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Quien Soy

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Preguntas que abren a la reflexión, introducción al tema:

● ¿Cómo puedo saber cuál es mi personalidad?


● ¿Puede modificarse la personalidad?
● ¿Cómo puedo conocerme mejor?
● ¿Cómo desarrollar la propia individualidad?
● ¿Qué significa la identidad?

Hoja de ruta. Eje 1. ¿Quién soy?.

Material de lectura en pequeños grupos.

Por lo general, temperamento, carácter y personalidad se utilizan como sinónimos.


Sin embargo, aunque hay una relación entre estos, no todos se refieren a lo mismo.

LA PERSONALIDAD se desarrolla a lo largo de la vida. Se define comúnmente


como el conjunto de características propias de una persona que la diferencian de las
demás. Se afirma que la personalidad es dinámica, es decir, que tiende al cambio. No se
trata de algo rígido que nos determina, sino, más bien, de algo que podemos modelar en
función de nuestros valores, elecciones, comportamientos y proyectos de vida.

La personalidad tiene dos componentes principales: el temperamento y el


carácter.

EL TEMPERAMENTO hace referencia a aquellas características que tienen una


base biológica/hereditaria, es decir, que vienen dadas de forma innata. Si les preguntamos
a nuestros familiares sobre alguna característica de nuestra personalidad, nos dirán "Desde
pequeño/a ya eras así..." seguido de una cualidad que nos identifica. Los distintos rasgos
temperamentales suelen agruparse en tipos de temperamentos, que se reflejan, en mayor o
menor medida, en el modo que tenemos de reaccionar ante distintas situaciones.

El CARÁCTER, por otro lado, tiene que ver con las influencias del entorno y las
experiencias, fundamentalmente, de los primeros años de vida. Es más modificable que el
temperamento, y está atravesado, principalmente, por el aprendizaje y las experiencias de
vida, antes que por cuestiones biológicas y genéticas. Lo cierto es que somos como somos
por múltiples causas (biológicas, psicológicas, sociales, culturales, espirituales), y esto no
nos determina.

Identidad. ¿Quién soy?

Podría decirse que la identidad es, de alguna manera, la respuesta a las preguntas
existenciales más profundas: ¿de dónde vengo?, ¿hacia dónde voy?, ¿cuál es el sentido de
mi vida?. La identidad va más allá de "cómo soy": hace referencia a "quién soy".

Habitualmente, se dice que durante la adolescencia se produce una crisis de


identidad. Esto hace referencia a la movilización interior que implica responder a aquellas
preguntas profundas, que no solo influyen en el presente, sino que en muchas ocasiones
implican que nos reconciliemos con un pasado que quizás no hubiéramos querido para
nosotros, y nos conectan con un futuro que no sabemos cómo será. Es muy importante que
nos tomemos el tiempo necesario para vivir este proceso. Se trata de un momento de
fragilidad que todos atravesamos: lleno de miedos, incertidumbres, ansiedad, malestar, y
quizás, para evitar pasar por la tensión que generan las expectativas de los demás,
podemos correr el riesgo de definirnos sin habernos tomado el tiempo necesario para
escucharnos a nosotros mismos, descubrir quiénes y cómo somos realmente, y cómo nos
gustaría proyectar nuestra vida.
Erikson, reconocido psicólogo por sus aportes a la psicología del desarrollo, destaca
que los aspectos en los que la búsqueda de la identidad se vuelve más relevante son el
religioso, el sexual, el político y vocacional.

La IDENTIDAD RELIGIOSA tiene que ver con poder decidir, de manera personal,
qué lugar ocupa este aspecto en la propia vida, cuáles son las creencias personales, qué
prácticas religiosas deseamos o no asumir.

En cuanto a la IDENTIDAD SEXUAL, es preciso distinguir algunos conceptos. El


sexo hace referencia a las características biológicas; el género, por su parte, a las
características sociales y culturales que se atribuyen a cada sexo. Por otro lado, la
orientación sexual hace alusión a la dirección de los deseos sexuales de una persona hacia
otra; y la conducta sexual, a las acciones concretas que realizan las personas en el ámbito
de la sexualidad. Hacia finales de la adolescencia, esta identidad va consolidándose en
función del autoconocimiento, las experiencias, los valores personales y el proyecto de vida,
de pareja y de familia.

La IDENTIDAD POLÍTICA, en muchas ocasiones, es compartida por la familia. En


otros casos, el/la adolescente toma una postura diferente, fruto de una reflexión. Es una
gran ventaja que cada vez más se opte por la participación ciudadana, y conviene que esta
se dé libremente, sin coacciones y presiones, y como resultado de una profunda reflexión
de cada uno/a sobre los valores que quiere promover en la sociedad.

La IDENTIDAD VOCACIONAL implica un autoconocimiento que posibilita reconocer


las propias habilidades, gustos e intereses, a fin de proyectar un futuro laboral que permita
el desarrollo de las propias capacidades y el crecimiento social a partir de lo que cada
persona tiene para aportar.

Bibliografía. Sánchez Agostini, C. (2020). Debates sobre sexualidad. Editorial Logos.

★ En relación a lo leído responder de forma individual y luego compartir en pequeños


grupos las siguientes preguntas:

1) ¿Puedo reconocer cuales son los valores que rigen mi vida? En caso de que no… ¿Qué
puedo hacer para tener más claro cuáles son los verdaderos valores que mueven mi vida?
2) ¿Qué es aquello que realmente me apasiona?
3) ¿Suelo tomarme el tiempo necesario para reflexionar sobre los distintos aspectos que
definen mi identidad?
4) ¿La identidad religiosa es algo valioso y relevante para mi?
5) ¿Pido consejo en lo que respecta a mi identidad vocacional?
6) ¿Vivo la sexualidad conforme a mis valores personales y proyecto de vida o a veces
actúo sin autenticidad, pensando en el "qué dirán"?
7) ¿Puedo realmente decir quién soy, además de cómo soy?

★ Actividad creativa: Si tuvieras que armar tu biografía de Twitter o Instagram, ¿Que


pondrias? ¿Qué destacarías como lo más importante, lo que te define?

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