Caminos Hacia La Paz Mental

CAMINOS HACIA
LAPAZ
m e n ta l
Napoleon Hill
© Copyright 2023—The Napoleon Hill Foundation
Todos los derechos reservados. Este libro está protegido por las leyes de copyright de los
Estados Unidos de América. Ninguna parte de esta publicación puede ser reproducida,
guardada o introducida a un sistema de recuperación o transmitida, en ninguna forma
o por ningún medio (electrónico, mecánico, fotocopiado, grabado, o de otra manera),
sin el permiso previo por escrito del publicador. Para pedir permisos, contáctese con el
publicador: “Attention: Permissions Coordinator”, a la siguiente dirección:
Publicado y Distribuido por:
SOUND WISDOM
PO Box 310
Shippensburg, PA 17257-0310
717-530-2122
info@soundwisdom.com
www.soundwisdom.com
Se han hecho todos los esfuerzos para verificar la información contenida en esta publi-
cación, y ni el autor ni el publicador asume responsabilidad alguna por errores, inexacti-
tudes, u omisiones. Aunque esta publicación está repleta de información útil y práctica,
no hay ninguna intención de que sean consejos legales o de contabilidad. Se recomienda
a todos los lectores buscar abogados y contadores competentes para obedecer las leyes
y los reglamentos que pueden aplicarse a situaciones específicas. El lector de esta publi-
cación asume responsabilidad por cómo usa la información. El autor y el publicador no
asumen ninguna responsabilidad, incluyendo responsabilidad legal, de manera alguna,
por el lector de esta publicación.
Escanear, subir y distribuir esta publicación vía internet o vía cualquier otro medio sin el
permiso del publicador es ilegal y sancionable por la ley. Favor de comprar solo ediciones
autorizadas y no participar o alentar la piratería de materiales que tienen copyright.
ISBN 13: 978-1-64095-443-4

ISBN 13: Ebook: 978-1-64095-444-1
For Worldwide Distribution, Printed in the U.S.A.

1 2 3 4 5 6 / 26 25 24 23
CONTENID0
Prólogo por Don Green 5
PARTE UNO: CÓMO OBTENER LA PAZ MENTAL 9

Introducción por Dr. J. B. Hill 11
Introducción por Napoleon Hill 13
Capítulo 1: El arte de compartir las riquezas 19
Capítulo 2: Aprende a vivir tu propia vida 25
Capítulo 3: Cierra las puertas a lo desagradable del pasado 39
Capítulo 4: Cómo tomar posesión de tu actitud mental 45
Capítulo 5: Llega a conocer a tu “ser interior” 51
Capítulo 6: Así que deseas un empleo mejor 57
PARTE DOS: FORTUNA PARA COMPARTIR:

CÓMO ADAPTARTE A LA LEY DE LA COMPENSACIÓN 63
PARTE TRES: LA REVISTA “HILL’S GOLDEN RULE” 85

Los traficantes de escándalos 87
El hombre de mente amplia 95
Autocontrol 97
El pensamiento libre y la mente humana 101
El deseo 107
Aprende a usar esa maravillosa mente que tienes 111
Cómo atraer a las personas a ti por medio de la Ley de la Retaliación 113
Deja de pelear con tus semejantes 117
Un inventario personal de mis treinta y seis años de experiencia 119
Porqué algunos hombres obtienen éxito 129
El feliz término medio 137
¡Éxito! 141
El éxito financiero es peligroso 145
El entusiasmo 147
¡Dos hombres con una sola pierna! 149
Autocontrol 151
Retaliación 153
Creadores de pretextos 155
¡El camino al éxito es el camino de la lucha! 159
Una historia breve de la mente humana 165
El trabajo como una bendición y como una maldición 171
Cristianos verdaderos y pseudocristianos 175
Otro pobre niño rico 177
PARTE CUATRO: EL PROGRAMA DE RADIO

“PIENSE Y HÁGASE RICO CON NAPOLEON HILL” 181
Epílogo por Don Green 197

PRÓLOGO
El nieto de Napoleon Hill, el Dr. J. B. Hill, es un fiduciario de la

Fundación Napoleon Hill y recientemente entregó a la Fundación un
manuscrito que Napoleon había dado a su hijo David, el padre de J.B.,
en los años 50. Napoleon le había dado el título “Cómo obtener la paz
mental” y tenía la intención de publicarlo como una serie de columnas
en el periódico. Por razones que la Fundación desconoce, los escritos
nunca se publicaron. Se presentan aquí por primera vez.
El Consejo de Administración ha combinado este manuscrito con

un extracto inédito de una obra autobiográfica incompleta escrita por
Napoleon en 1947 y con ensayos editoriales escritos por Napoleon y
publicado en 1919 y 1920 en su revista, Hill’s Golden Rule (“La Regla
de Oro de Hill”). Se seleccionaron estos estos escritos para este libro
porque exploran el tema de la obtención de la paz mental, uno de los
componentes principales de una vida feliz, tal y como la visualizaba
Napoleón Hill. El último capítulo es una transcripción inédita de
un programa de radio de 1948 en el que Napoleón reveló cuál es la
habilidad esencial para alcanzar el éxito y la felicidad.
Los escritores que conocen el libro exitoso de Napoleon Hill Piense

y hágase rico posiblemente asocien sus escritos con enseñanzas sobre
cómo adquirir el éxito monetario, y de hecho ese era uno de los temas
del libro. Pero Napoleon creía que el mayor éxito en la vida no era
monetario y la que las verdaderas riquezas venían de la paz mental que
uno adquiere al ayudar a otros. De hecho, su último libro, publicado
en 1967 cuando él contaba con 84 años de edad, se titula Hágase rico
con la paz mental y trata exclusivamente con este tema.
5
CAMINOS HACIA LA PAZ MENTAL
Existen muchos escritores que han elegido dedicar sus vidas

al estudio de la autoayuda. Napoleon Hill es uno de los autores de
autoayuda más famosos, pero hubo otros autores que estudiaron el
tema antes que él. Samuel Smiles escribió un libro titulado Autoayuda
en 1854 a fin de ayudar a otros a conocer acerca del concepto de la
superación personal. Escribió acerca de personas que habían pasado
muchos años de duro trabajo y de superar adversidad a fin de obtener
sus metas. Napoleon Hill leyó el libro de Samuel Smiles y se vio muy
influenciado por él cuando empezó a escribir sus propios libros de
autoayuda a principios del siglo XX. Sin embargo, una diferencia entre
los libros de Napoleon Hill y otros libros de autoayuda, incluyendo el
de Smiles, es que Napoleon mostraba a los lectores cómo llegar a tener
éxito. Enumeraba pasos detallados que se debían tomar para obtener el
éxito, o cualquier otro logro deseado en la vida.
Sería apto decir que Napoleon Hill era un autor de “cómo se

hace”. Piense y hágase rico, su obra más famosa, provee seis pasos que
se pueden usar para obtener cualquier cosa que uno desee en la vida,
aunque su mayor enfoque era obtener el éxito financiero. Los pasos son
los siguientes:
• Primero, fija en tu mente la cantidad exacta de dinero que

deseas. No es suficiente meramente decir, “Quiero mucho
dinero”. Sé definitivo en cuanto a la cantidad. (Hay una
razón psicológica por la definitividad que se describe en
un capítulo subsecuente).
• Segundo, determina exactamente lo que planeas hacer para

dar a cambio del dinero que deseas. (No existe tal realidad
como “algo a cambio de nada”.)
6
FOREWORD
• Tercero, establece una fecha definida cuando planeas

poseer el dinero que deseas.
• Cuarto, crea un plan definido para obtener lo que deseas,

y comienza inmediatamente, sea que estés listo o no, para
poner este plan en acción.
• Quinto, escribe una declaración clara y concisa acerca

de la cantidad de dinero que tienes planes de adquirir,
nombra el límite de tiempo para su adquisición, declara
lo que planeas dar a cambio por el dinero y describe
claramente el plan por el cual planeas acumularlo.
• Sexto, lee tu declaración en voz alta dos veces al día, una

vez justo antes de retirarte por la noche y una vez al
levantarte por la mañana. Al leer, ve y siente y cree que ya
tienes el dinero.
Estos pasos se pueden adaptar para guiarte a cualquier cosa que

desees. En esta pequeña obra, Caminos hacia la paz mental, Napoleon
Hill te mostrará cómo usar estos pasos y otros principios del éxito, para
obtener el gran regalo de la Paz Mental.
—Don Green, Director Ejecutivo

Fundación Napoleon Hill
7
PA RT E
uno
cómo obtener la paz mental
INTRODUCCIÓN
por Dr. J. B. Hill
Mi primero recuerdo de mi abuelo es de cuando yo contaba con

12 años de edad. Él me regaló un ejemplar de Piense y hágase rico y un
billete de diez dólares. No leí el libro, y no recuerdo qué sucedió con
los diez dólares.
Mi padre, el hijo de Napoleon Hill, se alistó en el servicio militar

de joven y sirvió en la Segunda Guerra Mundial y la Guerra de Corea.
Hizo carrera sirviendo a su país y se ganó muchas medallas por su valor
y sus logros en el servicio activo. Él está enterrado en el Cementerio
Nacional de Arlington.
Elegí seguir los pasos de mi padre y me alisté en el Cuerpo de

Marines de los Estados Unidos, donde serví por 26 años. Durante este
tiempo recibí mi título en la Universidad de Vanderbilt y finalmente leí
el libro de mi abuelo, Piense y hágase rico por primera vez. Después de
jubilarme de los Marines, decidí entrar a la facultad de medicina a la
edad de 46 años y sigo ejerciendo la medicina hasta el día de hoy.
Estoy sumamente orgulloso de mi abuelo, por su obra que ha

ayudado a millones de personas a lograr sus sueños. Sirvo como
miembro del Consejo de Administración de la Fundación Napoleon
Hill, y a través de la Fundación hemos ayudado a multitudes de
personas a lograr su propio nivel de éxito.
11
La primera porción del libro que estás a punto de leer fue

entregado a mi padre cuando regresó de la Guerra de Corea en 1953.
Recientemente, yo estaba revisando la colección de materiales de mi
padre y encontré el manuscrito, titulado “Cómo obtener la paz mental”.
Según la cubierta, su propósito original fue ser una serie de columnas
periodísticas, pero nunca se publicó. No es raro que los escritos de mi
abuelo hayan quedado inéditos porque él era un escritor tan prolífico.
Su familia y la Fundación todavía están descubriendo sus obras, más de
50 años después de su fallecimiento.
Como un nieto que tiene el deseo ardiente de perpetuar el

legado de su abuelo, es mi esperanza que disfrutes de esta joya
instructiva, inspiradora y atemporal que finalmente está viendo la
luz, merecidamente, después de haber estado escondida por casi siete
décadas.
12
INTRODUCCIÓN
por Napoleon Hill
LA PAZ MENTAL suaviza la pobreza y adorna las riquezas.

—NAPOLEON HILL
La paz mental está a la venta para toda persona que pagará el

precio, pero no a precios baratos y de ganga. A través de esta serie de
mensajes personales, se te dirá qué es la paz mental, su precio, y cómo
conseguirla.
Antes de iniciar nuestra búsqueda por la paz mental, vamos a

enterarnos qué precisamente es lo que estamos buscando. Consiste en
muchas circunstancias y muchas cosas, y cada una tiene una etiqueta de
precio claramente marcada y adherida a ella.
Primero que todo, la paz mental es el dominio completo sobre

todas las formas de preocupación.
Es la libertad de la falta de las necesidades físicas de la vida.
Es la libertad de malestares físicos y mentales, cuando y donde sus

causas pueden ser eliminadas o transmutadas en algo deseable.
Es la libertad de los temores y supersticiones del pasado que han

mantenido a la humanidad en la esclavitud.
13
Es la libertad de los Siete Temores Básicos:
1. Temor a la pobreza
2. Temor a la crítica
3. Temor a la mala salud
4. Temor a la pérdida de amor
5. Temor a la pérdida de la libertad
6. Temor a la vejez
7. Temor a la muerte
Es la libertad de la debilidad humana común de buscar algo por la

nada; por la vida a precio de ganga.
Es el hábito de pensar por sí mismo en cuanto a todos los temas,

una prerrogativa dada al hombre por su Hacedor que resulta ser lo
único sobre lo cual uno tiene el completo poder de controlar en todo
momento.
Es el hábito de autoinspección frecuente desde el interior para

determinar cuáles cambios uno tiene que hacer a su carácter.
14
INTRODUCCIÓN
Es el hábito de desarrollar la valentía de ver los hechos de la vida

como realista, no soñador.
Es el hábito de controlar la avaricia y el deseo de ser grande y

poderoso y rico a expensas de otros.
Es el hábito de ayudar a otros a ayudarse a sí mismos.
Es el reconocimiento de la verdad de que todo el mundo tiene

el privilegio de acercarse al poder de la Inteligencia Infinita y usarlo
libremente para la solución de todos los problemas humanos.
Es la libertad de la ansiedad sobre lo que pueda suceder después de

la transformación conocida como la muerte,
Es la libertad del deseo por venganza.
Es el hábito de “ir más allá de lo esperado” en todas las relaciones

humanas, de prestar más y mejor servicio del que se paga y hacerlo con
una actitud mental positiva.
Es una comprensión aguda de la diferencia entre la posesión de

cosas y el privilegio de usar cosas a beneficio de otros.
Es conocer quién eres y cuáles son tus verdaderas virtudes y

habilidades que te distinguen de todos los demás.
Es la libertad del hábito de transmutar la derrota en un estado

mental de desánimo.
15
Es el hábito de pensar en términos de lo que deseas, no en pensar en

los obstáculos que puedan impedirte cuando estás buscando obtenerlo.
Es el hábito de comenzar justo donde estás, hacer lo que quieres

hacer, en vez de esperar que todas las circunstancias sean favorables
para que lo hagas.
Es el hábito de reírse de las pequeñas contrariedades que te

sobrevienen, reconociendo que pueden convertirse en bendiciones.
Es el hábito de buscar la semilla de un beneficio equivalente que

consiste en todas las adversidades, derrotas y fracasos, en lugar de
lamentarse por ellos como una pérdida. Nada en la experiencia humana
se pierde del todo.
Es el hábito de tomar la vida como venga, sin rehuir lo desagradable

ni complacerse en exceso con lo agradable.
Es el hábito de adquirir la felicidad gracias al hacer en vez de

buscarla por medio del poseer.
Es el hábito de hacer que la vida te recompense en tus propios

términos, en valores que tú escoges, en vez de conformarte con un
salario de baja categoría.
Es el hábito de dar en vez de tratar de conseguir.
Así que puedes ver que la Paz Mental es una institución bastante
significante. Se puede conseguir sobre por medio de una fórmula
definida que se revelará a través de esta serie de mensajes personales de
alguien que la ha obtenido.
16
INTRODUCCIÓN
El secreto detrás de esta fórmula entró a mi posesión solo después

de que yo hubiera dedicado casi cuarenta años a la obra de analizar
a hombres que habían llegado a ser exitosos en la acumulación de
riquezas materiales.
De todos los más de seiscientos hombres de alto rango que me

revelaron los secretos del éxito financiero, ¡no encontré ninguna
evidencia de que alguno de ellos hubiera encontrado la paz mental
duradera! Este descubrimiento fue tan impactante y sorprendente que
no me dejó ninguna elección más que buscar el camino a la paz mental.
Y cuando encontré el camino, me sorprendió aprender que está al

alcance de todo ser humano que está dispuesto a seguir el plan detallado
que revelaré a través de estos mensajes personales.
Existe una Llave Maestra que abre todas las puertas entre uno y
la paz mental. No se revelará hasta que lleguemos al último de estos
mensajes personales porque el iniciado primero tiene que aprender
cómo usar la llave, a través de la asimilación de estos mensajes.
No has encontrado el éxito a menos que tengas

paz contigo mismo y con otros.
—NAPOLEON HILL
17
C A P Í T U LO 1
EL ARTE DE COMPARTIR las RIQUEZAS
El éxito en su forma más elevada y noble clama por paz

mental y disfrute y alegría, que solo le viene a al hombre que
ha encontrado el trabajo que más le gusta.
—NAPOLEON HILL
“Cuando estás preocupado por un problema que no puedes resolver”,

dice John Wanamaker, el magnate de grandes tiendas comerciales y
filántropo, “y no sabes qué es lo siguiente que debes hacer, siempre
hay una cosa que puedes hacer que posiblemente resuelva tu problema
o eventualmente te llevará a su solución: Puedes mirar a tu alrededor
hasta que encuentres a alguien con un problema más grande que el tuyo
y empezar allí mismo donde estás a ayudarle a encontrar su solución.
Las probabilidades son mil a uno que para cuando se haya encontrado
la solución del problema del otro, tú también habrás encontrado la
solución a tu propio problema”.
Desde el día en que escuché por primera vez esta extraña filosofía,
comencé a observar más de cerca a quienes tienen problemas,
incluyéndome a mí, y descubrí que el consejo era sólido.
Andrew Carnegie comprendía la solidez de esta filosofía: el hábito

de ayudar a los demás para ayudarse a uno mismo, y es por eso que él
19
me comisionó a llevar a la gente del mundo lo que él llamaba la mejor

porción de sus vastas riquezas, que consistía en conocer cómo él había
acumulado su fortuna.
El Sr. Carnegie era el maestro por excelencia en el arte de compartir

sus riquezas, habiendo hecho un trabajo tan excelente de compartir
oportunidades con sus empleados y asociados empresariales que
se le acredita con haber hecho más millonarios que cualquier otro
industrial estadounidense. Él descubrió que compensaba compartir
las bendiciones de uno. Pagaba de dos maneras: primero, en la paz
mental que uno experimenta cuando ayuda a otro a obtener el éxito, y
segundo, en las riquezas materiales.
Tener la voluntad de compartir las bendiciones recibidas es una de

las doce grandes riquezas de la vida. Se sitúa, en importancia, muy cerca
de una actitud mental positiva, que es la primera y más importante de
las doce grandes riquezas. Veamos ahora cómo funciona este principio
en la práctica.
Durante la Segunda Guerra Mundial, uno de mis estudiantes

distinguidos, el Sr. Edward Choate, de Los Angeles, California,
un representante de la Compañía de Seguros New England Mutual
Life, presupuestaba su tiempo de tal manera que el 80 por ciento lo
dedicaba a ayudar al gobierno a vender bonos de guerra, sin recibir
ninguna compensación directa. El diez por ciento de su tiempo lo
dedicaba a asesorar y formar a otros representantes de seguros de vida,
sus competidores, en la venta exitosa de seguros de vida, por lo que no
pedía ni recibía compensación. El 10% restante lo dedicaba a su propio
negocio de venta de seguros de vida.
20
EL ARTE DE COMPARTIR LAS RIQUEZAS
Uno podría pensar que un presupuesto que donaba el 90 porciento

del tiempo de un hombre lo arruinaría. Pues, veamos su historial.
Durante los tres primeros meses de un año, el Sr. Choate suscribió más
de 3.000.000 de dólares en seguros de vida. La mayor parte de estos
seguros se suscribieron en su propia oficina, sobre las vidas de hombres
que acudieron voluntariamente e hicieron la solicitud de seguro. Eran
hombres con los cuáles él se había puesto en contacto en relación con el
servicio que prestaba mientras regalaba el 90 por ciento de su tiempo.
Esto representa más seguros de vida que los que vende un agente medio
durante diez años de trabajo duro.
Cada vez que compartes tus bendiciones con otro, pones a alguien
en deuda y te conviertes en su acreedor. Es mejor ser un acreedor que
ser un deudor, porque las deudas tienen que ser pagadas.
Edward Choate llegó a conocer el principio de compartir las

bendiciones a través de uno de mis libros sobre la filosofía del logro
personal. Cada año, firma y regala cientos de ejemplares de este libro, y
cada libro le atrae a nuevos amigos que con frecuencia se acuerdan de
él cuando están buscando un seguro de vida. No es de extrañar, por lo
tanto, que la mayor parte de su negocio de seguros de vida se realiza en
su propio despacho.
La motivación detrás del hábito del Sr. Choate de regalar ejemplares

autografiados de este libro de éxito en particular de ninguna manera se
debe meramente por su deseo de suscribir un seguro de vida en la vida
de aquellos a quienes se lo presenta, ya que a menudo regala el libro
a hombres y mujeres que, ni en sueños, llegarán a ser compradores de
seguros de vida. Regala el libro porque se encontró con su filosofía en
21
un periodo crucial de su vida, cuando necesitaba algunas fuentes de

inspiración externa. Lo regala como expresión de su gratitud por la
ayuda que le dio.
Edward Choate es uno de esos raros personajes que han aprendido

que uno no puede quedarse para siempre en el lado receptor de la vida
y esperar obtener o conservar la paz mental o la prosperidad financiera.
Ha aprendido, junto con los grandes filósofos más destacados a través
de las edades, que solo se pueden conservar las riquezas que uno regala.
Si consigo transmitir esta verdad para que se apodere de tu imaginación,
la lectura de este mensaje personal puede marcar el momento decisivo
más importante de tu vida, independientemente de quién sea o de lo
rico que sea ahora.
Durante más de cuarenta años me he dedicado a compartir,

habiendo recibido la comisión de Andrew Carnegie de organizar una
filosofía de éxito a través de la cual él deseaba compartir con la gente de
este mundo su fabulosa fortuna de mil millones de dólares, así como
darles el “cómo” por el cual él adquirió sus riquezas tangibles. Por lo
tanto, no me falta el conocimiento personal de los beneficios que se
obtienen a través del principio de compartir.
El hábito de compartir las bendiciones de uno no solo conduce a

la paz mental, sino que coloca a la persona en una posición favorable
para beneficiarse de la gran Ley de la Compensación descrita por Ralph
Waldo Emerson, pues es cierto que todo lo que un hombre hace a o por
otro lo hace a o por sí mismo.
La aplicación de este principio de compartir las bendiciones sacaría

la armonía del caos en la desafortunada relación existente entre la
22
EL ARTE DE COMPARTIR LAS RIQUEZAS
dirección y los trabajadores industriales si ambas partes lo adoptaran

y vivieran de buena fe. Introduje el principio en la planta industrial de
la compañía de R. G. LeTourneau, ubicada en Toccoa, Georgia, con
resultados tan reveladores que los costos de producción se redujeron
muy por debajo de los costos en las tres plantas adicionales de esta
compañía. Además, se eliminaron por completo las quejas personales
de los empleados.
¿Deseas paz mental? Pues bien, empieza por donde estás y comienza
a ayudar a los que están más cerca de ti a encontrarla. Tu ayuda puede
consistir solo en unas palabras de ánimo en el momento adecuado, o
puede ser algo más tangible, pero sea cual sea su alcance, sentirás una
reacción instantánea a tus esfuerzos en forma de mayor paz mental.
Si deseas ser reconocido favorablemente por los demás,

intenta ponerte en el papel del buen
samaritano tan a menudo como sea posible.
—NAPOLEON HILL
23
C A P Í T U LO 2
aprende a vivir tu propia vida
El método más practicado para controlar la mente es el

M£GNYTIJRFSYJSJWQFTHZUFITHTSZSUWTUµXNYTIJąSNYN[T
WJXUFQIFITUTWZSUQFSIJąSNYN[T
—NAPOLEON HILL
La verdad más profunda que la humanidad conoce consiste en el

hecho de que el Creador le proveyó al hombre el derecho completo e
inalterable de controlar su mente; dirigirla hacia el fin que él desee, sea
bueno o malo, el éxito o el fracaso.
El privilegio de ejercer esta prerrogativa sobre la mente es la única

cosa sobre la cual el hombre tiene completo control. Por el simple
proceso de ejercer este privilegio, uno se puede elevar a grandes alturas
de logro en cualquier campo o proyecto. El ejercicio de este derecho
representa la diferencia principal entre los hombres que tienen éxito en
la vida y aquellos que se desvían hacia el fracaso; y es obligatorio para
el hombre que busca la paz mental. No puede haber paz para la mente
que no está bajo el control completo de su dueño en todo momento.
Una mente controlada puede lograr gran éxito en cualquier campo

que elija sin la asistencia de una educación formal. Para comprobar este
25
hecho, observa los logros de Thomas A. Edison, quien llegó a ser el

mayor inventor del mundo al guiar el trabajo de hombres formalmente
educados con su propia mente controlada.
Henry Ford llegó a ser el industrial más destacado de los Estados

Unidos y se hizo más rico de lo que necesitaba ser, no debido a su
habilidad superior o su cerebro, sino simplemente por tomar posesión
de su propia mente y dirigirla hacia un propósito definitivo de su
propia elección. Él mantenía su mente tan llena con definitividad de
propósito que no le dejaba tiempo para pensar en el fracaso o la derrota
o el desánimo. El Sr. Ford contaba con poca educación formal y eligió
un propósito definitivo mayor para el trabajo de su vida que enfrentó
mucho ridículo y antagonismo de parte de un mundo hostil.
La riqueza creada y los millones de empleos provistos por estas dos

mentes autocontroladas de Henry Ford y Tomas A. Edison asombran
la imaginación de aun las mentes más inteligentes, y posiblemente
cambiaron todo el curso de la civilización hacia una dirección más
ordenada y eficiente.
¿Encontraron la paz mental Edison y Ford? Nadie podría contestar

esto salvo estos mismos dos hombres, pero se sabe que obtuvieron casi
todo lo que desearon, que reconocían que tal realidad no era imposible,
y es seguro conjeturar que si no encontraron la paz mental, es porque
no la buscaron.
Orville y Wilbur Wright aprendieron cómo vivir sus propias vidas.

Su ejercicio de esta prerrogativa le dio al mundo su primera máquina
26
APRENDE A VIVIR TU PROPIA VIDA
voladora exitosa, una precursora de un método de transportación que

tanto ha acortado la distancia entre todos los puntos de la tierra que
todas las personas se han acercado más, y posiblemente aprendan a
vivir juntos pacíficamente.
Como Ford y Edison, los Hermanos Wright también dirigieron sus

esfuerzos hacia la obtención de un propósito definitivo que se encontró
con el ridículo de un mundo incrédulo. Vale notar que el hombre que
toma total posesión de su mente siempre tiene una gran capacidad para
creer, mientras que el hombre que permite que su mente se vaya a la
deriva sin enfoque o propósito invariablemente es un gran incrédulo.
Hace más de cuarenta años, Andrew Carnegie me vendió una idea

que, hasta la fecha, ha traído riquezas en muchas formas a muchos
millones de personas a través de dos terceras partes del mundo civilizado.
Me vendió la idea de que yo podía tomar posesión de mi propia mente
y dirigirla a la organización de una filosofía de logro personal que daría
al hombre de la calle el total beneficio de conocer cómo obtener el
éxito como si lo hubiera aprendido a través del método de prueba-y-
error de tales hombres como el Sr. Carnegie. Yo estaba tan impreparado
para esa asignación tan colosal que apenas conocía la definición de
la palabra “filosofía” pero sí tenía un activo de valor incalculable: la
capacidad de creer. A través de la aplicación de esa habilidad, induje
a más de seiscientos de los hombres de éxito de más alto nivel de los
Estados Unidos a colaborar conmigo en presentar al mundo la primera
filosofía práctica del logro individual. Es más, impedí que el mundo me
presionara mientras hacía el trabajo, aunque al principio me encontré
con severas burlas, muchas de ellas por parte de mis familiares más
cercanos, que creían que debía renunciar a mi fantástica idea e ir a
trabajar.
27
Me mantuve firme a lo largo de veinte años de investigación no

remunerada, al final de los cuales abrí un mensaje sellado que me
dejó Andrew Carnegie y descubrí por su contenido que se me había
encomendado la tarea de elaborar una filosofía del logro individual,
que fui seleccionado en competencia con más de doscientas personas,
únicamente por mi capacidad inherente de tomar posesión de mi propia
mente y dirigirla hacia un fin determinado a pesar de la oposición. Mi
falta de educación formal no se consideró una desventaja.
Esta experiencia personal se relata aquí para que sepan cómo llegué
a creer en el poder del hábito de aprender a tomar posesión de nuestra
propia mente.
Cuando la señora Schumann-Heink era muy joven, aspiraba a ser

cantante. Sus padres la enviaron a un profesor de música muy conocido
para que le hiciera una prueba de voz, tras lo cual el profesor le dijo:
“Vuelve a tu trabajo de costurera. Puedes aprender a coser; nunca
aprenderás a cantar”. Ese consejo fue quizá la mayor bendición que
Schumann-Heink experimentó jamás. Le inspiró la determinación de
tomar posesión de su propia mente y hacer con ella lo que quisiera.
En una sencilla lección, aprendió a vivir su propia vida y vivió para
descubrir que la lección pagó con creces en los términos que más
deseaba. Se convirtió en una aclamada diva de la ópera.
Helen Keller ha servido bien para enseñarnos el valor del control de

la mente. A pesar de la pérdida de los dos sentidos más importantes, el
de la vista y el del oído, la señorita Keller se apoderó de sus capacidades
disminuidas y demostró al mundo entero que nuestras únicas
limitaciones en el uso del poder mental son las que nos imponemos a
nosotros mismos o permitimos que otros nos impongan.
28
DEFINITIVIDAD DE PROPÓSITO
La definitividad de propósito es el inicio de todos los logros

humanos dignos de mencionar. También es un factor indispensable en
la obtención de la paz mental, porque es un hecho establecido que la
paz mental es algo que debemos perseguir tanto con un plan como un
propósito, respaldados por la determinación de conseguirla.
Durante la última parte de la primera administración del presidente

Franklin D. Roosevelt, él pidió que Henry Ford lo fuera a visitar en la
Casa Blanca. La invitación causó mucho revuelo entre los periodistas,
debido a que el general Hugh Johnson, entonces jefe de la malograda
Administración de Recuperación Nacional o NRA (por sus siglas en
inglés) había amenazado con tomar medidas contra Henry Ford por
no cumplir con las normas de la NRA. Cuando Ford salió de la Casa
Blanca después de la visita, los periodistas corrieron a él, queriendo
saber de qué hablaron él y el presidente y la razón de su visita.
A su manera sucinta acostumbrada, Ford dijo, “A decir verdad,

señores, he venido a Washington para que el presidente de los Estados
Unidos vea a un hombre que no viene a buscar nada y que no quiere
favores de él”. La entrevista había terminado, pero probablemente no
había ni un hombre entre estos periodistas que no envidiaba al Sr. Ford
debido a la evidencia que él había presentado de que había encontrado
la paz mental. Un hombre rico, reconocido y exitoso sin ninguna
preocupación, las cuales destruyen la paz mental, era un hallazgo raro
cuando toda la nación estaba sumida en su peor depresión comercial.
Puede que el presidente haya estado preocupado, pero Henry Ford no.
Un análisis detallado de la trayectoria empresarial de Ford, a lo

largo de más de un cuarto de siglo, reveló que su rasgo más notable,
29
el que le ayudó a triunfar más que todos los demás rasgos, fue su gran
capacidad para fijar su mente en lo que quería y mantenerla libre de
todo lo que no quería.
Mis veinte años de investigación sobre la causas del éxito revelaron

treinta y una causas mayores del fracaso. La primera y más frecuente
era el hábito de fijar la mente en las circunstancia y cosas que uno
no quiere, tales como el temor, la ansiedad, la envidia, la avaricia, la
derrota y el fracaso. No puede haber paz mental donde estos y estados
mentales de la mente similares prevalecen.
En una ocasión cuando le pregunté a Henry Ford cómo lograba

mantener una mente positiva en todo momento, contestó: “Mantengo
mi mente tan ocupada pensando en las cosas que deseo hacer que no
tiene tiempo para pensar en las cosas que no deseo hacer”. Y aquí tienes
una fórmula excelente para acondicionar la mente para la obtención
de paz.
“Y dónde,” le pregunté al Sr. Ford, “consiguió el fundamente para

esa filosofía sana?”
—La conseguí —contestó—al reconocer que mantener mi mente

fija en las cosas que deseaba hacer siempre traía maneras y medios para
conseguirlas, mientras que pensar en los obstáculos que posiblemente
me entorpecieran traía, con la misma seguridad, la derrota”.
El éxito de Ford se puede describir en una sola frase: fijó su mente

en la tarea de construir el automóvil más confiable del mundo al precio
más bajo posible para los dueños y nunca paró hasta que viera su
propósito definitivo cumplido.
30
El cementerio automovilístico literalmente está lleno de posibles

competidores de Ford. Casi todos comenzaron con más educación,
más capital, más conocimiento del “cómo” en el campo automotriz
que él cuando comenzó, pero ninguno siquiera se acercó a alcanzarle
en cuanto a logros prácticos.
Repasé las trayectorias de muchos de estos hombres y descubrí,

entre muchos otros hechos interesantes, que casi todos ellos trataron
de imitar a Ford en vez de esforzarse en superarlo. En vez de tener
sus propios propósitos, estaban tomando prestado el propósito de
Ford y se ahorcaban con el mismo. He visto lo mismo ocurrir cientos
de veces, en otros campos, donde los hombres fracasaron porque no
tenían un propósito definitivo propio pero trataron de tomar prestado
el propósito de alguien más.
Una de las condiciones bajo las cuales Andrew Carnegie me

comisionó a organizar la filosofía del logro individual era que yo debía
trabajar sin un subsidio de él ni de nadie más, ganando mi propia vida
mientras proseguía. La condición me pareció dura entonces, pero los
eventos subsecuentes comprobaron cuán sana era.
Entonces, habiendo sido arrojado así a mis propios recursos al

principio, me vi obligado a empezar a utilizar los principios del éxito
que estaba reuniendo para mi filosofía del éxito. Esto condujo a la
aplicación inmediata del primero de los diecisiete principios del éxito,
la Definitividad de Propósito, que apliqué al negocio de capacitar
a vendedores, con el cuale gané suficiente dinero para ayudarme a
continuar mis veinte años de investigación. Además, me llevó a
descubrir una sólida filosofía que beneficia a toda persona que la utiliza,
y que se puede enunciar en una sola frase:
31
Cada adversidad conlleva la semilla de un beneficio equivalente.
Lo que parecía una adversidad, debido a la dura condición que el Sr.

Carnegie me había impuesto, resultó en cambio una gran bendición, y
condujo a uno de los diecisiete principios del éxito a través del cual uno
puede transmutar todos los fracasos y todas las derrotas temporales en
factores de éxito de poder equivalente.
La definitividad del propósito es un gran estimulador de la

imaginación, como demostró Henry Ford cuando dio instrucciones a
sus ingenieros para que dibujaran los planos de un bloque de cilindros
de un motor fundido en una sola pieza en lugar de las dos acostumbradas
entonces.
“Eso,” dijo uno de los ingenieros, “es imposible”.
“Usas esa palabra imposible descuidadamente”, exclamó Ford.

“Anda, inténtalo”. Se probó un plan tras otro sin éxito. La razón del
fracaso de los planes, como dijo Ford más tarde, era el hecho de que
aquellos ingenieros se habían vendido con esa palabra imposible y se
esforzaban por cumplirla.
Finalmente, Ford dio la orden al departamento de ingeniería de

“dejar de trabajar en todos los demás proyectos hasta que aprendan
a fundir un bloque de cilindros en una sola pieza”. Unas horas más
tarde, se envió de la fundición un bloque de cilindros fundido en una
sola pieza. Uno de los hombres que decidió que había que hacerlo se
decidió a experimentar con el metal en la fundición en lugar de primero
hacerlo en papel en la sala de dibujo, y encontró la respuesta.
32
Henry Ford necesitaba capital, mucho capital, para llevar adelante

su vasto imperio industrial. Decidió obtenerla de fuentes que no
reclamaran el derecho, a cambio, de controlar su negocio. Ideó un plan
a través del cual obtuvo su capital de trabajo de los hombres que más se
beneficiarían de sus operaciones, los distribuidores de sus automóviles.
Y las obras de Ford siguen en manos de la familia Ford, gracias a su uso
de la definitividad del propósito.
EL PODER MÁGICO DE CREER
Al final de la Primera Guerra Mundial, un joven soldado que

había estado en el servicio vino a verme para que le ayudara a
encontrar un trabajo. Desde el principio, anunció: “Todo lo que
busco es alimento seguro; un lugar para dormir y lo suficiente para
comer”. La mirada de sus ojos, una especie de mirada vidriosa,
me decía que la esperanza estaba muerta en su corazón. Era un
hombre dispuesto a conformarse con la vida si solo podía contar
con tener alimento seguro, cuando yo sabía muy bien que, si se le
hacía cambiar de actitud mental, podría fijarse como meta ganarse
una gran cantidad de dinero y conseguirla.
Algo dentro de mí me impulsó a hacer esta pregunta: “¿Te gustaría

convertirte en multimillonario? ¿Por qué conformarse solo con tener
alimento cuando puedes conformarte con tener millones de dólares
con la misma facilidad?”
—Por favor, no intente ser gracioso conmigo —exclamó—Tengo

hambre y necesito la seguridad de que tendré qué comer.
33
—No —respondí—. No intento hacerme el gracioso contigo.

Hablo en serio, y puedo ayudarte a ganar millones si estás dispuesto a
usar los activos que tienes y a fijar tu objetivo en las cifras más altas.”
—¿Qué quiere decir con activos? —preguntó.
—Pues, los activos de una mente potencialmente positiva —

respondí—.Ahora hagamos un inventario y averigüemos qué activos
tangibles posees en forma de habilidad, experiencia y similares.
Empezaremos por ahí.
Al preguntarle, descubrí que este joven soldado había sido vendedor

de cepillos de puerta a puerta antes de ir a la guerra. Además, durante
la guerra había pasado mucho tiempo en la cocina y había aprendido
a cocinar.
Por lo tanto, sus activos totales consistían en su habilidad para

cocinar y su experiencia anterior en las ventas. En la vida ordinaria,
ni la cocina ni las ventas podrían elevar a un hombre a la categoría
de multimillonario, pero este joven soldado fue sacado de la “vida
ordinaria” por el proceso de presentarle su propia mente y venderle su
capacidad de lograr cualquier cosa que pudiera concebir y creer.
Durante las dos horas que había estado hablando con este joven, mi
propia mente había estado trabajando, analizando las potencialidades
de sus dos activos. Juntando estos dos activos, la habilidad para
vender y la habilidad para cocinar, rápidamente los ensamblé en un
plan por el cual él podría convertirlos en una fortuna de proporciones
considerables.
34
—Ahora, si yo estuviera en tu lugar —sugerí— esto es lo que haría.

Utilizaría mi habilidad para las venta para convencer a las amas de casa
de que invitaran a sus vecinos a una cena en casa. Yo entonces cocinaría
esa cena con una batería de aluminio especial y, una vez servida la cena,
aceptaría pedidos de juegos completos de la batería utilizada. Si hubiera
veinte invitados, estoy seguro de que vendería a la mitad de ellos mis
utensilios de cocina”.
—Muy bien —respondió el soldado— “pero ¿dónde voy a dormir

y qué voy a comer mientras hago todo esto?, y además, ¿dónde voy a
conseguir el dinero con el que comprar la batería de cocina?”.
¿No es extraño cómo la mente humana con frecuencia brinca a

todo lo negativo, resume todos los obstáculos que se pueden encontrar,
cuando se le presenta una oportunidad?
—Deja que yo me encargue de eso —respondí—. Tu trabajo

es ponerte en un estado de ánimo en el que desees convertirte en
multimillonario vendiendo utensilios de cocina. Haz tu trabajo
correctamente, y yo haré el mío. ¿Has oído hablar de Henry Ford?
Bueno, él fundó y está operando la planta industrial más grande del
mundo sin dinero, sin patrocinadores, sin el tipo de ayuda que te estoy
ofreciendo. Y tuvo mucha menos educación que tú. Y otra cosa que
deseo que recuerdes: Deja de tener una opinión tan pobre de ti mismo
y empieza a creer que puedes hacer cualquier cosa que te propongas”.
—Mientras te pones en pie —continué— ocuparás la habitación

de huéspedes en mi casa. Puedes usar mi cuenta a crédito en los grandes
almacenes Marshall Field’s para conseguirte la ropa adecuada. Y yo
35
firmaré como garantía para el stock necesario de utensilios de cocina

con el que empezarás.
—¡Dios mío! —exclamó—. Usted, un mero extraño, ¿va a hacer

todo esto por mí sin saber nada de mí? Bueno, si usted tiene tanta fe en
mí, estoy seguro de que puedo hacer lo que me diga.
—Ahora, esa es la forma en que deseo oírte hablar —respondí—.

Vayamos de camino a casa para cenar y seguir planeando esta noche.
“¡Una gran oportunidad para un extraño!”, ¿te oigo exclamar?

No, una gran oportunidad para compartir mis bendiciones con otros,
acercándome un paso más a la paz mental que entonces buscaba.
Casi al final de los primeros cuatro años de este joven en la venta de

utensilios de cocina de aluminio, regresó a verme y a pagar lo que me
debía. Me entregó un cheque en blanco con su nombre firmado y me
dijo: “Ponga la cantidad que desee, hasta un millón de dólares”.
Había enseñado a otros a vender utensilios de cocina con sus

métodos, y gracias a sus servicios había acumulado algo más de
4.000.000 de dólares, todo ello en efectivo. Completé el cheque por
unos modestos 10.000 dólares y se lo devolví para que lo guardara
como un recuerdo del día en que se conoció a sí mismo, esa persona
que no había visto antes. Y estaba mucho más cerca del secreto de la paz
mental de lo que jamás había estado.
Este fue el comienzo de una extensa industria que ahora opera en

toda la nación, vendiendo utensilios de cocina de aluminio y acero
inoxidable por el método que le enseñé a este joven soldado. Uno de
36
mis amigos, Clarence Marsh, que dirige la sucursal de Saint Louis de la

Century Metalcraft Corporation, que vende utensilios de cocina según
este plan, tiene unos 150 vendedores trabajando para él, ninguno de los
cuales gana menos de 500 dólares al mes, y muchos ganan cuatro veces
esa cantidad, gracias a un plan que creé con el propósito de ayudar a un
joven merecedor a ayudarse a sí mismo.
Así que puedes ver que cuando rompes los lazos que atan una
mente humana y presentas al dueño de esa mente su verdadero ser, no
solo te acercas a alcanzar la paz mental, sino que me imagino que las
puertas del infierno tiemblan de miedo y las campanas del cielo suenan
de gloria.
Sí, ¡hay un poder verdaderamente mágico en creer! Por eso, exhorto

a mis amigos a que lo prueben y se convenzan. Empieza por creer en
ti mismo. Sigue adelante, creyendo en la nación más grande concebida
por la mente del hombre, los Estados Unidos. Y por último, recuerda
que la libertad garantizada a cada ciudadano de esta gran nación es un
antecedente necesario para alcanzar la paz mental.
37
C A P Í T U LO 3
Cierra las puertas a lo

desagradable del pasado
*QXNLSNąHFITIJQFUFQFGWFêYWFSXRZYFWëJXJSQJSLZFOJ
XJSHNQQTêJQHFRGNTTYWFSXKJWJSHNFIJZSJQJRJSYTTKTWRF
IJJSJWL¯FJSTYWTë
—NAPOLEON HILL
Nada podría estar más muerto que tu pasado, así que si quieres tener
paz mental, debes aprender a cerrar las puertas a todas las experiencias
pasadas que te causaron dolor. Desenterrar las experiencias tristes del
pasado y quedarse con ellas es peor que desenterrar gatos muertos.
Solo recuerda que cada experiencia desagradable que has tenido

llevaba consigo la semilla de un placer o beneficio equivalente. Si
tienes que pensar en esas experiencias, aprende a transmutarlas en algo
beneficioso al buscar esa semilla de beneficio equivalente. Puede que la
semilla consista en alguna lección útil que solo podrías haber aprendido
con una experiencia triste.
¿Qué pasa si la experiencia sí dejó heridas feas en el corazón? La

semilla de un beneficio equivalente puede consistir en el hecho de que
el corazón tiene el poder de sanar todas las heridas, incluso otras que
pueda recibir en el futuro.
39
Cierra la puerta a las experiencias feas, a las desilusiones y a las

frustraciones. El Gran Sanador Universal, el TIEMPO, no solo sanará las
heridas, sino que también condicionará la mente para revelar la semilla
de un beneficio equivalente disponible a través de estas experiencias.
Cuando le cierres la puerta a cualquier parte de tu pasado que no

desees volver a vivir jamás, asegúrate de enterrar muy bien los clavos
para que no tengas la tentación de asomarte a la grieta para ver qué ha
pasado con la experiencia que has desechado.
Recuerda, estás buscando el camino hacia la paz mental. El

camino no conduce hacia atrás para que atravieses el cementerio de
las esperanzas muertas y de las experiencias desagradables que todo ser
humano experimenta a lo largo de su vida.
A medida que el alimento físico que ingieres pasa por tu cuerpo, tu

sistema extrae de él aquellas porciones que son necesarias para la salud y
el mantenimiento de tu cuerpo, desechando el resto como residuos que
deben ser eliminados antes de que se conviertan en un veneno mortal.
Tu mente funciona de manera similar en su reacción al alimento

mental que le das a través de tus experiencias diarias, algunas de las
cuales son buenas para tu bienestar y otras que tienen que ser eliminadas
antes de que también se conviertan en venenos mortales.
Cuando hayas encontrado la paz mental, tu mente rechazará

automáticamente todo pensamiento y toda reacción mental que no sea
beneficiosa para tu bienestar. Mientras tanto, antes de que te gradúes
a este deseable dominio de tu mente, encontrarás que es necesario
desechar voluntariamente todas las influencias mentales negativas que
no quieres que se conviertan en parte de tu carácter.
40
CIERRA LAS PUERTAS A LO DESAGRADABLE DEL PASADO
El “desprendimiento” consistirá en formar el hábito de transmutar

todos los pensamientos negativos en reacciones positivas. “¿Cómo se
hace esto?”, te preguntarás. Simplemente apartando tus pensamientos
de las experiencias desagradables y dirigiéndolos a las circunstancias
agradables. Demostremos cómo se puede hacer esto con el siguiente
ejemplo:
Has sufrido una gran desilusión porque alguien no ha correspondido

a tu amor. La herida está fresca y es tan profunda que crees que nunca
podrá ser sanado. Desaparece esa idea. “Nunca” es mucho tiempo.
Empieza donde estás y redirige tus emociones amorosas hacia alguna
otra persona. Luego dale al TIEMPO, el gran sanador, la oportunidad
de trabajar para ti. En cuestión de días, o semanas a lo sumo, empezarás
a preguntarte cómo has sido tan afortunado de tener que redirigir tus
emociones amorosas hacia una persona más acogedora y quizás más
encantadora.
La alternativa a este procedimiento, la que suelen seguir los

que nunca encuentran la paz mental, es hibernar en un periodo de
melancolía hasta perder la mejor parte de tu mente.
Cierra bien la puerta a ese viejo amor, después de haber hecho un

inventario retrospectivo de él y haber descubierto que la semilla de un
beneficio equivalente que produjo consiste en que enriqueció tu alma
y te obligó a buscar y encontrar un amor mayor. ¡Ninguna experiencia
amorosa se pierde jamás! Porque hay algo en la mera expresión de la
emoción del amor que enriquece para siempre el alma del amante,
independientemente de que el amor sea o no recíproco.
Las frustraciones transmutadas en el amor han sido las grandes

reveladoras de genios a través de las épocas del pasado. Y las
41
transmutaciones de otras clases de experiencias tristes también

han sacado a la luz a genios que nunca se habrían revelado sin estas
experiencias.
La experiencia de Thomas A. Edison, al ser expulsado de la escuela

porque su profesor creía que tenía una mente “incapaz”, fue la chispa
que despertó sus poderes escondidos de genio y dio al mundo su más
grande inventor.
La única aventura delictiva de William Porter, mejor conocido

como O. Henry, que resultó en una condena en la prisión, se transmutó
en el descubrimiento de su talento como escritor que lo convirtió en un
inmortal de la literatura.
Las frustraciones de Jack London durante la primera parte de su

vida, incluyendo los trabajos sin futuro, la enfermedad y el tiempo en la
cárcel por la vagancia, se transmutaron en novelas que lo convirtieron
en una figura internacional durante su vida.
Charles Dickens sufrió una gran decepción en relación con su

primera relación amorosa. En lugar de saltar del edificio más alto o tomar
una sobredosis de somníferos, transmutó su amor no correspondido en
su mayor obra literaria, David Copperfield, una obra maestra que le
abrió una carrera que le coronó con gloria y riquezas dignas de un rey.
Abraham Lincoln, el Gran Emancipador, nació en la pobreza y el

analfabetismo y parecía destinado, desde el principio de su vida, a sufrir
casi todas las formas de derrota conocidas por el hombre. Se dedicó
a trabajar en tiendas, pero fracasó en ello. Se dedicó a la ingeniería,
pero el comisario vendió sus instrumentos de topografía para saldar sus
deudas. Se dedicó a la jurisprudencia, pero ganó pocos casos. Pero la
42
CIERRA LAS PUERTAS A LO DESAGRADABLE DEL PASADO
tragedia suprema de su vida le esperaba con la muerte de Ann Rutledge,

la única mujer a la que amó de verdad. Esa trágica experiencia penetró
profundamente en el alma de Lincoln y reveló al mundo a uno de los
grandes líderes de todos los tiempos. Transmutó su mayor tragedia en
su mayor éxito y se convirtió en el mejor presidente de los Estados
Unidos.
Cuando tienes ganas de quejarte por alguna experiencia

desagradable, cambia tu mente y dirige tu atención a algo por lo cual
puedas expresar entusiasmo. Esta es una transmutación que da buenos
resultados.
43
C A P Í T U LO 4
Cómo tomar posesión de tu

actitud mental
Hay muy poca diferencia entre las personas, pero esa

pequeña diferencia hace una gran diferencia. La pequeña
diferencia es la actitud. La gran diferencia es si es positiva o
negativa.
—NAPOLEON HILL
Tu actitud mental, en cualquier momento dado, es el punto de

enfoque en el que puedes tomar el control total y completo de tu propia
mente y dirigirla a cualquier fin que desees, o, al no hacerlo, permitir
que te lleve a donde no deseas ir.
Tu actitud mental es la compuerta, por así decirlo, a través de la

cual puedes controlar tus reacciones mentales a todas las experiencias,
tanto las agradables como las desagradables. Es una válvula de seguridad
proporcionada por la Naturaleza como medio de control sobre todo el
poder mental que uno tiene. Es el punto en el que uno puede trazar
todos los planes para el éxito, o, por negligencia, permitir que el fracaso
tome el control.
La actitud mental de uno puede ser controlada por el deseo o el motivo.

Hay nueve motivos básicos que son responsables de prácticamente todos
45
los actos y acciones del hombre, por medio de los cuales se hace que la
vida de uno deletree É-X-I-T-O o F-R-A-C-A-S-O.
Son:
1. La emoción del AMOR
2. La emoción de las RELACIONES SEXUALES
3. El deseo por la GANANCIA MATERIAL (dinero)
4. El deseo por la AUTOPRESERVACIÓN
5. El deseo por la AUTOEXPRESIÓN
6. El deseo por la LIBERTAD DE CUERPO Y MENTE
7. El deseo por la PERPETUACIÓN DESPUÉS DE LA

MUERTE
Y dos negativos:
1. La emoción de LA IRA Y LA VENGANZA
2. La emoción del TEMOR
Todo lo que uno hace o se abstiene de hacer voluntariamente puede

trazarse a uno o más de estos nueve motivos básicos. Enfatizamos aquí
el hecho de que la paz mental solo se alcanza por medio del ejercicio
máximo de los siete motivos positivos, nunca por el ejercicio de los
46
CÓMO TOMAR POSESIÓN DE TU ACTITUD MENTAL
dos motivos negativos. Sin embargo, a pesar de esta verdad, la gran

mayoría de las personas quedan influidas a lo largo de su vida por los
dos motivos negativos, y por lo tanto se han convertido en un boleto
para el fracaso a través de la aplicación errónea de su poder mental, el
cual fácilmente les traería el éxito si su actitud mental se invirtiera de lo
negativo a lo positivo.
Si deseas tener paz mental, suprime los dos motivos negativos, o

transmuta tu reacción a ellos en alguna forma de esfuerzo positivo,
y luego haz uso de los siete motivos positivos como un medio para
mantener tu actitud mental positiva. No solo encontrarás el verdadero
camino hacia la paz mental, sino que lograrás el éxito material en
cualquier grado de abundancia que demandes.
No puedes tener paz mental mientras temas a algo o a alguien.

No puedes tener paz mental mientras estés motivado por el deseo de
venganza o el deseo de herir a otro; no importa cuál sea la justificación
de ese deseo. “Todo lo que el hombre siembra, eso también cosechará”.
Toda siembra tiene lugar primero en la mente del individuo a través de
su actitud mental.
Los grandes hombres no tienen tiempo que perder en el deseo

de perjudicar a los demás. Si tuvieran tiempo para dedicar a este
propósito, no serían grandes hombres; serían solo la variedad común y
corriente de la que la humanidad en general consiste en un porcentaje
abrumadoramente grande, en comparación con aquellos que alcanzan
la grandeza a través de la autodisciplina.
Tu actitud mental es la que hace de tu mente una fuerza de

atracción que experimentas durante toda tu vida. Porque puedes
controlar tu actitud mental, puedes determinar si las cosas y
47
circunstancias que atraes hacia ti te ayudarán o dificultarán la

búsqueda de la paz mental.
Tu cerebro está constantemente activo, tanto mientras duermes

como cuando estás despierto, emitiendo tus propias vibraciones de
pensamiento y recogiendo las vibraciones que emiten otros cerebros.
Al captar las vibraciones de pensamiento emitidas por otros, tu cerebro
selecciona las que armonizan con tu propia actitud mental. Si tu
actitud es predominantemente negativa, atraerá pensamientos afines
que confundirás con los tuyos, y estos pensamientos negativos darán
definitivamente a tu mente una actitud mental de “no se puede”. Si
tu actitud mental está dominada por alguna combinación de los siete
motivos positivos, atraerá hacia ti vibraciones de pensamientos afines
hasta que tu actitud mental se convierta en un poder de “lo puedo
hacer”. Entonces estarás listo para llevar a cabo tus planes con gran
éxito.
Además, tendrás paz mental.
Los pensamientos son realmente cosas, y vuelven para bendecir o

maldecir a quienes los emiten, tanto si la emisión es voluntaria como
accidental. Henley tenía esta verdad en mente cuando escribió:
Soy el dueño de mi destino.
Soy el capitán de mi alma.
Puedes llegar a ser el dueño de tu destino, el capitán de tu alma,

solo al tomar plena posesión de tu propia mente y enfocarla en los
motivos positivos que te llevan directamente a las cosas y circunstancias
de la vida que más deseas, incluyendo la paz mental.
48
CÓMO TOMAR POSESIÓN DE TU ACTITUD MENTAL
El privilegio de tal control es la única cosa sobre la que tienes un

poder completo. Pero es suficiente para todas tus necesidades si haces
uso de él.
Deseas la paz mental, la mayor de todas las riquezas disponibles

para el hombre. Muy bien, empieza a usar los siete motivos básicos
positivos a través de los cuales puedes atraer todo lo que necesitas para
la paz mental. Y comienza ahora, justo donde estás.
La forma más segura de encontrar la paz mental es la que

ayuda al mayor número de personas a encontrarla.
—NAPOLEON HILL
49
C A P Í T U LO 5
Llega a conocer a tu
“ser interior”
La única persona en todo este mundo a través de cuyos

esfuerzos puedes ser supremamente feliz BAJO TODAS
LAS CIRCUNSTANCIAS, y, a través de cuyo trabajo puedes
acumular toda la riqueza material que puedes usar
legítimamente, ¡eres TÚ MISMO!
—NAPOLEON HILL
Cuando te miras en un espejo, solo ves la casa en la que vive tu

verdadero yo. Tarde o temprano, la casa se derrumbará y volverá al
polvo de donde vino; el que la habita volverá al océano eterno de la
Inteligencia Infinita de donde vino y se convertirá en parte de esa
Inteligencia, llevándose los beneficios de toda una vida de experiencia
humana adquirida en la lucha de la vida.
Conozcamos mejor a esa gran y poderosa entidad que vive en la

casa que llamas tu cuerpo, porque es la única que guarda el secreto de
la paz mental. Es la creadora de todas tus alegrías, de todas tus penas; de
todos tus éxitos y de todos tus fracasos; de tu enfermedad y de tu salud;
de tus miserias y de tu paz mental.
51
Esta entidad invisible que habita en tu interior lleva a cabo, hasta el

más mínimo detalle, todas las instrucciones que le das, pero no intenta
determinar para ti la naturaleza de esas instrucciones. Eres un agente
libre a la vista de esta entidad oculta, estrictamente por tu cuenta, con
el poder de moldear y dirigir tu Ser Interior hacia cualquier fin que
desees. Esta profunda prerrogativa es el único gran activo que posees y
que puedes controlar exclusivamente, y es la única característica que te
distingue de todas las demás criaturas de la tierra.
Si tu pensamiento se dirige preponderantemente hacia y acerca

de la pobreza, tu Ser Interior, o mente subconsciente, traducirá ese
pensamiento en términos de pobreza. Si los pensamientos acerca
de las riquezas predominan en tu mente, el Ser Interior te dirigirá
infaliblemente a las formas y medios de adquirir riquezas. Estas
afirmaciones no son meras opiniones mías. Son bien conocidas por
todos los hombres científicos y por muchos laicos como verdades
probadas basadas en leyes inexorables de la Naturaleza.
El Dr. Elmer R. Gates, de Chevy Chase, Maryland, descubrió este

Ser Interior y se situó en términos tan íntimos con él que podía entrar
en su “cuarto de silencio” con cualquier tipo de problema mecánico o
técnico y salir con la solución un alto porcentaje de veces, con frecuencia
en cuestión de minutos. De este modo, perfeccionó casi trescientas
patentes, algunas de ellas básicas.
La técnica empleada por el Dr. Gates para dirigir su Ser Interior es

interesante e informativa. Construyó una sala de meditación especial
en su casa y la hizo aislar con serrín entre dos paredes pesadas para
poder eliminar la mayoría de los sonidos exteriores. En esta sala, colocó
una pequeña mesa y una silla de madera y, sobre la mesa, un bloc de
papel y algunos lápices.
52
LLEGA A CONOCER A TU “SER INTERIOR”
Cuando tenía un problema que deseaba someter a su Ser Interior,

entraba en esta habitación a prueba de sonido, apagaba las luces, se
sentaba a la mesa con lápiz y papel, enfocaba su atención en el problema
en cuestión, se desconectaba de todos los demás pensamientos de
su mente consciente y esperaba a que las ideas se presentaran. Muy
a menudo, la información que buscaba se presentaba en cuestión de
minutos. Entonces encendía las luces y anotaba lo que le venía a la
mente.
De este modo, le fue revelado al Dr. Gates, por ejemplo, el principio

por el cual los barcos sin tripulación podían ser guiados desde tierra
por medio de prismas de luz. Sin duda, sus descubrimientos en este
campo, que se remontan a finales de la década de 1890, fueron los
precursores de todos los métodos que ahora se utilizan para el guiado
de robots y el radar.
En una ocasión, cuando yo estaba dando una conferencia sobre la

ciencia del éxito en la Universidad de Harvard, describí detalladamente
muchos de los logros del Dr. Gates. Al final de la conferencia, un
estudiante se levantó de su asiento y preguntó: “¿Podría decirnos por
qué el Dr. Gates murió sin haber acumulado dinero si tenía el poder de
la visión interior que usted ha descrito?”
Habiendo estado asociado con el Dr. Gates como su secretario

durante tres años y medio, tenía la respuesta a esa pregunta. “No solo
murió sin haber acumulado dinero”, le contesté, “sino que quizá le
interese saber que, mientras vivió, rara vez tuvo suficiente dinero para
cuidar de sí mismo y de su familia. No acumuló dinero porque no
dirigió su mente hacia la acumulación de dinero; no era consciente
del dinero. Recuerda que el Ser Interior traduce los pensamientos
dominantes de un individuo en sus equivalentes materiales precisos.
53
El Dr. Gates podría haber acumulado millones de dólares si lo hubiera

deseado”.
Me alegré de que me hicieran esa pregunta, ya que me dio la

oportunidad de resaltar el hecho de que no todo el éxito puede medirse
en términos de dinero. La capacitación que recibí bajo la dirección
del Dr. Gates puso a mi disposición los conocimientos con los que,
muchos años después, pude influir en la naturaleza para restaurar el
65% de la capacidad auditiva normal de mi hijo Blair, quien nació sin
orejas ni ninguna parte del equipo auditivo natural. Me comuniqué con
la mente de Blair desde el día en que nació hasta nueve años después,
principalmente a través del medio de su mente subconsciente, mientras
dormía.
Y también adquirí, gracias a mi capacitación con el Dr. Gates, el

conocimiento que me permitió escribir una lección sobre la Fe Aplicada,
que ha ayudado a millones de personas a descubrir y hacer uso de su
Ser Interior. Además, este entrenamiento sentó las bases a través de las
cuales finalmente encontré el verdadero camino hacia la paz mental
que ahora te estoy revelando a través de estos mensajes.
Al relatar mi experiencia con el Dr. Gates, para ser justo con las
generaciones más jóvenes que quizá nunca hayan oído hablar de él y
de sus logros, explicaré que fue uno de los pocos grandes científicos
que produjo este país en el siglo XIX. Ocupó un lugar destacado en el
campo de la investigación científica y tuvo en su haber más inventos
que los creados por Thomas A. Edison.
Y fue mi capacitación bajo el Dr. Gates y el Dr. Alexander Graham

Bell lo que me llevó al descubrimiento de mi famosa fórmula de
autodirección conocida como los Ocho Príncipes, que describiré en
54
LLEGA A CONOCER A TU “SER INTERIOR”
un mensaje posterior de esta serie. A través de la ayuda de estos Ocho

Príncipes, todas mis necesidades en la vida son automáticamente
atendidas, mientras estoy despierto y mientras duermo.
Los nombres de estos Príncipes son: SERCURIDAD

FINANCIERA, SALUD FÍSICA SANA, PAZ MENTAL,
ESPERANZA, FE, AMOR, ROMANCE, y SABIDURÍA
GENERAL. Los nombres sugerirán la naturaleza del servicio que me
prestan. Mi única compensación a estos Príncipes, por sus servicios,
es una gratitud inquebrantable.
55
C A P Í T U LO 6
Así que deseas tener

un empleo mejor
Para tener éxito, tienes que encontrar la paz mental, adquirir

las necesidades materiales de la vida y, sobre todo, adquirir la
felicidad. Todas estas evidencias de éxito comienzan en forma
de impulsos de pensamiento.
—NAPOLEON HILL
No te gusta tu trabajo porque te pagan muy poco y tienes que

trabajar demasiado para lo que te dan. ¿Describe bien tu problema?
Pues anímate y mira al futuro, porque hay una salida para ti, si sigues
las instrucciones.
Empecemos por donde estás ahora, suponiendo que eres algo así
como los dos ratones atrapados en una trampa. Se pusieron a discutir
sobre cuál de ellos se comería el queso que los atrajo a la trampa.
“Adelante, cómete el queso”, dijo el ratón sabio. “Lo único que quiero
es una hoja de ruta que me saque de esta trampa”.
Digamos que TÚ eres el tipo de ratón sabio. Permíteme hablarte de

otro hombre que se encontró justo donde tú estás hoy, en una trampa,
en un trabajo que no le gustaba, buscando una salida. La hoja de ruta
57
que utilizó para mejorar su posición podría servirte también a ti. Aquí
la tienes:
La historia comienza en el Departamento de Fundición de la

Compañía R. G. LeTourneau de Georgia, el lugar más indeseable para
trabajar de toda la planta por el calor, el humo y la suciedad. Veinte
hombres trabajaban en ese departamento; uno de ellos tomó la decisión
de promoverse a sí mismo para poder salir de allí.
Observando que casi todos los hombres que trabajaban con él

pasaban una gran parte del día quejándose de su desagradable trabajo,
a este hombre se le ocurrió una idea que no solo le sirvió para salir de su
indeseable trabajo, sino que le atrajo mayores y mejores oportunidades
hasta que, finalmente, llegó una que lo colocó en un exitoso negocio
propio que ahora dirige, con la paz mental añadida.
Uno a uno, vendió a sus compañeros del Departamento de

Fundición la idea de buscar algo en sus trabajos por lo que pudieran
estar agradecidos y expresar su gratitud por escrito a la gerencia. La
idea corrió como la pólvora. Muy pronto dejaron de salir quejas de la
Fundición. Además, en ese departamento ocurrió algo extraño que lo
sacó de los “números rojos” en los gastos de funcionamiento, donde
había estado durante años, y lo convirtió en uno de los departamentos
más lucrativos de toda la planta. Naturalmente, eso condujo a un
aumento de los salarios de los trabajadores.
El hombre que soltó esta extraña influencia fue ascendiendo de un

trabajo a otro hasta llegar a la cumbre con esa empresa. Mientras tanto,
su reputación se había extendido por toda la comunidad, y empezó a
recibir ofertas de las empresas más conocidas con sueldos que nunca
había soñado recibir. Una de ellas fue de la compañía telefónica. Otra
58
ASÍ QUE DESEAS TENER UN EMPLEO MEJOR
de la compañía eléctrica y otra de un gran fabricante de muebles.
Una revista nacional publicó un reportaje sobre este hombre

excepcional, que se había labrado una reputación por el simple hecho
de crear una atmósfera positiva en su lugar de trabajo, y ese reportaje
atrajo la atención de un hombre muy rico que puso el capital de trabajo
necesario para que este hombre emprendiera su propio negocio de
fabricación.
La última vez que hablé con este hombre, le pregunté si podía

decirme, en una breve frase, qué había provocado un cambio tan grande
en su vida. “Sí”, respondió. “Creo que puedo. Dejé de mirar el agujero
de la dona y empecé a mirar la dona misma”. Muy bien dicho. Cambió
su actitud mental, y todo lo que afectaba a su vida entera cambió con
ella. Este proceso está al alcance de todo hombre que no esté satisfecho
con su suerte en la vida y esté dispuesto a seguir una filosofía sólida para
cambiar su vida.
Recuerda que el punto de partida está en la mente de cada uno,

donde la actitud mental puede y tiene que ser controlada. Todo trabajo
provee dos beneficios: uno es el dinero que viene en el sobre de pago;
el otro es la oportunidad para que una persona demuestre su habilidad.
Esta última es la mayor ventaja de las dos porque puede ampliarse a
todo lo que uno exija de la vida, mientras que la primera está limitada
por la competencia de otros que se dedican al mismo tipo de trabajo.
La oportunidad puede ser tomada por cualquier persona sin la

ayuda o el consentimiento de los demás mediante el simple proceso de
“ir más allá de lo esperado”, como lo hizo el trabajador de la Fundición.
Esto significa prestar más y mejor servicio del que se le paga y hacerlo
con una actitud mental agradable. El hombre en un trabajo pequeño
59
puede, de esta manera, hacerse tan valioso que su empleador no puede

permitirse mantenerlo allí. Vale más en un trabajo más grande, más
alto en la escalera.
Rara vez hacen los hombres uso del principio de “Ir más allá de
lo esperado” como un plan para una mayor oportunidad y una mayor
compensación. El hombre promedio es algo así como el sujeto que
Henry Ford me describió una vez. El Sr. Ford entrevistó a varios
hombres para un trabajo importante que deseaba cubrir. Uno de los
solicitantes parecía más prometedor que los demás, así que Ford le
preguntó cuánto salario necesitaba, a lo que el hombre respondió:
“Todo lo que pueda conseguir”.
—Bien —dijo Ford— no sé cuánto vales, y aparentemente tú

tampoco, así que propongo que lo hagamos así: te pones a trabajar en
el puesto y demuestras tu capacidad durante un mes, al final del cual te
pondremos en nómina por todo lo que vales.
—Ni hablar —exclamó el aspirante— porque donde trabajo ahora

gano más que eso.
Ford dijo que la experiencia posterior con este hombre demostró

que había dicho la verdad.
La paz mental; un trabajo o negocio responsable y bien remunerado

y el éxito en los niveles superiores son algunas de las recompensas que
recibe el hombre que ayuda a enriquecer las vidas y las mentes de los
que le rodean con su propia actitud mental. Andrew Carnegie dijo
una vez que un hombre con una actitud mental negativa influiría y
descoloriría las mentes de todos los hombres en su derredor, aunque
nunca abriera la boca. Por otro lado, pagaba de buena gana a Charles
60
ASÍ QUE DESEAS TENER UN EMPLEO MEJOR
M. Schwab hasta 1.000.000 de dólares al año en compensación extra,

por encima de su salario habitual, debido a la fina calidad de la actitud
mental que el Sr. Schwab difundía en las obras con su personalidad.
El salario de Schwab, en el punto máximo de su asociación con

Carnegie, era de 75.000 dólares al año. Eso era por el trabajo en sí que
realizaba. El hecho de que con frecuencia recibiera más de diez veces
esa cantidad por la actitud mental que llevaba consigo se debía a que
su excelente estado de ánimo beneficiaba a miles de otros trabajadores
de las plantas de Carnegie. Y es que Schwab comenzó como un obrero
ordinario, con un salario de cincuenta centavos al día. Se promocionó
a sí mismo en el trabajo más grande de la fábrica con la única cosa que
realmente controlaba: su propia mente.
Con esto concluye mi serie de mensajes sobre cómo lograr la paz

mental. Por favor, pon en práctica estas lecciones, y estará a tu alcance.
61
PA RT E
Dos
fortuna PARA compartir:
Cómo adaptarte a la ley
de la compensación
SI N O ER E S U N E STU D I AN T E D E EMERSON, ahora es el
momento oportuno para convertirte en uno. Empieza por leer su
ensayo sobre la compensación, que es obligatorio para la persona que
busca la paz mental.
La primera vez que leas este ensayo, puede que no le saques mucho
provecho, pero espera hasta que lo hayas leído varias veces. Entonces
empezarás a comprender la futilidad de preocuparte por circunstancias
que no puedes controlar.
Además, aprenderás que las leyes de la Naturaleza se han establecido

para la eternidad. Nadie las puede eludir ni influenciar, ni nadie puede
suspender su funcionamiento para ningún propósito.
Sin embargo, hay un beneficio que puedes obtener de las leyes

inmutables de la Naturaleza: puedes adaptarte a ellas y moverte en
armonía con ellas y así evitar las inevitables e infelices consecuencias de
ignorar esas leyes. No puedes empujar las leyes de la Naturaleza, pero
puedes ponerte delante de ellas y dejar que te empujen en la dirección
que desees si buscas la paz mental.
Te conviene reconocer, aquí y ahora, que si quieres encontrar la

paz mental y conservarla, debes convertirte en un filósofo. Un filósofo
es aquel que analiza todas las cosas, incluyendo las circunstancias que
influyen en la vida de los hombres para bien o para mal, por causas y
efectos.
Si el filósofo se enferma físicamente, busca conocer la causa de

su dolencia y la forma más rápida de eliminarla. Si busca riquezas
materiales, busca las causas que dan lugar a la acumulación de riquezas
y hace uso de esas causas. Si se encuentra con alguna forma de desastre,
busca la causa para evitar que se repita. Si desea la paz mental, busca
65
todos los factores que abren el camino a la paz mental y los adopta
como propios, que es lo que presumiblemente estás haciendo al leer
este ensayo.
El filósofo evita la mayor parte de las causas de dolor que sobrevienen

a la mayoría de las personas porque observa constantemente los errores
de los demás y saca provecho de ellos antes de que se conviertan en sus
propias experiencias.
Cuando el filósofo desea echar un vistazo al futuro, no busca la

ayuda de las estrellas, ni mira en una bola de cristal, sino que hace un
inventario del pasado, porque sabe que la historia tiene una forma de
repetirse.
Y siendo un filósofo, sabe que todo mal de cualquier naturaleza,

y toda circunstancia que no esté en armonía con el plan general de la
Naturaleza para el funcionamiento del universo, será eliminada con el
TIEMPO.
En sus tratos comerciales, el filósofo no busca obtener una ventaja

injusta sobre los demás, no tanto por su honestidad inherente como
por su temor a las consecuencias. Sabe que los tratos injustos conllevan
una pena muy superior a los beneficios temporales que puedan aportar
al hombre que se entrega a ellos.
El filósofo sabe que los pensamientos son cosas; que cada

pensamiento que envía, ya sea bueno o malo, regresa a su debido
tiempo para maldecirlo o bendecirlo, según su naturaleza. Es más, sabe
que cada pensamiento enviado vuelve muy multiplicado y trae consigo
una gran familia de sus parientes.
66
FORTUNA PARA COMPARTIR
El filósofo sabe que todo lo que haga a o para otro lo hace a o para
sí mismo. Así que, abre el camino a la paz mental compartiendo sus
bendiciones con los demás. Sabe muy bien que en cada circunstancia
de esta índole planta la semilla de la oportunidad de beneficiarse a sí
mismo, que madurará en una rica cosecha tan seguramente como la
noche sigue al día.
El verdadero filósofo nunca calumnia a otra persona por ningún

motivo. Cuando siente que debe expresar su justa indignación con
respecto a las faltas de otros, como todos los seres humanos lo hacen a
veces, no la habla; la escribe, la escribe en la arena, cerca de la orilla del
agua. Y espera que ningún hombre pase por allí hasta que suba la marea.
El verdadero filósofo nunca asume el papel de reformador, pues

reconoce que la auténtica reforma debe venir del propio individuo,
inspirada por sus propios deseos, o forzada por las penas de sus propios
errores. Además, sabe que algunas de las mayores lecciones de la vida,
que cada uno debe aprender por sí mismo, provienen de las heridas de
sus propios errores y no a través de los consejos de otros. Vuelve a tus
días pasados y mira si no encuentras justificación para esta afirmación.
Cada vez que se me ocurre intentar reformar a alguien, descarto

la idea lo más rápidamente posible y pienso en aquella experiencia de
mi juventud cuando pagué un dólar por una botella de cerveza en mi
primera y última visita a un bar clandestino. Pensé que el precio sería
de diez centavos, lo mismo que en la taberna de la esquina. Ahora sé
que ni todos los sermones de los virtuosos contra los males de los bares
clandestinos me habrían servido tanto como aquella inversión de un
dólar, porque un dólar era solo unos cuantos centavos menos que todo
el dinero que yo poseía.
67
De nuevo, el filósofo sabe que “vivimos y aprendemos”. Si es

un filósofo verdaderamente profundo, tal vez crea que el principal
propósito de la vida es dar a las personas la oportunidad de aprender
de sus propias experiencias, así como de sus observaciones de las
experiencias de los demás. Los sermones que supuestamente deben
reformar rara vez producen resultados.
Cuando pienso en el valor de las lecciones aprendidas de las

experiencias duras, me recuerda otra experiencia que tuve cuando era muy
pequeño. Mi abuelo me llevó con él en un viaje a las orillas del río Powell,
en Virginia, donde acudió con su carro tirado por caballos para traer una
carga de heno. En el camino de vuelta, un joven sabelotodo, orgulloso por
ser “citadino”, se subió a la carreta y dijo: “Llévame, Patán”. Mi abuelo no
respondió. Cuando llegamos a la casa de mi abuelo y empezamos a entrar
en su granero, el joven preguntó: “Oye, ¿a qué distancia está Big Stone
Gap desde aquí?”. “Bueno”, respondió mi abuelo, “si empiezas a caminar
de regreso de donde vinimos, son unas 20 millas. Si sigues adelante por
donde íbamos, son unas 25.000 millas”.
Nunca me olvidaré de la expresión de la cara de aquel muchacho

cuando se bajó de la pila de heno y empezó a caminar de regreso de donde
habíamos venido. Me pregunté entonces por qué no pidió información
cuando se subió a la carreta. Nunca supe por qué. Pero aprendí a no
repetir su error. Todo esto da una idea de lo que es un filósofo y nos lleva
a algunas experiencias mías que ilustran muy bien cómo funciona la Ley
de Compensación en la vida cotidiana de las personas.
El brazo de la Ley de Compensación es muy largo. No tiene

en consideración ni los impedimentos ni el tiempo. Y tiene en alta
consideración cada circunstancia de la vida de un individuo, de cada
uno de sus pensamientos así como de todos sus hechos. Ven, veamos
68
cuán largo es este brazo en relación con una de mis experiencias

personales más recientes que involucró a la Ley de Compensación.
Debido a una de mis aventuras que me dio algo de experiencia

valiosa, pero poco más, me vi en la necesidad de despojarme de todas
mis posesiones materiales y empezar totalmente de nuevo, financiera,
mental y espiritualmente. No es una experiencia inusual, lo admito, ya
que muchos otros hombres se han encontrado en la misma situación,
pero la parte de la experiencia que fue inusual la relataré ahora en detalle,
ya que implica la manera en que me adapté a la gran Ley Universal de la
Compensación, de modo que todas mis pérdidas fueron recuperadas con
creces, con interés compuesto sobre interés compuesto, por así decirlo.
Les contaré la historia desde su inicio en el distrito comercial del

centro de Atlanta, Georgia, donde estaba visitando a mi amigo, Mark
Wooding, un antiguo socio comercial que había abierto recientemente
una gran cafetería en el mismo corazón de la sección comercial de la
ciudad.
Mark me informó que tenía serias dificultades con su negocio,

debido a que no había tenido en cuenta el hecho de que las casas
comerciales del centro de Atlanta cierran temprano cada noche, después
de lo cual el distrito en el que se encontraba se asemeja a un cementerio.
Su negocio del almuerzo era espléndido, pero el negocio a la hora de la
cena, que debería haber sido el más lucrativo, era insignificante.
Para cuando terminó su relato, yo ya tenía la respuesta a su

problema. Wooding necesitaba ofrecer a la gente un motivo para cenar
en la sección comercial del centro de la ciudad, aparte de obtener buena
comida. Podían conseguir buena comida en muchas otras partes de la
ciudad donde los negocios seguían activos durante la noche o en casa.
69
Como la mayoría de las personas que tienen problemas apremiantes,

la ansiedad de Mark por la falta de clientes le había impedido dar rienda
suelta a su imaginación lo suficiente como para permitirle encontrar la
respuesta a su problema.
Yo también tenía problemas, problemas serios. Pero mucho antes

había aprendido que cuando uno tiene un problema tan grande que
no puede encontrar su solución, lo mejor que puede hacer es buscar
a alguien con un problema mayor y empezar a ayudarle a encontrar
su solución. Eso es precisamente lo que hice después de escuchar la
historia de Mark Wooding.
Miré a mi alrededor y me di cuenta de que tenía un hermoso y

amplio comedor en el que podían sentarse varios cientos de personas.
Sus instalaciones eran magníficas. Era un local nuevo y estaba situado
en una de las mejores esquinas, cerca de los medios de transporte y
del estacionamiento. Mi imaginación no tardó en dar con la respuesta
al problema de Mark. Yo simplemente organizaría una serie de
conferencias sobre mi Filosofía del Logro Individual y daría mis clases
todas las noches en el comedor de Mark. Las conferencias se darían gratis
a todos los que vinieran a cenar y se quedaran para las conferencias. El
cheque de la cena era el boleto de entrada a las conferencias.
Anunciamos este plan a través del periódico local. También

enviamos anuncios impresos a todas las casas comerciales del distrito.
La primera noche, rechazamos a más personas de las que podíamos
sentar. Y a partir de entonces, rara vez hubo una noche en la que no
rechazáramos a un gran número de personas. Las cenas de Mark se
convirtieron en la mayor parte de su negocio en un tiempo récord.
¿Y el costo? Solo el costo de la publicidad. Mis servicios fueron
70
donados sin cargo como mi contribución a un amigo que necesitaba

una mano amiga, que yo estaba dispuesto a prestarle. Recuerda este
punto. Es una parte importante de esta historia.
Habiendo ayudado a mi amigo a resolver su problema, yo

estaba bien encaminado hacia la solución del mío, aunque en ese
momento no lo sabía, ya que no había llegado a mi atención ninguna
evidencia visible de beneficios para mí. Pero observemos cómo ese
largo brazo de la Ley de Compensación trabaja silenciosamente, a
menudo inadvertido. Recordemos también la profunda advertencia
de Emerson: “Haz la cosa y tendrás el poder”.
Pues bien, yo había “hecho la cosa”, y lo había hecho con un

espíritu desinteresado, activado únicamente por el deseo de ser útil a
mi amigo en un momento de necesidad. Nunca me paré a preguntar:
“¿Qué voy a sacar de esto?”. Era suficiente compensación para mí tener
el privilegio de prestar un servicio real a un amigo que lo merecía, con
tan poco esfuerzo por mi parte. Le estaba sirviendo porque me daba
placer servirle. Estaba realizando una labor de amor, haciendo lo que
más me gustaba hacer.
Si hubiera podido leer la bola de cristal correctamente en este

punto, habría visto, en este servicio que había prestado a mi amigo,
el giro decisivo más importante de toda mi vida, un hecho que muy
pronto será obvio para ustedes. ¿Qué iba a obtener de mis servicios?
Solo el tiempo dirá la historia completa, pues la recompensa está
todavía en marcha.
Antes de esta experiencia, la mano del destino se había detenido

para mí durante algún tiempo. Ahora comenzó a moverse de nuevo. Y
mi estrella de Esperanza estaba de nuevo en ascenso. Había sanado mis
71
propios males ayudando a un amigo a sanar los suyos. Si consigo que

captes este punto, puede que tengas motivos para decir que este ensayo
ha marcado el giro decisivo más importante de tu vida. Recuerda:
Yo había sanado mis propios males al ayudar a un amigo a sanar los

suyos. Repite esta frase con frecuencia, ¿quieres? Y haz algo al respecto
a la primera oportunidad que se te presente. Si no se presenta ninguna
oportunidad, ¡haz una! Te llevará muy lejos en la dirección de la paz
mental, muy cerca de la revelación del secreto supremo de la paz mental.
Mis conferencias sobre la filosofía del éxito en el restaurante de

Wooding atrajeron a una gran variedad de personas, entre ellas muchos
ejecutivos de alto nivel de empresas e industrias del centro de Atlanta.
En el grupo había un ejecutivo de la Compañía Eléctrica de Georgia
que quedó tan impresionado por las conferencias que me invitó a ser el
orador invitado en una reunión privada de los principales funcionarios
de varias compañías eléctricas del sur del país.
En esa reunión se reveló el segundo de una serie de episodios

dramáticos que cambiarían todo mi destino. Cuando terminé de hablar
con los funcionarios de estas empresas, Homer Pace, un ejecutivo de la
Compañía Eléctrica de Carolina del Sur, se presentó y me informó que
había sido un estudiante de mi filosofía durante muchos años.
“Tengo un amigo”, dijo, “al que quiero que conozca. Es el presidente

de una pequeña universidad y posee una gran imprenta. Habla tan bien
su idioma que sospecho que también es uno de sus alumnos. Tengo
la corazonada de que ustedes dos deben asociarse en los negocios.
Escríbele, ¿le parece?”
Seguí su sugerencia y envié al presidente de la universidad y al

publicador una breve nota en la que describía mi conversación con el
72
ejecutivo de la compañía eléctrica. No esperó a responder a mi nota por

escrito, sino que fue inmediatamente a Atlanta a visitarme. Hablamos
durante un par de horas y luego terminamos nuestra visita con un
acuerdo verbal por el cual me trasladaría a su ciudad natal y comenzaría
de inmediato a reescribir toda mi Filosofía del Éxito en base a los
apuntes que había tomado durante mis conversaciones personales con
mi patrocinador, Andrew Carnegie.
El primero de enero de 1941, después de haberme trasladado a su

ciudad, comencé a trabajar en diecisiete volúmenes, bajo el título de
Dinamita Mental, felizmente inconsciente de que una figura silenciosa
e invisible estaba a mi espalda, mirando por encima de mi hombro
mientras trabajaba y cambiando mi destino con cada palabra que
escribía.
Durante once meses continuos trabajé en esos manuscritos como

nunca antes había trabajado en nada. Transmuté literalmente el impacto
de una de las peores experiencias de mi vida, un desagradable divorcio,
en “Dinamita Mental”, y poco me di cuenta de la gran influencia que
esta interpretación de mi filosofía estaba destinada a alcanzar.
Inconscientemente, estaba experimentando la verdad de una

afirmación que había hecho con tanta frecuencia durante mis
conferencias: “La vida nunca le quita nada a nadie sin darle algo de
igual o mayor beneficio a cambio”.
Todavía estaba demasiado cerca de la herida abierta de mi

matrimonio roto como para reconocer su valor para cambiar el curso
de mi vida. Habiéndome perdido en el servicio a los demás, a través
de la escritura de los nuevos manuscritos, pronto me lavé mis propias
perturbaciones mentales y despejé el camino hacia una paz mental
como nunca antes había conocido.
73
Mientras tanto, algo mucho más beneficioso para mí se abría paso

en mi vida, sin que yo lo reconociera en ese momento. Antes de que
describa este episodio que iba a cambiar definitivamente el curso de
mi vida y que comenzó con el servicio gratuito que había prestado a
mi amigo Wooding, observa que yo había enfocado toda mi vida en
mi trabajo. No buscaba el romance, y en cuanto a la idea de volver
a casarme con alguien, era algo que no podía suceder, así lo creía yo,
lo que me recuerda esa cita tan acertada “El hombre propone; Dios
dispone”.
Sospecho que si el publicador sureño hubiera podido prever el

desenvolvimiento de este episodio antes de traerme a esta ciudad como
socio de negocios, nunca habría hecho el trato conmigo. Pronto sabrás
por qué.
Ahora viene la siguiente recompensa de la Ley de Compensación,

que era tan adecuada por su propia naturaleza para llenar todos los
vacíos en mi vida que habían dejado las frustraciones anteriores.
Cuando me trasladé a la pequeña ciudad de Clinton, en Carolina del
Sur, para escribir estos volúmenes, tenía un apartamento en la misma
casa que la secretaria privada del publicador. Durante los primeros
meses después de mi llegada, solo vi a la secretaria en su despacho. En
el despacho, la veía muchas veces al día, ya que a menudo tenía ocasión
de hacer negocios a través de ella.
Ella había estado asociada en el negocio con dos generaciones de la

familia del publicador y tenía una posición de gran responsabilidad, en
la que era bastante feliz. Estoy seguro de que el matrimonio era lo más
lejos de su mente en todas sus relaciones conmigo. Cuando todavía era
bastante joven, su padre falleció, dejándola como “cabeza de familia”,
y ella asumió la responsabilidad de ayudar a educar a sus hermanas
menores. Entre las responsabilidades de la familia y las de mantener
74
un trabajo de ejecutiva, tenía poco tiempo para pensar seriamente en

casarse con alguien.
Mi relación con la secretaria empezó a tomar otra dirección

después de varios meses, ya que de vez en cuando la invitaba a dejar sus
obligaciones y acompañarme a cenar y quizás a algún espectáculo en las
ciudades cercanas. Descubrí que en el momento en que se despojaba
de su dignidad empresarial fuera de su oficina y se desprendía de las
responsabilidades familiares, era una personalidad encantadora.
De hecho, pronto descubrí que, tanto en apariencia física como

en personalidad, ella era casi un duplicado perfecto de la mujer más
maravillosa que había llegado a mi vida: mi madrastra. A partir de
ese momento, el panorama comenzó a desarrollarse rápidamente. Los
viajes en auto en los que ella me acompañaba se convirtieron en algo
frecuente. Los domingos por la mañana siempre escuchábamos los
servicios de radio del Tabernáculo Mormón cuando paseábamos en
auto por el campo.
Entonces llegó ese día histórico, el 7 de diciembre de 1941,

cuando las fuerzas japonesas atacaron Pearl Harbor. El impacto de esa
conmoción en mi publicador fue tan grande que puso fin a nuestro
acuerdo comercial de forma abrupta, y yo me fui de la ciudad de
Carolina del Sur para hacerme cargo de un importante encargo en la
Compañía R. G. LeTourneau de Georgia.
Allí estaba destinado a encontrarme con la mayor oportunidad

de mi vida para demostrar la solidez de mi filosofía como creador de
relaciones armoniosas entre los empresarios y sus empleados.
Durante casi dos años, tuve la oportunidad inigualable de compartir

mis bendiciones con los dos mil empleados de LeTourneau. Tenía
75
privilegios de carta blanca en la planta de LeTourneau, y no tenía que

rendir cuentas a nadie más que a mí mismo.
Con la debida modestia, puedo decir sinceramente que mi

influencia en la planta de LeTourneau cambió para bien a todas las
personas que trabajaban allí, incluyendo la alta dirección. Y al ayudar
así a los demás, senté las bases para otro traslado que estaba destinado
a allanar el camino para que mi filosofía sirviera a toda la industria
como había servido a la empresa LeTourneau y a sus empleados. Ese
traslado requería un cambio de residencia a Los Ángeles, la capital de
las producciones cinematográficas.
El día antes de irme a la Costa Occidental, añadí a la secretaria de

Clinton como miembro vitalicio de mi grupo Master Mind, en calidad
de esposa, secretaria y socia. Ahora estamos entrando en el decimocuarto
año de esta asociación, con una perspectiva de oportunidad de servicio
a la humanidad como nunca soñé experimentar.
Sospecho que cuando dejé Carolina del Sur justo después del ataque
a Pearl Harbor, mi publicador no pensaba que volvería de Georgia y
me llevaría uno de sus tesoros más importantes. Y la ironía de todo esto
consiste en que él asistió a la ceremonia de matrimonio.
En una visita posterior a Carolina del Sur, vimos al publicador por

última vez. Yacía en un ataúd en medio de un gran banco de flores.
Mientras estaba allí y lo miraba en su último sueño, no pude evitar
pronunciar una oración de gratitud por su influencia en el cambio
del destino de mi vida, así como de la de mi esposa, ya que hemos
encontrado juntos la paz mental suficiente para compensar todas
las heridas que hemos experimentado en el pasado. Ahora estamos
comprometidos en una labor de amor y tratamos de ayudar a otros a
encontrar el camino hacia el Santo Grial de la vida.
76
Sí, el brazo de la Ley de Compensación es muy largo. A través de

cuatro dramáticos episodios, ha llegado desde la Cafetería Wooding
en Atlanta, Georgia, hasta Los Ángeles. Me está llevando paso a paso
hacia un destino aún desconocido, donde, espero, tendré aun mayores
oportunidades de ayudar a hombres y mujeres a encontrar la paz
mental, así como la prosperidad material.
He relatado esta historia con todos sus detalles esenciales para

mostrarte cómo funciona a menudo la Ley de Compensación. No
logra los objetivos yendo directamente de la causa al efecto, sino por
el método progresivo, como en mi caso, dando un paso a la vez y
cambiando de rumbo con frecuencia.
De todos los lugares que conozco en los Estados Unidos, esa

pequeña ciudad de Carolina del Sur es el último lugar que habría
elegido voluntariamente como el lugar propicio para recuperarme
de un revés mental. Sin embargo, algún poder invisible me guió
silenciosamente a esa ciudad y me mantuvo allí mientras completaba
uno de los más útiles de todos mis trabajos sobre la filosofía del éxito,
y ese mismo poder me trajo una de mis mayores bendiciones. Luego,
una vez terminada la tarea, me levantó igual de silenciosamente y me
empujó hacia oportunidades más grandes y brillantes.
Esta es solo una de las muchas experiencias similares que he

tenido y que me llevan a la conclusión de que hay fuerzas invisibles
y silenciosas que influyen en todos nosotros constantemente. Algunas
son positivas y otras negativas. Algunas son buenas para nosotros; otras
son muy perjudiciales. El propósito de este ensayo es mostrarte cómo
elegir las fuerzas amistosas de entre las no amistosas y cómo hacer que
las fuerzas favorables sean tus aliadas.
77
Por supuesto, estoy soy plenamente consciente de que hay quienes

pueden criticarme por las referencias tan personales que se describen en
este ensayo, pero esto no me molesta en absoluto, no más, de hecho, que
si hubiera recurrido a la técnica que tan a menudo utilizaba mi amigo,
el fallecido Edward Bok, editor de la revista mensual para mujeres,
Ladies’ Home Journal, y quien transmitía sus ideas escribiéndose a sí
mismo cartas sobre temas controvertidos utilizando seudónimos y
respondiendo después a ellas en las columnas de su revista.
Justo después del final de la Segunda Guerra Mundial, vi un libro

titulado “Escribo como quiero”. Me gustó mucho el título, siempre
que dijera la verdad, porque cualquier hombre que se atreva a escribir
como le plazca ya ha recorrido un gran trecho hacia la obtención de
la paz mental, basada en el tipo de libertad personal que todos los
hombres codician. Sospecho que mucho de lo que se escribe para ser
publicado sobre la mayoría de los temas se escribe para complacer al
lector, complaciendo sus prejuicios y creencias establecidas, más que
para expresar la verdad tal y como la ve el escritor.
Hubo un tiempo en el que un impresionante cuerpo de críticos

repasaba cada línea que yo escribía antes de que mis escritos llegaran a
la imprenta. Esa época ya pasó. Ahora escribo “como me place” y dejo
que las cosas caigan donde pueden.
Hagamos ahora una breve visita a Ralph Waldo Emerson, a través

de su ensayo sobre la Compensación. Tal visita nos revela importantes
verdades que conducen a la paz mental a través de una mejor
comprensión de las leyes de la Naturaleza.
Todo acto se recompensa a sí mismo, o, en otras palabras, se

integra de manera doble; primero, en la cosa, o, en la naturaleza
real; y segundo, en la circunstancia, o en la naturaleza aparente.
78
Los hombres denominan a la circunstancia la retribución.

La retribución causal está en la cosa y es vista por el alma. La
retribución en la circunstancia es vista por el entendimiento; es
inseparable de la cosa, pero a menudo se extiende durante un largo
plazo de tiempo; por lo que no se distingue hasta después de muchos
años. El castigo específico puede llegar tarde después de la ofensa,
pero sigue porque la acompaña. El crimen y el castigo crecen de un
mismo tallo. El castigo es un fruto que madura inadvertidamente
dentro de la flor del placer que lo ocultó. Causa y efecto, los medios
y los fines, la semilla y el fruto, no pueden separarse, porque el
efecto ya florece en la causa, el fin preexiste en el medio, el fruto en
la semilla.1
Si reduces el párrafo anterior del lenguaje abstracto en el que está

expresado y lo replanteas en términos concretos, tendrás un análisis
perfecto de los cuatro episodios de mi vida que comenzaron en el
restaurante de Wooding en Atlanta. La causa de estos episodios consistió
en un simple acto de servicio prestado a un amigo necesitado. El efecto,
cuatro veces alejado de la causa, me hizo asentarme firmemente en el
fundamento mismo de todo lo que conduce a la paz mental.
En el siguiente párrafo, Emerson expresa su comprensión de ese

poder silencioso e invisible al que me he referido anteriormente:
Los hombres sufren toda su vida bajo la tonta superstición de que

pueden ser engañados. Pero es tan imposible que un hombre sea
engañado por alguien aparte de él mismo, como que una cosa sea y
no sea al mismo tiempo. Hay una tercera parte silenciosa en todos
nuestros tratos. La naturaleza y el alma de las cosas toman sobre
sí la garantía del cumplimiento de todo contrato, de modo que
el servicio honesto no pueda terminar en pérdida. Si sirves a un
79
amo ingrato, sírvele más. Pon a Dios en deuda. Todo golpe será
devuelto. Cuanto más tiempo se retenga el pago, mejor para ti;
porque el interés compuesto sobre el interés compuesto es la tasa y el
uso de este erario.2
Y de nuevo, en los párrafos siguientes, Emerson ofrece ánimo a la

persona que aún no ha aprendido que toda adversidad lleva consigo la
semilla de un beneficio equivalente:
Los cambios que interrumpen a cortos intervalos la prosperidad

de los hombres son anuncios de una naturaleza cuya ley es el
crecimiento. Cada alma, por esta necesidad intrínseca, abandona
todo su sistema de cosas, sus amigos, y su hogar, y sus leyes, y su fe,
como el crustáceo se desprende de su bella pero dura caja, porque
ya no le da lugar para su crecimiento, y lentamente forma una
nueva casa...
Y, sin embargo, las compensaciones de la calamidad se hacen

evidentes al entendimiento también, después de largos intervalos
de tiempo. Una fiebre, una mutilación, una cruel decepción,
una pérdida de riqueza, una pérdida de amigos, parecen en el
momento una pérdida impagable e irrecuperable. Pero los años
seguros revelan la profunda fuerza reparadora que subyace a todos
los hechos. La muerte de un amigo querido, de una esposa, de un
hermano, de un amante, que no parecía más que una privación,
asume algo más tarde el aspecto de una guía o de un genio; porque
comúnmente opera revoluciones en nuestro modo de vida, pone fin a
una época de la infancia o de la juventud que esperaba ser cerrada,
termina con una ocupación acostumbrada, o un hogar, o un estilo
de vida, y permite la formación de otros nuevos más amigables con
el crecimiento del carácter. Permite o constriñe la formación de
80
nuevas amistades, y la recepción de nuevas influencias que resultan

ser de primera importancia para los años siguientes; y el hombre
o la mujer que hubiera permanecido como una flor de jardín
soleada, sin espacio para sus raíces y con demasiado sol para su
cabeza, debido a la caída de los muros y el descuido del jardinero,
se convierte en el banyán del bosque, dando sombra y fruto a
vecindarios amplios de hombres.3
Si Emerson no hubiera escrito las líneas anteriores mucho antes de

que yo naciera, bien podría creer que me estaba escribiendo directamente
a mí, pues la filosofía que ha expresado se ajusta perfectamente a mis
experiencias. Y mis experiencias han demostrado la solidez de la filosofía
de Emerson.
Los puntos de vista de Emerson sobre el tema del temor, tal como
se expresan en el siguiente párrafo, fueron los responsables de una
autoimpuesta limpieza de casa que emprendí hace muchos años, por
medio de la cual eliminé de mi mente todos los lugares de cultivo del
temor en todas sus formas:
El temor es un instructor de gran sagacidad, y el heraldo de

todas las revoluciones. Una cosa que siempre enseña es que hay
putrefacción donde aparece. Es un cuervo carroñero, y aunque no
veas bien para qué revolotea, hay muerte en alguna parte. Nuestra
propiedad es tímida, nuestras leyes son tímidas, nuestras clases
cultivadas son tímidas. El temor, durante siglos, ha presagiado,
triturado y fustigado nuestro gobierno y nuestra propiedad. Ese
pájaro obsceno no está ahí por nada. Indica grandes errores que se
tienen que revisar.4
Y sea cual sea la tendencia que yo pude haber tenido hacia la

envidia de personas aparentemente más afortunadas, esa tendencia fue
81
eliminada por la influencia del siguiente párrafo del ensayo de Emerson

sobre la Compensación:
Todo exceso provoca un defecto; todo defecto un exceso. Todo dulce

tiene su agrio; todo mal, su bien. Cada facultad que es receptora
de placer tiene una pena igual para su abuso. Ha de responder
por su moderación con su vida. Por cada grano de ingenio hay
un grano de locura. Por todo lo que se ha perdido, se ha ganado
algo más; y por todo lo que se gana, se pierde algo. Si las riquezas
aumentan, aumentan los que las usan. Si el recolector recoge
demasiado, la naturaleza saca del hombre lo que pone en su pecho;
expande a la hacienda, pero mata al propietario. La naturaleza
odia los monopolios y las excepciones. Las olas del mar apenas
consiguen tener un nivel a causa de su más elevado oleaje cuando
las variedades de condición tienden a igualarse. Siempre hay
alguna circunstancia niveladora que pone al prepotente, al fuerte,
al correcto, al afortunado, sustancialmente en el mismo terreno que
todos los demás.5
Fue el párrafo anterior de las obras de Emerson el que me hizo

retroceder de la falsa noción de buscar el éxito a través de la acumulación
de “cosas” y me inició en el camino superior hacia el éxito por medio
de prestar un servicio útil y, por lo tanto, poner a la gente en deuda sin
exigir o esperar el pago, excepto por la voluntad del deudor. Esto me
puso en el camino hacia la paz mental.
Aunque he puesto a prueba los puntos de vista de Emerson sobre

la Ley de la Compensación mediante mis propias experiencias y los he
encontrado basados en la verdad eterna, sospecho que no obtendrás el
beneficio completo de su filosofía si no mides tus propias experiencias
con ella. Y a menos que seas mucho más perspicaz que yo durante
82
mi primera lectura de las obras de Emerson, me imagino que las

considerarás como una especie de predicación abstracta sobre las leyes
morales de la vida.
Cuando estudies los ensayos de Emerson, empezarás a pensar de

una manera nueva. Te verás obligado a hacerlo si quieres entender sus
escritos. Antes de poder disfrutar plenamente de la paz mental, tienes
que aprender a pensar por ti mismo. La ropa de segunda mano puede
ser usada; los automóviles de segunda mano pueden ser conducidos,
pero los pensamientos de segunda mano son inútiles o peligrosos.
“Ten cuidado”, dijo Emerson, “cuando el gran Dios deja suelto a

un pensador en este planeta. Entonces todas las cosas están en riesgo.
Es como cuando una conflagración ha estallado en una gran ciudad,
y ningún hombre sabe qué es seguro, o dónde terminará. No hay
una pieza de la ciencia, pero su flanco puede ser volteado mañana;
no hay ninguna reputación literaria, ni los llamados nombres eternos
de la fama, que no puedan ser injuriados y condenados. Las mismas
esperanzas del hombre, los pensamientos de su corazón, la religión de
las naciones, las costumbres y la moral de la humanidad, todo está a
merced de una nueva generalización.”6
Y sí, los hombres que piensan por sí mismos determinan la

tendencia de nuestra civilización. Esto siempre ha sido cierto; siempre
será cierto. Los únicos hombres libres son los que han aprendido a
pensar por sí mismos.
Después de exprimir al máximo las obras de Emerson, yo seguía

teniendo sed de más de la verdad que él expresaba tan definitivamente.
Mi sed me llevó, finalmente, a la revelación de la mayor ley de la
Naturaleza, la ley que sirve de contralor de todas las leyes naturales. La
83
he llamado la Ley de la Fuerza Cósmica de los Hábitos. Abarca todo lo

que Emerson describió en su ensayo sobre la Compensación y mucho
más que él no había descubierto. Pero fue el ensayo de Emerson sobre
la Compensación el que me envió al acecho, en busca de algo que
reconocí que él no había descubierto, y lo encontré.
NOTAS
1. Ralph Waldo Emerson, “Compensation,” Essays (Boston: James Munroe and

Co., 1841), 85.
2. Ibid., 98.
3. Ibid., 102–04.
4. Ibid., 92.
5. Ibid., 81–82.
6. Ralph Waldo Emerson, “When God Lets Loose a Thinker,” Busy Man’s
Magazine, November 1, 1908, https://archive.macleans.ca/article/1908/11/
1/when-god-lets-loose-a-thinker.
84
PA RT E
TRes
la revista
“Hill’s Golden Rule”
(LA REGLA DE ORO de Hill)

Los traficantes de escándalos
ENERO 1919
Si tienes que calumniar a alguien, no lo digas, pero escríbelo

en la arena, cerca de la orilla del agua.
El reptil más peligroso que se arrastra por esta vieja tierra no es la

serpiente gruesa, de cabeza plana y venenosa, sino el sigiloso y astuto
reptil humano cuya lengua se mueve, sin freno, por ambos extremos.
Hace algún tiempo, mi secretaria llamó a un hombre por teléfono

con la intención de concertar una cita para que viniera a verme. Tenía
en mente emplear a este hombre, y el puesto habría pagado 3.000
dólares al año, ¡o más!
Sin embargo, antes de que se concertara la cita, se mencionó el

nombre de un hombre al que este solicitante conocía, e inmediata-
mente comenzó a difamar y denunciarlo. ¡Era “un canalla, un ladrón
y un mentiroso”! No había nada demasiado malo que decir sobre él.
Cuando mi secretaria me informó de lo sucedido, cancelé el compromiso
con este hombre, porque resultaba que el hombre al que denunciaba
con tanta vehemencia era mi amigo personal, y sabía que no había ni
una palabra de verdad en lo que este otro hombre había dicho de él.
Solo para satisfacer mi curiosidad, llamé a este amigo mío por

teléfono y le pregunté qué sabía de la persona que lo había denunciado
87
con tanta vehemencia. De esto me enteré (sin decirle a mi amigo lo

que el otro hombre había dicho de él): que no había conocido a ese
hombre en su vida; que uno de sus conocidos, con el que había tenido
un malentendido en los negocios y al que se había visto obligado a
demandar por daños y perjuicios, era cuñado de ese hombre.
Entonces llamé a este hombre por teléfono y le pregunté de dónde

había sacado la información sobre mi amigo y, cuando lo acorralé,
admitió que todo lo que sabía era de oídas.
El poder de la sugestión es un poder maravilloso. Se requiere una

gran fuerza de voluntad para resistir y negarse a aceptar la más mínima
sugerencia despectiva acerca del carácter de otra persona. La reputación
de muchas mujeres inocentes se ha visto dañada simplemente por un
gesto de la cabeza o un guiño de un joven vulgar en la esquina de la calle.
Sé por experiencia propia lo difícil que es abstenerse de decir cosas

sobre las personas que es mejor no decir. Solo en los últimos cinco o
seis años he aprendido a refrenar mi propia lengua y a escuchar los
nombres de aquellos cuyos esqueletos podría sacar a relucir sin soltar
mi lengua sobre ellos.
Conoces a John Brown. Sabes algo sobre su vida doméstica o

privada que podría avergonzarlo a los ojos de sus conocidos si hablaras.
Es difícil abstenerse de hablar. Sé lo difícil que es, pero ten en cuenta
que es posible que John Brown sepa algo relativo a tus antecedentes que
no te agradaría que se difundiera ante tus amigos y conocidos, como
un morboso festín de escándalos. Cuando te sientas inclinado a hablar
o incluso a sugerir algo que pueda herir el orgullo o el carácter de otra
persona, ponte en su lugar, e imagina que la persona a la que estás a
punto de atacar eres TÚ.
88
LOS TRAFICANTES DE ESCÁNDALOS
¡Entonces verás lo diferente que es!
Son pocas las personas que no tienen algún pequeño incidente en

su vida que no desean que se difunda ante el público. Ningún hombre
tiene derecho a sacar el esqueleto familiar de un conocido y exhibirlo
al público.
De todos modos, ¡no es un buen negocio!
El mundo odia a los chismosos. La persona que escuche tu historia

de escándalo pensará menos de ti a partir de entonces. Y, si es la clase
correcta de persona, te evitará, porque sabrá que “el perro que trae un
hueso se irá llevando otro consigo”.
No te puede beneficiar decir una palabra poco amable contra

cualquier persona, aunque puedas estar justificado al hacerlo. La razón
es que no solo te rebajas en la estimación de la persona a la que le
hablas, sino que te desmoralizas a TI MISMO en tu propia estimación,
te des cuenta o no.
Cada vez que cedes a esa disposición inherente de la naturaleza

humana de hablar en términos cínicos y vulgares de tus semejantes,
añades otro ladrillo al edificio de tus cualidades negativas. Te alejas
mucho más de ese estado de serenidad, de esa disposición de dulzura
hacia la humanidad que esperas alcanzar algún día.
Ten en cuenta también que un hombre nunca cae tan bajo, sino
que hay mucho bien en él, si se desarrolla y se saca a la luz. La mejor
manera de sacar a relucir lo bueno que hay en un hombre es hacerle
saber que crees en él: dale una buena reputación y él hará todo lo posible
89
por estar a la altura. Por otro lado, toma a un hombre cuyo propósito
en la vida es elevado e ideal y acósalo y denúncialo constantemente,
y lo más probable es que, a menos que tenga una fuerza de voluntad
extraordinariamente fuerte, acabe aceptando lo que le pones en la
cabeza y actuando el papel que le has asignado.
¿Quién eres tú para constituirte en censor del carácter humano?

¡Esa es una pregunta que todos deberíamos hacernos! Si deseas
denigrar, difamar y criticar a cualquier hombre, primero vuelve el foco
de atención hacia ti mismo y mira qué puedes encontrar en ti que los
que estás criticando podrían considerar problemático si no fueran más
caritativos que tú.
Es más, el hábito de la lengua suelta es peligroso por otras razones

además de las mencionadas. Hace unos meses, un hombre se sentó en
una mesa de uno de los restaurantes de Chicago. Dos jóvenes entraron
y se sentaron en la misma mesa. En ese momento, uno de ellos vio
entrar a una joven, y antes de que tuvieran tiempo de ver dónde se iba
a sentar, uno de ellos hizo un desagradable comentario acerca de ella.
El hombre que estaba sentado a la mesa con ellos se levantó, levantó
su silla y golpeó al joven que había hecho el comentario, dejándolo
sin sentido, y probablemente lo habría estrangulado hasta la muerte si
otros no hubieran intervenido y lo hubieran impedido. La joven que
entró era la hija de este hombre. La investigación demostró que el joven
que hizo el comentario no conocía personalmente a la joven.
Siempre existe la posibilidad de que te rompan el cuello por

hacer comentarios acerca de otras personas, aunque sean comentarios
veraces.
90
Si eres un hombre rico, también existe la posibilidad de que tengas

que pagar una fuerte indemnización en forma de juicio por calumnia,
si haces comentarios acerca de otras personas.
Pero estas no son las principales razones por las que debes refrenar
tu lengua. La razón principal por la que debes hacerlo es que cada
vez que la sueltas, haces que sea mucho más difícil convertirte en una
persona digna, limpia y de gran espíritu. Estás desarrollando esa parte
de ti mismo que debes contener y mantener a raya.
Lo único que tiene una persona es su reputación. Si eres el medio,

directo o indirecto, de despojar a alguien de su reputación, eres un
LADRÓN de la peor clase. Ningún ladrón que se mete a las casas
ajenas puede compararse con la persona que deliberadamente, con
premeditación y malicia, destruye la reputación de otro.
Se necesita toda una vida para formar una reputación sólida, y

cuando robas lo que otro ha trabajado toda una vida para formar, eres
la peor serpiente que se arrastra sobre la tierra.
(Por supuesto, no uso la palabra TÚ en un sentido personal).
Puede que una persona me robe la fortuna, pero pronto tendré

otra, si deja en paz mi reputación. Las fortunas se crean a partir de las
buenas reputaciones. Los pobres se hacen con mala reputación.
La próxima vez que te encuentres a punto de ceder a la tentación

de decir algo despectivo sobre alguien que conoces, muérdete la punta
de la lengua en lugar de decirlo.
91
Hazlo y sentirás el cálido resplandor de la satisfacción extenderse

por todo tu cuerpo en el momento en que lo hagas. Lo sé, porque yo
mismo lo he probado. ¡La satisfacción que le llega a la persona que
podría haber difamado a un conocido pero no lo hizo es una que le
traerá felicidad y autoestima!
¡Aprende el arte de perdonar y olvidar!
Si alguien te hace una injusticia, ya sea de palabra o de obra, ¡perdona

y olvida! Guardar rencor contra alguien solo envenena tu propia mente
y decolora tu propia disposición para que sea poco atractiva.
Cuando aprendas a perdonar, cuando aprendas a abolir el odio,

cuando aprendas a contener tu lengua, cuando te sientas inclinado a no
hacer comentarios poco halagadores sobre los demás, habrás aprendido
a ser feliz y a ser amado por todos aquellos con los que entres en
contacto.
Cuánto mejor, al hablar con otra persona, es hablar de las buenas

cualidades de los ausentes de cuyos nombres hablas, en lugar de las
malas cualidades, o de lo que tú crees que son sus malas cualidades.
Cuando otro comienza a vituperar el nombre de un conocido, al hablar
contigo, cambia la conversación tan pronto como puedas. Vuélvela
hacia temas más agradables.
No puedes hacer que otra persona piense bien de ti por el mero

hecho de hablar mal de un conocido. Puedes envenenar la mente de
otro contra alguien, pero lo más probable es que su mente también se
envenene contra ti al mismo tiempo.
92
¡Cosechas lo que siembras! Entonces, siembra palabras de bondad,

de buen ánimo; palabras que hagan feliz a la gente. Adquiere el hábito
de hacer esto y habrás recorrido un largo camino para arrancar lo
rebelde de tu propio campo de vida.
Nadie ha hablado nunca de otro en términos vulgares, sin que un

sentimiento de remordimiento y arrepentimiento se haya apoderado
de él tan pronto como lo hizo. El traficante de escándalos sabe que está
haciendo mal. Su conciencia se lo dice. Escucha la pequeña y tranquila
voz y deja que te guíe en tus comentarios sobre los demás.
Este hábito, si lo practicas, te traerá las más ricas bendiciones de la

vida; te ayudará a ser más feliz porque te dará un mayor respeto por ti
mismo.
Si me pidieran que tomara el púlpito de algún ministro por un

día, y supiera que sería mi última oportunidad de predicar un sermón,
tomaría como texto el tema sobre el que he escrito en esta “visita”.
El hombre que quiere manejar a otros debe aprender primero a

manejarse a sí mismo, ¡particularmente su propia lengua!
Una actitud mental positiva puede eliminar todos los

obstáculos que se interponen entre tú y tu principal
propósito en la vida.
93
el hombre de mente amplia
ABRIL 1919
Uno de los mejores cumplidos que se le puede dar a un hombre

es decir que es de mente amplia. Una de las críticas más graves a un
hombre es decir que es de mente estrecha. Esto no sería así si se tratara
de estados mentales fijos que un hombre no puede cambiar, como la
inclinación por la música, la literatura, la mecánica, la venta, el trabajo
ejecutivo o el liderazgo. Los elogios y las críticas son el testimonio
universal de que la amplitud de mente es una cuestión de voluntad y
que un hombre puede ser de mente amplia si así lo desea. El verdadero
significado del término “mente amplia” es el siguiente: mantener la
mente abierta a todas las conclusiones sobre una pequeña evidencia;
no dejarse influenciar por los prejuicios, sino dar a todos el beneficio
de la duda; estar dispuesto a ver lo bueno en un hombre o en una
cosa; hacer concesiones adecuadas a las condiciones. La mentalidad
estrecha significa justo lo contrario: dejar que los prejuicios dicten las
decisiones y actitudes de uno; buscar el mal en los hombres y las cosas
y pasar por alto el bien; no estar nunca dispuesto a dejar que el germen
de la posibilidad se desarrolle hasta la madurez; medir todas las cosas
nuevas con los estándares antiguos; tener una clasificación preparada
para cada cosa nueva; mostrarse impaciente para siquiera escuchar algo
que difiere de la opinión fija de uno.
Cualquier persona puede elegir cuál de estas actitudes dominará su

vida con tanta seguridad como puede elegir qué libro leerá, qué tecla
tocará en el piano o qué clase de alimento pedirá para su cena.
95
“Con todos tus defectos te sigo amando”. Así canta el poeta, y lo

llamamos sentimental; es decir, a primera vista lo hacemos. Pero al
pensarlo dos veces cambiamos de opinión. Entonces descubrimos que
los defectos y las faltas son siempre minoritarios y que la mayor parte
de la naturaleza humana es tan maravillosa y tan bella que debe inspirar
admiración y amor a todo el mundo. Con todos sus defectos no hay
nada más interesante que los seres humanos; y la razón es que por cada
defecto del hombre hay mil cualidades admirables. El poeta, inspirado
por la sublime visión de la verdad, puede ver esto; por lo tanto, ¿qué
puede hacer sino amar? Siempre que sus ojos se levantan y siempre que
sus pensamientos toman alas, su alma declara con mayor elocuencia
que nunca: “¡Qué obra más maravillosa es el hombre!”
Así, cada momento renueva su admiración, y cada pensamiento

enciende el fuego de su amor.
Cuando los latinos de la antigüedad querían decir “malo, peor, lo peor”,

lo ponían “malus, pejor, pessimus”. El grado superlativo en tres sílabas
suena tan bien para expresar lo más deplorable que le hemos adjudicado al
sujeto que es el “límite” en mirar siempre el lado oscuro de las cosas.
El pesimista de hoy en día, aquejado crónicamente de presentimientos

sombríos, va encorvado por los bulevares y callejones como lo hacía por
las carreteras y caminos de Roma, y lleva la misma etiqueta. Las curvas
de su boca están inclinadas hacia abajo. Lleva un paraguas de melancolía
de cara larga para evitar la luz del sol. Odia el lado soleado de la calle y
arroja mantas húmedas sobre el entusiasmo. Todo lo que se le entrega le
parece un limón y no toma azúcar en su limonada.
¿Te casarías con uno? ¿Tendría uno como socio comercial?

¿Comerías con uno y esperarías disfrutar de un tiempo saludable en
la misma mesa? Es la mosca humana en el ungüento de la vida alegre.
96
autoControl
AGOSTO, 1919
Antes de que puedas controlar las condiciones, primero

debes controlarte a ti mismo. El autodominio es el trabajo
más difícil que jamás abordarás.
Hace unos días, un hombre adinerado llamó por teléfono a la

compañía de luz eléctrica para que enviara a un electricista a encender
las luces de una casa nueva que acababa de alquilar a un nuevo
inquilino. Era tarde y los empleados no querían salir, pero finalmente
se convenció a uno de ellos para que fuera, después de que le dijeran
que las personas que acababan de mudarse estaban sin luz.
Para cuando el electricista llegó a la casa, el hombre rico que

era el propietario, junto con su juego inquilino, había encontrado
la manera de alumbrar la casa. Cuando el electricista vio que la casa
estaba alumbrada, no se detuvo a preguntar nada, sino que empezó a
maldecir al hombre rico por haberle alejado de su familia bajo falsas
representaciones. Perdió completamente el equilibrio y llamó al hombre
rico por todo lo que se le ocurrió. El hombre rico se limitó a sonreír
y le dijo al iracundo empleado: “No me ha dado tiempo a explicarle
que hemos encontrado el gas y lo hemos encendido justo antes de que
97
usted llegara”. Entonces llamó a su chófer, tomó al obrero iracundo por

el brazo y le dijo: “Lleva al caballero a su casa”.
Por supuesto, no tenemos forma de leer la mente de un persona,

al menos no minuciosamente; pero apostaremos unos cuantos puros
a que el trabajador se sintió muy pequeño al subir al automóvil del
hombre al que había dado todas las razones para sentirse insultado por
su arrebato de ira y su falta de autocontrol.
Al regresar el hombre rico a la casa y reunirse con su mujer y el

nuevo inquilino, a quien estaba ayudando a acomodarse en sus nuevas
instalaciones, se limitó a decir: “Tuve que lidiar con un verdadero
geniudo, ¿no es así?” No dio muestras de enfado. Si lo sentía, lo
disimulaba cuidadosamente. Su nombre es bien conocido de costa a
costa. El autocontrol no es una de las virtudes que la mayoría de la
gente sabe que este hombre poseía. Nos inclinamos fuertemente a creer
que este autocontrol es en gran parte, si no en su totalidad, responsable
de su inmensa fortuna y de su éxito en otras direcciones.
Si deseas ejercer algún grado de control sobre otros, primero

debes aprender a ejercer el control sobre ti mismo. Un hombre que
“pierde los estribos” nunca podrá convertirse en un gran líder. Nunca
podrá tener un gran número de amigos. El hombre que permite que
otro lo arrastre a una controversia que le hace perder su autocontrol
está permitiendo que esa persona lo domine. Cuando una persona te
habla con un gruñido en su voz y con el ceño fruncido en su cara,
responde con un tono suave y rico, con una sonrisa en tu cara, y le
quitas el viento de sus velas. Estarás esgrimiendo con él un arma con
la que no está familiarizado; en consecuencia, seguro que le superas
en la final.
98
AUTOCONTROL
Es un asunto duro actuar de forma tan malvada que nadie pueda

superarte. Es un asunto duro decir palabras ofensivas que no pueden
ser duplicadas o superadas por otro. Pero, cuando ejerces un completo
autocontrol y tratas a una persona airada con amabilidad y cortesía,
estás haciendo uso de una fuerza y de un arma con la que la mayoría de
la gente no está tan familiarizada como debería; en consecuencia, ganas
sin mayor esfuerzo.
En una ocasión, este escritor perdió la calma por el mal servicio

que prestaba un conserje y bajó al sótano a la habitación de ese
caballero para descargar sobre él algunos buenos consejos. Después de
deshacerme de la carga que le llevaba a el conserje, el hombre se apartó
del horno que estaba abasteciendo, se enderezó, se limpió el sudor de
su frente salpicada de carbón y, con una sonrisa en el rostro, dijo: “Hoy
usted está algo excitado, ¿no es así?” ¡Lo estaba! Me daba vergüenza,
pero lo estaba. Sabía que el conserje, al menos por el momento, era el
hombre más dueño de sí mismo de los dos, y me avergonzaba tener que
admitirlo, y mucho más disculparme con el conserje, lo que finalmente
reuní el valor para hacer después de haber vuelto a subir, reflexionar
sobre el asunto y bajar de nuevo al sótano.
No hay nada que aquel conserje no haría hoy por mí, porque, como
él mismo dijo, “fui lo suficientemente grande como para disculparme,
incluso con un pobre conserje, cuando sabía que yo estaba errado”.
Nos alegramos de esa dificultad con el conserje. Nos enseñó una

lección más sobre el valor del autocontrol. Nos dolió el orgullo volver a
bajar a ese sótano y pedir disculpas, pero el sentimiento de satisfacción
que nos invadió, al ver por la expresión de su cara que habíamos
recuperado su respeto, valió toda la humillación que nos costó. ¿Has
99
pedido alguna vez disculpas a alguien por algún mal que le hayas hecho
en el pasado? Hay un gran sentimiento de satisfacción, de logro y de
tranquilidad por haber pedido disculpas cuando sabías que te habías
equivocado.
100
El pensamiento libre y la
mente humana
AGOSTO 1919
Cualquier influencia que restrinja a un ser humano de hacer sus

propias deducciones, basadas en las impresiones sensoriales que recibió
a través de sus cinco sentidos de ver, oír, oler, saborear y sentir, es una
mala influencia y trabaja en oposición al progreso de la raza humana.
La raza humana está cortando rápidamente los grilletes de los

dogmas y credos que niegan a la personas el derecho a pensar de
forma independiente. Si dudas de esto, haz un inventario en tu propio
vecindario de las personas que alguna vez asistieron a la iglesia pero que
han abandonado el hábito. Entrevista a algunos de ellos y averigua por
qué ya no asisten a la iglesia. Muchos no lo admitirán, pero los que
tienen el valor de hacerlo te dirán con franqueza que no desean actuar
como hipócritas y que, al no poder aceptar la totalidad del credo que
les impone la iglesia, simplemente la abandonaron.
La mente de la raza humana exige espacio para desarrollarse, ejercer

y crecer. Niégale este derecho y estarás trabajando en contra de las leyes
de la Naturaleza; en consecuencia, estás destinado a fracasar.
No pretendemos tener una percepción especial de los secretos

de Dios, si es que Él tiene algo así como un verdadero secreto, pero
tenemos la firme idea de que Él no creó a los hombres con el objeto
101
de subyugarlos unos a otros, o con la intención de que uno de ellos

infunda temor en los corazones de los demás con la amenaza del fuego
del infierno. Si tu Dios quema a los seres humanos, condenándolos a
una tortura eterna por su ignorancia y su falta de fuerza con la que los
creó, entonces tu Dios no es el que adoramos.
Nuestro Dios ama a la raza humana, a todos. El único castigo que

permite que se inflija a cualquier miembro de la familia humana es el
que nos infligimos a nosotros mismos, por nuestros propios actos, ya
sean voluntarios o ignorantes. Nuestro Dios no arroja temor en los
corazones de sus hijos, y no autoriza a nadie a hacerlo. Nuestro Dios
nos colocó en esta tierra, no para castigar, defraudar, difamar, tachar
o enfadar a nuestros hermanos, sino para extender la mano del amor
fraternal y ayudar a que la travesía por la vida sea lo más agradable
posible.
Nuestra esperanza es que ames a Nuestro Dios, porque no podemos

amar al tuyo si no es tan bondadoso como el nuestro. No podemos
amar a un Dios cruel o a uno que nos enseña a no leer lo que ha escrito,
que podemos ver en cada hoja de hierba, en cada piedra, en cada arroyo
que fluye, en cada árbol, en cada flor, en cada pájaro y en cada ser
humano. Si tu Dios te enseña a privar a tus semejantes de su derecho a
pensar por sí mismos, no podemos aceptarlo.
Esperamos que tu Dios sea el mismo que el nuestro. No sabemos

qué es la mente humana, pero sí sabemos que es la causa de todos los
movimientos corporales del ser humano. Sí sabemos que es una fuerza
maravillosa que no existe en ninguna otra forma.
También sabemos que la mente humana crea prácticamente

cualquier condición de vida que pueda imaginar, por lo que nos
102
EL PENSAMIENTO LIBRE Y LA MENTE HUMANA
sentimos justificados al presuponer que sabe algo de la chispa divina

que toca el éter, el mundo y todo lo que hay en él, en cada punto y en
cada esquina.
Pinta en tu mente una imagen de lo que quieres y la Naturaleza

puede y te ayudará a conseguirlo si mantienes esa imagen viva y haces
todo lo que sabes hacer para transformar la imagen en forma concreta.
No hay ningún error en esto, pero la persona a la que se le ha enseñado
a no pensar por sí misma probablemente no creerá esto ni tratará de
hacer uso de este principio.
Los muros de las prisiones no son los únicos lugares en los que
se encarcela a los seres humanos. De hecho, hay peores formas de
encarcelamiento fuera de los muros de la prisión que dentro de ellos.
La persona a la que la superstición, las falsas enseñanzas, los credos y los
dogmas le impiden pensar de forma independiente se encuentra en una
prisión mucho más deplorable que el hombre que, dentro de los muros
de la prisión, sigue ejerciendo el derecho que Dios le ha concedido de
tener pensamientos basados en lo que puede ver, saborear, oler, tocar
y oír.
No sabemos lo que ocurrirá después de que dejemos este planeta;

tampoco lo sabe nadie, pero tenemos derecho a suponer que si Dios
realmente castiga a las personas por sus malas acciones, no pasará por
alto al tipo que influnde temor en el corazón de otro o le impide pensar
de forma independiente.
Si quieren llenar sus iglesias, llenarlas con la sal misma de la tierra,

con lo más selecto de la humanidad, dejen de lado sus palabras acerca
de que Dios condena a los seres pobres y débiles a las llamas eternas
y empieza a enseñar Psicología Aplicada. Enseña a tus seguidores que
103
Dios les dio el regalo más precioso dentro de su poder: el regalo de la

mente humana, con la que pueden crear en esta tierra cualquier tipo de
ambiente que deseen. Enséñales que cualquier concepto, combinación
de conceptos, pensamientos o ideas que se coloquen en la mente
humana y se mantengan allí, eventualmente comenzarán a tomar forma
concreta. Enséñales que Dios les dio ese maravilloso taller que reposa
dentro de sus corazones y cerebros, ese maravilloso arquitecto que crea
todo lo que el hombre edifica, con la intención de que lo utilicen y
lo desarrollen hasta un estado cada vez más elevado, hasta que la raza
humana rompa completamente la cadena que la ata a la etapa animal
de la evolución.
Apostamos a que el primer ministro que haga esto tendrá que

fabricar nuevos asientos para acomodar a personas de su comunidad
que nunca habían estado dentro de su iglesia, y otra apuesta es que
un ministro que predica la Regla de Oro tal y como se aplica a los
negocios y a las relaciones entre hombres y mujeres aquí en la tierra
encontrará un público listo y dispuesto que llenará su iglesia a rebosar
y la mantendrá llena.
Dejen de predicar el temor. No nos gusta. Estamos empezando a

pensar por nosotros mismos y su doctrina del miedo no se ajusta a lo
que razonamos por nosotros mismos cuando empezamos a pensar.
Puede que haya habido un momento en el proceso de la evolución

de la raza humana en el que la doctrina del temor fuera esencial para
mantener a raya las tendencias animales de los seres humanos. Si es así,
sin duda fue durante ese período en el que los hombres y las mujeres
eran incapaces de pensar inteligentemente y de razonar de la causa al
efecto. Fue durante ese período cuando faltaba poco para que el ser
humano civilizado se retirara de la Edad de Piedra. Puede ser que el
104
EL PENSAMIENTO LIBRE Y LA MENTE HUMANA
temor fuera entonces necesario como ayuda a la evolución. Pero, si esa

necesidad existió alguna vez, seguramente no existe ahora. El tiempo
ha ablandado el corazón humano y lo ha hecho menos violento. Nos
contenemos ahora porque estamos empezando a aprender, a través del
pensamiento, que el autocontrol nos da más poder y más felicidad.
Y, si un humilde periodista se atreve a sugerirles a ustedes, señores

del ministerio, ¿no creen que sería un buen plan comenzar a mostrar
a los hombres y mujeres cómo ser felices aquí en esta tierra, ahora
mismo, en lugar de dedicar todas sus energías a mostrarles cómo salvar
sus almas en el mundo venidero?
Piénsenlo, señores. Piénsenlo bien. No es posible que dañen a sus

seguidores induciéndoles a hacer uso de la filosofía de la Regla de Oro
en su trato con los demás, aquí en esta tierra, y ¿no es posible que les
hagan un gran bien?
105
EL Deseo
SEPTIEMBRE 1919
Cada adversidad, cada fracaso, cada desengaño, lleva consigo

QFXJRNQQFIJZSGJSJąHNTNLZFQTRF^TW
En cada mente normal yace un genio dormido, esperando que el

suave toque del fuerte deseo lo despierte y lo ponga en acción.
Escuchen, hermanos cargados de tristeza que buscan a tientas el

camino que lleva de la oscuridad del fracaso a la luz del logro: hay
esperanza para ustedes.
No importa cuántos sean los fracasos que hayas sufrido o cuán

bajo hayas caído; ¡puedes volver a ponerte de pie! La persona que dijo
que la oportunidad no llama a la puerta más que una vez estaba muy
equivocada. La oportunidad está a tu puerta de día y noche. Es cierto
que no golpea tu puerta ni trata de forzar su entrada, pero, no obstante,
está ahí.
¿Qué si has sufrido un fracaso tras otro? Cada fracaso no es más que
una bendición disfrazada, una bendición que ha templado tu metal y te
ha preparado para la siguiente prueba. Si nunca has sufrido un fracaso,
es de lamentar, porque te has perdido uno de los grandes procesos de la
naturaleza de la verdadera educación.
107
¿Y si has errado en el pasado? ¿Quién de nosotros no ha hecho

lo mismo? Encuentra a la persona que nunca se ha equivocado y
encontrarás también a una persona que nunca ha hecho nada digno
de mención.
La distancia entre el lugar en el que te encuentras ahora y el lugar

en el que deseas estar no es más que un salto. Posiblemente te has
convertido en una víctima de la hábito y, como muchos otros, te has
enredado en un trabajo de vida mediocre. Anímate: ¡hay una salida!
Posiblemente la fortuna te ha pasado por encima y la pobreza te tiene
atrapado. Anímate: hay un camino hacia la felicidad y la paz mental
que puedes usar inteligentemente y para tu propio bien, y el mapa
de ese camino es tan simple que dudamos seriamente que lo uses. Sin
embargo, si lo haces, seguro que serás recompensado.
El precursor de todos los logros humanos es el deseo. La mente

humana es tan poderosa que puede producir la riqueza que deseas, la
posición que codicias, la amistad que necesitas, las cualidades que son
necesarias para el logro en cualquier empresa que valga la pena.
Hay una diferencia entre “anhelo” y “deseo”, en el sentido al que

nos referimos aquí. Un anhelo es simplemente la semilla o el germen de
la cosa deseada, mientras que un “deseo” fuerte es el germen de la cosa
deseada, más la tierra fértil necesaria, el sol y la lluvia necesarios para su
desarrollo y crecimiento.
El deseo fuerte es la fuerza misteriosa que despierta ese genio

dormido que reposa en el cerebro humano y lo pone a trabajar en serio.
El deseo es la chispa que estalla en una llama en la caldera del esfuerzo
humano y genera el vapor con el que se produce la acción.
Son muchas y variadas las influencias que despiertan el deseo y

lo ponen en marcha. A veces lo hace la muerte de un amigo o de un
108
EL DESEO
pariente, mientras que otras veces los reveses financieros tienen el efecto
adecuado. Las decepciones, las penas y las adversidades de toda clase
sirven para despertar la mente humana y hacerla funcionar a través de
nuevos canales. Cuando llegues a comprender que el fracaso es solo
una condición temporal que te despierta a una mayor acción, verás,
tan claramente como puedes ver el cielo en un día claro, que el fracaso
es una bendición disfrazada. Y, cuando llegues a ver la adversidad y el
fracaso bajo esta luz, empezarás a tener el mayor poder sobre la faz de
la tierra. Entonces empezarás a sacar provecho del fracaso en lugar de
permitir que te arrastre.
¡Se aproxima un día feliz en tu vida! ¡Va a llegar cuando descubras

que todo lo que aspiras a lograr depende, no de otros, sino de ti! ¡La
llegada de este nuevo día estará precedida por tu descubrimiento de la
fuerza del deseo! Y este nuevo día se llenará de lo que más desees, ya sea
dinero, amor, la satisfacción de servir a los demás, o quizás el objetivo
supremo, la paz mental.
Empieza ahora mismo, hoy, a crear un deseo fuerte e irreprimible

por la estación de la vida que deseas alcanzar. Haz que ese deseo sea
tan pleno y completo que absorba la mayor parte de tu pensamiento.
Medita en él durante el día y sueña con él por la noche. Mantén tu
mente concentrada en él durante cada momento libre. Escríbelo en
un papel y colócalo donde puedas verlo en todo momento. Concentra
todos tus esfuerzos en su realización y, como si respondiera al toque de
una varita mágica, se materializará para ti.
El punto de partida de todo logro es el deseo. Tenlo siempre

presente. Los deseos débiles producen resultados débiles, al
igual que un fuego pequeño produce una cantidad pequeña
de calor.
109
APRENDE a USAR ESA
MARAVILLOSA MENTE QUE TIENES
OCTUBRE 1919
La mente humana es un compuesto de muchas cualidades y

tendencias. Se compone de gustos y disgustos, optimismo y pesimismo,
odio y amor, constructividad y destructividad, bondad y crueldad. La
mente está formada por todas estas cualidades y más. Es una mezcla
de todas ellas, algunas mentes muestran una de estas cualidades
dominantes y otras mentes muestran otras dominantes.
Las cualidades dominantes se determinan en gran medida por

el medio ambiente, el entrenamiento, los asociados y, en particular,
por los pensamientos de uno mismo. Cualquier pensamiento que se
mantenga constantemente en la mente, o cualquier pensamiento en el
que se reflexione a través de la concentración y que se lleve a la mente
consciente, a menudo atrae hacia él aquellas cualidades de la mente
humana a las que más se asemeja.
Un pensamiento es como una semilla plantada en la tierra, en el

sentido de que devuelve una cosecha según su especie, se multiplica
y crece. Por lo tanto, es peligroso permitir que la mente mantenga
cualquier pensamiento que sea destructivo. Tales pensamientos deben,
tarde o temprano, buscar salida a través de la acción física.
111
A través del principio de la autosugestión, es decir, los pensamientos

que se mantienen en la mente y se concentran en ellos, cualquier
pensamiento pronto comenzará a cristalizar en acción.
Si el principio de la autosugestión fuera generalmente entendido y

enseñado en las escuelas públicas, cambiaría todos los estándares morales
y económicos del mundo en veinte años. A través de este principio,
la mente humana puede deshacerse de sus tendencias destructivas,
al reflexionar constantemente sobre sus tendencias constructivas. Las
cualidades de la mente humana necesitan la luz del sol de la nutrición
y el uso para mantenerlas vivas. En todo el universo existe una Ley de
Nutrición y Uso que se aplica a todo lo que vive y crece. Esta ley ha
decretado que toda cosa viviente que no es nutrida ni utilizada debe
morir, y esto se aplica a las cualidades de la mente humana que hemos
mencionado.
La única manera de desarrollar cualquier cualidad de la mente es

concentrarse en ella, pensar en ella y utilizarla. Las tendencias malignas
de la mente pueden ser borradas al matarlas de hambre mediante el
desuso.
No hay nada que sepa a ocultismo en la mente humana. Funciona

en armonía con las leyes y principios físicos y económicos. No necesitas
la ayuda de ninguna persona en la tierra para manipular tu propia
mente para que funcione como tú quieres. Tu mente es algo que puedes
controlar, sea cual sea tu situación en la vida, siempre que ejerzas ese
derecho en lugar de permitir que otros lo hagan por ti.
Aprende algo del poder de tu mente. Te liberará de la maldición del

miedo y te llenará de inspiración, valor y felicidad
El éxito llega a aquellos que se vuelven conscientes del éxito.
112
Cómo atraer a las personas
a ti por medio de la Ley de la
retaliación
OCTUBRE 1919
Para lograr la fama o acumular una gran fortuna se requiere la

cooperación de tus semejantes. Cualquier posición que uno ocupe y
cualquier fortuna que uno adquiera debe ser, para ser permanente, por
el sufrimiento de los prójimos.
No podrías permanecer en una posición de honor sin la buena

voluntad del vecindario más de lo que podrías volar a la luna, y en
cuanto a tener una gran fortuna sin el consentimiento de tus prójimos
sería imposible, no solo tenerla, sino adquirirla en primer lugar, excepto
por herencia.
El disfrute pacífico del dinero o de la posición depende, sin duda, de

la medida en que atraes a la gente hacia ti. No hace falta ser un filósofo
visionario para ver que un hombre que goza de la buena voluntad de
todos aquellos con los que entra en contacto puede tener cualquier cosa
dentro de la capacidad de las personas con las que se asocia.
El camino, pues, a la fama y a la fortuna, o a cualquiera de ellas,

pasa directamente por el corazón de los prójimos.
Es posible que haya otras formas de ganarse la buena voluntad de

los prójimos, aparte de la operación de la Ley de la Retaliación, pero si
la hay, este escritor nunca la ha descubierto.
113
A través de la Ley de la Retaliación, puedes inducir a la gente a

devolverte lo que les das. No hay conjeturas sobre esto, ningún elemento
de azar, ninguna incertidumbre.
Veamos cómo aprovechar esta ley para que obre a nuestro favor en
lugar de en nuestra contra. Para comenzar, no necesitamos decirles que
la tendencia del corazón humano es devolver, golpe por golpe, todo
esfuerzo externo, ya sea de cooperación o de antagonismo.
Antagoniza a una persona y tan seguro como que dos y dos son
cuatro, esa persona tomará represalias de la misma manera. Hazte
amigo de una persona o concédele algún acto de bondad y también te
corresponderá con la misma moneda.
No te preocupes por la persona que no responde de acuerdo

con este principio. Es simplemente la excepción proverbial. Por
la ley de los promedios, la gran mayoría de la gente responderá
inconscientemente.
El hombre que anda con una actitud muy resentida se encuentra

con una docena de personas al día que se deleitan en corresponderle,
un hecho que puedes suscribir fácilmente si alguna vez has tratado de
andar con una actitud así de resentida. No es necesario demostrar que
un hombre que lleva una sonrisa en la cara y que siempre tiene una
palabra de amabilidad para todos los que conoce es universalmente
querido, mientras que el tipo opuesto, por lo general, no es querido.
Esta Ley de Retaliación es una fuerza poderosa que toca todo el

universo, atrayendo y repeliendo constantemente. La encontrarás en el
corazón de la bellota que cae al suelo y que, en respuesta al calor de la
luz del sol, estalla en un diminuto ramito formado por dos pequeñas
114
APRENDE
CÓMO ATRAER A PERSONAS
A LAS USAR ESA A
MARAVILLOSA MENTE
TI POR MEDIO DE QUE
LA LEY TIENES
DE LA RETALIACION
hojas que finalmente crece y atrae hacia sí los elementos necesarios para
constituir un robusto roble.
Nadie ha oído nunca que una bellota atraiga hacia sí algo que no
sean las células de las que crece un roble. Nadie ha visto nunca un árbol
que sea mitad roble y mitad álamo. El centro de la bellota solo forma
afinidades con los elementos que constituyen un roble.
Cada pensamiento que encuentra morada en el cerebro humano

atrae elementos de su clase, ya sea de destrucción o de construcción,
de bondad o de falta de bondad. No se puede concentrar la mente
en el odio y la aversión y esperar una cosecha de la marca opuesta,
como no se puede esperar que una bellota se convierta en un álamo.
Sencillamente, no está en armonía con la Ley de Retaliación.
En todo el universo, todo en forma de materia gravita hacia

determinados centros de atracción. Las personas de intelecto y tendencias
similares se atraen entre sí. La mente humana forma afinidades solo
con otras mentes que son armoniosas y tienen tendencias similares;
por lo tanto, la clase de persona que atraigas hacia ti dependerá de
las tendencias de tu propia mente. Controlas esas tendencias y puedes
dirigirlas a lo largo de cualquier línea que elijas, atrayendo hacia ti
cualquier clase de persona que desees.
Esta es una ley de la naturaleza. Es una ley inmutable y funciona

tanto si hacemos uso consciente de ella como si no.
115
Deja de pelear con tus semejantes
OCTUBRE 1919
Si no puedes estar de acuerdo con los demás, al menos

puedes abstenerte de pelear con ellos.
El tiempo y la energía que gastamos en contraatacar a los que nos

hacen enojar nos harían ricos de forma independiente si esta gran
fuerza se dirigiera hacia un esfuerzo constructivo, hacia la construcción
en lugar de la destrucción.
Este escritor cree que la persona promedio gasta tres cuartas partes
de su vida en esfuerzos inútiles y destructivos.
Solo hay una forma real de castigar a una persona que te ha hecho
daño, y es devolver el bien por el mal. Los carbones más calientes que
se han amontonado sobre la cabeza de un ser humano son los actos de
bondad a cambio de actos de crueldad.
El tiempo que se pasa en el odio no solo se pierde, sino que asfixia

las únicas emociones que valen la pena del corazón humano y hace que
la persona sea inútil para el trabajo constructivo. Los pensamientos de
odio no dañan a nadie, excepto a la persona que se entrega a ellos.
El whisky y la morfina no son más perjudiciales para el cuerpo

humano que los pensamientos de odio e ira. Afortunada es la persona
117
que ha crecido lo suficiente y es lo suficientemente sabia para elevarse

por encima de la intolerancia, el egoísmo, la codicia y los celos por cosas
insignificantes. Estas son las cosas que borran los mejores impulsos del
alma humana y abren el corazón humano a la violencia.
Si la ira alguna vez ha beneficiado a un hombre, este escritor nunca

ha oído hablar de ella. Las grandes almas suelen alojarse en los seres
humanos que son lentos para la ira y que rara vez intentan destruir a
uno de sus semejantes o derrotarlo en sus empresas.
El hombre o la mujer que puede perdonar y olvidar verdaderamente

una ofensa de un semejante es digno de envidia. Tales almas se elevan a
las alturas de la felicidad que la mayoría de los mortales nunca disfrutan.
¿Cuánto tiempo, oh Dios, cuánto tiempo pasará hasta que

la raza humana aprenda a caminar por el camino de la vida, brazo
a brazo, ayudándose unos a otros con espíritu de amor, en lugar de
intentar derribar los unos a los otros? ¿Cuánto tiempo pasará hasta
que aprendamos que las más ricas bendiciones de la vida se conceden
a la persona que desprecia rebajarse al vulgar intento de destruir a su
prójimo?
Busca deliberadamente la compañía de personas que te

NSĆZ^FSFUJSXFW^FHYZFWUFWFKTWOFWQF[NIFVZJIJXJFX
118
Un inventario personal de mis treinta
y seis años de experiencia
DECIEMBRE 1919
A menudo he escuchado la expresión “Si tuviera que volver a vivir

mi vida, la viviría de otra manera”.
Personalmente, no podría decir sinceramente que cambiaría nada

de lo que ha sucedido en mi vida si la volviera a vivir. No es que no
haya cometido errores, porque de hecho me parece que he cometido
más errores que el hombre promedio, pero de estos errores ha surgido
un despertar que me ha traído verdadera felicidad y paz mental y
abundantes oportunidades para ayudar a otros a encontrar este estado
mental tan buscado.
Estoy convencido, sin lugar a duda, de que hay una gran lección en
cada fracaso y que el llamado fracaso es absolutamente necesario antes
de que se pueda alcanzar un éxito que valga la pena.
Estoy convencido de que una parte del plan de la Naturaleza consiste

en poner obstáculos en el camino del hombre, y que la mayor parte de
la educación de uno proviene, no de los libros ni de los maestros, sino
del esfuerzo constante por superar esos obstáculos.
Creo que la Naturaleza pone obstáculos en el camino del hombre,

al igual que el entrenador pone rieles y obstáculos para que un caballo
salte mientras se le entrena para que avance.
119
¡Hoy es mi cumpleaños!
Lo celebraré haciendo todo lo posible por presentar a mis lectores

algunas de las lecciones que me han enseñado mis fracasos.
Empecemos por mi pasatiempo favorito, es decir, mi creencia de

que la única felicidad real que alguien experimenta proviene de ayudar
a otros a encontrar la felicidad.
Puede ser una mera coincidencia que prácticamente veinticinco de

mis treinta y seis años hayan sido muy infelices y que haya empezado a
encontrar la felicidad el mismo día en que comencé a ayudar a otros a
encontrarla, pero no lo creo. Creo que esto es más que una coincidencia;
creo que está en estricta conformidad con una ley del universo.
Mi experiencia me ha enseñado que un hombre no puede sembrar

una cosecha de dolor y esperar recoger una cosecha de felicidad, como
no puede sembrar cardos y esperar recoger una cosecha de trigo. A
través de muchos años de cuidadoso estudio y análisis he aprendido
de forma concluyente que lo que un hombre da vuelve a él aumentado
muchas veces, incluso hasta el más mínimo detalle, ya sea un mero
pensamiento o un acto manifiesto.
Desde un punto de vista material y económico, una de las más

grandes verdades que he aprendido es que vale la pena prestar más y
mejor servicio del que se paga, porque tan seguro como esto se hace,
es solo cuestión de tiempo antes de que se le pague por más de lo que
realmente se hace.
Esta práctica de poner el corazón en todas las tareas,

independientemente de la remuneración, irá más lejos hacia el logro
120
UN INVENTARIO PERSONAL DE MIS TREINTA Y SEIS AÑOS DE EXPERIENCIA
del éxito material y monetario que cualquier otra cosa que pueda
mencionar.
Pero igualmente importante es el hábito de perdonar y olvidar los

males que nuestros semejantes cometen contra nosotros. El hábito
de contraatacar a los que nos hacen enojar es una debilidad que está
destinada a degradar y a obrar en detrimento de todos los que la
practican.
Estoy convencido de que ninguna lección que la experiencia de mi

vida me haya enseñado ha sido más costosa que la que he aprendido
al exigir eternamente mi “libra de carne” y al sentir que era mi deber
resentir cada insulto y cada injusticia.
Estoy plenamente convencido de que una de las mayores lecciones

que un hombre puede aprender es la del autocontrol. Uno nunca podrá
ejercer una gran influencia sobre los demás hasta que no aprenda a
ejercer el control sobre sí mismo. Me parece de especial importancia
cuando me detengo a considerar que la mayoría de los grandes líderes
del mundo fueron hombres lentos para la ira, y que el más grande de
todos los líderes de todos los tiempos, que nos dio la mayor filosofía
que el mundo ha conocido, tal como se establece en la Regla de Oro,
fue un hombre de tolerancia y autocontrol.
Estoy convencido de que es un grave error para cualquier persona

comenzar con la creencia de que sobre sus hombros descansa la carga
de “reformar” el mundo o de cambiar el orden natural de la conducta
humana. Creo que los propios planes de la naturaleza se desarrollan
con suficiente rapidez sin la interferencia de aquellos que se atreven a
tratar de apresurar a la naturaleza o de desviar su curso. Esa presunción
solo conduce a la discusión, a la polémica y a los malos sentimientos.
121
He aprendido, al menos para mi propia satisfacción, que un hombre

que agita y crea malestar entre sus semejantes, por la causa que sea, no
tiene ningún propósito constructivo en la vida. Vale la pena impulsar y
edificar en lugar de golpear y derribar.
Cuando empecé a publicar esta revista, comencé a hacer uso de este

principio, dedicando mi tiempo y mis páginas editoriales a lo que es
constructivo y pasando por alto lo que es destructivo.
Nada de lo que he emprendido en todos mis treinta y seis años ha

tenido tanto éxito ni me ha proporcionado tanta felicidad real como
mi trabajo en esta pequeña revista. Casi desde el mismo día en que la
primera edición salió a los quioscos, el éxito ha coronado mis esfuerzos en
mayor abundancia de lo que jamás había esperado. No necesariamente el
éxito monetario, sino ese éxito más elevado y fino que se manifiesta en la
felicidad que esta revista ha ayudado a otros encontrar.
He comprobado, tras muchos años de experiencia, que es un

signo de debilidad si un hombre se deja influenciar contra uno de sus
compañeros a causa de algún comentario hecho por un enemigo o
alguien que tiene prejuicios. Un hombre no puede pretender realmente
poseer el autocontrol o la capacidad de pensar con claridad hasta que
no aprenda a formarse una opinión de sus semejantes no desde el punto
de vista de otra persona, sino desde el conocimiento real.
Uno de los hábitos más perjudiciales y destructivos que he tenido

que superar ha sido el de dejarme influir en contra de una persona por
alguien parcial o prejuicioso.
Otro gran error que he aprendido por haber cometido el mismo

error una y otra vez es que es un grave error criticar al prójimo, ya sea
122
con o sin causa. No puedo recordar ningún desarrollo personal que he

obtenido de mis errores que me ha dado tanta satisfacción real como la
que he experimentado al saber que, hasta cierto punto, había aprendido
a contener mi lengua a menos que pudiera decir algo amable acerca de
mis semejantes.
Solo aprendí a frenar esta tendencia humana natural de “hacer

pedazos a los enemigos” cuando empecé a comprender la Ley de
la Retaliación, mediante cuya aplicación un hombre está seguro
de cosechar lo que siembra, ya sea de palabra o por acción. No he
logrado dominar totalmente este mal, pero al menos he hecho un buen
comienzo para conquistarlo.
Estoy convencido de que todos los hombres deberían pasar por

la desdichada, aunque valiosa, experiencia de haber sido atacados
por los periódicos y perder su fortuna al menos una vez en su vida,
porque es cuando la calamidad alcanza a un hombre cuando aprende
quiénes son sus verdaderos amigos. Los amigos se quedan junto en el
barco mientras los “supuestos” corren a buscar cubrirse.
He aprendido, entre otros interesantes conocimientos de

la naturaleza humana, que un hombre puede ser juzgado muy
acertadamente por el carácter de las personas a las que atrae. Aquella
vieja fase axiomática “los pájaros de un plumaje se juntan” es una
filosofía sólida.
En todo el universo la Ley de Atracción, como podría llamarse,

atrae continuamente a ciertos centros cosas de naturaleza similar.
Un gran detective me dijo una vez que esta Ley de Atracción era su
principal principio guía en su búsqueda de criminales y de los acusados
de infringir la ley.
123
He aprendido que el hombre que aspira a ser un servidor público

debe estar preparado para sacrificar mucho y soportar el abuso y la
crítica sin perder la fe o el respeto por sus compañeros. De hecho, es
raro encontrar a un hombre que se dedique a servir al público y cuyos
motivos no sean cuestionados por las mismas personas a las que más se
benefician de sus esfuerzos.
El mayor servidor que el mundo jamás haya conocido no solo se

ganó la mala voluntad de muchas personas de su tiempo, una mala
voluntad de la que muchos de la época actual han sido herederos, sino
que perdió su vida en el intento. Lo clavaron en una cruz, le atravesaron
el costado con una espada y lo torturaron diabólicamente, escupiéndole
en la cara mientras su vida se desvanecía lentamente. Nos dio un gran
ejemplo a seguir en sus últimas palabras, que fueron algo así como lo
siguiente: “Perdónalos, Padre, porque no saben lo que hacen”.
Cuando siento que la sangre se me sube a la cabeza de ira por los

males que me hacen mis semejantes, encuentro consuelo en la fortaleza
y la paciencia con que el gran Filósofo observaba a sus torturadores
mientras le daban muerte lentamente sin otra ofensa que la de intentar
ayudar a sus semejantes a encontrar la felicidad.
Mi experiencia me ha enseñado que el hombre que acusa al mundo

de no darle la oportunidad de triunfar en el trabajo que ha elegido, en
lugar de señalarse a sí mismo con el dedo acusador, rara vez supera la
mediocridad.
Una “ oportunidad de éxito “ es algo que cada hombre debe salir

y crear para sí mismo. Sin un cierto grado de combatividad, una
persona no es apta para lograr mucho en este mundo o adquirir algo
que otras personas codician mucho. Sin combatividad, un hombre
124
puede heredar fácilmente la pobreza, la miseria y el fracaso, pero si

quiere conseguir lo contrario a esto, debe estar preparado para luchar
por sus derechos.
¡Pero nótese bien que hemos dicho sus “derechos”! Los únicos
“derechos” que tiene un hombre son los que crea para sí mismo a
cambio de un servicio prestado, y quizá no sea mala idea recordar
que la naturaleza de esos “derechos” corresponderá exactamente a la
naturaleza del servicio prestado.
Mi experiencia me ha enseñado que un niño no puede llevar una

carga más pesada ni recibir una maldición mayor que la que acompaña
al uso indiscriminado de la riqueza. Un análisis detallado de la historia
mostrará que la mayoría de los grandes servidores del público y de la
humanidad fueron personas que surgieron de la pobreza.
En mi opinión, una verdadera prueba de un hombre es darle

una riqueza ilimitada y ver lo que hará con ella. La riqueza que quita
el incentivo para dedicarse a un trabajo constructivo y útil es una
maldición para aquellos que la utilizan. No es la pobreza lo que el
hombre debe vigilar, sino la riqueza y el poder que esta genera, para
fines buenos o malos.
Considero muy afortunado el haber nacido en la pobreza, mientras

que en mis años más maduros me he asociado bastante estrechamente
con hombres ricos; así he tenido una demostración muy justa del efecto
de estas dos posiciones tan separadas. Sé que no necesitaré vigilarme
tan de cerca mientras tenga que hacer frente a las necesidades ordinarias
de la vida, pero si llegara a tener una gran riqueza, sería esencial para mí
ver que esto no me quitara el deseo de servir a mis semejantes.
125
Mi experiencia me ha enseñado que una persona normal puede

lograr cualquier cosa posible de logro humano, a través de la ayuda de
la mente humana. Lo más grande que puede hacer la mente humana
es imaginar. El llamado genio es simplemente una persona que ha
creado algo definido en su mente, a través de la imaginación, y luego
ha transformado esa imagen en realidad a través de la acción corporal.
Todo esto, y un poco más, he aprendido durante estos últimos

treinta y seis años, pero lo más grande que he aprendido es esa vieja,
vieja verdad de la que los filósofos de todas las épocas nos han hablado:
que la felicidad se encuentra, no en la posesión, sino en el servicio útil.
¡Esta es una verdad que uno puede apreciar solo después de haberla
descubierto por sí mismo!
Es posible que haya muchas formas a través de las cuales podría

encontrar mayor felicidad que la que recibo a cambio del trabajo que
dedico a la edición de esta pequeña revista, pero francamente no la he
descubierto, ni espero hacerlo.
Lo único que se me ocurre que me proporcionaría una mayor

felicidad de la que ya tengo sería un mayor número de personas a
quienes servir a través del mensajero mensual del buen humor y el
entusiasmo.
Creo que uno de los momentos más felices de mi vida lo viví hace
unas semanas, mientras hacía una pequeña compra en una tienda de
Dallas, Texas. El joven que me atendía era un tipo bastante sociable,
conversador y pensativo. Me contó todo lo que ocurría en la tienda.
Fue una especie de visita “detrás de las cortinas”, por así decirlo, y
terminó diciéndome que el gerente de su tienda había hecho muy feliz
126
a todo su personal ese día al prometerles una suscripción grauita de la

la revista Hill’s Golden Rule. (No, no sabía quién era yo).
Eso me interesó, naturalmente, así que le pregunté quién era

ese tal Napoleon Hill del que había estado hablando. Me miró
con una expresión incrédula en su rostro y respondió: “¿Quiere
decir que nunca ha oído hablar de Napoleon Hill?” Confesé que el
nombre me sonaba algo familiar, pero le pregunté al joven qué era
lo que hacía que el gerente de su tienda regalara a cada uno de sus
empleados una suscripción anual a la revista Hill’s Golden Rule, y
me dijo: “Porque un ejemplar mensual de la misma ha convertido a
uno de los hombres más mal humorados que tenemos en uno de los
mejores colegas de esta tienda, y mi jefe dijo que si hacía eso, quería
que todos la leyéramos”.
No fue el agrado a mi lado egocéntrico lo que me hizo feliz cuando

estreché la mano del joven y le dije quién era, sino ese lado emocional
más profundo que siempre se siente en todo ser humano cuando
descubre que su trabajo está aportando felicidad a los demás.
Este es la clase de felicidad que modifica la tendencia humana

común hacia el egoísmo y ayuda a la evolución en su trabajo de separar
los instintos animales de la intuición humana en los seres humanos.
Siempre he insistido que un hombre debe desarrollar la confianza en

sí mismo y que debe ser un buen vendedor de sí mismo, y voy a probar
que practico lo que predico sobre este tema afirmando audazmente
que si tuviera una audiencia tan grande como la que sirve la revista The
Saturday Evening Post, a la que podría servir mensualmente a través de
esta pequeña revista, podría lograr más dentro de los próximos cinco
años para influenciar a las masas a tratar con los demás sobre la base de
127
la Regla de Oro que todos los otros periódicos y revistas combinados

han hecho en los últimos diez años.
“Lo que el hombre sembrare, eso también segará.”
Sí, proviene de la Biblia, y es una filosofía sólida que siempre

funciona. Y mis muchos años de experiencia han demostrado de forma
concluyente que así es.
La primera vez que se me ocurrió la idea de tener y editar una

revista, hace unos quince años, mi idea era saltar sobre todo lo que era
malo y hacer pedazos todo lo que no me gustaba. Los dioses del destino
tienen que haber intervenido para evitar que iniciara una empresa tan
desacertada en aquel momento, porque todo lo que he aprendido en
treinta y seis años de experiencia corrobora plenamente la filosofía de
la cita anterior.
No habría ninguna ventaja que obtener al sembrar un campo

de trigo si la cosecha no produjera más de lo que se sembró. .
128
Por qué algunos hombres
obtienen éxito
DICIEMBRE 1919
Cuando la derrota se apodera de un hombre,

lo más fácil y lo más lógico es abandonar todo.
Eso es exactamente lo que hace la mayoría de los hombres.
Hemos hecho un descubrimiento importante, un descubrimiento

que puede ayudarte, seas quien seas, sea cual sea tu objetivo en la vida,
a alcanzar el éxito.
No es el toque de genio, con el que se supone que algunos hombres

están dotados, lo que trae el éxito.
No es la buena suerte, ni la influencia, ni la riqueza.
Lo que realmente hace que la mayoría de las grandes fortunas se

acumulen, lo que ayuda a los hombres y mujeres a alcanzar la fama y
una posición elevada en el mundo, es fácil de describir:
Es simplemente el hábito de completar todo lo que uno empieza,

habiendo aprendido primero lo que hay que empezar y lo que no hay
que empezar.
129
Haz un inventario de ti mismo de los últimos dos años, digamos,

y ¿qué descubrimos?
Las probabilidades de que descubramos que has tenido muchas

ideas, que has empezado muchos planes, pero que no has completado
ninguno, son de cincuenta a uno.
Desde que tienes edad suficiente para recordar, has escuchado la

frase axiomática de que “la procrastinación es el ladrón del tiempo”,
pero como parecía un sermón, no le hiciste caso.
Ese axioma es literalmente cierto.
No es posible tener éxito en ninguna iniciativa, ya sea grande o

pequeña, importante o de otro tipo, si uno se limita a pensar en lo que
le gustaría lograr y luego se sienta a esperar que la cosa se materialice sin
un esfuerzo paciente y minucioso.
Casi todos los negocios que sobresalen por encima del resto de
los negocios similares representan la concentración en un plan o idea
definida, de la que se ha variado poco o nada.
El plan de mercadeo de las tiendas de cigarros United Cigar Stores

se basa en una idea, bastante simple, pero sobre la cual se ha dirigido
un esfuerzo concentrado.
Los supermercados Piggly-Wiggly se construyeron sobre un plan

definido, a través del principio de concentración, el plan en sí mismo,
el concepto de compras “estilo cafetería”, siendo simple y fácil de aplicar
a otras líneas de negocio.
130
POR QUÉ ALGUNOS HOMBRES OBTIENEN ÉXITO
Las farmacias Rexall se construyeron sobre la base de un plan, con

la ayuda de la concentración.
El negocio de automóviles Ford no es más que una concentración

sobre un plan simple, el plan es dar al público un auto pequeño y
útil por el menor dinero posible, dando al comprador la ventaja de la
producción en cantidad. Este plan no ha cambiado materialmente en
los últimos doce años.
Las grandes empresas de venta por correo Montgomery Ward &

Company y Sears, Roebuck & Company representan dos de las mayores
empresas comerciales del mundo, y ambas se han construido sobre el
sencillo plan de dar al comprador la ventaja de comprar y vender en
cantidad y la política de “satisfacer” al cliente o devolverle su dinero.
Estas dos grandes empresas de distribución se destacan como

monumentos gigantescos al principio de mantener un plan definido, a
través de la concentración.
Hay otros ejemplos de gran éxito comercial que se basan en el

mismo principio, adoptando un plan definido y manteniéndolo hasta
el final.
Sin embargo, por cada gran éxito que podemos señalar como
resultado de este principio, podemos encontrar mil fracasos o casi
fracasos en los casos en que no se ha adoptado un plan de este tipo.
Este escritor hablaba con un hombre unas horas antes de

escribir este editorial, un hombre brillante y, en muchos aspectos,
un empresario capaz, pero que no está teniendo éxito por la sencilla
131
razón de que tiene demasiadas ideas y sigue la práctica de descartarlas

todas antes de que hayan sido probadas de manera justa.
Este escritor le ofreció una sugerencia que podría haber sido valiosa
para él, pero respondió inmediatamente: “Oh, he pensado en eso varias
veces, y comencé a probarlo una vez, pero no funcionó”.
Nótese bien las palabras: “Empecé a probarlo una vez, pero no

funcionó”.
Ah, ahí fue donde se pudo descubrir la debilidad. “Empezó” a

probarlo.
Lector de la revista Golden Rule, apunta estas palabras: ¡No es el

hombre que simplemente “empieza” una cosa el que tiene éxito! Es el
que comienza y termina a pesar de los obstáculos.
Cualquiera puede empezar una tarea. Es necesario que el llamado

genio reúna suficiente valor, confianza en sí mismo y paciencia para
terminar lo que empieza.
Pero esto no es “genio”; no es más que persistencia y buen sentido

común. El hombre al que se le atribuye ser un genio no suele ser, como
Edison nos ha dicho tantas veces, nada de eso: es simplemente un
trabajador duro que encuentra un plan sólido y se atiene a él.
El éxito rara vez, o nunca, llega de golpe o de forma precipitada.

Los logros que valen la pena suelen representar un servicio largo y
paciente.
132
Recuerda el robusto roble. No crece en un año, ni en dos, ni siquiera

en tres. Se necesitan una veintena de años o más para producir un roble
de buen tamaño. Hay árboles que crecen mucho en pocos años, pero su
madera es blanda y porosa y son árboles de corta vida.
El hombre que decide ser vendedor de zapatos este año, luego

cambia de opinión e intenta la agricultura el año siguiente, y luego
cambia de nuevo a la venta de seguros de vida el tercer año, es más
que probable que sea un fracaso en los tres, mientras que si se hubiera
mantenido en uno de ellos durante tres años, podría haber construido
un éxito muy justo.
Como ven, sé mucho sobre lo que estoy escribiendo porque cometí

este mismo error durante casi quince años. Creo que tengo perfecto
derecho a advertirle de un mal que puede acosar su camino porque
he sufrido muchas derrotas a causa de ese mal y, en consecuencia, he
aprendido a reconocerlo en ti.
Se acerca el primero de enero, el día para establecer buenos

propósitos. Reserva ese día para dos propósitos y es muy probable que
te beneficies de haber leído este editorial.
Primero: Adopta un objetivo principal para t, al menos para el

próximo año, y preferiblemente para los próximos cinco años, y escribe
ese objetivo palabra por palabra.
Segundo: Determina que la primera parte de la plataforma del

objetivo principal sea algo parecido a esto: “Durante el año siguiente
determinaré con la mejor aproximación posible las tareas que tendré
que realizar de principio a fin para tener éxito, y nada bajo el sol desviará
mis esfuerzos de terminar cada tarea que comience”.
133
Casi todo hombre tiene la inteligencia suficiente para crear ideas en

su mente, pero el problema de la mayoría de los hombres es que esas
ideas nunca encuentran expresión en la Acción.
La mejor locomotora de la tierra no vale un dólar, ni arrastrará un

solo kilo de peso, hasta que la energía almacenada en la cúpula de la
corriente se descargue en el acelerador.
Tienes energía en esa cabeza tuya; todo ser humano normal la tiene;
pero no la estás descargando en el acelerador de la Acción. No la estás
aplicando mediante el principio de concentración a las tareas que, de
ser completadas, te colocarían en la lista de los considerados exitosos.
Por lo general, un hombre soltará ese flujo de acción que ha

almacenado en su cabeza en conexión con una tarea que se deleita en
realizar. Por eso, un hombre debe dedicarse al trabajo que más le gusta.
Hay una manera de persuadir a esa maravillosa mente tuya para que
entregue su energía y la vierta en acción a través de la concentración
en algún trabajo útil. Sigue buscando hasta que encuentres la mejor
manera posible de descargar esta energía. Encuentra el trabajo a través
del cual puedes descargar esta energía más fácilmente y con más ganas
y te acercarás mucho al trabajo en el que encontrarás el éxito.
Este escritor ha tenido el privilegio de entrevistar a muchos de los

llamados grandes hombres; hombres que fueron considerados “genios”;
y como medio de aliento para ti quiero decirte francamente que no
encontré nada en ellos que tú y yo y todos los demás compañeros
“ordinarios” no poseamos. Eran exactamente como nosotros, sin más
cerebro, a veces con menos, pero lo que tenían, que tú y yo también
tenemos pero no siempre utilizamos, era la capacidad de soltar la
134
acción almacenada en sus cabezas y mantenerla concentrada en una

tarea, grande o pequeña, hasta completarla.
No esperes convertirte en un experto en la concentración la primera

vez que lo intentes. Aprende primero a concentrarte en las pequeñas
cosas que haces: el sacarle punta a un lápiz, el envolver un paquete, el
escribir la dirección de una carta, etc.
La manera de alcanzar la perfección en este maravilloso arte de

terminar todo lo que se empieza es formar el hábito de hacerlo en
relación con cada tarea que se realiza, por pequeña que sea. A lo
primero que te das cuenta, esto se convierte en un hábito regular y lo
haces automáticamente, sin esfuerzo.
¿Qué importancia tendrá esto para ti? Qué pregunta tan inútil y
tonta, pero escucha y te responderemos: ¡Significará la diferencia entre
el fracaso y el éxito, la decepción y la felicidad!
135
El feliz término medio
DICIEMBRE 1919
Hasta que hayas aprendido a ser tolerante con quienes no

siempre están de acuerdo contigo, hasta que hayas cultivado
el hábito de decir alguna palabra amable de quienes no
admiras, hasta que hayas formado el hábito de buscar lo
bueno en lugar de lo malo, no tendrás éxito ni serás feliz.
El propósito de los estudios y de la educación es desarrollar en la

persona el sentido de las proporciones. Cuando un hombre empieza
a perder su sentido de la proporción en cualquier tema, o antes de
desarrollar este sentido, se le conoce como un “excéntrico” o una
persona que está ligeramente “fuera de lugar”.
En sentido estricto, suponemos que no existe una mente

perfectamente equilibrada, pero este es el tipo de mente que la evolución
pretende desarrollar, sin duda.
La persona con una buena educación es la que ha desarrollado un

sentido de las proporciones bien definido. Para ser realmente culto, una
persona debe ser algo así como un filósofo: debe adquirir el hábito de
estudiar las causas por sus efectos o, a la inversa, de estudiar los efectos
por sus causas.
137
Cuando se empieza a analizar, a indagar y a averiguar los elementos

que componen cualquier problema o tema, se empieza a desarrollar el
sentido de la proporción.
La mente bien equilibrada es una mente analítica e inquisitiva.
La intolerancia es una de las cualidades más destructivas de la raza

humana. Tenemos razón para creer que una mente analítica e inquisitiva
rara vez, si acaso, es intolerante.
Cuando un hombre emite un juicio sobre cualquier tema sin haber

escuchado la evidencia o examinado todos los hechos disponibles,
seguramente no podría ser considerado un hombre analítico, ni podría
decirse de él que ha desarrollado un justo sentido de las proporciones.
Recordemos que hay una causa para cada efecto. Si el efecto de

nuestros esfuerzos en la vida no es agradable, debemos recordar que es
un buen plan analizar e investigar la causa. Si no tenemos éxito, es una
apuesta de cien a uno que podemos encontrar la causa acercándonos a
un espejo.
No controlamos todas las causas que nos afectan en este mundo,

pero ¿no es posible que controlemos suficientes causas para cambiar
los efectos que producimos y que son indeseables? ¿No es posible que
podamos controlar suficientes causas para cambiar considerablemente
nuestra actitud hacia los demás y la actitud de los demás hacia nosotros?
Cuando escribas ese “Objetivo Principal” que pretendes poner en

práctica, permítenos sugerir que una de las tablas de tu plataforma diga
algo parecido a esto:
138
EL FELIZ TÉRMINO MEDIO
“Durante el año siguiente, me esforzaré especialmente por

desarrollar un sentido justo de la proporción, al adoptar el hábito de
analizar, indagar y examinar la causa de todos los efectos que afecten
de algún modo al objeto de mi trabajo en la vida, a mi paz mental o a
mi éxito material.”
139
¡Éxito!
FEBRERO 1920
Enfréntate a los hechos sin rodeos. Hazte preguntas

concretas y demanda respuestas directas.
Estamos escribiendo el 1 de enero de 1920. En todo el mundo,

hombres y mujeres están deseando y orando por el éxito durante el
próximo año.
La mayoría de nosotros estamos pidiendo el éxito sin las dificultades

habituales que lo acompañan. Queremos el éxito con el menor esfuerzo
posible.
¿No sería bueno definir el éxito, tal y como lo entendemos, y

escribir una descripción del mismo, como uno de los puntos de nuestra
lista de logros esperados para el próximo año?
No sabemos cuál es tu definición del término éxito, pero si podemos

imponerte la nuestra, lo haremos más o menos como sigue:
El éxito es la suma total de los actos y pensamientos de uno que, debido

a su naturaleza positiva y constructiva, han traído felicidad y buen ánimo
a la mayoría de las personas con las que uno estará en contacto el próximo
año.
141
Si haces que otras personas sonrían cuando estás cerca; si llevas

contigo esa personalidad rica, vibrante y dinámica que hace que la
gente se alegre cuando estás presente; si hablas y piensas en las bellezas
de la vida y persuades a los demás a hacer lo mismo; si has eliminado
el cinismo, el odio, el miedo y el abatimiento de tu propia naturaleza
y has llenado sus lugares con un amor sano por toda la humanidad,
entonces estás destinado a tener éxito.
¡El dinero no es una prueba del éxito! Puede ser, de hecho, evidencia
de fracaso, y lo será si la felicidad y la buena voluntad no lo acompañan
a lo largo del proceso a través del cual fue acumulado.
Este escritor valora más que toda la riqueza del mundo el

placer, la emocionante alegría, la felicidad y la satisfacción que le ha
proporcionado la oportunidad que ha tenido durante el último año de
servir a sus semejantes a través de las páginas de esta revista.
¿Podría cualquier cantidad de dinero comprar tal placer? ¡No! Mil

veces no. El placer viene de hacer y no de adquirir. Esta es una lección
que algunas personas parecen no aprender nunca, pero es una verdad.
El camino hacia eso que llamamos éxito solo conduce en una

dirección, y es directamente a través del gran campo del servicio
humano. Cualquier camino que conduzca en otras direcciones no
puede alcanzar el éxito.
Este escritor tiene la intención de intentar ser más feliz este año que
el anterior, no por medio de la “adquisición” de más bienes mundanos,
aunque podría utilizarlos con ventaja, sino sirviendo a más personas a
través de esta revista y proporcionando mayor felicidad a los miembros
de su familia inmediata y a sus amigos personales.
142
¡ÉXITO!
Si no podemos aumentar nuestra medida de éxito de esta

manera, entonces no sabemos cómo hacerlo. De ninguna manera
recomendamos que nadie renuncie a la búsqueda del dinero como
medio para encontrar el éxito y la felicidad, pero recomendamos
encarecidamente que nadie dependa totalmente del poder del dinero
para alcanzar el éxito.
Nunca hemos tenido tanto dinero como para dejar de intentar

prestar un servicio, pero algunos que conocemos sí lo han tenido, y
el resultado no ha sido lo que llamamos éxito. Era descorazonador
observarlo. Cuando dejaron de servir a los demás, perdieron la
esperanza, perdieron el interés y renunciaron a lo más importante que
habían conseguido, su propia paz mental.
143
El éxito financiero es peligros0
FEBRERO 1920
El éxito financiero da poder, y el poder es algo peligroso para

aquellos que no han aprendido a usarlo de manera justa y sabia.
Gran poder financiero tiene una decidida tendencia a desarrollar la

intolerancia y el desprecio por los derechos de los demás.
Cuando empieces a tener éxito financiero, tendrás que vigilar tus

pasos más que nunca.
El éxito financiero ahoga con demasiada frecuencia los impulsos

más finos del corazón humano y conduce a la persona a la adoración
del dios Mamon.
Es la excepción y no la regla que un hombre que acumula un gran

poder financiero sin haber probado generosamente las heces de la
pobreza emplee ese poder sabiamente.
El verdadero éxito no se puede medir en dólares. Es algo que solo

puede medirse por la cantidad y la calidad del servicio que uno presta
para el bien de los demás.
145
Si el poder financiero quita el deseo de prestar un servicio útil,

entonces puede interpretarse correctamente como un fracaso en lugar
de un éxito.
No lo sabemos con certeza, pero sospechamos firmemente que el

único éxito real es el que aporta felicidad a uno mismo y a los demás.
También sospechamos que el único medio seguro de alcanzar la
felicidad es a través de algún tipo de servicio útil que ayude a otros a
encontrar la felicidad. El poder financiero no siempre lo consigue.
Cuida tus pasos cuando empieces a acumular más dinero del que
necesitas para tu uso diario. Ten cuidado de que no te ciegue los ojos
al único camino seguro hacia el verdadero éxito, la felicidad y la paz
mental, que es realizar servicios útiles para el bien de la humanidad
*QINSJWTJXZSFGZJSFTRFQFNSĆZJSHNF9TITIJUJSIJ
del carácter de la persona que lo posee.
146
el entusiasmo
FEBRERO 1920
El entusiasmo es contagioso, y la persona que lo tiene bajo

control suele ser bienvenida en cualquier grupo de personas.
El entusiasmo es una de las cualidades más deseables. Atrae a las

personas y hace que colaboren contigo.
El entusiasmo es la chispa que enciende ese poder dormido que se

aloja en tu cerebro y lo pone en acción.
El entusiasmo es un antídoto seguro contra la flojera y la

procrastinación; es el resorte principal que mantiene tu maquinaria
mental en acción.
El entusiasmo supera el desánimo y genera esperanza, confianza

en sí mismo y valor. El entusiasmo despierta todo tu ser y hace que
transformes tus sueños en realidad. Si no estás entusiasmado con tu
trabajo, no lo amas; por lo tanto, estás intentando realizar un trabajo
que no te corresponde.
El entusiasmo es contagioso. Inconscientemente lo transmites a las

personas con las que entras en contacto y les hace actuar y pensar como
tú.
147
Una persona entusiasta, cuando se guía por un sentido de justicia

hacia los demás, suele ser un gran activo en cualquier organización,
empresa, familia o comunidad.
¿Eres una persona entusiasta?
148
¡Dos hombres con una sola pierna!
FEBRERO 1920
En la ciudad de Wichita Falls, Texas, vi a un hombre con una sola

pierna sentado en la acera pidiendo limosna.
Unas cuantas preguntas me permitieron descubrir que tenía una

educación decente. Dijo que pedía limosna porque nadie le daba
trabajo. “El mundo está en mi contra y he perdido la confianza en mí
mismo”, dijo.
Ah, ¡ahí estaba el problema!
“He perdido la confianza en mí mismo”.
Al otro lado del pasillo de mi despacho hay otro hombre con una
sola pierna. Lo conozco desde hace varios años y sé que no recibió
mucha educación formal. Tiene menos educación que el limosnero con
una sola pierna.
Pero gana mil dólares al mes. Como director de ventas de una

empresa manufacturera, dirige los esfuerzos de cincuenta hombres.
149
El limosnero mostró el tronco de su pierna amputada como prueba

de que necesitaba limosna. El otro hombre con una sola pierna tapó el
tronco de su pierna perdida para que no llamara la atención.
La diferencia entre los dos hombres existe meramente en el punto

de vista. Uno cree en sí mismo y el otro no. El que cree en sí mismo
podría prescindir de la otra pierna y los dos brazos y seguir ganando
mil dólares al mes. Incluso podría prescindir de sus dos ojos y seguir
ganando el dinero.
El mundo nunca te derrota hasta que te derrotas a ti mismo. Milo

C. Jones, conocido por su negocio de salchichas, se hizo rico con el
negocio de las salchichas después de que una parálisis le quitara el uso
de casi todos los músculos de su cuerpo. No podía darse la vuelta en la
cama sin ayuda.
Mientras tengas fe en ti mismo y esa maravillosa mente tuya siga

funcionando correctamente, no podrás ser derrotado en ninguna
empresa legítima. Esta afirmación se hace sin reservas porque es cierta.
8NHWJJXąWRJRJSYJJSQTVZJMFHJX^JSQTVZJVZNJWJX
hacer, ninguna adversidad es demasiado difícil de superar.
150
autocontrol
MARZO 1920
Nunca podrás llegar a ser un gran líder ni una persona influyente

en la causa de la justicia hasta que no hayas desarrollado un gran
autocontrol.
Antes de que puedas prestar un gran servicio a tus semejantes en

cualquier capacidad, debes dominar la tendencia humana común de la
ira, la intolerancia y el cinismo.
Cuando permites que otra persona te haga enojar, estás permitiendo

que esa persona te domine y te arrastre a su nivel.
Para desarrollar el autocontrol, debes hacer uso liberal y sistemático

de la filosofía de la Regla de Oro; debes adquirir el hábito de perdonar
a aquellos que te molestan y te hacen enojar.
La intolerancia y el egoísmo son muy malos compañeros de cama

para el autocontrol. Estas cualidades hacen imposible el desarrollo del
autocontrol.
Lo primero que suele hacer el abogado astuto cuando empieza a

interrogar a un testigo es hacer que este se enoje y, por lo tanto, hacer
que pierda su autocontrol.
151
¡La ira es un estado de locura!
La persona equilibrada es una persona que tarda en enfadarse y que

siempre permanece fría y calculadora en su procedimiento. Permanece
tranquilo y deliberado en todas las condiciones.
Una persona así puede tener éxito en todas las empresas legítimas.
Para dominar las condiciones, primero hay que dominarse a sí mismo.
Una persona que ejerce un gran autocontrol nunca calumnia a su
vecino. Su tendencia es construir y no derribar. ¿Eres una persona con
autocontrol? Si no lo eres, ¿por qué no desarrollas esta gran virtud?
152
Retaliación
MARZ0 1920
El éxito no requiere explicaciones.

El fracaso no permite pretextos.
Lo semejante atrae a lo semejante.
Vemos pruebas concretas de este principio en cada acto y en cada

pensamiento. El fracaso atrae al fracaso, mientras que el éxito atrae al
éxito.
A lo largo de los siglos, los filósofos, los videntes y los profetas

nos han hablado de esta ley, pero generalmente la han enunciado en
términos axiomáticos que nos han parecido abstractos y más o menos
en la naturaleza de los sermones.
Si quieres evidencia de que tal ley realmente existe, critica al

predicador, al abogado, al médico, o al laico promedio y observa si él
responde de la misma manera o no.
Invierta la regla y habla en términos elogiosos de uno de ellos y

observa si responde o no en la misma forma.
153
La tendencia de la mente humana es “devolver el golpe”. Si le haces

un regalo a tu vecino, él te envía algo a cambio; pero si calumnias a tu
vecino, él también te calumnia a ti.
Si odias al mundo, este te odia a su vez; pero si has aprendido

a perdonar y olvidar, tus defectos serán igualmente perdonados y
olvidados.
“Todo lo que un hombre siembra, eso también cosechará”.
Si quieres disfrutar de una experiencia inusual, envía tarjetas de

Navidad o de cumpleaños a todos los que te caen mal y a los que crees
que les caes mal. Escribe algún pequeño mensaje apropiado en cada
una de ellas y desecha todo sentimiento de odio que hayas estado
albergando en tu corazón. Es más que probable que tu acción convierta
a tus enemigos en amigos. Puedes inducir a las personas a que actúen
hacia ti como deseas, si tomas la iniciativa, a través de la Ley de la
Retaliación, y das el ejemplo que deseas que sigan. Pruébalo. Nunca te
arrepentirás.
154
creadores de pretextos
ABRIL 1920
Uno de los errores más comunes es el de encontrar una excusa o

crear un pretexto para explicar la razón por la que no tenemos éxito.
Esto sería justo si no fuera por la tendencia universal a buscar esta

excusa en todos los sitios menos en el lugar adecuado, que es el espejo
más cercano.
El año pasado teníamos un hombre en nuestro equipo que siempre

tenía el mejor argumento para todo lo que no lograba.
¡Él ya no está con nosotros! Se marchó y se unió a las filas de

esos incontables millones de personas que constituyen el 98% de los
habitantes del mundo, los que no tienen éxito.
Si se le preguntara su versión de la historia, sin duda diría que no

había nada malo en él; su problema era que esta revista no apreciaba a
un hombre tan bueno como él.
Se requiere un hombre valiente, un hombre grande, un hombre

honesto, para mirarse a sí mismo directamente a la cara y decir: “Estoy
mirando al tipo que se interpone entre yo y el éxito; ¡apártate para
que pueda pasar!” No hemos encontrado a muchas personas así, pero
dondequiera que encuentres a uno, encuentras a un hombre que está
155
haciendo cosas que valen la pena, que está sirviendo al mundo de forma
constructiva y útil.
Puede darle a uno cierta satisfacción acusar a otros de su fracaso y

de su pobre suerte en la vida, pero esta práctica seguramente no tiende
a mejorar la propia posición en la vida.
Yo debería saberlo, pues debo confesar que lo he probado lo

suficiente en mi experiencia para descubrir que no funciona.
Tengo en mente a un amigo muy querido que trabaja bastante cerca

de mí en el mundo de los negocios. Lo conozco lo suficientemente
bien como para sentirme privilegiado al decirle lo que creo que son sus
principales desventajas, pero hasta ahora los únicos resultados han sido
oírle encontrar un defecto en mí que coincide con cada uno de los que
yo encuentro en él.
Y, posiblemente tenga razón; quizás yo tenga más defectos que él,

pero el gran punto que quiero que los lectores de estas líneas capten,
recuerden y aprovechen es este: No importa qué defectos pueda
encontrar este amigo en mí o en otros, se hundirá o nadará, se elevará
o caerá, por sus propios méritos, y a menos que deje de crear pretextos
y se dedique a edificar su carácter mirándose a sí mismo directamente a
la cara, acabará justo donde acaban todos los creadores de pretextos: en
el montón de chatarra del fracaso.
A todos nos encanta que nos halaguen, pero a ninguno nos gusta
oír la verdad acerca de nuestros defectos. Un poco de adulación es algo
muy bueno. Nos impulsa a emprender más, pero en exceso nos hace
caer en la inercia.
156
CREADORES DE PRETEXTOS
Si yo no tuviera enemigos, sería necesario que saliera a meterle

el dedo en los ojos a alguien y hacer unos cuantos, porque necesito
que alguien me mantenga en el punto de mira; que me impida estar
satisfecho conmigo mismo; que me mantenga a la defensiva de un
modo u otro. Cuando me defiendo, me hago más fuerte, desarrollo mi
capacidad estratégica y me mantengo en forma para que cuando tenga
que luchar, sepa cómo hacerlo.
No te servirá de nada perder el tiempo buscando defectos en

aquellos que no te agradan, o en aquellos que han tenido el valor de
señalarte los tuyos, o en aquellos que te han superado en el juego de
la vida y están triunfando mientras tú has fracasado. Tienen defectos,
no te equivoques, pero el tiempo que dedicas a demostrar que tienen
defectos es tiempo perdido, porque no puedes hacer ningún uso de
esta prueba después de obtenerla. Es mucho mejor que dediques este
tiempo a comprobarte a ti mismo para averiguar por qué no has tenido
éxito y cómo puedes eliminar esas fallas que te han señalado.
No disfrutarás de esto tanto como de los aplausos de amigos

indulgentes y admiradores, pero te hará mucho más bien a la larga para
ayudarte a encontrar el éxito y la paz mental.
157
¡El camino al éxito es el
camino de la lucha!
ABRIL 1920
La fuerza y el crecimiento solo se obtienen por medio del

esfuerzo y la lucha continua.
Vuelvo, una vez más, a reclamar tu atención durante unos minutos

acerca de un tema que ha causado una tremenda impresión en mi
mente durante los últimos años.
Las conclusiones a las que he llegado han sido las únicas a las que
podría haber llegado un hombre con una mente abierta. He visto
tantas pruebas de la solidez del principio que les transmitiré que puedo
recomendarles que lo consideren seriamente.
Si un ladrillo pudiera hablar, no hay duda de que se quejaría cuando

es colocado en un horno al rojo vivo donde se quema durante horas;
sin embargo, ese proceso es necesario para dar al ladrillo cualidades
duraderas que resistan los embates de los elementos.
159
El boxeador ganador tiene que recibir muchos fuertes golpes antes

de estar listo para subir al cuadrilátero y enfrentarse al adversario, pero
si no recibe esos ataques y no se prepara para la batalla final, es seguro
que pagará con la derrota.
Mi hijo pequeño acaba de entrar en mi estudio tambaleándose

y con lágrimas en los ojos. Acaba de sufrir una dura caída hace un
momento mientras intentaba equilibrarse sobre sus pequeñas piernas.
Está aprendiendo a caminar. Nunca caminaría si no tuviera muchas
caídas y siguiera intentándolo.
El águila construye su nido muy por encima de las copas de los

árboles, en algún peñasco escarpado de los precipicios, donde ningún
hombre o animal depredador puede alcanzar a sus crías. Pero, después
de tomar todas estas precauciones para proteger a sus crías, las someterá
a otro peligro tan pronto como crea que están preparadas para aprender
a volar. Los llevará al borde de las rocas, los empujará y “los hará volar”.
Por supuesto, ella está allí para dar el salto con ellos, y si son demasiado
débiles para volar, se lanzará por debajo de ellos, los atrapará con sus
garras, los llevará de vuelta al nido y esperará otro día más o menos,
entonces los llevará de nuevo. Esta es la única forma en que las águilas
jóvenes pueden aprender a volar: ¡mediante la lucha!
Y, a medida que el tiempo y la experiencia comienzan a extender mi

visión hacia el funcionamiento silencioso de la Naturaleza, no puedo
dejar de ver que hay una mano guía que nos empuja a la lucha para que
podamos emerger con más conocimiento de las cosas que necesitamos
saber en la vida.
La Ley de Compensación es implacable en su trabajo de ayudar al

hombre a elevarse más y más a través de la lucha. Un atleta se convierte
160
¡EL CAMINO AL ÉXITO ES EL CAMINO DE LA LUCHA!
en atleta solo a través de la práctica, el entrenamiento y la lucha, así

como un hombre se convierte en hacedor solo a través de la acción.
Algunos hombres aprenden fácil y rápidamente, mientras que la
Naturaleza encuentra necesario romper los corazones de otros antes de
que reconozcan su escritura en las paredes del Tiempo.
En mis inicios, antes de que aprendiera a leer mucho de lo que

la Naturaleza había escrito para mis ojos, me preguntaba a menudo
cuándo, dónde y cómo me encontraría a mí mismo; cómo sabría
cuándo había llegado a ser quien debía ser; cómo sabría cuándo había
encontrado la tarea de mi vida.
¡Sospecho que esto ha preocupado a muchos otros!
A todas esas personas les traigo un mensaje de seguridad y esperanza.

Pueden estar seguros de que mientras el fracaso, las angustias y las
adversidades se presenten en su camino, la Naturaleza está luchando
con ustedes, tratando de desviar su curso en la vida. Ella está tratando
de cambiarte del camino del fracaso a la línea principal del éxito.
¡Vuelve a leer el párrafo anterior!
Cuando te sientes infeliz, sin éxito y con problemas, ¡algo anda

mal! Estas condiciones mentales son las señales de la Naturaleza que te
indican que estás luchando en la dirección equivocada.
No te equivoques. La Naturaleza siempre señala el camino,

y tú sabrás cuándo estás viajando en la dirección correcta, tan
definitivamente como sabes cuándo has puesto tu mano en una estufa
al rojo vivo. Si eres infeliz, no pases por alto el hecho de que este es
161
un estado mental antinatural, que tienes derecho a la felicidad, y que

es una señal segura de que anda algo mal en tu vida.
¿Quién determina qué es ese “algo” que está mal?
Tú lo haces. Solo tú puedes hacerlo.
Unas pocas almas, y son realmente escasas, siguen con facilidad la

mano guía de la Naturaleza. La Gran Lucha con estas personas no es
tan dolorosa. Responden fácilmente cuando la Naturaleza les toca en el
codo con un golpe de adversidad; pero la mayoría de nosotros tenemos
que ser severamente castigados antes de empezar a darnos cuenta de
que estamos siendo castigados.
No se gana nada sin dar algo a cambio.
Puedes tener todo lo que desees en esta vida si pagas el precio de

la lucha, el sacrificio y el esfuerzo inteligente. En este sentido, puedes
aprovechar el poder de la Ley de la Retaliación, una ley mediante cuya
aplicación obtienes exactamente lo que das.
Deja de preocuparte e inquietarte por tus problemas y adversidades

y agradece al Creador que haya puesto sabiamente señales en tu
camino para ayudarte a corregirte. El estado mental normal es la
felicidad. Tan seguro como que el sol sale por el este y se pone por el
oeste, la felicidad llegará a la persona que ha aprendido a cambiar su
rumbo cuando se encuentre con los hitos del fracaso, la adversidad y
el remordimiento.
162
¡EL CAMINO AL ÉXITO ES EL CAMINO DE LA LUCHA!
La mayoría de nosotros ha oído hablar de una palabra llamada

“conciencia”, pero pocos han aprendido que esta cosa es un Maestro
Alquimista que puede convertir la escoria y los metales básicos del
fracaso y la adversidad en el oro puro del éxito.
Cuando la adversidad, el fracaso y el desánimo parecen mirarte

fijamente a la cara de forma inmisericorde, permíteme darte esta
fórmula a través de la cual puedes vencerlos: Cambia tu actitud hacia
tus semejantes y dedica todos tus esfuerzos a la tarea de ayudar a los
demás a encontrar la felicidad. En tu lucha, que es el precio que debes
pagar a la Naturaleza a cambio de su trabajo para transformarte, tú
mismo encontrarás la felicidad.
¡Para obtenerlo, primero hay que darlo!
No te burles de este consejo sencillo. Viene de alguien que ha

probado la fórmula; sabe que funciona y, por tanto, tiene derecho a
hablar con autoridad.
Después de que hayas encontrado la felicidad; después de que hayas

dominado eso que llamas tu “carácter” y hayas aprendido a mirar a
todos tus semejantes con tolerancia y compasión; después de que hayas
aprendido a sentarte y a hacer el inventario de tu pasado con calma
y serenidad, verás, tan claramente como puedes ver el sol en un día
luminoso, que la Naturaleza te ha hecho luchar como el único medio
de ayudarte a encontrar el camino para salir de la oscuridad.
Sabrás, entonces, que te has encontrado a ti mismo. También sabrás

que la lucha tiene su propósito en esta vida. Sabrás que el Creador te
163
llevó al borde de los precipicios y te empujó, igual que la madre águila

empuja a sus crías, para que aprendas a volar.
Entonces estarás en paz con toda la humanidad, porque verás que

la lucha que tuviste que hacer, como resultado de la oposición de tus
compañeros, fue el entrenamiento que necesitabas para encontrar tu
lugar en el mundo. También verás que la causa de esta lucha fuiste tú y
no tus semejantes.
Este es probablemente el mejor editorial que jamás haya escrito,

pero estoy seguro de que solo aquellos que han conocido lo que es
fracasar, que han visto crecer el éxito a partir de la peor clase de fracaso,
lo apreciarán por todo lo que vale.
Los demás lo apreciarán más adelante, después de haberse

enfrentado a la adversidad, al fracaso y al desánimo; después de haber
descubierto, como yo, que la lucha es el medio que tiene la naturaleza
de entrenar a las tambaleantes piernas de bebé de la humanidad para
que caminen.
164
Una historia breve de la
mente humana
ABRIL 1920
Al nacer, la mente está en blanco; un gran cuarto de almacenaje sin

nada más que espacio.
A través de los cinco sentidos de la vista, el oído, el gusto, el olfato

y el tacto, este gran almacén se llena.
Las impresiones de los sentidos que llegan a este almacén antes

de los doce años pueden permanecer allí durante toda la vida, ya sean
sanas o no.
Los ideales y las creencias que se plantan en la mente joven y

plástica de un niño son susceptibles a convertirse en parte de ese niño
y permanecer con él durante toda la vida.
Es posible inyectar de manera tan impresionante un ideal en la

mente de un niño que este ideal guiará al niño en su conducta ética
durante toda la vida. Es posible desarrollar tan completamente el
carácter en la mente del niño, antes de la edad de doce o catorce años,
que es prácticamente imposible para ese niño ignorar ese carácter y
errar en la vida posterior.
165
La mente se asemeja a un gran campo fértil en el sentido de que

producirá una cosecha según el tipo de semilla sembrada en él, lo
que significa que cualquier idea colocada en la mente y mantenida
allí firmemente, finalmente echará raíces y crecerá, influyendo en la
acción corporal de la persona según la naturaleza de la idea. Además, al
igual que las malas hierbas silvestres brotan en la tierra fértil que no se
cultiva, las ideas destructivas se abrirán paso en las mentes de aquellos
que no han plantado ideas constructivas.
La mente no puede mantenerse inactiva. Siempre se esfuerza por

producir y, como es natural, trabaja con el material que llega a la mente
como resultado de nuestro medio ambiente, nuestro contacto con los
demás, las imágenes que vemos y los sonidos que oímos.
Uno de los principios más poderosos de la mente es el conocido como

autosugestión, por medio del cual podemos plantar continuamente
una idea en nuestra propia mente y concentrarnos en ella hasta que
se convierta en una parte de nosotros hasta el punto de que domine
nuestras acciones y dirija el movimiento de nuestros cuerpos.
Otra característica de la mente humana es el hecho de que se

convierte en una especie de imán que atrae hacia nosotros a otras
personas que piensan, creen y actúan como nosotros. La mente humana
tiene una fuerte tendencia a alcanzar y formar afinidades con otras
mentes con las que está en armonía en uno o más temas.
En todo el universo existe una ley por la que “lo semejante atrae a
lo semejante”. Esta ley se ve fácilmente en la forma en que una mente
atrae a otras mentes que armonizan con ella.
166
UNA HISTORIA BREVE DE LA MENTE HUMANA
Si esta es una afirmación verdadera, y sabemos que lo es, ¿no puedes

ver cuán poderosa es esta ley, y no puedes ver qué tremenda ayuda
puede ser para ti si la cultivas y la utilizas constructivamente?
La mente humana busca su nivel con la misma certeza que el agua

busca su nivel, y no estará satisfecha hasta que encuentre su nivel. Esto
lo vemos en la mente del hombre en cuanto a sus gustos y tendencias
literarias que busca la compañía de mentes similares; en el hombre rico,
que busca la compañía de los ricos, y en el hombre pobre, que busca la
compañía de los pobres.
Si no fuera por esta ley, el cuerpo humano nunca maduraría, por

la razón de que los productos químicos, los alimentos y la nutrición
nunca serían atraídos y distribuidos a los lugares adecuados para el
crecimiento y la expansión.
Si no fuera por esta ley, el material con el que se forman las uñas
se distribuiría a las raíces del cabello, o a alguna otra parte del cuerpo
donde no se necesita.
Esta ley es tan inmutable como la ley de la gravitación que mantiene

a esta tierra en su curso y mantiene a cada planeta del universo en su
lugar apropiado.
Analiza a tus amigos. Si no estás orgulloso de ellos, no es un mérito

particular tuyo, porque tú eres el imán que los ha atraído. El color y
la tendencia de tu mente es la atracción que ha reunido a tu alrededor
otras mentes que armonizan con la tuya. Si no te agradan los que han
sido atraídos hacia ti, cambia el imán que los atrajo y consigue otro
grupo de amigos.
167
Una forma muy buena de magnetizar tu mente para que atraiga

hacia ti a los seres humanos de más alto nivel es establecer en tu mente
un ideal que siga el modelo de los hombres que más admiras.
¡El modus operandi a través del cual se hace esto es muy simple
y muy efectivo! Hasta puedes recurrir al carácter de otras personas
para obtener material con el cual crear, en tu mente, este ideal que
se convertirá en el imán que atraerá hacia ti a quienes armonicen
con él.
Por ejemplo, toma de la vida de Washington las cualidades que

más admiras de él, de Lincoln las cualidades que más admiras de él,
de Jefferson las cualidades que más admiras de él, de Emerson las
cualidades que más admiras de él, y así sucesivamente. A base de la
composición de estas cualidades, crea un ideal; en otras palabras,
mírate a ti mismo poseyendo todas estas cualidades, no permitiendo
que pase ningún acto o pensamiento que no armonice con este ideal,
y lo primero que sabrás es que empezarás a parecerte a este ideal, y, lo
que es más importante, empezarás a atraer a otros que armonicen con
este ideal, ya sea en su totalidad o en parte.
Esta no es una mera teoría. Este escritor sabe que el plan funciona,
porque, bueno, por la única razón por la que alguien sabe algo con
seguridad; ¡lo ha probado él mismo!
Colocas el material en tu mente y el Gran Alquimista Invisible le

da forma, creando un carácter y una personalidad que corresponden
exactamente a la naturaleza del material que proporcionas.
¡Ahora ya sabes cómo reunir el material!
168
UNA HISTORIA BREVE DE LA MENTE HUMANA
Sabes cómo ser exactamente lo que quieres ser, y este escritor

asumirá toda la responsabilidad por la solidez de este principio.
Funcionará de tal manera que tú, o hasta el incrédulo más inexperto,
podrá ver que funciona con el tiempo, desde unas pocas horas hasta
unos pocos meses, dependiendo de la medida en que concentres tu
mente en la tarea y de la medida en que veas claramente la imagen del
ideal o de la persona que estás creando.
¡Esta es la Autosugestión de la que estamos escribiendo!
Es el principio a través del cual puedes crear una nueva versión de

ti mismo o a través del cual puedes edificarte a la medida. A través de
este principio puedes dominar el desánimo, la preocupación, el temor,
el odio, la ira, la falta de autocontrol y el resto de esa larga cadena de
cualidades negativas que se interponen entre la mayoría de las personas
y la vida plena, feliz y alegre que es su derecho y su herencia. Estas
cualidades son las hierbas que corresponden a las que brotan en la tierra
fértil de los campos cuando éstos no se aran, cultivan y labran.
Lo que estás leyendo no se trata de una nueva rama de la religión; no

es una moda; no es el estallido de una mente desequilibrada y fanática.
Es un hecho sólido y científico que cualquier profesor de psicología
corroborará.
Estos son solo algunos de los principios más elementales de tu

mente, expuestos en palabras que pretendemos que sean tan sencillas
que un niño o niña de escuela pueda entenderlas. Para un estudio
más detallado de esa maravillosa máquina que llevas en tu cabeza, ve
a la biblioteca o a alguna buena librería y compra algunos libros de
Psicología Aplicada.
169
¡Lo único de ti o de cualquier otra persona que realmente es valioso

es la mente! Estos viejos cuerpos que llevamos con nosotros no tienen
mucho valor. No son más que las herramientas a través de las cuales la
mente opera, de todos modos. No pueden moverse ni un centímetro
hasta que la mente se lo indique. Si quieres entenderte a ti mismo,
primero aprende algo sobre tu mente, y cuando hayas aprendido mucho
acerca de tu mente, sabrás mucho sobre todas las mentes, porque todas
funcionan exactamente de la misma manera.
170
el trabajo como una bendición
y como una maldición
MAY0 1920
Este editorial muestra qué es lo que hace que el trabajo sea

una maldición; además, cómo y cuándo el trabajo se convierte
JSZSFGJSINHNµS2ZJXYWFQTVZJJQNRNSFW£QFêRFQINHNµSëIJQ
tipo de trabajo más común. Trae un mensaje de esperanza
a todos los que se lamentan de su suerte en el mundo y
señala el camino para mejorar las condiciones de trabajo
insatisfactorias.
—EL EDITOR
El tema al que te invito a prestar atención concierne a los intereses

de todos los hombres, mujeres y niños. Entra en la vida cotidiana
de la humanidad. El trabajo constituye la trama y la textura de toda
industria y de todo bien humano. No es una mera cuestión de pan,
o de dólares y centavos. Tiene un significado más amplio y profundo
que la mayor o menor abundancia de ropa o de hectáreas. Es la piedra
angular del progreso social, civil y religioso. Es una cuestión de cómo
emplear nuestro tiempo, utilizar nuestras fuerzas, ejercer nuestro
pensamiento, dirigir nuestros afectos de la manera más sabia para suplir
nuestras necesidades naturales y asegurar los medios de comodidad,
felicidad y desarrollo de las facilidades humanas. Es, por lo tanto, una
171
cuestión que enfrenta al individuo, al Estado y a la Iglesia a cada paso y

que insiste que se resuelva. Implica todos los esfuerzos para aligerar las
cargas humanas, para aliviar el sufrimiento humano y para asegurar el
orden, la comodidad, la prosperidad y la felicidad del pueblo.
No es mi intención hablar de las organizaciones para la protección

y la promoción de los intereses de los trabajadores o de la influencia
de la legislación nacional o estatal sobre el tema. Tienen su influencia
y utilidad. Me propongo más bien hablar del trabajo en su aplicación
al individuo, de lo que cada hombre y mujer puede hacer hoy, en las
circunstancias actuales, en cada condición, para eliminar la maldición
del trabajo y obtener sus mayores y más duraderas recompensas. Es
mi propósito señalar algunos remedios para las dificultades que todos
sufrimos, y que podemos aplicar a nuestro trabajo mañana y todos los
días de nuestra vida. Ninguna combinación de hombres puede evitar
la mayor maldición del trabajo, ninguna legislación puede evitar sus
males o asegurar su mayor bien. Tratemos, pues, de descubrir cuáles
son los males que deseamos eliminar, y entonces podremos descubrir
sus remedios.
En sentido estricto, el trabajo no es una maldición o un mal en

ningún sentido. Es una bendición, no solo por su recompensa salarial,
sino por sí mismo. Incluso en sus formas más difíciles, es mejor que
la inactividad. Este es el testimonio de la historia y de la experiencia
individual en todas las épocas del mundo y del Señor mismo. Existe en
la naturaleza de la mente humana y está organizada en cada parte del
cuerpo material. Mira a un hombre desde sus miembros, sus músculos,
su cerebro, sus sentidos, su intelecto, sus afectos. ¿Para qué fue dotado
de este organismo milagroso? ¿Para qué fue hecho? ¿Para ser ocioso?
¿Para comer, beber y dormir como un animal? ¿Acaso la mano, ese
172
EL TRABAJO COMO UNA BENDICIÓN Y COMO UNA MALDICIÓN
milagro del mecanismo y del poder, fue hecha simplemente para usar
una cuchara y llevar guantes? ¿Para mantenerla suave como la de un
bebé? ¿Para qué se hicieron todos los órganos del cuerpo? ¿No fue para
la felicidad del hombre? ¿Cómo va a conseguir el bien deseado? Por
el uso, por la acción, por el trabajo. No hay otro camino posible. La
acción es la ley de la vida; es el efecto y el signo de la vida; es el medio
de obtener una mayor medida de vida; es el instrumento esencial para
perfeccionar la vida.
Cuanto más nos elevamos en la escala del ser, más incontenible es

la actividad. Aprendamos una lección de la naturaleza. La piedra es
inmóvil. No puede cambiar de forma ni de lugar. ¿Te gustaría ser una
piedra? La planta, aunque inconsciente y anclada a la tierra, está viva y
llena de acción, y crece en una multitud de formas útiles y bellas. Aquí
hay más vida, más acción y mayor utilidad. Pero, ¿te satisfaría esto?
¿Te gustaría ser un manzano o un lirio, aunque no trabaje ni gire? El
animal se encuentra en un grado superior de vida. Puede ver, oír, sentir,
moverse y actuar de muchas maneras imposibles para la planta. Pero, ¿te
contentaría ser una ostra o un buey? A medida que ascendemos hasta
el hombre, encontramos una clase distinta y superior de facultades.
Su rango de acción se amplía enormemente. Tiene más herramientas
para trabajar, más trabajo que realizar, y obtiene mayores y más ricas
recompensas. Cada paso de ascenso en la escala del ser exige un trabajo
mayor y más variado por el cual obtenemos un bien superior.
Ningún ser vivo está exento de trabajar. El gusano, el pez y el

animal de cuatro patas tienen que trabajar. La acción en alguna forma
es la condición de la existencia. Las aves del aire de alas rápidas están
constantemente buscando comida, y a menudo deben ir a la cama sin
cenar. Un animal salvaje que no tiene amo y es libre de ir y venir, la
173
idea que muchos tienen de una vida feliz, debe mantenerse alerta para
su cena o quedarse sin ella.
Si el hombre nunca hubiera pecado, hubiera podido encontrar su

felicidad solo en una ocupación útil. Cada músculo de su cuerpo, y
cada facultad de su mente, revelan este hecho más claramente de lo
que las palabras pueden hacer. La necesidad de trabajar está organizada
en nuestras mentes y en cada fibra de nuestros cuerpos. Si pudiéramos
alimentarnos con todos los lujos sin mover un dedo; si pudiéramos
vestirnos como los lirios y alojarnos como un príncipe, sin trabajo
estaríamos incompletos, porque todas nuestras facultades no solo son
creadas por el uso, sino que su existencia no puede mantenerse sin él.
En consecuencia, todo el mundo, sea cual sea su condición en la vida,
tiene que trabajar. Si no está obligado por la necesidad de ganarse el
pan, se ve impulsado por una necesidad más fuerte a trabajar por placer,
por digestión e incluso por existencia. El trabajo visto en sí mismo es
una ley de orden divino. Tiene su origen en las perfecciones divinas; es
universal en su aplicación; es el medio para todo bien. Este es el hecho
positivo e inmutable.
174
Cristianos verdaderos y
pseudocristianos
MAY0 1920
Hemos notado en nuestro tiempo que hay dos clases de cristianos.

Una la verdadera, la otra la pseudo.
La segunda es intolerante, quiere gobernar con mano de hierro,

nunca perdona, rara vez olvida las injurias o los agravios, y condena a
todos los que no están de acuerdo con ellos.
La primera, la auténtica, dice a los que le hieren y le hacen daño:

“Perdónalos, Padre, porque no saben lo que hacen”.
También nos hemos dado cuenta de que no todos los miembros de

la iglesia son verdaderos cristianos. También, que no todos los que no
son miembros de la iglesia son paganos.
Lo que también nos recuerda que hemos hablado de este tema todo
lo que queremos, teniendo en cuenta que la política de esta revista es
no entrar en polémicas sobre el tema de la política y la religión o tratar
de cambiar la creencia de cualquier persona sobre cualquiera de estos
temas tan discutidos.
175
Nuestro objetivo al editar esta revista, y es un objetivo que siempre

tenemos presente, es ayudar a los hombres y mujeres a aprender lo que
nosotros hemos aprendido, es decir, que la felicidad en esta tierra solo
se puede encontrar por medio de ayudar a otros a encontrarla. Ese éxito
está al alcance de todos los que desarrollen y dirijan inteligentemente
ese poder dado por Dios llamado mente humana.
A través de estas páginas no les aportamos nada que no tengan ya

pero nos parece necesario en miles de casos ayudar a a las personas a
descubrir la naturaleza de lo que ya tienen y mostrarles cómo dirigirlo
inteligentemente en beneficio de ellos mismos y de sus semejantes, que
son sus coarrendatarios aquí en la tierra, mientras están en el sendero.
5ZJIJXXJWQTVZJVZNJWJXXJWXNXTQTHWJJXHTSXZąHNJSYJ
convicción y actúas de acuerdo con tu fe.
176
otro pobre niño rico
MAY0 1920
Dime cómo aprovechas tu tiempo libre y cómo gastas tu

dinero, y te diré dónde y qué serás dentro de diez años.
Leemos, en nuestro periódico diario, la siguiente noticia:
UN POBRE NIÑO RICO NO PUEDE VIVIR CON 7.500

DÓLARES AL AÑO
NUEVA YORK—Un pobre niño rico de 17 años, que necesita

un nuevo automóvil de 4.600 dólares y un aumento de su
estipendio de 7.500 a 10.000 dólares al año, presentó hoy su
apelación ante el juez sustituto Cohalan a través de su madre,
diciendo que el aumento del costo de la vida hace que su actual
estipendio de 7.500 dólares al año sea inadecuado para un
chico de su posición en la vida.
¡7.500 dólares al año son inadecuados “para un chico de su

posición”!
¡Pobre muchachito! Pobre madre ignorante que lo amamantó

en su pecho, lo cuidó durante el peligroso período de la
infancia, y sin embargo se propone ahora atar un peso
alrededor de su cuello que puede privarlo de la iniciativa, que
177
proviene de la necesidad de prepararse para prestar un servicio

útil al mundo.
Ningún muchacho de diecisiete años puede hacer un uso

legítimo y seguro de 7.500 dólares al año. El muchacho
que dispone de tal cantidad está prácticamente seguro de
desarrollar la noción de que fue hecho de barro superior al
que se usó en esos pobres amigos que trabajan en el taller y
la fábrica ocho o diez horas al día, con salarios de solo unos
pocos dólares, la mayoría de los cuales deben ser utilizados
para pagar el alquiler, comprar alimentos y ayudar a mantener
una familia.
Algunos hombres maravillosamente útiles han nacido de

padres ricos. John D. Rockefeller, Jr. parece ser uno de esos
cuya riqueza heredada no le perjudicó de forma notable.
Con Harry Thaw fue diferente. El pobre Harry tuvo la mala

suerte de tener una madre demasiado indulgente y un padre
que le proporcionó demasiado dinero para respaldar esa
indulgencia. Es más que probable que Harry Thaw fuera hoy
un miembro libre y útil de la sociedad en lugar de tener que
estar confinado tras los muros de un manicomio, un enfermo
sin remedio de demencia precoz, si la severa necesidad le
hubiera llevado a trabajar para ganarse la vida cuando acababa
de entrar en la edad adulta. En cambio, este joven mimado
asesinó a otro, el talentoso arquitecto Stanford White, en un
ataque de celos.
Un curso en la facultad de comercio, pagado con su propio

trabajo, y un empleo en una buena oficina empresarial,
178
OTRO POBRE NIÑO RICO
prestando servicio a cambio de sus necesidades, habrían hecho

maravillas para Harry Thaw.
Sospechamos que este “pobre muchacho” que tiene que

hacérselas con 7.500 dólares al año estaría mejor si su madre
tomara unos 500 dólares de su asignación del año siguiente y
los invirtiera en una educación en una escuela comercial para él.
Este joven necesita ese algo sutil que proviene de la mezcla y

la convivencia con los hijos e hijas de hombres que tuvieron el
buen juicio de ver que lo mejor que podían hacer por sus hijos
era enviarlos a una escuela comercial y prepararlos para prestar
un servicio útil.
Incluso un año de este sano adiestramiento y de mezclarse

con hombres y mujeres jóvenes cuyo principal objetivo, por el
momento, es prepararse para el trabajo, haría maravillas en este
chico. Recomendamos esto a sus padres por ser más beneficioso
para su hijo, a largo plazo, de lo que sería el subsidio extra, si
se le concediera.
Si dudan de la sabiduría de nuestra recomendación, vuelvan

a las páginas de la historia y estudien a los hombres realmente
grandes del pasado: Sócrates, Emerson, Aristóteles, Epicteto,
Shakespeare, Lincoln y algunos otros. ¿No es digno de
consideración cuando observamos que cada uno de ellos surgió
de las profundidades de la pobreza; que ninguno de ellos tenía
una dotación de 7.500 dólares al año como una piedra de
molino alrededor de su cuello que le impidiera responder a la
llamada urgente de la severa necesidad?
179
Echa un vistazo a los registros biográficos de algunos de nuestros

éxitos más modernos, incluso aquellos cuyo éxito se mide en
gran medida por la riqueza que acumularon, y observa cómo
ellos también empezaron desde abajo, sin ningún estipendio
anual más que el que ganaron con el sudor de su frente. Por
ejemplo, Carnegie, Rockefeller Sr., James J. Hill o Henry C.
Frick. Cada uno de ellos comenzó como un joven pobre.
Prestaron servicio porque, al principio, tenían que prestar

servicio. De la necesidad surgió el hábito de prestar servicios. Si
no hubieran experimentado esta fuerza de la necesidad, a veces
llamada bondadosa y a veces no, no se sabe lo poco que estos
hombres podrían haber logrado.
Lincoln fácilmente podría haber terminado como terminará

Harry Thaw, en una tumba no marcada por ningún esfuerzo
constructivo, si Lincoln hubiera sido maldecido con la herencia
de Harry Thaw durante su niñez, mientras se formaba su carácter.
Si tienes que darle dinero a tu hijo, espera al menos hasta que

haya tenido la oportunidad de desarrollar ese carácter sano que
surge del amor por el servicio. Espera hasta que crezca un poco
y haya desarrollado algunas de esas características deseables que
han marcado la personalidad de los hombres de éxito que se
abrieron camino hasta la cumbre desde un comienzo humilde.
El dinero se mantendrá. Guárdalo en un banco y deja que

genere intereses. Dale tiempo al chico para que desarrolle la
habilidad y la inteligencia con la cual manejar adecuadamente
el dinero y entonces posiblemente ocupe su lugar en las páginas
de la historia junto a aquellos a los que señalamos como exitosos
y felices.
180
.
PA RT E
CUATRO
el ProgramA DE RADIO
“PIENSE Y HÁGASE RICO con
Napoleon hill”
CON HOWARD RAY Y NAPOLEON HILL
H. RAY: Esta emisión de radio le traerá en persona al eminente
consejero del éxito, Napoleon Hill, autor del fabuloso libro de éxito
Piense y hágase rico. Este es el libro que acaba de obtener el cuarto
lugar entre los libros que han cambiado la vida de hombres y mujeres
de éxito en toda América. En una encuesta nacional, reportada en
detalle en la edición de febrero de 1948 de la revista Coronet, el libro de
Napoleon Hill, Piense y hágase rico, ocupó el cuarto lugar en la mente
de los hombres y mujeres jóvenes exitosos. Usted descubrirá por qué
Piense y hágase rico ocupó este alto lugar en las mentes de los hombres y
mujeres de éxito cuando lo lea y cuando aprenda a utilizar las sencillas
pero brillantes reglas para el éxito contenidas en sus portadas. Damas y
caballeros, conozcan al hombre que cree que toda persona tiene derecho
al éxito, Napoleon Hill. ¿Cómo está usted, Dr. Hill?
N. HILL: Bien. Gracias, Sr. Ray. Es un placer estar aquí y hablar

con nuestros nuevos amigos de la radio durante unos minutos acerca
de su éxito.
H. RAY: Dr. Hill, en esta interesante encuesta realizada por la

revista Coronet y publicada en el número de febrero, página 103, a las
personas de éxito entrevistadas se les hizo una pregunta que me parece
de lo más interesante.
N. HILL: ¿Cuál era, Sr. Ray?
H. RAY: Se les preguntó: “¿Qué habilidad es la más esencial para

el éxito?”
N. HILL: “¿Qué habilidad es la más esencial para el éxito?”
183
H. RAY: Con énfasis en la palabra habilidad. En sus reglas para el

éxito, usted muestra los principios del éxito que deben ser observados
por la persona que busca el éxito, pero nuestra discusión de hoy será
sobre el tema de la habilidad, y por supuesto, la habilidad de cualquier
persona se mejora con la práctica. Así que creo que tenemos una charla
muy interesante por delante, Dr. Hill.
N. HILL: Sí, sin duda.
H. RAY: Muy bien. ¿Qué habilidad es la más esencial para el éxito?

¿Es la capacidad de permanecer en el trabajo día tras día, y año tras año,
¿Dr. Hill?
N. HILL: El mundo está lleno de personas que han estado atadas

a sus trabajos toda la vida, arrastrándose como máquinas automáticas.
Pero el éxito parece pasarles de largo. Conozco a un hombre que ha
trabajado como dependiente en una tienda durante cuarenta y dos
años. Empezó como repartidor cuando acababa de salir de la escuela,
luego lo ascendieron a dependiente de tiempo parcial y más tarde lo
hicieron dependiente de tiempo completo. Va a trabajar a la misma
hora todos los días, va a comer a la misma hora y se va a la misma hora
cada noche. Es bastante agradable con los clientes y no entabla mucha
conversación con ellos, salvo en algunos casos.
Ha tenido algunos aumentos de sueldo, lo suficiente para poder

pagar sus cuentas y unos pocos dólares de sobra, que ahorra para los
imprevistos que seguramente llegarán. Si la habilidad de permanecer en
el trabajo fuera el factor determinante, si la habilidad de permanecer en
el trabajo fuera la única habilidad más esencial para el éxito, entonces
este hombre sería un éxito brillante.
184
EL PROGRAMA DE RADIO “PIENSE Y HÁGASE RICO CON NAPOLEON HILL
Así que puedes ver que esta no es la respuesta, y tendremos que

buscar más allá.
H. RAY: Por supuesto, es posible que estos hombres y mujeres de

éxito mencionados por Coronet se hayan equivocado en su conclusión
sobre la habilidad más esencial para el éxito, ¿supone usted, Dr. Hill?
N. HILL: No, creo que dieron en el clavo. Creo que tenían toda la
razón al asumir que esta habilidad es la más esencial.
H. RAY: Bueno, solo quería estar doblemente seguro de que no

estábamos buscando una respuesta elusiva que no sería la respuesta en
absoluto cuando finalmente la descubriéramos.
N. HILL: No, estoy seguro de que podemos continuar nuestra

búsqueda con la total confianza de que, cuando finalmente se encuentre
la respuesta, será la correcta.
H. RAY: ¿La respuesta se encuentra en su libro Piense y hágase rico,

Dr. Hill?
N. HILL: Sí, efectivamente. Se encuentra en muchas páginas de

Piense y hágase rico.
H. RAY: Bueno, eso simplifica mucho las cosas. Solo tenemos que
echar un vistazo a este libro y descubriremos qué habilidad es la más
esencial para el éxito.
185
N. HILL: Bueno, no será tan sencillo, supongo, pero si se echa un

vistazo muy atento, se puede encontrar la respuesta en muchas páginas.
H. RAY: Bueno, aquí en la página 39, en el capítulo 2, usted estaba

relatando la historia de Edwin C. Barnes y su deseo de convertirse en
el socio de Thomas A. Edison. Usted dijo que Barnes quemó todos los
puentes detrás de él. Cuando fue a Orange, Nueva Jersey, no se dijo a
sí mismo: “Trataré de inducir a Edison a darme algún tipo de trabajo”.
Dijo: “Veré a Edison y le avisaré que he venido a hacer negocios con él”.
Ahora bien, en base a este comentario, supongo que el Deseo es la

habilidad más esencial para el éxito. ¿Es eso cierto?
N. HILL: El Deseo es fundamental para el éxito. El deseo puede

describirse como la definición de un propósito: saber lo que se quiere.
Es un factor vital, una parte importante del éxito, pero no es la habilidad
que estamos buscando en este momento.
H. RAY: Bueno, supongo que puedo pasar unas cuantas páginas

entonces. Pasaré a la página 71 de Piense y hágase rico. Apuesto a que he
encontrado la habilidad más esencial que deben poseer las personas que
llegan a ser exitosas. Sí, apuesto a que es ésta: la Fe.
En la página 71 del capítulo sobre la fe, usted dice que “La Fe es el

elixir eterno que da vida, poder y acción a los impulsos del pensamiento”.
Y dices que “La Fe es el punto de partida de toda acumulación de
riquezas”.
186
Sin duda, si existe una habilidad que permite a los hombres tener
éxito, debe ser la habilidad de tener Fe en lo que están haciendo. ¿Qué
le parece, Dr. Hill? ¿Estoy en lo cierto?
N. HILL: Bueno, la Fe es un rasgo peculiar, pero no es una habilidad,

porque todo el mundo tiene la misma cantidad de Fe, curiosamente. La
única diferencia entre las personas es que un hombre tendrá Fe en que
puede lograr cierta cosa y el siguiente tendrá Fe en que NO puede lograr
lo que está tratando de hacer. La Fe se dirige o a su favor o en su contra,
y le sorprendería saber cuántas personas dirigen su propia Fe contra
ellos mismos. Más personas tienen Fe en el fracaso y la enfermedad y la
infelicidad que en el éxito y la salud y la felicidad.
Así que la Fe no es una habilidad; es un rasgo natural. Y o bien

aprovechamos al máximo nuestra Fe o no la aprovechamos. En muchos
casos, realmente volvemos nuestra Fe contra nosotros mismos y nuestro
propio esfuerzo al creer en circunstancias que no queremos. No, la Fe
no es una habilidad. Lo que buscamos es la respuesta en cuanto a qué
habilidad es la más esencial para el éxito.
El diccionario dice que la habilidad es “el poder de realizar”.

Me recuerda a la historia de un pionero que estaba considerando la
posibilidad de establecer una granja cuando la gente apenas se estaba
estableciendo en esa región. Según recuerdo, este hombre preguntó a
un amigo abogado sobre la ley. El abogado le dijo: “No conozco el texto
exacto de la ley, pero puedo darle una idea”.
H. RAY: Sí, recuerdo esa historia. El abogado dijo que la idea

general era que el gobierno estaba dispuesto a apostar 160 acres de
tierra contra 14 dólares a que no podrías vivir en esa tierra durante
cinco años sin morir de hambre.
187
N. HILL: Eso requeriría mucha habilidad, supongo, y por eso

estamos buscando la habilidad más esencial para el éxito.
H. RAY: Quizá la hayamos encontrado, Dr. Hill. ¿Quizás sea

la perseverancia, la capacidad de permanecer en una situación hasta
lograr su propósito?
N. HILL: No, no es eso.
H. RAY: Bueno, supongo que será mejor que pasemos al siguiente

capítulo de su libro Piense y hágase rico. Tal vez podamos encontrarlo
allí. El capítulo 4 puede ser la pista que hemos estado buscando. Tal vez
la respuesta sea la Autosugestión, o la Autohipnosis.
N. HILL: No, adivina de nuevo.
H. RAY: ¿Qué tal el siguiente capítulo, “Conocimientos

Especializados”? ¿Es esa la habilidad más esencial para el éxito?
N. HILL: No, el Conocimiento Especializado le ayudará a uno a

alcanzar el éxito, pero le aseguro que no es la habilidad más esencial
para el éxito.
De hecho, el especialista puede carecer por completo de este

elemento esencial. Puede tener éxito a pesar de carecer de esta cosa
importante que estamos buscando.
H. RAY: El capítulo 6 de Piense y hágase rico se titula “Imaginación”.

¡Quizá sea eso lo que hemos estado buscando!
188
N. HILL: Al menos, cada vez estamos más cerca. Cualquiera con

Imaginación podrá descubrir y usar este esencial para mejor provecho
que uno sin Imaginación, estoy seguro.
H. RAY: Bueno, entonces ¿qué tal el capítulo 7, “Planificación

organizada”? ¿Nos ayudará en nuestra búsqueda?
N. HILL: Sí, mucho. Una persona con Imaginación que hace

Planificación Organizada reconocerá, necesariamente, esta habilidad
tan esencial para el éxito.
H. RAY: ¿Pero en sí mismos, estos dos elementos no son la habilidad

que estamos buscando?
N. HILL: No, no lo son.
H. RAY: Entonces, me parece que tendremos que darnos por

vencidos y pedirle que nombre la habilidad que es más esencial para
el éxito. Porque cada persona sin duda quiere saber cuál es, para que
él también pueda empezar a usarla tan eficazmente como sepa, tan
eficazmente como pueda aprender a usarla. Esa es la razón por la que
tantas personas hoy en día están leyendo libros sobre el éxito.
Ahora hemos llegado al punto en el que nos rendimos, Dr. Hill.

¿Nos dirá cuál es la habilidad que, por encima de todas, es esencial para
el éxito?
N. HILL: Bueno, es realmente muy simple. Dado que todo el éxito

se basa en el contacto con otras personas, es fácil ver que la capacidad
de llevarse bien con otras personas es la más esencial para el éxito.
189
H. RAY: Dr. Hill, ¿quiere decir que no podemos irnos y decirle a

la gente lo que pensamos de ella?
N. HILL: La capacidad de llevarse bien con otras personas es el

rasgo más esencial del éxito.
H. RAY: ¿Quiere decir que no puedo regañar de manera déspota a

las personas que trabajan para mí?
N. HILL: La capacidad de llevarse bien con otras personas es el más

esencial de todos los rasgos del éxito.
H. RAY: ¿No puedo decirle a un cliente lo que pienso de él cuando

me molesta lo que dice de mi mercancía?
N. HILL: La habilidad para llevarse bien con otras personas es el

más esencial de los rasgos del éxito.
H. RAY: No puedo... oh, de acuerdo, me rindo. ¿Pero quiere decir

que esto se aplica siempre a todas las personas, Dr. Hill?
N. HILL: Estoy seguro de que esta es la clave del éxito.
H. RAY: Entonces, ¿cree que los jóvenes de éxito encuestados por

Coronet diagnosticaron correctamente esta cosa llamada éxito?
N. HILL: Desde luego que sí.
H. RAY: ¿Y que el rasgo más esencial del éxito es realmente la

habilidad para llevarse bien con otras personas?
190
N. HILL: Por supuesto, porque todo el éxito se basa en nuestro

contacto con otras personas. Otras personas son necesarias en cualquier
vocación en la que nos involucremos. No existe el éxito para el hombre
que está totalmente aislado de los demás, si es que eso es posible.
H. RAY: El éxito, dice Napoleon Hill, solo es intencional. Y como

hemos señalado en esta discusión, la habilidad de llevarse bien con la
gente es el más esencial de todos los rasgos.
¿Y te enseña Napoleon Hill cómo llevarte bien con otras personas?

Bueno, preguntémosle a él.
Dr. Hill, en su filosofía del éxito, usted incluye diecisiete

fundamentos. ¿Cuántos de esos diecisiete fundamentos tratan
directamente el tema de llevarse bien con otras personas?
N. HILL: Cinco de estos principios tratan directamente de ese

tema.
H. RAY: Entonces este tema de llevarse bien con la gente no es

nuevo para usted, ¿verdad?
N. HILL: Apenas. Es el único factor que reconocí al principio de

mi investigación sobre este fascinante tema.
H. RAY: ¿Cuáles cinco de sus principios de éxito tienen que ver con
llevarse bien con los demás?
N. HILL: El primero es el principio de la Mente Maestra, o “Master

Mind”.
191
H. RAY: Para los que no comprenden el significado de Mente

Maestra, ¿nos podría dar una definición fácil de entender, por favor?
N. HILL: Mente Maestra, es una condición que existe cuando dos

o más mentes trabajan en perfecta armonía hacia un fin definido.
H. RAY: Eso sí que es un tiro al blanco, si es que existe alguna. Dos

o más mentes trabajando juntas en perfecta armonía, ¿es eso llevarse
bien con otras personas? Más vale que así sea.
Y el segundo de sus principios del éxito, Dr. Hill, ¿cuál tiene que
ver con el tema de llevarse bien con otros?
N. HILL: Una personalidad atractiva.
H. RAY: Y damas y caballeros, cuando estudien los treinta factores

de una Personalidad Atractiva tal como los enseña Napoleon Hill,
sabrán que él cree que la habilidad más importante de la persona exitosa
es su capacidad de llevarse bien con otras personas. De otro modo, ¿por
qué se preocuparía por un tema como la Personalidad Atractiva en una
filosofía de éxito?
¿Y su siguiente principio del éxito que trata con la habilidad de

llevarse bien con otras personas, Dr. Hill?
N. HILL: Ir más allá de lo esperado; en otras palabras, hacer más

y mejor trabajo para lo que te pagan, hacer eso siempre, y hacerlo con
una actitud mental positiva y agradable.
192
H. RAY: ¿Alguien ha dicho algo sobre llevarse bien con otras

personas? ¿Dónde hay una fórmula mejor en todo el mundo para
llevarse bien con las personas con las que te relacionas? ¿Puedes
imaginar una regla mejor, independientemente de si eres un empleado
o un empresario? Ir más allá de lo esperado.
N. HILL: Sí, prestar más y mejor servicio del que se le paga, hacerlo
todo el tiempo y con una actitud mental positiva y agradable; pruébelo
y vea si contribuye a sus esfuerzos para llevarse bien con los demás.
H. RAY: Y este siguiente principio de la filosofía del éxito de

Napoleon Hill satisface las demandas de toda persona que tenga alguna
inclinación religiosa.
N. HILL: La Regla de Oro, la regla que funciona siempre,

independientemente de sus inclinaciones religiosas.
H. RAY: ¿Qué? ¿La Regla de Oro no tiene que ver con la religión?
N. HILL: Puede ser parte de la religión, pero no es parte de ninguna

doctrina especial o “ismo”, usted puede estar seguro de ello. Es una
parte del Universo. Es una ley que estaba en vigor cuando se creó
el mundo y que seguirá en vigor después de que el Universo haya
desaparecido. Y es una ley que funciona en los negocios y la industria
con la misma seguridad que en cualquier otro lugar. Cuando los
hombres tienen la idea de que la Regla de Oro no funciona en sus
casos, les espera una caída y una sorpresa. Lo que haces a y por los
demás lo haces a y por ti mismo.
193
H. RAY: Y lo que le sorprenderá a quien estudie la filosofía de

Napoleon Hill es la forma en que le muestra CÓMO funcionan estos
principios. No se limita a decir: “Debes observar la Regla de Oro
porque todos los hombres buenos la observan”. En ninguna manera.
Dice: “Puedes engañarte a ti mismo, pero no puedes escapar de la ley
inmutable de la Regla de Oro. Funciona cada minuto que vives, y el
trato que das a tus semejantes te volverá con la misma seguridad que la
noche sigue al día. Así que si quieres que el éxito vuelva a ti, será mejor
que empieces a repartirlo ahora y que sigas repartiéndolo mientras te
quede un aliento de vida”.
Creo que hay otro principio en su filosofía del éxito que tiene que
ver con llevarse bien con otras personas, ¿no es así, Dr. Hill?
N. HILL: Sí, y ese principio es Trabajo en Equipo; cooperación

amistosa.
H. RAY: ¿Se parece este principio a la Mente Maestra que mencionó

hace unos minutos, Dr. Hill?
N. HILL: La Mente Maestra es el pequeño círculo interno de

personas que trabajan con usted en armonía, pero el Trabajo en Equipo
debe incluir a cada una de las personas con las que usted está conectado
de manera comercial. El trabajo en equipo es la cooperación para el
beneficio mutuo de todas las partes implicadas. A fin de cuentas, es
simplemente sentido común.
H. RAY: Pero ciertamente está incluido en la habilidad de llevarse

bien con otras personas.
194
N. HILL: Sin duda. Prácticamente no es otra cosa SALVO llevarse

bien con otras personas.
H. RAY: Así que, como ve, Napoleon Hill está de acuerdo con la
opinión que se desprende de la encuesta realizada por la revista Coronet
en el número de febrero. De hecho, ha estado de acuerdo con ellos
durante los últimos cuarenta años, el tiempo que lleva creando esta
filosofía del éxito individual. Sí, es cierto: la habilidad más esencial para
el éxito es la habilidad de llevarse bien con otras personas. Usted va aún
más lejos en su filosofía del éxito, ¿no es así, Dr. Hill?
N. HILL: Sí, así es. Voy tan lejos que insisto en que mis alumnos
asuman toda la culpa de todo lo que ocurre entre ellos y otras personas.
H. RAY: ¡Dr. Hill! ¡No todo!
N. HILL: ¡Absolutamente! En el análisis final, somos responsables

de nuestro propio éxito o de nuestro propio fracaso; por lo tanto, somos
responsables de cada cosa que nos sucede. E incluso si no lo somos, solo
hay una manera de condicionar nuestra mente para el éxito...solo una
manera de condicionar nuestro pensamiento hasta el punto de tomar
el control total y completo de nuestra mente, y es asumir la culpa de
todo lo que nos sucede. No hay otra manera. Tratar de culpar a otras
personas por las cosas que suceden es la forma en que operan los débiles.
No quiero que mis alumnos sean débiles. Quiero que se valgan por sí
mismos. Quiero que tomen las riendas de su propia mente. Quiero que
exijan el éxito del mundo y que lo alcancen. Por lo tanto, insisto en que
asuman toda la responsabilidad de cada cosa que ocurra en sus vidas.
Solo así podremos formar mentes fuertes, mentes positivas, mentes
195
que puedan soportar el éxito. Porque debes recordar que se necesita

una mente fuerte para soportar el éxito. Esa es la verdadera prueba del
carácter. He conocido a muchos hombres que podían soportar el fracaso
bastante bien, pero cuando les llegó el éxito fueron totalmente incapaces
de hacer frente a la situación porque no habían aprendido a llevarse
bien con otras personas. No habían aprendido la gran lección del éxito:
que los demás son en parte responsables del éxito de uno. Sí, no hay
duda de que la capacidad de llevarse bien con los demás es el elemento
más esencial del éxito. Porque cuando uno ha aprendido a llevarse bien
con los demás, amigos míos, está verdadera y finalmente en paz consigo
mismo y en paz con el mundo.
H. RAY: Gracias, Dr. Napoleon Hill, por su excelente presentación

en cuanto a la habilidad de llevarse bien con otras personas.
196
EPÍLOGO
por Don Green
Espero que hayas disfrutado de este libro sobre los Caminos hacia la
paz mental. Te animo también a que leas Hágase rico con paz mental, el
último libro de Napoleon Hill. También te ayudará a entender que una
vida verdaderamente satisfactoria y gratificante solo puede alcanzarse
cuando uno encuentra la paz mental. El dinero puede ayudarte a
conseguirla, pero por sí solo no te dará paz mental. ¿Qué lo hará?
Napoleon ha identificado una serie de factores, rasgos y principios,
pero el predominante que he aprendido de sus enseñanzas es el acto de
ayudar a los demás.
197
Caminos hacia la paz mental
D E NA P O L EO N H I L L
De la Fundación Napoleón Hill llega una colección de escritos
nunca antes publicados de Napoleón Hill, autor de Piense y
hágase rico y Más astuto que el diablo, acerca de cómo obtener
la mayor de todas las riquezas disponibles para los seres
humanos: la paz mental.
Aunque Hill es famoso por sus enseñanzas acerca de la creación

IJ WNVZJ_F ąSFSHNJWF JS ¼QYNRF NSXYFSHNF HWJ¯F VZJ JQ RF^TW
éxito en la vida no es el monetario y que la verdadera riqueza
proviene de la paz mental que se obtiene al ayudar a los demás.
Los escritos contenidos en este libro le guiarán hacia este valioso
tesoro para que pueda disfrutar de:
• Dominio sobre todas las formas de preocupación

• Libertad del temor y la inseguridad personal
• Control sobre sus pensamientos
• La capacidad de cerrar la puerta a las penas del pasado
• El poder mágico de creer
• Y mucho más.
No hay mayor libertad que la que otorga la paz mental. Trace

su propio camino hacia una mentalidad serena con la ayuda de
Caminos hacia la paz mental de Napoleón Hill.
ISBN 13: 978-1-64095-398-7
US $19.95 51995
Success
Personal Success
Motivational
9 781640 953987

Caminos Hacia La Paz Mental

Cargado por

Copyright:

Formatos disponibles

Caminos Hacia La Paz Mental

Cargado por

Información del documento

Título original

Derechos de autor

Formatos disponibles

Compartir este documento

Compartir o incrustar documentos

Opciones para compartir

¿Le pareció útil este documento?

¿Este contenido es inapropiado?

Copyright:

Formatos disponibles

Caminos Hacia La Paz Mental

Cargado por

Copyright:

Formatos disponibles

CAMINOS HACIA

ISBN 13: 978-1-64095-443-4

For Worldwide Distribution, Printed in the U.S.A.

Prólogo por Don Green 5

PARTE UNO: CÓMO OBTENER LA PAZ MENTAL 9

PARTE DOS: FORTUNA PARA COMPARTIR:

PARTE TRES: LA REVISTA “HILL’S GOLDEN RULE” 85

PARTE CUATRO: EL PROGRAMA DE RADIO

Epílogo por Don Green 197

El nieto de Napoleon Hill, el Dr. J. B. Hill, es un ﬁduciario de la

El Consejo de Administración ha combinado este manuscrito con

Los escritores que conocen el libro exitoso de Napoleon Hill Piense

Existen muchos escritores que han elegido dedicar sus vidas

Sería apto decir que Napoleon Hill era un autor de “cómo se

• Primero, ﬁja en tu mente la cantidad exacta de dinero que

• Segundo, determina exactamente lo que planeas hacer para

• Tercero, establece una fecha deﬁnida cuando planeas

• Cuarto, crea un plan deﬁnido para obtener lo que deseas,

• Quinto, escribe una declaración clara y concisa acerca

• Sexto, lee tu declaración en voz alta dos veces al día, una

Estos pasos se pueden adaptar para guiarte a cualquier cosa que

—Don Green, Director Ejecutivo

Mi primero recuerdo de mi abuelo es de cuando yo contaba con

Mi padre, el hijo de Napoleon Hill, se alistó en el servicio militar

Elegí seguir los pasos de mi padre y me alisté en el Cuerpo de

Estoy sumamente orgulloso de mi abuelo, por su obra que ha

La primera porción del libro que estás a punto de leer fue

Como un nieto que tiene el deseo ardiente de perpetuar el

LA PAZ MENTAL suaviza la pobreza y adorna las riquezas.

La paz mental está a la venta para toda persona que pagará el

Antes de iniciar nuestra búsqueda por la paz mental, vamos a

Primero que todo, la paz mental es el dominio completo sobre

Es la libertad de la falta de las necesidades físicas de la vida.

Es la libertad de malestares físicos y mentales, cuando y donde sus

Es la libertad de los temores y supersticiones del pasado que han

Es la libertad de los Siete Temores Básicos:

3. Temor a la mala salud

4. Temor a la pérdida de amor

5. Temor a la pérdida de la libertad

Es la libertad de la debilidad humana común de buscar algo por la

Es el hábito de pensar por sí mismo en cuanto a todos los temas,

Es el hábito de autoinspección frecuente desde el interior para

Es el hábito de desarrollar la valentía de ver los hechos de la vida

Es el hábito de controlar la avaricia y el deseo de ser grande y

Es el hábito de ayudar a otros a ayudarse a sí mismos.

Es el reconocimiento de la verdad de que todo el mundo tiene

Es la libertad de la ansiedad sobre lo que pueda suceder después de

Es la libertad del deseo por venganza.

Es el hábito de “ir más allá de lo esperado” en todas las relaciones

Es una comprensión aguda de la diferencia entre la posesión de

Es conocer quién eres y cuáles son tus verdaderas virtudes y

Es la libertad del hábito de transmutar la derrota en un estado

Es el hábito de pensar en términos de lo que deseas, no en pensar en

Es el hábito de comenzar justo donde estás, hacer lo que quieres

Es el hábito de reírse de las pequeñas contrariedades que te

Es el hábito de buscar la semilla de un beneﬁcio equivalente que

Es el hábito de tomar la vida como venga, sin rehuir lo desagradable

Es el hábito de adquirir la felicidad gracias al hacer en vez de

Es el hábito de hacer que la vida te recompense en tus propios