Polo Barrenechea Alessandra
Polo Barrenechea Alessandra
Polo Barrenechea Alessandra
Escuela de Posgrado
Derecho Empresarial
Código 20101797
Asesor
Lima - Perú
2020
i
“La vida no se trata de hacer cosas por uno
mismo. Existe una manera de vivir en la que la felicidad
de otros también pueda hacerte feliz”
Reki Kawahara
ii
EL IMPACTO DE LA LEY DE PROTECCIÓN
DE DATOS PERSONALES EN EL
CONTRATO DE HOSTING
iii
RESUMEN
iv
ABSTRACT
The purpose of this research work is to publicize the importance of having a new
regulation in our Personal Data Law and its Regulations, so that it adapts to the new
trends in Electronic Commerce and especially in the Hosting Contract.
The Investigation determines that our current legislation is very generic and lacks
sufficient tools to adapt to this new type of Contract, which leads to possible breaches
that violate the principle of information security, as the guiding principle of our
legislation in personal data matter. To do this, we propose new assumptions of changes
in our rule which will lead to continue allowing the contractual freedom of the patties at
the time of concluding de Hosting Contract, but in turn will give specific regulations that
will allow safeguarding personal data.
Key words: Hosting, supplier, user, contract, information security, personal data,
responsibility.
v
TABLA DE CONTENIDO
ÍNDICE DE FIGURAS……………………………………………………………..VII
INTRODUCCIÓN…………………………………………………………………VIII
CONCLUSIONES .................................................................................................... 23
RECOMENDACIONES .......................................................................................... 24
REFERENCIAS ....................................................................................................... 26
vi
ÍNDICE DE FIGURAS
vii
INTRODUCCIÓN
En la actualidad, con los avances tecnológicos y sus infinitas posibilidades que permiten
a las personas cruzar barreras para acceder a cualquier tipo de información que antes
tomaba días, meses e incluso años, el derecho al acceso a la información ha cobrado más
importancia. Con el transcurrir del tiempo, la información de personas se ha convertido
en un activo, que cualquiera quisiera poseer con fines comerciales, a través de la web a
nivel global, de modo irrestricto e ilimitado.
Es así como las nuevas tecnologías y su evolución, han impuesto –en contraparte–
la obligación de resguardar la información y limitar su acceso a los agentes económicos,
razón por la cual el Derecho viene adquiriendo cada vez mayor importancia, ya que busca
resguardar los datos e información sensible de las personas, a través de mecanismos de
seguridad de la información que tutelen sus derechos.
El contrato de hosting cada vez tiene mayor acogida en el Perú, por lo que merece
una revisión de la legislación nacional actual, entre ellas la Ley de protección de datos
personales y su Reglamento, para analizar si dicha norma se encuentra acorde con las
necesidades del comercio electrónico, sin vulnerar el principio del deber de seguridad de
la información; o delega libremente, sin ninguna limitación, a las partes de la relación
contractual, la potestad de regular sus derechos, obligaciones y responsabilidades.
viii
• Si en el supuesto de incumplimiento en el deber de seguridad de la información la
responsabilidad recaerá únicamente en el proveedor del servicio que guarda el banco
de datos; o si este es un riesgo propio del negocio, que deberá ser asumido por el titular
del banco de datos personales.
Para indagar sobre las referidas cuestiones, se desarrolla el presente trabajo, que
se divide en tres capítulos. En el primero, se analiza de modo exclusivo el contrato de
hosting y su implicancia a través del servidor web, sus elementos y su regulación vigente;
para luego abordar, en el segundo capítulo, los antecedentes legislativos sobre la Ley de
Protección de Datos Personales y la importancia del principio de seguridad de la
información. Mientras que, en el tercer capítulo, se examinan modelos de cláusulas
contractuales sobre la referida figura atípica, con el fin de determinar las obligaciones y
responsabilidades que las partes acuerdan ante un eventual supuesto de vulneración al
deber de seguridad de la información. Todo ello para verificar si la actual legislación
nacional aborda con suficiencia los retos que plantea esta nueva y recurrente figura
contractual, para luego compararla con otras normativas más avanzadas sobre dicho tema.
ix
CAPÍTULO I: SOBRE EL CONTRATO DE HOSTING
El presente capítulo tiene como fin brindar al lector una noción básica y general del
contrato de hosting, que día a día adquiere mayor protagonismo con el avance de la
tecnología, ya que esta ha permitido ofrecer, a través de la web, un nuevo canal de ventas
de bienes y servicios que los usuarios requieran. Es así que, por su relevancia y utilidad,
esta figura contractual ha generado que las partes deban adaptar a través de la práctica
comercial las cláusulas, elementos y sus obligaciones, a la finalidad que buscan obtener
del mencionado contrato, sin un respaldo o regulación legislativa que se aplique en el
ordenamiento jurídico peruano.
1.1. Definición
1
informáticos, y el acceso a esta información por medio de redes de
telecomunicaciones abiertas o cerradas. A través de este contrato, se pone
a disposición de la parte que no posee equipos informáticos para
determinados servicios, la contratación de un espacio lógico en un disco
duro de un equipo informático de la otra parte, que a su vez hace de
servidor (dedicado o compartido), al tener acceso remoto a dicho espacio
lógico, para alojar tanto datos como software. (Gómez-Juárez, 2007, p.
22)
De modo general, debe señalarse que este contrato responde a una contratación
informática más relacionada con la prestación de un servicio que con un simple espacio
cedido en la red para uso del usuario. Asimismo, que su aplicación depende única y
exclusivamente del uso de la internet y de otras redes de comunicación electrónica para
su suscripción y ejecución de la prestación, en razón de que el mencionado acuerdo tiene
una aplicación relaciona solo a través de una plataforma virtual, de la manera cómo se
detallará más adelante.
2
A continuación, se presenta la Figura 1.1., que detalla el objeto y función del
contrato de hosting.
Figura 1.1
Objeto y función del contrato de hosting
Contrato de Hosting en servidor web
Sitio web
• GoDaddy: Es una plataforma digital por medio del cual, a cambio de una
contraprestación, los usuarios pueden usar un espacio web, el mismo que pueden
configurar para publicitar algún bien o servicio.
• HostGator: Es una plataforma digital que provee una variedad de herramientas
para que los usuarios puedan desplegar sus negocios en línea.
• NetworkSolutions: Es una plataforma digital que ofrece diferentes servicios desde
optimizaciones, publicidad online y redes sociales para generar publicidad y
marketing a la empresa contratante.
3
• DreamHost: Es una plataforma digital que crea páginas web para empresas de
acuerdo con las necesidades que estos requieran: diseños, publicidad, manejo y
más.
Sobre este punto, debe señalarse que el contrato de hosting abarca, como todos los
contratos, un elemento subjetivo y un elemento objetivo. El primero está vinculado con
los sujetos que celebran el acuerdo, los mismos que independientemente de si son los
proveedores o clientes, dichos sujetos podrán ser personas naturales o jurídicas, no
requiriendo de ningún requisito o cualidad especial para la suscripción del contrato.
Por otro lado, el elemento objetivo está relacionado con el contenido mínimo
esencial, que debe regular el contrato de hosting, que abarca, según Aguilar (2009), los
siguientes contenidos:
1
Un ejemplo de ello es la página Wix.com.
4
• Finalidad: El acceso a los datos e información (página web) alojados en
línea por parte del cliente desde cualquier computador remoto. (p. 110)
Y es que la práctica ha conllevado que las partes regulen por los usos y costumbres
los elementos y aspectos necesarios que este acuerdo debe tener, lo cual podría descifrar
que este contrato, a pesar de ser atípico legalmente, cuente con tipicidad social. O sea,
que sus reglas vengan a ser dadas por los usos y costumbres comerciales impuestas por
las partes.
Por otro lado, también debe señalarse que sobre la base de los elementos
anteriormente descritos podría suponerse que el contrato de hosting y el servidor Cloud
Computing sean lo mismo. No obstante, dicha suposición no es exacta, ya que el Cloud
Computing funciona como un almacenamiento masivo de datos en varios servidores de
internet encargados de responder peticiones en todo momento, siendo que ahí radica la
diferencia con el contrato de hosting, toda vez que la información almacenada en este no
es compartida y se encuentra alojada en una sola unidad; mientras que en el servidor
Cloud Computing la información sí se encuentra almacenada en varios servidores, por lo
que la pérdida de información es casi nula (Latam, 2018).
2
De modo específico, el contrato de hosting solo se menciona en la norma tributaria en el Art. 4°A del
Reglamento de la Ley de Impuesto a la Renta, aprobado mediante el D.S. 122-94-EF.
5
exige servidores locales para lidiar con los datos, siendo que su demanda
de espacio crece en base a las necesidades del cliente. (Latam, 2020)
En ese orden de ideas, debe señalarse que el futuro y las nuevas tecnologías están
permitiendo la creación de nuevas figuras contractuales que suponen una mezcla de los
negocios jurídicos que a la fecha se tienen, como el Hosting Cloud, que es una
combinación de ambos contratos, razón por la cual es importante que la legislación se
adapte a estas necesidades del mercado que cada día van desarrollándose. Y esto por la
exigencia de la globalización de una normativa que regule y delimite los aspectos
fundamentales del resguardo y protección de la información personal y sensible que se
coloca y traspasa a dichos servidores.
6
Así, la práctica comercial ha establecido ciertos aspectos relevantes que deben
considerarse al momento de suscribir un contrato de hosting, como sugirió Aguilar
(2009):
7
CAPÍTULO II: SOBRE LA LEY DE PROTECCIÓN DE
DATOS PERSONALES Y SU REGLAMENTO
El presente capítulo tiene como fin brindar al lector las nociones básicas de la Ley de
Protección de Datos Personales, la misma que al ser publicada tardíamente en
comparación a otras legislaciones –como la aprobada por el Parlamento del Land alemán
de Hessen en 1970, y de países como Suecia, Estados Unidos, Nueza Zelanda, Canadá y
gran parte de los países europeos–, buscó crear una regulación que estableciera las reglas
de recopilación, utilización y transmisión de datos personales solo por medio del
consentimiento expreso de su titular, el cual debe ser libre, inequívoco e informado.
8
el Art. 200° que crea el Habeas Data, garantía que «procede contra el hecho u omisión,
por parte de cualquier autoridad, funcionario o persona, que vulnera o amenaza los
derechos a que se refiere el Art. 2°, incisos 5 y 6, de la Constitución.»
• Derecho de acceso: Por medio del cual el titular puede solicitar y acceder a la
información que sobre sí mismo sea objeto de tratamiento en bancos de datos.
• Derecho de rectificación: Por medio del cual el titular puede actualizar o
completar sus datos personales faltantes o modificados.
• Derecho de cancelación: Por medio del cual el titular puede solicitar la
eliminación de sus datos personales.
• Derecho de oposición: Por medio del cual el titular puede oponerse al tratamiento
de sus datos, cuando existan motivos fundados y legítimos de que aquellos están
siendo usados para fines distintos a los otorgados.
9
Derechos Humanos y Acceso a la Justicia, llamado también Autoridad Nacional de
Protección de Datos Personales, que cuenta con cuatro unidades orgánicas 3.
Por último, están los últimos cambios legislativos a la Ley de Protección de Datos
Personales y su Reglamento, regulados por el D. Leg. 1353, del 7 de enero del 2017, que
busca fortalecer el ejercicio de dos derechos constitucionalmente reconocidos: el derecho
al acceso a la información pública y el derecho a la protección de datos personales, que
pueden entrar en conflicto en ciertas situaciones, por lo que se dispuso la creación de un
Tribunal de Transparencia y Acceso a la Información Pública.
3
Dirección de Registro Nacional de Protección de Datos Personales, Dirección de Sanciones; Dirección
de Supervisión y Control, y Dirección de Normatividad y Asistencia Legal.
4
Las primeras leyes de protección de datos personales fueron aprobadas en la década de los años 70 en
países como Alemanda, Suecia, Estados Unidos, Nueza Zelanda, Canadá y en gran parte de los países
europeos.
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En efecto, el dictamen del proyecto de la Ley de Protección de Datos Personales
describe que los principios contenidos en dicha norma «tienen la estructura de mandatos
de optimización [que] no determinan exactamente lo que debe hacerse, sino que ordenan
que algo sea realizado en la mayor medida posible, dentro de las posibilidades jurídicas
y reales existentes […]. Orientan y determinan el comportamiento de todos los que van a
participar en el tratamiento de datos personales, señalando las reglas de conducta que
ellos deben observar.»
11
De esa manera, en virtud de la responsabilidad directa que la directiva y la norma
le otorgan al titular del banco de datos personales, se han establecidos medidas de
seguridad bajo criterios de riesgo que buscan prevalecer y mantener el respeto del
principio de seguridad de la información (Minjus, 2013), como la que se muestra en la
Figura 1.2.
Figura 2.1
Medidas de seguridad de la información bajo criterios de riesgo
Nota. De «Directiva de seguridad. Autoridad Nacional de Protección de Datos Personales-APDP» (p. 8),
por el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos del Perú (Minjus), 2013.
(https://www.minjus.gob.pe/wp-content/uploads/2014/02/Cartilla-de-Directiva-de-Seguridad.pdf)
En ese orden de ideas, debe señalarse que, conforme lo dispone el numeral 19 del
Art. 2°5 de la Ley de Protección de Datos Personales, es responsable del tratamiento quien
5
Tratamiento de datos personales. Cualquier operación o procedimiento técnico, automatizado o no, que
permite la recopilación, registro, organización, almacenamiento, conservación, elaboración, modificación,
extracción, consulta, utilización, bloqueo, supresión, comunicación por transferencia o por difusión o
cualquier otra forma de procesamiento que facilite el acceso, correlación o interconexión de los datos
personales.
12
decide sobre el mismo, aun cuando los datos no formen parte de un banco, y es el
encargado del tratamiento quien lo realiza, pudiendo ser el propio titular del banco de
datos personales u otra persona (tercero) designada por el titular, en virtud de una relación
jurídica que los vincule y delimite el ámbito de su actuación; incluyendo a quien lo realice
por orden del responsable del tratamiento.
13
CAPÍTULO III: NOCIONES BÁSICAS DE LA LEY DE
DATOS PERSONALES Y CÓMO SE COMPLEMENTA
CON EL CONTRATO DE HOSTING
El presente capítulo tiene como objeto brindar al lector el detalle de la aplicación práctica
de cómo en el Perú la Ley de Protección de Datos Personales y su Reglamento se
complementan con el contrato de hosting. Asimismo, si los acuerdos que celebran las
partes y la legislación son fuentes de derecho de suficiente relevancia para proteger los
derechos de las partes de la relación jurídica y terceros, así como para delimitar la
responsabilidad entre los mismos.
b. Permitir la divulgación de datos en los siguientes casos: (i) Cuando la información sea
de conocimiento público; (ii) cuando la información haya sido solicitada por un
tercero, contando para ello con el consentimiento previo y por escrito de la otra parte;
(iii) cuando la información haya sido solicitada por las autoridades judiciales.
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genéricos, y en específico en los contratos de hosting, pero… ¿qué quiere decir esta
cláusula? ¿Quién tiene la obligación de resguardar la información y mantener su
seguridad frente a cualquier intromisión de terceros? ¿Existe la responsabilidad solidaria,
o solo el proveedor del servicio es responsable? ¿Es posible delimitar la responsabilidad?
¿Es posible mitigar la responsabilidad y/o que las partes se eximan de ella?
Estas son todas las interrogantes que, ante la falta de detalle y acuerdo de las
partes, la ley debe brindar una solución que permita al titular de los datos personales
resguardar sus derechos.
Es así que, en aplicación del Art. 1353° del Código Civil, si en el marco de un
contrato de hosting lo pactado por las partes no otorgara solución a un supuesto
determinado y tampoco se encontrara respuesta en los usos y costumbres, entonces recién
quedaría habilitada la aplicación de las reglas generales de los contratos y además las
normas relativas a las obligaciones según la naturaleza de las prestaciones involucradas
(dar, hacer o no hacer).
La primera –la teoría de la absorción– implica una división de las prestaciones del
contrato atípico para determinar el elemento preponderante en él y, sobre la base de ello,
aplicar las normas que correspondan a dicho elemento. Es decir, que al contrato de
hosting se le pueden aplicar las normas del contrato de cesión en uso; o si es gratuito u
oneroso podría ser de arrendamiento o comodato. Sin embargo, esto no quiere decir que
el contrato de hosting sea un contrato de arrendamiento o comodato, sino que implica
utilizar las normas de estos para llenar un vacío normativo o de las partes.
15
La teoría de la combinación implica segmentar todas las prestaciones del contrato
atípico, y a cada una de ellas aplicar supletoriamente las normas del contrato a la cual
pertenecen. En efecto, si el contrato de hosting es a título oneroso, se le podrían aplicar
las reglas del contrato de arrendamiento, siendo que para las prestaciones vinculadas con
el almacenamiento dentro del espacio del servidor web se le aplicarán las normas de
prestación de servicios (podrían ser las normas del contrato de obra o de locación de
servicios según corresponda).
Por último, la teoría de la aplicación analógica analiza todas las prestaciones como
un conjunto del contrato, para aplicar el contrato típico que más se le asemeje. En ese
sentido, aplicando esta teoría, podría decirse que el contrato de hosting se asemeja en su
mayoría a un contrato de arrendamiento o de prestación de servicios. Sin embargo, se
precisa que esto no significa que sea un contrato igual a dichas figuras típicas.
16
interpretación de la norma es suficiente para afirmar que si el titular de banco le informa
al tercero las medidas de seguridad que deberá emplear para realizar el tratamiento de sus
datos, lo cual implicaría una exención de responsabilidad.
Con ese fin, en las figuras 1.3 y 1.4, se presenta el caso del contrato de una
empresa dedicada al servicio de hosting a nivel internacional, cuya figura contractual se
ha aplicado en diversos casos para comprobar si resuelve las interrogantes planteadas.
Debido al detalle de las obligaciones reguladas por las partes, pareciera que el
único que podría encargarse del tratamiento de los datos personales es el titular del banco
de datos personales, lo cual recae en la misma persona: el titular, conforme se pudo
observar en los párrafos adjuntos de este modelo de contrato. Asimismo, se observa que
la única obligación del proveedor del sitio web es la de brindar el servicio de alojamiento
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y darle la accesibilidad al titular, pero acaso no tiene ningún tipo de responsabilidad, si
existiera una falla en el sistema que ponga en riesgo los datos almacenados en él; sería
solo responsabilidad del usuario que adquirió el servicio o el proveedor sí podría
encontrarse en un supuesto de responsabilidad que permita equilibrar mejor el balance en
beneficio de las partes. En ese sentido, se considera que, en determinadas situaciones –
que se explicarán más adelante–, el proveedor del servicio sí debe responder por
infracciones al deber de asegurar la información.
Figura 0.1
Obligaciones del proveedor del sitio web
18
Figura 0.2
Obligaciones del usuario solicitante
19
3.3. Responsabilidad de las partes por vulneración al deber de seguridad de la
información
c. Responsabilidad penal: Frente al Estado Peruano, sobre todo cuando los datos
personales son de seguridad del mismo, en el cual este es el titular de los datos. O
cuando se realiza un tráfico ilegal de los datos personales pertenecientes al Estado
Peruano, conforme se encuentra recogido en el Código Penal.
20
3.4. Legislación comparada y su tratamiento
Sin embargo, existen otras legislaciones con más desarrollo del tema, como la
española, que tiene una normativa especial denominada Ley 34/2002, Servicios de la
Sociedad de la Información y de Comercio Electrónico (en adelante LSSICE), la cual
regula el contrato de hosting o de alojamiento, como lo llama la norma mencionada. En
ese sentido, conforme lo indicó Solana (2005), el Art. 16° de la LSSICE formula y define
los límites de la exención de responsabilidad para las actividades de hosting o alojamiento
de datos; es decir, del servicio de la sociedad de información, consistente en almacenar
datos facilitados por el destinatario de este servicio.
21
primer supuesto, cuando un órgano competente haya declarado la ilicitud de los datos,
ordenando su retirada o que se imposibilite el acceso a los mismos, o se hubiera declarado
la existencia de la lesión, y el prestador conociera la correspondiente resolución, sin
perjuicio de los procedimientos de detección y retirada de contenidos que los prestadores
apliquen en virtud de acuerdos voluntarios y de otros medios de conocimiento efectivo
que puedan establecerse.
22
CONCLUSIONES
a. Luego de analizar las normas, se llegó a la conclusión que no existe una regulación
específica sobre el contrato de hosting en la legislación peruana, y que la normativa
de datos personales tampoco tiene una disposición que regule los escenarios del
comercio electrónico según la esencia del contrato de hosting.
23
RECOMENDACIONES
a. Se considera que la libertad contractual, conforme lo dispone el Art. 1354° del Código
Civil, establece que las partes tienen la libertad de definir el contenido del contrato de
hosting. No obstante, conforme lo dispone la segunda parte de dicho artículo, esta
libertad está condicionada a que no sea contraria a una norma legal con carácter
imperativo. En ese sentido, es pertinente que la Ley de Protección de Datos Personales
y su Reglamento tengan una modificación normativa que regule los extremos del
comercio electrónico, conforme lo realizó la legislación española; y no permita que
las obligaciones y responsabilidades de las partes queden sujetas al libre albedrio de
estas, sobre todo cuando el principio rector de esta legislación recae en velar por la
seguridad de la información.
b. Al respecto, se considera que existen ciertos escenarios en los cuales el proveedor del
servicio web no puede evitar eludir algún tipo de responsabilidad civil, administrativa
y penal. Estos escenarios son abordados en el Art. 16° de la LSSICE y se dan:
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tercero que busque obtener, sustraer y/o apoderarse de los datos personales subidos en
el sistema web.
e. En efecto, a pesar de que el encargado del tratamiento y preparación de las políticas y
medidas de seguridad de la información es, en el contrato de hosting, el titular del
banco de datos personales ‘el usuario’, de acuerdo a lo dispuesto en los artículos 4° y
13° del Código de Protección y Defensa del Consumidor, que regula la figura de la
asimetría de la información, es el proveedor que otorga el servicio de hosting al
usuario, quien se encuentra en mejor posición de corregir y mejorar el sistema de
seguridad de la información ante las intromisiones de terceros y no necesariamente el
titular del banco de datos personales.
f. Sobre la asimetría de la información, Morales Acosta (s.f.) definió este principio de la
siguiente manera:
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REFERENCIAS
26
Solana, M. V. (2005). Derecho de intimidad y protección de datos personales. En M. P.
Poch, Derecho y Nuevas Tecnologías, pp. 165-169. Madrid: UOC.
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