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Urbana - Adoracion Jovenes

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ADORACIÓN

EUCARISTICA

Qué es la Adoración Eucarística?


Es adorar a la divina presencia real de Jesucristo, verdadero Dios y verdadero
hombre, en la Eucaristía.
Jesucristo, al comer la Pascua judía con los suyos, aquella noche en la que iba a
ser entregado, dijo sobre el pan: “Esto es mi cuerpo”, y sobre el vino: “Esta es
mi sangre” (Lc 22). Pero, no sólo eso, agregó también: “Hagan esto en
conmemoración mía”. Les dio a los apóstoles el mandato, “hagan esto”, el
mandato de hacer lo mismo, de repetir el gesto y las palabras sacramentales.
Nacía así la Eucaristía y el sacerdocio ministerial.
Cada vez que el sacerdote pronuncia las palabras consagratorias, es Jesucristo
quien lo ha hecho, y se hace presente su cuerpo y su sangre, su Persona Divina.
Porque Jesucristo es Dios verdadero y hombre verdadero.
Siendo Jesucristo Dios y estando presente en la Eucaristía, entonces se le
debe adoración.

Como puedo adorar?


Ponete de rodillas: Entras en este lugar de oración donde está

1 expuesto el Santísimo Sacramento. Te arrodillas e inclinas la cabeza


como señal de adoración.
Haces lentamente la señal de la cruz, representándote a cada una de las
personas de la Trinidad presentes en ti: “En el nombre del Padre y del
Hijo y del Espíritu Santo, Amén”. Te quedas de rodillas unos minutos o
te sientas, según te convenga.

Adentrate en tu corazón: La adoración no requiere técnicas


complicadas. Todo debe mantenerse simple. El amor es el camino real
que abre la puerta del corazón a corazón silencioso. “Señor, te amo.
2
Abre mi corazón a tu acción”.

Rezá incluso con tus distracciones: Cierras los ojos, adoras en silencio.

3 Ofreces a Jesús lo que eres y lo que vives. Le hablas como a un amigo.


Voces y pensamientos surgen dentro de ti tan pronto como comienzas
a recogerte. Ora con tus distracciones. Ofrece a Jesús tus
preocupaciones y tus angustias.
ADORACIÓN
EUCARISTICA

Como puedo adorar?


Escuchá a Dios mirándolo: La adoración eucarística es la forma más
sencilla y directa aquí en la tierra de ver a Dios. Se presente a su
Presencia. Miras a Jesús, él te mira a vos. Si solo sabes hacer eso, saber
4
que te está mirando con amor ya es mucho.

Agradecé al Señor: Jesús está ahí para vos, en cada momento.

5 Agradecele su amor que nutre la conversación íntima que vives con él.

_
Adoremos juntos al Señor!
!
Disponé el corazón, poné el celular en silencio, la mente también...
Te ofrecemos una guía básica para acompañarte durante la adoración.
Si sos nuevo en esto, seguro te ayuda mucho. Si ya tenés experiencia
adorando, podés sumarla como parte de tu oración.
El Señor no busca al de más experiencia, sino al corazón que quiera
vivir la real experiencia de encuentro con Él.
¡Animate a eso!
Y por favor, no te olvides de rezar por toda la Iglesia de Mendoza.
¡Necesitamos mucho de tu oración!
ADORACIÓN
EUCARISTICA

PARA IR COMENZANDO...
Te invitamos a rezar:
Señor Jesús:
Me presento ante ti sabiendo que me llamas y que me amas tal como soy.
"Tú tienes palabras de vida eterna y nosotros hemos creído y conocido que tú
eres el Hijo de Dios" (Jn. 6,69).
Tu presencia en la Eucaristía ha comenzado con el sacrificio de la última cena
y continúa como comunión y donación de todo lo que eres.
Te pido que aumentes mi fe.
Por medio de ti y en el Espíritu Santo que nos comunicas, queremos llegar al
Padre para decirle nuestro SÍ unido al tuyo.
Con vos ya podemos decir (rezar el Padre nuestro):

Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu Nombre;


venga tu reino; hágase tu voluntad, así en la tierra, como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
y perdona nuestras ofensas así como nosotros perdonamos a los que nos
ofenden;
y no nos dejes caer en la tentación; líbranos del mal.
Amén.

Ponete más cómodo ahora, te puedes sentar, mirarlo e imaginar que


estás con Él en Galilea, con los discípulos y rodeado de toda la gente que
lo seguía.
Es el mismo Jesús, bajo apariencia de pan, el que está delante tuyo.
ADORACIÓN
EUCARISTICA

Adoracion por los jovenes


Imaginándote en ese lugar leé del Evangelio Jn 6,1-13.
Ustedes son la sal de la tierra. Pero si la sal pierde su sabor, ¿con qué se la
volverá a salar? Ya no sirve para nada, sino para ser tirada y pisada por los
hombres.
Ustedes son la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad situada en la
cima de una montaña.
Y no se enciende una lámpara para meterla debajo de un cajón, sino que se la
pone sobre el candelero para que ilumine a todos los que están en la casa.
Así debe brillar ante los ojos de los hombres la luz que hay en ustedes, a fin de
que ellos vean sus buenas obras y glorifiquen al Padre que está en el cielo.
Palabra del Señor, gloria a ti Señor Jesús.

Rezá con esta oración:


Aquí estoy ante Ti, Señor, y esta vez quiero poner en tus manos el mundo de los
jóvenes. Ellos son quienes nos renuevan con su entusiasmo y su alegría para enfrentar
la vida. En ellos descubrimos la riqueza de la vida que vos nos ofreces. Está llena de
oportunidades: está todo por construirse. Te pido que los vayas guiando en la difícil
tarea de ir tomando decisiones que determinan sus vidas. Que con su jovialidad
contagien el mundo de los adultos, y con su testimonio de generosidad y entrega
sean ejemplo para los niños.
Te pido a Ti, que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.

Pidamos al Señor por todos los jóvenes, presente y futuro de nuestra Iglesia y de
nuestra sociedad. Que el Evangelio les vaya mostrando la enorme riqueza que
significan sus vidas y les dé sabiduría para ir tomando esas decisiones fundamentales
que determinarán sus vidas. Oremos.
Donde hay amor y caridad; donde hay amor, Dios ahí está.

Pidamos al Señor para que la sociedad ofrezca a los jóvenes un lugar seguro donde
puedan desplegar sus vidas. Que desaparezcan los ambientes de esclavitud marcados
por las drogas, el alcohol y los excesos. Que encuentren ambientes de amistad y de
creatividad que los llenen de esperanza y fuerzas para enfrentar sus vidas. Oremos.
Donde hay amor y caridad; donde hay amor, Dios ahí está.

(Sumá la intención por


cualquier joven que quieras
traer a la memoria en la
presencia de Jesús). Oremos.
Donde hay amor y caridad;
donde hay amor, Dios ahí está.
ADORACIÓN
EUCARISTICA

PARA IR CERRANDO...
Gracias por darle a Jesús este momentito de oración.
Animate a encontrarlo siempre en un sagrario, para adorarlo y contarle de
tu vida.

Nos vamos despidiendo, rezando...

Jesús, regalame tu bendición antes de salir,


y que el recuerdo de esta visita que acabo de hacerte,
se mantenga en mi memoria y me anime a crecer en mi amor a vos.
Hacé que cuando vuelva a visitarte, vuelva más santo.
Aquí te dejo mi corazón para que te adore constantemente
y lo hagas más agradable a tus divinos ojos.
Adiós, Jesús mío. Bendito seas por siempre.
Amén.

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