E.Carcelarias Roxa
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Extensión Pantasma…
Año: ll
Facilitador:
Lic. Roxana Amador Cordoba
EPÍSTOLAS CARCELARIAS
EFESIO
COLOSENSES
Autor y fecha. Estamos estudiando las cuatro epístolas escritas
por Pablo desde la
prisión: Efesios, Colosenses, Filipenses y Filemón. El título de cada
una de estas
cuatro cartas menciona el nombre de Pablo, demostrando que él
es el autor. También,
las cuatro epístolas mencionan las cadenas o las ataduras de
Pablo (Col 1:24; Ef 3:1;
4:1; 6:20; Fil 1:1-13; Flm 1, 9-10). La mayoría de los eruditos cree
que Pablo escribió
estas cartas desde Roma. Probablemente, escribió las cuatro
epístolas carcelarias
alrededor de los años 60 a 61 d. C. Su tiempo en la cárcel fue difícil
pero fructífero.
En Roma, Pablo estaba encadenado a un soldado romano. Vivió
en una casa que
alquiló por dos años, donde recibía visitantes (Hch 28:30-31). Esto
le permitió a
Pablo escuchar los informes de las congregaciones. Como
resultado, escribió cartas
para alentar, resolver problemas, enseñar y guiar a los creyentes.
Su ministerio de
oración y evangelización continuó a pesar de las cadenas (Col 1:3-
14; Ef 1:15-23;
Fil 1:3-6, 12-18; Flm 4-6).
Colosenses se parece mucho a la epístola a los Efesios. Pero estas
dos cartas se
diferencian en la manera en que describen a Cristo y a la iglesia.
Efesios enfatiza a la
iglesia, su cuerpo (Ef 1:22-23). Colosenses enfatiza a Cristo, “la
cabeza del cuerpo que
es la iglesia” (Col 1:18).
Podemos observar tres temas comunes en Colosenses y Efesios.
• Ambas epístolas enseñan acerca de la relación entre Cristo y su
iglesia.
• Ambas epístolas describen al “viejo hombre” y al “nuevo
hombre” (Ef 4:25–
5:20; Col 3:9-10).
• Ambas epístolas dan instrucciones a los miembros de la familia
de Dios (Ef 5:22–
6:9; Col 3:18–4:1).
Aunque estas dos cartas se parecen, también son diferentes.
Efesios enfatiza la
naturaleza de la iglesia y las relaciones en esta. Colosenses
enfatiza la supremacía de
Cristo. La figura 4.4 resume los versículos similares en Colosenses
y Efesios
Como verdaderos seguidores de Cristo, deseamos honrar y
agradar a Dios en cada
área de nuestra vida. Las pruebas y las tentaciones nos llegan a
todos. En todo lo que
venga, buscamos honrar a Cristo. El consejo de Pablo a los
esclavos es apropiado para nosotros.
Estudiar una carta de un líder espiritual como Pablo nos inspira e
instruye. Al
examinar Colosenses 1:24–2:5, Pablo explica aspectos de su
ministerio. Aunque nuestro
ministerio pueda estar en un nivel menor, Dios nos llama a todos
a servirles a otros. Pablo
es un buen siervo de quien podemos aprender. En este pasaje
vemos cuatro factores del
servicio que Pablo entrelaza: el costo, el mensaje, el propósito y el
poder. Disfrutemos
viendo cada uno de estos factores con un corazón abierto en la
presencia de Dios.
C. El propósito: Debemos animar y enseñar para hacer discípulos
que
sean maduros en Cristo (Colosenses 1:28–2:5; Mateo 28:19-20).
El mensaje de Pablo era Jesucristo, quien murió para
reconciliarnos con Dios; y que
se levantó como la Cabeza sobre toda potestad en el cielo y en la
tierra y como Cabeza
de la iglesia. Este era el mensaje de Pablo. Y para aquellos que
recibieron el mensaje,
Pablo estaba comprometido con un propósito, hacer discípulos
maduros
En Colosenses 1:1–2:5, Pablo enfatiza quién es Cristo y qué ha
logrado Él
por medio de su muerte, sepultura, resurrección y ascensión. En
Colosenses 2:6–3:17,
Pablo exhorta a los creyentes a continuar en Cristo, cuidarse de
los falsos maestros,
celebrar la naturaleza y la obra de Cristo y poner sus afectos en las
cosas de arriba.
Gran parte de Colosenses 3 se traslapa con lo que estudiamos en
Efesios 4 y 5; es decir,
despojarnos de los viejos hábitos y vestirnos de nuevos hábitos en
Cristo (repase las
figuras 2.14 y 2.36).
En Colosenses 3:18–4:1, Pablo establece las normas de conducta
en la familia de
Dios. Tome un momento para repasar nuestro estudio anterior
sobre las relaciones en la
familia de Dios.
Filipenses
Siempre es importante saber algo acerca de las
circunstancias de Pablo, y de la gente a la que le escribió.
El conocer estos detalles nos ayuda a orientarnos
apropiadamente en el mensaje de Pablo, y recibirlo tal
como Pablo lo envió.
Así entonces, cuando nos aproximamos a la carta de Pablo
a los Filipenses, es preciso plantearnos preguntas como:
¿Quiénes eran los filipenses? ¿Qué estaba sucediendo en
sus vidas y en la vida de Pablo? Y ¿por qué les escribió
Pablo
Filipos era una importante ciudad de la provincia romana
de Macedonia, un área que hoy pertenece a la Grecia
moderna. Está junto a la Vía Ignacia, el principal camino
que conectaba a la ciudad de Roma con las provincias
orientales de su imperio. Poseía un status especial junto
con Roma, y tenía los mismos derechos que una colonia
romana en Italia. Incluso sus ciudadanos tenían derecho a
la ciudadanía romana.
Pablo había fundado la iglesia en Filipos durante su
segundo viaje misionero, probablemente alrededor del
año 49 o 50 DC. Antes de llegar a Filipos, él había estado
sirviendo en Asia. Pero entonces recibió una visión de un
hombre que le imploraba que trajese el evangelio a
Macedonia. En respuesta a esta visión, Pabló navegó hacia
Macedonia, atracando en Neapolis, pero yendo pronto a la
ciudad de Filipos, alrededor de 15 kilómetros a noroeste
de Neapolis.
Muchas de las actividades de Pablo en Filipos están
registradas en Hechos capítulo 16 versículos 12 al 40. Por
ejemplo, fue en Filipos donde Pablo ganó su primer
convertido de Europa, la mujer comerciante Lidia.
Y así como los filipenses amaban a Pablo, él sentía un
fuerte afecto por ellos también. El los amaba por su
compromiso con el Señor, y por la forma en que fueron
sus socios en el ministerio del evangelio. Ellos eran sus
amigos íntimos, cuya amistad disfrutaba y cuya presencia
añoraba. Escuchen la manera en que habla de ellos en
Filipenses capítulo 1versículos 4 al 8:
En todas mis oraciones rogando con gozo por todos
vosotros, por vuestra comunión en el evangelio, desde el
primer día hasta ahora...os tengo en el corazón...os amo a
todos vosotros con el entrañable amor de Jesucristo.
(Filipenses 1:4-8)
De hecho, en Filipenses capítulo 2 versículo 12 y capítulo 4
versículo 1, Pablo se refiere a los filipenses como sus
amigos "amados," usando la palabra griega avgaphto,j.
Avgaphto,j es el término que Pablo comúnmente usaba
para describir a sus colaboradores más cercanos y a sus
amigos amados, como Tíquico, Epafras, Filemón, Onésimo
y Lucas. El amor de Pablo por la iglesia en Filipos parece
haber sido más particular y específico que su amor por
muchas otras iglesias, y no sólo se manifestaba en su
sentimiento de pertenencia y familiaridad, sino también
en una amistad continuamente vibrante.
A menudo, Pablo sufrió grandemente a través de todo su
largo ministerio. Fue azotado, golpeado con palos y
atrapado junto con criminales. Muchas veces fue
encarcelado, y una vez incluso fue apedreado y dado por
muerto. Y no siempre soportó con entereza estos
momentos difíciles. Hubo veces en que se deprimió, e
incluso perdió la esperanza.
Durante su tercer viaje misionero, por ejemplo, escribió
estas palabras en 2 de Corintios capítulo 1 versículo 8:
Porque hermanos, no queremos que ignoréis acerca de
nuestra tribulación que nos sobrevino en Asia; pues
fuimos abrumados sobremanera más allá de nuestras
fuerzas, de tal modo que aun perdimos la esperanza de
conservar la vida. (2 Corintios 1:8)
Pablo sabía que la vida nunca es totalmente sin
esperanzas, que Dios es capaz de rescatarnos de cualquier
problema. Pero él también era un ser humano; él tenía
debilidades tal como las nuestras. Y la verdad es que
algunas veces el conocer y confiar en la soberanía de Dios
no es suficiente para librarnos de la desesperanza. Incluso
Pablo tenía luchas, quería dejarlo todo, se sentía
abandonado.
Parece ser que él estaba luchando con ese tipo de
sentimientos en el mismo momento en que le escribió a
esta iglesia que tanto amaba. Su teología lo anclaba en la
verdad, animándolo con el hecho de que Dios estaba
obrando para su bien, incluso en medio del sufrimiento.
Pero el corazón de Pablo, aún estaba apesadumbrado, y su
dolor era profundo.
En su carta a los Filipenses, Pablo no da a conocer todos
los problemas que pesaban en su mente. Pero sí habla
sobre alguno de ellos, y revela el impacto colectivo que
todos estos problemas estaban ejerciendo en su estado de
ánimo. Por ejemplo, él habla frecuentemente de la muerte
como un alivio muy bienvenido a su sufrimiento.
Veamos Filipenses capítulo 3 versículo 10, donde él escribe
estas palabras:
A fin de conocerle, y el poder de su resurrección, y la
participación de sus padecimientos, llegando a ser
semejante a él en su muerte. (Filipenses 3:10)
En este versículo, Pablo da a conocer su sufrimiento, tan
grande que su única esperanza de escape es la muerte. Y él
ve su sufrimiento como un medio para su muerte.
Su preocupación era honrar a Cristo - fuera que soportara
la prueba por gracia o que muriera con dignidad y
determinación, sin abandonar su profesión de fe.
E inmediatamente después de esto, Pablo expresa su
deseo de morir con estas palabras:
Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia.
Mas si el vivir en la carne resulta para mí en beneficio de
la obra...Porque de ambas cosas estoy puesto en estrecho,
teniendo deseo de partir y estar con Cristo, lo cual es
muchísimo mejor. (Filipenses 1:21-23)
Como un todo, la iglesia de Filipos tenía una relación
fuerte y de mucho cariño con el apóstol Pablo. Y cuando
oyeron de sus sufrimientos en la cárcel, se entristecieron y
se preocuparon mucho por él. De modo que, en cuanto
pudieron, demostraron su preocupación enviando un
regalo que satisficiera las necesidades terrenales de Pablo,
enviaron a Epafrodito para que le entregara el regalo a
Pablo, y le sirviera en prisión.
Pablo menciona este regalo en Filipenses capítulo 4
versículo 18, al escribir esta nota de agradecimiento:
Pero todo lo he recibido, y tengo abundancia; estoy lleno,
habiendo recibido de Epafrodito lo que enviasteis; olor
fragante, sacrificio acepto, agradable a Dios. (Filipenses
4:18)
Tal como lo mencionamos, los filipenses no eran ricos, de
manera que este regalo constituyó un sacrificio
significativo de su parte. Pero ellos lo enviaron con
entusiasmo porque estaban muy preocupados por el
bienestar de Pablo.
Y tal como leemos en Filipenses capítulo 2 versículo 25, la
iglesia de Filipos además envió a Epafrodito para que
sirviera a Pablo en la cárcel. Escuchemos esas palabras de
Pablo:
Mas tuve por necesario enviaros a Epafrodito... vuestro
mensajero, y ministrador de mis necesidades; porque él
tenía gran deseo de veros a todos vosotros, y gravemente
se angustió porque habíais oído que había enfermado.
(Filipenses 2:25
La epístola a los Filipenses contiene muchas verdades ricas
y maravillosas que nos enseñan acerca de cómo
permanecer firmes en nuestra fe cristiana, y de cómo vivir
rectamente ante nuestro santo Dios, incluso durante los
tiempos de sufrimiento y tribulación. En la medida en que
nos sometamos a las enseñanzas de Pablo, nos daremos
cuenta de cuán radicalmente importante es la
perseverancia, y nos animaremos grandemente a
dedicarnos a esta maravillosa tarea. Y más importante
aún, en la medida en que triunfemos en nuestra
perseverancia, siguiendo el consejo de Pablo, y en la
medida en que ayudemos a otros a perseverar también, le
daremos gloria y honor a nuestro exaltado Señor
Jesucristo.
Filemón
¿Recibirías en amor a alguien que te falló en gran
manera antes de ser creyente, pero ahora cree el
evangelio al igual que tú? ¿Perdonarías a esa persona?
¿La tratarías como a un hermano en la fe?