Marco Teorico Autoestima
Marco Teorico Autoestima
Marco Teorico Autoestima
En los ámbitos de la Educación y la Psicología existen muchos autores que se han preocupado
del estudio de la autoestima por ser ésta un factor importante en el proceso de enseñanza-
aprendizaje y en el desarrollo integral de la persona. A continuación, se expondrán algunas
definiciones de autoestima recogidas de diversos autores.
La autoestima es el sentimiento que cada persona tiene por sí mismo; si se considera valiosa
para ella y los que la rodean, su autoestima es adecuada, pero si por el contrario, se siente una
persona poco importante y poco productiva, su autoestima es baja. La autoestima es mirarse
interiormente para determinar las características fundamentales de nuestra personalidad (p. 9).
Branden (1993) indica que la autoestima es la suma de la confianza y el respeto por sí mismo.
Refleja el juicio implícito que cada uno hace acerca de su habilidad para enfrentar los desafíos
de su vida (para comprender y superar sus problemas) y acerca de su derecho a ser feliz
(respetar y defender sus intereses y necesidades).
Para fines del presente trabajo se entenderá la autoestima como la autoevaluación o juicio que la
persona realiza de sí misma, configurando así una determinada autovaloración que dependerá de
la comparación que haga el individuo con respecto al medio en el cual se desenvuelve y de la
confianza y respeto que tenga de sí mismo. Esto influirá en las decisiones que tome en el
transcurso de su vida.
Autoimagen.
La autoimagen es el “retrato” que la persona tiene de sí misma, siendo esta visión fidedigna,
o sea, una imagen real del individuo. Esta capacidad de verse a sí mismo no mejor ni peor de
lo que se es, considera un proceso de toma de conciencia de los deseos, sentimientos,
debilidades, virtudes, etc., para obtener una autoimagen realista.
Una de las principales causas de una autoestima inadecuada es la falta de claridad en el
conocimiento de sí mismo, lo que provoca sentimientos de superioridad o inferioridad,
además de la ignorancia acerca de los defectos y virtudes que se poseen.
b) Autoconfianza.
La autoconfianza consiste en considerarse capaz de realizar diferentes cosas de manera
correcta. Esta convicción interna permite al individuo sentirse tranquilo al momento de
enfrentar retos y provoca cierta independencia frente a la presión que pueda ejercer un
grupo. Una persona que no confíe en sí misma es insegura y conformista, lo que se une a la
impotencia e incapacidad para realizar tareas nuevas.
Las afirmaciones que realiza el individuo al momento de enfrentar un reto pueden ser
¡puedo hacerlo! o ¡no puedo hacerlo!
3. Tipos de autoestima
Según como se encuentre la autoestima, ésta será responsable de muchos fracasos o éxitos,
ya que éstos están intrínsecamente ligados. Una autoestima adecuada, vinculada a un
concepto positivo de sí mismo, potenciará la capacidad de las personas para desarrollar sus
habilidades y aumentará el nivel de seguridad personal, así como también es la base de una
salud mental y física adecuada, mientras que una autoestima baja enfocará a la persona hacia
la derrota y el fracaso.
Maslow, gracias a sus estudios, creó la conocida “Jerarquía de necesidades”. Ésta, además de
considerar las evidentes necesidades como el agua, aire, comida y sexo, se amplía a cinco
grandes bloques: las necesidades fisiológicas, necesidades de seguridad y reaseguramiento,
la necesidad de amor y pertenencia, necesidad de estima y la necesidad de actualizar el sí
mismo.
Por lo tanto, de lo anterior se puede concluir que una persona con autoestima alta o un
adolescente con autoestima positiva presentarán las siguientes actitudes:
Un adolescente con autoestima sabrá elegir y decidir qué hacer con su tiempo,
dinero, ropa y sus pertenencias, pues tendrá seguridad en sí mismo y asumirá con
responsabilidad ciertas tareas o necesidades.
Un adolescente con autoestima alta tendrá una mayor aceptación de sí mismo y de los
demás. Le interesarán los desafíos, las tareas desconocidas, cosas y actividades
nuevas que le permitan aprender o experimentar sensaciones nuevas, realizando esto
con confianza.
Lo importante, entonces, es que la persona tenga una autoestima equilibrada, para así
desarrollarse plenamente.
Una baja autoestima produce relaciones negativas entre la persona y su medio afectivo y social
(familia, compañeros, amigos, etc.).
Branden afirma que “aparte de los problemas biológicos, no existe una sola dificultad
psicológica que no esté ligada a una Autoestima Deficiente: depresión, angustia, miedo a la
intimidad, miedo al éxito, abuso de alcohol, drogadicción, bajo rendimiento escolar, inmadurez
emocional, suicidio, etc. Y esto sucede porque el individuo está muy vulnerable y este concepto
está ligado íntimamente a una autoestima baja” (Branden, 1993: 57).
Una persona con baja autoestima suele ser insegura, desconfía de sus propias facultades y no
quiere tomar decisiones por miedo a equivocarse. Constantemente está necesitando la
aprobación de los demás, pues posee muchos complejos. Su percepción distorsionada de la
realidad llega, incluso, a afectar su apreciación física. Todo le produce un sentimiento de
inferioridad.
Para concluir el apartado, se puede señalar que un adolescente con alta autoestima aprende más
eficazmente, desarrolla relaciones más gratas, está más capacitado para aprovechar las
oportunidades que se presenten para trabajar productivamente y ser autoeficiente; comparte,
invita a la integridad, siente que es importante, tiene confianza en su propia competencia, tiene
fe en sus propias decisiones y en que ella misma significa su mejor recurso. Sabe apreciar su
propio valer y el de los demás; por ello solicita ayuda, irradia confianza y esperanza y se capta a
sí mismo como ser humano.
En cambio, una persona con autoestima baja, sufre en forma crónica efectos negativos,
especialmente sentimientos de inferioridad. Esto hace a las personas ansiosas, depresivas,
aunque investigaciones más recientes han demostrado que los individuos con autoestima baja
tienden a ser más precavidos, más auto- protectores y más conservadores que arriesgados; es
como una protección a la vulnerabilidad.
a. Autoestima alta:
b. Autoestima baja:
La persona tiene resistencia para afrontar las dificultades de la vida. Se caracteriza por la
resistencia de la persona para afrontar las dificultades de la vida y por el deseo de evitar el
dolor más que por el de experimentar alegría. Para esta persona tiene mayor poder los aspectos
negativos que los positivos. Las consecuencias de una baja autoestima podrían ser: dificultad de
actuar armónica y coherentemente, de ser conscientes de las propias posibilidades y
necesidades, de confiar en sí mismo y de integrar (p.10)
Las características de los niños con alta y baja autoestima según Rodríguez (2004, p.10)
es como sigue:
Autoestima alta
Por lo general, los niños con alta autoestima: Ganan amigos fácilmente, muestran entusiasmo
en las nuevas actividades, Son creativos, cooperativos y siguen las reglas, pueden jugar solos o
con otros, saben defender sus derechos y respetan los de los demás, Les gusta tener sus propias
ideas, las defienden y mantienen, cuando son razonables Demuestran estar contentos,
ilusionados, llenos de energía muestran facilidad en la interacción social y son poco propicios a
las situaciones depresivas.
Autoestima baja
Por lo general, los niños con autoestima baja, verbalizan frases como las siguientes:.. “No puedo
hacer nada bien”… (Impotencia),…“no puedo hacer las cosas tan bien como los otros…”
(Minusvaloración),… “no quiero intentarlo, sé que no me va a ir bien”… (Indefensión,
incapacidad),… “sé que no lo puedo hacer”… (Autonegación),…“sé que no voy a tener
éxito”… (Anticipación negativa de la realidad),… “no me gusta mi cuerpo”… (Inaceptación
psicofísica, baja imagen corporal),..“quisiera ser otra persona”… (Busca modelos que imitar, no
siempre con valores).
Existe una infinidad de actitudes que una persona puede adaptar respecto de sí misma. La auto
imagen que podemos formar está siempre compensada y recibe una fuerte dosis de simulación y
autoengaño, muchas veces idealizamos tipos de comportamientos de cómo quisiéramos ser y es
así como nosotros mismos confeccionamos nuestra imagen y casi siempre nos vemos
favorecidos. Nuestra propia imagen no es definitiva, se va modificando con respecto a los
cambios bilógicos que ocurren durante la vida, cuando el ser humano va creciendo se va
haciendo más consciente de cómo es en función de sus debilidades y fortalezas, adquiere
madurez y sabe de lo que es capaz de hacer y en este caso interviene la formación cultural y
científica que tiene como persona.
b) Aprecio hacia uno mismo: Es la aceptación de uno mismo reconociendo nuestros defectos y
virtudes sin tener que llegar a demostraciones. Puedo estimarme calladamente. El objeto de mi
estimación generalmente está cercano y puede ser demostrado con mi afecto.
El adolescente que vive con una autoestima fortalecida asume responsabilidades por su vida, sus
actos y las consecuencias que estas pueden generar. No busca culpables sino soluciones a los
problemas, no se sentirá muy mal cuando no logra lo que quiere, más por el contrario se
planteará las posibles formas de obtener lo que quiere.
c) Relación con los demás: La mayor parte de los problemas por lo que pasamos, y los que más
dolorosamente nos marcan, son precisamente problemas de relación con otras personas,
asimismo una gran capacidad en su vida profesional, y son altamente estimados y respetados en
su trabajo, al que dedican todo el tiempo del mundo, pero está muy deteriorada su relación con
su mujer a su marido, o con sus hijos.
La buena salud de una relación familiar, amistosa o sentimental depende del abandono de
juicios, exigencias e imposiciones. La incondicionalidad no significa estar para todo y en todo
Al faltarnos confianza personal, disminuye nuestra capacidad para enfrentarnos a los múltiples
problemas y conflictos que se nos presenta en la vida.
La falta de confianza hace que evitemos los compromisos y por tanto abordemos nuevas
responsabilidades, privándonos así de una mayor riqueza de nuestras experiencias vitales, o bien
cuando afrontamos nuevos compromisos nos abruman las responsabilidades, siendo nuestro umbral de
resistencia al conflicto más limitado.
Las relaciones que establecemos con otras personas no son de igualdad, dado que nuestra falta de
confianza nos impide abordar los conflictos personales desde una perspectiva igualitaria, adoptando
muchas veces actitudes sumisas o bien agresivas
Es factible para el observador atento detectar los niveles de autoestima o desestima en las personas, ya
que su manifestación se extiende a pensamientos, palabras, estados emocionales, hábitos y otras
maneras de experiencias. La manera como vive un ser autoestimado es bastante diferente de la forma
como funciona un desestimado
Tiende ocultar sus limitaciones tras una “careta”, pues al no aceptarse teme no ser aceptado, eso lo
lleva a desconfiar de todos y a usar su energía para defenderse de los demás, a quienes perciben como
seres malos y peligrosos, siempre necesita estar seguro y le es fácil encontrar excusas para no
moverse.
Irresponsabilidad: Niega o evade sus dificultades, problemas o conflictos. Culpa a los demás por lo
que sucede y opta por no ver, oír o entender todo aquello que le conduzca hacia su responsabilidad
Se miente a sí mismo, se autoengaña y engaña a los demás .Esto lo hace para no asumir desde la
consciencia adulta las consecuencias de sus actos, de su interacción con el mundo
Inconstancia: Desde el miedo una de las emociones típicas del desestimado, las situaciones se
perciben deformadas y el futuro puede parecer peligroso o incierto. La falta de confianza en las
propias capacidades hace que aquello que se inicia no se concrete. Ya sea aferrándose a excusas o
asumiendo su falta de vigor, el desestimado tiene dificultad para iniciar y para terminar cualquier cosa.
Puede que inicie y avance en ocasiones, pero frente a situaciones que retan su confianza, abandonará
el camino y buscara otra senda menos atemorizante
Rigidez: La persona desvalorizada lucha porque el mundo se comporte como ella quiere, le cuesta
comprender que vivimos interactuando en varios contextos con gente diferente a nosotros en muchos
aspectos
El desestimado no se percata fácilmente de que ha roto el equilibrio que necesita para vivir en paz y
disfrutar de la vida, que como un don especial le ha sido concedida.
Indica que “La importancia de la autoestima radica en que nos impulsa a actuar, a seguir adelante y
nos motiva para perseguir nuestros objetivos” (Adrianzen, 2006, p.12).
Facilita la superación de las dificultades personales. Una persona con autoestima alta, se
siente con mayor capacidad para enfrentar los fracasos y los problemas que se
presentan.
Apoya la creatividad, una persona puede trabajar para crear algo si confía en sí mismo.
Determinar la autoestima personal, si la persona tiene confianza en sí mismo, podrá
tomar sus propias decisiones. Tiene una mayor tolerancia a la frustración y son más
seguros de sí mismos.
Posibilita una relación social saludable, las personas que se sienten seguras de sí
mismas pueden relacionarse mejor. La mayoría de los profesionales de la psicología
consideran la autoestima positiva como un factor central en la adecuada adaptación
socioemocional.
Los niños que tienen un fuerte sentido de su propia valía son físicamente más sanos, se
encuentran más motivados para aprender y progresan mejor.
La autoestima puede ser causa y efecto del funcionamiento en otras áreas. Debido a esta
interacción entre la autoestima y otras áreas, es importante que las intervenciones
abarquen diferentes campos y/o competencias del niño. (p.8)