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Los Toltecas

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LOS TOLTECAS

La cultura tolteca fue una civilización mesoamericana precolombina que dominaron gran parte del centro de
México entre los siglos X y XII d.c. La antigua capital de la cultura tolteca revela pistas sobre las creencias y el
comportamiento de sus habitantes. Con la aparición de los chichimecas, pueblo bárbaro que dio origen
posteriormente al Imperio Azteca, provocó la caída del imperio tolteca. Ellos Invadieron la ciudad de Tula
(conocida también como Tollan-Xicocotitlan), en el siglo XII, dominando por completo ese territorio.

Los signos de las guerras y los conflictos se pueden ver en las ruinas de los monumentos y edificios. Los toltecas
que sobrevivieron a la ira de los enemigos huyeron a otras partes de la regiones de México. Dejaron atrás un
imperio notable que introdujo en América el calendario, la escritura y la metalurgia.

La capital de los Toltecas: Tula

La ciudad de Tula tenía un estimado de 30 000 habitantes que vivían en una complejo básicamente sólo de
tierra y adobe. Excluyendo el área ceremonial, el diseño de las zonas residenciales de Tula reflejan un mapa de
la red que define claramente los diferentes barrios.

El elemento arquitectónico más importante es la pirámide B donde se encuentran los "Atlantes de Tula", con
medidas de 4,60 m de altura y que una vez fueron el apoyo del techo de un templo. Internamente poseía tres
diferentes tipos de vivienda: residencias, unidades residenciales y las casas palaciegas. De acuerdo con la
investigación estos atlantes estaban decorados con plumas y mosaicos de joyas. Trazos de tinta indican que
probablemente estaban pintados para representar al guerrero tolteca-chichimeca Mixcóatl (padre de
Quetzalcóatl) o la estrella de la mañana "Dios Tlahuixcalpantecuhtli",

Ubicación de la cultura Tolteca

No hay duda de que los toltecas trajeron grandes cambios en los patrones arquitectónicos que
existían en América Central en el siglo IX, una de ellas es el uso de esculturas antropomorfas que sostenían la
cabeza contra el techo de una habitación, logrando así un gran espacio interior, como puede ser visto en
Tlahuixcalpantecuhtli Alba.

Aportes culturas de los Toltecas

El imperio tolteca creó una mística inigualable en la mente de la gente de América Central. Los líderes toltecas
eran considerados de origen divino. Más tarde, otras culturas mesoamericanas, a menudo reverenciaron y
tomaron sus leyendas, arte, arquitectura y religión. Muchos futuros gobernantes de otras culturas, entre ellos
los mayas y los aztecas , afirmaban ser descendientes de los toltecas.

Juego de la pelota: Los toltecas practicaron la ceremonia ritual del juego de pelota como muchas culturas
familiares de Centroamérica, donde se sacrificaba a los perdedores.

Los Toltecas son conocidos por su estilo arquitectónico, una que más tarde inspiraría a los constructores
aztecas. El Arte tolteca se caracteriza por paredes cubiertas de serpientes y calaveras, y las monumentos
monolíticos conocidos como Atlantes de Tula (hombres co

losales tallados en grandes columnas).

Escultura Tolteca: Atlantes de Tula

Calendario, astronomía, medicina: La cultura tolteca estaba muy avanzada y, además de incorporar
elementos de la civilización de Teotihuacán, como el calendario, tuvo notable conocimiento de la astronomía y
la medicina. La metalurgia y la joyería también se desarrolló. Para administrar sus extensas posesiones, los
toltecas crearon una burocracia eficiente y el primer sistema de correos en la región, empleando mensajeros.

Las ruinas de Tula dan testimonio de la magnificencia de la metrópoli, con tumbas notables. Serpientes
emplumadas (simbolizando al dios Quetzalcóatl), animales totémicos y singulares figuras escultóricas
recostadas del dios Chac Mool.

Se cree que las pirámides de Teotihuacan fueron estudiadas por los toltecas, pero que estuvieron
abandonadas, hasta que fueron descubiertos 500 años después, alrededor del año 1000 d.c., por los aztecas,
guerreros que en su tiempo conquistaron gran parte de México. Los aztecas fueron atraídos a la pirámide y la
adoptaron como propia. A diferencia de los toltecas, los aztecas abusaron de su poder, sin entender los
registros de las enseñanzas toltecas encontradas en las pirámides. Los toltecas enseñaron el acto de dar un
corazón abierto al Sol, mientras que los aztecas siguieron el camino sistemático de los sacrificios humanos.

Religión de la cultura Tolteca

La religión en la cultura tolteca estaba dominada por dos grandes deidades. El primero, Quetzalcóatl, se
muestra como una serpiente emplumada. Esta deidad del aprendizaje, la cultura, la filosofía, la fertilidad, la
santidad y la bondad fue absorbida de culturas anteriores en la zona. Su rival era Tezcatlipoca, espejo
ahumado, conocido por su naturaleza guerrera y su tiranía.

El gobernador más grande de los toltecas fue Ce Acatl Topiltzin, líder y sumo sacerdote de Quetzalcóatl en el
momento en que Tula y el imperio fueron establecidos. Según la leyenda tolteca, los seguidores del dios
Tezatlipoca tomaron al rey Topiltzin y los seguidores del dios Quetzalcóatl fueron echados de la ciudad
alrededor del año 1000. Ellos huyeron hacia el sur, donde fueron capaces de apoderarse de la ciudad maya de
Chichén Itzá. SegúnTopiltzin prometió volver a Tula para tener su venganza. Esta leyenda vivió hasta
los últimos momentos de la cultura azteca, que atribuyó la llegada de los españoles como el retorno de
Topiltzin, un evento muy temido.
la leyenda,

Organización social - política


El rasgo más característico de la organización socio-política tolteca fue la formación de un
nuevo sistema teocrático en el que las funciones militares iban unidas con las religiosas y las
prerrogativas de la casta sacerdotal pasaron a manos de los líderes militares, agrupados en órdenes totémicos
como el Jaguar, el Coyote y Águila. Esta condición no sólo permitió la creación de un poderoso ejército y la
consiguiente expansión del imperio, también marcó el inicio del militarismo en América Central.

Pirámide tolteca en la ciudad de Tula

Durante su reinado de Topiltzin se desarrollaron la economía, la religión, las artes y la organización


sociopolítica. No se pudo, sin embargo, erradicar el culto a Tezcatlipoca, dios al que se ofrecían sacrificios
humanos. Sus seguidores, en constante conflicto con los representantes del culto oficial, terminaron
imponiendo ya finales del siglo X, expulsando de la ciudad al rey Ce Acatl Topiltzin. Los perdedores siguieron
hacia Yucatán y se establecieron en Chichén Itzá y Mayapán, centros de la floreciente cultura maya-tolteca.

Se estableció en Tula un gobierno militarista, en sustitución de la antigua potencia sacerdotal. Las


numerosas representaciones de guerreros vestidos con túnicas como dioses dan fe de su papel como el grupo
social dominante. , Se inicia sin embargo, la fase de declive, y por 1160, la ciudad fue casi completamente
deshabitada debido a la sequía, las guerras y los conflictos internos. La llegada de los bárbaros conocidos como
chichimecas - grupo que absorbieron las principales características de la cultura tolteca y posteriormente
originaron el imperio azteca - precipitó la caída del imperio. En 1168, los toltecas abandonaron Tula, que
fue tomada por los chichimecas y finalmente destruida en las guerras y los conflictos políticos .
Algunos grupos toltecas emigraron a las zonas lacustres del Valle de México y fundaron Culhuacan, mientras
que otros se trasladaron al sur y ocuparon Cholula, alrededor de 1290. Estas personas permanecieron en la
región hasta mediados del siglo XIV.

Fin del Imperio Tolteca


Con la aparición de los chichimecas, pueblo bárbaro que posteriormente dio origen al Imperio Azteca,
provoco la caída del imperio tolteca. Ellos invadieron la ciudad de Tula, en el siglo XII, dominandolos por
completo. Los signos de las guerras y los conflictos se pueden ver en las ruinas de los monumentos y edificios.
Los toltecas que sobrevivieron a la ira de sus enemigos huyeron a otras partes de México. Dejaron atrás un
imperio notable que introdujo en América del calendario, la escritura y la metalurgia.
Publicado el 2/28/2015 Escrito Tlati
LOS MEXICAS
Los mexicas ( (?·i), «mexicas»1) —llamados en la historiografía tradicional aztecas2— fueron un
pueblo mesoamericano de filiación nahua que fundó México-Tenochtitlan y hacia el siglo XV en el
periodo posclásico tardío se convirtió en el centro de uno de los Estados más extensos que se conoció
en Mesoamérica, asentado en un islote al poniente del lago de Texcoco, sobre los márgenes centro y el sur
de los lagos, como en Huexotla, Coatlinchan, Culhuacan, Iztapalapa, Chalco, Xico, Xochimilco, Tacuba,
Azcapotzalco, Tenayuca y Xaltocan, hacia finales del Posclásico Temprano (900-1200),3 hoy prácticamente
desecado. Sobre el islote se asienta la actual Ciudad de México, y que corresponde a la misma ubicación
geográfica. Aliados con otros pueblos de la cuenca lacustre del valle de México —Tlacopan y Texcoco—, los
mexicas sometieron a varias poblaciones indígenas que se asentaron en el centro y sur del territorio actual
de México agrupados territorialmente en altépetl.
Los mexicas se caracterizaban por la explotación de cultivos altamente simbióticos (dependencia a la
manipulación humana,4556 como maíz, chile, calabaza, frijol, etc.), el uso extensivo de plumas para la
confección de vestimentas, el uso de calendarios astronómicos (uno ritual de 260 días y un civil de 365), una
sofisticada metalurgia prehispánica ornamental y militar basada principalmente en el bronce, oro y plata;7 una
escritura en forma de pictogramas el cual era usado para la documentación de hechos y el cálculo de obras
arquitectónicas el cual estaba basado en un sistema métrico propio,8 que para mediciones de terrenos es
comparable con otros sistemas de medida de la Edad Moderna,9 el uso extensivo de productos derivados de
las cactáceas y agaves, y el uso de cerámico ígneo (obsidiana) para fines quirúrgicos y bélicos

Orígenes[editar]
Coatlicue, la madre de los dioses mexicas. (Museo Nacional de Antropología, Ciudad de México).

Artículo principal: Origen de los mexicas

El origen de los mexicas se sitúa entre los grupos hablantes de náhuatl del norte del actual
México y antecesores de los asentados durante la llamada etapa chichimeca.
Tradicionalmente se pensó que hubo una división de raza entre Aridoamérica —con grupos
cazadores-recolectores principalmente— y Mesoamérica, con
pueblos sedentarios y agricultores. Por los estudios más recientes se sabe que no fue así y
que la diversidad étnica permitió a muchos grupos de origen chichimeco poseer diversos
grados de estratificación y sedentarismo, según las variantes regionales y las condiciones
ambientales donde se asentaron. Por ello al tener un contacto mayor con
grupos mesoamericanos adoptan modos y usos civiles que tenían ya de alguna forma en el
norte del actual México.
Los mexicas se consideran la última gran migración chichimeca al Altiplano Central, lo cual se
dice ocurrió entre los siglos XII y XIII. El mito mexica oficial enuncia su origen mítico en Aztlán,
una isla originaria de donde partieron por designios divinos. La evidencia histórica muestra —a
excepción de las hipótesis de Wigberto Jiménez Moreno y Paul Kirchhoff que las sitúan en la
isla de Mexcaltitlán Nayarit o en el sur de Guanajuato, respectivamente— que la idea de
Aztlán responde como muchos otros simbolismos y difrasismos mexicas, a una concepción
mítica y arquetípica del islote de México-Tenochtitlan, en el que el mito se fraguó ya con el
esplendor de dicha urbe, además de que las fuentes documentales mencionan una
asimilación de lo mesoamericano desde las primeras etapas de la migración. Según la visión
mítica mexica, la salida de la isla se hizo en cuatro o siete grupos calpulli del que era el más
fuerte los huitznahuaque, que tenían como dios tutelar a Huitzilopochtli, acompañados de los
teomamaques o sacerdotes que portaban los diversos tlaquimilolli (bultos sagrados), que
contenían reliquias de los antepasados o diversos objetos muy sagrados para los grupos.
El Códice Boturini enuncia la ruta oficial hecha por los mexicas, que incluyó sitios
de Hidalgo y México; hay más de 30 fuentes que aparentemente señalan particulares
itinerarios, estos a través del análisis se reducen a tres principales rutas, por lo que es
necesario tomar en cuenta además del Boturini esas otras dos grandes tradiciones. La
segunda deriva del Códice Mexicanus y la tercera del Códice Telleriano-remensis.
La tradición mítica oficial debe verse a través de la manera en que los antiguos mexicanos
creaban y escribían su historia, a la cual intentaban de insertar elementos religiosos y
políticos, por lo que hay que separar sus componentes y discernir buscando los hechos
históricos más plausibles.

Llegada a la Cuenca de México[editar]


Primera página del Códice Boturini

Al arribar a la Cuenca de México los mexicas encontraron un panorama político complejo y


asentado, así como el sometimiento por parte de los tepanecas de Azcapotzalco a casi todos
los altepetl; podemos considerar por las fuentes que su arribo es al momento de asentarse en
la región de Xaltocan-Tzompanco, lo más probable entre 1226 y 1227. Este parece ser el
momento histórico más firme del cual parte su difusión hacia la orilla occidental del Lago de
Texcoco, hasta asentarse en Chapultepec aproximadamente en 1280. Luego de salir
expulsados de Chapultepec (1299) por
los altépetl de Azcapotzalco, Xaltocan, Culhuacan y Xochimilco, se asientan en Tizaapan,
dominio territorial de Culhuacan, el cual abandonan por la dureza de las condiciones y un
enfrentamiento con los culhuas, yendo hacia la región de Texcoco antes de elegir un islote
donde ya existían asentamientos previos, según evidencias arqueológicas.
Según la historia oficial aceptada, en un islote al poniente del lago de Texcoco, fundaron los
mexicas México-Tenochtitlan en el año 2 Calli o 1325 en donde se cumplió, según el mito
oficial, la profecía de un águila devorando una serpiente sobre un nopal. Ahora se sabe que
los mexicas se establecieron previamente en diversas poblaciones, incluso fundaron algunas
ciudades (como ejemplo Huixachtitlán), la información codificada en los documentos revela
que ya habitaban el islote desde 1274. El asentamiento final incluyó la aceptación
de Azcapotzalco como altepetl supremo, tributándole periódicamente y una condición general
de obediencia. El islote estaba crecido de tulares, carrizos y una rica diversidad acuática que
les permitirá la subsistencia así como una posición militar estratégica, si bien los primeros
años sus condiciones de vida serán precarias.

Los mexicas y la guerra[editar]


La religión mexica enseñó que era necesario apaciguar a los dioses con sacrificios humanos.
Por eso, explica el historiador Víctor W. von Hagen:
"La guerra y la religión, al menos para los aztecas, eran inseparables. Pertenecían la una a la otra. ...
Con el fin de obtener apropiados prisioneros-víctimas que sacrificar a los dioses, había incesantes
guerras pequeñas e incluso su armamento estaba dispuesto para incapacitar no para matar, todo para
obtener el alimento para los dioses la sangre y el corazón.”

Territorio
La Cuenca de México en el Posclásico tardío.

Localización
México-Tenochtitlan estaba ubicado sobre un islote al occidente del Lago de Texcoco, en la
zona lacustre de la Cuenca de México. La cultura mexica ocupó la mayor parte del centro y
sur de la actual República mexicana, se extendía, desde el poniente del valle de Toluca,
abarcando casi todos los estados de Veracruz, Puebla, en el
centro, Hidalgo, México, Morelos y en Michoacán solo lo que hoy es el Municipio de
Zitácuaro ya que ahí hubo una importante frontera entre los Tarascos y los Mexicas, en el sur;
gran parte de los estados de Guerrero y Oaxaca, así como la Costa de Chiapas hasta la
frontera con Guatemala. Sin embargo, quedaban fuera de su dominio los señoríos de
Meztitlán (en Hidalgo), Teotitlán y Tututepec (en Oaxaca), purépechas (en Michoacán),
Yopitzingo (en Guerrero) y Tlaxcala.
La Cuenca de México es una entidad geográfica de más de 7800 kilómetros cuadrados de
superficie que se localiza en la parte meridional del Altiplano Central en la República
Mexicana. Se trata de una cuenca limitada por cadenas de altas montañas en forma de
anfiteatro, que tenía en medio un sistema lacustre integrado por los lagos Zumpango,
Xaltocan, Texcoco, Xochimilco y Chalco. Donde el nivel era bajo y las aguas dulces, como en
los lagos de Xochimilco y Chalco, era posible el cultivo chinampero. Entre los 2270 y los 2750
metros sobre el nivel del mar está comprendida la zona de somonte, cuyas tierras fértiles son
propicias para el desarrollo de bosques así como para la práctica agrícola extensiva. A partir
de los 2750 metros sobre el nivel del mar las laderas están dominadas por bosques de
coníferas y pobladas por fauna mayor. Pese a estar situada al sur del Trópico de Cáncer, la
cuenca de México contaba en la época prehispánica con un clima templado con
precipitaciones medias de 700 milímetros anuales.

Estado
Sus armas eran: Lanza de madera con punta de obsidiana, el arco y la flecha con punta de obsidiana, y
la macana llamada macuahuitl que era un barrote o garrote de menos de un metro de largo con afiladas
hojas de obsidiana incrustadas (capaces de matar o herir gravemente) y el átlatl, palanca para
arrojar jabalinas tan efectiva que incluso podía atravesar mallas de acero (como lo experimentaron los
españoles). Para defenderse tenían un escudo llamado chimalli hecho de madera y reforzado con tela o
pieles ricamente pintadas y decorados con plumas; yelmos de madera zoomorfos cubiertos con cuero
también decorados y como armaduras cotas de algodón acolchado, de un tejido tan apretado que las
flechas no lo atravesaban.

Los altépetl sometidos por el pueblo mexica no formaban un sistema político unificado sino,
mejor dicho, un sistema de tributo a Tenochtitlan. Entre los pueblos nahuas, el dirigente más
importante era llamado huey tlatoque ('gran jefe'), también conocido como huey tlatoani ('el
que habla').
Después de la formación de la Triple Alianza, el modelo político mexica se asentó
definitivamente como una monarquía electiva. Un consejo se encargaba de elegir al huey
tlatoani, el cual, ya elegido, le daban facultades absolutas y sin restricción. Sin embargo, se
sospecha que un huey tlatoani, Tízoc, fue envenenado por el consejo, por ser considerado
inepto y débil. Es destacable que factores religiosos y cosmogónicos incidan en la formación
de un gobierno tripartita como el de la Triple Alianza (donde México-Tenochtitlan llevaba el
mayor poder y la mayor parte proporcional de tributos) luego de la derrota del
poderío tepaneca y el sometimiento del altepetl de Azcapotzalco, ya que no fue la primera vez
en formarse gobiernos de ese tipo.
Al momento de gobernar Moctezuma Xocoyotzin tributaban otros 38 altépetl (según el Códice
Mendoza), en donde el tributo era el elemento central de sometimiento así como la cesión de
tierras donde trabajaban labriegos de paga (mayeques) y el producto obtenido iba
directamente al tlatoani; la aceptación de la deidad principal mexica, el suministro de hombres
a los contingentes militares, el avituallamiento de los mismos al paso hacia una campaña de
conquista y dirimir asuntos políticos y jurídicos en Tenochtitlan. Por ello es impreciso hablar de
un imperio, dado que Tenochtitlan no buscaba una extensión geográfica per se o una unidad
estatal o nacional sino un mayor allegamiento de recursos y obediencia al huey tlatoani.
Fueron los más los altepetl que prefirieron tributar en lugar de recibir una expedición militar
que quemara su templo principal y arrojara su deidad por las escalinatas (símbolo incluso
representado iconográficamente en los códices de sometimiento de un altepetl).
En los altepetl más importantes residía además un calpixque o recaudador que centraba su
actividad en la tributación. Los altepetl que aceptaban de forma expresa el dominio mexica les
era permitido mantener sus formas y organizaciones administrativas y políticas así como
deidades siempre y cuando fueran debajo de Huitzilopochtli. Solo en regiones importantes, de
contención a otras etnias o donde había una rebelión abierta residían funcionarios mexicas
con atribuciones de tlatoanis. Por más de 50 años y hasta la tasación hecha por el oidor
Valderrama esta estructura se mantendrá con pocos cambios en los pueblos indígenas del
centro de la Nueva España.

Escultura que rememora el momento en que los mexicas encontraron la señal para la fundación de su
ciudad (Tenochtitlán) dada por Huitzilopochtli. La escultura se encuentra en la Ciudad de México.

Originalmente, Tenochtitlan fue construido en un pequeño islote en el lago de Texcoco


primitivo que de forma sucesiva fue ampliado artificialmente hasta quedar unido a los islotes
de Tlatelolco, Nonoalco, Tultenco y Mixhuca, mediante una ingeniería hidráulica de rellenos,
pilotes y canales internos, así como diques contenedores de aguas y puentes hasta alcanzar
unos 13.5 kilómetros cuadrados. No existe un consenso sobre la población de Tenochtitlan, la
mayor parte de los historiadores dan un valor conservador entre 80 000 a 230 000 habitantes,
más grande que la mayor parte de las ciudades europeas de su época, Constantinopla (con
200 000 habitantes), París (con 185 000) y Venecia (con 130 000). Otros historiadores dan
otras estimaciones: Eduardo Noguera, basándose en mapas antiguos, calcula 50 000 casas y
300 000 habitantes; Soustelle calcula 700 000 habitantes al incluir la población de Tlatelolco y
la de las isletas y ciudades satélites de la zona. Tlatelolco originalmente era una ciudad
independiente del poder mexica, pero eventualmente fue sometida y convertida en un
suburbio de Tenochtitlan.

Orígenes[editar]
Coatlicue, la madre de los dioses mexicas. (Museo Nacional de Antropología, Ciudad de México).

Artículo principal: Origen de los mexicas

El origen de los mexicas se sitúa entre los grupos hablantes de náhuatl del norte del actual
México y antecesores de los asentados durante la llamada etapa chichimeca.
Tradicionalmente se pensó que hubo una división de raza entre Aridoamérica —con grupos
cazadores-recolectores principalmente— y Mesoamérica, con
pueblos sedentarios y agricultores. Por los estudios más recientes se sabe que no fue así y
que la diversidad étnica permitió a muchos grupos de origen chichimeco poseer diversos
grados de estratificación y sedentarismo, según las variantes regionales y las condiciones
ambientales donde se asentaron. Por ello al tener un contacto mayor con
grupos mesoamericanos adoptan modos y usos civiles que tenían ya de alguna forma en el
norte del actual México.
Los mexicas se consideran la última gran migración chichimeca al Altiplano Central, lo cual se
dice ocurrió entre los siglos XII y XIII. El mito mexica oficial enuncia su origen mítico en Aztlán,
una isla originaria de donde partieron por designios divinos. La evidencia histórica muestra —a
excepción de las hipótesis de Wigberto Jiménez Moreno y Paul Kirchhoff que las sitúan en la
isla de Mexcaltitlán Nayarit o en el sur de Guanajuato, respectivamente— que la idea de
Aztlán responde como muchos otros simbolismos y difrasismos mexicas, a una concepción
mítica y arquetípica del islote de México-Tenochtitlan, en el que el mito se fraguó ya con el
esplendor de dicha urbe, además de que las fuentes documentales mencionan una
asimilación de lo mesoamericano desde las primeras etapas de la migración. Según la visión
mítica mexica, la salida de la isla se hizo en cuatro o siete grupos calpulli del que era el más
fuerte los huitznahuaque, que tenían como dios tutelar a Huitzilopochtli, acompañados de los
teomamaques o sacerdotes que portaban los diversos tlaquimilolli (bultos sagrados), que
contenían reliquias de los antepasados o diversos objetos muy sagrados para los grupos.
El Códice Boturini enuncia la ruta oficial hecha por los mexicas, que incluyó sitios
de Hidalgo y México; hay más de 30 fuentes que aparentemente señalan particulares
itinerarios, estos a través del análisis se reducen a tres principales rutas, por lo que es
necesario tomar en cuenta además del Boturini esas otras dos grandes tradiciones. La
segunda deriva del Códice Mexicanus y la tercera del Códice Telleriano-remensis.
La tradición mítica oficial debe verse a través de la manera en que los antiguos mexicanos
creaban y escribían su historia, a la cual intentaban de insertar elementos religiosos y
políticos, por lo que hay que separar sus componentes y discernir buscando los hechos
históricos más plausibles.

Llegada a la Cuenca de México


Al arribar a la Cuenca de México los mexicas encontraron un panorama político complejo y
asentado, así como el sometimiento por parte de los tepanecas de Azcapotzalco a casi todos
los altepetl; podemos considerar por las fuentes que su arribo es al momento de asentarse en
la región de Xaltocan-Tzompanco, lo más probable entre 1226 y 1227. Este parece ser el
momento histórico más firme del cual parte su difusión hacia la orilla occidental del Lago de
Texcoco, hasta asentarse en Chapultepec aproximadamente en 1280. Luego de salir
expulsados de Chapultepec (1299) por
los altépetl de Azcapotzalco, Xaltocan, Culhuacan y Xochimilco, se asientan en Tizaapan,
dominio territorial de Culhuacan, el cual abandonan por la dureza de las condiciones y un
enfrentamiento con los culhuas, yendo hacia la región de Texcoco antes de elegir un islote
donde ya existían asentamientos previos, según evidencias arqueológicas.
Según la historia oficial aceptada, en un islote al poniente del lago de Texcoco, fundaron los
mexicas México-Tenochtitlan en el año 2 Calli o 1325 en donde se cumplió, según el mito
oficial, la profecía de un águila devorando una serpiente sobre un nopal. Ahora se sabe que
los mexicas se establecieron previamente en diversas poblaciones, incluso fundaron algunas
ciudades (como ejemplo Huixachtitlán), la información codificada en los documentos revela
que ya habitaban el islote desde 1274. El asentamiento final incluyó la aceptación
de Azcapotzalco como altepetl supremo, tributándole periódicamente y una condición general
de obediencia. El islote estaba crecido de tulares, carrizos y una rica diversidad acuática que
les permitirá la subsistencia así como una posición militar estratégica, si bien los primeros
años sus condiciones de vida serán precarias.

Los mexicas y la guerra


La religión mexica enseñó que era necesario apaciguar a los dioses con sacrificios humanos.
Por eso, explica el historiador Víctor W. von Hagen:
"La guerra y la religión, al menos para los aztecas, eran inseparables. Pertenecían la una a la otra. ...
Con el fin de obtener apropiados prisioneros-víctimas que sacrificar a los dioses, había incesantes
guerras pequeñas e incluso su armamento estaba dispuesto para incapacitar no para matar, todo para
obtener el alimento para los dioses la sangre y el corazón.”

Localización
México-Tenochtitlan estaba ubicado sobre un islote al occidente del Lago de Texcoco, en la
zona lacustre de la Cuenca de México. La cultura mexica ocupó la mayor parte del centro y
sur de la actual República mexicana, se extendía, desde el poniente del valle de Toluca,
abarcando casi todos los estados de Veracruz, Puebla, en el
centro, Hidalgo, México, Morelos y en Michoacán solo lo que hoy es el Municipio de
Zitácuaro ya que ahí hubo una importante frontera entre los Tarascos y los Mexicas, en el sur;
gran parte de los estados de Guerrero y Oaxaca, así como la Costa de Chiapas hasta la
frontera con Guatemala. Sin embargo, quedaban fuera de su dominio los señoríos de
Meztitlán (en Hidalgo), Teotitlán y Tututepec (en Oaxaca), purépechas (en Michoacán),
Yopitzingo (en Guerrero) y Tlaxcala.
La Cuenca de México es una entidad geográfica de más de 7800 kilómetros cuadrados de
superficie que se localiza en la parte meridional del Altiplano Central en la República
Mexicana. Se trata de una cuenca limitada por cadenas de altas montañas en forma de
anfiteatro, que tenía en medio un sistema lacustre integrado por los lagos Zumpango,
Xaltocan, Texcoco, Xochimilco y Chalco. Donde el nivel era bajo y las aguas dulces, como en
los lagos de Xochimilco y Chalco, era posible el cultivo chinampero. Entre los 2270 y los 2750
metros sobre el nivel del mar está comprendida la zona de somonte, cuyas tierras fértiles son
propicias para el desarrollo de bosques así como para la práctica agrícola extensiva. A partir
de los 2750 metros sobre el nivel del mar las laderas están dominadas por bosques de
coníferas y pobladas por fauna mayor. Pese a estar situada al sur del Trópico de Cáncer, la
cuenca de México contaba en la época prehispánica con un clima templado con
precipitaciones medias de 700 milímetros anuales.
Estado mexica

Sus armas eran: Lanza de madera con punta de obsidiana, el arco y la flecha con punta de obsidiana, y
la macana llamada macuahuitl que era un barrote o garrote de menos de un metro de largo con afiladas
hojas de obsidiana incrustadas (capaces de matar o herir gravemente) y el átlatl, palanca para
arrojar jabalinas tan efectiva que incluso podía atravesar mallas de acero (como lo experimentaron los
españoles). Para defenderse tenían un escudo llamado chimalli hecho de madera y reforzado con tela o
pieles ricamente pintadas y decorados con plumas; yelmos de madera zoomorfos cubiertos con cuero
también decorados y como armaduras cotas de algodón acolchado, de un tejido tan apretado que las
flechas no lo atravesaban.

Los altépetl sometidos por el pueblo mexica no formaban un sistema político unificado sino,
mejor dicho, un sistema de tributo a Tenochtitlan. Entre los pueblos nahuas, el dirigente más
importante era llamado huey tlatoque ('gran jefe'), también conocido como huey tlatoani ('el
que habla').
Después de la formación de la Triple Alianza, el modelo político mexica se asentó
definitivamente como una monarquía electiva. Un consejo se encargaba de elegir al huey
tlatoani, el cual, ya elegido, le daban facultades absolutas y sin restricción. Sin embargo, se
sospecha que un huey tlatoani, Tízoc, fue envenenado por el consejo, por ser considerado
inepto y débil. Es destacable que factores religiosos y cosmogónicos incidan en la formación
de un gobierno tripartita como el de la Triple Alianza (donde México-Tenochtitlan llevaba el
mayor poder y la mayor parte proporcional de tributos) luego de la derrota del
poderío tepaneca y el sometimiento del altepetl de Azcapotzalco, ya que no fue la primera vez
en formarse gobiernos de ese tipo.
Al momento de gobernar Moctezuma Xocoyotzin tributaban otros 38 altépetl (según el Códice
Mendoza), en donde el tributo era el elemento central de sometimiento así como la cesión de
tierras donde trabajaban labriegos de paga (mayeques) y el producto obtenido iba
directamente al tlatoani; la aceptación de la deidad principal mexica, el suministro de hombres
a los contingentes militares, el avituallamiento de los mismos al paso hacia una campaña de
conquista y dirimir asuntos políticos y jurídicos en Tenochtitlan. Por ello es impreciso hablar de
un imperio, dado que Tenochtitlan no buscaba una extensión geográfica per se o una unidad
estatal o nacional sino un mayor allegamiento de recursos y obediencia al huey tlatoani.
Fueron los más los altepetl que prefirieron tributar en lugar de recibir una expedición militar
que quemara su templo principal y arrojara su deidad por las escalinatas (símbolo incluso
representado iconográficamente en los códices de sometimiento de un altepetl).
En los altepetl más importantes residía además un calpixque o recaudador que centraba su
actividad en la tributación. Los altepetl que aceptaban de forma expresa el dominio mexica les
era permitido mantener sus formas y organizaciones administrativas y políticas así como
deidades siempre y cuando fueran debajo de Huitzilopochtli. Solo en regiones importantes, de
contención a otras etnias o donde había una rebelión abierta residían funcionarios mexicas
con atribuciones de tlatoanis. Por más de 50 años y hasta la tasación hecha por el oidor
Valderrama esta estructura se mantendrá con pocos cambios en los pueblos indígenas del
centro de la Nueva España.
México-Tenochtitlan

Escultura que rememora el momento en que los mexicas encontraron la señal para la fundación de su
ciudad (Tenochtitlán) dada por Huitzilopochtli. La escultura se encuentra en la Ciudad de México.

Originalmente, Tenochtitlan fue construido en un pequeño islote en el lago de Texcoco


primitivo que de forma sucesiva fue ampliado artificialmente hasta quedar unido a los islotes
de Tlatelolco, Nonoalco, Tultenco y Mixhuca, mediante una ingeniería hidráulica de rellenos,
pilotes y canales internos, así como diques contenedores de aguas y puentes hasta alcanzar
unos 13.5 kilómetros cuadrados. No existe un consenso sobre la población de Tenochtitlan, la
mayor parte de los historiadores dan un valor conservador entre 80 000 a 230 000 habitantes,
más grande que la mayor parte de las ciudades europeas de su época, Constantinopla (con
200 000 habitantes), París (con 185 000) y Venecia (con 130 000). Otros historiadores dan
otras estimaciones: Eduardo Noguera, basándose en mapas antiguos, calcula 50 000 casas y
300 000 habitantes; Soustelle calcula 700 000 habitantes al incluir la población de Tlatelolco y
la de las isletas y ciudades satélites de la zona. Tlatelolco originalmente era una ciudad
independiente del poder mexica, pero eventualmente fue sometida y convertida en un
suburbio de Tenochtitlan.

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