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IDUE Practicas

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Práctica 1.

Cuestiones de actualidad en la Unión Europea


Nota de prensa, 09/06/22 :“El Parlamento pone
en marcha el proceso para cambiar los tratados de
la UE”
- Este primer enlace nos remite a la página del parlamento europeo, en concreto a
una noticia del nueve de junio de 2022, la cual nos explica un tema que se ha
llevado a colación entre los eurodiputados.
El parlamento reclama al Consejo Europeo que se lleve a cabo una revisión de los
textos fundacionales de la UE, en concreto pedir modificación de los tratados
mediante un nuevo proceso de votación:
- Cambio de una unanimidad por votación a la de mayoría cualificada
- Adaptar competencias de la UE para completar la Unión Energética (ayuda a
la UE a reducir su dependencia de las importaciones de energía. También
garantiza una mayor oferta y precios más bajos para los consumidores de la
UE y contribuye a luchar contra el cambio climático.), sobre todo en los
ámbitos de la salud y crisis sanitarias fronterizas
- Asegurar que se va a llevar a cabo, y poder completar el Pilar Europeo de
Derechos Sociales ( acuerdo que trata de representar mejor los derechos de
los ciudadanos europeos basándose en 20 principios)
- Conseguir que la UE tenga una economía más fuerte, con un mayor apoyo a
las pymes y poder tener una mayor competencia. Junto con esto un intento
de integración más fuerte de una transición verde y ecológica.
- Que se dote al parlamento del poder de proponer, enmendar y revocar
legislación, y darle derechos como colegislador.
- Con todo esto se busca consolidar el procedimiento y buscar posibles
“castigos” si este se incumple.

Esta resolución se llevó a votación y fue aprobada por 355 votos a favor, 154 en contra y 48
abstenciones.

Esto si es verdad que no solo sirve con aprobar la resolución, ya que le corresponde a los
jefes de estado decidir si se pone en marcha la convención para dar respuesta a los
ciudadanos sobre cuál va a ser el futuro de Europa.

“Europa se reinicia: empieza el proceso para


cambiar sus Tratados fundacionales” noticia de
Huffington Post, 12/o6/2022

En este segundo artículo se resalta las dificultades que tuvo la UE tras pasar una pandemia
como el coronavirus, y viendo que esto le hizo tener que apoyar más el brazo entre los
países para poder superar este tipo de adversidades. Tras verse en esta situación se
revisan los tratados existentes y se llega a la conclusión de que es necesario una
renovación de estos.
Lo primero que ven necesario para poder llevar a cabo esta renovación es convocar una
convención solicitada por los diputados. Esta reunión entre países tiene dos objetivos:
primero ganar en competencias legislativas y mayor operatividad en cuanto al método de
votación del parlamento. Y se prevé también un cambio en la regulación en cuanto a las
consecuencias de incumplir los valores básicos de la UE.

El tratado de Lisboa fue la última vez en la que se consiguió llegar a un gran acuerdo en la
Unión Europea. Y tras la pandemia de 2019 estos mismos países han llegado a la
conclusión de que es necesario hacer cambios, sobre todo en materia de sanidad, ya que
se ha visto que con distintos hospitales no era posible actuar de manera igualitaria en todos
los países europeos.

Macron como representante de su país reivindica la idea de que el cambio de Europa tiene
que ser a largo plazo y con esto propuso constituir una comunidad política europea, donde
se integren países con los mismos valores pero que no forman parte del bloque Europeo.

El problema a esta propuesta es que 13 de los 27 países europeos rechazaban al final la


propuesta de cambio de esos tratados dando a entender que este era un procedimiento
mucho más “peligroso” de lo pensado y que no era algo a lo que se quería hacer frente
ahora.

“Informe anual sobre las operaciones de ayuda


humanitaria de la UE financiadas en 2022”
(COM/2023/500 final) de 31/08/2023

“Ayudar a salvar y preservar vidas, prevenir y aliviar el sufrimiento humano y salvaguardar la


integridad y la dignidad humana de las poblaciones afectadas por peligros naturales o
catástrofes provocadas por el ser humano que tenga lugar dentro o fuera de la UE”

DG ECHO actúa tanto como donante de ayuda humanitaria y servicio de emergencia de la


UE como en calidad de coordinador y facilitador de las operaciones de protección civil a
escala de la UE a través del Mecanismo de Protección Civil de la Unión

Principios humanitarios de humanidad, imparcialidad, independencia y neutralidad, artículo


214 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea
El año 2022 estuvo fuertemente marcado por la guerra de agresión de Rusia contra
Ucrania, generando una crisis humanitaria en Europa. La Unión Europea (UE) llevó a
cabo una destacada operación de ayuda humanitaria, siendo la de mayor
envergadura desde la creación del Mecanismo de Protección Civil de la Unión. A
nivel mundial, la situación humanitaria se deterioró debido a conflictos, cambio
climático, gobernanza fallida y la persistencia de la pandemia de COVID-19.

Según el Panorama Global Humanitario de 2022 de la ONU, se estimó que 326


millones de personas necesitaban ayuda, con un aumento del 30.4% con respecto a
2021. La financiación no pudo mantenerse al ritmo de estas crecientes necesidades,
resultando en una brecha de 18,300 millones de dólares al final de 2022.

A pesar de los desafíos, la Dirección General de Ayuda Humanitaria y Protección


Civil de la UE (DG ECHO) logró cumplir sus objetivos. La UE fue un importante
donante humanitario mundial, asignando un presupuesto de 2,600 millones de euros
para 2022. Este presupuesto permitió intervenir en crisis destacadas, como Ucrania,
Siria, Afganistán y Etiopía, así como en crisis olvidadas.

La DG ECHO asignó fondos a diversas regiones del mundo, abordando necesidades


específicas como inseguridad alimentaria, desplazamientos y desastres naturales.
Se destacan las intervenciones en África, Oriente Medio, Europa del Este y Asia,
donde se reforzaron presupuestos para hacer frente a situaciones críticas.

A pesar de los desafíos logísticos y de seguridad, la UE mantuvo su posición como


donante clave y proporcionó ayuda humanitaria basada en principios y necesidades.
La financiación inicial de 1,794.4 millones de euros se incrementó a lo largo del año
para hacer frente a crisis específicas, demostrando la flexibilidad y capacidad de
adaptación de la DG ECHO.

En resumen, a pesar de un entorno global complejo, la UE y la DG ECHO


desempeñaron un papel fundamental en la respuesta humanitaria, abordando crisis
críticas y emergencias olvidadas en diversas regiones del mundo.

Por lo general, la DG ECHO no presta ayuda humanitaria de manera directa, sino que
cumple su mandato mediante el suministro de financiación para alrededor de 200 socios
(lista completa incluida en el anexo II). En 2022, la financiación facilitada a los socios de la
DG ECHO se distribuyó de la siguiente manera: el 38,6 % para organizaciones no
gubernamentales (ONG), el 49,6 % para agencias de las Naciones Unidas, el 11,2

En 2022, la Dirección General de Ayuda Humanitaria y Protección Civil de la Unión


Europea (DG ECHO) desempeñó un papel crucial en la entrega de ayuda humanitaria
a nivel mundial. La DG ECHO se comprometió a promover el multilateralismo y
contribuir a un orden mundial basado en normas, participando activamente en la
configuración de la promoción humanitaria y políticas a nivel europeo y global.

Hubo avances significativos en la implementación de compromisos del Gran Pacto,


especialmente en financiamiento flexible, evaluaciones conjuntas de necesidades y
simplificación de informes para mejorar la eficiencia de la respuesta humanitaria. La
DG ECHO contribuyó a fondos nacionales mancomunados, promoviendo la
localización y el uso de financiamiento flexible.

Se intensificaron las labores de promoción y difusión para mejorar la financiación


humanitaria y el reparto de responsabilidades entre donantes, incluyendo los
Estados miembros. Se fortalecieron asociaciones programáticas a largo plazo con
organizaciones internacionales y de la ONU, destacando ejemplos innovadores de
asociaciones con el CICR y la FICR.

La política sobre logística humanitaria se implementó en febrero de 2022, buscando


aumentar la eficiencia y eficacia en las operaciones humanitarias. La Capacidad
Europea de Respuesta Humanitaria, activada en marzo de 2022, proporcionó apoyo
rápido y temporal a socios para cerrar brechas en la respuesta humanitaria.

La DG ECHO realizó operaciones logísticas significativas, incluyendo transporte


aéreo humanitario, vuelos humanitarios de la UE y operaciones de transporte
terrestre en diversos países. Se asignaron 23,5 millones EUR a estas actividades en
2022.

El conjunto de herramientas de emergencia, incluyendo ALERT, herramienta para


epidemias y DREF, proporcionó ayuda humanitaria de emergencia por un total de
36,5 millones EUR en crisis inesperadas. Esto incluyó respuesta a inundaciones,
ciclones, terremotos, y brotes de enfermedades como el ébola y el cólera.

En temas alimentarios y nutricionales, la DG ECHO aumentó su ayuda a más de


1,000 millones EUR, superando en más del 75% la ayuda de 2021. Se contribuyó a la
estrategia del Equipo Europa y se cumplió con el compromiso de respaldar objetivos
nutricionales con un presupuesto de al menos 4,200 millones EUR hasta 2024.

En 2022, se financiaron proyectos de salud con casi 300 millones EUR, enfocándose
en atender las necesidades sanitarias básicas de manera adecuada. La DG ECHO
dio prioridad a la prevención, preparación y respuesta ante epidemias y pandemias,
con enfoque en acceso equitativo a atención médica de calidad.

La DG ECHO mantuvo una presencia pública activa, participando en foros


multilaterales sobre el Derecho Internacional Humanitario (DIH) y apoyando la
protección del personal humanitario, la educación y la atención a niños afectados
por conflictos armados.

Se mantuvo el enfoque en la protección, integrando perspectivas de género y edad


en todas las intervenciones humanitarias. La DG ECHO apoyó la prevención de
violencia de género, la protección de la infancia, y la inclusión de personas con
discapacidad.

En 2022, se publicó la política de la DG ECHO sobre transferencias humanitarias de


efectivo, representando un cambio significativo en la vinculación de las
transferencias con la protección social. Se hizo hincapié en la eficiencia y calidad de
los programas de efectivo.

Se abordaron temas relacionados con el cambio climático y la degradación


medioambiental, con la DG ECHO adaptando su respuesta a las necesidades
cambiantes y publicando requisitos medioambientales mínimos para reducir la
huella de carbono en la ayuda humanitaria.

En cuanto a comunicación, se llevaron a cabo diversas actividades para mantener el


apoyo público y político, incluyendo campañas de sensibilización como "Climate
Connect", que destacó los efectos humanitarios del cambio climático.

La DG ECHO continuó su compromiso con la educación en situaciones de


emergencia, invirtiendo el 10% del presupuesto anual inicial de ayuda humanitaria de
la UE en educación. La inversión total en educación en 2022 superó los 220 millones
EUR.

En 2022, los servicios de evaluación de la Comisión desempeñaron un papel crucial


al dirigir y coordinar la función de evaluación, garantizando resultados oportunos y
de alta calidad. Su responsabilidad incluyó la producción de pruebas que facilitaran
decisiones informadas y rendición de cuentas. Las evaluaciones, ya sean
geográficas, temáticas o centradas en asociaciones específicas, fueron llevadas a
cabo con el objetivo de proporcionar información valiosa. En el anexo III se detalla
una lista de las evaluaciones completadas y en curso durante dicho año.

Práctica 2. Las organizaciones de cooperación

La organización del Tratado del Atlántico Norte


En este primer enlace vemos la página principal de la web de La organización del
Tratado del Atlántico Norte (OTAN), donde encontramos distintas noticias de
actualidad que han ocurrido en la UE y que son de interés para esta organización
como discursos, en este caso del secretario general de la OTAN en una reunión en
Florida, donde pone de manifiesto que la OTAN hace a Estados Unidos más fuerte y
más seguro. Y esto entre otras notícias más.

Es por esto que la OTAN es una alianza de países de Europa y Norteamérica.


Constituye un enlace único entre estos dos continentes, lo que les permite consultar
y cooperar en el campo de la defensa y la seguridad y realizar juntos operaciones
multinacionales de gestión de crisis. En teoría, estaba destinada a ser una garantía
de seguridad de los estados de Europa Occidental ante la Unión Soviética y sus
aliados. Como le era propio a la coyuntura de la Guerra Fría, las fuerzas de la OTAN
actuaron como fuerza disuasoria. Después de la constitución de la OTAN, nuevos
países fueron sumándose.

España se unió a esta gran alianza en el año 1989, y España combina su actuación
en la OTAN con la participación activa en la Política Común de Seguridad y Defensa
en el seno de la Unión Europea. El propio Tratado de Lisboa de la UE subraya que
la OTAN sigue siendo -para los Estados de la Unión que son miembros de la misma-
el fundamento de su defensa colectiva.

De los 10 países que fundaron la OTAN en la actualidad se aprecia un incremento


de hasta 20 estados más. En 1952 se anexionaron Grecia y Turquía y en 1955
Alemania. En 1982 con su progreso hacia la democracia y como consecuencia de
su entrada en la UE, España se convierte en país miembro de la OTAN. En 1999 se
anexionan Hungría, Polonia y R. Checa. En 2004 se produce una gran ampliación
donde se cede un espacio a Bulgaria, Eslovaquia, Eslovenia, Estonia, Letonia,
Lituania y Rumanía. En el año 2009 Albania y Croacia se adhieren y en 2017
Montenegro. Por último, la última incorporación viene de la mano de Macedonia del
Norte en el año 2020 que es la entrada más reciente de un país en la OTAN. En la
actualidad son 31 miembros con la entrada en 2023 de Finlandia. Se considera que
la OTAN está abierta a la adhesión de cualquier estado europeo siempre y cuando
cumpla con los valores que promociona la organización, así como los requisitos
expuestos en el tratado fundacional de la misma.

En la página de esta alianza encontramos además distintas medidas que se llevan a


cabo por el acuerdo de los países que están dentro de esta organización. La última
que podemos encontrar trata de un resumen de la estrategia de tecnologías
cuánticas de la OTAN en la que se habla de que los avances en tecnologías
cuánticas están en camino de revolucionar múltiples sectores, desde la informática
hasta la seguridad nacional. Sin embargo, estos avances también plantean desafíos
significativos, incluida la competencia estratégica y la seguridad cibernética.
La OTAN y sus aliados buscan desarrollar un ecosistema cuántico seguro y
competitivo, garantizando la coherencia en la inversión, la cooperación entre aliados
y la protección contra posibles ataques. Es por tanto que la OTAN busca identificar y
desarrollar aplicaciones militares y de doble uso de las tecnologías cuánticas,
mejorar la interoperabilidad y mantener una ventaja tecnológica. Además, busca
crear una comunidad transatlántica para colaborar en investigación y desarrollo. Y
es crucial acelerar el desarrollo de tecnologías cuánticas y adoptar un enfoque de
"aprender haciendo". La cooperación entre aliados y la inversión en tecnologías
habilitadoras son esenciales para el éxito. También se enfatiza la importancia de un
enfoque ético y responsable hacia la innovación cuántica, abordando
preocupaciones sobre privacidad, estándares internacionales y sostenibilidad, se
destaca la necesidad de una estrecha colaboración entre aliados y la industria para
traducir avances en tecnologías cuánticas en capacidades operativas.

Las tecnologías cuánticas tienen implicaciones en la ciberseguridad y la criptografía.


La OTAN busca fortalecer la resiliencia cibernética y mejorar la seguridad de las
comunicaciones contra posibles ataques.

Es por tanto que, la estrategia de la OTAN para las tecnologías cuánticas busca
maximizar los beneficios de estos avances mientras mitiga los riesgos asociados,
garantizando así la preparación y seguridad de la Alianza.

Práctica 3. Los principios de la Unión Europea

Principios Relativos a la acción y al funcionamiento de la UE


(III)

STJ de 18 de junio de 2015, República de Estonia c. Parlamento y Consejo, asunto


C-508/13 (apartados 18, 28 a 40, 44 a 55 y 65)

En una sentencia emitida por el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE), se


plantea la anulación de una Directiva, en este caso por parte de Estonia,
mencionando tres motivos: la violación del principio de proporcionalidad y
subsidiariedad, y el incumplimiento de la obligación de motivación.

En cuanto a la presunta violación del principio de proporcionalidad, el TJUE recalca


que este principio es fundamental en el Derecho de la Unión, consistiendo en
adaptar los medios a los objetivos perseguidos para evitar excesos en la aplicación
de medidas. El objetivo de la Directiva en cuestión es establecer un marco normativo
que armonice la información financiera para mejorar la comparabilidad de los
estados financieros de las empresas de la Unión y evitar cargas adicionales para las
pequeñas empresas. El legislador propone medidas que limitan las obligaciones
adicionales impuestas a las pequeñas empresas y exigen que estas estén previstas
en la normativa fiscal nacional. Estonia no proporciona pruebas válidas que
demuestren una extralimitación de la Unión en este aspecto.

A pesar de ello, el TJUE reconoce que Estonia ha presentado elementos que


cuestionan la efectividad de las medidas adoptadas para mejorar la comparabilidad
de los estados financieros de las empresas. Sin embargo, el tribunal concluye que no
se puede constatar una violación del principio de proporcionalidad.

En cuanto al principio de subsidiariedad, el TJUE examina si los objetivos podrían


alcanzarse más eficientemente a nivel nacional. Se argumenta que, aunque la
armonización de la información contable y financiera podría lograrse eficientemente
a nivel estatal, esto podría resultar en una carga administrativa desproporcionada
para las pequeñas empresas, contraviniendo el objetivo principal de la Directiva. Por
lo tanto, el tribunal determina que la Directiva no infringe el principio de
subsidiariedad.

Los datos presentados por Estonia son considerados de baja calidad, ya que no
tienen en cuenta la situación de otros Estados miembros. Por lo tanto, el tribunal
desestima este segundo argumento.

En resumen, el TJUE decide desestimar los dos argumentos presentados por


Estonia, ya que no pueden invalidar un acto de la Unión basándose únicamente en la
situación particular de un Estado miembro.

STJ de 16 de julio de 2015, Comisión c.Consejo, asunto C-425/13 (apartados 60 a


71)

La sentencia en cuestión aborda los principios fundamentales del equilibrio


institucional, que se centra en la distribución de poderes entre las instituciones de la
Unión Europea según lo establecido en los tratados. Estos tratados garantizan a las
instituciones un poder específico de intervención en el proceso de toma de
decisiones.

En el caso analizado, la Comisión argumenta que la obligación de informar por


escrito al Consejo sobre el resultado de las negociaciones viola el Artículo 218 del
Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea (TFUE), el Artículo 13 del Tratado de
la Unión Europea (TUE) y contraviene el principio de equilibrio institucional. La
jurisprudencia destaca que el Artículo 218 establece competencias específicas para
las instituciones de la Unión, incluyendo la negociación de acuerdos por parte de la
Comisión, aunque estos deban ser finalizados por el Consejo con la aprobación del
Parlamento. La representación exterior de la Unión es una competencia reconocida
a la Comisión, excepto en política exterior y seguridad común según el Artículo 17
del TUE.

La Comisión y el Consejo deben respetar el principio de cooperación según el


Artículo 13 del TUE, lo que implica un proceso de consulta estrecho entre las
instituciones. El Artículo 218 establece que cuando el Consejo designe un Comité
especial, este debe ser consultado durante todas las negociaciones, y la Comisión
puede ser requerida para facilitar información relevante para el desarrollo adecuado
de las negociaciones.

El Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) concluye que la obligación de


informar al Consejo sobre los resultados de las negociaciones es consistente con lo
dispuesto en el Artículo 218 del TFUE. Respecto a la presunta infracción del Artículo
13 del TUE, el TJUE determina que cada institución debe actuar dentro de los límites
establecidos por los tratados, y en este caso, no se ha infringido lo dispuesto en
dicho artículo.

STJ de 6 de octubre 2015, Comisión c.Consejo, asunto C-73/14


En esta sentencia, el Consejo argumenta que el Artículo 335 del Tratado de
Funcionamiento de la Unión Europea (TFUE) no puede aplicarse. Se sostiene que el
Artículo 13.2 exige que el contenido de las observaciones escritas en nombre de la
Unión no forme parte del principio de atribución de competencias.

El Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) establece que el Artículo 13 del


TFUE establece que cada institución debe actuar dentro de los límites de las
competencias atribuidas por los tratados. Esta disposición se corresponde con el
principio de equilibrio institucional, que implica que cada institución de la Unión debe
ejercer sus competencias sin invadir las de las demás. El tribunal enfatiza que el
Artículo 13, en relación con el principio de equilibrio institucional, destaca la
necesidad de colaboración entre las instituciones, evitando interferir en los intereses
y objetivos del resto, es decir, se requiere una cooperación leal.

En este caso, el argumento principal del Consejo es que las observaciones escritas
en nombre de la Unión son competencia exclusiva del Consejo según el Artículo 218
del TFUE y el Artículo 16 del TUE. Al no poder asegurarse de que se cumplan las
condiciones esenciales, el Consejo no puede acusar a la Comisión de incumplir el
deber de cooperación leal por no haber tomado las iniciativas inherentes a la
aplicación de ambas disposiciones. Este principio requiere que la Comisión solicite
un dictamen previo del Consejo cuando se trate de expresar posiciones en nombre
de la Comisión ante un tribunal.

Finalmente, el Tribunal señala que la Comisión cumplió efectivamente con la


obligación, ya que las observaciones fueron trasladadas al Consejo. Un documento
de 22 páginas revisado en varias ocasiones, por lo que es el Consejo quien incurre
en error al afirmar que la Comisión incumplió el principio de cooperación leal en la
elaboración del contenido de las observaciones.

STJ de 5 de diciembre de 2017, Alemania c. Consejo, asunto C- 600/14

La sentencia aborda un recurso de anulación presentado por un Estado miembro


(EM), respaldado por otros, contra el Consejo de la Unión Europea en relación con
modificaciones propuestas al COTIF (Convenio Internacional relativo al Transporte
de Mercancías por Ferrocarril). La Unión Europea (UE) había propuesto enmiendas al
COTIF, que afectarían al transporte internacional de mercancías por ferrocarril.
Francia y Alemania presentaron sus propias propuestas de modificación. La
Comisión Europea también presentó propuestas y recomendó la posición que la UE
debería adoptar.

Sin embargo, la República Federal de Alemania cuestionó la competencia de la


Unión para modificar ciertos aspectos del COTIF y se opuso a la decisión adoptada
por el Consejo, alegando que los Estados miembros podrían seguir ejerciendo su
derecho a voto de manera independiente en áreas de competencia compartida.
Además, rechazó que la Comisión Europea pudiera ejercer su derecho de voto.

El Consejo de la Unión respondió indicando que las modificaciones propuestas estaban


dentro del ámbito de discusión del comité de revisión y proporcionó justificación para
las mismas.

La disputa se centra en si la Unión Europea tiene competencia para abordar las


modificaciones al COTIF. El Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) sostiene
que la UE actúa dentro de las competencias atribuidas por los Estados miembros y
que cualquier competencia no atribuida corresponde a los Estados miembros. La UE
puede adquirir competencias para celebrar acuerdos internacionales mediante
disposiciones de los tratados y actos adoptados.

En este caso, el TJUE determina que la Unión tiene competencia sobre los puntos en
cuestión sin necesidad de verificar si existe una normativa interna de la UE que
pueda ser afectada por las modificaciones propuestas, contradiciendo la posición de
la República Federal de Alemania.

Práctica 4. La ciudadanía de la Unión

3. El alcance de la ciudadanía

STJ de 8 de marzo de 2011. G. Ruiz Zambrano, asunto C-34/09

Este texto describe el caso del Sr. Ruiz Zambrano y su esposa, ciudadanos
colombianos que residían irregularmente en Bélgica y solicitaron asilo, pero les fue
denegado. El Sr. Ruiz Zambrano argumentó que no podían regresar a Colombia
debido a la guerra civil y que tenían un hijo menor que fue secuestrado allí.
Posteriormente, tuvieron dos hijos más en Bélgica, quienes adquirieron la
nacionalidad belga por nacimiento.

Se solicitó la residencia permanente basándose en su condición de padres de


ciudadanos belgas menores de edad, pero les fue denegada. Sin embargo, se
argumentó que tenían derecho a residir en virtud del derecho de residencia derivado
reconocido en un caso legal previo, la sentencia Zhu y Chen, que establece que los
Estados miembros deben suprimir las restricciones a los ascendientes de
ciudadanos de la UE, independientemente de su nacionalidad.

Se presentaron cuestiones prejudiciales sobre la interpretación del artículo 20 del


Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea (TFUE), particularmente en relación
con si los padres de un menor ciudadano de la UE tienen derecho a residir en el país
del menor. Además, se cuestionó si este derecho implica una dispensa de permiso
de trabajo para los progenitores.

El tribunal concluyó que, dado que los hijos eran ciudadanos de la UE, era lógico
conceder la residencia permanente a sus progenitores como ciudadanos de la UE, y
que los padres deberían obtener una dispensa de permiso de trabajo.
STJ de 13 de septiembre de 20016 Rendon Marin, asunto C-165714

El Sr. Rendón Marín, ciudadano colombiano, es padre de dos hijos menores nacidos
en Málaga, uno con nacionalidad española y otro con nacionalidad polaca. Tras
obtener la guarda y custodia exclusiva de sus hijos en mayo de 2009, solicitó en
febrero de 2010 una autorización de residencia temporal por circunstancias
excepcionales en el Ministerio de Trabajo e Inmigración, la cual le fue denegada
debido a antecedentes penales. Presentó un recurso ante la Audiencia Nacional, que
fue desestimado, y luego un recurso de casación ante el Tribunal Supremo.

En su recurso de casación, Rendón argumentó que la interpretación incorrecta de las


sentencias Zhu y Chen y Ruiz Zambrano debería haber llevado a la concesión de la
autorización de residencia. El Tribunal Supremo, al reconocer que la denegación
implicaría la salida forzosa del territorio nacional tanto para él como para sus hijos,
decidió suspender el procedimiento y plantear una cuestión prejudicial ante el
Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE).

En su respuesta, el TJUE señaló que el artículo 20 del TFUE confiere a los


ciudadanos de la Unión Europea (UE) el derecho fundamental a circular y residir
libremente en el territorio de los Estados miembros. Sin embargo, este derecho no
se extiende automáticamente a los nacionales de terceros Estados, sino que se
deriva de los derechos otorgados a los ciudadanos de la UE. Negar el derecho de
residencia a un nacional de un tercer Estado miembro de la familia de un ciudadano
de la UE vulneraría el efecto de la libre circulación europea si ello resultara en la
salida del territorio de la UE.

En este caso particular, los hijos de Rendón tienen la nacionalidad de un Estado


miembro, lo que les otorga automáticamente el derecho a circular y residir
libremente en el territorio de la Unión.

STJ de 13 de septiembre de 2016, CS, asunto C-304/14

Se plantea una cuestión prejudicial sobre si el artículo 20 del Tratado de


Funcionamiento de la Unión Europea (TFUE) debe interpretarse como oposición a
una normativa del Estado miembro que impide a un nacional de un tercer estado,
condenado penalmente por una infracción grave, residir en el país cuando tiene a su
cargo a un menor que es nacional del Estado miembro y no ha ejercido su derecho
de libre circulación.
El Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) ha afirmado previamente que la
situación de un ciudadano de la Unión que no ha ejercido su derecho a la libre
circulación, como el hijo de un nacional de un tercer estado con un hijo de
nacionalidad británica, no puede equipararse automáticamente a una situación
interna.

La ciudadanía de la Unión confiere a todo ciudadano el derecho fundamental a


circular y residir libremente en el territorio de los Estados miembros. El artículo 20
del TFUE se opone a medidas nacionales que priven a los ciudadanos de la Unión
del disfrute efectivo de los derechos conferidos por su estatuto. Sin embargo, las
disposiciones del tratado no otorgan derechos autónomos a los nacionales de
terceros estados.

El TJUE establece que, aunque no se haya ejercido la libertad de circulación, pueden


existir situaciones en las que se deba reconocer el derecho de residencia a un
nacional de un tercer estado que sea miembro de la familia de un ciudadano de la
Unión para no vulnerar el efecto útil de la ciudadanía de la Unión.

El artículo 20 del TFUE no impide a los Estados miembros invocar excepciones


relacionadas con el mantenimiento del orden público y la seguridad jurídica. Sin
embargo, la seguridad jurídica debe interpretarse estrictamente, y el orden público
requiere una amenaza real, actual y suficientemente grave.

STJ de 8 de mayo de 2018, K.A y otros, asunto C-82/16

La ciudadanía de la Unión confiere a los ciudadanos el derecho a circular y residir


libremente en el territorio de los Estados miembros, sujeto a las limitaciones y
condiciones establecidas en los tratados.

Los derechos concedidos a un nacional de un tercer estado, del cual un menor o


ciudadano de la UE depende, se derivan de los derechos del ciudadano de la Unión,
especialmente del derecho derivado del artículo 20 del TFUE. El Tribunal de Justicia
de la Unión Europea (TJUE) ha identificado varias situaciones en las que estos
derechos se ven menoscabados.

Forzar a un nacional de un tercer país a abandonar el territorio sin considerar si


existe una relación de dependencia con un ciudadano de la Unión sería contrario al
objetivo del artículo 20 del TFUE. Las autoridades deben evaluar el riesgo de que el
ciudadano de la Unión abandone el país y considerar el derecho al respeto de la vida
familiar (artículo 7 de la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea),
especialmente en relación con el interés superior del niño.

Sin embargo, la mera existencia de un vínculo familiar entre un ciudadano de la


Unión menor de edad y su progenitor, nacional de un tercer país, no es suficiente
para justificar el reconocimiento de un derecho de residencia derivado en el territorio
del Estado miembro del que el hijo sea nacional.

STJ de 17 de diciembre de 2020, General staatsamwaltschad Berlin, asunto


C-398/19
La sentencia Pisciotti establece que el Estado miembro requerido cumple con su
obligación de información al permitir que las autoridades del Estado del que la
persona reclamada es nacional puedan reclamar en el marco de una orden de
detención europea, en consonancia con el principio de cooperación leal entre la UE y
los Estados miembros.

Sin embargo, ni el Estado requerido ni el Estado del que la persona reclamada es


nacional están obligados a solicitar al Estado tercero requirente el expediente penal,
ya que esto carece de fundamento legal y podría ser incompatible con el objetivo de
proteger los derechos de libre circulación y residencia de los ciudadanos de la Unión.

La jurisprudencia establece que el Estado miembro de la persona reclamada, al ser


informado de una solicitud de extradición, tiene la oportunidad de emitir una orden
de detención europea. Aunque el Estado del que la persona reclamada es nacional
no haya emitido dicha orden, el Estado requerido puede continuar con el
procedimiento de extradición si ha sido informado adecuadamente.

En cuanto a la segunda cuestión prejudicial, se refiere a la interpretación de los


artículos 18 y 21 del TFUE, que establecen que cuando un tercer Estado remite una
solicitud de extradición a un Estado miembro, este último debe ser informado de
dicha solicitud, sin que ninguno de los Estados anteriores esté obligado a solicitar al
tercero la entrega del expediente penal. Además, el Estado requerido puede
extraditar a la persona sin esperar a que el Estado del ciudadano renuncie a emitir
una orden de detención.

La tercera cuestión prejudicial plantea si un Estado miembro, al recibir una solicitud


de extradición de un tercer Estado contra un ciudadano de la Unión, está obligado a
denegar la extradición y ejercer acciones penales por sí mismo. El Tribunal aclara
que la extradición es un procedimiento para combatir la impunidad de personas
acusadas de delitos fuera de su territorio, y que las normas nacionales que permiten
responder favorablemente a estas solicitudes son adecuadas, siempre que no haya
medidas alternativas menos lesivas para los derechos conferidos por el TFUE.

El Tribunal concluye que no tiene competencia para interpretar el Derecho interno de


un Estado miembro en este contexto, donde un Estado remite a otro para perseguir a
un nacional extranjero por delitos cometidos fuera de su territorio.
Práctica 5. El consejo Europeo y el Consejo de la Unión

2. La presidencia del Consejo


Exponer las competencias, funcionamiento y programas de la Presidencia y del Trío
de Presidencias, u,lizando el Reglamento Interno del Consejo y las Observaciones
sobre el reglamento

El Consejo es una institución clave de la Unión Europea donde se reúnen los


representantes ministeriales de los Estados Miembros. Tiene la capacidad de tomar
decisiones vinculantes para sus respectivos estados mediante votación. Junto con
el Parlamento Europeo, desempeña un papel fundamental en el proceso legislativo
de la UE, adoptando actos legislativos a través de procedimientos ordinarios o
especiales, como el régimen presupuestario. Además, el Consejo juega un papel
importante en la formulación y coordinación de políticas.

El Consejo se organiza en 10 formaciones diferentes según los asuntos a tratar,


siendo dos de ellas obligatorias: el Consejo de Asuntos Generales y el Consejo de
Asuntos Exteriores. Los mandatos de cada formación no están determinados por los
tratados y suelen basarse en la práctica.

La Presidencia del Consejo se encarga de dirigir y coordinar el trabajo del Consejo.


Cada Estado Miembro asume esta función por turnos, garantizando así la
continuidad del programa de trabajo del Consejo. Entre sus funciones se encuentran
la planificación y presidencia de las sesiones, la organización de reuniones formales
e informales, y la representación del Consejo en relaciones con otras instituciones
de la UE, como la Comisión y el Parlamento Europeo. La Presidencia también
negocia acuerdos legislativos en nombre del Consejo.

La rotación de la Presidencia del Consejo se realiza entre los Estados Miembros de


la UE en turnos de seis meses, establecidos por el propio Consejo. Los Estados
Miembros que ejercen la Presidencia trabajan en grupos de tres, llamados Tríos, que
establecen objetivos a largo plazo y preparan un programa común para un período
de dieciocho meses. España, Bélgica y Hungría conforman el Trío actual.

En cuanto al programa español de la Presidencia, se centra en cuatro pilares


principales. En primer lugar, busca impulsar la reindustrialización de la Unión y
avanzar hacia una Europa verde. También se enfoca en el crecimiento económico, la
solidaridad política entre los países, el apoyo a Ucrania y la gestión de migraciones y
del espacio Schengen. Otro aspecto clave es el refuerzo del ámbito sanitario y
educativo durante su mandato.
El programa de la presidencia española

La Unión Europea representa un proyecto de bienestar para todos los europeos,


buscando ser accesible y cercano a sus ciudadanos, mientras se compromete a
encontrar soluciones europeas a los desafíos que enfrenta.

España, durante su Presidencia del Consejo de la Unión Europea bajo el lema


"Europa, más cerca", ha abogado por una Europa global, autónoma, digital y
ecológica que combine la innovación con la justicia social. Se han centrado en
cuatro prioridades principales: reindustrializar la UE y asegurar su autonomía
estratégica, avanzar en la transición ecológica, promover una mayor justicia social y
económica, y fortalecer la unidad europea.

Durante su mandato, España ha trabajado para profundizar la integración


institucional y mejorar los procesos de toma de decisiones, así como para impulsar
la ampliación de la Unión Europea. Ante la crisis desencadenada por la invasión rusa
de Ucrania, España ha mantenido un firme apoyo a ese país.

En el ámbito económico, la Presidencia española ha prestado atención a la


convergencia de legislaciones nacionales y a la digitalización de la justicia. Se ha
centrado en proteger el espacio Schengen y gestionar los flujos migratorios de
manera humanitaria y efectiva.

El impulso a la reindustrialización y la mejora de la competitividad empresarial han


sido objetivos clave, así como acelerar la transición ecológica sin comprometer la
prosperidad europea. Se ha avanzado en acuerdos de asociación con regiones
prioritarias, como América Latina y el Caribe.

En respuesta a la invasión rusa de Ucrania, se ha enfatizado la necesidad de


construir un nuevo modelo económico sostenible. La descarbonización en el sector
del transporte ha sido un desafío importante.

España ha abogado por una Unión Europea de la Salud, reconociendo la importancia


de garantizar la salud de las personas en medio de la pandemia de COVID-19.
También ha trabajado en el ámbito educativo para ofrecer un marco inclusivo, digital
y competitivo para los jóvenes, y ha fortalecido la dimensión cultural y deportiva de
la UE.

La seguridad alimentaria ha sido otra preocupación, dado que la UE es el principal


productor mundial de alimentos. La Presidencia española ha continuado
combatiendo los efectos de la invasión rusa de Ucrania en el mercado y los costos
de las materias primas, la energía y los combustibles.
Programa del Trío actual

El Trío de Presidencias compuesto por España, Bélgica y Hungría colaborará


estrechamente para abordar los desafíos presentes y futuros de la Unión Europea.
La agresión de Rusia contra Ucrania y la creciente incertidumbre a nivel global han
resaltado la importancia de fortalecer la resiliencia y la autonomía estratégica de la
UE.

En este sentido, el Trío se compromete a:

● Reforzar la competitividad global de la UE mediante una base industrial


sólida, en consonancia con la transición ecológica y digital acelerada, y
promoviendo la innovación.
● Garantizar una transición justa, equitativa e inclusiva hacia una economía
sostenible, abordando los retos sociales, incluido el demográfico.
● Fortalecer las asociaciones internacionales, la cooperación multilateral y la
seguridad en todas sus dimensiones, así como desarrollar una política
comercial ambiciosa y equilibrada que defienda los intereses europeos y los
valores de la UE.

El Trío dirigirá los trabajos del Consejo al final del ciclo institucional actual para
facilitar una transición fluida al siguiente ciclo. También contribuirá a reflexionar
sobre la integración de nuevos miembros para fortalecer las políticas europeas
clave.

Basándose en la experiencia de la Conferencia sobre el Futuro de Europa, el Trío


continuará intensificando el diálogo con los ciudadanos, en colaboración con las
demás instituciones de la UE dentro de sus competencias.

El Trío se esforzará por profundizar el mercado único de la UE, eliminando barreras y


asegurando condiciones equitativas para todos los Estados miembros. Además,
promoverá la autonomía estratégica abierta, la resiliencia económica y la
competitividad, con un enfoque especial en las transiciones ecológica y digital.

En el ámbito presupuestario, el Trío buscará asegurar la sostenibilidad y promover la


estabilidad macroeconómica, mientras se facilita la financiación de inversiones
sostenibles y reformas estructurales.

Se prestará especial atención a la cooperación en investigación e innovación, la


gestión del espacio, la transformación digital inclusiva y la educación permanente.
Además, se trabajará en el fortalecimiento de la política de cohesión, la protección
del medio ambiente, la seguridad alimentaria y la promoción de la cultura y el
deporte europeos.

El objetivo final del Trío es contribuir a la elaboración, adopción y aplicación de la


Agenda Estratégica para el período 2024-2029, garantizando la paz, la estabilidad y
el bienestar de los Estados miembros y sus ciudadanos en un marco de integración
europea sólida y duradera.

Práctica 6. La Comisión Europea

3. Las obligaciones de los Comisarios

Normas de ética e integridad de los miembros de la Comisión

La Comisión Europea elaboró en 1999 y amplió en 2018 una directiva que establece
las normas éticas que deben seguir los miembros de la propia Comisión. Estos
miembros son seleccionados por su compromiso con Europa y sus competencias
generales para desempeñar el cargo, y están obligados a rendir cuentas al
Parlamento Europeo sobre su actividad.

Al asumir el cargo, se comprometen a respetar las obligaciones inherentes al


mismo, así como a mantener discreción y honestidad. Deben cumplir con los
requisitos de transparencia en relación con las reuniones con organizaciones o
personas establecidas en la decisión.

En términos generales, los miembros de las instituciones están obligados a


mantener la confidencialidad de la información protegida por el secreto profesional y
los datos empresariales relacionados con sus actividades comerciales. Los
exmiembros también están legalmente obligados a realizar declaraciones de
conformidad con el artículo 10.4 del Reglamento interno.

Respecto a los principios éticos, los miembros deben dedicarse plenamente al


desempeño de sus funciones en interés general de la Unión, actuando de acuerdo
con las normas establecidas en los Tratados y asumiendo la responsabilidad
colectiva por las decisiones adoptadas. Deben respetar la dignidad de su cargo y
evitar cualquier conflicto de interés, así como abstenerse de ejercer cualquier
actividad profesional que no esté relacionada con sus funciones.
En cuanto a la colegialidad y la discreción, deben mantener lealtad a la Comisión y
ejercer sus funciones con dirección. Se abstendrán de revelar el contenido de los
debates de la Comisión o cualquier comentario que pueda cuestionar una decisión
tomada por la misma.

Durante su mandato, pueden participar en la política nacional como miembros de


partidos políticos nacionales, siempre que informen al presidente de su intención de
hacerlo. Sin embargo, se abstendrán de hacer declaraciones públicas en nombre de
un partido político u organización de interlocutores sociales, a menos que sean
candidatos en elecciones.

También pueden participar en la política europea como miembros de partidos


políticos europeos u organizaciones de interlocutores sociales a nivel europeo, con
las mismas restricciones sobre declaraciones públicas. Una vez finalizado su
mandato, siguen sujetos a las obligaciones de colegialidad y discreción.

Si desean ejercer actividad profesional dentro de los dos años posteriores a su cese
en funciones, deben informar a la Comisión con al menos dos meses de antelación,
y la Comisión evaluará la compatibilidad de dicha actividad con las normas
establecidas. Los ex miembros no pueden ejercer presión sobre los miembros en
relación con asuntos de los que hayan sido responsables.

STJCE de 11 de julio de 2006. Comisión c. Édith Cresson, asunto C-432/04


(apartados 57 a 75 y 126 a 151)

Esta sentencia aborda jurisprudencia fundamental relacionada con la


violación de la obligación de honestidad y transparencia por parte de los
comisarios, incluso después de finalizar su mandato. La Comisión argumenta
una infracción del artículo 213 del Tratado de la Comunidad Europea (TCE),
que regula las obligaciones inherentes al cargo de Comisario.
Específicamente, se acusa a la señora Cresson de no cumplir con estas
obligaciones. Sin embargo, ella sostiene que esta disposición carece de base
legal y presenta tres argumentos fundamentales.

En primer lugar, argumenta que el incumplimiento de las obligaciones por


parte de los comisarios, que no implique la aceptación de actividades ajenas
al servicio, solo puede ser sancionado con la cesación del supuesto. Alega
que no se puede interponer un recurso dirigido a imponer una sanción basada
únicamente en la privación de su derecho a la pensión. Además, afirma que
no le es aplicable el artículo 213, sino el artículo 216.

El Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) procede a examinar el


artículo 213, estableciendo las principales obligaciones y prohibiciones a las
que están sujetos los miembros de la Comisión. Se requiere que ejerzan sus
funciones con absoluta independencia y en interés general de la comunidad, y
prohíbe que realicen cualquier otra actividad paralela a sus funciones.

En cuanto a la infracción de los deberes, el Tribunal puede imponer una


sanción consistente en la declaración de cesación o la privación del derecho a
la pensión. Esta privación solo puede aplicarse si el incumplimiento se
comete mientras el miembro de la Comisión está en funciones. De lo
contrario, el Tribunal tiene la libertad para declarar la privación total o parcial
del derecho a la pensión según la gravedad del incumplimiento.

En conclusión, en los casos de Berthelot y Riedinger, la Comisión considera


que la señora Cresson violó las obligaciones derivadas de su cargo al cometer
una negligencia grave. Sin embargo, el Tribunal otorga un perdón de la
sanción propuesta contra la señora Cresson debido a la falta de motivos
concluyentes derivados del código de conducta de las instituciones europeas.

Práctica 7. El Parlamento Europeo

4. El Defensor del Pueblo Europeo

STJCE de 23 de marzo de 2004. Defensor del Pueblo Europeo c. Frank


Lamberts, asunto C- 234/02.

El Sr. Lamberts participó en un concurso organizado por la Comisión para el


nombramiento definitivo de agentes temporales. Se relata que no superó la prueba
oral y lo justifica aduciendo que durante la misma se encontraba bajo la influencia
de ciertos fármacos. La ingesta se produjo debido a la receta de los medicamentos
por un accidente que el Sr. Lamberts había sufrido una semana antes del concurso
de oposiciones al nombramiento temporal, pero afirma no haber solicitado el
aplazamiento de la prueba porque había una cláusula dentro de la convocatoria que
impedía el cambio de horarios. Tras revisar la reclamación, el Defensor del Pueblo
envió al interesado su decisión señalando que según su investigación la Comisión
está dispuesta a tomar en consideración las circunstancias excepcionales que
impiden a un candidato presentarse a las pruebas orales en la fecha indicada, y
añade que la Comisión debería informar a los candidatos de esta posibilidad. No
obstante, en cuanto al hecho, la institución no permitió al señor presentarse por
segunda vez. A esto el Defensor remarcó en su decisión que en concurso debe
organizarse respetando plenamente el principio de igualdad de trato de los
candidatos. Si se produce una vulneración de este principio se podría dar la
anulación del concurso y sus respectivos resultados pudiendo originarse elevados
costes económicos administrativos. El Defensor del Pueblo volvió a reiterar al
terminar el asunto, que la Comisión debería incluir a futuro en los escritos de la
convocatoria a la prueba oral una cláusula específica para informar a los candidatos
de que en circunstancias excepcionales cabe la posibilidad de modificar la fecha
indicada, siempre en interés de una buena administración. Concluye con que en el
caso de Lamberts se hace referencia a procedimientos de hechos específicos que
tuvieron lugar en el pasado y no procedía buscar una solución amistosa. Lo que
finalmente llevó a archivar el caso. En el año 2000 Lamberts interpuso un recurso
contra el Defensor del Pueblo y el Parlamento Europeo solicitando la indemnización
por los daños materiales y morales presuntamente sufridos por el demandante
como consecuencia de la tramitación de su reclamación. En esta sentencia el
Tribunal de Primera Instancia analizó la admisibilidad del recurso y apoyándose en la
jurisprudencia del Tribunal de Justicia se muestra posible interponer un recurso
contra cualquier órgano comunitario con objeto de exigir su responsabilidad
extracontractual y reparar el perjuicio causado. Así pues este Tribunal desestimó el
recurso por estar mal infundado ya que el Sr. Lamberts no había demostrado que el
Defensor hubiera incurrido en un comportamiento lesivo susceptible de
indemnización por daños. Con este recurso de casación el Defensor le solicita al
Tribunal que anule la sentencia recurrida y declare la inadmisión de dicho recurso.
Por su parte, el Defensor reconoce que los ciudadanos pueden interponer un recurso
para la reparación de los perjuicios que les haya podido causar un comportamiento
lesivo por su parte. En las alegaciones por parte de las partes el Defensor le
reprocha al Tribunal haber llevado a cabo un control judicial de la regularidad del
procedimiento de investigación y de la decisión de poner fin al procedimiento
cuando el control corresponde al Parlamento. Un asunto que se respalda en la
Decisión 94/262 en base a la cual el Defensor debe presentar al Parlamento
informes especiales y un informe anual sobre su actividad. Defiende que estos
informes son examinados por el Parlamento y son objeto de deliberación. En el caso
que estamos analizando, la investigación que lleva a cabo es presentada ante el
Parlamento en 1999 y aprobada en el año 2000. Una vez analizado, el propio
Parlamento elaboró su propio informe. Se prevé un procedimiento concreto para el
supuesto de que el Defensor incurra en falta grave, y en este supuesto la
participación del Parlamento el TJUE puede destituir al Defensor y alegar que si
Lamberts consideraba que el Defensor no había tramitado su reclamación
correctamente debería haberse dirigido al Parlamento y no al Tribunal. El Defensor y
el Parlamento añaden que las interpretaciones usadas por el Tribunal para declarar
admisible un recurso que tiene por objeto la reparación de un perjuicio causado por
el Defensor. El Tribunal señala que el Tribunal de Primera Instancia no ha incurrido
en error de Derecho al considerar que la facultad de control que dispone el
Parlamento no excluye un control judicial. No puede considerarse que la obligación
del Defensor de presentar un informe constituya un control parlamentario del
cumplimiento de sus funciones en la tramitación de las reclamaciones de los
ciudadanos. Y por otra parte el procedimiento de destitución del Defensor no tiene
por objeto la apreciación de su actividad globalmente considerada y no el control por
el Parlamento del cumplimiento de sus funciones. En cualquier caso, el control
judicial no se solapa con el control que ejerce el Parlamento. En el supuesto riesgo
que se alega en el control judicial de la actividad del Defensor de que desvirtuaba su
independencia el reconocimiento de una responsabilidad por los perjuicios
causados afecta a la responsabilidad de la Comunidad. Pues bien, no parece que
exista la posibilidad de que se derive responsabilidad por parte de la Comunidad a
causa de un comportamiento negligente del Defensor en el ejercicio de sus
funciones. Según la jurisprudencia en la responsabilidad de la Comunidad se
reconoce un derecho a la indemnización cuando concurren 3 requisitos: que la
norma lesionada tenga por objeto otorgar derecho a los particulares, que la
vulneración esté suficientemente caracterizada y que exista una causalidad directa
entre el incumplimiento del autor y la víctima. Para determinar si se produjo una
violación grave del Derecho Comunitario hay que tener en cuenta la singularidad de
su contenido. En especial, es necesario recordar que el Defensor está sujeto
únicamente a una obligación de medios y que dispone de un amplio margen de
apreciación. El control que ejerce el Parlamento sobre el Defensor no excluye al
control judicial ostentado por el TJUE. Para finalizar el Tribunal de Primera Instancia
no infringió las disposiciones de Derecho de la Unión que regulan el ejercicio de las
funciones del Defensor y su control al declarar que un recurso de indemnización
basado en la responsabilidad extracontractual de la Comunidad por la supuesta
tramitación incorrecta de una reclamación es admisible.

STG de 29 de abril de 2015. Claire Staelen c. Defensor del Pueblo Europeo, asunto
T217/11

Nos adentramos entonces en el detalle de que la observancia del deber de una


institución ,tiene mucha importancia cuando en el ejercicio de esa facultad de
apreciación está únicamente sometido a un control judicial, que a su vez está
restringida a la búsqueda de un error. La obligación de la institución de examinar
todos los elementos relevantes del asunto constituye un requisito indispensable para
que el juez pueda determinar si se reúnen o no los elementos de hecho y derecho
de los que depende el ejercicio de esta facultad de apreciación. El Defensor puede
decidir libremente si abre una inves,gación o no, y si decide hacerlo puede adoptar
las medidas de inves,gación que oportunas y ,ene que asegurarse de que le
permi,rán examinar con profundidad todos los elementos relevantes para adoptar
una decisión acerca de la procedencia de una acusación de mala administración. Es
importante señalar que no todas las irregularidades derivadas de la actividad del
Defensor constituyen una vulneración del principio de diligencia. Pueden ser
consideradas irregularidades come,das por el Defensor en el ejercicio de sus
facultades de inves,gación que hayan hecho imposible examinar minuciosa e
imparcialmente todos los elementos relevantes para adoptar una decisión acerca de
la procedencia de una alegación rela,va a un caso de mala administración por parte
de una ins,tución. Como conclusión, el Tribunal aprecia en razón a la exigencia de
que la norma jurídica corresponde recordar que la jurisprudencia ha declarado que
el requisito relativo al carácter protector concurre cuando la norma infringida
garantiza la protección de los intereses individuales de las personas afectadas.
Entonces el principio de diligencia o el derecho a una buena administración están
destinados claramente a conferir una protección a los particulares. Sucede lo mismo
en el caso de las normas que rigen las investigaciones del Defensor ya que
permiten a los particulares presentar reclamaciones sobre casos de mala
administración y ser informado del resultado de la investigación llevada a cabo.

STJ de 4 de abril de 2017. Claire Staelen c. Defensor del Pueblo Europeo, asunto
C-337/15

Este caso se presenta con el Tribunal recordando el Artículo 20 del Tratado de la


Unión Europea (TUE), el cual establece el derecho de los ciudadanos de la Unión a
recurrir al Defensor del Pueblo en caso de mala administración por parte de las
instituciones, órganos u organismos de la Unión. Este derecho es otorgado a todos
los ciudadanos de la Unión por el simple hecho de serlo. Por su parte, el Artículo 228
del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea (TFUE) otorga al Defensor del
Pueblo las facultades para recibir, investigar e informar sobre reclamaciones
relacionadas con la mala administración.

Es importante destacar que el Defensor del Pueblo llevará a cabo las investigaciones
necesarias y justificadas, ya sea por iniciativa propia o en respuesta a
reclamaciones, para poder tomar decisiones fundamentadas sobre el fondo del
asunto. Una vez que haya constatado la mala administración, informará a la
institución afectada y remitirá un informe al Parlamento Europeo, al mismo tiempo
que mantendrá informado al reclamante sobre el estado de su reclamación.

La jurisprudencia del tribunal ha establecido que la persona que ha presentado una


reclamación ante el Defensor del Pueblo tiene derecho a una indemnización si se
cumplen tres requisitos: que la norma vulnerada tenga como objetivo conferir
derechos a los particulares, que la vulneración esté suficientemente caracterizada y
que exista una relación directa entre el incumplimiento y el daño sufrido y
reclamado.

El Defensor del Pueblo dispone de un amplio margen de apreciación en lo que


respecta al fundamento de las reclamaciones y no tiene ninguna obligación de
resultado. Sin embargo, en circunstancias excepcionales, un ciudadano puede
demostrar que el Defensor ha cometido una infracción de las disposiciones del
derecho de la Unión en el ejercicio de sus funciones, lo que ha causado un perjuicio
al ciudadano afectado.

En cuanto al principio de buena administración, este implica que la administración


de la UE debe actuar con minuciosidad y prudencia en sus relaciones con los
ciudadanos. Es necesario destacar que la mera vulneración de este principio es
suficiente para demostrar una infracción capaz de generar responsabilidad de la UE,
ya que el Defensor del Pueblo no dispone de un margen de apreciación en su
observancia.

En conclusión, el Tribunal considera que el Tribunal General incurrió en un error de


derecho al basarse en una concepción errónea del concepto de infracción del
derecho. La única irregularidad capaz de originar la responsabilidad extracontractual
de la Unión es aquella que impide un examen minucioso e imparcial de todos los
elementos relevantes para decidir sobre la procedencia de una acusación de mala
administración. Por lo tanto, el Tribunal General no evaluó correctamente las
circunstancias del caso, lo que constituye un error de derecho.

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