Tesis Agustin Guardiola Vera
Tesis Agustin Guardiola Vera
Tesis Agustin Guardiola Vera
2019
Programa de Doctorado en Economía y Gestión Empresarial
Director:
DR. José Emilio Jiménez-Beatty Navarro
La culminación de la presente Tesis Doctoral supone la finalización de una etapa de cuatro años
de continua dedicación, esfuerzo y sacrificio. He tenido la fortuna de vivir un proceso enriquecedor que me
ha inculcado competencias y valores aplicables a la vida profesional y personal donde he de destacar la
constancia, el inconformismo y entender que no se puede ir en contra del tiempo, ha reforzado mi
personalidad enseñándome a saber valorar cada instante, me ha permitido iniciar nuevos retos y será un
punto de inflexión en la siguiente etapa. Por todo ello es preciso echar la vista atrás, hacer balance y saber
valorar todo el apoyo recibido de todas aquellas personas que de una forma u otra han intervenido
haciéndolo posible, resumiéndolo en unas cuantas líneas que expresan todo mi agradecimiento.
Agradecer a mis directores, los doctores José Emilio Jiménez-Beatty y José Antonio Santacruz la
oportunidad que me dieron aceptándome como doctorando, creyendo en mí y en el proyecto desde el primer
día, ya que sin esa oportunidad no hubiese podido disfrutar de todo esto; gracias por haberme ayudado y
guiado pese a las grandes exigencias que nos hemos encontrado y por brindarme la posibilidad de iniciar la
primera experiencia docente universitaria, seguro que el futuro nos mantiene colaborando y os lo puedo
revertir…
I
Carpe Diem…
Se dice que somos un compendio de las personas con las que nos relacionamos, estas líneas son
las más difíciles de expresar ya que las palabras, aunque perennes, nunca serán suficientes para agradecer
lo afortunado que soy al tener unos pilares tan fuertes que sustentan mi vida.
Agradecer a mi familia; mi hermano Marcos, mi madre Judith y mi padre Agustín una niñez y una
adolescencia completa y feliz, me habéis permitido hacer y estudiar todo lo que he querido sin tener que
preocuparme por nada, siempre quitándoos lo vuestro y sacrificados, apoyándome en todo de forma
incondicional, dejándome total libertad, educándome e inculcándome valores que muestran con orgullo
quien soy. Gracias por ayudarme en todo y por enseñarme a que el verdadero objetivo es disfrutar del
camino…
Agradecer a mi pareja, Noelia, el cariño y el ánimo diario a lo largo de estos largos cuatro años, lo fácil que
me ha resultado al ayudarme a sólo tener que centrarme en esta pequeña locura de cinco horas diarias de
lunes a domingo, si alguien sabe realmente el sacrificio de estos años, eres tú, gracias por entenderlo, creer
en mí y vivirlo juntos… no teniendo nada sobre la mitad…
Agradecer a mis amigos; Daniel Hernández, Daniel Roldán y Óscar Pérez los fantásticos ratos vividos, que
siempre hayáis creído en mí animándome a continuar ¡Va por vosotros!
Finalmente quiero dedicar la Tesis Doctoral a mi abuela Andrea ya que desde pequeñito siempre me decía
que llegaría donde quisiese ¡porque tú vales mucho Agustinito, tu estudia hijo mío! ya que cuando uno es
joven le cuesta ver la importancia de las cosas, no se puede volver atrás pero sí se quedan grabadas…
Gracias por haberme ayudado siempre, donde estés seguro que sigues orgullosa.
II
ÍNDICE DE CONTENIDOS
1. INTRODUCCIÓN. ................................................................................................................................. 3
1.1. Planteamiento del problema y del objeto de estudio. ............................................................................ 4
1.1.1. El deporte demanda seguridad. ...................................................................................................... 4
1.1.2. La importancia de la seguridad en el fenómeno deportivo, un valor en auge. ............................... 5
1.1.3. El triple imperativo de la seguridad: necesidad, derecho y obligación. ....................................... 12
1.1.4. Tendencias del sector deportivo que marcan dónde actuar en el ámbito de la seguridad............. 14
1.1.5. Exposición del objeto de estudio y de las líneas de investigación a desarrollar. .......................... 17
1.2. Delimitación del objeto de estudio. ..................................................................................................... 21
1.3. Proceso metodológico. ........................................................................................................................ 23
1.3.1. Planteamiento del marco teórico y contextual (planteamiento del marco teórico y breve
descripción de cada bloque que lo compone). ........................................................................................ 23
1.3.2. Planteamiento de los objetivos. .................................................................................................... 28
1.3.3. Elaboración de la Estrategia de investigación. ............................................................................. 29
1.4. Estructura de la Tesis Doctoral. ........................................................................................................... 34
1.5. Planificación temporal (cronograma sobre la estructura de la Tesis Doctoral). .................................. 39
1.5.1. Planificación temporal del primer periodo de investigación. ....................................................... 40
1.5.2. Planificación temporal del segundo periodo de investigación. .................................................... 42
1.5.3. Planificación temporal del tercer periodo de investigación. ......................................................... 44
III
2.2.1.2.1. Paleolítico. ..................................................................................................................... 96
2.2.1.2.2. Mesolítico. ..................................................................................................................... 99
2.2.1.2.3. Neolítico. ....................................................................................................................... 99
2.2.1.2.4. Eneolítico o Edad de los metales. ............................................................................... 101
2.2.1.3. Segundo periodo, la Edad Antigua. .................................................................................... 104
2.2.1.3.1. Las primeras civilizaciones (civilizaciones primarias). ............................................... 105
2.2.1.3.1.1. Mesopotamia. ....................................................................................................... 105
2.2.1.3.1.2. Egipto. .................................................................................................................. 106
2.2.1.3.1.3. China. ................................................................................................................... 107
2.2.1.3.1.4. India. .................................................................................................................... 107
2.2.1.3.2. Las civilizaciones secundarias. .................................................................................... 109
2.2.1.3.2.1. Creta. .................................................................................................................... 110
2.2.1.3.2.2. Grecia. .................................................................................................................. 110
2.2.1.3.2.3. Etruria (civilización etrusca). ............................................................................... 116
2.2.1.3.2.4. Roma. ................................................................................................................... 116
2.2.1.4. Tercer periodo, la Edad Media. ........................................................................................... 123
2.2.1.5. Cuarto periodo, la Edad Moderna. ...................................................................................... 128
2.2.1.6. Quinto periodo, la Edad Contemporánea. ........................................................................... 138
2.2.1.7. La actualidad del siglo XXI. ............................................................................................... 150
2.2.2. Violencia y deporte. ................................................................................................................... 154
2.2.2.1. Revisión de antecedentes y sucesos por falta de seguridad a nivel internacional y nacional.
......................................................................................................................................................... 157
2.2.2.2. Registros de incidentes. ...................................................................................................... 163
2.2.3. La seguridad en el deporte. ........................................................................................................ 171
2.2.3.1. Investigación en seguridad y deporte (recopilación de Tesis Doctorales, investigaciones,
estudios y publicaciones relacionadas con la seguridad y el deporte). ............................................ 171
2.2.3.2. Referentes de gestión (obras, revistas, instituciones y congresos de referencia). ............... 179
2.2.4. Gestión de la seguridad en el deporte. ........................................................................................ 180
2.2.4.1. El gestor deportivo y la seguridad (la figura del gestor deportivo como máximo responsable
de la instalación). ............................................................................................................................. 184
2.2.4.2. Seguridad en los grandes eventos y en grandes infraestructuras (aproximación a su gestión).
......................................................................................................................................................... 194
2.2.4.3. Ámbitos de la seguridad en instalaciones deportivas (aspectos, dimensiones, ordenación y
clasificación). ................................................................................................................................... 207
2.3. Legislación y seguridad. .................................................................................................................... 212
2.3.1. Introducción a la legislación deportiva. ..................................................................................... 212
2.3.2. Importancia de la legislación en el deporte. ............................................................................... 215
2.3.2.1. Importancia de la legislación en materia de seguridad deportiva. ...................................... 216
2.3.2.2. Responsabilidades en el deporte/en la gestión deportiva. ................................................... 217
2.3.2.2.1. Responsabilidad civil en el deporte/en la gestión deportiva. ....................................... 218
2.3.2.2.2. Responsabilidad patrimonial en el deporte/en la gestión deportiva. ............................ 225
IV
2.3.2.2.3. Responsabilidad penal en el deporte/en la gestión deportiva. ..................................... 226
2.3.3. Ordenación y clasificación de la normativa de seguridad en el ámbito deportivo. .................... 230
2.3.3.1. Bases para recopilar la normativa de seguridad según sus ámbitos en tres niveles
territoriales. ...................................................................................................................................... 232
2.4. Riesgos y seguridad. .......................................................................................................................... 237
2.4.1. Introducción a los riesgos en el deporte. .................................................................................... 237
2.4.2. Concepto y definición de riesgo. ................................................................................................ 245
2.4.2.1. Gestión del riesgo (risk management). ............................................................................... 251
2.4.2.1.1. Valoración del riesgo (risk assesment). ....................................................................... 256
2.4.2.1.2. Control y tratamiento del riesgo (risk control and risk treatment). .............................. 261
2.4.2.2. Métodos de identificación y análisis de riesgos. ................................................................. 264
2.4.3. Gestión de riesgos en el contexto deportivo. .............................................................................. 271
2.4.3.1. El Método Mosler para el análisis de riesgos...................................................................... 280
2.5. Documentos y seguridad. .................................................................................................................. 286
2.5.1. Identificación y clasificación de los documentos organizativos existentes para la gestión de
riesgos en instalaciones deportivas. ..................................................................................................... 286
2.5.2. Documentos organizativos de gestión de riesgos de obligado cumplimiento en el marco del
objeto de estudio. ................................................................................................................................. 287
2.5.2.1. Plan de Autoprotección, Plan de Actuación ante Emergencias y Libro del Edificio:
identificación, contenido, estructura, referentes y aplicación. ......................................................... 287
2.5.2.2. Documento de Seguridad de Datos de Carácter Personal: identificación, contenido,
estructura, referentes y aplicación.................................................................................................... 295
2.5.2.3. Plan de Prevención de Riesgos Laborales: identificación, contenido, estructura, referentes y
aplicación. ........................................................................................................................................ 303
2.5.3. Documentos organizativos de gestión de riesgos de no obligado cumplimiento en el marco del
objeto de estudio. ................................................................................................................................. 311
2.5.3.1. Plan (protocolos) de Emergencias Sanitarias: identificación, contenido, estructura, referentes
y aplicación. ..................................................................................................................................... 312
2.5.3.2. Plan de Seguridad: identificación, contenido, estructura, referentes y aplicación. ............. 314
2.5.4. Inclusión e integración en documentos de ámbito superior: Plan Director de Seguridad. ......... 326
V
4.7. Configuración del Plan de análisis estadístico. .................................................................................. 463
VI
ÍNDICE DE TABLAS
VII
Tabla 25. Legislación de aplicación asociada al Grupo de Riesgo 4. Riesgos de Daños para los Derechos
de los Concurrentes y a su Catálogo de Riesgos asociado en base a su Estructura Normativa... ............. 837
Tabla 26. Legislación de aplicación asociada al Grupo de Riesgo 5. Riesgos Laborales y a su Catálogo de
Riesgos asociado en base a su Estructura Normativa. .............................................................................. 845
Tabla 27. Recopilación Normativa del Grupo de Riesgo 1. Riesgos de Daños por Actos Antisociales. .. 391
Tabla 28. Recopilación Normativa del Grupo de Riesgo 2. Riesgos de Daños Colectivos por situaciones de
Emergencia y Evacuación. ....................................................................................................................... 393
Tabla 29. Recopilación Normativa del Grupo de Riesgo 3. Riesgos de Daños Individuales por Accidentes.
.................................................................................................................................................................. 395
Tabla 30. Recopilación Normativa del Grupo de Riesgo 4. Riesgos de Daños para los Derechos de los
Concurrentes. ............................................................................................................................................ 397
Tabla 31. Recopilación Normativa del Grupo de Riesgo 5. Riesgos Laborales. ...................................... 399
Tabla 32. Cuantías totales de los Documentos Normativos que configuran la Recopilación Normativa,
según los ámbitos territoriales de los cinco Grupos de Riesgo. ................................................................ 401
Tabla 33. Cuantías totales de los distintos Documentos Normativos que configuran la Recopilación
Normativa, según los cinco Grupos de Riesgo. ........................................................................................ 402
Tabla 34. Normativa del Grupo de Riesgo 2. Riesgos de Daños Colectivos por situaciones de Emergencia
y Evacuación, asociada al Grupo de Riesgo 1. Riesgos de Daños por Actos Antisociales. ..................... 434
Tabla 35. Normativa del Grupo de Riesgo 3. Riesgos de Daños Individuales por Accidentes, asociada al
Grupo de Riesgo 1. Riesgos de Daños por Actos Antisociales. ............................................................... 435
Tabla 36. Normativa del Grupo de Riesgo 4. Riesgos de Daños para los Derechos de los Concurrentes,
asociada al Grupo de Riesgo 1. Riesgos de Daños por Actos Antisociales. ............................................. 435
Tabla 37. Normativa del Grupo de Riesgo 5. Riesgos Laborales, asociada al Grupo de Riesgo 1. Riesgos
de Daños por Actos Antisociales. ............................................................................................................. 436
Tabla 38. Cronología de realización del trabajo de campo en cada Centro Deportivo Municipal (CDM).
.................................................................................................................................................................. 446
Tabla 39. Riesgos identificados incluidos en el Estudio de Riesgos. ....................................................... 963
Tabla 40. Ejemplo de cuadro resumen de las medidas de seguridad identificadas incluidas en el Estudio de
Riesgos. .................................................................................................................................................... 460
Tabla 41. Medidas de seguridad identificadas incluidas en el Estudio de Riesgos. ................................. 986
Tabla 42. Propuesta de cuadro resumen de recursos humanos y materiales para la aplicación de las medidas
de seguridad identificadas en el Estudio de Riesgos. ............................................................................... 460
Tabla 43. Plan estadístico del Cuestionario de Seguridad en Instalaciones Deportivas. .......................... 464
Tabla 44. Plan estadístico de la primera parte del Estudio de Riesgos. .................................................... 466
Tabla 45. Plan estadístico de la segunda parte del Estudio de Riesgos. ................................................... 469
Tabla 46. Alfa de Cronbach del Cuestionario de Seguridad en Instalaciones Deportivas. ....................... 486
Tabla 47. Frecuencias y porcentajes de respuesta de la primera pregunta del Cuestionario de Seguridad en
Instalaciones Deportivas. .......................................................................................................................... 487
Tabla 48. Saldos de respuesta de la primera pregunta del Cuestionario de Seguridad en Instalaciones
Deportivas. ............................................................................................................................................... 487
VIII
Tabla 49. Moda, mediana y media de la primera pregunta del Cuestionario de Seguridad en Instalaciones
Deportivas. ............................................................................................................................................... 488
Tabla 50. Frecuencias y porcentajes de las justificaciones de las respuestas de la primera pregunta del
Cuestionario de Seguridad en Instalaciones Deportivas. .......................................................................... 489
Tabla 51. Frecuencias y porcentajes de respuesta de la segunda pregunta del Cuestionario de Seguridad en
Instalaciones Deportivas. .......................................................................................................................... 490
Tabla 52. Frecuencias y porcentajes de las justificaciones de las respuestas de la segunda pregunta del
Cuestionario de Seguridad en Instalaciones Deportivas. .......................................................................... 491
Tabla 53. Frecuencias y porcentajes de respuesta de la tercera pregunta del Cuestionario de Seguridad en
Instalaciones Deportivas. .......................................................................................................................... 493
Tabla 54. Frecuencias y porcentajes de las justificaciones de las respuestas de la tercera pregunta del
Cuestionario de Seguridad en Instalaciones Deportivas. .......................................................................... 494
Tabla 55. Tabla cruzada de la segunda y la tercera pregunta del Cuestionario de Seguridad en Instalaciones
Deportivas. ............................................................................................................................................... 494
Tabla 56. Coeficiente de correlación de Spearman entre la segunda y la tercera pregunta del Cuestionario
de Seguridad en Instalaciones Deportivas. ............................................................................................... 495
Tabla 57. Frecuencias y porcentajes de respuesta de la cuarta pregunta del Cuestionario de Seguridad en
Instalaciones Deportivas. .......................................................................................................................... 496
Tabla 58. Frecuencias y porcentajes de las justificaciones de las respuestas de la cuarta pregunta del
Cuestionario de Seguridad en Instalaciones Deportivas. .......................................................................... 497
Tabla 59. Frecuencias y porcentajes de respuesta de la quinta pregunta del Cuestionario de Seguridad en
Instalaciones Deportivas. .......................................................................................................................... 499
Tabla 60. Frecuencias y porcentajes de las justificaciones de las respuestas de la quinta pregunta del
Cuestionario de Seguridad en Instalaciones Deportivas. .......................................................................... 500
Tabla 61. Tabla cruzada de la cuarta y la quinta pregunta del Cuestionario de Seguridad en Instalaciones
Deportivas. ............................................................................................................................................... 501
Tabla 62. Coeficiente de correlación de Spearman entre la cuarta y la quinta pregunta del Cuestionario de
Seguridad en Instalaciones Deportivas. .................................................................................................... 502
Tabla 63. Frecuencias y porcentajes de respuesta de la sexta pregunta del Cuestionario de Seguridad en
Instalaciones Deportivas. .......................................................................................................................... 503
Tabla 64. Frecuencias y porcentajes de las justificaciones de las respuestas de la sexta pregunta del
Cuestionario de Seguridad en Instalaciones Deportivas. .......................................................................... 504
Tabla 65. Tabla cruzada de la sexta y la cuarta pregunta del Cuestionario de Seguridad en Instalaciones
Deportivas. ............................................................................................................................................... 505
Tabla 66. Coeficiente de correlación de Spearman entre la sexta y la cuarta pregunta del Cuestionario de
Seguridad en Instalaciones Deportivas. .................................................................................................... 506
Tabla 67. Tabla cruzada de la sexta y la quinta pregunta del Cuestionario de Seguridad en Instalaciones
Deportivas. ............................................................................................................................................... 506
Tabla 68. Coeficiente de correlación de Spearman entre la sexta y la quinta pregunta del Cuestionario de
Seguridad en Instalaciones Deportivas. .................................................................................................... 507
IX
Tabla 69. Frecuencias y porcentajes de respuesta de la séptima pregunta del Cuestionario de Seguridad en
Instalaciones Deportivas. .......................................................................................................................... 508
Tabla 70. Frecuencias y porcentajes de las justificaciones de las respuestas de la séptima pregunta del
Cuestionario de Seguridad en Instalaciones Deportivas. .......................................................................... 509
Tabla 71. Tabla cruzada de la sexta y la séptima pregunta del Cuestionario de Seguridad en Instalaciones
Deportivas. ............................................................................................................................................... 510
Tabla 72. Coeficiente de correlación de Spearman entre la sexta y la séptima pregunta del Cuestionario de
Seguridad en Instalaciones Deportivas. .................................................................................................... 511
Tabla 73. Tabla cruzada de la séptima y la primera pregunta del Cuestionario de Seguridad en Instalaciones
Deportivas. ............................................................................................................................................... 512
Tabla 74. Coeficiente de correlación de Spearman entre la séptima y la primera pregunta del Cuestionario
de Seguridad en Instalaciones Deportivas. ............................................................................................... 513
Tabla 75. Tabla cruzada de la séptima y la cuarta pregunta del Cuestionario de Seguridad en Instalaciones
Deportivas. ............................................................................................................................................... 513
Tabla 76. Coeficiente de correlación de Spearman entre la séptima y la cuarta pregunta del Cuestionario de
Seguridad en Instalaciones Deportivas. .................................................................................................... 514
Tabla 77. Tabla cruzada de la séptima y la quinta pregunta del Cuestionario de Seguridad en Instalaciones
Deportivas. ............................................................................................................................................... 515
Tabla 78. Coeficiente de correlación de Spearman entre la séptima y la quinta pregunta del Cuestionario de
Seguridad en Instalaciones Deportivas. .................................................................................................... 516
Tabla 79. Listado de expresiones formales de riesgo en orden descendente en base a porcentajes de riesgos
muy elevados. ........................................................................................................................................... 520
Tabla 80. Listado completo de expresiones formales de riesgo en orden descendente en base a porcentajes
de riesgos muy elevados. ........................................................................................................................ 1167
Tabla 81. Porcentajes y frecuencias de la expresión formal de riesgo con mayor porcentaje de riesgo muy
elevado. .................................................................................................................................................... 522
Tabla 82. Listado de expresiones formales de riesgo en orden descendente en base al sumatorio de
porcentajes de riesgos elevados y muy elevados. ..................................................................................... 522
Tabla 83. Listado completo de expresiones formales de riesgo en orden descendente en base al sumatorio
de porcentajes de riesgos elevados y muy elevados. .............................................................................. 1183
Tabla 84. Porcentajes y frecuencias de la expresión formal de riesgo con mayor sumatorio de porcentajes
de riesgo elevado y muy elevado. ............................................................................................................. 524
Tabla 85. Listado de expresiones formales de riesgo en orden descendente en base a la puntuación total que
obtienen todos los porcentajes de riesgos al ser multiplicados por un coeficiente particular. .................. 525
Tabla 86. Listado completo de expresiones formales de riesgo en orden descendente en base a la puntuación
total que obtienen todos los porcentajes de riesgos al ser multiplicados por un coeficiente particular. . 1201
Tabla 87. Listado de expresiones formales de riesgo en orden descendente en base a sus puntuaciones
medias....................................................................................................................................................... 528
Tabla 88. Listado completo de expresiones formales de riesgo en orden descendente en base a sus
puntuaciones medias. .............................................................................................................................. 1233
X
Tabla 89. Cruce de las primeras veinticinco expresiones formales de riesgo del primer listado (Tabla 79),
con las posiciones que ostentan en el segundo listado (Tabla 82), tercer listado (Tabla 85) y cuarto listado
(Tabla 87). ................................................................................................................................................ 530
Tabla 90. Cruce de las primeras veinticinco expresiones formales de riesgo del primer listado (Tabla 79) y
del segundo listado (Tabla 82). ................................................................................................................ 531
Tabla 91. Listado de expresiones formales de riesgo en orden descendente en base a la media de las
posiciones que ostentan en el primer listado (Tabla 79) y el segundo listado (Tabla 82). ....................... 532
Tabla 92. Listado completo de expresiones formales de riesgo en orden descendente en base a la media de
las posiciones que ostentan en el listado completo de expresiones formales de riesgo en orden descendente
en base a porcentajes de riesgos muy elevados (primer listado completo, Tabla 80) y en el listado completo
de expresiones formales de riesgo en orden descendente en base al sumatorio de porcentajes de riesgos
elevados y muy elevados (segundo listado completo, Tabla 83). ........................................................... 1249
Tabla 93. Cruce de las primeras veinticinco expresiones formales de riesgo del quinto listado (Tabla 91) y
del tercer listado (Tabla 85). ..................................................................................................................... 534
Tabla 94. Listado de expresiones formales de riesgo en orden descendente en base a la media de las
posiciones que ostentan en el quinto listado (Tabla 91) y en el tercer listado (Tabla 85). ....................... 536
Tabla 95. Listado completo de expresiones formales de riesgo en orden descendente en base a la media de
las posiciones que ostentan en el listado completo de expresiones formales de riesgo en orden descendente
en base a la media de las posiciones que ostentan en el listado completo de expresiones formales de riesgo
en orden descendente en base a la media de las posiciones que ostentan en el listado completo de
expresiones formales de riesgo en orden descendente en base a porcentajes de riesgos muy elevados (primer
listado completo, Tabla 80) y en el listado completo de expresiones formales de riesgo en orden descendente
en base al sumatorio de porcentajes de riesgos elevados y muy elevados (segundo listado completo, Tabla
83) (quinto listado completo, Tabla 92) y en el Listado completo de expresiones formales de riesgo en orden
descendente en base a la puntuación total que obtienen todos los porcentajes de riesgos al ser multiplicados
por un coeficiente particular (tercer listado completo Tabla 86). ........................................................... 1266
Tabla 96. Cruce de las primeras veinticinco expresiones formales de riesgo del quinto listado (Tabla 91) y
del cuarto listado (Tabla 87). .................................................................................................................... 538
Tabla 97. Listado de expresiones formales de riesgo en orden descendente en base a la media de las
posiciones que ostentan en el quinto listado (Tabla 91) y en el cuarto listado (Tabla 87). ...................... 539
Tabla 98. Listado completo de expresiones formales de riesgo en orden descendente en base a la media de
las posiciones que ostentan en el listado completo de expresiones formales de riesgo en orden descendente
en base a la media de las posiciones que ostentan en el listado completo de expresiones formales de riesgo
en orden descendente en base a porcentajes de riesgos muy elevados (primer listado completo, Tabla 80) y
en el listado completo de expresiones formales de riesgo en orden descendente en base al sumatorio de
porcentajes de riesgos elevados y muy elevados (segundo listado completo, Tabla 83) (quinto listado
completo, Tabla 92) y en el listado completo de expresiones formales de riesgo en orden descendente en
base a sus puntuaciones medias (cuarto listado completo, Tabla 88). .................................................... 1284
Tabla 99. Extracto seleccionado del listado de expresiones formales de riesgo en orden descendente en base
a su desviación típica. ............................................................................................................................... 542
XI
Tabla 100. Listado completo de expresiones formales de riesgo en orden descendente en base a su
desviación típica. .................................................................................................................................... 1301
Tabla 101. Porcentajes y frecuencias de riesgo del CDM Centro Integrado Arganzuela. ...................... 1326
Tabla 102. Porcentajes y frecuencias de riesgo del CDM Daoiz y Velarde. .......................................... 1327
Tabla 103. Porcentajes y frecuencias de riesgo del CDM La Chopera. .................................................. 1328
Tabla 104. Porcentajes y frecuencias de riesgo del CDM Gimnasio Moscardó. .................................... 1329
Tabla 105. Porcentajes y frecuencias de riesgo del CDM Pradillo. ........................................................ 1330
Tabla 106. Porcentajes y frecuencias de riesgo del CDM Playa Victoria. ............................................. 1331
Tabla 107. Porcentajes y frecuencias de riesgo del CDM Triángulo de Oro. ......................................... 1332
Tabla 108. Porcentajes y frecuencias de riesgo del CDM Vicente del Bosque. ..................................... 1333
Tabla 109. Porcentajes y frecuencias de riesgo del CDM La Masó. ...................................................... 1334
Tabla 110. Porcentajes y frecuencias de riesgo del CDM Aluche. ......................................................... 1335
Tabla 111. Porcentajes y frecuencias de riesgo del CDM Gallur. .......................................................... 1336
Tabla 112. Porcentajes y frecuencias de riesgo del CDM Alberto García.............................................. 1337
Tabla 113. Porcentajes y frecuencias de riesgo del CDM Puente de Vallecas. ...................................... 1338
Tabla 114. Porcentajes y frecuencias de riesgo del CDM Entrevías. ..................................................... 1339
Tabla 115. Porcentajes y frecuencias de riesgo del CDM Palomeras. .................................................... 1340
Tabla 116. Porcentajes y frecuencias de riesgo del CDM Moratalaz. .................................................... 1341
Tabla 117. Porcentajes y frecuencias de riesgo del CDM La Elipa. ....................................................... 1342
Tabla 118. Porcentajes y frecuencias de riesgo del CDM El Espinillo. ................................................. 1343
Tabla 119. Porcentajes y frecuencias de riesgo del CDM Félix Rubio. ................................................. 1344
Tabla 120. Porcentajes y frecuencias de riesgo del CDM Raúl González. ............................................. 1345
Tabla 121. Porcentajes y frecuencias de riesgo del CDM Plata y Castañar. .......................................... 1346
Tabla 122. Porcentajes y frecuencias de riesgo del CDM Cerro Almodóvar. ........................................ 1347
Tabla 123. Porcentajes y frecuencias de riesgo del CDM Miguel Guillén Prim. ................................... 1348
Tabla 124. Porcentajes y frecuencias de riesgo del CDM Vicálvaro...................................................... 1349
Tabla 125. Porcentajes y frecuencias de riesgo del CDM Valdebernardo. ............................................. 1350
Tabla 126. Porcentajes y frecuencias de riesgo del CDM Barajas. ........................................................ 1351
Tabla 127. Listado en orden descendente de los distintos Centros Deportivos Municipales (CDM) en base
al sumatorio de los porcentajes de riesgos elevados y muy elevados. ...................................................... 549
Tabla 128. Listado en orden descendente de los distintos Centros Deportivos Municipales (CDM) en base
a sus puntuaciones medias de todos los riesgos. ....................................................................................... 553
Tabla 129. Cruce del listado que ordena los Centros Deportivos Municipales (CDM) en base a sus
porcentajes de riesgos elevados y muy elevados y el listado que ordena los Centros Deportivos Municipales
(CDM) en base a sus puntuaciones medias de todos los riesgos. ............................................................. 556
Tabla 130. Listado de los Centros Deportivos Municipales (CDM) en orden descendente en base a la media
de las posiciones que ostentan en el listado de ordenación en base a sus porcentajes de riesgos elevados y
muy elevados y, en el listado de ordenación en base a sus puntuaciones medias de todos los riesgos. ... 558
Tabla 131. Porcentajes de disposición de las medidas de seguridad filtradas en todos los Centros Deportivos
Municipales (CDM). ................................................................................................................................ 560
XII
Tabla 132. Medidas de seguridad filtradas incluidas en el Estudio de Riesgos. ..................................... 1353
Tabla 133. Listado de Centros Deportivos Municipales (CDM) en orden descendente en base al porcentaje
de disposición de medidas de seguridad filtradas. .................................................................................... 563
Tabla 134. Propuesta de modelo de Plan de Seguridad en instalaciones deportivas. ............................... 570
Tabla 135. Propuesta de modelo de Plan de Emergencias Sanitarias en instalaciones deportivas. ......... 597
Tabla 136. Intervenciones de la Policía Municipal con detenidos e imputados en los distintos distritos de la
ciudad de Madrid en 2016... ..................................................................................................................... 670
Tabla 137. Evolución de las intervenciones de la Policía Municipal con detenidos e imputados por año y
distrito entre 2007 y 2016 en el Ayuntamiento de Madrid... .................................................................... 671
Tabla 138. Posición en número de intervenciones de la Policía Municipal con detenidos e imputados entre
2007 y 2016 de los distintos distritos de la ciudad de Madrid... ............................................................... 672
Tabla 139. Evolución de los Indicadores de Situación y de Evolución de la Seguridad Pública entre 2008 y
2017 en la ciudad de Madrid.. .................................................................................................................. 673
Tabla 140. Evolución de las infracciones administrativas denunciadas por la Policía Municipal entre 2007
y 2016 en la ciudad de Madrid... .............................................................................................................. 674
Tabla 141. Indicadores de Situación y de Evolución de la Seguridad Pública en 2017 en la ciudad de
Madrid... ................................................................................................................................................... 675
Tabla 142. Precio medio de la vivienda de segunda mano en los distintos distritos de la ciudad de Madrid
en 2017. .................................................................................................................................................... 676
Tabla 143. Promedios de las superficies de las viviendas construidas en los distintos distritos de la ciudad
de Madrid en 2017. ................................................................................................................................... 677
Tabla 144. Alumnos de enseñanzas de régimen general en centros privados y porcentaje de alumnos en
centros privados respecto al sumatorio de alumnos en centros privados y públicos en los distintos distritos
de la ciudad de Madrid en 2017................................................................................................................ 678
Tabla 145. Alumnos de enseñanzas de régimen general en centros públicos y porcentaje de alumnos en
centros públicos respecto al sumatorio de alumnos en centros públicos y privados en los distintos distritos
de la ciudad de Madrid en 2017................................................................................................................ 679
Tabla 146. Personas atendidas en la unidad de primera atención en los centros de servicios sociales y
porcentaje de personas atendidas respecto al total de personas atendidas en los distintos distritos de la ciudad
de Madrid en 2017.................................................................................................................................... 680
Tabla 147. Personas atendidas por el servicio de educación social y porcentaje de personas atendidas
respecto al total de personas atendidas en los distintos distritos de la ciudad de Madrid en 2017. .......... 680
Tabla 148. Familias atendidas por el servicio de educación social y porcentaje de familias atendidas
respecto al total de familias atendidas en los distintos distritos de la ciudad de Madrid en 2017... ......... 681
Tabla 149. Procedencia de las demandas de intervención (nuevas en el año) de Centros de Atención a la
Infancia (CAI) respecto al total de demandas en los distintos distritos de la ciudad de Madrid en 2017..
.................................................................................................................................................................. 682
Tabla 150. Tasa de paro en los distintos distritos de la ciudad de Madrid en 2018.. ................................ 683
Tabla 151. Renta neta media por hogar (euros) en los distintos distritos de la ciudad de Madrid en 2015...
.................................................................................................................................................................. 684
XIII
Tabla 152. Importe medio del crédito contratado por transacción de vivienda (euros) en los distintos
distritos de la ciudad de Madrid en 2017... ............................................................................................... 685
Tabla 153. Importe medio del crédito contratado por m² de vivienda (euros) en los distintos distritos de la
ciudad de Madrid en 2017... ..................................................................................................................... 686
Tabla 154. Número de turismos por 100 habitantes en los distintos distritos de la ciudad de Madrid en 2017.
.................................................................................................................................................................. 686
Tabla 155. Número de turismos por hogar en los distintos distritos de la ciudad de Madrid en 2017. .... 687
Tabla 156. Porcentaje de población (mayores de veinticinco años) sin estudios respecto al total de residentes
de cada distrito en los distintos distritos de la ciudad de Madrid en 2017.. .............................................. 688
Tabla 157. Porcentaje de población (mayores de veinticinco años) con sólo estudios primarios respecto al
total de residentes de cada distrito en los distintos distritos de la ciudad de Madrid en 2017... ............... 689
Tabla 158. Porcentaje de población (mayores de veinticinco años) con estudios superiores respecto al total
de residentes en los distintos distritos de la ciudad de Madrid en 2017.. ................................................. 690
Tabla 159. Porcentajes de población de nacionalidad extranjera sobre el total de la población de cada distrito
en los distintos distritos de la ciudad de Madrid en 2018.. ....................................................................... 691
Tabla 160. Porcentaje de alumnos extranjeros sobre el total de alumnos en régimen general de cada distrito
en los distintos distritos de la ciudad de Madrid en 2018... ...................................................................... 694
Tabla 161. Personas atendidas en la unidad de primera atención en los centros de servicios sociales y
porcentaje de personas atendidas respecto a la población de cada distrito en los distintos distritos de la
ciudad de Madrid en 2017.. ...................................................................................................................... 695
Tabla 162. Personas atendidas por el servicio de educación social y porcentaje de personas atendidas
respecto a la población de cada distrito en los distintos distritos de la ciudad de Madrid en 2017. ......... 696
Tabla 163. Familias atendidas por el servicio de educación social y porcentaje de familias atendidas
respecto a la población de cada distrito en los distintos distritos de la ciudad de Madrid en 2017... ....... 697
Tabla 164. Procedencia de las demandas de intervención (nuevas en el año) de Centros de Atención a la
Infancia (CAI) respecto a la población de cada distrito en los distintos distritos de la ciudad de Madrid en
2017... ....................................................................................................................................................... 698
Tabla 165. Intervenciones de la Policía Municipal con detenidos e imputados en el año 2016 en los distritos
con piscinas de verano del Ayuntamiento de Madrid... ............................................................................ 700
XIV
ÍNDICE DE FIGURAS
XV
Figura 33. Matriz del riesgo cuantitativa en base a cinco probabilidades estimadas y a cinco consecuencias
esperadas.. ................................................................................................................................................ 248
Figura 34. Matriz del riesgo cualitativa en base a cinco probabilidades estimadas y a cinco consecuencias
esperadas.. ................................................................................................................................................ 249
Figura 35. Mapa de riesgos y oportunidades en base a cinco probabilidades estimadas y a cinco
consecuencias esperadas. .......................................................................................................................... 249
Figura 36. Ciclo completo del proceso de gestión de riesgos. .................................................................. 253
Figura 37. Ciclo simplificado del proceso de gestión de riesgos. ............................................................. 254
Figura 38. Visión general del proceso de gestión de riesgos adaptada de AS/NZS 4360.. ...................... 255
Figura 39. Proceso de gestión del riesgo. ................................................................................................. 256
Figura 40. Relación entre risk management (gestión del riesgo) y risk assesment (valoración del riesgo)..
.................................................................................................................................................................. 257
Figura 41. Proceso de valoración de riesgos. ........................................................................................... 258
Figura 42. Diagrama del proceso de valoración de riesgos.. .................................................................... 258
Figura 43. Esquema general del proceso de identificación y evaluación de riesgos según OHSAS. ....... 259
Figura 44. Proceso de gestión de riesgos en instalaciones deportivas.. .................................................... 273
Figura 45. Secuencia de cálculo del índice de riesgo prioridad (RPN) del método (FMEA).. ................. 275
Figura 46. Mosler Safe Company.. ........................................................................................................... 284
Figura 47. Puerta blindada construida por Mosler Safe Company.. ......................................................... 284
Figura 48. Remite de informe técnico del Director General de Emergencias y Protección Civil del
Ayuntamiento de Madrid sobre el Plan de Autoprotección del Pabellón Madrid Arena. ......................... 291
Figura 49. Información referente a protección de datos de la Dirección General de Deportes del
Ayuntamiento de Madrid del tratamiento “Información Institucional”. ................................................... 298
Figura 50. Información referente a protección de datos de la Dirección General de Deportes del
Ayuntamiento de Madrid del tratamiento “Usuarios de Actividades Deportivas”. .................................. 298
Figura 51. Información referente a protección de datos de la Dirección General de Deportes del
Ayuntamiento de Madrid del tratamiento “Usuarios de Programas de Psicomotricidad”.. ...................... 299
Figura 52. Información referente a protección de datos de la Dirección General de Deportes del
Ayuntamiento de Madrid del tratamiento “Competiciones Deportivas”. ................................................. 299
Figura 53. Información referente a protección de datos de la Dirección General de Deportes del
Ayuntamiento de Madrid del tratamiento “Gestión de Medicina Deportiva”. ......................................... 300
Figura 54. Información referente a protección de datos de la Dirección General de Deportes del
Ayuntamiento de Madrid del tratamiento “Gestión y Control de Personal”. ........................................... 300
Figura 55. Derechos de protección de datos personales en virtud del Reglamento Europeo de Protección de
datos.. ....................................................................................................................................................... 302
Figura 56. Formulario normalizado de ejercicio de derechos de protección de datos. ............................. 303
Figura 57. Grupos de Riesgo que afectan a una instalación deportiva y documentos asociados.. ............ 367
Figura 58. Catálogos de Riesgos asociados a los Grupos de Riesgo que afectan a una instalación deportiva..
.................................................................................................................................................................. 374
XVI
Figura 59. Estructuras Normativas que abarcan y engloban los Catálogos de Riesgos asociados a los Grupos
de Riesgo que afectan a una instalación deportiva.. ................................................................................. 384
Figura 60. Estructura de la Recopilación Normativa asociada a cada Grupo de Riesgo.. ........................ 389
Figura 61. Cuestionario de Seguridad en Instalaciones Deportivas.......................................................... 405
Figura 62. Interpretación del Cuestionario de Seguridad en Instalaciones Deportivas. ........................... 406
Figura 63. Carta de Presentación de la Universidad de Alcalá para solicitar poder desarrollar el trabajo de
campo de la Tesis Doctoral. ..................................................................................................................... 407
Figura 64. Estructura Orgánica del Ayuntamiento de Madrid. ................................................................. 408
Figura 65. Estructura Orgánica del Área de Gobierno de Cultura y Deportes del Ayuntamiento de Madrid..
.................................................................................................................................................................. 408
Figura 66. Ubicación en el mapa de los distritos de Madrid.. .................................................................. 409
Figura 67. Proceso de autorización del trabajo de campo de la Tesis Doctoral. ....................................... 410
Figura 68. Autorización del Distrito 2 Arganzuela para desarrollar el trabajo de campo de la Tesis Doctoral
en los Centros Deportivos Municipales (CDM) de gestión directa pertenecientes al Distrito. ................ 878
Figura 69. Autorización del Distrito 3 Retiro para desarrollar el trabajo de campo de la Tesis Doctoral en
los Centros Deportivos Municipales (CDM) de gestión directa pertenecientes al Distrito. ..................... 879
Figura 70. Autorización del Distrito 4 Salamanca para desarrollar el trabajo de campo de la Tesis Doctoral
en los Centros Deportivos Municipales (CDM) de gestión directa pertenecientes al Distrito. ................ 880
Figura 71. Autorización del Distrito 5 Chamartín para desarrollar el trabajo de campo de la Tesis Doctoral
en los Centros Deportivos Municipales (CDM) de gestión directa pertenecientes al Distrito. ................ 881
Figura 72. Autorización del Distrito 6 Tetuán para desarrollar el trabajo de campo de la Tesis Doctoral en
los Centros Deportivos Municipales (CDM) de gestión directa pertenecientes al Distrito. ..................... 882
Figura 73. Autorización del Distrito 8 Fuencarral-El Pardo para desarrollar el trabajo de campo de la Tesis
Doctoral en los Centros Deportivos Municipales (CDM) de gestión directa pertenecientes al Distrito. .. 883
Figura 74. Autorización del Distrito 10 Latina para desarrollar el trabajo de campo de la Tesis Doctoral en
los Centros Deportivos Municipales (CDM) de gestión directa pertenecientes al Distrito.. .................... 884
Figura 75. Autorización del Distrito 13 Puente de Vallecas para desarrollar el trabajo de campo de la Tesis
Doctoral en los Centros Deportivos Municipales (CDM) de gestión directa pertenecientes al Distrito. .. 885
Figura 76. Autorización del Distrito 14 Moratalaz para desarrollar el trabajo de campo de la Tesis Doctoral
en los Centros Deportivos Municipales (CDM) de gestión directa pertenecientes al Distrito.. ............... 886
Figura 77. Autorización del Distrito 17 Villaverde para desarrollar el trabajo de campo de la Tesis Doctoral
en los Centros Deportivos Municipales (CDM) de gestión directa pertenecientes al Distrito. ................ 887
Figura 78. Autorización del Distrito 18 Villa de Vallecas para desarrollar el trabajo de campo de la Tesis
Doctoral en los Centros Deportivos Municipales (CDM) de gestión directa pertenecientes al Distrito. .. 888
Figura 79. Autorización del Distrito 19 Vicálvaro para desarrollar el trabajo de campo de la Tesis Doctoral
en los Centros Deportivos Municipales (CDM) de gestión directa pertenecientes al Distrito. ................ 889
Figura 80. Autorización del Distrito 21 Barajas para desarrollar el trabajo de campo de la Tesis Doctoral en
los Centros Deportivos Municipales (CDM) de gestión directa pertenecientes al Distrito. ..................... 890
Figura 81. Ficha informativa de la Instalación Deportiva, anverso con la delimitación del Estudio de
Riesgos.. ................................................................................................................................................... 412
XVII
Figura 82. Interpretación del anverso de la Ficha informativa de la Instalación Deportiva. .................... 413
Figura 83. Ficha informativa de la Instalación Deportiva, reverso con el Establecimiento del modo de operar
en el Estudio de Riesgos y, los Datos de los participantes del Estudio de Riesgos y de las Medidas de
Seguridad.. ................................................................................................................................................ 414
Figura 84. Interpretación del reverso de la Ficha informativa de la Instalación Deportiva.. .................... 415
Figura 85. Método Mosler. ....................................................................................................................... 417
Figura 86. Interpretación de la plantilla del Método Mosler.. .................................................................. 417
Figura 87. Catálogo de Riesgos del Grupo de Riesgo 1. Riesgos de Daños por Actos Antisociales.. ...... 419
Figura 88. Organigrama del tipo de riesgo general, perteneciente al Catálogo de Riesgos de Daños por
Actos Antisociales.. .................................................................................................................................. 422
Figura 89. Organigrama del tipo de riesgo 1. Alteración del orden, perteneciente al Catálogo de Riesgos de
Daños por Actos Antisociales. ................................................................................................................. 423
Figura 90. Organigrama del tipo de riesgo 2. Alteración del normal desarrollo de la actividad, perteneciente
al Catálogo de Riesgos de Daños por Actos Antisociales.. ...................................................................... 424
Figura 91. Organigrama del tipo de riesgo 3. Agresiones, perteneciente al Catálogo de Riesgos de Daños
por Actos Antisociales.. ............................................................................................................................ 424
Figura 92. Organigrama del tipo de riesgo 4. Violencia, perteneciente al Catálogo de Riesgos de Daños por
Actos Antisociales.. .................................................................................................................................. 425
Figura 93. Organigrama del tipo de riesgo 5. Deterioro intencionado de las instalaciones, perteneciente al
Catálogo de Riesgos de Daños por Actos Antisociales.. .......................................................................... 426
Figura 94. Organigrama del tipo de riesgo 6. Vandalismo, perteneciente al Catálogo de Riesgos de Daños
por Actos Antisociales.. ............................................................................................................................ 427
Figura 95. Organigrama del tipo de riesgo 7. Intrusiones, perteneciente al Catálogo de Riesgos de Daños
por Actos Antisociales.. ............................................................................................................................ 428
Figura 96. Organigrama del tipo de riesgo 8. Sabotajes, perteneciente al Catálogo de Riesgos de Daños por
Actos Antisociales.. .................................................................................................................................. 428
Figura 97. Organigrama del tipo de riesgo 9. Robos, perteneciente al Catálogo de Riesgos de Daños por
Actos Antisociales.. .................................................................................................................................. 429
Figura 98. Organigrama del tipo de riesgo 10. Hurtos, perteneciente al Catálogo de Riesgos de Daños por
Actos Antisociales.. .................................................................................................................................. 430
Figura 99. Organigrama del tipo de riesgo 11. Raptos, perteneciente al Catálogo de Riesgos de Daños por
Actos Antisociales.. .................................................................................................................................. 430
Figura 100. Organigrama del tipo de riesgo 12. Venta / consumo de sustancias prohibidas, perteneciente al
Catálogo de Riesgos de Daños por Actos Antisociales.. .......................................................................... 431
Figura 101. Ejemplo-extracto de la plantilla “Identificación, Análisis y Evaluación de Riesgos”.. ......... 432
Figura 102. Interpretación de la plantilla de Identificación, Análisis y Evaluación de Riesgos. .............. 433
Figura 103. Ejemplo-extracto de la plantilla “Identificación de las medidas de seguridad”.. .................. 438
Figura 104. Interpretación de la plantilla de Identificación de las medidas de seguridad.. ...................... 438
Figura 105. Esquema de contenidos de la Herramienta para realizar Estudios de Riesgos y para Identificar
Medidas de Seguridad contra dichos riesgos en Instalaciones Deportivas.. ............................................. 440
XVIII
Figura 106. Modelo de validación de la Herramienta para realizar Estudios de Riesgos y para Identificar
Medidas de Seguridad contra dichos riesgos en Instalaciones Deportivas por parte de un/a experto/a. .. 442
Figura 107. Validación de la Herramienta para realizar Estudios de Riesgos y para Identificar Medidas de
Seguridad contra dichos riesgos en Instalaciones Deportivas por parte del experto Antonio Pérez Cala. 895
Figura 108. Validación de la Herramienta para realizar Estudios de Riesgos y para Identificar Medidas de
Seguridad contra dichos riesgos en Instalaciones Deportivas por parte del experto Francisco García
Domínguez.. ............................................................................................................................................. 896
Figura 109. Validación de la Herramienta para realizar Estudios de Riesgos y para Identificar Medidas de
Seguridad contra dichos riesgos en Instalaciones Deportivas por parte del experto Alfredo Lorenzo Mena.
.................................................................................................................................................................. 897
Figura 110. Validación de la Herramienta para realizar Estudios de Riesgos y para Identificar Medidas de
Seguridad contra dichos riesgos en Instalaciones Deportivas por parte de la experta Beatriz Martínez Díez.
.................................................................................................................................................................. 898
Figura 111. Validación de la Herramienta para realizar Estudios de Riesgos y para Identificar Medidas de
Seguridad contra dichos riesgos en Instalaciones Deportivas por parte del experto Jesús María García
Cortijo....................................................................................................................................................... 899
Figura 112. Validación de la Herramienta para realizar Estudios de Riesgos y para Identificar Medidas de
Seguridad contra dichos riesgos en Instalaciones Deportivas por parte del experto Joaquín Socías Márquez.
.................................................................................................................................................................. 900
Figura 113. Validación de la Herramienta para realizar Estudios de Riesgos y para Identificar Medidas de
Seguridad contra dichos riesgos en Instalaciones Deportivas por parte del experto Ignacio Carratalá Beloch.
.................................................................................................................................................................. 901
Figura 114. Validación de la Herramienta para realizar Estudios de Riesgos y para Identificar Medidas de
Seguridad contra dichos riesgos en Instalaciones Deportivas por parte del experto Pedro Ramón Agudo
Novo. ........................................................................................................................................................ 902
Figura 115. Validación de la Herramienta para realizar Estudios de Riesgos y para Identificar Medidas de
Seguridad contra dichos riesgos en Instalaciones Deportivas por parte del experto Carlos del Moral Orro.
.................................................................................................................................................................. 903
Figura 116. Validación de la Herramienta para realizar Estudios de Riesgos y para Identificar Medidas de
Seguridad contra dichos riesgos en Instalaciones Deportivas por parte del experto Antonio Díaz Barrantes.
.................................................................................................................................................................. 904
Figura 117. Validación de la Herramienta para realizar Estudios de Riesgos y para Identificar Medidas de
Seguridad contra dichos riesgos en Instalaciones Deportivas por parte del experto Pablo Enrique Rodríguez
Pérez. ........................................................................................................................................................ 905
Figura 118. Validación de la Herramienta para realizar Estudios de Riesgos y para Identificar Medidas de
Seguridad contra dichos riesgos en Instalaciones Deportivas por parte del experto Mario Capita Remezal.
.................................................................................................................................................................. 907
Figura 119. Validación de la Herramienta para realizar Estudios de Riesgos y para Identificar Medidas de
Seguridad contra dichos riesgos en Instalaciones Deportivas por parte del experto Manuel Antonio
Fernández-Villacañas Marín. ................................................................................................................... 908
XIX
Figura 120. Validación de la Herramienta para realizar Estudios de Riesgos y para Identificar Medidas de
Seguridad contra dichos riesgos en Instalaciones Deportivas por parte del experto Raúl. C. Cancio
Fernández. ................................................................................................................................................ 910
Figura 121. Validación de la Herramienta para realizar Estudios de Riesgos y para Identificar Medidas de
Seguridad contra dichos riesgos en Instalaciones Deportivas por parte del experto Juan Carlos Ruíz
Rabadán. ................................................................................................................................................... 911
Figura 122. Validación de la Herramienta para realizar Estudios de Riesgos y para Identificar Medidas de
Seguridad contra dichos riesgos en Instalaciones Deportivas por parte de la experta Ana Ballesteros
Barrado. .................................................................................................................................................... 915
Figura 123. Validación de la Herramienta para realizar Estudios de Riesgos y para Identificar Medidas de
Seguridad contra dichos riesgos en Instalaciones Deportivas por parte del experto Raúl Valera Tena. .. 916
Figura 124. Mapa de Distritos y Centros Deportivos Municipales (CDM) autorizados........................... 443
Figura 125. Mapa de Centros Deportivos Municipales (CDM) autorizados. ........................................... 444
Figura 126. Mapa deportivo del Distrito 2 Arganzuela. ........................................................................... 923
Figura 127. Mapa satélite del Centro Deportivo Municipal Centro Integrado Arganzuela. ..................... 924
Figura 128. Mapa deportivo del Distrito 3 Retiro. ................................................................................... 925
Figura 129. Mapa satélite del Centro Deportivo Municipal Daoiz y Velarde. ......................................... 926
Figura 130. Mapa satélite del Centro Deportivo Municipal La Chopera. ................................................. 927
Figura 131. Mapa deportivo del Distrito 4 Salamanca. ............................................................................ 928
Figura 132. Mapa satélite del Centro Deportivo Municipal Gimnasio Moscardó. ................................... 929
Figura 133. Mapa deportivo del Distrito 5 Chamartín.............................................................................. 930
Figura 134. Mapa satélite del Centro Deportivo Municipal Pradillo. ...................................................... 931
Figura 135. Mapa deportivo del Distrito 6 Tetuán. .................................................................................. 932
Figura 136. Mapa satélite del Centro Deportivo Municipal Playa Victoria.. ........................................... 933
Figura 137. Mapa satélite del Centro Deportivo Municipal Triángulo de Oro. A .................................... 934
Figura 138. Mapa deportivo del Distrito 8 Fuencarral-El Pardo. ............................................................. 935
Figura 139. Mapa satélite del Centro Deportivo Municipal Vicente del Bosque. .................................... 936
Figura 140. Mapa satélite del Centro Deportivo Municipal La Masó.. .................................................... 937
Figura 141. Mapa deportivo del Distrito 10 Latina.. ................................................................................ 938
Figura 142. Mapa satélite del Centro Deportivo Municipal Aluche. ........................................................ 939
Figura 143. Mapa satélite del Centro Deportivo Municipal Gallur. ......................................................... 940
Figura 144. Mapa deportivo del Distrito 13 Puente de Vallecas.. ............................................................ 941
Figura 145. Mapa satélite del Centro Deportivo Municipal Alberto García............................................. 942
Figura 146. Mapa satélite del Centro Deportivo Municipal Puente de Vallecas. ..................................... 943
Figura 147. Mapa satélite del Centro Deportivo Municipal Entrevías.. ................................................... 944
Figura 148. Mapa satélite del Centro Deportivo Municipal Palomeras. ................................................... 945
Figura 149. Mapa deportivo del Distrito 14 Moratalaz.. .......................................................................... 946
Figura 150. Mapa satélite del Centro Deportivo Municipal Moratalaz. ................................................... 947
Figura 151. Mapa satélite del Centro Deportivo Municipal La Elipa. ...................................................... 948
Figura 152. Mapa deportivo del Distrito 17 Villaverde. ........................................................................... 949
XX
Figura 153. Mapa satélite del Centro Deportivo Municipal El Espinillo. ................................................ 950
Figura 154. Mapa satélite del Centro Deportivo Municipal Félix Rubio. ................................................ 951
Figura 155. Mapa satélite del Centro Deportivo Municipal Raúl González. ............................................ 952
Figura 156. Mapa satélite del Centro Deportivo Municipal Plata y Castañar. ......................................... 953
Figura 157. Mapa deportivo del Distrito 18 Villa de Vallecas. ................................................................ 954
Figura 158. Mapa satélite del Centro Deportivo Municipal Cerro Almodóvar. ....................................... 955
Figura 159. Mapa satélite del Centro Deportivo Municipal Miguel Guillén Prim. .................................. 956
Figura 160. Mapa deportivo del Distrito 19 Vicálvaro. ............................................................................ 957
Figura 161. Mapa satélite del Centro Deportivo Municipal Vicálvaro. .................................................... 958
Figura 162. Mapa satélite del Centro Deportivo Municipal Valdebernardo. ............................................ 959
Figura 163. Mapa deportivo del Distrito 21 Barajas. ............................................................................... 960
Figura 164. Mapa satélite del Centro Deportivo Municipal Barajas.. ...................................................... 961
Figura 165. Ejemplo de representación conjunta del cuadro resumen de las medidas de seguridad
identificadas en el Estudio de Riesgos asociado al cuadro resumen de recursos humanos y materiales para
la aplicación de las medidas de seguridad identificadas en el Estudio de Riesgos.. ................................. 461
Figura 166. Ejemplo de representación conjunta del cuadro resumen de las medidas de seguridad
identificadas en el Estudio de Riesgos y del cuadro resumen de recursos humanos y materiales para la
aplicación de las medidas de seguridad identificadas en el Estudio de Riesgos, asociados a un riesgo.. . 462
Figura 167. Porcentajes de respuesta de la primera pregunta del Cuestionario de Seguridad en Instalaciones
Deportivas.. .............................................................................................................................................. 487
Figura 168. Porcentajes de las justificaciones de las respuestas de la primera pregunta del Cuestionario de
Seguridad en Instalaciones Deportivas.. ................................................................................................... 488
Figura 169. Porcentajes de respuesta de la segunda pregunta del Cuestionario de Seguridad en Instalaciones
Deportivas. ............................................................................................................................................... 490
Figura 170. Porcentajes de las justificaciones de las respuestas de la segunda pregunta del Cuestionario de
Seguridad en Instalaciones Deportivas.. ................................................................................................... 491
Figura 171. Porcentajes de respuesta de la tercera pregunta del Cuestionario de Seguridad en Instalaciones
Deportivas.. .............................................................................................................................................. 492
Figura 172. Porcentajes de las justificaciones de las respuestas de la tercera pregunta del Cuestionario de
Seguridad en Instalaciones Deportivas. .................................................................................................... 493
Figura 173. Porcentajes de respuesta de la cuarta pregunta del Cuestionario de Seguridad en Instalaciones
Deportivas. ............................................................................................................................................... 496
Figura 174. Porcentajes de las justificaciones de las respuestas de la cuarta pregunta del Cuestionario de
Seguridad en Instalaciones Deportivas. .................................................................................................... 497
Figura 175. Porcentajes de respuesta de la quinta pregunta del Cuestionario de Seguridad en Instalaciones
Deportivas. ............................................................................................................................................... 499
Figura 176. Porcentajes de las justificaciones de las respuestas de la quinta pregunta del Cuestionario de
Seguridad en Instalaciones Deportivas.. ................................................................................................... 500
Figura 177. Porcentajes de respuesta de la sexta pregunta del Cuestionario de Seguridad en Instalaciones
Deportivas. ............................................................................................................................................... 503
XXI
Figura 178. Porcentajes de las justificaciones de las respuestas de la sexta pregunta del Cuestionario de
Seguridad en Instalaciones Deportivas. .................................................................................................... 504
Figura 179. Porcentajes de respuesta de la séptima pregunta del Cuestionario de Seguridad en Instalaciones
Deportivas.. .............................................................................................................................................. 508
Figura 180. Porcentajes de las justificaciones de las respuestas de la séptima pregunta del Cuestionario de
Seguridad en Instalaciones Deportivas. .................................................................................................... 509
Figura 181. Porcentajes de riesgo de la expresión formal de riesgo con mayor porcentaje de riesgo muy
elevado. .................................................................................................................................................... 521
Figura 182. Porcentajes de riesgo de la expresión formal de riesgo con mayor sumatorio de porcentajes de
riesgo elevado y muy elevado.. ................................................................................................................ 524
Figura 183. Expresión formal de riesgo con mayor desviación típica.. .................................................... 545
Figura 184. Expresión formal de riesgo con menor desviación típica.. .................................................... 546
Figura 185. Expresión formal de riesgo con mayor rango........................................................................ 547
Figura 186. Expresión formal de riesgo con menor rango........................................................................ 548
Figura 187. Porcentajes de riesgo del CDM Centro Integrado Arganzuela.. .......................................... 1326
Figura 188. Porcentajes de riesgo del CDM Daoiz y Velarde. ............................................................... 1327
Figura 189. Porcentajes de riesgo del CDM La Chopera.. ..................................................................... 1328
Figura 190. Porcentajes de riesgo del CDM Gimnasio Moscardó.......................................................... 1329
Figura 191. Porcentajes de riesgo del CDM Pradillo.. ........................................................................... 1330
Figura 192. Porcentajes de riesgo del CDM Playa Victoria. .................................................................. 1331
Figura 193. Porcentajes de riesgo del CDM Triángulo de Oro. ............................................................. 1332
Figura 194. Porcentajes de riesgo del CDM Vicente del Bosque. .......................................................... 1333
Figura 195. Porcentajes de riesgo del CDM La Masó. ........................................................................... 1334
Figura 196. Porcentajes de riesgo del CDM Aluche. ............................................................................. 1335
Figura 197. Porcentajes de riesgo del CDM Gallur. ............................................................................... 1336
Figura 198. Porcentajes de riesgo del CDM Alberto García. ................................................................. 1337
Figura 199. Porcentajes de riesgo del CDM Puente de Vallecas. ........................................................... 1338
Figura 200. Porcentajes de riesgo del CDM Entrevías.. ......................................................................... 1339
Figura 201. Porcentajes de riesgo del CDM Palomeras.. ....................................................................... 1340
Figura 202. Porcentajes de riesgo del CDM Moratalaz. ......................................................................... 1341
Figura 203. Porcentajes de riesgo del CDM La Elipa.. .......................................................................... 1342
Figura 204. Porcentajes de riesgo del CDM El Espinillo.. ..................................................................... 1343
Figura 205. Porcentajes de riesgo del CDM Félix Rubio.. ..................................................................... 1344
Figura 206. Porcentajes de riesgo del CDM Raúl González.. ................................................................ 1345
Figura 207. Porcentajes de riesgo del CDM Plata y Castañar. ............................................................... 1346
Figura 208. Porcentajes de riesgo del CDM Cerro Almodóvar.. ............................................................ 1347
Figura 209. Porcentajes de riesgo del CDM Miguel Guillén Prim. ........................................................ 1348
Figura 210. Porcentajes de riesgo del CDM Vicálvaro. ......................................................................... 1349
Figura 211. Porcentajes de riesgo del CDM Valdebernardo.. ................................................................ 1350
Figura 212. Porcentajes de riesgo del CDM Barajas.. ............................................................................ 1351
XXII
Figura 213. Diagrama de barras con los porcentajes de riesgos elevados y muy elevados de cada Centro
Deportivo Municipal (CDM).. .................................................................................................................. 551
Figura 214. Mapa de distritos y Centros Deportivos Municipales (CDM) en base a los porcentajes de riesgos
elevados y muy elevados obtenidos, ubicados en escalas de color........................................................... 552
Figura 215. Diagrama de barras con las puntuaciones medias de todos los riesgos de cada Centro Deportivo
Municipal (CDM). .................................................................................................................................... 554
Figura 216. Mapa de distritos y Centros Deportivos Municipales (CDM) en base a las puntuaciones medias
obtenidas, ubicados en escalas de color.................................................................................................... 555
Figura 217. Diagrama de barras con los porcentajes de disposición de las medidas de seguridad filtradas en
los distintos Centros Deportivos Municipales (CDM).. ........................................................................... 564
Figura 218. Diagrama de sectores con los porcentajes de Centros Deportivos Municipales (CDM) en base
a los porcentajes de disposición de las medidas de seguridad filtradas.. .................................................. 566
Figura 219. Ámbitos de la seguridad que afectan a una instalación deportiva en base a grupos de riesgo y
documentos gestores asociados, expresados en niveles de ordenación.. .................................................. 585
Figura 220. Procedimiento de simulacro de la Unidad de Planes del Ayuntamiento de Madrid. ............. 591
Figura 221. Evolución de la tasa de infracciones penales esclarecidas de 2012 a 2017 en la ciudad de
Madrid. ..................................................................................................................................................... 674
Figura 222. Evolución de la tasa de criminalidad de 2012 a 2017 en la ciudad de Madrid. ..................... 674
Figura 223. Precio medio de la vivienda de segunda mano en los distintos distritos de la ciudad de Madrid
en 2017. .................................................................................................................................................... 676
Figura 224. Tasa de paro en los distintos distritos y barrios de los distritos de la ciudad de Madrid en 2018.
.................................................................................................................................................................. 683
Figura 225. Renta neta media por hogar en los distintos distritos y barrios de los distritos de la ciudad de
Madrid en 2015. ....................................................................................................................................... 684
Figura 226. Número de turismos y turismos por 100 habitantes en los distintos distritos de la ciudad de
Madrid en 2017. ....................................................................................................................................... 687
Figura 227. Número de turismos por hogar en los distintos distritos de la ciudad de Madrid en 2017. ... 688
Figura 228. Porcentaje de población (mayores de veinticinco años) titulada universitaria en los distintos
distritos de la ciudad de Madrid en 2018. ................................................................................................. 690
Figura 229. Número y porcentaje de extranjeros respecto a la población de cada distrito en los distintos
distritos de la ciudad de Madrid a 1 de enero de 2018.. ........................................................................... 691
Figura 230. Porcentajes de población de nacionalidad extranjera sobre el total de la población de cada
distrito en los distintos distritos y barrios de los distritos de la ciudad de Madrid en 2018. ..................... 692
Figura 231. Evolución del número de extranjeros en la ciudad de Madrid desde el 2001 al 2018.. ......... 692
Figura 232. Clasificación de la población extranjera por nacionalidad en la ciudad de Madrid a 1 de enero
de 2018.. ................................................................................................................................................... 693
Figura 233. Clasificación de la población extranjera de América Latina y Caribe, de Europa y de África por
nacionalidad en la ciudad de Madrid a 1 de enero de 2018. ..................................................................... 693
Figura 234. Estructura por sexo y edad de la población extranjera en la ciudad de Madrid a 1 de enero de
2018.. ........................................................................................................................................................ 694
XXIII
Figura 235. Porcentaje de alumnos extranjeros sobre el total de alumnos en régimen general de cada distrito
en los distintos distritos de la ciudad de Madrid en 2018.. ....................................................................... 695
Figura 236. Inclusión de los documentos gestores asociados a los ámbitos de la seguridad que afectan a una
instalación deportiva en base a grupos de riesgo, expresados en niveles de ordenación, en los documentos
de aplicación de ámbito superior público-privados.. ................................................................................ 714
XXIV
ÍNDICE DE ANEXOS
XXV
completo, Tabla 92) y en el listado completo de expresiones formales de riesgo en orden descendente en
base a sus puntuaciones medias (cuarto listado completo, Tabla 88). .................................................... 1283
Anexo Ñ. Listado completo de expresiones formales de riesgo en orden descendente en base a su desviación
típica. ...................................................................................................................................................... 1301
Anexo O. Porcentajes de riesgos de los distintos Centros Deportivos Municipales (CDM) analizados en el
Estudio de Riesgos. ................................................................................................................................ 1323
Anexo P. Medidas de seguridad filtradas incluidas en el Estudio de Riesgos. ....................................... 1353
Anexo 1. Herramienta para realizar Estudios de Riesgos y para Identificar Medidas de Seguridad contra
dichos riesgos en Instalaciones Deportivas. ........................................................................................... 1365
XXVI
CAPÍTULO 1
INTRODUCCIÓN
2
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
1. INTRODUCCIÓN.
Para ubicar al lector, se ha elaborado un primer capítulo introductorio dividido en cinco puntos
con el objetivo de exponer los principales puntos en los que se sustenta la presente investigación. A
continuación se indican los contenidos de cada uno de los cinco puntos propuestos:
Delimitación del objeto de estudio a modo de imagen esquemática para estructurar un proceso
metodológico concreto que paute su actuación.
Configuración de la estructura del marco teórico y contextual, conteniendo los epígrafes necesarios
para construir a su alrededor las bases de la investigación apoyándose en una revisión de la principal
literatura desarrollada, utilizando como soporte el ámbito científico, para otorgar validez y rigor.
Una vez configurada la estructura del marco teórico y contextual, planteamiento los objetivos en
consonancia con las líneas de investigación propuestas.
Presentados los contenidos del primer capítulo introductorio, a continuación se desarrollan los
mismos.
3
Capítulo 1. Introducción
Para poder presentar de una forma clara, organizada y razonada el tema a investigar, se han
organizado cuatro puntos que, encadenados cada uno sobre el anterior, justifican y desarrollan dicha
exposición. En primer lugar se ha realizado una breve introducción acerca de la seguridad que demanda el
deporte. En segundo lugar, se ha analizado la importancia de la seguridad en el fenómeno deportivo como
un valor en auge, justificándose con el gran peso que maneja el deporte en la sociedad. En tercer lugar se
ha razonado su importancia a través del triple imperativo de la seguridad, como necesidad, derecho y
obligación. En cuarto lugar, se han expuesto las tendencias del sector deportivo que marcan dónde actuar
en el ámbito de la seguridad para delimitar el objeto de estudio y finalmente a modo de conclusión en el
quinto punto, se expone el objeto de estudio y brevemente las líneas de investigación a desarrollar.
Comenzando con el primer punto, la seguridad que demanda el deporte, los últimos sucesos
acontecidos en el estadio de París, en donde el autoproclamado Estado Islámico, cometió seis atentados
encadenados en la noche del 13 de noviembre de 2015, durante el partido de fútbol amistoso que enfrentaba
a las selecciones de Francia y Alemania, con más de 130 fallecidos y 350 heridos (Agencias, 18 de
noviembre de 2015), junto con las posteriores suspensiones por riesgo de atentado de los partidos de fútbol
amistosos entre las selecciones de España y Bélgica y de Alemania y Holanda, supuso, en el partido de
fútbol oficial de liga entre en Real Madrid C.F. y el FC Barcelona del 18 de noviembre de 2015, según el
secretario de Estado de Seguridad Francisco Martínez en declaraciones a la cadena COPE “El mayor
dispositivo que se ha establecido en un evento deportivo”, con 1.100 policías y 1.400 vigilantes de seguridad
privada contratados por el Real Madrid C.F. (Ortega & Serrato, 21 de noviembre de 2015). Junto a ellos,
son numerosos los antecedentes de sucesos negativos acontecidos en el mundo deportivo como es el caso,
por citar algunos de los múltiples referentes, de modo cronológico; la tragedia de 1902 en Ibrox Park,
Glasgow, Escocia, tras el colapso de la grada Oeste del estadio de los Rangers, donde hubo 25 muertos y
517 heridos (El Mundo Madrid, 12 de septiembre de 2012). En 1946 en Bolton, Reino Unido, donde se
produjeron 44 muertos y 500 heridos por peleas multitudinarias tras un encuentro de Copa entre el Bolton
Wanderers y el Stoke City (El Mundo Madrid, 12 de septiembre de 2012). En 1964 en el Estadio Nacional
de Lima, en un partido Perú-Argentina, donde fallecieron 301 aficionados (El Mundo Madrid, 12 de
septiembre de 2012). La masacre de los JJOO de Munich en 1972, donde fallecieron 17 personas, tras la
toma de rehenes por parte del comando Septiembre Negro del equipo olímpico Israelí (Carbonero, 17 de
abril de 2013). El coche bomba del IRA en la Eurocopa de Inglaterra 1996, con más de 200 heridos en
Manchester (Leal, 11 de mayo de 2012). Las explosiones en la maratón de Boston de 2013 donde fallecieron
3 personas y hubo centenares de heridos (Carbonero, 17 de abril de 2013), o, dentro de nuestras fronteras;
en 2002 en las inmediaciones del Bernabéu donde ETA hizo explotar un coche bomba antes de la semifinal
entre Real Madrid y Barcelona (Carbonero, 17 de abril de 2013), el asesinato de un hincha del Deportivo
de la Coruña tras una reyerta entre seguidores ultras en las inmediaciones del estadio Vicente Calderón en
2014 (Ballesteros, 30 de noviembre de 2014), o, extrapolado como evento de ocio dentro de una instalación
donde se celebran grandes eventos deportivos; el conocido caso Madrid Arena, donde en la madrugada del
4
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
1 de noviembre de 2012, en el Pabellón Madrid Arena, fallecieron 5 jóvenes durante una macro fiesta de
Halloween (Barroso, 31 de octubre de 2015).
Todos estos ejemplos llevan a plantearse, cuál es el estado actual de la seguridad dentro del mundo del
deporte.
Todo tipo de actividades físicas que mediante una participación organizada o de otro tipo tengan por
finalidad la expresión o la mejora de la condición física y psíquica, el desarrollo de las relaciones
sociales o el logro de resultados en competiciones de todos los niveles. (Comunidad Europea, 1992,
pp.8-9)
A su vez, Cagigal (1975) y Olivera (2010) dividen al deporte en dos; deporte profesional, espectáculo y
alta competición y deporte praxis, para todos, recreativo y de salud. Y, García-Ferrando (2010) remarca
que sendos modelos se han visto afectados por los procesos de globalización del siglo XXI. Promovido por
los poderes públicos, el artículo II de la Carta Europea del Deporte para todos de 1975 afirma que la
promoción del deporte, como factor importante del desarrollo humano, debe ser fomentada y sostenida por
los fondos públicos (Comunidad Europea, 1975). De igual manera se promueve en España, a través del
artículo 43.3 de la Constitución Española. “Los poderes públicos fomentarán la educación sanitaria, la
educación física y el deporte” (Constitución Española, 1978, p.8). Y, según recoge el artículo 1.2 de la Ley
10/1990, de 15 de octubre, del Deporte. “La práctica del deporte será fomentada y tutelada por los poderes
públicos del Estado” (Ley 10, 1990, p.4). Promoción que parte desde los comienzos de la democracia,
donde la política deportiva Española, priorizó la promoción y construcción de equipamientos deportivos
para que la población cada vez más numerosa, pudiera llevar a cabo actividades físicas y deportivas y, con
el afianzamiento del Estado de bienestar, siguiendo los pasos de los vecinos Europeos, se dirigieron los
esfuerzos a desarrollar una red de equipamientos deportivos que complementaran los de alto nivel y de
deporte espectáculo para que lo pudieran utilizar en su tiempo de ocio (García-Ferrando y LLopis-Goig,
2011).
5
Capítulo 1. Introducción
El Consejo de Europa (1995) ejemplifica el peso del deporte en la sociedad aludiendo que el deporte es un
factor clave en la formulación de políticas públicas, fundamentalmente en el ámbito social, económico y
de la salud. La Comisión de las Comunidades Europeas (2001) mostró la importancia social del deporte
con la existencia en Europa de más de 600.000 clubes deportivos, aludiendo que un ciudadano europeo de
cada tres practica regularmente una actividad física. En los tiempos actuales hasta el 60% de la población
europea practica deporte (Comunidad Europea, 2007). En España, en la Encuesta de Hábitos Deportivos
de 2010 ya se afirmó que eran cada vez más españoles que conceden mayor importancia al deporte (García-
Ferrando & LLopis-Goig, 2011).
Deporte convertido en un fenómeno social, que trasciende el ámbito deportivo, y cada vez se propaga de
forma más efectiva y directa al público, se ve reflejado en multimillonarios contratos de marketing de
empresas que ven un marco incomparable en el que publicitarse, en las pugnas de las principales potencias
audiovisuales para hacerse con los derechos para retransmitir grandes competiciones, en la grandísima
competencia entre ciudades para albergar grandes competiciones internacionales por su valor mediático y
como motor económico para generar beneficios económicos, en oportunidades de los países para exhibir a
sus representantes junto con sus máximos exponentes deportivos, así como el aumento en de los índices de
audiencia por parte de los medios de comunicación usando el deporte como uno de sus principales
contenidos (Desbordes, Ohl & Tribou, 2001).
Esta popularidad, lo ha convertido en la actual sociedad globalizada, en un fenómeno de masas que llega a
todos los rincones de la tierra, adquiriendo cada vez mayor importancia, un claro ejemplo es el Olimpismo,
y su alcance político global con 203 comités Olímpicos Nacionales asociados al COI, obteniendo 12
miembros más que Naciones Unidas. El deporte puede considerarse como uno de los fenómenos sociales y
culturales más importantes del nuevo milenio, tanto en su vertiente de espectáculo de masas como de
práctica libre (Marín, 2005). A su vez, Añó (2011) cita de Pociello, 1979; Carragio, 1996; Caillat, 1997;
Watrin, 1998; Gresser & Bessy, 1999 y Desbordes, Ohl & Tribou, 2001 la consideración del deporte como
el mayor acontecimiento social de final del siglo XX y del siglo XXI. Y Giulianotti & Robertson (2007) lo
consideran un tema cada vez más importante para los estudios mundiales, en su doble papel como cambio
trasnacional y motor a largo plazo.
Este peso específico y popularidad del deporte se manifiesta en el sector financiero, manejando grandísimas
cifras económicas y generando una amplia red económica a su alrededor. La producción, financiación,
gestión y consumo del deporte, responden a criterios de racionalidad económica (Castellanos, 2002) y,
aunque tiene características singulares absorbe una gran parte de la industria del ocio (Latiesa & Puertas,
2001). El sistema deportivo en su conjunto está contribuyendo al desarrollo económico global, nacional y
local (Vuori & Fentem, 1996). Esta relevancia económica que ha adquirido en las últimas décadas lo ha
convertido en un parámetro más de la vida social que interacciona con la política, la salud, la educación y
los medios adquiriendo un gran protagonismo en la vida de los españoles, por ello, el deporte se convierte
en un asunto de interés público a través del cual los ciudadanos expresan su particular juicio (Dewey, 2006).
6
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Durante los últimos años se ha producido una gran relevancia en cuanto al consumo y comercio en el ámbito
deportivo (Giulianotti, 2002).
Para manejar datos concretos de cifras económicas, a modo de un mero ejemplo, se van a dividir en cifras
de grandes eventos y competiciones deportivas internacionales, en cifras de organizaciones y entidades
deportivas a nivel mundial, así como algunas estadísticas nacionales que recojan datos del sector tales como
empresas del sector deportivo, gasto público y de hogares en consumo deportivo y una breve vinculación
con el turismo.
A raíz de los grandes eventos y competiciones deportivas, aportando una breve reseña, para esbozar un
ligero mapa visual de lo que genera el deporte a nivel macroeconómico, evaluando la importancia relativa
del deporte en el conjunto de la economía, se presenta una tabla comparativa de la competición deportiva
internacional más importante como son los juegos olímpicos, a través del presupuesto de organización, las
inversiones y su posterior impacto económico, el cual, según indica Crompton (2006) mide de la forma más
amplia los beneficios que se acumulan en una comunidad con motivo de un evento.
Estas cifras gigantescas como indica Heineman (2001) en Añó, Duclos & Pablos (2010) suceden porque
uno de los dos grandes campos de la economía del deporte es la organización de eventos deportivos al
generar ingresos que permiten financiarse y dejar en las ciudades sedes, inversión e infraestructuras.
Por su parte, Añó (2003, 2010, 2011) aporta algunos ejemplos; la repercusión de la Copa Davis 2009 se
estimó en 25 millones de euros y en una cantidad similar la de 2011, la Eurocopa de futbol de 2008 generó
1.300 millones de euros y el impacto de la Copa América se estimó en 3.150 millones de Euros hasta el año
2015. Un ejemplo de competición internacional dentro de nuestras fronteras, se encuentra en Ramírez,
Ordaz & Rueda (2007) los cuales analizaron el Campeonato de Tenis femenino de la ITF celebrado en
7
Capítulo 1. Introducción
Sevilla en octubre de 2006, dentro del Circuito WTA, a través del análisis coste-beneficio (ACB)1
complementado con el análisis input-output (AIO), aportando que los costes totales del Campeonato
ascendieron a 33.181,30 euros, los beneficios totales se elevaron a 331.429,06 euros, y el ratio
beneficios/costes fue de 9,98, lo que supone una valoración importante del mismo en términos monetarios.
Casimiro & Añó (2006) analizaron los Juegos Mediterráneos de Almería 2005, indicando que contaban con
un presupuesto de 50 millones de euros, una inversión en instalaciones de 130 millones de euros, más 70
millones de euros de la Villa Mediterránea, logrando una repercusión económica superior a los 1000
millones de euros.
Por otro lado, aludiendo a las grandes organizaciones y entidades deportivas, se observan algunos ejemplos
de clasificaciones como son los aportados por la Revista Forbes en su artículo de 15 de julio de 2015 “The
World's 50 Most Valuable Sports Teams 2015” en el cual ofrece una estimación del valor económico en
millones de dólares de las principales entidades deportivas del mundo, superando los 3000M$ las cinco
primeras, siendo el Manchester United (Reino Unido) con 3.100M$, el FC Barcelona (España) con
3.160M$, los New York Yankees (EEUU) con 3.200M$, los Dallas Cowboys (EEUU) con 3.200M$ y el
Real Madrid (España) con 3.260M$ (Forbes, 2015). Siguiendo esta clasificación de Forbes, el grupo
Deloitte (Bosshardt et al., 2015) realiza una clasificación por ingresos de los principales equipos de fútbol,
superando los 5 primeros los 470M€, siendo el Paris Saint Germain (Francia) con 474,2 millones de euros,
el FC Barcelona (España) con 484,6 millones de euros, el Bayern de Munchen (Alemania) con 487,6
millones de euros, el Manchester United (Reino Unido) con 510 millones de euros y nuevamente en primer
lugar el Real Madrid (España) con 549,5 millones de euros, cuyo desglose de ingresos muestra 113,8
millones de euros en concepto de entradas; 204,2 millones por derechos de televisión; y 231,5 millones en
concepto de publicidad, patrocinios y merchandising (obteniendo 14,4 millones de seguidores en Twitter y
13,2 millones de seguidores en España según encuesta del CIS 2007).
Para las estadísticas nacionales se acude al Anuario de Estadísticas deportivas del año 2015 de la
Subdirección General de Estadística y Estudios, Secretaría General Técnica perteneciente al Ministerio de
Educación, Cultura y Deporte, en la cual se observan cuatro aspectos importantes: en primer lugar el
número de empresas recogidas en el Directorio Central de Empresas (DIRCE), operación estadística
perteneciente al Plan Estadístico Nacional elaborada por el Instituto Nacional de Estadística, cuya actividad
económica principal es deportiva, ascendió a 28.735 a principios del 2014. El 74,8% de dichas empresas se
corresponden con actividades deportivas tales como la gestión de instalaciones, las actividades de los clubs
deportivos o de gimnasios.
1
(ACB) técnica adecuada para la evaluación de políticas de gasto público, ya que se contrastan las posibles ganancias y pérdidas de
un determinado proyecto en términos monetarios, siendo muy útil para evaluar impactos socioeconómicos derivados de la celebración
de eventos deportivos. Tal y como citan Ramírez et al. (2007) la primera referencia que se encuentra a esta técnica es el Acta del
Congreso de los Estados Unidos de 1936 relativa al control de inundaciones (USA Congress, 1936).
8
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
En segundo lugar, el gasto público en deporte realizado por la Administración General del Estado, por la
Administración Autonómica y por la Administración Local, información procedente de las Estadísticas de
Liquidación de los Presupuestos disponibles en el Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas
(MINHAP) y de las Cuentas Generales de cada comunidad autónoma, indican que, en el ejercicio 2013, el
gasto liquidado en deportes por la Administración General del Estado se situó en 152 millones de euros y
por la Administración Autonómica en 337 millones, cifras que suponen, en términos del PIB, el 0,01% y el
0,03% respectivamente. Por lo que respecta a la Administración Local, si bien ha de considerarse que no
se dispone de información relativa a la Comunidad Foral de Navarra y al País Vasco, en el conjunto de las
restantes, el gasto realizado en 2013, 1.714 millones de euros. En tercer lugar la Encuesta de Presupuestos
Familiares, estadística perteneciente al Plan Estadístico Nacional elaborada por el Instituto Nacional de
Estadística, indica que el gasto de los hogares vinculado al deporte en 2013 fue de 4.257,9 millones de
euros. El gasto medio por hogar en los bienes y servicios vinculados al deporte considerados fue de 233,8
euros, y el gasto medio por persona se situó en 92,3 euros. La componente más significativa del gasto
vinculado al deporte corresponde a servicios recreativos y deportivos, un 83,2%. Por último, el cuarto punto
habla de la vinculación entre turismo y deporte, resultados procedentes de una explotación específica
realizada para el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte de las operaciones estadísticas, Movimientos
Turísticos de los Españoles (FAMILITUR) y Encuesta de Gasto Turístico (EGATUR), desarrolladas por el
Instituto de Estudios Turísticos. Según estas fuentes, en 2013 los residentes en España realizaron 2.863,2
miles de viajes principalmente por motivos vinculados al deporte, cifra que supone el 3,6% del total de
viajes realizados por ocio, recreo o vacaciones. El gasto total asociado a estos viajes fue de 583,1 millones
de euros. Si nos centramos en el conjunto de viajes por ocio, aun cuando el motivo principal del viaje no
sea el deporte, se observa que en el 20,2% de los viajes de residentes en España se realizó algún tipo de
actividad deportiva, cifra que asciende a 16,7% en el caso de entradas de turistas internacionales. En 2013,
las entradas de turistas internacionales que realizaron actividades deportivas, se estiman en 9.405 mil, con
un gasto total asociado de 10.231,1 millones de euros (Gobierno de España, 2015a).
Todas estas cifras económicas son generadas en gran parte por la gran difusión que tiene el deporte, como
bien indicó Marín (2005) el deporte cada vez está más presente en los medios de comunicación social. Esta
gran difusión contempla su máxima expresión en los grandes índices de audiencia televisiva que generan
los grandes acontecimientos deportivos, la gran cantidad de oyentes de programas de radio deportivos, la
gran relevancia de prensa deportiva y las masivas asistencias a eventos y competiciones. Citando datos
concretos, se pueden dividir en tres; acceso a espectáculos deportivos por medios audiovisuales, acceso a
información deportiva por prensa o medios audiovisuales y, asistencias a espectáculos deportivos.
De los accesos a espectáculos deportivos, Giulianotti & Robertson (2007) citan una investigación del COI
que los JJOO de Atenas 2004 fueron vistos al menos por 3,9 billones de la población mundial, teniendo una
audiencia acumulada alrededor de 40 billones. Añó, Duclos & Pablos (2010) aportan numerosos índices
nacionales, entre los que destacan: la final entre España y Alemania de la Eurocopa de 2008 seguida por
14.482.000 telespectadores con una cuota de pantalla de 80,9%. La final entre España y Holanda del
mundial de Sudáfrica, vista por 15.605.000 telespectadores de media durante la prórroga, que supuso un
9
Capítulo 1. Introducción
82,0% de cuota de pantalla. El minuto de oro llegó a las 22.56 horas con 16.815.000 telespectadores y un
91% de share, un minuto antes de que el jugador del F.C. Barcelona metiera el tanto de la victoria. Las
cifras mundiales hablan de que se batió el record de audiencia del partido con más de 700 millones en todo
el mundo. Otros ejemplos fuera del fútbol los encontramos en la final de Wimbledon entre Nadal y Berdych
vista por 2.700.000 telespectadores con un 20,1% de cuota de pantalla y en fórmula 1, Fernando Alonso
mantiene alrededor de 4 millones de media anual lejos de sus cuotas de 2005 y 2006 cuando en el Gran
Premio de Brasil obtuvo más de 9 millones de telespectadores (Añó, Duclos & Pablos, 2010). El Eurobasket
de 2007 celebrado en España, tuvo 200.000 espectadores y la final una audiencia de 5.300.000 (Añó, 2011).
Según la Encuesta de Hábitos Deportivos en España (Gobierno de España, 2015b) ocho de cada diez
investigados (un 79,5% de la población investigada) han accedido en el último año a espectáculos
deportivos por medios audiovisuales tales como la televisión, radio o Internet. Toma sus valores máximos
entre los más jóvenes, de 15 a 19 años, con un 87,4% y decrece con la edad, hasta tomar su mínimo, 64,7%,
entre aquellos que tienen de 75 años en adelante. Si se analizan los medios audiovisuales utilizados, un
99,2% de los que acceden a un espectáculo por medios audiovisuales lo ven en televisión, el 18,5% utiliza
la radio y el 15,3% lo hace directamente en Internet. Por tipo de espectáculo deportivo destaca el fútbol, un
71,5% accede a este espectáculo por medios audiovisuales, seguido a gran distancia por el automovilismo
con un 40,9%, el tenis con un 39,4%, el motociclismo con un 36,7%, o el baloncesto con un 36,3%. Con
tasas inferiores, la natación con un 19,2%, el atletismo con un 17,7% o el balonmano con un 15,4%.
Del acceso a información deportiva, tomando nuevamente datos de la Encuesta de Hábitos Deportivos en
España (Gobierno de España, 2015b) un 61,7% de la población investigada se ha informado acerca del
deporte por prensa o medios audiovisuales en el último año, la mayor parte de ellos, el 95,4%, con
frecuencia semanal. Por grupos de edad, las cifras se sitúan por encima de la media entre aquellos con
menos de 55 años, descendiendo las tasas a partir de esta edad. La encuesta se interesa por los diversos
medios, prensa o audiovisuales, utilizados para informarse acerca del deporte. Entre aquellos que suelen
informarse sobre el deporte, la televisión es el medio más utilizado, 90,5%, seguido por la prensa, tanto
general, 58,3%, como deportiva, 47,4%, y por la radio, 42,3%. Añó (2011) expuso que los programas
deportivos de radio alcanzan audiencias superiores al millón de oyentes y el diario marca es el de mayor
venta en Europa con lecturas de más de 2 millones diarios.
Por último, de las asistencias a espectáculos deportivos, continuando con la Encuesta de Hábitos Deportivos
en España (Gobierno de España, 2015b) un 37,1% de la población investigada ha asistido presencialmente
a un espectáculo deportivo al menos una vez al año. La tasa de asistencia anual toma valores superiores al
50% en los grupos de edad más jóvenes, de 15 a 24 años, descendiendo al aumentar la edad, hasta situarse
en 9,1% entre aquellos de 75 años en adelante. Entre los que asistieron en el último año a espectáculos
deportivos, un 52,5% lo hizo a espectáculos de libre acceso, y un 61,9% a espectáculos de acceso con
entrada. Respecto al tipo de espectáculo, el 24,9% de la población analizada asistió en el último año a un
espectáculo de fútbol, el 5,8% de baloncesto y un 15,4% a otro tipo de espectáculo deportivo. Ejemplos
concretos los aporta Añó (2011) indicando que la asistencia a los estadios en la Copa del Mundo de Fútbol
de Alemania 2006 se situó en 2,5 millones, cifra similar a la de Sudáfrica en 2010.
10
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Todas estas cifras nos dan idea de la magnitud del deporte en la actualidad y confirman que el deporte es
una plataforma de exhibición mundial gigantesca, donde se promulgan sus valores fundamentales. Según
el Consejo de Europa (1995) dichos valores son; entendimiento intercultural, taller de integración y
socialización, escuela de democracia, área vital de educación para los jóvenes, imagen de juego limpio,
espíritu de equipo, solidaridad, comprensión, respeto mutuos y tolerancia. Por su parte, la Unesco en su
Carta Internacional de la Educación Física y el Deporte de 1978, afirma que el deporte ha de tender al
acercamiento entre las personas, a la solidaridad, fraternidad, respeto, comprensión, y al reconocimiento de
la integridad y de la dignidad humana (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia
y la Cultura [UNESCO], 1978). Y, Naciones Unidas (2003) marca como valores: juego limpio,
cooperación, compartir, respeto, honestidad, comunicación, cooperación, empatía, y cómo y por qué
cumplir las reglas. Diversos autores coinciden en estos valores, por encima de todos Cagigal (1981) habló
de comunicación entre los pueblos, solidaridad, fraternidad, comprensión, respeto a la integridad y a la
dignidad. Gutiérrez (1995) habló entre otros de respeto, cooperación, convivencia, justicia, lucha por la
igualdad, preocupación por los demás y compañerismo. En referencia a los más jóvenes, en el contexto
escolar Petrus (1998) habló de cohesión, prevención, integración y relación social, convivencia y
aprendizaje de normas y reglamentos.
Todos estos valores con connotaciones positivas opuestos a la violencia, el miedo, las prácticas fraudulentas
y la inseguridad se pueden producir. Naciones Unidas (2003) aludiendo a su Resolución A/50/L.15 en la
que solicitan cooperar con el COI para promover la paz, la igualdad entre las naciones y el desarrollo
armonioso de la humanidad afirma que la popularidad del deporte y su poder de convocatoria contribuye a
la promoción de la paz y a ser un espacio para actos públicos simbólicos. El artículo 10.3 de la Carta
Internacional de la Educación Física y el Deporte de la Organización de las Naciones Unidas para la
Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) concluye que por medio del deporte, como lenguaje
universal por excelencia, los pueblos contribuirán al mantenimiento de la paz, al respeto y a la amistad,
creando un clima para solucionar problemas internacionales (UNESCO, 1978). De nuevo la Organización
de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) en el Plan de Acción de la
Mesa Redonda Ministerial para el Deporte y la Paz del año 2001, estimó que el deporte puede ser un foro
ideal para reanudar el diálogo social y superar las divisiones, destacando las semejanzas entre las personas
y acabando con los prejuicios (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la
Cultura [UNESCO], 2001). En España, el Consejo Superior de Deportes (CSD) según muestra en su página
web, es el organismo adjunto al Ministerio de Educación y Ciencia que coordina las políticas y los
programas relacionados con el Deporte para el desarrollo y la paz. El mismo organismo continúa indicando
que el Gobierno de España le destina anualmente un presupuesto de 184 millones de euros, destinándose
un 18-20% de esta cifra a actividades relacionadas con el Deporte para el desarrollo y la paz.
La versión divergente del deporte hace que también se puedan manifestar los opuestos valores negativos,
así como los acontecimientos con los que se introducía el tema, manifestados en forma de atentados,
11
Capítulo 1. Introducción
incidentes y accidentes que lleguen a todo el mundo. Es ahí donde la seguridad aparece, implicando que no
se produzcan y se salvaguarden derechos y libertades.
El deporte, como otros muchos aspectos de la sociedad, abarca al mismo tiempo algunos de los
peores rasgos humanos, entre los que se incluyen la violencia, la corrupción, la discriminación, el
vandalismo, el nacionalismo desmesurado, las trampas y el abuso de drogas. (Naciones Unidas,
2003, p.7)
En el tercer punto, visto el gran peso del deporte y la seguridad que demanda, se procede a
ejemplificar su importancia analizándose como necesidad, derecho y obligación.
La seguridad es una necesidad humana, Maslow (1943) estableció una jerarquía de necesidades
humanas, clasificadas en su famosa pirámide, en la cual, posicionaba la seguridad en segundo lugar por
detrás de las fisiológicas, como necesidades básicas.
La seguridad es una responsabilidad y una obligación, siguiendo el imperativo del artículo 6 del Código
Civil. “La ignorancia de la ley, no excusa de su cumplimiento” (RD, 1889, p.3). En caso de producirse
daños por imprevisión, negligencia o incumplimiento de las obligaciones, el artículo 51.d del Reglamento
General de Policía de Espectáculos Públicos y Actividades Recreativas (RD 2816, 1982) establece:
Las empresas vendrán obligadas a responder por los daños que, en relación con la organización o
como consecuencia de la celebración del espectáculo o la realización de la actividad, se produzcan
a los que en el participen o lo presencien, o a otras personas, siempre que los mismos les sean
imputables por imprevisión, negligencia o incumplimiento de las obligaciones establecidas en este
Reglamento, y sin que el aseguramiento obligatorio de los mismos puede excluir el carácter principal
y solidario de su responsabilidad. (p.15)
Esta obligación de responder por los daños, obliga a un camino de vuelta al Código Civil, para entender las
consecuencias legales, que se pueden sintetizar en la reparación del daño por parte de la persona
responsable, el artículo 1101 del RD (1889) expone: “Quedan sujetos a la indemnización de los daños y
perjuicios causados los que en el cumplimiento de sus obligaciones incurrieren en dolo, negligencia o
morosidad, y los que de cualquier modo contravinieren al tenor de aquéllas” (p.161).
12
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
La Real Academia Española de la Lengua [RAE] (2014) define la palabra dolo como: “Engaño, fraude,
simulación” o “Voluntad deliberada de cometer un delito a sabiendas de su ilicitud”. Negligencia como:
“Descuido, falta de cuidado o de aplicación”. Y morosidad como: “lentitud, dilación, demora, falta de
actividad o puntualidad”. Definiciones entendidas en el contexto de las obligaciones.
Continuando con el citado Código Civil, los artículos 1102 y 1103 del RD (1889) aclaran que: “La
responsabilidad procedente del dolo o negligencia es exigible en todas las obligaciones” (p.161). El artículo
1902 del mismo RD (1889) manifiesta que: “El que por acción u omisión causa daño a otro, interviniendo
culpa o negligencia, está obligado a reparar el daño causado” (p.254). Y el 1903 del también RD (1889)
incluye que:
La obligación que impone el artículo anterior es exigible, no solo por los actos u omisiones propios,
sino por los de aquellas personas de quienes se debe responder. Los dueños y directores de un
establecimiento y empresa, son responsables respecto de los perjuicios causados por sus
dependientes en el servicio de los ramos en que los tuvieran empleados, o con ocasión de sus
funciones. (p.254)
En contra posición a los artículos anteriores, el 1104 del RD (1889) aclara que:
La culpa o negligencia del deudor consiste en la omisión de aquella diligencia que exija la naturaleza
de la obligación y corresponda a las circunstancias de las personas, del tiempo y del lugar. Cuando
la obligación no exprese la diligencia que ha de prestarse en su cumplimiento, se exigirá la que
correspondería a un buen padre de familia2. (p.161)
Y el 1105 del RD (1889) especifica que: “Fuera de los casos expresamente mencionados en la ley, y de los
en que así lo declare la obligación, nadie responderá de aquellos sucesos que no hubieran podido preverse,
o que, previstos, fueran inevitables” (p.161).
Con esta recopilación, se pone de manifiesto que la seguridad contempla un triple imperativo, es una
necesidad, un derecho y una obligación, justificada desde diversos puntos de vista a los que hay que sumar
los valores vistos anteriormente de protección de la vida, evitación de sucesos negativos, vehículo de
cohesión y unión, transmisor de valores positivos, repulsor de negativos y de lucha por la paz, junto con el
punto de vista legislativo para evitar las consecuencias legales para titulares, organizadores y trabajadores,
en caso de incumplimiento de sus obligaciones y, el punto de vista económico, atendiendo a las
consecuencias económicas por resarcimiento del daño en caso de imprevisión, negligencia o morosidad.
2
El concepto de buen padre de familia alude a un término jurídico que representa a una forma de actuar entendida como la de una
persona razonable. Tomás (2015) concreta que aparece en los pasajes de juristas romanos la expresión de diligens paterfamilias para
aludir a la de una persona normal, ordenada y cuidadosa en la gestión de su propio patrimonio. La aplicación práctica del arquetipo
del buen paterfamilias se observa en los derechos nacionales de raíces romanas.
13
Capítulo 1. Introducción
El triple imperativo, justificado desde dichos puntos de vista, ratifica su importancia e invita a conocer su
significado, para entender cuáles son esas necesidades, obligaciones y responsabilidades de seguridad
concretas. Para ello se vuelve a acudir a la RAE (2014) la cual define la palabra seguridad como: “Cualidad
de seguro”. Y seguro como: “Libre y exento de riesgo”. En la misma definición, se encuentran distintos
matices en función del apellido, así aparece la seguridad activa, ciudadana, jurídica, pasiva, social etc. Esta
gran diversidad de conceptos hace que sea un término complejo de definir de una forma genérica, Baldwin
(1997) también describe diferentes formas de seguridad en función del adjetivo que lo acompañe, entre
otras, económica, ambiental, de identidad, social, militar, física, emocional etc.
El mismo autor en su obra “The concept of security” maneja la dificultad para analizar el concepto de
seguridad, atendiendo a tres razones: primero existe cierta ambigüedad para conocer su significado,
segundo no está claro clasificar su concepto bajo un contexto específico y, tercero incluso pudiendo
clasificarla en un contexto, los estudios específicos pudiesen ser incorrectos (Baldwin, 1997).
Laborie (2011) también afirma que hay un gran número de definiciones de seguridad; nacional, común,
colectiva, compartida, humana, cooperativa o sostenible, corroborando la idea de que la seguridad es un
concepto controvertido al no existir consenso generalizado acerca de su significado ya que en función de
las personas, su cultura, ideas y percepción de la realidad el término seguridad adquiere un valor distinto.
Debido a la complejidad semántica del término en función del contexto, a la dificultad de su definición y a
los múltiples ámbitos que engloba, mantiene diversas cuestiones derivadas de las necesidades, obligaciones
y responsabilidades de seguridad concretas sin despejar sus interrogantes. Como nexo de unión entre la
seguridad y el deporte, Espartero & Palomar (2011) ya expusieron que en base al citado artículo 43.3 de la
Constitución española de fomento del deporte por parte de los poderes públicos, no puede seguir
sustanciándose mientras se mantengan ajenos a la seguridad de la actividad deportiva.
Continuando con el cuarto punto, se exponen las tendencias del sector deportivo para delimitar el
objeto de estudio.
1.1.4. Tendencias del sector deportivo que marcan dónde actuar en el ámbito de la seguridad.
Para poder desarrollar las necesidades, obligaciones y responsabilidades de seguridad del sector
deportivo, sirviendo como acotación de la investigación, y así poder analizar de forma específica una parte
del mismo, se exponen las tendencias del sector en España, en cuanto al porcentaje de práctica, lugar de
preferencia y ámbito público o privado más demandado. En primer lugar para el porcentaje de práctica, los
últimos datos arrojados en la Encuesta de Hábitos Deportivos en España (Gobierno de España, 2015b) de
la Subdirección General de Estadística y Estudios de la Secretaría General Técnica del Ministerio de
Educación, Cultura y Deporte junto al Consejo Superior de Deportes, como estadística oficial de
periodicidad quinquenal incluida en el Plan Estadístico Nacional, afirman que en el último año, el 53,5%
de la población practicó deporte ya sea de forma periódica o de forma ocasional.
14
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
En relación al tipo de entorno, un 45,9% de la población que practica deporte muestra preferencia por
espacios al aire libre, un 24% por espacios cerrados y el restante 30,1% hace deporte en ambos
indistintamente. Seis de cada diez personas que practican deporte (58,8%) suelen utilizar instalaciones
específicas para ello, el 23,1% suele utilizar gimnasios privados y el 13,2% gimnasios públicos y, el 12,1%
otras instalaciones o clubs deportivos privados y el 17,9% públicos.
Por otra parte, el último Censo Nacional de Instalaciones Deportivas, realizado en 2005 por el Consejo
Superior de Deportes, estimaba el número total de instalaciones deportivas en 79.059, incluyendo un total
de 176.201 espacios deportivos, de los cuales el 91,3%, son espacios deportivos convencionales (Gallardo,
2007). Estas cifras de instalaciones deportivas censadas en 2005 suponen un incremento del 16,07 % con
respecto al censo de 1997 y de un 61,62% respecto al primero de 1985 (García-Ferrando & LLopis-Goig,
2011). Según el Consejo Superior de Deportes [CSD] (2011) las cifras se elevan cerca de las 100.000
instalaciones deportivas, colocando a España como uno de los países con mejor parque.
Por último en cuanto a su naturaleza pública o privada, de las 79.059 instalaciones del último Censo
Nacional de Instalaciones Deportivas, realizado en 2005, el 65,5% son de naturaleza pública (Gallardo,
2007), y según los datos de la Encuesta de Hábitos Deportivos de 2010, el 58% de la población mayor de
15 años residente en España utiliza o ha utilizado los servicios deportivos municipales, más de trece
millones (un 33%) lo utilizaron en 2010, mientras que casi diez millones (un 25%) lo utilizaron con
anterioridad. Y, un 63% cita a los ayuntamientos como las instituciones a las que dirigirse para satisfacer
sus necesidades de servicios deportivos (García-Ferrando & LLopis-Goig, 2011). Con estos datos, se puede
afirmar que los ayuntamientos han conseguido el propósito de ser instituciones populares puesto que en
2010 utilizaron sus servicios deportivos veintitrés millones de personas mayores de 15 años, ofreciendo
porcentajes similares de población infantil o juvenil pudiere superar el número de treinta millones por lo
que el sumatorio los convierte, en los servicios públicos de carácter recreativo, más utilizados en España
(García-Ferrando & LLopis-Goig, 2011). Relevancia que cabe recordar, con la asunción por las
Comunidades Autónomas, como competencia exclusiva, en materia de deporte de las corporaciones locales
como principales compradoras/ejecutoras/titulares de las instalaciones deportivas (CSD, 2011). Al margen
de las instalaciones deportivas, Añó (2011) afirma que la seguridad en los grandes eventos deportivos tiene
una gran importancia, en la que intervienen todas las instituciones con competencias en la materia. Llopis-
Goig (2012) también aporta que las instituciones desempeñan un papel importante en la organización y
gestión de la seguridad en un evento deportivo, las personas encargadas de la organización se funden de
modo sinérgico con un equipo de instituciones responsables de la seguridad.
Un aspecto de gran importancia, es la clara tendencia que se observa a la hora de dirigir los esfuerzos hacia
la mejora y modernización de las instalaciones deportivas, mejora y modernización en la que la seguridad
tiene un papel fundamental. El Consejo Superior de Deportes, organismo adjunto al Ministerio de
Educación y Ciencia como máximo representante del deporte en España, afirma que España es uno de los
países que cuenta con mayor parque de instalaciones y confirma que el número es suficiente manifestando
que se destinarán los esfuerzos a la modernización y mejora de las mismas (CDS, 2011). Modernización
15
Capítulo 1. Introducción
como objetivo político contemplado en las políticas públicas de ordenación, a través de la búsqueda de la
calidad integral de las mismas, expresando como principio o pilar que inspira esta política, está entre otras,
la de mejorar la seguridad de las instalaciones deportivas (CSD, 2011). Y mejoras centradas, en la
seguridad, la accesibilidad, la prevención de riesgos y la modernización en la gestión de las instalaciones,
como parámetros que deben guiar la actuación presente y futura (Consejo Superior de Deportes [CSD],
2009a).
La primera iniciativa de mejora de las instalaciones, comenzó en mayo de 2006, con el proyecto MAID,
(Mejora y Armonización de Infraestructuras Deportivas), proyecto en el que, tras más de dos años de
trabajo, bajo el liderazgo del Consejo Superior de Deportes a través de la Dirección General de
Infraestructuras deportivas, la coordinación del Instituto Biomecánico de Valencia, y la colaboración de
más de ochenta representantes de todas las Administraciones Públicas con competencias en materia de
instalaciones deportivas (Comunidades y Ciudades Autónomas y Corporaciones Locales a través de la
Federación Española de Municipios y Provincias) y de las empresas del sector (profesionales, gestores,
fabricantes) se manejó la necesidad de establecer mecanismos y procedimientos que de forma coordinada
y armonizada permitiesen aumentar la seguridad, accesibilidad, confort, funcionalidad y salubridad de las
instalaciones deportivas en España, a través de actuaciones tanto preventivas como paliativas. Entre las
conclusiones que arrojó el proyecto, en base a la investigación que atañe, se rescatan dos.
Para lograr el objetivo de que todo responsable de una instalación, sea pública o privada, pueda poner los
medios necesarios para preservar la salud y la seguridad de los usuarios de su instalación, es necesario ser
plenamente conscientes de los requisitos que debe cumplir cualquier instalación destinada al uso público
(Instituto de Biomecánica de Valencia [IBV], 2009). El concepto global de instalación deportiva debe ser
como el de un producto final que debe cumplir con todas las garantías de éxito, seguridad, normas de uso,
comodidad, rentabilidad, etc. Además, deben ser gestionadas por personas cualificadas y preparadas para
16
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
el puesto; donde cada vez más la gestión del talento de los recursos humanos se ha convertido en materia
esencial (Gallardo, 2007).
Dicho proceso de mejora de la seguridad lleva intrínseco el manejo de la normativa y legislación, por parte
del máximo responsable de una instalación deportiva. Los gerentes son responsables de que la instalación
esté a punto y en condiciones para su utilización, consideran prioritario que la instalación esté en
condiciones adecuadas para la práctica deportiva y, después de ello, vendría todo lo demás (Peiró, 1993).
Según el CSD (2009a) los actuales gestores tanto públicos como privados de las instalaciones deportivas
en España se enfrentan a una gran complejidad para el desempeño de su labor; mayor diversidad de
usuarios, mayores exigencias de calidad, seguridad y accesibilidad, nuevos deportes y modalidades
deportivas y mayores exigencias de rentabilidad. Todo ello en un marco normativo técnico y reglamentario
cada día más complejo. Es sumamente difícil para los gestores o responsables de las instalaciones
deportivas el conocimiento y aplicación de la normativa técnica existente, ya que es difícil de localizar o
no existe una específica que cubra sus necesidades y añade que, los profesionales que intervienen en el
proceso de diseño, planificación, gestión y mantenimiento de las instalaciones deportivas han puesto de
manifiesto la necesidad de armonizar el marco normativo y técnico de las instalaciones deportivas en
nuestro país.
Mestre Sancho concreta que resulta imprescindible, en la gestión del deporte, conocer, respetar y aplicar la
legislación deportiva y no deportiva que le afecte (Mestre, 2013). Estas nociones de legislación, se
relacionan directamente con las obligaciones y responsabilidades de seguridad que tienen los gestores
deportivos como máximos responsables de la instalación, recordando entre otros el citado Código Civil, el
Reglamento General de Policía de Espectáculos Públicos y Actividades Recreativas o la Norma Básica de
Autoprotección la cual obliga al titular a designar una persona responsable de la gestión de las actuaciones
encaminadas a la prevención y el control de riesgos. Responsabilidad de riesgos que exponen Landaberea
(2005) y Medina (2002) en Instituto de Biomecánica de Valencia [IBV] (s.f.b) afirmando que el gestor
debe ser consciente de la responsabilidad asociada a los riesgos que asume con su función directiva de la
instalación que dirige y de las actividades que en ella se realizan. Buena parte de la responsabilidad, puede
clarificarse a través de la documentación que acredite la realización de todas las acciones preventivas y
reglas de actuación en las instalaciones y equipamientos (IBV, s.f.b).
Expuestas las tendencias del sector deportivo que ayudan a delimitar el objeto de estudio, a
continuación se expone el mismo junto con las líneas de investigación a desarrollar a su alrededor.
Finalizando el quinto punto, a modo de conclusión se expone el objeto de estudio y las líneas a
investigar, tal como enlaza y justifica el presente discurso, en la actualidad, el deporte y la seguridad son
dos magnitudes condenadas a convivir. Vista la importancia de la seguridad, como necesidad, derecho,
responsabilidad y obligación, justificado desde distintos puntos de vista por distintos organismos y autores
17
Capítulo 1. Introducción
y, el gran peso específico que maneja el deporte en la sociedad como se ha corroborado desde distintos
justificadores como son su promoción, práctica, popularidad, importancia económica, difusión, y vehículo
de divulgación entre otros, el doctorando cree en la necesidad de investigar en la línea de seguridad y
deporte. Sabedor de la complejidad del tema, por su gran magnitud, la seguridad y el deporte son dos
conceptos globales que requieren de una acotación, acotación que se expresa a continuación en función de
los parámetros que se han manejado.
Según las actuaciones futuras que marca el CSD (2009a, 2009b) orientadas a la mejora de las instalaciones,
a la búsqueda de calidad integral y, centrándose en la seguridad que requieren, se pretende continuar esta
línea investigando la seguridad en las instalaciones deportivas. El Anuario de Estadísticas Deportivas del
año 2015 (Gobierno de España, 2015a) citaba que el 75% de las empresas cuya actividad económica
principal es la deportiva, se dedican a la gestión de instalaciones, por lo que se ratifica la idea de investigar
en instalaciones deportivas, por la importancia que genera. Gallardo (2007) las define como: “Instalaciones
formadas por aquellos espacios deportivos y complementarios que se encuentran situados en un recinto
común y que tienen un funcionamiento dependiente y homogéneo” (p.68).
Para acotar el objeto de estudio (instalación deportiva), recordando la Encuesta de Hábitos Deportivos en
España (Gobierno de España, 2015b) en relación al tipo de entorno y en qué instalaciones, por sus
porcentajes de práctica como las de mayor demanda, polivalencia y especificidad, se especifican dentro de
las instalaciones deportivas a investigar, los polideportivos.
Del último Censo Nacional de Instalaciones Deportivas de 2005 (Gallardo, 2007) en cuanto a su naturaleza
pública o privada, como el 65% es de naturaleza pública, se opta por investigar polideportivos públicos.
Datos de práctica en instalaciones públicas ratificados por la Encuesta de Hábitos Deportivos en España
2010 (García-Ferrando & LLopis-Goig, 2011) que establecía que el 58% de la población utiliza o ha
utilizado los servicios deportivos municipales, por último, continuando con la encuesta, como el 63% de la
población cita a los ayuntamientos como las instituciones a las que dirigirse para satisfacer sus necesidades
de servicios deportivos y, recordando la competencia que tienen en materia de deportes, se cierra el cerco
para acotar la investigación, por coincidir con el lugar de residencia, su amplio y diverso parque y motivado
por el conocimiento interno de los mismos durante más de nueve años de relación laboral, se pretende
investigar los Centros Deportivos Municipales (CDM) del Ayuntamiento de Madrid.
Acotado el campo de estudio es necesario especificar que se quiere investigar en la seguridad de dichas
instalaciones deportivas, para ello se muestran los siguientes argumentos descritos a lo largo de esta
exposición.
A modo genérico sin entrar a especificar, se establecen cinco líneas de investigación en las que se pretende:
Como primera línea de investigación, investigar cuáles son los requisitos de seguridad de las
instalaciones deportivas.
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Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Según exponía el IBV (2009) para que el responsable de la instalación, pueda poner los medios para
preservar la seguridad de los usuarios, es necesario conocer los requisitos que debe cumplir cualquier
instalación destinada al uso público.
Al hilo de estas afirmaciones, se pretende conocer todos los ámbitos o áreas de la seguridad a la que se ve
afectada una instalación deportiva.
Como segunda línea de investigación, investigar qué riesgos afectan a las instalaciones deportivas.
El CSD (2009a) marca la prevención de riesgos dentro de la actuación presente y futura. La Norma Básica
de Autoprotección obliga al titular a designar una persona responsable en la prevención y el control de
riesgos (RD 393, 2007). Según la responsabilidad que asume el gestor deportivo en torno a los distintos
riesgos, la misma puede clarificarse a través de la documentación que acredite la realización de todas las
acciones preventivas y reglas de actuación (IBV, s.f.b).
Para ello se quiere conocer qué riesgos afectan a cada ámbito o área de la seguridad de una instalación
deportiva y qué documentación se relaciona con la responsabilidad asociada a los mismos.
Como tercera línea de investigación, investigar la normativa y la legislación que pueda afectar a
las instalaciones deportivas desde el punto de vista de la seguridad.
Mestre (2013) decía que era imprescindible en la gestión del deporte conocer y aplicar la legislación que le
afecte. El CSD (2009b) exponía la gran complejidad del marco técnico y reglamentario y la dificultad de
localización y aplicación por parte de los responsables así como la necesidad de armonizarlo.
Por lo tanto se pretende ordenar y clasificar la normativa y legislación a través de los ámbitos y riesgos
investigados que afecten a una instalación deportiva, para facilitar su acceso y aplicación.
Peiró (1993) afirmó que los gestores o directores son los responsables de que las instalaciones estén en
condiciones para su utilización, el CSD (2009a) maneja que se ven enfrentados a grandes exigencias de
seguridad y Verdú (2015) a nivel internacional cita de Jamieson (1987) que en USA la gestión deportiva
desde 1987 incluía la seguridad como una de las grandes áreas de trabajo de los gestores deportivos y a
nivel nacional cita de M. García (2008) que la seguridad global de la instalación deportiva es la segunda
mayor problemática del gestor deportivo. Por otro lado las conclusiones a las que llegaron Gómez & Mestre
(2005) en su estudio acerca de las tareas en temas de seguridad que no realizan los gestores de instalaciones
deportivas y la posterior confirmación por parte de Verdú (2015) aludiendo que las actuaciones en materia
19
Capítulo 1. Introducción
de seguridad quedan en manos de otros especialistas considerándose fuera de las competencias de los
gestores deportivos.
Estos argumentos dirigen hacia la investigación de la relación actual del gestor deportivo con la seguridad
y en particular la que tienen los/las responsables de las instalaciones a analizar, para lo cual se aplicará un
cuestionario desarrollado para tal fin.
Como quinta línea de investigación, investigar la elaboración de una herramienta para poder
gestionar los riesgos de las instalaciones deportivas.
Según las conclusiones arrojadas en el Proyecto MAID, los responsables de las instalaciones tienen un gran
desconocimiento de las herramientas que tienen a su alcance (CSD, 2009b).
Por lo que se quiere desarrollar una herramienta para poder realizar un Estudio de Riesgos en los Centros
Deportivos Municipales (CDM) del Ayuntamiento de Madrid como eje central de la investigación.
La finalidad última es elaborar un modelo de Plan de Seguridad como documento que garantice la
misma en una instalación deportiva.
La realización de un estudio con estas características, pretende aportar una imagen clara y
organizada de todos los aspectos de seguridad a manejar focalizando en la normativa y en los riesgos
asociados, contribuir en el conocimiento del perfil del gestor deportivo en lo concerniente a los
aspectos de gestión de la seguridad y, aportar una herramienta concreta de gestión de riesgos en
instalaciones deportivas a integrar en un modelo de Plan de Seguridad, aspirando con todo ello a
poder contribuir a la mejora de la seguridad en el sector deportivo.
Una vez planteado el objeto de estudio, justificada su acotación y presentadas las cinco líneas de
investigación a desarrollar en el mismo, es preciso esbozar unas líneas simples que lo delimiten para poder
estructurarlo en torno a un proceso metodológico sistemático.
20
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Las líneas simples que delimitan el objeto de estudio, acotado y presentado en torno a cinco líneas
de investigación, se presentan a continuación en forma de cinco cuestiones integradas en una figura, con la
intención de resumir los principales puntos a desarrollar y cómo poder realizarlos para, una vez configurada
una imagen esquemática, estructurarlo en un proceso metodológico concreto.
Ayuntamiento de Madrid
Conformado por 21 distritos
Disponiendo de 56 Centros Deportivos Municipales (CDM) de gestión directa.
1. Desarrollar la primera línea de investigación para conocer todos los ámbitos o áreas de la
seguridad a la que se ve afectada una instalación deportiva.
2. Desarrollar la segunda línea de investigación para conocer qué riesgos afectan a cada ámbito o
1ª Fase teórica
21
Capítulo 1. Introducción
Para conocer la relación de los/las responsables de las instalaciones deportivas con la gestión de la seguridad
correspondiente a la cuarta línea de investigación Se elaborará un Cuestionario de Seguridad en
Instalaciones Deportivas con distintos ítems destinados a tal fin para ser cumplimentados de forma anónima
por los máximos responsables (directores/as) de los distintos Centros Deportivos Municipales (CDM)
autorizados.
Para poder realizar un Estudio de Riesgos en los Centros Deportivos Municipales (CDM) del Ayuntamiento
de Madrid como eje central de la investigación correspondiente a la quinta línea de investigación Se
elaborará una herramienta para proceder a realizar las distintas fases del Estudio de Riesgos mediante la
configuración de unas plantillas a cumplimentar junto con los/las responsables de cada Centro Deportivo
Municipal (CDM) autorizado.
¿Cómo delimitar el Estudio de Riesgos para elaborar la herramienta que permita su ejecución?
22
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Para poder llevar a cabo la investigación, es necesario apoyarse en una revisión de los
conocimientos, utilizando como soporte el ámbito científico, es clave manejar un marco teórico y contextual
a su alrededor que otorgue validez y rigor, para ello se va a realizar una revisión teórica de la principal
literatura desarrollada.
Una vez configurada la estructura del marco teórico y contextual se plantearán los objetivos en consonancia
con las líneas de investigación propuestas.
1.3.1. Planteamiento del marco teórico y contextual (planteamiento del marco teórico y breve
descripción de cada bloque que lo compone).
Debido a que el marco teórico se desarrolla en el capítulo 2 denominándose “Marco teórico y contextual”,
en este apartado se van a enumerar los cinco bloques con sus respectivos sub apartados con la misma
numeración que tendrá en dicho punto.
Cada uno de los cinco bloques se sostiene en el anterior para de modo concadenado avanzar al siguiente,
comenzando por el primer bloque introductorio presentado a continuación:
Una vez presentado el tema a investigar y debido a que la seguridad es un concepto global, a su
complejidad semántica en función del contexto en el que se trate, a la dificultad de su definición y a los
múltiples ámbitos que engloba, se presentará la primera parte del marco teórico con una introducción
genérica de la seguridad donde, bajo la premisa de la dificultad de interpretación del concepto, se profundice
en su significado a través de una aproximación a su definición y se analicen los distintos ámbitos, áreas y
dimensiones que cubre.
Junto con una visión que parte de lo general, con una breve aproximación a la seguridad a nivel
internacional, entendida como la seguridad en el contexto mundial, a lo particular, con la seguridad a nivel
nacional dentro del contexto español.
23
Capítulo 1. Introducción
Este primer bloque denominado “Introducción a la seguridad”, se desglosa y desarrolla a través de los
siguientes aspectos:
Una vez vista la dependencia de ambos conceptos, se pretende conocer las dimensiones de la seguridad en
el deporte, lo que abarcan y representan, desarrollando los ámbitos que afectan a una instalación deportiva.
Por último, conocidas las dimensiones, se pretende enfocar la gestión de la seguridad, diferenciando entre
seguridad en eventos y en instalaciones, se comprobará la seguridad en los grandes eventos internacionales
y se profundizará en la figura del gestor deportivo como máximo responsable de una instalación deportiva
para saber cómo gestiona la seguridad de su instalación.
Para responder a todas estas cuestiones, es necesario desarrollar a su alrededor los siguientes aspectos
pertenecientes al segundo bloque denominado “Deporte y seguridad”:
2.2.1. Estudio cronológico a través del tiempo acerca de la interacción de los conceptos seguridad y deporte.
2.2.1.1. Tipo de estudio, contextualización, clasificación, acotación e identificación.
2.2.1.2. Primer periodo, la Prehistoria.
2.2.1.2.1. Paleolítico.
24
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
2.2.1.2.2. Mesolítico.
2.2.1.2.3. Neolítico.
2.2.1.2.4. Eneolítico o edad de los metales.
2.2.1.3. Segundo periodo, la Edad Antigua.
2.2.1.3.1. Las primeras civilizaciones (civilizaciones primarias).
2.2.1.3.1.1. Mesopotamia.
2.2.1.3.1.2. Egipto.
2.2.1.3.1.3. China.
2.2.1.3.1.4. India.
2.2.1.3.2. Las civilizaciones secundarias.
2.2.1.3.2.1. Creta.
2.2.1.3.2.2. Grecia.
2.2.1.3.2.3. Etruria (civilización etrusca).
2.2.1.3.2.4. Roma.
2.2.1.4. Tercer periodo, la Edad Media.
2.2.1.5. Cuarto periodo, la Edad Moderna.
2.2.1.6. Quinto periodo, la Edad Contemporánea.
2.2.1.7. La actualidad del siglo XXI.
2.2.2. Violencia y deporte.
2.2.2.1. Revisión de antecedentes y sucesos por falta de seguridad a nivel internacional y nacional.
2.2.2.2. Registros de incidentes.
2.2.3. La seguridad en el deporte.
2.2.3.1. Investigación en seguridad y deporte (recopilación de Tesis Doctorales, investigaciones,
estudios y publicaciones relacionadas con la seguridad y el deporte).
2.2.3.2. Referentes de gestión (obras, revistas, instituciones y congresos de referencia).
2.2.4. Gestión de la seguridad en el deporte.
2.2.4.1. El gestor deportivo y la seguridad (la figura del gestor deportivo como máximo responsable
de la instalación).
2.2.4.2. Seguridad en los grandes eventos y en grandes infraestructuras (aproximación a su gestión).
2.2.4.3. Ámbitos de la seguridad en instalaciones deportivas (aspectos, dimensiones, ordenación y
clasificación).
Seguidamente, identificar las responsabilidades en gestión deportiva a las que se enfrentan los distintos
actores como son las entidades, los propietarios y directores, los organizadores, los trabajadores inclusive
25
Capítulo 1. Introducción
los usuarios y espectadores aportando ejemplos de sentencias en los ámbitos civil, patrimonial y penal con
el objetivo de constatar su aplicación.
Dichos contenidos se desarrollan a partir de los siguientes aspectos que conforman el mencionado tercer
bloque denominado “Legislación y seguridad”:
2.3.3.1. Bases para recopilar la normativa de seguridad según sus ámbitos en tres niveles territoriales.
A continuación se pasa a un siguiente nivel, una vez dada la visión de los aspectos de seguridad a
los que se enfrenta una instalación deportiva y por ende su gestor, habiendo asentado las bases para
recopilar, organizar y clasificar la normativa de referencia, se pasa a poder investigar acerca de los riesgos
a los que se vería afectada.
Para ello, en este cuarto bloque se pretende observar previamente la continua convivencia del riesgo con el
día a día de las organizaciones e instalaciones deportivas, analizar la normativa de referencia y justificar
dicha convivencia con la clara referencia al riesgo que sostiene implicando a todos los actores.
Todo ello se corresponde con el cuarto bloque del marco teórico denominado “Riesgos y seguridad”
desarrollado en los siguientes puntos:
26
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
2.4.2. Concepto y definición de riesgo.
2.4.2.1. Gestión del riesgo (risk management).
2.4.2.1.1. Valoración del riesgo (risk assesment).
2.4.2.1.2. Control y tratamiento del riesgo (risk control and risk treatment).
2.4.2.2. Métodos de identificación y análisis de riesgos.
2.4.3. Gestión de riesgos en el contexto deportivo.
2.4.3.1. El método Mosler para el análisis de riesgos.
En este último apartado correspondiente al quinto bloque, se cierra el marco teórico investigando
que documentos organizativos gestionan los distintos riesgos a los que está expuesta una instalación
deportiva, discerniendo cuáles son de obligado cumplimiento y cuáles no, según indique la normativa de
referencia.
Se clasificarán en dos grandes grupos, se describirá en qué consisten, se identificará en qué sectores se
aplican, quiénes los desarrollan y se relacionarán nuevamente con el deporte analizando referencias a nivel
internacional, nacional y autonómico.
Finalmente se mostrará la necesidad de aunarse en documentos de ámbito superior como puede ser el Plan
director de seguridad.
Todo ello se corresponde con el quinto bloque del marco teórico denominado “Documentos y seguridad”
desarrollado en los siguientes puntos:
2.5.1. Identificación y clasificación de los documentos organizativos existentes para la gestión de riesgos
en instalaciones deportivas.
2.5.2. Documentos organizativos de gestión de riesgos de obligado cumplimiento en el marco del objeto de
estudio.
2.5.2.1. Plan de Autoprotección, Plan de Actuación ante Emergencias y Libro del Edificio:
identificación, contenido, estructura, referentes y aplicación.
2.5.2.2. Documento de Seguridad de Datos de Carácter Personal: identificación, contenido, estructura,
referentes y aplicación.
2.5.2.3. Plan de Prevención de Riesgos Laborales: identificación, contenido, estructura, referentes y
aplicación.
2.5.3. Documentos organizativos de gestión de riesgos de no obligado cumplimiento en el marco del objeto
de estudio.
2.5.3.1. Plan (protocolos) de Emergencias Sanitarias: identificación, contenido, estructura, referentes
y aplicación.
2.5.3.2. Plan de Seguridad: identificación, contenido, estructura, referentes y aplicación.
2.5.4. Inclusión e integración en documentos de ámbito superior: Plan director de seguridad.
27
Capítulo 1. Introducción
Configurada la estructura del marco teórico y contextual a continuación se plantean los objetivos
que se pretenden conseguir en consonancia con las líneas de investigación propuestas.
Primer objetivo (derivado de la primera, segunda y tercera líneas de investigación): “Conocer qué
requiere una instalación deportiva para considerarse segura”.
Tercer objetivo (derivado del primer objetivo y de la primera línea de investigación): “Constatar
si los Centros Deportivos Municipales (CDM) del Ayuntamiento de Madrid disponen de registros
de incidentes, de bases de datos de los mismos y de los documentos organizativos que gestionen
cada área o ámbito de la seguridad, a través de los/las responsables de cada Centro Deportivo
Municipal (CDM) autorizado mediante la cumplimentación de una plantilla elaborada para tal
fin”.
Cuarto objetivo (derivado del segundo objetivo y de la cuarta línea de investigación): “Conocer el
grado de relación de los/las responsables de los Centros Deportivos Municipales (CDM) con la
gestión de la seguridad”.
Quinto objetivo (derivado del segundo objetivo y de la segunda y quinta líneas de investigación):
“Realizar un estudio de los riesgos que afecten a una instalación deportiva pertenecientes a los
documentos organizativos de los que carezcan, en la mayor muestra de Centros Deportivos
Municipales (CDM) posible, junto con los/las responsables de cada Centro Deportivo Municipal
(CDM) autorizado”.
Sexto objetivo (derivado del cuarto objetivo y de la primera, segunda y quinta líneas de
investigación): “Conocer el grado de seguridad de los Centros Deportivos Municipales (CDM)
analizados en el estudio de riesgos”.
Séptimo objetivo (derivado del cuarto objetivo y de la primera y quinta líneas de investigación):
“Establecer cuál sería el grado de seguridad óptimo en los Centros Deportivos Municipales (CDM)
analizados en el estudio de riesgos”.
28
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Planteados los objetivos que se pretenden conseguir derivados de las líneas de investigación
propuestas, a continuación se cierra el proceso metodológico con la elaboración de la Estrategia de
investigación, en donde como se indicó anteriormente de modo concreto se articulan todas las acciones a
realizar para desarrollar la presente investigación.
La Estrategia de investigación, se divide en tres fases que tienen como eje central el trabajo de
campo, cada fase se desglosa en distintos apartados enumerados alfabéticamente en donde se van indicando
secuencialmente todas las acciones necesarias para desarrollar la investigación.
La primera fase denominada “Proceso previo al trabajo de campo” se compone de veinte apartados, la
segunda fase denominada “Trabajo de campo” se compone de siete apartados y la tercera fase denominada
“Proceso posterior al trabajo de campo” se compone de cinco apartados, haciendo un total de treinta y dos
apartados expuestos a continuación:
La primera fase de la Estrategia de investigación denominada “Proceso previo al trabajo de campo” consta
de veinte apartados con las respectivas actuaciones que se llevarán a cabo, dichos apartados ordenados
cronológicamente son:
A) División de los ámbitos o áreas de la seguridad que afectan a una instalación deportiva en Grupos de
Riesgo con sus respectivos Documentos Organizativos asociados.
B) Definición de cada uno de los Grupos de Riesgo y de cada Documento Organizativo relacionado o
asociado con cada Grupo de Riesgo.
(Una vez divididos los ámbitos o áreas de la seguridad que afectan a una instalación deportiva en
Grupos de Riesgo, asociados uno o varios Documentos Organizativos a cada Grupo de Riesgo y,
definidos tanto dichos Grupos de Riesgo como dichos Documentos Organizativos).
C) De cada Grupo de Riesgo, elaboración de un Catálogo de Riesgos específico que los identifique y
desglose de forma concreta.
D) Definición de cada uno de los riesgos de cada Catálogo de Riesgos.
29
Capítulo 1. Introducción
(Una vez elaborado cada Catálogo de Riesgos específico de cada Grupo de Riesgo y, definidos los
mismos).
E) Elaboración para cada Grupo de Riesgo de una Estructura Normativa en distintos bloques nominados
con unos epígrafes concretos que abarquen y engloben el Catálogo de Riesgos en que se subdivide cada
Grupo de Riesgo, para delimitar la normativa a relacionar.
F) Definición de cada epígrafe concreto que nomina cada bloque que forman la Estructura Normativa, para
delimitar la normativa a relacionar (en cada bloque, se dividirá la legislación en tres niveles: nacional,
autonómico y local).
(Una vez elaborada cada Estructura Normativa de cada Grupo de Riesgo y, definidos los epígrafes
concretos que nominan cada bloque que forman dichas Estructuras Normativas).
G) Realización de una Recopilación Normativa mediante la elaboración de una Tabla de cada Grupo de
Riesgo, que contenga el Catálogo de Riesgos y la Estructura Normativa con la legislación asociada de
referencia en los tres niveles determinados.
H) Realización de un Estudio Legislativo basado en la Recopilación Normativa de cada Grupo de Riesgo
mediante un resumen de los distintos tipos de documentos normativos seleccionados a modo de recuento y
clasificación.
(Una vez realizada la Recopilación Normativa de cada Grupo de Riesgo, con sus respectivos
Catálogos de Riesgos y Estructuras Normativas, en los tres niveles mencionados así como su Estudio
Legislativo).
K) Delimitación junto con la Dirección General de Deportes y el/la Coordinador/a de cada Junta de Distrito
del Estudio de Riesgos en función de si disponen o no de los Documentos Organizativos asociados a los
Grupos de Riesgo a manejar.
L) Establecimiento del Modus Operandi en función de si disponen o no, de bases de datos o registros de
incidentes relacionados con los riesgos a manejar.
30
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
(Una vez obtenidas las autorizaciones para desarrollar el trabajo de campo de la Tesis Doctoral,
delimitado el Estudio de Riesgos a los Grupos de Riesgo sobre los que no dispongan de Documento
Organizativo asociado y, establecido un Modus Operandi).
M) Elección y justificación del Método de Análisis y Evaluación de Riesgos a emplear, elaboración de una
plantilla del Método de Análisis y Evaluación de Riesgos elegido.
(Una vez elegido y justificado el Método de Análisis y Evaluación de Riesgos a emplear y, elaborada
su plantilla para desarrollarlo).
N) Identificación de los riesgos a incluir en el Estudio de Riesgos sobre los Grupos de Riesgo seleccionados
y sus Catálogos de Riesgos derivados.
Ñ) Elaboración de la plantilla “Identificación, Análisis y Evaluación de Riesgos”.
(Una vez identificados los riesgos a incluir en el Estudio de Riesgos sobre los Grupos de Riesgo
seleccionados y sus Catálogos de Riesgos derivados y, elaborada su plantilla).
O) Identificación de las medidas de seguridad a establecer para minimizar, reducir o eliminar los riesgos
identificados en la fase anterior.
P) Elaboración de la plantilla “Identificación de las medidas de seguridad”.
(Una vez identificadas las medidas de seguridad necesarias para minimizar, reducir o eliminar los
riesgos identificados en la fase anterior y, elaborada su plantilla).
Q) Elaboración de la Herramienta para realizar Estudios de Riesgos y para Identificar Medidas de Seguridad
contra dichos riesgos en Instalaciones Deportivas y, validación de la misma mediante el análisis que efectúe
sobre ella un grupo de expertos multidisciplinar.
31
Capítulo 1. Introducción
C) Corroboración de los puntos K “Delimitación del Estudio de Riesgos” y L “Establecimiento del Modus
Operandi” de la primera fase de la Estrategia de investigación denominada “Proceso previo al trabajo de
campo” constatándolo por escrito en la “Ficha informativa de la Instalación Deportiva” y, recopilación de
los Documentos Organizativos y de Seguridad de cada Centro Deportivo Municipal (CDM) en caso de
disponibilidad y facilitación de los mismos.
(Una vez corroborado por escrito la “Delimitación del Estudio de Riesgos” y el “Establecimiento
del Modus Operandi” mediante la persona responsable del Centro Deportivo Municipal (CDM)).
D) Explicación a cada persona responsable de cada Centro Deportivo Municipal (CDM) del Método de
Análisis y Evaluación de Riesgos mediante su plantilla de desarrollo y de la forma de proceder mediante
un ejemplo.
E) Realización de la fase dos de la primera parte de la Herramienta para realizar Estudios de Riesgos y para
Identificar Medidas de Seguridad contra dichos riesgos en Instalaciones Deportivas, (análisis de los riesgos
identificados) mediante la cumplimentación de la columna de análisis de la plantilla “Identificación,
Análisis y Evaluación de Riesgos” junto con la persona responsable de cada Centro Deportivo Municipal
(CDM).
(Una vez realizada la fase dos de la primera parte de la Herramienta para realizar Estudios de Riesgos
y para Identificar Medidas de Seguridad contra dichos riesgos en Instalaciones Deportivas).
32
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
F) Realización de la segunda parte de la Herramienta para realizar Estudios de Riesgos y para Identificar
Medidas de Seguridad contra dichos riesgos en Instalaciones Deportivas, (identificación de las medidas de
seguridad) mediante la cumplimentación de la plantilla “Identificación de las medidas de seguridad” junto
con la persona responsable de cada Centro Deportivo Municipal (CDM).
G) Complementación de las medidas de seguridad disponibles no identificadas en caso de disposición de
las mismas en los apartados destinados a tal fin de la plantilla “Identificación de las medidas de seguridad”.
A) Realización de la tercera y cuarta fase de la primera parte de la Herramienta para realizar Estudios de
Riesgos y para Identificar Medidas de Seguridad contra dichos riesgos en Instalaciones Deportivas
(evaluación de los riesgos analizados y, cálculo y clasificación de los riesgos analizados).
(Finalizada la tercera y cuarta fase de la primera parte de la Herramienta para realizar Estudios de
Riesgos y para Identificar Medidas de Seguridad contra dichos riesgos en Instalaciones Deportivas,
con las que se finaliza la cumplimentación completa de las plantillas que forman dicha Herramienta).
(Establecidos los cuadros que resumen los riesgos identificados y las medidas de seguridad
propuestas junto con su propuesta de anexo de recursos humanos y materiales necesarios para su
aplicación).
E) Configuración de un Plan de análisis estadístico para analizar los datos obtenidos en el trabajo de campo.
33
Capítulo 1. Introducción
1. INTRODUCCIÓN.
1.1. Planteamiento del problema y del objeto de estudio.
1.1.1. El deporte demanda seguridad.
1.1.2. La importancia de la seguridad en el fenómeno deportivo, un valor en auge.
1.1.3. El triple imperativo de la seguridad: necesidad, derecho y obligación.
1.1.4. Tendencias del sector deportivo que marcan dónde actuar en el ámbito de la seguridad.
1.1.5. Exposición del objeto de estudio y de las líneas de investigación a desarrollar.
1.2. Delimitación del objeto de estudio.
1.3. Proceso metodológico.
1.3.1. Planteamiento del marco teórico y contextual (planteamiento del marco teórico y breve
descripción de cada bloque que lo compone).
1.3.2. Planteamiento de los objetivos.
1.3.3. Elaboración de la Estrategia de investigación.
1.4. Estructura de la Tesis Doctoral.
1.5. Planificación temporal (cronograma sobre la estructura de la Tesis Doctoral).
1.5.1. Planificación temporal del primer periodo de investigación.
1.5.2. Planificación temporal del segundo periodo de investigación.
1.5.3. Planificación temporal del tercer periodo de investigación.
34
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
2.2.1. Estudio cronológico a través del tiempo acerca de la interacción de los conceptos seguridad
y deporte.
2.2.1.1. Tipo de estudio, contextualización, clasificación, acotación e identificación.
2.2.1.2. Primer periodo, la Prehistoria.
2.2.1.2.1. Paleolítico.
2.2.1.2.2. Mesolítico.
2.2.1.2.3. Neolítico.
2.2.1.2.4. Eneolítico o edad de los metales.
2.2.1.3. Segundo periodo, la Edad Antigua.
2.2.1.3.1. Las primeras civilizaciones (civilizaciones primarias).
2.2.1.3.1.1. Mesopotamia.
2.2.1.3.1.2. Egipto.
2.2.1.3.1.3. China.
2.2.1.3.1.4. India.
2.2.1.3.2. Las civilizaciones secundarias.
2.2.1.3.2.1. Creta.
2.2.1.3.2.2. Grecia.
2.2.1.3.2.3. Etruria (civilización etrusca).
2.2.1.3.2.4. Roma.
2.2.1.4. Tercer periodo, la Edad Media.
2.2.1.5. Cuarto periodo, la Edad Moderna.
2.2.1.6. Quinto periodo, la Edad Contemporánea.
2.2.1.7. La actualidad del siglo XXI.
2.2.2. Violencia y deporte.
2.2.2.1. Revisión de antecedentes y sucesos por falta de seguridad a nivel internacional y
nacional.
2.2.2.2. Registros de incidentes.
2.2.3. La seguridad en el deporte.
2.2.3.1. Investigación en seguridad y deporte (recopilación de Tesis Doctorales,
investigaciones, estudios y publicaciones relacionadas con la seguridad y el deporte).
2.2.3.2. Referentes de gestión (obras, revistas, instituciones y congresos de referencia).
2.2.4. Gestión de la seguridad en el deporte.
2.2.4.1. El gestor deportivo y la seguridad (la figura del gestor deportivo como máximo
responsable de la instalación).
2.2.4.2. Seguridad en los grandes eventos y en grandes infraestructuras (aproximación a su
gestión).
2.2.4.3. Ámbitos de la seguridad en instalaciones deportivas (aspectos, dimensiones,
ordenación y clasificación).
2.3. Legislación y Seguridad.
2.3.1. Introducción a la legislación deportiva.
35
Capítulo 1. Introducción
4. METODOLOGÍA DE ESTUDIO.
4.1. Metodología, universo y muestra.
36
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
4.2. Muestra definitiva.
4.3. Desarrollo de la Primera fase de la Estrategia de investigación (proceso previo del trabajo de
campo).
4.4. Instrumentos de recogida de información.
4.5. Desarrollo de la Segunda fase de la Estrategia de investigación (trabajo de campo).
4.6. Desarrollo de la Tercera fase de la Estrategia de investigación (proceso posterior al trabajo de
campo)
4.7. Configuración del Plan de análisis estadístico.
7. CONCLUSIONES.
7.1. Conclusiones propias de la investigación.
7.2. Conclusiones finales derivadas de la investigación.
37
Capítulo 1. Introducción
8. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS.
9. ANEXOS.
38
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Úriz, Ballestero, Viscarret & Ursúa (2006) indican que elegido el tema y desarrollada la
metodología conviene dedicar tiempo a la planificación del trabajo a realizar. Decididas y planificadas las
etapas o fases de la investigación, conviene programarlas, ordenándolas secuencial y temporalmente en el
tiempo estimado para llevarlas a cabo. Siguiendo estas pautas, se han establecido diez fases.
Continuando con los autores, indican que para llevar un control de estas etapas y del tiempo estimado para
cada una de ellas, conviene realizar un cronograma para ver si se está dentro del plazo previsto o si se tiene
que agilizar alguna determinada.
Para su elaboración, se han seguido los pasos que señalan Zorilla & Torres (1997) en Úriz et al. (2006)
como son; detallar las actividades a realizar, fijar el tiempo estimado para cada actividad a realizar, ordenar
las actividades con sus correspondientes secuencias temporales (las actividades de cada fase se han
detallado y ordenado mediante una puntuación alfanumérica expresada en la leyenda del cronograma) y
controlar y corregir continuamente la planificación (se han planificado dos supervisiones que se reflejan en
el propio cronograma identificados como 1b y 1c).
En cuanto a la elección del formato de cronograma, los autores manejan que se tiene que emplear la forma
que mejor se adecue a la investigación, de las dos formas que indican, se ha optado por la forma de
cuadrícula por la ventaja que aporta de poder detallar cada tarea y ver las que se superponen en cada periodo
temporal, generando tres cronogramas, uno por cada año de investigación, que reflejan los doce meses con
sus correspondientes cuatro semanas.
Hernández-Sampieri, Fernández & Baptista (1993) afirman que es recomendable estimar el tiempo que se
va a emplear en cada actividad agrupadas en títulos generales, en este caso se han agrupado como se ha
mencionado anteriormente en nueve fases.
Para fijar el tiempo de cada una y de sus actividades, se ha seguido el método que recomiendan dichos
autores. Para su cálculo, se ha estimado individualmente cada actividad, utilizando una medida estándar
que coincide con un día o aproximadamente cinco horas en función de tres consideraciones, la primera; la
actividad se ha realizado en el plazo de tiempo planteado, la segunda; la actividad no se ha realizado
exactamente en el plazo de tiempo planteado y, la tercera; la actividad no se ha ajustado al plazo de tiempo
planteado.
Para establecer el plazo de tiempo estimado para las tres consideraciones se ha otorgado a cada actividad
un número de días (medida estándar fijada) en función de las tres posibilidades y se ha dividido entre tres,
ese número de días promedio de las tres posibilidades como medida estándar a utilizar es el que se ha
plasmado en los tres siguientes cronogramas.
39
Capítulo 1. Introducción
Leyenda:
- 1a) Elaboración de un primer formato de estructura que conforme la Tesis Doctoral y una primera
planificación temporal (cronograma).
- 1b) Revisión del primer formato de estructura y de la primera planificación temporal (cronograma)
y realización de las modificaciones pertinentes en función de los avances realizados.
- 1c) Segunda revisión de la estructura de la tesis y del cronograma, comprobación de su adecuación
y realización en caso de requerirse de las modificaciones pertinentes en función de los avances
realizados.
Fase 2. Planteamiento del problema y del objeto de estudio y elaboración del marco contextual y teórico:
40
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Fase 3. Delimitación del objeto de estudio, formulación de los objetivos, desarrollo de la metodología,
formulación de las hipótesis de investigación y enumeración de los medios y recursos materiales
disponibles:
- 3a) Delimitación del objeto de estudio.
- 3b) Formulación de los objetivos de la investigación.
- 3c) Desarrollo de la metodología de la investigación.
- 3d) Formulación de las hipótesis de la investigación.
- 3e) Enumeración de los medios y recursos materiales disponibles.
Fase 5. Desarrollo de la primera fase de la Estrategia de investigación (proceso previo al trabajo de campo):
- 5a) A) División de los ámbitos o áreas de la seguridad que afectan a una instalación deportiva en
Grupos de Riesgo con sus respectivos Documentos Organizativos asociados.
- 5b) B) Definición de cada uno de los Grupos de Riesgo y de cada Documento Organizativo
relacionado o asociado con cada Grupo de Riesgo.
- 5c) C) De cada Grupo de Riesgo, elaboración de un Catálogo de Riesgos específico que los
identifique y desglose de forma concreta.
- 5d) D) Definición de cada uno de los riesgos de cada Catálogo de Riesgos.
- 5e) E) Elaboración para cada Grupo de Riesgo de una Estructura Normativa en distintos bloques
nominados con unos epígrafes concretos que abarquen y engloben el Catálogo de Riesgos en que
se subdivide cada Grupo de Riesgo, para delimitar la normativa a relacionar.
5f) F) Definición de cada epígrafe concreto que nomina cada bloque que forman la Estructura
Normativa, para delimitar la normativa a relacionar (en cada bloque, se dividirá la legislación en
tres niveles: nacional, autonómico y local).
5g) G) Realización de una Recopilación Normativa mediante la elaboración de una Tabla de cada
Grupo de Riesgo, que contenga el Catálogo de Riesgos y la Estructura Normativa con la
legislación asociada de referencia en los tres niveles determinados.
- 5h) H Realización de un Estudio Legislativo basado en la Recopilación Normativa de cada Grupo
de Riesgo mediante un resumen de los distintos tipos de documentos normativos seleccionados a
modo de recuento y clasificación.
- 5i) I) Elaboración del Cuestionario de Seguridad en Instalaciones Deportivas.
- 5j) J) Elaboración de una Estrategia de Acceso a los Centros Deportivos Municipales (CDM) a
través de la Universidad, la Dirección General de Deportes y los Distritos a través de los/las
Coordinadores/as de cada Junta de Distrito, para conseguir una autorización de acceso a los
mismos.
- 5k) K) Delimitación junto con la Dirección General de Deportes y el/la Coordinador/a de cada
Junta de Distrito del Estudio de Riesgos en función de si disponen o no de los Documentos
Organizativos asociados a los Grupos de Riesgo a manejar.
41
Capítulo 1. Introducción
- 5l) L) Establecimiento del Modus Operandi en función de si disponen o no, de bases de datos o
registros de incidencias relacionados con los riesgos a manejar.
- 5m) M) Elección y justificación del Método de Análisis y Evaluación de Riesgos a emplear,
elaboración de una plantilla del Método de Análisis y Evaluación de Riesgos elegido.
Leyenda:
Fase 5. Desarrollo de la primera fase de la Estrategia de investigación (proceso previo al trabajo de campo):
- 5k) K) Delimitación junto con la Dirección General de Deportes y el/la Coordinador/a de cada
Junta de Distrito del Estudio de Riesgos en función de si disponen o no de los Documentos
Organizativos asociados a los Grupos de Riesgo a manejar.
- 5l) L) Establecimiento del Modus Operandi en función de si disponen o no, de bases de datos o
registros de incidentes relacionados con los riesgos a manejar.
- 5n) N) Identificación de los riesgos a incluir en el Estudio de Riesgos sobre los Grupos de Riesgo
seleccionados y sus Catálogos de Riesgos derivados.
- 5ñ) Ñ) Elaboración de la plantilla “Identificación, Análisis y Evaluación de Riesgos”.
- 5o) O) Identificación de las medidas de seguridad a establecer para minimizar, reducir o eliminar
los riesgos identificados en la fase anterior.
- 5p) P) Elaboración de la plantilla “Identificación de las medidas de seguridad”.
- 5q) Q) Elaboración de la Herramienta para realizar Estudios de Riesgos y para Identificar Medidas
de Seguridad contra dichos riesgos en Instalaciones Deportivas y, validación de la misma mediante
el análisis que efectúe sobre ella un grupo de expertos multidisciplinar.
- 5r) R) Establecimiento de un Organigrama de Distritos (mapa de distritos) y Centros Deportivos
Municipales (CDM) (mapa de centros) autorizados.
42
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Fase 9. Organización de las referencias empleadas, ordenación de los anexos a incluir y revisión y redacción
de la tesis:
43
Capítulo 1. Introducción
Leyenda:
44
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
8c1) Conclusiones propias de la investigación.
8c2) Conclusiones finales derivadas de la investigación.
8c3) Propuesta de trabajos futuros.
Fase 9. Organización de las referencias empleadas, ordenación de los anexos a incluir y revisión y redacción
de la tesis:
Fase 10. Elaboración de los contenidos visuales para la defensa de la Tesis Doctoral.
Finalizado este primer capítulo introductorio con los tres cronogramas de actuación del periodo de
investigación que marcan su referencia temporal aproximada de ejecución, a continuación se plasma el
desarrollo del marco contextual y teórico propuesto, para construir las bases de la investigación, en el punto
1.3.1 Planteamiento del marco teórico y contextual (planteamiento del marco teórico y breve descripción
de cada bloque que lo compone) dentro del punto 1.3 Proceso metodológico, comenzando así el Capítulo 2
Marco contextual y teórico.
45
CAPÍTULO 2
48
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
El presente marco contextual y teórico se articula en cinco bloques correspondientes a los epígrafes
“Introducción a la seguridad”, “Deporte y Seguridad”, “Legislación y Seguridad”, “Riesgos y Seguridad”
y “Documentos y seguridad” en los que se pretende asentar las bases con las que poder construir la
investigación referida. Cada uno de los cinco bloques se sostiene en el anterior para de modo concadenado
avanzar al siguiente comenzando por el primer bloque introductorio presentado a continuación:
Una vez presentado el tema a investigar y debido a que la seguridad es un concepto global, a su
complejidad semántica en función del contexto en el que se trate, a la dificultad de su definición y a los
múltiples ámbitos que engloba, se presenta la primera parte del marco teórico con una introducción genérica
de la seguridad donde, bajo la premisa de la dificultad de interpretación del concepto, se profundice en su
significado a través de una aproximación a su definición y se analicen los distintos ámbitos, áreas y
dimensiones que cubre.
Junto con una visión que parte de lo general, con una breve aproximación a la seguridad a nivel
internacional, entendida como la seguridad en el contexto mundial, a lo particular, con la seguridad a nivel
nacional dentro del contexto español.
49
Capítulo 2. Marco contextual y teórico
La gente en los países ricos busca la seguridad ante los delitos, las drogas y los crímenes de las calles, ante
la propagación de enfermedades mortales como el SIDA, la degradación del suelo, el aumento de los niveles
de contaminación o el temor de perder sus puestos de trabajo y otras ansiedades que surgen a medida que
el tejido social se degrada. En los países pobres la entienden bajo la amenaza del hambre, la enfermedad y
la pobreza, junto con los problemas de las sociedades desarrolladas. A nivel mundial, la seguridad trata la
amenaza de la pobreza, las enfermedades, el cambio climático, la migración ilegal y el terrorismo (United
Nations Development Programme [UNDP], 1994). Así, el Proyecto de Ley de Seguridad Nacional del 29
de mayo de 2015 ratificado por la Ley 36/2015, de Seguridad Nacional, Proyecto de Ley 121/000158 (2015)
identificaba que: “La seguridad constituye la base sobre la cual una sociedad puede desarrollarse, preservar
su libertad y la prosperidad de sus ciudadanos, y garantizar la estabilidad y buen funcionamiento de sus
instituciones” (p.2).
Necesidad humana, recogida por Maslow (1943) y Malinowski (1984), formulada en la Declaración
Universal de los Derechos Humanos en su artículo 3. “Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad
y a la seguridad de su persona” (ONU, 1948, p.2). Recogida en la Constitución Española en su artículo
17.1. “Toda persona tiene derecho a la libertad y a la seguridad” (Constitución Española, 1978, p.4). Y en
la base de la política común de seguridad y defensa (PCSD) de la Unión Europea. “La seguridad es uno de
los pilares del Estado de Derecho, junto con la justicia y la libertad. Constituye un derecho básico y una
necesidad de las personas y las sociedades e implica la proyección de un conjunto de valores sobre la
sociedad” (Bernal, 2011, p.29).
En base a estas ideas de derecho y necesidad, Ávila (2005) siguiendo a Alessandro Baratta, formula
dos concepciones sobre seguridad, el modelo del derecho a la seguridad entendido como derecho, necesidad
humana y función del sistema jurídico y el modelo de la seguridad de los derechos, entendido como
necesidad y derecho de carácter secundario respecto al resto de necesidades básicas o primarias.
50
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
ausencia de una definición aceptada de forma común pese a los múltiples estudios publicados en los últimos
sesenta años, siendo un término ambiguo en forma y contenido referido a diferentes valores y cuestiones
(Institute for Safety, Security and Crisis Management [ISSCM], 2007). A su vez Buzan (1991) confirma
que la seguridad entra dentro de la categoría de concepto controvertido, caracterizada por la imposibilidad
de resolver su significado y sus aplicaciones. Para justificar su idea, el autor argumenta que el concepto de
seguridad es demasiado complejo para atraer a los analistas, se solapa con el concepto de poder, sobre todo
el militar, y se apoya en la idea de que a los estados les conviene mantener su ambigüedad simbólica.
Apoyando dichas cuestiones, Buzan (1991) acudió entre otros a Haftendorn (1991) que sostenía que el
campo de los estudios de seguridad adolece de la falta de un entendimiento común de lo que es la seguridad,
de cómo se puede conceptualizar, y de cuáles son sus temas de investigación más relevantes, preguntándose
si la seguridad es una meta, un área temática, un concepto, un programa de investigación, o una disciplina.
A Garnett (1996a) quien manejaba la noción de que la seguridad al ser un concepto ampliamente
desarrollado, con un alcance tan amplio pudiera quedar vacío de significado. A Dalby (1997) del cual
extrajo los múltiples significados del término, algunos no vinculados a la comprensión convencional. Y a
McSweeney (1999) que propuso que la seguridad era un término que resistía a definirse, empleado en
múltiples contextos y propósitos por empresas, gobiernos, la gente y el mundo académico.
Otras aportaciones se encuentran en Milano (2006) el cual muestra que al ser la seguridad un concepto
abstracto, susceptible de aplicarse en innumerables hechos, situaciones y actos, su significado es relativo y
ambiguo. Apoyando esta idea, Laborie (2011) concretó que: “La seguridad es un concepto controvertido,
ya que no existe un consenso generalizado sobre su significado, en función de las personas, sus ideas,
cultura y percepciones de la realidad el término seguridad adquiere un valor distinto” (p.1). Y Baldwin
(1997) expone la dificultad para analizar el concepto de seguridad, atendiendo a tres razones, primero existe
cierta ambigüedad para conocer su significado, segundo no está claro clasificar su concepto bajo un
contexto específico y tercero incluso pudiendo clasificarla en un contexto, los estudios específicos pudiesen
ser incorrectos. Termina aclarando que no ha sido un concepto analítico importante para la mayoría de los
eruditos que han estudiado la seguridad.
Con estas premisas, se pretende dilucidar o al menos aunar ideas afines que conformen una
definición genérica o, poder aproximarse a una noción simplificada, para ello se va a acudir a su etimología,
y se van a investigar las definiciones existentes.
Continuando con la definición académica, la RAE (2014) define la palabra seguridad como: “Cualidad de
seguro”. Y seguro como: “Libre y exento de riesgo” o “lugar o sitio libre de todo peligro”.
51
Capítulo 2. Marco contextual y teórico
Díaz-Vicario (2015) para definirla, acude al término anglosajón, el cual se desdobla en dos conceptos
“Safety” y “Security”. Las definiciones del Oxford Dictionary of English, Pearsall & Hanks (2001) de
ambos conceptos son para safety: “Condición de estar protegido de aquello que puede causar peligro, riesgo
o daño”. Y para security: “Condición de estar libre de daño o lesión” o “estado de sentirse seguro, estable
y libre de miedo o ansiedad”.
La misma autora, en función de estas definiciones, matiza que el primero hace referencia a la protección de
la vida humana y podría ser traducida como la seguridad frente a los accidentes (emergencias), o la
relacionada con el riesgo de lesiones en los seres humanos y la salud y, el segundo a la protección contra el
crimen, entendida como la seguridad frente a los actos ilícitos o criminales (seguridad ciudadana) (Díaz-
Vicario, 2015).
Por su parte Dolón (2005) maneja el concepto “loss prevention”, citándolo de Burns-Howell, Cordier &
Ericson (2003) como el proceso organizado cuya finalidad es el control y la prevención de las pérdidas.
Propone este concepto como procedencia de los términos safety y security, matizando que el primero es el
componente de loss prevention que contempla las pérdidas originadas por los factores de riesgo derivados
de actividades laborales y sociales y el segundo derivados de actividades antisociales o destructivas.
Continuando con Díaz-Vicario (2015) de la que se separaron los términos Safety y Security, alude a los
términos prevención, protección y actuación, para definir la seguridad. Términos definidos según la RAE
(2014) como; prevención: “Disposición que se hace anticipadamente para evitar un riesgo” o “conocer de
antemano o con anticipación un daño o perjuicio”. Protección: “Resguardar a una persona, animal o
cosa de un perjuicio o peligro”. Y actuación: “Ejercer actos propios de su naturaleza” o “ejercer
funciones propias de su cargo u oficio”. Definidos los conceptos que maneja la autora, Díaz-Vicario
(2015) contempla que:
La seguridad supone, por tanto, evitar la exposición a situaciones que pueden comportar un peligro
(prevención), adoptar las medidas adecuadas cuando un riesgo no puede eliminarse (protección) y
prever todas aquellas actuaciones a desarrollar cuando acontecen situaciones de peligro (actuación).
(p.58)
52
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Terminando con Dolón (2005) del que se acudió al término “Loss prevention” como procedencia de los
vocablos anglosajones, analiza distintos puntos de vista (funcional, formal, estructural y conceptual) para
definir la seguridad. Desde un punto de vista funcional, la define de Kingsbury (1973) como la anticipación,
el reconocimiento, la valoración del riesgo de crimen y el comienzo de acciones que lo reduzcan o eviten.
Y de la Escuela de Técnicas de Seguridad, Defensa y Apoyo del Ejército del Aire español (ETESDA)
(2002a) como el proceso organizado que mediante la disuasión, prevención, detección, evaluación, reacción
y realimentación persigue disminuir o evitar pérdidas producidas por acciones hostiles contra el patrimonio
de la organización. Desde la perspectiva formal, la define de Paine (1972) como las medidas necesarias
para mantener el estado de bienestar y prever daños o pérdidas a causa del crimen, los sabotajes, los
accidentes y desastres, el fuego o los disturbios y las huelgas. Desde el punto de vista estructural, la define
de Oliver & Wilson (1972) como la protección de cualquier tipo de propiedad contra las pérdidas que se
puedan producir por distintas formas de daño como los robos, el fuego o el fraude. Y desde el punto de
vista conceptual, la define nuevamente de ETESDA (2002a) como la situación ideal de los bienes, ante la
no existencia de factores de riesgo en el entorno de la organización. Con estos puntos de vista, Dolón (2005)
completa: “La seguridad es un concepto global suma de todas las acciones anteriores y posteriores a que se
manifieste un factor de riesgo” (p.21). Y termina aunando los conceptos protección y defensa para corregir
su definición. Para ello cita del Instituto de Seguridad Integral (1995), la protección entendida como el
conjunto de acciones realizadas para reducir o evitar la intensidad y probabilidad de un riesgo y la definición
de defensa de Belt Ibérica (1995) como el conjunto de acciones que tienden a minimizar o evitar las pérdidas
producidas por un factor de daño o peligro mediante la disuasión, reacción y realimentación.
Otro autor, Moliner (2015) aporta otros puntos de vista para destacar algunas de las características más
importantes de la seguridad. Desde un punto de vista psicológico, la entiende como:
Un estado en el que el ser humano siente sus necesidades básicas satisfechas, incluyendo las
referidas a su bienestar y a la ausencia de riesgos, y a partir del mismo, avanzar en otras motivaciones
y la satisfacción de impulsos más elaborados. (p.3)
Desde la percepción social: “Engloba y requiere control de una gran diversidad de riesgos y amenazas,
desde el conflicto bélico hasta las alteraciones producidas por el cambio climático” (p.3). Desde la
estrategia: “Además de ser un concepto que abarca muchos ámbitos, es dinámico, adaptándose a la
rapidísima evolución del entorno” (p.3). Y desde una perspectiva política: “Es una acción del Estado y un
servicio público que garantía bienestar y estabilidad, y que requiere asumir la responsabilidad al más alto
nivel político” (p.3). Perspectivas a las que se debe añadir la clásica desde el punto de vista militar, así
Bellany (1981) la define como la libertad relativa de la guerra y Walt (1991) como el estudio de la amenaza
y el uso de la fuerza militar para prevenir, preparar o hacer la guerra.
Estas recopilaciones permiten confirmar la idea del término seguridad en contra posición al riesgo
y al peligro y, la proliferación de múltiples vocablos y puntos de vista, como matices que se pueden
vislumbrar. De estos matices, se produce la necesidad de esclarecer los distintos ámbitos, áreas o
53
Capítulo 2. Marco contextual y teórico
dimensiones que pueden derivar del polisémico término. Cualquier definición de seguridad requiere
considerar su entorno, sin poder establecer sus condiciones, parámetros o niveles sin establecer previamente
su ámbito de aplicación o escenario (Milano, 2006).
Diversos autores también manejan esta diversidad de ámbitos, entre otros, atendiendo a la cronología Díaz-
Vicario (2015) habla de diversos contextos: seguridad humana, seguridad laboral, seguridad industrial,
seguridad alimentaria, seguridad medioambiental, seguridad escolar, etc. Laborie (2011) afirma que hay un
gran número de definiciones de seguridad; nacional, común, colectiva, compartida, humana, cooperativa o
sostenible. Milano (2006) resume en seis categorías las principales expectativas de seguridad del hombre y
de las instituciones sociales; seguridad internacional, nacional, política, económica, social y ambiental.
Sheehan (2005) habla de seguridad económica, social, medioambiental y crítica. Baldwin (1997) describe
diferentes formas de seguridad en función del adjetivo que lo acompañe, entre otras; la económica,
ambiental, de identidad, social, militar, física y emocional. Buzan (1991) afirma que la seguridad del
colectivo humano se ve afectada por factores en cinco grandes sectores: militares, políticos, económicos,
sociales y medioambientales. Y Maslow (1943) contempló diversos ámbitos para las necesidades de
seguridad; seguridad física, estabilidad, protección, empleo, ingresos, recursos, familiar, salud etc.
Atendiendo a las organizaciones, recordando a Sheehan (2005) las organizaciones internacionales como las
Naciones Unidas y la OTAN trabajan con una definición de seguridad multisectorial y amplia, y no sólo
bajo la dimensión militar, la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE) esgrime
que la seguridad toca muchos aspectos de la forma en que vivimos y su punto de vista cubre tres
dimensiones, la dimensión político-militar, la económica y de medio ambiente y la dimensión humana junto
a una cuarta a la que denomina dimensión cruzada. La dimensión político-militar; con el control de armas,
la gestión de las fronteras, la reforma y la cooperación en el sector de la seguridad, la policía, combatir el
terrorismo y la prevención y resolución de conflictos. La dimensión económica y de medio ambiente; con
la construcción de la democracia, la lucha contra la corrupción, el blanqueo de dinero y la financiación del
terrorismo, cuestiones económicas como el fomento de la cooperación económica internacional, en el
fortalecimiento de los negocios y el clima de inversión, la racionalización de los marcos regulatorios,
promueve la gestión eficaz de la migración laboral etc. y cuestiones ambientales como uso sostenible y la
gestión racional de los recursos naturales, eliminar con seguridad los residuos tóxicos y radioactivos etc.
La dimensión humana; con la protección de la libertad y de los derechos humanos y de las minorías,
combatiendo la discriminación y el racismo, favoreciendo la igualdad entre mujeres y hombres y a través
de proyectos de desarrollo, educación, vivienda, etc. Finalmente la dimensión cruzada combate el tráfico
de seres humanos, programas de educación para la prevención de conflictos y el fomento de las instituciones
democráticas en los estados.
54
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Uno de los ámbitos específicos, es el que muestra Naciones Unidas del sentir general de la gente. El
concepto de seguridad ha tenido una interpretación estricta durante mucho tiempo, como la seguridad del
territorio ante la agresión externa, la protección de los intereses nacionales en la política exterior o la
seguridad global ante la amenaza de un holocausto nuclear, quedando olvidadas las preocupaciones de la
gente. Para la mayoría, el sentimiento de inseguridad deriva más de las preocupaciones de la vida cotidiana
que del temor de un evento catastrófico mundial. La seguridad para la ellos simboliza la protección de la
amenaza, de la enfermedad, el hambre, el desempleo, el crimen, el conflicto social, la represión política y
los peligros ambientales (UNDP, 1994). Así se llega a la afirmación de que el concepto de seguridad no
sólo se refiere a los Estados sino también a las personas (International Commission on Intervention and
State Sovereignty (ICISS), 2001).
Siguiendo esta reflexión y la idea de Naciones Unidas, Milano (2006) concreta que la seguridad toma un
nuevo enfoque, la seguridad humana, en el que el hombre es el principal elemento a proteger, al aumentar
la libertad en el mundo, el ser humano necesita mayores garantías para desarrollarse, por lo que exige mayor
seguridad. Distintas organizaciones aluden a este concepto, así se encuentra que la seguridad humana
significa proteger las libertades fundamentales; a las personas de las amenazas; crear políticas, sociales,
ambientales y económicas; sistemas militares y culturales que en su conjunto den a las personas los
elementos básicos para vivir en libertad y dignidad (Commission on Human Security, 2003). La seguridad
humana enfoca a la comunidad internacional y a los Estados hacia la supervivencia, los medios de
subsistencia y la dignidad de las personas, promoviendo la adopción de medidas que reduzcan conflictos y
promuevan el desarrollo y los derechos humanos, como la base para alcanzar la paz, el desarrollo y el
progreso (Naciones Unidas, 2012). Siguiendo los principios de la Carta de las Naciones Unidas y el
Documento Final de la Cumbre Mundial 2005 la seguridad humana subraya el derecho de las personas a
vivir en libertad, con dignidad, libres de la pobreza y desesperación, a disponer de iguales oportunidades y
a desarrollar plenamente su potencial humano (Naciones Unidas, 2005). La Comisión Internacional sobre
Intervención y Soberanía de los Estados concreta que el concepto de seguridad humana, incluye la
preocupación por los derechos humanos, tiene una creciente importancia en el derecho y en la acción
internacional y debe ser uno de los objetivos fundamentales de las modernas instituciones internacionales
(ICISS, 2001).
Otros autores aportan características comunes al concepto, White (2004) añade que el concepto de
seguridad humana, integra la cooperación de las políticas de defensa y seguridad, la sumisión a la autoridad
civil de las fuerzas armadas, el reconocimiento del Estado de Derecho y el respeto de los derechos humanos.
Baldwin (1997) formula una serie de preguntas para comprender los avances del concepto de seguridad
humana ¿Para quién es la seguridad?, ¿Qué valores hay que asegurar o proteger?, ¿Qué amenazas a la
seguridad se perciben? y ¿Con qué medios se puede garantizar la seguridad? y Alkire (2003) comparte,
favorecer el desarrollo humano salvaguardando las vidas humanas de las amenazas existentes como el
objetivo de la seguridad humana.
55
Capítulo 2. Marco contextual y teórico
El programa de desarrollo de Naciones Unidas, UNDP (1994) divide la seguridad humana en siete
categorías; seguridad económica como una base segura de ingresos generalmente de un trabajo remunerado,
seguridad alimentaria como el acceso universal a los alimentos básicos, seguridad sanitaria como el acceso
universal a los servicios de salud, seguridad medioambiental ante las catástrofes naturales y cambio
climático, seguridad personal frente a la violencia física en forma de guerras, bandas, drogas, violaciones,
abusos y otras amenazas, seguridad comunitaria como la pertenencia a un grupo, familia, comunidad,
organización etc. que puede proporcionar una identidad cultural y un conjunto de valores y, seguridad
política en la que las personas deben vivir en una sociedad que respete los derechos humanos. A su vez, se
centra en cuatro de sus características esenciales; es una preocupación universal (hay múltiples amenazas
comunes tanto para las naciones ricas como para las pobres como el desempleo, las drogas, la delincuencia,
la contaminación o la violación de derechos humanos), sus componentes son interdependientes (cuando la
seguridad de las personas está en peligro en cualquier parte del mundo, todas las naciones se ven
involucradas), es más fácil asegurarla a través de la prevención temprana que en una intervención tardía y,
se centra en las personas (si viven en una sociedad en conflicto o en paz, y la libertad, acceso y
oportunidades de mercado y sociales) (UNDP, 1994). Concluye afirmando que cuantificar la seguridad
humana es imposible, pero dispone de indicadores para saber si un país se enfrenta a problemas de
inseguridad humana. Para la seguridad alimentaria; conocer el suministro diario de calorías como
porcentaje de las necesidades humanas básicas, el índice de producción de alimentos per cápita y la
tendencia de la tasa de dependencia de las importaciones de alimentos. En la seguridad económica; conocer
las tasas de desempleo, saber si son prolongadas, si se produce una repentina caída en los salarios, o si se
producen tasas dispares de ingresos entre los ricos y los pobres. En las violaciones de derechos humanos;
prisión política, torturas y censuras de prensa. En los conflictos étnicos o religiosos; el porcentaje de
población involucrada. Y en el militar la relación entre el gasto militar y la combinación de salud y
educación (UNDP, 1994).
Se puede concluir afirmando que, ya que la seguridad afecta de una u otra forma al ser humano, los ámbitos
de la seguridad humana, abarcan todas las posibles áreas o dimensiones específicas que puedan derivar de
la seguridad, pudiendo discurrir desde la generalidad a la especificidad, categorizado bajo un epígrafe,
como los vistos anteriormente.
Siguiendo la idea de lo global o general a lo particular o específico, se van a analizar los términos
seguridad internacional y seguridad nacional, entendido como la seguridad en el mundo y la seguridad en
España.
Comenzando con la seguridad internacional, Milano (2006) la define como la categoría que
muestra que la seguridad de un Estado es interdependiente de la de otros y que cuenta con los mecanismos
pertinentes para neutralizar de forma colectiva los conflictos bélicos que se pudieran producir. Por otra
parte, Sheehan (2005) siguiendo a Helga Haftendorn advierte que no existe un único concepto de seguridad,
56
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
los conceptos de seguridad nacional, internacional y global se originaron en distintos contextos históricos
o filosóficos y se refieren a diferentes aspectos.
Tradicionalmente, la seguridad fue entendida como una cuestión relativa a la necesidad de los
Estados de asegurar su supervivencia territorial y política (UNDP, 1994). Sin embargo el contexto histórico
actual, está marcado por el fenómeno de la globalización dirigiendo el devenir de los países, supone un
cambio en los conceptos de distancias, flujos de información, transacciones de mercancías y económicas,
así como un cambio en la conceptualización y lucha ante las amenazas por parte de los países. Esta línea es
reforzada fundamentalmente por tres autores, Oliva (2000) el cual expone que los cambios mundiales
marcados por la globalidad y la consecuente revolución de la información y disminución de distancias,
fronteras y barreras, globaliza la economía y la tecnología de igual manera que lo hace con el terrorismo,
el narcotráfico, el blanqueo de dinero, el crimen organizado y la violencia, generando la necesidad de
globalizar también las respuestas por parte de las regiones. Morales (2012) reafirmando la idea de que la
globalización que experimenta el mundo basada en el libre comercio motor de la productividad y
prosperidad conlleva problemas globales como el tráfico y consumo de drogas, personas y armas, la
prostitución, la criminalidad, el robo organizado, el desempleo y la pobreza extrema. Y Moliner (2015)
concluyendo con la trascendencia que han tenido algunos cambios en la escena internacional como la
emergencia de la globalización, la aparición de nuevos riesgos y amenazas para la paz y seguridad
internacional y, el terrorismo trasnacional.
Una de las consecuencias de la Globalización fue el nacimiento de una nueva conciencia ante las
violaciones de los derechos humanos y la falta de seguridad, en Irak se asistió a la primera guerra
transmitida en directo por televisión e internet se convirtió en un medio donde difundir imágenes de las
barbaries (López, 2011).
Para poder desarrollar esta problemática, reflejada en amenazas globales, se precisa conocer qué amenazas
afectan a la seguridad internacional y argumentar por qué se producen, para posteriormente precisar que
respuestas se manejan y cómo se gestionan.
Respondiendo a por qué se producen, Ramos (2000) establece que las principales amenazas que afectarían
a la seguridad global del siglo XXI serían el resultado de; la inestabilidad política, la carencia de cohesión
nacional, las dificultades religiosas, raciales y étnicas, la destrucción del medio ambiente, el crecimiento
económico, las nuevas enfermedades, el cambio en la naturaleza del trabajo, la carencia de líderes, el
envejecimiento de las centrales nucleares, el terrorismo y la acción del crimen organizado. Junto a Ramos,
el Programa de Desarrollo de Naciones Unidas, UNDP (1994) maneja que las amenazas se presentan por;
un crecimiento incontrolado de la población, las disparidades en las oportunidades económicas, una
migración internacional excesiva, la degradación ambiental, la producción y el tráfico de drogas y el
terrorismo internacional. Concluye afirmando que las verdaderas amenazas a la seguridad humana en el
próximo siglo se producirán más por las acciones de millones de personas que por las agresiones de parte
57
Capítulo 2. Marco contextual y teórico
de unas pocas naciones. Para enumerar qué amenazas a la seguridad se consideran, se acude a la
Organización de las Naciones Unidas (ONU) y a la Organización de los Estados Americanos (OEA).
Siguiendo a la Organización de las Naciones Unidas (ONU), existen seis grupos de amenazas que deben
preocupar al mundo hoy y en los decenios por venir; las amenazas económicas y sociales, como la pobreza,
las enfermedades infecciosas y la degradación ambiental, los conflictos entre Estados, los conflictos
internos, como la guerra civil, el genocidio y otras atrocidades a gran escala, las armas nucleares,
radiológicas, químicas y biológicas, el terrorismo y la delincuencia organizada transnacional (Naciones
Unidas, 2004). Siguiendo a la Organización de los Estados Americanos (OEA) la seguridad se ve afectada,
por amenazas tradicionales y nuevas amenazas en forma de preocupaciones y desafíos de distinta naturaleza
como; el terrorismo, la delincuencia organizada transnacional, el problema mundial de las drogas, la
corrupción, el tráfico de armas, la trata de personas, la pobreza extrema y la exclusión social, los desastres
naturales y los de origen humano, el VIH/SIDA y otras enfermedades, el deterioro del medio ambiente, los
ataques a la seguridad cibernética y la posibilidad del acceso y, la posesión y el uso de armas de destrucción
por parte de terroristas (Organización de los Estados Americanos [OEA], 2003).
Ambas coinciden en que el terrorismo es una de las principales amenazas actuales y de los próximos
tiempos, Moliner (2015) rescata del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, que el terrorismo supone
una de las amenazas más serias para la seguridad internacional, no debe ni puede ser asociado con ninguna
religión, nacionalidad o civilización, e insiste en que todos los Estados adopten medidas para combatirlo
bajo el respeto al derecho internacional abortando las fuentes de financiación y de actividad económica de
los terroristas, su organización y prevenir su reclutamiento. Finalmente Moliner (2015) añade que: “La
amenaza que supone el terrorismo yihadista en los comienzos del siglo XXI es la de una auténtica
confrontación con los valores y principios occidentales que están en la base de la dignidad del ser humano”
(p.8).
López (2011) manifiesta que la nueva percepción de inseguridad producida debido a los ataques terroristas
de Nueva York, Madrid y Londres emboca un sentimiento en el que el enemigo puede estar muy cerca,
todos pueden ser sus potenciales objetivos y no se le puede situar dentro de los límites de unas fronteras, ni
identificar con un Estado. Continuando con la gestión de las respuestas a estas amenazas globales, Naciones
Unidas (2004) cree en la necesidad de establecer un consenso en materia de seguridad, basado en que los
principales protagonistas de la lucha contra todas las amenazas, nuevas y antiguas, sigan siendo los Estados,
puesto que la función, la responsabilidad y el derecho a ser respetados, están consagrados en la Carta de las
Naciones Unidas. Sin embargo prosigue con que en el siglo XXI, ningún Estado puede ser invulnerable ni
hacer frente a las amenazas por sí solo, siendo indispensable contar con estrategias, instituciones y un
sentido de responsabilidad colectiva basado en tres pilares básicos; las amenazas actuales no respetan las
fronteras nacionales, están relacionadas entre sí y, deben encararse en los planos mundial, nacional y
regional puesto que sin un reconocimiento mutuo de las amenazas no puede haber seguridad colectiva.
Siguiendo esta idea de cooperación, la Cumbre Mundial Sobre Desarrollo Social, celebrada en Copenhague
en marzo de 1995, teniendo en cuenta la indivisibilidad de la seguridad (nadie está seguro en ningún lugar),
idea corroborada por López (2011) quien cita el ejemplo de la catástrofe de Chernóbil, en abril de 1986,
58
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
recordando que: “No hay alambrada ni frontera que impida el paso a la radiación, países escrupulosos en
el cumplimiento de las normas de seguridad nuclear podían verse afectados por la desidia, la torpeza o la
irresponsabilidad de terceros” (p.14). Y que las principales razones de los conflictos tienen sus raíces en la
pobreza, la injusticia social y la degradación del medio ambiente, solicitó a los Estados la cooperación
internacional. Cooperación basada en la diplomacia preventiva, a través de la adopción de medidas de
política para la seguridad tanto en los países ricos como en los pobres, asegurándose que todas las personas
tuvieran las capacidades y oportunidades básicas, especialmente en el acceso a los bienes y al trabajo
productivo y remunerado, que disfrutasen de los derechos humanos básicos y pudiesen manejar variedad
de opciones políticas (UNDP, 1994). Nuevamente Ramos (2000) vuelve al proceso globalizador como
impulsor de la instauración de la paz en diferentes regiones y países del planeta y consolidador de la
democracia y el desarrollo de la humanidad mediante acuerdos nacionales y propuestas internacionales.
Al hilo de estas reflexiones, se concreta que las amenazas globales, necesitan de una unión
internacional, promovido por los principales organismos internacionales de seguridad y defensa, para
afrontarlas a través de unas respuestas conjuntas. Es interés común a todas las naciones descubrir nuevas
formas de cooperar para responder ante las amenazas que constituyen el marco global de la inseguridad
humana (UNDP, 1994). Para ofrecer una idea básica de cuáles son estos organismos, su misión, visión, así
como su organización a nivel de número de países, se presenta a continuación una descripción básica de
los cuatro organismos internacionales con mayor presencia a nivel mundial, como son (ordenados según su
fecha de aparición) la Junta Interamericana de Defensa (JID) en el asesoramiento de la Organización de
Estados Americanos (OEA), el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (CSNU) como órgano principal
en materia de seguridad de la Organización de Naciones Unidas (ONU), la Organización del Tratado
Atlántico Norte (OTAN) y la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE) con sus
respectivas fechas de fundación, misión y relación de estados miembros.
La Junta Interamericana de Defensa (JID) según indica en su página web (http://www.jid.org/) fue
fundada el 30 de marzo de 1942, constituyéndose como la organización regional de defensa más antigua
del mundo. Su propósito consiste en prestar servicios de asesoramiento técnico, consultivo y educativo a la
Organización de Estados Americanos (OEA) y a sus Estados Miembros acerca de temas relacionados con
asuntos militares y de defensa. Actualmente, la JID agrupa 27 Estados Miembros Antigua y Barbuda,
Argentina, Barbados, Belice, Bolivia, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, El Salvador, Estados Unidos de
América, Guatemala, Guyana, Haití, Honduras, Jamaica, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú,
República Dominicana, St Kitts and Nevis, Suriname, Trinidad y Tobago, Uruguay y Venezuela y su
estructura está compuesta por el Consejo de Delegados, la Secretaría y el Colegio Interamericano de
Defensa, reuniendo representantes civiles y militares de los diversos países americanos.
El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU) según indica en su página web
(http://www.un.org/es/sc/) se creó como órgano de seguridad, junto con el nacimiento de la organización
el 24 de octubre de 1945, cuando la mayoría de los 51 miembros signatarios de la carta de Naciones Unidas
59
Capítulo 2. Marco contextual y teórico
La Organización del Tratado Atlántico Norte (OTAN) según indica en su página web
(https://www.nato.int/nato) tiene su origen en la firma del Tratado de Washington de 1949 por el que doce
países de ambos lados del Atlántico se comprometieron a defenderse mutuamente en caso de agresión a
cualquiera de ellos. Su propósito fundamental consiste en salvaguardar la seguridad y libertad de sus
miembros a través del uso militar comprometido con la solución pacífica y diplomática que si fallase aúna
la capacidad militar necesaria para llevar a cabo operaciones de gestión de crisis y el desarrollo de su
política que promueve valores democráticos y fomenta la cooperación en materia de defensa y seguridad
en la prevención de conflictos. Actualmente, cuenta con 28 países miembros, 22 socios de cooperación en
el Consejo de Asociación Euroatlántico (CAEA), siete en el Diálogo Mediterráneo, cuatro países
participantes en la Iniciativa de Cooperación de Estambul (ICE) y ocho socios alrededor del mundo: los
fundadores de 1949 Bélgica, Canadá, Dinamarca, Francia, Islandia, Italia, Luxemburgo, Países Bajos,
Noruega, Portugal, Reino Unido, Estados Unidos, en 1952 se unieron Grecia y Turquía, en 1955 Alemania,
en 1982 España, en 1999 República Checa, Hungría y Polonia, en 2004 Bulgaria, Estonia, Letonia, Lituania,
Rumanía, Eslovaquia y Eslovenia y en 2009 Albania y Croacia.
La Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE) según indica en su página web
(https://www.osce.org/es) fue fundada en 1975, con el nombre de Conferencia para la Seguridad y
Cooperación en Europa, como un foro multilateral para el diálogo y negociaciones entre el Este y el Oeste.
Cubre las dimensiones político-militar, económica y ambiental de la seguridad, incluyendo el control de
armas, la democratización, la lucha contra el terrorismo, la prevención de conflictos para fomentar el
desarrollo económico garantizando el uso sostenible de los recursos naturales, y promoviendo el pleno
respeto de los derechos humanos y las libertades fundamentales. En la actualidad reúne a 57 Estados de
América del Norte, Europa y Asia: Albania, Austria, Bélgica, Canadá, República Checa, Finlandia,
Alemania, Hungría, Italia, Letonia, Luxemburgo, Mónaco, Noruega, Rumania, Serbia, España, Tayikistán,
Turkmenistán, Estados Unidos, Andorra, Azerbaiyán, Bosnia y Herzegovina, Croacia, Dinamarca, Francia,
Grecia, Islandia, Kazajstán, Liechtenstein, Malta, Montenegro, Polonia, Rusia, Eslovaquia, Suecia,
Macedonia, Ucrania, Uzbekistán Armenia, Bielorrusia, Bulgaria, Chipre, Estonia, Georgia, Santa Sede,
60
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Irlanda, Kirguizistán, Lituania, Moldavia, Mongolia, Países Bajos, Portugal, San Marino, Eslovenia, Suiza,
Turquía, Reino Unido. Tiene 11 países socios para la cooperación: 6 del mediterráneo: Argelia, Egipto,
Israel, Jordania, Marruecos y Túnez, 4 asiáticos: Japón, Corea del Sur, Tailandia y Afganistán y Australia.
El doctorando, consciente de la ardua tarea que supondría elaborar una imagen específica de cada
uno de los conflictos y amenazas así como su gestión y desarrollado a través del tiempo y las correlativas
inversiones económicas efectuadas en cada región, objeto que se alejaría del propósito de este marco
teórico, opta por mostrar unas pinceladas en forma de cifras y datos generales, a nivel global, del último
periodo que nos comprende, para tener una percepción de la importancia de la seguridad, en tres marcos;
gasto económico, conflictos y operaciones de paz.
Dentro del marco del gasto económico, se opta por el gasto militar de los Estados, para ello, se
acude al Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo (SIPRI) como la fuente más utilizada
por su amplitud temporal y homogeneidad (Fonfría, 2013). Dispone de una base de datos sobre gastos
militares, obtenidos de la definición de la OTAN, la cual incluye todos los gastos corrientes y de capital
relativos a las fuerzas armadas, incluidas las fuerzas de mantenimiento de la paz; los ministerios de defensa
y demás organismos de Gobierno que participan en proyectos de defensa; las fuerzas paramilitares, si se
considera que están entrenadas y equipadas para operaciones militares y; las actividades en el área militar
(Stockholm International Peace Research Institute [SIPRI], s.f.).
Se pretende ofrecer primeramente una imagen general (global-regiones-continentes) del gasto mundial
militar en los últimos veinticinco años, con un breve análisis descriptivo de sus registros. En segundo lugar
tomando los últimos diez años, ofrecer un plano general del mapa mundial (países) acerca del gasto militar
mundial en función del porcentaje del Producto Interior Bruto (PIB) y del gasto del gobierno central. Por
último, aludiendo al último año registrado (2014) conocer el ranking de los diez países que más y menos
gasto militar invierten y comparar dicha clasificación con la misma en función del PIB.
Siguiendo este orden descriptivo, partiendo de la base de datos del SIPRI, se muestra un cuadro comparativo
del gasto militar por región en miles de millones de dólares de los últimos veinticinco años, dividido en dos
periodos, la Tabla 2 muestra el periodo de 1988 a 2001 y la Tabla 3 el periodo de 2002 a 2014.
61
Capítulo 2. Marco contextual y teórico
Tabla 2. Gasto militar por región del periodo comprendido entre 1988 y 2001, en miles de millones de dólares.
1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004
World total (consistent series) 1586 1561 1493 .. 1191 1161 1128 1076 1055 1067 1054 1077 1115 1140 1211 1285 1359
World total (from SIPRI data release)* 1361
Geographical regions
Africa 17,8 18,0 17,7 15,4 14,3 16,8 16,0 15,0 14,1 14,8 15,6 21,8 19,5 19,9 21,9 20,9 23,4
North Africa 3,7 3,8 3,8 3,8 4,3 4,5 4,8 4,6 4,9 5,3 5,6 5,2 5,2 6,6 6,7 7,0 7,6
Sub -Saharan Africa 14,2 14,2 14,0 11,6 10,1 12,3 11,2 10,4 9,2 9,5 10,0 16,6 14,2 13,2 15,2 14,0 15,8
Americas 620 614 584 515 538 519 496 473 449 445 439 441 458 466 515 571 620
Central America & the Carib b ean 3,9 4,0 4,0 4,0 4,4 4,6 5,4 4,6 4,8 4,9 5,0 5,2 5,3 5,4 5,2 5,1 4,8
North America 578 572 548 482 508 482 456 429 405 402 394 395 410 413 462 524 570
South America 37,9 37,6 32,2 28,8 25,9 32,3 35,2 39,0 38,9 38,0 40,0 40,5 42,9 47,5 47,1 41,8 44,6
Asia and Oceania 142 148 153 156 166 172 174 179 183 188 190 199 204 214 225 235 248
Central & South Asia 23,5 24,4 24,5 23,7 24,2 26,6 26,5 27,8 28,1 30,0 31,0 34,7 36,0 37,2 37,3 38,4 43,7
East Asia 101 105 111 115 124 127 129 132 137 139 139 145 147 157 166 174 181
Oceania 17,9 17,8 17,8 17,9 18,2 18,8 19,0 18,5 18,3 18,6 19,3 20,2 20,1 20,8 21,5 21,9 22,7
a
Europe 731 712 645 .. 387 370 361 333 331 335 320 325 337 340 351 357 362
Western Europe
a
320 322 324 318 305 293 286 275 275 274 275 279 282 282 288 292 295
Eastern Europe 371 344 291 63,8 56,0 54,3 36,7 34,7 38,2 23,6 25,8 34,3 36,6 40,4 42,6 44,8
Central Europe 39,7 46,6 30,0 21,8 17,9 20,8 21,4 21,8 21,5 22,2 21,3 20,7 20,8 21,5 22,1 22,5 22,4
Tabla 3. Gasto militar por región del periodo comprendido entre 2002 y 2014, en miles de millones de dólares.
1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 1988 2003
2002 1989 2004
1990 1991
2005 1992
2006 1993
2007 1994
2008 1995
2009 1996
2010 1997
2011 19982012 1999
2013 2000 2001(current
2014 2014 2002
prices) 2003 2004 2005
1128 1076 1055 1067 World total
1054 1077(consistent
1115 series)
1140 1586 1285
1211 1561 1359
1493 1416. . 1191
1464 1161
1522 1128
1604 1076
1712 1055
1738 1067
1744 1054
1740 1077
1719 1115
1711 1140 1211
1767 1285 1359 1416
World total (from SIPRI data release)* 1361 1418 1466 1525 1608 1715 1742 1750 1745 1726 1719 1776 1361 1418
Geographical regions
16,0 15,0 14,1 14,8 Africa 21,8
15,6 19,5 19,9 17,8
21,9 18,0
20,9 17,7
23,4 15,4
24,3 14,3
26,2 16,8
27,2 16,0
31,0 15,0
32,5 14,1
34,6 14,8
38,9 15,640,4 21,843,9 19,5
46,5 19,9 21,9
50,2 20,9 23,4 24,3
4,8 4,6 4,9 5,3 5,6 Africa 5,2
North 5,2 6,6 6,73,7 7,03,8 7,63,8 3,8
7,9 4,3
7,9 4,5
8,5 4,8
10,1 4,611 4,9
12,1 5,315,2 5,616,3 5,217,9 5,2
19,2 6,6 20,16,7 7,0 7,6 7,9
11,2 10,4 9,2 9,5 10,0
Sub -Saharan16,6
Africa 14,2 13,2 14,2
15,2 14,2
14,0 14,0
15,8 11,6
16,4 10,1
18,3 12,3
18,7 11,2
20,9 10,4
21,3 9,2
22,5 9,523,7 10,024,1 16,626,0 14,227,2 13,2 15,2
30,1 14,0 15,8 16,4
496 473 449 445 Americas
439 441 458 466 515620 571614 584
620 515
651 538
665 519
685 496
737 473
793 449815 445805 439 768 441718 458677 466 705515 571 620 651
5,4 4,6 4,8 4,9 5,0 America
Central 5,2& the Carib
5,3b ean 5,4 5,23,9 5,14,0 4,84,0 4,0
5,1 4,4
5,6 4,6
6,2 5,4
6,3 4,6
7,0 4,87,5 4,9 7,8 5,0 8,5 5,2 9,0 5,39,8 5,4 10,45,2 5,1 4,8 5,1
456 429 405 402 394 America395
North 410 413 462578 572
524 548
570 482
598 508
607 482
625 456
671 429724 405741 402732 394 691 395636 410596 413 627462 524 570 598
35,2 39,0 38,9 38,0 40,0 America
South 40,5 42,9 47,5 37,9
47,1 37,6
41,8 32,2
44,6 28,8
48,6 25,9
51,9 32,3
54,4 35,2
59,4 39,0
62,2 38,9
66,3 38,065,1 40,068,8 40,572,6 42,9 72 47,5 47,1
67,3 41,8 44,6 48,6
174 179 183 188 190 and Oceania
Asia 199 204 214 225142 235148 153
248 156
261 166
276 172
297 174
313 179
349 183356 188371 190 388 199403 204423 214 439225 235 248 261
26,5 27,8 28,1 30,0 31,0 & South
Central 34,7Asia 36,0 37,2 23,5
37,3 24,4
38,4 24,5
43,7 23,7
46,2 24,2
46,9 26,6
48,4 26,5
53,0 27,8
60,9 28,1
61,7 30,062,9 31,063,2 34,763,7 36,065,0 37,2 37,3
65,9 38,4 43,7 46,2
129 132 137 139 139Asia
East 145 147 157 166101 105
174 111
181 115
191 124
205 127
222 129
233 132259 137265 139280 139 297 145312 147329 157 345166 174 181 191
19,0 18,5 18,3 18,6 19,3
Oceania 20,2 20,1 20,8 17,9
21,5 17,8
21,9 17,8
22,7 17,9
23,4 18,2
24,7 18,8
26,2 19,0
27,0 18,5
29,0 18,3
29,3 18,628,8 19,327,8 20,227,6 20,129,5 20,8 21,5
28,0 21,9 22,7 23,4
a
361 333 331 335 320
Europe 325 337 340 351731 357712 645
362 367. . 387
375 370
386 361
396 333
404 331394 335387 320 392 325389 337391 340 386351 357 362 367
286 275 275 274 275 Europe
Western 279 a
282 282 288320 322
292 324
295 318
292 305
293 293
296 286
302 275
308 275298 274287 275 280 279273 282266 282 270288 292 295 292
54,3 36,7 34,7 38,2 23,6 Europe
Eastern 25,8 34,3 36,6 40,4371 344
42,6 291
44,8 51,5 63,8
57,9 56,0
64,1 54,3
70,0 36,7
72,0 34,7
73,1 38,278,6 23,6 90 25,8 94 34,3
102,1 36,6 40,4
93,9 42,6 44,8 51,5
21,4 21,8 21,5 22,2 21,3 Europe
Central 20,7 20,8 21,5 22,1
39,7 22,5
46,6 22,4
30,0 23,5
21,8 24,0
17,9 25,5
20,8 24,3
21,4 23,6
21,8 22,6
21,5 22,222,1 21,321,9 20,721,4 22,7
20,8 21,5 22,1
22,1 22,5 22,4 23,5
Analizando la suma del gasto militar en el mundo, en el año 1988 la cifra era de 1,586 billones de dólares,
diez años más tarde, en 1999, se observa el valor más bajo disminuyendo la cifra en más de una tercera
parte, a 1,054 billones de dólares debido al final de la guerra fría y la inversión enfocada al crecimiento
económico y al comercio, más que a la seguridad y a las amenazas de guerras, a partir de ahí, debido a los
atentados de las torres gemelas y los conflictos en Oriente Medio, fue creciendo paulatinamente, hasta
alcanzar la última cifra registrada en 2014 de 1,776 billones de dólares, la más alta de todo el registro.
Siguiendo a Infobae (17 de julio de 2015), se muestra esta evolución de forma gráfica en la Figura 5 en la
que se observan las tres tendencias descritas, del inicial año 1988 en las que situaban las cifras por debajo
de los 1,600 billones de dólares, se observa la primera tendencia, negativa, con una caída brusca en cuatro
años situándose en el año 1992 por debajo de los 1,200 billones de dólares, prosiguiendo el descenso hasta
el año 1998, hasta situarse en su cifra más baja, alrededor de los 1,054 billones de dólares, la segunda
tendencia es positiva, muestra un ascenso continuado hasta el año 2010 situándose por encima de los 1,700
billones de dólares, la última tendencia se observa en los últimos cuatro años manteniéndose en cifras
similares.
62
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Figura 5. Gasto militar mundial entre 1988 y 2014 en miles de millones de dólares. Fuente: Infobae (17 de julio de 2015).
Retomando las Tablas 2 y 3, dividiendo el gasto por continentes, el reparto y la evolución han sido dispares,
mientras que en el primer año, Europa partía en cabeza con más de 110.000 millones de dólares por debajo
de América, Asia y Oceanía disponían de una sexta parte de este dispendio y los registros de África eran
irrelevantes, los datos del último registro muestran que Europa ha invertido el ranking estando en tercer
lugar en 2014 con un descenso del 50%, América está en cabeza con 85.000 millones de dólares más que
la cifra inicial, habiendo alcanzado el récord en 2010 con valores situados casi en la mitad del gasto mundial
anual y, África y Asia y Oceanía han seguido idénticas tendencias, con un incremento del 300%, África
continúa en la última posición acumulando menos del 3% del gasto militar mundial, pero Asia y Oceanía,
se han situado en segundo lugar superando a Europa en 53.000 millones de dólares.
Analizando las cifras por separado, se observa que África, comienza con un gasto de 17.800 millones de
dólares en 1988, en 1996 se observa su mínimo con 14.100 millones de dólares, y desde ahí remonta hasta
los 50.200 millones de dólares de 2014, su valor más alto, que casi triplica el valor de comienzo del año
1988. América, comienza con un gasto de 620.000 millones de dólares en 1988, siguiendo la misma
tendencia que los datos mundiales, baja paulatinamente en el periodo de diez años hasta la cifra más baja
de 1998, 439.000 millones de dólares, y comienza a subir hasta su pico máximo en 2010 de 815.000
millones de dólares siendo el registro más alto de todos los años y de todos los continentes, en los últimos
cuatro años ha descendido hasta los actuales 705.000 millones de dólares de 2014. Asia y Oceanía,
comienzan con 142.000 millones de dólares en 1988, su tendencia ha sido siempre ascendente de forma
gradual, hasta los 439.000 millones de dólares de 2014, su cifra más alta de todo el periodo, acumulando
una subida desde el inicio superior al 300%. Por último Europa, comienza en 1988 con su valor más alto,
731.000 millones de dólares, cuatro años más tarde obtiene un descenso radical de alrededor del 50%, cifras
que se han ido manteniendo similares hasta los actuales 386.000 millones de dólares.
Siguiendo con el periodo de los últimos diez años, se muestran cuatro imágenes del mapa mundial, muy
visuales, en las que se observa este gasto militar en las distintas zonas del globo, en función de dos
parámetros, en las Figuras 6 y 7, como porcentaje del Producto Interior Bruto (PIB) en los periodos
comprendidos entre 2006-2010 y 2011-2015 respectivamente, y, en las Figuras 8 y 9, como porcentaje del
gasto del gobierno central durante los mismos periodos.
63
Capítulo 2. Marco contextual y teórico
Figura 6. Gasto militar mundial (% del PIB) entre 2006 y 2010. Fuente: World Bank Group (s.f.).
Figura 7. Gasto militar mundial (% del PIB) entre 2011 y 2015. Fuente: World Bank Group (s.f.).
Figura 8. Gasto militar mundial (% del gasto del gobierno central) entre 2006 y 2010. Fuente: World Bank Group (s.f.).
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Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Figura 9. Gasto militar mundial (% del gasto del gobierno central) entre 2011 y 2015. Fuente: World Bank Group (s.f.).
Para concluir con las cifras económicas, analizando con más detenimiento el último año registrado
correspondiente al 2014, recordando que es el récord en gasto militar, establecido en 1,776 billones de
dólares, representa un 2,3% del producto interior bruto mundial o 245 dólares por persona (SIPRI, 2015).
Se presentan a continuación en la Figura 10, los diez países con más gasto militar, correspondiéndose con
las grandes potencias. Liderando el ranking se encuentra Estados Unidos, con una cifra superior a los
600.000 millones de dólares, muy por debajo del segundo, China, con algo más de 210.000 millones de
dólares, la siguen Rusia y Arabia Saudita en tercer y cuarto lugar con cifras algo superiores a los 75.000
millones de dólares, el primer representante europeo es Francia en quinto lugar con un gasto aproximado
de 60.000 millones de dólares.
Figura 10. Los diez países con más gasto militar en 2014 en miles de millones de dólares. Fuente: Infobae (17 de julio de 2015).
Analizando el gasto militar en relación al PIB en las Figuras 11 y 12 la clasificación cambia. Entre los diez
primeros se encuentran cinco países de África y cuatro de Oriente Medio, situados en zonas de conflictos,
en primer lugar se encuentra Omán con más del 11,5%, Arabia Saudita, pasa de la cuarta posición de la
clasificación anterior a la segunda, siendo el único país presente en ambas, con algo menos del 10,5%,
completa el podio Sudán del Sur con algo más del 9%, a partir de ahí los porcentajes caen hasta el 6% de
Libia y el 5,5% del Congo, cuarto y quinto respectivamente. Estados Unidos se sitúa en el puesto veintidós,
65
Capítulo 2. Marco contextual y teórico
con un 3,5%. Por el contrario, los diez últimos registran porcentajes entre el 0,64% de Sierra Leona y el
0,26% de Mauricio.
Figura 11. Los diez países con más gasto militar en 2014 (% del PIB). Fuente: Infobae (17 de julio de 2015).
Figura 12. Los diez países con menos gasto militar en 2014 (% del PIB). Fuente: Infobae (17 de julio de 2015).
Dentro del marco de los conflictos, se pretende visualizar su evolución desde el final de la segunda guerra
mundial. Posteriormente, de los últimos veinticinco años, analizar el periodo entre 1990 y 2005 en función
del número total de conflictos armados y su diversificación por regiones y, del último periodo, entre 2004
y 2013 analizarlos en función de tres parámetros; conflictos estatales, no estatales y violencia unilateral.
Desde 1946 a 2009 se han registrado 244 conflictos armados en 151 localizaciones diferentes (Wallensteen
& Harbom, 2010) como se observa a continuación:
66
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Figura 13. Conflictos armados entre 1946 y 2009. Fuente: Wallensteen & Harbom (2010, p.503).
Siguiendo los datos del Stockholm International Peace Research Institute [SIPRI] (2006, 2015) analizando
nuevamente los últimos veinticinco años, en su Yearbook 2006 (Figura 14) se observa el número total de
los principales conflictos armados en el periodo entre 1990 y 2005 junto con la evolución de los mismos
en las distintas regiones y, en su Yearbook 2015 (Figura 15) el mismo análisis de conflictos en el periodo
entre 2004 y 2013 divididos en conflictos estatales, no estatales y violencia unilateral.
Figura 14. Número total de conflictos armados y distribución regional entre 1990 y 2005. Fuente: SIPRI (2006, p.3).
Analizando el gráfico, se observa que empieza en lo más alto por encima de los treinta conflictos en 1991,
se produce una clara tendencia negativa acumulada durante seis años descendiendo en todas las regiones
en una tercera parte, hasta situarse por debajo de los veinte conflictos, año en el que remonta por el gran
ascenso de los conflictos en África situándose en cifras globales cercanas a las de 1992 por encima de los
veinticinco conflictos, a partir de ahí vuelve a mostrar una tendencia negativa gradual, hasta encontrar el
punto más bajo en el último año registrado 2005 por debajo de los veinte conflictos, coincidiendo con los
mínimos de todas las regiones.
Separando los datos de las cinco regiones representadas, Europa es la región donde menos conflictos se han
producido en todo el periodo, exceptuando los años 1993 y 1994 con un ligero repunte colocándose
levemente por encima de América, desde el año 2000 prácticamente no se producen. La segunda y tercera
región con menos conflictos, son América y Oriente Medio respectivamente, ambas registran la misma
67
Capítulo 2. Marco contextual y teórico
tendencia, manteniéndose estables, el caso de América, situándose siempre por debajo de los cinco
conflictos con una leve tendencia negativa, por su parte Oriente Medio con la misma tendencia, por encima
de los cinco conflictos hasta 1997 y por debajo de los cinco hasta 2005. Invirtiendo la clasificación
encontramos las dos regiones más propensas, África y Asia, en el caso de Asia se observa que es la región
donde más conflictos se han producido en los primeros siete años registrados, por encima de los diez
conflictos, hasta el año 1997, en el cual, pasa al segundo lugar en favor de África, su tendencia ligeramente
negativa la ha mantenido por debajo de los diez conflictos hasta 2005. Por último analizando África,
comienza en 1990 con nueve conflictos, experimenta una tendencia negativa acumulada hasta su mínimo
de 1996 establecido en cinco conflictos, momento en el que repunta de forma vertiginosa hasta el pico
máximo registrado como cifra más alta de todas las regiones en el periodo registrado en 1999 y 2000, con
doce conflictos, a partir de ahí vuelve a disminuir la tendencia de forma progresiva hasta su mínimo del
año 2005 por debajo de los cinco conflictos igualando a América y Oriente Medio.
Figura 15. Conflictos armados entre 2004 y 2013. Fuente: SIPRI (2015, p.6).
Para el segundo periodo entre 2004 y 2013, se manejan las tres variables que se pretendían analizar, de
forma global sin descomponer los conflictos por regiones como se realizó en el primer periodo, se observa
como la violencia unilateral ha seguido disminuyendo hasta su mínimo de 2013. Los conflictos estatales se
mantienen en las mismas cifras que hace diez años, apuntaron una tendencia positiva hasta 2009 y 2011
donde tienen sus picos con sendas caídas un año después. Por último los conflictos no estatales, han
aumentado en un 50% en el periodo registrado, siguieron cayendo hasta su mínimo de 2007, para después
repuntar drásticamente en 2008 en un 50%, disminuyeron ligeramente hasta 2010, para tener un nuevo
repunte aún más drástico hasta la última fecha registrada de otro 50% con respecto a los conflictos de 2008.
Por último, dentro del marco de las operaciones de paz, una cuarta parte de la población mundial vive en
Estados afectados por conflictos o en países con altos niveles de violencia, causando un daño que puede ser
sufrido durante generaciones (World Bank Group, 2011). A lo que Naciones Unidas (2004) añade, más de
la mitad de los países que salen de una guerra experimentan una situación de violencia en un periodo de
cinco años. Con estas rotundas afirmaciones, se pretende conocer el número de operaciones de paz y el
número de personal desplegado en el periodo de los últimos diez años, conocer los países más y menos
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Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
estables, en función del índice de paz global (IPG) del último año registrado y citar los acuerdos
internacionales para la seguridad mundial en vigor.
Comenzando el propósito, siguiendo nuevamente al SIPRI, se ofrece un gráfico comparativo de los últimos
diez años, de las operaciones de paz efectuadas por Naciones Unidas, organizaciones o alianzas regionales
y coaliciones (Figura 16) y del número de personal desplegado en operaciones de paz multilaterales en el
mismo periodo (Figura 17).
Figura 16. Número de operaciones de paz entre 2005 y 2014. Fuente: SIPRI (2015, p.8).
El número de operaciones se mantiene estable alrededor de las 60 al año, el groso de las mismas, se realizan
a través de organizaciones o alianzas regionales, junto con Naciones Unidas.
Figura 17. Número de personal desplegado en operaciones de paz multilaterales entre 2005 y 2014. Fuente: SIPRI (2015, p.9).
Con respecto al número de personal desplegado, se observa que el total, comenzando con la cifra inicial de
2005 entorno a los 150.00, repuntó en cinco años de manera gradual hasta aumentar en dos terceras partes
su cifra, por encima de los 250.000 en 2010 y 2011, a partir de aquí invirtió su tendencia de la misma forma
hasta colocarse en 2014 en cifras de 2005, en torno a los 150.000. Las operaciones externas a la ONU, tiene
exactamente la misma evolución del gráfico descrito (total), descendiendo el número en unas 100.000
unidades durante todo el periodo con respecto a las cifras analizadas. Las operaciones de la ONU,
mantienen un crecimiento progresivo, desde las 75.000 de 2005, hasta las alrededor de 100.000 de 2014.
69
Capítulo 2. Marco contextual y teórico
Para conocer los países más y menos estables, se acude al índice de paz global (IPG), producido por el
Instituto para la Economía y la Paz, utiliza veintidós indicadores para clasificar ciento sesenta y dos países
por sus estados de paz relativos. Optando por analizar el último año registrado (2014), se muestran los cinco
primeros y los cinco últimos clasificados (Tabla 4).
Los cinco primeros puestos, están ocupados por países del norte de Europa, Islandia y Nueva Zelanda como
representante de Oceanía, los cinco últimos, se corresponden con Países de Oriente Medio en zonas de
conflictos y Somalia como representante de África.
Concluyendo con el marco de las operaciones de paz, cerrando el contexto de la seguridad internacional,
antes de comenzar con el nacional, se citan los acuerdos internacionales para la seguridad mundial en vigor
a 1 de enero de 2015, ordenados por el año de la firma, según SIPRI (2015): 1925 Protocolo para la
Prohibición del Uso en la Guerra de Gases Asfixiantes, Venenosos u Otros, y de los Métodos Biológicos
con Fines Bélicos (Protocolo de Ginebra de 1925). 1948 Convención sobre la Prevención y la Sanción del
Delito de Genocidio. 1949 Convención de Ginebra (IV) sobre la Protección de Personas Civiles en Tiempos
de Guerra. 1959 Tratado Antártico. 1963 Tratado para la Prohibición de Ensayos Nucleares en la
Atmósfera, el Espacio Exterior y Bajo el Agua. 1967 Tratado sobre los Principios que deben regir las
Actividades de los Estados en la Exploración y la Utilización del Espacio Ultraterrestre, incluso la Luna y
Otros Cuerpos Celestes (Tratado del Espacio Ultraterrestre). 1967 Tratado para la Proscripción de las
Armas Nucleares en América Latina y el Caribe (Tratado de Tlatelolco). 1968 Tratado sobre la No-
Proliferación de Armas Nucleares (Tratado de No-Proliferación, TNP). 1971 Tratado sobre la Prohibición
de emplazar Armas Nucleares y Otras Armas de Destrucción en Masa en los Fondos Marinos y Oceánicos
y su Subsuelo (Tratado sobre los Fondos Marinos). 1972 Convención sobre la Prohibición del Desarrollo,
la Producción, y el Almacenamiento de Armas Bacteriológicas (Biológicas) y Tóxicas y sobre su
Destrucción (Convención sobre Armas Biológicas y Tóxicas, CABT). 1974 Tratado sobre la Limitación de
Ensayos Nucleares Subterráneos (Tratado sobre la Prohibición Parcial de los Ensayos Nucleares, TPEN).
70
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
1976 Tratado sobre las Explosiones Nucleares Subterráneas con Fines Pacíficos (Tratado sobre Explosiones
Nucleares con Fines Pacíficos, TENP). Protocolos I y II de 1977 relativos a la protección de las víctimas
de conflictos armados internacionales y no internacionales. 1977 Convención sobre la Prohibición de
utilizar Técnicas de Modificación Ambiental con Fines Militares u Otros Fines Hostiles (Convención
ENMOD). 1980 Convención sobre la Protección Física de los Materiales Nucleares. 1981 Convención
sobre Prohibiciones o Restricciones del Empleo de Ciertas Armas Convencionales que puedan considerarse
excesivamente Nocivas o de Efectos Indiscriminados (Convención CAC, o Convención sobre «Armas
Inhumanas»). 1985 Tratado de la Zona Libre de Armas Nucleares del Pacífico Sur (Tratado de Rarotonga).
1987 Tratado sobre la Eliminación de Misiles de Corto y Medio Alcance (Tratado INF). 1990 Tratado sobre
las Fuerzas Armadas Convencionales en Europa (Tratado FCE). 1992 Tratado sobre Cielos Abiertos. 1993
Convención sobre la Prohibición del Desarrollo, la Producción, el Almacenamiento y el Empleo de Armas
Químicas y sobre su Destrucción (Convención sobre Armas Químicas, CAQ). 1995 Tratado de la Zona
Libre de Armas Nucleares del Sudeste Asiático (Tratado de Bangkok). 1996 Tratado sobre una Zona Libre
de Armas Nucleares en África (Tratado de Pelindaba). 1996 Tratado sobre la Limitación Subregional de
Armamento (Tratado de Florencia). 1997 Convención Interamericana contra la Fabricación y el Tráfico
Ilícito de Armas de Fuego, Municiones, Explosivos y Otros Materiales Relacionados. 1997 Convención
sobre la Prohibición del Empleo, Almacenamiento, Producción y Transferencia de Minas Antipersonal y
sobre su Destrucción (Convención MAP). 1999 Convención Interamericana sobre la Transparencia en las
Adquisiciones de Armas Convencionales. 2001 Protocolo sobre el Control de las Armas de Fuego, las
Municiones y Otros Materiales Relacionados en la Región de la Comunidad del África Meridional para el
Desarrollo (SADC). 2004 Protocolo de Nairobi para la Prevención, el Control y la Reducción de las Armas
Ligeras en la Región de los Grandes Lagos y el Cuerno de África. 2006 Convención de la CEDEAO sobre
Armas Pequeñas y Ligeras, Municiones y Otros Materiales Conexos. 2006 Tratado de una Zona Libre de
Armas Nucleares en Asia Central (Tratado de Semipalatinsk). 2008 Convención sobre Municiones en
Racimo. 2010 Tratado sobre Medidas para la Ulterior Reducción y Limitación de las Armas Estratégicas
Ofensivas (Nuevo START). 2011 Documento de Viena de 2011 sobre Medidas Destinadas a Fomentar la
Confianza y la Seguridad. Y 2013 Tratado sobre el Comercio de Armas (TCA).
La acción del Estado dirigida a proteger la libertad, los derechos y bienestar de los ciudadanos, a
garantizar la defensa de España y sus principios y valores constitucionales, así como a contribuir
71
Capítulo 2. Marco contextual y teórico
La seguridad es el pilar básico y la principal obligación del Estado, sobre la que se asienta el
sistema de derechos debido a que el concepto de seguridad ha integrado al de defensa, y a la política de
defensa se le ha sobrepuesto la política de seguridad (Moliner, 2015) apoyando esta vertiente, Bernal (2011)
se centra en la finalidad de la seguridad nacional, afirma que supera el marco exclusivamente militar y se
concreta en la política de defensa, mediante la cual se establecen los objetivos de la defensa nacional, la
asignación de recursos y las acciones necesarias para lograrlos. Sin embargo el Instituto Español de
Estudios Estratégicos [IEEE] (2011) aclara que la defensa es solo una de las dimensiones de actuación ante
las amenazas, que forman una visión integral de la seguridad nacional y la Ley 36/2015, de Seguridad
Nacional considera en su artículo 9 la Defensa Nacional, la Seguridad Pública y la Acción Exterior como
los componentes fundamentales de la Seguridad Nacional (Ley 36, 2015). Bernal (2011) siguiendo la
Revisión Estratégica 2003, señala la evolución del concepto de seguridad y defensa, desde la identificación
con la integridad territorial y la protección de las fronteras a un concepto más amplio donde las condiciones
económicas, sociales y políticas son necesarias para el desarrollo y progreso de la nación.
Profundizando en el concepto de defensa, la derogada Ley Orgánica 6/1980, Ley 6 (1980) en su artículo 2
definía la defensa nacional como: “Disposición, integración y acción coordinada de todas las energías y
fuerzas morales y materiales de la nación ante cualquier forma de agresión” (p.1). Mientras que la supletoria
Ley Orgánica 5/2005, de 17 de noviembre, de la Defensa Nacional, Ley 5 (2005) en su artículo 2 establece
como finalidad:
Corroborado por la Estrategia de Seguridad Nacional 2013, Presidencia del Gobierno (2013) señalando
como el objetivo de la defensa nacional:
Hacer frente a los conflictos armados que se puedan producir como consecuencia tanto de la defensa
de los intereses o valores exclusivamente nacionales, en los que se intervendría de manera
individual, como de la defensa de intereses y valores compartidos en virtud de nuestra pertenencia
a organizaciones internacionales tales como la ONU, la OTAN o la UE, en los que se intervendría
conforme a sus tratados constitutivos junto con otros aliados o socios. (p.40)
Completando el concepto, Mauro (2015) señala dentro del concepto de defensa nacional que las fuerzas
armadas son la herramienta fundamental para garantizar la respuesta ante potenciales amenazas, la
72
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
disuasión frente a hipotéticos enemigos y la oposición contra actos hostiles que afecten a los intereses de
nuestra nación o pongan en peligro el marco de convivencia como pueblo libre, soberano y democrático.
Gerber (1993) en Mauro (2015) prosigue diciendo que es una función de naturaleza pública bajo la
responsabilidad del gobierno central, asociada a la protección del territorio de un país y a la seguridad de
su población frente a fuerzas hostiles que puedan amenazar las fronteras o el territorio del Estado. Para
abordar su estudio acudió a dos perspectivas, la económica y la de las relaciones internacionales. En el
plano económico Stiglitz (2000) también en Mauro (2015) señala que la defensa nacional es considerada
como uno de los principales ejemplos de bien público, dada la relación existente entre el Estado y el
complejo tecnológico-industrial sectorial, su provisión implica el suministro de bienes y servicios públicos.
En el plano de las relaciones internacionales Mauro (2015) indica: “La defensa es la lógica e irremplazable
capacidad doméstica derivada de la necesidad inherente a cada Estado de salvaguardar su subsistencia en
un sistema internacional anárquico” (p. 38). Finalmente Jordán (2013) en Mauro (2015) la señala como la
disciplina que estudia entre otros fenómenos las causas de la guerra, la dinámica de los conflictos, la
inteligencia estratégica y el terrorismo.
Por lo tanto se manifiesta que los términos seguridad y defensa nacional, se relacionan estrechamente,
formando parte de un conjunto. Al igual que se expusieron las principales amenazas a la seguridad
internacional, y siguiendo la política Española de cooperación que se presentará posteriormente, se exponen
las principales amenazas a la Seguridad Nacional. Para enumerar qué amenazas a la seguridad se
consideran, se acude al Centro Superior de Estudios de la Defensa Nacional y a los documentos actualmente
en curso, la DDN 1/2012 y la ESN 2013.
El Centro Superior de Estudios de la Defensa Nacional [CESEDEN] (2009) identifica dos tipos de riesgos
para la Seguridad Nacional; riesgos específicos que debe asumir de manera autónoma como son las
reivindicaciones territoriales sobre Ceuta y Melilla y las islas y peñones del norte de África y, riesgos y
amenazas globales que debe asumir de forma solidaria con los socios y aliados por su permanencia a la UE
y a la OTAN como son el terrorismo, la proliferación de Armas de Destrucción Masiva (ADM), los efectos
generados por los Estados fallidos y la acción de redes transnacionales de crimen organizado. Por su parte,
la Directiva de Defensa Nacional 1/2012 establece que, debido a la situación estratégica de España, se debe
consolidar un marco seguro en el Mediterráneo, prestar importancia a la estabilidad del entorno inmediato,
Oriente Medio y el Sahel, controlar los tráficos ilícitos originarios de Iberoamérica y el golfo de Guinea,
así como los riesgos derivados del terrorismo que pueden dañar la paz social, la seguridad ciudadana y la
estabilidad política (Presidencia del Gobierno, 2012). Y la Estrategia de Seguridad Nacional 2013 identifica
los riesgos y amenazas para la seguridad nacional, considerando doce amenazas: conflictos armados,
terrorismo, ciberamenazas, crimen organizado, inestabilidad económica y financiera, vulnerabilidad
energética, proliferación de armas de destrucción masiva, flujos migratorios irregulares, espionaje,
emergencias y catástrofes, vulnerabilidad del espacio marítimo y, vulnerabilidad de las infraestructuras
críticas y servicios esenciales (Presidencia del Gobierno, 2013).
73
Capítulo 2. Marco contextual y teórico
El terrorismo, coincidiendo como se discutió en el plano internacional, como una de las principales
amenazas, se sitúa también a la cabeza en el plano nacional. “El ataque a gran escala al territorio nacional
por parte de grupos terroristas asociados a redes criminales, con ADM, se considera la amenaza más
peligrosa” (CESEDEN, 2009, p.6). Concretamente España según la ESN 2013 es objetivo del terrorismo
yihadista, por su posición geográfica, por la difusión de grupos yihadistas que así lo indican, por haber sido
objeto de un gravísimo atentado y por los intentos de perpetrar otros (Presidencia del Gobierno, 2013).
Continuando con el terrorismo yihadista, Moliner (2015) marca que es un aspecto fundamental para la
sociedad, y cita del Barómetro del RIE (2015), que el terrorismo islamista es la amenaza más seria, con
más del 90% de los encuestados y el objetivo de combatir el terrorismo yihadista, alcanza una puntuación
de 8,4 sobre 10. Muestra de la gravedad es la detención en España de 571 personas relacionadas con el
terrorismo yihadista desde el 11M y de 35 por actividades de captación y adoctrinamiento solo en 2014. El
mismo autor analiza tres aspectos en la lucha contra el terrorismo; el orgánico y normativo, el estratégico
y el operativo. En los aspectos orgánico y normativo se ha creado el Centro de Inteligencia contra el
Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO) y se ha acentuado la protección de las víctimas del
terrorismo. En el aspecto estratégico se ha aprobado el Plan Estratégico Nacional de lucha contra la
radicalización violenta, participando en la Estrategia de la UE y de Naciones Unidas en la lucha contra el
terrorismo y apoyando la acción militar de la Comunidad Internacional contra el Daesh. Y en el aspecto
operativo de acuerdo con el Plan de Prevención y Protección Antiterrorista según la situación de cada
momento, se declara y actualiza el nivel de alerta antiterrorista a través del Ministerio del Interior, en
coordinación con el Centro Nacional de Inteligencia, la Jefatura de Información de la Guardia Civil y la
Comandancia General de Información del Cuerpo Nacional de Policía.
Para seguir avanzando en el tema, antes de discernir cual es la cultura, la política y la planificación
de seguridad y defensa de España y cómo se organiza, es decir, cómo se gestiona, es necesario
contextualizar el marco internacional al que pertenece como miembro de los organismos internacionales de
seguridad y defensa, conocer su ubicación e importancia y enumerar los organismos nacionales de los que
dispone.
Comenzando con el plano internacional, según indica el Ministerio de Defensa en su página web
(http://www.defensa.gob.es/), la posición española en la contribución a la defensa de la paz y seguridad no
ha parado de crecer y se ha ampliado con el fenómeno de la globalización y la amenaza islamista, ya que
la posición geopolítica es muy importante para apoyarlas. Así bien, se enumeran los principales organismos
internacionales de seguridad y defensa a los que pertenece, con su fecha de ingreso y una breve reseña de
su función, según dispone el mismo Ministerio en la página web:
Naciones Unidas (ONU): ingresa el 14 de diciembre de 1955. Desde 1989 realiza numerosas operaciones
de paz, actualmente, participa en la Fuerza Interina de Naciones Unidas en Líbano (FINUL).
74
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE): forma parte desde sus orígenes y
participa en la búsqueda de soluciones para favorecer el buen funcionamiento del sistema del control de
armamento.
Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN): se convirtió en el miembro número 16 de la OTAN
el 30 de mayo de 1982, el 20 de marzo de 1986, inició su participación en todos los comités y grupos de
trabajo, con excepción de la estructura militar, completando el 1 de enero de 1999 su incorporación en la
estructura militar integrada. Las Fuerzas Armadas españolas mantienen su presencia en las operaciones
Ocean Shield, Resolute Support, Active Endeavour, Policía Aérea en el Báltico y defensa antiaérea de
Turquía.
Unión Europea (UE): su adhesión tuvo lugar el 1 de enero de 1986. La UE ha puesto en marcha más de 20
misiones de naturaleza civil, miliar o mixta, en la que la participación española ha sido fundamental.
Actualmente, participa en EUFOR Althea, Atalanta, EUTM Somalia, EUCAP Nestor, Apoyo a Malí,
EUTM Malí, y Apoyo a RCA, acoge el Centro de Satélites (SATCEN) que apoya con imágenes la toma de
decisiones de la UE en prevención de conflictos, gestión de crisis y ayuda humanitaria en caso de
catástrofes, participa en los grupos de combate como fuerza de reacción rápida militar y en la Agencia
Europea de Defensa (EDA) que impulsa las relaciones internacionales en materia de armamento.
Eurocuerpo: fuerza multinacional terrestre, creada en 1992 sobre la base de la brigada franco-alemana a la
que se unieron, posteriormente y, por este orden, Bélgica, España y Luxemburgo. El Eurocuerpo se ha
desplegado en Kosovo y en Afganistán participando en misiones lideradas por la OTAN.
Fuerza Marítima Europea (EUROMARFOR): tiene su origen en una reunión de España, Francia e Italia en
1992, pero hasta 1994 no comenzaron los estudios y redacción de documentos constitutivos de esta fuerza.
Ha participado en la Fuerza Marítima de la operación de Naciones Unidas en Líbano y en la operación
Atalanta en la lucha contra la piratería en el océano índico.
Fuerza Anfibia hispano-italiana (ISAF): surge en 1997 y se constituye en Barcelona en 1998 como
instrumento de defensa común, al servicio de operaciones de paz y ayuda humanitaria.
Iniciativa Anfibia Europea (EAI): creada a partir de una propuesta del Reino Unido en el año 2000 y
regulada por un Acuerdo de Intenciones firmado ese mismo año por España, Francia, Holanda, Italia y
Reino Unido. Alemania se sumó en 2012 y, durante la Presidencia Española, se han incorporado, también
con Estatuto de Miembro Asociado, Finlandia, Dinamarca y Turquía. Su finalidad es mejorar la capacidad
anfibia europea a través de una mayor cooperación y aumentar la interoperabilidad de las fuerzas existentes.
Iniciativa 5+5: Argelia, Francia, Italia, Libia, Malta, Mauritania, Marruecos, Portugal, España y Túnez se
unen en diciembre de 2004 para promover la seguridad en el Mediterráneo occidental. Pretenden favorecer
el conocimiento mutuo para abordar asuntos relativos a la seguridad.
Fuerza de Gendarmería Europea (EUROGENDFOR): nace a propuesta de Francia en 2003. A ella se le
unen naciones europeas que cuentan con fuerzas policiales de carácter militar como España, Francia, Italia,
Portugal y los Países Bajos. Polonia y Lituania tienen el estatuto de países asociados y Turquía el de
observador. Ha participado en la misión Althea de la UE en Bosnia-Herzegovina, en la ISAF de la OTAN
en Afganistán y en apoyo de la MINUSTAH de Naciones Unidas en Haití.
Comando de Transporte Aéreo Europeo (EATC): fue creado en el año 2010 para integrar los esfuerzos de
los Países Bajos, Bélgica, Francia y Alemania en la gestión de los recursos de transporte aéreo de forma
75
Capítulo 2. Marco contextual y teórico
más eficaz y eficiente. España ha participado como observador hasta julio de 2014, en la que pasó a ser
miembro de pleno derecho.
Conocidos los organismos internacionales de Seguridad y defensa en los que España está presente, se
exponen a continuación los organismos españoles de seguridad y defensa. Según indica Pérez (2011)
continúa vigente la tradicional distinción entre seguridad interior o ciudadana (centrada en las personas)
responsabilidad de las fuerzas policiales y la exterior o internacional (centrada en el Estado),
responsabilidad de las fuerzas armadas. Siguiendo esta división, la seguridad interior, le corresponde a los
Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado (FCSE), y la exterior a las Fuerzas Armadas (FAS), sin entrar
a describir los ministerios dependientes, ni su organigrama, se enumeran los organismos de ambas
seguridades.
Comenzando con la denominada seguridad interior, la Ley Orgánica 2/1986, de 13 de marzo, de Fuerzas y
Cuerpos de Seguridad, en su artículo primero declara que a través de las distintas Administraciones Públicas
y las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad. “La seguridad pública es competencia exclusiva del Estado. Su
mantenimiento corresponde al Gobierno de la Nación” (Ley 2, 1986, p.4). A su vez la misma Ley 2 (1986)
en su artículo segundo manifiesta que son Fuerzas y Cuerpos de Seguridad: “A) Las Fuerzas y Cuerpos de
Seguridad del Estado dependientes del Gobierno de la Nación. B) Los Cuerpos de Policía dependientes de
las Comunidades Autónomas. Y, C) Los Cuerpos de Policía dependientes de las Corporaciones Locales”
(p.4). Siguiendo esta división se encuentran:
Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado dependientes del Gobierno de la Nación. Siguiendo la
citada Ley 2 (1986) en su artículo noveno afirma que ejercen sus funciones en todo el territorio nacional y
están integradas por el Cuerpo Nacional de Policía, como Instituto Armado de naturaleza Civil, dependiente
del Ministro del Interior. El Director General de la Policía, le corresponde el mando directo del Cuerpo
Nacional de Policía, bajo el rango de subsecretario y la dependencia del Secretario de Estado de Seguridad.
La Guardia Civil, como Instituto Armado de naturaleza militar, dependiente del Ministro del Interior, en el
desempeño de las funciones que esta Ley le atribuye, y del Ministerio de Defensa en el cumplimiento de
las misiones de carácter militar que este o el Gobierno le encomiende. El Director General de la Guardia
Civil, le corresponde el mando directo del Cuerpo de la Guardia Civil y ostentar su representación (Ley 2,
1986).
Los Cuerpos de Policía dependientes de las Comunidades Autónomas. Siguiendo el artículo treinta y siete,
de la misma Ley 2 (1986) se indica: “Las Comunidades Autónomas en cuyos Estatutos esté previsto, podrán
crear Cuerpos de Policía para el ejercicio de las funciones de vigilancia y protección a que se refiere el
artículo 148.1.22 de la Constitución” (p.10). Siendo estos: la Ertzaintza en el País Vasco, la Policía Canaria
en Canarias, la Policía Foral en Navarra y los Mozos de Escuadra en Cataluña.
Los Cuerpos de Policía dependientes de las Corporaciones Locales. Siguiendo el artículo cincuenta y uno,
de la misma Ley 2 (1986) se indica: “Los municipios podrán crear Cuerpos de Policía propios de acuerdo
con lo previsto en la presente Ley, en la Ley de Bases de Régimen local y en la legislación autonómica”
(p.11). Siendo, según indica la citada Ley 2 (1986) en su artículo cincuenta y dos: “Institutos armados, de
naturaleza civil, con estructura y organización jerarquizada” (p.11).
76
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Por otro lado, para la denominada seguridad exterior, las Fuerzas Armadas, según continua indicando el
Ministerio de Defensa en su página web (http://www.defensa.gob.es/), siguiendo el Real Decreto 872/2014,
de 10 de octubre, por el que se establece la organización básica de las Fuerzas Armadas (RD 872, 2014),
están compuestas por:
El Estado Mayor de la Defensa. Con rango de Secretaría de Estado, siendo el órgano que se ocupa de
preparar la fuerza, promulgar la doctrina militar nacional y establecer la Fuerza Conjunta. Su organización
actual está regulada por el citado Real Decreto 872/2014 y por la Orden DEF/1887/2015, de 16 de
septiembre, que desarrolla la organización básica del Estado Mayor de la Defensa. Está compuesto por el
Cuartel General del Estado Mayor, el Mando de Operaciones, el Centro de Inteligencia de las Fuerzas
Armadas, el Mando Conjunto de Ciberdefensa y, el Centro Superior de Estudios de la Defensa Nacional
(Orden DEF/1887, 2015). Integrándose también en él: el Mando de Vigilancia y Seguridad Marítima, el
Mando de Defensa y Operaciones Aéreas y, la Unidad Militar de Emergencias.
El Ejército de Tierra. Siendo la rama terrestre de las Fuerzas Armadas y uno de los más antiguos del mundo
ya que fue creado en el siglo XV. En el año 2016 dispondrá de unos 70.000 hombres y mujeres, de los que
20.000 serán cuadros de mando y 50.000 de tropa.
La Armada. Encargada de proteger y defender los espacios marítimos nacionales y los internacionales, con
sus socios y aliados. Fue creada a finales del siglo XV y su Cuartel General está en el Paseo del Prado de
Madrid.
El Ejército del Aire. Encargado de la defensa del espacio aéreo español, así como mantener la seguridad
internacional en operaciones de paz y ayuda humanitaria. Nace a principios del siglo XX. La situación
estratégica privilegiada de España permite influir en las comunicaciones que van hacia América del norte
o del sur y hacia África y Europa.
Cuerpos Comunes. Formados por militares de los Ejércitos y la Armada, dependientes del Ministerio de
Defensa. Están formados por el Cuerpo Jurídico Militar, el Cuerpo Militar de Intervención, el Cuerpo
Militar de Sanidad y el Cuerpo de Músicas Militares.
Reservistas voluntarios. Ciudadanos que aportan de forma voluntaria y temporalmente sus capacidades,
habilidades y conocimientos, en las diferentes misiones que llevan a cabo las Fuerzas Armadas, derecho
constitucional que puede ejercer cualquier español en edades comprendidas entre los 18 y 58 años.
Fuera de esta clasificación, se encuentran otros organismos, entre los que cabe destacar:
El Centro Nacional de Inteligencia (CNI). Siguiendo el artículo uno de la Ley 11/2002, de 6 de mayo,
reguladora del Centro Nacional de Inteligencia.
77
Capítulo 2. Marco contextual y teórico
El CNI lleva a cabo sus actividades específicas en el marco de la susodicha Ley y de la Ley Orgánica
2/2002, de 6 de mayo, reguladora del control judicial previo del Centro Nacional de Inteligencia.
El Servicio de Vigilancia Aduanera (SVA). Según indica la disposición adicional primera de la Ley
31/2010, de 27 de julio, el Servicio de Vigilancia Aduanera es un servicio de seguridad competente de las
Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Es un servicio de carácter policial que lucha contra el
contrabando, el blanqueo de capitales y el fraude fiscal, dependiente de la Agencia Tributaria (AEAT) (Ley
31, 2010).
La Autoridad Portuaria. Como marca el Real Decreto Legislativo 2/2011, de 5 de septiembre de la Ley de
Puertos del Estado y de la Marina Mercante, RD 2 (2011) en su artículo 24: “Son organismos públicos…con
personalidad jurídica y patrimonio propios, así como plena capacidad de obrar; dependen del Ministerio de
Fomento, a través de Puertos del Estado” (p.16). Con carácter de agente de la autoridad según el artículo
26 del mismo RD 2 (2011), tienen entre otras funciones:
Policía judicial. Constituida entre otros, según indica el artículo 283 del Real decreto de 14 de septiembre
de 1882 por el que se aprueba la Ley de Enjuiciamiento Criminal por los Guardas de montes, campos y
sembrados (agentes forestales) jurados o confirmados por la Administración, los funcionarios del Cuerpo
especial de Prisiones, los Agentes judiciales y los subalternos de los Tribunales y Juzgados y el personal
dependiente de la Jefatura Central de Tráfico, encargado de la investigación técnica de los accidentes (RD,
1882).
Para el primer aspecto, la Cultura de seguridad y defensa, García (2014) cita la definición del
Ministerio de Defensa (2011) como el conocimiento de las cuestiones relacionadas con la seguridad y
defensa y de Fernández & Rodríguez-Toubes (2008) como el grado de conocimiento que tiene el español
medio sobre los temas que atañen a la defensa nacional. Y el artículo 5 de la Ley 36/2015, de 28 de
septiembre, de Seguridad Nacional, Ley 36 (2015) designa que:
El Gobierno promoverá una cultura de Seguridad Nacional que favorezca la implicación activa de
la sociedad en su preservación y garantía, como requisito indispensable para el disfrute de la libertad,
la justicia, el bienestar, el progreso y los derechos de los ciudadanos. (p.3)
78
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Analizando el término, Bernal (2011) designa siete periodos significativos para describir la evolución que
ha seguido el concepto en el contexto Español; la transición democrática, el ingreso en la OTAN, la caída
del muro de Berlín, el final del servicio militar obligatorio, la incorporación de la mujer al servicio militar,
el incremento del terrorismo internacional, el desarrollo de la Política de Seguridad y Defensa de la Unión
Europea y la proyección internacional de la política de seguridad y defensa española. Analizando los
principales aspectos de cada periodo el autor menciona que en la transición democrática, con la constitución
del Estado de derecho, cambió el modelo de sociedad y el de Defensa, reduciendo el protagonismo del
poder militar y subordinándolo al político. Los tres ministerios militares se integraron en un único
ministerio de Defensa y se produjo un acercamiento de las Fuerzas Armadas a la ciudadanía, basadas en
valores democráticos orientándose a defender el territorio y los intereses de España frente a agresiones
exteriores. El ingreso en la OTAN se produjo en la primera mitad de los ochenta, estableciendo como
condiciones la no incorporación a la estructura militar integrada, la ausencia de armas nucleares en territorio
español y la reducción progresiva de la presencia militar de los Estados Unidos en España (Bernal, 2011).
Con la caída del muro de Berlín, al final de la guerra fría, se desarrolló la idea de que las guerras eran un
fenómeno en decadencia y comenzaba una era de paz por lo que el modelo de defensa existente durante
más de medio siglo perdía sentido, las Fuerzas Armadas ya no eran necesarias o debían ser reducidas
drásticamente. Con los numerosos conflictos en la década de los noventa, se transformó el modelo de
defensa en consonancia con los compromisos con la OTAN y con la UE, el concepto de defensa territorial
evolucionó al de seguridad común, defensa colectiva con los aliados y a un mayor protagonismo de la ONU,
pasando de misiones de combate a misiones de paz (Bernal, 2011). El final del servicio militar obligatorio
entró en crisis al mantenerse en la sociedad española la idea de que los ejércitos habían perdido gran parte
de su razón de ser, junto con la escasa cultura de defensa y el importante desarrollo socioeconómico era
cada vez más difícil exigir a la juventud un esfuerzo que no estaba dispuesta a hacer. Con el paso al modelo
profesional se ofreció una imagen de mayor capacidad en un momento en el que el alto nivel tecnológico
de los sistemas de defensa y las misiones en el exterior planteaban nuevas exigencias al personal, que
habrían sido difíciles de cubrir con el sistema anterior (Bernal, 2011). La inclusión de la mujer en las
Fuerzas Armadas reconoció un derecho a un colectivo que representaba a la mitad de la sociedad, abriendo
más posibilidades de reclutamiento (Bernal, 2011). El incremento del terrorismo internacional, tras los
sucesos de 2001 y 2004, el nuevo modelo de seguridad y defensa, sobre todo en su dimensión internacional,
comenzó a ser objeto de un mayor interés por parte de la sociedad, los cambios realizados en las Fuerzas
Armadas consolidaron una imagen de modernidad y capacidad especialmente reconocida por los aliados,
con los que se recortaban responsabilidades de carácter territorial o civil, se potenciaba la acción conjunta,
se reforzaban los organismos de inteligencia, se centralizaba la dirección de operaciones, se modernizaba
el material, se intensificaba la participación en organismos internacionales y se reforzaba la proyección
exterior (Bernal, 2011). El desarrollo de la Política de Seguridad y Defensa de la Unión Europea, basada
en la búsqueda de paz y estabilidad, el apoyo a la justicia, la democracia, el desarrollo y los derechos
humanos, la prevención de conflictos y el empleo de medios de todo tipo para resolverlos está actualmente
bien aceptada por la ciudadanía (Bernal, 2011). Finalmente, su proyección sobre la estrategia de seguridad
española tendrá un efecto favorable sobre la cultura de seguridad y defensa, dotándola de la unanimidad
que no ha tenido en los últimos 30 años (Bernal, 2011).
79
Capítulo 2. Marco contextual y teórico
El segundo aspecto, la Política de defensa, según establece el Ministerio de Defensa, determina los objetivos
de la defensa nacional (definidos en la Directiva de Defensa Nacional, que constituye la base del
Planeamiento de la Defensa Nacional y de la Defensa Militar) y los recursos y acciones necesarias para
obtenerlos. Se integra en el contexto internacional a través de su presencia en organizaciones
internacionales, su participación en operaciones de paz y su vinculación a diversos tratados. El artículo 4
de la Ley 36/2015, de 28 de septiembre, de Seguridad Nacional indica los principios básicos que orientarán
la política de Seguridad Nacional. “Unidad de acción, anticipación, prevención, eficiencia, sostenibilidad
en el uso de los recursos, capacidad de resistencia y recuperación, coordinación y colaboración” (Ley 36,
2015, p.3) e indica que el marco político estratégico de referencia de la Política de Seguridad Nacional es
la Estrategia de Seguridad Nacional.
Establecer la política de Defensa significa identificar los intereses a proteger y el nivel de ambición de
España en el mundo (Moliner, 2015). Siguiendo a Bernal (2011) la Política de Defensa la determina el
Gobierno, sus líneas generales se debaten en las Cortes, al Ministro de Defensa le corresponde su ejecución
y desarrollo y a las Comisiones de Defensa controlar a los responsables de esta política. Requiere unidad
de acción, la contribución del conjunto de la sociedad, el consenso de los partidos políticos y la concurrencia
de la defensa y de su instrumento principal, las Fuerzas Armadas, como uno de los medios necesarios para
alcanzarla. España dispone de unas características propias; es una potencia media con capacidad industrial
propia en material y armamento (Tovar, 2014), su modelo de planeamiento influye en distintos países
iberoamericanos (Mauro, 2015), se ajusta a los métodos, plazos y escenarios de la OTAN y de la UE
(Arteaga & Fojón, 2007) y su estrategia se desarrolla en un escenario de defensa colectiva y seguridad
compartida, en el marco de tres organizaciones de seguridad: Unión Europea, Naciones Unidas y
Organización del Tratado Atlántico Norte (Bernal, 2011).
Con estas características y recordando que la Política de Defensa determina los objetivos y constituye el
Planeamiento de la Defensa, se pretende desarrollar este concepto, como el tercer aspecto, con el que se
concluye esta breve descripción de la manera en que se gestiona la seguridad en España.
El tercer aspecto, el Planeamiento de la Defensa se ha quedado al margen de las controversias políticas
históricas entre los dos grandes partidos políticos nacionales, ya que no se enmarca en un planeamiento
superior que englobase todas las dimensiones de la seguridad (Arteaga & Fojón, 2007). Desde la
promulgación de la Constitución, en 1978, los cambios en el ámbito de la defensa nacional han sido
constantes. Marcados por dos periodos, a través de dos Leyes Orgánicas (LO) y nueve Directivas de
Defensa Nacional3 (DDN) como los principales documentos que han marcado los ciclos de Planeamiento
3
Directiva de Defensa Nacional (DDN) ocupa el lugar principal tras la Ley Orgánica como documento máximo del Planeamiento de
la Defensa, establece las líneas de actuación y objetivos que persigue el Ministerio de Defensa para la legislatura. Bernal (2011) la
define como: “Instrumento empleado por el Gobierno español, a propuesta del Ministerio de Defensa, con el objeto de fijar los
objetivos de la defensa nacional y exponer las líneas generales de actuación más apropiadas para su consecución. Plasma las directrices
del Gobierno relativas a la seguridad y defensa, y, por ello, sirve de base para la planificación de la defensa nacional y de la defensa
militar. Indica el contexto geopolítico en el que ha de desarrollarse y los fines esenciales para el mantenimiento de la estabilidad, la
convivencia y la paz en España” (p.4).
80
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
de la Defensa, recogiendo la situación estratégica, las grandes líneas de la política de defensa, sus objetivos
y directrices y los medios y recursos disponibles (Bernal, 2011).
Sin entrar a analizar el resto de documentos y leyes que los complementan, se procede a enmarcar los dos
periodos a través de sus L.O. y DDN. El primer periodo corresponde al marcado por la Ley Orgánica
6/1980, de 1 de julio, por la que se regulan los Criterios Básicos de la Defensa Nacional y la Organización
Militar, bajo la misma se encuentran las DDN de los años 1980, 1984, 1986, 1992, 1996, 2000 y 2004 y el
segundo periodo al de la homóloga Ley Orgánica de Defensa Nacional 5/2005 con las DDN de los años
2008 y 2012.
Analizando los objetivos de las DDN del primer periodo, sin desarrollar las bases de la primera Ley
Orgánica (ya que no se encuentra en vigor desde 2005), y tomando como referencia a partir del año 1992,
en el cual como indica Bernal (2001) se empiezan a hacer públicas las DDN para dotar de transparencia la
información a la sociedad española, se encuentran:
La DDN 1/1996 en la que se establecieron tres objetivos; 1) Consolidar la presencia de España en las
organizaciones internacionales de seguridad y defensa, 2) Mejorar la eficacia de las Fuerzas Armadas
españolas y, 3) Conseguir que la sociedad española comprenda, apoye y participe con mayor intensidad en
la tarea de mantener un dispositivo de defensa adaptado a las necesidades, responsabilidades e intereses
estratégicos españoles (Presidencia del Gobierno, 1996).
La DDN 1/2000 en la que se establecieron tres objetivos; 1) Garantizar la seguridad y defensa de España y
de los españoles en el marco de la seguridad compartida y la defensa colectiva con nuestros socios y aliados,
2) Contribuir a las misiones de ayuda humanitaria, a las operaciones de paz y de gestión de crisis
emprendidas por las organizaciones internacionales y europeas de las que España sea Estado miembro y,
3) Fomentar la conciencia de defensa nacional en la sociedad española a través de la cultura de defensa
(Presidencia del Gobierno, 2000).
La DDN 1/2004 marca como objetivo garantizar la defensa de España, colaborar a la seguridad de los
españoles y promover la paz, la seguridad y la estabilidad internacionales. A través de cinco puntos; 1) La
consolidación del papel de las Fuerzas Armadas, 2) La transformación de las Fuerzas Armadas, 3) La
asunción solidaria con socios y aliados de los compromisos en el ámbito de la seguridad compartida y de
la defensa colectiva, 4) El apoyo a un sistema multilateral eficaz como medio para la resolución de
conflictos, con respeto absoluto a las resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y, 5) La
participación Parlamento en cuestiones de política de defensa y el respaldo parlamentario a las decisiones
del Gobierno relativas a la participación de las Fuerzas Armadas en operaciones en el exterior (Presidencia
del Gobierno, 2004).
El segundo periodo se establece con la Ley Orgánica de Defensa Nacional 5/2005 que regula la defensa
nacional y establece las bases de la organización militar conforme a los principios que establece la
Constitución. Tiene por objeto el contribuir a la preservación de la paz y seguridad internacionales, en el
marco de los compromisos contraídos por España (Ley 5, 2005). Mauro (2015) afirma que en ese momento
surge un nuevo modelo que recogía las propuestas de la Revisión Estratégica de la Defensa del año 2003,
81
Capítulo 2. Marco contextual y teórico
a través de un método basado en capacidades, diferenciándose las funciones de cada nivel gubernamental,
se instauró el Proceso de Planeamiento de la Defensa, con el planeamiento militar, que define las
capacidades (de fuerza y operativas) de forma conjunta y su empleo a corto, medio y largo plazo, siendo el
máximo responsable el Estado Mayor de la Defensa (EMAD) y el planeamiento de recursos, que dota de
dichas capacidades a las Fuerzas Armadas a través de la obtención de medios mediante la Secretaría de
Estado de Defensa (financieros y materiales) y la Subsecretaría de Defensa (humanos).
El proceso de planeamiento se inicia con la Directiva de Defensa Nacional (DDN) aprobada por el
presidente del gobierno y reglamentada por el ministro de Defensa a través de la Directiva de Política
de Defensa (DPD). Luego, los organismos responsables del planeamiento consensuan un Proyecto
de Objetivo de Capacidades Militares (POCAM) que, una vez aprobado por el presidente del
gobierno, se convierte en el Objetivo de Capacidades Militares (OCM) que cierra el ciclo y orienta
el proceso de implementación de la política de defensa. (Mauro, 2015, p.42).
Siguiendo la premisa de analizar los objetivos de las DDN, en este segundo periodo se encuentran:
La DDN 1/2008 marcando el mismo objetivo que la anterior DDN, a través de cinco puntos; 1) La acción
única del Estado en materia de seguridad y defensa, 2) El compromiso con la defensa de la paz y la
seguridad internacional, a través del multilateralismo y la legalidad internacional para la resolución de
conflictos, 3) Lograr la completa identificación de la sociedad con las Fuerzas Armadas, 4) La asunción
solidaria con socios y aliados de los compromisos en el ámbito de la seguridad compartida y de la defensa
colectiva y, 5) La transformación permanente de las Fuerzas Armadas (Presidencia del Gobierno, 2008).
Esta DDN afirma que la seguridad y defensa exigen el mantenimiento de unos medios y recursos propios
capaces de actuar como factor de disuasión y de actuación autónoma, para salvaguardar los intereses
nacionales.
La DDN 1/2012, que establece las siguientes líneas generales de actuación; 1) Asegurar una España fuerte
que contribuya a la estabilidad internacional, 2) Desarrollar la plena coherencia y coordinación de los
instrumentos en manos de los distintos departamentos, 3) Mantener un nivel nacional de disuasión creíble
y suficiente, 4) Llevar a cabo la necesaria transformación de las Fuerzas Armadas y, 5) Acentuar el esfuerzo
en la comunicación estratégica de la defensa, con objeto de fomentar la conciencia de defensa nacional
(Presidencia del Gobierno, 2012).
Por último, la Estrategia de Seguridad Nacional 2013, como revisión de la Estrategia Española de Seguridad
de 2011, reafirma la contribución de España a la seguridad internacional junto con sus socios y aliados bajo
los compromisos adquiridos. Se crea el Consejo de Seguridad Nacional encargado de prevenir y gestionar
riesgos y crisis que afecten a los intereses nacionales, en el que participan distintos Ministerios; Interior,
Defensa, Asuntos Exteriores y Fomento e Industria, por la importancia de las comunicaciones e
infraestructuras y la Ley 36/2015, de 28 de septiembre, de Seguridad Nacional que otorga soporte jurídico,
disponiendo de un sistema de seguridad integral (Presidencia del Gobierno, 2013). Respecto a la ESN de
2013, Moliner (2015) maneja que, España dispone de un documento estratégico de primer nivel que abarca,
de forma integral y amplia, todos los aspectos que afectan a la Seguridad Nacional al igual que las
principales Naciones de nuestro entorno, por lo que:
82
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Por lo tanto, a grandes rasgos según se ha documentado, actualmente, la defensa nacional está basada en
los derechos y libertades reconocidos en la Carta de las Naciones Unidas de 1945 y en la Constitución
española de 1978 que establece el derecho y el deber de los españoles de defender a España. Las Fuerzas
Armadas tal y como asigna la Carta Magna, deben garantizar la soberanía e independencia de España y
defender su integridad territorial y el ordenamiento constitucional. Al Rey le corresponde su mando y,
previa autorización de las Cortes Generales, declarar la guerra y hacer la paz. Las Cortes Generales tal y
como indica la Ley Orgánica de Defensa Nacional 5/2005 aprueban las leyes relativas a la Defensa y los
créditos correspondientes, ejercen el control de la acción del Gobierno en materia de Defensa, conceden la
autorización previa para los tratados o convenios internacionales de carácter militar y debaten líneas
generales de la política de defensa, así como los planes de reclutamiento y modernización. El Gobierno
según determina la Constitución es el encargado de dirigir la política interior y exterior, la Administración
civil y militar y la defensa del Estado. El presidente del Gobierno recogido en la Ley Orgánica de Defensa
Nacional 5/2005 asume la dirección de la política de Defensa y la determinación de sus objetivos
formulando la Directiva de Defensa Nacional. El Congreso de los Diputados siguiendo la Ley Orgánica de
Defensa Nacional 5/2005 es el encargado de autorizar, con carácter previo, la participación de las Fuerzas
Armadas fuera del territorio nacional. Al ministro de Defensa continuando con la Ley Orgánica de Defensa
Nacional 5/2005 (como ya se citó de Bernal, 2011) le corresponde el desarrollo y ejecución de la política
de Defensa, asistir al presidente del Gobierno y dirigir la actuación de las Fuerzas Armadas bajo su
autoridad. Al Secretario de Estado de Seguridad, le corresponde, según indica el Ministerio del Interior; la
dirección, coordinación y supervisión de los órganos directivos dependientes de la Secretaría de Estado
(como subdirecciones generales; la Subdirección General de Planificación y Gestión de Infraestructuras y
Medios para la Seguridad y la Subdirección General Sistemas de Información y Comunicaciones para la
Seguridad, como órganos de coordinación con rango de Subdirección General; el Gabinete de Coordinación
y Estudios, la Inspección de Personal y Servicios de Seguridad y el Centro de Inteligencia contra el
Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO) y como organismo adscrito; el Organismo Autónomo
Gerencia de Infraestructuras y Equipamiento de la Seguridad del Estado) bajo la autoridad del Ministro del
Interior. Finalmente, esta defensa se produce como se ha comentado, para hacer frente a las amenazas que
puedan surgir, descritas anteriormente siguiendo la política de cooperación mostrada.
83
Capítulo 2. Marco contextual y teórico
En el marco económico, primeramente, se analizan los últimos veinticinco años del gasto militar
español, comparando cuatro aspectos; la cantidad total, como porcentaje del presupuesto del Gobierno
central, como porcentaje del PIB y, per cápita. Se hace una comparativa argumentada con los países del
entorno y del último año (2015) se desglosa del presupuesto general del estado el del Ministerio de Defensa
discutiendo cuál sería el verdadero presupuesto real. En segundo lugar, se analiza el mercado de la defensa
para conocer el posicionamiento internacional y las exportaciones españolas de material de defensa de los
últimos siete años así como los principales países receptores de dichas exportaciones del último año.
Comenzando con la evolución del gasto militar de los últimos veinticinco años, se vuelve a manejar la base
de datos del SIPRI recordando que al igual que se citó en los datos referentes a la seguridad internacional,
se rige por la definición de la OTAN, que incluye todos los gastos corrientes y de capital relativos a: las
fuerzas armadas, incluidas las fuerzas de mantenimiento de la paz; los ministerios de defensa y demás
organismos de Gobierno que participan en proyectos de defensa; las fuerzas paramilitares, si se considera
que están entrenadas y equipadas para operaciones militares y; las actividades en el área militar.
Comparando los cuatro aspectos mencionados, se obtiene:
Año Gasto militar Gasto militar Gasto militar Gasto militar per
(millones de euros) porcentaje del porcentaje del PIB cápita (dólares)
Gobierno
84
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Analizando la primera columna correspondiente al Gasto militar, el presupuesto de defensa mantiene dos
tendencias claras, la primera, ascendente, comienza en 1988 con 5.021 millones de euros, creciendo cada
año hasta situarse en su máximo de 12.756 millones de euros correspondiente al año 2008, lo que supuso
un incremento total de un 254%. A partir de ese año, se registra la segunda tendencia, negativa, de igual
manera de forma gradual hasta los 9596 millones de euros del último año registrado 2014, llevándolo a
cifras de 2005, con un descenso del 25% con respecto al año 2008. La segunda columna representa el
presupuesto de defensa comparándolo con el porcentaje del presupuesto del Gobierno central, en donde se
observa una única tendencia negativa, desde el inicial 5,1% de 1988 al 2,1% de 2014, lo que supone un
global de 242% menos, con una caída total de tres puntos. La tercera columna, marca el gasto comparándolo
con el PIB de España, al igual que ocurrió con respecto al presupuesto del gobierno central, marca una
única tendencia negativa, desde el 2% de 1988 al 0,9% de 2014, es decir un descenso de más de 50% con
una caída total de casi un punto. La cuarta columna indica el gasto per cápita, al estar relacionado con el
gasto total y en función del número de habitantes de cada año, no registra datos significativos para el
propósito.
En síntesis, se puede afirmar que, aunque el presupuesto de defensa ha aumentado en cuanto a los números,
la tendencia positiva que se observa gráficamente continuación puede llevar a una interpretación errónea.
Figura 18. Evolución del presupuesto español de defensa en millones de euros entre 1997 y 2014. Fuente: Mauro (2015, p.52).
85
Capítulo 2. Marco contextual y teórico
Claramente el nivel de vida de 1988 no es el de 2014, al igual que el valor monetario, los indicativos
constantes son los porcentajes analizados (PIB y Gobierno central) que muestran la tendencia negativa del
presupuesto de defensa. Al respecto Fonfría (2015) señala que la falta de percepción social sobre los riesgos
y amenazas que afectan a España es un factor decisivo en su baja cuantía, generando una tendencia a la
infravaloración del presupuesto para mantenerlo en límites que no supongan una crítica social. Y en
referencia a estas palabras, Arteaga (2013) concluye diciendo que el presupuesto militar español no
coincide con su capacidad económica, es inferior a los parámetros occidentales y el perfil de recursos está
por debajo del promedio OTAN.
Para comparar visualmente el gasto con los países del entorno y con el líder en gasto mundial (Figura 19)
se acude a una gráfica de García (2014) en la que se observa la mencionada evolución negativa y el nivel
más bajo en comparación con Alemania, Italia, Francia y Reino Unido.
Figura 19. Comparativa de la evolución del gasto militar como porcentaje del PIB entre 1988 y 2010 entre España, los países de su
entorno y Estados Unidos. Fuente: García (2014, p.55).
Para conocer el presupuesto del último año (2015) se acude al Presupuesto General del Estado del
Ministerio de Defensa, observándose en la siguiente tabla:
Dicho ejercicio presupuestario asciende a 6.738 millones de euros siendo el sumatorio de los presupuestos
del Subsector del Estado, los Organismos autónomos, la Sección 31 y las transferencias entre subsectores.
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Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Se ha de recordar que la OTAN no solo incluye el presupuesto de defensa como gasto militar, por lo tanto
el valor obviamente no coincide con el registrado por el SIPRI.
Existe por lo tanto cierta controversia a la hora de determinar con exactitud que conceptos o partidas se
deberían incluir dentro del presupuesto de Defensa para conocer el gasto militar real, Ortega & Calvo (2014)
se posicionan en que diversas partidas camuflan el gasto real de Defensa, como son los Programas
Especiales de Armamentos (PEAS) no contemplados en el presupuesto inicial que se aprueba en el
Congreso de Diputados y reciben recursos en forma de I+D desde el Ministerio de Industria. Las misiones
en el exterior que surgen desde el Fondo de Contingencias. El ISFAS, Instituto destinado a sufragar la
mutualidad de las Fuerzas Armadas con un coste de 600 millones que sale de un extraño ministerio
denominado Otros Ministerios. La Guardia Civil dependiente económicamente del Ministerio del Interior,
aun siendo un cuerpo paramilitar que, según el criterio OTAN, se contempla como gasto militar. Las
pensiones contabilizadas como clases pasivas de la seguridad social. Las aportaciones a organismos
internacionales que surgen desde el Ministerio de Exteriores. Y el CNI, dependiente de la Presidencia del
Gobierno, aun siendo en el pasado un organismo de Defensa. Todas estas partidas junto con el inicial
presupuesto de Defensa, se pueden visualizar en la Figura 20, de esta forma y según el criterio de los
autores, el presupuesto militar real ascendería en 2015 por encima de los 16.000 millones de euros.
Figura 20. Gasto militar real español por partidas 2015. Fuente: Ortega & Calvo (2014, p.10).
Analizando en particular el mercado de la defensa, Mauro (2015) alude a diversas fuentes, cita de la
Dirección General de Armamento y Material (2010) que ha supuesto casi un monopolio bilateral entre el
Ministerio de Defensa como cliente único y un conjunto de proveedores casi siempre exclusivos, cita de
García-Estévez & Trujillo-Baute (2014) que el sector creció, ampliando su cartera de productos,
diversificando actividades, incorporando tecnología e incrementando su capacidad exportadora,
alcanzando, según cita de Álvarez (2012) un buen posicionamiento internacional en algunos nichos de
excelencia y, según cita de Fonfría & Correa-Burrows (2010) un lugar intermedio a nivel europeo.
87
Capítulo 2. Marco contextual y teórico
Este posicionamiento a nivel internacional, viendo la clasificación del Stockholm International Peace
Research Institute [SIPRI] (2014) sitúa a España el séptimo lugar mundial en producción de armamento
(exportación) y el cuarto a nivel europeo desde 2009 hasta 2013. Siguiendo al Ministerio de Economía y
Competitividad (2014) las exportaciones de material de defensa en el periodo delimitado por el SIPRI,
(Tabla 7), han fluctuado desde los 934 millones de euros del año 2008 a los 3.203 millones de euros del
año 2014, obteniendo el nivel más alto un año antes con 3.907 millones de euros.
Desglosando el montante del último año, para ver cuáles son los principales mercados de la exportación
española (Tabla 8), se observa que los países de la UE y de la OTAN comprenden el 60% de las
exportaciones, en concreto los principales referentes son Francia, Reino Unido y Alemania. En el porcentaje
restante destaca Turquía como miembro de la OTAN y no de la UE con un 7,5% y otros países como Arabia
Saudí, Egipto, Australia e Indonesia con un 20%.
88
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Para el segundo bloque, el marco de los conflictos, se opta por conocer la criminalidad registrada en España
en los últimos seis años determinada por los datos de las infracciones penales (delitos y faltas conocidas de
hechos conocidos, de hechos esclarecidos, con detenciones e imputaciones y con victimizaciones)
recogidos en el Anuario Estadístico del año 2014 (Tabla 9), conocer de las infracciones del último año
registrado (2014) las principales tipologías (Figura 21), ubicarlas por comunidades autónomas (Figura 22)
y, hacer una comparativa usando la tasa de criminalidad con los vecinos europeos (Figura 23).
Analizando la evolución de las infracciones penales, la presente tabla ofrece seis datos distintos del periodo
comprendido entre 2009 y 2014. En la cabecera se observa la evolución del número de habitantes censados
según padrón oficial del Instituto Nacional de Estadística (INE). Con un número similar, continúa con los
delitos y faltas de los hechos conocidos. Analizando dicho global se observa una disminución progresiva
desde los iniciales 2.339.203 de 2009 hasta los 2.092.040 de 2014 (posteriormente se dividen en
esclarecidos, detenciones e imputaciones y victimizaciones). Cerrando el último bloque se encuentran los
recursos humanos policiales tanto los números que suman las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado,
como los de las policías dependientes de las distintas comunidades autónomas, cifras que en 2014 con
172.811 unidades, se mantienen similares a las iniciales de 2009, previo repunte en cerca de 9.000 unidades
en 2011.
Para tener una visión más precisa de las 2.092.040 infracciones penales de 2014, se determinan en la figura
presentada a continuación las principales tipologías en las que los delitos contra el patrimonio representan
el 76% destacando los hurtos y los robos con fuerza y, los delitos contra las personas comprenden un 16%.
89
Capítulo 2. Marco contextual y teórico
Figura 21. Porcentaje de las principales tipologías penales de 2014 en España. Fuente: Ministerio del Interior (2015, p.158).
Para ubicarlas, se divide el total de las infracciones penales en las distintas comunidades autónomas,
observando que los grandes núcleos urbanos constituyen los mayores porcentajes.
Figura 22. Porcentaje de infracciones penales en España en el año 2014 dividido por Comunidades Autónomas. Fuente: Ministerio
del Interior (2015, p.157).
Finalmente, para poder posicionar a España y comprender la magnitud de los datos, se compara con los
vecinos europeos, en función de la tasa de criminalidad (delitos y faltas por mil habitantes) observando que
España se sitúa a la cola con una tasa de 44,7 por debajo del resto de países contemplados excepto Portugal
y Grecia.
90
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Figura 23. Tasa de criminalidad en la UE en 2014. Fuente: Ministerio del Interior (2015, p.161).
Desarrollado el primer bloque del marco teórico, se prosigue con el segundo bloque denominado
“Deporte y seguridad”
91
Capítulo 2. Marco contextual y teórico
Una vez vista la dependencia de ambos conceptos, se pretende conocer las dimensiones de la seguridad en
el deporte, lo que abarcan y representan, desarrollando los ámbitos que afectan a una instalación deportiva.
Por último, conocidas las dimensiones, se pretende enfocar la gestión de la seguridad, diferenciando entre
seguridad en eventos y en instalaciones, se comprobará la seguridad en los grandes eventos internacionales
y se profundizará en la figura del gestor deportivo como máximo responsable de una instalación deportiva
para saber cómo gestiona la seguridad de su instalación.
Para responder a todas estas cuestiones, es necesario desarrollar a su alrededor los siguientes
aspectos pertenecientes al segundo bloque denominado “Deporte y seguridad”:
2.2.1. Estudio cronológico a través del tiempo acerca de la interacción de los conceptos seguridad y deporte.
2.2.1.1. Tipo de estudio, contextualización, clasificación, acotación e identificación.
2.2.1.2. Primer periodo, la Prehistoria.
2.2.1.2.1. Paleolítico.
2.2.1.2.2. Mesolítico.
2.2.1.2.3. Neolítico.
2.2.1.2.4. Eneolítico o edad de los metales.
2.2.1.3. Segundo periodo, la Edad Antigua.
2.2.1.3.1. Las primeras civilizaciones (civilizaciones primarias).
2.2.1.3.1.1. Mesopotamia.
2.2.1.3.1.2. Egipto.
2.2.1.3.1.3. China.
2.2.1.3.1.4. India.
2.2.1.3.2. Las civilizaciones secundarias.
2.2.1.3.2.1. Creta.
2.2.1.3.2.2. Grecia.
2.2.1.3.2.3. Etruria (civilización etrusca).
2.2.1.3.2.4. Roma.
2.2.1.4. Tercer periodo, la Edad Media.
92
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
2.2.1. Estudio cronológico a través del tiempo acerca de la interacción de los conceptos seguridad
y deporte.
Para justificar la elección de realizar un estudio sobre la interacción de los conceptos deporte y
seguridad, en base a una cronología, el doctorando recoge de Blanco (2007) que el diseño cronológico
(articulación de contenidos en torno a una cronología), es el más generalizado por los docentes, por el valor
otorgado al acontecimiento en el discurso histórico y por su facilidad para utilizar los conocimientos de
forma coherente, siendo las fechas y los periodos, importantes. Para apoyar sus afirmaciones, Blanco (2007)
recoge de Valdeón (1989) que no hay historia sin cronología, de Pagés (2004) que la cronología es el
soporte del tiempo histórico, permite orientarse en él, facilita situar los hechos y calcular las duraciones, de
Hernández (2005) que el concepto de tiempo es complejo pero necesario para tener una visión global y
situar el devenir de las sociedades a través de él, y de Trepat (1995) concluye afirmando que el mencionado
tiempo histórico es una construcción basada en la cronología, la linealidad, la simultaneidad y la duración.
93
Capítulo 2. Marco contextual y teórico
contexto el abanico temporal comprendido desde la presencia del ser humano hasta la actualidad. Para
delimitar todo el periodo que lo contextualiza, se alude a su dimensión diacrónica, definida por la RAE
(2014) como: “Desarrollo o sucesión de hechos a través del tiempo”. En este aspecto, la sincronía
definida por la RAE (2014) como: “Coincidencia de hechos o fenómenos en el tiempo”. Supone un
problema a la hora de clasificar o delimitar los periodos, debido a que en grandes periodos, el hecho
que marca un cambio en un lugar no siempre coincide en otro, por lo tanto para periodizar dicha
cronología y que sea válida para el objeto, se parte de una división, cómoda y generalizada, siguiendo
a Riu (1978) Cristóbal Sélle a finales del siglo XVII, estableció un manual escolar de Historia Antigua
en 1685, donde dividía la historia en edad antigua, media y moderna, Loescher en 1725 la repitió e n
un manual alemán “Geschicchte der Mittleren Zeiten” generalizándose posteriormente, al resultar
cómoda dicha división. Otro ejemplo se encuentra en González (1863) en su Manual de historia universal
utiliza esta misma división afirmando que la historia se divide en antigua, edad media y moderna, la antigua
se extiende hasta la destrucción del imperio Romano de occidente a finales del siglo V, la media hasta la
toma de Constantinopla a mediados del siglo XV y la moderna hasta sus días. Evidentemente, a esa
clasificación, le falta el último periodo catalogado por los historiadores como la edad contemporánea y el
periodo anterior a la edad antigua y al nacimiento de la escritura, conocido como la prehistoria. Por lo tanto
la clasificación en función de los hechos más relevantes y en base a esta catalogación, se divide en cinco
periodos, generalmente consensuados por los historiadores, el doctorando es consciente de que la división
efectuada, es una división con carácter euro centrista, con un mayor arraigo por la historia de occidente y
que, como se ha comentado anteriormente, en otras zonas geográficas, dichos periodos pudiesen solaparse
o clasificarse de distinta manera, disponiendo de cronologías propias, recordando que no es objeto de
segmentación y aludiendo nuevamente a la facilidad de la clasificación se toman cinco periodos.
Una vez contextualizado y clasificado por periodos, resta acotarlo e identificarlo, para ello, se
procederá a investigar la evolución del concepto seguridad, y su interacción con el deporte, únicamente
en el ámbito en el que puedan interactuar o se vislumbre cierta dependencia en cada periodo
identificado. Siguiendo a Paredes (2002) el concepto de deporte se forma en las lenguas de origen
latino entre los siglos XI y XIII, siendo uno de los significados más importantes que cita el autor el de
ejercicio físico. Alejándose de las otras connotaciones asociadas, como las recreativas, lúd icas,
94
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
festivas y de entretenimiento, es la vertiente primitiva del ejercicio físico el ámbito escogido para
analizar su interacción con el concepto seguridad, de la que derivarán las distintas formas en las que
se expresen dichos ejercicios y su utilidad para afrontar la seguridad (supervivencia, caza, guerra etc.)
y su vertiente negativa relacionada con la violencia y la ausencia de seguridad.
Con ello se pretende conocer la evolución y el significado de los dos términos a lo largo del
tiempo en el contexto indicado y conocer el grado de relación y dependencia en cada periodo. No se
pretende, ni es procedente realizar un estudio en profundidad de la evolución y distintas acepciones
que representa el término deporte (ampliamente investigado), ni ahondar en las distintas formas y
expresiones de seguridad. El fin último es obtener de manera simplificada una visión general de la
interacción de los dos conceptos, por ello, se aportarán datos genéricos y ejemplos que los contrasten,
partiendo del concepto seguridad y su posterior relación con el contexto del deporte a investigar, en
los distintos periodos delimitados.
Ubicando el contexto del deporte en este periodo, se observa que ha estado ligado al mismo en todas las
etapas.
El deporte es una dimensión de la experiencia cultural del hombre en todos los niveles y periodos
del tiempo arqueológico desde el Paleolítico inferior hasta las Edades del Bronce y del Hierro,
pasando por el Paleolítico superior, el Mesolítico, el Neolítico y el Calcolítico o edad del cobre.
(Paredes, 2002, p. 249)
Para situar el origen de la actividad física, existen diversas teorías defendidas por diversos autores,
Paredes (2002) las ordena en cuatro grupos, la teoría del instinto, defendida por Neuendorf y Eppensteiner,
la teoría de la motivación laboral y bélica (perspectiva materialista), defendida por Eichel y Lukas, la teoría
de la motivación lúdica y cultual (perspectiva idealista), defendida por Diem y Popplow y un cuarto grupo
de teorías, de posición ecléctica, defendidas por Mitchell, Van Dalem y Bennet. A lo largo del periodo, se
aludirán a las teorías y/o autores propios del contexto del deporte a investigar.
95
Capítulo 2. Marco contextual y teórico
2.2.1.2.1. Paleolítico.
En este primer periodo de la prehistoria, el ser humano era nómada, no estando asentado en territorios,
centraba su existencia en la obtención de alimento. “Durante el Paleolítico, los cazadores recolectores
defendían sus territorios ante sus rivales y los explotaban hasta que quedaban esquilmados” (Vázquez &
Martín, 2006, p. 184). En cuanto a la defensa ante los peligros que pudiesen acecharle, para poder subsistir,
fabricaba objetos y utensilios con los que poder cazar y defenderse. Las formas primitivas de organización
social revelan un gran conocimiento de los principios básicos de seguridad, las personas al nacer eran
instruidas a través de la imitación y del entrenamiento para protegerse y defenderse de los peligros que les
acechasen (Manunta, 1997, s.f.). Dentro de los peligros a los que se pudiera enfrentar, más allá de los
animales salvajes, cabe analizar la existencia de confrontaciones entre distintos seres humanos y el uso de
objetos (armas) tanto para cazar como para defenderse. Martos (2003) afirma que las evidencias empíricas
de guerra durante el Paleolítico son problemáticas, tanto las culturales en forma de armas, y estructuras
arquitectónicas defensivas, como las humanas en forma de huellas en los huesos de traumatismos o lesiones
violentas producidas en combates, lo que lleva a deducir cierta controversia a la hora de identificar si se
produjeron por enfrentamientos o fueron producto de la caza y la defensa ante los animales. A su vez el
autor afirma que en el Paleolítico Inferior y Medio debido al desconocimiento de las formas de vida de los
grupos humanos entre los 800.000 años a. C. y los 100.000 años a. C., resulta imposible reconocer la
existencia de guerra en este periodo. Sin embargo Hernández & Rubio (2010) sitúan durante el Paleolítico
Inferior, hace ochocientos mil años posibles conductas violentas, organizadas y colectivas, practicadas por
el Homo antecesor, en función de hallazgos de Atapuerca. Continuando con Hernández & Rubio (2010)
durante el Paleolítico Medio (100000-50000 a. C.) el Homo neanderthalensis, practicó el canibalismo de
manera asidua, mientras que los neandertales, según ejemplos datados de 43.000 años a. C. en la cueva del
Sidrón, Asturias, lo practicaban de manera asidua, lo que implicaba enfrentamientos entre seres de la misma
especie, asimilables al concepto de guerra, siendo una posible teoría que explicase su desaparición.
Desaparición que conlleva polémica a la hora de ofrecer una explicación fehaciente, ligada a la entrada del
Homo sapiens en Europa hace 38.000 años y, a su convivencia con los mismos cerca de 10.000 años, otra
hipótesis manejada se basa en un contacto entre los mismos en situaciones de violencia y que habrían
concluido con el primer etnocidio de la historia, prueba de ello es que entre las poblaciones neandertales se
observan importantes lesiones traumáticas, pudiendo haber sido causados por enfrentamientos (Martos,
2003).
Para verificar los hechos descritos en este periodo, ante la ausencia de escritos, los historiadores acuden a
las evidencias arqueológicas, fundamentalmente en forma de restos óseos y materiales y vestigios pictóricos
conservados a lo largo del tiempo. Analizando los hallazgos de la época, se encuentran diversos objetos
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Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
que pueden considerarse como las primeras armas, estas se corresponden con hachas de mano, de las que
evolucionaron las posteriores puntas de flecha, bifaces, galets, lascas, etc. todos ellos, utensilios fabricados
a partir de piedra y restos óseos con los que el hombre primitivo logró tener un instrumento defensivo y
ofensivo, así como las herramientas necesarias orientadas a la caza. Martos (2003) aclara que estas armas
habrían mejorado las técnicas de caza, pero también podrían haber intervenido en los conflictos
intergrupales. Ofreciendo ejemplos concretos, investigadores de la Universidad de Columbia en Nueva
York descubrieron en un yacimiento de Turkana, en el noroeste de Kenia, hachas de piedra de 1,8 millones
de años (De Jorge, 31 de agosto de 2011). En otro estudio realizado por Gary R. Scott y Luis Gibert en el
que analizaron los yacimientos de Solana del Zamborino (Granada) y de Cueva Negra (Murcia) se
encontraron hachas de piedra con una edad de 760.000 años en el caso de Solana del Zamborino y de
alrededor de 900.000 años en el de Cueva Negra (EFE, 02 de septiembre de 2009). En el periodo neandertal
existen puntas de sílex que, sujetas en lanzas pueden considerarse como el primer antepasado de la bayoneta
(Martos, 2003), en las Gándadas de Budiño, en el noroeste de España a través de la técnica de datación del
carbono 14, Echaide (1971) data entre los años 26.700 a. C. y el 18.000 a. C. un conjunto de herramientas
o armas entre las que destacan bifaces, hachereaux, galets aménagés, lascas, cuchillos, perforadores,
raspadores y, picos y raederas de cuarzo y cuarcita. Finalmente en el Paleolítico Superior las puntas de
aletas y pedúnculos, las puntas de muesca o azagayas de hueso sujetas en lanzas evidencian el uso de armas
arrojadizas y de proyectiles lanzados con propulsores, encontrados en los yacimientos de la Cueva del
Parpalló (Valencia) y en la Cueva de Ambrosio (Almería) entorno al 16.500 a. C. dichas puntas de aletas y
pedúnculos (Martos, 2003).
Analizando el contexto del deporte en el periodo, se aprecia una correlación con la supervivencia
descrita en el contexto de la seguridad, pudiendo llegar inclusive a ser la génesis del ejercicio
físico. El juego primitivo tiene una triple función, una de ellas es la supervivencia ligada a la
actividad física: tener más fuerza, resistencia y agilidad, para poder cazar, alimentarse y defenderse
de los enemigos, para ello era necesario el aprendizaje, primeramente la lucha y los ejercicios eran
realizados por los adultos delante de los niños para que los imitaran jugando, para posteriormente,
en la adolescencia entrenarlos duramente para cazar (Paredes, 2002). Esta misma idea es refundada
por Andrés & Stefani (2014) que manejan que el origen del juego mantiene una estrecha conexión
con la supervivencia, servía para el desarrollo muscular y para las destrezas físicas necesarias en
la caza y en la lucha. Sainz (1992) formula que las actividades físicas son manifestaciones que
acompañan al hombre desde su aparición sobre la tierra, Rose (1925) y Zierer (1971) en Sainz
(1992) indican que el ejercicio físico está vinculado a la pesca y a la caza y, a la guerra y a la lucha,
para asegurar la existencia y continuidad de la especie, encontrando en la arqueología, numerosas
y diferentes representaciones. Por otra parte de Macías (2011) se extrae que el ser humano
desarrolló sus movimientos para sobrevivir y adaptarse al entorno, pescar, cazar, huir etc., Monroy
& Sáez (2007) incluyen de Eichel que el primer ejercicio corporal de la historia fue el lanzamiento
de jabalina en el año 70.000 a. C. por los dibujos de animales atacados por lanzas en cuevas
francesas y por el pueblo de los Boining que usaban lanzas para cazar. Betancor & Vilanou (1995)
sostienen también que el lanzamiento de jabalina y la danza como ceremonia mágica de caza,
97
Capítulo 2. Marco contextual y teórico
datados del año 70.000 a. C. serían los ejercicios corporales más antiguos del hombre, la flecha
impulsada por las cuerdas de un arco surgió como arma arrojadiza hace 24.000 años y, el
perfeccionamiento de las técnicas de caza y pesca a través de la técnica del arpón, incidieron en la
evolución de los ejercicios físico-corporales. Mientras que Hernández (s.f.) añade que durante el
Paleolítico Inferior, se perfeccionó la técnica de caza mayor y se construyeron refugios sencillos
y en el Paleolítico medio aparecen las puntas de flechas.
Siguiendo la citada clasificación de los cuatro grupos de teorías que explican la génesis del deporte
de Paredes (2002), se pueden orientar en este periodo, las siguientes teorías expresadas por el
autor:
La teoría del instinto, defendida por Neuendorf y Eppensteiner, en la que Neuendorf afirma que el
origen de todos los ejercicios físicos nace del instinto de supervivencia, tanto en el hombre como
en el animal, ya que en la época prehistórica para sobrevivir tenían que conseguir fuerza, destreza,
habilidad y velocidad mediante ejercicios físicos. En esta teoría, Monroy & Sáez (2007) añaden
del mismo que los primeros ejercicios físicos fueron la carrera, la trepa, el salto, la lucha y, el
lanzamiento, la evolución de este último desde la piedra, pasando por la jabalina, arco etc.
disminuyó el trabajo corporal en la guerra y en la caza, degenerando la fuerza y la habilidad del
ser humano. Por su parte los mismos autores, manejan de Eppensteiner, un origen exclusivo en el
ser humano, basado en la suma del instinto de lucha y de juego. Apoyando esta teoría Sainz (1992)
comparte que en la Prehistoria, la subsistencia del hombre se centraba en la pesca y la caza así
como en la necesidad de atacar o defenderse, para lo cual era necesario correr, saltar, trepar etc.
de lo que se desprende la teoría del origen primitivo del ejercicio físico como el acto mecánico
instintivo del hombre.
La teoría de la motivación lúdica y cultual, defendida por Diem y Popplow, en la que Monroy &
Sáez (2007) manejan de Diem que apoya la idea de que las actividades de tipo físico se realizaban
por supervivencia, comenzando a jugar tras superar dichas situaciones y de Popplow que busca en
el paleolítico inferior, apoyado por los restos prehistóricos, el origen del deporte con los
movimientos involuntarios, la caza y la danza como su forma más primitiva con una motivación
entre otras de naturaleza guerrera.
Y, un grupo de teorías en la que los autores mantienen una posición ecléctica entre los que destacan
Mitchell, Van Dalen y Bennett, continuando con Monroy & Sáez (2007) sendos autores, hablan
del objetivo de seguridad de la educación física, esgrimiendo que para asegurar la supervivencia
mediante la lucha y la defensa, es necesario crear individuos fuertes.
Apoyando estas teorías basadas en la supervivencia, Paredes (2002) cita otro autor, Saurbier, el
cual habla del aspecto vital como origen del deporte afirmando que sin los ejercicios corporales
no se produciría la supervivencia.
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Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
2.2.1.2.2. Mesolítico.
En cuanto a la defensa, un hecho relevante es que muchos autores detectan en este periodo la domesticación
del perro, vinculado con tareas defensivas y de aviso, así lo corrobora Hernández (s.f.) citando este periodo
como el periodo en el que aparece el perro domesticado, Vázquez & Martín (2006) afirman que aquí surgen
las primeras murallas que protegían a las poblaciones, siendo durante milenios el único medio eficaz para
la seguridad, Kurht (2000) en Vázquez & Martín (2006) corroboran esta idea indicando la existencia de
fortificaciones de muros de arcilla y adobe entre el año 8.000 a. C. y el año 6.000 a. C. en registros
arqueológicos en Oriente Próximo, en la ciudad de Jericó. En cuanto a las armas, se han encontrado arcos
en yacimientos del este y norte de Europa, en Stellmoor (Alemania) y en Elm (Dinamarca) de hace 10.000
años, correspondiéndose con las mismas dataciones las primeras evidencias de flechas y astiles (Martos,
2003).
En este periodo, en el contexto del deporte, Sainz (1992) sostiene que: “Con la invención del arco
y la flecha la caza se convierte en una de las ocupaciones normales, lo que supone, en conjunto,
una constante y sostenida actividad física para la cual el hombre necesita entrenarse” (p. 32).
2.2.1.2.3. Neolítico.
99
Capítulo 2. Marco contextual y teórico
Referente a la defensa, la fijación de grupos en el territorio en poblados hizo factible invertir esfuerzos y
tiempo en seguridad construyendo defensas para proteger dichos territorios. Uno de los más antiguos
espacios fortificados es el de la ciudad de Jericó en el VIII milenio a. C. localizando en piedra tramos altos
de muralla y una torre cilíndrica maciza (Hernández & Rubio, 2010), junto a este ejemplo, Manunta (1997,
s.f.) afirma que en todas las civilizaciones se han utilizado barreras físicas, escudos, puertas reforzadas así
como trampas y sistemas de alarmas.
En lo que atañe al belicismo, sólo a partir del Neolítico existen pruebas completamente convincentes de
conflictos intergrupales. En los yacimientos se encuentran restos de murallas, las pinturas muestran
combates de arqueros y, aparecen restos humanos con puntas de proyectil de piedra en su cuerpo, como es
el caso del yacimiento de San Juan Ante Portam Latinam, donde se hallaron en un enterramiento colectivo
neolítico, seis puntas de flechas de sílex clavadas en diferentes regiones del cuerpo (Martos, 2003).
Hernández & Rubio (2010) apoyan la idea de las confrontaciones sistemáticas entre humanos en el
Neolítico, a partir de las evidencias encontradas, en Asparn-Schletz (Austria) y Manheim (Alemania), se
localizaron yacimientos con brutales masacres, en la villa de Talheim (Alemania), se localizó una fosa
común con los restos de dieciocho adultos y dieciséis adolescentes con muerte violenta, golpeados de forma
simultánea por más de una persona con hachas en la cabeza y con objetos punzantes, siendo posiblemente
una guerra entre grupos de campesinos, mientras que las murallas de Jericó (Palestina), levantadas a partir
del VIII milenio a. C., también evidencian signos de violencia en Oriente Próximo. Guilaine & Zamitt
(2002) acuden a la arqueología, evidenciando los efectos de la violencia y de los conflictos armados, a
través de las excavaciones, en forma de esqueletos con traumatismos y fosas comunes con decenas de
cuerpos masacrados al final del Neolítico antiguo. Siguiendo los hallazgos arqueológicos, también se han
hallado evidencias de medidas de seguridad, entre otras, la cerradura más antigua conocida data del año
4.000 a. C. encontrada en el Palacio de Sargon, Khorsabad, cerca de Nineveh, apreciándose también en el
Templo de Karnak un dibujo de una cerradura que data del mismo período (Manunta, 1997, s.f.). Por otro
lado, las pinturas rupestres también evidencian situaciones guerreras (combates prehistóricos tribales) en
los milenios V y IV a. C., Hernández & Rubio (2010) sitúan diversos ejemplos en el levante de la península
ibérica (España), como es el caso de una pintura que muestra dos grupos de guerreros enfrentados
representando un combate táctico y organizado en el abrigo 9 en el Cingle de la Mola, otro en el abrigo de
Les Dogues mostrando un combate entre dos grupos de arqueros o, en la cueva del Civil donde se observa
una gran batalla con docenas de arqueros, así como la representación de una ejecución en la cueva Remigia
en la que un grupo de diez arqueros han disparado contra una víctima con seis flechas en el cuerpo yaciendo
en el suelo.
Siguiendo con el contexto deportivo del periodo, continúa la correlación con el militarismo y
belicismo derivado del asentamiento del hombre, observado también en los ejercicios físicos y sus
aplicaciones. El deporte puede ser entendido como una práctica física de carácter premilitar,
acontecida en múltiples momentos de la historia, con la revolución neolítica, los ejercicios físico-
corporales adquirieron una dimensión militarista en la etapa final de la sociedad prehistórica
(Betancor & Vilanou, 1995).
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Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
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Recordando su cronología, se produce entre los 4.000 años a. C. y los 1.500 años a. C. (Prats et
al., 1994 en Hernández, s.f.). Conviviendo con el final del Neolítico, un elemento clave, es el
descubrimiento del uso de los metales, con los que el hombre disponía de elementos más fuertes y
resistentes para elaborar armas y herramientas, los historiadores en función del material usado con mayor
asiduidad establecen tres edades, la Edad del cobre entre el año 4.000 a. C. y año el 3.000 a. C., la Edad del
bronce, entre el año 3.000 a. C. y el año 1.500 a. C. y la Edad del hierro, desde el año 1.500 a. C. siendo
estas fechas aproximadas, puesto que no se comparten en todas las regiones, concretamente, en la península
ibérica, AAVV (1993) en Hernández (s.f.), establece la aparición del Calcolítico o Edad del cobre hacia el
año 3.000 a. C., la Edad del bronce hacia el año 1.900 a. C. y la Edad del hierro hacia el año 700 a. C.,
siguiendo la diacronía mencionada a la hora de clasificar los periodos, la Edad del cobre, entraría dentro
del periodo prehistórico, mientras que la Edad del bronce y del hierro, se solaparían con la siguiente etapa,
la Edad Antigua que nace con la escritura. Recordando la problemática de la sincronía, por la cual, en las
distintas regiones geográficas el ser humano no evolucionó a la misma velocidad, la escritura no se divulgó
en el mismo momento en las distintas zonas y los materiales utilizados variaban en función de su ubicación
y posibilidad de comercio, se desarrollan diversos ejemplos dentro de esta etapa (Edad de los metales
perteneciente a la prehistoria), huyendo de la confusión que pudieran suscitar las cronologías inmersas
dentro de los años posteriores al año 3.300 a. C. en el cual se reconoce el primer vestigio de la escritura y
pudieran llevar a clasificarlas dentro de la citada Edad Antigua, prevaleciendo el elemento cultural para
ubicarlo dentro de la mencionada Edad de los metales.
Este periodo propició el surgimiento de la defensa, del militarismo y de la dotación de armas provenientes
de la metalurgia con los correspondientes conflictos bélicos asociados. Eiroa (1996) expresa que la vida
comunitaria y la seguridad alimentaria de la edad de los metales aumentaron la población, esta al
organizarse en grupos definió los territorios produciendo conflictos fronterizos, a su vez fueron surgiendo
organizaciones estatales que propiciaron el militarismo como medio disuasorio tendiendo al conflicto entre
Estados dotados de armas procedentes de la metalurgia y de mano de obra de prisioneros de guerra para las
obras, por lo tanto la Edad del bronce es el comienzo de un periodo de conflictos grupales. Para ofrecer
ejemplos concretos, un buen número de representaciones de armas pueden atribuirse al comienzo de la
Edad del bronce, las armas metálicas gravadas en las rocas, representan al guerrero, a la guerra y al varón,
tal y como se documenta mediante los ajuares de las tumbas y el arte rupestre, en la mayoría de las
sociedades la guerra era propia de los varones (Vázquez Varela, 2000). Diversos autores ofrecen ejemplos
101
Capítulo 2. Marco contextual y teórico
de la existencia de armas, Guilaine & Zamitt (2002) afirman la existencia de depósitos de armas en las
tumbas en las Edades del bronce y del hierro. Sanahuja (2007) afirma que los hombres estuvieron
vinculados a las armas en muchas ocasiones, tomando como ejemplo el grupo argárico, clasificado dentro
de la Edad del bronce peninsular (2250 a 1550 a. C.), a través de las excavaciones de la necrópolis de
Pokrovk, en Kazakhstan, al sur de los Urales, mediante análisis de correlación y significación, se
establecieron tres categorías sociales: mujeres del hogar, guerreros/as y sacerdotisas, siendo el 94% de los
hombres, guerreros y encontrando; alabardas, espadas cortas y largas y, puñales y hachas asociados a los
mismos. Eiroa (1996) también recoge que en la tumba de Tutamkamon se puede ver un puñal de hierro con
empuñadura de oro. Vázquez Varela (1999) data de comienzos de la Edad del bronce, gravados
prehistóricos de armas como hachas, guadañas, hoces, puñales y alabardas en el Mont Bego, en los Alpes
franceses y Derry & Williams (1977) apuntan que se han encontrado en las tumbas micénicas puñales de
bronce del siglo VI a. C. con incrustaciones de oro, electro y plata, que la espada surgió en la temprana
Edad del bronce a partir del puñal y que se introdujeron puntas de lanzas y se decoraban hachas de guerra.
En cuanto a los elementos defensivos, se acude al Congreso Internacional de fortificaciones en la Edad del
Hierro del año 2014, en el cual se hace una exposición de los diferentes sistemas defensivos en la península
ibérica en la Edad del hierro, para ver que se caracterizaba por la presencia de murallas, torreones, fosos y
campos de piedras hincadas entre otros como elementos defensivos artificiales (Portilla, 2014).
Analizando estos niveles, los cuatro primeros, mantienen las características de este primer periodo
descrito (la Prehistoria) por lo que se orientan en él, analizando estos primeros cuatro niveles o
bandas se obtiene:
La banda del nivel I (grupos aborígenes) siguiendo a Paredes (2002) en esta banda el deporte y los
juegos son escasos y rudimentarios, en este nivel se encuentran los Aborígenes australianos, los
Esquimales y los Yahghan. Dentro de las prácticas de los Aborígenes australianos, Roth (1902) en
Paredes (2002) cita la lucha (prun) como simulacro de combate, para planificar la lucha y resolver
conflictos. Hernández (s.f.) apoya esta idea, afirma que los juegos de lucha como las mencionadas
competiciones de Prun, eran simulacros de combates armados y reflejos de luchas intergrupales,
Salter (1974) en Hernández (s.f.) cita otros ejemplos como las batallas de bolas de barro, los duelos
con espadas y lanzas de madera y, el tiro al blanco con armas arrojadizas. De las propias de los
Esquimales del ártico (pueblo primitivo cazador, que llego a Alaska hace 6.000 años), Boas (1888)
en Paredes (2002) cita el tiro con arco, la lucha con cuerda, el ungatanguarneg (especie de pugilato)
102
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Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
y el unatartoat (lucha con carácter ceremonial). Hernández (s.f.) añade los lanzamientos de
arpones, los juegos de dardos, y Glassford (1976) en Hernández (s.f.) el iqiruktuk (lucha que
enfrentaba a dos oponentes). Y de los Yahgan (grupo de cazadores y recolectores de américa del
sur) Paredes (2002) señala la lucha (kalaka-mulaka) en que se enfrentaban dos mujeres u hombres,
como el deporte más tradicional, Bridges (1947) en Paredes (2002) cita un juego para entrenar el
arponeo, en el que un jugador con una cesta sujeta al pie con una cuerda salía corriendo, para que
el resto lanzase sus jabalinas. Hernández (s.f.) establece en esta banda el origen de numerosos
juegos modernos, aludiendo que provienen de juegos deportivos anteriores, encontrando formas
parecidas dentro entre otras de los ritos guerreros primitivos.
Banda del nivel II (sociedades organizadas en tribus) siguiendo a Paredes (2002) pertenecen a esta
banda las tribus Navajo, Nhukchi y los Dani. Dentro de las prácticas de los Navajo (grupo atabasco
del sureste americano) se observa una forma de lucha muy elemental en la que gana el más fuerte
y no el más diestro. De los Nhukchi (grupo de pueblos pastores del norte de Europa y Siberia)
destaca la lucha, orientada para sobrevivir en su hábitat realizada sobre una piel de morsa, tendida
en el suelo, untada de grasa y rodeada de afilados pinchos. Y de los Dani (Nueva Guinea) destaca
su cultura basada en preparativos y prácticas bélicas, en las que los juegos infantiles dominantes,
son los juegos guerreros.
Banda de nivel III (la jefatura) siguiendo al mismo autor, se encuentran los Choctaw, los Maoríes
y los Samoanos. Los Maoríes (autóctonos de Nueva Zelanda) tenían preferencia por los juegos
atléticos con armas militares, Buck (1949) en Paredes (2002) cita el lanzamiento de jabalina y la
lucha (mamau) y Best (1924) en Paredes (2002) cita el boxeo sin guantes, todos ellos orientados
a la preparación para la guerra, tal como cita Oliver (1960) en Paredes (2002) la guerra y los juegos
desarrollaban la agilidad, la rapidez, al fuerza y la resistencia. En los samoanos (archipiélago de
la Polinesia) destaca la peligrosidad de la lucha entre varones adultos, Dunlap (1951) en Paredes
(2002) resalta la función de adiestramiento para la guerra de los juegos guerreros con mazos y
lanzas.
Banda de nivel IV (estado primitivo) concluyendo con la descripción de Paredes (2002) en este
último nivel incluido en este periodo, se encuentran los Zulú, los Ashanti y los Maya. Dentro de
las prácticas Zulúes (Natal, África del Sur) Scotch (1961) en Paredes (2002) cita el uku Qakulinasa
o juego del bastón, Bryant (1970) en Paredes (2002) la peligrosa caza real de reyes y guerreros
armados con escudos y lanzas y, Raum (1953) en Paredes (2002) una siniestra cacería para
eliminar a sujetos indeseables. De los ashanti (oeste africano) Cardinall (1927) en Paredes (2002)
una lucha similar al jiu-jitsu japonés y juegos guerreros. Y de los mayas destaca la preparación
bélica y el juego como forma de guerra.
El último nivel descrito por el autor, así como las posteriores civilizaciones secundarias,
englobadas en cuatro grandes culturas (Cretense, Griega, Etrusca y Romana) como las más
103
Capítulo 2. Marco contextual y teórico
representativas se pueden orientar dentro del segundo periodo, la Edad Antigua, por lo que se
desarrolla dentro del siguiente periodo.
González (2007) afirma que el enfrentamiento bélico es inherente a las sociedades humanas, debido a que
todos los grupos humanos son el resultado de una interacción entre ellos y, el medio y dicha interacción
puede ser pacífica o belicosa. Quesada (1997) en González (2007) matiza que en el mundo antiguo, la paz
fue entendida durante mucho tiempo en sentido negativo, como ausencia de guerra. Dentro del contexto
europeo, atestigua el carácter belicoso de las sociedades de la época en función de las nuevas formas de
armamento como la espada y la lanza aportadas por la arqueología desde inicios del 2000 a. C., Kristiansen
(1999) en González (2007) afirmó que en la edad del bronce, dominaba una sociedad con guerreros, en la
que la guerra era una actividad socialmente muy valorada y frecuente, surgiendo de la espada, unas élites
guerreras, las denominadas “aristocracias guerreras”.
Hernández & Rubio (2010) especifican que los ejércitos organizados comenzaron a usar armamento de
bronce a principios del III milenio a. C., como se observa en las representaciones de los guerreros sumerios
y arcadios. Las primeras armas de bronce fueron hachas, puntas de lanza, dagas y espadas, generalizadas
en la mitad del II milenio a. C. junto con armaduras, cascos y escudos. El uso del hierro surgió en Anatolia,
en el siglo XIII a. C., era un mineral abundante de gran dureza, más eficaz que el bronce, por lo que se
extendió a Oriente y revolucionó el armamento, ya que los ejércitos con estas armas eran superiores al resto.
El uso del hierro transformó la economía y la agricultura, revirtiendo en ejércitos mejor estructurados y
favoreciendo el ascenso de las mencionadas aristocracias guerreras. El paso a la edad del hierro transformó
la práctica bélica, Osgood (1998) en González (2007) indicó que junto con la espada y la lanza, el escudo
y las fortificaciones iniciaron un cambio táctico, evolucionando a una guerra más estática que enfrentaba a
grupos de combatientes (raid armado) que hacían incursiones en las fortalezas (emplazamientos que
controlaban las rutas de comercio del metal) en busca de metales, produciéndose un cambio de las élites
guerreras, a una forma de guerra colectiva, comunitaria, más violenta que la etapa anterior, en la que todos
los hombres eran potenciales guerreros debido al estado permanente de guerra. La evidente organización
de los grupos del periodo, les proporcionaba disuasión e intimidación, haciéndolos menos vulnerables que
los individuos. Por lo tanto, la seguridad evolucionó, con la vida en comunidad, era necesario defender la
residencia, la familia así como las cosechas y los terrenos de potenciales extranjeros y animales, a través
de la mencionada disuasión e intimidación que proporcionaba el tamaño de los grupos junto con factores
de organización aprendiendo que las medidas protectoras eran frecuentemente suficientes para protegerse
(Manunta, 1997, s.f.).
Para ubicar dichas organizaciones de grupos o sociedades, Hernández & Rubio (2010) parten de
la evolución producida en diferentes lugares del planeta, durante los milenios IV y III a. C en las que las
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tribus gobernadas por jefes, crecieron y se convirtieron en Estados complejos, dando lugar a las primeras
civilizaciones forjadas en los valles de los grandes ríos, al consecuente desarrollo de los primeros ejércitos,
para, a través de la guerra, mantener y defender sus espacios estratégicos y sus recursos (espacios
cultivados) y poder extenderse, elementos que promovieron una cultura militar que procuraba cantidades
grandes de combatientes de forma organizada y dirigida.
Entre las principales civilizaciones arcaicas, clasificadas dentro de las civilizaciones primarias,
anteriores a las secundarias, destacan por su peso histórico los estados mesopotámicos (Sumerio), el
Egipcio, el Chino y el Indio. Debido a la basta magnitud tanto temporal como histórica de cada una de las
civilizaciones, recordando el objetivo de contextualizar la evolución de la seguridad y su relación con el
deporte, siendo consciente el doctorando que, en el plano de la seguridad, ante los continuos conflictos, la
constante evolución de las conquistas, los armamentos y los ejércitos, requeriría un análisis minucioso
alejado del objetivo de la investigación, se opta por mencionar los elementos considerados más
representativos en la evolución de la mencionada seguridad en cada una de estas civilizaciones, justificando
así el pobre desarrollo plasmado de los acontecimientos de las mismas.
Entre los principales elementos relacionados con la seguridad, surgidos de estas civilizaciones se
encuentran como se verá en cada una de ellas; el surgimiento de las primeras fronteras y fortificaciones
ante la necesidad de defender las ciudades, la creación de los primeros ejércitos mediante reclutamiento
forzado y su característica estacionalidad que regía los conflictos para acometer las primeras conquistas por
parte de gobiernos de reyes dirigidos por divinidades que derivaron en las primeras guerras, pactos, alianzas
y en la cooperación militar entre ciudades, el cambio de la estacionalidad a los ejércitos permanentes,
formados por tropas ligeras y pesadas, dotadas de los primeros artefactos de guerra, jerarquizadas y
disciplinadas, así como el desarrollo de la caballería y de las naves militares.
2.2.1.3.1.1. Mesopotamia.
Las primeras evidencias escritas relacionadas con la seguridad se encuentran en códigos legales
como el Sumerio (3.000 a. C.) o el de Hammurabi (2.000 a. C.) (Manunta, 1997, s.f.). Los Estados
mesopotámicos, situados entre los ríos Tigris y Éufrates, al no estar protegidos por ninguna barrera natural,
tuvieron que crear sus fronteras y combatir para asegurarlas (Hernández & Rubio, 2010). Fronteras que,
Vázquez & Martín (2006) ubican en Mesopotamia como las primeras ciudades-estado con una barrera
física, un muro común, como atestigua Mallowan (1989) en Vázquez & Martín (2006) aludiendo que:
“Uruk está considerada como la primera ciudad fortificada de la historia, siendo atribuida su fundación al
mítico Gilgamesh entorno al 2.500 a. C.” (p. 184). Y combates que se sostienen siguiendo nuevamente a
Hernández & Rubio (2010), a través de los ejércitos, los más antiguos documentados se ubican en Sumer,
a mediados del III milenio a. C. como se observan en el museo del Louvre, en el bajorrelieve de la Estela
de los Buitres, localizada en Telloh (actual Iraq), que muestra la victoria del rey Eanntum de Lagash sobre
Umma, hacia el 2450 a. C. representando tropas ligeras, pesadas y carros de guerra que evidencian jerarquía
y orden así como un gran número por la formación que ostentan y, en la estela de Naram-sin (2254- 2218
105
Capítulo 2. Marco contextual y teórico
a. C.) que representa la lucha del rey acadio que dominó el conjunto de Mesopotamia en donde destaca, el
arco compuesto de doble curvatura, la representación más antigua de este tipo de artefacto. Estos grandes
ejércitos, conquistaban y destruían, formando imperios con una capital política, que proporcionaba
estabilidad, creados por grandes reyes como Sargón de Akkad, Hammurabi, Suppliluliuma I o Ciro (Pérez,
2007).
2.2.1.3.1.2. Egipto.
Hernández & Rubio (2010) señalan que Egipto al igual que ocurría en Mesopotamia, no estaba
protegido por ninguna barrera natural, teniendo que rechazar continuamente de sus fronteras a los Nubios
en el sur y los nómadas del Sinaí, en el este. Los reyes gobernaban con el poder militar dirigidos por
divinidades, sacerdotes o magos, con la obligación de proteger la seguridad de la sociedad y de los campos
de los peligros externos, es decir la seguridad física y económica (Pérez, 2007). Un ejemplo de la seguridad
física, se observa en Kinder & Hilgemann (1996) en Vázquez & Martín (2006) quienes señalan la primera
fortificación como límite nacional durante el Imperio Medio (2.520-1570 a. C.) cuando la Dinastía XII
(1991-1796 a. C.) estableció una serie de fortificaciones en el delta del Nilo como protección de las fronteras
exteriores.
Con un desarrollo militar más tardío que el mesopotámico, durante el III milenio a. C. en el Imperio
antiguo (2850-2052 a. C.) y medio (2052-1570 a. C.) no habían ejércitos permanentes, para luchar contra
los peligros, se movilizaban combatientes equipados con sencillas armas (debido a la escasez del cobre y
del bronce la calidad de las armas era muy limitada) fundamentalmente arqueros e infantes con escudos y
lanzas (Hernández & Rubio, 2010). Mientras que en el II milenio a. C. es cuando se produjeron los
verdaderos avances en la guerra y en la organización de los ejércitos, los cuales se encuadraron y
jerarquizaron en unidades que maniobraban estratégicamente, se mejoraron sus armas proliferando
protecciones y armas de bronce, aparecieron nuevos artefactos como los carros de guerra, la caballería y
las naves de combate y proliferaron también fortalezas en las ciudades, en este periodo Egipto sufrió ataques
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Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
y expandió sus fronteras militares, produciéndose las dos batallas campales más antiguas de la historia, la
de Meggido, en el año 1457 a. C. librada por Tutmosis III contra la coalición de Canaán y la de Kadesh en
el año 1288 a. C., que enfrentó al faraón egipcio Ramsés II contra los hititas (Hernández & Rubio, 2010).
Manunta (1997, s.f.) señala un paralelismo de la seguridad de la época, en el año 1.000 a. C. en el Valle del
Nilo, el dios egipcio Anubis fue representado con una llave en la mano derecha, lo cual se extrapola al uso
de cerraduras como elemento de protección. Finalmente de nuevo Hernández & Rubio (2010) ubican en
este II milenio a. C. el auge de dos pueblos los Hititas y los Asirios. Los hititas (Anatolia, actual Turquía),
pugnaron con los egipcios, disponían de una clara organización y disciplina militar, atribuyéndoles el
primer uso sistemático de la caballería. Los Asirios, (Babilonia, actual Iraq), practicaron una guerra total
en la que sometían y exterminaban con crueldad a sus enemigos llegando a crear un poderoso Estado militar
disciplinado siendo durante siglos, invencibles.
2.2.1.3.1.3. China.
Ejemplos claves del desarrollo militar y de protección se encuentran en los miles de guerreros del
ejército de terracota (Xian, siglo III a. C.) considerados patrimonio de la humanidad por la UNESCO, dentro
del Mausoleo de Qin Shi Huang (autoproclamado primer emperador de China) muestran el gran poder
militar con el que contaban. Otro aspecto importante son las primeras máquinas de guerra, representadas
en la iconografía asiria de origen oriental pertenecientes al siglo IX a. C. (Abad, 2004). Así como los
ejemplos de Chesneaux & Bastid (1972) en Vázquez & Martín (2006) señalando que en el lejano oriente,
durante la dinastía Chang (1.500-1.000 a. C.), surgieron ciudades amuralladas y durante la dinastía Qin
(221-206 a. C.) acosados por los Hunos, se inició la construcción de la Gran Muralla, continuada con la
dinastía Han (206-140 a. C.) constituyendo el primer muro continuo de un estado unitario.
2.2.1.3.1.4. India.
Penna (1989) destaca que esta antigua civilización disponía de normas en caso de conflictos
armados entre los Estados, siguiendo las ideas de Basham cita como la característica más representativa, su
humanidad, justificada debido a que en ninguna otra parte del mundo se establecían relaciones justas entre
el Estado y los hombres, señala el ejemplo de Manú como legislador que proclamó un ideal justo en la
conducción de las batallas y, los esporádicos casos de opresión y de matanzas de no combatientes en
comparación con el resto de las culturas de la época.
Hernández & Rubio (2010) precisan la defensa, la táctica y la manera de combatir de los grandes ejércitos
del II y I milenio a. C., formados fundamentalmente por grandes grupos de infantería bajo el mando de
oficiales, contaban defensivamente con escudos de madera, piel y bronce, grebas, cascos y armaduras de
cuero y bronce, y, ofensivamente con lanzas con puntas de bronce, mazas, puñales, espadas y arcos. Los
autores prosiguen explicando que esta infantería estaba apoyada por carros de guerra que situados en los
flancos perseguían y envolvían al enemigo desarrollando un papel importante en las batallas, como se
aprecian en los bajorrelieves de la batalla de Kadesh en el templo egipcio de Karnak. Los carros llegaron a
convertirse en el emblema de la guerra del gran prestigio que tenían hasta que fueron desbancados por la
caballería desarrollada en su plenitud a partir del siglo VII a. C., junto con las máquinas y técnicas de
107
Capítulo 2. Marco contextual y teórico
expugnación de murallas como las fuertes vigas de los arietes representados en los bajorrelieves asirios de
Nínive y Nimrud, conservados en el Museo Británico. Precisamente la principal estructura defensiva era la
muralla, consistente en una barrera vertical construida fundamentalmente de adobe y piedra con la altura
suficiente para impedir el paso y poder ser defendida desde su parte superior, complementada con
obstáculos horizontales como campos de piedra o fosos que dificultasen la aproximación del enemigo a pie
o a caballo, ejemplos de las mismas al margen de la citada muralla China, se observan en la India en el
siglo III a. C., en bajorrelieves asirios y egipcios caracterizados por el uso de almenas, pasos de ronda y
torres cuadrangulares y entre otros, como se verá más adelante, en Grecia, entre los siglos XV-XIII, a. C.
las fortalezas de Tirinto, Micenas y Troya. En cuanto a la marina de guerra, hasta el primer milenio a. C.
no se habían diseñados barcos con finalidad bélica, eran simples barcos mercantes, los primeros
desarrollados para el mismo, datan del año 700 a. C. y se observan nuevamente en los bajorrelieves asirios
de Nínive, su sencillo método de combate consistente en aproximarse a la nave enemiga a gran velocidad
y perforarla con el espolón en un flanco para hundirla, se llevaría a cabo en el Mediterráneo durante los
siguientes dos mil quinientos años (Hernández & Rubio, 2010).
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Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
los jóvenes. Finalmente Rajagopalan (1973) en Paredes (2002) indica que a partir de las invasiones
se incorporaron el lanzamiento de jabalina, el boxeo y la lucha a la civilización hindú.
Continuando con las civilizaciones secundarias, son paradas obligatorias las florecientes Grecia y
Roma, pasando previamente por la Cretense como influyente en la griega y, la Etrusca en la Romana.
Respetando la misma justificación desarrollada en las civilizaciones arcaicas, a la hora de plasmar la
evolución de las mismas, se reitera la posición de identificar únicamente lo considerado más relevante en
la evolución de la seguridad y su posterior relación con el deporte, sin desarrollar todo el esplendor con
cada una de las etapas de las mismas, únicamente y siempre dentro del contexto, en el caso de Grecia y
Roma, se profundizará levemente, ordenando sus cronologías, debido a las grandes aportaciones, traducidas
en su legado.
Con la entrada de estas culturas, la seguridad se fue especializando, dividida en interna (amenazas propias
como amenazas contra las instituciones, protegidas por fuertes sanciones) relevada progresivamente de la
fuerza militar a la civil, externa (amenazas de otros estados) identificada con la improbabilidad de guerra
mediante la diplomacia y la superioridad militar sobre el enemigo y, después dividida en privada y pública.
En el mundo antiguo la seguridad pública se basaba en la seguridad interna como la estabilidad de los
gobiernos y su propia seguridad (Manunta, 1997, s.f.).
En el contexto de estas civilizaciones la seguridad evolucionó en distintos aspectos, entre los cuales
destacan como se verá más adelante; los continuos anhelos de supremacía y expansión territorial marcados
por un gran belicismo que derivó en guerras civiles, esclavitud y colonizaciones e imperios y grandes
conquistas. La necesidad de dominar el comercio y sus rutas, defendidas mediante flotas guerreas y ejércitos
en continua evolución en los que surge la táctica, la organización, el uso de los primeros mercenarios y la
posterior profesionalización militar. La aparición de los principios de la democracia, del derecho plasmado
en reglamentos y edictos de seguridad, de la seguridad pública del Estado y su prominencia política. Las
primeras funciones y destacamentos policiales a través de magistrados y organizaciones, el surgimiento de
la investigación y las bases de la actual seguridad privada.
109
Capítulo 2. Marco contextual y teórico
2.2.1.3.2.1. Creta.
Denominada civilización cretense, egea o minoica, ubicada en la isla de Creta (sur de Grecia) entre
los años 3000 a. C. y 1450 a. C. Primera civilización europea, influyente en la posterior Grecia. Dividida
en varios reinos que guerreaban con frecuencia, trece siglos antes de Jesucristo, el rey Minos, unificó la
isla, con Cnosos como capital, siendo un pueblo de navegantes y guerreros, que gozaba de gran esplendor,
cuando en el resto de Europa no existía atisbo aún de civilización alguna (Montanelli, 1994). Al estar
rodeada por el mar, desarrolló la navegación para poder comerciar, mediante flotas de guerra se protegían
a los barcos de comercio hasta tal punto que se convirtió en la primera potencia naval de la historia evitando
invasiones durante siglos sin la necesidad de construir murallas (Asimov, 1983).
En el contexto deportivo de esta civilización destacan las actividades de lucha como el pugilato y
el pancracio, corroborado por diversos autores, entre otros Guillet (1971) en Paredes (2002) el
cual cita la gran afición cretense por el pugilato, como se observa en la escena gravada en una jarra
que presenta dos luchadores en el suelo y otros nueve luchadores en posturas de combate ataviados
con cascos, botas, cinturones y tiras de cuero a modo de guantes, correspondiente al año 1600 a.
C. en las ruinas arqueológicas de Hagia Triada. Montanelli (1994) añade que en el pugilato
cretense, el peso ligero utilizaba las manos descubiertas y las piernas, el peso medio usaba casco
y el pesado, guantes. Sainz (1992) descubre la práctica del pancracio por los egeos y Macías (2011)
señala de los frescos del palacio de Cnossos del año 1.500 a. C. prácticas de caza, boxeo y el
característico combate contra toros.
2.2.1.3.2.2. Grecia.
Se extiende desde el apoderamiento de Creta sobre el 1400 a. C. hasta su conquista por Roma en
el año 146 a. C., Ares y Atenea eran los responsables divinos de la guerra, Ares en su vertiente más cruel y
violenta y Atenea en su vertiente táctica y en el ideal del guerrero, siguiendo la afirmación de Héctor en la
Ilíada, la guerra era cosa de hombres, siendo el mayor orgullo para las mujeres concebir soldados para la
ciudad (Nash & Tavera, 2003).
Siguiendo a Asimov (1983) tras siglos de dominio cretense, Grecia derrota a la armada, alrededor del año
1400 a. C., ataca Creta, apoderándose de Cnosos y destruyendo el palacio. Entre el año 1.400 a. C. y el año
1.100 a. C. (Edad Micénica) la ciudad más poderosa era Micenas, las armas eran de bronce y cada rey
gobernaba una superficie, sus flotas se esparcieron por el Egeo llevando colonos y guerreros para
extenderse, en el 1.184 a. C. un ejército unificado destruyó Troya (Schliemann en 1876 descubrió rastros
de dicha ciudad con espesas murallas).
El fin de la Edad Micénica según cita Asimov (1983) fue en el año 1.100 a. C. como consecuencia de las
armas de hierro que tenían los guerreros dorios y no los griegos, que seguían con el bronce, atravesando el
estrecho de Corinto invadieron el Peloponeso estableciéndose como gobernantes y reduciendo Micenas.
Seguidamente, se creó el ideal de las polis (ciudades estado) ciento de naciones separadas que catalogaban
110
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Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
de extranjeras a las ciudades vecinas, gobernadas por pocos hombres con poblaciones formadas casi en su
mitad por esclavos y ejércitos pequeños formados por infantería que guerreaban constantemente unas contra
otras, durante los tres siglos siguientes a la invasión dórica, Grecia se recuperó (no se enfrentaron a ningún
imperio importante, los Egipcios estaban debilitados, los Asirios extendidos en un vasto territorio y los
Cartaginenses y Fenicios situados más allá de sus límites).
Con los primeros Juegos Olímpicos del año 776 a. C. Asimov (1983) afirma que comienza el Periodo
Helénico, siendo su época más gloriosa, extendiéndose en los cuatro siglos y medio siguientes, Atenas era
una oligarquía gobernada por nueve hombres, elegidos entre los nobles anualmente, entre ellos destaca el
polemarca, al mando del ejército. Debido al aumento de la población y a la imposibilidad de dominar
ciudades vecinas, a través de la colonización, desarrollaron nuevas polis en costas extranjeras habitadas por
tribus poco civilizadas que no podían competir con la experiencia guerrera griega. Por el año 600 a. C.,
todas las costas del mar Negro estaban colonizadas, extendiéndose por este y oeste, llegando a Italia y a la
moderna Marsella, época considerada como la edad de los tiranos, debido a la proliferación de gobernantes
que alcanzaban el poder por la fuerza y actuaban con dureza y crueldad. Siguiendo a Nash & Tavera (2003)
era una sociedad en la que los políticos ejercían la defensa del estado y el enfrentamiento bélico era habitual
en la vida cotidiana.
Continuando con Asimov (1983), de forma antagónica a la tiranía, se produce un punto de inflexión en el
concepto de seguridad con los inicios de la democracia, teniendo su primer atisbo en el año 594 a. C. en el
que Solón, abolió la esclavitud por deudas del pueblo, la pena de muerte salvo por asesinato establecida
por Dracón y, reorganizó el gobierno ateniense creando una asamblea y tribunales populares para elaborar
las leyes. Manunta (1997, s.f.) manifiesta que la seguridad se interpretaba como un bien público, era
rudimentaria, basada en los principios de proporcionalidad y compensación, las disputas privadas se
resolvían por un arbitraje y los asuntos domésticos le correspondía al cabeza de familia, pudiendo incluso
sentenciar a muerte a esclavos y miembros de su familia. El mismo autor, siguiendo el Fedón de Platón
afirma que la seguridad incluía la protección contra los malos ejemplos y la impiedad, un claro ejemplo se
encuentra en la sentencia de muerte por la asamblea ateniense en el año 399 a. C. a Sócrates en nombre de
la seguridad pública, Asimov (1983) concreta que fue llevado a juicio ante quinientos hombres acusado de
corromper a la juventud y de impiedad, aunque el verdadero crimen era el de ser antidemocrático. Siguiendo
con Asimov (1983) el fin de la colonización se produjo en torno al año 540 a. C. cuando etruscos y
cartaginenses aliados, arrebataron Córcega y Cerdeña a los colonizadores griegos, las demás zonas
disponibles habían sido colonizadas, frenando su expansión. El autor continúa desarrollando, volviendo al
contexto militar, que en el año 490 a. C. se produjo la considerada como la primera batalla decisiva del
occidente moderno, con la victoria ateniense en Maratón contra los Persas dirigidos por Darío I, cuando
múltiples ciudades griegas ya se habían sometido, si Atenas hubiese sido destruida no hubiese llegado a su
posterior esplendor y con ello su legado, la lucha entre Persas y Griegos continuó años más tarde con el
sucesor de Darío I, Jerjes, en el año 481 a. C. se unen para la causa todas las ciudades griegas en el congreso
de Corinto, dos años antes Grecia encuentra minas de plata con la que construyeron una gran flota ligera y
ágil que en las aguas del estrecho otorgan una absoluta victoria culminada en la batalla de Salamina, en el
111
Capítulo 2. Marco contextual y teórico
año 480 a. C. la flota persa fue destruida. La guerra con Persia convirtió a Atenas y a Esparta en las dos
ciudades más poderosas, su enfrentamiento en la guerra del Peloponeso, conduciría a la decadencia de
Grecia. En el contexto de dicho enfrentamiento, Grant (1988) en Vázquez & Martín (2006) cita un elemento
que definió a Grecia, la creación de grandes fortalezas junto a las cuáles florecieron ciudades, un ejemplo
se encuentra durante este conflicto (431 a. C.-404 a. C.) en la que los Atenienses confiaban en su flota,
mientras que los Espartanos controlaban la lucha en la tierra, por lo que Atenas tubo que construir murallas
que unían la ciudad con su puerto.
Otro aspecto relevante en la seguridad fue la gran fama de los hoplitas (soldados entrenados desde la
infancia, armados con lanzas, espadas, yelmos, escudos y metales en todo su cuerpo) convirtiéndoles en
mercenarios codiciados por los gobiernos extranjeros que los requerían por una paga, siendo una forma de
resolver el exceso de población, durante cinco siglos tuvieron un importante papel en las guerras del
mediterráneo. Quesada (2008a) comparte esta fama, manifestando que los hoplitas espartanos fueron el
ejército más temido de su tiempo, combatiendo con sus escudos y lanzas fueron las tropas más afamadas
del mundo. Por su parte Popowicz (1995) explica el recurso de acudir a los mercenarios mencionados,
debido a la transformación que produjo la guerra del Peloponeso en los conflictos bélicos griegos, pasando
de una guerra agonística a una guerra total, en la que se modifica el objetivo político hacia la imposición
de la hegemonía sobre el mundo griego, y, la guerra se caracteriza por la movilidad, requiriendo armamento
más ligero, mando especializado y el uso de la caballería. Aparecen nuevas estrategias como los golpes de
mano y la emergente poliorcética en las tácticas de asalto, por lo que la batalla campal cada vez tiene menor
importancia alterando la misión del hoplita. El claro ejemplo del uso de estas figuras como mercenarios se
observa nuevamente en Asimov (1983) cuando Ciro príncipe persa reúne a más de diez mil soldados
Griegos, los cuales no deseaban volver a la vida civil o a ciudades arruinadas estando deseosos de servir a
quien les pagase.
En el aspecto armamentístico, Abad (2004) afirma que Grecia, desarrolló un papel fundamental en la
creación de la artillería y en el arte la poliorcética, un ejemplo es el uso de las primeras catapultas para
disparar flechas. Popowicz (1995) concluye que los cambios en el concepto de la guerra, cambiaron también
el papel del ciudadano en ella, lo que contribuyó a la crisis de las polis griegas y al advenimiento de la ruina
de Grecia. Dicho advenimiento, terminando la exposición de Asimov (1983) se concreta con las continuas
luchas posteriores entre las polis, las cuales no advertían la aparición de nuevas potencias que las
empequeñecían por lo que Roma tomó Corinto en el año 146 a. C., matando a los hombres, vendiendo a las
mujeres y los niños y saqueando la ciudad, en el año 27 a. C., Grecia paso a ser dominio romano bajo el
nombre de Provincia de Acaya.
El marco deportivo griego, es fundamental para el devenir del deporte moderno tal y como se
entiende actualmente, su polivalencia y riqueza manifiesta el gran peso que esta cultura le otorgó,
siendo una pieza fundamental en el desarrollo de su cultura. Dentro del contexto de la
investigación, la vinculación del deporte con el componente militar como ya indicaron Betancor
& Vilanou, propició según Blanchard & Chesca (1986) que Grecia lo desarrollase en profundidad.
112
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Su mayor exponente se encuentra en Esparta famosa por tener los mejores soldados a través de un
severo entrenamiento físico, a partir de ellos, el entrenamiento físico ha sido un honor para todos
los pueblos que han dispuesto de un ejército (Sainz, 1992). Otro ejemplo de la vinculación militar
al deporte, es el caso de Milón de Crotona, considerado el luchador más famoso de la Antigüedad
clásica, era el comandante del ejército de su ciudad (Elías & Dunning, 1992). Y es que, según
señalan Betancor & Vilanou (1995) el atleta era el mejor garante de la seguridad de la polis. En
los textos, también se encuentran ejemplos de esta vinculación, como citan los propios Betancor
& Vilanou (1995) entre otros en “La Ilíada” de Homero (S. IX-VIII a. C.) en los Juegos en Honor
de Patroclo y en “La Odisea” del mismo autor cuando Ulises participa en los juegos de los feacios,
en “La República” de Platón (428-348/7 a. C.) en Diálogos IV acerca de la educación gimnástica
de los guardianes y, en “La Eneida” de Virgilio (S.I a. C.) en los Juegos funerarios en honor del
padre de Eneas en la que se describe el pugilato, el combate del cesto y el tiro con arco.
Relacionar deporte y Grecia, dirige directamente al máximo exponente deportivo, los Juegos
Olímpicos, considerados como el mayor legado del deporte antiguo, los antiguos Juegos
Olímpicos duraron más de mil años, comenzaron en Olimpia en el año 776 a. C. celebrándose cada
cuatro años hasta el año 393 d. C. Pese a las fluctuaciones que se produjesen en los niveles de
violencia permitida en los mismos, en la antigüedad, la casi nula permisibilidad ante la integridad
física y la muerte producida en un juego de competición es completamente antagónico al concepto
actual de deporte (Elías & Dunning, 1992). En esa época, las necesidades de la guerra requerían
un ejército preparado de manera permanente, en el caso griego, una parte de los ciudadanos que
participaban en los juegos eran soldados, la preparación física que requerían para competir les
servía a la postre en sus funciones militares, los logros alcanzados en el ámbito deportivo por la
sociedad estaban inmersos en el modelo griego de hombre atleta, guerrero y ciudadano (Altuve,
2014). Elías & Dunning (1992) confirman de Filóstrato en su obra On Gymnastic que los juegos
de competición se consideraban un ejercicio para la guerra y ésta se consideraba como un ejercicio
para dichas competiciones, señalan ejemplos de la violencia encarnada en las distintas
modalidades griegas como el pancracio, modalidad de lucha sobre la arena en la que se utilizaba
todo el cuerpo; manos, pies, rodillas, codos y cabeza, realizando estrangulamientos, todo tipo de
patadas, golpes en la cabeza, nariz y cuencas de los ojos llegando a provocar la muerte, el más
brutal era el de los espartanos que según Pausanias peleaban con uñas y dientes, mordiéndose y
sacándose los ojos, dos ejemplos recaen en Leontiskos de Mesana quién se proclamó dos veces
campeón olímpico en la primera mitad del siglo V a. C. rompiendo los dedos de las manos de sus
adversarios y Arraquion de Figalía estrangulado en el año 564 a. C. pero proclamado campeón
olímpico por tercera vez puesto que antes de morir, su adversario con los dedos de los pies rotos
abandonó el combate. Nuevamente los autores señalan de Filóstrato que las técnicas empleadas en
el pancracio les fueron muy útiles a los espartanos en la batalla de las Termópilas y al ejército
griego en la batalla de Maratón, cuando esta se convirtió en una melé. De la batalla de Maratón
que enfrentó a griegos y persas en el año 490 a. C., se atribuye el origen de la actual prueba de
atletismo bautizada con el mismo nombre, consistente en recorrer a pie 42.195 metros en el menor
113
Capítulo 2. Marco contextual y teórico
tiempo posible, en honor a la carrera que tuvo que realizar a toda velocidad el mensajero griego
Fidípides de Maratón a Atenas para avisar de la victoria, dicha distancia era de unos 42 kilómetros
conservándola también hasta la actualidad (Asimov, 1983). Continuando la exposición de Elías &
Dunning (1992), otro ejemplo se observa en la lucha que demostraba las virtudes del guerrero y
con ello los honores que recibiría de su grupo y este de su polis, y en el boxeo como preparación
para la guerra en el que se utilizaban las piernas y las manos envueltas con tiras de cuero amarradas
al antebrazo que permitían cerrar el puño o estirar los dedos y hundir las fuertes uñas en el cuerpo
del contrario como se aprecia en la estatua de un boxeador ubicada en el Museo Nazíonale delle
Terroe en Roma realizada por Apolonio de Atenas en el siglo I a. C. y en distintas vasijas griegas.
En esta disciplina Sainz (1992) destaca a Pitágoras como campeón olímpico en pugilato y a Platón
como luchador en los Juegos Ístmicos. Estas tres modalidades, Paredes (2002) las clasifica como
los tres agones olímpicos de lucha realizados en instalaciones claves, denominadas palestras; la
lucha sería la actual lucha grecorromana, el pugilato el actual boxeo y el pancracio la actual lucha
libre, al margen de estas tres, describe otras prácticas como combates con escudos y con armas, el
tiro con honda y con arco a pie y a caballo y, la esgrima con bastones. Pese a estos ejemplos,
Grecia no destaca por sus niveles de violencia deportiva en comparación con Roma como se verá
más adelante.
Un hecho de vital importancia para entender la violencia y el deporte griego era la ekekeiria o
tregua olímpica establecida en el año 884 a. C. por los reyes Cleóstenes de Pisa, Licurgo de Esparta
e Ifito de Eida, en la que se paralizaban todos los conflictos bélicos desde una semana antes de la
celebración de los Juegos Olímpicos, en la que tres heraldos salían de Ilia pregonando la tregua y
todo aquel que pasase por el bosque de Zeus estaba obligado a depositar las armas ya que no se
permitía el acceso de personas armadas, hasta una semana después de la celebración (Monroy &
Sáez, 2007). Sainz (1992) añade que era el único momento en las que todas las polis griegas se
compenetraban. Continuando con Monroy & Sáez (2007) paralelamente a los juegos Olímpicos
se celebraban los Píticos, también cada cuatro años, citan de Mármol de Paros que su origen se
remonta al año 582 a. C. con la primera guerra sagrada entre Delfos y Crisa, durante las primeras
ediciones los premios eran el botín obtenido en la guerra, de la seguridad y la organización se
encargaba la anfictionía, liga religiosa que congregaba a los doce pueblos partícipes, al igual que
en los Olímpicos se proclamaba una tregua sagrada en este caso seis meses antes del comienzo de
los juegos que prohibía los conflictos entre los espectadores y los participantes de cualquier ciudad.
Dichas treguas no siempre fueron respetadas, el caso más importante fue durante la guerra del
Peloponeso entre el año 431 a. C. y el 404 a. C.
Continuando con la seguridad y la violencia del deporte griego, García (2006) estudió el grado de
violencia de estos espectadores hacia los atletas, separó las pruebas atléticas de los estadios que
aunque incluían las mencionadas pruebas de lucha no derivaban en conductas violentas y las
pruebas hípicas de los hipódromos más proclives a suscitar conductas violentas, obteniendo
escasas evidencias pese a los numerosísimos documentos que describen el deporte griego durante
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Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
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Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
más de 1.500 años, igualmente los escasos testimonios no describen niveles altos de violencia,
estos ejemplos se encuentran en el canto XXIII de la Ilíada en los juegos para honrar la memoria
de Patroclo organizados por Aquiles en los que los espectadores no los contemplan tranquilamente.
En el libro II del viaje de los Argonautas, Apolonio de Rodas describe agresiones físicas del
público contra el que derrotaba al atleta local. En la Odisea (XVIII 55-57) Ulises antes de un
combate de boxeo pide al público sabiendo que su rival es el favorito que tras el mismo, no le
agredan en caso de victoria. En descripciones de cuadros (I 6.4) Filóstrato describe una escena del
titulado Amores en el que el público lapida con manzanas a un individuo que muerde la oreja de
su contrincante, al entender que es una acción ilegal. Pausanias (VI 13.1), narra la historia del
corredor Ástilo de Crotona vencedor en el estadio y en el doble estadio de los Juegos Olímpicos
de los años 488 a. C. y 484 a. C., en el 480 a. C. representó a Siracusa en vez de a su ciudad natal
por lo que sus seguidores, entendiéndolo como una traición, destrozaron su estatua honorífica. En
la Poliorcética de Eneas el Táctico de mediados del siglo IV a. C. se afirma que las aglomeraciones
que suscitan las carreras con antorchas propician desórdenes públicos. Por último en cuanto a
peleas entre espectadores el único registro procede del texto de Luciano de Samosasta,
denominado muerte de peregrino en el que describe una reyerta entre espectadores en Olimpia.
Fernández (2013) identifica también de Demóstenes en su discurso contra Midias la disputa de
dos espectadores por un asiento y de Plutarco en su obra Sobre la demora de la justicia divina un
acto de violencia generada por nacionalismos. García (2006) justifica esta escasez de violencia
por la prevención y represión ejercida por los ajluvtai (policía deportiva) quienes ante las grandes
multitudes atraídas por los juegos, armados con varas y látigos mantenían el orden fuera y dentro
del estadio, en las pistas y en las gradas, castigando también las infracciones de los atletas al
reglamento (Weiler (1987) y Thuillier (1996) en García (2006) justifican su exposición afirmando
que eran competiciones individuales y no deportes de equipo, vistos en el mundo moderno como
los que más incitan a la violencia) y, por el carácter religioso de los juegos, el cual permitió la
instauración de la mencionada tregua sagrada, hecho que, Laemmer (1987) y Albanidis (2004) en
García (2006) consideran que pudo ser un freno para los comportamientos inadecuados. A su vez
Gardiner (1930) también en García (2006) indicó que al ser actos de culto, cualquier hecho
violento era castigado como alteración del orden y como delito religioso lo cual aumentaba la pena
pudiendo llegar a la condena a muerte. Apoyando esta escasez de violencia, Fernández (2013)
señala de Filóstrato en su Vida de Apolonio de Triana que, ningún espectador murió a causa de
violencia deportiva en el estadio, argumentado con algunos ejemplos Durantez (1985) en
Fernández (2013) cita las rápidas sentencias y ejecuciones dictadas en los antiguos Juegos
Olímpicos, como los azotes públicos en los glúteos al que se saltase las reglas y Guttman (1986)
también en Fernández (2013) cita la inclusión de fosos de separación en el estadio de Delfos y la
prohibición de vender alcohol en el año 450 a. C. por su vinculación con la violencia. Por lo tanto
se observa en el mundo griego como el deporte y el mundo militar están de la mano, como las
competiciones de lucha tenían unos niveles de violencia permitida antagónicos a lo que
actualmente se entiende como deporte, pero como por ser actos de culto, penados y controlados
no se trasladaba a los espectadores.
115
Capítulo 2. Marco contextual y teórico
Se extiende durante casi un milenio, desde el siglo XII a. C. hasta la dominación por parte de Roma
en el siglo I a. C. Su gran apogeo se produjo en el siglo VI a. C. con la conquista de Roma por los Reyes
Tarquino el antiguo, Servio Tulio y Tarquino el soberbio y la formación de una talasocracia con una gran
expansión comercial y colonizadora de las ciudades marítimas debido a su dominio del mar por el que
controlaban toda la península itálica al poseer poderosas fuerzas navales, considerando también las murallas
como elementos esenciales. El proceso de romanización del estado etrusco fue sencillo debido a su
maquinaria militar y al hecho de no estar unificados, anexionando cada ciudad mediante conflictos armados
independientes, siendo controladas en su mayoría a mediados del siglo III a. C. (Bancalari, 2001).
Dentro del contexto deportivo, Paredes (2002) recuerda la gran influencia etrusca en la cultura
romana, hallándose representaciones de lanzamientos de jabalina, combates de boxeo con halteras
e inscripciones de luchas. A su vez, Bancalari (2001) señala que los numerosos combates entre
gladiadores del siglo II d. C. tuvieron su origen en el mundo religioso y espiritual etrusco.
2.2.1.3.2.4. Roma.
La historia nunca conoció una ciudad que, conquistando primero Italia, conquistase todo el mundo
conocido (Lago, 2014). Es el caso de Roma, la cual fue fundada por Rómulo en el año 753 a. C. en una
primera etapa de monarquía, expulsados los reyes se creó la república hacia el siglo VI a. C. periodo en el
que Roma fue expandiéndose, a mediados del siglo II a. C. se disputaba el dominio del mediterráneo, el
siglo I a. C. fue un ciclo de guerras civiles hasta la llegada del primer emperador Octavio Augusto, la época
imperial y las grandes conquistas que nunca más se repitieron, el imperio dio un periodo de estabilidad a
Roma durante 200 años, en el siglo III d. C. se produjeron nuevamente guerras civiles con violentas muertes
de emperadores, el imperio empezaba a desmoronarse, quebrando el del oeste en el siglo V d. C. pero
perviviendo el del este, que con su capital en Constantinopla, preservó sus instituciones militares hasta bien
entrada la edad media (Goldsworthy, 2003). Dichas instituciones militares representadas en el ejército
romano, estuvieron en constante evolución, adaptándose a los cambios de la sociedad, a sus enemigos, a
los terrenos, al clima y a las innovaciones tecnológicas (Quesada, 2003). Considerada como una de las más
exitosas fuerzas militares, su avanzada táctica y organización no se pudo igualar hasta la era moderna, los
principales cambios que experimentaron se dividen en tres fases, la primera en los siglos III y II a. C. en la
media república con la milicia, la segunda del siglo I a. C. a los inicios del III d. C. con la profesionalización
del ejército Romano y la tercera desde el final del siglo III al siglo V d. C. con las continuas guerras civiles
y la aparición de nuevos tipos de unidades (Goldsworthy, 2003). Por lo tanto, se procede a analizar estas
tres grandes etapas como son la monarquía, la república y el imperio en relación a los cambios de seguridad
que se produjeron.
Los inicios de Roma, están marcados por su ubicación, cerca de la costa para poder comerciar y a su vez
alejada de los ataques marítimos, situada estratégicamente junto al paso del río Tíber, según la leyenda
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Rómulo fundó Roma junto con gente de otras zonas que huía de la esclavitud y de la justicia, creciendo
rápidamente con la llegada de emigrantes, se agruparon en tres tribus (Lago, 2014). En esta primera etapa
siguiendo a Quesada (2003) existía el primitivo ejército curiado compuesto por unos 3.000 hombres, mil
por cada una de las tribus (Tities, Ramnes y Luceres) siendo no permanente y de carácter censitario,
adoptando en Etruria armamento Griego y tácticas hoplíticas, Roldán (1981) en Quesada (2003) afirmó que
dicha organización era suficiente para superar a las primitivas bandas armadas.
La Monarquía. Tras Rómulo, otros reyes se sucedieron en el trono, era una ciudad rural, habitada por
campesinos-soldados, Tulo Hostilio anexionó la primera ciudad, Alba Longa, llevando sus habitantes a
Roma (Lago, 2014). Continuando la descripción de Quesada (2003) según lo descrito por Tito Livio y
Dionisio Halicarnaso, el rey Servio Tulio entre el año 578 a. C. y el año 534 a. C. reformó profundamente
el ejército modificando su estructura institucional denominado organización centuriada, dividió a los
ciudadanos en cinco clases en función de su fortuna, cada clase proporcionaba al ejército un número de
centurias armadas de forma diferente, la pudiente primera clase incluía dieciocho centurias de jinetes y
ochenta centurias de hoplitas, la segunda, tercera y cuarta incluía veinte centurias cada una de infantería, la
segunda con escudo oval y sin coraza, la tercerea sin grebas y la cuarta sin defensa corporal, por último la
quinta incluía treinta centurias de infantería ligera. Fraccaro (1931) en Quesada (2003) indicó que se trataba
de una fuerza formidable para esa época, la lanza era su arma principal y la espada la secundaria,
asemejándose a las falanges hoplitas, se agrupaban en tres líneas de batalla, la primera contaba con los
hombres mejor armados, apoyados por la infantería ligera armada con hondas y jabalinas y por un reducido
número de jinetes.
La República. En el año 510 a. C. el último rey fue depuesto, instaurándose la República, gobernada por
las familias más poderosas de Roma, en el denominado Senatus Populus Que Romanus (S.P.Q.R.) lo que a
la postre sería símbolo de la ciudad. En esta etapa, la ciudad comienza a expandirse, a mediados del siglo
IV a. C. Camilo conquista Veyes y reforma radicalmente el ejército encuadrándolo en unidades
denominadas "legiones". Tras numerosas guerras y alianzas se adueña de toda Italia, convirtiéndose en una
superpotencia mundial, quedando frente a Cartago, a la que destruirá tras 120 años de continuas guerras
(Lago, 2014). Roth (1994) y Hildinger (2002) en Quesada (2003) indican que el número de unidades de
una legión republicana no era estándar, variaba según el año, teniendo un tamaño aproximado de 4.000
infantes en el siglo III a. C. a 5.000 en el siglo II a. C. y de 200 a 400 jinetes. Lago (2014) señala que se
alistaban cuatro legiones cada año y un contingente similar de aliados, formando cada dos de esas legiones
y aliados un ejército consular. Goldsworthy (2003) añade que estas legiones denominadas milicia militar
eran ciudadanos generalmente agricultores reclutados para la guerra que durante su curso se incorporaban
a su disciplina y posteriormente volvían a la vida civil, siendo los responsables de la citada conquista de
Italia, derrota de Cartago y dominio del mediterráneo. Volviendo a Quesada (2003) el enorme territorio
controlado por Roma, derivó en que las milicias ya no fuesen suficientes para las necesidades militares, por
lo que en el año 107 a. C. el cónsul Mario, abrió el ejército a los voluntarios, anteriormente los ciudadanos
más pobres no habían formado parte del mismo, iniciándose así, la profesionalización del ejército. La
caballería y la infantería ligera desaparecieron, obteniéndolas mediante los aliados, las legiones pasaron a
117
Capítulo 2. Marco contextual y teórico
ser permanentes alcanzando una gran eficiencia y la unidad táctica pasó a ser la cohorte, Paddock (1985)
en Quesada (2003) indicó que el armamento, pasó a ser distribuido por el Estado homogeneizándose, debido
a que la mayoría de los soldados no podían costeárselo. Analizando la profesionalización del ejército Lago
(2014) especifica que las derrotas frente a los germanos especialmente la de Arausio fueron el detonante
para profesionalizar el ejército y basarlo en unidades permanentes, lo que posibilitaría más adelante las
conquistas de Julio César al no tener que depender del reclutamiento anual. El nuevo sistema de cohortes
era muy flexible pudiendo aplicarse distintos esquemas en función de la necesidad, cada legión estaba
formada por diez cohortes de cuatrocientos ochenta hombres cada una, en la que el número total de unidades
utilizadas fluctuaba continuamente, radicando en ello su gran habilidad táctica, en la que no primaba el
número de tropas y sí la calidad de las mismas. Esta superioridad táctica que les caracterizaba se refleja en
la disposición de las legiones, desplegadas de cientos de maneras distintas en función de los factores y el
criterio de los generales, como evidencia más significativa, en el año 58 a. C. Julio César en la batalla de
Bribacte sustituyó la disposición en línea continua por dos líneas, en la primera las cuatro legiones veteranas
y en la segunda dos novatas y las auxiliares junto con un convoy de suministro en la parte posterior.
Goldsworthy (2003) añade que del siglo I a. C. a los inicios del III d. C. la profesionalización del ejército
fue necesaria para continuar la expansión, las guerras lejos de Italia necesitaban grandes provisiones de
tropas formadas normalmente por hombres pobres que veían en la legión su carrera, dando como resultado
un cambio fundamental entre el Estado y el ejército haciendo posible las guerras civiles que destruyeron la
república. Bajo el principado, el ejército romano alcanzó su pico de eficiencia completando las conquistas
del imperio, preservando el derecho romano y obteniendo su popular imagen de ejército altamente
organizado, con fuerzas disciplinadas y profesionalizadas con marcadas características modernas. Estaban
armados fundamentalmente según narra Goldsworthy (2003) por el pillum (lanza) usado durante cinco
siglos por las legiones, formado por un eje de madera de ciento veinte centímetros unido a una caña de
hierro de sesenta centímetros acabada en forma de pirámide, era pesada y toda su fuerza se concentraba en
su punta otorgándole un gran poder de penetración, el gladius (espada) adoptadas a finales del siglo II a. C.
como la principal arma de mano, de unos cincuenta centímetros recta y de doble filo con mango de madera
o bronce, el pugio (puñal) como arma adicional corta, la lanza hoplita usada en la tercera línea de infantería
y como defensas armaduras de cotas de malla, cascos y scutum (escudos) semicilíndricos y rectangulares
ciento veinte centímetros de longitud y setenta y seis centímetros de ancho de madera, cuero y hierro,
resistentes, flexibles y fáciles de transportar. Dando fe de ello, Quesada (2008b) ubica en el Musée des
Antiquités Nationales como depósito del museo del Louvre, un fiel testimonio de estas armas romanas
procedentes de restos arqueológicos, como uno de los hallazgos más importantes del Mediterráneo en la
época final de la república.
Uno de los aspectos que determinaron la eficacia militar romana, fue el uso y el dominio de los
campamentos, tal y como relata Lago (2014) podían ser temporales o permanentes y en ellos basaban su
estrategia, durante el invierno o en época de paz eran semi permanentes o permanentes albergando a sus
legiones, incluso a un ejército entero. Dichos campamentos, tenían forma rectangular, con cuatro puertas y
cuatro grandes avenidas delimitando los espacios internos, las Vias Praetoria, Principalis, Quintana y
Decumana. Las tiendas de cada centuria formaban filas paralelas a la Vía Praetoria, eje longitudinal del
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campamento, con salida siempre a una vía principal, patios entre ellas y la tienda del centurión en el
extremo. Si el campamento iba a ser permanente, las tiendas se sustituían por barracones, se construía un
hospital y diversas instalaciones, se ampliaban en las esquinas defensas con torres de dos o tres pisos y toda
la estructura era de piedra y ladrillos. En campaña, eran temporales, al final de cada marcha se construían
para pasar la noche y se destruían al día siguiente para proseguirla, proporcionándoles una seguridad que
no conoció ningún otro ejército en la Antigüedad o en la Edad Media. Para su construcción, se buscaba una
llanura con agua cerca, un centurión experto en topografía con una groma trazaba un rectángulo y con
lanzas marcaba tres avenidas principales, la mitad del ejército cavaba un foso en forma de V de cuatro
metros de ancho y tres de profundidad, escoltados por la otra mitad del ejército, la tierra extraída se apilaba
clavando en lo más alto estacas atadas formando una empalizada. Levantadas las defensas, se entraba en el
campamento y se montaban las tiendas a treinta metros del terraplén para mantenerse alejadas de
proyectiles, siempre en el mismo lugar, cada tienda albergaba a ocho legionarios, la mitad siempre de
guardia. Ejemplos concretos de la veracidad de estos campamentos los aporta Noguera (2008) quien afirma
que al ser de carácter provisional en función de la duración del conflicto eran levantados con materiales
ligeros, señala dentro de la península Ibérica, en la Palma, el bajo río Ebro un yacimiento de 30Ha que
albergó un campamento romano rodeado por límites naturales, otro ejemplo lo señala siguiendo a Tito Livio
en Ab Urbe Condita XXVIII, 24, 5 en el año 206 a. C. con el campamento de Sucro, el cual albergó a 8.000
soldados. Por su parte Morillo (1993) argumenta que se concentraron en los períodos más activos de las
conquistas, debido a la necesidad de dar cobijo a los soldados y los frecuentes movimientos tácticos,
menciona siguiendo a Tito Livio en Ab Urbe Condita XXI, 61; XXII, 19 y XXII, 22 la ciudad de Tarraco
como el primer asentamiento militar romano, empleado como campamento de invierno era una importante
base naval, donde llegaban las flotas y disponían de aprovisionamiento, Hauschild (1979) en Morillo (1993)
señala que la arqueología lo ubica en los siglos III y II a. C.
El Imperio. Julio César acabó con la República iniciándose el Imperio en el año 29 a. C. con el primer
emperador romano, su sobrino y sucesor, Octavio Augusto. El imperio, menos agresivo que la República
en términos militares, se dedicó a asegurar las conquistas anteriores, con los emperadores Trajano y
Adriano, a principios del siglo II d. C., se consigue el máximo esplendor de Roma, su mayor expansión
territorial (extendiéndose por el Sur y Oeste de Europa; Britania, Suiza, Galia, Italia, Grecia y Turquía, Asia
en su parte oeste y África por su parte norte) y, su mayor apogeo cultural (Lago, 2014). Durante el Imperio
Romano, Roma logró instaurar desde el siglo I d. C. al IV d. C. un espacio de seguridad dentro de los límites
de su Imperio mediante la construcción de fortificaciones y murallas, una potente flota que protegía sus
costas y el tráfico naval de la piratería y la presencia de fronteras físicas, como son el océano al oeste, los
ríos Danubio y Rin al norte y desiertos y montañas al sur y este (Manunta, 1997, s.f.). El ejército romano
utilizó los recursos de la artillería diseñada por Grecia y Oriente, los adaptó a sus necesidades
desarrollándolos hasta sus extremos, en cambio, en los últimos siglos del Imperio se produjo un retroceso
en la tecnología de las piezas de artillería, acusado por la escasez de artilleros cualificados (Abad, 2004).
Espino (1993) señala que Vegecio con su “Epitomae Rei Militaris” del año 390 d. C. fue el teórico de la
estrategia, de la táctica y de la organización militar romana, defensor de la infantería, y Nicéforo Focas
119
Capítulo 2. Marco contextual y teórico
temporalmente situado en la Edad Media con su “Liber Rei Militaris” del año 960 d. C. sería el teórico de
la caballería como centro de la táctica y la estrategia de la época como se verá más adelante.
Analizando la disposición de las legiones romanas, se encuentran múltiples ejemplos de sus variadas
disposiciones, en las que en todas destaca su flexibilidad y su manejo del terreno y con ello su afamada
superioridad táctica, mencionada al final de la república con Julio César. Entre otras, destacan; el año 16 d.
C. cuando Germánico puso en la primera línea las unidades auxiliares para frenar directamente al enemigo
y que posteriormente cargasen las legiones, el año 60 d. C. con Suetonio Paulino en inferioridad numérica,
mediante una formación en cuña aprovechando el terreno aguantó la carga y atacó a su retirada arrasando
a la caudillo Boudica de Britania y, el año 101 d. C. con Trajano y la campaña Dacia en la aproximación a
Tapae, el cual tenía preparada una brillante contramaniobra a cada maniobra de Decébalo (Lago, 2014).
Durante el alto imperio, concluidas las guerras civiles, el número de legiones se redujo a la mitad, por sí
solas no eran eficaces requiriendo distintas unidades auxiliares de infantería, caballería, arqueros etc. por
lo que las antiguas unidades auxiliares temporales fueron sustituidas por cohortes profesionales que tras su
servicio recibirían la ciudadanía romana. La duración del servicio se fijó en veinticinco años para los
auxiliares y veinte para los legionarios, se estructuró el sistema de mandos, el armamento evolucionó con
el escudo rectangular, el casco de hierro galo y las espadas más cortas y se desarrollaron nuevas tácticas de
combate debido a la variedad de enemigos a los que se tenía que enfrentar (Quesada, 2003). Goldsworthy
(2003) concluye su tercera fase de cambios en el ejército mencionadas en su introducción señalando que la
estructura del ejército nuevamente cambió con las continuas guerras civiles del final del siglo III d. C. al
siglo V d. C. a lo que Elton (1996), Dixon (1996) y Richardot (1998) en Quesada (2003) refieren por la
presión externa de los enemigos junto con la crisis demográfica y económica interna. La presión externa
comienza en el siglo II d. C., las legiones eran demasiado grandes, debido a la continua presión en todas
sus fronteras, sustituyeron la defensa lineal estática del alto imperio por una nueva defensa en profundidad,
dando lugar a ejércitos fronterizos y a ejércitos móviles denominados comitatenses que contaban con una
mayor proporción de caballería, incluso acorazada con arqueros, y con una infantería mucho más reducida.
La crisis interna se produjo fundamentalmente por las numerosas tropas bárbaras asociadas al ejército
romano mediante pactos que las permitían a cambio de su servicio alojarse dentro de sus fronteras, lo que
a la postre sería un problema por su peso militar y político dentro del imperio (Quesada, 2003). La
decadencia romana iniciada con las múltiples guerras civiles que destruyeron su poder militar, concluyó el
fin del periodo imperial en el año 476 d. C. con Rómulo Augústulo como el último emperador romano del
imperio de Occidente, habiendo pasado 1129 años desde que Rómulo fundara la ciudad y teniendo que
pasar 1000 años más hasta que los turcos acabasen con el Imperio de Oriente (Lago, 2014).
Paralelamente al destacamento militar, durante la república y el imperio, aparecen las primeras evidencias
de una cultura de seguridad madura, en la administración romana los cives (ciudadanos) eran partícipes de
la res pública (estado), la seguridad pública se describió en un conjunto de leyes y edictos derivados de las
XII Tabulae (doce tablas) del año 500 a. C. posteriormente recogidas en el Codes Justinianus, se promulgó
la Lex Julia de vis pública para prevenir el abuso de la autoridad y la seguridad pública tanto en áreas
urbanas como rurales estaba a cargo de diversos cuerpos organizados con funciones similares a sus
120
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
homólogos modernos, entre los que destacan; los cohortes urbanos (policía ciudadana), los lictores (policía
militar), los vigiles (vigilantes nocturnos y bomberos), los quaestionarios (investigadores), los delatores
(espías) y los praetor urbanus, aediles, censores, praefecti, tresviri capitales (magistrados con distintas
responsabilidades) (Manunta, 1997, s.f.). En el ámbito de estas organizaciones, Ponte (2005) señala que en
las vías romanas se sucedían acciones de la naturaleza como terremotos, inundaciones, incendios y acciones
del hombre que modificaban los límites del suelo público, delimitados por los magistrados competentes,
quienes ejerciendo funciones policiales, también regulaban mediante edictos a la policía encargada de estas
vías. Sus normas, basadas en prohibiciones, estaban orientadas a evitar daños y velar por la seguridad ya
que un alto porcentaje de delitos se cometían en las calles. El prefecto urbano era el encargado de crear
estos cuerpos encargados de mantener la seguridad pública y el orden previniendo y reprimiendo las
conductas y los hechos peligrosos, por ejemplo, durante el imperio para reprimir el bandidaje y asegurar el
buen tránsito se sitúan destacamentos militares en los cruces de las grandes vías. Con las reformas de
Diocleciano y Constantino durante la república, las labores policiales recaen en funcionarios civiles y no
militares, los triumviri nocturni vigilaban las calles durante la noche y se encargaban de los incendios, los
tresviri capitales se encargaban del registro de las personas peligrosas, del control de los fugitivos y de la
vigilancia de las calles durante el día junto a los ediles curules, los cuales también supervisaban plazas,
templos, mercados etc. La función policial se vio impulsada desde Augusto creando las cohortes urbanas y
el praefectus urbi al frente de la jurisdicción penal y de la policía, asumiendo desde el bajo imperio amplias
funciones como el control de la apertura de tiendas, de las normas de urbanismo, de los ropajes de los
habitantes y de los reglamentos de circulación vial, un ejemplo de este último lo aporta la Lex Iulia
Municipalis prohibiendo la circulación de vehículos desde la salida del sol hasta la hora décima.
Continuando con Manunta (1997, s.f.) otros hechos pioneros romanos, fueron la constitución de las bases
de la seguridad privada de forma similar a la actual, mediante la utilización de organizaciones privadas
como las confraternidades de trivia, el uso de guardias y guardaespaldas que eran normalmente gladiadores
o soldados retirados junto con perros y de elementos de seguridad como cerraduras, barrotes y cajas fuertes.
El nacimiento del concepto de investigación propio de la Roma imperial y la prominencia política de la
seguridad pública plasmada en monedas y emblemas surgida por las demandas de los ciudadanos obligando
a los legisladores a responsabilizarse de ella.
El contexto deportivo romano, en una primera etapa que se corresponde con la República, coincide
con el griego al utilizar la actividad física con fines militares. El objetivo de producir buenos
soldados que formasen mejores legiones y con su valor y grandeza conquistasen territorios
requería un soldado disciplinado que necesitaba aprender la marcha, la natación, el remo, la
esgrima y el lanzamiento entre otras modalidades. En una segunda etapa, que se corresponde con
la imperial, se vuelve más latente, al profesionalizarse el ejército, los jóvenes entre trece y
dieciocho años en el Campo de Marte obtienen la instrucción militar por parte de los padres
adiestrándoles en luchas, lanzamientos, natación y equitación, posteriormente el joven tras un
ritual se iniciaba en la vida militar hasta los cuarenta y siete años (Sainz, 1992; Paredes, 2002).
Esta profesionalización unida a otros factores, produjo un descenso de la importancia social del
deporte debido a que era una potencia esclavista, en un vasto imperio, con provincias sin
121
Capítulo 2. Marco contextual y teórico
Analizando las prácticas, por encima de todas destacan los combates de gladiadores, promovidos
según indican Betancor & Vilanou (1995) por iniciativa privada al margen del patrocinio público,
ambos autores señalan un ejemplo en “Discurso contra los griegos” de Taciano (siglo II d. C.) en
la contrata de gladiadores. En cuanto a sus particularidades, Paredes (2002) identifica cuatro tipos
de luchas de gladiadores, las que enfrentaban a hombres, las que enfrentaban a fieras, las de
hombre contra fiera y las naumaquias, desarrollándose a partir del siglo I d. C. en los anfiteatros
que contaban con un gran aforo debido a las grandes masas de gente que atraían los gladiadores
profesionales, realizando diversas luchas como los mirmiyones con espada y escudo, los reciarios
con red y tridente o entre otras las andábatas con los ojos vendados, todas ellas de gran salvajismo
y crueldad. Altuve (2014) añade que los ganadores eran convertidos en héroes por el público. Este
hecho se explica por el gran fanatismo que suponía, al formarse grupos de simpatizantes de
distintos gladiadores, surgieron numerosos conflictos que llegaban incluso a producir saqueos en
ciudades, requiriendo de las legiones para controlarlo. Existen múltiples testimonios de la
violencia extrema en el deporte desarrollada durante el Imperio siendo la principal causa la
politización del deporte mencionada anteriormente, a partir de la cual se produce una hegemonía
global de la violencia en los deportes de equipo (Fernández, 2013). Algunos ejemplos concretos
los aporta García (2006) en Anales XIV, 17 Tácito, relata fuertes enfrentamientos violentos
producidos en el año 59 d. C., en el anfiteatro de Pompeya, entre los aficionados locales y
seguidores de la ciudad de Nocera. Posteriormente se produciría una masacre entre los habitantes
de ambas ciudades, comenzando con insultos, llegaron a las armas y con ellas un elevado número
de mutilados y muertos, llegando a prohibir a los pompeyanos organizar eventos durante diez años.
Otro ejemplo a señalar es el de los seguidores de las distintas factiones de las carreras hípicas
122
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
(blancos, rojos, verdes y azules) considerados como los primeros aficionados radicales, se veían
inmersos en frecuentes altercados entre ellos. Por último es de remarcar como se extendió la
violencia hasta la Alejandría del siglo II d. C. según muestran Dión de Prusa y Filóstrato los
aficionados alejandrinos se mataban por unos caballos enardecidos por la competición.
Por lo tanto en Roma el deporte y el mundo militar continúan de la mano, evoluciona al deporte
entretenimiento entendido como el actual deporte espectáculo con unos niveles de violencia muy
superiores a los vistos en el mundo antiguo, trasladándose al espectador, llegando a los extremos
de ser los precursores de los aficionados radicales, extendiéndose a partir de ellos su arraigo por
los deportes de equipo. Con el final de esta época, se llega al comienzo de la siguiente, la Edad
Media.
La desaparición del último emperador romano de Occidente, en el año 476 d. C., marca el fin del
Mundo Antiguo y el comienzo de la Edad Media extendiéndose durante 1000 años hasta la caída de Imperio
Bizantino, o Romano de Oriente en el año 1453 (Rojas, 2015). Este periodo estará marcado por inestabilidad
política, manipulación y fuerte control eclesiástico ante una sociedad ignorante, insegura y temerosa
marcada por el hambre, las plagas, las enfermedades y epidemias, el esoterismo y la inquisición y múltiples
prohibiciones religiosas. Se producirá un continuo estado de guerra, una vinculación de lo militar en todos
los aspectos de la sociedad, un gran secularismo y la sociedad se dividirá en estamentos. Será la época del
honor, de los duelos y del poder de la nobleza, del dominio de la caballería y del auge de los castillos. La
aparición de la pólvora revolucionará el concepto de guerra mediante la artillería, se producirá su
democratización con el surgimiento de la balística y la pérdida del aspecto de honor y duelo del combate.
Resurgirá la figura del mercenario, se profesionalizarán las fuerzas militares mediante contratos de soldada,
ante el nacimiento de la fiscalidad, contribuyendo a la expansión financiera de los Estados dando origen a
la revolución militar de la edad moderna. Finalmente esta época será testigo de los primeros atisbos de la
democracia moderna con la Carta Magna y sus principios de igualdad ante la ley.
Desarrollando estos conceptos, la caída del Imperio Romano provocó un período de inestabilidad política
que se plasmó en las sociedades occidentales durante la Edad Media (Manunta, 1997, s.f.). Rabazo (2009)
afirma que estas sociedades se desarrollaron en un clima de inseguridad general tanto en lo civil como en
lo eclesial, la ignorancia de sus habitantes, cimentada por la gran limitación en el acceso a la cultura y al
desarrollo intelectual, facilitó la manipulación por parte del estado y de la iglesia, asentándose un sistema
de creencias y dogmas en los que basaron su fe, alentado por la escasa comunicación y el aislamiento en el
que vivían, se caracterizaron por ser sociedades temerosas, sus numerosos miedos muchos de ellos
infundados para controlar y gobernar, marcaron su continua inseguridad, entre otros, destacan: la muerte
que junto con el pecado es la principal preocupación de la época. Los sucesos naturales como los fenómenos
atmosféricos, el hambre acarreada por plagas y malas cosechas eran grandes temores como se observan en
numerosos pasajes hagiográficos y bíblicos en los que distintos personajes presumían de ser capaces de
controlarlos. Las enfermedades y las epidemias, debido al limitado conocimiento de la medicina, eran vistas
123
Capítulo 2. Marco contextual y teórico
como castigos divinos por maldiciones y pecados, como las esquizofrenias, la temible lepra que obligaba a
vivir alejado de la población debido al contagio e incurabilidad o la Peste Negra del siglo XIV. Los sucesos
sobrenaturales ligados a lo oscuro y desconocido como las apariciones, la brujería, o los castigos divinos,
todos ellos influenciados profundamente por la ignorancia global mencionada anteriormente. La magia
negra y las supersticiones para causar el mal, como el mal de ojo y la nigromancia son creencias asentadas,
como se puede observar en las creencias de rechazo a colores, el uso de talismanes o las peregrinaciones a
lugares sagrados para evitar esos actos temibles. Creencias que Gómez-Merelo (2008) clasifica dentro de
la seguridad mágica, vista desde la prehistoria, la cual basada en conceptos esotéricos, se entiende como la
interpretación que hace el hombre de los daños o pérdidas como consecuencia de la mala suerte, casualidad
o castigo divino ante los que utiliza medios materiales de protección ante riesgos y amenazas como
talismanes, amuletos o fetiches y prácticas de protección como ritos, rezos o sacrificios a fin de conseguir
la seguridad psicológica y primaria que anhela. Siguiendo con los miedos de esta sociedad expuestos por
Rabazo (2009) se encuentra el demonio representado en las minorías sociales y los marginados como los
infieles, los locos, los enfermos, los herejes, las brujas etc. son los principales objetivos de los actos
violentos, temidos por su vinculación con la antítesis religiosa que marca la época. La justicia a la que se
ve sometido el hombre medieval basada en los castigos civiles y divinos como las penas que otorgaba la
inquisición congregando al público a modo de espectáculo y las excomuniones que dictaba la iglesia. La
violencia descontrolada que genera el caos, lugares peligrosos como caminos, bosques y tabernas, horas
nocturnas y la permanente situación de guerra de la época en forma de cruzadas, guerras santas,
reconquistas o luchas de sucesión.
Manunta (1997, s.f.) coincide con la exposición de Rabazo, afirmando que las plagas, la ignorancia y el
continuo estado de guerra entre ciudades convirtieron a la seguridad en un problema importantísimo de la
vida diaria, siendo un asunto semi-militar relacionado con el armamento y las defensas físicas. En este
periodo se puede contemplar la seguridad pública como la ley del Rey quien, a través de leyes, actuaba
como legislador, juez y verdugo y, la seguridad privada como la creación de milicias privadas y la habilidad
en el manejo de las armas. El autor afirma que ninguna de ellas podrá certificar un clima de seguridad
durante la Edad Media, debido a la debilidad y a la fragmentación de los Estados no se pudieron controlar
las rutas comerciales ante bandas armadas con medidas de seguridad efectivas, de tal manera que surgió el
concepto de responsabilidad colectiva por reducción de pérdidas como uno de los conceptos modernos de
seguridad, marcando el inicio del concepto de seguridad comercial.
Retomando el continuo estado bélico, Rojas (2015) expresa que la vida militar invade todos los ámbitos de
la sociedad Medieval como se refleja en instituciones, pensamientos, filosofía, arte o religión. Soto (2011)
ratifica el estrecho vínculo de la guerra con los aspectos económicos, sociales y políticos, siendo un periodo
caracterizado por la presencia secular de la práctica bélica, luchando por honor, fama riqueza y fe.
Siguiendo la exposición de Rojas (2015) desde la caída de Roma, la sociedad se estructuró en estamentos,
el religioso y el laico, este último a su vez se dividió en el estamento de los trabajadores formado por la
gran masa social y en una élite militar mínima pero de gran influencia, formada por la aristocracia pudiente
quienes ya en el siglo VIII con el cambio militar de la infantería por la caballería, asumieron el privilegio
124
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
de ser caballeros y combatir costeándose caballo, armas y escudero y las obligaciones que ello implicaba
como su adiestramiento, la realización de guardias en torno a fortalezas y el formar parte de expediciones.
El combate era el centro de la actividad, hacia el año 1000 el armamento era muy sencillo, formado por
lanza, espada como la Yoyeuse de Carlomagno, la Scalebor del Rey Arturo, o la Tizón del Cid, casco,
escudo y yelmo que, posteriormente se sustituiría por la cota de malla y junto con la silla de montar y los
estribos decantarían el combate a la lucha cuerpo a cuerpo, este enfrentamiento entre caballeros era un
duelo librado como asunto de honor que sumado a la práctica del rescate bajo juramento al perdonar la vida
al enemigo, se plasmó como una costumbre de la época, disminuyendo así la brutalidad de los
enfrentamientos. A su vez Soto (2011) añade que la ausencia de propulsión química de los proyectiles hacía
que dependiesen de medios mecánicos, en el siglo XI lo más eficiente era el arco y la ballesta
generalizándose su uso durante el siglo XIII y como armas ofensivas destacan también las picas y las
alabardas. Sierra (2016) nombra el fundíbulo de contrapeso como la máquina más representativa de la
tecnología bélica de la época al darle al proyectil la energía potencial del contrapeso. Continuando con
Rojas (2015), otro punto fundamental como símbolo militar de la época, es el castillo como sede de
seguridad, en el siglo XI eran construcciones simples situadas en lugares elevados de difícil acceso,
formadas por una torre rectangular de dos pisos con muros de madera, rodeados de fosos. Debido a su alto
coste, el número de castillos no era numeroso, los nobles que poseían un castillo tenían el deber de mantener
la paz en la región a su cargo, esta fragmentación del poder fue un rasgo característico de la sociedad
medieval. Vázquez & Martín (2006) apoyan el uso de las murallas como solución a la inseguridad durante
la Edad Media, citando como ejemplos las plazas fortificadas cristianas durante las cruzadas. Siguiendo
con Rojas (2015) a comienzos del siglo XII las batallas eran enfrentamientos de grupos de caballeros en
planicies previamente acordadas en día y lugar, transformando la guerra en un pasatiempo para los
caballeros. La Iglesia en su propósito de disminuir la violencia según cita Bloch (1958) en Rojas (2015)
puso ciertos límites como la protección de lugares como las iglesias como señala el concilio de Charroux
del año 989 d. C., ciertos días de la semana como sábados y domingos según se estableció en el concilio de
Toulouse del año 1027 d. C., periodos como Navidad, Pascua, Cuaresma y diversas fiestas santas,
categorías sociales como agricultores y clérigos como cita el concilio de Verdun-sur-le-Doubs del año 1016
d. C. llegando incluso a gente que careciese de armas o precisasen la paz para sus actividades como los
comerciantes. Junto a las batallas en los campos previamente acordados, Soto (2011) señala otra forma de
guerra, la lucha estática de asedios a fortalezas de los siglos XII y XIII, en donde se vencía por negociación,
desgaste o superioridad en la ingeniería de artefactos ofensivos como catapultas, puentes de asalto,
artillería, lanzamiento de proyectiles incendiados y con epidemias, frente a tácticas defensivas, estos asedios
finalizaban con el ingreso de los atacantes, la posesión de la fortaleza y el sometimiento de los prisioneros.
Como cita Contamine (1984) en Soto (2011) los asedios podían durar hasta un año si estaban bien
entrenados y disponían de provisiones. Rojas (2015) mantiene que a finales del siglo XIII, se producirían
los conflictos de mayor envergadura con su máxima expresión en la guerra de los cien años que enfrentó a
los grandes Estados del Occidente cristiano. La cual se resolvería con la victoria inglesa en 1415 en la
batalla de Agincour (Guy, 1999).
125
Capítulo 2. Marco contextual y teórico
Ya en el siglo XIV las armas alcanzaron mayores cotas de eficacia como el arco inglés, la ballesta francesa
o el uso de la pólvora en la artillería que hizo que las armaduras fuesen más robustas y pesadas, hasta
ochenta kilos, su gran peso y reducida movilidad resto importancia a la caballería en favor de la infantería
(Rojas, 2015). Numerosos autores citan la pólvora como un punto de inflexión en el concepto bélico,
Hernández (2013) sostiene que el descubrimiento de la pólvora en China en el año 1040 fue uno de los
acontecimientos más importantes del siglo XIII, su incursión en Europa en el siglo XIV revolucionó el
concepto de guerra de la época ante la aparición de armas más potentes. Guy (1999) señala que ningún otro
evento ha afectado tanto a las prácticas bélicas como la pólvora y el perfeccionamiento de la arma de fuego,
datando del año 1326 la primera ilustración de un cañón. Montoya (2005) comenta que la irrupción de la
pólvora perfeccionó la guerra entre el siglo XV y XVIII consolidando el arma de fuego como los arcabuces,
mosquetes y los citados cañones. Y, Collazo (1993) afirma que la irrupción de la pólvora produjo la
aparición de la artillería, impidiendo a los caballeros acercarse a sus enemigos, surgiendo el concepto de
disciplina militar y democratización de la guerra siendo imprescindible el dinero para pagar soldados y
comprar armas, las cuales abrieron paso a una nueva disciplina, la balística. El hecho de matar a distancia
hizo que el combate perdiese su aspecto de honor y de duelo, desaparecieron las batallas preparadas de
antemano, cambiando el concepto de la guerra hacia su profesionalización en la figura del mercenario, con
el único objetivo de saquear y a través de rescates obtener dinero (Rojas, 2015). Apoyando estas ideas Saiz
(2003) defiende la supremacía de la caballería como reflejo del poder de la nobleza durante los siglos XI,
XII y XIII y su decaimiento y el progresivo auge de la infantería en el siglo XIV debido al empleo de nuevas
armas y nuevas tácticas sostenidas por los progresos de la artillería. En este siglo los pequeños Estados
feudales en continua competencia y expansión hicieron que proliferasen campañas de conquista territorial
y con ellas, ejércitos de mayores dimensiones de naturaleza contractual, movilizados por reclutamiento a
sueldo tendente a la profesionalización de las fuerzas militares con carácter permanente mediante contratos
de soldada, debido al nacimiento de la fiscalidad, a la expansión financiera de los Estados y su aumento de
poder, los cuales en continua competencia tanto en la defensa como en la conquista de territorios tenían que
gestionar de forma continua la guerra (Saiz, 2003), estos hechos Ayton (1994) en (Saiz, 2003) indica que
pueden considerarse el origen de la revolución militar de la edad moderna.
Al margen de los aspectos militares, en esta época, surge en Inglaterra, en el año 1215 uno de los
documentos más importantes en el desarrollo de la democracia moderna y punto de inflexión en el
desarrollo de los derechos humanos garantes de la seguridad de los individuos, la Carta Magna, en la cual
se establecieron principios de igualdad ante la ley que ni siquiera el rey podía invalidar, Linebaugh (2013)
maneja que en junio de 1215 el rey Juan de Inglaterra y los barones se juraron fidelidad a través de los
sesenta y tres artículos registrados en el pergamino que contenían libertades para los hombres libres de
Inglaterra, entre otros, su primer artículo trataba la libertad de la iglesia frente a la autoridad del rey, su
artículo 39 prohibía la tortura y manejaba el juicio por jurado y el imperio de la ley, el 40 prohibía la venta
de personas y garantizaba el derecho a la justicia, el 41 establecía la libre circulación para los mercaderes
sin temor y sin sufrir daños, los artículos 28, 30 y 31 acabaron con los robos, también contenía disposiciones
sobre la opresión y el desprecio a las mujeres y como ejemplo precursor de la citada democracia moderna
fue el primer rey que otorgó un ordenamiento a la Ciudad de Londres, con la elección anual de un alcalde.
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Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
El periodo de la Edad Media en el contexto deportivo destaca por su nula práctica deportiva y de
educación física más allá de la práctica con fines bélicos, por lo que este periodo sigue las fuertes
raíces de sus predecesores en lo concerniente a la estrecha relación de ambos conceptos,
potenciándose más si cabe por la imposición marcada por la iglesia y las dificultades de la época,
diversos autores mencionan estas ideas. La abolición de los juegos olímpicos por parte de
Teodosio el Grande junto a la negativa de la iglesia hacia el culto al cuerpo produjo la casi total
paralización de la educación física durante la Edad Media, retornando a las formas primitivas del
deporte, como la caza, practicada por la nobleza junto con deportes de combate como los torneos
y las justas con la finalidad de preparación para la guerra (Sainz, 1992). Macías (2011) habla de
abandono de la práctica física durante el periodo, apoyando la idea de que la iglesia lo relacionaba
con el aspecto material del hombre, realizándose únicamente justas, torneos orientados a la
preparación de los caballeros para la guerra y, combates con espadas orientados al entrenamiento
militar. Saiz (2003) ratifica la idea de que los enfrentamientos deportivos eran ejercicios
nobiliarios de adiestramiento para la guerra. Y Altuve (2014) afirma que en el feudalismo el
deporte al no tener ninguna función social que cumplir, no tiene cabida.
Retomando la idea mostrada en lo concerniente a las prohibiciones efectuadas por la iglesia para
limitar la guerra, Betancor & Vilanou (1995) mantienen que el éxito y la proliferación de los
torneos y las justas medievales se fundamentan en esas medidas encaminadas a limitar los días
lícitos para guerrear. Flori (2001) en Paredes (2002) señala tres rasgos principales de los torneos
en los que basar su éxito, en primer lugar mantiene su aspecto utilitario de entrenamiento para la
guerra, señala también una dimensión lúdica como deporte de profesionales que vencen por gloria
y por último su carácter festivo como espectáculo para la multitud.
Analizando qué deportes se practicaban relacionados con el ámbito bélico, Elías & Dunning
(1992) afirman que el rugby moderno desciende de un juego popular de la Edad Media, en el que
el número de jugadores al no poderse restringir sobrepasaba los mil, se celebraban en campo
abierto y en las calles de las ciudades siendo luchas con un nivel de violencia física por costumbre
social muy alto. Owen (1603) en Elías & Dunning (1992) citan otro juego proveniente de Gales,
denominado Knappan, de gran violencia, en el que algunos participantes lo hacían montados a
caballo, su descripción refiere como quinientos hombres desnudos en un grupo cerrado se golpean
con sus puños y con piedras y los jinetes a su vez arremeten contra ellos con grandes estacas.
Juegos como este se practicaron en Gran Bretaña desde el siglo XIV. A su vez, Lladanosa (1953)
en Olivera & Torrebadella (2015) describen los torneos y justas, en donde los deportistas del siglo
XV ejercitaban la esgrima, las carreras pedestres y de caballos o el tiro de ballesta. Olivera &
Torrebadella (2015) afirman que el primer origen del término deporte se documenta en esta época
en los siglos XI y XII con el vocablo provenzal “deport” como recreación, entretenimiento y
diversión, dichos vocablos están relacionados con estas prácticas como cita Alonso (1986) en
Olivera & Torrebadella (2015) en el Mío Cid al referirse a deportar con las armas o, Kasten &
127
Capítulo 2. Marco contextual y teórico
Nitti (2002) también en Olivera & Torrebadella (2015) en la prosa de Alfonso X en relación a la
práctica de la caza, práctica esta última que cita Mendo (1662) nuevamente en Olivera &
Torrebadella (2015) como uno de los deportes más saludables que practicaban los príncipes.
Lafitte-Houssat (1960) en Paredes (2002) añade que la caza, como sucedáneo de la guerra, era el
mejor ejercicio para mantenerse en forma.
Continuando el análisis de las prácticas deportivas desde el punto de vista bélico, Paredes (2002)
las organiza en función del lugar de práctica, así muestra que en Alemania se practican peleas de
caballos, la ballesta, el tiro con arco, la esgrima y la lucha. Las competiciones que se realizaban
eran las citadas justas y torneos y los duelos a muerte. En esta zona, las actividades deportivas
mediante la institución de la caballería por parte de Carlo Magno, pretenden actuar en la formación
física de los caballeros, destaca la sustitución de las armas por armas de entrenamiento ante el
excesivo número de muertes que se producían. En Italia, la iglesia cristiana organiza distintas
competiciones como las justas y la lucha libre. En Inglaterra, se practicaba la lucha, la caza, el tiro
con arco y el lanzamiento de piedras, pero en el siglo XIV con un edicto del rey Eduardo II se
prohíben los lanzamientos de piedra, de disco, de jabalina y de martillo así como los torneos en
las ciudades. Finalmente en España, la esgrima con espada y escudo estaba autorizada y el
lanzamiento de jabalina y las justas se consideraban juegos de armas no peligrosos. Nuevamente
Betancor & Vilanou (1995) ofrecen distintas referencias en los textos referentes a estas prácticas
durante el periodo, como el Libro XI, título V de la obra “El digesto del emperador Justiniano”
denominado “De los jugadores a juegos prohibidos” del siglo VI. Las Etimologías de San Isidoro
de Sevilla como su libro XVIII denominado “Acerca de la guerra y los juegos” del siglo VII. El
torneo entre los caballeros del Cid y los infantes de Carrión del anónimo “Poema de Mío Cid”, del
siglo XII. El “Libro del orden de caballería” de Ramón Llul en el que habla sobre el oficio del
caballero, del siglo XIII. Y “El cortesano" de Baltasar de Castiglione, en el que trata la destreza
en el manejo de las armas que ha de tener, de 1528. Junto con estas referencias, Paredes (2002)
cita la obra de Vergerio “La educación del gentilhombre” en la que consideraba que los juegos y
la gimnasia se debían enseñar en la juventud puesto que cultivaban la técnica militar.
La Edad Media finalizó en mayo de 1453, cuando Constantino XI y con él Constantinopla, cayó
en manos de Mahomet II, poniendo fin al Imperio Romano (Rojas, 2015) dando paso a la siguiente etapa
de la historia, la Edad Moderna.
La Edad moderna se considera la etapa de la historia que comprende desde la citada toma de
Constantinopla, hasta el inicio de la Revolución Francesa en el año 1789. Será un periodo marcado por
revoluciones, cambios políticos y descubrimientos que afectarán a la seguridad, marcando la aparición de
nuevos conceptos y disciplinas que proteger. La política evolucionará de las monarquías absolutas a la
organización en Estados, Estados garantes de seguridad, interna en sus dominios y, externa frente a otros
estados. La guerra como seguridad externa continuará siendo un elemento central de la sociedad hasta el
128
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Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
extremo de ser considerada como la revolución precursora del dominio occidental en el mundo, dominio
que le permitirá extenderse, descubrir el nuevo mundo y ejercer un dominio total. Los primeros indicios de
la revolución industrial, los descubrimientos científicos y la difusión que ofrece la invención de la imprenta
en esta época, harán que surja la industria de la seguridad y con ella la seguridad moderna junto a conceptos
modernos de seguridad como la predicción de daños y fallos, la reducción de pérdidas, la seguridad laboral
con el primer documento impreso de salud ocupacional y la seguridad social, a su vez, nacerán los
documentos precursores de los derechos humanos y del derecho internacional ofreciendo garantías de
seguridad hasta el momento latentes como son el derecho procesal y penal.
Analizando esta etapa, según Carrasco (2012) este periodo que comprende desde el siglo XV hasta finales
del XVIII es el de una sociedad que dividida en tres estamentos se apoya en la diplomacia y en las guerras
de ejércitos permanentes para mantener el sistema de monarquías absolutas. Gómez de Pedro (2001) expone
de Rosanvanllon los cambios que se produjeron al pasar del Estado feudal medieval a un Estado moderno
forjado entre los siglos XIV y XVIII, visto como un Estado protector a cargo de los derechos de los
individuos con una doble tarea, la reducción de la incertidumbre y la producción de seguridad. A su vez,
López (2004) expone que este Estado Moderno, surgió como una forma de organización política ante la
crisis de organización territorial de la Edad Media para extenderse a todo el mundo como la única forma de
organización política reconocida en el sistema mundial. El Estado Moderno centralizó el poder
culminándose según cita Bobbio (1981) en López (2004) a finales del siglo XVI con la formulación de la
doctrina de la soberanía y consolidándose según cita Jellinek (1914) también en López (2004) en el siglo
XIX al constituirse en Estados organizados. En esta etapa, antes de 1800 estos Estados modernos se
localizaban principalmente en Europa occidental, Rusia, Estados Unidos y China. Gómez de Pedro (2001)
continúa exponiendo que la autoridad la ostentaba un soberano que representaba al núcleo social, de tal
manera que el Estado se convierte en garante de esta doble seguridad, por un lado la vida y la propiedad
privada, legislando la posesión y el uso de la propiedad y, por otro, asegurando la paz y las relaciones con
otras sociedades y países, esta primera, es una novedad política de estos nuevos Estados ya que hasta
entonces se limitaban a la protección en caso de guerra con otros países.
Dentro de esta primera seguridad citada por Gómez de Pedro, Rousseaux (2013) establece que el control
de la violencia expresada de tres formas: física como son homicidios y diversas disputas; verbal a través de
insultos, amenazas, calumnias y blasfemias y; sexual, fue el gran desafío para las ciudades con alta densidad
de población. Estos comportamientos se criminalizaron en el siglo XVI siendo un mal endémico durante
los siglos XVII y XVIII precisando de distintas estrategias para controlarlos, como: la figura del
apaciguador institucionalizada entre los siglos XV y XVI ante las frecuentes disputas entre burgueses para
regular conflictos de sangre acordando daños y perjuicios; en los Países Bajos precoces en desarrollo
urbano, se restablecía la paz y se ejercía el control a través de multas, medidas de protección y de refuerzo
de la seguridad como el derecho a portar armas, el uso de jurisdicciones especializadas y la figura de la
policía urbana, o; en el sur de Europa el uso del tratado de paz y el juramento plasmado hasta el siglo XIX
(Rousseaux, 2013). Finalmente el sistema judicial disminuyó los homicidios pero aumentaron los golpes y
la violencia verbal debido a la clandestinidad, por último ya en el siglo XVIII al margen de los motines,
129
Capítulo 2. Marco contextual y teórico
Rousseaux (2013) afirma que aumentó la seguridad en las ciudades convirtiendo al control de la misma en
el campo como el desafío a lograr a partir de 1750, alcanzándose en el siglo XIX.
Continuando con la segunda seguridad que citaba Gómez de Pedro, la guerra era un elemento presente de
manera constante en la vida de los europeos de la Edad Moderna, por lo que la violencia, las rebeliones, los
conflictos y las discusiones junto a los pleitos son elementos cotidianos en esta sociedad (Barriga, 2008).
Su historia, pervivió en la Edad Moderna, debido a la trascendencia que tuvo en las Relaciones
Internacionales y al legado de los escritores militares, lo que permitió conocer la estructura militar y las
innovaciones de los ejércitos de la época (Herrero, 2013). En esta época, se produce lo que los expertos
catalogan como “Revolución militar”, el concepto fue acuñado según cita García Barriga (2008) por
Michael Roberts y, posteriormente utilizado por Geoffrey Parker, en referencia a los cambios que se
producen en la táctica y la estrategia a finales del siglo XVI y durante el siglo XVII conduciendo a una gran
repercusión de la guerra sobre la sociedad debido al cambio en las normas de reclutamiento de soldados, el
aumento de la fiscalidad destinada a financiar la guerra cada vez más costosa y, a su gran poder de
destrucción. Siguiendo a estos autores, Roberts (1956) en su obra "The Military Revolution, 1560-1660"
explica esta revolución basándose en cuatro innovaciones, la primera en lo referente a la táctica con el
predominio de la arma de fuego, la segunda en el aumento del tamaño de los ejércitos europeos, la tercera,
en el desarrollo de complicadas estrategias y la cuarta debido al aumento de los ejércitos derivando en el
aumento de gastos y problemas en la recluta, en los daños y en la asiduidad en la guerra por parte de los
estados. A su vez Parker (1990; 2002) analizó la relación de estas innovaciones militares europeas con el
dominio mundial que consiguieron, exponiendo que, gracias a las mejoras de la revolución militar, entre
1500 y 1800, las potencias occidentales obtuvieron la primera supremacía militar de la historia, en esa
franja temporal, invadieron América, Siberia y Filipinas, posteriormente el sur de Asia y, por último, el
Extremo Oriente y África, en 1650 ya contaba con el dominio de América central y del nordeste, de las
costas del África subsahariana, de las islas del sureste asiático y de la citada Siberia. Otro autor, Headrick
(2011) señala también el control que ejercieron en los océanos Índico, Atlántico y Pacífico y especifica que
entre 1800 y 1914, pasaron de dominar el 35% al 84,4% de la superficie terrestre. Volviendo a Parker,
confirma lo expuesto por Roberts, las innovaciones tácticas llegaron con el auge de las armas de fuego que
relegaron a la caballería, la necesidad de aumentar la cadencia de fuego llevó a modificar las formaciones,
disponiendo largas filas de hombres que disparaban por turnos, siendo el modelo sueco el que terminaría
por imponerse. Señala también al igual que Roberts cuatro elementos clave para explicar esta hegemonía;
la creación de una artillería pesada en el siglo XV en Francia para batallas navales y terrestres, un tipo de
fortificación desarrollada en Italia que resistía los grandes cañones, la creación del galeón en torno a 1520
y, la invención de los mosquetes y arcabuces en 1590 por parte de los Países Bajos (Parker, 2002).
Apoyando estas ideas, Duffy (1980) en Espino (1993) señala que la revolución militar llevó a una
revolución de los Estados Europeos en el siglo XVIII debido a los problemas administrativos que suponía
reclutar y pagar más soldados y construir más barcos y fortalezas. Otro autor, Black (1991) delimita el
cambio de los ejércitos europeos a las fechas que comprenden entre 1560 y 1670 aludiendo que con la
aparición del mosquete con bayoneta, como principal innovación técnica, se incrementó la capacidad
defensiva y ofensiva de la infantería. Para finalizar la exposición del impacto de la guerra en la sociedad
130
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
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Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
entre los siglos XVI y XX, cuatro autores con sus respectivas obras dentro de la colección denominada
“War and society” (Hale, 1998; Anderson, 1998; Geoffrey; 1998; Bond, 1998) lo analizan de forma
detallada en sus distintas vertientes.
Al margen de la doble seguridad analizada que manejan los estados, con la evolución de la sociedad, surgen
nuevas necesidades de seguridad, Manunta (1997, s.f.) maneja que desde el siglo XVIII, los conocimientos
que facilitó la invención de la imprenta y los descubrimientos científicos contribuyeron en el fomento de la
cultura de seguridad, por ejemplo el trabajo de los cerrajeros se consideró el arte de los reyes impulsando
la seguridad doméstica y la privada, el autor especifica que las teorías de Gauss y Kolmogorov sobre la
medición, los principios de probabilidad de Laplace y el teorema de predicción de Bayes dieron una base
científica a la predicción de daños y fallos de un sistema de seguridad junto al concepto de reducción de
pérdida. Arias (2012) también marca la creación de la imprenta en el año 1450, como punto de inflexión en
el concepto de seguridad, en este caso hace referencia a la seguridad laboral, con ella se publica el primer
documento impreso de seguridad y salud ocupacional, sería en Alemania en el año 1473, a través de un
impreso de Ulrich Ellenbaf con diversas enfermedades profesionales. Dicha salud ocupacional no se
desarrollará hasta el siglo XIX, debido al interés prioritario por los aspectos técnicos del trabajo en lugar
de la seguridad con el nacimiento de la industria del siglo XVIII. Nacimiento que según Manunta (1997,
s.f.) originó la seguridad moderna durante su Revolución Industrial por el miedo a las huelgas y revueltas
laborales, a los robos y atracos y al poder del fuego en los incendios desarrollando la industria de seguridad.
Arias (2012) maneja que la revolución industrial no llegó de forma abrupta sino que se fue transformando
con la invención de diversos artefactos, desde el año 1500 hasta el siglo XVIII se crearon la bomba de agua,
la manivela, los telares de Hargreaves, la lanzadera volante de Kay etc., y ya en el año 1776 con la invención
de la máquina de vapor por parte de James Watt se inicia la mecanización de los sistemas de producción y
de transporte con la consiguiente migración masiva a las ciudades donde se asentaban las fábricas. Este
proceso derivó en graves problemas sociales, caos, explotación y condiciones infrahumanas, malnutrición
y pobreza, el exceso de población en las ciudades llevó al hacinamiento y trajo consigo enfermedades y
epidemias. Arias (2012) continúa su exposición aludiendo que las condiciones laborales de seguridad y
salud eran mínimas, por la carencia de cultura de seguridad y la gran cantidad de trabajadores se producían
abusos y dos terceras partes de los obreros eran mujeres y niños que sufrían accidentes, lesiones y muertes,
esta situación llevó a implementar leyes que protegían al trabajador como el edicto de protección contra
accidentes del año 1778 en España, por parte de Carlos III.
De la mano de la seguridad laboral, surge el concepto de seguridad social, Nugent (1997) señala que la
formación de la seguridad social es el resultado de un largo proceso desde el momento en el que pequeños
grupos de trabajadores se unen con la finalidad de protegerse mutuamente hasta llegar a la protección de
todos los trabajadores contra múltiples riesgos y contingencias. El autor señala de Paúl Durand las tres
etapas por las que pasó el sistema: el primero dentro de sus denominados “Procedimientos indiferenciados
de garantía” como el ahorro individual, la mutualidad, el seguro privado y la asistencia pública; la segunda
los denominados “Seguros sociales” y; la tercera la propia “Seguridad social”. Todas estas fases se
desarrollarán en la siguiente etapa, la Edad Contemporánea. En esta etapa anterior, surgen sus inicios, con
131
Capítulo 2. Marco contextual y teórico
los denominados “Sistemas iniciales de protección”, que se identifican con la primera fase que expone
Durand, con la revolución industrial el trabajador se encontraba desamparado frente a los riesgos de
extenuantes jornadas de trabajo y míseros salarios que aceptaban para luchar contra el hambre, además la
huelga y la coalición eran delitos, los empleadores no estaban obligados a solventar los problemas de
enfermedad y accidentes laborales debido a los incrementos que suponían en los costes de producción por
lo que los obreros tenían que hacerse cargo con sus sueldos, enviando a sus mujeres e hijos a las fábricas
siendo aun así insuficiente, por lo que de forma progresiva fueron surgiendo estos sistemas iniciales de
protección como los citados; ahorro individual, seguro privado, mutualidad, asistencia pública y
responsabilidad civil (Nugent, 1997).
Otro aspecto clave en la concepción de la seguridad como se entiende actualmente basada en múltiples
legislaciones, es la aparición del derecho internacional, Manunta (1997, s.f.) afirma que la seguridad
cambiaría de bien privado a bien público con el replanteamiento del concepto de justicia que se realizó por
el interés en las instituciones y el progreso de la sociedad de pensadores liberales como Locke y Voltaire
junto a oros como Rousseau, Beccaria, Verri, Bentham o Mill. Nuevamente Carrasco (2012) afirma que
con el objetivo de crear normas internacionales que protegiesen las relaciones entre los diferentes Estados,
durante la Edad Moderna, nació el derecho que regula la actual sociedad, la convivencia en relación a unas
normas entre los distintos Estados soberanos puede considerarse el origen del Derecho interestatal, aplicado
en Europa durante los siglos XVI, XVII y XVIII. Continuando con Carrasco (2012), a través del derecho
positivo y de gentes, se distinguía entre guerras justas e injustas, siendo la diplomacia el primer recurso
para resolver los conflictos y, la guerra, la solución final a la que no se quería llegar, recordando el gran
poder de destrucción de la guerra citado de García Barriga (2008), el autor menciona que los daños que
suponían para los territorios los conflictos, hizo que la guerra fuese odiada y temida, por su reguero de
muerte, destrucción, precursor de epidemias, de escasez de alimento y consecuente aumento del precio de
los mismos que suponía decadencia, crisis económica y descenso demográfico. Siguiendo la exposición de
Carrasco (2012) en 1648 con el tratado de Westfalia se produjo un equilibrio entre las relaciones de los
estados europeos y un sistema de diplomacia permanente, como consecuencia de este tratado y el de
Augsburgo, Europa centró sus relaciones en los tratados encaminados a eliminar tensiones y desarrollar la
paz, constituyendo según cita Nussbaum (1949) en Carrasco (2012) la base del derecho internacional que
perduraría hasta después de la primera guerra mundial.
Otro aspecto fundamental para la seguridad, relacionado con el citado derecho internacional, es el
nacimiento de los derechos humanos, recordando sus predecesores como; el cilindro de barro en que Ciro
el grande, primer rey de Persia, gravó en el año 539 a. C. pudiendo considerarse derechos análogos a los
cuatro primeros derechos humanos actuales que recoge Naciones Unidas y, la consiguiente Ley Natural
romana, junto con la Carta Magna de 1215. En este periodo destacan como se verá a continuación, como
precursores escritos de los derechos humanos actuales: la Petición de Derechos de 1628, la Constitución de
Estados Unidos de 1787, la Declaración Francesa de los Derechos del Hombre y de los Ciudadanos de 1789
y, la Carta de Derechos de Estados Unidos de 1791. Con la destrucción de los derechos medievales que
consolidaban el poder en el emperador y la iglesia, en los siglos XVI, XVII y XVIII aparecen estos
132
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
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Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
documentos precursores de los modernos derechos humanos en base a cinco modelos, el inglés, el
angloamericano, el francés, el iberoamericano y la legislación indiana (Comisión Nacional de los Derechos
Humanos, s.f.).
En el modelo inglés, se encuentra en el año 1628 “La petición de derechos” aprobaba por el rey Carlos I
que protegía derechos patrimoniales y personales, en el año 1679 “El acta Habeas Corpus” redactada
durante el reinado de Carlos II que protegía los derechos de presos y acusados estableciendo que en toda
detención tenía que haber mandamiento judicial y la persona detenida presentada ante un juez ordinario, y,
en el año 1689 el “Bill of Rights” como condición para coronar a la reina María II Estuardo, consagrando
los derechos anteriores de libertad de expresión, de culto, de voto, de portación de armas así como el
principio de legalidad y la seguridad jurídica de los procesados (Comisión Nacional de los Derechos
Humanos, s.f.). Dentro de este modelo, Hobbes en su famosa frase “Homo homini lupus” establece que el
hombre debido a su maldad innata debe renunciar a su capacidad de autogobierno a través de pactos entre
ciudadanos en nombre de la seguridad ya que la libertad es el origen el caos, reconoce el derecho de los
ciudadanos a que el Estado garantice la seguridad y el derecho a la desobediencia en caso de que no la
pueda garantizar, finalmente en su famoso “Leviatan” afirma que los ciudadanos deben tener garantías en
derecho penal y procesal (Comisión Nacional de los Derechos Humanos, s.f.).
El siguiente modelo, el francés, surge tras la revolución francesa, periodo de diez años en el que Francia se
vio envuelta en numerosos conflictos violentos entre simpatizantes y detractores del antiguo régimen,
comenzando con la proclamación del Tercer Estado en 1789 y finalizando con el golpe de estado de
Napoleón en 1799. Revolución que derivará en los actuales principios de libertad, igualdad y fraternidad
(Máiz, 2007). Martín (2013) establece lazos de unión entre las revoluciones inglesa y americana, afirma
que la Gloriosa Revolución de Inglaterra en 1688 hizo que una revolución universal pudiese ser viable, el
punto de inflexión se produce entre los siglos XVIII y XIX cuando se articulan las revoluciones industriales,
políticas y sociales, siendo la toma de la Bastilla en 1789 el símbolo de que una revolución tras diversos
fracasos, fuese posible en la ciudad más importante de la época. A su vez, maneja que la Revolución
Americana aporta una conciencia de crisis generalizada en el mundo, manejando problemas internos y
tensiones sociales entre comunidades de ciudadanos, fue inestable hasta 1787 año en que Washington es
nombrado presidente y todos los Estados ratifican la Constitución, diferenciándose de la francesa en que,
esta última es inédita al igualarse la fuerza del pueblo a la de las élites, exigiendo una solución política
distinta a la imposición de un régimen autoritario (Martín, 2013).
133
Capítulo 2. Marco contextual y teórico
Analizando el contexto deportivo específico de la Edad Moderna, se observa cómo tras el oscuro
periodo de la Edad Media, se recupera el interés por el deporte retomado de las florecientes
culturas griega y romana. Se observa como el carácter militar sigue presente pero no es tan
relevante como en épocas anteriores y su finalidad se va diversificando debido al cambio de
mentalidad, el paso del feudalismo al capitalismo, la constitución del estado moderno, al
descubrimiento de la pólvora y la correspondiente ausencia de necesidad de formar soldados
físicamente sublimes así como al proceso civilizador asociado al deporte. Distintos autores
expresan el resurgimiento del deporte y la necesidad de formar a través del mismo, Sainz (1992)
formula que en Italia comienza en el siglo XVI el Renacimiento, floreciendo el interés por las
prácticas físicas de la antigüedad, apareciendo durante los siglos XVI y XVII una tendencia en la
que se utiliza la educación física para formar a los jóvenes marcada por distintos autores como
Rabelais, Rousseau, Lache, Montaigne o Spencer entre otros. Hernández & Arroyo (2010) marcan
que con el Renacimiento, se seculariza la actividad deportiva convirtiéndose en algo banal y
comienzan a emplearse los ejercicios físicos como medio para formar a los jóvenes, citan de Diem
que con el Renacimiento se liberan convencionalismos y dogmatismos religiosos, preparando el
camino de la revolución francesa y postulando el derecho natural, bases del deporte moderno.
Macías (2011) reafirma que pasada la época oscura de la Edad Media, se recupera la tradición
griega y romana con el Renacimiento, recuperando la importancia para el hombre de la educación
física, mediante distintas finalidades, la higiénica y de salud, la recreativa y la militar. Por lo tanto
esta última finalidad sigue presente en esta época al igual que en las anteriores, aunque su interés
e importancia se ve reducida con respecto a sus épocas predecesoras.
Analizando la finalidad militar en el deporte occidental de la época, Hernández & Arroyo (2010)
analizan en profundidad los países de Italia, Francia, Inglaterra y España, en el ámbito italiano con
el “Cortesano de Castiglione” se comienza a concebir la educación física de forma diferente,
siendo una de sus vertientes la preparación para la guerra, en este aspecto destaca Pietro Paolo
Vergerio, considerado el fundador de la educación física, seguía el modelo espartano a través del
arte de la guerra incluyendo en su obra actividades de manejo de armas. Con el descubrimiento de
la pólvora este pensamiento evolucionó hacia objetivos no militares debido a que las técnicas que
se usaban quedaron obsoletas. En este aspecto Ruiz (2015) cita de Diem que la aparición de la
pólvora redujo la condición física de los soldados hasta llegar a la necesidad de dar la alarma
acerca de su debilidad física. Retomando la exposición de Hernández & Arroyo (2010) afirman
que en el ámbito italiano también destacan: Guarino de Verona quien consideraba que el ejercicio
era necesario para la vida diaria y no sólo como preparación de la guerra; su discípulo Vittorino
di Feltre quien creó una institución educativa denominada “Casa gocosa” donde se practicaban
entre otros tiro con arco, lucha libre y esgrima; Enea Silvio, futuro Pío II el cual exigió dentro del
programa educativo el endurecimiento físico junto a actividades como el tiro con lanzas, arco y
honda, y; finalmente Hieronymus Mercurialis el cual distinguía entre gimnasia higiénica, atlética
y militar, respecto a este último aspecto, en el Capítulo XXV denominado “De las luchas y
134
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
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Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
jimnásia y paléstrica” de su libro I narra como en la palestra se luchaba agarrándose de los brazos
para tirarse al suelo, desnudos y untados en aceite, con respecto a la lucha, Galeno estimó tres
objetivos siendo uno de ellos ejercicio para la guerra, continuando con el libro I de Mercurialis,
su capítulo XXVII habla del pugilato como una lucha en que no estaba permitido el agarre y se
ejercía mediante los puños, el pancracio como una mezcla de lucha y pugilato y los cestos, como
un pugilato con manoplas de hierro. Analizando otras actividades deportivas, sobresale la esgrima,
Paredes (2002) maneja que la esgrima alcanza en Italia su máximo esplendor, siendo en el siglo
XVI la academia del mundo a la que asisten alumnos de múltiples países demandantes de su
afamada escuela de Bolonia donde impartían Viggiani, DallÁgochi y Marozzo. En el ámbito
francés, Hernández & Arroyo (2010) citan a Michel Eyquem de Montaigne el cual al igual que
Platón manejó que la gimnasia y el ejercicio hacían resistentes al dolor. Los autores también
expresan que al igual que en Italia, la esgrima gozó de gran popularidad e identifican la lucha con
zancos como una actividad practicada en la región francesa de Namur, refrendado según cita Diem
(1966) en Hernández & Arroyo (2010) el combate entre cincuenta zancudos con que fue ofrendado
Felipe II en su visita a la zona. Al igual que en el ámbito italiano, Paredes (2002) maneja que en
Francia la esgrima tiene una gran importancia y cuenta con una academia que regula las distintas
armas como la daga, la lanza, la maza, la espada corta y larga, el mandoble, la alabarda, la pica y
el escudo. En el ámbito Inglés Hernández & Arroyo (2010) manejan que al igual que en Italia, el
paso del feudalismo al capitalismo va otorgando un nuevo concepto al deporte, aquí destacan:
Thomas Elliot, considerado el padre del sistema educativo inglés quien clasificó los ejercicios en
ejercicios de agilidad, fuerza y velocidad, ejercicios digestivos y ejercicios de guerra y paz; Roger
Asham autor de “Toxophilus” considerada la mejor obra de tiro con arco y de “The Schoolmaster”
en donde explicó que todo joven mayor de catorce años debía entrenarse entre otras disciplinas en
lucha, esgrima, justas y en tiro con ballesta; Richard Mulcaster quien clasificó las actividades
según la intencionalidad en médicas, atléticas y premilitares, recomendando entre otras la caza, el
tiro con arco, la lucha y la esgrima y; el obispo Morton quien en su libro “The Boocks of sports“
de 1617 incluía entre otras las actividades deportivas de jabalina, caza, esgrima y lucha libre.
Finalizando la exposición del ámbito inglés, Hernández & Arroyo (2010) establecen que las
históricas Public Schools de Westminster de 1560, Marchant Tylor´s School de 1561, Rugby de
1567 y Harrow de 1571, fueron los centros precursores del deporte moderno. Finalmente en
España, Hernández & Arroyo (2010) afirman que el siglo XVII siglo de crisis, ruina económica,
epidemias, problemas sociales y continuos conflictos bélicos perdidos, fue un siglo de desastre
generalizado. El deporte se fue alejando del control de la iglesia convirtiéndose en rituales festivos
que entretenían al pueblo, ocioso debido a la cantidad de días festivos de la época, mayores incluso
que los laborables, continuando la relación con el contexto militar destaca Juan Luis Vives como
la antítesis, considerado gran pacifista, manejaba que la educación física debía promover el
crecimiento del cuerpo y no ser una educación espartana para jóvenes salvajes, al igual que los
jesuitas quienes se oponían a la educación de los jóvenes fundamentada en la guerra, por otro lado:
Cristóbal Méndez, considerado el primer exponente histórico de la actividad física en España,
mediante su obra “Libro del exercicio corporal y de sus provechos” de 1553 enumera entre otros
135
Capítulo 2. Marco contextual y teórico
como origen utilitario, los torneos, la esgrima y el juego de la espada con dos manos, en el capítulo
II afirma que ejercitarse con armas es el mejor ejercicio para que los jóvenes conserven la salud,
se hagan diestros y se defiendan; Pedro de Guzmán manejaba que los juegos nobiliarios servían
para la milicia; Sebastián de Covarrubias que los torneos a pie y a caballo se introdujeron para que
la infantería y la caballería se ejercitasen en el manejo de las armas para ser diestros en la pelea;
Juan de Mariana defendía la violencia en caso de necesidad argumentando que debían estar en
guerra continua para vivir en paz, era una defensor del utilitarismo como preparación para la guerra
como lo manifestó en su obra “Del rey y de la Institución Real” del año 1559 repasando juegos
relacionados con la educación militar como múltiples luchas a pie y a caballo, peleas a la manera
de los moros y en la caza la necesidad de que los jóvenes para fortalecerse pasasen hambre, sed y
cansancio. Por último Rodrigo Caro en su obra “Días geniales y lúdicros” señala en su Diálogo I
el juego de cañas como la sustitución de los torneos, siendo un simulacro de torneo sin atisbo de
violencia ni agresividad, practicado por la nobleza hasta finales de siglo XVII, en su diálogo II
entre otras describe la lucha, el tiro con arco y con honda, las riñas a pedradas y el pugilato, este
último duro y peligroso al emplear guantes con puntas de hierro atados con correas a los codos o
a la espalda para que no se soltasen (Hernández & Arroyo, 2010). Con el siglo XVIII, la llegada
de la ilustración marca que la educación tenga como finalidad la felicidad del hombre,
extrapolándose al deporte, la finalidad de la educación física es tanto intelectual como física
mejorando las acciones naturales del hombre, fuerza, destreza y agilidad (Hernández, 2011). En
este siglo XVIII la caza seguía siendo privilegio noble, mantenía la finalidad de entrenamiento
militar como cita Alcantud (1993) en Hernández (2011) exponiendo que la caza era dada a los
caballeros para pasar el tiempo y ejercitarse en el manejo de las armas. Otro ejemplo de este
carácter militar se observa en Alemania a través del pedagogo Basedow quién fundó en 1744 el
instituto de Dessau “El philanthropinum” en el cual se realizaban ejercicios de resistencia al
hambre, a la sed, al frío y al calor, incluso al sueño, para endurecer los cuerpos, los alumnos
dormían sobre tablas, permanecían en oscuridad y en sitios que desconocían para que no tuviesen
miedo de nada (Hernández, 2011).
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Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
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civilizador inglés que produjo la deportivización de las distracciones, creando formas de ocio más
civilizadas y menos violentas. Los grandes defensores de esta teoría son Elías & Dunning (1992)
quienes mantienen que a lo largo del tiempo ha disminuido la tendencia de los hombres de obtener
placer practicando y presenciando actos violentos, en su obra “Deporte y ocio en el proceso de la
civilización” afirman que el deporte es una actividad que, requiriendo de algún ejercicio o de algún
esfuerzo físico, se organiza en torno a unas reglas para limitar la violencia permitida en el uso de
la fuerza, reduciendo así la posibilidad de resultar dañado, los códigos de reglas usados
equilibraban el logro de una alta tensión de lucha y una suficiente protección contra daños físicos.
Ambos autores cuentan que aun así, en el siglo XVIII el rechazo a causar daños durante la
competición deportiva se encontraba por debajo del nivel actual. Elías & Dunning (1992)
continúan su exposición aludiendo que en Inglaterra a mediados del siglo XVIII se observa como
empuje civilizador, el proceso de la deportivización, proceso que de la mano de las apuestas con
la tensión y el disfrute que generaban, fue transformando las formas violentas del deporte en la
ética del deporte. Un ejemplo de este proceso civilizador se encuentra en la caza, como actividad
sustituta de la guerra, en el siglo XVIII la abundancia de animales salvajes hizo que fuese necesario
cazarlos, en particular los zorros eran una amenaza para las aves, de modo que la gente disfrutaba
del placer de matar y comer animales sin restricciones, los militares veían en ello la excitación
equivalente a matar hombres en tiempos de guerra y, los nobles inventando la caza del zorro como
actividad para luchar por su status social, se retaban al igual que se hacía en combates con armas
como la valentía eminente o el acabamiento visible. Esta caza del zorro fue evolucionando con el
proceso civilizador, prohibiendo la participación humana en la matanza, delegando en los perros
la persecución y la función de matar, dejando para el hombre el placer visual en la persecución
siendo la principal fuente de entrenamiento (Elías & Dunning, 1992). Otro ejemplo se encuentra
en la civilización del rugby descrita posteriormente al pertenecer temporalmente a la siguiente
etapa, la Edad Contemporánea. Finalmente los autores manifiestan cierta controversia en este
proceso civilizador argumentando que la sociedad, incluso los pudientes, al ver cada vez más
reducida su capacidad para emplear la fuerza sin la autorización de la ley y viendo que eran más
sensibles a derramar sangre y al uso de la fuerza bruta, se las ingeniaron para obtener placer en
actividades que incluyesen ejercer violencia física y matar (Elías & Dunning, 1992).
Finalizando la exposición, junto con las obras citadas por Hernández & Arroyo (2010) al igual que
en las etapas anteriores, Betancor & Vilanou (1995) también recogen referencias en los textos en
relación a estas prácticas durante la Edad Moderna, como: el “Libro del ejercicio y sus provechos”
del doctor Cristóbal Méndez del año 1553; la obra “Del Rey y de la institución real” de Juan de
Mariana del año 1599; la obra “La ciudad del sol” de Tomás de Campanella del año 1602; la obra
“Idea de un príncipe político-cristiano representada en cien empresas” de Diego Saavedra del año
1640; la obra “De educación” de Milton del año 1644 y; el capítulo IX de la obra Ciencia de la
legislación denominado “Reglas generales sobre la educación física de la primera clase” de
Cayetano Filangieri entre 1780 y 1789. Por su parte Paredes (2002) debido a la gran importancia
de la esgrima en la época señala algunas obras como “La theorie de l´art et exercise de l´epée seule
137
Capítulo 2. Marco contextual y teórico
ou fleuret” de Bernard del año 1653, “Les vrays principes de l´epée seule” de la touche del año
1670 y, “L´exercise des armes ou le maniement de fleuret” de La Perche du Coudray del año 1676.
La Edad Moderna finaliza con el inicio de la Revolución Francesa del año 1789, este proceso
marcará una nueva etapa, la Edad Contemporánea.
El desarrollo y la justificación de cada aspecto, dirige a un análisis individualizado de cada uno a fin de
conocer su contribución en el desarrollo de la seguridad en la etapa, su inicio lleva a retomar los modelos
precursores de los actuales derechos humanos expuestos en la Edad Moderna, tal y como se citó, el modelo
francés surge con el comienzo de la Revolución Francesa, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos
(s.f.) recoge que dicha revolución estalló el 14 de julio de 1789 con la toma de la cárcel de la bastilla, ese
mismo año en París, se proclamó la “Declaración de los derechos del hombre y del ciudadano” a la que la
siguió una segunda en 1793 con nuevos derechos como el derecho al trabajo, a la instrucción y a la
138
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
asistencia y una tercera dos años más tarde más restrictiva, siendo estas declaraciones las referentes para
los distintos países. López (2011) manifiesta que antes de la Revolución Francesa la justicia era irregular
para los ciudadanos, los jueces eran designados por el monarca y seguían sus instrucciones por miedo a ser
condenados a muerte, a raíz de la revolución, con la citada declaración de los derechos del hombre, la
Constitución de 1791 y el Código Civil Francés de 1804 nació el principio de seguridad jurídica en donde
el individuo es tratado sin discriminación primando sus derechos. La seguridad jurídica evolucionaría, hasta
derivar en el derecho internacional, del que López (2004) expresa que, actualmente más de trescientos
sesenta organismos internacionales intergubernamentales junto a organizaciones no gubernamentales y
empresas transnacionales que actúan en todos los campos de actividad, controlan las bases legales por
encima incluso de los propios estados.
Continuando con la evolución de los derechos, en el siglo XIX se produjo la abolición de la esclavitud, las
primeras reivindicaciones de los derechos sociales y de las mujeres y, las primeras normas de “Derecho
Internacional Humanitario” basadas en las ideas de Dunat, el cual promovió en 1863 el Comité
Internacional de la Cruz Roja para proteger la vida de las víctimas de la guerra, y reflejadas en las cuatro
convenciones de Ginebra de los años 1864, 1906, 1929 y 1949 destinadas a evitar el sufrimiento humano
en los conflictos armados (Comisión Nacional de los Derechos Humanos, s.f.).
Continuando el análisis evolutivo de la seguridad social comenzado en la edad anterior y, retomando los
sistemas iniciales de protección como los precedentes descritos en la Edad Moderna de la actual seguridad
social, en esta época, como describe Nugent (1997) surgen dentro de los mismos el ahorro privado, el
mutualismo y el seguro privado. Recopilando las principales características que describe el autor se
encuentran; el ahorro privado, constituido de forma particular en cada individuo surge como previsión ante
las necesidades futuras, es fomentado por el Estado en forma de cajas de ahorros entre las que destacan la
de Hamburgo en 1778, Oldemburgo en 1786 a la que le siguen la de Basilea, Berna y Zurich, la de
Edimburgo en 1815 y la de Londres en 1816, sin embargo este sistema es ineficaz debido a que los bajos
salarios delos trabajadores les impide ahorrar y para las clases pudientes no resulta atractivo. El mutualismo
fue otro sistema, basado en las aportaciones de los miembros de asociaciones de determinados colectivos
destinadas a afrontar riesgos o contingencias como enfermedades, la invalidez o la vejez. Funcionaron de
forma oculta al inicio del siglo XIX al estar prohibido el derecho de asociación, a mediados del siglo se
legalizaron y algunas se mantienen, al no tener ánimo de lucro sirvieron de base para la actual seguridad
139
Capítulo 2. Marco contextual y teórico
social. A finales del siglo XIX ante la insuficiencia de las asociaciones en las coberturas de los riesgos y
las contingencias, aparece el seguro privado en el que una aseguradora estimando el riesgo a cubrir establece
una cuota al individuo en forma de contrato privado, este sistema cubrió un numerosos grupos de personas
de distintas actividades incluso muchas empresas recurrieron a él para cubrir enfermedades profesionales
y accidentes de trabajo. Debido a que los sistemas iniciales de protección descritos fueron incapaces de
solucionar de forma integral los riesgos y las contingencias, Nugent (1997) cuenta como el Estado creó y
controló el seguro social obligatorio, siendo Alemania la que inició la segunda etapa histórica en la
evolución de la seguridad social, mediante Bismark, el cuál presentó en 1883 un proyecto de seguro
obligatorio contra enfermedades y accidentes para los trabajadores de la industria en el cual a través de
cotizaciones los trabajadores se hacían cargo de dos terceras partes del mismo y los empresarios de una
tercera parte, al considerar que los salarios se verían afectados y que los riesgos los producían los
empleadores, en 1884 se aprobó el seguro contra accidentes de trabajo a cargo íntegro de los empresarios
y en 1901 el Código de Seguros Sociales siendo las bases para los seguros sociales implantados a finales
del siglo XIX y principios del XX. Continuando con su exposición, Nugent (1997) cuenta la diferencia
entre los seguros sociales y la seguridad social aludiendo a que los primeros protegen a los trabajadores por
cuenta ajena contra determinados riesgos y contingencias mientras que la segunda protege a todos los
trabajadores contra todos los riesgos y contingencias a los que se enfrentan. Continúa afirmando que la
expresión seguridad social surgió de la Social Security Act que promulgó el presidente de Estados Unidos
Franklin D. Roosevelt el 14 de agosto de 1936 para hacer frente a la crisis económica que azotaba al país,
evitar las posibles convulsiones sociales que se produjesen y erradicar la miseria, para lo cual se ofrecieron:
subsidios de desempleo; de asistencia a indigentes, viudas y ancianos y; seguros de vejez, invalidez y
muerte para trabajadores por cuenta ajena, siendo la primera ley que consideraba la seguridad social de
forma integral. Dos años más tarde, en septiembre de 1938 se promulgó la Ley de Seguridad Social en
Nueva Zelanda, difundida por la Organización Internacional del Trabajo fue el gran influyente de la
legislación mundial sobre la materia. Este alcance mundial lo adquirió en la Carta del Atlántico de 14 de
agosto de 1941 y en la Declaración de Washington de 1942 al proclamar que todas las Naciones debían
garantizar a sus ciudadanos las mejores condiciones de seguridad social. En la evolución de su estructura
destacaron: el economista inglés William Beveridge a través de su informe “Social Insurance and Allied
Service” publicado en noviembre de 1942, el Plan Wagner-Murray de 1943 para Estados Unidos, el Plan
Marsh de Canadá, la Declaración de Filadelfia aprobada en mayo de 1944 por la Organización Internacional
del Trabajo en la que se proclamó que es obligación de dicha organización elaborar programas para alcanzar
la plenitud de empleo, aumentar el nivel de vida, establecer un salario mínimo, extender las medidas de
seguridad social incluyendo la asistencia médica completa, proteger la infancia y la maternidad y asegurar
un nivel óptimo de alimentación, vivienda y recreación y; Pierre Laroque, auditor del consejo de Estado de
Francia con su Plan de Seguridad social de 1946 en el que extendía al seguridad social a toda la población.
Finalmente la Declaración Universal de los Derechos Humanos aprobada por Naciones Unidas recogió en
su artículo 22 el derecho a la Seguridad Social, al igual que sucedió en la Carta de Libertad Europea de
1950, en la Carta Social Europea de 1961, en el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y
Culturales de Naciones Unidas de 1966, en la Convención Americana de Derechos Humanos de 1969 y, en
las Declaraciones Iberoamericanas de Seguridad Social de 1972 y 1976 (Nugent, 1997). Cada uno de los
140
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
marcos normativos presentados, tanto los de los sistemas iniciales de protección como los de la seguridad
social, culminaron con el nacimiento de una nueva disciplina jurídica, el derecho de la Seguridad Social.
Todos estos derechos, nacen de los Estados, quienes tradicionalmente han sido el referente de la seguridad,
su funcionamiento se basaba en la protección de sus ciudadanos de las amenazas de otros estados mediante
el poder militar y en la demanda de su lealtad a fin de garantizar la seguridad y proteger los intereses
nacionales (Laborie, 2011). En la Edad Contemporánea y relacionado con el mismo, aparecen nuevas
aportaciones relacionadas con la seguridad, Manunta (1997, s.f.) señala al respecto que la prevención del
crimen apareció como un componente fundamental de la seguridad de los gobiernos en la que destaca el
Acta de la Policía de Gran Bretaña en 1835 y la creación de una policía metropolitana moderna como la
base de la actual policía. De la mano de la prevención del crimen y de la policía, Tijoux (2002) habla del
encierro penal, confirmado en Francia en 1810, como la medida de control más usada por las sociedades
de occidente y de la prisión como medida de transformación en hombres de bien mediante un proceso
regulado por el derecho penal, a su vez añade que los dos grandes problemas que tenían las prisiones como
eran los contagios y las malas condiciones de vida se solventaron con el encierro en celdas individuales y
la modernización de las mismas. Continuando con el control del delito, Garland (2005) en Míguez (2015)
señala la transformación contemporánea sufrida por el Estado para reducir las situaciones que favorezcan
la comisión de delitos, a través de la prevención proactiva que realiza, mediante la coordinación de agencias
estatales y no estatales, buscando qué actividades y quiénes pueden generar inseguridad, en lugar de la
persecución y el castigo a través únicamente de las fuentes directas descritas como la policía, los tribunales
o las prisiones. Con el Estado y la seguridad pública involucrados en el control del crimen, nuevamente
Manunta (1997, s.f.) señala que la seguridad consiguió una gran relevancia política, cultural y comercial
derivando en nuevas áreas de investigación entre las que destacan la industria de las cerraduras, las cajas
fuertes y las puertas blindadas con cerrajeros como Bauche, Fichet y Chubb, la primera central de alarmas
creada en 1858 por Edwin Colmes y su empresa de alarmas Holmes Protection Inc, las primeras empresas
de telégrafo y el envío de alarmas a distancia a dichas centrales, los primeros circuitos de alarmas en 1889
en Nueva York, las primeras empresas de seguridad privada, Sorensen en Suecia y Pinkerton en Estados
Unidos y sus servicios a gobiernos y particulares, las compañías de seguros con los contratos que ofrecían
y el asesoramiento que efectuaban en temas de seguridad, los primeros manuales para personal de seguridad
en Inglaterra y Francia, el florecimiento de la industria de la seguridad y su implantación en los gobiernos
ante los conflictos que se avecinaban por miedo al espionaje, al sabotaje y al sometimiento militar y,
finalmente, en 1919 de la mano de Henry Fayol la seguridad como necesidad de la industria.
Para comprender el concepto de seguridad industrial y cómo se desarrolló es necesario analizar sus
orígenes, la Revolución Industrial trajo consigo el concepto de seguridad industrial, Arias (2012) expone
que durante la Primera Revolución Industrial que se desarrolló entre 1760 y 1830 Inglaterra y Francia
lideraron en Europa el ámbito de la salud y la seguridad ocupacional, mientras que en la Segunda
Revolución Industrial desarrollada entre 1870 y 1914 fue Estados Unidos el que lideró el proceso, en el
caso de Inglaterra, el Parlamento Inglés en 1802 reguló el trabajo en las fábricas limitando la jornada laboral
y estableciendo unos niveles mínimos de educación, higiene y salud en los trabajadores, con estas leyes se
141
Capítulo 2. Marco contextual y teórico
establecieron en el país medidas de seguridad concretas; en 1828 a través del programa educacional, moral
y ambiental para el trabajador de Robert Owen; en 1830 con la visita diaria de un médico a las fábricas
propuesto por Robert Backer; en 1841 con la ley de trabajo para niños; en 1844 para las mujeres o; en 1848
a través de la legislación sanitaria industrial, Letayf & González (1994) en Arias (2012) indican que en
1850 comenzaron a verificarse dichas normas hasta alcanzar soporte legal en 1874. En el caso de Francia,
comenzó en 1822 la organización de la salud pública, en 1861 se realizaron los primeros análisis de
mortalidad ocupacional, en 1867 se incluyeron enfermedades ocupacionales en la ley del trabajo y el
instituto Luis Pasteur de París resaltó por ser un gran difusor de la normativa de higiene laboral, por su
parte en Alemania destacó el primer Instituto de Higiene de Múnich fundado por Max Von Pettenkofer en
1875 y siete años antes, en 1868, según cita Obregón (2003) en Arias (2012) aparecieron las leyes de
compensación del trabajador. Arias (2012) continúa exponiendo que Karl Marx y Frederick Engels
interesados por los derechos de los trabajadores tuvieron un papel decisivo en la legalización de la seguridad
de los mismos, generalizándose la protección de los trabajadores contra riesgos laborales a partir de 1890
en todo el mundo, debido al crecimiento empresarial, a la diversificación industrial, a la extensión del
comercio, al descubrimiento de nuevas fuentes de energía, a los avances técnicos que dieron paso al siglo
XX y a la institucionalización de la seguridad industrial. En esta última destacan: la Universidad de Harvard
estableciendo en 1918 el primer estudio superior de seguridad e higiene en el trabajo; ese mismo año los
comienzos de la Organización Internacional del Trabajo; la Escuela Americana Birds y el considerado padre
de la seguridad industrial y primer ingeniero de seguridad reconocido, Herbert William Heinrich, a través
de la publicación en 1931 de su obra “Prevención de accidentes laborales”; la ergonomía como nuevo
campo de estudio creado en Estados Unidos en 1949 con el apoyo de la Asociación Inglesa de Ingenieros,
convirtiendo a la seguridad industrial en 1960 en ciencia y profesión y; finalmente la creación de la
Occupational Safety and Health Administration (OSHA) (Arias, 2012). Para aclarar la importancia de este
concepto Schultz (1991) en Arias (2012) indica que entre 1941 y 1945 se produjeron más muertes por este
concepto que por combate durante la Segunda Guerra Mundial, Valero (2002) también en Arias (2012)
indica que el accidente de la Central Nuclear de Chernóbil del 26 de noviembre de 1086 está considerado
el accidente más catastrófico al tener que evacuar a 135.000 habitantes por riesgo de contaminación y
Ramírez & León (2004) nuevamente en Arias (2012) indica que en las últimas décadas se han producido
los mayores accidentes de la historia.
142
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Braun en 1942, la bomba atómica americana en 1945 o el primer ordenador digital de Konrad Zuse en 1949
(Manso, 2011). Ya en la segunda mitad del siglo XX destinados al uso militar, a la carrera espacial y a la
globalización se encuentran entre otros la tarjeta de crédito de Frank McNamara en 1950, la fibra óptica de
Kapany en 1955, la videocámara de Dolby en 1956, el satélite Sputnik, precursor del GPS de la URSS en
1957, el rayo láser de Maiman en 1960, la comunicación vía satélite de laboratorios Bell de 1962, el email
de M. I. Tecnology y el reconocimiento biométrico de la huella digital del FBI en 1969, la red Ethernet de
Robert Metcalfe en 1972, el teléfono móvil de Martin Cooper en 1973, la identificación por ADN de Alec
Jeffreys en 1984, el robot antiexplosivos en 1989, la identificación por voz en 1990, el reconocimiento
biométrico del iris de los doctores Flom, Safir y Daugman en 1995 y el microchip de Jack Kilby en el año
2000 (Manso, 2011).
Todas estas aportaciones culminan en el concepto de seguridad global, este término lleva implícito el
análisis de los principales conflictos de la época, hasta el comienzo de la Primera Guerra Mundial, Europa
vivía anárquicamente, ningún Estado se sentía seguro ya que la guerra era permitida por las distintas
naciones, los Estados eran independientes y no tenían vínculos de unión por lo que la seguridad se centraba
unilateralmente en la defensa y en la contención de los intereses y las amenazas particulares que pudieran
presentarse (Milano, 2006). Durante el siglo XX el tradicional modelo en el que el Estado era el garante de
la seguridad, a través de las alianzas, dio lugar a la defensa colectiva en la que países de ideología similar
se enfrentaban a amenazas comunes (Laborie, 2011). Fruto de estas alianzas el siglo XX, fue testigo de las
dos guerras más devastadoras que ha conocido la humanidad, la “Primera Guerra Mundial” y la “Segunda
Guerra Mundial” sus consecuencias y repercusiones incurrieron en el desarrollo de la denominada
seguridad global.
Analizando la primera, Gilbert & Devoto (2005) la señalan como el primer conflicto europeo del siglo XX,
en donde durante cuatro años y tres meses dos grupos de estados se agredieron con todos los recursos de la
ciencia militar. Renouvin (1972) la analiza en profundidad en su obra denominada “La Primera Guerra
Mundial” marcando su estallido en agosto de 1914 debido a los enfrentados intereses económicos y a las
aspiraciones expansionistas de los grandes Estados, por un lado Alemania y Austria-Hungría como
Imperios Centrales con ciento veinte millones de hombres en territorios contiguos, por otro Francia, Rusia
y Gran Bretaña como las Potencias de la Entente, más Serbia y Bélgica con doscientos treinta y ocho
millones de hombres en tres zonas separadas y una gran superioridad en armamento naval. Siguiendo la
exposición de Renouvin (1972) cada coalición trataba de aunar el apoyo de los países neutrales, que no
podían mantenerse al margen al afectar a su seguridad, Turquía entra en la guerra el 10 de noviembre de
1914 al firmar con Alemania un tratado secreto de alianza, Rumanía, Bulgaria y Grecia continúan neutrales
e Italia se une a la Entente el 26 de abril de 1915 al firmar un tratado en el que prometen a Italia los territorios
de habla italiana de Austria-Hungría y gran parte de la costa dálmata. La larga duración prevista en la guerra
según relata Renouvin (1972) marcó una crisis de armamento y material en la que los Estados destinaban
sus recursos, apareciendo la escasez de mano de obra en la industria y la agricultura, siendo necesario
asegurar alimento y materia prima a la población civil, en este aspecto, los Imperios Centrales tenían que
vivir de sus recursos debido al bloqueo que les efectuaban Francia y Gran Bretaña quienes disponían de
143
Capítulo 2. Marco contextual y teórico
libre circulación y recursos de los Estados neutrales al dominar el mar, este hecho fue replicado por
Alemania con una guerra de corso a través de sus submarinos, a la postre decisivo para el devenir de la
guerra. Dos años y medio más tarde tras una sensible debilitación del número de efectivos y sin poder
preverse el final, Renouvin (1972) identifica que se produjeron los primeros intentos de paz mediante
acuerdos, a finales de 1916 el presidente de Estados Unidos solicita saber las condiciones de paz que
requiere cada parte, la Entente el 10 de enero de 1917 contesta que deberán evacuar Bélgica, Lituania,
Polonia, Serbia y Montenegro y el nordeste de Francia, devolver Alsacia y Lorena a Francia, liberar del
dominio Austrohúngaro las poblaciones rumanas, italianas y eslavas y del dominio otomano las poblaciones
no turcas aceptando una reorganización de Europa. De la otra parte, los Imperios Centrales exigen recuperar
sus colonias, todos los territorios de Rusia occidental, los territorios polacos serían un Estado independiente
al que impondrían un vasallaje, se modificaría la frontera franco-alemana anexionando la cuenca minera de
Briey y en Bélgica tendrían el control de las fortalezas de Lieja y Namur, de las redes ferroviarias y se
suprimiría su ejército. Prosiguiendo con su narración, el autor afirma que debido a las incompatibilidades
que muestran ambas partes se descarta una paz diplomática, en ese tiempo, los Imperios Centrales dirigen
la guerra submarina contra los navíos comerciales tanto enemigos como neutrales a sabiendas que Estados
Unidos no iba a tolerarla ya que en mayo de 1916 obtuvo la suspensión de la guerra submarina en el
Atlántico y no iba a permitir que Alemania rompiese esa promesa, al menos necesitarían un año para formar
un ejército, el presidente Wilson tras el hundimiento del “Vigilentia” el 19 de marzo de 1917 entra en la
guerra aportando ventaja naval, económica, financiera y moral decisiva para la Entente, por otro lado la
caída del régimen zarista supuso la firma del tratado de Brest-Litovsk el 3 de marzo de 1918 en el que Rusia
establecía la paz con los Imperios Centrales renunciando a Polonia, Lituania, Curlandia, Livonia y Estonia.
Estos dos acontecimientos marcaron según expone el autor que Alemania tuviese que conseguir la victoria
antes de que llegasen en julio las tropas americanas, su llegada el 18 de julio marcaría tres meses después
la derrota de los Imperios Centrales, las poblaciones de Austria-Hungría se independizaron poniendo fin al
Imperio Austrohúngaro y disolviendo su ejército, Alemania sabiendo que su ejército ya no podía resistir
solicitó la paz el 4 de octubre de 1918, el presidente de Estados Unidos fue categórico con las condiciones
mediante cláusulas que les impedían reemprender la lucha y les exigían una transformación política radical.
Finalmente Renouvin (1972) concluye su obra enumerando las principales conclusiones de la Primera
Guerra Mundial como la pérdida de ocho millones quinientos mil hombres, el 20% de la población activa
de Rusia, Alemania y Francia, una crisis de subproducción, el declive de Europa y la trasformación de su
mapa político basado en el derecho de libre disposición de los pueblos establecido por el presidente Wilson
y la ascensión como grandes potencias de Estados Unidos y Japón, los primeros han tomado la delantera
en la economía mundial debido a su papel proveedor de recursos durante la guerra con el consiguiente
aumento del ritmo industrial y a la mitad de las reservas mundiales de oro que posee, los segundos poseen
la hegemonía del Extremo Oriente a través de privilegios económicos en China, ocupando Chantung, la
parte occidental de Siberia y archipiélagos alemanes del Pacífico. Gilbert & Devoto (2005) añaden entre
las consecuencias de la guerra la muerte de cinco millones de civiles debido a los bombardeos, las
enfermedades y el hambre. Después de la Primera Guerra Mundial ante la necesidad de una fuerza
internacional, se creó la Sociedad de Naciones para establecer un sistema de seguridad universal en la que
144
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
las distintas naciones se comprometiesen con la seguridad colectiva, pese a ello las agresiones de los
emergentes Estados totalitarios evidenciaron la debilidad de los mecanismos que disponían para asegurar
la paz sin poder impedir el otro gran conflicto citado “La Segunda Guerra Mundial” (Milano, 2006).
La Segunda Guerra Mundial, según Artola (2005) fue el mayor acontecimiento histórico del siglo XX,
produciéndose un choque de ideologías entre 1939 y 1945 que marcaron la frontera entre dos épocas.
Rzheshevski (1985) añade que durante seis años se vio inmersa en Europa, Asia, África, Australia y en los
océanos Pacífico y Atlántico el 80% de la población de sesenta y un Estados. Aracil, Oliver & Segura
(1998) lo analizan como el conflicto más destructivo e importante de la humanidad por la amplitud de los
combates y el alto nivel tecnológico del armamento empleado, produciendo una hecatombe demográfica,
al verse implicada la aviación, el concepto de frente se vio obsoleto implicando a toda la población, lo que
produjo más de cincuenta millones de muertes, cuatro veces más que las de la Primera Guerra Mundial, la
población civil sufrió bombardeos, deportaciones, prestaciones forzosas y exterminaciones por razones
étnicas y, más de treinta y cinco millones de heridos a lo que hay que sumar la muerte producida por la
subalimentación y las consiguientes enfermedades como el raquitismo o la tuberculosis.
Analizando el conflicto, Silva (2012) expone que tras la Primera Guerra Mundial, Europa sufría una
profunda crisis económica que provocó el surgimiento de nacionalismos, unido al resentimiento contra las
naciones vencedoras, en Alemania Adolf Hitler estableció una dictadura al asumir el poder en 1933, con
sus ideas de superioridad de la raza aria, habiendo firmado en 1936 el pacto Antokomintern entre Alemania
e Italia y pactos de no agresión con la Unión Soviética, Letonia, Estonia, Eslovaquia y Lituania, comienza
su idea expansionista invadiendo Polonia el 1 de septiembre de 1939 violando el tratado de Versalles.
Francia y Reino Unido se opusieron inmediatamente, el detonante para la invasión de Polonia fue el citado
pacto entre Alemania y la Unión Soviética firmado el 23 de agosto de 1939 denominado “Pacto Ribbentrop-
Mólotov” por el cual se repartirían la Europa central y Alemania se aseguraba víveres y combustible
temerosos de un futuro bloqueo por parte de Gran Bretaña al igual que les ocurrió en la Primera Guerra
Mundial. Silva (2012) afirma que posteriormente, Alemania debido a las alianzas que firmó con Rumanía,
Hungría y Eslovaquia decidió invadir la Unión Soviética pese al pacto que les unía, a su vez Italia invade
Abisinia sin que la Sociedad de Naciones como cita Sánchez et al. (2005) en Silva (2012) pueda resolver
sendos conflictos. Sánchez et al. (2005) en Silva (2012) continua citando que en 1940 Japón se une a Italia
y a Alemania a través del pacto Tripartito, en 1941 agrede a China y a la base estadounidense de Pearl
Harbor por lo que Estados Unidos entra en la guerra, en 1942 Japón había conquistado, Malasia, Indonesia,
Filipinas, Birmania, Tailandia, Nueva Guinea, las Islas Salomón y el archipiélago de Bismark, en 1943
Estados Unidos frenó su avance al desembarcar en la isla de Guadalcanal, a su vez combatió contra
Alemania hundiendo sus submarinos y bombardeando zonas estratégicas y junto con Gran Bretaña
desembarcaron en Marruecos y Argelia. Ramírez et al. (2009) también en Silva (2012) indican que el 6 de
junio de 1944 las tropas aliadas desembarcaron en Normandía liberando más tarde París, Luxemburgo y
Bélgica, invadieron Italia iniciando el camino hacia Berlín, en abril de 1945 los rusos avanzaron hacia
Berlín y los estadounidenses hacia Múnich provocando la rendición alemana en mayo y, en el pacífico, tras
la negativa a la rendición de Japón tras liberar Filipinas, el presidente de Estados Unidos Harry Truman, el
145
Capítulo 2. Marco contextual y teórico
6 de agosto de 1945 arrojó al bomba atómica sobre Hiroshima y tres días más tarde sobre Nagasaki,
obteniendo la rendición de Japón el 2 de septiembre de 1945 poniendo fin a la guerra.
Las consecuencias de la Segunda Guerra Mundial fueron numerosas, Rzheshevski (1985) dictaminó que la
guerra terminó con los planes de conquista planteados por Alemania, Italia y Japón. Aracil et al. (1998)
apoyan esta idea, afirmando que la guerra finalizó con la derrota del fascismo, la victoria de la democracia,
la proclamación de los derechos del hombre y la emergencia del tercer mundo debido a la descolonización.
Observando este proceso, a finales del siglo XIX y a principios del XX, Alemania, Francia y Gran Bretaña
controlaban el desarrollo económico mundial habiendo establecido colonias en Asia y África explotando
los recursos de los nuevos países (Renouvin, 1972). La victoria de la Unión Soviética tras la Segunda
Guerra Mundial, fue un gran influyente en la liberación de estas colonias, liquidando el sistema colonial
capitalista, constituyéndose en África, Asia y América Latina más de cien nuevos estados independientes
(Rzheshevski, 1985). González (2007) señala que surgió un odio a la guerra y un resurgimiento de posturas
pacifistas, añade a que además de poner fin al proceso colonizador, surgió un interés occidental por las
poblaciones indígenas colonizadas debido a que estaban desapareciendo. Continuando con las
consecuencias de la Segunda Guerra Mundial, nuevamente Aracil et al. (1998) afirman que tras la misma,
la sociedad traumatizada por el genocidio y la bomba atómica, tenía que establecer de forma definitiva la
seguridad colectiva favoreciendo la democracia y la justicia social por lo que según indica Silva (2012)
derivó en la creación de la Organización de las Naciones Unidas con el objetivo de conservar la paz futura.
Milano (2006) ratifica la necesidad común de los Estados de corregir los fallos de la Sociedad de Naciones
y mejorar el sistema de seguridad vigente, constituyendo las Naciones Unidas. A su vez, López (2004)
marca el comienzo de la internacionalización de los Derechos Humanos con el final de la Segunda Guerra
Mundial, como el momento en el que los derechos recogidos en las distintas constituciones a nivel nacional
se trasladan al plano internacional mediante declaraciones y tratados de organismos internacionales como
Naciones Unidas. Los horrores de las dos guerras mundiales hicieron necesario establecer y regular los
derechos humanos, por lo que Naciones Unidas elaboró la “Declaración Universal de los Derechos
Humanos”, aprobada el 10 de diciembre de 1948 (Comisión Nacional de los Derechos Humanos, s.f.).
Recogiendo los principales derechos humanos, nuevamente López (2004) relaciona el final de la Segunda
Guerra Mundial con la expansión de las funciones de los Estados, garantizando a los ciudadanos su
integridad física, sus libertades y unas condiciones mínimas de educación, sanidad y trabajo consagrado en
el denominado “Estado de bienestar”, el autor relaciona también el final de la guerra con el inicio de una
recomposición completa del sistema mundial, en términos políticos y económicos. En esta línea, finalizando
las consecuencias de la Segunda Guerra Mundial, Aracil et al. (1998) manejan que se produjo el fin de la
hegemonía europea, Estados Unidos y La Unión Soviética se erigieron como las dos grandes potencias
mundiales disponiendo en 1945 de tropas por todo el mundo, Estados Unidos, al disponer de la bomba
atómica no tenía rival en el plano militar, la guerra le había enriquecido dominando la industria, la
tecnología y la economía, disponiendo también de excedentes de alimentos, estaban en el zenit de la
influencia internacional. Por su parte la Unión Soviética, según establece Rzheshevski (1985) con el final
de la Segunda Guerra Mundial aumentó su prestigio e influencia internacional, siendo ejemplo de ello, el
hecho de que antes de la guerra mantuviese relaciones diplomáticas con veintiséis Estados y al final de la
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Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
misma con cincuenta y dos. Siguiendo a estas dos potencias, Silva (2012) maneja que con la reconstrucción
del mapa político europeo, mediante el plan Marshall, Alemania quedó dividida en dos, una parte controlada
por la URSS y la otra por EEUU lo que derivó en el gran conflicto militar y político entre ambos, la
denominada “Guerra Fría” que se extendió desde 1948 a 1989 y finalizó con la disolución de la Unión
Soviética y la caída del muro de Berlín. López (2004) añade que la caída del muro de Berlín desarrolló un
nuevo proceso de recomposición del escenario mundial.
Analizando este conflicto, Milano (2006) afirma que al establecerse un sistema de poder bipolar y ante los
riesgos de una guerra nuclear, la seguridad fue un tema fundamental en la política internacional, ante la
posible destrucción mutua se promovió una coexistencia pacífica, la disgregación de la Unión Soviética fue
un gran influyente en el sistema de seguridad internacional y sus instrumentos, por lo que las Naciones
Unidas basándose en el concepto de seguridad humana y en problemas globales adoptó nuevas
disposiciones para prevenir conflictos y asegurar la paz entre los Estados y en el interior de los mismos.
Durante la guerra fría el concepto de seguridad se refería únicamente al plano militar, se consideraban
amenazas las actividades de otros estados y se controlaban mediante el poder militar, a partir de 1970 surgió
la necesidad de ampliar este concepto de seguridad, surgiendo nuevas definiciones (vistas y desarrolladas
en el primer bloque del marco teórico “Introducción a la seguridad” dentro del punto 2.1.3 Ámbitos, áreas
y dimensiones de la seguridad, a través de distintos autores y organizaciones Maslow, 1943; Buzan, 1991;
UNDP, 1994; Baldwin, 1997; ICISS, 2001; Commission on Human Security, 2003; Sheehan, 2005; Milano,
2006; Laborie, 2011; Naciones Unidas, 2012; RAE, 2014; Díaz-Vicario, 2015). Con el final de la guerra
fría estas nuevas definiciones no militares surgidas de los diferentes conceptos de lo que significa estar
seguro, cobraron mayor importancia, se distinguieron amenazas políticas, sociales, económicas y
ambientales de las militares, pudiendo afectar todas ellas tanto a los Estados, produciendo conflictos inter
estatales, como a los individuos, produciendo conflictos intra estatales, por lo que la seguridad
internacional, nacional e individual se consideraban interdependientes (Yannis, 2008). Analizando estos
nuevos conceptos de seguridad, Laborie (2011) coincide que con el final de la Guerra Fría, se amplió el
concepto de seguridad ya que las amenazas dejaron de ser estrictamente militares debido a la globalización,
surgiendo problemas globales como el terrorismo, el crimen organizado, la explotación de los recursos
naturales y la degradación del medio ambiente, la pobreza, el hambre o la inmigración irregular, siendo
riesgos tan importantes como los tradicionales riesgos o amenazas militares. Todos estos riesgos,
pertenecientes al siglo XXI se tratarán como los problemas actuales y futuros a los que se enfrenta el planeta
en un mundo globalizado como conclusión del estudio cronológico.
Antes de ello, la Edad Contemporánea, en el contexto deportivo a analizar, destaca por la aparición
de distintas formas de interpretar los ejercicios físicos enmarcados en diferentes escuelas, Sainz
(1992) marca tres zonas desde 1800 claramente diferenciadas a la hora de interpretar el ejercicio
físico, las escuelas alemana, sueca y francesa. La autora expone que en la escuela alemana la
pedagogía de Guts Muths fue desplazada por las ideas patrióticas de Friedrich Ludwing Jahn
aportándole a la gimnasia un carácter militar para formar jóvenes fuertes y valientes y convertirlos
en soldados, calando esta ideología en los países del entorno. Paredes (2002) coincide en que Guts
147
Capítulo 2. Marco contextual y teórico
Muths inició la escuela y Friedrich Ludwing Jahn fue su gran impulsor, destacando sus ejercicios
físicos al aire libre con claros objetivos militares. Dentro de la difusión de estas ideas, el autor
destaca en Italia la creación en Milán de la institución pública de instrucción militar “Corso di
Gimnastica dei professori Clias e Guts Muths” fundada por Young en 1825. En la escuela sueca,
Sainz (1992) destaca el instituto militar de gimnasia fundado en 1804 por Franz Nachtegall y,
Paredes (2002) destaca a Ling y su Real Instituto de Gimnasia de Estocolmo donde se realizaban
entre otras, actividades militares. En Francia, la ideología de Guts Muths fue adoptada por
Francisco Amorós, coronel del ejército español exiliado en París, director del Gimnasio normal
militar, su concepto de gimnasia dominó el conjunto civil y militar francés junto con la de sus
seguidores Napoleón Lalsné y D’Argy (Sainz, 1992). Por su parte, Hernández (2011) añade de
Francisco Amorós que en 1806 fue nombrado director del Real Instituto Pestalozziano de Madrid,
debido a su formación militar el instituto perdió su orientación educativa convirtiéndose en un
centro militar cambiando el nombre al de Real Instituto Militar Pestalozziano. En España, Paredes
(2002) nombra la Escuela Central de Gimnasia del Ejército en Toledo destacando que, al no existir
ninguna escuela para formar profesores de educación física, asumió ese papel, por lo que la
educación física tuvo una gran influencia militar durante el primer tercio del siglo XX.
Queda patente por lo tanto la relación entre el deporte y lo militar de la época, al respecto Betancor
& Vilanou (1995) señalan la influencia de los sucesivos conflictos bélicos franco-alemanes en la
educación física y, la clara visión militarista de la educación física del siglo XIX, relacionando la
gimnasia escolar y la militar e implantando en los Estados dictatoriales la gimnasia como práctica
escolar de preparación premilitar. Vista la relación entre ambos conceptos, los autores esgrimen
la teoría de que el deporte es una consecuencia de la domesticación de la guerra, lo que
anteriormente fueron combates a muerte perviven en prácticas regladas como la esgrima y el boxeo
y, las técnicas usadas para la caza vinculadas a la guerra, en forma de lanzamientos como la
jabalina o el tiro con arco. Un ejemplo de esta teoría lo aporta Macías (2011) afirmando que en el
siglo XIX se manejaban las competiciones a modo de deporte y guerra entre pueblos en deportes
que se podían considerar en uno y otro sentido como el tiro con arco o la esgrima. Finalmente, al
igual que en las etapas anteriores de nuevo Betancor & Vilanou (1995) recopilan distintos
ejemplos de lo citado en diferentes obras, como: la “Carta II del Conde de Cabarrus” sobre los
ejercicios corporales del año 1793; la “Orden de 20 de agosto de 1807” en la que se establecían
las condiciones del edificio del Real Instituto Militar Pestalozziano de Madrid; la obra de Ángel
Mosso “La educación física de la juventud” del año 1894 en la que se trataba la educación militar;
la obra de Hitler “Mi lucha” del año 1924 tratando la fortaleza física en el deporte; la “Real Orden
Circular número 520, de 2 de diciembre de 1930”, en la que se disponían las normas relativas del
servicio nacional de educación física y premilitar en España; las directrices acerca de la educación
física y el nacionalismo dictadas desde Berlín en el año 1937, o; el lema del folleto editado por la
Secretaría de Educación Física, publicado por Ediciones Alerta durante la Guerra Civil española
en el que se decía que la educación física era la base de todo ejército fuerte y disciplinado.
148
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Siguiendo con el deporte moderno, Altuve (2014) señala que nace como un espacio de democracia
social, fraternidad e igualdad en contra de los conflictos y enfrentamientos acontecidos entre las
potencias capitalistas que, como se ha descrito en esta etapa, dieron lugar a las dos guerras
mundiales. Continuando con su progreso, Esparza (2010) señala que la modernización que sufrió
Inglaterra en el siglo XIX en desarrollo urbano, transportes, mayores niveles de educación y
estabilidad política derivó en mayor tiempo de ocio y en una forma de entender el deporte como
medio de movilidad social, masificándose en Europa y pasando de ser un entretenimiento amateur
a una práctica profesional de espectáculo que atrajo a las multitudes dispuestas a pagar una entrada
149
Capítulo 2. Marco contextual y teórico
Analizadas las distintas posturas y teorías que relacionan el deporte y la guerra, inmersas en la
evolución del deporte moderno y, vistas sus características, existe la controversia entre entender
el deporte como preparación para la guerra tal y como se ha visto y, concebir el deporte como un
sustituto de la misma. Al respecto Huxley (1969) en Zagalaz & Romero (2002) cita esta
posibilidad, siendo un posible adiestramiento de belicistas o pacifistas potenciales y una influencia
educativa en la formación de militares o de hombres que apliquen los principios del pacifismo.
Esta doble posibilidad conduce tal y como se indicó en el planteamiento del problema y del objeto
de estudio a concebir el deporte como vehículo transmisor de valores y precursor de la paz, como
así lo atestiguan diversos autores y entidades (UNESCO, 1978 y 2001; Cagigal, 1981; Consejo de
Europa, 1995; Gutiérrez, 1995; Petrus, 1998; Zagalaz & Romero, 2002; Naciones Unidas, 2003).
Por el contrario también dirige a su versión divergente expresada en forma de valores negativos,
actos violentos, accidentes e incidentes, analizando este rasgo, Zagalaz & Romero (2002)
evidencian la violencia del deporte en forma de agresiones verbales y físicas entre jugadores y
entre espectadores o seguidores, Yíannakis, McIntyre, Melnick & Hart (1976) y Weis (1976) ya
manifestaron el aumento de violencia que sufría el deporte tanto por parte de los jugadores como
por parte de las masas y Elías & Duning (1992) representaron su evolución en esta época
afirmando que su incidencia fue alta antes de la Primera Guerra Mundial, descendió y se mantuvo
baja hasta 1950 y posteriormente volvió a subir rápidamente hasta ser un aspecto común en los
partidos profesionales.
Concluyendo este periodo, a continuación, se encara el final del estudio cronológico con la
actualidad representada en el siglo XXI.
Para finalizar la exposición de este estudio cronológico, la actualidad conduce a interpretar la paz
como la situación habitual que hay que asegurar ante el auge del terrorismo internacional. Los diversos
150
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
ámbitos de la seguridad que afectan al ser humano, de los que derivan las amenazas presentes y futuras del
mundo globalizado precisan de la unión internacional de estados y de organismos internacionales para
combatirlas. Por otro lado, esta expansión de la seguridad se ha plasmado en una cultura de seguridad
asentada en la sociedad, en las organizaciones y en el ciudadano, a través de nuevos perfiles profesionales
cada vez más especializados, el auge de estudios, formaciones, equipamientos y servicios de diversa índole
configurando un potente mercado económico ante las nuevas vulnerabilidades registradas centradas en los
delitos tecnológicos y el mencionado terrorismo internacional.
Desarrollando estos conceptos, Manunta (1997, s.f.) sugiere que las formas no convencionales de guerra
surgidas a finales del siglo XX y el auge del terrorismo replantearon la seguridad, afectando a gobiernos,
profesionales, pedagogos y particulares adoptando nuevas estrategias, políticas, procedimientos y leyes que
extendieron una cultura de seguridad entre la población inculcada en el ciudadano debido a la gran
repercusión que representa en los medios de comunicación. A su vez la industria generó nuevos perfiles
profesionales, aparecieron nuevos equipamientos de seguridad creando un gran mercado a su alrededor,
aumentó la formación con titulaciones universitarias, cursos, ferias y conferencias internacionales y se
produjeron un gran número de estudios gubernamentales como estándares y académicos como estadísticas,
logrando importantes resultados en la lucha contra el terrorismo, la prevención del crimen y la gestión de
riesgos.
Con estos avances, la actualidad, representada dentro del siglo XXI se presenta según dictamina González
(2007) con la paz como la situación corriente en nuestras vidas y la guerra como la anormalidad, debido a
que las relaciones habituales entre los estados son pacíficas, marcadas por la diplomacia, la mediación de
los organismos supranacionales y el derecho internacional. Pese a ello, Elías & Dunning (1992) alertaban
de que podríamos estar viviendo en uno de los momentos más violentos de la historia y la Comisión
Nacional de los Derechos Humanos (s.f.) afirma que en el actual mundo globalizado se siguen padeciendo
violaciones de derechos humanos, se sigue manteniendo a millones de personas sin alimento, sanidad y
educación, la esclavitud permanece latente en forma de trabajo infantil, prostitución forzada y trato de
personas, continúan presentes formas de misoginia, homofobia, racismo y xenofobia y las organizaciones
criminales transnacionales mantienen una crisis de inseguridad en amplias regiones en donde el estado o su
ausencia no pueden combatirlas. Al hablar de globalización, Huntington (1993) presentó en su obra
“Choque de civilizaciones” la teoría de que el mundo no se está globalizando de forma integral sino que
está compuesto por grandes civilizaciones diferentes en conflicto, entre las que distingue; la civilización
europea-norteamericana con cerca de mil millones de habitantes pertenecientes a Europa y Norte América,
la civilización musulmana con más de mil millones de habitantes concentrados en el norte de África y Asia
central, la civilización hindú con más de mil millones de habitantes concentrados en la India, la civilización
sínica con más de mil millones de habitantes propios de China y Asia oriental, la civilización
latinoamericana con cerca de 600 millones de habitantes pertenecientes a América del Sur y Centroamérica,
la civilización sub-sahariana con alrededor de 700 millones de habitantes concentrados en África y la
civilización judía con escasa representación pero gran influencia.
151
Capítulo 2. Marco contextual y teórico
Con estas premisas se pretende recordar cuáles son los principales ámbitos de la seguridad que afectan a
las personas y a la sociedad actual y futura, cuáles son las principales amenazas y riesgos que consideran
los ciudadanos y por qué se presentan y cuáles son las principales amenazas que proponen los principales
organismos internacionales y cómo han de solventarse. Para ello, recuperando la ampliación del concepto
de seguridad que aludía Laborie (2011) mencionada al final de exposición de la Edad Contemporánea y los
nuevos problemas globales presentados, fruto de la globalización, se ha tomado como referencia a las
Naciones Unidas como el organismo rector y su programa de desarrollo ya citado y expuesto en el primer
bloque del marco teórico “Introducción a la seguridad”, dentro del punto 2.1.4 Seguridad en el contexto
internacional. Así, el programa de desarrollo de Naciones Unidas (UNDP) dividía la seguridad humana en
siete categorías: económica, alimentaria, sanitaria, medioambiental, personal, comunitaria y política.
Presentaba la seguridad entendida por los ciudadanos como la protección de la amenaza de la enfermedad,
del hambre, del desempleo, del crimen, del conflicto social, de la represión política y de los peligros
ambientales, manejando que estas amenazas se presentaban por un crecimiento incontrolado de la
población, por las disparidades en las oportunidades económicas, por una migración internacional excesiva,
por la degradación ambiental, la producción y el tráfico de drogas y el terrorismo internacional (UNDP,
1994). Y su organización proponía seis grupos de amenazas actuales y futuras: las económicas y sociales,
como la pobreza, las enfermedades infecciosas y la degradación ambiental; los conflictos entre Estados; los
conflictos internos, como la guerra civil, el genocidio y otras atrocidades a gran escala; las armas nucleares,
radiológicas, químicas y biológicas; el terrorismo y; la delincuencia organizada transnacional (Naciones
Unidas, 2004). Paralelamente, la Organización de los Estados Americanos (OEA) presentaba como
amenazas presentes y futuras: al terrorismo; a la delincuencia organizada transnacional; al problema
mundial de las drogas; a la corrupción; al tráfico de armas; a la trata de personas; a la pobreza extrema y la
exclusión social; a los desastres naturales y los de origen humano; al VIH/SIDA y otras enfermedades; al
deterioro del medio ambiente; a los ataques a la seguridad cibernética y la posibilidad del acceso y; a la
posesión y uso de armas de destrucción por parte de terroristas (OEA, 2003). Ante estas amenazas a la
seguridad global, Milano (2006) recuerda que Naciones Unidas, en su declaración del milenio fijaba los
objetivos de la seguridad en relación a la protección de las personas, la paz y la seguridad internacional,
Wever (2000) en Milano (2006) indicaba que la seguridad ya no se entendía como un elemento de
situaciones aisladas sino que se extendía a todos los ámbitos de la vida. Ámbitos que según expresa Laborie
(2011) no se pueden dividir en internos o externos ni en civiles o militares debido a que el mundo cada vez
es más complejo y, acrecentados por la crisis económica, también lo son los retos a la seguridad. Entre
todas las amenazas, Mauro (2015) destaca al terrorismo internacional como el más importante,
argumentando que no es una amenaza derivada de una gran potencia militar sino que es una amenaza poco
numerosa pero dispersa y extendida. Finalizando con la gestión de estas amenazas globales, Naciones
Unidas (2004) plasmó la necesidad de establecer consenso en materia de seguridad y en la unión de los
Estados, esgrimiendo que en el siglo XXI, ningún Estado puede ser invulnerable ni hacer frente a las
amenazas por sí solo, siendo indispensable contar con estrategias, instituciones y un sentido de
responsabilidad colectiva basado en que las amenazas actuales no respetan las fronteras nacionales, están
relacionadas entre sí, y deben encararse en los planos mundial, nacional y regional. Confirmando el
lineamiento de Naciones Unidas, Gómez-Merelo (2008) ratifica que debido a que la inseguridad es uno de
152
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
los principales problemas que afecta a instituciones y países, hoy en día no se consigue actuando dentro de
los límites del estado, por lo que resulta imprescindible la asociación entre elementos militares y civiles
junto con el papel decisivo como actores globales que juegan las organizaciones internacionales. Esta
certeza de que ningún Estado de manera individual puede hacer frente a los problemas globales, lleva
consigo el término según indica Laborie (2011) de seguridad cooperativa, en el que se unen los Estados y
las organizaciones internacionales para desarrollar soluciones mediante la unión de distintos ámbitos,
siendo el modelo a implantar para alcanzar la seguridad global el que combina la fuerza militar, con
instrumentos diplomáticos y económicos, lo que se entiende como las tres “D” de la seguridad “Defensa,
Desarrollo y Diplomacia”, como así lo atestiguan entre otras; el Center for Strategic International Studies
(CSIC), las misiones integradas de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el enfoque integral de
la Organización del Tratado Atlántico Norte (OTAN), la doctrina de la Unión Europea o los postulados de
seguridad de Estados Unidos. De cara al futuro, identificar los estados frágiles puede ser fundamental para
encontrar amenazas futuras y preparar una intervención adecuada (SIPRI, 2015).
Teniendo todo esto presente, Gómez-Merelo (2008) afirma que vivimos en una sociedad que se preocupa
por la seguridad más que ninguna otra sociedad en toda la historia de la humanidad, recibe más información
de la que puede procesar y sus opiniones se tienen en cuenta en proporciones nunca antes apreciadas.
Manunta (1997, s.f.) comparte que hoy en día la seguridad ocupa el primer lugar en la política, se ha
instaurado en múltiples organizaciones públicas y privadas como industrias, colegios, hospitales etc., las
grandes compañías tienen su propio departamento de seguridad, cualquier persona puede disponer de
múltiples servicios de seguridad ofrecidos por empresas privadas y, es una profesión compleja cuyas
funciones han de estar especializadas ante el gran abanico de herramientas generadas por los avances de la
tecnología en el que los sistemas de seguridad al estar cada vez están más automatizados también son más
vulnerables a sabotajes contribuyendo a convertirse en un gran negocio de interés para los gobiernos. Por
lo tanto, la seguridad ha ido creciendo en paralelo al progreso ofreciendo enormes grados de protección
pero también enfrentándose a novedosas y peligrosas manifestaciones de riesgo (Gómez-Merelo, 2008).
Como ejemplos característicos se encuentra la aparición del primer virus informático el mismo año en que
surgió Internet, los múltiples delitos económicos surgidos de los nuevos sistemas financieros y usos de las
tarjetas de crédito o los considerados como los nuevos delitos más comunes en los próximos años, las
suplantaciones de identidad, los delitos informáticos y el espionaje industrial (Manso, 2011).
En cuanto al contexto deportivo, como se citó en el punto 1.1 Planteamiento del problema y del
objeto de estudio, la actualidad viene marcada por la gran importancia del fenómeno deportivo y
el gran peso que maneja en la sociedad tendiendo a ser un medio de cohesión y de promulgación
de valores de paz. En esta línea, Altuve (2014) señala que el deporte siendo la cuarta industria tras
el petróleo, los vehículos y las comunicaciones, contempla al mundo entero como área de
influencia con el objetivo de producir un espectáculo de entretenimiento seguido masivamente por
la televisión y los estadios. De igual manera que han surgido múltiples ámbitos de seguridad, el
deporte también registra distintos ámbitos en relación a la seguridad como pueden ser aspectos de
igualdad e integridad basados en la reglamentación, el dopaje, las lesiones o las prácticas
153
Capítulo 2. Marco contextual y teórico
saludables y sus beneficios. Por otro lado, en el deporte hoy en día se contemplan continuos actos
de violencia que demandan seguridad, Elías & Dunning (1992) señalaron que los enfrentamientos
ocasionados por grupos rivales de aficionados eran los principales actos de violencia registrados
en los espectáculos y eventos deportivos. A estos enfrentamientos hay que añadir, hilando con las
características del fenómeno deportivo expuesto por Altuve, los actos terroristas que se han
producido en los últimos años en los estadios, al verse como una plataforma de gran difusión y
repercusión social.
Como conclusión, según lo referenciado a lo largo del estudio cronológico, se observa la clara relación
directa entre la seguridad y el deporte a través de distintos vínculos que unen ambos conceptos y pueden
resumirse en tres, desde la aparición de la humanidad.
El primero plasmado en la prehistoria a través del instinto de supervivencia en la que los ejercicios físicos
se orientaban a la seguridad.
El segundo y más importante por su persistencia en el tiempo en mayor o menor medida, pero siempre
ligado, el concepto de deporte o ejercicio físico como preparación militar para la guerra, visto a finales de
la prehistoria y enraizado desde la Edad Antigua.
Finalmente el tercero, evolucionando desde la Edad Moderna y la Edad Contemporánea hasta la actualidad
en la que la globalización del deporte y su expresión de libertad condujo a asegurar su práctica y su
seguimiento manejando múltiples aspectos de seguridad entre los cuales destacan por su repercusión los
actos y sucesos violentos en eventos de gran difusión relacionados entre otros con actos terroristas.
Estas nuevas formas de violencia e inseguridad que experimenta el sector deportivo, conducen a
investigar en el siguiente punto “Violencia y deporte” la relación entre la violencia y el deporte analizando
los principales antecedentes y sucesos ocurridos por falta de seguridad, comprobando cómo se gestionan y
registran.
Según se exponía como introducción al bloque dos del marco teórico, como complemento al
estudio cronológico y su análisis, se va a desarrollar el concepto de violencia en el deporte recopilando los
principales sucesos negativos acontecidos en el plano nacional e internacional, concluyendo con una breve
investigación de la existencia de registros de incidentes.
Deporte y violencia son conceptos antagónicos, la violencia es un grave problema para la sociedad al atentar
contra la vida y la seguridad de las personas, causando mil quinientos fallecidos durante treinta años en el
mundo, número mayor que los ocasionados por el terrorismo en España en el mismo periodo (Fernández,
2013). Como punto de partida, Fernández (2013) indica tres teorías que pueden explicar la génesis de la
violencia en el deporte: en la primera Dunning (1988), Durán (1996) y la escuela Leicester en Fernández
154
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
(2013) muestran el origen de la violencia en los medios de comunicación debido al efecto lucrativo que
suponía para los medios las noticias violentas al vender más, así como el efecto publicitario indirecto que
repercutía en la imitación de dichos comportamientos; en la segunda Clarke (1978), Cagigal (1978) y Kerr
(1994) en Fernández (2013) muestran el origen en los estudios subculturales y; en la tercera Taylor (1971)
y el Consejo de Investigación en Ciencias Sociales sobre Desórdenes Públicos y Competiciones Deportivas
(1978) también en Fernández (2013) marcan el origen en los rasgos del juego, exponiendo que la
estimulación del juego conlleva la comisión de los actos violentos. Visto un posible origen, Terry & Jackson
(1985) en Gómez (2007) definían el concepto de violencia en el deporte como aquella conducta que sin
estar relacionada con las metas competitivas del deporte busca hacer daño, suponiendo agresiones
incontroladas fuera de los límites competitivos que permiten las reglas. Dicha definición se puede relacionar
con la violencia endógena, a la que Fernández (2013) definía como aquella originada en los jugadores
generada durante la actividad deportiva como son las agresiones verbales y físicas entre deportistas o las
dirigidas a los árbitros por citar un ejemplo, como detonante de la violencia endógena Pelegrín (2002)
establece las variables que relacionan la agresión en el deporte: Voigt (1982) en Pelegrín (2002) en relación
a la naturaleza del deporte cita que la conducta agresiva se encontraba normalmente asociada a los deportes
de contacto; Rascle et al. (1998) también en Pelegrín (2002) en relación a la variable competición mostraba
como equipos que competían profesionalmente se mostraban más agresivos que los que competían de forma
no profesional, Duda, Olson & Templin, 1991; Duda & Huston, 1995; Duda, 1987; Kimiecik, Allison &
Duda, 1986 y Bredemeier et al., 1986 nuevamente en Pelegrín (2002) mostraron dicha relación entre la
agresividad y la orientación al resultado y; Wolf (1961) en Pelegrín (2002) concluye con la variable
ganar/perder señalando como los equipos que iban perdiendo tenían mayor número de infracciones. Este
tipo de violencia en demasiadas ocasiones deriva en sucesos negativos que lamentablemente se pueden
observar cada fin de semana en partidos y competiciones de diferentes disciplinas y niveles en los cuatro
tipos de deporte que citó Cohen (1997) como son el deporte educativo dirigido dentro de instalaciones
escolares por profesionales de la educación física, el recreativo con una finalidad lúdica, el de competición
amateur dirigido por clubes y federaciones y, el deporte de competición-espectáculo.
A su vez también está presente en los cuatro tipos de deporte la violencia exógena, a la que Fernández
(2013) definía como la originada por el entorno deportivo, como por ejemplo, la generada por los
espectadores en enfrentamientos y trifulcas, avalanchas o desórdenes públicos. En este aspecto cabe
destacar como expone Gómez (2007) que en España en los años noventa se creó una Comisión
Investigadora del Senado para estudiar cuáles eran los factores que facilitaban que se produjera la violencia
en el deporte a través de una encuesta dirigida a una amplia muestra de sujetos obteniendo cinco factores;
el fanatismo y el culto a la violencia utilizando el deporte para canalizar los comportamientos agresivos,
los problemas estructurales de la sociedad, la tolerancia social, la influencia de los medios de comunicación
y, el estado de las infraestructuras junto con las malas actuaciones arbitrales, todos ellos relacionados con
los factores psicosociales asociados a la violencia en el deporte que el autor expresa como los que más
atención se ha prestado; la pertenencia a grupos radicales, el racismo, la conexión violencia-alcohol y, los
medios de comunicación. A su vez Fernández (2013) también recoge como principales causas de la
violencia en el deporte; los problemas de seguridad y de organización en los espectáculos deportivos
155
Capítulo 2. Marco contextual y teórico
relacionados con la logística como las deficiencias en seguridad, la politización del deporte como
proyección de conflictos, las malas actuaciones arbitrales entendiendo que la transgresión de la norma no
castigada aumenta la violencia en los deportistas y en el público, los factores culturales y educativos
demostrando mayor incidencia en actos de violencia en el deporte de personas con niveles bajos de estudios,
la tendencia de los aficionados a sentirse miembros de un clan, la violencia como diversión como las
celebraciones de las victorias aprovechadas para acometer desórdenes, el consumo de alcohol como efecto
des inhibitorio y de predisposición a la violencia y, la desinhibición en un entorno masivo amparándose en
el anonimato y en la sensación de fortaleza que les genera actuar en grupo. Kingsmore, 1970; Berkowitz &
Geen, 1966 y Schulz & Weber, 1979 en Pelegrín (2002) citan al respecto como la observación de la agresión
en el deporte conduce a un incremento de la misma y la frustración, influye elevando el nivel de agresión.
Este tipo de violencia (exógena) requiere una definición más amplia que la contenga que la aportada por
Terry & Jackson (1985) vista en Gómez (2007), para lo cual se ha acudido a la Ley 19/2007, de 11 de julio,
contra la violencia, el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el deporte, Ley 19 (2007) que
concretamente en su artículo 2.1 denominado "Definiciones de actos o conductas violentas" establece entre
otras como conductas violentas:
Por otra parte, el Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo [INSHT] (2011a) en su Nota
Técnica de Prevención (NTP) 891: Procedimiento de solución autónoma de los conflictos de violencia
laboral (I) aporta dos definiciones, según la Organización Mundial de la Salud, la violencia se define como:
El uso deliberado de la fuerza física o el poder, ya sea en grado de amenaza o efectivo, contra uno
mismo, otra persona o un grupo, que cause o tenga muchas probabilidades de causar lesiones,
muertes, daños psicológicos, trastornos del desarrollo o privaciones. (p.1)
Y, según la Organización Internacional del Trabajo como: “Cualquier tipo de comportamiento agresivo o
insultante susceptible de causar un daño o molestias físicas o psicológicas a sus víctimas, ya sean estos
objetivos intencionados o testigos inocentes involucrados de forma no personal o accidental en los
incidentes” (p.1). De estas definiciones se desprende otro tipo de violencia presente en el deporte distinta a
la doble agrupación endógena y exógena que proponía Fernández (2013) como es aquella violencia
indiscriminada que atenta contra la vida, latente en el terrorismo presente en el deporte espectáculo al ser
un medio de congregación y de gran difusión.
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Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
producir, se pretende hacer una recopilación de los sucesos negativos más representativos localizados
fundamentalmente en el deporte de competición-espectáculo como violencia exógena derivados de actos
violentos, por deficiencias de seguridad y por actos terroristas debido a su gran impacto y repercusión
social. Recordando que, como indica la Ley 19 (2007) la violencia en el deporte es un elemento
estrechamente relacionado con el espectáculo por la propia atracción que genera el fenómeno de la
violencia. Recordando que Gomis (1989) afirmaba que la violencia lejos de ser un fenómeno aislado
evolucionó de forma parecida en los países con un mismo entorno cultural y, la violencia relacionada con
el deporte superó el marco de los recintos extendiéndose a la calle. Recordando que Dunning (1988)
apuntaba la posibilidad de que el incremento de la violencia se debiese a la búsqueda de sensaciones de los
espectadores. Y recordando que Durán (1996) manejaba que en el deporte espectáculo se palpaba un tipo
de agresividad alentada por los medios de comunicación al enaltecer la competitividad, respecto a lo cual
De Moragas (1994) refería como necesidad de que dichos medios promoviesen un lenguaje eliminando
términos violentos y bélicos y, Tenenbaum, Stewart, Singer & Duda (1996) recomendasen que los medios
de comunicación debieran encontrar los eventos violentos y agresivos acontecidos en un encuentro como
algo aislado sin convertirlo en exclusividad y poder promover a través de ellos campañas antiviolencia. En
dicha recopilación no se han tenido en cuenta los trágicos accidentes aéreos, al considerarse fuera de actos
violentos, cabe recordar que también se encuentran numerosos ejemplos de carácter endógeno y exógeno
en el deporte recreativo y de competición amateur como lacra a erradicar que, debido a su extensión y
característica multiorigen, no se incluyen en la siguiente recopilación.
157
Capítulo 2. Marco contextual y teórico
Argentina, en el torneo preolímpico que clasificaba para Tokio 1964, tras ser anulado un gol por el árbitro,
un aficionado, el Negro Bomba, quiso agredir al árbitro desatando en los aficionados protestas, insultos y
la posibilidad de invadir el campo, la policía tiró gases lacrimógenos generando una estampida en las gradas
hacia las puertas de salida que al estar cerradas produjeron aplastados y asfixiados (Gómez, 2007; Ortiz,
18 de junio de 2008). El diecisiete de septiembre de 1967, en Kayseri, Turquía, fallecieron 40 personas y
600 resultaron heridas en el encuentro de fútbol entre los equipos Kayseri y Silvas Sport tras
enfrentamientos provocados por un dudoso gol produciéndose aplastamientos contra las puertas del estadio
que estaban cerradas (Redacción Madrid, 09 de marzo de 2013). El veintitrés de junio de 1968 en Buenos
Aires, Argentina, fallecieron 71 personas y 150 resultaron heridas en un partido de fútbol entre los equipos
River Plate y Boca Juniors en el Estadio Monumental de Núñez debido a que a la salida, el túnel de la
puerta doce del estadio, debajo de donde se encontraba la afición de boca Juniors se encontraba cerrada,
produciéndose avalanchas, golpes y asfixia. (EFE, 01 de febrero de 2012; Corona, 26 de octubre de 2015).
El veinticinco de julio de 1969 en Kirikkale, Turquía, fallecieron 10 personas y 102 resultaron heridas tras
un enfrentamiento y disparos entre los espectadores (Redacción Madrid, 09 de marzo de 2013). El
veinticinco de diciembre de 1969 en Bukavu, República Democrática del Congo, fallecieron 27 personas y
52 resultaron heridas al amontonarse la multitud en un estadio para obtener un sitio debido a aplastamientos
(Redacción Madrid, 09 de marzo de 2013). El dos de junio de 1971 en Glasgow, Escocia, nuevamente en
el estadio del equipo de fútbol de los Rangers, fallecieron 66 personas y 150 resultaron heridas al producirse
el hundimiento de una tribuna coincidiendo cientos de aficionados que salían del mismo con en las puertas
de acceso con otros que volvían tras un gol en los últimos minutos en el partido entre los equipos Rangers
y Celtic (Gómez, 2007 & EFE, 01 de febrero de 2012). El cinco de septiembre de 1972 en Múnich,
Alemania, durante los Juegos Olímpicos un comando del grupo terrorista palestino Septiembre Negro asaltó
la Villa Olímpica matando a dos miembros del equipo israelí y tomando a otros nueve como rehenes que
dos días después durante la operación de rescate llevada a cabo por la policía alemana fueron asesinados
junto con cinco terroristas, un policía y el piloto del helicóptero con el que pretendían huir (EFE Madrid,
16 de abril de 2013). El once de febrero de 1974 en El Cairo, Egipto, fallecieron 48 personas y 47 resultaron
heridas en el estadio Zamalek cuando 80.000 aficionados pretendían entrar siendo el aforo de 40.000
provocando el hundimiento de una tribuna y se derrumbasen las gradas (Gómez, 2007; EFE Madrid, 16 de
abril de 2013). Ese mismo año (1974) en Lagos, Nigeria, se produjeron 24 muertes durante un partido por
disturbios entre el público y en Calcuta, La India, 12 muertes y un centenar de heridos durante otro partido
por incidentes entre hinchadas rivales (EFE Madrid, 10 de mayo de 2001). El veintisiete de abril de 1975
en Barcelona, España, fallecieron 5 espectadores y una docena resultaron heridos graves en el Gran Premio
de España de Fórmula 1 celebrado en el circuito de Montjuic, al precipitarse contra el público el coche del
piloto Rolf Stommelen (EFE, 07 de septiembre de 2015). El nueve de febrero de 1981 en Atenas, Grecia,
fallecieron 21 personas debido al retraso en el sistema de apertura de las puertas del estadio del equipo
griego Olympiakos provocando que una puerta cediera por el empuje de aficionados que querían salir (EFE
Madrid, 10 de mayo de 2001). El seis de noviembre de 1981 en Ibagué, Colombia, fallecieron 18 personas
y 45 resultaron heridas tras desplomarse una tribuna del estadio Manuel Murillo Toro en un partido de
fútbol entre el Deportes Tolima y el Deportivo Cali (Gómez, 2007; EFE Madrid, 10 de mayo de 2001). El
veinte de octubre de 1982 en Moscú, Rusia, fallecieron 340 hinchas y otros 1000 resultaron heridos en el
158
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Estadio Olímpico Luzhnikí en un partido de fútbol de la Copa de la UEFA que disputaban el FC Spartak
de Moscú y el Haarlem holandés debido a las avalanchas producidas por los seguidores en varias galerías
que saliendo del estadio querían regresar debido a un gol que marcó en última instancia el equipo local
chocando con los restantes que seguían saliendo (Gómez, 2007; 20 Minutos, 31 de diciembre de 2010; EFE,
01 de febrero de 2012; Relaño, 20 de octubre de 2016). El diecisiete de noviembre de 1982 en Cali,
Colombia, fallecieron 22 personas y más de 200 resultaron heridas en el estadio Pascual Guerrero debido a
una avalancha iniciada por un grupo de hinchas borrachos orinando sobre los espectadores de la grada
inferior (EFE Madrid, 10 de mayo de 2001). El once de mayo de 1985 en Bradford, Inglaterra, fallecieron
53 personas y más de 200 resultaron heridas al incendiarse la tribuna del Estadio de Valley Parade en el
último partido de la tercera división inglesa entre el Bradford City y el Lincoln City (Gómez, 2007; EFE,
01 de febrero de 2012). El veinte nueve de mayo de 1985 en Bruselas, Bélgica, fallecieron 39 personas y
600 resultaron heridas antes de la final de la Copa de Europa en el estadio de Heysel por enfrentamientos
entre hinchas del Liverpool y de la Juventus de Turín debido a los actos cometidos por los aficionados
radicales (hooligans) ingleses (Gómez, 2007), este suceso según recoge Fernández (2013) produjo un gran
impacto en la opinión pública al retrasmitirse las imágenes en directo por la televisión, derivando en que el
19 de agosto de 1985 en Estrasburgo, Francia, el Consejo de Europa aprobase el “Convenio Europeo sobre
la violencia e irrupciones de espectadores con ocasión de manifestaciones deportivas, y especialmente de
partidos de futbol” como principal instrumento de derecho internacional estableciendo comisiones
antiviolencia en cada país europeo con el fin de conocer donde radican los actos violentos, concienciar a la
sociedad, solicitar a los jueces a imponer penas más altas y controlar a los grupos radicales, convenio al
que España se unió en 1987. El diez de marzo de 1988 en Trípoli, Libia, fallecieron alrededor de 30
espectadores al derrumbarse en un partido de fútbol entre las selecciones de Libia y Malta una de las
tribunas tras una avalancha de aficionados que huían de un individuo armado con un cuchillo (EFE Madrid,
10 de mayo de 2001). El doce de marzo de 1988 en Katmandú, Nepal, fallecieron más de medio centenar
de personas en un estadio de fútbol debido a una avalancha en un partido entre un equipo local y otro de
Bangladesh (EFE, 01 de febrero de 2012). El quince de abril de 1989 en Sheffield, Inglaterra, fallecieron
96 personas y más de 800 resultaron heridas en el estadio Hillsborough por un avalancha durante la
semifinal de la Copa de Inglaterra de fútbol entre el Liverpool y el Nottingham Forest (Guimón, 27 de abril
de 2016). Fernández (2013) apunta que este suceso junto con otros de la época mostró las carencias de las
instalaciones así como las deficiencias en la organización de dichos eventos convirtiéndose en uno de los
objetivos de la lucha contra la violencia en el deporte la revisión de las infraestructuras y la organización
de las actividades deportivas reduciendo la violencia en los estadios. El siete de julio de 1990 en
Mogadiscio, Somalia, se producen 62 muertos y más de 200 heridos en el Estadio Mogadiscio por una
avalancha fruto del pánico desatado por disparos efectuados por guardaespaldas del presidente Mohamed
Siad Barre cuando intentaban protegerle de objetos lanzados por los espectadores (EFE, 01 de febrero de
2012). El trece de enero de 1991 en Orkney, Suráfrica, fallecieron 40 personas aplastadas sobre las puertas
de salida y 50 resultaron heridas, tras una pelea entre los hinchas de los equipos Kaiser Chiefs y Orlando
Pirates (AFP París, 30 de marzo de 2009; El País, 01 de febrero de 2012). El 13 de enero de 1991 en
Barcelona, España, falleció Frederic Rouquier, aficionado del Espanyol al ser apuñalado por cinco boixos
nois, seguidores radicales del Barcelona, en las inmediaciones del estadio de Sarrià (El País, 09 de
159
Capítulo 2. Marco contextual y teórico
diciembre de 1998). El catorce de abril de 1991 en Luanda, Angola, fallecieron 6 personas y un centenar
resultaron heridas debido a un exceso de espectadores a la finalización de un partido de fútbol entre las
selecciones de Angola y Zambia (EFE Madrid, 10 de mayo de 2001). El seis de junio de 1991 en Chile se
produjeron 10 muertes y 135 heridos en las celebraciones tras la final de la Copa Libertadores (Redacción
Madrid, 09 de marzo de 2013). El cuatro de mayo de 1992 en Córcega, Francia, fallecieron 18 personas al
derrumbarse una grada supletoria ubicada para aumentar en un cincuenta por ciento el número de asientos
del Stade Armand Cesari antes de un partido de semifinal de la Copa de Francia entre el Bastia y el
Olympique de Marsella, como resultado de esa catástrofe, la Copa de Francia 1992 no se jugó, a diferencia
de la final de Heysel en 1985 (20 Minutos, 31 de diciembre de 2010). El 2 de mayo de 1993 en Barcelona,
España, falleció Óscar Esteve, seguidor del Espanyol apuñalado por parte de dos individuos a la salida del
partido que había enfrentado al Espanyol con el Barcelona en el estadio de Sarriá (El País, 09 de diciembre
de 1998). En 1994, durante la Copa del Mundo de fútbol de Estados Unidos, fue asesinado en Medellín,
Colombia, el jugador colombiano Andrés Escobar debido a que su selección quedó eliminada como
consecuencia de un gol que se introdujo en su propia portería, ocasionando un gran impacto en todo el
mundo (20 Minutos, 31 de diciembre de 2010). El veintiséis de marzo de 1995 en Quevedo, Ecuador,
fallecieron 2 personas, 50 resultaron heridas y decenas se quedaron sepultadas al derrumbarse la visera del
estadio de la ciudad durante un partido (EFE Madrid, 10 de mayo de 2001). El siete de mayo de 1995 en
Lisboa, Portugal, fallecieron 2 personas y 27 resultaron heridas al ceder una de las vallas exteriores del
estadio José Alvalade antes del comienzo del partido entre el Sporting de Portugal y el Oporto (EFE Madrid,
10 de mayo de 2001). El dieciséis de octubre de 1996 en Guatemala fallecieron 84 personas y 150 resultaron
heridas debido a una avalancha producida en el estadio Mateo Flores antes del partido de fútbol entre las
selecciones de Guatemala y Costa Rica tras superar el aforo por la venta de entradas falsas (EFE, 01 de
febrero de 2012). El quince de junio de 1996 en Manchester, Inglaterra, 206 personas resultaron heridas
tras el estallido de un camión lleno de explosivos por parte del grupo terrorista IRA (Ejército Republicano
Irlandés) durante la celebración de la Eurocopa de Inglaterra 1996 (EFE, 14 de noviembre de 2015). El
veintisiete de junio de 1996 en Atlanta, EEUU, falleció 1 mujer y 111 personas resultaron heridas al estallar
una bomba en el Parque Centenario de Atlanta durante la celebración de los Juegos Olímpicos (EFE Madrid,
16 de abril de 2013). El cinco de abril de 1997 se suspendió el Grand National, la carrera de caballos más
famosa del Mundo, al recibir dos amenazas de bomba del grupo terrorista IRA (Ejército Republicano
Irlandés) (EFE Madrid, 16 de abril de 2013). El 09 de diciembre de 1998 en Madrid, España, falleció Aitor
Zabaleta, seguidor del equipo de fútbol de la Real Sociedad, apuñalado por un hincha radical del Atlético
de Madrid en los aledaños del Estadio Vicente Calderón (El País, 09 de diciembre de 1998; Gómez, 2007).
El 9 de mayo de 1999 en Buenos Aires, Argentina tras un partido de fútbol entre Boca Juniors y River Plate
jugado el día anterior falleció una niña de once años tras un intercambio de balas entre seguidores de ambos
equipos, reconocida como la víctima 193 en Argentina en esa fecha desde que se instaurase en ese País en
1958 el fútbol espectáculo (Gómez, 2007). El once de abril de 2001 en Johannesburgo, Sudáfrica,
fallecieron 43 aficionados y 150 resultaron heridos en el estadio Ellis Park por avalanchas producidas por
exceso de público cuando se enfrentaban los equipos Kaiser Chiefs y Orlando Pirates (EFE, 01 de febrero
de 2012). El seis de mayo de 2001 en Sari, Irán, falleció 1 persona y 284 resultaron heridas durante un
partido que enfrentaba a los equipos Pizuri de Teherán y Shamushak de Nowsahar al desplomarse la
160
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
cubierta de la grada (EFE Madrid, 10 de mayo de 2001). El nueve de mayo de 2001 en Acra, Ghana,
fallecieron 130 personas durante el encuentro entre los equipos Accra Hearts y Kumasi Ashanti por el
pánico sufrido por el público asistente ante los enfrentamientos de las aficiones (EFE, 01 de febrero de
2012). El uno de mayo de 2002 en Madrid, España, 17 personas resultaron heridas al explotar un coche
bomba en las proximidades del estadio Santiago Bernabéu tres horas antes de una semifinal de la Liga de
Campeones entre los equipos de fútbol Real Madrid y Barcelona (EFE Madrid, 16 de abril de 2013). El
ocho de mayo de 2002 en Karcahi, Pakistán, fallecieron 14 personas por un atentado suicida junto al hotel
donde se hospedaba la selección de críquet de Nueva Zelanda (EFE Madrid, 16 de abril de 2013). En el año
2004, en Atenas, Grecia, durante los Juegos Olímpicos, un espectador retuvo y agredió al maratoniano
Vanderlei Lima en el kilómetro 36 de la competición (Fernández, 2013). El quince de diciembre de 2005,
en Turquía, un grupo de ultras turcos asaltaron un plató de televisión entonando cánticos en un programa
en directo tras amenazar al presentador (Fernández, 2013). En mayo de 2006, un grupo terrorista secuestró
y asesinó a trece miembros del equipo iraquí de taekwondo cuando se dirigían a Jordania, ese mismo mes
en Bagdad, Irak, fueron asesinados el entrenador del equipo de tenis iraquí y dos jugadores de Copa Davis
por un grupo extremista suní y en julio un grupo armado secuestró a 30 miembros del Comité Olímpico
Iraní (EFE Madrid, 16 de abril de 2013). El dos de febrero de 2007, en Palermo, Italia, se producen 38
detenciones tras el asesinato de un inspector jefe de policía en las inmediaciones del estadio Angelo
Massmino durante un partido entre los equipos Catania y Palermo tras gravísimos altercados provocados
por seguidores violentos del Catania que usaron artefactos explosivos, bombas de humo y piedras contra la
policía y la afición rival (Fernández, 2013). El veintinueve de marzo de 2007 en Grecia, fue asesinado un
aficionado tras un violento combate entre hinchadas durante un partido de semifinales de la copa griega de
voleibol femenino que enfrentaba a los equipos Panathinaikos y Olympiakos, cancelándose durante quince
días los partidos de todas las ligas de equipos (Fernández, 2013). El dos de junio de 2007 en Chililabombwe,
Zambia, fallecieron 12 espectadores y 46 resultaron heridos tras una avalancha producida por tratar de
forzar los tornos de seguridad que daban acceso (AFP París, 30 de marzo de 2009). El veinticinco de julio
de 2007 en Bagdad, Irak, fallecieron 50 personas tras dos atentados contra aficionados al fútbol que
celebraban el triunfo de su equipo en semifinales de la Copa de Asia (EFE Madrid, 16 de abril de 2013). El
veinticinco de noviembre de 2007 en Salvador, Brasil, fallecieron 7 personas y 40 resultaron heridas tras
hundirse una grada en el Estadio Fonte Nova (EFE Madrid, 10 de mayo de 2001). En 2008 se suspendió el
Rally París Dakar por continuas amenazas de grupos islamistas próximos a Al Qaeda, decidiéndose celebrar
la carrera en Sudamérica en las siguientes ediciones. (EFE Madrid, 16 de abril de 2013). En enero de 2008,
en Australia, durante un partido de tenis entre el jugador croata Delic y el serbio Djokovic, se produjeron
treinta expulsados del recinto una mujer herida y tres detenidos tras un enfrentamiento político nacionalista
al pertenecer sendos jugadores a países de la antigua Yugoslavia, destacando al ser un deporte exento de
violencia (Fernández, 2013). El seis de abril de 2008 en Gampaha, Sri Lanka, fallecieron 14 personas entre
ellas Jeyaraj Fernandopulle ministro de Carreteras y Desarrollo Viario de Sri Lanka y 90 resultaron heridas
tras la explosión de una bomba de la guerrilla tamil a la salida de una maratón tradicional por la celebración
del año nuevo (EFE Madrid, 16 de abril de 2013). El catorce de septiembre de 2008 en Butembo, República
Democrática del Congo, fallecieron 13 espectadores y 54 sufrieron heridas en una avalancha provocada por
prácticas fetichistas de un jugador por el cual los aficionados tiraron piedras al terreno de juego y la policía
161
Capítulo 2. Marco contextual y teórico
replicó con granadas lacrimógenas provocando el pánico en las gradas (AFP París, 30 de marzo de 2009).
En noviembre de 2008, en Uruguay, fue suspendida temporalmente la liga de fútbol como consecuencia de
la batalla campal que se produjo al finalizar un partido entre los equipos Danubio y Nacional, en el que
unos 200 hinchas saltaron al terreno de juego con palos y tubos de hierro tras destrozar la valla de seguridad
(Fernández, 2013). El tres de marzo de 2009 en Lahore, Pakistán, fallecieron 6 personas y 6 jugadores
resultaron heridos al ser atacado por un grupo terrorista el convoy de la selección de críquet de Sri Lanka
(EFE Madrid, 16 de abril de 2013). El veintinueve de marzo de 2009 en Abiyán, Costa de Marfil, fallecieron
22 personas y 132 resultaron heridas tras una avalancha producida por la caída de parte de un muro del
estadio Félix Houphouët-Boigny antes del partido de clasificación para la Copa del Mundo de Suráfrica
2010 que enfrentaba a las selecciones de Costa de Marfil y Malaui, la capacidad del estadio era de 45.000
espectadores, dentro había unos 50.000 y fuera otros 50.000 querían entrar a ver el partido a pesar de todo
el partido se jugó y Costa de Marfil ganó 5-0 (EFE. Abiyán, 29 de marzo de 2009). El uno de enero de 2010
en Lakki Marwat, Pakistán, fallecen 90 personas a causa de un atentado suicida al estallar un coche con
explosivos durante un partido de voleibol en medio de la pista (EFE Madrid, 16 de abril de 2013). El ocho
de enero de 2010 en Cabinda, Angola, fallecieron un entrenador asistente y el jefe de prensa de la selección
togolesa de fútbol al ser ametrallado el autobús de la selección cuando se disponía a participar en la Copa
África de Naciones de fútbol (EFE Madrid, 16 de abril de 2013). El catorce de mayo de 2010 en Tal Afar,
Irak, fallecieron 25 personas y más de 100 resultaron heridas tras un ataque terrorista con un coche cargado
de explosivos en un campo de fútbol (EFE Madrid, 16 de abril de 2013). El treinta y uno de noviembre de
2010 en Honduras, fueron asesinadas 14 personas en un campo de fútbol por un grupo de sicarios (El País,
01 de febrero de 2012). El once de diciembre de 2010 en Ammán, Jordania, se produjeron 150 heridos en
una batalla entre aficionados tras un partido entre los equipos Al Wihdat y Al Faysali (El País, 01 de febrero
de 2012). El once de abril de 2011 en Johannesburgo, Sudáfrica, fallecieron 50 personas a causa de una
avalancha en el estadio Ellis Park (Redacción Madrid, 09 de marzo de 2013). El cinco de mayo de 2011 en
Sari, Irán, se produjeron decenas de muertos y centenares de heridos al desplomarse la cubierta de una
grada del estadio Al Mottaqui (Redacción Madrid, 09 de marzo de 2013). El uno de febrero de 2012 en Port
Said, Egipto, fallecieron 74 personas y 300 resultaron heridas tras graves disturbios al final de un partido
entre los equipos Al Ahli de El Cairo y el local Al Masri (El Mundo Madrid, 12 de septiembre de 2012). El
trece de marzo de 2013 en Iman Sahib, Afganistán, fallecieron 7 personas y 6 resultaron heridas tras un
atentado durante un partido de buzkuchi, modalidad local de polo (EFE Madrid, 16 de abril de 2013). El
quince de abril de 2013 en Boston, EEUU, fallecieron 3 personas y 140 resultaron heridas tras dos
explosiones bombas en la línea de meta del maratón de Boston (Carbonero, 17 de abril de 2013; EFE, 14
de noviembre de 2015). El treinta de noviembre de 2014 en Madrid, España, falleció Francisco Javier
Romero Taboada, seguidor del equipo de fútbol Deportivo de La Coruña, y 10 personas resultaron heridas
tras enfrentamientos entre 200 aficionados radicales de los grupos Frente Atlético y Riazor Blues en los
aledaños del Estadio Vicente Calderón antes de un partido que enfrentaba a los equipos Atlético de Madrid
y Deportivo de La Coruña. (Ortega, Moñino & Precedo, 30 de noviembre de 2014). El cinco de septiembre
de 2015 en A Coruña, España, fallecieron 7 personas en el Rally de A Coruña tras ser arrollados por un
coche que se salió de la carretera (EFE, 07 de septiembre de 2015). El trece de noviembre de 2015 en París,
Francia, se produjo el peor atentado de la historia de Francia, tres explosiones en los alrededores del estadio
162
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Saint Denis, donde se disputaba un partido amistoso entre Francia y Alemania al que asistía el presidente
François Hollande, junto a seis ataques simultáneos llevados a cabo por siete terroristas del Estado Islámico
produjeron 130 muertes y 352 heridos (Hernández-Velasco, 14 de noviembre de 2015). Finalmente la
presente recopilación finaliza el diez de febrero de 2017 en Uige, Angola, donde fallecieron 17 personas y
61 resultaron heridas por una avalancha en el Estadio Municipal debido a que centenares de aficionados
sin entrada se agolparon en una de las puertas del estadio (El Mundo Madrid, 10 de febrero de 2017).
A continuación recogidos los sucesos negativos más importantes, se va a investigar si los mismos
se recogen o no en registros de incidentes.
Los numerosos y variados sucesos negativos descritos así como los no recogidos que hacían
referencia al deporte recreativo y de competición amateur como resultado de violencia exógena y endógena
como son los continuos ejemplos que se pueden encontrar en los medios de comunicación y su gran
repercusión reflejan según cita la Ley 19 (2007) la clara permisividad social de la violencia y, llevan a
preguntarse, recordando las conclusiones arrojadas por el proyecto MAID (Mejora y Armonización de
Infraestructuras Deportivas), en donde se expresaba la necesidad de implantar un sistema de recogida de
incidencias armonizado en todo el territorio Español que permitiese recoger la casuística de los accidentes
producidos en las instalaciones a través de la implicación de las distintas Comunidades Autónomas, al
ostentar las competencias en materia de deportes (CSD, 2009b), y lo expuesto por su secretaría técnica al
determinar que la mejora continua de las instalaciones, el avance de las normas técnicas y los cambios de
legislación se verían beneficiados si se dispusieran entre otros datos, de información sobre el nivel de
seguridad de las instalaciones a través de un sistema de vigilancia de incidencias en las mismas alineado
con la Recomendación del Consejo de Europa en 2006 (Secretaría Técnica del Proyecto MAID, 2008a), si
existen registros de los mimos a nivel internacional, nacional, autonómico y local.
Para responder a esta cuestión, primeramente se determinará que es un registro, cuál es su fin y qué puntos
ha de contener o cómo ha de estructurarse, recurriendo dentro del plano internacional al sector más
representativo y a un organismo de referencia para poder extrapolarse a los diferentes registros de incidentes
que se asocien en el plano deportivo.
Identificando en que consiste un sistema de registro, Bañeres, Cavero, López, Orrego & Suñol (s.f.)
expresan que los sistemas de registros son herramientas que mejoran la cultura de la seguridad, sirven para
recopilar información de incidentes y de efectos adversos permitiendo a la organización, como indica la
siguiente figura: identificar, aprender y mejorar a través de los fallos detectados.
163
Capítulo 2. Marco contextual y teórico
Figura 24. Sistemas de registro en el marco de la seguridad. Fuente: Bañeres et al. (s.f., p.20).
Los mimos autores, continúan expresando que el desarrollo de un sistema de registro o notificación,
requiere conocer que se quiere documentar, para lo cual habrán de responderse unas cuestiones previas;
¿Cuál es el objetivo y el uso del sistema?, ¿cómo deben ser definidos los eventos que se documenten?, ¿qué
estándares serán usados?, ¿qué datos específicos deberán ser recogidos?, ¿qué debe ser confidencial dentro
de los datos?, ¿qué datos deben ser analizados?, ¿qué tipo de feedback será necesario? y, ¿qué tipo de
sanciones o estímulos existen para promover la notificación? Finalmente, el análisis de los datos permitirá
establecer tendencias y saber que riesgos requieren atención así como recomendar “buenas prácticas” a
seguir (Bañeres et al., s.f.).
Conociendo qué es un sistema de registro, su finalidad y como desarrollarlo en función de las respuestas a
las cuestiones a plantearse, destaca como sector pionero en la notificación de incidentes el de la aviación y,
como claro ejemplo de sistema de registro de incidentes el Aviation Safety Reporting System (ASRS) el
cual ha recibido desde 1976 cerca de 300.000 informes de notificación de incidentes del personal que trabaja
en el sector, analizándolos con el propósito de reducir el riesgo de ocurrencia de los problemas de seguridad
notificados teniendo un gran éxito debido a que su notificación es segura con un sistema no punitivo, fácil
de usar a través de un formulario de una sola hoja y de gran utilidad debido a que expertos analizan los
informes difundiendo las recomendaciones a los profesionales implicados (Bañeres et al., s.f.).
Por otro lado, como organismo referente en registros de incidentes, destaca la Organización Internacional
del Trabajo (OIT) como organismo especializado del sistema de las Naciones Unidas, principal autoridad
laboral dentro del sistema internacional y única institución intergubernamental en la que el derecho al voto
no es exclusivo de los gobiernos creada en 1919, como parte del Tratado de Versalles (Rodgers, Lee,
Swepston & Van Daele, 2009). En 1925 se crea un Comité de Expertos que aún existe, compuesto por
juristas independientes que supervisan la normativa de la organización, analizan informes de los gobiernos
y presentan anualmente a la Conferencia sus propios informes (Rodgers et al., 2009). Por lo tanto, en
referencia al citado comité de expertos, del 3 al 11 de octubre de 1994 el Consejo de Administración de la
Oficina Internacional del Trabajo en su 259ª reunión convocó en Ginebra una reunión de expertos para
elaborar un repertorio de recomendaciones prácticas sobre el registro y la notificación de los accidentes de
trabajo, al considerar dichos registros, instrumentos para la prevención en dónde se destacó la identificación
y el análisis de las causas de dichos accidentes para establecer medidas preventivas, indicando que las
disposiciones contenidas en el mismo deberían considerarse como requisitos básicos para la recopilación,
el registro y la notificación de datos fidedignos sobre los accidentes de trabajo así como requisitos similares
164
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
para el registro y la notificación de incidentes (Oficina Internacional del Trabajo [OIT], 1996). Siguiendo
estos registros en el sector laboral, en España la Ley 31/1995, de 8 de noviembre, de prevención de riesgos
laborales, establece en su artículo 23 que el empresario deberá elaborar y conservar a disposición de la
autoridades laboral y sanitarias la relación de accidentes de trabajo y enfermedades profesionales que hayan
causado al trabajador una incapacidad laboral superior a un día de trabajo mediante la cumplimentación y
envío del parte oficial de accidente de trabajo, con los que posteriormente se elaborarán los
correspondientes registros (Ley 31, 1995). A su vez la Orden de 16 de diciembre de 1987 por la que se
establecen nuevos modelos para la notificación de accidentes de trabajo y se dan instrucciones para su
cumplimentación y tramitación, en su artículo 1 establecía como modelos oficiales el “Parte de accidente
de trabajo” y la “Relación de accidentes de trabajo ocurridos sin baja médica” con las respectivas
instrucciones a seguir para su cumplimentación y gestión (Orden 16, 1987), sustituidos manteniendo su
denominación por los que figuran en el anexo de la Orden TAS/2926/2002, de 19 de noviembre, por la que
se establecen nuevos modelos para la notificación de los accidentes de trabajo y se posibilita su transmisión
por procedimiento electrónico (Orden TAS/2926, 2002).
165
Capítulo 2. Marco contextual y teórico
entidad deportiva, organizador o particular afectado por el expediente, las infracciones cometidas y las
sanciones impuestas (Ley 19, 2007). A su vez, el artículo 79 del Real Decreto 203/2010, de 26 de febrero,
por el que se aprueba el Reglamento de prevención de la violencia, el racismo, la xenofobia y la intolerancia
en el deporte, cita que las inscripciones efectuadas en dicho registro se deberán comunicar al Consejo
Superior de Deportes, a los Delegados y Subdelegados del Gobierno, a los órganos competentes de las
comunidades autónomas y a los servicios de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad que la Dirección General
de la Policía y de la Guardia Civil determine, siendo el encargado del registro (Ministerio del Interior) el
responsable del sistema de consulta y transmisión de los datos contenidos en el mismo (RD 203, 2010).
El mismo Real Decreto 203/2010, identifica en su artículo 21 otro registro, es el caso del Libro de registro
de actividades de seguidores, el cual deberá ser elaborado por clubes, entes de promoción deportiva,
sociedades anónimas deportivas y organizadores de competiciones y espectáculos deportivos incluidos
dentro del ámbito de aplicación que identifica el Real Decreto 203/2010 en su artículo 2 (competiciones
deportivas oficiales de ámbito estatal organizadas en el marco de la Ley 10/1990, de 15 de octubre, del
Deporte y organizadas o autorizadas por las federaciones deportivas españolas) así como por parte de los
entes que adicionalmente establezca la Comisión Estatal contra la violencia, el racismo, la xenofobia y la
intolerancia en el deporte (RD 203, 2010). Dicho registro deberá contener información que identifique la
actividad de los distintos grupos de aficionados adheridos a la entidad en cuestión así como información
referente a los aficionados que hayan tomado parte en episodios violentos asociados al deporte, podrá
confeccionarse en cualquier soporte que permita dejar constancia de los datos que lo conforman y de la
fecha en que se inscriben pudiendo asociar al mismo una base de datos que incluya información más
detallada, siendo la Comisión Estatal contra la violencia, el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el
deporte la encargada de suministrar las plantillas para la elaboración y mantenimiento del libro-registro con
el objetivo de normalizar y unificar la información registrada, información que será facilitada a la autoridad
gubernativa cuando se requiera, debiendo estar a disposición del coordinador de seguridad y de la Comisión
Estatal contra la violencia, el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el deporte (RD 203, 2010).
Continuando con el ámbito estatal, al margen de estos dos registros regulados por la normativa de
aplicación, el 22 de diciembre de 2004, el Consejo Superior de Deportes (CSD) impulsa la constitución del
Observatorio de la Violencia, el Racismo y la Intolerancia en el Deporte como grupo de trabajo de la
Comisión Nacional contra la Violencia en los Espectáculos Deportivos para la realización de estudios e
informes, dicho observatorio realizó el seguimiento del Protocolo de actuaciones contra el Racismo, la
Xenofobia y la Intolerancia en el Fútbol del 18 de Marzo de 2005 en el cuál en su punto 15 como Plan de
intervención específico para prevenir y reprimir los brotes de racismo, xenofobia e intolerancia en el fútbol
profesional se establece siguiendo a la Real Federación Española de Fútbol [RFEF], Liga Nacional de
Fútbol Profesional [LFP] & Asociación de Futbolistas Españoles [AFE] (2005):
166
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Para comprobar el grado de aplicación y cumplimiento del Plan, la Oficina Nacional de Deportes de la
Dirección General de la Policía elaborará informes trimestrales, semestrales y anuales y la Real Federación
Española de Fútbol y la Liga Nacional de Fútbol Profesional elaborarán un informe trimestral, de cada uno
de los clubes de 1ª y 2ª División con la información reflejada por los árbitros en las actas de los partidos y
con los datos recabados por los delegados-informadores de la Real Federación Española de Fútbol, en cuyos
informes un apartado específico estará dedicado a los incidentes de tipo racista (RFEF, LFP & AFE, 2005).
167
Capítulo 2. Marco contextual y teórico
intolerancia en el deporte, en dicha temporada se incorpora un sexto punto manteniendo los cuatro primeros
originales, poniendo en el número quinto un apartado denominado conclusiones ubicando en el sexto el
ámbito deportivo no profesional sin indicar la fuente de información. Las memorias de las temporadas
2008/2009 a 2011/2012 pertenecen a la misma Comisión Estatal contra la violencia, el racimo, la xenofobia
y la intolerancia en el deporte, indican que fueron elaboradas con la información que disponían los Cuerpos
y Fuerzas de Seguridad dependientes de la Secretaria de Estado de Seguridad (Cuerpo Nacional de Policía
y Guardia Civil) manteniendo la misma estructura de seis puntos. Las memorias de las temporadas
2012/2013 a 2015/2016 pertenecen a la misma Comisión Estatal contra la violencia, el racimo, la xenofobia
y la intolerancia en el deporte, incorporan a su vez a las anteriores fuentes datos referentes a una Policía
Autonómica, la Ertzaintza, agregando también en el cuarto punto referente a partidos de alto riesgo un sub
apartado denominado otros datos.
Para concluir los registros del plano estatal, el Ministerio del Interior a través de su Anuario Estadístico,
dedica un capítulo del mismo a la Seguridad Ciudadana, en dicho capítulo, el tercero del anuario, se registra
desde el anuario 2012 el punto 3.4 denominado “Violencia en el deporte” en el cuál se expresan de forma
estadística datos referentes a dos bloques, el primero trata las infracciones en competiciones y espectáculos
deportivos y el segundo las propuestas de sanción e importes de las mismas, el número de prohibiciones de
acceso a recintos deportivos y el número de encuentros deportivos declarados de alto riesgo. La importancia
de estos datos estadísticos asociados a registros se puede manifestar según expresa Fernández (2013) en
que los estudios estadísticos analizan la incidencia de un fenómeno atendiendo a hechos plausibles, de esta
manera, el Ministerio del Interior presentó su último Anuario Estadístico correspondiente a las actividades
desarrolladas durante el año 2015 coincidiendo con su vigésima edición (Gobierno de España, 2015c).
Analizando los dos bloques mencionados acerca de la estadística referente a los registros de violencia en el
deporte, se observa que, para los datos sobre infracciones en competiciones y espectáculos deportivos
(primer bloque) se maneja como fuente el Registro Central de Sanciones en materia de violencia, racismo,
xenofobia e intolerancia en el deporte, dividiéndose en dos, en infracciones imputadas a organizadores y
en imputadas a particulares, las imputadas a organizadores se dividen en diez campos; apoyo a grupos de
aficionados que incumplen la Ley 19/2007, desobediencia a las disposiciones del Coordinador de
Seguridad, grave incumplimiento de medidas de seguridad, no impedir la introducción de bebidas
alcohólicas en envases rígidos, no impedir la introducción de armas u objetos peligrosos similares, no
impedir la introducción o encendido de bengalas u objetos similares, no impedir la introducción y/o el
lanzamiento de objetos prohibidos, no impedir la introducción/venta de bebidas alcohólicas, no impedir la
invasión de los terrenos de juego y, permitir el tránsito incontrolado y la concentración de espectadores en
las gradas, comparando el número de infracciones de cada campo con los de la temporada anterior
(Gobierno de España, 2015c). A su vez las infracciones imputadas a particulares se dividen en diecinueve
campos; acceder al estadio sin entrada, actos racistas, causar daños en bienes/lesiones, conductas
indecorosas, consumo de bebidas alcohólicas, consumo drogas, desobediencia y resistencia leves, escribir
en redes sociales, introducir armas u objetos peligrosos, introducir o encender bengalas u objetos similares,
introducir o exhibir banderas, pancartas, etc., que inciten a la violencia, introducir o poseer bebidas en
envases prohibidos, lanzar objetos, invadir los terrenos de juego, participar en altercados, peleas o
168
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
En el plano autonómico, ajustándose al ámbito particular del objeto de estudio, en la Comunidad de Madrid,
destaca el Registro de sanciones, el Decreto 195/2003, de 31 de julio, por el que se aprueba el Reglamento
de Disciplina Deportiva de la Comunidad de Madrid, en su artículo 18 establece que dicho registro deberán
crearlo y mantenerlo actualizado ajustándose a la legislación vigente en materia de protección de datos,
cuando se trate de actividades o competiciones de ámbito autonómico o inferior, las entidades que
componen la organización deportiva madrileña (Clubes, Agrupaciones de Clubes Deportivos,
Agrupaciones Deportivas, Secciones de Acción Deportiva y Federaciones Deportivas de la Comunidad de
Madrid) en relación a las infracciones de las reglas del juego o competición y a las normas generales
deportivas tipificadas en la Ley del Deporte de la Comunidad de Madrid (Decreto 195, 2003).
169
Capítulo 2. Marco contextual y teórico
Figura 25. Anexo I. Comunicación de los hechos en caso de agresión en los Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de
Madrid. Fuente: Ayuntamiento de Madrid (2010).
Figura 26. Anexo II. Formulario de toma de datos en caso de agresión en los Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de
Madrid. Fuente: Ayuntamiento de Madrid (2010).
Dicho registro incluirá: las categorías de gravedad según informe facultativo; la incidencia de la violencia
en una tarea o área específicas; las características de agresores y víctimas; la forma que reviste la violencia;
170
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
los factores coadyuvantes como puede ser la demora en la prestación de un servicio y; otros factores de
riesgo como determinadas franjas horarias (Ayuntamiento de Madrid, 2011).
Analizando las Tesis Doctorales que, más adelante se clasificarán en función de su contenido, se
encuentran, la realizada por Durá (1999) denominada “Análisis Biomecánico de los pavimentos deportivos
y protocolización de ensayos para su evaluación”. La realizada por Lucio (2003) denominada “Calidad y
seguridad de las instalaciones y el material deportivo en los centros de Educación Secundaria y Bachillerato
de la provincia de Málaga”. La realizada por Hall (2006a) denominada “Standards for Effective Security
Management of University Sport Venues”. La realizada por Piñeiro (2008) denominada “Responsabilidad
civil y deporte”. La realizada por Burillo (2009) denominada “Los campos de fútbol de césped artificial en
Castilla-La Mancha. Hacia un modelo de seguridad, funcionalidad deportiva y satisfacción de sus usuarios”.
La realizada por Mejía (2009) denominada “Identificación y valoración de los riesgos de las instalaciones
deportivas escolares, mediante un protocolo de evaluación. El caso de la provincia de Jaén”. La realizada
por Allen (2011) denominada “Continuity of Operations (COOP) Preparedness of NCAA Division I
Athletic Departments”. La realizada por Miller (2012) denominada “Leading through crisis: Competencies
for effective sport security professionals”. La realizada por Casado (2014) denominada “Daños causados a
espectadores y terceros con ocasión de la práctica deportiva”. La realizada por Gehring (2014) denominada
“Sports venue security: public policy options for SEAR 4–5 events”. La realizada por Díaz-Vicario (2015)
denominada “La gestión de la seguridad integral en los centros educativos: Facilitadores y
171
Capítulo 2. Marco contextual y teórico
Continuando con las investigaciones, estudios y publicaciones que tratan la seguridad y el deporte desde la
perspectiva del objeto de estudio, englobado como se definió en la introducción de esta revisión, la primera
área trata la seguridad en instalaciones deportivas, el Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el
Trabajo [INSHT] (2003), elaboró una guía denominada “Guía para la Acción Preventiva en Gimnasios”
centrada en la seguridad y la prevención específica en las salas de musculación. Debido a las peculiaridades
del área investigada (playas como similitud de instalación al aire libre en la que se realiza actividad acuática
deportivo recreativa) destacan Abraldes & Rubio (2005) los cuales presentaron en el Congreso
Internacional Año del Deporte y la Actividad Física celebrado en Cuenca un estudio denominado “Estudio
descriptivo de los recursos humanos y materiales para la seguridad en espacios recreativos acuáticos” en el
en el que se describían las condiciones de seguridad de las playas de la región de Murcia en los años 2003
y 2004 con respecto a las características de las playas, los recursos humanos, el plan de actuación del
servicio de salvamento y socorrismo y, los materiales de vigilancia, prevención, intervención, primeros
auxilios y evacuación. Los autores citan estudios similares anteriores en Galicia de (Palacios, 1999;
Abraldes, 2002; Palacios & Cols, 2004), en Alicante de (Abraldes & Jornet, 2003) y en Madrid de (Pascual,
2004). Otros similares se encuentran en (Gómez-Calvo, 2007g; Sanz, 2011; Winkler, Ehrmann, Koch,
Kaehler & Muth 2013). El Consejo Superior de Deportes (CSD) en el Proyecto MAID, identificó como
una buena práctica la acreditación en materia de seguridad de las instalaciones deportivas. En esta línea
certificó a través de la Asociación Española de Normalización y Certificación (AENOR) las instalaciones
del Pabellón Múltiple I (vaso de piscina) y del Pabellón Múltiple II (instalación polideportiva interior) de
su Centro de Alto Rendimiento de Madrid (CAR), a través de una auditoría que comprobaba los requisitos
establecidos por el Comité Técnico de Normalización de AENOR en materia de Deportes “AEN/CTN 147”
en sus normas “UNE” y “UNE-EN” convirtiéndose en el año 2010 en la primera organización en obtener
dicha certificación que acredita que las instalaciones revisadas cumplen la normativa específica y los
requisitos del Sistema de Gestión de la Seguridad y Accesibilidad, catalogándolas como seguras y
accesibles (CSD, 2009b). (Tanto la normativa “UNE” y “UNE-EN” como el comité “AEN/CTN 147” se
desarrollarán en la quinta área, dentro de las investigaciones referentes a la gestión de riesgos en el deporte).
El término accesibilidad, guarda cierta relación con el de seguridad, en este aspecto, Verdú (2015) en su
citada Tesis Doctoral, argumentó la necesidad de sinergia de ambos conceptos realizando una recopilación
de diferentes estudios que tratan la accesibilidad en las instalaciones deportivas (Nary, Froehlich & White,
2000; Hawes, 2001; Rimmer, Riley, Wang & Rauworth, 2004; Rivano-Fischer, 2004; Riley, Rimmer,
Wang & Schiller, 2008; Arbour & Martin-Ginis, 2009, 2011; Gallardo et al., 2009; Zarco-Pérez et al., 2012;
Karusisi, Thomas, Méline & Chaix, 2013) junto con dicha recopilación, destaca por su especificidad, una
172
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
guía de Rovira-Beleta denominada “Guía de accesibilidad de material y ayudas técnicas para centros
deportivos” (Rovira-Beleta, 2012).
Volviendo a la certificación que obtuvo el CSD, dicho organismo considera que debe ser difundida a otras
instalaciones de distinta titularidad, por lo que desarrolló también una aplicación para que los gestores de
instalaciones deportivas, previa identificación de la instalación, pudiesen realizar a través de distintos
formularios en línea una autoevaluación de seguridad respecto al cumplimiento de la normativa. Siguiendo
con las certificaciones, la Guardia Civil en su procedimiento número 1000022 denominado “Aprobación
de medidas de seguridad en federaciones, clubes y sociedades deportivas” descrito en su página web,
declara la necesidad de autorización en las Federaciones de Tiro Olímpico o de cualquiera otra modalidad
deportiva que usen de armas de fuego, para lo cual deberán presentar un proyecto de la instalación,
indicando las medidas de seguridad, los planos, la cantidad de armas y cartuchería a almacenar, certificados
acreditando el nivel de seguridad de la norma UNE correspondiente y contrato de instalación,
mantenimiento y conexión de los sistemas seguridad con central receptora de alarma.
Continuando con las evaluaciones en materia de seguridad y también orientado hacia los responsables o los
gestores deportivos, la Diputación Foral de Guipúzcoa y el Instituto de Biomecánica de Valencia (IBV)
publicaron en el año 2009 una guía denominada “Guía para el autocontrol de la seguridad en instalaciones
deportivas” (IBV, 2009) con el objetivo de ser una herramienta orientada a que los propios gestores y
responsables de instalaciones deportivas, a través de un documento y, a modo de autoevaluación, pudiesen
planificar y controlar diferentes aspectos que afectan a la seguridad de sus instalaciones, referidos a:
aspectos relacionados con el edificio (edificación e instalaciones técnicas, cimentación y estructura,
fachada, particiones, cubiertas, instalación eléctrica, climatización y agua caliente sanitaria); aspectos de
evacuación (señalización, iluminación y protección contra incendios) y; aspectos relacionados con el
pavimento y equipamiento deportivo en espacios de actividad (como pistas polideportivas, frontones,
piscinas, espacios de fitness y spas) y, en espacios auxiliares y singulares. En el año 2010, el Procurador
del Común de Castilla y León, redactó un documento denominado “La seguridad en las zonas deportivas
municipales de Castilla y León” en el que analiza la seguridad de los usuarios (Procurador del Común de
Castilla y León, 2010). La dirección general de deportes del Gobierno de Extremadura tiene en marcha un
proyecto denominado “3planex” (Gobierno de Extremadura, s.f.) orientado a que las instalaciones
deportivas de la región se adapten a la normativa NIDE y UNE-EN para garantizar la seguridad de sus
deportistas. Dicho proyecto tiene tres ejes de actuación, dos de ellos, relacionados directamente con la
seguridad, el denominado Plan de Seguridad en Instalaciones Deportivas (desarrollado en la segunda parte
dentro del análisis de los ámbitos de la seguridad que afectan a una instalación deportiva, Plan de Seguridad
en el contexto deportivo) y, el denominado “Acreditación de centros deportivos” orientado, entre otros
aspectos, al reconocimiento cualitativo en materia de seguridad de las instalaciones deportivas extremeñas
tanto de titularidad pública como privada. Con respecto a las publicaciones referentes a las instalaciones
deportivas y su seguridad destaca otra recopilación de José Luis Gómez-Calvo (Gómez-Calvo, 2005a,
2005b, 2006d, 2007a, 2007b, 2007f, 2008a, 2008h, 2011b, 2012b, 2013b, 2015b) junto a (Cerezo, 2010;
Consejo Superior de Deportes [CSD], 2013; Otaola, 2013).
173
Capítulo 2. Marco contextual y teórico
En la segunda área, en relación a la seguridad en los grandes eventos deportivos, Gehring (2014) publicó
su Tesis Doctoral denominada “Sports venue security: Public policy options for SEAR 4–5 events” en la
que evaluó el riesgo de ataque terrorista en los grandes eventos deportivos confirmando su viabilidad como
objetivo terrorista debido a su gran seguimiento a través de la televisión e internet y manejó opciones
políticas para mejorar el soporte de la seguridad en los mismos. Hall (2010a) en un artículo publicado en
The Sport Journal denominado “An Examination of British Sport Security Strategies, Legislation, and Risk
Management” examinó las estrategias de seguridad específicas y las medidas de mitigación de riesgos en
la liga de fútbol inglesa en lo que respecta al diseño del estadio, la tecnología, la gestión de riesgos, la
hospitalidad y, las buenas prácticas de la industria fundamentalmente orientadas al problema del terrorismo
y de los espectadores violentos (hooligans) de los últimos 30 años. Giulianotti & Klauser (2010) en otro
artículo publicado en el Journal of Sport & Social Issues denominado “Security governance and sport mega-
events: Toward an interdisciplinary research agenda”, examinaron la seguridad en los mega eventos
deportivos como los Juegos Olímpicos identificando las diferencias que se dan en los que son organizadas
174
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
en el hemisferio norte y el sur cada vez más prolíferos, las diferencias en cuanto a los riesgos percibidos y
las estrategias de seguridad en los mismos a razón de las amenazas terroristas percibidas, la violencia de
los espectadores, los riesgos generales asociados con la pobreza, las divisiones sociales y la delincuencia
urbana y, los legados de seguridad como las nuevas tecnologías de vigilancia, nuevas políticas sociales
centradas en la seguridad, el desarrollo urbano y la influencia de la seguridad. Al hilo de estas
investigaciones, se han realizado diversos estudios referentes a la seguridad en los grandes eventos
deportivos y otros relacionados con el terrorismo. Con respecto a los grandes eventos deportivos y la
seguridad se encuentran (Goss, Jubenville & MacBeth, 2003; Pantera et al., 2003; Gómez-Calvo, 2004e,
2006b, 2007c, 2008c, 2008g, 2010a, 2011a, 2012a, 2012c, 2013c, 2014a, 2014b, 2014c, 2015a, 2015c,
2015d, 2015e, 2015h, 2016a; Marciani & Hall, 2007; Yu, 2008; Boyle & Haggerty, 2009; Cieslak, 2009;
Leopkey & Parent, 2009; Marciani, 2009a; Hall, Marciani, Cooper & Phillips 2010; Hall, Cieslak,
Marciani, Cooper, & McGee 2010; Requena, 2010; Schwarz, Hall & Shibli, 2010; Cornelissen, 2011; De
Miguel, 2011, 2012; Giulianotti & Klauser 2011; Hall, Fos, Marciani & Zhang 2011; Herrero, 2011;
Jennings & Lodge, 2011; Klauser 2011, 2013; Taylor & Toohey, 2011; Toohey & Taylor, 2012; Gilbert,
2012; Kayyem, 2012; Korte & Worsley, 2012; Schimmel, 2012; Sugden, 2012; Aaron, 2013a, 2013b,
2013c, 2014; Barrick, 2013, 2014; Clavel, 2013; Mastrogiannakis & Dorville, 2013; Eisanhauer, 2013;
Giulianotti, 2013a; Grix, 2013; Prados, 2013; Santos, 2013; Minogue, 2014; Saliés & Logan, 2014; Tarbitt,
2014; Baquero, 2015; Still, 2015; Valadés, 2015; Wheland, 2015a, 2015b).
Con respecto a la seguridad relacionada con el terrorismo y el deporte se encuentran (Goss et al., 2003;
Toohey, Taylor & Lee, 2003; Taylor & Toohey, 2005, 2007; Baker III, Connaughton, Zhang & Spengler,
2007; Philpott, 2007; Hall, Marciani & Cooper, 2008; Toohey & Taylor, 2008; Marciani, Hall & Finch,
2009; Richards, 2010; Atkinson & Young, 2012; Fussey & Coaffee, 2012; Giulianotti & Klauser, 2012;
Hassan & O’Kane, 2012; Gómez-Calvo, 2013a, 2015g; Hall, Byon & Baker, 2013; Prados, 2013; Hassan,
2016).
Dentro de las investigaciones referentes a la seguridad en los estadios como grandes infraestructuras
deportivas, destacan las “Recomendaciones técnicas y requisitos de los estadios de fútbol” de la Fédération
Internationale de Football Association [FIFA] (2011) y el “Reglamento FIFA de Seguridad en los Estadios”
de Blatter y Valcke (FIFA 2012) junto a una guía orientada a la seguridad integral de los estadios de Fútbol
de Reino Unido, denominada “Guide to Safety at Sports Grounds” (Football Licensing Authority [FLA],
2008). López-Fernández et al. (2016) en un estudio publicado en SPORT TK-Revista Euro Americana de
Ciencias del Deporte denominado “Análisis de las medidas de seguridad obligatorias contra los riesgos
antrópicos en los estadios de fútbol españoles” analizaron y describieron el nivel de seguridad de seis
estadios de fútbol de la liga española, dos de segunda división b, dos de segunda división y dos de primera
división y desarrollaron una herramienta para evaluar el nivel de cumplimiento de las medidas de seguridad
obligatorias frente a los riesgos antrópicos en los estadios de fútbol españoles. En esta línea se encuentran
(Estell, 2002; Gómez-Calvo, 2006c, 2014d; Hall, Marciani, Cooper & Rolen, 2007; García Puga, 2009;
Marciani, 2009b; Caldwell, 2013a, 2013b, 2014a, 2015a; Cumming, 2013; Hall, Phillips & Filce, 2013;
175
Capítulo 2. Marco contextual y teórico
Sánchez-Sánchez et al., 2013; Geer, 2014; López-Fernández et al., 2014; Phillips & Boyes, 2014; Bryant,
2015; Scaife, 2015b).
La tercera área analiza las investigaciones referentes a la seguridad de los espacios y de los equipamientos
deportivos en las que se encuentran las citadas Tesis Doctorales de Durá (1999) y Burillo (2009) junto a
distintos estudios. El CSD (2011) realizó una propuesta de decreto de seguridad en instalaciones deportivas
con para establecer unos criterios mínimos de seguridad en pistas, campos y equipamiento deportivo para
minimizar o eliminar los riesgos producidos por accidentes debido a una mala instalación, uso o
mantenimiento de los mismos. En este aspecto, surgió el comité técnico de normalización de AENOR en
materia de Deportes denominado AEN/CTN 147 “Deportes, Equipamientos e Instalaciones Deportivas”,
elaborando normas españolas “UNE” a través de cinco subcomités, los denominados; SC 1 Gestión y
mantenimiento de instalaciones y recintos deportivos, SC 2 Deportes, Campos de Juego y otros equipos de
recreo, SC 3 Superficies deportivas, SC 4 Instalaciones deportivas (instalaciones para espectadores) y SC
5 Instalaciones deportivas para la actividad física de personas con necesidades especiales y, el Comité
Europeo de Normalización (CEN) elaborando las normas europeas “EN” que posteriormente se adaptan y
ratifican como normas españolas “UNE-EN”. Ambas normas no son de obligado cumplimiento salvo que
la administración competente las haga obligatorias mediante Ley, Decreto, Reglamento o Pliego pero si
son un referente de seguridad a la hora de construir, adquirir e implementar equipamientos deportivos en
cinco campos; superficies deportivas, instalaciones para espectadores, iluminación deportiva,
equipamientos deportivos y equipos de protección. García-Tascón, Gallardo, Blanco, Martínez-López &
Márquez (2014) publicaron en Cultura, Ciencia y Deporte un estudio denominado “Análisis del
cumplimiento de la seguridad de los equipamientos deportivos del municipio de Sevilla (España)” en el
que analizaron el cumplimiento de la mencionada normativa de seguridad UNE-EN, de no obligado
cumplimiento, de diferentes equipamientos deportivos en las instalaciones deportivas gestionadas de forma
directa por el Instituto Municipal de Deportes de Sevilla (España). Otras publicaciones relacionadas se
encuentran en (Estapé, 1995, 2003; Durá, 2000; Durá, Gimeno, Martínez & Zamora, 2004; Herrador &
Latorre, 2004, 2008; Abraldes & Rubio, 2005; Alcover & Pollo, 2006; Gómez-Calvo, 2008e; Otago, Swan,
Donaldson, Payne & Finch 2009; Blitvich, McElroy & Blanksby, 2009; Swan, Otago, Finch & Payne,
176
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
2009; Cerezo, 2010; Latorre & Muñóz, 2011; Consejo Superior de Deportes [CSD], 2012; Aldaz,
Vozmediano & San Juan, 2015; Del campo & Sánchez, 2016).
Continuando con la cuarta área, se han recopilado las investigaciones referentes a las formaciones en
materia de seguridad dentro del contexto deportivo, Cunningham (2007) en su citada Tesis Doctoral no
publicada, documentó los niveles de destrezas y conocimientos de los responsables de la gestión de la
seguridad en los eventos e instalaciones deportivas en las escuelas de fútbol de la División 1-A de Estados
Unidos. Hall (2010b) en otro estudio publicado en Security Solutions for Enterprise Security Leaders
denominado “Sport Event Safety and Security: Te Importance of Training Your People” en la que investigó
la formación referente en materia de seguridad en gestión deportiva, estableció como componente esencial
en la seguridad de las instalaciones deportivas la formación en seguridad centrada en la gestión de
incidencias, gestión de riesgos, planes de seguridad y protección y, políticas y medidas de protección. La
citada Tesis Doctoral de Miller (2012) examinó las relaciones entre los niveles de educación, de experiencia
y de participación en la formación en las competencias de los directores ante la gestión de crisis. Hall
(2012a) en una guía de Homeland Security Education denominada “The Emerging Field of Sport Safety
and Security Management” establece las necesidades de formación en seguridad del gestor deportivo.
Verdú (2015) en su citada Tesis Doctoral, trató la seguridad en las instalaciones deportivas desde el punto
de vista del gestor deportivo, particularizándola en el caso de las piscinas cubiertas climatizadas de uso
colectivo de la región de Murcia (España) mediante el empleo de auditorías y de análisis de la percepción
de seguridad que tenían los usuarios de esas piscinas. En esta línea se han realizado diversos estudios que
relacionan al gestor deportivo y las organizaciones deportivas con competencias y formaciones de
seguridad (Jamieson, 1987; Lambrecht, 1987; Peiró, 1993; Durá, 1999; Jiménez, 2001; Medina 2002;
Mestre, Brotons & Álvaro, 2002; Gómez & Mestre, 2005; Landaberea, 2005; Beckman, 2006; Gómez-
Calvo, 2006a, 2007d, 2007e, 2008f, 2008i; Gallardo, 2007; Tripolitsioti, Moudakis, Konstantinakos &
Theodorikakos 2007; Hall, Ward, Cunningham & Marciani 2008; García, 2008; Secretaría Técnica del
Proyecto MAID, 2008a, 2008b; CSD, 2009a; Gallardo, Burillo, García-Tascón & Salinero 2009; Conesa,
2010; Espartero & Palomar, 2011; Farzalipour et al., 2012; Goodarzi, Asadi, Sajjadi & Moradi 2012; Miller,
2012; Hall, 2013; Mestre, 2013; Losada, 2014; Méndez, 2015; Montero & Martín, 2015; Proposición de
Ley 9(X), 2015; Spahn, 2015a). Al entender que la figura del gestor deportivo es un aspecto clave para
comprender como se gestiona la seguridad en el deporte, se profundizará en detalle más adelante, dentro
del punto 2.2.4.1 El gestor deportivo y la seguridad (la figura del gestor deportivo como máximo
responsable de la instalación).
Entre los distintos estudios que tratan la gestión y las políticas de seguridad en el contexto deportivo se
encuentran (Finch & Hennessy, 2000; Donaldson & Abbott, 2003; Donaldson, Hill, Finch & Forero, 2003;
Casey, Finch, Mahoney & Townsend, 2004; Timpka, Finch, Goulet, Noakes & Yammine, 2008; Finch,
Donaldson, Mahoney & Otago, 2009; Poulos, Donaldson & Finch, 2010; Aaron, 2012a; Kayyem, 2012;
Logan, 2012; McCarthy, 2012, 2015; Donaldson, Borys & Finch, 2013; Giulianotti, 2013a; Wheland, 2014,
2015a; Celestino, 2015; Hall, 2015; Pauschinger, 2015; Spahn, 2015b). Para realizar una gestión de la
seguridad adaptada a la sociedad actual, la tecnología desempeña un papel fundamental, algunos estudios
177
Capítulo 2. Marco contextual y teórico
y publicaciones al respecto son los recopilados en (Aaron, 2012b, 2013a, 2013b, 2013c, 2014; Todt, 2012;
Caldwell, 2013a, 2013b, 2014a, 2014b, 2015a, 2015b, 2015c; Dorey, 2013; Geer, 2014; Phillips & Boyes,
2014; Scaife, 2014, 2015a, 2015b, 2015c; Still, 2015).
Finalmente, la quinta área, incide en las investigaciones referentes a los riesgos en el sector deportivo.
Destaca una guía para la gestión de riesgos en deporte y recreación denominada “Guidelines for managing
risk in sport and recreation: HB 246- 2002” (Standards Australia, 2002). Hall et al. (2007) en un artículo
publicado en The Sport Journal denominado “Introducing a risk assessment model for sport venues”
analizan la evaluación y el análisis de riesgos, abordando la necesidad de evaluaciones de riesgo en
instalaciones deportivas, describiendo un modelo de evaluación de riesgos específico para el deporte. En
este ámbito visto desde el punto de vista del derecho, la citada Tesis Doctoral de Piñeiro (2008) denominada
“Responsabilidad civil y deporte” analiza los riesgos derivados del deporte desde el punto de vista de la
responsabilidad civil. En el contexto del proyecto MAID, el Consejo Superior de Deportes (CSD) desde
mayo de 2006 comenzó un proceso de mejora de las instalaciones deportivas, estableciendo procedimientos
y mecanismos para mejorar entre otros aspectos la seguridad de las mismas (más información referente al
proyecto MAID se encuentra en Alcover & Pollo, 2006; CSD & IBV en ID Instalaciones Deportivas XXI,
2008). En el aspecto de la seguridad, el CSD (2011) presentó una propuesta para la gestión de riesgos en
instalaciones deportivas en cuanto a sus elementos constructivos, señalización y equipamiento, a partir de
la revisión de la normativa internacional sobre gestión de riesgos y de la experiencia de expertos en análisis
y gestión de riesgos en el ámbito del deporte, justificando la necesidad de la misma debido a la complejidad
que tienen las instalaciones deportivas por la gran variedad y diversidad de usuarios que realizan actividades
y el carácter dinámico del deporte, el cual, registra continuamente nuevas tendencias y actividades,
convirtiendo por lo tanto a la gestión de riesgos en un aspecto difícil pero necesario. La propuesta
presentada, ofrece un procedimiento para que una persona cualificada identifique, estime, evalúe y controle
los peligros dentro del marco descrito para las personas que desarrollen sus actividades en una instalación
deportiva (promotores de la construcción, usuarios, trabajadores y espectadores o visitantes) en las
diferentes áreas (zonas deportivas, auxiliares y complementarias) a través de un proceso de cuatro etapas;
análisis, evaluación, control y seguimiento de los riesgos para lo cual proponen una metodología
denominada Failure Mode and effects analysis (FMEA) proveniente de la ingeniería, basada en la
estimación de un indicador que permite jerarquizar la gravedad de los fallos (para estimar dicho indicador
se puntúan del 1 al 10 en función de la severidad del efecto, la ocurrencia y la dificultad para detectar dicho
fallo). Hall (2012b) en otro estudio publicado en el Journal of Emergency Management denominado
“Development of a national sport event risk management training program for college command groups”,
debido a que el Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos identificó las instalaciones
deportivas de la universidad como objetivos terroristas por su gran número de víctimas y su elevado impacto
social y económico, se consideró fundamental para la seguridad del deporte universitario implementar
prácticas eficaces de gestión de riesgos. Ante las deficiencias identificadas en el nivel de preparación del
personal de seguridad de eventos deportivos de la universidad relacionados con la formación de gestión de
riesgos y la capacidad de respuesta ante emergencias se diseñó un programa de formación de gestión de
riesgos en eventos deportivos nacionales. Otros estudios en la línea de los riesgos y el sector deportivo
178
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
giran en torno a (Medina, 2002; Otago & Brown, 2003; Verdera, 2003; Fuller & Drawer, 2004; Landaberea,
2005; Gómez-Calvo, 2006b, 2010a, 2016a; Baker III, Connaughton, Zhang & Spengler, 2007; Abbott,
Klarenaar, Donaldson & Sherker, 2008; Latorre, 2008b; CSD, 2009b, 2011; Leopkey & Parent, 2009;
Fundación Deportiva Municipal de Valencia, 2010; Hall, 2010a; Jennings & Lodge, 2011; Kayyem, 2012;
Latorre & Pantoja 2012; Grix, 2013; Prados, 2013; Shaw, 2013; Spaaij, 2013; Caldwell, 2014b; Fried et
al., 2014; López, 2014; Losada, 2014; Still, 2014, 2015; Latorre et al., 2015; Díaz-Vicario, 2015; Saliés,
2015; Scaife, 2015c; López-Fernández et al., 2016). El análisis específico de los riesgos se tratará en el
cuarto bloque del marco teórico denominado “Riesgos y seguridad” en el punto 2.4
Como conclusión, no se ha encontrado ninguna investigación que trate la seguridad integral de un centro
deportivo, analice los riesgos que se puedan manifestar al margen de los derivados del equipamiento y de
la señalización o accesibilidad, ni investigaciones que incidan en Planes de Seguridad en instalaciones
deportivas.
Las revistas de referencia y únicas específicas en materia de seguridad deportiva son el “Journal of Sport
Safety and Security” (JSSS) publicación revisada por expertos internacionales dedicada a la difusión del
conocimiento creado a partir de los estudios de investigación teórica y aplicada en materia de seguridad y
179
Capítulo 2. Marco contextual y teórico
gestión de la seguridad del deporte, y el “Internacional Center for Sport Security Journal” (ICSS) de
publicación trimestral.
Junto a estas instituciones, destacan las cinco conferencias internacionales organizadas por el International
Centre for Sport Security denominadas “International Sport Security Conferences” las tres primeras
celebradas en Doha en 2011, 2012 y 2013, la cuarta celebrada en Londres en 2014 y la quinta en Nueva
York en 2015. En el ámbito nacional, el Congreso de Seguridad en Instalaciones Deportivas (2014)
celebrado en Logroño en el año 2014 tratando temas referentes al director de seguridad, sus funciones y
responsabilidades, la seguridad en los campos de fútbol a través de una mesa redonda de expertos, temas
de responsabilidad civil y penal para el gestor deportivo, seguridad en eventos deportivos locales, seguridad
en instalaciones indoor y outdoor, Planes de Emergencia y Autoprotección, aseguramiento y, novedades
tecnológicas en seguridad.
Revisado el estado del arte, es necesario entender cómo se gestiona la seguridad en el contexto
deportivo, para lo cual, se analizará el concepto de gestión extrapolándose al ámbito deportivo, se analizará
la figura del gestor deportivo como el máximo responsable de la misma, se dará una aproximación a la
gestión de la seguridad en los eventos deportivos, para finalmente conocer cuáles son las dimensiones de
la seguridad en el deporte, lo que abarcan y representan, desarrollando los posibles ámbitos que afectan a
una instalación deportiva a modo de clasificación que pueda organizar, en base a una ordenación, su
compleja gestión.
180
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
El Oxford Dictionary of English, Pearsall & Hanks (2001) define el management como: “La
responsabilidad y el control de una empresa u organización” y “el proceso de tratar o controlar las cosas o
las personas”. La traducción al castellano lleva a los vocablos “gestión”, “administración” y “dirección”.
Para entender de una forma global sus significados se van a analizar desde tres perspectivas; desde su
definición, desde su etimología y desde la aplicación práctica que indiquen dos expertos. Primeramente se
acudirá a la definición proporcionada por la Real Academia Española de la Lengua (RAE), en segundo
lugar para el significado etimológico se seguirá el “Breve diccionario etimológico de la lengua castellana”
de Joan Coromines, filólogo y etimólogo español Premio Nacional de las Letras españolas y, finalmente
para entender su significado más práctico desde distintas perspectivas se acudirá a los autores más
representativos de los tres términos. Para ello, se ha elegido a Idalberto Chiavenato, Doctor en
Administración por la City University of Los Angeles y Doctor Honoris Causa por su trayectoria, como
referente en el área de la Administración de Empresas, aportando un claro concepto a los términos
administración y dirección, para completar el término dirección, a Henry Mintzberg, profesor de la cátedra
Cleghorn de Estudios de Gestión en la Universidad McGill en Canadá, quien destacó por su concepto de
planificación estratégica y su defensa del término desde la parte práctica y de experiencia en contra de la
teórica y los números y, a Jonh M. Ivancevich, Peter Lorenzi y Steven J. Skinner como expertos en
management, quienes lo abordarán desde ese ámbito. Para completar el término administración, a Harold
Koontz, Catedrático de administración y Canciller mundial de la International Academy of Management y
a Heinz Weihrich Doctor por la UCLA quienes aportan su enfoque en el clásico “Administración: una
perspectiva global”. Por último para el término gestión, nuevamente a Jonh M. Ivancevich, Peter Lorenzi
y Steven J. Skinner abordándolo desde la perspectiva del management y a Rafael De Heredia, Catedrático
de la E.T.S. Ing. Industriales desde una perspectiva de la dirección y gestión integrada de proyectos.
Comenzando con el primer término, “Gestión”, la Real Academia Española de la Lengua, RAE (2014) la
define como “Acción y efecto de gestionar”. Y gestionar como: “Ocuparse de la administración,
organización y funcionamiento de una empresa, actividad económica u organismo”. Analizando la
etimología de la palabra, proviene del latín “gestio-gestionis” ejecutar, lograr un éxito con medios
adecuados (Coromines, 2012). Siguiendo a los citados autores, para Heredia es la acción y efecto de realizar
tareas con cuidado, esfuerzo y eficacia conducentes a una finalidad (De Heredia, 1985). Y para Ivancevich,
Lorenzi & Skinner el proceso emprendido para coordinar las actividades laborales de otras personas con el
fin de lograr resultados de alta calidad que cualquier persona no podría alcanzar trabajando sola
(Ivancevich, Lorenzi & Skinner, 1997).
El siguiente término, “Administración” viene definido por la Real Academia Española de la Lengua, RAE
(2014) como: “Acción y efecto de administrar”. Y administrar como: “Dirigir una institución” “desempeñar
181
Capítulo 2. Marco contextual y teórico
o ejercer un cargo” y “ordenar, disponer, organizar, en especial la hacienda o los bienes”. Analizando la
etimología de la palabra, proviene del latín “ad” dirección para y “ministrare” subordinación, obediencia
(Coromines, 2012). Continuando con los autores, para Chiavenato, consiste en alcanzar los objetivos
propuestos a través de las funciones básicas de la manera más adecuada para la organización (Chiavenato,
1989). Y para Koontz & Weihrich es el proceso de diseño y mantenimiento de un entorno en el que los
individuos cumplan de forma eficiente los objetivos mediante trabajo de grupo (Koontz & Weihrich, 1998).
El último término, “Dirección” lo define la Real Academia Española de la Lengua, RAE (2014) como:
“Acción y efecto de dirigir”. Y dirigir como: “Gobernar, regir, dar reglas para el manejo de una
dependencia, empresa o pretensión” “encaminar la intención y las operaciones a determinado fin” y “llevar
rectamente algo hacia un término”. Analizando la etimología de la palabra, proviene del latín “dirigere”,
derivado de “regere” que significa regir, gobernar (Coromines, 2012). Terminando con los autores, para
Chiavenato consiste en conducir la empresa buscando obtener las mayores ventajas posibles de todos los
recursos disponibles teniendo en cuenta su fin (Chiavenato, 1989). Para Mintzberg es el proceso por el cual
quienes están a cargo de organizaciones tratan de dirigir u orientar lo que hacen (Mintzberg, 1991). Y para
Ivancevich, Lorenzi & Skinner son los actos de los gestores cuando imparten instrucciones a sus
subordinados sobre métodos y procedimientos y cuando supervisan el trabajo de sus subordinados para
asegurar que su correcta ejecución (Ivancevich et al., 1997).
Se puede observar que todos los términos son semejantes y aluden a la consecución de objetivos manejando
todas las variables de las que se dispone con ligeros matices, como es el caso de la administración, más
encaminada a los números y la economía, la gestión, orientada a las personas y, la dirección, a los recursos.
Manejándose como un único término, en todas las organizaciones u operadores se produce este
“Management”, para conocer qué aspectos lo componen y si la seguridad es uno de ellos, se identificarán
sus funciones, Chiavenato las denomina funciones universales de la administración “planificación,
organización, dirección, coordinación y control” (Chiavenato, 1989). Koontz & Weihrich, citan cinco
funciones de la administración “planificación, organización, integración de personal, dirección y control”
afirmando que se aplica a todo tipo de organizaciones a todos los niveles, para generar un superávit,
persiguiendo la productividad que implica eficacia y eficiencia (Koontz & Weihrich, 1998). Por su parte
Ponjuán, las denomina funciones básicas de la gestión “planificación, organización, dirección o mando y
control” (Ponjuán, 1998) y, Henry Fayol, conocido como el padre de la teoría administrativa moderna,
anteriormente ya dividió las actividades industriales en seis grupos “técnicas, comerciales, financieras, de
seguridad, administrativas y contables” identificando las funciones de seguridad, como las que actúan
protegiendo a las personas y los bienes ofreciendo tranquilidad y asegurando el funcionamiento de la
empresa (Fayol, 1917) por lo que se puede apreciar que la seguridad está incluida como una de las funciones
o aspectos que integran la gestión.
Ordenados los términos y conocidos los aspectos que los integran, se va a extrapolar el concepto al sector
deportivo dotándolo de una definición específica. Para conocer si se dan las mismas funciones genéricas,
182
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
se identificarán las partes que lo componen observando si existen aspectos diferenciales concretos y entre
ellos, el de seguridad que nos atañe.
Según cita Costa (2005) en Verdú (2015) la gestión deportiva nace a mediados de los años ochenta con la
fundación de la Sociedad Americana para la Gestión Deportiva (NASSM) en 1985 y, según indican
Edwards & Skinner (2009) también en Verdú (2015) con la Asociación Europea de Gestión Deportiva
(EASM) en 1993 y con su homóloga australiana en 1995 con sus respectivas publicaciones de investigación,
el Journal of Sport Management, el European Sports Management Quarterly y, el Sport Management
Review, dando un gran impulso a la gestión deportiva como disciplina propia con un ámbito investigador
particular (Verdú, 2015). Hasta el final de los años setenta, los clubes deportivos se dirigían no se
gestionaban, con la inclusión del deporte en el ámbito social, se pasa a hablar de gestión deportiva, la cual,
tiene tantos elementos, tantas actuaciones en distintos ámbitos que es preciso hablar de planificación de la
gestión deportiva como el proceso de diseño y coordinación de los planes de cada uno de estos elementos
(Mestre et al., 2002).
Apoyando la idea de los múltiples aspectos que configuran la gestión deportiva, nuevamente Verdú (2015),
afirma que la gestión deportiva abarca y unifica múltiples campos de actuación y, estableciendo un
paralelismo con los centros educativos sobre los que el Ministerio de Educación afirmó que las condiciones
de seguridad han de ser contempladas desde un enfoque amplio que incluya todos aquellos aspectos
relacionados directa o indirectamente con la seguridad de todas aquellas personas que desarrollan sus
actividades en los mismos, se puede apreciar que la gestión deportiva es multidisciplinar y se necesita
abordar desde distintas disciplinas.
Analizando los elementos, ámbitos o aspectos que conforman la gestión deportiva, Méndez (2015) elaboró
la siguiente tabla comparativa sobre las áreas de intervención del gestor deportivo desde el punto de vista
de diversos autores:
183
Capítulo 2. Marco contextual y teórico
A su vez, estableció siete áreas de intervención: área de recursos humanos; área de infraestructuras,
instalaciones y equipamiento deportivo; área de productos y servicios; área económico-administrativa; área
de comercialización y marketing; área de habilidades directivas y, otras áreas de gestión (Méndez, 2015).
Por su parte, Mestre, Brotons y Álvaro enumeran las necesidades que satisfacen las organizaciones
deportivas: sociales de pertenencia; de infraestructuras deportivas y equipamientos; de programas
deportivos específicos; individuales de autorrealización, consideración y estimación; de competición;
legislativas, reglamentarias y deportivas; de disponer de técnicos especialistas capacitados y actualizados;
de estructurar una adecuada gestión económica y financiera; de información fidedigna interna y externa y,
finalmente, de seguridad, en la organización y de la organización (Mestre et al., 2002).
Esta última necesidad, vaticina que la seguridad forma parte de la gestión deportiva ubicada dentro
de sus áreas o parcelas de gestión. Para entender en qué grado está presente y cómo se maneja, es necesario
conocer quiénes están al frente como máximos responsables, determinar el perfil de esta figura conociendo
las competencias que ostenten expresadas en funciones o tareas a realizar profundizando en las específicas
de seguridad, delimitando el ámbito del que procedan, especificando las necesidades formativas y los
requisitos de dicha figura. La idea de esta aproximación es entender la dimensión de la seguridad en la
gestión deportiva, conocer si los responsables tienen que manejarla y si se adapta su perfil a dicho cometido.
2.2.4.1. El gestor deportivo y la seguridad (la figura del gestor deportivo como máximo
responsable de la instalación).
Los responsables al frente de la gestión deportiva tienen múltiples acepciones que no deben
confundirse, Gallardo habla de las figuras de director o director de instalaciones, coordinador, director
técnico y director gerente (Gallardo, 2002). Esta problemática léxica se asume acudiendo a un término que
los unifique, en adelante “gestor deportivo”. Méndez Rial lo define como la persona responsable de alcanzar
los objetivos establecidos de la forma más satisfactoria con los recursos de la entidad (Méndez, 2015).
En 1995 se analizó el rol de los gerentes de instalaciones deportivas en el artículo “Principales ámbitos de
la gestión de instalaciones deportivas: gestión económica, personal, mantenimiento oferta y marketing”
184
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
manifestando un rol de directivo de nivel intermedio supervisor del funcionamiento de las instalaciones,
alejándose de los directivos de alto nivel orientados a la planificación y dirección estratégica (Ramos,
Tordera & Martínez-Tur, 1995). Posteriormente el aumento de la demanda de actividad física y deporte por
parte de la sociedad junto con las diferentes formas de expresión de dicha demanda llevó a un cambio en el
concepto actividad física/individuo diseñándose en función del usuario (Martínez del Castillo, 1996) por
ello, el gestor deportivo tuvo que adaptarse a las demandas existentes. Seguidamente, se produjo una
evolución del rol del gestor deportivo de papel técnico y baja responsabilidad jerárquica a papel gestor,
directivo con actuaciones de carácter estratégico considerando tres dimensiones que regían su trabajo:
funciones, recursos y factores (Celma, 2004). Por otro lado, el perfil del gestor deportivo municipal
evolucionó a mejorar sus habilidades para coordinar todos los aspectos diversos que establecía el sector
físico deportivo, para poder alcanzar los objetivos de la entidad y poder controlar la gestión de terceros
(García, 2000).
Los continuos cambios conducen a que los gestores deportivos deban ser profesionales polivalentes, deban
saber aplicar técnicas de gestión, saber innovar y deban poseer un alto nivel de competencia técnica,
humana, conceptual y capacidad de trabajo en todas las direcciones. Para configurar el perfil del gestor
deportivo, como se comentó anteriormente, primeramente se van a identificar las competencias que
ostenten expresadas en funciones o tareas a realizar y no realizadas (delegadas, contratadas externamente,
etc.) quedando al margen las relacionadas con la seguridad, funciones que seguidamente se detallarán en
profundidad.
Identificando las competencias que los distintos autores expresan de los gestores deportivos, de Peiró se
puede extraer que los gerentes son responsables de que la instalación esté en condiciones para su utilización,
de estructurar y coordinar las actividades que se llevan a cabo y los servicios ofrecidos, de organizar y
coordinar el trabajo del personal de la instalación y, de controlar las funciones económicas (Peiró, 1993).
Analizando las funciones asociadas al gestor deportivo, nuevamente Méndez (2015) elaboró la siguiente
tabla comparativa desde el punto de vista de diversos autores:
185
Capítulo 2. Marco contextual y teórico
Por su parte Merino, continuando con las funciones, hablaba de: relaciones con individuos y con entidades;
planificación y programación técnica y administrativa; organización, coordinación y realización de
actividades; relaciones con el público; formación de técnicos; documentación y administración y;
investigación y gestión de servicios (Merino, 2001).
Para manejar datos prácticos de las funciones de los gestores deportivos, se van a manejar los resultados de
dos investigaciones con sendos trabajos de campo.
En un estudio sobre el rol del gestor deportivo municipal Gómez & Mestre (2005) establecieron seis áreas
en las que se intentaron integrar todas las funciones desarrolladas por este colectivo profesional en su labor
diaria: finanzas y contabilidad; instalaciones deportivas; actividades deportivas; actividades comerciales y
marketing; recursos humanos y; funciones directivas propias. En otro estudio posterior sobre las funciones
y tareas de los gestores de municipios mayores de 10.000 habitantes de la Comunidad Valenciana, Gómez
& Núñez (2011) las clasificaron en seis áreas: administrativa; de instalaciones; de actividades; comercial y
marketing; recursos humanos y; directivas propias. Autores que ordenaron las respectivas áreas en tareas
en las que intervenían, siendo las principales: elaboración de presupuestos, estudios de costes por actividad,
análisis de precios, solución de problemas diarios, elaboración de horarios, determinación del lugar de la
actividad, definición de las actividades y cursos del servicio deportivo, planificación estratégica de la
entidad, mejora en la calidad del servicio, definición el puesto de trabajo y selección de los candidatos,
elaboración de informes técnicos e, información sobre el servicio (Gómez & Núñez, 2011). Continuando
con las tareas García, Lago & Fernández, hablaban de tareas de gestión presupuestaria, legislación,
marketing y recursos humanos (García, Lago & Fernández, 2011). Y, de forma específica las tareas más
186
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
desarrolladas por los gestores licenciados en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte eran las de
coordinación, realización conjunta de dirección técnica, coordinación y desarrollo de gerencia y, dirección
técnica y coordinación conjuntamente (Campos Izquierdo & González, 2011). En cuanto a las tareas no
realizadas (no realizadas, delegadas o contratadas externamente), Peiró (1993) manejó que las decisiones
estratégicas de política de la instalación, la planificación a largo plazo y los objetivos solían venir
determinados por instancias superiores al gestor deportivo. López (2001) afirmó que la planificación de
espacios y equipamientos deportivos con criterios que mejoren la futura instalación eran tareas que no se
realizaban o eran contratadas externamente a un arquitecto. Del citado estudio sobre el rol del gestor
deportivo municipal de Gómez y Mestre, se afirmó que entre las tareas no realizadas estaban; las de
informática, asesoramiento en la elaboración de planos, control de material de seguridad, construcción y
remodelación de las instalaciones, temas de seguridad en las mismas y sustitución de un trabajador,
mientras que las tareas de limpieza, programas informáticos, control de las instalaciones, asesoramiento en
la construcción y, remodelación de las instalaciones eran contratadas externamente (Gómez & Mestre,
2005).
Coincidiendo con los autores, Gómez & Núñez (2011) de su también citado estudio sobre las funciones y
tareas de los gestores de municipios mayores de 10.000 habitantes de la Comunidad Valenciana expresaron
como tareas contratadas externamente las de; asesorías, empresas auditoras, empresas de limpieza y las de
empresas de instalación de programas informáticos para el control de accesos o de asesoramiento en la
construcción de instalaciones. Como tareas delegadas; las de gestiones con bancos, control de la
liquidación, custodia del dinero en la propia instalación, acogida, clasificación, inscripciones y asistencia
de alumnos, investigaciones para conocer las preferencias y evaluar la calidad del servicio prestado,
aspectos relacionados con el desarrollo y ejecución, aspectos relacionados con la imagen corporativa, toma
de decisiones a nivel operativo, información a usuarios-trabajadores e incidencias y, evaluación de las
actividades. Y, como tareas que no realizaban; formación del personal, prevención de riesgos laborales,
programas informáticos de gestión laboral, establecimiento del plan estratégico de la entidad y, aspectos
relacionados con la calidad.
Recopiladas las funciones y tareas así como su distribución, es el momento de expresar las ideas que
recogen que la seguridad está presente dentro de ellas, recopilando lo expresado por distintos autores en
distintos años.
Como primer referente Jamieson (1987) en Verdú (2015) mencionó que a nivel internacional la gestión
deportiva en USA incluía ya en 1987 la seguridad como una de las doce grandes áreas de trabajo de los
gestores deportivos. Lambrecht (1987) también en Verdú (2015) citó que ya aparecía en los rankings de
competencias del gestor deportivo.
Acudiendo a la primera fuente, Jamieson (1987) determinó que esas doce áreas contenían doce
competencias, siendo estas: gestión, comunicación, programación, administración, técnicas directivas,
mantenimiento de instalaciones, aplicación de la legislación, política, investigación, organización de actos,
187
Capítulo 2. Marco contextual y teórico
eventos y control y, la mencionada área de prevención de accidentes y seguridad. Peiró (1993) aseguró que
los gerentes consideraban prioritario que la instalación estuviese en condiciones adecuadas para la práctica
deportiva al ser los responsables de garantizar su utilización y, después de ello, vendría todo lo demás. Durá
(1999) habló de la necesidad de evitar y prevenir accidentes en las instalaciones deportivas. Mestre et al.
(2002) identificaron dentro de las necesidades que satisfacían las organizaciones deportivas, citadas
anteriormente, necesidades de seguridad en la organización y de la organización. Muy significativas fueron
las conclusiones a las que llegaron Gómez & Mestre en su investigación citada anteriormente, identificando
como tareas que no realizan los gestores de instalaciones deportivas, las de control de material de seguridad,
y temas de seguridad en las mismas, señalados como aspectos de aparición reciente en continua evolución
(Gómez & Mestre, 2005). Posteriormente, García (2008) apoyándose en trabajos de investigación a nivel
nacional detectó que la seguridad global de la instalación deportiva era la segunda mayor problemática del
gestor deportivo en referencia a los recursos materiales y, el Consejo superior de Deportes manifestó que
los gestores deportivos se enfrentaban a mayores exigencias de seguridad (CSD, 2009a). En ese mismo
año, Gallardo et al. (2009) concluían que un correcto funcionamiento de una instalación, conllevaba
estándares de seguridad y accesibilidad y que, cualquier estrategia y procedimiento de seguridad tendría
que tener como objetivo garantizar la seguridad de todos de forma permanente. Burillo (2012) relacionó la
seguridad con la accesibilidad afirmando que todo edificio o instalación pública tenía que cumplir con unos
criterios básicos de accesibilidad y seguridad teniendo a la funcionalidad como nexo de unión entre ambos.
Méndez (2015) estableció que el gestor deportivo tenía que manejar dentro de las denominadas “otras áreas
de gestión cambiantes”, riesgos. Montero & Martín (2015) dividieron un modelo para administrar
actividades deportivas en cuatro etapas; la primera de concepción, la segunda de planificación y
organización, en la que citaron dentro de supervisar y preparar las condiciones ambientales, la de seguridad,
así como prever el plan de emergencia en caso de accidente; la tercera sería de ejecución en la que se
materializase lo planificado y organizado y; la cuarta de conclusión en la que se resumían los aspectos
positivos y negativos de la actividad con el objetivo de perfeccionarla. Finalizando nuevamente con Verdú
(2015) manifestó que la seguridad formaba parte de las competencias del gestor deportivo desde lo aportado
por Lambrecht (1987) avalado por trabajos posteriores como los de Tripolitsioti, Moudakis, Konstantinakos
& Theodorikakos, 2007; Farzalipour et al., 2012 y Goodarzi, Asadi, Nasrollah & Moradi, 2012, sin embargo
indicó que estas actuaciones referentes a la seguridad suelen considerarse fuera de las competencias de los
gestores deportivos, quedando en manos de otros especialistas, reflexión que justifica citando a la ANECA
(2004) al no aparecer entre las competencias del perfil profesional del gestor deportivo la de seguridad en
el libro blanco sobre el título de licenciado en ciencias de la actividad física y del deporte.
Con todos estos datos, se puede concluir afirmando que la seguridad es un aspecto presente e importante
en la gestión deportiva. Para dilucidar si es competencia del gestor, la normativa lo establece claramente.
Como ya se argumentó a la hora de plantear el problema y el objeto de estudio, la seguridad es una
responsabilidad y una obligación, siguiendo el imperativo del artículo 6 del Código Civil. “La ignorancia
de la ley, no excusa de su cumplimiento” (RD, 1889, p.3). En caso de producirse daños por imprevisión,
negligencia o incumplimiento de las obligaciones según establece el artículo 51.d del Reglamento General
de Policía de Espectáculos Públicos y Actividades Recreativas, RD 2816 (1982):
188
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Las empresas vendrán obligadas a responder por los daños que, en relación con la organización o
como consecuencia de la celebración del espectáculo o la realización de la actividad, se produzcan
a los que en el participen o lo presencien, o a otras personas, siempre que los mismos les sean
imputables por imprevisión, negligencia o incumplimiento de las obligaciones establecidas en este
Reglamento, y sin que el aseguramiento obligatorio de los mismos puede excluir el carácter principal
y solidario de su responsabilidad. (p.15).
Dicha obligación de responder por los daños, volviendo al Código Civil, muestra las consecuencias legales,
sintetizadas en la reparación del daño por parte del responsable, el RD (1889) en su artículo 1101 expone:
“Quedan sujetos a la indemnización de los daños y perjuicios causados los que en el cumplimiento de sus
obligaciones incurrieren en dolo, negligencia o morosidad, y los que de cualquier modo contravinieren al
tenor de aquéllas” (p.161). Los artículos 1102 y 1103 del mismo RD (1889) aclaran que: “La
responsabilidad procedente del dolo o negligencia es exigible en todas las obligaciones” (p.161). El artículo
1902 manifiesta que: “El que por acción u omisión causa daño a otro, interviniendo culpa o negligencia,
está obligado a reparar el daño causado” (p.254). Y, el 1903 incluye que:
La obligación que impone el artículo anterior es exigible, no solo por los actos u omisiones propios,
sino por los de aquellas personas de quienes se debe responder. Los dueños y directores de un
establecimiento y empresa, son responsables respecto de los perjuicios causados por sus
dependientes en el servicio de los ramos en que los tuvieran empleados, o con ocasión de sus
funciones (p.254).
Asimismo, la Norma Básica de Autoprotección establece como responsable del correcto funcionamiento
de la autoprotección al titular de la actividad, debiendo designar una persona responsable de la gestión de
las actuaciones encaminadas a la prevención y el control de riesgos (RD 393, 2007). Y, el artículo 3 de la
Ley por la que se ordena el ejercicio de las profesiones del deporte en la Comunidad de Madrid establece
entre los derechos de los consumidores y usuarios de los servicios deportivos, recibir unos servicios de
acuerdo a los niveles de calidad y seguridad que se establezcan (Ley 6, 2016).
Apoyando estas ideas, distintos autores recuerdan dicha responsabilidad, Jiménez (2001) manejaba que se
tendría que tener en cuenta la responsabilidad civil y penal, tanto de las personas que trabajan en funciones
de actividad física y deporte sin la formación y competencia adecuada, como la de las organizaciones que
los amparan y seleccionan para desarrollar dichas funciones. Landaberea (2005) y Medina (2002) en IBV
(s.f.b) recordaban que el gestor tenía que ser consciente de la parte de responsabilidad asociada a los riesgos
que asume con su función directiva de la instalación dirigida y de las actividades que en ella se ejercen, el
propio IBV (s.f.b) aclaraba que además de los posibles daños causados de forma accidental que puedan
implicar al gestor, los activos y los factores de riesgo, suelen quedar bajo su responsabilidad, desde las
deficiencias en las instalaciones hasta la idoneidad para realizar la práctica o la actitud de sus usuarios.
Monroy (2009) pautó que un buen gestor deportivo tenía que tener en cuenta que, como responsable de una
instalación, tiene unas necesidades de seguridad derivadas de la existencia potencial de riesgos para las
personas y el patrimonio y, de las obligaciones que le marca la legislación pudiendo derivar en
189
Capítulo 2. Marco contextual y teórico
responsabilidad civil e incluso penal su incumplimiento. Por su parte Verdú (2015) concluía afirmando que
era fundamental un acercamiento a la seguridad desde el punto de vista del gestor deportivo, debido a que
las entidades organizadoras son las responsables de las actividades que se desarrollan.
Por lo tanto se confirma la obligación y responsabilidad del gestor deportivo desde el punto de vista
legislativo, para evitar las consecuencias legales para titulares, organizadores y trabajadores, en caso de
incumplimiento de sus obligaciones y desde el punto de vista económico, atendiendo a las consecuencias
económicas por resarcimiento del daño en caso de imprevisión, negligencia o morosidad.
Continuando la construcción del perfil de esta figura, se expresarán los ámbitos de procedencia, las
necesidades formativas y los requisitos (capacidades) necesarios para el puesto, identificando como se
realizó para las funciones y tareas a realizar por los gestores deportivos, los conocimientos necesarios
específicos de seguridad.
Para el ámbito de procedencia, sin entrar a valorar el género y la edad de los gestores deportivos, Ramos
(1993) afirmó que entre los gerentes de instalaciones públicas existía una clara preferencia por una
procedencia deportiva, mientras que en las instalaciones deportivas privadas se observó un mayor sesgo
hacia el mundo de la gestión empresarial. Por otra parte, sin diferenciar el ámbito público o privado, Gómez
Tafalla (2002) establecía que el perfil del gestor deportivo era el de Licenciado en Ciencias de la Actividad
Física y del Deporte vinculado al mismo. Analizando los datos de investigaciones específicas con trabajos
de campo, un año más tarde en un estudio en el cual analizó el rol del gestor deportivo municipal en la
Comunidad Autónoma Valenciana en municipios mayores de 10.000 habitantes, obtuvo que el 47,2% eran
Licenciados en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte, el 11,3% Maestros especialistas en Educación
Física, el 9,5% Diplomados de Magisterio, el 7,6% licenciados que no son de la actividad física y del
deporte y el 1,9% Técnicos Deportivos (Gómez Tafalla, 2003). En otra investigación posterior, López,
Luna-Arocas & Martínez Morales (2005) analizaron el perfil del gestor público del deporte en la
Comunidad Valenciana de todos los municipios mayores de 5.000 habitantes, obteniendo que el 44% eran
Licenciados en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte, el 32% Diplomados en Magisterio, el 6%
licenciados de otras áreas, el 15% habían acabado bachillerato y el 3% disponían de estudios elementales.
Por último Campos Izquierdo & González (2011) analizaron el perfil de los Licenciados en Ciencias de la
Actividad Física y del Deporte en funciones de dirección y organización de actividad física y deporte en la
Comunidad Valenciana, arrojando que sólo el 20% eran Licenciados en Ciencias de la Actividad Física y
del Deporte, el 50% tenían otras titulaciones oficiales de actividad física y deporte y el 30% ninguna.
Bastos, Fagnani & Mazzei (2011) también afirmaron que muchos directivos deportivos eran titulados
universitarios en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte, encontrando también como ya mostró Ramos
(1993) titulaciones universitarias como administración de empresas. En esta línea, Javaloyes en el XXI
Sport Business Symposium especificó que era fundamental que el gestor deportivo fuese una persona del
deporte, sino, no entendería la filosofía del deporte (Javaloyes, 2013). Estos bajos porcentajes de gestores
deportivos con titulaciones oficiales de la actividad física y del Deporte coincidiendo con lo mostrado por
Martínez del Castillo & Jiménez-Beatty (2001) y por Campos Izquierdo (2007) mal interpretan la
190
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
posibilidad de que la gestión deportiva la pueda realizar cualquiera. Gallardo (2007) corroboró que las
instalaciones deportivas debían ser gestionadas por personas cualificadas y preparadas para el puesto, la
Secretaría Técnica del Proyecto MAID (2008b) habló de la necesidad de formación en aras a garantizar la
seguridad de los usuarios de las instalaciones deportivas y Campos Izquierdo & González (2011) afirmaron
que en buena parte de los servicios de actividad física y deporte no se garantizaba una realización adecuada
pudiendo derivar en riesgos para la seguridad de los ciudadanos, corroborado por el Consejo Superior de
Deportes (2000) y Tojal (2004) en Campos Izquierdo & González (2011), por lo que es necesario contar
con una formación adecuada.
Investigando esta línea, Quintanilla (2002) en Gómez & Mestre (2005) citó que la eficacia de las
organizaciones dependía del grado de preparación de sus empleados, reforzando esta idea Mestre Sancho
afirmó que disponer de personas tituladas y formadas era una de las primeras garantías de progreso de la
sociedad, especificando que el Sistema Deportivo tenía la necesidad de disponer de personas tituladas y
formadas en el área específica de la gestión deportiva como elemento que garantizase su bien hacer y su
progreso (Mestre, 2013). Analizando la formación que debe tener el gestor deportivo, Peiró (1993) señaló
como aspectos importantes en la formación de los gerentes de instalaciones deportivas, formaciones en:
programación y coordinación de actividades deportivas; gestión del mantenimiento; conocimiento de la
estructura y del funcionamiento del procedimiento administrativo y; en el ámbito de instalaciones
deportivas públicas además, conocimiento de la Administración Pública.
En cuanto a las áreas formativas de interés, la Secretaría Técnica del Proyecto MAID (Mejora y
Armonización de Instalaciones Deportivas), en un estudio a nivel nacional realizado en 2007 mediante
muestreo por sistema de censo a través de cuestionario cerrado dirigido entre otros aspectos a analizar las
áreas formativas de mayor interés de los diferentes puestos de trabajo de una instalación deportiva, obtuvo
que los contenidos formativos necesarios para los participantes, principalmente para los puestos de
director/gerente, eran los de: Plan de Emergencia de una Instalación Deportiva para un 47.8%; Seguridad
en Instalaciones Deportivas para un 46.3%; Prevención de Riesgos Laborales para un 46.3%;
Características Técnicas y Calidades de los Equipamientos Deportivos para un 37.5%; Responsabilidad
Civil y Penal para un 35.6%; Normativa de los Equipamientos e Instalaciones Deportivas para un 33%;
Plan de Mantenimiento de Equipamientos e Instalaciones Deportivas para un 30.6%; Pavimento Deportivo
de los Pabellones Polideportivos para un 30.6%; Control y Evaluación de Equipamientos e Instalaciones
Deportivas para un 29.4%; Accesibilidad, Barreras Arquitectónicas e Instalaciones Deportivas para un
29%; Legislación Deportiva para un 28.4% y; Energía en las Instalaciones Deportivas para un 28.1%
(Secretaría Técnica del Proyecto MAID, 2008b). Continuando con los autores, Mestre Sancho, para
concretar la formación que debía poseer el gestor, citó al Comité de Desarrollo del Deporte del Consejo de
Europa, estableciendo conocimientos de: administración, organización, legislación y economía/finanzas;
dinámica de grupos, sociología aplicada, marketing y relaciones públicas y; mantenimiento y nuevas
tecnologías (Mestre, 2013). Méndez (2015) afirmó que se exige un profesional con una mayor capacitación
y un enfoque más global de su puesto de trabajo orientando la formación del gestor deportivo hacia
actitudes, conocimientos, habilidades y maestría en la demostración y dominio de lo que se hace, idea
191
Capítulo 2. Marco contextual y teórico
apoyada por Verdú (2015) quien afirmó que los nuevos gestores deportivos debían ser personas altamente
formadas y especializadas, argumentado a través de la creciente proliferación de oferta de másteres en
gestión deportiva.
Todo esto pone de manifiesto que para garantizar una adecuada gestión es necesaria una formación
polivalente y especializada, al mismo tiempo que regulada, Campos Izquierdo & González (2011) aludían
a la necesidad de la aprobación de la Ley de Ordenación del Ejercicio de la Profesiones del Deporte en
España, para que sean los titulados adecuados quienes desempeñen la función de dirección garantizando la
calidad de los servicios. Por otra parte Espartero & Palomar (2011) bajo la misma necesidad, focalizaban
en la expresión seguridad, instando al gobierno a desarrollar la ley sobre las profesiones del deporte,
exponiendo que toda actividad profesional en el contexto de la actividad física y del deporte al suponer un
aumento del riesgo pudiendo incidir negativamente en la salud y seguridad de las personas precisa para
salvaguardarlo de una regulación profesional que determine las profesiones, la formación, la capacitación,
las competencias y el ámbito de actuación en el mercado laboral.
Actualmente a nivel nacional, está regulado en seis Comunidades Autónomas. Cataluña dispone de la Ley
3/2008, de 23 de abril, del ejercicio de las profesiones del Deporte y la Ley 7/2015, de 14 de mayo, de
modificación de la Ley 3/2008, del ejercicio de las profesiones del Deporte, La Rioja dispone de la Ley
1/2015, de 23 marzo, del ejercicio físico y del deporte de La Rioja, Extremadura dispone de la Ley 15/2015,
de 16 de abril, por la que se ordena el ejercicio de las profesiones del deporte en Extremadura, Andalucía
dispone de la Ley 5/2016, de 19 de julio, del Deporte de Andalucía, Madrid dispone de la Ley 6/2016, de
24 de noviembre, por la que se ordena el ejercicio de las profesiones del deporte en la Comunidad de Madrid
y Murcia dispone de la Ley 3/2018, de 26 de marzo, por la que se ordena el ejercicio de las profesiones del
deporte en la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia.
Con dicha formación polivalente, específica y reglada, sin olvidar la idea de Mintzberg, quien proponía la
experiencia y el contacto con otros managers como la mejor opción para un buen gestor, afirmando que no
se puede crear un manager en un aula y criticando la capacidad de los mismos a través de las formaciones
de posgrado MBAs (Master in Business & Administration) aludiendo a que son cursados por jóvenes sin
experiencia orientados a números y resultados (Mintzberg, 2004), se deberían cubrir las distintas
capacidades o requisitos que demanda la figura del gestor deportivo.
Dichos requisitos relacionados directamente con los aspectos incluidos en la formación siguiendo lo
expresado por los anteriores autores son, según Peiró (1993), habilidades en el correcto desempeño del
puesto de trabajo incluyendo interpersonales (sociales, de relación pública, de comunicación, negociación,
motivación etc.) pensamiento innovador y capacidades de planificación, organización, establecimiento de
metas y estrategias y, análisis y desarrollo de proyectos. En el ámbito público en el año 2000, definiéndose
las capacidades que debían tener los gestores deportivos municipales, se requirió: conocer la
administración, marcar la misión del servicio público y conjugar políticas entre otras de gestión de calidad
y de recursos humanos; recursos de explotación económica y financiera, y desarrollo de presupuestos;
192
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Recordando el estudio llevado a cabo en 2007 a nivel nacional por la Secretaría Técnica del Proyecto
MAID, los contenidos formativos más importantes para el colectivo (Director/gestor de la ID, entrenador
deportivo, técnico deportivo, monitor de actividad física, monitor de actividad física de necesidades
específicas, animador de actividad física, jefe de mantenimiento y personal de mantenimiento) fueron en
primer lugar el Plan de emergencia de la instalación deportiva coincidiendo además con el área de
formación más demandada, en segundo lugar la actividad física, deporte y salud, en tercer lugar la
Prevención de Riesgos Laborales y en cuarto lugar la Seguridad de la instalación deportiva, todas ellas
relacionadas además con un aumento de formación en aspectos relacionados con la seguridad y, el
contenido formativo de Seguridad en Instalaciones Deportivas fue considerado necesario por un 46.3% de
los participantes, principalmente para los puestos de director/gerente ocupando el segundo lugar en sus
necesidades formativas por detrás del plan de emergencia (Secretaría Técnica del Proyecto MAID, 2008b).
Hall (2012a) citando al National Center for Spectator Sports Safety and Security Management (NCS4),
apoyándose en investigaciones como la de Cunningham (2007) quien manejó que el 62% de los directores
de instalaciones de escuelas de fútbol de la NCAA División I no tenían ni formación ni habilidades para
gestionar la seguridad o, la de Baker et al. (2007) quién sobre la misma NCAA División I, en un estudio
sobre prácticas de gestión de riesgos en las escuelas descubrió que el 47% no estaban capacitados para
protegerse contra ataques terroristas en sus instalaciones, identificó lagunas en la formación y en la
capacitación del personal responsable de la seguridad deportiva, destacando la necesidad de crear nuevos
programas innovadores que garanticen que dichos profesionales dispongan de los conocimientos, destrezas
y habilidades necesarias para proteger los grandes eventos deportivos, asegurando que había surgido un
nuevo mercado para las instituciones educativas de todo EEUU para ofrecer programas de certificación en
el área de seguridad deportiva para los gestores deportivos e instando a que los programas educativos de
gestión deportiva debían considerar la seguridad como un módulo específico o como un curso a incluir
como parte de su currículo.
Para saber cuáles son esos conocimientos de seguridad que se han de incluir en las formaciones como
requisitos y capacidades de los gestores deportivos, Monroy (2009) pautó como contenidos de seguridad
en instalaciones deportivas que debían conocer los gestores deportivos, contenidos de: seguridad contra
193
Capítulo 2. Marco contextual y teórico
Antes de concretar los aspectos concretos de seguridad que se han de manejar en la gestión
deportiva, encuadrados dentro del ámbito del objeto de estudio “instalación deportiva” recordando lo
expresado por Verdú (2015) el gestor deportivo no debe ser un experto en todas las disciplinas de seguridad,
pero sí debe ser un conocedor de todas ellas, expresado anteriormente por Gómez-Calvo (2007h) matizando
que necesita conocerla al ser parte de su función y responsabilidad, responsabilidad también citada por
Roper & Payant (2014) quienes afirmaron que los gestores de las instalaciones tienen la responsabilidad de
la seguridad dentro de la organización. Se pretende hacer una breve aproximación a su gestión desde el
punto de vista de los grandes eventos deportivos.
En los últimos cien años, más de ciento treinta y cinco eventos deportivos internacionales de gran
importancia (27 Juegos Olímpicos de Verano, 21 Juegos Olímpicos de Invierno, 20 Juegos de la
Commonwealth, 19 Copas Mundiales de la FIFA, 16 Juegos Panamericanos, 14 Eurocopas de la UEFA,
10 Copas Mundiales de Cricket, 8 Copas Mundiales de Rugby) se han desarrollado sin un modelo estándar
que planifique la seguridad, estableciendo que cada comité organizador invierte un promedio de tres años
planificando la seguridad de su evento, equivale a unos cuatrocientos años de planificación de seguridad,
lamentablemente muy poco de este conocimiento se ha puesto a disposición y no se ha realizado un
verdadero seguimiento del mismo (Tarbitt, 2012).
194
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Mwanuhehere (2009) y Mason (2014) en López-Fernández et al. (2016) advierten que los organizadores
de los eventos, los gerentes de los servicios y los propietarios de las instalaciones han de garantizar un nivel
de seguridad para cualquiera que participe en la actividad. Por su parte, Roper & Payant (2014) advirtieron
que la gestión de la seguridad y de las emergencias iban de la mano, teniendo los gestores de instalaciones
que pensar, planificar y gestionar en ambos ámbitos citando como el primer objetivo de la seguridad la
protección de las personas y como el segundo la protección de la propiedad. Idea respaldada por Prados
(2013) quien señala que el principal objetivo de la organización de la seguridad en un evento deportivo es
garantizar la celebración pacífica de la competición, incidiendo en la seguridad de los participantes y
visitantes realizando un análisis de riesgos en la fase de planificación previa por parte de la organización y
de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad incidiendo en el riesgo del terrorismo y en los hinchas radicales.
Según el Departamento de Seguridad Nacional de los Estados Unidos, los grandes eventos deportivos son
posibles objetivos terroristas, por lo que los responsables de la seguridad deben ser capaces de detectar,
prevenir y responder ante dicha amenaza (Hall, 2012a). En esa línea Llopis-Goig (2012) afirma que la
actual coyuntura de riesgo de atentado terrorista, hace que la seguridad sea un componente fundamental
para la creación de valor y la imagen para el lugar donde se desarrolle el evento. Además del terrorismo,
siguiendo la línea expuesta por Prados, la violencia de los espectadores y las inclemencias del tiempo son
también preocupaciones para los gestores de eventos (Hall, 2012a).
Para poder ofrecer unas líneas generales de cómo se gestiona la seguridad en los eventos, es importante
resaltar de forma muy simplificada la tipología del evento, diferenciando su contexto (internacional,
nacional y local) que afectará a la legislación específica a su repercusión, seguimiento e impacto, su
logística (desarrollado en una única infraestructura (estadio) o múltiples en el interior o en el exterior) que
afectará a comunicaciones, trasportes y alojamientos y su duración (media o larga (días o semanas) y corta
(el mismo día)) que afectará al dispositivo operativo, debido a que la planificación y los actores inmersos
cambian sustancialmente en cada escenario.
A nivel general, para la gestión de la seguridad en eventos deportivos sin identificar el contexto, su logística
ni la duración, para poder tener una primera visión global de los aspectos a gestionar, se enumeran los
distintos puntos que distintos autores manejan. En primer lugar el International Centre for Sport Security
(ICSS) desarrolló un modelo a modo de guía futura en la gestión de la seguridad en los eventos, dicho
modelo denominado SSI se basa en doce puntos que desarrollar durante el ciclo de vida del evento
deportivo, estos puntos son: 1) Seguridad entre las distintas agencias implicadas, con reparto de roles y
competencias, 2) Seguridad en los recintos incluyendo los de los aficionados, el lugar del evento puede
contener desde veinticinco mil a cien mil espectadores, mientras que una zona de fans puede contener hasta
un millón de espectadores, como fue el caso en Berlín durante el mundial de la FIFA 2006, 3) Uso de las
tecnologías para gestionar la seguridad como los CCTV, las herramientas de control de accesos, vehículos
etc. 4) Ciber seguridad, frente a ataques informáticos, 5) Establecimiento de las necesidades de protección,
6) Seguridad logística, 7) Seguridad en los alojamientos especialmente hoteleros, 8) Seguridad en
circulaciones y tránsitos, 9) Integridad deportiva frente a corrupción y apuestas ilegales, 10) Seguridad en
195
Capítulo 2. Marco contextual y teórico
la venta de entradas, 11) Plan de acreditaciones en infraestructuras, logística, comunicaciones etc. y, 12)
Seguridad del gobierno en coordinación con la seguridad que aporta el organizador (Tarbitt, 2012).
De forma similar, Prados (2013) maneja doce puntos a gestionar como son: 1) Autoprotección de personas,
bienes, información y actividades, 2) Autoprotección de instalaciones de competición, entrenamiento,
alojamiento y servicios, 3) Control de acceso de personas, vehículos, mercancías y objetos en instalaciones
de competición, entrenamiento, alojamiento y servicios, 4) Desplazamientos de participantes, visitantes y
residentes, 5) Alojamientos de los participantes y visitantes, 6) Seguridad en competiciones, ceremonias,
congresos, etc., 7) Protección a autoridades, personalidades y delegaciones, 8) Servicios de apoyo a las
competiciones, 9) Seguridad ciudadana en el área de influencia, 10) Seguridad de los servicios públicos,
11) Respuesta inmediata y coordinada ante cualquier catástrofe y, 12) Estructura de apoyo técnico y
administrativo.
Por su parte Añó (2011) expone que los Planes de Seguridad de los eventos se redactan y aplican en base a
trece aspectos, como son: 1) Análisis de información del acontecimiento, 2) Elaboración de un plan de
seguridad de los servicios públicos esenciales, 3) Control de accesos de las acreditaciones y de las zonas de
especial influencia, 4) Seguridad del entorno: movilidad y seguridad vial, 5) Seguridad interior de las
instalaciones, 6) Seguridad de los alojamientos, 7) Seguridad de la competición, entrenamientos y actos
protocolarios, 8) Protección de personas, 9) Plan general de seguridad ciudadana y plan de policía judicial,
10) Ámbitos especializados de seguridad, 11) Permeabilidad de pasos y fronteras, 12) Plan de protección
civil, prevención de incendios y salvamento y, 13) Plan general sanitario.
Manejando un primer enfoque de los aspectos a gestionar, para poder ofrecer líneas más específicas en la
gestión de la seguridad de los eventos deportivos se van a ejemplificar en base a los criterios antes
mencionados de contexto, logística y duración, tres grandes bloques:
En el primer bloque, con un contexto y ámbito internacional, una logística de múltiples sedes y una duración
larga de varias semanas, se va a incidir en los dos eventos deportivos internacionales de mayor repercusión
como son los Juegos Olímpicos y los Campeonatos Mundiales de Fútbol de la FIFA. En el segundo bloque
con un contexto y ámbito internacional, una logística de una única sede y una duración corta de un día, los
partidos internacionales celebrados en los grandes estadios de fútbol, aclarando cómo se gestiona de forma
específica la misma en el contexto y ámbito estatal. Finalmente en el tercer bloque, con un contexto
internacional, ámbito estatal, una logística de múltiples y únicas sedes y una duración media y corta de uno
o varios días, la celebración del Gran Premio de Fórmula 1 en el circuito de Cataluña, el Gran Premio de
España de Moto GP en el circuito de Jerez de la frontera y la Vuelta a España de ciclismo. Observando que
en todos ellos se gestiona en base a necesidades de planificación, de coordinación y de establecimiento de
estructuras específicas.
Comenzando el primer bloque con los citados dos eventos deportivos internacionales de mayor repercusión
Jennings & Lodge (2011) discriminan entre ambos para focalizar vigilancias diferentes, esgrimiendo que
196
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
los Juegos Olímpicos tienden a conflictos y geopolíticas internacionales con el terrorismo a la cabeza, se
tiende a la protección de infraestructuras y a la coordinación y el intercambio de inteligencia transnacional
relativo a amenazas específicas intentando anticipar, detectar y evitar ataques futuros por individuos o
grupos mientras que; los grandes torneos internacionales de fútbol destacan por riesgos de orden público
basados en tensiones y rivalidades territoriales con los aficionados radicales como su máximo exponente,
por lo que los esfuerzos se centran en el mantenimiento de dicho orden público y en la gestión eficaz de las
multitudes con el apoyo de la cooperación entre las fuerzas policiales nacionales.
Identificando los aspectos de gestión de la seguridad en la organización de los Juegos Olímpicos, De Miguel
(2012) aúna algunas lecciones aprendidas, en los Juegos Olímpicos de Munich en 1972 se vio la necesidad
de proteger tanto las sedes que albergan la celebración de los encuentros deportivos, la Villa Olímpica y las
infraestructuras de transporte para salvaguardar los desplazamientos de los deportistas, en los Juegos
Olímpicos de Atlanta en 1996 se vio la necesidad de establecer perímetros de seguridad alrededor de los
lugares claves, en los Juegos Olímpicos de invierno de Salt Lake City en 2002, se vio la necesidad de
integrar los diferentes organismos públicos participantes, en los Juegos Olímpicos de Atenas en 2004 se
vio la necesidad de integrar a todos los organismos con responsabilidad en seguridad bajo una dirección
común y en los Juegos Olímpicos de Pekín en 2008 se vio la necesidad de establecer estructuras específicas
para la protección de ciberataques. En los Juegos Olímpicos de Barcelona en 1992, se creó un órgano
denominado Comisión Superior de Seguridad para planificar, coordinar, dirigir y ejecutar la seguridad,
teniendo como máximo responsable al Ministerio del Interior, se diseñó un dispositivo de seguridad en
torno a tres ejes (sedes y residencias, infraestructuras de transporte y, tecnológica centrada en
comunicaciones y en el sistema informático) y se crearon una quincena de programas de seguridad que
contenían diversos proyectos de seguridad, base para planes operativos específicos gestionados de manera
transversal por el Comité Olímpico Organizador (Requena, 2010).
Observando de forma más específica, en los Juegos Olímpicos de Londres en 2012 se observa las
necesidades de planificación, cooperación entre las distintas agencias implicadas y creación de estructuras
específicas de coordinación. Dichos juegos acogieron veintiséis deportes en treinta y una sedes de
competición durante más de diecisiete días de competición con cerca de quinientos mil visitantes al día a
las sedes de competición reuniendo a doscientas cuatro naciones participantes (Jennings & Lodge, 2011).
A estas cifras, De Miguel (2012) añade las ochenta mil personas que formaron la “familia olímpica”, la
cifra de dos millones de visitantes al parque olímpico, los ocho millones de ciudadanos que viven en la
ciudad y la gran cobertura internacional con más de veintiún mil periodistas así como el hecho de que solo
en la ceremonia inaugural se citaron representantes de ciento veinte países con miembros de casas reales y
jefes de estado. Con estas dimensiones, la gestión de la seguridad precisa de una excelsa planificación,
Armstrong, Giulianotti & Hobbs (2014) remarcan como una importante reunión de planificación olímpica
se produjo alrededor de doscientos cincuenta días antes de la celebración con el objetivo de identificar
riesgos, examinar y aclarar responsabilidades y roles en relación a los incidentes que podrían ocurrir antes
y durante el desarrollo de los mismos. Sabiendo que según cita De Miguel (2012) las especificidades de
seguridad indican que además de asegurar los lugares en los que se desarrollan las competiciones, se habían
197
Capítulo 2. Marco contextual y teórico
de asegurar alojamientos, transportes públicos, distintas infraestructuras, zonas abiertas con grandes
aglomeraciones, etc. concibiendo la seguridad desde una perspectiva extensiva con la participación de
distintas instituciones y organismos públicos y privados dedicados a la seguridad situando alrededor de
cuarenta y dos mil efectivos adscritos a cuerpos de Policía, Fuerzas Armadas y empresas privadas,
cuantificando las medidas a adoptar desde un presupuesto inicial de unos cuatrocientos millones de euros
en el capítulo de seguridad, por encima de los setecientos millones de euros tras distintas revisiones hasta
los más de mil millones de euros invertidos en distintas medidas no contempladas inicialmente, suponiendo
un 150% más del presupuesto inicial. Para los otros dos aspectos manejados, la cooperación entre las
distintas agencias implicadas y la creación de estructuras que coordinen la seguridad, Jennings & Lodge
(2011) indican que la seguridad para los Juegos implicó una compleja red de organizaciones públicas y
privadas, en las que las distintas agencias de inteligencia implicadas (Comité de Inteligencia, el MI5, el
MI6, el GCHQ y, el personal de Inteligencia de Defensa) se mezclaron con distintas organizaciones (la
Olympic Delivery Authority (AOD), el Comité Organizador (LOCOG), el Comité Olímpico de Seguridad
o, la Dirección de Seguridad Olímpica de la Policía Metropolitana (OSD) entre otros). Esta última
Dirección de Seguridad Olímpica de la Policía Metropolitana (OSD) se constituyó según indica De Miguel
(2012) adscrita a la Oficina para la Seguridad y Contraterrorismo, como órgano específico en el que
desarrollar el planeamiento de alto nivel, dentro del Ministerio del Interior británico. En el reparto de
papeles, los mismos autores Jennings & Lodge (2011) especifican que, el Comité Olímpico de Seguridad,
presidido por el Ministro del Interior e integrado por representantes de las agencias de seguridad del Reino
Unido, fue la máxima autoridad en relación con los asuntos de seguridad y la coordinación entre
organismos, la policía y el MI5 informaban al Ministro del Interior, el MI6 al Secretario de Política Exterior
y las fuerzas armadas al Secretario de Defensa, la Policía Metropolitana fue responsable de los asuntos de
planificación respecto al terrorismo y la vigilancia de Londres mientras que la Olympic Delivery Authority
(AOD) y el Comité Organizador (LOCOG) tenían competencias para integrar la seguridad en los estadios
así como las tecnologías a implementar y los protocolos a seguir en los controles y en la venta de entradas.
Finalmente Wheland (2015b) indica que la operación de seguridad involucró a más de cincuenta
organizaciones policiales, Chris Allison, como Coordinador Nacional de Seguridad Olímpica (NOSC)
supervisó la operación de seguridad en todo el país con el apoyo del Centro Nacional de Coordinación
Olímpica (NOCC), como centro multi-agencia organizado por el Servicio de Policía Metropolitana (MPS)
formado por las once organizaciones policiales de cada de los lugares olímpicos y representantes de las
distintas agencias implicadas.
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Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Observando esta cooperación en el último Campeonato del Mundo de Fútbol celebrado, la Copa Mundial
de Brasil 2014, Barrick (2014) incide en el esfuerzo interinstitucional al conjuntar múltiples organizaciones
federales, estatales y locales con tres objetivos clave: prevenir incidentes violentos, disuadir actividades
delictivas organizadas y prevenir ataques terroristas, resaltando la creación de un centro de control
designado para integrar el apoyo internacional permitiendo a las naciones participantes enviar profesionales
en el ámbito de la inteligencia y la seguridad para intercambiar información en apoyo a los planes de
seguridad de Brasil coordinados por la Secretaría Extraordinaria para la Seguridad de Grandes Eventos
(SESGE) dependiente del Ministerio de Justicia. La creación de estructuras específicas de coordinación se
integra con la cooperación expuesta, la Copa Mundial de Brasil 2014, destacó por sus Centros Integrados
de Comando y Control (CICC) en los que según explica Wheland (2015b) estaban representadas múltiples
agencias incluidas la Agencia de Inteligencia Brasileña y el Ministro de Defensa así como la Policía Civil,
Militar, Federal y Federal de Tránsito. Dichos Centros Integrados de Comando y Control (CICC),
Pauschinger (2015) los identifica como los elementos centrales de la seguridad establecidos en cada una de
las doce ciudades anfitrionas con el objetivo de integrar los tres niveles del sistema policial brasileño, el
federal, el estatal y el municipal, añadiendo a su vez que Brasil tiene dos fuerzas policiales principales, la
policía militar responsable de la prevención del delito y la policía civil responsable de la investigación.
Barrick (2014) añade que fueron establecidos por la citada Secretaría Extraordinaria para la Seguridad de
Grandes Eventos (SESGE) complementados a su vez con veinte siete centros móviles adicionales y
Wheland (2015b) que estaban conectados al Comando Nacional Integrado y Centro de control (NICCC)
ubicado en Brasilia, sede de la Policía Federal de Tránsito.
En cuanto a las necesidades de planificación, fundamentalmente vienen recogidas por las regulaciones de
la FIFA, las cuales definen las responsabilidades en el ámbito público y privado, Brasil supervisaba la
seguridad aérea y hasta los estadios con un dispositivo de seguridad de más de cien mil policías, diez mil
miembros del FNSP como tropas de control de disturbios desplegados en cada ciudad anfitriona y dieciocho
mil miembros de las fuerzas armadas debido a que las leyes de Brasil permiten el uso de fuerzas militares
en la seguridad pública (Barrick, 2014). Respecto a las fuerzas armadas, Clavel (2013) afirma que están
199
Capítulo 2. Marco contextual y teórico
incluidos en el nexo de desarrollo de la seguridad en los grandes eventos, trascendiendo las fronteras
civil/militar y público/privada, y la FIFA (2012) maneja incluso que en algunos torneos, podrán asumir las
funciones del cuerpo auxiliar de seguridad entendido como toda persona empleada, contratada o voluntaria
que asiste en el estadio para gestionar la seguridad del público, las personalidades invitadas, los jugadores,
los oficiales o cualquier otra persona que se encuentra en el estadio. Nuevamente Barrick (2014) siguiendo
con las regulaciones de la FIFA, indica que la responsabilidad de la seguridad en los estadios depende de
la misma contando con más de veinte mil agentes de seguridad privados entrenados con las fuerzas
brasileñas para facilitar la cooperación con la policía civil y militar. En el Reglamento de la Copa Mundial
de Brasil 2014, en su artículo 20.2 se indica que las asociaciones deberán presentar copia del certificado de
seguridad de los estadios con una periodicidad menor a los dos años y que a solicitud de la FIFA las
autoridades competentes deberán realizar revisiones periódicas de seguridad en los mismos, finalmente en
su artículo 1 se estableció que la asociación organizadora, la confederación brasileña de futbol (CBF)
tendría la responsabilidad de la seguridad durante su disputa, enumerando en su artículo 2 cinco
responsabilidades: 1) Garantizar el orden y la seguridad de las personas en los estadios, zonas aledañas y
resto de recintos tomando mediante las medidas necesarias para impedir brotes de violencia, en
colaboración con el gobierno de Brasil, en este punto el artículo 33 añade que deberá ser antes, durante y
después de los partidos, 2) Mantener el orden y la seguridad en los campos de entrenamiento y dentro y
fuera de la sede, 3) Disponer de un seguro que cubra cualquier riesgo relacionado con la organización de la
competición, 4) Disponer de un seguro de responsabilidad civil en caso de accidente de espectadores y 5)
Garantizar el buen desarrollo de los partidos mediante el suficiente personal de seguridad (Fédération
Internationale de Football Association [FIFA], 2013). Finalmente para las necesidades de creación de
estructuras específicas, la FIFA, representa la siguiente relación de requisitos de espacios en lo concerniente
a los servicios de seguridad y emergencias para la copa mundial:
Figura 27. Requisitos de espacios para la copa mundial de la FIFA en lo concerniente a los servicios de seguridad y emergencias.
Fuente: FIFA (2011, p.362).
200
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Para el segundo bloque, analizando los partidos internacionales celebrados en los grandes estadios de fútbol,
siguiendo con las necesidades de planificación, coordinación y creación de estructuras específicas, en
relación a la seguridad en los estadios para las distintas competiciones de la FIFA, el requisito fundamental
que deberá cumplirse, independientemente del factor financiero, es que el estadio sea un lugar seguro para
todos los concurrentes, por lo que todos los partícipes en la planificación, diseño, construcción y
administración de un estadio han de regirse por que la seguridad humana sea la primera y máxima prioridad
sin ser eludida para dar prioridad a otras exigencias, todas las zonas del estadio deberán cumplir las normas
de seguridad de las autoridades locales siguiendo las recomendaciones de buenas prácticas internacionales
y las certificaciones de seguridad deberán mantenerse durante el ciclo de vida del estadio (FIFA, 2011).
La FIFA (2012) recomienda el uso a modo de directriz para todos los partidos internacionales de la FIFA
de su Reglamento de Seguridad en los Estadios en el que se definen las medidas de seguridad mínimas que
las autoridades y los organizadores deberán adoptar para garantizar el orden y la seguridad y las tareas y
obligaciones de seguridad en los estadios que los organizadores de un torneo de la FIFA han de cumplir
antes, durante y después de un partido. Dicho reglamento indica que las necesidades de planificación y
coordinación giren en torno al equipo de gestión de seguridad definido como las personas designadas por
la asociación, el organizador del torneo y el país anfitrión responsables de todos los aspectos de seguridad
en un torneo de la FIFA, bajo las órdenes del Oficial nacional de seguridad que deberá tener conocimientos
sobre vigilancia del público, organización y seguridad de torneos seguridad y experiencia con la policía y
con las autoridades públicas debido a que deberá presidir todas las reuniones informativas siendo el
responsable de la formación e instrucción de todos los oficiales de seguridad y de desarrollar y coordinar
la seguridad durante todo el torneo y, bajo las órdenes del Asesor sénior nacional de seguridad que deberá
ser un agente en activo de la escala superior de la policía ya que será el vínculo entre el organizador y las
autoridades públicas durante el torneo, garantizando que los servicios de emergencia elaboren un plan de
actuación en caso de incidentes graves y asesorando sobre todas el terrorismo (FIFA, 2012). Además, todo
estadio utilizado para un torneo de la FIFA deberá contar con un equipo de gestión de la seguridad del
estadio, que deberá actuar en base a cinco puntos: 1) Elaborar un documento sobre la estrategia de seguridad
para el público, 2) Elaborar los planes de contingencia para el estadio, escritos y probados compatibles con
los planes de emergencia realizados por los servicios de emergencia locales, en base a nueve puntos
(incendios, ataques terroristas, edificios y servicios, averías en los equipos y dispositivos de seguridad,
control de multitudes, evacuación de emergencia, condiciones meteorológicas adversas y catástrofes
naturales), 3) Disponer de los procedimientos a seguir en caso de incidentes graves y emergencias junto
con las autoridades locales, 4) Acordar el grado de protección policial y de apoyo de otros cuerpos con las
autoridades y, 5) Aprobar los procedimientos de ubicación del público en el estadio y aplicar medidas de
prevención elementales respecto al terrorismo, dicho equipo de gestión de la seguridad del estadio estará
dirigido por el Oficial de seguridad del estadio nombrado por el organizador del torneo previa consulta con
el Oficial nacional de seguridad, siendo responsable de efectuar las evaluaciones de riesgo para todos los
partidos y actos complementarios, de elaborar un plan de acción para todas las emergencias posibles, de
controlar y archivar toda la documentación sobre la seguridad de los partidos y de aprobar el plan operativo
201
Capítulo 2. Marco contextual y teórico
para los distintos efectivos del cuerpo auxiliar de seguridad y, estará dirigido por el Comandante en jefe de
la policía local, responsable de las operaciones policiales en el estadio y sus aledaños (FIFA, 2012).
Como se observa, los organismos presentes en la seguridad de un estadio, componen un entramado múltiple
y complejo. En la siguiente figura, a modo de ejemplo para poder tener una visión global, se representa la
organización de la misma en el Estadio de Francia en base a su organigrama:
Figura 28. Organigrama de la seguridad en el Estadio de Francia. Fuente: Desbordes & Falgoux (2006, p.86).
En cuanto a las necesidades de creación de estructuras específicas, De Castro (2014) indica que entre los
principales requisitos de seguridad en un estadio se encuentran las vías de evacuación, la prevención de
incendios, la sala de control del estadio (UCO), el sistema de vigilancia vía circuito cerrado y las salas de
primeros auxilios para el público; el resto de requisitos de seguridad serían los de orientación y
estacionamiento interior y exterior, los de entradas y accesos, los de energía y comunicaciones y otros como
los servicios de emergencia y evacuación, los servicios a espectadores discapacitados y a la prensa así como
el helipuerto. Dicha clasificación efectuada por De Castro (2014) coincide con los puntos que recoge la
FIFA (2011) analizando la seguridad dentro de su obra “Estadios de fútbol recomendaciones técnicas y
requisitos como son: seguridad estructural, prevención de incendios, sala de control de seguridad del estadio
(con una vista general del interior del estadio, equipada con equipos de megafonía, controles de
infodiversión, control de pantalla de vídeo y monitores de vigilancia por circuito cerrado recomendando
instalar una segunda sala de control y central de mando de emergencia y en algunos casos pudiendo incluir
una sala de reunión para la policía y un cuarto para detenciones o celdas de arresto para personas detenidas
(hombres y mujeres) en el propio estadio), sistema de video vigilancia por circuito cerrado de televisión
con suministro de energía eléctrica propio gestionándose desde la sala de control del estadio y, centro de
atención médica para espectadores (siendo ideal disponer como mínimo de un centro de atención médica
202
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
por sector y espacio suficiente para instalar desfibriladores en lugares accesibles distribuidos por todo el
estadio). En este último punto, destaca el estadio de San Mamés, en Bilbao, al ser el único que ha obtenido
el certificado UNE 179.003 de la seguridad al paciente, concedido por la Asociación Española de
Normalización y Certificación (AENOR), en cada partido hay un equipo formado por cuatro médicos y
ocho enfermeros, un mínimo de tres ambulancias, una de ellas una UVI móvil así como equipamiento
médico y técnico con material sanitario, dicho certificado indica que se siguen las líneas de seguridad que
recomienda el Instituto Mundial de la Salud y la Unión Europea y que se está preparado para gestionar los
riesgos sanitarios que pueden sufrir los asistentes a los partidos (EFE, 29 de agosto de 2017).
Figura 29. Áreas y perímetros de un estadio para un torneo de la FIFA. Fuente: FIFA (2012, p.105).
Continuando con los estadios, en España, la gestión de la seguridad en el ámbito de las competiciones
oficiales de ámbito estatal viene definida por la Ley 19/2007, de 11 de julio, contra la violencia, el racismo,
la xenofobia y la intolerancia en el deporte, en ella también se observa como elementos referentes la
planificación, la coordinación de las diferentes figuras inmersas y la gestión desde estructuras específicas.
203
Capítulo 2. Marco contextual y teórico
comunicaciones necesarias con el Consejero Delegado o el representante del club y con el respectivo Jefe
del Servicio de Seguridad y, coordinar la actuación de todos los servicios que participen en el evento
deportivo convocando las reuniones necesarias (RD 203, 2010). (Para más información acerca de las
funciones a desarrollar por el Coordinador de Seguridad de cada club en el exterior e interior de los recintos
véase el artículo 61 del Real Decreto 203/2010, de 26 de febrero, por el que se aprueba el Reglamento de
prevención de la violencia, el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el deporte). A su vez antes de cada
acontecimiento deportivo, el responsable de seguridad al servicio del organizador efectuará una evaluación
de los riesgos y practicará un reconocimiento del recinto para evaluar el grado de adecuación a las
disposiciones vigentes, poniéndolo en conocimiento del Coordinador de Seguridad (RD 203, 2010).
Además, cualquier acontecimiento deportivo de alto riesgo, lleva consigo las reuniones previas que estime
el Coordinador de Seguridad y los responsables de la organización policial, participando el representante
de los organizadores y los responsables de los servicios Policía Municipal, Bomberos, Protección Civil y
Cruz Roja, para concretar y ejecutar lo que prevenga Delegación de Gobierno y el Plan Individual de
Riesgos delimitando las zonas de actuación y la responsabilidad antes, durante y después del
acontecimiento dentro y fuera del recinto (RD 203, 2010). Junto a los Planes Individuales de Riesgos, la
planificación se articula en base a otros documentos, como son los Protocolos de Seguridad, Prevención y
Control (abreviado, básico y reforzado), el Reglamento Interno del recinto deportivo y el Libro de registro
de actividades de seguidores (RD 203, 2010).
204
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Finalmente como estructura específica destaca que, en todas las instalaciones deportivas de la máxima
categoría de competición profesional del fútbol y baloncesto, y en aquellas otras en las que la Comisión
Estatal Contra la Violencia, el Racismo, la Xenofobia y la Intolerancia en el Deporte disponga, es
obligatorio disponer de una unidad de control organizativo, entendido como el centro donde se ubican los
responsables superiores de los distintos servicios de seguridad con presencia en el interior de los recintos
desde donde el Coordinador dotado de un conjunto de medios dirige el dispositivo de seguridad (RD 203,
2010). El mencionado dispositivo de seguridad deberá ser específico para cada acontecimiento deportivo,
idea refrendada por Monroy (2009) quién afirmó que en todo evento deportivo es fundamental establecer
un dispositivo de seguridad específico. Dicho dispositivo deberá garantizar la movilización de los recursos
necesarios comprendiendo medidas preventivas sobre grupos violentos, servicios de apoyo en accesos y
vigilancia exterior e interior, los responsables de los clubes y los servicios policiales deberán atenerse al
marco de actuación general será diseñado por la autoridad gubernativa en base a las orientaciones de la
Comisión Estatal contra la violencia, el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el deporte.
205
Capítulo 2. Marco contextual y teórico
en que las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado son los que, mediante una comisión integrada por las
distintas instituciones incluyendo al comité organizador, realmente asumen las competencias, dicha
comisión la suele presidir el delegado del gobierno de España en una autonomía o un alto cargo policial
excepto en Cataluña y País Vasco que la preside el director general de seguridad de esas comunidades
autónomas al tener transferidas esas competencias y forman parte de la Comisión la policía nacional, la
guardia civil, la policía local, los responsables de protección civil y los representantes del comité
organizador encargado de la contratación y coordinación de la seguridad privada.
Analizando la gestión de la seguridad en los tres eventos, el Circuito de Cataluña cuenta con una superficie
de ciento veintidós hectáreas y cuarenta y dos mil metros cuadrados de paddock con una capacidad de más
de ciento cuarenta mil personas, su director de seguridad, Mubarak Hamed, citaba que más de mil
trescientas personas entre seguridad privada, Mossos d'Esquadra y personal del circuito cubren la seguridad
en el Gran Premio de F1 en base a tres puntos; tránsito, movilidad y aparcamientos; control de accesos y
tribunas; y seguridad interior y perímetro mediante un centro de control de seguridad (Hamed, 2014).
Herrero (2011) aporta también de Mubarak Hamed, que antes de cada carrera, se producen distintas
reuniones entre los responsables del circuito y los Mossos d´Esquadra para ajustar el dispositivo de
seguridad concretando su ubicación en aparcamientos, perímetro, accesos, graderío y zonas restringidas o
como el paddock y delimitando responsabilidades, se coordina desde el Centro de Coordinación (Cecor)
donde están presentes los responsables del circuito, de la policía autonómica y de las empresas contratadas
controlando todos los sistemas distribuidos en las ciento veinte hectáreas del recinto. A su vez, anexa al
Centro de Coordinación (Cecor), los Mossos d´Esquadra disponen de una sala en la que gestionan su propio
dispositivo dentro del circuito, compuesto por trescientos agentes, tratando incidencias relacionadas con el
orden público, denuncias efectuadas o el tráfico, a su vez anexa a la misma se encuentra la Sala de Crisis
para los casos de mayor gravedad y la sala de Dirección de Carrera desde donde se vigila el recorrido
mediante más de medio centenar de monitores y se controla la megafonía enviando mensajes al público,
finalmente para las evacuaciones y las urgencias médicas cuenta con un completo centro médico, clínicas
móviles y helipuerto con helicóptero organizando también simulacros anuales recogidos en el Plan de
emergencias (Herrero, 2011).
El Gran Premio de España de Moto GP celebrado en el circuito de Jerez de la frontera (Cádiz) en mayo de
2014, según indica Baquero (2015) fue seguido por cuatrocientos periodistas y presenciado en directo por
doscientos treinta mil aficionados durante sus tres días de celebración, las reuniones de coordinación se
preparan a primeros de año interviniendo a nivel estatal la Subdelegación del Gobierno en Cádiz, las
Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y las direcciones generales de Tráfico (DGT) y de Carreteras, a nivel
autonómico la Delegación del Gobierno, las delegaciones de Obras Públicas y Medio Ambiente, la Policía
Autonómica Andaluza, la Empresa Pública de Emergencias Sanitarias (EPES 061) y Emergencias 112
Andalucía y, a nivel local las Áreas de Seguridad, Infraestructuras y Movilidad, el Servicio de Vías y Obras
de Cádiz, la Policía Local, Protección Civil y el Consorcio de Bomberos, estableciendo un dispositivo de
seguridad con cerca de cinco mil efectivos, en donde destacan mil quinientos agentes, seiscientos cincuenta
de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil, estableciendo un dispositivo de seguridad vial y gestión
206
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
del tráfico al ser el acontecimiento deportivo que moviliza más vehículos y espectadores en España.
Finalmente el evento se planifica mediante distintos planes operativos, dividiendo en tres el operativo de
seguridad y sanitario; uno deportivo ya que la atención sanitaria deportiva en el Mundial de MotoGP está
regulada por la FIM, otro en el interior de las instalaciones con seis centros de asistencia ubicados en
distintas zonas y, otro en el exterior de las mismas con otro centro de asistencia en las inmediaciones del
circuito (Baquero, 2015).
Por último la Vuelta a España junto al Giro de Italia y al Tour de Francia es una de las tres grandes rondas
ciclistas internacionales, según recoge Valadés (2015) la carrera es presenciada por alrededor de treintaiún
millones de telespectadores de ciento noventa países e in situ por dos millones doscientos mil aficionados,
cuenta con dos mil ochocientas personas que conforman la denominada serpiente multicolor con trescientos
cincuenta periodistas de diferentes países. Pedro Lezaun, director de Producción de la empresa
organizadora (Unipublic) divide la seguridad en dos, la seguridad privada con los servicios de Casesa y la
pública celebrando reuniones en abril donde se envía información y se analizan las necesidades con los
distintos cuerpos; la Guardia Civil se ocupa de la movilidad y la seguridad vial gestionando el espacio que
hay entre el motorista que abre la carrera hasta el que la cierra, cortando el tráfico de vías adyacentes o
cerrando accesos; la Policía Nacional (UIP) garantiza la seguridad en las salidas y metas de las etapas así
como en las salas destinadas a los miembros de la organización y a los medios de comunicación, cuando se
atraviesa el País Vasco se encarga la Ertzaintza, Cataluña los Mossos d’Esquadra y, Francia la gendarmería
y; con las policías locales, al establecer el recorrido, se definen las ubicaciones de meta y salida
estableciendo los operativos necesarios, finalmente se dispone de una aseguradora y para la cobertura
sanitaria se establecen acuerdos con distintos hospitales, contando con ambulancias, médicos y ATS
(Valadés, 2015).
Delimitando los posibles enfoques, desde el punto de vista de los elementos a proteger, los más usuales
son: personas, instalaciones, actividades, bienes y equipamientos, medio ambiente o, información y datos
(Gómez-Calvo, 2007f). Desde el punto de vista de los perfiles profesionales implicados, destacan: los
207
Capítulo 2. Marco contextual y teórico
Cuerpos y fuerzas de seguridad, la Seguridad privada, los Cuerpos de bomberos, los Técnicos en protección
Civil, en Emergencias sanitarias, en Prevención de riesgos laborales, así como Arquitectos, Ingenieros
Psicólogos, Sociólogos y profesionales de la legislación y de la gestión de instalaciones deportivas (Verdú,
2015). Y desde un punto de vista integral que englobe a personas, bienes y servicios, Gómez-Calvo (2007h)
lo divide en diez puntos: 1) De usuarios de servicios deportivos, 2) De discapacitados en instalaciones
deportivas, 3) De trabajadores frente a riesgos laborales, 4) De evacuaciones por emergencia, 5) Contra
actos antisociales, 6) De datos de carácter personal, 7) Contra riesgos tecnológicos, 8) Aplicada a protocolos
en eventos y actos deportivos, 9) Aplicada a la organización de eventos deportivos y, 10) Aplicada a
actividades de turismo y deporte.
Respecto a las instalaciones deportivas, su concepto global se debe entender como el de un producto final
que cumpla con todas las garantías de seguridad (Gallardo, 2007). La seguridad en las instalaciones
deportivas se convierte en un punto clave por la afluencia de público y por la alarma social que crearía en
una instalación cualquier problema de seguridad, abarcando a las distintas personas y al patrimonio tangible
(construcciones, mobiliario, equipamientos, ficheros de datos etc.) e intangible (imagen, marca etc.) de la
entidad propietaria o gestora (Monroy, 2009). El mismo autor recordando los contenidos de seguridad en
instalaciones deportivas que debían conocer los gestores, delimitó posibles ámbitos enumerando seguridad
en situaciones de emergencia y evacuación (incendio, amenaza o explosión de bomba, derrumbes, etc.),
seguridad contra incendios y explosiones de gases, seguridad de datos de carácter personal y, seguridad
contra actos antisociales (violencia, intrusión, robo, hurto, atentado, etc.)
Detallando los ámbitos de la seguridad que afectan a una instalación deportiva, destaca una recopilación de
José Luis Gómez-Calvo (Gómez-Calvo, 2004a, 2004b, 2004c, 2004d, 2007e, 2008d, 2010b, 2011a, 2011c,
2014e, 2016b) entre la que destaca un capítulo denominado “Seguridad en el ámbito deportivo” (Gómez-
Calvo, 2010b), dentro de la obra de Blázquez, Feu & Ortiz (2010) denominada “Aprendizaje cooperativo
a través de las TIC: una experiencia formativa en dinamización deportiva”. En dicho capítulo recoge un
decálogo de riesgos asociados al deporte al que denomina afectación de los riesgos según los ámbitos, dicho
decálogo contiene los siguientes ámbitos:
1. Riesgos de utilización.
2. Conductas antisociales.
3. Intrusión.
4. Exceso de aforo.
5. Delitos patrimoniales.
6. Intromisión en el honor, la intimidad y la propia imagen y en los datos de carácter personal.
7. Causas tecnológicas.
8. Acciones de la naturaleza.
9. Situaciones de emergencia y evacuación.
10. Riesgos laborales.
208
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
En 2012, analizando si los Planes de Autoprotección recogían todos los riesgos para la protección de las
instalaciones, establece un catálogo general de riesgos en instalaciones y actividades divididos nuevamente
en diez puntos, con un total de veintisiete riesgos (Gómez-Calvo, 2012b). Un año más tarde, el mismo
autor, en un artículo denominado “Seguridad de espectáculos y actividades recreativas, deportivas,
musicales y sociales (I)” realiza otra clasificación de los riesgos que pueden presentarse en concreto, en
instalaciones deportivas, en torno a cinco grupos y, a su vez, los relaciona con los documentos organizativos
que los gestionan, denominados planes (Gómez-Calvo, 2013c). Dichos grupos de riesgos y sus planes son:
De Castro (2014) también efectúa un catálogo de riesgos en instalaciones en base a nueve grupos:
209
Capítulo 2. Marco contextual y teórico
8. Riesgos por accidentes medio ambientales (en el aire como escapes de gas, en el agua como un
derrame accidental de exceso de cloro y en la tierra como un vertido accidental de líquidos
corrosivos).
9. Riesgos de evacuación por causa de emergencia (en función de la materialización de la
emergencia: progresiva, súbita o inminente, en función del número de personas objeto de desalojo:
una sola, un grupo, una zona, la totalidad del recinto, en función de las alternativas de desalojo:
confinamiento en un espacio seguro, alejamiento en un punto de reunión exterior y en función de
las personas objeto del desalojo: público, jugadores, discapacitados etc.).
Los distintos ámbitos marcan las distintas áreas de gestión, han de gestionarse de forma global e integral,
recordando las distintas figuras que se relacionan con la seguridad, Gómez-Calvo (2007h) afirma que la
gestión de la seguridad es parte de la gestión de la entidad al afectar a la gestión económica de recursos
humanos, a la organización y funcionamiento de la entidad y a la responsabilidad legal de titulares y
gestores, aportando un decálogo de beneficios:
Concluyendo con la idea de que las distintas áreas habrán de gestionarse de forma global e integral, Díaz-
Vicario (2015) planteaba en su Tesis Doctoral la diferencia entre seguridad integral e integrada en base a
las afirmaciones de distintos autores, García & Mariscal (2002) en la citada Díaz-Vicario (2015) para el
concepto de seguridad integrada aludían a que no podía ser un producto independiente debiendo estar
presente en todas las decisiones de la organización impactando en todos sus ámbitos, Espeso (2007) también
en Díaz-Vicario (2015) para el mismo concepto incidía en que su significado era extender la prevención a
todas las situaciones potencialmente negativas, Capote (1995) nuevamente en Díaz-Vicario (2015) sugería
que la seguridad debiese estar presente en las decisiones tenido en cuenta los posibles riesgos mientras que
para el concepto de seguridad integral la seguridad debía afectar a toda la organización y a todas sus
decisiones y Weber (2000) también en Díaz-Vicario (2015) para este último concepto refería un enfoque a
largo plazo basado en la prevención (eliminar problemas existentes) y en la pro acción (evitar la aparición
de nuevos problemas). Por su parte Dolón (2005) afirmó que la seguridad integral era un elemento de la
empresa que contribuye al logro de sus objetivos ayudando al resto de las funciones empresariales.
210
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Estableciendo un paralelismo entre estos conceptos y un sistema de seguridad se observan sus claras
similitudes, el sistema de seguridad lo define ASIS (2003) en Dolón (2005) como la unión de los medios
humanos, técnicos y administrativos que persiguen alcanzar los fines de protección actuando de forma
coordinada y, el Instituto de Seguridad Integral (1995) también en Dolón (2005) como el conjunto de
dispositivos o procedimientos relacionados entre sí que obedecen a la implantación de un criterio específico
de seguridad mediante una metodología, medios económicos, organizativos, materiales, técnicos y
humanos. Por lo tanto los distintos ámbitos de la seguridad que afectan a una instalación deportiva habrán
de gestionarse de forma global, integral e integrada en base a un objetivo común estableciendo relaciones
sinérgicas como si fuese un único dispositivo. Cada área o ámbito se gestionará en base a un documento
que los ampare por lo que los mismos habrán de fusionarse en un plan director de seguridad, entendido
como el documento marco de cohesión.
Desarrollado el segundo bloque del marco teórico se prosigue con el tercer bloque denominado
“Legislación y seguridad”
211
Capítulo 2. Marco contextual y teórico
Seguidamente, identificar las responsabilidades en gestión deportiva a las que se enfrentan los distintos
actores como son las entidades, los propietarios y directores, los organizadores, los trabajadores inclusive
los usuarios y espectadores aportando ejemplos de sentencias en los ámbitos civil, patrimonial y penal con
el objetivo de constatar su aplicación.
Dichos contenidos se desarrollan a partir de los siguientes aspectos que conforman el mencionado
tercer bloque denominado “Legislación y seguridad”:
Comenzando el análisis con el deporte moderno de mediados del siglo XIX, sin remontarse a
épocas anteriores y la regulación existente, Pascual (1992) manejaba que la poderosa sociedad burguesa
asentó en el Derecho Natural de vigencia universal los principios y las bases de la estructura y organización
del deporte, considerándose a mediados del siglo XIX un valor privado en mano de las fuerzas sociales
regido por sus propias reglas naturales ajeno a los poderes públicos debido en gran medida a la poca
importancia económica que sostenía el deporte.
Rivero, De la Plata, Davara & Mayorga (2008) narran que en España, a principios del siglo XIX, reinaba
el liberalismo con total desprecio del mundo jurídico hacia el mundo deportivo, el poder legislativo junto
con los gobernantes y las administraciones públicas no manejaban vertebrar un sistema reglado para tal fin,
sin embargo los autores identifican ahí los antecedentes de la legislación deportiva con Melchor Gaspar de
212
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Jovellanos considerándole el precursor del Derecho deportivo español mediante la planificación de diversas
medidas de “lege ferenda” (como traducen Rodríguez & Galetta de Rodríguez (2008) con motivo de
proponer una ley), entre las que destacan dos, consideradas como los citados antecedentes de la legislación
deportiva, la “Memoria para el arreglo de la policía de los espectáculos y diversiones públicas” y las “Bases
para la formación de un Plan General de Instrucción Pública”. La Memoria, como estudio encargado a
solicitud del Consejo de Castilla, ya que, las actividades lúdicas en la vía pública marcadas por un
incremento del público asistente, apuestas y falta de regulación, hicieron necesaria el inicio de la
intervención pública, en la cual se distinguió entre deporte espectáculo reglando todo aquello que podría
alterar el orden público y la seguridad de los espectadores y, el deporte práctica pudiendo disfrutar de juegos
deportivos de ocio cuando no fuesen contra el orden público, la moral y las buenas costumbres. Y las Bases,
a petición de la Junta Suprema de Gobierno, ya que querían encauzar el sistema educativo hispano,
asentando los fundamentos jurídicos sobre los que instaurar el nuevo sistema de instrucción pública con las
últimas tendencias europeas incluyendo como materia obligatoria la gimnástica higiénica precedente de la
actual educación física así como la organización de unos campeonatos deportivos desplegando el deporte
en la sociedad, plasmado el 9 de marzo de 1883 con una ley de educación (Rivero et al., 2008). En dichos
antecedentes se observa la relación inicial de la legislación en relación al deporte y la seguridad que éste
requiere.
Pascual (1992) continúa exponiendo que la evolución que siguió el deporte en los años treinta y cuarenta
con la aparición de las asociaciones deportivas derivó en una mayor implicación de los poderes públicos
llevando a cabo una regulación general debido a las parcelas sociales, políticas y económicas que
manejaban conviviendo con la ordenación privada. Respecto a estas asociaciones, anteriormente en España,
desde mediados del siglo XIX la práctica del deporte no dependía de una regulación legal, los gobiernos
superados por la iniciativa civil destinaban pocos recursos económicos para su promoción pudiendo
centrarse únicamente en su control con la Ley de asociaciones de 30 de junio de 1887, basada en la
Constitución Española de 1876, como primera norma reguladora del movimiento asociativo, en donde
encajaban las asociaciones de tipo deportivo (Rivero et al., 2008).
A comienzo del siglo XX en occidente el deporte seguía siendo una práctica de la clase social alta, sin
embargo sus valores educativos ubicaron a la educación física y, seguidamente al deporte de competición
en el ideal revolucionario comunista llevando al Estado a ser su máximo impulsor protegiéndolo,
fomentándolo y planificándolo (Pascual 1992). En el estado contemporáneo los poderes públicos y la
sociedad civil se entremezclan, no hay funciones estrictamente privadas o ajenas al poder público, Bassols
(1977) en Pascual (1992) lo maneja como que el deporte afecta a toda la sociedad por lo que el Estado ante
tal necesidad precisa ordenarlo y regularlo.
Observando las legislaciones del deporte en los distintos países aún con regímenes distintos, se ven
múltiples coincidencias, prácticamente en su totalidad, el deporte constituye un elemento determinante en
la calidad de vida, corrector de desequilibrios sociales e importante en el sistema educativo recogido en los
principios rectores de la mayoría de las constituciones, a su vez en la mayoría de los países el gobierno
213
Capítulo 2. Marco contextual y teórico
incluye un ministerio encargado de su gestión y una Secretaría de Estado o una Dirección General
dependiente del mismo como órgano de centralización (en España esta figura la representa el Consejo
Superior de Deportes), estos consejos Nacionales de Deportes tienen un carácter eminentemente
reglamentario, finalmente las comisiones nacionales de deportes son también muy similares en los distintos
países, están formadas por los representantes de la administración a nombramiento del ministro de deportes,
en estados federales incluyen representantes de los distintos gobiernos autónomos y, en algunos países
incluyen delegados de federaciones y un representante del comité olímpico (en España según recoge el
artículo 10 de la ley 10/1990, de 15 de octubre, del Deporte; una Comisión Deportiva integrada por
representantes de la Administración del Estado, Comunidades Autónomas, Entidades Locales y
Federaciones deportivas españolas) (Pascual, 1992).
Recordando lo citado por Pascual, los Consejos Nacionales de Deportes tienen un carácter eminentemente
reglamentario, en España el Consejo Superior de Deportes en su propia página web indica como régimen
jurídico que el deporte no puede permanecer ajeno a la intervención de los poderes públicos pese a su
incuestionable vertiente privada. Incide que hasta la Constitución Española de 1978 el deporte no había
sido objeto de una regulación global, obteniendo con ella una regulación consagrada definitivamente,
consagrado en su artículo 43.3 disponiendo que los poderes públicos fomentarán el deporte. En esta tesitura,
Bermejo (1986) afirmó que hasta la promulgación de la Ley General de la Cultura Física y del Deporte en
1980, el ordenamiento deportivo entendido como el conjunto de reglas jurídicas que tiene por objeto
principal la ordenación de las actividades deportivas fue insuficiente ya que examinando la evolución
normativa entre el final de la guerra civil española y la reforma democrática los problemas de ordenación
jurídica del deporte tuvieron un carácter secundario.
Analizando la evolución histórica del Consejo Superior de Deportes como órgano rector de la política
deportiva en España, el propio consejo lo divide nuevamente en su página web (http://www.csd.gob.es/) en
tres etapas, la preconstitucional, la de transición y la constitucional citando la normativa relacionada en
cada periodo. Así para la etapa preconstitucional comienza con el Decreto de 22 de febrero de 1941, por el
que se crea la Delegación Nacional de Deportes integrando las instituciones que ya existían con anterioridad
a la Guerra Civil: Comité Olímpico Español, Consejo Nacional de Deportes y Delegación Española del
Comité Olímpico Internacional, continúa con el Decreto de 17 de mayo de 1956, por el que pasa a
denominarse Delegación Nacional de Educación Física y Deportes y finaliza con la Ley 77/1961, de 23 de
diciembre, sobre Educación Física. Para la etapa de la transición comienza con el Real Decreto 596/1977,
de 1 de abril, por el que se crea la Subsecretaría de Familia, Juventud y Deporte, estableciendo en su artículo
81 la nueva Dirección General de Educación Física y Deportes, continúa con el Decreto 1119/1977, de 20
de mayo, por el que se crea el Centro Superior de Educación Física y Deportes, como Organismo Autónomo
adscrito a la Subsecretaría de Familia, Juventud y Deportes, dependiente del Ministerio de la Presidencia
del Gobierno y finaliza con el Decreto 2258/1977, de 27 de Agosto, por el que se crea dependiendo del
Ministerio de Cultura el Organismo Autónomo Consejo Superior de Deportes. Finalmente para la etapa
constitucional, lo divide en función del partido político gobernante (esta división recuerda lo que Rivero et
al. (2008) explicaban como la alineación de la legislación deportiva en España junto a las políticas
214
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
deportivas de los distintos periodos, sirviendo para regularizar procesos y para articular mecanismos de
coordinación Estatal garantizando un mejor desarrollo del deporte español) comienza así con el Gobierno
de la Unión de Centro Democrático (UCD) con la Ley 13/1980, de 31 de marzo, General de la Cultura
Física y del Deporte que aludía Bermejo en la que se nombra al Consejo Superior de Deportes, Organismo
Autónomo dependiente del Ministerio de Cultura y finaliza con el Real Decreto 2337/1980, de 17 de
octubre, sobre Estructura Orgánica del Consejo Superior de Deportes. Continúa con el Gobierno Socialista
(PSOE) con la Ley 10/1990, de 15 de octubre, del Deporte, nombrando al Consejo Superior de Deportes,
Organismo Autónomo adscrito al Ministerio de Educación y Ciencia. Prosigue con el Gobierno del Partido
Popular (PP) con el Real Decreto 2582/1996, de 13 de diciembre, de Estructura Orgánica y Funciones del
CSD, la modificación de la Ley 10/1990, del Deporte, a través de la Ley 50/1998, de 30 de diciembre, de
Medidas Fiscales, Administrativas y del Orden Social, el Real Decreto 286/1999, de 22 de febrero, sobre
Estructura Orgánica y Funciones del CSD y de adecuación del Organismo a la ley 6/1997, de 14 de abril,
de Organización y Funcionamiento de la Administración General del Estado, el Real Decreto 1125/2.000,
de 16 de junio, por el que se modifica el R.D. 286/1999, de 22 de febrero, sobre Estructura Orgánica y
Funciones del CSD, etc. y la nueva modificación de la Ley 10/1990, del Deporte, a través de la Ley 53/2002,
de 30 de diciembre, de Medidas Fiscales, Administrativas y del Orden Social. Y finaliza nuevamente con
el Gobierno del Partido Socialista (PSOE) con el R. D. 2195/2004, de 25 de noviembre, por el que se regula
la estructura orgánica y las funciones del Consejo Superior de Deportes, la Ley Orgánica 7/2006, de 21 de
noviembre, de Protección de la Salud y de lucha contra el Dopaje, la Ley Orgánica 3/2007, de 22 de marzo,
para la igualdad efectiva de Mujeres y Hombres, la Ley Orgánica 4/2007, de 12 de abril, por la que se
modifica la Ley Orgánica 6/2001, de 21 de diciembre, de Universidades y la Ley 19/2007, de 11 de julio,
contra la Violencia, el Racismo, la Xenofobia y la Intolerancia en el Deporte.
Recordando la obligación de promoción del deporte por los poderes públicos, recogido
legislativamente como indica el artículo II de la Carta Europea del Deporte para todos de 1975 (Comunidad
Europea, 1975), el artículo 43.3 de la Constitución Española (Constitución Española, 1978, p.8) y el artículo
1.2 de la Ley 10/1990, de 15 de octubre, del Deporte (Ley 10, 1990, p.4), distintos autores analizando la
215
Capítulo 2. Marco contextual y teórico
relación entre legislación y deporte, inter relacionan ambos términos. Mestre Sancho afirmaba que era
imprescindible conocer, respetar y aplicar la legislación que afectase a la gestión del deporte tanto la
legislación deportiva como la no deportiva así como transmitirla a todos los actores implicados (Mestre,
2013). Siendo sumamente difícil para los gestores o responsables de las instalaciones deportivas el
conocimiento y aplicación de la normativa técnica existente, ya que es difícil de localizar o no existe una
específica que cubra sus necesidades (CSD, 2009a). Verdú (2015) citando los cuatro libros de referencia
del Consejo Superior de Deportes (CSD), afirmó que el conjunto de esos cuatro libros manifiesta la gran
importancia de las cuestiones de armonización legislativa, de gestión integral de las instalaciones y de la
gestión de los riesgos dejando entrever que es un complejo y largo camino que se está iniciando.
Así, en la armonización legislativa, la Secretaría Técnica del Proyecto MAID (2008c) explica que bajo el
marco del proyecto MAID, al observar la necesidad de recopilación y estructuración de las normas que
afectasen a las instalaciones deportivas, se realizó un análisis del marco normativo para su posterior difusión
en el sector de las infraestructuras deportivas. Para ello se optó por desarrollar normativa relacionada con
la gestión integral de las instalaciones deportivas revisando y clasificando un total de doscientas catorce
normas técnicas, entendiendo por gestión integral aquella que engloba todas las actividades relacionadas
con los agentes, zonas, elementos y aspectos que intervienen en una instalación deportiva. Los agentes
identificados a los que la norma técnica podía hacer referencia eran usuarios, profesionales y, espectadores
o visitantes; las zonas se dividían en deportivas, auxiliares y complementarias; los elementos se agrupaban
en constructivos, de señalización, de equipamiento y de sistemas de gestión y aseguramiento de la calidad,
y; los aspectos que debía cubrir dicha gestión integral eran seguridad, accesibilidad, salubridad y
sostenibilidad, aspectos que sumados al confort y a los aspectos medioambientales agruparon las citadas
doscientas catorce normas técnicas, arrojando como conclusión la necesidad de generar nuevos documentos
de referencia en gestión deportiva que agrupara de forma más cercana la normativa (Secretaría Técnica del
Proyecto MAID, 2008c).
216
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Para identificar qué responsabilidades se plantean en el deporte, Torregrosa (2001) divide en seis tipos de
responsabilidades las relacionadas con la responsabilidad deportiva: laboral, tributaria, de disciplina
deportiva, civil, patrimonial y penal.
Para entender en qué consisten, se van a dividir en dos bloques, para las tres primeras, el autor explica que
la responsabilidad laboral son las consecuencias jurídicas derivadas del incumplimiento de las normas de
protección establecidas por el derecho del trabajo para las partes que intervienen en los contratos de trabajo;
la responsabilidad tributaria son las consecuencias del incumplimiento de las obligaciones tributarias por
parte de los responsables establecidas en la Ley General Tributaria como normas fundamentales y
217
Capítulo 2. Marco contextual y teórico
principios básicos que constituyen el régimen jurídico del sistema tributario y; la responsabilidad de
disciplina deportiva es la que se deriva de las normas generales deportivas y de las infracciones de las reglas
de juego o competición y, de los estatutos y reglamentos de federaciones y clubes deportivos y ligas
profesionales recogidos en la Ley 10/1990, de 15 de octubre, del Deporte (Torregrosa, 2001).
Las tres últimas, conllevan un análisis más detallado, con algún ejemplo de sentencia condenatoria
y absolutoria.
Nuevamente Torregrosa (2001) divide la responsabilidad civil en seis clases: 1) Subjetiva fundada
exclusivamente en la culpa bien porque se haya querido generar un daño o por que se haya obrado de forma
imprudente o negligente y objetiva declarada con independencia de la culpa (Fernández, Simó & Antón
(2014) afirman que la subjetiva es el principio general que rige en nuestra legislación y la objetiva nace por
el mero hecho de ejercer una actividad que implique un riesgo a terceros), 2) Derivada o no, de ilícito penal
según el Código Civil al distinguir en sus artículos 1.089 y siguientes que las obligaciones que nacen de
delitos y faltas se regirán por el Código Penal y las que deriven de actos u omisiones no penados por ley se
regirán por los artículos 1902 a 1910 del Código Civil, 3) Solidaria cuando el acreedor de la indemnización
puede elegir a cualquier responsable para el cumplimiento íntegro de la misma y mancomunada cuando ha
de ser exigida a todos los responsables dividiendo la responsabilidad en partes independientes, la regla
general de la responsabilidad civil mancomunada se establece en los artículos 1.137 y 1.138 del Código
Civil, esta tercera clase surge para determinar la responsabilidad cuando en los daños intervienen varias
personas, 4) Directa cuando se es el causante del daño e indirecta cuando se le impone a otra persona por
hechos ajenos como es el caso del padre por los hechos de su hijo menor de edad o al propietario de una
instalación por los hechos de un trabajador, 5) Principal cuando se exige en primer término y subsidiaria
cuando el deber impuesto al responsable principal no se cumple y, 6) Contractual cuando hay un contrato
entre autor y víctima y el daño se desarrolla en el contexto del contenido contractual con un plazo de
prescripción de quince años y extracontractual cuando el daño se produce fuera de esta relación con un
plazo de prescripción de un año (Fernández et al. (2014) afirman que la contractual contiene daños
ocasionados por defecto de cumplimiento de alguna de las obligaciones de un contrato y la extracontractual
por hechos no sujetos en un contrato recogido en el artículo 1.902 del Código Civil).
218
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
En el terreno de la responsabilidad civil deportiva, Verdera (2003) habla de la falta de normativa específica
constatando que dichas normas no tienen como finalidad fijar criterios frente a los daños producidos durante
las actividades deportivas, sino establecer unas reglas, con una finalidad administrativo-sancionadora, para
mantener el orden público en los espectáculos deportivos. Fernández et al. (2014) confirman la ausencia de
una regulación específica sobre responsabilidad civil derivada de la práctica deportiva indicando a su vez
que existe una abundante normativa deportiva para establecer los criterios que determinen las pautas que
conforman la diligencia debida.
Dicha falta de normativa específica, alcanza su máxima ejemplificación con la Sentencia del Tribunal
Supremo de 22 de octubre de 1992, sentencia que López (2014) la cataloga como la que se convertiría en
el “leading case” del derecho deportivo en España, al resolver la controversia de dos jugadores al sufrir uno
de ellos la pérdida de un ojo por un pelotazo durante un partido, señalando que en materia de deporte, cada
uno asume el riesgo intrínseco del juego siempre que las conductas de los participantes se mantengan en
los límites normales ya que de no ser así podría entrar en el ámbito de las conductas delictivas dolosas o
culposas. Indicando a su vez la citada sentencia que en el marco del derecho civil deportivo, no existe
doctrina jurisprudencial ni regulación normativa ni reglamentaria específica, salvo la Ley del Deporte
10/1990, de 15 de octubre que no toca temas de este tipo, circunstancia que conlleva a que estas cuestiones
reconduzcan al artículo 1902 del Código civil (López, 2014). Fernández et al. (2014) aludiendo a dicho
artículo nuevamente apoyan la necesidad de acudir a las reglas del régimen general de responsabilidad y a
la jurisprudencia.
Analizando el artículo 1902 del Código Civil, RD (18899 dentro de su capítulo II denominado de las
obligaciones que nacen de culpa o negligencia, indica que: “El que por acción u omisión causa daño a otro,
interviniendo culpa o negligencia, está obligado a reparar el daño causado” p.270). Siguiendo esta premisa,
López (2014) aludiendo a la teoría del riesgo, indica que la persona física o jurídica que favorezca la práctica
deberá responder por todas las consecuencias que de ese riesgo se puedan derivar tomando todas las
medidas necesarias para evitar que se produzca ese daño. Torregrosa (2001) la simplifica afirmando que el
que realiza una actividad que genera un riesgo es responsable de los daños que se produzcan, aludiendo que
también se conoce como deber de control de peligro poniendo como ejemplo la Sentencia del Tribunal
Supremo de 29 de diciembre de 1984, en la que se condenó a un entrenador por el fallecimiento de un
alumno que practicaba piragüismo. En divergencia con esta teoría, para los practicantes, se encuentra lo
expuesto en la citada Sentencia del Tribunal Supremo de 22 de octubre de 1992, catalogada por López
(2014) como el “leading case” del derecho deportivo español en la que se asumía el riesgo por parte del
deportista, Fernández et al. (2014) respecto a esos daños causados entre los deportistas confirman que se
aplica la Doctrina de la “Asunción de Riesgos” como la inaplicación de la Teoría del Riesgo. Torregrosa
(2001) además añade que en los procesos de responsabilidad civil en el ámbito deportivo, los demandados
frente a esta teoría del riesgo oponen la teoría del consentimiento de los deportistas señalando como ejemplo
la Sentencia de la Audiencia Provincial de Málaga de 5 de diciembre de 1995, en el que una monitora de
taekwondo golpea a una alumna, descartándose la aplicación de la teoría del riesgo al situar el contexto en
la enseñanza deportiva y no en la competición.
219
Capítulo 2. Marco contextual y teórico
El autor aclara que las cláusulas de exoneración de responsabilidad civil parciales o totales el deporte, se
suelen incluir en las normativas de competiciones deportivas o de utilización de instalaciones deportivas
para tratar de exonerar a organizadores y titulares mediante la renuncia anticipada del usuario a exigir daños
y perjuicios al no ser contrarias al orden público y regirse por el principio de autonomía de voluntad de las
partes, amparándose en que dichas cláusulas se basan en los artículos 6.2 y 1255 del Código Civil
(Torregrosa, 2001). Dichos artículos del RD (1889) citan que: “La exclusión voluntaria de la ley aplicable
y la renuncia a los derechos en ella reconocidos solo serán válidas cuando no contraríen el interés o el orden
público ni perjudiquen a terceros" (p.13). Y que: “Los contratantes pueden establecer los pactos, cláusulas
y condiciones que tengan por conveniente, siempre que no sean contrarios a las leyes, a la moral ni al orden
público” (p.191).
Por otro lado, continuando el análisis de las cláusulas de exoneración de riesgo, la Ley 26/1984, de 19 de
julio, General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios, considera usuarios, expresado en su artículo
primero, a quienes utilizan las instalaciones deportivas y a quienes participan en competiciones deportivas,
debiendo por ende aplicar su artículo diez el cual exige que en la prestación de servicios exista buena fe y
un punto de equilibrio contractual excluyendo las limitaciones absolutas de responsabilidad frente al
usuario y añadiendo en el artículo veinticinco que tienen derecho a ser indemnizados por los daños y
perjuicios demostrados derivados de la utilización de servicios, salvo de aquellos causados por su culpa
exclusiva o por la de personas de las que se deba responder civilmente, además la Jurisprudencia no suele
admitir dichas cláusulas con numerosas privaciones de validez por parte del Tribunal Supremo (Torregrosa,
2001).
Por lo tanto estas teorías y las distintas sentencias dividen claramente en el contexto deportivo, los riesgos
asumidos por los practicantes y deportistas en función del contexto y los que han de prever los responsables
u organizadores de dichas prácticas, manejando distintas responsabilidades. Focalizando en esta última
praxis, se va a proceder a conocer que diligencia se ha de adoptar para no incurrir en responsabilidad civil
y cuál se ha de omitir para sí hacerlo, acotando los elementos necesarios para que concurra dicha
responsabilidad civil.
Nuevamente el Código Civil, en su artículo 1903 establece que la responsabilidad cesará cuando se pruebe
que se empleó toda la diligencia de un buen padre de familia para prevenir el daño (RD 1889). López (2014)
a esta diligencia del buen padre de familia establecida para el ciudadano de a pie, le añade la que indica el
Código de Comercio refiriéndose a la diligencia de un ordenado comerciante para establecer la que ha de
adoptar un profesional, aclarando que se habrá actuado con diligencia si, a pesar de haberse producido un
daño, se han adoptado todas las medidas necesarias al alcance, destinadas a evitarle, mientras que, se habrá
actuado de forma negligente, si se ha obviado alguna de ellas y en consecuencia se ha producido el daño.
Esto nos lleva a delimitar los elementos que hacen que concurra la responsabilidad civil, Torregrosa (2001)
indica que en primer lugar se necesita una acción u omisión que genere un daño es decir, un
comportamiento, en segundo lugar un resultado dañoso y, finalmente una relación o nexo causal entre el
220
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
comportamiento y el daño, López (2014) confirma el escenario citando cuatro elementos: una acción u
omisión; una negligencia o culpa por parte del causante del hecho dañino; la causación de un daño entendido
como cualquier menoscabo sufrido por una persona en su patrimonio o integridad física o psíquica y; una
relación de causalidad entre la acción y el daño indicando que es donde más determinantes serán las pruebas
que se aporten en un proceso judicial ya que hay que comprobar la relación directa. Fernández et al. (2014)
también lo ratifican esgrimiendo que la acción u omisión tendrá un sentido positivo o una dejación de
deberes, la culpa o negligencia precisarán una voluntad o intencionalidad entendido como dolo o bien
imprudencia entendida como falta de la previsión exigible y, la existencia del daño ha de ser real, evaluable
económicamente y consecuencia directa de la acción u omisión. La reparación del daño se puede cumplir
mediante la sustitución o reparación denominado in natura o mediante el pago de una indemnización
denominado por equivalente (Torregrosa, 2001). Los tipos de daños serán corporales afectando a la
integridad física de las personas, materiales afectando al deterioro o destrucción de las cosas, patrimoniales
y morales (Fernández et al., 2014). Estos dos últimos daños son aclarados por Torregrosa (2001) indicando
que el patrimonial integra el daño emergente entendido como la pérdida sufrida y, el lucro cesante,
entendido como la ganancia dejada de obtener apoyándose en el artículo 106 del Código civil al señalar
que la indemnización comprende el valor de la pérdida sufrida y el de la ganancia que haya dejado de
obtener el acreedor y, el daño moral lo recogen distintos preceptos legales como el artículo 114 del Código
Penal y los artículos 123 y 125 de la Ley 22/1987, de 11 de noviembre, de Propiedad Intelectual. Finalmente
López (2014) concluye que la falta de concurrencia de alguno de los elementos citados, impedirá el
nacimiento de la responsabilidad civil.
A continuación se citan los diversos actores que pueden incurrir en responsabilidad civil con ejemplos de
sentencias específicas de cada uno, obviando los relacionados entre usuarios y deportistas en relación a los
riesgos derivados de la práctica o competición, destacan: los técnicos deportivos, los organizadores de
actividades y competiciones, los propietarios de las instalaciones deportivas, las entidades deportivas y, los
espectadores.
Comenzando con los primeros, Fernández et al. (2014) indican que a los monitores y entrenadores se les
exige un alto grado de diligencia. Inclusive la Ley 6/2016, de 24 de noviembre, por la que se ordena el
ejercicio de las profesiones del deporte en la Comunidad de Madrid en su artículo 24.1 indica la necesidad
de disponer de seguro de responsabilidad civil que cubra la indemnización por los servicios deportivos
suscrito por el profesional o el empleador (Ley 6, 2016). Los técnicos deportivos, entrenadores y profesores
responden civilmente siguiendo el citado artículo 1902 del Código Civil por los daños que causen sus
acciones u omisiones, varios ejemplos así lo corroboran, la citada Sentencia del Tribunal Supremo de 29
de diciembre de 1984 que condenó a un entrenador de piragüismo a indemnizar a los padres de un niño al
no obligarle a ponerse el salvavidas y morir ahogado y la también citada Sentencia de la Audiencia
Provincial de Málaga de 5 de diciembre de 1995 que condenó a una monitora de taekwondo por unas
lesiones sufridas por una alumna al no obligarla en su relación jerárquica de autoridad a usar petos y casco
(Torregrosa, 2001). Landaberea (2007) ofrece otro ejemplo de sentencia condenatoria, como la Sentencia
del Tribunal Supremo de 22 de diciembre de 1999 (Sala 1ª, S 22-12-1999, nº1098/1999, rec.2121/1997) en
221
Capítulo 2. Marco contextual y teórico
la que se reclama indemnización por daños y perjuicios ante las lesiones y secuelas que sufre un alumno de
instituto desarrollando un ejercicio en la clase de educación física, entendiendo que se la profesora ante el
riesgo del ejercicio obró con descuido y exceso de confianza sin la diligencia media exigible, fallando en
condenar a la profesora, a la Consejería de Educación y Ciencia de la Junta de Andalucía y a “Seguros I.,
S.A.” a pagar con carácter solidario ciento veinte millones de pesetas, recordando que la compañía
aseguradora sería responsable hasta la cantidad máxima asegurada. También se observan ejemplos de
sentencias absolutorias, como la Sentencia de la Audiencia Provincial de Málaga de 11 de septiembre de
2001 (AP Málaga, sec. 6ª, S 11-9-2001, nº760/2001, rec.527/2001) en la que se reclama responsabilidad
extracontractual contra el profesor, el colegio y su compañía aseguradora por la caída de un alumno menor
de edad por la que tuvo que ser operado, fallando en desestimarla al no concurrir un nexo causal entre la
caída y la conducta del profesor, al ser esta fortuita (Landaberea, 2007). O la Sentencia de la Audiencia
Provincial de Málaga de 30 de mayo de 2005 (AP Málaga, sec. 4ª, S 30-5-2005, nº463/2005, rec.1002/2004)
en la que se reclaman las lesiones sufridas por un alumno que estaba realizando un ejercicio de carrera
cayendo sobre un tatami, desestimándola al no acreditar que el tatami fuera deficiente ni los ejercicios
inseguros, inadecuados o peligrosos asumiendo la persona lesionada los riesgos inherentes a la actividad
(Landaberea, 2007).
Para los segundos actores, los organizadores de actividades y competiciones, Seoane (2004) en Gómez-
Calvo (2010b) esclareciendo que la práctica deportiva requiere de instalaciones y medios así como medidas
de seguridad para deportistas y espectadores, afirma que los organizadores han de velar por el cumplimiento
de dichas medidas constituyendo un deber elemental cuya desatención u omisión conforma la fuente de sus
responsabilidades. El Reglamento General de Policía de Espectáculos Públicos y Actividades Recreativas
en su artículo 51d establece que la entidad organizadora es la responsable de los daños que se produzcan
en un evento (RD 2816, 1982). Y, en la organización de competiciones oficiales de ámbito estatal
organizadas por entidades deportivas en el marco de la Ley 10/1990, de 15 de octubre, del Deporte, o por
las federaciones deportivas españolas como especifica el artículo 1.2 de la Ley 19/2007, de 11 de julio,
contra la violencia, el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el deporte, los organizadores siguiendo su
artículo 5 tanto personas físicas como jurídicas serán, patrimonial y administrativamente, responsables
solidarios de los daños y desórdenes producidos por su falta de diligencia o prevención o cuando no
hubieran adoptado las medidas de prevención establecidas que indica la citada ley, de forma independiente
a la penal o de disciplina deportiva (Ley 19, 2007). Analizando las responsabilidades de los organizadores,
Monroy (2009) maneja que esta ley referencia responsabilidades por daños relacionados con discriminación
y violencia, pero su responsabilidad civil abarca muchos otros como los daños derivados de los
preparativos, los causados por el personal contratado, los causados a los participantes, al comité organizador
y a los voluntarios como consecuencia de la organización, los ocasionados por las estructuras provisionales
instaladas en caso de fallo de las mismas y los causados por un funcionamiento anormal de los servicios
médicos bajo su directriz. Landaberea (2007) ofrece dos ejemplos de sentencias absolutorias, la Sentencia
de la Audiencia Provincial de Huesca de 19 de octubre de 2004 (AP Huesca, sec. 1ª, S 19-10-2004,
nº192/2004, rec.14/2004) en la que se reclama a una empresa de deportes de aventura las lesiones sufridas
por un usuario durante una actividad de barranquismo, fallando en desestimarla al considerarse un deporte
222
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
de riesgo asumido libremente, observar que el monitor no carecía de los conocimientos imprescindibles y
que actuó con diligencia ofreciendo una vía alternativa de acuerdo a las características de la persona y
circunstancias del lugar. Y la Sentencia de la Audiencia Provincial de Baleares de 13 de diciembre de 2006
(AP Baleares, sec. 3ª, S 13-12-2006, nº546/2006, rec.530/2006) en la que se reclaman lesiones sufridas en
un curso de hípica organizado por un Instituto de Enseñanza Secundaria a través de una empresa contratada,
fallando nuevamente en desestimarla al considerar que el comportamiento no fue negligente al impartir
clases teóricas y prácticas para manejar al caballo y que el terreno no presentaba dificultad ni era peligroso
(Landaberea, 2007).
Continuando con los propietarios de instalaciones deportivas, el artículo 1903 del código Civil RD (1889)
indica que: “Los dueños o directores de un establecimiento o empresa son responsables respecto de los
perjuicios causados por sus dependientes en el servicio de los ramos en que los tuvieran empleados, o con
ocasión de sus funciones” (p.270). Además la Ley 10/1990, de 15 de octubre, del Deporte, dispone en su
artículo 64 que éstos deberán garantizar en los recintos deportivos las medidas de seguridad establecidas
reglamentariamente sancionando su incumplimiento con medidas disciplinarias y exigencia de
responsabilidades (Ley 10, 1990), como se observa en la Sentencia de la Audiencia Provincial de Toledo
de 12 de diciembre de 1994 en la que durante un partido de la Liga Nacional de Fútbol Sala, organizado en
un pabellón municipal, un espectador sufrió la explosión de un petardo lanzado por otro espectador,
estableciendo la responsabilidad del Ayuntamiento como propietario de la instalación (Torregrosa, 2001).
Landaberea (2007) de nuevo aporta otro ejemplo de sentencia condenatoria, la Sentencia del Tribunal
supremo de 23 de septiembre de 2004 (Tribunal Supremo Sala 1ª, S 23-9-2004, nº914/2004, rec.2500/1998)
en la que se reclama responsabilidad por un menor fallecido, a consecuencia de colgarse del larguero de
una portería, caerse al suelo y caérsele la portería en la cabeza, contra la profesora de educación física, la
directora del colegio público y el Ministerio de Educación y Ciencia, fallando en absolver a la profesora
estableciendo la responsabilidad en la directora al no anclar la portería al suelo sin establecer por lo tanto
las medidas que evitasen el siniestro. La Secretaría Técnica del Proyecto MAID (2008d) incide que en los
casos en los que se ha determinado culpabilidad en una instalación, se fundamentan en el incumplimiento
de las normas de seguridad, en la falta de adopción de medidas necesarias para evitar los daños y en la
ausencia de conservación de la instalación, sus materiales, espacios y equipamientos por parte de los
responsables. Dilucidando si la seguridad era competencia del gestor deportivo, como figura responsable
de las instalaciones deportivas, se recogía a su vez que la Norma Básica de Autoprotección establecía como
responsable del correcto funcionamiento de la autoprotección al titular de la actividad (RD 393, 2007), el
IBV (s.f.b) también incluía bajo la responsabilidad del gestor los daños causados de forma accidental, las
deficiencias en las instalaciones, la actitud de sus usuarios y la idoneidad para realizar la práctica siendo, la
documentación que acredite las actuaciones preventivas, reglas de actuación e información facilitada al
usuario, fundamental en cualquier conflicto sobre responsabilidad civil deportiva. Monroy (2009) también
confirmaba que el incumplimiento del deber de vigilancia así como de las obligaciones que le marca la
legislación puede derivar en responsabilidad civil e incluso penal para el gestor deportivo.
223
Capítulo 2. Marco contextual y teórico
Siguiendo con las entidades deportivas, también incurren en el citado artículo 1903 del Código Civil, en
este caso, Torregrosa (2001) afirma que esta responsabilidad es directa y no subsidiaria al surgir de una
relación jurídica entre autor y perjudicado como consecuencia de una culpa "in vigilando" o "in eligendo"
obligando a reparar el daño a todos los que incurran en responsabilidad. Nuevamente la Ley 6/2016, de 24
de noviembre, por la que se ordena el ejercicio de las profesiones del deporte en la Comunidad de Madrid
en su artículo 24.2 indica que de acuerdo con la Ley 2/2007, de 15 de marzo, de Sociedades Profesionales,
las sociedades profesionales deberán suscribir un seguro que cubra la responsabilidad en que puedan
incurrir en el ejercicio de la actividad física o deportiva (Ley 6, 2016). Landaberea (2007) continúa
aportando ejemplos, esta vez con la Sentencia de la Audiencia Provincial de Las Palmas de 6 de julio de
2005 (AP Las Palmas, sec. 5ª, S 6-7-2005, nº392/2005, rec.393/2005) en la que se demanda responsabilidad
civil contra un centro escolar por lesiones causadas a una alumna de catorce años durante la clase de
educación física al recibir un pelotazo y encontrase en el puesto de portera, fallando en desestimarla
argumentando que un partido mixto con diferente fortaleza física no se consideraba imprudencia.
Continuando con las entidades deportivas, Torregrosa (2001) incluye que el artículo 120 del Código Penal
pauta que también son responsables civiles las personas jurídicas por los delitos que hayan cometido sus
empleados, representantes o gestores en el desempeño de sus obligaciones o servicios, confirmando que
dicha responsabilidad civil subsidiaria de una entidad deportiva por un ilícito penal de un deportista se
constató en la Sentencia del Tribunal Supremo de 6 de noviembre de 1986 en la sala de lo penal al condenar
a un club a pagar los daños por las lesiones causadas por un jugador al árbitro.
Terminando con el último grupo, los espectadores, también se observan sentencias condenatorias, como la
Sentencia de la Audiencia Provincial de Cádiz de 5 de febrero de 1988 que condenó un incidente producido
en 1985 en Cádiz causado por un espectador que introdujo en una bolsa bengalas sin que los empleados de
la entidad Cádiz C.F. se percataran, fallando en condenar al espectador y a la entidad como responsable
civil subsidiaria en virtud de los artículos 50 y 51 del citado Reglamento de Policía de Espectáculos Públicos
y, la sentencia del juzgado de lo Penal nº 17 de Barcelona que condenó a otro espectador con seis meses de
prisión y al pago de una indemnización de cuarenta y dos millones de pesetas como responsable civil por
el fallecimiento de un joven al ser alcanzado por una bengala en el estadio de fútbol de Sarriá del R.C.D.
Español (Torregrosa, 2001).
224
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Por lo tanto la responsabilidad que asumen los titulares, dueños y responsables en relación a un
tercero subordinado, dirige a analizar otro tipo de responsabilidad, la de la administración pública, tratada
por Fernández et al. (2014) como responsabilidad objetiva de la Administración Pública.
Los particulares, en los términos establecidos por la ley, tendrán derecho a ser indemnizados por
toda lesión que sufran en cualquiera de sus bienes y derechos, salvo en los casos de fuerza mayor,
siempre que la lesión sea consecuencia del funcionamiento de los servicios públicos. (p.32)
Refrendado por el artículo 54 de la Ley 7/1985, de 2 de abril, Reguladora de las Bases del Régimen Local,
Ley 7 (1985) al citar que:
Las Entidades locales responderán directamente de los daños y perjuicios causados a los particulares
en sus bienes y derechos como consecuencia del funcionamiento de los servicios públicos o de la
actuación de sus autoridades, funcionarios o agentes, en los términos establecidos en la legislación
general sobre responsabilidad administrativa. (pp.35-36)
Así como por el artículo 139.1 de la Ley 30/1992, de 26 de noviembre, de Régimen Jurídico de las
Administraciones Públicas y del Procedimiento Administrativo, modificada por la Ley 4/1999, de
modificación de la Ley 30/1992, de 26 de noviembre, de Régimen Jurídico de las Administraciones
Públicas y del Procedimiento Administrativo Común, Ley 30 (1992) al citar que:
Los particulares tendrán derecho a ser indemnizados por las Administraciones Públicas
correspondientes, de toda lesión que sufran en cualquiera de sus bienes y derechos, salvo en los
casos de fuerza mayor, siempre que la lesión sea consecuencia del funcionamiento normal o anormal
de los servicios públicos. (pp.51-52)
Todo ello es lo que Torregrosa (2001) proclama como el principio de responsabilidad de todos los poderes
públicos o el principio de responsabilidad objetiva de la Administración como también identificaban
Fernández et al. (2014). En relación a estos principios, Salvador & Ruiz (2002) ratifican que es doctrina
225
Capítulo 2. Marco contextual y teórico
reiterada por el Tribunal Supremo que las Administraciones Públicas responderán por los daños
individualizados y evaluables económicamente que la víctima no hubiere de soportar y fueren consecuencia
del funcionamiento de los servicios públicos. Observando ejemplos de sentencias se encuentra como
ejemplo absolutorio la Sentencia del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco de 10 de marzo de 2000
(TSJ País Vasco Sala de lo Contencioso-Administrativo, sec. 3ª, S 10-3-2000, nº231/2000, rec.436/1996)
en la que se reclama responsabilidad patrimonial contra un centro escolar por los daños sufridos por un
alumno de catorce años al recibir un balonazo en la cabeza en la clase de educación física en ausencia del
profesor titular, fallando en rechazar dicha responsabilidad al entender que es una actividad cotidiana,
normal y considerar que la presencia del profesor no hubiese evitado el incidente (Landaberea, 2007). O
como ejemplo condenatorio la Sentencia de la Audiencia Nacional de 8 de marzo de 2001 (Sala de lo
Contencioso-Administrativo, sec. 3ª, S 8-3-2001, rec.113/2000) en la que se reclaman lesiones sufridas por
un alumno menor de edad que estaba jugando al fútbol también en la clase de educación física en ausencia
del profesor, entendiendo que se produjo un incremento del nivel de riesgo en consecuencia del
incumplimiento de los deberes de control y vigilancia, fallando en la condena de indemnización de un
millón cien mil pesetas en concepto de responsabilidad patrimonial (Landaberea, 2007).
Más reciente es la sentencia también condenatoria que aporta el Centro de Documentación Judicial
(CENDOJ), la Sentencia del Tribunal Supremo de 12 de junio de 2008 (Sentencia de la Sala 3ª de lo
Contencioso-Administrativo, de 12 de junio de 2008 sección sexta del Tribunal supremo STS 2858/008)
en la que se ratifica la Sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía de 27 de Noviembre de
2003 dictada en el recurso nº 1235/98 por la Sala de lo Contencioso Administrativo fallando en condenar
al Ayuntamiento de Benalmádena con la indemnización de 544.323 euros al sufrir un usuario de la piscina
lesiones provocadas por que otro usuario se tirase encima suyo mientras estaba nadando quedando
tetrapléjico, argumentando que el funcionamiento del servicio fue anormal, incorrecto, irregular o
negligente debido a que se trataba de una piscina que por sus características se consideraba de alto riesgo
determinando la necesidad de extremar las medidas de vigilancia y provisión sin prestarse por el socorrista
de manera diligente ya que era una práctica habitual de los usuarios lanzarse al agua en forma "de bomba"
sin que el socorrista hiciese ninguna advertencia ni ofreciese instrucciones en sentido contrario
incrementando el riesgo de poder golpear a otro usuario de forma violenta y además no ejerció una
vigilancia especial ni se encontraba a pie de la piscina donde hubiese podido apreciar el incidente, por lo
tanto la negligencia del socorrista fue la causa determinante que produjo el suceso (Tribunal Supremo,
2008).
226
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Recordando la jurisdicción penal que expresaba también la responsabilidad civil asociada, la Ley Orgánica
10/1995, de 23 de noviembre, del Código Penal en su artículo 109.1 modificado en el punto cincuenta y
cinco por la Ley Orgánica 1/2015, de 30 de marzo, por la que se modifica la citada Ley Orgánica 10/1995,
Ley 1 (2015) establece que: “La ejecución de un hecho descrito por la ley como delito obliga a reparar, en
los términos previstos en las leyes, los daños y perjuicios por él causados” (p.45). Mientras que el 109.2
de la Ley 10 (1995) especifica que: “El perjudicado podrá optar, en todo caso, por exigir la responsabilidad
civil ante la Jurisdicción Civil” (p.48).
El artículo 116 de la citada Ley Orgánica 10/1995, modificado por el artículo único en el punto cincuenta
y siete por la también citada Ley Orgánica 1/2015, Ley 1 (2015) establece que: “Toda persona
criminalmente responsable de un delito lo es también civilmente si del hecho se derivaren daños o
perjuicios” (p.45).
Mientras que el artículo 120 de la citada Ley Orgánica 10/1995, modificado por el artículo único en el
punto cincuenta y ocho por la también citada Ley Orgánica 1/2015, Ley 1 (2015) del que hablaba
Torregrosa (2001) pautando la responsabilidad civil de las entidades deportivas, establece que:
Son también responsables civilmente, en defecto de los que lo sean criminalmente las personas
naturales o jurídicas, en los casos de delitos cometidos en los establecimientos de los que sean
titulares, cuando por parte de los que los dirijan o administren, o de sus dependientes o empleados,
se hayan infringido los reglamentos de policía o las disposiciones de la autoridad que estén
relacionados con el hecho punible cometido, de modo que éste no se hubiera producido sin dicha
infracción. (pp.48-49)
Como también muestra su artículo 146.1 expresando que: “La responsabilidad penal del personal al servicio
de las Administraciones públicas, se exigirá de acuerdo con lo previsto en la legislación correspondiente”
(p.24).
Esta llamada a la legislación correspondiente, devuelve al Código Penal, concretamente a los casos de
incumplimiento de obligaciones con consecuencias penales por imprudencias fundamentalmente recogidas
en los artículos 142, 154 y 403. Analizando los mismos, el artículo 142 denominado homicidio imprudente
227
Capítulo 2. Marco contextual y teórico
de la citada Ley Orgánica 10/1995, modificado por el artículo único en el punto ochenta por la también
citada Ley 1 (2015) indica que:
El que por imprudencia grave causare la muerte de otro, será castigado, como reo de homicidio
imprudente, con la pena de prisión de uno a cuatro años. Si el homicidio se hubiera cometido por
imprudencia profesional, se impondrá además la pena de inhabilitación especial para el ejercicio de
la profesión, oficio o cargo por un período de tres a seis años. El que por imprudencia menos grave
causare la muerte de otro, será castigado con la pena de multa de tres meses a dieciocho meses.
(p.53)
El artículo 152 denominado lesiones imprudentes de la citada Ley Orgánica 10/1995, modificado por el
artículo único en el punto ochenta y dos por la también citada Ley 1 (2015) indica que: “El que por
imprudencia grave causare alguna de las lesiones previstas en los artículos anteriores será castigado, en
atención al riesgo creado y el resultado producido” (p.55). Pautando pena de prisión de tres a seis meses o
multa de seis a dieciocho meses para las lesiones que lesión que menoscaben la integridad corporal o la
salud física o mental, pena de prisión de uno a tres años para la pérdida o la inutilidad de un órgano o
miembro principal, o de un sentido, la impotencia, la esterilidad, una grave deformidad, o una grave
enfermedad somática o psíquica y pena de prisión de seis meses a dos años en caso de pérdida o la inutilidad
de un órgano o miembro no principal, o la deformidad (Ley 1, 2015). Indicando a su vez en el mismo
artículo que: “Si las lesiones hubieran sido cometidas por imprudencia profesional, se impondrá además la
pena de inhabilitación especial para el ejercicio de la profesión, oficio o cargo por un período de seis meses
a cuatro años” (p.55).
Y el artículo 403 denominado intrusismo profesional de la citada Ley Orgánica 10/1995, modificado por el
artículo único en el doscientos cinco por la también citada Ley Orgánica 1 (2015), indica que:
El que ejerciere actos propios de una profesión sin poseer el correspondiente título académico
expedido o reconocido en España de acuerdo con la legislación vigente, incurrirá en la pena de multa
de doce a veinticuatro meses. Si la actividad profesional desarrollada exigiere un título oficial que
acredite la capacitación necesaria y habilite legalmente para su ejercicio, y no se estuviere en
posesión de dicho título, se impondrá la pena de multa de seis a doce meses. (p.90)
El mismo artículo además impone pena de prisión de seis meses a dos años si el culpable se atribuyese
públicamente la cualidad de profesional amparada por el título referido o si se prestasen los servicios
propios de aquella profesión en un local o establecimiento abierto al público (Ley 1, 2015).
En relación a este artículo 403 Jiménez (2001) expresaba que habría que tener en cuenta la responsabilidad
civil y penal de las personas que trabajan en funciones de actividad física y deporte sin la formación y
competencia adecuada y de las organizaciones que los amparan y seleccionan para desarrollar dichas
funciones. Actualmente en España, como ya se indicó, cinco comunidades autónomas; Cataluña, La Rioja,
228
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Extremadura, Andalucía y Madrid, disponen de leyes autonómicas que identifican las distintas profesiones
del deporte correlacionándolas a distintas titulaciones que regulan profesionalmente las profesiones
relacionadas con la actividad física y el deporte. La última es la que compete a la comunidad de Madrid
con la denominada Ley 6/2016, de 24 de noviembre, por la que se ordena el ejercicio de las profesiones del
deporte en la Comunidad de Madrid. Dicha Ley 6 (2016) en su artículo 3a indica como derechos de los
deportistas, consumidores y usuarios de los servicios deportivos: “Recibir unos servicios adecuados a las
condiciones y necesidades personales de acuerdo con el estado de los conocimientos científicos de cada
momento y con los niveles de calidad y seguridad que se establezcan” (p.7). Recogiendo el incumplimiento
de los deberes profesionales cuando de ello resulte un perjuicio grave para la salud o la integridad física de
las personas destinatarias de los servicios profesionales ofrecidos o para terceras personas, en su artículo
28.2, como infracción muy grave con inhabilitación profesional durante un periodo de tiempo no inferior a
un año y un día y no superior a dos años y/o multa de entre 3.001 euros y 30.001 euros en su artículo 29.1
(Ley 6, 2016). A su vez en su artículo 3e se indica también como derechos de los deportistas, consumidores
y usuarios de los servicios deportivos: “Que los profesionales de los servicios deportivos se identifiquen y
a ser informados sobre su profesión y cualificación profesional” (p.7). Recogiendo que el ejercicio de
actividades o funciones reservadas a las profesiones reguladas en la presente ley sin disponer de las
cualificaciones profesionales requeridas en cada caso y la contratación de trabajadores no cualificados en
el caso de que el objeto de su contrato de trabajo comprenda, total o parcialmente, la realización de tareas
propias de la profesión, en su artículo 28.3, como infracción grave con inhabilitación profesional durante
un periodo de tiempo no superior a un año y/o multa de entre 1.001 euros y 3.000 euros en su artículo 29.2
(Ley 6, 2016).
Al igual que en las otras responsabilidades, la jurisdicción ofrece casos de sentencias que muestran la
realidad de la misma, recordando la sentencia que citaba Torregrosa (2001), dentro de la responsabilidad
civil de los espectadores, del juzgado de lo Penal nº 17 de Barcelona, se condenó a un espectador con seis
meses de prisión, al margen de la citada indemnización por responsabilidad civil, por el fallecimiento de
un joven al ser alcanzado por una bengala en el estadio de fútbol de Sarriá del R.C.D. Español (Torregrosa,
2001). Otra sentencia condenatoria fue la que dictó el Juzgado de lo Penal número 5 de A Coruña a un
socorrista y a una monitora del colegio 'Liceo la Paz' de A Coruña en 2009, con un año y seis meses de
prisión e inhabilitación durante seis años en sus respectivas profesiones por un delito de homicidio
imprudente por imprudencia profesional, ante el fallecimiento de un niño de cuatro años durante una clase
de natación (Europa Press A Coruña, 27 de febrero de 2013).
Vistas las distintas responsabilidades que establece el marco jurídico, a continuación se intentarán
establecer unas bases para poder ordenar la normativa relacionada con la seguridad en el contexto deportivo
para su posterior ordenación y clasificación.
229
Capítulo 2. Marco contextual y teórico
El Consejo Superior de Deportes, a través de la Secretaría Técnica del Proyecto MAID (2008c) marcó la
seguridad como uno de los aspectos de la gestión integral de instalaciones deportivas, en dónde agrupar y
estructurar el marco normativo afectado, por lo que a continuación se limitará el estudio normativo a dicho
campo de seguridad en el deporte.
Los distintos ámbitos de la seguridad que componen su campo, precisan de un marco normativo, en el
ámbito nacional, se han realizado diversas recopilaciones o clasificaciones como las realizadas por el
propio CSD (2010a) en su obra “Legislación y documentos técnicos de referencia en instalaciones
deportivas”.
La realizada por el Colegio Oficial de Licenciados en Educación Física (COPLEF) de Madrid expuesta en
su página web en torno a cinco puntos, como son:
O la realizada por la Ciudad Deportiva Municipal de Alcalá de Henares también expuesta en su página web
en torno a doce puntos, como son:
1. Accesibilidad.
2. Aseguramiento.
3. Derecho al honor a la intimidad y a la propia imagen.
4. Derecho a la seguridad de las personas.
230
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
5. Emergencia y evacuación.
6. Incendios.
7. Protección de datos de carácter personal.
8. Responsabilidad civil por daños.
9. Riesgos laborales.
10. Seguridad de utilización.
11. Seguridad privada.
12. Violencia y seguridad ciudadana.
También diversos autores han hecho algunas propuestas. Entre las recopilaciones efectuadas destaca la que
efectuó Monroy (2009) como normativa de ámbito estatal y autonómica en el marco de la Comunidad de
Madrid básica en materia de seguridad.
Tres años más tarde el mismo autor Gómez-Calvo (2013c) identificó dieciséis puntos como los principales
temas legislativos que regulan la protección ante sus cinco grupos de riesgos descritos, clasificados en:
1. Accesibilidad.
2. Aseguramiento.
3. Código Técnico de la Edificación (CTE).
4. Código Civil: “Naturaleza y efecto de las obligaciones” y “de las obligaciones que nacen de culpa
o negligencia”.
5. Derecho al honor, a la intimidad personal y a la propia imagen.
6. Emergencia y evacuación (evacuación asistida).
7. Espectáculos públicos y actividades recreativas.
8. Condiciones higiénico-sanitarias de piscinas de uso colectivo.
231
Capítulo 2. Marco contextual y teórico
Y, De castro (2014) a su vez estima una clasificación en torno a trece puntos, como son:
1. Accesibilidad.
2. Aseguramiento.
3. Derecho a la seguridad de las personas.
4. Emergencia y evacuación.
5. Incendios.
6. Protección de datos de carácter personal.
7. Responsabilidad civil por daños.
8. Riesgos laborales.
9. Seguridad de utilización.
10. Seguridad privada.
11. Seguridad en el deporte.
12. Violencia y seguridad ciudadana.
13. Seguridad contra el dopaje.
Verdú (2015) señala como posible trabajo futuro, la creación de un repositorio digital, de uso
público, de documentación y legislación sobre seguridad en instalaciones deportivas. Sobre esta referencia
a continuación se va a investigar qué posibles bases pueden emplearse para recopilar en tres niveles
territoriales la diferente normativa de seguridad existente en el contexto deportivo.
2.3.3.1. Bases para recopilar la normativa de seguridad según sus ámbitos en tres niveles
territoriales.
Recogiendo las necesidades de armonización legislativa que afecta a una instalación deportiva de
la Fundación Deportiva Municipal de Valencia (2010) en su Plan Estratégico del Deporte, de agrupación y
ordenación del marco normativo de seguridad como aspecto de gestión integral en instalaciones deportivas
del Consejo Superior de Deportes, a través de la Secretaría Técnica del Proyecto MAID, y, siguiendo la
propuesta de Verdú (2015) de creación de un repositorio de legislación sobre seguridad en instalaciones
deportivas, tomando como apoyo inicial las posibles clasificaciones efectuadas en torno a las cuales poder
estructurar dicha recopilación demandada. Se prevé necesario confirmar los ámbitos de seguridad que
afectan a una instalación deportiva ya expresados en el punto 2.2.4.3 del presente marco teórico
denominado “Ámbitos de la seguridad en el deporte” más apropiados para tal fin. Ordenar y ubicar los
232
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
distintos puntos, que estiman los autores y las entidades que lo han abordado, identificados como temas
legislativos, en los distintos ámbitos a modo de estructura integrada por bloques de ordenación. Y,
finalmente, pautar los niveles de concreción necesarios de dicha recopilación normativa.
Para confirmar los ámbitos de la seguridad más apropiados para clasificar y recopilar la normativa de
seguridad que afecta una instalación deportiva, se acude a la clasificación efectuada por Gómez-Calvo
(2013c) en torno a cinco grupos en función de los riesgos que pueden presentarse en una instalación
deportiva (riesgos de daños por actos deliberados o incívicos, riesgos de graves daños colectivos, riesgos
de accidentes personales de los concurrentes, riesgos para los derechos de los usuarios y, riesgos laborales),
al ser la clasificación genérica que más se acerca a las necesidades de las instalaciones deportivas.
Confirmados los ámbitos de la seguridad, se deben ubicar los distintos puntos señalados como temas
legislativos identificados en el anterior punto por autores y entidades, para formar una estructura en cada
uno de los cinco ámbitos (grupos de riesgos) integrada por bloques de ordenación que se les denominará
epígrafes de ordenación con la idea de enmarcar un campo concreto legislativo en cada epígrafe que
compondrá un apartado normativo de cada uno de los cinco ámbitos identificados.
Esta ubicación responde en primera instancia a la siguiente ordenación, según lo indicado en la obra
“Legislación y documentos técnicos de referencia en instalaciones deportivas” del Consejo Superior de
Deportes (2010a), los cinco puntos que orienta el Colegio Oficial de Licenciados en Educación Física
(COPLEF) de Madrid, los doce de la Ciudad Deportiva Municipal de Alcalá de Henares, los veintiséis que
aglutina Gómez-Calvo (2010b; 2013c) y los trece de De Castro (2014):
Epígrafes de ordenación:
o Seguridad ciudadana.
o Seguridad Privada.
o Espectáculos públicos y actividades recreativas.
o Violencia.
233
Capítulo 2. Marco contextual y teórico
Esta primera clasificación, ha de corregirse y completarse modificando el título del ámbito o grupo de
riesgo y aportando otros epígrafes que surgirán del proceso de recopilación de normativa enumerándolos
correlativamente. Por ejemplo, en el grupo de riesgo número cinco, identificado como “Riesgos Laborales”,
el Servicio de Asistencia Municipal de Urgencia y Rescate [SAMUR - Protección Civil] (s.f.b), en su Guía
de buenas prácticas en prevención de riesgos laborales de SAMUR – Protección Civil establece diecinueve
riesgos laborales en los que ordenar su correspondiente legislación, como son:
234
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Por lo tanto se procede a completar en un segundo proceso el grupo de riesgo número cinco, con los
siguientes epígrafes:
Finalmente confirmados los ámbitos y realizada una primera ordenación de la estructura, sólo resta pautar
los niveles de concreción. El Consejo Superior de Deportes en su citada página web, como ya se indicó
concretaba que, empleando el término del Tribunal Constitucional “deporte como categoría transversal” se
hacía referencia a las materias cuya regulación incide de forma simultánea en más de un título competencial
concurriendo en tres administraciones territoriales; la Administración General del Estado, las Comunidades
Autónomas y la Administración Local. Esta idea transversal en tres niveles territoriales, es respaldada por
Monroy (2009) al afirmar que la legislación que cubre las posibles contingencias en el área de seguridad
de las instalaciones deportivas ha de ser estudiada en profundidad en sus vertientes estatal, autonómica y
local, debido a que del conocimiento de estas normas se podrá extraer la conducta correcta a seguir para
garantizar la organización de actividades deportivas, evitando consecuencias negativas para las actividades
y las personas presentes en las mismas.
Estas afirmaciones justifican la necesidad de concretar tres niveles; el estatal, el autonómico y el local, que
adaptándolo al objeto de estudio conducen el ámbito estatal a España, el ámbito autonómico a la Comunidad
de Madrid y el ámbito local al Ayuntamiento de Madrid.
Ante la necesidad de ordenación y clasificación, debido a que todas las recopilaciones o clasificaciones
revisadas no registran todos los ámbitos específicos descritos de forma detallada, el doctorando realizará
un estudio legislativo integral asentado en las bases descritas, que clasifique toda la normativa referente a
las cinco áreas o ámbitos descritos, ordenados en una estructura conformada por los epígrafes de ordenación
que contenga cada ámbito en tres niveles; nacional, autonómico y local, que servirá como base en la
preparación del Estudio de Riesgos. Dicho estudio legislativo hará referencia a la denominada por Cerda
(1991) “recopilación documental y bibliográfica” considerada por Hernández-Sampieri et al. (1993) como
una técnica valiosa para conocer los antecedentes, experiencias, situaciones particulares y funcionamiento
cotidiano de la unidad de análisis.
235
Capítulo 2. Marco contextual y teórico
Es importante resaltar que los cinco ámbitos expuestos en cinco grupos se construyen en función de los
riesgos que pueden presentarse en una instalación deportiva, a su vez la Secretaría Técnica del Proyecto
MAID (2008d) indicaba que todas las actividades realizadas en una instalación deportiva pueden entrañar
riesgos asumiendo que aunque se cumpla la normativa y legislación existente, la instalación no siempre
estará exenta de riesgos por lo que deben ser gestionados, aclarando además que dicha gestión de riesgos
incluye entre otros objetivos el cumplimiento de la normativa específica del ámbito deportivo. Resulta
imprescindible por lo tanto entender el concepto de riesgo y su gestión abordándose a continuación en el
siguiente bloque del marco teórico.
Desarrollado el tercer bloque del marco teórico se prosigue con el cuarto bloque denominado
“Riesgos y seguridad”
236
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
A continuación se pasa a un siguiente nivel, una vez dada la visión de los aspectos de seguridad a
los que se enfrenta una instalación deportiva y por ende su gestor, habiendo asentado las bases para
recopilar, organizar y clasificar la normativa de referencia, se pasa a poder investigar acerca de los riesgos
a los que se vería afectada.
Para ello, en este cuarto bloque se ha observado previamente la continua convivencia del riesgo con el día
a día de las organizaciones e instalaciones deportivas, analizando la normativa de referencia y se ha
justificado dicha convivencia con la clara referencia al riesgo que sostiene implicando a todos los actores.
Todo ello se corresponde con el cuarto bloque denominado “Riesgos y seguridad” desarrollado a
continuación:
Las actividades que implican a organizaciones y a individuos pueden estar expuestas a peligros
que podrán provocar daños, el concepto de riesgo está claramente relacionado con los términos peligro y
daño al asociarse a la probabilidad de que ocurra un daño, a las consecuencia de ese daño y a la capacidad
de detección del mismo, por lo que aceptar un riesgo dependerá de esos tres componentes y de la percepción
que se tenga del riesgo, ya que variará mucho si la exposición es involuntaria, evitable, de origen humano,
a consecuencia de un equívoco, debido a una negligencia, etc. (CSD, 2011).
Genéricamente, el riesgo está asociado con todo lo que hacen las organizaciones deportivas y con cada
decisión que toman (Standards Australia, 2002). Dichas organizaciones deportivas se enfrentan a riesgos
como cualquier otro negocio, los principios generales son los mismos, pero el sector tiene su propio
contexto particular en el que la gestión eficaz del riesgo radica en el equilibrio entre los riesgos y los
beneficios (Standards New Zealand, 2004). De forma más concreta, el Consejo Superior de Deportes afirmó
237
Capítulo 2. Marco contextual y teórico
que toda actividad deportiva realizada por deportistas o por visitantes en una instalación deportiva podía
entrañar riesgos, en la mayoría de los casos por falta de medios o por desconocimiento de las medidas que
eviten la aparición de las situaciones de riesgo (CSD, 2010b).
Relacionado con el contexto particular al que se aludía, las instalaciones deportivas presentan una gran
complejidad debido al carácter dinámico del deporte, en el que aparecen continuamente nuevas tendencias
y actividades, y debido a la gran cantidad y diversidad de personas que las realizan en un espacio limitado,
todo ello hace que la gestión del riesgo se convierta en un aspecto necesario en el que todas las partes han
de comprender que la práctica de actividad física en una instalación deportiva junto a las actividades
asociadas a espectadores implican algún nivel de riesgo y que, como ya se mencionó, aunque se cumpla la
normativa no se estará exenta de los mismos, debiendo eliminarlos o contenerlos dentro de unos niveles
aceptables (CSD, 2011).
Más allá de la observada conexión directa entre riesgo y medida, el concepto seguridad vuelve a estar
presente en relación al riesgo, así lo indican de forma general Benéitez (2009) en Díaz-Vicario (2015) al
afirmar que garantizar la seguridad de las personas pasa por mejorar las condiciones que las envuelven, con
la finalidad de eliminar los riesgos y, Santillán (2009) también en Díaz-Vicario (2015) al concretar que la
gestión de la seguridad hace referencia a un proceso mediante el cual se toma conciencia del riesgo
analizándolo, considerando las opciones, los recursos, estrategias e instrumentos para afrontarlos y
reducirlos. Esta relación entre seguridad y riesgo también de forma específica en el contexto deportivo es
mencionada por Verdú (2015) al destacar el tratamiento de los riesgos entre los enfoques para abordar la
seguridad en una instalación deportiva.
Analizando la normativa de referencia, se observa la clara referencia al riesgo, aludiendo al orden público
y a la seguridad ciudadana, la Ley Orgánica 4/2015, de 30 de marzo, de protección de la seguridad
ciudadana en su artículo 21 faculta el cierre, desalojo, prohibición del paso o evacuación por parte de la
autoridad competente incluso mediante órdenes verbales en situaciones de riesgo que pongan en peligro a
personas y bienes o exija una actuación rápida para mitigar sus efectos y en su artículo 27.2 suspender la
actividad por parte de la autoridad competente en situaciones de riesgo cierto para personas y bienes o en
caso de que se previeran graves alteraciones de la seguridad ciudadana (Ley 4, 2015). La Ley 17/1997, de
4 de julio, de Espectáculos Públicos y Actividades Recreativas en sus artículos 26 y 27 faculta a la
Comunidad de Madrid o al Ayuntamiento a prohibir o, en el caso de haber comenzado, suspender la
celebración de actividades recreativas así como proceder al cierre cuando se prevea que pueden producirse
alteraciones del orden público con peligro para las personas y bienes o cuando exista riesgo grave para los
mismos y en su artículo 6.2 la obligación de facilitar la accesibilidad de los medios de auxilio externo para
prevenir y proteger los riesgos inherentes a la actividad (Ley 17, 1997). Inclusive la misma Ley 17/1997 en
su artículo 7 apoyándose en la Ley 5/2014, de seguridad privada en sus artículos 26 y 51.2 indica que la
autoridad competente pueda establecer la necesidad de adoptar medidas de seguridad así como el tipo y
características de las que deban implantar en caso de presentar riesgos directos para terceros, para prevenir
238
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
la comisión de actos delictivos o infracciones administrativas, por la naturaleza o aforo de la instalación así
como servicios de vigilancia (Ley 17, 1997; Ley 5, 2014).
De forma más específica, en el marco del objeto de estudio la adecuación de las condiciones de seguridad
también está directamente relacionada con el riesgo. Según faculta la Ley 15/1994, de 28 de diciembre, del
Deporte de la Comunidad de Madrid, en sus artículos 23.1 y 70.7c y según establece la legislación del
Estado sobre Régimen Local, es competencia y función del Ayuntamiento de Madrid velar por las
condiciones de seguridad de sus instalaciones deportivas, sabiendo que sin perjuicio de dicha competencia,
la Administración Deportiva de la Comunidad de Madrid garantizará el cumplimiento de dichas
condiciones (Ley 15,1994). Dentro de estas condiciones de seguridad, el Real Decreto Legislativo 1/2007,
de 16 de noviembre, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley General para la Defensa de los
Consumidores y Usuarios y otras leyes complementarias, en adelante Real Decreto Legislativo 1/2007, en
su artículo 15.1, establece que ante situaciones de riesgo para la seguridad de los consumidores y usuarios,
las Administraciones públicas competentes podrán adoptar las medidas que resulten necesarias y
proporcionadas para la desaparición del riesgo, debido a que el mismo Real Decreto Legislativo 1/2007, en
sus artículos 8a, 49.1b y 51 pauta como derechos básicos de los usuarios de la instalación, la protección
contra los riesgos que puedan afectar a su seguridad y como infracciones en materia de defensa de los
mismos las acciones u omisiones que produzcan riesgos o daños para su seguridad, ya sea en forma
consciente o deliberada, por abandono de la diligencia y precauciones exigibles en la actividad, servicio o
instalación, pudiendo ser sancionadas con multas de hasta 3.005,06 euros para las infracciones leves, entre
3.005,07 euros y 15.025,30 euros, pudiendo rebasar dicha cantidad hasta alcanzar el quíntuplo del valor de
los bienes o servicios objeto de la infracción para las graves y, entre 15.025,31 y 601.012,10 euros, pudiendo
rebasar igualmente dicha cantidad hasta alcanzar el quíntuplo del valor de los bienes o servicios objeto de
infracción para las muy graves (RD 1, 2007).
Por otra parte, siguiendo el Decreto 184/1998, de 22 de octubre por el que se aprueba el Catálogo de
Espectáculos Públicos, Actividades Recreativas, Establecimientos, Locales e Instalaciones, en sus artículos
1, 2 y 3, se indica que los requisitos que dicta, dentro de la Comunidad de Madrid, la citada Ley 17/1997
serán exigidos a dichas instalaciones al ser establecimientos encuadrados en su Anexo I en donde se
practican deportes en sus diversas modalidades con fines recreativos y en su Anexo II como recintos
destinados a la práctica deportiva o recreativa de uso público, en cualquiera de sus modalidades (piscinas,
polideportivos, etcétera), pudiendo ser de carácter permanente, eventual o extraordinario (Decreto
184,1998).
Pues bien, la citada Ley 17/1997 en su artículo 6.2, junto con la Ley 4/2013, de 18 de diciembre, de
modificación de la Ley 17/1997, de 4 de julio, de Espectáculos Públicos y Actividades Recreativas en sus
artículos 3.8, 3.9, 4.2, 4.3, 5.2 y 5.3, indican que la instalación deberá reunir los requisitos y condiciones
técnicas que garanticen la seguridad del público, trabajadores, ejecutantes y bienes y, que su
incumplimiento o mal estado cuando no disminuya gravemente el grado de seguridad exigido será castigado
como infracción grave en materia de actividades recreativas con multa comprendida entre 4.501 y 60.000
239
Capítulo 2. Marco contextual y teórico
euros, clausura de la instalación por un periodo máximo de seis meses, suspensión o prohibición de la
actividad por un periodo máximo de seis meses y/o inhabilitación para la organización de actividades
recreativas por un periodo máximo de un año y como infracción muy grave en materia de actividades
recreativas cuando si disminuya gravemente el grado de seguridad exigido, con multa comprendida entre
60.001 y 600.000 euros, clausura de la instalación desde seis meses y un día hasta dos años, suspensión o
prohibición de la actividad desde seis meses y un día hasta dos años y/o inhabilitación para la organización
de actividades recreativas desde uno a tres años (Ley 4, 2013).
También numerosa legislación de aplicación asociada al objeto de estudio relaciona riesgos con los diversos
actores implicados, como se puede observar en las siguientes referencias en las que se identifican de forma
más específica ejemplos de aspectos asociados a los diferentes grupos implicados divididos de forma simple
en usuarios, espectadores o visitantes y trabajadores.
Respecto a los usuarios y los bienes y servicios ofertados, el mencionado Real Decreto Legislativo 1/2007
en sus artículos 11, 49.1g y 51 indica que los diferentes bienes o servicios de la instalación deberán ser
seguros, para lo cual no deberán presentar riesgo alguno en condiciones normales de uso o únicamente los
riesgos mínimos compatibles con el uso del bien o servicio y ser considerados admisibles dentro de un nivel
elevado de protección de la seguridad de las personas, sabiendo que el incumplimiento de las disposiciones
sobre seguridad en cuanto afecten o puedan suponer un riesgo para los usuarios se considerará infracción
en materia de defensa de los mismos, pudiendo ser sancionadas con multas de hasta 3.005,06 euros para las
infracciones leves, entre 3.005,07 euros y 15.025,30 euros, pudiendo rebasar dicha cantidad hasta alcanzar
el quíntuplo del valor de los bienes o servicios objeto de la infracción para las graves y, entre 15.025,31 y
601.012,10 euros, pudiendo rebasar igualmente dicha cantidad hasta alcanzar el quíntuplo del valor de los
bienes o servicios objeto de infracción para las muy graves (RD 1, 2007). A su vez la Ley 6/1995, de 28 de
marzo, de Garantías de los Derechos de la Infancia y la Adolescencia en la Comunidad de Madrid en su
artículo 40.2 indica que los servicios susceptibles de provocar riesgos en la población infantil cuando se
utilicen conforme a su uso normal, habrán de disponer de las medidas de seguridad que los eviten (Ley 6,
1995). Un ejemplo de prácticas seguras es el que figura en el Proyecto de ordenanza de convivencia
ciudadana en el espacio público en sus artículos 2.3, 3.2, 39.6, 40.9, 42.1, 42.2, 44, 46 y 50 y en la Ley
57/2003, de 16 de diciembre, de medidas para la modernización del gobierno local en su artículo 141
prohibiendo la práctica de acrobacias y juegos de habilidad con bicicletas, patines, monopatines o similares
fuera de las áreas destinadas a tal efecto, al ser una instalación de dominio público municipal, alegando que
pudiese constituir una infracción leve con sanción económica de hasta 750 euros, y la práctica de juegos
que impliquen un riesgo relevante para la integridad física de los usuarios del espacio público, y, en
especial, la circulación temeraria con patines o monopatines por lugares destinados a peatones, así como la
utilización de elementos o instalaciones arquitectónicas o del mobiliario urbano para la práctica del
monopatín, patines u otros cuando se pongan en peligro de deterioro, alegando que pudiese constituir una
infracción grave con sanción económica desde 750,01 euros hasta 1.500 euros, con la posibilidad de que el
Ayuntamiento con el fin de concienciar sobre la gravedad de los hechos y ser evitados en el futuro pudiese
sustituirla por la prestación de servicios en beneficio de la comunidad precisando de autorización de los
240
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
padres en caso de haber sido cometido por menores con edades comprendidas entre catorce y dieciocho
años, sabiendo que dicha sanción no exonera a la persona infractora de la obligación de reparar los daños
o perjuicios causados y que, en caso de que la infracción la cometa un menor de edad, los padres, tutores o
guardadores serán responsables civiles subsidiarios de los daños producidos por las infracciones cometidas
por los mismos (Ayuntamiento de Madrid, 2013; Ley 57, 2003).
Continuando con los riesgos derivados de la práctica de los usuarios, Casado (2014) analizando los riesgos
específicos del deporte, añade que las distintas modalidades deportivas multiplican y propician los riesgos
asociados a las actividades deportivas al ser algunas de contacto físico, de aventura o precisar de materiales
específicos que pueden potenciarlos. Así, la Ley 15/1994 del Deporte de la Comunidad de Madrid en sus
artículos 2d y 2f indica que se habrá de actuar según los principios rectores de la política deportiva de la
Comunidad de Madrid inspirados en la protección del deportista frente a las prácticas de riesgo (Ley 15,
1994). Y la Ley 10/1990, de 15 de octubre del Deporte en su artículo 59.2 y el Real Decreto 1591/1992, de
23 de diciembre, sobre Disciplina Deportiva en su disposición adicional primera indican que en caso de
que se celebren competiciones oficiales de ámbito estatal y/o competiciones oficiales escolares y
universitarias de ámbito nacional, se tendrá que comprobar que todos los deportistas que participen
dispongan de la correspondiente licencia con el seguro obligatorio que cubra los riesgos para la salud
derivados de la correspondiente práctica deportiva (Ley 10, 1990; RD 1591, 1992).
Continuando con los usuarios y su salud, la Ley 5/2002, de 27 de junio, sobre Drogodependencias y otros
Trastornos Adictivos en su artículo 51 indica que en caso de sospecha razonable y fundada de riesgo
inminente y grave para la salud pública o para los usuarios por circunstancias sobrevenidas o por
incumplimiento de la normativa vigente en materia de drogas, la Consejería competente, podrá adoptar
como medida cautelar el cierre temporal de la instalación (Ley 5, 2002). En la misma línea la Ley Orgánica
3/2013, de 20 de junio, de protección de la salud del deportista y lucha contra el dopaje en la actividad
deportiva en sus artículos 2 y 51 indica que la Agencia Española de Protección de la Salud en el Deporte
podrá establecer controles de los parámetros biológicos, centrados especialmente en los deportistas de
mayor riesgo según determine el Plan de Apoyo a la Salud y en los de mayor nivel deportivo, para controlar
la práctica deportiva general en condiciones seguras y sin prácticas de dopaje o aumento artificial de las
propias capacidades, siendo los resultados de dichos controles estrictamente confidenciales recibiendo
información de los mismos únicamente el deportista en cuestión (Ley 3, 2013).
Por otro lado, compartiendo la explícita división del Consejo Superior de Deportes entre riesgos derivados
de la actividad física y derivados de actividades asociadas a espectadores o visitantes, el mismo Casado
(2014) continuando el análisis de los riesgos específicos del deporte, afirma que en las aglomeraciones de
público en los grandes eventos deportivos se multiplican los riesgos para los asistentes. Por lo tanto respecto
a los visitantes y espectadores y su ocupación, el Real Decreto 2816/1982, de 27 de agosto, por el que se
aprueba el Reglamento General de Policía de Espectáculos Públicos y Actividades Recreativas en los
artículos 72, 73, 81.36 y 82 indica que la Autoridad municipal podrá suspender las actividades que se
desarrollan en las instalaciones cuando por exceso de ocupación, dejen de cumplir las condiciones de
241
Capítulo 2. Marco contextual y teórico
seguridad necesarias, produciéndose un riesgo grave para las personas o para las cosas y, que la celebración
de las mismas en caso de suspensión será sancionada como infracción con multa en función del peligro,
daños o perjuicios causados a otras personas, la importancia de la instalación, la capacidad económica del
infractor y la reiteración o reincidencia, suspensión o prohibición de actividades concretas y/o clausuras
(RD 2816, 1982).
En la misma línea, la anteriormente citada Ley 4/2013 en los artículos 3.11, 4.11, 5.2 y 5.3 indica que la
superación del aforo máximo permitido cuando no comporte un grave riesgo para la seguridad de personas
o bienes, será castigada como infracción grave en materia de actividades recreativas con multa comprendida
entre 4.501 y 60.000 euros, clausura de la instalación por un periodo máximo de seis meses, suspensión o
prohibición de la actividad por un periodo máximo de seis meses y/o inhabilitación para la organización de
actividades recreativas por un periodo máximo de un año y como infracción muy grave en materia de
actividades recreativas cuando si comporte un grave riesgo para la seguridad de personas o bienes, con
multa comprendida entre 60.001 y 600.000 euros, clausura de la instalación desde seis meses y un día hasta
dos años, suspensión o prohibición de la actividad desde seis meses y un día hasta dos años y/o
inhabilitación para la organización de actividades recreativas desde uno a tres años (Ley 4, 2013).
Otro ejemplo concreto es el que enuncia el Real Decreto 314/2006, de 17 de marzo, por el que se aprueba
el Código Técnico de la Edificación en su artículo 11.3 y en su anexo CTE DB-SU5. Punto 2 indicando
que en caso de disponer de graderíos para más de 3.000 espectadores de pie, habrán de limitarse los riesgos
de avalanchas y aplastamientos por situaciones de alta ocupación facilitando la circulación de las personas
y la sectorización con elementos de protección y contención, cumpliendo los requisitos de que la pendiente
no sea mayor que 50%, la longitud de una fila que tenga accesos desde pasillos situados en sus dos extremos
sea de 20m, como máximo, cuando la fila sólo disponga de acceso por un extremo, la longitud de esta es
de 10m, como máximo, la diferencia de cota entre cualquier fila de espectadores y alguna salida del graderío
es de 4m, como máximo, en graderíos y tribunas con más de cinco filas y cuya pendiente exceda el 6%
disponer de una barrera continua de 1100 mm de altura, como mínimo, delante de la primera fila, así como
de barreras adicionales de la misma altura a la distancia horizontal en función de la pendiente del graderío,
las barreras habrán de resistir una fuerza de 5,0 kN/m aplicada en el borde superior, no existir más de 2
aberturas alineadas en filas sucesivas de barreras, la línea que une en planta dichas aberturas forme un
ángulo menor que 60º con respecto a las barreras y las aberturas tengan una anchura comprendida entre
1,10m y 1,40m (RD 314, 2006).
Continuando con los espectadores, hilando este último riesgo de avalanchas y aplastamientos, nuevamente
Casado (2014) concreta que a raíz de las tragedias sufridas en aglomeraciones deportivas comenzaron a
proliferar las leyes contra la violencia. Un breve apunte al respecto, dirige a la Ley 19/2007, de 11 de julio,
contra la violencia, el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el deporte, en la que se manifestaba que la
violencia en el deporte era un fenómeno complejo que requería medidas que fomentasen la prevención e
incidiesen en el control gestionándose a través de un enfoque global, fundado junto con los derechos y
libertades fundamentales en la limitación del riesgo (Ley 19, 2007).
242
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Pues bien, analizando esta ley junto al Real Decreto 203/2010, de 26 de Febrero, por el que se aprueba el
Reglamento de prevención de la violencia, el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el deporte y junto
al Real Decreto 748/2008, de 9 de mayo, por el que se regula la Comisión Estatal contra la violencia, el
racismo, la xenofobia y la intolerancia en el deporte se observa una relación directa entre el riesgo y dichas
normas. La citada Ley 19/2007 en sus artículos 12.1a y 1.2 y el Real Decreto 203/2010 en su artículo 28.1
indican que en caso de considerar disponer de un servicio de seguridad, habrá de disponer de un número
mínimo de efectivos en atención al riesgo inherente al acontecimiento deportivo en cuestión, siendo medida
reglamentaria en el caso de celebración de competición deportiva oficial de ámbito estatal (Ley 19, 2007;
RD 203, 2010). La misma Ley 19/2007 en sus artículos 13.1c y 1.2, el mismo Real Decreto 203/2010 en
su artículo 7 y el Real Decreto 748/2008 en sus artículos 3.1c y 3.1d indican que también se tendrá que
disponer de un sistema de emisión y venta de entradas que permita controlar la identidad de los adquirentes
de entradas, siendo también medida reglamentaria en el caso de celebración de competición deportiva
oficial de ámbito estatal cuando esté catalogado por la Comisión Estatal contra la Violencia, el Racismo, la
Xenofobia, y la Intolerancia en el Deporte como de alto riesgo, en cuyo caso habrá de estar incluido dentro
de los Planes individuales de riesgo presentados a los organizadores por los órganos competentes (Ley 19,
2007; RD 203, 2010; RD 748, 2008). Nuevamente la Ley 19/2007 en sus artículos 13.1b y 1.2, el RD
203/2010 en su artículo 7 y el RD 748/2008 en sus artículos 3.1c y 3.1d continúan indicando que también
se tendrá que disponer de un sistema de verificación de la identidad de las personas que accedan a la
instalación, siendo nuevamente medida reglamentaria en el caso de celebración de competición deportiva
oficial de ámbito estatal cuando esté catalogado por la Comisión Estatal contra la Violencia, el Racismo, la
Xenofobia, y la Intolerancia en el Deporte como de alto riesgo, debiendo estar también incluido dentro de
los Planes individuales de riesgo presentados a los organizadores por los órganos competentes (Ley 19,
2007; RD 203, 2010; RD 748, 2008). De nuevo la Ley 19/ 2007 en sus artículos 13.1e y 1.2, el RD 203/2010
en sus artículos 7 y 11 y el RD 748/ 2008 en sus artículos 3.1c y 3.1d vuelven a indicar que se tendrá que
disponer de mecanismos o dispositivos para la detección de armas e instrumentos análogos, siendo
nuevamente medida reglamentaria en el caso de celebración de competición deportiva oficial de ámbito
estatal cuando esté catalogado por la Comisión Estatal contra la Violencia, el Racismo, la Xenofobia, y la
Intolerancia en el Deporte como de alto riesgo, debiendo estar nuevamente incluido dentro de los Planes
individuales de riesgo presentados a los organizadores por los órganos competentes (Ley 19, 2007; RD 203,
2010; RD 748, 2008).
El incumplimiento de las medidas de seguridad citadas conlleva una serie de sanciones asignadas en función
del nivel de riesgo, así lo vuelven a expresar las citadas normas, la Ley 19/2007 en los artículos 21.1b,
24.1c, 24.2a, 24.2c y 24.3c indica que en caso de que se celebren competiciones deportivas oficiales de
ámbito estatal, los organizadores incurrirán en infracciones muy graves con posibles sanciones de 60.000,01
a 650.000 euros, prohibición de acceso a cualquier recinto deportivo por un período entre dos años y cinco
años, inhabilitación para organizar espectáculos deportivos hasta un máximo de dos años y/o clausura
temporal del recinto deportivo hasta un máximo de dos años, en caso de incumplimiento de las medidas de
seguridad aplicables de conformidad con la Ley 19/2007, de 11 de julio, contra la violencia, el racismo, la
xenofobia y la intolerancia en el deporte y que supongan un grave riesgo para los asistentes a los recintos
243
Capítulo 2. Marco contextual y teórico
deportivos (Ley 19, 2007). Dos ejemplos concretos de sanciones asociadas a riesgos, son los que expresa
dicha ley en sus artículos 1.2, 2.1, 2.2, 22.1a, 23.1a, 24.1c y 24.3c indicando que en caso de que se celebren
competiciones deportivas oficiales de ámbito estatal, incurrirán en infracciones muy graves con posibles
sanciones de 60.000,01 a 650.000 euros, desarrollo de trabajos sociales en el ámbito deportivo y/o
prohibición de acceso a cualquier recinto deportivo por un período entre dos años y cinco años, aquellos
que realicen actos o conductas violentas o que incitan a la violencia en el deporte y/o actos racistas,
xenófobos o intolerantes en el deporte cuando concurra alguna de las circunstancias de perjuicio, riesgo,
peligro o trascendencia (Ley 19, 2007). Y los que expresa en sus artículos 1.2, 22.1b, 24.1c y 24.3c
indicando que también en caso de que se celebren competiciones deportivas oficiales de ámbito estatal,
incurrirán también en infracciones muy graves con posibles sanciones de 60.000,01 a 650.000 euros,
desarrollo de trabajos sociales en el ámbito deportivo y/o prohibición de acceso a cualquier recinto
deportivo por un período entre dos años y cinco años, aquellos espectadores que incumplan las obligaciones
de acceso y permanencia en el recinto deportivo cuando ocasionen daños o graves riesgos a las personas o
en los bienes o cuando concurran circunstancias de especial riesgo, peligro o participación en las mismas
(Ley 19, 2007).
Terminando con los espectadores, relacionado con las medidas anteriores, la Ley 53/2002, de 30 de
diciembre, de Medidas Fiscales, Administrativas y del Orden Social, por la que se modifica la Ley 10/1990,
de 15 de octubre del Deporte en sus artículos ocho y quince sanciona la irrupción no autorizada en los
terrenos de juego o las invasiones de campo, cuando con ello se alteren o perturben gravemente las
condiciones de celebración de los espectáculos deportivos o se produzcan daños o riesgos graves en las
personas o en las cosas (Ley 53, 2002), a su vez la misma ley en su artículo cuatro indica que los clubes
habrán de comunicar a la instalación con antelación suficiente que un partido puede ser de alto riesgo en
caso de que así lo consideren, para poder implementar medidas de seguridad adicionales como separación
de las aficiones rivales, controles de acceso restringidos, comunicación previa a policía municipal, etc. (Ley
53, 2002).
244
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Esta breve introducción deja entre abierta la posibilidad de concretar qué riesgos afectan al
contexto deportivo, cómo han de tratarse y con qué metodologías, antes de ello, se opta como ha sido la
tónica en la construcción de este marco teórico, por retroceder a lo general para ahondar en lo específico,
por ello, se antoja nuevamente necesario investigar el concepto y la definición de riesgo para entender su
origen, su proceso de gestión y sus metodologías.
Los seres humanos primitivos, antes de que se desarrollasen los métodos de defensa, estaban alerta
sobre los peligros utilizando la elección básica de tratamiento de riesgos: luchar o huir, evitando las
amenazas o eliminando su causa (Dolón, 2005).
Esgrimiendo su origen, Briones (2005) detalla que se le atribuyen principalmente tres orígenes: del latín
“resecaran”, del griego “rhiza” y del italiano “risico o rischio”. Peretti-Watel (2000) en Briones (2005) sitúa
el origen del latín, en el término “resecaran” como aquello que corta y Cardona (2001) también en Briones
(2005) sitúa el origen griego, en el término “rhiza” aludiendo a los peligros de navegar en un arrecife.
Louzán & Melo (2001) en Casado (2014) coinciden en que la palabra “riesgo” fue usada por primera vez
por los griegos refiriéndose a la audacia y al temor que tenían que tener cuando salían al mar ante el
desconocimiento de lo que podía acontecerles, mientras que los romanos incrementaron su significado
relacionándolo con la responsabilidad. Por otro lado Serrano (2010) indica que el término no existe en latín
clásico y proviene del árabe “rizq”, empleándose durante la Edad Media de forma esporádica el
neolatinismo “risico”, encontrando la mención más antigua en un contrato societario fechado en Cagliari el
3 de octubre de 1295 entre Bartolomé Garau de Barcelona y Bonaccursus Gamba y sus socios de Pisa.
Antes de la aparición del término, Briones (2005) explica que la preocupación por la incertidumbre
generaba la necesidad de predicción para reducir los temores, así las sociedades pre modernas atribuían a
los dioses los peligros naturales, preocupados por los peligros relacionados con las catástrofes, en este punto
es importante resaltar que Serrano (2010) indica que desde el origen fenicio de las prácticas comerciales
marítimas hay prestadores de capital que actúan como aseguradores y reglas jurídicas para la cobertura de
contingencias.
Continuando con la evolución del concepto, Serrano (2010) sitúa su origen a final de la Edad Media,
indicando que hacia 1500 se necesita introducir un nuevo concepto para caracterizar situaciones catalogadas
con términos antiguos como fortuna, suerte, azar o providencia (Serrano, 2010). Luhmann (1991) en
Serrano (2010) indica que a partir de ese año 1500 con la imprenta se extiende en el lenguaje jurídico y
comercial manteniéndose casi igual en los distintos idiomas europeos (rischio, risque, risk, etc.). La
probabilidad y la decisión se integraron en el concepto de riesgo ya que el miedo al peligro se contrarresta
con una decisión sobre una situación calculada en base a la probabilidad, probabilidad atribuida a pascal en
1655 con su cálculo de creencias, considerada como el inicio de la teoría de la probabilidad (Briones, 2005).
Así en el siglo XVII se comenzó a desarrollar el concepto de riesgo relacionado con los términos seguridad
y prudencia (Serrano, 2010).
245
Capítulo 2. Marco contextual y teórico
Debido a que la religión no podía explicar los fenómenos desastrosos con dogmas, la iglesia fue una de las
primeras instituciones que enfrentó la transición de la visión pre moderna al racional moderno, en Lisboa
un terremoto mató a cien mil personas el 1 de noviembre de 1775 generando cuestionarse la justicia divina,
enfrentando las posturas de Voltaire que no atribuía responsabilidad al hombre en el desastre y Rousseau
el cual decía que la catástrofe hubiese sido menor si se hubieran distribuido de forma más uniforme los
habitantes de la ciudad, atribuyéndolas dicha responsabilidad (Briones, 2005). A pesar de esta implicación
de la iglesia, Serrano (2010) indica que no puede ser casual que el concepto de riesgo sea coetáneo al
proceso de secularización. Por lo tanto opuesta a la visión pre moderna del pensamiento mágico-mítico, la
modernidad mediante el pensamiento racional y el método científico cambió la visión del mundo
atribuyéndole la responsabilidad al hombre en la creación y el manejo de las situaciones de riesgo (Briones,
2005). Así Giddens (1994) en Briones (2005) afirma que el riesgo es un problema de la sociedad moderna,
donde la razón sustituye a la tradición.
A partir de la ilustración, el hombre elige o no ciertos riesgos (Serrano, 2010). Después de la ilustración, el
componente probabilístico se fortaleció con la revolución industrial y la emergencia de la maquinaria así
como con la consolidación del Estado, influyendo en la forma de calcular el riesgo para prevenirlo (Briones,
2005).
Carreño, Cardona & Barbat (2004) manejan que en el pasado el riesgo ha sido tratado de manera
fragmentada, según el enfoque de cada disciplina, continuando esta línea, Briones (2005) ratifica que el
riesgo no es sólo un concepto estadístico, los sociólogos critican la idea de riesgo objetivo, argumentando
que las percepciones del riesgo deben ser vistas como juicios bajo la incertidumbre, así las ciencias sociales
han logrado avances para analizar el riesgo de forma transversal, integrando distintas disciplinas como la
sociología, la psicología, la antropología, la economía o la geografía, por otro lado, los científicos y expertos
calculan riesgos usando fórmulas estadísticas basadas en la probabilidad según impactos negativos de
eventos peligrosos pasados, tratando el comportamiento de la gente ante los riesgos como irracional, así, se
pueden manejar dos connotaciones básicas, el riesgo social entendido como los procesos sociales
generadores de riego y el riesgo natural como el asociado a los fenómenos naturales. Considerando que
normalmente los riesgos son impersonales, Milano (2006) aclara que su concepto implica múltiples
circunstancias, factores y causas provengan de las sociedades, de los estados o de la naturaleza.
Terminando este breve repaso, Briones (2005) incide en que el capitalismo jugó un papel fundamental en
la noción del riesgo, en el inicio del siglo XX con la bolsa de valores se consolidó la idea de probabilidad
y cálculo de pérdidas y ganancias. Y a finales del siglo XX se convierte en el concepto clave de la sociología
al asociarse a la tecnología y a la economía, inclusive se podría decir que vivimos en la sociedad del riesgo
(Serrano, 2010).
Vista la evolución del término, previo a la definición de su significado y como acotación del mismo,
distintos autores interpretan su concepto, Serrano (2010) indica que para definir el concepto de riesgo se
precisa el concepto de peligro y viceversa, esgrimiendo que los riesgos se refieren a daños resultados de
246
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
decisiones que no se producirían si hubiesen sido otras, mientras que los peligros suceden con
independencia de las decisiones. Martínez (2007) apoya esta idea, concretando que el riesgo implica estar
en una situación, actividad o escenario de peligro causando consecuencias adversas. Asociando el término
amenaza al de peligro, Milano (2006) va más allá y precisa que toda amenaza conlleva riesgo, pero no todos
los riesgos provienen de amenazas, asociando el origen de los riesgos a las situaciones emergentes o
imprevistas, pudiendo algunos riesgos de extrema peligrosidad y gravedad convertirse en amenazas. Dolón
(2005) maneja que el concepto de riesgo gira en torno a la proximidad de un daño y a la incertidumbre de
ocurrencia de un suceso con efectos negativos, en donde habrá que considerar la magnitud de dichos
efectos. Mientras que Stewart & Melchers (1997) en Carreño et al. (2004) concluyen que el término riesgo
se ha empleado como la probabilidad de ocurrencia de un suceso pero la gente lo interpreta como la
posibilidad de daño ante un elemento expuesto. Aunando los términos de probabilidad de ocurrencia y daño
como resultado o consecuencia, Bestratén & Pareja (1993) determinaron que los dos factores cuyo producto
determinan el riesgo son la probabilidad entendida como los factores de riesgos materializados en daños y
las consecuencias entendidas como la magnitud de los daños, debiendo ambas de ser cuantificadas para
valorarse de forma objetiva. Según lo expuesto, los autores indican que todo riesgo se puede representar
gráficamente mediante una curva que interrelaciona las probabilidades en ordenadas y las consecuencias
en abscisas, como se observa en la siguiente figura:
Figura 30. Representación gráfica del riesgo. Fuente: Bestratén & Pareja (1993, p.2).
Roper (1999) lo incluye en la siguiente fórmula de gestión del riesgo que identifica al riesgo igualándolo al
impacto, incidencia o efecto de la consecuencia esperada (valor del activo) multiplicado por la probabilidad
(amenaza * vulnerabilidad)
Figura 31. Fórmula de gestión del riesgo. Fuente: Roper (1999, p.18).
Government of South Australia (2006) para clasificar el riesgo también determina la consecuencia
entendida como el alcance del daño y la probabilidad entendida como la posibilidad de ocurrencia.
Tomando como referencia estas premisas, la representación gráfica de los riesgos se desarrolla en torno a
la denominada “matriz del riesgo” pudiendo encontrar distintas referencias que representan su clasificación
247
Capítulo 2. Marco contextual y teórico
para el posterior tratamiento. En una escala simple de tres niveles de probabilidad y tres niveles de
consecuencias aportando cinco clasificaciones de riesgo mediante códigos alfa-pictográficos (trivial,
tolerable, moderado, importante e intolerable) se encuentra la aportada por el Instituto Nacional de
Seguridad e higiene en el Trabajo (INSHT) como se observa a continuación:
Figura 32. Matriz del riesgo cualitativa en base a tres probabilidades estimadas y a tres consecuencias esperadas. Fuente: Instituto
Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo [INSHT] (s.f., p.6).
En otra escala más analítica, en formato penta, con cinco niveles de probabilidad y cinco niveles de
consecuencias aportando valores que oscilan entre el 0,1 y el 10.000 y tres clasificaciones mediante códigos
numérico-pictográficos (del 0,1 al 30, del 60 al 300 y, del 600 al 10.000) siguiendo el mismo esquema, se
encuentra la que indica Standards New Zealand (2004), representada a continuación:
Figura 33. Matriz del riesgo cuantitativa en base a cinco probabilidades estimadas y a cinco consecuencias esperadas. Fuente:
Standards New Zealand (2004, p.29).
Finalmente también se emplea otra matriz, que igualmente registra cinco niveles de probabilidad y cinco
niveles de consecuencias, con la salvedad de que el eje de ordenadas se aplica de forma inversa, la
probabilidad menor está en el origen y crece hacia arriba acumulando los niveles más altos en las casillas
más altas y más a la derecha, debido a que las consecuencias identificadas en el eje de abscisas si mantienen
el mismo formato en las tres representaciones concretando su valor mínimo en el origen y creciendo hacia
la derecha. Esta última representación de matriz registra cuatro clasificaciones de riesgo mediante códigos
alfa-pictográficos asociados a ratios identificados en una leyenda (bajo, moderado, alto y extremo) se
corresponde con la aportada por el Government of South Australia (2006) cómo se observa en la siguiente
figura:
248
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Figura 34. Matriz del riesgo cualitativa en base a cinco probabilidades estimadas y a cinco consecuencias esperadas. Fuente:
Government of South Australia (2006, p.4).
Otra forma similar de representar el riesgo es mediante mapas de riesgos o mapas de calor mediante
representaciones bidimensionales del impacto y la probabilidad (Curtis & Carey, 2012), como se observa
en la siguiente figura:
Figura 35. Mapa de riesgos y oportunidades en base a cinco probabilidades estimadas y a cinco consecuencias esperadas. Fuente:
Curtis & Carey (2012, p.15).
También para presentar el riesgo, la Dirección General de Protección Civil (1994a) distingue dentro de los
distintos conceptos de riesgos entre tres tipos de riesgo: el riesgo global que hace referencia al sumatorio
de los riesgos de cada uno de los accidentes calculados expresándose en tablas en las que se indican las
frecuencias, el riesgo individual referido a la frecuencia de daño como consecuencia de un accidente
concreto expresado en curvas isoriesgo en las que se unen mediante puntos niveles de riesgo iguales y, el
riesgo social que agrupa accidentes por probabilidades de causar un determinado número de víctimas
representados en curvas F-N donde se presenta la frecuencia del accidente frente al número de afectados.
Expresado gráficamente, Martínez (2007) tomando como referencia los tres componentes del riesgo:
peligro o amenaza entendido como que algo adverso ocurre, probabilidad de que ocurra y, consecuencias
de si ocurre; indica que se tendrán que definir los hechos adversos, los escenarios en que puedan darse, la
frecuencia u ocurrencia y el impacto del resultado, pudiendo así definir, medir y calificar los riesgos
mediante una interpretación subjetiva y cualitativa asignando niveles de alto medio y bajo u objetiva y
cuantitativa o semicuantitativa en diferentes áreas. Completando la información que precisan los riesgos,
Gómez-Merelo (1998, 2008) los identifica con la definición del bien y el daño al que se pueden ver
sometidos, formulados de forma precisa, clara e integra mediante la expresión formal del riesgo. Grose
249
Capítulo 2. Marco contextual y teórico
(1986) en Dolón (2005) ya indicaba entre las posibles situaciones en las que se podían encontrar los bienes,
la situación de riesgo como la situación habitual y normal en la que se encuentran existiendo la posibilidad
de que sufran daños al compartir con el entorno factores de riesgo.
La evolución del concepto y los términos asociados, conducen a definir su significado, recordando la
definición de seguridad que aportaba la Real Academia Española de la Lengua como “cualidad de seguro”
y seguro como “libre y exento de riesgo” (RAE, 2014), la Guía ISO/CEI 51: 2014 la define como “ausencia
de riesgo que no es tolerable” dentro de su apartado “Aspectos de Seguridad” correspondiéndose con su
definición 3.14 (International Organization for Standardization [ISO] & International Electrotechnical
Commission [CEI], 2014) y el término seguro como “estado de estar protegido de riesgos reconocidos que
puedan causar daño” también en su apartado “Aspectos de Seguridad” correspondiéndose con su definición
4.1 (ISO & CEI, 2014), así se observa que el término riesgo está implícito en las mismas, definiéndose en
la misma la Real Academia Española de la Lengua como “contingencia o proximidad de un daño” (RAE,
2014) y en la misma Guía ISO/CEI 51: 2014 como “foco potencial de daño” en su definición 3.2 y
“combinación entre la probabilidad de ocurrencia de un daño y la gravedad del mismo” en su definición
3.9 incluyendo la probabilidad de ocurrencia la exposición a situaciones de riesgo, la ocurrencia de un
evento de riesgo y la posibilidad de evitar o limitar el daño (ISO & CEI, 2014).
Añadiendo más definiciones que corroboren y consagren su significado, siguiendo fuentes similares a las
citadas, se va a incidir en otros diccionarios, en otras definiciones aportadas por autores y entidades y en
guías o estándares internacionales.
Para las definiciones aportadas por otros diccionarios, Briones (2005) añade la definición del Cambridge
Dictionarie en su versión online como: "La posibilidad de que algo malo suceda” y la del diccionario francés
Le Petit Robert de la Langue Francaise (1999) como: "Daño eventual más o menos previsible”. Y Casado
(2014) indica la expresada en el Diccionario Básico Jurídico (1997) como “Contingencia o proximidad de
un daño o posibilidad de que por azar ocurra un hecho que traiga como consecuencia una necesidad
patrimonial”
En cuanto a las que aportan otras entidades y autores se encuentran entre otras la aportada por Gómez-
Merelo (1998, 2008) definiendo el riesgo como la contingencia de que un bien pueda sufrir un daño. La
que recoge Milano (2006) definiéndolo como peligro potencial que puede afectar a intereses propios o
ajenos o eventualidad de acontecimiento futuro incierto independiente de la voluntad de los actores
pudiendo provocarles pérdidas, daños o perjuicios. Las aportadas por Kates & Kasperson (1983) en Miller
et al. (2008) quienes indican que el riesgo es el daño potencial de un ítem valioso resultado de una acción
individual y por Klinke & Renn (2002) también en Miller et al. (2008) indicando que el riesgo es algo que
la gente teme y puede extenderse a un evento que aún no ha ocurrido. La que indica la European Network
and Information Security Agency [ENISA] (2006), definiéndolo como: “El potencial de que una amenaza
determinada explote las vulnerabilidades de un activo y, por lo tanto, cause daño a la organización” (p.55).
250
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
O, la que recogen Drennan & McConnell (2007) identificándolo como la posibilidad de que algo que suceda
(evento o circunstancias) impacte en los objetivos (consecuencias derivadas del suceso).
Finalmente entre las guías y estándares internacionales, Martínez (2007) basándose en la International
Electrotechnical Commission [IEC] indica que desde el año 1993 se entiende como la combinación de
frecuencia o probabilidad y consecuencias de un acontecimiento peligroso específico y, la EU-OSHA
(2003) en Díaz-Vicario (2015) lo define como la posibilidad de concreción de una amenaza entendida como
la posibilidad de sufrir un daño por exposición a un peligro.
Siguiendo con las definiciones que aportan estas guías, como es de prever, el término riesgo se completa
con distintos apellidos en multitud de ocasiones, así se pueden observar términos como “riesgo absoluto”,
“riesgo percibido”, “riesgo residual”, “riesgo aceptable o tolerable”, “evento de riesgo” o “situación de
riesgo” entre otros, todas ellos cuentan con matices a tener en cuenta definidos a continuación:
Standards New Zealand (2004) considera el riesgo de tres formas, la primera como “riesgo absoluto”
definido como el riesgo general inherente a una situación que no tiene controles presentes, es decir lo peor
que podría pasar si no se hiciese nada respecto a un riesgo. La segunda como “riesgo percibido” definido
como la evaluación subjetiva que realiza un individuo del riesgo presente en cualquier momento, es decir
la concepción del riesgo que se tiene de una situación. Y la tercera como “riesgo residual” definido como
el nivel de riesgo que queda después de que se hayan tomado las medidas de tratamiento de riesgo, es decir
si después del tratamiento de un riesgo persiste la posibilidad de que suceda.
Este último concepto de “riesgo residual” también lo define la Guía ISO/CEI 51: 2014 como: “Riesgo que
permanece después de haber tomado medidas para reducir el riesgo” dentro de su apartado “Aspectos de
Seguridad” correspondiéndose con su definición 3.8 (ISO & CEI, 2014). La misma guía define además los
términos “riesgo aceptable o tolerable” como: “Nivel de riesgo que es aceptado en un contexto determinado,
en base a los valores actuales de la sociedad” en su definición 3.15, “evento de riesgo” como: “Evento que
puede causar daño” en su definición 3.3 y “situación de riesgo” como: “Circunstancia en la cual las
personas, la propiedad o el medio ambiente están expuestos a uno o más peligros” en su definición 3.4 (ISO
& CEI, 2014).
Vista la evolución del concepto, los términos asociados y definido su significado junto con los
apellidos más comunes, en el siguiente apartado se tratará de identificar cómo se gestionan y valoran los
riesgos incidiendo en su proceso, lo que en terminología anglosajona se identifica como “Risk
Management” entendida también como gerencia de riesgos y “Risk Assessment” comúnmente empleado
como evaluación de riesgos.
Categorizando los tipos de riesgo, Briones (2005) situaba en los estudios de riesgo dos tipos de
riesgo, los de origen natural y los de origen social. Una división mayor la aporta Martínez (2007)
251
Capítulo 2. Marco contextual y teórico
clasificando los riesgos generales en riesgos de seguridad pública como los accidentes naturales que
involucran a un gran sector social, riesgos de salud e higiene como las enfermedades, riesgos
medioambientales, riesgos de interés general englobando las necesidades globales y los riesgos técnicos
relacionados con empresas. Drennan & McConnell (2007) distinguen entre riesgos especulativos
entendidos como aquellos que pueden tener un impacto positivo, neutral o perjudicial, implicando algún
tipo de apuesta con resultado incierto como por ejemplo riesgos de inversión en acciones o de lanzamiento
de un producto y riesgos puros que siempre conllevan resultados negativos empleados normalmente en el
contexto de la industria de seguros como riesgos de incendio, explosión, robo, lesiones de empleados, etc.
Para ayudar a comprender estos dos tipos de riesgos es fundamental incorporar la idea manejada por Slovic
(2001) en Miller et al. (2008) quien identifica la controlabilidad, la incertidumbre y el potencial catastrófico
como elementos incluidos en el riesgo. Los mismos autores Drennan & McConnell (2007) categorizando
los tipos de riesgos dividen también en riesgos físicos englobando todos aquellos que tienen una dimensión
física donde podría ocurrir un daño como propiedades, objetos, personas, siendo en gran medida
asegurables y en riesgos intangibles normalmente no asegurables como los riesgos para la reputación, la
imagen profesional o el mercado que derivan en impactos financieros tangibles.
Como se puede intuir, las divisiones de los riesgos son tantas como los contextos de interpretación, con
tantas subdivisiones como características se quieran analizar y atribuir, hecho que se aleja del objetivo
propuesto, con ello se quiere dar a entender que el concepto de riesgo, su significado y su división requieren
de un enfoque preciso y concreto que no es otro que el de identificar cómo se gestionan y valoran los riesgos
términos identificados anteriormente como “Risk Management” y “Risk Assessment” incidiendo en su
proceso.
La gestión de riesgos surge cuando los directores de las compañías comprenden que los seguros resultan
adecuados y convenientes solo para una proporción de los riesgos a los que han de enfrentarse, actualmente
las grandes corporaciones mundiales incluyen la gestión de riesgos dentro de sus estrategias corporativas
(Palacios, 2016). Gracias a la gestión de la Society for Risk Analysis (SRA) constituida en Washington, los
términos gestión de riesgos y evaluación de riesgos fueron reconocidos en las legislaciones japonesa,
norteamericana y europea, siendo a principios del siglo XX con las leyes de protección laboral adoptadas
por Otto Von Bismarck en Alemania en 1881 expandidas en 1930 por todo el mundo cuando comienza la
concienciación sobre la importancia de la gestión de riesgos cambiando el concepto de protección
individual al de responsabilidad corporativa gubernamental, surgiendo también en estas primeras décadas
del siglo XX los grandes tratados de economía y otras disciplinas que exploran la naturaleza del riesgo
(Palacios, 2016).
Las organizaciones sin importar tamaño y actividad afrontan riesgos que pueden afectar a sus objetivos, sus
actividades están sometidas a distintas amenazas que repercuten en su estabilidad, la gestión del riesgo se
convierte por lo tanto en una ventaja competitiva para las empresas mediante una visión holística que
contempla estrategias para prevenir, reducir o transferir el riesgo (Martínez & Casares, 2011).
252
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
El CSD (2011) define la gestión del riesgo apoyándose en la guía ISO/CEI 51:1999 como: “Aplicación
sistemática de políticas procedimientos y prácticas de gestión a las tareas de analizar estimar y controlar el
riesgo” (p.142). Carreño et al. (2004) como el conjunto de elementos, medidas y herramientas dirigidas a
la intervención de la amenaza o la vulnerabilidad, con el fin de disminuir o mitigar los riesgos existentes.
Drennan & McConnell (2007) como los procesos implicados en la gestión del riesgo para lograr objetivos,
maximizando las oportunidades potenciales y minimizando los efectos adversos. La ENISA (2006) como
el proceso distinto a la valoración de riesgos, en el que de las alternativas de políticas de ponderación
consultadas con las partes interesadas, consideran la valoración de riesgos y seleccionan las opciones de
prevención y control apropiadas dirigidas a lograr un equilibrio entre la realización de oportunidades de
ganancias y la minimización de vulnerabilidades y pérdidas mediante fases de ejecución. Equilibrio
mencionado también por Standards New Zealand (2004) al afirmar que se gestiona el riesgo para optimizar
el equilibrio entre riesgo y oportunidad, aumentando las posibilidades de logro y reduciendo las
posibilidades de que algo salga mal.
En todas las definiciones viene implícito el proceso, inclusive la propia gestión del riesgo se define como
proceso, los mismos Drennan & McConnell (2007) definen el proceso de gestión de riesgos como la
aplicación sistemática de políticas de gestión, procedimientos y prácticas para las tareas de comunicación,
establecimiento del contexto, identificación, análisis, evaluación, tratamiento, control y revisión del riesgo.
Adentrándose en las fases del proceso de gestión de riesgos, se va a acudir a dos fuentes, una entidad y un
estándar internacionales para corroborar que se trate del mismo proceso para posteriormente identificar el
modelo a seguir en España como ámbito nacional.
La entidad elegida como primera fuente es la ENISA (2006), la cual concluye que la gestión del riesgo se
compone de cinco procesos concadenados expuestos en la siguiente figura:
Figura 36. Ciclo completo del proceso de gestión de riesgos. Fuente: ENISA (2006, p.13).
253
Capítulo 2. Marco contextual y teórico
Esos cinco procesos representados consisten en: 1) Definir el contexto: proceso para establecer los
parámetros globales de rendimiento en la gestión de riesgos dentro de una organización, 2) Valorar el
riesgo: proceso científico y tecnológico que consiste en tres pasos, identificación de riesgos, análisis de
riesgos y evaluación de riesgos, 3) Tratar el riesgo: proceso de selección e implementación de medidas para
modificar el riesgo, 4) Comunicar los riesgos: proceso de intercambio de información sobre el riesgo entre
el que toma las decisiones y otras partes interesadas dentro y fuera de la organización y, 5) Monitorizar y
revisar: proceso para medir la eficiencia y efectividad de los procesos de gestión de riesgos de la
organización mediante la supervisión y revisión de los procesos (ENISA, 2006).
En la figura se observa como el proceso “1. Definición del contexto” y “4. Comunicación de riesgos” se
integran dentro de la denominada “Estrategia de gestión del riesgo” entendida como el proceso integrado
planteado por la gerencia que incorpora todos los procesos, actividades, metodologías y políticas de gestión
de riesgos adoptados y llevados a cabo en una organización (ENISA, 2006). Como componente de esta
estrategia está el enfoque, Hall et al. (2007) indican que un buen enfoque de gestión de riesgos incluye tres
elementos principales: una valoración de amenazas, una valoración de vulnerabilidades y una valoración
de criticidad. Por último para finalizar el proceso de gestión de riesgos se debe desarrollar un plan de acción,
aprobar e implementar dicho plan de acción, identificar los riesgos residuales, opcionalmente aceptar
riesgos y volver a monitorizar y revisar (ENISA, 2006).
Antes de acudir a la segunda fuente, se presenta también el ciclo típico del proceso de gestión de riesgos
que presenta la National Counter Terrorism Security Office, debido a que es un ciclo simplificado muy
sencillo de interpretar:
Figura 37. Ciclo simplificado del proceso de gestión de riesgos. Fuente: National Counter Terrorism Security Office [NaCTSO] (2006,
p.5).
El estándar acudido para la segunda fuente, recordando que en las investigaciones referentes a los riesgos
en el sector deportivo tratadas en el punto 2.2.3.1 Investigación en seguridad y deporte, se mencionó una
guía para la gestión de riesgos en deporte y recreación denominada “Guidelines for managing risk in sport
and recreation: HB 246- 2002” (Standards Australia, 2002), se acude a la denominada “Guidelines for Risk
Management in Sport and Recreation” (Standards New Zealand, 2004) más específica y renovada en la
254
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
cual se cita que el objetivo de la gestión de riesgos es aplicar un proceso para identificar riesgos, establecer
un nivel aceptable de riesgo y tomar medidas para mantener el riesgo residual en ese nivel. Dicho de otra
manera se trata de reducir la probabilidad de ocurrencia de incidentes y sus consecuencias identificando y
valorando riesgos a través de un plan de acción. El proceso también se articula en cinco etapas representadas
en la siguiente figura:
Figura 38. Visión general del proceso de gestión de riesgos adaptada de AS/NZS 4360. Fuente: Standards New Zealand (2004, p.15).
Esas cinco etapas representadas consisten en: 1) Establecer el contexto para determinar los factores que
guiarán la forma de gestionar el riesgo, teniendo en cuenta los factores internos y externos y desarrollando
los criterios de evaluación de riesgos, 2) Identificar los riesgos, 3) Analizar los riesgos determinando su
frecuencia y su impacto, 4) Evaluar los riesgos en relación con los criterios de evaluación marcados para
determinar si cada riesgo es aceptable o inaceptable y, 5) Tratar los riesgos: evitarlos, reducirlos,
compartirlos etc. (Standards New Zealand, 2004). Como se observa en la figura todo este proceso involucra
dos actividades desde el inicio como son “Comunicar y consultar” y “Monitorizar y revisar”, controlando
y revisando el proceso de gestión de riesgos, su contexto y riesgos y su plan de tratamiento y resultados
(Standards New Zealand, 2004).
Visto el paralelismo entre las fuentes consultadas, para identificar el modelo a seguir en España como
ámbito nacional, se acude a la Asociación Española de Certificación y Normalización (AENOR), la cual
mediante el Grupo específico de carácter temporal AEN/GET13, elaboró en 2010 la norma “UNE-ISO
31000. Gestión del riesgo. Principios y directrices”, idéntica a la norma internacional ISO 31000:2009
proporcionando directrices genéricas sobre gestión del riesgo a utilizar por cualquier empresa pública,
255
Capítulo 2. Marco contextual y teórico
privada o social, individuo u organización durante todo el ciclo de vida sin ser específica de un sector
concreto aplicable a cualquier tipo de riesgo sea cual sea su naturaleza como enfoque común a las normas
que tratan riesgos (Asociación Española de Certificación y Normalización [AENOR], 2010). En dicha
norma se recoge de forma simplificada el proceso, el cual se va a organizar en cinco puntos en virtud de
mantener dicho formato penta descrito anteriormente que se corresponde con las siguientes etapas: 1)
Establecer el contexto (externo, interno y del proceso de gestión de riesgos), 2) Definir los criterios de
riesgo y apreciación del riesgo, 3) Identificar, analizar y evaluar el riesgo, 4) Tratar el riesgo, ver opciones
y planes para dicho tratamiento y, 5) Realizar el seguimiento, revisión y registro del proceso (AENOR,
2010).
Otra figura que representa de forma simplificada el proceso de gestión del riesgo en el ámbito nacional es
la que aporta el INSHT (1996) en Rubio (2005), representada a continuación:
Figura 39. Proceso de gestión del riesgo. Fuente: Rubio (2005, p.28).
Analizado también el ámbito nacional, se corrobora que la gestión de riesgos se desarrolla como
un mismo proceso con los mismos apartados organizados de forma similar.
Dentro del proceso de gestión del riesgo (risk management), como segundo punto del mismo según
se ha descrito anteriormente, se encuentra la valoración del riesgo (risk assesment), la propia ENISA (2006)
nos representa su relación en la siguiente figura:
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Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Figura 40. Relación entre risk management (gestión del riesgo) y risk assesment (valoración del riesgo). Fuente: ENISA (2006, p.6).
Para no confundir la traducción más extendida del término “Risk Assesment” que podría interpretarse de
forma genérica como “evaluación del riesgo” debido a que este proceso se divide a su vez en tres fases
denominándose la última “evaluation of risk” cuya traducción literal conduce a denominarla “evaluación
del riesgo” se ha optado por traducir el término “Risk Assesment” como “valoración del riesgo”, pudiendo
enfocarse también como “Estudio del riesgo” o “Estudio de Riesgos” entendido como el proceso de
identificación, análisis y evaluación del riesgo.
Para tener más información de esta fase fundamental, se va a desarrollar la misma, para ello se comienza
con su definición, Roper (1999) lo identificó como el proceso de evaluación de las amenazas y
vulnerabilidades de un activo con el que obtener una opinión experta sobre la probabilidad de daños y su
impacto y una guía para tomar medidas. La ENISA (2006) como: “Proceso basado en la ciencia y la
tecnología que consta de tres pasos, identificación del riesgo, análisis del riesgo y evaluación del riesgo”
(p.56). El Government of South Australia (2006) como el proceso de estimación de los efectos o daños
potenciales de un peligro para determinar su clasificación de riesgo . Y, Martínez (2007) como el proceso
general de análisis y evaluación de riesgos para comparar el riesgo estimado con un criterio de riesgo
objetivo. Cada una de las definiciones, al igual que ocurrió con la gestión del riesgo, vuelven a encaminar
los términos hacia un proceso, Hall et al. (2007) describen dicho proceso como una forma de determinar
los niveles de riesgo y amenaza e identificar vulnerabilidades.
A su vez, distintas entidades coinciden en su faseado, el Government of South Australia (2006) indicó que
en dicho proceso se deben identificar, evaluar y controlar los riesgos para minimizar el potencial de daños,
priorizando los riesgos para garantizar su eliminación o minimización sistemática. FLA (2008) lo divide
en: identificación de peligros expuestos; determinación de qué y quién puede ser dañado y cómo;
evaluación de riesgos e; implementación de medidas y, revisión de la adecuación y efectividad de dichas
medidas. Recomendando que el proceso sea realizado por personas competentes con habilidades apropiadas
y experiencia pudiendo recurrir al asesoramiento especializado junto a la experiencia y el conocimiento de
los miembros de la organización en cuestión. La propia ENISA (2006) indica que cada organización está
expuesta a continuas amenazas que pueden afectar al funcionamiento y al cumplimiento de los objetivos
siendo la identificación, el análisis y la evaluación de estas amenazas, la única forma de comprender y
medir el impacto del riesgo, decidir las medidas y los controles adecuados para gestionarlos. La Agencia
257
Capítulo 2. Marco contextual y teórico
Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA) del departamento de seguridad de Estados Unidos,
desarrolló para valorar los riesgos, una guía práctica para mitigar los posibles ataques terroristas contra
edificios, proporcionando una metodología clara, flexible e integral para preparar una valoración de riesgos
dividida en cinco etapas como muestra en la siguiente figura:
Figura 41. Proceso de valoración de riesgos. Fuente: Federal Emergency Management Agency [FEMA] (2005, p.III).
La primera etapa (step 1) consiste identificar definir y cuantificar peligros o amenazas, la segunda (step 2)
identificar el valor de los activos que requieren protección, la tercera (step 3) evaluar la vulnerabilidad
proporcionando una base para determinar medidas de mitigación, la cuarta (step 4) es la evaluación de
riesgos analizando la amenaza, el activo y al vulnerabilidad para determinar el nivel de riesgo para cada
amenaza manejando probabilidad de ocurrencia y consecuencias y, la quinta (step 5) considerar opciones
de mitigación para los riesgos identificados (FEMA, 2005).
Figura 42. Diagrama del proceso de valoración de riesgos. Fuente: Curtis & Carey (2012, p.2).
Las seis etapas representadas se corresponden con una primera que precede a las siguientes denominada
“Identificación de riesgos” mediante un listado completo organizado por categorías de riesgo, cuatro
consecutivas que componen el proceso de valoración del riesgo correspondiéndose con las denominadas
“Desarrollo de criterios de evaluación”, “Valoración de riesgos” asignando valores a cada riesgo utilizando
los criterios definidos, “Evaluación de las interacciones de riesgo” ya que no se dan de forma aislada e
incluso los más insignificantes por sí mismos tienen el potencial de causar un gran daño al interactuar con
otros y “Priorización de riesgos” comparando los niveles de riesgo con los umbrales de tolerancia,
terminando con una etapa final fuera del proceso, denominada “Respuesta a los riesgos” aceptando,
258
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Otra representación del proceso de valoración del riesgo la aporta el Instituto Nacional de Seguridad e
Higiene en el Trabajo (INSHT) en su Nota Técnica de Prevención (NTP) 900 denominada “Ohsas 18001.
Sistemas de gestión de la seguridad y salud en el trabajo: implantación (III)” mediante un esquema simple
del mismo como se observa a continuación:
Figura 43. Esquema general del proceso de identificación y evaluación de riesgos según OHSAS. Fuente: Instituto Nacional de
Seguridad e Higiene en el Trabajo [INSHT] (2011b, p.2).
Adentrándose en cada fase, la ENISA (2006) define la primera “Identificación de riesgos” como: “Proceso
para encontrar, enumerar y caracterizar elementos de riesgo” (p.57). En dicha fase se identifican mediante
un listado las amenazas, las vulnerabilidades y los riesgos que puedan incidir en la consecución de los
objetivos, mediante un proceso exhaustivo y sistemático que garantice que no hayan riesgos excluidos
inconscientemente, por lo que los riesgos conocidos y controlados también han de ser registrados (ENISA,
2006).
La segunda fase se corresponde con el análisis de riesgo, Slovic & Peters (2006) en Miller et al. (2008)
separan el riesgo en riesgo como sentimientos asociado a las reacciones de las personas en una situación
perjudicial y riesgo como análisis donde para determinar cómo manejar una situación peligrosa se integran
razón, lógica y previsión científica. Definiendo el concepto, Martínez (2007) define el análisis de riesgo
como como el proceso de estimación de la probabilidad de ocurrencia de acontecimientos no deseados
permitiendo medir los impactos negativos que generen, en un intervalo de tiempo específico. La Ley
8/2011, de 28 de abril, por la que se establecen medidas para la protección de las infraestructuras críticas,
en su artículo 2, punto i, lo define como el estudio de las hipótesis de amenazas posibles para determinar y
evaluar las vulnerabilidades existentes y las posibles repercusiones ante la perturbación provocada (Ley 8,
2011). Simplificando la definición, la ENISA (2006) la trata como el uso sistemático de la información
para identificar fuentes y estimar el riesgo, idéntica que la aportada por la Guía ISO/CEI 51: 2014 en su
definición 3.10 entendida como la utilización sistemática de la información disponible para identificar
peligros y estimar riesgos (ISO & CEI, 2014). Entendido el concepto, Taylor et al. (1998) en Carreño et al.
259
Capítulo 2. Marco contextual y teórico
(2004) indican que: “Para realizar un análisis de riesgo se deben seguir tres pasos: estimar la amenaza o
peligro, evaluar la vulnerabilidad y llevar a cabo la evaluación del riesgo como resultado de relacionar los
dos parámetros anteriores” (p.14). Kovacich & Halibozek (2003) en Dolón (2005) añaden que el proceso
de análisis de riesgo consiste en la identificación de los riesgos, su evaluación y categorización para poder
decidir qué medidas adoptar en el tratamiento de cada uno. El mismo Dolón (2005) incluye como etapas
del análisis de riesgos la identificación de las fuentes de riesgo, la evaluación técnica de la probabilidad y
la intensidad de las consecuencias y la clasificación y gradación para la posterior toma de decisiones
priorizada. Estas ideas están en línea con lo que expone la ENISA (2006) al afirmar que el análisis de
riesgos proporciona las bases para la evaluación de riesgos, el tratamiento de los riesgos y la aceptación del
riesgo siendo la fase donde se evalúa el nivel de cada riesgo identificado mediante un examen de las fuentes
de riesgo, su probabilidad de ocurrencia y sus consecuencias. La información empleada para estimar la
probabilidad y las consecuencias suelen provenir de registros, de experiencia anterior, de prácticas
confiables, de experimentos, de modelos económicos o de ingeniería y de la opinión de expertos y
especialistas, por lo que las técnicas de análisis suelen incluir uso de modelos y simulaciones, cuestionarios
y entrevistas con expertos (ENISA, 2006). Además, el nivel de riesgo se puede estimar mediante el uso de
análisis estadísticos y cálculos que combinan probabilidad y consecuencias, pudiéndose analizar
cualitativamente, cuantitativamente, semicuantitativamente o con combinaciones radicando su calidad en
la precisión de los valores y en la validez del modelo estadístico empelado (ENISA, 2006). El análisis
cualitativo puede emplearse como una evaluación inicial para identificar riesgos, cuando se consideren
aspectos no tangibles o cuando por falta de datos numéricos el enfoque cuantitativo no sea estadísticamente
aceptable, en el mismo la probabilidad y las consecuencias se describen con detalle empleando escalas que
se pueden ajustar a las necesidades, en el semicuantitativo se trata de asignar valores a las escalas utilizadas
en la evaluación cualitativa y en el cuantitativo se asignan valores numéricos derivados de múltiples fuentes
a la probabilidad y a las consecuencias (ENISA, 2006).
Finalmente la última fase es la evaluación del riesgo, la Guía ISO/CEI 51: 2014 en su definición 3.12 lo
define como el “procedimiento basado en el análisis de riesgos, para determinar si se ha excedido el riesgo
tolerable”. La ENISA (2006) como: “Proceso de comparación del riesgo estimado con los criterios de riesgo
estimados para determinar la importancia de riesgo” (p.56). Añadiendo además que en esta fase se debe
decidir qué riesgos precisan tratamiento, cuáles no y qué prioridades se contemplan mediante decisiones
tomadas basadas en niveles de riesgo y en umbrales específicos. Carreño et al. (2004) indican que esta fase
de evaluación del riesgo, puede llevarse a cabo mediante una fórmula general en base a las definiciones que
la United Nations Disaster Relief Office (UNDRO) desarrolló en 1979, la fórmula se presenta como: Rt =
E · Rs = E · H · V en donde los propios Carreño et al. (2004) indican:
Rt o “Riesgo total” se define como: “El número de pérdidas humanas, heridos, daños a las propiedades y
efectos sobre la actividad económica debido a la ocurrencia de un desastre, es decir el producto del riesgo
específico (Rs) y los elementos en riesgo (E)” (p.2). En donde:
260
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
E o “Elementos en riesgo” se define como: “La población, los edificios y obras civiles, las actividades
económicas, los servicios públicos, las utilidades y la infraestructura expuesta en un área determinada”
(p.2).
Rs o “Riesgo específico” se define como: “El grado de pérdidas esperadas debido a la ocurrencia de un
suceso particular y como una función de la amenaza y la vulnerabilidad, es decir el producto de la amenaza
o peligro (H) y la vulnerabilidad (V)” (p.1). En donde:
Los autores finalizan indicando que en este proceso de evaluación, se obtiene información sin unidades de
medida comunes que se pueden calificar mediante valoraciones lingüísticas que indican gradualidad como
por ejemplo, muy bajo, bajo, medio, alto y muy alto o mediante escalas como por ejemplo del 1 al 5
(Carreño et al., 2004).
Para finalizar el proceso de gestión del riesgo (risk management), una vez tratada la valoración del
riesgo (risk assesment), a continuación se investiga acerca del control y tratamiento del riesgo (risk control
and treatment).
2.4.2.1.2. Control y tratamiento del riesgo (risk control and risk treatment).
El Consejo Superior de Deportes identifica el control de riesgos como el proceso mediante el cual
se alcanzan las decisiones para poner en práctica medidas protectoras dirigidas a reducir los riesgos a
niveles específicos o mantenerlos dentro de dichos niveles (CSD, 2011).
En función del tratamiento de los riesgos, Bordes (1989) en Dolón (2005) emplea las mismas medidas,
clasificando los riesgos en riesgos que hay que retener o asumir como aquellos que en caso de producirse
hay que tratarlos como intrascendentes o inevitables por su baja probabilidad y severidad, es decir aun
siendo probable que sucedan no tienen consecuencias negativas o siendo improbable que sucedan son muy
difíciles de combatir; riesgos que hay que eliminar o reducir como aquellos que pueden reducirse con los
medios adecuados y; riesgos que hay que trasferir o eliminar como aquellos que han de soportarse mediante
pólizas de aseguradoras. Serrano (2010) ofrece otras posibilidades como: transformarlos, descargarlos,
261
Capítulo 2. Marco contextual y teórico
Una vez que se conoce el tratamiento a dar a los riesgos identificados, analizados y evaluados, el aspecto
económico referente al mismo, concretado como la gestión económica del riesgo en relación a la elección
de las medidas a implementar es un aspecto fundamental. Dolón (2005) lo identificó como el doble sentido
de costes y rentabilidad de la seguridad, indicando que las pérdidas de costes de seguridad son directas e
indirectas midiéndose en términos de ingresos y valores perdidos. En relación a los costes, el Instituto de
Seguridad Integral (1995) en Dolón (2005) indicó que los costes de seguridad encaminados a contrarrestar
las potenciales pérdidas provocadas por factores de riesgo se podían ordenar en: pérdidas directas,
indirectas y no indemnizadas por los seguros, primas de seguros y costes de seguridad que comprenden
inversiones en sistemas de seguridad, gastos de adquisición de materiales y gastos de gestión. Continuando
con los costes, Bordes (1989) también en Dolón (2005) indicaba que los costes directos eran el dinero, la
propiedad la información y los costes indirectos la reputación, la imagen o la pérdida de clientes y
empleados, a su vez identificó los costes reales en seguridad en cuatro aspectos cuantificables: los derivados
del reemplazo permanente, del sustituto temporal, de los costes relacionados y, de las pérdidas de ingresos.
Continuando con la doble vertiente coste rentabilidad, para justificar económicamente el tratamiento de
riesgos en base a la implementación de medidas, siguiendo con Dolón (2005) manejaba que los riesgos
probables que produjesen un daño o pérdida grande exigirían la adopción de medidas, siendo preciso
evaluarlas comparando el coste de las pérdidas estimadas con el coste de la seguridad, debido a que las
organizaciones miden sus resultados en términos económicos de beneficios acumulados o de costes
reducidos siendo imperioso justificar los costes de seguridad sin gastar más de lo que valen los beneficios
derivados del valor protegido. Para ello, apoyándose en los cuatro aspectos identificados por Bordes como
costes reales en seguridad, el propio Dolón (2005) identificaba la siguiente ecuación encaminada a poder
cuantificar dichos costes K = (Cp + Ct + Cr + Ci) – (I – a) donde:
262
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
agresión sufrida de un usuario, en este apartado habrá de incluirse el coste de alquileres temporales, turnos
más largos u horas extras para compensar la pérdida de producción.
Cr = coste relacionado, entendido como el derivado de la acción negativa de forma indirecta, como por
ejemplo siguiendo con el ejemplo el anterior, en el caso de que dicho trabajador agredido, de baja a sustituir,
desempeñe un trabajo inicial que deban continuar otros o del que precisen para su labor otros, repercutirá
en otros costes adicionales como es el caso de la falta de producción de esos otros trabajadores.
Ci = coste de los ingresos perdidos, entendido como las pérdidas potenciales, como por ejemplo la
producida como consecuencia de no invertir dinero o retirar dinero invertido ante la necesidad de hacer
frente a los anteriores costes.
Como factores también cuantificables económicamente que disminuyen los costes, formando parte de la
segunda parte de la ecuación, se encuentran:
I = indemnización de la póliza de seguro contratada, entendida como la recuperación parcial o total por
compensación del activo dañado, como por ejemplo la compensación económica que se pueda recibir de
una compañía aseguradora ante el robo de una máquina.
a = costo de la prima de seguro, entendido como la cuantía abonada por la cobertura de la póliza, la cual
estará en relación al valor del bien asegurado y habrá de restarse al valor de la indemnización recibida por
la pérdida del activo o bien dañado previamente asegurado.
Como ejemplo específico de tratamiento de riesgos, el Real Decreto 704/2011, de 20 de mayo, por el que
se aprueba el Reglamento de protección de infraestructuras críticas, establece los contenidos mínimos de
los planes de seguridad del operador (PSO) indicando que los PSO recogerán la estrategia de gestión de
riesgos implementada en cuanto a los criterios utilizados para la valoración de las diferentes categorías de
clasificación de riesgos, la metodología de selección de estrategia (reducción, eliminación, transferencia,
etc.), los plazos para la implementación de medidas en el caso de elegir una estrategia de minimización del
riesgo con indicación, si existe, de mecanismos de priorización de acciones, el tratamiento dado a las
amenazas de ataques deliberados y, en particular, a aquellas que tengan una baja probabilidad pero un alto
impacto debido a las consecuencias por su destrucción o interrupción en la continuidad de los servicios
esenciales y los mecanismos de seguimiento y actualización periódicos de niveles de riesgo (RD 704,
2011).
Como conclusión, Roper (1999) ya indicó que la gestión de riesgos dependiendo del enfoque, podía ser una
teoría, un proceso o una metodología o procedimiento para determinar activos, amenazas y vulnerabilidades
y posteriormente protegerlos, siendo una inversión que beneficia a todos al ser el procedimiento que mejor
permite proteger dichos activos mediante la selección e implementación de medidas logrando el nivel más
aceptable de riesgo al coste más razonable.
263
Capítulo 2. Marco contextual y teórico
Los métodos de evaluación de riesgos tienen como objetivo anticiparse a los sucesos no deseados
para tomar de forma previa las medidas oportunas, Dolón (2005) ya indicó que en los estudios de riesgos,
entendidos como el proceso denominado valoración de riesgos que integra la identificación, el análisis y la
evaluación, se emplean métodos basados en técnicas de distintas disciplinas como las estadísticas, las
económicas, de ingeniería etc., sobre los que se ha ido creando normativa a nivel internacional en dos
sentidos, uno mediante normas específicas organizadas por industria o sector y otro relacionado con
principios de gestión del riesgo donde destaca la norma ISO 31000/2009 como estándar internacional
relacionado con esos principios publicado por la International Organization for Standardization (ISO) y el
ERM Framework como normativa mundialmente aceptada para la administración y gestión de riesgo
elaborado por el Committee of Sponsoring Organizations of the Treadway Commission (COSO).
En el caso de la norma ISO 31000/2009, se ha de recordar que en el ámbito nacional, la Asociación Española
de Certificación y Normalización (AENOR) elaboró en 2010 la ya citada norma “UNE-ISO 31000. Gestión
del riesgo. Principios y directrices”, idéntica a la norma internacional ISO 31000:2009 otorgando esas
directrices genéricas sobre gestión de cualquier riesgo a utilizar por cualquier organización sin ser
específica de un sector concreto (AENOR, 2010). Respecto al Committee of Sponsoring Organizations of
the Treadway Commission (COSO), se originó en 1985 a través de cinco organizaciones del sector privado:
el Institute of Internal Auditors (IIA), la American Accounting Association (AAA), el American Institute
of Certified Public Accountants (AICPA), el Financial Executives International (FEI) y, el Institute of
Management Accountants (IMA) destinando sus esfuerzos a proporcionar marcos y guías sobre gestión de
riesgos empresariales (Curtis & Carey, 2012).
Es importante resaltar que existen métodos tanto en la etapa de identificación de riesgos como en la etapa
de análisis de riesgo. Sin entrar aún a relacionar métodos con sectores específicos, Dolón (2005) dividiendo
en riesgos graves entendiendo como tales, aquellos que pueden producir lesiones o muertes múltiples, daños
importantes al medio ambiente y grandes pérdidas materiales y, riesgos convencionales, entendiendo como
tales, todos los riesgos excepto los graves, indica diversos métodos de identificación con su respectiva
referencia bibliográfica para desarrollar cada uno. Como métodos de identificación de riesgos
convencionales incluye métodos deterministas basados en la experiencia de accidentes similares ya
producidos, que se caracterizan por su carácter repetitivo incluyendo: análisis preliminar de riesgos, análisis
de informaciones documentales, inspecciones de seguridad, listas de chequeo, observación de tareas, mapas
de riesgos, panoramas de riesgos, análisis de incidentes, análisis de partes de mantenimiento y auditorias y,
como métodos de identificación de riesgos graves, técnicas utilizadas de bases escolásticas de alto nivel
científico incluyendo: qué sucede si (what if), análisis de modos de fallo y efectos (Failure Mode and Effects
Analysis [FMEA]), árboles de análisis de fallos (Fault Tree Analysis [FTA]), evaluación probabilística del
riesgo (Probabilistic Risk Assessment [PARA]), análisis de riesgos (Hazard Analysis [HAZAN]), análisis
de riesgos y operabilidad (Aazard and Operability Analysis [HAZOP]) y, auditorias de procesos (Dolón,
2005). Standards New Zealand (2004) propone distintas técnicas para identificar riesgos, como: realizar
tormentas de ideas en equipo, revisar los procesos de gestión para identificar posibles fallos, realizar
264
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
auditorías internas, examinar registros de planes, revisiones e incidentes previos, contactar con otras
organizaciones para conocer los riesgos que identificaron, realizar inspecciones físicas de activos y
equipamientos, realizar observaciones de gente, actividades y eventos, contratar consultores de riesgos o
especialistas del sector, consultar organizaciones profesionales relevantes o, investigar usando
publicaciones.
Por otro lado, para la evaluación de riesgos, Dolón continúa la división de riesgos convencionales y graves,
en el caso de los convencionales apunta que en virtud de la limitada importancia de los efectos que se
pueden esperar de estos riesgos, las técnicas de evaluación son elementales y suelen tener cierto carácter
subjetivo incluyendo calificaciones nominales que consisten en apreciar de forma global y subjetiva el
riesgo en escalas simples nominales y, clasificaciones matemáticas o de esquemas de puntos que consisten
en apreciar de forma particular la ponderación de los diversos factores que inciden en el riesgo como los
métodos: Grétener, Dow, Mond, Lest, Estimación de pérdidas en siniestros y MESERI (Dolón, 2005). En
el caso de los graves requieren un análisis concienzudo con bases científicas y de apreciación objetivas, a
partir de los efectos de probabilidad e intensidad incluyendo métodos de análisis probabilístico como los
árboles de fallos y sucesos en su vertiente de cálculo matemático y los métodos de análisis de consecuencias
como el método de estimación de la pérdida media anual esperada (Instantaneous Fraccional Annual Loss
[IFAL]) (Dolón, 2005). Finalmente existen también métodos de evaluación cuantitativos que integran la
probabilidad y la intensidad como el método SEPTRI y el método MOSLER (Dolón, 2005).
Entrando en las distintas disciplinas o sectores que aludía Dolón, Quezada (2016) indica diversos métodos
de diferentes sectores como el método Fire Risk Assessment Method (for) Engineering (FRAME)
propuesto en 1988 por el ingeniero belga Erik De Smet basado en los métodos ERIC y Grétener, para
calcular riesgos de patrimonio, personas y actividades, el método Shibe aplicado en las instalaciones
sanitarias, el método de Dow aplicado en la industria química, la normativa ASIS para el análisis de riesgo
general del organismo ASIS Internacional, el Análisis de Tareas Críticas basado en examinar
sistemáticamente una tarea para identificar y controlar todas las potenciales exposiciones a pérdidas, el
método de Aschoff que establece los medios de protección en función del riesgo o el método Mosler para
identificar, analizar y evaluar los factores que influyen en la manifestación y materialización de un riesgo.
Para ubicar de forma más específica los distintos métodos, como precursores en realizar evaluaciones de
riesgo se encuentran según Rubio (2005) los trabajos de las industrias nuclear y aeroespacial por el gran
potencial de daño asociado al riesgo extendiéndose posteriormente a la industria química, según ITSEMAP
(1998) en Rubio (2005) en 1960 aparece el primer método de cálculo y apreciación del riesgo de incendio
en diez puntos. Continuando con Rubio (2005) en 1962 la Bell Telephone Laboratories en colaboración
con el Air Force´s Minuteman Missile System inició el análisis de riesgos mediante árboles de fallos,
método desarrollado por la Boeing Aircraft corporation, posteriormente algunas variantes de estos métodos
como HAZOP, el cuantitativo HAZAN fueron aplicados por la Imperial Chemical Industries y otras
grandes empresas.
265
Capítulo 2. Marco contextual y teórico
En este sector químico destacan dos estudios históricos ACR (cuantitativos) pioneros, el “Informe Canvey”
encargado en 1976 por una comisión del HSE (Health and Safety Executive) autoridad competente inglesa
en riesgos tecnológicos para estudiar el riesgo asociado de varias instalaciones ubicadas en Canvey Island
para ver si era conveniente revocar permisos entregados a una empresa para la construcción de una refinería
en dicha zona al estar cercana a núcleos urbanos. Y el “Informe Rijnmond” como estudio piloto publicado
en 1981 a petición de la administración de Holanda sobre seis instalaciones ubicadas en dicha zona
(Dirección General de Protección Civil, 1994a). En el campo químico, la Dirección General de Protección
Civil de España elaboró en el año 1994 tres guías describiendo las distintas metodologías de análisis de
riesgos existentes en el ámbito de la industria química para identificar riesgos, evaluar la frecuencia de
ocurrencia de dichos riesgos, evaluar el alcance de las consecuencias y finalmente para calcular los daños
y determinar los riesgos. En la primera denominada “Metodologías para el análisis de riesgos. Visión
general” presenta en una visión general delos métodos existentes y los criterios para seleccionarlos
(Dirección General de Protección Civil, 1994a). En la segunda guía denominada “Métodos cualitativos para
el análisis de riesgos” concreta en cada uno de los métodos citados en la anterior guía, seis puntos
desarrollados como son; la descripción, el ámbito de aplicación, los recursos necesarios, los soportes
informáticos, las ventajas e inconvenientes y distintos ejemplos (Dirección General de Protección Civil,
1994b). Finalmente en la tercera guía describe y analiza los distintos métodos cuantitativos a utilizar para
completar tres de las principales etapas de un análisis de riesgo como son la determinación de las
frecuencias de los sucesos, la evaluación de sus consecuencias y el cálculo del riesgo (Dirección General
de Protección Civil, 1994c).
Dentro de las metodologías para identificar riesgos, la Dirección General de Protección Civil de España
incluye métodos cualitativos, semicualitativos y otros métodos de apoyo. Los métodos cualitativos se
caracterizan por no recurrir a cálculos numéricos, se basan en técnicas de análisis en las que intervienen
expertos y su eficacia depende de la cantidad y exhaustividad de información disponible, destacan para la
identificación de riesgos: el Análisis histórico como análisis detallado de accidentes ocurridos en el pasado,
el HAZOP o AFO (Análisis Funcional de Operabilidad u Operatividad) como técnica inductiva de análisis
realizada por un equipo multidisciplinar para identificar accidentes, el Análisis del Modo y Efecto de Fallos
(FMEA) y Análisis del Modo, Efecto y Criticidad de los Fallos (FMEAC) como método inductivo de
reflexión sobre causas y consecuencias de los fallos de un sistema, este segundo añade al primero el factor
de criticidad de los fallos estableciendo un orden relativo de importancia de los fallos en función de las
consecuencias de cada uno, el Análisis preliminar de riesgos como método inductivo en el que se analizan
de forma sistemática las causas, efectos y medidas preventivas y correctivas asociadas, el Check list como
listas exhaustivas de posibles iniciadores o accidentes a contemplar para identificar riesgos, el método What
if..? (qué pasaría sí) como método inductivo en el que se analizan consecuencias de sucesos determinados
y, siempre que no se les aplique el cálculo de frecuencias se pueden considerar también los métodos árboles
de fallos y árboles de sucesos, los árboles de fallos se emplean para sucesos complejos descomponiendo un
suceso de forma sistemática en sucesos intermedios hasta llegar a fallos básicos cuyas probabilidades se
pueden encontrar en bancos de datos y, los árboles de sucesos se emplean para describir la evolución de un
suceso iniciador planteando las secuencias de accidentes en función de los distintos factores que
266
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
condicionan el desarrollo del accidente (Dirección General de Protección Civil, 1994a). Los métodos
semicualitativos se caracterizan por medir el daño potencial en función de distintos criterios y magnitudes
en base a una serie de índices, destacando el índice de Mond y el índice de Dow (Dirección General de
Protección Civil, 1994a). Y finalmente como tercera opción a los cualitativos y semicualitativos se
encuentran otros métodos de apoyo como las auditorías de seguridad (Dirección General de Protección
Civil, 1994a).
Dentro de las metodologías para evaluar la frecuencia de ocurrencia, cualitativamente se encuentran como
índices de frecuencias el método UCSIP en el que los riesgos se caracterizan por un valor de probabilidad
semicuantitativo en una escala de probabilidad de ocurrencia de seis niveles para determinar un factor de
seguridad sobre la base de tres valores y; otros métodos que recurren a una asignación directa de la
probabilidad de ocurrencia exigiendo un análisis previo de causas y fallos para obtener un nivel mínimo de
precisión, los árboles de fallos, los árboles de sucesos y, los análisis de causa-consecuencia que combinan
árboles de fallos y árboles de sucesos (Dirección General de Protección Civil, 1994b). Cuantitativamente
se pueden utilizar los citados anteriormente métodos árbol de fallos y árbol de sucesos así como el método
directo de consulta de datos bibliográficos, los análisis de causa-consecuencia que combinan árboles de
fallos y árboles de sucesos y, los métodos para la determinación del fallo de modo común, ofreciendo
también la tercera guía en un cuadro resumen información ampliada referente a sus características, ámbito
de aplicación, recursos necesarios, soportes informáticos y ventajas e inconvenientes (Dirección General
de Protección Civil, 1994c). El Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo [INSHT] (1991)
incide en que el árbol de sucesos se originó y aplicó fundamentalmente en las industrias química, nuclear
y aeronáutica, siendo una técnica de análisis de riesgos cualitativa y cuantitativa que basada en sucesos
indeseados iniciales permite un estudio de procesos secuenciales de hipotéticos accidentes y una
verificación de las medidas preventivas existentes. El Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el
Trabajo [INSHT] (1994) incide también en que el árbol de fallos se empleó y perfeccionó en la industria
nuclear, espacial y aeronáutica extendiéndose a las industrias químicas, petroquímicas y electrónicas,
siendo una técnica que se aplica fundamentalmente para el análisis de riesgos a partir de acontecimientos
finales muy graves y para situaciones en las que se pretende analizar el origen de determinados sucesos
indeseados hacia atrás.
Dentro de las metodologías para evaluar el alcance de las consecuencias, cualitativamente se encuentran
como índices de gravedad el citado método UCSIP que también mide el alcance de las consecuencias y
otros métodos que también recurren a la asignación directa de la severidad de las consecuencias por
comparación con casos tipo ya resueltos, siendo métodos poco precisos (Dirección General de Protección
Civil, 1994b).
Finalmente dentro de los análisis cuantitativos de riesgo (ACR) que tienen como objetivo final determinar
cuantitativamente el riesgo en base a la frecuencia y consecuencias de los accidentes que puedan ocurrir,
habrá de ser redactado de forma concisa y clara para que quien tenga que consultarlo o revisarlo pueda
267
Capítulo 2. Marco contextual y teórico
comprenderlo claramente incluyen además metodologías para calcular los daños y para determinar los
riesgos (Dirección General de Protección Civil, 1994a).
Quezada (2016) focaliza en los métodos relacionados con el riesgo de incendio identificando el método
Gretener propuesto en 1965 por el ingeniero suizo Max Grétener, el método de Purt propuesto en 1971 por
el ingeniero alemán Gustav Purt, el método de Sarrat y Cluzel propuesto en 1977 por dos franceses, el
método Meseri propuesto en 1978 por la Fundación MAPFRE de España, o el método del Riesgo Intrínseco
propuesto en 1981 por la firma MINER de España, así como los indirectos: método de Trabaud, aplicado
en incendios forestales y métodos de Stadler o Pou para ubicar parques de bomberos.
Como métodos empleados dentro del campo de los riesgos laborales, el Instituto Nacional de Seguridad e
Higiene en el Trabajo (INSHT) de España, incluye como métodos generales de análisis de riesgos: el
método ¿Qué sucedería si?, el Método de Análisis de Modos de Fallos, Efectos y Consecuencias (AMFEC),
el Método de Análisis Funcional de Operabilidad (AFO: HAZOP-HAZAN), el Método árbol de fallos y el
Diagrama de sucesos y, como métodos específicos de aplicación más concreta y ámbito más restringido: el
Índice Mond, el Índice Dow, el Riesgo Intrínseco de Incendio, el Método Gustav Purt, el Método Gretener,
el Método Probit, el Método de Análisis de Fiabilidad Humana y los Métodos inmunológico-ambientales
(INSHT, s.f.).
268
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
software de código abierto que cuenta con el apoyo de un club de expertos de diverso origen. Los métodos
ISF para la evaluación de riesgos y la gestión de riesgos como herramienta integral de administración de
riesgos. El método “IT-Grundschutz” (IT Baseline Protection Manual) dirigido a que una organización
establezca un Sistema de gestión de seguridad de la información (ISMS) . El método “MARION”
(Metodología de Análisis de Riesgos Informáticos Dirigida por Niveles). El método “MEHARI” diseñado
por expertos en seguridad del CLUSIF para analizar riesgos. Los métodos “Octave v2.0 y Octave-S v1.0
para pequeñas y medianas empresas” que definen una evaluación estratégica basada en el riesgo y una
técnica de planificación para la seguridad. Y, el informe “SP800-30” (NIST) como guía detallada de
evaluación y gestión de riesgos en seguridad informática (ENISA, 2006). Todos los identifica en una
plantilla con catorce atributos que describen sus características como se puede observar en la siguiente
tabla:
Tabla 12. Tabla comparativa de los diferentes métodos de análisis de riesgos en tecnologías de la información.
Dentro de los citados métodos, destacan por su especificidad y por ser los más completos como indican los
tres asteriscos de la anterior tabla “EBIOS”, “ISF” e “IT-GRUNDSCHUTZ”, en el ámbito nacional, España
cuenta con un método denominado “MAGERIT” que figura en el inventario ampliado de métodos de
análisis y gestión de riesgos de ENISA. El portal de administración electrónica del gobierno de España
(www.administracionelectronica.gob.es) afirma que MAGERIT, como metodología de análisis y gestión
de riesgos elaborada por el Consejo Superior de Administración Electrónica, es un instrumento destinado
a facilitar la implantación y aplicación del Esquema Nacional de Seguridad ya que el análisis de riesgos es
un aspecto clave del Real Decreto 3/2010, de 8 de enero, por el que se regula dicho Esquema Nacional de
Seguridad, al indicar en su artículo 4 que el objetivo de la seguridad de la información es asegurar el
269
Capítulo 2. Marco contextual y teórico
cumplimiento de los objetivos empleando sistemas de información teniendo en cuenta los principios básicos
de gestión de riesgos y seguridad integral (RD 3, 2010).
Según ITSEMAP (1998) en Rubio (2005) también las compañías de seguros con una amplia visión del
riesgo han aplicado diversos métodos de evaluación de riesgos. López (2012) indica que el campo de los
seguros monopolizó durante la primera mitad del siglo XX el análisis de riesgos estableciéndose la relación
coste-riesgo, emergiendo la disciplina de gestión de riesgos, como evolución de la gestión de los seguros,
a mediados de la década de los setenta e, integrándose en las compañías en las décadas de los ochenta y
noventa con el nombre de gestión del riesgo empresarial.
Así, con un abanico más amplio no tan específico como los sectores anteriores, en el empresarial, siguiendo
el ERM Framework, elaborado por el citado Committee of Sponsoring Organizations of the Treadway
Commission (COSO) como normativa aceptada para la administración y gestión de riesgo, se indica que
para las evaluaciones iniciales de riesgos se emplean técnicas cualitativas que evalúan los riesgos según
escalas descriptivas seguidas de un tratamiento más cuantitativo de los riesgos más importantes mediante
valores numéricos de impacto y probabilidad utilizando datos de diversas fuentes. Estas técnicas
cualitativas suelen ser: entrevistas, talleres interfuncionales, encuestas, evaluaciones comparativas y
análisis de escenarios mientras que, las cuantitativas, emplean desde la evaluación comparativa y el análisis
de escenarios hasta modelos deterministas como la generación de estimaciones de puntos prospectivos o
modelos probabilísticos como la generación de distribuciones prospectivas (Curtis & Carey, 2012). Ansón
(2012) indica de forma genérica que para determinar el nivel de riesgos en una empresa mediante un análisis
de riesgos (Process Hazards Analysis [PHA]) se emplean métodos cualitativos mediante la experiencia y
el juicio como los comparativos (cuestionarios, entrevistas, manuales técnicos, análisis históricos) o los
generalizados (what if?, Hazop, FTA, ETA, FMEA), métodos semicuantitativos asignando a las
características cualitativas valores numéricos clasificando la probabilidad y la ocurrencia en niveles de bajo,
medio y alto y así clasificar el riesgo como los índices de Dow y de Mond y, métodos cuantitativos
asignando diferentes valores de probabilidad y ocurrencia a los riesgos identificados para calcular el nivel
de riesgo como los análisis de riesgos deterministas o los métodos Montecarlo, Mosler, Meseri o Gretener.
Como conclusiones se puede observar que existen múltiples métodos en función del campo o sector y del
tipo de riesgo o análisis a realizar, a pesar de la existencia de estos múltiples métodos Bestratén & Pareja
(1993) recomiendan empezar por los más sencillos ya que de acuerdo a la ley de los rendimientos
decrecientes con pocos recursos se podrán detectar muchas situaciones de riesgo para eliminarlas. La
Corporación Euro-Americana de Seguridad [CEAS Internacional] (2010) en Quezada (2016) recomienda
dentro de los métodos de análisis existentes los que más variables cuantificables y objetivas contengan,
para obtener una prospección de resultados más adecuada. También, la ENISA (2006) identificó dentro de
las necesidades en el área de la gestión de riesgos, la necesidad de mejorar la comparación y la
interoperabilidad de los distintos métodos, la necesidad de identificar combinaciones de métodos para poder
cumplir los requisitos de las organizaciones, la necesidad de verificar y concienciar el uso de métodos, la
necesidad de considerar los riesgos emergentes, la necesidad de generar una base de software con métodos
270
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Se debe también de considerar que en las evaluaciones de riesgos conviven dos posturas extremas, una que
considera que al existir una fuente de riesgo existe un nivel de riesgo objetivo a calcular combinando un
indicador de gravedad del daño y otro de probabilidad de ocurrencia, obteniendo así un riesgo real,
estimando que cualquier discrepancia se entendería como incorrecta o irreal dicha postura de “realismo
ingenuo” no es defendida por ningún científico desde hace décadas. La segunda postura considera que toda
evaluación de riesgos es subjetiva conduciendo a una sobrevaloración basada en constructos sociológicos
siendo tan reduccionista como la postura anterior. El término medio integraría reconocer el componente de
subjetividad de toda evaluación conociendo la necesidad de emplear procedimientos de medición
sistemáticos, pasando así de los términos “riesgo objetivo o subjetivo” a “evaluación técnica o intuitiva”
sabiendo que la evaluación técnica deberá llevar un procedimiento de evaluación según el método
científico: controlando la incidencia del sesgo del sujeto evaluador, estableciendo procesos sistemáticos de
identificación y análisis y, siendo replicable y auto correctivo para corregir sus propias deficiencias
(Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo [INSHT], 2001). Y tomar en consideración las
recomendaciones que indica el Real Decreto 704/2011, de 20 de mayo, por el que se aprueba el Reglamento
de protección de infraestructuras críticas, establece los contenidos mínimos de los planes de seguridad del
operador (PSO) indicando que se deberá establecer una metodología de análisis de riesgos reconocida
identificando y describiendo en la misma sus etapas esenciales, sus algoritmos de cálculo empleados, su
carácter cuantitativo o cualitativo, el método empleado para la valoración de los impactos y las métricas
empeladas de medición de riesgos (RD 704, 2011).
Al igual que en los otros sectores, en el deportivo, la gestión de riesgos es un aspecto de vital
importancia. La gestión de riesgos en instalaciones deportivas es un aspecto de enorme complejidad y
transcendencia debido al carácter dinámico del deporte y a la gran cantidad y diversidad de personas que
en ellas desempeñan actividades profesionales y de ocio, además la cantidad de profesionales que
intervienen en la planificación, diseño, construcción, gestión y mantenimiento hacen que la identificación
de riesgos sea una tarea cuanto menos, no sencilla (CSD & IBV en ID Instalaciones Deportivas XXI, 2008).
Aunque se cumpla la legislación existente, toda actividad realizada en una instalación deportiva tanto por
usuarios como por acompañantes puede entrañar riesgos. Los casos que han determinado culpabilidad por
parte de la instalación se fundamentan en el incumplimiento de normas de seguridad, en la ausencia de
conservación de la instalación o de los equipamientos y en la falta de adopción de medidas necesarias para
evitar daños por parte de los responsables, por lo tanto dichos riesgos habrán de ser gestionados (CSD &
IBV en ID Instalaciones Deportivas XXI, 2008).
271
Capítulo 2. Marco contextual y teórico
La Fundación Deportiva Municipal de Valencia (2010) sostenía que las instalaciones deportivas no siempre
se encuentran en las mejores condiciones, pudiendo derivar en accidentes ya que toda actividad puede
entrañar riesgos por falta de medios o desconocimiento de las medidas que los eviten, además el carácter
dinámico del deporte convierten a la gestión de riesgos en un aspecto de vital transcendencia en el deporte.
Dicha fundación, intuyendo que las instalaciones deportivas de la ciudad de Valencia presentarían
problemas de seguridad similares a los detectados a nivel nacional en el proyecto MAID (Mejora y
armonización de las instalaciones deportivas españolas) del Consejo Superior de Deportes (CSD) al no
disponer de un estudio específico, presentó en su Plan Estratégico del Deporte de Valencia la necesidad de
realizar un estudio sobre la seguridad en las instalaciones de la ciudad incluyendo todos los agentes que
intervenían en una instalación deportiva, concretando que la gestión de riesgos en donde se identifican y
minimizan situaciones de riesgo, debía incorporarse al sistema de gestión de la instalación como parte
fundamental para aumentar la seguridad y, por ende, la calidad del servicio prestado al ciudadano, al
entenderse como un aspecto prioritario, debido a que como ya indicó, en una instalación deportiva se
producen diversas situaciones de riesgo que pueden derivar en accidentes para todos los concurrentes
(Fundación Deportiva Municipal de Valencia, 2010).
En el contexto de los eventos deportivos, Leopkey & Parent (2009), indicaban que la gestión del riesgo es
un proceso proactivo que implica la evaluación de todos los potenciales riesgos para anticipar, prevenir,
minimizar y mitigar los riesgos identificados. Still (2014) indica que la evaluación de riesgos es una práctica
estándar en la planificación de la seguridad en eventos deportivos, empleándose normalmente documentos
de evaluación de riesgos convencionales que consisten en una breve descripción y en una asignación de un
valor único que representa el nivel de riesgo evaluado derivado de la multiplicación de la probabilidad de
ocurrencia por las consecuencias, sin identificar la existencia de riesgos dinámicos que cambian su
gravedad con el tiempo, están relacionados con una ubicación específica o tienen una duración corta,
imposibilitando así la obtención de información relevante con consecuencias negativas cuando dichos
eventos involucran multitudes. Además el autor indica que para evitar que se pierda información importante
en su proceso, derivado de un procedimiento defectuoso, se ha de evitar que el método empleado esté
sesgado para sobreestimar el riesgo, que el proceso consista en una cumplimentación de ítems mediante
copiados y pegados y que dicha evaluación no contenga un formato de informe típico con condensación de
datos que derive en que la persona que lea la evaluación no tenga información concreta para abordarlos
(Still, 2014). Así, la evaluación de riesgos es el primer documento a revisar cuando se investigan incidentes
importantes debido a que se suelen implementar de forma deficiente al no existir estándares de competencia
definidos haciendo que las organizaciones estén expuestas a negligencias y reclamaciones, requiriendo su
272
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
proceso de una persona competente entrenada para identificar los peligros potenciales siendo fundamental
identificar su ubicación, duración y gravedad (Still, 2014).
Apoyando a dicha introducción, a continuación se indican las necesidades que precisa la gestión de riesgos
en el sector deportivo, para dilucidar si se trata del mismo proceso genérico de gestión de riesgos descrito
anteriormente fuera del contexto específico deportivo. La gestión de riesgos precisa de un archivo, de un
plan y de un proceso, por lo tanto habrán de registrarse en un archivo de gestión de riesgos: la política para
determinar el riesgo aceptable; los resultados de todas las acciones de gestión de riesgo; las tareas asignadas
al personal que analice, evalúe, controle y haga un seguimiento de los riesgos; el plan de formación del
personal; la eficacia del proceso; los resultados de los análisis de riesgos e; históricos de los riesgos
sucedidos con su descripción, solución, trabajador encargado de la tarea, tiempo de aplicación de las tareas
y resultado de las medidas empleadas (CSD, 2011). En cuanto a la cualificación del personal, es importante
asegurar que los encargados de realizar las tareas de gestión de riesgos sean profesionales con conocimiento
y experiencia apropiados a las tareas encomendadas (CSD & IBV en ID Instalaciones Deportivas XXI,
2008). Como parte del archivo de gestión de riesgos, la dirección deberá tener un plan de gestión de riesgos
que incluya: las responsabilidades asignadas, planes de identificación periódica de riesgos, de actuación
para eliminar los riesgos encontrados y de verificación, los criterios para aceptar los riesgos, la periodicidad
de las actividades y la propuesta de medios a emplear (CSD, 2011). Finalmente el responsable de la gestión
de la instalación deberá establecer un proceso documentado en cuatro fases como se observa en la siguiente
figura:
Figura 44. Proceso de gestión de riesgos en instalaciones deportivas. Fuente: CSD (2011, p.147).
273
Capítulo 2. Marco contextual y teórico
Las dos primeras fases constituyen el proceso de evaluación de riesgos compuesto por una primera fase
denominada “análisis de riesgos” y una segunda denominada “valoración de los riesgos” que deben incluir
una descripción del elemento evaluado, las personas que efectuaron el análisis, la fecha y el método
empleado. En la primera fase se identificarán los usos previstos y no previstos del equipamiento existente
en la instalación, los peligros conocidos o previsibles asociados a las diferentes actividades en condiciones
normal y de fallo en un listado, se estimarán los riesgos para cada peligro identificado en ambas condiciones
normal y de fallo utilizando información o datos disponibles acudiendo a normativa publicada, a resultados
de investigaciones, a opiniones expertas o a recopilaciones de incidencias y finalmente se estimarán las
consecuencias en caso de ocurrencia. En la segunda fase se incluye una valoración de riesgos residuales
pasados y una toma de decisiones de aceptabilidad de los riesgos decidiendo si los riesgos estimados son
tan bajos que no es preciso reducirlos según los criterios definidos en el plan de gestión de los riesgos (CSD
& IBV en ID Instalaciones Deportivas XXI, 2008). Las dos últimas fases constituyen el proceso de control
y seguimiento compuesto por una tercera fase denominada “control de los riesgos” y una cuarta denominada
“seguimiento de os riesgos”. En la tercera fase para reducir los riesgos, ha de seguirse un proceso claro y
sencillo para controlar los riesgos hasta que sean aceptables elaborando y poniendo en práctica un plan de
actuación donde se identifiquen las medidas de control de los riesgos que apropiadas para reducirlos hasta
un nivel aceptable, además se deberán valorar posibles riesgos residuales que permanezcan tras aplicar las
medidas de control y se habrá de analizar la proporción riesgo/beneficio para ver si compensan dichos
riesgos residuales. En la cuarta y última fase se habrán de registrar en un informe los resultados del proceso
global y establecer un procedimiento sistemático de revisión de riesgos (CSD & IBV en ID Instalaciones
Deportivas XXI, 2008).
El faseado y la descripción del proceso, corroboran que se trata del mismo proceso genérico de gestión de
riesgos descrito anteriormente fuera del contexto específico deportivo. Como ejemplo del proceso de
gestión de riesgos, destaca el propuesto por Hall et al. (2007) quienes describen un modelo de evaluación
de riesgos específico para el deporte en el que se refuerza que los directores de los centros deportivos deben
conocer las metodologías de evaluación de riesgos para detectar amenazas, identificar vulnerabilidades y
reducir sus consecuencias. Otro ejemplo para realizar análisis de riesgos en instalaciones deportivas es el
aportado por el Consejo Superior de Deportes (CSD), el cual propone un método procedente de la
ingeniería, el ya citado Failure Mode and Effects Analysis (FMEA) basado en la estimación de un indicador
llamado Risk Priority Number (RPN) que permite jerarquizar la gravedad de distintos fallos permitiendo
saber cuáles son más importantes. Para desarrollar esta metodología establece cinco pasos: 1) Identificar
los elementos a evaluar, 2) Concretar fallos potenciales y efectos en usuarios o productos mediante un grupo
multidisciplinar de expertos, 3) Establecer posibles causas con el mismo grupo de expertos, 4) Calcular el
índice de riesgo prioridad RPN y, 5) Establecer soluciones y mediante la identificación de la existencia de
normativa aplicable ver su viabilidad (CSD, 2011). Para calcular este índice (paso cuatro) se utilizan tres
escalas, en función de la severidad del efecto, de la ocurrencia y de la dificultad para detectar un fallo,
puntuando cada categoría del 1 a 10 donde uno es mayor severidad mayor ocurrencia y menor defectibilidad
y 10 menor severidad menor ocurrencia y mayor detectabilidad, para finalmente multiplicar las tres escalas
de modo que el valor mínimo será 1 y el máximo 1000 como se observa en la siguiente figura:
274
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Figura 45. Secuencia de cálculo del índice de riesgo prioridad (RPN) del método (FMEA). Fuente: CSD (2011, p.155).
Otro ejemplo más sencillo y especifico es el método para valoración de riesgos del Instituto Nacional de
Seguridad e Higiene en el Trabajo (INSHT) dentro de su Guía para la Acción Preventiva en Gimnasios,
que permite realizar mediante una apreciación directa una evaluación de riesgos para los que no existe una
reglamentación específica, teniendo en cuenta la gravedad de las consecuencias que puede causar un peligro
y la probabilidad de que tenga lugar construyendo una matriz de riesgo (INSHT, 2003).
Vistos estos ejemplos es el momento de poder clasificar e identificar los distintos riesgos que afectan al
contexto deportivo, para lo que habrá de especificar si se trata de riesgos en eventos, en instalaciones o
relacionados con un área específica a tratar, acotando a su vez tipología y características. Un ejemplo
concreto de clasificación de riesgos en torno a un área específica es el aportado por Lizarraga (2006) en las
Jornadas sobre seguridad y riesgo en el deporte, celebradas en marzo de 2006, tratando de identificar desde
un punto de vista médico, la naturaleza de los riesgos que rodean al deporte y que afectan al deportista,
como se muestra en la siguiente clasificación en torno a seis áreas:
275
Capítulo 2. Marco contextual y teórico
Otro ejemplo de clasificación de riesgos es el que se puede encontrar en relación a los eventos deportivos,
Shone & Parry (2004) en Leopkey & Parent (2009) clasifican los eventos en tres niveles diferentes según
su sensibilidad al riesgo. Los eventos de bajo riesgo están relacionados con la propia actividad celebrándose
internamente, los eventos de riesgo medio son los celebrados dentro o fuera de un edificio, y los eventos de
alto riesgo tienen mayor número de personal, muchos participantes, y se celebran en lugares que
generalmente no se usan para dicho fin. Los propios Leopkey & Parent (2009) con el propósito de
identificar los problemas de gestión de riesgos en eventos deportivos a gran escala desde la perspectiva de
los organizadores y las distintas partes implicadas, como ya se indicó, identificaron quince categorías de
riesgo: medio ambiente, finanzas, recursos humanos, infraestructura, interdependencia, legado, medios,
operaciones, organización, participación, política, relaciones, deporte, amenazas y visibilidad. A su vez
recopilaron de diversos autores áreas de riesgo y riesgos potenciales en eventos deportivos como se puede
ver en la siguiente tabla:
Tabla 13. Identificación de áreas de riesgo y riesgos potenciales en eventos deportivos por diferentes autores.
276
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
De la mano delos eventos también se puede situar en los grandes estadios. En todos los partidos y actos
complementarios organizados por la FIFA, como la ceremonia inaugural y la de entrega de premios, el
oficial de seguridad del estadio es el responsable de efectuar las evaluaciones de riesgo consultando a las
autoridades nacionales, locales y a los servicios de emergencias mediante los siguientes pasos
documentados: a) Enumeración de los riesgos a los que se exponen los jugadores, trabajadores,
espectadores, invitados o cualquier otra persona que se encuentre en el estadio, b) Determinación de las
personas que podrían verse afectadas y en qué forma, c) Evaluación de los riesgos y decisión de las medidas
a aplicar, d) Aplicación de las medidas necesarias parar eliminar o reducir los riesgos y, e) Análisis de las
medidas adoptadas y corrección de las mismas en caso necesario (FIFA, 2012). A su vez incide en que el
punto c) Evaluación de riesgos deberá tener en cuenta: las tensiones políticas nacionales o locales o entre
las aficiones de los equipos, las amenazas terroristas reconocidas por las autoridades, la rivalidad histórica
entre determinados equipos o sus seguidores, la probabilidad de que lleguen al estadio aficionados con
entradas falsificadas o sin entradas, la necesidad de separar a grupos de aficionados, los aficionados
conocidos por utilizar objetos peligrosos o pirotécnicos, posibles pancartas o comportamientos racistas o
agresivos, así como información referente a: tamaño del estadio, número de espectadores previsto,
familiaridad de los espectadores con el estadio, comportamiento previsible del público, previsión del tiempo
de paso del público por los puntos de control de acceso, actividades complementarias y horario y duración
de los partidos (FIFA, 2012). Las asociaciones anfitrionas son las responsables de determinar los encuentros
de alto riesgo previa consulta a las partes interesadas pertinentes y al asesor sénior nacional de Seguridad
para trasladarlo a la Secretaría General de la FIFA que podrá también clasificar un partido como de alto
riesgo debiéndose tomar las siguientes medidas: separar a los aficionados en sectores; reservar sectores
libres entre los de espectadores considerados peligrosos; aumentar el número de efectivos policiales y
miembros del cuerpo auxiliar de seguridad en la entrada y salida en determinados sectores, alrededor del
terreno de juego y entre los grupos de aficionados rivales y; asignar miembros del cuerpo auxiliar de
seguridad al club visitante para acompañar a los aficionados en los trayectos entre transportes y estadio
pudiendo requerir los servicios policiales en caso de necesidad (FIFA, 2012). Además podrá proponer
medidas adicionales como: nombrar un locutor del club visitante; retener a los espectadores en el estadio
tras la finalización de un partido; designar un oficial de seguridad de la FIFA para todos los partidos de alto
riesgo y; designar investigadores para cada torneo o partido en caso de sospecha de actividades ilegales,
manipulación de partidos o apuestas clandestinas (FIFA, 2012).
Ejemplos fuera de la FIFA, en los que también se clasifican los encuentros de alto riesgo se encuentran en
Spaaij (2013) quien explica que los partidos de fútbol en los Países Bajos se clasifican en tres niveles de
riesgo: a) Riesgo bajo entendido cuando no hay riesgo adicional de daños a personas o propiedades en
comparación con eventos similares no relacionados con el fútbol, b) Riesgo medio cuando hay un riesgo
elevado de daños a personas o propiedades debido a comportamientos negativos de espectadores u otras
circunstancias y, c) Riesgo alto cuando hay un peligro potencial para el orden público debido a
comportamientos negativos colectivos y/o circunstancias especiales. Las categorías a, b y c también se
utilizan en los Países Bajos y en países como Alemania y el Reino Unido para clasificar aficionados o
grupos. Los aficionados de la categoría c, se consideran vándalos organizados partidarios de la violencia,
277
Capítulo 2. Marco contextual y teórico
los de la categoría b, pueden verse involucrados en disturbios en caso de que ocurran y los de la categoría
a, se consideran no violentos. A nivel europeo, estas categorías han sido reemplazadas por una clasificación
dicotómica simple: aficionados de riesgo cuando conocidos o no pueden plantear un posible riesgo para el
orden público o comportamientos antisociales planificados o espontáneos en un evento de fútbol o
relacionado con él y, aficionados sin riesgo cuando no representan riesgos para el orden público
relacionados con un evento de fútbol (Spaaij, 2013). En España el artículo 10 de la Ley 19/2007 prevé que
las ligas profesionales y las federaciones deportivas habrán de comunicar a la autoridad gubernativa la
propuesta de partidos de alto riesgo que estimen según los criterios establecidos por el Ministerio del
Interior, correspondiendo a la Comisión Estatal contra la Violencia, el Racismo, la Xenofobia y la
Intolerancia en el Deporte su declaración en función de dicha propuesta o bajo su propia decisión obligando
con ello a los clubes y sociedades anónimas deportivas a reforzar las medidas de seguridad como mínimo
en el sistema de venta de entradas, en la separación de las aficiones rivales, en el control de acceso y en las
medidas destinadas al control del normal desarrollo de la actividad (Ley 19. 2007).
Otra opción es la de clasificar los riesgos situándolos en el contexto de las instalaciones deportivas,
recordando lo expuesto en el punto 2.2.4.3 Ámbitos de la seguridad en el deporte, se retoman tres
clasificaciones de riesgos específicas del contexto deportivo de forma global en instalaciones deportivas,
ampliándolas a continuación. El análisis efectuado Gómez-Calvo (2012b) donde se cuestionaba si los
Planes de Autoprotección recogían todos los riesgos para la protección de las instalaciones, identificando
un catálogo general de riesgos en instalaciones y actividades divididos en diez puntos, con un total de
veintisiete riesgos expuestos a continuación:
278
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
La también citada clasificación que efectuó un año más tarde Gómez-Calvo (2013c) acerca de los riesgos
que podían presentarse en torno a cinco grupos en instalaciones deportivas, relacionados a su vez con los
documentos organizativos que los gestionaban, denominados planes, expresados a continuación:
Así como la clasificación efectuada por De Castro (2014) en un catálogo de riesgos en instalaciones en base
a nueve grupos:
279
Capítulo 2. Marco contextual y teórico
6. Riesgos con motivo u ocasión del trabajo (riesgos laborales: accidentes con motivo u ocasión del trabajo,
higiene industrial como agentes químicos, físicos y bacteriológicos, ergonomía, factores psicosociales y
organizativos y, conductas inadecuadas).
7. Riesgos por acciones de la naturaleza (caída de rayos, vendaval, nevada, seísmo).
8. Riesgos por accidentes medio ambientales (en el aire como escapes de gas, en el agua como un derrame
accidental de exceso de cloro y, en la tierra como un vertido accidental de líquidos corrosivos).
9. Riesgos de evacuación por causa de emergencia (en función de la materialización de la emergencia:
progresiva, súbita o inminente, en función del número de personas objeto de desalojo: una sola, un grupo,
una zona, la totalidad del recinto, en función de las alternativas de desalojo: confinamiento en un espacio
seguro, alejamiento en un punto de reunión exterior y en función de las personas objeto del desalojo:
público, jugadores, discapacitados, etc.).
De forma similar a como ha ocurrido con otras disciplinas donde han surgido técnicas estadísticas
para medir frecuencia, magnitud y efectos probables de siniestros mediante una matriz, la seguridad no ha
sido ajena al desarrollo de los métodos científicos y aplicando la ciencia a la seguridad se han desarrollado
metodologías de investigación dando origen a métodos de valoración de riesgos como el de Mosler
(Quezada, 2016). Dolón (2005) dentro de los métodos de evaluación cuantitativos que integran probabilidad
e intensidad, indica que aunque sea suficiente para conocer el riesgo los valores de los dos parámetros por
separado, se aconseja emplear métodos que mediante una ecuación matemática los integren proporcionando
un valor único que permita categorizarlo directamente en escalas establecidas previamente, concretando
que junto con el método SEPTRI, el método Mosler es el método más utilizado basado en este principio.
El propio Quezada (2016) expone que el método Mosler de forma secuencial, ya que sus diferentes fases
se basan en los resultados obtenidos en la fase anterior, identifica, analiza y evalúa los factores que pueden
influir en la manifestación y materialización de un riesgo, con el objetivo de calcular la clase y dimensión
del riesgo.
Gómez-Merelo (2008) desarrolla sus cuatro fases indicando que es un método cuantitativo que mediante la
combinación de probabilidad y estadística, muestra como objetivos identificar, analizar y evaluar los
factores que pueden influir en que un riesgo se manifieste mediante un esquema de matrices que miden a
través de una base y metodología científica la frecuencia, la magnitud y el efecto de un probable siniestro.
En la primera fase denominada “Definición del riesgo” se deberán definir los riesgos a los que se esté
expuesto. En la segunda fase denominada “Análisis de riesgo” se deberán puntuar en una escala del 1 al 5
280
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Para justificar su utilización, el método Mosler ha sido mencionado, desarrollado, propuesto para su
aplicación y aplicado en diversos ámbitos. A continuación se exponen algunas de sus referencias a nivel
internacional, nacional y local.
281
Capítulo 2. Marco contextual y teórico
(2013) citan y desarrollan en su artículo publicado en Gestão & Tecnologia de Projetos, el Método Mosler
como el método más apropiado para analizar los riesgos de incendio en hospitales de São Paulo (Brasil)
debido a que no disponen de bases de datos de incendios, lo contemplan como un método subjetivo de
gestión de riesgos corporativos y riesgos generales que depende de la experiencia del evaluador. Galavic,
Martínez, Vázquez & González (2013) publicaron en AVANCES, Investigación en Ingeniería un artículo
de investigación denominado “Análisis - Evaluación de riesgos, aplicando la metodología Mosler en las
pymes de Tlaxcala, México” en el que describen y aplican el Método Mosler, un año más tarde los mismos
Galavic & González (2014) publicaron en el International Journal of Science and Research (IJSR), una
revisión del anterior, denominado “Operational Risk, Applying the Mosler Methodology in Production
Sector in México” en el que vuelven a describir y desarrollar el Método Mosler. Patricio & Mauricio (2014)
realizaron un estudio de seguridad física dirigido a las instalaciones del Instituto Tecnológico Superior
“Policía Nacional" de la ciudad de Quito, Ecuador, en el que utilizaron el Método Mosler para analizar y
evaluar los riesgos identificados. Finalmente, Pérez (2014) en el Manual interno de Protección Civil (MAN-
IR-007) empleó entre otros el Método Mosler para el análisis de parte de los riesgos identificados dentro
del Programa Interno de Protección Civil del Congreso del Estado de Tamaulipas (México).
A nivel Nacional, Gómez-Merelo (1998, 2008) en dos manuales denominados “Seguridad en entidades
bancarias” y “Manual para el director de seguridad” respectivamente, afirma que para analizar y evaluar
cualitativa y cuantitativamente los riesgos de diferentes actividades, son susceptibles de utilización algunos
de los métodos de cálculo más conocidos, siendo el más adecuado por su sencillez y adecuación a los
distintos tipos de actividad empresarial el Método Mosler, del que afirma que su finalidad es servir de base
para la identificación, análisis y evaluación de los factores que pueden influir en la materialización de una
amenaza o riesgo. Su objetivo es que la información obtenida permita calcular la dimensión y clase de cada
riesgo para que una vez cuantificado se pueda asumir o contrarrestar. En ambas obras, desarrolla y detalla
ampliamente el método, señalando que es de tipo secuencial y las cuatro fases con las que cuenta se
fundamentan en los datos obtenidos en las fases precedentes. Jou (2009) señaló en un artículo de la revista
Ejército: de tierra español, la utilización del Método Mosler para analizar y valorar de forma metódica los
riesgos que afectaban al Museo del Ejército para alcanzar un grado de seguridad satisfactorio a la hora de
planificar y gestionar la seguridad en el mismo. La Agrupación Empresarial Innovadora para la Seguridad
de las Redes y los Sistemas de la Información (AEI) elaboró una guía para la elaboración de Planes de
Seguridad del Operador y Planes de Protección Específicos dentro del ámbito de protección de
infraestructuras críticas, con el objetivo de ofrecer una metodología de gestión de riesgos válida para
cualquier organización que opere infraestructuras críticas, desarrollando un capítulo dedicado al análisis de
riesgos al ser un aspecto principal de los mencionados planes en el cual incorpora basado en la experiencia
el enfoque entre otros del método Mosler (Agrupación Empresarial Innovadora para la Seguridad de las
Redes y los Sistemas de la Información [AEI Seguridad], 2012). La empresa Amasplus Ingeniería S.L.
elaboró en el año 2012 el Plan de Autoprotección de la Escuela Técnica Superior de arquitectura de la
Universidad de Málaga, dentro del capítulo tercero denominado análisis y evaluación de riesgos, alude que
resulta imprescindible la aplicación de una metodología o procedimiento de análisis que garantice el rigor
profesional del estudio, recurriendo al Método de Mosler (Amasplus Ingeniería S.L., 2012). Navarro (2013)
282
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
señala en una publicación de la revista digital INESEM el Método Mosler como uno de los más utilizados
en el ámbito de la seguridad para realizar análisis de riesgos, desarrollando en la misma cada una de sus
fases de forma detallada. Siguiendo la citada Ley 5/2014, de 4 de abril, de Seguridad Privada, recordando
que una de las funciones del Director de Seguridad es la mencionada por el artículo 36b) como la
identificación, análisis y evaluación de situaciones de riesgo (Ley 5, 2014), González (2014) destaca que
para realizar una correcta evaluación de las distintas situaciones de riesgo se ha de utilizar el método de
análisis más adecuado a cada circunstancia, señalando el Método Mosler como uno de los más conocidos.
La resolución de la Consejería de Igualdad, Salud y Políticas Sociales de la Junta de Andalucía, con número
de expediente 13C91010027,419/2014 emitida para resolver la adjudicación del Servicio integral de
vigilancia y seguridad del Complejo Hospitalario Universitario de Granada a las distintas empresas
concursantes, dispone dentro del informe técnico remitido en los distintos ítems, a la empresa de seguridad
Eulen una calificación descrita como “bien” en cuanto al estudio de seguridad realizado por el Método
Mosler esgrimiendo buena tecnología para el análisis de los riesgos (Junta de Andalucía, 2014).
Dentro de la Comunidad de Madrid, a nivel local, recordado el Pliego de Prescripciones Técnicas
particulares del Ayuntamiento de Madrid, en el contrato de servicios para la protección y seguridad de
recintos, (Madrid Espacios y Congresos, 2012) en el anexo III, se especifica que se ha de confeccionar un
Plan de Seguridad basándose en los cinco apartados del Anexo, que se adaptarán a cada una de las
instalaciones a proteger, el punto 1 del anexo denominado Análisis de Riesgos, especifica que se realizará
basándose en el método Mosler o en el Cuantitativo Mixto. Por último, el Área de Gobierno Seguridad y
Emergencias del Ayuntamiento de Madrid cuyas competencias, entre otras son la promoción de la
seguridad, a través de su Centro Integral de Formación de Seguridad y Emergencias (CIFSE) publicó en
2014 un Manual denominado “Videovigilancia y Seguridad Privada en el ámbito del A.G. Seguridad y
Emergencias”, en el que se describe y desarrolla el método Mosler dentro del objetivo de Servicio de
Gestión de la Seguridad en Edificios e Instalaciones (Centro Integral de Formación de Seguridad y
Emergencias [CIFSE], 2014).
Indagando sobre el origen del método Mosler, con el objetivo de conocer que figura o entidad lo desarrolló
y empleó por primera vez, no se ha localizado la plantilla original ni se ha recogido un origen categórico
documentado en una fuente fiable contrastada, la aproximación realizada conduce a ubicar su origen en dos
posibles entidades. La primera es la empresa “Mosler Safe Company” creada por Gustave Mosler (1816-
1874), inmigrante austriaco que se unió en 1859 a la empresa de seguridad Diebold, Bahmann and Company
y en 1869 formó Mosler, Bahmann and Company en Cincinnati (Ohio) dirigida principalmente por cuatro
de sus hijos (Moses, William, Max y Julius) pasando a llamarse Mosler Safe Company en 1876
trasladándose en 1891 de nuevo a Hamilton (Ohio), destacando por sus patentes de seguridad especializada
en cajas fuertes y cámaras acorazadas para bancos y para el National Museum of American History
(Oswald, 27 de junio de 2013). A principios de la década de 1900, Mosler comenzó a construir puertas
abovedadas para los bancos más prestigiosos de EEUU, a finales de la década de 1920, se convirtió en el
primero en comercializar la seguridad electrónica, en la década de 1940 introdujo el primer sistema bancario
de autoservicio, en la década de 1950 introdujo puertas especialmente diseñadas para proteger instalaciones
nucleares de alto secreto contra bombas atómicas y construyó una caja fuerte personalizada para proteger
283
Capítulo 2. Marco contextual y teórico
Figura 46. Mosler Safe Company. Fuente: Oswald (27 de junio de 2013).
Figura 47. Puerta blindada construida por Mosler Safe Company. Fuente: KL Security (s.f.).
284
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
La segunda entidad es Mosler Anti-Crime Bureau situada en 1561 Grand Boulevard Hamilton, OH 45012
United States of America, la cual realizó 14 publicaciones entre las que destacan diferentes guías como
“Security compliance guide: federal regulations for financial institutions”, “ Guide to bank building
security”, “Guide to physical security safes and vaults: construction, classification and insurance
considerations”, “Guide to Electronic Alarm Systems”, “Guide to Risk Management - A Systems
Approach” o la escrita en 1980 por su director Robert R. Rosberg “A Practitioners guide for security risk
management”, además cuentan con un video denominado “Silent Alarm Response by Mosler Anti-crime
Bureau” de Bravo Productions que se puede encontrar en el siguiente enlace:
https://archive.org/details/silentalarmresponse, así como con habilitaciones formativas.
Identificados y clasificados los riesgos a los que están expuestos los grandes eventos deportivos, las grandes
infraestructuras como los estadios de fútbol, así como las distintas áreas específicas a tratar previa
explicación de sus procesos de gestión multietápicos, a continuación se cierra el marco teórico investigando
que documentos organizativos gestionan los distintos riesgos a los que está expuesta, coincidiendo con el
objeto de estudio, una instalación deportiva desarrollado en el quinto y último bloque que compone el marco
teórico.
Desarrollado el cuarto bloque del marco teórico se finaliza con el quinto bloque denominado
“Documentos y seguridad”
285
Capítulo 2. Marco contextual y teórico
En este último apartado, se cierra el marco teórico investigando qué documentos organizativos
gestionan los distintos riesgos a los que está expuesta una instalación deportiva; discerniendo cuáles son de
obligado cumplimiento y cuáles no según indique la normativa de referencia, se clasifican en dos grandes
grupos.
Se describe en qué consisten, se identifica en qué sectores se aplican, quiénes los desarrollan y se relacionan
nuevamente con el deporte analizando incluyendo referencias a nivel internacional, nacional y autonómico.
Finalmente se muestra la necesidad de aunarse en documentos de ámbito superior como puede ser el Plan
director de seguridad.
Todo ello se corresponde con el quinto bloque del marco teórico denominado “Documentos y
seguridad” desarrollado a continuación:
2.5.1. Identificación y clasificación de los documentos organizativos existentes para la gestión de riesgos
en instalaciones deportivas.
2.5.2. Documentos organizativos de gestión de riesgos de obligado cumplimiento en el marco del objeto de
estudio.
2.5.2.1. Plan de Autoprotección, Plan de Actuación ante Emergencias y Libro del Edificio:
identificación, contenido, estructura, referentes y aplicación.
2.5.2.2. Documento de Seguridad de Datos de Carácter Personal: identificación, contenido, estructura,
referentes y aplicación.
2.5.2.3. Plan de Prevención de Riesgos Laborales: identificación, contenido, estructura, referentes y
aplicación.
2.5.3. Documentos organizativos de gestión de riesgos de no obligado cumplimiento en el marco del objeto
de estudio.
2.5.3.1. Plan (protocolos) de Emergencias Sanitarias: identificación, contenido, estructura, referentes
y aplicación.
2.5.3.2. Plan de Seguridad: identificación, contenido, estructura, referentes y aplicación.
2.5.4. Inclusión en documentos de ámbito superior: Plan Director de Seguridad.
Recordando que los ámbitos de la seguridad que afectan a una instalación deportiva eran cinco,
recuperando la asociación efectuada por Gómez-Calvo (2013c) relacionando los cinco grupos de riesgos
con los documentos organizativos que los gestionan, denominados planes, los distintos documentos
gestores asociados a los distintos grupos de riesgo se clasifican en:
286
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Identificados y asociados los distintos documentos a los cinco grupos de riesgos mostrados, a
continuación se pretende investigar cuáles son de obligado cumplimiento en el marco del objeto de estudio
según dispongan las normativas de aplicación.
Analizando los cinco grupos de riesgos con sus respectivos documentos, se obtiene que los de
obligado cumplimiento en las instalaciones deportivas del objeto de estudio (Centros Deportivos
Municipales [CDM] del Ayuntamiento de Madrid) son: el Plan de Autoprotección y el Plan de Actuación
ante Emergencias, el Libro del Edificio, el Documento de seguridad para la Protección de Datos de Carácter
Personal y el Plan de Prevención de Riesgos Laborales asociados a los grupos de riesgo 2, 4 y 5
respectivamente. Para poder ubicar y conocer cada documento se identificarán los mismos argumentando
el porqué de su obligado cumplimiento, se analizarán sus contenidos, estructuras y aplicación así como los
referentes asociados a los mismos.
2.5.2.1. Plan de Autoprotección, Plan de Actuación ante Emergencias y Libro del Edificio:
identificación, contenido, estructura, referentes y aplicación.
287
Capítulo 2. Marco contextual y teórico
El documento que establece el marco orgánico y funcional previsto para un centro, establecimiento,
espacio, instalación o dependencia, con el objeto de prevenir y controlar los riesgos sobre las
personas y los bienes y dar respuesta adecuada a las posibles situaciones de emergencia, en la zona
bajo responsabilidad del titular de la actividad, garantizando la integración de éstas actuaciones con
el sistema público de protección civil. Dicho Plan aborda la identificación y evaluación de los
riesgos, las acciones y medidas necesarias para la prevención y control de riesgos, así como las
medidas de protección y otras actuaciones a adoptar en caso de emergencia. (p.8)
Según establece su artículo 2.1 dicho Real Decreto se aplicará a todas las actividades comprendidas en el
anexo I, el cual identifica dentro de las actividades con reglamentación sectorial específica, en su apartado
d) a las actividades de espectáculos públicos y recreativas y, entre ellas, los lugares, recintos e instalaciones
en las que se celebren actividades recreativas, en edificios cerrados con capacidad o aforo igual o superior
a 2000 personas, o con una altura de evacuación igual o superior a 28 m, las instalaciones cerradas
desmontables o de temporada con capacidad o aforo igual o superior a 2.500 personas y las situadas al aire
libre con una capacidad o aforo igual o superior a 20.000 personas (RD 393, 2007). Al margen de estas
actividades y requisitos, el artículo 2.2 del propio RD 393 (2007) establece que: “Las Administraciones
Públicas competentes podrán exigir la elaboración e implantación de planes de autoprotección a los titulares
de actividades no incluidas en el anexo I, cuando presenten un especial riesgo o vulnerabilidad” (p.3). Y
dentro del punto 2 (alcance) afirma que:
Las Comunidades Autónomas y las entidades locales, podrán establecer, en el ámbito de sus
competencias, valores umbrales más restrictivos de los establecidos en el Anexo I, atendiendo a
alguno o varios de los siguientes criterios: Aforo y ocupación. Vulnerabilidad. Carga de fuego.
Cantidad de sustancias peligrosas. Condiciones físicas de accesibilidad de los servicios de rescate y
salvamento. Tiempo de respuesta de los servicios de rescate y salvamento. Posibilidad de efecto
dominó y daños al exterior. Condiciones del entorno. Y otras condiciones que pudieran contribuir
al riesgo. (p.8)
A su vez el Real Decreto 1468/2008, de 5 de septiembre, que modifica al anterior, en su disposición final
segunda, otorga a las entidades locales la capacidad para establecer sus propios catálogos de actividades
susceptibles de generar riesgos colectivos o de resultar afectados por los mismos, así como las obligaciones,
de autoprotección que se prevean para cada caso (RD 1468, 2008). En el caso de la Comunidad Autónoma
de Euskadi, se rige por el Decreto 277/2010, de 2 de noviembre, por el que se regulan las obligaciones de
autoprotección exigibles a determinadas actividades, centros o establecimientos para hacer frente a
situaciones de emergencia, publicado en el Boletín Oficial del País Vasco (BOPV), número 238 según
indica su artículo 2 “Ámbito de aplicación” será de aplicación a todas las actividades comprendidas en su
anexo I radicadas en la Comunidad Autónoma de Euskadi e independientemente de la titularidad de las
mismas (Decreto 277, 2010).
Continuando con el Real Decreto 393/2007, su artículo 4, establece que el plan ha de ser elaborado por un
técnico competente y su elaboración, implantación, mantenimiento y revisión es responsabilidad del titular
288
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
de la actividad (RD 393, 2007), a su vez indica que habrá de estar redactado y firmado por un técnico
competente capacitado para dictaminar sobre aquellos aspectos relacionados con la autoprotección frente a
los riesgos a los que esté sujeta la actividad (RD 393, 2007). Analizando quien puede ser ese técnico
competente con las competencias para elaborar un plan de autoprotección, la Dirección General de
Protección Civil y Emergencias de España indica en su página web que corresponde a la Administración
Pública competente determinar la titulación o el perfil del que redacte el Plan de Autoprotección en función
de su formación y trayectoria profesional. Añade además que los órganos competentes de las
Administraciones Públicas que informen o reciban la documentación del Plan de Autoprotección, son los
que deben determinar si el que ha redactado el Plan es un técnico competente, debido a que los mismos hay
que dirigirlos según indica el artículo 4.2 del mismo Real Decreto 393/2007 al órgano de la Administración
Pública competente para otorgar el permiso o licencia para la explotación o inicio de actividad que será la
Dirección General de Protección Civil y Emergencias si dicho órgano pertenece a la Administración
General del Estado y la Dirección territorial de Protección Civil correspondiente si pertenece a una
administración territorial. Teniendo en cuenta esta última premisa, algunas Comunidades Autónomas han
regulado en sus territorios mediante distintas disposiciones este concepto de forma específica.
Así por ejemplo en el País Vasco, la Orden de 5 de septiembre de 2016, de la Consejera de Seguridad, por
la que se regula la acreditación del personal técnico competente para la elaboración de planes de
autoprotección, publicado en el Boletín Oficial del País Vasco (VOPV) número 177, en su artículo 2 indica
que podrán obtener la acreditación aquellas personas con titulación universitaria oficial que habilite o
cualifique específicamente para la elaboración de planes de autoprotección o planes de protección civil, las
personas con titulación universitaria oficial que hayan superado un curso de formación superior para
elaborar planes de autoprotección diseñado por la Academia Vasca de Policía y Emergencias y las personas
que hayan obtenido títulos propios universitarios de máster, experto o especialista que habiliten o
cualifiquen para la elaboración de planes de autoprotección, todas ellas habrán de solicitar la acreditación
y una comisión evaluadora propondrá la resolución del procedimiento según indica la misma orden en sus
artículos 3, 4 y 5 (Orden 5, 2016).
289
Capítulo 2. Marco contextual y teórico
En las Islas Canarias, el Decreto 67/2015, de 30 de abril, por el que se aprueba el Reglamento de
Autoprotección exigible a determinadas actividades, centros o establecimientos que puedan dar origen a
situaciones de emergencia en la Comunidad Autónoma de Canarias, publicado en el Boletín Oficial de
Canarias (BOC) número 98, en su artículo 11 indica que el Técnico Redactor será el personal técnico con
competencias para la elaboración de los planes de autoprotección precisando con carácter previo la
correspondiente acreditación oficial por parte de Protección Civil Autonómica pudiendo solicitarla quienes
estén en posesión de título académico oficial que habilite para el ejercicio concreto de actividades
profesionales en materia de protección civil y atención de emergencias, o para el análisis, prevención y
respuesta ante los riesgos inherentes a las actividades propias de cada profesión. Quienes estén en posesión
de algún título académico oficial, distinto habiendo superado un curso de formación específica o acrediten
ante Protección Civil Autonómica, una experiencia profesional en la redacción, gestión, mantenimiento y
supervisión de planes de autoprotección de al menos dos años de manera ininterrumpida o cuatro años de
manera acumulada (Decreto 67, 2015). Finalmente el mismo Decreto aclara que los que hayan obtenido
una acreditación oficial como técnico redactor, fuera de la Comunidad Autónoma de Canarias, por parte de
otra Administración Pública española o de otro Estado miembro de la Unión Europea, serán acreditados
por Protección Civil Autonómica, siempre y cuando justifiquen de forma fehaciente aquella acreditación
(Decreto 67, 2015).
A continuación se muestra un ejemplo de remite de informe técnico sobre el Plan de Autoprotección del
Pabellón Madrid Arena elaborado por el Departamento de Prevención de Incendios dependiente de la
Subdirección General de Bomberos en virtud de las competencias en el artículo 16 del Acuerdo de 29 de
290
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
marzo de 2012 de la Junta de Gobierno de la Ciudad de Madrid, firmada por el Director General de
Emergencias y Protección Civil del Ayuntamiento de Madrid:
Figura 48. Remite de informe técnico del Director General de Emergencias y Protección Civil del Ayuntamiento de Madrid sobre el
Plan de Autoprotección del Pabellón Madrid Arena. Fuente: Gobierno de la Comunidad de Madrid (2012).
Por su parte, el contenido mínimo del Plan de Autoprotección, se desarrolla en el Anexo II del citado Real
Decreto, identificado en la siguiente tabla:
Tabla 14. Contenido mínimo del Plan de Autoprotección de la Norma Básica de Autoprotección.
Plan de Autoprotección.
Capítulo 1. Identificación de los titulares y del emplazamiento de la actividad.
1.1. Dirección Postal del emplazamiento de la actividad. Denominación de la actividad, nombre y/o
marca. Teléfono y Fax.
1.2. Identificación de los titulares de la actividad. Nombre y/o Razón Social. Dirección Postal,
Teléfono y Fax.
1.3. Nombre del Director del Plan de Autoprotección y del director o directora del plan de actuación
en emergencia, caso de ser distintos. Dirección Postal, Teléfono y Fax.
Capítulo 2. Descripción detallada de la actividad y del medio físico en el que se desarrolla.
2.1. Descripción de cada una de las actividades desarrolladas objeto del Plan.
2.2. Descripción del centro o establecimiento, dependencias e instalaciones donde se desarrollen las
actividades objeto del plan.
2.3. Clasificación y descripción de usuarios.
2.4. Descripción del entorno urbano, industrial o natural en el que figuren los edificios, instalaciones
y áreas donde se desarrolla la actividad.
2.5. Descripción de los accesos. Condiciones de accesibilidad para la ayuda externa.
291
Capítulo 2. Marco contextual y teórico
292
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
La elaboración del Plan de Actuación ante Emergencias también se prevé en el artículo 20 de la Ley 31/1995
de 8 de noviembre, de Prevención de Riesgos Laborales y, venía indicada, en el artículo 24 del Real Decreto
2816/1982, de 27 de agosto, por el que se aprueba el Reglamento General de Policía de Espectáculos
Públicos y Actividades Recreativas al aludir que los titulares de todos los locales de espectáculos debían
elaborar un Plan de Emergencia (RD 2816, 1982) hasta su derogación por el citado RD 393, 2007.
293
Capítulo 2. Marco contextual y teórico
Analizando el Plan de Autoprotección en el contexto deportivo, en los grandes eventos destaca la guía
“Mass evacuation planning guide for major events. NASCAR Pilot”, elaborado por el U.S. Department of
Homeland Security en 2008 a modo de guía de planificación de evacuación masiva proporcionando una
estructura detallada para desarrollar un plan integral de evacuación masiva para una instalación individual,
siguiendo el “Manual de referencia de la guía de seguridad NASCAR" publicado en 2006 en el que se
describen recomendaciones de procedimientos de seguridad y protección basados en publicaciones,
estándares y experiencia así como los estándares publicados por la Asociación Nacional de Protección
contra Incendios (NFPA 601, 1561 y 1600) y la Administración de Seguridad y Salud Ocupacional (OHSA)
(U.S. Department of Homeland Security, 2008a).
En cuanto a las grandes instalaciones, destaca dentro de la guía orientada a la seguridad integral de los
estadios de Fútbol de Reino Unido, denominada “Guide to Safety at Sports Grounds” (FLA, 2008) sus
aspectos de autoprotección y emergencias. Como aspecto concreto de evacuación dentro del Plan de
Emergencias, destaca la guía “Evacuation planning guide for stadiums”, elaborado también por el U.S.
Department of Homeland Security en 2008 como guía con la que poder planificar la protección de los
espectadores y participantes del estadio en caso de un incidente mediante un plan de evacuación como
apéndice del plan de emergencia del estadio (U.S. Department of Homeland Security, 2008b). Continuando
con las instalaciones, con una mayor semejanza a las del objeto de estudio, destacan de Reino Unido, el
Emergency Action Plan (EAP) del St. Lukes Campus de la University of Exeter Sport (University of Exeter,
2010) y el Normal Operating Procedure & Emergency Action Plan del Epsom College Sports Centre
(Epsom College, 2011) ambos centros educativos especializados en deporte con campus deportivos.
A nivel nacional destaca una obra denominada “Manual para la autoprotección en las instalaciones y
eventos deportivos cubiertos: (evacuación, emergencias y aforos)” (García, Cortés & Gracia, 2016) y una
guía denominada “Guía para la elaboración de Planes de Autoprotección” del Colegio de Ingenieros
Técnicos Industriales de Barcelona (Corominas, Nogueras, Pedreny, Pineda & Sabaté, 2006). Como
ejemplos prácticos abiertos al público de Planes de autoprotección desarrollados, el Plan de Autoprotección
‐ Emergencia del Frontón de Muskiz y las diversas actividades que se desarrollan en esta instalación situada
en Bizkaia, realizada en 2013 por la empresa Team ingeniería y consultoría (Team ingeniería y consultoría,
2013), el Plan de Autoprotección del Polideportivo del municipio de Lemoa (Bizkaia), realizada en 2014
también por la empresa Team ingeniería y consultoría (Team ingeniería y consultoría, 2014a) y el Plan de
Autoprotección del Polideportivo Municipal de Ortuella (Bizkaia) realizada en 2014 también por la
empresa Team ingeniería y consultoría (Team ingeniería y consultoría, 2014b).
294
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
El otro documento asociado al grupo de riesgo 2. Riesgos de graves daños colectivos por situaciones de
emergencia y evacuación que acompaña al Plan de Autoprotección y por consiguiente también al Plan de
Actuación ante Emergencias es el Libro del Edificio, pudiéndose también ubicar dentro del grupo de riesgo
3. Riesgos de accidentes personales de los concurrentes, si bien por su obligado cumplimiento se ha ubicado
en este grupo. Dicho documento se sustenta en la Ley 38/1999, de 5 de noviembre, de Ordenación de la
Edificación, de aplicación según reza su artículo 2.1 en el proceso de la edificación de carácter permanente,
público o privado, debiéndose entregar una vez finalizada la obra a los usuarios finales del edificio según
indica su artículo 7, incluyendo según recoge su artículo 3 datos de requisitos relativos a; seguridad
estructural para que no se produzcan daños que comprometan su resistencia mecánica y su estabilidad,
seguridad en caso de incendio permitiendo desalojos seguros, limitación de la extensión del incendio y
acceso a los equipos de extinción y, seguridad de utilización para que su uso normal no suponga riesgo de
accidente (Ley 38, 1999).
La obligación de redacción del Libro del Edificio en el objeto de estudio la recoge la Ley 2/1999, de 17 de
marzo, de Medidas para la Calidad de la Edificación en su artículo 1, señalando su ámbito de aplicación a
los edificios de titularidad pública y privada que se construyan, reformen o rehabiliten dentro del territorio
de la Comunidad de Madrid, registrando en su artículo 13 la cumplimentación del Libro del Edificio
incluyendo entre otros documentos las normas de actuación en caso de siniestro o en situaciones de
emergencia que puedan producirse durante la vida del edificio, habiendo entrado en vigor como indica su
disposición adicional segunda como norma jurídica a los cinco meses de su publicación en el Boletín Oficial
de la Comunidad de Madrid, siendo la misma el 29/03/1999 (Ley 2, 1999). Dicha ley, se ajusta al Decreto
3449/1999, de 30 de diciembre, por el que se regula el Libro del Edificio ordenando en su artículo 3 su
contenido reflejando en su parte III la inclusión de normas e instrucciones de actuación en caso de siniestro
o en situaciones de emergencia del conjunto del edificio y de cada unidad de ocupación (Decreto 349,
1999).
295
Capítulo 2. Marco contextual y teórico
15/1999, de 13 de diciembre, de Protección de Datos de Carácter Personal, en su artículo 1, dicha ley tiene
por objeto garantizar y proteger las libertades públicas y los derechos fundamentales de las personas físicas,
y especialmente de su honor e intimidad personal y familiar en lo concerniente al tratamiento de los datos
personales (Ley 15, 1999). El Reglamento que desarrolla esta ley, aprobado por el Real Decreto 1720/2007,
de 21 de diciembre, en su artículo 2.1 afirma que será de aplicación en los datos de carácter personal
registrados en soporte físico, que los haga susceptibles de tratamiento, y a toda modalidad de uso posterior
de estos datos por los sectores público y privado (RD 1720, 2007), entendiendo los datos de carácter
personal, según establece el mismo RD 1720 (2007) en el apartado f) de su artículo 5.1 como: “Cualquier
información numérica, alfabética, gráfica, fotográfica, acústica o de cualquier otro tipo concerniente a
personas físicas identificadas o identificables” (p.6). Exceptuando, según marca el artículo 2.2:
Los tratamientos de datos referidos a personas jurídicas, ni a los ficheros que se limiten a incorporar
los datos de las personas físicas que presten sus servicios en aquéllas, consistentes únicamente en su
nombre y apellidos, las funciones o puestos desempeñados, así como la dirección postal o
electrónica, teléfono y número de fax profesionales. (p.5)
Y según establece el artículo 2.2 de la citada Ley de Protección de Datos de Carácter Personal, Ley 15
(1999):
Y el artículo 2.3 que establece que se regirán por sus disposiciones específicas:
a) Los ficheros regulados por la legislación de régimen electoral, b) Los que sirvan a fines
exclusivamente estadísticos, y estén amparados por la legislación estatal o autonómica sobre la
función estadística pública, c) Los que tengan por objeto el almacenamiento de los datos contenidos
en los informes personales de calificación a que se refiere la legislación del régimen del personal de
las Fuerzas Armadas, d) Los derivados del Registro Civil y del Registro Central de penados y
rebeldes y e) Los procedentes de imágenes y sonidos obtenidos mediante la utilización de
videocámaras por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, de conformidad con la legislación sobre la
materia. (p.2)
Su ámbito de aplicación, viene determinado por el artículo 3.1 del reglamento que desarrolla la citada ley,
el cual establece que todo tratamiento de datos de carácter personal se regirá por dicho reglamento cuando
el tratamiento sea efectuado en el marco de las actividades de un establecimiento del responsable del
tratamiento, siempre que dicho establecimiento se encuentre ubicado en territorio español (RD 1720, 2007),
entendiendo por el establecimiento lo establecido en su artículo 3.2. “Cualquier instalación estable que
permita el ejercicio efectivo y real de una actividad con independencia de su forma jurídica” (RD 1720,
2007, p.6). A su vez su artículo 88 establece que el responsable del fichero o tratamiento, definido en su
296
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
artículo 5 letra q) como: “Persona física o jurídica, de naturaleza pública o privada, u órgano administrativo,
que sólo o conjuntamente con otros decida sobre la finalidad, contenido y uso del tratamiento, aunque no
lo realizase materialmente” (p.7). Elaborará un documento de seguridad que recogerá las medidas de índole
técnica y organizativa acordes a la normativa de seguridad vigente que será de obligado cumplimiento para
el personal con acceso a los sistemas de información, tendrá carácter de documento interno de la
organización y deberá contener:
a) Ámbito de aplicación del documento con especificación detallada de los recursos protegidos, b)
Medidas, normas, procedimientos de actuación, reglas y estándares encaminados a garantizar el
nivel de seguridad exigido en este reglamento, c) Funciones y obligaciones del personal en relación
con el tratamiento de los datos de carácter personal incluidos en los ficheros, d) Estructura de los
ficheros con datos de carácter personal y descripción de los sistemas de información que los tratan,
e) Procedimiento de notificación, gestión y respuesta ante las incidencias, f) Los procedimientos de
realización de copias de respaldo y de recuperación de los datos en los ficheros o tratamientos
automatizados y g) Las medidas que sea necesario adoptar para el transporte de soportes y
documentos, así como para la destrucción de los documentos y soportes, o en su caso, la reutilización
de estos últimos. (pp.36-37)
Dentro del objeto de estudio, el Ayuntamiento de Madrid, según informa en su página web, indica que en
aquellos servicios que para su prestación se precise de los datos personales imprescindibles de los usuarios,
dichos datos se incorporarán a las actividades de tratamiento del Ayuntamiento y se tratarán con su finalidad
específica según lo establecido por el Reglamento (UE) 2016/679 del Parlamento Europeo y del Consejo
sobre protección de datos de carácter personal (Reglamento General de Protección de Datos), indicando
que la legitimación del tratamiento se puede basar en el consentimiento de las personas interesadas y/o
entre otros la ejecución de un contrato, el plazo de conservación de los datos dependerá del tratamiento y
serán objeto de cesión previo consentimiento del interesado o de acuerdo a la legislación. Dicho reglamento
elimina a partir del 25 de mayo de 2018 la obligación de notificar la inscripción de ficheros, de responsables
públicos o privados, en el Registro de Ficheros de la Agencia Española de Protección de Datos, por el
contrario si obliga a elaborar y mantener actualizado el Registro de Actividades de Tratamiento. Dicho
Registro de Actividades de Tratamiento, elaborado por la Dirección General de Transparencia y Atención
a la Ciudadanía, actualizado con fecha 24/05/2018 se publica para su conocimiento en el enlace:
https://sede.madrid.es/FWProjects/tramites/contenidos/descriptivos/ficheros/Registro_actividades_tratami
ento.pdf, ordenándose por Área de Gobierno y responsables de tratamientos de cada una, incorporando
información de cada tratamiento que incluye: responsable, categorías de interesados y de datos, medidas
técnicas y organizativas, legitimación para el tratamiento y plazos de conservación. El Área de Gobierno
del objeto de estudio, es el Área de Gobierno de Cultura y Deportes y el responsable la Dirección General
de Deportes, identificándose seis tratamientos distintos: información institucional; usuarios de actividades
deportivas; usuarios de programas de psicomotricidad; competiciones deportivas; gestión de medicina
deportiva y; relacionado con los trabajadores, gestión y control de personal (Ayuntamiento de Madrid,
2018a). La información referente a los seis tratamientos se pueden observar en las siguientes figuras:
297
Capítulo 2. Marco contextual y teórico
Figura 49. Información referente a protección de datos de la Dirección General de Deportes del Ayuntamiento de Madrid del
tratamiento “Información Institucional”. Fuente: Ayuntamiento de Madrid (2018a, p.293).
Figura 50. Información referente a protección de datos de la Dirección General de Deportes del Ayuntamiento de Madrid del
tratamiento “Usuarios de Actividades Deportivas”. Fuente: Ayuntamiento de Madrid (2018a, p.289).
298
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Figura 51. Información referente a protección de datos de la Dirección General de Deportes del Ayuntamiento de Madrid del
tratamiento “Usuarios de Programas de Psicomotricidad”. Fuente: Ayuntamiento de Madrid (2018a, p.291).
Figura 52. Información referente a protección de datos de la Dirección General de Deportes del Ayuntamiento de Madrid del
tratamiento “Competiciones Deportivas”. Fuente: Ayuntamiento de Madrid (2018a, p.292).
299
Capítulo 2. Marco contextual y teórico
Figura 53. Información referente a protección de datos de la Dirección General de Deportes del Ayuntamiento de Madrid del
tratamiento “Gestión de Medicina Deportiva”. Fuente: Ayuntamiento de Madrid (2018a, p.290).
Figura 54. Información referente a protección de datos de la Dirección General de Deportes del Ayuntamiento de Madrid del
tratamiento “Gestión y Control de Personal”. Fuente: Ayuntamiento de Madrid (2018a, p.298).
300
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Como se observa en las seis figuras, no se especifica información referente al Delegado/a de Protección de
Datos, el Plan Anual Normativo del Ayuntamiento de Madrid para el año 2018, aprobado por Acuerdo de
la Junta de Gobierno de 30 de noviembre de 2017, prevé elaborar un nuevo Reglamento Orgánico del
Gobierno y de la Administración del Ayuntamiento de Madrid que regulará el órgano que asumirá las
funciones que el RGPD asigna al Delegado de Protección de Datos (Junta de Gobierno de la Ciudad de
Madrid, 2018). Hasta que se apruebe el mismo, el Acuerdo de 7 de junio de 2018 de la Junta de Gobierno
de la Ciudad de Madrid por el que se modifica el Acuerdo de 29 de octubre de 2015 de organización y
competencias del Área de Gobierno de Participación Ciudadana, Transparencia y Gobierno Abierto, en su
artículo primero, asigna a la Dirección General de Transparencia y Atención a la Ciudadanía las
competencias del Delegado de Protección de Datos, para cumplir con la sección 4ª del Capítulo IV del
Reglamento UE 2016/679, del Parlamento Europeo y del Consejo de 27 de abril de 2016 relativo a la
protección de las personas físicas en lo que respecta al tratamiento de datos personales y a la libre
circulación de estos datos (RGPD) al ser la designación de dicho delegado obligatoria en tratamientos
efectuados por organismos públicos (Junta de Gobierno de la Ciudad de Madrid, 2018).
Conocido el tratamiento de los datos, es importante resaltar que el Reglamento General de Protección de
Datos regula los derechos de las personas afectadas indicando que pueden ejercitar ante el Ayuntamiento
de Madrid los derechos de acceso, rectificación, supresión, oposición y limitación al tratamiento. El
Ayuntamiento de Madrid, continúa informando en su página web en qué consiste cada uno de los cinco
derechos.
El derecho de acceso consiste en informar sobre los fines del tratamiento, categorías de datos personales
que se traten y de las posibles comunicaciones de datos y sus destinatarios. Del plazo de conservación de
los datos. Del derecho a solicitar la rectificación o supresión de los datos, la limitación al tratamiento, u
oponerse al mismo. Del derecho a presentar una reclamación ante la Autoridad de Control. De obtener una
copia de los datos objeto del tratamiento. De recibir información de las garantías adecuadas en caso de
transferencia internacional de datos. Y de la existencia de decisiones automatizadas (incluyendo perfiles) y
consecuencias del tratamiento.
El derecho de rectificación consiste en poder rectificar los datos inexactos y completar los incompletos,
inclusive mediante declaración adicional.
El derecho de supresión consiste en poder suprimir los datos personales cuando el tratamiento sea ilícito o
cuando haya desaparecido la finalidad que motivó el tratamiento siempre y cuando no deba prevalecer el
derecho a la libertad de expresión e información en cuyo caso no se procederá a este derecho.
El derecho de oposición consiste en poder oponerse al tratamiento cuando tenga por objeto la mercadotecnia
directa o cuando por motivos relacionados con la situación personal, debe cesar el tratamiento salvo que
sea necesario para la defensa de reclamaciones o se acredite un interés legítimo.
Finalmente el derecho a la limitación del tratamiento permite solicitar al responsable suspender el
tratamiento cuando se impugne la exactitud de los datos o mientras que se verifica si los motivos legítimos
del responsable prevalecen sobre el afectado en caso de haberse ejercido el derecho de oposición y permite
solicitar al responsable conservar sus datos cuando el tratamiento sea ilícito y el afectado se oponga a la
301
Capítulo 2. Marco contextual y teórico
supresión de sus datos y solicite en su lugar la limitación de su uso y, cuando el responsable ya no necesite
los datos para los fines del tratamiento pero el afectado si los necesite para la defensa de reclamaciones.
A continuación se muestra una figura con los derechos de protección de datos personales en virtud del
Reglamento Europeo de Protección de datos:
Figura 55. Derechos de protección de datos personales en virtud del Reglamento Europeo de Protección de datos. Fuente: Agencia
Española de Protección de Datos [AGDP] (s.f.).
Para ejercer estos derechos, en caso de desconocer el órgano al que dirigir la solicitud, se dirigirá a la
Dirección General de Transparencia y Atención a la Ciudadanía de forma presencial en las oficinas de
registro municipales, en los registros de otras administraciones públicas o mediante las demás formas
previstas en el artículo 16.4 de la Ley 39/2015, de 1 de octubre, del Procedimiento Administrativo Común
de las Administraciones Públicas, para ello se deberá aportar el DNI de la persona interesada (en menores
e incapaces previa acreditación de dicha condición lo podrá ejercer el representante legal), en caso de
representante voluntario DNI de éste y representación conferida por el interesado y en todos los casos la
documentación que justifique el derecho a ejercer.
También se podrá tramitar en línea en la sede electrónica del Ayuntamiento de Madrid, mediante
identificación y firma electrónica, a través del formulario normalizado que figura a continuación, siendo el
plazo de contestación, un mes desde la recepción de la solicitud:
302
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Figura 56. Formulario normalizado de ejercicio de derechos de protección de datos. Fuente: Ayuntamiento de Madrid (s.f.a).
303
Capítulo 2. Marco contextual y teórico
El Reglamento de los Servicios de Prevención aprobado por el Real Decreto 39/1997, de 17 de enero en su
artículo 1.1 remarca que la prevención debía hacerse en todos los niveles jerárquicos de la empresa, en
cualquier actividad que realicen y en todas las decisiones que adopten (RD 39, 1997). El artículo 16.1 de la
Ley 31/1995 modificado por el artículo 2.2 de la Ley 54/2003, de 12 de diciembre, de reforma del marco
normativo de la prevención de riesgos laborales, establece que la prevención de riesgos laborales deberá
integrarse en el sistema general de gestión de la empresa través de la implantación y aplicación de un Plan
de Prevención de Riesgos Laborales que deberá incluir la estructura organizativa, las responsabilidades, las
funciones, las prácticas, los procedimientos, los procesos y los recursos necesarios para realizar la acción
de prevención de riesgos en la empresa (Ley 54, 2003). El Reglamento de los Servicios de Prevención
aprobado por el Real Decreto 39/1997, remarca en su artículo 2 que el Plan de Prevención de Riesgos
Laborales es la herramienta a través de la cual se integra la actividad preventiva de la empresa en su sistema
general de gestión y se establece su política de prevención de riesgos laborales, debiendo aprobarse por la
dirección de la empresa, asumirse por toda su estructura organizativa, y conocerse por parte de todos los
trabajadores reflejándose en un documento que habrá de conservarse a disposición de la autoridad laboral,
de las autoridades sanitarias y de los representantes de los trabajadores (RD 39, 1997).
En el caso de las administraciones públicas, el artículo 14 de la Ley 31/1995, indica que los trabajadores
tienen derecho a una protección eficaz en materia de seguridad y salud en el trabajo con el correlativo deber
del empresario de protección de los trabajadores frente a los riesgos laborales así como de las
Administraciones públicas respecto del personal a su servicio (Ley 31, 1995). Continuando con las
administraciones públicas, el Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria
(INIA) dentro de su Plan de Prevención de Riesgos Laborales indica que la Administración General del
Estado (AGE), debe garantizar la seguridad y la salud de los empleados públicos a su servicio en todos los
aspectos relacionados con el trabajo e informa que el Sistema de Gestión de la Prevención de Riesgos
Laborales para la Administración General del Estado (SGPRLAGE) y el Manual de Prevención y los
Procedimientos de Gestión de la prevención de riesgos laborales son los aprobados en la Resolución de 17
de febrero de 2004 de la Secretaria de Estado de Función Pública (INIA, s.f.). A su vez las administraciones
304
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
públicas según reproduce el artículo 13 de la Ley 31/1995 disponen de la Comisión Nacional de Seguridad
y Salud en el Trabajo como órgano colegiado asesor de las mismas en la formulación de las políticas de
prevención y órgano de participación institucional en materia de seguridad y salud en el trabajo (Ley 31,
1995).
El Instituto de Biomecánica de Valencia propone varios modelos para implantar un sistema de gestión de
riesgos laborales, entre los que destaca, el OHSAS 18000 que lo combina con calidad y medio ambiente
siendo el más utilizado junto con la UNE-EN ISO 9000 y la UNE-EN ISO 14000, las directrices Europeas
para la Gestión de la Seguridad y la Salud en el trabajo del Comité Consultivo de Seguridad, Higiene y
Protección de la salud en el Trabajo y las directrices sobre Sistemas de Gestión de la Seguridad y la Salud
en el Trabajo de la O. I. T (Instituto de Biomecánica de Valencia [IBV], s.f.a).
El artículo 2.2 de la citada Ley 54/2003, continúa indicando que los instrumentos esenciales para la gestión
y aplicación del Plan de Prevención de Riesgos Laborales son la evaluación de riesgos laborales y la
planificación de la actividad preventiva. En la evaluación de riesgos laborales se tendrá en cuenta la
naturaleza de la actividad, las características de los puestos de trabajo y de los trabajadores y, aquellas otras
actuaciones que deban desarrollarse de acuerdo a lo dispuesto en la normativa sobre protección de riesgos
específicos y actividades de especial peligrosidad (Ley 54, 2003). Respecto a la planificación de la actividad
preventiva, el objetivo de la misma es eliminar, reducir o controlar las diversas situaciones de riesgo
mediante actividades preventivas que habrán de incluir plazos de ejecución, designación de responsables y
recursos humanos y materiales necesarios para llevarlas a cabo, se deberá asegurar una ejecución efectiva
mediante un seguimiento continuo modificándose en caso de que no se adecuen a la finalidad de protección
requerida (Ley 54, 2003). El artículo primero punto uno del Real Decreto 337/2010, de 19 de marzo, por
el que se modifica el Real Decreto 39/1997, de 17 de enero, por el que se aprueba el Reglamento de los
Servicios de Prevención, añade que las empresas de hasta cincuenta trabajadores que no desarrollen
actividades del anexo I podrán reflejar en un único documento de extensión reducida y fácil comprensión,
el Plan de Prevención de Riesgos Laborales, la evaluación de riesgos y la planificación de la actividad
preventiva, adaptado a la actividad y tamaño de la empresa (RD 337, 2010).
La evaluación de riesgos laborales y la planificación de la actividad preventiva como instrumentos
esenciales en la gestión y aplicación del Plan, están relacionados directamente con el servicio de prevención.
El artículo 31.2 de la Ley 31/1995, define al servicio de prevención como el conjunto de medios humanos
y materiales necesarios para realizar las actividades preventivas a fin de garantizar la adecuada protección
de la seguridad y la salud de los trabajadores, asesorando y asistiendo para ello al empresario, a los
trabajadores y a sus representantes y a los órganos de representación especializado (Ley 31, 1995). Sus
funciones vienen determinadas por el artículo 8.5 de la Ley 25/2009, de 22 de diciembre, de modificación
de diversas leyes para su adaptación a la Ley sobre el libre acceso a las actividades de servicios y su
ejercicio, que modifica el apartado tres del artículo 31 de la Ley 31/1995 indicando que deberán apoyar y
asesorar a la empresa en lo relativo al diseño, implantación y aplicación del Plan de Prevención de Riesgos
Laborales, a la evaluación de los factores de riesgo que puedan afectar a la seguridad y la salud de los
trabajadores, a la planificación de la actividad preventiva, a la información y formación de los trabajadores,
305
Capítulo 2. Marco contextual y teórico
El Real Decreto 39/1997, de 17 de enero, por el que se aprueba el Reglamento de los Servicios de
Prevención en su artículo 10 indica respecto a la actividad preventiva que el empresario podrá: asumirla,
designar a uno o varios trabajadores para llevarla a cabo, constituir un servicio de prevención propio o,
recurrir a un servicio de prevención ajeno (RD 39, 1997). Para el primer escenario, asunción por parte del
empresario, el artículo 8.3 de la citada Ley 25/2009, modifica el apartado 5 del artículo 30 de la Ley 31/1995
expresando que en las empresas de hasta diez trabajadores, el empresario podrá asumir personalmente las
funciones del servicio de prevención siempre que tenga la capacidad necesaria, en función de los riesgos a
que estén expuestos los trabajadores y la peligrosidad de las actividades, cuando se desarrollen de forma
habitual en el centro de trabajo (Ley 25, 2009). El artículo primero punto dos del citado Real Decreto
337/2010, añade que podrá realizarlo con excepción de las actividades relativas a la vigilancia de la salud
de los trabajadores cuando dichas actividades no estén incluidas en el anexo I del Real Decreto 39/1997
(RD 337, 2010). En el segundo escenario, designación de uno o varios trabajadores para llevarlo a cabo, el
artículo 12 del Real Decreto 39/1997 indica que este supuesto no será obligatorio cuando el empresario lo
haya asumido o bien se haya recurrido a un servicio de prevención propio o ajeno, inclusive cuando no sea
suficiente la designación de uno o varios trabajadores deberán ser desarrolladas a través de uno o más
servicios de prevención propios o ajenos (RD 39, 1997). En el tercer escenario, constitución de un servicio
de prevención propio, el artículo 14 del Real Decreto 39/1997 indica que se deberá constituir un servicio
de prevención propio cuando la empresa cuente con más de quinientos trabajadores, cuando cuente con
entre doscientos cincuenta y quinientos trabajadores si desarrollan alguna de las actividades incluidas en el
anexo I y cuando lo decida la autoridad laboral, previo informe de la Inspección de Trabajo y Seguridad
Social en función de la peligrosidad de la actividad o de la frecuencia o gravedad de la siniestralidad en la
empresa, disponiendo un plazo máximo de un año para constituirlo (RD 39, 1997). Finalmente en el cuarto
escenario, recurrir a un servicio de prevención ajeno, el artículo 8.6 de la citada Ley 25/2009, modifica al
apartado 5 del artículo 31 de la Ley 31/1995 estableciendo que para poder actuar como servicio de
prevención, las entidades especializadas deberán previa comprobación de cumplimiento de requisitos y
previa aprobación de la autoridad sanitaria estar acreditadas por la autoridad laboral, con validez en todo el
territorio español, suscribiendo a su vez la pertinente póliza de seguro (Ley 25, 2009). El artículo primero
punto cuatro del citado Real Decreto 337/2010, añade que no podrán mantener vinculaciones comerciales
o financieras con las empresas concertadas debiendo disponer de la organización, las instalaciones, el
personal y los equipos necesarios para el desempeño de su actividad (RD 337, 2010). En este caso,
nuevamente el artículo 31 de la Ley 31/1995 establece que el empresario deberá facilitar a dicho servicio
de prevención información referente a los riesgos para la seguridad y la salud de los trabajadores en el
trabajo, a las medidas y actividades de protección y prevención aplicables a dichos riesgos y a las posibles
situaciones de emergencia así como las medidas necesarias en materia de primeros auxilios, lucha contra
incendios y evacuación de los trabajadores comprendidos en sus artículos 18 y 20 junto a la documentación
relativa al Plan de Prevención de Riesgos Laborales, a la Planificación de la actividad preventiva, a los
controles del estado de salud de los trabajadores y a la relación de accidentes de trabajo y enfermedades
306
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
profesionales que hayan causado al trabajador una incapacidad laboral superior a un día de trabajo
comprendido en su artículo 23 (Ley 31, 1995). El artículo 30.6 de la Ley 31/1995 concluye que en caso de
no concertar el servicio de prevención con una entidad especializada deberá someter su sistema de
prevención al control de una auditoría o evaluación externa (Ley 31, 1995).
Dos aspectos fundamentales relacionados con el servicio de prevención son los delegados de prevención y
el comité de seguridad y salud por su papel a desempeñar. El artículo 38 de la Ley 31/1995 define al Comité
de Seguridad y Salud como órgano paritario y colegiado destinado a la consulta de las actuaciones en
materia de prevención de riesgos de la empresa debiendo constituirse cuando cuenten con cincuenta
trabajadores, formado por los Delegados de Prevención y por el empresario y/o sus representantes en igual
número (Ley 31, 1995). Entre sus competencias destaca según enumera el artículo 39 de la misma Ley
31/1995, la promoción de procedimientos y métodos para prevenir los riesgos mediante proposiciones de
mejora de condiciones o corrección de deficiencias a la empresa y, según indica el articulo 8 punto Ocho
de la ley 25/2009 que modifica el apartado 1 del artículo 39 de la Ley 31/1995 la participación en la
elaboración, puesta en práctica y evaluación de los planes y programas de prevención de riesgos de la
empresa (Ley 25, 2009).
Respecto a los delegados de Prevención, el artículo 35 de la Ley 31/1995 los define como los representantes
de los trabajadores con funciones específicas en materia de prevención de riesgos en el trabajo, designados
por y entre los representantes del personal, con arreglo a la siguiente escala; de cincuenta a cien
trabajadores: dos Delegados de Prevención, de ciento uno a quinientos trabajadores: tres Delegados de
Prevención, de quinientos uno a mil trabajadores: cuatro Delegados de Prevención, de mil uno a dos mil
trabajadores: cinco Delegados de Prevención, de dos mil uno a tres mil trabajadores: seis Delegados de
Prevención, de tres mil uno a cuatro mil trabajadores: siete Delegados de Prevención y de cuatro mil uno
en adelante: ocho Delegados de Prevención (Ley 31, 1995). Entre sus competencias destaca según enumera
el artículo 36 de la misma Ley 31/1995 colaborar con la dirección de la empresa en la mejora de la acción
preventiva, fomentar y promover la cooperación de los trabajadores en la ejecución de la normativa sobre
prevención de riesgos laborales y, ejercer una labor de control y vigilancia sobre el cumplimiento de la
normativa de prevención de riesgos laborales (Ley 31, 1995).
Analizando el Plan de Prevención de Riesgos Laborales en el contexto deportivo, destaca una ponencia de
José Luis Gómez-Calvo denominada “La prevención de riesgos laborales: incidencias de su aplicación en
los servicios e instalaciones deportivas” en el V Congreso AGESPORT Andalucía (Gómez-Calvo, 2007h)
en la que trata los aspectos claves de los riesgos laborales en los servicios deportivos.
Analizando los manuales y guías existentes, se han revisado dos guías, un catálogo y cuatro manuales. El
Consejo Superior de Deportes dentro de su manual “Buenas Prácticas en Instalaciones Deportivas”, incluye
un capítulo denominado “Seguridad laboral en instalaciones deportivas” en donde se abordan consejos y
recomendaciones prácticas sobre seguridad y salud en instalaciones deportivas centrados en puestos de
recepción, administración, limpieza y mantenimiento, los puestos de monitores deportivos no se han
abordado debido a la variedad de actividades al precisar de un estudio exhaustivo para determinar sus
307
Capítulo 2. Marco contextual y teórico
riesgos específicos y así poder establecer recomendaciones y buenas prácticas asociadas a ellos (CSD,
2009a). La Asociación Guipuzcoana de Empresas Gestoras de Servicios y Equipamientos Deportivos de
Entidades Públicas y/o Privadas, dispone de un manual denominado “Manual de buenas prácticas en
prevención de riesgos laborales, para gestores de servicios y equipamientos deportivos” donde se presentan
modos de actuación seguros para los trabajadores del sector. En la misma se abordan riesgos relacionaos
con agentes biológicos, físicos y químicos, riesgos ergonómicos en equipamientos, relacionados con la
actividad física, y con la manipulación manual de cargas, riesgos de caídas en el mismo plano, en altura, de
contacto eléctrico, de incendio y relacionados con almacenamientos (Asociación Guipuzcoana de Empresas
Gestoras de Servicios y Equipamientos Deportivos de Entidades Públicas y/o Privadas, 2009). La región
de Murcia, a través de su Consejo Asesor Regional de Formación Profesional, elaboró otro manual
denominado “Manual básico de prevención de riesgos laborales. Familia profesional: actividades físicas y
deportivas” en el que se tratan once puntos en los que se desglosan los principales riesgos laborales
asociados con sus correspondientes medidas preventivas, siendo los mismos: caídas al mismo nivel, caídas
a distinto nivel, golpes contra objetos, caída de objetos, manejo manual de cargas, contacto eléctrico,
incendios, atrapamiento, iluminación, confort térmico y, factores psicosociales. A su vez también se incide
en un bloque referente a la señalización de advertencia, prohibición obligación y salvamento o socorro
incluidas señales relativas a la lucha contra incendios y de colores referidas al riesgo de caída, choques y
golpes. Finalmente se profundiza en el etiquetado de los productos químicos, con sus símbolos de peligro
normalizados y frases de seguridad a incluir en los mismos con indicaciones para los trabajadores (Consejo
Asesor Regional de Formación Profesional de la Región de Murcia, 2010). El Instituto Nacional de
Seguridad e Higiene en el Trabajo [INSHT] (2014) expone una guía rápida denominada “Prevención de
riesgos laborales en centros deportivos. Monitores y entrenadores” en la que clasifican los riesgos presentes
en las instalaciones deportivas en tres clases, derivados de las instalaciones, asociados a las instalaciones y
asociados a los puestos de trabajo. El primer punto, riesgos derivados de las instalaciones, son riesgos que
afectan tanto al personal como a los usuarios encontrando riesgos derivados de las máquinas y aparatos de
ejercicios, derivados de productos químicos utilizados y derivados de los puestos de trabajo. El segundo
punto, riesgos asociados a las instalaciones, son muy variados debido a la gran variedad de instalaciones y
espacios existentes encontrando riesgos relativos a caídas, golpes, incendios, electricidad, exposición a
condiciones ambientales, a ruidos, a agentes químicos etc. El tercer punto, riesgos asociados a los puestos
de trabajo, se centra en los riesgos asociados a los monitores de actividades deportivas encontrando como
principales riesgos caídas al mismo nivel, caídas de objetos en manipulación, golpes contra objetos móviles,
atrapamientos por o entre objetos, ruido, afecciones de la voz, fatiga física, lesiones asociadas a
sobreesfuerzos, riesgo biológico, riesgo químico y, carga mental (INSHT, 2014). La Federación Nacional
de Empresarios de Instalaciones Deportivas (FNEID), la Federación de Servicios de UGT (FeS-UGT) y la
Federación de Servicios a la Ciudadanía de CCOO [CCOO] disponen de otra guía denominada “Guía
práctica para la identificación y prevención de enfermedades profesionales y enfermedades relacionadas
con el trabajo en instalaciones deportivas” en la que se identifica el posible origen de las enfermedades
profesionales y relacionadas con el trabajo más habituales del sector, para el conocimiento de empresarios
y trabajadores, indicándose a su vez medidas preventivas y pautas de trabajo seguro para eliminar los
riesgos que los generan y minimizar sus efectos (Federación Nacional de Empresarios de Instalaciones
308
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Se entenderá por enfermedad profesional la contraída a consecuencia del trabajo ejecutado por
cuenta ajena en las actividades que se especifiquen en el cuadro que se apruebe por las disposiciones
de aplicación y desarrollo de esta ley, y que esté provocada por la acción de los elementos o
sustancias que en dicho cuadro se indiquen para cada enfermedad profesional. (p.79)
Recordando que el cuadro de Enfermedades Profesionales está regulado por el Real Decreto 1299/2006, de
10 de noviembre, por el que se aprueba el cuadro de enfermedades profesionales en el sistema de la
Seguridad Social y se establecen criterios para su notificación y registro, figurando el listado completo en
su anexo 1 y anexo 2 como futuribles a incluir (RD 1299, 2006).
También es importante incluir que en ocasiones las enfermedades relacionadas con el trabajo que no figuran
en el citado listado, se pueden considerar accidentes de trabajo ya que el artículo 156 del mismo RD 8
(2015) indica en sus epígrafes a, e y f que tienen consideración de accidente de trabajo:
Los que sufra el trabajador al ir o al volver del lugar de trabajo, las enfermedades, no incluidas en el
artículo siguiente, que contraiga el trabajador con motivo de la realización de su trabajo, siempre
que se pruebe que la enfermedad tuvo por causa exclusiva la ejecución del mismo y las enfermedades
o defectos, padecidos con anterioridad por el trabajador, que se agraven como consecuencia de la
lesión constitutiva del accidente. (p.79)
Por último el Instituto de Biomecánica de Valencia facilita en su página web otro manual denominado
“Manual de buenas prácticas para la Prevención de Riesgos Laborales en Instalaciones Deportivas” en el
que se identifican los distintos espacios de una instalación deportiva y todos los puestos de trabajo, en virtud
de ello, se identifican los riesgos más habituales como son: caídas al mismo nivel, caída de objetos en
manipulación, golpes contra objetos inmóviles, atrapamientos por o entre objetos, ruido, afecciones
laríngeas o faríngeas, carga mental, riesgo biológico, riesgo químico y, posturas forzadas para, finalmente
identificar las causas de los mismos y sus medidas preventivas (IBV, s.f.a). Dicho manual destaca también
por sus anexos en los que se identifican de manera concreta en distintas tablas los riesgos citados y las
medidas preventivas asociadas en virtud de las funciones del monitor de actividades y de agua,
fisioterapeuta y masajista, atención al cliente y recepción y, limpieza y mantenimiento.
309
Capítulo 2. Marco contextual y teórico
Delimitando el Plan de Prevención de Riesgos Laborales al objeto de estudio como son los Centros
Deportivos Municipales (CDM) del Ayuntamiento de Madrid, se rigen por el Plan de Prevención de Riesgos
Laborales del Ayuntamiento de Madrid y sus Organismos Autónomos, Plan que afecta a una plantilla de
aproximadamente veintiséis mil trabajadores en más de mil quinientos noventa centros de trabajo
estructurado en Áreas de Gobierno, Áreas de Coordinación, Distritos y Organismos Autónomos (Junta de
Gobierno de la Ciudad de Madrid, 2009). En el mismo se indica que en virtud de la Ley 31/1995 y el Real
Decreto 39/1997, el Ayuntamiento de Madrid, en 1997 elaboró un documento sobre el Plan de Prevención,
realizado por el Departamento de Salud Laboral y los Delegados de Prevención de las Organizaciones
Sindicales con representación. En 2005 se realizó una nueva edición del Plan de Prevención y en 2006 con
el Real Decreto 604/2006, de 19 de mayo, que modificó el Real Decreto 39/1997 se elaboró un nuevo Plan
optando por un modelo de seguridad integrado, horizontal sobre la organización del trabajo, las condiciones
de trabajo, las relaciones sociales, y los factores ambientales y; vertical sobre la cadena jerárquica de mando
en cualquier nivel de responsabilidad con capacidad de integración con los Sistemas de Gestión de la
Calidad y de la Gestión Medioambiental (Junta de Gobierno de la Ciudad de Madrid, 2009). La política
preventiva y los objetivos radican principalmente en: establecer un Sistema de Gestión de Prevención de
Riesgos Laborales tomando como referencia el Sistema de Gestión de Prevención de Riesgos Laborales de
la Administración General del Estado; desarrollar los procedimientos que deberán asumir cada una de las
Áreas de Gobierno, Distritos Municipales y Organismos Autónomos del Ayuntamiento de Madrid; realizar
evaluaciones iniciales de riesgos en todos los centros de trabajo y en todos los puestos de trabajo con
revisiones cada cinco años; eliminar o reducir el riesgo, mediante medidas de prevención en el origen,
organizativas, de protección colectiva, de protección individual, o de formación e información a los
trabajadores; velar por la implantación de Planes de Autoprotección en todos los edificios municipales;
velar por la vigilancia de la salud de los trabajadores y; reducir los accidentes laborales y las enfermedades
profesionales de los trabajadores por causa de su actividad profesional (Junta de Gobierno de la Ciudad de
Madrid, 2009). La elaboración del Plan de Prevención le corresponde al Servicio de Prevención, a sus
representantes y a la empresa, se eleva al Comité de Seguridad y Salud para su consulta, se aprueba por
Acuerdo de la Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Madrid, se asume por toda su estructura organizativa
y se distribuye a las Áreas de Gobierno, Distritos y Organismos Autónomos para conocimiento de sus
trabajadores (Junta de Gobierno de la Ciudad de Madrid, 2009). El Área de Gobierno de Hacienda y
Administración Pública, establece la política general de Prevención de Riesgos Laborales y asume, a través
del Coordinador General de Recursos Humanos, la presidencia del Comité de Seguridad y Salud, mientras
que el Organismo Autónomo Madrid Salud, gestiona la Prevención de Riesgos Laborales del Ayuntamiento
de Madrid y de sus Organismos Autónomos por delegación de competencias de fecha 18 de junio de 2007
de la Junta de Gobierno de la Ciudad de Madrid (Junta de Gobierno de la Ciudad de Madrid, 2009). En
cuanto al servicio de prevención, el Ayuntamiento de Madrid y sus Organismos Autónomos, se constituyó
en el año 1999 contando con las cuatro especialidades o disciplinas preventivas previstas en el artículo 34
del Real Decreto 39/1997, de 17 de enero: medicina del trabajo, seguridad en el trabajo, higiene industrial
y ergonomía y, psicosociología aplicada, compuestos por técnicos de cada una de las cuatro especialidades
titulados conforme al Capítulo VI del Real Decreto 39/1997, actualmente se denomina Subdirección
General de Prevención de Riesgos Laborales y depende de la Dirección General de Salud Pública del
310
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Organismo Autónomo Madrid- Salud (Junta de Gobierno de la Ciudad de Madrid, 2009). Por último el
Comité de Seguridad y Salud es único para todo el Ayuntamiento de Madrid y sus OO. AA., funciona y se
compone según recoge el Reglamento de Funcionamiento Interno del Comité de Seguridad y Salud del
Ayuntamiento de Madrid y sus OO.AA., aprobado en fecha 23 de enero de 2009, disponiendo de una
comisión permanente, mientras que los delegados de prevención no han de ser necesariamente designados
por y entre los representantes del personal según Acuerdo-Convenio 2008-2011, sobre condiciones
comunes al personal funcionario y laboral del Ayuntamiento de Madrid y sus Organismos Autónomos
(Junta de Gobierno de la Ciudad de Madrid, 2009). Junto con el citado Plan de Prevención de Riesgos
Laborales, destacan; la Instrucción operativa de actuación, en materia de prevención de riesgos laborales,
en caso de agresiones de terceros, en las instalaciones deportivas municipales del Ayuntamiento de Madrid
(Instituto de Salud Pública del Ayuntamiento de Madrid, 2010), el protocolo que desarrolla la instrucción
denominado “Protocolo de actuación, en materia de prevención de riesgos laborales, en caso de agresiones
de terceros, en las instalaciones deportivas municipales del Ayuntamiento de Madrid” (Instituto de Salud
Pública del Ayuntamiento de Madrid, 2011). Y el Protocolo de actuación frente al acoso en el entorno
laboral del Ayuntamiento de Madrid y sus Organismos Autónomos (Junta de Gobierno de la Ciudad de
Madrid, 2011).
Es importante resaltar, que en cada centro, se efectúan análisis detallados de los riesgos a los que los
distintos trabajadores en función de su puesto, están expuestos, cada trabajador puede solicitar el suyo
particular al servicio de prevención (delegado de prevención).
Continuando el análisis de los cinco grupos de riesgos con sus respectivos documentos, se obtiene
que los de no obligado cumplimiento en las instalaciones deportivas del objeto de estudio (Centros
Deportivos Municipales [CDM] del Ayuntamiento de Madrid) son el Protocolo de Actuación en caso de
Emergencias y el Plan de Seguridad, asociados a los grupos de riesgo 3 y 1 respectivamente, debido a que
no se ha encontrado una disposición específica que indique la obligación en el objeto de estudio de disponer
de los mismos, aunque para el Plan de Seguridad, su necesidad sino ya su obligatoriedad, requiere de cierta
interpretación.
Para poder ubicar y conocer cada documento al igual que con los de obligado cumplimiento, se
identificarán los mismos, se analizarán sus contenidos, estructuras y aplicación así como sus referentes
asociados.
311
Capítulo 2. Marco contextual y teórico
En el ámbito específico de las instalaciones deportivas, destaca una obra de Fernández & Porcel (2011) de
la Junta de Andalucía, denominada “Emergencias sanitarias en Centros Educativos y Deportivos
Andaluces. Protocolos de actuación” dicho manual dirigido a personal no sanitario está avalado por la
Sociedad Española de Enfermería de Urgencias y Emergencias, es una herramienta homologada, sencilla y
útil en la que se establecen distintos protocolos de actuación ante múltiples emergencias sanitarias que
obligan a actuar rápidamente precisando en algunos casos de primeros auxilios. Ante cada situación, se
aborda un protocolo de actuación ante distintas posibilidades o características que se presenten, se explica
en que consiste, los síntomas más frecuentes, qué se debe hacer, qué se debe tener en cuenta y qué
recomendaciones se dan.
Junto con esta obra específica para centros deportivos, se encuentran otras orientadas a centros educativos
de correlativa aplicación como el sencillo artículo de Castaño (2009) denominado “Protocolo de actuación
ante situaciones de emergencias sanitarias en el aula educativa”. Y dos obras de referencia, la de Barbero
et al. (2004) de la Junta de Castilla y León, denominada “Protocolos de actuación ante urgencias sanitarias
en los centros educativos de castilla y león” como documento de referencia de consulta para hacer frente a
contingencias sanitarias que requieran una actuación inmediata, dividido en dieciocho capítulos en los que
se tratan las más importantes y frecuentes abordándose de cada una qué es y en qué consiste, su actuación
básica, precauciones y recomendaciones. Y seis años más tarde la de Martínez et al. (2010) del Gobierno
de Canarias, denominada Guía de atención a emergencias sanitarias en los centros educativos, avalada por
múltiples entidades, en la que se aborda dentro de su primer capítulo cómo actuar ante enfermedades
crónicas como el asma, la epilepsia, la diabetes y alergias alimentarias, en su segundo capítulo se tratan
primeros auxilios básicos para la asistencia de las urgencias más frecuentes.
En el ámbito específico del objeto de estudio, el Ayuntamiento de Madrid, desde el año 2003 debido a la
responsabilidad que otorga a la alcaldía la Ley de Bases de Régimen Local y la Ley de Protección Civil, ha
desarrollado un innovador modelo apoyado en tres pilares como son la integración de servicios y cuerpos
con responsabilidades en un mando único, fortalecer la prevención y buscar la excelencia de los servicios
de emergencia (Del Álamo, 2012). La integración de servicios se asentó mediante la creación de un centro
único de comando y control de las emergencias y la seguridad municipal, desarrollado en el proyecto
CISEM (Centro Integral de Seguridad y Emergencias de Madrid) con una inversión de diecisiete millones
de euros, desde donde se dirige la actividad de Policía Municipal, bomberos y SAMUR-Protección civil,
312
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
siendo a su vez el CECOP (Centro de Control de Operaciones ó Centro de Crisis) ante cualquier emergencia
o desastre mayor, por otro lado se constituyó el CIFSE (Centro Integral de Formación en Seguridad y
Emergencias) para dar apoyo a la capacitación (Del Álamo, 2012). En cuanto al fortalecimiento de la
prevención, destacan las campañas desarrolladas por bomberos en los ámbitos empresarial y escolar, la
capacitación en primeros auxilios de SAMUR-Protección civil a más de veinte mil personas al año o su
cobertura sanitaria en mil quinientos actos públicos con aproximadamente veinticinco millones de
población total cubierta al año (Del Álamo, 2012). Finalmente la excelencia de los servicios de emergencias
se ha basado en la incorporación de protocolos de actuación en función de la complejidad de los incidentes,
en la implantación de acreditaciones de calidad y en la incorporación de recursos humanos con medios
materiales eficaces y actualizados, cumpliendo así con la Declaración de Incheon de 2009 en la que los
países miembros de la Estrategia Internacional para la Reducción del Riesgo de Desastres (EIRD) de
Naciones Unidas, definieron establecer una Alianza de Gobiernos Locales para la Reducción del Riesgo de
Desastres identificando la gobernabilidad local como principal herramienta (Del Álamo, 2012). Con todo
ello el Ayuntamiento de Madrid dispone de un Protocolo de actuación en caso de urgencias médicas
aplicables en los Centros Deportivos Municipales, así como una relación de material sanitario con los que
tienen que estar dotados en función de los metros cuadrados de lámina de agua con que cuenten sus piscinas
(Dirección General de Deportes del Ayuntamiento de Madrid, 2016). En dicho protocolo se cita el
Protocolo de activación del Servicio de Asistencia Municipal de Urgencia y Rescate (SAMUR) del
Ayuntamiento de Madrid, con el objetivo de recoger datos sencillos para que puedan categorizar el
incidente y seleccionar el tipo de ambulancia adecuada, mediante el teléfono 112 identificando su ubicación
mediante la localización más precisa informando sobre el mejor acceso y dando información básica
especificando si es un enfermo o un herido, si habla, su aspecto, sexo y edad aproximada. Dicho protocolo
de activación, se desarrolla en su “Manual de procedimientos 2016” con más de quinientas cincuenta
páginas de desarrollo de procedimientos de actuación en múltiples situaciones (Servicio de Asistencia
Municipal de Urgencia y Rescate [SAMUR - Protección Civil], 2016). Junto a este manual, desarrollan una
guía denominada “Guía de Primeros Auxilios SAMUR - Protección Civil” siendo de gran relevancia puesto
que se analizan múltiples situaciones como normas generales de actuación en caso de emergencia, crisis de
ansiedad, alteraciones de la consciencia, RCP, ataque cardiaco y cerebral, intoxicaciones, picaduras y
mordeduras, reacciones alérgicas, lesiones de tejidos blandos, lesione óseas y musculares, hemorragias,
lesiones en ojos, oídos y nariz, trastornos por agentes físicos, urgencias pediátricas, urgencias
ginecobstetricas, posiciones de espera, medidas de higiene y prevención en entornos específicos,
explicando en qué consisten, cómo identificarlas y ofreciendo pautas de actuación sobre qué hacer y qué
no hacer destinadas a personal no sanitario (Servicio de Asistencia Municipal de Urgencia y Rescate
[SAMUR - Protección Civil], s.f.a). Como servicio añadido, la Dirección General de Deportes del
Ayuntamiento de Madrid (2015) pone a disposición del ciudadano un servicio de reconocimientos médicos
para deportistas orientado a conocer el estado de salud y el grado de aptitud física para la práctica de
actividades deportivas, dicho reconocimiento puede ser básico o especial y se realiza en nueve de sus
Centros Deportivos Municipales (CDM).
313
Capítulo 2. Marco contextual y teórico
Analizando el Plan de Seguridad en relación al grupo de riesgo 1. Riesgos de daños por actos
deliberados o incívicos. El borrador de Real Decreto por el que se aprueba el reglamento de seguridad
privada indica haciendo referencia a los Planes de seguridad en su artículo 205 que son la herramienta
principal de prevención, protección y respuesta, destinada a la previsión de amenazas y riesgos y buscando
disminuirlos o eliminarlos mediante acciones y medios, alcanzando así el objetivo de seguridad fijado
(Ministerio del interior, 2018). Su artículo 205 continua clasificando los planes de seguridad que inciden
en el ámbito de la seguridad privada en tres clases: planes derivados del sistema de protección de las
infraestructuras críticas; planes de autoprotección, de riesgos laborales y de riesgos específicos y; planes
de seguridad privada específicos para eventos o acontecimientos concretos, o de seguridad corporativa para
la protección del normal desarrollo de las actividades empresariales (Ministerio del Interior, 2018).
Siguiendo dicha clasificación, fuera del contexto deportivo, extrayendo los planes derivados del sistema de
protección de las infraestructuras críticas, se observa que a nivel nacional según establece la Ley 8/2011,
de 28 de abril, por la que se establecen medidas para la protección de las infraestructuras críticas, es
obligatorio en las infraestructuras críticas definidas en la propia Ley 8 (2011) en su artículo 2 como: “Las
infraestructuras estratégicas cuyo funcionamiento es indispensable y no permite soluciones alternativas,
por lo que su perturbación o destrucción tendría un grave impacto sobre los servicios esenciales” (p.4).
Situadas en territorio nacional e incluidas en el Catálogo Nacional de Infraestructuras Críticas, según
establece su artículo 14.1, la adopción y aplicación de los siguientes planes de actuación para su protección;
Planes de Apoyo Operativo, Planes de Protección Específicos, Planes Estratégicos Sectoriales y Planes de
Seguridad del Operador (Ley 8, 2011).
Para ubicar el significado de cada uno, Sánchez (2014) define el Plan de Apoyo Operativo como:
Documento operativo donde se plasman las medidas concretas a poner en marcha por las fuerzas y
Cuerpos de Seguridad competentes en cada demarcación territorial y, en su caso, por las Fuerzas
Armadas, en apoyo de los operadores críticos para la mejor protección de las infraestructuras
críticas. (p.48)
El Plan Estratégico Sectorial como: “Instrumento de programación del Estado aprobado por la Comisión
Nacional para la Protección de las Infraestructuras Críticas, dirigido a mantener seguras las infraestructuras
españolas que proporcionan los servicios esenciales a la sociedad” (p.49). Y el Plan de Seguridad del
Operador como: “Documento estratégico donde se definen las políticas generales de seguridad de los
314
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
operadores críticos para garantizar la protección integral del conjunto de instalaciones o sistemas de su
propiedad o gestión” (p.48). Este último documento (Plan de Seguridad del Operador) según el artículo
13.1 de la Ley 8/2011, deberá ser elaborado por los operadores considerados críticos por dicha ley en los
términos y contenidos reglamentarios (Ley 8, 2011). Dichos términos quedan definidos en el artículo 22.4
del Reglamento de protección de las infraestructuras críticas por el que se desarrolla dicha ley, aprobado
por el Real Decreto 704/2011, de 20 de mayo, estableciendo que la Secretaría de Estado de Seguridad, a
través del Centro Nacional de Protección de Infraestructuras Críticas (CNPIC), establecerá y pondrá a
disposición de los operadores los contenidos mínimos y el modelo en el que basar su elaboración, cuyo
índice contendrá al menos: la Política general de seguridad, la Relación de Servicios Esenciales prestados
por el Operador Crítico, la metodología de análisis de riesgo y, los criterios de aplicación de las Medidas
de Seguridad Integral (RD 704, 2011).
Continuando con los planes de seguridad privada específicos para eventos o acontecimientos concretos o
de seguridad corporativa, dentro del contexto deportivo, se han realizado en grandes eventos. La Biblioteca
Central del Ministerio de la Presidencia de España, dispone de una memoria de Seguridad de los JJ.OO.
Barcelona 92 (Ministerio del Interior, 1993) y de cuatro documentos clasificados de acceso restringido. De
los cuales, dos obras son generales, una denominada “Plan director de Seguridad Olímpica” (Comisión
Superior de Seguridad Olímpica, 1990) y otra denominada “Plan integral de seguridad en instalaciones
deportivas” (Ministerio del Interior, 1991a) y, dos obras son específicas como es el caso del “Plan de
seguridad para los Juegos Olímpicos Barcelona 92” (Ministerio del Interior, 1991b) y del “Expo 92 plan
integral de seguridad Isla de la Cartuja” (Ministerio del Interior, 1991c).
En las grandes instalaciones deportivas, destaca, el Reglamento FIFA de Seguridad en los Estadios (FIFA,
2012) el cual, en su artículo 36.3 indica que el centro de control de seguridad del estadio deberá tener como
mínimo los siguientes documentos de seguridad: planes de contingencia, planes de emergencia, planes
operativos del cuerpo auxiliar de seguridad, planes operativos del personal de seguridad, planes de
asistencia médica y planes de acceso y salida. Junto con estos documentos, el reglamento también cita los
siguientes: plan de separación de grupos de aficionados, plan de acreditaciones y sectores del estadio, plan
de tareas diarias, planes de registro del estadio, documento sobre la estrategia de seguridad para el público,
procedimientos a seguir en caso de incidentes graves y emergencias, procedimientos de ubicación del
público en el estadio, junto con el plan de seguridad del estadio y el plan global de seguridad del estadio.
Dentro de las instalaciones del objeto de estudio, destaca uno de los ejes de actuación dentro del proyecto
“3planex” de la dirección general de deportes del Gobierno de Extremadura, orientado a la implantación en
las veintiocho mancomunidades de municipios de Extremadura de Planes de Seguridad en sus instalaciones
deportivas, con el objetivo de minimizar los riesgos derivados de instalaciones y equipamientos deportivos
durante la práctica de actividad física y deportiva, buscando las mayores condiciones de seguridad,
facilitando medidas y recursos a los organismos gestores de instalaciones deportivas relacionados con la
seguridad, a través de la elaboración, recopilación y entrega de material informativo de seguridad y
formaciones a los gestores (Gobierno de Extremadura, s.f.). Otros documentos que recogen información
315
Capítulo 2. Marco contextual y teórico
referente a planes de seguridad en el deporte son (Consejería de Educación y Ciencia, 2002; Vyles, 2009;
Coaffee, 2010; González, 2012; Tarbitt, 2012; Todt, 2013; Armstrong, Giulianotti & Hobbs, 2014; Bierens
& Scapigliati, 2014; Giulianotti 2014a; McCarthy & Tarbitt, 2014; Phillips & Boyes, 2014; Bryant &
Roberts, 2015) junto a ellos también se han de volver a mencionar los dos documentos de Reino Unido, el
del Colegio Epson (Epsom College, 2011) y el de la Universidad de Exeter (University of Exeter, 2010)
identificados dentro de las referencias de planes de emergencia puesto que también tratan en forma de
protocolos de actuación, los denominados riesgos antisociales como robos, amenazas de bomba etc. En
todos ellos es importante resaltar lo aportado por Roper & Payant (2014) indicando que la planificación es
el punto de partida para la implementación de un buen Plan de Seguridad debiendo estar en equilibrio con
los riesgos detectados, ser flexibles y personalizados e incluir capacitación, prevención, revisión y
verificación.
Volviendo a la normativa de obligado cumplimiento, el Borrador de Real Decreto por el que se aprueba el
reglamento de seguridad privada, prevé en relación a los eventos, en su artículo 201.3 establecer que por
cada evento que se organice superando los aforos determinados en el mismo, el promotor deba disponer de
un Plan Integral de Seguridad en el que se reflejen las medidas de seguridad privada a adoptar (Ministerio
del interior, 2018). Su elaboración le corresponderá al director de seguridad, siendo responsable de la
adecuación de las medidas a los riesgos, debiendo presentarlo a la Delegación, Subdelegación del Gobierno
o autoridad autonómica competente, con quince días de antelación a su celebración, al estar condicionada
a la aprobación de dicho plan (Ministerio del Interior, 2018).
Será aplicable con carácter general a las competiciones deportivas oficiales de ámbito estatal que se
organicen por entidades deportivas en el marco de la Ley 10/1990, de 15 de octubre, del Deporte,
así como las organizadas o autorizadas por las federaciones deportivas españolas. (p.5)
Por su parte, la Ley 10/1990, de 15 de octubre, del Deporte, Ley 10 (1990) en su artículo 46.2 establece
que:
Son competiciones oficiales de ámbito estatal aquellas que así se califiquen por la correspondiente
Federación deportiva española, salvo las de carácter profesional, cuya calificación corresponderá al
Consejo Superior de Deportes. Los criterios para la calificación de las competiciones oficiales de
ámbito estatal podrán ser establecidos en las disposiciones de desarrollo de la presente Ley o, de
acuerdo con ellas, en los Estatutos federativos correspondientes. Serán criterios para la calificación
de competiciones de carácter profesional, entre otros, la existencia de vínculos laborales entre
Clubes y deportistas y la importancia y dimensión económica de la competición. Y la denominación
316
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
de competición oficial de ámbito estatal queda reservada, a todos los efectos, para las reguladas en
el presente Título. (p.20)
Volviendo al artículo 5 del Real Decreto 203/2010, se establece que en función de las obligaciones o
medidas que deba adoptar cada organizador, los Protocolos de Seguridad, Prevención y Control serán de
tres clases: abreviado, básico o complementario (RD 203, 2010). Junto a estos tres protocolos, su artículo
6, establece que:
Y su artículo 7 que:
Los Delegados del Gobierno en las comunidades autónomas o en su caso los órganos competentes
de las mismas en materia de seguridad pública, aprobarán anualmente, previo informe de la
Comisión Estatal contra la violencia, el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el deporte y de los
órganos competentes de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, un Plan Individual de Riesgos
que le presentarán los organizadores responsables de cada una de las instalaciones deportivas
incluidas en el ámbito de aplicación del presente reglamento. Los citados planes contendrán, por
separado, las medidas que deben adoptarse en los acontecimientos deportivos ordinarios y en
aquellos que se declaren de alto riesgo de acuerdo con lo previsto en el artículo siguiente de este
reglamento. No obstante lo anterior, el Delegado del Gobierno podrá ordenar actuaciones puntuales
de carácter adicional de conformidad con lo dispuesto en el artículo 12 de la Ley 19/2007, de 11 de
julio. (p.8).
Por último la disposición adicional primera, establece que la Comisión Estatal contra la violencia, el
racismo, la xenofobia y la intolerancia en el deporte, determinará los recintos que, además de aquellos en
que se celebren encuentros de las categorías profesionales de fútbol y baloncesto, habrán de disponer de
localidades numeradas y de asiento para todos los espectadores y de Unidad de Control Organizativo (RD
203, 2010).
Analizando el Plan de seguridad en el marco normativo específico del objeto de estudio, en el plano
nacional dos normativas autonómicas lo citan, es el caso de Cataluña y Canarias. El Reglamento de
espectáculos públicos y actividades recreativas de Cataluña, aprobado por el Decreto 112/2010, de 31 de
agosto, Decreto 112 (2010) en el que su artículo 42.1 indica que:
Los establecimientos y espacios abiertos al público donde se realizan las actividades recreativas
musicales que tengan un aforo autorizado superior a las 150 personas y, en cualquier caso, los
establecimientos de régimen especial, independientemente de cuál sea su aforo autorizado, deben
disponer de una memoria de seguridad. (p.30)
317
Capítulo 2. Marco contextual y teórico
Por su parte el Reglamento de actividades clasificadas y espectáculos públicos de Canarias, aprobado por
el Decreto 86/2013, de 1 de agosto, Decreto 86 (2013) indica en su artículo 8.1:
Finalmente su artículo 10 sostiene que: “Las personas organizadoras o promotoras de espectáculos públicos
deberán elaborar un plan de seguridad del mismo cuando el aforo máximo autorizado del evento exceda de
200 personas” (p.17).
318
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Para la elaboración del Plan de Seguridad, a nivel internacional, destaca una guía del Departamento de
Seguridad Nacional de Estados Unidos denominada “Facility Security Plan: An Interagency Security
Committee Guide” en la que se propone un Plan de Seguridad aplicable a todos los edificios e instalaciones
en los Estados Unidos ocupados por empleados federales para actividades no militares (Interagency
Security Committee [ISC], 2015). En su apéndice A se puede consultar su ejemplo de sus elementos
articulados en la siguiente tabla:
Tabla 15. Contenidos del Plan de Seguridad de la Instalación del Interagency Security Committee (ISC) de EEUU.
A nivel nacional, como ya se indicó destaca el modelo y los contenidos que marca el artículo 22.4 del Real
Decreto 704/2011 para las infraestructuras críticas responsabilizando a la Secretaría de Estado de
Seguridad, a través del CNPIC, del establecimiento y puesta a disposición de los operadores de los
contenidos mínimos con los que deben de contar los PSO, así como el modelo en el que basar la elaboración
de los mismos (RD 704, 2011). Recordando que la Ley 8/2011, de 28 de abril, por la que se establecen
medidas para la protección de las infraestructuras críticas, en su artículo 13 indicaba que contendrían al
menos la política general de seguridad, la relación de Servicios Esenciales prestados por el Operador
Crítico, la metodología de análisis de riesgo (amenazas físicas y lógicas) y los criterios de aplicación de
Medidas de Seguridad Integral requiriendo una revisión bienal y una actualización en caso de cualquier
modificación (Ley 8, 2011). A continuación se observa el desarrollo de dichos puntos en la siguiente tabla,
según recoge la Resolución de 15 de noviembre de 2011, de la Secretaría de Estado de Seguridad, por la
319
Capítulo 2. Marco contextual y teórico
que se establecen los contenidos mínimos de los planes de seguridad del operador y planes de protección
específicos conforme a lo dispuesto en el Decreto 704/2011, de 20 de mayo, por el que se aprueba el
Reglamento de protección de infraestructuras críticas:
Tabla 16. Contenidos mínimos del Plan de Seguridad del Operador (PSO) del Reglamento de protección de las infraestructuras críticas.
320
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
321
Capítulo 2. Marco contextual y teórico
Tabla 17. Contenidos del Plan de Seguridad para la protección y seguridad del recinto ferial Casa de Campo y del Edificio Montera
25-27, gestionado por la empresa municipal Madrid Espacios y Congresos, S.A.
Plan de Seguridad del recinto ferial Casa de Campo y del Edificio Montera 25-27.
1. Análisis de riesgos.
1.1. Estudio de las instalaciones.
1.1.1. Situación, emplazamiento y entorno.
1.1.2. Accesos, Vías públicas y Accesibilidad.
1.1.3. Características Constructivas y Condiciones Generales de Diseño Arquitectónico.
1.2. Determinación y análisis de riesgos.
1.2.1. Definición de Riesgos.
1.2.2. Análisis de Riesgos.
1.2.3. Evaluación y cálculo del nivel de riesgo.
2. Organización de RR.HH. de seguridad.
2.1. Estructuración del servicio.
2.2. Procedimientos de actuación.
2.3. Procedimientos de control y supervisión.
2.4. Indicadores de productividad.
3. Sistema de seguridad.
3.1. Subsistema de cctv y videograbación.
3.2. Subsistema anti intrusión.
3.3. Subsistema de control de accesos.
3.4. Centralización de sistemas.
4. Seguridad física de la información.
4.1. Identificación y control de activos.
4.1.1. Clasificación de los Activos de la Información.
4.1.2. Tratamiento de la Información Clasificada: Protección, comunicación, transporte, protección
física y destrucción.
4.2. Cometidos de los medios humanos que participan en la protección de la información.
5. Seguridad laboral.
5.1. Análisis y evaluación de riesgos laborales.
5.2. Medidas preventivas propuestas.
Junto a ellos, se encuentran los contenidos que el Real Decreto 203/2010, de 26 de febrero, por el que se
aprueba el Reglamento de prevención de la violencia, el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el deporte
indica en su artículo 5 que han de tener los tres protocolos de seguridad, prevención y control, resumidos
en la siguiente tabla:
322
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Tabla 18. Contenidos de los protocolos abreviado, básico y, reforzado; de seguridad, prevención y control del Reglamento de
prevención de la violencia, el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el deporte.
323
Capítulo 2. Marco contextual y teórico
Además se encuentran propuestas de distintos autores, como la aportada por Gómez-Calvo (2014a) el cual
expone un esquema de Plan de seguridad articulado en ocho capítulos representados a continuación en la
siguiente tabla:
Tabla 19. Esquema de Plan de Seguridad propuesto por Gómez-Calvo en base a ocho capítulos.
Plan de Seguridad.
Capítulo 1. Descripción de la actividad, lugar de celebración, tipo y número de asistentes.
Capítulo 2. Estudio de riesgos de daños: Identificación- Análisis-Evaluación.
Capítulo 3. Legislación y normativa de aplicación.
Capítulo 4. Objetivos criterios de prioridad.
Capítulo 5. Duración del Plan de seguridad.
Capítulo 6. Diseño de la seguridad: Seguridad obligatoria y seguridad necesaria.
• Medidas (acciones según la evaluación de los riesgos).
Requisitos de aforo, admisión, acceso, permanencia y uso.
Información de los requisitos.
Control de cumplimiento de requisitos: aforo, admisión y accesos, control de permanencia y control de uso.
• Criterios de aplicación:
Graduación de las acciones a tomar en función de los niveles de riesgos.
Derechos de los asistentes.
• Protocolos de actuación.
• Medios humanos, y materiales: pasivos y activos.
• Servicios.
Capítulo 7. Coste económico y viabilidad del Plan de seguridad. Aplicación de las prioridades.
Capítulo 8. Dotación de seguridad:
• Disposición: Adquisición y contratación.
• Implantación.
• Aplicación (criterios y protocolos) y Coordinación y supervisión (dirección de seguridad).
• Evaluación de resultados (cumplimiento de objetivos en el tiempo determinado).
• Adecuación.
Finalmente se muestra la propuesta de contenidos mínimos que el borrador de Real Decreto por el que se
aprueba el reglamento de seguridad privada aporta, en su capítulo IV del título I del anexo IV, para la
elaboración del Plan Integral de Seguridad (Ministerio del Interior, 2018), como se muestra en la siguiente
tabla:
324
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Tabla 20. Propuesta de contenidos mínimos del Plan Integral de Seguridad del Borrador de Real Decreto por el que se aprueba el
Reglamento de Seguridad Privada.
Por lo tanto las empresas organizadoras o adjudicatarias que elaboren los planes de seguridad, pueden ser
empresas de seguridad o no, si van a ofrecer cualquier servicio del artículo 5 de la Ley 5/2014, consideradas
como actividades de seguridad privada como son según continua expresando la Ley 5 (2014) las de:
“Vigilancia y protección de bienes, establecimientos, lugares y eventos, tanto públicos como privados, así
325
Capítulo 2. Marco contextual y teórico
como de las personas que pudieran encontrarse en los mismos” (p.8). A su vez tendrán que ser una persona
física o jurídica autorizada (Empresa de seguridad privada constituida y autorizada). Para saber quiénes son
los técnicos competentes, en el ámbito de las empresas de seguridad, su artículo 35 establece que
corresponde a los jefes de seguridad el análisis de situaciones de riesgo y la planificación y programación
de las actuaciones precisas para la implantación y realización de los servicios de seguridad privada (Ley 5,
2014). En el ámbito de las otras empresas, su artículo 36 establece que corresponde a los directores de
seguridad:
Su artículo 58, remarca como infracción muy grave: “El ejercicio de funciones de seguridad privada para
terceros careciendo de la habilitación o acreditación necesaria” (p.26). Por lo tanto, los técnicos
competentes al frente de la elaboración de los planes de seguridad deberán ser Directores de seguridad
habilitados al frente de la empresa o entidad en la que presten sus servicios. Si se trata de una empresa de
seguridad y se van a analizar situaciones de riesgo y a planificar y programar actuaciones precisas para la
implantación y realización de los servicios de seguridad privada, lo podrá realizar un Jefe de Seguridad
habilitado. A la hora de prestar los servicios en empresas o entidades que no sean de seguridad privada,
dichas empresas constituirán un departamento de seguridad al cumplir con los requisitos que marca la Ley
5/2014, al frente del mismo deberá estar un Director de Seguridad habilitado, si no cumplen con los
requisitos para establecer un departamento de seguridad, el artículo 112 del Reglamento de Seguridad
Privada, aprobado por el Real Decreto 2364/1994, de 9 de diciembre, en función de las características que
desarrolla, marca la posibilidad de establecerlo, su artículo 113 marca la posibilidad de implantación en
organismos públicos, y su artículo 115 ofrece la posibilidad de crearlo de forma facultativa disponiendo
también de un director de seguridad habilitado al frente del mismo (RD 2364, 1994).
Es importante resaltar que los distintos documentos analizados generan sinergias, por ejemplo el
citado Plan de Autoprotección identifica levemente protocolos en caso de paquete bomba relacionado
directamente y valorado en profundidad en el Plan de seguridad por lo que no deberá duplicar la
información y nunca deberá ser incongruente. Otro ejemplo, también dentro del Plan de Autoprotección
radica en que servirá de ayuda en el cumplimiento de la Ley 31/1995 de Prevención de Riesgos Laborales,
en lo que respecta al análisis de las posibles situaciones de emergencia y evacuación de los trabajadores.
326
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Por otro lado el Decreto 86/2013, de 1 de agosto, por el que se aprueba el Reglamento de actividades
clasificadas y espectáculos públicos de Canarias, en su Artículo 10.3 en relación al Plan de Seguridad,
indica que el ayuntamiento podrá establecer el mecanismo de coordinación mediante el plan de emergencia
municipal (Decreto 86, 2013), encontrando de nuevo una sinergia importante.
A nivel internacional se menciona la integración en planes de ámbito superior, NaCTSO (2006) ya indicaba
que los planes de seguridad efectivos son simples, claros y flexibles, pero deben ser compatibles con los
planes existentes. Un ejemplo concreto de integración, dentro de los grandes eventos, es el “Mass
evacuation planning guide for major events. NASCAR Pilot”, elaborado por el U.S. Department of
Homeland Security en 2008 a modo de guía de planificación de evacuación masiva proporcionando una
estructura detallada para desarrollar un plan integral de evacuación masiva para una instalación individual,
en donde se indica que dicho plan también debe ser coherente con cualquier plan de respuesta de emergencia
local para el municipio en el que reside la instalación (U.S. Department of Homeland Security, 2008a).
Dentro del plano estatal también hay distintos ejemplos de integración en planes de ámbito superior, así el
borrador de Real Decreto por el que se aprueba el Reglamento de Seguridad Privada indicaba en su artículo
205 que en la elaboración del Plan Integral de Seguridad se integrarán los siguientes planes: planes de
seguridad específicos en función de las características y naturaleza de la empresa, planes de autoprotección
y emergencias y cualquier otro que prevenga, proteja y reduzca la manifestación de riesgos de cualquier
naturaleza o prevenga de cualquier tipo de infracción (Ministerio del interior, 2018).
El Ministerio del Interior (2011) en el documento en el que establece los contenidos mínimos del Plan de
Seguridad del Operador (PSO), siguiendo la Resolución de 15 de noviembre de 2011, de la Secretaría de
Estado de Seguridad, por la que se establecen los contenidos mínimos de los planes de seguridad del
operador y planes de protección específicos conforme a lo dispuesto en el Decreto 704/2011, de 20 de
mayo, por el que se aprueba el Reglamento de protección de infraestructuras críticas, indicó en su punto
6.2 “Coordinación con Otros Planes” que se identificarán todos los Planes diseñados por el operador que
puedan coordinarse con el Plan de Seguridad del Operador y los respectivos Planes de Protección
Específicos, activándose en caso de que las medidas preventivas fallen y se produzca el incidente.
Otro ejemplo de integración, se observa en el anexo II del Real Decreto 393/2007 donde se aprueba la
Norma Básica de Autoprotección de los centros, establecimientos y dependencias dedicados a actividades
que puedan dar origen a situaciones de emergencia, identificando en su capítulo 7 la integración del Plan
de Autoprotección en otros de ámbito superior como se observa en la siguiente tabla:
327
Capítulo 2. Marco contextual y teórico
Entre esos planes de integración de ámbito superior de protección civil, a nivel estatal la Dirección General
de Protección Civil y Emergencias dispone de distintos planes estatales específicos. A nivel municipal, en
la Comunidad de Madrid, se emplea según recoge el Decreto 85/1992, de 17 de diciembre, por el que se
aprueba, con el carácter de Plan Director, el Plan Territorial de Protección Civil de la Comunidad de Madrid
(PLATERCAM), el Plan Territorial de Protección Civil de la Comunidad de Madrid (PLATERCAM), en
el que se integran los Planes Territoriales de ámbito inferior al configurarse como Plan Director (Decreto
85, 1992). También se encuentran ejemplos de integración a nivel municipal, retomando el Decreto 86/2013
y su artículo 10.3 se indicaba que el ayuntamiento debía establecer el mecanismo de coordinación de los
distintos planes de seguridad, interior y exterior, que concurran en la celebración de un espectáculo público
en su término municipal (Decreto 86, 2013). Mientras que a nivel local, el Ayuntamiento de Madrid dispone
del Plan Territorial de Emergencia Municipal del Ayuntamiento de Madrid (PEMAM) elaborado por el
Área de gobierno de seguridad y emergencias (Ayuntamiento de Madrid, 2014).
328
CAPÍTULO 3
OBJETIVOS E HIPÓTESIS DE LA
INVESTIGACIÓN
Capítulo 3. Objetivos e hipótesis de la investigación
330
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
En este tercer capítulo se desarrollarán los objetivos formulados así como las hipótesis que se planteen
en la investigación.
Comenzando con los objetivos, en el capítulo 1 Introducción, dentro del punto 1.3 Proceso metodológico,
en el punto 1.3.2 Planteamiento de los objetivos, se enumeraron los ocho objetivos propuestos en la presente
investigación, para resolverlos es preciso articular diferentes fases en cada uno de ellos a modo de procesos
y tareas. A continuación se vuelven a indicar los ocho objetivos, identificando en los mismos dichas fases
para su resolución:
Primer objetivo (derivado de la primera, segunda y tercera líneas de investigación): “Conocer qué
requiere una instalación deportiva para considerarse segura”, para resolverlo se articulan tres fases:
· Conocer y describir todos los ámbitos o áreas de la seguridad a la que se ve afectada una
instalación deportiva (primera fase, derivada de la primera línea de investigación que requería
investigar cuáles son los requisitos de seguridad de las instalaciones deportivas).
· Conocer y enumerar qué riesgos afectan a cada ámbito o área de la seguridad descritos en la fase
anterior (segunda fase, derivada de la segunda línea de investigación que requería investigar qué
riesgos afectan a las instalaciones deportivas).
· Desarrollar un estudio legislativo a nivel nacional, autonómico y local con la normativa que
afecta a cada ámbito o área en base a los riesgos que los integren (tercera fase, derivada de la
tercera línea de investigación que requería investigar la normativa y la legislación que pueda
afectar las instalaciones deportivas desde el punto de vista de la seguridad).
· Elaborar un Cuestionario de Seguridad en Instalaciones Deportivas con distintos ítems con los
que poder analizar la relación de los/las responsables de los Centros Deportivos Municipales
(CDM) con la gestión de la seguridad en su instalación (primera fase, derivada de la cuarta línea
de investigación que requería investigar la relación de los/las responsables de las instalaciones
deportivas con la gestión de la seguridad).
· Elaborar las plantillas necesarias con el método elegido que conformen la herramienta para
realizar el estudio de riesgos (segunda fase, derivada de la quinta línea de investigación que
requería investigar la elaboración de una herramienta para poder gestionar los riesgos de las
instalaciones deportivas).
331
Capítulo 3. Objetivos e hipótesis de la investigación
Tercer objetivo (derivado del primer objetivo y de la primera línea de investigación): “Constatar
si los Centros Deportivos Municipales (CDM) del Ayuntamiento de Madrid disponen de registros
de incidentes, de bases de datos de los mismos y de los documentos organizativos que gestionen
cada área o ámbito de la seguridad, a través de los/las responsables de cada Centro Deportivo
Municipal (CDM) autorizado mediante la cumplimentación de una plantilla elaborada para tal fin”
(objetivo derivado de la primera línea de investigación que requería investigar cuáles son los
requisitos de seguridad de las instalaciones deportivas).
Cuarto objetivo (derivado del segundo objetivo y de la cuarta línea de investigación): “Conocer el
grado de relación de los/las responsables de los Centros Deportivos Municipales (CDM) con la
gestión de la seguridad”, para resolverlo se articulan cuatro fases:
Quinto objetivo (derivado del segundo objetivo y de la segunda y quinta líneas de investigación):
“Realizar un estudio de los riesgos que afecten a una instalación deportiva pertenecientes a los
documentos organizativos de los que carezcan, en la mayor muestra de Centros Deportivos
Municipales (CDM) posible, junto con los/las responsables de cada Centro Deportivo Municipal
(CDM) autorizado” (objetivo derivado de la segunda línea de investigación que requería investigar
qué riesgos afectan a las instalaciones deportivas y, de la quinta línea de investigación que requería
investigar la elaboración de una herramienta para poder gestionar los riesgos de las instalaciones
deportivas).
332
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Sexto objetivo (derivado del cuarto objetivo y de la primera, segunda y quinta líneas de
investigación): “Conocer el grado de seguridad de los Centros Deportivos Municipales (CDM)
analizados en el estudio de riesgos”, para resolverlo se articulan dos fases:
· Identificar los principales riesgos evaluados en el estudio de riesgos que afectan a la seguridad
de los Centros Deportivos Municipales (CDM) analizados (primera fase, derivada del cuarto
objetivo, de la segunda línea de investigación que requería investigar qué riesgos afectan a las
instalaciones deportivas y, de la quinta línea de investigación que requería investigar la
elaboración de una herramienta para poder gestionar los riesgos de las instalaciones deportivas).
· Conocer las medidas de seguridad existentes en los Centros Deportivos Municipales (CDM)
analizados (segunda fase, derivada del quinto objetivo y de la quinta línea de investigación que
requería investigar la elaboración de una herramienta para poder gestionar los riesgos de las
instalaciones deportivas).
Séptimo objetivo (derivado del cuarto objetivo y de la primera y quinta líneas de investigación):
“Establecer cuál sería el grado de seguridad óptimo en los Centros Deportivos Municipales (CDM)
analizados en el estudio de riesgos”, para resolverlo se articula una fase:
· Realizar las propuestas de mejora para eliminar y minimizar los riesgos identificados (fase
derivada del cuarto objetivo, de la primera línea de investigación que requería investigar cuáles
son los requisitos de seguridad de las instalaciones deportivas y, de la quinta línea de investigación
que requería investigar la elaboración de una herramienta para poder gestionar los riesgos de las
instalaciones deportivas).
Planteadas las fases para resolver los objetivos, a continuación se plantean las hipótesis de investigación:
Para plantear las hipótesis de la investigación en base a una metodología precisa y ordenada, se han seguido
las pautas e indicaciones de algunos autores, a modo introductorio, Salkind (1999) afirma que las hipótesis,
definidas como conjeturas educadas, reflejan el planteamiento del problema planteando preguntas que
puedan probarse mediante los métodos y técnicas de investigación más adecuados para poder contestar la
pregunta original. A su vez, Hernández-Sampieri et al. (1993) las definen como explicaciones tentativas
del fenómeno investigado formuladas como proposiciones, se pueden considerar como las guías de la
333
Capítulo 3. Objetivos e hipótesis de la investigación
investigación indicando lo que se intenta probar, tienen una función descriptiva y explicativa pudiendo ser
generales o precisas e involucrar a dos o más variables como propiedades que pueden variar y dicha
variación medirse y cuando reciben evidencia empírica a favor o en contra amplían información del
fenómeno a estudiar pudiendo llegar a probar o sugerir teorías si se aportan evidencias.
Definidas, indicada la utilidad y establecidas sus funciones, es necesario justificar de dónde provienen,
siguiendo las indicaciones de Hernández-Sampieri et al. (1993) las hipótesis planteadas han surgido del
planteamiento del problema, de los objetivos y preguntas de investigación y de la revisión de la literatura,
en este último aspecto los autores aclaran que, no se podrán formular sin haber revisado cuidadosamente la
literatura y en el caso de no existir un cuerpo teórico abundante, la intuición, observación y experiencia
pueden ofrecer hipótesis importantes, con la premisa de que cuanto menor apoyo empírico mayor cuidado
habrá que tener a la hora de elaborarlas y evaluarlas.
Una vez justificada su procedencia, se precisa indicar qué características reúnen. Para que las hipótesis
planteadas se consideren buenas, se han seguido los requisitos expuestos por Salkind (1999) siendo
expresadas de forma clara y categórica, en forma declarativa y no como pregunta, de forma breve y concisa,
planteando una relación esperada entre variables y pudiéndose probar mediante las técnicas de
investigación que se van a utilizar (como se explicará más adelante). Junto con los requisitos marcados por
Hernández-Sampieri et al. (1993) refiriéndose a una situación real, Rojas (1981) en los mismos Hernández-
Sampieri et al. (1993) manifiesta que es necesario contextualizar la realidad de las hipótesis puesto que para
someterse a prueba el universo y el contexto han de estar bien definidos. Con todo ello los términos
(variables) de las hipótesis planteadas son: precisos, concretos y comprensibles; la relación entre las
variables es verosímil presentando una relación lógica de forma clara; las variables y las relaciones
planteadas pueden ser observadas y/o medidas y; para probar las hipótesis planteadas, se han relacionado
con técnicas o herramientas disponibles.
Citadas las características, antes de exponer las hipótesis, se indica el criterio seguido a la hora de la elección
del tipo y número de hipótesis. Continuando con Hernández-Sampieri et al. (1993) indican que en estudios
que contienen análisis de datos cuantitativos (como se verá en la metodología de estudio) es común el
empleo de hipótesis nulas, hipótesis de investigación e hipótesis estadísticas de investigación. Manejan que
en algunas investigaciones se formula únicamente una hipótesis estadística dando por supuesto que quien
lo lea presupondrá la contraria. En este caso se han seguido las recomendaciones que indican al respecto
escribiendo de forma explícita todas las hipótesis para que se pueda comprender mejor el propósito y el
alcance de la investigación. Para ubicar cada uno de estos tipos de hipótesis empleadas, se remite una breve
descripción de cada una justificando así su utilización:
Hipótesis nulas: según Salkind (1999) son expresiones de igualdad que indican ausencia de relación entre
las variables, actúan de punto de partida si no se tiene información previa al respecto puesto que hasta que
no se demuestre que hay diferencia hay que suponer que no la hay siendo una referencia con la que comparar
los resultados observados para ver si las diferencias se deben a algún factor. Se representan usando símbolos
griegos. A su vez Hernández-Sampieri et al. (1993) indican que son la contrapartida de las hipótesis de
334
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
investigación y se simbolizan como H0. Dentro de los cuatro tipos de hipótesis nulas que describen los
autores, se han empleado dos, las que denominan hipótesis nulas descriptivas de una variable a estudiar en
un contexto y las hipótesis nulas que niegan que haya diferencia entre grupos que se comparan.
Hipótesis de investigación: continuando con Salkind (1999) normalmente para cada hipótesis nula se
plantea una hipótesis de investigación, son expresiones de desigualdad que plantean relación entre dos
variables, se han utilizado los dos tipos en que las divide, no direccionales planteando la desigualdad pero
no el sentido e indicando la diferencia pero no especificándola y; direccionales planteando el sentido en la
desigualdad e indicando la diferencia y especificándola. Se representan usando símbolos romanos. A su
vez Hernández-Sampieri et al. (1993) las definen como proposiciones tentativas acerca de las posibles
relaciones entre dos o más variables, también se denominan hipótesis de trabajo y se simbolizan como H i.
Las hipótesis de investigación empleadas coinciden con dos de los cuatro tipos que describen los autores,
al igual que en las nulas, las que denominan hipótesis de investigación descriptivas del valor de variables
que se van a observar en un contexto y; las hipótesis de la diferencia entre grupos. Este segundo tipo puede
abarcar dos, tres o más grupos, su clasificación coincide con la expuesta por Salkind, dividiéndose en
hipótesis simples de diferencia (las denominadas por Salkind como no direccionales) las cuales indican la
diferencia pero no a favor de qué grupo va esa diferencia, formuladas cuando el investigador no tiene bases
para presuponerlo y; en hipótesis direccionales (coincidiendo con las denominadas por Salkind como
direccionales) que sí indican en favor de qué grupo va la diferencia, formuladas cuando el investigador
tiene las bases suficientes como para presuponerlo, normalmente cuando el investigador está bastante
familiarizado con el problema de estudio.
Hipótesis alternativas: se han empleado este tercer tipo de hipótesis indicadas por Hernández-Sampieri et
al. (1993) como posibilidades alternativas a las nulas y a las de investigación que ofrecen una descripción
o explicación distinta, se han formulado simbolizadas como Ha debido a la necesidad de concretar otras
posibilidades adicionales, los autores inciden en que cuando las hipótesis nulas y de investigación abarcan
todas las posibilidades no se pueden formular hipótesis alternativas.
Hipótesis estadísticas: es el último tipo de hipótesis empleada, Hernández-Sampieri et al. (1993) las
traducen como la transformación de las hipótesis nulas de investigación y alternativas en símbolos
estadísticos. La justificación de su uso radica según pautan los autores en que parte de los datos del estudio
que se van a analizar son cuantitativos, a su vez las dividen en tres tipos, de los cuales se han empleado dos.
Las denominadas hipótesis estadísticas de estimación que se corresponden con las hipótesis de
investigación descriptivas de una variable que se va a observar en un contexto, las cuales se han basado en
información previa y se han diseñado para evaluar la suposición del doctorando con respecto al valor de
alguna característica de la muestra y; las hipótesis estadísticas de la diferencia de medias u otros valores en
las que se han comparado una estadística entre dos o más grupos.
335
Capítulo 3. Objetivos e hipótesis de la investigación
Siguiendo con Hernández-Sampieri et al. (1993) en cuanto al número de hipótesis que debe contener una
investigación, indican que deben tener las necesarias para guiar el estudio, ya que la calidad de la
investigación no está relacionada con el número de hipótesis que contiene.
Por último concluyen que al formular las hipótesis hay que definir los términos o variables incluidos para
que quien lea la investigación emplee el mismo significado sin que el mismo concepto se pueda entender
de maneras distintas, las variables puedan ser evaluadas en la realidad, se puedan confrontar los resultados
con los de otras investigaciones si coincidiesen las variables y los resultados se puedan evaluar de forma
adecuada puesto que las variables han sido contextualizadas. Las definiciones de las variables han de ser
conceptuales y operacionales, la primera define el término o la variable empleando otros términos y la
segunda especifica qué actividades u operaciones deben realizarse para medir dichas variables, Kerlinguer
(1979) en Hernández-Sampieri et al. (1993) indica que una definición operacional incluye lo que hay que
hacer para medir una variable.
Siguiendo todas estas pautas, la investigación consta de ocho hipótesis en las que se desarrolla: su
formulación, el tipo de hipótesis, su representación, su definición conceptual y operacional de sus términos
o variables y, su justificación.
Primera hipótesis: Los Centros Deportivos Municipales (CDM) del Ayuntamiento de Madrid no
disponen de los documentos organizativos; Plan de Seguridad y Plan (protocolo) de Actuación
ante Urgencias Sanitarias y si disponen de los documentos organizativos; Plan de Autoprotección,
Plan de Actuación ante Emergencias, Libro del Edificio, Documento de Seguridad de Datos de
Carácter Personal y, Plan de Prevención de Riesgos Laborales que se relacionan con los cinco
ámbitos o áreas de seguridad que engloban los distintos riesgos a los que se ve afectada una
instalación deportiva.
- Tipo de hipótesis primera parte: hipótesis nula descriptiva de una variable a estudiar en un contexto.
- Representación de la primera parte: Ho1: µ1≠ µ2. Donde:
Ho1: representa la hipótesis nula.
µ1= representa los Centros Deportivos Municipales (CDM) del Ayuntamiento de Madrid.
µ2= representa disponen de los documentos organizativos; Plan de Seguridad y Plan (protocolo) de
Actuación ante Urgencias Sanitarias, que se relacionan con dos de los ámbitos o áreas de seguridad que
engloban los distintos riesgos a los que se ve afectada una instalación deportiva.
≠: indica desigualdad.
- Definición conceptual y operacional de las variables:
336
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
µ1 = conceptualmente se refiere a todas las instalaciones polideportivas de gestión directa del Ayuntamiento
de Madrid consideradas como Centros Deportivos Municipales (CDM) autorizados para poder realizar en
ellos un Estudio de Riesgos.
µ2 = conceptualmente se refiere al Plan de Seguridad como el documento asociado a los Riesgos de daños
por actos antisociales que gestiona el primer área o ámbito de la seguridad en una instalación deportiva y
sus riesgos asociados, denominado Grupo de Riesgo 1. Y al Protocolo de Actuación ante Urgencias
Sanitarias como el documento asociado a los Riesgos de daños individuales que gestiona la tercera área o
ámbito de la seguridad en una instalación deportiva y sus riesgos asociados, denominado Grupo de Riesgo
3. (Como aclaración, ambos documentos se definieron y se desarrollaron en el Capítulo 2 Marco contextual
y teórico, dentro del quinto bloque punto 2.5 Documentos y seguridad, en el punto 2.5.3 Documentos
organizativos de gestión de riesgos de no obligado cumplimiento en el marco del objeto de estudio).
Operacionalmente se refiere a si los Centros Deportivos Municipales (CDM) disponen de estos
documentos, mediante una pregunta a incluir en la “Ficha informativa de la Instalación Deportiva” dentro
del apartado “Delimitación del Estudio de Riesgos” dirigida a la Dirección General de Deportes del
Ayuntamiento de Madrid, a los/las Coordinadores/as de cada Junta de Distrito del Ayuntamiento de Madrid
y a los/las responsables de cada Centro Deportivo Municipal (CDM) con dos posibles respuestas, una
afirmativa y su antónima negativa. (Como aclaración, la delimitación del Estudio de Riesgos se identificó
en el Capítulo 1 Introducción, en el punto 1.3.3 Elaboración de la Estrategia de investigación, dentro de su
primera fase en el epígrafe K) Delimitación junto con la Dirección General de Deportes y el Coordinador/a
de cada Junta de Distrito del Estudio de Riesgos en función de si disponen o no de los Documentos
Organizativos asociados a los Grupos de Riesgo a manejar y, dentro de su segunda fase en el epígrafe C)
Corroboración del punto K “Delimitación del Estudio de Riesgos” de la primera fase de la Estrategia de
Investigación denominada “Proceso previo del trabajo de campo” constatándolo por escrito en la “Ficha
informativa de la Instalación Deportiva”. Se desarrollará en el Capítulo 4 Metodología de estudio, en los
puntos 4.3 Desarrollo de la Primera fase de la Estrategia de investigación (proceso previo del trabajo de
campo), 4.4 Instrumentos de recogida de información y, 4.5 Desarrollo de la Segunda fase de la Estrategia
de investigación (trabajo de campo)).
- Tipo de hipótesis segunda parte: hipótesis de investigación descriptiva del valor de una variable observada
en su contexto.
- Representación de la segunda parte: Hi1: Ȳ1 = Ȳ2. Donde:
Hi1: representa la hipótesis de investigación.
Ȳ1= representa los Centros Deportivos Municipales (CDM) del Ayuntamiento de Madrid.
Ȳ2= representa disponen de los documentos organizativos; Plan de Autoprotección, Plan de Actuación ante
Emergencias, Libro del Edificio, Documento de Seguridad de Datos de Carácter Personal y Plan de
Prevención de Riesgos Laborales que se relacionan con tres de los ámbitos o áreas de seguridad que
engloban los distintos riesgos a los que se ve afectada una instalación deportiva.
=: indica igualdad.
- Definición conceptual y operacional de las variables:
Ȳ1= conceptualmente ostenta la misma referencia que la expuesta para µ 1.
337
Capítulo 3. Objetivos e hipótesis de la investigación
Segunda hipótesis: Los Centros Deportivos Municipales (CDM) del Ayuntamiento de Madrid no
disponen de Bases de Datos o Registros de Incidentes relacionados con los Grupos de Riesgo y
Catálogos de Riesgos que ordenan y clasifican los distintos riesgos a los que se ve afectada una
instalación deportiva.
338
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
339
Capítulo 3. Objetivos e hipótesis de la investigación
340
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
2015; Verdú, 2015; IBV, s.f.b) en relación al gestor deportivo sus preferencias y necesidades de gestión
aludiendo a la importancia que otorgan a la seguridad en la dirección de una instalación deportiva. (Como
aclaración, se identificó y desarrolló en el Capítulo 2 Marco contextual y teórico, dentro del segundo bloque
punto 2.2 Deporte y seguridad, dentro del punto 2.2.4 Gestión de la seguridad en el deporte, en su epígrafe
2.2.4.1 El gestor deportivo y la seguridad). Se justifica la hipótesis llevando una línea paralela en cuanto a
la importancia que han otorgado a la seguridad los gestores deportivos.
341
Capítulo 3. Objetivos e hipótesis de la investigación
Quinta hipótesis: Los mismos riesgos identificados en los distintos distritos y Centros Deportivos
Municipales (CDM) del Ayuntamiento de Madrid en los que se ha realizado el Estudio de Riesgos
no obtienen los mismos valores numéricos ni su correspondiente clasificación correlativa.
342
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
343
Capítulo 3. Objetivos e hipótesis de la investigación
(CDM) que indica la presente hipótesis, se observa que veintiún indicadores, nueve demográficos asociados
a la tipología de distrito (un indicador de seguridad pública como son las intervenciones de la Policía
Municipal con detenidos e imputados; dos indicadores de habitabilidad como son precio medio de la
vivienda de segunda mano y los promedios de las superficies de las viviendas construidas; dos indicadores
de enseñanza como son el porcentaje de alumnos en centros privados respecto al sumatorio de alumnos en
centros privados y públicos y, el porcentaje de alumnos en centros públicos respecto al sumatorio de
alumnos en centros públicos y privados y; cuatro indicadores sociales como son el porcentaje de personas
atendidas en la unidad de primera atención en los centros de servicios sociales respecto al total de personas
atendidas, el porcentaje de personas atendidas por el servicio de educación social respecto al total de
personas atendidas, el porcentaje de familias atendidas por el servicio de educación social respecto al total
de familias atendidas y, la procedencia de las demandas de intervención (nuevas en el año) de Centros de
Atención a la Infancia (CAI) respecto al total de demandas) y doce socioeconómicos asociados al perfil de
los habitantes de cada distrito (un indicador laboral como es la tasa de paro; cinco indicadores económicos
como son la renta neta media por hogar, el importe medio del crédito contratado por transacción de
vivienda, el importe medio del crédito contratado por m² de vivienda, el número de turismos por 100
habitantes y, el número de turismos por hogar; tres indicadores del nivel de formación como son el
porcentaje de población (mayores de 25 años) sin estudios respecto al total de residentes de cada distrito,
el porcentaje de población (mayores de 25 años) con sólo estudios primarios respecto al total de residentes
de cada distrito y, el porcentaje de población (mayores de 25 años) con estudios superiores respecto al total
de residentes de cada distrito; dos indicadores de la nacionalidad como son el porcentaje de población de
nacionalidad extranjera sobre el total de la población de cada distrito y, el porcentaje de alumnos extranjeros
sobre el total de alumnos en régimen general de cada distrito y; cuatro indicadores sociales como son el
porcentaje de personas atendidas en la unidad de primera atención en los centros de servicios sociales
respecto a la población de cada distrito, el porcentaje de personas atendidas por el servicio de educación
social respecto a la población de cada distrito, el porcentaje de familias atendidas por el servicio de
educación social respecto a la población de cada distrito y, la procedencia de las demandas de intervención
(nuevas en el año) de Centros de Atención a la Infancia (CAI) respecto a la población de cada distrito), los
cuales se detallarán en profundidad en el Capítulo 6 Discusión de los resultados obtenidos, presentan según
datos del Ayuntamiento de Madrid (2018b) en su Anuario Estadístico de 2018 y del Ayuntamiento de
Madrid (2019a) en su portal estadístico, diferencias claras al obtener grandes rasgos entre sus puntuaciones
máximas y mínimas registradas, permitiendo poder ser potenciales indicadores que puedan justificar dicha
variabilidad. Por lo tanto se justifica la hipótesis debido a las grandes diferencias demográficas y
socioeconómicas que presentan los indicadores citados en los distintos distritos de Madrid.
Sexta hipótesis: Los Centros Deportivos Municipales (CDM) del Ayuntamiento de Madrid de los
distritos de Puente de Vallecas, Moratalaz, Villaverde, Villa de Vallecas y Vicálvaro obtienen
mayor número de riesgos clasificados con los valores más altos que el número de riesgos
clasificados con los valores más altos que obtienen los Centros Deportivos Municipales (CDM)
del Ayuntamiento de Madrid del resto de distritos y, ostentan las puntuaciones medias más altas
344
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
de todas las puntuaciones medias registradas en los Centros Deportivos Municipales (CDM) del
Ayuntamiento de Madrid del resto de distritos en los que se ha realizado el Estudio de Riesgos.
345
Capítulo 3. Objetivos e hipótesis de la investigación
Operacionalmente hace referencia al cálculo matemático que obtiene la puntuación media de todos los
riesgos cuantificados en la plantilla “Identificación, Análisis y Evaluación de Riesgos”, en sus fases tres y
cuatro “Evaluación de los riesgos analizados” y “Cálculo y clasificación de los riesgos analizados”).
Ȳ9= conceptualmente se refiere a todos los riesgos identificados como focos potenciales de daños en los
Centros Deportivos Municipales (CDM) de los distritos de Puente de Vallecas, Moratalaz, Villaverde, Villa
de Vallecas y Vicálvaro del Ayuntamiento de Madrid.
Operacionalmente se sigue el mismo procedimiento que el descrito en la variable Ȳ6 aplicando el cálculo
matemático que obtiene la puntuación media de todos los riesgos cuantificados en la plantilla
“Identificación, Análisis y Evaluación de Riesgos”, en sus fases tres y cuatro “Evaluación de los riesgos
analizados” y “Cálculo y clasificación de los riesgos analizados”.
Ȳ10= conceptualmente se refiere a todos los riesgos identificados como focos potenciales de daños en los
Centros Deportivos Municipales (CDM) del resto de distritos del Ayuntamiento de Madrid.
Operacionalmente se sigue el mismo procedimiento que el descrito en la variable Ȳ9.
- Justificación de la sexta hipótesis: se observa que once indicadores, tres demográficos asociados a la
tipología de distrito (un indicador de habitabilidad como es el precio medio de la vivienda de segunda mano
y; los dos indicadores de enseñanza como son el porcentaje de alumnos en centros privados respecto al
sumatorio de alumnos en centros privados y públicos y, el porcentaje de alumnos en centros públicos
respecto al sumatorio de alumnos en centros públicos y privados) y ocho socioeconómicos asociados al
perfil de los habitantes de cada distrito (el indicador laboral como es la tasa de paro; cuatro indicadores
económicos como son la renta neta media por hogar, el importe medio del crédito contratado por transacción
de vivienda, el importe medio del crédito contratado por m² de vivienda y, el número de turismos por 100
habitantes y; los tres indicadores del nivel de formación como son el porcentaje de población (mayores de
25 años) sin estudios respecto al total de residentes de cada distrito, el porcentaje de población (mayores de
25 años) con sólo estudios primarios respecto al total de residentes de cada distrito y, el porcentaje de
población (mayores de 25 años) con estudios superiores respecto al total de residentes de cada distrito, los
cuales se detallarán en profundidad en el Capítulo 6 Discusión de los resultados obtenidos, presentan según
datos del Ayuntamiento de Madrid (2018b) en su Anuario Estadístico de 2018 y del Ayuntamiento de
Madrid (2019a) en su portal estadístico, datos que configuran un perfil social de población con pocos
recursos en los citados distritos que puede asociarse en algún sub segmento a mayores niveles de
conflictividad y por ende repercutir en mayores niveles de riesgos expresados en mayor número de riesgos
clasificados con los valores más altos y con puntuaciones medias más altas en dichos distritos según expone
la presente hipótesis. Por lo tanto se justifica la hipótesis debido a las diferencias en el perfil de los usuarios
de los distintos Centros Deportivos Municipales (CDM) en base a los indicadores citados compartiendo
dichos distritos su ubicación en el sur de Madrid.
Séptima hipótesis: Los Centros Deportivos Municipales (CDM) del Ayuntamiento de Madrid con
las mayores puntuaciones medias de los riesgos identificados y/o con mayor número de riesgos
clasificados con los valores más altos disponen de mayores medidas de seguridad.
346
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
347
Capítulo 3. Objetivos e hipótesis de la investigación
punto 1.3.3 Elaboración de la Estrategia de investigación, dentro de su segunda fase en sus epígrafes F)
Realización de la segunda parte de la Herramienta para realizar Estudios de Riesgos y para Identificar
Medidas de Seguridad contra dichos riesgos en Instalaciones Deportivas, (identificación de las medidas de
seguridad) mediante la cumplimentación de la plantilla “Identificación de las medidas de seguridad” junto
con la persona responsable de cada Centro Deportivo Municipal (CDM) y, G) Complementación de las
medidas de seguridad disponibles no identificadas en caso de disposición de las mismas en los apartados
destinados a tal fin de la plantilla “Identificación de las medidas de seguridad”. Se desarrollará en el
Capítulo 4 Metodología de estudio, en el punto 4.5 Desarrollo de la Segunda fase de la Estrategia de
investigación (trabajo de campo)).
- Justificación de la séptima hipótesis: se justifica la hipótesis por correlación directamente proporcional
entre los riesgos más altos o con mayores puntuaciones medias y las medidas de seguridad necesarias para
minimizarlos o reducirlos.
Octava hipótesis: Hay más Centros Deportivos Municipales (CDM) del Ayuntamiento de Madrid
que no disponen de las medidas a adoptar para gestionar los riesgos identificados que Centros
Deportivos Municipales (CDM) del Ayuntamiento de Madrid que sí disponen de las medidas a
adoptar para gestionar los riesgos identificados.
348
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Ȳ14= conceptualmente se define igual que la variable Ȳ13 haciendo referencia a la característica contraria,
que los Centros Deportivos Municipales (CDM) del Ayuntamiento de Madrid dispongan de las medidas
adoptadas.
Operacionalmente se realiza igual que lo indicado en la variable Ȳ13.
- Justificación de la octava hipótesis: debido al conocimiento previo del doctorando de la situación actual
de los distintos Centros Deportivos Municipales (CDM) del Ayuntamiento de Madrid en lo concerniente a
la disposición de medidas de seguridad en los mismos, fundada en su relación laboral, se justifica la
hipótesis precisando de un estudio específico que la pueda refutar con datos plausibles cuantificables.
Para concluir la exposición de las hipótesis, Hernández-Sampieri et al. (1993) indicaban en la introducción
que para probar las hipótesis planteadas, las variables de las mismas y sus relaciones se tenían que observar
o medir con las técnicas disponibles. Dichas técnicas se han descrito en las definiciones operacionales
formuladas para las distintas variables de las ocho hipótesis, por lo tanto, todas ellas se probarán en lo que
los autores identifican como la prueba de hipótesis para determinar si son refutadas encontrando evidencias
en favor o en contra de ellas. Así Kerlinguer (1979) en los propios Hernández-Sampieri et al. (1993) expresó
que las hipótesis pueden someterse a prueba y demostrarse como correctas o incorrectas sin que interfieran
las creencias del individuo, contribuyendo con ello al avance del conocimiento.
Con la exposición de las hipótesis se finaliza el tercer capítulo dando paso al desarrollo del
Capítulo 4 Metodología de estudio.
349
Capítulo 3. Objetivos e hipótesis de la investigación
350
CAPÍTULO 4
METODOLOGÍA DE ESTUDIO
352
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
4. METODOLOGÍA DE ESTUDIO.
El primer punto numerado como 4.1 y denominado “Metodología, universo y muestra” contiene el tipo de
investigación, el diseño de la investigación, la metodología empleada con las técnicas, métodos o fuentes
de recogida de información a emplear, aspectos tan importantes como la fiabilidad y la validez y, finalmente
la unidad de análisis, el universo o población y el tipo de muestra.
Una vez planteado todo ello, en el segundo punto numerado como 4.2 y denominado “Muestra definitiva”
se adelantará para que el lector pueda contextualizar el dimensionado, un listado con la muestra definitiva.
Finalmente el capítulo concluye con el punto 4.7 denominado “Configuración del Plan de análisis
estadístico” en donde se plantea el mismo para su posterior desarrollo.
353
Capítulo 4. Metodología de estudio
Dankhe (1986) en Hernández-Sampieri et al. (1993) manejaba que las investigaciones en ciencias
sociales se dividen en cuatro tipos. Para dicha elección se ha tomado como referencias según marcan los
mismos Hernández-Sampieri et al. (1993) el planteamiento del problema, el análisis del marco teórico con
su correspondiente revisión de la literatura y el enfoque dado a la investigación, concluyendo en la elección
de un tipo de investigación descriptiva en la que se describe la seguridad de los Centros Deportivos
Municipales (CDM) del Ayuntamiento de Madrid.
Las investigaciones descriptivas siguiendo la exposición de los autores, miden o evalúan diversos aspectos
del fenómeno a investigar, se selecciona un conjunto de cuestiones y se miden con la mayor precisión
posible para describir en mayor o menor profundidad lo que se quiere investigar. Nuevamente Dankhe
(1986) en Hernández-Sampieri et al. (1993) indicaba que este tipo de investigaciones busca especificar las
propiedades del fenómeno analizado y para ello requiere conocer el área que se investiga y, Seltiz (1965)
también en Hernández-Sampieri et al. (1993) indicó a su vez que el investigador debe ser capaz de definir
qué se va a medir, quiénes tienen que incluirse en la medición y cómo va a lograr precisión en esa medición.
Continuando con Hernández-Sampieri et al. (1993) el diseño de las investigaciones se divide en dos tipos,
para su elección se ha tenido en cuenta según pautan dichos autores las características del tipo de estudio
elegido (descriptivo), junto con las hipótesis formuladas y el contexto que rodea a la investigación,
dirigiéndolo hacia un diseño de investigación no experimental en el cual se analizan los Centros Deportivos
Municipales (CDM) del Ayuntamiento de Madrid en su ambiente ordinario.
El diseño de investigación no experimental, no establece ni prueba relaciones causales entre variables sino
que describe relaciones entre variables (Salkind, 1999). Siguiendo con Hernández-Sampieri et al. (1993)
estos diseños no experimentales, no manipulan intencionadamente las variables, se observan los fenómenos
como se producen en su contexto natural, en su realidad sin construir ninguna situación, ni provocarla
intencionadamente, para posteriormente analizarlos. Christensen (1980) en Hernández-Sampieri et al.
(1993) citó que el diseño de la investigación, se refiere al plan concebido para alcanzar los objetivos y
contestar a los interrogantes y Kerlinger (1979) también en Hernández-Sampieri et al. (1993) indicó que si
el diseño está bien concebido tendrá mayores posibilidades de obtener un resultado válido. (Como
aclaración, este plan para lograr los objetivos se corresponde con las tres fases de la Estrategia de
Investigación planteada en el capítulo 1 Introducción, dentro del punto 1.3 Proceso metodológico, en el
punto 1.3.3 Elaboración de la Estrategia de investigación, como se indicó en la introducción de este
capítulo).
Finalizando con Hernández-Sampieri et al. (1993) los diseños no experimentales se dividen en dos en
función del tiempo. En este caso se opta por el diseño de investigación no experimental transeccional o
transversal, el cual recolecta datos en un tiempo único, en un solo momento. Por lo tanto en este diseño se
analizan los Centros Deportivos Municipales (CDM) del Ayuntamiento de Madrid en el momento concreto
en que se realice el trabajo de campo. Hernández-Sampieri et al. (1993) indican a su vez que los diseños no
354
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Salkind (1999) comparte que la investigación no experimental descriptiva indica las características de un
fenómeno existente en el momento, obteniendo una imagen amplia de lo que se quiere investigar, dentro
de estas investigaciones no experimentales descriptivas señala que para estudiar una institución en un
entorno único y describirla de forma muy detallada se emplea el método denominado “Estudio de Casos”
para obtener la imagen más completa posible. Hernández-Sampieri (2009) en Martínez (2011) añade que
el “Estudio de Casos” se define como una investigación sobre una organización vista como una entidad en
la que se analiza en profundidad para responder al problema planteado y probar las hipótesis establecidas.
Úriz et al. (2006) señalan que se trata del análisis, estudio y descripción de un fenómeno que puede tratarse
desde una institución. Blaxter, Hughes & Tight (2000) señalan que el foco del estudio de casos puede ser
una institución con la que se tenga conexiones, como un elemento de una institución. Yin (1993) en Blaxter
et al. (2000) los divide en seis tipos en función del número de casos y del propósito del estudio. Nuevamente
Yin (1994) en Úriz et al. (2006) remarca que los casos múltiples buscan una lógica que se repita en todos
ellos. En relación a estos criterios, habiendo seleccionado previamente el tipo y el diseño, se especifica que
dadas las características del objeto de estudio (Centros Deportivos Municipales (CDM) del Ayuntamiento
de Madrid, visto como una institución o entidad) ante la necesidad de un análisis en profundidad para poder
describir detalladamente el fenómeno del objeto de estudio (la seguridad de dichos Centros Deportivos
Municipales (CDM) del Ayuntamiento de Madrid), se trata de un estudio de múltiples casos con un
propósito descriptivo (la seguridad de los CDM de gestión directa como elementos de la institución) cuya
conexión con el investigador para su elección, radica en su relación laboral.
Diversos autores defienden el uso de varios enfoques, procesos o metodologías en los “Estudios de Casos”,
entre otros Blaxter et al. (2000) indican que los estudios de casos pueden tener enfoques cualitativos o
cuantitativos. A su vez Hernández-Sampieri (2009) en Martínez (2011) indica que pueden utilizar procesos
cuantitativos, cualitativos o mixtos y, Úriz et al. (2006) señalan que debido a que los fenómenos de las
ciencias sociales son multidimensionales, siempre que sea posible o necesario, utilizar una metodología
mixta o multi-método, posibilita combinar ambos en torno a una misma estrategia de investigación,
corrigiendo los sesgos de cada método y garantizando así un diagnóstico más fiable. Cook & Reichardt
(1986) añaden que un investigador debe emplear los métodos que resulten más adecuados a las necesidades
de su investigación, pudiendo emplearlos conjuntamente o bien elegir una mezcla de atributos de ambos
para atender mejor a las exigencias del problema de investigación al que se enfrenta.
Ante las posibilidades que otorgan los estudios de casos, coincidiendo con las necesidades de la
investigación en función de los objetivos marcados, se opta por utilizar una metodología mixta para
desarrollarla. Continuando con Úriz et al. (2006) la combinación de estas metodologías requiere de una
triangulación, pudiendo diseñarse de tres formas distintas en función de la temporalidad. En este caso se
355
Capítulo 4. Metodología de estudio
trata de una triangulación simultánea en la que se integran los métodos en el mismo estudio. Para
argumentar el empleo de la triangulación, Padgett (1998) en los propios Úriz et al. (2006) cita que se utiliza
principalmente en investigaciones en las que es necesario desarrollar escalas para medir un fenómeno
concreto (como aclaración, tanto el Cuestionario de Seguridad en Instalaciones Deportivas como el
instrumento empleado en el Estudio de Riesgos como se detallará a continuación dentro de los métodos o
técnicas empleadas en la recogida de información disponen de escalas de medición, justificando así el
empleo de la triangulación simultánea). La triangulación en los estudios de casos, como expone Martínez
(2011) también es apoyada por autores como (Stake, 2000; Yin, 2003; Creswell, 2005; Mertens, 2005)
todos ellos marcan que debe haber triangulación de fuentes de datos pudiendo utilizarse para ello diferentes
herramientas.
Salkind (1999) advierte de los estudios de casos que los datos observados pueden no reflejar con exactitud
la realidad, consumen mucho tiempo, la predisposición del investigador no tiene que interferir en el proceso
de recopilación e interpretación de los datos, lo que ganan en profundidad lo pierden en amplitud, no se
establecen relaciones de causa efecto entre lo que se ve y lo que se piensa que podría estar causando los
resultados y la generalizabilidad de los hallazgos es limitada. Coincidiendo con la primera y la última
característica descrita por Salkind, denominadas por Úriz et al. (2006) como validez interna y externa
respectivamente, los autores añaden que demostrar sendas valideces son las principales dificultades a las
que se enfrenan los estudios de casos, Yin (1994) y Creswell (1998) en los propios Úriz et al. (2006) señalan
que para combatirlo se precisa de una amplia recogida de datos utilizando diversas fuentes como:
cuestionarios, documentos, registros o archivos documentales, observaciones directas e instrumentos.
La combinación de fuentes, métodos o técnicas de recogida de datos o información asociada a los estudios
de casos queda justificada por diversos autores, a los ya citados Yin y Creswell hay que añadir a Cosley &
Lucy (1987) en Blaxter et al. (2000) quienes afirmaron que los estudios de casos utilizan una combinación
de métodos como observaciones personales, estudio de documentos y registros o informantes para
proporcionar datos históricos y actuales entre otros y, pueden tener diferentes técnicas para recolectar datos.
A su vez Stake (2003), Mertens (2005) y Williams, Grinnell & Unrau (2005) en Martínez (2011) mantienen
que los estudios de caso utilizan diversos métodos. Úriz et al. (2006) fundamentan que el análisis y la
descripción que se realiza a través del estudio de casos, se sirve de una recogida de datos en profundidad
mediante diversas fuentes de información y, el propio Salkind (1999) con el que se comenzó la exposición
de las pautas a tener en cuenta, incide en que los estudios de casos fomentan el uso de distintas técnicas
para obtener la información necesaria.
Siguiendo las pautas y recomendaciones de los autores, se han empleado las técnicas, métodos o fuentes de
recogida de información necesarias para realizar un estudio en profundidad y poder corregir la validez
interna y externa de la investigación.
Dentro de la metodología cualitativa, para cubrir las características descritas por Martínez (2011) como
son: el estudio de grupos, individuos u organizaciones con poblaciones pequeñas en su ambiente natural;
356
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
la producción de datos descriptivos documentados sobre las palabras de las personas y; la generación de
teoría a partir de los resultados obtenidos, se ha optado por una de las técnicas más utilizadas para la
recolección de información como es la encuesta a través de un cuestionario, continuando con el autor, con
ello se obtiene información sobre los grupos de estudio mediante respuestas verbales relacionados con
percepciones, opiniones, actitudes y experiencias vividas junto con proyectos de futuro. En base a estos
criterios se desarrollará un cuestionario dirigido a los responsables de los Centros Deportivos Municipales
(CDM) estructurado con preguntas cerradas y abiertas en base a una escala tipo Likert para identificar la
relación que tienen con la gestión de la seguridad de sus instalaciones, para poder conocer las opiniones
acerca de la importancia de la seguridad, el uso y manejo de normativa y herramientas para su gestión así
como la formación en seguridad que ostenten y la predisposición futura a recibirla. (Como aclaración, se
desarrollará en el epígrafe I de la primera fase de la Estrategia de investigación).
Para establecer las variables del Estudio de Riesgos, Salkind (1999) afirma que las variables dependientes
reflejan los resultados de la investigación mientras que las independientes representan las condiciones que
el investigador controla, por lo tanto las variables dependientes del Estudio de Riesgos son los riesgos
identificados y las medidas de seguridad identificadas y las independientes son los diferentes Centros
Deportivos Municipales (CDM) y sus responsables.
A continuación es preciso adelantar algunos puntos importantes del Estudio de Riesgos que se desarrollarán
posteriormente en las distintas fases de la Estrategia de investigación, para continuar con la exposición de
este punto 4.1 Metodología, universo y muestra.
Primeramente, para delimitar el Estudio de Riesgos y establecer el Modo de Operar (como aclaración, se
desarrollará en los epígrafes K y L de la primera fase de la Estrategia de investigación), se pretende conocer
si los Centros Deportivos Municipales (CDM) disponen de los documentos organizativos que gestionen
cada área o ámbito de la seguridad que se vea afectada cada instalación y de registros o bases de datos de
incidentes. Para ello se pretende utilizar una técnica cualitativa descrita por Martínez (2011) basada en una
pregunta directa de respuesta cerrada, primeramente a la Dirección General de Deportes (DGD) y al
Coordinador/a de cada Junta de Distrito del Ayuntamiento de Madrid y posteriormente a la persona
responsable de cada Centro Deportivo Municipal (CDM). Para corroborar la respuesta en caso de ser
afirmativa, se procederá a la recopilación de dichos documentos y bases de datos en caso de que se
facilitasen, empleando así como indica Martínez (2011) una técnica de investigación no intrusiva que
incluiría el estudio de estos documentos.
En segundo lugar para desarrollar el Estudio de Riesgos, siguiendo a Hernández-Sampieri et al. (1993) para
emplear un instrumento de medición, se puede elegir un instrumento ya desarrollado y disponible que se
357
Capítulo 4. Metodología de estudio
adapte a los requerimientos del estudio en particular, es el caso del instrumento elegido denominado
“Método Mosler para el análisis de riesgos” en adelante “Método Mosler” (como aclaración, se desarrollará
en el epígrafe M de la primera fase de la Estrategia de investigación), considerado como un método mixto,
para desarrollarlo, se van a emplear dos plantillas.
Considerando estas características, continuando con Úriz et al. (2006) el diseño elegido se corresponde en
cuanto a su objetivo con un diseño descriptivo comparativo puesto que pretende conseguir información de
un mismo fenómeno para, comparándolos, obtener los resultados de la investigación. En cuanto al control
de las variables al no controlar las variables independientes se clasifica como no experimental y en cuanto
a su referencia temporal se define como sincrónico o transversal al tratar el fenómeno en un momento
determinado, en este caso cuando se realiza el trabajo de campo. Por último el enfoque temporal es
retrospectivo. Este enfoque se relaciona con la denominada por Salkind (1999) como investigación no
experimental histórica, relacionando sucesos del pasado con sucesos actuales, para el cual se han de utilizar
fuentes primarias como documentos originales o personas que hayan estado presentes durante el fenómeno
a estudiar y fuentes secundarias como son las personas que sin haber estado presentes, tienen conocimiento
de los sucesos acontecidos relacionados con el fenómeno a estudiar.
Esta primera plantilla se divide en dos partes, la primera parte de elaboración propia identifica todos los
riesgos que se puedan manifestar y los localiza (como aclaración, se desarrollará en el epígrafe N de la
primera fase de la Estrategia de investigación), asociados al grupo de riesgo a estudiar, se ha diseñado
detalladamente en base a tres criterios: el estudio en profundidad de la normativa de aplicación; los
conocimientos propios acerca de la seguridad y; la experiencia laboral específica del investigador, al
margen de los que pudiese añadir la persona responsable de cada Centro Deportivo Municipal (CDM) a
posteriori en un espacio reservado para ello. La segunda parte de esta primera plantilla de elaboración
propia a partir del método Mosler, analiza los riesgos identificados cuantificándolos en base a unos criterios
graduados en formato penta. Para cuantificar los riesgos se procederá a otorgar una puntuación a estos
358
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
criterios, cada uno explicado en el método Mosler, utilizando para ello como fuentes primarias los datos
aportados por los registros o bases de datos de incidencias así como los aportados por las personas
responsables de cada Centro Deportivo Municipal (CDM) presentes en el momento de dichos incidentes y
como fuente secundaria las mismas personas responsables de cada Centro Deportivo Municipal (CDM) con
los conocimientos que tengan de los sucesos, incidentes o riesgos materializados aún sin haber estado
presentes (como aclaración, se desarrollará en el epígrafe E de la primera fase de la Estrategia de
investigación).
El primer matiz cualitativo del método Mosler aparece a la hora de otorgar estas puntuaciones debido a que
el criterio profesional, bagaje y experiencia en la instalación de la persona responsable es un factor subjetivo
necesario y esencial a la hora de interpretar los criterios a puntuar, guiado por la experiencia del
investigador. En este aspecto, Úriz et al. (2006) afirman que toda medición se fundamenta en innumerables
suposiciones cualitativas acerca de la naturaleza del instrumento de medida y de la realidad evaluada. La
autenticidad y exactitud de los datos recabados se rigen por la firma del responsable de cada Centro
Deportivo Municipal (CDM) en la Ficha informativa de la Instalación deportiva (como aclaración, se
desarrollará en los epígrafes K y L de la primera fase de la Estrategia de investigación).
Posteriormente para finalizar la segunda parte de esta primera plantilla, el investigador siguiendo unas
fórmulas que desarrolla el método, evalúa los riesgos analizados otorgándoles una puntuación numérica
para, finalmente, continuando con la graduación penta, clasificarlos con un valor cualitativo identificado
como el segundo matiz cualitativo que incorpora el método Mosler (como aclaración, se desarrollará en el
epígrafe A de la tercera fase de la Estrategia de investigación). En este aspecto nuevamente Úriz et al.
(2006) afirman que los métodos cuantitativos no pueden sustituir a los cualitativos porque su comprensión,
presupone un conocimiento cualitativo, en otras palabras, los investigadores no pueden beneficiarse del
empleo de los números si no conocen lo que éstos significan.
Continuando con el Estudio de Riesgos, la segunda plantilla denominada “Identificación de las medidas de
seguridad” (como aclaración, se desarrollará en el epígrafe P de la primera fase de la Estrategia de
investigación), trata la segunda parte de la Herramienta para realizar Estudios de Riesgos y para Identificar
Medidas de Seguridad contra dichos riesgos en Instalaciones Deportivas. Para esta segunda parte, la
metodología empleada es puramente cuantitativa sin que aparezcan matices cualitativos, se desarrolla el
mismo diseño con la salvedad de que el enfoque temporal es presente y no retrospectivo, puesto que en este
caso se quiere conocer las medidas de seguridad existentes en el mismo momento en que se cumplimente
la plantilla sin importar las que hayan tenido anteriormente o el tiempo que hayan estado sin las actuales.
Esta segunda plantilla de elaboración propia, relaciona cada riesgo identificado, analizado y evaluado en la
primera parte del estudio, con todas las medidas de seguridad que los eliminen y/o reduzcan o minimicen,
divididas en dos tipos: medidas de seguridad reglamentarias en base a la legislación que las especifique
indicando el artículo en cuestión en cada una y; medidas de seguridad necesarias establecidas en base a
completar las medidas de seguridad reglamentarias con el objetivo de cubrir el cien por cien de los riesgos.
359
Capítulo 4. Metodología de estudio
Para su elaboración, se han empleado al igual que se concretó en la identificación de riesgos, el estudio en
profundidad de la normativa de referencia y los conocimientos de seguridad del investigador, al margen de
un espacio reservado para las medidas que pudiese disponer cada Centro Deportivo Municipal (CDM) no
contempladas (como aclaración, se desarrollará en el epígrafe O de la primera fase de la Estrategia de
investigación). Esta segunda parte identifica si cada Centro Deportivo Municipal (CDM) dispone o no de
las medidas de seguridad que contiene la plantilla en cuestión, para ello mediante observación indirecta, el
responsable cumplimenta con una respuesta afirmativa o negativa si su instalación dispone de cada una de
ellas y el investigador mediante observación directa, verifica las respuestas afirmativas del responsable
localizando en la instalación las correspondientes medidas de seguridad (como aclaración se desarrollará
en el epígrafe F de la segunda fase de la Estrategia de investigación).
El elemento fundamental para que el Estudio de Riesgos arroje unos datos fiables y válidos radica en que
las mediciones tengan sendas características (fiabilidad y validez) y en la corrección en caso de desviación
de las mismas. Álvarez-Gayou (2003) en Úriz et al. (2006) cita que la fiabilidad implica que los resultados
sean seguros, es decir que otros investigadores en las mismas condiciones llegasen a los mismos resultados
y que la muestra sustente la representatividad de un universo y, la validez implica que la observación o la
medición se enfoquen en la realidad que se busca conocer. Hernández-Sampieri et al. (1993) hablan de
confiabilidad y validez tanto del instrumento de recolección de datos como de las mediciones, la
confiabilidad la definen como la obtención de los mismos resultados aplicados repetidamente al mismo
objeto, mientras que la validez la refieren al grado en que un instrumento mide la variable que se pretende
medir.
Con respecto a la confiabilidad en las mediciones, Salkind (1999) aclara que hay que hablar de puntajes
como los componentes de la confiabilidad, el primero es el puntaje observado es decir el valor que se
registra en la investigación, el segundo es el puntaje verdadero que sería el valor perfecto que se debería
registrar, debido a que es un concepto teórico no hay forma de saber cuál sería ese valor y, el tercero es el
puntaje de error entendido como los factores que hacen que difiera el puntaje verdadero del observado,
insistiendo en que cuanto menos difieran y más se aproximen mayor será la confiabilidad.
Continuando con Salkind (1999) hay dos componentes que influyen en el puntaje de error, el primero es el
error de método y se debe a la situación de prueba como el método de medición, las instrucciones del mismo
etc. El segundo es el error de rasgo, relacionado con las características de las personas que intervienen en
la medición como la habilidad en relación al rasgo que se evalúa, la motivación para realizarlo la interacción
entre el investigador y el sujeto etc.
Siguiendo las pautas de Salkind enfocadas a minimizar el error en la fiabilidad, para reducir el error de
método en la primera parte del Estudio de Riesgos, se han explicado de forma exhaustiva los criterios a
puntuar para analizar los riesgos identificados y para reducir el error de rasgo se han elegido a los
responsables de los Centros Deportivos Municipales (CDM) como las personas con mayor habilidad y
criterio profesional justificado por su formación y experiencia al frente de la instalación guiados por el
360
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
investigador en caso de explicación o argumentación de algún elemento técnico específico relacionado con
la seguridad (como aclaración se desarrollará en el epígrafe D de la segunda fase de la Estrategia de
investigación).
Para hacer más fiables las mediciones, Salkind (1999) habla de tres tipos de confiabilidad, la primera la
denomina confiabilidad de prueba original y repetida como medida de estabilidad que examina la
confiabilidad en el tiempo, administrando la plantilla al mismo responsable en dos puntos de tiempo
distintos, en este caso no es viable ya que se quieren evaluar los riesgos en el momento exacto de la
medición. La segunda, la denomina confiabilidad de formas paralelas como medida de equivalencia que
examina la confiabilidad entre formas, administrando dos plantillas diferentes al mismo responsable,
tampoco resulta viable ya que es una plantilla ampliamente detallada puesto que el estudio de casos requiere
un estudio completo. La tercera, la denomina confiabilidad intercalificadores como una medida de acuerdo
que examina la confiabilidad entre distintos calificadores. En este caso se pretende aplicar esta última
medida, ofreciendo la posibilidad al responsable de la instalación de cumplimentar la plantilla aunando los
criterios con otros trabajadores del Centro Deportivo Municipal (CDM) de mando intermedio como son
el/la coordinador/a y los/las encargados/as (como aclaración se desarrollará en el epígrafe E de la segunda
fase de la Estrategia de investigación).
La segunda parte del estudio ofrece una fiabilidad verdadera sin error, puesto que como se indicó
anteriormente, solo cabe la posibilidad de responder si disponen o no de las distintas medidas de seguridad
descritas y sobre las respuestas afirmativas el investigador mediante observación directa las ratifica
localizándolas en la instalación (como aclaración se desarrollará en el epígrafe F de la segunda fase de la
Estrategia de investigación).
En cuanto a la validez, Salkind (1999) la exponía dentro de la problemática de los estudios de casos, la
interna expresando que los datos observados no reflejen con exactitud la realidad y la externa referida a la
limitación que tiene la generalizabilidad de los hallazgos. Dentro de la validez interna, identificada con los
resultados dentro del contexto de la prueba, el autor identifica cuatro tipos de validez para establecer la
veracidad de los resultados, en este caso para tratar la validez del Estudio de Riesgos se pretende aplicar
tres de los cuatro tipos.
El primer tipo es el más directo, se trata de la denominada validez de contenido como el grado en que la
prueba representa el universo de reactivos. Los reactivos serían las variables dependientes riesgos y
medidas de seguridad. Para que tengan validez de contenido las plantillas, deben contener todos los
necesarios, ampliamente detallados, para poder obtener datos concluyentes acerca de la seguridad de cada
Centro Deportivo Municipal (CDM). Para argumentar dicha validez Salkind (1999) muestra la opción de
acudir a la opinión de expertos para así poder justificarlo, por lo tanto se validará con la opinión de un grupo
multidisciplinar de expertos en seguridad en el ámbito deportivo (como aclaración se desarrollará en el
epígrafe Q de la primera fase de la Estrategia de investigación).
361
Capítulo 4. Metodología de estudio
El segundo tipo empleado es la validez de criterio, como el grado en que la prueba está relacionada con
algún criterio y, ese criterio mide algún rasgo o característica. En este caso se pretenden relacionar los
riesgos evaluados y las medidas de seguridad identificadas con el grado de seguridad de cada Centro
Deportivo Municipal (CDM) como criterio establecido justificado en base a que el grado de seguridad de
cada instalación es inversamente proporcional al número de riesgos identificados y directamente
proporcional al número de medidas de seguridad disponibles para eliminar o reducir los riesgos evaluados.
Por último, el tercer tipo es la validez de constructo, considerada como la más importante, vincula los
componentes prácticos del puntaje con alguna teoría, para afirmar que la prueba empleada, en este caso el
método Mosler que afirma analizar y evaluar riesgos, realmente analice y evalúe riesgos. La validez de
constructo radica en que es un método ampliamente detallado, utilizado con asiduidad, empleado en los
mismos contextos y requerido por la comunidad científica (como aclaración se desarrollará en el epígrafe
M de la primera fase de la Estrategia de investigación).
En cuanto a la validez externa, Úriz et al. (2006) afirman que es la que plantea mayores dificultades, cómo
demostrar la generalización de datos más allá del caso estudiado. Para ello al margen de las
recomendaciones aplicadas, que citaban Yin (1994) y Creswell (1998) en los propios Úriz et al. (2006) a la
hora de emplear diferentes fuentes de obtención de datos y, del tipo de diseño elegido, como es el no
experimental del que Hernández-Sampieri et al. (1993) afirman que tiene mayor validez externa pudiendo
generalizar los resultados a otros individuos y situaciones cotidianas. Se ha fundamentado en las
características del objeto de estudio, fundamentalmente expresado en su representatividad, gran tamaño,
variedad y polivalencia de espacios tanto los riesgos que se identifiquen (primera parte del estudio) como
las medidas de seguridad que se necesiten para minimizarlos (segunda parte del estudio), se podrían
extrapolar a cualquier otra instalación sin necesidad de que sea de dominio público, no así su cuantificación
que cambiará en función de la instalación, permitiendo con ello generalizar parte de los resultados
obtenidos.
Recordando las ideas de Stake (2000, 2003), Mertens (2005) y Williams, Grinnell & Unrau (2005) en
Martínez (2011) afirmando que el estudio de casos es un diseño y una muestra y que no está definido por
un método específico sino por el objeto de estudio, el empleo de estas técnicas enumeradas para desarrollar
la metodología mixta descrita anteriormente se articulan en función del objeto de estudio, y de la muestra
seleccionada en base al diseño referido de la Estrategia de investigación para lograr los objetivos de la
investigación. El objeto de estudio ya se indicó junto con el fenómeno del mismo a la hora de establecer el
tipo de estudio de casos en un estudio de múltiples casos con propósito descriptivo. Para seleccionar la
muestra, Hernández-Sampieri et al. (1993) afirman que lo primero es seleccionar quiénes van a ser medidos,
la unidad de análisis. En este caso se trata de instalaciones deportivas públicas, Centros Deportivos
Municipales (CDM) del Ayuntamiento de Madrid.
Una vez seleccionada la unidad de análisis, se delimita el universo o población que va a ser estudiada.
Selltiz (1974) en Hernández-Sampieri et al. (1993) manejaba la población como el conjunto de todos los
362
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
casos que concuerdan con una serie de especificaciones. En este caso los Centros Deportivos Municipales
(CDM) que estarían dentro de las instalaciones deportivas públicas del Ayuntamiento de Madrid.
Para posteriormente seleccionar la muestra, delimitando las características de la población para poder
concretarla, Sudman (1976) también en Hernández-Sampieri et al. (1993) indicaba que la muestra es un
subgrupo de la población. En función de los objetivos del estudio, del esquema de la investigación y de la
contribución que se pretende hacer con dicho estudio las muestras pueden ser de dos tipos, probabilísticas
o no probabilísticas, Úriz et al. (2006) afirman que en las muestras no probabilísticas, el criterio de elección
queda a discreción del investigador. Para esta investigación, se ha seguido el muestreo no probabilístico
opinativo o intencional en el que según los autores el investigador selecciona planificadamente aquellos
elementos que van a formar parte de la muestra por su grado de accesibilidad, ser elementos típicos, la
información que precisa y la tipología buscada. En este caso la muestra debe disponer de unas características
comunes que son ser de gestión directa y disponer de múltiples espacios, para ello han de ser considerados
Centros Deportivos Municipales (CDM) y no instalaciones básicas y, su gestión ha de ser directa, por parte
del Ayuntamiento de Madrid.
363
Capítulo 4. Metodología de estudio
La vista satélite de cada uno de los citados Centros Deportivos Municipales (CDM) que componen la
muestra definitiva, junto con una breve identificación de sus dimensiones y espacios se puede visualizar en
364
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
el Anexo E denominado “Mapas de Distritos y Centros Deportivos Municipales (CDM) autorizados para
desarrollar el trabajo de campo de la Tesis Doctoral”.
Expresada la muestra definitiva, para llevar a cabo la investigación de forma ordenada y coordinada, como
se ha indicado en la introducción de este capítulo, se establecieron tres fases que conformaban la Estrategia
de investigación, configurándolas tomando como referencia el trabajo de campo y organizándolas alrededor
del mismo.
365
Capítulo 4. Metodología de estudio
4.3. Desarrollo de la Primera fase de la Estrategia de investigación (proceso previo del trabajo de
campo).
A) División de los ámbitos o áreas de la seguridad que afectan a una instalación deportiva en
Grupos de Riesgo con sus respectivos Documentos Organizativos asociados.
En el capítulo 1 Introducción, dentro del punto 1.3 Proceso metodológico, en el punto 1.3.1 Planteamiento
de los objetivos, se planteó como primer objetivo “Conocer qué requiere una instalación deportiva para
considerarse segura”, en el capítulo 3 Objetivos e hipótesis de la investigación, identificando las fases para
resolver los objetivos planteados, se articuló como su primera fase “Conocer y describir todos los ámbitos
o áreas de la seguridad a la que se ve afectada una instalación deportiva”, fase derivada de la primera línea
de investigación, que requería investigar cuáles son los requisitos de seguridad de las instalaciones
deportivas.
Como se indicó en el capítulo 2 Marco contextual y teórico, dentro del bloque 2.2 Deporte y seguridad,
dentro del punto 2.2.4 Gestión de la seguridad en el deporte, en el punto 2.2.4.1 El gestor deportivo y la
seguridad, Monroy (2009) indicaba como contenidos de seguridad en instalaciones deportivas que debían
conocer los gestores deportivos, contenidos de: seguridad contra incendios y explosiones de gases;
seguridad en situaciones de emergencia y evacuación; seguridad de datos de carácter personal y; seguridad
contra actos antisociales.
A su vez en el mismo capítulo 2 Marco contextual y teórico, dentro del bloque 2.5 Documentos y seguridad,
en el punto 2.5.1 Identificación y clasificación de los documentos organizativos existentes para la gestión
de riesgos en instalaciones deportivas, recuperando la asociación efectuada por Gómez-Calvo (2013c)
donde establecía cinco grupos de riesgos relacionados con los documentos organizativos que los gestionan,
como son: 1. Riesgos de daños por actos deliberados o incívicos (Plan de Seguridad). 2. Riesgos de graves
daños colectivos (Plan de Autoprotección o Plan de Emergencia y evacuación y Libro del Edificio). El
segundo denominado por la normativa de referencia como “Plan de Actuación ante Emergencias”. 3.
Riesgos de accidentes personales de los concurrentes (Plan de atención a personas accidentadas).
Denominado en algunas obras como “Protocolo de Actuación ante Urgencias Sanitarias”. 4. Riesgos para
los derechos de los usuarios (Plan de atención y cumplimiento de los derechos de los usuarios). Denominado
por la normativa de referencia como “Documento de Seguridad de Datos de Carácter Personal”. Y 5.
Riesgos laborales (Plan de Riesgos Laborales). Denominado por la normativa de referencia como “Plan de
Prevención de Riesgos Laborales”.
366
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Se obtienen los cinco ámbitos de la seguridad que afectan a una instalación deportiva en base a dichos
contenidos y Grupos de Riesgo con las modificaciones efectuadas sobre sus nombres y los de sus
documentos asociados, expresados en la siguiente figura:
RIESGO 1
DOCUMENTO
ASOCIADO
RIESGO 2
RIESGO 3
DOCUMENTO DOCUMENTO
ASOCIADO Riesgos de Daños ASOCIADO
Riesgos de Daños
Colectivos por situaciones
Individuales por
Plan de Autoprotección. de Emergencia y
Accidentes Protocolo de Actuación
Plan de Actuación ante Evacuación
ante Urgencias Sanitarias
Emergencias
Libro del Edificio
DOCUMENTO
DOCUMENTO RIESGO 4 RIESGO 5 ASOCIADO
ASOCIADO
Plan de Prevención de
Riesgos de Daños para Riesgos Laborales
Documento de Seguridad de los Derechos de los
Datos de Carácter Personal Concurrentes Riesgos Laborales
Figura 57. Grupos de Riesgo que afectan a una instalación deportiva y documentos asociados. Fuente: Elaboración propia a partir de
contenidos de seguridad de Monroy (2009) y clasificación de riesgos de Gómez-Calvo (2013c).
Retomando que en el capítulo 1 Introducción, dentro del punto 1.3 Proceso metodológico, en el punto 1.3.1
Planteamiento de los objetivos, se planteó como primer objetivo “Conocer qué requiere una instalación
deportiva para considerarse segura” y, en el capítulo 3 Objetivos e hipótesis de la investigación,
identificando las fases para resolver los objetivos planteados, se articuló como su primera fase “Conocer y
describir todos los ámbitos o áreas de la seguridad a la que se ve afectada una instalación deportiva”, fase
derivada de la primera línea de investigación, que requería investigar cuáles son los requisitos de seguridad
de las instalaciones deportivas.
Para ofrecer una definición verídica, completa y específica, se abarcarán varios ámbitos referenciados, para
ello, se seguirán dos criterios. Primeramente, poder usar normativa, legislación y autores de referencia, que
incluyan una definición específica del término a definir y, en segundo lugar, tomando la etimología de la
palabra del Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española. Posteriormente de forma conjunta, se
elaborará una definición que las abarque y permita identificar el término o términos en el contexto utilizado.
Basándose en la etimología de las palabras, según la Real Academia de la Lengua Española, el riesgo es la
“contingencia o proximidad de un daño” (RAE, 2014), el daño es el “efecto de causar detrimento, perjuicio,
menoscabo, dolor o molestia” (RAE, 2014) y, según la citada Guía ISO/CEI 51: 2014 las “lesiones o
perjuicios a la salud de las personas, a la propiedad o al medio ambiente” (ISO & CEI, 2014), los actos son
367
Capítulo 4. Metodología de estudio
las acciones y resultados de la posibilidad de hacer (RAE, 2014) y lo antisocial es lo “contrario al orden
social” (RAE, 2014).
Por lo tanto el Grupo de Riesgo 1 denominado “Riesgos de Daños por Actos Antisociales” se entiende
como: Acciones, conductas o comportamientos intencionados de origen antrópico que atenten contra los
demás o infrinjan o violen las reglas o normas sociales pudiendo causar un potencial perjuicio.
Documento asociado, Plan de Seguridad, del que el Ministerio del Interior (2018) lo incluye como la
herramienta principal de prevención, protección y respuesta, destinada a la previsión de amenazas y riesgos,
buscando disminuirlos o eliminarlos mediante acciones y medios, alcanzando así el objetivo de seguridad
fijado. Recordando el Reglamento de actividades clasificadas y espectáculos públicos de Canarias,
aprobado por el Decreto 86/2013, de 1 de agosto, el Plan de Seguridad debía contener: una memoria
descriptiva del evento; los planos del recinto concretando la ubicación y señalización de las vías de
evacuación; un análisis pormenorizado de cada uno de los factores de riesgo para la seguridad y las medidas
que se adoptarán para eliminar o minimizar los mismos; los recursos humanos y materiales disponibles; la
estructura y asignación directa de responsabilidades, concretando los responsables en cada uno de los
ámbitos de la seguridad; los protocolos de intervención en caso de emergencia y los de intervención
coordinada con los servicios públicos de seguridad; los puntos o zonas seguros de reunión en caso de
emergencia y evacuación y; la determinación de los dispositivos de asistencia sanitaria del evento (Decreto
86, 2013). Por lo que el Plan de Seguridad se entiende como: Documento de seguridad que engloba los
datos de la instalación o evento, con sus respectivos planos, la memoria de las actividades, junto con el
estudio de riesgos y las medidas físicas, electrónicas, organizativas y humanas de seguridad y los
protocolos adoptados, para garantizar la seguridad de las personas, la información y los bienes a proteger.
Basándose en la etimología de las palabras, según la Real Academia de la Lengua Española, el riesgo es la
“contingencia o proximidad de un daño” (RAE, 2014), el daño es el “efecto de causar detrimento, perjuicio,
menoscabo, dolor o molestia” (RAE, 2014) y, según la citada Guía ISO/CEI 51: 2014 las “lesiones o
perjuicios a la salud de las personas, a la propiedad o al medio ambiente” (ISO & CEI, 2014), lo colectivo
es lo “perteneciente o relativo a una agrupación de individuos” (RAE, 2014), las situaciones son el
“conjunto de factores o circunstancias que afectan a alguien o algo en un determinado momento” (RAE,
2014), la emergencia es el “suceso, accidente que sobreviene” o la “situación de peligro o desastre que
requiere una acción inmediata” (RAE, 2014) y la evacuación la “acción o efecto de evacuar” entendiendo
por evacuar “desalojar de un lugar para evitar un daño” (RAE, 2014).
Por lo tanto el Grupo de Riesgo 2 denominado “Riesgos de Daños Colectivos por situaciones de Emergencia
y Evacuación” se entiende como: Conjunto de factores, circunstancias o elementos que pueden derivar en
un peligro, suceso, accidente o desastre que requiere una acción inmediata de desalojo para evitar un
potencial perjuicio colectivo.
368
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Documento asociado, Plan de Autoprotección, entendido según expresa el RD 393 (2007) como:
Documento que establece el marco orgánico y funcional previsto para un centro, establecimiento,
espacio, instalación o dependencia, con el objeto de prevenir y controlar los riesgos sobre las
personas y los bienes y dar respuesta adecuada a las posibles situaciones de emergencia, en la zona
bajo responsabilidad del titular de la actividad, garantizando la integración de éstas actuaciones con
el sistema público de protección civil. Dicho Plan aborda la identificación y evaluación de los
riesgos, las acciones y medidas necesarias para la prevención y control de riesgos, así como las
medidas de protección y otras actuaciones a adoptar en caso de emergencia. (p.8)
Documento asociado, Plan de Actuación ante Emergencias, entendido según expresa el RD 393 (2007)
como:
Documento asociado, Libro del Edificio, entendido según recoge la Ley 38/1999, de 5 de noviembre, de
Ordenación de la Edificación, la Ley 2/1999, de 17 de marzo, de Medidas para la Calidad de la Edificación
y el Decreto 3449/1999, de 30 de diciembre, por el que se regula el Libro del Edificio como: Documento
incluido en el proceso de la edificación de carácter permanente, público o privado que incluye datos de
requisitos relativos a la seguridad estructural para que no se produzcan daños que comprometan su
resistencia mecánica y su estabilidad, seguridad en caso de incendio permitiendo desalojos seguros,
limitación de la extensión del incendio y acceso a los equipos de extinción y, seguridad de utilización para
que su uso normal no suponga riesgo de accidente e, incluye las normas de actuación en caso de siniestro
o en situaciones de emergencia que puedan producirse durante la vida del edificio en su conjunto y en cada
unidad de ocupación, debiendo entregarse al usuario final una vez finalizada la obra.
Basándose en la etimología de las palabras, según la RAE (2014), el riesgo es: “Contingencia o proximidad
de un daño”. El daño es: “Efecto de causar detrimento, perjuicio, menoscabo, dolor o molestia”. Y según
la ISO & CEI (2014): “Lesiones o perjuicios a la salud de las personas, a la propiedad o al medio ambiente”.
Volviendo a la RAE (2014) lo individual es: “De cada individuo” o “con carácter particular e independiente
dentro de un conjunto”. Y, los accidentes: “Sucesos eventuales o acciones de las que resulta un daño
involuntario para las personas” o “indisposición o enfermedad generalmente grave y que sobreviene
repentinamente”.
Por lo tanto el Grupo de Riesgo 3 denominado “Riesgos de Daños Individuales por Accidentes” se entiende
como: Sucesos eventuales, acciones o indisposiciones sobrevenidas repentinamente derivadas en un
perjuicio a la salud particular de un individuo.
369
Capítulo 4. Metodología de estudio
Documento asociado, Protocolo de Actuación ante Emergencias Sanitarias, del que Fernández & Porcel
(2011) lo entendían como una herramienta homologada, sencilla y útil en la que se establecen distintos
protocolos de actuación ante múltiples emergencias sanitarias que obligan a actuar rápidamente precisando
en algunos casos de primeros auxilios, en donde ante diversas situaciones, se aborda un protocolo de
actuación ante distintas posibilidades o características que se presenten, se explica en que consiste, los
síntomas más frecuentes, qué se debe hacer, qué se debe tener en cuenta y qué recomendaciones se dan.
Por otro lado, el Ayuntamiento de Madrid disponía de un Protocolo de actuación en caso de urgencias
médicas aplicables en los Centros Deportivos Municipales en donde se incluía un protocolo de activación
del Servicio de Asistencia Municipal de Urgencia y Rescate (SAMUR) del Ayuntamiento de Madrid, con
el objetivo de recoger datos sencillos para que puedan categorizar el incidente y seleccionar el tipo de
ambulancia adecuada, mediante el teléfono 112 identificando su ubicación mediante la localización más
precisa informando sobre el mejor acceso y dando información básica especificando si es un enfermo o un
herido, si habla, su aspecto, sexo y edad aproximada. Por lo tanto el Protocolo de Actuación ante
Emergencias Sanitarias se entiende como: Documento que aporta un protocolo de activación de los
servicios de urgencias para poder categorizar un incidente así como un manual de referencia de consulta
para hacer frente a contingencias y emergencias sanitarias que requieran una actuación inmediata,
abordándose de cada una qué es y en qué consiste, su actuación básica, precauciones, recomendaciones y
protocolos concretos de actuación.
Basándose en la etimología de las palabras, según la RAE (2014), el riesgo es: “Contingencia o proximidad
de un daño”. El daño es: “Efecto de causar detrimento, perjuicio, menoscabo, dolor o molestia”. Y según
la ISO & CEI (2014): “Lesiones o perjuicios a la salud de las personas, a la propiedad o al medio ambiente”.
Volviendo a la RAE (2014) los derechos son: “Facultades y obligaciones que derivan del estado de una
persona, o de sus relaciones con respecto a otras”, la “facultad de hacer o exigir todo aquello que la ley o
la autoridad establece en nuestro favor” o el “conjunto de principios y normas, expresivos de una idea de
justicia y de orden, que regulan las relaciones humanas en toda sociedad y cuya observancia puede ser
impuesta de manera coactiva”. Y los concurrentes: “diferentes personas, sucesos o cosas juntas en un
mismo lugar o tiempo”.
Por lo tanto el Grupo de Riesgo 4 denominado “Riesgos de Daños para los Derechos de los Concurrentes”
se entiende como: Potenciales detrimentos, perjuicios o menoscabos al conjunto o parte de las facultades,
principios, obligaciones y normas que regulan en base a una idea de justicia y de orden las relaciones
humanas en sociedad y que la ley establece en favor de las diferentes personas implicadas.
370
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
a) Ámbito de aplicación del documento con especificación detallada de los recursos protegidos, b)
Medidas, normas, procedimientos de actuación, reglas y estándares encaminados a garantizar el
nivel de seguridad exigido en este reglamento, c) Funciones y obligaciones del personal en relación
con el tratamiento de los datos de carácter personal incluidos en los ficheros, d) Estructura de los
ficheros con datos de carácter personal y descripción de los sistemas de información que los tratan,
e) Procedimiento de notificación, gestión y respuesta ante las incidencias, f) Los procedimientos de
realización de copias de respaldo y de recuperación de los datos en los ficheros o tratamientos
automatizados y g) Las medidas que sea necesario adoptar para el transporte de soportes y
documentos, así como para la destrucción de los documentos y soportes, o en su caso, la reutilización
de estos últimos. (pp.36-37)
Basándose en la etimología de las palabras, según la RAE (2014), el riesgo es: “Contingencia o proximidad
de un daño”. El daño es: “Efecto de causar detrimento, perjuicio, menoscabo, dolor o molestia”. Y según
la ISO & CEI (2014): “Lesiones o perjuicios a la salud de las personas, a la propiedad o al medio ambiente”.
Y, volviendo a la RAE (2014) lo laboral es: “Perteneciente o relativo al trabajo, en su aspecto económico,
jurídico y social”.
Por lo tanto el Grupo de Riesgo 5 denominado “Riesgos Laborales” se entiende como: Potenciales
detrimentos, perjuicios o menoscabos que puede sufrir un trabajador o conjunto de trabajadores en lo
relativo o concerniente a su desempeño profesional en sus distintas vertientes.
Documento asociado: Plan de Prevención de Riesgos Laborales, sobre el que la Ley 31/1995, de 8 de
noviembre, de prevención de Riesgos Laborales indicaba en su artículo 2.1, que tenía por objeto promover
la seguridad de los trabajadores mediante medidas que previniesen los riesgos derivados del trabajo (Ley
31, 1995). El artículo 16.1 de la Ley 31/1995 modificado por el artículo 2.2 de la Ley 54/2003, de 12 de
diciembre, de reforma del marco normativo de la prevención de riesgos laborales, establecía que la
prevención de riesgos laborales debía integrarse en el sistema general de gestión de la empresa través de la
implantación y aplicación de un Plan de Prevención de Riesgos Laborales que debía incluir la estructura
organizativa, las responsabilidades, las funciones, las prácticas, los procedimientos, los procesos y los
recursos necesarios para realizar la acción de prevención de riesgos en la empresa (Ley 54, 2003). El
Reglamento de los Servicios de Prevención aprobado por el Real Decreto 39/1997, de 17 de enero en su
artículo 1.1 remarcaba que dicha prevención debía hacerse en todos los niveles jerárquicos de la empresa,
en cualquier actividad que realizase y en todas las decisiones que adoptase indicando en su artículo 2 que
el Plan de prevención de riesgos laborales es la herramienta a través de la cual se integra la actividad
preventiva de la empresa en su sistema general de gestión y se establece su política de prevención de riesgos
laborales, debiendo aprobarse por la dirección de la empresa, asumirse por toda su estructura organizativa,
y conocerse por parte de todos los trabajadores reflejándose en un documento que habrá de conservarse a
disposición de la autoridad laboral, de las autoridades sanitarias y de los representantes de los trabajadores,
debiendo incluir: a) la identificación de la empresa y de su actividad, el número y características de los
371
Capítulo 4. Metodología de estudio
(Una vez divididos los ámbitos o áreas de la seguridad que afectan a una instalación deportiva en
Grupos de Riesgo, asociados uno o varios Documentos Organizativos a cada Grupo de Riesgo y,
definidos tanto dichos Grupos de Riesgo como dichos Documentos Organizativos).
C) De cada Grupo de Riesgo, elaboración de un Catálogo de Riesgos específico que los identifique
y desglose de forma concreta.
Nuevamente en el capítulo 1 Introducción, dentro del punto 1.3 Proceso metodológico, en el punto 1.3.1
Planteamiento de los objetivos, se planteó como primer objetivo “Conocer qué requiere una instalación
deportiva para considerarse segura”, en el capítulo 3 Objetivos e hipótesis de la investigación, identificando
las fases para resolver los objetivos planteados, se articuló como su segunda fase “Conocer y enumerar qué
riesgos afectan a cada ámbito o área de la seguridad descritos en la fase anterior” que indicaba “Conocer y
describir todos los ámbitos o áreas de la seguridad a la que se ve afectada una instalación deportiva”, fase
derivada de la segunda línea de investigación, que requería investigar qué riesgos afectan a las instalaciones
deportivas.
Como se indicó en el capítulo 2 Marco contextual y teórico, dentro del bloque 2.4 Riesgos y seguridad, en
el punto 2.4.3 Gestión de riesgos en el contexto deportivo, Lizarraga (2006) en las Jornadas sobre seguridad
y riesgo en el deporte, celebradas en marzo de 2006, identificó desde un punto de vista médico la naturaleza
de los riesgos que rodean al deporte y afectan al deportista, realizando una clasificación de riesgos en torno
a seis áreas. Leopkey & Parent (2009) con el propósito de identificar los problemas de gestión de riesgos
en eventos deportivos a gran escala desde la perspectiva de los organizadores y las distintas partes
372
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
implicadas, identificaron quince categorías de riesgo y recopilaron de diversos autores (Chang & Singh,
1990; Getz, 2005; Frosdick & Walley, 1997; Bjarnason & Cannell, 1999; Chappelet, 2001; Peterson &
Hronek, 2003; Appenzeller, 2005) áreas de riesgo y riesgos potenciales en eventos deportivos. Gómez-
Calvo (2012b) cuestionándose si los Planes de Autoprotección recogían todos los riesgos para la protección
de las instalaciones, identificó un catálogo general de riesgos en instalaciones y actividades divididos en
diez puntos, con un total de veintisiete riesgos. El mismo autor realizó un catálogo de riesgos por actos
antisociales (Gómez-Calvo, 2014a). Finalmente De Castro (2014) también efectuó un catálogo de riesgos
en instalaciones en base a nueve grupos con más de cincuenta riesgos identificados.
La distinta normativa estudiada también indica diferentes riesgos como es el ejemplo concreto de los que
pueden derivar del Grupo de Riesgo 4. Riesgos de Daños para los Derechos de los concurrentes como son
los distintos derechos expresados en la Constitución Española (1978) (a la dignidad en el 10.1, a la no
discriminación en el 14, a la seguridad en el 17.1, al honor, la intimidad y a la propia imagen en el 18.1 o
del menor en el 39.4). El derecho de reclamación que sostiene el Real Decreto 2816/1982, de 27 de agosto,
por el que se aprueba el Reglamento general de policía de espectáculos públicos y actividades recreativas
en su artículo 52.1 o el de admisión de su artículo 59.1 (RD 2816, 1982). El derecho al resarcimiento del
daño expresado en el Real Decreto de 24 de julio de 1889 por el que se publica el Código Civil (RD, 1889)
Y los distintos derechos derivados de la protección de datos de carácter personal (acceso, rectificación,
supresión, oposición y limitación al tratamiento) promulgados en la Ley Orgánica 15/1999, de 13 de
diciembre, de Protección de Datos de Carácter Personal, en el Real Decreto 1720/2007, de 21 de diciembre,
por el que se aprueba el Reglamento de desarrollo de la Ley Orgánica 15/1999, de 13 de diciembre, de
protección de datos de carácter personal, y en el Reglamento UE 2016/679, del Parlamento Europeo y del
Consejo de 27 de abril de 2016 relativo a la protección de las personas físicas en lo que respecta al
tratamiento de datos personales y a la libre circulación de estos datos (RGPD), estos últimos vistos en el
capítulo 2 Marco contextual y teórico, dentro del bloque 2.5 Documentos y seguridad, dentro del punto
2.5.2 Documentos organizativos de gestión de riesgos de obligado cumplimiento en el marco del objeto de
estudio, en el punto 2.5.2.2 Documento de Seguridad de Datos de Carácter Personal: identificación,
contenido, estructura, referentes y aplicación.
Otro ejemplo son los distintos riesgos que pueden derivar del Grupo de Riesgo 5. Riesgos Laborales que
desarrolla la Ley 31/1995, de 8 de noviembre, de prevención de riesgos laborales y la Ley 54/2003, de 12
de diciembre, de reforma del marco normativo de la prevención de riesgos laborales, para ello el Servicio
de Asistencia Municipal de Urgencia y Rescate (SAMUR - Protección Civil) en su Guía de buenas prácticas
en prevención de riesgos laborales de SAMUR – Protección Civil estableció diecinueve riesgos laborales
(SAMUR - Protección Civil, s.f.b),
Con todo ello, realizando una profunda ordenación, se obtiene un Catálogo de Riesgos de cada uno de los
cinco Grupos de Riesgo que conformaban los ámbitos de la seguridad que afectan a una instalación
deportiva, obteniendo finalmente cinco catálogos de riesgos con un total de cincuenta y cuatro riesgos
expresados en la siguiente figura:
373
Capítulo 4. Metodología de estudio
1. Accidentes derivados de
1. Alteración del orden las condiciones de 1. Derecho a la dignidad / a 1. Caídas
1. Incendios accesibilidad / ausencia de la no discriminación
señalización e información
6. Proyección de fragmentos
5. Accidentes derivados de y partículas
5. Deterioro intencionado de conductas imprudentes / 5. Derecho de resarcimiento
5.Escapes / contactos de temerarias / prácticas de del daño / aseguramiento
las instalaciones sustancias peligrosas riesgo / consumo de
sustancias
7.Sobreesfuerzos
7. Derecho a la protección
de datos de carácter personal 9. Contactos térmicos y
7. Intrusiones 7. Excesos de ocupación / 7. Accidentes fortuitos / eléctricos
(acceso, rectificación,
avalanchas / montoneras / repentinos / súbitos supresión, oposición y
atrapamientos limitación al tratamiento)
10. Exposición a sustancias
tóxicas, corrosivas,
8. Riesgos de información / irritantes, etc.
comunicaciones /
8. Sabotajes 8. Atentados / amenazas de 8. Accidentes derivados de informáticos (intromisiones,
atentados factores externos pérdidas, sabotajes,
ciberseguridad) 11. Exposición a incendiso
y explosiones.
9. Fenómenos naturales:
9. Robos riesgo sísmico / radiológico / 12. Accidentes causados
rayos por seres vivos
/ vendavales / climático etc.
13. Exposición a
sustancias o agentes
10. Accidentes contaminantes
10. Hurtos
medioambientales
11. Raptos
15. Carga física y mental
Figura 58. Catálogos de Riesgos asociados a los Grupos de Riesgo que afectan a una instalación deportiva. Fuente: Elaboración propia
a partir de clasificación de riesgos de Lizarraga (2006), categorías de riesgos de Leopkey & Parent (2009), áreas de riesgos y riesgos
potenciales en eventos deportivos recopilados por Leopkey & Parent (2009) de diversos autores (Chang & Singh, 1990; Getz, 2005;
Frosdick & Walley, 1997; Bjarnason & Cannell, 1999; Chappelet, 2001; Peterson & Hronek, 2003; Appenzeller, 2005), catálogo
general de riesgos en instalaciones de Gómez-Calvo (2012b), catálogo de riesgos por actos antisociales de Gómez-Calvo (2014a),
catálogo de riesgos en instalaciones de De Castro (2014), guía de buenas prácticas en prevención de riesgos laborales de SAMUR -
Protección Civil (s.f.b) y desarrollos normativos (RD 1889; Constitución Española, 1987; RD 2816, 1982; Ley 31, 1995; Ley 15,
1999; Ley 54, 2003; Reglamento UE 2016/679; RD 1720, 2007).
374
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Para definir cada uno de los riesgos de cada catálogo se emplea el mismo procedimiento descrito en el
epígrafe B) Definición de cada uno de los Grupos de Riesgo y de cada Documento Organizativo relacionado
o asociado con cada Grupo de Riesgo”.
Catálogo de Riesgos del Grupo de Riesgo 1. Riesgos de Daños por actos antisociales:
Para ubicar el tipo de riesgo 1. Alteración del orden, se acude al título XXII de la Ley Orgánica 10/1995,
de 23 de noviembre, del Código Penal, denominado "Delitos contra el orden público", en su capítulo III
denominado "De los desórdenes públicos", en su artículo 557. “Quienes actuando en grupo o
individualmente pero amparados en él, alteraren la paz pública ejecutando actos de violencia sobre las
personas o sobre las cosas, o amenazando a otros con llevarlos a cabo” (Ley 10, 1995, p.63). Y: “Quienes
actuaren sobre el grupo o sus individuos incitándoles a realizar las acciones descritas en el apartado anterior
o reforzando su disposición a llevarlas a cabo” (Ley 10, 1995, p.63). Así mismo, la Ley Orgánica 1/2015,
de 30 de marzo, por la que se modifica la Ley Orgánica 10/1995, de 23 de noviembre, del Código Penal, lo
remarca en su artículo 246 (Ley 1, 2015, p.97).
Según el Diccionario de Derecho Internacional de los Conflictos Armados del Comité Internacional de la
Cruz Roja (CICR), el orden público es el funcionamiento ordinario de la vida civil, al que corresponden,
en la colectividad, la opinión y el sentimiento de seguridad, bien que prima sobre los derechos individuales,
siempre que el ejercicio de estos últimos implique, efectiva y concretamente, riesgos de que sea perturbado
(Verri, 2008).
Por lo tanto, la alteración del orden, primer punto del “Catálogo de Riesgos de Daños por Actos
Antisociales” queda definido como: Delito penal que ocurre cuando una persona o grupo de personas
participa de forma directa o indirecta mediante actos o conductas que vayan en contra de la paz pública o
de los derechos de los demás de gozar de la misma, tales como: riñas, peleas, amenazas, gritos, avalanchas
o cualquier altercado de similar naturaleza.
Aclarando que, según la Ley 10 (1995) y la Ley Orgánica 1/2015, de 30 de marzo, por la que se modifica
la Ley Orgánica 10/1995, de 23 de noviembre, del Código Penal, se establece en su artículo 7 que: "Son
delitos las acciones y omisiones dolosas o imprudentes penadas por la ley" (p.25).
Para ubicar el tipo de riesgo 2. Alteración del normal desarrollo de la actividad, basándose en la definición
que la Ley Orgánica 1/2015, de 30 de marzo por la que se modifica la Ley Orgánica 10/1995, de 23 de
noviembre, del Código Penal aportaba sobre la alteración del orden y, extrapolándolo al desarrollo normal
de la actividad, la alteración del normal desarrollo de la actividad, segundo punto del “Catálogo de Riesgos
de Daños por Actos Antisociales” queda definida como: Acciones o comportamientos individuales o
colectivos que modifiquen o perturben el funcionamiento previsto de cualquier actividad.
375
Capítulo 4. Metodología de estudio
3. Agresiones:
Para ubicar el tipo de riesgo 3. Agresiones, se veulve a la Ley Orgánica 1/2015, de 30 de marzo, por la que
se modifica la Ley Orgánica 10/1995, de 23 de noviembre, del Código Penal, y a lo expresado en su artículo
único. "Agresión ilegítima. En caso de defensa de los bienes se reputará agresión ilegítima el ataque a los
mismos que constituya delito y los ponga en grave peligro de deterioro o pérdida inminentes" (Ley 1, 2015,
p.26).
Según la RAE (2014), la agresión es: "Acto de acometer a alguien para matarlo, herirlo o hacerle daño".
Según Carrasco & González (2006), el vocablo agresión procede del latín “agredi”, entendido como ir en
contra de alguien con la intención de producirle daño, los autores recopilaron distintas definiciones de
distintos autores como Dollard et al. (1939) manejándola como la conducta cuyo objetivo es dañar a una
persona o a otro objeto, Buss (1961) como la respuesta que proporciona estímulos dañinos a otro organismo,
Bandura (1972) como la conducta adquirida controlada por reforzadores, la cual es perjudicial y destructiva,
Patterson (1973) como el evento aversivo dispensado contingentemente a las conductas de otra persona,
Spielberger et al. (1983, 1985) como la conducta voluntaria, punitiva o destructiva, dirigida a una meta
concreta, destruir objetos o dañar a otras personas, Serrano (1998) como la conducta intencional que puede
causar daño físico o psicológico y Anderson y Bushman (2002) como cualquier conducta dirigida hacia
otro individuo, que es llevada a cabo con la intención inmediata de causar daño.
Por lo tanto, la agresión, tercer punto del “Catálogo de Riesgos de Daños por Actos Antisociales” queda
definida como: Acciones físicas, verbales o psicológicas, tales como golpes, insultos, gestos, amenazas u
otras similares que atenten contra alguien produciéndole un efecto dañino.
4. Violencia:
Para ubicar el tipo de riesgo 4. Violencia, se acude a la Ley 19/2007, de 11 de julio, contra la violencia, el
racismo, la xenofobia y la intolerancia en el deporte, dicha Ley 19 (2007) en su artículo 2.1 denominado
"definiciones de actos o conductas violentas" establece entre otros:
Así mismo, la misma Ley 19 (2007) en su artículo 2.2 denominado "definiciones de actos racistas,
xenófobos o intolerantes" establece entre otros:
Actos mediante los cuales una persona o grupo de ellas sea amenazada, insultada o vejada por razón
del origen racial, étnico, geográfico o social, así como por la religión, las convicciones, la
discapacidad, la edad o la orientación sexual… Actuaciones que supongan acoso, entendiendo por
tal toda conducta no deseada relacionada con el origen racial o étnico, geográfico o social, así como
376
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
la religión o convicciones, discapacidad, edad u orientación sexual de una persona, que tenga como
objetivo o consecuencia atentar contra su dignidad y crear un entorno intimidatorio, humillante u
ofensivo… Declaraciones, gestos o insultos que supongan un trato manifiestamente vejatorio para
cualquier persona por razón de su origen racial, étnico, geográfico o social, así como por la religión,
las convicciones, la discapacidad, edad, sexo u orientación sexual así como los que inciten al odio
entre personas y grupos o que atenten gravemente contra los derechos, libertades y valores
proclamados en la Constitución… Entonación de cánticos, sonidos o consignas así como la
exhibición de pancartas, banderas, símbolos u otras señales, que contengan mensajes vejatorios o
intimidatorios. (pp.9-10)
Por otra parte, el INSHT (2011a) en su Nota Técnica de Prevención (NTP) 891: Procedimiento de solución
autónoma de los conflictos de violencia laboral (I) aporta dos definiciones, según la Organización Mundial
de la Salud la violencia se define como:
El uso deliberado de la fuerza física o el poder, ya sea en grado de amenaza o efectivo, contra uno
mismo, otra persona o un grupo, que cause o tenga muchas probabilidades de causar lesiones,
muertes, daños psicológicos, trastornos del desarrollo o privaciones. (p.1)
Y, según la Organización Internacional del Trabajo como: “Cualquier tipo de comportamiento agresivo o
insultante susceptible de causar un daño o molestias físicas o psicológicas a sus víctimas, ya sean estos
objetivos intencionados o testigos inocentes involucrados de forma no personal o accidental en los
incidentes” (p.1).
A su vez la RAE (2014) la define como: "Cualidad de violento. Que actúa con ímpetu y fuerza y se deja
llevar por la ira. Que implica el uso de la fuerza, física o moral".
Por lo tanto, la violencia, cuarto punto del “Catálogo de Riesgos de Daños por Actos Antisociales” queda
definida como: Actos, conductas o situaciones que mediante el uso de la fuerza física o moral, provocan o
promueven someter o causar daño de cualquier índole a un individuo o a un colectivo de forma espontánea
o deliberada.
Para ubicar el tipo de riesgo 5. Deterioro intencionado de las instalaciones, basándose en la etimología de
las palabras, según la RAE (2014), se encuentra; Deterioro: "Acción y efecto de deteriorar, hacer que algo
o alguien pase a un peor estado o condición". Intencionado: "Que tiene alguna intención, determinación de
la voluntad en orden a un fin". E instalaciones: "Recinto provisto de los medios necesarios para llevar a
cabo una actividad profesional o de ocio”.
377
Capítulo 4. Metodología de estudio
Por lo tanto, el deterioro intencionado de las instalaciones, quinto punto del “Catálogo de Riesgos de Daños
por Actos Antisociales” queda definido como: Acciones individuales o colectivas voluntarias cuyo objetivo
sea empeorar las condiciones del recinto.
6. Vandalismo:
Para ubicar el tipo de riesgo 6. Vandalismo, se acude a la Ley Orgánica 10/1995, de 23 de noviembre, del
Código Penal. Dicha Ley 10 (1995) en su título XIII denominado "Delitos contra el patrimonio y contra el
orden socioeconómico", dentro de su capítulo IX denominado "De los daños" en su artículo 263 maneja
que: "El que causare daños en propiedad ajena..." (p.89).
Según la RAE (2014) se define como: "Devastación propia de los antiguos vándalos. Dicho de una persona:
que comete acciones propias de gente salvaje y destructiva. Espíritu de destrucción que no respeta cosa
alguna, sagrada ni profana".
Por lo tanto, el vandalismo, sexto punto del “Catálogo de Riesgos de Daños por Actos Antisociales” queda
definido como: Conducta o actitud intencional destinada a llevar a cabo acciones que alteren, degraden o
destruyan los bienes ajenos, tales como: destrozos, roturas, pintadas, o cualquier otra alteración similar.
Aclarando de nuevo que, según la Ley 10 (1995) y la Ley Orgánica 1/2015, de 30 de marzo, por la que se
modifica la Ley Orgánica 10/1995, de 23 de noviembre, del Código Penal, se establece en su artículo 7 que:
"Son delitos las acciones y omisiones dolosas o imprudentes penadas por la ley" (p.25).
7. Intrusiones:
Para ubicar el tipo de riesgo 7. Intrusiones, se acude a la Ley Orgánica 1/2015, de 30 de marzo, por la que
se modifica la Ley Orgánica 10/1995, de 23 de noviembre, del Código Penal. Dicha Ley 1 (2015) establece
en su artículo 248 que:
Los que, actuando en grupo o individualmente pero amparados en él, invadan u ocupen, contra la
voluntad de su titular, el domicilio de una persona jurídica pública o privada, un despacho, oficina,
establecimiento o local, aunque se encuentre abierto al público, y causen con ello una perturbación
relevante de la paz pública y de su actividad normal. (p.98)
Según la RAE (2014) se define como: "Acción y efecto de intrusarse. Apropiarse, sin razón ni derecho, de
un cargo, una autoridad, una jurisdicción, etc.".
Por lo tanto, la intrusión, séptimo punto del “Catálogo de Riesgos de Daños por Actos Antisociales” queda
definida como: Acción mediante la cual un individuo o grupo de individuos, acceden a un área o recinto,
sin derecho, autorización o jurisdicción mediante el uso o no, de la fuerza.
378
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
8. Sabotajes:
Para ubicar el tipo de riesgo 8. Sabotajes, se acude a la derogada Ley Orgánica 13/1985, de 9 de diciembre,
de Código Penal Militar. Dicha Ley 13 (1985) en su artículo 58 tipificaba el delito al que:
"Intencionadamente, destruyere, dañare o inutilizare, obras, establecimiento o instalaciones militares,
buques, aeronaves, medios de transporte o transmisiones, vías de comunicación, material de guerra,
aprovisionamiento u otros medios o recursos" (p.12).
Según el Diccionario de Derecho Internacional de los Conflictos Armados, del Comité Internacional de la
Cruz Roja (CICR), Verri (2008) el sabotaje es: "Término que designa el hecho de cometer actos de
destrucción o de daño material, de las obras e instalaciones que, por su índole o su destinación, contribuyen
a la eficacia del instrumento militar del adversario" (p.106).
Daño o deterioro que se hace en instalaciones, productos, etc., como procedimiento de lucha contra
los patronos, contra el Estado o contra las fuerzas de ocupación en conflictos sociales o políticos.
Oposición u obstrucción disimulada contra proyectos, órdenes, decisiones, ideas, etc. contra el
Estado o contra las fuerzas de ocupación en conflictos sociales o políticos.
Por lo tanto, el sabotaje, octavo punto del “Catálogo de Riesgos de Daños por Actos Antisociales” queda
definido como: Procedimiento mediante el cual se modifica, destruye, daña, inutiliza, deteriora u obstruye
cualquier instalación, material o equipamiento, orden, decisión, idea, proyecto o actividad relacionada
con el contexto específico.
9. Robos:
Para ubicar el tipo de riesgo 9. Robos, se prosigue con la Ley Orgánica 1/2015, de 30 de marzo, por la que
se modifica la Ley Orgánica 10/1995, de 23 de noviembre, del Código Penal. Dicha Ley 1 (2015) en su
artículo 118 afirma que:
Son reos del delito de robo los que, con ánimo de lucro, se apoderaren de las cosas muebles ajenas
empleando fuerza en las cosas, para acceder o abandonar el lugar donde éstas se encuentran o
violencia o intimidación en las personas, sea al cometer el delito, para proteger la huida, o sobre los
que acudiesen en auxilio de la víctima o que le persiguieren. (p.64)
Acción o efecto de robar. Quitar o tomar para sí con violencia o con fuerza lo ajeno. Delito que se
comete apoderándose con ánimo de lucro de una cosa mueble ajena, empleándose violencia o
intimidación sobre las personas, o fuerza en las cosas.
379
Capítulo 4. Metodología de estudio
Por lo tanto, el robo, décimo punto del “Catálogo de Riesgos de Daños por Actos Antisociales” queda
definido como: Delito penal que ocurre al apoderarse de un bien ajeno mediante el uso de la fuerza,
intimidación o violencia.
Aclarando nuevamente que, según la Ley 10 (1995) y la Ley Orgánica 1/2015, de 30 de marzo, por la que
se modifica la Ley Orgánica 10/1995, de 23 de noviembre, del Código Penal, se establece en su artículo 7
que: "Son delitos las acciones y omisiones dolosas o imprudentes penadas por la ley" (p.25).
10. Hurtos:
Para ubicar el tipo de riesgo 10. Hurtos, se continúa con la Ley Orgánica 1/2015, de 30 de marzo, por la
que se modifica la Ley Orgánica 10/1995, de 23 de noviembre, del Código Penal. Dicha Ley 1 (2015) en
su artículo 115 expresa que: "El que, con ánimo de lucro, tomare las cosas muebles ajenas sin la voluntad
de su dueño será castigado, como reo de hurto" (p.63).
Acción de hurtar. Tomar o retener bienes ajenos contra la voluntad de su dueño, sin intimidación en
las personas ni fuerza en las cosas. Delito consistente en tomar con ánimo de lucro cosas muebles
ajenas contra la voluntad de su dueño, sin que concurran las circunstancias que caracterizan el delito
de robo.
Por lo tanto, el hurto, décimo punto del “Catálogo de Riesgos de Daños por Actos Antisociales” queda
definido como: Delito penal que ocurre al apoderarse de un bien ajeno sin el uso de la fuerza, intimidación
o violencia.
Aclarando de nuevo que, según la Ley 10 (1995) y la Ley Orgánica 1/2015, de 30 de marzo, por la que se
modifica la Ley Orgánica 10/1995, de 23 de noviembre, del Código Penal, se establece en su artículo 7 que:
"Son delitos las acciones y omisiones dolosas o imprudentes penadas por la ley" (p.25).
11. Raptos:
Para ubicar el tipo de riesgo 11. Raptos, la Ley Orgánica 10/1995, de 23 de noviembre, del Código Penal
maneja que el que rapte o secuestre está considerado dentro de su Título VI como autor de delitos contra la
libertad (Ley 10, 1995).
Según la RAE (2014) se define como: "Acción de raptar". "secuestrar, retener a alguien en contra de su
voluntad, por lo general con el fin de conseguir un rescate".
Por lo tanto, el rapto, undécimo punto del “Catálogo de Riesgos de Daños por Actos Antisociales” queda
definido como: Delito penal que se produce cuando se retiene a alguien privándole de su libertad en contra
su voluntad.
380
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Aclarando nuevamente que, según la Ley 10 (1995) y la Ley Orgánica 1/2015, de 30 de marzo, por la que
se modifica la Ley Orgánica 10/1995, de 23 de noviembre, del Código Penal, se establece en su artículo 7
que: "Son delitos las acciones y omisiones dolosas o imprudentes penadas por la ley" (p.25).
Para ubicar el tipo de riesgo 12. Venta/consumo de sustancias prohibidas, se acude al título XVII de la Ley
Orgánica 10/1995, de 23 de noviembre, del Código Penal, denominado "Delitos contra la seguridad
colectiva", en su capítulo III denominado "De los delitos contra la salud pública". Dicha Ley 10 (1995)
indica en su artículo 359 que: "El que, sin hallarse debidamente autorizado, elabore sustancias nocivas para
la salud o productos químicos que puedan causar estragos, o los despache o suministre, o comercie con
ellos" (p.122). El artículo 360 ratifica que: "El que, hallándose autorizado para el tráfico de las sustancias
o productos a que se refiere el artículo anterior, los despache o suministre sin cumplir con las formalidades
previstas en las Leyes y Reglamentos respectivos" (p.122). El artículo 362 bis concluye que:
El artículo 368 determina que: "Los que ejecuten actos de cultivo, elaboración o tráfico, o de otro modo
promuevan, favorezcan o faciliten el consumo ilegal de drogas tóxicas, estupefacientes o sustancias
psicotrópicas, o las posean con aquellos fines" (p.125). Y, el artículo 371 finaliza diciendo que:
El que fabrique, transporte, distribuya, comercie o tenga en su poder equipos, materiales o sustancias
enumeradas en el cuadro I y cuadro II de la Convención de Naciones Unidas, hecha en Viena el 20
de diciembre de 1988, sobre el tráfico ilícito de estupefacientes y sustancias psicotrópicas, y
cualesquiera otros productos adicionados al mismo Convenio o que se incluyan en otros futuros
Convenios de la misma naturaleza, ratificados por España, a sabiendas de que van a utilizarse en el
cultivo, la producción o la fabricación ilícitas de drogas tóxicas, estupefacientes o sustancias
psicotrópicas. (p.126)
Por lo tanto, la venta o el consumo de sustancias prohibidas, duodécimo punto del “Catálogo de Riesgos de
Daños por Actos Antisociales” queda definido como: Delito penal que ocurre al promover, favorecer o
facilitar la venta como traspaso lucrativo, o el consumo de sustancias prohibidas generando un riesgo
para la vida o salud de las personas a través de cualquiera de las siguientes acciones: cultivar, elaborar,
importar, exportar, anunciar, publicitar, ofrecer, exhibir, vender, expender, despachar, envasar,
suministrar, traficar, distribuir, consumir, poner en el mercado o similares.
381
Capítulo 4. Metodología de estudio
Aclarando de nuevo que, según la Ley 10 (1995) y la Ley Orgánica 1/2015, de 30 de marzo, por la que se
modifica la Ley Orgánica 10/1995, de 23 de noviembre, del Código Penal, se establece en su artículo 7 que:
"Son delitos las acciones y omisiones dolosas o imprudentes penadas por la ley" (p.25).
Debido a la extensión en el número de riesgos que incluyen los Catálogos de Riesgos de los Grupos de
Riesgo 2. Riesgos de Daños Colectivos por situaciones de Emergencia y Evacuación, 3. Riesgos de Daños
Individuales por Accidentes, 4. Riesgos de Daños para los Derechos de los Concurrentes y 5. Riesgos
Laborales, y que como se indicará en el epígrafe K de esta primera fase de la Estrategia de investigación el
Estudio de Riesgos se delimitó al Grupo de Riesgo 1. Riesgos de Daños por Actos Antisociales, sobre el
que se acaban de definir sus doce riesgos asociados, se ha creído conveniente no incluir a continuación las
definiciones de los riesgos del resto de catálogos para no abordar al lector con un exceso de información,
pudiendo interpretarse de manera sencilla mediante el significado que se asocie al término o términos en
cuestión sin precisar de dichas definiciones, las cuales seguirían el mismo proceso de definición que el
empleado para los riesgos ya definidos.
(Una vez elaborado cada Catálogo de Riesgos específico de cada Grupo de Riesgo y, definidos los
mismos).
E) Elaboración para cada Grupo de Riesgo de una Estructura Normativa en distintos bloques
nominados con unos epígrafes concretos que abarquen y engloben el Catálogo de Riesgos en que
se subdivide cada Grupo de Riesgo, para delimitar la normativa a relacionar.
Como se indicó en el capítulo 2 Marco contextual y teórico, dentro del bloque 2.3 Legislación y seguridad,
en el punto 2.3.3 Ordenación y clasificación de la normativa de seguridad en el ámbito deportivo, distintas
entidades realizaron diversas recopilaciones o clasificaciones normativas como la realizada por el CSD
(2010a) en su obra “Legislación y documentos técnicos de referencia en instalaciones deportivas”, la
realizada por el Colegio Oficial de Licenciados en Educación Física (COPLEF) de Madrid expuesta en su
página web en torno a cinco puntos o, la realizada por la Ciudad Deportiva Municipal de Alcalá de Henares
también expuesta en su página web en torno a doce puntos.
También distintos autores propusieron distintas recopilaciones, como la que efectuó Monroy (2009) como
normativa de ámbito estatal y autonómica en el marco de la Comunidad de Madrid básica en materia de
seguridad, la que realizó Gómez-Calvo (2010b) en su Guía práctica de seguridad obligatoria en
instalaciones deportivas, como recopilación de normativa estatal referente a diez ámbitos, la que realizó el
mismo autor posteriormente Gómez-Calvo (2013c) identificando dieciséis puntos como los principales
temas legislativos que regulan la protección ante sus cinco grupos de riesgos o, la clasificación que realizó
De castro (2014) en torno a trece puntos.
Posteriormente en el mismo capítulo 2 Marco contextual y teórico, dentro del bloque 2.3 Legislación y
seguridad, dentro el punto 2.3.3 Ordenación y clasificación de la normativa de seguridad en el ámbito
382
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
deportivo, en el punto 2.3.3.1 Bases para recopilar la normativa de seguridad según sus ámbitos en tres
niveles territoriales, se asentaron las bases para recopilar la normativa de seguridad en tres ámbitos
territoriales (estatal, autonómico y local tomando como referencia el objeto de estudio), ordenando y
ubicando los distintos puntos indicados anteriormente por las distintas entidades y autores a modo de
estructura normativa integrada por bloques de ordenación para cada uno de los cinco Grupos de Riesgo. A
dicha recopilación, se le añadieron otros epígrafes surgidos del proceso de recopilación normativa, ejemplo
de ello es nuevamente el Grupo de Riesgo 4. Riesgos de Daños para los Derechos de los concurrentes,
retomando la Constitución Española (1978), el Real Decreto 2816/1982, de 27 de agosto, por el que se
aprueba el Reglamento general de policía de espectáculos públicos y actividades recreativas (RD 2816,
1982), el Real Decreto de 24 de julio de 1889 por el que se publica el Código Civil (RD, 1889), la Ley
Orgánica 15/1999, de 13 de diciembre, de Protección de Datos de Carácter Personal (Ley 15, 1999), el Real
Decreto 1720/2007, de 21 de diciembre, por el que se aprueba el Reglamento de desarrollo de la Ley
Orgánica 15/1999, de 13 de diciembre, de protección de datos de carácter personal (RD 1720, 2007) y, el
Reglamento (UE) 2016/679 del Parlamento Europeo y del Consejo de 27 de abril de 2016 relativo a la
protección de las personas físicas en lo que respecta al tratamiento de datos personales y a la libre
circulación de estos datos (Reglamento (UE) 2016/679, 2016). Y el Grupo de Riesgo 5. Riesgos Laborales,
retomando la Ley 31/1995, de 8 de noviembre, de prevención de riesgos laborales (Ley 31, 1995), la Ley
54/2003, de 12 de diciembre, de reforma del marco normativo de la prevención de riesgos laborales (Ley
54, 2003) y la Guía de buenas prácticas en prevención de riesgos laborales del Servicio de Asistencia
Municipal de Urgencia y Rescate (SAMUR - Protección Civil, s.f.b).
Nuevamente con todo ello, tras otra profunda ordenación, se obtiene una Estructura Normativa de cada uno
de los cinco Grupos de Riesgo y sus Catálogos de Riesgos en que se subdividen, para delimitar la normativa
con la que relacionar los cincuenta y cuatro riesgos identificados, obteniendo finalmente cinco estructuras
normativas con un total de treinta y tres epígrafes de ordenación expresados en la siguiente figura:
383
Capítulo 4. Metodología de estudio
Figura 59. Estructuras Normativas que abarcan y engloban los Catálogos de Riesgos asociados a los Grupos de Riesgo que afectan a
una instalación deportiva. Fuente: Elaboración propia a partir de clasificaciones y recopilaciones normativas realizadas por el CSD
(2010a), Colegio Oficial de Licenciados en Educación Física (COPLEF) de Madrid expuesta en su página web, Ciudad Deportiva
Municipal de Alcalá de Henares expuesta en su página web, Monroy (2009), Gómez-Calvo (2010b, 2013c) y De castro (2014), Guía
de buenas prácticas en prevención de riesgos laborales de SAMUR - Protección Civil (s.f.b) y desarrollos normativos (RD 1889;
Constitución Española, 1987; RD 2816, 1982; Ley 31, 1995; Ley 15, 1999; Ley 54, 2003; Reglamento (UE) 2016/679, 2016; RD
1720, 2007).
F) Definición de cada epígrafe concreto que nomina cada bloque que forman la Estructura
Normativa, para delimitar la normativa a relacionar (en cada bloque, se dividirá la legislación en
tres niveles: nacional, autonómico y local).
Compuesta la Estructura Normativa de cada uno de los cinco Grupos de Riesgo y sus Catálogos de Riesgos
asociados, de nuevo en el capítulo 2 Marco contextual y teórico, dentro del bloque 2.3 Legislación y
seguridad, en el punto 2.3.3 Ordenación y clasificación de la normativa de seguridad en el ámbito deportivo,
384
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
se precisaron los niveles de concreción acudiendo al Consejo Superior de Deportes en su citada página web,
mencionando las tres administraciones territoriales; la Administración General del Estado, las
Comunidades Autónomas y la Administración Local y, a Monroy (2009) afirmando que la legislación que
cubre las posibles contingencias en el área de seguridad de las instalaciones deportivas ha de ser estudiada
en profundidad en sus vertientes estatal, autonómica y local. Por lo tanto siguiendo dichas pautas se
concretaron esos tres niveles de concreción normativa, que adaptados al objeto de estudio se tradujeron en
el ámbito estatal a España, el ámbito autonómico a la Comunidad de Madrid y el ámbito local al
Ayuntamiento de Madrid.
Para definir cada uno de los epígrafes de cada Estructura Normativa se emplea el mismo procedimiento
descrito en el epígrafe B) Definición de cada uno de los Grupos de Riesgo y de cada Documento
Organizativo relacionado o asociado con cada Grupo de Riesgo”.
La Estructura Normativa del Grupo de Riesgo 1. Riesgos de Daños por Actos Antisociales, se divide en
cuatro bloques que abarcan y engloban los doce riesgos del Catálogo de Riesgos de Daños por Actos
Antisociales, cada bloque queda definido bajo un epígrafe concreto que delimita la normativa a relacionar
y correlaciona distintos riesgos del citado catálogo, dichos bloques o epígrafes definidos son:
Según la RAE (2014): “Situación de tranquilidad pública y de libre ejercicio de los derechos individuales,
cuya protección efectiva se encomienda a las fuerzas de orden público”.
Por lo tanto, la seguridad ciudadana, primer bloque o epígrafe (punto 1.1) de la Estructura Normativa del
Grupo de Riesgo 1. Riesgos de Daños por Actos Antisociales queda definido como: Derecho fundamental
de tranquilidad cuya protección se encomienda al estado y a las leyes que lo constituyen, englobando toda
aquella normativa que haga referencia a la protección y seguridad de las personas, el patrimonio o las
actividades encomendadas a las fuerzas de orden público.
385
Capítulo 4. Metodología de estudio
seguridad privada para hacer frente a actos deliberados o riesgos accidentales, o para realizar
averiguaciones sobre personas y bienes, con la finalidad de garantizar la seguridad de las personas,
proteger su patrimonio y velar por el normal desarrollo de sus actividades. (Ley 5, 2014, p.7)
Por lo tanto, la seguridad privada, segundo bloque o epígrafe (punto 1.2) de la Estructura Normativa del
Grupo de Riesgo 1. Riesgos de Daños por Actos Antisociales queda definido como: Conjunto de servicios
de seguridad encomendados a empresas privadas para proteger las actividades, el patrimonio y la
seguridad de las personas, englobando toda aquella normativa que haga referencia a la protección y
seguridad de las personas, las actividades o el patrimonio, encomendado a empresas de seguridad
privadas.
El Real Decreto 2816/1982, de 27 de agosto, por el que se aprueba el Reglamento General de Policía de
Espectáculos Públicos y Actividades Recreativas, RD 2916 (1982) en su artículo 1.1 indica como
espectáculos públicos y actividades recreativas: “Espectáculos, deportes, juegos, recreos y establecimientos
destinados al público, enumerados en el Anexo y a las demás actividades de análogas características, con
independencia de que sean de titularidad pública o privada y de que se propongan o no finalidades
lucrativas” (p.7). Según el Decreto 184/1998, de 22 de octubre, por el que se aprueba el Catálogo de
Espectáculos Públicos, Actividades Recreativas, Establecimientos, Locales e Instalaciones, los
espectáculos, son las actividades organizadas con el fin de congregar al público en general para presenciar
actividades, representaciones o exhibiciones de naturaleza, entre otra deportiva, como competiciones
deportivas en sus diversas modalidades cuya finalidad es el espectáculo. Mientras que las actividades
recreativas, son las actividades dirigidas al público en general, destinadas a la práctica, cuyo fin sea el
esparcimiento, ocio, recreo y diversión del mismo, entre ellas la práctica de deportes en sus diversas
modalidades, cuya finalidad es la práctica con fines recreativos (Decreto 184, 1998).
Por lo tanto, los espectáculos públicos y actividades recreativas, tercer bloque o epígrafe (punto 1.3) de la
Estructura Normativa del Grupo de Riesgo 1. Riesgos de Daños por Actos Antisociales, queda definido
como: Conjunto de actividades, exhibiciones o competiciones destinadas a los practicantes o al público,
con fines recreativos o de espectáculo, englobando toda aquella normativa que haga referencia a las
actividades recreativas o espectáculos de naturaleza deportiva.
386
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Por lo tanto, la violencia en el deporte, cuarto bloque o epígrafe (punto 1.4) de la Estructura Normativa del
Grupo de Riesgos 1. Riesgos de Daños por Actos Antisociales queda definida como: Cualquier forma de
violencia expresada en el contexto deportivo en contra de los valores del deporte, englobando toda aquella
normativa que haga referencia a actos o conductas violentas referidas en el contexto deportivo, entre ellas
las citadas en el artículo 2 de la Ley 19/2007, de 11 de julio, contra la violencia, el racismo, la xenofobia
y la intolerancia en el deporte.
Como también se indicó al final del epígrafe “D” de esta primera fase de la Estrategia de investigación,
debido a la extensión en el número de epígrafes de ordenación que forman las Estructuras Normativas de
los Grupos de Riesgo: 2. Riesgos de Daños Colectivos por situaciones de Emergencia y Evacuación, 3.
Riesgos de Daños Individuales por Accidentes, 4. Riesgos de Daños para los Derechos de los Concurrentes
y 5. Riesgos Laborales, y que como se indicará en el epígrafe “K” de esta primera fase de la Estrategia de
investigación el Estudio de Riesgos se delimitó al Grupo de Riesgo 1. Riesgos de Daños por Actos
Antisociales sobre el que se acaban de definir sus cuatro epígrafes de ordenación que conforman su
Estructura Normativa, se ha creído conveniente no incluir a continuación las definiciones de los epígrafes
de ordenación de las Estructuras Normativas del resto de Grupos de Riesgo para, como se indicó
anteriormente no abordar al lector con un exceso de información, pudiendo nuevamente interpretarse de
manera sencilla mediante el significado que se asocie al término o términos en cuestión sin precisar de
dichas definiciones, las cuales seguirían de nuevo el mismo proceso de definición que el empleado para los
epígrafes ya definidos.
(Una vez elaborada cada Estructura Normativa de cada Grupo de Riesgo y, definidos los epígrafes
concretos que nominan cada bloque que forman dichas Estructuras Normativas).
De nuevo en el capítulo 1 Introducción, dentro del punto 1.3 Proceso metodológico, en el punto 1.3.1
Planteamiento de los objetivos, se planteó como primer objetivo “Conocer qué requiere una instalación
deportiva para considerarse segura”, en el capítulo 3 Objetivos e hipótesis de la investigación, identificando
las fases para resolver los objetivos planteados, se articuló como su tercera fase “Desarrollar un estudio
legislativo a nivel nacional, autonómico y local con la normativa que afecta a cada ámbito o área en base a
los riesgos que los integren”, fase derivada de la tercera línea de investigación, que requería investigar la
normativa y la legislación que pueda afectar las instalaciones deportivas desde el punto de vista de la
seguridad.
En el capítulo 2 Marco contextual y teórico, dentro del bloque 2.3 Legislación y seguridad, dentro el punto
2.3.3 Ordenación y clasificación de la normativa de seguridad en el ámbito deportivo, en el punto 2.3.3.1
Bases para recopilar la normativa de seguridad según sus ámbitos en tres niveles territoriales, se indicó que
387
Capítulo 4. Metodología de estudio
ante la necesidad de ordenación y clasificación de la normativa relacionada con la seguridad que afecte a
una instalación deportiva, debido a que todas las recopilaciones o clasificaciones revisadas no registraban
todos los ámbitos específicos descritos de forma detallada, el doctorando realizaría un estudio legislativo
integral asentado en las bases descritas, que clasificase la distinta normativa de referencia en las cinco áreas
o ámbitos descritos, ordenados en una Estructura Normativa conformada por los epígrafes de ordenación
citados conteniendo cada ámbito territorial identificado; nacional, autonómico y local a modo de
recopilación normativa, que serviría como base en la preparación del Estudio de Riesgos.
Con dicha Recopilación Normativa, se pretende dar una visión general de la legislación y de los documentos
de referencia para la gestión de la seguridad en el ámbito deportivo. El doctorando sabedor de las diferencias
de legislación entre las diferentes regiones y países, de lo dilatado y falto de especificidad que sería el
estudio del plano internacional y, siguiendo esta premisa, debido a su posterior aplicación específica para
el objeto de estudio, decide delimitarlo como ya se justificó al plano nacional (España) autonómico
(Comunidad de Madrid) y local (Ayuntamiento de Madrid) y, al contexto actual sin entrar a analizar la
evolución de la misma en el tiempo, bajo la misma premisa, la aplicación práctica no sería válida en una
normativa derogada.
La Recopilación Normativa se divide en cinco tablas, cada tabla pertenece a un Grupo de Riesgo, donde se
expresa su Catálogo de Riesgos asociado y, en base a su Estructura Normativa se identifica la diferente
normativa de aplicación en los tres ámbitos territoriales descritos, recordando que se fundamenta en tres
criterios:
El primer criterio consiste en enmarcar un campo concreto legislativo bajo un epígrafe, donde cada uno de
los bloques de la Estructura Normativa contenga los documentos legislativos de referencia que engloba
dicho epígrafe. El segundo criterio consiste en englobar cada uno de los riesgos del catálogo en los epígrafes
seleccionados, donde todos los riesgos del Catálogo de Riesgos se correlacionen con los distintos bloques
de la Estructura Normativa englobados en cada uno de los documentos legislativos de referencia. El tercer
criterio divide cada bloque de la Estructura Normativa en tres niveles; nacional, autonómico y local,
conteniendo los documentos legislativos de referencia de cada ámbito.
388
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Figura 60. Estructura de la Recopilación Normativa asociada a cada Grupo de Riesgo. Fuente: Elaboración propia.
Finalmente es preciso indicar que para encontrar los distintos documentos se emplearán tres buscadores
legislativos públicos como son el de la Agencia Estatal Boletín Oficial del Estado (BOE) del Gobierno de
España con disposiciones de carácter general de ámbito estatal, autonómico y europeo desde 1960
(https://www.boe.es/legislacion/legislacion.php), el de la Sede Oficial del Boletín Oficial de la Comunidad
de Madrid (BOCM) (http://www.bocm.es/) y el del Boletín Oficial del Ayuntamiento de Madrid (BOAM)
con las disposiciones de los organismos municipales
(https://sede.madrid.es/portal/site/tramites/menuitem.944fd80592a1301b7ce0ccf4a8a409a0/?vgnextoid=7
41d814231ede410VgnVCM1000000b205a0aRCRD&vgnextchannel=741d814231ede410VgnVCM1000
000b205a0aRCRD&vgnextfmt=default&fechaMes=1433109600000) bajo la premisa de ser documentos
vigentes no derogados, así como diferentes buscadores específicos de legislación y fuentes documentales
concretas para documentos de apoyo como por ejemplo la del Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en
el Trabajo (INSHT) o la del Consejo Superior de Deportes (CSD) mediante el uso de palabras clave
relacionadas con los Catálogos de Riesgos y los bloques de las Estructuras Normativas, así como otra
normativa asociada en los documentos ya encontrados y documentación interna.
Las cinco tablas pertenecientes a cada Grupo de Riesgo que contienen la Recopilación Normativa se pueden
consultar en el Anexo A denominado “Recopilación Normativa”.
389
Capítulo 4. Metodología de estudio
Realizada la Recopilación Normativa mediante la elaboración de las cinco tablas haciendo referencia a la
denominada por Cerda (1991) “recopilación documental y bibliográfica” considerada por Hernández-
Sampieri et al. (1993) como una técnica valiosa para conocer los antecedentes, experiencias, situaciones
particulares y funcionamiento cotidiano de la unidad de análisis, es preciso realizar un Estudio Legislativo
basado en dicha recopilación mediante un resumen de los distintos tipos de documentos normativos
seleccionados a modo de recuento y clasificación.
Para ello, se ha elaborado una tabla de cada uno de los cinco Grupos de Riesgo en donde se ha podido
visualizar cada uno de los tipos de documentos normativos incluidos en la Recopilación Normativa en cada
bloque de la Estructura Normativa y en cada uno de los tres ámbitos de concreción identificados con sus
respectivos totales.
Una vez presentada cada tabla, se van a analizar desde tres perspectivas a modo de recuento; desde un
análisis de los documentos pertenecientes a cada bloque de la Estructura Normativa, desde un análisis de
los distintos ámbitos territoriales y desde un análisis de los distintos documentos normativos.
A continuación se presenta la primera tabla perteneciente a la Recopilación Normativa del Grupo de Riesgo
1. Riesgos de Daños por Actos Antisociales:
390
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Tabla 27. Recopilación Normativa del Grupo de Riesgo 1. Riesgos de Daños por Actos Antisociales.
1.3 Espectáculos
1. Riesgos de Ámbitos Total
1.1 Seguridad 1.2 Seguridad públicos y 1.4. Violencia
Daños por Actos
ciudadana Privada actividades en el Deporte
Antisociales
recreativas
Estatal 1 1
Constitución Autonómico 0 1
Local 0
Estatal 8 1 3 12
Leyes Autonómico 1 5 2 8 23
Local 3 3
Estatal 2 1 1 3 7
Decretos Autonómico 2 4 6 13
Local 0
Estatal 0
Reglamentos Autonómico 1 1 2
Local 1 1
Estatal 0
Ordenanzas Autonómico 0 1
Local 1 1
Estatal 5 1 6
Órdenes Autonómico 8 8 14
Local 0
Estatal 0
Instrucciones Autonómico 0 2
Local 1 1 2
Estatal 0
Pliegos Autonómico 0 1
Local 1 1
Estatal 2 2
Protocolos Autonómico 0 3
Local 1 1
Estatal 3 3
Notas Técnicas Autonómico 0 3
Local 0
Estatal 11 7 1 12 31 63
Total Autonómico 2 0 15 6 23
Local 1 0 6 2 9
Total 14 7 22 20 63
Fuente: Elaboración propia.
Como se puede observar, la Recopilación Normativa del Grupo de Riesgo 1. Riesgos de Daños por Actos
Antisociales aglutina un total de sesenta y tres documentos normativos. A continuación se presenta el
análisis de las tres perspectivas citadas:
El bloque 1.1 Seguridad ciudadana dispone de un total de catorce documentos normativos divididos en
once estatales, dos autonómicos y uno local.
391
Capítulo 4. Metodología de estudio
El bloque 1.2 Seguridad privada dispone de un total de siete documentos normativos que se corresponden
con siete estatales.
El bloque 1.3 Espectáculos públicos y actividades recreativas dispone de un total de veintidós documentos
normativos divididos en uno estatal, quince autonómicos y seis locales.
Finalmente el bloque 1.4 Violencia en el deporte dispone de un total de veinte documentos normativos
divididos en doce estatales, seis autonómicos y dos locales.
El ámbito estatal dispone de treinta y un documentos normativos divididos en once del bloque 1.1 Seguridad
ciudadana, siete del bloque 1.2 Seguridad privada, uno del bloque 1.3 Espectáculos públicos y actividades
recreativas y, doce del bloque 1.4 Violencia en el deporte.
El ámbito autonómico dispone de veintitrés documentos normativos divididos en dos del bloque 1.1
Seguridad ciudadana, quince del bloque 1.3 Espectáculos públicos y actividades recreativas y, seis del
bloque 1.4 Violencia en el deporte.
Finalmente el ámbito local dispone de nueve documentos normativos divididos en uno del bloque 1.1
Seguridad ciudadana, seis del bloque 1.3 Espectáculos públicos y actividades recreativas y, dos del bloque
1.4 Violencia en el deporte.
La tercera analizando los distintos documentos normativos que contiene: una Constitución, veintitrés Leyes,
trece Decretos, dos Reglamentos, una Ordenanza, catorce Órdenes, dos Instrucciones, un Pliego, tres
Protocolos y tres Notas Técnicas.
A continuación se presenta la segunda tabla perteneciente a la Recopilación Normativa del Grupo de Riesgo
2. Riesgos de Daños Colectivos por situaciones de Emergencia y Evacuación:
392
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Tabla 28. Recopilación Normativa del Grupo de Riesgo 2. Riesgos de Daños Colectivos por situaciones de Emergencia y Evacuación.
Como se puede observar, la Recopilación Normativa del Grupo de Riesgo 2. Riesgos de Daños
Colectivos por situaciones de Emergencia y Evacuación aglutina un total de ciento treinta y ocho
documentos normativos, a continuación se continúa presentando el análisis de las tres perspectivas citadas:
El bloque 2.1 Protección civil dispone de un total de trece documentos normativos divididos en cuatro
estatales, ocho autonómicos y uno local.
El bloque 2.2 Autoprotección dispone de un total de seis documentos normativos divididos en tres estatales,
dos autonómicos y uno local.
El bloque 2.3 Emergencias y evacuación dispone de un total de veintiún documentos normativos divididos
en trece estatales, tres autonómicos y cinco locales.
El bloque 2.4 Aforos dispone de un total de dieciocho documentos normativos divididos en quince estatales
y tres locales.
El bloque 2.5 Solidez estructural de los edificios dispone de un total de ocho documentos normativos que
se corresponden con ocho estatales.
393
Capítulo 4. Metodología de estudio
El bloque 2.6 Protección contra incendios dispone de un total de treinta y un documentos normativos
divididos en veinte estatales, siete autonómicos y cuatro locales.
El bloque 2.7 Instalaciones eléctricas dispone de un total de dieciocho documentos normativos divididos
en quince estatales y tres autonómicos.
El bloque 2.8 Sustancias peligrosas dispone de un total de doce documentos normativos que se
corresponden con doce estatales.
Finalmente el bloque 2.9 Inundaciones / Gas / Riesgo sísmico / Riesgo radiológico dispone de un total de
once documentos normativos divididos en diez estatales y uno autonómico.
El ámbito estatal dispone de cien documentos normativos divididos en cuatro del bloque 2.1 Protección
civil, tres del bloque 2.2 Autoprotección, trece del bloque 2.3 Emergencias y evacuación, quince del bloque
2.4 Aforos, ocho del bloque 2.5 Solidez estructural de los edificios, veinte del bloque 2.6 Protección contra
incendios, quince del bloque 2.7 Instalaciones eléctricas, doce del bloque 2.8 Sustancias peligrosas y diez
del bloque 2.9 Inundaciones / Gas / Riesgo sísmico / Riesgo radiológico.
El ámbito autonómico dispone de veinticuatro documentos normativos divididos en ocho del bloque 2.1
Protección civil, dos del bloque 2.2 Autoprotección, tres del bloque 2.3 Emergencias y evacuación, siete
del bloque 2.6 Protección contra incendios, tres del bloque 2.7 Instalaciones eléctricas y uno del bloque 2.9
Inundaciones / Gas / Riesgo sísmico / Riesgo radiológico.
Finalmente el ámbito local dispone de catorce documentos normativos divididos en uno del bloque 2.1
Protección civil, uno del bloque 2.2 Autoprotección, cinco del bloque 2.3 Emergencias y evacuación, tres
del bloque 2.4 Aforos, y cuatro del bloque 2.6 Protección contra incendios.
La tercera analizando los distintos documentos normativos que contiene: cinco Leyes, cuarenta y seis
Decretos, tres Reglamentos, una Ordenanza, doce Órdenes, diez Instrucciones, nueve Notas Técnicas, doce
Resoluciones, una Nota Informativa, tres Planes, diecinueve Normas, cuatro Acuerdos, doce Documentos
y una Directriz.
A continuación se presenta la tercera tabla perteneciente a la Recopilación Normativa del Grupo de Riesgo
3. Riesgos de Daños Individuales por Accidentes:
394
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Tabla 29. Recopilación Normativa del Grupo de Riesgo 3. Riesgos de Daños Individuales por Accidentes.
Estatal 3 3 6
Leyes Autonómico 3 1 4 10
Local 0
Estatal 1 1 5 1 4 12
Decretos Autonómico 5 1 6 18
Local 0
Estatal 0
Reglamentos Autonómico 0 1
Local 1 1
Estatal 0
Ordenanzas Autonómico 0 4
Local 3 1 4
Estatal 2 3 5
Órdenes Autonómico 1 1 2 7
Local 0
Estatal 1 1
Instrucciones Autonómico 0 3
Local 2 2
Estatal 0
Protocolos Autonómico 0 1
Local 1 1
Estatal 2 10 12
Notas Técnicas Autonómico 0 12
Local 0
Estatal 3 3
Resoluciones Autonómico 0 3
Local 0
Estatal 1 1
Planes Autonómico 0 1
Local 0
Estatal 3 4 4 11 12 34
Normas Autonómico 0 34
Local 0
Estatal 2 2 1 1 2 8
Documentos Autonómico 0 8
Local 0
Estatal 3 2 5
Manuales Autonómico 0 5
Local 0
Estatal 1 1 2
Guías Autonómico 0 2
Local 0
Estatal 1 1
Propuestas de
Autonómico 0 1
Decreto
Local 0
Estatal 0
Programas Autonómico 0 1
Local 1 1
Estatal 0
Convenios Autonómico 0 1
Local 1 1
Estatal 0
Solicitudes Autonómico 0 1
Local 1 1
Estatal 10 11 5 24 25 15 90 113
Total Autonómico 0 0 0 9 0 3 12
Local 1 0 0 5 0 5 11
Total 11 11 5 38 25 23 113
395
Capítulo 4. Metodología de estudio
Como se puede observar, la Recopilación Normativa del Grupo de Riesgo 3. Riesgos de Daños
Individuales por Accidentes aglutina un total de ciento trece documentos normativos, a continuación se
continúa presentando el análisis de las tres perspectivas citadas:
El bloque 3.1 Seguridad de utilización de las instalaciones dispone de un total de once documentos
normativos divididos en diez estatales y uno local.
El bloque 3.2 Seguridad en superficies y pavimentos dispone de un total de once documentos normativos
que se corresponden con once estatales.
El bloque 3.3 Seguridad en equipamientos y materiales dispone de un total de cinco documentos normativos
que se corresponden con cinco estatales.
El bloque 3.4 Accesibilidad y barreras arquitectónicas dispone de un total de 38 documentos normativos
divididos en 24 estatales, 9 autonómicos y 5 locales.
El bloque 3.5 Señalización e información (iluminación y señales acústicas) dispone de un total de
veinticinco documentos normativos que se corresponden con veinticinco estatales.
Finalmente el bloque 3.6 Emergencias sanitarias/ Primeros auxilios/ Enfermería/ Botiquín/Dopaje dispone
de un total de veintitrés documentos normativos divididos en quince estatales, tres autonómicos y cinco
locales.
El ámbito estatal dispone de noventa documentos normativos divididos en diez del bloque 3.1 Seguridad
de utilización de las instalaciones, once del bloque 3.2 Seguridad en superficies y pavimentos, cinco del
bloque 3.3 Seguridad en equipamientos y materiales, veinticuatro del bloque 3.4 Accesibilidad y barreras
arquitectónicas, veinticinco del bloque 3.5 Señalización e información (iluminación y señales acústicas) y
quince del bloque 3.6 Emergencias sanitarias/ Primeros auxilios/ Enfermería/ Botiquín/Dopaje.
El ámbito autonómico dispone de doce documentos normativos divididos en nueve del bloque 3.4
Accesibilidad y barreras arquitectónicas y tres del bloque 3.6 Emergencias sanitarias/ Primeros auxilios/
Enfermería/ Botiquín/Dopaje.
Finalmente el ámbito local dispone de once documentos normativos divididos en uno del bloque 3.1
Seguridad de utilización de las instalaciones, cinco del bloque 3.4 Accesibilidad y barreras arquitectónicas
y cinco del bloque 3.6 Emergencias sanitarias/ Primeros auxilios/ Enfermería/ Botiquín/Dopaje.
La tercera analizando los distintos documentos normativos que contiene: diez Leyes, dieciocho Decretos,
un Reglamento, cuatro Ordenanzas, siete Órdenes, tres Instrucciones, un Protocolo, doce Notas Técnicas,
tres Resoluciones, un Plan, treinta y cuatro Normas, ocho Documentos, cinco Manuales, dos Guías, una
Propuesta de Decreto, un Programa, un Convenio y una Solicitud.
A continuación se presenta la cuarta tabla perteneciente a la Recopilación Normativa del Grupo de Riesgo
4. Riesgos de Daños para los Derechos de los Concurrentes:
396
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Tabla 30. Recopilación Normativa del Grupo de Riesgo 4. Riesgos de Daños para los Derechos de los Concurrentes.
Estatal 1 1 1 1 4
Constitución Autonómico 0 4
Local 0
Estatal 6 2 4 4 6 22
Leyes Autonómico 1 1 3 5 27
Local 0
Estatal 4 4 6 14
Decretos Autonómico 1 6 2 9 25
Local 2 2
Estatal 2 2
Reglamentos Autonómico 0 5
Local 3 3
Estatal 0
Ordenanzas Autonómico 0 1
Local 1 1
Estatal 1 1 2
Órdenes Autonómico 1 1 2 4
Local 0
Estatal 3 1 4
Instrucciones Autonómico 1 1 11
Local 2 4 6
Estatal 5 5
Resoluciones Autonómico 1 1 2 7
Local 0
Estatal 0
Acuerdos Autonómico 1 1 1
Local 0
Estatal 7 1 8
Guías Autonómico 0 8
Local 0
Estatal 1 1
Instrumentos Autonómico 0 1
Local 0
Estatal 0
Recomendaciones Autonómico 2 2 2
Local 0
Estatal 12 3 22 10 15 62 96
Total Autonómico 1 0 7 7 7 22
Local 0 0 5 0 7 12
Total 13 3 34 17 29 96
Como se puede observar, la Recopilación Normativa del Grupo de Riesgo 4. Riesgos de Daños
para los Derechos de los Concurrentes aglutina un total de noventa y tres documentos normativos (la
Constitución Española es el mismo documento empleado en los distintos bloques), a continuación se
continúa presentando el análisis de las tres perspectivas citadas:
397
Capítulo 4. Metodología de estudio
El ámbito estatal dispone de cincuenta y nueve documentos normativos (la Constitución Española es el
mismo documento empleado en los distintos bloques) divididos en doce del bloque 4.1 Protección frente al
derecho a la dignidad y a la no discriminación, tres del bloque 4.2 Protección frente al derecho al honor, a
la intimidad y a la propia imagen, veintidós del bloque 4.3 Protección de datos de carácter personal, diez
del bloque 4.4 Protección del menor y colectivos sensibles y quince del bloque 4.5
Seguros/Reclamaciones/Responsabilidad Civil.
El ámbito autonómico dispone de veintidós documentos normativos divididos en uno del bloque 4.1
Protección frente al derecho a la dignidad y a la no discriminación, siete del bloque 4.3 Protección de datos
de carácter personal, siete del bloque 4.4 Protección del menor y colectivos sensibles y siete del bloque 4.5
Seguros/Reclamaciones/Responsabilidad Civil.
Finalmente el ámbito local dispone de doce documentos normativos divididos en cinco del bloque 4.3
Protección de datos de carácter personal y siete del bloque 4.5 Seguros/Reclamaciones/Responsabilidad
Civil.
La tercera analizando los distintos documentos normativos que contiene: una Constitución, veintisiete
Leyes, veinticinco Decretos, cinco Reglamentos, una Ordenanza, cuatro Órdenes, once Instrucciones, siete
Resoluciones, un Acuerdo, ocho Guías, un Instrumento y dos Recomendaciones.
A continuación se presenta la quinta y última tabla perteneciente a la Recopilación Normativa del Grupo
de Riesgo 5. Riesgos de Daños Laborales:
398
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Estatal 6 2 1 9
Leyes Autonómico 2 2 11
Local 0
Estatal 13 9 6 2 9 1 7 14 61
Decretos Autonómico 7 2 1 1 11 72
Local 0
Estatal 1 1
Ordenanzas Autonómico 0 1
Local 0
Estatal 1 4 5
Órdenes Autonómico 1 1 6
Local 0
Estatal 1 1
Instrucciones Autonómico 0 6
Local 1 1 2 1 5
Estatal 0
Protocolos Autonómico 0 1
Local 1 1
Estatal 13 5 5 10 12 16 10 15 86
Notas Técnicas Autonómico 0 86
Local 0
Estatal 3 2 1 2 8
Resoluciones Autonómico 0 8
Local 0
Estatal 0
Planes Autonómico 1 1 1
Local 0
Estatal 0
Acuerdos Autonómico 2 2 3
Local 1 1
Estatal 1 1
Documentos Autonómico 0 1
Local 0
Estatal 1 1
Directrices Autonómico 0 1
Local 0
Estatal 2 1 3 1 3 5 15
Guías Autonómico 0 18
Local 1 2 3
Estatal 0
Planificaciones Autonómico 0 1
Local 1 1
Estatal 0
Fichas Informativas Autonómico 0 5
Local 1 2 2 5
Estatal 1 1
Circulares Autonómico 0 1
Local 0
Estatal 1 1
Criterios Técnicos Autonómico 0 1
Local 0
Estatal 36 16 18 8 23 14 27 29 19 190 223
Total Autonómico 8 7 1 0 0 0 1 0 0 17
Local 5 2 0 1 2 2 0 3 1 16
Total 49 25 19 9 25 16 28 32 20 223
Como se puede observar, la Recopilación Normativa del Grupo de Riesgo 5. Riesgos Laborales aglutina
un total de doscientos veintitrés documentos normativos, a continuación se continúa presentando el análisis
de las tres perspectivas citadas:
El bloque 5.1 Organización y gestión del trabajo dispone de un total de cuarenta y nueve documentos
normativos divididos en treinta y seis estatales, ocho autonómicos y cinco locales.
El bloque 5.2 Administración pública dispone de un total de veinticinco documentos normativos divididos
en dieciséis estatales, siete autonómicos y dos locales.
El bloque 5.3 Accidentes de trabajo y mutuas dispone de un total de diecinueve documentos normativos
divididos en dieciocho estatales y uno autonómico.
399
Capítulo 4. Metodología de estudio
El ámbito estatal dispone de ciento noventa documentos normativos divididos en treinta y seis del bloque
5.1 Organización y gestión del trabajo, dieciséis del bloque 5.2 Administración pública, dieciocho del
bloque 5.3 Accidentes de trabajo y mutuas, ocho del bloque 5.4 Protección frente a
Caídas/Choques/Atrapamientos/Golpes y Cortes, veintitrés del bloque 5.5 Equipos de trabajo y de
protección, catorce del bloque 5.6 Esfuerzo físico y mental, veintisiete del bloque 5.7 Exposición a ruidos,
iluminación, vibraciones y temperaturas, veintinueve del bloque 5.8 Exposición a sustancias tóxicas,
radiaciones, electricidad y agentes contaminantes y diecinueve del bloque 5.9 Riesgos Psicosociales.
El ámbito autonómico dispone de diecisiete documentos normativos divididos en ocho del bloque 5.1
Organización y gestión del trabajo, siete del bloque 5.2 Administración pública, uno del bloque 5.3
Accidentes de trabajo y mutuas y uno del bloque 5.7 Exposición a ruidos, iluminación, vibraciones y
temperaturas.
Finalmente el ámbito local dispone de dieciséis documentos normativos divididos en cinco del bloque 5.1
Organización y gestión del trabajo, dos del bloque 5.2 Administración pública, uno del bloque 5.4
Protección frente a Caídas/Choques/Atrapamientos/Golpes y Cortes, dos del bloque 5.5 Equipos de trabajo
y de protección, dos del bloque 5.6 Esfuerzo físico y mental, tres del bloque 5.8 Exposición a sustancias
tóxicas, radiaciones, electricidad y agentes contaminantes y uno del bloque 5.9 Riesgos Psicosociales.
La tercera analizando los distintos documentos normativos que contiene: once Leyes, setenta y dos
Decretos, una Ordenanza, seis Órdenes, seis Instrucciones, un Protocolo, ochenta y seis Notas Técnicas,
ocho Resoluciones, un Plan, tres Acuerdos, un Documento, una Directriz, dieciocho Guías, una
Planificación, cinco Fichas Informativas, una Circular y un Criterio Técnico.
Analizadas las tablas por separado, sólo resta resumir los datos globales, para ello siguiendo la anterior
estructura de análisis se van a analizar desde dos de las tres perspectivas citadas a modo de recuento; desde
el análisis de los distintos ámbitos territoriales y desde el análisis de los distintos documentos normativos.
400
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Para el análisis global de los distintos ámbitos territoriales a continuación se representan los datos globales
en la siguiente tabla donde se pueden ver las cuantías totales de los Documentos Normativos que configuran
la Recopilación Normativa, según los ámbitos territoriales de los cinco Grupos de Riesgo:
Tabla 32. Cuantías totales de los Documentos Normativos que configuran la Recopilación Normativa, según los ámbitos territoriales
de los cinco Grupos de Riesgo.
2. Riesgos de
1. Riesgos de Daños 3. Riesgos de 4. Riesgos de
Daños por Colectivos por Daños Daños para los 5. Riesgos
Grupos de Riesgos Total
Actos situaciones de Individuales por Derechos de los Laborales
Antisociales Emergencia y Accidentes Concurrentes
Evacuación
Ámbitos territoriales Est. Auto. Loc. Est. Auto. Loc. Est. Auto. Loc. Est. Auto. Loc. Est. Auto. Loc. Estatal Autonómico Local
Documentos Normativos 31 23 9 100 24 14 90 12 11 59 22 12 190 17 16 470 98 62
Total 63 138 113 93 223 630
Como se puede observar en la tabla, los datos conjuntos globales arrojan un total de seiscientos treinta
Documentos Normativos que componen la Recopilación Normativa, según los distintos ámbitos
territoriales se desprende que:
El ámbito estatal dispone de cuatrocientos setenta documentos normativos de los seiscientos treinta totales
(74,6%) divididos en treinta y un del Grupo de Riesgo 1. Riesgos de Daños por Actos Antisociales, cien
del Grupo de Riesgo 2. Riesgos de Daños Colectivos por situaciones de Emergencia y Evacuación, noventa
del Grupo de Riesgo 3. Riesgos de Daños Individuales por Accidentes, cincuenta y nueve del Grupo de
Riesgo 4. Riesgos de Daños para los Derechos de los Concurrentes y ciento noventa del Grupo de Riesgo
5. Riesgos Laborales.
El ámbito autonómico dispone de noventa y ocho documentos normativos de los seiscientos treinta totales
(15,6%) divididos en veintitrés del Grupo de Riesgo 1. Riesgos de Daños por Actos Antisociales,
veinticuatro del Grupo de riesgo 2. Riesgos de Daños Colectivos por situaciones de Emergencia y
Evacuación, doce del Grupo de Riesgo 3. Riesgos de Daños Individuales por Accidentes, veintidós del
Grupo de Riesgo 4. Riesgos de Daños para los Derechos de los Concurrentes y diecisiete del Grupo de
Riesgo 5. Riesgos Laborales.
Finalmente el ámbito local dispone de sesenta documentos normativos de los seiscientos treinta totales
(9,8%) divididos en nueve del Grupo de Riesgo 1. Riesgos de Daños por Actos Antisociales, catorce del
Grupo de riesgo 2. Riesgos de Daños Colectivos por situaciones de Emergencia y Evacuación, once del
Grupo de Riesgo 3. Riesgos de Daños Individuales por Accidentes, doce del Grupo de Riesgo 4. Riesgos
de Daños para los Derechos de los Concurrentes y dieciséis del Grupo de Riesgo 5. Riesgos Laborales.
Analizando los porcentajes descritos, los Documentos Normativos pertenecientes al ámbito Estatal
componen el 75% de la Recopilación Normativa, el 25% restante lo componen los Documentos Normativos
pertenecientes a los ámbitos autonómico, con un 15,6% y local, con un 9,8%.
401
Capítulo 4. Metodología de estudio
Para el análisis global de los distintos tipos de documentos normativos, a continuación se representan los
datos globales en la siguiente tabla, donde se pueden ver las cuantías totales de los distintos Documentos
Normativos que configuran la Recopilación Normativa, según los cinco Grupos de Riesgos:
Tabla 33. Cuantías totales de los distintos Documentos Normativos que configuran la Recopilación Normativa, según los cinco Grupos
de Riesgo.
2. Riesgos de
1. Riesgos de Daños 3. Riesgos de 4. Riesgos de
Daños por Colectivos por Daños Daños para los 5. Riesgos
Documento Normativo Total
Actos situaciones de Individuales por Derechos de los Laborales
Antisociales Emergencia y Accidentes Concurrentes
Evacuación
Constitución 1 0 0 4 0 1
Leyes 23 5 10 27 11 76
Decretos 13 46 18 25 72 174
Reglamentos 2 3 1 5 0 11
Ordenanzas 1 1 4 1 1 8
Órdenes 14 12 7 4 6 43
Instrucciones 2 10 3 11 6 32
Pliegos 1 0 0 0 0 1
Protocolos 3 0 1 0 1 5
Notas Técnicas 3 9 12 0 86 110
Resoluciones 0 12 3 7 8 30
Notas Informativas 0 1 0 0 0 1
Planes 0 3 1 0 1 5
Normas 0 19 34 0 0 53
Acuerdos 0 4 0 1 3 8
Documentos 0 12 8 0 1 21
Directrices 0 1 0 0 1 2
Manuales 0 0 5 0 0 5
Guías 0 0 2 8 18 28
Propuestas de Decreto 0 0 1 0 0 1
Programas 0 0 1 0 0 1
Convenios 0 0 1 0 0 1
Solicitudes 0 0 1 0 0 1
Instrumentos 0 0 0 1 0 1
Recomendaciones 0 0 0 2 0 2
Planificaciones 0 0 0 0 1 1
Fichas Informativas 0 0 0 0 5 5
Circulares 0 0 0 0 1 1
Criterios Técnicos 0 0 0 0 1 1
Fuente: Elaboración propia.
Como se puede observar en la tabla, los datos conjuntos globales arrojan un total de veintinueve tipos de
Documentos Normativos (en la misma se puede ver además cómo se dividen sus totales perteneciendo a
los distintos Grupos de Riesgo), observando sus totales, los seiscientos treinta Documentos Normativos que
componen la Recopilación Normativa se dividen en: una Constitución, setenta y seis Leyes, ciento setenta
y cuatro Decretos, once Reglamentos, ocho Ordenanzas, cuarenta y tres Órdenes, treinta y dos
Instrucciones, un Pliego, cinco Protocolos, ciento diez Notas Técnicas, treinta Resoluciones, una Nota
Informativa, cinco Planes, cincuenta y tres Normas, ocho Acuerdos, veintiún Documentos, dos Directrices,
cinco Manuales, veintiocho Guías, una Propuesta de Decreto, un Programa, un Convenio, una Solicitud, un
402
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Instrumento, dos Recomendaciones, una Planificación, cinco Fichas Informativas, una Circular y un
Criterio Técnico.
(Una vez realizada la Recopilación Normativa de cada Grupo de Riesgo, con sus respectivos
Catálogos de Riesgos y Estructuras Normativas, en los tres niveles mencionados, así como su
Estudio Legislativo).
De nuevo en el capítulo 1 Introducción, dentro del punto 1.3 Proceso metodológico, en el punto 1.3.1
Planteamiento de los objetivos, se planteó como segundo objetivo “Desarrollar un cuestionario de seguridad
en instalaciones deportivas para poder analizar la relación de los/las responsables de los Centros Deportivos
Municipales (CDM) con la gestión de la seguridad en su instalación”, en el capítulo 3 Objetivos e hipótesis
de la investigación, identificando las fases para resolver los objetivos planteados, se articuló como su
primera fase “Elaborar un Cuestionario de seguridad en Instalaciones Deportivas con distintos ítems con
los que poder analizar la relación de los/las responsables de los Centros Deportivos Municipales (CDM)
con la gestión de la seguridad en su instalación”, fase derivada de la cuarta línea de investigación, que
requería investigar la relación de los/las responsables de las instalaciones deportivas con la gestión de la
seguridad.
A su vez se planteó el cuarto objetivo “Conocer el grado de relación de los/las responsables de los Centros
Deportivos Municipales (CDM) con la gestión de la seguridad”, y se articularon cuatro fases, siendo
respectivamente: "Conseguir la cumplimentación del cien por cien de los Cuestionarios de Seguridad en
Instalaciones Deportivas, elaborados para conocer el grado de relación de los/las responsables de los
Centros Deportivos Municipales (CDM) con la gestión de la seguridad, por parte de los/las responsables de
todos los Centros Deportivos Municipales (CDM) autorizados”, “Conocer si los/las responsables de cada
Centro Deportivo Municipal (CDM) consideran que la seguridad es importante en la gestión deportiva”,
“Saber si los/las responsables de cada Centro Deportivo Municipal (CDM) conocen y disponen de la
normativa relacionada con la seguridad y de herramientas para gestionarla” y, “Conocer cuál es la
formación en materia de seguridad de los/las responsables de cada Centro Deportivo Municipal (CDM) y
su predisposición futura para recibirla”, fases derivadas del segundo y de la cuarta línea de investigación,
que requería investigar la relación de los/las responsables de las instalaciones deportivas con la gestión de
la seguridad.
Salkind (1999) indicó que los cuestionarios son un conjunto de preguntas estructuradas, se pueden auto
administrar, son anónimos, solicitan información que tienen los encuestados sin un propósito oculto,
contienen preguntas sencillas, con ejemplos si fuese necesario, susceptibles de ser respondidas en un
formato profesional y fácil de entender, finalmente las preguntas y sus páginas deben están numeradas con
instrucciones claras de cómo cumplimentarse. Por otro lado, Hernández-Sampieri et al. (1993) ratifican
estas ideas incluyendo que para que un cuestionario funcione y la tasa de devolución sea nula, es necesario
403
Capítulo 4. Metodología de estudio
que exija: cosas razonables del encuestado; no tenga un propósito oculto; solicite información que tengan
los encuestados; las preguntas sean sencillas y susceptibles de ser respondidas; el formato sea profesional,
atractivo y fácil de responder; las preguntas y sus páginas estén numeradas y; disponga de instrucciones
claras y explícitas, con exigencias de tiempo, gasto y esfuerzo apropiadas y sin preguntas inapropiadas o
demasiado personales. Nuevamente Salkind (1999) indicaba también que para rellenar un cuestionario las
exigencias de tiempo, gasto y esfuerzo han de ser razonables, argumentando que si una entrevista
proporciona datos más exactos y mejores respuestas es más recomendable el uso de la entrevista, sin
embargo aporta algunas ventajas en el uso del cuestionario como: permitir obtener una imagen muy amplia
de lo que se está estudiando; poder generalizar a millones de personas; ser eficiente ya que la recopilación
de datos termina después del contacto con los encuestados requiriendo un mínimo de recursos y; si se llevan
a cabo correctamente con un error de muestreo mínimo pueden producir resultados notablemente exactos.
Finalmente Hernández-Sampieri et al. (1993) indican que en los cuestionarios, al estar garantizado el
anonimato es posible que se esté más dispuesto a decir la verdad y que la objetividad de los datos hace que
sea más fácil compartirlos con otros investigadores y utilizarse en análisis adicionales.
Por lo tanto, con todas estas recomendaciones, se ha elaborado un cuestionario compuesto por siete ítems
destinados a poder responder a los objetivos planteados de una forma rápida y sencilla para lograr el cien
por cien de las cumplimentaciones.
La primera pregunta se responde puntuando con una escala Likert del 1 al 5, mientras que las restantes con
una respuesta dicotómica de sí o no, todas ellas disponen de un espacio para fundamentar la respuesta en
caso de precisarse.
404
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Fundamentación
2. ¿Piensa que su instalación es segura? (Marque la casilla correspondiente e indique si es preciso la fundamentación de su respuesta)
Respuesta
Fundamentación
SÍ NO
3. ¿Dispone de sistemas, servicios y/o medidas de seguridad determinados por los órganos correspondientes de la administración local y de la
policía de la comunidad autónoma en función de la Disposición adicional primera y los artículos 111, 112 y 113 del Reglamento de Seguridad
Privada? (Marque la casilla correspondiente, en caso afirmativo, indique si dispone de un documento que le entregasen donde se determinen y
si están conectados o no, a central de alarmas. Véanse arts 111 y 112 del Real Decreto 2364/1994, Disposición adicional segunda de la Ley
5/2014 y art 4 de la Orden INT /315/2011)
Respuesta
Fundamentación
SÍ NO
4. ¿Conoce la normativa y la legislación de aplicación en seguridad y dispone de ella? (Marque la casilla correspondiente, en caso afirmativo
indique cuáles).
Respuesta
Fundamentación
SÍ NO
5. ¿Conoce y dispone de las herramientas necesarias para la gestión de la seguridad de su instalación? (Marque la casilla correspondiente e
indique si es preciso la fundamentación de su respuesta)
Respuesta
Fundamentación
SÍ NO
6. ¿T iene formación específica en seguridad? Marque la casilla correspondiente, en caso afirmativo indique qué formación.
Respuesta
Fundamentación
SÍ NO
7. ¿Cree conveniente recibir formación específica en seguridad para la gestión de su instalación? Marque la casilla correspondiente e indique si
es preciso su justificación. (¿Cuál, en qué ámbito, aspectos concretos, etc.?)
Respuesta
Fundamentación
SÍ NO
405
Capítulo 4. Metodología de estudio
Figura 62. Interpretación del Cuestionario de Seguridad en Instalaciones Deportivas. Fuente: Elaboración propia.
J) Elaboración de una Estrategia de Acceso a los Centros Deportivos Municipales (CDM) a través
de la Universidad, la Dirección General de Deportes y los Distritos a través de los/las
Coordinadores/as de cada Junta de Distrito, para conseguir una autorización de acceso a los
mismos.
En el capítulo 1 Introducción, dentro del punto 1.2 Delimitación del objeto de estudio, en la Figura 1
Delimitación de la actuación en el objeto de estudio, se formuló la cuestión “Cómo contactar para poder
desarrollar el trabajo de campo de la 2ª Fase teórico-práctica”, indicando que se elaboraría una Carta de
Presentación por parte del Director de la Tesis y un Proyecto de Investigación con los que solicitar poder
desarrollar el trabajo de campo de la Tesis Doctoral (cuarta y quinta líneas de investigación).
Salkind (1999) indicó que una carta de presentación ayuda a preparar el escenario, es importante porque
establece el sentido de autoridad y comunica el proyecto, siendo interesante que: sea escrita en papel
membretado por la universidad causando una impresión favorable aumentando la posibilidad de
cooperación; tenga fecha reciente indicando que la solicitud es vigente; está personalizada; se indique el
propósito y la importancia del estudio; se prometa confidencialidad; se indique una estimación del tiempo;
se haga que se forme parte del proyecto indicando que se enviará una copia de los resultados haciendo que
se sientan parte importante del estudio y; finalmente tenga una expresión de agradecimiento clara, separada
del resto del texto, con la firma del jefe del proyecto.
406
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Figura 63. Carta de Presentación de la Universidad de Alcalá para solicitar poder desarrollar el trabajo de campo de la Tesis Doctoral.
Fuente: Elaboración propia a partir de Carta de Presentación de José Emilio Jiménez-Beatty Navarro.
El Proyecto de Investigación por su parte consiste en una presentación visual del proyecto, se puede
consultar en el Anexo B denominado “Proyecto de Investigación”.
Con la Carta de Presentación se solicitaría una reunión a la Dirección General de Deportes (DGD) del
Ayuntamiento de Madrid y a cada uno de los veintiún Distritos para, mediante la exposición del Proyecto
de Investigación a los/las Coordinadores/as de las Juntas de Distrito, solicitar una autorización con la que
poder desarrollar el trabajo de campo.
407
Capítulo 4. Metodología de estudio
La elección de dirigirlo a los distintos Distritos y a la Dirección General de Deportes (DGD) radicó en que
las competencias de gestión de los diferentes Centros Deportivos Municipales (CDM) las tienen los
distintos Distritos, mientras que la Dirección General de Deportes (DGD) es el órgano común a todos ellos.
Como se puede observar en la siguiente figura la Estructura Orgánica del Ayuntamiento de Madrid, se
divide en veintiún distritos y diez áreas de gobierno:
Figura 64. Estructura Orgánica del Ayuntamiento de Madrid. Fuente: Ayuntamiento de Madrid (2019b).
Figura 65. Estructura Orgánica del Área de Gobierno de Cultura y Deportes del Ayuntamiento de Madrid. Fuente: Ayuntamiento de
Madrid (2019c).
408
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Una vez elaborada la Carta de Presentación y el Proyecto de Investigación dónde se solicitaba poder realizar
el trabajo de campo de la Tesis Doctoral explicado y justificado desde distintos puntos de vista,
aprovechando la relación contractual del doctorando con el Ayuntamiento de Madrid, se solicitó una
reunión a dicha Dirección General de Deportes (DGD) del Ayuntamiento de Madrid, incluyendo el motivo
de la misma, para obtener una autorización global. En dicha reunión se presentó el Proyecto de
Investigación y se autorizó a llevarlo a cabo bajo la premisa de que, como se indicó anteriormente, debido
a que las competencias de gestión de cada Centro Deportivo Municipal (CDM) eran de cada uno de los
Distritos, se precisaba una autorización de cada uno, especificando los Centros Deportivos Municipales
(CDM) en los que se realizaría. Por lo tanto se solicitó nuevamente una reunión a cada uno de los Distritos
(diecinueve debido a que el distrito Centro y el distrito Chamberí no disponían de Centros Deportivos
Municipales (CDM) de gestión directa), dirigiendo la petición a los/las Gerentes (coordinadores/as) de cada
Junta de Distrito, al ser los últimos responsables competentes para autorizar dicho proyecto.
Figura 66. Ubicación en el mapa de los distritos de Madrid. Fuente: Elaboración propia a partir de Google Maps (2019), Comunidad
de Madrid (s.f.) y Plataforma para la creación del Colegio Profesional de Archiveros, Bibliotecarios y Documentalistas de Madrid
[COABDM] (16 de septiembre de 2013).
Tras un largo y arduo proceso de solicitudes, reuniones y explicaciones del proyecto mantenidas en el
tiempo durante un año y medio, previa realización por parte del doctorando de un modelo de autorización,
se obtuvieron trece autorizaciones de distritos de diecinueve posibles, logrando un porcentaje aproximado
del 70%.
409
Capítulo 4. Metodología de estudio
Figura 67. Proceso de autorización del trabajo de campo de la Tesis Doctoral. Fuente: Elaboración propia.
K) Delimitación junto con la Dirección General de Deportes y el/la Coordinador/a de cada Junta
de Distrito del Estudio de Riesgos en función de si disponen o no de los Documentos Organizativos
asociados a los Grupos de Riesgo a manejar.
En el capítulo 1 Introducción, dentro del punto 1.2 Delimitación del objeto de estudio, en la Figura 1
Delimitación de la actuación en el objeto de estudio, se formuló la cuestión “Cómo delimitar el Estudio de
Riesgos para elaborar la herramienta que permita su ejecución”, indicando dentro de la secuencia de
actuación:
1. A partir de la primera y segunda líneas de investigación se obtienen los ámbitos o áreas de la seguridad
a la que se ve afectada una instalación deportiva y los riesgos que afectan a cada una, dividiéndolo en grupos
de riesgo asociados a un documento organizativo que los gestione.
2. En la reunión con los/las coordinadores/as de distrito se pregunta por la existencia de dichos documentos
organizativos asociados a los distintos Grupos de riesgo que comprenden los distintos ámbitos o áreas de
seguridad que afectan a una instalación deportiva, delimitando el estudio a los riesgos de los que no
dispongan documento organizativo que los comprenda.
Siguiendo con el capítulo 1 Introducción, dentro del punto 1.3 Proceso metodológico, en el punto 1.3.1
Planteamiento de los objetivos, se planteó como tercer objetivo “Constatar si los Centros Deportivos
410
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Municipales (CDM) del Ayuntamiento de Madrid disponían de los documentos organizativos que gestionen
cada área o ámbito de la seguridad a través de los/las responsables de cada Centro Deportivo Municipal
(CDM) autorizado mediante la cumplimentación de una plantilla elaborada para tal fin”, objetivo derivado
de la primera línea de investigación que requería investigar cuáles son los requisitos de seguridad de las
instalaciones deportivas.
Debido a la gran magnitud que componen los riesgos a estudiar, a las competencias necesarias para el
estudio de cada clase de riesgo según indica la normativa específica y, para evitar duplicidades en riesgos
ya estudiados identificados en los respectivos documentos organizativos que abarcan cada clase de riesgo,
se procede a limitar el Estudio de Riesgos a los riesgos englobados en los documentos organizativos que
no dispongan, siempre que se tengan las competencias necesarias para poder realizar dicho estudio.
Las competencias vienen determinadas en la Ley 5/2014, de 4 de abril, de Seguridad Privada. Dicha Ley 5
(2014) establece en su artículo 6 que podrán realizar empresas de seguridad privada u otras:
Para saber quiénes son los técnicos competentes, en el ámbito de las empresas de seguridad, su artículo 35
establece que corresponde a los jefes de seguridad el análisis de situaciones de riesgo y la planificación y
programación de las actuaciones precisas para la implantación y realización de los servicios de seguridad
privada (Ley 5, 2014).
En el ámbito de las otras empresas, su artículo 36 establece que corresponde a los directores de seguridad:
En este caso el doctorando cuenta con la habilitación profesional (Ministerio del Interior) de Director de
seguridad con Tarjeta de Identificación Profesional (TIP) número 13.882, cubriendo así los principios de
411
Capítulo 4. Metodología de estudio
profesionalidad y deontología, para poder asesorar y realizar comprobaciones in situ a la hora de abordar
el estudio.
Mientras que para poder plasmar la delimitación del Estudio de Riesgos a los riesgos englobados en los
documentos organizativos que no dispongan (desarrollado en la primera fase de la Estrategia de
investigación denominada “Proceso previo al trabajo de campo” en los epígrafes A) División de los ámbitos
o áreas de la seguridad que afectan a una instalación deportiva en Grupos de Riesgo con sus respectivos
Documentos Organizativos asociados y B) Definición de cada uno de los Grupos de Riesgo y de cada
Documento Organizativo relacionado o asociado con cada Grupo de Riesgo), se elaboró la siguiente ficha
denominada “Ficha informativa de la Instalación Deportiva” conteniendo en su anverso la delimitación del
Estudio de Riesgos como se observa en la siguiente figura:
Localización Titularidad
O tros
Al disponer de los documentos organizativos: Plan de Seguridad, Plan de Autoprotección, Plan de Actuación ante Emergencias, Libro del Edificio, Protocolo de Actuación ante
Urgencias Sanitarias, Documento de Seguridad de Datos de Carácter Personal y Plan de Riesgos Laborales.
Los Grupos de Riesgos número: 1, 2, 3, 4 y 5 que componen los Grupos de riesgos que afectan a una instalación deportiva, quedan excluidos del Estudio de Riesgos, debido a que disponen de los
documentos organizativos que marca la normativa y dichos Riesgos están analizados y justificados.
Por lo tanto el Estudio de Riesgos se aplicará a los Grupos de Riesgos:
* A cumplimentar con los datos que aporte el responsable de la instalación deportiva (táchese lo que no proceda e indique el/los Grupo/Grupos de riesgos que componen el Estudio de Riesgos)
Figura 81. Ficha informativa de la Instalación Deportiva, anverso con la delimitación del Estudio de Riesgos. Fuente: Elaboración
propia.
412
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Figura 82. Interpretación del anverso de la Ficha informativa de la Instalación Deportiva. Fuente: Elaboración propia.
Con dicha ficha, se delimitó a través de la Dirección General de Deportes y el/la Coordinador/a de cada
Junta de Distrito el Estudio de Riesgos al Grupo de Riesgo 1. Riesgos de Daños por Actos Antisociales al
carecer de Plan de Seguridad y sí disponer del resto de Documentos Organizativos asociados a los Grupos
de Riesgo a manejar.
Una vez delimitado el Estudio de Riesgos, se tiene que establecer un modo de efectuarlo, siguiendo el
principio de objetividad, se identificará si se disponen de bases de datos o registros de sucesos con los que
poder disponer de datos específicos, añadido a los conocimientos basados en la experiencia que posean los
responsables de las instalaciones deportivas.
Recordando que en el capítulo 1 Introducción, dentro del punto 1.3 Proceso metodológico, en el punto 1.3.1
Planteamiento de los objetivos, se planteó el tercer objetivo “Constatar si los Centros Deportivos
Municipales (CDM) del Ayuntamiento de Madrid disponían de registros de incidentes y de bases de datos
de los mismos a través de los/las responsables de cada Centro Deportivo Municipal (CDM) autorizado
mediante la cumplimentación de una plantilla elaborada para tal fin”, objetivo derivado de la primera línea
de investigación que requería investigar cuáles son los requisitos de seguridad de las instalaciones
deportivas.
413
Capítulo 4. Metodología de estudio
En el capítulo 2 Marco contextual y teórico, dentro del bloque 2.2 Deporte y Seguridad, dentro del punto
2.2.2 Violencia y deporte, en el punto 2.2.2.2 Registros de incidentes, se investigó qué era un registro, cuál
era su fin y qué puntos tenía que contener o cómo había de estructurarse, recurriendo dentro del plano
internacional al sector más representativo y a un organismo de referencia para poder extrapolarse a los
escasos registros de incidentes asociados al plano deportivo.
Por lo tanto, al igual que ocurrió con el punto anterior (epígrafe K de la primera fase de la Estrategia de
investigación) donde se delimitaba el Estudio de Riesgos, se precisa de una plantilla donde se indique el
Modus Operandi en función de si disponen o no, de bases de datos o registros de incidentes relacionados
con los riesgos a manejar.
Dicha plantilla con el Establecimiento del modo de operar en el Estudio de Riesgos, se elaboró formando
parte de la Ficha informativa de la Instalación Deportiva, plasmándose en su reverso junto con los “Datos
de los participantes del Estudio de Riesgos y de las Medidas de Seguridad”, como se observa en la siguiente
figura:
¿Dispone de bases de datos, o registro de incidentes relacionados con los riesgos a estudiar? Indique si o no tachando lo que no proceda, en caso afirmativo indique cuáles
SI / NO
Al DISPO NER / NO DISPO NER de base de datos, o de registro de sucesos relacionados con los doce riesgos a estudiar en el Estudio de Riesgos, la plantilla "Análisis y evaluación de Riesgos", en su fase
denominada "Análisis de los riesgos identificados", se cumplimentará con los DATO S DE DICHAS BASES O REGISTRO S Q UE MANEJE EL RESPO NSABLE DE LA INSTALACIÓN / CO N LO S
DATO S Q UE MANEJE EL RESPO NSABLE DE LA INSTALACIÓN, junto con el asesoramiento del auditor. A su vez, la plantilla "Identificación de las Medidas de Seguridad", se abordará de manera
conjunta, a través de los datos aportados por el responsable de la instalación y la comprobación in situ del auditor.
* A cumplimentar con los datos que aporte el responsable de la instalación deportiva (táchese lo que no proceda)
* A cumplimentar con los datos de los participantes del Estudio de Riesgos y de la identificación de las medidas de seguridad
Figura 83. Ficha informativa de la Instalación Deportiva, reverso con el Establecimiento del modo de operar en el Estudio de Riesgos
y, los Datos de los participantes del Estudio de Riesgos y de las Medidas de Seguridad. Fuente: Elaboración propia.
414
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Figura 84. Interpretación del reverso de la Ficha informativa de la Instalación Deportiva. Fuente: Elaboración propia.
Con dicha ficha, se establecerá por lo tanto el modo de operar en el Estudio de Riesgos en función de si
cada Centro Deportivo Municipal (CDM) dispone o no de dichos registros o bases de datos de incidentes
posibilitando dos opciones. La primera indica que al disponer de base de datos, o de registros de sucesos
relacionados con los doce riesgos a estudiar en el Estudio de Riesgos, la plantilla “Identificación, Análisis
y Evaluación de Riesgos”, en su fase denominada "Análisis de los riesgos identificados", se cumplimentará
con los datos de dichas bases o registros que maneje la persona responsable de la instalación, junto con el
asesoramiento del auditor. La segunda indica que al no disponer de base de datos, o de registros de sucesos
relacionados con los doce riesgos a estudiar en el Estudio de Riesgos, la plantilla “Identificación, Análisis
y Evaluación de Riesgos”, en su fase denominada "Análisis de los riesgos identificados", se cumplimentará
con los datos que maneje la persona responsable de la instalación, junto con el asesoramiento del auditor.
(Una vez obtenidas las autorizaciones para desarrollar el trabajo de campo de la Tesis Doctoral,
delimitado el Estudio de Riesgos a los Grupos de Riesgo sobre los que no dispongan de Documento
Organizativo asociado y, establecido un Modus Operandi).
En el capítulo 1 Introducción, dentro del punto 1.2 Delimitación del objeto de estudio, en la Figura 1
Delimitación de la actuación en el objeto de estudio, se formuló la cuestión “Cómo delimitar el Estudio de
415
Capítulo 4. Metodología de estudio
Riesgos para elaborar la herramienta que permita su ejecución”, indicando dentro de la secuencia de
actuación: 3. Se elige, justifica y explica un método para realizar el Estudio de Riesgos ya delimitado.
A su vez, también en el capítulo 1 Introducción, dentro del punto 1.3 Proceso metodológico, en el punto
1.3.1 Planteamiento de los objetivos, se planteó como segundo objetivo “Desarrollar una herramienta para
poder realizar un estudio de riesgos en una instalación deportiva, en el capítulo 3 Objetivos e hipótesis de
la investigación, identificando las fases para resolver los objetivos planteados, se articuló como su segunda
fase “Elaborar las plantillas necesarias con el método elegido que conformen la herramienta para realizar
el estudio de riesgos”, fase derivada de la quinta línea de investigación, que requería investigar la
elaboración de una herramienta para poder gestionar los riesgos de las instalaciones deportivas.
En el capítulo 2 Marco contextual y teórico, dentro del bloque 2.4 Riesgos y seguridad, dentro del punto
2.4. 3 Gestión de riesgos en el contexto deportivo, en el punto 2.4.3.1 El método Mosler para el análisis de
riesgos, se indicó que para la realización del Estudio de Riesgos se eligió el Método Mosler atendiendo a
diferentes criterios.
Ser un método científico utilizado en diferentes campos, específico de la seguridad física y el más utilizado
en seguridad privada. Contar con múltiples referentes internacionales (Quezada, 2016; UNAM, 2010;
INAH, 2013; Galhano & Ono, 2013; Galavic et al., 2013; Galavic & González, 2014; Patricio & Mauricio,
2014; Pérez, 2014). Con múltiples referentes nacionales (Gómez-Merelo, 1998, 2008; Jou, 2009; AEI
Seguridad, 2012; Amasplus Ingeniería, 2012; Navarro, 2013; González, 2014; Junta de Andalucía, 2014).
Y estar citado como método referente para el análisis de riesgos en el ámbito concreto donde se va a aplicar
como es el caso del Pliego de Prescripciones Técnicas particulares que ha de regir en el contrato de servicios
para la protección y seguridad del recinto ferial Casa de Campo y del Edificio Montera 25-27, en su anexo
III, en el que se especifica que el Análisis de Riesgos del Plan de Seguridad a implementar se realizará
basándose en el método Mosler (Madrid Espacios y Congresos, 2012) y, el caso del Manual denominado
“Videovigilancia y Seguridad Privada en el ámbito del A.G. Seguridad y Emergencias” que el Área de
Gobierno Seguridad y Emergencias del Ayuntamiento de Madrid cuyas competencias, entre otras son la
promoción de la seguridad, a través de su Centro Integral de Formación de Seguridad y Emergencias
(CIFSE), publicó en 2014, describiendo y desarrollando el método Mosler dentro del objetivo de Servicio
de Gestión de la Seguridad en Edificios e Instalaciones (CIFSE, 2014).
Por lo tanto siguiendo el principio de rigor científico se aplicará dicho método para analizar y evaluar los
riesgos, Gómez-Merelo (2008) desarrolló sus cuatro fases indicando que es un método cuantitativo que
mediante la combinación de probabilidad y estadística, muestra como objetivos identificar, analizar y
evaluar los factores que pueden influir en que un riesgo se manifieste mediante un esquema de matrices
que miden a través de una base y metodología científica la frecuencia, la magnitud y el efecto de un probable
siniestro.
416
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
A continuación se presenta la plantilla del Método Mosler propuesta para su posterior desarrollo en la
aplicación de las distintas fases del Estudio de Riesgos:
Figura 85. Método Mosler. Fuente: Elaboración propia a partir de exposición del Método Mosler de Gómez-Merelo (2008).
Figura 86. Interpretación de la plantilla del Método Mosler. Fuente: Elaboración propia.
(Una vez elegido y justificado el Método de Análisis y Evaluación de Riesgos a emplear y, elaborada
su plantilla para desarrollarlo).
N) Identificación de los riesgos a incluir en el Estudio de Riesgos sobre los Grupos de Riesgo
seleccionados y sus Catálogos de Riesgos derivados.
417
Capítulo 4. Metodología de estudio
Recordando que en el capítulo 1 Introducción, dentro del punto 1.3 Proceso metodológico, en el punto 1.3.1
Planteamiento de los objetivos, se planteó como primer objetivo “Conocer qué requiere una instalación
deportiva para considerarse segura”, en el capítulo 3 Objetivos e hipótesis de la investigación, identificando
las fases para resolver los objetivos planteados, se articuló como su segunda fase “Conocer y enumerar qué
riesgos afectan a cada ámbito o área de la seguridad descritos en la fase anterior” que indicaba “Conocer y
describir todos los ámbitos o áreas de la seguridad a la que se ve afectada una instalación deportiva”, fase
derivada de la segunda línea de investigación, que requería investigar qué riesgos afectan a las instalaciones
deportivas y, en el punto 4.3 Desarrollo de la Primera fase de la Estrategia de investigación (proceso previo
del trabajo de campo), en el epígrafe C) De cada Grupo de Riesgo, elaboración de un Catálogo de Riesgos
específico que los identifique y desglose de forma concreta, se elaboró un Catálogo de Riesgos de cada uno
de los cinco Grupos de Riesgo que conformaban los ámbitos de la seguridad que afectan a una instalación
deportiva, obteniendo finalmente cinco Catálogos de Riesgos con un total de cincuenta y cuatro riesgos
expresados en la Figura 58 Catálogos de Riesgos asociados a los Grupos de Riesgo que afectan a una
instalación deportiva. Así como en el epígrafe K) Delimitación junto con la Dirección General de Deportes
y el/la Coordinador/a de cada Junta de Distrito del Estudio de Riesgos en función de si disponen o no de
los Documentos Organizativos asociados a los Grupos de Riesgo a manejar, se delimitó a través de la
Dirección General de Deportes y el/la Coordinador/a de cada Junta de Distrito el Estudio de Riesgos al
Grupo de Riesgo 1. Riesgos de Daños por Actos Antisociales, al carecer de Plan de Seguridad y sí disponer
del resto de Documentos Organizativos asociados a los Grupos de Riesgo a manejar.
Por lo tanto, se han de identificar los riesgos a incluir en el Estudio de Riesgos del Grupo de Riesgo 1.
Riesgos de Daños por Actos Antisociales, recordando que en el epígrafe B de la primera fase de la Estrategia
de investigación se definieron como: Acciones, conductas o comportamientos intencionados de origen
antrópico que atenten contra los demás o infrinjan o violen las reglas o normas sociales, que derivarán de
su Catálogo de Riesgos asociados, recordando que se dividían en los doce riesgos expresados a
continuación:
418
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
1. Accidentes derivados de
1. Alteración del orden las condiciones de 1. Derecho a la dignidad / a
1. Incendios accesibilidad / ausencia de la no discriminación
señalización e información
6.
5. Accidentes derivados de
5. Deterioro intencionado de conductas imprudentes / 5. Derecho de resarcimiento
5.Escapes / contactos de temerarias / prácticas de del daño / aseguramiento
las instalaciones sustancias peligrosas riesgo / consumo de
sustancias
7. Derecho a la protección
de datos de carácter personal
7. Intrusiones 7. Excesos de ocupación / 7. Accidentes fortuitos / (acceso, rectificación,
avalanchas / montoneras / repentinos / súbitos supresión, oposición y
atrapamientos limitación al tratamiento)
1
8. Riesgos de información /
comunicaciones /
8. Sabotajes 8. Atentados / amenazas de 8. Accidentes derivados de informáticos (intromisiones,
atentados factores externos pérdidas, sabotajes,
ciberseguridad) 1
9. Fenómenos naturales:
9. Robos riesgo sísmico / radiológico /
rayos
/ vendavales / climático etc.
11. Raptos
Figura 87. Catálogo de Riesgos del Grupo de Riesgo 1. Riesgos de Daños por Actos Antisociales. Fuente: Elaboración propia en base
a la Figura 58 Catálogos de Riesgos asociados a los Grupos de Riesgo que afectan a una instalación deportiva.
419
Capítulo 4. Metodología de estudio
El Estudio de Riesgos según recogía su definición, se dividía en tres fases; la fase uno denominada
“Identificación de los riesgos a estudiar”, la fase dos denominada “Análisis de los riesgos identificados” y,
la fase tres denominada “Evaluación de los riesgos analizados”.
Para esta primera fase denominada “Identificación de los riesgos a estudiar”, se ha retomado la definición
de riesgo de ISO & CEI (2014) entendida como: “Combinación entre la probabilidad de ocurrencia de un
daño y la gravedad del mismo”. Sabiendo que, la probabilidad de ocurrencia incluye la exposición a
situaciones de riesgo, definidas por la misma ISO & CEI (2014) como: “Circunstancias en las cuales las
personas, la propiedad o el medio ambiente están expuestos a uno o más peligros”. Incluye la ocurrencia
de un evento de riesgo, definido como: “Evento que puede causar daño”. E, incluye la posibilidad de evitar
o limitar el daño.
Ubicado su concepto, la identificación de los riesgos derivados de los representados doce riesgos
catalogados dentro del Grupo de riesgo 1. Riesgos de Daños por Actos Antisociales, se ha realizado en base
a tres aspectos. El primero, identificando los distintos bienes que contiene un Centro Deportivo Municipal
(CDM). El segundo, localizando y ubicando dicho bien en la instalación. Y, el tercero, estimando las
posibles materializaciones de los riesgos o daños que pueden sufrir los bienes descritos identificando su
contexto (aspecto concreto dónde se puede producir el riesgo) y su temporalidad (cuándo se puede producir
el riesgo).
El primer aspecto, “Identificación de los distintos bienes que contiene un Centro Deportivo Municipal
(CDM)”, pretende identificar todos los bienes que presenta la instalación, para ello se ha dividido en dos
categorías, bienes tangibles e intangibles. Dentro de los bienes tangibles se encuentran: A) Bienes físicos;
instalación (fachada, puertas, vallas etc.), equipamiento (material deportivo), mobiliario (taquillas, mesas
etc.), presupuestos (ingresos, gastos, etc.) y, B) Bienes personales; personal laboral directo, personal laboral
indirecto, usuarios, alumnos propios del centro, alumnos externos al centro (clubes), espectadores o
visitantes de usuarios, de alumnos propios y de alumnos externos. Dentro de los bienes intangibles se
encuentran: el nombre o marca Ayuntamiento de Madrid; la imagen del Centro Deportivo Municipal
(CDM) en particular y de los clubes o terceros instalados y; todos aquellos aspectos asociados al
funcionamiento de la organización, etc.
El segundo aspecto, “Localización/ubicación del bien identificado en la instalación”, pretende una vez
identificados los bienes, ubicarlos y localizarlos dentro de la instalación, para lo cual se ha dividido en tres
zonas diferenciadas atendiendo a la Normativa sobre Instalaciones Deportivas y de Esparcimiento (NIDE)
del Consejo Superior de Deportes, encontrando: A) Espacios de actividad; interiores o exteriores,
desarrollados con profesor o sin profesor, B) Espacios auxiliares; asociados a los espacios de actividad:
vestuarios, aseos, almacenes de material, etc. y, no asociados: aseos de visitantes o espectadores, zonas de
visualización y graderíos, zonas de espera etc. y, C) Espacios singulares; puntos de información y ventas,
despachos y oficinas, salas de máquinas etc. (CSD, 2013).
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Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
El tercer aspecto, “Materialización de los riesgos o daños identificados y localizados”, pretende una vez
identificados y ubicados los bienes estimar las posibles materializaciones de los riesgos o daños que pueden
sufrir los bienes descritos, identificando su contexto y temporalidad. Los contextos son los aspectos
concretos donde se pueden desarrollar los riesgos, debido a que pueden ser múltiples no se han clasificado
detallándose en cada expresión formal y, para la temporalidad se ha interpretado que se pueden producir en
dos ámbitos diferentes: A) Dentro del horario de apertura del Centro Deportivo Municipal y, B) Fuera del
horario de apertura del Centro Deportivo Municipal. A su vez, el primero se divide en: A) antes, durante y
después de la práctica deportiva y, B) antes, durante y después de la competición deportiva (entendiendo
antes, como el intervalo comprendido desde la entrada del individuo o individuos en cuestión en la
instalación hasta la entrada en el espacio de actividad, que suele coincidir con el inicio de la misma. Durante,
como el intervalo comprendido desde la entrada del individuo o individuos en cuestión en el espacio de
actividad, que suele coincidir con el inicio de la misma, hasta la salida del mismo del espacio de actividad,
que suele coincidir con la finalización de la misma. Y, después, como el intervalo comprendido desde la
salida del individuo o individuos en cuestión del espacio de actividad, que suele coincidir con la finalización
de la misma y, la salida del mismo de la instalación).
Recuperando las definiciones de la palabra riesgo, la Guía ISO/CEI 51: 2014 hablaba de foco potencial de
daño (ISO & CEI, 2014) y la Real Academia Española de la Lengua, de la posibilidad de que se produjese
un daño (RAE, 2014), a su vez, define la palabra general como común a muchos objetos aunque sean de
naturaleza diferente.
Por lo tanto, el riesgo general, punto común del “Catálogo de Riesgos de Daños por Actos Antisociales”
queda definido como: Daños potenciales comunes a los distintos riesgos que afectan a la instalación
deportiva.
421
Capítulo 4. Metodología de estudio
Figura 88. Organigrama del tipo de riesgo general, perteneciente al Catálogo de Riesgos de Daños por Actos Antisociales. Fuente:
Elaboración propia.
De la misma manera que se ha hecho con el riesgo general, se pueden observar a modo de organigramas,
cómo se desglosan los distintos riesgos de cada uno de los doce riesgos que contiene el Catálogo de Riesgos
del Grupo de Riesgo 1. Riesgos de Daños por Actos Antisociales, definidos en el epígrafe D de la primera
fase de la Estrategia de investigación:
1. Alteración del Orden, este primer tipo de riesgo se ha dividido en tres apartados: Incidentes o altercados,
comportamientos incívicos o indecentes e, incidentes por exceso o límite de aforo, aportando un total de
treinta y nueve riesgos expresados formalmente (se desarrollan y expresan de forma específica en el
epígrafe Q de la primera fase de la Estrategia de investigación formando parte de la Herramienta para
realizar Estudios de Riesgos y para Identificar Medidas de Seguridad contra dichos riesgos en Instalaciones
Deportivas y, en la tercera fase de la Estrategia de investigación en el epígrafe B) Establecimiento de un
cuadro resumen de los riesgos identificados), representados a continuación:
422
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Figura 89. Organigrama del tipo de riesgo 1. Alteración del orden, perteneciente al Catálogo de Riesgos de Daños por Actos
Antisociales. Fuente: Elaboración propia.
2. Alteración del normal desarrollo de la actividad, este segundo tipo de riesgo se ha dividido en cinco
apartados: Incumplimiento de la normativa de la instalación, incumplimiento de los horarios de
apertura/entrada y cierre/salida e incidentes derivados de su incumplimiento, ausencia de controles de
permanencia, comportamientos o actitudes que entrañen riesgo o peligro y prohibidas y, comportamientos
o actitudes desleales, aportando un total de cincuenta y tres riesgos expresados formalmente (se desarrollan
y expresan de forma específica en el epígrafe Q de la primera fase de la Estrategia de investigación
formando parte de la Herramienta para realizar Estudios de Riesgos y para Identificar Medidas de Seguridad
contra dichos riesgos en Instalaciones Deportivas y, en la tercera fase de la Estrategia de investigación en
el epígrafe B) Establecimiento de un cuadro resumen de los riesgos identificados), representados a
continuación:
423
Capítulo 4. Metodología de estudio
Figura 90. Organigrama del tipo de riesgo 2. Alteración del normal desarrollo de la actividad, perteneciente al Catálogo de Riesgos
de Daños por Actos Antisociales. Fuente: Elaboración propia.
3. Agresiones, este tercer tipo de riesgo se ha dividido en tres apartados: Agresiones físicas, agresiones
sexuales y agresiones psicológicas individuales (las verbales ya se trataron en el tipo de riesgo 1. Alteración
del orden) aportando un total de treinta riesgos expresados formalmente (se desarrollan y expresan de forma
específica en el epígrafe Q de la primera fase de la Estrategia de investigación formando parte de la
Herramienta para realizar Estudios de Riesgos y para Identificar Medidas de Seguridad contra dichos
riesgos en Instalaciones Deportivas y, en la tercera fase de la Estrategia de investigación en el epígrafe B)
Establecimiento de un cuadro resumen de los riesgos identificados), representados a continuación:
Figura 91. Organigrama del tipo de riesgo 3. Agresiones, perteneciente al Catálogo de Riesgos de Daños por Actos Antisociales.
Fuente: Elaboración propia.
424
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
4. Violencia, este cuarto tipo de riesgo se ha dividido en tres apartados: Agresiones físicas, agresiones
sexuales y agresiones psicológicas multitudinarias, aportando un total de veinte riesgos expresados
formalmente (se desarrollan y expresan de forma específica en el epígrafe Q de la primera fase de la
Estrategia de investigación formando parte de la Herramienta para realizar Estudios de Riesgos y para
Identificar Medidas de Seguridad contra dichos riesgos en Instalaciones Deportivas y, en la tercera fase de
la Estrategia de investigación en el epígrafe B) Establecimiento de un cuadro resumen de los riesgos
identificados), representados a continuación:
Figura 92. Organigrama del tipo de riesgo 4. Violencia, perteneciente al Catálogo de Riesgos de Daños por Actos Antisociales. Fuente:
Elaboración propia.
5. Deterioro intencionado de las instalaciones, este quinto tipo de riesgo se ha dividido en tres apartados:
Comportamientos y actos vandálicos perimetrales, en espacios de actividad y, en espacios auxiliares y/o
singulares realizados de forma individual, aportando un total de diecinueve riesgos expresados formalmente
(se desarrollan y expresan de forma específica en el epígrafe Q de la primera fase de la Estrategia de
investigación formando parte de la Herramienta para realizar Estudios de Riesgos y para Identificar
Medidas de Seguridad contra dichos riesgos en Instalaciones Deportivas y, en la tercera fase de la Estrategia
de investigación en el epígrafe B) Establecimiento de un cuadro resumen de los riesgos identificados),
representados a continuación:
425
Capítulo 4. Metodología de estudio
Figura 93. Organigrama del tipo de riesgo 5. Deterioro intencionado de las instalaciones, perteneciente al Catálogo de Riesgos de
Daños por Actos Antisociales. Fuente: Elaboración propia.
6. Vandalismo, este sexto tipo de riesgo se ha dividido en tres apartados: Comportamientos y actos
vandálicos perimetrales, en espacios de actividad y, en espacios auxiliares y singulares realizados de forma
multitudinaria dentro y fuera del horario de apertura del CDM, aportando un total de dieciséis riesgos
expresados formalmente (se desarrollan y expresan de forma específica en el epígrafe Q de la primera fase
de la Estrategia de investigación formando parte de la Herramienta para realizar Estudios de Riesgos y para
Identificar Medidas de Seguridad contra dichos riesgos en Instalaciones Deportivas y, en la tercera fase de
la Estrategia de investigación en el epígrafe B) Establecimiento de un cuadro resumen de los riesgos
identificados), representados a continuación:
426
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Figura 94. Organigrama del tipo de riesgo 6. Vandalismo, perteneciente al Catálogo de Riesgos de Daños por Actos Antisociales.
Fuente: Elaboración propia.
7. Intrusiones, este séptimo tipo de riesgo se ha dividido en nueve apartados: Intrusiones perimetrales fuera
y dentro del horario de apertura del CDM, intrusiones en controles de accesos exteriores y/o en
entradas/salidas de edificios fuera del horario de apertura del CDM, intrusiones en espacios de actividad
fuera del horario de apertura del CDM, en controles de acceso a espacios de actividad y, en espacios de
actividad dentro del horario de apertura del CDM, intrusiones en espacios auxiliares fuera y dentro del
horario de apertura del CDM e, intrusiones en espacios singulares fuera y dentro del horario de apertura del
CDM, aportando un total de treinta y un riesgos expresados formalmente (se desarrollan y expresan de
forma específica en el epígrafe Q de la primera fase de la Estrategia de investigación formando parte de la
Herramienta para realizar Estudios de Riesgos y para Identificar Medidas de Seguridad contra dichos
riesgos en Instalaciones Deportivas y, en la tercera fase de la Estrategia de investigación en el epígrafe B)
Establecimiento de un cuadro resumen de los riesgos identificados), representados a continuación:
427
Capítulo 4. Metodología de estudio
Figura 95. Organigrama del tipo de riesgo 7. Intrusiones, perteneciente al Catálogo de Riesgos de Daños por Actos Antisociales.
Fuente: Elaboración propia.
8. Sabotajes, este octavo tipo de riesgo se ha dividido en cuatro apartados: Sabotajes en espacios de
actividad dentro del horario de apertura del CDM, en espacios auxiliares dentro o fuera del horario de
apertura del CDM, en espacios singulares dentro o fuera del horario de apertura del CDM y, relacionados
con el funcionamiento interno de la instalación, a través de manipulaciones conscientes o inconscientes por
parte de individuos ajenos o vinculados a la instalación, aportando un total de treinta y tres riesgos
expresados formalmente (se desarrollan y expresan de forma específica en el epígrafe Q de la primera fase
de la Estrategia de investigación formando parte de la Herramienta para realizar Estudios de Riesgos y para
Identificar Medidas de Seguridad contra dichos riesgos en Instalaciones Deportivas y, en la tercera fase de
la Estrategia de investigación en el epígrafe B) Establecimiento de un cuadro resumen de los riesgos
identificados), representados a continuación:
Figura 96. Organigrama del tipo de riesgo 8. Sabotajes, perteneciente al Catálogo de Riesgos de Daños por Actos Antisociales. Fuente:
Elaboración propia.
428
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
9. Robos, este noveno tipo de riesgo se ha dividido en tres apartados: Robos en el interior del CDM fuera
de su horario de apertura, robos con fuerza en el interior del CDM dentro de su horario de apertura y, robos
con violencia e intimidación en el interior del CDM dentro de su horario de apertura, aportando un total de
nueve riesgos expresados formalmente (se desarrollan y expresan de forma específica en el epígrafe Q de
la primera fase de la Estrategia de investigación formando parte de la Herramienta para realizar Estudios
de Riesgos y para Identificar Medidas de Seguridad contra dichos riesgos en Instalaciones Deportivas y, en
la tercera fase de la Estrategia de investigación en el epígrafe B) Establecimiento de un cuadro resumen de
los riesgos identificados), representados a continuación:
Figura 97. Organigrama del tipo de riesgo 9. Robos, perteneciente al Catálogo de Riesgos de Daños por Actos Antisociales. Fuente:
Elaboración propia.
10. Hurtos, este décimo tipo de riesgo se ha dividido en tres apartados: Hurtos en espacios de actividad, en
espacios auxiliares y, en espacios singulares y/o singulares de alto riesgo dentro del horario de apertura del
CDM, aportando un total de diez riesgos expresados formalmente (se desarrollan y expresan de forma
específica en el epígrafe Q de la primera fase de la Estrategia de investigación formando parte de la
Herramienta para realizar Estudios de Riesgos y para Identificar Medidas de Seguridad contra dichos
riesgos en Instalaciones Deportivas y, en la tercera fase de la Estrategia de investigación en el epígrafe B)
Establecimiento de un cuadro resumen de los riesgos identificados), representados a continuación:
429
Capítulo 4. Metodología de estudio
Figura 98. Organigrama del tipo de riesgo 10. Hurtos, perteneciente al Catálogo de Riesgos de Daños por Actos Antisociales. Fuente:
Elaboración propia.
11. Raptos, este undécimo tipo de riesgo se ha dividido en dos apartados: Raptos de usuarios y alumnos y,
pérdidas de alumnos dentro del horario de apertura del CDM, aportando un total de seis riesgos expresados
formalmente (se desarrollan y expresan de forma específica en el epígrafe Q de la primera fase de la
Estrategia de investigación formando parte de la Herramienta para realizar Estudios de Riesgos y para
Identificar Medidas de Seguridad contra dichos riesgos en Instalaciones Deportivas y, en la tercera fase de
la Estrategia de investigación en el epígrafe B) Establecimiento de un cuadro resumen de los riesgos
identificados), representados a continuación:
Figura 99. Organigrama del tipo de riesgo 11. Raptos, perteneciente al Catálogo de Riesgos de Daños por Actos Antisociales. Fuente:
Elaboración propia.
12. Venta / consumo de sustancias prohibidas, finalmente el duodécimo tipo de riesgo se ha dividido en
tres apartados: Venta/consumo de tabaco, alcohol y, otras drogas, aportando un total de catorce riesgos
expresados formalmente (se desarrollan y expresan de forma específica en el epígrafe Q de la primera fase
de la Estrategia de investigación formando parte de la Herramienta para realizar Estudios de Riesgos y para
Identificar Medidas de Seguridad contra dichos riesgos en Instalaciones Deportivas y, en la tercera fase de
la Estrategia de investigación en el epígrafe B) Establecimiento de un cuadro resumen de los riesgos
identificados), representados a continuación:
430
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Figura 100. Organigrama del tipo de riesgo 12. Venta / consumo de sustancias prohibidas, perteneciente al Catálogo de Riesgos de
Daños por Actos Antisociales. Fuente: Elaboración propia.
Retomando que en el capítulo 1 Introducción, dentro del punto 1.3 Proceso metodológico, en el punto 1.3.1
Planteamiento de los objetivos, se planteó como segundo objetivo “Desarrollar una herramienta para poder
realizar un estudio de riesgos en una instalación deportiva” y, en el capítulo 3 Objetivos e hipótesis de la
investigación, identificando las fases para resolver los objetivos planteados, se articuló como su segunda
fase “Elaborar las plantillas necesarias con el método elegido que conformen la herramienta para realizar
el estudio de riesgos”, fase derivada de la quinta línea de investigación, que requería investigar la
elaboración de una herramienta para poder gestionar los riesgos de las instalaciones deportivas.
Teniendo identificados doscientos ochenta y cuatro riesgos del Grupo de Riesgo 1. Riesgos de Daños por
Actos Antisociales y su Catálogo de doce Riesgos derivados, recordando que el Estudio de Riesgos según
recogía su definición, se dividía en tres fases, la fase uno denominada “Identificación de los riesgos a
estudiar”, la fase dos denominada “Análisis de los riesgos identificados” y la fase tres denominada
“Evaluación de los riesgos analizados”.
Para la segunda fase denominada “Análisis de los riesgos identificados”, se vuelve a acudir a ISO & CEI,
(2014) para definirla, encontrando que es: “Utilización sistemática de la información disponible para
identificar peligros y estimar riesgos”. Además, la Ley 8/2011, de 28 de abril, por la que se establecen
medidas para la protección de las infraestructuras críticas, también aporta su definición. “Estudio de las
hipótesis de amenazas posibles necesario para determinar y evaluar las vulnerabilidades existentes en los
diferentes sectores estratégicos y las posibles repercusiones de la perturbación o destrucción de las
infraestructuras que le dan apoyo” (Ley 8, 2011, p4).
431
Capítulo 4. Metodología de estudio
Ubicado su concepto, el análisis de los riesgos identificados, pretende analizar el riesgo puntuando, según
indica el Método Mosler, seis criterios: las consecuencias negativas o daños que puedan afectar a la
actividad, las dificultades para sustituir los bienes dañados, las perturbaciones y efectos negativos
producidos en la imagen, el alcance de los daños según su amplitud, la probabilidad de que el riesgo se
manifieste y, la probabilidad de que se produzcan daños o pérdidas.
Para la tercera fase denominada “Evaluación de los riesgos analizados” terminando con ISO & CEI (2014)
para definirla, se encuentra que es: “Proceso global que comprende un análisis de los riesgos y una
valoración de los riesgos. Procedimiento basado en el análisis de riesgos, para determinar si se ha excedido
el riesgo tolerable”.
Ubicado su concepto, la evaluación de los riesgos analizados, pretende puntuar el riesgo, según indica el
Método Mosler, realizando cinco cálculos: la importancia del suceso, los daños ocasionados, el carácter del
riesgo y la probabilidad del suceso, para obtener un valor final que oscila entre 2 y 1250 asociado a un valor
cualitativo que clasifique el riesgo como muy reducido, reducido, medio, elevado y, muy elevado.
Con toda esta información, se ha elaborado la siguiente plantilla de “Identificación, Análisis y Evaluación
de Riesgos” que incluye en la parte superior el Grupo de Riesgo, el tipo de riesgo según el Catálogo de
Riesgos asociado, la rama del organigrama del tipo de riesgo y su riesgo específico, a la izquierda la parte
de identificación del riesgo con su expresión formal, bien sobre el que incide el riesgo, localización y
ubicación del bien y materialización del riesgo y, a la derecha el método de análisis y evaluación dividido
en los seis criterios para puntuar el análisis, los cinco cálculos para la evaluación y su valor final cualitativo
para clasificarlo:
Figura 101. Ejemplo-extracto de la plantilla “Identificación, Análisis y Evaluación de Riesgos”. Fuente: Elaboración propia.
432
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Figura 102. Interpretación de la plantilla de Identificación, Análisis y Evaluación de Riesgos. Fuente: Elaboración propia.
(Una vez identificados los riesgos a incluir en el Estudio de Riesgos sobre los Grupos de Riesgo
seleccionados y sus Catálogos de Riesgos derivados y, elaborada su plantilla).
O) Identificación de las medidas de seguridad a establecer para minimizar, reducir o eliminar los
riesgos identificados en la fase anterior.
La segunda parte de la herramienta consiste en la identificación de las medidas de seguridad que minimicen
y/o eliminen los riesgos clasificados en la parte anterior, para contextualizar dicha identificación recordando
que su definición aportaba que las medidas de seguridad eran acciones o medios, se han dividido en dos
tipos de medidas, medidas reglamentarias (obligatorias según la normativa de aplicación) y medidas
necesarias (no obligatorias según la normativa de aplicación).
Para la identificación de dichas medidas de seguridad, asociadas a los doscientos ochenta y cuatro riesgos
expresados formalmente, derivados de los doce riesgos catalogados dentro del Grupo de Riesgo 1 “Riesgos
de Daños por actos antisociales”, se ha acudido a la normativa de referencia, para lo cual, se ha empleado
la Recopilación Normativa efectuada en el epígrafe G de la primera fase de la Estrategia de Investigación
mediante la elaboración de cinco tablas incluidas en el Anexo A Recopilación Normativa.
Junto a la misma, de las cuatro recopilaciones normativas asociadas a los otros cuatro Grupos de Riesgo,
se han filtrado todos los riesgos asociados al Grupo de Riesgo 1. Riesgos de Daños por Actos Antisociales
como se puede ver a continuación en las siguientes tablas:
433
Capítulo 4. Metodología de estudio
Tabla 34. Normativa del Grupo de Riesgo 2. Riesgos de Daños Colectivos por situaciones de Emergencia y Evacuación, asociada al
Grupo de Riesgo 1. Riesgos de Daños por Actos Antisociales.
Norma UNE-CEN/T R 15913:2011 IN. Criterios de diseño de áreas de visión destinadas a espectadores con necesidades especiales.
RD 717. (2010). Real Decreto 717/2010, de 28 de mayo, por el que se modifican el Real Decreto 363/1995, de 10 de marzo, por el que se aprueba el Reglamento sobre clasificación, envasado y etiquetado de
sustancias peligrosas y el Real Decreto 255/2003, de 28 de febrero, por el que se aprueba el Reglamento sobre clasificación, envasado y etiquetado de preparados peligrosos. Boletín Oficial del Estado, 139, de 8 de
RD 314. (2006). Real Decreto 314/2006, de 17 de marzo, por el que se aprueba el Código T écnico de la Edificación. Boletín Oficial del Estado, 74, de 28 de marzo de 2006.
RD 314. (2006). Anexo CT E DB-SI3. Real Decreto 314/2006, de 17 de marzo, por el que se aprueba el Código T écnico de la Edificación. Boletín Oficial del Estado, suplemento del número 74, de 28 de marzo de
2006. Anexo CT E DB-SI Documento Básico de Seguridad en caso de Incendio. Sección SI 3_Evacuación de ocupantes.
RD 314. (2006). Anexo CT E DB-SU5. Real Decreto 314/2006, de 17 de marzo, por el que se aprueba el Código T écnico de la Edificación. Boletín Oficial del Estado, suplemento del número 74, de 28 de marzo de
2006 . Anexo CT E DB-SUA Documento Básico de Seguridad de Utilización y Accesibilidad. Sección SUA 5_Seguridad frente al riesgo causado por situaciones de alta ocupación.
Consejo Superior de Deportes. (2005a). Normativa sobre Instalaciones Deportivas y de Esparcimiento 1 (NIDE1). Norma de Proyecto Salas y Pabellones (SP).
Consejo Superior de Deportes. (2005b). Normativa sobre Instalaciones Deportivas y de Esparcimiento 1 (NIDE1). Norma de Proyecto Pistas Pequeñas (PP).
Consejo Superior de Deportes. (2005c). Normativa sobre Instalaciones Deportivas y de Esparcimiento 2 (NIDE2). Norma de Proyecto Campos Grandes y Pistas de Atletismo (CG-AT L).
Consejo Superior de Deportes. (2005d). Normativa sobre Instalaciones Deportivas y de Esparcimiento 2 (NIDE2). Norma de Proyecto Atletismo en Pista Cubierta (AT L-PC).
Consejo Superior de Deportes. (2005e). Normativa sobre Instalaciones Deportivas y de Esparcimiento 3 (NIDE3). Norma de Proyecto Piscinas Cubiertas (PC).
Consejo Superior de Deportes. (2005f). Normativa sobre Instalaciones Deportivas y de Esparcimiento 3 (NIDE3). Norma de Proyecto Piscinas al Aire Libre (PA).
Consejo Superior de Deportes. (2005g). Normativa sobre Instalaciones Deportivas y de Esparcimiento 4 (NIDE4). Norma de Proyecto Pabellones Deportes de Hielo (PDH).
RD 255. (2003). Real Decreto 255/2003, de 28 de febrero, por el que se aprueba el Reglamento sobre clasificación, envasado y etiquetado de preparados peligrosos. Boletín Oficial del Estado, 54, de 4 de marzo de
2003. Legislación Consolidada.
Norma UNE-EN 179:2003 VC1
RD 842. (2002). Real Decreto 842/2002, de 2 de agosto, por el que se aprueba el Reglamento electrotécnico para baja tensión. Boletín Oficial del Estado, 224, de 18 de septiembre de 2002.
RD 842. (2002). Instrucción técnica complementaria IT C-BT -03. Real Decreto 842/2002, de 2 de agosto, por el que se aprueba el Reglamento electrotécnico para baja tensión. B oletín Oficial del Estado, suplemento
del número 224, de 18 de septiembre de 2002. Instrucción técnica complementaria IT C-BT -03 Instaladores autorizados y empresas instaladoras autorizadas.
RD 842. (2002). Instrucción técnica complementaria IT C-BT -04. Real Decreto 842/2002, de 2 de agosto, por el que se aprueba el Reglamento electrotécnico para baja tensión. Boletín Oficial del Estado, suplemento
del número 224, de 18 de septiembre de 2002 . Instrucción técnica complementaria IT C-BT -04 Documentación y puesta en servicio de las instalaciones.
RD 842. (2002). Instrucción técnica complementaria IT C-BT -05. Real Decreto 842/2002, de 2 de agosto, por el que se aprueba el Reglamento electrotécnico para baja tensión. Boletín Oficial del Estado, suplemento
del número 224, de 18 de septiembre de 2002 . Instrucción técnica complementaria IT C-BT -05 Verificaciones e inspecciones.
RD 842. (2002). Instrucción técnica complementaria. IT C-BT -28. Real Decreto 842/2002, de 2 de agosto, por el que se aprueba el Reglamento electrotécnico para baja tensión. Boletín Oficial del Estado,
suplemento del número 224, de 18 de septiembre de 2002. Instrucción técnica complementaria. IT C-BT -28 Instalaciones en locales de pública concurrencia.
RD 842. (2002). Instrucción técnica complementaria. IT C-BT -31. Real Decreto 842/2002, de 2 de agosto, por el que se aprueba el Reglamento electrotécnico para baja tensión. Boletín Oficial del Estado,
suplemento del número 224, de 18 de septiembre de 2002 . Instrucción técnica complementaria. IT C-BT -31 Instalaciones con fines especiales: piscinas.
RD 379. (2001). Real Decreto 379/2001, de 6 de abril, por el que se aprueba el Reglamento de almacenamiento de productos químicos y sus instrucciones técnicas complementarias MIE APQ-1, MIE APQ-2, MIE
APQ-3, MIE APQ-4, MIE APQ-5, MIE APQ-6 y MIE APQ-7. Boletín Oficial del Estado, 112, de 10 de mayo de 2003. Legislación Consolidada
RD 363. (1995). Real Decreto 363/1995, de 10 de marzo, por el que se aprueba el Reglamento sobre notificación de sustancias nuevas y clasificación, envasado y etiquetado de sustancias peligrosas. Boletín Oficial del
Estado, 133, de 5 de junio de 2003. Legislación Consolidada.
Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el T rabajo. (1995a). Nota T écnica de Prevención (NT P) 390: La conducta humana ante situaciones de emergencia: análisis de proceso en la conducta individual.
Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el T rabajo. (1995b). Nota T écnica de Prevención (NT P) 395: La conducta humana ante situaciones de emergencia: la conducta colectiva.
434
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Tabla 35. Normativa del Grupo de Riesgo 3. Riesgos de Daños Individuales por Accidentes, asociada al Grupo de Riesgo 1. Riesgos
de Daños por Actos Antisociales.
Protocolo LH. (2016). Protocolo de actuación en caso de accidentes (LH) de 18 de mayo de 2016. Área de Gobierno de Cultura y Deportes, Dirección General de Deportes. Ayuntamiento de Madrid.
Ordenanza ANM 2014\23. Ordenanza de Protección de la Salubridad Pública en la Ciudad de Madrid. Boletín Oficial del Ayuntamiento de Madrid, 7190, de 18 de junio de 2014.
Programa de prevención de adicciones en el ámbito laboral del Ayuntamiento de Madrid y sus Organismos Autónomos. (2012). Ayuntamiento de Madrid, abril de 2012.
Tabla 36. Normativa del Grupo de Riesgo 4. Riesgos de Daños para los Derechos de los Concurrentes, asociada al Grupo de Riesgo
1. Riesgos de Daños por Actos Antisociales.
Ley 26. (2015). Ley 26/2015, de 28 de julio, de modificación del sistema de protección a la infancia y a la adolescencia. Boletín Oficial del Estado, 180, de 29 de julio de 2015. Legislación Consolidada.
RD 1. (2007). Real Decreto Legislativo 1/2007, de 16 de noviembre, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios y otras leyes complementarias. Boletín
Oficial del Estado, 287, de 30 de noviembre de 2007. Legislación Consolidada.
Instrucción 1. (2006). Instrucción 1/2006, de 8 de noviembre, de la Agencia Española de Protección de Datos, sobre el tratamiento de datos personales con fines de vigilancia a través de sistemas de cámaras o
videocámaras. Boletín Oficial del Estado, 296, de 12 de diciembre de 2006. Legislación Consolidada.
Ley 15. (1999). Ley Orgánica 15/1999, de 13 de diciembre, de Protección de Datos de Carácter Personal. Boletín Oficial del Estado, 298, de 14 de diciembre de 1999. Legislación Consolidada.
Ley 4. (1997). Ley Orgánica 4/1997, de 4 de agosto, por la que se regula la utilización de videocámaras por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad en lugares públicos. Boletín Oficial del Estado, 186, de 5 de agosto de
1997. Legislación Consolidada.
Ley 1. (1996). Ley Orgánica 1/1996, de 15 de enero, de Protección Jurídica del Menor, de modificación parcial del Código Civil y de la Ley de Enjuiciamiento Civil. Boletín Oficial del Estado, 15, de 17 de enero de
1996. Legislación Consolidada.
Ley 11. (1981). Ley 11/1981, 13 mayo, de modificación del Código Civil en materia de filiación, patria potestad y régimen económico del matrimonio. Boletín Oficial del Estado, 119, de 19 de mayo de 1981.
Legislación Consolidada.
Ley 50. (1980). Ley 50/1980, de 8 de octubre, de contrato de seguro. Boletín Oficial del Estado, 250, de 17 de octubre de 1980. Legislación Consolidada.
RD 24/jul. (1889). Real Decreto de 24 de julio de 1889 por el que se publica el Código Civil. Boletín Oficial del Estado, 206, de 25 de julio de 1889. Legislación Consolidada.
Ley 6. (2016). Ley 6/2016, de 24 de noviembre, por la que se ordena el ejercicio de las profesiones del deporte en la Comunidad de Madrid. Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid, de 15 de diciembre de 2016.
Ley 2. (2015). Ley 2/2015, de 10 de marzo, de Acceso al Entorno de Personas con Discapacidad que Precisan el Acompañamiento de Perros de Asistencia. Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid, 61, de 13 de
marzo de 2015.
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NORMAT IVA LOCAL ASOCIADA
Instrucción 2. (2013). Instrucción 2/2013 relativa a la implantación del correo electrónico como medio de comunicación interna y con los ciudadanos. Boletín Oficial del Ayuntamiento de Madrid, 6867, de 25 de
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Decreto de alcaldía ANM 2005\10. Atención al Ciudadano en el Ayuntamiento de Madrid. Boletín Oficial del Ayuntamiento de Madrid, 5635, de 20 de enero de 2005.
435
Capítulo 4. Metodología de estudio
Tabla 37. Normativa del Grupo de Riesgo 5. Riesgos Laborales, asociada al Grupo de Riesgo 1. Riesgos de Daños por Actos
Antisociales.
RD 2. (2015). Real Decreto Legislativo 2/2015, de 23 de octubre, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley del Estatuto de los T rabajadores. Boletín Oficial del Estado, 255, de 24 de octubre de 2015.
Legislación Consolidada.
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la Administración General del Estado sobre el Protocolo de actuación frente al acoso sexual y al acoso por razón de sexo en el ámbito de la Administración General del Estado y de los Organismos Públicos vinculados
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Resolución 5/may. (2011). Resolución de 5 de mayo de 2011, de la Secretaría de Estado para la Función Pública, por la que se aprueba y publica el Acuerdo de 6 de abril de 2011 de la Mesa General de Negociación de la
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Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el T rabajo (2010c). Nota T écnica de Prevención (NT P) 860: Intervención psicosocial: Guía del INRS para agentes de prevención.
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Criterio T écnico 69. (2009). Criterio T écnico 69/2009, sobre las actuaciones de la inspección de trabajo y seguridad social en materia de acoso y violencia en el trabajo. Dirección General de la Inspección de
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Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el T rabajo (2006). Nota T écnica de Prevención (NT P) 732: Síndrome de estar quemado por el trabajo "Burnout" (III): Instrumento de medición.
Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el T rabajo (2005). Nota T écnica de Prevención (NT P) 703: El método COPSOQ (IST AS21, PSQCAT 21) de evaluación de riesgos psicosociales.
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Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el T rabajo (2001a). Nota T écnica de Prevención (NT P) 603: Riesgo psicosocial: el modelo demanda-control-apoyo social (I).
RD 5. (2000). Real Decreto Legislativo 5/2000, de 4 de agosto, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley sobre Infracciones y Sanciones en el Orden Social. Boletín Oficial del Estado, 189, de 8 de agosto de
2000. Legislación Consolidada.
Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el T rabajo (1999). Nota T écnica de Prevención (NT P) 507: Acoso sexual en el trabajo
Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el T rabajo (1998a). Nota T écnica de Prevención (NT P) 476: “ El hostigamiento psicológico en el trabajo: mobbing.
Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el T rabajo (1997). Nota T écnica de Prevención (NT P) 438: Prevención del estrés: intervención sobre la organización.
Ley 31. (1995). Ley 31/1995, de 8 de noviembre, de prevención de Riesgos Laborales. Boletín Oficial del Estado, 269, de 10 de noviembre de 1995. Legislación Consolidada.
Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el T rabajo (1994b). Nota T écnica de Prevención (NT P) 355: Fisiología del estrés.
Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el T rabajo (1994a). Nota T écnica de Prevención (NT P) 349: Prevención del estrés: intervención sobre el individuo.
Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el T rabajo (1993). Nota T écnica de Prevención (NT P) 318: El estrés: proceso de generación en el ámbito laboral.
Todo ello ha aportado un total de ciento cincuenta y dos documentos divididos en: la Constitución Española,
treinta y siete Leyes, treinta y tres Decretos, diecisiete Órdenes, dos Reglamentos, cinco Instrucciones,
cinco Resoluciones, cinco Protocolos, dos Ordenanzas, un Pliego, cinco Instrucciones técnicas, un Criterio
técnico, doce Normas, dos Manuales, un Programa, dos Fichas informativas, veinte Notas técnicas y un
Acuerdo.
Del análisis de los ciento cincuenta y dos documentos fruto del estudio en profundidad de la normativa de
aplicación junto a, como ya se indicó para la identificación de los riesgos, los conocimientos propios acerca
de la seguridad del doctorando y su experiencia laboral específica, se desprenden novecientas treinta y
cinco medidas reglamentarias y seiscientas ochenta y nueve medidas necesarias haciendo un total de mil
seiscientas veinticuatro medidas de seguridad identificadas.
Debido a la polivalencia de algunas de las medidas y a la sinergia de algunos riesgos cabe citar que muchas
medidas no son restrictivas, haciendo referencia únicamente a un único riesgo, sino que, cubren distintos
al tener características similares. Teniéndose en cuenta esta premisa, se ubicaron en la Herramienta para
realizar Estudios de Riesgos y para Identificar Medidas de Seguridad contra dichos riesgos en Instalaciones
Deportivas junto al riesgo con mayor especificidad en relación a la correlativa medida, citando en los casos
436
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
más representativos que habían de emplearse medidas ya citadas ubicadas en otros riesgos (para su
localización se referenciaba el número de identificación de cada medida). Dicho número de identificación
se asocia con una referencia normativa en la cual se indica el documento normativo de donde se desprende
(Ley, Decreto, Orden etc.) junto con el artículo o artículos concretos donde se especifica, esta referencia
normativa es muy importante para justificar su aplicación, además muchas incluyen cruces de normativas,
referenciando todos los documentos que las contienen con sus respectivos artículos, inclusive en varios
planos normativos como es el caso del Estatal, con el Autonómico por poner un ejemplo.
Recordando que en el capítulo 1 Introducción, dentro del punto 1.3 Proceso metodológico, en el punto 1.3.1
Planteamiento de los objetivos, se planteó como segundo objetivo “Desarrollar una herramienta para poder
realizar un estudio de riesgos en una instalación deportiva” y, en el capítulo 3 Objetivos e hipótesis de la
investigación, identificando las fases para resolver los objetivos planteados, se articuló como su segunda
fase “Elaborar las plantillas necesarias con el método elegido que conformen la herramienta para realizar
el estudio de riesgos”, fase derivada de la quinta línea de investigación, que requería investigar la
elaboración de una herramienta para poder gestionar los riesgos de las instalaciones deportivas.
Teniendo identificadas novecientas treinta y cinco medidas reglamentarias y seiscientas ochenta y nueve
medidas necesarias haciendo un total de mil seiscientas veinticuatro medidas de seguridad, se ha elaborado
la siguiente plantilla denominada “Identificación de las medidas de seguridad” que incluye en la parte
superior la referencia al Grupo de Riesgo, el tipo de riesgo según el Catálogo de Riesgos asociado, la rama
del organigrama del tipo de riesgo y su riesgo específico con su expresión formal.
A continuación se divide en todas las medidas asociadas catalogadas como medidas de seguridad
reglamentarias recordando que eran obligatorias según la normativa de aplicación y todas las medidas de
seguridad necesarias entendidas como no obligatorias según la normativa de aplicación, fuera del ámbito
de aplicación o simplemente no plasmadas en la misma.
Cada división a la izquierda indica la normativa con los artículos correspondientes que registran la medida
incluida en la parte central, dejando a la derecha un espacio para identificar si se dispone de la misma o no.
437
Capítulo 4. Metodología de estudio
Finalmente tras la última medida, se habilita un espacio denominado “Otras” en donde se puede incluir
cualquier otra medida no identificada previamente:
Figura 103. Ejemplo-extracto de la plantilla “Identificación de las medidas de seguridad”. Fuente: Elaboración propia.
Figura 104. Interpretación de la plantilla de Identificación de las medidas de seguridad. Fuente: Elaboración propia.
(Una vez identificadas las medidas de seguridad necesarias para minimizar, reducir o eliminar los
riesgos identificados en la fase anterior y, elaborada su plantilla).
En el capítulo 1 Introducción, dentro del punto 1.2 Delimitación del objeto de estudio, en la Figura 1
Delimitación de la actuación en el objeto de estudio, se formuló la cuestión “Cómo realizar el trabajo de
campo de la 2ª Fase teórico-práctica”, indicando: para poder realizar un Estudio de Riesgos en los Centros
438
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Deportivos Municipales (CDM) del Ayuntamiento de Madrid como eje central de la investigación
correspondiente a la quinta línea de investigación que requería investigar la elaboración de una herramienta
para poder gestionar los riesgos de las instalaciones deportivas, se elaborará una herramienta para proceder
a realizar las distintas fases del Estudio de Riesgos mediante la configuración de unas plantillas a
cumplimentar junto con los/las responsables de cada Centro Deportivo Municipal (CDM) autorizado.
A su vez, también en el capítulo 1 Introducción, dentro del punto 1.3 Proceso metodológico, en el punto
1.3.1 Planteamiento de los objetivos, se planteó como segundo objetivo “Desarrollar una herramienta para
poder realizar un estudio de riesgos en una instalación deportiva”.
En ese capítulo 1 Introducción, en el punto 1.1 Planteamiento del problema y del objeto de estudio, se
justificó la importancia y la necesidad de la elaboración de una herramienta de estas características para la
gestión de la seguridad del deporte pretendiendo ser una guía para gerentes deportivos que quieran realizar
un Estudio de Riesgos y una Identificación de las Medidas de Seguridad que eliminen o minimicen esos
riesgos en su instalación deportiva.
Entendiendo por Estudio de Riesgos, el proceso a través del cual se identifican los riesgos a estudiar, se
analizan los riesgos identificados y se evalúan los riesgos analizados, entendiendo por riesgo, según la Guía
ISO/CEI 51: 2014 el foco potencial de daño (ISO & CEI, 2014) y según la Real Academia Española de la
Lengua, la posibilidad de que se produzca un daño (RAE, 2014).
Entendiendo por Medidas de Seguridad para eliminar o minimizar riesgos, según ISO & CEI (2014):
“Acciones o medios para eliminar o reducir riesgos”. Dichas acciones estarán destinadas a ofrecer
seguridad, entendida por la misma ISO & CEI (2014) como: “Ausencia de riesgo que no es tolerable”. Y
por la RAE (2014) como: “Cualidad de seguro”. Y, seguro como: “Libre y exento de riesgo”. Y, según ISO
& CEI (2014) como: “Estado de estar protegido de riesgos reconocidos que puedan causar daño”.
Y, entendiendo por Instalación Deportiva, según la Real Academia Española de la Lengua, el recinto
provisto de los medios necesarios para llevar a cabo una actividad profesional o de ocio perteneciente o
relativa al deporte (RAE, 2014).
Recordando que el tipo de instalación deportiva elegida son grandes centros polideportivos con múltiples
unidades deportivas interiores y exteriores de naturaleza pública situados en Madrid. Dicha elección
radicaba en su polivalencia y gran tamaño para poder extrapolar y aplicar la herramienta con las
especificaciones que requiera a cualquier otro tipo de instalación deportiva más pequeña y/o específica de
naturaleza pública o privada situada dentro del ámbito estatal.
439
Capítulo 4. Metodología de estudio
Precedida de un prefacio, contiene una introducción para ubicar al lector, la contextualización del Estudio
de Riesgos, la presentación del método empleado para realizar el Estudio de Riesgos, la contextualización
de las Medidas de Seguridad, la Ficha Informativa de la Instalación Deportiva y doce partes que se
corresponden con los doce tipos de riesgos del Catálogo de Riesgos del Grupo de Riesgo 1. Riesgos de
Daños por Actos Antisociales.
Cada una de las doce partes consta de una introducción del tipo de riesgo en la que se define y clasifica
junto con un organigrama de los distintos riesgos identificados expresados formalmente que contiene, la
parte correspondiente al tipo de riesgo de la plantilla “Identificación, Análisis y Evaluación de Riesgos”
para cumplimentarse asignando los valores en función de las indicaciones del método Mosler y, la parte
correspondiente al tipo de riesgo de la plantilla “Identificación de las medidas de seguridad” para
cumplimentarse marcando sí, o no, en la casilla pertinente según se disponga, o no, de ella.
Para su elaboración se emplearon las plantillas configuradas en donde insertar los riesgos identificados y
las medidas de seguridad identificadas para eliminar o minimizar dichos riesgos. Su configuración se
resume en la siguiente figura:
Figura 105. Esquema de contenidos de la Herramienta para realizar Estudios de Riesgos y para Identificar Medidas de Seguridad
contra dichos riesgos en Instalaciones Deportivas. Fuente: Elaboración propia.
La Herramienta íntegra se puede consultar en el Anexo 1. Herramienta para realizar Estudios de Riesgos y
para Identificar Medidas de Seguridad contra dichos riesgos en Instalaciones Deportivas.
Una vez elaborada de forma íntegra, se precisó validar su contenido, para ello se precisó que un grupo de
personas expertas en seguridad pudiera revisarla.
440
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Primeramente se limitaron las características que habrían de cumplir los distintos expertos/as, precisando
un amplio marco formativo y una amplia trayectoria y experiencia profesional en los ámbitos público y
privado relacionados con la gestión de la seguridad en el plano deportivo.
En función de los contenidos de la herramienta se vio la necesidad de abordarla desde distintos ámbitos
precisando un grupo multidisciplinar: al ser una herramienta para realizar Estudios de Riesgos, desde el
ámbito de la seguridad pública y de la seguridad privada al ser parte de sus competencias; al contener una
extensa carga normativa, desde el ámbito del derecho y; al abordar múltiples aspectos asociados a la gestión
de la seguridad deportiva, desde el ámbito de la experiencia práctica específica del sector.
Una vez configurado el perfil, se elaboró una estrategia mediante la cual poder contactar, explicar el
proyecto y solicitar la pertinente revisión a través de contactos profesionales, redes profesionales y
asistencia a congresos de referencia.
El resultado final aunó profesionales del ámbito público pertenecientes a la Policía Nacional, a la Policía
Municipal, a la Guardia Civil y al Ejército. Del ámbito privado se reunieron Directores de Seguridad
Privada, Jefes de Seguridad Privada, Peritos Judiciales, Abogados, Magistrados-Jueces y Fiscales,
Secretarios Judiciales, Letrados del Tribunal Supremo y, Gestores deportivos.
Siendo máximos responsables de la seguridad de entidades como la Liga Nacional de Fútbol Profesional,
de los XV Juegos del Mediterráneo Almería 2005, de Campeonatos Internacionales de Motociclismo en
Alcañiz o Cheste, de los dispositivos de seguridad de la Final de la Champions League 2016 en Milán y de
la Europa League 2014 en Turín, del Estadio Olímpico de la Peineta, del Palacio de los Deportes de la
Comunidad de Madrid, del Palacio de Hielo de Jaca en la Olimpiada de la Juventud, de múltiples pabellones
en el Campeonato del Mundo y de Europa de Baloncesto, de la Caja Mágica en el Campeonato del Mundo
de Balonmano, de los Estadios Vicente Calderón y Mestalla en finales de la Copa del Rey de fútbol, de la
Ciudad Deportiva de la Comunidad de Madrid S.A., del Wizink Center, de Madrid Destino. Cultura,
Turismo y Negocio s.a. del Área de Gobierno, Cultura y Deportes del Ayuntamiento de Madrid o, del
Departamento de Logística, Economía y Administración de la Academia General del Aire y, de las
instalaciones de las Consejerías de la Junta de Andalucía: Hacienda y Administración Pública; Educación
y Turismo y Deporte.
Siendo miembros de la organización de los Campeonatos del Mundo de Baloncesto Natación de 1986, de
la Comisión de Seguridad de los XV Juegos del Mediterráneo Almería 2005, del Centro Integral de
Formación de Seguridad y Emergencias del Ayuntamiento de Madrid, de Emergencias y Protección Civil
del Ayuntamiento de Madrid, del Cuerpo Superior Jurídico de Letrados de la Administración de Justicia,
del Equipo de Análisis Jurisprudencial del Tribunal Supremo del CENDOJ del CGPJ, de la Asociación de
Consejos de Estado y Jurisdicciones Supremas Administrativas de la Unión Europea, del European Law
Institute de Viena, del Tribunal Español de Arbitraje Deportivo, de la mesa mixta de seguridad en la
Subdelegación del Gobierno en Sevilla del Equipo de Inspección, del Consejo de Seguridad Nuclear a
441
Capítulo 4. Metodología de estudio
Para tener una estructura común de todos ellos, se elaboró un modelo de validación en el que se tenía que
identificar el nombre, el puesto y la identificación mediante un código profesional o habilitación, la revisión
y validación aportada, un autorización a poderse incluir dentro de la Tesis Doctoral, una firma y /o sello así
como un extracto del Currículum Vitae de referencia, como se puede observar en la siguiente figura a modo
de ilustración:
Figura 106. Modelo de validación de la Herramienta para realizar Estudios de Riesgos y para Identificar Medidas de Seguridad contra
dichos riesgos en Instalaciones Deportivas por parte de un/a experto/a. Fuente: Elaboración propia.
Dicha revisión se llevó a cabo durante quince meses, obteniendo un total de veinte validaciones de
Expertos/as.
442
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Las validaciones de los distintos Expertos/as se pueden consultar en el Anexo D denominado “Validaciones
de la Herramienta para realizar Estudios de Riesgos y para Identificar Medidas de Seguridad contra dichos
riesgos en Instalaciones Deportivas por parte de un grupo multidisciplinar de expertos/as”.
(Elaborada la Herramienta para realizar Estudios de Riesgos y para Identificar Medidas de Seguridad
contra dichos riesgos en Instalaciones Deportivas y, validada mediante un grupo de expertos
multidisciplinar).
Los trece Distritos junto con sus veintiséis Centros Deportivos Municipales (CDM) autorizados se pueden
visualizar en la siguiente figura:
Figura 124. Mapa de Distritos y Centros Deportivos Municipales (CDM) autorizados. Fuente: Elaboración propia.
443
Capítulo 4. Metodología de estudio
A su vez, los veintiséis Centros Deportivos Municipales (CDM) autorizados se pueden visualizar en vista
de satélite en la siguiente figura:
Figura 125. Mapa de Centros Deportivos Municipales (CDM) autorizados. Fuente: Elaboración propia a partir de Google Maps (2018).
Ubicados los distintos distritos autorizados, es preciso visualizar en el mapa cada uno para observar sus
distintos Centros Deportivos Municipales (CDM) de gestión directa construidos y las diferentes
Instalaciones Deportivas Básicas (no se representan los Centros Deportivos Municipales (CDM) de gestión
indirecta, ni el resto de suelo deportivo), junto con la vista satélite de cada Centro Deportivo Municipal
(CDM) en donde se va a efectuar el trabajo de campo y una breve identificación de sus dimensiones y
espacios. Todo ello se puede consultar en el Anexo E denominado “Mapas de Distritos y Centros
Deportivos Municipales (CDM) autorizados para desarrollar el trabajo de campo de la Tesis Doctoral”.
En el capítulo 1 Introducción, dentro del punto 1.2 Delimitación del objeto de estudio, en la Figura 1
Delimitación de la actuación en el objeto de estudio, se formuló la cuestión “Cómo delimitar el Estudio de
Riesgos para elaborar la herramienta que permita su ejecución”, indicando dentro de la secuencia de
actuación: 4. Se realiza una cronología de acceso a cada Centro Deportivo Municipal (CDM) autorizado.
444
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
También en el capítulo 1 Introducción, dentro del punto 1.5 Planificación temporal, en el punto 1.5.2
Planificación temporal del segundo periodo de investigación, se plasmó dentro de la Fase 6 denominada
“Desarrollo de la segunda Fase de la Estrategia de investigación (trabajo de campo)” la duración de dicha
fase en siete meses, desde mayo hasta noviembre incluyendo ambos meses.
La estrategia de acceso planteada para acceder a los distintos Centros Deportivos Municipales (CDM) y
poder desarrollar el trabajo de campo consistió en contactar con cada director/a y, mediante la autorización
del distrito correspondiente plantear el proyecto, explicar en qué consiste y, establecer una fecha para
iniciarlo. Tras esta primera reunión, planteado el proyecto e iniciado, se fueron estableciendo fechas
sucesivas en las cuales continuarlo y terminarlo. Aproximadamente se precisó de una media de entre quince
y veinte horas (tres-cinco días) por instalación dependiendo del tamaño, condiciones, características y
disponibilidad.
Debido a la complejidad a la hora de establecer las fechas de acceso, al depender de variables externas
como la disponibilidad de los directores/as y del propio centro, no se estableció un cronograma cerrado
ordenado por número de distrito asignando semanas sucesivas a los distintos centros. Por el contrario, se
fue accediendo a medida que se fueron concretando y confirmando las fechas propuestas, en virtud de
múltiples conversaciones mantenidas con las distintas personas responsables.
En virtud de ello, se presenta la siguiente cronología que muestra el periodo de realización del trabajo de
campo en cada Centro Deportivo Municipal (CDM):
445
Capítulo 4. Metodología de estudio
Tabla 38. Cronología de realización del trabajo de campo en cada Centro Deportivo Municipal (CDM).
Calendario
Distrito CDM
may-17 jun-17 jul-17 ago-17 sep-17 oct-17 nov-17
Distrito 2 CDM Centro Integrado
x
Arganzuela Arganzuela
Distrito 3 CDM Daoiz y Velarde x
Retiro CDM La Chopera x
Distrito 4
CDM Gimnasio Moscardó x
Salamanca
Distrito 5
CDM Pradillo x
Chamartín
Distrito 6 CDM Playa Victoria x
Tetuán CDM Triángulo de oro x
Distrito 8 CDM Vicente del Bosque x
Fuencarral-El
Pardo CDM La Masó x
Distrito 10 CDM Aluche x
Latina CDM Gallur x
CDM Alberto García x
Distrito 13 CDM Puente de Vallecas x
Puente de
Vallecas CDM Entrevías x
CDM Palomeras x
Distrito 14 CDM Moratalaz x
Moratalaz CDM La Elipa x
CDM El Espinillo x
Distrito 17 CDM Félix Rubio x
Villaverde CDM Raúl González x
CDM Plata y Castañar x
Distrito 18 CDM Cerro Almodóvar x
Villa de
Vallecas CDM Miguel Guillén Prim x
Distrito 19 CDM Vicálvaro x
Vicálvaro CDM Valdebernardo x
Distrito 21
CDM Barajas x
Barajas
Finalizada la primera fase de la Estrategia de investigación (proceso previo del trabajo de campo)
a continuación se sintetizan los medios y recursos materiales disponibles más importantes para proceder a
la recogida de información durante la siguiente fase de la Estrategia de investigación (trabajo de campo).
446
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
En este apartado se recuerdan, sintetizando, los medios y recursos materiales disponibles más
importantes para proceder a la recogida de información durante la segunda fase de la Estrategia de
investigación (trabajo de campo).
Para poder acceder a los Centros Deportivos Municipales (CDM) se disponía de la Carta de Presentación
de la Universidad de Alcalá para solicitar poder desarrollar el trabajo de campo de la Tesis Doctoral (Figura
63), del Proyecto de Investigación (Anexo B) y de las trece Autorizaciones de los Distritos del
Ayuntamiento de Madrid para el desarrollo del trabajo de campo de la Tesis Doctoral (Anexo C),
habiéndose identificado en el epígrafe J de la primera fase de la Estrategia de investigación.
Para poder desarrollar el Estudio de Riesgos se disponía de una Recopilación Normativa (Anexo A),
identificado en el epígrafe G de la primera fase de la Estrategia de investigación, de un método de análisis
de riesgos descrito y desarrollado detalladamente, denominado Método Mosler, junto con una ficha que
recogía dicho método (Figura 85) identificado en el epígrafe M de la primera fase de la Estrategia de
investigación, de una plantilla para identificar, analizar y evaluar los riesgos denominada “Identificación,
Análisis y Evaluación de Riesgos” representada en un ejemplo-extracto en la Figura 101 habiéndose
identificado en el epígrafe Ñ de la primera fase de la Estrategia de investigación y, de una plantilla para
identificar medidas de seguridad denominada “Identificación de las medidas de seguridad” representada en
un ejemplo-extracto en la Figura 103 habiéndose identificado en el epígrafe P de la primera fase de la
Estrategia de investigación, con las que elaborar la Herramienta para realizar Estudios de Riesgos y para
Identificar Medidas de Seguridad contra dichos riesgos en Instalaciones Deportivas.
Para acreditar las competencias a la hora de realizar el Estudio de Riesgos consistente en la identificación,
análisis y evaluación de los riesgos identificados junto con la posterior identificación de las medidas de
seguridad, el doctorando contaba con la Tarjeta de Identificación Profesional (TIP) de Director de
Seguridad (Ministerio del Interior) bajo el número de habilitación 13.882 y de Jefe de Seguridad bajo el
número de habilitación 7.771 para poder realizar el correspondiente Estudio de Riesgos y su posterior
aplicación en el Plan de Seguridad (identificado en el epígrafe K de la primera fase de la Estrategia de
investigación).
De la Herramienta para realizar Estudios de Riesgos y para Identificar Medidas de Seguridad contra dichos
riesgos en Instalaciones Deportivas (Anexo 1), con las validaciones efectuadas por un grupo
447
Capítulo 4. Metodología de estudio
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Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
En esa primera reunión se planteó el proyecto, se expresaron los objetivos de la investigación, se explicó el
Cuestionario de Seguridad en Instalaciones Deportivas identificando su formato y la Herramienta para
realizar Estudios de Riesgos y para Identificar Medidas de Seguridad contra dichos riesgos en Instalaciones
Deportivas, indicando su estructura, su división y cómo se debía cumplimentar.
Finalmente se inició el proyecto y se fueron estableciendo fechas sucesivas en las cuales continuarlo y
terminarlo.
Recordando que en el capítulo 1 Introducción, dentro del punto 1.3 Proceso metodológico, en el punto 1.3.1
Planteamiento de los objetivos, se planteó el cuarto objetivo “Conocer el grado de relación de los/las
responsables de los Centros Deportivos Municipales (CDM) con la gestión de la seguridad”, en el capítulo
3 Objetivos e hipótesis de la investigación, identificando las fases para resolver los objetivos planteados,
se articuló como su primera fase "Conseguir la cumplimentación del cien por cien de los Cuestionarios de
Seguridad en Instalaciones Deportivas elaborados para conocer el grado de relación de los/las responsables
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Capítulo 4. Metodología de estudio
de los Centros Deportivos Municipales (CDM) con la gestión de la seguridad, por parte de los/las
responsables de todos los Centros Deportivos Municipales (CDM) autorizados”, fase derivada del segundo
objetivo y de la cuarta línea de investigación, que requería investigar la relación de los/las responsables de
las instalaciones deportivas con la gestión de la seguridad.
Recordando que en el capítulo 1 Introducción, dentro del punto 1.3 Proceso metodológico, en el punto 1.3.1
Planteamiento de los objetivos, se planteó como tercer objetivo “Constatar si los Centros Deportivos
Municipales (CDM) del Ayuntamiento de Madrid disponen de registros de incidentes, de bases de datos de
los mismos y de los documentos organizativos que gestionen cada área o ámbito de la seguridad, a través
de los/las responsables de cada Centro Deportivo Municipal (CDM) autorizado mediante la
cumplimentación de una plantilla elaborada para tal fin”, objetivo derivado de la primera línea de
investigación que requería investigar cuáles son los requisitos de seguridad de las instalaciones deportivas.
En dicho epígrafe se indicó que en el presente punto se constataría por escrito en la “Ficha informativa de
la Instalación Deportiva” de forma individual en cada Centro Deportivo Municipal (CDM) autorizado.
En los veintiséis Centros Deportivos Municipales (CDM) se constató por escrito, identificando en cada uno
mediante su respectiva “Ficha informativa de la Instalación Deportiva” que el Estudio de Riesgos se
delimitaba al Grupo de Riesgo 1. Riesgos de Daños por Actos Antisociales, al carecer de Plan de Seguridad
y sí disponer del resto de Documentos Organizativos asociados a los Grupos de Riesgo a manejar.
450
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
(En algunos Centros Deportivos Municipales (CDM) no se pudo constatar por falta de información si la
instalación disponía del documento “Libro del Edificio”, a su vez también algunos Centros Deportivos
Municipales (CDM) no disponían del documento “Plan de Autoprotección” según el Real Decreto
393/2007, de 23 de marzo, por el que se aprueba la Norma Básica de Autoprotección de los centros,
establecimientos y dependencias dedicados a actividades que puedan dar origen a situaciones de
emergencia, disponiendo de “Manual de Autoprotección” según la disposición derogada “Orden de 29 de
noviembre de 1984 por la que se aprueba el Manual de Autoprotección para el desarrollo del Plan de
Emergencia contra Incendios y de Evacuación de locales y Edificios”. En estos casos se indicó la necesidad
de adecuación a la normativa vigente, sin incluir en el Estudio de Riesgos a los riesgos del Grupo 2. Riesgos
de Daños Colectivos por situaciones de Emergencia y Evacuación, a los que pertenecen ambos documentos
organizativos).
La primera recogía que al disponer de base de datos, o de registros de sucesos relacionados con los doce
riesgos a estudiar en el Estudio de Riesgos, la plantilla “Identificación, Análisis y Evaluación de Riesgos”,
en su fase denominada "Análisis de los riesgos identificados", se cumplimentaría con los datos de dichas
bases o registros que manejase la persona responsable de la instalación, junto con el asesoramiento del
auditor.
La segunda recogía que al no disponer de base de datos, o de registros de sucesos relacionados con los doce
riesgos a estudiar en el Estudio de Riesgos, la plantilla “Identificación, Análisis y Evaluación de Riesgos”,
en su fase denominada "Análisis de los riesgos identificados", se cumplimentaría con los datos que
manejase la persona responsable de la instalación, junto con el asesoramiento del auditor.
Como en el caso anterior, en dicho epígrafe se indicó que en el presente punto se constataría por escrito en
la “Ficha informativa de la Instalación Deportiva”, de forma individual en cada Centro Deportivo Municipal
(CDM) autorizado.
En los veintiséis Centros Deportivos Municipales, se constató por escrito, identificando en cada uno
mediante su respectiva “Ficha informativa de la Instalación Deportiva” que al no disponer de base de datos,
o de registros de sucesos relacionados con los doce riesgos a estudiar en el Estudio de Riesgos, la plantilla
“Identificación, Análisis y Evaluación de Riesgos”, en su fase denominada "Análisis de los riesgos
identificados", se cumplimentaría con los datos que manejase la persona responsable de la instalación, junto
con el asesoramiento del auditor.
451
Capítulo 4. Metodología de estudio
(Una vez corroborado por escrito la “Delimitación del Estudio de Riesgos” y el “Establecimiento
del Modus Operandi” mediante la persona responsable del Centro Deportivo Municipal (CDM)).
D) Explicación a cada persona responsable de cada Centro Deportivo Municipal (CDM) del
Método de Análisis y Evaluación de Riesgos mediante su plantilla de desarrollo y de la forma de
proceder mediante un ejemplo.
Figura 86. Interpretación de la plantilla del Método Mosler. Fuente: Elaboración propia.
En la fase de análisis se hizo hincapié en el criterio de agresión entendido como la probabilidad real de que
un riesgo se manifieste, ofreciendo ejemplos concretos para proceder a puntuarlo asignando puntuaciones
de 1 a 5, entendiendo el valor “1” como que dicha posibilidad es inviable y “5” como que sucede
frecuentemente. Para ello se indicó que para asignar la puntuación más aproximada a la situación real, debía
tenerse en cuenta si ese riesgo se había materializado anteriormente y, en caso de no haberse materializado
452
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
o tener una baja frecuencia de materialización, si debido a las características del centro, usuarios etc., era
viable que pudiese producirse.
En la fase de evaluación, se mostraron los distintos cálculos necesarios para obtener la puntuación global,
haciendo hincapié que en caso de que un criterio tuviese una puntuación baja “1” o “2” aunque el resto
tuviese puntuaciones altas “4” o “5”, la puntuación global indicaría que el riesgo es medio o reducido,
pudiendo por lo tanto enmascararse puntuaciones altas del resto de criterios, por lo que era muy importante
asignar las puntuaciones reales y no tender a asignar puntuaciones por debajo o por arriba en función de
interpretaciones subjetivas.
En el capítulo 1 Introducción, dentro del punto 1.2 Delimitación del objeto de estudio, en la Figura 1
Delimitación de la actuación en el objeto de estudio, se formuló la cuestión “Cómo delimitar el Estudio de
Riesgos para elaborar la herramienta que permita su ejecución”, indicando dentro de la secuencia de
actuación como último punto: 5. Con el método elegido y con las plantillas que configuren la herramienta,
acotada a los Grupos de Riesgo sobre los que no dispongan de documento organizativo que los gestione,
elaboradas, se procede a cumplimentarlas junto con los/las responsables de cada Centro Deportivo
Municipal (CDM) autorizado.
A su vez también en el capítulo 1 Introducción, dentro del punto 1.3 Proceso metodológico, en el punto
1.3.1 Planteamiento de los objetivos, se planteó el quinto objetivo “Realizar un estudio de los riesgos que
afecten a una instalación deportiva pertenecientes a los documentos organizativos de los que carezcan, en
la mayor muestra de Centros Deportivos Municipales (CDM) posible, junto con los/las responsables de
cada Centro Deportivo Municipal (CDM) autorizado”, objetivo derivado de la segunda línea de
investigación, que requería investigar qué riesgos afectan a las instalaciones deportivas y de la quinta línea
de investigación, que requería investigar la elaboración de una herramienta para poder gestionar los riesgos
de las instalaciones deportivas).
453
Capítulo 4. Metodología de estudio
Recordando que el Estudio de Riesgos según recogía su definición, se dividía en tres fases, la fase uno
denominada “Identificación de los riesgos a estudiar”, la fase dos denominada “Análisis de los riesgos
identificados” y la fase tres denominada “Evaluación de los riesgos analizados”.
Para obtener una información fidedigna objetiva en esta fase dos, el análisis se debía realizar de forma
presencial en la instalación, cumpliendo una serie de requisitos como eran: recuperar todos los históricos
de registros de incidentes e incidencias que dispusiese la instalación, rodearse de un equipo de trabajadores
multidisciplinar liderado por el/la director/a en cuestión con amplia experiencia en la instalación (años de
trabajo en la misma) y, contar con la guía y supervisión de un experto en seguridad con las competencias
necesarias para efectuar estudios de riesgos.
Reunidas esas características, a través del Método Mosler ya explicado, se procedió a cumplimentar dicha
fase, para lo cual en la primera fase de la Estrategia de investigación, en el epígrafe Ñ se elaboró la plantilla
“Identificación, Análisis y Evaluación de Riesgos” incluyendo su interpretación mediante la Figura 102
Interpretación de la plantilla de Identificación, Análisis y Evaluación de Riesgos, que se vuelve a mostrar
a continuación:
Figura 102. Interpretación de la plantilla de Identificación, Análisis y Evaluación de Riesgos. Fuente: Elaboración propia.
De esa manera se emplearon en la puntuación, fuentes primarias como son los datos de registros y de los
responsables presentes y, fuentes secundarias como es el conocimiento de sucesos. También se empleó un
matiz cualitativo a la hora de otorgar puntuaciones como es el criterio profesional, el bagaje y la experiencia
en el Centro Deportivo Municipal (CDM) de la persona responsable como factor subjetivo necesario. (El
454
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
resto de criterios, al ser las mismas puntuaciones en todas las instalaciones al no depender de características
específicas individuales, se puntuaron previamente siguiendo la misma escala por parte del doctorando).
Salkind (1999) hablando sobre la codificación de las respuestas de un instrumento, indicaba que las
categorías de un ítem o pregunta debían codificarse a través de símbolos o números, ya que para poder
realizar un buen análisis es necesario transformar las respuestas en valores numéricos, pudiendo así resumir,
codificar y preparar para el análisis los distintos datos. En este caso, el método Mosler lleva las categorías
recodificadas, llevando la codificación en el instrumento de medición.
(Una vez realizada la fase dos de la primera parte de la Herramienta para realizar Estudios de Riesgos
y para Identificar Medidas de Seguridad contra dichos riesgos en Instalaciones Deportivas).
Igual que en el punto anterior, en el capítulo 1 Introducción, dentro del punto 1.2 Delimitación del objeto
de estudio, en la Figura 1 Delimitación de la actuación en el objeto de estudio, se formuló la cuestión “Cómo
delimitar el Estudio de Riesgos para elaborar la herramienta que permita su ejecución”, indicando dentro
de la secuencia de actuación como último punto: 5. Con el método elegido y con las plantillas que
configuren la herramienta, acotada a los Grupos de Riesgo sobre los que no dispongan de documento
organizativo que los gestione, elaboradas, se procede a cumplimentarlas junto con los/las responsables de
cada Centro Deportivo Municipal (CDM) autorizado.
De nuevo también en el capítulo 1 Introducción, dentro del punto 1.3 Proceso metodológico, en el punto
1.3.1 Planteamiento de los objetivos, se planteó el quinto objetivo “Realizar un estudio de los riesgos que
afecten a una instalación deportiva pertenecientes a los documentos organizativos de los que carezcan, en
la mayor muestra de Centros Deportivos Municipales (CDM) posible, junto con los/las responsables de
cada Centro Deportivo Municipal (CDM) autorizado”, objetivo derivado de la segunda línea de
investigación, que requería investigar qué riesgos afectan a las instalaciones deportivas y de la quinta línea
de investigación, que requería investigar la elaboración de una herramienta para poder gestionar los riesgos
de las instalaciones deportivas).
455
Capítulo 4. Metodología de estudio
Figura 104. Interpretación de la plantilla de Identificación de las medidas de seguridad. Fuente: Elaboración propia.
En este último epígrafe se complementaron medidas de seguridad no identificadas que por el contrario sí
disponían las instalaciones a través de la casilla “Otras”, tanto en medidas de seguridad reglamentarias
como en medidas de seguridad necesarias asociadas a los distintos riesgos identificados, dejando abierta la
posibilidad de ampliación y actualización de la Herramienta para realizar Estudios de Riesgos y para
Identificar Medidas de Seguridad contra dichos riesgos en Instalaciones Deportivas.
456
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Recordando que el Estudio de Riesgos según recogía su definición, se dividía en tres fases, la fase uno
denominada “Identificación de los riesgos a estudiar”, la fase dos denominada “Análisis de los riesgos
identificados” y la fase tres denominada “Evaluación de los riesgos analizados”.
En la tercera fase, la Evaluación de los riesgos analizados, se volvió a emplear la plantilla “Identificación,
Análisis y Evaluación de riesgos” elaborada en el epígrafe Ñ de la primera fase de la Estrategia de
investigación.
Para visualizar la misma, nuevamente se vuelve a mostrar la Figura 102 Interpretación de la plantilla de
Identificación, Análisis y Evaluación de Riesgos, elaborada para su interpretación:
Figura 102. Interpretación de la plantilla de Identificación, Análisis y Evaluación de Riesgos. Fuente: Elaboración propia.
Dicha tercera fase se cumplimentó mediante la realización de los cinco cálculos que indica el Método
Mosler en base a la realización de las fórmulas que propone (letras I, D, C, Pr y Er de la columna
“Evaluación del Riesgo”).
Finalmente la cuarta fase “Cálculo y clasificación de los riesgos analizados” se plasmó en función del valor
del último cálculo efectuado (letras Er de la columna “Evaluación del riesgo”), clasificando los distintos
457
Capítulo 4. Metodología de estudio
riesgos otorgándoles su correlativo valor cualitativo (columna “RIESGO” de la columna “Evaluación del
Riesgo”) según la escala que indica el Método Mosler en función de los parámetros que propone.
(Finalizada la tercera y cuarta fase de la primera parte de la Herramienta para realizar Estudios de
Riesgos y para Identificar Medidas de Seguridad contra dichos riesgos en Instalaciones Deportivas,
con las que se finaliza la cumplimentación completa de las plantillas que forman dicha Herramienta).
En esas trece representaciones, se registraron un total de cuatro riesgos generales y doscientos ochenta
riesgos específicos, indicando que se desarrollarían y expresarían de forma específica en el epígrafe Q de
la primera fase de la Estrategia de investigación formando parte de la Herramienta para realizar Estudios
de Riesgos y para Identificar Medidas de Seguridad contra dichos riesgos en Instalaciones Deportivas y, en
la tercera fase de la Estrategia de investigación en el epígrafe B) Establecimiento de un cuadro resumen de
los riesgos identificados.
Por lo tanto siguiendo el mismo orden que el representado, en el Anexo F denominado “Riesgos
identificados incluidos en el Estudio de Riesgos”, se muestran todos ellos a modo de resumen.
458
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Todas las medidas se dividen en sub epígrafes de clasificación, el primer sub epígrafe dividía entre medidas
reglamentarias y necesarias en función de si eran o no de obligado cumplimiento en función de la normativa
de aplicación como ya se indicó.
El segundo sub epígrafe las divide en preventivas o reactivas indicando el contexto temporal de aplicación,
en función de si obedecen a la anterioridad de aparición del riesgo o bien al ya aparecido, de tal manera que
la elaboración de un protocolo se considerará medida preventiva mientras que una sanción se considerará
reactiva.
El tercer sub epígrafe las divide en organizativas, físicas o electrónicas en función de las características de
las medidas, de tal manera que un protocolo o una sanción siguiendo los ejemplos anteriores se considerarán
medidas organizativas, un vallado perimetral se considerará medida física y, una cámara de video vigilancia
una medida electrónica.
Debido a la gran cantidad de medidas de seguridad identificadas (1624), se precisa una ordenación,
recordando que debido a la polivalencia de algunas de las medidas y a la sinergia de algunos riesgos muchas
medidas no son restrictivas, haciendo referencia únicamente a un único riesgo, sino que, cubren distintos
al tener características similares, dicha ordenación no es restrictiva.
Para la misma se han elaborado ciento ochenta y tres bloques de medidas donde ubicar las mil seiscientas
veinticuatro medidas de seguridad identificadas, cada bloque lleva un nombre específico que aúna las
distintas medidas asociadas al mismo para facilitar la búsqueda y localización de las mismas.
Los ciento ochenta y tres bloques desglosan sus medidas numerándose alfabéticamente de manera
ascendente, de tal manera que el bloque 183, su primera medida es la 183, su segunda medida es la 183.1,
su segunda medida es la 183.2 y así sucesivamente.
Esta numeración en la cual se asigna un número a una medida y se engloba en un bloque, corresponde a la
misma numeración que dispone la misma medida plasmada en la Herramienta para realizar Estudios de
Riesgos y para Identificar Medidas de Seguridad contra dichos riesgos en Instalaciones Deportivas ubicada
dentro de uno de los doce riesgos del Catálogo de Riesgos del Grupo de Riesgo 1. Riesgos de Daños por
Actos Antisociales, recordando que se ubicó junto al riesgo con mayor especificidad en relación a sus
características.
Con todas estas premisas, en el Anexo G denominado “Medidas de seguridad identificadas incluidas en el
Estudio de Riesgos”, se muestran todas ellas a modo de resumen, englobadas en los ciento ochenta y tres
bloques, indicando de cada una: la referencia normativa con su artículo o artículos específicos donde se
recogen; su número de ordenación; su división en reglamentaria o necesaria; su división en preventiva o
reactiva y; su división en organizativa, física o, electrónica, como se ejemplifica en la siguiente tabla:
459
Capítulo 4. Metodología de estudio
Tabla 40. Ejemplo de cuadro resumen de las medidas de seguridad identificadas incluidas en el Estudio de Riesgos.
Características / División
Cumplimentada la Herramienta, se procedería a valorar los datos aportados por el Estudio de Riesgos y la
disposición o no de las distintas medidas de seguridad en la instalación para, en virtud de distintos
parámetros y premisas, implementar las medidas de seguridad a adoptar dividiéndolas en los distintos sub
epígrafes mencionados, dentro del correspondiente Plan de Seguridad.
Los parámetros y las premisas serán específicos de la instalación, irán en función del número o porcentaje
de riesgos reducidos, medios y, elevados que presenten, de las medidas de seguridad que dispongan, de la
ubicación de la instalación, del perfil del usuario tipo, de las posibilidades económicas que disponga la
dirección etc., debiendo justificarse y acreditarse incluyéndose según paute el Plan de Seguridad. Para
facilitar dicho proceso, se propone un cuadro resumen de recursos humanos y materiales para la aplicación
de las medidas de seguridad, pudiéndose observar en la siguiente tabla:
Tabla 42. Propuesta de cuadro resumen de recursos humanos y materiales para la aplicación de las medidas de seguridad identificadas
en el Estudio de Riesgos.
460
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Dicha propuesta de cuadro resumen contempla información asociada a cada medida de seguridad
identificada como es el caso de si precisa de recursos humanos, número, ubicación, características,
temporalidad, mantenimiento, coste por unidad y coste total y, si precisa de recursos materiales, número,
ubicación, características, temporalidad, mantenimiento, coste por unidad y coste total.
Se debería asociar a las distintas medidas de seguridad de dos formas. Una primera forma en donde se
dispusiese el cuadro resumen de las medidas de seguridad identificadas en el Estudio de Riesgos y a
continuación el cuadro resumen de recursos humanos y materiales para la aplicación de dichas medidas de
seguridad identificadas en el Estudio de Riesgos. Siguiendo el ejemplo de la Tabla 40 Ejemplo de cuadro
resumen de las medidas de seguridad identificadas en el Estudio de riesgos, quedaría representado como
muestra la siguiente figura:
Figura 165. Ejemplo de representación conjunta del cuadro resumen de las medidas de seguridad identificadas en el Estudio de Riesgos
asociado al cuadro resumen de recursos humanos y materiales para la aplicación de las medidas de seguridad identificadas en el
Estudio de Riesgos. Fuente: Elaboración propia.
Y, una segunda forma con las mismas características, reflejando el riesgo o riesgos específicos en cuestión
a los que se asocia la pertinente medida. Continuando con el ejemplo de la Tabla 40 Ejemplo de cuadro
resumen de las medidas de seguridad identificadas en el Estudio de riesgos, contendría el cuadro resumen
de una medida de seguridad, el riesgo asociado identificando el Grupo de Riesgo, el Tipo de riesgo y su
Expresión Formal y finalmente el cuadro resumen de recursos humanos y materiales para la aplicación de
dicha de medida de seguridad, quedando representado como muestra la siguiente figura:
461
Capítulo 4. Metodología de estudio
División
Referencias Nº Medida R/ N P / Re O/F/E
Bloque de Medida 15. Medidas de servicios de seguridad privada
Ley 5. (2014).
15.3· ¿Se han contratado servicios de seguridad privada a través de los órganos de contratación de las administraciones públicas
Disposición N P O
15.3 estableciendo, según marcan los artículos 118 y 112.1 de la Ley de Contratos del Sector Público, condiciones especiales en cuanto al
adicional
cumplimiento de las obligaciones laborales de las empresas de seguridad privada y penas en caso de incumplimiento?
segunda
Grupo de
Riesgos de Daños por Actos Antisociales
Riesgos
T ipo de Riesgo General
PLANIFICACIÓN/GEST IÓN/PART E OPERAT IVA DE LOS DIST INT OS ASPECT OS DE SEGURIDAD DEL CDM (No disponer de un documento que comprenda todos los aspectos de seguridad de la instalación (Plan de
Seguridad), de un centro de control desde donde gestionarlos, de un responsable de los mismos y de servicios y personal externo de seguridad.
Expresión del Ausencia de Servicios y Personal de seguridad privada
Riesgo Expresión formal del riesgo: Ausencia de servicios y personal de seguridad privada desde donde manejar los aspectos específicos de la parte operativa de los distintos aspectos de seguridad del CDM.
Figura 166. Ejemplo de representación conjunta del cuadro resumen de las medidas de seguridad identificadas en el Estudio de Riesgos
y del cuadro resumen de recursos humanos y materiales para la aplicación de las medidas de seguridad identificadas en el Estudio de
Riesgos, asociados a un riesgo. Fuente: Elaboración propia.
(Establecidos los cuadros que resumen los riesgos identificados y las medidas de seguridad
propuestas junto con su propuesta de anexo de recursos humanos y materiales necesarios para su
aplicación).
E) Configuración de un Plan de análisis Estadístico para analizar los datos obtenidos en el trabajo
de campo.
Para analizar los datos obtenidos en el trabajo de campo se vio la necesidad de plantear un Plan de análisis
estadístico dividido en tres partes.
Una parte específica con la que analizar el Cuestionario de Seguridad en Instalaciones Deportivas y dos
más para el Estudio de Riesgos, de las cuáles una sería para el análisis de los riesgos y otra para el análisis
de las medidas de seguridad.
462
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
El Plan de análisis estadístico pretende ser una guía de actuaciones mediante las cuales poder
analizar todos los datos obtenidos en el trabajo de campo, para ello se relacionó con los distintos objetivos
e hipótesis que debían responderse mediante dicho análisis. De esta manera se tiene una guía de actuaciones
con los distintos procedimientos a ejecutar para poder dar respuesta a los mismos.
La primera parte del Plan de análisis estadístico pretende analizar el Cuestionario de Seguridad en
Instalaciones Deportivas, se divide en veintitrés apartados en los que se correlacionan los objetivos y las
hipótesis planteadas relacionadas con el Cuestionario de Seguridad en Instalaciones Deportivas, con las
distintas acciones necesarias para llevar a cabo su análisis detallado.
463
Capítulo 4. Metodología de estudio
464
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
La segunda parte del Plan de análisis estadístico pretende analizar el Estudio de Riesgos, se divide en
veinticuatro apartados en los que se correlacionan los objetivos y las hipótesis planteadas relacionadas con
el Estudio de Riesgos, con las distintas acciones necesarias para llevar a cabo su análisis detallado.
465
Capítulo 4. Metodología de estudio
466
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
467
Capítulo 4. Metodología de estudio
La tercera parte del Plan de análisis estadístico pretende analizar las Medidas de Seguridad, se divide en
cinco apartados en los que se correlacionan los objetivos y las hipótesis planteadas relacionadas con las
Medidas de Seguridad, con las distintas acciones necesarias para llevar a cabo su análisis detallado.
468
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
469
Capítulo 4. Metodología de estudio
Séptimo objetivo
“Establecer cuál
sería el grado de
seguridad óptimo en
los Centros
Deportivos
Municipales (CDM)
analizados en el
estudio de riesgos,
articulado en:
El grado de seguridad óptimo, será distinto en cada CDM, puesto que irá en función del valor obtenido
en cada riesgo y las medidas que dispongan en relación a los mismos. Por lo tanto, fluctuará en cada
CDM, en función también del plan de implementación que hace referencia al presupuesto económico. Al
requerir un estudio posterior individualizado de cada CDM, se indica que el grado de seguridad óptimo
genérico se obtiene cumpliendo con el listado de medidas de seguridad filtradas que conforman las
propuestas de mejora.
· Realizar las
8. Análisis del listado de medidas de seguridad filtradas
propuestas de mejora
(más importantes) sobre porcentajes de disposición.
para eliminar y
minimizar los riesgos
identificados.
Con la presentación de este Plan de análisis estadístico se termina el capítulo cuarto “Metodología”
dando paso al capítulo quinto “Exposición y análisis de los resultados” en donde se desarrollará el Plan de
análisis estadístico.
470
CAPÍTULO 5
472
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
A su vez, se irán indicando los resultados obtenidos en cada una de las tres fases como respuesta
a los ocho objetivos formulados y, como respuesta a las ocho hipótesis planteadas, recordando en ambos
casos en qué líneas de investigación se situaban de las cinco propuestas (como aclaración, algunos objetivos
resueltos en la segunda fase de la Estrategia de investigación denominada “Trabajo de campo” y durante la
tercera fase de la Estrategia de investigación denominada “Proceso posterior al trabajo de campo”,
precisaron de fases previas realizadas en la primera fase de la Estrategia de investigación denominada
“Proceso previo al trabajo de campo”, si bien para mostrar los resultados globales de dichos objetivos, se
mostrarán todas sus fases en la fase de la Estrategia de investigación donde se expresen sus resultados,
resaltando que en caso de disponer de fases previas realizadas en la mencionada primera fase de la
Estrategia de investigación denominada “Proceso previo al trabajo de campo”, dichas fases se realizaron
con anterioridad en la citada primera fase de la Estrategia de investigación.
En dicha fase se dará respuesta al primer objetivo (derivado de la primera, segunda y tercera líneas
de investigación) y, se dará respuesta al segundo objetivo (derivado de la cuarta y quinta líneas de
investigación).
Para responder a dicho primer objetivo “Conocer qué requiere una instalación deportiva para
considerarse segura”, se resolverán las tres fases articuladas en el mismo:
La primera fase “Conocer y describir todos los ámbitos o áreas de la seguridad a la que se ve afectada una
instalación deportiva” derivada de la primera línea de investigación que requería investigar cuáles son los
requisitos de seguridad de las instalaciones deportivas, pretendiendo conocer todos los ámbitos o áreas de
la seguridad a la que se ve afectada una instalación deportiva, se obtuvo en los apartados A) y B) del punto
4.3 Desarrollo de la Primera fase de la Estrategia de investigación (proceso previo del trabajo de campo),
identificándose cinco ámbitos de la seguridad que afectan a una instalación deportiva en base a cinco
Grupos de Riesgo junto a sus respectivos documentos organizativos asociados (Figura 57 Grupos de
Riesgo que afectan a una instalación deportiva y documentos asociados) describiéndose mediante una
definición tanto los cinco grupos como sus respectivos documentos organizativos asociados.
La segunda fase “Conocer y enumerar qué riesgos afectan a cada ámbito o área de la seguridad descritos
en la fase anterior” derivada de la segunda línea de investigación que requería investigar qué riesgos afectan
473
Capítulo 5. Exposición y análisis de los resultados
a las instalaciones deportivas, pretendiendo conocer qué riesgos afectan a cada ámbito o área de la seguridad
de una instalación deportiva y qué documentación se relaciona con la responsabilidad asociada a los
mismos, se obtuvo en los apartados C) y D) del punto 4.3 Desarrollo de la Primera fase de la Estrategia de
investigación (proceso previo del trabajo de campo), identificándose cinco catálogos de riesgos, uno de
cada uno de los cinco Grupos de Riesgo que conformaban los ámbitos de la seguridad que afectan a
una instalación deportiva, con un total de cincuenta y cuatro riesgos (Figura 58 Catálogos de Riesgos
asociados a los Grupos de Riesgo que afectan a una instalación deportiva) describiéndose mediante una
definición.
La tercera fase “Desarrollar un estudio legislativo a nivel nacional, autonómico y local con la normativa
que afecta a cada ámbito o área en base a los riesgos que los integren” derivada de la tercera línea de
investigación que requería investigar la normativa y la legislación que pueda afectar las instalaciones
deportivas desde el punto de vista de la seguridad, pretendiendo ordenar y clasificar la normativa y
legislación a través de los ámbitos y riesgos investigados que afecten a una instalación deportiva, para
facilitar su acceso y aplicación, se obtuvo en tres etapas:
Una primera etapa, en los apartados E) y F) del punto 4.3 Desarrollo de la Primera fase de la Estrategia de
investigación (proceso previo del trabajo de campo), identificándose cinco estructuras normativas, una
para cada uno de los cinco Grupos de Riesgo que conformaban los ámbitos de la seguridad que
afectan a una instalación deportiva, con un total de treinta y tres epígrafes de ordenación abarcando
y englobando los cinco Catálogos de Riesgos, para delimitar la normativa con la que relacionar sus
cincuenta y cuatro riesgos identificados (Figura 59 Estructuras normativas que abarcan y engloban los
Catálogos de Riesgos asociados a los Grupos de Riesgo que afectan a una instalación deportiva)
describiéndose mediante una definición.
Una segunda etapa, en el apartado G) del punto 4.3 Desarrollo de la Primera fase de la Estrategia de
investigación (proceso previo del trabajo de campo), identificándose una Recopilación Normativa
mediante la elaboración de una Tabla de cada Grupo de Riesgo, conteniendo cada una su Catálogo
de Riesgos y su Estructura Normativa con la legislación asociada de referencia en los tres niveles
determinados según la estructura de la Figura 60 Estructura de la Recopilación Normativa asociada a cada
Grupo de Riesgo, pudiendo consultarse las cinco tablas pertenecientes a cada Grupo de Riesgo que
contienen la Recopilación Normativa en el Anexo A Recopilación Normativa.
Finalmente una tercera etapa, en el apartado H) del punto 4.3 Desarrollo de la Primera fase de la Estrategia
de investigación (proceso previo del trabajo de campo), identificándose seiscientos treinta documentos
normativos que componen la Recopilación Normativa, pertenecientes a veintinueve tipos de
Documentos Normativos diferentes.
A modo de recuento y clasificación, se mostró de forma general el análisis de esos seiscientos treinta
documentos normativos que componen la Recopilación Normativa observando los distintos ámbitos
territoriales en donde se ubican mostrados en la Tabla 32 Cuantías totales de los Documentos Normativos
que configuran la Recopilación Normativa, según los ámbitos territoriales de los cinco Grupos de Riesgo
(el ámbito estatal dispone de cuatrocientos setenta documentos normativos de los seiscientos treinta totales
(74,6%), el ámbito autonómico dispone de noventa y ocho documentos normativos de los seiscientos treinta
474
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
totales (15,6%) y el ámbito local dispone de sesenta y dos documentos normativos de los seiscientos treinta
totales (9,8%)). También se mostró de forma general el análisis de esos seiscientos treinta documentos
normativos que componen la Recopilación Normativa ubicándolos en los veintinueve tipos de Documentos
Normativos identificados mostrados en la Tabla 33 Cuantías totales de los distintos Documentos
Normativos que configuran la Recopilación Normativa, según los cinco Grupos de Riesgo. Previamente se
mostró en cada una de las cinco tablas el análisis de los documentos pertenecientes a cada bloque de la
Estructura Normativa, el análisis de los documentos pertenecientes a los distintos ámbitos territoriales y el
análisis global de los distintos documentos normativos incluidos en cada una, observando sesenta y tres
documentos normativos incluidos en la Recopilación Normativa del Grupo de Riesgo 1. Riesgos de Daños
por Actos Antisociales, pudiendo observar los tres análisis en la Tabla 27 Recopilación Normativa del
Grupo de Riesgo 1. Riesgos de Daños por Actos Antisociales. Ciento treinta y ocho documentos normativos
incluidos en la Recopilación Normativa del Grupo de Riesgo 2. Riesgos de Daños Colectivos por
situaciones de Emergencia y Evacuación, pudiendo observar los tres análisis en la Tabla 28 Recopilación
Normativa del Grupo de Riesgo 2. Riesgos de Daños Colectivos por situaciones de Emergencia y
Evacuación. Ciento trece documentos normativos incluidos en la Recopilación Normativa del Grupo de
Riesgo 3. Riesgos de Daños Individuales por Accidentes, pudiendo observar los tres análisis en la Tabla 29
Recopilación Normativa del Grupo de Riesgo 3. Riesgos de Daños Individuales por Accidentes. Noventa
y seis documentos normativos incluidos en la Recopilación Normativa del Grupo de Riesgo 4. Riesgos de
Daños para los Derechos de los Concurrentes, pudiendo observar los tres análisis en la Tabla 30
Recopilación Normativa del Grupo de Riesgo 4. Riesgos de Daños para los Derechos de los Concurrentes.
Y, doscientos veintitrés documentos normativos incluidos en la Recopilación Normativa del Grupo de
Riesgo 5. Riesgos Laborales, pudiendo observar los tres análisis en la Tabla 31 Recopilación Normativa
del Grupo de Riesgo 5. Riesgos Laborales.
Para responder al segundo objetivo “Desarrollar un cuestionario de seguridad para poder analizar
la relación de los responsables de los Centros Deportivos Municipales (CDM) con la gestión de la
seguridad en su instalación y una herramienta para poder realizar un estudio de riesgos en una
instalación deportiva”, se resolverán los dos fases articuladas en el mismo:
La primera fase “Elaborar un cuestionario con distintos ítems con los que poder analizar la relación de los
responsables de los Centros Deportivos Municipales (CDM) con la gestión de la seguridad en su
instalación” derivada de la cuarta línea de investigación que requería investigar la relación de los/las
responsables de las instalaciones deportivas con la gestión de la seguridad, pretendiendo aplicar un
cuestionario desarrollado para tal fin, se obtuvo en el apartado I) del punto 4.3 Desarrollo de la Primera
fase de la Estrategia de investigación (proceso previo del trabajo de campo), configurándose un
cuestionario compuesto por siete ítems destinados a poder responder de una forma rápida y sencilla
para lograr el cien por cien de las cumplimentaciones, en donde la primera pregunta se respondía
puntuando con una escala Likert del 1 al 5, mientras que las restantes con una respuesta dicotómica
de sí o no, disponiendo todas ellas de un espacio para fundamentar la respuesta en caso de precisarse.
El mismo se puede observar en la Figura 61 Cuestionario de Seguridad en Instalaciones Deportivas, así
475
Capítulo 5. Exposición y análisis de los resultados
La segunda fase “Elaborar las plantillas necesarias con el método elegido que conformen la herramienta
para realizar el estudio de riesgos” derivada de la quinta línea de investigación que requería investigar la
elaboración de una herramienta para poder gestionar los riesgos de las instalaciones deportivas,
pretendiendo desarrollar una herramienta para poder realizar un Estudio de Riesgos en los Centros
Deportivos Municipales (CDM) del Ayuntamiento de Madrid como eje central de la investigación, se
obtuvo en seis etapas:
Una primera etapa, en el apartado M) del punto 4.3 Desarrollo de la Primera fase de la Estrategia de
investigación (proceso previo del trabajo de campo), identificándose el Método Mosler como el Método
de Análisis y Evaluación de Riesgos a emplear mediante la plantilla propuesta para su posterior
desarrollo, la cual se puede observar en la Figura 85 Método Mosler, así como su interpretación en la Figura
86 Interpretación de la plantilla del Método Mosler.
Una segunda etapa, en el apartado N) del punto 4.3 Desarrollo de la Primera fase de la Estrategia de
investigación (proceso previo del trabajo de campo), identificándose doscientos ochenta y cuatro riesgos
a incluir en el Estudio de Riesgos del Grupo de Riesgo 1. Riesgos de Daños por Actos Antisociales,
derivados de su Catálogo de doce riesgos asociados, pudiendo observarse este último en la Figura 87
Catálogo de Riesgos del Grupo de Riesgo 1. Riesgos de Daños por Actos Antisociales. Dicha identificación
se obtuvo del estudio en profundidad de la normativa de aplicación, de los conocimientos propios acerca
de la seguridad del doctorando y de su experiencia laboral específica organizándose en base a tres aspectos.
El primero, identificando los distintos bienes que contiene un Centro Deportivo Municipal (CDM). El
segundo, localizando y ubicando dicho bien en la instalación. Y, el tercero, estimando las posibles
materializaciones de los riesgos o daños que pueden sufrir los bienes descritos identificando su contexto
(aspecto concreto dónde se puede producir el riesgo) y su temporalidad (cuándo se puede producir el
riesgo). A su vez se pueden observar a modo de organigramas, cómo se desglosan los distintos riesgos de
cada uno de los doce riesgos que contiene el Catálogo de Riesgo 1. Riesgos de Daños por Actos antisociales,
dividiéndose dichos doscientos ochenta y cuatro riesgos en cuatro riesgos generales pudiendo observarse
en la Figura 88 Organigrama del tipo de riesgo general, perteneciente al Catálogo de Riesgos de Daños por
Actos Antisociales. Treinta y cuatro riesgos del punto 1. Alteración del orden, pudiendo observarse en la
Figura 89 Organigrama del tipo de riesgo 1. Alteración del orden, perteneciente al Catálogo de Riesgos de
Daños por Actos Antisociales. Cincuenta y tres riesgos del punto 2. Alteración del normal desarrollo de la
actividad, pudiendo observarse en la Figura 90 Organigrama del tipo de riesgo 2. Alteración del normal
desarrollo de la actividad, perteneciente al Catálogo de Riesgos de Daños por Actos Antisociales. Treinta
riesgos del punto 3. Agresiones, pudiendo observarse en la Figura 91 Organigrama del tipo de riesgo 3.
Agresiones, perteneciente al Catálogo de Riesgos de Daños por Actos Antisociales. Veinte riesgos del punto
4. Violencia, pudiendo observarse en la Figura 92 Organigrama del tipo de riesgo 4. Violencia,
perteneciente al Catálogo de Riesgos de Daños por Actos Antisociales. Diecinueve riesgos del punto 5.
Deterioro intencionado de las instalaciones, pudiendo observarse en la Figura 93 Organigrama del tipo de
riesgo 5. Deterioro intencionado de las instalaciones, perteneciente al Catálogo de Riesgos de Daños por
476
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Actos Antisociales. Dieciséis riesgos del punto 6. Vandalismo, pudiendo observarse en la Figura 94
Organigrama del tipo de riesgo 6. Vandalismo, perteneciente al Catálogo de Riesgos de Daños por Actos
Antisociales. Treintaiún riesgos del punto 7. Intrusiones, pudiendo observarse en la Figura 95 Organigrama
del tipo de riesgo 7. Intrusiones, perteneciente al Catálogo de Riesgos de Daños por Actos Antisociales.
Treinta y tres riesgos del punto 8. Sabotajes, pudiendo observarse en la Figura 96 Organigrama del tipo de
riesgo 8. Sabotajes, perteneciente al Catálogo de Riesgos de Daños por Actos Antisociales. Nueve riesgos
del punto 9. Robos, pudiendo observarse en la Figura 97 Organigrama del tipo de riesgo 9. Robos,
perteneciente al Catálogo de Riesgos de Daños por Actos Antisociales. Diez riesgos del punto 10. Hurtos,
pudiendo observarse en la Figura 98 Organigrama del tipo de riesgo 10. Hurtos, perteneciente al Catálogo
de Riesgos de Daños por Actos Antisociales. Seis riesgos del punto 11. Raptos, pudiendo observarse en la
Figura 99 Organigrama del tipo de riesgo 11. Raptos, perteneciente al Catálogo de Riesgos de Daños por
Actos Antisociales. Y, catorce riesgos del punto 12. Venta / consumo de sustancias prohibidas, pudiendo
observarse en la Figura 100 Organigrama del tipo de riesgo 12. Venta / consumo de sustancias prohibidas,
perteneciente al Catálogo de Riesgos de Daños por Actos Antisociales. Finalmente los doscientos ochenta
y cuatro riesgos ordenados se pueden consultar en el Anexo F Riesgos identificados incluidos en el Estudio
de Riesgos.
Una tercera etapa, en el apartado Ñ) del punto 4.3 Desarrollo de la Primera fase de la Estrategia de
investigación (proceso previo del trabajo de campo), elaborándose la plantilla “Identificación, Análisis y
Evaluación de Riesgos” una vez identificados los doscientos ochenta y cuatro riesgos a incluir en la misma
y el método mediante el cual poder analizarlos y evaluarlos, incluyendo: en la parte superior el Grupo
de Riesgo, el tipo de riesgo según el Catálogo de Riesgos asociado, la rama del organigrama del tipo
de riesgo y, su riesgo específico; a la izquierda la parte de identificación del riesgo con su expresión
formal, bien sobre el que incide el riesgo, localización y ubicación del bien y, materialización del
riesgo y; a la derecha el método de análisis y evaluación dividido en los seis criterios para puntuar el
análisis, los cinco cálculos para la evaluación y, su valor final cualitativo para clasificarlo, como se
puede observar en la Figura 101 Ejemplo-extracto de la plantilla “Identificación, Análisis y Evaluación de
Riesgos”, así como interpretar en la Figura 102 Interpretación de la plantilla de Identificación, Análisis y
Evaluación de Riesgos.
Una cuarta etapa, en el apartado O) del punto 4.3 Desarrollo de la Primera fase de la Estrategia de
investigación (proceso previo del trabajo de campo), identificándose mil seiscientas veinticuatro medidas
de seguridad a establecer para minimizar, reducir o eliminar los riesgos identificados en la fase
anterior, divididas en novecientas treinta y cinco medidas reglamentarias (obligatorias según la normativa
de aplicación) y seiscientas ochenta y nueve medidas necesarias (no obligatorias según la normativa de
aplicación). La identificación de las mismas se realizó fruto del estudio en profundidad de la normativa de
aplicación mediante la recopilación normativa asociada al Grupo de Riesgo 1. Riesgos de Daños por Actos
Antisociales a través de la Tabla 22 Legislación de aplicación asociada al Grupo de Riesgo 1. Riesgos de
Daños por Actos Antisociales y a su Catálogo de Riesgos asociado en base a su Estructura Normativa, así
como mediante las cuatro recopilaciones normativas asociadas a los otros cuatro Grupos de Riesgo a través
de la Tabla 23 Legislación de aplicación asociada al Grupo de Riesgo 2. Riesgos de Daños Colectivos por
situaciones de Emergencia y Evacuación y a su Catálogo de Riesgos asociado en base a su Estructura
477
Capítulo 5. Exposición y análisis de los resultados
478
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
riesgos en Instalaciones Deportivas. Dicha herramienta fue validada por un grupo multidisciplinar de veinte
expertos/as, mediante un modelo de validación que se puede observar en la Figura 106 Modelo de
validación de la Herramienta para realizar Estudios de Riesgos y para Identificar Medidas de Seguridad
contra dichos riesgos en Instalaciones Deportivas por parte de un/a experto/a, así como todas las
validaciones se pueden consultar en el Anexo D Validaciones de la Herramienta para realizar Estudios de
Riesgos y para Identificar Medidas de Seguridad contra dichos riesgos en Instalaciones Deportivas por
parte de un grupo multidisciplinar de expertos/as.
479
Capítulo 5. Exposición y análisis de los resultados
En dicha fase se dará respuesta al tercer objetivo (derivado del primer objetivo y de la primera
línea de investigación), a la primera hipótesis (derivada de la primera línea de investigación), a la segunda
hipótesis (derivada de la primera línea de investigación) y, al quinto objetivo (derivado del segundo objetivo
y de la segunda y quinta líneas de investigación).
Para responder al tercer objetivo “Constatar si los Centros Deportivos Municipales (CDM) del
Ayuntamiento de Madrid disponen de registros de incidentes, de bases de datos de los mismos y
de los documentos organizativos que gestionen cada área o ámbito de la seguridad, a través de los
responsables de cada Centro Deportivo Municipal (CDM) autorizado mediante la
cumplimentación de una plantilla elaborada para tal fin” derivado de la primera línea de
investigación que requería investigar cuáles son los requisitos de seguridad de las instalaciones
deportivas, pretendiendo conocer todos los ámbitos o áreas de la seguridad a la que se ve afectada
una instalación deportiva, se manejaron dos etapas:
Una primera etapa previa, en los apartados K) y L) del punto 4.3 Desarrollo de la Primera fase de la
Estrategia de investigación (proceso previo del trabajo de campo), identificando a través de la Dirección
General de Deportes (DGD) y del/la Coordinador/a de cada Junta de Distrito, que los distintos Centros
Deportivos Municipales (CDM) carecían de Plan de Seguridad y disponían del resto de Documentos
Organizativos asociados a los Grupos de Riesgo a manejar, dejando la posibilidad de que cada Centro
Deportivo Municipal (CDM) dispusiese de registros de incidentes y/o de bases de datos de los mismos,
debiendo ser confirmado por cada director/a.
Y, una segunda etapa, en el apartado C) del punto 4.5 Desarrollo de la Segunda fase de la Estrategia de
investigación (trabajo de campo), corroborando mediante el/la director/a de cada Centro Deportivo
Municipal (CDM) que todos ellos carecían de Plan de Seguridad y disponían del resto de Documentos
Organizativos asociados a los Grupos de Riesgo a manejar, mediante la cumplimentación del anverso
de la ficha denominada “Ficha informativa de la Instalación Deportiva” la cual se puede observar en la
Figura 81 Ficha informativa de la Instalación Deportiva, anverso con la delimitación del Estudio de
Riesgos, así como su interpretación en la Figura 82 Interpretación del anverso de la Ficha informativa de
la Instalación Deportiva. (En algunos Centros Deportivos Municipales (CDM) no se pudo constatar por
falta de información si la instalación disponía del documento Libro del Edificio, a su vez también algunos
Centros Deportivos Municipales (CDM) no disponían del documento Plan de Autoprotección según el Real
Decreto 393/2007, de 23 de marzo, por el que se aprueba la Norma Básica de Autoprotección de los centros,
establecimientos y dependencias dedicados a actividades que puedan dar origen a situaciones de
emergencia, disponiendo de Manual de Autoprotección según la disposición derogada “Orden de 29 de
noviembre de 1984 por la que se aprueba el Manual de Autoprotección para el desarrollo del Plan de
Emergencia contra Incendios y de Evacuación de locales y Edificios”. En estos casos se indicó la necesidad
de adecuación a la normativa vigente, sin incluir en el Estudio de Riesgos a los riesgos del Grupo 2. Riesgos
de Daños Colectivos por situaciones de Emergencia y Evacuación, a los que pertenecen ambos documentos
480
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
organizativos). A su vez, se confirmó mediante el/la director/a de cada Centro Deportivo Municipal (CDM)
que todos ellos carecían de registros de incidentes y/o de bases de datos de los mismos, mediante la
cumplimentación del reverso de la ficha denominada “Ficha informativa de la Instalación Deportiva” la
cual se puede observar en la Figura 83 Ficha informativa de la Instalación Deportiva, reverso con el
Establecimiento del modo de operar en el Estudio de Riesgos y, los Datos de los participantes del Estudio
de Riesgos y de las Medidas de Seguridad, así como su interpretación en la Figura 84 Interpretación del
reverso de la Ficha informativa de la Instalación Deportiva. (Algunos Centros Deportivos Municipales
(CDM) informaron de registros de incidencias de la empresa de seguridad privada contratada sin disponer
de los mismos de forma estructurada y mantenida en el tiempo y, según recoge el Protocolo de Actuación,
en materia de Prevención de Riesgos Laborales, en caso de Agresiones de Terceros, en las Instalaciones
Deportivas Municipales del Ayuntamiento de Madrid, también se dispone de un registro de los diversos
tipos de violencia en el lugar de trabajo sufridos por los empleados públicos que realicen su actividad en
las Instalaciones Deportivas Municipales, debiendo establecerlo y mantenerlo Gerencia de Distrito en
virtud de los diferentes episodios que cada instalación remita cumplimentando los modelos de los anexos I
y II, mensualmente Gerencia de Distrito emite un informe a Gerencia del Organismo Autónomo Madrid
Salud y, anualmente Subdirección General de Prevención de Riesgos Laborales elabora una estadística de
todas las agresiones emitiéndola a la Dirección General de Coordinación Territorial y al Comité de
Seguridad y Salud de la que no se ha podido disponer (Ayuntamiento de Madrid, 2011).
Para resolver la primera hipótesis “Los Centros Deportivos Municipales (CDM) del Ayuntamiento
de Madrid no disponen de los documentos organizativos; Plan de Seguridad y Plan (protocolo) de
Actuación ante Urgencias Sanitarias y sí disponen de los documentos organizativos; Plan de
Autoprotección, Plan de Actuación ante Emergencias, Libro del Edificio, Documento de
Seguridad de Datos de Carácter Personal y Plan de Prevención de Riesgos Laborales que se
relacionan con los cinco ámbitos o áreas de seguridad que engloban los distintos riesgos a los que
se ve afectada una instalación deportiva” derivada de la primera línea de investigación que
requería investigar cuáles son los requisitos de seguridad de las instalaciones deportivas,
pretendiendo conocer todos los ámbitos o áreas de la seguridad a la que se ve afectada una
instalación deportiva, se argumenta lo siguiente:
Se constata parcialmente, debido a que como se ha confirmado en el tercer objetivo, los Centros
Deportivos Municipales (CDM) del Ayuntamiento de Madrid no disponen de Plan de Seguridad pero sí
disponen de Plan (Protocolo) de Actuación ante Urgencias Sanitarias, si bien este último únicamente
dispone de un protocolo de actuación en caso de urgencias médicas incluyendo un protocolo de activación
del Servicio de Asistencia Municipal de Urgencia y Rescate (SAMUR) así como una relación del material
sanitario a disponer en función de la superficie de lámina de agua de sus piscinas y, como se definió tendría
que ser un “Documento que aporta un protocolo de activación de los servicios de urgencias para poder
categorizar un incidente así como un manual de referencia de consulta para hacer frente a contingencias y
emergencias sanitarias que requieran una actuación inmediata, abordándose de cada una qué es y en qué
consiste, su actuación básica, precauciones, recomendaciones y protocolos concretos de actuación”, por lo
481
Capítulo 5. Exposición y análisis de los resultados
tanto habría de completarse con un manual de referencia de consulta para hacer frente a
contingencias y emergencias sanitarias.
Para resolver la segunda hipótesis “Los Centros Deportivos Municipales (CDM) del
Ayuntamiento de Madrid no disponen de Bases de Datos o Registros de Incidentes relacionados
con los Grupos de Riesgo y Catálogos de Riesgos que ordenan y clasifican los distintos riesgos a
los que se ve afectada una instalación deportiva” derivada de la primera línea de investigación que
requería investigar cuáles son los requisitos de seguridad de las instalaciones deportivas,
pretendiendo conocer todos los ámbitos o áreas de la seguridad a la que se ve afectada una
instalación deportiva, se argumenta lo siguiente:
Se constata totalmente, debido a que como se ha confirmado en el tercer objetivo, los Centros Deportivos
Municipales (CDM) del Ayuntamiento de Madrid no disponen de registros de incidentes y/o de bases de
datos de los mismos, recordando que algunos Centros Deportivos Municipales (CDM) informaron de
registros de incidencias de la empresa de seguridad privada contratada, sin disponer de los mismos de forma
estructurada y mantenida en el tiempo y, según recogía el Protocolo de Actuación, en materia de Prevención
de Riesgos Laborales, en caso de Agresiones de Terceros, en las Instalaciones Deportivas Municipales del
Ayuntamiento de Madrid, también se dispone de un registro de los diversos tipos de violencia en el lugar
de trabajo sufridos por los empleados públicos que realicen su actividad en las Instalaciones Deportivas
Municipales, debiendo establecerlo y mantenerlo Gerencia de Distrito en virtud de los diferentes episodios
que cada instalación remita cumplimentando los modelos de los anexos I y II, mensualmente Gerencia de
Distrito emite un informe a Gerencia del Organismo Autónomo Madrid Salud y, anualmente Subdirección
General de Prevención de Riesgos Laborales elabora una estadística de todas las agresiones emitiéndola a
la Dirección General de Coordinación Territorial y al Comité de Seguridad y Salud, de la que no se ha
podido disponer (Ayuntamiento de Madrid, 2011).
Para responder al quinto objetivo “Realizar un estudio de los riesgos que afecten a una instalación
deportiva pertenecientes a los documentos organizativos de los que carezcan, en la mayor muestra
de Centros Deportivos Municipales (CDM) posible, junto con los/las responsables de cada Centro
Deportivo Municipal (CDM) autorizado” derivado de la segunda línea de investigación que
requería investigar qué riesgos afectan a las instalaciones deportivas, pretendiendo conocer qué
riesgos afectan a cada ámbito o área de la seguridad de una instalación deportiva y qué
documentación se relaciona con la responsabilidad asociada a los mismos y, de la quinta línea de
investigación que requería investigar la elaboración de una herramienta para poder gestionar los
riesgos de las instalaciones deportivas, pretendiendo desarrollar una herramienta para poder
realizar un Estudio de Riesgos en los Centros Deportivos Municipales (CDM) del Ayuntamiento
de Madrid como eje central de la investigación, se manejaron seis etapas:
Una primera etapa previa, en el apartado J) del punto 4.3 Desarrollo de la Primera fase de la Estrategia de
investigación (proceso previo del trabajo de campo), en la cual mediante una Carta de Presentación del
Director de la Tesis que se puede observar en la Figura 63 Carta de Presentación de la Universidad de
482
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Alcalá para solicitar poder desarrollar el trabajo de campo de la Tesis Doctoral y, un Proyecto de
Investigación, que se puede observar en el Anexo B Proyecto de Investigación, se solicitó mediante un
proceso que se puede observar en la Figura 67 Proceso de autorización del trabajo de campo de la Tesis
Doctoral, poder desarrollar el trabajo de campo de la Tesis Doctoral en los Centros Deportivos Municipales
(CDM) de los diferentes distritos del Ayuntamiento de Madrid, obteniendo una autorización de la
Dirección General de Deportes del Ayuntamiento de Madrid y de trece distritos de diecinueve
posibles logrando un porcentaje aproximado del 70%, pudiendo consultarse las mismas en el Anexo C
Autorizaciones de los Distritos del Ayuntamiento de Madrid para el desarrollo del trabajo de campo de la
Tesis Doctoral.
Una segunda etapa previa, en los apartados R) y S) del punto 4.3 Desarrollo de la Primera fase de la
Estrategia de investigación (proceso previo del trabajo de campo), en donde se estableció un organigrama
de cada distrito autorizado, pudiéndose visualizar en la Figura 124 Mapa de Distritos y Centros
Deportivos Municipales (CDM) autorizados, con los veintiséis Centros Deportivos Municipales (CDM)
que incluyen, pudiéndose visualizar en la Figura 125 Mapa de Centros Deportivos Municipales (CDM)
autorizados, aunando una superficie de ciento veintidós hectáreas (1.219.404 metros cuadrados) cuyas
dimensiones y espacios se pueden consultar en el Anexo E Mapas de Distritos y Centros Deportivos
Municipales (CDM) autorizados para desarrollar el trabajo de campo de la Tesis Doctoral. A su vez se
realizó una cronología de acceso a cada Centro Deportivo Municipal (CDM) para poder realizar el
Estudio de Riesgos identificando las fechas, pudiéndose consultar en la Tabla 38 Cronología de realización
del trabajo de campo en cada Centro Deportivo Municipal (CDM).
Una tercera etapa, recuperando la información obtenida en los apartados K) y L) del punto 4.3 Desarrollo
de la Primera fase de la Estrategia de investigación (proceso previo del trabajo de campo), corroborándolos
en el apartado C) del punto 4.5 Desarrollo de la Segunda fase de la Estrategia de investigación (trabajo de
campo), en donde se limitó el Estudio de Riesgos a los riesgos pertenecientes a los documentos
organizativos de los que carecían según expuso la Dirección General de Deportes (DGD) del
Ayuntamiento de Madrid y los distintos distritos junto a la corroboración del director/a de cada Centro
Deportivo Municipal (CDM).
Una cuarta etapa, en los apartados A) y D) del punto 4.5 Desarrollo de la Segunda fase de la Estrategia de
investigación (trabajo de campo), en donde se explicó la Herramienta para realizar Estudios de Riesgos
y para Identificar Medidas de Seguridad contra dichos riesgos en Instalaciones Deportivas a cada
director/a con su objetivo, estructura, división y, procedimiento para cumplimentarse. Y, se explicó su
Método de Análisis y Evaluación de Riesgos con sus distintas fases mediante su plantilla de desarrollo
así como la forma de proceder mediante un ejemplo.
Una quinta etapa, en el apartado E) del punto 4.5 Desarrollo de la Segunda fase de la Estrategia de
investigación (trabajo de campo), en donde se realizó la fase dos de la primera parte de la Herramienta
para realizar Estudios de Riesgos y para Identificar Medidas de Seguridad contra dichos riesgos en
Instalaciones Deportivas, (análisis de los riesgos identificados) mediante la cumplimentación de la
columna “Análisis del riesgo” de la plantilla “Identificación, Análisis y Evaluación de Riesgos” junto con
la persona responsable de cada Centro Deportivo Municipal (CDM). A su vez, en el apartado A) del punto
4.6 Desarrollo de la tercera fase de la Estrategia de investigación (proceso posterior al trabajo de campo),
483
Capítulo 5. Exposición y análisis de los resultados
se realizarán la fase tres y cuatro de la primera parte de la Herramienta para realizar Estudios de
Riesgos y para Identificar Medidas de Seguridad contra dichos riesgos en Instalaciones Deportivas
(evaluación de los riesgos analizados y, cálculo y clasificación de los riesgos analizados), mediante la
realización de los cinco cálculos que indica el Método Mosler en base a la realización de las fórmulas que
propone (letras I, D, C, Pr y Er) mediante la cumplimentación de la columna “Evaluación del riesgo” de la
plantilla “Identificación, Análisis y Evaluación de Riesgos” para finalmente clasificar los diferentes riesgos
identificados en cinco niveles (riesgo muy reducido, riesgo reducido, riesgo medio, riesgo elevado y, riesgo
muy elevado) según el valor cuantitativo resultante del último cálculo efectuado.
Finalmente una sexta etapa, en los apartados F) y G) del punto 4.5 Desarrollo de la Segunda fase de la
Estrategia de investigación (trabajo de campo), en donde se realizó la segunda parte de la Herramienta
para realizar Estudios de Riesgos y para Identificar Medidas de Seguridad contra dichos riesgos en
Instalaciones Deportivas, (identificación de las medidas de seguridad) mediante la cumplimentación de la
plantilla “Identificación de las medidas de seguridad” junto con la persona responsable de cada Centro
Deportivo Municipal (CDM) para conocer si cada uno disponía o no de las diferentes medidas de seguridad
identificadas. A su vez, se complementaron dichas medidas de seguridad con otras previamente no
identificadas que sí disponían, identificándolas en los apartados destinados a tal fin, en la misma plantilla
de Identificación de las medidas de seguridad.
484
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
En dicha fase se dará respuesta al cuarto objetivo (derivado del segundo objetivo y de la cuarta
línea de investigación), a la tercera hipótesis (derivada de la cuarta línea de investigación), a la cuarta
hipótesis (derivada de la cuarta línea de investigación), al sexto objetivo (derivado del cuarto objetivo y de
la primera, segunda y quinta líneas de investigación), a la quinta hipótesis (derivada de la quinta línea de
investigación), a la sexta hipótesis (derivada de la quinta línea de investigación), a la séptima hipótesis
(derivada de la quinta línea de investigación), a la octava hipótesis (derivada de la quinta línea de
investigación) y, al séptimo objetivo (derivado del cuarto objetivo y de la primera y quinta líneas de
investigación).
Úriz et al. (2006) indican que los procedimientos de análisis se basan en la distribución de variables y en la
utilización de métodos estadísticos que determinen asociaciones o diferencias entre las mismas.
Siguiendo dicha pauta se va a analizar el Plan de análisis estadístico propuesto en el último punto del
capítulo anterior (4.7 Configuración del Plan de análisis estadístico) analizando con ello la información
obtenida en el mencionado proceso posterior al trabajo de campo.
Dicho análisis se efectuará en tres partes correspondiéndose con las tres partes en las que se divide
el citado Plan de análisis estadístico, una primera parte que analiza el Cuestionario de Seguridad en
Instalaciones Deportivas, una segunda parte que analiza la primera parte del Estudio de Riesgos y,
finalmente, una tercera parte que analiza la segunda parte del Estudio de Riesgos analizando las Medidas
de Seguridad.
En esta primera parte se dará respuesta al cuarto objetivo (derivado del segundo objetivo y de la
cuarta línea de investigación), a la tercera hipótesis (derivada de la cuarta línea de investigación) y, a la
cuarta hipótesis (derivada de la cuarta línea de investigación).
Para comenzar a responder al cuarto objetivo “Conocer el grado de relación de los/las responsables
de los Centros Deportivos Municipales (CDM) con la gestión de la seguridad”, se resolverán las
dos primeras fases de las cuatro fases articuladas en el mismo:
La primera fase “Conseguir la cumplimentación del cien por cien de los Cuestionarios de Seguridad en
Instalaciones Deportivas, elaborados para conocer el grado de relación de los/las responsables de los
Centros Deportivos Municipales (CDM) con la gestión de la seguridad, por parte de los/las responsables de
todos los Centros Deportivos Municipales (CDM) autorizados” derivada del segundo objetivo y de la cuarta
línea de investigación que requería investigar la relación de los/las responsables de las instalaciones
485
Capítulo 5. Exposición y análisis de los resultados
deportivas con la gestión de la seguridad, pretendiendo aplicar un cuestionario desarrollado para tal fin, se
obtuvo en tres etapas:
Una primera y segunda etapa previa, que coinciden con las indicadas en el quinto objetivo, recordando que
se obtuvo una autorización de la Dirección General de Deportes (DGD) del Ayuntamiento de Madrid
y de trece distritos de diecinueve posibles logrando un porcentaje aproximado del 70%,
estableciéndose una cronología de acceso a cada uno de los veintiséis Centros Deportivos Municipales
(CDM) que incluyen.
Y, una tercera etapa previa, en los apartados A) y B) del punto 4.5 Desarrollo de la Segunda fase de la
Estrategia de investigación (trabajo de campo), en donde se explicó el Cuestionario de Seguridad en
Instalaciones Deportivas a cada director/a con su contenido y procedimiento para cumplimentarse
lográndose el cien por cien de cumplimentaciones (debido a que cuatro instalaciones disponían del/de la
mismo/a director/a, se obtuvieron un total de veintidós Cuestionarios de Seguridad en Instalaciones
deportivas cumplimentados).
La segunda fase “Conocer si los/las responsables de cada Centro Deportivo Municipal (CDM) consideran
que la seguridad es importante en la gestión deportiva” derivada del segundo objetivo y de la cuarta línea
de investigación que requería investigar la relación de los/las responsables de las instalaciones deportivas
con la gestión de la seguridad, pretendiendo conocer la relación actual del gestor deportivo con la seguridad
y en particular la que tienen los/las responsables de las instalaciones a analizar, se obtuvo analizando en
profundidad el Cuestionario de Seguridad en Instalaciones Deportivas compuesto por siete ítems con
respuestas cerradas y su correspondiente posibilidad de fundamentación mediante respuesta abierta,
pudiéndose observar en la Figura 61 así como su interpretación en la figura 62, para ello se precisan analizar
los puntos 1, 1.1 y 1.2 del Plan estadístico del Cuestionario de Seguridad en Instalaciones Deportivas
articulado en veintitrés puntos, indicado en la Tabla 43.
Primeramente para conocer el grado de validez del cuestionario se calculará su Alfa de Cronbach, expresado
a continuación:
Estadísticas de fiabilidad
Alfa de Cronbach N de elementos
,622 14
486
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Figura 167. Porcentajes de respuesta de la primera pregunta del Cuestionario de Seguridad en Instalaciones Deportivas. Fuente:
Elaboración propia.
Tabla 47. Frecuencias y porcentajes de respuesta de la primera pregunta del Cuestionario de Seguridad en Instalaciones Deportivas.
La figura mostrada junto con su tabla anexa, muestran como el 63,6% de los encuestados otorgan la
máxima puntuación indicando que la seguridad es un aspecto fundamental básico en la gestión
deportiva, el 27,3% le otorgan la segunda puntuación más alta indicando que es un aspecto muy
importante con mayor peso que el resto de aspectos que conforman la gestión deportiva, cubriendo
entre ambas respuestas un porcentaje acumulado superior al 90%, que se completa con un 9,1% que
indica que es un aspecto importante, con la misma importancia que los otros aspectos que conforman la
gestión deportiva. A su vez, es de destacar que no se ha obtenido ninguna respuesta por debajo de la tercera
máxima puntuación.
Todo ello se puede observar en el siguiente cuadro que identifica los saldos de respuesta:
Tabla 48. Saldos de respuesta de la primera pregunta del Cuestionario de Seguridad en Instalaciones Deportivas.
487
Capítulo 5. Exposición y análisis de los resultados
Tabla 49. Moda, mediana y media de la primera pregunta del Cuestionario de Seguridad en Instalaciones Deportivas.
Estadísticos
¿Piensa que la seguridad es un aspecto importante en la gestión deportiva?
N Válido 22
Perdidos 0
Media 4,55
Mediana 5,00
Moda 5
La moda y la mediana coinciden con la puntuación “5” que identifica la seguridad como un aspecto
fundamental básico en la gestión deportiva, siendo la máxima puntuación que se podía otorgar,
mientras que su promedio lo sitúa en una puntuación de 4,55. Ambos indicadores sitúan a la seguridad
en las puntuaciones más altas, por lo tanto se puede afirmar que los responsables de cada CDM
consideran que la seguridad es importante en la gestión deportiva.
Figura 168. Porcentajes de las justificaciones de las respuestas de la primera pregunta del Cuestionario de Seguridad en Instalaciones
Deportivas. Fuente: Elaboración propia.
488
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Tabla 50. Frecuencias y porcentajes de las justificaciones de las respuestas de la primera pregunta del Cuestionario de Seguridad en
Instalaciones Deportivas.
Analizando las fundamentaciones de las respuestas, se encuentra que el 55% justifica su respuesta, quienes
otorgaron una puntuación de 3 (la más baja de las asignadas) no fundamentan su respuesta, el 50% de los
que otorgaron una puntuación de 4 fundamenta su respuesta y el 64% de los que otorgaron una puntuación
de 5 fundamenta su respuesta, por lo tanto se confirma que las máximas puntuaciones tienen mayores
porcentajes de fundamentación. Analizando los porcentajes totales, el 13,6% indica que la seguridad es
importante por ser fundamental para la gestión aludiendo que si la seguridad falla, también lo hace
todo lo demás, el 31,8% indica que es importante por la seguridad de usuarios y trabajadores y el
9,1% se apoya en aspectos concretos de su instalación, como su ubicación, su tamaño, el número de
unidades que dispone, el perfil de los usuarios, los servicios ofertados etc. sumando así un porcentaje
acumulado del 54,5% equivalente al porcentaje de respuestas fundamentadas.
Para resolver la tercera hipótesis “El número de responsables encuestados que afirman que la
seguridad es importante en la gestión de su instalación y que consideran que su instalación es
segura, es mayor del 70%” derivada de la cuarta línea de investigación que requería investigar la
relación de los/las responsables de las instalaciones deportivas con la gestión de la seguridad,
pretendiendo conocer la relación actual del gestor deportivo con la seguridad y en particular la que
tienen los/las responsables de las instalaciones a analizar, se argumenta lo siguiente:
Su primera parte se constata totalmente, debido a que como se ha confirmado en la segunda fase del
cuarto objetivo el 63,6% de los encuestados otorgaron la máxima puntuación indicando que la
puntuación más alta indicando que es un aspecto muy importante con mayor peso que el resto de
aspectos que conforman la gestión deportiva, cubriendo entre ambas respuestas un porcentaje
acumulado superior al 90%.
Para terminar de dar respuesta a la segunda parte de la tercera hipótesis se precisan analizar los puntos 2,
2.1, 2.2, 2.3 y 2.4 del Plan estadístico del Cuestionario de Seguridad en Instalaciones Deportivas.
489
Capítulo 5. Exposición y análisis de los resultados
Por lo tanto, se prosigue representando los porcentajes de respuestas de la segunda pregunta mediante un
diagrama de sectores junto con su tabla asociada donde se registran a su vez las frecuencias y los porcentajes
acumulados, correspondiéndose con el punto 2 del Plan estadístico del Cuestionario de Seguridad en
Instalaciones Deportivas, denominado “Diagrama de sectores con los porcentajes de las respuestas de la
segunda pregunta”:
Figura 169. Porcentajes de respuesta de la segunda pregunta del Cuestionario de Seguridad en Instalaciones Deportivas. Fuente:
Elaboración propia.
Tabla 51. Frecuencias y porcentajes de respuesta de la segunda pregunta del Cuestionario de Seguridad en Instalaciones Deportivas.
Analizando las respuestas directas se observa que el 81,82% piensa que su instalación es segura, frente al
18,18% que piensa que no lo es.
490
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Figura 170. Porcentajes de las justificaciones de las respuestas de la segunda pregunta del Cuestionario de Seguridad en Instalaciones
Deportivas. Fuente: Elaboración propia.
Tabla 52. Frecuencias y porcentajes de las justificaciones de las respuestas de la segunda pregunta del Cuestionario de Seguridad en
Instalaciones Deportivas.
Analizando las fundamentaciones de las respuestas, se encuentra que el 73% justifica su respuesta, el 75%
de los que respondieron que no, fundamentan su respuesta y el 72% de los que respondieron que sí,
fundamentan su respuesta, por lo que los porcentajes de fundamentación son iguales en ambas respuestas
con un elevado porcentaje de fundamentaciones. Analizando los porcentajes totales, se observa que del
18.18% que respondieron que no, un 4,5% no fundamenta por qué piensan que no es segura por lo que no
se puede interpretar si es una respuesta válida, otro 4,5% fundamenta que no es segura indicando cuándo,
dónde etc. y un 9,1% fundamenta indicando el por qué no es segura (el elevado número de incidencias, el
gran tamaño, la antigüedad, la gran cantidad de accesos y el elevado número de usuarios que tienen), por
lo tanto, un 13,6% se consideran respuestas válidas para indicar que la instalación no es segura. Por otro
lado del 81,82% que pensaba que su instalación es segura, solamente un 18,2% justifica que es segura
esgrimiendo un por qué (el conocimiento de los protocolos por parte de los trabajadores, el entorno y el
tipo de usuario), mientras que un 22,7% no lo fundamenta, un 36,4% indica duda o contradicción
491
Capítulo 5. Exposición y análisis de los resultados
esgrimiendo que es segura pero mejorable, con lagunas, se podría aumentar etc. y un 4,5% lo fundamenta
de forma parcial o segmentada aludiendo que es segura por el mantenimiento de su equipamiento o en
zonas concretas, por lo tanto estas tres últimas acumulan un porcentaje del 63,6% que se ha de trasladar
junto con el 13,6% de respuestas válidas que indicaban que la instalación no era segura, sumando un
porcentaje total del 77,2% a la porción de respuestas que indican que la instalación no es segura, completado
con el 18,2% que indica fundamentando que sí lo es y el 4,5% que se descartó en primera instancia de las
respuestas negativas sin fundamentación al no poder acumularse de forma objetiva a las respuestas positivas
o negativas. Este análisis indica como se observa gráficamente que se han dado la vuelta por completo los
porcentajes de respuestas de la segunda pregunta al analizar las fundamentaciones de las respuestas,
encontrado que la instalación es segura para un 18% y no lo es para un 77,2%.
Por lo tanto la segunda parte de la tercera hipótesis se constataría desde las respuestas directas con
un porcentaje del 81,82% pero se rechaza si se analizan las fundamentaciones de dichas respuestas
con un porcentaje del 18,2%.
Figura 171. Porcentajes de respuesta de la tercera pregunta del Cuestionario de Seguridad en Instalaciones Deportivas. Fuente:
Elaboración propia.
492
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Tabla 53. Frecuencias y porcentajes de respuesta de la tercera pregunta del Cuestionario de Seguridad en Instalaciones Deportivas.
¿Dispone de sistemas, servicios y/o medidas de seguridad determinados por los órganos
correspondientes de la Administración Local y de la policía de la Comunidad Autónoma?
Frecuencia Porcentaje Porcentaje válido Porcentaje acumulado
Válido Si 18 81,8 81,8 81,8
No 4 18,2 18,2 100,0
Total 22 100,0 100,0
Analizando las respuestas directas se observa que el 81,82% dispone de sistemas, servicios y/o medidas de
seguridad determinados por los órganos correspondientes de la Administración Local y de la policía de la
Comunidad Autónoma, frente al 18,18% que afirma que no dispone.
Figura 172. Porcentajes de las justificaciones de las respuestas de la tercera pregunta del Cuestionario de Seguridad en Instalaciones
Deportivas. Fuente: Elaboración propia.
493
Capítulo 5. Exposición y análisis de los resultados
Tabla 54. Frecuencias y porcentajes de las justificaciones de las respuestas de la tercera pregunta del Cuestionario de Seguridad en
Instalaciones Deportivas.
¿Dispone de sistemas, servicios y/o medidas de seguridad determinados por los órganos
correspondientes de la Administración Local y de la policía de la Comunidad Autónoma?
(Fundamentada)
Porcentaje Porcentaje
Frecuencia Porcentaje válido acumulado
Válido No (sin justificar) 3 13,6 13,6 13,6
No (justifica aludiendo que no dispone de 1 4,5 4,5 18,2
documento)
Si (sin justificar) 8 36,4 36,4 54,5
Si (justifica afirmando que dispone de alarma) 7 31,8 31,8 86,4
Si (justifica afirmando que dispone de alarma 3 13,6 13,6 100,0
y vigilancia privada)
Total 22 100,0 100,0
Analizando las fundamentaciones de las respuestas, se encuentra que el 50% justifica su respuesta, el 25%
de los que respondieron que no, fundamentan su respuesta y el 55,55% de los que respondieron que sí,
fundamentan su respuesta, por lo que los porcentajes de fundamentación en respuestas positivas duplican
los porcentajes de fundamentación en respuestas negativas, con un porcentaje total de fundamentaciones
del 50%. Analizando los porcentajes totales, se observa que del 18.18% que respondieron que no disponen
de sistemas, servicios y/o medidas de seguridad, el 13,6% no fundamenta el por qué no disponen y el 4,5%
indica que no disponen de un documento que le entregasen donde se determinen y si están conectados o no,
a central de alarmas. Con respecto al 81,82% que afirmó disponer de sistemas, servicios y/o medidas de
seguridad, el 36,4% no fundamenta la respuesta, el 31,8% afirma que dispone de alarma y el 13,6% que
dispone de alarma y vigilancia privada, por lo que un 45,4% especifica que dispone de alarma.
Tabla 55. Tabla cruzada de la segunda y la tercera pregunta del Cuestionario de Seguridad en Instalaciones Deportivas.
Tabla cruzada ¿Piensa que su instalación es segura? *¿Dispone de sistemas, servicios y/o medidas
de seguridad determinados por los órganos correspondientes de la Administración Local y de la
policía de la Comunidad Autónoma?
Recuento
¿Dispone de sistemas, servicios y/o medidas de seguridad
determinados por los órganos correspondientes de la
Administración Local y de la policía de la Comunidad
Autónoma?
No Si Total
¿Piensa que su instalación es No 1 3 4
segura? Si 3 15 18
Total 4 18 22
Fuente: Elaboración propia.
494
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Analizando los valores de la tabla, se observa que con dieciocho respuestas afirmativas el 82% piensa que
su instalación es segura, de ese 82%, con quince respuestas afirmativas, el 83% afirma disponer de sistemas,
servicios y/o medidas de seguridad determinados por los órganos correspondientes, mientras que con tres
respuestas negativas, solo el 17%, afirma no disponer de los mismos y aun así pensar que su instalación es
segura, siendo un porcentaje muy superior los que piensan que su instalación es segura y disponen de
sistemas, servicios y/o medidas de seguridad que los que piensan que su instalación es segura y no disponen
de los mismos. Por otro lado, con cuatro respuestas negativas, el 18% piensa que su instalación no es segura,
de ese 18%, con tres respuestas afirmativas, el 75% afirma pese a su respuesta, disponer de sistemas,
servicios y/o medidas de seguridad determinados por los órganos correspondientes, mientras que con una
respuesta negativa, el 25% afirma no disponer de los mismos pensando que su instalación no es segura,
manteniendo una proporción de tres a uno los que piensan que su instalación no es segura pese a afirmar
disponer de sistemas, servicios y/o medidas de seguridad con respecto a los que piensan que su instalación
no es segura y afirman no disponer de los mismos.
Observando la tabla cruzada valorando las respuestas totales de la tercera pregunta en relación a la segunda
se obtienen los mismos datos sin requerir otro análisis diferenciado.
Tabla 56. Coeficiente de correlación de Spearman entre la segunda y la tercera pregunta del Cuestionario de Seguridad en Instalaciones
Deportivas.
Medidas simétricas
Error estándar T Significación
Valor asintóticoa aproximadab aproximada
Ordinal por ordinal Correlación de Spearman ,083 ,233 ,374 ,712c
N de casos válidos 22
a. No se presupone la hipótesis nula.
b. Utilización del error estándar asintótico que presupone la hipótesis nula.
c. Se basa en aproximación normal.
Analizando la correlación entre las respuestas de la segunda y tercera pregunta, debido a que el
Coeficiente de Correlación de Spearman es de 0,083 y la sig. (bilateral) de 0,712, se confirma que la
correlación no es significativa.
Para terminar de responder al cuarto objetivo “Conocer el grado de relación de los/las responsables
de los Centros Deportivos Municipales (CDM) con la gestión de la seguridad”, se resolverán las
dos últimas fases de las cuatro fases articuladas en el mismo:
La tercera fase “Saber si los/las responsables de cada Centro Deportivo Municipal (CDM) conocen y
disponen de la normativa relacionada con la seguridad y de herramientas para gestionarla” derivada del
segundo objetivo y de la cuarta línea de investigación que requería investigar la relación de los/las
responsables de las instalaciones deportivas con la gestión de la seguridad, pretendiendo conocer la relación
495
Capítulo 5. Exposición y análisis de los resultados
actual del gestor deportivo con la seguridad y en particular la que tienen los/las responsables de las
instalaciones a analizar, precisa analizar los puntos 3, 3.1, 3.2, 3.3 y 3.4 del Plan estadístico del Cuestionario
de Seguridad en Instalaciones Deportivas
Para ello, se representan a continuación los porcentajes de respuestas de la cuarta pregunta mediante un
diagrama de sectores junto con su tabla asociada donde se vuelven a registrar a su vez las frecuencias y los
porcentajes acumulados, correspondiéndose con el punto 3 del Plan estadístico del Cuestionario de
Seguridad en Instalaciones Deportivas, denominado “Diagrama de sectores con los porcentajes de las
respuestas de la cuarta pregunta”:
Figura 173. Porcentajes de respuesta de la cuarta pregunta del Cuestionario de Seguridad en Instalaciones Deportivas. Fuente:
Elaboración propia.
Tabla 57. Frecuencias y porcentajes de respuesta de la cuarta pregunta del Cuestionario de Seguridad en Instalaciones Deportivas.
Analizando las respuestas directas se observa que el 54,55% afirma conocer la normativa y la legislación
de aplicación en seguridad y disponer de ella, frente al 45,45% que afirma que no conoce y dispone de la
misma.
Representados y analizados los porcentajes de respuesta de la cuarta pregunta del Cuestionario de Seguridad
en Instalaciones Deportivas, a continuación se procede a representar los porcentajes de las justificaciones
de sus respuestas mediante un diagrama de sectores junto con su tabla asociada donde se continúan
registrando a su vez las frecuencias y los porcentajes acumulados, correspondiéndose con el punto 3.1 del
496
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Figura 174. Porcentajes de las justificaciones de las respuestas de la cuarta pregunta del Cuestionario de Seguridad en Instalaciones
Deportivas. Fuente: Elaboración propia.
Tabla 58. Frecuencias y porcentajes de las justificaciones de las respuestas de la cuarta pregunta del Cuestionario de Seguridad en
Instalaciones Deportivas.
Analizando las fundamentaciones de las respuestas, se encuentra que el 55% justifica su respuesta, el 20%
de los que respondieron que no, fundamentan su respuesta y el 83% de los que respondieron que sí,
fundamentan su respuesta, por lo que los porcentajes de fundamentación en respuestas positivas son mucho
más altos que los porcentajes de fundamentación en respuestas negativas, siendo lógico al tener que indicar
qué normativa se conoce en caso de responder afirmativamente. Analizando los porcentajes totales, se
observa que del 45,45% que respondió que no conocía la normativa y la legislación de aplicación en
497
Capítulo 5. Exposición y análisis de los resultados
seguridad y disponía de ella, un 36,4% no fundamenta el por qué, un 4,55% indica que falta actualización
y otro 4,55% indica que el conocimiento que tiene es parcial o segmentado conociendo normativa interna
y el Plan de Autoprotección. Por otro lado, del 54,5% que afirmó conocer y disponer de la normativa y la
legislación de aplicación en seguridad, un 13,6% no fundamenta su respuesta sin citar ningún ejemplo o
ámbito, por lo tanto este porcentaje de respuestas debe trasladarse al 45,45% que respondió de forma
negativa, completando así un porcentaje del 59,1%. Un 4,55% fundamenta que conoce y dispone de
normativa y legislación de aplicación en seguridad únicamente de un ámbito concreto como es el de la
autoprotección, otro 4,55% únicamente de otro ámbito concreto como es el de la Prevención de riesgos
Laborales (PRL), otro 4,55% únicamente de otro ámbito concreto como es el de la Normativa interna y un
27,3% de dos ámbitos concretos entre los tres citados, completando así un sumatorio de un 40,9% de
conocimiento y disposición de normativa y legislación de aplicación en seguridad de forma segmentada.
Este análisis indica como se observa gráficamente que en primera instancia sobre las respuestas
directas, se obtuvo un 54,5% de respuestas positivas y un 45,5% de respuestas negativas, inclinando
ligeramente la balanza hacia poder afirmar que había más responsables de cada Centro Deportivo
Municipal (CDM) que conocen y disponen de la normativa relacionada con la seguridad. Sin embargo
analizando las fundamentaciones de las respuestas, los porcentajes han cambiado de forma muy
acusada, situando un 59,1% que no conoce y dispone de la normativa y legislación de aplicación en
seguridad y un 40,9% cuyo conocimiento esta segmentado a uno o dos ámbitos, recordando que se
dividieron en cinco los ámbitos de la seguridad que afectaban a una instalación deportiva, pudiéndose
corroborar que dicho conocimiento es parcial e insuficiente.
Además, esta cuarta pregunta obtiene un Coeficiente de Correlación de Spearman con la primera pregunta
que formulaba “¿Piensa que la seguridad es un aspecto importante en la gestión deportiva?” de 0,474 con
una sig. (bilateral) de 0,026 confirmando que la correlación es significativa en el nivel 0,05 (bilateral),
mostrando una fuerte relación entre la importancia de la seguridad en la gestión deportiva y el
conocimiento de la normativa y la legislación de aplicación en seguridad y la disposición de la misma.
Representados y analizados los porcentajes de respuesta de la cuarta pregunta del Cuestionario de Seguridad
en Instalaciones Deportivas, así como los porcentajes de las justificaciones de sus respuestas, se prosigue
representando los porcentajes de respuestas de la quinta pregunta mediante un diagrama de sectores junto
con su tabla asociada donde se vuelven a registrar a su vez las frecuencias y los porcentajes acumulados,
correspondiéndose con el punto 3.2 del Plan estadístico del Cuestionario de Seguridad en Instalaciones
Deportivas, denominado “Diagrama de sectores con los porcentajes de las respuestas de la quinta pregunta”:
498
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Figura 175. Porcentajes de respuesta de la quinta pregunta del Cuestionario de Seguridad en Instalaciones Deportivas. Fuente:
Elaboración propia.
Tabla 59. Frecuencias y porcentajes de respuesta de la quinta pregunta del Cuestionario de Seguridad en Instalaciones Deportivas.
Analizando las respuestas directas se observa que el 54,55% afirma conocer y disponer de las herramientas
necesarias para la gestión de la seguridad de la instalación, frente al 45,45% que afirma que no conoce y
no dispone de las mismas.
499
Capítulo 5. Exposición y análisis de los resultados
Figura 176. Porcentajes de las justificaciones de las respuestas de la quinta pregunta del Cuestionario de Seguridad en Instalaciones
Deportivas. Fuente: Elaboración propia.
Tabla 60. Frecuencias y porcentajes de las justificaciones de las respuestas de la quinta pregunta del Cuestionario de Seguridad en
Instalaciones Deportivas.
Analizando las fundamentaciones de las respuestas, se encuentra que el 64% justifica su respuesta, el 50%
de los que respondieron que no, fundamentan su respuesta y el 75% de los que respondieron que sí,
fundamentan su respuesta, por lo que los porcentajes de fundamentación en respuestas positivas son más
altos que los porcentajes de fundamentación en respuestas negativas, siendo lógico al tener que indicar qué
herramientas se conoce y se dispone en caso de responder afirmativamente. Analizando los porcentajes
totales, se observa que del 45,45% que respondió que no conocía y disponía de herramientas necesarias
para la gestión de la seguridad de su instalación, el 22,7% no fundamenta el por qué, el 9,1% fundamenta
indicando el por qué indicando falta de medios, información, coordinación con otros departamentos,
inversión o capacidad de influencia y, el 13,6% fundamenta indicando lo que dispone y lo que no. Por otro
lado, del 54,5% que afirmó conocer y disponer de dichas herramientas, el 13,6% no fundamenta su
respuesta sin citar ningún ejemplo, el 9,1% fundamenta su respuesta manifestando duda o contradicción
500
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
indicando que es mejorable o no en óptimas condiciones, por lo tanto estos dos porcentajes de respuestas
deben trasladarse al 45,45% que respondió de forma negativa, completando así un porcentaje del 68,2%.
Un 18,2% fundamenta que conoce y dispone de herramientas necesarias para gestionar la seguridad de la
instalación indicando protocolos o el Plan de evacuación segmentándolo al ámbito organizativo y un 13,6%
indicando alarmas, vigilancia privada o policía segmentándolo al ámbito físico, completando así un
sumatorio de un 31,8% de conocimiento y disposición de herramientas para gestionar la seguridad de forma
segmentada.
Este análisis indica como se observa gráficamente que en primera instancia sobre las respuestas
directas, se obtuvo un 54,5% de respuestas positivas y un 45,5% de respuestas negativas, inclinando
ligeramente la balanza hacia poder afirmar que había más responsables de cada Centro Deportivo
Municipal (CDM) que conocen y disponen de herramientas para gestionar la seguridad de la
instalación. Sin embargo analizando las fundamentaciones de las respuestas, al igual que ocurrió con
el conocimiento y disposición de normativa, los porcentajes han cambiado de forma muy acusada,
situando un 68,2% que no conoce y dispone de herramientas para gestionar la seguridad y un 31,8%
cuyo conocimiento y disposición esta segmentado al ámbito físico o al ámbito organizativo,
corroborándose que dicho conocimiento y disposición continúa siendo parcial e insuficiente.
Analizadas las respuestas de la cuarta y de la quinta pregunta, se pretende conocer su correlación mediante
la representación de su tabla cruzada junto con el valor que muestre el Coeficiente de correlación de
Spearman, correspondiéndose con el punto 3.4 del Plan estadístico del Cuestionario de Seguridad en
Instalaciones Deportivas, denominado “Correlación de las respuestas de las preguntas cuarta y quinta.
(Tabla cruzada y Coeficiente de correlación de Spearman)”:
Tabla 61. Tabla cruzada de la cuarta y la quinta pregunta del Cuestionario de Seguridad en Instalaciones Deportivas.
Analizando los valores de la tabla, se observa que con doce respuestas positivas, el 55% afirma conocer la
normativa y la legislación de aplicación en seguridad y disponer de ella, de ese 55% con ocho respuestas
positivas, el 67% afirma conocer y disponer de las herramientas necesarias para la gestión de la seguridad
de su instalación, mientras que con cuatro respuestas negativas, el 33% afirma no conocer y disponer de las
mismas, siendo un porcentaje superior con una proporción de dos a uno los que afirman conocer la
501
Capítulo 5. Exposición y análisis de los resultados
normativa y legislación y conocer y disponer de las herramientas que los que afirman conocer la normativa
y legislación y no conocer y disponer de las herramientas. Por otro lado, con diez respuestas negativas, el
45% afirma no conocer la normativa y la legislación de aplicación en seguridad y disponer de ella, de ese
45% con cuatro respuestas positivas, el 40% afirma conocer y disponer de las herramientas necesarias para
la gestión de la seguridad de su instalación, mientras que con seis respuestas negativas, el 60% afirma no
conocer y disponer de las mismas, siendo un porcentaje superior los que afirman no conocer la normativa
y legislación y a la vez no conocer y disponer de las herramientas que los que afirman no conocer la
normativa y legislación pese a conocer y disponer de las herramientas.
Observando la tabla cruzada valorando las respuestas totales de la quinta pregunta en relación a la cuarta
se obtienen los mimos datos sin requerir otro análisis diferenciado.
Tabla 62. Coeficiente de correlación de Spearman entre la cuarta y la quinta pregunta del Cuestionario de Seguridad en Instalaciones
Deportivas.
Medidas simétricas
Error estándar T Significación
Valor asintóticoa aproximadab aproximada
Ordinal por ordinal Correlación de Spearman ,267 ,206 1,237 ,230c
N de casos válidos 22
a. No se presupone la hipótesis nula.
b. Utilización del error estándar asintótico que presupone la hipótesis nula.
c. Se basa en aproximación normal.
Analizando la correlación entre las respuestas de la cuarta y quinta pregunta, debido a que el
Coeficiente de Correlación de Spearman es de 0,267 y la sig. (bilateral) de 0,230, se confirma que la
correlación no es significativa.
Finalmente la cuarta fase “Conocer cuál es la formación en materia de seguridad de los/las responsables de
cada Centro Deportivo Municipal (CDM) y su predisposición futura para recibirla” derivada del segundo
objetivo y de la cuarta línea de investigación que requería investigar la relación de los/las responsables de
las instalaciones deportivas con la gestión de la seguridad, pretendiendo conocer la relación actual del gestor
deportivo con la seguridad y en particular la que tienen los/las responsables de las instalaciones a analizar,
precisa analizar los puntos 4, 4.1, 4.2, 4.3, 4.4, 4.5, 4.6, 4.7, 4.8 y 4.9 del Plan estadístico del Cuestionario
de Seguridad en Instalaciones Deportivas.
Para ello, se representan a continuación los porcentajes de respuestas de la sexta pregunta mediante un
diagrama de sectores junto con su tabla asociada donde se vuelven a registrar a su vez las frecuencias y los
porcentajes acumulados, correspondiéndose con el punto 4 del Plan estadístico del Cuestionario de
Seguridad en Instalaciones Deportivas, denominado “Diagrama de sectores con los porcentajes de las
respuestas de la sexta pregunta”:
502
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Figura 177. Porcentajes de respuesta de la sexta pregunta del Cuestionario de Seguridad en Instalaciones Deportivas. Fuente:
Elaboración propia.
Tabla 63. Frecuencias y porcentajes de respuesta de la sexta pregunta del Cuestionario de Seguridad en Instalaciones Deportivas.
Analizando las respuestas directas se observa que el 59,09% afirma no tener formación específica en
seguridad, frente al 40,01% que afirma si tenerla.
Representados y analizados los porcentajes de respuesta de la sexta pregunta del Cuestionario de Seguridad
en Instalaciones Deportivas, a continuación se procede a representar los porcentajes de las justificaciones
de sus respuestas mediante un diagrama de sectores junto con su tabla asociada donde se continúan
registrando a su vez las frecuencias y los porcentajes acumulados, correspondiéndose con el punto 4.1 del
Plan estadístico del Cuestionario de Seguridad en Instalaciones Deportivas, denominado “Diagrama de
sectores con los porcentajes de las justificaciones de las respuestas de la sexta pregunta”:
503
Capítulo 5. Exposición y análisis de los resultados
Figura 178. Porcentajes de las justificaciones de las respuestas de la sexta pregunta del Cuestionario de Seguridad en Instalaciones
Deportivas. Fuente: Elaboración propia.
Tabla 64. Frecuencias y porcentajes de las justificaciones de las respuestas de la sexta pregunta del Cuestionario de Seguridad en
Instalaciones Deportivas.
Analizando las fundamentaciones de las respuestas, se encuentra que el 41% justifica su respuesta, el
59,09% que respondió que no, no fundamentan su respuesta y el 100% de los que respondieron que sí,
fundamentan su respuesta, debido a que en caso de responder afirmativamente, la pregunta indicaba reseñar
qué formación. Analizando los porcentajes totales, como se ha indicado el 59,09% que respondió que no
tenía formación específica en seguridad, no fundamenta su respuesta por qué no la tiene. Por otro lado del
40,91% que respondió que sí tenía, el 18,2% fundamenta su respuesta manifestando duda o contradicción
indicando que no es suficiente, ha de ser más específica o necesita actualizarla por lo que dicho porcentaje
debe sumarse al 40,91% de las respuestas negativas, obteniendo así un sumatorio del 77,3%. Finalmente
también del 40,91% que respondió que sí tenía, el 22,7% fundamenta que son cursos de asistencia sobre
todo de Prevención de Riesgos Laborales sin ser formaciones regladas, habilitantes o de posgrado.
Este análisis indica como se observa gráficamente que en primera instancia sobre las respuestas
directas, se obtuvo un 59,09% de respuestas negativas y un 40,91% de respuestas positivas,
inclinando nuevamente ligeramente la balanza hacia poder afirmar que había más responsables de
cada Centro Deportivo Municipal (CDM) que no disponían de formación específica en seguridad.
Sin embargo analizando las fundamentaciones de las respuestas, se observa como el porcentaje total
504
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
de respuestas negativas aumenta hasta un 77,3% debido a que un 18,2% de las respuestas afirmativas
no tienen una fundamentación coherente indicando como se analizó duda o contradicción
trasladándose por lo tanto dicho porcentaje al porcentaje de respuestas negativas. El 22,7% restante
se considera que disponen de formación en seguridad sin ser reglada, habilitante o de posgrado así
como no específica y global por lo que se considera una formación incompleta, parcial o insuficiente.
Analizadas las respuestas de la sexta pregunta, se pretende conocer su correlación con las respuestas de la
cuarta y de la quinta pregunta mediante la representación de sus tablas cruzadas junto con los valores que
muestren los Coeficientes de correlación de Spearman. A continuación se expresa la correlación de las
respuestas de la sexta y de la cuarta pregunta, correspondiéndose con el punto 4.2 del Plan estadístico del
Cuestionario de Seguridad en Instalaciones Deportivas, denominado “Correlación de las respuestas de las
preguntas sexta y cuarta (Tabla cruzada y Coeficiente de correlación de Spearman)”:
Tabla 65. Tabla cruzada de la sexta y la cuarta pregunta del Cuestionario de Seguridad en Instalaciones Deportivas.
Analizando los valores de la tabla, se observa que con nueve respuestas positivas, el 41% afirma tener
formación específica en seguridad, de ese 41% con cinco respuestas positivas, el 56% afirma conocer la
normativa y la legislación de aplicación en seguridad y disponer de ella, mientras que con cuatro respuestas
negativas, el 44% afirma no conocer y disponer de la misma, siendo porcentajes prácticamente iguales los
que afirmando tener formación específica en seguridad afirman conocer la normativa y la legislación de
aplicación en seguridad y disponer de ella que los que afirman no conocer y disponer de la misma. Por otro
lado, con trece respuestas negativas, el 59% afirma no tener formación específica en seguridad, de ese 59%
con siete respuestas positivas, el 54% afirma conocer la normativa y la legislación de aplicación en
seguridad y disponer de ella, mientras que con seis respuestas negativas, el 46% afirma no conocer y
disponer de la misma, siendo nuevamente porcentajes prácticamente iguales los que afirmando no tener
formación específica en seguridad afirman conocer la normativa y la legislación de aplicación en seguridad
y disponer de ella que los que afirman no conocer y disponer de la misma.
Observando la tabla cruzada valorando las respuestas totales de la cuarta pregunta en relación a la sexta se
obtienen datos muy similares sin requerir otro análisis diferenciado.
505
Capítulo 5. Exposición y análisis de los resultados
Tabla 66. Coeficiente de correlación de Spearman entre la sexta y la cuarta pregunta del Cuestionario de Seguridad en Instalaciones
Deportivas.
Medidas simétricas
Error estándar T Significación
Valor asintóticoa aproximadab aproximada
Ordinal por ordinal Correlación de Spearman ,017 ,213 ,075 ,941c
N de casos válidos 22
a. No se presupone la hipótesis nula.
b. Utilización del error estándar asintótico que presupone la hipótesis nula.
c. Se basa en aproximación normal.
Analizando la correlación entre las respuestas de la sexta y cuarta pregunta, debido a que el Coeficiente
de Correlación de Spearman es de 0,0177 y la sig. (bilateral) de 0,941, se confirma que la correlación no
es significativa.
Tabla 67. Tabla cruzada de la sexta y la quinta pregunta del Cuestionario de Seguridad en Instalaciones Deportivas.
Tabla cruzada ¿Tiene formación específica en seguridad? *¿Conoce y dispone de las herramientas
necesarias para la gestión de la seguridad de su instalación?
Recuento
¿Conoce y dispone de las herramientas necesarias
para la gestión de la seguridad de su instalación?
No Si Total
¿Tiene formación específica en No 5 8 13
seguridad? Si 5 4 9
Total 10 12 22
Analizando los valores de la tabla, se observa que con nueve respuestas positivas, el 41% afirma tener
formación específica en seguridad, de ese 41% con cuatro respuestas positivas, el 44% afirma conocer y
disponer de las herramientas necesarias para la gestión de la seguridad de su instalación, mientras que con
cinco respuestas negativas, el 56% afirma no conocer y disponer de las mismas, siendo porcentajes
prácticamente iguales los que afirmando tener formación específica en seguridad afirman conocer y
disponer de las herramientas necesarias para la gestión de la seguridad de su instalación que los que afirman
no conocer y disponer de las mismas. Por otro lado, con trece respuestas negativas, el 59% afirma no tener
formación específica en seguridad, de ese 59% con ocho respuestas positivas, el 63% afirma conocer y
disponer de las herramientas necesarias para la gestión de la seguridad de su instalación, mientras que con
cinco respuestas negativas, el 38% afirma no conocer y disponer de la misma, siendo un porcentaje superior
los que afirmando no tener formación específica en seguridad conocer y disponer de las herramientas
506
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
necesarias para la gestión de la seguridad de su instalación que los que afirman no conocer y disponer de
las mismas.
Observando la tabla cruzada valorando las respuestas totales de la quinta pregunta en relación a la sexta se
obtienen datos muy similares sin requerir otro análisis diferenciado.
Tabla 68. Coeficiente de correlación de Spearman entre la sexta y la quinta pregunta del Cuestionario de Seguridad en Instalaciones
Deportivas.
Medidas simétricas
Error estándar T Significación
Valor asintóticoa aproximadab aproximada
Ordinal por ordinal Correlación de Spearman -,169 ,211 -,766 ,453c
N de casos válidos 22
a. No se presupone la hipótesis nula.
b. Utilización del error estándar asintótico que presupone la hipótesis nula.
c. Se basa en aproximación normal.
Analizando la correlación entre las respuestas de la sexta y cuarta pregunta, debido a que el Coeficiente
de Correlación de Spearman es de -0,169 y la sig. (bilateral) de 0,453, se confirma que la correlación no
es significativa.
Representados los porcentajes de las respuestas de la sexta pregunta, de las justificaciones de sus respuestas
así como su correlación con la cuarta y quinta pregunta, se prosigue representando los porcentajes de
respuestas de la séptima pregunta mediante un diagrama de sectores junto con su tabla asociada donde se
vuelven a registrar a su vez las frecuencias y los porcentajes acumulados, correspondiéndose con el punto
4.4 del Plan estadístico del Cuestionario de Seguridad en Instalaciones Deportivas, denominado “Diagrama
de sectores con los porcentajes de las respuestas de la séptima pregunta”:
507
Capítulo 5. Exposición y análisis de los resultados
Figura 179. Porcentajes de respuesta de la séptima pregunta del Cuestionario de Seguridad en Instalaciones Deportivas. Fuente:
Elaboración propia.
Tabla 69. Frecuencias y porcentajes de respuesta de la séptima pregunta del Cuestionario de Seguridad en Instalaciones Deportivas.
Analizando las respuestas directas se observa que el 86,4% afirma querer recibir formación específica en
seguridad para la gestión de la instalación frente al 13,6% que afirma lo contrario.
508
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Figura 180. Porcentajes de las justificaciones de las respuestas de la séptima pregunta del Cuestionario de Seguridad en Instalaciones
Deportivas. Fuente: Elaboración propia.
Tabla 70. Frecuencias y porcentajes de las justificaciones de las respuestas de la séptima pregunta del Cuestionario de Seguridad en
Instalaciones Deportivas.
Analizando las fundamentaciones de las respuestas, se encuentra que el 82% justifica su respuesta, el 33%
de los que respondieron que no, fundamentan su respuesta y el 90% de los que respondieron que sí,
fundamentan su respuesta, por lo que los porcentajes de fundamentación en respuestas positivas son mucho
mayores que los porcentajes de fundamentación en respuestas negativas, requiriendo la pregunta en caso
de responder afirmativamente y considerarlo preciso precisar cuál, en qué ámbito o en qué aspectos
concretos. Analizando los porcentajes totales, se observa que del 86,4% que afirmó querer recibir formación
específica en seguridad para la gestión de la instalación, el 9,1% no fundamenta su respuesta sin precisar
nada concreto, el 18,2% la fundamenta argumentando el por qué indicando necesidades de conocimiento y
aplicación, por la responsabilidad del puesto, para mejorar el desempeño profesional o por la existencia de
normativa que no se domina, otro 18,2% la fundamenta en un plano general señalando la necesidad de
509
Capítulo 5. Exposición y análisis de los resultados
recibir formación en seguridad en los distintos ámbitos relacionados con las instalaciones, de forma
rutinaria mediante cursos, actualizaciones y orientados en la seguridad de los usuarios, otro 18,2% concreta
que precisa recibir formación en el ámbito de la normativa y legislación incidiendo en la necesidad de
actualizaciones, finalmente el 22,7% restante concreta que precisa recibir formación referente a los riesgos
y las medidas de seguridad que precisan las instalaciones y los protocolos de aplicación. Estos dos últimos
porcentajes sitúan un sumatorio del 40,9% muy importante al ser el porcentaje de respuestas que han
precisado cuál, en qué ámbito o en qué aspectos concretos, dirigiéndolo hacia una formación concerniente
a normativa y legislación, riesgos y medidas y protocolos de aplicación para la gestión de la seguridad en
las instalaciones deportivas. Por otro lado, del 13,6% que indicó que no creía conveniente recibir formación
específica en seguridad para la gestión de la instalación, el 9,1% no fundamenta la respuesta sin poder
conocer el porqué y el 4,5% fundamenta su negativa esgrimiendo que es suficiente con la actual.
Este análisis conduce a poder afirmar que la predisposición futura de los responsables de cada Centro
Deportivo Municipal (CDM) para recibir formación en materia de seguridad es casi total, cercana al
90% con un porcentaje de respuestas positivas del 86,4%, situando como ámbitos, áreas o aspectos
concretos los relacionados con normativa y legislación, riesgos y medidas y protocolos de aplicación.
Analizadas las respuestas de la séptima pregunta así como las justificaciones de sus respuestas, se pretende
conocer la correlación de las respuestas de la sexta pregunta con las respuestas de esta séptima pregunta así
como la correlación de las respuestas de esta séptima pregunta con las respuestas de la primera, de la cuarta
y de la quinta pregunta mediante la representación de sus tablas cruzadas junto con los valores que muestren
los Coeficientes de correlación de Spearman. A continuación se expresa la correlación de las respuestas de
la sexta y de la séptima pregunta, correspondiéndose con el punto 4.6 del Plan estadístico del Cuestionario
de Seguridad en Instalaciones Deportivas, denominado “Correlación de las respuestas de las preguntas sexta
y séptima. (Tabla cruzada y Coeficiente de correlación de Spearman)”:
Tabla 71. Tabla cruzada de la sexta y la séptima pregunta del Cuestionario de Seguridad en Instalaciones Deportivas.
Tabla cruzada ¿Tiene formación específica en seguridad? *¿Cree conveniente recibir formación
específica en seguridad para la gestión de su instalación?
Recuento
¿Cree conveniente recibir formación específica
en seguridad para la gestión de su instalación?
No Si Total
¿Tiene formación específica en seguridad? No 2 11 13
Si 1 8 9
Total 3 19 22
Analizando los valores de la tabla, se observa que con nueve respuestas positivas, el 41% afirma tener
formación específica en seguridad, de ese 41% con ocho respuestas positivas, el 89% cree conveniente
recibir formación específica en seguridad para la gestión de su instalación, mientras que con una respuesta
negativa, el 11% no cree conveniente recibirla, siendo un porcentaje muy superior con una proporción de
nueve a uno los que afirmando tener formación específica en seguridad creen conveniente recibir formación
510
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
específica en seguridad para la gestión de su instalación que los que no lo creen. Por otro lado, con trece
respuestas negativas, el 59% afirma no tener formación específica en seguridad, de ese 59% con once
respuestas positivas, el 85% cree conveniente recibir formación específica en seguridad para la gestión de
su instalación, mientras que con dos respuestas negativas, el 15% no cree conveniente recibirla, siendo
nuevamente un porcentaje muy superior con una proporción aproximada de nueve a uno los que afirmando
no tener formación específica en seguridad creen conveniente recibir formación específica en seguridad
para la gestión de su instalación que los que no lo creen.
Observando la tabla cruzada valorando las respuestas totales de la séptima pregunta en relación a la sexta
se obtienen nuevos datos, se observa que con diecinueve respuestas positivas, el 86% cree conveniente
recibir formación específica en seguridad para la gestión de su instalación, de ese 86% con ocho respuestas
positivas, el 42% afirma tener formación específica en seguridad, mientras que con once respuestas
negativas, el 58% afirma no tenerla, siendo un porcentaje muy similar los que creyendo conveniente recibir
formación específica en seguridad para la gestión de su instalación, afirman tener formación específica en
seguridad que los que afirman no tenerla. Por otro lado, con tres respuestas negativas, el 14% no cree
conveniente recibir formación específica en seguridad para la gestión de su instalación, de ese 14% con una
respuesta positiva, el 33% afirma tener formación específica en seguridad, mientras que con dos respuestas
negativas, el 67% afirma no tenerla, siendo un porcentaje superior con una proporción de dos a uno los que
no creyendo conveniente recibir formación específica en seguridad para la gestión de su instalación,
afirman no tener formación específica en seguridad que los que afirman tenerla.
Tabla 72. Coeficiente de correlación de Spearman entre la sexta y la séptima pregunta del Cuestionario de Seguridad en Instalaciones
Deportivas.
Medidas simétricas
Error estándar T Significación
Valor asintóticoa aproximadab aproximada
Ordinal por ordinal Correlación de Spearman ,061 ,206 ,274 ,787c
N de casos válidos 22
a. No se presupone la hipótesis nula.
b. Utilización del error estándar asintótico que presupone la hipótesis nula.
c. Se basa en aproximación normal.
Analizando la correlación entre las respuestas de la sexta y séptima pregunta, debido a que el Coeficiente
de Correlación de Spearman es de 0,061 y la sig. (bilateral) de 0,787, se confirma que la correlación no
es significativa.
511
Capítulo 5. Exposición y análisis de los resultados
de las respuestas de las preguntas séptima y primera. (Tabla cruzada y Coeficiente de correlación de
Spearman)”:
Tabla 73. Tabla cruzada de la séptima y la primera pregunta del Cuestionario de Seguridad en Instalaciones Deportivas .
Tabla cruzada ¿Cree conveniente recibir formación específica en seguridad para la gestión de su
instalación? *¿Piensa que la seguridad es un aspecto importante en la gestión deportiva?
Recuento
¿Piensa que la seguridad es un aspecto
importante en la gestión deportiva?
Aspecto Aspecto muy Aspecto
importante importante fundamental Total
¿Cree conveniente recibir formación específica No 0 1 2 3
en seguridad para la gestión de su instalación? Si 2 5 12 19
Total 2 6 14 22
Analizando los valores de la tabla, se observa que con diecinueve respuestas positivas, el 86% cree
conveniente recibir formación específica en seguridad para la gestión de su instalación, de ese 86% con
doce respuestas que incluyen una puntuación de 5 como la máxima posible a registrar, el 63% piensa que
la seguridad es un aspecto fundamental en la gestión deportiva, con cinco respuestas que incluyen una
puntuación de 4 como la segunda máxima posible a registrar, el 26% piensa que la seguridad es un aspecto
muy importante en la gestión deportiva, finalmente con dos respuestas que incluyen una puntuación de 3
como la intermedia a registrar, el 11% piensa que la seguridad es un aspecto importante en la gestión
deportiva, por lo tanto quienes creen conveniente recibir formación específica en seguridad para la gestión
de su instalación asocian la seguridad como aspecto fundamental y muy importante para la gestión
deportiva como así indica el sumatorio del 90% con una proporción de nueve a uno. Por otro lado, con tres
respuestas negativas, el 14% no cree conveniente recibir formación específica en seguridad para la gestión
de su instalación, de ese 14% con dos respuestas que incluyen una puntuación de 5 como la máxima posible
a registrar, el 67% piensa que la seguridad es un aspecto fundamental en la gestión deportiva y con una
respuesta que incluyen una puntuación de 4 como la segunda máxima posible a registrar, el 33% piensa que
la seguridad es un aspecto muy importante en la gestión deportiva, por lo tanto también quienes no creen
conveniente recibir formación específica en seguridad para la gestión de su instalación asocian la seguridad
como aspecto fundamental y como aspecto muy importante para la gestión deportiva con una proporción
de dos a uno de la primera puntuación respecto a la segunda.
Observando la tabla cruzada valorando las respuestas totales de la primera pregunta en relación a la séptima
se obtienen datos muy similares sin requerir otro análisis diferenciado.
512
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Tabla 74. Coeficiente de correlación de Spearman entre la séptima y la primera pregunta del Cuestionario de Seguridad en
Instalaciones Deportivas.
Medidas simétricas
Error estándar T Significación
Valor asintóticoa aproximadab aproximada
Ordinal por ordinal Correlación de Spearman -,049 ,191 -,220 ,828c
N de casos válidos 22
a. No se presupone la hipótesis nula.
b. Utilización del error estándar asintótico que presupone la hipótesis nula.
c. Se basa en aproximación normal.
Analizando la correlación entre las respuestas de la séptima y primera pregunta, debido a que el
Coeficiente de Correlación de Spearman es de -0,049 y la sig. (bilateral) de 0,828, se confirma que la
correlación no es significativa.
Tabla 75. Tabla cruzada de la séptima y la cuarta pregunta del Cuestionario de Seguridad en Instalaciones Deportivas.
Tabla cruzada ¿Cree conveniente recibir formación específica en seguridad para la gestión de su
instalación? *¿Conoce la normativa y la legislación de aplicación en seguridad y dispone de ella?
Recuento
¿Conoce la normativa y la legislación de
aplicación en seguridad y dispone de ella?
No Si Total
¿Cree conveniente recibir formación específica No 0 3 3
en seguridad para la gestión de su instalación? Si 10 9 19
Total 10 12 22
Analizando los valores de la tabla, se observa que con diecinueve respuestas positivas, el 86% cree
conveniente recibir formación específica en seguridad para la gestión de su instalación, de ese 86% con
nueve respuestas positivas, el 47% afirma conocer la normativa y la legislación de aplicación en seguridad
y disponer de ella, mientras que con diez respuestas negativas, el 53% afirma no conocer y disponer de la
misma, siendo un porcentaje casi idéntico los que creyendo conveniente recibir formación específica en
seguridad para la gestión de su instalación, afirman conocer la normativa y la legislación de aplicación en
seguridad y disponer de ella que los que afirman no conocer y disponer de la misma. Por otro lado, con tres
respuestas negativas, el 14% no cree conveniente recibir formación específica en seguridad para la gestión
de su instalación, de ese 14% con tres respuestas positivas, el 100% afirma conocer la normativa y la
legislación de aplicación en seguridad y disponer de ella, por lo que ese pensamiento (aunque erróneo al
513
Capítulo 5. Exposición y análisis de los resultados
estar segmentado como se analizó en la justificación de dicha pregunta) puede incidir directamente en la
negativa a recibir formación.
Observando la tabla cruzada valorando las respuestas totales de la cuarta pregunta en relación a la séptima
se obtienen nuevos datos, se observa que con doce respuestas positivas, el 55% afirma conocer la normativa
y la legislación de aplicación en seguridad y disponer de ella, de ese 55% con nueve respuestas positivas,
el 75% cree conveniente recibir formación específica en seguridad para la gestión de su instalación,
mientras que con tres respuestas negativas, el 25% no lo cree conveniente, siendo un porcentaje superior
con una proporción de tres a uno los que afirmando conocer la normativa y la legislación de aplicación en
seguridad y disponer de ella, creen conveniente recibir formación específica en seguridad para la gestión
de su instalación que los que no lo creen conveniente. Por otro lado, con diez respuestas negativas, el 45%
afirma no conocer la normativa y la legislación de aplicación en seguridad y disponer de ella, de ese 45%
con diez respuestas positivas, el 100% cree conveniente recibir formación específica en seguridad para la
gestión de su instalación.
Tabla 76. Coeficiente de correlación de Spearman entre la séptima y la cuarta pregunta del Cuestionario de Seguridad en Instalaciones
Deportivas.
Medidas simétricas
Error estándar T Significación
Valor asintóticoa aproximadab aproximada
Ordinal por ordinal Correlación de Spearman -,363 ,111 -1,741 ,097c
N de casos válidos 22
a. No se presupone la hipótesis nula.
b. Utilización del error estándar asintótico que presupone la hipótesis nula.
c. Se basa en aproximación normal.
Analizando la correlación entre las respuestas de la séptima y cuarta pregunta, debido a que el
Coeficiente de Correlación de Spearman es de -0,363 y la sig. (bilateral) de 0,097, se confirma que la
correlación no es significativa.
514
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Tabla 77. Tabla cruzada de la séptima y la quinta pregunta del Cuestionario de Seguridad en Instalaciones Deportivas.
Tabla cruzada ¿Cree conveniente recibir formación específica en seguridad para la gestión de su
instalación? *¿Conoce y dispone de las herramientas necesarias para la gestión de la seguridad de
su instalación?
Recuento
¿Conoce y dispone de las herramientas necesarias
para la gestión de la seguridad de su instalación?
No Si Total
¿Cree conveniente recibir formación No 1 2 3
específica en seguridad para la gestión de Si 9 10 19
su instalación?
Total 10 12 22
Analizando los valores de la tabla, se observa que con diecinueve respuestas positivas, el 86% cree
conveniente recibir formación específica en seguridad para la gestión de su instalación, de ese 86% con
diez respuestas positivas, el 53% afirma conocer y disponer de las herramientas necesarias para la gestión
de la seguridad de su instalación, mientras que con nueve respuestas negativa, el 47% afirma no conocer y
disponer de las mismas, siendo un porcentaje casi idéntico los que creyendo conveniente recibir formación
específica en seguridad para la gestión de su instalación, afirman conocer y disponer de las herramientas
necesarias para la gestión de la seguridad de su instalación que los que afirman no conocer y disponer de
las mismas. Por otro lado, con tres respuestas negativas, el 14% no cree conveniente recibir formación
específica en seguridad para la gestión de su instalación, de ese 14% con dos respuestas positivas, el 67%
afirma conocer y disponer de las herramientas necesarias para la gestión de la seguridad de su instalación,
mientras que con una respuesta negativa, el 33% afirma no conocer y disponer de las mismas, siendo un
porcentaje superior con una proporción de dos a uno los que no creyendo conveniente recibir formación
específica en seguridad para la gestión de su instalación, afirman conocer y disponer de las herramientas
necesarias para la gestión de la seguridad de su instalación que los que afirman no conocer y disponer de
las mismas, por lo que ese pensamiento (aunque erróneo al estar segmentado como se analizó en la
justificación de dicha pregunta) puede incidir directamente en la negativa a recibir formación.
Observando la tabla cruzada valorando las respuestas totales de la quinta pregunta en relación a la séptima
se obtienen nuevos datos, se observa que con doce respuestas positivas, el 55% afirma conocer y disponer
de las herramientas necesarias para la gestión de la seguridad de su instalación, de ese 55% con diez
respuestas positivas, el 83% cree conveniente recibir formación específica en seguridad para la gestión de
su instalación, mientras que con dos respuestas negativas, el 17% no lo cree conveniente, siendo un
porcentaje muy superior con una proporción superior a la de ocho a dos los que afirmando conocer y
disponer de las herramientas necesarias para la gestión de la seguridad de su instalación creen conveniente
recibir formación específica en seguridad para la gestión de su instalación que los que no lo creen. Por otro
lado, con diez respuestas negativas, el 45% afirma no conocer y disponer de las herramientas necesarias
para la gestión de la seguridad de su instalación, de ese 45% con nueve respuestas positivas, el 90% cree
conveniente recibir formación específica en seguridad para la gestión de su instalación, mientras que con
una respuesta negativa, el 10% no lo cree conveniente, siendo un porcentaje muy superior con una
515
Capítulo 5. Exposición y análisis de los resultados
proporción de nueve a uno los que afirmando no conocer y disponer de las herramientas necesarias para la
gestión de la seguridad de su instalación creen conveniente recibir formación específica en seguridad para
la gestión de su instalación que los que no lo creen.
Tabla 78. Coeficiente de correlación de Spearman entre la séptima y la quinta pregunta del Cuestionario de Seguridad en Instalaciones
Deportivas.
Medidas simétricas
Error estándar T Significación
Valor asintóticoa aproximadab aproximada
Ordinal por ordinal Correlación de Spearman -,097 ,205 -,435 ,668c
N de casos válidos 22
a. No se presupone la hipótesis nula.
b. Utilización del error estándar asintótico que presupone la hipótesis nula.
c. Se basa en aproximación normal.
Analizando la última correlación entre las respuestas de la séptima y quinta pregunta, debido a que el
Coeficiente de Correlación de Spearman es de -0,97 y la sig. (bilateral) de 0,668, se confirma que la
correlación no es significativa.
Para resolver la cuarta hipótesis “Menos de un 30% de los/las responsables encuestados conocen
y disponen de la normativa relacionada con la seguridad y de las herramientas para gestionarla y,
disponen de formación específica en materia de seguridad” derivada de la cuarta línea de
investigación que requería investigar la relación de los/las responsables de las instalaciones
deportivas con la gestión de la seguridad, pretendiendo conocer la relación actual del gestor
deportivo con la seguridad y en particular la que tienen los/las responsables de las instalaciones a
analizar, se argumenta lo siguiente:
Su primera parte se rechazaría desde las respuestas directas, debido a que como se ha confirmado en
la tercera fase del cuarto objetivo, el 54,5% de los encuestados afirmaron conocer y disponer de la normativa
relacionada con la seguridad superando el 30% que indicaba la hipótesis, sin embargo se constata desde
las fundamentaciones de las respuestas al arrojar un 59,1% que no conocía y disponía de la normativa y
legislación de aplicación en seguridad y un 40,9% cuyo conocimiento estaba segmentado a uno o dos
ámbitos, recordando que se dividieron en cinco los ámbitos de la seguridad que afectaban a una instalación
deportiva, pudiéndose corroborar que dicho conocimiento y disposición era parcial e insuficiente, por
lo tanto pese a superar el 30% que indicaba la hipótesis dicho conocimiento y disposición no se considera
suficiente. A su vez su primera parte también se rechazaría desde las respuestas directas, debido a que
como se ha confirmado en la tercera fase del cuarto objetivo, el 54,5% de los encuestados afirmaron conocer
y disponer de herramientas para gestionar la seguridad de la instalación superando el 30% que indicaba
516
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
la hipótesis, sin embargo también se constata desde las fundamentaciones de las respuestas al arrojar
un 68,2% que no conocía y disponía de herramientas para gestionar la seguridad y un 31,8% cuyo
corroborar que dicho conocimiento y disposición continuaba siendo parcial e insuficiente, por lo tanto
pese a superar el 30% que indicaba la hipótesis dicho conocimiento y disposición no se considera suficiente.
Su segunda parte se rechazaría desde las respuestas directas, debido a que como se ha confirmado en
la cuarta fase del cuarto objetivo, el 59,09% de los encuestados afirmaron disponer de formación específica
en materia de seguridad superando el 30% que indicaba la hipótesis, sin embargo se constata desde las
materia de seguridad y un 22,7% que disponía de formación en seguridad sin ser reglada, habilitante o de
posgrado así como no específica y global por lo que se consideró una formación incompleta, parcial o
insuficiente, por lo tanto no se supera el 30% que indicaba la hipótesis siendo una formación parcial e
insuficiente.
Finalizado el análisis de la primera parte del Plan de análisis estadístico, habiéndose analizado el
Cuestionario de Seguridad en Instalaciones Deportivas, se continúa con la segunda parte que analiza la
primera parte del Estudio de Riesgos.
5.3.2. Análisis del Estudio de Riesgos (primera parte) y exposición de los resultados obtenidos.
En esta segunda parte se comenzará a dar respuesta al sexto objetivo (derivado del cuarto objetivo
y de la primera, segunda y quinta líneas de investigación), se dará respuesta a la quinta hipótesis (derivada
de la quinta línea de investigación) y, a la sexta hipótesis (derivada de la quinta línea de investigación).
Para comenzar a responder al sexto objetivo “Conocer el grado de seguridad de los Centros
Deportivos Municipales (CDM) analizados en el estudio de riesgos”, se resolverá la primera fase
de las dos fases articuladas en el mismo:
La primera fase “Identificar los principales riesgos evaluados en el estudio de riesgos que afectan a la
seguridad de los Centros Deportivos Municipales (CDM) analizados” derivada del cuarto objetivo, de la
segunda línea de investigación que requería investigar qué riesgos afectan a las instalaciones deportivas,
pretendiendo conocer qué riesgos afectan a cada ámbito o área de la seguridad de una instalación deportiva
y qué documentación se relaciona con la responsabilidad asociada a los mismos y, de la quinta línea de
investigación que requería investigar la elaboración de una herramienta para poder gestionar los riesgos de
las instalaciones deportivas, pretendiendo desarrollar una herramienta para poder realizar un Estudio de
Riesgos en los Centros Deportivos Municipales (CDM) del Ayuntamiento de Madrid como eje central de
la investigación, se obtuvo analizando en profundidad los datos obtenidos en la primera parte de la
“Herramienta para realizar estudios de riesgos por actos antisociales en instalaciones deportivas y para
identificar medidas de seguridad contra dichos riesgos en las mismas” en la que se ha calculado y clasificado
517
Capítulo 5. Exposición y análisis de los resultados
el riesgo de doscientas ochenta y cuatro expresiones formales de riesgo en los veintiséis Centros Deportivos
Municipales (CDM) que ha conformado la muestra seleccionada, pudiéndose observar en el Anexo F
Riesgos identificados incluidos en el Estudio de Riesgos.
Es importante resaltar que se tratará de dar una respuesta global que aglutine a los veintiséis Centros
Deportivos Municipales (CDM) analizados, pudiendo encontrar la posibilidad de que en una instalación
concreta un riesgo sea muy alto y por ello deba considerarse principal, importante o de prioridad alta sin
que sea uno de los riesgos seleccionados como principales en el entorno global de los veintiséis Centros
Deportivos Municipales (CDM) analizados, por alguna característica concreta del centro, por ejemplo si
dispone de aparcamiento y el riesgo de robo en los vehículos situados en su interior es muy alto, mientras
que en el resto de instalaciones el riesgo no se contempla por no disponer de aparcamiento. Por lo tanto
cada centro siempre precisará de un análisis individualizado en función de sus características y datos
asociados.
Continuando con el objetivo de identificar los principales riesgos de forma general aplicable a todos los
Centros Deportivos Municipales (CDM) analizados, hay distintas variantes sobre las que poder
identificarlos, concretamente se barajan cuatro circunstancias específicas o criterios directos de ordenación
con las que poder identificar los principales riesgos ordenándolos en listados considerando las veinticinco
primeras posiciones sin con ello afirmar que las sucesivas no sean importantes:
518
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Una vez ordenadas las expresiones formales de riesgo en base a las cuatro circunstancias específicas o
criterios directos de ordenación, se analizarán los resultados obtenidos de forma conjunta cruzando los
distintos listados para conocer qué riesgos se sitúan únicamente en uno particular y cuáles de forma
conjunta, para ello se efectuarán cuatro cruces distintos:
Un primer cruce entre las primeras veinticinco expresiones formales de riesgo del primer listado (punto 1)
y las posiciones que ostentan en el segundo listado (punto 1.2), tercer listado (punto 1.4) y cuarto listado
(punto 1.5) aunando los cuatro criterios directos de ordenación.
Este análisis proporcionará conocer que expresiones formales de riesgo se sitúan dentro de las veinticinco
primeras posiciones de los cuatro listados que hacen referencia a las cuatro circunstancias específicas o
criterios directos de ordenación.
Un segundo cruce entre las veinticinco primeras expresiones formales de riesgo del primer listado y las
veinticinco primeras expresiones formales de riesgo del segundo listado, obteniendo de la posición
intermedia de ambos listados las veinticinco primeras expresiones formales de riesgo, obteniendo así un
quinto listado.
Un tercer cruce entre las veinticinco primeras expresiones formales de riesgo del quinto listado y las
veinticinco primeras expresiones formales de riesgo del tercer listado, obteniendo de la posición intermedia
de ambos listados las veinticinco primeras expresiones formales de riesgo, obteniendo así un sexto listado.
Un cuarto cruce entre las veinticinco primeras expresiones formales de riesgo del quinto listado y las
veinticinco primeras expresiones formales de riesgo del cuarto listado, obteniendo de la posición intermedia
de ambos listados las veinticinco primeras expresiones formales de riesgo, obteniendo así un séptimo
listado.
Finalmente este análisis proporcionará tres listados adicionales en base a los cruces mencionados
conociendo a su vez que expresiones formales de riesgo están dentro de las veinticinco primeras posiciones
de los listados cruzados.
Para dar respuesta a todo ello se precisan analizar los puntos 1, 1.1, 1.2, 1.3, 1.4, 1.5, 1.6, 1.7, 1.8, 1.9, 1.10,
1.11 y 1.12 del Plan estadístico de la primera parte del Estudio de Riesgos articulado en veinticuatro puntos,
indicado en la Tabla 44.
Primeramente se elabora un primer listado que ordena las expresiones formales de riesgo en base al primer
criterio directo de ordenación, correspondiéndose con el punto 1 del Plan estadístico de la primera parte del
Estudio de Riesgos, denominado “Listado de expresiones formales de riesgo en orden descendente en base
a porcentajes de riesgos muy elevados. (Primer listado en base al primer criterio directo de ordenación)” el
519
Capítulo 5. Exposición y análisis de los resultados
cual se corresponde con las veinticinco expresiones formales de riesgo con mayor porcentaje de riesgos
muy elevados en orden descendente en los veintiséis Centros Deportivos Municipales (CDM):
Tabla 79. Listado de expresiones formales de riesgo en orden descendente en base a porcentajes de riesgos muy elevados.
520
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
18 4.1.1.1 Agresiones físicas multitudinarias diversas, con o sin armas o implementos 30,8%
y tipificadas o sin tipificar, realizadas por grupos de usuarios practicantes dentro o
fuera de los espacios de actividad antes, durante o después de la práctica deportiva.
19 12.3.2.2 Consumo de sustancias estimulantes, depresoras y alucinógenas distintas 30,8%
al tabaco y al alcohol en espacios auxiliares del CDM por parte de individuos ajenos
o vinculados al mismo.
20 2.1.1.1 Incumplimiento de la normativa de la instalación por parte de usuarios 26,9%
practicantes dentro o fuera de los espacios de actividad antes, durante o después de
la práctica deportiva.
21 7.5.1.1 Intrusiones en controles de acceso a espacios de actividad y/o en espacios de 26,9%
actividad, realizadas dentro del horario de apertura del CDM, por parte de usuarios
no vinculados a la instalación.
22 3.3.3.2 Agresiones psicológicas individuales diversas tipificadas o sin tipificar, 26,9%
sufridas o realizadas por personal externo asociado a la instalación.
23 4.3.3.2 Agresiones psicológicas multitudinarias diversas tipificadas o sin tipificar, 26,9%
sufridas por personal externo asociado a la instalación o realizadas por grupos de
personal externo asociado a la instalación.
24 12.2.2.3 Consumo de alcohol en espacios permitidos por parte de usuarios y/o 26,9%
alumnos menores de edad pertenecientes al CDM y/o personal laboral.
25 12.3.2.1 Consumo de sustancias estimulantes, depresoras y alucinógenas distintas 26,9%
al tabaco y al alcohol y/o esteroides, anabolizantes o similares, relacionados con el
rendimiento deportivo, en espacios de actividad del CDM por parte de usuarios y
alumnos vinculados al mismo.
(El Listado completo de expresiones formales de riesgo en orden descendente en base a porcentajes de
riesgos muy elevados, se puede consultar en el Anexo H denominado “Listado completo de expresiones
formales de riesgo en orden descendente en base a porcentajes de riesgos muy elevados”).
A continuación se muestra la expresión formal de riesgo con mayor porcentaje de riesgo muy elevado que
registra la anterior tabla en forma de diagrama de sectores, para favorecer la visualización de sus
porcentajes, correspondiéndose con el punto 1.1 del Plan estadístico de la primera parte del Estudio de
Riesgos, denominado “Ejemplo de diagrama de sectores con la expresión formal de riesgo con mayor
porcentaje de riesgo muy elevado”:
Figura 181. Porcentajes de riesgo de la expresión formal de riesgo con mayor porcentaje de riesgo muy elevado. Fuente: Elaboración
propia.
521
Capítulo 5. Exposición y análisis de los resultados
Tabla 81. Porcentajes y frecuencias de la expresión formal de riesgo con mayor porcentaje de riesgo muy elevado.
Ausencia de responsable de seguridad desde donde manejar la parte operativa de los distintos
aspectos de seguridad del CDM.
Porcentaje Porcentaje
Frecuencia Porcentaje válido acumulado
Válido Riesgo muy elevado 22 84,6 84,6 84,6
Riesgo elevado 3 11,5 11,5 96,1
Riesgo medio 1 3,9 3,9 100
Total 26 100,0 100,0
La expresión formal de riesgo con mayor porcentaje de riesgo muy elevado se corresponde con el
punto “Ausencia de responsable de seguridad desde donde manejar la parte operativa de los distintos
aspectos de seguridad del CDM” con un 84,6%.
Finalizado el primer listado que ordenaba las expresiones formales de riesgo en base al primer criterio
directo de ordenación así como la representación visual de la expresión formal de riesgo situada en su
primera posición, se continúa con la elaboración de un segundo listado que ordena las expresiones formales
de riesgo en base al segundo criterio directo de ordenación, correspondiéndose con el punto 1.2 del Plan
estadístico de la primera parte del Estudio de Riesgos, denominado “Listado de expresiones formales de
riesgo en orden descendente en base al sumatorio de porcentajes de riesgos elevados y muy elevados.
(Segundo listado en base al segundo criterio directo de ordenación)” el cual se corresponde con las
veinticinco expresiones formales de riesgo con mayor sumatorio de porcentaje de riesgos muy elevados y
elevados en orden descendente en los veintiséis Centros Deportivos Municipales (CDM):
Tabla 82. Listado de expresiones formales de riesgo en orden descendente en base al sumatorio de porcentajes de riesgos elevados y
muy elevados.
Sumatorio
Posición Expresión formal de riesgo de % de
riesgos
elevados
y muy
elevados
2.3.2.2 Ausencia de controles de permanencia de visitantes o espectadores de
alumnos y visitantes o espectadores de deportistas competidores fuera de los
1 espacios de actividad después de la competición deportiva. 100,0%
Ausencia de responsable de seguridad desde donde manejar la parte operativa de
2 los distintos aspectos de seguridad del CDM. 96,2%
2.3.2.1 Ausencia de controles de permanencia de visitantes o espectadores de
usuarios, visitantes o espectadores de alumnos y visitantes o espectadores de
deportistas practicantes fuera de los espacios de actividad después de la práctica
3 deportiva. 96,2%
Ausencia de Centro de Control desde donde gestionar los distintos aspectos de
4 seguridad del CDM. 96,2%
11.1.1.3 Raptos de deportistas/alumnos practicantes o competidores
pertenecientes a clubes o terceros, dentro del horario de apertura del CDM, por
5 parte de individuos ajenos o vinculados a la instalación. 92,3%
6 1.3.1.2 Exceso de aforo sectorial en espacios de actividad. 88,5%
522
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
523
Capítulo 5. Exposición y análisis de los resultados
(El listado completo de expresiones formales de riesgo en orden descendente en base al sumatorio de
porcentajes de riesgos elevados y muy elevados, se puede consultar en el Anexo I denominado “Listado
completo de expresiones formales de riesgo en orden descendente en base al sumatorio de porcentajes de
riesgos elevados y muy elevados”).
A continuación se muestra la expresión formal de riesgo con mayor sumatorio de porcentajes de riesgo
elevado y muy elevado que registra la anterior tabla en forma de diagrama de sectores, para favorecer la
visualización de sus porcentajes, correspondiéndose con el punto 1.3 del Plan estadístico de la primera parte
del Estudio de Riesgos, denominado “Ejemplo de diagrama de sectores con la expresión formal de riesgo
con mayor sumatorio de porcentajes de riesgo elevado y muy elevado”:
Figura 182. Porcentajes de riesgo de la expresión formal de riesgo con mayor sumatorio de porcentajes de riesgo elevado y muy
elevado. Fuente: Elaboración propia.
Tabla 84. Porcentajes y frecuencias de la expresión formal de riesgo con mayor sumatorio de porcentajes de riesgo elevado y muy
elevado.
La expresión formal de riesgo con mayor sumatorio de porcentajes de riesgo elevado y muy elevado
se corresponde con el punto 2.3.2.2 “Ausencia de controles de permanencia de visitantes o
espectadores de alumnos y visitantes o espectadores de deportistas competidores fuera de los espacios
de actividad después de la competición deportiva” con un 100% proveniente de un 73,1% de riesgo muy
elevado y un 26,9% de riesgo elevado.
524
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Finalizado el segundo listado que ordenaba las expresiones formales de riesgo en base al segundo criterio
directo de ordenación así como la representación visual de la expresión formal de riesgo situada en su
primera posición, se continúa con la elaboración de un tercer listado que ordena las expresiones formales
de riesgo en base al tercer criterio directo de ordenación, correspondiéndose con el punto 1.4 del Plan
estadístico de la primera parte del Estudio de Riesgos, denominado “Listado de expresiones formales de
riesgo en orden descendente en base a la puntuación total que obtienen todos los porcentajes de riesgos al
ser multiplicados por un coeficiente particular. (Tercer listado en base al tercer criterio directo de
ordenación)”, el cual se corresponde con las veinticinco expresiones formales de riesgo con mayor
puntuación total en orden descendente en los veintiséis Centros Deportivos Municipales (CDM) teniendo
en cuenta todos los porcentajes de riesgo. Para su cálculo se ha multiplicado por 1 el porcentaje de riesgo
muy reducido, se ha multiplicado por 2 el porcentaje de riesgo reducido, se ha multiplicado por 3 el
porcentaje de riesgo medio, se ha multiplicado por 4 el porcentaje de riesgo elevado y se ha multiplicado
por 5 el porcentaje de riesgo muy elevado, seguidamente se han sumado las cinco cantidades y se ha
dividido entre cinco, pudiéndose obtener puntuaciones totales desde 20% hasta 100%:
Tabla 85. Listado de expresiones formales de riesgo en orden descendente en base a la puntuación total que obtienen todos los
porcentajes de riesgos al ser multiplicados por un coeficiente particular.
Riesgo
Riesgo Riesgo Riesgo Riesgo Punt.
Posición Expresión Formal de Riesgo muy muy
reducido medio elevado elevado total
reducido
Ausencia de responsable de
seguridad desde donde manejar la
parte operativa de los distintos
1 aspectos de seguridad del CDM. 0% 0% 4% 12% 85% 96,2%
2.3.2.2 Ausencia de controles de
permanencia de visitantes o
espectadores de alumnos y
visitantes o espectadores de
deportistas competidores fuera de
los espacios de actividad después 0% 0% 0% 27% 73% 94,6%
2 de la competición deportiva.
2.3.2.1 Ausencia de controles de
permanencia de visitantes o
espectadores de usuarios, visitantes
o espectadores de alumnos y
visitantes o espectadores de
deportistas practicantes fuera de los
espacios de actividad después de la 0% 4% 0% 23% 73% 93,1%
3 práctica deportiva.
Ausencia de Centro de Control
desde donde gestionar los distintos
4 aspectos de seguridad del CDM. 0% 0% 4% 27% 69% 93,1%
8.4.6.1 Ausencia/manipulación en
la planificación de la gestión de las
evacuaciones y sus protocolos,
dentro del horario de apertura del
5 CDM, por parte de personal laboral. 0% 4% 15% 15% 65% 88,5%
8.4.6.3 Ausencia/manipulación de
la parte operativa de la gestión de
6 las evacuaciones y sus protocolos, 0% 0% 27% 15% 58% 86,2%
525
Capítulo 5. Exposición y análisis de los resultados
526
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
527
Capítulo 5. Exposición y análisis de los resultados
(El Listado completo de expresiones formales de riesgo en orden descendente en base a la puntuación total
que obtienen todos los porcentajes de riesgos al ser multiplicados por un coeficiente particular, se puede
consultar en el Anexo J denominado “Listado completo de expresiones formales de riesgo en orden
descendente en base a la puntuación total que obtienen todos los porcentajes de riesgos al ser multiplicados
por un coeficiente particular”).
(El ejemplo de diagrama de sectores con la expresión formal de riesgo con mayor puntuación total en todos
los porcentajes de riesgo coincide con el diagrama de sectores con la expresión formal de riesgo con mayor
porcentaje de riesgo muy elevado representado en el punto 1.3 de este plan estadístico)
Finalizado el tercer listado que ordenaba las expresiones formales de riesgo en base al tercer criterio directo
de ordenación, se continúa con la elaboración de un cuarto listado que ordena las expresiones formales de
riesgo en base al cuarto criterio directo de ordenación, correspondiéndose con el punto 1.5 del Plan
estadístico de la primera parte del Estudio de Riesgos, denominado “Listado de expresiones formales de
riesgo en orden descendente en base a sus puntuaciones medias. (Cuarto listado en base al cuarto criterio
directo de ordenación)”, el cual se corresponde con las veinticinco expresiones formales de riesgo con
mayor media en orden descendente en los veintiséis Centros Deportivos Municipales (CDM):
Tabla 87. Listado de expresiones formales de riesgo en orden descendente en base a sus puntuaciones medias.
528
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
(El Listado completo de expresiones formales de riesgo en orden descendente en base a sus puntuaciones
medias se puede consultar en el Anexo K denominado “Listado completo de expresiones formales de riesgo
en orden descendente en base a sus puntuaciones medias”).
Finalizado el cuarto listado que ordenaba las expresiones formales de riesgo en base al cuarto criterio
directo de ordenación, se pretende conocer qué riesgos están dentro de las veinticinco primeras posiciones
en los cuatro listados que se ordenan en función de los cuatro criterios directos de ordenación, para ello, se
529
Capítulo 5. Exposición y análisis de los resultados
procede a cruzar las veinticinco primeras posiciones del primer listado y conocer qué posición ostentan en
los otros tres listados, correspondiéndose con el punto 1.6 del Plan estadístico de la primera parte del
Estudio de Riesgos, denominado “Cruce de las primeras veinticinco expresiones formales de riesgo del
primer listado (punto 1), conociendo las posiciones que ostentan en el segundo listado (punto 1.2), tercer
listado (punto 1.4) y cuarto listado (punto 1.5) aunando los cuatro criterios directos de ordenación”:
Tabla 89. Cruce de las primeras veinticinco expresiones formales de riesgo del primer listado (Tabla 79), con las posiciones que
ostentan en el segundo listado (Tabla 82), tercer listado (Tabla 85) y cuarto listado (Tabla 87).
3 2.3.2.1 3 3 2
5 8.4.6.1 10 5 6
6 8.4.6.3 13 6 7
Ausencia de servicios y personal 11 8 4
7 de seguridad privada
8 7.9.2.1 12 10 9
9 2.4.1.1 7 7 8
10 3.2.1.1 18 11 15
11 12.2.2.2 40 44 17
12 6.1.1.1 16 17 13
13 4.2.1.1 19 16 24
14 1.3.1.2 6 9 12
15 7.6.2.1 22 19 31
16 7.9.1.1 23 21 38
17 3.1.3.1 27 22 40
18 4.1.1.1 37 24 27
19 12.3.2.2 50 95 58
20 2.1.1.1 31 33 37
21 7.5.1.1 32 28 21
22 3.3.3.2 51 86 87
23 4.3.3.2 52 87 46
24 12.2.2.3 61 61 28
25 12.3.2.1 71 42 78
Como se observa en la tabla, las diez primeras expresiones de riesgo coinciden en los cuatro listados,
así como las que ostentan las posiciones 12, 13 y 14 haciendo un total de 13 expresiones formales de
riesgo que coinciden en los cuatro listados cumpliendo los cuatro criterios directos de ordenación.
530
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Conocidas las expresiones formales de riesgo que se sitúan dentro de las veinticinco primeras posiciones
de los cuatro listados que hacen referencia a las cuatro circunstancias específicas o criterios directos de
ordenación. A continuación se prosigue con el segundo cruce entre las veinticinco primeras expresiones
formales de riesgo del primer listado y las veinticinco primeras expresiones formales de riesgo del segundo
listado para conocer si coinciden en ambos listados, correspondiéndose con el punto 1.7 del Plan estadístico
de la primera parte del Estudio de Riesgos, denominado “Cruce de las primeras veinticinco expresiones
formales de riesgo del primer listado (punto 1) y las primeras veinticinco expresiones formales de riesgo
del segundo listado (punto 1.2). (Cruce de los dos primeros criterios directos de ordenación)”, donde
teniendo seleccionadas las veinticinco expresiones formales de riesgo con mayor porcentaje de riesgos muy
elevados (primer listado en base al primer criterio directo de ordenación) y las veinticinco con mayor
sumatorio de porcentaje de riesgos elevados y muy elevados (segundo listado en base al segundo criterio
directo de ordenación), se procede a valorar si coinciden en la siguiente tabla:
Tabla 90. Cruce de las primeras veinticinco expresiones formales de riesgo del primer listado (Tabla 79) y del segundo listado (Tabla
82).
Primer listado en base al primer criterio directo de Segundo listado en base al segundo criterio
ordenación (Expresado en el punto 1) directo de ordenación (Expresado en el punto 1.2)
Posición Posición
Posición Expresión Formal de en segundo Posición Expresión Formal de en primer
Riesgo listado Riesgo listado
1 Ausencia de 2 1 2.3.2.2 2
responsable de
seguridad
2 2.3.2.2 1 2 Ausencia de 1
responsable de
seguridad
3 2.3.2.1 3 3 2.3.2.1 3
4 Ausencia de Centro de 4 4 Ausencia de Centro de 4
Control Control
5 8.4.6.1 10 5 11.1.1.3 53
6 8.4.6.3 13 6 1.3.1.2 14
7 Ausencia de servicios y 11 7 2.4.1.1 9
personal de seguridad
privada
8 7.9.2.1 12 8 11.1.1.2 65
9 2.4.1.1 7 9 11.1.1.1 42
10 3.2.1.1 18 10 8.4.6.1 5
11 12.2.2.2 40 11 Ausencia de servicios y 7
personal de seguridad
privada
12 6.1.1.1 16 12 7.9.2.1 8
13 4.2.1.1 19 13 8.4.6.3 6
14 1.3.1.2 6 14 7.8.2.1 43
15 7.6.2.1 22 15 1.3.1.1 27
16 7.9.1.1 23 16 6.1.1.1 12
17 3.1.3.1 27 17 8.1.1.1 34
18 4.1.1.1 37 18 3.2.1.1 10
19 12.3.2.2 50 19 4.2.1.1 13
20 2.1.1.1 31 20 Ausencia de Plan de 129
Seguridad
21 7.5.1.1 32 21 7.5.1.2 28
22 3.3.3.2 51 22 7.6.2.1 15
531
Capítulo 5. Exposición y análisis de los resultados
23 4.3.3.2 52 23 7.9.1.1 16
24 12.2.2.3 61 24 1.2.2.5 29
25 12.3.2.1 71 25 1.3.1.3 44
El análisis rápido lleva a observar que quince expresiones formales de riesgo coinciden en los dos
listados, mientras que diez expresiones formales de riesgo del primer listado (posiciones 11, 17, 18,
19, 20, 21, 22, 23, 24 y 25 que se correlacionan respectivamente con las expresiones 12.2.2.2, 3.1.3.1,
4.1.1.1, 12.3.2.2, 2.1.1.1, 7.5.1.1, 3.3.3.2, 4.3.3.2, 12.2.2.3 y 12.3.2.1) (se pueden identificar en la tabla
visualizando las expresiones tachadas con sus posiciones sombreadas) no coinciden dentro de las
veinticinco primeras del segundo listado y diez expresiones formales de riesgo del segundo listado
(posiciones 5, 8, 9, 14, 15, 17, 20, 21, 24 y 25 que se correlacionan respectivamente con las expresiones
11.1.1.3, 11.1.1.2, 11.1.1.1, 7.8.2.1, 1.3.1.1, 8.1.1.1, Ausencia de Plan de Seguridad, 7.5.1.2, 1.2.2.5 y
1.3.1.3) (se pueden identificar en la tabla visualizando las expresiones tachadas con sus posiciones
sombreadas) no coinciden dentro de las veinticinco primeras del primer listado, aumentando el listado
conjunto a treinta y cinco expresiones formales de riesgo.
Realizado el segundo cruce entre las veinticinco primeras expresiones formales de riesgo del primer listado
y las veinticinco primeras expresiones formales de riesgo del segundo listado y sabiendo cuales coinciden
en ambos, para poder obtener las veinticinco primeras expresiones formales de riesgo que aúnen los dos
primeros criterios directos de ordenación, a continuación se calcularán las posiciones intermedias que
ostentan las expresiones formales de riesgo en ambos listados, correspondiéndose con el punto 1.8 del Plan
estadístico de la primera parte del Estudio de Riesgos, denominado “Listado de expresiones formales de
riesgo en orden descendente en base a la media de las posiciones que ostentan en el primer listado (punto
1) y en el segundo listado (punto 1.2). (Quinto listado derivado del cruce de los dos primeros criterios
directos de ordenación)”. Esta valoración, conduce a una quinta ordenación de las veinticinco primeras
expresiones formales de riesgo en base a la media de las posiciones que ostentan en el primer listado en el
que se ordenaban en orden descendente en base al porcentaje de riesgos muy elevados (primer criterio
directo de ordenación expresado en el punto 1) y en el segundo listado en el que se ordenaban también en
orden descendente en base al sumatorio de los porcentajes de riesgos elevados y muy elevados (segundo
criterio directo de ordenación expresado en el punto 1.2). Además se refleja la posición que ostenta cada
riesgo en este primer listado y segundo listado. Esta última ordenación, se presenta a continuación:
Tabla 91. Listado de expresiones formales de riesgo en orden descendente en base a la media de las posiciones que ostentan en el
primer listado (Tabla 79) y el segundo listado (Tabla 82).
2 2.3.2.2 2 1
3 2.3.2.1 3 3
532
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
5 8.4.6.1 5 10
6 2.4.1.1 9 7
Ausencia de servicios y personal de 7 11
7 seguridad privada
8 8.4.6.3 6 13
9 7.9.2.1 8 12
10 1.3.1.2 14 6
11 3.2.1.1 10 18
12 6.1.1.1 12 16
13 4.2.1.1 13 19
14 7.6.2.1 15 22
15 7.9.1.1 16 23
16 1.3.1.1 27 15
17 3.1.3.1 17 27
18 7.5.1.2 28 21
19 12.2.2.2 11 40
20 2.1.1.1 20 31
21 8.1.1.1 34 17
22 11.1.1.1 42 9
23 7.5.1.1 21 32
24 1.2.2.5 29 24
25 4.1.1.1 18 37
(El listado completo de expresiones formales de riesgo en orden descendente en base a la media de las
posiciones que ostentan en el primer listado completo (Tabla 80 Listado completo de expresiones formales
de riesgo en orden descendente en base a porcentajes de riesgos muy elevados) y en el segundo listado
completo (Tabla 83 Listado completo de expresiones formales de riesgo en orden descendente en base al
sumatorio de porcentajes de riesgos elevados y muy elevados), se puede consultar en el Anexo L
denominado “Listado completo de expresiones formales de riesgo en orden descendente en base a la media
de las posiciones que ostentan en el listado completo de expresiones formales de riesgo en orden
descendente en base a porcentajes de riesgos muy elevados (primer listado completo, Tabla 80) y en el
listado completo de expresiones formales de riesgo en orden descendente en base al sumatorio de
porcentajes de riesgos elevados y muy elevados (segundo listado completo, Tabla 83)).
Las quince primeras expresiones formales de riesgo coinciden en los tres listados, completándose con
cinco expresiones formales de riesgo (posiciones 17, 19, 20, 23 y 25 que se correlacionan respectivamente
con las expresiones 3.1.3.1, 12.2.2.2, 2.1.1.1, 7.5.1.1 y 4.1.1.1) (se pueden identificar en la tabla
visualizando las expresiones tachadas con sus posiciones sombreadas) que únicamente están dentro de
las veinticinco primeras del primer listado (punto 1) y con otras cinco expresiones formales de riesgo
(posiciones 16, 18, 21, 22 y 24 que se correlacionan respectivamente con las expresiones 1.3.1.1, 7.5.1.2,
533
Capítulo 5. Exposición y análisis de los resultados
8.1.1.1, 11.1.1.1 y 1.2.2.5) (se pueden identificar en la tabla visualizando las expresiones tachadas con sus
posiciones sombreadas) que únicamente están dentro de las veinticinco primeras del segundo listado
(punto 1.2). Estas diez posiciones vacantes se completarían con las cinco que faltan del primer listado
(punto 1), coincidiendo con las situadas en sus posiciones 19, 22, 23, 24 y 25 siendo correlativamente las
expresiones formales de riesgo número 12.3.2.2, 3.3.3.2, 4.3.3.2, 12.2.2.3 y 12.3.2.1 y, las cinco que faltan
del segundo listado (punto 1.2) coincidiendo con las situadas en sus posiciones 5, 8, 14, 20 y 25 siendo
correlativamente las expresiones: 11.1.1.3, 11.1.1.2, 7.8.2.1, Ausencia de Plan de Seguridad y 1.3.1.3,
aumentando así a un listado conjunto de treinta y cinco expresiones formales de riesgo.
Conocidas las veinticinco primeras expresiones formales de riesgo que aúnan los dos primeros criterios
directos de ordenación así como las expresiones formales de riesgo que coinciden en las veinticinco
primeras posiciones de los tres listados que hacen referencia a las dos circunstancias específicas o criterios
directos de ordenación. A continuación se prosigue con el tercer cruce entre las veinticinco primeras
expresiones formales de riesgo del quinto listado y las veinticinco primeras expresiones formales de riesgo
del tercer listado para conocer si coinciden en ambos listados, correspondiéndose con el punto 1.9 del Plan
estadístico de la primera parte del Estudio de Riesgos, denominado “Cruce de las veinticinco primeras
expresiones formales de riesgo del quinto listado (punto 1.8) y las veinticinco primeras expresiones
formales de riesgo del tercer listado (punto 1.4). (Cruce de los dos primeros criterios directos de ordenación
con el tercero)”, donde una vez seleccionadas las veinticinco primeras expresiones formales de riesgo en
base a la media de las posiciones que ostentan en el primer y segundo listado (quinto listado derivado del
cruce de los dos primeros criterios directos de ordenación), y las veinticinco primeras expresiones formales
de riesgo en base a la puntuación total que obtienen todos los porcentajes de riesgos al ser multiplicados
por un coeficiente particular (tercer listado en base al tercer criterio directo de ordenación) se procede a
valorar si coinciden en la siguiente tabla:
Tabla 93. Cruce de las primeras veinticinco expresiones formales de riesgo del quinto listado (Tabla 91) y del tercer listado (Tabla
85).
Quinto listado derivado del cruce de los dos Tercer listado en base al tercer criterio directo de
primeros criterios directos de ordenación ordenación (Expresado en el punto 1.4)
(Expresado en el punto 1.8)
Posición Expresión Formal de Posición Posición Expresión Formal de Posición
Riesgo en tercer Riesgo en quinto
listado listado
1 1 1 Ausencia de 1
Ausencia de responsable
responsable de
de seguridad
seguridad
2 2.3.2.2 2 2 2.3.2.2 2
3 2.3.2.1 3 3 2.3.2.1 3
4 Ausencia de Centro de 4 4 Ausencia de Centro de 4
Control Control
5 8.4.6.1 5 5 8.4.6.1 5
6 2.4.1.1 7 6 8.4.6.3 8
7 Ausencia de servicios y 8 7 2.4.1.1 6
personal de seguridad
privada
534
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
8 6 8 Ausencia de servicios y 7
8.4.6.3 personal de seguridad
privada
9 7.9.2.1 10 9 1.3.1.2 10
10 1.3.1.2 9 10 7.9.2.1 9
11 3.2.1.1 11 11 3.2.1.1 11
12 6.1.1.1 17 12 11.1.1.3 27
13 4.2.1.1 16 13 1.3.1.1 16
14 7.6.2.1 19 14 11.1.1.1 22
15 7.9.1.1 21 15 11.1.1.2 33
16 1.3.1.1 13 16 4.2.1.1 13
17 3.1.3.1 22 17 6.1.1.1 12
18 7.5.1.2 20 18 7.8.2.1 26
19 12.2.2.2 44 19 7.6.2.1 14
20 2.1.1.1 33 20 7.5.1.2 18
21 8.1.1.1 23 21 7.9.1.1 15
22 11.1.1.1 14 22 3.1.3.1 17
23 7.5.1.1 28 23 8.1.1.1 21
24 1.2.2.5 31 24 4.1.1.1 25
25 4.1.1.1 24 25 8.4.7.4 31
El análisis rápido lleva a observar que veintiuna expresiones formales de riesgo coinciden en los dos
listados, mientras que cuatro expresiones formales de riesgo del quinto listado (posiciones 19, 20, 23
y 24 que se correlacionan respectivamente con las expresiones 12.2.2.2, 2.1.1.1, 7.5.1.1 y 1.2.2.5) (se
pueden identificar en la tabla visualizando las expresiones tachadas con sus posiciones sombreadas) no
coinciden dentro de las veinticinco primeras del tercer listado y cuatro expresiones formales de riesgo
del tercer listado (posiciones 12, 15, 18 y 25 que se correlacionan respectivamente con las expresiones
11.1.1.3, 11.1.1.2, 11.1.1.1, 7.8.2.1 y 8.4.7.4) (se pueden identificar en la tabla visualizando las expresiones
tachadas con sus posiciones sombreadas) no coinciden dentro de las veinticinco primeras del quinto
listado, aumentando el listado conjunto a veintinueve expresiones formales de riesgo.
Realizado el tercer cruce entre las veinticinco primeras expresiones formales de riesgo del quinto listado y
las veinticinco primeras expresiones formales de riesgo del tercer listado (cruce de los dos primeros criterios
directos de ordenación con el tercero) y sabiendo cuales coinciden en ambos, para poder obtener las
veinticinco primeras expresiones formales de riesgo que aúnen los dos primeros criterios directos de
ordenación con el tercero, a continuación se calcularán las posiciones intermedias que ostentan las
expresiones formales de riesgo en ambos listados, correspondiéndose con el punto 1.10 del Plan estadístico
de la primera parte del Estudio de Riesgos, denominado “Listado de expresiones formales de riesgo en
orden descendente en base a la media de las posiciones que ostentan en el quinto listado (punto 1.8) y en el
tercer listado (punto 1.4). (Sexto listado derivado del cruce de los dos primeros criterios directos de
ordenación con el tercero)”. Esta valoración, conduce a una sexta ordenación de las expresiones formales
de riesgo en base a la media de las posiciones que ostentan en el quinto listado derivado del cruce de los
dos primeros criterios directos de ordenación (expresado en el punto 1.8 haciendo referencia a las
expresiones formales de riesgo ordenadas descendentemente en base a la media de las posiciones que
ostentaron en el primer listado en el que se ordenaban en orden descendente en base al porcentaje de riesgos
535
Capítulo 5. Exposición y análisis de los resultados
muy elevados (primer criterio directo de ordenación expresado en el punto 1) y en el segundo listado en el
que se ordenaban también en orden descendente en base al sumatorio de los porcentajes de riesgos elevados
y muy elevados (segundo criterio directo de ordenación expresado en el punto 1.2)) y, en el tercer listado
referente al tercer criterio directo de ordenación (expresado en el punto 1.4 haciendo referencia a las
expresiones formales de riesgo en orden descendente en base a la puntuación total que obtuvieron todos los
porcentajes de riesgos al ser multiplicados por un coeficiente particular). Además se refleja la posición que
ostenta cada riesgo en este quinto listado y tercer listado. Esta última ordenación, se presenta a
continuación:
Tabla 94. Listado de expresiones formales de riesgo en orden descendente en base a la media de las posiciones que ostentan en el
quinto listado (Tabla 91) y en el tercer listado (Tabla 85).
Posición en Posición en
Posición Expresión Formal de Riesgo quinto listado tercer listado
(punto 1.8) (punto 1.4)
1 Ausencia de responsable de seguridad 1 1
2 2.3.2.2 2 2
3 2.3.2.1 3 3
5 8.4.6.1 5 5
6 2.4.1.1 6 7
7 8.4.6.3 8 6
9 7.9.2.1 9 10
10 1.3.1.2 10 9
11 3.2.1.1 11 11
12 6.1.1.1 12 17
13 4.2.1.1 13 16
14 1.3.1.1 16 13
15 7.6.2.1 14 19
16 7.9.1.1 15 21
17 11.1.1.1 22 14
18 7.5.1.2 18 20
19 3.1.3.1 17 22
20 11.1.1.3 27 12
21 8.1.1.1 21 23
22 7.8.2.1 26 18
23 11.1.1.2 33 15
24 4.1.1.1 25 24
25 7.5.1.1 23 28
(El listado completo de expresiones formales de riesgo en orden descendente en base a la media de las
posiciones que ostentan en el quinto listado completo (Tabla 92 Listado completo de expresiones formales
536
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
de riesgo en orden descendente en base a la media de las posiciones que ostentan en el listado completo de
expresiones formales de riesgo en orden descendente en base a porcentajes de riesgos muy elevados (primer
listado completo, Tabla 80) y en el listado completo de expresiones formales de riesgo en orden descendente
en base al sumatorio de porcentajes de riesgos elevados y muy elevados (segundo listado completo, Tabla
83)) y en el listado completo de expresiones formales de riesgo en orden descendente en base a la
puntuación total que obtienen todos los porcentajes de riesgos al ser multiplicados por un coeficiente
particular (tercer listado completo, Tabla 86), se puede consultar en el Anexo M denominado “Listado
completo de expresiones formales de riesgo en orden descendente en base a la media de las posiciones que
ostentan en el listado completo de expresiones formales de riesgo en orden descendente en base a la media
de las posiciones que ostentan en el listado completo de expresiones formales de riesgo en orden
descendente en base a porcentajes de riesgos muy elevados (primer listado completo, Tabla 80) y en el
listado completo de expresiones formales de riesgo en orden descendente en base al sumatorio de
porcentajes de riesgos elevados y muy elevados (segundo listado completo, Tabla 83) (quinto listado
completo, Tabla 92) y en el listado completo de expresiones formales de riesgo en orden descendente en
base a la puntuación total que obtienen todos los porcentajes de riesgos al ser multiplicados por un
coeficiente particular (tercer listado completo Tabla 86)”).
Las diecinueve primeras expresiones formales de riesgo coinciden en los tres listados, así como las
expresiones formales de riesgo de las posiciones 21 y 24 haciendo un total de veintiuna expresiones
formales de riesgo que coinciden en los tres listados. Se completa con una expresión formal de riesgo
(posición 25 que se correlaciona con la expresión 7.5.1.1) (se pueden identificar en la tabla visualizando
las expresiones tachadas con sus posiciones sombreadas) que únicamente está dentro de las veinticinco
primeras del quinto listado (punto 1.8) y con tres expresiones formales de riesgo (posiciones 20, 22 y
23 que se correlacionan respectivamente con las expresiones 11.1.1.3, 7.8.2.1 y 11.1.1.2) (se pueden
identificar en la tabla visualizando las expresiones tachadas con sus posiciones sombreadas) que
únicamente están dentro de las veinticinco primeras del tercer listado (punto 1.4). Estas cuatro
posiciones vacantes se completarían con las tres que faltan del quinto listado (punto 1.8), coincidiendo
con las situadas en sus posiciones 19, 20 y 24 siendo correlativamente las expresiones formales de riesgo
número 12.2.2.2, 2.1.1.1 y 1.2.2.5 y, la que falta del tercer listado (punto 1.4) coincidiendo con la situada
en su posición 25 siendo la expresión 8.4.7.4, aumentando así a un listado conjunto de veintinueve
expresiones formales de riesgo.
Conocidas las veinticinco primeras expresiones formales de riesgo que aúnan los tres primeros criterios
directos de ordenación así como las expresiones formales de riesgo que coinciden en las veinticinco
primeras posiciones de los tres listados que hacen referencia a las tres circunstancias específicas o criterios
directos de ordenación. A continuación se prosigue con el cuarto cruce entre las veinticinco primeras
expresiones formales de riesgo del quinto listado y las veinticinco primeras expresiones formales de riesgo
del cuarto listado para conocer si coinciden en ambos listados, correspondiéndose con el punto 1.11 del
Plan estadístico de la primera parte del Estudio de Riesgos, denominado “Cruce de las veinticinco primeras
expresiones formales de riesgo del quinto listado (punto 1.8) y las veinticinco primeras expresiones
537
Capítulo 5. Exposición y análisis de los resultados
formales de riesgo del cuarto listado (punto 1.5). (Cruce de los dos primeros criterios directos de ordenación
con el cuarto), donde una vez seleccionadas las veinticinco primeras expresiones formales de riesgo en base
a la media de las posiciones que ostentan en el primer y segundo listado (quinto listado derivado del cruce
de los dos primeros criterios directos de ordenación), y las veinticinco primeras expresiones formales de
riesgo en base a sus puntuaciones medias (cuarto listado en base al cuarto criterio directo de ordenación)
se procede a valorar si coinciden en la siguiente tabla:
Tabla 96. Cruce de las primeras veinticinco expresiones formales de riesgo del quinto listado (Tabla 91) y del cuarto listado (Tabla
87).
Quinto listado derivado del cruce de los dos Cuarto listado en base al cuarto criterio directo de
primeros criterios directos de ordenación ordenación (expresado en el punto 1.5)
(expresado en el punto 1.8)
Posición Expresión Formal de Posición Posición Expresión Formal de Posición
Riesgo en cuarto Riesgo en quinto
listado listado
538
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
El análisis rápido lleva a observar que dieciocho expresiones formales de riesgo coinciden en los dos
listados, mientras que siete expresiones formales de riesgo del quinto listado (posiciones 14, 15, 16, 17,
20, 24 y 25 que se correlacionan con las expresiones 7.6.2.1, 7.9.1.1, 1.3.1.1, 3.1.3.1, 2.1.1.1, 1.2.2.5 y
4.1.1.1) (se pueden identificar en la tabla visualizando las expresiones tachadas con sus posiciones
sombreadas) no coinciden dentro de las veinticinco primeras del cuarto listado y siete expresiones
formales de riesgo del cuarto listado (posiciones 10, 11, 14, 16, 19, 22 y 23 que se correlacionan con las
expresiones Ausencia de Plan de Seguridad, 1.3.1.3, 2.3.1.1, 7.5.1.3, 7.6.1.1, 2.3.1.3 y 11.1.1.3) (se pueden
identificar en la tabla visualizando las expresiones tachadas con sus posiciones sombreadas) no coinciden
dentro de las veinticinco primeras del quinto listado, aumentando el listado conjunto a treinta y dos
expresiones formales de riesgo.
Realizado el cuarto cruce entre las veinticinco primeras expresiones formales de riesgo quinto listado y las
veinticinco primeras expresiones formales de riesgo del cuarto listado (cruce de los dos primeros criterios
directos de ordenación con el cuarto) y sabiendo cuales coinciden en ambos, para poder obtener las
veinticinco primeras expresiones formales de riesgo que aúnen los dos primeros criterios directos de
ordenación con el cuarto, a continuación se calcularán las posiciones intermedias que ostentan las
expresiones formales de riesgo en ambos listados, correspondiéndose con el punto 1.12 del Plan estadístico
de la primera parte del Estudio de Riesgos, denominado “Listado de expresiones formales de riesgo en
orden descendente en base a la media de las posiciones que ostentan en el quinto listado (punto 1.8) y en el
cuarto listado (punto 1.5). (Séptimo listado derivado del cruce de los dos primeros criterios directos de
ordenación con el cuarto)”. Esta valoración, conduce a una séptima ordenación de las expresiones formales
de riesgo en base a la media de las posiciones que ostentan en el quinto listado derivado del cruce de los
dos primeros criterios directos de ordenación (expresado en el punto 1.8 haciendo referencia a las
expresiones formales de riesgo ordenadas descendentemente en base a la media de las posiciones que
ostentaron en el primer listado en el que se ordenaban en orden descendente en base al porcentaje de riesgos
muy elevados (primer criterio directo de ordenación expresado en el punto 1) y en el segundo listado en el
que se ordenaban también en orden descendente en base al sumatorio de los porcentajes de riesgos elevados
y muy elevados (segundo criterio directo de ordenación expresado en el punto 1.2) y, en el cuarto listado
referente al cuarto criterio directo de ordenación (expresado en el punto 1.5 haciendo referencia a las
expresiones formales de riesgo con mayor media en orden descendente en los veintiséis Centros Deportivos
Municipales (CDM)). Además se refleja la posición que ostenta cada riesgo en este quinto listado y cuarto
listado. Esta última ordenación, se presenta a continuación:
Tabla 97. Listado de expresiones formales de riesgo en orden descendente en base a la media de las posiciones que ostentan en el
quinto listado (Tabla 91) y en el cuarto listado (Tabla 87).
3 2.3.2.1 3 2
539
Capítulo 5. Exposición y análisis de los resultados
5 8.4.6.1 5 6
Ausencia de servicios y personal de 7 4
6 seguridad privada
7 2.4.1.1 6 8
8 8.4.6.3 8 7
9 7.9.2.1 9 9
10 1.3.1.2 10 12
11 6.1.1.1 12 13
12 3.2.1.1 11 15
13 7.5.1.2 18 18
14 12.2.2.2 19 17
15 4.2.1.1 13 24
16 1.3.1.3 29 11
17 8.1.1.1 21 20
18 1.3.1.1 16 26
19 7.5.1.1 23 21
20 7.6.2.1 14 31
21 11.1.1.1 22 25
22 7.6.1.1 30 19
23 11.1.1.3 27 23
24 4.1.1.1 25 27
25 7.9.1.1 15 38
(El listado completo de expresiones formales de riesgo en orden descendente en base a la media de las
posiciones que ostentan en el quinto listado completo (Tabla 92 Listado completo de expresiones formales
de riesgo en orden descendente en base a la media de las posiciones que ostentan en el listado completo de
expresiones formales de riesgo en orden descendente en base a porcentajes de riesgos muy elevados (primer
listado completo, Tabla 80) y en el listado completo de expresiones formales de riesgo en orden descendente
en base al sumatorio de porcentajes de riesgos elevados y muy elevados (segundo listado completo, Tabla
83)) y en el listado completo de expresiones formales de riesgo en orden descendente en base a sus
puntuaciones medias (cuarto listado completo, Tabla 88), se puede consultar en el Anexo N denominado
“Listado completo de expresiones formales de riesgo en orden descendente en base a la media de las
posiciones que ostentan en el listado completo de expresiones formales de riesgo en orden descendente en
base a la media de las posiciones que ostentan en el listado completo de expresiones formales de riesgo en
orden descendente en base a porcentajes de riesgos muy elevados (primer listado completo, Tabla 80) y en
el listado completo de expresiones formales de riesgo en orden descendente en base al sumatorio de
porcentajes de riesgos elevados y muy elevados (segundo listado completo, Tabla 83) (quinto listado
completo, Tabla 92) y en el listado completo de expresiones formales de riesgo en orden descendente en
base a sus puntuaciones medias (cuarto listado completo, Tabla 88)”).
540
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Las quince primeras expresiones formales de riesgo coinciden en los tres listados, así como las situadas en
las posiciones 17, 19 y 21, haciendo un total de dieciocho expresiones formales de riesgo que coinciden
en los tres listados, completándose con cuatro expresiones formales de riesgo (posiciones 18, 20, 24 y
25 que se correlacionan respectivamente con las expresiones 1.3.1.1, 7.6.2.1, 4.1.1.1 y 7.9.1.1) (se pueden
identificar en la tabla visualizando las expresiones tachadas con sus posiciones sombreadas) que
únicamente están dentro de las veinticinco primeras del quinto listado (punto 1.8) y con tres
expresiones formales de riesgo (posiciones 16, 22 y 23 que se correlacionan respectivamente con las
expresiones 1.3.1.3, 7.6.1.1 y 11.1.1.3) (se pueden identificar en la tabla visualizando las expresiones
tachadas con sus posiciones sombreadas) que únicamente están dentro de las veinticinco primeras del
cuarto listado (punto 1.5). Estas siete posiciones vacantes se completarían con las tres que faltan del
quinto listado (punto 1.8), coincidiendo con las situadas en las posiciones 17, 20, y 24 siendo
correlativamente las expresiones formales de riesgo número 3.1.3.1, 2.1.1.1 y 1.2.2.5 y, las cuatro que
faltan del cuarto listado (punto 1.5) coincidiendo con las situadas en las posiciones 10, 14, 16 y 22 siendo
correlativamente las expresiones: Ausencia de Plan de Seguridad, 2.3.1.1, 7.5.1.3 y 2.3.1.3, aumentando
así a un listado conjunto de treinta y dos expresiones formales de riesgo.
Recordando el análisis efectuado, la primera fase “Identificar los principales riesgos evaluados en el
estudio de riesgos que afectan a la seguridad de los Centros Deportivos Municipales (CDM)
analizados” del sexto objetivo, permite responder al mismo de forma específica con las primeras
veinticinco posiciones de los cuatro listados en base a las cuatro circunstancias específicas o criterios
directos de ordenación representados en los puntos 1, 1.2, 1.4 y 1.5 identificando así los principales
riesgos en función del que más interese en cada caso particular para saber qué tipo de riesgos dentro
del catálogo de doce riesgos que conforman el “Grupo de riesgo 1. Riesgos de daños por actos antisociales”
son los principales riesgos que afectan a la seguridad de los CDM analizados.
También permite responder al mismo de forma global, con las expresiones formales de riesgo que están
dentro de las veinticinco primeras posiciones de los cuatro listados citados tras los cruces
representados en el punto 1.6, recordando que las diez primeras expresiones de riesgo coincidían en los
cuatro listados, así como las que ostentaban las posiciones 12, 13 y 14 haciendo un total de trece
expresiones formales de riesgo que coincidían en los cuatro listados cumpliendo los cuatro criterios
directos de ordenación. Estas expresiones formales de riesgo pertenecen; tres al tipo de riesgo general,
una al tipo de riesgo “1. Alteración del orden”, tres al tipo de riesgo “2. Alteración del normal desarrollo
de la actividad”, una al tipo de riesgo “3. Agresiones”, una al tipo de riesgo “4. Violencia”, una al tipo de
riesgo “6. Vandalismo”, una al tipo de riesgo “7. Intrusiones” y dos al tipo de riesgo “8. Sabotajes”
conformando parte del catálogo de doce tipos de riesgos dentro del “Grupo de riesgo 1. Riesgos de daños
por actos antisociales” junto con los tipos de riesgo “5. Deterioro intencionado de las instalaciones”, “9.
Robos”, “10. Hurtos”, “11. Raptos” y “12. Venta/consumo de sustancias prohibidas”.
Por último permite responder al mismo de forma cruzada, aunando circunstancias específicas o
criterios directos de ordenación, representados en los cruces de los puntos 1.7 Cruce de los dos primeros
541
Capítulo 5. Exposición y análisis de los resultados
criterios directos de ordenación, 1.9 Cruce de los dos primeros criterios directos de ordenación con el
tercero y 1.11 Cruce de los dos primeros criterios directos de ordenación con el cuarto, identificando así
las veinticinco primeras expresiones formales de riesgo resultantes de la media de las posiciones que
ostentan en los listados cruzados representados en los listados de los puntos 1.8 Quinto listado derivado
del cruce de los dos primeros criterios directos de ordenación, 1.10 Sexto listado derivado del cruce de los
dos primeros criterios directos de ordenación con el tercero y 1.12 Séptimo listado derivado del cruce de
los dos primeros criterios directos de ordenación con el cuarto, como los principales riesgos que afectan
a la seguridad de los Centros Deportivos Municipales (CDM) analizados.
Para resolver la quinta hipótesis “Los mismos riesgos identificados en los distintos distritos y
Centros Deportivos Municipales (CDM) del Ayuntamiento de Madrid en los que se ha realizado
el Estudio de Riesgos no obtienen los mismos valores numéricos ni su correspondiente
clasificación correlativa” se precisan analizar los puntos 2 y 2.1 del Plan estadístico de la primera
parte del Estudio de Riesgos articulado en veinticuatro puntos, indicado en la Tabla 44.
En primer lugar se procede a ordenar las expresiones formales de riesgo en orden descendente en base a
sus desviaciones típicas, correspondiéndose con el punto 2 del Plan estadístico de la primera parte del
Estudio de Riesgos, denominado “Listado de expresiones formales de riesgo en orden descendente de
desviaciones típicas con sus mínimos, máximos y rangos”, expresándose un extracto seleccionado de dicho
listado a continuación:
Tabla 99. Extracto seleccionado del listado de expresiones formales de riesgo en orden descendente en base a su desviación típica.
542
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
543
Capítulo 5. Exposición y análisis de los resultados
El análisis rápido del extracto de listado seleccionado, conlleva a afirmar que de las doscientas ochenta y
cuatro Expresiones formales de riesgo, únicamente hay una que su mínimo y su máximo coinciden
en los veintiséis Centros Deportivos Municipales (CDM) analizados, haciendo que su rango y su
desviación sean 0, se corresponde con la expresión 8.3.1.1, pudiendo observarse en la última posición (nº
284) de la tabla que ordena las expresiones formales de riesgo en orden descendente en base a su desviación
típica. Eliminando dicha expresión, las doscientas ochenta y tres restantes obtienen puntuaciones
distintas, con unas desviaciones que oscilan desde 407,11 de la expresión formal de riesgo con mayor
desviación correspondiéndose con la expresión 12.2.1.1, pudiendo observarse en la primera posición (nº 1)
a 35,30 de la expresión formal de riesgo con menor desviación típica distinta de 0 correspondiéndose con
la expresión 8.4.7.6, pudiendo observarse en la penúltima posición (nº 283). En cuanto al rango, oscila
desde 1000 de las quince expresiones formales de riesgo con mayores rangos correspondiéndose con las
expresiones 4.1.1.1, 12.2.2.1, 12.3.2.1, 8.4.6.1, 3.1.3.1, 4.2.1.1, 7.9.2.1, 2.4.3.1, 7.9.1.1, 2.3.2.1, 8.1.2.1,
8.4.4.2, 8.2.2.1, 12.3.1.2 y 2.2.4.3 pudiendo observarse respectivamente en las posiciones 3, 5, 6, 9, 18, 19,
21, 23, 25, 34, 44, 55, 66, 85 y 97 a 144 de la expresión formal de riesgo con menor rango distinto de cero
correspondiéndose con la expresión 8.4.8.1, pudiendo observarse en la ducentésima octogésima posición
(nº 280). Finalmente este conglomerado obtiene una media de la desviación de 162,53 y una media del
rango de 573,69.
Una vez identificadas las expresiones formales de riesgo con mayor y menor desviación típica y, mayor y
menor rango identificadas en la tabla anterior, a continuación se muestran las mismas en forma de
diagramas de barras, para favorecer la visualización de sus valores, correspondiéndose con el punto 2.1 del
Plan estadístico de la primera parte del Estudio de Riesgos, denominado “Ejemplo de diagramas de barras
que contengan en el eje de abscisas las puntuaciones de la expresión formal de riesgo con mayor y menor
desviación típica y mayor y menor rango en los veintiséis Centros Deportivos Municipales (CDM) y el eje
de ordenadas represente valores entre 0 y 1250, dividiendo el gráfico en cinco áreas horizontales
correspondientes a los intervalos de riesgos muy reducidos, reducidos, medios, elevados y, muy elevados
y, representación de la media en la gráfica con una línea. La primera muestra la expresión formal de riesgo
con mayor desviación típica:
544
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Figura 183. Expresión formal de riesgo con mayor desviación típica. Fuente: Elaboración propia.
La presente gráfica representa las puntuaciones de la expresión formal de riesgo con mayor desviación
típica en los veintiséis Centros Deportivos Municipales (CDM) correspondiéndose con el punto 12.2.1.1
“Suministro de alcohol en cafeterías del CDM” con un valor de desviación típica de 407,11, en ella se
observa como oscilan los valores entre 225 del mínimo obtenido en diecinueve Centros Deportivos
Municipales (CDM) y 1125 del máximo, valor alcanzado en siete Centros Deportivos Municipales (CDM),
con un rango de 900 debido a las grandes diferencias encontradas.
545
Capítulo 5. Exposición y análisis de los resultados
Figura 184. Expresión formal de riesgo con menor desviación típica. Fuente: Elaboración propia.
La presente gráfica representa las puntuaciones de la expresión formal de riesgo con menor desviación
típica en los veintiséis Centros Deportivos Municipales (CDM) correspondiéndose con el punto 8.3.1.1
“Manipulación, difusión, borrados y/o usos no autorizados de información, datos, planos etc. del
CDM y de datos personales, bancarios etc. de ficheros, registros o documentos pertenecientes a
usuarios, alumnos y/o personal de la instalación dentro o fuera del horario de apertura por parte de
individuos ajenos o vinculados a la instalación” con un valor de desviación típica de 0, en ella se
observa como todos los valores coinciden en la misma puntuación (500) siendo la única expresión formal
de riesgo con esta característica.
546
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Figura 185. Expresión formal de riesgo con mayor rango. Fuente: Elaboración propia.
La presente gráfica representa las puntuaciones de la primera expresión formal de riesgo con mayor
rango en los veintiséis Centros Deportivos Municipales (CDM) correspondiéndose con el punto 4.1.1.1
“Agresiones físicas multitudinarias diversas, con o sin armas o implementos y tipificadas o sin
tipificar, realizadas por grupos de usuarios practicantes dentro o fuera de los espacios de actividad
antes, durante o después de la práctica deportiva” con un valor de 1000, en ella se observa como el
mínimo se registra en 250 en un Centro Deportivo Municipal (CDM) y el máximo asciende a 1250
registrado en seis Centros Deportivos Municipales (CDM), encontrando de nuevo grandes diferencias en
los distintos Centros Deportivos Municipales (CDM).
547
Capítulo 5. Exposición y análisis de los resultados
Figura 186. Expresión formal de riesgo con menor rango. Fuente: Elaboración propia.
La presente gráfica representa las puntuaciones de la expresión formal de riesgo con menor rango
distinto de cero en los veintiséis Centros Deportivos Municipales (CDM) correspondiéndose con el punto
8.4.8.1 “Sabotajes realizados en las inscripciones, organización, arbitraje y resultados de las distintas
competiciones realizadas en el CDM, por parte de administrativos, técnicos deportivos, promotores
y/o árbitros” con un valor de 144, en ella se observa como los valores son prácticamente iguales en todos
los Centros Deportivos Municipales (CDM) con una pequeña diferencia que oscila entre 288, valor mínimo
registrado en veintidós Centros Deportivos Municipales (CDM) y, 432, valor máximo registrado en cuatro
Centros Deportivos Municipales (CDM).
Este análisis conduce a poder constatar la quinta hipótesis debido que como se ve en las tablas y se
puede apreciar visualmente en los ejemplos gráficos, las puntuaciones son distintas, ratificado por
los rangos y las desviaciones típicas obtenidas.
Para resolver la sexta hipótesis “Los Centros Deportivos Municipales (CDM) del Ayuntamiento
de Madrid de los distritos de Puente de Vallecas, Moratalaz, Villaverde, Villa de Vallecas y
Vicálvaro obtienen mayor número de riesgos clasificados con los valores más altos que el número
de riesgos clasificados con los valores más altos que obtienen los Centros Deportivos Municipales
(CDM) del Ayuntamiento de Madrid del resto de distritos y, ostentan las puntuaciones medias más
altas de todas las puntuaciones medias registradas en los Centros Deportivos Municipales (CDM)
del Ayuntamiento de Madrid del resto de distritos en los que se ha realizado el Estudio de Riesgos”
se precisan analizar los puntos 3, 3.1, 3.2, 3.3, 4, 4.1, 4.2, 4.3 y 4.4 del Plan estadístico de la
primera parte del Estudio de Riesgos articulado en veinticuatro puntos, indicado en la Tabla 44.
548
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Una vez representados los distintos Centros Deportivos Municipales (CDM) con sus respectivos
porcentajes de riesgo, a continuación se ordenan en base al sumatorio de los porcentajes de riesgos elevados
y muy elevados de manera descendente para conocer cuáles ostentan riesgos más altos, correspondiéndose
con el punto 3.1 del Plan estadístico de la primera parte del Estudio de Riesgos, denominado “Listado en
orden descendente de los distintos Centros Deportivos Municipales (CDM) en base al sumatorio de los
porcentajes de riesgos elevados y muy elevados”:
Tabla 127. Listado en orden descendente de los distintos Centros Deportivos Municipales (CDM) en base al sumatorio de los
porcentajes de riesgos elevados y muy elevados.
Sumatorio de
Porcentaje de Porcentaje de % de riesgo
Posición CDM Distrito riesgo riesgo muy elevado y %
elevado elevado de riesgo
muy elevado
1 CDM Palomeras Puente de Vallecas 21,8% 27,8% 49,6%
2 CDM Plata y Castañar Villaverde 24,3% 19,0% 43,3%
3 CDM Entrevías Puente de Vallecas 23,6% 14,8% 38,4%
4 CDM Cerro Almodóvar Villa de Vallecas 16,9% 15,5% 32,4%
5 CDM Moratalaz Moratalaz 18,3% 13,7% 32,0%
6 CDM Aluche Latina 20,4% 9,5% 29,9%
7 CDM Vicálvaro Vicálvaro 18,3% 11,3% 29,6%
8 CDM La Elipa Moratalaz 21,5% 7,4% 28,9%
Fuencarral-El
9 CDM La Masó 19,0% 3,9% 22,9%
Pardo
10 CDM Gallur Latina 17,3% 4,9% 22,2%
11 CDM Félix Rubio Villaverde 16,2% 5,3% 21,5%
Fuencarral-El
12 CDM Vicente del Bosque 10,9% 10,2% 21,1%
Pardo
13 CDM Triángulo de oro Tetuán 12,7% 4,6% 17,3%
CDM Centro Integrado
14 Arganzuela 13,4% 2,5% 15,8%
Arganzuela
15 CDM Alberto García Puente de Vallecas 14,8% 1,1% 15,8%
16 CDM Pradillo Chamartín 11,3% 4,6% 15,8%
17 CDM Valdebernardo Vicálvaro 12,3% 3,5% 15,8%
549
Capítulo 5. Exposición y análisis de los resultados
La presente tabla muestra los distintos Centros Deportivos Municipales (CDM) ordenados en base al
sumatorio de los porcentajes de riesgos elevados y muy elevados, en la misma se pueden observar tres
divisiones importantes. La primera muestra los ocho primeros Centros Deportivos Municipales (CDM)
que oscilan entre porcentajes que van desde el 49,6% del CDM Palomeras al 28,9% del CDM La Elipa,
observando también una subdivisión importante en los Centros Deportivos Municipales (CDM) agrupados
del cuarto al octavo con porcentajes muy similares. La segunda incluye los doce siguientes, posiciones
novena a veinteava inclusive con porcentajes que van desde el 22,9% del CDM La Masó al 13,4% del
CDM Playa Victoria, observando también una subdivisión importante en los CDM agrupados del
catorceavo al veinteavo con porcentajes muy similares. La tercera contiene a los seis últimos Centros
Deportivos Municipales (CDM) con porcentajes que van desde el 10,2% del CDM La Chopera al 6,7%
del CDM Miguel Guillén Prim.
A continuación dichos porcentajes se plasman gráficamente en una figura común, correspondiéndose con
el punto 3.2 del Plan estadístico de la primera parte del Estudio de Riesgos, denominado “Diagrama de
barras que contenga en el eje de abscisas los sumatorios de los porcentajes de riesgos elevados y muy
elevados en los veintiséis Centros Deportivos Municipales (CDM) y el eje de ordenadas represente valores
entre 0 y 100 resaltando las instalaciones de los distritos citados en la sexta hipótesis”:
550
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Figura 213. Diagrama de barras con los porcentajes de riesgos elevados y muy elevados de cada Centro Deportivo Municipal (CDM).
Fuente: Elaboración propia.
En la presente gráfica se muestran los porcentajes de riesgos elevados y muy elevados de cada uno de los
veintiséis Centros Deportivos Municipales (CDM) analizados, se sitúa la media de las puntuaciones
(21,1%) para delimitar que Centros Deportivos Municipales (CDM) se sitúan por encima y cuáles por
debajo, a su vez se muestran en color rojo los catorce Centros Deportivos Municipales (CDM)
pertenecientes a los distritos citados en la sexta hipótesis (Puente de Vallecas, Moratalaz, Villaverde, Villa
de Vallecas y Vicálvaro) y en azul los doce Centros Deportivos Municipales (CDM) del resto de distritos.
Del conjunto de catorce Centros Deportivos Municipales (CDM) de los distritos citados en la sexta
hipótesis marcados en rojo, ocho superan la citada media, mientras que seis no la superan por lo
tanto el 57% de este conjunto la supera y el 43% no la supera. Por el contrario, del conjunto de doce
Centros Deportivos Municipales (CDM) del resto de distritos marcados en azul, tres superan la citada
media y nueve no la superan por lo que el 25% de este conjunto la supera y el 75% no la supera.
A continuación los Centros Deportivos Municipales (CDM) en base a sus porcentajes de riesgos elevados
y muy elevados se ubican en el mapa en escalas de color, correspondiéndose con el punto 3.3 del Plan
estadístico de la primera parte del Estudio de Riesgos, denominado “Ubicación de los Centros Deportivos
Municipales (CDM) que encabecen el listado del punto 3.1 en escalas de color en el mapa de distritos y
Centros Deportivos Municipales (CDM)”:
551
Capítulo 5. Exposición y análisis de los resultados
Figura 214. Mapa de distritos y Centros Deportivos Municipales (CDM) en base a los porcentajes de riesgos elevados y muy elevados
obtenidos, ubicados en escalas de color. Fuente: Elaboración propia.
El presente mapa sitúa los Centros Deportivos Municipales (CDM) analizados en el mapa satélite de
Madrid, las líneas amarillas agrupan situándose por debajo de las mismas los cinco distritos citados en la
sexta hipótesis (Puente de Vallecas, Moratalaz, Villaverde, Villa de Vallecas y Vicálvaro), en base al
sumatorio de los porcentajes de riesgos elevados y muy elevados mostrados en la Tabla 127. Siguiendo las
tres divisiones indicadas en el análisis de la tabla que registraba el orden en base a sus porcentajes de riesgos
elevados y muy elevados, se han marcado en color rojo los correspondientes a la primera división, los ocho
primeros Centros Deportivos Municipales (CDM), que oscilan entre porcentajes que van desde el 49,6%
del CDM Palomeras al 28,9% del CDM La Elipa. En color azul se han marcado los restantes Centros
Deportivos Municipales (CDM).
El análisis gráfico en función de los datos registrados en la tabla asociada y la representación de los mismos
en el mapa, conducen a afirmar que de los ocho primeros Centros Deportivos Municipales (CDM) que
encabezan el listado de Centros Deportivos Municipales (CDM) en orden descendente en base al
sumatorio de los porcentajes de riesgos elevados y muy elevados, sólo uno no pertenece a estos
distritos identificados en la sexta hipótesis, además como ya se indicó el 57% del conjunto de Centros
Deportivos Municipales (CDM) pertenecientes a estos distritos superan la media de riesgos
clasificados con los valores más altos en todos los Centros Deportivos Municipales (CDM), mientras
que sólo el 25% del conjunto de Centros Deportivos Municipales (CDM) pertenecientes al resto de
distritos, la supera. Por lo tanto con esta doble información se constata la primera parte de la sexta
hipótesis, teniendo en cuenta que estos ocho primeros Centros Deportivos Municipales (CDM) comparten
552
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
la particularidad de disponer de piscinas de verano, circunstancia importante que no hay que obviar y nexo
común para encabezar los primeros puestos.
Habiéndose ordenado los Centros Deportivos Municipales (CDM) en orden descendente en base al
sumatorio de los porcentajes de riesgos elevados y muy elevados y, representados gráficamente en el mapa
se continúa con la elaboración de un listado en base a las puntuaciones medias de todos los riesgos que
haya obtenido cada Centro Deportivo Municipal (CDM) en orden descendente, correspondiéndose con el
punto 4 del Plan estadístico de la primera parte del Estudio de Riesgos, denominado “Listado en orden
descendente con las puntuaciones medias de todos los riesgos en los distintos Centros Deportivos
Municipales (CDM)”:
Tabla 128. Listado en orden descendente de los distintos Centros Deportivos Municipales (CDM) en base a sus puntuaciones medias
de todos los riesgos.
Media de
Posición CDM Distrito todos los
riesgos
1 CDM Palomeras Puente de Vallecas 736,83
2 CDM Plata y Castañar Villaverde 709,07
3 CDM Entrevías Puente de Vallecas 663,51
4 CDM Cerro Almodóvar Villa de Vallecas 656,13
5 CDM Moratalaz Moratalaz 638,856
6 CDM Aluche Latina 634,42
7 CDM Vicálvaro Vicálvaro 620,13
8 CDM La Elipa Moratalaz 601,85
9 CDM Vicente del Bosque Fuencarral-El Pardo 591,25
10 CDM Félix Rubio Villaverde 589,35
11 CDM Gallur Latina 570,87
12 CDM Puente de Vallecas Puente de Vallecas 559,14
13 CDM La Masó Fuencarral-El Pardo 558,77
14 CDM Alberto García Puente de Vallecas 551,12
15 CDM Valdebernardo Vicálvaro 547,61
16 CDM Centro Integrado Arganzuela Arganzuela 542,91
17 CDM Triángulo de oro Tetuán 530,14
18 CDM Pradillo Chamartín 527,29
19 CDM Raúl González Villaverde 516,96
20 CDM La Chopera Retiro 479,58
21 CDM Miguel Guillén Prim Villa de Vallecas 476,51
22 CDM El Espinillo Villaverde 468,64
23 CDM Moscardó Salamanca 467,86
24 CDM Daoiz y Velarde Retiro 461,52
25 CDM Playa Victoria Tetuán 456,77
26 CDM Barajas Barajas 454,68
553
Capítulo 5. Exposición y análisis de los resultados
La presente tabla muestra los distintos Centros Deportivos Municipales (CDM) ordenados en base a las
puntuaciones medias obtenidas considerando todos los riesgos analizados, en la misma se pueden observar
tres divisiones importantes. La primera muestra los ocho primeros Centros Deportivos Municipales
(CDM) que oscilan entre medias que van desde 736 del CDM Palomeras a 601 del CDM La Elipa,
observando que los dos primeros Centros Deportivos Municipales (CDM) superan la barrera de los 700
puntos, los dos siguientes la barrera de los 650 puntos y los cuatro restantes se sitúan por encima de los
600 puntos. La segunda incluye los once siguientes, posiciones novena a decimonovena inclusives con
medias que van desde 591 del CDM Vicente del Bosque a 516 del CDM Raúl González, observando que
los Centros Deportivos Municipales (CDM) agrupados del noveno al catorceavo superan la barrera de los
550 puntos y los Centros Deportivos Municipales (CDM) agrupados del quinceavo al decimonoveno se
sitúan por encima de los 500 puntos. La tercera contiene a los siete últimos Centros Deportivos
Municipales (CDM) con medias que van desde 479 del CDM La Chopera a 454 del CDM Barajas.
A continuación dichas medias se plasman gráficamente en una figura común, correspondiéndose con el
punto 4.1 del Plan estadístico de la primera parte del Estudio de Riesgos, denominado “Diagrama de barras
que contenga en el eje de abscisas las puntuaciones medias de todos los riesgos en los veintiséis Centros
Deportivos Municipales (CDM) y el eje de ordenadas represente valores entre 0 y 1250 resaltando las
instalaciones de los distritos citados en la sexta hipótesis”:
Figura 215. Diagrama de barras con las puntuaciones medias de todos los riesgos de cada Centro Deportivo Municipal (CDM). Fuente:
Elaboración propia.
En la presente figura se muestran las medias de todos los riesgos en cada uno de los veintiséis Centros
Deportivos Municipales (CDM) analizados, se sitúa la media de las puntuaciones (566,991) para delimitar
que Centros Deportivos Municipales (CDM) se sitúan por encima y cuáles por debajo, a su vez se muestran
554
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
en color rojo los catorce Centros Deportivos Municipales (CDM) pertenecientes a los distritos citados en
la sexta hipótesis (Puente de Vallecas, Moratalaz, Villaverde, Villa de Vallecas y Vicálvaro) y en azul los
doce Centros Deportivos Municipales (CDM) del resto de distritos. Del conjunto de catorce Centros
Deportivos Municipales (CDM) de los distritos citados en la sexta hipótesis marcados en rojo, ocho
superan la citada media, mientras que seis no la superan por lo tanto el 57% de este conjunto la
supera y el 43% no la supera. Por el contrario, del conjunto de doce Centros Deportivos Municipales
(CDM) del resto de distritos marcados en azul, tres superan la citada media y nueve no la superan
por lo que el 25% de este conjunto la supera y el 75% no la supera.
A continuación los Centros Deportivos Municipales (CDM) en base a sus puntuaciones medias de todos
los riesgos se ubican en el mapa en escalas de color, correspondiéndose con el punto 4.2 del Plan estadístico
de la primera parte del Estudio de Riesgos, denominado “Ubicación de los Centros Deportivos Municipales
(CDM) con mayores puntuaciones medias obtenidas en el punto 4, en escalas de color en el mapa de
distritos y Centros Deportivos Municipales (CDM)”:
Figura 216. Mapa de distritos y Centros Deportivos Municipales (CDM) en base a las puntuaciones medias obtenidas, ubicados en
escalas de color. Fuente: Elaboración propia.
El presente mapa sitúa los Centros Deportivos Municipales (CDM) analizados en el mapa satélite de
Madrid, al igual que en el mapa anterior las líneas amarillas agrupan situándose por debajo de las mismas
los cinco distritos citados en la sexta hipótesis (Puente de Vallecas, Moratalaz, Villaverde, Villa de Vallecas
y Vicálvaro), en base a las puntuaciones medias obtenidas de todos los riesgos mostrados en la Tabla 128.
Siguiendo las tres divisiones indicadas en el análisis de dicha tabla que registraba el orden en base a sus
puntuaciones medias, se han marcado en color rojo los correspondientes a la primera división, los ocho
primeros Centros Deportivos Municipales (CDM), que oscilan entre medias que van desde 736 del CDM
555
Capítulo 5. Exposición y análisis de los resultados
Palomeras a 601 del CDM La Elipa. En color azul se han marcado los restantes Centros Deportivos
Municipales (CDM) observando exactamente el mismo mapa que el plasmado anteriormente.
El análisis de la figura en función de los datos registrados en su tabla asociada y la representación de los
mismos en el mapa, conducen a afirmar que de los ocho primeros Centros Deportivos Municipales
(CDM) que encabezan el listado de Centros Deportivos Municipales (CDM) en orden descendente en
base a las puntuaciones medias de todos los riesgos, sólo uno no pertenece a estos distritos
identificados en la sexta hipótesis, además como también ya se indicó el 57% del conjunto de Centros
Deportivos Municipales (CDM) pertenecientes a estos distritos superan la media de riesgos
clasificados con los valores más altos en todos los Centros Deportivos Municipales (CDM) mientras
que sólo el 25% del conjunto de Centros Deportivos Municipales (CDM) pertenecientes al resto de
distritos, la supera. Por lo tanto, nuevamente, con esta doble información se constata la segunda parte
de la sexta hipótesis, volviendo a tener en cuenta que estos ocho primeros Centros Deportivos Municipales
(CDM) comparten la particularidad de disponer de piscinas de verano, circunstancia importante que de
nuevo no hay que obviar y nexo común para encabezar los primeros puestos.
Habiéndose ordenado los Centros Deportivos Municipales (CDM) en orden descendente en base a las
puntuaciones medias de todos los riesgos y, representados gráficamente en el mapa, con el objetivo de
conocer qué posición ostenta cada Centro Deportivo Municipal (CDM) de forma conjunta en los dos
listados efectuados en base a las dos premisas analizadas como son los porcentajes de riesgos elevados y
muy elevados y las puntuaciones medias de todos los riesgos obtenidas, observar si hay diferencias
significativas de orden y poder analizarlo, a continuación se procede a cruzar los mismos,
correspondiéndose con el punto 4.3 del Plan estadístico de la primera parte del Estudio de Riesgos,
denominado “Cruce del listado que ordena los Centros Deportivos Municipales (CDM) en base a sus
porcentajes de riesgos elevados y muy elevados (punto 3.1) y el listado que ordena los Centros Deportivos
Municipales (CDM) en base a sus puntuaciones medias de todos los riesgos (punto 4)”:
Tabla 129. Cruce del listado que ordena los Centros Deportivos Municipales (CDM) en base a sus porcentajes de riesgos elevados y
muy elevados y el listado que ordena los Centros Deportivos Municipales (CDM) en base a sus puntuaciones medias de todos los
riesgos.
Listado en base al porcentaje de riesgos elevados Listado en base a la media total de todos los
y muy elevados. (Expresado en el punto 3.1) riesgos. (Expresado en el punto 4)
Posición
Posición en listado
Posición CDM en listado Posición CDM de
de medias porcentaje
de riesgos
1 CDM Palomeras 1 1 CDM Palomeras 1
2 CDM Plata y Castañar 2 2 CDM Plata y Castañar 2
3 CDM Entrevías 3 3 CDM Entrevías 3
4 CDM Cerro Almodóvar 4 4 CDM Cerro Almodóvar 4
5 CDM Moratalaz 5 5 CDM Moratalaz 5
6 CDM Aluche 6 6 CDM Aluche 6
7 CDM Vicálvaro 7 7 CDM Vicálvaro 7
8 CDM La Elipa 8 8 CDM La Elipa 8
556
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
La presente tabla muestra cómo los ocho primeros Centros Deportivos Municipales (CDM) coinciden
en las ocho primeras posiciones en los dos listados, a su vez mantienen la misma posición los Centros
Deportivos Municipales (CDM) de las posiciones 19, 22 y 23 siendo respectivamente el CDM Raúl
González, el CDM El Espinillo y el CDM Gimnasio Moscardó, del conjunto de todos estos Centros
Deportivos Municipales (CDM) se puede afirmar que sus porcentajes de riesgos elevados y muy elevados
y sus medias son proporcionales, tanto como para situarlos en las mismas posiciones. A continuación
se sitúan los Centros Deportivos Municipales (CDM) que obtienen posiciones distintas que oscilan entre
una y seis con diferente proporcionalidad entre porcentajes de riesgos elevados y muy elevados y
puntuaciones medias. Con una posición de diferencia se encuentra el CDM Gallur, el CDM Félix Rubio, el
CDM Alberto García, el CDM La Chopera y el CDM Daoiz y Velarde. Con dos posiciones de diferencia
se encuentra el CDM Centro Integrado Arganzuela, el CDM Pradillo, el CDM Valdebernardo y el CDM
Barajas. A partir de aquí se encuentra mayor variabilidad, con tres posiciones de diferencia se encuentra el
CDM Vicente del Bosque registrando la clasificación más alta en base a su puntuación media. Con cuatro
posiciones de diferencia se encuentra el CDM La Masó y el CDM Triángulo de Oro ambos registrando la
clasificación más alta en base a sus porcentajes de riesgos elevados y muy elevados. Con cinco posiciones
de diferencia se encuentra el CDM Playa Victoria registrando la clasificación más alta en base a sus
porcentajes de riesgos elevados y muy elevados y el CDM Miguel Guillén Prim registrando la clasificación
más alta en base a su puntuación media. Finalmente se encuentra el CDM con mayor variabilidad, con seis
posiciones de diferencia, corresponde al CDM Puente de Vallecas, registrando la clasificación más alta en
base a su puntuación media.
557
Capítulo 5. Exposición y análisis de los resultados
A continuación, debido a que distintos Centros Deportivos Municipales (CDM) ostentan diferentes
posiciones, para poder ordenarlos en un único listado y así poder obtener de la forma más aproximada
posible un único orden lógico, se efectuará la media de las posiciones, correspondiéndose con el punto 4.4
del Plan estadístico de la primera parte del Estudio de Riesgos, denominado “Listado de los Centros
Deportivos Municipales (CDM) en orden descendente en base a la media de las posiciones que ostentan en
el listado de ordenación en base a sus porcentajes de riesgos elevados y muy elevados (punto 3.1) y en el
listado de ordenación en base a sus puntuaciones medias de todos los riesgos (punto 4):
Tabla 130. Listado de los Centros Deportivos Municipales (CDM) en orden descendente en base a la media de las posiciones que
ostentan en el listado de ordenación en base a sus porcentajes de riesgos elevados y muy elevados y, en el listado de ordenación en
base a sus puntuaciones medias de todos los riesgos.
Posición en Posición en
listado de listado de
Posición CDM Distrito porcentajes medias
de riesgos (punto 4.1)
(punto 3.1)
1 CDM Palomeras Puente de Vallecas 1 1
2 CDM Plata y Castañar Villaverde 2 2
3 CDM Entrevías Puente de Vallecas 3 3
4 CDM Cerro Almodóvar Villa de Vallecas 4 4
5 CDM Moratalaz Moratalaz 5 5
6 CDM Aluche Latina 6 6
7 CDM Vicálvaro Vicálvaro 7 7
8 CDM La Elipa Moratalaz 8 8
9 CDM Vicente del Bosque 12 9
Fuencarral-El Pardo
10 CDM Félix Rubio Villaverde 11 10
11 CDM Gallur Latina 10 11
12 CDM La Masó Fuencarral-El Pardo 9 13
13 CDM Alberto García Puente de Vallecas 15 14
14 CDM Puente de Vallecas Puente de Vallecas 18 12
15 CDM Triángulo de oro Tetuán 13 17
CDM Centro Integrado 16
16 14
Arganzuela Arganzuela
17 CDM Valdebernardo Vicálvaro 17 15
18 CDM Pradillo Chamartín 16 18
19 CDM Raúl González Villaverde 19 19
20 CDM La Chopera Retiro 21 20
21 CDM El Espinillo Villaverde 22 22
22 CDM Playa Victoria Tetuán 20 25
23 CDM Gimnasio Moscardó Salamanca 23 23
24 CDM Miguel Guillén Prim Villa de Vallecas 26 21
25 CDM Daoiz y Velarde Retiro 25 24
26 CDM Barajas Barajas 24 26
558
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Finalmente los ocho primeros coinciden en los dos listados anteriores así como en este listado
definitivo, compartiendo por tanto el mismo mapa de escalas de color que el registrado anteriormente
situándose además en las primeras posiciones los Centros Deportivos Municipales (CDM) ubicados
más al sur. Los tres siguientes coinciden con el orden de las puntuaciones medias así como el último.
Circunstancia importante a resaltar es que de los nueve Centros Deportivos Municipales (CDM) que
comparten la peculiaridad de disponer de piscinas de verano, el CDM Vicente del Bosque, no se situaba
dentro de los nueve primeros CDM en el listado que ordena los CDM en base a sus porcentajes de riesgos
elevados y muy elevados, sin embargo si ocupaba la novena posición en el listado que ordena los CDM en
base a sus puntuaciones medias de todos los riesgos, manteniéndola en este listado final, por lo que los
nueve primeros Centros Deportivos Municipales (CDM) comparten la peculiaridad de disponer de
piscinas de verano y dicha peculiaridad se corrobora como elemento común fundamental para situar
un Centro Deportivo Municipal (CDM) en porcentajes altos de riesgos elevados y muy elevados y
puntuaciones medias altas de todos los riesgos, ascendiendo las mismas contra más al sur esté
ubicado.
Finalizado el análisis de la segunda parte del Plan de análisis estadístico, habiéndose analizado la
primera parte del Estudio de Riesgos, se continúa con la tercera parte del Plan de análisis estadístico que
analiza la segunda parte del Estudio de Riesgos analizando las Medidas de Seguridad.
5.3.3. Análisis del Estudio de Riesgos (segunda parte) y exposición de los resultados obtenidos.
En esta tercera parte se terminará de dar respuesta al sexto objetivo (derivado del cuarto objetivo
y de la primera, segunda y quinta líneas de investigación), se dará respuesta a la séptima hipótesis (derivada
de la quinta línea de investigación), a la octava hipótesis (derivada de la quinta línea de investigación) y, al
séptimo objetivo (derivado del cuarto objetivo y de la primera y quinta líneas de investigación).
Para terminar de responder al sexto objetivo “Conocer el grado de seguridad de los Centros
Deportivos Municipales (CDM) analizados en el estudio de riesgos”, se resolverá la segunda fase
de las dos fases articuladas en el mismo:
La segunda fase “Conocer las medidas de seguridad existentes en los Centros Deportivos Municipales
(CDM) analizados”, derivada del quinto objetivo y de la quinta línea de investigación que requería
investigar la elaboración de una herramienta para poder gestionar los riesgos de las instalaciones deportivas,
pretendiendo desarrollar una herramienta para poder realizar un Estudio de Riesgos en los Centros
Deportivos Municipales (CDM) del Ayuntamiento de Madrid como eje central de la investigación, se
obtuvo analizando en profundidad los datos obtenidos en la segunda parte de la “Herramienta para realizar
estudios de riesgos por actos antisociales en instalaciones deportivas y para identificar medidas de seguridad
contra dichos riesgos en las mismas” en la que se ha verificado la disponibilidad de mil seiscientas
veinticuatro medidas de seguridad asociadas a los doscientos ochenta y cuatro riesgos registrados en los
veintiséis Centros Deportivos Municipales (CDM) que ha conformado la muestra seleccionada, pudiéndose
observar en el Anexo G Medidas de seguridad identificadas incluidas en el Estudio de Riesgos, en donde
559
Capítulo 5. Exposición y análisis de los resultados
se muestran todas ellas a modo de resumen, englobadas en ciento ochenta y tres bloques bajo nombres
específicos que aúnan las distintas medidas asociadas a cada bloque para facilitar la búsqueda y localización
de las mismas indicando de cada medida la referencia normativa con su artículo o artículos específicos
donde se recogen, su número de ordenación, su división en reglamentaria o necesaria, su división en
preventiva o reactiva y su división en organizativa, física o electrónica. Para ello se precisa analizar el punto
5 del Plan estadístico de la segunda parte del Estudio de Riesgos articulado en cinco puntos, indicado en la
Tabla 45.
Debido a la gran cantidad de datos manejados (mil seiscientas veinticuatro medidas de seguridad en cada
uno de los veintiséis Centros Deportivos Municipales (CDM) analizados), se ha optado por filtrar las
mismas para poder trabajar con datos más manejables y facilitar la comprensión, el proceso de filtrado tiene
como objetivo identificar las medidas de seguridad más importantes mediante dos premisas, la primera,
seleccionar las medidas que eliminen o minimicen los riesgos que encabecen los siete listados elaborados
en la primera parte del análisis del Estudio de Riesgos y la segunda, mantener la globalidad de cobertura
de riesgos en torno al catálogo de doce puntos. Las consecuentes medidas de seguridad filtradas se pueden
consultar en el Anexo P denominado “Medidas de seguridad filtradas incluidas en el Estudio de Riesgos”.
Para ello se elabora un listado en orden descendente con los porcentajes de disposición de las medidas
filtradas en todos los Centros Deportivos Municipales (CDM), correspondiéndose con el punto 5 del Plan
estadístico de la segunda parte del Estudio de Riesgos, denominado “Listado descendente con porcentajes
de disposición de las medidas de seguridad filtradas en todos los Centros Deportivos Municipales (CDM)”
expresado a continuación:
Tabla 131. Porcentajes de disposición de las medidas de seguridad filtradas en todos los Centros Deportivos Municipales (CDM).
Nº Medidas de seguridad No Si
% de % de
disposición disposición
1 Telecomunicaciones y listado de teléfonos 0,0% 100,0%
2 Reglamento de uso interno 0,0% 100,0%
3 Registro de fichajes 0,0% 100,0%
4 Certificado delitos sexuales 0,0% 100,0%
5 Protocolo de agresiones 0,0% 100,0%
6 Protocolo acoso laboral 0,0% 100,0%
7 Alarmas anti intrusión en espacios singulares de alto riesgo mediante 0,0% 100,0%
detectores volumétricos de presencia
8 Plan de autoprotección / Plan de emergencias 0,0% 100,0%
9 Protocolo de urgencias médicas 0,0% 100,0%
10 DESA (Desfibrilador) 0,0% 100,0%
11 Director técnico 0,0% 100,0%
12 Cristal reforzado / pulsador anti atraco en punto de ventas 0,0% 100,0%
13 Caja fuerte (medidas) 0,0% 100,0%
14 Entregas y recogidas de fondos 0,0% 100,0%
15 Tenencia y venta de drogas 0,0% 100,0%
16 Enfermería / botiquín 3,8% 96,2%
17 Intercomunicadores (walkies) 7,7% 92,3%
18 Venta de tabaco 11,5% 88,5%
19 Venta de alcohol 26,9% 73,1%
560
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
(El listado completo de las citadas medidas de seguridad filtradas, como se ha indicado se puede consultar
en el Anexo P indicándose la referencia normativa y la descripción completa de cada una, ordenadas por
número de medida).
561
Capítulo 5. Exposición y análisis de los resultados
Los datos arrojados en relación a los porcentajes de disposición de las medidas de seguridad filtradas, se
dividen en tres grandes apartados. Un primer apartado definido como aquellas medidas de seguridad
que disponen todos los Centros Deportivos Municipales (CDM) correspondientes a las quince primeras
(23% del total de las medidas de seguridad filtradas). Un segundo apartado definido como aquellas
medidas de seguridad que disponen algunos Centros Deportivos Municipales (CDM) correspondientes
a las veintisiete siguientes (41% del total de las medidas de seguridad filtradas) que a su vez se dividen
en función de los porcentajes de disposición en cuatro subgrupos, cuatro medidas de seguridad (6% del
total de las medidas de seguridad filtradas) ubicadas en un porcentaje de disposición entre el 96,2% y el
73,1%, cinco medidas de seguridad (8% del total de las medidas de seguridad filtradas) ubicadas en un
porcentaje de disposición entre el 61,5% y el 38,5%, ocho medidas de seguridad (12% del total de las
medidas de seguridad filtradas) ubicadas en un porcentaje de disposición entre el 34,6% y el 19,2%, y diez
medidas de seguridad (15% del total de las medidas de seguridad filtradas) ubicadas en un porcentaje de
disposición entre el 15,4% y el 3,7%. Y un tercer apartado definido como aquellas medidas de seguridad
que no disponen ningún Centro Deportivo Municipal (CDM) correspondiéndose a las veinticuatro
últimas (36% del total de las medidas de seguridad filtradas). Por lo tanto se puede decir que las
primeras quince medidas de seguridad son las medidas existentes en los Centros Deportivos
Municipales (CDM) analizados y, tomando como referencia superar el 50% de disposición, las
siguientes cuatro se pueden considerar medidas existentes de forma parcial con un porcentaje de disposición
superior al 70% y las siguientes tres con un porcentaje de disposición superior al 50% en función de cada
Centro Deportivo Municipal (CDM) analizado, obteniendo así un total de veintidós medidas de seguridad
existentes de forma global en los Centros Deportivos Municipales (CDM) analizados, una tercera
parte (33%) del total de las medidas de seguridad filtradas.
Para resolver la séptima hipótesis “Los Centros Deportivos Municipales (CDM) del Ayuntamiento
de Madrid con las mayores puntuaciones medias de los riesgos identificados y/o con mayor
número de riesgos clasificados con los valores más altos disponen de mayores medidas de
seguridad” se precisan analizar los puntos 6 y 6.1 del Plan estadístico de la segunda parte del
Estudio de Riesgos
562
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Tabla 133. Listado de Centros Deportivos Municipales (CDM) en orden descendente en base al porcentaje de disposición de medidas
de seguridad filtradas.
En la presente tabla se observan en orden descendente los distintos Centros Deportivos Municipales (CDM)
en base al porcentaje de disposición de medidas de seguridad filtradas que disponen. En la misma se observa
tres clasificaciones importantes. La primera corresponde a los cinco primeros Centros Deportivos
Municipales (CDM) estando por encima del 40% de disposición con un porcentaje de disposición máximo
del 43,9%. La segunda corresponde a los once siguientes Centros Deportivos Municipales (CDM) estando
entre el 40% y el 35% de disposición. La tercera corresponde a los diez siguientes Centros Deportivos
Municipales (CDM) estando entre el 35% y el 30% de disposición. Como se observa no se sitúan
porcentajes por encima del 45% de disposición ni por debajo del 30%.
Conocidos los porcentajes de disposición de las medidas de seguridad filtradas que obtiene cada Centro
Deportivo Municipal (CDM) y ordenados los mismos de mayor a menor porcentaje de disposición, a
continuación se representan mediante un diagrama de barras, indicando a su vez la media de disposición
para visualizar cuáles se sitúan por debajo y cuáles por arriba, los porcentajes de disposición de las medidas
de seguridad filtradas en los distintos Centros Deportivos Municipales (CDM) analizados,
correspondiéndose con el punto 6.1 del Plan estadístico de la segunda parte del Estudio de Riesgos,
563
Capítulo 5. Exposición y análisis de los resultados
denominado “Diagrama de barras que contenga en el eje de abscisas el porcentaje de disposición (0 a 100
%) del listado de medidas de seguridad filtradas y el eje de ordenadas represente valores entre 0 y 100,
representando la media de disposición en la gráfica con una línea y resaltando los Centros Deportivos
Municipales (CDM) indicados en el listado del punto 4.4”:
Figura 217. Diagrama de barras con los porcentajes de disposición de las medidas de seguridad filtradas en los distintos Centros
Deportivos Municipales (CDM). Fuente: Elaboración propia.
En la presente figura se muestran los porcentajes de disposición de las medidas de seguridad filtradas que
registra cada uno de los veintiséis Centros Deportivos Municipales (CDM) analizados, se sitúa la media de
los porcentajes de disposición (36,42) para delimitar cuáles se sitúan por encima y cuáles por debajo, a su
vez se muestran en color rojo los Centros Deportivos Municipales (CDM) con las mayores puntuaciones
medias de los riesgos identificados y con mayor número de riesgos clasificados con los valores más altos
formulado en la séptima hipótesis, identificados en el listado del punto 4.4 correspondiente al Plan
estadístico relacionado con la primera parte del Estudio de Riesgos y en azul el resto de Centros Deportivos
Municipales (CDM). Del conjunto de diez Centros Deportivos Municipales (CDM) marcados en rojo,
tres superan la citada media, dos la igualan y cinco no la superan por lo tanto el 30% de este conjunto
la supera, el 20% la iguala y el 50% no la supera. Por el contrario, del conjunto de dieciséis CDM
marcados en azul, seis superan la citada media, cinco la igualan y cinco no la superan por lo que el 37%
de este conjunto la supera, el 31% la iguala y el 31% no la supera.
Este análisis conduce a rechazar la hipótesis mediante una doble justificación. La primera corresponde
al análisis efectuado de la tabla en la que se ordenan descendentemente los distintos Centros Deportivos
Municipales (CDM) en base al porcentaje de disposición de medidas de seguridad filtradas que disponen
(Tabla 133), puesto que de las diez primeras posiciones sólo tres Centros Deportivos Municipales (CDM)
564
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
pertenecen a las diez primeras posiciones del listado del punto 4.4 en donde se ordenan los Centros
Deportivos Municipales (CDM) con las mayores puntuaciones medias de los riesgos identificados y
con mayor número de riesgos clasificados con los valores más altos formulado en la séptima hipótesis,
arrojando por lo tanto un porcentaje del 30%. La segunda corresponde al análisis efectuado del
diagrama de barras con los porcentajes de disposición de las medidas de seguridad filtradas en los distintos
Centros Deportivos Municipales (CDM) (Figura 217), puesto que sólo el 30% de los Centros Deportivos
Municipales (CDM) con las mayores puntuaciones medias de los riesgos identificados y con mayor número
de riesgos clasificados con los valores más altos superan la media del porcentaje de disposición de las
medidas de seguridad filtradas de todos los Centros Deportivos Municipales (CDM) analizados, mientras
que con un porcentaje superior (37%) el resto de Centros Deportivos Municipales (CDM) la superan.
Si juntamos este porcentaje al que iguala la media de disposición, se continúa rechazando la hipótesis puesto
que el 50% de los Centros Deportivos Municipales (CDM) con las mayores puntuaciones medias de
los riesgos identificados y con mayor número de riesgos clasificados con los valores más altos superan
o igualan la media del porcentaje de disposición de las medidas de seguridad filtradas de todos los
Centros Deportivos Municipales (CDM) analizados, mientras que con un porcentaje superior (68%)
el resto de Centros Deportivos Municipales (CDM) la superan o igualan.
Finalmente se continúa negando la hipótesis si analizamos los porcentajes de los Centros Deportivos
Municipales (CDM) que quedan por debajo de la media del porcentaje de disposición de las medidas de
seguridad filtradas de todos los Centros Deportivos Municipales (CDM) analizados, el 50% de los Centros
Deportivos Municipales (CDM) con las mayores puntuaciones medias de los riesgos identificados y
con mayor número de riesgos clasificados con los valores más altos no superan ni igualan dicha
media, mientras que con un porcentaje menor (31%) no la igualan ni la superan el resto de Centros
Deportivos Municipales (CDM).
Para resolver la octava hipótesis “Hay más Centros Deportivos Municipales (CDM) del
Ayuntamiento de Madrid que no disponen de las medidas a adoptar para gestionar los riesgos
identificados que Centros Deportivos Municipales (CDM) del Ayuntamiento de Madrid que sí
disponen de las medidas a adoptar para gestionar los riesgos identificados” se precisa analizar el
punto 7 del Plan estadístico de la segunda parte del Estudio de Riesgos.
Para ello, se va a elaborar un diagrama de sectores con los porcentajes de disposición de las medidas
filtradas en todos los Centros Deportivos Municipales (CDM), divididos en cinco porcentajes de
disposición, correspondiéndose con el punto 7 del Plan estadístico de la segunda parte del Estudio de
Riesgos, denominado “Diagrama de sectores con porcentajes de disposición de las medidas filtradas en
todos los Centros Deportivos Municipales (CDM) divididos en cinco porcentajes de disposición” expresado
a continuación:
565
Capítulo 5. Exposición y análisis de los resultados
Figura 218. Diagrama de sectores con los porcentajes de Centros Deportivos Municipales (CDM) en base a los porcentajes de
disposición de las medidas de seguridad filtradas. Fuente: Elaboración propia.
El presente diagrama de sectores representa los porcentajes de disposición de las medidas de seguridad
filtradas en todos los Centros Deportivos Municipales (CDM), se ha dividido en cinco porcentajes de
disposición, de los cuales se representan tres, al quedar dos de ellos por encima y por debajo (ningún
Centro Deportivo Municipal (CDM) dispone de más del 45% de las medidas de seguridad filtradas
ni de menos del 30%). El primer bloque con un porcentaje del 38,46% pertenece al conjunto
comprendido entre el 30% y el 35% de disposición. El segundo bloque con un porcentaje del 42,31%
pertenece al conjunto comprendido entre el 35% y el 40% de disposición. Finalmente el tercer bloque
con un porcentaje del 19,23% pertenece al conjunto comprendido entre el 40% y el 45% de
disposición.
Este análisis conduce a poder constatar la octava hipótesis en virtud del análisis efectuado en el diagrama
de sectores con los porcentajes de Centros Deportivos Municipales (CDM) en base a los porcentajes de
disposición de las medidas de seguridad filtradas (Figura 218), debido a que considerando previamente
que el porcentaje de disposición de las medidas de seguridad filtradas para considerar que un Centro
Deportivo Municipal (CDM) dispone de las medidas a adoptar para gestionar los riesgos
identificados deberá ser superior al 50%, no hay ningún Centro Deportivo Municipal (CDM) que se
sitúe por debajo del 30% de disposición de las medidas de seguridad filtradas, aproximadamente un 40%
de los Centros Deportivos Municipales (CDM) analizados se sitúan por debajo del 35% de disposición de
las medidas de seguridad filtradas, más del 80% de los Centros Deportivos Municipales (CDM) analizados
se sitúan por debajo del 40% de disposición de las medidas de seguridad filtradas, menos de un 20% de los
Centros Deportivos Municipales (CDM) analizados se sitúan entre el 40% y el 45% de disposición de las
medidas de seguridad filtradas y ninguno supera este 45%. Por lo tanto el 100% de los Centros Deportivos
Municipales (CDM) analizados se sitúan por debajo del 50% de las medidas de seguridad filtradas.
566
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Para dar respuesta al séptimo objetivo “Establecer cuál sería el grado de seguridad óptimo en los
Centros Deportivos Municipales (CDM) analizados en el estudio de riesgos”, se ha considerado
que:
El grado de seguridad óptimo, será distinto en cada Centro Deportivo Municipal (CDM), puesto que irá en
función del valor obtenido en cada riesgo y las medidas que dispongan en relación a los mismos. Por lo
tanto, fluctuará en cada uno, en función también del plan de implementación que hace referencia al
presupuesto económico. Al requerir un estudio posterior individualizado de cada uno, se indica que el grado
de seguridad óptimo genérico se obtiene cumpliendo con el listado de medidas de seguridad filtradas que
conforman las propuestas de mejora.
Dichas propuestas de mejora, son las expresadas en el Anexo P, citado en el punto 5 del Plan estadístico
relacionado con la segunda parte del Estudio de Riesgos, en el que se ordenaba de forma descendente los
porcentajes de disposición de todos los Centros Deportivos Municipales (CDM) de las medidas de
seguridad filtradas (más importantes) según las dos premisas anteriormente mencionadas; seleccionar las
medidas que eliminen o minimicen los riesgos que encabecen los siete listados elaborados en la primera
parte del análisis del Estudio de Riesgos y mantener la globalidad de cobertura de riesgos en torno al
catálogo de doce puntos. A su vez, dichas propuestas de mejora se articulan en la fase “Realizar las
propuestas de mejora para eliminar y minimizar los riesgos identificados” derivada del cuarto objetivo, de
la primera línea de investigación que requería investigar cuáles son los requisitos de seguridad de las
instalaciones deportivas y, de la quinta línea de investigación que requería investigar la elaboración de una
herramienta para poder gestionar los riesgos de las instalaciones deportivas, para ello se precisa analizar el
punto 8 del Plan estadístico de la segunda parte del Estudio de Riesgos denominado “Análisis del listado
de medidas de seguridad filtradas (más importantes) sobre porcentajes de disposición.
El análisis efectuado en el punto 5 Listado descendente con porcentajes de disposición de las medidas de
seguridad filtradas en todos los Centros Deportivos Municipales (CDM), dividía las medidas de seguridad
filtradas en tres grandes apartados. Un primer apartado definido como aquellas medidas de seguridad que
disponían todos los Centros Deportivos Municipales (CDM) correspondientes a las quince primeras.
Un segundo apartado definido como aquellas medidas de seguridad que disponían algunos Centros
Deportivos Municipales (CDM) correspondientes a las veintisiete siguientes a su vez divididas en
función de los porcentajes de disposición en cuatro subgrupos. Y un tercer apartado definido como aquellas
medidas de seguridad que no disponían ningún Centro Deportivo Municipal (CDM),
correspondiéndose a las veinticuatro últimas.
Este análisis pretende valorar si las cincuenta y una medidas de seguridad filtradas que o bien sólo disponía
algún Centro Deportivo Municipal (CDM), o bien no disponía ninguno, debiesen disponerlas todos o, si
por el contrario tendrían que disponerlas dependiendo de sus características, ubicación, tamaño, niveles de
riesgos medios, porcentajes de riesgos elevados y muy elevados etc.
567
Capítulo 5. Exposición y análisis de los resultados
Recordando que nunca será cien por cien aplicable a cualquier centro, puesto que cada uno requiere un
análisis individualizado, se ha estimado que de esas cincuenta y una medidas de seguridad filtradas,
cuarenta y tres si debiesen disponerlas todos los Centros Deportivos Municipales (CDM)
indistintamente de lo mencionado anteriormente (las características, tipología, número etc. fluctuará en
cada centro en función de sus necesidades), por ejemplo el cerramiento perimetral será distinto si la
instalación se ubica en un edificio que si se ubica en el exterior y este último necesitará reforzarse en función
del riesgo de intrusión detectado, el número y el tamaño de los puntos de encuentro variarán en función del
tamaño de la instalación y de sus espacios exteriores e interiores, el número de cámaras y sus características
dependerán del tamaño de la instalación, de la configuración de sus espacios y de los niveles globales y
particulares de riesgo, la ubicación de pivotes y bolardos abatibles irán en función de la configuración
exterior de la instalación, del número de entradas de vehículos de emergencia y de las características de las
calles adyacentes así como de las dimensiones y accesos de las entradas y sus materiales, etc.
Por otro lado, las siguientes ocho medidas de seguridad filtradas pueden no precisarse en virtud de lo
mencionado:
El registro de recintos para celebrar actos de pública concurrencia dependerá si se celebran o no, el control
de acceso de vehículos se dispondrá o no en función si se dispone de aparcamiento o no, el control de
identidad de objetos y registros irá en función de los niveles de riesgo generales y de la disponibilidad de
personal de seguridad privada, el personal de vigilancia dependerá de las actividades en que puedan
producirse concentraciones superiores a 100 personas como indica el RD 2816 (1982) en su artículo 53, el
personal de control de acceso dependerá de si se celebran o no actividades recreativas extraordinarias o
espectáculos deportivos públicos extraordinarios como indica el Decreto 163 (2008) en sus artículos 4,5 y
7 y la Ley 4 (2013) en sus artículos 3.15 y 5.3 y, la disponibilidad de una patrulla de policía que realice
rondas en la instalación, mediadores sociales y personal de seguridad privada en virtud nuevamente de los
niveles de riesgo globales identificados.
Finalizado el análisis de la tercera parte del Plan de análisis estadístico, habiéndose analizado la
segunda parte del Estudio de Riesgos analizando las Medidas de Seguridad, se finaliza el capítulo dando
respuesta al octavo objetivo correspondiéndose con el objetivo principal y final de la investigación.
5.3.4. Análisis del objetivo principal y final de la investigación y exposición de los resultados
obtenidos.
Finalmente se dará respuesta al octavo objetivo correspondiéndose con el objetivo principal y final
de la investigación, derivado de la finalidad última de la investigación que requería elaborar un modelo de
Plan de Seguridad como documento que garantice la misma en una instalación deportiva. (En este objetivo
principal y final es importante aclarar que el núcleo central de todo Plan de Seguridad, es el Estudio de
Riesgos. El Estudio de Riesgos coincidió con la quinta línea de investigación propuesta en la que, mediante
el desarrollo de una herramienta, poder realizar un Estudio de Riesgos en los Centros Deportivos
Municipales (CDM) del Ayuntamiento de Madrid como eje central de la investigación).
568
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
En el Capítulo 2 Marco contextual y teórico, dentro del punto 2.5 Documentos y seguridad, dentro del punto
2.5.3 Documentos organizativos de gestión de riesgos de no obligado cumplimiento en el marco del objeto
de estudio, en el punto 2.5.3.2 Plan de Seguridad: identificación, contenido, estructura, referentes y
aplicación, se analizó el Plan de seguridad identificando los contenidos que atribuían diversas fuentes a los
mismos.
Dichos contenidos se expresaron a modo de esquema en distintas tablas. En la Tabla 15 Contenidos del
Plan de Seguridad de la Instalación del Interagency Security Committee (ISC) de EEUU, según la guía del
Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos (ISC, 2015). En la Tabla 16 Contenidos mínimos
del Plan de Seguridad del Operador (PSO) del Reglamento de protección de las infraestructuras críticas,
según recogía la Resolución de 15 de noviembre de 2011, de la Secretaría de Estado de Seguridad, por la
que se establecen los contenidos mínimos de los planes de seguridad del operador y planes de protección
específicos conforme a lo dispuesto en el Decreto 704/2011, de 20 de mayo, por el que se aprobó el
Reglamento de protección de infraestructuras críticas (Ministerio del Interior, 2011). En la Tabla 17
Contenidos del Plan de Seguridad para la protección y seguridad del recinto ferial Casa de Campo y del
Edificio Montera 25-27, gestionado por la empresa municipal Madrid Espacios y Congresos, S.A., según
lo pautado en el anexo III del Pliego de Prescripciones técnicas particulares del Ayuntamiento de Madrid,
en el contrato de servicios para la protección y seguridad de recintos (Madrid Espacios y Congresos, 2012).
En la Tabla 18 Contenidos de los protocolos abreviado, básico y, reforzado; de seguridad, prevención y
control del Reglamento de prevención de la violencia, el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el
deporte, según indicaba en su artículo 5 el Real Decreto 203/2010, de 26 de febrero, por el que se aprobó
el Reglamento de prevención de la violencia, el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el deporte (RD
203, 2010). En la Tabla 19 Esquema de Plan de Seguridad propuesto por Gómez-Calvo en base a ocho
capítulos (Gómez-Calvo, 2014a). Y en la Tabla 20 Propuesta de contenidos mínimos del Plan Integral de
Seguridad del Borrador de Real Decreto por el que se aprueba el Reglamento de Seguridad Privada, como
propuesta de contenidos mínimos que el borrador de Real Decreto por el que se aprueba el reglamento de
seguridad privada aportó, en su capítulo IV del título I del anexo IV, para la elaboración del Plan Integral
de Seguridad (Ministerio del interior, 2018). Así como los contenidos del Reglamento de espectáculos
públicos y actividades recreativas de Cataluña, aprobado por el Decreto 112/2010, de 31 de agosto que
atribuía su artículo 42.2 para la Memoria de seguridad (Decreto 112, 2010) y, del Reglamento de actividades
clasificadas y espectáculos públicos de Canarias, aprobado por el Decreto 86/2013, de 1 de agosto que
atribuían sus artículos 8.2 y 10.2 para la Memoria de seguridad y el Plan de Seguridad respectivamente
(Decreto 86, 2013).
Mediante el análisis de todos estos contenidos como base, se presenta el modelo de Plan de Seguridad
propuesto de forma específica para una Instalación deportiva, habiéndose tenido en consideración
para su elaboración toda la investigación realizada en su vertiente teórica y práctica con el objetivo
de adaptar los contenidos del modelo al contexto y a las necesidades específicas de una instalación
deportiva.
569
Capítulo 5. Exposición y análisis de los resultados
El modelo de Plan de Seguridad se articula en trece capítulos. Los tres primeros capítulos son
introductorios, el primero identifica la política general y de seguridad del operador / instalación, el segundo
identifica el marco introductorio del Plan de Seguridad y el tercero incorpora su marco jurídico. Los tres
capítulos siguientes son analíticos y de vital importancia, el cuarto identifica y analiza en profundidad la
instalación en cuestión, el quinto realiza un análisis básico de seguridad para observar su estado inicial y el
sexto realiza un análisis específico de seguridad mediante un estudio detallado de riesgos. Los tres capítulos
siguientes son de planificación, planificando la seguridad a establecer, el séptimo la organiza, el octavo la
dota y el noveno la implementa. Los dos capítulos siguientes son operativos, el décimo presenta, aplica y
ejecuta el Plan de Seguridad y el undécimo lo evalúa, revisa, adapta/adecua y actualiza. El penúltimo
capítulo es complementario y sitúa en el duodécimo a modo de anexos, la distinta documentación
complementaria manuscrita y gráfica incluida o asociada en el/ al Plan de Seguridad. Finalmente el último
capítulo es integrador y sitúa en el décimo tercero la coordinación con documentos gestores disponibles de
otros ámbitos de seguridad y la inclusión con documentos de aplicación disponibles de ámbito superior
público-privados.
A continuación se presentan los trece capítulos englobados dentro de la siguiente tabla, con sus
contenidos esquemáticos y una breve explicación de cada uno:
El primer capítulo del modelo de Plan de Seguridad en Instalaciones deportivas, denominado “Política
general y de seguridad del operador / instalación”, ha de identificar al operador con las correspondientes
personas físicas o jurídicas que lo administran, indicar su política general plasmada en su plan estratégico
y, ha de elaborar la política de seguridad, adaptándola e integrándola en la política general, asegurándose
de que compartan la misma línea estratégica.
570
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
El segundo capítulo denominado “Marco introductorio del Plan de Seguridad del operador / instalación”,
ha de indicar si el operador / instalación disponía anteriormente de Planes de Seguridad, se ha de justificar
la necesidad de implantación del mismo y se ha de contextualizar indicando su objeto, ámbito de aplicación,
alcance, finalidad, objetivos, estructura y contenidos. Finalmente se ha de indicar como se gestionará el
mismo, qué protección se le dará a toda la documentación que contenga y qué figuras son las responsables
competencialmente de su redacción y de su gestión.
El tercer capítulo denominado “Marco jurídico del Plan de Seguridad”, ha de contener las bases legales en
las que se sustentará la elaboración y aplicación del Plan de Seguridad así como la normativa y legislación
de apoyo para su redacción.
571
Capítulo 5. Exposición y análisis de los resultados
características constructivas y de diseño arquitectónico, las diferentes sectorizaciones con sus accesos
aforamiento, distribución y usos, así como las diferentes circulaciones y recorridos que se pueden realizar
ordenados por tipología de espacios, indicándose los sentidos de circulación, los elementos comunes de
tránsito, las comunicaciones verticales y horizontales, los cortes de continuidad y bloqueo de espacios /
accesos y, los recorridos de evacuación. En el tercer bloque se ha de analizar la oferta de servicios y
actividades identificando la licencia de actividad y conociendo si está incluida en el registro público de
edificios y recintos para celebración de actos de pública concurrencia. Para la relación de servicios y
actividades se han de describir las características de cada actividad, los lugares de celebración, su duración,
calendario y horario, la tipología de usuario con su perfil, edad y número, si puede añadir acompañantes y
los ratios de asistentes de históricos. Finalmente se ha de identificar si se celebran actividades recreativas
extraordinarias / espectáculos deportivos extraordinarios, así como otros eventos registrando la información
de los mismos y su calendario. En el último bloque se han de analizar los distintos recursos humanos de la
instalación mediante el organigrama general, identificándose los diferentes puestos mediante el análisis y
descripción de cada uno indicándose su número, nivel, ubicación, competencias, funciones,
responsabilidades etc.
El quinto capítulo denominado “Análisis básico de seguridad”, ha de analizar a modo de fotografía presente,
el estado inicial de seguridad de la instalación identificando y describiendo las medidas de seguridad
disponibles en el entorno, en el perímetro exterior, en los controles de accesos y los accesos y, en los
espacios interiores de los edificios. Ha de continuar identificando y describiendo el Plan de Seguridad, el
Departamento de seguridad, el Responsable de seguridad, el Centro de Control, el Sistema de seguridad y
los Dispositivos de seguridad como medios de seguridad disponibles. Ha de proseguir identificando y
572
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
describiendo los servicios de seguridad privada y otros servicios disponibles. Ha de terminar identificando
y describiendo los procedimientos y protocolos de seguridad disponibles. Finalmente con esta información
y la del capítulo anterior se ha de describir el objeto de la protección haciendo una primera definición de
los objetivos a proteger.
573
Capítulo 5. Exposición y análisis de los resultados
citado Plan de control y tratamiento de riesgos. Por último con toda esta información, retomando la primera
definición de los objetivos a proteger del capítulo anterior, se han de formular los objetivos operativos de
seguridad definiendo los objetivos a proteger y los niveles óptimos de seguridad que se deben alcanzar con
la implementación del Plan de control y tratamiento de riesgos, estableciéndose niveles de seguridad por
áreas según tipologías de espacios y barreras o círculos concéntricos de seguridad.
574
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
575
Capítulo 5. Exposición y análisis de los resultados
576
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
577
Capítulo 5. Exposición y análisis de los resultados
diversas reuniones a través del Plan de comunicación del Plan de Seguridad; una segunda parte en la que
se ha de comenzar a aplicar y ejecutar mediante distintas formaciones asociadas al Plan de comunicación
en las que además se han de identificar, describir, ubicar, manejar y aprender el funcionamiento de las
medidas de seguridad físicas y electrónicas y organizativas a través del Plan de formación del Plan de
Seguridad y; una tercera parte en la que se ha de continuar aplicando y ejecutando mediante diversas
prácticas asociadas al Plan de formación (simulacros, ensayos de funcionamiento y comprobaciones de
medios) a través del Plan de entrenamiento y seguimiento del Plan de Seguridad. Finalmente, en el segundo
bloque se han de integrar los citados planes de comunicación, formación y entrenamiento / seguimiento en
las fases de implementación del Plan de Seguridad a través del Plan de coordinación del Plan de Seguridad.
578
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
CAPÍTULO 13. Integración y coordinación con documentos gestores de otros ámbitos de seguridad /
Inclusión en documentos de aplicación de ámbito superior.
13.1. Integración y coordinación con documentos gestores de otros ámbitos de seguridad: organigrama y
niveles de gestión.
13.1.1. Integración y coordinación con el Plan de Autoprotección, el Plan de Actuación ante
Emergencias y el Libro del Edificio como ámbito de riesgos de daños colectivos por situaciones de
emergencias.
13.1.2. Integración y coordinación con el Plan de Prevención de Riesgos Laborales como ámbito de
riesgos laborales.
13.1.3. Integración y coordinación con el Plan de Seguridad de Información / Cibernética y el
Documento de Seguridad de Datos de Carácter Personal como ámbito de riesgos de daños para los derechos
de los concurrentes, seguridad de la información y seguridad cibernética.
13.1.4. Integración y coordinación con el Plan de Emergencias Sanitarias como ámbito de riesgos de
daños individuales por accidentes.
13.2. Inclusión en documentos de aplicación de ámbito superior.
13.2.1. Inclusión en Plan Integral de Seguridad.
13.2.2. Inclusión en Plan Director de Seguridad.
13.2.3. Inclusión en otros documentos de aplicación de ámbito superior de carácter público.
El décimo tercer capítulo denominado “Integración y coordinación con documentos gestores de otros
ámbitos de seguridad / Inclusión en documentos de aplicación de ámbito superior”, ha de integrar y
coordinar el Plan de Seguridad con los documentos gestores disponibles de otros ámbitos de seguridad e
incluirlo en los documentos disponibles de aplicación de ámbito superior público-privados. En el primer
bloque para integrar y coordinar el Plan de Seguridad con los documentos gestores disponibles de otros
ámbitos de seguridad, ha de expresarse la coordinación global en un organigrama atendiendo a niveles de
gestión. En concreto los mínimos de integración y coordinación han de ser con: el Plan de Autoprotección,
el Plan de Actuación ante Emergencias y el Libro del Edificio como ámbito de riesgos de daños colectivos
579
Capítulo 5. Exposición y análisis de los resultados
por situaciones de emergencias; con el Plan de Prevención de Riesgos Laborales como ámbito de riesgos
laborales; con el Documento de Seguridad de Datos de Carácter Personal como ámbito de riesgos de daños
para los derechos de los concurrentes, seguridad de la información y seguridad cibernética y; con el Plan
de Emergencias Sanitarias como ámbito de riesgos de daños individuales por accidentes. En el segundo
bloque para incluir el Plan de Seguridad en los documentos disponibles de aplicación de ámbito superior,
una vez integrado y coordinado con los citados documentos gestores disponibles de otros ámbitos de
seguridad, se ha de circunscribir al: Plan Integral de Seguridad, entendido como el Plan central de seguridad
de la instalación que aúna todos los citados documentos de un mismo centro/instalación; al Plan Director
de Seguridad, entendido como el Plan central de seguridad del operador que aúna los distintos Planes
Integrales de Seguridad de cada centro/instalación en caso de disponer de más de una y; a otros documentos
de aplicación de ámbito superior de carácter público en caso de precisarse.
580
CAPÍTULO 6
582
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Por lo tanto, se irán discutiendo los resultados obtenidos en cada una de las tres fases, tratando de explicar
las causas, motivos y circunstancias por las cuales se dan dichos resultados mediante las conclusiones de
otros estudios, investigaciones y publicaciones afines y, las puntualizaciones que precisen. La discusión de
los resultados de la primera y segunda fase, por la tipología y características de los mismos, irá orientada a
discutir cómo se obtuvieron sin realizar una comparativa con otros afines, mientras que la discusión de los
resultados de la tercera fase, nuevamente por la tipología y características de los mismos, sumará a la
discusión de cómo se obtuvieron dicha comparativa.
Para responder a dicho primer objetivo “Conocer qué requiere una instalación deportiva para
considerarse segura” se resolvieron las tres fases articuladas en el mismo.
La primera fase “Conocer y describir todos los ámbitos o áreas de la seguridad a la que se ve afectada
una instalación deportiva”, identificó cinco ámbitos de la seguridad que afectaban a una instalación
deportiva en base a cinco grupos de riesgo junto a sus respectivos documentos organizativos asociados,
pudiéndose observar en la Figura 57 Grupos de Riesgo que afectan a una instalación deportiva y
documentos asociados, describiéndose mediante una definición tanto los cinco grupos como sus respectivos
documentos organizativos asociados.
La discusión de dichos resultados comienza con la necesidad que exponía el IBV (2009) indicando que
para que el responsable de la instalación pudiese poner los medios para preservar la seguridad de los
usuarios, era necesario conocer los requisitos que debía cumplir cualquier instalación destinada al uso
público. A su vez la idea de asociarlos a documentos organizativos radica en que la responsabilidad
que asume el gestor deportivo en torno a los distintos riesgos, puede clarificarse a través de la
documentación que acredite la realización de todas las acciones preventivas y reglas de actuación (IBV,
s.f.b).
583
Capítulo 6. Discusión de los resultados obtenidos
por: la Real Academia de la Lengua Española (RAE, 2014), la Guía ISO/CEI 51: 2014 (ISO & CEI, 2014),
el Borrador de Real Decreto por el que se aprueba el Reglamento de Seguridad Privada (Ministerio del
Interior, 2018), el Decreto 86/2013, de 1 de agosto por el que se aprueba el Reglamento de actividades
clasificadas y espectáculos públicos de Canarias (Decreto 86, 2013), el Real Decreto 393/2007, de 23 de
marzo, por el que se aprueba la Norma Básica de Autoprotección de los centros, establecimientos y
dependencias dedicados a actividades que puedan dar origen a situaciones de emergencia (RD 393, 2007),
la Ley 38/1999, de 5 de noviembre, de Ordenación de la Edificación (Ley 38, 1999), la Ley 2/1999, de 17
de marzo, de Medidas para la Calidad de la Edificación (Ley 2, 1999), el Decreto 349/1999, de 30 de
diciembre, por el que se regula el Libro del Edificio (Decreto 349, 1999), la obra “Emergencias sanitarias
en Centros Educativos y Deportivos Andaluces. Protocolos de actuación” (Fernández & Porcel, 2011), el
Real Decreto 1720/2007, de 21 de diciembre, por el que se aprueba el Reglamento de desarrollo de la Ley
Orgánica 15/1999, de 13 de diciembre, de protección de datos de carácter personal (RD 1720, 2007), la Ley
31/1995, de 8 de noviembre, de prevención de Riesgos Laborales (Ley 31, 1995), la Ley 54/2003, de 12 de
diciembre, de reforma del marco normativo de la prevención de riesgos laborales (Ley 54, 2003) y, el Real
Decreto 39/1997, de 17 de enero, por el que se aprueba el Reglamento de los Servicios de Prevención (RD
39, 1997).
Finalmente tanto los cinco ámbitos como los distintos documentos gestores, precisan una puntualización
importante obtenida del estudio de los mismos. Basándose en las características de los distintos
documentos, sus contenidos, el nivel de importancia y la complejidad de cada uno, el conjunto de riesgos
que cubre y las interacciones que se dan entre todos, precisan para su gestión a nivel integral en una
organización, de una reorganización que los clasifique en niveles de importancia y complejidad, mostrando
sus interrelaciones como base para posteriormente, integrarlos en otros documentos de aplicación de ámbito
superior, como se verá en el punto 6.3.4 Discusión de los resultados obtenidos en el análisis del objetivo
principal y final de la investigación.
En la siguiente figura se representa dicha reorganización de los ámbitos o áreas de seguridad que afectan a
una instalación deportiva en base a los Grupos de Riesgo con sus correspondientes documentos gestores
asociados, divididos en niveles de gestión en base a su importancia y complejidad con las interacciones
principales y secundarias entre todos ellos:
584
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
P.A T C
RIESGO 2
RIESGO 5 RIESGO 1 Riesgos de Daños
Nivel 1 Riesgos Riesgos de Daños por Colectivos por
Laborales Actos Antisociales situaciones de
Sn 3 Sn 1 Emergencia Sn 2
RIESGO 4 RIESGO 3
S.I
Nivel 2 Riesgos de Daños para Riesgos de Daños
los Derechos de los Individuales por
S.C Concurrentes P.A Accidentes M.R
Sn 1 Sn 2
Leyenda:
Plan de Seguridad de Plan de Emergencias
Sn: Sub nivel. T: Terrorismo. C: Confinamiento. Sanitarias
S.I: Seguridad de información. S.C: Ciber seguridad. Información / Cibernética
Documento de Seguridad de
P.A: Protocolos asociados. M.R: Manual de referencia
Datos de Carácter Personal
: Interacción principal. : Interacción secundaria.
Figura 219. Ámbitos de la seguridad que afectan a una instalación deportiva en base a grupos de riesgo y documentos gestores
asociados, expresados en niveles de ordenación. Fuente: Elaboración propia.
A continuación se discute la representación de dicha figura que contiene en tres niveles de ordenación, los
cinco ámbitos o áreas de seguridad que afectan a una instalación deportiva junto con sus documentos
gestores asociados y las distintas interacciones principales y secundarias que se producen entre ellos.
El primer nivel de ordenación, muestra la ubicación del documento de aplicación de ámbito superior en
donde se deben integrar todos los documentos gestores, por lo tanto observando las líneas continuas negras
se observa la interacción principal que tiene con los cinco ámbitos y sus documentos asociados, dicho
documento de aplicación de ámbito superior se expresará en el punto 6.3.4 Discusión de los resultados
obtenidos en el análisis del objetivo principal y final de la investigación, debido a que en el punto homólogo
del capítulo anterior fue donde se analizó la obligación de inclusión en documentos de aplicación de ámbito
superior.
El segundo nivel de ordenación, expresado en la figura como Nivel 1, incluye tres ámbitos de seguridad
como son el “Grupo de Riesgo 1. Riesgos de Daños por Actos Antisociales” con su documento asociado
“Plan de Seguridad”, el “Grupo de Riesgo 2. Riesgos de Daños Colectivos por situaciones de Emergencia”
con sus documentos asociados “Plan de Autoprotección, Plan de Actuación ante Emergencias y Libro del
Edificio” y, el “Grupo de Riesgo 5. Riesgos Laborales” con su documento asociado “Plan de Prevención
de Riesgos Laborales” en un mismo nivel de importancia respecto a la gestión integral de la seguridad de
la instalación debido fundamentalmente al abanico de riesgos que cubren y a la complejidad de elaboración
585
Capítulo 6. Discusión de los resultados obtenidos
de los documentos en base a sus contenidos, si bien es preciso indicar que dependiendo de las características
de la organización, dentro de dicho Nivel 1, con carácter general el Plan de Seguridad podría ubicarse en
un subnivel 1 con mayor importancia que el Plan de Autoprotección, el Plan de Actuación ante Emergencias
y el Libro del Edificio que podrían ubicarse en un subnivel 2 con mayor importancia respectivamente que
el Plan de Prevención de Riesgos Laborales que podría ubicarse en un subnivel 3 (en función de la casuística
de la organización en determinados casos esta sub clasificación pudiese cambiar).
Analizándolos uno a uno, el Grupo de Riesgo 1. Riesgos de Daños por Actos Antisociales, con su
documento asociado “Plan de Seguridad”, tiene dos interacciones principales:
Tiene una interacción principal ascendente con el documento de aplicación de ámbito superior (línea
continua negra al ámbito superior) como ya se indicó anteriormente al tener que integrarse en el mismo.
Y, tiene una interacción principal descendente con el Grupo de Riesgo 4. Riesgos de Daños para los
Derechos de los Concurrentes, y sus documentos asociados “Plan de Seguridad de Información /
Cibernética y Documento de Seguridad de Datos de Carácter Personal” (línea continua azul al Grupo de
Riesgo 4) debido a que comparte múltiples riesgos y medidas de seguridad con dicho Grupo de Riesgo 4
como se indicó en la Tabla 36 Normativa del Grupo de riesgo 4. Riesgos de Daños para los Derechos de
los Concurrentes, asociada al Grupo de riesgo 1. Riesgos de Daños por Actos Antisociales, en lo referente
a los distintos derechos derivados de actos antisociales como puede ser lo tratado en relación al Registro
Central de Delincuentes Sexuales, a la Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios, de
voluntariado, de protección de la infancia y a la adolescencia o jurídica del menor, a los fines de vigilancia
a través de videocámaras, a la ley de Contrato del Seguro, de ordenación del ejercicio de las profesiones
del deporte, de Acceso al Entorno de Personas con Discapacidad o, los propios Decretos de Atención al
Ciudadano y la propia Ley de Protección de Datos de Carácter Personal, derivando en múltiple información
contenida en la normativa interna, asociada a los distintos concurrentes, necesaria para el control de accesos
o, toda la tratada en las distintas comunicaciones y transacciones de la instalación en los distintos soportes
y medios que, al igual que el propio Plan de Seguridad como información alfa numérica y gráfica, han de
protegerse dentro del Plan de Seguridad de información / Cibernética (este documento gestor se ha incluido
en esta discusión como documento imprescindible a acompañar al Documento de Seguridad de Datos de
Carácter Personal para la gestión integral del Grupo de riesgo 4. Riesgos de Daños para los Derechos de
los Concurrentes, razonándose a continuación en el análisis de dicho Grupo de Riesgo).
Continuando con el Grupo de Riesgo 1. Riesgos de Daños por Actos Antisociales, y su documento asociado
“Plan de Seguridad”, tiene tres interacciones secundarias (líneas discontinuas azules) con los otros tres
Grupos de Riesgo:
La interacción secundaria con el Grupo de Riesgo 2. Riesgos de Daños Colectivos por situaciones de
Emergencia, y sus documentos asociados “Plan de Autoprotección, Plan de Actuación ante Emergencias y
Libro del Edificio” (línea discontinua azul al Grupo de Riesgo 2), es debido a que vuelve a compartir
múltiples riesgos y medidas de seguridad con dicho Grupo de Riesgo 2 como se indicó en la Tabla 34
Normativa del Grupo de riesgo 2. Riesgos de Daños Colectivos por situaciones de Emergencia y
586
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Evacuación, asociada al Grupo de riesgo 1. Riesgos de Daños por Actos Antisociales, en lo referente a los
distintos cálculos de ocupación para la determinación de los distintos aforos precisando entre otros al
Código Técnico de la Edificación y sus diferentes Documentos Básicos, a las diferentes Normativas sobre
Instalaciones Deportivas y de Esparcimiento (NIDE) del Consejo Superior de Deportes o, las normas UNE
de Instalaciones para espectadores, en lo referente a los potenciales sabotajes en la planificación y en la
gestión operativa de las emergencias derivadas de la Norma Básica de Autoprotección, así como sabotajes
de locales de riesgo especial precisando entre otros del Reglamento electrotécnico para baja tensión y de
sus Instrucciones Técnicas Complementarias, de la Orden de mantenimiento y de inspección periódica de
las instalaciones eléctricas o del Reglamento de aparatos de elevación y manutención así como otros
sabotajes de productos y sustancias peligrosas como abordaban entre otros los Reglamentos sobre
clasificación, envasado, etiquetado y almacenamiento de sustancias peligrosas y preparados peligrosos o,
los referentes a los contenidos específicos de procedimientos de actuación en caso de artefactos explosivos
que registra el propio Plan de Autoprotección.
La interacción secundaria con el Grupo de Riesgo 3. Riesgos de Daños Individuales por Accidentes, y su
documento asociado “Plan de Emergencias Sanitarias” (línea discontinua azul al Grupo de Riesgo 3), es
debido a que vuelve a compartir riesgos y medidas de seguridad específicos con dicho Grupo de Riesgo 3
como se indicó en la Tabla 35 Normativa del Grupo de riesgo 3. Riesgos de Daños Individuales por
Accidentes, asociada al Grupo de riesgo 1. Riesgos de Daños por Actos Antisociales, en lo referente a cómo
han de abordarse las distintas situaciones producidas por actos antisociales (agresiones, vandalismo, robos,
intrusiones, sabotajes, raptos, consumo de sustancias prohibidas etc.) que derivando en daños individuales
precisen del Plan de Emergencias Sanitarias, así como los posibles sabotajes derivados del mismo debiendo
tener presente entre otras; la Orden reguladora del contenido admisible de los botiquines en el deporte y la
Orden que establece cómo han de suministrarse, el Real Decreto por el que se establecen las condiciones y
requisitos mínimos de seguridad y calidad en la utilización de desfibriladores y, de manera específica; la
Ley de protección de la salud del deportista y lucha contra el dopaje en la actividad deportiva o las Leyes
frente al tabaquismo, alcohol y otras drogas junto con los Programas de prevención de adicciones.
Y, la interacción secundaria con el Grupo de Riesgo 5. Riesgos Laborales, y su documento asociado “Plan
de Prevención de Riesgos Laborales” (línea discontinua azul al Grupo de Riesgo 5), es debido a que
continúa compartiendo riesgos y medidas de seguridad específicos con dicho Grupo de Riesgo 5 como se
indicó en la Tabla 37 Normativa del Grupo de riesgo 5. Riesgos Laborales, asociada al Grupo de riesgo 1.
Riesgos de Daños por Actos Antisociales, en lo referente a los distintos actos antisociales relacionados con
trabajadores como puede ser lo tratado en relación a las distintas agresiones; físicas, de acoso laboral y
violencia en el trabajo, de acoso sexual y acoso por razón de sexo etc. teniendo en cuenta los distintos
Protocolos de actuación, la Ley del Estatuto de los Trabajadores, la Ley del Estatuto Básico del Empleado
Público, la Ley para la igualdad efectiva de mujeres y hombres, la Ley sobre Infracciones y Sanciones en
el Orden Social así como la propia Ley de Riesgos Laborales junto con las múltiples Notas Técnicas de
Prevención (NTP) del Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo (INSHT) sobre todo en la
vertiente de los riesgos psicosociales.
587
Capítulo 6. Discusión de los resultados obtenidos
Finalizando con el Grupo de Riesgo 1. Riesgos de Daños por Actos Antisociales, y su documento asociado
“Plan de Seguridad”, tiene un anexo T (elipse azul conteniendo la letra “T”), dicha llamada hace referencia
a la necesidad de que el Plan de Seguridad deba analizar en profundidad en el Estudio de Riesgos los riesgos
derivados de actos terroristas debido al escenario actual internacional en el que se sitúa España de nivel
cuatro de alerta terrorista. Entre dichos riesgos habrían de analizarse de forma pormenorizada con
protocolos específicos de actuación, siendo muy conveniente un análisis cruzado con FCSE: los escenarios
de aviso de amenaza de bomba, artefactos explosivos y paquetes sospechosos; las potenciales ubicaciones
de los mismos en espacios singulares de alto riesgo como son los locales de riesgo especial, las salas de
máquinas, los depósitos de combustibles etc.; los atentados suicidas con bombas; los ataques con agentes
químicos, biológicos, radiológicos o atómicos especialmente los sabotajes mediante químicos licuados y
gaseosos en los diferentes suministros, en depósitos de combustibles, en los vasos de compensación de las
piscinas y, en conductos de ventilación y ACS; las amenazas de tiradores activos, lobos solitarios y grupos
armados con potenciales confinamientos con rehenes; los atropellamientos con vehículos pesados en
perímetros exteriores e interiores y; el uso de drones para atentar (la “Commercial Facilities Sector Sports
Leagues Security Resources Guide” del U.S. Department of Homeland Security (s.f.) es una guía útil de
referencia sobre dichos escenarios).
Por último el desarrollo del Plan de Seguridad deberá ajustarse al modelo propuesto en el capítulo anterior
dentro del punto 5.3.4 Análisis del objetivo principal y final de la investigación y exposición de los
resultados obtenidos, su discusión se expresará en el punto 6.3.4 Discusión de los resultados obtenidos en
el análisis del objetivo principal y final de la investigación, debido a que dicho modelo se sitúa, como se
acaba de indicar, en el punto homólogo del capítulo anterior.
Continuando con el análisis del segundo nivel de ordenación, expresado en la figura como Nivel 1, el Grupo
de Riesgo 2. Riesgos de Daños Colectivos por situaciones de Emergencia, con sus documentos asociados
“Plan de Autoprotección, Plan de Actuación ante Emergencias y Libro del Edificio” tiene tres interacciones
principales:
Tiene una interacción principal ascendente con el documento de aplicación de ámbito superior (línea
continua negra al ámbito superior) como ya se indicó anteriormente al tener que integrarse en el mismo.
Tiene una interacción principal descendente con el Grupo de Riesgo 4. Riesgos de Daños para los Derechos
de los Concurrentes, y sus documentos asociados “Plan de Seguridad de Información / Cibernética y
Documento de Seguridad de Datos de Carácter Personal” (línea continua verde al Grupo de Riesgo 4)
debido a que dichos documentos y toda la información alfa numérica y gráfica contenida, especialmente la
planimetría y las copias e información para FCSE, han de protegerse dentro del Plan de Seguridad de
información / Cibernética.
Y, tiene una interacción principal descendente con el Grupo de Riesgo 3. Riesgos de Daños Individuales
por Accidentes, y su documento asociado “Plan de Emergencias Sanitarias” (línea continua verde al Grupo
de Riesgo 3) debido a que las diferentes emergencias colectivas en muchos casos derivan en daños
individuales que precisan del Plan de Emergencias Sanitarias.
588
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Continuando con el Grupo de Riesgo 2. Riesgos de Daños Colectivos por situaciones de Emergencia, y sus
documentos asociados “Plan de Autoprotección, Plan de Actuación ante Emergencias y Libro del Edificio”
tiene una interacción secundaria con el Grupo de Riesgo 1. Riesgos de Daños por Actos Antisociales, y su
documento asociado “Plan de Seguridad” (línea discontinúa verde al Grupo de Riesgo 1), analizada
anteriormente.
Finalizando con el Grupo de Riesgo 2. Riesgos de Daños Colectivos por situaciones de Emergencia, y sus
documentos asociados “Plan de Autoprotección, Plan de Actuación ante Emergencias y Libro del Edificio”,
tiene un anexo C (elipse verde conteniendo la letra “C”), dicha llamada hace referencia a la necesidad de
que el Plan de Autoprotección contenga la opción de confinamiento ante diversos escenarios de igual
manera que contempla la opción de evacuación. Esta dualidad evacuación-confinamiento no se contempla
en los análisis de los Planes de Autoprotección realizados a lo largo de la investigación, desviándose
siempre hacia la evacuación sin contemplar la opción del confinamiento, la cual cobra especial importancia
y tiene un peso específico al relacionar los riesgos derivados de actos terroristas mencionados
anteriormente, siendo fundamental apoyarse en herramientas disponibles como aplicaciones de geo
localización (AlertCorps), bloqueos de puerta manuales y electrónicos e inclusive pequeños bunkers si se
justificase su necesidad. Por esta razón, se ha modificado el nombre del Grupo de Riesgo 2, eliminando la
palabra evacuación, debido a que las situaciones de emergencia deben contemplar para su gestión esta doble
posibilidad evacuación-confinamiento.
Por último el desarrollo del Plan de Autoprotección deberá ajustarse al modelo propuesto en la Tabla 14
Contenido mínimo del Plan de Autoprotección de la Norma Básica de Autoprotección, expuesto en el
capítulo dos dentro del punto 2.5.2.1 Plan de Autoprotección, Plan de Emergencias y Libro del Edificio:
identificación, contenido, estructura, referentes y aplicación, como indica la Norma Básica de
Autoprotección de los centros, establecimientos y dependencias dedicados a actividades que puedan dar
origen a situaciones de emergencia, aprobado por el Real Decreto 393/2007, de 23 de marzo, siendo muy
importante la actualización de dicho documento en caso de regirse por la derogada Orden de 29 de
Noviembre de 1984, por la que se aprueba el Manual de Autoprotección para el desarrollo del Plan de
Emergencia contra incendios y de evacuación de locales y edificios. Además es vital que dentro de la fase
de planificación: sea elaborado por un técnico competente; que esté expuesto en lugar visible aprobado e
implantado para evitar infracciones administrativas de hasta 30.000 euros y clausuras de hasta seis meses
(Decreto 1, 2006); que se disponga de una copia de los planos y una memoria explicativa de los medios de
prevención y extinción de incendios con que cuente para el servicio de extinción de incendios (RD 2816,
1982) y de llaves maestras y planos de todas las instalaciones para los servicios policiales en el caso de
celebración de competición deportiva oficial de ámbito estatal (RD 203, 2010); que las condiciones para la
evacuación se adecuen siguiendo el DB-SI3 del CTE al aforo, a la capacidad de evacuación, a los recorridos
de evacuación, al número de salidas, al dimensionado de puertas, a la tipología de escaleras y a la
señalización; que los dispositivos de evacuación sigan el DB-SI4 del CTE evitando su carencia, mal
funcionamiento o falta de revisión para evitar infracciones administrativas de hasta 30.000 euros y clausuras
de hasta seis meses, así como la desconexión de los sistemas de extinción de incendios para para evitar
589
Capítulo 6. Discusión de los resultados obtenidos
infracciones administrativas de hasta 300.000 euros y clausuras de hasta dos años (Decreto 1, 2006); que
finalizada la emergencia se realice un registro posterior con los datos de la misma y se disponga de un
protocolo de actuación que comprenda las medidas orientadas al restablecimiento de la normalidad en caso
de suspensión temporal o definitiva de actividades o competiciones deportivas y desalojo total o parcial del
aforo por razones de seguridad (Ley 19, 2007) y; que siguiendo al Decreto 74/2017, de 29 de agosto, del
Consejo de Gobierno, por el que se crea y regula el funcionamiento del Registro de Datos de Planes de
Autoprotección de la Comunidad de Madrid, se registre en el mismo dentro del plazo de tres meses del
inicio de la actividad con los contenidos indicados en su artículo 7, siempre y cuando sean planes de
autoprotección de centros, establecimientos, espacios, instalaciones y dependencias dedicados a actividades
que puedan dar origen a situaciones de emergencia ubicados en la Comunidad de Madrid que, de
conformidad con la normativa vigente, deban disponer del Plan, debido a que siguiendo el artículo 5 de la
Norma Básica de Autoprotección se establecía la necesidad de crear un Registro de Planes de
Autoprotección, en el que deberán ser inscritos los datos de los planes de autoprotección relevantes para la
protección civil y, como mínimo, los datos referidos en el Anexo IV de la Norma Básica de Autoprotección
(Decreto 74, 2017). Y, vital para la fase operativa, que: se repartan funciones para la gestión de las
emergencias por zonas o áreas y no por trabajadores de tal manera que todos conozcan cómo se ha de actuar
en todas las áreas y, no únicamente en su área de destino, debido a la rotación de espacios que lleva
intrínseca la casuística deportiva, actualizándose en caso de rotación o renovación de personal con entrega
y recogida de recibí firmado; que dicho personal sea formado en el manejo de los distintos dispositivos de
forma práctica y se identifique con chalecos destinados al equipo de emergencia para su localización visual
por parte de los FCSE; que se adapten las evacuaciones en virtud de los recorridos de evacuación y las
salidas disponibles a personas con movilidad reducida apoyándose en herramientas disponibles al margen
de cumplir con los dispuesto en el DB-SI5 del CTE; que se emplee la megafonía con códigos de
emergencias y planes de información al usuario antes, durante y después de la emergencia asistiéndose de
puntos de encuentro situados estratégicamente dentro y fuera del perímetro exterior de la instalación y; que
se realicen simulacros anuales en todos los turnos para todo el personal con informes específicos con
tiempos y elementos de mejora para su entrenamiento y supervisión (el Ayuntamiento de Madrid dispone
de una Unidad de Planes que supervisa los mismos elaborando informes acerca de la idoneidad de su
contenido, los cataloga y supervisa y, participa en simulacros, realizando los informes correspondientes
junto con los servicios de extinción que intervengan siguiendo el esquema que muestra la siguiente figura):
590
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Figura 220. Procedimiento de simulacro de la Unidad de Planes del Ayuntamiento de Madrid. Fuente: Ayuntamiento de Madrid (s.f.b).
El otro documento gestor, Libro del Edificio se ajusta al Decreto 3449/1999, de 30 de diciembre, por el que
se regula el Libro del Edificio ordenando en su artículo 3 su contenido reflejando en su parte III la inclusión
de normas e instrucciones de actuación en caso de siniestro o en situaciones de emergencia del conjunto
del edificio y de cada unidad de ocupación (Decreto 349, 1999).
Terminando con el análisis del segundo nivel de ordenación, expresado en la figura como Nivel 1, el Grupo
de Riesgo 5. Riesgos Laborales, con su documento asociado “Plan de Prevención de Riesgos Laborales”
tiene dos interacciones principales:
Tiene una interacción principal ascendente con el documento de aplicación de ámbito superior (línea
continua negra al ámbito superior) como ya se indicó anteriormente al tener que integrarse en el mismo.
Y, tiene una interacción principal descendente con el Grupo de Riesgo 4. Riesgos de Daños para los
Derechos de los Concurrentes, y sus documentos asociados “Plan de Seguridad de Información /
Cibernética y Documento de Seguridad de Datos de Carácter Personal” (línea continua roja al Grupo de
Riesgo 4) debido a que dicho documento y toda la información alfa numérica y gráfica contenida,
especialmente la información sensible del personal, han de protegerse dentro del Plan de Seguridad de
información / Cibernética.
Continuando con el Grupo de riesgo 5. Riesgos Laborales, y su documento asociado “Plan de Prevención
de Riesgos Laborales” tiene dos interacciones secundarias:
591
Capítulo 6. Discusión de los resultados obtenidos
La interacción secundaria con el Grupo de Riesgo 1. Riesgos de Daños por Actos Antisociales, y su
documento asociado “Plan de Seguridad” (línea discontinúa roja al Grupo de Riesgo 1), fue analizada
anteriormente.
Y, la interacción secundaria con el Grupo de Riesgo 3. Riesgos de Daños Individuales por Accidentes, y su
documento asociado “Plan de Emergencias Sanitarias” (línea discontinúa roja al Grupo de Riesgo 3), es
debido a que diversas situaciones asociadas a riesgos laborales pueden derivar en daños individuales que
precisen del Plan de Emergencias Sanitarias para su gestión, especialmente las que se gestionen mediante
la mutua que se disponga.
Finalizando con el Grupo de riesgo 5. Riesgos Laborales, y su documento asociado “Plan de Prevención de
Riesgos Laborales” tiene un anexo P.A (elipse roja conteniendo las iniciales “P.A”), dicha llamada hace
referencia a la necesidad de que el Plan de Prevención de Riesgos Laborales contenga tres protocolos
específicos asociados que se expresarán a continuación, como son Protocolos de agresiones físicas, de acoso
laboral y, de acoso sexual y acoso por razón de sexo. El desarrollo del Plan de Prevención de Riesgos
Laborales expuesto en el capítulo dos dentro del punto 2.5.2.3 Plan de Prevención de Riesgos Laborales:
identificación, contenido, estructura, referentes y aplicación, deberá ajustarse a los contenidos expuestos en
el artículo 2 del Real Decreto 39/1997, de 17 de enero, por el que se aprueba el Reglamento de los Servicios
de Prevención (RD 39, 1997), incluyendo como afirma el artículo 2.2 de la Ley 54/2003, de 12 de
diciembre, de reforma del marco normativo de la prevención de riesgos laborales; la estructura organizativa,
las responsabilidades, las funciones, las prácticas, los procedimientos, los procesos y los recursos necesarios
para realizar la acción de prevención de riesgos en la empresa, integrando así la prevención de riesgos
laborales en el sistema general de gestión de la empresa través de su implantación y aplicación (Ley 54,
2003). Siendo vital que se implante mediante un modelo de implantación, siguiendo al IBV (s.f.a) destacan:
el OHSAS 18000 que lo combina con calidad y medio ambiente siendo el más utilizado junto con la UNE-
EN ISO 9000 y la UNE-EN ISO 14000; las directrices Europeas para la Gestión de la Seguridad y la Salud
en el trabajo del Comité Consultivo de Seguridad, Higiene y Protección de la salud en el Trabajo y; las
directrices sobre Sistemas de Gestión de la Seguridad y la Salud en el Trabajo de la O. I. T. Siendo vital
conocer que según recoge la Ley 17 (1997) en su artículo 6.2 y la Ley 4 (2013) en sus artículos 3.8, 3.9,
4.2, 4.3, 5.2 y 5.3, la instalación deberá reunir los requisitos y condiciones técnicas que garanticen la
seguridad del público, trabajadores, ejecutantes y bienes, su incumplimiento o mal estado cuando no
disminuya gravemente el grado de seguridad exigido será castigado como infracción grave en materia de
actividades recreativas con multa comprendida entre 4.501 y 60.000 euros, clausura de la instalación por
un periodo máximo de seis meses, suspensión o prohibición de la actividad por un periodo máximo de seis
meses y/o inhabilitación para la organización de actividades recreativas por un periodo máximo de un año
y como infracción muy grave en materia de actividades recreativas cuando sí disminuya gravemente el
grado de seguridad exigido, con multa comprendida entre 60.001 y 600.000 euros, clausura de la instalación
desde seis meses y un día hasta dos años, suspensión o prohibición de la actividad desde seis meses y un
día hasta dos años y/o inhabilitación para la organización de actividades recreativas desde uno a tres años.
Así como lo expresado en el RD 1 (2007) en sus artículos 11, 49.1g y 51 indicando que los diferentes bienes
o servicios de la instalación deberán ser seguros, para lo cual no deberán presentar riesgo alguno en
592
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
condiciones normales de uso o únicamente los riesgos mínimos compatibles con el uso del bien o servicio
y ser considerados admisibles dentro de un nivel elevado de protección de la seguridad de las personas,
sabiendo que el incumplimiento de las disposiciones sobre seguridad en cuanto afecten o puedan suponer
un riesgo para los usuarios se considerará infracción en materia de defensa de los mismos, pudiendo ser
sancionadas con multas de hasta 3.005,06 euros para las infracciones leves, entre 3.005,07 euros y
15.025,30 euros, pudiendo rebasar dicha cantidad hasta alcanzar el quíntuplo del valor de los bienes o
servicios objeto de la infracción para las graves y, entre 15.025,31 euros y 601.012,10 euros, pudiendo
rebasar igualmente dicha cantidad hasta alcanzar el quíntuplo del valor de los bienes o servicios objeto de
infracción para las muy graves. Además es vital que se incorporen análisis detallados de los riesgos a los
que los distintos trabajadores en función de su puesto, estén expuestos, pudiendo cada trabajador solicitar
el suyo particular al servicio de prevención (delegado de prevención) o a la dirección, debiéndose entregar
fichas informativas específicas de los trabajos asociados a cada perfil y tipología de trabajador, así como
tres tipos de protocolos concretos indicados como anexos. Un protocolo para las agresiones físicas como el
“Protocolo de actuación, en materia de prevención de riesgos laborales, en caso de agresiones de terceros,
en las instalaciones deportivas municipales del Ayuntamiento de Madrid” (Ayuntamiento de Madrid, 2011),
debido a que el RD 2 (2015) en su artículo 4d indica que es un derecho de los trabajadores la protección de
su integridad física y, la propia Ley 31 (1995) en su artículo 21.2 otorga el derecho al trabajador a
interrumpir su actividad y abandonar el lugar de trabajo, en caso necesario, cuando considere que dicha
actividad entraña un riesgo grave e inminente para su vida o su salud. Un protocolo para el acoso como el
“Protocolo de actuación frente al acoso en el entorno laboral del Ayuntamiento de Madrid y sus Organismos
Autónomos” (Junta de Gobierno de la Ciudad de Madrid, 2011) debido a que nuevamente el RD 2 (2015)
en su artículo 4e indica que los trabajadores tienen derecho al respeto de su intimidad y a la consideración
debida a su dignidad, comprendida la protección frente al acoso por razón de origen racial o étnico, religión
o convicciones, discapacidad, edad u orientación sexual, junto a Notas
Técnicas de Prevención (NTP) del Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo (INSHT)
asociadas, promoviendo y ejecutando programas específicos de prevención y estrategias específicas de
sensibilización debido a que como manifiesta el Criterio técnico 69/2009 sobre las actuaciones de la
inspección de trabajo y seguridad social en materia de acoso y violencia en el trabajo, la falta de prevención
ante Riesgos Psicosociales (información, formación, evaluación, revisión, etc.) puede suponer una
infracción en materia de prevención de riesgos laborales grave sancionable con multa de 2.046 a 40.985
euros y la falta de intervención ante la identificación de Riesgos Psicosociales (conducta activa que lo
propicie o pasividad ante ello) puede suponer una infracción en materia de prevención de riesgos laborales
leve sancionable con multa de 40 a 2.045 euros, grave sancionable con multa de 2.046 a 40.985 euros, o
muy grave sancionable con multa de 40.986 a 819.780 euros (Ministerio de Trabajo e Inmigración, 2009)
y, la Ley 5 (2010) que en el ámbito de cualquier relación laboral y prevaliéndose de su relación de
superioridad, quien realice contra otro de forma reiterada actos hostiles o humillantes que, sin llegar a
constituir trato degradante, supongan grave acoso contra la víctima, será castigado con la pena de prisión
de seis meses a dos años. Y, un protocolo contra el acoso sexual y acoso por razón de sexo como el
“Protocolo de actuación frente al acoso sexual y al acoso por razón de sexo en el ámbito de la
Administración General del Estado” (Resolución 28, 2011) debido a que una vez más el RD 2 (2015) en su
593
Capítulo 6. Discusión de los resultados obtenidos
artículo 4e indica que los trabajadores tienen derecho al respeto de su intimidad y a la consideración debida
a su dignidad, comprendida la protección frente al acoso sexual y al acoso por razón de sexo. (De apoyo a
los citados protocolos véanse los bloques de medidas 79 a 87 contenidos en el Anexo G Medidas de
seguridad identificadas incluidas en el Estudio de Riesgos).
El tercer nivel de ordenación, expresado en la figura como Nivel 2, incluye dos ámbitos de seguridad como
son el Grupo de Riesgo 3. Riesgos de Daños individuales por Accidentes y su documento asociado “Plan
de Emergencias Sanitarias” y el Grupo de Riesgo 4. Riesgos de Daños para los Derechos de los
Concurrentes y sus documentos asociados “Plan de Seguridad de Información / Cibernética y Documento
de Seguridad de Datos de Carácter Personal”, en un mismo nivel de importancia respecto a la gestión
integral de la seguridad de la instalación debido, como se indicó en el segundo nivel de ordenación,
fundamentalmente al abanico de riesgos que cubren y a la complejidad de elaboración de los documentos
en base a sus contenidos, si bien nuevamente es preciso indicar que dependiendo de las características de
la organización, dentro de dicho Nivel 2, con carácter general el Plan de Seguridad de Información /
Cibernética y el Documento de Seguridad de Datos de Carácter Personal podrían ubicarse en un subnivel 1
con mayor importancia que el Plan de Emergencias Sanitarias que podrían ubicarse en un subnivel 2 (de
nuevo en función de la casuística de la organización en determinados casos esta sub clasificación pudiese
cambiar).
Analizándolos uno a uno, el Grupo de Riesgo 4. Riesgos de Daños para los Derechos de los Concurrentes,
y sus documentos asociados “Plan de Seguridad de Información / Cibernética y Documento de Seguridad
de Datos de Carácter Personal”, tienen cuatro interacciones principales:
Tiene una interacción principal ascendente con el documento de aplicación de ámbito superior (línea
continua negra al ámbito superior) como ya se indicó anteriormente al tener que integrarse en el mismo.
Tiene una interacción principal ascendente con el Grupo de Riesgo 1. Riesgos de Daños por Actos
Antisociales, y su documento asociado “Plan de Seguridad” (línea continua azul al Grupo de Riesgo 1),
tiene una interacción principal ascendente con el Grupo de Riesgo 2. Riesgos de Daños Colectivos por
situaciones de Emergencia, y sus documentos asociados “Plan de Autoprotección, Plan de Actuación ante
Emergencias y Libro del Edificio” (línea continua verde al Grupo de Riesgo 2) y tiene una interacción
principal ascendente con el Grupo de Riesgo 5. Riesgos Laborales, y su documento asociado “Plan de
Prevención de Riesgos Laborales” (línea continua roja al Grupo de Riesgo 5) como ya se indicó
anteriormente debido a que los diversos documentos así como toda la información y usos de dicha
información deben protegerse dentro del Plan de Seguridad de Información / Cibernética.
Continuando con el Grupo de Riesgo 4. Riesgos de Daños para los Derechos de los Concurrentes, y sus
documentos asociados “Plan de Seguridad de Información / Cibernética y Documento de Seguridad de
Datos de Carácter Personal”, tiene una interacción secundaria con el Grupo de Riesgo 3. Riesgos de Daños
individuales por Accidentes, y su documento asociado “Plan de Emergencias Sanitarias” (línea discontinúa
naranja al Grupo de Riesgo 3), debido a que toda la información contenida, empleada y registrada en dicho
documento, especialmente los datos de toda aquella persona que haya tenido que seguir el Protocolo de
594
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Actuación ante Urgencias Sanitarias deben protegerse nuevamente dentro del Plan de Seguridad de
Información / Cibernética.
Finalizando con el Grupo de Riesgo 4. Riesgos de Daños para los Derechos de los Concurrentes, y sus
documentos asociados “Plan de Seguridad de Información / Cibernética y Documento de Seguridad de
Datos de Carácter Personal”, tiene un anexo S.I (elipse naranja conteniendo las iniciales “S.I”) y un anexo
S.C (elipse naranja conteniendo las iniciales “S.C”) dicha llamada hace referencia a la necesidad de incluir
en dicho grupo un Plan de Seguridad de la Información y un Plan de Seguridad Cibernética integrándose
junto con el Documento de Seguridad de Datos de Carácter Personal en un único Plan (el propio Plan de
Seguridad de la Información, puede ser ese único Plan, conteniendo al Documento de Seguridad de Datos
de Carácter Personal y al Plan de Seguridad Cibernética).
Por último su desarrollo (Documento de Seguridad de Datos de Carácter Personal) expuesto en el capítulo
dos dentro del punto 2.5.2.2 Documento de Seguridad de Datos de Carácter Personal: identificación,
contenido, estructura, referentes y aplicación, deberá ajustarse a los contenidos expuestos en el artículo 88
del Real Decreto 1720/2007, de 21 de diciembre, por el que se aprueba el Reglamento de desarrollo de la
Ley Orgánica 15/1999, de 13 de diciembre, de protección de datos de carácter personal, indicando que
recogerá las medidas de índole técnica y organizativa acordes a la normativa de seguridad vigente, que será
de obligado cumplimiento para el personal con acceso a los sistemas de información y que tendrá carácter
de documento interno de la organización (RD 1720, 2007). Siendo de vital importancia conocer las
sanciones que enumera el Código Penal como las penas que indica el artículo único ciento seis de la Ley 1
(2015) de prisión de uno a cuatro años y multa de doce a veinticuatro meses, al que sin estar autorizado,
acceda, se apodere, utilice o modifique, en perjuicio de tercero, datos reservados de carácter personal de
otro que se hallen registrados en ficheros o soportes informáticos, electrónicos o telemáticos, o en cualquier
otro tipo de archivo o registro público y de prisión de dos a cinco años si se difunden, revelan o ceden a
terceros siendo necesaria denuncia de la persona agraviada o en caso de ser menor de edad, incapaz o una
persona desvalida, del Ministerio Fiscal. Las penas que indica el artículo único ciento siete de la misma
Ley 1 (2015) de prisión de seis meses a dos años al que por cualquier medio o procedimiento, vulnerando
las medidas de seguridad establecidas para impedirlo, y sin estar debidamente autorizado, acceda o facilite
a otro el acceso al conjunto o una parte de un sistema de información. Y las penas que indica el artículo
único ciento cuarenta y cuatro de la misma Ley 1 (2015) de prisión de seis meses a tres años al que por
cualquier medio, sin autorización y de manera grave borrase, dañase, deteriorase, alterase, suprimiese o
hiciese inaccesibles datos informáticos, programas informáticos o documentos electrónicos ajenos, cuando
el resultado producido fuera grave. Así como de vital importancia adaptarse al Reglamento 2016/679
(GDPR) para que el usuario consienta de forma libre, específica, informada e inequívoca el tratamiento de
sus datos en virtud del mismo, habiendo sido informado sobre su necesidad, finalidad, temporalidad,
derechos y cómo ejercerlos, así como del responsable y encargado del tratamiento (Reglamento (UE)
2016/679, 2016).
595
Capítulo 6. Discusión de los resultados obtenidos
Terminando con el análisis del tercer nivel de ordenación, expresado en la figura como Nivel 2, el Grupo
de Riesgo 3. Riesgos de Daños individuales por Accidentes, y su documento asociado “Plan de
Emergencias Sanitarias” tiene dos interacciones principales:
Tiene una interacción principal ascendente con el documento de aplicación de ámbito superior (línea
continua negra al ámbito superior) como ya se indicó anteriormente al tener que integrarse en el mismo.
Y tiene una interacción principal ascendente con el Grupo de Riesgo 2. Riesgos de Daños Colectivos por
situaciones de Emergencia, y sus documentos asociados “Plan de Autoprotección, Plan de Actuación ante
Emergencias y Libro del Edificio” (línea continua verde al Grupo de Riesgo 2) debido a que como ya se
indicó, las diferentes emergencias colectivas en muchos casos derivan en daños individuales que precisan
del Plan de Emergencias Sanitarias.
Continuando con el Grupo de Riesgo 3. Riesgos de Daños individuales por Accidentes, y su documento
asociado “Plan de emergencias Sanitarias”, tiene tres interacciones secundarias:
Tiene una interacción secundaria con el Grupo de Riesgo 1. Riesgos de Daños por Actos Antisociales, y su
documento asociado “Plan de Seguridad” (línea discontinua morada al Grupo de Riesgo 1), debido a que
como ya se indicó, las distintas situaciones producidas por actos antisociales (agresiones, vandalismo,
robos, intrusiones, sabotajes, raptos, consumo de sustancias prohibidas etc.) que deriven en daños
individuales precisan del Plan de Emergencias Sanitarias.
Tiene una interacción secundaria con el Grupo de Riesgo 5. Riesgos Laborales, y su documento asociado
“Plan de Prevención de Riesgos Laborales” (línea discontinua morada al Grupo de Riesgo 5) debido a que
como ya se indicó, diversas situaciones asociadas a riesgos laborales pueden derivar en daños individuales
que precisan del Plan de Emergencias Sanitarias.
Y tiene una interacción secundaria con el Grupo de Riesgo 4. Riesgos de Daños para los Derechos de los
Concurrentes, y sus documentos asociados “Plan de Seguridad de Información / Cibernética y Documento
de Seguridad de Datos de Carácter Personal” (línea discontinua morada al Grupo de Riesgo 4), debido a
que como ya se indicó, toda la información contenida, empleada y registrada en el Plan de Emergencias
Sanitarias, especialmente los datos de toda aquella persona que haya tenido que seguir el Protocolo de
Actuación ante Urgencias Sanitarias deben protegerse dentro del Plan de Seguridad de Información /
Cibernética.
Finalizando con el Grupo de Riesgo 3. Riesgos de Daños individuales por Accidentes, y su documento
asociado “Plan de Emergencias Sanitarias”, tiene un anexo P.A (elipse morada conteniendo las iniciales
“P.A”) y un anexo M.R (elipse morada conteniendo las iniciales “M.R”) dichas llamadas hacen referencia
a la necesidad de que el Plan de Emergencias Sanitarias contenga un protocolo de actuación ante urgencias
sanitarias y manuales de referencia para hacer frente a las mismas. En el capítulo cuatro, dentro del punto
4.3 Desarrollo de la Primera fase de la Estrategia de investigación (proceso previo del trabajo de campo),
en el epígrafe B) Definición de cada uno de los Grupos de Riesgo y de cada Documento Organizativo
relacionado o asociado con cada Grupo de Riesgo, se definió como el documento que aporta un protocolo
de activación de los servicios de urgencias para poder categorizar un incidente así como un manual de
596
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
referencia de consulta para hacer frente a contingencias y emergencias sanitarias que requieran una
actuación inmediata, abordándose de cada una qué es y en qué consiste, su actuación básica, precauciones,
recomendaciones y protocolos concretos de actuación. Entendiendo que el Plan ha de contener tanto un
protocolo de actuación como manuales de referencia, en el capítulo dos dentro del punto 2.5.3.1 Plan
(protocolos) de Emergencias Sanitarias: identificación, contenido, estructura, referentes y aplicación” se
indicaron dos tipos de manuales, unos destinados a personal no sanitario destacando: la obra de Fernández
& Porcel (2011) de la Junta de Andalucía “Emergencias sanitarias en Centros Educativos y Deportivos
Andaluces. Protocolos de actuación”, la de Barbero et al. (2004) de la Junta de Castilla y León “Protocolos
de actuación ante urgencias sanitarias en los centros educativos de castilla y león”, la de Martínez et al.
(2010) del Gobierno de Canarias “Guía de atención a emergencias sanitarias en los centros educativos” y,
la “Guía de Primeros Auxilios SAMUR - Protección Civil” (SAMUR - Protección Civil, s.f.a). Y, un
extenso manual dirigido a personal sanitario como es el “Manual de procedimientos 2016” con más de 550
páginas de desarrollo de procedimientos de actuación en múltiples situaciones (SAMUR - Protección Civil,
2016).
Su discusión lleva a plantear que deberá ajustarse a los contenidos expuestos a continuación:
597
Capítulo 6. Discusión de los resultados obtenidos
598
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
CAPÍTULO 8. Anexos
8.1. Documentación complementaria.
8.1.1. Código deontológico, de buenas prácticas y normativa.
8.2.2. Relación de manuales, protocolo, procesos, procedimientos y especificaciones técnicas.
8.2. Documentación gráfica.
8.2.1. Croquis de ordenación y planimetría.
8.2.2. Diagramas, organigramas y tablas.
8.2.3. Figuras.
8.3. Definiciones, terminología y acrónimos.
Siendo vital además disponer de enfermería o botiquín con la relación de material sanitario adecuado debido
a que según establece el Real Decreto 2816/1982, de 27 de agosto, por el que se aprueba el Reglamento
General de Policía de Espectáculos Públicos y Actividades Recreativas en su artículo 11, se deberá disponer
de una enfermería o botiquín convenientemente dotados para prestar los primeros auxilios en caso de
accidente o enfermedad repentina siempre que el aforo de la instalación exceda de 1.000 usuarios o de 100
espectadores o asistentes (RD 2816, 1982). Además la instalación y dotación de personal, medicamentos y
599
Capítulo 6. Discusión de los resultados obtenidos
materiales estará de acuerdo a las disposiciones sanitarias vigentes, siendo sancionada según indica en sus
artículos 81.16 y 82 como infracción con multa en función del peligro, daños o perjuicios causados a otras
personas, la importancia de la instalación, la capacidad económica del infractor y la reiteración o
reincidencia, suspensión o prohibición de actividades concretas y/o clausuras en caso de desatención de
enfermos o heridos en la enfermería o botiquín o la falta de dotación suficiente de los mismos (RD 2816,
1982). Siendo vital para la gestión del mismo solicitar el suministro de botiquines de primeros auxilios y/o
su reposición a la mutua correspondiente mediante los pertinentes formularios de acuerdo con la Orden
TAS/2947/2007, de 8 de octubre, por la que se establece el suministro a las empresas de botiquines con
material de primeros auxilios en caso de accidente de trabajo, como parte de la acción protectora del sistema
de la Seguridad Social, la cual dicta que las Mutuas de Accidente de Trabajo están autorizadas a suministrar
botiquines de primeros auxilios y reposiciones de material sanitario a las empresas mutualistas como parte
de dicha acción protectora (Orden TAS/2947, 2007). El contenido de los botiquines de primeros auxilios
que suministre la mutua a la instalación, deberá contener como mínimo, lo indicado en el Anexo I de la
Resolución de 27 de agosto de 2008, de la Secretaría de Estado de la Seguridad Social, por la que se dictan
instrucciones para la aplicación de la Orden TAS/2947/2007, de 8 de octubre, por la que se establece el
suministro a las empresas de botiquines con material de primeros auxilios en caso de accidente de trabajo,
como parte de la acción protectora del sistema de la Seguridad Social, sabiendo que dicho anexo contiene
los importes máximos a abonar conforme al número de trabajadores del centro de trabajo y que los gastos
de su adquisición así como los derivados de la reposición del material de primeros auxilios son sufragados
con cargo al presupuesto de la Seguridad Social (Resolución 27, 2008). El procedimiento de sufragación
de los gastos de los botiquines y la reposición de su contenido, deberá realizarse mediante el Anexo II
“Solicitud de reintegro de gastos de botiquines” de la misma Resolución (Resolución 27, 2008). Y vital
disponer de Desfibrilador Semiautomático (DESA) en columna de rescate siendo muy recomendable
apoyarse en medios adicionales disponibles como cinturones de RCP automáticos, junto con formaciones,
simulacros y actualizaciones de los mismos para todo el personal.
Continuando la discusión del primer objetivo, la segunda fase “Conocer y enumerar qué riesgos
afectan a cada ámbito o área de la seguridad descritos en la fase anterior”, identificó cinco catálogos
de riesgos, uno de cada uno de los cinco Grupos de Riesgo que conformaban los ámbitos de la seguridad
que afectan a una instalación deportiva, con un total de cincuenta y cuatro riesgos, pudiéndose observar en
la Figura 58 Catálogos de Riesgos asociados a los Grupos de Riesgo que afectan a una instalación deportiva,
describiéndose mediante una definición.
La discusión de dichos resultados comienza con la línea trazada por parte del Consejo Superior de
Deportes (CSD) al indicar que, aun cumpliendo con la legislación existente, toda actividad realizada
en una instalación deportiva tanto por usuarios como por acompañantes puede entrañar riesgos que
habrán de ser gestionados (CSD & IBV en ID Instalaciones Deportivas XXI, 2008). Un año más tarde
marcó la prevención de riesgos dentro de la actuación presente y futura (CSD, 2009a). Otro año más
tarde se indicó que, en la mayoría de los casos se producían por falta de medios o por desconocimiento
de las medidas que evitasen la aparición de las situaciones de riesgo (CSD, 2010b). Y otro año más
600
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
tarde presentó una propuesta para la gestión de riesgos en instalaciones deportivas en cuanto a sus
elementos constructivos, señalización y equipamiento, a partir de la revisión de la normativa
internacional sobre gestión de riesgos y de la experiencia de expertos en análisis y gestión de riesgos
en el ámbito del deporte, justificando la necesidad de la misma debido a la complejidad que tienen las
instalaciones deportivas por la gran variedad y diversidad de usuarios que realizan actividades y el
carácter dinámico del deporte, el cual, registra continuamente nuevas tendencias y actividades,
convirtiendo por lo tanto a la gestión de riesgos en un aspecto difícil pero necesario (CSD, 2011). Esta
línea fue apoyada por otras entidades y autores como se investigó en el capítulo 2 Marco contextual y
teórico, como es el caso de la Fundación Deportiva Municipal de Valencia (2010) apoyando la gestión
de riesgos como aspecto de vital transcendencia en el deporte o, Verdú (2015) destacando el
tratamiento de los riesgos entre los enfoques para abordar la seguridad en una instalación deportiva,
por citar dos ejemplos.
Con estas premisas, la discusión continua observando los resultados indicados en diversos estudios en la
línea de los riesgos y el sector deportivo en los cuales como denominador común se encuentran distintos
riesgos que se relacionan con el sector deportivo, en algunos casos directamente con una instalación
deportiva y, en otros, pudiéndose asociar a la misma (Medina, 2002; Standards Australia, 2002; Otago &
Brown, 2003; Verdera, 2003; Fuller & Drawer, 2004; Landaberea, 2005; Gómez-Calvo, 2006b, 2010a,
2016a; Baker III et al., 2007; Hall et al., 2007; Abbott et al., 2008; Latorre, 2008b; Piñeiro, 2008; Leopkey
& Parent, 2009; Fundación Deportiva Municipal de Valencia, 2010; Hall, 2010a; CSD, 2011; Jennings &
Lodge, 2011; Kayyem, 2012; Latorre & Pantoja 2012; Grix, 2013; Prados, 2013; Shaw, 2013; Spaaij, 2013;
Caldwell, 2014b; Fried et al., 2014; López, 2014; Losada, 2014; Still, 2014, 2015; Latorre et al., 2015;
Díaz-Vicario, 2015; Saliés, 2015; Scaife, 2015c; López-Fernández et al., 2016).
La identificación de los catálogos se adecuó a: la clasificación de riesgos de Lizarraga (2006), las categorías
de riesgos de Leopkey & Parent (2009), las áreas de riesgos y riesgos potenciales en eventos deportivos
recopilados por Leopkey & Parent (2009) de diversos autores (Chang & Singh, 1990; Getz, 2005; Frosdick
& Walley, 1997; Bjarnason & Cannell, 1999; Chappelet, 2001; Peterson & Hronek, 2003; Appenzeller,
2005) pudiendo visualizarse en la Tabla 13, al catálogo general de riesgos en instalaciones de Gómez-Calvo
(2012b), al catálogo de riesgos por actos antisociales de Gómez-Calvo (2014a), al catálogo de riesgos en
instalaciones de De Castro (2014), a la guía de buenas prácticas en prevención de riesgos laborales de
SAMUR - Protección Civil (s.f.b) y a diferentes desarrollos normativos (RD 1889; Constitución Española,
1987; RD 2816, 1982; Ley 31, 1995; Ley 15, 1999; Ley 54, 2003; Reglamento UE 2016/679, 2016; RD
1720, 2007).
Y, las definiciones se basaron en la información aportada por: la Real Academia de la Lengua Española
(RAE, 2014), el Diccionario de Derecho Internacional de los Conflictos Armados del Comité Internacional
de la Cruz Roja (CICR) (Verri, 2008), la Ley Orgánica 10/1995, de 23 de noviembre, del Código Penal
(Ley 10, 1995), la Ley Orgánica 1/2015, de 30 de marzo, por la que se modifica la Ley Orgánica 10/1995,
de 23 de noviembre, del Código Penal (Ley 1, 2015), la Ley 19/2007, de 11 de julio, contra la violencia, el
601
Capítulo 6. Discusión de los resultados obtenidos
racismo, la xenofobia y la intolerancia en el deporte (Ley 19, 2007), la Ley Orgánica 13/1985, de 9 de
diciembre, de Código Penal Militar (Ley 13, 1985), lo indicado en el Instituto Nacional de Seguridad e
Higiene en el Trabajo en su Nota Técnica de Prevención (NTP) 891 (INSHT, 2011a) y, las aportaciones de
Carrasco & González (2006), junto con las que los propios Carrasco & González (2006) recopilaron de
distintos autores (Dollard et al., 1939; Buss, 1961; Bandura, 1972; Patterson, 1973; Spielberger et al., 1983;
1985; Serrano, 1998; Anderson & Bushman, 2002).
Finalmente los cinco catálogos precisan una doble puntualización obtenida del estudio de los mismos. Por
un lado, se pueden reordenar mediante reagrupaciones o reajustes en función del tratamiento, uso o
profundidad con la que se quiera trabajar, debido a que su finalidad es identificar tipologías de riesgos
asociadas a pequeñas sub clasificaciones dentro de la macro clasificación que las contiene como son los
Grupos de Riesgo, para su posterior estudio detallado en un Estudio de Riesgos. Concretamente el Catálogo
del Riesgo 1. Riesgos de Daños por Actos Antisociales, al ser el catálogo tratado en la “Herramienta para
realizar Estudios de Riesgos y para Identificar Medidas de Seguridad contra dichos riesgos en Instalaciones
Deportivas” y con ello del que más conocimiento práctico se tiene, podría reagrupar el riesgo 3. Agresiones
y 4. Violencia en un único riesgo, de la misma manera que podría reagrupar el riesgo 5. Deterioro
intencionado de las instalaciones y 6. Vandalismo en otro único riesgo debido a que la gran diferencia entre
ambos reside en el carácter individual o grupal en que se manifiesta el riesgo y, reagrupar el riesgo 9. Robos
y 10. Hurtos en otro único riesgo al ser delitos con ciertas semejanzas (en determinados casos, como fue el
que atañó al uso de la “Herramienta para realizar Estudios de Riesgos y para Identificar Medidas de
Seguridad contra dichos riesgos en Instalaciones Deportivas”, precisará esa individualización del riesgo).
Podría también reajustarse, incorporando de manera imperativa como se indicó en la discusión del
contenido del Plan de Seguridad, el riesgo de Terrorismo (con este ejemplo de reordenación mediante
reagrupación y reajuste se pasaría a un catálogo de diez riesgos, si bien lo importante no es el número sino
la ordenación más eficiente para la realización del pertinente Estudio de Riesgos). La otra puntualización
que precisa es volver a incidir en que los cincuenta y cuatro riesgos identificados se han de desglosar de
manera eficiente ajustándose a las necesidades del sector (en el caso de las instalaciones deportivas precisan
identificar como ya se indicó: el bien sobre el que incide el riesgo, la localización y ubicación del bien y,
la materialización del riesgo para expresarlo formalmente), sabiendo que vuelve a ser imperativo que
aparezcan y se identifiquen conexiones entre riesgos de distintos catálogos ya que derivarán en las
interrelaciones citadas anteriormente entre los distintos documentos gestores asociados.
Finalizando la discusión del primer objetivo, la tercera fase “Desarrollar un estudio legislativo a nivel
nacional, autonómico y local con la normativa que afecta a cada ámbito o área en base a los riesgos
que los integren”, identificó cinco Estructuras Normativas, una para cada uno de los cinco Grupos de
Riesgo que conformaban los ámbitos de la seguridad que afectan a una instalación deportiva, con un total
de treinta y tres epígrafes de ordenación abarcando y englobando los cinco Catálogos de Riesgos, para
delimitar la normativa con la que relacionar sus cincuenta y cuatro riesgos identificados, pudiéndose
observar en la Figura 59 Estructuras normativas que abarcan y engloban los Catálogos de Riesgos asociados
a los Grupos de Riesgo que afectan a una instalación deportiva, describiéndose mediante una definición.
602
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Identificó una Recopilación Normativa mediante la elaboración de una Tabla de cada Grupo de Riesgo,
conteniendo cada una su Catálogo de Riesgos y su Estructura Normativa con la legislación asociada de
referencia en los tres niveles determinados según la estructura de la Figura 60 Estructura de la Recopilación
Normativa asociada a cada Grupo de Riesgo, pudiendo consultarse las cinco tablas pertenecientes a cada
Grupo de Riesgo que contienen la Recopilación Normativa en el Anexo A Recopilación Normativa. Y
finalmente identificó seiscientos treinta documentos normativos que compusieron la Recopilación
Normativa, pertenecientes a veintinueve tipos de Documentos Normativos diferentes.
La discusión de dichos resultados continua con el Consejo Superior de Deportes, indicando que es
sumamente difícil para los gestores o responsables de las instalaciones deportivas el conocimiento y
aplicación de la normativa técnica existente, ya que es difícil de localizar o no existe una específica
que cubra sus necesidades (CSD, 2009a). Y exponiendo la gran complejidad del marco técnico y
reglamentario, volviendo a incidir en la dificultad de localización, indicando la necesidad de
armonizarlo (CSD, 2009b). Necesidad de armonización que también detectó la Fundación Deportiva
Municipal de Valencia (2010) en su Plan Estratégico del Deporte de Valencia 2010 para una instalación
deportiva, debido a la problemática existente respecto a los conflictos entre disposiciones y la
existencia de normativa sectorial derivando en complejidad de manejo e interpretación de la misma. A
su vez distintos autores también expresaron tal necesidad, Burillo (2012) afirmó que todo edificio debía
cumplir con unos criterios básicos de seguridad a través de un marco normativo que lo respalde y,
Mestre Sancho afirmó que era imprescindible conocer la legislación tanto deportiva como no deportiva
que afectase a la gestión del deporte, así como transmitirla a todos los actores implicados (Mestre,
2013) por citar dos ejemplos.
Ante esta necesidad de ordenación y clasificación de la normativa relacionada con la seguridad que afecte
a una instalación deportiva, se indicó que debido al carácter multidisciplinar de la seguridad y a sus
numerosas dimensiones, se dividió y clasificó la seguridad en diferentes apartados que cumplían una serie
de requisitos comunes con el fin de poder organizar contenidos y facilitar el acceso a los mismos en función
de las necesidades concretas de gestión, para ello se hizo una recopilación exhaustiva de la normativa de
seguridad actualmente en curso, referente a todos los aspectos que se ven afectados directa o indirectamente
desde el punto de vista de una instalación deportiva.
Dicha Recopilación Normativa se realizó mediante la elaboración de cinco tablas haciendo referencia a la
denominada por Cerda (1991) “recopilación documental y bibliográfica” considerada por Hernández-
Sampieri et al. (1993) como una técnica valiosa para conocer los antecedentes, experiencias, situaciones
particulares y funcionamiento cotidiano de la unidad de análisis. Se delimitó al plano nacional (España)
autonómico (Comunidad de Madrid) y local (Ayuntamiento de Madrid) debido a su posterior aplicación
específica para el objeto de estudio eliminando el plano internacional por las diferencias de legislación entre
las diferentes regiones y países, lo dilatado y, lo falto de especificidad que sería el estudio de dicho plano
y, se delimitó al contexto actual sin entrar a analizar la evolución de la misma en el tiempo, bajo la misma
premisa, la aplicación práctica no sería válida en una normativa derogada.
603
Capítulo 6. Discusión de los resultados obtenidos
Finalmente siguiendo la investigación de Verdú (2015) que indicó como trabajo futuro la necesidad de crear
un repositorio digital, de uso público, de documentación y legislación sobre seguridad en instalaciones
deportivas, se predispone la recopilación normativa efectuada como posible repositorio de uso público
específico de instalaciones deportivas, recordando que con dicha Recopilación Normativa, se ha pretendido
dar una visión general de la legislación y de los documentos de referencia para la gestión de la seguridad
en el ámbito deportivo y, mediante su ordenación se ha pretendido tener una visión específica de los
principales documentos normativos de aplicación para el gestor deportivo.
Los niveles de concreción se ajustaron acudiendo como ya se explicó al Consejo Superior de Deportes en
su citada página web, concretando que, empleando el término del Tribunal Constitucional “deporte como
categoría transversal” se hace referencia a las materias cuya regulación incide de forma simultánea en más
de un título competencial concurriendo en tres administraciones territoriales; la Administración General
del Estado, las Comunidades Autónomas y la Administración Local y, a lo indicado por Monroy (2009)
afirmando que la legislación que cubre las posibles contingencias en el área de seguridad de las
instalaciones deportivas ha de ser estudiada en profundidad en sus vertientes estatal, autonómica y local.
Por lo tanto siguiendo dichas pautas se concretaron esos tres niveles de concreción normativa, que
adaptados al objeto de estudio se tradujeron en el ámbito estatal a España, el ámbito autonómico a la
Comunidad de Madrid y el ámbito local al Ayuntamiento de Madrid.
Las definiciones de las estructuras se basaron en la información aportada por: la Real Academia de la
Lengua Española (RAE, 2014) y lo aportado por los desarrollos normativos: Ley Orgánica 4/2015, de 30
de marzo, de protección de la seguridad ciudadana (Ley 4, 2015), Ley 5/2014, de 4 de abril, de Seguridad
Privada (Ley 5, 2014), Real Decreto 2816/1982, de 27 de agosto, por el que se aprueba el Reglamento
General de Policía de Espectáculos Públicos y Actividades Recreativas (RD 2816, 1982), Decreto
184/1998, de 22 de octubre, por el que se aprueba el Catálogo de Espectáculos Públicos, Actividades
Recreativas, Establecimientos, Locales e Instalaciones (RD, 184, 1998) y Ley 19/2007, de 11 de julio,
contra la violencia, el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el deporte (Ley 19, 2007).
Para encontrar los distintos documentos se emplearon, como ya se indicó, tres buscadores legislativos
públicos como fueron el de la Agencia Estatal Boletín Oficial del Estado (BOE) del Gobierno de España
con disposiciones de carácter general de ámbito estatal, autonómico y europeo desde 1960
(https://www.boe.es/legislacion/legislacion.php), el de la Sede Oficial del Boletín Oficial de la Comunidad
604
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
de Madrid (BOCM) (http://www.bocm.es/) y el del Boletín Oficial del Ayuntamiento de Madrid (BOAM)
con las disposiciones de los organismos municipales
(https://sede.madrid.es/portal/site/tramites/menuitem.944fd80592a1301b7ce0ccf4a8a409a0/?vgnextoid=7
41d814231ede410VgnVCM1000000b205a0aRCRD&vgnextchannel=741d814231ede410VgnVCM1000
000b205a0aRCRD&vgnextfmt=default&fechaMes=1433109600000) bajo la premisa de ser documentos
vigentes no derogados, así como diferentes buscadores específicos de legislación y fuentes documentales
concretas para documentos de apoyo como por ejemplo la del Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en
el Trabajo (INSHT) o la del Consejo Superior de Deportes (CSD) mediante el uso de palabras clave
relacionadas con los Catálogos de Riesgos y los bloques de las Estructuras Normativas, así como otra
normativa asociada en los documentos ya encontrados y documentación interna.
605
Capítulo 6. Discusión de los resultados obtenidos
todos ellos de un espacio para fundamentar la respuesta en caso de precisarse, pudiéndose observar en la
Figura 61 Cuestionario de Seguridad en Instalaciones Deportivas, así como su interpretación en la Figura
62 Interpretación del Cuestionario de Seguridad en Instalaciones Deportivas.
Como ejemplo de cuestionarios empleados en una Tesis Doctoral en la que se investigó la seguridad en el
contexto deportivo, se pueden citar los elaborados por Burillo (2009) siendo cuestionarios de satisfacción
sobre los campos de césped artificial de Castilla-La Mancha, si bien el contexto de seguridad y la tipología
de cuestionario no guardan relación sobre el presente, si cabe señalar su uso como ejemplo de aplicación,
al ser Tesis Doctorales englobadas en un mismo contexto. También cabe destacar los realizados por Ko
(2007) en su Tesis Doctoral identificando las diferentes competencias del gestor deportivo para ser
puntuadas en una escala Likert del 1 al 7 y así ver el grado de importancia atribuida a cada competencia,
siendo una tipología de cuestionario mucho más cercana a la presente o el cuestionario de Tripolitsioti et
al. (2007) basado en el de Toh con la misma finalidad de determinación de competencias del gestor
deportivo.
606
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Finalizando la discusión del segundo objetivo, la segunda fase “Elaborar las plantillas necesarias con
el método elegido que conformen la herramienta para realizar el estudio de riesgos”, identificó en seis
etapas la elaboración de la “Herramienta para realizar Estudios de Riesgos y para Identificar Medidas de
Seguridad contra dichos riesgos en Instalaciones Deportivas”:
En una primera etapa identificó el Método Mosler como el Método de Análisis y Evaluación de Riesgos a
emplear mediante la plantilla propuesta para su posterior desarrollo, pudiéndose observar en la Figura 85
Método Mosler, así como su interpretación en la Figura 86 Interpretación de la plantilla del Método Mosler.
En una segunda etapa identificó doscientos ochenta y cuatro riesgos a incluir en el Estudio de Riesgos del
Grupo de Riesgo 1. Riesgos de Daños por Actos Antisociales, derivados de su Catálogo de doce Riesgos
asociados, pudiéndose consultar en el Anexo F Riesgos identificados incluidos en el Estudio de Riesgos.
En una tercera etapa identificó la elaboración de la Plantilla “Identificación, Análisis y Evaluación de
Riesgos” en donde incluir los doscientos ochenta y cuatro riesgos identificados en la etapa anterior,
pudiéndose observar en la Figura 101 Ejemplo-extracto de la plantilla “Identificación, Análisis y
Evaluación de Riesgos”, así como interpretar en la Figura 102 Interpretación de la plantilla de
Identificación, Análisis y Evaluación de Riesgos.
En una cuarta etapa identificó mil seiscientas veinticuatro medidas de seguridad a establecer para
minimizar, reducir o eliminar los riesgos identificados incluidos en el Estudio de Riesgos, pudiéndose
consultar en el Anexo G Medidas de seguridad identificadas incluidas en el Estudio de Riesgos.
En una quinta etapa identificó la elaboración de la Plantilla “Identificación de las medidas de seguridad”
en donde incluir las mil seiscientas veinticuatro medidas de seguridad identificadas en la etapa anterior,
pudiéndose observar en la Figura 103 Ejemplo-extracto de la plantilla “Identificación de las medidas de
seguridad”, así como interpretar en la Figura 104 Interpretación de la plantilla de Identificación de las
medidas de seguridad.
Y, en una sexta etapa identificó la elaboración íntegra de la Herramienta para realizar Estudios de Riesgos
y para Identificar Medidas de Seguridad contra dichos riesgos en Instalaciones Deportivas, pudiéndose
observar su esquema de contenidos en la Figura 105 Esquema de contenidos de la Herramienta para realizar
Estudios de Riesgos y para Identificar Medidas de Seguridad contra dichos riesgos en Instalaciones
Deportivas, así como consultarse íntegramente en el Anexo 1 Herramienta para realizar Estudios de Riesgos
y para Identificar Medidas de Seguridad contra dichos riesgos en Instalaciones Deportivas.
Finalmente dicha herramienta fue validada por un grupo multidisciplinar de veinte expertos/as, mediante
un modelo de validación que se puede observar en la Figura 106 Modelo de validación de la Herramienta
para realizar Estudios de Riesgos y para Identificar Medidas de Seguridad contra dichos riesgos en
Instalaciones Deportivas por parte de un/a experto/a, así como las validaciones de los/las distintos/as
607
Capítulo 6. Discusión de los resultados obtenidos
Entre las herramientas disponibles se pueden citar algunos ejemplos descritos en el capítulo 2 Marco
contextual y teórico, del propio Consejo Superior de Deportes como: la aplicación que permite a los gestores
de instalaciones deportivas realizar una autoevaluación de sus instalaciones deportivas respecto al
cumplimiento de la normativa mediante distintos formularios en línea; la encuesta de accesibilidad que
facilita en su obra “De la Planificación a la Gestión de las Instalaciones Deportivas. Un camino hacia la
sostenibilidad” (CSD, 2011) o; la propuesta para la gestión de riesgos en instalaciones deportivas
ofreciendo un procedimiento para que una persona cualificada identifique, estime, evalúe y controle los
peligros asociados a elementos constructivos, señalización y equipamiento mediante la metodología Failure
Mode and effects analysis (FMEA) (CSD, 2009b). Y, otras posibles herramientas como: el modelo de
evaluación de riesgos específico para el deporte publicado por Hall et al. (2007); el protocolo de evaluación
para identificar y evaluar riesgos de instalaciones deportivas escolares realizado por Mejía (2009); el
cuestionario de Verdú (2015) destinado a poder analizar la seguridad en las piscinas climatizadas de uso
colectivo; la citada herramienta de evaluación de la seguridad en grandes pabellones deportivos respecto a
los riesgos individuales y colectivos de Maciá et al. (2016) o; algunas guías que se pueden emplear como
la guía para la gestión de riesgos en deporte y recreación denominada “Guidelines for managing risk in
sport and recreation: HB 246- 2002” (Standards Australia, 2002) o, la “Guía para el autocontrol de la
seguridad en instalaciones deportivas” como herramienta orientada a que los propios gestores, a modo de
autoevaluación a través de un documento pudiesen planificar y controlar diferentes aspectos que afectan a
la seguridad de sus instalaciones, referidos a aspectos relacionados con el edificio, aspectos de evacuación
y aspectos relacionados con el pavimento y equipamiento deportivo (IBV, 2009).
La identificación del método Mosler como el Método de Análisis y Evaluación de Riesgos a emplear se
justificó al ser un método científico utilizado en diferentes campos, específico de la seguridad física, el
608
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
más utilizado en seguridad privada, contar con múltiples referentes internacionales (UNAM, 2010; INAH
2013; Galhano & Ono, 2013; Galavic et al., 2013; Galavic & González, 2014; Patricio & Mauricio, 2014;
Pérez, 2014; Quezada, 2016), contar con múltiples referentes nacionales (Gómez-Merelo, 1998, 2008;
Dolón, 2005; Jou, 2009; AEI Seguridad, 2012; Amasplus Ingeniería S.L., 2012; Navarro, 2013; González,
2014; Junta de Andalucía, 2014) y, citarse como método referente para el análisis de riesgos en el ámbito
concreto de aplicación (Madrid Espacios y Congresos, 2012; CIFSE, 2014). Su desarrollo siguió las
especificaciones de Gómez-Merelo (2008).
La identificación de los doscientos ochenta y cuatro riesgos a incluir en el Estudio de Riesgos se obtuvo
del estudio en profundidad de la normativa de aplicación, de los conocimientos propios acerca de la
seguridad del doctorando y de su experiencia laboral específica organizándose en base a tres aspectos. El
primero, identificando los distintos bienes que contiene un Centro Deportivo Municipal (CDM) pudiendo
ser tangibles: físicos o personales e, intangibles. El segundo, localizando y ubicando dicho bien en la
instalación en función de las tres tipologías de espacios que marca el CSD en su normativa NIDE, de
actividad: interiores o exteriores, desarrollados con profesor o sin profesor, auxiliares: asociados a los
espacios de actividad y no asociados y, singulares. Y, el tercero, estimando las posibles materializaciones
de los riesgos o daños que pueden sufrir los bienes descritos identificando su contexto (aspecto concreto
dónde se puede producir el riesgo) y su temporalidad (cuándo se puede producir el riesgo) diferenciando:
dentro del horario de apertura antes, durante y después de la práctica o competición deportiva y, fuera del
horario de apertura. Los tres aspectos se tratan en profundidad en el capítulo 4 Metodología de estudio,
dentro del punto 4.3 Desarrollo de la Primera fase de la Estrategia de investigación (proceso previo del
trabajo de campo), en el epígrafe N) Identificación de los riesgos a incluir en el Estudio de Riesgos sobre
los Grupos de Riesgo seleccionados y sus Catálogos de Riesgos derivados. A su vez se pueden observar a
modo de organigramas, cómo se desglosan y agrupan de cada uno de los doce riesgos que contiene el
Catálogo del Riesgo 1. Riesgos de Daños por Actos antisociales, los doscientos ochenta y cuatro riesgos.
609
Capítulo 6. Discusión de los resultados obtenidos
daños ocasionados, el carácter del riesgo y la probabilidad del suceso, para obtener un valor final que oscila
entre 2 y 1250 asociado a un valor cualitativo que clasifique el riesgo como muy reducido, reducido, medio,
elevado y muy elevado.
La identificación de las mil seiscientas veinticuatro medidas de seguridad a establecer para minimizar,
reducir o eliminar los riesgos identificados en la fase anterior, se adecuó a la definición aportada por la
Guía ISO/CEI 51: 2014 de medidas de seguridad como “acciones o medios para eliminar o reducir riesgos”
(ISO & CEI, 2014) obteniéndose fruto del estudio en profundidad de la normativa de aplicación mediante
la recopilación normativa asociada al Grupo de Riesgo 1. Riesgos de Daños por Actos Antisociales a través
de la Tabla 22 Legislación de aplicación asociada al Grupo de Riesgo 1. Riesgos de Daños por Actos
Antisociales y a su Catálogo de Riesgos asociado en base a su Estructura Normativa, así como mediante
las cuatro recopilaciones normativas asociadas a los otros cuatro Grupos de Riesgo a través de la Tabla 34
Normativa del Grupo de Riesgo 2. Riesgos de Daños colectivos por situaciones de Emergencia y
Evacuación, asociada al Grupo de Riesgo 1. Riesgos de Daños por Actos Antisociales, Tabla 35 Normativa
del Grupo de Riesgo 3. Riesgos de Daños Individuales por Accidentes, asociada al Grupo de Riesgo 1.
Riesgos de Daños por Actos Antisociales, Tabla 36 Normativa del Grupo de Riesgo 4. Riesgos de Daños
para los Derechos de los Concurrentes, asociada al Grupo de Riesgo 1. Riesgos de Daños por Actos
Antisociales y Tabla 37 Normativa del Grupo de Riesgo 5. Riesgos Laborales, asociada al Grupo de Riesgo
1. Riesgos de Daños por Actos Antisociales, aportando un total de ciento cincuenta y dos documentos
normativos junto a, como ya se indicó para la identificación de los riesgos, los conocimientos propios acerca
de la seguridad del doctorando y su experiencia laboral específica. Las distintas medidas como ya se indicó,
se ubicaron en la Herramienta para realizar Estudios de Riesgos y para Identificar Medidas de Seguridad
contra dichos riesgos en Instalaciones Deportivas junto al riesgo con mayor especificidad en relación a la
correlativa medida, si bien debido a su polivalencia y a la sinergia de algunos riesgos cabe citar que muchas
medidas no son restrictivas, haciendo referencia únicamente a un único riesgo, sino que, cubren distintos
al tener características similares, por lo que en los casos más representativos se citó que habían de emplearse
medidas ya citadas ubicadas en otros riesgos (para su localización se referenciaba el número de
identificación de cada medida). Todas las medidas disponen de un número de identificación que se asocia
con una referencia normativa en la cual se indica el documento normativo de donde se desprende junto con
el artículo o artículos concretos donde se especifica, esta referencia normativa es muy importante para
justificar su aplicación, además, muchas incluyen cruces de normativas, referenciando todos los
documentos que las contienen con sus respectivos artículos, inclusive en varios planos normativos.
610
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
tras la última medida, se habilita un espacio denominado “Otras” en donde se puede incluir cualquier otra
medida no identificada previamente.
La elaboración íntegra de la Herramienta para realizar Estudios de Riesgos y para Identificar Medidas de
Seguridad contra dichos riesgos en Instalaciones Deportivas se conformó mediante una introducción para
ubicar al lector, la contextualización del Estudio de Riesgos, la presentación del método empleado para
realizar el Estudio de Riesgos, la contextualización de las Medidas de Seguridad, la Ficha Informativa de
la Instalación Deportiva y las doce partes que se corresponden con los doce tipos de riesgos del Catálogo
de Riesgos del Grupo de Riesgo 1. Riesgos de Daños por Actos Antisociales. A su vez cada una de las doce
partes consta de una introducción del tipo de riesgo en la que se define y clasifica junto con el organigrama
de los distintos riesgos identificados expresados formalmente que contiene, la parte correspondiente al tipo
de riesgo de la citada plantilla “Identificación, Análisis y Evaluación de Riesgos” para cumplimentarse
asignando los valores en función de las indicaciones del método Mosler y, la parte correspondiente al tipo
de riesgo de la citada plantilla “Identificación de las medidas de seguridad” para cumplimentarse marcando
sí, o no, en la casilla pertinente según se disponga, o no, de ella. Debido a que la herramienta se adecuó al
tipo de instalación deportiva elegida (grandes centros polideportivos con múltiples unidades deportivas
interiores y exteriores de naturaleza pública situados en Madrid) por su polivalencia y gran tamaño, es
preciso indicar que, dicha herramienta y su uso se puede extrapolar y aplicar con las especificaciones que
requiera a cualquier otro tipo de instalación deportiva más pequeña y/o específica de naturaleza pública o
privada situada dentro del ámbito estatal. Para dicha extrapolación, es preciso recordar que el 75% de la
normativa empleada en la Recopilación Normativa era de carácter estatal, por lo tanto el grueso de las mil
seiscientas veinticuatro medidas de seguridad mantendrán su carácter de medida reglamentaria al pertenecer
a dicho marco normativo, debiendo en algunos casos cambiar a medida necesaria al no estar bajo el ámbito
de aplicación de la normativa autonómica o local o, mantener el carácter de reglamentario en cuyo caso
habrá de adaptar la medida a lo que marque la normativa homónima en la comunidad o localidad concreta
donde se ubique la instalación en cuestión.
Por último, una vez elaborada de forma íntegra, se precisó validar su contenido, para ello se precisó que un
grupo de expertos/as en seguridad pudiera revisarla. Primeramente se limitaron las características que
habrían de cumplir los/las distintos/as expertos/as, precisando un amplio marco formativo y una amplia
trayectoria y experiencia profesional en los ámbitos públicos y privados relacionados con la gestión de la
seguridad en el plano deportivo. En función de los contenidos de la herramienta se vio la necesidad de
abordarla desde distintos ámbitos precisando un grupo multidisciplinar, al ser una herramienta para realizar
Estudios de Riesgos desde el ámbito de la seguridad pública y de la seguridad privada al ser parte de sus
competencias, al contener una extensa carga normativa desde el ámbito del derecho y al abordar múltiples
aspectos asociados a la gestión de la seguridad deportiva desde el ámbito de la experiencia práctica
específica del sector. El resultado final aunó profesionales del ámbito público pertenecientes a la Policía
Nacional, a la Policía Municipal, a la Guardia Civil y al Ejército. Del ámbito privado se reunieron Directores
de Seguridad Privada, Jefes de Seguridad Privada, Peritos Judiciales, Abogados, Magistrados-Jueces y
Fiscales, Secretarios Judiciales, Letrados del Tribunal Supremo y Gestores deportivos con una amplia
611
Capítulo 6. Discusión de los resultados obtenidos
experiencia detallada en el capítulo 4 Metodología de estudio, dentro del punto 4.3 Desarrollo de la Primera
fase de la Estrategia de investigación (proceso previo del trabajo de campo)” en el epígrafe Q) Elaboración
de la Herramienta para realizar Estudios de Riesgos y para Identificar Medidas de Seguridad contra dichos
riesgos en Instalaciones Deportivas y, validación de la misma mediante el análisis que efectúe sobre ella
un grupo de expertos multidisciplinar. Para tener una estructura común de todos ellos, se elaboró un modelo
de validación en el que se identificó el nombre, el puesto y la identificación mediante un código profesional
o habilitación, la revisión y validación aportada, un autorización a poderse incluir dentro de la Tesis
Doctoral, una firma y /o sello así como un extracto del Currículum Vitae de referencia.
Finalmente la confección de la Herramienta para realizar Estudios de Riesgos y para Identificar Medidas
de Seguridad contra dichos riesgos en Instalaciones Deportivas precisa diversas puntualizaciones fruto del
análisis posterior de su utilización.
Respecto al método Mosler, es fundamental comprender cada uno de los criterios que expresa así como
tener referencias a la hora de puntuarlos, siendo muy recomendable disponer de tablas objetivas de
puntuación para que el gestor pueda basarse en las mismas. Dichas tablas responderán a unos rangos que
deberán validarse, por ejemplo se pueden delimitar rangos monetarios por cuantías para asignar
puntuaciones de 1 a 5 en la reposición de un bien, por lo tanto únicamente habrá que estimar el coste de
reposición y asignarle la puntuación de su rango al criterio específico. En otros criterios es fundamental
que un experto en seguridad pueda guiar y asesorar mediante ejemplos en qué se traducen las puntuaciones,
por ejemplo en los bienes intangibles que afectan a la imagen de la empresa, entendiendo que un hecho de
especial relevancia tendrá un gran impacto y por ende habrá de puntuarse en relación al mismo. Por lo tanto
todos los criterios deben asociarse a tablas objetivo-subjetivas de puntuación y siempre apoyarse en
ejemplos concretos. Dentro de los seis criterios, el de agresión (A) es el único criterio que siempre será
específico de cada instalación, debido a que es la posibilidad real de que se materialice un riesgo y
dependerá de los históricos, es decir del número de veces que ya haya ocurrido y de la potencialidad de
ocurrencia en función de las características propias de la instalación, pudiendo en ocasiones no haberse
producido pero siendo muy probable que se produzca. El riesgo de intrusión en el perímetro exterior es un
buen ejemplo para que el gestor comprenda dicho criterio y cómo puntuarlo, si en una instalación
normalmente se producen intrusiones en dicho perímetro, precisará de la máxima puntuación por que la
materialización es constante, si por el contrario se producen en ocasiones, la puntuación irá bajando de
manera directamente proporcional, sin embargo la potencialidad futura también ha de tenerse en cuenta, en
este caso, habrá que estimar el grado de posibilidad; si el perímetro exterior es discontinuo, tiene huecos o
roturas del vallado, su altura no es suficiente etc., la puntuación ascenderá porque la posibilidad aumenta,
en caso contrario se mantendrá, si además el perfil de usuarios por su ubicación es el de un usuario
potencialmente conflictivo y/o dispone de unidades deportivas exteriores como piscinas, de nuevo la
potencial intrusión aumenta, por lo que nuevamente la puntuación ascenderá. El resto de los criterios
pueden tener las puntuaciones previamente asignadas debido a que aun siendo diferentes instalaciones, son
de un mismo operador y comparten características comunes por lo que las puntuaciones deben ser las
mismas al verse afectadas de igual manera. Aunando el criterio de agresión al resto de criterios, en algún
riesgo se puede encontrar que se materialice constantemente, sin embargo la puntuación total sólo lo ubica
612
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
en un riesgo medio, por ejemplo el caso de las agresiones verbales, es importante entender este resultado
puesto que aunque no se considere un riesgo elevado porque su impacto no sea demasiado alto al no tener
un componente económico o psicológico alto en comparación por ejemplo con una agresión física o sexual,
es un indicador muy importante que, habrá de precisar de una especial valoración en la fase de control del
riesgo, por lo tanto el criterio de agresión es el criterio más sensible y más complejo de gestionar.
Comprender la escala de puntuación, también es muy importante, debido a que ningún riesgo es residual,
la puntuación mínima habrá de situarse siempre en “2”, con alguna excepción que pueda justificarse
atribuyendo la puntuación “1”, este hecho tiene una relevancia en la puntuación total si se le añade que
también es fundamental no sobreestimar ni infravalorar un riesgo a la hora de puntuarlo por cuestiones
subjetivas, por ejemplo si el gestor tiene una gran empatía o predilección por un riesgo o por el contrario
un bajo índice de concienciación o habitualidad la puntuación que le asigne puede verse afectada, de nuevo
la importancia de que un experto en seguridad valore las respuestas, exponga y solicite ejemplos y guie las
puntuaciones intentando realizarse de manera conjunta por un grupo multidisciplinar de trabajadores para
tener una visión de conjunto es fundamental. Además la composición de las fórmulas de cálculo para la
evaluación que otorgarán el valor final, están elaboradas de tal manera que en cuanto un criterio tenga un
valor asignado bajo de 1 o 2, la puntuación total la situará en un valor medio, aquí es fundamental entender
que un riesgo medio no significa que no sea importante, recordando la matriz del riesgo, habrá que intentar
disminuir todos los riesgos en función de los objetivos y criterios que se expongan en la fase de control del
riesgo. Por último y, en la misma línea de interpretación del valor final, también es importante hacer una
doble interpretación del resultado cuantitativo y cualitativo, otorgándole mayor importancia al cuantitativo
aunque el cualitativo sea más visual a la hora de clasificar, esto quiere decir que por ejemplo una puntuación
de 750 se sitúa cualitativamente en riesgo medio y de 751 en riesgo elevado, cuantitativamente es un único
valor (en la escala de 1250 sería 0,08%, por lo tanto insignificante) sin embargo cualitativamente da un
gran salto de medio a elevado y puede crear confusión, por lo tanto la doble interpretación es necesaria y
debe apoyarse en gráficos donde se sitúe la escala de medición.
Respecto a la identificación de riesgos es fundamental hacer una descripción minuciosa incidiendo en el
bien sobre el que incide el riesgo, la localización y ubicación del bien y la materialización del riesgo para
expresarlo formalmente, debido a que en muchos casos este nivel de detalle hará posible la comprensión
total de la expresión formal del riesgo al poder entenderlo con ejemplos concretos.
613
Capítulo 6. Discusión de los resultados obtenidos
Respecto a la elaboración de la plantilla “Identificación de las medidas de seguridad” es importante que sea
muy visual y se entienda con qué riesgo se relaciona para minimizarlo, reducirlo o eliminarlo. Por lo tanto
es fundamental ubicar el riesgo y a continuación las medias de seguridad, divididas en reglamentarias (de
obligado cumplimiento en función del ámbito de aplicación) y necesarias (de no obligado cumplimiento),
ubicando primero las reglamentarias y finalmente las necesarias que terminen de configurar el bloque de
medidas concreto, siendo una diferenciación importante para el gestor. En dicha estructura además siempre
deberá aparecer el número de identificación de la medida con su referencia normativa para poder justificar
la misma así como verificarla rápidamente y, tras cada bloque de medida un espacio denominado “Otras”
en donde se pueda incluir cualquier otra medida no identificada previamente que se identifique en la propia
instalación o que se comunique que se precisa sin que se haya identificado anteriormente de tal manera que
su ampliación y actualización se pueda hacer en ese mismo instante.
Respecto a la elaboración íntegra de la Herramienta para realizar Estudios de Riesgos y para Identificar
Medidas de Seguridad contra dichos riesgos en Instalaciones Deportivas se configuró como una guía para
el gestor deportivo mediante la cual sin tener ningún conocimiento de seguridad, poder determinar el estado
de seguridad en que se encuentre su instalación deportiva, a través de la realización de un análisis detallado
de los riesgos a los que se expone conociendo en cada caso si se clasifican como riesgos reducidos, medios
o elevados y, el porcentaje de disposición de las medidas de seguridad necesarias para eliminar, reducir o
minimizar los riesgos identificados. Si bien es imperativo para un adecuado uso y un resultado fiable que
la fase de análisis del riesgo la dirija un experto en seguridad deportiva con las competencias necesarias
para realizar estudios de riesgos que marca la legislación vigente, apoyado en la experiencia del gestor
deportivo y de un grupo multidisciplinar de trabajadores de diferente perfil, como es imperativo que, el
análisis de las medidas de seguridad disponibles y no disponibles lo realice nuevamente dicho experto en
seguridad deportiva y lo plasme en el pertinente Plan de Seguridad para hacer viable su implementación.
Por último respecto a la validación de su contenido, las causas, motivos y circunstancias están expresadas
de forma particular en la justificación de cada experto pudiéndose consultar de forma íntegra como ya se
citó en el Anexo D Validaciones de la Herramienta para realizar Estudios de Riesgos y para Identificar
Medidas de Seguridad contra dichos riesgos en Instalaciones Deportivas por parte de un grupo
multidisciplinar de expertos/as. Este tipo de validación es un proceso complejo que requiere una gran
inversión de tiempo y esfuerzo y que, debido al enfoque y contenido es fundamental que sea estudiado de
forma segmentada y validado de forma global por un grupo multidisciplinar.
Con el primer y segundo objetivo finaliza la discusión de los resultados obtenidos en la primera
fase de la Estrategia de investigación denominada “Proceso previo al trabajo de campo”, dando paso a la
discusión de los resultados obtenidos en la segunda fase de la Estrategia de investigación denominada
“Trabajo de campo”.
614
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
En dicha fase se dio respuesta al tercer objetivo, a la primera hipótesis, a la segunda hipótesis
y al quinto objetivo.
El tercer objetivo “Constatar si los Centros Deportivos Municipales (CDM) del Ayuntamiento de
Madrid disponen de registros de incidentes, de bases de datos de los mismos y de los documentos
organizativos que gestionen cada área o ámbito de la seguridad, a través de los responsables de cada
Centro Deportivo Municipal (CDM) autorizado mediante la cumplimentación de una plantilla
elaborada para tal fin”, identificó a través de la Dirección General de Deportes y del/la Coordinador/a de
cada Junta de Distrito mediante diversas reuniones mantenidas que los distintos Centros Deportivos
Municipales (CDM) carecían de Plan de Seguridad y disponían del resto de Documentos Organizativos
asociados a los Grupos de Riesgo a manejar y, dejó la posibilidad de que cada Centro Deportivo Municipal
(CDM) dispusiese de registros de incidentes y/o de bases de datos de los mismos, debiendo ser confirmado
por cada director/a. Posteriormente corroboró mediante el director/a de cada Centro Deportivo Municipal
(CDM) que todos ellos carecían de Plan de Seguridad y disponían del resto de Documentos Organizativos
asociados a los Grupos de Riesgo a manejar mediante la cumplimentación del anverso de la ficha
denominada “Ficha informativa de la Instalación Deportiva” la cual se puede observar en la Figura 81 Ficha
informativa de la Instalación Deportiva, anverso con la delimitación del Estudio de Riesgos (en algunos
Centros Deportivos Municipales (CDM) no se pudo constatar por falta de información si la instalación
disponía del documento Libro del Edificio, a su vez también algunos Centros Deportivos Municipales
(CDM) no disponían del documento Plan de Autoprotección según el Real Decreto 393/2007, de 23 de
marzo, por el que se aprueba la Norma Básica de Autoprotección de los centros, establecimientos y
dependencias dedicados a actividades que puedan dar origen a situaciones de emergencia, disponiendo de
Manual de Autoprotección según la disposición derogada “Orden de 29 de noviembre de 1984 por la que
se aprueba el Manual de Autoprotección para el desarrollo del Plan de Emergencia contra Incendios y de
Evacuación de locales y Edificios”). Finalmente confirmó mediante el/la director/a de cada Centro
Deportivo Municipal (CDM) que todos ellos carecían de registros de incidentes y/o de bases de datos de
los mismos, mediante la cumplimentación del reverso de la ficha denominada “Ficha informativa de la
Instalación Deportiva” la cual se puede observar en la Figura 83 Ficha informativa de la Instalación
Deportiva, reverso con el Establecimiento del modo de operar en el Estudio de Riesgos y, los Datos de los
participantes del Estudio de Riesgos y de las Medidas de Seguridad (algunos Centros Deportivos
Municipales (CDM) informaron de registros de incidencias de la empresa de seguridad privada contratada
sin disponer de los mismos de forma estructurada y mantenida en el tiempo además, según recoge el
Protocolo de Actuación, en materia de Prevención de Riesgos Laborales, en caso de Agresiones de
Terceros, en las Instalaciones Deportivas Municipales del Ayuntamiento de Madrid, también se dispone de
un registro de los diversos tipos de violencia en el lugar de trabajo sufridos por los empleados públicos que
realicen su actividad en las Instalaciones Deportivas Municipales, debiendo establecerlo y mantenerlo
Gerencia de Distrito en virtud de los diferentes episodios que cada instalación remita cumplimentando los
615
Capítulo 6. Discusión de los resultados obtenidos
modelos de los anexos I y II, mensualmente Gerencia de Distrito emite un informe a Gerencia del
Organismo Autónomo Madrid Salud y, anualmente Subdirección General de Prevención de Riesgos
Laborales elabora una estadística de todas las agresiones emitiéndola a la Dirección General de
Coordinación Territorial y al Comité de Seguridad y Salud de la que no se ha podido disponer
(Ayuntamiento de Madrid, 2011).
La discusión de disponer de registros de incidentes y de bases de datos de los mismos parte nuevamente
de las conclusiones arrojadas por el proyecto MAID (Mejora y Armonización de Infraestructuras
Deportivas), en el que el Consejo Superior de Deportes expresaba la necesidad de implantar un sistema
de recogida de incidencias armonizado en todo el territorio Español que permitiese recoger la casuística
de los accidentes producidos en las instalaciones a través de la implicación de las distintas
Comunidades Autónomas, al ostentar las competencias en materia de deportes (CSD, 2009b). Y lo
expuesto por su secretaría técnica al determinar que la mejora continua de las instalaciones, el avance
de las normas técnicas y los cambios de legislación se verían beneficiados si se dispusieran entre otros
datos, de información sobre el nivel de seguridad de las instalaciones a través de un sistema de
vigilancia de incidencias en las mismas alineado con la Recomendación del Consejo de Europa en
2006 (Secretaría Técnica del Proyecto MAID, 2008a).
A su vez en el capítulo 2 Marco contextual y teórico, dentro del bloque 2.2 Deporte y Seguridad, dentro del
punto 2.2.2 Violencia y deporte, en el punto 2.2.2.2 Registros de incidentes, se investigó qué era un registro,
cuál era su fin y qué puntos tenía que contener o cómo había de estructurarse, recurriendo dentro del plano
internacional al sector más representativo y a un organismo de referencia para poder extrapolarse a los
escasos registros de incidentes asociados al plano deportivo (Decreto 195, 2003; RFEF et al., 2005; Ley
19, 2007; RD 203, 2010; Ayuntamiento de Madrid, 2011; FIFA, 2012, 2017; Gobierno de España, 2015c).
Por lo tanto se confirma esta escasez y no disposición de registros de incidentes ni bases de datos de los
mismos, debido a que los registros de seguridad privada son registros externos de una empresa asociada
que recogen unas incidencias muy específicas y que, además no se registran en un registro posterior propio
de la organización y que, el registro de datos sobre agresiones físicas de terceros a personal trabajador
también es un registro muy específico y segmentado que no muestra siquiera la globalidad del riesgo de
agresión registrando otras incidencias no relacionadas con personal trabajador, aun así es un atisbo de
iniciar un camino en el que se puedan constatar dichas incidencias.
616
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
una instalación deportiva, para ello se propone utilizar el catálogo de riesgos de cada uno de los cinco
ámbitos o áreas de la seguridad que afectan a una instalación deportiva, registrando las incidencias que
acontezcan dentro de la categoría de riesgo en donde se pueda integrar. El registro deberá exponer lo
sucedido de forma detallada y resumida, recoger la fecha y la forma en que se resolvió aludiendo a
procedimientos, normativas etc., así como cualquier justificante del mismo para evitar manipulación de
posibles registros, de tal manera que pueda servir de referencia para resolver situaciones asimilables, se
pueda evaluar dicha respuesta así como servir de dato a introducir en la base de datos. Es importante que
de forma automática ese registro individual, se introduzca en la base de datos a modo de histórico de ese
riesgo. Finalmente para que sea armonizado, cualquier organización que quiera formar parte del mismo,
deberá seguir los mismos procedimientos de registro y, las bases de datos deberán poder aunarse en bases
de datos de ámbito superior, a nivel local, municipal y estatal de tal manera que se tengan registros de los
diferentes riesgos acontecidos cerciorándose que han sido registrados en el asiento correcto o, más
apropiado y con ello elaborar las estadísticas pertinentes sirviendo por ejemplo para actualizar normativa,
verificar medidas de seguridad ante riesgos con mucha incidencia o, comprobar causas, motivos y
circunstancias de dichos registros en diferentes zonas. Como ejemplo práctico de estadística cabe citar al
“Protocolo de actuaciones contra el Racismo, la Xenofobia y la Intolerancia en el Fútbol” de la Real
Federación Española de Fútbol, la Liga Nacional de Fútbol Profesional y la Asociación de Futbolistas
Españoles, con el sistema de información específico que confecciona un mapa de situación proporcionando
datos sobre incidentes, causantes, distribución y ubicación (RFEF et al., 2005).
La discusión de la disposición de los documentos organizativos que gestionan cada área o ámbito de la
seguridad se basó en constatar si se disponían o no, en función de la obligatoriedad de disposición que
marca la legislación. En el Capítulo 2 Marco contextual y teórico, en su quinto bloque punto 2.5
Documentos y seguridad, se indicó que los documentos analizados de obligado cumplimiento en el objeto
de estudio eran: el Plan de Autoprotección y el Plan de Actuación ante Emergencias según la Norma Básica
de Autoprotección (RD 393, 2007; RD 1468, 2008) y el Libro del Edificio según la Ley de Ordenación de
la edificación (Ley 38, 1999; Ley 2, 1999; Decreto 349, 1999); el Documento de Seguridad de Datos de
Carácter Personal según la Ley de Protección de Datos (Ley 15, 1999; RD 1720, 2007) y; el Plan de
Prevención de Riesgos Laborales según la Ley de Prevención de Riesgos Laborales (Ley 31, 1995; Ley 54,
2003; Ley 25, 2009; RD 39, 1997; RD 337, 2010). Los Centros Deportivos Municipales (CDM) del
Ayuntamiento de Madrid disponían de esos documentos con las salvedades de que por falta de información
en algunos, no se pudo constatar si disponían del documento Libro del Edificio y algunos, disponían de
Manual de Autoprotección sin actualizarse a Plan de Autoprotección. Por el contrario los documentos Plan
de Seguridad, Plan (protocolo) de Actuación ante Urgencias Sanitarias y Plan de Seguridad de
Información/Cibernética no están incluidos en el objeto de estudio como documentos de obligado
cumplimiento. Así, los Centros Deportivos Municipales (CDM) del Ayuntamiento de Madrid no disponen
de Plan de Seguridad. Sí disponen de Plan (protocolo) de Actuación ante Urgencias Sanitarias, si bien este
último únicamente dispone de un protocolo de actuación en caso de urgencias médicas incluyendo un
protocolo de activación del Servicio de Asistencia Municipal de Urgencia y Rescate (SAMUR) así como
una relación del material sanitario a disponer en función de la superficie de lámina de agua de sus piscinas
617
Capítulo 6. Discusión de los resultados obtenidos
y, como se definió tendría que ser un “Documento que aporta un protocolo de activación de los servicios
de urgencias para poder categorizar un incidente así como un manual de referencia de consulta para hacer
frente a contingencias y emergencias sanitarias que requieran una actuación inmediata, abordándose de
cada una qué es y en qué consiste, su actuación básica, precauciones, recomendaciones y protocolos
concretos de actuación”, por lo tanto habría de completarse con un manual de referencia de consulta para
hacer frente a contingencias y emergencias sanitarias. A su vez, en el punto 6.1 Discusión de los resultados
obtenidos en la primera fase de la Estrategia de investigación denominada “Proceso previo al trabajo de
campo”, en la discusión de los resultados obtenidos en el primer objetivo en su primera fase articulada en
el mismo “Conocer y describir todos los ámbitos o áreas de la seguridad a la que se ve afectada una
instalación deportiva”, se indicó empleando la Tabla 135 Propuesta de modelo de Plan de Emergencias
Sanitarias en instalaciones deportivas, que: tanto el Protocolo de Actuación ante Urgencias Sanitarias;
entendido como el protocolo de activación de los servicios de urgencias, como; el manual de referencia,
entendido como el manual de consulta para hacer frente a contingencias y emergencias sanitarias, debían
integrarse en el Plan de Emergencias Sanitarias, concretamente en su capítulo quinto de los nueves totales.
Por lo tanto la disposición de un protocolo no indica que se disponga del documento organizativo que
gestiona ese ámbito de la seguridad que incluye los riesgos de daños individuales por accidentes. Y, no
disponen de Plan de Seguridad de Información/Cibernética, aunque si dispongan de Documento de
Seguridad de Datos de Carácter Personal, habiéndose citado como documento imprescindible a acompañar
al mismo, constatando finalmente que disponían de los documentos organizativos que la normativa exige
de obligado cumplimiento.
Finalmente la necesidad de disposición de los documentos organizativos que gestionan cada área o ámbito
de la seguridad precisa de una puntualización importante que radica en que aunque la normativa no impere
su cumplimiento, los riesgos asociados habrán de gestionarse de igual modo que se gestionan los que sí
recoge dentro de la obligación de disposición de su documento gestor, mediante su documento homónimo.
En determinados casos es porque no se incluye dentro del ámbito de aplicación o, simplemente porque la
figura legisladora aún no ha previsto su necesidad, si bien a lo largo de la presente investigación se ha
argumentado concienzudamente (la necesidad de disposición del Plan de Seguridad se justificará de forma
específica al final de este capítulo en el punto 6.3.4 Discusión de los resultados obtenidos en el análisis del
objetivo principal y final de la investigación). Para ello se invita a disponer de todos los documentos
organizativos siguiendo los esquemas de contenidos desglosados para todos ellos atendiendo a los niveles
de gestión según se expresó en la Figura 219 Ámbitos de la seguridad que afectan a una instalación
deportiva en base a grupos de riesgo y documentos gestores asociados, expresados en niveles de ordenación,
integrándose siempre en torno al documento de aplicación de ámbito superior.
La primera hipótesis “Los Centros Deportivos Municipales (CDM) del Ayuntamiento de Madrid no
disponen de los documentos organizativos; Plan de Seguridad y Plan (protocolo) de Actuación ante
Urgencias Sanitarias y sí disponen de los documentos organizativos; Plan de Autoprotección, Plan de
Actuación ante Emergencias, Libro del Edificio, Documento de Seguridad de Datos de Carácter
Personal y Plan de Prevención de Riesgos Laborales que se relacionan con los cinco ámbitos o áreas
618
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
de seguridad que engloban los distintos riesgos a los que se ve afectada una instalación deportiva”,
se constató según los resultados obtenidos en el tercer objetivo, acabando de ser discutidos concluyendo
que: los Centros Deportivos Municipales (CDM) del Ayuntamiento de Madrid no disponen de Plan de
Seguridad ni de Plan de Emergencias Sanitarias aunque si dispongan de Protocolo de Actuación ante
Urgencias Sanitarias al ser únicamente una parte del Plan de Emergencias Sanitarias, corroborándose por
lo tanto la primera hipótesis.
La segunda hipótesis “Los Centros Deportivos Municipales (CDM) del Ayuntamiento de Madrid no
disponen de Bases de Datos o Registros de Incidentes relacionados con los Grupos de Riesgo y
Catálogos de Riesgos que ordenan y clasifican los distintos riesgos a los que se ve afectada una
instalación deportiva”, se constató según los resultados obtenidos en el tercer objetivo, acabando de ser
discutidos concluyendo que: los Centros Deportivos Municipales (CDM) del Ayuntamiento de Madrid no
disponen de registros de incidentes y/o de bases de datos de los mismos aunque si dispongan de un registro
de los diversos tipos de violencia en el lugar de trabajo sufridos por los empleados públicos y algunos de
registros de incidencias de la empresa de seguridad privada al ser respectivamente: un registro muy
específico y segmentado que no muestra siquiera la globalidad del riesgo de agresión registrando otras
incidencias no relacionadas con personal trabajador y, registros externos de una empresa asociada que
recogen unas incidencias muy específicas que además no se registran en un registro posterior propio de la
organización, corroborándose por lo tanto la segunda hipótesis.
El quinto objetivo “Realizar un estudio de los riesgos que afecten a una instalación deportiva
pertenecientes a los documentos organizativos de los que carezcan, en la mayor muestra de Centros
Deportivos Municipales (CDM) posible, junto con los/las responsables de cada Centro Deportivo
Municipal (CDM) autorizado”, logró la realización de un Estudio de Riesgos en veintiséis Centros
Deportivos Municipales (CDM) situados de forma homogénea en el mapa, habiéndose obtenido
previamente, para poder realizar el trabajo de campo de la Tesis Doctoral y ahí poder realizarlos, la
autorización de la Dirección General de Deportes del Ayuntamiento de Madrid y de trece distritos de
diecinueve posibles, logrando un porcentaje aproximado del 70%, pudiendo consultarse las mismas en el
Anexo C Autorizaciones de los Distritos del Ayuntamiento de Madrid para el desarrollo del trabajo de
campo de la Tesis Doctoral. De igual manera, el Estudio de Riesgos se ajustó a la cronología de acceso a
cada uno, en donde se identificaron las fechas pudiéndose observar en la Tabla 38 Cronología de realización
del trabajo de campo en cada Centro Deportivo Municipal (CDM).
619
Capítulo 6. Discusión de los resultados obtenidos
desarrollar el trabajo de campo de la Tesis Doctoral y, un Proyecto de Investigación, que se puede consultar
en el Anexo B Proyecto de Investigación.
Una segunda etapa teniendo un organigrama de cada distrito autorizado, pudiéndose observar en la Figura
124 Mapa de Distritos y Centros Deportivos Municipales (CDM) autorizados, con los veintiséis Centros
Deportivos Municipales (CDM) que incluyen, pudiéndose observar en la Figura 125 Mapa de Centros
Deportivos Municipales (CDM) autorizados, estableció la citada cronología de acceso a cada uno
pudiéndose visualizar en la Tabla 38 Cronología de realización del trabajo de campo en cada Centro
Deportivo Municipal (CDM).
Una tercera etapa limitó el Estudio de Riesgos a los riesgos pertenecientes a los documentos organizativos
de los que carecían según expuso la Dirección General de Deportes (DGD) del Ayuntamiento de Madrid y
los distintos distritos junto a la corroboración del director/a de cada Centro Deportivo Municipal (CDM)
expresado en el anverso de la “Ficha informativa de la Instalación Deportiva” pudiéndose observar en la
Figura 81 Ficha informativa de la Instalación Deportiva, anverso con la delimitación del Estudio de
Riesgos.
Una cuarta etapa explicó la Herramienta para realizar Estudios de Riesgos y para Identificar Medidas de
Seguridad contra dichos riesgos en Instalaciones Deportivas a cada director/a con su objetivo, estructura,
división y procedimiento para cumplimentarse y, explicó su Método de Análisis y Evaluación de Riesgos
con sus distintas fases mediante su plantilla de desarrollo así como la forma de proceder mediante un
ejemplo.
Una quinta etapa realizó la fase dos, tres y cuatro de la primera parte de la Herramienta para realizar
Estudios de Riesgos y para Identificar Medidas de Seguridad contra dichos riesgos en Instalaciones
Deportivas, (análisis de los riesgos identificados) mediante la cumplimentación de la columna de “Análisis
del riesgo” de la plantilla “Identificación, Análisis y Evaluación de Riesgos” junto con el/la responsable de
cada Centro Deportivo Municipal (CDM) y (evaluación de los riesgos analizados y, cálculo y clasificación
de los riesgos analizados), mediante la realización de los cinco cálculos que indica el Método Mosler en
base a la realización de las fórmulas que propone (letras I, D, C, Pr y Er) mediante la cumplimentación de
la columna “Evaluación del riesgo” de la plantilla “Identificación, Análisis y Evaluación de Riesgos” para
finalmente clasificar los diferentes riesgos identificados en cinco niveles (riesgo muy reducido, riesgo
reducido, riesgo medio, riesgo elevado y, riesgo muy elevado) según el valor cuantitativo resultante del
último cálculo efectuado.
Y, una sexta etapa realizó la segunda parte de la Herramienta para realizar Estudios de Riesgos y para
Identificar Medidas de Seguridad contra dichos riesgos en Instalaciones Deportivas, (identificación de las
medidas de seguridad) mediante la cumplimentación de la plantilla “Identificación de las medidas de
seguridad”, junto con el/la responsable de cada Centro Deportivo Municipal (CDM) para conocer si cada
uno disponía o no de las diferentes medidas de seguridad identificadas y, se complementaron dichas
medidas de seguridad con otras previamente no identificadas que sí disponían, identificándolas en los
apartados destinados a tal fin, en la misma plantilla de Identificación de las medidas de seguridad.
Realizadas las dos partes que configuran la citada herramienta, se plasmó en el reverso de la “Ficha
informativa de la Instalación Deportiva” el Establecimiento del modo de operar en el Estudio de Riesgos y
los datos de los participantes con su cargo, fecha, firma y sello, pudiéndose observar en la Figura 83 Ficha
620
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
informativa de la Instalación Deportiva, reverso con el Establecimiento del modo de operar en el Estudio
de Riesgos y, los Datos de los participantes del Estudio de Riesgos y de las Medidas de Seguridad.
La discusión de conseguir realizar un estudio de los riesgos que afecten a una instalación deportiva
pertenecientes a los documentos organizativos de los que carezcan, en la mayor muestra de Centros
Deportivos Municipales (CDM) posible, se basó en poder aplicar la herramienta creada en una muestra
lo suficientemente representativa como para poder valorar su utilización, contribuyendo a la dotación
de una herramienta ya aplicada de la que se tenga constancia de los resultados que ofrece y no sólo
dotar de una herramienta expresada teóricamente sin constatar su aplicabilidad, recordando el gran
desconocimiento de las herramientas que tienen a su alcance los gestores deportivos (CSD, 2009b).
La obtención de las autorizaciones precisó de la Carta de Presentación del Director de la Tesis para poder
comunicar el proyecto de una forma corporativa, para ello se siguieron las recomendaciones de Salkind
(1999) para su elaboración. Con la misma, aprovechando la relación contractual del doctorando con el
Ayuntamiento de Madrid, se solicitó de manera personalizada una reunión a la Dirección General de
Deportes del Ayuntamiento de Madrid incluyendo el motivo de la misma. En dicha reunión se presentó el
Proyecto de Investigación y se autorizó a llevarlo a cabo bajo la premisa de que, debido a que las
competencias de gestión de cada Centro Deportivo Municipal (CDM) eran de cada uno de los Distritos, se
precisaba una autorización de cada uno, especificando los Centros Deportivos Municipales (CDM) en los
que se realizaría. Por lo tanto, posteriormente se siguió el mismo proceso de solicitud personalizada de
reunión a cada uno de los veintiún distritos, entrega de la carta de presentación y presentación del proyecto
ya con la autorización previa de la Dirección General de Deportes, obteniendo así las trece autorizaciones
de diecinueve posibles.
La cronología de realización del trabajo de campo en cada Centro Deportivo Municipal (CDM), precisó
ubicar en el mapa cada distrito autorizado con los veintiséis Centros Deportivos Municipales (CDM) que
incluyen, obteniendo una muestra del 70% homogénea en cuanto a su distribución en el mapa. Conociendo
el dimensionado, la cronología de acceso a cada uno, se basó en la misma estrategia de acceso planteada
para acceder a los distintos Centros Deportivos Municipales (CDM) expresada en el objetivo anterior:
contactando con cada director/a y, mediante la autorización del distrito correspondiente; planteando el
proyecto, explicando en qué consiste y, estableciendo una fecha para iniciarlo y fechas sucesivas en las
cuales continuarlo y terminarlo. No se estableció un cronograma cerrado ordenado por número de distrito,
asignando semanas sucesivas a los distintos centros, debido a la complejidad a la hora de establecer las
fechas de acceso, al depender de variables externas como la disponibilidad de los/las directores/as y del
propio centro, sino que se fue accediendo a medida que se fueron concretando y confirmando las fechas
propuestas, en virtud de múltiples conversaciones mantenidas con las distintas personas responsables,
precisándose aproximadamente de una media de entre quince y veinte horas (3-5días) por instalación,
dependiendo del tamaño, condiciones, características y disponibilidad.
621
Capítulo 6. Discusión de los resultados obtenidos
La limitación del Estudio de Riesgos a los riesgos pertenecientes a los documentos organizativos de los que
carecían radicó en que no se produjesen duplicidades, limitándose a los riesgos de daños por actos
antisociales al no disponer de Plan de Seguridad.
La explicación de la herramienta y su metodología se basó en las puntualizaciones discutidas expuestas en
el segundo objetivo, concretamente en la segunda fase articulada en el mismo para resolverlo, respecto a la
elaboración íntegra de la herramienta y, respecto al método Mosler. En la explicación de la herramienta se
hizo hincapié en explicar que era una guía para el gestor deportivo mediante la cual poder determinar el
estado de seguridad en que se encuentre su instalación deportiva analizando riesgos y medidas de seguridad,
sin precisar ningún conocimiento de seguridad, precisando para su cumplimentación de un experto en
seguridad deportiva con las competencias necesarias para realizar estudios de riesgos que marca la
legislación vigente, apoyado en la experiencia del gestor deportivo y de un grupo multidisciplinar de
trabajadores de diferente perfil. Y, en la explicación del método Mosler se hizo hincapié, en la fase de
análisis, en el criterio de agresión entendido como la probabilidad real de que un riesgo se manifieste,
ofreciendo ejemplos concretos para proceder a puntuarlo asignando puntuaciones de 1 a 5, entendiendo el
valor “1” como que dicha posibilidad es inviable y “5” como que sucede frecuentemente. Para ello se indicó
que para asignar la puntuación más aproximada a la situación real, debía tenerse en cuenta si ese riesgo se
había materializado anteriormente y, en caso de no haberse materializado o tener una baja frecuencia de
materialización, si debido a las características del centro, usuarios etc., era viable que pudiese producirse.
En la fase de evaluación, se mostraron los distintos cálculos necesarios para obtener la puntuación global,
haciendo hincapié que en caso de que un criterio tuviese una puntuación baja “1” o “2” aunque el resto
tuviese puntuaciones altas “4” o “5”, la puntuación global indicaría que el riesgo es medio o reducido,
pudiendo por lo tanto enmascararse puntuaciones altas del resto de criterios, por lo que era muy importante
asignar las puntuaciones reales y no tender a asignar puntuaciones por debajo o por arriba en función de
interpretaciones subjetivas. Finalmente en la fase de clasificación, se indicaron las distintas posibilidades
resumiéndolo en que se obtendrían riesgos bajos (reducidos), medios o altos (elevados) con lo que poder
tener una imagen global de los distintos riesgos de la instalación en cuestión.
La realización de la fase dos (análisis de los riesgos identificados), tres y cuatro (evaluación de los riesgos
analizados y, cálculo y clasificación de los riesgos analizados), de la primera parte de la Herramienta para
realizar Estudios de Riesgos y para Identificar Medidas de Seguridad contra dichos riesgos en Instalaciones
Deportivas, precisó para la fase dos realizar el análisis de los riesgos identificados de forma presencial en
la instalación cumpliendo una serie de requisitos como eran: recuperar todos los históricos de registros de
incidentes e incidencias que dispusiese la instalación, rodearse de un equipo de trabajadores multidisciplinar
liderado por el/la director/a en cuestión con amplia experiencia en la instalación (años de trabajo en la
misma) y, contar con la guía y supervisión de un experto en seguridad con las competencias necesarias para
efectuar estudios de riesgos. Con dichas características se cumplimentó la fase asignando puntuaciones de
1 a 5, como indica el método Mosler, siendo 1 “Muy levemente grave” y 5 “Muy grave” al criterio de
agresión (letra A de la columna “Análisis del Riesgo”) de todos los riesgos identificados, formulando una
pregunta simple que indicaba el método, siendo contestada y plasmada con la citada puntuación de 1 a 5
triangulando la información obtenida de los tres requisitos expuestos (registros de incidentes en caso de
622
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Por último la realización de la segunda parte de la Herramienta para realizar Estudios de Riesgos y para
Identificar Medidas de Seguridad contra dichos riesgos en Instalaciones Deportivas, (identificación de las
medidas de seguridad) precisó indicar si la instalación disponía o no de todas las medidas de seguridad
identificadas, indicando “Sí” o “No” en la casilla de “Existe”, para ello se tuvo en cuenta la respuesta del/de
la director/a y la comprobación in situ de la misma por parte del doctorando en aquellas medidas que era
posible y, se complementaron las medidas de seguridad no identificadas que por el contrario sí disponían
las instalaciones a través de la casilla “Otras”. Terminado todo el proceso, la forma en que se realizó, los
componentes del mismo, la autenticidad y la exactitud de los datos recabados se rigen por la firma del
responsable y participantes en la Ficha de la Instalación deportiva junto con el sello corporativo.
Finalmente realizar un Estudio de riesgos precisa de diversas puntualizaciones fruto del análisis de su
realización.
Respecto a la configuración de la muestra confirmó el 70% de los distritos logrando veintiséis Centros
Deportivos Municipales (CDM) situados de forma homogénea en el mapa. Es importante recalcar que la
muestra sea representativa del total, que incluya todas las tipologías de instalación y que no se sitúen de
forma heterogénea en el mapa puesto que en ese caso los resultados serán sesgados. Al configurar una
muestra precisando que un tercero autorice una a una cada unidad propuesta, el proceso se alarga en el
tiempo y ha de seguir una estrategia óptima para que no se convierta en una barrera de entrada, en estos
casos tener un plan de contingencia que redirija la investigación hacia otra tipología de muestra es
fundamental.
Respecto a la obtención de las autorizaciones precisó de la Carta de Presentación del Director de la Tesis
Doctoral siendo fundamental para tener un respaldo corporativo indicando que no tendrá ningún impacto
en el transcurrir del desarrollo de las actividades de la instalación y que generará un conocimiento específico
importante para la mejora de la misma, para lo cual se informará mediante feedback de los resultados
obtenidos. Las solicitudes de reunión a la Dirección General de Deportes del Ayuntamiento de Madrid y a
cada uno de los veintiún distritos deben de ser personalizadas y explícitas indicando de forma muy acusada
la magnitud del proyecto con el respaldo corporativo de la universidad, la importancia del mismo con el
consecuente beneficio que les supondrá y, la brevedad de la reunión que se solicita, siendo aspectos
fundamentales para que se concedan. A su vez disponer de una autorización global ayuda a conseguir
autorizaciones individuales, por lo que es muy interesante poder disponer de una primera autorización que
sirva de apoyo para solicitar las siguientes, inclusive es una buena estrategia apoyarse en la consecución de
623
Capítulo 6. Discusión de los resultados obtenidos
autorizaciones a la hora de solicitar nuevas porque configura un estado de adherencia en la persona o entidad
competente que verá que ya se autorizó el mismo proyecto por una persona o entidad homónima. Y, la
presentación del proyecto deberá ser muy visual, deberá crear una necesidad y deberá justificarse el
beneficio que puede aportar, siempre intentando ofrecer datos objetivos apoyados en fuentes fidedignas
procedentes de la doble realidad investigación/empresa.
Respecto a la cronología de realización del trabajo de campo en cada Centro Deportivo Municipal (CDM),
para realizar una óptima gestión del tiempo a priori se piensa que debe ser una estructura cerrada, ordenando
las fechas por número de distrito y de instalación, sin embargo la realidad indica que el investigador ha de
adaptarse al calendario que le brinde la muestra, una buena flexibilidad horaria y aprovechar franjas horarias
valle así como fechas en el que el calendario de la instalación proporcione mayor tiempo al gestor es
fundamental.
Respecto a la limitación del Estudio de Riesgos a los riesgos pertenecientes a los documentos organizativos
de los que careciesen, su acotación es básica para que no se produzcan duplicidades de estudios o de
documentos y que, dicha limitación se plasme por escrito con las firmas de los responsables y el sello de la
organización. En caso de querer realizar un estudio de los riesgos pertenecientes a algún documento
organizativo ya disponible, se deberá estudiar previamente dicho documento e incluir en el proceso su
revisión previa, en caso de no seguir estas indicaciones se puede encontrar con que se ha realizado un
estudio que ya se realizó o que ya está cubierto por un documento organizativo. Por lo tanto esta fase es
fundamental para que el trabajo previo no haya generado un estudio falto de aplicación.
Respecto a la explicación de la herramienta y su metodología se basó en las puntualizaciones discutidas
expuestas en el segundo objetivo, concretamente en la segunda fase articulada en el mismo para su
resolución.
Respecto a la realización de la fase dos (análisis de los riesgos identificados), es importante que previamente
se indique la forma de operar explicando que es fundamental disponer de datos objetivos plasmados en
registros de incidentes o basados en hechos acontecidos en caso de que no se dispongan registros, para ello
es necesario que los diferentes riesgos se puntúen de forma conjunta por un equipo multidisciplinar liderado
por el/la director/a del centro. Este hecho es fundamental para poder debatir la puntuación que mejor se
adapte al riesgo, debido a que la interpretación puede diferir dependiendo del prisma de la persona, al tener
diferentes competencias, diferentes puestos, turnos etc., teniendo cada una diferentes experiencias y puntos
de vista que han de fusionarse. Otra opción es la puntuación del mismo riesgo por parte de ese equipo de
manera individual y posteriormente hacer una media, sin embargo esto ralentiza el proceso, lo alarga y
elimina la fase de debate y argumentación, muy necesaria recordando que el matiz cualitativo a la hora de
otorgar puntuaciones como es el criterio profesional, el bagaje y la experiencia en el centro del responsable
era factor subjetivo necesario como suposición cualitativa indicada por Úriz et al. (2006). El equipo
multidisciplinar deberá seleccionarse en base a los años de experiencia que tengan en la instalación, el turno
y cuadrante temporal que cubran y, las competencias profesionales tanto deportivas como no deportivas
que ostenten, seleccionando responsables con amplia experiencia, de distintos turnos y épocas del año y de
ambos campos. Estos últimos aspectos son fundamentales para evitar respuestas que no recojan históricos
de hechos acontecidos debido a que una persona tenga poca experiencia en la instalación, sean sesgadas a
un turno de mañana, de fin de semana o de invierno, sin tener en cuenta lo ocurrido en los diferentes turnos
624
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
y días y épocas del año y, sean parciales sin tener toda la información necesaria al no asociarse el riesgo a
las competencias profesionales como es el caso de que un responsable sin competencias deportivas ni
relación superior jerárquica con personal deportivo pueda puntuar riesgos derivados o asociados a dicho
personal. Por lo tanto siguiendo este último aspecto, las puntuaciones de los diferentes riesgos se debieran
adaptar al perfil más idóneo de trabajador en relación a la tipología de riesgo.
Por último respecto a la realización de la segunda parte de la Herramienta para realizar Estudios de Riesgos
y para Identificar Medidas de Seguridad contra dichos riesgos en Instalaciones Deportivas, (identificación
de las medidas de seguridad) es fundamental realizar una comprobación in situ de las medidas de seguridad
que permitan las mismas, como por ejemplo las medidas físicas como puede ser un vallado perimetral y sus
características, las medidas organizativas como un protocolo visualizando el mismo y las medidas
organizativas basadas en medidas preventivas o reactivas de conocimiento como puede ser la sanción ante
un delito, preguntando respecto al mismo, si se ha llevado a cabo, si se saben cuantías, si lo tienen registrado
o si sabrían donde consultarlo para también asegurar dichas respuestas, si bien muchas de ellas no podrán
demostrarse y requerirán de la buena fe de la respuesta del gestor que previamente habrá tenido que
comprender el propósito del mismo para saber que dicha actitud no incidirá en mejoras y que no disponer
de las mismas no ha de significar que sea peyorativo. Para ello, se puede solicitar al gestor que entregue un
expone en el cual indique que ha entendido el objeto del estudio y que sus respuestas se ajustarán a la
realidad, dependiendo del enfoque esto puede malinterpretarse por parte del gestor y habrá de valorar la
entrega del mismo. Para estudios más pequeños o más específicos, se pueden registrar fotografías de las
medidas físicas para tener una prueba de la existencia de las mismas y de su estado, se pueden fotocopiar
documentos que confirmen la disposición de medidas organizativas o sus portadas y se pueden hacer
repreguntas de control sobre medidas organizativas de conocimiento que sean un doble filtro para verificar
una respuesta positiva, sin embargo esto incidiría nuevamente en ralentizar el proceso, complicarlo y
alargarlo haciéndolo inviable en la presente investigación. Además la autenticidad y exactitud de los datos
recabados se regían por la firma del responsable en la citada Ficha de la Instalación deportiva, este elemento
es clave para asegurar que el proceso se realizó siguiendo lo estipulado siendo muy importante incluir las
fechas, los nombres, los puestos, las firmas y el sello corporativo en una ficha elaborada para tal fin.
Con el tercer objetivo, la primera y segunda hipótesis y el quinto objetivo finaliza la discusión de
los resultados obtenidos en la segunda fase de la Estrategia de investigación denominada “Trabajo de
campo”, dando paso a la discusión de los resultados obtenidos en la tercera fase de la Estrategia de
investigación denominada “Proceso posterior al trabajo de campo”.
625
Capítulo 6. Discusión de los resultados obtenidos
En dicha fase se dio respuesta al cuarto objetivo, a la tercera hipótesis, a la cuarta hipótesis, al
sexto objetivo, a la quinta hipótesis, a la sexta hipótesis, a la séptima hipótesis, a la octava hipótesis y al
séptimo objetivo.
Siguiendo las indicaciones de Úriz et al. (2006) acerca de los procedimientos de análisis basados en la
distribución de variables y en la utilización de métodos estadísticos, se analizó el Plan de análisis estadístico
propuesto en el último punto del cuarto capítulo (4.6 Configuración del Plan de análisis estadístico)
analizando con ello la información obtenida en el mencionado proceso posterior al trabajo de campo.
Dicho análisis se efectuó en tres partes correspondiéndose con las tres partes en las que se dividió
el citado Plan de análisis estadístico, una primera parte que analizó el Cuestionario de Seguridad en
Instalaciones Deportivas, una segunda parte que analizó la primera parte del Estudio de Riesgos y,
finalmente, una tercera parte que analizó la segunda parte del Estudio de Riesgos analizando las Medidas
de Seguridad. Por lo tanto se va a seguir ese mismo orden para la discusión de los resultados obtenidos en
el Plan de análisis estadístico.
En esta primera parte se dio respuesta al cuarto objetivo, así como a las hipótesis tercera y
cuarta.
El cuarto objetivo “Conocer el grado de relación de los/las responsables de los Centros Deportivos
Municipales (CDM) con la gestión de la seguridad”, resolvió las cuatro fases articuladas en el mismo:
La primera fase “Conseguir la cumplimentación del cien por cien de los Cuestionarios de Seguridad
en Instalaciones Deportivas, elaborados para conocer el grado de relación de los/las responsables de
los Centros Deportivos Municipales (CDM) con la gestión de la seguridad, por parte de los/las
responsables de todos los Centros Deportivos Municipales (CDM) autorizados”, logró el cien por cien
de cumplimentación de los Cuestionarios de Seguridad en Instalaciones Deportivas administrados (se
obtuvieron un total de veintidós Cuestionarios de Seguridad en Instalaciones Deportivas cumplimentados
debido a que cuatro instalaciones de las veintiséis totales disponían del mismo/a director/a) habiéndose
obtenido previamente, para poder realizar el trabajo de campo de la Tesis Doctoral y ahí poder
suministrarlos, como ya se indicó una autorización de la Dirección General de Deportes del Ayuntamiento
de Madrid y de trece distritos de diecinueve posibles, logrando un porcentaje aproximado del 70% con un
total de veintiséis Centros Deportivos Municipales (CDM), pudiendo consultarse las mismas como también
ya se indicó en el Anexo C Autorizaciones de los Distritos del Ayuntamiento de Madrid para el desarrollo
del trabajo de campo de la Tesis Doctoral. La cumplimentación de los Cuestionarios de Seguridad en
626
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Instalaciones Deportivas se ajustó a una cronología de acceso a cada uno en donde se identificaron las
fechas pudiéndose observar en la Tabla 38 Cronología de realización del trabajo de campo en cada Centro
Deportivo Municipal (CDM).
Continuando con la discusión del cuarto objetivo, la segunda fase “Conocer si los/las responsables de
cada Centro Deportivo Municipal (CDM) consideran que la seguridad es importante en la gestión
deportiva”, identificó fruto del análisis de la primera pregunta del Cuestionario de Seguridad en
627
Capítulo 6. Discusión de los resultados obtenidos
Instalaciones Deportivas, que el 63,6% de los encuestados otorgaron la máxima puntuación indicando que
la seguridad es un aspecto fundamental básico en la gestión deportiva, el 27,3% le otorgaron la segunda
puntuación más alta indicando que es un aspecto muy importante con mayor peso que el resto de aspectos
que conforman la gestión deportiva, cubriendo entre ambas respuestas un porcentaje acumulado superior
al 90%, que se completó con un 9,1% que indicó que era un aspecto importante, con la misma importancia
que los otros aspectos que conforman la gestión deportiva.
La discusión de dichos resultados comienza indicando que múltiples entidades y autores recogen que
la seguridad está presente en la gestión deportiva recogiendo su importancia (Peiró, 1993; Durá, 1999;
Medina, 2002; Mestre et al., 2002; Gómez & Mestre, 2005; Hall, 2006b; Gómez-Calvo, 2007h; García,
2008; CSD, 2009a; Gallardo et al., 2009; Monroy, 2009; Burillo, 2012; Roper & Payant, 2014;
Montero & Martín, 2015; Verdú, 2015).
Resumiendo lo expresado por cada uno, Peiró (1993) aseguró que los gerentes consideraban prioritario que
la instalación estuviese en condiciones adecuadas para la práctica deportiva al ser los responsables de
garantizar su utilización. Durá (1999) habló de la necesidad de evitar y prevenir accidentes en las
instalaciones deportivas. Mestre et al. (2002) identificaron dentro de las necesidades que satisfacían las
organizaciones deportivas, necesidades de seguridad. Gómez & Mestre (2005) señalaban los temas de
seguridad en instalaciones deportivas como aspectos de aparición reciente en continua evolución que no
realizaban los gestores deportivos. Hall (2006b) identificó la necesidad de cumplir con ciento treinta y
cuatro estándares de seguridad para la gestión de espacios deportivos de siete universidades de Mississippi
agrupándolos en once categorías. Gómez-Calvo (2007h) indicó que el gestor deportivo necesitaba conocer
los aspectos de seguridad a manejar en la gestión deportiva al ser parte de su función y responsabilidad.
García (2008) detectó que la seguridad global de la instalación deportiva era la segunda mayor problemática
del gestor deportivo en referencia a los recursos materiales. El Consejo superior de Deportes manifestó que
los gestores deportivos se enfrentaban a mayores exigencias de seguridad (CSD, 2009a). Gallardo et al.
(2009) concluían que un correcto funcionamiento de una instalación, conllevaba estándares de seguridad y
accesibilidad y que, cualquier estrategia y procedimiento de seguridad tendría que tener como objetivo
garantizar la seguridad de todos de forma permanente. Monroy (2009) pautó que un buen gestor deportivo
tenía que tener en cuenta que, como responsable de una instalación, tiene unas necesidades de seguridad.
Burillo (2012) relacionó la seguridad con la accesibilidad afirmando que todo edificio o instalación pública
tenía que cumplir con unos criterios básicos de accesibilidad y seguridad teniendo a la funcionalidad como
nexo de unión entre ambos. Roper & Payant (2014) afirmaron que los gestores de las instalaciones tienen
la responsabilidad de la seguridad dentro de la organización advirtiendo que la gestión de la seguridad y de
las emergencias iban de la mano, teniendo los gestores de instalaciones que pensar, planificar y gestionar
en ambos ámbitos citando como el primer objetivo de la seguridad la protección de las personas y como el
segundo la protección de la propiedad. Montero & Martín (2015) dividieron un modelo para administrar
actividades deportivas en cuatro etapas, situando en la segunda de planificación y organización la de
seguridad, así como prever el plan de emergencia en caso de accidente. Por su parte Verdú (2015) concluía
afirmando que era fundamental un acercamiento a la seguridad desde el punto de vista del gestor deportivo,
628
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
debido a que las entidades organizadoras son las responsables de las actividades que se desarrollan y que
el gestor deportivo no debe ser un experto en todas las disciplinas de seguridad, pero sí debe ser un
conocedor de todas ellas.
A su vez, dentro de la gestión deportiva analizando la figura del gestor deportivo, múltiples estudios
investigaron sus competencias, un ejemplo importante es el aportado por Ko (2007) en su Tesis Doctoral,
quien identificó en su “Tabla 2.9: Resumen de Investigaciones de Competencias en Gestión Deportiva” los
diferentes autores que investigaron al respecto desde el año 1980 al 2004 con sus respectivas nacionalidades
(Jamieson, 1980; Jennings, 1984; Ellard, 1985; Parks & Quain, 1986; Davis, 1987; Hatfield, Wrenn &
Bretting, 1987, Lambrecht, 1987; Farmer, 1989; Skipper, 1990; Coalter & Potter, 1990; CuskelIy & Auld,
1991; Afthinos, 1993; Chen, 1993, Cheng, 1993; Tait, Richins & Hanlon, 1993; NASPE-NASSM, 1993;
Irwin, Cotter, Jenson & White, 1993; Nikolaidis, 1995; Kim, 1997; Toh, 1997; Peng, 2000, Case & Branch,
2003, Horch & Schütte, 2003; Barcelona & Ross, 2004). De la misma manera identificó de forma muy
detallada en su “Tabla 2.11: Resumen de competencias en gestión deportiva” cincuenta y nueve áreas de
competencias descritas de la gestión deportiva referenciadas de forma individual con los autores que las
indicaban en sus respectivos estudios, siendo una complejísima tarea que aportó un magnifico conocimiento
fundamentado. Otros estudios sobre las competencias del gestor deportivo pueden ser (Aragón 1991; Peiró,
1993; Ramos et al., 1995; Martínez del Castillo, 1996; Koontz & Weihrich, 1998; Tagliani & García, 1998;
Acosta, 1999; Celma, 2000, 2004; García, 2000; Díez de Castro, García del Junco, Jiménez & Periáñez-
Cristobal 2001; López, 2001; Merino, 2001; Gómez Tafalla, 2002; Quesada & Díez, 2002; Koustelios,
2003; Dosil, 2004; Gómez & Mestre, 2005; García et al., 2011; Gómez & Núñez, 2011; Campos Izquierdo
& González, 2011; Javaloyes, 2013; Mestre, 2013; Méndez, 2015).
Situando investigaciones que identifican la seguridad como un área competencial o de formación del gestor
deportivo se encuentran (Jamieson, 1980, 1987; Jennings, 1984; Lambrecht, 1987; Farmer, 1989; Peiró,
1993; Toh, 1997; Durá, 1999; Jiménez, 2001; Medina 2002; Mestre et al., 2002; Gómez & Mestre, 2005;
Landaberea, 2005; Beckman, 2006; Méndez & Vicente, 2006; Gómez-Calvo, 2006a, 2007d, 2007e, 2008f,
2008i; Gallardo, 2007; Tripolitsioti et al., 2007; Hall, Ward et al., 2008; García, 2008; Secretaría Técnica
del Proyecto MAID, 2008a, 2008b; CSD, 2009a; Gallardo et al. 2009; Conesa, 2010; Espartero & Palomar,
2011; Ko et al., 2011; Farzalipour et al., 2012; Goodarzi et al., 2012; Hall, 2013; Miller, 2012; Mestre,
2013; Losada, 2014; Méndez, 2015; Montero & Martín, 2015; Ramos Carranza, 2015; Spahn, 2015a).
Entre ellas destacan, Jamieson (1980) quien desarrolló un instrumento de análisis de competencias
deportivas (RSCA) identificando ciento doce agrupadas en doce áreas mediante revisión de la literatura y
el uso de un panel de expertos para lograr un consenso, siendo un estudio pionero que identificó en una de
esas doce áreas, la de seguridad. Lambrecht (1987) en Verdú (2015) expresó que la seguridad ya aparecía
en los rankings de competencias del gestor deportivo. Jamieson (1987) también en Verdú (2015) mencionó
que a nivel internacional la gestión deportiva en USA incluía ya en 1987 la seguridad como una de las doce
grandes áreas de trabajo de los gestores deportivos. Farmer (1989) en Ko (2007) encuestó a doscientos
cuarenta y tres gestores deportivos en Australia incluyendo treinta y tres competencias integrándolas en
629
Capítulo 6. Discusión de los resultados obtenidos
seis categorías, de las cuales una fue la de seguridad. Toh (1997) en Ko (2007) desarrolló otro instrumento
basado en el de Jamieson (1980) validado basado en seis factores competenciales que incluían como uno
de ellos la gestión de riesgos, siendo una competencia específica del área de seguridad. Méndez & Vicente
(2006) en Méndez (2015) situaron siete áreas de intervención del gestor deportivo indicando en la séptima
denominada “otras” riesgos como competencia de seguridad. Tripolitsioti et al. (2007) identificaron ocho
competencias básicas del gestor deportivo en Grecia: técnicas de gestión, ciencias del deporte, gestión de
eventos, relaciones públicas, informática e investigación, gestión de instalaciones y gobernanza y
seguridad, mediante un cuestionario basado en el de Toh (1997), compuesto por setenta y dos ítems que
fue administrado a ciento un gestores. Ko et al. (2011) quienes identificaron once competencias del gestor
deportivo en Taiwan: técnicas de gestión, fundamento teórico deportivo, desarrollo y provisión de servicios,
idiomas y habilidad de aprendizaje, liderazgo, finanzas, habilidades de análisis y economía, comunicación,
conciencia política, gestión de la información y tecnología, teoría de la gestión, gestión del conocimiento y
contabilidad y gestión de riesgos. Méndez (2015) estableció siete áreas básicas de gestión, identificando en
la séptima denominada “otras áreas de gestión cambiantes”, riesgos. Y, Ramos Carranza (2015) quien
dentro del cuestionario para la evaluación de una gestión efectiva en una instalación deportiva pública
empleado en su Tesis Doctoral, identificó dentro de la toma de decisiones del gestor deportivo público
supervisar el estado de seguridad de la instalación y contactar a las dependencias encargadas de supervisar
los planes de seguridad.
Analizando competencias específicas que se pueden integrar dentro del área competencial de la seguridad,
retomando la Tesis Doctoral de Ko (2007) en su citada “Tabla 2.11: Resumen de competencias en gestión
deportiva” destacó como competencias asociadas a seguridad: respuestas a crisis como procedimientos para
resolver accidentes referenciando a (Kim, 1997; Toh, 1997; Peng, 2000; Barcelona & Ross, 2004),
coordinación de la formación del personal en materia jurídica y problemas de seguridad referenciando a
(Hatfield et al., 1987; Kiln, 1997; Peng, 2000; Barcelona & Ross, 2004), primeros auxilios y prevención de
la seguridad como programas de seguridad para prevenir accidentes, reconocer los peligros de seguridad
de la instalación, establecer medidas preventivas contra negligencias, entender los riesgos específicos de la
actividad deportiva y certificación en primeros auxilios referenciando a (Jamieson, 1980; Jennings, 1984;
Ellard, 1985; Parks & Quain, 1986; Davis, 1987; Coalter & Potter, 1990; Cuskelly & Auld, 1991; Afthinos,
1993; Chen, 1993; Kim, 1997; Toh, 1997; Peng, 2000; Case & Branch, 2003; Horch & Schütte, 2003;
Barcelona & Ross, 2004), aspectos legales como comprender las implicaciones legales en el deporte y las
responsabilidades referenciando a (Jamieson, 1980; Jennings, 1984; Ellard, 1985; Hatfield et al., 1987;
Lambrecht, 1987; Cuskelly & Auld, 1991; Afthinos, 1993; Tait et al., 1993; NASPE-NASSM, 1993;
Nikolaidis, 1995; Kim, 1997; Toh, 1997; Peng, 2000; Case & Branch, 2003; Barcelona & Ross, 2004) y,
gestión de riesgos como desarrollar una estrategia de gestión de riesgos y hacer frente a accidentes
manejando situaciones de emergencia referenciando a (NASPE-NASSM, 1993; Kim, 1997; Toh, 1997;
Peng, 2000; Case & Branch, 2003; Barcelona & Ross, 2004).
Otras competencias específicas de seguridad sin citar las que sitúan dentro de los conocimientos o
capacitaciones que han de tener, puesto que se valorarán más adelante, pueden ser las citadas por
630
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Farzalipour et al. (2012) quienes dentro de las diez agrupaciones de competencias del gestor deportivo, en
la agrupación de gestión de riesgos, asociada a seguridad, determinaron seis competencias específicas:
ofrecer capacitación legal y segura para los empleados, como primeros auxilios; ejercer una toma de
decisiones efectiva para enfrentarse a incidentes; riesgos propios de actividades deportivas; cuestiones
legales importantes como derecho deportivo y comercial; desarrollar un programa seguro para prevenir
accidentes e incidentes y establecer de acuerdos legales con empleados y socios. Por su parte Méndez
(2015) estableció que el gestor deportivo tenía que manejar dentro de las denominadas “otras áreas de
gestión cambiantes”, riesgos.
Por lo tanto los resultados obtenidos se ratifican y van en la misma dirección que todos estos estudios,
aludiendo que la seguridad tiene una gran importancia en la gestión deportiva y para el gestor deportivo,
observando que todas las personas encuestadas respondieron que así lo consideraban (la moda y la mediana
coincidieron con la puntuación 5 que identificaba la seguridad como un aspecto fundamental básico en la
gestión deportiva, siendo la máxima puntuación que se podía otorgar, mientras que su promedio se situó en
una puntuación de 4,55). Sin embargo aún no se ha discutido la priorización de la seguridad en relación a
la importancia atribuida con respecto al resto de competencias.
Kim (1997) en Ko (2007) empleó el instrumento de Jamieson (1980) con los gestores deportivos de Korea,
participando noventa y cuatro ejecutivos, quinientos ochenta mandos intermedios y trescientos veintiocho
empleados obteniendo un total de mil dos participantes que determinaron la importancia de las cincuenta
y nueve competencias de gestión deportiva, obteniendo que las más importantes fueron junto con cuatro
más la gestión de riesgos, asociada directamente a competencia de seguridad. Case & Branch (2003)
nuevamente en Ko (2007) examinaron las competencias de ciento ocho gestores deportivos de EEUU que
clasificaron cien enunciados de competencias identificándose diez factores clasificados de mayor a menor
importancia, situando a la seguridad en la cuarta posición y a la gestión de riesgos en la octava. Ko (2007)
en su Tesis Doctoral identificó en un cuestionario las diferentes competencias del gestor deportivo mediante
veintisiete expertos que seleccionaron las diez que consideraban más importantes finalmente aunadas y
filtradas se clasificaron en setenta y nueve competencias a puntuar del 1 al 7 siendo 1 nada importante y 7
extremadamente importante obteniéndose en una primera ronda como media de puntuación de los
veintisiete expertos la gestión de riesgos con una puntuación de 5,59 en la posición treinta y tres de setenta
y nueve, la gestión de la seguridad con una puntuación de 5,48 al igual que el conocimiento de la legislación
con 5,48 en la posición treinta y nueve de setenta y nueve, la habilidad para resolver conflictos con una
puntuación de 5,44 en la posición cuarenta y tres de setenta y nueve y, primeros auxilios con una puntuación
de 4,70 en la posición sesenta y dos de setenta y nueve. En una segunda ronda, se volvieron a puntuar esta
vez conociendo cada uno de los veintisiete expertos la puntuación media obtenida de las respuestas de los
veintisiete pudiendo reconsiderar su respuesta al manejar dicha información, obteniéndose finalmente la
631
Capítulo 6. Discusión de los resultados obtenidos
gestión de riesgos subiendo su puntuación a 5,85 subiendo de la posición treinta y tres de setenta y nueve
a la veinticinco, la gestión de la seguridad subiendo su puntuación a 5,74 subiendo de la treinta y nueve de
setenta y nueve a la treinta y cuatro, el conocimiento de la legislación subiendo su puntuación a 5,59 pero
bajando de la posición treinta y nueve de setenta y nueve a la cuarenta y cuatro, la habilidad para resolver
conflictos subiendo su puntuación 5,70 de la cuarenta y tres de setenta y nueve a la treinta y ocho y, primeros
auxilios bajando su puntuación a 4,56 y su clasificación de la sesenta y dos de setenta y nueve a la sesenta
y siete. García (2008) detectó que la seguridad global de la instalación deportiva era la segunda mayor
problemática del gestor deportivo en referencia a los recursos materiales. La Secretaría Técnica del
Proyecto MAID (Mejora y Armonización de Instalaciones Deportivas), en un estudio a nivel nacional
realizado en 2007 mediante muestreo por sistema de censo a través de cuestionario cerrado dirigido entre
otros aspectos a analizar las áreas formativas de mayor interés de los diferentes puestos de trabajo de una
instalación deportiva, obtuvo que los contenidos formativos necesarios para los participantes,
principalmente para los puestos de director/gerente, eran en segundo lugar los de Seguridad en Instalaciones
Deportivas para un 46,3% (Secretaría Técnica del Proyecto MAID, 2008b). En cuanto a los contenidos
formativos más importantes para el colectivo (director/gestor de la ID, entrenador deportivo, técnico
deportivo, monitor de actividad física, monitor de actividad física de necesidades específicas, animador de
actividad física, jefe de mantenimiento y personal de mantenimiento) fueron en primer lugar el plan de
emergencia de la instalación deportiva, en tercer lugar la prevención de riesgos laborales y en cuarto lugar
la seguridad de la instalación deportiva, todos ellos asociados a competencia de seguridad (Secretaría
Técnica del Proyecto MAID, 2008b). Finalmente, Ramos Carranza (2015) encuestando a ochenta y tres
gestores deportivos de nueve municipios de México encontró que respecto a si supervisaban el estado de
seguridad de la instalación, el 20,5% indicó que lo hacía algunas veces, el 53% que lo hacía casi siempre y
el 26,5% que lo hacía siempre, mientras que respecto a contactar a las dependencias encargadas de
supervisar los planes de seguridad, el 2,4% lo hacía rara vez, el 4,8% lo hacía algunas veces, el 44,6% lo
hacía casi siempre y el 48,2% lo hacía siempre, por lo tanto estos altos porcentajes de realización dirigen a
situar dentro de la toma de decisiones, la seguridad en una alta importancia, si bien en este estudio no se
comparó su prioridad con el resto de funciones.
El perfil del gestor deportivo, es importante a la hora de priorizar dicha competencia de seguridad, en
función de su desempeño, se encuentran diferencias si se dedican a la gestión de un operador o si se dedican
a la impartición de formación académica. Así, continuando con Ko (2007), debido a que el panel de
veintisiete expertos se configuró con tres tipologías, una denominada del gobierno con dos expertos, otra
denominada de la industria de la gestión deportiva con doce expertos y otra de instituciones académicas de
gestión deportiva con trece expertos, se observaron diferencias a la hora de las puntuaciones que radicaron
en que el perfil de gestor deportivo proveniente del ámbito académico otorgó mayores puntuaciones a las
competencias de seguridad. Analizándolas se observa que en la puntuación de gestión de riesgos, los
632
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
gestores deportivos provenientes de la industria puntuaron en la primera ronda la competencia con una
media de 5,08 mientras que los académicos lo puntuaron con 6,08 otorgándole mayor importancia, en la
segunda ronda los gestores deportivos provenientes de la industria subieron a 5,67 y los académicos bajaron
a 6, manteniendo mayor importancia aunque se redujesen las diferencias. En la puntuación de gestión de la
seguridad los gestores deportivos provenientes de la industria puntuaron en la primera ronda la competencia
con una media de 5,17 mientras que los académicos lo puntuaron con 6 otorgándole nuevamente mayor
importancia, en la segunda ronda los gestores deportivos provenientes de la industria subieron a 5,50 y los
académicos lo mantuvieron en 6, manteniendo mayor importancia reduciendo las diferencias. En la
puntuación de conocimiento de la legislación los gestores deportivos provenientes de la industria puntuaron
en la primera ronda la competencia con una media de 5,08 mientras que los académicos lo puntuaron con
5,85 otorgándole nuevamente mayor importancia, en la segunda ronda los gestores deportivos provenientes
de la industria subieron a 5,17 y los académicos subieron a 6, manteniendo mayor importancia manteniendo
las diferencias. En la puntuación de habilidad para resolver conflictos los gestores deportivos provenientes
de la industria puntuaron en la primera ronda la competencia con una media de 5,58 mientras que los
académicos lo puntuaron con 5,54 otorgándole ligeramente menor importancia, en la segunda ronda los
gestores deportivos provenientes de la industria subieron a 5,75 y los académicos subieron a 5,69,
manteniendo menor importancia manteniendo las diferencias. Finalmente la puntuación de primeros
auxilios los gestores deportivos provenientes de la industria puntuaron en la primera ronda la competencia
con una media de 4,58 mientras que los académicos lo puntuaron con 5,08 otorgándole mayor importancia,
en la segunda ronda los gestores deportivos provenientes de la industria bajaron a 4,33 y los académicos
bajaron a 4,92, manteniendo mayor importancia manteniendo las diferencias. También se encuentran
diferencias en cuanto a la priorización de ambos perfiles de gestores (profesionales y académicos) en otros
autores, Jennings (1984) en Ko (2007), tratando de replicar el estudio de Jamieson (1980) encuestó a los
gerentes de los departamentos de educación física de sesenta y siete universidades de EEUU encontrando
diferencias en la priorización de la competencia de seguridad y la prevención de accidentes entre
profesionales y educadores. A su vez, se observan diferencias en la priorización de la seguridad como
competencia en relación a la tipología de gestor de un ámbito local o regional, Afthinos (1993) en Ko (2007)
trató de determinar las competencias para la gestión de los programas de deporte para todos en Grecia,
aplicando el instrumento de Jamieson (1980), con ochenta y cuatro gestores deportivos nacionales,
regionales y locales mediante ochenta y cuatro encuestas con una estructura de once áreas incluyendo la
seguridad, observó que la seguridad / prevención de accidentes junto con otras dos áreas eran más
importantes para los gestores deportivos locales que para los regionales. Basándose en el instrumento de
Toh (1997) también se obtienen datos específicos de la importancia que se le atribuía a la seguridad o a sus
competencias afines o intrínsecas, esta vez desde el perfil de gestor deportivo de eventos observando que
la importancia disminuye. Farzalipour et al. (2012) mediante el cuestionario de Competencies of Sport
Event Managers (COSEM) de Toh (1997) priorizaron las competencias para los gestores de eventos
deportivos con una muestra de treinta y nueve profesores de universidad con al menos tres años de
experiencia en la gestión deportiva y sesenta y cuatro gestores deportivos de eventos federativos situando
en orden descendente: gestión de eventos y técnicas de programación; gestión de instalaciones y equipos;
investigación de eventos y gestión de marketing; métodos comerciales; asuntos públicos y políticos;
633
Capítulo 6. Discusión de los resultados obtenidos
comunicación y relaciones públicas, técnicas de gestión, gestión de riesgos, factores derivados de revisiones
bibliográficas y habilidades informáticas, situando en octavo lugar la competencia asociada a seguridad.
Goodarzi et al. (2012) también mediante el cuestionario de Competencies of Sport Event Managers
(COSEM) de Toh (1997) priorizaron las competencias para los gestores de eventos deportivos desde el
punto de vista de los directivos que realizan competiciones deportivas nacionales en federaciones, con una
muestra de cincuenta, situando en orden descendente; gestión de eventos, gestión de instalaciones
deportivas, gestión de investigación y marketing, procedimientos empresariales, gobernanza, relaciones
públicas, técnicas de gestión, gestión de riesgos y habilidades informáticas, situando en penúltimo lugar la
competencia asociada a seguridad.
Con estos estudios se pueden comparar los datos obtenidos en cuanto a la priorización de la seguridad en
relación a la importancia atribuida con respecto al resto de competencias. Exceptuando los resultados de
Farzalipour et al. (2012) y de Goodarzi et al. (2012) que no situaban en los primeros puestos a la seguridad,
al ser priorizaciones específicas de gestores deportivos de eventos, los resultados obtenidos se acercan a los
obtenidos por Case & Branch (2003) situándola en la cuarta posición, los obtenidos por Ko (2007)
situándola en una posición intermedia respecto a otras competencias pese a tener puntuaciones muy altas
para la atribución de importancia y, van en la misma línea de importancia que los obtenidos por Kim (1997)
situándola en los primeros puestos, lo obtenido por García (2008) indicando que era la segunda mayor
problemática, lo obtenido por la Secretaría Técnica del Proyecto MAID (2008b) situándola como segunda
área formativa de mayor interés y como contenidos formativos más importantes. Por último, en la presente
investigación los gestores deportivos sitúan a la seguridad en un nivel superior, ya que el 90% indicó que
era más importante que otros aspectos de gestión y el 10% restante lo situó en el mismo nivel de importancia
si bien, no se clasificaron y ordenaron dichos aspectos entendidos como competencias.
Para conocer por qué se atribuye tanta importancia a la seguridad, se analizan las fundamentaciones de las
respuestas obtenidas en el Cuestionario de Seguridad en Instalaciones Deportivas respecto a la importancia
atribuida a la seguridad en la gestión deportiva, donde se encontró que el 55% justificó su respuesta,
observándose que las máximas puntuaciones tenían los mayores porcentajes de fundamentación. El 13,6%
indicó que la seguridad es importante por ser fundamental para la gestión aludiendo que si la seguridad
falla, también lo hace todo lo demás, el 31,8% indicó que es importante por la seguridad de usuarios y
trabajadores (resultado respaldado por Roper & Payant (2014) quienes citaron como el primer objetivo de
la seguridad la protección de las personas) y el 9,1% se apoyó en aspectos concretos de su instalación, como
su ubicación, su tamaño, el número de unidades que dispone, el perfil de los usuarios, los servicios ofertados
etc. Por lo tanto la importancia atribuida por encima de otros aspectos de gestión se asocia a que si la
seguridad falla también lo hará lo demás, siendo fundamental para usuarios y trabajadores en función de
aspectos concretos de cada instalación.
634
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
algunas investigaciones que clasificaban en niveles de importancia las diferentes competencias situaban a
la seguridad en zonas intermedias, sin embargo algunos autores las situaban como competencias que
delegaban o que no ejercían directamente, por lo tanto esa clasificación no ordena las competencias en
orden de importancia sino en el orden subjetivo de las tareas a realizar, sin embargo en la presente
investigación la pregunta indica importancia para la gestión deportiva sin especificar que la realice el gestor
deportivo, por lo tanto parece ser la causa directa por la que se sitúa en la primera posición. Por otro lado,
se vio la importancia de la priorización en función del perfil del gestor, muchas de las investigaciones
citadas analizan además ese perfil determinando la edad, la procedencia, titulación, experiencia, entidad
privada o pública, local, regional o nacional, tipo de entidad (instalación, federación, gimnasio etc.), etc.
toda esa información no se ha reunido en la presente investigación, si bien es importante tenerla en cuenta
y se indicará en el siguiente capítulo dentro de los trabajos futuros. Por ejemplo, si un gestor se va a jubilar
quizá su interés pueda disminuir, de la misma manera que si un gestor acaba de iniciar su trayectoria
profesional su interés pueda aumentar y, estos hechos puedan incidir en las puntuaciones atribuidas. En la
presente investigación no se quiso conocer estos datos para incidir de forma más explícita en el anonimato
debido a que la muestra en cuanto a número de encuestados no fue muy alta, aunque conglomerase al 70%
de la población total del objeto de estudio y, de alguna manera pudiese derivar en eliminar parte de ese
anonimato si se atribuyesen respuestas en función de perfiles.
Continuando con la discusión del cuarto objetivo, su tercera fase “Saber si los/las responsables de
cada Centro Deportivo Municipal (CDM) conocen y disponen de la normativa relacionada con la
seguridad y de herramientas para gestionarla”, identificó fruto del análisis de la cuarta pregunta del
Cuestionario de Seguridad en Instalaciones Deportivas, que en primera instancia sobre las respuestas
directas, se obtuvo un 54,5% de respuestas positivas y un 45,5% de respuestas negativas, inclinando
ligeramente la balanza hacia poder afirmar que había más responsables de cada Centro Deportivo Municipal
(CDM) que conocían y disponían de la normativa relacionada con la seguridad. Sin embargo analizando
las fundamentaciones de las respuestas, los porcentajes cambiaron de forma muy acusada, situando un
59,1% que no conocía y disponía de la normativa y legislación de aplicación en seguridad y un 40,9% cuyo
conocimiento estaba segmentado a uno o dos ámbitos, recordando que se dividieron en cinco, los ámbitos
de la seguridad que afectaban a una instalación deportiva, pudiéndose corroborar que dicho conocimiento
era parcial e insuficiente. También identificó fruto del análisis de la quinta pregunta del Cuestionario de
Seguridad en Instalaciones Deportivas, que en primera instancia sobre las respuestas directas, se obtuvo un
54,5% de respuestas positivas y un 45,5% de respuestas negativas, inclinando ligeramente la balanza hacia
poder afirmar que había más responsables de cada Centro Deportivo Municipal (CDM) que conocían y
disponían de herramientas para gestionar la seguridad de la instalación. Sin embargo analizando las
fundamentaciones de las respuestas, al igual que ocurrió con el conocimiento y disposición de normativa,
los porcentajes cambiaron de forma muy acusada, situando un 68,2% que no conocía y disponía de
herramientas para gestionar la seguridad y un 31,8% cuyo conocimiento y disposición estaba segmentado
al ámbito físico o al ámbito organizativo corroborando que dicho conocimiento y disposición continúa
siendo parcial e insuficiente.
635
Capítulo 6. Discusión de los resultados obtenidos
La discusión de dichos resultados comienza nuevamente con la importancia que le dan distintos autores
y entidades a la normativa y legislación en la gestión de la seguridad deportiva (Jamieson, 1987; Peiró
& Ramos, 1995; Medina, 2002; Landaberea, 2005; Gómez-Calvo, 2007h, 2010b; Ko, 2007; Monroy,
2009; Burillo, 2012; Farzalipour et al., 2012; Mestre, 2013, López, 2014; Roper & Payant, 2014;
Méndez, 2015; Verdú, 2015; IBV, s.f.b).
Resumiendo lo que aportaron se encuentra, Jamieson (1987) que situó como una de las doce áreas del gestor
deportivo la de aplicación de la legislación. Peiró & Ramos (1995) en Méndez (2015) situaban dentro de
las habilidades del gestor deportivo, la legislación como conocimientos de carácter instrumental. Medina
(2002) y Landaberea (2005) en IBV (s.f.b) recordaban que el gestor tenía que ser consciente de la parte de
responsabilidad asociada a los riesgos que asume con su función directiva de la instalación dirigida y de las
actividades que en ella se ejercen. Gómez-Calvo (2007h) indicó que el gestor deportivo necesitaba conocer
los aspectos de seguridad a manejar en la gestión deportiva al ser parte de su función y responsabilidad. Ko
(2007) recordando dentro de su Tesis Doctoral su “Tabla 2.11: Resumen de competencias en gestión
deportiva” identificó dentro de la competencia del gestor deportivo de “aspectos legales” aspectos como
comprender las implicaciones legales en el deporte y las responsabilidades, referenciando a (Jamieson,
1980; Jennings, 1984; Ellard, 1985; Hatfield et al., 1987; Lambrecht, 1987; Cuskelly & Auld, 1991;
Afthinos, 1993; Tait et al., 1993; NASPE-NASSM, 1993; Nikolaidis, 1995; Kim, 1997; Toh, 1997; Peng,
2000; Case & Branch, 2003; Barcelona & Ross, 2004). A su vez continuando con su Tesis Doctoral,
identificó en su cuestionario las diferentes competencias del gestor deportivo mediante veintisiete expertos
que seleccionaron las diez que consideraban más importantes, finalmente aunadas y filtradas se clasificaron
en setenta y nueve competencias a puntuar del 1 al 7 siendo 1 nada importante y 7 extremadamente
importante obteniéndose en una primera ronda como media de puntuación de los veintisiete expertos el
conocimiento de la legislación como una de las competencias obteniendo una puntuación de 5,48 y una
posición de treinta y nueve de setenta y nueve, dicha competencia los gestores deportivos provenientes de
la industria la puntuaron en la primera ronda con una media de 5,08 mientras que los académicos lo
puntuaron con 5,85 otorgándole mayor importancia, en la segunda ronda los gestores deportivos
provenientes de la industria subieron a 5,17 y los académicos subieron a 6, manteniendo mayor importancia,
manteniendo las diferencias (Ko, 2007). Monroy (2009) pautó que un buen gestor deportivo tenía que tener
en cuenta que, como responsable de una instalación, tiene unas necesidades de seguridad derivadas de la
existencia potencial de riesgos para las personas y el patrimonio y de las obligaciones que le marca la
legislación pudiendo derivar su incumplimiento en responsabilidad civil y penal. Gómez-Calvo (2010b)
explicaba que la información en materia de legislación y normativa de seguridad son imprescindibles para
las personas relacionadas con la actividad deportiva. Burillo (2012) afirmó que todo edificio debía cumplir
con unos criterios básicos de seguridad a través de un marco normativo que lo respalde. Farzalipour et al.
(2012) recordando las diez agrupaciones de competencias del gestor deportivo con las que trabajó, en la
agrupación de gestión de riesgos, asociada a seguridad, determinó seis competencias específicas citando
una de ellas la de cuestiones legales importantes como derecho deportivo y comercial. Mestre Sancho, para
concretar la formación que debía poseer el gestor, citó al Comité de Desarrollo del Deporte del Consejo de
Europa, estableciendo entre otros, conocimientos de legislación (Mestre, 2013). López (2014) esgrimió que
636
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
la responsabilidad jurídica de los profesionales del deporte y de las empresas es una materia que se tiene
poco en cuenta y con la mercantilización del deporte se ha de tener una visión jurídica práctica, entendiendo
cómo nace la responsabilidad jurídica y cómo evitar que esta produzca un efecto nocivo, conociendo y
dotándose de los medios de protección jurídica necesarios, auditando la actividad, documentando la
diligencia y adoptando los mecanismos de seguridad necesarios. Roper & Payant (2014) afirmaron que los
gestores de las instalaciones tienen la responsabilidad de la seguridad dentro de la organización. Méndez
(2015) citó dentro de las áreas de formación del gestor deportivo según De Lucas Heras (2005), Méndez &
Vicente (2008), Montañer & Asociados (1998) y ANECA (2004) conocimientos sobre derecho, legislación
y normativa. Verdú (2015) concluía afirmando que era fundamental un acercamiento a la seguridad desde
el punto de vista del gestor deportivo, debido a que las entidades organizadoras son las responsables de las
actividades que se desarrollan. El IBV (s.f.b) aclaraba que además de los posibles daños causados de forma
accidental que puedan implicar al gestor, los activos y los factores de riesgo, suelen quedar bajo su
responsabilidad, desde las deficiencias en las instalaciones hasta la idoneidad para realizar la práctica o la
actitud de sus usuarios.
Para dilucidar ese conocimiento segmentado, qué aspectos normativos comprende, se analizan las
fundamentaciones de las respuestas obtenidas en el Cuestionario de Seguridad en Instalaciones Deportivas
respecto al conocimiento y disposición de la normativa relacionada con la gestión de la seguridad, donde
se encontró que el 55% justificaba su respuesta, el 20% de los que respondieron que no, fundamentaban su
respuesta y el 83% de los que respondieron que sí, fundamentaban su respuesta, por lo que los porcentajes
de fundamentación en respuestas positivas fueron mucho más altos que los porcentajes de fundamentación
en respuestas negativas, siendo lógico al tener que indicar qué normativa se conocía en caso de responder
afirmativamente. Analizando los porcentajes totales, se observó que del 45,45% que respondió que no
conocía la normativa y la legislación de aplicación en seguridad y disponía de ella, un 36,4% no fundamentó
el por qué, un 4,55% indicó que por falta actualización y otro 4,55% indicó que el conocimiento que tenía
es parcial o segmentado conociendo la normativa interna y el Plan de Autoprotección. Por otro lado, del
54,5% que afirmó conocer y disponer de la normativa y la legislación de aplicación en seguridad, un 13,6%
no fundamentó su respuesta sin citar ningún ejemplo o ámbito, por lo tanto este porcentaje de respuestas se
trasladó al 45,45% que respondió de forma negativa, completando así el porcentaje del 59,1%. Un 4,55%
fundamentó que conocía y disponía de normativa y legislación de aplicación en seguridad únicamente de
un ámbito concreto como es el de la autoprotección, otro 4,55% únicamente de otro ámbito concreto como
es el de la Prevención de riesgos Laborales (PRL), otro 4,55% únicamente de otro ámbito concreto como
637
Capítulo 6. Discusión de los resultados obtenidos
es el de la Normativa interna y un 27,3% de dos ámbitos concretos entre los tres citados, completando así
el sumatorio del 40,9% de conocimiento y disposición de normativa y legislación de aplicación en seguridad
de forma segmentada. Por lo tanto, se confirma que los ámbitos normativos de los que el gestor deportivo
afirma tener conocimiento y disposición son la normativa interna, el Plan de Autoprotección y el Plan de
Prevención de Riesgos Laborales, siendo siempre un conocimiento parcial o segmentado respecto al
conocimiento global normativo que debe tener, situando como una causa la falta de actualización.
Por otro lado, los resultados obtenidos concuerdan con los resultados obtenidos respecto al conocimiento y
disposición de las herramientas para gestionar la seguridad obtenidos por el Consejo Superior de Deportes
en el Proyecto MAID (Mejora y Armonización de Infraestructuras Deportivas) indicando que los
responsables de las instalaciones tienen un gran desconocimiento de las herramientas que tienen a su
alcance (CSD, 2009b), concretamente en la presente investigación el 68,2% de las personas encuestadas no
conocía y disponía de herramientas para gestionar la seguridad y el 31,8% tenía un conocimiento y una
disposición segmentada.
Para dilucidar ese conocimiento segmentado a qué herramientas comprende, se analizan las
fundamentaciones de las respuestas obtenidas en el Cuestionario de Seguridad en Instalaciones Deportivas
respecto al conocimiento y disposición de herramientas para gestionar la seguridad, donde se encontró que
el 64% justificó su respuesta, el 50% de los que respondieron que no, fundamentaban su respuesta y el 75%
de los que respondieron que sí, fundamentaban su respuesta, por lo que los porcentajes de fundamentación
en respuestas positivas fueron más altos que los porcentajes de fundamentación en respuestas negativas,
siendo lógico al tener que indicar qué herramientas se conocía y se disponía en caso de responder
afirmativamente. Analizando los porcentajes totales, se observó que del 45,45% que respondió que no
conocía y disponía de herramientas necesarias para la gestión de la seguridad de su instalación, el 22,7%
no fundamentó el por qué, el 9,1% fundamentó indicando el por qué indicando falta de medios, información,
coordinación con otros departamentos, inversión o capacidad de influencia y, el 13,6% fundamentó
indicando lo que disponía y lo que no. Por otro lado, del 54,5% que afirmó conocer y disponer de dichas
herramientas, el 13,6% no fundamentó su respuesta sin citar ningún ejemplo, el 9,1% fundamentó su
respuesta manifestando duda o contradicción indicando que es mejorable o no en óptimas condiciones, por
lo tanto estos dos porcentajes de respuestas se trasladaron al 45,45% que respondió de forma negativa,
completando así el porcentaje del 68,2%. Un 18,2% fundamentó que conocía y disponía de las herramientas
necesarias para gestionar la seguridad de la instalación indicando protocolos o el Plan de evacuación
segmentándolo al ámbito organizativo y un 13,6% indicando alarmas, vigilancia privada o policía
segmentándolo al ámbito físico, completando así el sumatorio del 31,8% de conocimiento y disposición de
herramientas para gestionar la seguridad de forma segmentada. Por lo tanto, se confirma que las
herramientas de las que el gestor deportivo afirma tener conocimiento y disposición son protocolos y el
Plan de evacuación pertenecientes al ámbito organizativo y, alarmas, vigilancia privada o policía
pertenecientes al ámbito físico corroborando que dicho conocimiento y disposición es parcial e insuficiente
al estar segmentado en relación a las herramientas globales que debe conocer y disponer, indicando como
638
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
causas la falta de medios, información, coordinación con otros departamentos, inversión o capacidad de
influencia.
Por último existe una conexión importante entre el conocimiento y disposición de la normativa y legislación
de aplicación y; la importancia atribuida a la seguridad, el conocimiento y disposición de herramientas para
la gestión de la seguridad y, la predisposición futura para recibir formación específica en seguridad para la
gestión de su instalación. Analizando una por una, existe una conexión importante entre el conocimiento y
disposición de la normativa y legislación de aplicación y la importancia atribuida a la seguridad debido a
que la cuarta pregunta del Cuestionario de Seguridad en Instalaciones Deportivas que formulaba “¿Conoce
la normativa y legislación de aplicación en seguridad y dispone de ella?” obtuvo un Coeficiente de
Correlación de Spearman con la primera pregunta que formulaba “¿Piensa que la seguridad es un aspecto
importante en la gestión deportiva?” de 0,474 con una sig. (bilateral) de 0,026 confirmando que la
correlación fue significativa en el nivel 0,05 (bilateral), mostrando una fuerte relación entre la importancia
de la seguridad en la gestión deportiva y el conocimiento de la normativa y la legislación de aplicación en
seguridad y, la disposición de la misma.
639
Capítulo 6. Discusión de los resultados obtenidos
También existe una conexión importante entre el conocimiento y disposición de la normativa y legislación
de aplicación y el conocimiento y disposición de herramientas para la gestión de la seguridad pese a tener
un Coeficiente de Correlación de Spearman de 0,267 y una sig. (bilateral) de 0,230, que confirmaron que
la correlación no era significativa, ya que del 55% que afirmó conocer la normativa y la legislación de
aplicación en seguridad y disponer de ella, el 67% afirmó conocer y disponer de las herramientas necesarias
para la gestión de la seguridad de su instalación, mientras que el 33% afirmó no conocer y disponer de las
mismas, siendo un porcentaje superior con una proporción de dos a uno los que afirmaron conocer la
normativa y legislación y conocer y disponer de las herramientas que los que afirmaron conocer la
normativa y legislación y no conocer y disponer de las herramientas. Por otro lado del 45% que afirmó no
conocer la normativa y la legislación de aplicación en seguridad y disponer de ella, el 40% afirmó conocer
y disponer de las herramientas necesarias para la gestión de la seguridad de su instalación, mientras que el
60% afirmó no conocer y disponer de las mismas, siendo un porcentaje superior los que afirmaron no
conocer la normativa y legislación y a la vez no conocer y disponer de las herramientas que los que
afirmaron no conocer la normativa y legislación pese a conocer y disponer de las herramientas.
Por otro lado no existe una conexión importante entre el conocimiento y disposición de herramientas para
la gestión de la seguridad y la predisposición futura para recibir formación específica en seguridad para la
gestión de su instalación debido a que del 55% que afirmó conocer y disponer de las herramientas necesarias
para la gestión de la seguridad de su instalación, el 83% creyó conveniente recibir formación específica en
seguridad para la gestión de su instalación, mientras que el 17% no lo creyó conveniente, siendo un
porcentaje muy superior con una proporción superior a la de ocho a dos los que afirmando conocer y
disponer de las herramientas necesarias para la gestión de la seguridad de su instalación creyeron
conveniente recibir formación específica en seguridad para la gestión de su instalación que los que no lo
creyeron. Por otro lado, del 45% que afirmó no conocer y disponer de las herramientas necesarias para la
gestión de la seguridad de su instalación, el 90% creyó conveniente recibir formación específica en
640
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
seguridad para la gestión de su instalación, mientras que el 10% no lo creyó conveniente, siendo un
porcentaje muy superior con una proporción de nueve a uno los que afirmando no conocer y disponer de
las herramientas necesarias para la gestión de la seguridad de su instalación creyeron conveniente recibir
formación específica en seguridad para la gestión de su instalación que los que no lo creyeron. Por lo tanto
las proporciones son similares.
Finalizando con la discusión del cuarto objetivo, su cuarta fase “Conocer cuál es la formación en
materia de seguridad de los/las responsables de cada Centro Deportivo Municipal (CDM) y su
predisposición futura para recibirla”, identificó fruto del análisis de la sexta pregunta del Cuestionario
de Seguridad en Instalaciones Deportivas, que en primera instancia sobre las respuestas directas, se obtuvo
un 59,09% de respuestas negativas y un 40,91% de respuestas positivas, inclinando nuevamente
ligeramente la balanza hacia poder afirmar que había más responsables de cada Centro Deportivo Municipal
(CDM) que no disponían de formación específica en seguridad. Sin embargo analizando las
fundamentaciones de las respuestas, se observó cómo el porcentaje total de respuestas negativas aumentó
hasta un 77,3% debido a que un 18,2% de las respuestas afirmativas no tenían una fundamentación
coherente indicando como se analizó duda o contradicción trasladándose por lo tanto dicho porcentaje al
porcentaje de respuestas negativas. El 22,7% restante se consideró que disponía de formación en seguridad
sin ser reglada, habilitante o de posgrado así como no específica y global por lo que se consideró una
formación incompleta, parcial o insuficiente. También identificó fruto del análisis de la séptima pregunta
del Cuestionario de Seguridad en Instalaciones Deportivas que, la predisposición futura para recibir
formación en materia de seguridad fue casi total, cercana al 90% con un porcentaje de respuestas positivas
del 86,4%, situando como ámbitos, áreas o aspectos concretos los relacionados con normativa y legislación,
riesgos y medidas y, protocolos de aplicación.
La discusión de dichos resultados vuelve a comenzar con la importancia que atribuyen distintos autores
y entidades a la formación en materia de seguridad para la gestión deportiva (Hall, 2006b; Secretaría
Técnica del Proyecto MAID, 2008b; CSD, 2009b; Gómez-Calvo, 2010b; Campos Izquierdo &
González, 2011; Verdú, 2015).
Resumiendo lo que aportaron se encuentra, Hall (2006b) incidiendo que la formación era una de las áreas
más importantes para la gestión de la seguridad en espacios deportivos. La Secretaría Técnica del Proyecto
MAID (2008b) habló de la necesidad de formación en aras a garantizar la seguridad de los usuarios de las
instalaciones deportivas. El CSD (2009b) indicó que debido al gran desconocimiento que tienen de la
normativa técnica y de las herramientas que tienen a su alcance los responsables de las instalaciones, sería
muy recomendable aumentar su formación. Gómez-Calvo (2010b) explicaba que la formación en materia
de legislación y normativa de seguridad son imprescindibles para las personas relacionadas con la actividad
deportiva. Campos Izquierdo & González (2011) afirmaron que en buena parte de los servicios de actividad
física y deporte no se garantizaba una realización adecuada pudiendo derivar en riesgos para la seguridad
de los ciudadanos, corroborado como citan dichos autores por el Consejo Superior de Deportes (2000) y
Tojal (2004), por lo que es necesario contar con una formación adecuada. Verdú (2015) indicó que el gestor
641
Capítulo 6. Discusión de los resultados obtenidos
deportivo no debe ser un experto en todas las disciplinas de seguridad, pero sí debe ser un conocedor de
todas ellas.
A su vez distintos autores y entidades indicaron que la seguridad y sus distintas competencias eran aspectos
que no se realizaban, no se dominaban o no se estaba capacitado (Gómez & Mestre, 2005; Cunningham,
2007; Baker III et al., 2007; Gómez & Núñez, 2011; Hall, 2012a).
Resumiendo lo que aportaron se encuentra, el estudio sobre el rol del gestor deportivo municipal de Gómez
y Mestre, donde se afirmó que entre las tareas no realizadas estaban; control de material de seguridad y
temas de seguridad en las mismas (Gómez & Mestre, 2005) y el estudio sobre las funciones y tareas de los
gestores de municipios mayores de 10.000 habitantes de la Comunidad Valenciana de Gómez & Núñez
(2011) donde expresaron como tareas que no realizaban entre otras las de prevención de riesgos laborales.
Hall (2012a) citó al National Center for Spectator Sports Safety and Security Management (NCS4) el cuál
apoyándose en investigaciones como la de Cunningham (2007) quien manejó que el 62% de los directores
de instalaciones de escuelas de fútbol de la NCAA División I no tenían ni formación ni habilidades para
gestionar la seguridad o, la de Baker III et al. (2007) quién sobre la misma NCAA División I, en un estudio
sobre prácticas de gestión de riesgos en las escuelas descubrió que el 47% no estaban capacitados para
protegerse contra ataques terroristas en sus instalaciones, identificó lagunas en la formación y en la
capacitación del personal responsable de la seguridad deportiva, destacando la necesidad de crear nuevos
programas innovadores que garanticen que dichos profesionales dispongan de los conocimientos, destrezas
y habilidades necesarias para proteger los grandes eventos deportivos, asegurando que había surgido un
nuevo mercado para las instituciones educativas de todo EEUU para ofrecer programas de certificación en
el área de seguridad deportiva para los gestores deportivos e instando a que los programas educativos de
gestión deportiva debían considerar la seguridad como un módulo específico o como un curso a incluir
como parte de su currículo.
Confirmada su importancia, los resultados obtenidos respecto a la formación del gestor deportivo en materia
de seguridad concuerdan con los resultados obtenidos por Cunningham (2007) citando que el 62% de los
directores de instalaciones de escuelas de fútbol de la NCAA División I no tenían formación para gestionar
la seguridad, Baker III et al. (2007) quienes sobre la misma NCAA División I citaron que el 47% no estaban
capacitados para protegerse contra ataques terroristas y Hall (2012a) identificando lagunas en la formación
y en la capacitación del personal responsable de la seguridad deportiva en EEUU, concretamente en la
presente investigación el 77,3% de las personas encuestadas no disponía de formación en materia de
seguridad para la gestión deportiva y el 22,7% disponía de formación en seguridad parcial o insuficiente.
Para dilucidar esa formación parcial e insuficiente a qué obedece, se analizan las fundamentaciones de las
respuestas obtenidas en el Cuestionario de Seguridad en Instalaciones Deportivas respecto a la formación
en materia de seguridad de los/las responsables, donde se encontró que el 41% justificó su respuesta, el
59,09% que respondió que no, no fundamentaban su respuesta y el 100% de los que respondieron que sí,
fundamentaban su respuesta, debido a que en caso de responder afirmativamente, la pregunta indicaba
642
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
reseñar qué formación. Analizando los porcentajes totales, como se ha indicado el 59,09% que respondió
que no tenía formación específica en seguridad no fundamentaba su respuesta por qué no la tenía. Por otro
lado del 40,91% que respondió que sí tenía, el 18,2% fundamentó su respuesta manifestando duda o
contradicción indicando que no era suficiente, tenía que ser más específica o necesitaba actualizarla por lo
que dicho porcentaje se sumó al 40,91% de las respuestas negativas, obteniendo así el sumatorio del 77,3%.
Finalmente también del 40,91% que respondió que sí tenía, el 22,7% fundamentó que eran cursos de
asistencia sobre todo de Prevención de Riesgos Laborales sin ser formaciones regladas, habilitantes o de
posgrado. Por lo tanto, se confirma que la formación en materia de seguridad que el gestor deportivo afirma
tener no era suficiente, tenía que ser más específica o necesitaba actualizarla, relacionándose con cursos de
asistencia sobre todo de Prevención de Riesgos Laborales sin ser formaciones regladas, habilitantes o de
posgrado, siendo formaciones no específicas ni globales considerándose finalmente una formación
incompleta.
Por otro lado, distintos autores observaron qué aspectos concretos de formación futura de seguridad eran
los más importantes como por ejemplo (Monroy, 2009; Hall, 2010b, 2012a; Gómez-Calvo, 2013c).
En concreto, Monroy (2009) pautó como contenidos de seguridad en instalaciones deportivas que debían
conocer los gestores deportivos, contenidos de: seguridad contra incendios y explosiones de gases;
seguridad en situaciones de emergencia y evacuación; seguridad de datos de carácter personal y; seguridad
contra actos antisociales. Hall (2010b) en el estudio publicado en Security Solutions for Enterprise Security
Leaders denominado “Sport Event Safety and Security: Te Importance of Training Your People” investigó
la formación referente en materia de seguridad en gestión deportiva, estableciendo como componente
esencial en la seguridad de las instalaciones deportivas la formación en seguridad centrada en la gestión de
incidencias, gestión de riesgos, planes de seguridad y protección y, políticas y medidas de protección. El
National Center for Spectator Sports Safety and Security Management (NCS4), pautó a través de entrevistas
con profesionales de la seguridad y académicos que se debía capacitar para: identificar y priorizar los
peligros, evaluar vulnerabilidades y determinar riesgos mediante metodologías de evaluación; apoyar la
prevención, protección, respuesta y recuperación a través de la planificación operacional de la mano del
marco nacional de respuesta, del sistema nacional de manejo de incidentes, de las leyes aplicables y de las
regulaciones establecidas por el Departamento de Seguridad Nacional; desarrollar una base de
conocimiento crítico en sistemas de gestión de seguridad de eventos deportivos para reducir lesiones,
pérdida de vidas y mitigar los daños a la propiedad y; realizar prácticas de seguridad, planificar emergencias
y establecer un lenguaje común entre el personal de seguridad para conseguir eficacia en la respuesta ante
incidentes de desastres y en la gestión de la seguridad (Hall, 2012a). Gómez-Calvo (2013c) estableció ocho
tipos de conocimientos: de los posibles riesgos de daños; de las obligaciones de protección; de la legislación
que establece dichas obligaciones; de la legislación; de la responsabilidad por daños, en caso de
incumplimiento de las obligaciones; de las necesidades de seguridad obligatorias denominadas medidas de
seguridad reglamentarias; de las necesidades de seguridad según la estimación de los riesgos denominadas
medidas de seguridad necesarias y; de las soluciones de seguridad adecuadas a cada tipo de riesgo.
643
Capítulo 6. Discusión de los resultados obtenidos
A su vez, la Secretaría Técnica del Proyecto MAID (Mejora y Armonización de Instalaciones Deportivas),
en el estudio a nivel nacional realizado en 2007 mediante muestreo por sistema de censo a través de
cuestionario cerrado dirigido entre otros aspectos a analizar las áreas formativas de mayor interés de los
diferentes puestos de trabajo de una instalación deportiva, obtuvo que los contenidos formativos necesarios
para los participantes, principalmente para los puestos de director/gerente, eran entre otros los de: Plan de
Emergencia de una Instalación Deportiva para un 47,8%; Seguridad en Instalaciones Deportivas para un
46,3%; Prevención de Riesgos Laborales para un 46,3%; Responsabilidad Civil y Penal para un 35,6%;
Normativa de los Equipamientos e Instalaciones Deportivas para un 33%; Legislación Deportiva para un
28,4% (Secretaría Técnica del Proyecto MAID, 2008b). Los resultados obtenidos respecto a la
predisposición futura del gestor deportivo para recibir formación en materia de seguridad superan dichos
resultados, debido a que la predisposición futura para recibir formación en materia de seguridad fue casi
total, cercana al 90% con un porcentaje de respuestas positivas del 86,4%.
Para conocer en qué se basan para tener esos porcentajes de predisposición tan altos y dilucidar los aspectos
concretos más demandados en materia de formación de seguridad de la presente investigación y
compararlos con los resultados obtenidos por la Secretaría Técnica del Proyecto MAID, se han de analizar
las fundamentaciones de las respuestas obtenidas en el Cuestionario de Seguridad en Instalaciones
Deportivas respecto a la predisposición futura para recibir formación en materia de seguridad para la gestión
deportiva, donde se encontró que el 82% justificó su respuesta, el 33% de los que respondieron que no,
fundamentaron su respuesta y el 90% de los que respondieron que sí, fundamentaron su respuesta, por lo
que los porcentajes de fundamentación en respuestas positivas fueron mucho mayores que los porcentajes
de fundamentación en respuestas negativas, requiriendo la pregunta en caso de responder afirmativamente
y considerarlo preciso precisar cuál, en qué ámbito o en qué aspectos concretos. Analizando los porcentajes
totales, se observó que del 86,4% que afirmó querer recibir formación específica en seguridad para la
gestión de la instalación, el 9,1% no fundamentó su respuesta sin precisar nada concreto, el 18,2% la
fundamentó argumentando el por qué, indicando necesidades de conocimiento y aplicación, por la
responsabilidad del puesto, para mejorar el desempeño profesional o por la existencia de normativa que no
se dominaba, otro 18,2% la fundamentó en un plano general señalando la necesidad de recibir formación
en seguridad en los distintos ámbitos relacionados con las instalaciones, de forma rutinaria mediante cursos,
actualizaciones y orientados en la seguridad de los usuarios, otro 18,2% concretó que precisaba recibir
formación en el ámbito de la normativa y legislación incidiendo en la necesidad de actualizaciones,
finalmente el 22,7% restante concretó que precisaba recibir formación referente a los riesgos y las medidas
de seguridad que precisan las instalaciones y los protocolos de aplicación. Por otro lado, del 13,6% que
indicó que no creía conveniente recibir formación específica en seguridad para la gestión de la instalación,
el 9,1% no fundamentó la respuesta sin poder conocer el porqué y el 4,5% fundamentó su negativa
esgrimiendo que era suficiente con la actual. Por lo tanto se confirma que entre las argumentaciones de por
qué recibir formación futura en materia de seguridad se indicaron necesidades de conocimiento y
aplicación, por la responsabilidad del puesto, para mejorar el desempeño profesional o por la existencia de
normativa que no se dominaba, de forma genérica se precisaba recibir formación en seguridad en los
distintos ámbitos relacionados con las instalaciones orientados a la seguridad de los usuarios de forma
644
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
rutinaria mediante cursos y actualizaciones. Los ámbitos, áreas o aspectos específicos relacionados con
normativa y legislación coincidieron con los resultados obtenidos por la Secretaría Técnica del Proyecto
MAID (2008b), reseñando que en la presente investigación se incidió en la necesidad de actualizaciones al
respecto. Ámbitos, áreas o aspectos específicos a los que habría que añadir riesgos y medidas y, protocolos
de aplicación como los más demandados en la presente investigación coincidiendo con los componentes
esenciales citados por Hall (2010b) de gestión de riesgos, medidas de protección y planes de seguridad.
La segunda relacionando dichas formaciones con la gran predisposición futura descubierta, este amplísimo
porcentaje de demanda junto a que manifiestan que la seguridad es el aspecto de gestión más importante,
por encima del resto de aspectos, tiene que verse reflejado en dichos currículos de los master en gestión
deportiva en una relación de horas que se ajuste a las demandas sin tener que únicamente incluirse dentro
de un módulo, por lo tanto los directores de los másteres han de contemplar su relevancia ajustándose así a
los requerimientos demandados, basados en la experiencia práctica de la dirección de instalaciones.
Por lo tanto el gestor deportivo tiene que conocer los aspectos esenciales y específicos de cada una de las
formaciones específicas mediante una formación concreta, no basta con ser conocedor de que existe y
existen dichas figuras externas, siendo inviable especializarse en todas, precisando por tanto que los
másteres apuesten por incluir esa área con una gran carga lectiva teórico-práctica y, de mayor oferta de
posgrados específicos donde se pueda continuar formándose esta vez en áreas más específicas dentro del
gran abanico de necesidades existentes adaptados a la gestión deportiva.
Por último no existe una conexión importante entre la formación en seguridad y; el conocimiento de la
normativa y legislación de aplicación en seguridad, el conocimiento de las herramientas para la gestión de
la seguridad y, la predisposición futura para recibirla. Analizando una por una, no existe una conexión
645
Capítulo 6. Discusión de los resultados obtenidos
Tampoco existe una conexión importante entre la formación en seguridad y el conocimiento de las
herramientas para la gestión de la seguridad justificada por el Coeficiente de Correlación de Spearman que
fue de -0,169 y la sig. (bilateral) de 0,453, confirmándose que la correlación no fue significativa, ya que del
41% que afirmó tener formación específica en seguridad, el 44% afirmó conocer y disponer de las
herramientas necesarias para la gestión de la seguridad de su instalación, mientras que el 56% afirmó no
conocer y disponer de las mismas, siendo porcentajes prácticamente iguales los que afirmando tener
formación específica en seguridad afirmaron conocer y disponer de las herramientas necesarias para la
gestión de la seguridad de su instalación que los que afirmaron no conocer y disponer de las mismas. Por
otro lado del 59% que afirmó no tener formación específica en seguridad, el 63% afirmó conocer y disponer
de las herramientas necesarias para la gestión de la seguridad de su instalación, mientras que el 37% afirmó
no conocer y disponer de las mismas, siendo un porcentaje superior los que afirmando no tener formación
específica en seguridad afirmaron conocer y disponer de las herramientas necesarias para la gestión de la
seguridad de su instalación que los que afirmaron no conocer y disponer de las mismas.
Y, tampoco existe una conexión importante entre la formación en seguridad y la predisposición futura para
recibirla justificada por el Coeficiente de Correlación de Spearman que fue de 0,061 y la sig. (bilateral)
0,787, confirmando que la correlación no fue significativa, ya que del 41% que afirmó tener formación
específica en seguridad, el 89% creyó conveniente recibir formación específica en seguridad para la gestión
de su instalación, mientras que el 11% no lo creyó conveniente, siendo un porcentaje muy superior con una
proporción de nueve a uno los que afirmando tener formación específica en seguridad creyeron conveniente
recibir formación específica en seguridad para la gestión de su instalación que los que no lo creyeron. Por
otro lado, del 59% que afirmó no tener formación específica en seguridad el 85% creyó conveniente recibir
formación específica en seguridad para la gestión de su instalación, mientras que el 15% no lo creyó
conveniente, siendo nuevamente un porcentaje muy superior con una proporción aproximada de nueve a
uno los que afirmando no tener formación específica en seguridad creyeron conveniente recibir formación
específica en seguridad para la gestión de su instalación que los que no lo creyeron.
646
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
A su vez, no existe una conexión importante entre la predisposición futura para recibir formación en
seguridad y; disponer de formación en materia de seguridad, pensar que la seguridad es un aspecto
importante en la gestión deportiva, conocer y disponer de la normativa y legislación en seguridad y, conocer
y disponer de las herramientas necesarias para la gestión dela seguridad. Analizando una por una, no existe
una conexión importante entre la predisposición futura para recibir formación en seguridad y disponer de
formación en materia de seguridad ya que del 86% que creyó conveniente recibir formación específica en
seguridad para la gestión de su instalación, el 42% afirmó tener formación específica en seguridad, mientras
que el 58% afirmó no tenerla, siendo un porcentaje muy similar los que creyendo conveniente recibir
formación específica en seguridad para la gestión de su instalación, afirmaron tener formación específica
en seguridad que los que afirmaron no tenerla. Por otro lado el 14% que no creyó conveniente recibir
formación específica en seguridad para la gestión de su instalación, el 33% afirmó tener formación
específica en seguridad, mientras que el 67% afirmó no tenerla, siendo un porcentaje superior con una
proporción de dos a uno los que no creyendo conveniente recibir formación específica en seguridad para la
gestión de su instalación, afirmaron no tener formación específica en seguridad que los que afirmaron
tenerla.
Tampoco existe una conexión importante entre la predisposición futura para recibir formación en seguridad
y pensar que la seguridad es un aspecto importante en la gestión deportiva justificada por el Coeficiente de
Correlación de Spearman que fue de -0,049 y la sig. (bilateral) de 0,828, confirmando que la correlación
no fue significativa ya que del 86% que creyó conveniente recibir formación específica en seguridad para
la gestión de su instalación, el 63% pensó que la seguridad es un aspecto fundamental en la gestión deportiva
otorgándole la máxima puntuación posible “5”, el 26% pensó que la seguridad es un aspecto muy
importante en la gestión deportiva otorgándole la segunda máxima puntuación posible “4” y, el 11% pensó
que la seguridad es un aspecto importante en la gestión deportiva otorgándole la puntuación intermedia “3”,
por lo tanto quienes creyeron conveniente recibir formación específica en seguridad para la gestión de su
instalación asocian la seguridad como aspecto fundamental y muy importante para la gestión deportiva
como así indica el sumatorio del 90% con una proporción de nueve a uno. Por otro lado, el 14% que no
creyó conveniente recibir formación específica en seguridad para la gestión de su instalación, el 67% pensó
que la seguridad es un aspecto fundamental en la gestión deportiva otorgándole la máxima puntuación
posible “5” y el 33% pensó que la seguridad es un aspecto muy importante en la gestión deportiva,
otorgándole la segunda máxima puntuación posible “4”. Por lo tanto también quienes no creyeron
conveniente recibir formación específica en seguridad para la gestión de su instalación asocian la seguridad
como aspecto fundamental y como aspecto muy importante para la gestión deportiva con una proporción
de dos a uno de la primera puntuación respecto a la segunda.
Tampoco existe una conexión importante entre la predisposición futura para recibir formación en seguridad
y conocer y disponer de la normativa y legislación en seguridad justificada por el Coeficiente de Correlación
de Spearman que fue de -0,363 y la sig. (bilateral) de 0,097, confirmando que la correlación no fue
significativa ya que del 86% que creyó conveniente recibir formación específica en seguridad para la
gestión de su instalación, el 47% afirmó conocer la normativa y la legislación de aplicación en seguridad y
647
Capítulo 6. Discusión de los resultados obtenidos
disponer de ella, mientras que el 53% afirmó no conocer y disponer de la misma, siendo un porcentaje casi
idéntico los que creyendo conveniente recibir formación específica en seguridad para la gestión de su
instalación, afirmaron conocer la normativa y la legislación de aplicación en seguridad y disponer de ella
que los que afirmaron no conocer y disponer de la misma. Por otro lado, del 14% que no creyó conveniente
recibir formación específica en seguridad para la gestión de su instalación, el 100% afirmó conocer la
normativa y la legislación de aplicación en seguridad y disponer de ella, por lo que ese pensamiento (aunque
erróneo al estar segmentado como se analizó en la justificación de dicha pregunta) pudo incidir directamente
en la negativa a recibir formación.
Y, tampoco existe una conexión importante entre la predisposición futura para recibir formación en
seguridad y conocer y disponer de las herramientas necesarias para la gestión de la seguridad justificada
por el Coeficiente de Correlación de Spearman que fue de -0,97 y la sig. (bilateral) de 0,668, confirmando
que la correlación no fue significativa ya que del 86% que creyó conveniente recibir formación específica
en seguridad para la gestión de su instalación, el 53% afirmó conocer y disponer de las herramientas
necesarias para la gestión de la seguridad de su instalación, mientras que el 47% afirmó no conocer y
disponer de las mismas, siendo un porcentaje casi idéntico los que creyendo conveniente recibir formación
específica en seguridad para la gestión de su instalación, afirmaron conocer y disponer de las herramientas
necesarias para la gestión de la seguridad de su instalación que los que afirmaron no conocer y disponer de
las mismas. Por otro lado, del 14% que no creyó conveniente recibir formación específica en seguridad
para la gestión de su instalación, el 67% afirmó conocer y disponer de las herramientas necesarias para la
gestión de la seguridad de su instalación, mientras que el 33% afirmó no conocer y disponer de las mismas,
siendo un porcentaje superior con una proporción de dos a uno los que no creyendo conveniente recibir
formación específica en seguridad para la gestión de su instalación, afirmaron conocer y disponer de las
herramientas necesarias para la gestión de la seguridad de su instalación que los que afirmaron no conocer
y disponer de las mismas, por lo que ese pensamiento (aunque erróneo al estar segmentado como se analizó
en la justificación de dicha pregunta) pudo incidir directamente en la negativa a recibir formación.
La tercera hipótesis “El número de responsables encuestados que afirman que la seguridad es
importante en la gestión de su instalación y que consideran que su instalación es segura, es mayor del
70%”, se constató su primera parte según los resultados obtenidos en la segunda fase del cuarto objetivo,
acabando de ser discutidos concluyendo que: el 63,6% de los encuestados otorgaron la máxima puntuación
indicando que la seguridad es un aspecto fundamental básico en la gestión deportiva, el 27,3% le otorgaron
la segunda puntuación más alta indicando que es un aspecto muy importante con mayor peso que el resto
de aspectos que conforman la gestión deportiva, cubriendo entre ambas respuestas un porcentaje acumulado
superior al 90%, que se completó con un 9,1% que indicó que era un aspecto importante, con la misma
importancia que los otros aspectos que conforman la gestión deportiva, corroborándose por lo tanto la
primera parte de la tercera hipótesis. A su vez la segunda parte de la hipótesis identificó fruto del análisis
de la segunda pregunta del Cuestionario de Seguridad en Instalaciones Deportivas, que en primera instancia
sobre las respuestas directas, se obtuvo un 81,82% de respuestas positivas y un 18,18% de respuestas
negativas pudiéndose afirmar que había más responsables de cada Centro Deportivo Municipal (CDM) que
648
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
pensaban que su instalación era segura. Sin embargo analizando las fundamentaciones de las respuestas,
los porcentajes se tornaron por completo situando un 18,2% que pensaba que su instalación era segura y un
77,2% que no lo pensaba (el 4,5% restante hasta alcanzar el cien por cien de las respuestas procedente de
las respuestas negativas sin fundamentación se descartó al no poder acumularse de forma objetiva a las
respuestas positivas o negativas), por lo tanto la segunda parte de la hipótesis se constataría desde las
respuestas directas con un porcentaje del 81,82% pero se rechaza al analizar las fundamentaciones de dichas
respuestas con un porcentaje del 18,2%.
La discusión de los resultados de la segunda parte de la hipótesis parte del análisis de las
fundamentaciones de las respuestas obtenidas en el Cuestionario de Seguridad en Instalaciones
Deportivas respecto al número de encuestados que consideraron que su instalación era segura para ver
porqué se tornaron los porcentajes y qué aludían al respecto, se encontró que el 73% justificó su
respuesta, el 75% de los que respondieron que no, fundamentaron su respuesta y el 72% de los que
respondieron que sí, fundamentaron su respuesta, por lo que los porcentajes de fundamentación fueron
iguales en ambas respuestas con un elevado porcentaje de fundamentaciones.
Analizando los porcentajes totales, del 18,18% que respondieron que no, un 4,5% no fundamentó por qué
pensaban que no era segura por lo que no se pudo interpretar si era una respuesta válida, otro 4,5%
fundamentó que no era segura indicando cuándo, dónde etc. y un 9,1% fundamentó indicando el por qué
no era segura (el elevado número de incidencias, el gran tamaño, la antigüedad, la gran cantidad de accesos
y el elevado número de usuarios que tienen), por lo tanto, un 13,6% se consideraron respuestas válidas para
indicar que la instalación no era segura. Por otro lado del 81,82% que pensaba que su instalación era segura,
solamente un 18,2% justificó que era segura esgrimiendo un por qué (el conocimiento de los protocolos
por parte de los trabajadores, el entorno y el tipo de usuario), mientras que un 22,7% no lo fundamentó, un
36,4% indicó duda o contradicción esgrimiendo que era segura pero mejorable, con lagunas, se podría
aumentar etc. y un 4,5% lo fundamentó de forma parcial o segmentada aludiendo que era segura por el
mantenimiento de su equipamiento o en zonas concretas, por lo tanto estas tres últimas acumularon un
porcentaje del 63,6% que se trasladó junto con el 13,6% de respuestas válidas que indicaban que la
instalación no era segura, sumando el porcentaje total del 77,2% a la porción de respuestas que indicaron
que la instalación no era segura, completado con el 18,2% que indicó fundamentando que sí lo era y el 4,5%
que se descartó de las respuestas negativas sin fundamentación al no poder acumularse de forma objetiva a
las respuestas positivas o negativas.
Por último dichos resultados precisan de dos puntualizaciones. La primera vuelve a incidir en la necesidad
de fundamentación de la respuesta. Como se observó, quienes justificaron que pensaban que su instalación
no era segura indicando cuándo, dónde o por qué no lo era, tenían una idea clara del significado de seguridad
que precisaba su instalación sin entrar a razonar si dicha interpretación podía considerarse razonada para
indicar que no era segura al ser un pensamiento subjetivo cuyo objetivo no era su validación, sin embargo
indicar que no es segura pero no justificar el por qué, sí que hizo que la respuesta perdiese validez al no
poderse interpretar. Por otro lado gracias a las fundamentaciones de quienes justificaron que pensaban que
649
Capítulo 6. Discusión de los resultados obtenidos
su instalación era segura, se observó que la amplia mayoría indicaba que era mejorable, tenía lagunas, se
podría aumentar o, era parcial o segmentada aludiendo que era segura por su equipamiento o en zonas
concretas, concluyendo por tanto que ya pensaban que su instalación no era segura aunque no lo
determinasen inicialmente. La segunda puntualización parte de esta última premisa, que el encuestado sepa
que requisitos deba cumplir su instalación para considerarse segura, para ello se podría añadir una pregunta
tras esta última en la que se facilitase al encuestado la categorización de la respuesta, indicando que ítems
se deben cumplir para que la instalación se considere segura (disposición de documentos gestores,
puntuaciones máximas de riesgos que pueden tener, porcentaje mínimo de medidas de seguridad a disponer,
número máximo de incidencias y tipo de incidencias en un año, configuración tipo de la instalación etc.)
de esta manera se podría hacer una correlación entre el primer pensamiento subjetivo que tenga el
encuestado sobre qué considera que es seguro o no lo es y qué razonamiento objetivo marca que una
instalación sea segura o no lo sea (en dicho caso, siempre se tendrá que contestar previamente al
pensamiento subjetivo para que no se vea condicionado por el razonamiento objetivo).
650
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Con el cuarto objetivo y la tercera y cuarta hipótesis se constata la discusión de los resultados
obtenidos en la primera parte (discusión de los resultados obtenidos en el análisis del Cuestionario de
Seguridad en Instalaciones Deportivas) de la tercera fase de la Estrategia de investigación denominada
“Proceso posterior al trabajo de campo” dando paso a la discusión de los resultados obtenidos en la segunda
parte de la tercera fase de la Estrategia de investigación.
6.3.2. Discusión de los resultados obtenidos en el análisis del Estudio de Riesgos (primera parte).
En esta segunda parte se comenzó a dar respuesta al sexto objetivo, así como a las hipótesis
quinta y sexta.
Para comenzar a responder al sexto objetivo “Conocer el grado de seguridad de los Centros
Deportivos Municipales (CDM) analizados en el estudio de riesgos” se resolvió su primera fase de las
dos articuladas en el mismo.
La primera fase “Identificar los principales riesgos evaluados en el estudio de riesgos que afectan a
la seguridad de los Centros Deportivos Municipales (CDM) analizados”, identificó los principales
riesgos que afectaban a la seguridad global de todos los centros analizados generando siete listados en base
a distintas premisas con las que poder identificar los principales riesgos en función de la que más interesase
en cada caso particular. E, identificó que riesgos coincidían en las primeras posiciones en los distintos
listados en base a cuatro cruces de listados, obteniéndose de forma general que trece expresiones formales
de riesgo se situaron dentro de las veinticinco primeras posiciones de los cuatro primeros listados que hacían
referencia a las cuatro circunstancias específicas o criterios directos de ordenación determinados. Y
obteniéndose de forma particular que quince expresiones formales de riesgo se situaron dentro de las
veinticinco primeras posiciones del primer y segundo listado que hacían referencia a la primera y segunda
circunstancias específicas o criterios directos de ordenación, que veintiuna expresiones formales de riesgo
se situaron dentro de las veinticinco primeras posiciones del quinto y tercer listado que hacían referencia a
la media de las posiciones de la primera y segunda circunstancias específicas o criterios directos de
ordenación y la tercera circunstancia específica o criterio directo de ordenación y, que dieciocho
expresiones formales de riesgo se situaron dentro de las veinticinco primeras posiciones del quinto y cuarto
listado que hacían referencia a la media de las posiciones de la primera y segunda circunstancias específicas
o criterios directos de ordenación y la cuarta circunstancia específica o criterio directo de ordenación.
En concreto en una primera etapa, se identificaron cuatro listados de riesgos con las primeras veinticinco
posiciones en base a cuatro circunstancias específicas o criterios directos de ordenación. La primera
circunstancia específica o criterio directo de ordenación consistió en el ordenamiento descendente en base
al porcentaje de riesgo muy elevado en que se situó cada riesgo en los veintiséis Centros Deportivos
Municipales (CDM), obteniendo así un primer listado que se puede observar en la Tabla 79 Listado de
expresiones formales de riesgo en orden descendente en base a porcentajes de riesgos muy elevados, y
consultar de forma íntegra en el Anexo H Listado completo de expresiones formales de riesgo en orden
descendente en base a porcentajes de riesgos muy elevados. La segunda circunstancia específica o criterio
651
Capítulo 6. Discusión de los resultados obtenidos
directo de ordenación añadió a dicho porcentaje de riesgo muy elevado el porcentaje de riesgo elevado,
obteniendo así un ordenamiento descendente en base al sumatorio de los riesgos elevados y muy elevados
en que se situó cada riesgo en los veintiséis Centros Deportivos Municipales (CDM), debido a que eran las
dos valoraciones y clasificaciones más altas, obteniendo así un segundo listado que se puede observar en la
Tabla 82 Listado de expresiones formales de riesgo en orden descendente en base al sumatorio de
porcentajes de riesgos elevados y muy elevados, y consultar de forma íntegra en el Anexo I Listado
completo de expresiones formales de riesgo en orden descendente en base al sumatorio de porcentajes de
riesgos elevados y muy elevados. La tercera circunstancia específica o criterio directo de ordenación
consistió en el ordenamiento descendente en base al porcentaje de riesgo total, teniendo en cuenta también
los porcentajes de riesgos medios, reducidos y, muy reducidos, debido a que las dos clasificaciones
anteriores no tuvieron en cuenta dichos porcentajes, siendo muy importantes, debido a que algunos centros
obtuvieron puntuaciones muy altas y otros puntuaciones muy bajas con un gran rango y desviación típica,
mientras que en ese mismo riesgo otros centros también obtuvieron puntuaciones muy altas manteniendo
puntuaciones medias en los otros centros, debiendo atribuirles mayor importancia, por lo tanto esta
circunstancia facilitó esta ordenación. Para ello se calculó en base a un coeficiente multiplicador para cada
tipo de riesgo, 1 para los muy reducidos, 2 para los reducidos, 3 para los medios, 4 para los elevados y, 5
para los muy elevados, seguidamente se sumaron las cinco cantidades y se dividieron entre cinco,
pudiéndose obtener puntuaciones totales desde 20% hasta 100%, obteniendo así un tercer listado que se
puede observar en la Tabla 85 Listado de expresiones formales de riesgo en orden descendente en base a la
puntuación total que obtienen todos los porcentajes de riesgos al ser multiplicados por un coeficiente
particular, y consultar de forma íntegra en el Anexo J Listado completo de expresiones formales de riesgo
en orden descendente en base a la puntuación total que obtienen todos los porcentajes de riesgos al ser
multiplicados por un coeficiente particular. Y la cuarta circunstancia específica o criterio directo de
ordenación consistió en el ordenamiento descendente en base a la media total que obtuvo cada riesgo en
los veintiséis Centros Deportivos Municipales (CDM), obteniendo así un cuarto listado que se puede
consultar en la Tabla 87 Listado de expresiones formales de riesgo en orden descendente en base a sus
puntuaciones medias, y consultar de forma íntegra en el Anexo K Listado completo de expresiones formales
de riesgo en orden descendente en base a sus puntuaciones medias.
En una segunda etapa, cruzando los distintos listados se identificaron qué riesgos se situaron únicamente
en un listado particular y cuáles de forma conjunta, generando a su vez tres listados nuevos de ordenación
de riesgos, para ello se efectuaron cuatro cruces distintos. Un primer cruce que permitió conocer que trece
expresiones formales de riesgo se situaron dentro de las veinticinco primeras posiciones de los cuatro
listados que hacían referencia a las cuatro circunstancias específicas o criterios directos de ordenación,
pudiéndose observar en la Tabla 89 Cruce de las primeras veinticinco expresiones formales de riesgo del
primer listado (Tabla 79), con las posiciones que ostentan en el segundo listado (Tabla 82), tercer listado
(Tabla 85) y cuarto listado (Tabla 87). Un segundo cruce que permitió conocer que quince expresiones
formales de riesgo se situaron dentro de las veinticinco primeras posiciones del primer y segundo listado
que hacían referencia a la primera y segunda circunstancias específicas o criterios directos de ordenación
pudiéndose observar en la Tabla 90 Cruce de las primeras veinticinco expresiones formales de riesgo del
primer listado (Tabla 79) y del segundo listado (Tabla 82), generando a su vez un quinto listado con las
652
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
primeras veinticinco expresiones formales de riesgo en base a la media de las posiciones que ostentaban en
ambos listados pudiéndose observar en la Tabla 91 Listado de expresiones formales de riesgo en orden
descendente en base a la media de las posiciones que ostentan en el primer listado (Tabla 79) y el segundo
listado (Tabla 82) y consultar de forma íntegra en el Anexo L Listado completo de expresiones formales
de riesgo en orden descendente en base a la media de las posiciones que ostentan en el listado completo de
expresiones formales de riesgo en orden descendente en base a porcentajes de riesgos muy elevados (primer
listado completo, Tabla 80) y en el listado completo de expresiones formales de riesgo en orden descendente
en base al sumatorio de porcentajes de riesgos elevados y muy elevados (segundo listado completo, Tabla
83). Un tercer cruce que permitió conocer que veintiuna expresiones formales de riesgo se situaron dentro
de las veinticinco primeras posiciones del quinto y tercer listado que hacían referencia a la media de las
posiciones de la primera y segunda circunstancias específicas o criterios directos de ordenación y la tercera
circunstancia específica o criterio directo de ordenación, pudiéndose observar en la Tabla 93 Cruce de las
primeras veinticinco expresiones formales de riesgo del quinto listado (Tabla 91) y del tercer listado (Tabla
85), generando a su vez un sexto listado con las veinticinco primeras expresiones formales de riesgo en
base a la media de las posiciones que ostentaban en ambos listados pudiéndose observar en la Tabla 94
Listado de expresiones formales de riesgo en orden descendente en base a la media de las posiciones que
ostentan en el quinto listado (Tabla 91) y en el tercer listado (Tabla 85), y consultar de forma íntegra en el
Anexo M Listado completo de expresiones formales de riesgo en orden descendente en base a la media de
las posiciones que ostentan en el listado completo de expresiones formales de riesgo en orden descendente
en base a la media de las posiciones que ostentan en el listado completo de expresiones formales de riesgo
en orden descendente en base a porcentajes de riesgos muy elevados (primer listado completo, Tabla 80) y
en el listado completo de expresiones formales de riesgo en orden descendente en base al sumatorio de
porcentajes de riesgos elevados y muy elevados (segundo listado completo, Tabla 83) (quinto listado
completo, Tabla 92) y en el Listado completo de expresiones formales de riesgo en orden descendente en
base a la puntuación total que obtienen todos los porcentajes de riesgos al ser multiplicados por un
coeficiente particular (tercer listado completo Tabla 86). Y, un cuarto cruce que permitió conocer que
dieciocho expresiones formales de riesgo se situaron dentro de las veinticinco primeras posiciones del
quinto y cuarto listado que hacían referencia a la media de las posiciones de la primera y segunda
circunstancias específicas o criterios directos de ordenación y la cuarta circunstancia específica o criterio
directo de ordenación, pudiéndose observar en la Tabla 96 Cruce de las primeras veinticinco expresiones
formales de riesgo del quinto listado (Tabla 91) y del cuarto listado (Tabla 87), generando a su vez un
séptimo listado con las veinticinco primeras expresiones formales de riesgo en base a la media de las
posiciones que ostentaban en ambos listados pudiéndose observar en la Tabla 97 Listado de expresiones
formales de riesgo en orden descendente en base a la media de las posiciones que ostentan en el quinto
listado (Tabla 91) y en el cuarto listado (Tabla 87) y consultar de forma íntegra en el Anexo N Listado
completo de expresiones formales de riesgo en orden descendente en base a la media de las posiciones que
ostentan en el listado completo de expresiones formales de riesgo en orden descendente en base a la media
de las posiciones que ostentan en el listado completo de expresiones formales de riesgo en orden
descendente en base a porcentajes de riesgos muy elevados (primer listado completo, Tabla 80) y en el
listado completo de expresiones formales de riesgo en orden descendente en base al sumatorio de
653
Capítulo 6. Discusión de los resultados obtenidos
porcentajes de riesgos elevados y muy elevados (segundo listado completo, Tabla 83) (quinto listado
completo, Tabla 92) y en el listado completo de expresiones formales de riesgo en orden descendente en
base a sus puntuaciones medias (cuarto listado completo, Tabla 88).
Por lo tanto se respondió al objetivo bajo tres premisas, la primera de forma específica con las veinticinco
primeras posiciones de los cuatro listados en base a las cuatro circunstancias específicas o criterios directos
de ordenación, la segunda premisa de forma global con las expresiones formales de riesgo que están dentro
de las veinticinco primeras posiciones de los cuatro listados citados tras los cruces representados y, la
tercera premisa de forma cruzada aunando circunstancias específicas o criterios directos de ordenación,
pudiendo por ende detectar los principales riesgos que afectan a la seguridad de los Centros Deportivos
Municipales (CDM) analizados desde diversas perspectivas en base a las distintas premisas indicadas.
La discusión de dichos resultados comienza indicando que para identificar los principales riesgos que
afectan a la seguridad de los Centros Deportivos Municipales (CDM) analizados, en primer lugar se
trató de dar una respuesta global que aglutinase a los veintiséis, pudiendo encontrar la posibilidad de
que en una instalación concreta un riesgo sea muy alto y por ello deba considerarse principal,
importante o de prioridad alta sin que sea uno de los riesgos seleccionados como principales en el
entorno global de los veintiséis Centros Deportivos Municipales (CDM) analizados, por alguna
característica concreta del centro, por ejemplo si dispone de aparcamiento y el riesgo de robo en los
vehículos situados en su interior es muy alto, mientras que en el resto de instalaciones el riesgo no se
contempla por no disponer de aparcamiento, por lo tanto cada centro siempre precisará de un análisis
individualizado en función de sus características y datos asociados debiendo emplearse sus listados
específicos de ordenación de riesgos. En segundo lugar recordando que los listados se ordenaron
considerando las veinticinco primeras posiciones sin con ello afirmar que las sucesivas no fuesen
importantes, sino que únicamente había que hacer una acotación numérica. En tercer lugar la elección
de las circunstancias concretas o criterios directos de ordenación y los cruces de los listados
procedentes de los mismos, aunque haciendo compleja su ejecución y aparentemente su interpretación,
fueron necesarios para no segmentar los resultados y ofrecer todo el abanico de posibilidades en cuanto
a su clasificación para futuros análisis o comparativas.
Lamentablemente no se pueden comparar los resultados obtenidos con resultados obtenidos en otras
investigaciones (Chang & Singh, 1990; Frosdick & Walley, 1997; Bjarnason & Cannell, 1999; Chappelet,
2001; Peterson & Hronek, 2003; Appenzeller, 2005; Getz, 2005; Hall, 2006b; Lizarraga, 2006; Leopkey &
Parent, 2009; Gómez-Calvo, 2012b; De Castro, 2014) debido a la especificidad de los mismos ya que, en
ellas únicamente se aludían tipos, categorías, áreas o clasificaciones de riesgos sin desarrollar los riesgos
asociados a actos antisociales de forma específica para un contexto concreto como es el de una instalación
deportiva, empleado en la presente investigación, y, sin analizarlos en un estudio de caso para observar la
priorización de su importancia. Respecto al estudio de Hall (2006b) recordando que identificó ciento treinta
y cuatro estándares de seguridad para la gestión de espacios deportivos de siete universidades de Mississippi
agrupándolas en once categorías estableciendo el grado de importancia de las mismos mediante una escala
654
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Likert de 1 a 5 y, encontrando que las áreas más importantes fueron: estándares en la credencialización de
gestión de emergencias, gestión de riesgos, comunicaciones y formación y, modelado y simulación; cabe
destacar que de la gestión de riesgos los aspectos específicos de desarrollo de planes de gestión de riesgos
con una puntuación media de 4,45 sobre 5 y abordar los problemas de gestión de riesgos con una puntuación
media de 4,25 sobre 5 obtuvieron una gran importancia, apoyando otra vez más la necesidad de saber qué
riesgos concretos son los más importantes.
Para discutir qué riesgos que afectan a la seguridad de los Centros Deportivos Municipales (CDM)
analizados han sido los principales en la presente investigación y, por qué han sido esos, se van a discutir
los resultados obtenidos siguiendo las tres premisas descritas aunando así veinte cuatro expresiones
formales de riesgo, comenzando con la segunda premisa que obtuvo los resultados de manera global.
Dicha segunda premisa situaba aquellos riesgos que coincidían en las veinticinco primeras posiciones de
los cuatro primeros listados que hacían referencia a las cuatro circunstancias o criterios directos de
ordenación, concretamente fueron trece expresiones formales de riesgo que pertenecían; tres al tipo de
riesgo general, una al tipo de riesgo “1. Alteración del orden”, tres al tipo de riesgo “2. Alteración del
normal desarrollo de la actividad”, una al tipo de riesgo “3. Agresiones”, una al tipo de riesgo “4.
Violencia”, una al tipo de riesgo “6. Vandalismo”, una al tipo de riesgo “7. Intrusiones” y dos al tipo de
riesgo “8. Sabotajes” conformando parte del catálogo de doce tipos de riesgos dentro del “Grupo de riesgo
1. Riesgos de daños por Actos Antisociales” junto con los tipos de riesgo “5. Deterioro intencionado de las
instalaciones”, “9. Robos”, “10. Hurtos”, “11. Raptos” y “12. Venta/consumo de sustancias prohibidas”.
Por lo tanto se observa que se repartieron de forma homogénea entre los citados tipos de riesgos sin
pertenecer de manera acusada a alguno en particular.
En concreto esas trece expresiones formales de riesgo ordenadas de manera descendente eran: Ausencia de
responsable de seguridad (la discusión de que dicha expresión de riesgo coincida en las más importantes
radica en que en ningún centro existe dicha figura), 2.3.2.2 Ausencia de controles de permanencia de
visitantes o espectadores de alumnos y visitantes o espectadores de deportistas competidores fuera de los
espacios de actividad después de la competición deportiva, 2.3.2.1 Ausencia de controles de permanencia
de visitantes o espectadores de usuarios, visitantes o espectadores de alumnos y visitantes o espectadores
de deportistas practicantes fuera de los espacios de actividad después de la práctica deportiva (la discusión
de que sendas expresiones de riesgo coincidan en las más importantes radica en que no se controlan los
accesos, estancias ni salidas de los visitantes o espectadores mediante ningún sistema de acreditación ni
control de acceso en ningún centro), Ausencia de Centro de Control (la discusión de que dicha expresión
de riesgo coincida en las más importantes radica en que ningún centro dispone de dicho elemento), 8.4.6.1
Ausencia/manipulación en la planificación de la gestión de las evacuaciones y sus protocolos, dentro del
horario de apertura del CDM, por parte de personal laboral (la discusión de que dicha expresión de riesgo
coincida en las más importantes radica en la falta de realización de simulacros de emergencia), 8.4.6.3
Ausencia/manipulación de la parte operativa de la gestión de las evacuaciones y sus protocolos, dentro del
horario de apertura del CDM, por parte de personal laboral (la discusión de que dicha expresión de riesgo
coincida en las más importantes radica en la falta de reparto de tareas a los distintos trabajadores para la
gestión de las emergencias y su actualización), Ausencia de servicios y personal de seguridad privada (la
655
Capítulo 6. Discusión de los resultados obtenidos
discusión de que dicha expresión de riesgo coincida en las más importantes radica en la escasez y falta de
especificidad de servicios de seguridad privada y en el infra dimensionado del personal de seguridad, el
artículo 119 del borrador de Real Decreto por el que se aprueba el Reglamento de Seguridad Privada, pauta
adecuar los servicios de seguridad privada a los riesgos, debiendo realizarse previamente un análisis de
riesgos, indicando que cuando los servicios de seguridad privada se presten a una entidad que disponga de
director de seguridad la adecuación del servicio a los riesgos será de su competencia y de no existir dicha
figura, el análisis de los riesgos corresponderá al prestador, a su vez en virtud del riesgo clasificado en tres
niveles y el aforo en cuestión se dimensiona el servicio (Ministerio del Interior, 2018). Por lo tanto al no
existir dicha figura el análisis específico de los riesgos de cada centro no se adapta a las necesidades reales
y el dimensionado no se ajusta a los niveles de riesgo y aforos, ejemplo de ello son los infra dimensionados
de personal en los servicios de seguridad de los centros deportivos municipales incluidos en el Pliego de
prescripciones técnicas particulares que ha de regir en el contrato de servicios para la vigilancia y seguridad
de los edificios dependientes del distrito Puente de Vallecas a adjudicar por procedimiento abierto mediante
pluralidad de criterios (Ayuntamiento de Madrid, 2015b)), 7.9.2.1 Intrusiones en espacios singulares y/o
espacios singulares de alto riesgo, no permitidos o fuera del horario permitido, realizadas dentro del horario
de apertura del CDM, por parte de personal laboral directo de la instalación (la discusión de que dicha
expresión de riesgo coincida en las más importantes radica en la falta de sectorizaciones y controles de
acceso a los diferentes sectores mediante elementos como tornos, ni sistemas de identificación personales
para acceder a sectores separados por puertas de acceso como tarjetas, claves o sistemas biométricos en los
distintos centros, hecho que incide también en las intrusiones a los distintos espacios de personal no
trabajador. A su vez también radica en la ubicación de espacios singulares de alto riesgo comunicando con
espacios singulares como por ejemplo la situación de salas de máquinas junto con vestuarios de personal
sin una sectorización de los mismos, fomentando dicho riesgo de intrusión), 2.4.1.1 Comportamientos o
actitudes peligrosas y/o prohibidas de usuarios practicantes dentro de los espacios de actividad durante la
práctica deportiva (la discusión de que dicha expresión de riesgo coincida en las más importantes radica en
la tipología de usuario, fundamentalmente en piscinas de verano y en alquileres de espacios deportivos de
fútbol para competiciones, disminuyendo claramente el riesgo de dichos comportamientos en alumnos o
deportistas procedentes de clubes o terceros), 3.2.1.1 Agresiones sexuales individuales diversas, tipificadas
o sin tipificar, sufridas o realizadas por usuarios practicantes fuera de los espacios de actividad antes o
después de la práctica deportiva (la discusión de que dicha expresión de riesgo coincida en las más
importantes radica en la ausencia de protocolos específicos ante este tipo de agresiones, ausencia de
protocolos de entregas y recogidas de alumnos, hechos concretos como disponer de aseos mixtos, pestillos
en duchas individuales y, la existencia de focos potenciales como vestuarios de piscinas de verano y
saunas), 6.1.1.1 Comportamientos y actos vandálicos multitudinarios cometidos en el perímetro exterior de
la instalación por parte de grupos de individuos ajenos a la misma dentro o fuera del horario de apertura (la
discusión de que dicha expresión de riesgo coincida en las más importantes radica en la ausencia de medidas
de seguridad preventivas como cámaras de seguridad perimetrales, rondas de seguridad interiores y
exteriores de personal de seguridad privada añadido a las deficientes características de los vallados
perimetrales, hecho que incide en las intrusiones por el mismo), 4.2.1.1 Agresiones sexuales multitudinarias
diversas, tipificadas o sin tipificar, realizadas por grupos de usuarios practicantes fuera de los espacios de
656
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
actividad antes o después de la práctica deportiva (sigue la misma discusión que la expresión de riesgo
3.2.1.1) y, 1.3.1.2 Exceso de aforo sectorial en espacios de actividad (la discusión de que dicha expresión
de riesgo coincida en las más importantes radica en la falta de control del aforo sectorial a dichos espacios
por ausencia de controles de aforo de doble entrada, sobre todo en piscinas de verano sin distinguir entre
aforo del vaso de la piscina y de las zonas de estancia. De la misma manera sucede con el control de aforo
de los espacios auxiliares, ni siquiera se realiza un control de aforo general mediante un sistema contador
de personas de entrada y salida situado en el umbral de la entrada o entradas principales).
La discusión de los resultados obtenidos de forma específica siguiendo la primera premisa, pretende discutir
nueve expresiones formales de riesgo que sin estar presentes en las veinticinco primeras posiciones de los
cuatro listados anteriores discutidos de forma global que hacían referencia a los cuatro criterios directos de
ordenación, sí están presentes dentro de las quince primeras posiciones de al menos un listado de los cuatro
citados:
Respecto al primer listado que clasificaba las expresiones formales de riesgo en orden descendente en base
a los porcentajes de riesgos muy elevados (primer criterio directo de ordenación) habría que añadir las
expresiones formales de riesgo: 12.2.2.2 Consumo de alcohol en espacios auxiliares por parte de individuos
ajenos o vinculados a la instalación (la discusión de que dicha expresión de riesgo coincida en las más
importantes radica en la venta de alcohol en las cafeterías de las piscinas de verano, la posibilidad de su
consumo en las zonas de estancia de las mismas y la permisividad para su consumo en graderíos durante
las competiciones) y 7.6.2.1 Intrusiones individuales o multitudinarias cometidas en espacios auxiliares
interiores de la instalación por parte de individuos o grupos de individuos ajenos o vinculados a la misma,
con o sin herramientas, fuera del horario de apertura (la discusión de que dicha expresión de riesgo coincida
en las más importantes radica en la ausencia de alarmas anti intrusión en este tipo de espacios, ausencia de
circuito cerrado de televisión (cctv) con grabación de imágenes, ausencia de personal de seguridad privada
en el interior de los centros durante el horario de cierre junto a la citada ausencia de medidas preventivas
disuasorias en el perímetro o las entradas como cámaras de video vigilancia y a las deficientes
características de los vallados perimetrales).
Respecto al segundo listado que clasificaba las expresiones formales de riesgo en orden descendente en
base al sumatorio de porcentajes de riesgos elevados y muy elevados (segundo criterio directo de
ordenación) habría que añadir las expresiones formales de riesgo: 11.1.1.3 Raptos de deportistas/alumnos
practicantes o competidores pertenecientes a clubes o terceros, dentro del horario de apertura del CDM, por
parte de individuos ajenos o vinculados a la instalación, 11.1.1.2 Raptos de alumnos competidores
pertenecientes a las escuelas de los distintos CDM, dentro del horario de apertura, por parte de individuos
ajenos o vinculados a la instalación, 11.1.1.1 Raptos de alumnos practicantes pertenecientes a las escuelas
del CDM, dentro del horario de apertura, por parte de individuos ajenos o vinculados a la instalación (la
discusión de que dichas expresiones de riesgo coincidan en las más importantes radica en la ausencia de
protocolos anti raptos, sin poder asegurar la recogida, estancia y entrega de los distintos alumnos a los
padres o tutores), 7.8.2.1 Intrusiones en espacios singulares no permitidos o fuera del horario permitido,
realizadas fuera del horario de apertura del CDM, por parte de personal laboral directo de la instalación (la
657
Capítulo 6. Discusión de los resultados obtenidos
discusión de que dicha expresión de riesgo coincida en las más importantes radica en la ausencia de
controles de acceso mediante clave o sistema biométrico que registre la entrada, tiempo de estancia y salida
de dichos espacios realizándose únicamente mediante llave manual que no es anti copia, no está
correctamente custodiada y dispone de la misma un amplio colectivo de personal, añadido a que las claves
de las alarmas anti intrusión no son individuales ni indican de forma inmediata al máximo responsable su
conexión o desconexión sin poder conocer quién y en qué preciso momento accede al interior) y, 1.3.1.1
Exceso de aforo general (la discusión de que dicha expresión de riesgo coincida en las más importantes
radica como ya se citó en que ningún centro dispone de un sistema contador de personas con doble entrada
y salida en el umbral de entrada o entradas principales en el perímetro exterior sin poder asegurar en ningún
momento que se supere el aforo en cuestión).
Respecto al tercer listado que clasificaba las expresiones formales de riesgo en orden descendente en base
a la puntuación total que obtienen todos los porcentajes de riesgos al ser multiplicados por un coeficiente
particular (tercer criterio directo de ordenación) no habría que añadir ninguna expresión formal de riesgo.
Respecto al cuarto listado que clasificaba las expresiones formales de riesgo en orden descendente en base
a sus puntuaciones medias (cuarto criterio directo de ordenación), habría que añadir las expresiones
formales de riesgo: Ausencia de Plan de Seguridad que registre los distintos aspectos de seguridad del CDM
(la discusión de que dicha expresión de riesgo coincida en las más importantes radica en que ningún centro
dispone de dicho documento gestor), 1.3.1.3 Exceso de aforo sectorial en espacios auxiliares (la discusión
de que dicha expresión de riesgo coincida en las más importantes radica nuevamente en la ausencia de
sectorización de los espacios auxiliares sin acceder por un control de acceso que registre las salidas y
entradas del mismo por parte de visitantes o practicantes, junto al incorrecto dimensionado de dichos
espacios fundamentalmente asociado a salas de espera de piscinas interiores y en algunos centros infra
dimensionado de vestuarios sobre todo infantiles en determinadas horas punta) y 2.3.1.1 Ausencia de
controles de permanencia de usuarios practicantes dentro o fuera de los espacios de actividad después de la
práctica deportiva (la discusión de que dicha expresión de riesgo coincida en las más importantes radica en
que no existe ningún sistema que controle la salida de los usuarios practicantes sin poder por tanto delimitar
el tiempo de uso de un espacio de actividad, a su vez recordando la no sectorización de espacios no se
pueden localizar mediante un sistema centralizado en qué ubicación se encuentran).
Finalmente la discusión de los resultados obtenidos de forma cruzada siguiendo la tercera premisa pretende
discutir las dos expresiones formales de riesgo que sin estar presentes en las veinticinco primeras posiciones
de los cuatro primeros listados que hacían referencia a los cuatro criterios directos de ordenación
anteriormente discutidos de forma global y sin estar presentes dentro de las quince primeras posiciones de
al menos un listado de esos cuatro listados individuales discutidos de forma específica, si estén presentes
dentro de las quince primeras posiciones de al menos uno de los tres últimos listados individuales:
Respecto al quinto listado que clasificaba las expresiones formales de riesgo en orden descendente en base
a la media de las posiciones que ostentan en el primer listado y en el segundo listado, habría que añadir la
expresión formal de riesgo 7.9.1.1 Intrusiones individuales o multitudinarias cometidas en espacios
658
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
singulares y/o espacios singulares de alto riesgo interiores o exteriores de la instalación por parte de usuarios
ajenos o practicantes pertenecientes al CDM, alumnos practicantes pertenecientes a las escuelas del CDM,
alumnos competidores pertenecientes a las escuelas de los distintos CDM, deportistas/alumnos practicantes
o competidores pertenecientes a clubes o terceros y de cada una de las tipologías de visitantes o espectadores
asociadas, con o sin herramientas, dentro del horario de apertura (la discusión de que dicha expresión de
riesgo coincida en las más importantes radica en que los espacios singulares de alto riesgo en múltiples
ocasiones están ubicados dentro de las circulaciones de los usuarios, sus umbrales no están acotados
mediante puertas o si lo están las mismas están abiertas, no se indica que sea una zona de acceso restringido
ni se dispone de cámaras de video vigilancia en sus umbrales y, en ningún caso para acceder a las mismas
se precisa de una acreditación mediante tarjeta, clave o sistema biométrico que registre su acceso, estancia
y salida ni dispone de sistemas anti intrusión mediante las distintas tipologías de detectores volumétricos,
magnéticos etc., conectados en el horario de apertura del centro).
Respecto al sexto listado que clasificaba las expresiones formales de riesgo en orden descendente en base
a la media de las posiciones que ostentan en el quinto listado y en el tercer listado no habría que añadir
ninguna expresión formal de riesgo.
Por último respecto al séptimo listado que clasificaba las expresiones formales de riesgo en orden
descendente en base a la media de las posiciones que ostentan en el quinto listado y en el cuarto listado,
habría que añadir la expresión formal de riesgo 7.5.1.2 Intrusiones en controles de acceso a espacios de
actividad y/o en espacios de actividad, realizadas dentro del horario de apertura del CDM, por parte de
usuarios practicantes pertenecientes al CDM (la discusión de que dicha expresión de riesgo coincida en las
más importantes radica en que los accesos a los espacios de actividad de nuevo no están sectorizados
mediante controles de acceso, únicamente se accede mediante un punto de control en donde se debe registrar
el título de uso sin que se realice en múltiples ocasiones por ausencia de personal o por las características
de su ubicación al ser normalmente centralizados y no poder controlar diversos espacios facilitando dichas
intrusiones así como sabotajes en sus accesos mediante los títulos de uso de otros usuarios o disfrutando de
espacios de actividad con los títulos de uso de otros espacios).
La quinta hipótesis “Los mismos riesgos identificados en los distintos distritos y Centros Deportivos
Municipales (CDM) del Ayuntamiento de Madrid en los que se ha realizado el Estudio de Riesgos no
obtienen los mismos valores numéricos ni su correspondiente clasificación correlativa”, se constató al
observar que doscientas ochenta y tres expresiones formales de riesgo de doscientas ochenta y cuatro
obtuvieron puntuaciones distintas, con unas desviaciones típicas que oscilaron desde 407,11 de la expresión
formal de riesgo con mayor desviación hasta 35,30 de la expresión formal de riesgo con menor desviación
distinta de cero obteniendo una media de la desviación de 162,53 y, con un rango que osciló desde 1000 de
las quince expresiones formales de riesgo con mayores rangos hasta 144 de la expresión formal de riesgo
con menor rango distinto de cero obteniendo una media del rango de 573,69, pudiendo observarse en la
Tabla 99 Extracto seleccionado del listado de expresiones formales de riesgo en orden descendente en base
a su desviación típica y, consultarse de forma íntegra en el Anexo Ñ Listado completo de expresiones
659
Capítulo 6. Discusión de los resultados obtenidos
formales de riesgo en orden descendente en base a su desviación típica. Por lo tanto se constata la quinta
hipótesis afirmando que las puntuaciones son distintas, ratificado por los rangos y las desviaciones típicas
obtenidas.
La discusión de los resultados de la quinta hipótesis parte de razonar por qué se encuentran dichas
diferencias, para ello se van a discutir las expresiones formales de riesgo con mayor y menor desviación
típica y con mayor y menor rango para poder determinar la causa, motivo o circunstancia que pueda
justificar las diferencias encontradas.
La expresión formal de riesgo con mayor desviación típica en los veintiséis Centros Deportivos Municipales
(CDM) se corresponde con el punto 12.2.1.1 “Suministro de alcohol en cafeterías del CDM” con un valor
de desviación típica de 407,11, los valores oscilan entre 225 del mínimo obtenido en diecinueve Centros
Deportivos Municipales (CDM) y 1125 del máximo alcanzado en siete Centros Deportivos Municipales
(CDM), con un rango de 900. La circunstancia que determina estas grandes diferencias es que hay centros
que no disponen de cafeterías y otros que sí, de los cuáles en algunos se vende alcohol. La expresión formal
de riesgo con menor desviación típica en los veintiséis Centros Deportivos Municipales (CDM) se
corresponde con el punto 8.3.1.1 “Manipulación, difusión, borrados y/o usos no autorizados de
información, datos, planos etc. del CDM y de datos personales, bancarios etc. de ficheros, registros o
documentos pertenecientes a usuarios, alumnos y/o personal de la instalación dentro o fuera del horario de
apertura por parte de individuos ajenos o vinculados a la instalación” con un valor de desviación típica de
0, todos los valores coinciden en la misma puntuación (500) siendo la única expresión formal de riesgo con
esta característica. La circunstancia que determina esta característica es que en todos los centros se custodia
de la misma manera y se actúa con los mismos procedimientos mediante la misma aplicación corporativa.
La primera expresión formal de riesgo con mayor rango en los veintiséis Centros Deportivos Municipales
(CDM) se corresponde con el punto 4.1.1.1 “Agresiones físicas multitudinarias diversas, con o sin armas o
implementos y tipificadas o sin tipificar, realizadas por grupos de usuarios practicantes dentro o fuera de
los espacios de actividad antes, durante o después de la práctica deportiva” con un valor de 1000, el mínimo
se registra en 250 en un Centro Deportivo Municipal (CDM) y el máximo asciende a 1250 registrado en
seis Centros Deportivos Municipales (CDM). La circunstancia que determina estas grandes diferencias son
las características distintas de los citados centros en cuanto a tipología de espacios, concretamente la
disposición de piscinas de verano y la disposición de campos de fútbol. La expresión formal de riesgo con
menor rango distinto de cero en los 26 Centros Deportivos Municipales (CDM) se corresponde con el punto
8.4.8.1 “Sabotajes realizados en las inscripciones, organización, arbitraje y resultados de las distintas
competiciones realizadas en el CDM, por parte de administrativos, técnicos deportivos, promotores y/o
árbitros.” con un valor de 144, los valores son prácticamente iguales en todos los Centros Deportivos
Municipales (CDM) con una pequeña diferencia que oscila entre 288 valor mínimo registrado en veintidós
Centros Deportivos Municipales (CDM) y 432 valor máximo registrado en cuatro Centros Deportivos
Municipales (CDM). La circunstancia que determina esta característica es que en todos los centros se
realizan los mismos procedimientos mediante los distintos promotores deportivos de cada distrito. Por lo
tanto, se prevé que aquellos riesgos que afecten a los mismos procedimientos o tipologías de espacios
660
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
pueden tener potenciales valores numéricos semejantes mientras que aquellos que afecten a distintas formas
de proceder o tipologías de espacios pueden tener potenciales valores numéricos diferentes.
Discutida cual parece ser la razón de las mayores diferencias, a continuación se va a discutir por qué se
producen analizando las características y perfiles de los distintos distritos para ver cómo afecta la ubicación
de los centros en ellos y, las características y perfiles de sus habitantes al ser una característica que puede
ser decisiva a la hora de construir los diferentes perfiles de usuarios asociándolo a la potencialidad de riesgo
(es importante resaltar que las diferencias en la disposición de medidas de seguridad en los distintos centros
también parece ser un indicador clave para que se den dichas diferencias, este indicador se discutirá más
adelante en la séptima hipótesis).
Para analizar las posibles características de los distritos que pueden incidir en el perfil de sus habitantes y
por ende de los potenciales usuarios de los centros deportivos que dispongan, en primer lugar se restarán
del análisis aquellos distritos de los que no se han obtenido datos en la presente investigación al no disponer
de autorización, analizando los trece que configuraron el Estudio de Riesgos realizado. En segundo lugar
las características a analizar de los distritos que pueden incidir en el perfil de sus habitantes y por ende de
los potenciales usuarios se componen de veinticuatro indicadores, nueve demográficos asociados a la
tipología de distrito y quince socioeconómicos asociados al perfil de los habitantes de cada distrito. Los
nueve indicadores demográficos asociados a la tipología de distrito se componen de: un indicador de
seguridad pública como son las intervenciones de la Policía Municipal con detenidos e imputados; dos
indicadores de habitabilidad como son el precio medio de la vivienda de segunda mano y los promedios de
las superficies de las viviendas construidas; dos indicadores de enseñanza como son el porcentaje de
alumnos en centros privados respecto al sumatorio de alumnos en centros privados y públicos y, el
porcentaje de alumnos en centros públicos respecto al sumatorio de alumnos en centros públicos y privados
y; cuatro indicadores sociales como son el porcentaje de personas atendidas en la unidad de primera
atención en los centros de servicios sociales respecto al total de personas atendidas, el porcentaje de
personas atendidas por el servicio de educación social respecto al total de personas atendidas, el porcentaje
de familias atendidas por el servicio de educación social respecto al total de familias atendidas y, la
procedencia de las demandas de intervención (nuevas en el año) de Centros de Atención a la Infancia (CAI)
respecto al total de demandas. Los quince indicadores socioeconómicos asociados al perfil de los habitantes
de cada distrito se componen de: un indicador laboral como es la tasa de paro; cinco indicadores económicos
como son la renta neta media por hogar, el importe medio del crédito contratado por transacción de
vivienda, el importe medio del crédito contratado por m² de vivienda, el número de turismos por 100
habitantes y, el número de turismos por hogar; tres indicadores del nivel de formación como son el
porcentaje de población (mayores de veinticinco años) sin estudios respecto al total de residentes de cada
distrito, el porcentaje de población (mayores de veinticinco años) con sólo estudios primarios respecto al
total de residentes de cada distrito y, el porcentaje de población (mayores de veinticinco años) con estudios
superiores respecto al total de residentes de cada distrito; dos indicadores de la nacionalidad como son el
porcentaje de población de nacionalidad extranjera sobre el total de la población de cada distrito y, el
porcentaje de alumnos extranjeros sobre el total de alumnos en régimen general de cada distrito y; cuatro
661
Capítulo 6. Discusión de los resultados obtenidos
indicadores sociales como son el porcentaje de personas atendidas en la unidad de primera atención en los
centros de servicios sociales respecto a la población de cada distrito, el porcentaje de personas atendidas
por el servicio de educación social respecto a la población de cada distrito, el porcentaje de familias
atendidas por el servicio de educación social respecto a la población de cada distrito y, la procedencia de
las demandas de intervención (nuevas en el año) de Centros de Atención a la Infancia (CAI) respecto a la
población de cada distrito.
Sobre estos indicadores, únicamente se va a identificar si existen diferencias claras en los mismos en los
diferentes distritos mediante las puntuaciones máximas y mínimas registradas, permitiendo poder ser
potenciales indicadores que puedan justificar las diferencias encontradas en cuanto a variación de las
puntuaciones otorgadas a los mismos riesgos en distintos centros.
Sobre los nueve indicadores demográficos asociados a la tipología de distrito se discute que:
En relación al indicador de seguridad pública, respecto a las intervenciones de la Policía Municipal con
detenidos e imputados, el Ayuntamiento de Madrid (2019a) en su portal estadístico referenciando como
fuente al Área de Gobierno de Salud, Seguridad y Emergencias, a la D. G. De Policía Municipal y a la
Unidad de Estadística, analizando las intervenciones en los distintos distritos de la Ciudad de Madrid en
2016, refleja ochocientas sesenta y cuatro intervenciones en el distrito de Salamanca siendo las máximas
intervenciones realizadas y ciento cuarenta y una en el distrito de Moratalaz siendo las mínimas
intervenciones realizadas, por lo tanto se considera un indicador relevante debido a su gran rango.
En relación a los dos indicadores de habitabilidad, respecto al precio medio de la vivienda de segunda mano,
el Ayuntamiento de Madrid (2018b) en su Anuario estadístico de 2018 referenciando como fuente al portal
Idealista.com y al Índice Inmobiliario Anual, 2017, analizando el precio medio de la vivienda de segunda
mano en los distintos distritos de la Ciudad de Madrid en 2017, refleja 5.479 €/m2 en el distrito de
Salamanca siendo el precio medio más alto registrado y 1.440 €/m2 en el distrito de Puente de Vallecas
siendo el precio medio más bajo registrado, considerándose por lo tanto otro indicador relevante. Y respecto
al promedio de las superficies de las viviendas construidas, el Ayuntamiento de Madrid (2018b) en su
Anuario estadístico de 2018 referenciando como fuente al portal Idealista.com y al Índice Inmobiliario
Anual, 2017, analizando el promedio de las superficies de las viviendas construidas en los distintos distritos
de la Ciudad de Madrid en 2017, refleja 128m2 de promedio en el distrito de Chamartín siendo el promedio
de superficie más alto registrado y 85m2 de promedio en los distritos de Puente de Vallecas y Latina siendo
el promedio de superficie más bajo registrado, considerándose por lo tanto otro indicador relevante.
En relación a los dos indicadores de enseñanza, respecto al porcentaje de alumnos en centros privados
respecto al sumatorio de alumnos en centros privados y públicos, Ayuntamiento de Madrid (2018b) en su
Anuario estadístico de 2018 referenciando como fuente a la Consejería de Educación, Juventud y Deporte
de la Comunidad de Madrid, analizando el porcentaje de alumnos en centros privados respecto al sumatorio
de alumnos en centros privados y públicos en los distintos distritos de la Ciudad de Madrid en 2017, refleja
un 63,50% de alumnos en centros privados respecto al sumatorio de alumnos en centros privados y públicos
662
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
en el distrito de Chamartín siendo el porcentaje más alto registrado y un 6,90% de alumnos en centros
privados respecto al sumatorio de alumnos en centros privados y públicos en el distrito de Vicálvaro siendo
el porcentaje más bajo registrado, considerándose por lo tanto otro indicador relevante debido a su gran
rango. Y respecto al porcentaje de alumnos en centros públicos respecto al sumatorio de alumnos en centros
públicos y privados, Ayuntamiento de Madrid (2018b) en su Anuario estadístico de 2018 referenciando
como fuente a la Consejería de Educación, Juventud y Deporte de la Comunidad de Madrid, analizando el
porcentaje de alumnos en centros públicos respecto al sumatorio de alumnos en centros públicos y privados
en los distintos distritos de la Ciudad de Madrid en 2017, reflejan un 93,10% de alumnos en centros públicos
respecto al sumatorio de alumnos en centros públicos y privados en el distrito de Vicálvaro siendo el
porcentaje más alto registrado y un 36,50% de alumnos en centros públicos respecto al sumatorio de
alumnos en centros públicos y privados en el distrito de Chamartín siendo el porcentaje más bajo registrado,
considerándose por lo tanto otro indicador relevante debido a su gran rango.
Y, en relación a los cuatro indicadores sociales, respecto al porcentaje de personas atendidas en la unidad
de primera atención en los centros de servicios sociales respecto al total de personas atendidas, el
Ayuntamiento de Madrid (2018b) en su Anuario estadístico de 2018 referenciando como fuente al Área de
Gobierno de Equidad, Servicios Sociales y Empleo, analizando el porcentaje de personas atendidas en la
unidad de primera atención en los centros de servicios sociales respecto al total de personas atendidas en
los distintos distritos de la Ciudad de Madrid en 2017, refleja un 24,26% de personas atendidas traducido
en 19.558 personas atendidas en el distrito de Puente de Vallecas siendo el porcentaje más alto registrado
y un 2,29% de personas atendidas traducido en 1.843 personas atendidas en el distrito de Barajas siendo el
porcentaje más bajo registrado, considerándose por lo tanto otro indicador relevante debido a su gran rango.
Respecto al porcentaje de personas atendidas por el servicio de educación social respecto al total de
personas atendidas, el Ayuntamiento de Madrid (2018b) en su Anuario estadístico de 2018 referenciando
como fuente al Área de Gobierno de Equidad, Derechos Sociales y Empleo y a la Dirección General de
Familia, Infancia, Educación y Juventud, analizando el porcentaje de personas atendidas por el servicio de
educación social respecto al total de personas atendidas en los distintos distritos de la Ciudad de Madrid en
2017, refleja un 20,85% de personas atendidas traducido en 5.515 personas atendidas en el distrito de
Vicálvaro siendo el porcentaje más alto registrado y un 0,82% de personas atendidas traducido en 212
personas atendidas en el distrito de Barajas siendo el porcentaje más bajo registrado, considerándose por lo
tanto otro indicador relevante debido a su gran rango. Respecto al porcentaje de familias atendidas por el
servicio de educación social respecto al total de familias atendidas, el Ayuntamiento de Madrid (2018b) en
su Anuario estadístico de 2018 referenciando como fuente al Área de Gobierno de Equidad, Derechos
Sociales y Empleo y a la Dirección General de Familia, Infancia, Educación y Juventud, analizando el
porcentaje de familias atendidas por el servicio de educación social respecto al total de familias atendidas
en los distintos distritos de la Ciudad de Madrid en 2017, refleja un 34,51% de familias atendidas traducido
en 863 familias atendidas en el distrito de Vicálvaro siendo el porcentaje más alto registrado y un 2,16%
de familias atendidas traducido en 54 personas atendidas en el distrito de Barajas siendo el porcentaje más
bajo registrado, considerándose por lo tanto otro indicador relevante debido a su gran rango. Y respecto a
la procedencia de las demandas de intervención (nuevas en el año) de Centros de Atención a la Infancia
663
Capítulo 6. Discusión de los resultados obtenidos
(CAI) respecto al total de demandas, el Ayuntamiento de Madrid (2018b) en su Anuario estadístico de 2018
referenciando como fuente al Área de Gobierno de Equidad, Derechos Sociales y Empleo y a la Dirección
General de Familia, Infancia, Educación y Juventud, analizando la procedencia de las demandas de
intervención (nuevas en el año) de Centros de Atención a la Infancia (CAI) respecto al total de demandas
en los distintos distritos de la Ciudad de Madrid en 2017, refleja un 16,98% de demandas de intervención
traducido en 228 demandas de intervención en el distrito de Latina siendo el porcentaje más alto registrado
y un 2,01% de demandas de intervención traducido en 27 demandas de intervención en el distrito de Barajas
siendo el porcentaje más bajo registrado, considerándose por lo tanto otro indicador relevante debido a su
gran rango.
Finalmente sobre los quince indicadores socioeconómicos asociados al perfil de los habitantes de cada
distrito se discute que:
En relación al indicador laboral, respecto a la tasa de paro, el Ayuntamiento de Madrid (2019a) en su portal
estadístico referenciando como fuente al Servicio Público de Empleo Estatal y a la Subdirección General
de Estadística del Ayuntamiento de Madrid, analizando la tasa de paro en los distintos distritos de la Ciudad
de Madrid en 2018, refleja un 10,91% de tasa de paro en el distrito de Puente de Vallecas como máxima
tasa de paro registrada y un 4,83% en el distrito de Chamartín como mínima tasa de paro registrada,
considerándose un indicador relevante, al ser más del doble.
En relación a los cinco indicadores económicos, respecto a la renta neta media por hogar, el Ayuntamiento
de Madrid (2019a) en su portal estadístico referenciando como fuente al Instituto Nacional de Estadística,
a los Indicadores urbanos y a la Subdirección General de Estadística, analizando la renta neta media por
hogar en los distintos distritos de la Ciudad de Madrid en 2015, refleja una renta neta media de 60.948€ en
el distrito de Chamartín como máxima renta neta media registrada y de 24.688€ en el distrito de Puente de
Vallecas como mínima renta neta media registrada, considerándose por lo tanto otro indicador relevante
debido a su gran rango. Respecto al importe medio del crédito contratado por transacción de vivienda, el
Ayuntamiento de Madrid (2018b) en su Anuario estadístico de 2018 referenciando como fuente al Colegio
de Registradores de la Propiedad, Bienes Muebles y Mercantiles de España, analizando el importe medio
del crédito contratado por transacción de vivienda en los distintos distritos de la Ciudad de Madrid en 2017,
refleja 327.441,63€ de importe medio de crédito contratado por transacción de vivienda en el distrito de
Salamanca siendo el importe más alto registrado y 83.048,39€ de importe medio de crédito contratado por
transacción de vivienda en el distrito de Puente de Vallecas siendo el importe más bajo registrado,
considerándose por lo tanto otro indicador relevante debido a su gran rango. Respecto al importe medio del
crédito contratado por m² de vivienda, el Ayuntamiento de Madrid (2018b) en su Anuario estadístico de
2018 referenciando como fuente al Colegio de Registradores de la Propiedad, Bienes Muebles y
Mercantiles de España, analizando el importe medio del crédito contratado por m² de vivienda en los
distintos distritos de la Ciudad de Madrid en 2017, refleja 3.040,44€ de importe medio de crédito contratado
por m² de vivienda en el distrito de Salamanca siendo el importe más alto registrado y 1.260,04€ de importe
medio de crédito contratado por m² de vivienda en el distrito de Puente de Vallecas siendo el importe más
bajo registrado, considerándose por lo tanto otro indicador relevante debido a su gran rango. Respecto al
664
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
número de turismos por 100 habitantes, el Ayuntamiento de Madrid (2018b) en su Anuario estadístico de
2018 referenciando como fuente a la Agencia Tributaria de Madrid, analizando el número de turismos por
100 habitantes en los distintos distritos de la Ciudad de Madrid en 2017, refleja 53,15 turismos/100
habitantes en el distrito de Chamartín siendo el valor más alto registrado y 34,96 turismos/100 habitantes
en el distrito de Puente de Vallecas siendo el valor más bajo registrado, considerándose por lo tanto otro
indicador relevante aunque sus diferencias son menores. Y, respecto al número de turismos por hogar, el
Ayuntamiento de Madrid (2018b) en su Anuario estadístico de 2018 referenciando como fuente a la
Agencia Tributaria de Madrid, analizando el número de turismos por hogar en los distintos distritos de la
Ciudad de Madrid en 2017, refleja 1,33 turismos/hogar en el distrito de Chamartín siendo el valor más alto
registrado y 0,92 turismos/hogar en el distrito de Puente de Vallecas siendo el valor más bajo registrado,
considerándose por lo tanto otro indicador relevante, aunque nuevamente sus diferencias son menores.
En relación a los tres indicadores del nivel de formación, respecto al porcentaje de población (mayores de
veinticinco años) sin estudios respecto al total de residentes de cada distrito, el Ayuntamiento de Madrid
(2018b) en su Anuario estadístico de 2018 referenciando como fuente a la Subdirección General de
Estadística del Ayuntamiento de Madrid, analizando el porcentaje de población (mayores de veinticinco
años) sin estudios respecto al total de residentes de cada distrito en los distintos distritos de la Ciudad de
Madrid en 2017, refleja un 11,1% de población (mayores de veinticinco años) sin estudios respecto al total
de sus residentes en el distrito de Puente de Vallecas siendo el porcentaje más alto registrado y un 1,59%
de población (mayores de veinticinco años) sin estudios respecto al total de sus residentes en el distrito de
Chamartín siendo el porcentaje más bajo registrado, considerándose por lo tanto otro indicador relevante
debido a su gran rango. Respecto al porcentaje de población (mayores de veinticinco años) con sólo estudios
primarios respecto al total de residentes de cada distrito, el Ayuntamiento de Madrid (2018b) en su Anuario
estadístico de 2018 referenciando como fuente a la Subdirección General de Estadística del Ayuntamiento
de Madrid, analizando el porcentaje de población (mayores de veinticinco años) con sólo estudios primarios
respecto al total de residentes de cada distrito en los distintos distritos de la Ciudad de Madrid en 2017,
refleja un 51,7% de población (mayores de veinticinco años) con sólo estudios primarios respecto al total
de sus residentes en el distrito de Puente de Vallecas siendo el porcentaje más alto registrado y un 17,6%
de población (mayores de veinticinco años) con sólo estudios primarios respecto al total de sus residentes
en el distrito de Chamartín siendo el porcentaje más bajo registrado, considerándose por lo tanto otro
indicador relevante debido a su gran rango. Y, respecto al porcentaje de población (mayores de veinticinco
años) con estudios superiores respecto al total de residentes de cada distrito, el Ayuntamiento de Madrid
(2018b) en su Anuario estadístico de 2018 referenciando como fuente a la Subdirección General de
Estadística del Ayuntamiento de Madrid, analizando el porcentaje de población (mayores de veinticinco
años) con estudios superiores respecto al total de residentes de cada distrito en los distintos distritos de la
Ciudad de Madrid en 2017, refleja un 58,41% de población (mayores de veinticinco años) con estudios
superiores respecto al total de sus residentes en el distrito de Chamartín siendo el porcentaje más alto
registrado y un 13,05% de población (mayores de veinticinco años) con estudios superiores respecto al total
de sus residentes en el distrito de Puente de Vallecas siendo el porcentaje más bajo registrado,
considerándose por lo tanto otro indicador relevante debido a su gran rango.
665
Capítulo 6. Discusión de los resultados obtenidos
Y, en relación a los cuatro indicadores sociales, respecto al porcentaje de personas atendidas en la unidad
de primera atención en los centros de servicios sociales respecto a la población de cada distrito, el
Ayuntamiento de Madrid (2018b) en su Anuario estadístico de 2018 referenciando como fuente al Área de
Gobierno de Equidad, Servicios Sociales y Empleo, analizando el porcentaje de personas atendidas en la
unidad de primera atención en los centros de servicios sociales respecto a la población de cada distrito en
los distintos distritos de la Ciudad de Madrid en 2017, refleja un 8,49% de personas atendidas traducido en
19.558 personas atendidas en el distrito de Puente de Vallecas siendo el porcentaje más alto registrado y un
1,86% de personas atendidas traducido en 2.212 personas atendidas en el distrito de Retiro siendo el
porcentaje más bajo registrado, considerándose por lo tanto otro indicador relevante debido a su gran rango.
Respecto al porcentaje de personas atendidas por el servicio de educación social respecto a la población de
cada distrito, el Ayuntamiento de Madrid (2018b) en su Anuario estadístico de 2018 referenciando como
fuente al Área de Gobierno de Equidad, Derechos Sociales y Empleo y a la Dirección General de Familia,
Infancia, Educación y Juventud, analizando el porcentaje de personas atendidas por el servicio de educación
social respecto a la población de cada distrito en los distintos distritos de la Ciudad de Madrid en 2017,
refleja un 7,63% de personas atendidas traducido en 5.515 personas atendidas en el distrito de Vicálvaro
siendo el porcentaje más alto registrado y un 0,45% de personas atendidas traducido en 212 personas
atendidas en el distrito de Barajas siendo el porcentaje más bajo registrado, considerándose por lo tanto
otro indicador relevante debido a su gran rango. Respecto al porcentaje de familias atendidas por el servicio
de educación social respecto a la población de cada distrito, el Ayuntamiento de Madrid (2018b) en su
Anuario estadístico de 2018 referenciando como fuente al Área de Gobierno de Equidad, Derechos Sociales
y Empleo y a la Dirección General de Familia, Infancia, Educación y Juventud, analizando el porcentaje de
familias atendidas por el servicio de educación social respecto a la población de cada distrito en los distintos
distritos de la Ciudad de Madrid en 2017, refleja un 1,22% de familias atendidas traducido en 863 familias
atendidas en el distrito de Vicálvaro siendo el porcentaje más alto registrado y un 0,04% de familias
atendidas traducido en 63 familias atendidas en el distrito de Salamanca siendo el porcentaje más bajo
registrado, considerándose por lo tanto otro indicador relevante debido a su gran rango. Y, respecto a la
666
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
procedencia de las demandas de intervención (nuevas en el año) de Centros de Atención a la Infancia (CAI)
respecto a la población de cada distrito, el Ayuntamiento de Madrid (2018b) en su Anuario estadístico de
2018 referenciando como fuente al Área de Gobierno de Equidad, Derechos Sociales y Empleo y a la
Dirección General de Familia, Infancia, Educación y Juventud, analizando la procedencia de las demandas
de intervención (nuevas en el año) de Centros de Atención a la Infancia (CAI) respecto a la población de
cada distrito en los distintos distritos de la Ciudad de Madrid en 2017, refleja un 0,12% de demandas de
intervención traducido en 170 demandas de intervención en el distrito de Villaverde siendo el porcentaje
más alto registrado y un 0,03% de demandas de intervención traducido en 31 demandas de intervención en
el distrito de Retiro siendo el porcentaje más bajo registrado, considerándose por lo tanto otro indicador
relevante debido a su gran rango, si bien este indicador no distingue entre población total de cada distrito y
población infantil de cada distrito.
Por lo tanto se concluye afirmando que las diferencias encontradas en las distintas puntuaciones de los
mismos riesgos en los distintos centros como afirmaba la hipótesis se pueden deber, entre otros factores, a
las diferencias encontradas en los veinticuatro indicadores demográficos y socioeconómicos analizados.
Por último dichos resultados precisan de dos puntualizaciones importantes. La primera es que no se ha
pretendido configurar el perfil de cada distrito ni asociar perfiles a ubicaciones, únicamente confirmar que
existen grandes diferencias socioeconómicas que influyen en la demografía asociándose por tanto a
diferencias en los distritos y, que dichas diferencias teniendo presente que, como se previó, aquellos riesgos
que afecten a los mismos procedimientos o tipologías de espacios pueden tener potenciales valores
numéricos semejantes mientras que aquellos que afecten a distintas formas de proceder o tipologías de
espacios pueden tener potenciales valores numéricos diferentes, afectarán a los mismos. La segunda es que
como se ha indicado, la diferente disposición de medidas de seguridad podría ser otro indicador clave para
las diferencias encontradas, el mismo se analizará más adelante en la discusión de la séptima hipótesis para
reconocer si se trata o no, de otro factor de influencia.
La sexta hipótesis “Los Centros Deportivos Municipales (CDM) del Ayuntamiento de Madrid de los
distritos de Puente de Vallecas, Moratalaz, Villaverde, Villa de Vallecas y Vicálvaro obtienen mayor
número de riesgos clasificados con los valores más altos que el número de riesgos clasificados con los
valores más altos que obtienen los Centros Deportivos Municipales (CDM) del Ayuntamiento de
Madrid del resto de distritos y, ostentan las puntuaciones medias más altas de todas las puntuaciones
medias registradas en los Centros Deportivos Municipales (CDM) del Ayuntamiento de Madrid del
resto de distritos en los que se ha realizado el Estudio de Riesgos”, se constató su primera parte debido
a que de los ocho primeros Centros Deportivos Municipales (CDM) que encabezaron el listado de Centros
Deportivos Municipales (CDM) en orden descendente en base al sumatorio de los porcentajes de riesgos
elevados y muy elevados, pudiéndose observar en la Tabla 127 Listado en orden descendente de los
distintos Centros Deportivos Municipales (CDM) en base al sumatorio de los porcentajes de riesgos
elevados y muy elevados, en la Figura 213 Diagrama de barras con los porcentajes de riesgos elevados y
muy elevados de cada Centro Deportivo Municipal (CDM), así como ubicados en escalas de color, en el
667
Capítulo 6. Discusión de los resultados obtenidos
mapa de la Figura 214 Mapa de distritos y Centros Deportivos Municipales (CDM) en base a los porcentajes
de riesgos elevados y muy elevados obtenidos, ubicados en escalas de color, sólo uno no pertenecía a los
distritos identificados en esta sexta hipótesis. Además el 57% del conjunto de Centros Deportivos
Municipales (CDM) pertenecientes a estos distritos superaron la media de riesgos clasificados con los
valores más altos en todos los Centros Deportivos Municipales (CDM), mientras que sólo el 25% del
conjunto de Centros Deportivos Municipales (CDM) pertenecientes al resto de distritos, la superó. Por lo
tanto con esta doble información se constató la primera parte de la sexta hipótesis, teniendo en cuenta que
estos ocho primeros Centros Deportivos Municipales (CDM) compartían la particularidad de disponer de
piscinas de verano, circunstancia importante que no había que obviar y nexo común para encabezar los
primeros puestos.
A su vez se constató su segunda parte debido a que nuevamente, de los ocho primeros Centros Deportivos
Municipales (CDM) que encabezaron el listado de Centros Deportivos Municipales (CDM) en orden
descendente en base a las puntuaciones medias de todos los riesgos que obtuvo cada Centro Deportivo
Municipal (CDM), pudiéndose observar en la Tabla 128 Listado en orden descendente de los distintos
Centros Deportivos Municipales (CDM) en base a sus puntuaciones medias de todos los riesgos, en la
Figura 215 Diagrama de barras con las puntuaciones medias de todos los riesgos de cada Centro Deportivo
Municipal (CDM), así como ubicados en escalas de color, en el mapa de la Figura 216 Mapa de distritos y
Centros Deportivos Municipales (CDM) en base a las puntuaciones medias obtenidas, ubicados en escalas
de color, sólo uno no pertenecía a los distritos identificados en esta sexta hipótesis. Además, nuevamente
el 57% del conjunto de Centros Deportivos Municipales (CDM) pertenecientes a estos distritos superaron
la media de riesgos clasificados con los valores más altos en todos los Centros Deportivos Municipales
(CDM), mientras que sólo el 25% del conjunto de Centros Deportivos Municipales (CDM) pertenecientes
al resto de distritos, la superó. Por lo tanto, nuevamente, con esta doble información se constató la segunda
parte de la sexta hipótesis, volviendo a tener en cuenta que estos ocho primeros Centros Deportivos
Municipales (CDM) compartían la particularidad de disponer de piscinas de verano, circunstancia
importante que de nuevo no había que obviar y nexo común para encabezar los primeros puestos.
Finalmente las dos partes se constataron de forma conjunta debido a que se ordenaron los distintos Centros
Deportivos Municipales (CDM) en un único listado con la posición que ostentó cada Centro Deportivo
Municipal (CDM) de forma conjunta en los dos listados efectuados en base a las dos premisas analizadas
como eran los porcentajes de riesgos elevados y muy elevados y las puntuaciones medias de todos los
riesgos obtenidas, pudiéndose observar en la Tabla 130 Listado de los Centros Deportivos Municipales
(CDM) en orden descendente en base a la media de las posiciones que ostentan en el listado de ordenación
en base a sus porcentajes de riesgos elevados y muy elevados y, en el listado de ordenación en base a sus
puntuaciones medias de todos los riesgos, ratificando que, los ocho primeros Centros Deportivos
Municipales (CDM) coincidieron en los dos listados anteriores así como en este listado definitivo,
situándose además en las primeras posiciones los Centros Deportivos Municipales (CDM) ubicados más al
sur. Por lo tanto con esta triple perspectiva se constata esta sexta hipótesis.
Circunstancia importante a resaltar fue que de los nueve Centros Deportivos Municipales (CDM) que
compartían la peculiaridad de disponer de piscinas de verano, el CDM Vicente del Bosque, no se situaba
dentro de los nueve primeros Centros Deportivos Municipales (CDM) en el listado que ordenaba los
668
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Centros Deportivos Municipales (CDM) en base a sus porcentajes de riesgos elevados y muy elevados, sin
embargo si ocupaba la novena posición en el listado que ordenaba los Centros Deportivos Municipales
(CDM) en base a sus puntuaciones medias de todos los riesgos, manteniéndola en el listado final conjunto,
por lo que los nueve primeros Centros Deportivos Municipales (CDM) compartían la peculiaridad de
disponer de piscinas de verano y dicha peculiaridad se corroboró como elemento común fundamental para
situar un Centro Deportivo Municipal (CDM) en porcentajes altos de riesgos elevados y muy elevados y
puntuaciones medias altas de todos los riesgos, ascendiendo las mismas contra más al sur se ubicasen.
La discusión de los resultados obtenidos en esta sexta hipótesis parte de razonar porqué en estos
distritos se encuentran mayor número de riesgos clasificados con los valores más altos y con las
puntuaciones medias más altas de todas las puntuaciones medias registradas y porqué los Centros
Deportivos Municipales (CDM) con piscinas de verano lideran estas estadísticas.
Para la primera parte, al igual que se hizo en la quinta hipótesis, se restarán del análisis aquellos distritos
de los que no se han obtenido datos en la presente investigación al no disponer de autorización, analizando
los trece que configuraron el Estudio de Riesgos realizado. Seguidamente, se analizarán los veinticuatro
indicadores identificados, los nueve demográficos asociados a la tipología de distrito y los quince
socioeconómicos asociados al perfil de los habitantes de cada distrito, observando si los distritos citados en
esta sexta hipótesis se sitúan en las posiciones más bajas o más altas en función de la orientación de cada
indicador, para conocer si estos indicadores que determinan el perfil de sus habitantes y por ende de los
potenciales usuarios, realmente pueden incidir en que en dichos distritos se encuentren mayor número de
riesgos clasificados con los valores más altos y con las puntuaciones medias más altas de todas las
puntuaciones medias registradas.
Sobre los nueve indicadores demográficos asociados a la tipología de distrito se discute que:
En relación al indicador de seguridad pública, respecto a las intervenciones de la Policía Municipal con
detenidos e imputados en los distintos distritos de la Ciudad de Madrid en 2016, como se observa en la
siguiente tabla, de los cinco distritos marcados en la hipótesis (distritos sombreados en la tabla) sólo dos se
sitúan dentro de las cinco primeras posiciones, inclusive dos de ellos se sitúan en la antepenúltima y última
posición, por lo tanto no se considera un indicador relevante.
669
Capítulo 6. Discusión de los resultados obtenidos
Tabla 136. Intervenciones de la Policía Municipal con detenidos e imputados en los distintos distritos de la ciudad de Madrid en 2016.
Fuente: Elaboración propia a partir de Ayuntamiento de Madrid (2019a) Área de Gobierno de Salud, Seguridad y Emergencias. D. G.
De Policía Municipal. Unidad de Estadística.
Para ver si las intervenciones de la Policía Municipal con detenidos e imputados en los distintos distritos
de la Ciudad de Madrid en los años anteriores si situaban a estos distritos en las primeras posiciones, se va
a analizar la evolución de dichas intervenciones en los distintos distritos en los últimos diez años mediante
la siguiente tabla:
670
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Tabla 137. Evolución de las intervenciones de la Policía Municipal con detenidos e imputados por año y distrito entre 2007 y 2016 en
el Ayuntamiento de Madrid.
Distrito / Año 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016
02. Arganzuela 585 847 841 678 886 743 389 675 713 672
03. Retiro 621 556 453 447 460 377 584 332 323 331
04. Salamanca 384 510 482 652 1.367 1.327 356 1.018 1.021 864
05. Chamartín 350 481 453 459 661 690 1.457 891 630 572
06. Tetuán 663 854 729 884 962 741 569 711 552 488
08. Fuencarral-El Pardo 295 641 622 651 657 593 411 522 418 288
10. Latina 429 567 514 683 1.135 905 357 616 682 441
13. Puente de Vallecas 1.304 1.282 1.322 1.491 2.209 1.795 698 1.521 998 820
14. Moratalaz 170 244 414 341 464 317 794 154 106 141
17. Villaverde 551 572 634 459 602 743 700 608 580 503
18. Villa de Vallecas 535 378 338 421 431 406 467 535 397 405
19. Vicálvaro 145 167 178 193 172 287 167 292 363 227
21. Barajas 95 147 165 181 208 176 137 168 212 209
Fuente: Elaboración propia a partir de Ayuntamiento de Madrid (2019a) Área de Gobierno de Salud, Seguridad y Emergencias. D. G.
De Policía Municipal. Unidad de Estadística.
En la misma se observa cómo han ido evolucionando las intervenciones en cuanto a su ascenso y descenso
en los últimos diez años en los distintos distritos, dicha evolución no se va a analizar al no ser representativa,
sin embargo si es importante sobre estos datos, observar en los distintos años qué distritos se situaban al
frente de las primeras posiciones y si coincidían con lo analizado en el último año, para facilitar su visionado
se resume en la siguiente tabla en donde se ordenan por número de intervenciones en los distintos años,
sombreando los distritos que menciona la hipótesis.
671
Capítulo 6. Discusión de los resultados obtenidos
Tabla 138. Posición en número de intervenciones de la Policía Municipal con detenidos e imputados entre 2007 y 2016 de los distintos
distritos de la ciudad de Madrid.
Nº/
2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016
Año
13. 13. 13. 13. 13. 13. 13.
05. 04. 04.
1 Puente de Puente de Puente de Puente de Puente de Puente de
Chamartín
Puente de
Salamanca Salamanca
Vallecas Vallecas Vallecas Vallecas Vallecas Vallecas Vallecas
13. 13.
06. 06. 02. 06. 04. 04. 14. 04.
2 Tetuán Tetuán Arganzuela Tetuán Salamanca Salamanca Moratalaz Salamanca
Puente de Puente de
Vallecas Vallecas
03. 02. 06. 10. 10. 10. 17. 05. 02. 02.
3 Retiro Arganzuela Tetuán Latina Latina Latina Villaverde Chamartín Arganzuela Arganzuela
08. 13.
02. 17. 02. 06. 02. 06. 10. 05.
4 Arganzuela
Fuencarral-
Villaverde Arganzuela Tetuán Arganzuela
Puente de
Tetuán Latina Chamartín
El Pardo Vallecas
08.
17. 17. 04. 02. 17. 03. 02. 05. 17.
5 Villaverde Villaverde
Fuencarral-
Salamanca Arganzuela Villaverde Retiro Arganzuela Chamartín Villaverde
El Pardo
18. 08.
10. 10. 05. 06. 06. 10. 17. 06.
6 Villa de
Latina Latina
Fuencarral-
Chamartín Tetuán Tetuán Latina Villaverde Tetuán
Vallecas El Pardo
08. 18.
10. 03. 04. 17. 05. 17. 06. 10.
7 Latina Retiro Salamanca Villaverde
Fuencarral-
Chamartín
Villa de
Villaverde Tetuán Latina
El Pardo Vallecas
18. 08.
05. 05. 05. 03. 14. 02. 18. Villa 03.
9 Chamartín Chamartín Chamartín Retiro Moratalaz
Villa de
Arganzuela
Fuencarral-
de Vallecas Retiro
Vallecas El Pardo
19. 19. 19. 19. 21. 19. 19. 21. 21. 21.
12 Vicálvaro Vicálvaro Vicálvaro Vicálvaro Barajas Vicálvaro Vicálvaro Barajas Barajas Barajas
21. 21. 21. 21. 19. 21. 21. 14. 14. 14.
13 Barajas Barajas Barajas Barajas Vicálvaro Barajas Barajas Moratalaz Moratalaz Moratalaz
Fuente: Elaboración propia a partir de Ayuntamiento de Madrid (2019a) Área de Gobierno de Salud, Seguridad y Emergencias. D. G.
De Policía Municipal. Unidad de Estadística.
Lo analizado en el último año coincide en los diez anteriores, situándose únicamente dentro de las cinco
primeras posiciones los distritos de Puente de Vallecas y Villaverde, así como los distritos de Vicálvaro y
Moratalaz en las últimas posiciones, este último distrito (Moratalaz) en 2013 se situó en segundo lugar
siendo un dato llamativo que cabe reseñar. Por lo tanto se ratifica que las intervenciones de la Policía
Municipal con detenidos e imputados no se considera un indicador relevante.
Para tener más información sobre el estado actual de la seguridad pública en la ciudad de Madrid y su
evolución en los últimos años, en la siguiente tabla se muestra cómo han evolucionado algunos indicadores
de situación y de evolución de la seguridad pública en los últimos diez años:
672
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Tabla 139. Evolución de los Indicadores de Situación y de Evolución de la Seguridad Pública entre 2008 y 2017 en la ciudad de
Madrid.
Indicadores / Año 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016 2017
Tasa de robos ( por cada
175 166 156 147 144 133 127 123 132 117
10.000 habitantes)
Tasa de robos con violencia
50 49 45 47 52 46 39 38 37 36
(por cada 10.000 habitantes)
Tasa de delitos de hurto (por
51 45 41 39 39 36 36 166 335 353
cada 10.000 habitantes)
Tasa de detenidos (por cada
1.000 infracciones penales 106 129 143 179 178 180 190 165 175 183
conocidas)
Tasa de delitos esclarecidos 28 30 32 34 34 34 36 25 23 23
Tasa de infracciones penales
más graves (delitos por 1.000 34 32 31 30 29 27 27 47 72 74
habitantes)
Tasa de infracciones penales
esclarecidas (delitos y faltas 18 20 21 23 23 24 25 23 23 23
esclarecidos)
Tasa de criminalidad (delitos
85 79 75 73 72 69 68 70 72 74
y faltas por 1.000 habitantes)
Fuente: Elaboración propia a partir de Ayuntamiento de Madrid (2019a) Delegación del Gobierno en Madrid. Gabinete Técnico.
La tasa de robos y la tasa de robos con violencia han ido disminuyendo de forma progresiva ostentando
actualmente los niveles más bajos. La tasa de delitos de hurto disminuyó progresivamente hasta el año
2014, disparándose drásticamente en los últimos tres años ostentando actualmente los niveles más altos. La
tasa de detenidos fue aumentando hasta 2014, se redujo en 2015 donde volvió a ascender rozando en la
actualidad los niveles más altos de 2014. La tasa de delitos esclarecidos fue aumentando progresivamente
hasta 2014, donde descendió bruscamente ostentando actualmente los niveles más bajos. La tasa de
infracciones penales más graves fue disminuyendo de forma progresiva hasta 2014, donde aumentó
drásticamente ostentando actualmente los niveles más altos. La tasa de infracciones penales esclarecidas se
ha mantenido más lineal, fue aumentando muy poco a poco hasta 2014 donde bajo levemente situándose
actualmente en una posición media mantenida. Finalmente la tasa de criminalidad también se ha mantenido
más lineal, con tendencias contrarias a la tasa de infracciones penales esclarecidas, fue disminuyendo
paulatinamente hasta 2014, donde comenzó a ascender situándose actualmente en una posición media con
tendencia ascendente.
Estas dos últimas tasas se pueden visualizar para su mejor comprensión en las dos figuras siguientes:
673
Capítulo 6. Discusión de los resultados obtenidos
Figura 221. Evolución de la tasa de infracciones penales esclarecidas de 2012 a 2017 en la ciudad de Madrid. Fuente: Ayuntamiento
de Madrid (2018b).
Figura 222. Evolución de la tasa de criminalidad de 2012 a 2017 en la ciudad de Madrid. Fuente: Ayuntamiento de Madrid (2018b).
A estos indicadores hay que sumarles algunas tipologías de infracciones administrativas, las cuales han
evolucionado en los últimos diez años según se muestra en la siguiente tabla:
Tabla 140. Evolución de las infracciones administrativas denunciadas por la Policía Municipal entre 2007 y 2016 en la ciudad de
Madrid.
Protección y defensa de
Año / Ley sobre drogodependencias Ley de espectáculos públicos y
los consumidores y
Tipología y otros trastornos adictivos actividades recreativas
usuarios
2007 2.010 46.206 -
2008 5.656 45.589 26.291
2009 3.194 54.019 26.303
2010 4.117 49.858 26.775
2011 2.795 101.450 28.455
2012 2.450 44.784 30.883
2013 1.402 42.922 30.851
2014 1.523 39.909 51.271
2015 908 38.948 47.394
2016 899 34.297 48.601
Fuente: Elaboración propia a partir de Ayuntamiento de Madrid (2019a) Área de Gobierno de Salud, Seguridad y Emergencias. D.
G. De Policía Municipal. Unidad de Estadística.
674
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Las infracciones administrativas denunciadas por la Policía Municipal referente a la protección y defensa
de los consumidores y usuarios tuvieron en los cuatro primeros años subidas y bajadas drásticas de un año
a otro, en 2011 comenzó a disminuir progresivamente hasta ostentar actualmente los niveles más bajos. Las
infracciones administrativas denunciadas por la Policía Municipal referente a la Ley sobre
drogodependencias y otros trastornos adictivos se mantuvieron niveles próximos los cuatro primeros años,
en 2011 aumentó al doble, un año más tarde disminuyó a la mitad y desde entonces fue disminuyendo
progresivamente hasta alcanzar actualmente los niveles más bajos. Finalmente las infracciones
administrativas denunciadas por la Policía Municipal referente a la Ley de espectáculos públicos y
actividades recreativas fueron aumentando de forma progresiva hasta 2013, en 2014 tuvo un gran repunte
y actualmente se sitúa en cifras ligeramente inferiores a las máximas alcanzadas en 2014.
Por lo tanto, analizada la evolución de los distintos indicadores, el último año analizado estadísticamente
presenta la siguiente estructura:
Tabla 141. Indicadores de Situación y de Evolución de la Seguridad Pública en 2017 en la ciudad de Madrid.
Año
Indicadores de Situación y de Evolución de la Seguridad Pública
2017
Efectivos del Cuerpo Nacional de Policía disponibles 9.039
Tasa de criminalidad (delitos y faltas por 1.000 habitantes) 74,0
Tasa de infracciones penales más graves (delitos por 1.000 habitantes) 74,0
Tasa de robos ( por cada 10.000 habitantes) 116,8
Tasa de robos con violencia ( por cada 10.000 habitantes) 36,2
Tasa de delitos de hurto ( por cada 10.000 habitantes) 352,7
Tasa de infracciones penales esclarecidas (delitos y faltas esclarecidos) 23,3
Tasa de delitos esclarecidos 23,3
Tasa de detenidos (por cada 1.000 infracciones penales conocidas) 183
Infracciones administrativas denunciadas por la Policía Municipal referente a la protección y
899*
defensa de los consumidores y usuarios
Infracciones administrativas denunciadas por la Policía Municipal referente a la Ley sobre 34.297
drogodependencias y otros trastornos adictivos *
Infracciones administrativas denunciadas por la Policía Municipal referente a la Ley de 48.601
espectáculos públicos y actividades recreativas *
Fuente: Elaboración propia a partir de Ayuntamiento de Madrid (2019a) Gabinete de Coordinación y Estudios. Ministerio del Interior.
Área de Gobierno de Salud, Seguridad y Emergencias. D. G. De Policía Municipal. Unidad de Estadística.
*Año 2016.
En relación a los dos indicadores de habitabilidad, respecto al precio medio de la vivienda de segunda mano
en los distintos distritos de la ciudad de Madrid en 2017, como se observa en la siguiente tabla, de los cinco
distritos marcados en la hipótesis (distritos sombreados en la tabla), sólo uno no se sitúa dentro de los cinco
últimos, pero si en la sexta última posición debido a que el distrito de Latina está incluido dentro de estas
últimas posiciones, por lo tanto se considera un indicador relevante.
675
Capítulo 6. Discusión de los resultados obtenidos
Tabla 142. Precio medio de la vivienda de segunda mano en los distintos distritos de la ciudad de Madrid en 2017.
Distrito €/m2
04. Salamanca 5.479
05. Chamartín 4564
03. Retiro 4.353
02. Arganzuela 3.529
08. Fuencarral-El Pardo 3.174
06. Tetuán 3.151
21. Barajas 2.993
14. Moratalaz 2.269
18. Villa de Vallecas 2147
10. Latina 1.977
19. Vicálvaro 1.938
13. Puente de Vallecas 1.583
17. Villaverde 1.440
Fuente: Elaboración propia a partir de Ayuntamiento de Madrid (2018b) Idealista.com, Índice Inmobiliario Anual, 2017.
Las diferencias de estos distritos con respecto a la media se pueden visualizar en la siguiente figura:
Figura 223. Precio medio de la vivienda de segunda mano en los distintos distritos de la ciudad de Madrid en 2017. Fuente:
Ayuntamiento de Madrid (2018b) Idealista.com, Índice Inmobiliario Anual, 2017.
Y, respecto a los promedios de las superficies de las viviendas construidas en los distintos distritos de la
ciudad de Madrid en 2017, como se observa en la siguiente tabla, de los cinco distritos marcados en la
hipótesis (distritos sombreados en la tabla), sólo dos se sitúan dentro de los cinco últimos siendo los distritos
de Puente de Vallecas y Villaverde, por lo tanto no se considera un indicador relevante.
676
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Tabla 143. Promedios de las superficies de las viviendas construidas en los distintos distritos de la ciudad de Madrid en 2017.
Fuente: Elaboración propia a partir de Ayuntamiento de Madrid (2018b) Idealista.com, Índice Inmobiliario Anual, 2017.
En relación a los dos indicadores de enseñanza, respecto al porcentaje de alumnos en centros privados
respecto al sumatorio de alumnos en centros privados y públicos en los distintos distritos de la ciudad de
Madrid en 2017, como se observa en la siguiente tabla, los cinco distritos marcados en la hipótesis (distritos
sombreados en la tabla), se sitúan en las cinco últimos posiciones, por lo tanto se considera un indicador
relevante.
677
Capítulo 6. Discusión de los resultados obtenidos
Tabla 144. Alumnos de enseñanzas de régimen general en centros privados y porcentaje de alumnos en centros privados respecto al
sumatorio de alumnos en centros privados y públicos en los distintos distritos de la ciudad de Madrid en 2017.
Fuente: Elaboración propia a partir de Ayuntamiento de Madrid (2018b) Consejería de Educación, Juventud y Deporte de la
Comunidad de Madrid.
678
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Tabla 145. Alumnos de enseñanzas de régimen general en centros públicos y porcentaje de alumnos en centros públicos respecto al
sumatorio de alumnos en centros públicos y privados en los distintos distritos de la ciudad de Madrid en 2017.
Fuente: Elaboración propia a partir de Ayuntamiento de Madrid (2018b) Consejería de Educación, Juventud y Deporte de la
Comunidad de Madrid.
En relación a los cuatro indicadores sociales, respecto al porcentaje de personas atendidas en la unidad de
primera atención en los centros de servicios sociales respecto al total de personas atendidas en los distintos
distritos de la ciudad de Madrid en 2017, como se observa en la siguiente tabla, de los cinco distritos
marcados en la hipótesis (distritos sombreados en la tabla), sólo dos se sitúan dentro de los cinco primeros
siendo los distritos de Puente de Vallecas y Villaverde, por lo tanto no se considera un indicador relevante.
679
Capítulo 6. Discusión de los resultados obtenidos
Tabla 146. Personas atendidas en la unidad de primera atención en los centros de servicios sociales y porcentaje de personas atendidas
respecto al total de personas atendidas en los distintos distritos de la ciudad de Madrid en 2017.
Fuente: Elaboración propia a partir de Ayuntamiento de Madrid (2018b) Área de Gobierno de Equidad, Servicios Sociales y Empleo.
Respecto al porcentaje de personas atendidas por el servicio de educación social respecto al total de
personas atendidas en los distintos distritos de la ciudad de Madrid en 2017, como se observa en la siguiente
tabla, de los cinco distritos marcados en la hipótesis (distritos sombreados en la tabla), sólo tres se sitúan
dentro de los cinco primeros siendo los distritos de Vicálvaro, Moratalaz y Puente de Vallecas, por lo tanto
no se considera un indicador relevante.
Tabla 147. Personas atendidas por el servicio de educación social y porcentaje de personas atendidas respecto al total de personas
atendidas en los distintos distritos de la ciudad de Madrid en 2017.
680
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Respecto al porcentaje de familias atendidas por el servicio de educación social respecto al total de familias
atendidas en los distintos distritos de la ciudad de Madrid en 2017 (debido a que las personas pueden estar
sesgadas al poder pensar que son individuos sueltos que no residen en los distintos distritos se analizan las
familias, bajo la premisa de que si vivirán en los distritos), como se observa en la siguiente tabla, de los
cinco distritos marcados en la hipótesis (distritos sombreados en la tabla), sólo tres se sitúan dentro de los
cinco primeros siendo los distritos de Vicálvaro, Puente de Vallecas y Villaverde, por lo tanto no se
considera un indicador relevante.
Tabla 148. Familias atendidas por el servicio de educación social y porcentaje de familias atendidas respecto al total de familias
atendidas en los distintos distritos de la ciudad de Madrid en 2017.
Fuente: Elaboración propia a partir de Ayuntamiento de Madrid (2018b) Área de Gobierno de Equidad, Derechos Sociales y Empleo.
Dirección General de Familia, Infancia, Educación y Juventud.
681
Capítulo 6. Discusión de los resultados obtenidos
Tabla 149. Procedencia de las demandas de intervención (nuevas en el año) de Centros de Atención a la Infancia (CAI) respecto al
total de demandas en los distintos distritos de la ciudad de Madrid en 2017.
Fuente: Elaboración propia a partir de Ayuntamiento de Madrid (2018b) Área de Gobierno de Equidad, Derechos Sociales y Empleo.
Dirección General de Familia, Infancia, Educación y Juventud.
Finalmente sobre los quince indicadores socioeconómicos asociados al perfil de los habitantes de cada
distrito se discute que:
En relación al indicador laboral, respecto a la tasa de paro en los distintos distritos de la ciudad de Madrid
en 2018, como se observa en la siguiente tabla, de los cinco distritos marcados en la hipótesis (distritos
sombreados en la tabla), cuatro se sitúan dentro de los cinco primeros, solamente el distrito de Moratalaz
se sitúa en la sexta posición debido a la incursión del distrito de Latina en la quinta posición, por lo tanto
se considera un indicador relevante.
682
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Tabla 150. Tasa de paro en los distintos distritos de la ciudad de Madrid en 2018.
Fuente: Elaboración propia a partir de Ayuntamiento de Madrid (2019a) Servicio Público de Empleo Estatal. Elaboración:
Ayuntamiento de Madrid. Subdirección General de Estadística.
Dicha tasa de paro en los distintos distritos se puede observar gráficamente mediante escalas de color en la
siguiente figura:
Figura 224. Tasa de paro en los distintos distritos y barrios de los distritos de la ciudad de Madrid en 2018. Fuente: Ayuntamiento de
Madrid (2019a) Servicio Público de Empleo Estatal. Elaboración: Ayuntamiento de Madrid. Subdirección General de Estadística.
En relación a los cinco indicadores económicos, respecto a la renta neta media por hogar en los distintos
distritos de la ciudad de Madrid en 2015, como se observa en la siguiente tabla, de los cinco distritos
marcados en la hipótesis (distritos sombreados en la tabla), cuatro se sitúan dentro de los cinco últimos,
683
Capítulo 6. Discusión de los resultados obtenidos
solamente el distrito de Moratalaz se sitúa a dos posiciones de la quinta última debido a la incursión del
distrito de Latina en la antepenúltima posición, por lo tanto se considera un indicador relevante.
Tabla 151. Renta neta media por hogar (euros) en los distintos distritos de la ciudad de Madrid en 2015.
Fuente: Elaboración propia a partir de Ayuntamiento de Madrid (2019a) Instituto Nacional de Estadística. Indicadores urbanos.
Subdirección General de Estadística.
Dicha renta neta media por hogar en los distintos distritos se puede observar gráficamente mediante escalas
de color en la siguiente figura:
Figura 225. Renta neta media por hogar en los distintos distritos y barrios de los distritos de la ciudad de Madrid en 2015. Fuente:
Ayuntamiento de Madrid (2019a) Instituto Nacional de Estadística. Indicadores urbanos. Subdirección General de Estadística.
Respecto al importe medio del crédito contratado por transacción de vivienda en los distintos distritos de
la ciudad de Madrid en 2017, como se observa en la siguiente tabla, de los cinco distritos marcados en la
hipótesis (distritos sombreados en la tabla), cuatro se sitúan dentro de los cinco últimos, solamente el distrito
684
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
de Moratalaz se sitúa a una posición de la quinta última debido a la incursión del distrito de Latina en estas
últimas posiciones, por lo tanto se considera un indicador relevante.
Tabla 152. Importe medio del crédito contratado por transacción de vivienda (euros) en los distintos distritos de la ciudad de Madrid
en 2017.
Distritos Importe medio del crédito contratado por transacción de vivienda (€)
04. Salamanca 327.441,63
05. Chamartín 318.225,9
03. Retiro 247.695,72
08. Fuencarral-El Pardo 228.764,54
02. Arganzuela 182.264,26
21. Barajas 178.048,85
06. Tetuán 161.450,19
14. Moratalaz 125.517,11
18. Villa de Vallecas 124.394,22
10. Latina 114.714,79
19. Vicálvaro 111.711,94
17. Villaverde 99.493,85
13. Puente de Vallecas 83.048,39
Fuente: Elaboración propia a partir de Ayuntamiento de Madrid (2018b) Colegio de Registradores de la Propiedad, Bienes Muebles
y Mercantiles de España.
Respecto al importe medio del crédito contratado por m² de vivienda en los distintos distritos de la ciudad
de Madrid en 2017, como se observa en la siguiente tabla, de los cinco distritos marcados en la hipótesis
(distritos sombreados en la tabla), cuatro se sitúan dentro de los cinco últimos, solamente el distrito de
Moratalaz se sitúa a una posición de la quinta última debido a la incursión del distrito de Latina en estas
últimas posiciones, por lo tanto se considera un indicador relevante.
685
Capítulo 6. Discusión de los resultados obtenidos
Tabla 153. Importe medio del crédito contratado por m² de vivienda (euros) en los distintos distritos de la ciudad de Madrid en 2017.
Fuente: Elaboración propia a partir de Ayuntamiento de Madrid (2018b) Colegio de Registradores de la Propiedad, Bienes Muebles
y Mercantiles de España.
Respecto al número de turismos por 100 habitantes en los distintos distritos de la ciudad de Madrid en 2017,
como se observa en la siguiente tabla, de los cinco distritos marcados en la hipótesis (distritos sombreados
en la tabla), cuatro se sitúan dentro de los cinco últimos, solamente el distrito de Moratalaz se sitúa a tres
posiciones de la quinta última, por lo tanto se considera un indicador relevante, si bien no se puede
identificar dentro de los 100 habitantes cuáles están en disposición de poder disponer de un vehículo y
tampoco se conocen las cuantías de los mismos.
Tabla 154. Número de turismos por 100 habitantes en los distintos distritos de la ciudad de Madrid en 2017.
Fuente: Elaboración propia a partir de Ayuntamiento de Madrid (2018b) Agencia Tributaria de Madrid.
686
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Dicho número de turismos por 100 habitantes en los distintos distritos se puede observar gráficamente en
la siguiente figura:
Figura 226. Número de turismos y turismos por 100 habitantes en los distintos distritos de la ciudad de Madrid en 2017. Fuente:
Ayuntamiento de Madrid (2018b).
Y, respecto al número de turismos por hogar en los distintos distritos de la ciudad de Madrid en 2017, como
se observa en la siguiente tabla, de los cinco distritos marcados en la hipótesis (distritos sombreados en la
tabla), sólo dos se sitúan dentro de los cinco últimos, siendo los distritos de Puente de Vallecas y Villa de
Vallecas, por lo tanto no se considera un indicador relevante.
Tabla 155. Número de turismos por hogar en los distintos distritos de la ciudad de Madrid en 2017.
Distritos Turismos/Hogar
05. Chamartín 1,33
21. Barajas 1,32
08. Fuencarral-El Pardo 1,24
03. Retiro 1,16
04. Salamanca 1,13
19. Vicálvaro 1,06
14. Moratalaz 1,04
17. Villaverde 1,01
18. Villa de Vallecas 0,97
02. Arganzuela 0,95
06. Tetuán 0,94
10. Latina 0,94
13. Puente de Vallecas 0,92
Fuente: Elaboración propia a partir de Ayuntamiento de Madrid (2018b) Agencia Tributaria de Madrid.
687
Capítulo 6. Discusión de los resultados obtenidos
Dicho número de turismos por hogar en los distintos distritos se puede observar gráficamente en la siguiente
figura:
Figura 227. Número de turismos por hogar en los distintos distritos de la ciudad de Madrid en 2017. Fuente: Ayuntamiento de Madrid
(2018b).
En relación a los tres indicadores del nivel de formación, respecto al porcentaje de población (mayores de
veinticinco años) sin estudios respecto al total de residentes de cada distrito en los distintos distritos de la
ciudad de Madrid en 2017, como se observa en la siguiente tabla, de los cinco distritos marcados en la
hipótesis (distritos sombreados en la tabla), cuatro se sitúan dentro de los cinco primeros, solamente el
distrito de Moratalaz se sitúa a una posición de la quinta última debido a la incursión del distrito de Latina
en la quinta posición, por lo tanto se considera un indicador relevante.
Tabla 156. Porcentaje de población (mayores de veinticinco años) sin estudios respecto al total de residentes de cada distrito en los
distintos distritos de la ciudad de Madrid en 2017.
Fuente: Elaboración propia a partir de Ayuntamiento de Madrid (2018b) Ayuntamiento de Madrid. Subdirección General de
Estadística.
688
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Respecto al porcentaje de población (mayores de veinticinco años) con sólo estudios primarios respecto al
total de residentes de cada distrito en los distintos distritos de la ciudad de Madrid en 2017, como se observa
en la siguiente tabla, de los cinco distritos marcados en la hipótesis (distritos sombreados en la tabla), cuatro
se sitúan dentro de los cinco primeros, solamente el distrito de Moratalaz se sitúa a una posición de la quinta
última debido a la incursión del distrito de Latina en la tercera posición, por lo tanto se considera un
indicador relevante.
Tabla 157. Porcentaje de población (mayores de veinticinco años) con sólo estudios primarios respecto al total de residentes de cada
distrito en los distintos distritos de la ciudad de Madrid en 2017.
Fuente: Elaboración propia a partir de Ayuntamiento de Madrid (2018b) Ayuntamiento de Madrid. Subdirección General de
Estadística.
Y, respecto al porcentaje de población (mayores de veinticinco años) con estudios superiores respecto al
total de residentes de cada distrito en los distintos distritos de la ciudad de Madrid en 2017, como se observa
en la siguiente tabla, de los cinco distritos marcados en la hipótesis (distritos sombreados en la tabla), cuatro
se sitúan dentro de los cinco últimos, solamente el distrito de Moratalaz se sitúa a una posición de la quinta
última posición debido a la incursión del distrito de Latina en la penúltima posición, por lo tanto se
considera un indicador relevante.
689
Capítulo 6. Discusión de los resultados obtenidos
Tabla 158. Porcentaje de población (mayores de veinticinco años) con estudios superiores respecto al total de residentes en los distintos
distritos de la ciudad de Madrid en 2017.
Fuente: Elaboración propia a partir de Ayuntamiento de Madrid (2018b) Ayuntamiento de Madrid. Subdirección General de
Estadística.
Dicho porcentaje de población titulada universitaria en los distintos distritos se puede observar en el año
2018 gráficamente en la siguiente figura:
Figura 228. Porcentaje de población (mayores de veinticinco años) titulada universitaria en los distintos distritos de la ciudad de
Madrid en 2018. Fuente: Ayuntamiento de Madrid (2018b).
690
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Tabla 159. Porcentajes de población de nacionalidad extranjera sobre el total de la población de cada distrito en los distintos distritos
de la ciudad de Madrid en 2018.
Distrito Porcentaje
06. Tetuán 18,1
17. Villaverde 18
13. Puente de Vallecas 16,2
10. Latina 14,5
04. Salamanca 12,5
19. Vicálvaro 11,5
18. Villa de Vallecas 11,3
02. Arganzuela 9,5
05. Chamartín 9,1
21. Barajas 8,9
14. Moratalaz 8,4
08. Fuencarral - El Pardo 7,9
03. Retiro 7,1
Fuente: Elaboración propia a partir de Ayuntamiento de Madrid (2019a) Ciudad de Madrid: Ayuntamiento de Madrid, Explotación
del Padrón; Resto de municipios: INE, Revisión del Padrón.
Dicho porcentaje de población de nacionalidad extranjera sobre el total de la población de cada distrito en
los distintos distritos se puede observar gráficamente y verse en el mapa representado mediante escalas de
color en las siguientes figuras:
Figura 229. Número y porcentaje de extranjeros respecto a la población de cada distrito en los distintos distritos de la ciudad de Madrid
a 1 de enero de 2018. Fuente: Ayuntamiento de Madrid (2018b).
691
Capítulo 6. Discusión de los resultados obtenidos
Figura 230. Porcentajes de población de nacionalidad extranjera sobre el total de la población de cada distrito en los distintos distritos
y barrios de los distritos de la ciudad de Madrid en 2018. Fuente: Ayuntamiento de Madrid (2019a) Ciudad de Madrid: Ayuntamiento
de Madrid, Explotación del Padrón; Resto de municipios: INE, Revisión del Padrón.
Para ver cómo ha evolucionado el número de extranjeros en la ciudad de Madrid y, actualmente cómo se
clasifica la población extranjera por nacionalidades y cómo se estructura por sexo y edad, a continuación
se presentan las siguientes figuras:
Figura 231. Evolución del número de extranjeros en la ciudad de Madrid desde el 2001 al 2018. Fuente: Ayuntamiento de Madrid
(2018b).
En la presente figura se observa que desde 2001 hasta 2009 el número de extranjeros fue ascendiendo
progresivamente hasta alcanzar su máximo número con 571.913 en 2009, a partir de ahí fue disminuyendo
692
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
hasta 2015 con llegando a la cifra más baja con 379.233 momento en el cual comenzó de nuevo una línea
ascendente que continua actualmente con 422.718 extranjeros en 2018.
Figura 232. Clasificación de la población extranjera por nacionalidad en la ciudad de Madrid a 1 de enero de 2018. Fuente:
Ayuntamiento de Madrid (2018b).
En la presente figura se observa como actualmente en la ciudad de Madrid hay un 12,4% de población
extranjera en un abanico de distintas nacionalidades que se corresponde con los 422.718 extranjeros en la
ciudad de Madrid en 2018, representados en la figura anterior.
Figura 233. Clasificación de la población extranjera de América Latina y Caribe, de Europa y de África por nacionalidad en la ciudad
de Madrid a 1 de enero de 2018. Fuente: Ayuntamiento de Madrid (2018b).
En la presente figura se observa como ese abanico de distintas nacionalidades de la población extranjera se
divide en distintas franjas que se corresponden con distintos países de América Latina y Caribe, de Europa
donde destaca Rumania y de África donde destaca Marruecos.
693
Capítulo 6. Discusión de los resultados obtenidos
Figura 234. Estructura por sexo y edad de la población extranjera en la ciudad de Madrid a 1 de enero de 2018. Fuente: Ayuntamiento
de Madrid (2018b).
Finalmente en la presente figura se observa como el mayor porcentaje tanto de hombres como de mujeres
se sitúa en la franja de edad entre 25 y 50 años.
Y, respecto al porcentaje de alumnos extranjeros sobre el total de alumnos en régimen general de cada
distrito en los distintos distritos de la ciudad de Madrid en 2018, como se observa en la siguiente tabla, de
los cinco distritos marcados en la hipótesis (distritos sombreados en la tabla), sólo tres se sitúan dentro de
los cinco últimos, siendo los distritos de Villaverde, Puente de Vallecas y Vicálvaro, por lo tanto no se
considera un indicador relevante.
Tabla 160. Porcentaje de alumnos extranjeros sobre el total de alumnos en régimen general de cada distrito en los distintos distritos
de la ciudad de Madrid en 2018.
Distrito Porcentaje
06. Tetuán 20,3
17. Villaverde 15,2
13. Puente de Vallecas 15,0
10. Latina 13,7
19. Vicálvaro 9,9
18. Villa de Vallecas 9,6
02. Arganzuela 7,3
14. Moratalaz 7,0
21. Barajas 6,8
04. Salamanca 5,9
08. Fuencarral-El Pardo 5,6
05. Chamartín 5,4
03. Retiro 5,0
694
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Dicho porcentaje de alumnos extranjeros sobre el total de alumnos en régimen general de cada distrito en
los distintos distritos se puede observar gráficamente en la siguiente figura:
Figura 235. Porcentaje de alumnos extranjeros sobre el total de alumnos en régimen general de cada distrito en los distintos distritos
de la ciudad de Madrid en 2018. Fuente: Ayuntamiento de Madrid (2018b).
Y, en relación a los cuatro indicadores sociales, respecto al porcentaje de personas atendidas en la unidad
de primera atención en los centros de servicios sociales respecto a la población de cada distrito en los
distintos distritos de la ciudad de Madrid en 2017, como se observa en la siguiente tabla, de los cinco
distritos marcados en la hipótesis (distritos sombreados en la tabla), sólo tres se sitúan dentro de los cinco
primeros, siendo los distritos de Puente de Vallecas, Vicálvaro y Villaverde, por lo tanto no se considera
un indicador relevante.
Tabla 161. Personas atendidas en la unidad de primera atención en los centros de servicios sociales y porcentaje de personas atendidas
respecto a la población de cada distrito en los distintos distritos de la ciudad de Madrid en 2017.
Fuente: Elaboración propia a partir de Ayuntamiento de Madrid (2018b) Área de Gobierno de Equidad, Servicios Sociales y Empleo.
Respecto al porcentaje de personas atendidas por el servicio de educación social respecto a la población de
cada distrito en los distintos distritos de la ciudad de Madrid en 2017, como se observa en la siguiente tabla,
695
Capítulo 6. Discusión de los resultados obtenidos
de los cinco distritos marcados en la hipótesis (distritos sombreados en la tabla), sólo dos se sitúan dentro
de los cinco primeros, siendo los distritos de Vicálvaro y Moratalaz, por lo tanto no se considera un
indicador relevante.
Tabla 162. Personas atendidas por el servicio de educación social y porcentaje de personas atendidas respecto a la población de cada
distrito en los distintos distritos de la ciudad de Madrid en 2017.
Fuente: Elaboración propia a partir de Ayuntamiento de Madrid (2018b) Área de Gobierno de Equidad, Derechos Sociales y Empleo.
Dirección General de Familia, Infancia, Educación y Juventud.
Respecto al porcentaje de familias atendidas por el servicio de educación social respecto a la población de
cada distrito en los distintos distritos de la ciudad de Madrid en 2017 (como ya se indicó, debido a que las
personas pueden estar sesgadas al poder pensar que son individuos sueltos que no residen en los distintos
distritos se analizan las familias, bajo la premisa de que si vivirán en los distritos), como se observa en la
siguiente tabla, de los cinco distritos marcados en la hipótesis (distritos sombreados en la tabla), sólo tres
se sitúan dentro de los cinco primeros, siendo los distritos de Vicálvaro, Villaverde y Puente de Vallecas,
quedándose los distritos de Villa de Vallecas y Moratalaz a una y a dos posiciones respectivamente de las
cinco primeras por la incursión de los distritos de Barajas y Latina en la cuarta y quinta posición
respectivamente, por lo tanto no se considera un indicador relevante, aunque si tenga cierta relación.
696
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Tabla 163. Familias atendidas por el servicio de educación social y porcentaje de familias atendidas respecto a la población de cada
distrito en los distintos distritos de la ciudad de Madrid en 2017.
Fuente: Elaboración propia a partir de Ayuntamiento de Madrid (2018b). Área de Gobierno de Equidad, Derechos Sociales y Empleo.
Dirección General de Familia, Infancia, Educación y Juventud.
697
Capítulo 6. Discusión de los resultados obtenidos
Tabla 164. Procedencia de las demandas de intervención (nuevas en el año) de Centros de Atención a la Infancia (CAI) respecto a la
población de cada distrito en los distintos distritos de la ciudad de Madrid en 2017.
Fuente: Elaboración propia a partir de Ayuntamiento de Madrid (2018b) Área de Gobierno de Equidad, Derechos Sociales y Empleo.
Dirección General de Familia, Infancia, Educación y Juventud.
Por lo tanto hay once indicadores relevantes que pueden incidir en el perfil de usuario derivando en que en
los distritos de Puente de Vallecas, Moratalaz, Villaverde, Villa de Vallecas y Vicálvaro se hayan obtenido
mayor número de riesgos clasificados con los valores más altos y con las puntuaciones medias más altas de
todas las puntuaciones medias registradas.
De los nueve indicadores demográficos asociados a la tipología de distrito, tres se consideraron relevantes:
un indicador de habitabilidad como es el precio medio de la vivienda de segunda mano y; los dos
indicadores de enseñanza como son el porcentaje de alumnos en centros privados respecto al sumatorio de
alumnos en centros privados y públicos y, el porcentaje de alumnos en centros públicos respecto al
sumatorio de alumnos en centros públicos y privados.
De los quince indicadores socioeconómicos asociados al perfil de los habitantes de cada distrito, ocho se
consideraron relevantes: el indicador laboral como es la tasa de paro; cuatro indicadores económicos como
son la renta neta media por hogar, el importe medio del crédito contratado por transacción de vivienda, el
importe medio del crédito contratado por m² de vivienda y, el número de turismos por 100 habitantes y; los
tres indicadores del nivel de formación como son el porcentaje de población (mayores de veinticinco años)
sin estudios respecto al total de residentes de cada distrito, el porcentaje de población (mayores de
veinticinco años) con sólo estudios primarios respecto al total de residentes de cada distrito y, el porcentaje
de población (mayores de veinticinco años) con estudios superiores respecto al total de residentes de cada
distrito (dos indicadores sociales como son el porcentaje de familias atendidas por el servicio de educación
social y la procedencia de las demandas de intervención (nuevas en el año) de Centros de Atención a la
698
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Infancia (CAI) aun sin considerarse indicadores relevantes si han de citarse como indicadores con cierta
relación).
Es importante mencionar que, aunque el distrito de Latina no estuviese incluido en la hipótesis, comparte
las primeras posiciones en los once indicadores relevantes citados, que pueden incidir en el perfil de usuario.
Sumando este distrito a la hipótesis habrían de incluirse cinco indicadores más afectando también de forma
conjunta a los cinco distritos de la hipótesis. Dentro de los nueve indicadores demográficos asociados a la
tipología de distrito: un indicador social, como es el porcentaje de familias atendidas por el servicio de
educación social respecto al total de familias atendidas. Y, dentro de los quince indicadores
socioeconómicos asociados al perfil de los habitantes de cada distrito: un indicador de nacionalidad, como
es el porcentaje de alumnos extranjeros sobre el total de alumnos en régimen general de cada distrito, y;
tres indicadores sociales, como es el porcentaje de personas atendidas en la unidad de primera atención en
los centros de servicios sociales respecto a la población de cada distrito, el porcentaje de familias atendidas
por el servicio de educación social respecto a la población de cada distrito y, la procedencia de las demandas
de intervención (nuevas en el año) de Centros de Atención a la Infancia (CAI) respecto a la población de
cada distrito. Esta mención es importante debido a que el distrito de Latina incluía al Centro Deportivo
Municipal (CDM) Aluche dentro de los Centros Deportivos Municipales (CDM) con mayores porcentajes
de riesgos elevados y muy elevados, con mayores puntuaciones medias de todos los riesgos obtenidas y,
con mayor posición intermedia de ambos. Por lo tanto serían dieciséis indicadores relevantes que pueden
incidir en el perfil de usuario derivando en que en los distritos de Puente de Vallecas, Moratalaz, Villaverde,
Villa de Vallecas, Vicálvaro, junto con el distrito de Aluche se hayan obtenido mayor número de riesgos
clasificados con los valores más altos y con las puntuaciones medias más altas de todas las puntuaciones
medias registradas.
Continuando con la discusión de los resultados obtenidos en la sexta hipótesis, para la segunda parte,
conocer por qué los Centros Deportivos Municipales (CDM) con piscinas de verano lideran estas
estadísticas, se van a filtrar los distritos con Centros Deportivos Municipales (CDM) que dispongan de
piscinas de verano. Una vez filtrados, se analizará dentro de los indicadores demográficos asociados a la
tipología de distrito, el indicador de seguridad pública como son las intervenciones de la Policía Municipal
con detenidos e imputados en los distintos distritos de la Ciudad de Madrid en 2016, observando si los
meses de verano que es cuando dichas piscinas están abiertas se producen mayores intervenciones. También
se identificará si dentro de estos distritos hay barrios con mayores niveles de exclusión social y algún tipo
de asentamiento ilegal que pudiese incidir de forma directa.
En la siguiente tabla se muestran los siete distritos con Centros Deportivos Municipales (CDM) que
disponen de piscinas de verano con el número de intervenciones de la Policía Municipal con detenidos e
imputados en cada uno de los doce meses del año 2016:
699
Capítulo 6. Discusión de los resultados obtenidos
Tabla 165. Intervenciones de la Policía Municipal con detenidos e imputados en el año 2016 en los distritos con piscinas de verano
del Ayuntamiento de Madrid.
Fuente: Elaboración propia a partir de Ayuntamiento de Madrid (2019a) Área de Gobierno de Salud, Seguridad y Emergencias.
Dirección General de Policía Municipal. Unidad de Estadística y Tratamiento de la Información.
Entendiendo por verano los meses de junio, julio y agosto, pese a que la apertura de las piscinas de verano
se produce a mediados de mayo y el cierre a mediados de septiembre, oscilando las fechas dependiendo de
los años, se observa que el número de intervenciones en esos tres meses estivales no ocupan las primeras
posiciones. A continuación se indican las posiciones que ocupan dichos meses en un orden descendente de
intervenciones: en el distrito de Fuencarral-El Pardo ocupan la quinta, octava y décima posición en un orden
descendente de intervenciones; en el distrito de Latina la primera, cuarta y undécima posición; en el distrito
de Puente de Vallecas la primera, tercera y séptima posición; en el distrito de Moratalaz la segunda, quinta
y duodécima posición; en el distrito de Villaverde la cuarta, quinta y novena posición; en el distrito de Villa
de Vallecas la segunda, tercera y duodécima posición y; en el distrito de Vicálvaro la segunda, novena y
décima posición. Por lo tanto se confirma que no es un indicador relevante debido a que no siempre se
acumula en esos meses el mayor número de intervenciones.
Respecto a si dentro de estos distritos hay barrios con mayores niveles de exclusión social, el Ayuntamiento
de Madrid en su página web indica que en 2008 se firmó un acuerdo con la Federación Regional de
Asociaciones de Vecinos de Madrid (FRAVM) para realizar una intervención social planificada en los
barrios más desfavorecidos de Madrid (constituyen ámbitos sociológica y geográficamente diferenciados
que no han de corresponderse con divisiones administrativas presentando siempre altos niveles de
exclusión) seleccionados mediante consenso a través de comparación de los indicadores de calidad de vida
más significativos con la media de la ciudad. Dicha intervención social se denominó Planes de barrio,
actualmente Planes Integrales de Barrio (PIBA) y se estructuró en cuatro etapas, mostrándose a
continuación las intervenciones localizadas en los distritos citados. En los Planes de barrio 2009-2012 se
700
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
intervino en los poblados A y B del distrito de Fuencarral, en Caño roto del distrito de Latina; en Triángulo
del Agua, el Pozo-Entrevías y Fontarrón del distrito de Puente de Vallecas; en La Elipa que aun
perteneciendo al distrito de Ciudad Lineal está próximo al CDM de la Elipa del distrito de Moratalaz y; en
San Andrés, San Cristóbal de los Ángeles y Villaverde Bajo del distrito de Villaverde. En los Planes de
Barrio 2013-2016 se intervino en Virgen de Begoña del Distrito de Fuencarral-El Pardo, en Triángulo del
Agua y El Pozo-Entrevías del distrito de Puente de Vallecas; en El Ruedo y Polígonos A y C del distrito de
Moratalaz y; en San Cristóbal de los Ángeles del distrito de Villaverde. En los Planes de Barrio 2014-2017
se intervino en Caño Roto del distrito de Latina, en Palomeras Bajas y Fontarrón del distrito de Puente de
Vallecas y; en Villaverde Bajo y Villaverde alto del distrito de Villaverde. Finalmente en los Planes de
Barrio 2015-2018 se intervino en los Poblados A y B del distrito de Fuencarral-El Pardo, en la Elipa que
aun perteneciendo al distrito de Ciudad lineal está próximo al CDM de la Elipa del distrito de Moratalaz y;
en el Ensanche de Vallecas del distrito de Villa de Vallecas.
Respecto a si en dichos distritos hay algún tipo de asentamiento marginal que pudiese incidir de forma
directa, el Ayuntamiento de Madrid desde 2003 en el Plan de Erradicación del chabolismo ha ido
desmantelando, en algunos casos de manera conjunta con la Comunidad de Madrid, diversos poblados,
destacando: Pitis y La Quinta en el distrito de Fuencarral-El Pardo; Mimbreras I y II en el distrito de Latina,
Santa Catalina, Los Trigales y Las barranquillas en el distrito de Puente de Vallecas; El Salobral, Ventorro
y Plata y Castañar en el distrito de Villaverde; El Gallinero en el distrito de Villa de Vallecas y; El Cañaveral
en el distrito de Vicálvaro.
A menor escala que los poblados, también han de citarse algunos asentamientos, MDO (05 de mayo de
2016) indica que en 2016 según datos del Área de Servicios Sociales, en Madrid había alrededor de ciento
treinta y cinco asentamientos en los que vivían alrededor de mil trescientas personas destacando: el nudo
de la M-30 con la A-1 junto a la estación de Chamartín, la calle de Antonio Cabezón junto a la fábrica de
Volkswagen, la avenida Llano Castellano, el camino de San Roque, el poblado de las Vargas en el polígono
industrial de Fuencarral, el barrio de Peñagrande junto a los túneles de la M-30, el camino de Ganapanes
con la calle del Valle de Mena, la avenida del Cardenal Herrera Oria, la glorieta de Arroyo del Monte, y la
calle Montija con la calle de Valjarosa en el distrito de Fuencarral- El Pardo; la avenida de Los Poblados
con la A-5, la calle de la Cardencha con la calle de Mosqueta, la avenida de Portugal con el río, la colonia
de Lourdes y el paseo de Extremadura con el Metro de Puerta del Ángel en el distrito de Latina; la calle de
La Diligencia (zona Palomeras Bajas), el puente de la avenida de La Albufera con la avenida de La Paz y
la calle del Tejar de la Pastora en el distrito de Puente de Vallecas; la cuña verde de O'Donnell junto a El
Rancho, la calle de Luis Hoyos Sainz y la calle del Arroyo de la Media Legua en el distrito de Moratalaz;
la avenida Real de Pinto con la calle del Valle de Tobalina, y la Gran Vía de Villaverde en el distrito de
Villaverde; el Gallinero en el distrito de Villa de Vallecas y; la antigua fábrica en la calle del ferrocarril del
Tajuña en el distrito de Vicálvaro. Por último también se ha de indicar que las zonas donde se han producido
los realojos de la población de los distintos poblados y asentamientos ilegales también se ven afectadas, un
ejemplo claro fue el realojo de las trescientas veinte familias del poblado del Pozo del Huevo en el bloque
701
Capítulo 6. Discusión de los resultados obtenidos
de viviendas conocido como “El Ruedo” construido en 1989 emplazado junto a la M30 en el distrito de
Moratalaz.
Finalmente dichos resultados precisan de una doble puntualización. La primera, hilando los indicadores
para comprender su interrelación, se descubre que en dichos distritos se encuentra el mayor porcentaje de
población sin estudios y/o sólo con estudios primarios y el menor porcentaje de población con estudios
superiores derivando en las menores rentas netas medias por hogar y en las mayores tasas de paro, derivando
a su vez en los precios medios de viviendas de segunda mano más bajos, en los importes medios de créditos
contratados por transacción de vivienda y por m² de vivienda más bajos y en el menor número de turismos
por 100 habitantes, terminando de reflejarse en los mayores porcentajes de alumnos en centros públicos y
los menores en centros privados, mostrando así un perfil social de población con pocos recursos que puede
asociarse en algún sub segmento a mayores niveles de conflictividad y por ende repercutir en ese mayor
nivel de riesgos por actos antisociales.
La segunda interpretando si la cercanía de asentamientos ilegales, sumado a que el precio de las entradas a
las piscinas de verano es inferior a los precios de las piscinas públicas gestionadas por la Comunidad de
Madrid: Puerta de Hierro, Canal de Isabel II y San Vicente de Paúl e, inferior a los de naturaleza privada
(según los datos que aporta el Ayuntamiento de Madrid para el año 2019 los precios de acceso a las piscinas
públicas municipales gestionadas por él mismo son de 4,50€ para adultos entre 27 y 64 años, 3,60€ para
jóvenes entre 15 y 26 años, 2,70€ para infantiles hasta 14 años, 1,35€ para mayores a partir de 65 años y
gratuito para personas con discapacidad, a su vez también se ofertan bonos de diez usos costando cada
acceso 4€ al adulto, 3,20€ al joven, 2,40€ al infantil y 1,20€ al mayor (las familias numerosas tienen una
bonificación del 50% en la categoría general y del 90% en la categoría especial), finalmente las personas
desempleadas tienen una reducción del 70% en la entrada de piscina de verano de lunes a viernes no festivos
durante el tiempo de apertura de la piscina), hacen que sean las opciones más viables para el perfil social
discutido. A su vez las características propias de las piscinas como son: disposición de vallados perimetrales
con características anti intrusión insuficientes facultando intrusiones; ausencia de cámaras en las entradas
de los accesos principales que graben la entrada y la salida de los usuarios acrecentando la impunidad ante
la falta de detección de quien comete un acto antisocial; falta de registro de sanciones y base de datos con
usuarios expulsados de otras instalaciones y/o conflictivos impidiendo su acceso, incrementando el riesgo
de actos antisociales potenciales; falta de actualización y dotación de los sistemas y procedimientos de
venta de entradas generando largas filas de espera que derivan en intentos de sabotajes en tipologías de
entradas y actitudes antisociales por crispación y pérdida de paciencia; anonimato en entradas de uso diario
y bonos de diez usos imposibilitando la detección del usuario asociado a su título de uso volviendo a
acrecentar la impunidad ante la falta de detección de quien comete un acto antisocial, dificultando la
expulsión del mismo y registrando sus datos para evitar futuros accesos; ausencia de sistemas de controles
de acceso que acrediten la titularidad del acceso facultando sabotajes en los accesos de los mismos así como
la imposibilidad de controlar la permanencia de cada usuario; ausencia de medidas adicionales de control
de acceso como pueden ser arcos de metales etc. potenciando la intrusión de armas o similares; escasez de
personal de seguridad privada y de apoyo de seguridad pública acrecentando actitudes antisociales al verse
702
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
alentados por la situación o no verse reprimidos por la disuasión; permisividad de venta y consumo de
alcohol en las cafeterías de dichas piscinas sin incluirlo como prohibiciones en la normativa interna
facultando actos antisociales asociados a la embriaguez y; falta de funcionamiento de sanciones
administrativas ante la comisión de hechos contrarios a la normativa interna, faltas y delitos facultando que
se continúen repitiendo actos antisociales, fundamentalmente asociados a consumo de alcohol y drogas,
intrusiones y, agresiones psicológicas y físicas, hacen que se favorezca un clima negativo e impune
facultando todo ello que dichos Centros Deportivos Municipales (CDM) sean los que potencialmente
presenten mayor número de riesgos clasificados con los valores más altos y con las puntuaciones medias
más altas como así se ha encontrado.
Con el sexto objetivo y la quinta y sexta hipótesis se constata la discusión de los resultados
obtenidos en la segunda parte (discusión de los resultados obtenidos en el análisis del Estudio de Riesgos
(primera parte)) de la tercera fase de la Estrategia de investigación denominada “Proceso posterior al trabajo
de campo” dando paso a la discusión de los resultados obtenidos en la tercera parte de la tercera fase de la
Estrategia de investigación.
6.3.3. Discusión de los resultados obtenidos en el análisis del Estudio de Riesgos (segunda parte).
En esta tercera parte se terminó de dar respuesta al sexto objetivo, se respondió al séptimo
objetivo, a la séptima hipótesis y a la octava hipótesis.
Para terminar de responder al sexto objetivo “Conocer el grado de seguridad de los Centros
Deportivos Municipales (CDM) analizados en el estudio de riesgos”, se resolvió su segunda fase de
las dos articuladas en el mismo.
La segunda fase “Conocer las medidas de seguridad existentes en los Centros Deportivos Municipales
(CDM) analizados”, identificó quince medidas de seguridad existentes en todos los Centros Deportivos
Municipales (CDM) analizados, veintidós medidas de seguridad existentes de forma global en los Centros
Deportivos Municipales (CDM) analizados, veintisiete medidas de seguridad existentes sólo en algunos de
los Centros Deportivos Municipales (CDM) analizados y veinticuatro medidas de seguridad que no existían
en ninguno de los Centros Deportivos Municipales (CDM) analizados.
Para ello, previamente se realizó un filtrado de las mil seiscientas veinticuatro medidas de seguridad
identificadas para poder trabajar con datos más manejables y facilitar la comprensión quedándose en sesenta
y seis medidas de seguridad. Dicho filtrado tuvo como objetivo identificar las medidas de seguridad más
importantes mediante dos premisas: la primera; seleccionar las medidas que eliminasen o minimizasen los
riesgos que encabezaban los siete listados elaborados en la primera parte del análisis del Estudio de Riesgos
y, la segunda; mantener la globalidad de cobertura de riesgos en torno al catálogo de doce puntos,
pudiéndose consultar en el Anexo P Medidas de seguridad filtradas incluidas en el Estudio de Riesgos. Con
dicho filtrado se elaboró un listado en orden descendente con los porcentajes de disposición de las sesenta
y seis medidas de seguridad en todos los Centros Deportivos Municipales (CDM), pudiéndose observar en
703
Capítulo 6. Discusión de los resultados obtenidos
la Tabla 131 Porcentajes de disposición de las medidas de seguridad filtradas en todos los Centros
Deportivos Municipales (CDM), observándose tres grandes apartados:
El primer apartado contenía las quince medidas de seguridad que disponían todos los Centros Deportivos
Municipales (CDM) correspondiéndose con las quince primeras (23% del total de las medidas de seguridad
filtradas). El segundo apartado contenía las veintisiete medidas de seguridad que disponían algunos Centros
Deportivos Municipales (CDM) correspondiéndose a las veintisiete siguientes (41% del total de las medidas
de seguridad filtradas) que a su vez se dividían en función de los porcentajes de disposición en cuatro
subgrupos, cuatro medidas de seguridad (6% del total de las medidas de seguridad filtradas) ubicadas en
un porcentaje de disposición entre el 96,2% y el 73,1%, cinco medidas de seguridad (8% del total de las
medidas de seguridad filtradas) ubicadas en un porcentaje de disposición entre el 61,5% y el 38,5%, ocho
medidas de seguridad (12% del total de las medidas de seguridad filtradas) ubicadas en un porcentaje de
disposición entre el 34,6% y el 19,2%, y diez medidas de seguridad (15% del total de las medidas de
seguridad filtradas) ubicadas en un porcentaje de disposición entre el 15,4% y el 3,7%. Y, el tercer apartado
contenía las veinticuatro medidas de seguridad que no disponía ningún Centros Deportivos Municipales
(CDM) correspondiéndose con las veinticuatro últimas (36% del total de las medidas de seguridad
filtradas).
Por lo tanto se confirmó que las primeras quince medidas de seguridad (23% del total de las medidas de
seguridad filtradas) eran las medidas existentes en los Centros Deportivos Municipales (CDM) analizados
y, tomando como referencia superar el 50% de disposición, las siguientes cuatro medidas de seguridad se
podían considerar medidas existentes de forma parcial con un porcentaje de disposición superior al 70% y
las siguientes tres medidas de seguridad también se podían considerar medidas existentes de forma parcial
con un porcentaje de disposición superior al 50% en función de cada Centro Deportivo Municipal (CDM)
analizado, obteniendo así el total de veintidós medidas de seguridad existentes de forma global en los
Centros Deportivos Municipales (CDM) analizados, una tercera parte (33%) del total de las medidas de
seguridad filtradas.
La discusión de dichos resultados parte de traducir esas veintidós de medidas de seguridad existentes
de forma global en los Centros Deportivos Municipales (CDM) analizados (un tercio del total de las
medidas de seguridad filtradas) en un grado concreto de seguridad dentro de una hipotética escala
gradual de seguridad y, de entender por qué hay medidas presentes en todos los Centros Deportivos
Municipales (CDM), medidas no presentes en ningún Centro Deportivo Municipal (CDM) y medidas
presentes en determinados Centros Deportivos Municipales (CDM), sin comparar en ningún momento
el grado de seguridad determinado y los porcentajes de disposición de medidas de seguridad
encontrados con el grado de seguridad o los porcentajes de disposición de medidas de seguridad de
otras instalaciones deportivas ya que, el objetivo determinaba únicamente conocerlo en los Centros
Deportivos Municipales (CDM) analizados, refutando así, la aplicabilidad de la “Herramienta para
realizar Estudios de Riesgos y para Identificar Medidas de Seguridad contra dichos riesgos en
Instalaciones Deportivas”.
704
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Respecto al grado de seguridad que se puede corresponder disponer de una tercera parte de las medidas de
seguridad, de manera simplificada se puede traducir generando una escala de tres apartados tomando como
referencia el 33%, donde hasta el 33% sería bajo, hasta el 66% sería medio y hasta el 100% sería alto,
resultando por tanto un grado de seguridad bajo. Si se dobla la escala generando seis apartados donde hasta
el 16,5% sería muy bajo, hasta el 33% sería bajo, hasta el 49,5% sería medio bajo, hasta el 66% sería medio
alto, hasta el 82,5% sería alto y hasta el 100% sería muy alto volvería a resultar por tanto un grado de
seguridad bajo. Para afirmarlo con garantías se ha de partir de la premisa de que todas las medidas de
seguridad cobran la misma importancia, precisando de subrayar que manifestar que se trata de un grado de
seguridad bajo es una afirmación genérica con la que entender una clasificación, precisando para ser
correctos de discernir que se puede subdividir en diferentes grados de seguridad como puede ser por
ejemplo el grado de seguridad anti intrusión en cuyo caso habría que identificar de manera individual
medidas de seguridad específicas pudiendo aun teniendo esa tercera parte de disposición de medidas de
seguridad, disponer de un alto grado de seguridad anti intrusión. También se precisa indicar que al
subdividir diferentes grados de seguridad, cada uno necesitaría una escala específica medible, cuantificable
y objetiva, por ejemplo determinados dispositivos de seguridad como pueden ser las cajas fuertes en función
de distintas características se dividen en distintos grados de seguridad determinados y publicados por los
órganos competentes, sin embargo se alejaría del propósito “Conocer las medidas de seguridad existentes
en los Centros Deportivos Municipales (CDM) analizados” realizar estas subdivisiones y escalas asociadas.
Respecto a por qué hay medidas presentes en todos los Centros Deportivos Municipales (CDM), medidas
no presentes en ningún Centro Deportivo Municipal (CDM) y medidas presentes en determinados Centros
Deportivos Municipales (CDM), no obedece como se discutirá en la séptima hipótesis a las necesidades
concretas de los Centros Deportivos Municipales (CDM) por tener mayores riesgos sino que, aun siendo
instalaciones gestionadas por una misma corporación (Ayuntamiento de Madrid) disponiendo de una
Dirección General de Deportes (DGD) común, al tener las competencias de gestión de cada Centro
Deportivo Municipal (CDM) de forma individualizada cada uno de los distritos, se producen ciertas
diferencias también basadas en sus características. Por ejemplo, hay medidas de seguridad presentes en
todos los Centros Deportivos Municipales (CDM) como pueden ser la disposición de una normativa interna
o los protocolos corporativos al ser comunes a todos, medidas de seguridad que no dispone ningún Centro
Deportivo Municipal (CDM) por falta de actualización e inversión a nivel corporativo como puede ser
controles de acceso y sectorización de espacios mediante tornos de seguridad o inclusión de protocolos anti
raptos y, medidas de seguridad presentes sólo en algunos Centros Deportivos Municipales (CDM) al ser
determinadas de forma individual por cada distrito como puede ser la disposición de alarmas anti intrusión
en entradas de edificios mediante detectores volumétricos de presencia recordando que se encontró un
porcentaje aproximado del 50% que sí disponía de las mismas y otro 50% que no, sin embargo todos
disponen de las mismas en los puntos de ventas debido a que dicha gestión si está centralizada a través de
la Dirección General de Deportes (DGD) aun sin realizarse desde un departamento de seguridad
especializado.
705
Capítulo 6. Discusión de los resultados obtenidos
Finalmente dichos resultados precisan de una puntualización fruto de esta discusión, la necesidad de
homogeneización y centralización de los grados de seguridad y los porcentajes de disposición de medidas
de seguridad en los diversos Centros Deportivos Municipales (CDM) a través de un departamento
específico creado para tal fin. La gestión de la seguridad ha de estar centralizada desde un departamento
único liderado por un director de seguridad dentro de un departamento de seguridad y no desde la Dirección
General de Deportes (DGD) para un área concreta y desde el distrito para otras como se ha indicado, puesto
que de esta forma se pierde la homogeneización de las medidas de seguridad y con ello la del grado de
seguridad al atender a diversos criterios individualizados en cada distrito (en el siguiente objetivo se
indicará cómo ha de ser ese grado de seguridad y qué porcentajes concretos de medidas de seguridad,
identificándolas de forma individual, han de tener los distintos Centros Deportivos Municipales (CDM)).
Para responder al séptimo objetivo “Establecer cuál sería el grado de seguridad óptimo en los
Centros Deportivos Municipales (CDM) analizados en el estudio de riesgos” se resolvió su fase
articulada en el mismo.
La fase “Realizar las propuestas de mejora para eliminar y minimizar los riesgos identificados”,
identificó que el grado de seguridad óptimo genérico se obtenía cumpliendo con el listado de sesenta y seis
medidas de seguridad filtradas que conformaban las propuestas de mejora, pudiéndose consultar en el
Anexo P Medidas de seguridad filtradas incluidas en el Estudio de Riesgos, de las cuales como se verá a
continuación, cincuenta y ocho deberían disponerse en todos los Centros Deportivos Municipales (CDM)
y ocho deberían disponerse sólo en función de necesidades específicas. Es importante resaltar que dicho
grado de seguridad óptimo genérico nunca será aplicable al cien por cien de los Centros Deportivos
Municipales (CDM) ya que, el grado de seguridad óptimo específico de cada Centro Deportivo Municipal
(CDM) sería distinto en cada uno requiriendo un estudio individualizado en función del valor obtenido en
cada riesgo, de las medidas que dispusiesen en relación a los mismos y del plan de implementación que
hacía referencia al presupuesto económico dentro del Plan de Seguridad.
Para valorar si todas las medidas de seguridad filtradas que o bien sólo disponía algún Centro Deportivo
Municipal (CDM) o bien no disponía ningún Centro Deportivo Municipal (CDM) (cincuenta y una de
sesenta y seis totales), debían disponerlas todos los Centros Deportivos Municipales (CDM) o si por el
contrario tendrían que disponerlas dependiendo de sus características, ubicación, tamaño, niveles de riesgos
medios, porcentajes de riesgos elevados y muy elevados etc. y con ello discutir el grado de seguridad óptimo
genérico, se analizaron individualmente recordando que nunca sería cien por cien aplicable a todos los
centros, puesto que cada uno requería un análisis individualizado. Dicho análisis confirmó que cuarenta y
tres de esas cincuenta y una medidas sí debían disponerlas todos los Centros Deportivos Municipales
(CDM) indistintamente de lo mencionado anteriormente (las características, tipología, número etc.
fluctuaban en cada centro en función de sus necesidades), mientras que las siguientes ocho medidas de
seguridad filtradas podían no precisarse en virtud de lo mencionado, correspondiéndose con el registro de
recintos para celebrar actos de pública concurrencia al depender de si se celebraban o no, el control de
acceso de vehículos se dispondría o no en función de si se disponía de aparcamiento o no, el control de
706
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
identidad de objetos y registros iría en función de los niveles de riesgo generales y de la disponibilidad de
personal de seguridad privada, el personal de vigilancia dependería de las actividades en que podían
producirse concentraciones superiores a cien personas como indicaba el artículo 53 del RD 2816 (1982), el
personal de control de acceso dependería de si se celebraban o no actividades recreativas extraordinarias o
espectáculos deportivos públicos extraordinarios como indicaban los artículos 4,5 y 7 del Decreto 163
(2008) y los artículos 3.15 y 5.3 de la Ley 4 (2013) y, la disponibilidad de una patrulla de policía que
realizase rondas en la instalación, mediadores sociales y personal de seguridad privada irían nuevamente
en virtud de los niveles de riesgo globales identificados.
La discusión de dichos resultados al no poderse comparar con los resultados de otras investigaciones
por su especificidad y su carácter pionero se afronta indicando la gran aplicabilidad a cualquier tipo de
instalación deportiva al ser un grado de seguridad basado en medidas concretas que aun afectando a
los principales riesgos identificados en el presente objeto de estudio, también tenían una cobertura
global en base a su catálogo de doce riesgos, así como su gran facilidad de aplicación al disponer de
las mismas sabiendo cuáles han de disponerse indistintamente de las características propias de la
instalación y cuáles dependerán de las mismas. Por lo tanto este grado de seguridad óptimo genérico
se considera que puede ser un punto de partida de análisis importante que, siempre deberá comenzarse
con la fase anterior de evaluación de riesgos para ajustarse a las demandas e interpretarse por una figura
experta en la materia para integrarse en el Plan de Seguridad. Por otro lado a nivel particular se
demanda poder cumplir con el grado de seguridad óptimo genérico propuesto de forma íntegra por
parte de todas las instalaciones estudiadas.
Finalmente dichos resultados precisan de una doble puntualización. La primera matizando que engloba el
grado de seguridad óptimo genérico propuesto en este objetivo, recordando que se componía de sesenta y
seis medidas de seguridad destinadas a minimizar, reducir y/o eliminar los riesgos identificados de daños
por actos antisociales así como los asociados a estos de los otros cuatro ámbitos o áreas de seguridad, este
grado de seguridad óptimo genérico se consideraría global para los cinco ámbitos y específico del primero
“Riesgos de Daños por Actos Antisociales”, pudiendo ser además un grado de seguridad óptimo específico
aplicando la “Herramienta para realizar Estudios de Riesgos y para Identificar Medidas de Seguridad contra
dichos riesgos en Instalaciones Deportivas” de forma íntegra en cualquier instalación deportiva y, en ambos
casos supeditándose al Plan de Seguridad de la instalación. La segunda, incluyendo la necesidad de incidir
de forma específica en los otros cuatro ámbitos o áreas de seguridad, como se ha desarrollado en la presente
investigación, se han identificado cinco ámbitos o áreas de seguridad que afectan a una instalación deportiva
expresados en niveles de ordenación, gestionados por documentos organizativos asociados, con
interrelaciones entre ellos así como con interrelaciones en ámbitos de aplicación superior, por lo tanto el
grado de seguridad óptimo se alcanzaría disponiendo de cada uno de ellos elaborados de forma específica
en función de las particularidades de cada instalación, interrelacionándolos e incluyéndolos en los de
aplicación superior, para disponer como documento único del Plan Integral de Seguridad alcanzando así de
forma integral la seguridad necesaria.
707
Capítulo 6. Discusión de los resultados obtenidos
La séptima hipótesis “Los Centros Deportivos Municipales (CDM) del Ayuntamiento de Madrid con
las mayores puntuaciones medias de los riesgos identificados y/o con mayor número de riesgos
clasificados con los valores más altos disponen de mayores medidas de seguridad”, se constató
mediante una doble justificación:
La primera indicándose que sólo tres Centros Deportivos Municipales (CDM) que pertenecían a las diez
primeras posiciones del “Listado de los Centros Deportivos Municipales (CDM) en orden descendente en
base a la media de las posiciones que ostentan en el listado de ordenación en base a sus porcentajes de
riesgos elevados y muy elevados y, en el listado de ordenación en base a sus puntuaciones medias de todos
los riesgos” pudiéndose observar en la Tabla 130, pertenecían a las diez primeras posiciones del “Listado
de Centros Deportivos Municipales (CDM) en orden descendente en base al porcentaje de disposición de
medidas de seguridad filtradas” pudiéndose observar en la Tabla 133 (las medidas de seguridad filtradas se
corresponden con las sesenta y seis medidas de seguridad que conforman el grado de seguridad óptimo
genérico del Estudio de Riesgos efectuado). Por lo tanto sólo un 30% de los Centros Deportivos
Municipales (CDM) del Ayuntamiento de Madrid con las mayores puntuaciones medias de los riesgos
identificados y con mayores porcentajes de riesgos elevados y muy elevados, disponen de un mayor
porcentaje de medidas de seguridad, rechazándose así la séptima hipótesis.
La segunda justificación indicándose que de los Centros Deportivos Municipales (CDM) que pertenecían
a las diez primeras posiciones del “Listado de los Centros Deportivos Municipales (CDM) en orden
descendente en base a la media de las posiciones que ostentan en el listado de ordenación en base a sus
porcentajes de riesgos elevados y muy elevados y, en el listado de ordenación en base a sus puntuaciones
medias de todos los riesgos” pudiéndose observar en la Tabla 130, sólo el 30% superó la media del
porcentaje de disposición de las medidas de seguridad filtradas de todos los Centros Deportivos
Municipales (CDM) analizados, mientras que con un porcentaje superior (37%) el resto de Centros
Deportivos Municipales (CDM) la superó. Al juntar ese porcentaje al que igualó la media de disposición,
sólo el 50% de esos Centros Deportivos Municipales (CDM) con las mayores puntuaciones medias de los
riesgos identificados y con mayor número de riesgos clasificados con los valores más altos superó o igualó
la media del porcentaje de disposición de las medidas de seguridad filtradas de todos los Centros Deportivos
Municipales (CDM) analizados, mientras que con un porcentaje superior (68%) el resto de Centros
Deportivos Municipales (CDM) la superó o igualó. Finalmente al analizar los porcentajes de los Centros
Deportivos Municipales (CDM) que quedaron por debajo de la media del porcentaje de disposición de las
medidas de seguridad filtradas de todos los Centros Deportivos Municipales (CDM) analizados, el 50% de
esos Centros Deportivos Municipales (CDM) con las mayores puntuaciones medias de los riesgos
identificados y con mayor número de riesgos clasificados con los valores más altos no superó ni igualó
dicha media, mientras que con un porcentaje menor (31%) el resto de Centros Deportivos Municipales
(CDM) no la igualó ni la superó, pudiéndose observar todo ello en la Figura 217 Diagrama de barras con
los porcentajes de disposición de las medidas de seguridad filtradas en los distintos Centros Deportivos
Municipales (CDM). Por lo tanto con esta triple justificación se rechazó la séptima hipótesis.
708
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
La discusión de dichos resultados radica en entender porque no hay una correlación directamente
proporcional entre los riesgos más altos o con mayores puntuaciones medias y las medidas de seguridad
necesarias para minimizarlos o reducirlos. Dicha correlación no existe debido a que, aun siendo los
distritos de forma individual los competentes en materia de gestión de cada Centro Deportivo
Municipal (CDM), todos disponen de una serie de ausencia de medias de seguridad muy reseñables a
nivel general corporativo al tener una política de gestión común, por lo tanto los Centros Deportivos
Municipales (CDM) con riesgos más altos o con mayores puntuaciones medias se ven más afectados,
además como se ha identificado los Centros Deportivos Municipales (CDM) con riesgos más altos o
con mayores puntuaciones medias son instalaciones de un gran tamaño con piscinas de verano y
múltiples espacios precisando un esfuerzo económico añadido por sus dimensiones y características
que dificultan aún más revertir esta tendencia.
Finalmente dichos resultados precisan de una puntualización basada nuevamente en la imperiosa necesidad
de cumplir de forma íntegra, como ya se indicó de forma global para todas las instalaciones en el séptimo
objetivo, con el grado de seguridad óptimo genérico propuesto debido a las altas necesidades que
demandan.
La octava hipótesis “Hay más Centros Deportivos Municipales (CDM) del Ayuntamiento de Madrid
que no disponen de las medidas a adoptar para gestionar los riesgos identificados que Centros
Deportivos Municipales (CDM) del Ayuntamiento de Madrid que sí disponen de las medidas a
adoptar para gestionar los riesgos identificados”, se constató afirmando previamente que para considerar
que un Centro Deportivo Municipal (CDM) disponía de las medidas a adoptar para gestionar los riesgos
identificados debería disponer al menos del 50% de las medidas de seguridad filtradas (recordando que se
corresponden con las sesenta y seis medidas de seguridad que conforman el grado de seguridad óptimo
genérico del Estudio de Riesgos efectuado), indicándose que el cien por cien de los Centros Deportivos
Municipales (CDM) analizados se situaron por debajo de dicho 50%. Concretamente no hubo ningún
Centro Deportivo Municipal (CDM) que se situase por debajo del 30% de disposición de las medidas de
seguridad filtradas, aproximadamente un 40% de los Centros Deportivos Municipales (CDM) analizados
se situaron por debajo del 35% de disposición de las medidas de seguridad filtradas, más del 80% de los
Centros Deportivos Municipales (CDM) analizados se situaron por debajo del 40% de disposición de las
medidas de seguridad filtradas, menos de un 20% de los Centros Deportivos Municipales (CDM) analizados
se situaron entre el 40% y el 45% de disposición de las medidas de seguridad filtradas y ninguno superó el
45% pudiéndose observar todo ello en la Figura 218 Diagrama de sectores con los porcentajes de Centros
Deportivos Municipales (CDM) en base a los porcentajes de disposición de las medidas de seguridad
filtradas, por lo tanto se constató la octava hipótesis.
709
Capítulo 6. Discusión de los resultados obtenidos
El estudio de Latorre et al. (2012), donde tras la aplicación en instalaciones deportivas de veintiuna
localidades de la provincia de Jaén de un instrumento formado por ciento dieciséis ítems con diversas
situaciones de riesgo y referencias normativas asociadas a riesgos individuales y colectivos respecto a
normalización y seguridad de espacios y equipamientos deportivos basados en la normativa N.I.D.E y
UNE-EN, observaron una puntuación de valoración media en seguridad de las instalaciones deportivas de
27,23± 14,3 clasificada como una valoración global de aceptable aunque reseñando presencia de riesgos
puntuales intolerables que han de eliminarse, alejado del grado de cumplimentación encontrado en la
presente investigación.
El estudio de García-Tascón et al. (2014), donde tras la aplicación de varias hojas de observación
elaboradoras por el Instituto de Biomecánica de Valencia (IBV) y el Consejo Superior de Deportes (CSD),
en las instalaciones deportivas gestionadas de forma directa por el Instituto Municipal de Deportes de
Sevilla, para analizar el cumplimiento de la normativa de seguridad UNE-EN, de no obligado cumplimiento
de cuarenta y cinco equipamientos, observaron un grado de cumplimiento general total de la normativa
UNE-EN entre el 53,40% y el 60,40% alejado de nuevo del grado de cumplimentación encontrado en la
presente investigación.
El estudio de Luis del Campo & Hernández (2016), donde tras la aplicación en ciento cuarenta y cuatro
espacios deportivos de cincuenta localidades extremeñas cumplimentando tres mil trescientos cincuenta y
siete ítems, de acuerdo con los check list elaborados por el Consejo Superior de Deportes (CSD) e Instituto
Biomecánico de Valencia (IBV) en 2008 analizando la seguridad de los espacios y equipamientos
deportivos públicos asociados una vez más a riesgos individuales y colectivos, encontraron un porcentaje
medio total de seguridad del 67% alejado de nuevo del grado de cumplimentación encontrado en la presente
investigación.
Y, el estudio de Maciá et al. (2016), donde tras la aplicación en un gran pabellón de una herramienta de
evaluación de la seguridad en grandes pabellones deportivos nuevamente respecto a los riesgos individuales
y colectivos basada en la legislación de ámbito estatal, normativa NIDE-UNE y buenas prácticas compuesto
por doscientos dieciocho ítems, observaron un grado de cumplimentación total del 82% muy alejado del
grado de cumplimentación encontrado en la presente investigación, recordando que no se pueden comparar
tipologías de riesgos tan dispares como son los riesgos individuales y colectivos con los antisociales, ni
comparar un pabellón a una instalación completa.
Otros ejemplos en los que sí se aportan grados de cumplimentación de medidas de seguridad asociadas en
mayor medida a riesgos de daños por actos antisociales aunque el objeto de estudio cambia al ser estadios
710
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
de fútbol, son el aportado por López-Fernández et al. (2014) analizando mediante una herramienta
elaborada para tal fin las medidas de carácter obligatorio que deben cumplir los estadios de fútbol de 1ª
división, 2ª división y 2ª división b en España, obteniendo en una muestra de tres estadios, uno de cada
categoría, unos porcentajes de disposición del 97%, 78% y 76% respectivamente. Y, dos años más tarde el
aportado por López-Fernández et al. (2016) analizando las medidas de seguridad obligatorias contra los
riesgos antrópicos en los estadios de fútbol españoles, esta vez una muestra de seis estadios, dos por
categoría, obteniendo unos porcentajes de disposición del 97% en los estadios de fútbol de 1ª división, del
85% en los de 2ª división y del 52% en los de 2ª división b, de nuevo siendo en ambos estudios porcentajes
alejados del grado de disposición encontrado en la presente investigación, remarcando que no se pueden
comparar por sus características estadios de fútbol con polideportivos municipales.
Finalmente dichos resultados precisan de una puntualización y es que partían de unos check list previos
donde se puede analizar con mayor celeridad las mismas tipologías de riesgos concretos, mientras que la
presente investigación pretende ser pionera habiendo tenido que construirse sin un punto de partida
elaborado, pudiéndose por lo tanto analizar el ámbito o área de seguridad específico de los riesgos por actos
antisociales que afectan a una instalación deportiva así como los asociados a este riesgo de los otros ámbitos
o áreas de la seguridad que afectan a una instalación deportiva.
Por último a nivel particular se demuestra nuevamente como se indicó en el séptimo objetivo y en la séptima
hipótesis, la necesidad de cumplir con el grado de seguridad óptimo genérico propuesto de forma íntegra
por parte de todas las instalaciones estudiadas, fundamentalmente en aquellas instalaciones con los riesgos
más altos y con mayores puntuaciones medias por las altas necesidades que demandan, debido a los bajos
porcentajes de disposición encontrados en todos ellos.
Con el sexto objetivo, séptimo objetivo y la séptima y octava hipótesis se constata la discusión de
los resultados obtenidos en la tercera parte (discusión de los resultados obtenidos en el análisis del Estudio
de Riesgos (segunda parte)), de la tercera fase de la Estrategia de investigación denominada “Proceso
posterior al trabajo de campo” dando paso a la discusión de los resultados obtenidos en el análisis del
objetivo principal y final de la investigación.
6.3.4. Discusión de los resultados obtenidos en el análisis del objetivo principal y final de la
investigación.
711
Capítulo 6. Discusión de los resultados obtenidos
La discusión de dichos resultados parte de discernir que se trata de una propuesta de modelo específica
pionera al aunar aspectos de gestión deportiva con aspectos de gestión de la seguridad asociándose e
integrándose en las necesidades de una instalación deportiva, habiéndose considerado además, como
ya se indicó para su elaboración, toda la investigación realizada en su vertiente teórica y práctica con
el objetivo de adaptar los contenidos del modelo al contexto y a las necesidades específicas de una
instalación deportiva. Por ello su comparación con otros modelos como pueden ser las fuentes
consultadas como base para su elaboración expresadas en el capítulo anterior “Exposición y análisis
de los resultados” no puede generar diferencias o semejanzas significativas, sino servir de base en
aplicaciones futuras.
Por lo tanto la discusión de los resultados se centra en justificar la necesidad de disposición del Plan de
Seguridad pese a que la legislación no obliga a las instalaciones deportivas estudiadas disponer del mismo
de forma imperativa y a discutir cómo ha de incluirse el mismo en los documentos disponibles de aplicación
de ámbito superior público-privados ya que su integración y coordinación con los documentos gestores
disponibles de otros ámbitos de seguridad se discutió en el punto 6.1 Discusión de los resultados obtenidos
en la primera fase de la Estrategia de investigación denominada “Proceso previo al trabajo de campo”, en
la primera fase articulada en el primer objetivo “Conocer y describir todos los ámbitos o áreas de la
seguridad a la que se ve afectada una instalación deportiva” a través de la Figura 219 “Ámbitos de la
seguridad que afectan a una instalación deportiva en base a grupos de riesgo y documentos gestores
asociados, expresados en niveles de ordenación”, donde se mencionó que dichos documentos de aplicación
de ámbito superior se discutirían en el presente punto.
En el punto 6.2 Discusión de los resultados obtenidos en la segunda fase de la Estrategia de investigación
denominada “Trabajo de campo”, se indicó que la necesidad de disposición del Plan de Seguridad en
instalaciones deportivas se justificaría de forma específica en el presente punto, para ello en el Capítulo 2
Marco contextual y teórico, dentro del punto 2.5 Documentos y seguridad, en el punto 2.5.3 Documentos
organizativos de gestión de riesgos de no obligado cumplimiento en el marco del objeto de estudio, se
indicó que su necesidad sino ya su obligatoriedad en el objeto de estudio, requería de cierta interpretación.
Dicha interpretación se fundamenta en que, el Real Decreto 203/2010, establecía la necesidad de disponer
de Protocolos de Seguridad en las competiciones deportivas oficiales de ámbito estatal organizadas por
entidades deportivas en el marco de la Ley 10/1990, y en las organizadas o autorizadas por las federaciones
deportivas españolas (RD 203, 2010). Siguiendo dicho decreto, los Centros Deportivos Municipales (CDM)
del Ayuntamiento de Madrid, albergan competiciones oficiales estatales como es el caso por ejemplo del
Campeonato de España Absoluto de Atletismo en Pista Cubierta celebrado en el Centro Deportivo
Municipal Gallur el 5 y 6 de marzo de 2016. El Decreto 86/2013 que contiene el Reglamento de actividades
clasificadas y espectáculos públicos de Canarias, indicaba que los espectáculos públicos de aforo superior
a doscientas personas precisaban de su correspondiente Plan de Seguridad (Decreto 86, 2013), extrapolando
dicho decreto, los Centros Deportivos Municipales (CDM) del Ayuntamiento de Madrid, albergan
espectáculos públicos con aforos superiores a las doscientas personas y en ellos se realizan actividades
recreativas y deportivas con aforos superiores a las doscientas personas, como es el caso de los Juegos
712
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Finalmente, para discutir cómo ha de incluirse el Plan de Seguridad en los documentos disponibles de
aplicación de ámbito superior público-privados se va a retomar el último capítulo presentado en la
“Propuesta de modelo de Plan de Seguridad en instalaciones deportivas”, denominado “Integración y
coordinación con documentos gestores de otros ámbitos de seguridad / Inclusión en documentos de
aplicación de ámbito superior”, donde se indicó que el Plan de Seguridad había de incluirse en los
documentos disponibles de aplicación de ámbito superior público-privados. Para ello se tenía que
circunscribir al: Plan Integral de Seguridad, entendido como el Plan central de seguridad de la instalación
que aúna todos los citados documentos de un mismo centro/instalación; al Plan Director de Seguridad,
entendido como el Plan central de seguridad del operador que aúna los distintos Planes Integrales de
Seguridad de cada centro/instalación en caso de disponer de más de una y; a otros documentos de aplicación
de ámbito superior de carácter público en caso de precisarse.
Para visualizar estas inclusiones, retomando como base la Figura 219 Ámbitos de la seguridad que afectan
a una instalación deportiva en base a grupos de riesgo y documentos gestores asociados, expresados en
niveles de ordenación, a continuación se amplía la misma, incluyendo los citados documentos de aplicación
de ámbito superior:
713
Capítulo 6. Discusión de los resultados obtenidos
Ámbito superior
Plan Director de Seguridad
Operador / Organización
Figura 236. Inclusión de los documentos gestores asociados a los ámbitos de la seguridad que afectan a una instalación deportiva en
base a grupos de riesgo, expresados en niveles de ordenación, en los documentos de aplicación de ámbito superior público-privados.
Fuente: Elaboración propia.
La presente figura termina de ordenar la forma de gestionar la seguridad en una instalación deportiva
incluyéndose en los documentos de aplicación de ámbito superior. En la misma, se ejemplifica un operador
u organización que puede ser de naturaleza pública o privada que gestiona tres instalaciones deportivas.
Cada una de las instalaciones deportivas deberá disponer de los cinco documentos gestores de los cinco
ámbitos de la seguridad que afectan a una instalación deportiva en base a grupos de riesgo adaptados y
específicos a cada instalación (en determinados casos algún documento puede ser el mismo para varias
instalaciones deportivas o diferenciarse levemente) correspondiéndose con los niveles dos y uno de
ordenación. En el siguiente nivel, primer ámbito superior, se han de integrar de forma específica en cada
instalación todos sus documentos gestores en uno único denominado Plan Integral de Seguridad para, en
un siguiente nivel de ámbito superior, integrarse los tres Planes Integrales de Seguridad del presente
ejemplo, en el Plan Director de Seguridad que ya sí pertenece al operador u organización. Finalmente este
documento podrá precisar de coordinarse con otros documentos de aplicación de ámbito superior de
carácter público.
714
CAPÍTULO 7
CONCLUSIONES
716
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
7. CONCLUSIONES.
Para finalizar la investigación, en este último capítulo se van a abordar las conclusiones desde dos
vertientes, una expresando las conclusiones propias del estudio realizado y otra expresando las conclusiones
finales derivadas del mismo, siempre de forma sintetizada. Una vez expresadas todas ellas, se analizarán
los posibles trabajos futuros que se animan a realizar para continuar avanzando en el conocimiento
científico de la gestión de la seguridad en el contexto deportivo. Para mostrar todo ello de forma ordenada
se van a seguir las líneas de investigación propuestas en el primer capítulo introductorio indicándose los
objetivos derivados de las mismas, siguiendo y completando así la estructura que se inició en dicho primer
capítulo.
Las conclusiones propias del estudio, se van a presentar como resumen y síntesis de los datos
obtenidos, siguiendo como se ha indicado las líneas de investigación que se propusieron:
La primera línea de investigación requería investigar cuáles son los requisitos de seguridad de las
instalaciones deportivas pretendiendo conocer todos los ámbitos o áreas de la seguridad a la que se ve
afectada una instalación deportiva (derivando de ella se encuentran el primer, tercer, sexto y séptimo
objetivo), sobre la misma, en el presente estudio se ha concluido que:
Se han identificado cinco ámbitos o áreas de seguridad que afectan a una instalación deportiva en
base a cinco Grupos de Riesgo, descritos mediante una definición (Figura 57), siendo la gestión
de cada ámbito mediante los documentos organizativos asociados a los mismos, los requisitos de
seguridad que han de cumplir las instalaciones deportivas.
Se han organizado los cinco ámbitos o áreas de seguridad que afectan a una instalación deportiva
en base a los cinco Grupos de Riesgo con sus correspondientes documentos organizativos
asociados, dividiéndolos en niveles y subniveles de gestión en base a su importancia y complejidad
presentando las interacciones principales y secundarias que se producen entre todos ellos (Figura
219), siendo el modelo propuesto de gestión que precisan las instalaciones deportivas para cumplir
con los requisitos de seguridad.
Se han integrado los documentos organizativos asociados a la gestión de los cinco ámbitos o áreas
de seguridad que afectan a una instalación deportiva en base a los cinco Grupos de Riesgo,
organizados en niveles y subniveles de gestión en documentos de aplicación de ámbito superior
público-privados (Figura 236), siendo el modelo propuesto de integración de la gestión con los
ámbitos superiores público-privados, que precisan las instalaciones deportivas para cumplir con
los requisitos de seguridad.
La segunda línea de investigación requería investigar qué riesgos afectan a las instalaciones deportivas
pretendiendo conocer qué riesgos afectan a cada ámbito o área de la seguridad de una instalación deportiva
717
Capítulo 7. Conclusiones
y qué documentación se relaciona con la responsabilidad asociada a los mismos (derivando de ella se
encuentran el primer, quinto y sexto objetivo), sobre la misma, en el presente estudio se ha concluido que:
Se han identificado cinco Catálogos de Riesgos, uno de cada uno de los cinco Grupos de Riesgo
que conformaban los ámbitos o áreas de la seguridad que afectan a una instalación deportiva, con
un total de 54 riesgos descritos mediante un definición (Figura 58), siendo los riesgos concretos
que afectan a cada ámbito o área de la seguridad de una instalación deportiva.
Se han identificado los documentos organizativos asociados a cada uno de los cinco ámbitos o
áreas de la seguridad que afectan a una instalación deportiva en base a los cinco Grupos de Riesgo,
descritos mediante una definición (Figura 57), siendo la documentación relacionada con la
responsabilidad asociada a los riesgos que afectan a las instalaciones deportivas.
Se ha identificado que los documentos organizativos asociados a cada uno de los cinco ámbitos o
áreas de la seguridad que afectan a una instalación deportiva en base a los cinco Grupos de Riesgo,
de obligado cumplimiento en el objeto de estudio (Centros Deportivos Municipales (CDM) del
Ayuntamiento de Madrid) son: el Plan de Autoprotección y el Plan de Actuación ante Emergencias
según la Norma Básica de Autoprotección (RD 393, 2007; RD 1468, 2008) y el Libro del Edificio
según la Ley de Ordenación de la edificación (Ley 38, 1999; Ley 2, 1999; Decreto 349, 1999)
asociados al Grupo de Riesgo 2 “Riesgos de Daños Colectivos por situaciones de Emergencia” (2º
ámbito o área); el Documento de Seguridad de Datos de Carácter Personal según la Ley de
Protección de Datos (Ley 15, 1999; RD 1720, 2007) asociado al Grupo de Riesgo 4 “Riesgos de
Daños para los Derechos de los Concurrentes” (4º ámbito o área) y; el Plan de Prevención de
Riesgos Laborales según la Ley de Prevención de Riesgos Laborales (Ley 31, 1995; Ley 54, 2003;
Ley 25, 2009; RD 39, 1997; RD 337, 2010) asociado al Grupo de Riesgo 5 “Riesgos Laborales”
(5º ámbito o área). Por el contrario los documentos Plan de Seguridad, asociado al Grupo de Riesgo
1 “Riesgos de Daños por Actos Antisociales” (1º ámbito o área) y Plan de Actuación ante
Urgencias Sanitarias, este último debiendo integrarse en el Plan de Emergencias Sanitarias,
asociado al Grupo de Riesgo 3 “Riesgos de Daños Individuales por Accidentes” (3º ámbito o área),
no están incluidos en el objeto de estudio como documentos de obligado cumplimiento.
Se ha constatado que los Centros Deportivos Municipales (CDM) del Ayuntamiento de Madrid
carecen de Plan de Seguridad, de Plan de Emergencias Sanitarias (si disponen de Protocolo de
Actuación ante Urgencias Sanitarias siendo únicamente una parte del Plan de Emergencias
Sanitarias) y de Plan de Seguridad de Información/Cibernética y, disponen del resto de
documentos organizativos asociados a los Grupos de Riesgo que conformaban los ámbitos o áreas
de la seguridad que afectan a una instalación deportiva.
La tercera línea de investigación requería investigar la normativa y la legislación que pueda afectar a las
instalaciones deportivas desde el punto de vista de la seguridad pretendiendo ordenar y clasificar la misma
a través de los ámbitos y riesgos investigados que afecten a una instalación deportiva para facilitar su acceso
y aplicación (derivando de ella se encuentra el primer objetivo), sobre la misma, en el presente estudio se
ha concluido que:
718
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Se han identificado cinco Estructuras Normativas, una para cada uno de los cinco Grupos de
Riesgo que conformaban los ámbitos o áreas de la seguridad que afectan a una instalación
deportiva, con un total de 33 epígrafes de ordenación, descritos mediante una definición (Figura
59), siendo las estructuras que abarcan y engloban los cinco Catálogos de Riesgos para delimitar
la normativa con la que relacionar sus 54 riesgos identificados.
Se dispone de una Recopilación Normativa con un total de 630 Documentos Normativos
pertenecientes a 29 tipos de Documentos Normativos diferentes, organizada en cinco tablas, una
por cada uno de los cinco Grupos de Riesgo que conformaban los ámbitos o áreas de la seguridad
que afectan a una instalación deportiva, conteniendo cada una su Catálogo de Riesgos y su
Estructura Normativa con la legislación asociada de referencia en tres niveles de ordenación (tres
administraciones territoriales referentes a los ámbitos estatal (España), autonómico (Comunidad
de Madrid y local (Ayuntamiento de Madrid)), (Anexo A), siendo la normativa y la legislación
que afecta a las instalaciones deportivas desde el punto de vista de la seguridad.
El análisis de los 630 Documentos Normativos que componen la Recopilación Normativa en
relación a los tres ámbitos territoriales en donde se ubican, muestran que el ámbito estatal dispone
de 470 Documentos Normativos de los 630 totales (74,6%), el ámbito autonómico dispone de 98
Documentos Normativos de los 630 totales (15,6%) y el ámbito local dispone de 62 Documentos
Normativos de los 630 totales (9,8%), (Tabla 32).
El análisis de los 630 Documentos Normativos que componen la Recopilación Normativa en
relación a las cinco tablas en las que se organiza, una por cada uno de los cinco Grupos de Riesgo
que conformaban los ámbitos o áreas de la seguridad que afectan a una instalación deportiva,
muestra que hay 63 Documentos Normativos incluidos en la Recopilación Normativa del Grupo
de Riesgo 1 “Riesgos de Daños por Actos Antisociales”, 138 Documentos Normativos incluidos
en la Recopilación Normativa del Grupo de Riesgo 2 “Riesgos de Daños Colectivos por
situaciones de Emergencia”, 113 Documentos Normativos incluidos en la Recopilación Normativa
del Grupo de Riesgo 3 “Riesgos de Daños Individuales por Accidentes”, 96 Documentos
Normativos incluidos en la Recopilación Normativa del Grupo de Riesgo 4 “Riesgos de Daños
para los Derechos de los Concurrentes” y, 223 Documentos Normativos incluidos en la
Recopilación Normativa del Grupo de Riesgo 5 “Riesgos Laborales”.
Se ha constatado que los Centros Deportivos Municipales (CDM) del Ayuntamiento de Madrid
carecen de registros de incidentes y/o de bases de datos de los mismos.
La cuarta línea de investigación requería investigar la relación de los/las responsables de las instalaciones
deportivas con la gestión de la seguridad, analizando la que tienen los/las responsables de las instalaciones
a analizar mediante la aplicación de un cuestionario desarrollado para tal fin (derivando de ella se
encuentran el segundo y cuarto objetivo), sobre la misma, en el presente estudio se ha concluido que:
719
Capítulo 7. Conclusiones
otorgaron la segunda puntuación más alta indicando que es un aspecto muy importante con mayor
peso que el resto de aspectos que conforman la gestión deportiva, cubriendo entre ambas
respuestas un porcentaje acumulado superior al 90%, completado con un 9,1% que indicaron que
era un aspecto importante, con la misma importancia que los otros aspectos que conforman la
gestión deportiva (la moda y la mediana coincidieron con la puntuación 5 que identificaba la
seguridad como un aspecto fundamental básico en la gestión deportiva, siendo la máxima
puntuación que se podía otorgar, mientras que su promedio se situó en una puntuación de 4,55).
El 18,2% de los/las gestores/as deportivos/as encuestados/as piensan que su instalación es segura
y el 77,2% piensan que no lo es (el 4,5% restante hasta alcanzar el cien por cien de las respuestas,
procedente de las respuestas negativas sin fundamentación se descartó al no poder acumularse de
forma objetiva a las respuestas positivas o negativas).
El 81,8% de los/las gestores/as deportivos/as encuestados/as indican que disponen de sistemas,
servicios y/o medidas de seguridad determinados por los órganos correspondientes de la
Administración Local y de la policía de la Comunidad Autónoma y el 18,2% indican que no
disponen de los mismos.
El 59,1% de los/las gestores/as deportivos/as encuestados/as no conocen ni disponen de la
normativa y legislación de aplicación en seguridad y el 40,9% tienen un conocimiento segmentado
a uno o dos ámbitos, recordando que se dividieron en cinco los ámbitos o áreas de la seguridad
que afectaban a una instalación deportiva, corroborando que dicho conocimiento es parcial e
insuficiente.
El 68,2% de los/las gestores/as deportivos/as encuestados/as no conocen ni disponen de
herramientas para gestionar la seguridad y el 31,8% tiene un conocimiento y disposición
segmentado al ámbito físico o al ámbito organizativo, corroborando que dicho conocimiento y
disposición es parcial e insuficiente.
El 77,3% de los/las gestores/as deportivos/as encuestados/as no disponen de formación específica
en seguridad y el 22,7% dispone de formación en seguridad sin ser reglada, habilitante o de
posgrado así como no específica y global, corroborando que dicha formación es incompleta,
parcial o insuficiente.
El 86,4% de los/las gestores/as deportivos/as encuestados/as creyeron conveniente recibir
formación específica en seguridad para la gestión de su instalación, mostrando predisposición
futura, y el 13,6% no lo creyó conveniente.
La quinta línea de investigación requería investigar la elaboración de una herramienta para poder gestionar
los riesgos de las instalaciones deportivas desarrollando una herramienta para poder realizar un Estudio de
Riesgos en los Centros Deportivos Municipales (CDM) del Ayuntamiento de Madrid como eje central de
la investigación (derivando de ella se encuentran el segundo, quinto, sexto y séptimo objetivo), sobre la
misma, en el presente estudio se ha concluido que:
Se ha desarrollado una Herramienta para realizar Estudios de Riesgos y para Identificar Medidas
de Seguridad contra dichos riesgos en Instalaciones Deportivas (Anexo 1), con la que analizar y
720
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
evaluar mediante la metodología Mosler, 284 riesgos identificados asociados a Riesgos de Daños
por Actos Antisociales e, identificar la disponibilidad de 1624 medidas de seguridad para
minimizar, reducir o eliminar los riesgos evaluados, dotando así al sector deportivo de una
Herramienta específica para la gestión de la seguridad.
La Herramienta para realizar Estudios de Riesgos y para Identificar Medidas de Seguridad contra
dichos riesgos en Instalaciones Deportivas, fue validada por un grupo multidisciplinar de 20
expertos nacionales de los ámbitos público y privado con una amplia experiencia (Anexo D).
Se realizó un Estudio de Riesgos en 26 Centros Deportivos Municipales (CDM) situados de forma
homogénea en el mapa, incluyendo todas las tipologías de instalación siendo una muestra
representativa del total, pertenecientes a 13 distritos de 19 posibles logrando un porcentaje
aproximado del 70%, mediante la autorización previa de cada uno. El Estudio de Riesgos se limitó
a los riesgos pertenecientes a los Documentos Organizativos de los que carecían para que no se
produjesen duplicidades, limitándose a los Riesgos de Daños por Actos Antisociales (1º ámbito o
área de la seguridad que afecta a una instalación deportiva) así como los asociados de estos a los
otros cuatro ámbitos o áreas de la seguridad que afectan a una instalación deportiva, al no disponer
de Plan de Seguridad, aplicándose de forma íntegra en cada Centro Deportivo Municipal (CDM)
la Herramienta para realizar Estudios de Riesgos y para Identificar Medidas de Seguridad contra
dichos riesgos en Instalaciones Deportivas.
Se han identificado los principales riesgos que afectan a la seguridad global de los 26 Centros
Deportivos Municipales (CDM) analizados, mediante la configuración de siete listados de riesgos
obtenidos en base a distintas premisas:
· Cuatro listados con cuatro criterios directos de ordenación (un ordenamiento descendente en base
al porcentaje de riesgo muy elevado en que se situó cada riesgo en los 26 CDM (Tabla 79, Tabla
80 y Anexo H), un ordenamiento descendente en base al sumatorio de los riesgos elevados y muy
elevados en que se situó cada riesgo en los 26 CDM (Tabla 82, Tabla 83 y Anexo I), un
ordenamiento descendente en base al porcentaje de riesgo total teniendo en cuenta todos los
porcentajes de riesgos (muy elevados, elevados, medios, reducidos y muy reducidos) en base a un
coeficiente multiplicador para cada tipo en los 26 CDM (Tabla 85, Tabla 86 y Anexo J) y, un
ordenamiento descendente en base a la media total que obtuvo cada riesgo en los 26 CDM (Tabla
87, Tabla 88 y Anexo K).
· Y, tres listados con las posiciones intermedias derivadas de diversos cruces de los cuatro primeros
listados con los cuatro criterios directos de ordenación (un ordenamiento descendente en base a la
posición intermedia que obtuvo cada riesgo en el primer y segundo listado que hacían referencia
al primer y segundo criterio directo de ordenación (Tabla 91, Tabla 92 y Anexo L), un
ordenamiento descendente en base a la posición intermedia que obtuvo cada riesgo en el quinto y
tercer listado que hacían referencia a la media de las posiciones del primer y segundo criterio
directo de ordenación y el tercer criterio directo de ordenación (Tabla 94, Tabla 95 y Anexo M) y,
un ordenamiento descendente en base a la posición intermedia que obtuvo cada riesgo en el quinto
y tercer listado que hacían referencia a la media de las posiciones del primer y segundo criterio
directo de ordenación y el cuarto criterio directo de ordenación (Tabla 97, Tabla 98 y Anexo N)).
721
Capítulo 7. Conclusiones
Los riesgos que afectan de forma global, conjuntamente en los cuatro criterios directos de
ordenación, a la seguridad global de los 26 Centros Deportivos Municipales (CDM) se
corresponden con 13 expresiones formales de riesgo al situarse dentro de las veinticinco primeras
posiciones de los cuatro listados que hacían referencia a los cuatro criterios directos de ordenación.
Los riesgos que afectan de forma global, mediante cruces de los cuatro criterios directos de
ordenación, a la seguridad global de los 26 Centros Deportivos Municipales (CDM) se
corresponden con 15 expresiones formales de riesgo al situarse dentro de las veinticinco primeras
posiciones del primer y segundo listado que hacían referencia al primer y segundo criterio directo
de ordenación (Tabla 90), con 21 expresiones formales de riesgo al situarse dentro de las
veinticinco primeras posiciones del quinto y tercer listado que hacían referencia a la media de las
posiciones del primer y segundo criterio directo de ordenación y el tercer criterio directo de
ordenación (Tabla 93) y, con 18 expresiones formales de riesgo al situarse dentro de las veinticinco
primeras posiciones del quinto y cuarto listado que hacían referencia a la media de las posiciones
del primer y segundo criterio directo de ordenación y el cuarto criterio directo de ordenación
(Tabla 96).
Los riesgos que afectan de forma global, conjuntamente en los cuatro criterios directos de
ordenación y sus cruces, a la seguridad global de los 26 Centros Deportivos Municipales (CDM)
se corresponden con 24 expresiones formales de riesgo al situarse dentro de las quince primeras
posiciones de al menos uno de los siete listados.
Se ha identificado que existen grandes diferencias demográficas y socioeconómicas (apoyadas en
veinticuatro indicadores analizados, nueve demográficos asociados a la tipología de distrito y
quince socioeconómicos asociados al perfil de los habitantes de cada distrito) que influyen en los
distintos distritos dotándoles de grandes diferencias (no se requirió configurar el perfil de cada
distrito ni asociar perfiles a ubicaciones, sino que se analizaron como posibles características de
los distritos que pueden incidir en el perfil de sus habitantes y por ende de los potenciales usuarios
de los centros deportivos que dispongan) afectando, junto a otros posibles factores, a que las
expresiones formales de riesgo obtengan puntuaciones distintas en los distintos Centros
Deportivos Municipales (CDM).
Los ocho Centros Deportivos Municipales (CDM) con mayores porcentajes de riesgos elevados y
muy elevados, con mayores puntuaciones medias de todos los riesgos obtenidas y, con mayor
posición intermedia de ambos, se sitúan en los distritos de Puente de Vallecas, Villaverde, Villa
de Vallecas, Moratalaz, Latina y Vicálvaro (Tabla 127, Tabla 128, Tabla 130, Figura 213, Figura
214, Figura 215 y Figura 216). Como posibles factores que pueden incidir en estos resultados junto
a otros, se han identificado dieciséis indicadores relevantes (cuatro indicadores demográficos
asociados a la tipología de distrito y doce indicadores socioeconómicos asociados al perfil de los
habitantes de cada distrito) que configuran un perfil social de población con pocos recursos que
puede asociarse en algún sub segmento a mayores niveles de conflictividad y por ende repercutir
en ese mayor nivel de riesgos por actos antisociales. Todos comparten la particularidad de disponer
de piscinas de verano como nexo común, situándose además en las primeras posiciones los Centros
Deportivos Municipales (CDM) ubicados más al sur.
722
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Todos los Centros Deportivos Municipales (CDM) con piscinas de verano (nueve) ocupan las
primeras posiciones en base a la media de las posiciones que ostentan en el listado de ordenación
en base a sus porcentajes de riesgos elevados y muy elevados y en el listado de ordenación en base
a sus puntuaciones medias de todos los riesgos (Tabla 130), dicha peculiaridad se indica como
elemento común fundamental para situar un CDM en porcentajes altos de riesgos elevados y muy
elevados y puntuaciones medias altas de todos los riesgos, ascendiendo las mismas contra más al
sur se ubiquen. Como posibles factores que pueden incidir en estos resultados junto a otros, se han
identificado: proximidad de barrios con mayores niveles de exclusión social, de asentamientos
marginales ilegales actualmente casi erradicados y de zonas de realojo de la población procedente
de dichos asentamientos marginales ilegales; precios de las entradas a las piscinas de verano
inferiores a los precios de las piscinas públicas gestionadas por la Comunidad de Madrid y a los
de naturaleza privada siendo las opciones más viables para el perfil social discutido y;
características propias de las piscinas con deficiencias en seguridad favoreciendo un clima
negativo e impune.
Se ha identificado que sólo el 30% de los Centros Deportivos Municipales (CDM) del
Ayuntamiento de Madrid con las mayores puntuaciones medias de los riesgos identificados y con
mayores porcentajes de riesgos elevados y muy elevados, tienen un mayor porcentaje de
disposición de las medidas de seguridad filtradas (se corresponden con las 66 medidas de
seguridad que conforman el grado de seguridad óptimo genérico del Estudio de Riesgos
efectuado), observando que no hay una correlación directamente proporcional debido a que, aun
siendo los distritos de forma individual los competentes en materia de gestión de cada CDM, todos
disponen de una serie de ausencia de medias de seguridad muy reseñables a nivel general
corporativo al tener una política de gestión común, por lo tanto los CDM con riesgos más altos o
con mayores puntuaciones medias se ven más afectados. Además como se ha identificado los
CDM con riesgos más altos o con mayores puntuaciones medias son instalaciones de un gran
tamaño con piscinas de verano y múltiples espacios, precisando un esfuerzo económico añadido
por sus dimensiones y características, que dificultan aún más revertir esta tendencia.
Se ha identificado que sólo el 30% de los Centros Deportivos Municipales (CDM) del
Ayuntamiento de Madrid con las mayores puntuaciones medias de los riesgos identificados y con
mayores porcentajes de riesgos elevados y muy elevados superaron la media del porcentaje de
disposición de las medidas de seguridad filtradas (se corresponden con las 66 medidas de
seguridad que conforman el grado de seguridad óptimo genérico del Estudio de Riesgos efectuado)
de todos los CDM analizados, mientras que con un porcentaje superior (37%) el resto de CDM la
superó; sólo el 50% de esos CDM superaron o igualaron dicha media, mientras que con un
porcentaje superior (68%) el resto de CDM la superó o igualó y; el 50% de esos CDM no superaron
ni igualaron dicha media, mientras que con un porcentaje menor (31%) el resto de CDM no la
igualó ni la superó (Figura 217).
Se ha identificado que el 100% de los 26 Centros Deportivos Municipales (CDM) analizados en
el Estudio de Riesgos no disponen de las medidas a adoptar para gestionar los riesgos identificados
en el mismo, debido a que el cien por cien de estos CDM se situaron por debajo del 50% de
723
Capítulo 7. Conclusiones
disposición (dicho 50% se consideró el porcentaje mínimo a disponer para así considerarlo) de las
medidas de seguridad filtradas (se corresponden con las 66 medidas de seguridad que conforman
el grado de seguridad óptimo genérico del Estudio de Riesgos efectuado). No hubo ningún CDM
que se situase por debajo del 30% de disposición, aproximadamente un 40% de los CDM
analizados se situaron por debajo del 35% de disposición, más del 80% de los CDM analizados se
situaron por debajo del 40% de disposición, menos de un 20% de los CDM analizados se situaron
entre el 40% y el 45% de disposición y ninguno superó el 45% (Figura 218).
Se ha identificado que el grado de seguridad óptimo genérico del Estudio de Riesgos efectuado se
cumple disponiendo de 66 medidas de seguridad (consideradas las más importantes de las 1624
medidas de seguridad identificadas, por eliminar o minimizar los riesgos que encabezaban los siete
listados elaborados en la primera parte del análisis del Estudio de Riesgos y mantener la globalidad
de cobertura de riesgos en torno al catálogo de doce puntos de daños por actos antisociales así
como los asociados a estos de los otros cuatro ámbitos o áreas de seguridad que afectan a una
instalación deportiva) (Anexo P), considerándose un grado de seguridad óptimo genérico, global
para los cinco ámbitos y, específico del primero “Riesgos de Daños por Actos Antisociales”. Sobre
las mismas se ha identificado que:
· Existen 15 medidas de seguridad (23%) en todos los CDM analizados, 27 medidas de seguridad
(41%) sólo en algunos de los CDM analizados y 24 medidas de seguridad (36%) que no existe en
ninguno de los CDM analizados.
· Existen 22 medidas de seguridad (33%) de forma global (estableciendo como referencia superar
el 50% de disposición) en los CDM analizados, bajo la premisa de que todas las medidas de
seguridad cobran la misma importancia, es considerado un grado de seguridad bajo, traducido en
una disposición de una tercera parte del total.
· Las principales causas que determinan que hayan medidas de seguridad presentes en todos los
CDM se corresponden con ser instalaciones gestionadas por una misma corporación
(Ayuntamiento de Madrid) con una Dirección General de Deportes (DGD) común disponiendo así
de medidas organizativas comunes a todos; que hayan medidas de seguridad presentes en
determinados CDM, tener las competencias de gestión de cada CDM de forma individualizada
cada uno de los distritos disponiendo así de medidas concretas particulares en cada CDM y; que
hayan medidas de seguridad no presentes en ningún CDM, falta de actualización e inversión a
nivel corporativo precisando medidas comunes a todos y concretas particulares en cada CDM.
58 medidas de seguridad (88%) deberían disponerse en todos los CDM indistintamente de sus
características, ubicación, tamaño, niveles de riesgos medios, porcentajes de riesgos elevados y
muy elevados etc. y; 8 medidas de seguridad (12%), deberían disponerse sólo en función de
necesidades específicas.
· Todos los CDM analizados en el Estudio de Riesgos tienen la necesidad de cumplir de forma
íntegra con el grado de seguridad óptimo genérico del Estudio de Riesgos efectuado, debido a que
ninguno supera el 50% de disposición de las medidas de seguridad filtradas, debiendo ampliarse
en aquellos CDM con piscinas de verano (debido a que ostentan las mayores puntuaciones medias
de los riesgos identificados y los mayores porcentajes de riesgos elevados y muy elevados y, solo
724
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
un 30% de los mismos se sitúan en las primeras posiciones de los CDM con mayores porcentajes
de disposición de medidas de seguridad), a un grado de seguridad óptimo específico, aplicando la
“Herramienta para realizar Estudios de Riesgos y para Identificar Medidas de Seguridad contra
dichos riesgos en Instalaciones Deportivas” de forma íntegra, supeditándose en ambos casos al
Plan de Seguridad de la instalación.
Derivado del grado de seguridad bajo que tienen los CDM analizados (disponen de una tercera
parte del total de las medidas de seguridad consideradas más importantes con las que cumplir el
grado de seguridad óptimo genérico del Estudio de Riesgos efectuado) y de la heterogeneidad de
disposición de medidas de seguridad (un 41% de las medidas de seguridad consideradas más
importantes con las que cumplir el grado de seguridad óptimo genérico del Estudio de Riesgos
efectuado se disponen sólo en algunos de los CDM analizados), se ha identificado la necesidad de
homogeneización y centralización de los grados de seguridad y los porcentajes de disposición de
medidas de seguridad en los diversos CDM a través de un departamento específico creado para tal
fin. La gestión de la seguridad ha de estar centralizada desde un departamento único liderado por
un director de seguridad dentro de un departamento de seguridad y no desde la Dirección General
de Deportes (DGD) para un área concreta y desde el distrito para otras, puesto que de esta forma
se pierde la homogeneización de las medidas de seguridad y con ello la del grado de seguridad al
atender a diversos criterios individualizados en cada distrito.
La finalidad última de la investigación requería elaborar un modelo de Plan de Seguridad como documento
que garantice la misma en una instalación deportiva (derivando de ella se encuentra el octavo objetivo,
objetivo principal y final de la investigación), sobre la misma, en el presente estudio se ha concluido que:
Expresadas las conclusiones propias del estudio realizado, a continuación se expresan las
conclusiones finales derivadas del mismo.
725
Capítulo 7. Conclusiones
Al igual que las conclusiones propias del estudio, las finales derivadas del mismo, se van a
presentar siguiendo las líneas de investigación que se propusieron:
La primera línea de investigación requería investigar cuáles son los requisitos de seguridad de las
instalaciones deportivas pretendiendo conocer todos los ámbitos o áreas de la seguridad a la que se ve
afectada una instalación deportiva (derivando de ella se encontraban el primer, tercer, sexto y séptimo
objetivo), sobre la misma, en el presente estudio se ha concluido que:
Se ha identificado que la gestión integral de la seguridad en una instalación deportiva para tener
un grado de seguridad óptimo se pueda realizar siguiendo la estructura indicada en la Figura 236
Inclusión de los documentos gestores asociados a los ámbitos de la seguridad que afectan a una
instalación deportiva en base a grupos de riesgo, expresados en niveles de ordenación, en los
documentos de aplicación de ámbito superior público-privados. En un primer y segundo nivel de
ordenación precisa disponer de los cinco documentos gestores de los cinco ámbitos o áreas de la
seguridad que afectan a una instalación deportiva en base a grupos de riesgo adaptados y
específicos a cada instalación, interrelacionándolos. En un siguiente nivel de ordenación, primer
ámbito superior, precisa integrar de forma específica en cada instalación todos sus documentos
gestores en uno único, denominado Plan Integral de Seguridad, entendido como el Plan central de
seguridad de la instalación que aúna todos los documentos gestores de los cinco ámbitos de la
seguridad que afectan a una instalación deportiva de un mismo centro/instalación. Dentro del
mismo nivel de ordenación, en un siguiente nivel de ámbito superior, precisa integrarse en el Plan
Director de Seguridad entendido como el Plan central de seguridad del operador que aúna los
distintos Planes Integrales de Seguridad de cada centro/instalación en caso de disponer de más de
una. Finalmente continuando en el mismo nivel de ordenación, este documento podrá precisar de
coordinarse con otros documentos de aplicación de ámbito superior de carácter público.
La segunda línea de investigación requería investigar qué riesgos afectan a las instalaciones deportivas
pretendiendo conocer qué riesgos afectan a cada ámbito o área de la seguridad de una instalación deportiva
y qué documentación se relaciona con la responsabilidad asociada a los mismos (derivando de ella se
encontraban el primer, quinto y sexto objetivo), sobre la misma, en el presente estudio se ha concluido que:
La gestión de los diferentes documentos organizativos de los cinco ámbitos o áreas de la seguridad
que afectan a una instalación deportiva (Figura 219), ha de hacerse:
· Mediante niveles y subniveles de ordenación en virtud de la importancia y complejidad de dichos
documentos. El primer nivel de ordenación (ámbito superior) sitúa al primer documento de
aplicación de ámbito superior en donde se deben integrar todos los documentos gestores
denominado Plan Integral de Seguridad (a su vez se integrará en el mismo nivel de ordenación en
el Plan Director de Seguridad y éste en otros documentos de aplicación de ámbito superior de
carácter público en caso de precisarse). El segundo nivel de ordenación (nivel 1), sitúa en un
726
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
subnivel uno (Sn1) al Plan de Seguridad como documento organizativo que gestiona el ámbito de
la seguridad asociado al Grupo de Riesgo 1 “Riesgos de Daños por Actos Antisociales” (1º ámbito
o área), sitúa en un subnivel dos (Sn2) al Plan de Autoprotección, al Plan de Actuación ante
Emergencias y al Libro del Edificio como documentos organizativos que gestionan el ámbito de
la seguridad asociado al Grupo de Riesgo 2 “Riesgos de Daños Colectivos por situaciones de
Emergencia” (2º ámbito o área) y, sitúa en un subnivel tres (Sn3) al Plan de Prevención de Riesgos
Laborales como documento gestor del ámbito de la seguridad asociado al Grupo de Riesgo 5
“Riesgos Laborales” (5º ámbito o área). Y, el tercer nivel de ordenación (nivel 2), sitúa en un
subnivel uno (Sn1) al Plan de Seguridad de Información / Cibernética y al Documento de
Seguridad de Datos de Carácter Personal como documentos gestores del ámbito de la seguridad
asociado al Grupo de Riesgo 4 “Riesgos de Daños para los Derechos de los Concurrentes” (4º
ámbito o área) y, sitúa en un subnivel 2 (Sn2) al Plan de Emergencias Sanitarias como documento
gestor del ámbito de la seguridad asociado al Grupo de Riesgo 3 “Riesgos de Daños individuales
por Accidentes” (3º ámbito o área).
· Mediante interacciones principales y secundarias producidas entre ellos. El Plan de Seguridad
como documento organizativo que gestiona el ámbito de la seguridad asociado al Grupo de Riesgo
1 “Riesgos de Daños por Actos Antisociales” (1º ámbito o área), tiene una interacción principal
ascendente con el Plan Integral de Seguridad, una interacción principal descendente con el Grupo
de Riesgo 4 y sus documentos asociados y tres interacciones secundarias con los Grupos de Riesgo
2, 3 y 5 y sus documentos asociados. El Plan de Autoprotección, el Plan de Actuación ante
Emergencias y el Libro del Edificio como documentos organizativos que gestionan el ámbito de
la seguridad asociado al Grupo de Riesgo 2 “Riesgos de Daños Colectivos por situaciones de
Emergencia” (2º ámbito o área), tienen una interacción principal ascendente con el Plan Integral
de Seguridad, dos interacciones principales descendentes con los Grupos de Riesgo 3 y 4 y sus
documentos asociados y una interacción secundaria con el Grupo de Riesgo 1 y su documento
asociado. El Plan de Emergencias Sanitarias como documento gestor del ámbito de la seguridad
asociado al Grupo de Riesgo 3 “Riesgos de Daños individuales por Accidentes” (3º ámbito o área),
tiene dos interacciones principales ascendentes con el Plan Integral de Seguridad y con el Grupo
de Riesgo 2 y sus documentos asociados y tres interacciones secundarias con los Grupos de Riesgo
1, 4 y 5 y sus documentos asociados. El Plan de Seguridad de Información / Cibernética y el
Documento de Seguridad de Datos de Carácter Personal como documentos gestores del ámbito de
la seguridad asociado al Grupo de Riesgo 4 “Riesgos de Daños para los Derechos de los
Concurrentes” (4º ámbito o área), tiene cuatro interacciones principales ascendentes con el Plan
Integral de Seguridad y con los Grupos de Riesgo 1, 2 y 5 y sus documentos asociados y una
interacción secundaria con el Grupo de Riesgo 3 y su documento asociado. Y, el Plan de
Prevención de Riesgos Laborales como documento gestor del ámbito de la seguridad asociado al
Grupo de Riesgo 5 “Riesgos Laborales” (5º ámbito o área), tiene una interacción principal
ascendente con el Plan Integral de Seguridad, una interacción principal descendente con el Grupo
de Riesgo 4 y sus documentos asociados y dos interacciones secundarias con los Grupos de Riesgo
1 y 3 y sus documentos asociados.
727
Capítulo 7. Conclusiones
· Y, mediante anexos que cumplimentan a los mismos. El Plan de Seguridad como documento
organizativo que gestiona el ámbito de la seguridad asociado al Grupo de Riesgo 1 “Riesgos de
Daños por Actos Antisociales” (1º ámbito o área), debe incluir un anexo T (Terrorismo),
analizando en profundidad en el Estudio de Riesgos los riesgos derivados de actos terroristas
debido al escenario actual internacional en el que se sitúa España de nivel cuatro de alerta
terrorista. El Plan de Autoprotección, el Plan de Actuación ante Emergencias y el Libro del
Edificio como documentos organizativos que gestionan el ámbito de la seguridad asociado al
Grupo de Riesgo 2 “Riesgos de Daños Colectivos por situaciones de Emergencia” (2º ámbito o
área), deben incluir un anexo C (Confinamiento) conteniendo la opción de confinamiento ante
diversos escenarios de igual manera que se contempla la opción de evacuación. El Plan de
Emergencias Sanitarias como documento gestor del ámbito de la seguridad asociado al Grupo de
Riesgo 3 “Riesgos de Daños individuales por Accidentes” (3º ámbito o área), debe incluir un anexo
P.A (Protocolos Asociados) siendo un Protocolo de Actuación ante Urgencias Sanitarias y un
anexo M.R (Manual de Referencia) siendo manuales de referencia para hacer frente a las mismas.
El Plan de Seguridad de Información / Cibernética y el Documento de Seguridad de Datos de
Carácter Personal como documentos gestores del ámbito de la seguridad asociado al Grupo de
Riesgo 4 “Riesgos de Daños para los Derechos de los Concurrentes” (4º ámbito o área), deben
incluir un anexo S.I (Seguridad de Información) y un anexo S.C (Seguridad Cibernética), debiendo
integrarse junto con el Documento de Seguridad de Datos de Carácter Personal. Y, el Plan de
Prevención de Riesgos Laborales como documento gestor del ámbito de la seguridad asociado al
Grupo de Riesgo 5 “Riesgos Laborales” (5º ámbito o área), debe incluir un anexo P.A (Protocolos
Asociados) siendo tres protocolos específicos como son: protocolos de agresiones físicas, de acoso
laboral y, de acoso sexual y acoso por razón de sexo.
Las estructuras de los documentos organizativos que gestionan los cinco ámbitos o áreas de la
seguridad que afectan a una instalación deportiva deberán seguir los siguientes esquemas de
contenidos: el Plan de Seguridad como documento organizativo que gestiona el ámbito de la
seguridad asociado al Grupo de Riesgo 1 “Riesgos de Daños por Actos Antisociales” (1º ámbito
o área) el esquema de contenidos de la Tabla 134. El Plan de Autoprotección, el Plan de Actuación
ante Emergencias y el Libro del Edificio como documentos organizativos que gestionan el ámbito
de la seguridad asociado al Grupo de Riesgo 2 “Riesgos de Daños Colectivos por situaciones de
Emergencia” (2º ámbito o área) el esquema de contenidos de la Tabla 14, según el Anexo II del
RD 393 (2007) para el Plan de Autoprotección, conteniendo en su capítulo 6º los contenidos del
Plan de Actuación ante Emergencias y, los contenidos indicados en el artículo 3 del Decreto 349
(1999) para el Libro del Edificio. El Plan de Emergencias Sanitarias como documento gestor del
ámbito de la seguridad asociado al Grupo de Riesgo 3 “Riesgos de Daños individuales por
Accidentes” (3º ámbito o área) el esquema de contenidos de la Tabla 135. El Plan de Seguridad
de Información / Cibernética y el Documento de Seguridad de Datos de Carácter Personal como
documentos gestores del ámbito de la seguridad asociado al Grupo de Riesgo 4 “Riesgos de Daños
para los Derechos de los Concurrentes” (4º ámbito o área) los contenidos indicados en el artículo
88 del RD 1720 (2007) para el Documento de Seguridad de Datos de Carácter Personal (no se han
728
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
La tercera línea de investigación requería investigar la normativa y la legislación que pueda afectar a las
instalaciones deportivas desde el punto de vista de la seguridad pretendiendo ordenar y clasificar la misma
a través de los ámbitos y riesgos investigados que afecten a una instalación deportiva para facilitar su acceso
729
Capítulo 7. Conclusiones
y aplicación (derivando de ella se encontraba el primer objetivo), sobre la misma, en el presente estudio se
ha concluido que:
La cuarta línea de investigación requería investigar la relación de los/las responsables de las instalaciones
deportivas con la gestión de la seguridad, analizando la que tienen los/las responsables de las instalaciones
a analizar mediante la aplicación de un cuestionario desarrollado para tal fin (derivando de ella se
encontraban el segundo y cuarto objetivo), sobre la misma, en el presente estudio se ha concluido que:
730
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
mantenimiento del equipamiento y, para pensar que no lo es: el elevado número de incidencias, el
gran tamaño, la antigüedad, la gran cantidad de accesos y el elevado número de usuarios que
tienen, siendo en ambos casos segura sólo en zonas concretas y una seguridad parcial o
segmentada, con lagunas y, mejorable pudiéndose aumentar (obtenido del 73% de los gestores
deportivos que justificaron que su instalación era o no segura).
Los sistemas, servicios y/o medidas de seguridad determinados por los órganos correspondientes
de la Administración Local y de la policía de la Comunidad Autónoma que el/la gestor/a
deportivo/a afirma tener disposición son alarmas de seguridad (un 45,4% del 81% que indicaron
disponer de los mismos) y vigilancia privada de seguridad (un 13,6% del 81% que indicaron
disponer de los mismos), (obtenido del 81,8% de los gestores deportivos que indicaron disponer
de sistemas, servicios y/o medidas de seguridad determinados por los órganos correspondientes
de la Administración Local y de la policía de la Comunidad Autónoma). A su vez hay un
desconocimiento generalizado referente a si disponen o no, de un documento entregado donde se
determine su obligatoriedad o necesidad de disposición y si están conectados o no, a una central
receptora de alarmas.
Los ámbitos normativos de los que el/la gestor/a deportivo/a afirma tener conocimiento y
disposición son la normativa interna, el Plan de Autoprotección y el Plan de Prevención de Riesgos
Laborales, siendo siempre un conocimiento parcial o segmentado respecto al conocimiento global
normativo que debe tener (obtenido del 40,9% de los gestores deportivos que indicaron conocer y
disponer de la normativa y legislación de aplicación en seguridad), situando como una causa la
falta de actualización.
Las herramientas de las que el/la gestor/a deportivo/a afirma tener conocimiento y disposición son
el Plan de evacuación y protocolos pertenecientes al ámbito organizativo y, alarmas, vigilancia
privada o policía pertenecientes al ámbito físico, siendo siempre un conocimiento y disposición
parcial e insuficiente al estar segmentado en relación a las herramientas globales que debe conocer
y disponer (obtenido del 31,8% de los gestores deportivos que indicaron conocer y disponer de
herramientas para la gestión de la seguridad), indicando como causas la falta de medios,
información, coordinación con otros departamentos, inversión o capacidad de influencia.
La formación en materia de seguridad que el/la gestor/a deportivo/a afirma tener se relaciona con
cursos de asistencia sobre todo de Prevención de Riesgos Laborales sin ser formaciones regladas,
habilitantes o de posgrado, no específicas ni globales, siendo siempre una formación incompleta,
parcial e insuficiente (obtenido del 77,3% de los gestores deportivos encuestados que disponían
de formación específica en seguridad), indicando como causas no ser suficiente, tener que ser más
específica o necesitar actualizarla.
Los ámbitos, áreas o aspectos concretos que el/la gestor/a deportivo/a demanda como formación
genérica en seguridad son los relacionados con las instalaciones orientados a la seguridad de los
usuarios de forma rutinaria mediante cursos y actualizaciones y como formación específica en
seguridad los relacionados con normativa y legislación, riesgos y medidas y, protocolos de
aplicación (obtenido del 86,4% de los gestores deportivos encuestados que creyeron conveniente
recibir formación específica en seguridad para la gestión de su instalación), indicando como causas
731
Capítulo 7. Conclusiones
732
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
733
Capítulo 7. Conclusiones
La quinta línea de investigación requería investigar la elaboración de una herramienta para poder gestionar
los riesgos de las instalaciones deportivas desarrollando una herramienta para poder realizar un Estudio de
Riesgos en los Centros Deportivos Municipales (CDM) del Ayuntamiento de Madrid como eje central de
la investigación (derivando de ella se encontraban el segundo, quinto, sexto y séptimo objetivo), sobre la
misma, en el presente estudio se ha concluido que:
734
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
735
Capítulo 7. Conclusiones
736
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
puntos de daños por actos antisociales así como los asociados a estos de los otros cuatro ámbitos
o áreas de seguridad que afectan a una instalación deportiva):
· Tiene una gran aplicabilidad en cualquier tipo de instalación deportiva al ser un grado de
seguridad basado en medidas concretas que aun afectando a los principales riesgos identificados
en el presente objeto de estudio, también tienen una cobertura global en base al catálogo de doce
riesgos, así como una gran facilidad de aplicación al disponer de las mismas sabiendo cuáles han
de disponerse indistintamente de las características propias de la instalación y cuáles dependerán
de las mismas. Por lo tanto este grado de seguridad óptimo genérico se considera que puede ser
un punto de partida de análisis importante en cualquier instalación deportiva, que, siempre deberá
comenzarse con la fase de evaluación de riesgos para ajustarse a las demandas e interpretarse por
una figura experta en la materia para integrarse en el Plan de Seguridad.
· Nunca será aplicable al cien por cien de los CDM ya que, el grado de seguridad óptimo específico
de cada CDM será distinto en cada uno requiriendo un estudio individualizado en función del valor
obtenido en cada riesgo, de las medidas que dispongan en relación a los mismos y del plan de
implementación que hacía referencia al presupuesto económico dentro del Plan de Seguridad.
· Y, puede ampliarse a un grado de seguridad óptimo específico aplicando la “Herramienta para
realizar Estudios de Riesgos y para Identificar Medidas de Seguridad contra dichos riesgos en
Instalaciones Deportivas” de forma íntegra en cualquier instalación deportiva y, en ambos casos
supeditándose al Plan de Seguridad de la instalación.
La finalidad última de la investigación requería elaborar un modelo de Plan de Seguridad como documento
que garantice la misma en una instalación deportiva (derivando de ella se encontraba el octavo objetivo,
objetivo principal y final de la investigación), sobre la misma, en el presente estudio se ha concluido que:
Presentadas todas las conclusiones, se concluye este último capítulo identificando diferentes
trabajos futuros asociados a la gestión de la seguridad en el contexto deportivo, encaminados a seguir
contribuyendo en las líneas de investigación marcadas.
737
Capítulo 7. Conclusiones
Siguiendo el mismo orden que el empleado para presentar las conclusiones propias del estudio y
las finales derivadas del mismo se van a identificar sin detallar diferentes investigaciones futuras
enmarcadas dentro de las líneas de investigación que se propusieron:
La primera línea de investigación requería investigar cuáles son los requisitos de seguridad de las
instalaciones deportivas pretendiendo conocer todos los ámbitos o áreas de la seguridad a la que se ve
afectada una instalación deportiva, sobre la misma, se indican como posibles trabajos futuros:
La segunda línea de investigación requería investigar qué riesgos afectan a las instalaciones deportivas
pretendiendo conocer qué riesgos afectan a cada ámbito o área de la seguridad de una instalación deportiva
y qué documentación se relaciona con la responsabilidad asociada a los mismos, sobre la misma, se indican
como posibles trabajos futuros:
Completar las definiciones de los riesgos de los Catálogos de Riesgos asociados a los Grupos de
Riesgo que afectan a una instalación deportiva (Figura 58) y las estructuras de contenidos de los
Documentos Organizativos que gestionan los cinco ámbitos o áreas de la seguridad que afectan a
una instalación deportiva.
Desarrollar un modelo de Plan Director de Seguridad para instalaciones deportivas que contenga
los distintos epígrafes ordenados de las estructuras de contenidos de los diferentes documentos
organizativos que gestionan los cinco ámbitos o áreas de la seguridad que afectan a una instalación
deportiva.
Conocer qué riesgos afectan a cada ámbito o área de la seguridad de los eventos deportivos y qué
documentación se relaciona con la responsabilidad asociada a los mismos.
Conocer qué riesgos afectan a cada ámbito o área de la seguridad de los grandes estadios
deportivos y qué documentación se relaciona con la responsabilidad asociada a los mismos.
La tercera línea de investigación requería investigar la normativa y la legislación que pueda afectar las
instalaciones deportivas desde el punto de vista de la seguridad pretendiendo ordenar y clasificar la misma
a través de los ámbitos y riesgos investigados que afecten a una instalación deportiva para facilitar su acceso
y aplicación, sobre la misma, se indican como posibles trabajos futuros:
Completar las definiciones de las Estructuras Normativas que abarcan y engloban los Catálogos
de Riesgos asociados a los Grupos de Riesgo que afectan a una instalación deportiva (Figura 59).
Ampliar la Recopilación Normativa de la legislación que afecta a las instalaciones deportivas
desde el punto de vista de la seguridad (Anexo A):
738
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
· A todo el ámbito estatal, con la normativa de otros ámbitos autonómicos y locales del resto del
territorio Español.
· Al ámbito internacional, con la normativa de dicho plano.
Comparar la Recopilación Normativa de la legislación que afecta a las instalaciones deportivas
desde el punto de vista de la seguridad (Anexo A):
· Con los marcos normativos existentes de otros países, para constatar el posicionamiento
normativo Español en materia de seguridad deportiva y establecer un marco normativo de ámbito
internacional óptimo con las distintas aportaciones más significativas de cada marco normativo de
otros países.
· Con la legislación que afecta a los eventos deportivos.
· Y, con la legislación que afecta a los grandes estadios deportivos.
Reforzar la normativa interna del Ayuntamiento de Madrid en relación a la actualización del
Reglamento sobre la Utilización de las Instalaciones y Servicios Deportivos Municipales
extrapolándolo a una normativa autonómica y estatal de obligado cumplimiento en instalaciones
deportivas.
Elaborar un sistema de recogida de incidentes armonizado en todo el territorio Español en un
marco integral.
La cuarta línea de investigación requería investigar la relación de los/las responsables de las instalaciones
deportivas con la gestión de la seguridad, analizando la que tienen los/las responsables de las instalaciones
a analizar mediante la aplicación de un cuestionario desarrollado para tal fin, sobre la misma, se indican
como posibles trabajos futuros:
Ampliar el Cuestionario de Seguridad en Instalaciones Deportivas con una segunda parte que
conforme el perfil del/de la encuestado/a para asociar respuestas a perfiles concretos y, añadir:
· Una segunda parte a la primera pregunta preguntando si son funciones o competencias que las
realice el/la propio/a gestor/a deportivo/a debiéndose ordenar en una escala de importancia
numérica dicha competencia junto con el resto de áreas competenciales o aspectos de gestión que
precise una instalación deportiva.
· Una segunda parte a la segunda pregunta facilitando al encuestado la categorización de la
respuesta, indicando que ítems se deben cumplir para que la instalación se considere segura.
· Y, modificar las preguntas cuarta y quinta parcelando la respuesta diferenciando entre: conocer,
disponer y, aplicar o saber aplicar/tener la capacidad y la forma de aplicar.
Aplicar el Cuestionario de Seguridad en Instalaciones Deportivas a:
· Gestores/as deportivos/as de instalaciones deportivas privadas.
· Gestores/as deportivos de instalaciones deportivas de otras comunidades de España.
· Gestores/as deportivos/as de eventos deportivos (adaptándolo si fuese necesario).
· Y, gestores/as deportivos/as de grades estadios deportivos (adaptándolo si fuese necesario).
739
Capítulo 7. Conclusiones
La quinta línea de investigación requería investigar la elaboración de una herramienta para poder gestionar
los riesgos de las instalaciones deportivas desarrollando una herramienta para poder realizar un Estudio de
Riesgos en los Centros Deportivos Municipales (CDM) del Ayuntamiento de Madrid como eje central de
la investigación, sobre la misma, se indican como posibles trabajos futuros:
Ampliar la Herramienta para realizar Estudios de Riesgos y para Identificar Medidas de Seguridad
contra dichos riesgos en Instalaciones Deportivas (Anexo 1):
· Adaptando las medidas de seguridad pertenecientes al ámbito autonómico y local del resto de
comunidades autónomas y localidades de España, replicando así dicha herramienta a todo el
ámbito estatal.
· A los Grupos de Riesgo 2, 3, 4 y 5 (Figura 57) siguiendo el mismo formato que el empleado en
la presente investigación para la del Grupo de Riesgo 1 “Riesgos de daños por Actos Antisociales”
y riesgos asociados.
Elaborar una Herramienta para realizar Estudios de Riesgos y para Identificar Medidas de
Seguridad contra dichos riesgos en eventos deportivos.
Elaborar una Herramienta para realizar Estudios de Riesgos y para Identificar Medidas de
Seguridad contra dichos riesgos en grandes estadios deportivos.
La finalidad última de la investigación requería elaborar un modelo de Plan de Seguridad como documento
que garantice la misma en una instalación deportiva, sobre la misma, se indican como posibles trabajos
futuros:
Aplicar la Herramienta para realizar Estudios de Riesgos y para Identificar Medidas de Seguridad
contra dichos riesgos en Instalaciones Deportivas (Anexo 1), de forma íntegra en una instalación
deportiva, con la misma, desarrollar el modelo de Plan de Seguridad en instalaciones deportivas
(Tabla 134), de forma íntegra, específico para la misma aplicándolo, finalmente volver a aplicar
la herramienta, para verificar niveles de seguridad, riesgos y medidas antes y después de la
aplicación del Plan de Seguridad.
Desarrollar protocolos específicos a incluir en el modelo de Plan de Seguridad en instalaciones
deportivas, así como procesos y procedimientos de seguridad mediante organigramas secuenciales
y su descripción literaria.
Elaborar un Modelo de Plan de Seguridad en eventos deportivos, extrapolándolo a la Tabla 134
propuesta en la presente investigación.
Elaborar un Modelo de Plan de Seguridad en grandes estadios deportivos, extrapolándolo a la
Tabla 134 propuesta en la presente investigación.
(Todos los trabajos futuros enumerados disponen de su pertinente aclaración y desarrollo justificado para
su correcto abordaje y comprensión, por cuestiones de dimensionado no se incluyen en el presente capítulo).
Con las conclusiones propias del estudio, las finales derivadas del mismo sintetizadas y, los
posibles trabajos futuros identificados, culmina este séptimo capítulo que cierra la presente investigación,
740
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
pudiendo visualizarse a continuación el octavo capítulo con las referencias bibliográficas empleadas y el
noveno y último capítulo con los distintos anexos desarrollados.
741
CAPÍTULO 8
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
8. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS.
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806
CAPÍTULO 9
ANEXOS
Capítulo 9. Anexos
808
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
9. ANEXOS.
En el capítulo 4 Metodología, dentro del punto 4.3 Desarrollo de la primera fase de la Estrategia
de investigación (proceso previo del trabajo de campo), en su epígrafe G) Realización de una Recopilación
Normativa mediante la elaboración de una Tabla de cada Grupo de Riesgo, que contenga el Catálogo de
Riesgos y la Estructura Normativa con la legislación asociada de referencia en los tres niveles determinados,
se indicó que la Recopilación Normativa se dividía en cinco tablas, cada tabla pertenecía a un Grupo de
Riesgo donde se expresaba su Catálogo de Riesgos asociado y, en base a su Estructura Normativa, se
identificaba la diferente normativa de aplicación en los tres ámbitos territoriales determinados.
La Recopilación Normativa asociada al Grupo de Riesgo 1. Riesgos de Daños por Actos Antisociales a
través de la Tabla 22 Legislación de aplicación asociada al Grupo de Riesgo 1. Riesgos de Daños por Actos
Antisociales y a su Catálogo de Riesgos asociado en base a su Estructura Normativa.
La Recopilación Normativa asociada al Grupo de Riesgo 2. Riesgos de Daños Colectivos por situaciones
de Emergencia y Evacuación a través de la Tabla 23 Legislación de aplicación asociada al Grupo de Riesgo
2. Riesgos de Daños Colectivos por situaciones de Emergencia y Evacuación y a su Catálogo de Riesgos
asociado en base a su Estructura Normativa.
La Recopilación Normativa asociada al Grupo de Riesgo 3. Riesgos de Daños Individuales por Accidentes
a través de la Tabla 24 Legislación de aplicación asociada al Grupo de Riesgo 3. Riesgos de Daños
Individuales por Accidentes y a su Catálogo de Riesgos asociado en base a su Estructura Normativa.
La Recopilación Normativa asociada al Grupo de Riesgo 4. Riesgos de Daños para los Derechos de los
Concurrentes a través de la Tabla 25 Legislación de aplicación asociada al Grupo de Riesgo 4. Riesgos de
Daños para los Derechos de los Concurrentes y a su Catálogo de Riesgos asociado en base a su Estructura
Normativa.
809
Capítulo 9. Anexos
Recopilación Normativa asociada al Grupo de Riesgo 1. Riesgos de Daños por Actos Antisociales.
Tabla 22. Legislación de aplicación asociada al Grupo de Riesgo 1. Riesgos de Daños por Actos Antisociales y a su Catálogo de
Riesgos asociado en base a su Estructura Normativa.
Grupo de Catálogo de
Estructura Normativa / Legislación de aplicación.
Riesgo. Riesgos.
810
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
811
Capítulo 9. Anexos
812
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
813
Capítulo 9. Anexos
814
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
815
Capítulo 9. Anexos
Fuente: Elaboración propia a partir de Figura 57 Grupos de Riesgo que afectan a una instalación deportiva y documentos asociados,
Figura 58 Catálogos de Riesgos asociados a los Grupos de Riesgo que afectan a una instalación deportiva y Figura 59 Estructuras
Normativas que abarcan y engloban los Catálogos de Riesgos asociados a los Grupos de Riesgo que afectan a una instalación
deportiva.
816
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Recopilación Normativa asociada al Grupo de Riesgo 2. Riesgos de Daños Colectivos por situaciones
de Emergencia y Evacuación.
Tabla 23. Legislación de aplicación asociada al Grupo de Riesgo 2. Riesgos de Daños Colectivos por situaciones de Emergencia y
Evacuación y a su Catálogo de Riesgos asociado en base a su Estructura Normativa.
Grupo de Catálogo de
Estructura Normativa / Legislación de aplicación.
Riesgo. Riesgos.
2.1 Protección civil.
2. Riesgos 1. Incendios.
de Daños LEGISLACIÓN ESTATAL: ESPAÑA.
Colectivos 2. Inundaciones. Ley 17/2015, de 9 de julio, del Sistema Nacional de
por Leyes 2
Protección Civil.
situaciones 3. Explosiones Real Decreto 407/1992, de 24 de abril, por el que se
de de gas. Decretos 2
aprueba la Norma Básica de Protección Civil.
Emergencia
y Ley 2/1985 sobre Protección Civil.
4. Fallos
Evacuación. eléctricos / Real Decreto 1378/1985, de 1 de agosto, sobre
tecnológicos / medidas provisionales para la actuación en
comunicaciones / situaciones de emergencia en los casos de grave
informáticos. riesgo, catástrofe o calamidad pública
LEGISLACIÓN AUTONÓMICA: COMUNIDAD DE MADRID.
5. Escapes / Resolución de 1 de abril de 2014, de la Dirección
contactos de General de Protección Ciudadana, por la que se
sustancias modifica la Resolución 8066/2003, de 7 de octubre,
peligrosas. Decretos 5
por la que se establece el formato de la tarjeta de
identificación personal de los Voluntarios de
6. Protección Civil. (BOCM de 15 de abril de 2014)
Derrumbamientos / Decreto 58/2009, de 4 de junio, del Consejo de
desprendimientos /
desconchamientos. Gobierno, por el que se aprueba el Plan de Protección
Órdenes 1
Civil de Emergencia por Incendios Forestales en la
7. Excesos de Comunidad de Madrid (INFOMA)
ocupación / Orden 1624/2000, de 18 de abril, del Consejero de
avalanchas / Medio Ambiente, por la que se modifica el Plan de
Resoluciones 2
montoneras / Protección Civil ante Inclemencias Invernales en la
atrapamientos. Comunidad de Madrid.
Resolución de 6 de mayo de 1999, de la Academia
8. Atentados / Regional de Estudios de Seguridad, por la que se
amenazas de establecen las pruebas de aptitud física y psicotécnica
atentados. para comprobar la idoneidad de los aspirantes
voluntarios de Protección Civil, establecidas en el
9. Fenómenos Reglamento de Organización y Funcionamiento del
naturales: Voluntariado Municipal de Protección Civil, Decreto
riesgo sísmico / 125/1998, de 2 de julio.
radiológico / Decreto 125/1998, de 2 de julio, por el que se aprueba
rayos el Reglamento de Organización y Funcionamiento del
/ vendavales / Voluntariado Municipal de Protección Civil
climático etc. Decreto 85/1992, de 17 de diciembre, por el que se
aprueba, con el carácter de Plan Director, el Plan
10. Accidentes Territorial de Protección Civil de la Comunidad de
medioambientales.
Madrid (PLATERCAM)
Decreto 61/1989, de 4 de mayo, por el que se crea la
Comisión de Protección Civil de la Comunidad de
Madrid, se establece su composición y se determinan
sus funciones y su régimen de funcionamiento.
817
Capítulo 9. Anexos
818
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
819
Capítulo 9. Anexos
820
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
821
Capítulo 9. Anexos
822
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
823
Capítulo 9. Anexos
824
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
825
Capítulo 9. Anexos
826
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
827
Capítulo 9. Anexos
Fuente: Elaboración propia a partir de Figura 57 Grupos de Riesgo que afectan a una instalación deportiva y documentos asociados,
Figura 58 Catálogos de Riesgos asociados a los Grupos de Riesgo que afectan a una instalación deportiva y Figura 59 Estructuras
Normativas que abarcan y engloban los Catálogos de Riesgos asociados a los Grupos de Riesgo que afectan a una instalación
deportiva.
828
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Tabla 24. Legislación de aplicación asociada al Grupo de Riesgo 3. Riesgos de Daños Individuales por Accidentes y a su Catálogo de
Riesgos asociado en base a su Estructura Normativa.
Grupo de Catálogo de
Estructura Normativa / Legislación de aplicación.
Riesgo. Riesgos.
3.1 Seguridad de utilización de las instalaciones.
3. Riesgos 1. Accidentes
de Daños derivados de LEGISLACIÓN ESTATAL: ESPAÑA.
Individuales las condiciones Normalización en Instalaciones para espectadores.
por de Decretos 1
CSD Abril 2015.
Accidentes accesibilidad / Documento de Apoyo al Documento Básico DB-
ausencia de SUA Seguridad de utilización y accesibilidad.
señalización e Normas 3 Código Técnico de la Edificación DA DB-SUA / 2.
información. Criterios para la utilización de elementos y
dispositivos mecánicos. Marzo 2014
2. Accidentes Manual de Legislación y Documentos Técnicos de
derivados del Manuales 3 Referencia en Instalaciones Deportivas. CSD.
estado y uso de Diciembre 2010
las
Documentos 2 Consejo Superior de Deportes. (2010). Seguridad en
instalaciones /
deficiencias / Guías 1 instalaciones deportivas. Madrid.
carencias / Consejo Superior de Deportes (2009). Buenas
ausencia de Prácticas en Instalaciones Deportivas. Federación
mantenimiento. Española de Municipios y Provincias
Real Decreto 314/2006 por el que se aprueba el CT-
3. Accidentes DT SUA
derivados del Guía para la Evaluación de Riesgos en Gimnasios
estado y uso (Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el
del material y Trabajo – Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales –
el 2003).
equipamiento /
Normativa UNE y UNE-EN del Comité Técnico de
deficiencias /
AENOR, AEN/CTN 147 “Deportes. Equipamientos
carencias /
e instalaciones”
ausencia de
Normativa UNE y UNE-EN del Subcomité Técnico
mantenimiento.
de AENOR AEN/CTN147/SC4 "Instalaciones para
espectadores”
4. Accidentes
Normativa sobre Instalaciones Deportivas y de
en práctica
Esparcimiento (NIDE) Consejo Superior de Deportes
libre, o
(CSD).
tutorizada por
mala praxis / LEGISLACIÓN LOCAL: AYUNTAMIENTO DE MADRID.
mala Reglamento sobre la Utilización de las Instalaciones
supervisión / Reglamentos 1 y Servicios Deportivos Municipales. BO. Comunidad
falta de de Madrid 15/10/2012 núm. 246 pág. 11 – 15.
conocimiento,
formación etc. 3.2 Seguridad en superficies y pavimentos.
LEGISLACIÓN ESTATAL: ESPAÑA.
5. Accidentes Normalización en Superficies para Deportes. CSD
derivados de Decretos 1
Abril 2015
conductas Documento de Apoyo al Documento Básico DB-
imprudentes / SUA Seguridad de utilización y accesibilidad.
temerarias / Normas 4
Código Técnico de la Edificación. DA DB-SUA / 3.
prácticas de Resbaladicidad de suelos. Marzo 2014
829
Capítulo 9. Anexos
830
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
831
Capítulo 9. Anexos
832
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
833
Capítulo 9. Anexos
834
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
835
Capítulo 9. Anexos
Fuente: Elaboración propia a partir de Figura 57 Grupos de Riesgo que afectan a una instalación deportiva y documentos asociados,
Figura 58 Catálogos de Riesgos asociados a los Grupos de Riesgo que afectan a una instalación deportiva y Figura 59 Estructuras
Normativas que abarcan y engloban los Catálogos de Riesgos asociados a los Grupos de Riesgo que afectan a una instalación
deportiva.
836
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Recopilación Normativa asociada al Grupo de Riesgo 4. Riesgos de Daños para los Derechos de los
Concurrentes.
Tabla 25. Legislación de aplicación asociada al Grupo de Riesgo 4. Riesgos de Daños para los Derechos de los Concurrentes y a su
Catálogo de Riesgos asociado en base a su Estructura Normativa.
Grupo de Catálogo de
Estructura Normativa / Legislación de aplicación.
Riesgo. Riesgos.
4.1 Protección frente al derecho a la dignidad y a la no
4. Riesgos 1. Derecho a la discriminación.
de Daños dignidad / a la LEGISLACIÓN ESTATAL: ESPAÑA.
para los no Real Decreto 1044/2009, de 29 de junio, por el que se
Derechos discriminación.
modifica el Real Decreto 1262/2007, de 21 de
de los septiembre, por el que se regula la composición,
Concurrentes 2. Derecho a la
Constitución competencias y régimen de funcionamiento del
seguridad.
Consejo para la Promoción de la Igualdad de Trato y
no Discriminación de las Personas por el Origen
3. Derecho al
Racial o Étnico.
honor, a la
Real Decreto 1262/2007, de 21 de septiembre, por el
intimidad y a la
que se regula la composición, competencias y
propia imagen.
régimen de funcionamiento del Consejo para la
Leyes 6
Promoción de la Igualdad de Trato y no
4. Derechos de
Discriminación de las Personas por el Origen Racial
consumidores y
o Étnico.
usuarios:
información / Ley Orgánica 3/2007, de 22 de marzo. Para la
Decretos 4
reclamación / igualdad efectiva de mujeres y hombres.
correcta Real Decreto 1414/2006, de 1 de diciembre, por el
atención etc. que se determina la consideración de persona con
discapacidad a los efectos de la Ley 51/2003, de 2 de
Instrumentos 1
5. Derecho de diciembre, de Igualdad de oportunidades, no
resarcimiento discriminación y accesibilidad universal de las
del daño / personas con discapacidad.
aseguramiento. Ley 62/2003, de 30 de diciembre, de medidas
fiscales, administrativas y del orden social.
6. Derechos de Real Decreto Legislativo 5/2000, de 4 de agosto, por
colectivos el que se aprueba el texto refundido de la Ley sobre
especiales Infracciones y Sanciones en el Orden Social.
(menores,
discapacitados Ley 1/2000, de 7 de enero, de Enjuiciamiento Civil
etc.). Ley 29/1998, de 13 de julio, reguladora de la
jurisdicción contencioso administrativa
7. Derecho a la Ley Orgánica 10/1995, de 23 de noviembre, del
protección de Código Penal
datos de Ley 14/1986, de 25 de abril, General de Sanidad
carácter
personal Instrumento de Ratificación de 16 de diciembre de
(acceso, 1983 de la Convención sobre la eliminación de todas
rectificación, las formas de discriminación contra la mujer, hecha
supresión, en Nueva York el 18 de diciembre de 1979.
oposición y Constitución Española de 1978
limitación al
LEGISLACIÓN AUTONÓMICA: COMUNIDAD DE MADRID.
tratamiento).
Orden 500/1993, de 21 de mayo, de la Consejería de
8. Riesgos de Presidencia, por la que se dictan normas para el
información / Órdenes 1 cumplimiento del principio de no discriminación por
comunicaciones / razón de sexo en la información y divulgación de la
acción institucional de la Comunidad de Madrid
837
Capítulo 9. Anexos
838
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
839
Capítulo 9. Anexos
840
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
841
Capítulo 9. Anexos
842
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
843
Capítulo 9. Anexos
Fuente: Elaboración propia a partir de Figura 57 Grupos de Riesgo que afectan a una instalación deportiva y documentos asociados,
Figura 58 Catálogos de Riesgos asociados a los Grupos de Riesgo que afectan a una instalación deportiva y Figura 59 Estructuras
Normativas que abarcan y engloban los Catálogos de Riesgos asociados a los Grupos de Riesgo que afectan a una instalación
deportiva.
844
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Tabla 26. Legislación de aplicación asociada al Grupo de Riesgo 5. Riesgos Laborales y a su Catálogo de Riesgos asociado en base a
su Estructura Normativa.
Grupo de Catálogo de
Estructura Normativa / Legislación de aplicación.
Riesgo. Riesgos.
845
Capítulo 9. Anexos
846
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
847
Capítulo 9. Anexos
848
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
849
Capítulo 9. Anexos
850
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
851
Capítulo 9. Anexos
852
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
853
Capítulo 9. Anexos
854
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
855
Capítulo 9. Anexos
856
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
857
Capítulo 9. Anexos
858
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
859
Capítulo 9. Anexos
860
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
861
Capítulo 9. Anexos
Fuente: Elaboración propia a partir de Figura 57 Grupos de Riesgo que afectan a una instalación deportiva y documentos asociados,
Figura 58 Catálogos de Riesgos asociados a los Grupos de Riesgo que afectan a una instalación deportiva y Figura 59 Estructuras
Normativas que abarcan y engloban los Catálogos de Riesgos asociados a los Grupos de Riesgo que afectan a una instalación
deportiva.
862
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
En el capítulo 4 Metodología, dentro del punto 4.3 Desarrollo de la primera fase de la Estrategia
de investigación (proceso previo del trabajo de campo), en su epígrafe J) Elaboración de una Estrategia de
Acceso a los Centros Deportivos Municipales (CDM) a través de la Universidad, la Dirección General de
Deportes y los Distritos a través de los/las Coordinadores/as de cada Junta de Distrito, para conseguir una
autorización de acceso a los mismos, se indicó que el capítulo 1 Introducción, dentro del punto 1.2
Delimitación del objeto de estudio, en la Figura 1 Delimitación de la actuación en el objeto de estudio, se
formuló la cuestión “Cómo contactar para poder desarrollar el trabajo de campo de la 2ª Fase teórico-
práctica”, indicando que se elaboraría una Carta de Presentación por parte del Director de la Tesis y un
Proyecto de Investigación con los que solicitar poder desarrollar el trabajo de campo de la Tesis Doctoral
(cuarta y quinta líneas de investigación).
Dicho Proyecto de Investigación consistía en una presentación visual del proyecto a los/las
Coordinadores/as de las Juntas de Distrito, mediante la cual solicitar una autorización con la que poder
desarrollar el trabajo de campo de la Tesis Doctoral indicándose que el mismo, se podía consultar en el
presente Anexo B.
863
Capítulo 9. Anexos
864
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
865
Capítulo 9. Anexos
866
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
867
Capítulo 9. Anexos
868
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
869
Capítulo 9. Anexos
870
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
871
Capítulo 9. Anexos
872
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
873
Capítulo 9. Anexos
874
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Anexo C. Autorizaciones de los Distritos del Ayuntamiento de Madrid para el desarrollo del trabajo
de campo de la Tesis Doctoral.
En el capítulo 4 Metodología, dentro del punto 4.3 Desarrollo de la primera fase de la Estrategia
de investigación (proceso previo del trabajo de campo), en su epígrafe J) Elaboración de una Estrategia de
Acceso a los Centros Deportivos Municipales (CDM) a través de la Universidad, la Dirección General de
Deportes y los Distritos a través de los/las Coordinadores/as de cada Junta de Distrito, para conseguir una
autorización de acceso a los mismos”, se indicó que mediante la Carta de Presentación aportada por el
director de la Tesis Doctoral, se solicitaría una reunión a la Dirección General de Deportes (DGD) del
Ayuntamiento de Madrid y a cada uno de los Distritos para, mediante la exposición del Proyecto de
Investigación a los/las Gerentes/Coordinadores/as de las Juntas de Distrito, solicitar una autorización con
la que poder desarrollar el trabajo de campo.
Una vez elaborada la Carta de Presentación y el Proyecto de Investigación dónde se solicitaba poder realizar
el trabajo de campo de la Tesis doctoral explicado y justificado desde distintos puntos de vista,
aprovechando la relación contractual del doctorando con el Ayuntamiento de Madrid, se solicitó una
reunión a dicha Dirección General de Deportes (DGD) del Ayuntamiento de Madrid, incluyendo el motivo
de la misma, para obtener una autorización global.
En dicha reunión se presentó el Proyecto de Investigación y se autorizó a llevarlo a cabo bajo la premisa de
que, como se indicó anteriormente, debido a que las competencias de gestión de cada Centro Deportivo
Municipal (CDM) eran de cada uno de los Distritos, se precisaba una autorización de cada uno,
especificando los Centros Deportivos Municipales (CDM) en los que se realizaría.
Por lo tanto se solicitó nuevamente una reunión a cada uno de los Distritos (diecinueve debido a que el
Distrito Centro y el Distrito Chamberí no disponían de Centros Deportivos Municipales (CDM) de gestión
directa), dirigiendo la petición a los/las Gerentes (coordinadores/as) de cada Junta de Distrito, al ser los
últimos responsables competentes para autorizar dicho proyecto.
Tras un largo y arduo proceso de solicitudes, reuniones y explicaciones del proyecto mantenidas en el
tiempo durante un año y medio, previa realización por parte del doctorando de un modelo de autorización,
se obtuvieron trece autorizaciones de Distritos de diecinueve posibles, logrando un porcentaje aproximado
del 70%.
Finalmente, para la consulta de dichas autorizaciones, se aludía al presente Anexo 3, el cual incluye por
orden de Distrito:
La autorización del Distrito 2 Arganzuela, a través de la Figura 68 Autorización del Distrito 2 Arganzuela
para desarrollar el trabajo de campo de la Tesis Doctoral en los Centros Deportivos Municipales (CDM) de
gestión directa pertenecientes al Distrito.
875
Capítulo 9. Anexos
La autorización del Distrito 3 Retiro, a través de la Figura 69 Autorización del Distrito 3 Retiro para
desarrollar el trabajo de campo de la Tesis Doctoral en los Centros Deportivos Municipales (CDM) de
gestión directa pertenecientes al Distrito.
La autorización del Distrito 4 Salamanca, a través de la Figura 70 Autorización del Distrito 4 Salamanca
para desarrollar el trabajo de campo de la Tesis Doctoral en los Centros Deportivos Municipales (CDM) de
gestión directa pertenecientes al Distrito.
La autorización del Distrito 5 Chamartín, a través de la Figura 71 Autorización del Distrito 5 Chamartín
para desarrollar el trabajo de campo de la Tesis Doctoral en los Centros Deportivos Municipales (CDM) de
gestión directa pertenecientes al Distrito.
La autorización del Distrito 6 Tetuán, a través de la Figura 72 Autorización del Distrito 6 Tetuán para
desarrollar el trabajo de campo de la Tesis Doctoral en los Centros Deportivos Municipales (CDM) de
gestión directa pertenecientes al Distrito.
La autorización del Distrito 8 Fuencarral-El Pardo, a través de la Figura 73 Autorización del Distrito 8
Fuencarral-El Pardo para desarrollar el trabajo de campo de la Tesis Doctoral en los Centros Deportivos
Municipales (CDM) de gestión directa pertenecientes al Distrito.
La autorización del Distrito 10 Latina, a través de la Figura 74 Autorización del Distrito 10 Latina para
desarrollar el trabajo de campo de la Tesis Doctoral en los Centros Deportivos Municipales (CDM) de
gestión directa pertenecientes al Distrito.
La autorización del Distrito 13 Puente de Vallecas, a través de la Figura 75 Autorización del Distrito 13
Puente de Vallecas para desarrollar el trabajo de campo de la Tesis Doctoral en los Centros Deportivos
Municipales (CDM) de gestión directa pertenecientes al Distrito.
La autorización del Distrito 14 Moratalaz, a través de la Figura 76 Autorización del Distrito 14 Moratalaz
para desarrollar el trabajo de campo de la Tesis Doctoral en los Centros Deportivos Municipales (CDM) de
gestión directa pertenecientes al Distrito.
La autorización del Distrito 17 Villaverde, a través de la Figura 77 Autorización del Distrito 17 Villaverde
para desarrollar el trabajo de campo de la Tesis Doctoral en los Centros Deportivos Municipales (CDM) de
gestión directa pertenecientes al Distrito.
La autorización del Distrito 18 Villa de Vallecas, a través de la Figura 78 Autorización del Distrito 18 Villa
de Vallecas para desarrollar el trabajo de campo de la Tesis Doctoral en los Centros Deportivos Municipales
(CDM) de gestión directa pertenecientes al Distrito.
876
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
La autorización del Distrito 19 Vicálvaro, a través de la Figura 79 Autorización del Distrito 19 Vicálvaro
para desarrollar el trabajo de campo de la Tesis Doctoral en los Centros Deportivos Municipales (CDM) de
gestión directa pertenecientes al Distrito.
Y, la autorización del Distrito 21 Barajas, a través de la Figura 80 Autorización del Distrito 21 Barajas para
desarrollar el trabajo de campo de la Tesis Doctoral en los Centros Deportivos Municipales (CDM) de
gestión directa pertenecientes al Distrito.
877
Capítulo 9. Anexos
Autorización del Distrito 2 Arganzuela para desarrollar el trabajo de campo de la Tesis Doctoral en los
Centros Deportivos Municipales (CDM) de gestión directa pertenecientes al Distrito:
Figura 68. Autorización del Distrito 2 Arganzuela para desarrollar el trabajo de campo de la Tesis Doctoral en los Centros Deportivos
Municipales (CDM) de gestión directa pertenecientes al Distrito. Fuente: Elaboración propia a partir de autorización del Distrito.
878
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Autorización del Distrito 3 Retiro para desarrollar el trabajo de campo de la Tesis Doctoral en los Centros
Deportivos Municipales (CDM) de gestión directa pertenecientes al Distrito:
Figura 69. Autorización del Distrito 3 Retiro para desarrollar el trabajo de campo de la Tesis Doctoral en los Centros Deportivos
Municipales (CDM) de gestión directa pertenecientes al Distrito. Fuente: Elaboración propia a partir de autorización del Distrito.
879
Capítulo 9. Anexos
Autorización del Distrito 4 Salamanca para desarrollar el trabajo de campo de la Tesis Doctoral en los
Centros Deportivos Municipales (CDM) de gestión directa pertenecientes al Distrito:
Figura 70. Autorización del Distrito 4 Salamanca para desarrollar el trabajo de campo de la Tesis Doctoral en los Centros Deportivos
Municipales (CDM) de gestión directa pertenecientes al Distrito. Fuente: Elaboración propia a partir de autorización del Distrito.
880
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Autorización del Distrito 5 Chamartín para desarrollar el trabajo de campo de la Tesis Doctoral en los
Centros Deportivos Municipales (CDM) de gestión directa pertenecientes al Distrito:
Figura 71. Autorización del Distrito 5 Chamartín para desarrollar el trabajo de campo de la Tesis Doctoral en los Centros Deportivos
Municipales (CDM) de gestión directa pertenecientes al Distrito. Fuente: Elaboración propia a partir de autorización del Distrito.
881
Capítulo 9. Anexos
Autorización del Distrito 6 Tetuán para desarrollar el trabajo de campo de la Tesis Doctoral en los Centros
Deportivos Municipales (CDM) de gestión directa pertenecientes al Distrito:
Figura 72. Autorización del Distrito 6 Tetuán para desarrollar el trabajo de campo de la Tesis Doctoral en los Centros Deportivos
Municipales (CDM) de gestión directa pertenecientes al Distrito. Fuente: Elaboración propia a partir de autorización del Distrito.
882
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Autorización del Distrito 8 Fuencarral-El Pardo para desarrollar el trabajo de campo de la Tesis Doctoral
en los Centros Deportivos Municipales (CDM) de gestión directa pertenecientes al Distrito:
Figura 73. Autorización del Distrito 8 Fuencarral-El Pardo para desarrollar el trabajo de campo de la Tesis Doctoral en los Centros
Deportivos Municipales (CDM) de gestión directa pertenecientes al Distrito. Fuente: Elaboración propia a partir de autorización del
Distrito.
883
Capítulo 9. Anexos
Autorización del Distrito 10 Latina para desarrollar el trabajo de campo de la Tesis Doctoral en los Centros
Deportivos Municipales (CDM) de gestión directa pertenecientes al Distrito:
Figura 74. Autorización del Distrito 10 Latina para desarrollar el trabajo de campo de la Tesis Doctoral en los Centros Deportivos
Municipales (CDM) de gestión directa pertenecientes al Distrito. Fuente: Elaboración propia a partir de autorización del Distrito.
884
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Autorización del Distrito 13 Puente de Vallecas para desarrollar el trabajo de campo de la Tesis Doctoral
en los Centros Deportivos Municipales (CDM) de gestión directa pertenecientes al Distrito:
Figura 75. Autorización del Distrito 13 Puente de Vallecas para desarrollar el trabajo de campo de la Tesis Doctoral en los Centros
Deportivos Municipales (CDM) de gestión directa pertenecientes al Distrito. Fuente: Elaboración propia a partir de autorización del
Distrito.
885
Capítulo 9. Anexos
Autorización del Distrito 14 Moratalaz para desarrollar el trabajo de campo de la Tesis Doctoral en los
Centros Deportivos Municipales (CDM) de gestión directa pertenecientes al Distrito:
Figura 76. Autorización del Distrito 14 Moratalaz para desarrollar el trabajo de campo de la Tesis Doctoral en los Centros Deportivos
Municipales (CDM) de gestión directa pertenecientes al Distrito. Fuente: Elaboración propia a partir de autorización del Distrito.
886
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Autorización del Distrito 17 Villaverde para desarrollar el trabajo de campo de la Tesis Doctoral en los
Centros Deportivos Municipales (CDM) de gestión directa pertenecientes al Distrito:
Figura 77. Autorización del Distrito 17 Villaverde para desarrollar el trabajo de campo de la Tesis Doctoral en los Centros Deportivos
Municipales (CDM) de gestión directa pertenecientes al Distrito. Fuente: Elaboración propia a partir de autorización del Distrito.
887
Capítulo 9. Anexos
Autorización del Distrito 18 Villa de Vallecas para desarrollar el trabajo de campo de la Tesis Doctoral en
los Centros Deportivos Municipales (CDM) de gestión directa pertenecientes al Distrito:
Figura 78. Autorización del Distrito 18 Villa de Vallecas para desarrollar el trabajo de campo de la Tesis Doctoral en los Centros
Deportivos Municipales (CDM) de gestión directa pertenecientes al Distrito. Fuente: Elaboración propia a partir de autorización del
Distrito.
888
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Autorización del Distrito 19 Vicálvaro para desarrollar el trabajo de campo de la Tesis Doctoral en los
Centros Deportivos Municipales (CDM) de gestión directa pertenecientes al Distrito:
Figura 79. Autorización del Distrito 19 Vicálvaro para desarrollar el trabajo de campo de la Tesis Doctoral en los Centros Deportivos
Municipales (CDM) de gestión directa pertenecientes al Distrito. Fuente: Elaboración propia a partir de autorización del Distrito.
889
Capítulo 9. Anexos
Autorización del Distrito 21 Barajas para desarrollar el trabajo de campo de la Tesis Doctoral en los Centros
Deportivos Municipales (CDM) de gestión directa pertenecientes al Distrito:
Figura 80. Autorización del Distrito 21 Barajas para desarrollar el trabajo de campo de la Tesis Doctoral en los Centros Deportivos
Municipales (CDM) de gestión directa pertenecientes al Distrito. Fuente: Elaboración propia a partir de autorización del Distrito.
890
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
En el capítulo 4 Metodología, dentro del punto 4.3 Desarrollo de la Primera fase de la Estrategia
de investigación (proceso previo del trabajo de campo), en su epígrafe Q) Elaboración de la Herramienta
para realizar Estudios de Riesgos y para Identificar Medidas de Seguridad contra dichos riesgos en
Instalaciones Deportivas y, validación de la misma mediante el análisis que efectúe sobre ella un grupo de
expertos multidisciplinar”, se indicó que una vez elaborada la herramienta de forma íntegra, era preciso
validar su contenido mediante la revisión de un grupo de personas expertas en seguridad. Para ello se
limitaron las características que habrían de cumplir los/las distintos/as expertos/as, precisando un amplio
marco formativo y una amplia trayectoria y experiencia profesional en los ámbitos público y privado
relacionados con la gestión de la seguridad en el plano deportivo. En función de los contenidos de la
herramienta se observó la necesidad de abordarla desde distintos ámbitos precisando un grupo
multidisciplinar: al ser una herramienta para realizar Estudios de Riesgos, desde el ámbito de la seguridad
pública y de la seguridad privada al ser parte de sus competencias; al contener una extensa carga normativa,
desde el ámbito del derecho y; al abordar múltiples aspectos asociados a la gestión de la seguridad
deportiva, desde el ámbito de la experiencia práctica específica del sector.
Una vez configurado el perfil, se elaboró una estrategia mediante la cual poder contactar, explicar el
proyecto y solicitar la pertinente revisión a través de contactos profesionales, redes profesionales y
asistencia a congresos de referencia, aunando una veintena de profesionales del ámbito público y privado,
siendo máximos responsables de la seguridad de múltiples entidades, empresas, espectáculos y espacios
deportivos, miembros de múltiples organizaciones y operadores de gran prestigio, investigadores y docentes
en múltiples universidades con un gran abanico de formaciones y una gran experiencia y trayectoria
profesional que realizaron dicha revisión durante quince meses.
Finalmente, para la consulta de dichas validaciones, se aludía al presente Anexo D, el cual incluye por fecha
de entrega:
La validación de la Herramienta para realizar Estudios de Riesgos y para Identificar Medidas de Seguridad
contra dichos riesgos en Instalaciones Deportivas por parte del experto Antonio Pérez Cala a través de la
Figura 107 Validación de la Herramienta para realizar Estudios de Riesgos y para Identificar Medidas de
Seguridad contra dichos riesgos en Instalaciones Deportivas por parte del experto Antonio Pérez Cala.
La validación de la Herramienta para realizar Estudios de Riesgos y para Identificar Medidas de Seguridad
contra dichos riesgos en Instalaciones Deportivas por parte del experto Francisco García Domínguez a
través de la Figura 108 Validación de la Herramienta para realizar Estudios de Riesgos y para Identificar
Medidas de Seguridad contra dichos riesgos en Instalaciones Deportivas por parte del experto Francisco
García Domínguez.
891
Capítulo 9. Anexos
La validación de la Herramienta para realizar Estudios de Riesgos y para Identificar Medidas de Seguridad
contra dichos riesgos en Instalaciones Deportivas por parte del experto Alfredo Lorenzo Mena a través de
la Figura 109 Validación de la Herramienta para realizar Estudios de Riesgos y para Identificar Medidas de
Seguridad contra dichos riesgos en Instalaciones Deportivas por parte del experto Alfredo Lorenzo Mena.
La validación de la Herramienta para realizar Estudios de Riesgos y para Identificar Medidas de Seguridad
contra dichos riesgos en Instalaciones Deportivas por parte de la experta Beatriz Martínez Díez a través de
la Figura 110 Validación de la Herramienta para realizar Estudios de Riesgos y para Identificar Medidas de
Seguridad contra dichos riesgos en Instalaciones Deportivas por parte de la experta Beatriz Martínez Díez.
La validación de la Herramienta para realizar Estudios de Riesgos y para Identificar Medidas de Seguridad
contra dichos riesgos en Instalaciones Deportivas por parte del experto Jesús María García Cortijo a través
de la Figura 111 Validación de la Herramienta para realizar Estudios de Riesgos y para Identificar Medidas
de Seguridad contra dichos riesgos en Instalaciones Deportivas por parte del experto Jesús María García
Cortijo.
La validación de la Herramienta para realizar Estudios de Riesgos y para Identificar Medidas de Seguridad
contra dichos riesgos en Instalaciones Deportivas por parte del experto Joaquín Socías Márquez a través de
la Figura 112 Validación de la Herramienta para realizar Estudios de Riesgos y para Identificar Medidas de
Seguridad contra dichos riesgos en Instalaciones Deportivas por parte del experto Joaquín Socías Márquez.
La validación de la Herramienta para realizar Estudios de Riesgos y para Identificar Medidas de Seguridad
contra dichos riesgos en Instalaciones Deportivas por parte del experto Ignacio Carratalá Beloch a través
de la Figura 113 Validación de la Herramienta para realizar Estudios de Riesgos y para Identificar Medidas
de Seguridad contra dichos riesgos en Instalaciones Deportivas por parte del experto Ignacio Carratalá
Beloch.
La validación de la Herramienta para realizar Estudios de Riesgos y para Identificar Medidas de Seguridad
contra dichos riesgos en Instalaciones Deportivas por parte del experto Pedro Ramón Agudo Novo a través
de la Figura 114 Validación de la Herramienta para realizar Estudios de Riesgos y para Identificar Medidas
de Seguridad contra dichos riesgos en Instalaciones Deportivas por parte del experto Pedro Ramón Agudo
Novo.
La validación de la Herramienta para realizar Estudios de Riesgos y para Identificar Medidas de Seguridad
contra dichos riesgos en Instalaciones Deportivas por parte del experto Carlos del Moral Orro a través de
la Figura 115 Validación de la Herramienta para realizar Estudios de Riesgos y para Identificar Medidas de
Seguridad contra dichos riesgos en Instalaciones Deportivas por parte del experto Carlos del Moral Orro.
La validación de la Herramienta para realizar Estudios de Riesgos y para Identificar Medidas de Seguridad
contra dichos riesgos en Instalaciones Deportivas por parte del experto Antonio Díaz Barrantes a través de
892
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
la Figura 116 Validación de la Herramienta para realizar Estudios de Riesgos y para Identificar Medidas de
Seguridad contra dichos riesgos en Instalaciones Deportivas por parte del experto Antonio Díaz Barrantes.
La validación de la Herramienta para realizar Estudios de Riesgos y para Identificar Medidas de Seguridad
contra dichos riesgos en Instalaciones Deportivas por parte del experto Pablo Enrique Rodríguez Pérez a
través de la Figura 117 Validación de la Herramienta para realizar Estudios de Riesgos y para Identificar
Medidas de Seguridad contra dichos riesgos en Instalaciones Deportivas por parte del experto Pablo
Enrique Rodríguez Pérez.
La validación de la Herramienta para realizar Estudios de Riesgos y para Identificar Medidas de Seguridad
contra dichos riesgos en Instalaciones Deportivas por parte del experto Mario Capita Remezal a través de
la Figura 118 Validación de la Herramienta para realizar Estudios de Riesgos y para Identificar Medidas de
Seguridad contra dichos riesgos en Instalaciones Deportivas por parte del experto Mario Capita Remezal.
La validación de la Herramienta para realizar Estudios de Riesgos y para Identificar Medidas de Seguridad
contra dichos riesgos en Instalaciones Deportivas por parte del experto Manuel Antonio Fernández-
Villacañas Marín a través de la Figura 119 Validación de la Herramienta para realizar Estudios de Riesgos
y para Identificar Medidas de Seguridad contra dichos riesgos en Instalaciones Deportivas por parte del
experto Manuel Antonio Fernández-Villacañas Marín.
La validación de la Herramienta para realizar Estudios de Riesgos y para Identificar Medidas de Seguridad
contra dichos riesgos en Instalaciones Deportivas por parte del experto Raúl. C. Cancio Fernández a través
de la Figura 120 Validación de la Herramienta para realizar Estudios de Riesgos y para Identificar Medidas
de Seguridad contra dichos riesgos en Instalaciones Deportivas por parte del experto Raúl. C. Cancio
Fernández.
La validación de la Herramienta para realizar Estudios de Riesgos y para Identificar Medidas de Seguridad
contra dichos riesgos en Instalaciones Deportivas por parte del experto Juan Carlos Ruíz Rabadán a través
de la Figura 121 Validación de la Herramienta para realizar Estudios de Riesgos y para Identificar Medidas
de Seguridad contra dichos riesgos en Instalaciones Deportivas por parte del experto Juan Carlos Ruíz
Rabadán.
La validación de la Herramienta para realizar Estudios de Riesgos y para Identificar Medidas de Seguridad
contra dichos riesgos en Instalaciones Deportivas por parte de la experta Ana Ballesteros Barrado a través
de la Figura 122 Validación de la Herramienta para realizar Estudios de Riesgos y para Identificar Medidas
de Seguridad contra dichos riesgos en Instalaciones Deportivas por parte de la experta Ana Ballesteros
Barrado.
La validación de la Herramienta para realizar Estudios de Riesgos y para Identificar Medidas de Seguridad
contra dichos riesgos en Instalaciones Deportivas por parte del experto Raúl Valera
893
Capítulo 9. Anexos
Tena a través de la Figura 123 Validación de la Herramienta para realizar Estudios de Riesgos y para
Identificar Medidas de Seguridad contra dichos riesgos en Instalaciones Deportivas por parte del experto
Raúl Valera Tena.
Y tres validaciones de tres expertos; Ignacio A. Rendón Fernández, José Miguel Martínez Barrera y José
Alonso Tejeda a través de direcciones de correo corporativas.
894
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Validación de la Herramienta para realizar Estudios de Riesgos y para Identificar Medidas de Seguridad
contra dichos riesgos en Instalaciones Deportivas por parte del experto Antonio Pérez Cala:
Figura 107. Validación de la Herramienta para realizar Estudios de Riesgos y para Identificar Medidas de Seguridad contra dichos
riesgos en Instalaciones Deportivas por parte del experto Antonio Pérez Cala. Fuente: Elaboración propia del modelo con
cumplimentación de datos de Antonio Pérez Cala.
895
Capítulo 9. Anexos
Validación de la Herramienta para realizar Estudios de Riesgos y para Identificar Medidas de Seguridad
contra dichos riesgos en Instalaciones Deportivas por parte del experto Francisco García Domínguez:
Figura 108. Validación de la Herramienta para realizar Estudios de Riesgos y para Identificar Medidas de Seguridad contra dichos
riesgos en Instalaciones Deportivas por parte del experto Francisco García Domínguez. Fuente: Elaboración propia del modelo con
cumplimentación de datos de Francisco García Domínguez.
896
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Validación de la Herramienta para realizar Estudios de Riesgos y para Identificar Medidas de Seguridad
contra dichos riesgos en Instalaciones Deportivas por parte del experto Alfredo Lorenzo Mena:
Figura 109. Validación de la Herramienta para realizar Estudios de Riesgos y para Identificar Medidas de Seguridad contra dichos
riesgos en Instalaciones Deportivas por parte del experto Alfredo Lorenzo Mena. Fuente: Elaboración propia del modelo con
cumplimentación de datos de Alfredo Lorenzo Mena.
897
Capítulo 9. Anexos
Validación de la Herramienta para realizar Estudios de Riesgos y para Identificar Medidas de Seguridad
contra dichos riesgos en Instalaciones Deportivas por parte de la experta Beatriz Martínez Díez:
Figura 110. Validación de la Herramienta para realizar Estudios de Riesgos y para Identificar Medidas de Seguridad contra dichos
riesgos en Instalaciones Deportivas por parte de la experta Beatriz Martínez Díez. Fuente: Elaboración propia del modelo con
cumplimentación de datos de Beatriz Martínez Díez.
898
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Validación de la Herramienta para realizar Estudios de Riesgos y para Identificar Medidas de Seguridad
contra dichos riesgos en Instalaciones Deportivas por parte del experto Jesús María García Cortijo:
Figura 111. Validación de la Herramienta para realizar Estudios de Riesgos y para Identificar Medidas de Seguridad contra dichos
riesgos en Instalaciones Deportivas por parte del experto Jesús María García Cortijo. Fuente: Elaboración propia del modelo con
cumplimentación de datos de Jesús María García Cortijo.
899
Capítulo 9. Anexos
Validación de la Herramienta para realizar Estudios de Riesgos y para Identificar Medidas de Seguridad
contra dichos riesgos en Instalaciones Deportivas por parte del experto Joaquín Socías Márquez:
Figura 112. Validación de la Herramienta para realizar Estudios de Riesgos y para Identificar Medidas de Seguridad contra dichos
riesgos en Instalaciones Deportivas por parte del experto Joaquín Socías Márquez. Fuente: Elaboración propia del modelo con
cumplimentación de datos de Joaquín Socías Márquez.
900
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Validación de la Herramienta para realizar Estudios de Riesgos y para Identificar Medidas de Seguridad
contra dichos riesgos en Instalaciones Deportivas por parte del experto Ignacio Carratalá Beloch:
Figura 113. Validación de la Herramienta para realizar Estudios de Riesgos y para Identificar Medidas de Seguridad contra dichos
riesgos en Instalaciones Deportivas por parte del experto Ignacio Carratalá Beloch. Fuente: Elaboración propia del modelo con
cumplimentación de datos de Ignacio Carratalá Beloch.
901
Capítulo 9. Anexos
Validación de la Herramienta para realizar Estudios de Riesgos y para Identificar Medidas de Seguridad
contra dichos riesgos en Instalaciones Deportivas por parte del experto Pedro Ramón Agudo Novo:
Figura 114. Validación de la Herramienta para realizar Estudios de Riesgos y para Identificar Medidas de Seguridad contra dichos
riesgos en Instalaciones Deportivas por parte del experto Pedro Ramón Agudo Novo. Fuente: Elaboración propia del modelo con
cumplimentación de datos de Pedro Ramón Agudo Novo.
902
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Validación de la Herramienta para realizar Estudios de Riesgos y para Identificar Medidas de Seguridad
contra dichos riesgos en Instalaciones Deportivas por parte del experto Carlos del Moral Orro:
Figura 115. Validación de la Herramienta para realizar Estudios de Riesgos y para Identificar Medidas de Seguridad contra dichos
riesgos en Instalaciones Deportivas por parte del experto Carlos del Moral Orro. Fuente: Elaboración propia del modelo con
cumplimentación de datos de Carlos del Moral Orro.
903
Capítulo 9. Anexos
Validación de la Herramienta para realizar Estudios de Riesgos y para Identificar Medidas de Seguridad
contra dichos riesgos en Instalaciones Deportivas por parte del experto Antonio Díaz Barrantes:
Figura 116. Validación de la Herramienta para realizar Estudios de Riesgos y para Identificar Medidas de Seguridad contra dichos
riesgos en Instalaciones Deportivas por parte del experto Antonio Díaz Barrantes. Fuente: Elaboración propia del modelo con
cumplimentación de datos de Antonio Díaz Barrantes.
904
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Validación de la Herramienta para realizar Estudios de Riesgos y para Identificar Medidas de Seguridad
contra dichos riesgos en Instalaciones Deportivas por parte del experto Pablo Enrique Rodríguez Pérez:
Figura 117. Validación de la Herramienta para realizar Estudios de Riesgos y para Identificar Medidas de Seguridad contra dichos
riesgos en Instalaciones Deportivas por parte del experto Pablo Enrique Rodríguez Pérez. Fuente: Elaboración propia del modelo con
cumplimentación de datos de experto Pablo Enrique Rodríguez Pérez.
905
Capítulo 9. Anexos
Validación de la Herramienta para realizar Estudios de Riesgos y para Identificar Medidas de Seguridad
contra dichos riesgos en Instalaciones Deportivas por parte del experto Mario Capita Remezal:
906
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Figura 118. Validación de la Herramienta para realizar Estudios de Riesgos y para Identificar Medidas de Seguridad contra dichos
riesgos en Instalaciones Deportivas por parte del experto Mario Capita Remezal. Fuente: Elaboración propia del modelo con
cumplimentación de datos de Mario Capita Remezal.
907
Capítulo 9. Anexos
Validación de la Herramienta para realizar Estudios de Riesgos y para Identificar Medidas de Seguridad
contra dichos riesgos en Instalaciones Deportivas por parte del experto Manuel Antonio Fernández-
Villacañas Marín:
Figura 119. Validación de la Herramienta para realizar Estudios de Riesgos y para Identificar Medidas de Seguridad contra dichos
riesgos en Instalaciones Deportivas por parte del experto Manuel Antonio Fernández-Villacañas Marín. Fuente: Elaboración propia
del modelo con cumplimentación de datos de Manuel Antonio Fernández-Villacañas Marín.
908
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Validación de la Herramienta para realizar Estudios de Riesgos y para Identificar Medidas de Seguridad
contra dichos riesgos en Instalaciones Deportivas por parte del experto Raúl. C. Cancio Fernández:
909
Capítulo 9. Anexos
Figura 120. Validación de la Herramienta para realizar Estudios de Riesgos y para Identificar Medidas de Seguridad contra dichos
riesgos en Instalaciones Deportivas por parte del experto Raúl. C. Cancio Fernández. Fuente: Elaboración propia del modelo con
cumplimentación de datos de Raúl. C. Cancio Fernández.
910
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Validación de la Herramienta para realizar Estudios de Riesgos y para Identificar Medidas de Seguridad
contra dichos riesgos en Instalaciones Deportivas por parte del experto Juan Carlos Ruíz Rabadán:
Figura 121. Validación de la Herramienta para realizar Estudios de Riesgos y para Identificar Medidas de Seguridad contra dichos
riesgos en Instalaciones Deportivas por parte del experto Juan Carlos Ruíz Rabadán. Fuente: Elaboración propia del modelo con
cumplimentación de datos de Juan Carlos Ruíz Rabadán.
911
Capítulo 9. Anexos
Validación de la Herramienta para realizar Estudios de Riesgos y para Identificar Medidas de Seguridad
contra dichos riesgos en Instalaciones Deportivas por parte de la experta Ana Ballesteros Barrado:
912
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
913
Capítulo 9. Anexos
914
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Figura 122. Validación de la Herramienta para realizar Estudios de Riesgos y para Identificar Medidas de Seguridad contra dichos
riesgos en Instalaciones Deportivas por parte de la experta Ana Ballesteros Barrado. Fuente: Elaboración propia del modelo con
cumplimentación de datos de Ana Ballesteros Barrado.
915
Capítulo 9. Anexos
Validación de la Herramienta para realizar Estudios de Riesgos y para Identificar Medidas de Seguridad
contra dichos riesgos en Instalaciones Deportivas por parte del experto Raúl Valera
Tena:
Figura 123. Validación de la Herramienta para realizar Estudios de Riesgos y para Identificar Medidas de Seguridad contra dichos
riesgos en Instalaciones Deportivas por parte del experto Raúl Valera Tena. Fuente: Elaboración propia del modelo con
cumplimentación de datos de Raúl Valera Tena.
916
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Junto a estas validaciones, hay que añadir la efectuada por Ignacio A. Rendón Fernández, con una
valoración general positiva, como Capitán de la Guardia Civil. Oficina de coordinación y doctrina-A.R.S.
(Madrid) Oficial al cargo de la Oficina de Coordinación y Doctrina de la Agrupación de Reserva y
Seguridad de la Guardia Civil; titulado especialista en Control de Masas; Unidades Montadas; Policía
Judicial y Defensa NRBQ. Diez años de experiencia profesional en Unidades de Control de Masas y Orden
Público, tanto en Unidades a pie, como en Unidades montadas. Ha tomado parte en la planificación,
ejecución y conducción de múltiples servicios con motivo de la celebración de eventos multitudinarios.
Entre éstos destacan algunos de tipo deportivo, como son las distintas ediciones de Campeonatos
Internacionales de Motociclismo en Alcañiz o Cheste, del ámbito religioso o social como La Romería de
El Rocío, o lúdico-festivo como Conciertos, espectáculos y Festivales Internacionales de Música (Los
Monegros, Benicassim, entre otros).
La efectuada por José Miguel Martínez Barrera, Vice-presidente de Instituto de Seguridad, Defensa y
Estudios Internacionales. Asesor en Seguridad Militar y Consultor Técnico Policial Internacional,
Graduado Superior en Ciencias Policiales y de Seguridad por el CIEATS de Bélgica, Doctor en Ciencias
Policiales y de Seguridad con Honores por la ANSTED University (GB), Doctor en Dirección de Seguridad
Empresarial por la PHOENIX International University (GB), Master en Prevención del Crimen y Manejo
de Crisis en Entornos de Riesgos, Oficial en la Confederación Interaliada de Oficiales de Reserva OTAN
(CIOR) perteneciendo a su CFCSE, siendo Profesor Visitante, Ponente en diferentes Universidades, así
como Asesor-Consultor en Compañías Privadas de Seguridad y Servicios.
Y, la efectuada por Francisco José Alonso Tejeda en lo concerniente al ámbito normativo de la seguridad
privada, como Inspector jefe de grupo operativo de servicios de seguridad. Brigada central de inspección e
investigación. Unidad central de seguridad privada. Cuerpo Nacional de Policía.
917
Capítulo 9. Anexos
918
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Anexo E. Mapas de Distritos y Centros Deportivos Municipales (CDM) autorizados para desarrollar
el trabajo de campo de la Tesis Doctoral.
En el capítulo 4 Metodología, dentro del punto 4.3 Desarrollo de la Primera fase de la Estrategia
de investigación (proceso previo del trabajo de campo), en su epígrafe R) Establecimiento de un
Organigrama de Distritos (mapa de Distritos) y Centros Deportivos Municipales (CDM) (mapa de centros)
autorizados, se indicó que conseguidas trece autorizaciones de Distritos de diecinueve posibles, ubicados
los distintos Distritos autorizados, era preciso visualizar en el mapa cada uno para observar sus distintos
Centros Deportivos Municipales (CDM) de gestión directa construidos y las diferentes Instalaciones
Deportivas Básicas (no se representaban los Centros Deportivos Municipales (CDM) de gestión indirecta,
ni el resto de suelo deportivo) junto con la vista satélite de cada Centro Deportivo Municipal (CDM) en
donde se efectuó el trabajo de campo y una breve identificación de sus dimensiones y espacios al sumar
todos ellos ciento veintidós hectáreas, más de 1.219.400 metros cuadrados.
Finalmente, para la consulta de dichos mapas, se aludía al presente Anexo E, el cual incluye:
El mapa deportivo del Distrito 2 Arganzuela a través de la Figura 126 Mapa deportivo del Distrito 2
Arganzuela.
El mapa satélite del Centro Deportivo Municipal Centro Integrado Arganzuela perteneciente al Distrito 2
Arganzuela a través de la Figura 127 Mapa satélite del Centro Deportivo Municipal Centro Integrado
Arganzuela.
El mapa deportivo del Distrito 3 Retiro a través de la Figura 128 Mapa deportivo del Distrito 3 Retiro.
El mapa satélite del Centro Deportivo Municipal Daoiz y Velarde perteneciente al Distrito 3 Retiro a través
de la Figura 129 Mapa satélite del Centro Deportivo Municipal Daoiz y Velarde.
El mapa satélite del Centro Deportivo Municipal La Chopera perteneciente al Distrito 3 Retiro a través de
la Figura 130 Mapa satélite del Centro Deportivo Municipal La Chopera.
El mapa deportivo del Distrito 4 Salamanca a través de la Figura 131 Mapa deportivo del Distrito 4
Salamanca.
El mapa satélite del Centro Deportivo Municipal Gimnasio Moscardó perteneciente al Distrito 4 Salamanca
a través de la Figura 132 Mapa satélite del Centro Deportivo Municipal Gimnasio Moscardó.
El mapa deportivo del Distrito 5 Chamartín a través de la Figura 133 Mapa deportivo del Distrito 5
Chamartín.
919
Capítulo 9. Anexos
El mapa satélite del Centro Deportivo Municipal Pradillo perteneciente al Distrito 5 Chamartín a través de
la Figura 134 Mapa satélite del Centro Deportivo Municipal Pradillo.
El mapa deportivo del Distrito 6 Tetuán a través de la Figura 135 Mapa deportivo del Distrito 6 Tetuán.
El mapa satélite del Centro Deportivo Municipal Playa Victoria perteneciente al Distrito 6 Tetuán a través
de la Figura 136 Mapa satélite del Centro Deportivo Municipal Playa Victoria.
El mapa satélite del Centro Deportivo Municipal Triángulo de Oro perteneciente al Distrito 6 Tetuán a
través de la Figura 137 Mapa satélite del Centro Deportivo Municipal Triángulo de Oro.
El mapa deportivo del Distrito 8 Fuencarral-El Pardo a través de la Figura 138 Mapa deportivo del Distrito
8 Fuencarral-El Pardo.
El mapa satélite del Centro Deportivo Municipal Vicente del Bosque perteneciente al Distrito 8 Fuencarral-
El Pardo a través de la Figura 139 Mapa satélite del Centro Deportivo Municipal Vicente del Bosque.
El mapa satélite del Centro Deportivo Municipal La Masó perteneciente al Distrito 8 Fuencarral-El Pardo
a través de la Figura 140 Mapa satélite del Centro Deportivo Municipal La Masó.
El mapa deportivo del Distrito 10 Latina a través de la Figura 141 Mapa deportivo del Distrito 10 Latina.
El mapa satélite del Centro Deportivo Municipal Aluche perteneciente al Distrito 10 Latina a través de la
Figura 142 Mapa satélite del Centro Deportivo Municipal Aluche.
El mapa satélite del Centro Deportivo Municipal Gallur perteneciente al Distrito 10 Latina a través de la
Figura 143 Mapa satélite del Centro Deportivo Municipal Gallur.
El mapa deportivo del Distrito 13 Puente de Vallecas a través de la Figura 144 Mapa deportivo del Distrito
13 Puente de Vallecas.
El mapa satélite del Centro Deportivo Municipal Alberto García perteneciente al Distrito 13 Puente de
Vallecas a través de la Figura 145 Mapa satélite del Centro Deportivo Municipal Alberto García.
El mapa satélite del Centro Deportivo Municipal Puente de Vallecas perteneciente al Distrito 13 Puente de
Vallecas a través de la Figura 146 Mapa satélite del Centro Deportivo Municipal Puente de Vallecas.
El mapa satélite del Centro Deportivo Municipal Entrevías perteneciente al Distrito 13 Puente de Vallecas
a través de la Figura 147 Mapa satélite del Centro Deportivo Municipal Entrevías.
920
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
El mapa satélite del Centro Deportivo Municipal Palomeras perteneciente al Distrito 13 Puente de Vallecas
a través de la Figura 148 Mapa satélite del Centro Deportivo Municipal Palomeras.
El mapa deportivo del Distrito 14 Moratalaz a través de la Figura 149 Mapa deportivo del Distrito 14
Moratalaz.
El mapa satélite del Centro Deportivo Municipal Moratalaz perteneciente al Distrito 14 Moratalaz a través
de la Figura 150 Mapa satélite del Centro Deportivo Municipal Moratalaz.
El mapa satélite del Centro Deportivo Municipal La Elipa perteneciente al Distrito 14 Moratalaz a través
de la Figura 151 Mapa satélite del Centro Deportivo Municipal La Elipa.
El mapa deportivo del Distrito 17 Villaverde a través de la Figura 152 Mapa deportivo del Distrito 17
Villaverde.
El mapa satélite del Centro Deportivo Municipal El Espinillo perteneciente al Distrito 17 Villaverde a través
de la Figura 153 Mapa satélite del Centro Deportivo Municipal El Espinillo.
El mapa satélite del Centro Deportivo Municipal Félix Rubio perteneciente al Distrito 17 Villaverde a través
de la Figura 154 Mapa satélite del Centro Deportivo Municipal Félix Rubio.
El mapa satélite del Centro Deportivo Municipal Raúl González perteneciente al Distrito 17 Villaverde a
través de la Figura 155 Mapa satélite del Centro Deportivo Municipal Raúl González.
El mapa satélite del Centro Deportivo Municipal Plata y Castañar perteneciente al Distrito 17 Villaverde a
través de la Figura 156 Mapa satélite del Centro Deportivo Municipal Plata y Castañar.
El mapa deportivo del Distrito 18 Villa de Vallecas a través de la Figura 157 Mapa deportivo del Distrito
18 Villa de Vallecas.
El mapa satélite del Centro Deportivo Municipal Cerro Almodóvar perteneciente al Distrito 18 Villa de
Vallecas a través de la Figura 158 Mapa satélite del Centro Deportivo Municipal Cerro Almodóvar.
El mapa satélite del Centro Deportivo Municipal Miguel Guillén Prim perteneciente al Distrito 18 Villa de
Vallecas a través de la Figura 159 Mapa satélite del Centro Deportivo Municipal Miguel Guillén Prim.
El mapa deportivo del Distrito 19 Vicálvaro a través de la Figura 160 Mapa deportivo del Distrito 19
Vicálvaro.
921
Capítulo 9. Anexos
El mapa satélite del Centro Deportivo Municipal Vicálvaro perteneciente al Distrito 19 Vicálvaro a través
de la Figura 161 Mapa satélite del Centro Deportivo Municipal Vicálvaro.
El mapa satélite del Centro Deportivo Municipal Valdebernardo perteneciente al Distrito 19 Vicálvaro a
través de la Figura 162 Mapa satélite del Centro Deportivo Municipal Valdebernardo.
El mapa deportivo del Distrito 21 Barajas a través de la Figura 163 Mapa deportivo del Distrito 21 Barajas.
Y, el mapa satélite del Centro Deportivo Municipal Barajas perteneciente al Distrito 21 Barajas a través de
la Figura 164 Mapa satélite del Centro Deportivo Municipal Barajas.
922
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Figura 126. Mapa deportivo del Distrito 2 Arganzuela. Fuente: Elaboración propia a partir de planimetría de Centros Deportivos e
Instalaciones Deportivas Básicas Municipales del Censo de equipamientos deportivos municipales 2015 (Ayuntamiento de Madrid,
2015a).
Del Distrito 2 Arganzuela, se efectuó el trabajo de campo en el Centro Deportivo Municipal Centro
Integrado Arganzuela, presentado a continuación:
923
Capítulo 9. Anexos
Mapa satélite del Centro Deportivo Municipal Centro Integrado Arganzuela perteneciente al Distrito 2
Arganzuela:
Figura 127. Mapa satélite del Centro Deportivo Municipal Centro Integrado Arganzuela. Fuente: Elaboración propia a partir de Google
Maps (2018).
El Centro Deportivo Municipal Centro Integrado Arganzuela, de gestión directa por el Ayuntamiento de
Madrid, situado en la C/ Canarias, 17, con una superficie total de 4.900 metros cuadrados, presenta como
unidades deportivas cubiertas: un pabellón, dos piscinas cubiertas (un vaso de 25 metros y un vaso de
enseñanza), una sala de musculación, una sala multiusos y sala de fisioterapia e hidroterapia y, como
unidades deportivas al aire libre cuatro pistas de pádel (Ayuntamiento de Madrid, 2015a).
924
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Figura 128. Mapa deportivo del Distrito 3 Retiro. Fuente: Elaboración propia a partir de planimetría de Centros Deportivos e
Instalaciones Deportivas Básicas Municipales del Censo de equipamientos deportivos municipales 2015 (Ayuntamiento de Madrid,
2015a).
Del Distrito 3 Retiro, se efectuó el trabajo de campo en el Centro Deportivo Municipal Daoiz y Velarde y
en el Centro Deportivo Municipal La Chopera, presentados a continuación:
925
Capítulo 9. Anexos
Mapa satélite del Centro Deportivo Municipal Daoiz y Velarde perteneciente al Distrito 3 Retiro:
Figura 129. Mapa satélite del Centro Deportivo Municipal Daoiz y Velarde. Fuente: Elaboración propia a partir de Google Maps
(2018).
El Centro Deportivo Municipal Daoiz y Velarde de gestión directa por el Ayuntamiento de Madrid, situado
en la Avda. Ciudad de Barcelona, 162, con una superficie total de 9.496 metros cuadrados presenta como
unidades deportivas cubiertas: dos piscinas (un vaso de 25 metros y un vaso de enseñanza), un pabellón,
una sala de musculación, dos salas multiusos, dos saunas, sala de fisioterapia e hidroterapia y una sala de
halterofilia y, como unidades deportivas al aire libre una pista de pádel de cristal (Ayuntamiento de Madrid,
2015a).
926
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Mapa satélite del Centro Deportivo Municipal La Chopera perteneciente al Distrito 3 Retiro:
Figura 130. Mapa satélite del Centro Deportivo Municipal La Chopera. Fuente: Elaboración propia a partir de Google Maps (2018).
El Centro Deportivo Municipal La Chopera de gestión directa por el Ayuntamiento de Madrid, situado en
el Pº Fernán Núñez, 3 Parque del Buen Retiro, con una superficie total de 13.350 metros cuadrados presenta
como unidades deportivas cubiertas: una sala de musculación y una sala multiusos y, como unidades
deportivas al aire libre: tres pistas polideportivas, tres pistas de pádel, tres pistas de tenis, un campo de
fútbol 11 de césped artificial y un circuito de vida (Ayuntamiento de Madrid, 2015a).
927
Capítulo 9. Anexos
Figura 131. Mapa deportivo del Distrito 4 Salamanca. Fuente: Elaboración propia a partir de planimetría de Centros Deportivos e
Instalaciones Deportivas Básicas Municipales del Censo de equipamientos deportivos municipales 2015 (Ayuntamiento de Madrid,
2015a).
Del Distrito 4 Salamanca, se efectuó el trabajo de campo en el Centro Deportivo Municipal Gimnasio
Moscardó, presentado a continuación:
928
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Mapa satélite del Centro Deportivo Municipal Gimnasio Moscardó perteneciente al Distrito 4 Salamanca:
Figura 132. Mapa satélite del Centro Deportivo Municipal Gimnasio Moscardó. Fuente: Elaboración propia a partir de Google Maps
(2018).
El Centro Deportivo Municipal Gimnasio Moscardó de gestión directa por el Ayuntamiento de Madrid,
situado en C/ Pilar de Zaragoza, 93, con una superficie total de 4.650 metros cuadrados presenta como
unidades deportivas cubiertas: dos piscinas (dos vasos de 25 metros), dos pabellones, una sala de
musculación, dos salas multiusos y sala de fisioterapia e hidroterapia y, como unidades deportivas al aire
libre: una pista de tenis, una pista de pádel de cristal y dos mesas de tenis de mesa (Ayuntamiento de
Madrid, 2015a).
929
Capítulo 9. Anexos
Figura 133. Mapa deportivo del Distrito 5 Chamartín. Fuente: Elaboración propia a partir de planimetría de Centros Deportivos e
Instalaciones Deportivas Básicas Municipales del Censo de equipamientos deportivos municipales 2015 (Ayuntamiento de Madrid,
2015a).
Del Distrito 5 Chamartín, se efectuó el trabajo de campo en el Centro Deportivo Municipal Pradillo,
presentado a continuación:
930
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Mapa satélite del Centro Deportivo Municipal Pradillo perteneciente al Distrito 5 Chamartín:
Figura 134. Mapa satélite del Centro Deportivo Municipal Pradillo. Fuente: Elaboración propia a partir de Google Maps (2018).
El Centro Deportivo Municipal Pradillo de gestión directa por el Ayuntamiento de Madrid, situado en la C/
Pradillo, 33, con una superficie total de 12.350 metros cuadrados presenta como unidades deportivas
cubiertas: dos piscinas (un vaso de 25 metros y un vaso de enseñanza), tres salas multiusos, una sala de
musculación, dos saunas y una sala de fisioterapia e hidroterapia y, como unidades deportivas al aire libre:
un campo de fútbol 7 de césped artificial, dos pistas polideportivas, una pista de tenis y seis pistas de pádel
(Ayuntamiento de Madrid, 2015a).
931
Capítulo 9. Anexos
Figura 135. Mapa deportivo del Distrito 6 Tetuán. Fuente: Elaboración propia a partir de planimetría de Centros Deportivos e
Instalaciones Deportivas Básicas Municipales del Censo de equipamientos deportivos municipales 2015 (Ayuntamiento de Madrid,
2015a).
Del Distrito 6 Tetuán, se efectuó el trabajo de campo en el Centro Deportivo Municipal Playa Victoria y en
el Centro Deportivo Municipal Triángulo de Oro, presentados a continuación:
932
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Mapa satélite del Centro Deportivo Municipal Playa Victoria perteneciente al Distrito 6 Tetuán:
Figura 136. Mapa satélite del Centro Deportivo Municipal Playa Victoria. Fuente: Elaboración propia a partir de Google Maps (2018).
El Centro Deportivo Municipal Playa Victoria de gestión directa por el Ayuntamiento de Madrid, situado
en la C/ Hierbabuena, 2, con una superficie total de 5.640 metros cuadrados, presenta como unidades
deportivas cubiertas: una piscina, una sala de musculación, una sala multiusos y dos saunas y, como
unidades deportivas al aire libre dos pistas de pádel de cristal (Ayuntamiento de Madrid, 2015a).
933
Capítulo 9. Anexos
Mapa satélite del Centro Deportivo Municipal Triángulo de Oro perteneciente al Distrito 6 Tetuán:
Figura 137. Mapa satélite del Centro Deportivo Municipal Triángulo de Oro. Fuente: Elaboración propia a partir de Google Maps
(2018).
El Centro Deportivo Municipal Triángulo de Oro de gestión directa por el Ayuntamiento de Madrid, situado
en la C/ Bravo Murillo, 376, con una superficie total de 4.150 metros cuadrados, presenta como unidades
deportivas cubiertas: una piscina (vaso de 25 metros), un pabellón, un frontón cubierto, una sala de
musculación y dos salas multiusos (Ayuntamiento de Madrid, 2015a).
934
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Figura 138. Mapa deportivo del Distrito 8 Fuencarral-El Pardo. Fuente: Elaboración propia a partir de planimetría de Centros
Deportivos e Instalaciones Deportivas Básicas Municipales del Censo de equipamientos deportivos municipales 2015 (Ayuntamiento
de Madrid, 2015a).
Del Distrito 8 Fuencarral-El Pardo, se efectuó el trabajo de campo en el Centro Deportivo Municipal
Vicente del Bosque y en el Centro Deportivo Municipal La Masó, presentados a continuación:
935
Capítulo 9. Anexos
Mapa satélite del Centro Deportivo Municipal Vicente del Bosque perteneciente al Distrito 8 Fuencarral-
El Pardo:
Figura 139. Mapa satélite del Centro Deportivo Municipal Vicente del Bosque. Fuente: Elaboración propia a partir de Google Maps
(2018).
El Centro Deportivo Municipal Vicente del Bosque de gestión directa por el Ayuntamiento de Madrid,
situado en la Av. Monforte de Lemos, 13, con una superficie total de 87.768 metros cuadrados, presenta
como unidades deportivas cubiertas: una piscina (vaso de 25 metros), un pabellón, una sala de musculación
y una sala de artes marciales y, como unidades deportivas al aire libre, tres piscinas (dos vasos de 50 metros
y un vaso infantil), un campo de fútbol 11 de césped artificial, dos pistas polideportivas, dos pistas de
baloncesto, seis pistas de tenis, seis pistas de pádel (dos de ellas de cristal), una pista de vóley playa, una
pista de patinaje, una zona nudista y dos mesas de tenis de mesa (Ayuntamiento de Madrid, 2015a).
936
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Mapa satélite del Centro Deportivo Municipal La Masó perteneciente al Distrito 8 Fuencarral-El Pardo:
Figura 140. Mapa satélite del Centro Deportivo Municipal La Masó. Fuente: Elaboración propia a partir de Google Maps (2018).
El Centro Deportivo Municipal La Masó de gestión directa por el Ayuntamiento de Madrid, situado en la
C/ La Masó, 80 c/v Avda. Ventisquero de la Condesa, con una superficie total de 41.700 metros cuadrados,
presenta como unidades deportivas cubiertas: dos piscinas (un vaso de 25 metros y un vaso de enseñanza),
un pabellón, una sala de musculación, una sala multiusos, dos saunas y una sala de fisioterapia e
hidroterapia y, como unidades deportivas al aire libre: un campo de fútbol 11 de césped artificial y un
rocódromo (Ayuntamiento de Madrid, 2015a).
937
Capítulo 9. Anexos
Figura 141. Mapa deportivo del Distrito 10 Latina. Fuente: Elaboración propia a partir de planimetría de Centros Deportivos e
Instalaciones Deportivas Básicas Municipales del Censo de equipamientos deportivos municipales 2015 (Ayuntamiento de Madrid,
2015a).
Del Distrito 10 Latina, se efectuó el trabajo de campo en el Centro Deportivo Municipal Aluche y en el
Centro Deportivo Municipal Gallur, presentados a continuación:
938
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Mapa satélite del Centro Deportivo Municipal Aluche perteneciente al Distrito 10 Latina:
Figura 142. Mapa satélite del Centro Deportivo Municipal Aluche. Fuente: Elaboración propia a partir de Google Maps (2018).
El Centro Deportivo Municipal Aluche de gestión directa por el Ayuntamiento de Madrid, situado en la
Avda. General Fanjul, 14, con una superficie total de 139.600 metros cuadrados, presenta como unidades
deportivas cubiertas: dos piscinas (un vaso de 50 metros y un vaso de 25 metros), un pabellón circular, un
pabellón de artes marciales, una sala de musculación, una sala multiusos, dos saunas y una sala de artes
marciales y, como unidades deportivas al aire libre: tres piscinas (dos gemelas y un vaso infantil), una pista
de atletismo, un campo de fútbol 11 de césped artificial, nueve pistas polideportivas, nueve pistas de tenis,
cuatro pistas de pádel, diecinueve mesas de tenis de mesa, dos frontones cortos, una pista de patinaje y
hockey con cubierta, un patinódromo, dos pistas de vóley playa y un circuito de seguridad vial
(Ayuntamiento de Madrid, 2015a).
939
Capítulo 9. Anexos
Mapa satélite del Centro Deportivo Municipal Gallur perteneciente al Distrito 10 Latina:
Figura 143. Mapa satélite del Centro Deportivo Municipal Gallur. Fuente: Elaboración propia a partir de Google Maps (2018).
El Centro Deportivo Municipal Gallur de gestión directa por el Ayuntamiento de Madrid, situado en la c/
Gallur, 2, con una superficie total de 63.896 metros cuadrados, presenta como unidades deportivas
cubiertas: dos piscinas (un vaso de 25 metros y un vaso de enseñanza), un pabellón, una sala de
musculación, una sala multiusos y una pista de atletismo y, como unidades deportivas al aire libre: una
campo de fútbol 11 de césped artificial, diez pistas de tenis, doce pistas de pádel y un frontón largo
(Ayuntamiento de Madrid, 2015a).
940
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Figura 144. Mapa deportivo del Distrito 13 Puente de Vallecas. Fuente: Elaboración propia a partir de planimetría de Centros
Deportivos e Instalaciones Deportivas Básicas Municipales del Censo de equipamientos deportivos municipales 2015 (Ayuntamiento
de Madrid, 2015a).
Del Distrito 13 Puente de Vallecas, se efectuó el trabajo de campo en el Centro Deportivo Municipal
Alberto García, en el Centro Deportivo Municipal Puente de Vallecas, en el Centro Deportivo Municipal
Entrevías y en el Centro Deportivo Municipal Palomeras, presentados a continuación:
941
Capítulo 9. Anexos
Mapa satélite del Centro Deportivo Municipal Alberto García perteneciente al Distrito 13 Puente de
Vallecas:
Figura 145. Mapa satélite del Centro Deportivo Municipal Alberto García. Fuente: Elaboración propia a partir de Google Maps (2018).
El Centro Deportivo Municipal Alberto García de gestión directa por el Ayuntamiento de Madrid, situado
en la C/ Reguera de Tomateros, 39 B, con una superficie total de 53.700 metros cuadrados presenta como
unidades deportivas cubiertas: dos piscinas (un vaso de 25 metros y un vaso de enseñanza), un pabellón,
una sala de musculación y una sala multiusos y, como unidades deportivas al aire libre: un campo de fútbol
11 de césped artificial, un campo de fútbol 7 de césped artificial, una pista de fútbol sala, una pista de
baloncesto, una pista polideportiva, una pista de hockey patines, dos pistas de tenis y cuatro pistas de pádel
de cristal (Ayuntamiento de Madrid, 2015a).
942
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Mapa satélite del Centro Deportivo Municipal Puente de Vallecas perteneciente al Distrito 13 Puente de
Vallecas:
Figura 146. Mapa satélite del Centro Deportivo Municipal Puente de Vallecas. Fuente: Elaboración propia a partir de Google Maps
(2018).
El Centro Deportivo Municipal Puente de Vallecas de gestión directa por el Ayuntamiento de Madrid,
situado en la C/ Payaso Fofó, 7, con una superficie total de 1.565 metros cuadrados, presenta como unidades
deportivas cubiertas: dos piscinas (un vaso de 25 metros y un vaso de enseñanza), un pabellón, cuatro pistas
de squash, una sala de musculación y una sala multiusos (Ayuntamiento de Madrid, 2015a).
943
Capítulo 9. Anexos
Mapa satélite del Centro Deportivo Municipal Entrevías perteneciente al Distrito 13 Puente de Vallecas.
Figura 147. Mapa satélite del Centro Deportivo Municipal Entrevías. Fuente: Elaboración propia a partir de Google Maps (2018).
El Centro Deportivo Municipal Entrevías de gestión directa por el Ayuntamiento de Madrid, situado en la
C/ Ronda del Sur, 4, con una superficie total de 75.400 metros cuadrados, presenta como unidades
deportivas cubiertas: dos piscinas (un vaso de 25 metros y un vaso de enseñanza), un pabellón, una sala de
musculación y dos salas multiusos y, como unidades deportivas al aire libre: dos piscinas (un vaso de 50
metros y un vaso infantil), dos pistas de tenis, una pista polideportiva., un campo de fútbol 11 de césped
artificial y una mesa de tenis de mesa (Ayuntamiento de Madrid, 2015a).
944
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Mapa satélite del Centro Deportivo Municipal Palomeras perteneciente al Distrito 13 Puente de Vallecas:
Figura 148. Mapa satélite del Centro Deportivo Municipal Palomeras. Fuente: Elaboración propia a partir de Google Maps (2018).
El Centro Deportivo Municipal Palomeras de gestión directa por el Ayuntamiento de Madrid, situado en la
C/ Tranvía de Arganda, 4, con una superficie total de 97.300 metros cuadrados, presenta como unidades
deportivas cubiertas: dos piscinas (un vaso de 25 metros y un vaso de enseñanza), un pabellón, una sala
musculación, tres salas multiusos, una sala de artes marciales y una sala de armas y, como unidades
deportivas al aire libre: cuatro piscinas (un vaso de 50 metros dos vasos de recreo y un vaso infantil), una
pista de atletismo, dos campos de fútbol 11 de césped artificial, seis pistas polideportivas, cinco pistas de
tenis, cuatro pistas de pádel, un frontón corto y dos mesas de tenis de mesa (Ayuntamiento de Madrid,
2015a).
945
Capítulo 9. Anexos
Figura 149. Mapa deportivo del Distrito 14 Moratalaz. Fuente: Elaboración propia a partir de planimetría de Centros Deportivos e
Instalaciones Deportivas Básicas Municipales del Censo de equipamientos deportivos municipales 2015 (Ayuntamiento de Madrid,
2015a).
Del Distrito 14 Moratalaz, se efectuó el trabajo de campo en el Centro Deportivo Municipal Moratalaz y
en el Centro Deportivo Municipal La Elipa, presentados a continuación:
946
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Mapa satélite del Centro Deportivo Municipal Moratalaz perteneciente al Distrito 14 Moratalaz:
Figura 150. Mapa satélite del Centro Deportivo Municipal Moratalaz. Fuente: Elaboración propia a partir de Google Maps (2018).
El Centro Deportivo Municipal Moratalaz de gestión directa por el Ayuntamiento de Madrid, situado en la
C/ Valdebernardo, 2, con una superficie total de 108.300 metros cuadrados, presenta como unidades
deportivas cubiertas: una piscina (vaso de 25 metros), un pabellón, una sala de musculación, dos salas
multiusos y una sala de artes marciales y, como unidades deportivas al aire libre: cuatro piscinas (tres vasos
de 50 metros y un vaso infantil), una pista de atletismo, un campo de fútbol 11 de césped artificial, tres
pistas de fútbol sala, una pista de baloncesto, seis pistas de tenis, cuatro pistas de pádel de cristal, dos
frontones largos, una pista de patinaje, una pista de vóley playa y una campo de tiro con arco (Ayuntamiento
de Madrid, 2015a).
947
Capítulo 9. Anexos
Mapa satélite del Centro Deportivo Municipal La Elipa perteneciente al Distrito 14 Moratalaz:
Figura 151. Mapa satélite del Centro Deportivo Municipal La Elipa. Fuente: Elaboración propia a partir de Google Maps (2018).
El Centro Deportivo Municipal La Elipa de gestión directa por el Ayuntamiento de Madrid, situado en la
C/ Alcalde Garrido Juaristi, 17, con una superficie total de 159.000 metros cuadrados, presenta como
unidades deportivas cubiertas: un pabellón, un frontón largo, una sala de musculación y dos salas multiusos
y, como unidades deportivas al aire libre: tres piscinas (un vaso de 50 metros, un vaso de recreo y un vaso
infantil), una zona nudista, dos campos de fútbol 11 de césped artificial, dos campos de fútbol 7 de césped
artificial, una pista polideportiva cubierta, diez pistas de tenis, seis pistas de pádel (dos de cristal), once
mesas de tenis mesa, un campo de bolos y petanca, dos campos de béisbol y softbol, dos circuitos de
automodelismo y una pista de vóley playa (Ayuntamiento de Madrid, 2015a).
948
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Figura 152. Mapa deportivo del Distrito 17 Villaverde. Fuente: Elaboración propia a partir de planimetría de Centros Deportivos e
Instalaciones Deportivas Básicas Municipales del Censo de equipamientos deportivos municipales 2015 (Ayuntamiento de Madrid,
2015a).
Del Distrito 17 Villaverde, se efectuó el trabajo de campo en el Centro Deportivo Municipal El Espinillo,
en el Centro Deportivo Municipal Félix Rubio, en el Centro Deportivo Municipal Raúl González y en el
Centro Deportivo Municipal Plata y Castañar, presentados a continuación:
949
Capítulo 9. Anexos
Mapa satélite del Centro Deportivo Municipal El Espinillo perteneciente al Distrito 17 Villaverde:
Figura 153. Mapa satélite del Centro Deportivo Municipal El Espinillo. Fuente: Elaboración propia a partir de Google Maps (2018).
El Centro Deportivo Municipal El Espinillo de gestión directa por el Ayuntamiento de Madrid, situado en
la Carretera de Villaverde a Vallecas, 19, con una superficie total de 11.350 metros cuadrados, presenta
como unidades deportivas cubiertas: dos piscinas (un vaso de 25 metros y un vaso de enseñanza) y dos
salas multiusos (Ayuntamiento de Madrid, 2015a).
950
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Mapa satélite del Centro Deportivo Municipal Félix Rubio perteneciente al Distrito 17 Villaverde:
Figura 154. Mapa satélite del Centro Deportivo Municipal Félix Rubio. Fuente: Elaboración propia a partir de Google Maps (2018).
El Centro Deportivo Municipal Félix Rubio de gestión directa por el Ayuntamiento de Madrid, situado en
la C/ Alianza, 4, con una superficie total de 8.630 metros cuadrados, presenta como unidades deportivas
cubiertas: un pabellón y una sala de musculación y, como unidades deportivas al aire libre: un campo de
fútbol 11 de césped artificial, un campo de fútbol 5 x 5 de césped artificial, dos pistas de fútbol 1 x 1 (pana),
dos pistas de baloncesto 3 x 3, una pista polideportiva, un bloque de escalada, un frontón corto y cuatro
pistas de frontenis (Ayuntamiento de Madrid, 2015a).
951
Capítulo 9. Anexos
Mapa satélite del Centro Deportivo Municipal Raúl González perteneciente al Distrito 17 Villaverde:
Figura 155. Mapa satélite del Centro Deportivo Municipal Raúl González. Fuente: Elaboración propia a partir de Google Maps (2018).
El Deportivo Municipal Raúl González de gestión directa por el Ayuntamiento de Madrid, situado en la C/
Benimamet, 137, con una superficie total de 33.900 metros cuadrados, presenta como unidades deportivas
cubiertas: dos piscinas (un vaso de 25 metros y un vaso de enseñanza), un pabellón y dos salas multiusos
(Ayuntamiento de Madrid, 2015a).
952
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Mapa satélite del Centro Deportivo Municipal Plata y Castañar perteneciente al Distrito 17 Villaverde:
Figura 156. Mapa satélite del Centro Deportivo Municipal Plata y Castañar. Fuente: Elaboración propia a partir de Google Maps
(2018).
El Centro Deportivo Municipal Plata y Castañar de gestión directa por el Ayuntamiento de Madrid, situado
en el Pº Plata y Castañar, 7, con una superficie total de 66.013 metros cuadrados, presenta como unidades
deportivas cubiertas: dos piscinas (un vaso de 25 metros y un vaso de enseñanza), un pabellón, una sala
multiusos y una sala de fisioterapia e hidroterapia y, como unidades deportivas al aire libre: tres piscinas
(un vaso de 50 metros, un vaso de recreo y un vaso infantil), un campo de fútbol 11 de césped artificial, un
campo de fútbol 7 de césped artificial, dos pistas polideportivas, seis pistas de tenis, cuatro pistas de pádel
y una pista de patinaje con cubierta (Ayuntamiento de Madrid, 2015a).
953
Capítulo 9. Anexos
Figura 157. Mapa deportivo del Distrito 18 Villa de Vallecas. Fuente: Elaboración propia a partir de planimetría de Centros Deportivos
e Instalaciones Deportivas Básicas Municipales del Censo de equipamientos deportivos municipales 2015 (Ayuntamiento de Madrid,
2015a).
Del Distrito 18 Villa de Vallecas, se efectuó el trabajo de campo en el Centro Deportivo Municipal Cerro
Almodóvar y en el Centro Deportivo Municipal Miguel Guillén Prim, presentados a continuación:
954
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Mapa satélite del Centro Deportivo Municipal Cerro Almodóvar perteneciente al Distrito 18 Villa de
Vallecas:
Figura 158. Mapa satélite del Centro Deportivo Municipal Cerro Almodóvar. Fuente: Elaboración propia a partir de Google Maps
(2018).
El Centro Deportivo Municipal Cerro Almodóvar de gestión directa por el Ayuntamiento de Madrid,
situado en la C/ Cerro de Almodóvar, 9, con una superficie total de 61.600 metros cuadrados, presenta
como unidades deportivas cubiertas: dos piscinas (un vaso de 25 metros y un vaso de enseñanza), un
pabellón, una sala de musculación (halterofilia) y una sala multiusos y, como unidades deportivas al aire
libre: tres piscinas (un vaso de 50 metros, un vaso de recreo y un vaso infantil), dos pistas polideportivas,
un frontón corto y dos mesas de tenis de mesa (Ayuntamiento de Madrid, 2015a).
955
Capítulo 9. Anexos
Mapa satélite del Centro Deportivo Municipal Miguel Guillén Prim perteneciente al Distrito 18 Villa de
Vallecas:
Figura 159. Mapa satélite del Centro Deportivo Municipal Miguel Guillén Prim. Fuente: Elaboración propia a partir de Google Maps
(2018).
El Centro Deportivo Municipal Miguel Guillén Prim de gestión directa por el Ayuntamiento de Madrid,
situado en la C/ Fuentidueña, 6 c/v C/ Puerto de Porzuna, con una superficie total de 8.400 metros
cuadrados, presenta como unidades deportivas cubiertas: un pabellón y una sala de musculación y, como
unidades deportivas al aire libre un campo de fútbol 7 de césped artificial (Ayuntamiento de Madrid,
2015a).
956
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Figura 160. Mapa deportivo del Distrito 19 Vicálvaro. Fuente: Elaboración propia a partir de planimetría de Centros Deportivos e
Instalaciones Deportivas Básicas Municipales del Censo de equipamientos deportivos municipales 2015 (Ayuntamiento de Madrid,
2015a).
Del Distrito 19 Vicálvaro, se efectuó el trabajo de campo en el Centro Deportivo Municipal Vicálvaro y en
el Centro Deportivo Municipal Valdebernardo, presentados a continuación:
957
Capítulo 9. Anexos
Mapa satélite del Centro Deportivo Municipal Vicálvaro perteneciente al Distrito 19 Vicálvaro:
Figura 161. Mapa satélite del Centro Deportivo Municipal Vicálvaro. Fuente: Elaboración propia a partir de Google Maps (2018).
El Centro Deportivo Municipal Vicálvaro de gestión directa por el Ayuntamiento de Madrid, situado en el
Pº del Polideportivo, 3, con una superficie total de 82.400 metros cuadrados, presenta como unidades
deportivas cubiertas: dos piscinas (un vaso de 25 metros y un vaso de enseñanza) y un pabellón y, como
unidades deportivas al aire libre: dos piscinas (un vaso de 50 metros y un vaso infantil), una pista de
atletismo, un campo de fútbol 11 de césped artificial, dos campos de fútbol 7 de césped artificial, dos pistas
polideportivas, tres pistas de tenis, cuatro mesas de tenis de mesa y cuatro pistas de pádel (Ayuntamiento
de Madrid, 2015a).
958
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Mapa satélite del Centro Deportivo Municipal Valdebernardo perteneciente al Distrito 19 Vicálvaro:
Figura 162. Mapa satélite del Centro Deportivo Municipal Valdebernardo. Fuente: Elaboración propia a partir de Google Maps (2018).
El Centro Deportivo Municipal Valdebernardo de gestión directa por el Ayuntamiento de Madrid, situado
en la C/ Ladera de los Almendros, 2, con una superficie total de 47.000 metros cuadrados, presenta como
unidades deportivas cubiertas: dos piscinas (un vaso de 25 metros y un vaso de enseñanza), un pabellón,
una sala de musculación y dos salas multiusos y, como unidades deportivas al aire libre: un campo de fútbol
11 de césped artificial, dos campos de fútbol 7 de césped artificial, nueve pistas de tenis y diez pistas de
pádel (Ayuntamiento de Madrid, 2015a).
959
Capítulo 9. Anexos
Figura 163. Mapa deportivo del Distrito 21 Barajas. Fuente: Elaboración propia a partir de planimetría de Centros Deportivos e
Instalaciones Deportivas Básicas Municipales del Censo de equipamientos deportivos municipales 2015 (Ayuntamiento de Madrid,
2015a).
Del Distrito 21 Barajas, se efectuó el trabajo de campo en el Centro Deportivo Municipal Barajas,
presentado a continuación:
960
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Mapa satélite del Centro Deportivo Municipal Barajas perteneciente al Distrito 21 Barajas:
Figura 164. Mapa satélite del Centro Deportivo Municipal Barajas. Fuente: Elaboración propia a partir de Google Maps (2018).
El Centro Deportivo Municipal Barajas de gestión directa por el Ayuntamiento de Madrid, situado en la
Avda. de Logroño, 70, con una superficie total de 17.346 metros cuadrados, presenta como unidades
deportivas cubiertas: dos piscinas (un vaso de 25 metros y un vaso de enseñanza), un pabellón, una sala de
musculación y dos salas multiusos y, como unidades deportivas al aire libre: cuatro pistas de tenis y cuatro
pistas de pádel (Ayuntamiento de Madrid, 2015a).
961
Capítulo 9. Anexos
962
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
En el capítulo 4 Metodología, dentro del punto 4.3 Desarrollo de la Primera fase de la Estrategia
de investigación (proceso previo del trabajo de campo) en el epígrafe N) Identificación de los riesgos a
incluir en el Estudio de Riesgos sobre los Grupos de Riesgo seleccionados y sus Catálogos de Riesgos
derivados”, se representaron a modo de organigramas, cómo se desglosaban los distintos riesgos
identificados de cada uno de los doce riesgos que contenía el Catálogo de Riesgo 1. Riesgos de Daños por
Actos antisociales, definidos en el epígrafe D de dicha primera fase de la Estrategia de investigación.
En esas trece representaciones, se registraron un total de cuatro riesgos generales y doscientos ochenta
riesgos específicos, indicando que se desarrollarían y expresarían de forma específica en el epígrafe Q de
la primera fase de la Estrategia de investigación formando parte de la Herramienta para realizar Estudios
de Riesgos y para Identificar Medidas de Seguridad contra dichos riesgos en Instalaciones Deportivas y, en
la tercera fase de la Estrategia de investigación en el epígrafe B) Establecimiento de un cuadro resumen de
los riesgos identificados.
En dicho epígrafe B, se indicó que siguiendo el mismo orden que el representado, en el presente Anexo F
Riesgos identificados incluidos en el Estudio de Riesgos, se mostraban todos ellos a modo de resumen.
General
PLANIFICACIÓN/GESTIÓN/PARTE OPERATIVA DE LOS ASPECTOS DE SEGURIDAD DEL
CDM
Ausencia de Plan de Seguridad
Ausencia de Plan de Seguridad que registre los distintos aspectos de seguridad del CDM.
Ausencia de Centro de Control
Ausencia de Centro de Control desde donde gestionar los distintos aspectos de seguridad del CDM.
Ausencia de responsable de seguridad
Ausencia de responsable de seguridad desde donde manejar la parte operativa de los distintos aspectos
de seguridad del CDM.
Ausencia de servicios y personal de seguridad privada
Ausencia de servicios y personal de seguridad privada desde donde manejar los aspectos específicos de
la parte operativa de los distintos aspectos de seguridad del CDM.
963
Capítulo 9. Anexos
1.1.1.3 Incidentes o altercados entre alumnos competidores dentro o fuera de los espacios de actividad
antes, durante o después de la competición deportiva.
1.1.1.4 Incidentes o altercados entre deportistas practicantes dentro o fuera de los espacios de
actividad antes, durante o después de la práctica deportiva.
1.1.1.5 Incidentes o altercados entre deportistas competidores dentro o fuera de los espacios de
actividad antes, durante o después de la competición deportiva.
1.1.2 Incidentes o altercados relacionados con espectadores o visitantes
1.1.2.1 Incidentes o altercados entre espectadores o visitantes de usuarios practicantes fuera del
espacio de actividad antes, durante o después de la práctica deportiva.
1.1.2.2 Incidentes o altercados entre espectadores o visitantes de alumnos practicantes fuera del
espacio de actividad antes, durante o después de la práctica deportiva.
1.1.2.3 Incidentes o altercados entre espectadores o visitantes de alumnos competidores fuera del
espacio de actividad antes, durante o después de la competición deportiva.
1.1.2.4 Incidentes o altercados entre espectadores o visitantes de deportistas practicantes fuera del
espacio de actividad antes, durante o después de la práctica deportiva.
1.1.2.5 Incidentes o altercados entre espectadores o visitantes de deportistas competidores fuera del
espacio de actividad antes, durante o después de la competición deportiva.
1.1.3 Incidentes o altercados relacionados con el personal de la instalación.
1.1.3.1 Incidentes o altercados entre personal de la instalación
1.1.3.2 Incidentes o altercados entre personal de la instalación y usuarios practicantes dentro o fuera
de los espacios de actividad antes, durante o después de la práctica deportiva.
1.1.3.3 Incidentes o altercados entre personal de la instalación y alumnos practicantes o
competidores dentro o fuera de los espacios de actividad antes, durante o después de la práctica o
competición deportiva.
1.1.3.4 Incidentes o altercados entre personal de la instalación y deportistas practicantes o
competidores dentro o fuera de los espacios de actividad antes, durante o después de la práctica
deportiva.
1.1.3.5 Incidentes o altercados entre personal de la instalación y espectadores o visitantes de
usuarios practicantes, alumnos practicantes o competidores y deportistas practicantes o competidores
fuera del espacio de actividad antes, durante o después de la competición deportiva.
1.2 COMPORTAMIENTOS INCÍVICOS O INDECENTES (Actos contra la limpieza y la salubridad,
obscenos, ruidos, molestias etc.).
1.2.1 Comportamientos incívicos o indecentes relacionados con usuarios y alumnos.
1.2.1.1 Comportamientos incívicos o indecentes de usuarios practicantes dentro o fuera de los
espacios de actividad antes, durante o después de la práctica deportiva.
1.2.1.2 Comportamientos incívicos o indecentes de alumnos practicantes dentro o fuera de los
espacios de actividad antes, durante o después de la práctica deportiva.
1.2.1.3 Comportamientos incívicos o indecentes de alumnos competidores dentro o fuera de los
espacios de actividad antes, durante o después de la competición deportiva.
1.2.1.4 Comportamientos incívicos o indecentes de deportistas practicantes dentro o fuera de los
espacios de actividad antes, durante o después de la práctica deportiva.
1.2.1.5 Comportamientos incívicos o indecentes de deportistas competidores dentro o fuera de los
espacios de actividad antes, durante o después de la competición deportiva.
1.2.2 Comportamientos incívicos o indecentes relacionados con espectadores o visitantes.
1.2.2.1 Comportamientos incívicos o indecentes de espectadores o visitantes de usuarios practicantes
fuera del espacio de actividad antes, durante o después de la práctica deportiva.
1.2.2.2 Comportamientos incívicos o indecentes de espectadores o visitantes de alumnos practicantes
fuera del espacio de actividad antes, durante o después de la práctica deportiva.
1.2.2.3 Comportamientos incívicos o indecentes de espectadores o visitantes de alumnos
competidores fuera del espacio de actividad antes, durante o después de la competición deportiva.
1.2.2.4 Comportamientos incívicos o indecentes de espectadores o visitantes de deportistas
practicantes fuera del espacio de actividad antes, durante o después de la práctica deportiva.
1.2.2.5 Comportamientos incívicos o indecentes de espectadores o visitantes de deportistas
competidores fuera del espacio de actividad antes, durante o después de la competición deportiva.
1.2.3 Comportamientos incívicos o indecentes relacionados con el personal de la instalación.
1.2.3.1 Comportamientos incívicos o indecentes de personal directo de la instalación.
1.2.3.2 Comportamientos incívicos o indecentes de personal externo asociado a la instalación.
964
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
965
Capítulo 9. Anexos
966
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
2.2.4.1 Incidentes asociados al incumplimiento de los horarios de entrada y/o salida de la instalación por
parte de personal deportivo de la instalación.
2.2.4.2 Incidentes asociados al incumplimiento de los horarios de entrada y/o salida de la instalación por
parte de personal operario, administrativo y de mantenimiento.
2.2.4.3 Incidentes asociados al incumplimiento de los horarios de entrada y/o salida de la instalación por
parte de encargados y directores.
2.3 AUSENCIA DE CONTROLES DE PERMANENCIA. (Controles realizados de la permanencia de
las distintas tipologías de usuarios, alumnos y visitantes en los diferentes espacios de la instalación)
2.3.1 Ausencia de controles de permanencia de usuarios y alumnos por parte del personal de la
instalación.
2.3.1.1 Ausencia de controles de permanencia de usuarios practicantes dentro o fuera de los espacios
de actividad después de la práctica deportiva.
2.3.1.2 Ausencia de controles de permanencia de alumnos y deportistas practicantes dentro o fuera de
los espacios de actividad después de la práctica deportiva.
2.3.1.3 Ausencia de controles de permanencia de alumnos y deportistas competidores dentro o fuera
de los espacios de actividad después de la competición deportiva.
2.3.2 Ausencia de controles de permanencia de visitantes o espectadores por parte del personal de la
instalación.
2.3.2.1 Ausencia de controles de permanencia de visitantes o espectadores de usuarios, visitantes o
espectadores de alumnos y visitantes o espectadores de deportistas practicantes fuera de los
espacios de actividad después de la práctica deportiva.
2.3.2.2 Ausencia de controles de permanencia de visitantes o espectadores de alumnos y visitantes o
espectadores de deportistas competidores fuera de los espacios de actividad después de la
competición deportiva.
967
Capítulo 9. Anexos
3. Agresiones
3.1 AGRESIONES FÍSICAS INDIVIDUALES. (Golpes, patadas, puñetazos, arañazos, moretones,
cortes etc. con y sin armas o implementos por diferentes motivos: culturales, religiosos, personales,
diferentes trastornos, provocaciones etc. infligidas, auto infligidas y sufridas)
3.1.1 Agresiones físicas individuales diversas relacionadas con usuarios y alumnos.
3.1.1.1 Agresiones físicas individuales diversas, con o sin armas o implementos y tipificadas o sin
tipificar, sufridas o realizadas por usuarios practicantes dentro o fuera de los espacios de actividad
antes, durante o después de la práctica deportiva.
3.1.1.2 Agresiones físicas individuales diversas, con o sin armas o implementos y tipificadas o sin
tipificar, sufridas o realizadas por alumnos practicantes dentro o fuera de los espacios de actividad
antes, durante o después de la práctica deportiva.
3.1.1.3 Agresiones físicas individuales diversas, con o sin armas o implementos y tipificadas o sin
tipificar, sufridas o realizadas por alumnos competidores dentro o fuera de los espacios de actividad
antes, durante o después de la competición deportiva.
3.1.1.4 Agresiones físicas individuales diversas, con o sin armas o implementos y tipificadas o sin
tipificar, sufridas o realizadas por deportistas practicantes dentro o fuera de los espacios de actividad
antes, durante o después de la práctica deportiva.
3.1.1.5 Agresiones físicas individuales diversas, con o sin armas o implementos y tipificadas o sin
tipificar, sufridas o realizadas por deportistas competidores dentro o fuera de los espacios de actividad
antes, durante o después de la competición deportiva.
968
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
3.1.2.5 Agresiones físicas individuales diversas, con o sin armas o implementos y tipificadas o sin
tipificar, sufridas o realizadas por espectadores o visitantes de deportistas competidores fuera del
espacio de actividad antes, durante o después de la competición deportiva.
3.1.3 Agresiones físicas individuales diversas relacionadas con el personal de la instalación.
3.1.3.1 Agresiones físicas individuales diversas, con o sin armas o implementos y tipificadas o sin
tipificar, sufridas o realizadas por personal directo de la instalación.
3.1.3.2 Agresiones físicas individuales diversas, con o sin armas o implementos y tipificadas o sin
tipificar, sufridas o realizadas por personal externo asociado a la instalación.
3.2 AGRESIONES SEXUALES INDIVIDUALES. (Violencia sexual, acosos sexuales y violaciones a
menores y mayores)
3.2.1 Agresiones sexuales individuales diversas relacionadas con usuarios y alumnos.
3.2.1.1 Agresiones sexuales individuales diversas, tipificadas o sin tipificar, sufridas o realizadas por
usuarios practicantes fuera de los espacios de actividad antes o después de la práctica deportiva.
3.2.1.2 Agresiones sexuales individuales diversas, tipificadas o sin tipificar, sufridas o realizadas por
alumnos practicantes fuera de los espacios de actividad antes o después de la práctica deportiva.
3.2.1.3 Agresiones sexuales individuales diversas, tipificadas o sin tipificar, sufridas o realizadas por
alumnos competidores fuera de los espacios de actividad antes, durante o después de la competición
deportiva.
3.2.1.4 Agresiones sexuales individuales diversas, tipificadas o sin tipificar, sufridas o realizadas por
deportistas practicantes fuera de los espacios de actividad antes o después de la práctica deportiva.
3.2.1.5 Agresiones sexuales individuales diversas, tipificadas o sin tipificar, sufridas o realizadas por
deportistas competidores fuera de los espacios de actividad antes, durante o después de la competición
deportiva.
3.2.2 Agresiones sexuales individuales diversas relacionadas con espectadores o visitantes.
3.2.2.1 Agresiones sexuales individuales diversas, tipificadas o sin tipificar, sufridas o realizadas por
espectadores o visitantes de usuarios practicantes fuera de los espacios de actividad antes, durante o
después de la práctica deportiva.
3.2.2.2 Agresiones sexuales individuales diversas, tipificadas o sin tipificar, sufridas o realizadas por
espectadores o visitantes de alumnos practicantes o competidores fuera de los espacios de actividad
antes, durante o después de la práctica o competición deportiva.
3.2.2.3 Agresiones sexuales individuales diversas, tipificadas o sin tipificar, sufridas o realizadas por
espectadores o visitantes de deportistas practicantes o competidores fuera de los espacios de
actividad antes, durante o después de la práctica deportiva.
969
Capítulo 9. Anexos
4. Violencia
4.1 AGRESIONES FÍSICAS MULTITUDINARIAS. (Golpes, patadas, puñetazos, arañazos,
moretones, cortes etc. con y sin armas o implementos por diferentes motivos: culturales, religiosos,
personales, diferentes trastornos, provocaciones etc. sufridas e infligidas en grupo o de forma
multitudinaria).
4.1.1 Agresiones físicas multitudinarias diversas relacionadas con grupos de usuarios y alumnos.
4.1.1.1 Agresiones físicas multitudinarias diversas, con o sin armas o implementos y tipificadas o sin
tipificar, realizadas por grupos de usuarios practicantes dentro o fuera de los espacios de actividad
antes, durante o después de la práctica deportiva.
4.1.1.2 Agresiones físicas multitudinarias diversas, con o sin armas o implementos y tipificadas o sin
tipificar, realizadas por grupos de alumnos practicantes dentro o fuera de los espacios de actividad
antes, durante o después de la práctica deportiva.
4.1.1.3 Agresiones físicas multitudinarias diversas, con o sin armas o implementos y tipificadas o sin
tipificar, realizadas por equipos de deportistas practicantes o competidores dentro o fuera de los
espacios de actividad antes, durante o después de la práctica o competición deportiva.
4.1.2 Agresiones físicas multitudinarias diversas relacionadas con grupos de espectadores o visitantes.
4.1.2.1 Agresiones físicas multitudinarias diversas, con o sin armas o implementos y tipificadas o sin
tipificar, realizadas por grupos de espectadores o visitantes de usuarios practicantes fuera del
espacio de actividad antes, durante o después de la práctica deportiva.
4.1.2.2 Agresiones físicas multitudinarias diversas, con o sin armas o implementos y tipificadas o sin
tipificar, realizadas por grupos de espectadores o visitantes de alumnos competidores fuera del
espacio de actividad antes, durante o después de la competición deportiva.
4.1.2.3 Agresiones físicas multitudinarias diversas, con o sin armas o implementos y tipificadas o sin
tipificar, realizadas por grupos de espectadores o visitantes de deportistas competidores fuera del
espacio de actividad antes, durante o después de la competición deportiva.
4.2 AGRESIONES SEXUALES MULTITUDINARIAS. (Violencia sexual, acosos sexuales y
violaciones a menores y mayores infligidas en grupo o de forma multitudinaria)
4.2.1 Agresiones sexuales multitudinarias diversas relacionadas con grupos de usuarios y alumnos.
4.2.1.1 Agresiones sexuales multitudinarias diversas, tipificadas o sin tipificar, realizadas por grupos de
usuarios practicantes fuera de los espacios de actividad antes o después de la práctica deportiva.
4.2.1.2 Agresiones sexuales multitudinarias diversas, tipificadas o sin tipificar, realizadas por grupos de
alumnos practicantes fuera de los espacios de actividad antes o después de la práctica deportiva.
4.2.1.3 Agresiones sexuales multitudinarias diversas, tipificadas o sin tipificar, realizadas por grupos de
deportistas practicantes o competidores fuera de los espacios de actividad antes o después de la
práctica o competición deportiva.
4.2.2 Agresiones sexuales multitudinarias diversas relacionadas con grupos de espectadores o visitantes.
4.2.2.1 Agresiones sexuales multitudinarias diversas, tipificadas o sin tipificar, realizadas por grupos de
espectadores o visitantes de usuarios practicantes fuera de los espacios de actividad antes, durante o
después de la práctica deportiva.
4.2.2.2 Agresiones sexuales multitudinarias diversas, tipificadas o sin tipificar, realizadas por grupos de
espectadores o visitantes de deportistas practicantes o competidores fuera de los espacios de
actividad antes, durante o después de la práctica o competición deportiva.
4.2.3 Agresiones sexuales multitudinarias diversas relacionadas con el personal de la instalación.
970
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
4.2.3.1 Agresiones sexuales multitudinarias diversas, tipificadas o sin tipificar, sufridas por personal
directo de la instalación o realizadas por grupos de personal directo de la instalación.
4.2.3.2 Agresiones sexuales individuales diversas, tipificadas o sin tipificar, sufridas por personal
externo asociado a la instalación o realizadas por grupos de personal externo asociado a la
instalación.
4.3 AGRESIONES PSICOLÓGICAS MULTITUDINARIAS (Diferentes acosos; discriminatorio,
laboral (Descrédito de la capacidad laboral, aislamiento social laboral, desprestigio personal,
humillaciones), bullying, mobbing, maltratos psicológicos, menosprecios, intimidaciones, amenazas,
rumores, ataques a las actitudes, a las relaciones sociales y a la vida de las víctimas, etc.de forma
multitudinaria por parte de grupos). El sexual ya está tratado en el punto anterior.
4.3.1 Agresiones psicológicas multitudinarias diversas relacionadas con grupos de usuarios y alumnos.
4.3.1.1 Agresiones psicológicas multitudinarias diversas tipificadas o sin tipificar, realizadas por
grupos de usuarios practicantes dentro o fuera de los espacios de actividad antes, durante o después
de la práctica deportiva.
4.3.1.2 Agresiones psicológicas multitudinarias diversas tipificadas o sin tipificar, realizadas por
grupos de alumnos practicantes dentro o fuera de los espacios de actividad durante o después de la
práctica deportiva.
4.3.1.3 Agresiones psicológicas multitudinarias diversas tipificadas o sin tipificar, realizadas por
grupos de deportistas practicantes o competidores dentro o fuera de los espacios de actividad antes,
durante o después de la práctica o competición deportiva.
4.3.2 Agresiones psicológicas multitudinarias diversas relacionadas con grupos de espectadores o
visitantes.
4.3.2.1 Agresiones psicológicas multitudinarias diversas tipificadas o sin tipificar, realizadas por
grupos de espectadores o visitantes de alumnos practicantes o competidores fuera del espacio de
actividad durante o después de la práctica o competición deportiva.
4.3.2.2 Agresiones psicológicas multitudinarias diversas tipificadas o sin tipificar, realizadas por
grupos de espectadores o visitantes de deportistas practicantes o competidores fuera del espacio de
actividad durante o después de la práctica o competición deportiva.
4.3.3 Agresiones psicológicas multitudinarias diversas relacionadas con el personal de la instalación.
4.3.3.1 Agresiones psicológicas multitudinarias diversas tipificadas o sin tipificar, sufridas por personal
directo de la instalación o realizadas por grupos de personal directo de la instalación.
4.3.3.2 Agresiones psicológicas multitudinarias diversas tipificadas o sin tipificar, sufridas por personal
externo asociado a la instalación o realizadas por grupos de personal externo asociado a la
instalación.
971
Capítulo 9. Anexos
972
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
6. Vandalismo
6.1 COMPORTAMIENTOS Y ACTOS VANDÁLICOS MULTITUDINARIOS PERIMETRALES.
(Destrozos masivos por roturas de vallados, puertas, cerraduras, cartelería etc., pintadas de muros,
vallados, cartelería etc. realizados de forma multitudinaria).
6.1.1 Comportamientos y actos vandálicos multitudinarios cometidos en el perímetro exterior
relacionados con grupos de individuos ajenos a la instalación dentro o fuera del horario de apertura del
CDM.
6.1.1.1 Comportamientos y actos vandálicos multitudinarios cometidos en el perímetro exterior de la
instalación por parte de grupos de individuos ajenos a la misma dentro o fuera del horario de apertura.
6.1.2 Comportamientos y actos vandálicos multitudinarios en el perímetro interior relacionados con
grupos de usuarios y alumnos dentro del horario de apertura del CDM.
6.1.2.1 Comportamientos y actos vandálicos multitudinarios cometidos en el perímetro interior de la
instalación por parte de grupos de usuarios practicantes pertenecientes al CDM dentro del horario de
apertura antes o después de la práctica deportiva.
6.1.2.2 Comportamientos y actos vandálicos multitudinarios cometidos en el perímetro interior de la
instalación por parte de grupos de alumnos practicantes pertenecientes a las escuelas del CDM y/o
grupos de deportistas/alumnos practicantes pertenecientes a clubes o terceros dentro del horario de
apertura antes o después de la práctica deportiva.
6.1.2.3 Comportamientos y actos vandálicos multitudinarios cometidos en el perímetro interior de la
instalación por parte de grupos o equipos de deportistas/alumnos competidores pertenecientes a
clubes o terceros dentro del horario de apertura antes o después de la competición deportiva.
973
Capítulo 9. Anexos
7. Intrusiones
7.1 INTRUSIONES PERIMETRALES FUERA DEL HORARIO DE APERTURA DEL CDM.
(Intrusiones de individuos o grupos de individuos ajenos o vinculados a la instalación con o sin
herramientas y de vehículos en el perímetro exterior de la instalación; saltos de cercados, vallados y
puertas, roturas de vallados y puertas y excavaciones debajo de los mismos para acceder a su interior
fuera del horario de apertura del CDM.).
7.1.1 Intrusiones en el perímetro exterior realizadas fuera del horario de apertura del CDM por parte de
individuos o grupos de individuos.
7.1.1.1 Intrusiones individuales o multitudinarias cometidas en el perímetro exterior de la instalación
por parte de individuos o grupos de individuos ajenos o vinculados a la misma, con o sin
herramientas, fuera del horario de apertura.
7.1.2 Intrusiones en el perímetro exterior realizadas fuera del horario de apertura del CDM por medio de
vehículos.
7.1.2.1 Intrusiones cometidas en el perímetro exterior de la instalación mediante vehículos fuera del
horario de apertura.
7.2 INTRUSIONES PERIMETRALES DENTRO DEL HORARIO DE APERTURA DEL CDM.
(Intrusiones de individuos o grupos de individuos ajenos o vinculados a la instalación con o sin
herramientas y de vehículos en el perímetro exterior de la instalación; saltos de cercados, vallados y
puertas, roturas de vallados y puertas y excavaciones debajo de los mismos para acceder a su interior
dentro del horario de apertura del CDM.).
7.2.1 Intrusiones en el perímetro exterior realizadas dentro del horario de apertura del CDM por parte de
individuos o grupos de individuos.
974
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
975
Capítulo 9. Anexos
976
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
7.7.3.1 Intrusiones en espacios auxiliares no permitidos o fuera del horario permitido, realizadas dentro
del horario de apertura del CDM, por parte de personal laboral directo de la instalación.
7.7.3.2 Intrusiones en espacios auxiliares no permitidos o fuera del horario permitido, realizadas dentro
del horario de apertura del CDM, por parte de personal externo asociado a la instalación.
7.8 INTRUSIONES EN ESPACIOS SINGULARES FUERA DEL HORARIO DE APERTURA DEL
CDM. (Intrusiones de individuos o grupos de individuos ajenos o vinculados a la instalación con o sin
herramientas en espacios singulares y en espacios singulares de alto riesgo de la instalación; roturas de
puertas, cerraduras y ventanas para acceder a su interior fuera del horario de apertura del CDM.).
7.8.1 Intrusiones en espacios singulares y/o espacios singulares de alto riesgo, realizadas fuera del
horario de apertura del CDM por parte de individuos o grupos de individuos.
7.8.1.1 Intrusiones individuales o multitudinarias cometidas en espacios singulares interiores o
exteriores de la instalación por parte de individuos o grupos de individuos ajenos o vinculados a la
misma, con o sin herramientas, fuera del horario de apertura.
7.8.2 Intrusiones en espacios singulares y/o espacios singulares de alto riesgo, realizadas fuera del
horario de apertura del CDM por parte de personal de la instalación.
7.8.2.1 Intrusiones en espacios singulares no permitidos o fuera del horario permitido, realizadas fuera
del horario de apertura del CDM, por parte de personal laboral directo de la instalación.
7.8.2.2 Intrusiones en espacios singulares no permitidos o fuera del horario permitido, realizadas fuera
del horario de apertura del CDM, por parte de personal externo asociado a la instalación.
8. Sabotajes
8.1 SABOTAJES EN ESPACIOS DE ACTIVIDAD DENTRO DEL HORARIO DE APERTURA DEL
CDM. (Accesos a los espacios de actividad sin el carnet o ticket pertinente, fuera del horario permitido,
con el carnet de otro usuario etc. por parte de las distintas tipologías de usuarios y alumnos
pertenecientes al CDM y sus escuelas y, bloqueos de salidas de emergencia por mobiliario, material o
similar y/o cierre con llave, candado, cadena o similar dentro del horario de apertura del CDM).
8.1.1 Sabotajes en accesos a espacios de actividad realizados dentro del horario de apertura del CDM
relacionados con usuarios y alumnos.
8.1.1.1 Sabotajes en accesos a espacios de actividad, realizados dentro del horario de apertura del CDM,
por parte de usuarios no vinculados a la instalación, usuarios practicantes pertenecientes al CDM,
alumnos practicantes pertenecientes a las escuelas del CDM y deportistas/alumnos practicantes
pertenecientes a clubes o terceros.
977
Capítulo 9. Anexos
978
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
979
Capítulo 9. Anexos
8.4.7 Sabotajes relacionados con el desempeño de la actividad por parte de personal de la instalación.
8.4.7.1 Sabotajes en la formación previa de acceso a la impartición de actividades por parte de personal
deportivo del CDM.
8.4.7.2 Sabotajes en la transmisión, desarrollo y evaluación de tareas por parte de personal no
deportivo del CDM.
8.4.7.3 Sabotajes en la transmisión, desarrollo y evaluación de actividades por parte de personal
deportivo del CDM.
8.4.7.4 Negligencias por desatención de puestos de trabajo por parte de personal laboral del CDM.
8.4.7.5 Sabotajes en las gestiones realizadas por parte de personal administrativo del CDM
especialmente en cobros, reservas y alquileres.
8.4.7.6 Sabotajes de reclamaciones y felicitaciones a personal laboral del CDM especialmente
deportivo.
8.4.8 Sabotajes en competiciones deportivas realizadas en el CDM.
8.4.8.1 Sabotajes realizados en las inscripciones, organización, arbitraje y resultados de las distintas
competiciones realizadas en el CDM, por parte de administrativos, técnicos deportivos, promotores
y/o árbitros.
9. Robos
9.1 ROBOS EN EL INTERIOR DEL CDM FUERA DE SU HORARIO DE APERTURA. (Robos de
mobiliario, material, equipamiento, dinero, documentos, pertenencias, información etc. por parte de
individuos o grupos de individuos ajenos o vinculados a la instalación en espacios de actividad,
auxiliares y singulares mediante roturas de puertas, cerraduras y ventanas con o sin herramientas fuera
del horario de apertura del CDM.).
9.1.1 Robos en espacios de actividad y/o auxiliares exteriores realizados fuera del horario de apertura
del CDM por parte de individuos o grupos de individuos.
9.1.1.1 Robos en espacios de actividad y auxiliares exteriores por parte de individuos o grupos de
individuos ajenos o vinculados a la instalación, con o sin herramientas, fuera del horario de apertura.
9.1.2 Robos en espacios auxiliares y/o singulares interiores o singulares de alto riesgo realizados fuera
del horario de apertura del CDM por parte de individuos o grupos de individuos.
9.1.2.1 Robos en espacios auxiliares y/o singulares interiores o singulares de alto riesgo por parte de
individuos o grupos de individuos ajenos o vinculados a la instalación, con o sin herramientas, fuera
del horario de apertura.
9.2 ROBOS CON FUERZA EN EL INTERIOR DEL CDM DENTRO DE SU HORARIO DE
APERTURA. (Robos con fuerza en taquillas de objetos personales, en espacios auxiliares y singulares
de mobiliario, material, equipamiento, dinero, documentos, pertenencias, información etc. y, en
aparcamientos y zonas de depósito de vehículos o bicicletas por parte de individuos o grupos de
individuos ajenos o vinculados a la instalación, mediante el uso o no de herramientas, dentro del horario
de apertura del CDM.).
9.2.1 Robos con fuerza en taquillas de objetos personales realizados dentro del horario de apertura del
CDM por parte de individuos o grupos de individuos ajenos o vinculados a la instalación.
9.2.1.1 Robos con fuerza en taquillas de objetos personales por parte de individuos o grupos de
individuos ajenos o vinculados a la instalación, con o sin herramientas, dentro del horario de apertura.
9.2.2 Robos con fuerza en espacios auxiliares y singulares realizados dentro del horario de apertura del
CDM por parte de individuos o grupos de individuos ajenos o vinculados a la instalación.
980
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
9.2.2.1 Robos con fuerza en espacios auxiliares y singulares o singulares de alto riesgo por parte de
individuos o grupos de individuos ajenos o vinculados a la misma, con o sin herramientas, dentro del
horario de apertura.
9.2.3 Robos con fuerza en aparcamientos de la instalación realizados dentro del horario de apertura del
CDM por parte de individuos o grupos de individuos ajenos o vinculados a la instalación.
9.2.3.1 Robos con fuerza en aparcamientos de la instalación por parte de individuos o grupos de
individuos ajenos o vinculados a la misma, con o sin herramientas, dentro del horario de apertura.
9.3 ROBOS CON VIOLENCIA E INTIMIDACIÓN EN EL INTERIOR DEL CDM DENTRO DE SU
HORARIO DE APERTURA. (Robos con violencia y/o intimidación a usuarios, alumnos, visitantes o
espectadores y personal de la instalación en el interior de la instalación y robos/atracos con violencia
y/o intimidación en puntos de información y ventas con caja fuerte y en entregas/recogidas de dinero
por parte de individuos o grupos de individuos ajenos o vinculados a la instalación, mediante el uso o
no de armas o implementos, dentro del horario de apertura del CDM.).
9.3.1 Robos con violencia y/o intimidación relacionados con usuarios, alumnos y visitantes o
espectadores dentro del horario de apertura del CDM.
9.3.1.1 Robos con violencia y/o intimidación a usuarios, alumnos y/o visitantes o espectadores por parte
de individuos o grupos de individuos ajenos o vinculados a la misma, con o sin armas o
implementos, dentro del horario de apertura.
9.3.2 Robos con violencia y/o intimidación relacionados con el personal de la instalación dentro del
horario de apertura del CDM.
9.3.2.1 Robos con violencia y/o intimidación a personal de la instalación por parte de individuos o
grupos de individuos ajenos o vinculados a la misma, con o sin armas o implementos, dentro del
horario de apertura.
9.3.3 Robos/atracos con violencia y/o intimidación en puntos de información y ventas con caja fuerte
realizados dentro del horario de apertura del CDM.
9.3.3.1 Robos/atracos con violencia y/o intimidación en puntos de información y ventas con caja fuerte
por parte de individuos o grupos de individuos ajenos o vinculados a la misma, con o sin armas o
implementos, dentro del horario de apertura.
9.3.4 Robos/atracos con violencia y/o intimidación en entregas/recogidas de dinero de caja fuerte
realizados dentro del horario de apertura del CDM.
9.3.4.1 Robos/atracos con violencia y/o intimidación en entregas/recogidas de dinero de caja fuerte del
punto de información y ventas por parte de individuos o grupos de individuos ajenos o vinculados a
la misma, con o sin armas o implementos, dentro del horario de apertura.
10. Hurtos
10.1 HURTOS EN ESPACIOS DE ACTIVIDAD DENTRO DEL HORARIO DE APERTURA DEL
CDM. (Hurtos sin fuerza, violencia o intimidación de material deportivo y/o equipamiento o mobiliario
de espacios de actividad de la instalación y de pertenencias y objetos personales que se encuentren en su
interior, de las distintas tipologías de usuarios y alumnos pertenecientes al CDM y sus escuelas, por
parte de individuos o grupos de individuos vinculados a la instalación, aprovechando o induciendo el
descuido y/o la distracción, dentro del horario de apertura del CDM.).
10.1.1 Hurtos en espacios de actividad relacionados con usuarios y alumnos realizados dentro del
horario de apertura del CDM.
10.1.1.1 Hurtos cometidos en espacios de actividad por parte de usuarios practicantes pertenecientes
al CDM durante la práctica deportiva.
10.1.1.2 Hurtos cometidos en espacios de actividad por parte de alumnos practicantes pertenecientes a
las escuelas del CDM durante la práctica deportiva.
10.1.1.3 Hurtos cometidos en espacios de actividad por parte de deportistas/alumnos practicantes
pertenecientes a clubes o terceros durante la práctica deportiva.
10.2 HURTOS EN ESPACIOS AUXILIARES DENTRO DEL HORARIO DE APERTURA DEL
CDM. (Hurtos sin fuerza, violencia o intimidación de material deportivo o no deportivo y/o de
equipamiento o mobiliario de espacios auxiliares de la instalación y de pertenencias y objetos
personales de vestuarios y taquillas de las distintas tipologías de usuarios pertenecientes al CDM,
alumnos pertenecientes a sus escuelas, espectadores o visitantes y personal de la instalación, por parte
de individuos o grupos de individuos ajenos o vinculados a la instalación, aprovechando o induciendo el
descuido y/o la distracción, dentro del horario de apertura del CDM.).
10.2.1 Hurtos en espacios auxiliares de material, equipamiento y mobiliario realizados dentro del
horario de apertura del CDM.
981
Capítulo 9. Anexos
11. Raptos
11.1 RAPTOS DE USUARIOS Y ALUMNOS. (Raptos de usuarios y/o alumnos especialmente
alumnos practicantes o competidores menores de 12 años pertenecientes a las escuelas del CDM o a
clubes o terceros, por parte de individuos o grupos de individuos ajenos o vinculados a la instalación,
mediante el uso de la fuerza o aprovechando o induciendo el descuido y/o la distracción, dentro del
horario de apertura del CDM.).
11.1.1 Raptos relacionados con usuarios y/o alumnos dentro del horario de apertura del CDM.
11.1.1.1 Raptos de alumnos practicantes pertenecientes a las escuelas del CDM, dentro del horario de
apertura, por parte de individuos ajenos o vinculados a la instalación.
11.1.1.2 Raptos de alumnos competidores pertenecientes a las escuelas de los distintos CDM, dentro
del horario de apertura, por parte de individuos ajenos o vinculados a la instalación.
11.1.1.3 Raptos de deportistas/alumnos practicantes o competidores pertenecientes a clubes o
terceros, dentro del horario de apertura del CDM, por parte de individuos ajenos o vinculados a la
instalación.
11.2 PÉRDIDAS/PROBLEMAS DE LOCALIZACIÓN DE USUARIOS Y ALUMNOS.
(Desorientación de ubicación de usuarios y/o alumnos especialmente alumnos practicantes o
competidores menores de 10 años y discapacitados intelectuales pertenecientes a las escuelas del CDM
o a clubes o terceros, por descuidos, distracciones, desconocimiento del CDM etc. dentro del horario de
apertura del CDM que conlleve a problemas de localización.).
11.2.1 Pérdidas/problemas de localización de usuarios y/o alumnos en el CDM.
11.2.1.1 Pérdidas/problemas de localización de alumnos practicantes pertenecientes a las escuelas del
CDM, dentro del horario de apertura, por desorientación.
11.2.1.2 Pérdidas/problemas de localización de alumnos competidores pertenecientes a las escuelas de
los distintos CDM, dentro del horario de apertura, por desorientación.
11.2.1.3 Pérdidas/problemas de localización de deportistas/alumnos practicantes o competidores
pertenecientes a clubes o terceros, dentro del horario de apertura del CDM, por desorientación.
982
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
983
Capítulo 9. Anexos
984
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
En el capítulo 4 Metodología, dentro del punto 4.3 Desarrollo de la Primera fase de la Estrategia
de investigación (proceso previo del trabajo de campo) en el epígrafe O) Identificación de las medidas de
seguridad a establecer para minimizar, reducir o eliminar los riesgos identificados en la fase anterior, se
identificaron novecientas treinta y cinco medidas reglamentarias y seiscientas ochenta y nueve medidas
necesarias haciendo un total de mil seiscientas veinticuatro medidas de seguridad, indicando que se
desarrollarían y expresarían de forma específica en el epígrafe Q de la primera fase de la Estrategia de
investigación formando parte de la Herramienta para realizar Estudios de Riesgos y para Identificar
Medidas de Seguridad contra dichos riesgos en Instalaciones Deportivas y, en la tercera fase de la Estrategia
de investigación en el epígrafe C) Establecimiento de un cuadro resumen de las medidas de seguridad
propuestas (reglamentarias y necesarias) y división en sub epígrafes de clasificación.
En dicho epígrafe C, se indicó que debido a la gran cantidad de medidas de seguridad identificadas (1624),
se precisaba una ordenación, recordando que debido a la polivalencia de algunas de las medidas y a la
sinergia de algunos riesgos muchas medidas no eran restrictivas, haciendo referencia únicamente a un único
riesgo, sino que, cubrían distintos al tener características similares siendo dicha ordenación no restrictiva.
Para la misma se elaboraron ciento ochenta y tres bloques de medidas donde ubicar las mil seiscientas
veinticuatro medidas de seguridad identificadas, cada bloque llevaba un nombre específico que aunaba las
distintas medidas asociadas al mismo para facilitar la búsqueda y localización de las mismas.
Los ciento ochenta y tres bloques desglosaban sus medidas numerándose alfabéticamente de manera
ascendente, de tal manera que el bloque 183, su primera medida es la 183, su segunda medida es la 183.1,
su segunda medida es la 183.2 y así sucesivamente.
Esta numeración en la cual se asigna un número a una medida y se engloba en un bloque, corresponde a la
misma numeración que dispone la misma medida plasmada en la Herramienta para realizar Estudios de
Riesgos y para Identificar Medidas de Seguridad contra dichos riesgos en Instalaciones Deportivas ubicada
dentro de uno de los doce riesgos del Catálogo de Riesgos del Grupo de Riesgo 1. Riesgos de Daños por
Actos Antisociales, recordando que se ubicó junto al riesgo con mayor especificidad en relación a sus
características.
Con todas estas premisas, en el presente Anexo G Medidas de seguridad identificadas incluidas en el
Estudio de Riesgos, se muestran todas ellas a modo de resumen representadas a continuación en la siguiente
tabla:
985
Capítulo 9. Anexos
O
P
R /
/
Referencias Nº Medida / F
R
N /
e
E
R: Reglamentaria. N: Necesaria. P: Preventiva. Re: Reactiva. O: Organizativa. F: Física. E: electrónica
986
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
por ende como indica la ley previendo los distintos riesgos que
pudiesen afectar a la instalación plasmados en un plan de seguridad?
¿Se reducen las situaciones de peligro para las personas, bienes e
Ley 4. instalación para que la autoridad competente no tenga que trasladar a
(2015). Art. 3.2 los titulares de la instalación que adopten medidas de seguridad como R P O
49.1 medida de carácter provisional ante la comisión de delitos, plasmando
dicho estudio en un plan de seguridad?
¿Se conoce que ante situaciones de riesgo para la seguridad de los
consumidores y usuarios, las Administraciones públicas competentes
podrán adoptar las medidas que resulten Necesarias y proporcionadas
RD 1. (2007). para la desaparición del riesgo, sabiendo que todos los gastos que se
3.3 R P O
Art. 15 generen serán a cargo de quien con su conducta los hubiera originado,
con independencia de las sanciones que, en su caso, puedan imponerse,
minimizando por tanto dichas situaciones de riesgo plasmándolas en un
plan de seguridad?
¿Se conoce que son derechos básicos de los usuarios de la instalación,
la protección contra los riesgos que puedan afectar a su seguridad e
infracciones en materia de defensa de los mismos las acciones u
omisiones que produzcan riesgos o daños para su seguridad, ya sea en
forma consciente o deliberada, por abandono de la diligencia y
precauciones exigibles en la actividad, servicio o instalación, pudiendo
RD 1. (2007).
ser sancionadas con multas de hasta 3.005,06 euros para las
Arts. 8a, 3.4 R P O
infracciones leves, entre 3.005,07 euros y 15.025,30 euros, pudiendo
49.1b y 51
rebasar dicha cantidad hasta alcanzar el quíntuplo del valor de los
bienes o servicios objeto de la infracción para las graves y, entre
15.025,31 y 601.012,10 euros, pudiendo rebasar igualmente dicha
cantidad hasta alcanzar el quíntuplo del valor de los bienes o servicios
objeto de infracción para las muy graves, minimizando por tanto dichas
situaciones de riesgo plasmándolas en un plan de seguridad?
¿Se conoce que un juez podrá recabar libros, papeles (Plan de seguridad
RD 14/sep. y protocolos asociados) o cualesquiera otras cosas que se hubiesen
(1882). Arts. 3.5 encontrado, si fuesen necesarios para el resultado de un sumario, siendo R P O
574 y 726 examinados por medio de un tribunal para esclarecer los hechos,
disponiendo de los mismos?
¿Se conoce que dichos libros y papeles que se recojan (Plan de
RD 14/sep.
seguridad y protocolos asociados) deberán ser foliados, sellados y
(1882). Art. 3.6 R P O
rubricados en todas sus hojas por el Secretario judicial, bajo su
574
responsabilidad, solicitándose?
¿Dispone la instalación de un Protocolo de Seguridad, Prevención y
Control, como documento interno de funcionamiento, en el que consten
de forma pormenorizada las medidas adoptadas para garantizar el
cumplimiento de las obligaciones establecidas en materia de seguridad
pública y para prevenir o evitar la comisión de infracciones en el ámbito
RD 203.
de la prevención de la violencia, el racismo, la xenofobia y la
(2010). Arts. 3.7 R P O
intolerancia en el deporte, siendo medida reglamentaria en el caso de
2.1 y 5.1
celebración de competición deportiva oficial de ámbito estatal debiendo
ser remitido, para su conocimiento, a la autoridad gubernativa
competente y a la Comisión Estatal contra la violencia, el racismo, la
xenofobia y la intolerancia en el deporte para una vez valorado incluirse
en un archivo específico?
(Para más información acerca de los tipos, características y contenidos de los Protocolos de Seguridad,
Prevención y Control, véase el Art. 5 del Real Decreto 203/2010, de 26 de febrero, por el que se aprueba
el Reglamento de prevención de la violencia, el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el deporte)
Madrid
Espacios y ¿Dispone la instalación de un Plan de Seguridad adaptado a la
Congresos. instalación similar al descrito en el Pliego de Prescripciones técnicas
3.8 N P O
(2012). Punto particulares del Ayuntamiento de Madrid, en el contrato de servicios
2.4 y Anexo para la protección y seguridad de recintos?
III
987
Capítulo 9. Anexos
988
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
989
Capítulo 9. Anexos
990
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
991
Capítulo 9. Anexos
Ley 50.
(1980). Arts.
¿Y de contrato de seguro de personas o grupos de personas (usuarios,
Primero,
7.6 alumnos, trabajadores etc.) que comprenda los riesgos que puedan R P O
quinto y
afectar a la existencia, integridad corporal o salud de las mismas?
ochenta y
Título III
(Para más información acerca de los contenidos que deben incluir las pólizas de seguro, véase el art.
octavo de la Ley 50/1980, de 8 de octubre, de Contrato de Seguro así como las obligaciones y deberes de
las partes en su sección tercera).
Ley 50.
(1980). Arts.
¿Dispone la instalación de contrato de seguro contra el robo
Primero y
formalizado por escrito, en el que el asegurador a cambio del cobro de
quinto y 7.7 R P O
una prima, deba satisfacer un capital u otras prestaciones convenidas
Sección
ante los riesgos que se precisen incluir en el mismo?
tercera del
Título II
(Para más información acerca de los contenidos que deben incluir las pólizas de seguro, véase el art.
octavo de la Ley 50/1980, de 8 de octubre, de Contrato de Seguro así como las obligaciones y deberes de
las partes en la sección tercera de su título I).
¿Dispone la instalación para su personal deportivo y/o el mismo del
oportuno seguro de responsabilidad civil que cubra la indemnización
por los servicios deportivos suscrito por el profesional o el empleador,
Ley 6. sabiendo que las coberturas mínimas así como las características
(2016). Arts. específicas que deberá tener este seguro se desarrollarán mediante R
7.8 R O
24.1, 28.2b y reglamento y su falta de disposición constituye una infracción muy E
29.1 grave entendida como incumplimiento del deber de aseguramiento de
la responsabilidad civil y profesional, sancionable con inhabilitación
profesional durante un período de tiempo no inferior a un año y un día
y no superior a dos años y/o multa de entre 3.001 euros y 30.001 euros?
Bloque de Medida 8. Medidas centro de control
¿En caso de que en la instalación se celebren competiciones
Ley 10.
profesionales de ámbito estatal, existe un puesto o unidad central de
(1990). Art. 8 R P O
control organizativo, situada en una zona estratégica y dotada de los
71.2
medios técnicos necesarios?
¿Dispone la instalación de una unidad de control organizativo ubicada
en una zona estratégica y dominante de la instalación (taquilla, oficina,
despacho etc.) con los suficientes medios para poder controlar desde la
RD 203. misma la seguridad del centro, siendo medida reglamentaria en las
(2010). Arts. instalaciones deportivas de la máxima categoría de competición
8.1 N P F
12.1, 12.2, 62 profesional de fútbol y baloncesto y en las instalaciones que en función
y 63 la importancia de la competición, el número de asistentes, la seguridad
de la misma y la modalidad de su desarrollo así lo determine la
Comisión Estatal contra la violencia, el racismo, la xenofobia y la
intolerancia en el deporte?
¿En caso de que la instalación disponga de una unidad de control
organizativo, cuenta con circuito cerrado de televisión con cámaras
RD 203. fijas o móviles que controlen el exterior e interior del recinto, siendo
(2010). Arts. medida reglamentaria en competiciones oficiales de carácter
65 y 66, RD profesional de fútbol según lo determine la Comisión Estatal contra la
748. (2008). 8.2 violencia, el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el deporte N P E
Art. 3.1a y debiéndose grabar el aforo completo del recinto a lo largo de todo el
Orden 22/dic. espectáculo desde el comienzo del mismo hasta el abandono del público
(1998). Art. 1 conservándose durante un mes y destruyéndose si vencido ese plazo no
fuesen requeridas por las autoridades competentes para fines de
investigación o instrucción?
¿En caso de que la instalación disponga de una unidad de control
RD 203. organizativo, cuenta con un sistema de megafonía propio, con
(2010). Arts. 8.3 capacidad y alcance suficiente para el interior y exterior del recinto y N P E
65 y 67 con dispositivo de seguridad que permita anular el sistema general de
aquél?
992
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
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Capítulo 9. Anexos
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Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
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Capítulo 9. Anexos
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Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
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Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
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Capítulo 9. Anexos
1000
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
1001
Capítulo 9. Anexos
1002
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
1003
Capítulo 9. Anexos
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Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
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Capítulo 9. Anexos
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Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Ley 1.
¿Se conoce y aplica iniciando el procedimiento penal con pena de multa
(2015). Art.
22.1 de uno a tres meses al que fuera de los casos anteriores (Ley 10. (1995). R
único R O
7 Art 169) de modo leve amenace a otro, siendo sólo perseguible E
Ochenta y
mediante denuncia de la persona agraviada?
ocho
Ley 1.
¿Se conoce y aplica iniciando el procedimiento penal con pena de multa
(2015). Art.
22.1 de uno a tres meses al que fuera de los casos anteriores (Ley 10. (1995) R
único R O
8 Art 169) cause a otro una coacción de carácter leve, siendo sólo E
Ochenta y
perseguible mediante denuncia de la persona agraviada?
nueve
Ley 10. ¿Se conoce y aplica iniciando el procedimiento penal con pena de
22.1 R
(1995). Art prisión de tres a cinco años a los que tengan sustancias o aparatos R O
9 E
568 explosivos, inflamables, incendiarios o asfixiantes, o sus componentes?
¿Se conoce que en caso de actividades recreativas o deportivas en las
que los deportistas o ejecutantes proporcionen recreo al público
RD 2816. asistente, estará prohibido faltar el respeto a los deportistas, iniciando
(1982). Arts. 22.2 el procedimiento sancionador como infracción con multa en función del R
R O
55, 81.22, 0 peligro, daños o perjuicios causados a otras personas, la importancia de E
81.23 y 82 la instalación, la capacidad económica del infractor y la reiteración o
reincidencia, pudiendo producirse suspensión o prohibición de
actividades concretas y/o clausuras?
¿Se inicia el procedimiento sancionador como infracción con multa en
función del peligro, daños o perjuicios causados a otras personas, la
RD 2816. importancia de la instalación, la capacidad económica del infractor y la
22.2 R
(1982). Arts. reiteración o reincidencia, en caso de alteraciones del orden en la R O
1 E
81.29 y 82 instalación, producidas por concurrentes o espectadores, contra los
responsables de las mismas, sabiendo que puede derivar en suspensión
o prohibición de actividades concretas y/o clausuras?
Bloque de Medida 23. Medidas acción penal por delitos
¿Se conoce que todos los ciudadanos españoles podrán ejercitar la
acción penal con arreglo a las prescripciones de la Ley, excepto el que
RD 14/sep.
no goce de la plenitud de los derechos civiles o el que hubiera sido
(1882). Arts. 23 R P O
condenado dos veces por sentencia firme como reo del delito de
101 y 102
denuncia o querella calumniosas, requiriéndose en caso de ser
aplicable?
¿Se conoce que todos los que residan en territorio español, nacionales
RD 14/sep. o extranjeros, que no estén impedidos, tendrán obligación de concurrir
(1882). Art. 23.1 al llamamiento judicial para declarar cuanto supieren sobre lo que les R P O
410 fuere preguntado si para ello se les cita con las formalidades prescritas
en la Ley, actuando por ende de tal manera?
¿Se conoce que de todo delito o falta nace acción penal para el castigo
RD 14/sep.
del culpable, pudiendo nacer también acción civil para la restitución de
(1882). Art. 23.2 R P O
la cosa, la reparación del daño y la indemnización de perjuicios
100
causados por el hecho punible, aplicándose en caso de requerirse?
¿Se conoce que ejercitada sólo la acción penal, se entenderá utilizada
RD 14/sep.
también la civil, a no ser que el dañado o perjudicado la renunciase o la
(1882). Art. 23.3 R P O
reservase expresamente para ejercitarla después de terminado el juicio
112
criminal, si a ello hubiere lugar, actuando de tal modo?
Ley 10.
(1995). Arts.
109 y 110 y
¿En caso de ser un delito tipificado, se obliga a los autores a reparar los
Ley 1.
23.4 daños y perjuicios causados exigiendo responsabilidad civil R P O
(2015). Art.
(restitución, reparación e indemnización) ante la jurisdicción civil?
único
Cincuenta y
cinco
RD 14/sep. ¿Se conoce que un juez o tribunal podrá decretar la entrada y registro,
(1882). Art. 23.5 de día o de noche, en todos los edificios y lugares públicos, cuando R P O
546 hubiere indicios de encontrarse allí el procesado o efectos o
1007
Capítulo 9. Anexos
1008
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
1009
Capítulo 9. Anexos
(Ley 10. (1990). Art. 79c y Decreto 195. (2003). Art. 8. Las sanciones pecuniarias personales solo podrán
imponerse en los casos en que los directivos, deportistas, técnicos, jueces o árbitros perciban
compensación económica por su labor)
(Ley 10. (1990). Art. 77, Ley 15. (1994). Arts. 49.3 y 49.4 y Decreto 195. (2003). Arts. 11 y 12. Se
considerarán atenuantes de la responsabilidad disciplinaria deportiva; el arrepentimiento espontáneo, la
provocación previa e inmediata y el no haber sido sancionado el infractor, con anterioridad, en el
transcurso de su vida deportiva y agravantes de la responsabilidad disciplinaria deportiva; la reiteración
de infracciones, la reincidencia, la trascendencia social o deportiva de la infracción, el perjuicio
económico causado, la existencia de lucro o beneficio a favor del infractor o de tercera persona y la
concurrencia en el infractor de la cualidad de autoridad deportiva o cargo directivo)
¿Se sanciona la irrupción no autorizada en los terrenos de juego o las
Ley 53.
invasiones de campo, cuando con ello se alteren o perturben
(2002). Arts.
24.9 gravemente las condiciones de celebración de los espectáculos N P O
Ocho y
deportivos o se produzcan daños o riesgos graves en las personas o en
Quince
las cosas?
¿Se separan a los espectadores de distintos equipos en zonas
diferenciadas en caso de previsión de alteraciones del orden,
disponiendo la instalación de zonas reservadas y distantes entre sí para
RD 203.
24.1 situar a las aficiones de los equipos contendientes, impidiendo
(2010). Art. N P O
0 materialmente la circulación de una a otra zona, siendo medida
9.3
reglamentaria en el caso de celebración de competición deportiva
oficial de ámbito estatal de fútbol y de aquellos otros deportes cuya
seguridad así lo aconseje?
Bloque de Medida 25. Medidas actitudes incívicas de animales
¿Se coloca un cartel en las entradas de la instalación con la prohibición
de acceso de animales a excepción de lo contemplado en la Ley 2/2015,
25 N P F
de 10 de marzo, de Acceso al Entorno de Personas con Discapacidad
que Precisan el Acompañamiento de Perros de Asistencia?
Ley 7.
¿Se aplica la pérdida de condición de usuario sin devolución de
(1985). Art.
importes, con la obligación de abandonar o la prohibición de acceder a
139, Ley 57.
las instalaciones deportivas municipales a los usuarios que accedan con
(2003). Art.
animales a la instalación, al considerarse prácticas prohibidas, excepto
1.4, Ley 22.
en los casos previstos legalmente, iniciando el procedimiento
(2006). Art.
sancionador como infracción grave según faculta la Ley Reguladora de R
52.3 y 25.1 R O
las Bases de Régimen Local con sanción administrativa de hasta 1.500 E
Reglamento
euros o privación de los derechos de usuario y de la utilización de las
ANM
instalaciones deportivas municipales de un mes a un año e
2012\62.
independientemente de las sanciones con la obligación de restituir y
Arts. 9.1e,
reponer los bienes a su estado anterior, con la indemnización de los
10.1, 10.3,
daños y perjuicios causados?
58g, 60 y 61
¿Se aplica la excepción de entrada en la instalación de perros de
Ley 2.
asistencia, como acompañantes de personas con discapacidad que
(2015). Arts. R
25.2 precisen de dicho acompañamiento, sabiendo que en caso de impedir el R O
1, 12.10, 21.4 E
acceso, deambulación o permanencia de los mimos, constituirá una
y 22c
infracción grave sancionable con multa de 2.000,01 a 10.000 euros?
¿Se conoce que el responsable o titular de la instalación como espacio
Ley 2. o lugar de uso público para autorizar su acceso podrá solicitar a la
(2015). Art. 25.3 persona usuaria del perro de asistencia la exhibición del carné R P O
15 acreditativo de la unidad de vinculación y comprobar que está colocado
el distintivo oficial del perro?
(Para más información acerca de los requisitos de reconocimiento de la condición de perro de asistencia
y de unidad de vinculación, véase el art. 4 de la Ley 2/2015, de 10 de marzo, de Acceso al Entorno de
Personas con Discapacidad que Precisan el Acompañamiento de Perros de Asistencia).
¿Se conoce que la persona usuaria acompañada por perro de asistencia
no puede ejercer el derecho de acceso al entorno si el perro de asistencia
Ley 2.
muestra signos evidentes de enfermedad, como deposiciones diarreicas,
(2015). Arts. 25.4 R P O
parásitos externos, secreciones anormales o heridas abiertas, signos
18.2 y 18.3
evidentes de falta de higiene y/o existiese una situación de riesgo
inminente y grave para la integridad física de la persona usuaria del
1010
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
1011
Capítulo 9. Anexos
1012
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
2012\62. Art. municipales a los usuarios de las mismas que no se duchen antes y/o no
34 usen traje de baño y toalla, al considerarse obligaciones de los mismos?
Reglamento
¿Se aplica la pérdida de condición de usuario sin devolución de
ANM
importes, con la obligación de abandonar o la prohibición de acceder a
2012\62. 27.8 R P O
las instalaciones deportivas municipales a los usuarios que en la sala de
Arts. 37.2,
musculación no utilicen toalla?
37.4 y 37.5
¿Se prohíbe escupir en la instalación, ensuciarla o, arrojar en cualquier
tipo de residuo: colillas, cáscaras, chicles, papeles u otros fuera de los
espacios reservados para ello, al ser un espacio de dominio público
Ayuntamient municipal, alegando que pudiese constituir una infracción leve con
o de Madrid. sanción económica de hasta 750 €, con la posibilidad de que el
(2013). Arts. Ayuntamiento con el fin de concienciar sobre la gravedad de los hechos
2.3, 3.2, 39.7, y ser evitados en el futuro pudiese sustituirla por la prestación de
R
39.19, 39.21, 27.9 servicios en beneficio de la comunidad precisando de autorización de N O
E
42.1, 44, 46 y los padres en caso de haber sido cometido por menores con edades
50 y Ley 57. comprendidas entre catorce y dieciocho años, sabiendo que dicha
(2003). Art. sanción no exonera a la persona infractora de la obligación de reparar
141 los daños o perjuicios causados y que, en caso de que la infracción la
cometa un menor de edad, los padres, tutores o guardadores serán
responsables civiles subsidiarios de los daños producidos por las
infracciones cometidas por los mismos?
¿Se prohíbe hacer necesidades fisiológicas en la instalación fuera de los
espacios habilitados para tal fin, al ser una instalación de dominio
público municipal, alegando que pudiese constituir una infracción
Ayuntamient
grave con sanción económica desde 750,01 € hasta 1.500 €, con la
o de Madrid.
posibilidad de que el Ayuntamiento con el fin de concienciar sobre la
(2013). Arts.
gravedad de los hechos y ser evitados en el futuro pudiese sustituirla
2.3, 3.2,
27.1 por la prestación de servicios en beneficio de la comunidad precisando R
40.10, 42.2, N O
0 de autorización de los padres en caso de haber sido cometido por E
44, 46 y 50 y
menores con edades comprendidas entre catorce y dieciocho años,
Ley 57.
sabiendo que dicha sanción no exonera a la persona infractora de la
(2003). Art.
obligación de reparar los daños o perjuicios causados y que, en caso de
141
que la infracción la cometa un menor de edad, los padres, tutores o
guardadores serán responsables civiles subsidiarios de los daños
producidos por las infracciones cometidas por los mismos?
27.1 ¿Se asegura un correcto aseo y una higiene adecuada por parte del
N P O
1 personal de la instalación?
27.1 ¿Dispone todo el personal de la instalación de vestimenta con la imagen
N P O
2 corporativa, supervisando su uso quedando siempre identificados?
Bloque de Medida 28. Medidas actitudes indecentes
¿Se aplica la pérdida de condición de usuario sin devolución de
Reglamento
importes, con la obligación de abandonar o la prohibición de acceder a
ANM
28 las instalaciones deportivas municipales a los usuarios que no utilicen R P O
2012\62. Art.
el traje de baño en todo el recinto de la piscina, al considerarse un deber
23a
de los mismos?
Reglamento
ANM ¿Todo usuario utiliza siempre los vestuarios para proceder a los
28.1 R P O
2012\62. Art. cambios de atuendos?
16.1
¿Se conoce y aplica iniciando el procedimiento sancionador de
Ley 4.
infracción leve con multa de 100 a 600 euros, por ejecutar actos de
(2015). Arts. R
28.2 exhibición obscena, cuando no constituya infracción penal, contra los R O
37.5, 39.1 y E
sujetos responsables quedando exentos los menores de 14 años en cuyo
30
caso se pondrá en conocimiento del Ministerio Fiscal?
Ley 4. ¿Se dispone de las pruebas Necesarias para que el infractor en el plazo
28.2
(2015). Art. de quince días no pueda formular alegaciones o aportar otras contrarias R P O
bis
54 y únicamente pueda acogerse a la reducción de la cuantía de la sanción?
1013
Capítulo 9. Anexos
Ley 15.
¿Se conoce y aplica iniciando el procedimiento penal con pena de
(2003). Art.
prisión de seis meses a un año o multa de doce a veinticuatro meses, al R
único 28.3 R O
que ejecutare o hiciere ejecutar a otra persona actos de exhibición E
Sexagésimo
obscena ante menores de edad o incapaces?
séptimo
¿Se prohíbe en la instalación el ejercicio de la mendicidad en las
entradas y salidas, al ser una instalación de dominio público municipal,
alegando que pudiese constituir una infracción leve con sanción
económica de hasta 750 €, grave con sanción económica desde 750,01
Ayuntamient
€ hasta 1.500 € si se realizase con actitudes coactivas o de acoso y muy
o de Madrid.
grave desde 1.500,01 € hasta 3.000 € en caso de utilizar a menores o
(2013). Arts.
personas con discapacidad para su ejercicio, con la posibilidad de que
2.3, 3.2, 39.1,
el Ayuntamiento con el fin de concienciar sobre la gravedad de los
40.3, 41.3, R
28.4 hechos y ser evitados en el futuro pudiese sustituirla por la prestación N O
42.1, 42.2, E
de servicios en beneficio de la comunidad precisando de autorización
42.3, 44, 46 y
de los padres en caso de haber sido cometido por menores con edades
50 y Ley 57.
comprendidas entre catorce y dieciocho años, sabiendo que dicha
(2003). Art.
sanción no exonera a la persona infractora de la obligación de reparar
141
los daños o perjuicios causados y que, en caso de que la infracción la
cometa un menor de edad, los padres, tutores o guardadores serán
responsables civiles subsidiarios de los daños producidos por las
infracciones cometidas por los mismos?
Bloque de Medida 29. Medidas actitudes indecentes en competiciones
Ley 10. ¿En caso de que en la instalación se celebren actividades o
(1990). Arts. competiciones de ámbito estatal y/o competiciones oficiales escolares
76.4b 79a, y universitarias de ámbito nacional, se inicia el procedimiento
79c y 79e y sancionador por infracción grave a las reglas de juego o competición o
RD 1591. a las normas deportivas generales con posibles inhabilitaciones,
29 R P O
(1992). Art. suspensiones o privaciones de licencias federativa, con carácter
14h y temporal o definitivo, sanciones de carácter económico y/o prohibición
Disposición de acceso al estadio, pérdida de la condición de socio y celebración de
adicional la competición deportiva a puerta cerrada a quienes realicen actos
primera notorios y públicos que atenten a la dignidad o decoro deportivos?
¿En caso de que en la instalación se celebren actividades o
competiciones de ámbito autonómico o inferior, se inicia
Ley 15. independientemente de la responsabilidad civil o penal, el
(1994). Arts. procedimiento sancionador por infracción grave a la disciplina
51.3b, 52.1e, deportiva con posibles apercibimientos o amonestaciones de carácter
52.1a, 52.1b público, inhabilitación, suspensión o privación de licencia deportiva,
29.1 R P O
y 52.1d y sanciones económicas cuantificadas en el reglamento disciplinario de
Decreto 195. cada asociación deportiva, pérdida de la condición de socio,
(2003). Arts. prohibición de acceso al estadio y celebración de la competición
1 y 20 deportiva a puerta cerrada a quienes pública y notoriamente actúen
contra la dignidad o decoro que exige el desarrollo de la actividad
deportiva?
(Ley 10. (1990). Art. 79c y Decreto 195. (2003). Art. 8. Las sanciones pecuniarias personales solo podrán
imponerse en los casos en que los directivos, deportistas, técnicos, jueces o árbitros perciban
compensación económica por su labor)
(Ley 10. (1990). Art. 77, Ley 15. (1994). Arts. 49.3 y 49.4 y Decreto 195. (2003). Arts. 11 y 12. Se
considerarán atenuantes de la responsabilidad disciplinaria deportiva; el arrepentimiento espontáneo, la
provocación previa e inmediata y el no haber sido sancionado el infractor, con anterioridad, en el
transcurso de su vida deportiva y agravantes de la responsabilidad disciplinaria deportiva; la reiteración
de infracciones, la reincidencia, la trascendencia social o deportiva de la infracción, el perjuicio
económico causado, la existencia de lucro o beneficio a favor del infractor o de tercera persona y la
concurrencia en el infractor de la cualidad de autoridad deportiva o cargo directivo)
Bloque de Medida 30. Medidas requisitos exceso de aforo general
1014
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
1015
Capítulo 9. Anexos
1016
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
1017
Capítulo 9. Anexos
Documento Básico de Seguridad en caso de Incendio del Real Decreto 314/2006, de 17 de marzo, por el
que se aprueba el Código Técnico de la Edificación, sabiendo que en aquellos recintos o zonas no
incluidos en la tabla se deben aplicar los valores correspondientes a los que sean más asimilables)
¿Se conoce que en caso de que en la instalación existan zonas con
densidades de ocupación distintas, no será preciso que estén
Instrucción delimitadas físicamente mediante paredes y puertas, barandillas o
ANM 2014\3. cualquier otro sistema de separación, sino que pueden estar
34.3 R P O
Anexo Punto diferenciadas unas de otras mediante líneas en un plano, teniendo en
3.3 cuenta que dicha diferenciación de zonas compromete al titular de la
actividad en lo relativo a la utilización que haga del espacio en cuestión,
ya que la SI3 y su tabla 2.1 se refiere a zonas?
Bloque de Medida 35. Medidas preventivas exceso de aforo sectorial en espacios de actividad
¿Se establecen controles de acceso sectoriales a espacios de actividad a
través de tornos de acceso mediante lectura de tarjeta identificativa que
35 identifique la entrada y salida del usuario en cuestión registrando la N P F
hora de entrada y salida para conocer el número de usuarios practicantes
o deportistas en cada momento?
¿Está conectado dicho sistema con el control de datos de aforo general
35.1 N P E
de la instalación?
Bloque de Medida 36. Medidas requisitos exceso de aforo sectorial en espacios auxiliares
¿Dispone la instalación de retretes, urinarios y lavabos en cada planta a
RD 2816. razón de cuatro plazas de urinarios, dos inodoros y dos lavabos para
(1982). Art. 36 caballeros y seis inodoros y dos lavabos para señoras, por cada 500 R P F
12 espectadores o fracción, reduciéndose aquellas cifras a la mitad en el
caso de que el aforo de cada piso sea inferior a 300?
¿Se instalan los mismos en zonas ventiladas suficientemente, bien
iluminados, con alumbrado ordinario y con luces de señalización y de
emergencia, y dotados con aparatos inodoros de descarga automática
de agua y suelo impermeable, y sus paredes, hasta una altura de dos
RD 2816.
metros como mínimo, son impermeables y recubiertas de azulejos u
(1982). Arts. 36.1 R P F
otros materiales vidriados, sabiendo que su falta de limpieza será
12, 81.7 y 82
sancionada como infracción con multa en función del peligro, daños o
perjuicios causados a otras personas, la importancia de la instalación,
la capacidad económica del infractor y la reiteración o reincidencia y/o
clausuras?
RD 2816. ¿Se cumple con la norma general de que la capacidad cúbica de los
(1982). Art. 36.2 recintos destinados a los espectadores, no sea inferior a cuatro metros R P O
10 cúbicos por persona?
¿En caso de que la instalación disponga de graderíos para más de 3.000
espectadores de pie, se limitan los riesgos de avalanchas y
aplastamientos por situaciones de alta ocupación facilitando la
circulación de las personas y la sectorización con elementos de
protección y contención, cumpliendo los requisitos de que la pendiente
no sea mayor que 50%, la longitud de una fila que tenga accesos desde
RD 314. pasillos situados en sus dos extremos sea de 20 m, como máximo,
(2006). Art. cuando la fila sólo disponga de acceso por un extremo, la longitud de
11.3 y RD esta es de 10 m, como máximo, la diferencia de cota entre cualquier fila
314. (2006). 36.3 de espectadores y alguna salida del graderío es de 4 m, como máximo, R P F
Anexo CTE en graderíos y tribunas con más de cinco filas y cuya pendiente exceda
DB-SU5. el 6% se dispone de una barrera continua de 1100 mm de altura, como
Punto 2 mínimo, delante de la primera fila, así como de barreras adicionales de
la misma altura a la distancia horizontal en función de la pendiente del
graderío, las barreras resisten una fuerza de 5,0 kN/m aplicada en el
borde superior, no existen más de 2 aberturas alineadas en filas
sucesivas de barreras, la línea que une en planta dichas aberturas forma
un ángulo menor que 60º con respecto a las barreras y las aberturas
tienen una anchura comprendida entre 1,10 m y 1,40 m?
1018
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
1019
Capítulo 9. Anexos
1020
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
que se aprueba el Código Técnico de la Edificación, sabiendo que en aquellos recintos o zonas no
incluidos en la tabla se deben aplicar los valores correspondientes a los que sean más asimilables)
Consejo
Superior de
Deportes.
(2005a).
Punto 7.7,
Consejo
Superior de
Deportes.
(2005c).
Punto 7.5,
Consejo
Superior de
Deportes. ¿Se ha calculado la ocupación en función de la superficie útil de 2
(2005d). metros cuadrados por persona en vestuarios de equipos de pistas
Punto 23, polideportivas de salas y pabellones, de campos grandes, pistas de
37.8 R P O
Consejo atletismo, atletismo en pista cubierta, piscinas cubiertas y al aire libre
Superior de cuando dispongan de vasos deportivos de natación y de pabellones para
Deportes. deportes de hielo de la instalación?
(2005e).
Punto 7.11,
Consejo
Superior de
Deportes.
(2005f).
Punto 7.9 y
Consejo
Superior de
Deportes.
(2005g).
Punto 7.19
RD 314.
(2006). Art.
11.3 y RD
314. (2006). ¿Se ha calculado la ocupación en función de la superficie útil de 1
Anexo CTE persona por asiento en las zonas destinadas a espectadores sentados en
DB-SI3. 37.9 caso de haberse definido dichos asientos en el proyecto y de 0,5 metros R P O
Punto 2 e cuadrados por persona en caso de no haberse definido dichos asientos
Instrucción en el proyecto?
ANM 2014\3.
Anexo Punto
3.3c
RD 314.
(2006). Art.
11.3 y RD
314. (2006).
Anexo CTE ¿Se ha calculado la ocupación en función de la superficie útil de 0,25
37.1
DB-SI3. metros cuadrados por persona en las zonas destinadas a espectadores R P O
0
Punto 2 e de pie?
Instrucción
ANM 2014\3.
Anexo Punto
3.3d
(Para más información acerca de las instalaciones para espectadores, los criterios de diseño para espacios
de visión de espectadores, la forma de cálculo del aforo y el número máximo de localidades de pie, véase
la Norma UNE-EN 13200-1 Instalaciones para espectadores (UNE-EN 13200-1, 2012)).
(Para más información acerca de los criterios de diseño de áreas de visión destinadas a espectadores con
necesidades especiales, véase la Norma UNE-CEN/TR 15913:2011 IN (UNE-CEN/TR 15913, 2011)).
1021
Capítulo 9. Anexos
1022
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
RD 314.
(2006). Art.
11.3 y RD
¿Se ha calculado la ocupación en función de la superficie útil de 3
314. (2006). 39.1 R P O
metros cuadrados por persona para salas de material de limpieza?
Anexo CTE
DB-SI3.
Punto 2
RD 314.
(2006). Art.
11.3 y RD
¿Se ha calculado la ocupación en función de la superficie útil de 10
314. (2006). 39.2 R P O
metros cuadrados por persona para las zonas de oficinas?
Anexo CTE
DB-SI3.
Punto 2
RD 314.
(2006). Art.
11.3 y RD
¿Se ha calculado la ocupación en función de la superficie útil de 40
314. (2006). 39.3 R P O
metros cuadrados por persona en almacenes?
Anexo CTE
DB-SI3.
Punto 2
(Para más información acerca de las densidades de ocupación de distintos espacios, véase la tabla 2.1 del
apartado 2 Cálculo de ocupación, de la sección SI 3 Evacuación de ocupantes, del Anexo CTE DB-SI
Documento Básico de Seguridad en caso de Incendio del Real Decreto 314/2006, de 17 de marzo, por el
que se aprueba el Código Técnico de la Edificación, sabiendo que en aquellos recintos o zonas no
incluidos en la tabla se deben aplicar los valores correspondientes a los que sean más asimilables)
Bloque de Medida 40. Medidas preventivas exceso de aforo sectorial en espacios singulares
¿Se establecen controles de acceso sectoriales a espacios singulares a
través de tornos de acceso mediante lectura de tarjeta identificativa que
40 identifique la entrada y salida del trabajador o visitante registrando la N P O
hora de entrada y salida para conocer el número de personas en cada
momento?
¿En caso de visitante o personal externo, se le facilita una tarjeta de uso
40.1 diario para que igualmente quede registrado el acceso y la salida, N P O
recuperándose en cada torno a la finalización de la jornada?
¿Está conectado dicho sistema con el control de datos de aforo general
40.2 N P O
de la instalación?
¿Se supervisa que los ascensores de la instalación dispongan de cartel
40.3 N P F
con número de aforo, verificando que no se excede del mismo?
Bloque de Medida 41. Medidas preventivas incidentes por exceso de aforo
¿Se supervisa la correcta apertura de salidas de emergencia en cada
41 espacio de actividad y auxiliar antes, durante y después de la N P O
celebración de las actividades?
¿Se supervisa el correcto funcionamiento de los sistemas de control de
41.1 N P F
accesos (tornos o similares)?
¿Se cumple el protocolo de acceso una vez cumplido el aforo sectorial
41.2 N P O
que se trate?
¿Se supervisa el correcto funcionamiento de la megafonía de la
41.3 N P O
instalación?
Consejo
¿Disponen las salas y pabellones de la instalación de barandillas,
Superior de
diferencias de nivel u otros elementos que no impidan la visibilidad de
Deportes. 41.4 R P F
los espectadores pero impidan su acceso al espacio de actividad, eviten
(2005a).
aglomeraciones y ayuden a dirigir una salida ordenada?
Punto 7.14
Bloque de Medida 42. Medidas reactivas incidentes por exceso de aforo
¿En caso de que se produzca un incidente por exceso de aforo, se
42 N R O
ofrecen órdenes claras a través de la megafonía de cómo actuar?
1023
Capítulo 9. Anexos
1024
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
1025
Capítulo 9. Anexos
1026
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Reglamento ¿Se conoce que son derechos de los usuarios de la instalación, disponer
ANM 46.1 de equipamientos deportivos en buenas condiciones de uso y utilizar
R P F
2012\62. 1 las instalaciones en las condiciones que garanticen la protección de su
Arts. 7b y 7g seguridad?
Reglamento
¿Se conoce que son derechos de los usuarios de la instalación, ser
ANM 46.1
atendidos con respeto y cortesía por parte del personal que preste los R P O
2012\62. Art. 2
servicios?
7c
¿Se conoce que todos los españoles son iguales ante la ley, sin que
Constitución
pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza,
Española 46.1
sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia R P O
(1978). Art. 3
personal o social, actuando sin ningún tipo de discriminación y velando
14
por defenderla?
Reglamento
¿Se conoce que son derechos de los usuarios de la instalación, conocer
ANM 46.1
la identidad del personal bajo cuya responsabilidad se presta el servicio, R P F
2012\62. Art. 4
anunciándose en lugar visible?
7c
Reglamento
¿Se conoce que son derechos de los usuarios de la instalación, recibir
ANM
el servicio por personal con la cualificación adecuada, asegurando su
2012\62. Art. 46.1
cumplimiento, sabiendo que los titulares de la instalación serán los R P F
7d y Ley 6. 5
responsables de ofrecer información clara y visible a los usuarios sobre
(2016). Art.
la cualificación profesional que posean sus profesionales del deporte?
25.3
Bloque de Medida 47. Medidas de sanciones por incumplimiento de la normativa contra el normal
desarrollo de la actividad
Ley 7.
¿Se aplica la pérdida de condición de usuario sin devolución de
(1985). Art.
importes, con la obligación de abandonar o la prohibición de acceder a
139, Ley 57.
las instalaciones deportivas municipales a los usuarios que impidan u
(2003). Art.
obstruyan el normal funcionamiento de la instalación, al considerarse
1.4, Ley 22.
prácticas prohibidas, iniciando el procedimiento sancionador como
(2006). Art.
infracción muy grave según faculta la Ley Reguladora de las Bases de
52.3 y 47 R R O
Régimen Local con sanción administrativa de hasta 3.000 euros o
Reglamento
privación de los derechos de usuario y de la utilización de las
ANM
instalaciones deportivas municipales de un año a cinco años e
2012\62.
independientemente de las sanciones con la obligación de restituir y
Arts. 9.1a,
reponer los bienes a su estado anterior, con la indemnización de los
10.1, 10.3,
daños y perjuicios causados?
57.c, 60 y 61
Ley 57. ¿Se inicia el procedimiento sancionador como infracción muy grave
(2003). Arts. 47.1 con multa de hasta 3.000 € a quienes impidan u obstruyan de forma R R O
140.1c y 141 grave y relevante el normal funcionamiento de un servicio público?
¿Se conoce y aplica iniciando el procedimiento sancionador de
Ley 4. infracción grave con multa de 601 a 30.000 euros, por impedir mediante
(2015). Arts. actos de obstrucción, el funcionamiento de la instalación mediante el
47.2 R R O
36.4, 39.1 y ejercicio de las funciones de su personal, contra los sujetos
30 responsables quedando exentos los menores de 14 años en cuyo caso se
pondrá en conocimiento del Ministerio Fiscal?
Ley 4. ¿Se dispone de las pruebas necesarias para que el infractor en el plazo
47.2
(2015). Art. de quince días no pueda formular alegaciones o aportar otras contrarias R R O
bis
54 y únicamente pueda acogerse a la reducción de la cuantía de la sanción?
1027
Capítulo 9. Anexos
Ley 7.
¿Se aplica la pérdida de condición de usuario sin devolución de
(1985). Art.
importes, con la obligación de abandonar o la prohibición de acceder a
139, Ley 57.
las instalaciones deportivas municipales a los usuarios que impidan el
(2003). Art.
uso de la instalación o de cualquiera de sus elementos a otros usuarios,
1.4, Ley 22.
al considerarse prácticas prohibidas, iniciando el procedimiento
(2006). Art.
sancionador como infracción muy grave según faculta la Ley
52.3 y 47.3 R R O
Reguladora de las Bases de Régimen Local con sanción administrativa
Reglamento
de hasta 3.000 euros o privación de los derechos de usuario y de la
ANM
utilización de las instalaciones deportivas municipales de un año a
2012\62.
cinco años e independientemente de las sanciones con la obligación de
Arts. 9.1d,
restituir y reponer los bienes a su estado anterior, con la indemnización
10.1, 10.3,
de los daños y perjuicios causados?
57.b, 60 y 61
Ley 57.
¿Se inicia el procedimiento sancionador como infracción muy grave
(2003). Arts.
47.4 con multa de hasta 3.000 € a quienes impidan el uso de un espacio o R R O
140.1b,
servicio público a otra u otras personas con derecho a su utilización?
140.1e y 141
Ley 7.
¿Se aplica la pérdida de condición de usuario sin devolución de
(1985). Art.
importes, con la obligación de abandonar o la prohibición de acceder a
139, Ley 57.
las instalaciones deportivas municipales a los usuarios que introduzcan
(2003). Art.
mesas, sillas, sombrillas, tumbonas y cualquier otro mobiliario en la
1.4, Ley 22.
instalación, al considerarse prácticas prohibidas, iniciando el
(2006). Art.
procedimiento sancionador como infracción grave según faculta la Ley
52.3 y 47.5 R R O
Reguladora de las Bases de Régimen Local con sanción administrativa
Reglamento
de hasta 1.500 euros o privación de los derechos de usuario y de la
ANM
utilización de las instalaciones deportivas municipales de un mes a un
2012\62.
año e independientemente de las sanciones con la obligación de restituir
Arts. 9.1i,
y reponer los bienes a su estado anterior, con la indemnización de los
10.1, 10.3,
daños y perjuicios causados?
58l, 60 y 61
Ley 7.
¿Se aplica la pérdida de condición de usuario sin devolución de
(1985). Art.
importes, con la obligación de abandonar o la prohibición de acceder a
139, Ley 57.
las instalaciones deportivas municipales a los usuarios que practiquen
(2003). Art.
juegos con o sin elementos, salvo en las zonas habilitadas para ello, al
1.4, Ley 22.
considerarse prácticas prohibidas, iniciando el procedimiento
(2006). Art.
sancionador como infracción grave según faculta la Ley Reguladora de
52.3 y 47.6 R R O
las Bases de Régimen Local con sanción administrativa de hasta 1.500
Reglamento
euros o privación de los derechos de usuario y de la utilización de las
ANM
instalaciones deportivas municipales de un mes a un año e
2012\62.
independientemente de las sanciones con la obligación de restituir y
Arts. 9.1j,
reponer los bienes a su estado anterior, con la indemnización de los
10.1, 10.3,
daños y perjuicios causados?
58m, 60 y 61
Reglamento ¿Se niega el acceso o se expulsa de la instalación, a las personas que
ANM utilicen la instalación sin previa reserva, cuando ésta sea obligatoria,
47.7 R R O
2012\62. Art. como medida que pueden adoptar los responsables de la instalación
11b para restablecer el orden y el funcionamiento del servicio?
Bloque de Medida 48. Medidas deberes del público
¿Se conoce que los espectadores no podrán exigir que se presten
RD 2816.
servicios distintos a los anunciados, en cuyo caso el personal de la
(1982). Art. 48 R P O
instalación podrá solicitar el auxilio de los Agentes de la Autoridad para
59.1
imponer su prohibición?
¿Se conoce que, el público habrá de mantener la debida compostura y
evitar en todo momento cualquier acción que pueda producir peligro,
RD 2816.
malestar, dificultar el desarrollo de las actividades, así como guardar el
(1982). Art. 48.1 R P O
buen orden y disciplina, de acuerdo con las prescripciones establecidas,
59.2
en cuyo caso el personal de la instalación podrá solicitar el auxilio de
los Agentes de la Autoridad para imponer su prohibición?
Bloque de Medida 49. Medidas actividades (publicidad, horarios, desarrollo, suspensión etc.)
1028
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Ley 17.
¿Anuncia la instalación sus actividades reflejando con claridad
(1997). Art. 49 R P F
suficiente sus contenidos y las condiciones en las que se desarrollaran?
24.5
Ley 17.
(1997). Art.
22 y Orden
1562. (1998). ¿Se ajustan las actividades de la instalación a las horas anunciadas
49.1 R P O
Art. 7.1 durando el tiempo previsto?
modificada
por la Orden
42. (2017).
¿Se conoce que cualquier información, promoción o publicidad en las
actividades de la instalación que induzca a engaño o confusión, será
castigada como infracción grave en materia de actividades recreativas
Ley 4.
con multa comprendida entre 4.501 y 60.000 euros, clausura de la
(2013). Arts. 49.2 R R O
instalación por un periodo máximo de seis meses, suspensión o
4.13 y 5.2
prohibición de la actividad por un periodo máximo de seis meses y/o
inhabilitación para la organización de actividades recreativas por un
periodo máximo de un año, actuando por ende de forma contraria?
RD 2816. ¿Se conoce que los usuarios de las actividades tienen derecho a que la
(1982). Art. actividad se desarrolle en su integridad y en la forma y condiciones en
58 y Ley 17. 49.3 que haya sido anunciada, así como a utilizar los servicios generales en R P O
(1997). Art. la forma y con las limitaciones que determine a instalación,
24.4 comprobando que se cumplen dichos derechos?
Reglamento
¿Se conoce que son derechos de los usuarios de la instalación, conocer
ANM
49.4 la suspensión de servicios, anunciándolos e informando en caso de R R O
2012\62. Art.
producirse?
7a
Reglamento
ANM ¿Se devuelve la tasa, precio público o tarifa abonada, en caso de
49.5 R R O
2012\62. Art. incumplimiento de los servicios?
7i
¿Se conoce que en caso de que la actividad recreativa sea suspendida o
modificada sustancialmente, salvo en aquellos supuestos en que se
Ley 17.
produjera una vez comenzada y fuera por causa de fuerza mayor, los
(1997). Art. 49.6 R R O
usuarios tendrán derecho a la devolución total o parcial del importe
24.4
abonado, cumpliendo con dicha devolución u ofreciéndoles una posible
recuperación de la misma?
¿Se conoce que la suspensión o alteración de las actividades recreativas
así como la modificación de sus programas sin causa suficiente que lo
justifique, será castigado como infracción grave en materia de
Ley 4.
actividades recreativas con multa comprendida entre 4.501 y 60.000
(2013). Arts. 49.7 R R O
euros, clausura de la instalación por un periodo máximo de seis meses,
4.5 y 5.2
suspensión o prohibición de la actividad por un periodo máximo de seis
meses y/o inhabilitación para la organización de actividades recreativas
por un periodo máximo de un año, cumpliendo con los mismos?
¿Se conoce que son derechos básicos de los usuarios de la instalación,
RD 1. (2007).
la indemnización de los daños y la reparación de los perjuicios sufridos
Arts. 8c y 49.8 R R O
causados por los servicios defectuosos ofertados, actuando por ende
128
como indica la ley en caso de que lo requieran?
Bloque de Medida 50. Medidas de sanciones por incumplimiento de la normativa sobre desarrollo de
actividades
¿Se conoce que los diferentes bienes o servicios de la instalación
deberán ser seguros, para lo cual no deberán presentar riesgo alguno en
RD 1. (2007). condiciones normales de uso o únicamente los riesgos mínimos
Arts. 11, 50 compatibles con el uso del bien o servicio y ser considerados admisibles R P O
49.1g y 51 dentro de un nivel elevado de protección de la seguridad de las
personas, sabiendo que el incumplimiento de las disposiciones sobre
seguridad en cuanto afecten o puedan suponer un riesgo para los
1029
Capítulo 9. Anexos
1030
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Ley 7.
¿Se aplica la pérdida de condición de usuario sin devolución de
(1985). Art.
importes, con la obligación de abandonar o la prohibición de acceder a
139, Ley 57.
las instalaciones deportivas municipales a los usuarios que no respeten
(2003). Art.
los horarios y funcionamiento de los servicios deportivos, y no atiendan
1.4, Ley 22.
a las indicaciones del personal al considerarse un deber de los mismos,
(2006). Art.
iniciando el procedimiento sancionador como infracción grave según
52.3 y 52 R R O
faculta la Ley Reguladora de las Bases de Régimen Local con sanción
Reglamento
administrativa de hasta 1.500 euros o privación de los derechos de
ANM
usuario y de la utilización de las instalaciones deportivas municipales
2012\62.
de un mes a un año e independientemente de las sanciones con la
Arts. 8d,
obligación de restituir y reponer los bienes a su estado anterior, con la
10.1, 10.3,
indemnización de los daños y perjuicios causados?
58d, 60 y 61
Ley 1. ¿Se conoce y aplica iniciando el procedimiento penal con pena de multa
(2015). Art. de uno a tres meses al que se mantuviera contra la voluntad del titular
52.1 R R O
único Ciento fuera de las horas de apertura en la instalación y con pena de prisión de
once seis meses a tres años al que se mantuviera con violencia?
¿Se conoce y aplica iniciando el procedimiento penal con pena de
Ley 10. prisión de seis meses a un año y multa de seis a diez meses al que entrare
(1995). Art. 52.2 contra la voluntad del titular en la instalación fuera de las horas de R R O
203 apertura y con pena de prisión de seis meses a tres años al que entrare
con violencia?
Ley 1. ¿Se conoce y aplica iniciando el procedimiento penal con pena de
(2015). Art. prisión de tres a seis meses o multa de seis a doce meses a los que
único actuando en grupo o individualmente pero amparados en él, invadan u
52.3 R R O
Doscientos ocupen, contra la voluntad de su titular, la instalación aunque se
cuarenta y encuentre abierto al público, y causen con ello una perturbación
ocho relevante de la paz pública y de su actividad normal?
¿En caso de celebrarse actividades en horario nocturno (La noche más
joven) se prohíbe la entrada a los menores de dieciséis años que no
vayan acompañados de personas mayores responsables de su seguridad,
RD 2816.
comprobando dicho requisito los empleados de la instalación y en caso
(1982). Arts.
de duda solicitando el documento nacional de identidad, sabiendo que
60, 61.4,
la admisión de menores en dichos términos será castigada como
81.26 y 82 y 52.4 R R O
infracción grave en materia de actividades recreativas con multa
Ley 4.
comprendida entre 4.501 y 60.000 euros, clausura de la instalación por
(2013). Arts.
un periodo máximo de seis meses, suspensión o prohibición de la
4.6 y 5.2
actividad por un periodo máximo de seis meses y/o inhabilitación para
la organización de actividades recreativas por un periodo máximo de
un año?
Bloque de Medida 53. Medidas horarios de apertura y cierre
Ley 17. ¿Se cumple el horario general de apertura y cierre de la instalación
(1997). Arts. propuesto por Orden del Consejero competente en materia de
23 y 39 y Ley 53 espectáculos públicos y actividades recreativas de la Comunidad de R P O
4. (2013). Madrid, sabiendo que su incumplimiento, será castigado como
Art. 5.1 infracción leve sancionado con multa de hasta 4.500 euros?
¿El uso de la instalación, se limita a los días y horas fijados para la
Reglamento
misma, por el órgano competente, ajustando la dirección del centro los
ANM
53.1 horarios de utilización de las unidades deportivas a los criterios R P O
2012\62.
generales de programación establecidos por la Dirección General de
Arts. 6 y 50.5
Deportes?
Orden 1562.
(1998). Arts. ¿Se conoce que el horario de apertura se entenderá como el momento a
2A2, 2A3 y partir del cual se permitirá el acceso de los usuarios, todos los horarios
2A4 53.2 tanto generales como especiales de apertura y cierre se considerarán R P O
modificada máximos sin poder rebasarse y que a partir de la hora de cierre no se
por la Orden permitirá el acceso de ningún usuario, cumpliendo dichos requisitos?
42. (2017). y
1031
Capítulo 9. Anexos
Orden 21/dic.
(2004).
RD 2816.
(1982). Arts.
69 y 70 y ¿Está abierta la instalación y debidamente alumbrada al menos quince
Orden 1562. minutos antes de que comiencen las actividades, de acuerdo con su
(1998). Art. 53.3 horario general de apertura establecido por el Ministerio del Interior en R P O
7.2 función de las distintas modalidades de actividades, público y tipo de
modificada día?
por la Orden
42. (2017).
Orden 1562.
(1998). Art. ¿Se cumple que a la hora de cierre normalmente establecida, se
2A5 encienden las luces generales de la instalación si fuese preciso, las
modificada puertas de entrada y de salida quedan expeditas y abiertas para y se
53.4 R P O
por la Orden produzca el completo desalojo ordenado en un tiempo máximo de 30
42. (2017). y minutos desde la hora de cierre en caso de aforo inferior a 350 personas
Orden 21/dic. y cuarenta y cinco minutos en caso de ser superior?
(2004).
Orden 1562.
(1998). Art.
¿Se cumple que con carácter general, la instalación no podrá abrir antes
2B4
53.5 de las seis horas ni finalizar después de las veinticuatro horas, salvo que R P O
modificada
por una normativa específica se permita un horario diferente?
por la Orden
42. (2017).
Orden 1562.
(1998). Art.
¿Se cumple que en cualquier caso, y sin perjuicio del horario general
2A8
53.6 de apertura y cierre, entre el cierre de la instalación y la subsiguiente R P O
modificada
apertura transcurre un período mínimo de seis horas?
por la Orden
42. (2017).
¿Se conoce que la instalación será sancionada como infracción con
multa en función del peligro, daños o perjuicios causados a otras
RD 2816.
personas, la importancia de la instalación, la capacidad económica del
(1982). Arts. 3.7 R R O
infractor y la reiteración o reincidencia, suspensión o prohibición de
81.35 y 82
actividades concretas y/o clausuras en caso de retrasarse en el cierre de
la instalación respecto de los horarios prevenidos?
¿En caso de querer ampliar dichos horarios por querer celebrar
Orden 1562. actividades que por sus características específicas o excepcionales
(1998). Arts. justificaran la implantación de un horario diferente o por concurrir otras
3y4 circunstancias de interés público, se solicita a la Dirección General de
53.8 R P O
modificada Protección Ciudadana de la Consejería de Presidencia de la Comunidad
por la Orden de Madrid, de acuerdo a las competencias que le atribuye el Decreto
42. (2017). 94/2010, de 29 de diciembre, del Consejo de Gobierno, modificado por
el Decreto 96/2011, de 7 de julio?
¿Se comprueban y supervisan los horarios de apertura y cierre de la
instalación, a través de las horas que indiquen los fichajes del personal
53.9 N R O
encargado de dichas aperturas y cierres y a través de las horas de
conexión y desconexión de las alarmas?
53.1 ¿Se comprueban y supervisan los horarios de apertura y cierre de los
N R O
0 distintos espacios de la instalación por parte de un responsable?
¿Se comprueban y supervisan los horarios de apertura y cierre de los
distintos espacios de la instalación supervisados por el responsable, a
53.1
través de las horas de conexión y desconexión de las alarmas y N R O
1
dispositivos de alarmas de cada uno de estos espacios y a través de las
horas que indiquen los circuitos cerrados de televisión?
1032
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
1033
Capítulo 9. Anexos
1034
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
1035
Capítulo 9. Anexos
Ley 7.
(1985). Art. ¿Se aplica la pérdida de condición de usuario sin devolución de
139, Ley 57. importes, con la obligación de abandonar o la prohibición de acceder a
(2003). Art. las instalaciones deportivas municipales a los usuarios que enciendan
1.4, Ley 22. fuego, al considerarse prácticas prohibidas, iniciando el procedimiento
(2006). Art. sancionador como infracción muy grave según faculta la Ley
52.3 y 57.9 Reguladora de las Bases de Régimen Local con sanción administrativa R R O
Reglamento de hasta 3.000 euros o privación de los derechos de usuario y de la
ANM utilización de las instalaciones deportivas municipales de un año a
2012\62. cinco años e independientemente de las sanciones con la obligación de
Arts. 9.1p, restituir y reponer los bienes a su estado anterior, con la indemnización
10.1, 10.3, de los daños y perjuicios causados?
57.h, 60 y 61
¿Se conoce y aplica iniciando el procedimiento penal con pena de
prisión de diez a veinte años a los que provocaren un incendio que
Ley 10.
57.1 comporte un peligro para la vida o integridad física de las personas y
(1995). Art. R R O
0 con la pena de prisión de tres a cinco años y multa de doce a veinticuatro
351
meses cuando no concurra tal peligro para la vida o integridad física de
las personas?
¿Se prohíbe encender sin autorización hogueras o fogatas en la
instalación, al ser un espacio de dominio público municipal, alegando
que pudiese constituir una infracción grave con sanción económica
Ayuntamient
desde 750,01 € hasta 1.500 €, con la posibilidad de que el Ayuntamiento
o de Madrid.
con el fin de concienciar sobre la gravedad de los hechos y ser evitados
(2013). Arts.
en el futuro pudiese sustituirla por la prestación de servicios en
2.3, 3.2,
57.1 beneficio de la comunidad precisando de autorización de los padres en
40.11, 42.2, N R O
1 caso de haber sido cometido por menores con edades comprendidas
44, 46 y 50 y
entre catorce y dieciocho años, sabiendo que dicha sanción no exonera
Ley 57.
a la persona infractora de la obligación de reparar los daños o perjuicios
(2003). Art.
causados y que, en caso de que la infracción la cometa un menor de
141
edad, los padres, tutores o guardadores serán responsables civiles
subsidiarios de los daños producidos por las infracciones cometidas por
los mismos?
¿Se prohíbe en la instalación la práctica de juegos fuera de los espacios
habilitados que perturben los derechos de los demás usuarios del
espacio público así como la práctica de juegos con instrumentos u otros
objetos que puedan poner en peligro la integridad física de los usuarios
Ayuntamient del espacio público así como la integridad de los bienes y servicios, al
o de Madrid. ser una instalación de dominio público municipal, alegando que pudiese
(2013). Arts. constituir una infracción leve con sanción económica de hasta 750 €,
2.3, 3.2, 39.4, con la posibilidad de que el Ayuntamiento con el fin de concienciar
57.1
39,5, 42.1, sobre la gravedad de los hechos y ser evitados en el futuro pudiese N R O
2
44, 46 y 50 y sustituirla por la prestación de servicios en beneficio de la comunidad
Ley 57. precisando de autorización de los padres en caso de haber sido cometido
(2003). Art. por menores con edades comprendidas entre catorce y dieciocho años,
141 sabiendo que dicha sanción no exonera a la persona infractora de la
obligación de reparar los daños o perjuicios causados y que, en caso de
que la infracción la cometa un menor de edad, los padres, tutores o
guardadores serán responsables civiles subsidiarios de los daños
producidos por las infracciones cometidas por los mismos?
¿Se prohíbe en la instalación la práctica de acrobacias y juegos de
Ayuntamient
habilidad con bicicletas, patines, monopatines o similares fuera de las
o de Madrid.
áreas destinadas a tal efecto, al ser una instalación de dominio público
(2013). Arts.
municipal, alegando que pudiese constituir una infracción leve con
2.3, 3.2, 39.6,
57.1 sanción económica de hasta 750 €, y la práctica de juegos que
40.9, 42.1, N R O
3 impliquen un riesgo relevante para la integridad física de los usuarios
42.2, 44, 46 y
del espacio público, y, en especial, la circulación temeraria con patines
50 y Ley 57.
o monopatines por lugares destinados a peatones, así como la
(2003). Art.
utilización de elementos o instalaciones arquitectónicas o del
141
mobiliario urbano para la práctica del monopatín, patines u otros
1036
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
1037
Capítulo 9. Anexos
1038
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
10.1, 10.3,
57f, 60 y 61
¿Se prohíben la venta de productos que, en el caso de ser arrojados,
Ley 19. puedan producir daños a los participantes en la competición o a los
(2007). Arts. 59.6 espectadores por su peso, tamaño, envase o demás características, N P O
4.3 y 1.2 siendo medida reglamentaria en el caso de celebración de competición
deportiva oficial de ámbito estatal?
(Para más información acerca de las características de dichos productos, véase el Art. 25 del Real Decreto
203/2010, de 26 de febrero, por el que se aprueba el Reglamento de prevención de la violencia, el racismo,
la xenofobia y la intolerancia en el deporte)
¿Se establece como condición de permanencia en la instalación no
entonar cánticos, sonidos o consignas racistas o xenófobas, de carácter
Ley 19.
intolerante, o que inciten a la violencia o al terrorismo o supongan
(2007). Arts. 59.7 N P O
cualquier otra violación constitucional, siendo medida reglamentaria en
7.1b y 1.2
el caso de celebración de competición deportiva oficial de ámbito
estatal?
Ley 19. ¿Se establece como condición de permanencia en la instalación no
(2007). Arts. 59.8 lanzar ninguna clase de objetos, siendo medida reglamentaria en el caso N P O
7.1d y 1.2 de celebración de competición deportiva oficial de ámbito estatal?
¿Se establece como condición de permanencia en la instalación no
Ley 19.
irrumpir sin autorización en los terrenos de juego, siendo medida
(2007). Arts. 59.9 N P O
reglamentaria en el caso de celebración de competición deportiva
7.1e y 1.2
oficial de ámbito estatal?
¿Se establece que los espectadores y asistentes a las competiciones y
espectáculos deportivos estén obligados a desalojar pacíficamente el
Ley 19.
59.1 recinto deportivo y abandonar sus aledaños cuando sean requeridos
(2007). Arts. N P O
0 para ello por incumplimiento de las condiciones de permanencia,
7.4, 15 y 1.2
siendo medida reglamentaria en el caso de celebración de competición
deportiva oficial de ámbito estatal?
Bloque de Medida 60. Medidas preventivas ante actitudes peligrosas
¿Se conoce que están prohibidas las actividades que inciten o fomenten
Ley 17. la violencia, el racismo, la xenofobia y cualquier otra forma de
60 R P O
(1997). Art. 5 discriminación o que atenten contra la dignidad humana, supervisando
su ejecución?
Ley 6. ¿Los servicios susceptibles de provocar riesgos en la población infantil
(1995). Art. 60.1 cuando se utilicen conforme a su uso normal, disponen de las medidas R P O
40.2 de seguridad que los eviten?
¿En caso de disponer de sauna en la instalación, se dispone en su acceso
Reglamento de un cartel informativo en lugar visible con las normas de uso de
ANM obligado cumplimiento, tiempo recomendado de utilización, beneficios
60.2 R P F
2012\62. Art. y contraindicaciones y especialmente a los peligros para la salud
33 derivados de una mala utilización de los mismos, reservando su uso a
los mayores de dieciocho años?
¿En caso de disponer de rocódromo, se comunica a los usuarios que
para utilizar el mismo han de ser mayores de dieciocho años y los
menores de dieciocho han de estar autorizados por sus padres o tutores
y estar acompañados por una persona mayor de edad, que todos los
usuarios deberán presentar la licencia federativa en vigor con un seguro
de accidentes que cubra específicamente la actividad, que se utilizará,
Reglamento cuando se realicen vías, como mínimo por parejas, no pudiendo escalar
ANM a la vez los dos miembros de la pareja, que aportarán el material que
60.3 R P F
2012\62. Art. deberá cumplir la normativa de seguridad de la Unión Europea, siendo
38 obligatorio casco, cuerda de escalada, arnés, cinta exprés y sistema auto
bloqueante de seguridad, que para la escalada deberán utilizarse
exclusivamente las presas y paneles quedando prohibido utilizar otras
partes de la estructura, así como modificar la disposición de los
implementos, que deberán auto asegurarse en todos los puntos de
protección instalados en el recorrido de la vía, que no podrá iniciarse la
escalada en vías si hay un escalador por encima, que queda prohibido
1039
Capítulo 9. Anexos
1040
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
1041
Capítulo 9. Anexos
1042
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
2.3, 3.2, 39.8, instalación de dominio público municipal, alegando que pudiese
42.1, 44, 46 y constituir una infracción leve con sanción económica de hasta 750 €,
50 y Ley 57. con la posibilidad de que el Ayuntamiento con el fin de concienciar
(2003). Art. sobre la gravedad de los hechos y ser evitados en el futuro pudiese
141 sustituirla por la prestación de servicios en beneficio de la comunidad
precisando de autorización de los padres en caso de haber sido cometido
por menores con edades comprendidas entre catorce y dieciocho años,
sabiendo que dicha sanción no exonera a la persona infractora de la
obligación de reparar los daños o perjuicios causados y que, en caso de
que la infracción la cometa un menor de edad, los padres, tutores o
guardadores serán responsables civiles subsidiarios de los daños
producidos por las infracciones cometidas por los mismos?
¿Se prohíbe en la instalación el ofrecimiento de juegos que impliquen
apuestas de dinero o bienes, al ser una instalación de dominio público
municipal, alegando que pudiese constituir una infracción grave con
Ayuntamient sanción económica desde 750,01 € hasta 1.500 €, con la posibilidad de
o de Madrid. que el Ayuntamiento con el fin de concienciar sobre la gravedad de los
(2013). Arts. hechos y ser evitados en el futuro pudiese sustituirla por la prestación
2.3, 3.2, 40.8, 63.1 de servicios en beneficio de la comunidad precisando de autorización
R P O
42.2, 44, 46 y 1 de los padres en caso de haber sido cometido por menores con edades
50 y Ley 57. comprendidas entre catorce y dieciocho años, sabiendo que dicha
(2003). Art. sanción no exonera a la persona infractora de la obligación de reparar
141 los daños o perjuicios causados y que, en caso de que la infracción la
cometa un menor de edad, los padres, tutores o guardadores serán
responsables civiles subsidiarios de los daños producidos por las
infracciones cometidas por los mismos?
Bloque de Medida 64. Medidas de acción penal por actitudes desleales
¿Se conoce y aplica iniciando el procedimiento penal con pena de
Ley 10. prisión de seis meses a tres años al que, con conocimiento de la
(1995). Art. 64 comisión de un delito y sin haber intervenido en el mismo como autor R R O
451 o cómplice, auxilie a los autores u oculte o altere los efectos o los
instrumentos?
¿Se conoce y aplica iniciando el procedimiento penal con pena de
Ley 1. prisión de seis meses a dos años y multa de doce a veinticuatro meses,
(2015). Art. si se imputara un delito grave, pena de multa de doce a veinticuatro
único 64.1 meses, si se imputara un delito menos grave y pena de multa de tres a R R O
Doscientos seis meses, si se imputara un delito leve, a los que, con conocimiento
treinta y dos de su falsedad imputaren a alguna persona hechos que, de ser ciertos,
constituirían infracción penal?
¿Se conoce y aplica iniciando el procedimiento penal con multa de seis
Ley 10.
a doce meses al que simulare ser responsable o víctima de una
(1995). Art. 64.2 R R O
infracción penal o denunciare una inexistente, provocando actuaciones
457
procesales?
¿Se conoce y aplica iniciando el procedimiento penal con pena de
Ley 1.
prisión de tres meses y un día a un año o multa de tres a dieciocho meses
(2015). Art.
a quien afirme falsamente o simule una situación de peligro para la
único 64.3 R R O
comunidad o la producción de un siniestro a consecuencia del cual es
Doscientos
necesario prestar auxilio a otro, y con ello provoque la movilización de
cincuenta
los servicios de policía, asistencia o salvamento?
Bloque de Medida 65. Medidas preventivas por actitudes desleales de personal deportivo
¿Se insta a los trabajadores a que cumplan sus obligaciones en materia
de prevención de riesgos de informar de inmediato a su superior
Ley 31. jerárquico directo acerca de cualquier situación que, a su juicio dentro
(1995). Art. 65 o fuera del ámbito deportivo, entrañe, por motivos razonables, un riesgo R P O
29.2 cuarto para la seguridad de los trabajadores, sabiendo que su incumplimiento
será sancionable iniciando el pertinente procedimiento en caso de que
así fuese?
1043
Capítulo 9. Anexos
1044
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
1045
Capítulo 9. Anexos
1046
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
1047
Capítulo 9. Anexos
1048
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
1049
Capítulo 9. Anexos
1050
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Trabajo
(1998b).
Instituto
Nacional de
Seguridad e 73.2 ¿Se forma a los trabajadores en el manejo y reconocimiento de la
N P O
Higiene en el 2 violencia?
Trabajo
(1998b).
Instituto
Nacional de
Seguridad e 73.2 ¿Se forma a los trabajadores en técnicas de represión de violencia
N P O
Higiene en el 3 (defensa personal básica)?
Trabajo
(1998b).
¿En caso de producirse una situación de violencia que genere
consecuencias sobre el trabajador y/o plantilla que puedan derivar en
Instituto
miedo de que el evento violento pueda volver a producirse,
Nacional de
sentimientos de indefensión, aislamiento, vulnerabilidad o
Seguridad e 73.2
culpabilidad, sintomatología física asociada a estrés (trastornos de N P O
Higiene en el 4
sueño, del apetito, etc.) pudiendo afectar a la vida profesional y
Trabajo
personal, se da una respuesta rápida de apoyo emocional, información
(1998b).
y ayuda práctica que permita ayudar a recobrarse del evento
traumático?
73.2 ¿Se dispone de botiquín y personal sanitario en la instalación para
N P F
5 atender inicialmente una posible agresión?
1051
Capítulo 9. Anexos
1052
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
1053
Capítulo 9. Anexos
¿Se conoce que para proceder por los delitos de agresiones se precisa
Ley 10.
75.1 querella del Ministerio Fiscal en caso de que la víctima sea menor de
(1995). Art R R O
1 edad, incapaz o una persona desvalida o denuncia de la persona
191
agraviada en el resto de los casos asistiendo e invitando a realizarse?
Ley 1.
¿Se conoce y aplica iniciando el procedimiento penal con pena de seis
(2015). Art.
meses a tres años de prisión a quienes actuando en grupo o
único 75.1
individualmente pero amparados en él, alteraren la paz pública, R R O
Doscientos 2
incitaren o ejecutaren actos de violencia sobre las personas o sobre las
cuarenta y
cosas, o amenazaren a otros con llevarlos a cabo?
seis
Ley 1. ¿Y con pena de uno a seis años de prisión cuando los hechos descritos
(2015). Art. en el artículo anterior se ejecutasen portando un arma u otro
único 75.1 instrumento peligroso, o exhibiendo un arma de fuego simulada,
R R O
Doscientos 2 bis cuando el acto de violencia ejecutado resulte potencialmente peligroso
cuarenta y para la vida de las personas o pueda causar lesiones graves o cuando se
siete llevasen a cabo con ocultación del rostro?
Bloque de Medida 76. Sanciones por tenencia y uso de armas
¿Se conoce y aplica iniciando el procedimiento sancionador de
Ley 4. infracción leve con multa de 100 a 600 euros, por exhibir objetos
(2015). Arts. peligrosos para la integridad física de las personas con ánimo
76 R R O
37.2, 39.1 y intimidatorio, siempre que no constituya delito o infracción grave,
30 contra los sujetos responsables quedando exentos los menores de 14
años en cuyo caso se pondrá en conocimiento del Ministerio Fiscal?
Ley 4. ¿Se dispone de las pruebas Necesarias para que el infractor en el plazo
76.
(2015). Art. de quince días no pueda formular alegaciones o aportar otras contrarias R R O
bis
54 y únicamente pueda acogerse a la reducción de la cuantía de la sanción?
¿Se conoce y aplica iniciando el procedimiento sancionador como
infracciones graves si no constituyesen delitos, con multa de 300,51 a
RD 137.
450,76 euros, incautación de las armas y, en su caso, retirada de las
(1993). Art. 76.1 R R O
licencias o permisos correspondientes, a los que porten armas de fuego
156
o de cualesquiera otra clase en establecimientos públicos y lugares de
recreo o esparcimiento, salvo en los lugares habilitados para su uso?
¿Se conoce que está prohibido portar, exhibir y usar fuera del domicilio,
del lugar de trabajo, en su caso, o de las correspondientes actividades
RD 137.
deportivas, cualquiera clase de armas de fuego cortas y armas blancas,
(1993). Art. 76.2 R R O
especialmente aquellas que tengan hoja puntiaguda, así como en
146
general armas de las categorías 5ª, 6ª y 7ª, actuando por ende según
indica la ley?
¿Se conoce que está prohibido, portar, exhibir o usar armas sin
necesidad o de modo negligente o temerario, mientras se utilizan cascos
RD 137.
o auriculares conectados con aparatos receptores o reproductores de
(1993). Art. 76.3 R R O
sonidos y bajo los efectos de bebidas alcohólicas, estupefacientes,
147
psicotrópicos, estimulantes u otras sustancias análogas, actuando por
ende según indica la ley?
¿Se conoce y aplica iniciando el procedimiento sancionador de
Ley 4. infracción grave con multa de 601 a 30.000 euros, por portar, exhibir o
(2015). Arts. usar armas prohibidas o de modo negligente, temerario o intimidatorio,
76.4 R R O
36.10, 39.1 y aún con licencia, sin que constituya delito penal contra los sujetos
30 responsables quedando exentos los menores de 14 años en cuyo caso se
pondrá en conocimiento del Ministerio Fiscal?
Ley 4. ¿Se dispone de las pruebas Necesarias para que el infractor en el plazo
76.4
(2015). Art. de quince días no pueda formular alegaciones o aportar otras contrarias R R O
bis
54 y únicamente pueda acogerse a la reducción de la cuantía de la sanción?
¿Se conoce que para poder llevar y usar las armas de la categoría 4ª
RD 137.
fuera del domicilio, estas habrán de estar documentadas singularmente,
(1993). Art. 76.5 R R O
mediante tarjetas de armas, que las acompañarán en todo caso, instando
105
por ende a la autoridad competente a solicitar su requerimiento?
RD 137. ¿Se conoce que queda prohibida la tenencia y uso, salvo por O
76.6 R R
(1993). Art. 5 funcionarios especialmente habilitados de; espray de defensa personal
1054
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
1055
Capítulo 9. Anexos
Ley 10. ¿Se conoce y aplica iniciando el procedimiento penal con pena de
(1995). Art. prisión de seis meses a un año al que posea armas largas de fuego
564 y Ley 15. reglamentadas, careciendo de las licencias o permisos necesarios y con
(2003). Art. 76.1 pena de prisión de uno a dos años en caso de que carezcan de marcas
R R O
único 2 de fábrica o de número, los tengan alterados o borrados o hayan sido
Centésimo transformadas, modificando sus características originales, pudiéndose
quincuagésim imponer además la pena de privación del derecho a la tenencia y porte
o noveno de armas por tiempo superior en tres años a la pena de prisión impuesta?
(RD 137. (1993). Art. 3 Se consideran armas largas reglamentadas; las armas de fuego largas para
vigilancia y guardería determinadas por el Ministerio del Interior para dichas funciones y las armas
utilizables para caza mayor (2ª categoría), las armas de fuego largas rayadas para tipo deportivo, de calibre
5,6 milímetros, de percusión anular, bien sean de un disparo, bien de repetición o semiautomáticas, las
escopetas de caza y las armas accionadas por aire u otro gas comprimido, sean lisas o rayadas, siempre
que la energía cinética del proyectil en boca exceda de 24,2 julios (3ª categoría) y las armas de inyección
anestésica capaces de lanzar proyectiles que faciliten la captura o control de animales, las ballestas, las
armas para lanzar cabos, los arcos, las armas para lanzar líneas de pesca y los fusiles de pesca submarina
que sirvan para disparar flechas o arpones (7ª categoría)).
Ley 10.
(1995). Art. ¿Se conoce y aplica iniciando el procedimiento penal con pena de
563 y Ley 15. prisión de uno a tres años al que posea armas prohibidas o resultantes
(2003). Art. 76.1 de la modificación sustancial de las características de armas
R R O
único 3 reglamentadas, pudiéndose imponer además la pena de privación del
Centésimo derecho a la tenencia y porte de armas por tiempo superior en tres años
quincuagésim a la pena de prisión impuesta?
o noveno
(RD 137. (1993). Art. 4 Se consideran armas prohibidas la tenencia y uso de: armas de fuego que sean
resultado de modificar sustancialmente las características de fabricación u origen de otras armas, las
armas largas que contengan dispositivos especiales, en su culata o mecanismos, para alojar pistolas u
otras armas, las pistolas y revólveres que lleven adaptado un culatín, las armas de fuego para alojar o
alojadas en el interior de bastones u otros objetos, las armas de fuego simuladas bajo apariencia de
cualquier otro objeto, los bastones-estoque, los puñales de cualquier clase y las navajas llamadas
automáticas, las armas de fuego, de aire u otro gas comprimido, reales o simuladas, combinadas con
armas blancas, las defensas de alambre o plomo, los rompecabezas, las llaves de pugilato, los tiragomas
y cerbatanas perfeccionados, los munchacos y xiriquetes, así como cualesquiera otros instrumentos
especialmente peligrosos para la integridad física de las personas).
¿Se conoce que los espectadores no podrán portar armas de cualquier
clase, aunque se estuviera en posesión de la licencia o permisos
reglamentarios, o cualesquiera otros objetos que pudieran ser usados
RD 2816.
como tales o artefactos peligrosos para la integridad física de las
(1982). Arts. 76.1
personas, iniciando el procedimiento sancionador como infracción con R R O
59.1, 81.27 y 4
multa en función del peligro, daños o perjuicios causados a otras
82
personas, la importancia de la instalación, la capacidad económica del
infractor y la reiteración o reincidencia, sabiendo que puede acarrear
suspensión o prohibición de actividades concretas y/o clausuras?
Bloque de Medida 77. Medidas de solicitud a policía de registro de armas
Ley 4. ¿Se solicitan comprobaciones de tenencia de instrumentos o armas por
(2015). Art. 77 parte de cuerpos y fuerzas de seguridad para impedir que se porten o R P O
18.1 utilicen en la instalación en caso de sospecha?
¿Se solicitan comprobaciones de tenencia de instrumentos o armas por
Ley 4.
parte de cuerpos y fuerzas de seguridad para prevenir delitos graves o
(2015). Art. 77.1 R P O
detener a quienes los hubiesen cometido en caso de haberse
17.2
reconocido?
Ley 4.
(2015). Art.
¿Se colabora y no se obstaculiza en las comprobaciones de tenencia de
18.1 y Ley
77.2 instrumentos o armas en la instalación por parte de cuerpos y fuerzas R P O
19. (2007).
de seguridad?
Arts. 6.2b y
12.1c
1056
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
1057
Capítulo 9. Anexos
Ayuntamient
o de Madrid. ¿En caso de que un trabajador haya sido objeto de violencia, se vela
79.2 R P O
(2011). Punto para que toda la información conserve un carácter confidencial?
6.1
¿Se conoce que son derechos de los trabajadores el respeto de su
RD 2. (2015). intimidad y a la consideración debida a su dignidad, comprendida la
79.3 R P O
Art. 4e protección frente al acoso sexual y al acoso por razón de sexo,
respetando y cumpliendo dichos derechos?
¿Se conoce que todos los españoles son iguales ante la ley, sin que
Constitución
pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza,
Española
79.4 sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia R P O
(1978). Art.
personal o social, actuando sin ningún tipo de discriminación y velando
14
por defenderla?
¿Se conoce que son derechos de los trabajadores el respeto de su
intimidad y a la consideración debida a su dignidad, comprendida la
RD 2. (2015).
79.5 protección frente al acoso por razón de origen racial o étnico, religión R P O
Art. 4e
o convicciones, discapacidad, edad u orientación sexual, respetando y
cumpliendo dichos derechos?
¿Se conoce que el trabajador tendrá derecho a interrumpir su actividad
Ley 31.
y abandonar el lugar de trabajo, en caso necesario, cuando considere
(1995). Art. 79.6 R P O
que dicha actividad entraña un riesgo grave e inminente para su vida o
21.2
su salud, supervisando que así sea en casos de evacuaciones?
Bloque de Medida 80. Medidas de desarrollo del protocolo contra agresiones físicas
¿Se aplica el Protocolo de actuación, en materia de prevención de
riesgos laborales, en caso de agresiones de terceros, en las Instalaciones
Ayuntamient
Deportivas Municipales del Ayuntamiento de Madrid cuando se
o de Madrid.
80 produzcan agresiones contra los empleados de la instalación, cuando se R R O
(2011). Punto
hallen en el ejercicio de sus funciones o con ocasión de ellas, con
5
empleo de fuerza, intimidación o resistencia activa y el sujeto tenga
conocimiento de la calidad de empleado público?
¿Se sigue dicho protocolo de actuación, en caso de violencia
incontrolada (con ataque físico) manteniendo una distancia de
seguridad con respecto al agresor, requiriendo el auxilio de los
Ayuntamient vigilantes de seguridad en caso de disponer de ellos, poniendo en
o de Madrid. marcha los sistemas anti pánico, si los hubiere, reclamando ayuda a los
80.1 R R O
(2010). Punto compañeros u otras personas cercanas para intentar neutralizar la
5.2.2 situación de violencia y en caso de que persistiese llamando a la
Autoridad competente, a través del teléfono de Emergencias 112
solicitándoles que se personen en el lugar donde se esté produciendo la
agresión?
¿Se sigue dicho protocolo de actuación en caso de haberse producido
Ayuntamient
una agresión, avisando de manera inmediata al personal sanitario de la
o de Madrid.
80.2 Instalación quién determinará la actuación sanitaria a seguir, en caso de R R O
(2010). Punto
que no existiese, acudiendo al Centro Sanitario más próximo, llamando
6.1
al teléfono de Emergencias 112?
¿Se sigue dicho protocolo de actuación, en caso de haberse producido
una agresión cuya valoración sanitaria realizada por el personal
competente determine que no es grave, siguiendo el protocolo de
Ayuntamient
actuación en caso accidente de trabajo en el cual la Mutua ASEPEYO
o de Madrid.
80.3 atenderá a los accidentados coordinándose con el Servicio de R R O
(2010). Punto
Prevención del Ayuntamiento de Madrid, añadiendo al objetivo general
6.1
de reparación del daño causado por un accidente, diversos programas
personalizados tendentes a la rehabilitación física y psíquica de el/la
agredido/a?
¿Se sigue dicho protocolo de actuación, en caso de haberse producido
Ayuntamient
una agresión sin lesión física pero el trabajador no se encuentre en
o de Madrid.
80.4 plenas condiciones para continuar con su trabajo habitual llamando al R R O
(2010). Punto
Departamento de Salud Laboral, donde se analizará la situación y se
6.1
informará de las actuaciones necesarias a realizar?
1058
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
1059
Capítulo 9. Anexos
1060
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
1061
Capítulo 9. Anexos
1062
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Noventa y
ocho
¿Se conoce y aplica iniciando el procedimiento penal con pena de uno
Ley 1.
a tres años de prisión o multa de doce a veinticuatro meses, al que a
(2015). Art.
través de internet, del teléfono o de cualquier otra tecnología de la
único 82.7 R R O
información y la comunicación contacte con un menor de dieciséis años
Noventa y
y proponga concertar un encuentro con el mismo a fin de cometer
nueve
delitos de naturaleza sexual?
¿Se conoce que para proceder por los delitos de abusos sexuales, se
Ley 10. precisa querella del Ministerio Fiscal en caso de que la víctima sea
(1995). Art. 82.8 menor de edad, incapaz o una persona desvalida o denuncia de la R R O
191 persona agraviada en el resto de los casos, asistiendo e invitando a
realizarse?
Ley 5.
¿Se conoce que el trabajador que atentare contra la libertad sexual de
(2010). Art.
otra persona, utilizando violencia o intimidación, será castigado con
único 82.9 R R O
pena de prisión de uno a cinco años como responsable de agresión
Cuadragésim
sexual, actuando por ende de forma contraria?
o primero
Ley 10.
¿Y de cinco a diez años cuando la violencia o intimidación ejercidas
(1995). Art.
revistan un carácter particularmente degradante o vejatorio, cuando los
180 y Ley 5.
82.9 hechos se cometan por la actuación conjunta de dos o más personas,
(2010). Art. R R O
bis cuando el autor haga uso de armas u otros medios igualmente
único
peligrosos o cuando la víctima sea especialmente vulnerable, por razón
Cuadragésim
de su edad, enfermedad, discapacidad o situación?
o segundo
Ley 15. ¿Se conoce que el trabajador que cometa una agresión sexual con
(2003). Art. acceso carnal por vía vaginal, anal o bucal, o introducción de miembros
82.1
único corporales u objetos por alguna de las dos primeras vías, será castigado R R O
0
Sexagésimo como reo de violación, con pena de prisión de seis a doce años,
tercero actuando por ende de forma contraria?
Ley 10.
¿Y de doce a quince años cuando la violencia o intimidación ejercidas
(1995). Art.
revistan un carácter particularmente degradante o vejatorio, cuando los
180 y Ley 5. 882.
hechos se cometan por la actuación conjunta de dos o más personas,
(2010). Art. 10 R R O
cuando el autor haga uso de armas u otros medios igualmente
único bis
peligrosos o cuando la víctima sea especialmente vulnerable, por razón
Cuadragésim
de su edad, enfermedad, discapacidad o situación?
o segundo
¿Se conoce que el trabajador que, interviniendo engaño o abusando de
Ley 1.
una posición reconocida de confianza, autoridad o influencia sobre la
(2015). Art.
82.1 víctima, realice actos de carácter sexual con una persona mayor de
único R R O
1 dieciséis años y menor de dieciocho, será castigado como responsable
Noventa y
de abuso sexual, con la pena de prisión de uno a tres años, actuando por
cinco
ende de forma contraria?
Ley 5.
(2010). Art. ¿Y con pena de prisión de dos a seis años en caso de que los actos
82.1
único consistan en acceso carnal por vía vaginal, anal o bucal, o introducción R R O
1 bis
Cuadragésim de miembros corporales u objetos por alguna de las dos primeras vías?
o cuarto
Ley 1.
¿Se conoce que el trabajador que realizare actos de carácter sexual con
(2015). Art.
82.1 una persona menor de dieciséis años, será castigado como responsable
único R R O
2 de abuso sexual a un menor, con pena de prisión de dos a seis años,
Noventa y
actuando por ende de forma contraria?
siete
Ley 1.
¿Y con pena de prisión de prisión de ocho a doce años en caso de que
(2015). Art.
82.1 el ataque consista en acceso carnal por vía vaginal, anal o bucal, o
único R R O
2 bis introducción de miembros corporales u objetos por alguna de las dos
Noventa y
primeras vías?
siete
1063
Capítulo 9. Anexos
¿Se conoce que el trabajador que realizare actos de carácter sexual con
Ley 1.
una persona menor de dieciséis años empleando violencia o
(2015). Art.
82.1 intimidación u obligándole a participar en actos de naturaleza sexual
único R R O
3 con un tercero o a realizarlos sobre sí mismo, será castigado como
Noventa y
responsable de agresión sexual a un menor, con pena de prisión de cinco
siete
a diez años, actuando por ende de forma contraria?
Ley 1.
(2015). Art. ¿Y con pena de prisión de doce a quince años en caso de que el ataque
82.1
único consista en acceso carnal por vía vaginal, anal o bucal, o introducción R R O
3 bis
Noventa y de miembros corporales u objetos por alguna de las dos primeras vías?
siete
Ley 1. ¿Se conoce que el trabajador que, con fines sexuales determine a un
(2015). Art. menor de dieciséis años a participar en un comportamiento de
82.1
único naturaleza sexual, o le haga presenciar actos de carácter sexual, aunque R R O
4
Noventa y el autor no participe en ellos, será castigado con pena de prisión de seis
ocho meses a dos años, actuando por ende de forma contraria?
Ley 1.
(2015). Art.
82.1 ¿Y con pena de prisión de uno a tres años si le hubiera hecho presenciar
único R R O
4 bis abusos sexuales, aunque el autor no hubiera participado en ellos?
Noventa y
ocho
¿Se conoce que el trabajador que a través de internet, del teléfono o de
Ley 1.
cualquier otra tecnología de la información y la comunicación contacte
(2015). Art.
82.1 con un menor de dieciséis años y proponga concertar un encuentro con
único R R O
5 el mismo a fin de cometer delitos de naturaleza sexual, será castigado
Noventa y
con pena de uno a tres años de prisión o multa de doce a veinticuatro
nueve
meses, actuando por ende de forma contraria?
¿Se conoce que el que solicitare favores de naturaleza sexual, para sí o
para un tercero, en el ámbito de una relación laboral, y con tal
Ley 15. comportamiento provocare a la víctima una situación objetiva y
(2003). Art. gravemente intimidatoria, hostil o humillante, será castigado, como
82.1
único autor de acoso sexual, con la pena de prisión de tres a cinco meses o R R O
6
Sexagésimo multa de seis a diez meses y con pena de prisión de cinco a siete meses
sexto o multa de diez a catorce meses cuando la víctima sea especialmente
vulnerable, por razón de su edad, enfermedad o situación, actuando por
ende de forma contraria?
¿Se conoce que si el culpable de acoso sexual en el ámbito de una
relación laboral hubiera cometido el hecho prevaliéndose de una
Ley 15. situación de superioridad laboral o jerárquica, o con el anuncio expreso
(2003). Art. de causar a la víctima un mal relacionado con las legítimas expectativas
82.1
único que aquélla pueda tener en el ámbito de la indicada relación, la pena R R O
7
Sexagésimo será de prisión de cinco a siete meses o multa de diez a catorce meses
sexto y con pena de prisión de seis meses a un año, cuando la víctima sea
especialmente vulnerable, por razón de su edad, enfermedad o
situación, actuando por ende de forma contraria?
Bloque de Medida 83. Medidas de sanciones por agresiones sexuales
Ley 7.
¿Se aplica la pérdida de condición de usuario sin devolución de
(1985). Art.
importes, con la obligación de abandonar o la prohibición de acceder a
139, Ley 57.
las instalaciones deportivas municipales a los usuarios que realicen
(2003). Art.
reportajes fotográficos o de vídeo, sin autorización expresa, al
1.4, Ley 22.
considerarse prácticas prohibidas, iniciando el procedimiento
(2006). Art.
sancionador como infracción grave según faculta la Ley Reguladora de
52.3 y 83 R R O
las Bases de Régimen Local con sanción administrativa de hasta 1.500
Reglamento
euros o privación de los derechos de usuario y de la utilización de las
ANM
instalaciones deportivas municipales de un mes a un año e
2012\62.
independientemente de las sanciones con la obligación de restituir y
Arts. 9.1q,
reponer los bienes a su estado anterior, con la indemnización de los
10.1, 10.3,
daños y perjuicios causados?
58ñ, 60 y 61
1064
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
1065
Capítulo 9. Anexos
¿Se conoce que los menores de dieciocho años deberán respetar las
normas de convivencia de los centros educativos, a los profesores y
Ley 1.
empleados y, a sus compañeros evitando situaciones de conflicto y
(1996). Arts. 84.2 N P O
acoso escolar en cualquiera de sus formas, incluyendo el ciberacoso,
1 y 9 quáter
requiriéndoles el cumplimento de dichos deberes dentro de la
instalación extrapolándola a los citados de los centros educativos?
¿Se fomenta por parte del personal deportivo un trato equitativo hacia
84.3 todos los alumnos, velando por que no se produzcan episodios de N P O
marginación, insultos o similares entre los mismos?
¿Se imparten en la instalación actividades destinadas a combatir el
bullying en menores de edad a través de actividades de contacto
84.4 (defensa personal, judo, boxeo etc.) en la que los alumnos se repartan N P O
los distintos roles a fin de concienciarlos y aumentar su autoestima en
la represión del mismo?
¿En caso de que un profesor detecte un posible caso de acoso entre
alumnos, los reúne para recabar información de lo sucedido, intenta
84.5 corregirlo internamente, lo pone en conocimiento de los padres en caso N P O
de ser menores de edad, lo comunica al responsable de la instalación y
se toman las medidas correctivas pertinentes?
¿En caso de que un profesor presencie un episodio de acoso entre
alumnos, lo detiene, lo pone en conocimiento de los padres en caso de
84.6 N P O
ser menores de edad, lo comunica al responsable de la instalación y se
toman las medidas correctivas pertinentes?
¿En caso de que un profesor detecte durante la impartición de las clases
o durante el desarrollo de una competición un trato de presión dirigido
84.7 N P O
hacia su propio hijo/a, se dirige al padre explicándole el perjuicio que
conlleva, para evitar que se produzca?
84.8· ¿Se conoce que la administración pública fomentará el deporte de
Ley 6.
los menores favoreciendo la integración y la coeducación de los
(1995). Art. 84.8 R P O
mismos, impartiendo y supervisando las actividades bajo esos
19
principios?
¿Se conoce que toda persona y especialmente aquellas que por su
profesión (profesores de la instalación) detecten una situación de
Ley 1.
maltrato, de riesgo o de posible desamparo de un menor, actuando con
(1996). Arts. 84.9 R P O
la debida reserva, deberán comunicarlo a la autoridad o sus agentes más
13.1 y 13.3
próximos, sin perjuicio de prestarle el auxilio inmediato que precise,
cumpliendo por ende con lo que marca la ley?
¿Se erradica y se supervisa mediante distintos procedimientos los
acosos a los trabajadores de la instalación a través de medidas
organizacionales tales como: excluir o aislar de la actividad profesional
a un trabajador, restringirle las posibilidades de hablar, abusos de poder
a través de menosprecio persistente, fijación de objetivos con plazos
inalcanzables, asignación de tareas imposibles de realizar o de modo
permanente con una ocupación en tareas inútiles o sin valor productivo
con el fin de humillarlo, abusos de autoridad que dejen al trabajador de
Protocolo forma continuada sin ocupación efectiva o incomunicado sin causa
ANM alguna que lo justifique, control desmedido del rendimiento de una
84.1
2011\58. Art. persona, repartición de la carga de trabajo de manera desproporcionada R P O
0
2.1 y Anexo asignándole una cantidad excesiva en relación a los demás compañeros,
II a no convocar a reuniones con los demás compañeros, no transmitir
instrucciones u órdenes Necesarias para la realización del trabajo, o
transmitirlas de forma equivocada o contradictorias, asignación de
trabajos para los que el empleado o bien carece de cualificación o bien
la que tiene es mayor que la requerida para la realización de las tareas
encargadas, prohibir a los demás empleados que se relacionen con un
trabajador o que se le facilite información sobre el trabajo y/o atribuir
errores no cometidos, aireándolos y difundiéndolos ante superiores y
en el interior y/o exterior de la unidad?
Protocolo 84.1 ¿Se erradica y se supervisa mediante distintos procedimientos los O
R P
ANM 1 acosos a los trabajadores de la instalación a través de ataques a las
1066
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
2011\58. Art. relaciones sociales de un trabajador tales como: prohibir que hablen a
2.1 y Anexo una persona determinada o restringir el trato de los compañeros, rehusar
II b la comunicación con la víctima a través de miradas y gestos, rehusar la
comunicación con un trabajador negándole la posibilidad de
comunicarse directamente con ella, no dirigir la palabra a un trabajador
o tratarlo como si no existiera?
¿Se erradica y se supervisa mediante distintos procedimientos los
acosos a los trabajadores de la instalación a través de ataques a la vida
Protocolo
privada de un trabajador tales como: criticar permanentemente la vida
ANM
84.1 privada, mofarse sistemáticamente de la vida privada, comentarios
2011\58. Art. R P O
2 acerca de que se tengan problemas psicológicos, mofarse de las
2.1 y Anexo
discapacidades, imitar los gestos, voces, etc. hacer parecer estúpido a
II c
un trabajador de forma repetida y reiterada y/o propagar rumores sobre
la vida personal?
Protocolo ¿Se erradica y se supervisa mediante distintos procedimientos los
ANM acosos a los trabajadores de la instalación a través de agresiones
84.1
2011\58. Art. verbales tales como: gritos o insultos repetidos, críticas permanentes y R P O
3
2.1 y Anexo en mal tono acerca del trabajo de la persona y/o amenazas verbales
II d reiteradas, coacciones o intimidaciones?
Protocolo
¿Se erradica y se supervisa mediante distintos procedimientos los
ANM
84.1 acosos a los trabajadores de la instalación a través de rumores tales
2011\58. Art. R P O
4 como: hablar mal de un trabajador a su espalda, reiteradamente y/o
2.1 y Anexo
difundir rumores falsos sobre el trabajo o vida privada del mismo?
II e
¿Se promueven y ejecutan en la instalación programas específicos de
prevención de acoso laboral con la colaboración del Servicio de
Prevención de Riesgos Laborales dirigidos a: proporcionar una
formación adecuada en prevención y resolución de conflictos,
Protocolo
especialmente dirigida a responsables de equipos de personas, para que
ANM 84.1
puedan reconocer y atajar los posibles conflictos en su origen, a integrar R P O
2011\58. Art. 5
en la formación continua de los mandos, una definición clara de
5.1.1
conductas “obligatorias” y de conductas “intolerables”, tanto en su
propia función de mando como en la conducta de sus subordinados y,
a integrar los principios definidos y los compromisos de la
Corporación, de forma transversal, en toda la formación continua?
¿Se promueven y ejecutan en la instalación las estrategias específicas
de sensibilización sobre acoso laboral dirigidas a los empleados
consistentes en: la difusión del citado protocolo y su incursión en el
manual de acogida, la difusión de documentos divulgativos sobre el
Protocolo riesgo, la realización de sesiones de información en las que se explique
ANM 84.1 a los trabajadores sus derechos, los reglamentos y las leyes que los
R P O
2011\58. Art. 6 protegen, las sanciones establecidas, el procedimiento para activar este
5.1.2 protocolo y las responsabilidades en las que se podrá incurrir, en caso
de denuncias falsas o improcedentes y/o la posibilidad de ponerse en
contacto a través de los teléfonos 915133235-36 de la Secretaría de la
Subdirección General de Prevención de Riesgos Laborales en caso de
querer realizar consultas y recibir asesoramiento sobre acoso?
¿El personal deportivo de la instalación cumple con la obligación de
Ley 6. ejercer la actividad profesional fomentando una práctica deportiva
(2016). Arts. 84.1 exenta de todo tipo de violencia, racismo o xenofobia, sabiendo que su
R P O
4p y 28.4 y 7 negativa será sancionable como infracción leve con multa de una
29.3 cantidad no superior a 1.000 euros y/o amonestación, supervisando que
así sea e iniciando el procedimiento sancionador en caso de requerirse?
¿El personal deportivo de la instalación cumple con la obligación de
Ley 6. respetar la personalidad, dignidad e intimidad de las personas
(2016). Arts. 84.1 destinatarias del servicio prestado, sabiendo que su negativa será
R P O
4e, 28.4 y 8 sancionable como infracción leve con multa de una cantidad no
29.3 superior a 1.000 euros y/o amonestación, supervisando que así sea e
iniciando el procedimiento sancionador en caso de requerirse?
1067
Capítulo 9. Anexos
1068
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
1069
Capítulo 9. Anexos
¿Se conoce que para proceder por los delitos de acoso, se precisa
Ley 10.
querella del Ministerio Fiscal en caso de que la víctima sea menor de
(1995). Art. 85.8 R R O
edad, incapaz o una persona desvalida o denuncia de la persona
191
agraviada en el resto de los casos, asistiendo e invitando a realizarse?
¿Se conoce que en el ámbito de cualquier relación laboral y
Ley 5.
prevaliéndose de su relación de superioridad, quien realice contra otro
(2010). Art.
de forma reiterada actos hostiles o humillantes que, sin llegar a
único 85.9 R R O
constituir trato degradante, supongan grave acoso contra la víctima,
Trigésimo
será castigado con la pena de prisión de seis meses a dos años, actuando
octavo
por ende de forma contraria?
Bloque de Medida 86. Medidas de prohibiciones y sanciones por acosos y discriminaciones
¿Se prohíbe en la instalación el menosprecio a la dignidad de las
personas y el comportamiento discriminatorio, sea de contenido
xenófobo, racista, sexista u homófono, o de cualquier otra condición o
circunstancia personal o social, así como el acoso, al ser una instalación
de dominio público municipal, alegando que pudiese constituir una
Ayuntamient
infracción grave con sanción económica desde 750,01 € hasta 1.500 €
o de Madrid.
y muy grave desde 1.500,01 € hasta 3.000 € en caso de que se realice
(2013). Arts.
contra personas mayores, menores, con alguna discapacidad y , en
2.3, 3.2, 40.1,
general, personas de mayor vulnerabilidad, con la posibilidad de que el
40.2, 41.1,
86 Ayuntamiento con el fin de concienciar sobre la gravedad de los hechos N P O
41.2, 42.2,
y ser evitados en el futuro pudiese sustituirla por la prestación de
42.3, 44, 46 y
servicios en beneficio de la comunidad precisando de autorización de
50 y Ley 57.
los padres en caso de haber sido cometido por menores con edades
(2003). Art.
comprendidas entre catorce y dieciocho años, sabiendo que dicha
141
sanción no exonera a la persona infractora de la obligación de reparar
los daños o perjuicios causados y que, en caso de que la infracción la
cometa un menor de edad, los padres, tutores o guardadores serán
responsables civiles subsidiarios de los daños producidos por las
infracciones cometidas por los mismos?
¿Se conoce que no se consideran acoso psicológico entre otras, las
siguientes situaciones: un hecho violento singular y puntual (sin
Instituto
prolongación en el tiempo), acciones irregulares organizativas que
Nacional de
afectan al colectivo, la presión legítima de exigir lo que se pacta o las
Seguridad e
86.1 normas que existan, un conflicto, críticas constructivas, explícitas, N P O
Higiene en el
justificadas, la supervisión-control, así como el ejercicio de la
Trabajo
autoridad, siempre con el debido respeto interpersonal y/o los
(1998a).
comportamientos arbitrarios o excesivamente autoritarios realizados a
la colectividad, en general?
(Para más información acerca de un modelo de procedimiento de actuación eficaz frente a las situaciones
de violencia en el trabajo, véanse las Notas Técnicas de Prevención (NTP) 891: Procedimiento de
solución autónoma de los conflictos de violencia laboral (I) y 892: Procedimiento de solución autónoma
de los conflictos de violencia laboral (II) como guía de buenas prácticas elaboradas por el Instituto
Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo).
Reglamento ¿Se aplica la pérdida de condición de usuario sin devolución de
ANM importes, con la obligación de abandonar o la prohibición de acceder a
2012\62. 86.2 las instalaciones deportivas municipales a los usuarios que no R R O
Arts. 8e, 10.1 mantengan una actitud correcta y de respeto hacia el personal de la
y 10.3 instalación, al considerarse un deber de los mismos?
Ley 7.
(1985). Art. ¿Se inicia el procedimiento sancionador como infracción grave según
139, Ley 57. faculta la Ley Reguladora de las Bases de Régimen Local con sanción
(2003). Art. administrativa de hasta 1.500 euros o privación de los derechos de
1.4, Ley 22. usuario y de la utilización de las instalaciones deportivas municipales
86.3 R R O
(2006). Art. de un mes a un año e independientemente de las sanciones con la
52.3 y obligación de restituir y reponer los bienes a su estado anterior, con la
Reglamento indemnización de los daños y perjuicios causados, a quien cometa una
ANM agresión verbal contra personal de la instalación?
2012\62.
1070
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Arts. 58c, 60
y 61
¿El personal deportivo de la instalación cumple con la obligación de
Ley 6. ejercer la actividad profesional fomentando una práctica deportiva
(2016). Arts. exenta de todo tipo de violencia, racismo o xenofobia, sabiendo que su
86.4 R R O
4p y 28.4 y negativa será sancionable como infracción leve con multa de una
29.3 cantidad no superior a 1.000 euros y/o amonestación, supervisando que
así sea e iniciando el procedimiento sancionador en caso de requerirse?
¿El personal deportivo de la instalación cumple con la obligación de
Ley 6. respetar la personalidad, dignidad e intimidad de las personas
(2016). Arts. destinatarias del servicio prestado, sabiendo que su negativa será
86.5 R R O
4e, 28.4 y sancionable como infracción leve con multa de una cantidad no
29.3 superior a 1.000 euros y/o amonestación, supervisando que así sea e
iniciando el procedimiento sancionador en caso de requerirse?
¿El personal deportivo de la instalación cumple con la obligación de
Ley 6. garantizar la igualdad de condiciones en la práctica deportiva
(2016). Arts. independientemente de su sexo, edad, cultura o discapacidad, sabiendo
86.6 R R O
4f, 28.4 y que su negativa será sancionable como infracción leve con multa de una
29.3 cantidad no superior a 1.000 euros y/o amonestación, supervisando que
así sea e iniciando el procedimiento sancionador en caso de requerirse?
¿El personal deportivo de la instalación cumple con la obligación de
promover condiciones que favorezcan la igualdad efectiva de las
Ley 6. mujeres en el deporte y su incorporación a la práctica deportiva a todos
(2016). Arts. los niveles, así como evitar todo acto de discriminación de cualquier
86.7 R R O
4n, 28.4 y naturaleza, sabiendo que su negativa será sancionable como infracción
29.3 leve con multa de una cantidad no superior a 1.000 euros y/o
amonestación, supervisando que así sea e iniciando el procedimiento
sancionador en caso de requerirse?
¿El personal deportivo de la instalación cumple con la obligación de
Ley 6. proteger a los deportistas, especialmente a los menores de edad, de toda
(2016). Arts. explotación abusiva, sabiendo que su negativa será sancionable como
86.8 R R O
4r, 28.4 y infracción leve con multa de una cantidad no superior a 1.000 euros y/o
29.3 amonestación, supervisando que así sea e iniciando el procedimiento
sancionador en caso de requerirse?
¿Se produce la extinción del contrato de trabajo por decisión del
RD 2. (2015). empresario, mediante despido basado en un incumplimiento grave y
86.9 R R O
Art. 54.1c culpable del trabajador en caso de cometer ofensas verbales a las
personas que trabajan en la instalación?
¿Se produce la extinción del contrato de trabajo por decisión del
empresario, mediante despido basado en un incumplimiento grave y
RD 2. (2015). 86.1
culpable del trabajador en caso de cometer acoso por razón de origen R R O
Art. 54.1g 0
racial o étnico, religión o convicciones, discapacidad, edad u
orientación sexual a las personas que trabajan en la instalación?
¿Se conoce y aplica iniciando el procedimiento sancionador contra el
personal de seguridad privada como infracción muy grave con multa de
Ley 5. 6.001 a 30.000 euros y extinción de la habilitación que comportará la
86.1
(2014). Art. prohibición de volver a obtenerla por un plazo de entre uno y dos años R R O
1
58.1 en caso de realizar, ordenar o tolerar, en el ejercicio de su actuación
profesional, prácticas abusivas, arbitrarias o discriminatorias, incluido
el acoso, que entrañen violencia moral, cuando no constituyan delito?
¿Se conoce que la falta de intervención ante la identificación de Riesgos
Psicosociales (conducta activa que lo propicie o pasividad ante ello)
Criterio puede suponer una infracción en materia de prevención de riesgos
86.1
Técnico 69. laborales leve sancionable con multa de 40 a 2.045 euros, grave R R O
2
(2009). sancionable con multa de 2.046 a 40.985 euros, o muy grave
sancionable con multa de 40.986 a 819.780 euros, actuando por ende
de forma contraria interviniendo en su identificación?
(Para más información acerca de un modelo dirigido a describir y analizar situaciones laborales con riesgo
psicosocial basado en las características psicosociales del entorno de trabajo, véanse las Notas Técnicas
1071
Capítulo 9. Anexos
de Prevención (NTP) 603 y 604: Riesgo psicosocial: el modelo demanda-control-apoyo social (I) y (II),
del Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo (INSHT)).
(Para más información acerca del estrés laboral como desencadenante de riesgos psicosociales, véanse
las Notas Técnicas de Prevención (NTP) 318, 349, 355 y 438 del Instituto Nacional de Seguridad e
Higiene en el Trabajo (INSHT), así como la 732 para ver un posible instrumento de medición).
(Para más información acerca de distintos problemas en procesos de gestión derivados de falta de
competencias en los mandos que pueden derivar en que se produzcan condiciones de riesgos
psicosociales, véase la tabla 1 de la Nota Técnica de Prevención (NTP) 856: Desarrollo de competencias
y riesgos psicosociales (I), del Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo (INSHT)).
¿Se conoce que la falta de prevención ante Riesgos Psicosociales
(información, formación, evaluación, revisión, etc.) puede suponer una
Criterio
86.1 infracción en materia de prevención de riesgos laborales grave
Técnico 69. R R O
3 sancionable con multa de 2.046 a 40.985 euros, actuando por ende de
(2009).
forma contraria informando, formando, evaluando y revisando los
mismos?
(Para más información acerca de un procedimiento de actuación preventiva frente a riesgos psicosociales,
véanse las Notas Técnicas de Prevención (NTP) 860: Intervención psicosocial: Guía del INRS para
agentes de prevención y 780: El programa de ayuda al empleado (EAP): intervención individual en la
prevención de riesgos psicosociales, del Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo
(INSHT)).
(Para más información acerca de un método dirigido a evaluar riesgos psicosociales, véase la Nota
Técnica de Prevención (NTP) 703: El método COPSOQ (ISTAS21, PSQCAT21) de evaluación de
riesgos psicosociales, del Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo (INSHT)).
(Para más información acerca de cómo aplicar en las organizaciones un modelo basado en competencias
para que mandos y trabajadores puedan enfrentarse mejor y de manera transparente a los riesgos
psicosociales, véanse las Notas Técnicas de Prevención (NTP) 856: Desarrollo de competencias y riesgos
psicosociales (I) y su aplicación práctica plasmada en la 857: Desarrollo de competencias y riesgos
psicosociales (II). Ejemplo de aplicación en la docencia, del Instituto Nacional de Seguridad e Higiene
en el Trabajo (INSHT)).
¿Se conoce que los actos discriminatorios consistentes en decisiones
unilaterales de la empresa que impliquen discriminaciones directas o
indirectas desfavorables por razón de edad o discapacidad o favorables
o adversas en materia de retribuciones, jornadas, formación, promoción
RD 5. (2000).
y demás condiciones de trabajo, por circunstancias de sexo, origen,
Art. 8, Ley 3.
incluido el racial o étnico, estado civil, condición social, religión o
(2007).
convicciones, ideas políticas, orientación sexual, adhesión o no a
Disposición
86.1 sindicatos y a sus acuerdos, vínculos de parentesco con otros
adicional R P O
4 trabajadores en la empresa o lengua dentro del Estado español, así como
14.2 y
las decisiones del empresario que supongan un trato desfavorable de los
Criterio
trabajadores como reacción ante una reclamación efectuada en la
Técnico 69.
empresa o ante una acción administrativa o judicial destinada a exigir
(2009).
el cumplimiento del principio de igualdad de trato y no discriminación,
suponen una infracción grave con su correspondiente sanción
administrativa, evitándolos en todo momento e iniciando el
procedimiento sancionador en caso de detectarlos?
RD 5. (2000).
¿Se conoce que las conductas de acoso discriminatorio, consistentes en
Art. 13bis,
acoso por razón de origen racial o étnico, religión o convicciones,
Ley 3.
discapacidad, edad y orientación sexual y el acoso por razón de sexo,
(2007).
cuando se produzcan dentro del ámbito a que alcanzan las facultades de
Disposición 86.1
dirección empresarial, cualquiera que sea el sujeto activo del mismo, R P O
adicional 5
siempre que, conocido por el empresario, éste no hubiera adoptado las
14.2 y
medidas necesarias para impedirlo, suponen una infracción grave con
Criterio
su correspondiente sanción administrativa, evitándolas en todo
Técnico 69.
momento con las pertinentes medidas?
(2009).
(Según el Criterio Técnico 69/2009, sobre las actuaciones de la inspección de trabajo y seguridad social
en materia de acoso y violencia en el trabajo de la Dirección General de la Inspección de Trabajo y
Seguridad Social del Ministerio de Trabajo e Inmigración, las medidas de prevención a aplicar por el
empresario ante supuestos de acoso y violencia en el trabajo de los que tenga conocimiento o debiera
haberlo tenido, serán las que mejor se adapten a cada situación concreta según las obligaciones generales
1072
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
de los arts. 14, 15, 16, 18, 22 y 25 de la Ley 31/1995, de 8 de noviembre, de prevención de Riesgos
Laborales).
¿En caso de detectar por parte de algún trabajador alguna actuación que
suponga acoso laboral o discriminación por razón de origen racial o
étnico, religión o convicciones, discapacidad, edad u orientación
sexual, lengua, opinión, lugar de nacimiento o vecindad, sexo o
cualquier otra condición o circunstancia personal o social, así como el
acoso por razón de origen racial o étnico, religión o convicciones,
discapacidad, edad u orientación sexual y el acoso moral, sexual y por
RD 5. (2015). razón de sexo, al tratarse de una instalación pública con empleado
Arts. 14, 53, 86.1 públicos, se inicia el procedimiento sancionador como falta
R R O
95.2o, 95.2b 6 disciplinaria muy grave pudiendo imponerse: despido disciplinario del
y 96.1 personal laboral, que sólo podrá sancionar la comisión de faltas muy
graves y comportará la inhabilitación para ser titular de un nuevo
contrato de trabajo con funciones similares a las que desempeñaban,
suspensión firme de funciones, o de empleo y sueldo en el caso del
personal laboral, con una duración máxima de 6 años, traslado forzoso
por el período que en cada caso se establezca, demérito, que consistirá
en la penalización a efectos de carrera, promoción o movilidad
voluntaria y/o, apercibimientos?
(Para más información acerca de un modelo de instrumento dirigido a analizar posibles situaciones de
acoso psicológico en el trabajo, véase la Nota Técnica de Prevención (NTP) 823: Análisis Triangular del
Acoso (SATA): un método de análisis del acoso psicológico en el trabajo, del Instituto Nacional de
Seguridad e Higiene en el Trabajo (INSHT)).
¿En caso de que en la instalación se celebren competiciones deportivas
oficiales de ámbito estatal, se inicia el procedimiento sancionador como
infracciones muy graves de las reglas de juego o competición o de las
normas deportivas generales con posibles sanciones pecuniarias,
inhabilitación para ocupar cargos en la organización deportiva,
suspensión o privación de licencia federativa, pérdida de la condición
Ley 19.
de socio y prohibición de acceso al estadio o lugares de desarrollo de
(2007). Arts. 86.1
las pruebas o competiciones por tiempo no superior a cinco años, R R O
1.2, 34.1c y 7
celebración de la prueba o competición deportiva a puerta cerrada,
36a
pérdida de puntos o puestos en la clasificación y/o pérdida o descenso
de categoría o división a aquellos que realicen declaraciones, gestos,
insultos y cualquier otra conducta que impliquen una vejación a una
persona o grupo de personas por razón de su origen racial o étnico, de
su religión, convicciones, discapacidad, edad, sexo u orientación
sexual?
¿En caso de que en la instalación se celebren competiciones deportivas
oficiales de ámbito estatal, se inicia el procedimiento sancionador como
infracciones graves de las reglas de juego o competición o de las
normas deportivas generales con posibles sanciones pecuniarias,
Ley 19. inhabilitación para ocupar cargos en la organización deportiva o
(2007). Arts. 86.1 suspensión o privación de licencia federativa de un mes a dos años y/o
R R O
1.2, 35a y 8 pérdida de puntos o puestos en la clasificación, a quienes realicen
36b comportamientos y actos de menosprecio o desconsideración a una
persona o grupo de personas en relación con su origen racial o étnico,
su religión, convicciones, discapacidad, edad, sexo u orientación
sexual, así como cualquier otra condición o circunstancia personal o
social?
¿Se garantiza que las actividades, espectáculos y competiciones que se
desarrollen en la instalación, no sean utilizados para difundir o
Ley 19.
86.1 transmitir mensajes o simbología que, pese a ser ajenas al deporte,
(2007). Arts. N R O
9 puedan incidir, negativamente, en el desarrollo de las mismas, siendo
3.2i y 1.2
medida reglamentaria en el caso de celebración de competición
deportiva oficial de ámbito estatal?
1073
Capítulo 9. Anexos
1074
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
(Para más información acerca del documento de solicitud de intervención y su contenido, véase el Anexo
III del Protocolo de actuación frente al acoso en el entorno laboral del Ayuntamiento de Madrid y sus
Organismos Autónomos)
(Para más información acerca del posible contenido del informe de valoración inicial a valorar por la IGS,
véase el punto 3.2.2 del Protocolo de actuación frente al acoso en el entorno laboral del Ayuntamiento de
Madrid y sus Organismos Autónomos)
¿En caso de que un trabajador de la instalación haya iniciado un
procedimiento de intervención por acoso laboral, se conoce y comunica
al solicitante que si del citado informe se desestimase por falta de objeto
o de indicios suficientes se archivaría dicha solicitud, si se desprendiese
que los datos aportados o los testimonios fuesen fasos o se apreciase
mala fe en la solicitud se podría incoar el correspondiente expediente
disciplinario a las personas que hubiesen iniciado o participado en el
desarrollo de los trámites, si se dedujese que se trata de una situación
de conflicto laboral se aplicaría si procediese a activar los protocolos
de resolución de conflictos interpersonales, o se propondría la actuación
de un mediador admitido por las partes, si se dedujese que se trata de
otros problemas incluidos en el ámbito de los riesgos psicosociales se
Protocolo aplicarían si procediesen las medidas correctoras que aconseje el
ANM informe de valoración inicial o se realizaría por parte de la Subdirección
2011\58. 87.4 General de Prevención de Riesgos Laborales una Evaluación de R P O
Arts. 2.1 y Riesgos Psicosociales, si se dedujese que se trata de una falta
3.1 disciplinaria (distinta a la prevista en el artículo 95.2.o) del EBEP se
procederá ponerlo en conocimiento de la DG de Relaciones Laborales
u órgano competente de los Organismos Autónomos con el fin de que
se incoe el oportuno expediente disciplinario, si se presumiera
razonablemente que existen claros indicios de acoso laboral se
adoptarían de manera inmediata las medidas necesarias con el fin de
impedir el mantenimiento de la situación de acoso con la
correspondiente apertura de un expediente disciplinario según marca el
art. 98 del Estatuto Básico del Empleado Público y, si se tuviesen
indicios claros de manifestación penal del acoso se daría cuenta al
Ministerio Fiscal de la situación producida con el fin de que se
instruyese el procedimiento penal previsto en el art. 73 del Código
Penal?
Protocolo ¿En caso de que un trabajador de la instalación haya estado de baja
ANM laboral después de una situación de acoso, se evitan las posibles
87.5 R P O
2011\58. Art. situaciones de hostilidad en el entorno laboral cuando se produzca la
4 reincorporación de dicho empleado?
(En caso de ser una instalación, dependiente de la Administración General del Estado o vinculada a sus
Organismos Públicos, véase la Resolución de 5 de mayo de 2011, de la Secretaría de Estado para la
Función Pública, por la que se aprueba y publica el Acuerdo de 6 de abril de 2011 de la Mesa General de
Negociación de la Administración General del Estado sobre el Protocolo de actuación frente al acoso
laboral en la Administración General del Estado)
Bloque de Medida 88. Medidas preventivas ante deterioro de las instalaciones
¿Dispone la instalación de cámaras de seguridad disuasorias en el
88 N P F
perímetro exterior de la misma?
¿Dispone la instalación de servicio de seguridad que realice rondas en
88.1 el horario de cierre a fin de evitar actos antisociales en el perímetro N P O
exterior de la misma?
¿Se solicita a los cuerpos y fuerzas de seguridad la realización de rondas
aleatorias exteriores a la instalación durante su horario de cierre como
88..2 N P O
medida disuasoria ante la comisión de actos antisociales de deterioro
del perímetro exterior?
¿Se realizan rondas de vigilancia aleatorias durante el horario de
apertura de la instalación por parte del personal de la misma o por parte
88.3 N P O
de personal de seguridad en caso de disponer del mismo, focalizando
en las horas de menor afluencia, de menor luz y cercanas al cierre?
1075
Capítulo 9. Anexos
1076
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
1077
Capítulo 9. Anexos
1078
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Ley 57. ¿Se inicia el procedimiento sancionador como infracción muy grave
(2003). Arts. con multa de hasta 3.000 € a quienes realicen actos de deterioro grave
89.4 R R O
140.1d, y relevante de equipamientos, infraestructuras, instalaciones o
140.1f y 141 elementos muebles o inmuebles de un servicio público?
Ley 4.
(2015). Art. ¿En caso de que la instalación sufriese daños o perjuicios, se exige a los
42.1 y RD 1. 89.5 infractores la reposición al estado originario de la situación alterada y R R O
(2007). Art. en caso de imposibilidad la indemnización pertinente?
48
¿En relación a la medida anterior, en caso de que el autor fuese menor
Ley 4. de dieciocho años no emancipado o una persona con la capacidad
(2015). Art. 89.6 modificada judicialmente, se exige la respuesta solidaria a los padres, R R O
42.3 tutores, curadores, acogedores o guardadores legales o de hecho, según
proceda?
Ley 10.
(1995). Arts.
109 y 110 y
¿En caso de ser un delito tipificado, se obliga a los autores a reparar los
Ley 1.
89.7 daños y perjuicios causados exigiendo responsabilidad civil R R O
(2015). Art.
(restitución, reparación e indemnización) ante la jurisdicción civil?
único
Cincuenta y
cinco
Reglamento ¿Se aplica la pérdida de condición de usuario sin devolución de
ANM importes, con la obligación de abandonar o la prohibición de acceder a
2012\62. 89.8 las instalaciones deportivas municipales a los usuarios que no respeten R R O
Arts. 8c, 10.1 el material y los equipamientos, ni colaboren en su mantenimiento, al
y 10.3 considerarse un deber de los mismos?
¿Se inicia el procedimiento sancionador como infracción grave según
faculta la Ley Reguladora de las Bases de Régimen Local con sanción
Ley 7.
administrativa de hasta 1.500 euros o privación de los derechos de
(1985). Art.
usuario y de la utilización de las instalaciones deportivas municipales
139, Ley 57.
de un mes a un año e independientemente de las sanciones con la
(2003). Art.
obligación de restituir y reponer los bienes a su estado anterior, con la
1.4, Ley 22.
indemnización de los daños y perjuicios causados, a quien haga un uso
(2006). Art.
89.9 inadecuado de la instalación, del material o del equipamiento deportivo R R O
52.3 y
y como infracción muy grave con sanción administrativa de hasta 3.000
Reglamento
euros o privación de los derechos de usuario y de la utilización de las
ANM
instalaciones deportivas municipales de un año a cinco años en caso de
2012\62.
que suponga una perturbación relevante de la convivencia y afecte de
Arts. 57a,
manera grave, inmediata y directa a la tranquilidad o al ejercicio de
58a, 60 y 61
derechos legítimos de otras personas, o al normal desarrollo de
actividades?
¿Se inicia el procedimiento sancionador como infracción grave según
Ley 7.
faculta la Ley Reguladora de las Bases de Régimen Local con sanción
(1985). Art.
administrativa de hasta 1.500 euros o privación de los derechos de
139, Ley 57.
usuario y de la utilización de las instalaciones deportivas municipales
(2003). Art.
de un mes a un año e independientemente de las sanciones con la
1.4, Ley 22.
obligación de restituir y reponer los bienes a su estado anterior, con la
(2006). Art.
89.1 indemnización de los daños y perjuicios causados, a quien deteriore la
52.3 y R R O
0 instalación, el material o el equipamiento deportivo y como infracción
Reglamento
muy grave con sanción administrativa de hasta 3.000 euros o privación
ANM
de los derechos de usuario y de la utilización de las instalaciones
2012\62.
deportivas municipales de un año a cinco años en caso de que suponga
Arts. 57a,
una perturbación relevante de la convivencia y afecte de manera grave,
58.a, 58b, 60
inmediata y directa a la tranquilidad o al ejercicio de derechos legítimos
y 61
de otras personas, o al normal desarrollo de actividades?
1079
Capítulo 9. Anexos
1080
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
1081
Capítulo 9. Anexos
92.4 ¿Dicho vallado cuenta con una altura igual o superior a dos metros? N P F
92.5 ¿Dicho vallado cuenta con una altura igual o superior a tres metros? N P F
1082
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
92.1 ¿Las puerta de acceso cuentan con el mismo vallado que el resto del
N P F
1 perímetro exterior?
92.1 ¿Las puertas de acceso cuentan con cierres mediante llaves y refuerzo
N P F
2 de candados?
¿El cerramiento perimetral de la instalación cuenta con un cable sensor
92.1
microfónico, inercial o de fibra óptica, adherido al vallado, a fin de N P F
3
detectar cortes del mismo, escaladas o estiramientos?
¿El cerramiento perimetral de la instalación cuenta con barreras de
92.1
infrarrojos o micro-ondas situadas entre el vallado perimetral exterior N P F
4
y las zonas más sensibles de la misma?
92.1 ¿El cerramiento perimetral de la instalación cuenta con cámaras de
N P F
5 seguridad disuasorias en el perímetro exterior de la misma?
92.1 ¿En caso de disponer de las mismas, están conectadas a los diferentes
N P F
6 sensores para grabar el momento en que se activen?
92.1
¿En dicho caso, están conectadas a central receptora de alarmas? N P F
7
1083
Capítulo 9. Anexos
único Ciento de seis meses a tres años si se hubiese empleado violencia, actuando
once por ende de forma contraria?
Ley 10.
¿Y en caso de ser funcionario público además inhabilitación absoluta
(1995). Art. 93.2 R R O
de seis a doce años?
204
Bloque de Medida 94. Medidas de sanciones por intrusiones
¿Se aplica la pérdida de condición de usuario sin devolución de
Ley 7.
importes, con la obligación de abandonar o la prohibición de acceder a
(1985). Art.
las instalaciones deportivas municipales a los usuarios que accedan a la
139, Ley 57.
instalación con vehículos de cualquier índole, salvo cuando dispongan
(2003). Art.
del espacio habilitado para ello, por el tiempo limitado a la duración de
1.4, Ley 22.
la actividad y previo pago, en su caso, del precio público
(2006). Art.
correspondiente, al considerarse prácticas prohibidas, iniciando el
52.3 y 94 R R O
procedimiento sancionador como infracción grave según faculta la Ley
Reglamento
Reguladora de las Bases de Régimen Local con sanción administrativa
ANM
de hasta 1.500 euros o privación de los derechos de usuario y de la
2012\62.
utilización de las instalaciones deportivas municipales de un mes a un
Arts. 9.1f,
año e independientemente de las sanciones con la obligación de restituir
10.1, 10.3,
y reponer los bienes a su estado anterior, con la indemnización de los
58h, 60 y 61
daños y perjuicios causados?
¿Se conoce y aplica iniciando el procedimiento sancionador de
Ley 4.
infracción leve con multa de 100 a 600 euros, por escalar edificios
(2015). Arts.
94.1 existiendo riesgo contra los bienes, contra los sujetos responsables R R O
37.14, 39.1 y
quedando exentos los menores de 14 años en cuyo caso se pondrá en
30
conocimiento del Ministerio Fiscal?
Ley 4. ¿Se dispone de las pruebas Necesarias para que el infractor en el plazo
94.1
(2015). Art. de quince días no pueda formular alegaciones o aportar otras contrarias R R O
bis
54 y únicamente pueda acogerse a la reducción de la cuantía de la sanción?
Ley 19. ¿Se prohíbe la expedición de título de uso a las personas sancionadas
(2007). Art. con la prohibición de acceso a recintos deportivos durante todo el
25 y RD 203. 94.2 período de cumplimiento de la sanción y se dispone de los mecanismos R R O
(2010). Art. necesarios para hacer efectiva, por medio de personal y/o medios
29.1 técnicos al alcance, la prohibición de acceso de dichas personas?
Ley 7.
(1985). Art.
¿Se aplica la pérdida de condición de usuario sin devolución de
139, Ley 57.
importes, con la obligación de abandonar o la prohibición de acceder a
(2003). Art.
las instalaciones deportivas municipales a los usuarios que no
1.4, Ley 22.
dispongan del título de uso, no hayan abonado su precio o no se
(2006). Art.
acrediten a requerimiento del personal de la instalación, al considerarse
52.3,
un deber de los mismos, iniciando el procedimiento sancionador en
Reglamento
94.3 caso de no haberlo abonado como infracción grave según faculta la Ley R R O
ANM
Reguladora de las Bases de Régimen Local con sanción administrativa
2012\62.
de hasta 1.500 euros o privación de los derechos de usuario y de la
Arts. 8a,
utilización de las instalaciones deportivas municipales de un mes a un
10.1, 10.3,
año e independientemente de las sanciones con la obligación de restituir
58i, 60 y 61 y
y reponer los bienes a su estado anterior, con la indemnización de los
Ley 19.
daños y perjuicios causados?
(2007). Arts.
6.1e y 7.2b
Reglamento ¿Se aplica la pérdida de condición de usuario sin devolución de
ANM importes, con la obligación de abandonar o la prohibición de acceder a
2012\62. 94.4 las instalaciones deportivas municipales a los visitantes y espectadores R R O
Arts. 8i, 10.1 que no estén haciendo uso de las instalaciones, sin permanecer fuera de
y 10.3 las pistas y terrenos de juego, al considerarse un deber de los usuarios?
1084
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
1085
Capítulo 9. Anexos
1086
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
1087
Capítulo 9. Anexos
1088
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
1089
Capítulo 9. Anexos
1090
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
1091
Capítulo 9. Anexos
1092
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
(Se consideran dispositivos válidos los de apertura mediante manilla o pulsador conforme a la norma
UNE-EN 179:2003 VC1 (UNE-EN 179, 2003), cuando se trate de la evacuación de zonas ocupadas por
personas que en su mayoría estén familiarizados con la puerta considerada, así como los de barra
horizontal de empuje o de deslizamiento conforme a la norma UNE-EN 1125:2003 VC1 (UNE-EN 1125,
2003), en caso contrario).
RD 314.
¿En caso de que la instalación disponga de puertas giratorias, se dispone
(2006). Art.
de puertas abatibles de apertura manual contiguas a ellas, excepto en el
11.3 y RD
101. caso de que las giratorias sean automáticas y dispongan de un sistema
314. (2006). R P F
1 que permita el abatimiento de sus hojas en el sentido de la evacuación,
Anexo CTE
incluso en el caso de fallo de suministro eléctrico, mediante la
DB-SI3.
aplicación manual de una fuerza no superior a 14 kg?
Punto 6
RD 314. ¿En caso de que la instalación disponga de puertas automáticas, se
(2006). Art. dispone de puertas abatibles de apertura manual, mediante la aplicación
11.3 y RD manual de una fuerza no superior a 14 kg, excepto en el caso de que las
101.
314. (2006). automáticas dispongan de un sistema tal que, en caso de fallo del R P F
2
Anexo CTE mecanismo de apertura o del suministro de energía, abra la puerta e
DB-SI3. impida que ésta se cierre, o bien que, cuando sean abatibles, permita su
Punto 6 apertura manual?
Consejo
¿Se asegura la instalación que todas las puertas de las salidas de
Superior de 101.
emergencia no estén encadenadas aunque se pretendan colocar por N P O
Deportes. 3
temas de vandalismo?
(2010).
101. ¿Se asegura la instalación que todas las puertas de las salidas de
N P O
4 emergencia, no estén cerradas con llave durante el horario de apertura?
101. ¿Se asegura la instalación que todas las puertas de las salidas de
N P O
5 emergencia, abren correctamente sin quedarse atrancadas?
¿Se asegura la instalación que todas las puertas de las salidas de
101.
emergencia, están libres de mobiliario, material, obstáculos o N P O
6
similares?
101. ¿Se realizan rondas aleatorias por parte del personal de la instalación
N P O
6 bis para comprobarlo?
¿Se asegura la instalación que todas las puertas de las salidas de
101.
emergencia, disponen de un cartel que indique la prohibición de uso N P F
7
salvo emergencia?
¿Se asegura la instalación que todas las puertas de las salidas de
101.
emergencia, disponen de un cartel que indique que están conectadas N P F
8
con alarma sonora en caso de apertura?
¿Se asegura la instalación que todas las puertas de las salidas de
101.
emergencia, están conectadas con una alarma sonora en caso de N P E
9
apertura?
101.
¿En ese caso están conectadas dichas alarmas con el centro de control? N P E
10
Bloque de Medida 102. Medidas de sanciones por bloqueo de puertas de salida de emergencia
¿Se conoce que el funcionamiento defectuoso de las puertas de salida o
de emergencia, así como el de los mecanismos o elementos destinados
a facilitar su uso, será castigados como infracción administrativa grave,
Decreto 1. con multa comprendida entre 3.005,07 a 30.050,61 euros y/o clausura
(2006). Arts. del local, suspensión temporal o prohibición de la actividad por un
44b, 44f, 45d, 102 período máximo de seis meses imponiéndose dichas sanciones de R R O
49.2, 49.3 y manera alternativa salvo que se aprecie una situación de manifiesta
50 peligrosidad, en cuyo caso podrán imponerse conjuntamente y salvo
que se produzcan daños de gran entidad a terceros o se impida su
utilización en cuyo caso sería infracción muy grave, con multa
comprendida entre 30.050,61 a 300.506,05 euros y/o clausura del local,
1093
Capítulo 9. Anexos
1094
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
1095
Capítulo 9. Anexos
1096
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
1097
Capítulo 9. Anexos
107. ¿Dichos cuadros y accesos están cerrados con llave comprobando que
N P O
4 así sea después de cada acceso o uso autorizado?
RD 842.
(2002). ¿Cumple la instalación con las disposiciones que enumera el
Instrucciones Reglamento electrotécnico para baja tensión y sus instrucciones
técnicas técnicas complementarias disponiendo de la documentación y puesta
107.
complementa en servicio de las instalaciones eléctricas por empresa instaladora R P O
5
rias ITC-BT- autorizada e instalador autorizado así como sus respectivas
03, ITC-BT- verificaciones e inspecciones periódicas por los mismos asegurándose
04 e ITC-BT- de que así sea?
05
(Para más información acerca de los requisitos de las empresas instaladoras autorizadas e instaladores
autorizados, la documentación del proyecto y sus inspecciones así como las instalaciones en locales de
pública concurrencia y con fines especiales en el caso de las piscinas, véanse las Instrucciones técnicas
complementarias ITC-BT-03, ITC-BT-04, ITC-BT-05, ITC-BT-028 e ITC-BT-31 del Real Decreto
842/2002, de 2 de agosto, por el que se aprueba el Reglamento electrotécnico para baja tensión).
Orden 7955.
(2006). Art. ¿En caso de que la instalación disponga de una instalación eléctrica con
2, potencia superior a 100kW, la mantiene en buen estado de
107.
Disposición funcionamiento disponiendo de un contrato de mantenimiento por R P O
6
transitoria instalador autorizado, requiriéndole copia anual del boletín de revisión
única y periódica?
Anexo 1
(Para más información acerca del contenido del boletín de revisión periódica, véase el Anexo II de la
Orden 7955/2006, de 19 diciembre, de la Consejería de Economía e Innovación Tecnológica, por la que
se regula el mantenimiento y la inspección periódica de las instalaciones eléctricas en locales de pública
concurrencia y alumbrado público).
¿En caso de que se quiera llevar a cabo el mantenimiento de las
instalaciones eléctricas de la instalación mediante medios propios y, por
Resolución tanto, ser eximidos de la obligación de presentación del citado contrato
4/jul. (2007). de mantenimiento asumiendo las obligaciones de las empresas
107.
Puntos mantenedoras, se solicita a la Dirección General de Industria, Energía R P F
7
primero y y Minas mediante una solicitud donde figuren los datos principales, la
tercero relación de locales de pública concurrencia y de alumbrado público que
se pretenda mantener, su localización y características principales junto
con los certificados de instalación que dispongan?
(Para más información acerca de los requisitos que se han de tener para efectuar el citado mantenimiento
propio, véase el punto segundo de la Resolución de4 de julio de 2007, de la Dirección General de
Industria, Energía y Minas, por la que se establecen los criterios para autorizar a los titulares de locales
de pública concurrencia y alumbrado público a efectuar el mantenimiento periódico de sus instalaciones
eléctricas).
¿Se conoce que las funciones de comprobación y control del estado y
funcionamiento de calderas, bienes e instalaciones para garantizar su
conservación y mantenimiento, son actividades que pueden desarrollar
empresas y personal de seguridad privada, siempre con carácter
complementario o accesorio de las funciones de seguridad privada que
Ley 5.
107. se realicen y sin que en ningún caso constituyan el objeto principal del
(2014). Arts. R P O
8 servicio que se preste, conociendo que si dichas funciones son
6.2 y 6.3
realizadas por personal no habilitado no podrá ni portar ni usar armas
ni medios de defensa, ni utilizar distintivos, uniformes o medios que
puedan confundirse con los previstos para dicho personal,
requiriéndose a la empresa y personal de seguridad contratado en caso
de necesidad?
¿Dispone la instalación de una iluminación estudiada para que no se
RD 2816. 107.
produzcan zonas de penumbra y durante todo el tiempo tendrán en R P O
(1982). Arts. 9
todos los asuntos comprendidos entre el pavimento y un plano de dos
1098
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
13, 81.11 y metros sobre el mismo una luminosidad adecuada sin peligro para la
82 seguridad de las personas, sabiendo que la luminosidad de los locales,
por debajo de los límites reglamentarios, según los distintos momentos
y lugares será sancionada como infracción con multa en función del
peligro, daños o perjuicios causados a otras personas, la importancia de
la instalación, la capacidad económica del infractor y la reiteración o
reincidencia, suspensión o prohibición de actividades concretas y/o
clausuras?
¿En cada una de las dependencias de la instalación, se divide el
RD 2816.
107. alumbrado en varios circuitos independientes, para evitar que puedan
(1982). Art. R P O
10 quedar a oscuras totalmente cada una de aquéllas por una avería
14.5
parcial?
RD 2816. ¿Los conductores de energía eléctrica están colocados en el interior de
107.
(1982). Art. tubos con una sección adecuada a la intensidad de la corriente que por R P F
11
14.2 ellos haya de circular de materia aislante e incombustible?
¿Se conoce que está prohibida la utilización de cables volantes y que si
RD 2816.
107. las características de la actividad los exigieran excepcionalmente,
(1982). Art. R P O
12 deberán ir recubiertos por material aislante incombustible e
14.3
impermeable?
RD 2816.
107. ¿Se conoce que está prohibida la utilización de aparatos productores o
(1982). Art. R P O
13 transformadores de energía eléctrica portátiles?
14.8
RD 2816. ¿Se conoce que será responsabilidad del empresario la comprobación
107.
(1982). Art. permanente del estado de aislamiento de las instalaciones eléctricas, a R P O
14
16 cuyo efecto ordenará las revisiones periódicas que sean necesarias?
¿Se dispone de vigilantes de seguridad privada que puedan efectuar
Ley 5.
107. controles de paquetería o mercancías, sabiendo que la negativa a
(2014). Art. R P O
15 permitir su control facultará para impedir a los particulares el acceso a
32
la instalación o para ordenarles el abandono de la misma?
¿Ante cualquier acceso de personal de empresa subcontratada para
107. reparación o repostaje en espacios auxiliares y singulares de alto riesgo,
N P O
16 se produce una supervisión continua por parte de personal propio de
mantenimiento?
¿En ese caso, se solicitan los datos de dicho personal a dichas empresas,
107.
anotándolo en el correspondiente registro, comprobando que coinciden N P O
17
con las personas que van a acceder en el pertinente control de acceso?
¿En caso de personal subcontratado de una empresa externa con acceso
a espacios auxiliares y singulares de alto riesgo con accesos que no sean
107.
puntuales sino de varios días, se solicitan previamente los datos de N P O
18
dicho personal y se establece un control paralelo de las acciones
realizadas por parte del personal propio de mantenimiento?
¿Se efectúan controles semanales y mensuales de consumos de
107. suministros sectorizados, realizando comparativas con históricos de
N P O
19 años anteriores a fin de llevar un control sobre los mismos y poder
identificar excesos de consumos no justificados?
Bloque de Medida 108. Acción penal por sabotajes de suministros.
¿Se conoce y aplica iniciando el procedimiento penal con pena de multa
de tres a doce meses, al que cometiere defraudación utilizando energía
Ley 1. eléctrica, gas, agua, telecomunicaciones u otro elemento, energía o
(2015). Art. fluido ajenos, valiéndose de mecanismos instalados para realizar la
108 R R O
único Ciento defraudación, alterando maliciosamente las indicaciones o aparatos
treinta y dos contadores o empleando cualesquiera otros medios clandestinos y con
pena de multa de uno a tres meses si la cuantía de lo defraudado no
excediere de 400 euros?
Bloque de Medida 109. Sanciones por sabotajes de suministros.
1099
Capítulo 9. Anexos
1100
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
RD 379.
(2001). MIE
APQ-1, MIE
APQ-2, MIE
APQ-3, MIE ¿Cumple la instalación con los requisitos que enumera el Reglamento
APQ-4, MIE de almacenamiento de productos químicos y sus instrucciones técnicas
APQ-5, MIE 110. complementarias en lo referente al almacenaje y los Reglamentos sobre
R P F
APQ-6 y 4 clasificación, envasado y etiquetado de sustancias y preparados
MIE APQ-7, peligrosos en lo referente al envasado, etiquetado y acceso a dichos
RD 255. productos y sustancias?
(2003), RD
363. (1995).
y RD 717.
(2010).
¿El responsable de la instalación ha participado en la elaboración de los
Ayuntamient
110. procedimientos de trabajo y controles que se han de establecer para el
o de Madrid. N P O
5 almacenamiento y manipulación correcta de los productos, sustancias
(s.f.b).
y preparados químicos?
¿Se cumplen y supervisan las condiciones de almacenamiento de los
productos, sustancias y preparados químicos que han de seguir los
operarios de la instalación como son: almacenarse en lugares
destinados exclusivamente para este uso estando bien ventilados, los
recipientes de los productos químicos, permanecen siempre cerrados,
etiquetados y a temperatura ambiente alejados de alimentos y bebidas,
Ayuntamient
110. se siguen las instrucciones de almacenamiento del fabricante así como
o de Madrid. N P O
6 los criterios de seguridad química que figuran en los etiquetados, todos
(s.f.a).
los productos almacenados están totalmente identificados, se
almacenan la mínima cantidad posible para las tareas de limpieza, se
respetan las normas de incompatibilidad de almacenamiento evitando
el almacenamiento conjunto de productos incompatibles o muy
reactivos y las sustancias en cuyo etiquetado figure que son inflamables
se sitúan siempre alejadas de cualquier foco de calor?
(Para más información sobre las incompatibilidades de los productos químicos en función del pictograma
que figura en el etiquetado de dichos productos, véase la tabla de incompatibilidades de productos
químicos de la Ficha Informativa “Manejo de productos de limpieza por operarios en Centros Deportivos
Municipales” (Ayuntamiento de Madrid, s.f.a)).
¿Se cumplen y supervisan las condiciones de manipulación de los
productos, sustancias y preparados químicos que han de seguir los
operarios de la instalación como son: antes de utilizar un producto leer
el etiquetado e indicaciones de peligro cumpliendo con las
recomendaciones y consejos de seguridad que se indiquen, seguir las
indicaciones del responsable de la instalación sobre los productos a
utilizar, preferir formas de limpieza mecánicas o físicas al empleo de
Ayuntamient sustancias químicas, mantener una ventilación adecuada durante el
110.
o de Madrid. proceso de limpieza e inmediatamente posterior, organizar el trabajo de N P O
7
(s.f.a). manera que se reduzca al mínimo posible el tiempo en el que los
envases estén abiertos, utilizar las dosis aconsejadas por el fabricante,
no utilizar envases vacíos para cualquier otro propósito, guardar los
originales, no utilizar nunca envases de bebidas o alimentos para
contener productos químicos aunque se les haya cambiado el rótulo,
desechar productos que carezcan de identificación, al destapar los
envases no retirar los tapones con la boca ni forzando los botes y nunca
se pruebe o inhale con vistas a identificarlos?
¿Se cumplen y supervisan las condiciones de trasvases de productos,
sustancias y preparados químicos que han de seguir los operarios de la
Ayuntamient
110. instalación como son: realizar solo los trasvases si están permitidos en
o de Madrid. N P O
8 el etiquetado del producto, lentamente y en ambientes ventilados, no
(s.f.a).
reutilizar botellas de agua o contenedores de bebidas rellenándolos con
dichos productos, cuando se tenga que trasvasar desde el envase
1101
Capítulo 9. Anexos
1102
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
1103
Capítulo 9. Anexos
1104
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
1105
Capítulo 9. Anexos
Ayuntamient
o de Madrid.
115 ¿Dispone la instalación de alarmas? R P E
(2011). Punto
6.1
¿Se conoce que la instalación y mantenimiento de aparatos, equipos,
dispositivos y sistemas de seguridad en caso de estar conectados a
Ley 5. 115. centrales receptoras de alarmas o a centros de control o de video
R P O
(2014). Art. 5 1 vigilancia, únicamente podrá ser realizado por empresas de seguridad
privada, sin perjuicio de las competencias de las Fuerzas y Cuerpos de
Seguridad, requiriendo dichos servicios en caso de necesidad?
¿Se dispone de servicio de respuesta ante alarmas, prestado por
Ley 5.
vigilantes de seguridad, que incluya el depósito y la custodia de las
(2014). Art.
115. llaves de la instalación donde estén instalados los sistemas de seguridad
47.2 y RD R P O
2 conectados a la central de alarmas y, en su caso, su traslado hasta el
2364. (1994).
lugar del que procediere la señal de alarma verificada, disponiendo para
Art. 49
el mismo de armero o caja fuerte?
¿Se dispone de servicio de respuesta ante alarmas, prestado por
Ley 5. vigilantes de seguridad, que incluya el desplazamiento de los vigilantes
(2014). Art. de seguridad a fin de proceder a la verificación personal de la alarma
115.
47.2 y RD recibida, sabiendo que si necesitasen inspeccionar el interior de la R P O
3
2364. (1994). instalación, deberá estar expresamente autorizado por los titulares de
Art. 49 aquéllos, consignándose por escrito en el correspondiente contrato de
prestación de servicios?
Ley 5.
¿Se dispone de servicio de respuesta ante alarmas, prestado por
(2014). Art.
115. vigilantes de seguridad, que incluya la facilitación del acceso a los
47.2 y RD R P O
4 servicios policiales o de emergencia cuando las circunstancias lo
2364. (1994).
requieran?
Art. 49
¿Se dispone de un servicio que indique la falta de conexión de la alarma
de cierre a una determinada hora previamente establecida (10 minutos
115. después de la hora de cierre o similar) a través de mensaje, email,
N P E
5 llamada o similar al responsable de la instalación, con el fin de
asegurarse la conexión de las alarmas en los cierres de la instalación
evitando así posibles intrusiones posteriores?
¿En caso de que se produzca, se comunica al trabajador a fin de
115.
justificar dicho comportamiento y en caso de precisarse se le emite la N P O
5 bis
pertinente sanción?
¿Se dispone del mismo servicio en caso de desconexión fuera de los
115.
horarios autorizados (horario de cierre de la instalación), con el fin de N P E
6
evitarse intrusiones durante el horario de cierre?
¿En caso de que se produzca, se comunica al trabajador a fin de
115.
justificar dicho comportamiento y en caso de precisarse se le emite la N P O
6 bis
pertinente sanción?
¿Se dispone de un servicio que indique la falta de conexión de los
distintos dispositivos de seguridad a una determinada hora previamente
115. establecida (en función de los horarios, días y espacios) a través de
N P E
7 mensaje, email, llamada o similar al responsable de la instalación, con
el fin de asegurarse la conexión de los mismos evitando así posibles
intrusiones no autorizadas?
¿En caso de que se produzca, se comunica al trabajador a fin de
115.
justificar dicho comportamiento y en caso de precisarse se le emite la N P O
7 bis
pertinente sanción?
¿Se dispone del mismo servicio en caso de desconexión fuera de los
115.
horarios autorizados (en función de los horarios, días y espacios) con el N P E
8
fin de evitarse intrusiones no autorizadas?
¿En caso de que se produzca, se comunica al trabajador a fin de
115.
justificar dicho comportamiento y en caso de precisarse se le emite la N P O
8 bis
pertinente sanción?
Bloque de Medida 116. Medidas contra manipulación de dispositivos de seguridad.
1106
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
1107
Capítulo 9. Anexos
1108
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Dirección
General de
Deportes del ¿Se asegura la instalación que todo el personal socorrista y sanitario de
120.
Ayuntamient verano sea adiestrado por técnicos propios en cursos en relación a la R P O
1
o de Madrid. emergencia y a la atención del accidente?
(2016).
Anexo II
Dirección
General de
¿Se ha dispuesto el cartel del protocolo de llamada al 112, que figura
Deportes del
120. en el Anexo II del Protocolo de Actuación en caso de accidentes del
Ayuntamient R P F
2 Ayuntamiento de Madrid, en oficinas taquillas y otras zonas de la
o de Madrid.
instalación para conocimiento del personal?
(2016).
Anexo II
¿Dispone la instalación de desfibrilador semiautomático externo
(DESA) y en caso afirmativo dispone el marcado CE según establece
el Real Decreto 1591/2009, de 16 de octubre, por el que se regulan los
RD 365. productos sanitarios y se utiliza en las condiciones especificadas por su
120.
(2009). Arts. fabricante y mantiene adecuadamente, de forma que conserve la R P F
3
2, 3 y 7 seguridad y prestaciones previstas durante su periodo de utilización
sabiendo que dicho mantenimiento y conservación es responsabilidad
de la instalación como organismo, empresa o institución pública en
donde se ha instalado?
Dirección
General de
Deportes del
120. ¿Se asegura la instalación que todo el personal de la plantilla haya sido
Ayuntamient R P O
4 adiestrado en el manejo de los desfibriladores instalados en columnas?
o de Madrid.
(2016).
Anexo II
¿Se asegura la instalación que su personal esté autorizado para el uso
de los DESA en virtud de que posean los conocimientos mínimos y
RD 365. 120. básicos necesarios para ello a través de programas de formación que
R P O
(2009). Art. 6 5 desarrollen la identificación de las situaciones susceptibles de uso de
desfibriladores y su posterior utilización, disponiendo de la pertinente
tarjeta de apertura?
Dirección
General de
Deportes del ¿Los encargados de la instalación disponen las llaves de apertura de
120.
Ayuntamient acceso para ambulancias de rescate en una ubicación concreta, R P F
6
o de Madrid. conocida y accesible?
(2016).
Anexo III
¿Se conoce que la ejecución de tareas auxiliares o subordinadas de
ayuda o socorro, son actividades que pueden desarrollar empresas y
personal de seguridad privada, siempre con carácter complementario o
accesorio de las funciones de seguridad privada que se realicen y sin
Ley 5.
120. que en ningún caso constituyan el objeto principal del servicio que se
(2014). Arts. R P O
7 preste, conociendo que si dichas funciones son realizadas por personal
6.2 y 6.3
no habilitado no podrá ni portar ni usar armas ni medios de defensa, ni
utilizar distintivos, uniformes o medios que puedan confundirse con los
previstos para dicho personal, requiriéndose a la empresa y personal de
seguridad contratado en caso de necesidad?
1109
Capítulo 9. Anexos
Dirección
General de
¿En caso de que se produzca una urgencia médica, se sigue el protocolo
Deportes del
120. de llamada al 112 en el cual se identifica el lugar exacto donde se
Ayuntamient R P O
8 encuentre la emergencia, se describe qué ha ocurrido, el estado del
o de Madrid.
accidentado y las acciones terapéuticas que se estén llevando a cabo?
(2016).
Anexo II
(Para más información acerca del protocolo de llamada al 112, véase el Anexo II del Protocolo de
Actuación en caso de accidentes del Ayuntamiento de Madrid)
Dirección
General de
Deportes del ¿En caso de que se produzca una urgencia médica, se sigue el protocolo
120.
Ayuntamient de actuación en caso de urgencias médicas de aplicación en los Centros R P O
9
o de Madrid. Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid?
(2016).
Anexo II
(Para más información acerca del protocolo de actuación en caso de urgencias médicas de aplicación en
los Centros Deportivos Municipales, véase el Anexo I del Protocolo de Actuación en caso de accidentes
del Ayuntamiento de Madrid)
120. ¿Dispone la instalación de un protocolo a seguir en caso de recepción
N P O
10 de paquetes sospechosos (cartas, mochilas, bultos etc.)?
¿En dicho protocolo se establece la necesidad de cubrir con rejas los
120. conductos de ventilación, asegurar tapas de registros, de alcantarillado,
N P O
11 falsos techos etc. con el objetivo de no facilitar el depósito en dichos
lugares de posibles artefactos?
Bloque de Medida 121. Medidas de gestión de enfermería / botiquín.
¿Dispone la instalación de una enfermería o botiquín convenientemente
dotados para prestar los primeros auxilios en caso de accidente o
RD 2816.
enfermedad repentina cuya instalación y dotación de personal,
(1982). Art. 121 R P F
medicamentos y materiales estará de acuerdo con las disposiciones
11
sanitarias vigentes, siempre que el aforo de la instalación exceda de
1.000 usuarios o de 100 espectadores o asistentes?
Dirección
General de
¿Dispone la instalación en caso de estar dotada de piscina, del material
Deportes del
121. sanitario que se relaciona en el anexo III del Protocolo de Actuación en
Ayuntamient R P F
1 caso de accidentes del Ayuntamiento de Madrid, en función de los
o de Madrid.
metros cuadrados de lámina de agua?
(2016).
Anexo III
(Para más información acerca del contenido del material que han de disponer los CDM que dispongan de
piscinas, véase el Anexo III del Protocolo de Actuación en caso de accidentes del Ayuntamiento de
Madrid)
¿En caso de que en la instalación se desarrollen competiciones
Orden deportivas oficiales de ámbito estatal, se conoce el contenido admisible
SPI/2401. 121. de los botiquines deportivos (medicamentos y demás productos) que
R P F
(2011). Art. 1 2 acompañan a las selecciones nacionales y equipos deportivos que
y Anexo participen en dichas competiciones, disponiendo del listado en caso de
requerirse para alguna comprobación y/o dispensación/utilización?
¿Se solicita el suministro de botiquines de primeros auxilios y/o su
reposición a la mutua ASEPEYO disponiendo de los pertinentes
formularios de acuerdo con la Orden TAS/2947/2007, de 8 de octubre,
Orden por la que se establece el suministro a las empresas de botiquines con
TAS/2947. 121. material de primeros auxilios en caso de accidente de trabajo, como
R P O
(2007). Arts. 3 parte de la acción protectora del sistema de la Seguridad Social, que
1y3 dicta que las Mutuas de Accidente de Trabajo están autorizadas a
suministrar botiquines de primeros auxilios y reposiciones de material
sanitario a las empresas mutualistas como parte de la Acción Protectora
de la Seguridad Social?
1110
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
1111
Capítulo 9. Anexos
Ochenta y multa de tres meses a doce meses sólo perseguible mediante denuncia
dos de la persona agraviada por imprudencia menos grave y, en caso de
producirse por imprudencia profesional, se impondrá además la pena
de inhabilitación especial para el ejercicio de la profesión, oficio o
cargo por un período de seis meses a cuatro años, actuando por ende de
forma contraria?
¿Se conoce que el que por imprudencia grave causare a otro la pérdida
o la inutilidad de un órgano o miembro principal, de un sentido, la
impotencia, la esterilidad, una grave deformidad o enfermedad
Ley 1.
psíquica, será castigado, con la pena de prisión de uno a tres años o con
(2015). Art.
122. multa de tres meses a doce meses sólo perseguible mediante denuncia
único R R O
6 de la persona agraviada por imprudencia menos grave y, en caso de
Ochenta y
producirse por imprudencia profesional, se impondrá además la pena
dos
de inhabilitación especial para el ejercicio de la profesión, oficio o
cargo por un período de seis meses a cuatro años, actuando por ende de
forma contraria?
¿Se conoce que el que por imprudencia grave causare la muerte de otro,
será castigado, como reo de homicidio imprudente, con la pena de
Ley 1.
prisión de uno a cuatro años, por imprudencia menos grave con multa
(2015). Art. 122.
de tres meses a dieciocho meses y, en caso de producirse por R R O
único 7
imprudencia profesional, se impondrá además la pena de inhabilitación
Ochenta
especial para el ejercicio de la profesión, oficio o cargo por un período
de tres a seis años, actuando por ende de forma contraria?
¿Se conoce que el Ayuntamiento de Madrid como persona jurídica de
la instalación, tendrá que responder por los daños que se produzcan en
RD 2816. las actividades prestadas a los que en ellas participen o presencien,
122.
(1982). Art. siempre que estos les sean imputables por negligencia sin que el R R O
8
51 aseguramiento obligatorio de los mismos pueda excluir el carácter
principal y solidario de su responsabilidad, cumpliendo por ende con
las mismas para que se produzcan?
Ley 1. ¿Se conoce que el Ayuntamiento de Madrid como persona jurídica será
(2015). Art. responsable civil en caso de delitos dolosos o culposos cometidos por
único sus empleados en el desempeño de sus obligaciones o servicios, sin
122.
Cincuenta y perjuicio de la responsabilidad patrimonial derivada del R R O
9
ocho y Ley funcionamiento normal o anormal de dichos servicios, respondiendo
10. (1995). subsidiariamente de los daños causados y por ende se actúa de forma
Art. 121 que no se precise dicha responsabilidad subsidiaria?
Bloque de Medida 123. Sanciones por negligencias sanitarias.
123· ¿Se conoce que la instalación será sancionada como infracción con
multa en función del peligro, daños o perjuicios causados a otras
personas, la importancia de la instalación, la capacidad económica del
RD 2816.
infractor y la reiteración o reincidencia, suspensión o prohibición de
(1982). Arts. 123 R R O
actividades concretas y/o clausuras en caso de desatención de enfermos
81.16 y 82
o heridos en la enfermería o botiquín o la falta de dotación suficiente
de los mismos, asegurándose que están bien dotados y no se producen
desatenciones?
Bloque de Medida 124. Medidas de comunicación y colaboración con servicios de emergencias.
Decreto 168. ¿Se utiliza el servicio de atención de urgencias a través del número de
(1996). Arts. teléfono único europeo 112 cuando se requiera en casos de urgente
1, 2 y 3 y Ley 124 necesidad, la asistencia de los servicios públicos competentes en R P O
25. (1997). materia de atención sanitaria de urgencia, de extinción de incendios y
Art. 2.1 salvamento de protección civil y de seguridad ciudadana?
Ley 4.
124. ¿Se facilita la entrada en la instalación a cuerpos y fuerzas de seguridad
(2015). Art. R P O
1 sin necesidad de consentimiento de la autoridad o personal al cargo?
14.3
Ley 4. ¿Cumple el personal laboral directo con el deber de cooperación y
124.
(2015). Art. colaboración con los cuerpos y fuerzas de seguridad en lo necesario R P O
2
7.1 para el cumplimiento de sus funciones?
1112
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
1113
Capítulo 9. Anexos
1114
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
1115
Capítulo 9. Anexos
128.
¿Se comunican las incidencias a través de la megafonía del centro? N P O
2
128. ¿Se comunican las incidencias relacionadas con los servicios a usuarios
N P O
3 y alumnos a través de correos electrónicos o llamadas a los mismos?
1116
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
1117
Capítulo 9. Anexos
Consejo
Superior de 131. ¿Se revisan diariamente que las vías y salidas de evacuación estén libres
N P O
Deportes. 10 de obstáculos y en caso de detectarse se retiran de forma inmediata?
(2010).
¿Dispone la instalación de un alumbrado de señalización y otro de
RD 2816.
131. emergencia que en caso de falta de alumbrado ordinario, de manera
(1982). Art. R P O
11 automática genere luz suficiente para la salida del público, con
15.1
indicación de los sitios por donde ésta haya de efectuarse?
(Para más información acerca del alumbrado, véase el Reglamento Electrotécnico para Baja Tensión,
junto con sus normas complementarias)
RD 2816.
131. ¿Dicho alumbrado de emergencia está alimentado por fuentes propias
(1982). Art. R P E
12 de energía con una autonomía mínima de una hora?
15.3
¿Las luces de emergencia y señalización están colocadas sobre las
RD 2816.
131. puertas que conduzcan a las salidas, en los pasillos y vestíbulos y en las
(1982). Art. R P E
13 escaleras en los escalones pilotos de señalización a razón de uno por
15.2
cada metro lineal o fracción?
RD 2816. ¿Dispone el Servicio de Extinción de Incendios, de una copia del
131.
(1982). Art. conjunto de los planos de la instalación y de una Memoria explicativa R P F
14
22.3 de los medios de prevención y extinción de incendios con que cuente?
¿Se facilitan a los servicios policiales llaves maestras del recinto para
RD 203.
131. apertura de puertas y accesos al interior del mismo, así como planos de
(2010). Art. N P F
15 todas las instalaciones, siendo medida reglamentaria en el caso de
39
celebración de competición deportiva oficial de ámbito estatal?
Instituto
Nacional de ¿Se dispone de planes de información al usuario a través de megafonía
Seguridad e 131. y de viva voz por parte de los componentes del plan de emergencia para
N P O
Higiene en el 16 situaciones de evacuación en los tres momentos de la emergencia:
Trabajo. antes, durante y después?
(1995b).
Bloque de Medida 132. Medidas de sanciones por ausencia de planificación de las evacuaciones.
¿Se conoce que no tener aprobado e implantado el Plan de
Autoprotección, será castigado como infracción administrativa grave,
con multa comprendida entre 3.005,07 a 30.050,61 euros y/o clausura
Decreto 1.
del local, suspensión temporal o prohibición de la actividad por un
(2006). Arts.
132 período máximo de seis meses imponiéndose dichas sanciones de R R O
44f, 45f, 49.2
manera alternativa salvo que se aprecie una situación de manifiesta
y 50
peligrosidad, en cuyo caso podrán imponerse conjuntamente y salvo
que se produzcan daños de gran entidad a terceros en cuyo caso sería
infracción muy grave, actuando por ende de forma contraria?
Decreto 1.
¿Se conoce que la falta de exposición en lugar visible del manual de
(2006). Arts. 132.
autoprotección será castigada como infracción administrativa leve, con R R O
46g, 49.1 y 1
multa de hasta 3.005,06 euros, actuando por ende de forma contraria?
50.
¿Se conoce que la instalación será sancionada como infracción con
multa en función del peligro, daños o perjuicios causados a otras
personas, la importancia de la instalación, la capacidad económica del
RD 2816.
infractor y la reiteración o reincidencia, suspensión o prohibición de
(1982). Arts. 132.
actividades concretas y/o clausuras en caso de deficiencias en el R R O
81.10, 81.12 2
funcionamiento de los servicios de prevención, alarma y extinción de
y 82
incendios, así como de salvamentos y evacuación como por la
indisponibilidad o la carencia de aptitud de todos o alguno de los
extintores de incendios necesarios?
Bloque de Medida 133. Medidas de gestión de dispositivos de evacuación.
¿Se insta a los trabajadores a que cumplan sus obligaciones en materia
Ley 31. de prevención de riesgos de no poner fuera de funcionamiento y utilizar
(1995). Art. 133 correctamente los dispositivos existentes relacionados con la gestión de R R O
29.2 tercero las evacuaciones o que se instalen en los medios relacionados con su
actividad o en los lugares de trabajo, sabiendo que su incumplimiento
1118
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
1119
Capítulo 9. Anexos
1120
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
1121
Capítulo 9. Anexos
1122
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
1123
Capítulo 9. Anexos
1124
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
144. ¿Se establecen cuadres de caja diarios a fin de asegurarse que los
N P O
7 distintos cobros estén bien efectuados?
¿En caso de descuadres, se pone en conocimiento del personal
144.
responsable para conocer el error pudiendo tomar las acciones N P O
8
correctivas pertinentes en caso de requerirse?
144. ¿Se supervisan semanalmente los distintos cuadres de caja por parte del
N P O
9 personal responsable?
Bloque de Medida 145. Medidas de acción penal por ventas / cobros fraudulentos.
Ley 5.
(2010). Art.
¿Se conoce que los que, con ánimo de lucro, utilizaren engaño bastante
único
para producir error en otro, induciéndolo a realizar un acto de
Sexagésimo
disposición en perjuicio propio o ajeno, serán castigados con pena de
primero y 145 R R O
prisión de seis meses a tres años, como reos de estafa, y con pena de
Ley 1.
multa de uno a tres meses si la cuantía de lo defraudado no excediere
(2015). Art.
de 400 euros, actuando por ende de forma contraria?
único Ciento
veinticinco
¿Se conoce que el particular encargado de un servicio público que
Ley 1.
deniegue a una persona una prestación a la que tenga derecho por razón
(2015). Art.
145. de su ideología, religión o creencias, su pertenencia a una etnia o raza,
único R R O
1 su origen nacional, su sexo, orientación sexual, situación familiar, por
Doscientos
razones de género, enfermedad o discapacidad actuando por ende de
treinta y siete
forma contraria, será castigado con la pena de prisión de seis meses a
1125
Capítulo 9. Anexos
1126
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
1127
Capítulo 9. Anexos
1128
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
(Para más información acerca de los procedimientos de gestión de reclamaciones en caso de que la
instalación esté vinculada o dependa de la Comunidad de Madrid, véanse los Arts. 2, 39, 30 y 31 del
Decreto 21/2002, de 24 enero, por el que se regula la atención al ciudadano en la Comunidad de Madrid).
¿En caso de que un usuario de la instalación demande algún tipo de
información ante el estado de tramitación de una gestión (sugerencia,
reclamación, etc.) se recibe al usuario de manera amable, se transmite
Consejo
147. confianza y seguridad haciéndole ver que se le quiere ayudar y se sabe
Superior de
11 cómo, se escucha el motivo de la reclamación empatizando y se recaba N R O
Deportes
bis información acerca del mismo, se pide disculpas si es necesario, se
(2009).
busca la forma de solucionar el problema derivándola en caso de no
poderse solucionarse por quien lo esté tratando y se agradece la
oportunidad de mejorar los servicios con su reclamación?
¿En caso de que las citadas reclamaciones o sugerencias sean por un
Consejo
error cometido internamente, se reconoce el error aunque no sea culpa
Superior de 147.
nuestra, se anticipa el contacto con el usuario sin esperar a que se dé N R O
Deportes 12
cuenta de que ha habido un error, pidiendo disculpas, dando una
(2009).
explicación razonable y solucionándolo de forma competente?
¿Dispone la instalación de un procedimiento de gestión de quejas y
Consejo sugerencias interno para los trabajadores de la instalación, en la que se
Superior de 147. registren los datos de la misma, la fecha de anotación y quién la registra,
N R O
Deportes 13 así como la solución aportada con la fecha de anotación y quién lo
(2009). gestiona y la solución realizada con la fecha de realización y quién lo
realizó?
(Para más información acerca de un procedimiento tipo de gestión de quejas y sugerencias de los
trabajadores, véase el Procedimiento de gestión de quejas y sugerencias de los trabajadores del Manual
“Buenas prácticas en instalaciones deportivas” del Consejo Superior de Deportes (Consejo Superior de
Deportes 2009a)).
¿Todas las reclamaciones o sugerencias que incurran en un elemento
147. negativo de un trabajador, se estudian para su corrección y se
N R O
14 comunican al interesado para conocer su punto de vista y que lo tenga
presente sin tapar las mismas?
Bloque de Medida 148. Medidas de gestión de encuestas de satisfacción y felicitaciones.
¿Dispone la instalación de encuestas de satisfacción para los usuarios y
Consejo
las utiliza para evaluar la calidad del servicio prestado dirigiéndolas
Superior de
148 tanto al servicio no deportivo de atención al usuario, mantenimiento de N P O
Deportes
las instalaciones, limpieza etc. como al deportivo dirigido o
(2009).
supervisado por profesores?
(Para más información acerca de un modelo tipo de gestión de encuestas de satisfacción para los usuarios,
véase la “Encuesta sobre la satisfacción de los usuarios del servicio deportivo municipal del Manual
“Buenas prácticas en instalaciones deportivas” del Consejo Superior de Deportes (Consejo Superior de
Deportes 2009a)).
¿Las citadas encuestas de satisfacción una vez analizadas se entregan a
148.
los interesados a fin de que tengan una visión objetiva de su desempeño N P O
1
profesional?
¿Se publican internamente las mismas a fin de que todos los
148.
trabajadores tengan conocimiento de las mismas favoreciendo la N P O
2
competitividad en el desempeño profesional?
148. ¿Todas las felicitaciones que entreguen los alumnos y usuarios se
N P O
3 registran internamente y se ponen en conocimiento de los interesados?
¿Se publican internamente las mismas a fin de que todos los
148.
trabajadores tengan conocimiento de las mismas favoreciendo la N P O
4
competitividad en el desempeño profesional?
¿El responsable de la instalación, se pone en contacto con el usuario o
148.
alumno en cuestión para conocer el porqué de dicha felicitación y la N P O
5
relación que le une con el trabajador a fin de evitar manipulaciones?
Bloque de Medida 149. Medidas organización de competiciones.
1129
Capítulo 9. Anexos
Ley 10.
(1990). Art. ¿En caso de que en la instalación se celebren competiciones oficiales
71.1 y RD de ámbito estatal y/o competiciones oficiales escolares y universitarias
1591. (1992). 149 de ámbito nacional, se limitan al máximo las posibles acciones de R P O
Disposición violencia de acuerdo con las recomendaciones de los Convenios
adicional internacionales sobre la violencia en el deporte suscritos por España?
primera
¿En caso de querer organizar y celebrar competiciones durante la
temporada, se solicita para reservar las unidades deportivas tanto a las
Reglamento personas físicas como jurídicas que presenten una solicitud junto con
ANM un proyecto que incluya; el organizador, los destinatarios, el número de
149.
2012\62. participantes, la descripción de la actividad, las normas de inscripción, R P O
1
Arts. 48.2 y los precios, las unidades deportivas necesarias, las fechas y horarios, el
50.3 programa, los recursos Humanos y la difusión para estudio por parte de
la Dirección General de Deportes precisando de un informe previo que
remita para poder autorizarse?
Ley 10.
¿En caso de que en la instalación se celebren competiciones oficiales
(1990). Art.
de ámbito estatal y/o competiciones oficiales escolares y universitarias
59.2 y RD
149. de ámbito nacional, se comprueba que todos los deportistas que
1591. (1992). R P O
2 participen dispongan de la correspondiente licencia con el seguro
Disposición
obligatorio que cubra los riesgos para la salud derivados de la
adicional
correspondiente práctica deportiva?
primera
RD 1591. ¿En caso de que en la instalación se celebren actividades o
(1992). Art. competiciones de ámbito estatal y/o competiciones oficiales escolares
33.1a y 149. y universitarias de ámbito nacional, se prevé un sistema posterior de
R P O
Disposición 3 reclamaciones ante las posibles sanciones que puedan imponer bajo su
adicional potestad los jueces o árbitros por infracciones a la disciplina deportiva
primera durante el desarrollo de los encuentros o pruebas?
¿En caso de que en la instalación se celebren actividades o
Ley 15.
competiciones de ámbito autonómico o inferior, en caso de precisarse,
(1994). Arts.
se insta a los Clubes, Agrupaciones de Clubes Deportivos,
47.1 y 47.2b 149.
Agrupaciones Deportivas y Secciones de Acción Deportiva a que R P O
y Decreto 4
realicen la potestad disciplinaria que se les atribuye sancionando o
195. (2003).
corrigiendo a sus socios o asociados, deportistas, técnicos, directivos y
Art. 1
administradores que de ellos dependan?
¿En caso de que en la instalación se celebren actividades o
competiciones de ámbito autonómico o inferior, en caso de precisarse,
Ley 15.
se insta a las Federaciones Deportivas madrileñas a que realicen la
(1994). Arts.
potestad disciplinaria que se les atribuye sancionando o corrigiendo a
47.1 y 47.2c 149.
los Clubes Deportivos, Agrupaciones Deportivas y Secciones de R P O
y Decreto 5
Acción Deportiva, sus deportistas, técnicos y directivos, a los jueces o
195. (2003).
árbitros y a todas aquellas personas y entidades que, estando federadas,
Art. 1
desarrollen la actividad deportiva correspondiente en su ámbito de
competencia?
Ley 15. ¿En caso de que en la instalación se celebren actividades o
(1994). Arts. competiciones de ámbito autonómico o inferior, en caso de precisarse,
47.1, 47.2d y 149. se insta a la Comisión Jurídica del Deporte a que realice la potestad
R P O
47.2e y 6 disciplinaria que se le atribuye sancionando o corrigiendo a las
Decreto 195. Federaciones Deportivas madrileñas y/o a las Asociaciones de
(2003). Art. 1 Federaciones Deportivas?
¿En la organización de competiciones internas (juegos deportivos
municipales o similares) se asegura que la inscripción de los alumnos
149.
se realice en tiempo y forma por méritos (porcentaje de asistencia, N P O
7
comportamiento, nivel técnico etc.) asegurando la oportunidad a todos
los alumnos evitando favoritismos?
¿En la organización de competiciones internas (juegos deportivos
149. municipales o similares) se asegura que la inscripción de los alumnos
N P O
8 así como de los distintos equipos se ciñan a las edades de sus categorías
solicitando el DNI para proceder a la inscripción?
1130
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
1131
Capítulo 9. Anexos
1132
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
1133
Capítulo 9. Anexos
1134
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
1135
Capítulo 9. Anexos
1136
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
1137
Capítulo 9. Anexos
1138
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
1139
Capítulo 9. Anexos
¿Cumplen con la norma BS 4680: 1996 para taquillas que marca que
157.
entre la puerta y el marco haya menos de 2mm para proteger de posibles N P F
5
robos con palanca?
157. ¿Dispone de cierre en el marco a través de la puerta aumentando así su
N P F
6 resistencia para evitar que las cerraduras sean forzadas?
¿Para proceder a su cierre, disponen de cerradura con moneda o pulsera
157. electrónica asegurando que el cierre de la misma no se realice con
N P F
7 candado evitando posibles roturas rápidas y silenciosas de los mismos
mediante corta pernos?
¿Dicha pulsera o llave la custodia en todo momento el usuario que esté
157.
haciendo uso de la taquilla? (Evitando cerraduras, para que no puedan N P O
8
realizar copias de llaves)
¿Dispone la instalación de llave maestra (pulsera codificada) para la
157. apertura de las taquillas en caso de pérdida o sustracción de la llave,
N P F
9 debidamente guardada y custodiada (en caja fuerte o similar fuera del
alcance del personal de la instalación)?
157. ¿Están fijadas las taquillas a la pared para evitar posibles
N P F
10 arrancamientos y caídas de las mismas?
Bloque de Medida 158. Medidas contra robos en jaulas.
Reglamento
¿Se coloca un cartel en las jaulas de la instalación que anuncie que el
ANM
158 Ayuntamiento de Madrid no se hace responsable de los objetos R P F
2012\62. Art.
depositados en las mismas?
17.3
Reglamento ¿Se coloca un cartel en las jaulas de la instalación que anuncie que
ANM 158. dicho servicio solo se podrá utilizar por las entidades deportivas
R P F
2012\62. Art. 1 titulares de una reserva de temporada durante el tiempo autorizado por
17.3 la dirección de la instalación deportiva municipal?
¿Las jaulas de material de la instalación se ubican dentro de los
vestuarios en caso de disponer de vestuarios múltiples de equipos o en
158.
lugares habilitados para tal efecto, debiendo acceder a los mismos por N P O
2
un control de accesos, para evitar que puedan acceder personas que no
sean usuarias o alumnas?
158. ¿Están orientados de tal manera que una cámara de circuito cerrado de
N P O
3 televisión los esté vigilando?
¿Para proceder a su cierre, disponen de cerradura con moneda o pulsera
158. electrónica asegurando que el cierre de la misma no se realice con
N P F
4 candado evitando posibles roturas rápidas y silenciosas de los mismos
mediante corta pernos?
158. ¿Dicha llave o pulsera la custodia en todo momento el responsable que
N P O
5 esté haciendo uso de la jaula?
158. ¿Están fijadas las jaulas a la pared o al suelo para evitar posibles
N P F
6 arrancamientos y caídas de las mismas?
¿En caso de que las jaulas se encuentren en el interior de los vestuarios,
se procede al cierre del vestuario durante el tiempo de competición o
158.
de actividad por parte del personal de la instalación a fin de evitar N P O
7
entradas en el mismo de personal ajeno al que está haciendo uso de la
jaula?
¿En caso de que las jaulas se encuentren en un lugar habilitado para tal
158.
efecto se cierra con llave por parte del personal de la instalación, o se N P F
8
custodia de manera presencial?
¿A la finalización de los usos de las jaulas, se comprueba por parte del
158.
personal de la instalación que ha quedado desocupadas y en el mismo N P O
9
estado que antes de su uso?
Bloque de Medida 159. Medidas de sanciones por robos
1140
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Ley 7.
(1985). Art.
139, Ley 57. ¿Se inicia el procedimiento sancionador como infracción muy grave
(2003). Art. según faculta la Ley Reguladora de las Bases de Régimen Local con
1.4, Ley 22. sanción administrativa de hasta 3.000 euros o privación de los derechos
(2006). Art. de usuario y de la utilización de las instalaciones deportivas
159 R R O
52.3 y municipales de un año a cinco años e independientemente de las
Reglamento sanciones con la obligación de restituir y reponer los bienes a su estado
ANM anterior, con la indemnización de los daños y perjuicios causados, a
2012\62. quien sustraiga equipamientos, elementos o material de la instalación?
Arts. 57.d, 60
y 61
Bloque de Medida 160. Medidas contra robos con violencia.
¿Dispone la instalación de un protocolo de actuación en caso de robo
160 N P O
con violencia?
Instituto
Nacional de
Seguridad e 160. ¿Se fomenta el uso de compras sin efectivo para evitar posibles robos,
N P O
Higiene en el 1 favoreciendo el uso del pago domiciliado y mediante tarjeta de crédito?
Trabajo
(1998b).
Instituto
Nacional de
Seguridad e 160. ¿Se ubica a los trabajadores que trabajen con cajas registradoras fuera
N P O
Higiene en el 2 del alcance de los clientes?
Trabajo
(1998b).
Instituto
Nacional de
¿Se asegura que en las cajas registradoras haya la cantidad mínima
Seguridad e 160.
necesaria de dinero, trasladando el sobrante, con frecuencia a zona N P E
Higiene en el 3
segura (caja fuerte)?
Trabajo
(1998b).
¿El punto de información y ventas dispone de cámaras de seguridad con
160.
grabación mediante circuito cerrado de televisión orientadas a las N P E
4
ventanillas de atención al público?
160.
¿Dicho punto de información y ventas, dispone de cristal reforzado? N P F
5
1141
Capítulo 9. Anexos
161. ¿En dicho protocolo se establecen las cuantías en la que se tenga que
N P O
6 producir el traslado y el procedimiento a seguir?
¿En dicho procedimiento se establece que se realice en distintos días y
161.
horarios con el fin de evitar posibles seguimientos e interceptaciones, a N P O
7
ser posible en horario de cierre evitando horarios pico?
¿En dicho protocolo se establece que el traslado se realice a través de
161.
varios trabajadores autorizados, custodiado si fuese posible por el N P O
8
personal de seguridad privada en caso de disponer del mismo?
Instituto
Nacional de
¿Se prevén los días en que pueda aumentar la acumulación de dinero
Seguridad e 161.
en las cajas, reforzando las medidas de seguridad en los traslados a la N P O
Higiene en el 9
caja fuerte?
Trabajo
(1998b).
Bloque de Medida 162. Medidas en recogidas y entregas de recaudación.
¿Se ha contratado a una empresa de seguridad autorizada el servicio de
162 N P O
entrega y recogida de fondos?
¿Se conoce que los servicios de transporte de monedas y billetes se
llevarán a cabo mediante vehículos acondicionados específicamente
Ley 5. para ello, junto con otros elementos de seguridad específicos
162.
(2014). Art. homologados para el transporte, y consistirán en su traslado y R P O
1
45 protección durante el mismo, por vigilantes de seguridad, contratando
dicho servicio a una empresa de seguridad privada aunque no se exceda
de las cuantías obligatorias?
¿Se conoce que si los fondos no exceden de 250.000 euros o de 125.000
euros si el transporte se efectuase de forma regular y con una
Orden periodicidad inferior a los seis días, dicho transporte podrá ser realizado
INT/314. 162. por un vigilante de seguridad dotado, como mínimo, del arma corta R
R P O
(2011). Art. 2 y en vehículo, blindado o no, de la empresa de seguridad autorizada
21.1 para el transporte de fondos, debiendo contar con medios de
comunicación con la sede de su empresa, solicitándose de tal forma en
caso de cumplir con las características descritas?
1142
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
162. ¿Dichas entregas y recogidas se realizan variando los días y las horas a
N P O
8 fin de evitar posibles interceptaciones?
162. ¿Se prevé que siempre tengan constancia de las mismas la unidad de
N P O
9 policía local más cercana?
¿Se prevé que siempre sean realizadas por el personal de seguridad
privada de la instalación en caso de disponer del mismo y en caso
162.
contrario por un responsable de la instalación autorizado a tal efecto N P O
10
que gestione las mismas registrando los pertinentes documentos a
intercambiar?
Bloque de Medida 163. Medidas anti hurtos
¿Se controla que no se introduzcan en la sala de musculación bolsas,
Reglamento mochilas ni otros objetos, que no sean necesarios para la actividad para
ANM evitar posibles hurtos aplicando la pérdida de condición de usuario sin
163 R P O
2012\62. Art. devolución de importes, con la obligación de abandonar o la
37.3 prohibición de acceder a las instalaciones deportivas municipales a los
usuarios que lo introduzcan?
¿Se controla que no se introduzcan en la piscina y demás espacios de
163. actividad bolsas, mochilas ni otros objetos, que no sean necesarios para
N P O
1 la actividad para evitar posibles hurtos de material de la instalación y
propios de dichos usuarios?
163. ¿Se comunica a los usuarios y alumnos que hagan uso de las taquillas
N P O
2 para depositar sus objetos personales?
1143
Capítulo 9. Anexos
1144
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
163.
¿Se mantienen dichos espacios ordenados realizándose controles de
15
stock con las frecuencias necesarias para gestionar que no se producen N P O
cuatr
hurtos?
is
Reglamento ¿En caso de que la instalación disponga de guardarropa, se coloca un
ANM 163. cartel que anuncie que el Ayuntamiento de Madrid no se hace
R P F
2012\62. Art. 16 responsable de los objetos que se encuentren en las prendas custodiadas
17.4 en el mismo?
Reglamento ¿En caso de que la instalación disponga de guardarropa, se coloca un
ANM 163. cartel que anuncie que dicho servicio solo se podrá utilizar
R P F
2012\62. Art. 17 exclusivamente durante el tiempo que el usuario esté realizando la
17.3 actividad deportiva?
163. ¿En caso de que la instalación disponga de guardarropa, se coloca un
N P F
18 cartel que anuncie que se procederá a su desalojo al finalizar la jornada?
¿En caso de que la instalación disponga de guardarropa, dispone de
163.
personal de la instalación en todo momento en dicha ubicación a fin de N P O
19
no dejarlo en ningún momento solo y así evitar hurtos de terceros?
¿En caso de que la instalación disponga de guardarropa, se suministra
una ficha numérica a quien haga uso de la misma, anotando el número
163. de ficha en un registro asociado al título de uso y datos personales del
N P F
20 usuario en cuestión con el objetivo de asociar la ficha aun usuario y
evitar posibles entregas posteriores en caso de sustracción de dicha
ficha por parte de un tercero?
¿En caso de que la instalación disponga de guardarropa, para hacer
entrega de las pertenencias a la salida de los usuarios, se solicita la ficha
163.
entregada junto con el título de uso y los datos personales N P O
21
comprobándolos en el registro diario con el objetivo de asegurar la
identidad del mismo?
¿En caso de que la instalación disponga de guardarropa, se solicita al
usuario que quiera retirar sus objetos la ficha que se le entregó al
Reglamento depositarlos y en caso de no disponer de la misma, al final de la jornada
ANM 163. y después de haber salido el último usuario, previa identificación de los
R P O
2012\62. Art. 22 mismos se deja constancia de ello en el impreso que se facilitará al
18.4 efecto, se presenta el documento acreditativo de la identidad y se firma
el correspondiente documento, precisando el documento y al firma del
acompañante en caso de ser menor de catorce años?
¿En caso de pertenencias sospechosas o bolsas, mochilas o similares
susceptibles de contener pertenencias o elementos sospechosos, se
163. procede en caso de disponer de personal de seguridad privada a
N P O
23 preguntar al usuario por las mismas realizando una inspección visual
del contenido con el objetivo de dilucidar si registrarlo o no en el
guardarropa?
¿En caso de pertenencias sospechosas o bolsas, mochilas o similares
163. susceptibles de contener pertenencias o elementos sospechosos en el
N P O
24 interior del guardarropa o no recogidos, se sigue el protocolo de bultos
susceptibles de atentados?
163. ¿En caso contrario se sigue el protocolo de objetos perdidos de la
N P O
25 instalación?
¿Se comunica a los usuarios y alumnos mediante carteles y por
163. megafonía que no dejen sus pertenencias en bancos y salas de espera,
N P O
26 utilizando para ello las taquillas que tienen a su disposición o las
mantengan consigo mismo?
¿Los trabajadores de la instalación, durante su jornada laboral guardan
en las taquillas de los vestuarios de personal sus pertenencias,
163.
guardando especial atención a no dejar prendas, móviles o similares en N P O
27
sillas, mesas, bancos, etc. de los distintos espacios auxiliares asociados
a los espacios de actividad donde desarrollen su trabajo?
1145
Capítulo 9. Anexos
1146
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
1147
Capítulo 9. Anexos
1148
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
1149
Capítulo 9. Anexos
debiendo además haber sido autorizado por parte del tutor registrando
un correo electrónico con los datos de la persona a la que autoriza, la
fecha y el motivo, impidiéndose sino la salida de dicho alumno?
¿En dicho protocolo se establece que todo alumno menor de 14 años
para abandonar el control de acceso y salir de la instalación, en caso de
pertenecer a un club o tercero, deberá proceder de la misma manera,
166.
autorizando la salida de los mismos a través del título de uso del N P O
23
entrenador o personal autorizado junto con el registro del título de cada
alumno o deportista debiendo preverse la entrega de la tarjetas diarias
de acceso?
¿En dicho protocolo se establece que el personal auxiliar responsable
166. del control de acceso, deberá visualizar en una pantalla las fotos de los
N P O
24 distintos alumnos y tutores que salgan por el pertinente control a fin de
evitar posibles sabotajes de carnets evitando así posibles raptos?
¿En dicho protocolo se establece que el personal auxiliar responsable
166. del control de acceso, deberá asegurarse que un alumno no registra el
N P O
25 título de uso del tutor y el suyo, impidiendo la salida del mismo en dicho
caso?
¿En dicho protocolo se establece que el personal auxiliar responsable
del control de acceso, en cualquier supuesto de salida que no se ajuste
166.
al protocolo, deberá comunicarlo a un responsable de la instalación para N P O
26
gestionar la situación (ubicación temporal del alumno, comunicación
con el tutor, medidas correctivas posteriores, etc.)?
Bloque de Medida 167. Medidas de acción penal por raptos
¿Se conoce y aplica iniciando el procedimiento penal con pena de
prisión de cuatro a seis años, como reo de secuestro, a quien encierre o
Ley 10.
retenga a otro privándole de su libertad, de cinco a ocho años en caso
(1995). Arts. 167 R R O
de que durase más de quince días, de seis a diez años en caso de exigir
163 y 164
alguna condición para ponerla en libertad y de quince a veinte años en
caso de no decir el paradero?
¿Se conoce y aplica iniciando el procedimiento penal con pena de
Ley 1.
prisión de veinte a veinticinco años, como reo de secuestro, a quien
(2015). Art.
167. encierre o retenga privándole de su libertad a una víctima menor de
único R R O
1 edad o persona con discapacidad necesitada de especial protección o
Ochenta y
con la intención de atentar contra la indemnidad sexual de la víctima o
seis
actuado posteriormente con esa finalidad?
Ley 1.
(2015). Art. ¿En caso de que fuese cometido por parte de personal laboral de la
167.
único instalación, se le impondrá además, la pena de inhabilitación absoluta R R O
2
Ochenta y por tiempo de ocho a doce años?
siete
Bloque de Medida 168. Medidas de pérdidas / problemas de localización de usuarios.
168.
¿Se presta especial atención a los alumnos discapacitados? N P O
1
1150
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
1151
Capítulo 9. Anexos
1152
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
1153
Capítulo 9. Anexos
1154
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
1155
Capítulo 9. Anexos
1156
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
1157
Capítulo 9. Anexos
1158
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
1159
Capítulo 9. Anexos
1160
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
1161
Capítulo 9. Anexos
1162
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Ley 7.
¿Se aplica la pérdida de condición de usuario sin devolución de
(1985). Art.
importes, con la obligación de abandonar o la prohibición de acceder a
139, Ley 57.
las instalaciones deportivas municipales a los usuarios que no cumplan
(2003). Art.
la normativa de consumo de sustancias estupefacientes, al considerarse
1.4, Ley 22.
un deber de los mismos, iniciando el procedimiento sancionador como
(2006). Art.
181. infracción grave según faculta la Ley Reguladora de las Bases de
52.3 y R R O
3 Régimen Local con sanción administrativa de hasta 1.500 euros o
Reglamento
privación de los derechos de usuario y de la utilización de las
ANM
instalaciones deportivas municipales de un mes a un año e
2012\62.
independientemente de las sanciones con la obligación de restituir y
Arts. 8f, 10.1
reponer los bienes a su estado anterior, con la indemnización de los
y 10.3, 58e,
daños y perjuicios causados?
60 y 61
Bloque de Medida 182. Medidas anti dopaje.
Ley 10. ¿Se siguen las medidas de prevención, control y represión del uso de
(1990). Art. 182 sustancias prohibidas que promueve por el Consejo Superior de R P O
8g Deportes?
¿Se actúa según los principios rectores de la política deportiva de la
Ley 15.
182. Comunidad de Madrid inspirados en el fomento del juego limpio y la
(1994). Arts. R P O
1 lucha contra la utilización de métodos y fármacos prohibidos, drogas y
2d y 2f
estimulantes?
¿En caso de que en la instalación se celebren competiciones oficiales
de ámbito estatal y/o competiciones oficiales escolares y universitarias
Ley 53. de ámbito nacional, se vela por que en caso de requerimiento del
(2002). Art. Consejo Superior de Deportes, de las Federaciones Deportivas
Dos y RD Españolas, de las Ligas Profesionales o de la Comisión Nacional
182.
1591. (1992). Antidopaje, todos los deportistas con licencia para participar en R P O
2
Disposición competiciones oficiales de ámbito estatal, cumpliendo con sus
adicional obligaciones, puedan someterse a los pertinentes controles previstos
primera durante las competiciones o fuera de ellas, teniendo la obligación de
facilitar los datos que permitan en todo momento su localización,
incluyendo su programa de entrenamiento?
(Para más información acerca de los procedimientos en materia de dopaje, véase la disposición final
primera del Real Decreto 1591/1992, de 23 de diciembre, sobre Disciplina Deportiva)
¿Se conoce que la Agencia Española de Protección de la Salud en el
Deporte podrá establecer controles de los parámetros biológicos,
centrados especialmente en los deportistas de mayor riesgo según
Ley 3. determine el Plan de Apoyo a la Salud y en los de mayor nivel
182.
(2013). Arts. deportivo, para controlar la práctica deportiva general en condiciones R P O
3
2 y 51 seguras y sin prácticas de dopaje o aumento artificial de las propias
capacidades, siendo los resultados de dichos controles estrictamente
confidenciales recibiendo información de los mismos únicamente el
deportista en cuestión, facilitando dichos procedimientos?
Ley 3. ¿Se asegura la instalación que en caso de que se realicen controles de
182.
(2013). Art. dopaje, se realicen con pleno respeto a los derechos fundamentales de R P O
4
15.3 los deportistas?
¿Se asegura la instalación que en caso de que se realicen controles de
dopaje que consistan en la extracción de sangre del deportista, se
realicen siempre por un médico, por un facultativo especialista en
Ley 3.
182. análisis clínicos u otro tipo de personal sanitario cuyo título le otorgue
(2013). Art. R P O
5 dicha competencia, y que esté habilitado por la Agencia Española de
15.1
Protección de la Salud en el Deporte para el desempeño de esta función,
así como el resto de controles referentes a otros parámetros biológicos,
los realice personal debidamente habilitado por la Agencia?
Ley 6. ¿El personal deportivo de la instalación cumple con la obligación de
(2016). Arts. 182. promover el debido control médico de los deportistas mediante
R P O
4o, 28.4 y 6 profesionales sanitarios sabiendo que su negativa será sancionable
29.3 como infracción leve con multa de una cantidad no superior a 1.000
1163
Capítulo 9. Anexos
1164
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
1165
Capítulo 9. Anexos
1166
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
En el capítulo 5 Exposición y análisis de los resultados, dentro del punto 5.3.2 Análisis del Estudio
de Riesgos (primera parte) y exposición de los resultados obtenidos, dentro del Plan estadístico de la
primera parte del Estudio de Riesgos, en su punto 1 Listado de expresiones formales de riesgo en orden
descendente en base a porcentajes de riesgos muy elevados. (Primer listado en base al primer criterio directo
de ordenación), se ordenaron en la Tabla 79 Listado de expresiones formales de riesgo en orden descendente
en base a porcentajes de riesgos muy elevados, las veinticinco expresiones formales de riesgo con mayor
porcentaje de riesgos muy elevados en orden descendente en los veintiséis Centros Deportivos Municipales
(CDM), indicándose a continuación de la misma que el listado completo de expresiones formales de riesgo
en orden descendente en base a porcentajes de riesgos muy elevados, se podía consultar en el presente
Anexo H.
Tabla 80. Listado completo de expresiones formales de riesgo en orden descendente en base a porcentajes de riesgos muy elevados.
% de
Riesgo
Posición Expresión Formal de Riesgo
muy
elevado
Ausencia de responsable de seguridad desde donde manejar la parte operativa de los
1 84,60%
distintos aspectos de seguridad del CDM.
2.3.2.2 Ausencia de controles de permanencia de visitantes o espectadores de
2 alumnos y visitantes o espectadores de deportistas competidores fuera de los espacios 73,10%
de actividad después de la competición deportiva.
2.3.2.1 Ausencia de controles de permanencia de visitantes o espectadores de
usuarios, visitantes o espectadores de alumnos y visitantes o espectadores de
3 73,10%
deportistas practicantes fuera de los espacios de actividad después de la práctica
deportiva.
Ausencia de Centro de Control desde donde gestionar los distintos aspectos de
4 69,20%
seguridad del CDM.
8.4.6.1 Ausencia/manipulación en la planificación de la gestión de las evacuaciones
5 y sus protocolos, dentro del horario de apertura del CDM, por parte de personal 65,40%
laboral.
8.4.6.3 Ausencia/manipulación de la parte operativa de la gestión de las evacuaciones
6 y sus protocolos, dentro del horario de apertura del CDM, por parte de personal 57,70%
laboral.
Ausencia de servicios y personal de seguridad privada desde donde manejar los
7 aspectos específicos de la parte operativa de los distintos aspectos de seguridad del 50,00%
CDM.
7.9.2.1 Intrusiones en espacios singulares y/o espacios singulares de alto riesgo, no
8 permitidos o fuera del horario permitido, realizadas dentro del horario de apertura del 46,20%
CDM, por parte de personal laboral directo de la instalación.
2.4.1.1 Comportamientos o actitudes peligrosas y/o prohibidas de usuarios
9 42,30%
practicantes dentro de los espacios de actividad durante la práctica deportiva.
3.2.1.1 Agresiones sexuales individuales diversas, tipificadas o sin tipificar, sufridas
10 o realizadas por usuarios practicantes fuera de los espacios de actividad antes o 38,50%
después de la práctica deportiva.
1167
Capítulo 9. Anexos
1168
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
1169
Capítulo 9. Anexos
1170
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
1171
Capítulo 9. Anexos
1172
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
1173
Capítulo 9. Anexos
1174
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
1175
Capítulo 9. Anexos
1176
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
1177
Capítulo 9. Anexos
1178
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
1179
Capítulo 9. Anexos
1180
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
1181
Capítulo 9. Anexos
1182
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
En el capítulo 5 Exposición y análisis de los resultados, dentro del punto 5.3.2 Análisis del Estudio
de Riesgos (primera parte) y exposición de los resultados obtenidos, dentro del Plan estadístico de la
primera parte del Estudio de Riesgos, en su punto 1.2 Listado de expresiones formales de riesgo en orden
descendente en base al sumatorio de porcentajes de riesgos elevados y muy elevados. (Segundo listado en
base al segundo criterio directo de ordenación), se ordenaron en la Tabla 82 Listado de expresiones formales
de riesgo en orden descendente en base al sumatorio de porcentajes de riesgos elevados y muy elevados,
las veinticinco expresiones formales de riesgo con mayor sumatorio de porcentaje de riesgos muy elevados
y elevados en orden descendente en los veintiséis Centros Deportivos Municipales (CDM), indicándose a
continuación de la misma que el listado completo de expresiones formales de riesgo en orden descendente
en base al sumatorio de porcentajes de riesgos elevados y muy elevados, se podía consultar en el presente
Anexo I.
Tabla 83. Listado completo de expresiones formales de riesgo en orden descendente en base al sumatorio de porcentajes de riesgos
elevados y muy elevados.
Sumatorio
de % de
riesgos
Posición Expresión Formal de Riesgo
elevados
y muy
elevados
2.3.2.2 Ausencia de controles de permanencia de visitantes o espectadores de
1 alumnos y visitantes o espectadores de deportistas competidores fuera de los 100,0%
espacios de actividad después de la competición deportiva.
Ausencia de responsable de seguridad desde donde manejar la parte operativa de
2 los distintos aspectos de seguridad del CDM. 96,2%
2.3.2.1 Ausencia de controles de permanencia de visitantes o espectadores de
usuarios, visitantes o espectadores de alumnos y visitantes o espectadores de
3 deportistas practicantes fuera de los espacios de actividad después de la práctica 96,2%
deportiva.
Ausencia de Centro de Control desde donde gestionar los distintos aspectos de
4 seguridad del CDM. 96,2%
11.1.1.3 Raptos de deportistas/alumnos practicantes o competidores
5 pertenecientes a clubes o terceros, dentro del horario de apertura del CDM, por 92,3%
parte de individuos ajenos o vinculados a la instalación.
6 1.3.1.2 Exceso de aforo sectorial en espacios de actividad. 88,5%
2.4.1.1 Comportamientos o actitudes peligrosas y/o prohibidas de usuarios
7 practicantes dentro de los espacios de actividad durante la práctica deportiva. 88,5%
11.1.1.2 Raptos de alumnos competidores pertenecientes a las escuelas de los
8 distintos CDM, dentro del horario de apertura, por parte de individuos ajenos o 88,5%
vinculados a la instalación.
1183
Capítulo 9. Anexos
1184
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
1185
Capítulo 9. Anexos
1186
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
1187
Capítulo 9. Anexos
1188
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
1189
Capítulo 9. Anexos
1190
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
1191
Capítulo 9. Anexos
1192
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
1193
Capítulo 9. Anexos
1194
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
1195
Capítulo 9. Anexos
9.3.2.1 Robos con violencia y/o intimidación a personal de la instalación por parte
217 de individuos o grupos de individuos ajenos o vinculados a la misma, con o sin 3,8%
armas o implementos, dentro del horario de apertura.
2.3.3.1 Ausencia de controles de permanencia de personal directo de la
218 0,0%
instalación.
1.1.1.1 Incidentes o altercados entre usuarios practicantes dentro o fuera de los
219 espacios de actividad antes, durante o después de la práctica deportiva. 0,0%
1.1.1.2 Incidentes o altercados entre alumnos practicantes dentro o fuera de los
220 espacios de actividad antes, durante o después de la práctica deportiva. 0,0%
1.1.1.3 Incidentes o altercados entre alumnos competidores dentro o fuera de los
221 espacios de actividad antes, durante o después de la competición deportiva. 0,0%
1.1.1.4 Incidentes o altercados entre deportistas practicantes dentro o fuera de los
222 espacios de actividad antes, durante o después de la práctica deportiva. 0,0%
1.1.1.5 Incidentes o altercados entre deportistas competidores dentro o fuera de
223 los espacios de actividad antes, durante o después de la competición deportiva. 0,0%
1.1.2.1 Incidentes o altercados entre espectadores o visitantes de usuarios
224 practicantes fuera del espacio de actividad antes, durante o después de la práctica 0,0%
deportiva.
1.1.2.2 Incidentes o altercados entre espectadores o visitantes de alumnos
225 practicantes fuera del espacio de actividad antes, durante o después de la práctica 0,0%
deportiva.
1.1.2.4 Incidentes o altercados entre espectadores o visitantes de deportistas
226 practicantes fuera del espacio de actividad antes, durante o después de la práctica 0,0%
deportiva.
1.1.2.5 Incidentes o altercados entre espectadores o visitantes de deportistas
227 competidores fuera del espacio de actividad antes, durante o después de la 0,0%
competición deportiva.
1.1.3.3 Incidentes o altercados entre personal de la instalación y alumnos
228 practicantes o competidores dentro o fuera de los espacios de actividad antes, 0,0%
durante o después de la práctica o competición deportiva.
1.2.1.1 Comportamientos incívicos o indecentes de usuarios practicantes dentro o
229 fuera de los espacios de actividad antes, durante o después de la práctica deportiva. 0,0%
1.2.1.3 Comportamientos incívicos o indecentes de alumnos competidores dentro
230 o fuera de los espacios de actividad antes, durante o después de la competición 0,0%
deportiva.
1.2.1.4 Comportamientos incívicos o indecentes de deportistas practicantes dentro
231 o fuera de los espacios de actividad antes, durante o después de la práctica 0,0%
deportiva.
1.2.2.1 Comportamientos incívicos o indecentes de espectadores o visitantes de
232 usuarios practicantes fuera del espacio de actividad antes, durante o después de la 0,0%
práctica deportiva.
1.2.2.2 Comportamientos incívicos o indecentes de espectadores o visitantes de
233 alumnos practicantes fuera del espacio de actividad antes, durante o después de la 0,0%
práctica deportiva.
1.2.2.3 Comportamientos incívicos o indecentes de espectadores o visitantes de
234 alumnos competidores fuera del espacio de actividad antes, durante o después de 0,0%
la competición deportiva.
1.2.2.4 Comportamientos incívicos o indecentes de espectadores o visitantes de
235 deportistas practicantes fuera del espacio de actividad antes, durante o después de 0,0%
la práctica deportiva.
1.3.3.2 Incidentes o altercados provocados por alumnos practicantes o
236 competidores derivados de no poder acceder a espacios de actividad por límite de 0,0%
aforo sectorial antes o durante la práctica o competición deportiva
1196
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
1197
Capítulo 9. Anexos
1198
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
1199
Capítulo 9. Anexos
1200
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
En el capítulo 5 Exposición y análisis de los resultados, dentro del punto 5.3.2 Análisis del Estudio
de Riesgos (primera parte) y exposición de los resultados obtenidos, dentro del Plan estadístico de la
primera parte del Estudio de Riesgos, en su punto 1.4 Listado de expresiones formales de riesgo en orden
descendente en base a la puntuación total que obtienen todos los porcentajes de riesgos al ser multiplicados
por un coeficiente particular. (Tercer listado en base al tercer criterio directo de ordenación), se ordenaron
en la Tabla 85 Listado de expresiones formales de riesgo en orden descendente en base a la puntuación total
que obtienen todos los porcentajes de riesgos al ser multiplicados por un coeficiente particular, las
veinticinco expresiones formales de riesgo con mayor puntuación total obtenida de multiplicar por 1 el
porcentaje de riesgo muy reducido, multiplicar por 2 el porcentaje de riesgo reducido, multiplicar por 3 el
porcentaje de riesgo medio, multiplicar por 4 el porcentaje de riesgo elevado y, multiplicar por 5 el
porcentaje de riesgo muy elevado, seguidamente se sumaron las cinco cantidades y se dividieron entre
cinco, situándose en orden descendente en los veintiséis Centros Deportivos Municipales (CDM),
indicándose a continuación de la misma que el listado completo de expresiones formales de riesgo en orden
descendente en base a la puntuación total que obtienen todos los porcentajes de riesgos al ser multiplicados
por un coeficiente particular, se podía consultar en el presente Anexo J.
Tabla 86. Listado completo de expresiones formales de riesgo en orden descendente en base a la puntuación total que obtienen todos
los porcentajes de riesgos al ser multiplicados por un coeficiente particular.
Riesgo Riesgo
Riesgo Riesgo Riesgo Punt.
Posición Expresión Formal de Riesgo muy reducido medio elevado
muy
elevado total
reducido
Ausencia de responsable de
seguridad desde donde manejar la
1 0% 0% 4% 12% 85% 96,2%
parte operativa de los distintos
aspectos de seguridad del CDM.
2.3.2.2 Ausencia de controles de
permanencia de visitantes o
espectadores de alumnos y visitantes
2 o espectadores de deportistas 0% 0% 0% 27% 73% 94,6%
competidores fuera de los espacios de
actividad después de la competición
deportiva.
2.3.2.1 Ausencia de controles de
permanencia de visitantes o
espectadores de usuarios, visitantes o
espectadores de alumnos y visitantes
3 0% 4% 0% 23% 73% 93,1%
o espectadores de deportistas
practicantes fuera de los espacios de
actividad después de la práctica
deportiva.
1201
Capítulo 9. Anexos
1202
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
1203
Capítulo 9. Anexos
1204
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
1205
Capítulo 9. Anexos
1206
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
1207
Capítulo 9. Anexos
1208
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
1209
Capítulo 9. Anexos
1210
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
1211
Capítulo 9. Anexos
1212
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
1213
Capítulo 9. Anexos
1214
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
1215
Capítulo 9. Anexos
1216
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
1217
Capítulo 9. Anexos
de alumnos practicantes
pertenecientes a las escuelas del
CDM y/o espectadores o visitantes de
deportistas/alumnos practicantes
pertenecientes a clubes o terceros
dentro del horario de apertura antes,
durante o después de la práctica
deportiva.
6.1.3.2 Comportamientos y actos
vandálicos multitudinarios cometidos
en el perímetro interior de la
instalación por parte de grupos de
espectadores o visitantes de
154 0% 38% 58% 4% 0% 53,1%
deportistas/alumnos competidores
pertenecientes a clubes o terceros
dentro del horario de apertura antes,
durante o después de la competición
deportiva.
6.2.1.1 Comportamientos y actos
vandálicos multitudinarios cometidos
en espacios de actividad por parte de
155 0% 50% 35% 15% 0% 53,1%
grupos de individuos ajenos o
vinculados al CDM fuera del horario
de apertura.
6.2.2.3 Comportamientos y actos
vandálicos multitudinarios cometidos
en espacios de actividad por parte de
156 grupos o equipos de 0% 46% 42% 12% 0% 53,1%
deportistas/alumnos practicantes
pertenecientes a clubes o terceros
durante la práctica deportiva.
7.7.1.1 Intrusiones en espacios
auxiliares no permitidos o fuera del
horario permitido, realizadas dentro
157 del horario de apertura del CDM, por 0% 50% 35% 15% 0% 53,1%
parte de usuarios no vinculados a la
instalación o practicantes
pertenecientes al CDM.
7.7.2.1 Intrusiones en espacios
auxiliares no permitidos o fuera del
horario permitido, realizadas dentro
del horario de apertura del CDM, por
parte de espectadores o visitantes de
usuarios practicantes pertenecientes
al CDM, espectadores o visitantes de
158 alumnos practicantes pertenecientes 0% 50% 35% 15% 0% 53,1%
a las escuelas del CDM, espectadores
o visitantes de alumnos competidores
pertenecientes a las escuelas de los
distintos CDM y de espectadores o
visitantes de deportistas/alumnos
practicantes o competidores
pertenecientes a clubes o terceros.
9.1.1.1 Robos en espacios de
actividad y auxiliares exteriores por
parte de individuos o grupos de
159 0% 42% 23% 23% 4% 53,1%
individuos ajenos o vinculados a la
instalación, con o sin herramientas,
fuera del horario de apertura.
1218
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
2.1.1.3 Incumplimiento de la
normativa de la instalación por parte
de alumnos competidores dentro o
160 4% 54% 23% 15% 4% 52,3%
fuera de los espacios de actividad
antes, durante o después de la
competición deportiva.
1.3.3.1 Incidentes o altercados
provocados por usuarios practicantes
derivados de no poder acceder a
161 0% 42% 54% 4% 0% 52,3%
espacios de actividad por límite de
aforo sectorial antes o durante la
práctica deportiva.
10.1.1.3 Hurtos cometidos en
espacios de actividad por parte de
162 deportistas/alumnos practicantes 0% 42% 54% 4% 0% 52,3%
pertenecientes a clubes o terceros
durante la práctica deportiva.
2.2.2.2 Incumplimiento de los
horarios de apertura/entrada y/o
cierre/salida por parte de
163 espectadores o visitantes de alumnos 0% 42% 54% 4% 0% 52,3%
practicantes fuera del espacio de
actividad antes o después de la
práctica deportiva.
2.2.2.4 Incumplimiento de los
horarios de apertura/entrada y/o
cierre/salida por parte de
164 espectadores o visitantes de 0% 38% 62% 0% 0% 52,3%
deportistas practicantes fuera del
espacio de actividad antes o después
de la práctica deportiva.
6.1.3.1 Comportamientos y actos
vandálicos multitudinarios cometidos
en el perímetro interior de la
instalación por parte de grupos de
espectadores o visitantes de usuarios
pertenecientes al CDM y de grupos
165 0% 42% 54% 4% 0% 52,3%
de espectadores o visitantes de
deportistas/alumnos practicantes
pertenecientes a clubs o terceros
dentro del horario de apertura antes,
durante o después de la práctica
deportiva.
7.4.2.1 Intrusiones individuales o
multitudinarias cometidas en
espacios de actividad interiores de la
instalación por parte de individuos o
166 0% 58% 23% 19% 0% 52,3%
grupos de individuos ajenos o
vinculados a la misma, con o sin
herramientas, fuera del horario de
apertura.
7.5.1.4 Intrusiones en controles de
acceso a espacios de actividad y/o en
espacios de actividad, realizadas
167 dentro del horario de apertura del 0% 50% 38% 12% 0% 52,3%
CDM, por parte de alumnos
competidores pertenecientes a las
escuelas de los distintos CDM.
1219
Capítulo 9. Anexos
1220
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
1221
Capítulo 9. Anexos
1222
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
1223
Capítulo 9. Anexos
1224
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
1225
Capítulo 9. Anexos
1226
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
1227
Capítulo 9. Anexos
1228
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
1229
Capítulo 9. Anexos
1230
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
1231
Capítulo 9. Anexos
1232
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Anexo K. Listado completo de expresiones formales de riesgo en orden descendente en base a sus
puntuaciones medias.
En el capítulo 5 Exposición y análisis de los resultados, dentro del punto 5.3.2 Análisis del Estudio
de Riesgos (primera parte) y exposición de los resultados obtenidos, dentro del Plan estadístico de la
primera parte del Estudio de Riesgos, en su punto 1.5 Listado de expresiones formales de riesgo en orden
descendente en base a sus puntuaciones medias. (Cuarto listado en base al cuarto criterio directo de
ordenación), se ordenaron en la Tabla 87 Listado de expresiones formales de riesgo en orden descendente
en base a sus puntuaciones medias, las veinticinco expresiones formales de riesgo con mayor media en
orden descendente en los veintiséis Centros Deportivos Municipales (CDM), indicándose a continuación
de la misma que el listado completo de expresiones formales de riesgo en orden descendente en base a sus
puntuaciones medias se podía consultar en el presente Anexo K.
Tabla 88. Listado completo de expresiones formales de riesgo en orden descendente en base a sus puntuaciones medias.
1233
Capítulo 9. Anexos
1234
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
1235
Capítulo 9. Anexos
1236
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
1237
Capítulo 9. Anexos
1238
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
1239
Capítulo 9. Anexos
1240
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
1241
Capítulo 9. Anexos
1242
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
1243
Capítulo 9. Anexos
1244
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
1245
Capítulo 9. Anexos
1246
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
1247
Capítulo 9. Anexos
1248
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Anexo L. Listado completo de expresiones formales de riesgo en orden descendente en base a la media
de las posiciones que ostentan en el listado completo de expresiones formales de riesgo en orden
descendente en base a porcentajes de riesgos muy elevados (primer listado completo, Tabla 80) y en
el listado completo de expresiones formales de riesgo en orden descendente en base al sumatorio de
porcentajes de riesgos elevados y muy elevados (segundo listado completo, Tabla 83).
En el capítulo 5 Exposición y análisis de los resultados, dentro del punto 5.3.2 Análisis del Estudio
de Riesgos (primera parte) y exposición de los resultados obtenidos, dentro del Plan estadístico de la
primera parte del Estudio de Riesgos, en su punto 1.8 Listado de expresiones formales de riesgo en orden
descendente en base a la media de las posiciones que ostentan en el primer listado (punto 1) y en el segundo
listado (punto 1.2). (Quinto listado derivado del cruce de los dos primeros criterios directos de ordenación),
se ordenaron en la Tabla 91 Listado de expresiones formales de riesgo en orden descendente en base a la
media de las posiciones que ostentan en el primer listado (Tabla 79) y el segundo listado (Tabla 82), las
veinticinco expresiones formales de riesgo en base a la media de las posiciones que ostentaron en el primer
listado en el que se ordenaban en orden descendente en base al porcentaje de riesgos muy elevados (primer
criterio directo de ordenación expresado en el punto 1) y en el segundo listado en el que se ordenaban
también en orden descendente en base al sumatorio de los porcentajes de riesgos elevados y muy elevados
(segundo criterio directo de ordenación expresado en el punto 1.2), situándose en orden descendente en los
veintiséis Centros Deportivos Municipales (CDM), indicándose a continuación de la misma que el listado
completo de expresiones formales de riesgo en orden descendente en base a la media de las posiciones que
ostentan en el primer listado completo (Tabla 80 Listado completo de expresiones formales de riesgo en
orden descendente en base a porcentajes de riesgos muy elevados) y en el segundo listado completo (Tabla
83 Listado completo de expresiones formales de riesgo en orden descendente en base al sumatorio de
porcentajes de riesgos elevados y muy elevados), se podía consultar en el presente Anexo L.
Tabla 92. Listado completo de expresiones formales de riesgo en orden descendente en base a la media de las posiciones que ostentan
en el listado completo de expresiones formales de riesgo en orden descendente en base a porcentajes de riesgos muy elevados (primer
listado completo, Tabla 80) y en el listado completo de expresiones formales de riesgo en orden descendente en base al sumatorio de
porcentajes de riesgos elevados y muy elevados (segundo listado completo, Tabla 83).
Posición
intermedia
entre el
Posición Expresión Formal de Riesgo
primer y
segundo
listado
Ausencia de responsable de seguridad desde donde manejar la parte operativa de
1 los distintos aspectos de seguridad del CDM. 1,5
2.3.2.2 Ausencia de controles de permanencia de visitantes o espectadores de
alumnos y visitantes o espectadores de deportistas competidores fuera de los
2 espacios de actividad después de la competición deportiva. 1,5
2.3.2.1 Ausencia de controles de permanencia de visitantes o espectadores de
3 usuarios, visitantes o espectadores de alumnos y visitantes o espectadores de 3
1249
Capítulo 9. Anexos
1250
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
1251
Capítulo 9. Anexos
1252
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
1253
Capítulo 9. Anexos
1254
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
1255
Capítulo 9. Anexos
1256
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
1257
Capítulo 9. Anexos
1258
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
1259
Capítulo 9. Anexos
1260
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
1261
Capítulo 9. Anexos
1262
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
1263
Capítulo 9. Anexos
1264
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
En el capítulo 5 Exposición y análisis de los resultados, dentro del punto 5.3.2 Análisis del Estudio
de Riesgos (primera parte) y exposición de los resultados obtenidos, dentro del Plan estadístico de la
primera parte del Estudio de Riesgos, en su punto 1.10 Listado de expresiones formales de riesgo en orden
descendente en base a la media de las posiciones que ostentan en el quinto listado (punto 1.8) y en el tercer
listado (punto 1.4). (Sexto listado derivado del cruce de los dos primeros criterios directos de ordenación
con el tercero), se ordenaron en la Tabla 94 Listado de expresiones formales de riesgo en orden descendente
en base a la media de las posiciones que ostentan en el quinto listado (Tabla 91) y en el tercer listado (Tabla
85), las veinticinco expresiones formales de riesgo en base a la media de las posiciones que ostentaron en
el quinto listado derivado del cruce de los dos primeros criterios directos de ordenación (expresado en el
punto 1.8 haciendo referencia a las expresiones formales de riesgo ordenadas descendentemente en base a
la media de las posiciones que ostentaron en el primer listado en el que se ordenaban en orden descendente
en base al porcentaje de riesgos muy elevados (primer criterio directo de ordenación expresado en el punto
1) y en el segundo listado en el que se ordenaban también en orden descendente en base al sumatorio de los
porcentajes de riesgos elevados y muy elevados (segundo criterio directo de ordenación expresado en el
punto 1.2)) y, en el tercer listado referente al tercer criterio directo de ordenación (expresado en el punto
1.4 haciendo referencia a las expresiones formales de riesgo en orden descendente en base a la puntuación
total que obtuvieron todos los porcentajes de riesgos al ser multiplicados por un coeficiente particular),
situándose en orden descendente en los veintiséis Centros Deportivos Municipales (CDM), indicándose en
a continuación de la misma que el listado completo de expresiones formales de riesgo en orden descendente
en base a la media de las posiciones que ostentan en el quinto listado completo (Tabla 92 Listado completo
de expresiones formales de riesgo en orden descendente en base a la media de las posiciones que ostentan
en el listado completo de expresiones formales de riesgo en orden descendente en base a porcentajes de
riesgos muy elevados (primer listado completo, Tabla 80) y en el listado completo de expresiones formales
de riesgo en orden descendente en base al sumatorio de porcentajes de riesgos elevados y muy elevados
(segundo listado completo, Tabla 83)) y en el listado completo de expresiones formales de riesgo en orden
descendente en base a la puntuación total que obtienen todos los porcentajes de riesgos al ser multiplicados
por un coeficiente particular (tercer listado completo, Tabla 86), se podía consultar en el presente Anexo
M.
1265
Capítulo 9. Anexos
Tabla 95. Listado completo de expresiones formales de riesgo en orden descendente en base a la media de las posiciones que ostentan
en el listado completo de expresiones formales de riesgo en orden descendente en base a la media de las posiciones que ostentan en
el listado completo de expresiones formales de riesgo en orden descendente en base a la media de las posiciones que ostentan en el
listado completo de expresiones formales de riesgo en orden descendente en base a porcentajes de riesgos muy elevados (primer
listado completo, Tabla 80) y en el listado completo de expresiones formales de riesgo en orden descendente en base al sumatorio de
porcentajes de riesgos elevados y muy elevados (segundo listado completo, Tabla 83) (quinto listado completo, Tabla 92) y en el
Listado completo de expresiones formales de riesgo en orden descendente en base a la puntuación total que obtienen todos los
porcentajes de riesgos al ser multiplicados por un coeficiente particular (tercer listado completo Tabla 86).
Posición
intermedia
entre el
Posición Expresión Formal de Riesgo
quinto y el
tercer
listado
Ausencia de responsable de seguridad desde donde manejar la parte operativa de
1
1 los distintos aspectos de seguridad del CDM.
2.3.2.2 Ausencia de controles de permanencia de visitantes o espectadores de
alumnos y visitantes o espectadores de deportistas competidores fuera de los 2
2 espacios de actividad después de la competición deportiva.
2.3.2.1 Ausencia de controles de permanencia de visitantes o espectadores de
usuarios, visitantes o espectadores de alumnos y visitantes o espectadores de
3
deportistas practicantes fuera de los espacios de actividad después de la práctica
3 deportiva.
Ausencia de Centro de Control desde donde gestionar los distintos aspectos de
4
4 seguridad del CDM.
8.4.6.1 Ausencia/manipulación en la planificación de la gestión de las
evacuaciones y sus protocolos, dentro del horario de apertura del CDM, por parte 5
5 de personal laboral.
2.4.1.1 Comportamientos o actitudes peligrosas y/o prohibidas de usuarios
6,5
6 practicantes dentro de los espacios de actividad durante la práctica deportiva.
8.4.6.3 Ausencia/manipulación de la parte operativa de la gestión de las
evacuaciones y sus protocolos, dentro del horario de apertura del CDM, por parte 7
7 de personal laboral.
Ausencia de servicios y personal de seguridad privada desde donde manejar los
aspectos específicos de la parte operativa de los distintos aspectos de seguridad 7,5
8 del CDM.
7.9.2.1 Intrusiones en espacios singulares y/o espacios singulares de alto riesgo,
no permitidos o fuera del horario permitido, realizadas dentro del horario de 9,5
9 apertura del CDM, por parte de personal laboral directo de la instalación.
10 1.3.1.2 Exceso de aforo sectorial en espacios de actividad. 9,5
3.2.1.1 Agresiones sexuales individuales diversas, tipificadas o sin tipificar,
sufridas o realizadas por usuarios practicantes fuera de los espacios de actividad 11
11 antes o después de la práctica deportiva.
6.1.1.1 Comportamientos y actos vandálicos multitudinarios cometidos en el
perímetro exterior de la instalación por parte de grupos de individuos ajenos a la 14,5
12 misma dentro o fuera del horario de apertura.
4.2.1.1 Agresiones sexuales multitudinarias diversas, tipificadas o sin tipificar,
realizadas por grupos de usuarios practicantes fuera de los espacios de actividad 14,5
13 antes o después de la práctica deportiva.
14 1.3.1.1 Exceso de aforo general. 14,5
7.6.2.1 Intrusiones individuales o multitudinarias cometidas en espacios
auxiliares interiores de la instalación por parte de individuos o grupos de
16,5
individuos ajenos o vinculados a la misma, con o sin herramientas, fuera del
15 horario de apertura.
1266
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
1267
Capítulo 9. Anexos
1268
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
1269
Capítulo 9. Anexos
1270
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
1271
Capítulo 9. Anexos
1272
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
1273
Capítulo 9. Anexos
8.4.2.1 Manipulación de las conexiones de alarma del CDM, fuera del horario
de apertura, por parte de personal laboral directo o externo asociado a la 153,5
147 instalación.
148 12.2.1.1 Suministro de alcohol en cafeterías del CDM. 154
7.7.2.1 Intrusiones en espacios auxiliares no permitidos o fuera del horario
permitido, realizadas dentro del horario de apertura del CDM, por parte de
espectadores o visitantes de usuarios practicantes pertenecientes al CDM,
espectadores o visitantes de alumnos practicantes pertenecientes a las escuelas
154
del CDM, espectadores o visitantes de alumnos competidores pertenecientes a
las escuelas de los distintos CDM y de espectadores o visitantes de
deportistas/alumnos practicantes o competidores pertenecientes a clubes o
149 terceros.
1.1.2.3 Incidentes o altercados entre espectadores o visitantes de alumnos
competidores fuera del espacio de actividad antes, durante o después de la 157
150 competición deportiva.
6.2.2.4 Comportamientos y actos vandálicos multitudinarios cometidos en
espacios de actividad por parte de grupos o equipos de deportistas/alumnos
158,5
competidores pertenecientes a clubes o terceros durante la competición
151 deportiva.
8.3.2.2 Manipulación de cuadros, contadores, depósitos, conductos etc. de los
diversos suministros del CDM y posibles fallos de los mismos, dentro o fuera
159
del horario de apertura, por parte de personal laboral directo o externo asociado
152 a la instalación.
8.4.7.2 Sabotajes en la transmisión, desarrollo y evaluación de tareas por parte
159
153 de personal no deportivo del CDM.
7.2.1.1 Intrusiones individuales o multitudinarias cometidas en el perímetro
exterior de la instalación por parte de individuos o grupos de individuos ajenos 159,5
154 a la misma, con o sin herramientas, dentro del horario de apertura.
155 1.1.3.1 Incidentes o altercados entre personal de la instalación 159,5
2.1.3.1 Incumplimiento de la normativa de la instalación por parte de personal
159,5
156 directo de la instalación.
6.2.2.3 Comportamientos y actos vandálicos multitudinarios cometidos en
espacios de actividad por parte de grupos o equipos de deportistas/alumnos 159,5
157 practicantes pertenecientes a clubes o terceros durante la práctica deportiva.
3.3.1.4 Agresiones psicológicas individuales diversas tipificadas o sin tipificar,
sufridas o realizadas por deportistas practicantes o competidores dentro o fuera
161
de los espacios de actividad antes, durante o después de la práctica o competición
158 deportiva.
2.1.1.4 Incumplimiento de la normativa de la instalación por parte de deportistas
practicantes dentro o fuera de los espacios de actividad antes, durante o después 161
159 de la práctica deportiva.
2.4.2.2 Comportamientos o actitudes peligrosas y/o prohibidas de espectadores
o visitantes de alumnos practicantes fuera del espacio de actividad antes, durante 161,5
160 o después de la práctica deportiva.
2.1.3.2 Incumplimiento de la normativa de la instalación por parte de personal
163
161 externo asociado a la instalación.
2.1.2.5 Incumplimiento de la normativa de la instalación por parte de
espectadores o visitantes de deportistas competidores fuera del espacio de 164,5
162 actividad antes, durante o después de la competición deportiva.
7.5.1.4 Intrusiones en controles de acceso a espacios de actividad y/o en espacios
de actividad, realizadas dentro del horario de apertura del CDM, por parte de 166,5
163 alumnos competidores pertenecientes a las escuelas de los distintos CDM.
5.1.2.3 Comportamientos y actos vandálicos individuales cometidos en el
perímetro interior de la instalación por parte de alumnos competidores
pertenecientes a las escuelas de los distintos CDM y/o deportistas/alumnos 166,5
competidores pertenecientes a clubes o terceros dentro del horario de apertura
164 antes o después de la competición deportiva.
5.3.2.1 Comportamientos y actos vandálicos individuales cometidos en espacios
167,5
165 auxiliares por parte de espectadores o visitantes de usuarios, espectadores o
1274
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
1275
Capítulo 9. Anexos
1276
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
1277
Capítulo 9. Anexos
1278
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
1279
Capítulo 9. Anexos
1280
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
1281
Capítulo 9. Anexos
1282
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Anexo N. Listado completo de expresiones formales de riesgo en orden descendente en base a la media
de las posiciones que ostentan en el listado completo de expresiones formales de riesgo en orden
descendente en base a la media de las posiciones que ostentan en el listado completo de expresiones
formales de riesgo en orden descendente en base a porcentajes de riesgos muy elevados (primer
listado completo, Tabla 80) y en el listado completo de expresiones formales de riesgo en orden
descendente en base al sumatorio de porcentajes de riesgos elevados y muy elevados (segundo listado
completo, Tabla 83) (quinto listado completo, Tabla 92) y en el listado completo de expresiones
formales de riesgo en orden descendente en base a sus puntuaciones medias (cuarto listado completo,
Tabla 88).
En el capítulo 5 Exposición y análisis de los resultados, dentro del punto 5.3.2 Análisis del Estudio
de Riesgos (primera parte) y exposición de los resultados obtenidos, dentro del Plan estadístico de la
primera parte del Estudio de Riesgos, en su punto 1.12 Listado de expresiones formales de riesgo en orden
descendente en base a la media de las posiciones que ostentan en el quinto listado (punto 1.8) y en el cuarto
listado (punto 1.5). (Séptimo listado derivado del cruce de los dos primeros criterios directos de ordenación
con el cuarto), se ordenaron en la Tabla 97 Listado de expresiones formales de riesgo en orden descendente
en base a la media de las posiciones que ostentan en el quinto listado (Tabla 91) y en el cuarto listado (Tabla
87), las veinticinco expresiones formales de riesgo en base a la media de las posiciones que ostentaron en
el quinto listado derivado del cruce de los dos primeros criterios directos de ordenación (expresado en el
punto 1.8 haciendo referencia a las expresiones formales de riesgo ordenadas descendentemente en base a
la media de las posiciones que ostentaron en el primer listado en el que se ordenaban en orden descendente
en base al porcentaje de riesgos muy elevados (primer criterio directo de ordenación expresado en el punto
1) y en el segundo listado en el que se ordenaban también en orden descendente en base al sumatorio de los
porcentajes de riesgos elevados y muy elevados (segundo criterio directo de ordenación expresado en el
punto 1.2)) y, en el en el cuarto listado referente al cuarto criterio directo de ordenación (expresado en el
punto 1.5 haciendo referencia a las expresiones formales de riesgo con mayor media en orden descendente
en los veintiséis Centros Deportivos Municipales (CDM)), situándose en orden descendente en los
veintiséis Centros Deportivos Municipales (CDM), indicándose a continuación de la misma que el listado
completo de expresiones formales de riesgo en orden descendente en base a la media de las posiciones que
ostentan en el quinto listado completo (Tabla 92 Listado completo de expresiones formales de riesgo en
orden descendente en base a la media de las posiciones que ostentan en el listado completo de expresiones
formales de riesgo en orden descendente en base a porcentajes de riesgos muy elevados (primer listado
completo, Tabla 80) y en el listado completo de expresiones formales de riesgo en orden descendente en
base al sumatorio de porcentajes de riesgos elevados y muy elevados (segundo listado completo, Tabla 83))
y en el listado completo de expresiones formales de riesgo en orden descendente en base a sus puntuaciones
medias (cuarto listado completo, Tabla 88), se podía consultar en el presente Anexo N.
1283
Capítulo 9. Anexos
Tabla 98. Listado completo de expresiones formales de riesgo en orden descendente en base a la media de las posiciones que ostentan
en el listado completo de expresiones formales de riesgo en orden descendente en base a la media de las posiciones que ostentan en
el listado completo de expresiones formales de riesgo en orden descendente en base a porcentajes de riesgos muy elevados (primer
listado completo, Tabla 80) y en el listado completo de expresiones formales de riesgo en orden descendente en base al sumatorio de
porcentajes de riesgos elevados y muy elevados (segundo listado completo, Tabla 83) (quinto listado completo, Tabla 92) y en el
listado completo de expresiones formales de riesgo en orden descendente en base a sus puntuaciones medias (cuarto listado completo,
Tabla 88).
Posición
intermedia
entre el
Posición Expresión Formal de Riesgo
quinto y el
cuarto
listado
2.3.2.2 Ausencia de controles de permanencia de visitantes o espectadores de
alumnos y visitantes o espectadores de deportistas competidores fuera de los
1 espacios de actividad después de la competición deportiva. 1,5
Ausencia de responsable de seguridad desde donde manejar la parte operativa de
2 los distintos aspectos de seguridad del CDM. 2
2.3.2.1 Ausencia de controles de permanencia de visitantes o espectadores de
usuarios, visitantes o espectadores de alumnos y visitantes o espectadores de
deportistas practicantes fuera de los espacios de actividad después de la práctica
3 deportiva. 2,5
Ausencia de Centro de Control desde donde gestionar los distintos aspectos de
4 seguridad del CDM. 4,5
8.4.6.1 Ausencia/manipulación en la planificación de la gestión de las
evacuaciones y sus protocolos, dentro del horario de apertura del CDM, por parte
5 de personal laboral. 5,5
Ausencia de servicios y personal de seguridad privada desde donde manejar los
aspectos específicos de la parte operativa de los distintos aspectos de seguridad
6 del CDM. 5,5
2.4.1.1 Comportamientos o actitudes peligrosas y/o prohibidas de usuarios
7 practicantes dentro de los espacios de actividad durante la práctica deportiva. 7
8.4.6.3 Ausencia/manipulación de la parte operativa de la gestión de las
evacuaciones y sus protocolos, dentro del horario de apertura del CDM, por parte
8 de personal laboral. 7,5
7.9.2.1 Intrusiones en espacios singulares y/o espacios singulares de alto riesgo,
no permitidos o fuera del horario permitido, realizadas dentro del horario de
9 apertura del CDM, por parte de personal laboral directo de la instalación. 9
10 1.3.1.2 Exceso de aforo sectorial en espacios de actividad. 11
6.1.1.1 Comportamientos y actos vandálicos multitudinarios cometidos en el
perímetro exterior de la instalación por parte de grupos de individuos ajenos a la
11 misma dentro o fuera del horario de apertura. 12,5
3.2.1.1 Agresiones sexuales individuales diversas, tipificadas o sin tipificar,
sufridas o realizadas por usuarios practicantes fuera de los espacios de actividad
12 antes o después de la práctica deportiva. 13
7.5.1.2 Intrusiones en controles de acceso a espacios de actividad y/o en espacios
de actividad, realizadas dentro del horario de apertura del CDM, por parte de
13 usuarios practicantes pertenecientes al CDM. 18
12.2.2.2 Consumo de alcohol en espacios auxiliares por parte de individuos
14 ajenos o vinculados a la instalación. 18
4.2.1.1 Agresiones sexuales multitudinarias diversas, tipificadas o sin tipificar,
realizadas por grupos de usuarios practicantes fuera de los espacios de actividad
15 antes o después de la práctica deportiva. 18,5
16 1.3.1.3 Exceso de aforo sectorial en espacios auxiliares. 20
8.1.1.1 Sabotajes en accesos a espacios de actividad, realizados dentro del
17 horario de apertura del CDM, por parte de usuarios no vinculados a la 20,5
1284
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
1285
Capítulo 9. Anexos
1286
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
1287
Capítulo 9. Anexos
1288
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
1289
Capítulo 9. Anexos
1290
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
del horario de apertura, por parte de personal laboral directo o externo asociado
a la instalación.
8.4.2.1 Manipulación de las conexiones de alarma del CDM, fuera del horario
de apertura, por parte de personal laboral directo o externo asociado a la
129 instalación. 131
10.2.3.1 Hurtos cometidos en espacios auxiliares por parte de personal laboral
130 directo de la instalación. 132
3.1.2.5 Agresiones físicas individuales diversas, con o sin armas o implementos
y tipificadas o sin tipificar, sufridas o realizadas por espectadores o visitantes de
deportistas competidores fuera del espacio de actividad antes, durante o después
131 de la competición deportiva. 133
2.1.3.1 Incumplimiento de la normativa de la instalación por parte de personal
132 directo de la instalación. 134,5
11.2.1.3 Pérdidas/problemas de localización de deportistas/alumnos practicantes
o competidores pertenecientes a clubes o terceros, dentro del horario de apertura
133 del CDM, por desorientación. 135,5
2.1.1.3 Incumplimiento de la normativa de la instalación por parte de alumnos
competidores dentro o fuera de los espacios de actividad antes, durante o después
134 de la competición deportiva. 136
10.1.1.2 Hurtos cometidos en espacios de actividad por parte de alumnos
135 practicantes pertenecientes a las escuelas del CDM durante la práctica deportiva. 136
6.2.2.4 Comportamientos y actos vandálicos multitudinarios cometidos en
espacios de actividad por parte de grupos o equipos de deportistas/alumnos
competidores pertenecientes a clubes o terceros durante la competición
136 deportiva. 136,5
137 12.2.1.1 Suministro de alcohol en cafeterías del CDM. 138
9.2.2.1 Robos con fuerza en espacios auxiliares y singulares o singulares de alto
riesgo por parte de individuos o grupos de individuos ajenos o vinculados a la
138 misma, con o sin herramientas, dentro del horario de apertura. 141,5
4.2.2.1 Agresiones sexuales multitudinarias diversas, tipificadas o sin tipificar,
realizadas por grupos de espectadores o visitantes de usuarios practicantes fuera
139 de los espacios de actividad antes, durante o después de la práctica deportiva. 143
2.2.1.2 Incumplimiento de los horarios de apertura/entrada y/o cierre/salida por
parte de alumnos practicantes dentro o fuera de los espacios de actividad antes,
140 durante o después de la práctica deportiva. 143
2.1.1.5 Incumplimiento de la normativa de la instalación por parte de deportistas
competidores dentro o fuera de los espacios de actividad antes, durante o después
141 de la competición deportiva. 144,5
7.7.1.2 Intrusiones en espacios auxiliares no permitidos o fuera del horario
permitido, realizadas dentro del horario de apertura del CDM, por parte de
alumnos practicantes pertenecientes a las escuelas del CDM o competidores
142 pertenecientes a las escuelas de los distintos CDM. 146,5
7.3.2.1 Intrusiones cometidas en controles de acceso exteriores de la instalación
y/o en entradas/salidas de edificios mediante vehículos fuera del horario de
143 apertura. 147
3.2.1.2 Agresiones sexuales individuales diversas, tipificadas o sin tipificar,
sufridas o realizadas por alumnos practicantes fuera de los espacios de actividad
144 antes o después de la práctica deportiva. 147,5
4.2.1.2 Agresiones sexuales multitudinarias diversas, tipificadas o sin tipificar,
realizadas por grupos de alumnos practicantes fuera de los espacios de actividad
145 antes o después de la práctica deportiva. 147,5
7.5.1.6 Intrusiones en controles de acceso a espacios de actividad y/o en espacios
de actividad, realizadas dentro del horario de apertura del CDM, por parte de
146 deportistas/alumnos competidores pertenecientes a clubes o terceros. 148
2.1.3.2 Incumplimiento de la normativa de la instalación por parte de personal
147 externo asociado a la instalación. 149,5
1291
Capítulo 9. Anexos
1292
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
1293
Capítulo 9. Anexos
1294
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
1295
Capítulo 9. Anexos
1296
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
1297
Capítulo 9. Anexos
1298
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
1299
Capítulo 9. Anexos
1300
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
En el capítulo 5 Exposición y análisis de los resultados, dentro del punto 5.3.2 Análisis del Estudio
de Riesgos (primera parte) y exposición de los resultados obtenidos, dentro del Plan estadístico de la
primera parte del Estudio de Riesgos, en su punto 2 Listado de expresiones formales de riesgo en orden
descendente de desviaciones típicas con sus mínimos, máximos y rangos, se ordenaron las expresiones
formales de riesgo en orden descendente en base a sus desviaciones típicas, expresándose un extracto
seleccionado de dicho listado en la Tabla 99 Extracto seleccionado del listado de expresiones formales de
riesgo en orden descendente en base a su desviación típica, indicándose a continuación de la misma que el
listado completo de expresiones formales de riesgo en orden descendente en base a su desviación típica se
podía consultar en el presente Anexo Ñ.
Tabla 100. Listado completo de expresiones formales de riesgo en orden descendente en base a su desviación típica.
1301
Capítulo 9. Anexos
1302
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
1303
Capítulo 9. Anexos
1304
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
1305
Capítulo 9. Anexos
1306
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
1307
Capítulo 9. Anexos
1308
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
1309
Capítulo 9. Anexos
1310
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
1311
Capítulo 9. Anexos
1312
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
1313
Capítulo 9. Anexos
1314
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
1315
Capítulo 9. Anexos
1316
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
1317
Capítulo 9. Anexos
1318
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
1319
Capítulo 9. Anexos
1320
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
1321
Capítulo 9. Anexos
1322
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Anexo O. Porcentajes de riesgos de los distintos Centros Deportivos Municipales (CDM) analizados
en el Estudio de Riesgos.
En el capítulo 5 Exposición y análisis de los resultados, dentro del punto 5.3.2 Análisis del Estudio
de Riesgos (primera parte) y exposición de los resultados obtenidos, dentro del Plan estadístico de la
primera parte del Estudio de Riesgos, en su punto 3 Diagrama de sectores con los porcentajes de riesgos
muy reducidos, reducidos, medios, elevados y, muy elevados de cada uno de los veintiséis Centros
Deportivos Municipales (CDM), se indicó que los distintos porcentajes de riesgo de cada uno de los
veintiséis Centros Deportivos Municipales (CDM) analizados representados mediante diagramas de
sectores junto con su correspondiente tabla de frecuencias y porcentajes donde se sumarían los porcentajes
de riesgos muy reducidos y reducidos y, los elevados y muy elevados, para tener una primera apreciación
visual de cada Centro Deportivo Municipal (CDM), se podían consultar en el presente Anexo O, el cual
incluye:
Los porcentajes de riesgo del CDM 1. Centro Integrado Arganzuela perteneciente al Distrito 2 Arganzuela
a través de la Figura 187 Porcentajes de riesgo del CDM Centro Integrado Arganzuela. Fuente: Elaboración
propia y la Tabla 101 Porcentajes y frecuencias de riesgo del CDM Centro Integrado Arganzuela.
Los porcentajes de riesgo del CDM 2. Daoiz y Velarde perteneciente al Distrito 3 Retiro a través de la
Figura 188 Porcentajes de riesgo del CDM Daoiz y Velarde y la Tabla 102 Porcentajes y frecuencias de
riesgo del CDM Daoiz y Velarde.
Los porcentajes de riesgo del CDM 3. La Chopera perteneciente al Distrito 3 Retiro a través de la Figura
189 Porcentajes de riesgo del CDM La Chopera y la Tabla 103 Porcentajes y frecuencias de riesgo del
CDM La Chopera.
Los porcentajes de riesgo del CDM 4. Gimnasio Moscardó perteneciente al Distrito 4 Salamanca a través
de la Figura 190 Porcentajes de riesgo del CDM Gimnasio Moscardó y la Tabla 104 Porcentajes y
frecuencias de riesgo del CDM Gimnasio Moscardó.
Los porcentajes de riesgo del CDM 5. Pradillo perteneciente al Distrito 5 Chamartín a través de la Figura
191 Porcentajes de riesgo del CDM Pradillo y la Tabla 105 Porcentajes y frecuencias de riesgo del CDM
Pradillo.
Los porcentajes de riesgo del CDM 6. Playa Victoria perteneciente al Distrito 6 Tetuán a través de la Figura
192 Porcentajes de riesgo del CDM Playa Victoria y la Tabla 106 Porcentajes y frecuencias de riesgo del
CDM Playa Victoria.
Los porcentajes de riesgo del CDM 7. Triángulo de Oro perteneciente al Distrito 6 Tetuán a través de la
Figura 193 Porcentajes de riesgo del CDM Triángulo de Oro y la Tabla 107 Porcentajes y frecuencias de
riesgo del CDM Triángulo de Oro.
1323
Capítulo 9. Anexos
Los porcentajes de riesgo del CDM 8. Vicente del Bosque perteneciente al Distrito 8 Fuencarral-El Pardo
a través de la Figura 194 Porcentajes de riesgo del CDM Vicente del Bosque y la Tabla 108 Porcentajes y
frecuencias de riesgo del CDM Vicente del Bosque.
Los porcentajes de riesgo del CDM 9. La Masó perteneciente al Distrito 8 Fuencarral-El Pardo a través de
la Figura 195 Porcentajes de riesgo del CDM La Masó y la Tabla 109 Porcentajes y frecuencias de riesgo
del CDM La Masó.
Los porcentajes de riesgo del CDM 10. Aluche perteneciente al Distrito 10 Latina a través de la Figura 196
Porcentajes de riesgo del CDM Aluche y la Tabla 110 Porcentajes y frecuencias de riesgo del CDM Aluche.
Los porcentajes de riesgo del CDM 11. Gallur perteneciente al Distrito 10 Latina a través de la Figura 197
Porcentajes de riesgo del CDM Gallur y la Tabla 111 Porcentajes y frecuencias de riesgo del CDM Gallur.
Los porcentajes de riesgo del CDM 12. Alberto García perteneciente al Distrito 13 Puente de Vallecas a
través de la Figura 198 Porcentajes de riesgo del CDM Alberto García y la Tabla 112 Porcentajes y
frecuencias de riesgo del CDM Alberto García.
Los porcentajes de riesgo del CDM 13. Puente de Vallecas perteneciente al Distrito 13 Puente de Vallecas
a través de la Figura 199 Porcentajes de riesgo del CDM Puente de Vallecas y la Tabla 113 Porcentajes y
frecuencias de riesgo del CDM Puente de Vallecas.
Los porcentajes de riesgo del CDM 14. Entrevías perteneciente al Distrito 13 Puente de Vallecas a través
de la Figura 200 Porcentajes de riesgo del CDM Entrevías y la Tabla 114 Porcentajes y frecuencias de
riesgo del CDM Entrevías.
Los porcentajes de riesgo del CDM 15. Palomeras perteneciente al Distrito 13 Puente de Vallecas a través
de la Figura 201 Porcentajes de riesgo del CDM Palomeras y la Tabla 115 Porcentajes y frecuencias de
riesgo del CDM Palomeras.
Los porcentajes de riesgo del CDM 16. Moratalaz perteneciente al Distrito 14 Moratalaz a través de la
Figura 202 Porcentajes de riesgo del CDM Moratalaz y la Tabla 116 Porcentajes y frecuencias de riesgo
del CDM Moratalaz.
Los porcentajes de riesgo del CDM 17. La Elipa perteneciente al Distrito 14 Moratalaz a través de la Figura
203 Porcentajes de riesgo del CDM La Elipa y la Tabla 117 Porcentajes y frecuencias de riesgo del CDM
La Elipa.
1324
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Los porcentajes de riesgo del CDM 18. El Espinillo perteneciente al Distrito 17 Villaverde a través de la
Figura 204 Porcentajes de riesgo del CDM El Espinillo y la Tabla 118 Porcentajes y frecuencias de riesgo
del CDM El Espinillo.
Los porcentajes de riesgo del CDM 19. Félix Rubio perteneciente al Distrito 17 Villaverde a través de la
Figura 205 Porcentajes de riesgo del CDM Félix Rubio y la Tabla 119 Porcentajes y frecuencias de riesgo
del CDM Félix Rubio.
Los porcentajes de riesgo del CDM 20. Raúl González perteneciente al Distrito 17 Villaverde a través de
la Figura 206 Porcentajes de riesgo del CDM Raúl González y la Tabla 120 Porcentajes y frecuencias de
riesgo del CDM Raúl González.
Los porcentajes de riesgo del CDM 21. Plata y Castañar perteneciente al Distrito 17 Villaverde a través de
la Figura 207 Porcentajes de riesgo del CDM Plata y Castañar y la Tabla 121 Porcentajes y frecuencias de
riesgo del CDM Plata y Castañar.
Los porcentajes de riesgo del CDM 22. Cerro Almodóvar perteneciente al Distrito 18 Villa de Vallecas a
través de la Figura 208 Porcentajes de riesgo del CDM Cerro Almodóvar y la Tabla 122. Porcentajes y
frecuencias de riesgo del CDM Cerro Almodóvar.
Los porcentajes de riesgo del CDM 23. Miguel Guillén Prim perteneciente al Distrito 18 Villa de Vallecas
a través de la Figura 209 Porcentajes de riesgo del CDM Miguel Guillén Prim y la Tabla 123 Porcentajes
y frecuencias de riesgo del CDM Miguel Guillén Prim.
Los porcentajes de riesgo del CDM 24. Vicálvaro perteneciente al Distrito 19 Vicálvaro a través de la
Figura 210 Porcentajes de riesgo del CDM Vicálvaro y la Tabla 124. Porcentajes y frecuencias de riesgo
del CDM Vicálvaro.
Los porcentajes de riesgo del CDM 25. Valdebernardo perteneciente al Distrito 19 Vicálvaro a través de la
Figura 211 Porcentajes de riesgo del CDM Valdebernardo y la Tabla 125 Porcentajes y frecuencias de
riesgo del CDM Valdebernardo.
Y, los porcentajes de riesgo del CDM 26. Barajas perteneciente al 26. Barajas a través de la Figura 212
Porcentajes de riesgo del CDM Barajas y la Tabla 126 Porcentajes y frecuencias de riesgo del CDM
Barajas.
1325
Capítulo 9. Anexos
Figura 187. Porcentajes de riesgo del CDM Centro Integrado Arganzuela. Fuente: Elaboración propia.
Tabla 101. Porcentajes y frecuencias de riesgo del CDM Centro Integrado Arganzuela.
El CDM Centro Integrado Arganzuela, obtiene un sumatorio de riesgos muy reducidos y reducidos de
39,4% y un sumatorio de riesgos elevados y muy elevados de 15,9%.
1326
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Figura 188. Porcentajes de riesgo del CDM Daoiz y Velarde. Fuente: Elaboración propia.
El CDM Daoiz y Velarde, obtiene un sumatorio de riesgos muy reducidos y reducidos de 65,5% y un
sumatorio de riesgos elevados y muy elevados de 7,4%.
1327
Capítulo 9. Anexos
Figura 189. Porcentajes de riesgo del CDM La Chopera. Fuente: Elaboración propia.
CDM La Chopera
Frecuencia Porcentaje Porcentaje tratado
Válido Riesgo muy reducido 12 4,2 4,2
Riesgo reducido 167 58,8 63,0
Riesgo medio 76 26,8 -------------------------
Riesgo elevado 18 6,3 6,3
Riesgo muy elevado 11 3,9 10,2
Total 284 100,0
El CDM La Chopera, obtiene un sumatorio de riesgos muy reducidos y reducidos de 63% y un sumatorio
de riesgos elevados y muy elevados de 10,2%.
1328
Gestión integral de la seguridad en instalaciones deportivas;
Estudio de riesgos en Centros Deportivos Municipales del Ayuntamiento de Madrid,
Elaboración de un modelo de Plan de Seguridad
Figura 190. Porcentajes de riesgo del CDM Gimnasio Moscardó. Fuente: Elaboración propia.
El CDM Gimnasio Moscardó, obtiene un sumatorio de riesgos muy reducidos y reducidos de 59,5% y un
sumatorio de riesgos elevados y muy elevados de 9,2%.
1329
Capítulo 9. Anexos
Figura 191. Porcentajes de riesgo del CDM Pradillo. Fuente: Elaboración propia.
CDM Pradillo
Frecuencia Porcentaje Porcentaje tratado
Válido Riesgo muy reducido 9 3,2 3,2
Riesgo reducido 131 46,1 49,3
Riesgo medio 99 34,9 -------------------------