Formación Etica y Ciudadana
Formación Etica y Ciudadana
Formación Etica y Ciudadana
1. Todas las personas vivimos en sociedad y aprendimos normas sociales no escritas que
nos permiten compartir, convivir y enfrentar conflictos - ¿Por qué son importantes las
normas?
2. Existen normas que no están escritas, pero todos las conocemos ¿podés escribir
Las normas son reglas que regulan la conducta las personas y establecen obligaciones o deberes,
así como prohibiciones; buscan propiciar comportamientos que favorezcan la vida en sociedad.
social, como son: la seguridad, justicia, igualdad, libertad y el bien común. Como las normas no
grupo o sociedad en determinados puntos de interés y se puede llegar a ellos mediante una
Una dictadura militar es una forma de gobierno autoritario en la cual (en mayor o menor
grado) las instituciones ejecutivas, legislativas y judiciales son controladas por las fuerzas
armadas que impiden cualquier forma de control democrático y social.
Suelen originarse como consecuencia de la supresión del sistema de gobierno existente hasta
entonces tras un golpe de Estado
Actividades
1ra parte:
Buscamos en Internet:
1916-1930 democracia
1943-1946 dictadura
1946-1955 democracia
1955-1958 dictadura
1958-1966 semidemocracia
1966-1973 dictadura
1973-1976 democracia
1976-1983 dictadura
1983-....... democracia
En los cien años que median entre 1880 y 1983, el principio de la soberanía popular sólo rigió plenamente durante
aproximadamente unos veinticinco años.
Si tomamos como ejemplo el período 1880-1916 podremos observar que bajo la fachada de un régimen
democrático se escondía otro tipo de régimen político bien diferente. El llamado a elecciones y la renovación de
autoridades se cumplía en los plazos establecidos por la Constitución, pero en realidad la voluntad popular no
contaba, ni existían espacios para las oposiciones políticas, que eran consideradas peligrosas para el orden
establecido.
Muchas son las preguntas que usted puede realizar a sus alumnos para guiarlos en la comprensión de los
contenidos. A continuación, le sugerimos algunos interrogantes y conceptos para guiar la reflexión.
No se accedía al poder por el voto popular, falseado permanentemente por distintos mecanismos de fraude y por la
violencia política, sino a través de la elección de los funcionarios entrantes por parte de los salientes. Se trataba de
un sistema que fue conceptualizado como de "hegemonía gubernamental" o de "gobiernos electores" en el que
algunos miembros del sistema político, como el presidente saliente, algunos ex presidentes, senadores y
gobernadores, jugaban un rol clave en las designaciones.
Una minoría que se agrupaba en torno al Partido Autonomista Nacional, perteneciente a las familias más ricas del
país y que iba rotando por los puestos clave de la estructura político-administrativa del Estado nacional.
Por un lado, consideraba que su supremacía política derivaba de ser (o proclamarse) heredera de los "padres
fundadores de la nacionalidad". Y, además, sus integrantes creían estar dotados por la naturaleza de competencias
y atributos especiales para gobernar que el resto de la población no poseía.
La Actitud de la ciudadanía fue que en el régimen que muchos caracterizan como oligárquico comenzó a ser
cuestionado desde 1890. El país se transformaba con la llegada de millones de inmigrantes europeos y la
expansión de la economía agroexportadora. Desde principios del siglo XX, a medida que la gran masa
inmigratoria se iba integrando a la nueva sociedad, y que sus hijos argentinos iban ascendiendo en la escala social,
crecieron los cuestionamientos políticos y las demandas democratizadoras. También se fortaleció el partido que
desde 1891 levantaba como estandartes los principios democráticos: la Unión Cívica Radical. La acción de estas
fuerzas sociopolíticas forzó en 1912 la sanción de la Ley de reforma electoral o Ley Sáenz Peña, fenómeno que
marcó el comienzo de la primera experiencia democrática de la historia argentina.
Respondemos
La Constitución de la Nación Argentina, que rige actualmente a la República Argentina, fue aprobada por una
asamblea constituyente integrada por representantes de trece provincias, hecha en la ciudad de Santa Fe en el año
1853. El propósito de la Constitución de 1853 fue poner fin al ciclo de las guerras civiles y sentar las bases de la
«unión nacional» mediante un régimen republicano y federal. Antes de esta Constitución hubo dos intentos
constituyentes en 1819 y 1826, que no prosperaron por carecer de consenso entre las provincias. Con
posterioridad otras diez provincias y una ciudad integraron la federación.
El texto ha sido reformado varias veces, estando vigente la redacción resultante de la reforma de 1994. En varias
oportunidades el orden constitucional fue dejado sin efecto por golpes de Estado, el último de los cuales impuso
una dictadura que se mantuvo en el poder hasta el 10 de diciembre de 1983.
Primera parte: capítulo primero (Declaraciones, Derechos y Garantías; arts. 1-35) y capítulo segundo (Nuevos
Derechos y Garantías; arts. 36-43)
Nos los representantes del pueblo de la Nación Argentina, reunidos en Congreso General Constituyente por
voluntad y elección de las provincias que la componen, en cumplimiento de pactos preexistentes, con el objeto de
constituir la unión nacional, afianzar la justicia, consolidar la paz interior, proveer a la defensa común, promover
el bienestar general, y asegurar los beneficios de la libertad, para nosotros, para nuestra posteridad, y para todos
los hombres del mundo que quieran habitar en el suelo argentino: invocando la protección de Dios, fuente de toda
razón y justicia: ordenamos, decretamos y establecemos esta Constitución, para la Nación Argentina.
El 31 de mayo de 1852, casi cuatro meses después de la Batalla de Caseros, se firmó el Acuerdo de San Nicolás
convocando a un Congreso Constituyente, para organizar el país bajo el sistema federal y designando al vencedor
de Caseros, Justo José de Urquiza, como director provisorio de la Confederación y jefe de todas las tropas
presentes en el territorio nacional. Las catorce provincias firmaron o adhirieron al Acuerdo de San Nicolás, pero el
11 de septiembre, siguiendo el liderazgo de Bartolomé Mitre, la Provincia de Buenos Aires decidió no ratificarla y
se separó de la Confederación.
La Constitución fue aprobada el 1 de mayo de 1853 en la Ciudad de Santa Fe, capital de la provincia de Santa Fe,
bajo el gobierno de Urquiza, rigiendo para las trece provincias que la aprobaron (Catamarca, Córdoba, Corrientes,
Entre Ríos, Jujuy, La Rioja, Mendoza, Salta, San Juan, San Luis, Santa Fe, Santiago del Estero y Tucumán). En
1859 y luego del triunfo de la Confederación, en la Batalla de Cepeda, Buenos Aires y la Confederación se
reunificarían y a tal efecto se realizó la reforma constitucional de 1860.
El Acuerdo de San Nicolás que ordenaba establecer un régimen federal, sin aduanas internas
La Constitución tenía un preámbulo y dos grandes partes, la primera dedicada a los derechos y garantías y la
segunda dedicada a la organización del gobierno. El texto estaba redactado en 107 artículos.
El preámbulo, sin valor normativo, adoptó la fórmula inicial del famoso «nosotros, el pueblo» de la constitución
estadounidense pero modificada como «nos, los representantes del pueblo» para subrayar la naturaleza
exclusivamente representativa del sistema adoptado. Declara también que la constitución es «para todos los
hombres del mundo que quieran habitar en el suelo argentino».
La primera parte (derechos y garantías) fue redactada en 31 artículos. Tratándose de una constitución liberal,
contiene los derechos humanos de primera generación: (principio de legalidad, principio de igualdad ante la ley,
derecho de propiedad, inviolabilidad del domicilio, libertad de expresión sin censura previa, libertad de
circulación, etc.). Adicionalmente contiene normas específicas como la abolición de la esclavitud (art. 15),
gratuidad de la educación primaria (art. 5), la igualdad de derechos civiles para ciudadanos y extranjeros (art. 20),
el fomento de la inmigración europea (art. 25), la prohibición de toda forma de democracia directa (art. 22), etc.
La segunda parte (gobierno) regula la organización de los tres poderes federales (ejecutivo, legislativo y judicial)
y los gobiernos provinciales, según la forma representativa, republicana y federal (federalismo atenuado).
Organizó un poder ejecutivo fuerte (presidencialismo), con facultades para intervenir las provincias, declarar el
estado de sitio, designar a los jueces, etc. El poder legislativo es bicameral con facultades para sancionar los
códigos principales. El poder judicial está organizado sobre la base del juicio por jurados, pero nunca fue
cumplido. La Constitución no establecía el sufragio secreto ni universal, ya que no garantizaba el sufragio
femenino, ni el voto a los ciudadanos residentes en los territorios nacionales.5
Reforma de 1860
La reforma constitucional argentina de 1860 fue una reforma de la Constitución de 1853 realizada luego de la
Batalla de Cepeda y antes de la Batalla de Pavón, en el contexto de la guerra entre la Confederación Argentina y el
Estado de Buenos Aires, que tuvo como consecuencia la adhesión de esta última al texto constitucional de 1853 y
su integración de derecho a la República Argentina. La paz entre ambas partes se selló en el Pacto de San José de
Flores, en el cual la Provincia de Buenos Aires (que entonces incluía a la actual Ciudad Autónoma de Buenos
Aires) se declaró parte de la Confederación Argentina y en el que se estableció que dicha provincia podría
proponer reformas a la Constitución Nacional de 1853, que establecía la forma de gobierno federal, para que
fueran evaluadas por una Convención Constituyente Ad Hoc. La reforma se hizo sin respetar la prohibición de
reformar la Constitución antes de cumplirse diez años de su sanción, requisito establecido en el artículo 30 del
texto constitucional de 1853.
La Provincia de Buenos Aires eligió una Convención Provincial Revisora que propuso varias reformas al texto de
1853, la mayoría de las cuales fueron luego aceptadas por la Convención Nacional Constituyente de 1860. Las
principales modificaciones fueron la eliminación del artículo que establecía que la Capital Federal sería la ciudad
de Buenos Aires, la obligación de que los derechos de importación sean uniformes en todo el país (con el fin de
impedir que se promuevan determinadas regiones o puertos), la eliminación por cinco años de los derechos de
exportación, la reducción de facultades del gobierno nacional para intervenir provincias, decretar el estado de
sitio, someter a juicio político a los gobernadores, diputados y senadores nacionales, o revisar las constituciones
provinciales. La reforma también introdujo la prohibición al Congreso nacional de dictar leyes que "restrinjan la
libertad de imprenta o establezcan sobre ella la jurisdicción federal", el reconocimiento de los derechos y garantías
implícitos derivados del principio republicano y de soberanía del pueblo, y el reconocimiento del principio de
"ciudadanía natural" (jus soli). Suprimió también las facultades de la Corte Suprema de la Nación en conflictos
entre poderes públicos de una misma provincia, o entre una provincia y sus vecinos.
Reforma de 1866
La reforma constitucional de 1866 fue una breve pero crucial modificación relacionada con los ingresos del
Estado nacional, impulsada por el presidente Bartolomé Mitre al solo efecto de restablecer los impuestos a las
exportaciones, llamados también retenciones o derechos de exportación, que habían sido abolidos por la reforma
constitucional de 1860, para entrar en vigencia a partir del 1 de enero de 1866. La reforma modificó dos artículos,
el artículo 4, para eliminar el vencimiento de 1866, y el artículo 67, inciso primero, para restablecer la facultad de
Congreso Nacional para imponerlos. La declaración de la necesidad de reforma por parte del Congreso se aprobó
con el voto de más de las dos terceras partes de los miembros presentes, pero menos de las dos terceras partes de
los miembros totales.
Reforma de 1898
Hacia fines del siglo xix, debido al desarrollo económico y social que se estaba viviendo en Argentina, los
políticos argentinos creyeron requerir un aumento del tamaño de Estado, cosa que limitaba la antigua
Constitución. En 1897 el Congreso Nacional declaró la necesidad de reforma constitucional, estableciendo las
materias y artículos para reformar, la representación asignada a cada provincia (los ciudadanos de los territorios
nacionales no tuvieron derecho a elegir ni ser elegidos) y demás requerimientos para conformar la Convención:
Artículo 1.- Declárase necesaria la reforma parcial de la Constitución, en lo relativo al número de habitantes que
el Artículo 37 fija como base para la elección de diputados al Congreso Nacional; en la disposición del Artículo
87, relativa al número de Ministros del Poder Ejecutivo; y, en el inciso 1.º del Artículo 67, en cuanto no permite la
instalación de aduanas libres en los territorios del sud de la República.
Cambio de la base de elección de diputados. La constitución de 1853 indicaba que se elegiría un diputado cada 20
000 habitantes. El crecimiento poblacional demostró la necesidad de un cambio. El artículo se reformó para que
indicara que se elegiría un diputado cada 33.000 habitantes, y que el Congreso pudiera elevar la base de elección
de diputados para poder mantener su número en una cantidad razonable (de no haber sido así, de acuerdo con los
datos del Censo de Argentina de 2010 la Cámara debería estar formada por 2004 miembros).
Aumento de los ministerios. La Constitución fijaba en cinco el número de ministerios y deslindaba sus ramos
(Relaciones Exteriores, Interior, Justicia e Instrucción Pública, Hacienda, Guerra y Marina). Con la reforma, su
número aumentó a ocho y su deslinde se dejó a la legislación.
La necesidad de incorporar nuevos derechos sociales y las nuevas funciones del Estado, siguiendo los
lineamientos del constitucionalismo social, fueron los argumentos básicos que motivaron esta reforma. Fue
promovida por el gobierno de Juan Domingo Perón. La modificación incorporó en sus artículos los derechos de
segunda generación (laborales y sociales), reconoció la igualdad jurídica del hombre y la mujer, incorporó la
función social de la propiedad, estableció la autonomía universitaria, los derechos de los niños y la ancianidad, el
habeas corpus, facultades de intervención de Estado en la economía, la reelección presidencial indefinida y la
elección de los representantes por voto directo, entre otras normas.
Durante el gobierno de Perón y de Eduardo Lonardi, la Corte Suprema de Justicia, máximo órgano de control de
constitucionalidad, aceptó la legitimidad de esta reforma y aplicó sus normas en diversos fallos.8 Elaboró además
una jurisprudencia interpretando orgánicamente los preceptos de la reforma
Fue abolida mediante una proclama militar por el dictador Pedro Eugenio Aramburu, a través de una proclama del
día 27 de abril de 1956. Los argumentos invocados por la dictadura sostuvieron que todos los actos del gobierno
derrocado en 1955, habían sido impuestos por medio de la violencia y que la reforma constitucional no fue el
resultado de una «libre discusión».1314151617
El 27 de abril de 1956, la dictadura autodenominada «Revolución Libertadora», con la firma del presidente de
facto, teniente general Pedro Eugenio Aramburu, el vicepresidente de facto y los ministros, emitió una proclama
de carácter constitucional, declarando «vigente la Constitución Nacional sancionada en 1853, con las reformas de
1860, 1866 y 1898, y exclusión de la de 1949», la que a su vez debía subordinarse «a los fines de la Revolución
enunciados en las Directivas Básicas del 7 de diciembre de 1955, y a las necesidades de la organización y
conservación del Gobierno Provisional».18
Entre los derechos y normas constitucionales que quedaron sin efecto por dicha proclama, se cuentan los derechos
de los trabajadores, la igualdad de derecho del hombre y la mujer y la patria potestad compartida, los derechos de
los niños, los derechos de los ancianos, la autonomía universitaria, el voto directo, la reelección indefinida del
presidente, el fin social de la propiedad privada, la gestión estatal de los servicios públicos y el comercio exterior,
etc.
Algunos juristas descalificaron la abolición por no cumplir con ninguno de los pasos necesarios para ejercer el
poder constituyente, sosteniendo que solo una convención constituyente elegida democráticamente y sin
proscripciones podía decidir sobre el texto constitucional. En disconformidad con el acto renunció el juez de la
Corte Suprema Jorge Vera Vallejo, designado por la dictadura el año anterior. Otros juristas justificaron la
abolición sosteniendo que la convención constituyente de 1949 modificó varios artículos que no estaban incluidos
en la declaración de la necesidad de reforma por el Congreso nacional, entre ellas la reelección inmediata del
presidente y vice.19
Reforma de 1957
La reforma constitucional de 1957 fue realizada durante la dictadura del general Aramburu. La misma se realizó
sin cumplir con el artículo 30 de la Constitución vigente, que exige como paso previo a una reforma, que el
Congreso Nacional declare la necesidad de dicha reforma, por una mayoría de dos terceras partes de sus
miembros. En su lugar Aramburu dictó el Decreto 3838, declarando la necesidad de reformar la Constitución y
convocó a elecciones de convencionales constituyentes para convalidar la derogación de las reformas de 1949 y
realizar, finalmente, nuevas reformas constitucionales.
El gobierno militar prohibió que se presentaran candidatos peronistas en las elecciones de convencionales
constituyentes, pero sus simpatizantes respondieron votando masivamente en blanco y obteniendo la mayoría,
hecho que afectó fuertemente la legitimidad de la Convención Constituyente. Por su parte la Unión Cívica Radical
se fragmentó en dos partidos, UCRI (frondizistas) y UCRP (balbinistas), el primero opuesto a la Convención
convocada por el gobierno militar y el segundo partidario de la misma.
En vísperas de los comicios de 1957 las cifras de exclusiones arbitrarias en el padrón electoral oscilaba entre los
250.000 y los 700.000 personas. Frondizi admitió que “por lo menos 480.000 excluidos eran peronistas”.
Respecto al voto en blanco se señaló: ellos mismos (en el diario Democracia del 30 de julio) cometieron el ´lapsus
´ de deslizar la cifra de más de 2.300.000 a favor del voto en blanco. El secretario de Redacción fue
automáticamente separado de su cargo como consecuencia de esta filtración.20 Finalmente, la Convención
Constituyente fue elegida en elecciones no libres, rechazada por el voto en blanco de un amplio sector de la
ciudadanía y cuestionada en su legitimidad por diversos sectores, disolviéndose por falta de quorum sin haber
finalizado su agenda de trabajo.21 Su labor se limitó a convalidar la decisión del gobierno militar de anular todas
las normas constitucionales incluidas en 1949, entre ellas normas de gran importancia, como la igualdad jurídica
de los hombres y las mujeres, la autonomía universitaria, los derechos de la familia, los derechos de la ancianidad,
el voto directo, etc. Inmediatamente después los convencionales comenzaron a retirarse sin tratar otras reformas.
Mientras los representantes se retiraban, una parte logró sancionar el artículo 14 bis, referido a algunos derechos
del trabajo. Luego de ello ya no fue posible lograr una nueva sesión con cuórum.22
El 28 de junio de 1966, mediante un golpe de Estado, asumió el poder una junta militar que se autodenominó
Revolución Argentina y dictó un Estatuto de la Revolución Argentina integrado por 10 artículos que tenía
preeminencia sobre la Constitución Nacional de 1853, con las reformas de 1860, 1866, 1898 y 1957, que
permaneció vigente, aunque sin el carácter de norma suprema. El Estatuto de la Revolución Argentina quedó de
hecho sin efecto el 25 de mayo de 1973, al asumir las autoridades democráticas con la presidencia de Héctor José
Cámpora.