación indebida de tributos (358 “C” CP), en donde es necesario un
requerimiento administrativo dentro del plazo de treinta días. Dentro de estas
condiciones, también se incluyen las condiciones de perseguibilidad o
procedibilidad como requisitos previos a iniciar la persecución penal, tal es el caso
de la acción pública dependiente de instancia particular para víctimas adultas, y la
acción privada reguladas en los Artículos 24 Ter y 24 Quáter, y 474 del Código
Procesal Penal.

Conducta: La teoría del delito exige la presencia de una conducta humana como
elemento fundamental. No obstante, la crítica se centra en los desafíos de definir
claramente qué constituye una conducta y cómo se pueden distinguir las acciones
de la omisión, especialmente en situaciones donde la omisión puede tener
consecuencias graves.

Elementos del Delito:

1. Sujeto Activo y Pasivo: La identificación del autor y la víctima es esencial en la


teoría del delito. Sin embargo, la crítica recae en cómo se aborda la
responsabilidad en casos de coautoría o participación indirecta, lo que a veces
puede resultar en situaciones donde la culpabilidad se diluye.

2. Objeto Material y Jurídico: La teoría del delito requiere la existencia de un


objeto material sobre el cual recae la acción y un objeto jurídico que representa el
bien jurídico protegido. Sin embargo, la crítica se enfoca en la posibilidad de que
ciertos delitos no tengan un objeto material claramente definido, lo que podría
dificultar su clasificación y procesamiento.

En resumen, mientras que la teoría del delito proporciona un marco conceptual


valioso, su aplicación y comprensión a veces presentan desafíos y
cuestionamientos que deben abordarse para garantizar una justicia penal efectiva
y equitativa.

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