Gestión Por Procesos e Indicadores
Gestión Por Procesos e Indicadores
Gestión Por Procesos e Indicadores
Al estar alineadas todas las áreas de la empresa, la alta gerencia evita la reiteración
innecesaria de órdenes y, por ende, puede tomar decisiones de forma clara y sin entrar en
contradicciones. Además, sus mensajes serán más eficaces y dispondrá de canales de
comunicación adecuados en cada caso.
Si mejora la comunicación y la relación entre las distintas áreas, es lógico que a la vez
también mejore el uso de los recursos. De esta forma evitaremos la formulación de
soluciones adicionales y el gasto orientado a corregir fallos.
Y si los productos son mejores, esto incidirá notablemente en la satisfacción de los clientes,
que es, recordemos, el principal objetivo de cualquier estrategia de ventas.
Una cosa más: la gestión por procesos también ayuda a democratizar las empresas, es decir, no
sólo elimina barreras para la interacción de todos sus componentes sino que, además, genera
espacios de trabajo más abiertos y fluidos, tal como lo exigen los modelos de gestión
empresarial del siglo XXI.
No todas las actividades de una organización se realizan por procesos. Para determinar si una
actividad realizada es un proceso o subproceso, debe cumplir los siguientes criterios:
Los pasos que se deben seguir, de manera general, para llevar a cabo una gestión por procesos,
son los siguientes:
KPI es un acrónimo formado por las iniciales de los términos: Key Performance Indicator. La
traducción válida en castellano de este término es: indicador clave de desempeño o indicadores
de gestion. Los KPIs son métricas que nos ayudan a identificar el rendimiento de una
determinada acción o estrategia. Estas unidades de medida nos indican nuestro nivel de
desempeño en base a los objetivos que hemos fijado con anterioridad.
En un entorno tan cambiante como es el actual, es necesario comparar periódicamente los
resultados que estamos obteniendo con los objetivos fijados. Esto nos permitirá averiguar si
vamos por buen camino o si existen desviaciones negativas. Si no estamos obteniendo los
resultados esperados, los KPIs nos permitirán darnos cuenta y poder reaccionar a tiempo.
“Lo que no se puede medir no se puede controlar; lo que no se puede controlar no se puede
gestionar; lo que no se puede gestionar no se puede mejorar.”
Los KPIs son métricas financieras o no financieras, utilizadas para cuantificar objetivos que
reflejan el rendimiento de una organización, y que generalmente se recogen en su plan
estratégico. Estos son volcados en el Balanced Scorecard o Cuadro de Mando Integral que los
recoge y muestra, generalmente con una clave de colores (rojo, amarillo o verde) facilitando
información del cumpliendo o no del objetivo fijado.
Un KPI o Indicador Clave de Desempeño debe cumplir con los siguientes requisitos:
Relevante ya que debe ser un factor que realmente influya en el modelo de negocio, y
que si esa variable da resultados negativos, rápidamente se pueda actuar.
Conciso Cuanto menor sea el número de KPIs en los que se pueda mesurar la
información necesaria para la empresa, mejor. Simplificará el vaciado y la cuantificación
de los datos obtenidos.
Debe permitir examinar a fondo el mayor número de detalles posibles del
funcionamiento de la empresa.
Simple Los usuarios deben entender con facilidad en qué consiste cada indicador y qué
valor tiene.
Fácil de procesar El proceso de descifrar y conocer el efecto de los resultados obtenidos
debe ser un procedimiento sencillo y clarificador.
Cada indicador debe ser atribuible o incumbir a alguien a quien competa directamente.
El origen y el contexto que favorece la elección de cada KPI deben ser conocidos por los
usuarios.
Correlativo La interacción entre los distintos indicadores debe conducir a obtener el tipo
de resultados que se desean conocer.
Debe componerse de medidas que abarquen factores económicos y otras que
abarquen factores no económicos Las medidas financieras son importantes, e igual que
no pueden obviarse tampoco deben acaparar toda la atención.
Equiparable Todos los KPIs deben tener la misma jerarquía en la correlación, no pueden
subordinarse unos a otros.
No se puede olvidar que lo realmente importante para que un KPI funcione es que debe partir
directamente de la estrategia de la empresa, estar en consonancia, mantener la coherencia.
Todos los datos a los que haga referencia el KPI deben ser ciertos, coherentes y creíbles.
Todos los datos a los que haga referencia el KPI deben ser de fácil extracción y de fácil
consulta.
Todos los datos a los que haga referencia el KPI deben estar automatizados a través de
programas informáticos, como sistemas de recogida de datos.
Todos los datos a los que haga referencia el KPI deben estar disponibles en el tiempo en
que se hayan establecido.
Pare ello es fundamental pararse a pensar y hacerse preguntas sobre cuáles son los factores que
realmente afectan a tu modelo de negocio: