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Amauta Pubajcm 02 06

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AMAUTA

oo
La bebida de sabor más delicado

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A A U T A 6
i i_ .x iv x _ z x 1927
DOCTRINA ARTE LITERATURA POLEMICA

RACIONALISMO Y REVOLUCION
po r A n t e n o r O rrego

Lo que mejor denuncia al pensador nato no es tanto


su facilidad para moverse entre categorías puras que, a la
postre, es sólo gimnasia lógica, sino esa su capacidad para
ascender de la circunstancia o anécdota cotidiana hacia la
categoría especulativa. Es decir, esa facultad casi divina de
arrancar al pensamiento de la sucesión cronológica, del acon­
tecer, del tiempo en una palabra.
Este es, precisamente, el espíritu socrático, juego ágil
de la mente que descubre en las cosas vulgares su unidad
última, su ritmo secreto, sus valoraciones eternas, en con­
formación universal.
Crear pensamiento no es construir sistemas sutiles, des­
plazados de toda palpitación cósmica, sino descubrir las ca­
tegorías inéditas que nos revelan las esencias de las cosas
y de los sucesos; colonizar para el conocimiento zonas in­
exploradas de la sabiduría en estado de res nullius.
Esta atenta curiosidad de la mente, a la que antes alu­
dimos, es la sabia posición socrática frente a la vida y el
universo. No es la razón pura y deshumanizada que se alza
como conductora de la vida; es la realidad fluyente catego-
S U M A R I O rizada que busca razones nuevas para expresarse y plasmar­
se como superación vital.
Creo que la docencia académica y universitaria nos
ha dado un Sócrates falsificado y subvertido. El héroe de
la cicuta no murió racionalizando la vida, sino vitalizando
la razón, que eá radicalmente distinto. El hombre que
cercano ya de la muerte se ocupa de aprender en la flauta
RACIONALISMO Y REVOLUCION, por Antenor Orrego.—VO­
CES DE ALERTA. FRENTE AL IMPERIALISMO YANQUI, por Do­ una melodía nueva para morir sabiéndola, no puede ser el es­
ra Mayer de Zulen.—CUENTOS DE LA CABALLERIA ROJA. LA clavo de la razón sino su soberano.
SAL, por J. Babel.—PEQUEÑA RETORICA PERSONAL, por Alberto La razón raciocinante nos lleva a la utopía, o lo que
Hidalgo.—¿QUE HACE NUESTRA UNIVERSIDAD POR LA IN­ es lo mismo, a la esterilidad o a la locura. La razón vita­
VESTIGACION CIENTIFICA?, por el Dr. Luis E. Galván.—AGOSTO,
por Nicanor A. de la Fuente.—JOSE SABOGAL, por José Carlos Ma- lizada que tiene sus raíces en la fluencia de la realidad nos
riátegui. (Nota con ilustraciones de su obra).—FAVILA, por José M. lleva a la fé, es decir, a la heroicidad porque conforta nues­
Eguren.—ORILLA', por Armando Bazán.—EUCALIPTOS Y PUERTA tra esperanza.
SINFONICA, por Juan José Lora. — LOS TESTS PSICOLOGICOS La razón pura florece mejor en el manicomio porque
Y LA NUEVA EDUCACION. LA CONTROVERSIA ENTRE ARIS­
TOCRATAS Y DEMOCRATAS DE LA INTELIGENCIA, por Carlos el loco está desprendido de toda realidad vital, porque su
A. Velásquez.—NO SE HA HECHO NADA Y NO HAY UN HOM­ cerebro no reacciona sobre la objetividad ambiente, porque
BRE, por Xavier Abril.—LA HORA DE LAS ATALAYAS, SIGNUS su razón es la máxima agravación de una subjetividad ce­
y EN AQUEL DULCE IMPERIO, por Alcides Spelucín,-E L GAMO­ rrada, porque es impermeable a todo estímulo objetivo. Só­
NAL (conclusión), por Gamaliel Churata.—EL ANDE, por J. Eulogio
Garrido.—ATADO A MIS MANOS, por Jacobo Hurwitz.—AZAHA­ crates no fué un alienado que almenó su razón en una sub­
RES, por Alberto Guillén.—POL1RRITMO DE LA MUJER VEIETAL jetividad indeclinable y señera; fué el héroe típico del pen­
y EL CAPITAN SLUKIN, por Juan Parra del Riego.—NOCTURNO samiento que supo darse pródigamente al mundo y que
Y MAÑANA, por Blanca Luz Brum de Parra del Riego.—EXPERIEN­ buscaba en su cerebro y en su corazón la percusión ince­
CIAS SOCIALES. EL CONFLICTO MINERO (conclusión), por César
Falcón.— NOTA POLEMICA de „Jósé Carlos Mariátegni.—POEMA sante y fecunda de su contorno. Por este camino llegó a la
XIV, por Guillermo Mercado.—CEÑO, por Edil. Zuleta de Aliaga.— pulsación plena de su propia intimidad y, sobre todo, a la
LA HORA DE AMERICA, por Felix del Valle.—CALENDARIO, por sellada intimidad de los demás, esto es, del hombre.
Rubén Azócar.—EL POEMA DEL MAESTRO, por C. Alberto Espinoza Conviene por higiene mental lograr esta distinción con
Bravo.—LA FIESTA DE LA PLANTA. (Con ilustraciones).— EL CON­
CURSO DE VANGUARDIA. Fallo del jurado.—NOT1C1AS.-D1BU- toda claridad posible. Cuando se llega a élla ya no se con­
JOS de Essquerriloff, Quíspez Asín, Emilio Pettoruti, Bonilla del Valle. funde tanta marquetería razonante,—que sólo ha servido y
sirve para nutrir las listas bibliográficas, de la filosofía sis­
temática,—con el pensamiento auténtico que sirve a los de­
^JEL^PROCESO^J^EL^GAMONALISMO.— Boletín de Defensa In­ signios perennes de la vida.
Hay una cierta voluptuosidad del pensamiento por el
dígena.—GRUPO "RESURGIMIENTO". Manifiesto sobre la situación pensamiento mismo que no le importa gran cosa la verdad
de los indios en el Cuzco.—DEFENSA INDIGENA. y, por lo tanto, la sabiduría. Esta voluptuosidad suele dar­
se en épocas esencialmente racionalistas en que el hombre
se embriaga con el maravilloso juego de las ideas puras,
>>>>i<iU B 2 0 S J Y <REVlSTAS^lnterwievs de "Libros y Revistas”. CON con el primor deportivo del ejercicio dialéctico. Mera des­
LUIS E. VALCARCEL, por Carlos Manuel Cox.-CRO NICA DE LI­ treza o virtuosismo lógicos. Esta posición, por muy desin­
BROS. Notas críticas de Armando Bazán, Alberto Guillén, Serafín teresada y alta que sea, es siempre una voluptuosidad, un
del Mar y Horacio Masis. sentido hedonístico de goce que no es otra cosa que egoís­
mo negativo y vano de la inteligencia.
2 AMAUTA

V O G ES DE ALERTA

FRENTE AL IMPERIALISMO YANQUI


PO R DORA MAYSDR DE ZULEN

Solo en raros casos extremos habla la diplomacia co­ la vida, que entraña principios tan imprescindibles como los
mo hablaría el pueblo; la cortesía, la prudencia, la sagaci­ r elacionados con la conservación de la existencia.
dad la aconsejan a no ser en sus expresiones tan franca, Siempre he sido idealista. No podría divorciarme de
rotunda y radical. la idea de la Nación sobre un punto que envolviera un ideal
Es así que podemos dejar en duda si en el Memo­ con el cual en el fondo tendría que estar de acuerdo. Si la
randum det Sr. Rada y Gamio a Mr. Kellogg, del 12 de Nación dice: “nada menos que Tacna y Arica peruanos; na­
Enero de 1927, haya encontrado el sentir del Perú una in­ da menos que la justicia por la cual hemos luchado duran­
terpretación vigorosa y llena, tal como debiera hallarla fi­ te cuarentaiires años, yo estoy con ella.”
nalmente en una respuesta definitiva y concluyente al Ar­ Pero exijo y quiero que la Nación se pare firme en esa
bitro de 1922. n oble y altiva declaración de su íntimo y profundo senti-
Yo creo haber puesto la mano sobre el corazón del m iento y abomino de que caiga, después de sus elevadas
Perú y creo haber auscultado su latido. intransigencias y sus severas protestas, en una debilitante
Concebí que ningún pleito sería susceptible de termi­ ambigüedad.
nar en que los litigantes no quisiesen abandonar los dos ex­ D esgraciadamente he podido comprobar también Ia
tremos opuestos en que se habían colocado y avanzar hacia existencia de una fracción de opinión en el público a cu­
el medio en que fuese posible que se dieran la mano. En yo concepto responde la parte ambigúa del Memoran­
tal entender no hallé mal considerar el factor conciliador dum Peruano. Hay personas en nuestra población que di­
que se ofreciera con el deseo de Bolivia de salir al mar y cen "antes que los chileros, los rorte-rmericarcs". Hay
convertir en ofrenda de fraternidad sudamericanista la peli­ personas que desearían vergarse de Chile, quitándole la
grosa manzana de la discordia que tenemos en Arica. presa y poniéndola en un lugar tan seguro que por muel o
Emitiendo esta opinión públicamente logré cerciorarme tiempo no podría ser recuperada per nadie, ni por Chile,
de la psicología del ambiente. Mi primer artículo en “La ni por el Perú. Al mien o tie mpo, un l u d e u n i t mi nt
Tradición" obtuvo una vehemente refutación; mis amigos se dirije contra Eolivia, que res atarderó e,p la Ci e n a del
no se declararon convencidos con mis teorías; mi pequeño Pacífico. ¿Merece Eolivia que le hagamos un favor? Nó! El
drama “Tacna y Arica. El Juez", no gozó de una acogida co­ rencor y la venganza nos echan en brazos de Estados Uni­
mo habría recibido si hubiese sido una furiosa embestida dos, nuestro avariento p o ted er. C ié res imperta la ava­
contra los chilenos o un himno a la justicia wilsoniana. ricia de Estados Unidos; todavía rol e teremos odio y ren­
Lo recto, lo consecuente con el único fuerte ideal común cor a esta República, porque todavía no hemos entendido
que ha abrigado la nación peruana durante casi medio siglo, que su imperialismo es el imperialismo de Chile centuplica­
sería en verdad mantenerse fiel a la vieja esperanza: la de­ do y la traición de Bolivia decuplicada.
volución de Tacna y Arica al Perú, y por eso me he incli­ "Antes que los chilenos, los norte-americanos" que ven­
nado reverente ante el sentir que repondió a los argumen­ ga la internacionalización o neutralización, aunque com­
tos que nacieron de mi percepción de la parte práctica de prendamos qué maniobra se esconde bajo estas palabras".

La escolástica fué, en cierto respecto, esta voluptuosi­ Sólo un cerebro extrictamente lógico, producto de una
dad. Esta habilidad dialéctica consumada fué la subversión cultura exhausta, desprovista de intuición vital e incapaz-
de la razón contra los sagrados imperativos de la vida. £1 ya de desinteresada observación directa de la historia pue­
pensamiento perdió su función vital para convertirse en de llegar a semejante conclusión negativa.
opresor y deformador del espíritu. La escolástica es el pen­ La pura racionalidad no es revolucionaríais conservado­
samiento deshumanizado que ha perdido el sentido de su ra, extática y reaccionaria, porque exige de la vida_ un impo­
límite vital y que se ha disparado fuera de su contorno am­ sible, es decir, una deshumanización, una dislocación epilép­
biental, donde residen todas sus posibilidades humanas. tica, una deformación monstruosa. No hay mayor enemi­
Dejó de ser ün simple instrumento de la vida para conver­ go de la revolución que la utopía. Los más grandes revo­
tirse en su tirano. El medio o vehículo pretendió trocarse lucionarios fueron siempre mentes lúcidas, hombres que han
en un fin en si mismo. estado con los pies bien, plantados en la realidad de su
La vida no se transforma desplazándose hacia la pura época, espíritus profundamente prácticos de un eficaz y pe­
racionalidad que sólo crea entelequias muertas. La vida se netrante sentido político.
transforma y asciende categorizando las realidades palpi­ Esta posición negativa de muchas mentes europeas,
tantes. denuncia a las claras el colapso en que ha caído Europa, que
Categorizar no es deshumanizar arrancando al hombre se siente cumplida y realizada ya, como si se hubiera ce­
de la atmósfera vital donde respira. Categorizar es elimi­ rrado definitivamente el ciclo de su destino, sin porvenir
nar la escurraja del hecho efímero y alcanzar la posibilidad ni esperanza posibles. Algo tiene que hacer Spengler en
humana de una perfección nueva sin deformar la auténtica ello. Es el alma desencantada de la Europa post-bélica, de
e inalienable efigie del hombre. que tanto nos habla; y desencantada, nó por exceso de pen­
Un esclarecido pensador español vé el ocaso de las samiento vitalizante, sino por exceso de racionalidad pura
revoluciones en la ausencia de un pensamiento racional. y enteléquica.
La racionalidad pura no es revolucionaria, es utópica y es­ La revolución no abstrae ni pasma las perfecciones
téril, Las revoluciones no son tales por su pura racionali­ nuevas sino que las vive, las incorpora y las mediatiza en
dad, lo son por su fuerza vitalizante y renovadora. el porvenir, las luchas y las conquistas. La razón para no
Declarar la caducidad de las revoluciones es declarar extraviarse ni extraviar al hombre debe incorporarse en una
para siempre la caducidad de la historia y del hombre recia encarnadura humana. Fuera de ella se desvitaliza y
como criatura ascendente. Nada revela más la fatiga espi­ desvitaliza la realidad. Debe criarse en el ánimo del hom­
ritual de Europa que este pensamiento que empareja o her­ bre y en el hálito del mundo. Debe ser, ante todo, histo­
mana la pura racionalidad con la revolución. ria humana y no desglose o violencia frenética de la vida
AM AUTA 3

C U E N T Q 5 D E LA CABALLERIA R O JA

L A S A L
PO R J. B A B E L .

C ontinuam os con este cu en to de B abel , estación hay muchas cosas que narrar. Pero, como se dice
TRADUCIDO ESPECIALMENTE PARA “ A M A U - en nuestro ambiente primitivo, no se puede transportar toda
T A " , LA LABOR DE DIVULGACIÓN DE LA la suciedad de los señores. Por esto te describiré solamente
NUE,VA LITERATURA RUSA, INAUGURADA EN UNO lo que han visto mis propios ojos.
DE NUESTROS NÚMEROS ANTERIORES CON LA Hace siete días, era una bella y tranquila noche cuan­
PUBLICACIÓN DE UN ESTUDIO CRfTiCO DE ILYA do nuestro emérito tren de la división de caballería, se detu­
EHRENBURG Y DE UNA NOVELA CORTA DE BO­ vo en tastov cargado de soldados. Todos nosotros ardía­
RIS ■P ilniak . B abel o cu pa pu esto p r in ­ mos del deseo de contribuir a la causa común y nos dirigíamos
cipa l EN LA LITERATURA DE LA RUSIA SOVIE- a Berdichev. Notamos de pronto que nuestro tren no se pre­
tista . D os libro s , " C uentos de O d essa " paraba a partir, que nuestro Oaveilka no bromeaba y los
y “E l E jército de C aballería ", lo han c o ­ soldados comenzaban a dudar hablando entre ellos: ¿de
locado entre los mejores novelistas jó ­ quién dependía la parada? Y realmente la parada fa é
v enes . E pic o , realista , B abel n o s d a , enorme porque los portadores de sacos, estos enemigos per­
EN SU OBRA, CUADROS SIMPLES Y FUERTES, versos, en medio de los cuales se encontraban muchísimos dul
DE UN VIGOR Y UNA EMOCIÓN EXTRAORDINA­ sexo femenino, obraban del modo más descarado con las
RIOS, DE LAS JORNADAS DE LA GUERRA CIVIL. autoridades ferroviarias. Sin ningún miedo se aferraban a
las manecillas de los vagones, corrían sobre los techos de
Querido compañero redactor: Quiero describirte a fierro, molestaban, importunaban. Cada uno llevaba el a-
ciertas mujeres inconscientes que son dañosas para nuestra costumbrado saco de sal con un peso a veces de cinco puds.
causa. Supongo que vosotros, recorriendo el frente civil, Pero no duró mucho tiempo el triunfo del capital de estos
del cual habéis tomado nota, no habréis dejado de conocer contrabandistas La iniciativa de los mismos soldados de
la antigua estación de Fastov que se encuentra muy lejos, en los vagones dió posibilidad a la ultrajada autoridad de los
cierto Estado, en un lugar desconocido. Yo, naturalmente ferroviarios para respirar libremente. Quedaron solo las
he estado ahí y he tomado la cerveza casera; he mojado en ella mujeres con sus atados. Los soldados tuvieron piedad de
los bigotes, pero en la boca no ha quedado nada. De esta ellas y permitieran a algunas entraren el carro del ganado,

No niego que el gobierno, al seguir una política semejan­ a los añejos designios de Estados Unidos de Norte Améri­
te, esté de acuerdo con cierta porción del pueblo, cuyo pa­ ca. La Gran República, los Estados Unidos de América, quie­
triotismo se declararía halagado con la mencionada especie ren bajar al sur, pasando sobre México, Nicaragua y Pana­
de revancha, mientras que otra porción se inclina a delei­ má, a establecer la base naval en Arica, donde situación y
tarse con la visión de futuras guerras, una vez que el Peru, clima se prestan a introducir una neta colonia yanqui, pie­
rehecho y enriquecido, haya dado nuevo impulso a sus ar­ dra fundamental de vastas operaciones en nuestro Conti­
mas. nente.
Aquí tiróla raya, sin tachar ni incriminar a nadie por Cuando el separatismo loretano haya puesto más tarde
los conceptos distintos de patriotismo que pudiera haber el Amazonas también en manos norte-americanas, y allá el
cón toda legalidad y honradez. clima y el género de las labores no permita que los yan­
Yo acepto la frase “Nada menos que Tacna y Arica quis labren con propias manos su fortuna, entonces hasta
peruanos." Yo volveré a hacerla mía como lo era en mis los mestizos, y no ya solamente los indígenas reconocerán
días de menor experiencia. Yo la respetaré como el grito de que el alabado hombre blanco será siempre un Pizarro o un
la juventud nacional, sacudida de bríos para edificar un por Cortés para quienes llevan en las venas sangre de Atahual-
venir. pa o Montezuma.
Pero protesto una y mil veces, con toda la energía El honor tal como lo estatuye la opinión reinante, abso­
de mi corazón, amante del Perú desde que he tenido uso lutamente no quedaría salvado con la transacción de inter­
de conciencia, contra la frase “antes que los chilenos, los nacionalizar o neutralizar el territorio de Tacna y Arica.
norte-americanos. “ ¿Existe una bandera internacional que suplantaría con ven­
No; no, y no. Con profunda convicción, con clarovi­ taja la bandera peruana en el Morro, o estaría de acuerdo
dencia natural digo, y sé que lo dirán conmigo muchos con las espectativas hidalgamente sostenidas por una mayo­
hombres ponderativos del Perú: “antes que los norteameri­ ría del pueblo peruano, el que ésta sea suplantada por cual­
canos, los sud-americanos quiera enseña que fuese? Una cosa u otra: o el honor ná-
Nosotros podremos absorber coVi el tiempo, de una cional se menoscaba con una transacción, o no se menosca­
manera u otra, las dificultades con nuestras pequeñas veci­ ba; y si no se menoscaba, caen por tierra las objeciones o
nas, pero demasiado largo tendríamos que beber si quisié­ sugestiones de arreglo que mejor miran por la independen­
ramos vaciar el cáliz que nos administrara el advenido del cia y dignificación de la raza indo-hispana antela raza sa­
Norte a las playas del Pacífico Meridional. jona de América.
No; el que consiente en que Tacna y Arica sean inter­ ¡Oh, la gloria del Morro con el faro hecho por la
nacionalizadas o neutralizadas, no insiste en que vuelvan Foundation; oh, la gloria de ese Morro desarmado, por el
a ser peruanas, y el que transige en esta forma, bien podría entusiasmo pacifista de Kellogg, mientras que Norte Amé­
haber transigido también en otra quizá menos fatal. rica se arma hasta los dientes! ¡Gracias por el homenaje
Repito una cita que hice en "La Tradición" del 7 de que el Tío Sam ideó en pro nuestro, gracias como las que
Enero: “El protectorado es el primer y disimulado avance dimos por la ofrenda de la corona!
que dan las potencias hábiles hacia el apropiarse de los pue­ ¡Ahora sí que pido un Canciller de Hierro que sepa
blos pequeños y confiados.” enseñar a Kellogg el mismo gesto que se enseñó a Eche-
La carta del americanista argentino Ernesto Quesada, nique y que sepa negar a la cancillería de Washington lo
ha abierto ya los ojos a los lectores de "AMAUrA” respecto que niega a la cancillería de La Paz!
4

aunque dejando en el andén a otras. También en el carro


del segundo pelotón se instalaron dos muchachas. Después
N len saje de R o m ain H olland
de la primera campana se acercó a nosotros una mujer de
AL COMITÉ DE LA A. P. R, A. EN PARIS
aspecto decente con un niño en los brazos:
—Déjadme entrar, gentiles cosacos. He pasado toda
la guerra sufriendo en las estaciones con un niño de pecho en M e a s o c io d e t o d o co ra zó n a v u e str o m itin d e p ro ­
los brazos. Ahora quiero ver a mi marido, pero a causa del te sta co n tra la in v a sió n d e N ic a r a g u a . E sta fo r m a parte
ferrocarril no es posible viajar. ¿No encontraré gracia ante d e u n p la n la r g a m e n te m a q u in a d o p o r e l im p e r ia lism o
vosotros queridos cosacos? y a n q u i, para p o n e r la m a n o so b r e el C o n tin e n te A m e r ic a ­
—Mujer,—le digo yó,—la decisión del pelotón será n o . S i e s te p la n se cu m p lie r a , sería la m u e r te d e la li­
vuestra suerte. Y dirigiéndome al pelotón le demuestro que b erta d en la tierra.
la mujer de aspecto decente pide que se le permita ir don­ P e r o n o se c u m p lir á . E x iste h o y u n a c o n c ie n c ia
de su marido, al lugar de su destino, y que verdaderamente d e la H u m a n id a d . E lla se ha fo r m a d o le n ta m e n te e n t o ­
tiene consigo un niño: ¿qué cosa deciden, pues, dejarla en d o s lo s p a íse s d e la tierra. E lla ha h e c h o se n tir a lo s
trar o nó? p u e b lo s su so la rid a d ; y c u a n d o u n o d e é s to s e s h e r id o , el
—Déjala entrar—gritan los muchachos—después de c u e r p o e n te r o d e la H u m a n id a d s e e str e m e c e .
nosotros no querrá más a su marido. E l c rim en p o lític o d e l q u e e s v íc tim a N ic a r a g u a , n o
—Nó,—digo a los muchachos bastante cortesmente,— es el ú n ic o q u e h aya p e r p e tr a d o el Im p e r ia lism o d e h o y .
os saludo profundamente, pero me maravillo de oiros decir E x iste n o tr o s en la C h in a , en S iria, en to d o s lo s p u n to s d e l
semejantes burradas. Acordaos de vuestra vida y de que m u n d o . P e r o el q u e se c o m e te c o n N ic a r a g u a e s el q u e
también vosotros habéis sido niños en brazos de vuestras ma­ m á s u r g e d e n u n c ia r . Y o u n o a v u e str a s v o c e s m i v ig o ­
dres y de que no está bien hablar así. r o sa p r o te sta .
Los cosacos después de haber parlamentado entre ellos, V u e str o d e v o to
/ haber dicho que Balmaschov (o sea y ó) era convincente,
permitieron a la mujer entrar en el vagón. Ella entró a- R omain R olland .
gradeciendo. Todos, caldeados por mi verdad, la ayudaron
diciendo: V ille n e u v e , 11 d e en ero d e 1927.
—Acomodaos mujer en el rincón y acariciad vuestro
niño como acostumbran las madres. Nadie os tocará y lle­
garéis intacta donde vuestro marido como deseáis. Noso­ —Ahora nose trata de los hebreos, mujer dañosa.
tros esperamos bajo vuestra f é que daréis hijos que nos sus­ Las hebreos no tienen aquí nada que hacer. Además no
tituyan, porque los viejos envejecen más y los jóvenes son ya hablo de Lenin, pero Trotzky es un hijo condenado del go­
pocos. Hemos visto muchos dolores, mujer, y durante el ser­ bernador de Tambov y ha salido de su clase para servir la
vicio obligatorio y durante la movilización, hemos sufrido clase de los trabajadores. Como forzados, Lenin y Trotzky
el hambre y hemos sido quemados por el frío. Sentaos, nos conducen por la vía libre de la vida, mientras tú, lú-
pues, mujer, sin temor. rida ciudadana, eres más contra-revolucionaria que aquel
A la tercera campanada el tren partió. La bella no­ general blanco que con su sable afilado nos amenaza sobre
che se tendió sobre nosotros como una cortina. En esta corti­ su caballo blanco que cuesta muchos miles. Al general se le
na estaban las estrellas. Los soldados recordaron la noche del v i de todos los caminos y el trabajador piensa y sueña en
Kuban con sus estrellas verdes. El pensamiento voló como cazarlo. A tí, ciudadana desgraciada, no se te vé con tus
un pájaro. Y las ruedas del tten resonaban sin tregua. niños que no piden pan y no corren fuera, no se te vé porque
Después de cierto tiempo, cuando la noche dejó eres como una pulga y muerdes, muerdes, muerdes..............
nuestro camino y los tamboreros rojos redoblaron al alba, Yo confieso, en verdad, haber arrojado fuera del
en sus rojos tambores, los cosacos se acercaron a mí viendo tren en marcha a esta ciudadana, que, rústica como era,
que no dormía y me aburría en grado máximo. permaneció sentada un m om entocon las polleras al vien­
—Balmaschov—me dijeron los cosacos—¿porqué estás to, y luego continuó por su vil camino. ■Viendo a esta mu­
tan terriblemente triste y no duermes? je r incólume y a la Rusia inefable en torno suyo y los cam­
—Os ruego excusarme y permitirme cambiar con es­ pos de los labriegos sin espigas y las muchachas y los
ta ciudadana dos palabras. compañeros ultrajados muchos de los cuales van al frente
Y, temblando con todo el cuerpo, me alzo de mi sitio pero muy pocos regresan, yo quería saltar del vagón y aca­
de donde el sueño huía, como huye el lobo ante una jauría bar conmigo y con ella. Pero los cosacos tuvieron piedad
de perros malvados, y me acerco a ella, le quito de los bra­ de mí y me dijeron:
zos al niño, le arranco a éste las fa ja s y los trapos y veo que —Mátala con el fusil.
lo que hay debajo es un buen pud de sal. Y yo tomé de la pared del vagón el fie l fu sil y la­
—He aquí un niño interesante, compañeros, que no vé de esta vergüenza el rostro de la tierra trabajadora y de
quiere mamar, no moja sus pañales y no molesta a la gente la República.
que duerme. Y nosotros, soldados del segundo pelotón, juramos
—Perdonad, queridos cosacos—interrumpe la mujer ante tí, querido compañero redactor, y también ante voso­
con mucha frialdad—no soy yo la que os ha engañado sino tros, queridos compañeros de la redacción, que procederemos
mi desgracia........... sin piedad, contra todos los traidores que nos arrastran a
—Balmaschov perdonará tu desgracia—respondo—. la fosa y quieren hacer correr el río hacia atrás y cubrir la
A Balmaschov no le cuesta caro: vende por lo que ha com­ Rusia de cadáveres y de yerbas muertas.
prado. Pero dirígete a los cosacos, mujer, los cuales te han Por todos los soldados del segundo pelotón.
elevado, al sitio de una madre trabajadora en la república. N ik it a B a lm a s c h o v , soldado de la revolución.
Dirígete a estas dos muchachas que lloran ahora, por lo que
han sufrido por nosotros esta noche. Dirígete a nuestras
mujeres que en el Kuban fértil consumen sus fuerzas f e ­
meniles sin sus maridos, mientras estos violan a las mucha­
chas que pasan por sus vidas....... A tí no te han tocado, aun­
que tú, monstruo, eras precisamente aquella que se debía
tocar. Mira a Rusia abrumada de dolor............
Y ella a mí:
—He perdido mi sal, no tengo miedo de decir la ver­
dad. Vosotros no pensáis en Rusia, vosotros salváis a los
hebreos Lenin y Trotzky.
A N iA U T A 5

¿Q ué h a c e n u e s t r a U n iv e rsid a d p e r la in v e s tig a c ió n c ie n tíf ic a ?


POR LUIS E. GALVAN

EL CONCEPTO DEL DR. GALVÁN SOBRE LÁ FUN­ colectiva externa; el idioma uniforme, en fin, que hace facti­
CIÓN CUMPLIDA POR LA UNIVERSIDAD DE SAN ble el rico ensamble de las almas, logran la presentación
MARCOS EN LA REPUBLICA NO ES EL NUESTRO. concreta de la realidad nacional hecha unidad.
NO RATIFICAMOS, POR NUESTRA PARTE, A LA Pero, en el Perú, precisamente, ocurren los factores
UNIVERSIDA EL TITULO DE “ CEREBRO DE LA opuestos para este sentimiento. La principal vía correctiva,
NACIONALIDAD". PERO, EN CAMBIO, CREEMOS tiene que ser, el agente libro, la cultura, la instrucción. (1)
QUE EL DR. GALVÁN ABRE CON ESTE ESTUDIO Así, nacionalismo y cultura llegan a tener rigurosa con­
UN TRASCENDENTE DEBATE AL CUAL "AMAUTA" junción. Por medio de ésta, se obtendrá crear aquella. So­
— QUE TIENE EL PROPÓSITO DE HACER UNA bre las altas cumbres andinas, y por encima de los ríos
ENÉRGICA CAMPAÑA POR LA REFORMA UNIVERSI­ gigantescos, los espíritus lograrán hallar, mediante el li­
TARIA— DEBE ABSOLUTAMENTE SUS PAGINAS, bro y la prédica, la comprensión sentimental y mental que
se requiere para la existencia de una unidad colectiva, de una
homogeneidad colectiva, de una nacionalidad colectiva en el
NACIONALISMO Y CULTURA país.
LA MISION DE LAS UNIVERSIDADES
No es una injusta censura,ni un malsano reproche a la
alta dirección espiritual que desde hace cuatro siglos realiza Las dos grandes razas, latina y sajona, que se repar
nuestra gloriosa Universidad, reservándose, con extricta tieron en Europa la herencia clásica, marcaron a la función
justicia, el título de ser el "cerebro de la nacionalidad". de las Universidades, desde que surgieron a establecerse
En ella se caldearon de fuego revolucionario, los la- como instituciones docentes, corrientes culturales propias y
boradores políticos de nuestra gesta libertaria; en ella na­ bien diferenciadas.
cieron las ideologías de avanzado republicanismo; en ella se Nacidas, unas, hacia la Edad Media, bajo la bendición
cobijaron las más preciadas inteligencias y los varones más del Papa, y para explicar las cosas del orden sobrenatural,
preclaros,tanto de la época colonial como de nuestro periodo conservaron durante siglos, y conservan aún, la subordina­
independiente; en ella aprendieron los magistrados, el culto ción del saber a la señora universal de la Teología. Orga­
por la justicia,y los hombres libres el culto por la libertad. nizadas en Bolonia, en París y Pavía, en Salamanca y en
Su elevada función docente se esparció siempre, en se­ Alejandría, fueron en un principio corporaciones de hombres
millas generosas de Luz y de Bien, por los ámbitos de libres que peregrinaban desde los lugares más remotos a
nuestro dilatado territorio analfabetizado, constituyendo el escuchar a los cerebros más geniales y a los maestros más
hilo invisible, pero firme, de la conciencia nacional, de la famosos. Jóvenes de todas las condiciones sociales, men­
conciencia nacional pensada más que sentida. Y decimos digos y príncipes, acampados muchas veces a la intemperie,
"no sentida", porque el sentimiento no puede vincular sino y salvando las dificultades de comunicación que por Euro­
a base de interacción y de comunicación mutua de con­ pa existían entonces, solían permanecer semanas y meses,
ciencias. Sólo los hombres que se conocen y que se tra­ muchos de ellos recurriendo al trabajo manual o al ser­
tan, pueden llegar a quererse y a uniformarse en sus corrien­ vicio de los más ricos de sus compañeros para subvenir a
tes mentales. sus necesidades, con el deseo de recibir la trasmisión oral
La carencia de vías de comunicación, el aparta­ del saber de los labios de los profesores, i Así, en las Uni­
miento entre unos pueblos y otros, hasta la diferencia versidades de París, Pavía, y otras llegaban a escuchar a
climatológica, racial y social, son agentes desfavorables a Abelardo más de 5.000 discípulos de todas las edades. Las
la unidad colectiva. La heterogeneidad, lleva a la disgre­ grandes novedades teológicas, las ideas de Aristóteles y de
gación, excluyente cuando no es el resultado de una pro­ los padres de la Iglesia, el descubrimiento de la cultura
gresiva y lenta diferenciación ulterior como lo estudió greco-btina, reservada exclusivamente al clero privilegiado,
Spencer. De ahí que la nacionalidad y la unidad colectiva quedaban inaccesibles a las masas. (2).
en ei Perú, sea sólo una concepción mental, tenga un ca­ Una vez incorporadas a la categoría de instituciones
rácter político, quepa al alcance de la minoría letrada, pero oficiales, ya fuesen de carácter laico o eclesiástico, gozaban
que carezca absolutamente de sentido y de significación, de una autonomía y una jurisdicción privativa en la que el
como hecho sentimental o efectivo; de ahí que la naciona­ Rectoi, desempeñaba un gran papel. Bajo estas formas fué
lidad no exista para la mayoría de la población total del Perú. creada, y funcionó así, según cédula real del 12 de mayo
Y en esta función, la Universidad Central de San Mar­ de 1551, la Universidad de San Marcos, aunque sus cáte-
cos de Lima, ha sido el eje, y es el baluarte de tan práctico
y decisivo postulado. (I).—Alguien ha dicho que la cuestión social es una cuestión pe­
Los hombres que en sus aulas se relievan, las ideas que dagógica. Con mayor motivo y más profunda verdad puede decirse que
se sostienen y proclaman en ellas, se expanden como un la regeneración, tanto como la formación de un pueblo, son cuestiones
educativas, ya que, la misma vida económica, raíz de la historia para al­
manto de luz y de fulgor por todo el país, haciendo con­ gunos pensadores, pende totalmente de la educación del agente humano
verger las conciencias y las miradas de sus habitantes, hacia en todos órdenes, desde el científico que sirve para dominar a lá Natura­
este "foyer", hacia la Universidad, que es un santuario de leza, hásta el moral que redice y afina las necesidades, borrando las inú­
nobles aspiraciones y de recias inquietudes mentales. tiles, y presta un fondo ético a las relaciones del trabajo, quitándoles todo
Son los intereses materiales, según indican economistas motivo egoísta y todo propósito de explotación injusta".— Rafael Alta-
mira. “Psicología del pueblo español".
y sociólogos, como Lester Ward y Charles Oide, los que (2).—En España, por ejemplo, en el siglo XVI se crean muchas nue­
priman como vínculo de unión entre los hombres de primi­ vas Universidades y alcanzan éstas, su mayor desenvolvimiento. Para el
tiva cultura. Es la forma concreta, sensorial, utilitaria y di­ año de 1619 existían 32 Universidades. Eran unas de tipo doméstico, la de
recta, la que mueve determinando la convivencia sólida o Salamanca, donde los estudiantes elegían por votación a sus_ profesores y
al rector, y eran otras de tipo aristocrático, como la de Alcalá de Henares.
la disolución social, y el exterminio o estado de pugnacidad. Famosa en toda Europa, y principal entre las españolas, era la Uni­
Posteriormente, los factores intelectuales y, morales, que po­ versidad de Salamanca, por el prestigio de su facultad, compuesta por los
dríamos llamar, suprasensibles y espirituales, sustituyen a sabios más eminentes de aquel tiempo, y por el gran número de sus estu­
aquellos, y obran de nexo robusto para la unidad social. diantes: en el curso de 1566 1567 se matricularon en élla, 7.832 escolares.
Era además, una de las pocas Universidades europeas cuyas puertas esta­
Así pues, las vías de comunicación, mediante el trato mu­ ban abiertas a las mujeres, las cuales como los hombres podían allí estu­
tuo; las costumbres y tradiciones, creadores de la herencia diar y graduarse.— Romero y Navarro.—"Historia de España".
8 4M *»*V T A

dras y la division de sus facultades, ya tomaron impulso de­ Las Universidades en Estados Unidos procuran pues do­
finitivo, en 1576. (3). tar a los individuos de la maxima capacidad posible para
Las Universidades creádas bajo el molde latino tuvie­ la lucha por la vida, haciendo al universitario el hombre
ron como orientación la búsqueda de problemas teológicos, técnico por excelencia, poseedor de la mejor competencia
morales o metafísicos, en un plano extrictamente especula­ y el dominio pleno de cualquier ocupación superior a la
tivo y apriorístico. Y junto a ésta función sus cátedras y aue se pueda adquirir en las escuelas vocacionales y en los
facultades se encaminaban a la elevada de preparar a los High-Schools. Por eso con el espíritu pragmático que ca­
individuos para las profesiones liberales. Todas las direc­ racteriza a esta raza admirable, junto alas profesiones libe­
ciones humanas, entonces llamadas "nobles", con una face­ rales se tienen las especialidades universitarias en "Letras,
ta derivada del trivium y del quadrivium, (abogados, sacer­ Artes y Ciencias", se otorgan títulos universitarios, en tra­
dotes, teologistas, cosmógrafos, matemáticos, etc.), con un bajos manuales, ocupaciones artísticas, y aptitudes indus­
espíritu teológico y escolástico profundo, tuvieron cabida triales. etc. (6).
mediante el método ergotista y memorístico de estudio. Por eslo el alumno inglés recibe una disciplina adecua­
Así la Universidad cumplía también un fin social con la da para formar su concepto de la personalidad y de la res­
elaboración de profesionales y la formación selectiva de los ponsabilidad, desde las aulas.
intelectuales. (4). En resumen, como una fuerza ancestral, expuesta en la
Frente a ellas, las Universidades sajonas de cuyo tipo teoría spengleriana, parece que los principios de órden, de
básico son las alemanas, se orientan hacia una finalidad subordinación, de ergotismo, con su raigambre romana y,
científica en su riguroso sentido, y son los grandes labora­ alejandrina, y de libertad, de pragmatismo, de utilitarismo
torios, los grandes organismos agrupados para la investiga­ con su raigambre germana, imprimieron las orientaciones
ción, para la tarea de mejorar y ensanchar los conocimientos fundamentales a la cultura universitaria.
humanos y de perfeccionarlos incesantemente. Los univer­
sitarios se hallan contagiados de curiosidad inquisitiva, vo­ ¿ c u Al es la t en d e n c ia representad a for n u e str a
raz y tempestuosa, bajo un régimen de absoluta libertad.
Los métodos de investigación científica, los de observación, UNIVERSIDAD DE SAN MARCOS?
los del cultivo experimental, ocupan y absorven, en prime­
ra línea, las preocupaciones docentes. Los Seminarios son La tendencia representada por nuestra Universidad, a
creaciones fructíferas de ellas. través de su vida histórica, es la tradicional latina moldea­
Hasta hoy, las Universidades alemanas se fundan sobre da en París Pavía y Salamanca. Como es lógico, no po­
el principio absoluto de la libertad de enseñanza y estudio. día contradecir a su abolengo rancio. La organización de
En instituciones análogas de otros países se prescribe sus'facultades y cátedras son un hecho fehaciente de ello.
al alumno las materias que ha de estudiar en el curso del En línea matriz y genérica, es otorgadora de títulos pro­
año, y se le obliga a rendir exámen final. En Alemania se fesionales para las carreras liberales, y secundariamente,
consideran los estudios universitarios como un conjunto den- solicita la discusión de algún tópico especulativo. La de­
tro del cual el alumno tiene plena libertad para elegir las manda enciclopedista del siglo pasado, atiborró su régi­
materias que prefiere y el órden en que debe asistir a las men, sin modificar el escolaticismo teológico de sus pri­
conferencias. Este sistema tan liberal no tiene otra finali­ meros años.
dad que la de educar intelectuales acostumbrados al propio Tres períodos históricos encuentra el catedrático Dr.
raciocinio. V. A. Belaunde en la vida universitaria de San Marcos:
Estados Unidos de América, importa de Alemania este en el primero colonial, el pensamiento es medioevalista;
tipo universitario que simboliza al soldado blasonado para en el segundo no hay orientación, pués prácticamente la
la campaña infinita por el progreso de las ciencias. Universidad deja de ser institución docente, por el predo­
Por otro lado, Universidades tradicionales de Inglaterra, minio de los colegios religiosos, no obstante lo cual, se
como las de Oxford y Cambridge, tienden a crear el tipo hace enciclopédica primero y doctrinaria después; en el
del gentleman, al hombre caballero, culto y moral, ciudada­
no respetuoso y recto de sus deberes y conocedor de sus (6)—A los americanos del Norte-dice el notable pedagogo argenti­
derechos. (5). no Ernesto Nelson-en educación, les ha preocupado más el agente que la
Algunos centros de cultura superior de Norte América, recibe y no el conjunto de ideas y doctrinas que van a constituir el pro­
grama de las escuelas. Para ellos el problema educacional nunca podrá
llevan también estos moldes, modificándolos naturalmente. ser nn problema de programas, sino un problema de almas.
Educar es, para nosotros, una obra social que atañe a la difusión de
ese conjunto de cosas intangibles que se llaman ciencia, arte etc., mien­
(3) .—Dos cátedras de Gramática, una de lengua general de indios, tres tras que para el norteamericano educares formar una personalidad en un
de Filosofía, igual número de Teología (Prima Vísperas y Escritura), ambiente de arte y de ciencia.
otras tantas de Leyes (Prima, Vísperas Instituía), dos de Cánones (Prima Nosotros solemos llamar a la escuela el templo de la ciencia; el
y Vísperas) las mismas de Medicina, aunque solo se ponía un ejercicio una norteamericano la llama casa del niño; para nosotros la Universidad es el
de ellas. Comprendían todas estas cátedras las facultades de Artes, Teo­ agente de una enseñanza informativa o el lugar de organización de cono­
logía y Leyes, la primera de las cuales era preparatoria para las otras dos. cimiento mediante la investigación; para el norteamericano la Universidad
(4) .—Veáse sóbrela fundación de Universidades europeas, el estudio es el teatro de la vida.
del doctor P. Giner de los Ríos "La Educación".—El voluminoso tratado Aún desde otro punto de vista-agrega el citado profesor argentino-
de Elisée Reclus titilado "El Hombre y la Tierra," tomo IV.-—1 en la parte La Universidad tradicional reclama urgentemente una reforma fundamental:
referente a nuestra Universidad de San Marcos, el “Mercurio Peruano" extender su dominio en el espíritu de la juventud, acrecentar sus respon­
tomo 111, publicado por D. Manuel Atanasio Fuentes, el año de 1860. sabilidades en la obra educadora del país. Como está constituida re­
(5) .—El universitario inglés: hade ser un-cristiano y un caballero, presenta la expresión más fiel de nuestra superstición por la cultura, esa
laborioso y puntual en sus trabajos. Entendemos por cristiano, que prac­ cultura de la retórica v del logaritmo, que solo afecta la capa superfi­
tique en sus pensamientos, en palabras y obras, todo lo que puede reali­ cial de la personalidad humana.
zar la gran moral enseñada por Jesucristo y por los grandes pensadores Educar para el foro, para la práctica médica o para la profesión de
de la humanidad. Por caballero entendemos, según la frase de Tackeray, ingeniero, son tareas meritorias; pero ¿quien educa para la vida, para el
que se proponga algún fin elevado en la vida, que sepa portarse digna­ hogar, para la política misma? La misión educadora de la sociedad no
mente, que mantenga su honor sin excusa alguna, que se haga acreedor a consiste tanto en hacer buenos litigantes y buenos médicos, como en do­
la situación de los demás y al cariño de los que le tratan que, sea modes­ tarse a sf misma de tuenos ciudadanos.
to en la fortuna, que sepa soportar adversidad con valor y que no se se­ Sin las Universidades, tal como están organizadas en los Estados
pare nunca de la verdad". Unidos, ese país no habría alcanzado su presente cohesión social. Se­
"Si le place estudiar a Homero tumbado en la yerba, o la geometría ría un agregado de elementos diversos, antagónicos, talvez un mosaico de
encaramado en un árbol, nadie se lo impide, porque dispone de su tiempo las civilizaciones que han venido contribuyendo a la suya. Sus hijos no
como de su dinero, administrándolo a su gusto, siendo el único responsa­ revelarían ese sano optimismo, esa tolerancia y magnanimidad de criterio
ble de este capital, para ser juzgado tan sólo por los resultados que se ob­ que no se sabe si procede de la fé en las cosas, o déla simpatía por los
tiene. Semejante procedimiento de trabajo y de educación, se refleja des­ hombres; no existiría ese fondo común de experiencia que los hace aptos
pués perfectamente durante todos los actos d éla vida del hombre, acos­ para el ejercicio de la libertad, en el hogar de la escuela, en el lugar pú­
tumbrado como está desde los años de colegio a cumplir activamente con blico, en la asamblea política, aptitud para la democracia que provoca la
sus deberes, a no quedar nunca retrasado, a no dejar nunca para mañana sorpresa del extranjero que los >isita.—Ernesto Nelson.—“La Universi­
a resolver todos los asuntos con rapidez y maduro juicio," dad futura ",
a m a u t a 7

A G O S T O launde, explicaron la doctrina y olvidaron aplicar el


método (8).
Por ello, acuden espontáneamente hacia nosotros es­
tas frases del mencionado profesor, ansioso por la refor­
El sol de agosto viene descalzo.... ma prudencial universitaria: "Criticar, ¿qué es? Criticar es
reflejar sobre la realidad un ideal; criticar es comtemplar
Sus pies de campesino humilde esa realidad a través de un ideal; y querer para la realidad
para los adoquines de la calle un ideal es la forma suprema del amor. Yo quiero que la
son como dos noticias malas. Universidad sea el más alto ideal, porque es la institución
síntesis, élla lo es todo; guardiana de tradiciones, creadora
El viento se baja de los techos de ideales, qué finalidad tan compleja............"
sin escala, sin nada; Nos preguntamos pués: ¿Qué hace nuestra Universi­
nos echa sus vahos dad acerca de la investigación científica? ¿Cómo prepara
y rompe con una carcajada a nuestros universitarios para esa escudriñación científica
los cristales desinteresadada? Y, ¿cómo contribuye al progreso mundial
de las mamparas del Silencio. de la Ciencia?
La respuesta, indudablemente, no es del todo halaga­
Los ancianos dora. Para que ella no haya podido efectuarse, hasta
de la casa se aburren hoy, contribuyen muchos factores de carácter económico y
y parapetan su impotencia político. Pero es preciso pensar en resolver el problema
tras una interjección. afrontándolo fuerte, serena y francamente.
La orientación científica requiere en primer lugar:
Ellos, no saben sacudirse los años, consagración absoluta del profesor, con exclusión de toda
ni el polvo otra solicitación extraña a la elevada misión docente. Ella,
ni el aburrimiento diario..... a su vez, demanda la atención económica y la remunera­
el frío les cepilla los huesos ción compensativa al trabajo, y a la valiosísima función
social que realiza para bien de la patria y de la humanidad.
Pero fuera de estos aspectos formales y extrínsecos, el espí­
El cielo plomo,
si no fuera por las astas ritu interno de la Universidad es susceptible de ser en­
de las banderas, por los postes marcado, supliendo las deficiencias económicas y políticas,
y estos acápites solares, hacia la investigación, hacia la observación, y el amor a
se nos echaría encima la resolución de los problemas nacionales que se presen­
todos los días........ tan en forma infinita en un país nuevo e inexplorado co­
mo el nuestro.
La misma España pretende remozarse modernizando
N icanor A. de la F uente.
sus estudios universitarios; pues un cable reciente anun­
ciaba que: "toda universidad tendrá en el futuro, gabinete
Chiclayo, 1926. para investigaciones científicas y. diversas disciplinas con
elemento práctico suficiente para ampliar los estudios y
efectuar trabajos de laboratorio."
Es indispensable educar a la juventud para que llene
ese rol de estudiar e inquirir con cariño los problemas que
la circundan; es necesario guiar, y encarrilar sus valiosas
tercer periodo, por último, adopta una orientación que po­ energías hacia el campo de las exploraciones científicas, en
dría llamarse liberal, bajo sus dos sentidos: en el de la vez de que vean en la Universidad la máquina otorgadora
abolición de la disciplina colegial, del extricto régimen del de títulos y de diplomas para afrontar la lucha por la vida
internado, y en el de las ideas que la alentaron (7). en -un afán egoísta de profesionalismo personal, de halago
Pero en el siglo contemporáneo todo tiende a cientifi- vacuo y casi pedantesco.
zarse, inclusive la misma filosofía. La cultura se hace ca­ Esto demanda principalmente, para no hacer desde lue­
da vez más científica; la corriente positiva impera; ya no go en gran escala, y dentro de las posibilidades actuales,
satisfacen las nobles acrobacias mentales; ya no es suficien­ un cambio de métodos, de procedimientos, y de formas de
te el juego agradable de la inteligencia; ya no es la Filo­ enseñanza, según los que, los estudiantes deben ser inclina­
sofía bajo su aspecto especulativo la inclinación sugerente dos a las búsquedas individuales y colectivas, en un traba­
de los universitarios. jo noble y desinteresado.
Nuestra Universidad, para vivir su tiempo, tiene que
someterse a esta corriente, adaptando sus sistemas y pro­
(8).—¿Qué es lo que quiere el positivismo, cuál es su bandera? La
cedimientos, si no quiere presentarse con el ropaje del realidad, la experiencia, la observación. Si un plan de estudios naciona­
anacronismo y el espíritu fosilizado. listas nos hubieran permitido aplicar el positivismo rectamente, habría­
Ciertos maestros comprendieron la tendencia de estas mos examinado, con un criterio de observación y de experiencia nuestra
enseñanzas, e intentaron introducirla, pero según Be- realidad económica, nuestra realidad política, nuestra realidad física, y
nuestra realidad étnica. Si la Universidad hubiera seguido nó las co­
rrientes positivistas, sino el método positivo, el resultado habría sido fe­
cundo para nuestra cultura. Desgraciadamente no se hizo esto. Toma­
mos del positivismo la hipótesis y no aplicamos el método, es decir to­
mamos lo malo y dejamos lo bueno.
El positivismo universitario no fué entonces un siseina o una ban­
(7).—El simple plan de estudio de la Universidad nos pone en re» dera para conocer la realidad, fué simplemente un positivismo exegético,
Heve su labor desorientada y desviadora. un positivismo explicativo. El positivismo exegético, en mi concepto se
A la Universidad liberal del año 65 y del 76 ha sustituido después diferencia muy poco del antiguo dogmatismo; es un dogmatismo a la
de la guerra, la Universidad positivista. moderna, que no invoca la infabilidad de 4a razón y la intangibilidad
Mis un triste destino se ha cernido sobre nuestra Universidad, y de autores clásicos pero invoca el testimonio del hecho recogido en
ha determinado que llene principalmente un fin profesional, y tal vez otros países, el criterio de las teorías modernas.
de snobismo científico; pero no un fin educativo, y mucho menos un fin Lo cierto es que el positivismo no produjo todos los efectos que de­
de afirmación de la conciencia nacional. bió producir; al contrario, nos desvió; porque originó cierto afán cientí-
AÍ recorrer rápidamente la historia de la Universidad desde su ori­ fista, cierto prurito de la erudición, cierta manía de citar autores y de
gen hasto la fecha, se destaca este rasgo desagradable y funestó: su falta referirse a hechos exóticos o lejanos, porque nos apartó completamente
de vinculación con la realidad nacional, con la vida de nuestro medio, de nuestros propios hechos y fenómenos y puso el pensamiento uni­
con las necesidades y aspiraciones del país.— Víctor Andrés Belaande versitario a espaldas de la realidad y de la vida nacionales.— Víctor
“La Vida Universitaria”, Andrés Belaunde Ob. citada.
8 a m a u t a

PEQUEÑA RETORICA PERSONAL


POR ALBERTO HIDALGO

Son varías las personas que me han preguntado qué "Sombra en el corredor y el campo ardiendo.
es un poema de varios lados. Llamo yo lado del poema La huerta con rosales y repollos.
a cada uno de los versos que lo forman y alguna vez a los Una gallina pasa, precediendo
distintos asuntos que contribuyen a darle unidad. En una fi­ los puntos suspensivos de sus pollos”.
gura geométrica cualquiera, un lado es una parte del todo,
pero un lado es un lado en sí, es decir, es una figura él tam­ Esto es un poema. Inmediatamente decimos que es un
bién, tiene una personalidad, una individualidad exclusiva poema de cuatro versos. O sea que le damos calidad de
y aislada. Y es justamente eso lo que afirma, lo que sos­ tal al segundo renglón de once sílabas.
tiene la figura. Así por ejemplo un cuadrado, se le mire He ahí una demostración de que el verso habitual no
del lado que se le mire, es siempre un cuadrado. Cuando tiene personalidad propia. El verso es el vehículo de la ex­
un hombre está de pié, es un hombre que está de pié; presión poética, y no obstante los poetas le conceden en su
cuando está tendido, es un hombre que está tendido; cuan­ obra un lugar secundario, y, lo que es peor, contingente.
do está sentado, es un hombre que está sentado. Nunca Para subsanar eso, es que yo he inventado el poema
pues deja de ser un hombre. Son distintas sus posiciones, de varios lados, poema que puede leerse de arriba a abajo
pero su carácter es el mismo. Es por que el hombre está y viceversa, o comenzando del centro, o de donde uno se
hecho de partes totales, inconfundibles entre sí, partes em­ antoje; poema en el que cada uno de sus versos constituye
peñadas en recordarnos a cada instante lo que ellas son, inde­ un ser libre, a pesar de hallarse al servicio de una idea o
pendientemente de lo que juntas llegan a ser. Pregunté­ una emoción centrales.
mosle al cerebro si se quiere cambiar por rodilla, y nos Al poema corriente y moliente se le llama con bastan­
responderá rotundamente que nó. De no ser así, veríamos te acierto una "composición”; del poema de varios lados
que algunos escritores, Leopoldo Lugones- uno de ellos, se podrá decir que es una "construcción”. Hago un poe­
pondrían avisos en los diarios diciendo más o menos: "Cam­ ma del mismo modo que edificaría una casa; pongo ladrillo
bio mis cuatro manos por un cerebro”. por ladrillo, y si bien es lo más seguro entrar en ella por la
El poema, por lo que toca a su exterior, está formado puerta del frente, también se puede hacerlo por la del fon­
de versos. Un verso en sí es una obra de arte. Y es obra do y aún por las ventanas. Un verso puede aparecer solo
de arte tanto más valiosa cuanto menos deja de serlo al en una página o en todo un libro. Siempre dirá al lector
hallarse solo en el desierto de una página. Hay multitud que sepa entender, lo que yo quise decir, lo que seguramen­
de versos que no lo son sino por la vida que les prestan te dije.
sus compañeros. Yo pregunto si todo renglón de once sí­ Mi poema "ubicación de lenin" es otro tipo de poe­
labas es un verso, por el simple suceso de estar provisto ma de varios lados. De él hablaremos otro día.
de los “acentos .tónicos" de que habla la retórica antigua.
Se me dirá seguramente que nó. Veámoslo:
A lb e r t o H id a l o o .
La huerta con rosales y repollos.
No parece, ¿verdad? que eso sea un verso. Sin em­
bargo lo es, cuando recibe la ayuda de otros: Buenos Aires, 1026.

Además, la investigación científica requiere una eleva­ estudiantes? ¿En las agrupaciones post-escolares o post­
da cultura moral, por que simboliza el altruismo llevado a universitarias? Adolecerían, en este caso, del defecto de la
su grado máximo. Al investigador no le anima, ni le de­ ausencia de un guía, de un auxilio y de un consejo oportu­
ben mover más propósitos que el de sentar verdades, recti­ no y salvador, del maestro.
ficar o corroborar las existentes, en forma anónima, sin Sentimos como admirablemente bosquejara Alfredo
prejuicios ni anticipos intelectuales, yendo como con los Palacios, la inaplazable necesidad de reformas. “Hay que
ojos vendados por un camino desconocido para él, hasta transformar el alma de las universidades. Conseguir que en vez
llegar al final, sin más ideal que el llegar. Este propósito de máquinas de doctorar se conviertan en crisol de hombres.
lleno da amor universal y humano, es el que preside a las uni­ Deben ser laboratorios de humanidad. Focos de pensa­
versidades extranjeras, principalmente a las norteamericanas miento renovador y de fuerzas espirituales. Corazón y ce­
y sajonas, cuya suma ideológica se resume en: “Hacer del rebro de los pueblos y guía de las futuras generaciones. Es
extraño un amigo, de la Naturaleza una maestra, del arte preciso que dejen de ser exactas para ellas estas palabras
una fuente de inspiración; dotar al hombre de un criterio que en "Erewhon" atribuye Samuel Builer a un profesor in­
sano para el juicio de su propia obra y de la agena; hacer fluyente de la Universidad de Sinrazón: “Nuestra misión no
de cada hombre el poseedor de los recursos del munio y consiste en ayudar a los estudiantes a pensar por sí mismos.
darle como cooperadores, todos los de su tiempo y de Nuestro deber es hacer de modo que piensen como noso­
los pasados; estimular el altruismo a fin de que cadi cual ol­ tros, o a lo menos como nosotros creemos útil decir que
vide su propio séren la cooperación con los demás; apren­ pensamos" La renovación de la enseñanza universitaria im­
der a usar de su propio juicio, de la propia voluntad y saber plica la incorporación a sus estudios de las modernas ideo-
dar aplicación a los impulsos del sentimiento para mejorar logias y los problemas sociales. Debe salir de las univer­
la condición 'del prójimo y con el deseo ardiente de hacer sidades una nueva concepción social y un espíritu nuevo-
un mañana mejor que el presente". Los universitarios deben solidarizarse con el alma del pue.
Toda esta dirección es posible infiltrar en la conciencia blo y proponerse la elevación y la redención de la masa
de nuestros estudiantes mediante una adecuada labor docen­ humana. Deben reintegrarse al pueblo para que surja de
te. Por que la enseñanza, es' ante todo, como quería Pes- todos la ciencia social".
talozzi, amor; es la labor de solidaridad entre dos seres, “Hacer ciencia nacional para injertarse en la ciencia
conducción afectuosa y mutua para el bien y para el tra­ universal", he ahí el programa universitario que nosotros
bajo en beneficio de la humanidad desconocida e ignorada. invocamos, pero ciencia de verdad, ciencia de práctica y de.
Nuestra universidad no ha hecho hasta hoy, o ha hecho acción, ciencia de trabajo desinteresado y puro.
muy poco, como contingente científico. Es preciso intensi­
ficar esta misión primordial y matriz. Porque, sino fuera L . E. G alván .
en la Universidad, ¿dóndo podrían formarse estos tipos de Lima, 1927.
MAUTA 9

J O S E S A B O G A L
José Sabogal señala ya con su obra un
capítulo de la historia del arte peruano. Es
uno de nuestros valores-signos. Sólida, hon­
rada, vital, su obra no reclama los elogios
que se prodigan, entre nosotros, tan barata y
fácilmente. La empequeñecería, en vez de a'
valorarla, una consagración criolla. Saboga/
no es aún bastante conocido; pero esto no le
preocupa a él, y tiene razón. Lo que impor­
ta es que a su tiempo sea “reconocido". Y
este "reconocimiento" se lo asegura ya el tra'
bajo realizado.
Sabogal es, ante todo, el primer "pintor
peruano". Antes de él, habíamos tenido al­
gunos pintores, pero no habíamos tenido, en
verdad, ningún “pintor peruano". Saboga'
reivindicará probablemente este título para uno
de los indios que, anónima pero a veces ge;
nialmente, decoran mates en la sierra. Mas s 1
bien esta aserción tendrá un poco de verdad’ ^
tendrá también un poco de ironía. (Ese poco
de ironía que a Sabogal le gusta poner en
su lenguaje). El indígena sufre un evidente
ostracismo c’e la pe u r r ’cad.
El espíritu de Sabogal ha madurado en
( un instante en que se constata la decadencia,
la disolución del arte occidental. Espíritu
fuerte y hondo de constructor, de creador,
dotado de una sensibilidad genial, este arte
anárquico e individualista, que según sus ele­
gantes críticos y exégetas se deshumaniza, no
ha podido conquistarlo. lia sido en par­
te por haber arribado a Europa en este pe­
ríodo de caos,—en el cualno se define y con­
creta todavía una corriente constructiva, aun­
que la prometan las búsquedas sinceras y las
tentativas inteligentes,—que Europa no ha lo­
grado europeizarlo. Pero su defensa la ha
tenido Sabogal, sobre todo, en su personali­
dad, en su instinto de artista.
Creo, sin embargo, en la utilidad de su
experiencia europea. El trato directo con las
escuelas y artistas de Europa, el estudio per.
sonal de los maestros de todos los tiempos, no
< solo ha enriquecido y afinado, sin duda, su
temperamento y ha templado su técnica, for­
jada en la fragua de una revolución artística.
10 AMAUTA

Sobre todo, lo ha ayudado,—por reacción con­


tra un mundo en el cual se sentía extranje­
ro,-—a descubrirse y reconocerse. Su auto­
nomía le debe mucho a la experiencia euro­
pea. Sabogal ha comprendido o, por lo me­
nos, esclarecido en Europa la necesidad de un
humus histórico, de una raíz vital en toda
gran creación artística. Y si Europa no se lo ha
Asimilado, en cambio él se ha asimilado a Eu­
ropa, en la formación de su técnica.
No es el interés genérico del pintor por
lo pintoresco ni por lo característico, lo que
ha movido a este artista admirable a encontrar
la riqueza plástica de lo autóctono. Sabo­
gal siente sus temas. Se identifica con la na­
turaleza y con la raza que interpreta en "sus
cuadros y en sus xilografías. Después de él,
se ha propagado la moda del indigenismo en
la pintura; pero quien tenga mirada penetran­
te no podrá confundir jamás la profunda y aus­
tera versión que de lo indio nos dá Sabogal
con la que nos dán tantos superficiales explo­
tadores de estafeta plástica, en la cual se ce­
ba ahora, hasta la pintura turística. Se po­
dría decir que en el arte de Sabogal renacen
elementos del arte incaico, a tal punto se le
siente consustanciado con sus temas vernácu­ "CHOLITO CUZQUEÑO”
los.

Severo con los demás/ pero severo tam­


bién consigo mismo, como todo creador au­
téntico, tiene Sabogal la probidad artística de
esos maestros pre-renacentistas que le son tan
queridos. No se encuentra en su obra conce­
siones al mercado, ni coqueterías con la frivo­
lidad del ambiente. Trabaja para realizarse
libre y plenamente. Por eso, su obra perte­
nece ya a la historia, mientras otras no pasa­
rán de la crónica.
Estas líneas quieren solo, a propósito de
a publicación en “A mauta" de fotografías de
algunos de sus cuadros, subrayar algunos va­
lores primarios de la obra de Sabogal; los
que hacen de ella una obra-signo. Su inten­
ción está más allá de las intenciones específi­
cas de la crítica. No conozco toda la obra
de Sabogal (ni desbordaría al estudiarla mis
límites). Unicamente aspiro a percibir y tra­
ducir su espíritu y su significación.

José C areos M a r ia t e o v e

"BALCON DE HERODES"
A M A M T .A

C H U T iL L O "
12 AMAUTA

F A V I L A

En la arena

se ha bañado la sombra.

Una, dos

libélulas fantasmas.

Aves de humo

van a la penumbra

del bosque.

Medio siglo

y en el límite blanco

esperamos la noche.

El pórtico

con perfume de algas,

el último mar.

En la sombra

ríen los triángulos.

J ose M. EGUREN.

1926.
‘•VARAYOC DE CHINCHEROS1'

O R I L L A

Nada filé mío,


nada.
N i tu voz que corría por los cielos
encendiendo los astros
en mis noches más lóbregas;
ni tu beso que deslumbró mis horizontes
como un rosal incendiado del alba.
Nada fue mío,
nada.

Por esta cruz reseca de angustia


que aprieta siempre mis labios
por este soplo de angustia
que se quedó enredado en mis ojos.

Nada fu é mío,
nada.

Y esta mañana,
débil y blanca como una espuma
se está rompiendo en el mar.
A rm ando BAZAN. RETRATO DE JUAN JOSE I ORA
AMAUTA 13

E U C A L I P T O S Pobrecitos mis ojos,


pobrecitas mis manos,
pobrecitos mis labios,
Serrana: Rokefélleres ¡ellos! que eran tan pobres,
fuéen tu tierra que me obsequiaste tus primeras lágrimas. dueños de un universo tierno de oro y plata,
y en el océano de tus pupilas,
¿Me olvidaré algún día? viajero,
¡Eso quisieras, mi ángel! hacia DIOSALIA!
así, de pronto.
Mira como este instante tiene la cara de aquel cuando:
¿Acaso no son los mismos eucaliptos? Pobrecitas mis manos,
pobrecitos mis ojos,
¡Hurra, fráteres, míos, hurra! pobrecitos mis labios,
¡Hurra, finos atletas, bajo tu imperio,
cinematográficos como Valentino)
excelentes tanguistas, trino del milagro.
figurines modernos, D u e r m e s .
primaverales héroes,
siempre de pié Duerme, porque esa noche, porque ese día, porque ese
instante, despertará tus sueños y los míos, para montar la
de frente guardia de nuestra soledad liberadora.
en la batalla! Duerme, duerme así, porque entonces todo habrá de dor­
mir para nosotros bajo la noche de una sola estrella.
Jugáis ahora basket y ya os veo marcar un tanto con el sol Duerme así, tan lejana, y sé, a mi lado, la palabra que
en la canasta jardinera del valle: respira el tiempo esta noche, vuelta una pneumática campana
sobre mi pecho.
¡ H U R R A !
Duerme, qué importa, duerme tranquilamente: sabes que
Salud, mis queridísimos! sé tu nombre, el nombre que te despertaría por más dormida
que estuvieres, ya que naciste de él para nacerme.
Te pusiste nerviosa como la sombra délos eucaliptos, Duerme, oh, reloj mío, duerme.
porque te dije que me iba pronto a México, D u e r m e s .
solito Eres alegría
El girasol de tu alegría dobló su tallo de pura música
para mojar mi labio en su rocío. de pura agua
En el viento sentía tu tembloroso corazón s de pura luz
cual un gorrión loco de luz \T
y
girando desesperadamente. t o eléctrica
Hoy me dirás que miento, 1i p Como la M I R A D A .
D uerm es
que no lloraste, SED HAMBRE
y que ni me creías a Vigila el detective
que en la nocturna perla viese-tu monograma. de tus perfumes íntimos.
Todo es mentira, c SED ■ HAMBRE
En la broadcasting del deseo la orquesta de tu alma:
a ho ra,i Es la frente de Munstings.
u Beethoven en el órgano. En la brisa está Liszt
y, sinembargo, tiemblas, como la delirante sombra de El vals de tu nostalgia.
los e El tango de tu forma delirante.
LA GALOPA SANGUINEA
El deliquio.
PUERTA SIEFOKICA El blues de tu abandono.
Y la irisada espuma de tu sueño,
nena,
D u e r m e s ¡qué mentira!
En el ritmo del reloj se columpia tu nombre. Du e r m e s
em-pe em-pe em-pe em-pe emoe... El reloj da la una.
Mas ya no es el reloj sino mi sangre. ¡Qué esperanza!
al fondo,
Te busco. por la avenida de las horas nocturnas,elreflector del automóvil
He desnudado todo y no te encuentro. en que viajan tus ilusiones de novia,
Bueno, dispara
será......................... mañana al centro
mañana....................... mañana de la ciudad trépida de mis ansias
Tendremos por lecho el magnesio auroral.
la mano de la ternura misma. Y en vano,
¡ J u n t o s ! mientras el sol te sirve el desayuno,
— ¡AH! — mi cabeza se inclina para atrás, estirando, angustiosamente, el
juntos cuello)
estrenaremos una alcoba acústica, para encontrar la almohada que no existe.
para que eternamente se escuche el canto de i. oesos. ¡V iv e s !
Cómo nos amaremos a la luz de e. as lámparas Empeempe empeempe empeempe empeempe empeempe
PRI MA V......................E , empeempe empeempe...)
VER R a N Sigue, sigue, sigue vibrando mágico despertador de su
A o recuerdo'
i ! Juan José L ora
14

Los t e s t s p s ic o ló g ic o s la n u e v a e d u c a c ió n
La controversia entre aristócratas y demócratas de la inteligencia
POR OARUOS VEUASQUVZ

Todas las grandes doctrinas psicológicas tienen sus lo consideremos como "pioftnier" de los tests mentales y
épocas de encumbramiento. En la hora actual, tan propi­ de la psicología diferencial.
cia a las rectificaciones, algunas de ellas campean con mag­ 5a— La etapa de Binet, el verdadero creador de la
nífica opulencia. Al lado del intuicionismo bergsoniano, medición mental, y el primero que consiguió dar una recia
con el que siguen romantizando muchos de nuestros cate­ fundamentación científica a los tests psicológicos. La teo­
dráticos, ha surgido no sólo el psicoanálisis y la inquietud ría de la inteligencia general y el criterio del "standard“
por el sondeo del inconsciente, ya escrutado con noble afan o de las unidades psicológicas de comparación, como las
por Hartmann, sino también el behaviorismo o conductivis- llamamos nosotros, son dos aportes hasta ahora insustitui­
mo, que mira con desdén a la introspección para dar pri­ bles. Ya es un hecho reconocido que para que un test sea
macía al estudio sistemático de las reacciones externas del bueno y útil en la diagnosis mental es menester que esté
individuo; hay que considerar, igualmente, al pragmatismo rigurosamente estandarizado, esto es que sea pasado satis­
americano, que sigue teniendo bondadosa acogida en la pa­ factoriamente por el 65 al 75 por ciento de sujetos de una
tria de John Dewey y de Edward L. Thorndike; la psico­ clase heterogénea o no diferenciada.
logía de las estructuras o de la forma, de abolengo alemán, 6a.—La etapa de las grandes revisiones, que se
que obtiene sus mejores aportes de las fecundas experien­ inicia en 1911, después que Binet dió las últimos toques a
cias de Külpe, Wertheimer, Koffka, y sobre todo de Koh­ a su escala métrica de la inteligencia, sobre la que han gira­
ler, cuyas investigaciones de psicología comparada, parti­ do todas estas reformas, entre las cuales vale la pena consi­
cularmente sobre la del chimpancé, están inquietando a los derar las siguientes:
estudiosos de la vida psíquica. A todas estas audaces con­ a) .—La de Goddard, en los Estados Unidos;
cepciones, ora pegadas a la sutilidad, ora afanosas de fun- b) .—La de Yerkes-Bridges, en los Estados Unidos.
damentación científica, hay que añadir otra: es la de los Esta fué la revisión que usó en el Perú el profesor Mac
tests psicológicos o reactivos mentales, que representan, en Night, la que está compuesta de test no estandarizados, por
vaga síntesis, el viejo anhelo por la medida de la capacidad cuyo motivo las investigaciones de este profesor americano
mental del individuo, anhelo perseguido en épocas ya fe­ no tienen validez científica ni pueden servir de consulta a
necidas—aunque tosca y anticientíficamente—por los parti­ los maestros;
darios de los maleficios y de las brujerías, por los adivina­ c) .—La de Decroly, en Bélgica;
dores de tiempos más ingénuos, que siempre hicieron de d) .-—La de Bobertag, en Alemania;
las suyas al amparo de la superstición y de la credulidad de e) .—La de Terman, llamada también Revisión de
las gentes. Dos fuertes corrientes, psicológica la una, y so­ Stanford, hecha en los Estados Unidos, que es la que más
cial la otra, robustecen esta insegura tendencia a la medi­ se usa. Esta serie ha sido traducida entre nosotros por los
ción de la mentalidad de los sujetos, la que más tarde es señores Luis H. Bouroncle y Elias Ponce Rodríguez;
debidamente encauzada por diferentes psicólogos. El mé­ f) .—La de Burt, en Inglaterra, etc., etc.
todo experimental, la técnica del laboratorio, el procedi­ Todas estas revisiones, especialmente la de Stanford
miento del "research", los métodos estadísticos, las clíni­ o de Terman, han tenido por objeto rectificar los varios de­
cas psicológicas, etc., han dado a los tests mentales todo fectos que contiene la escala métrica de Binet y obtener,
el vigor científico que hoy poseen. por lo tanto, tests perfectamente estandarizados, que son
Es muy fácil, a grosso modo, trazar en grandes sín­ ios únicos que deben usarse como medio de diagnosis men­
tesis las etapas por las que han pasado estas tendencias a la tal.
medición psíquica. Helas aquí, conforme las aprecia nues­ Los tests de las diferentes revisiones a que hemos
tro criterio personal: hecho referencia, han sido de carácter individual, o sea su-
la.—La etapa de la intuición popular en la que, ceptible de ser usado con un sólo sujeto, condición que re­
en forma por demás caprichosa y personal, se juzga el di­ sultaba molestosa cuando se quería medir un crecido núme­
ferente calibre mental de los individuos. En esta época, ro de individuos.
por ejemplo, no se valoriza al Dr. Stockman, pero el Dr. Antes del conflicto europeo, Otis, en los Estados Uni­
Pacheco, en cambio, por su adustez y aislamiento, es con­ dos, realizó varias experiencias con un nuevo tipo de test
siderado como un auténtico talento, sin que nada justifique de carácter colectivo. Y durante la guerra, a raiz de la in­
tan estrafalario criterio. tervención de los soldados del Tio Sam, fue necesario se­
2a.—La etapa precientífica, en la cual los astróno­ leccionar al personal enrolado, que ascendió a más de un
mos, particularmente, al observar los astros, ya establecen millón de individuos. Varios psicológos sugirieron la con­
diferencias notables en el tiempo de la reacción visual, dan­ veniencia de usar los tests con este fin. El “National Re­
do comienzo, de consiguiente, a las primeras investigacio­ search Council" se encargó de esta tarea, en la que colabo­
nes sobre la psicología diferencial. raron Thorndike, Yerkes, Terman y otros, los que ensayaron
3a.—La etapa de la experimentación psicológica, y aprobaron los famosos "Army Tests", de carácter colec­
caracterizada por los brillantes esfuerzos de los psicofísicos. tivo, cuya adaptación a las condiciones de la escuela dió
Fetchner y Weber, entre otros, hacen mediciones sobre la origen a los “National Intelligence Tests“ (Estos son los
vida sensorial, las percepciones, etc. A esta etapa hay que tests que han sido traducidos en el Seminario de Pedagogía
añadir las experiencias de laboratorio iniciadas por Wund de la Universidad Mayor de San Marcos).
en la Universidad de Leipzig, así como las mediciones par­ Los infatigables esfuerzos de Thorndike, a quien
ciales sobre diferentes aspectos y sectores de la mentalidad consideramos como el psicólogo más creador en los Esta­
hechas por Kraepelin, Seguin, Cattell, Spearmann, Ebbin- dos Unidos,no sólo se han reducido al amplio campo de la in­
ghaus y Eberhard, que pretendía hacer una matemática del teligencia general, concepto que engloba sintéticamente a la
espíritu, etc, mentalidad del sujeto, ya que los tests—como lo explicó
4a.—La etapa galtoniana. La llamamos así en ho­ Binet—tienen por objeto conocer el funcionamiento sinté­
nor de Francis Oalton, el gran antropólogo inglés, tal vez tico del espíritu; sus esfuerzos, repetimos, se han dirigido
si el mejor precursor de Alfredo Binet, cuyas investigacio­ con todo ahinco a la escuela con el fin de medir el grado
nes sobre el genio (veáse "Hereditary Genius"), hacen que de instrucción de los alumnos y la naturaleza del aprove-
ÁMAÜTÁ

chamiento hecho por estos durante el período escolar. 2o—Él nivel mental del adulto normal se consigue á
Así han nacido los tests pedagógicos u objetivos, de gran­ los 16 años, en condiciones perfectamente naturales. Esto
des ventajas para la escuela. quiere decir, por ejemplo, que en un sujeto normal sus 40
En este ligero resumen sólo nos hemos referido a años de edad cronológica, pongamos el caso, equivalen a
los aspectos más saltantes de los tests, los que hoy, debido 14 de edad mental, que es el límite correspondiente a los
al criterio de la estandarización, han conseguido una mag­ normales. ¿Se ha perfeccionado tanto el "standard" para
nífica validez científica, y hecho posible, por lo tanto, la llegar a esta conclusión, al parecer un tanto pesimista?
investigación de nuevos campos hasta hace poco inexplora­ ¿Pueden la vida, la experiencia, el aprendizaje, etc., aumen­
dos, a los que se refieren los tests que vamos a citar a tar el nivel mental de los normales? ¿Venimos al mundo
continuación: con una potencia neuronal limitada, como lo sostiene Ra­
a) .—Tests de inteligencia’general (individual ymónco­ y Cajal en una de sus admirables "Charlas"? ¿Tiene
lectivos); la educación algunas ventajas a este respecto?
b) .—Tests de afectividad, aún muy rudimentarios; 3« _ £ 7 cociente de inteligencia (C. L), según Terman
c) .—Tests volititivos, como los de Downey, ytam­ demás investigadores de los tests, es un producto cons­
bién en estado incipiente; tante e invariable. Todas las experiencias hasta ahora rea­
d) .—Tests vocacionales; lizadas así lo confirman, lo que proporciona un magnífico
e) .—Tests de orientación profesional; argumento a la tésis de Binet, que sostiene que los tests mi­
f) .—Tests pedagógicos o educacionales, entre denlossólo la inteligencia nativa. ¿No hay cierto fatalismo en
que hay de diagnosis y de aprovechamiento escolar; los tests a este respecto? ¿El niño anormal permanece de­
g) .—Tests de kindergarten, etc., etc. finitivamente anormal o tiene alguna esperanza de mejora­
La nueva educación, afanosa de la i i / i>tí í i * >i id ­ miento? ¿El niño supernormal puede seguir superionzán-
eológica, quiere poner a la escuela sobre bases estrictamen­ dose o hay un límite de ascención y luego viene el descen­
te técnicas. En este sentido, los tests constituyen un auxi­ so? ¿No es el C. I. en el primer caso, un estigma que se le
liar de primer orden, sobre todo en la organización de las pone al niño, un sello de inferioridad, una etiqueta de po­
clases psicológicas o sea la formación de grupos de homo­ breza mental que ya nadie puede modificar?
geneidad psíquica relativa, a base del cociente intelectual
(C. I.), cuya fórmula se expresa así: LA CONTROVERSIA ENTRE ARISTOCRATAS Y DEMOCRATAS DE

Edad mental (E. M.) LA INTELIGENCIA.


--------------------------------- = Cociente intelectual (C. I.)
Edad cronológica (E. C.) Al lado de los problemas anteriores, sugestivos e in­
quietantes, figura prominentemente, por las discusiones que
La escala de clasificación mental de Terman, que ha promovido y pór la tésis que sostiene, el que se refiere
damos a continuación, es la que más se utiliza con este a la primacía que claman los más inteligentes sobre los me­
fin: diocres, a los que miran con profundo desdén. Esto es lo q‘
C. I. de -i- de 140, genio o aproximado a él. ha dado lugar a la ya conocida controversia entre aristó­
" entre 120—140, inteligencia muy superior. cratas y demócratas de la inteligencia, cada uno de ios cua­
" “ 110— 120, inteligencia superior. les hace uso de sus propios argumentos de defensa, que son
" " 90—110, normal. los que vamos a analizar muy preveniente en las lineas que
" “ 80— 90, retardado, raramente anormal. siguen. La actitud de ambos grupos es marcadamente m-
" " 70— 80, en la frontera de la anormalidad. teiectualista. Por esto los llamamos aristócratas y demó­
" de — de 70, definitivamente anormal. cratas de la inteligencia. I se explica este carácter, porque
Sirven los tests, igualmente, para la selección de los los tests han sondeado con tremenda persistencia el cam,^
niños hipernormales, de los normales, de los retrasados intelectual, los dominios de la inteligencia general (no sim­
pedagógicos; para el establecimiento de las clases de opor­ plemente de la inteligencia, que es un concepto más resmii-
tunidad; para la diagnosis de ciertas anomalías mentales; gido), en su afán de dar golpes de sonda en la mentalidad
para dar al niño la instrucción que es compatible con su del sujeto (Decroly) y de apreciar el funcionamiento sinté­
potencialidad psicológica; para orientar el problema voca- tico del espíritu (binet). Es evidente, de otro lado, que e-
cional, para hacer las promociones, para cuyo fin se tiene llos no dominan integralmente el psiquismo de los exami­
presente la distribución progresiva de la mentalidad entre nados y que dejan—como ya lo hizo notar Witmer—campos
los grupos de niños no seleccionados. vírgenes, puros, inexplorados, extensas porciones mentales
Los tests pedagógicos, como es de suponer, ayu­ que se regocijan de su reconditez.
dan espléndidamente bien al maestro en todo lo relacio­ ¿Exploran la vida afectiva? Este es un terreno que se
nado con la psicologización de la enseñanza y con la a- resiente al análisis y al sondeamiento. Las experiencias de
preciación del aprendizaje o del grado de instrucción al­ Decroly, Mac Dougall, Wayemburg y los intentos persisten­
canzado por los escolares. tes de Naccarati y Kretschner de nacer una antropometría
El empleo de los diferentes tests y el análisis de los afectiva, no han dado resultados halagadores. La afectivi­
resultados con ellos obtenidos, han resuelto varios intrin­ dad es la parte más recóndita, más íntima, más personal.
cados problemas, y dejado, igualmente, muchos otros en Es muy difícil englobar al matiz de los fermentos emotivos
suspenso, los que, dada la intimidad de la vida subjetiva, dentro de los límites de un ““standard". ¿Cómo hacer,
se prestan a multitud de comentarios, a cual más encon­ pues, "standards“ de afectividad? De otro lado, esta cues­
trados. Entre los problemas derivados del uso de los tests y tión se roza con el problema moral, profundamente relati­
que han dado lugar a serias controversias, sólo citaremos vo. La ética, en buena cuenta, es un producto social. ¿No
los siguientes: es ésta, por ventura, la tésis que sostiene Decroly al hablar
Io—Los tests, según lo afirmó Binet, sólo miden la de los niños anormales?
inteligencia nativa, aquella que es producto de la herencia, Y en el campo volitivo, a pesar de los esfuerzos reite­
y no la inteligencia adquirida, como lo sostiene la escuela rados de Downey, casi ocurre lo mismo. En los tests, co­
italiana defendida por De Sanctis, Treves y Saffioti. ¿Será mo ya lo hemos dicho en otro lugar, domina, pues, una
posible ésto? ¿Se puede sustraer al individuo de las influen­ actitud netamente intelectualista. He aquí la razón sustan­
cias del medio en que actúa? ¿No son la herencia y la a- tiva déla controversia ya acalorada entre aristócratas y de­
daptación dos términos de una misma e inseparable pro­ mócratas de la inteligencia.
porción? ¿Es la inteligencia una capacidad natural o es, ¿Que sostienen, cuál es la tésis de los aristócratas de
más bien, como dice Woodworth, una capacidad adqui­ la inteligencia? Estos defensores del hombre superior, co­
rida? mo si estuvieran perennemente sugestionados por Nietzche,
16 AM AUTA

falacia. Democracia no quiere decir agrupamiento borre-


HO SE HA HECHO HADA Y HO HA! OH HOMBRE guil, manse, mbre y servilismo. Es un concepto que lle­
va aparejar.. as ideas de libertad, de deliberación personal,
de acción re proca, de mutuo consentimiento, de concien­
No se ha logrado nada. Todos los individuos con sus cia cívica. ¿Puede comprender este alto significado de la
dije rendas son igualmente cómicos. Lo que se podría ase­ democracia el hombre mediocre? ¿Tiene la capacidad y la
gurar es que la inutilidad ha invadido p 'r completo los si­ visión suficientes para escoger con acierto a sus mejores
tios que peligraban quedarse como butacas de teatro en ma­ representantes? ¿No es este grupo mediocre el más propi­
la obra. cio a la explotación de los politiqueros, de los gamonales,
de los caudillos criollos y de los mercaderes de la concien­
No se ha logrado nada, y estas son palabras que los ar­ cia ciudadana? ¿No es el cohecho en las llamadas democra­
tistas y obreros que asoman sus cabezas a nuestros días, de­ cias, toda una institución electoral garantizada por la poli­
berían de llevar prendidas en la sequedad de sus gargan­ cía y el ejército, en muchos casos? ¿No es evidente que
tas. en los Estados Unidos, por ejemplo, donde existe el "elec­
tion’s d a y“ (día de elecciones), que es feriado, los ciuda­
No se ha logrado nada. Pero esto tal vez no sea lo danos casi no concurre n a-las ánforas?
importante. Pues también deberían de llevar consigo un La democracia, continúan diciendo los aristócratas de
juego de revólveres y un procedimiento tóxico para las dudas la inteligencia, es un sueño de opio, una esperanza que tie­
ante los paisajes y las flaquezas ante los hombres. ne toda la fragilidad de una burbuja de jabón, es una en­
gañosa concepción de los explotadores, de los audaces y de
No se ha logrado nada, son palabras éstas que deben los que profesionalmente explotan al prójimo. Nunca ha
repetirse continuamente a todos los lados del Ser visible o sido ni será una realidad. Lo evidente, lo positivo, lo in­
lejano, y en el principio de los caminos y en el aire a flote cuestionable es la aristocracia de la inteligencia, el predo­
de los alambres telegráficos. minio del intelecto, el triunfo del hombre superior. La
Y que no hay un sólo hombre que se mueva desde su es­ historia del progreso, verbigracia, no es más que la epope­
queleto hasta su carne. ya del genio, la victoria de los más selectos, de los esco­
gidos del espíritu.
¡La opinión pública! ¿No es ella algo así como una
X a v ie r A b r il .lo
*I3 fábula que se moderniza, que se remoza? ¿Quienes son los
que opinan? Siempre son los grandes “leaders", los gran­
des conductores, los genios. Es la voz del hombre supe­
rior cuyo mandato recogen las muchedumbres, los medio­
cres, los medianos. La sociología, la psicología social prue­
ban inequívocamente la existencia de este individualismo
se basan, precisamente, en los resultados obtenidos con los conductor del hombre superior. La mente grupo, el alma
tests. colectiva es un perfecto mito. Freud y Mac Dougall, para
¿Cuáles son los argumentos pertinentes en este caso? citar a unos pocos, así lo sostienen. En el fondo de las
Helos aquí; grandes reacciones humanas todo es síntesis individual,
Io—El nivel de la inteligencia del adulto normal, que triunfo de una mente directriz. El éxito es de los pocos,
equivale a decir la del mediocre, se consigue a los 16 de los favoreeidos, de los mejor dotados mentalmente. A-
años (Terman) El C. I. obtenido a esta edad es un pro­ nalizad los grandes movimientos ideológicos y encontraréis
ducto que permanece invariable, sin que las influencias del la confirmación de nuestra tésis. Jesús, Mahoma, Bolívar,
medio y de la educación consigan aumentarlo o mejorarlo. Ghandi, Lenin, etc., son los nombres de estos directores
El porcentaje de individuos que tienen este nivel mental, del pensamiento al rededor de los cuales se apiñan las mu­
conforme lo expresa la curva de probabilidades o de Gauss, chedumbres obedientes. Es evidente, es incuestionable la
victoria del hombre superior. Son las minorías selectas y
es de 50 por ciento, mas o menos.
2°—Un cuarto de la población, entendiéndose por tal gloriosas; son las élites las portadoras del élan vital, del
la de las clases no seleccionadas, no tiene la inteligencia ideal, de la filosofía, de las grandes creaciones mentales y
suficiente para comprender el significado del voto, función sociales que son jalones del progreso, puntos de ascensión
ciudadana indispensable en esta democracia. hacia un mundo mejor, repleto de amor y de justicia. Fa­
3o—Solo 3 1/2 por ciento de sujetos, que constituyen vorezcamos, cíe consiguiente, al hombre superior, al genio,
una minoría selecta, pueden llegar a las universidades y por que de su acción y de sus esfuerzos depende el porvenir
completar con éxito sus estudios. El resto sólo tiene pre­ dejas sociedades. Subyuguemos alas medianías,porque de no
tensiones universitarias que nunca vé colmadas. serlo así y de no triunfar nuestra tésis, podríamos asistir a
una nueva invasión de los bárbaros y a encerrar los desti­
I de aquí nace el profundo optimismo y la cálida de­ nos del mundo dentro de la eterna noche de H mediocridad.
fensa que Lacen de su tésis los aristócratas de la inteligen­ Digamos como Nietzche: “Yo amo al que quiere crear al­
cia, defensa que engloba estos conceptos: esa enorme pro­ go superior a él y sucumbe por ello". Luchemos por el
porción de normales o medianos— "average", como dicen reinado de la inteligencia y de la aristocracia del espíritu!
los americanos — cuyo cociente intelectual fluctúa entre ¿Y la tésis de los demócratas de la inteligencia? ¿Será
95 y 110, (conforme a la escala de clasificación mental o verdad, como opina Le Bon, que la edad moderna—a di­
de Terman), es un perfecto rebaño, un grupo sugestionable ferencia délo que opinan los aristócratas del intelecto—re­
que siempre obra a merced del hombre superior, del genio, presenta el triunfo déla mediocridad colectiva? ¿Debe el
que es el que abre las grandes rutas por las que pasan dó­ hombre superior aproximarse a la mediocridad, impulsarla,
cilmente y con serví? inclinada los hombres de las media­ hacerla producir, dignificarla? ¿Debe tener el genio una
nías, incapaces de las altas concepciones y de escrutar en el función histórico-social, o ser, por el contrario, una víctima
cielo de la utopía, que es una necesidad del espíritu, como del aislamiento y del orgullo individual, siempre improduc­
lo reclama Wells. La imaginación de los mediocres está a- tivo? ¿Biológicamente, es justificada la existencia de la me­
mordazada; ella, como un águila sin alas, no puede remon­ diocridad? Estas y otras interrogaciones serán materia de
tarse a las cumbres, que son los lugares predilectos del ge­ un estudio posterior, en el que también analizaremos la ac­
nio, del hombre superior, del hipernormal, que constituye titud que le corresponde asumir á la escuela renovada en
una gloriosa minoría, siempre encauzadora de los grandes esta palpitante controversia.
ideales y siempre conductora de las grandes reformas.
Con una mayoría amorfa y huérfana de iniciativas y de
nobles concepciones, la democracia es un absurdo y una Enero— 1927.
AMAUTA 17

La Ho r a d é l a s A t a l a y a s En Aquel dulce Imperio

En aquel dulce imperio


Descuelga el Silencio telarañas abstractas
moribundo,
para adornarse..... vivíamos, por cierto,
y paséase ahora
de estúpida manera.
con r u id o s o s il e n c io a nuestro lado.....

Toscos vasos de tedio


derramaban su vino
Asomámosnos entonces a las más altas oscuro,
atalayas del Pensamiento —¡oh, Esclavitud! ¡oh, Muerte!—
y la Sensibilidad. en las resecas llagas sedientas
Abrimos a nuestro paso, de nuestras bocas,
amplia y totalmente,
LAS PU E R TA S INCREIBLES. A veces,
—¡oh, la sombría ergástula/■—
nos creíamos ratas.
Ah!............
Y cuando el sol,
Es cuando creemos VER.... ¡Cuando ya VEMOS! burlando la vigilancia
Cuando creemos OIR.... ¡Cuando ya OIMOS! de los centinelas,
Cuando la parsimoniosa tortuga lograba colar un dedo suyo,
del Conocimiento, encuentra la manera lo deshilachábamos,
de calarse las alas de la Revelación! voraces,
Cuando.... ¡sábe Dios a dónde iremos a dar!..... como a un trozo
de carne.
Pero he aquí que nada.... ¡NAD A!
¡ A s í era, hermanos, nuestra vida
( Y es que el Silencio ha huido. en aquel dulce imperio
y al huir ha dejado colgadas moribundo!
sus telarañas abstractas
en los cinco clavos de nuestros cinco sentidos).
A lcides S pelucín ,

Y ya es la mañana. Y ya es la luz.
LA LUZ?
LA SOM BRA?....

S I G N U S

AM.....
Yo le lloré y le llamé y le dije
la mágica palabra que detiene.
Le dije el verso,
le dije la esperanza,
le dije la oración,
le dije el ruego,
y el estremecimiento
y el clamor
y el grito!

¡Pero él pasó, veloz, indiferente,


como una peregrina flecha de oro,
hacia los horizontes matinales
del sueño, del olvido y de la muerte!
Dibujo de Emilio Petteruti
18 AMAUTA

G A M O Li
POR GAMAUIEU CHURATA

( c o n c l u s i o n , v é a s e e l n u m e r o a n t e r io r ) cuencia y en todas direcciones. Vibran en lejanías y, como


si la montaña recogiera la voz, se les oye bramar junto a los
Que los temas musicales que el indio desenvuelve corrales de la alquería. El mayordomo está convencido que
en su rústico carrizo obedezcan a melancolía, a tristeza el ataque no tardará. Pero no sabe que cuando habla le
añeja, fruto de mitimaes, imperio y conquista, podría ser están oyendo orejas enemigas acurrucadas en el fondo del
ur.a afirmación respetable para quien no presenciara el de­ patio. Antes que lo ataquen, pensando intimidarlos, parape­
venir andino y lo que es más, para quien no hubiese sen­ tado sobre los techos y ventanas, vacía sus cartucheras. En­
tido en sus inquietudes arder la llama oculta que es el tonces los indios brotan del suelo y se inicia la lucha. Ya
mandato de la raza. El indio es de espíritu vibrátil, pero se perciben los ayes de algunos heridos y en el reposo bes­
nó bullanguero; la naturaleza es épica, pero no revoltosa. tial de la noche el quejumbroso balido de las ovejas que
Y el huaiño que ha sido hasta ahora interpretado como un rompen la estaca del redil y ciegas se echan a huir impeli­
bailable sin otra trascendencia, encierra cuanto ha pensado: das por el espanto de los hombres. La indiada trata de for­
en el momento de las cóleras vengadoras es la representa­ zar la puerta principal. Ellos esperaban que se abriera pron­
ción completa de su poder y en la danza la invitación viril to; pero ya han sido degollados los encargados de hacerlo.
del mancebo fornido y florido. Acaso el huaiño en ciertas Presto se vé surgir una llamarada humeante dentro de las
actitudes describe la unción guerrera y siempre un ímpetu pajas de la techumbre y un alarido de placer y victoria en­
de dominio. ronquece. Los gritos se centuplican estentóreos y epilépti­
El marido de la Encarna, alguna vez hubo de pi­ cos. El fuego, en lenguas, lame los muros y se contorsio­
llarla debajo del hijar anheloso del mayordomo. Aquella na en el espacio. Desde el mojinete donde se defendía bra­
vez vació toda su cólera. El mayordomo no tenía armas vamente ha caído uno de los hombres de la finca, uno de
con qué defenderse. Tuvo que soportar el castigo del hom­ los malhabidos secuaces del gamonal. Ha caído entre las fau­
bre. Cada porrazo parecía matarlo. Ese esqueleto primi­ ces, sobre el haz de leña verde, carne fresca para el kanca-
tivo daba la impresión de una maquinaria de muerte. El cho. Lo trucidan con desesperado gesto. Lo maldicen. Lo
mayordomo pidió auxilio; pero ¿a quien? El cornudo se lo parten. No le dejan tiempo para confesarse, lo cual es el
prestó dejándolo semimuerto en el suelo tantas veces cóm­ último dolor del católico. La puerta no cede; pero con feli­
plice. A Encarna la miró con pena. Se la llevó repren­ na agilidad se ha visto a un muchacho trepar paredes, el an-
diéndola, amonestándola; casi con dulzura.
Pero a los ocho dias encontraron al mayor­
domo con la cabeza cercenada en su propia
habitación, mientras el marido de la Encar­
na picchaba su coca habitual. Así permane­
ció hasta que se lo llevaron a la Cárcel.

Todas las noches gime el vjento en­


tre las breñas, silba en el vericueto, amena­
za sordamente entre los pajonales. En sus
chillidos alguien descubre pasos del huaiño,
Es a veces la canción pastoril, motivo de paz
arcádica y el puñal que degüella y justifica.
En la quietud penserosa de la par­
cela cuán dulce y grato al espíritu el dis­
currir cadencioso de la existencia animal.
Cuando miramos, es la chita que balando
busca en la conglomeración de carneros el
pezón de su ubre. Sabe reconocer la voz
de su madre, su dulce entonación. Esto
ocurre al atardecer cuando ei zagal arrea el
ganado al establo. Dios fraterniza con la luz
dorada y la enciende de misterioso hondor.
¡Ah! entonces se comenzó a oir los
breves, espesos rugidos. Ya, hacía el medio
día, para quien oye y sabe comprender, la
pampa estaba preñada de cóleras. Ya se
oía el breve y espeso rugido:
—¡Phu! ¡Phu!
Compactos grupos de indiada, des­
cendiendo los cerros, armados de garrotes,
cuchillos, rifles, hondas, ya de noche, se
aproximaban al caserío. En la Hacienda se
tuvo noticia tarde y luego se procedió a ce­
rrar las puertas, armarse y mandar "propio"
a la capital en solicitud de fuerzas de po­
licía. La indiada se acercaba. Eso era evi­
dente. Silbaron algunas piedras. ¿Quién
comanda a los indios? Eso no se sabe. ¡Al­
guien va! Los phuttutos rugen con más fre- Dibujo de Quispez Asín Quispez
AM AUTA 19

cho cuchillo en la boca sangrante, atravesar los techos entre


las llamas y perderse en nubes de humo... Y luego nada.
P O E M A X I Y
Sólo que la puerta gira sobre sus goznes y la ola furiosa in­
vade el caserío. El incendio se ha propagado. El patio, Estarás blanca
donde acuchillan y machucan, quema como un horno. El rociada de días y días inútiles
mayordomo está tostándose en un rincón; lo buscan afanosa­
mente. Hay montones de cadáveres. Los fusiles no dejan
de vomitar agonías. Lloran las mamalas prendidas de sus Estarás
amados cadáveres, cuando les cae un adobe del edificio que caída en el fondo de noches sin fondo
se desmorona. El muchacho de la hazaña que hubo de hun­ como una lágrima
dir su puñal cien veces en doscientos pechos, se bate como
un puma acorralado. Su cuerpo no tiene un lugar sano. Le Tu alma abrirá los brazos, volarán esperanzas
han acribillado las balas y muchos puñales se le han hundi­ y goteará tu voz en quena de ausencia
do. Apenas respira, pero es para levantar el brazo y ente­ Ha de
rrarlo en el primer obstáculo que encuentra. Le sangran las ve nir
heridas. Los trechos del rostro que no ha manchado la
sangre tienen una palidez de muerte. Ya ábrelos ojos con será un cielo agitado de nubes
dificultad. Apenas puede proferir una maldición: ¡perros! tu pobre pecho convulso sosteniendo a tus senos
Se arrima a una pared. Se arde. Se muere. El, que veía sin sosiego
todo con serenidad y precisión, siente que le han campani­
lleado en el oído como si un campanazo fantástico estuvie­
ra golpeándole el cerebro. Ya no vé las cosas bien. Las vé y al fin por alcanzarme cada credúsculo te desharás
borrosas. Oye una voz lejana: ¡Huahua! ¡Huahuay! Pero la en luz
voz se pierde en una lejanía muelle y porosa. Está blanco en pájaros
todo. Se sonríe. Hay entre sus nervios un cosquilleo que en humo
le hace sonreír. Y luego amanece. ¡Cómo! Sí, amanece. La
noche ha fugado asustada. Todo lo vé de una claridad le­ En tus manos tranquilas han de dormir los caminos,
chosa. Las nubes teñidas de un rojo de leche sanguinolenta. todos los caminos que volverán de mi busca
Y nueva vez la campana y una voz que en la lejanía le dice
¡hijo! con dolor o locura. Y la mujer del encarcelado tirada naufragarán los barcos de tus ojos distantes
debajo del perro mayordomo. Y se vá U. para la feria con y quedarás callada, triturada, sin un grito
los pollerines vistosos y coloridos como aparato de fuego bajo una montaña de silencio
pirotécnico. Y otra vez la campana y un sueño que se está
durmiendo hace siglos. Y alguien que pretende despertarlo pero
en la cárcel está también junto a la burra de buena leche. los vientos locos de todos los puntos, los vientos
La burra negra. ¡Qué tontería! Es Juez de Paz. Y se ha cargados de celos
casado en San Juan el bribonzuelo. Se cayó la muía en el
viaje a la montaña cuando el río le gritó su hambre desafo­ te deberán gritar
rada y el sol por capricho se ha metido en la calceta de la
vieja. ¡Ah, la vieja perra, es la madre del gamonal! Y cuan­
do era niño y todo le gustaba el pan de la ciudad tan SOLA SOLA SO LA
blanco. Y las calles eran tan dulces y la plaza de Puno azú­
car. ¡Qué bien comen en la ciudad! Y otra vez la campana y hasta deshojarte en llanto
la voz que dice ¡HIJO! y él que se sonríe porque ha hun­
dido su puñal en donde hubo sitio. Y luego más blanca la G u illerm o Mercado
alborada y por fin se. ha evaporado y no oye nada y nada
comprende, porque él ha triunfado sobre todos y contem­
pla su victoria cuando lo meten en la tierra envuelto en
una frazada vieja de su- abuelo. Pero ya nó ¡está muer­
to! 4
Vuelve el gamonal al terruño. Es recibido en la esta­ El hombre ante tantas visitas de gentes desconoci­
ción por la innumerable pandilla de sus asalariados, aun­ das, la mayoría de las cuales no entiende su idioma, se a-
que no falten cuatro cholos altivos que vayan a sonarle pi­ coge a las rejas de presidio y mira con angustia mal repri­
tos y latas a cambio de un cuartelazo de esos que dejan el mida, pero ahora con desconsuelo superior a la muerte. To­
cuerpo molido, pero honrado. Al siguiente día el periodis­ dos sólo le miran y pasan. Pero ellos no pasan para él.
mo local,—casi suyo en absoluto, puesto que el que no se —Por qué te han encerrado?
mantiene a causa de subvención fiscal, callándolo discreta­ —¡Tatay!
mente, por cierto, y en el colmo de la desvergüenza, lan­ —Has matado?
zando papirotazos al amo que lo hace desayunar, seguro —¡Tatay!
de que su hojita no llegará hasta la Capital, el que no se —Has robado?
mantiene así, digo, se desencorcha debido a sus dineros —¡Tatay!
particulares,—llámale conspicuo ciudadano, estadista de in­ Al cabo de pocos meses se le verá aparecer tras de
tuición, parlamentario elocuente e integérrimo, hábil políti­ las rejas mirando con cínica insolencia para relatar con frial­
co y por último, hijo predilecto de la madre tierra, honra y dad los detalles de su crimen.
gloria del campanario, e inserta los ardorosos y elocuentes Ese cholo alto y fornido, de una belleza insospecha­
discursos que prepararon dos semanas antes sus fieles y ble, es motivo de motivos para la generación de locos que
agradecidos eunucos. Divinizan el menú, obra de arte sobre hoy invaden el planeta. Allí el indio refina sus vesanías y
la cual escribe alejandrinos de corte modernista, según pro­ cuando sale ¡al fin sale, porque él sabe esperar! es un bra­
pia expresión, el poeta de la aldea, un paliducho señor, li­ vo e invencible caballero de asesinatos y robos.
meño por antonomasia, que tiene por alma una bacinica de
hospital. Divinizan el menú y se lo engullen regiamente, so­ La agilidad de un lazo bien tirado tiene el río que
bre todo el poeta. desciende entre fragosas montañeras, viniendo desde la a-
partada región de los hielos perpetuos. Mete bullas ensor-
1ó ¿ M V M W * r /v

decedoras de amplias sinfonías, brama y ruge entre los pi­ trador, disminuye el fiambre de los chacareros, estudia un
cachos, se desliza lento y suave en las pampas, melodiza y aumento de sueldo al abogado y ordena la prudente distri­
tañe entre las gramas de las moyas. A él se acogen los pa­ bución de lechones entre la gente de pro.
tos trigueños de plumajes tornasolados. Las parihuanas y Vuelve a Puno. Promete secretarías, subprefectu­
los íbices fraternizan a sus márgenes engullendo el limo ras, porterías, becas, subvenciones, títulos académicos, lle­
grasoso. Sus aguas no se utilizan para regadío. Pasan velo­ va consigo dos o tres muchachos pobres cuya mentalidad
ces hasta las hondonadas de los valles y más allá a sumirse sea una esperanza para la patria y, para comprobar la
en el caudal marino. Abajo es la providencia. Entre los hie­ parábola de su actividad política, ofrece un pilón para la
los una lágrima de metafísico brillor. plaza equis y una subvención, del cincuenta por ciento de
sus honorarios, para las sociedades obreras. Y así, grave,
onomatopéyico, ventrudo, retorna a la Capital. El presiden­
Vamos a protestar en forma rotunda. El indio es la te, su amigo y cofrade, le guarda un ministerio. La sombra
bestia del Ande. Y ha sido el constructor de una de las ci­ del Gamonal en la provincia toma entonces proporciones
vilizaciones, o mejor, de una de las culturas, más numanas fantásticas. Allá su vida pasa de antesala en antesala, del
y de más profunda proyección sicológica. Cayendo bajo la W. C. al comedor de un ininterrumpido banquete, hasta
garra de España, el español le ha contagiado sus defectos que un buen día se le revienta el abdomen y el llustrísimo
sin dejarle sus virtudes. Le vilipendia hoy el mestizo, el arzobispo de la arquidiócesis le canta un responso en dó
blanco y el indio alzado en cacique. Esta extorsión no tiene mayor... Su periódico de la provincia se enluta, las condo­
ningún objeto progresivo. El indio es, por ahora, y en la lencias son generales, cívicas. El Administrador, de la Ha­
hacienda, retardatario y ocioso; el blanco no lo es menos. cienda está desorientado, pero a fijas íntimas sabe cómo vá
Hay descendientes de español que poseen dos siglos, vas­ a proceder: el ganado será arreado a buena distancia, y
tos latifundios, y no han llevado un tractor, un automó­ luego... El prefecto sufre un ataque cardiaco. A los secre­
vil, algo que revele espíritu de progreso. El indio es ocioso; tarios profesionales se les vuela el apetito; pero el indio, en
el gamonal, además de ocioso, es ladrón, fatuo e ignorante. la Cárcel, se sonríe: acaso este feliz coincidencia sea el ori­
Nada le lleva entre manos, sino el alcohol para degenerarlo gen de su transfiguración!
y el rebenque para humillarlo. Ninguna escuela. Ni aún es­ En verdad los profundos secretos de la cosa pública
cuela de frailes que es, en el Ande, escuela de achatamiento, han sufrido una interrupción penosa. Hay que hacer nueva
donde se le hace comprender la SUPERIORIDAD del "ni- máquina. El gamonal, personalidad impulsiva, una formi­
ñito": Ni el gobierno. El gobierno es el mayor gamonal de dable capacidad intrigante, hombre de rápidas determina­
la sierra, y a él se afilian los mendíes gamonales para tejer ciones, ambición inagotable y gran estampa teatral: vientre
la impenetrable malla del centralismo limeño. Mientras tan­ bello como la giba del monte, dentadura como las muelas
to, el indio que es un hombre superior en mucho al mesti­ del molino, ha pasado y definitivamente, por las perspecti­
zo politiquero y banal perece en los llanos del Ande sin vas del poblacho provinciano, dejando la certidumbre de
una esperanza de regeneración. Pero estos levantamientos una ausencia opilante. Nadie podrá continuarle. Ha reinado
son el anuncio de uno mayor que cundirá con proporcio­ con derecho divino. Nació para mandar y todos le han o-
nes dantescas luego que haya llegado el dolor a sus lími­ bedecido. Sus extensas propiedades se repartirán entre sus
tes, para imponer, por vez primera, un poco de justicia nulos descendientes. Las tierras tendrán un nuevo propie­
social y económica en los territorios de este vasto país de tario y una vez más se alejará la esperanza del indio de vol­
los inkas, el cual—así debe conocerse en América—es uno ver a la posesión de sus heredades. Para el departamento
de los que tiene mayores injusticias que remediar y más comienza una nueva vida.
campos que sembrar. Es pues, forzoso reconocer que es­
tos llanos del Titikaka engendran buen número de anar­ Ya nadie sabe lo que vendrá después.
quistas. Pero, que todo ello cuaje en beneficio de una re­
volución humana, pues no hay que olvidar que cuando se
nace en tierra israelita ha de ser para expandir sobre el pla­
neta un nuevo concepto de justicia y ya no moral sino Puno.
biológico.

Monta el señor en brioso caballo de montura de ca­


ja, enchapada de plata y se dirige a visitar sus dominios.
El gamonal es buen ejemplo de sentido decorativo barroco.
Lleva finísimo sombrero (el más caro para el caso) poncho
de vicuña con guardas de seda, bufanda del mismo mate­
rial finamente tejido, botas de charol y arcaicas espuelas
roncadoras (de oro). Nada ha evolucionado. Es el tipo del
colonizador nubiano, religioso y fanático, torpe y ambicio­
so. Recogerá, instado por el temor de las habladurías, a
todos sus hijos habidos en vientres de indias para manuar-
los a la Capital de la República, a los colegios, gozando de
becas para estudiantes pobres. Visita a sus pastores. Mu­
chos le recuerdan los pasados años de pillaje: él ha engor­
dado; ellos están abatidos. Mira, cuenta, suma, multiplica...
Tiene una mueca.
Efectivamente, no le engañaba el Administrador,
los terrenos han sido agrandados.
Se felicita íntimamente.
Pero habría sido perder el don de gobierno que se
le descubrió en Lima, si no comprendiese que nada hay
más peligroso para quien manda que dar muestra de ínti­
mo orgullo por los resultados que un servicio humillan­
te, le muestra tras de miserables afanes. El señor hace un Dibujo de Bonilla del Valle
gesto público de desagrado. Regatea el sueldo al adminis­
AMAUTA

“ i n d i o s h a c i e n d o u n a a l f o m b r a ” , por Quíspez Asín

POR :U I_ O G iO G A R R I D O

CACHICADAN La casa ha apagado su fogón, ha cerrado sus puer­


tas, se ha despedido de las colinas y de los matorrales que
/ la circundan y parece pronta a emprender el viaje.
Hasta ha abierto un triángulo entre sus muros y sus
tejados para estar atenta a la llamada de fuera.
He salido esta mañana para llenarme de motivos El camiro ocre y los matorrales, que saben bien que
de eternidad. la casa quiere irse y se irá, como sus dueños, no dicen nada:
Y encuentro que la Mañana se ha tendido sobre los se han puesto a esperar lo inevitable, no más.
caminos, sobre los peñascos, sobre las quebradas, sobre los La casa le ha encargado a un árbol de tres brazos,
tejados, sobre los trigales, sobre las copas de los eucaliptos que está al otro lado del camino, que le avise cuando llegue
y aún sobre las pencas azules. ¡ia hora...........
Y no contenta con esto la Mañana ha colgado. $u co­
lumpio bajo la comba del cielo, entre una nube pétrea que se IV
asoma por levante y otra nube pétrea que hunde sus garras
sobre los cerros del poniente. Este quinual plantado al borde de una colina ver­
La Mañana se columpia y un cóndor teje círculos y dosa y de espaldas a un camino rojo, tiene tres brazos.
círculos y círculos en torno de ella. El quinual ha salido ávido de entre la tierra, rom­
El sol, jocundo y redondo, boga hacia el zenit y se ríe piéndola con ímpetu. Ya, afuera, no ha sabido que ha­
de, la candidez de la Mañana que no se siente envejecer. cer. ¿Subir hacia esa cosa tan azul de arriba? ¿Ir hacia
ese cerro del frente tan manso, tan amarillo, tan redondo?
II ¿Seguir hacia abajo la línea rumorosa de los eucaliptos?
El quinual no sabe que hacer y sus tres obscuros
He llegado a un puente. Un pobre puente de tierra, deseos dieron vida a tres brazos.
■sombreado de alcanfores. Con el uno intentó subir hacia la cosa azul, pero
El puente anuda dos caminos: uno que trepa, ace­ luego el viento del Norte quebró su anhelo.
zando, hacia las alturas y otro que baja, caracoleando, hacia Con el otro quiso alcanzar el cerro manso y amari­
un poblacho. llo del frente, pero el viento del sur lo detuvo, y además
Me he parado a la mitad del puente y porque si he ¿para qué irse tan lejos?
extendido los brazos hacia el oriente y hacia el ocaso; y Con el tercero quiso bajar con la fila de eucalip­
así me he hecho puente también. tos hacia una casa roja, pero el viento del Oeste no lo dejó
¿Pero el puente sabe lo que anuda? ¿Sabe que es y pensó también después que no era digno de él irse por
puente? el camino de otros.
¿Lo sé yo acaso? Y asi fue como se quedó con sus tres brazos exten­
didos sobre la colina verdosa, y de espaldas al camino
III rojo.
La casa que está al otro lado del camino le dice co- .
La muerte, al irse la otra noche, se dejó olyidada sas obscuras a veces y el viento de Levante y el del Norte le
esta casa al borde de este camino ocre. gritan otras en tono mayor.
22 A IV 1 A U T A

Pero él se queda quieto y mudo y sor­


do cotí sus tres brazos como tres cannnos
truncos.
Yo me he sentado esta mañana en el nu­
do de sus tres brazos y se han agrandado
en en mí tres deseos impotentes hechos de
azul y de tiniebla y de cristal.
Este quinual ha sido para mi más hon­
do y más hincador que el libro de las pará­
bolas.
V

Ha pasado cerca de mí, en bajada can­


sina, un indio.
Cetrino el rostro, azulmarino el vesti­
do, flecudo ya el poncho pardo, sucio de
mil lluvias y de soles mil el junco gacho,
el indio se ha detenido cerca de mí.
—Buenos días le dé Dios, señor.
—Buenos días.
Y i. ha quedado mirando con unos
ojos tan uosos y transparentes, que he te­
nido miedi. ie mí.
Un sil. ció vacío, inacabable, abrió su
tarasca entn sus ojos y los míos.
El prega Jó, con una voz opaca: ¿"De
onde es el señor?"
Yo no supe qué contestarle.
Un nuevo silencio que se tragó todos
mis recuerdos de origen y de tránsito se
tendió sobre el camino, entre el indio y yo.
¿Por qué esto?
Tartajeando, por decir algo, pregunté:
—¿Cual es el camino del pueblo?
—Aquel, señor, por aquellos alcan­
fores, bajada abajo.
Yo leí en sus ojos una súplica que me
pareció un crudo reproche y no supe adon­
de mirar.
El indio se fu é cuesta abajo y un reco­
do del canino se omió pronto su persona y J . Eulogio Garrido, por Essquerriloff
su sombra.
¿Por qué y tan sin sentido lloré en­
tonces, señor? dado a la otra banda del Waychaka se ha ceñido a los ce­
VI rros del frente.
Y arriba, el cielo, teñido de índigo, parpadea por
Al bajar una cuesta crucé entre un tumulto ululante sus millares de ojos y parece prendido a las crestas de las
de aldeanos. montañas como un tapiz recamado de perlas.
Una mujer, en tono chirriante, gemía: ¡Ay mi hijito! La Noche se queja en este momento por los siete
¡Ay! ¡Yo creía que me lo habían matau! ¡Ay! carrizos de una antara y canta el dolor de tener que arras­
Un rumor de voces sordas urdía comentarios opacos trarse siempre por las quebradas, y las laderas y no po­
en torno a la voz de la madre. der subir nunca hacia arriba.
—Pero si no lo han matau, comadre. A la costa La antara ha dicho sus confidencias desgarradoras
no má se'aido. a los eucaliptos, a los magueyes y a las ranas.
La mujer de antes dijo sollozante: He querido ver los ojos de la Noche y he hundido
—¡Ay compadrito! Pior pa mí. La costa me lo en la tiniebla los míos y un gran vacío se ha hecho en mí.
matará, dejuro. ¡Ay taitito!
Yo rompí el tumulto y mientras los gemidos de la VIII
madre se hundían en mi carne como espinas cruentas, se­
gu í bajando, bajando, bajando. Mi balcón se abre al Poniente.
V il Pot él veo:
Las copas de unos fresnos.
La Noche se ha acostado en esta quebrada. En diagonal: una pared en ángulo coronada de tejas.
Ha venido desde las cuevas del rio Waychaka y aquí, Un muro festoneado de enredaderas silvestres.
en esta quebrada tibia, se ha puesto a reposar. Una casa vestida de blanco con su techo rojo, acu­
Ha lanzado sus velos a los cuatro vientos; y se ha rrucada a la vuelta de un camino, que sólo adivino.
quedado aquí con su cuerpo inconmensurable y de pan Más allá de la casa: un alfalfar tierno y un montón
moreno. de eucaliptos verdi-negros. A través de los troncos para­
Sentado al borde del camino yo la siento respirar al lelos de los eucaliptos: el tejado de una casa de adobes
ritmo del agua y del viento. desnudos.
Veo cómo ha enredado sus brazos en torno a dos A la derecha una lomada extensa y amarilla; aquí y
eucaliptos enormes con los cuales hace llamadas insistentes allá sauces de un verde traslúcido, eucaliptos de un verde
a las estrellas. denso; una casa entre la arbole ’a, blanca y ocre.
El velo más negro que la noche se ha dejado olvi­ Una manta roja puesta a secar.
AIVIAUTA 23

ATADO A IS MANOS
POR JA C O B O H U R W ITZ

A los compañeros de la U. P. O. P. Era todo, menos S?rela. Sarela estaba enterrada en lo


más hondo de su conciencia amortiguada. Sarela había
1 muerto. Yo amaba a una mujer que había sido. Después
encontré en un burdel aúna Sarela con otro nombre. I era
¿Es noche? ¿Es día? la misma sensación de abismo entre sus piernas en ángulo.
Este abigarramiento de gente ociosa ¿no es igual de día? ¿Cuándo fué?
Gente burguesa. Cómo voy a recordar.
Pero es noche. Ahí están los fanales que han roto de Un día pensé en la bohemia revolucionaria, aquel gru­
un recio picotazo la oscuridad. Ahora se vé al través el po dinámico.... ¿Volver? Me dió vergüenza.
claror de la ciudad. I los autos tienen encendidos sus ojos ¿Vergüenza? ¿Acaso estoy bien aquí? ¿No tengo ya
de lechuza, y llevan al aire, atrás, su heridita roja, hemo- el derecho de ser yo mismo? ¿El error crea acaso el deber
rrágica, que lame el esfalto con su hilo de sangre de persistir en el error?
1 la concavidad de las vitrinas, pequeñas grutas ilumi­ Recuerdos. Ahora estallan mis labios: ¡Maldita ciudad!
nadas, está ensayando retener las miradas. En esta puerta iluminada. Una sombra que yo quisiera
Hace mucho rato, muchas noches, hace muchos días mirar con los ojos. Soy yo. Como Sarela. Algo del pasado.
que me estoy preguntando qué animales tienen así los ojos ¿En qué profundidad pavorosa está esto que me angus­
en un marco negro al carbón. Estos ojos de mujeres al tia, que me densa la posibilidad de alegría?
pasar me miran por las ventanas de un mundo distinto. Qué deformidad me verán los compañeros. Ir allá!
Qué extraño es todo ésto. Paso a paso: Temor—Vergüenza—Angustia—Dolor—
Esto está oscuro. Si. Esto está oscuro. Esta clari­ T risteza—Nostalgia.
dad de la ciudad es más negra que la noche legítima. Si esta calle se prolongara eternamente antes de llegar...
La luz eléctrica se ha inventado para mañana. Si me anulara en el camino...
1 yo—¿soy yo mismo?—me he sumado a esta vida inve­ Si me disolviera en sombra en las penumbras de estas
rosímil, ¿Cuantos van?....uno....dos....tres....cuatro..cinco...- calles apartadas...
seis......seis......seis meses y medio...... ¿YO? Una, dos, tres, cuatro, cinco.......
¿Soi yo, yo mismo, el que acaba de vivir seis meses co­ Una, dos, tres, cuatro.......
mo un idiota, el que abandonó la bohemia revolucionaria? Una, dos, tres,.......
Sí, yo mismo. Una, dos.......
Pero... ¿por qué? Si estuviera sólo, para llorar esta amargura.
Sarela. Si algún regazo de hermana supiera mi angustia....
¿Quien es Sarela? ¿A qué olía Sarela? ¿Qué podía Si pudiera romper este nudo apretado......
Sarela? Si esto no fuera verdad.........
Desgraciado. Eran los ojos, eran las piernas, eran los Una.......
senos, era la boca......
Cómo está triste la calle por mi larga ausencia...
¿Por mi ausencia? La ironía me castiga como un filo
Lo sé pero no lo veo: el rio Waychaka abajo de la que me atravesase la conciencia. ¿Estaré loco? Tengo ga­
lomada. nas de reir, de reir a carcajadas aquí en medio de la calle, y
Más allá un cerro, que trepa y trepa, formando atacar a puñetazos los cristales del primer auto.
combas y sobre las combas: muchos cuadrados, rectángulos, La esquina...falta media cuadra.... está iluminada la ven­
trapecios y polígonos amarillos, sepias y verdes; grupos dis­ tana. Me parece oir las voces de los compañeros, me pare­
persos de eucaliptos, enhiestos al lado de casas campesi­ ce distinguirlas....
nas; caminos bordeados de pencas que en quengos trepan, Me he detenido en la esquina. Cobarde!
bajan, cortan, se tuercen, se paran junto a una choza y Llego a la puerta. La misma puerta...
siguen. Cobarde...
üna quebrada separa este cerro de otro abrupto sin El umbral del departamento. Estoy en el quicio de lai
sementeras,, puerta.
Sobre los dos, tierras con rastrojos de recientes Cuarenta ojos me miran asombrados, estupefactos..
cosechas. Veinte bocas mudas
Más arriba la crestería basáltica de los Andes. I yo estoy mudo.
En el arriba definitivo: un denso tejido de nubes ace­ Densidad impenetrable.
radas, plomizas y blancas, por el cual se cierne el Sol. A uno que reía se le ha paralizado la mueca sobre la ca­
Mientras hago este inventario, el sol juega como ra. A otro la última palabra le ha dejado la boca entrea­
muchacho: dora a ratos el umbral de mi balcón, a otros ra­ bierta. Quien tiene el brazo en alto de haber gesticulado-
tos las casas, los sauces y los rastrojos próximos y a otros Quien....
dando saltos abrillanta los cerros de la otra banda. Bájo la mirada. Se me ha clavado fuertemente en eí
Esto es lo que viene a m í del Universo, en esta hora, suelo. No puedo arrancarla. Quiero murmurar y ni siquie­
a l través de mi balcón. ra se mueven mis labios. Siento una cosa que se desliza:
Los alcanfores orquestan esta siesta; un gallo, un sobre mis mejillas. ¿Estoy llorando? Veo caer una gota..
perro, un buey y un yucro, que no sé donde están, hacen de so­ Estoy llorando.
listas. Hago un esfuerzo desesperado; dando las espaldas co­
M i balcón tiene uua baranda cubista roja con rode­ mo algo terriblemente definitivo me voy hacia la calle paso a-
las grises. paso con el nudo tremendo que me estrangula.
Yo, a dos metros de la baranda, miro, oigo y escri­ Un mano agarra fuertemente mi brazo.
bo sobre una mesa absurda. Mis labios dicen, con emoción, temblorosos: Compa­
Y después de todo esto no siento sino un deseo agu­ ñero. I él me responde: Entra.
do de ser como la baranda de mi balcón. I yo le digo: Te veré mañana.
I me voy por la calle larga. I en mis labios tiembla re
Trujillo, 1926. petidamente: Compañeros..... Compañeros.-........Compañeros-
24 AMAUTA

Ruido de mar tempestuoso. Derrumbe de montañas A Z A H A R E S


pedregosas.
La multitud.
Desde mi balcón.
Empedrado de cabezas sobre el esfalto.
Manchas rojas flotantes.
Clamor. Cantos. Palmadas. Novia mía:
Vigorosa visión de lo invulnerable. mi beso te tropieza
Una rosa roja se me abre como granada en el pecho. en el doblez de todos mis caminos.
También yo necesito gritar, cantar, ir en la multitud.
Cojo el sombrero y bajo las escaleras precipitadamente. Me veía tu lágrima
Me incorporo en la multitud. tomar billete
Nos descubrimos todos: hacia los cuatro vientos cardinales,
los ojos populosos de ciudades,
Arriba los pobres del mundo, el corazón tascando mis laureles.
de pié los esclavos sin pan....
Tu mano recogía
Llegamos a una plaza. Aquí se alza un monumento inú­ la huella iluminada de mis pasos.
til.
Si sirve de tribuna será útil. Tu dedo
Me abro paso entre los compañeros apretados, difícil­ era el palo mayor de mi fragata,
mente, con energía. tu beso hilaba la seda
Me encaramo. de mi casaca roja de pirata.
Compañeros:............
Todos están pendientes de mis palabras. Yo siento
que digo la verdad. Yo siento que me reivindico. Yo sien­ Niñera de mis sueños,
to que se destrenza el nudo. Digo palabras como si lanza­ del arca de tus manos
ra pedradas. A ratos me parece asestar el golpe definitivo vuela mi esperanza,
a la sociedad burguesa... paloma ataviada de mensajes.
Me interrumpen los aplausos. Hago un gesto deses
perado para acallarlos. I reanudo el hilo. Me falta voz
para gritar más alto la verdad, Me falta energía para meter­ En tu pecho de azúcar
les más hondo a los compañeros la verdad. murmuran dos vertientes encerradas.
Termino. La multitud aplaude estruendosamente. Rui­ Mi beso
do de mar tempestuoso, derrumbe de montañas pedregosas. será la hoz en tu cosecha
La multitud sigue. de niños y de pájaros.
¡Adelante!
Al pié del monumento miro cómd se aleja.
Un discurso!....Como si esto fuera bastante. Tus azahares,
¿Me parece haber mentido? las primaveras que te traiga,
Ser. Sí. Ser. avasalladas de triunfos y navios,
Al retirarme con paso que zigzaguea veo la línea sinuo­ el maletín de mis 30 años.
sa de mí vida.
Desde lejos el ruido de mar tempestuoso, derrumbe Te velo desposada,
de piedras, algo atado para mis manos para siempre. la canción de una cuna que mecen
Ser. tus ojos angeles pascuales.
Regreso, apresurando el paso.
Me confundo con la multitud.
Soy. Soy. Novia mía,
Parte, átomo de la esencia. Todo compacto en el que surco de las Americas
no me distingo. que descubrirá la carabela de mi abrazo
Esto que me despeina como ráfagas es una bandera roja.
Soy. Adelante. Todos. UNO.

México, 1926. A lberto GUILLEN


AMAUTA 21

P O L I R RITMO DE LA MUJER V E GE T A L
¡Guitarras bajo las higueras! ¡Trompos azules del día! ¡corazón mió!
Aquí está la fresca amada vegetal.... nos curaremos de todo mal.
La que vi, y el alma mía
se me abrió como una fruta musical. La que sólo parecía alimentada con flores.
Ojos con pájaros, caderas de ágil tazón de soles La que vi, y en una gruta
a carreras de naranjas, margaritas y manzanas de albaricoques, palomas, racimos de uvas y olores,
por mi sangre la sentía atravesar... se quedó como un barquero solitario con la luna
La que vi y me dió el amor a las mañanas, a temblar mi corazón.
(¿Sonaba nidos? ¿Colgaba frutas? ¿Olía a rosas?) (Oh, querida, fresca, fresca
y unas súbitas nostalgias misteriosas ágil y alegre querida,
de montar caballos blancos, trepar árboles, nadar. .. ¡qué vergüenza, qué vergüenza,
madrugar todos los días de haberme dejado hacer tan triste por la vida!)
e irme solo por los campos, ¡verde andarín! ¡loco andarín!
con mi campana de lejanías ¡Maquinistas silenciosos de las noches estrelladas!
y el pecho alegre como un clarín La que vi, y sobre mis penas rudas, solas y calladas,
(¡oh segadora fina que amó mi alma!)
(Rey Salomón: ¿dónde está tu arpa para cantar? pasó cantando sus cantos demediodía y pasión,
Rey Salomón: ¡pandero y vino para bailar! con su risa vendedora de naranjas,
Rey Salomón- ¡qué Sulamita para besar!) con la música crecida de sus senos
y las cerezas alegres de su joven corazón.
Parada, un árbol
echada, un río ... ¡Oh, partir con ella un d ía ...!
sentada, un alba sentimental... Oir la estrella de las guitarras de las lagunas,
¡corazón mío! ver los caminos
la metafísica angustia sorda con que los pinos
miran las lunas...
Andar... Soñar...
Besarla súbitamente loco bajo las parras y las higueras,
¡cantar...! ¡gritar!...
Zumban abejas... rocío.. . . flores... nidos... ¡los nidos!
¡qué cuchicheo de cuentos de hadas en los oídos!. ..
Correr... reir
sentarnos solos junto a los árboles a comer guindas
con dedos finos de amor y de cristal...
(¿de dónde sube esa serenata de violetas?)
y hasta algún sapo que a nuestro lado llega tirando sus vol-
de payaso de la luz ¡cubista acróbata matinal! (Teretas

¡Oh, vivir juntos!


¡Llorar unidos la misma lágrima y ver unidos la misma es
(trella-

Partir con ella !


en un auto que tira su sangre panorámica
a noventa kilómetros por hora,
locos de alegría, de claridad
(la luna nos sigue corriendo hermanita... Ya miro la aurora...)
¡adiós, nube!
¡adiós, árbol!
¡adiós, pobre luz de allá, sola...!
locos de alegría, de intimidad,
de libertad
d e f e-1 i-c i-d a d

¡Pañuelos de las estrellas que llaman mi corazón!


Ya no quiero más amores con las de seda y 1 1luna.
Aquí está la que el espejo de la luz trae en la frente!,
la que vive, sufre, ríe, ama, canta, engendra, siente...
la del amor natural, claro, fragante, indistinto,
sabor a areanas verdades fuertes de aires y soles,
la que ve, y alzo el instinto,
todo el coro de sus vivos y dramáticos alcoholes.
La que me llenó de rosas
y músicas y banderas,
la que me dió más resueltas las ideas generosas,
la que no enerva, disuelve y mata de lejanía,
la afirmativa, la vegetal,
¡la que es la mía! ¡la que es la mía! ¡la que es la mía!
marcha de frutas, albas y soles, ¡marcha triunfal!
V í c t o r R a ú l H a y a d e L a T o r r e , fundador de la Fiesta de la
Planta, y el gran pintor mexicano D ie g o R iv era J uan P arra del R ieco
26 AM AUTA

EL CAPITAL SLUKIH Buen Capitán,


Capitán loco y aventurero,
como tu vida se desfigura
bajo la sangre
del ala negra de mi sombrero

¿Por qué hoy te has apoderado de mi alma, Capitán? Se van las olas dulces y rotas...........
Mientras miro estos barcos de vela que se van, Ya cae la lágrima de Aldebarán..........
y en el puerto estoy solo con mi cabeza ardiente sobre las últimas gaviotas.
junto a las altas proas visionarias ¿Por qué hoy te has apoderado de mi alma Capitán?
y dichosas,
y fraternizo con los hombres agudos y callados
de la descarga terca y amorosa, J uan P arra del R iego
y amo ver las llegadas de esas lanchas de carbón,
que vienen como dulces madres embarazadas
y estas maderas de árboles de América
y las harapientas músicas
del acordeón
¿Por qué hoy te has apoderado de mi alma, Capitán?
Y de golpe en mis sueños tan grande te he sentido,
y he amado
tu vida de salvaje y delicado
H O C T U R E O
heroe desconocido, Cuatro ciegos
del mar....... guían la noche.
Voluntad y alegría, triunfos y sufrimientos La sombra está cosiendo
que todos tos niños deberían amar la senda.
en estampas sonoras, coloristas y arcanas
de libros de cuentos
abiertos por las puras manos de las mañanas. Las estrellas
tropiezan con los árboles
y se caen en las aguas.
Porque la mar fué tuya más allá de la vida,
Capitán, Capitán Por un recodo
y más allá de donde la muerte para su árbol se asoma la mañana
amarillo de pájaros que nunca cantarán. blanca de sueño.

Tuya sobre la espalda de la sirena loca,


y el adiós de la pobre mujer abandonada M A Ñ A N A
y esa luna que toca
la cara pensativa y delicada
del ahogado perdido........... Tuya en la marejada Senos de las colinas
de mares de un salvaje fósforo azul, sonoro, cuyas cimas blanquean
donde el tiburón baila su cola de alquitrán. con leche de las albas
Tuya en el arpa limpia con su sonido de oro,
que hace cantar las islas que no se encontrarán, Los cielos mañaneros
y en esas soledades dramáticas del Polo van a cubrirlos
donde la muerte tiene su ciudad de cristal. con sus sedas azules
Y sobre la Esperanza y el Olvido
se abre el blanco abanico de la aurora Boreal. La caricia del Sol
¡Islas Baleares! se hunde en la frescura
¡Islas Azores! del suelo
Mi alma ha perdido ya sus cantares
y sus amores.
¡Madagascar! Y se va abriendo
en cantos de verdura
un día solo con una Biblia y mi carabina
me haré a la mar. la tierra.
B lanca L uz B rum de P arra del R iego
AMAUTA 27

E X P E R IE N C E S SO CALES

EL C O N FLIC TO MINERO
POR O E S A R F A U O O N

(CONCLUSION, VEASE EL NÚMERO ANTERIOR) nicos del Estado o los particulares pueden organizar el pro-,
yecto en dos semanas y en menos tiempo aún encontraría
el Estado el dinero necesario para incautarse de ellas.
LA NACIONALIZACIÓN INEVITABLE.'!’ Pero la modificación del sentimiento público es un pro­
yecto mucho más difícil de formular y realizar. Los "lea­
Hoy, después de dos años de conflicto, la crisis conti­ ders" mineros no han logrado todavía presentarlo acertada­
núa en el mismo estado. Porque la crisis verdadera consis­ mente, Ya se han dicho las razones por las cuales no han a-
te en la inadaptabilidad de la organización minera para cum­ certado. Mas siempre es un ejemplo apto, por que son los
plir sus funciones actuales. Mientras la minería no se trans­ hombres más cerca de las minas y los más interesados en plan­
forme en un verdadero servicio público no podrá satisfa­ tear bien el caso. La idea precisa saldrá, claro es, si no de
cer eficientemente las necesidades industriales del país y ellos, de alguien. El problema está allí latente y no puede
resolver para siempre su crisis interna. quedarse así toda la vida.
Esta es a todas vistas la única solución definitiva. Bas­ El pueblo inglés necesita convencerse, esto es, ver la
ta ver cuánto le han costado al país los siete meses de paro necesidad de nacionalizar las minas para cumplir con ellas
para advertir cómo la crisis minera no es un caso indus­ dos fines primordiales: abastecer eficientemente de com­
trial, sino un problema nacional. El paro le cuesta a Inglate­ bustible a la industria británica y pagarle altos salarios a
rra la pérdida de ciento cuarenta millones de días de traba­ los mineros. Nada más. Lo demás debe estar subordinado
jo y de sesenta millones de libras en salarios, seiscientos a estas dos exigencias. Tal vez el Estado, cuando se haya
mil desocupados más en las otras industrias, once millones apoderado de las minas, para satisfacer aquellas obligacio­
de libras en socorros a los desocupados, cinco millo­ nes, pierda dinero y le imponga a los contribuyentes la car­
nes ochocientas mil libras en auxilios a las familias mineras ga de sostener a los mineros. Pero esto es precisamente lo
y más de trescientos millones de libras en daños sufridos conveniente para el país.
por el comercio en general. Antes y durante el conflicto, y ahora mismo, la cliente­
Cuando una industria puede causar con la suspensión la patronal esgrime triunfadora el argumento: los mineros
de su funcionamiento perjuicios tan enormes y tan genera­ no tienen derecho a vivir a expensas de los contribuyen­
les, su funcionamiento se convierte en necesidad publica. tes. Lo han dicho y lo dicen para evitar nuevas subvencio-
Este es el caso de las minas británicas. Son un factor in­
dispensable en la vida y el progreso nacional y no pueden,
por tanto, estar sujetas a las contingencias de los intereses,
las doctrinas y las conveniencias particulares. Así como In­
glaterra no puede dejarle a nadie la propiedad de las aguas
de sus ríos o de los puentes o del servicio de correos, tam­
poco puede dejar hoy,—y mucho menos lo podrá mañana,
—a la propiedad privada, el manejo de un factor tan esen­
cial para su vida como la minería. Tan esencial, si no más,
como las aguas de los ríos, los puentes y los correos.
Por esto, la única manera de resolver eficazmente la
crisis minera es la nacionalización de las minas. Ninguna
otra medida la resolvería con tanta eficacia. Desde luego,
aquí se habla de la nacionalización solo con referencia al
problema específico de las minas británicas. Hablar contra
ella porque es una proposición socialista es tan tonto co­
mo proponerla por la misma razón. Inglaterra no es ni
ha sido nunca una comunidad socialista y, sin embargo,
las calles están socializadas y en varias de sus ciudades es­
tán tnunicipalizados la luz eléctrica, el agua y los tranvías.
Las minas han llegado a ser una cosa de necesidad tan pú­
blica como las calles.

OBSTÁCULOS PARA LA NACIONALIZACIÓN

Pero la nacionalización de las minas, aún después de


haberse comprobado claramente su indispensabilidad, no
es una cosa fácil de hacer. Las calles fueron socializadas
desde el primer momento, las ha hecho el pueblo, no han
estado nunca en manos de particulares y todo el mundo
tiene la costumbre atávica de mirarlas, respetarlas y admi­
nistrarlas como una propiedad comunal. Las minas, en cam­
bio, se han hecho por iniciativa, con el trabajo y el capi­
tal de particulares. Jamás han dejado de pertenecer a la
propiedad privada y hasta hoy no ha habido un motivo su­
ficiente para convertirlas en propiedad pública.
Esto es, a mi juicio, el obstáculo más serio para la na­
cionalización. Todos los demás no tienen relativamente im­
portancia. En el instante de nacionalizar las minas, los téc­ J o s e p h V is s a r io n o v ic h S ta lin , líder del paitido bolchevique
28 AM AUTA

nes a la industria. El argumento, sin embargo, es perfecta­


mente falaz. Si los contribuyentes sostienen los altos sala­ C E Ñ O
rios de los mineros, no les hacen a estos ningún favor, sino
se lo hacen a ellos mismos. En primer lugar: los altos sa­ Todo estaba perfecto
larios de los mineros significan mayor consumo y, conse­ en este marco:
cuentemente, utilidad para el conjunto de los contribuyen­
tes; en segundo lugar: si los mineros no desempeñan, pa­
gados y controlados por la comunidad, una función social,
pueden, en uso de su derecho, recurrir a la huelga cuando
les venga en gana o cuando la crean útil para defender sus
aspiraciones y, en consecuencia, infligirles una pérdida for­
¡Perfecto pero estrecho!
midable a los contribuyentes; y, en tercer lugar, si el car­
sin una risa ni un llorar.........
bón ha llegado a ser una necesidad nacional, el Estado de­
Pasé de largo,
be hacer de la minería un servicio público, como el de correos
y pagarlo sin tener en cuenta el negocio, sino la utilidad. a s í : ------------------------ —
pasé de largo, sin voltear........!
La prueba de la falacia del argumento la tenemos hoy
en números. Los contribuyentes han perdido cuatrocientos
millones de libras por no haberse gastado veinte en la mi­ Todo estaba preciso
nería. Las subvenciones del año pasado no le han quitado en este círculo: ¡ah!.
un céntimo a nadie. El año próximo, por haber defendido Preciso pero inmóvil y sin brillo!
celosamente este año el gobierno el dinero de los contri­
buyentes, se recargarán las contribuciones y todo el mun­ Volví mis pasos,
do lo sentirá en el bolsillo. I I I I I I I
Pero mientras no haya quien lo explique leal y sensa­ volví mis pasos hacia atrás!
tamente, los contribuyentes, aunque les cueste el dinero,
no entenderán bien el problema. Según afirman los patro­ E d il . Z uleta de A liaga .
nes, la organización actual de la minería británica es la me­
jor del mundo y muchos hombres sencillos lo creen.
la pro po sició n L loyd G eorge
LAS "ROYALTIES"

El mejor método para formar conciencia popular so­ Pero la adopción de una medida semejante, entendida
bre la nacionalización de las minas, como para toda refor­ como principio de la nacionalización gradual de la industria,
ma profunda del organismo social, es ir demostrando, y ex­ solo puede adoptarla un gobierno independiente, sin com­
perimentando, su conveniencia con hechos. En la reciente promiso ninguno con los intereses en lucha. Un gobierno
disputa se ha olvidado con frecuencia uno de los puntos nacional de veras. El gobierno de ahora, controlado por
más importantes del problema minero: el de las “royalties" los más recalcitrantes conservadores, no ha querido ni ha
Solo los "leaders" de la Federación lo han señalado con un podido emprenderla.
propósito de propaganda. Los patrones y demás compro­ Cuando se planteó el conflicto, era en junio del año
metidos en la industria se lo han callado, entre otras razo­ pasado, el gobierno, cogido de sorpresa por la amenaza de
nes, porque es indefendible, no ya ante las teorías socia­ huelga, acordó subvencionar a la minería a fin de conservar
listas, sino ante las propias teorías capitalistas. el tipo de salario vigente entonces y nombrar una comi­
Las “royalties" son el canon cobrado por los propieta­ sión dictaminadora sobre los medios necesarios pera resol­
rios de las tierras donde están ubicadas las minas. Estos ver la crisis. Esta comisión, presidida por sir Herbert Sa­
propietarios cobran una buena cantidad de libras al año. muel, entregó su informe en febrero de este año. Un in­
Las “royalties" del duque de Northumberland representan forme bien meditado y documentado en el cual, entre mu
al rededor de setenta mil libras anuales y las del Marques chas otras medidas muy atinadas o justas, se proponía la
de Bute algo así como ciento veinte mil. nacionalización de las “royalties’'.
El derecho de los propietarios de la tierra proviene de Ya se conoce cuantos tumbos ha dado el informe has­
concesiones territoriales hechas, no a ellos, sino a sus an­ ta la huelga general del uno de mayo donde terminó defi­
tepasados, en algunos ejemplos muy remotos, por el rey. nitivamente. Patronos y obreros lo aceptaron en parte, has­
Los actuales propietarios de las tierras solo han tenido el ta donde les convenía, y el gobierno, a pesar de haberlo
trabajo de heredarlas. Ellos no han hecho nada ni gastado aceptado íntegra y públicamente, se limitó a presenciar la
un céntimo en las minas. Cuando se ha descubierto una mi­ disputa y a intervenir innumerables veces para reconciliar a
na en sus tierras, se ha formado una compañía para explo­ los contendientes, aunque ya se veía la imposibilidad de re­
tarla, y esta compañía y los obreros son quienes han hecho conciliarlos.
todos los gastos, todos los esfuerzos, todos los sacrificios y Pero el gobierno no podía hacer otra cosa. Porque es
todo el derroche de abnegación y de inteligencia para crear un gobierno de clase doctrinariamente comprometido en la
la industria minera. Los propietarios de las tierras se han disputa y dominado por los patronos. Si no hubiera sido
limitado y se limitan a cobrar millones de libras por "ro­ así, despues del fracaso de sus primeras tentativas, cuando
yalties", y en no pocos casos, en el mismo terreno bajo el se hizo patente la ¡rreductibilidad de patronos y obreros, ha­
cual, a mil pies de profundidad, trabajan los mineros, tie­ bría aplicado por ley el informe de la comisión. Este era
nen ellos sus magníficos hoteles y sus campos de caza y de el camino recto. El país se habría gastado veinte millo­
recreo. nes de libras en lograr el informe y, ante la obstrucción de
Como se ve, este no es un aspecto socialista ni capi­ patronos y obreros, tenía derecho a servirse de su parlamen­
talista. Es sencillamente un insoportable rezago feudal. to para aplicarlo. Más aún cuando el informe es la propo­
Mientras las compañías y los obreros y todo el país con sición de arreglo más equitativa y serena conseguida hasta
ellos, sufren los estragos de la crisis, unos cuantos señores, la fecha. Lloyd George ha sostenido constantemente este
nada más sino por haber heredado tierras, recogen millo­ punto de vista y sigue teniendo razón.
nes de libras. Su falla le está costando al gobierno una serie de de­
La reforma de la industria necesita comenzar indispen­ rrotas en las elecciones parciales y le costará, tal vez, la de­
sablemente por la nacionalización de las “royalties". En rrota definitiva en las próximas elecciones generales. Pero
tanto las "royalties" sigan pagándose a particulares, la esta es ya otra parte del pleito. La parte política. Aquí
industria sufrirá la tara de este profundo defecto económico solo se ha tratado la parte económica.
y de esta terrible injusticia. Londres C esa r F a l c o n
A IV J A U T A %

NOTA POLEMICA

No necesito casi declarar mi desacuer­


do con la tesis que saca César Falcón de este
balance del conflicto minero. Pero debo, de
toda suerte, contestar enseguida sus propo­
siciones. Por muchos títulos, el pensamien­
to de Falcón tiene tribuna propia en esta
revista. No recordare el que nace de nues­
tra antigua y fraterna amistad. Falcón y
yo somos, casi desde las primeras jornadas
de nuestra experiencia periodística, comba­
tientes de la misma batalla histórica. Ade­
más, su sinceridad absoluta, su fina y sagaz
inteligencia, y, sobre todo, su autonomía de
todo interés de clan o de casta, le dan dere­
cho a ser oído por los hombres de espíritu
renovador, hasta cuando el criticismo, que
lo caracteriza un poco como intelectual, lo
conduce a las más bizarras y audaces espe­
culaciones teoréticas. No he fundado" Aman­
ta" para imponer un programa ni un crite­
rio sino para elaborarlos, con el aporte de
todos los hombres dignos de participar en
esta empresa. Esta es una revista de debate
doctrinal y de definición ideológica que se
propone allegar y ordenar los elementos de
un ideario más bien q’ de un programa. Trai­
go mis puntos de vista—ya bastante notorios,
pues no disimulo ni escamoteo mi posición—
pero quiero confrontarlos con los puntos de
vista afines o próximos.
El cuadro que Falcón nos ofrece del
conflicto minero es un cuadro objetivo. Pe­
ro no lo son sus conclusiones. Falcón, des­
pués de encontrar insuficientemente demos­
trada por los obreros la capacidad del Es­
tado para administrar las minas, acaba pro­
clamando la necesidad de nacionalizarlas. La p r o c e s i ó n d e i o s M ila g r o s por Quíspez Asín
La economía de Inglaterra reposa, prin­
cipalmente, en la industria carbonera.
El Estado no puede abandonar en manos de los par­ de clases", que Falcón, por reacción contra la jerga marxista,
ticulares su gestión, desde el momento en que resultan parece eludir sus términos y hasta los hechos que designan.
incapaces de asegurar su funcionamiento eficiente. Falcón El propio Falcón, sin embargo, reconoce que “el Estado
registra este hecho, sin atenuaciones, apreciando cabal y también tiene sus principios y estos principios, ninguno de
precisamente su trascendencia. Mas no quiere que se ha­ los cuales le predispone a incautarse de las minas, son el
ble de nacionalización sino respecto del problema específi­ primer obstáculo para la nacionalización“ y agrega qne:
co de las minas. El error de los obreros está, a su ju i­ “los técnicos del Estado, y con ellos es indispensable con­
cio, en su empeño de proponer la nacionalización en el nom­ tar, no encuentran todavía entre sus ideas la de de la na­
bre de la doctrina socialista, en vez de sostenerla en nombre cionalización de las minas".
del interés concreto y tangible de la economía inglesa. El Estado, pues, no es neutro,—como Falcón necesi­
No mira Falcón a un hecho que le explicaría clara­ taría que fuese para que su tesis se apoyara en la reali­
mente porqué la idea de la nacionalización aparece natural dad;—el Estado se atiene a sus principios y nó a los hechos;
y espontáneamente en el programa socialista y nó en otro pro­ el Estado representa un sistema y una doctrina que no acep­
grama. Este hecho es, sencillamente, la imposibilidad na­ tan sino por fuerza un concepto o, mejor, un procedimiento
cional o social de que subsista la gestión privada de la in­ que les sea extraño. Falcón quiere la socialización, de un
dustria carbonera. Desde el instante en que la gestión pri­ gobierno capitalista—expresión histórica de una economía li­
vada,—esto es capitalista—de la industria carbonera, ha beral y una filosofía individualista cuyo postulado cardinal
empezado a mostrarse impotente para manejarla de acuer­ es la libre concurrencia—más bien que de un gobierno so­
do con el interés colectivo, se ha constatado en Inglaterra nó cialista, porque en este último caso le parecería sospechosa
una crisis específica y exclusiva de las empresas mineras sino de sectarismo y principismo. La especulación teorética lo lleva,
una crisis general del sistema capitalista, y de la economía sin que se dé cuenta, a “fare i conti senza Tosté",como se
liberal. dice en italiano. El oste“ es aquí el Estado capitalista.
La fórmula de la nacionalización no ha sido encon­ El problema está, nos dice, en convencer al país de
trada por un técnico agnóstico, de esos que Falcón, con una la conveniencia pública de nacionalizar las minas. Bien.
concepción abstracta del Estado, incompatible con el rea­ Pero en convencer al país de ésto, no tienen interés alguno
lismo de un hombre que viene de la escuela socialista, qui­ los capitalistas. Los únicos que, por razones de ideal, de
siera en el gobierno. La preconizan los obreros porque son interés, etc., se esfuerzan por lograrlo son los laboristas.
las únicos que pueden preconizarla. Y los argumentos que Solamente con ellos,—o sea con el socialismo,—llegaría al
emplean para esto son, justamente, los que deben emplear gobierno una fuerza convencida y decidida a actuar la na­
Falcón olvida que el Estado demo-liberal es el ór­ cionalización. Falcón apela a la opinión, al país. Pero
gano de la clase capitalista. Su revisionismo lo mueve a la opinión, el país, se organizan y manifiestan en partidos,
precindir de la existencia o la realidad de las clases y más vale decir en programas y teorías. Las últimas elecciones
aún de su conflicto. El afán de considerar y examinar, dieron la mayoría al partido conservador que, como es evi­
particular y concretamente, el conflicto minero, lo lleva a dente, no tiene ninguna intención de socializar las minas
separarlo y distinguirlo del conflicto entre capitalismo y porque—Falcón lo confirma—“ninguno de sus principios
socialismo. Tanto se ha hablado de “clases " y de “lucha lo predispone“ a este a c t o . — J o s é C a r l o s M a r ia t e c u i .
30 Am a u t a

LA HORA DE AMERICA
Construyamos ei futuro americano mirando el pre-sente europeo
POR FELIX DEL VALLE

Cuando se oye decir que "la vieja Europea se derrum­ No ha existido una aduana, una barrera para los defectos
ba" no se piense en una frase que se ha hecho a fuerza de que aquellos medios, que aquellas fórmulas y sistemas lle­
repetirse constantemente. Es exacta, y dedicándose a la ob­ vaban consigo. Han crecido, pues, a la par, cualidades y
servación y el análisis someros de la situación actual, se defectos. El fenómeno no podía- ser otro, salvadas dife­
comprueba mejor. Pero no se crea, por ello, en un cata­ rencias sustantivas, que el europeo. El problema de la
clismo integral, en una desaparición de la vitalidad anima­ unión de América, por ahora, es tan difícil como el pro­
da y siempre fértil de leyes y de instituciones básicas, fun­ blema de la unión de Europa. Yo sé que no debería ser­
damentales, inextirpables. Lo que acaba, lo que inevita­ lo, que en el fondo no hay nada para que lo sea, mas la
blemente se derrumba es una arquitectura, un decorado so­ realidad es esa y americano que no vea tales dificultades
cial que pugna por mantenerse resistiendo los embates de es que “a priori" cierra los ojos para no verlas.
fuerzas contrarias cada día mayores y más pujantes. No ¿Por qué no vamos ahora, que es el momento opor­
se necesita ser profeta, ni hombre singularmente avisado, tuno, delante de Europa? No es para ganarle la carrera,
ni siquiera hallarse saturado de la intimidad de la política ni para "epatarla”. Será para mejorarnos, para comenzar
europea—que ello exige tiempo y estudio a fin de extraer a ser definitivamente, en una palabra para consagrarnos
nociones, interpretaciones, consecuencias propias y origi­ ejemplarmente en el concierto universal. Todo consiste
nales—para vaticinarlo. en que no renunciemos a ver, en que no nos encerremos
Se respira el fracaso en los hombres de la calle, en en los eternos prejuicios que alimentan la medrosidad-^a-
las cosas, en las conversaciones, en las fluctuaciones eco­ ra adelantarse, en que se sacrifiquen vanidades e intereses
nómicas, en mil síntomas cuyo secreto origen no es otro estériles y perecederos, en que seámos trabajadores y estu­
que la descomposición del antiguo estado de cosas. Cla­ diosos y honestos y en que un gran sentido de humani­
ro es que la política, o, mejor dicho, los políticos, apunta­ dad sea idea en la cabeza y sentimiento en el corazón.
lan el viejo edificio y las luces que. ellos, o, las conve­ Siempre se dice que esta misión se halla encomenda­
niencias de ellos, proyectan hacia afuera no permiten ver da a la juventud, pero las juventudes pasan, gritan, enve­
las tinieblas interiores. Estando cerca se perciben. Tén­ jecen, mueren y la misión queda en pié. Es el instante
ganse en cuenta, además, que al llegar a América, las no­ deque la misión se realice. Mañana es mañana y hoy ya
ticias más pesimistas, han sido ya sometidas a múltiples es ayer.
adelgazamientos. Las trabajadores, los hombres de estudio, cuántos
El escritor libre, absolutamente libre, tampoco dispone dispongan de alientos, viejos y jóvenes, con tal de que
de medios amplios, de escenarios vastos, para esparcir la tengan el espíritu dispuesto a seguir las rutas de la Ver­
verdad, oficialmente disfrazada u oculta. También se halla dad y del Bien, son los llamados a la obra. Hasta hoy en
condicionado por el criterio de los grandes rotativos a que América no se ha planteado el problema de América. Se
sirve. Pero que la gran batalla—capital—trabajo—libertad han dicho palabras, se han realizado congresos, hay miles
—justicia,—se lleva a cabo, más o menos subterráneamente, de ideas dispersas, de frases bonitas lanzadas al viento,
no cabe dudarlo. Lo acabo de comprobar en los breves y de conferencias lucidas en las que el aplauso ponía el
días que he permanecido en Francia, donde si bien la lu­ punto final en las aspiraciones de sus autores. Todo ello,
cha es menos visible, se oyen los rumores de Inglaterra y naturalmente, ha sido casi inútil. América, si se ha visto
de otras partes del mundo, con más claridad que en esta asi misma ya, no se ha tocado ni se ha palpado aún.
España rutinaria y conservadora, vuelta de espaldas, quie­ ¿Qué ha hecho? ¿Qué piensa hacer de si misma para en­
ta y sorda, ante el frenético correr de la humanidad. cauzar sus fuerzas inéditas, más numerosas y vigorosas
Negar la situación sería un crimen. Combatir, su­ que las que ya han salido a la superficie y han estallado?
mándose a los criterios viejos de las fuerzas representati­ Repárese en jue son las fuerzas agotadas allá las mismas
vas en lucha, no por oscilante, a veces, menos gigantesca que van produciendo la caducidad de Europa. América,
que cualesquiera otras batallas históricas, acusaría cando- espejo y reflejo de la civilización europea, ¿observa la do­
rosidad. Son los hechos tan claros que, meros espectado­ lorosa y profunda experiencia? ¿Hay un solo hombre
res, estamos obligados a exponerlos a pueblos que pueden de los allí denominados de autoridad y de estudio que
forjarse, precisamente por no estar plasmados, una concien­ haya sentido, no expresado, la urgencia de trazar un rum­
cia nueva. bo americano, de planear, para vivirla, una vida america­
Para empezar a escribir se necesita espacios, cuartillas na, de anticipar realizaciones que mañana cuando vengan
inmaculadas. En América lo están casi todas. Las pocas impuestas por la fuerza de las circunstancias, no signifi­
que hay escritas, sepultadas ya en la historia, son fácil­ quen luchas, pérdidas de todo orden, dolores, en suma,
mente extirpables. Es el momento, pues, de alistarse, de retroceso, malestar, desfalco al progreso verdadero y robo
ganar al tiempo, sobretodo en nuestros países. Las razo­ a la real y efectiva felicidad de los pueblos?
nes, las causas, no son oscuras. América ha ido tras la No se vea en mis líneas crítica a personas o gobier­
civilización europea como un perro fiel tras de su amo. nos determinados, Soy enemigo de inculpar a los gober
Un amo que para su propia utilidad era cordial. Recién nantes faltas que nos alcanzan a todos. Al contrario, mu­
se despierta en America una conciencia americana. Puede cho han hecho algunos por la prosperidad de su país, se
afirmarse que solo ahora tiene America una idea de si les llame dictadores o tiranos, y eso, en día de generosa
misma. Ya quiere ser. serenidad, habrá que reconocerlo.
Tal despertar no es sino el proyecto, lleno de posibi­ Yo me refiero a algo mas trascendental y profundo,
lidades, de un camino que aún no está trazado. ¿Cómo que escapa a las manos fatigadas de los hombres de es­
debe ser América? ¿Cuál habrá de ser la fisonomía del tado y a las de una cualquiera señalada fracción o gru­
continente y las facciones de esta fisonomía? po; a algo plural que está más allá de la política y por
América forma un conjunto hondamente armónico, pe­ encima de ella, a necesidades vitales, sustanciales, actuales,
ro, en la superficie, mas inarmónico que el europeo. Ha del organismo americano.
habido paso franco para las doctrinas, las maneras, las Las personas, en cierto modo, no valen nada: está vis­
fórmalas, los medios saludables d éla civilización europea. to que a una se le sustituye con otra y si fuese de dis-
AMAUTA

C A L E N D A R I O
POR RUBEN AZÓCAR

1 El arco-iris se ha posado en tus hombros.


Ahora dame la dulce flor que te prendo a la boca y
En apartada soledad los días debilitados sustentan el tus senos son dos alondras infinitas.
silencio detrás los pabellones los centinelas despiertos equi­
vocando los senderos lluviosos pájaros y los trenes lluvio­
sos corren últimamente. 3
Soy el capitán esforzado la marcha a la siga del tiem­ Estoy solo niña querida desata mi sollozo.
po el galope de las olas unísonas moviendo los espejos de Arboles clamorosos sacuden la profunda lluvia y cantan.
agua algo va a aparecer de súbito canta canta el hondero dis­ Tú te ciñes la estrella naciente que alumbra a través de mi
tiende el arco-iris fulgurece mi camino una espada a tra­ pecho soy el hombre sembrío acecho la sorpresa el amor me
vés del cielo sólo se escucha el canto de las estrellas prisio­ sonríe eso es el ágil viento que propaga tus alegres señales
neras. cine fugaz ahora tu fotografía se enciende niña errante.
Si vieras dulce alondra la huella que recogen mis vo­ Tu dulce nombre lo he dejado prisionero en un árbol
ces tristes el canto se desvanece de súbito ay perdura el ahí canta al amanecer lo liberto y se pára en una estrella
último canto tierna niña de júbilo la tristeza del mundo del cielo abeja de júbilo de noche golpeas mi ventana.
te deshoja.
Solamente yo arrullo mi sollozo como la ola de la playa, Tu sonrisa me envuelve caen los pétalos la rosa del oto­
ño nos sorpréndela alegría con los ojos llenos de lágrimas.
2
Ceñida de albas lucientes te alzas a la orilla de mi 4
soledad. El clamor de las olas los días prisioneros en las jarcias
Ah tu nombre de flor campana de nostalgia pintas tu como un ladrón espío ahí donde caen las estrellas y los oto­
vaga imagen color de cielo distante niña de anillos incon­ ños de pronto diviso ilumina profundamente pegado a mi
clusos. sonrisa como el cielo a la tierra ah tendido a la noche mi
Sujetas la luna con caminos de humo al fondo de tus congoja oculta como un nido.
ojos como profundas cisternas.
Prisionera como una estrella palpita tu voz en la colina Pareces golondrina persiguiéndote ah golondrina reco­
asustas la tristeza árbol de pájaros lluviosos y tu sonríes giendo tus vuelos de pie en la proa el eco cantando vigila
como la ola. mi tristeza blanco pájaro traspone el alba más allá esparce

tinta manera el mundo habría detenido su funcionamiento. Es a lo menos a que puede aspirar la criatura humana
Prescindamos de la persona, del ídolo. Seamos to­ Seámos, por lo mismo, justos: la razón les asiste. Y se
dos para la Idea, para la empresa, para la obra, para la han dado cuenta de que la tienen y de que podrán
necesidad justa, precisa, que nos reclama sin egoísmos ni imponerla, oscilaciones mayores o menores, tarde o tem­
timbres personales que hacer resonar. Y la obra por el prano. Si se les sigue negando o engañando crecerá la
momento, no es otra que coordinar el esfuerzo americano; violencia y, por lo tanto, vendrán nuevos dolores huma­
sumarse, apretarse en continentales aspiraciones. Hacer nos, fáciles de ahorrar. Es lo que está aconteciendo,
que el derecho sea el Derecho, la libertad la Libertad y repito, en casi toda Europa. Hay tanta violencia acumu­
la justicia la Justicia, no vagamente sino tal y como hoy lada que, cuando estalle, nada va a quedar en su sitio.
se conciben y no se realizan en Europa. Y que a semejante espectáculo asista tranquila Amé­
En este triángulo de normas América podría lograr su rica y espere, a su turno, repetirlo como ha repetido
cristalización. Con la imposición de estas tres normas, en todos los de Europa, me parececía de una necedad im­
efecto, se desarticularía el sistema actual, se despedazarían perdonable. Veámos el panorama que se ofrece a nues­
posiciones, se conseguiría que el capital se considerase, tra consideración con criterio, no político, sino humano.
ante todo, trabajo, que otra cosa no es; se resquebrajaría Y destruyan os, como obra de verdadera iniciación ame­
un siglo de mentida independencia, de mentido republica­ ricana, nuestros ridículos castillos. Hagamos de la vida
nismo y de mentirosa democracia, pero se ganaría el por­ americana una llanura de cordialidad donde los caminos
venir, evitándose el desarrollo nocivo de lo que hoy no se sean iguales para todos y podamos estrecharnos las ma­
siente y de lo que mañana será un padecimiento y una nos, jóvenes y viejos, obreros e intelectuales, cual ciuda­
batalla mas cruenta y mas complicada que la que hoy danos nuevos que borran sus diferencias e injusticias
aniquila a Europa por haber resistido mayor tiempo que pasadas. Así, purgados los viejos errores, eliminadas
nosotros una democracia, una justicia y una libertad falsas antiguas, odiosas e infundadas jerarquías, nos ayudaría­
o falseadas. mos mutuamente, sin robustecerse el uno a expensas del
No se me crea un revolucionario criollo de bandera otro. Sería el paso preliminar que evitarse la futura,
en mano y grito en boca. Ni lo soy ni lo sería hasta inevitable catástrofe: el drama que Europa sufre. Supri­
cierto punto. Creo que todo se puede hacer sin recu­ miendo codicias y afanes, absurdos o grotescos, responsa­
rrir a la violencia. La violencia la crea el no querer bles de un siglo de envenenamiento, es cómo América
hacer, la injusticia. La Rusia actual ha sido engendrada podrá traspasar el límite de vida que la Naturaleza impo­
por los Zares. Es lo contrario, pero es mejor. ne, pues sólo las generaciones que miran por encima
La Europa mejor se halla todavía en manos de agentes que, de él, son las capacitadas para afirmar que el pueblo a
sin valerse de las crueles recursos zaristas, se mantienen que pertenecen subsistirá, porque supo incorporarse, a
en castillos donde todo el mundó ve que no está la solu­ tiempo, al ritmo eterno de lo cierto y de lo justo.
ción de los problemas que los pueblos han planteado.
Y está es la desventaja para los de arriba: que hoy los F e l ix del V alle
de abajo han abierto los ojos y ven. Quieren ser to­
dos y cada uno dueños de su destino y de su vida. Madrid,. 1926,
EL POEMA DEL MAESTRO
POR O. ALBERTO SPINOZA BRAVO

A ANTENOR ORREOO

/ lo proteico, lo multiforme, el devenir de los nuevos Herácle-


tos. Canta los ideales flamantes. Canta la revolución de los
Poeta, di tu canto fuerte y sonoro, que vibre en la lira espíritus, la revolución de las inteligencias y anuncia con el
del viento, por el Maestro, por el Apóstol que modela al­ canto cósmico la bella realidad que vá gestándose en las
mas, con el idealismo del Cristo, que piensa y siente y sueña Rusias de todos los Continentes.
como el Hombre, cemo el Maestro, como el Apóstol con el Poeta canta y canta. Tu misión es cantar, es plasmar
amor del Cristo que muere en la Cruz por el reinado déla la emoción social. Hoy debes dar tu canción por el Maes­
Luz, de la }usticia, de la Verdad. tro de este siglo de lampadarios, de revolucionarios. Rompe
Poeta, dá en tus ritmos nuevos la emoción mirífica tu lira cantando a los apóstoles—mártires del Ideal.—
como la miel, metálica como el oro,que se suscita en tí, que
se suscita en los hombres para decir la verdad de los siglos II
por aquellos que aran cerebros, que iluminan almas, que
forman Hombres. Los hombres no eran hombres, eran esclavos—la iro­
Poeta, no seas el ju glar dél os tiempos medios, todo nía del Mundo—cuando la Ciencia, el Saber, eran para los
ello ha muerto. Ya no cantes los ideales viejos que hicie­ “ escogidos", para los mantenedores d é l a Ignorancia. Vino
ron del hombre el esclavo, el genuflexo. Ya no sientas la hi­ el Cristo impoluto de todos los siglos proclamando la igual­
perestesia por las noches de Luna, por las quimeras, por los dad de los hombres, sustentando los principios del Socia­
amores románticos que utopizaron la Vida. Canta lo nuevo,*56 lismo.
Amor, Amor, Amor era su Ideal. Con la dulzura de
los buenos y puros de corazón hizo la labor paradigmática
de todas las edades, modeló espíritus, iluminó cerebros, for­
mó hombres.
tus cantos párate en mi pecho de flor mariposa es el oto­ El hambre, la sed de llegar a s e r , de superarse se
ño quién detiene los cielos carrusel de crepúsculos. suscitó. La entraña palpitante se contorsionaba por buscar
la verdad del Amor. Los lóbulos del cerebro se desarrolla­
Los días vagabundos traen hebras de sombra cruzan­ ban a medida que se inquietaban por buscar la verdad, la
do mi abandono arrastran mis sollozos en las aguas aban­ santa verdad de ser Hombre.
donadas.
III
A través de los mares buque supersticioso.
Impide a la noche el viaje ah peregrino a la siga de De esas inquietudes, de esas efervescencias con blan­
la noche. curas de lino, de algodón, de nieve salió el Maestro, el
A se río r, el Modelador, el n: evo Divino desparramando
5 dor doquiera simientes del Saber, iluminando con el hachón
milagroso del Saber, del Saber que hace libres, que perfec­
Cuatro fechas clavadas hacia el corazón del viento son ciona, que engrandece, que supera la Vida, que detiene la
las campanas de la iglesia entristecidas. Muerte, que hará el superhombre.

Yo voy con mi hato de caminos como el rebenque con IV


el que me azotaba mi padre y lo hago saltar volviendo al
pueblo. Maestro, ¡oh demiurgo de esta hora precursora!, los
impolutos ignorantes te llaman, las almas blancas de los ni­
Se sumergen las campiñas y los altos árboles al fondo ños puros te claman. Pasa por tu Gólgota: los mártires del
de mi polvareda de vagabundo envejecido ambulante llu­ Ideal tienen que pasar por El. Llega a tiempo a dar que be­
via mojada de gris trémulo rociando el corazón desnudo ber a los sedientos de Verdad, a los sedientos de justicia, a
de los pueblos solariega barca llena de canciones muertas los sedientos de Igualdad.
anclada en medio de los cerros fugitivos. Coge el santo Libro que redimirá la Humanidad, que
reivindicará al hombre. No cojas la espada que es sím­
bolo de esclavitud. Camina, camina, camina con alas, rompe
Desde todas las orillas de los cielos inmóviles vuelan
innumerables bandadas de pájaros viajeros. los pie's de plomo, los cerebros de arcilla. Marchó, marcha,
marcha con ensueños llevando la tea que ilumine las sen­
das hiperbólicas de la Ignorancia. Lucha y vence. Luchar
6 es vencer. Vencer es vivir.
A esta hora pasan las naves vagabundas y la rodaja V
inmóvil de molino vigila mi soledad sin término
Maestro sé todo Amor porque de Amor es tu misión.
Como una higuera la noche se deshoja de pronto. Ya irán los Poetas dándose a los hermanos, a los be­
sos líricos de la Libertad.
Olvidado entre los olvidados énciende mi fuego de Marchemos a la santa Libertad, a la libertad de los
tristezas donde eres la caída de las primeras hojas y el co­ espíritus, a la libertad de los corazones, a la libertad
lor de los últimos rosales de octubre sin embargo mi co­ de las conciencias, que así llegaremos a la Igualdad que
razón canta en la soledad como el viento del mar canta predican los nuevos apóstoles de este siglo dinámico que
en las costas ah las altas velas de mi soledad abandonada será más grandioso que el siglo de las conquistas, de las
al rededor de mi tristeza niña todo lo sabes. esclavitudes, de las guerras.
AMAUTA 33

LA F IE S T A DE LA P L A N T A
Con el mismo entusiasmo y mayor concurrencia que el
año próximo pasado, se celebró el domingo 30 de enero
último, en Vitarte, la Fiesta de la Planta, declarada fiesta del
proletariado de Lima. En la mañana del domingo, después
de que los delegados délos sindicatos obreros y de las Uni­
versidades Populares y los poetas que participaron en este
acto, dijeron su mensaje, se efectuó la plantación de los ár­
boles. En la tarde, se realizó la fiesta deportiva. Y en la no­
che, en el local del cinema, la velada. El cuadro artístico
de Vitarte se expidió muy bien en la representación dramá­
tica. Portocarrero, Borjas y Benites se hicieron aplaudir me­
recidamente. El lunes fué el día de la fiesta del niño, institui­
da hace tres años, por iniciativa de uno de nuestros compa­
ñeros ausentes Jacobo Hurwitz.
Magda Portal, Blanca Luz Brurn de Parra del Riego,
Serafín Delmar y Eloy Espinoza llevaron a Vitarte la re­
presentación de la nueva poesía. Los obreros les dispensa­
ron una cordial y cálida acogida.
En resumen, un día de los espíritus de vanguardia- MAGDA PORTAL lée sus poemas
Todos alerta y en fiesta.

CONCURSO POETICO DE VANGUARDIA

Lima, 27 de enero de 1927.

Compañero Secretario del Comité de ía Fiesta


de la Planta.

Cumpliendo el encargo de ese Comité, nos hemos


reunido los suscritos, designados como jurado del concurso
poético convocado en ocasión de la Fiesta de la Planta; y
hemos leído y apreciado las 13 composiciones presentadas
hasta la fecha de clausura de este concurso.
Las conclusiones de nuestro debate sou las siguientes:
la. El éxito artístico del concurso lo coloca por enci­
ma de los certámenes que con honores decorativos y re­
compensas pectinadas se realizan de tiempo en tiempo en­
tre nosotros. De las 13 composiciones presentadas, solo
hemos descartado 5 que por insuficiencia de mérito artístico
no eran aptas para aspirar el premio.
2a. Siete de los poemas presentados tienen relieve
singular. Representan interpretaciones origirales e inte­
resantes del tema del concurso, logradas dentro de formas
BLANCA LUZ recitando' nuevas y con señalada presencia de la personalidad de ca­
da poeta.

Un aspecto de la fiesta deportiva


34 á m a u t A

Recomendar la publicación de ellas en una edición espe­


cial. Estas siete composiciones son, por orden alfabético
de sus autores, las siguientes:
Poema, por Armando Bazán
Himno, por Blanca LuzBrum de Parra del Riego
Canción del Arbol, por Gamaliel Churata
Himno al Arbol, por Serafín Delmar
La Canción del Arbol, por Cristóbal Meza
Poema, por Julián Petrovick
Poema al Arbol, por Magda Portal.
Constatando que este resultado ha sido logrado en
muy breve plazo que no ha permitido concurrir a varios
poetas nuevos,—algunos de los cuales, ausentes de Lima, se
lian dirigido al Comité para dejar constancia de que no les
ha sido posible concurrir solo por razón de tiempo—nos
permitimos sugerir la organización de un nuevo concurso
para el Io de Mayo, con bases que precisen mejor las con­
diciones que debe reunir el himno de los trabajadores del
Perú.
Creemos cumplir así con justicia el encargo que reci­
bimos de ese Comité y aprovechamos esta oportunidad
para agradecer el testimonio de confianza que nos ha dado.
Saludamos cordialmente en el Comité a los trabajado­
res organizadores que celebran la Fiesta de la Planta.
LUCIANO CASTILLO en la tribuna J óse C arlos M ariateoui J o rge B asadre
A. S a b ro s o
3a. No obstante, no hemos creído encontrar entre es­
tas composiciones una que por su contextura y por su Nota.—El compañero Arturo-Sabroso reemplazó en el jurado a Antenoras-
acento tenga el carácter de himno de los trabajadores pe­ Orrego, designado primeramente y a quien no fué posible tras­
ladarse de Trujillo a Lima.
ruanos. Probablemente por la marcada tendencia subjeti-
vista de la poesía de hoy, no menos que por la dificultad
de obtener una expresión épica del espíritu revolucionario
del proletariado por artistas que no participan en su lu­
cha, aunque la sigan con su adhesión intelectual y senti­
mental, en los siete poemas seleccionados por nosotros
predomina un acento lírico y personal. Algunos de estos
poemas se acercan a lo que debe ser un canto multitudina­
rio; pero prevalece el elemento lírico. Es por esto que no
podemos asumir la responsabilidad de recomendar ningu­
na de estas composiciones como himno de los trabajadores
peruanos.
4a. Menos aún podemos declarar desierto el concurso.
Su éxito, por el contrario, es excepcional y está acreditado
no solo por el mérito artístico de los siete poemas selec­
cionados sino también por la concurrencia al certamen de
poetas de vanguardia, rebeldes invariablemente a someter­
se a esta clase de pruebas y que en este caso han renun­
ciado a su abstencionismo por el hecho de no tratarse de
una prueba académica sino de un concurso libre convoca­
do por el proletariado.
5a. Como premio a las composiciones destacadas y El equipo de los diaihfe'res
como afirmación del éxito del concurso, hemos acordado

El equipo de los textiles


AMAUTA 25

MENSAJE DE HAYA DE LA TORRE

En el destierro, Londres noviembre 1926.

Compañeros Trabajadores Manuales e Intelectuales de las


Universidades Populares Gonzales Prada:

De nuevo os váis a reunir este año en Vitarte para


celebrar la. Fiesta de la Planta, instituida el mismo año de
la fundación de nuestras Universidades Populares Gonza­
les Prada.
Como hace tres años estaré esta vez lejos de vosotros
en el día en que los trabajadores de la ciudad y del campo
de Lima se unen para conmemorar horas de esfuerzo, de
de alegría y de lucha pasadas, y renovar votos de solidari­
dad y de rebeldía para acometer la obra del porvenir.
Los compañeros de Vitarte que forman la heroica van­
guardia de nuestro proletariado industrial, recibirán esta
vez fraternalmente como desde hace seis años a todos los
trabajadores manuales e intelectuales, al pueblo en una pa­ EL C U A D R O A R T IST IC O D E V ITA R TE
labra, que ha de reunirse en la Fiesta de la Planta. Yo desea­
ría estar de nuevo con vosotros en este día de alegría y so­
lidaridad pero alejado de vuestro lado como todos los com­ Después de seis años las Universidades Populares Gon­
pañeros trabajadores manuales e intelectuales de la U. P. záles Prada han sido invencib'es, han resistido, han sobre­
que nos hallamos en el destierro, sólo puedo enviar desde vivido a todos los embates; ahora es preciso que ellas sean
aquí mis votos de aliento y mis mensajes de cordial com­ vencedoras, que—como en mayo de 1923—, lleven a la
pañerismo. “lucha final" y la victoria al pueblo oprimido.
Tenemos mucho que enorgullecemos por la obra rea­
lizada pero mucho que hacer todavía para que ella cumpla
su programa total de redención del pueblo explotado. Las Compañeros:
Universidades Populares Gonzáles Prada deben extenderse
más y mas. El proletariado y los campesinos del Perú En el día de la Fiesta de la Planta debemos renovar
deben ver en ellas el único medio de educación clasista y nuestra promesa de lealtad firme y activa a la causa de la
la única forma de preparación seria y sistemada de los lu­ Justicia. Pensemos en la responsabilidad de llevar adelan­
chadores de mañana. Fortalecer nuestras Universidades te nuestro programa de reivindicación, y de la libertad de
Populares, engrandecerlas, vivificarlas, defenderlas he allí la explotación. No basta que comprendamos la justicia de
la tarea del pueblo trabajador del Perú. Las Universida­ nuestra lucha sino que seamos soldados de ella y hagamos
des Populares Gonzáles Prada deben subsistir y propagar­ que todo el pueblo se una bajo las banderas de nuestra
se, y en esta gran misión deben empeñarse las energías de causa. No olvidéis ni la memoria de nuestros mártires de
la juventud trabajadora manual e intelectual. No sólo es mayo y octubre de 1923, ni los hermanos indígenas que
preciso que las Universidades Populares vivan sino que crez­ claman tierra y libertad, ni a las masas populares oprimidas
can, se hagan fuertes y de un extremo a otro del país el e ignorantes. Por todos ellos que forman el pueblo, tene­
pueblo comprenda que ellas son organizaciones de ios tra­ mos que luchar hasta el fin uniéndonos en un organismo
bajadores para los trabajadores. indivisible que derrote por siempre a la injusticia.
Trabajadores Manuales e Intelectuales: Formad el Fren­
te Unico de la Justicia.

H a y a d e la TORRE.

m »
SERAFIN DELMAR en la tribuna Aspecto ríe la sala ele] cinema chipante la velada
36 /V IV I A O T A

El campo deportivo durante la partida de foot-ball

IM O T I C 8 A 3 su golpe de viento la ancha bandera encendida en el amor


a los niños y al servicio de la humanidad entera?
MENSAJE DE LA ASOCIACION GENERAL DE La Asociación General de Profesores de Chile, que
desde hace tiempo lucha en su país por la reforma de -la
PROFESORES DE CHILE A LOS MAESTROS educación y la dignificación del magisterio, desarrollando
DE AMERICA una intensa acción gremial y cultural entre los profesores,
padres de familia y obreros, ha acordado en sus dos últi­
mas Convenciones generales, invitar a los maestros de Amé­
Camaradas del Perú. rica a una gran CONVENCION LATINO AMERICANA
Santiago de Chile, 28 de Noviembre de 1926. que se efectuaría a fines del año próximo en Santiago de
Chile. Creemos que al reunirse el magisterio de América
para unificar su pensamiento y su acción, admitiríamos la
La hora de intensa crisis que viven las instituciones de seguridad de alcanzar muy luego los nuevos ideales pedagó­
America, carcomidas por la injusticia de su composición y gicos y sociales.
desequilibradas por la imposibilidad de .ponerse al servicio Os pedimos, pues, que apenas recibáis este mensaje,
de las nuevas concepciones sociales; y humanas, hace que el nos enviés la respuesta, en la confianza que desde luego ini­
maestro, cuya labor de porvenir, es la más pura función ciaréis los trabajos, para la concurrencia a la Convención.
social, avizore nuevos horizontes y proponga nuevos funda­ Nuestra secretaría estará en una constante comunicación
mentos, en que debe descansar un nuevo estado espiritual con vosotros para intercambiar publicaciones, material es­
que apresure el advenimiento de las más bellas esperanzas colar, etc., que constituiría la base de nuestro conocimiento.
de la humanidad. Al mismo tiempo, os remitiremos muy luego, la tabla de
Ya no es el maestro, el obscuro servidor que, como la Convención y demás pormenores que deben precederla.
vehículo de conocimientos, ayudaba al mantenimiento de Nos alienta la esperanza deque esta reunión internacio­
los viejos conceptos sociales, favoreciendo las situaciones nal, que juntará a los verdaderos exploradores del porve­
de violencia e injusticia, que dividen a la sociedad, acen­ nir, y en cuya celebración se prescindirá de todo nexo ofi­
tuando la explotación y el odio entre los hombres. Ahora cialista, deberá engendrar una poderosa fuerza de empuje
el maestro ha recuperado su lugar de apóstol y añade a nuevo, que contribuirá a la elevación de los cimientos de
su labor entre los niños, su trabajo de anunciar la posibili­ una nueva sociedad.
dad de una infinita perfección. Más que en otros hombres, Os abrazamos fraternalmente.
la inquietud del ideal golpea las paredes de su corazón, y
huyendo de la liana de la rutina, descontento con el pasado, H Díaz Casanueva
sólo le satisface la certidumbre de que la renovación llega Secretario
rá con su irreparable vigor. Centinela délos derechos del Miguel Ruz
niño, por encima de todo mandato, defiende su porción de Presidente
vida, negando su adhesión a intereses bastardos o a desar­
monías egoístas. Sabe que en la escuela está el germen
del destino de los pueblos, y su deber es sustraerlo a la in­
fluencia de conceptos decaídos.
Esa misma crisis que remece nuestra vida social, ha
hecho que la escuela deseche sus elementos -tradicionales
para transformarse completamente, buscando formas supe­
riores de beneficio humano.
Los grandes pedagogos y sociólogos modernos, acomo­
dan su conciencia, señalando la renovación de la escuela
como instrumento eficaz para la renovación de la sociedad.
Y la escuela nueva, de ideales valiosos, se anticipa como
una necesaria realidad social, surgiendo a pesar de los obs­
táculos tradicionales que se oponen a su efectiva creación.
Pensamos por esto, que los maestros, no obstante las
difereucias artificiales que ha creado el egoísmo de las pa­
trias chicas, deben hermanar sus intereses y sentimientos en
la más pura afectividad para luchar contra los conformistas
que con su intento de regresión al pasado, ponen trabas a
la variación que cuanto antes exige el organismo escolar.
fe
¿Porqué los maestros persistimos en la injusticia de la
separación, cuando por encima de banderas desiguales, da Una escena del drama representado por los amateurs de Vitarte
*ÍVIAUTA 37

EL PROCESO DEL GAMONALISMO


BOLETIN DE DEFENSA INDIGENA
ANO I L-IIV1A, FEBRERO OE 1927 No.a

La fuerza armada, al mismo tiempo que privaba de


la libertad a esos ciudadanos, contribuyentes en su mayo­
El p r o c e s o d el g a m o n a lis m o ría, recolectaba todo el ganado que les pertenecía, so capa
de devolverlo a quienes se creyesen con derecho. Los mi­
Nuestro boletín se propone únicamente la acusa­ llares de reses fueron vendidos a buenos precios, toda vez
ción documentada de los desmanes contra los indios, que no procedían de ningún robo sino que eran de la
con el doble propósito de iluminar la conciencia pú­ legítima propiedad de los indios cordilleranos. Las chozas
blica sobre la tragedia indígena y de aportar una de éstos fueron saqueadas,.violadas sus mujeres, maltratados
nueva serie de testimonios al juicio, al proceso del sus hijos.
gamonalismo. Como los así extorsionados pudieran después reclamar
Los indígenas que individual o colectivamente su­ justicia, se aprovechó de las solicitudes de enganchadores
fran un vejámen o una expoliación, pueden hacerla que, pagando una buena prima, se encargaron de condu­
conocer por medio de este boletín, que facilitándoles cir a 97 de estos indios hasta las haciendas del Valle de
un instrumento de denuncia pública, les permitirá Ccosñipata, contratados como braceros. De este crecido
conseguir, al menos, una sanción moral para sus ex­ número de infelices murió la mayor parte, tanto por la
poliadores. Todas las denuncias deben venir garanti­ inclemencia del clima tropical cuanto por los malos tratos
zadas por las firmas de los interesados. La publica­ que recibían de los capataces. En Villa Carmen, verdade­
ción será gratuita. ra Isla de la Muerte, hallaron su tumba los desgraciados
No nos encargamos absolutamente de gestiones propietarios de la cordillera de Canchis.
ante las oficinas públicas. Nuestro objeto es documen­ El Tribunal Correccional del Cuzco está ya informado
tar concretamente el proceso contra los gamonales. de este sensacional asunto en el que juegan papel princi­
Para esta labor contamos con el concurso entusiasta palísimo altas personalidades que han manchado su concien­
de nuestra estimada colaboradora Dora Mayer de Zu­ cia con este inaudito crimen. ¡Las sombras de los victima­
len y de los buenos supérstites de la extinta Asocia­ dos no les permitirán el goce tranquilo de la fortuna ama­
ción Pró-Indígena. sada así con sus lágrimas y su sangre!
Por ese mismo camino de la deportación a las zonas
insalubres del Madre de Dios han marchado muchos, mu­
chísimos indígenas de Lauramarca y otros fundos adyacen­
tiRUPO RESURGIMIENTO tes, habiendo perecido una mitad de los enviados; algunos
de los cuales—¡verdaderos héroes!—lograron burlar a sus
L a VIOLENTA SITUACION d e l o s in d io s e n e l d e p a r ta m e n to sicarios,fugándose déla montaña, después de mil penalidades,
a^refugiarse, ahora, en lo más abrupto e inaccesible de pu­
DEL CU SCO nas y roquedales. Hemos escuchado de sus labios verda­
Al constituirse este núcleo de espíritus libres con el deros relatos dantescos.
propósito cardinal de luchar por la justicia que significa la
causa del indio, queremos denunciar ante todas las con­ II
ciencias el cúmulo de atentados delictuosos que, en esta
hora, se cometen contra nuestros hermanos los habitantes
de la serranía. ¿Y qué decir de las masacres cometidas con periodi­
Que esta pública acusación que formulamos los hom­ cidad fatal?
bres de una idealidad nueva simbolice, con toda la virilidad No se ha olvidado tan pronto el asesinato en masa de
que importa, la determinación indeclinable de abrirnos pa­ los indígenas de Chinchaypujiu, a unos cuantos kilómetros
so, cueste lo qu.e cueste, para que se escuche el clamor del Cusco, cuya impunidad ha alentado a los cazadores
de los millares de oprimidos que mmren oscuramente de indios. ¿No fué el Congreso Nacional quien mandó
víctimas de la ferocidad desús explotadores. cortar el juicio que se seguía contra los feroces victimarios?
El G rupo '‘R e su r g im ien to '' se ha fundado para decir Y se suceden con un ritmo invariable los ataques a
al país: mientras los indios sean acosados como fieras, las colectividades de indios inermes en Quiquijana, en
mientras la violencia que con ellos se ejercita siga produ­ Llusco-Quiñota, en Haquira, en Layo, en Lamay....
ciendo la desesperación en las multitudes sumisas de las En un caso, la muerte del gamonal trae como conse­
viejas comunidades incaicas, se cierne sobre el Perú un cuencia el apresamiento en masa de una población—como
peligro de muerte, mucho mayor que los conflictos inter­ en Quiñota. Mujeres, ancianos y niños, son arrastrados a
nacionales. la cárcel del Cusco desde una distancia de cerca de tres­
Las atrocidades sin nombre que se cometen con la cientos kilómetros.
indiada conducirán a un fatal estallido, a una cruenta, for­ En el otro, ese mismo pretexto anima a autoridades y
midable guerra de razas. propietarios para arrasar un pueblo, saquear todas las pe­
Cumplimos un deber elemental dando el alerta. queñas granjas, apoderarse de las tierras y semovientes y
I ahuyentar a los habitantes con la amenaza de la victima­
ción.
El Cusco ha ignorado un serie de monstruosos deli­ Es en Tojroyoc cuando la criminalidad lombrosiana
tos que ha habido especial interés en ocultar. de los gamonales minúsculos estalla en todas sus manifes­
Ha sido suficiente que el Grupo echase sus bases, po­ taciones de ensañamiento y crueldad inverosímiles.
niéndose en inmediato contacto con los ayllus, para descu­ Y después en Lamay, a los ojos del Cusco, se repite,
brir tal número de aterradores crímenes que llevan al áni­ otra vez el sistema de Quiñota y Haquira: la destrucción y
mo más indiferente una profunda sensación de dolor y que la despoblación íntegras de una aldea antes floreciente.
producen en las conciencias honradas un intenso senti­ ¡Cosa inconcebible! Aún en aquellos típicos casos de
miento de indignación. no cooperación tranquila, pacífica, como en el latifundio de
Bastará que citemos algunos casos. Lauramarca, siempre la fuerza que paga la Nación—al ser­
En la provincia de Canchis, so pretexto de combatir al vicio del interés particular—se convierte en grillete para el
bandolerismo, se apresó a cerca de un centenar de tranqui­ indio. Depredaciones y abusos sin cuento dan lugar a un
los propietarios indígenas de la cordillera. sensacional proceso de que ya conocen los tribunales.
3á A M A U T A

III VI
El régimen colonialista, medioeval, esclavizante que trata de represalias del propietario que revierte contra el
regula el trabajo en las haciendas de los valles cálidos y en labriego aborigen la acusación que a él debía hacérsele. El
las minas es un ludibrio para la civilización y el más grave dueño de la hacienda deja crecer el pequeño capital gana-
cargo contra el Perú que —de ser divulgado en el extran­ de su colono o convecino, y cuando ya llega a un buen
jero— sería bastante para que nuestro país cayera bajo el número de cabezas, si no se las arrebata por los famosos
anatema de los pueblos bárbaros. "herbajes", lo hace directamente, sin pretexto alguno. El
Subsiste con todos sus horrores la mita del tiempo indio ama a sus animales. Se expone a la tortura y aun a
colonial. Los indios enganchados recorren largas distan­ la muerte por salvarlos, por conservarlos en su poder.
cias para perecer después en el infierno de la mina o de Cuando ha agotado las súplicas, el indio, en frecuentes casos
la hacienda cañavelera. apela a la recuperación de las bestias detentadas por la
La prensa del Cusco ha registrado denuncias sobre astucia, y aún valiéndose de los procedimientos vedados.
hechos gravísimos realizados en los establecimientos mine­ No hace sino recuperar lo suyo. Pero el gamonal lo acu-
ros de Cotabambas. Muchos operarios indios —según esas cusa como abigeo. Y de abigeos de esta clase están lle­
informaciones— habrían sufrido inquisitoriales torturas. nos los presidios.
El sistema del "adelanto" en la hacienda tropical, es Vil
la cadena del siervo que mantiene á los trabajadores atados
a esta ergástula del siglo. Los hijos y aún los nietos si­ El estado de la cárcel del Cusco será objeto de una
guen amortizando las deudas de sus progenitores. ¿Y en publicación especial que hará el Grupo, como fruto de in­
qué se les paga a ellos? En el mismo veneno que fabrican, vestigaciones concienzudas que acusan gravísimo estado de
en el aguardiente que embrutece a medio millón de hom­ cosas.
bres en el Departamento. Bástenos enunciar estos hechos: hay detenidos que
ignoran por qué se encuentran allí meses y aún años, otros
IV que no logran que "pase su audiencia", aunque el delito
que se les atribuye está expiado con creces. Hay menores
Si son inauditos los crímenes colectivos, los actos de de edad. En esta antro promiscuo debería grabarse la ins­
delincuencia que contra el individuo se cometen sobrepa­ cripción que Dante puso en las puertas de su averno.
san todo límite. Desde la sevicia consuetudinaria con el
niño indio, el pequeño sirviente para todos los menesteres, VIII
sevicia que se convierte con pasmosa frecuencia en real mar­
tirio, hasta la mutilación del adulto y la marca a fuego, qué En esta situación de extrema violencia en que el indio
escala de horrores en este sistemático maltrato al aborigen. está acorralado por sus verdugos; en esta situación en que
Se ha endurecido el corazón del opresor a tal punto todo remedio ha fracasado — leyes, decretos, sentencias,
que en sus relaciones con el indio, desde la infancia, se le tribunales, patronato, funcionarios— en este caos de odios
hiere y hostiliza como no se hace con los propios animales. salvajes, de intereses inconfesables, de prejuicios invetera­
¿No ha condenado últimamente el Tribunal del Cusco dos, le toca actuar al Grupo "Resurgimiento".
a la inhumana patrona que victimó en un tienducho de la Quienes lo forman, miden en toda su gravedad la am­
calle Nueva Alta a una criatura de seis años, después de plitud y trascendencia de su misión. Caerán sobre él las
calumnias. Tratarán de desacreditar a cada uno de sus
hacerle sufrir horribles torturas?
componentes y de desprestigiar a la asociación cuantos se
¿No se siguen tres procesos por marca a fuego a po­
bres braceros indios, infamados así con crueldad rayana en sienten culpables.
Pero el Grupo, inflexible, seguirá adelante. Bajo la
la vesanía?
tempestad de los intereses creados y comprometidos por
¿No hay infelices regnícolas que exhiben a la caridad
pública sus muñones y sus heridas por la mutilación o las su aparición, siempre brillará el relámpago de la esperanza
de un estado mejor de justicia social, de reivindicación de
lesiones que les infiriera el patrón malvado?
los derechos de nuestro hermano el indio.
Y una cita entre cien que pudiéramos hacer. Se sigue
Contra la conjuración de los opresores, presentaremos
actualmente bajo el número 607 una causa criminal contra el “frente único” de todas las conciencias incontaminadas,
un propietario que arrancó a un yanacón suyo uno de los
de todos los espíritus libres.
ojos.... Lucharemos hasta el sacrificio, y uno tras otro saldrán
La flagelación es un delito corriente. El colgamiento
a la luz pública los crímenes del gamonalismo.
por los testículos un medio muy usual para hacer hablar al La verdad de nuestras denuncias, la exactitud de nues­
indio. tras informaciones, se impondrán por sí solas. Invitare­
Hay haciendas que poseen cepos y potros de tortura.
mos al pueblo a ser juez en esta contienda.
Son repugnantes los estupros de que se hace víctimas
a menores de diez años. IX
V Hombres de todos los credos, de todas las clases, de
Hay regiones del Cusco en que el escándalo de la for­ todas las razas: el Grupo "Resurgimiento” os hace un lla­
mación subitánea del latifundio a expensas del propietario mado imperativo. ¿Consentiréis por más tiempo, con
indígena llega a su colmo. En Canas, Canchis, Anta, vuestra indiferencia, con vuestro silencio, esta situación del
Cotabambas, Espinar, se registran hechos clamorosos. No indio que aquí denunciamos? ¿Os haréis cómplices de los
sólo se emplea la violencia contra el grupo; no sólo se opresores que expolian y torturan a esta admirable raza tan
realiza la absorción por el despojo criminal, sino que­ sufrida y disciplinada que como una bestia mansa aguanta
jarte monstruoso!—se apela al asesinato, para "heredar" siglo tras siglo tanto dolor y tanta ignominia?
al difunto. Hay casos en que la matanza clandestina ha Hombres que oprimís al indio.
constituido una industria. Por supuesto que aparecía una ¿No os dais cuenta de que vuestra conducta es suici­
perfecta documentación en apoyo del derecho sucesorio. da? No habéis pensado una vez siquiera que esa gente su­
Los testamentos atribuidos al indio difunto son un medio frida y resignada no resistirá más........
corriente de apropiarse las tierras de aquél. Abominable Y entonces, como un río fuera de madre, las india­
es la conducta de los curiales, de los abogados que des­ das en la enagenación de la venganza lo destruirán todo.
honran la profesión, de los jueces venales que arrastran Habremos perecido justos y pecadores.
por el cieno la magistratura. ¿Siempre os defenderá el rifle del soldado y del gen­
El apoderado del ayllu que se aprovecha del mandato darme? Sí, cuando el gendarme y el soldado no sean indios!
para enagenar la propiedad comunitaria, sigue siendo un Alerta, otra vez, alerta. No agotéis la paciencia se­
tipo frecuente. cular del indio. Cesad opresores, en este juego peligroso.
Llenas están las cárceles de indios acusados del deli­ Hombres honrados: prevenid: después, será tarde?.......
to de robo de semovientes. En la mayoría de los casos se E l G rupo " R e su r g im ie n t o ”
AM AÜTA 39

CARTA A JOSE CARLOS MARIATEGUI por la propia dirección de Gobierno. Con conocimiento
de la autoridad, el domingo 20, marchamos a Chalhuanca,
Cusco a 20 de diciembre de 1926 acompañados de un numeroso prupo de indígenas que lle­
gaban hasta 70, dirigiéndonos directamente al llegar a dicha
Señor José Carlos Mariátegui. ciudad a la Subprefectura, donde exhibimos nuevamente
nuestros documentos y credenciales. El Subprefecto señor
Lima Bronley, nos ofreció dar toda clase de facilidades y garan­
tías para el objeto que nos llevaba y nos anunció a la vez
que telegrafiaría al Señor Prefecto de Abancay, para ente­
La conculcación de los altos principios de Justicia, el rarlo- de nuestra visita y nos diera garantías para recorrer
martirologio cruento de los desheredados y -el clamor dia­ todo el Departamento.
rio de la Humanidad doliente, forjaban, hace tiempo, en el Al día siguiente con conocimiento* del mismo Subpre­
espíritu vigoroso de la Nueva Generación del Cusco mile­ fecto y su permiso se organizó el sub-ccmité Provincial de
nario, el fuego sacrosanto de la Redención. Al fin hubo Chalhuanca, con asistencia de más de 350 indígenas de
de llegar el día en que se cristalizara el Anhelo; y el 27 ambos sexos que firmaron el acta de instalación juntamen­
del mes pasado, al calor de una nueva orientación ideoló­ te con el mismo señor Subprefecto y sellándola.
gica, conscientes de su grande y noble misión, los obreros El mismo Subprefecto me comunicó que el Prefecto de
intelectuales y manuales solidarizades, han realizado el Pac­ Abancay había autorizado nuestra misión y concedido las
to Supremo para cumplir una labor de apostolado, una ac­ debidas garantías, pero a la vez me indicó que varios del
ción nueva. La Sociedad así constituida, sobre el dogma lugar le habían pedido que me tomara preso de lo cual el
inconmovible de la Justicia Social, ha tomado el sencillo había protestado por que no había encontrado nada inco­
nombre de Grupo Resurgimiento, en cuyo seno deberán rrecto en nuestro proceder. Me dijo a la vez que los ga­
campear todos los espíritus libres y cobijarse todos los monales de Chalhuanca habían telegrafiado al Prefecto in­
oprimidos, sin distincióu de razas ni nacionalidades. disponiéndonos y pidiendo garantías contra nosotros a
La Sierra Andina, donde, felizmente, ha nacido la quienes acusaban sin duda de que los atacábamos para de­
agrupación, se caracteriza por el predominio de los her­ fender a los indígenas.
manos indios, quienes siguen soportando secularmente el Le agradecí estas informaciones y en la tarde del mis­
yugo mas ignominioso de la explotación y del martirio que mo día le pedí órdenes para Cotaruse lugar que deseába­
lossiglos han podido presenciar; yhe aquí, precisamente, el mos, conocer y pasar el día del cumpleaños de uno de no­
problema primordial de nuestra campaña reivindicacionista, sotros. A Cotaruse fuimos nosotros Zapata, Solórzano,
campaña que no difiere de la que libra el proletariado mun­ Justo de La Torre y Felipe Cervantes, quedándose Gutié­
dial, que sufre la misma opresión. rrez en Caraibamba.
Conocedor de su prestigio intelectual y de sus valien­
tes luchas por la causa de la Raza Oprimida, el Grupo Llegados a Cotaruse en la mañana temprano del 24, día
"Resurgimiento" ha incorporado aU. a su seno, en calidad de San Juan, no pudimos hacer trabajo alguno porque se
de socio activo, por mayoría absoluta de votos, con la se­ celebraba la fiesta religiosa a la que concurrimos. Antes
guridad de que dados sus antecedentes bastante recono­ cíe entrar a la Iglesia nos dieron la noticia de que cinco
cidos, de abnegación y honradez en las batallas por las gendarmes al mando de un alférez venían a tomarnos pre­
causas nobles, no vacilará en dar su aceptación y colabo­ sos, pero no teníamos porqué temer tal cosa, pues no
rar eficazmente en la realización del Ideal que el Grupo creíamos haber practicado ningún acto punible. No dimos
se ha impuesto. crédito a esta noticia, asistimos a la iglesia y después de
la fiesta, invitados por el Juez de Paz del lugar, nos sen­
Verdad y Justicia. tamos a almorzar en compañía de éste, llamado Alfredo Vi-
C a sia n o R ado
cencio, en su casa y almorzando ya se presentó el Tenien­
Secretarlo General te Gobernador de ese distrito con cinco gendarmes mani­
festándonos que el alférez Pedro Gonzáles Mares, nos
exigía que fuéramos inmediatamente a verlo. Compareci­
mos entonces donde dicho alférez; se encontraba con otras
DEFENSA INDIGENA pfersonas almorzando en casa del mayordomo de la fiesta.
Al presentarnos ante dicho señor y saludar a todos, el al­
férez en tono airado nos preguntó qué misión nos traía a
DELEGADOS INDIGENAS ATROPELLADOS este lugar. Mi contestación fué presentarle todos mis do­
cumentos acreditándonos autorizados por el Supremo Go­
Señor Presidente de la República. bierno y entre ellos la tarjeta de la Direcciónde Gobierno,
de Ministerio de Fomento, la del Comité Central y del
Juan Zapata, Leoncio Solórzano, Justo de la Torre y Presidente del Patronato. Todos estos documentos que
Esteban Gutiérrez, el primero delegado indígena por el los leyó el alférez se los echó al bolsillo, con la mayor in­
departamento de Piura y los demás hijos del distrito de diferencia y en el mismo tono airado nos impuso silencio
Caraibamba de la Provincia de Aymaraes del departa­ y nos dijo que teníamos media hora para alistarnos y para
mento de Apurimac, ante Ud. respetuosamente decimos: salir con él a Chalhuanca. Los gendarmes nos impidieron
Que yo Juan Zapata, fui nombrado por el Comité Cen­ entonces hasta que termináramos de almorzar y a la fuerza
tral de la Institución Pro-Derecho Tahuantinsuyo, Delegado nos obligaron a ensillar inmediatamente y a constituirnos
del mismo, para organizar p r eo rg a n iza r los Sub-Comités al lugar donde se encontraba el alférez a esperar que ter­
indígenas en los distintos pueblos de la República, autori­ minara de almorzar con toda tranquilidad para partir a
zados por resolución suprema y para dar a conocer las le­ Chalhuanca donde llegamos a las siete de la noche. Allí
yes dictadas por el actual mandatario protector de la raza nos encerraron en un calabozo sin darnos un solo bocado
indígena. Recibí con tal objeto del Comité Lp. 25 para de comida, pues, nos tuvieron incomunicados hasta el si­
los gastos de movilidad con mis cuatro compañeros. guiente dia 25 en que nos hicieron un registro minucioso
Nos embarcamos el 5 de junio último, para el puerto nos quitaron cuanto teníamos en los bolsillos, aún obje­
de Chala y de allí después de caminar doce días llegamos tos sin importancia como carteras, libros de apuntes, li­
a Caraibamba el día 17 del mismo mes. Descansamos tres bretas de inscripción militar y vial, sellos, ocho medallas de
días y entonces nos presentamos ante la autoridad respec­ plata, cuatro retratos grandes entre ellos uno de gran ta­
tiva el señor Teodoro Bronley, Sub-prefecto de Aymaraes, maño del Presidénte Leguia &. &.
mostrándole los documentos y credenciales que teníamos A las diez de la noche, nos obligaron a ensillar las
Ud nuestro poder otorgados por el Centro Tahuantinsuyo y bestias para partir a Abancay. Durante el trayecto en la ter-
40

cera noche de camino los guardias que nos custodiaban cualquier género de que sean presentados por los indíge­
nos sustrajeron cinco soles, que tenía nuestro compañero nas; y proponer las medidas que fuesen necesarias para
Zapata y una jáquima, un cabrestillo de su montura que amparar a la raza indígena de los abusos y exacciones de
tenía en su poder nuestro compañero Cervantes. que pudiera ser víctima y para estimular; intensificar su
Al llegar a Abancay a las tres de la tarde y ser con­ instrucción, cultura cívica y progreso moral y económico".
ducidos ante el Prefect®, éste sin escucharnos exposi­ Esta sección ha intervenido eficazmente en deslindes de
ción ni siquiera palabra alguna ordenó que fuéramos a la cár­ tierra y en la solución de numerosos conflictos terminados
cel, donde se nos encerró junto con los criminales, ina> con transacciones y acuerdos entre comunidades o entre
municando a nuestros compañeros Solórzano y La Torre. éstas y propietarios, evitando la suma de gastos, discor­
En la cárcel nos tuvieron catorce días y el 8 de julio dias y sacrificios propios de los largos juicios empobre-
pudimos presentar un recurso de Habeas Corpus al Juez cedores de los pueblos.
de Abancay doctor Vizcarra, que se tramitó en la forma Para que las comunidades defiendan sus tierras de
que acredita el expediente auténtico que acompañamos en cultivo v pastales, para proteger y garantizar sus derechos
el que recayó el informe del Intendente de Abancay, indi­ e intereses, el Supremo Gobierno ha expedido Resolucio­
cando fatalmente que estábamos puestos a disposición de nes Supremas creando juntas para ejecutar las obras de
la Dirección Gobierno por soliviantar a los indígenas. irrigación necesarias en los terrenos comunales o eriazos
Sin duda por este recurso de Habeas Corpus el doce que deben ser repartidos en lotes a fin de hacer de cada
de julio sin decirnos palabra alguna se nos condujo por ciudadano un propietario y de dar la tierra al que la cul­
tres gendarmes y un alférez hasta el Cusco a donde llega tiva. También ha decretado el levantamiento de planos ca­
mos el 15 siendo conducidos inmediatamente a la cárcel tastrales, deslindando y amojonando los terrenos comunales
de este lugar, de allí nos trasladaron a Moliendo a ence­ con ingenieros que comisione el Ministerio de Fomento.
rrarnos a la cárcel para embarcarnos con dos gendarmes Ha autorizado igualmente el Registro oficial de las comu­
al Callao de donde pasamos inmediatamente a la Intenden­ nidades indígenas. Ha adquirido latifundios (haciendas)
cia de esta ciudad. que reparte en pequeños lotes a los indígenas agriculto­
En el trayecto los soldados que venían conduciéndo­ res, salvándolos de la codicia de gamonales y terratenientes
nos vendieron sus pasajes a otros que se vistieron de sol­ usurpadores.
dados y nos acompañaron hasta este lugar. A la vez sin Las disposicioner indicadas son ejecutivas, prácticas, de
duda para quedarse con el dinero que se les había dado trámite rápido, hechas de manera que las comunidades al
para nuestra manutención en el viaje nos exigieron que ser reconocidas reciban aprobados los títulos y planos de
vendiéramos ponchos, prendas de vestir y cuanto traíamos propiedad que les entregue el Gobierno, recuperen las que
para atender a nuestra subsistencia. les han sido arrebatadas, transen juicios, reclamen derechos
Por último solo debido a las gestiones del Centro y garantías y puedan progresar amparados por la ley. Pa­
Tahuantisuyo hemos podido obtener nuestra libertad. ra esto no es necesario recurrir ni nada hay que pedir en
Pero como estos hechos importan el más incalificable Cajatambo. Con el mismo desinterés que he actuado siem­
abuso de las autoridades que hemos indicado y a la vez pre, estoy pronto a atender sin gravámen para los intere­
importa delitos penados por la ley, ocurrimos ante Ud. sados las consultas que al respecto se me hagan y tendré
Señor Presidente, para que después de la investigación mi­ especial agrado en suministrar los informes necesarios a las
nuciosa que exije el respeto a nuestra libertad y a nuestra comunidades que quieran aprovechar las favorables reso­
condición de ciudadanos, se castigue con toda la severidad luciones protectoras mencionadas. Bien sabe Ud.^ que el
de la misma ley y todo el rigor que en este caso exije prestigioso Diputado nacional doctor Plácido Jiménez me
nuestra humilde condición a los que resulten culpables por presta su apoyo eficaz y sirve con su valiosa influencia to­
estos hechos. da solicitación que se le hága y signifique bien y adelanto
Pedimos a la vez que se nos indemnice de los perjui­ personal o colectivo de la provincia.
cios que se nos ha causado sustrayéndonos las prendas y No es demás recordar en esta oportunidad que está
el dinero que hemos referido y a la vez se pague el viaje prohibido bajo pena de nulidad de las deudas y otros cas­
de regreso de nuestro compañero Felipe Cervantes que es tigos, cobrar mas del medio por ciento o hasta el uno y
vecino de Caraibamba y que tiene que regresar a ese lu- medio por ciento, pero de ninguna manera el dos por cien­
gar. to, por dinero dado en interés con prenda o sin ella y
Por último pedimos que se nos devuelva todos nues­ sean cuales fueren los convenios o términos del contrato.
tros documentos, bandera de gran tamaño y demás especies Finalmente, trascribo al final, los artículos 25, 41 y
que. puedan conservar todavía las autoridades que sin mo­ 58, de la constitución peruana.
tivo de ninguna clase han causado perjuicio y ofensas a Confío en su labor y solicito su cooperación a fin de
nuestras personas. que sea en primer lugar conocida esta circular en esa cir­
Es justicia. — Lima, 18 de agosto de 1926. cunscripción y después, que se proceda conforme puntuali­
zan las resoluciones mencionadas. Aquí encontrarán las
instrucciones y orientaciones precisas para cada caso. Así
habremos cooperado al bienestar y prosperidad de los pue­
CIRCULAR DEL DIPUTADO REGIONAL POR CAJA- blos, mediante nuestros propios esfuerzos y voluntad de
TAMBO, ANTIGUO MILITE DE LA ACCION trabajo.
PRO-INDIGENA. En espera de su respuesta, queda a sus órdenes y rei­
tera la expresión de su personal estima, su atto. amigo y S.S.
Oyóti, 1926.
A. E. D eloado
Señor....;............ ...................................................................
Estimado amigo: Artículos de la Constitución:
Con el deseo de utilizar en servicio de los pueblos
de la provincia las disposiciones gubernativas explicadas a Art. 25.—Nadie podrá ser apresado por deudas.
continuación, me dirijo por conducto de sus personeros a Art. 41.—Los bienes de propiedad del Estado, de ins­
las comunidades, manifestándoles: tituciones públicas y de comunidades, son imprescriptibles
El Supremo Gobierno ha creado en el Ministerio de y solo podrán transferirse mediante título público, en
Fomento la Sección de Asuntos Indígenas, encargada de la forma y en los casos que establezca la ley.
"investigar y estudiar la situación actual de los indígenas Art. 58.—El Estado protegerá a la raza indígena y
en la República; inspeccionar y vigilar el cumplimiento dictará leyes especiales para su desarrollo y cultura., en
de las leyes y disposiciones vigentes en lo que se armonía con sus necesidades. La Nación reconoce la exis­
refiere a los indígenas y en especial al de aquellas expe­ tencia legal de las comunidades y la ley declarará los de­
didas para su protección; atender las quejas y reclamos de rechos que les corresponden.
Ü I B R 0 5 Y REUI 5TR5
BIBLIOGRAFIA, CRITICA, NOTICIAS LITERARIAS, CIENTIFICAS Y ARTISTICAS

^wniK^A.

AÑO II LIMA, FEB R E R O DE 1927 NUM. B

I n tc r w ie v » d e “ L ib ro » y R e v is t a s 11. magnífica de los Andes. Tengo una absoluta f é en el por­


venir de esta generación.
—¿Cuáles serían a su parecer, los postulados de un
CON LUIS E. VAL CARCEL auténtico derecho indígena? - , •
—¿Los postulados de un auténtico derecho indígena?
Conocí al doctor Luis E. Valcárcel, una de esas tibias N o se los diré en cletalle. Es obvio que excuse su enume­
tardes que suele regalar el mes de diciembre en Arequipa. ración. Bastará el que insinúe que para tener una clara
Conversamos brevemente. No era propicio el momento para concepción del derecho indígena hay que estudiar la Vida
mas latas expansiones y, por otra parte, urgencias del ins­ y Pasión del Pueblo Indio; pero, con profundo amor, iden­
tante me obligaron a separarme del joven maestro cusque- tificándose con la Naturaleza andina. Imprescindible, es
ño, sin ahondar su cordialidad. Sin embargo, el recuerdo de una amplia, intensa, formidable investigación de todos los
nuestro primer encuentro dejó grata huella en mi espíritu. aspectos, de los diversos ciclos, del proceso íntegro de la
Acusa fina sensibilidad y ágil inteligencia tras la cadencia cultura aborigen y del estado actual de “fetahismo" de la
de su lenta conversación. Los viajes le han arrancado to­ raza que la creó. Sin esta previa, estupenda labor—que
do acento peculiar en el hablar. Sus ojos, parapetados de­ tiene que realizar la juventud peruana —será prematuro ha­
tras de lo s. lentes, resbalan por las cosas. blar concretamente del derecho indígena.
La.' lectura de su obra escrita, tan penetrante en la com­ —¿No crée que la base de la redención del indio debe
prensión del ánima indígena y tan luminosa en la interpre­ ser la solución de la injusta situación económica en que se
tación del pasado inkaiko, permite, mejor que cualquier va­ encuentra como productor?
go elogio, representarse la contextura mental de quien des­ —Indudablemente que el punto de vista económico es
taca vigorosamente entre la nueva intelectualidad ameri­ como el de apoyo que pedía Arquímedes para mover al
cana. mundo. La conquista consumó el despojo de la tierra, y
Ha venido del Cusco, sede de sus actividades, a des­ la explotación del hombre por el hombre. La República
cansar en el balneario termal de ]esás. A saludarlo y a no es sino una prolongación del Coloniaje. Solo hemos cam­
trabar mayor amistad he ido una calurosa mañana, ya en biado las etiquetas. El encomendero de ayer es el gamo­
pleno mes de enero. nal de hoy. En la Sierra del Perú y en los valles de la
El automóvil que nos conducía, después de cruzar ca­ costa el régimen feudal es una supervivencia. El proble­
lles polvorientas del barrio de Mirajlores, se lanza por un ma indio está inseparablemente ligado al problema agrario.
camino cascajoso, donde se trueca la verde y estupenda —El ayllu indígena que perdura, y el sentimiento fu er­
perspectiva del valle del Chili, por la desolada y yerma de temente comunista del indio ¿no serían, a su modo de ver,
los primeros contrafuertes andinos. El jadeo del motor necesarios de tomarse en cuenta en una nueva organización
que trabaja en la ascensión continua y la erecta presencia económica?
de los cactus es lo úrico que capta el viajero. Atrás quedan —El comunismo es una organización milenaria en las
los rubios trigales y el verde oscuro de los maizales incaicos. colectividades del Ande. Imposible- desarraigarlo sin des­
I siempre vigilantes el Chachani, el M isti y el Pichupichu. garrar, al mismo tiempo, el espíritu indio, cuya sociabili­
El calor fríe el cuerpo despiadadamente, tratando de im­ dad es sustancia de la Raza. Cooperativismo y solidaris-
pedir toda expansión. Por fin, después de algunas vueltas mo mantienen el ayllu, pese a las catástrofes, enhiesto aún
por las peladas lomas, las casas coloreadas de ]esús se o- en la abrupta serranía. El a v n i, la y u r k a , l a m ita son
f recen a la vista. Abajo, en gradería, el pasto alimenta pací­ instituciones eternales. ¿Porqué y para qué destruirlas?
ficas cabalgaduras, rompiendo ja monotonía del gris. Tenemos que acercarnos a esa organización de avanzado
J esús no es sino un puñado de construcciones que ara­ socialismo que crearon los antiguos peruanos, que perfec­
ñan un cerro dentro de un espacio angustioso. Nos dirigi­ cionaron los Incas, no solo con ánimo de inquisición arqueo­
mos al Hotel. El doctor Valcárcel avisado de nuestra visi­ lógico, sino con espíritu pragmático. El mundo indio fo r ­
ta nos espera en la escalinata. Va en su departamento y zosamente tiene que ser maestro de reformas sociales.
después de los saludos iniciales, arranca desordenadamen­ —¿Piensa que el mejoramiento espiritual del indio pue­
te la conversación, hasta que presentándose el momento p ro ­ de hacerse habilitando el keswa como vehículo de cultura,
picio, interrogo resueltamente. ya que el castellano no puede se r , reemplazado sino des­
_ —¿Que opinión le merece la actitud de la actual gene­ pués de mucho tiempo?
ración iberoamericana y de la peruana especialmente, fre i- —El keswa no es un idioma muerto sino para quienes
te a los problemas sociales que conmueven nuestro conti­ ignoran que viven y alientan “detrás de las montañas", de
nente? Colombia a Santiago del Estero, diez millones de hombres
—Considero que la juventud de América y la que en que lo hablan. Hemos visto que en cuatro siglos el caste­
el Perú representa lo más puro y elevado de la idealidad llano no ha hecho grandes progresos. Es que la lengua*—
americanista armonizan su actitud — militante, beligeran­ sangre del espíritu—solo muere con la raza.
te —rumbo a grandes reformas sociales que rebasan de los —¿Sería difícil la formación de una gramática keswa
conocidos programas meramente políticos. Marchamos, a para pragmatizar la idea de conectarlo con las corrientes
largo avance, sobre un mundo nuevo. E s 'tal la solidaridad del pensamiento contemporáneo?
de las juventudes indoamericanas que una voz dada en Mé­ —La única dificultad que gramaticalmente se presen­
xico resuena en la Argentina agigantada por la sonoridad ta a los idiomas aborígenes es la-falta de signos propios
LIBROS Y REVISTAS

para la escritura. Hasta hoy se subordinó enteramente la tán reuniendo mis lecciones de Historia y Arqueología. Eso
ortografía keswa-aymara a la española. En el proceso de es todo, por el momento.
emancipación, ya hemos entrado en el terreno lingüístico. Los estudiantes con los que hemos ido desean ir a las
El alfabeto que usamos hoy se emplea para escribir todas termas. Nos despedimos del maestro. Unos cuantos pasos
las lenguas que carecieron de escritura. }uzgo factible la y entramos en el compartimento de baños donde abre su
formación de un método más racional y científico para el gringa pupila azulada el pozo maravilloso. Oentes de va­
aprendizaje de nuestros idiomas vernáculos. rias edades sumergen sus cuerpos en las tibias aguas bur­
—¿Cuál cree U. que es el criterio mas valedero para bujeantes. Esperan la vuelta a la salud perdida en el trá­
enfocar la prehistoria indígena? y ¿cuáles son los estudios fago ciudadano. El ambiente es inconfundible. La charla
que considera mas interesantes en tal sentido dentro de las del meestro Valcarcel y esta forma panteista de curarse los
publicaciones recientes? males insinúa en el espíritu no se qué mitológica reminiscen­
—Los estudios de prehistoria peruana, hasta hace vein­ cia indígena.
te años, estaban reducidos a mera exegesis—y qué herme­
néutica!—de los cronistas españoles. Max Uhle nos ense­ Enero de 1927.
ñó arqueología. Otros alemanes—Middendorf, sobre todo C arlos M a n u el C o x .
—fueron maestros en ciencia filológica aplicada a nues­
tros lenguas propias. Bandelier acentuó la investigación
etnográfica; son un modelo sus estudios del indigenado de
las islas del Tiíikaka. Ahora, ¿quién puede atreverse a
fantasear y formular hipótesis sin un hondo conocimiento
C R O lfX C A , f>& L IB R O S
arqueológico■ etnográfico—historiográfico? Investigaciones
recientes hay muchas, importantísimas. Siempre extranje­ ILDEFONSO PEREDA VALDEZ
ras, por supuesto. Los alemanes con W alter Lehman nos “La g u it a r r a d e l o s n e g r o s ”
Editoriales “La Cruz del Sur’’ y
han dado una “Kolosal“ historia del arte Peruano antiguo. “Martín Fierro”.
El lujo editorial sobrepasa a las noticias o al texto. La
Arquetogía-ciencia frañcesa-se ha enriquecido con las mag­ Ildefonso Pereda ha llegado en "La Guitarra de los Negros” a pu­
rificar efectivamente su poesía y a tener una voz propia y única.
níficas publicaciones de M. y Md. D'Harcourt. }uzgo de­ Hay sencillez y novedad en todos los poemas. Entre nosotros es
finitiva, fundamental, su última sobre Música de los Inkas. fácil notar que se confunde la cualidad sencillez con el defecto vulga­
—¿Cual es su opinión sobre lo que debe ser una Uni­ ridad. Al juzgar a una “poetisa’’ que desbarra lamentablemente en ver­
versidad en Hispanoamérica?. so sobre cualquier tema, se dice, por ejemplot que tiene el don de la
—La Universidad en Indoamérica (no creo mucho en La­ sencillez.
He aquí que nos viene ahora un libro de poemas hechos con la
tino o Hispanoamérica) debe ser, ante todo; matriz de cul­ más clara desenvoltura y sin rebuscamientos: poemas en los que se ha
tura. Necesitamos "crear una cultura11; pe'o nos fa lta eru­ llegado a tomar ciertas sustancias íntimas de las cosas que estaban flo­
dición. Queremos “improvisarla", lujo q’ solo pueden permi­ tando ante nosotros y que no las habíamos percibido. Esta es la ver­
dadera virtud del poeta: atrapar en la red del verso la fugitiva esencia
tirse pueblos de larga tradición consciente como los euro­ vital en cada hora que pasa.
peos. Nosotros tenemos también una vieja tradición de la En Ildefonso Pereda Valdez hay la verdadera desesperación del
que no poseemos aún cabal conciencia. Para estudiar al artista, por penetrar en lo hondo, en lo integral de las cosas. Observa
Hombre y a la Naturaleza americanos debe prepararse pre­ profundamente y la imagen salta de la entraña de su observación ágil y
fe r encialmente nuestra Universidad. viva:
Dos negros con dos guitarras
—¿Qué opinión tiéne acerca de sus obras publicadas tocan y cantan llorando
y cuál cree que plasma mejor sus personales puntos de vis­
ta históricos? La cuchilla de sus dientes
corta el canto en dos pedazos.—etc.
—M is obras publicadas son parciales, fragmentarias, Pereda Valdez ha tomado el camino por su cuenta. No hay hue­
esbozos simplemente. Solo un compromiso editorial fo rzó llas ajenas en sus pasos. Mientras casi ¿todos los poetas nuevos se
agrupan y se confunden en la misma marcha, él persigue y encuentra
su aparición. "D é l a vida Inkaika" contiene en buena par­ su fin por línea diferente y única.
te mi orientación en el estudio de la cultura andina. “Del Y así recibimos en nuestras manos fraternales las fragantes y dul­
Ayllu al Imperio" fu é un trabajo mío hecho en la Univer­ ces “naranjas de sus cantos’’,
sidad en 1916, cuando era alumno. No quise introducir Armando Bazán.
reformas, en el texto, porque habría sido cosa de nunca a-
cabar. Era como escribirlo de nuevo. VENTURA GARCIA CALDERON
—¿Cuáles son sus proyectos de trabajo intelectual para “Si L oti h u b ie s e v e n id o ”
el futuro? Un nuevo alarde de estilista este de mi gentilísimo paisano de París.
Solo que ahora el estupendo orfebre burila sus frases sobre un tema
—¡Muchos proyectos para el futuro! Supongo ya lista nuestro, tan nuestro como que el librito describe nuestro paisaje por
para la distribución “Tempestad en los Andes", serie de medio de unos ojos extranjeros. Amablemente discu.re la ficción no­
ensayos y cuadros de la vida actual del indio, que imprime velesca pintándonos el bello tapiz de nuestros Andes y unos amores a
en sus talleres la Editorial Minerva. En preparación: "Fi­ orillas del Titicaca. Como en “El vuelo del Cóndor’, aprovecha un te­
ma indígena para sus bellas pinturas impresionistas.
losofía de la Cultura Andina", que no estará concluida
hasta fines de este año, y "Cuentos y Leyendas Inkas". RUFINO BLANCO FOMBONA
En un volúmen que denomino "Arqueología cusqueña" voy
¡P o r l o s C a m in o s d e l M u n d o”
a reunir las monografías de este carácter publicadas y dis­
persas v algunas inéditas. Estará ilustrado con fotograba­ Me acuden siempre los libros del grande amigo como un men­
dos. Por encargo del señor Rafael Larco Herrera escribo saje confortador y luminoso. Siempre ese estilo viril, hombruno, mus­
culoso, siempre ese espíritu cuellierguido ante la vida como el de los
el texto para tres álbumes del Cusco ( Inkaico, Colonial y viejos conquistadores legendarios. No se cae nunca. No hay una sola
de Paisajes y Tipos actuales). Será una edición artística languidez femenina en este mísculo burilador de prosa vigorizante.
digna de la fama mundial de la vieja ciudad del Sol. Con Hasta cuando describe simples anécdotas de viaje, os sorprende, de
fines didácticos, pienso escribir un librito que intitulo: pronto; tras la suave pendiente de un paisaje, la huella leonina del
peregrino que va, con el corazón en él puño, como masa heracleide,
"Nuestros padres los Inkas", el cual será como un conjunto por los caminos del mundo.
de "lecciones de cosas" sobre la cultura inkaika. Doy pre­
ferencia a la descripción de la vida ordinaria del hombre ANGELICA PALMA
dentro del Inkario. Auxiliarán a los escritos múltiples d i­ « T ie m p o s d e la P a tr ia V ie ja ”
bujos de artefactos y monumentos. ¿Obras inconclusas? A l­ Editorial “Nuestra América”
gunas. “Viejos Hombres del Perú", por ejemplo. Otras Buenos Aires
se van formando solas, como "Paisajes andinos", libro de Por temperamento soy enemigo de las cosas viejas. I más en Arte-
viajes e impresiones. Mis alumnos de la Universidad es­ Cada época tiene su palabra i su_vestido. Mal nos viene ya la levita en-
LIBROS Y REVISTAS 3

sotanada, aunque esta sea la de Flaubert. 1 este libro de Angélica Pal­


ma desarrolla un motivo colonial. No me gusta, aunque recon®zco en
la fina escritora indudables dotes de novelista i narradora. Nos debe,
pues, la bija del Tradicionista ilustre un libro nuestro, con tema nuestro,
ambientando un motivo de nuestros días,
Alberto Guillen
L U I A é IMPRENTA “EL l É ‘
Plaza. Sai? A\artii? — L 1 (\
PABLO NERUDA-TOM AS LAGO
“A n illo s " .—P r o s a .
Santiago de Chile—1926. OFERTA EXTRAORDINARIA
Este mensaje de los amigos del sur es un hermoso poemario de^
mar donde está la frescura de estos hombres de América, salpicada de Aprovechando la baja del franco francés hemos
puertos y tristezas del Pacífico. podido hacer una compra muy ventajosa de.
Pablo Neruda—amigo mío—aquí están sus anillos apretándome el
corazón.—Yo sé que este hombre que escribe es otro marino del sur D IC C IO N A R IO S
que como usted ama la costa donde su grito se alarga de océano a
océano.
"El habitante y su esperanza"—no fué mi huésped—ahora sea bien
venido poeta en la cabina de sus carteles desparramando belleza a to­
dos los pueblos del orbe.
Tomás Lago—frente a Neruda es otro alto poeta de Chile—tiene
en sus Anillos 10 afiches de emoción que se incrustan al cerebro como
las estrellas en los muelles.—
Capitanes del mar o aventureros de la costa—aquí nuestra mano
tejida de amistad limpia para sus manos constructoras de canciones
acuarias.

“ El P e s c a d o r d e E s t r e lla s "
POEMAS
ALEJANDRO GUTIERREZ, LUIS
ENRIQUE DÉLANO
Grabados de Germán Baltra, Tristán Hir-
ka, Norah Borges, Aníbal Alvial,
Lautaro Alvial, Manuel Briones, Ricce que ofrecemos a nuestros clientes en precios excep­
Sánchez.—Ediciones Abanico— Quillota—
1926 cionales como sigue:
Ya ha llegado el momento en que todos los muchachos de Améri­
ca lanzan su grito de júbilo y de tristeza. En este pescador de estre­
■ Diccionarios Enciclopédicos de la Lengua Castellana
llas señalamos—no a dos poetas—sí a dos hombres, soldados de la Re­ en tres grandes tomos; uno de los diccionarios más
volución Social—creadores y artistas con dos kilómetros de honradez y Completos del idioma y vendido antes en Lima por
sinceridad.
Creadores de una emoción nueva y una belleza fuerte estos radiales Lp. 9.00 .............................
compañeros Alejandro Gutiérrez y Luis Enrique Délano. Ivj». 5 . 0 . 0 0 f l e t e e x t r a
Bien amastilados tejen los muelles del grabado proletario Germán Los Tres Tomos pesan 20 kilos encajonados
Baltra, Tristán Hirka y en todos estos muchachos, grita de alegría la
aurora boreal de la humanidad con un gesto de suprema personalidad.
Serafín Delmar.
PABLO ROJAS PAZ
“La M e tá fo r a y e l M u n d o" I
Editorial Gleizer.
Buenos ires 1926

Entre el primer libro “Paisajes y Emociones” publicado en 1922 y


éste último que acaba de aparecer en Buenos Aires, podemos anotar que
existe una marcada diferencia de gusto, de concepto, de estilo. En "La
La Librería del
Metáfora y el Mundo" nada nos emociona, ni nos arrastra la corriente
de ideas nuevas o vigorosas que pudieran absorbernos enteramente.
Estamos lejos de creer medularmente artístico o filosófico este libro que
su autor se esfuerza en mostrar como tal. "La Metáfora y el Mundo" no
tiene nada que se parezca a la metáfora ni al mundo. Todo ahí es de
una insonora articulación de palabras sin proporciones ni lincamientos en
la forma, ni hondura ni belleza estética en el fondo. Ciertos ensayos co­
BAZAR PATHE
mo la Música y la Arquitectura son tratados con claridad que si nó es
poco común logra muy poquísima originalidad. En el estilo de la
Metáfora y el Mundo se pueden intentar muchas cosas vulgares.
Ofrece Siempre
"Paisajes y Emociones’’, el mejor libro del joven ensayista argen­
tino, es de una virilidad que hace pensar. Brillantes ensayos como
"El aprendizaje de la Sabiduría", "Tragedia y Frivolidad” y "El Colo­
quio de las Inquietudes", constituyen un libro de sensibilidad exube­ LAS ULTIMAS PRODUCCIONES DE LA
rante, de vitalidad purificada en el dolor y en la lucha. La vida busca
el refugio del espíritu para exaltarse con la desbordante generosidad de
la palabra, en la idea creadora de un mundo nuevo. LITERATURA MUNDIAL
"La Metáfora y el Mundo" es una incursión del esfuerzo cerebra-
lista por el campo estéril de una teorización poco generosa a la
evidencia espiritual.
Horacio Masis

LAS REVISTAS
" R e n a c im ie n to ”
Está en circulación el número correspondientes al mes de febrero
LEA UD. “ L A S I E R R A ”
de esta importante revista doctrinal, con el siguiente contenido:—Tópi­ LA VOZ DE LOS HOMBRES DEL ANDE
cos del mes: Respuesta del Perú a la fórmula Kellogg. — Estados Uni­
dos, Nicaragua y México.—Editoriales: Sínodo de la Iglesia E. Peruana. REVISTA MENSUAL DE CULTURA
—La Turquía moderna y su religión.—La reforma del Calendario.—
Tratando de moralizar el Teatro.—Primer viaje a la Sierra.—El idealis­ D O C T R I N A — A R T E — P O L E M I C A
ta y el materialista.—La Psicología del Indio.—Actualidades en el extran­
jero.—Problemas Bíblicos. - Discursos pronunciados en la Cámara de
Dirección: J. GUILLERMO GUEVARA
Diputados de México, = — LIMA—PERU—La Condesa 152
4 LIBROS Y REVISTAS

L U I S A. F L O R E S
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