Administrativo Unidad 5
Administrativo Unidad 5
Administrativo Unidad 5
Kroneberger 197
La Procuraduría de Nación por su parte, consideró que el dictamen tiene una doble finalidad:
1- Es una garantía para administrados, pues impide a la administración el dictado de actos que se
refieran a intereses legitimados sin la debida asesoría.
2- Evita probables responsabilidades del Estado.
Preguntas:
▪ La falta de dictamen ¿Es causal de nulidad de un acto administrativo?: En principio, con una
normativa tan clara, diríamos que sí, que es nulo; pero, un acto administrativo es nulo si carece
de un elemento esencial, en este caso el dictamen, aunque hay excepciones.
▪ ¿Qué sucede con el dictamen deficiente? ¿Cumple el requisito del Art. 7 Inc. d?: Pensemos, por
ejemplo, en un dictamen que no tenga un contenido concreto, ni sea de una opinión fundada en
derecho, o útil o inacabada. Si el dictamen solo da una formula amplia y ambigua, se habrá
complido con la opinión del órgano consultivo, pero de forma espantosa. Quizás no podrá haber
impugnación porque se cumplió con el requisito formal, pero habrá un vacío que generara un
perjuicio que va a afectar el derecho de defensa, y, más que nada, el derecho de un debido
procedimiento, que afecta a las garantías constitucionales del particular.
▪ ¿Es una omisión subsanable la falta de dictamen?: El dictamen es previo a la decisión final. ¿Es
subsanable posteriormente su deficiencia? En realidad, no hay una respuesta univoca.
Punto N°7:
• Análisis de jurisprudencia y casos prácticos:
• La autonomía en las municipalidades de la Provincia de Buenos Aires y las universidades nacionales:
Punto N°0:
• Introducción: Hasta ahora estuvimos viendo todo lo que tenía que ver con las funciones de los diferentes
órganos de gobierno y la administración puertas hacia adentro. Ahora bien, en esta unidad veremos cómo la
Macarena A. Kroneberger 198
administración actúa con los particulares y cómo expresa su voluntad; analizaremos y observaremos sus medios
o instrumentos por medio de los cuales el Poder Ejecutivo expresa sus decisiones. Es decir, que esta unidad
tratara la Teoría General de las Formas en el DA.
La forma de expresión por excelencia son los actos administrativos, pero tambien existen otras formas, que son
los reglamentos, el contrato, los hechos, las vías de hecho, el silencio y las omisiones. Por un lado, estas
distinciones son jurídicamente relevantes porque el marco a aplicar es distinto; pero, por otro lado, cabe
advertir que el acto administrativo es el cauce formal de la expresión de las decisiones del Poder Ejecutivo
propio del Estado Liberal de Derecho (abstencionista); mientras que en el contexto del Estado social de Derecho
(intervencionista) resurgen otras formas como el silencio y las omisiones.
Punto N°1:
• Hechos y actos administrativos: Algunos autores diferencian los actos de los hechos administrativos. Los hechos
no implican una expresión de la voluntad, solo un obrar material. Esto se da conforme a lo establecido en el Art.
257 del CCC que dice que “El hecho jurídico es el acontecimiento que, conforme al ordenamiento jurídico,
produce el nacimiento, modificación o extinción de relaciones o situaciones jurídicas”. Pero no siempre es fácil
diferenciar el hecho del acto administrativo. Por ejemplo: Cuando tenemos una orden dictada por escrito que
implica demoler un edificio, eso que está expresado en el papel tiene un hecho, que es la demolición en sí
misma. Ahora bien, esta voluntad está materializada antes del hecho; pero, puede ser que haya un acto y
después el hecho no se materialice, o que pueda haber hechos que no tienen como antecedentes un acto. Es
por eso que decimos que a veces es difícil encontrar una distinción, pero si podemos decir lo siguiente:
1- Cuando hablamos de actos administrativos hay una voluntad de la administración que está expresada.
Es el Estado quien decide expresar su decisión con prescindencia de su ejecución material, ya sea a
través de un escrito o no, formal o no.
2- Cuando hablamos de hechos no siempre tiene un obrar externo de la voluntad. El hecho, el
comportamiento material, es la expresión y ejecución de las decisiones estatales confundiéndose ambos
extremos.
Es así que se concluye que el hecho es el comportamiento material no precedido de acto administrativo alguno,
o precedido por un acto inconexo con el hecho; mientras que, el acto administrativo es aquel comportamiento
que está presidido por actos. Además, hay que tener en cuenta lo que dice Balbín, que es que las conductas no
constituyen hechos administrativos, sino la ejecución material de aquellos. El hecho administrativo es un
comportamiento material que expresa una decisión estatal.
• Criterios de distinción:
Distinción general:
1- En cuanto a la intensidad de los efectos que producen: El acto administrativo produce efectos
directos e inmediatos; mientras que los hechos administrativos producen reflejos.
2- En cuanto a la presunción de legitimidad: El acto administrativo se presume legítimo; mientras
que los hechos administrativos no gozan de esa presunción de legitimidad.
3- En cuanto a la impugnación: Los actos administrativos son impugnables como sanción o
anulación; mientras que los hechos no se pueden anular, sino que, en todo caso, se hace
responsable la administración.
Los actos administrativos traducen el producto de una declaración, de una exteriorización al plano
jurídico de un proceso intelectual. Las conductas que configuran los hechos administrativos pueden ser
realizadas en cumplimiento de un acto administrativo anterior.
Macarena A. Kroneberger 199
En el sentido de distinguir los hechos administrativos de los actos administrativos tiene que ver con que
el régimen jurídico del hecho es en parte distinto al acto, por lo que es razonable su distinción
conceptual.
En principio, las disposiciones de la LPA sobre los actos administrativos, en particular el Título III del
texto normativo, son aplicables sobre los hechos, con los matices propios del caso. A su vez, la LPA
establece como un marco propio y especifico respecto del tramite de impugnación de los actos
administrativos y otro especifico de los hechos.
Distinción según autor:
▪ Gordillo: Este autor dice que es posible distinguir cuatro categorías entre actos y hechos
jurídicos, que son:
1- Los hechos no son jurídicos: Son actuaciones materiales de la administración que no
producen efectos jurídicos directos.
2- Los hechos jurídicos: Son actuaciones materiales o físicas, operaciones técncias de la
administración que producen efectos jurídicos directos como, por ejemplo, la creación
de un derecho o de un deber, o incluso la producción de responsabilidad respecto del
agente que lo cometió o de la administración. Por ejemplo: el agente que se lleva un
auto mal estacionado, produciendo un daño, comete un hecho que produce tambien ele
efecto jurídico de hacer nacer un derecho a una indemnización del propietario del
vehículo.
3- Los actos jurídicos: Son las decisiones, o declaraciones de voluntad, conocimiento o
juicio, productoras de un efecto jurídico directo, esto es, el nacimiento, la modificación
o extinción de un derecho o deber jurídico de un sujeto de derecho.
4- Los actos no jurídicos: No producen efectos jurídicos alguno. Son actos no eficientes. Se
trata de decisiones, declaraciones o manifestaciones realizadas en ejercicio de la función
administrativa, que no producen efectos jurídicos directos respecto de un sujeto de
derecho. Se diferencian de los hechos administrativos, en que en lugar de actividades
materiales consiste en manifestaciones o declaraciones, expresiones intelectivas de
voluntad conocimiento, opinión, recomendación, juicio, deseo, etc.
Además, establece diferencias entre los actos administrativos y los hechos administrativos,
diciendo:
1- Diferencia de intensidad en cuanto a los efectos que produce: Mientras los actos
administrativos son directos o inmediatos, los hechos administrativos producen efectos
reflejos.
2- Diferencia en la forma de manifestación de la voluntad: Los actos administrativos son
una manifestación inequívoca de la voluntad del Estado; mientras que en los hechos
administrativos no es posible sacar esa voluntad. Si bien en cualquier hecho o actuación
material de la administración podemos deducir cuál ha sido la voluntad que lo ha
precedido. Por ejemplo: Del hecho de que se ha colocado una barrera en la calle,
podemos deducir que se ha querido cerrar el transito; del hecho de que se quite la
barrera deducimos que se ha decidido abrirla nuevamente; entonces, no por ello habrá
un acto. Para que exista un acto administrativo es necesario que encontremos esa
declaración de voluntad que se manifiesta intelectivamente y no a través de su directa
ejecución. Solo se denomina acto a aquella decisión que se exterioriza formalmente
como tal y no a través de su directa ejecución. Así, la decisión ejecutada se da a conocer
a los demás individuos a través de los hechos reales que trasmiten la idea respectiva. En
cambio, la decisión declarada se da a conocer a los demás individuos a través de hechos
Macarena A. Kroneberger 200
o datos que tienen un significado simbólico, figurado. De allí, se desprenden que el acto
administrativo es una declaración que se expresa, pero que queda allí no más, como
determinación, opinión o conocimeinto; que no se ejecuta al exteriorizarse. No obsta a
este concepto el que la idea contenida en la declaración se ejecute inmediatamente
después de ser exteriorizada; lo esencial es que se pueda apreciar objetivamente una
separación conceptual y real entre la decisión y la ejecución de esa decisión.
3- Diferencia en la presunción de legitimad: Los actos administrativos gozan de
presunción de legitimidad. Es decir, en el acto administrativo se presume legítimo, y, por
lo tanto, de ahí nace la obligación del administrado de cumplirlos; en cambio, los hechos
administrativos no gozan de esa presunción.
4- Diferencia entre la sanción de nulidad o anulación: Los actos administrativos reciben
como sanción la nulidad o anulación; mientras que los hechos administrativos no se
anulan, en todo caso nace la responsabilidad de la administración.
Punto N°2:
• Vías de hecho administrativas-Definición: Las vías de hecho implican un obrar material de la administración,
pero que se caracteriza por ser ilegítima. Es decir, que siempre es un comportamiento antijurídico.
Especificamente el Art. 9 de la LNPA regula su definición, estableciendo que: “La administración se abstendrá: a)
De comportamientos materiales que importen vías de hecho administrativas lesivas de un derecho o garantía
constitucionales; b) De poner en ejecución un acto estando pendiente algún recurso administrativo de los que en
virtud de norma expresa impliquen la suspensión de los efectos ejecutorios de aquel, o que, habiéndose resuelto,
no hubiere sido notificado”.
De modo que las vías de hecho son los comportamientos materiales ilegítimos estatales que desconocen
derechos o garantías constitucionales. Por ejemplo: Cuando el Estado resuelve demoler un edificio o disolver
una manifestación, sin acto previo, y de modo alguno, pues el edificio no amenaza con su ruina o los
manifestantes ejercen legítimamente su derecho constitucional de expresar sus ideas, reunirse y peticionar ante
las autoridades.
En caso de que el Estado hubiese dictado el acto, este es ilegitimo, y, a su vez, los hechos descritos no
constituirían hechos materiales ilegítimos, es decir, vías de hecho, sino simplemente la ejecución de un acto
administrativo ilícito.
Sin embargo, puede ocurrir que el Estado ejecute un acto legítimo de un modo ilegítimo. En tal caso, el
cumplimiento irregular de un acto regular es constitutivo de vías de hecho.
El segundo supuesto de vías de hecho que prevé la ley es cuando el Estado pone en ejecución un acto, estando
pendiente de resolución un recurso administrativo cuya interposición suspende los efectos ejecutorios en virtud
de una norma expresa; o que, habiéndose resuelto el recurso, no hubiere sido notificado. Se cree que este
punto es razonable porque el acto es supuestamente regular, pero su ejecución no lo es, constituyéndose
consecuentemente un caso de vías de hecho, comportamiento material irregular por el Estado.
En este cuadro debe incorporarse tambien como vía de hecho al cumplimiento del acto en los actos en que
este, según el criterio legal, no pueda ser ejecutado sin intervención judicial (Según el Art. 12 de la LNPA).
Así, el presente instituto comprende:
1- El comportamiento material estatal ilegítimo no precedido por acto.
2- El comportamiento material precedido de un acto estatal legítimo, pero no guardarse relación con este.
3- El comportamiento material de un acto cuya ejecución deba suspenderse por mandato legal, por sus
caracteres o por la interposición de los recursos.
Macarena A. Kroneberger 201
• Medios de defensa en el orden nacional y provincial: Las vías de hecho tienen un mecanismo especial para
defenderse. Es decir, que una vía de hecho debe ser impugnada de una forma distinta a la del acto
administrativo. Esta forma se encuentra regulada en el Art. 25 Inc. d de la LNPA: “La acción contra el Estado o
sus entes autárquicos deberá deducirse dentro del plazo perentorio de noventa (90) días hábiles judiciales,
computados de la siguiente manera:..d) Si se tratare de vías de hecho o de hechos administrativos, desde que
ellos fueren conocidos por el afectado…”.
Ahora bien, en el ámbito provincial, y, por lo tanto, si proviene de una autoridad de la provincia, tenemos que
dirigirnos al Código Contencioso Administrativo y tener en cuenta el Art. 14 Inc. b de la Ley 13101, que habla
sobre los requisitos de admisibilidad de la pretensión y los supuestos de agotamiento de la vía administrativa:
“Sin perjuicio de los demás requisitos previstos en el presente Código, será necesario agotar la vía administrativa
como requisito de admisibilidad de la pretensión procesal en todos los casos salvo los siguientes supuestos: (…) b)
cuando mediare una clara conducta de la demandada que haga presumir la ineficacia cierta de acudir a una vía
administrativa de impugnación o cuando, en atención a particulares circunstancias de caso, exigirla resultare
para el interesado una carga excesiva o inútil. La interposición de la demanda importará la interrupción de los
plazos de caducidad para la presentación de los recursos en sede administrativa”.
Las vías de hecho no gozan de las presunciones propias de los actos administrativos que prevé el Art. 12 de la
LNPA y, además, no es necesario agotar las instancias administrativas, mientras que ante el acto ilegitimo si es
necesario hacerlo.
Esta es su particularidad en relación a la impugnación de las vías de hecho, en efecto, si la administración
demuele el edifico sin actos que lo proceda, tenemos una vía de hecho administrativa que impugnamos
directamente ante la justicia.
Especificamente tenemos:
1- Nación:
▪ Procedimiento jurídico para obtener la cesación de las vías de hecho:
-Aquí no hay impugnación porque la impugnación requiere de un acto que pueda ser
impugnable, lo cual no sucede con las vías de hecho.
-En el Sistema Nacional, como no tiene un procedimiento de forma administrativo especial, se
aplica el CPCCN. Por lo tanto, se planteará una pretensión ante el Juez Federal (pues no hay
jueces especializados en materia administrativa a nivel nacional) para que ordene la cesación de
la vía de hecho, sea con una medida cautelar, con un amparo, etc. que se va a dar de acuerdo a
cuál sea la más conveniente para subsanar ese comportamiento de la administración.
2- Provincia:
▪ Regulación de las vías de hecho en la LPA de la Provincia de Buenos Aires: El Art. 109 del
Decreto-ley 7647/70 dice: “La administración pública no iniciará ninguna actuación material que
limite derechos de los particulares, sin que previamente haya sido adoptada la decisión que le
sirva de fundamento jurídico”.
▪ Procedimiento para obtener la cesación de las vías de hecho en la Provincia de Buenos Aires:
Las cesaciones de las vías de hecho, a nivel bonaerense, tienen un procedimiento especializado,
atento que en la Provincia de Buenos Aires existe un Código Contencioso Administrativo que
regula los procedimientos de esa índole. Por lo tanto, las cesaciones serán planteadas ante el
Juez especializado en materia administrativa que están reguladas en el Art. 21 del Código
Contencioso Administrativo-Ley 12.008.
-El Art. 21 de la Ley 12.008 señala el procedimiento que debe seguir para obtener la cesión de
las vías de hecho administrativas, diciendo: “Contra las vías de hecho producidas, podrá
deducirse la pretensión directamente en sede judicial, sin que sea menester formular un reclamo
previo en sede administrativa. A excepción de lo relativo al plazo para la interposición de la
Macarena A. Kroneberger 202
demanda, el trámite de esta pretensión se regirá por las disposiciones relativas al proceso
sumarísimo previstas en el Código Procesal Civil y Comercial”.
-Es decir que, en definitiva, contra las vías de hecho, a nivel provincial rige lo siguiente:
a- No es necesario agotar la vía administrativa, se puede impugnar directamente en sede
judicial.
b- Todos los plazos se rigen por lo regulado para el proceso sumarísimo en el CPCCN,
excepto que el plazo para interponer la demanda, que, de acuerdo con lo previsto por el
Art. 18 del Código Contencioso Administrativo-Ley 12.008, para lograr el cese de una vía
de hecho administrativa, es de 90 días perentorios, contados a partir de que la vía es
conocida por el afectado.
Punto N°3:
• El acto administrativo:
Concepto:
▪ Concepto general: No existe una única definición. Esto es porque la misma no es una cuestión
que tenga que ver con la naturaleza del acto en sí mismo, sino que la definición que se adopte
va a tener un fin metodológico para su estudio.
Algunas definiciones son más amplias o generales que otras; pero, en definitiva, la definición
que nosotros trabajamos en esta materia tiene que ver con una postura restringida, pero que su
función es dejar afuera posiciones dudosas, diciendo que: “El acto administrativo es la
manifestación de voluntad de la administración ejercida o dictada en ejercicio de la función
administrativa que produce efectos individuales en forma directa”.
Lo que se deja afuera de esta definición tiene que ver con lo siguiente:
1- El dictado de una sentencia por parte del Juez no es un acto administrativo.
2- El acto produce efectos individuales, por lo que dejaríamos fuera su marco conceptual,
es decir, al contrato (en razón de su carácter bilateral) o al reglamento (en cuanto a su
alcance general, además de que estos tienen muchos puntos de contacto con los actos
administrativos, pero a su vez no como, por ejemplo, en cuanto a su publicación; o que
el reglamento va a reglar situaciones de forma abstracta, tiene efectos distintos de los
actos administrativos porque se extinguen de manera diferente, etc.). En definitiva, lo
que tenemos que saber cuándo hablamos de actos administrativos en los términos de
nuestra definición dejamos afuera los reclamos. Tambien tenemos que dejar fuera los
hechos y las vías de hecho, toda vez que constituyen comportamientos materiales
(decisiones estatales sin exteriorización previa de su voluntad); el silencio (que es
simplemente una decisión tácita estatal) y a los actos internos (que no tienen efectos
directos sobre terceros).
3- Los efectos se producen en forma directa. El acto administrativo es aquel que crea,
modifica, transfiere, conserva, declara o extingue derechos en términos directos, y, por
sí mismos, sin detenerse en otros actos intermedios.
Todos los actos que producen efecto de manera indirecta, previo al dictado del acto,
tienen que estar precedidos por un dictamen jurídico que diga si el acto está ajustado a
derecho o no. Los actos que dictan estos órganos no son actos administrativos porque
no producen efectos directos. La autoridad administrativa puede emitir una opinión que
tenga o no dictamen previo, por eso decimos que el dictamen no es vinculante y por eso
no lo podemos impugnar.
Macarena A. Kroneberger 203
4- Finalmente, una duda que se genera tiene que ver con los contratos administrativos,
específicamente con su ubicación dentro de todas estas categorías que venimos viendo.
¿Son actos administrativos o tienen categoría autónoma? Acá tenemos opiniones
diversas. Si bien la ley de procedimiento administrativo dice que a los contratos se le
aplicaran los principios que reglan los actos administrativos, con lo cual pareciera que
son actos administrativos, metodológicamente es mejor dejarlos como una categoría
separada. Es decir, tomamos la teoría del acto administrativo permanentemente, pero
lo dejamos separado. Por eso en las clases siguientes nos enfocamos en los actos
administrativos de alcance individual y no a los de alcance colectivos o bilaterales.
▪ Concepto según autor:
1- Dromi: Por la amplitud y extensión de las declaraciones administrativas, no siempre se
entiende lo mismo por acto administrativo. La conceptualización del acto administrativo
ofrece una serie de alternativas doctrinarias y legislativas en cuanto a sus acepciones.
Especificamente este autor considera que los actos administrativos constituyen
declaraciones unilaterales efectuadas en el ejercicio de la función administrativa, que
produce efectos jurídicos individuales en forma directa.
2- Cassagne: El acto administrativo comprende toda declaración proveniente de un órgano
estatal, emitida en ejercicio de la función materialmente administrativa y caracterizada
por un régimen exorbitante, que genera efectos jurídicos individuales, directos con
relación a los administrados destinatarios del acto, es decir, los terceros.
Este autor entiende que la declaración es una exteriorización del pensamiento que no
solo comprende la declaración de voluntad (dirigida hacia la realización de un fin), sino
tambien las del conocimiento, opinión o juicio, en las que falta el elemento volitivo
dirigido a la finalidad inmediata. Además, dice que el fin del acto se agota con su propia
emisión, tal como sucede cuando la administración procede a registrar hechos a los que
otorga autenticidad o cuando procede a certificar los hechos y tambien cuando emite
un juicio o una opinión.
3- Gordillo: El acto administrativo constituye una declaración unilateral realizada en
ejercicio de la función administrativa que produce efectos jurídicos en forma inmediata.
Este autor no habla de terceros. La declaración, para este autor, consiste en una
exteriorización intelectual, unilateral, que toma para su expresión datos simbólicos
(lenguaje hablado o escrito), que se hace accesibles al intelecto de los individuos
mediante un proceso de análisis y conversión. Además, se refiere tan solo al momento
externo de este proceso intelectual, de manera que comprende cualquier momento de
la psiquis (volición, cognición u opinión).
4- Diez: El acto administrativo es una declaración unilateral efectuada en ejercicio de la
función administrativa, que produce efectos jurídicos directo.
Concuerda con Gordillo que la declaración es un proceso de exteriorización intelectual
que toma para su expresión datos simbólicos.
5- Balbín: El acto administrativo es un acto jurídico con fuertes matices. Se trata de una
declaración unilateral de alcance particular dictado por el Estado, en ejercicio de
funciones administrativas, que produce efectos jurídicos directos e inmediatos sobre
terceros.
6- Comadira: El acto administrativo es una declaración emitida por un órgano estatal o un
ente público no estatal, en ejercicio de la función administrativa, bajo un régimen
Macarena A. Kroneberger 204
Clasificación de los actos administrativos: Según Marienhoff sostiene que pueden clasificarse en cuatro
grupos, que son:
1- Por la estructura del acto: Se distinguen los actos unilaterales y los actos bilaterales. Esta
clasificación solo es aplicable para aquellos autores que aceptan que los contratos
administrativos se encuentran dentro de los actos administrativos.
2- Por el alcance de los efectos del acto: Se distinguen los actos individuales y los actos generales.
No obstante, para casi toda la doctrina los actos de alcance general no están incluidos.
3- Por el ámbito jurídico en que el Estado desarrolla su competencia: Se distingue según la
administración actúe como tal dando lugar a actos administrativos; o como actos civiles cuando
actúa en el ámbito del derecho privado.
4- Por la actividad que ejerce la administración: Se distingue entre:
a- Actos reglados: Son aquellos que se dan cuando una norma jurídica predetermina en
forma concreta una conducta determinada que el particular debe seguir, o sea cuando
el órgano jurídico establece de antemano que es específicamente lo que el órgano debe
hacer en un caso concreto.
b- Actos discrecionales: Son aquellos actos que se dan cuando el orden jurídico le otorga
cierta libertad para elegir entre uno y otro curso de acción, para hacer otra cosa, o para
hacerla de alguna u otra manera.
La Corte ha dicho que si bien es cierto que las atribuciones judiciales no pueden llegar al
control de los jueces sobre cualquier sanción disciplinaria impuesta a los servidores del
Estado, ya que es indispensable que el órgano administrativo cuente con una facultad
de libre apreciación de las faltas, corresponde admitir la intervención de la justicia
cuando se ciñe a investigar si, en la imposición de medidas de la gravedad de una
cesantía, se ha hecho uso ilegítimo o abusivo de las normas con arreglo a las cuales
deben ejercerse las atribuciones otorgadas, llegándose a conculcar por este medio
garantías constitucionales del agente, que es algo que se ha visto en el Fallo Bomparola,
Miguel. C. Ministerio del Interior s/ordinario (27/02/1986). Esta doctrina resulta
coincidente con la sustentada por el Señor Procurador General, Mario Justo López y
seguida por V.E. en la sentencia (fallo: 302:233), donde se destacó que la circunstancia
de que la justicia nacional deba procurar mantenerse dentro de la orbitra de su propia
jurisdicción sin menoscabar funciones que incumben a otros poderes o jurisdicciones,
de ello no cabe derivar que el Poder Judicial deba abstenerse de ejercer el control de
razonabilidad que le compete como principio ínsito en el sistema republicano de
gobierno, cuyo celoso respeto es imprescindible para su vigencia y perdurabilidad, ni
que el poder administrador se vea eximido de acreditar, mediante el pertinente
sumario, los supuestos fácticos en que funda una sanción como la de cesantía, pues ello
implicaría dejar de lado diversas garantías constitucionales que hacen a la esencia de
dicho sistema.
Estos principios resultan a mi juicio aplicables a la solución del caso en examen pues,
aun cuando el acto que motiva el agravio del apelante no emane del poder
administrador, es obvio que, en el caso, el órgano legislativo lo ha dictado en el ejercicio
de una función típicamente administrativa, como el propio tribunal a quo viene a
reconocerlo en la primera parte de su sentencia.
En definitiva, considera que la decisión de la Corte Provincial, en cuanto cercena toda
instancia revisora, vulnera la garantía consagrada por el Art. 18 de la CN, ya que como
ha sostenido reiteradamente, ella requiere por sobre todas las cosas que no se prive a
nadie de una adecuada y oportuna tutela de los derechos que pudieran eventualmente
asistirle sino a través de un proceso conducido en legal forma y que concluya en el
dictado de una sentencia fundada. A raíz de esto, corresponde dejar sin efecto la
sentencia apelada en cuanto fue materia de apelación extraordinaria.
3. Fallo Ambrosio, Esther María c. Provincia de Buenos Aires (Poder Judicial)-Demanda
contencioso administrativa: (SCBA-02/12/1997-Voto Dr. Hitters). Ambrosio dedujo que
la demanda contencioso administrativo impugnando la resolución 27 del 14/2/84,
dictada por la SCBA, por la que se mantenía la cesantía en el cargo oficial 5, había
desempañado en el Juzgado de Primera Instancia en lo Civil y Comercial N°5 de
Mercedes, una medida expulsiva, por lo que pide que se anulen los actos atacados, se le
reintegre el cargo aludido y se paguen los sueldos caídos desde que fuera suspendida
del cargo, o una indemnización sustitutiva de dichas sumas. Todo con la depreciación
monetaria correspondiente y un interés calculado a la tasa anual del 8%.
Fue así que este caso corrió traslado y se presentó a la Fiscalía del Estado y sostuvo la
improcedencia formal de la vía elegida, puesto que el Código Contencioso
Administrativo, abre la competencia de la Corte exclusivamente frente a la actividad de
una “autoridad administrativa”, lo que excluye las resoluciones del Poder Legislativo y
del Poder Judicial.
Macarena A. Kroneberger 208
i-Por más que los trámites de la causa se hubieren cumplido con relativa
regularidad, no obsta a que se declare extinguida la acción por prescripción
desde que la llamada secuela del juicio no es instituida como causal
interruptiva.
j- El acto de aplicación ha incurrido en exceso de punición, cuando no existe una
adecuada proporcionalidad entre la sanción impuesta y el comportamiento
observado por el agente -Del voto de la minoría.
k- La exigencia de proporcionalidad entre las medidas que el acto involucre y los
hechos acreditados, trasunta la aplicación del principio de razonabilidad que es
una garantía constitucional "innominada", cuyo fundamento se encuentra en los
arts. 28 y 33 CN. -Del voto de la minoría.
l- El criterio de razonabilidad debe presidir todos los actos de la actividad pública,
reclamando la existencia de causas justificadas, fin público y adecuado, y
ausencia de iniquidad manifiesta -Del voto de la minoría.
m- La potestad del Poder Judicial para revisar los actos disciplinarios emanados de
la Administración comprende el control sobre la debida aplicación de las normas
estatutarias, de manera que los hechos se configuren adecuadamente y que las
sanciones se ajusten al texto legal -Del voto de la minoría.
n- Si la solución no pasa por declarar ilegal la sanción impuesta, y sólo se decide el
reintegro al cargo otrora desempeñado por la prescripción habida y sin
adentrarse en la legitimidad de la pena establecida, no existe causa válida que
justifique el pretenso cobro -Del voto de la minoría.
o- El reclamo de las remuneraciones devengadas, constituye un pedido implícito
de resarcimiento del perjuicio material ocasionado por el cese ilegítimo.
p- Al otorgar alcance indemnizatorio a la pretensión de reparación de la cesantía
del empleado público, ese daño se presume (an debeatur) por la ilegitimidad del
acto que cercena la garantía constitucional de la estabilidad -que comprende
también a los empleados judiciales.
q- El monto del perjuicio -quantum debeatur-, en los supuestos de cesantía de
empleados públicos, debe estar supeditado a la demostración que sobre la
magnitud del mismo efectúe la actora y en tal caso a la prueba en contrario de
la demandada, en virtud del juego interactivo y dinámico de las cargas en
materia probatoria, propio del proceso contencioso administrativo.
4. Fallo Rodríguez Varela, Florencia c. CSJN: (CSJN-23/12/1992).
Características generales:
1- Es una declaración: Es un proceso de exteriorización de la voluntad.
2- Es unilateral: Su emancipación y contenido dependen de la voluntad de un solo sujeto, que es el
órgano que la emite. La voluntad del administrado no interviene.
3- Produce efectos jurídicos: Crea derechos y obligaciones para ambas partes, es decir, para la
administración y el administrado.
4- Individuales en forma directa: Se dan a personas determinadas. Además, son directos porque
no están supeditados a la emisión de un acto jurídico posterior.
Caracteres: La doctrina tradicional de nuestro país entiende que el acto administrativo posee algunos
caracteres, inspirándose en la doctrina de los actos administrativos italiana, a diferencia de los juristas
franceses que abordan el estudio de la ejecutoriedad al tratar los efectos del acto administrativo.
Macarena A. Kroneberger 211
▪ Presunción de legitimidad:
- Algunos autores han sostenido que esta denominación no es del todo correcta, pero la
ley la denomina de esta forma.
- Esta presunción implica la suposición de que este ha sido dictado en armonía con el
ordenamiento jurídico.
- El ámbito del Derecho Privado, cuando cualquier sujeto pretende hacer valer un acto
jurídico, debe alegar y probar su existencia, y, además, su validez. En cambio, en el marco
del Derecho Público no es así, pues la ley dice que el acto administrativo es legítimo (Art.
12 de la LPA), y, por tanto, el Estado o quien intente valerse de él, no debe probar su
validez, porque se determina que es de por sí mismo válido. Es decir, se presume que el
obrar del Estado se ajusta a derecho. Cabe, sin embargo, aclarar que esta presunción es
iuris tantum, ya que cede y se rompe si se prueba la invalidez del acto. De modo que, si
se impone al destinatario del acto, la carga probatoria de la ilegitimidad de este pretende
la exclusión del mundo jurídico.
- De este principio se deriva que el obrar del Estado es obligatorio; pero, por ejemplo, si se
considera que un acto va en contra de la normativa y lo quiero impugnar, aunque
presente un recurso administrativo, no se puede suspender el acto porque el acto se
presume legítimo.
- El fundamento de este carácter del acto estatal es que es un principio necesario para el
desarrollo de las actividades estatales. En efecto, en caso contrario, el Poder Ejecutivo
vería trabado permanentemente el ejercicio de sus funciones y consecuentemente, el
cumplimiento de sus fines. Por lo tanto, además del sentido simbólico relativo al Estado
Soberano, este principio tiene un sentido práctico, ya que gracias a este principio la
administración puede avanzar con sus actos, incluso si se impugna el acto en cuestión.
- Existen dos consecuencias importantes que se deriva de todo lo anterior, que es:
1- La prohibición de que los jueces decreten de oficio la invalidez del acto
administrativo: El Juez no puede declarar la invalidez del acto de oficio por sí
mismo y sin pedimiento de parte, sino que solo puede hacerlo ante el pedido
puntual de las partes en el marco de un proceso judicial. En cambio, en el Derecho
Privado, el Juez si puede declarar de oficio la invalidez de los actos jurídicos de
nulidad absoluta y manifiesta.
2- La necesidad de alegar y probar la ilegitimidad: Las reglas y el juego de los
medios probatorios es distinto del modelo tradicional propio del derecho
procesal privado. En efecto, en el Derecho Privado quien intente valerse de un
acto debe alegarlo y probarlo en el proceso; en cambio, en el Derecho Público no
es así, porque está presente el principio de las cargas respecto de las pruebas,
que debe invertirse por la presunción de validez de los actos. Así, el Estado no
debe alegar ni probar la validez del acto de que se vale, sino que es el particular
interesado quien debe hacerlo, alegando y probando su invalidez.
- Sin embargo, hay varias posturas en la doctrina, que son las siguientes:
1- Balbín: El criterio propio y rígido del Derecho Público debe matizarse. En efecto,
el principio clásico y probatorio y sus cargas en el marco del Derecho Público,
debe congeniarse con el postulado de las pruebas dinámicas.
2- Arazi: Considera que la teoría de la carga probatoria dinámica o el principio de la
solidaridad y la colaboración, la tiene que probar la parte que se encuentra en
mejores condiciones de hacerlo. Así, si por la índole de la controversia o las
Macarena A. Kroneberger 212
Actos verbales. Actos tácitos: El Art. 262 del CCC regula la manifestación de la voluntad, estableciendo
que “los actos pueden exteriorizarse oralmente, por escrito, por signos inequívocos o por la ejecución de
un hecho material”. La manifestación de la voluntad se trata de un elemento exterior, donde se expresa
a partir de un acto voluntario, el cual se lleva a cabo cuando es ejecutado con discernimiento, intención
y libertad.
▪ Actos verbales: Se da en los casos donde no cabe duda de lo que se ha manifestado, ya que se
ha realizado de manera oral (por ejemplo: la orden impartida por un agente de tránsito) o por
signos (por ejemplo: una señal de tránsito ubicada en la vía pública).
Por lo general, los actos administrativos suelen ser escritos, pero excepcionalmente se suelen
permitir los actos verbales cuando hay una urgencia determinada. Esto se encuentra regulado
en el Art. 8 de la LPA cuando dice que el acto administrativo se manifestará expresamente.
▪ Actos tácitos: Aparece regulado en el Art. 264 del CCC, que dice “La manifestación tácita de la
voluntad resulta de los actos por los cuales se la puede conocer con certidumbre. Carece de
eficacia cuando la ley o la convención exigen una manifestación expresa”. Comprende aquellos
Macarena A. Kroneberger 217
casos en los que la exteriorización de la voluntad se hace a través de actos realizados con otra
finalidad, pero los cuales se puede inferir, que es lo que se quiere llevar a cabo.
Una forma de manifestación tácita es el silencio, que aparece regulado en el Art. 263 del CCC:
“El silencio opuesto a actos o a una interrogación no es considerado como una manifestación de
voluntad conforme al acto o a la interrogación, excepto los casos en que haya un deber de
expedirse que puede resultar de la ley, de la voluntad de las partes, de los usos y prácticas, o de
una relación entre silencio actual y las declaraciones precedentes”. Ahora bien, ¿Qué rol juega el
silencio en el DA?:
a- En el caso del Estado, el silencio debe ser interpretado en sentido contrario a la
pretensión particular, salvo que la ley establezca otro criterio.
b- En el DA el silencio constituye un modo de expresión a las decisiones estatales ante las
pretensiones que requieran de ella un pronunciamiento concreto.
c- La configuración del silencio administrativo es una ficción legal a la que el ordenamiento
jurídico le asigna consecuencias jurídicas específicas.
d- En el orden nacional, la conducta omisiva o ambigua de la administración, cuando se
requiera de ella un pronunciamiento concreto, es interpretada como negativa.
¿Cuál es la consecuencia de la configuración del silencio?: Habilitar la vía judicial.
Además, tambien es importante tener presente aquí la distinción entre:
a- El silencio desde el punto de vista material: Se da bajo el instituto de expresión de la
voluntad estatal en términos generales. En este caso, el silencio es un instituto
constitutivo de la voluntad estatal en sí mismo.
b- El silencio desde el punto de vista formal: Se da bajo el instituto del silencio en el marco
de recursos administrativos en particular, es decir, luego de dictado el acto e impugnado
este por el interesado. En este caso, la decisión estatal ya existe, es decir, se encuentra
predeterminada. Simplemente aquí debemos impugnarla con el objeto de agotar las
instancias administrativas. Si, en tal contexto, el Estado guarda silencio, este debe
interpretarse como rechazo respecto de las pretensiones de revisión de los actos
estatales.
e- Dictámenes pericias o informes técnicos: diez días. Este plazo se ampliará hasta
un máximo de treinta días si la diligencia requiere el traslado del agente fuera
del lugar de sus funciones.
f- Decisiones relativas a peticiones del interesado referidas al trámite del
expediente y sobre recursos de revocatoria: cinco días.
g- Decisiones definitivas sobre la petición o reclamación del interesado: diez días
para resolver recursos jerárquicos y en los demás casos treintas días contados a
partir desde la fecha, en que las actuaciones se reciban con los dictámenes
legales finales”.
o Art. 78: “Estos plazos se cuentan a partir del día siguiente al de la recepción del expediente
por el órgano respectivo. En caso de que este, para poder producir el dictamen, pericia o
informe de que se trate, o para decidir la cuestión, deba requerir nuevos informes o
dictámenes de otros órganos, quedarán suspendidos hasta tanto los mismos sean
contestados o venzan los plazos para hacerlo”.
o Art. 79: “Vencidos los plazos previstos por el Art. 77 Inc. g, el interesado podrá solicitar
pronto despacho, y, transcurridos treinta días desde esta reclamación, se presumirá la
existencia de resoluciones denegatorias”.
o Art. 80: “El incumplimiento injustificado de los términos o plazos previstos para el
despacho de los asuntos administrativos, genera responsabilidad, imputable a los
agentes directamente a cargo del trámite o diligencia y a los superiores jerárquicos
obligados a su dirección y fiscalización. Según el caso, la gravedad o reiteración de la
anomalía, serán aplicables las sanciones previstas en los respectivos estatutos del
personal de la administración pública”:
o En definitiva, la ley provincial establece los siguientes requisitos para que se configure el
silencio y habilitar, por lo tanto, la vía judicial:
1- Deben pasar 30 días contados a partir de la fecha en que las actuaciones se
reciban con los dictámenes legales finales. En el caso de que sean recursos
jerárquicos, serán 10 días.
2- Vencidos esos plazos, el interesado puede solicitar el pronto despacho.
3- Transcurridos los 30 días desde el pronto despacho, se configurará el silencio.
o En definitiva, son 60 días en provincia.
▪ Todo acto que puede producirse electrónicamente necesitará la racionalidad del resultado que
se produzca, más que la racionalidad del autor o del empleado que lo suscribe; lo mismo vale
para certificados, constancias, etc. Ya hoy en día pueden vislumbrarse algunas declaraciones
productoras de efectos jurídicos, en las cuales la voluntad de la administración no está en
verdad detrás del acto como voluntad psíquica de una persona, sino como voluntad lato sensu
del aparato administrativo. Cuando un agente de tránsito opera una llave para cambiar una luz
de tránsito, su voluntad está presente en forma inmediata en el acto, del cual la señal lumínica
es exteriorización; pero cuando por un mecanismo electromecánico o electrónico, en suma
automático, puesto por la mano del hombre, la luz se enciende a intervalos conforme un
programa, también los particulares están obligados por las señales lumínicas, del mismo modo y
con iguales alcances que si el propio agente de tránsito estuviera allí presente operando la llave
que enciende la luz. No se advierte entonces el porqué de las resistencias, en nuestro medio, a
la utilización de operaciones en base a un software encriptado e inviolable, para registrar
fotográficamente las infracciones de tránsito.
▪ De similar manera, en los sistemas previsionales actuales cada vez se advierte más la progresiva
mecanización de su funcionamiento: los expedientes son resueltos con rutina y poca posibilidad
de creatividad personal. Ello hace a su vez pensar en la posibilidad de introducir la computación,
como mecanismo tan idóneo o mejor que los empleados del sistema, para producir tales
decisiones de rutina en los casos comunes; sus posibles aplicaciones son verdaderamente
exponenciales en los años venideros, tanto en el sector privado como público. Allí se advierte
otra vez que, más que encontrarnos ante una decisión de un agente público, nos hallamos
simplemente ante una declaración objetivamente apta para producir efectos jurídicos directos,
realizada en ejercicio de la función administrativa, que recibirá el mismo tratamiento por el
orden jurídico, aunque no provenga de la voluntad individualizada y concreta de un funcionario.
Punto N°4:
• Suspensión del acto administrativo:
La suspensión del acto en sede administrativa: (Ejecutoriedad propia) Por ejemplo: las cesantías o las
exoneraciones de los agentes públicos)
▪ Aparece dispuesto en la segunda parte del Art. 12 de la LPA “…sin embargo, la administración
podrá, de oficio o a pedido de parte y mediante resolución fundada, suspender la ejecución por
razones de interés público o para evitar perjuicios graves al interesado o cuando se alegare
fundadamente una nulidad absoluta”.
▪ Para Cassagne, es una de las formas más criticables por la gravitación que importa las
situaciones jurídicas subjetivas del administrado.
▪ Dado el carácter facultativo de la norma, esta va dirigida esencialmente a la administración.
▪ Cassagne puntualiza y trata de analizar cada una, observando:
a- La razón del interés público resulta de una amplitud exagerada, aparte de que carecerá
en general de sentido para el administrado.
b- La causal del perjuicio grave, si bien implica el abandonó de la formula del perjuicio
irreparable, podría haberse sustituido con el criterio del daño.
c- El criterio de la invalidez manifiesta para determinar la procedencia obligatoria de la
suspensión del acto en sede administrativa resulta superior al de la gravedad del vicio.
Por otro lado, según la norma, si la invalidez absoluta alegada fuera manifiesta, la
administración no puede limitarse a suspender el acto, sino que esta obligada, en
principio, a revocarlo.
▪ La suspensión del acto en sede judicial: (Ejecución impropia) (Por ejemplo: juicio ejecutivo o
apremio) El sistema argentino, presenta en el orden nacional, tres causes básicos para
peticionar la suspensión de los efectos del acto administrativo, que son:
1- La medida cautelar autónoma o accesoria dentro de un proceso contencioso
administrativo con fundamento en el Art. 12 de la LPA: La suspensión que se obtenga
no impide la naturaleza cautelar, la aplicación analógica de los preceptos del derecho
procesal. Especificamente, las causales que prescriben esta norma son:
a- Alegación fundada de una nulidad absoluta: Si el vicio fuera manifiesto y la
administración no suspende el acto, estando obligada a ello, el Juez puede
decretar la suspensión de sus efectos.
b- Existencia de perjuicios graves al particular: Exige la demostración estricta
de su irreparabilidad refiriéndose a la imposibilidad o las dificultades que
pueden existir para compensar los daños o reponer las cosas a su estado
Macarena A. Kroneberger 225
anterior. Cuando los daños que provoca la ejecución del acto administrativo
resultan de mayor transcendencia y gravedad que los que ocasionan la
suspensión.
c- Razones de interés público: La ponderación no puede ser negativa puesto
que no cabe exigir la prueba de que no se afecta el interés público, sino
demostrar de que existen razones de esa índole que justifican la medida
suspensiva. Debe tratarse de un interés público, de trascendencia, cuya
prevalencia exige la ejecución inmediata del acto.
En todos esos casos basta la concurrencia de una sola de las causales para obtener la
medida cautelar suspensiva debiéndose peticionar la suspensión primero ante la
administración y luego, si esta la rechaza, o no se expide en el término de 10 días, queda
expedida la posibilidad de acudir a la justicia. La potestad de los jueces es plena y no
meramente revisora, pudiendo incluso apartarse de los criterios discrecionales que
esgrima la administración y controlar los elementos reglados y conceptos jurídicos
indeterminados, sino la parte impropiamente discrecional del acto, en caso de
arbitrariedad o irracionabilidad.
2- Medida cautelar autónoma o accesoria dentro de un proceso contencioso-
administrativo: Se fundamenta en los Arts. 230 y 232 del CPCCN, que se aplican por
analogía. En tales casos, la medida se decreta inaudita por parte, requiriéndose la
concurrencia de dos requisitos simultáneos, que son:
a- La verosimilitud del derecho:
b- Peligro en la demora:
c- Gravedad del perjuicio:
d- El interés público: La decisión si afecta o no al interés público corresponde al
tribunal y no a la administración. El interés público a ponderarse no es el acto en
sí mismo, sino el que se conclusa con la medida suspensiva, debiendo ser
específico y concreto que exija la ejecución inmediata del acto. Frente a una
ilegalidad manifiesta no se puede invocar el interés púbico para denegar la
medida precautoria de suspensión. El interés público no es siempre el interés
que persigue la administración, sino que es el interés que representa a la
comunidad.
En la ponderación hay que hacer un balance entre el daño a la comunidad y el que se le
ocasiona quien demanda la suspensión.
3- Como medida dentro de la acción de amparo: Está prevista en la Ley 16.986, que se
implementa contra aquellos actos que adolecen de arbitrariedad o ilegalidad manifiesta
y se da siempre que se lesionen los derechos y garantías prescriptos en la constitución, y
se dan los requisitos para llevar a cabo el amparo.
Por otro lado, deben concurrir los requisitos positivos y negativos que reglamenta la ley,
que dice que son:
1- Requisitos positivos:
a- La lesión, restricción o amenaza de un derecho o garantía
constitucional, a excepción de la libertad individual tutelada por el
hábeas corpus.
b- Que dicha lesión, restricción o amenaza opere en forma actual o
inminente.
c- Que adolezca de arbitrariedad o ilegalidad manifiesta.
Macarena A. Kroneberger 226
2- Requisitos negativos:
a- Que exista recurso administrativos o judiciales que permitan obtener
la protección de los derechos o garantías vulnerables.
b- El acto impugnado emane del órgano judicial o que haya sido dictado
por aflicción expresa de la Ley de Defensa Nacional.
c- La intervención judicial debe comprometer la regularidad,
continuidad y eficacia de la prestación de un servicio público o el
desenvolvimiento de actividades esenciales del Estado.
Cassagne dice que en el plano provincial surge la necesidad de reformar los Códigos en
lo Contencioso-Administrativo ya sea para abandonar el criterio del perjuicio irreparable
autorizando la suspensión cuando se demuestre que la suspensión es menos dañosa
que el cumplimiento del acto, como asimismo, para implantar en todos los sistemas el
criterio de la ilegalidad manifiesta como causal genérico de la facultad que se acuerde a
los órganos judiciales para autorizar en casos de urgencia o perjuicio al interés público el
levantamiento de la suspensión declarando cargo de la administración la
responsabilidad por los daños que pudieran acaecer.
• Resolución de casos prácticos tendientes lograr habilidad para utilizar distintas herramientas procesales y
procedimentales para la suspensión del acto administrativo:
Punto N°5:
• La importancia del Art. 7 LNPA como eje de la teoría del acto administrativo en el derecho argentino:
elementos del acto administrativo: esenciales y accesorios:
Validez del acto administrativo: La validez del acto administrativo depende del cumplimiento de ciertos
requisitos esenciales, que son los elementos esenciales y accesorios.
Régimen legal: La validez del acto administrativo aparece regulada en el Art. 7 y 8 de la LPA, aunque,
más adelante, el Art. 14 de la LPA, habla sobre las nulidades del acto e introduce otros conceptos, o
categorías, que no coinciden con el cuadro de los elementos descriptos en el texto de las disposiciones
de los Arts. 7 y 8 de la Ley. Más especificamente:
1- Art. 7 de la LPA: Requisitos esenciales del acto administrativo. “Son requisitos esenciales del
acto administrativo los siguientes: 1) ser dictado por una autoridad competente; b) deberá
sustentarse en los hechos y antecedentes que le sirvan de causa y en el derecho aplicable; c) el
objeto debe ser cierto y física y jurídicamente posible debe decidir todas las peticiones
formuladas, pero puede involucrar otras no propuestas, previa audiencia del interesado y
siempre que ello no afecte derechos adquiridos; d) antes de su emisión deben cumplirse los
procedimientos esenciales y sustanciales previstos y los que resulten implícitos del ordenamiento
jurídico. Sin perjuicio de lo que establezcan otras normas especiales, considérase también
esencial el dictamen proveniente de los servicios permanentes de asesoramiento jurídico cuando
el acto pudiere afectar derechos subjetivos e intereses legítimos; e) e) deberá ser motivado,
expresándose en forma concreta las razones que inducen a emitir el acto, consignando, además,
los recaudos indicados en el inciso b) del presente artículo; f) f) habrá de cumplirse con la
finalidad que resulte de las normas que otorgan las facultades pertinentes del órgano emisor, sin
poder perseguir encubiertamente otros fines, públicos o privados, distintos de los que justifican
el acto, su causa y objeto. Las medidas que el acto involucre deben ser proporcionalmente
adecuadas a aquella finalidad. Los contratos que celebren las jurisdicciones y entidades
Macarena A. Kroneberger 227
comprendidas en el Sector Público Nacional se regirán por sus respectivas leyes especiales, sin
perjuicio de la aplicación directa de las normas del presente título, en cuanto fuere pertinente”.
2- Art. 8 de la LPA: Forma. “El acto administrativo se manifestará expresamente y por escrito;
indicará el lugar y fecha en que se lo dicta y contendrá la firma de la autoridad que lo emite; solo
por excepción y si las circunstancias lo permitieren podrá utilizarse una forma distinta”.
-El Art. 7 de la LPA es la columna vertebral del acto administrativo. Por su parte, el Art. 8 de la LPA
agrega el elemento de forma.
Si observamos, veremos que del plexo normativo dejamos fuera a la voluntad. Marienhoff dice que no
es un elemento del acto, sino un presupuesto obvio del mismo. Se trata de un requisito sine qua non.
Estos preceptos deben interpretarse en conjunto con el Art. 16 de la LPA, que establece que “La
invalidez de una cláusula accidental o accesorio de un acto administrativo no importará la nulidad de
este, siempre que fuere separable y no afectare la esencia del acto emitido”.
De modo que es simple concluir que el acto administrativo está compuesto por elementos esenciales y,
ciertos casos, por otros elementos llamados accesorios.
Los elementos esenciales:
1- Competencia:
o Régimen legal: Art. 7 Inc. 1 “…ser dictado por una autoridad competente…”
o Tipo de elemento: Esencial.
o Noción: Consiste en la aptitud del órgano o ente estatal para obrar y cumplir así con sus
fines.
o Título II de la LPA: La competencia de los órganos administrativos será la que resulte,
según los casos de la CN, de las leyes y de los reglamentos dictados en consecuencia. Es
así que las competencias deber surgir de un mandato positivo de la CN, de la ley o de los
reglamentos, en términos expresos o razonablemente implícitos. Los poderes implícitos
son aquellos considerados necesarios, según el marco normativo y las circunstancias del
caso, para el ejercicio de las competencias expresas.
o Importancia: Su fin es preservar y proteger el cumplimiento de las finalidades públicas
que la administración persigue.
o Naturaleza jurídica: La competencia configura un deber-finalidad. Es un deber porque,
como dice Marienhoff, en principio la competencia es obligatoria.
o Características:
a- Objetiva: Surge de una norma, que es la que va a determinar los alcances de
dicha competencia, que está impuesta sobre la base del principio de
especialidad.
b- Obligatoria: El órgano tiene la obligación de cumplir con la actividad que se le
atribuye a través de su competencia.
c- Improrrogable: En principio, la actividad encomendada debe ser realizada por el
órgano competente y no puede transferirse.
d- Irrenunciable: Pertenece al órgano y no a las personas físicas que lo integran.
o Clases de competencias:
a- En razón de la materia: Rige en esta cuestión el principio de la especialidad, que
permite a los órganos y sujetos estatales realizar todos los actos que se
encuentren vinculados a los fines que motivaron su creación, es decir, a sus
cometidos específicos.
b- En razón del grado: Se trata de la posición que cada órgano tiene en la
estructura jerárquica, la cual implica las competencias que se atribuyan según la
Macarena A. Kroneberger 228
constituya un elemento exclusivo del acto, ya que tambien habrá que tener en
cuenta la capacidad del respecto particular o administrado. Corresponde
calificar entonces a este elemento con el rótulo de subjetivo, y no como sujeto,
debido a que no es el sujeto el elemento del acto, sino un conjunto de reglas
que rigen la actuación y las facultades de las partes intervinientes, y
especialmente, en el DA, en donde corresponde a los integrantes de la persona
jurídica pública del Estado o las entidades estatales descentralizadas.
En el acto administrativo, no solamente hay que analizar la capacidad del agente
público, sino tambien, en el caso de que el acto sea bilateral, la capacidad que
corresponde al particular o administrado. Como regla general se aplican, en
ambos casos, las normas del CCC en materia de capacidad de hecho o de
derecho, sin perjuicio de la regulación específica que puede efectuar el DA, en
virtud del carácter local o provincial.
b- Dromi: No habla de elemento subjetivo, sino únicamente de competencia. Dice
que la competencia de los órganos administrativos es el conjunto de
atribuciones que, en forma provincial, los tratados, las leyes y los reglamentos.
Se trata del conjunto de facultades y obligaciones que un órgano puede y debe
ejercer legítimamente, que es irrenunciable e improrrogable. Debe ser ejercida
directa y exclusivamente por el órgano que tiene atribuida como propia, salvo
los casos de delegación, sustitución o avocación, que se encuentran previstos
por las disipaciones normativas pertinentes.
La competencia constituye una garantía para el individuo porque sirve para que
este pueda controlar si han sido dictados de acuerdo a quien corresponde la
función.
2- Causa:
o Régimen legal: El Art. 7 en su Inc. b de la LPA regula: “…b) deberá sustentarse en los
hechos y antecedentes que le sirvan de causa y en el derecho aplicable…”.
o Concepto: Constituye uno de los elementos del acto más controvertidos. Se trata de una
norma que se emplea para designar un concepto más amplio y distinto, pero siempre
con respecto a la causa objetiva del acto administrativo y no respecto a la relación que
pueda nacer de él. De ahí es que se refiere a la serie de antecedentes o razones de
hecho y de derecho que justifican la emisión del acto administrativo.
o Importante: No hay que incluir en la causa la intención y el propósito perseguido, ya
que esos elementos se tratan en otro elemento del acto, que es la finalidad.
o ¿Qué comprende la causa?: Comprende los hechos y el derecho en el que el Estado
apoya sus decisiones. Estos son los antecedentes fácticos que tuvo en cuenta el órgano
y que, junto con el marco jurídico, constituyen el fundamento del acto, es decir, las
circunstancias anteriores que dan sustento al acto estatal.
o ¿Cómo se encuentra dividido un acto administrativo?: Aparece dividido en vistos,
considerando y, finalmente, con su parte resolutiva. Siempre teniendo en cuenta la
claridad en su forma de expresión.
o ¿Los antecedentes de hecho y de derecho deben estar detallados necesariamente en
el propio acto? ¿Es suficiente con un relato sucinto? ¿Puede remitirse y apoyarse en
otros actos, ya sean anteriores o posteriores?: Balbín cree que el acto puede remitirse
a otros actos, pero siempre que sean los trazos básicos, de hecho y de derecho y que
surjan del propio acto de modo indubitable; solo así es posible recurrir a otros actos
Macarena A. Kroneberger 232
Los procedimientos serán distintos según el objeto del acto, ya que el procedimiento
para ser útil ha de acomodarse a los fines, por lo que no puede existir un procedimiento
único.
o Ejemplo:
a- El nombramiento de un profesor universitario solo podrá ser dictado después de
una serie de actos que componen un procedimiento, que consta de un
concurso, inscripción, oposición, etc.
b- Una adjudicación tendrá lugar luego de una serie de actos que forman parte del
procedimiento de selección que realiza un contratista.
o Declaración del acto: La declaración en que consiste el acto se forma a través de un
procedimiento, que tiene una doble causa:
a- Que siendo el Estado una persona moral, que persigue el interés público, su
voluntad, se forma mediante la actuación de una serie de órganos.
b- La jurisdización cada vez mayor del actuar administrativo.
o Efectos: Por lo general, el procedimiento se encuentra reglado en la ley nacional de
procedimiento administrativo y fundamentalmente en su reglamento; pero, hay casos
en donde la norma considera que hay que realizar un procedimiento esencial, que es
respecto del dictamen de un órgano de asesoramiento jurídico, que se da cuando el
acto puede afectar a derechos subjetivos o intereses legítimos. Su propósito es encauzar
jurídicamente toda la actividad administrativa. No obstante, el carácter esencial que se
atribuye al dictamen jurídico, su ausencia no determina la nulidad del acto.
5- Motivación:
o Régimen legal: Aparece regulada en el Art. 7 Inc. e de la LPA, que dice: “…e) Deberá ser
motivado, expresándose en forma concreta las razones que inducen a emitir el acto,
consignando, además, los recaudos indicados en el inc. b) del presente artículo…”.
o Concepto: Se trata de la explicitación de la causa. Esto es la declaración de cuáles son la
expresión de las razones y circunstancias de hecho y de derecho que han de ser llevados
a dictar el acto. La motivación se halla contenida en los considerandos.
o Doctrina: La exigencia de motivar ha sido reconocida por casi toda la doctrina
administrativa, pese a existir discrepancias en cuanto a la ubicación del requisito dentro
de los elementos del acto. Esto es así, ya que resulta evidente que la motivación aparece
como una necesidad tendiente a la observación del principio de legalidad en la
actuación de los órganos estatales y teniendo en cuenta que el punto de vista del
particular o administrado traduce una exigencia fundada en la idea de una mayor
protección de los hechos individuales, ya que respecto de su cumplimiento depende que
el administrado pueda conocer de una manera efectiva y expresa los antecedentes y
razones que justifican el dictado del acto.
Para Cassagne parece más adecuado basar el requisito de la motivación en la
enunciación de las razones que han determinado el dictado del acto, lo cual permite
incluir la exteriorización de otro elemento considerado esencial, que es la finalidad. Lo
cierto es que, al limitar el concepto de motivación a expresiones de la causa, no toda la
adoctrina advierte la importancia que esta puede tener para acreditar la existencia de
un defecto o vicio en el elemento de la finalidad. Para este autor, la motivación es un
requisito que integra el elemento de forma y consiste en la exteriorización de las
razones que justifican y fundamentan la emisión del acto, que versan tanto en las
circunstancias de hecho y de derecho, que es la causa; como tambien en el interés
Macarena A. Kroneberger 236
público que se persigue con el dictado del acto, que es la finalidad. Para este autor, la
motivación debe efectuarse en el propio texto del acto administrativo, ya que este
requisito integra el elemento de forma. Por lo tanto, no resulta aceptable tener
presente aquellas posturas que sostienen que la motivación es suficiente si hay
informes o antecedentes que le permitan conocerla.
Balbín dice que es confuso y ambiguo su alcance, debido a que entiende que este
elemento, sin perjuicio de su recepción en el texto de la ley, nace básicamente del
principio de razonabilidad y publicidad de los actos estatales; es decir, el Estado debe
dar a conocer el acto, y, en especial, sus razones. Esto así, considerando que la
motivación es la explicitación de la causa.
En general, a nivel doctrinario, se niega que exista la obligación genérica de motivar
todos los actos administrativos, salvo cuando la respectiva exigencia surja de una norma
expresa o bien de la naturaleza de ciertos actos.
o ¿Qué actos se consideran importantes de tener motivación?:
a- Los actos emitidos en ejercicio de facultades discrecionales.
b- Los actos que limiten derechos subjetivos o intereses legítimos.
c- El acto cuyo mérito se rechace una aprobación o autorización.
d- Todos los actos que restringen la esfera jurídica de los particulares.
e- Etc.
Además, hay que tener presente el Art. 108 de la Ordenanza General 267/80-Decreto
Ley 7647/70, que dice: “Todo acto administrativo deberá ser motivado y contendrá una
relación de hechos y fundamentos de derecho cuando: a) decida sobre derechos
subjetivos; b) resuelva recursos; c) se separe del criterio seguido en actuaciones
precedentes o del dictamen de órganos constitutivos”.
o Requisito: Debe ser concomitante al acto, aunque en algunos casos puede admitirse la
motivación previa, si ella surge de dictámenes e informes que sean expresamente
invocados.
Excepcionalmente el vicio de la falta de motivación podrá ser suplido por una
motivación ulterior suficientemente desarrollada.
No es necesaria una relación analítica o circunstanciada de la causa; sino que basta con
una relación sucinta, siempre que sea ilustrativa.
o Motivación insuficiente: Permite acudir, para interpretar el acto, a las actuaciones
anteriores, ya que deben considerarse en su totalidad y no aisladamente porque son
parte integrante de un procedimiento, y, como etapas del mismo, son
interdependientes y conexas entre sí.
6- Finalidad:
o Régimen legal: Aparece regulado en el Art. 7 Inc. f de la LPA: “…f) Habrá de cumplirse
con la finalidad que resulte de las normas que otorgan las facultades pertinentes del
órgano emisor, sin poder perseguir encubiertamente otros fines, públicos o privados,
distintos de los que justifican el acto, su causa y objeto. Las medidas que el acto
involucre deben ser proporcionalmente adecuadas a aquella finalidad…”.
o Concepto: Es el bien jurídico perseguido por el dictado del acto. Debe ser prevista por la
norma del respectivo objeto. Es así que la finalidad del acto disuelve una manifestación
tumultuosa, que es proteger el orden público y la paz público. En caso contrario, habría
una desviación del poder, que se tendrá por asentado que se está frente a un vicio del
acto.
Macarena A. Kroneberger 237
o Características:
a- Debe ser público: Se debe a que es un propósito colectivo, de modo que el acto
no puede perseguir un fin privado, ni tampoco un fin público distinto al que
establece la norma ya dictada.
b- Su contenido debe ser general y abstracto:
c- Debe ser proporcional: Esto es de acuerdo a los medios y los fines, que es lo
que observamos en el objeto y en su finalidad. Es así que las medidas que
ordena el acto, las decisiones, resoluciones o declaraciones, deben guardar
proporcionalidad con el objeto que se persigue (Es lo que Balbín incluye
respecto al aspecto de proporcionalidad en el elemento de la motivación).
o Ejemplo: El acto administrativo que dictó el presidente De la Rúa en diciembre en el año
2000, sobre estado de sitio. Este acto se dio porque había una situación de conmoción
interna. La finalidad era proteger el orden interno.
o Doctrina: Gordillo plantea el ejemplo de la desviación del poder, que dice que se
encuentra en tres casos, que son:
a- Finalidad de venganza: Un intendente le tiene bronca a un vecino, por lo que
dicta un acto de que se va a bloquear una calle por 30 días para realizar una
obra, cuando se podría haber hecho la obra sin necesidad de prohibir la
entrada; o en el caso de que el Juez de Falta pone una pena exorbitante a
alguien sin antecedentes cuando podía simplemente poner una amonestación.
b- Finalidad de beneficiar a un grupo o a terceros: Ocurre cuando, sin violar
objetivamente la ley, usa el poder administrativo con la finalidad de beneficiar a
terceros. Por ejemplo: Si un funcionario está autorizado para realizar una
contratación directa, prescindiendo de la licitación pública, y contrata con una
determinada empresa porque son amigos suyos y desea ayudarlos con el
contrato, etc.
c- Finalidad de beneficiar a la administración: Éste es una caso bastante común, y
si acaso el que más, de desviación de poder. El funcionario, imbuido de un
erróneo espíritu fiscalista y estatista, como lo es habitualmente el funcionario
argentino por la presión de equivocados doctrinarios, pretende ejercer el poder
de la ley en indebido beneficio de la administración o del Estado. Trata así de
cobrar el mayor número posible de multas, no para desalentar el
incumplimiento de las ordenanzas municipales, sino para obtener fondos para la
comuna; usa de las facultades que le confiere el estado de sitio (seguridad
interna) para fines comunes de contralor de la moralidad; etc.
7- Forma:
o Régimen legal: El Art. 8 de la LPA dice “El acto administrativo se manifestará
expresamente y por escrito; indicará el lugar y fecha en que se lo dicta y contendrá la
firma de la autoridad que lo emite; solo por excepción y si las circunstancias lo
permitieren podrá utilizarse una forma distinta”.
o Concepto: Se trata del modo o la manera de producirse esa exteriorización de la
declaración de la administración. La forma constituye un elemento de certeza del acto y
al mismo tiempo una garantía de los particulares.
o Doctrina: Algunos autores engloban en este elemento los trámites preliminares para el
dictado del acto, llamados por otras formalidades. Tambien, cierta doctrina engloba en
el elemento de forma las actuaciones posteriores al acto como, por ejemplo, su
Macarena A. Kroneberger 238
publicidad como lo dictamina Gordillo. Sin embargo, la ley se pronuncia por el criterio
restringido, y se refiere a la instrumentalización de la voluntad y tambien a constatarla o
documentarla. El procedimiento previo a la emisión del acto se expone a partir del Art. 7
Inc. d y la notificación y publicación del Art. 11 de la LPA.
o Trascendencia de la forma: El formalismo administrativo “cumple una función diferente
que el formalismo del derecho civil o comercial, donde lo que se trata de tutelar es la
seguridad jurídica o la aceleración del tráfico comercial”.
Cumple una función de garantía, tanto de los derechos de los particulares como del
orden, acierto, justicia y legalidad que deben existir en la actividad administrativa.
o Modo en que se instrumenta y se a conocer la voluntad administrativa: La
instrumentación puede darse de dos formas:
a- Por regla: Se realiza por escrito. Se dicta por soporte digital. Allí hay que poner
el lugar y la fecha, el órgano competente, la firma del agente y la motivación.
La Firma Digital, Ley 25.506 reglamentada por Decreto 2628/2, introdujo el
concepto de acto administrativo digital, que reconoce la validez legal al acto
estatal dictado en soporte y con firma digital. En particular, el texto prevé el uso
de la firma digital por el Estado “en su ámbito interno y en relación con los
administrados de acuerdo con las condiciones que se fijen reglamentariamente
en cada uno de sus poderes”.
b- Por excepción: Se realiza por medio de la oralidad. El acto, en principio es
escrito, pero excepcionalmente puede ser verbal o expresarse por signos. Tal es
el caso de una señal de tránsito ubicada en la vía pública o la orden impartida
por un agente público. La oralidad suele proceder en circunstancias de urgencia,
ordenes de servicio, etc.
Los elementos accidentales: Son aquellos que tienden a completar o a condicionar un acto y advierte
que, en principio, su defecto solo genera la invalidación de la respectiva cláusula siempre que esta
pueda ser separada sin afectar la esencia del acto. Estos son:
1- Condición:
o Régimen legal: Aparece regulado en el Art. 343 del CCC, que dice: “Es la clausula de los
actos jurídicos por la cual las partes subordinan su plena eficacia o resolución a un hecho
futuro e incierto”.
o Concepto: Es una cláusula dirigida al acontecimiento futuro e incierto, por lo cual se
subordina el nacimiento o la extinción de los efectos del acto administrativo a la
verificación de un hecho futuro o incierto, lo que da origen, respectivamente, a la
condición suspensiva o resolutoria.
o Doctrina: Hay una parte de la doctrina que niega la posibilidad de que un acto
administrativo se dicte sujeto a una condición suspensiva, sosteniendo que en el DA el
respectivo acto debe emitirse de conformidad con una situación de hecho actual, no
futura, puesto que de lo contrario existirá un vicio en la causa, al faltar los antecedentes
de hecho que justifiquen su emisión. Otros entienden que la condición suspensiva es
procedente en el derecho administrativo, donde comúnmente en ciertas relaciones se
subordina la iniciación de los efectos del acto al dictado de otro acto futuro e incierto,
como acontece en materia de aprobación. Como por ejemplo la orden escrita en la
libreta de un reservista, intimándole a que se presente en caso de movilización en una
unidad determinada.
o Tipos de condiciones:
Macarena A. Kroneberger 239
(condición suspensiva) configura una obligación del interesado, que es el cargo. Así, si la
autorización para habilitar un comercio requiere colocar paneles ignífugos. En tal caso,
es un modo (Cargo), y, a su vez, una condición para el ejercicio del derecho.
3- Plazo:
o Concepto: Indica el momento en que comienza el acto a producir ciertos efectos
jurídicos, o bien, en que ha de hacerlo.
o Tipos:
1- Suspensivo: Los efectos del acto son diferentes hasta el cumplimiento del
término.
2- Resolutorios: Los efectos del acto comienzan; pero cumplido el plazo, cesan
tales efectos.
3- Cierto: Cuando el término está definido con precisión.
4- Incierto: Cuando el plazo es indeterminado, sin perjuicio de que necesariamente
habrá de ocurrir.
5- Expreso: Es el que sin aparecer establecido de manera expresa, resulta del
contexto y de las circunstancias constituidas.
6- Tácito: Es aquel que resulta de hechos o de actos que lo presupongan o que
autoricen a presumirlos, excepto en los casos en que por ley o por convenio de
la voluntad deba manifestarse de manera expresa.
o Especies y beneficio del plazo: El CCC dispone que la exigibilidad o la extinción de un
acto jurídico pueden quedar diferidas al vencimiento de un plazo. El plazo se presume
establecido en beneficio del obligado o a restituir a su vencimiento, a no ser que, por la
naturaleza del acto o por otras circunstancias, resulte que ha sido previsto a favor del
acreedor o de ambas partes, según lo dispone los Arts. 350 y 351.
En el marco del derecho público, el plazo es un hecho futuro y cierto, en razón del cual
nacen o cesan los efectos del acto administrativo.
o Caducidad del plazo: Aparece regulado en el Art. 353 del CCC, que dice: “El obligado a
cumplir no puede invocar la pendencia del plazo si se ha declarado su quiebra, si
disminuye por acto propio las seguridades otorgadas al acreedor para el cumplimiento
de la obligación, o si no ha constituido las garantías prometidas, entre otros supuestos
relevantes. La apertura del concurso del obligado al pago no hace caducar el plazo, sin
perjuicio del derecho del acreedor a verificar su crédito, y a todas las consecuencias
previstas en la legislación concursal”.
4- La notificación del acto:
o Concepto: Es el hecho por el cual se pone en conocimiento del interesado el acto y su
contenido.
o Doctrina: Se ha discutido si la notificación del acto estatal debe ser considerada como
uno de sus elementos o no, y, consecuentemente, si es un vicio de aquel o, por el
contrario, es simplemente una condición de eficacia del acto estatal.
La ley es suficientemente clara respecto a esta problemática cuando expresa, en el Art.
11 de la LPA, que “Para que el acto administrativo de alcance particular adquiera
eficacia debe ser objeto de notificación al interesado”. Luego, el texto añade que los
“administrados podrán antes, no obstante, pedir el cumplimiento de estos actos si no
resultaren perjuicios para el derecho de terceros”. A su vez, vale recordar que el mismo
precepto establece que “para que el acto administrativo (de alcance general) …adquiera
eficacia debe ser objeto de…publicación”.
Macarena A. Kroneberger 241
agentes, en el marco de la teoría general de los actos administrativos, más allá de sus
elementos, y, consecuentemente, el vicio propio de aquel.
▪ Muchas veces, en particular tratándose de actos reglados, es posible prescindir del componente
subjetivo. Obviamente, si el acto reglado, el componente volitivo es –en principio- irrelevante ya
que aun si el acto es dictado por un agente demente o que actuase bajo presión o amenazas, el
acto es igualmente válido (Es decir, vale como si hubiese sido dictado por un agente en pleno
uso de sus facultades). Sin embargo, en otros casos no es así. En efecto, en el marco de los actos
discrecionales el presupuesto volitivo del acto es sumamente relevante. Además, en tal
supuesto no es posible reconducir y encuadrar los vicios del consentimiento del agente
(voluntad) en el cuadro de los vicios propios de los elementos esenciales del acto estadual.
▪ En síntesis, este caso de contradicción entre elementos y nulidades, debe salvarse en estos
términos: el componente volitivo que prevé el Art. 14 y no el Art. 7 y Art. 8, no es un elemento
sino un presupuesto del acto. Paso seguido, los vicios del consentimiento o intención (voluntad)
conforman actos claramente inválidos.
▪ Por otro lado, según Balbín, respecto de las lagunas en el marco de las nulidades de los actos
estatales, esto es la previsión de ciertos elementos esenciales que más adelante no figuran en el
sistema de vicios y nulidades, deben rellenarse e integrarse con el texto de los artículos 7 y 8,
que establecen con claridad y de modo literal cuáles según los elementos del acto. Así, el cuadro
de los preceptos de los Arts.14 y 15, debe completarse con las piezas procedimiento y
motivación y sus respectivos vicios.
▪ Otros operadores creen que las indeterminaciones deben llenarse a través de otros caminos
interpretativos. Por ejemplo, se ha dicho que el elemento de las formas comprende, más allá del
texto legal, el procedimiento, formas y motivación del acto. Es decir que las formas del acto
incluyen los motivos, el procedimiento y las formas propiamente dichas. En conclusión, si bien el
artículo 14 no describe entre los vicios del acto a los motivos y al procedimiento, éstos están
comprendidos en el elemento forma y sus vicios.
▪ Cree Balbín que es más razonable salvar las indeterminaciones normativas a partir de los
elementos y no desde los vicios del acto. Es decir, debemos respetar las piezas en los términos
de los Arts. 7 y 8 y readaptar las nulidades, pero no al revés. Ello así porque los Vicios del
Derecho Público pueden ser expresos o implícitos, de modo que no es necesario atenerse al
texto normativo literal; además, si seguimos otro camino, puede desdibujarse el carácter
autónomo del elemento motivación del acto al confundirse con las causas de éste
▪ Conclusiones:
1- Los elementos esenciales del acto están detallados en el mandato de los Arts. 7 y 8 LPA.
A su vez, el componente volitivo es un presupuesto necesario del acto.
2- El acto es nulo de nulidad absoluta e insanable en los casos mencionados en el artículo
14 de la LPA.
3- El acto es anulable de nulidad relativa en los términos del Art. 15 de la LPA.
4- El acto es nulo de nulidad absoluta e insanable cuando no esté motivado o sus motivos
fuesen insuficientes o irrazonables, o si no cumple con los procedimientos esenciales y
sustanciales. Estos vicios surgen implícitamente de la LPA.
Punto N°6:
• Los modos de extinción del acto administrativo:
Macarena A. Kroneberger 243
Concepto de extinción del acto administrativo: La extinción del acto administrativo implica su retiro del
mundo jurídico, sea porque el acto está viciado, por cuya razón corresponde hacerlo, sea porque el acto
es inoportuno, por lo que vale decir que es contrario al interés público.
Distinción entre extinción del acto y cesación de lo efectos jurídicos: La cesación de los efectos
jurídicos ocurre normalmente por causas previstas de antemano, mientras que la extinción del acto
ocurre por causas no queridas en un principio, sino que son consecuencia de hechos o circunstancias
advertidas o surgidas con posterioridad. Como cesación de efectos tenemos la expiración del término,
mientras que la extinción se produce por la caducidad, la revocación, renuncia, etc.
Tal es lo que acontece con el agotamiento del acto, que se produce cuando el acto ha sido cumplido
produciendo todos sus efectos jurídicos. Por ejemplo: expiración del término en un permiso de uso de
un bien dominial; autorización para construir que se extingue cuando el particular ha realizado la
construcción, etc.
Imposibilidad física o jurídica: La extinción tambien opera de pleno derecho del acto cuando el mismo
no puede cumplirse por una imposibilidad física o jurídica de llevarlo a cabo. Algunos supuestos son:
1- Cuando hay invalidez originaria tanto si falta el sustrato personal (vicio en el elemento subjetivo,
la muerte del beneficiario de un subsidio, antes de su otorgamiento, siempre que el respectivo
derecho no fuera transmisible a sus sucesores) como si la carencia se produce en el objeto
(imposibilidad física o jurídica, permiso de uso de un puerto que había sido demolido) que
provoca la nulidad absoluta del acto.
2- Cuando la imposibilidad de cumplir el acto administrativo aparece con posterioridad al dictado
del mismo, el acto no se convierte en ilegitimo, sino sencillamente de cumplimiento imposible y
su extinción se produce sin necesidad de declaración expresa de aparte del órgano estatal
(multa fiscal se extingue por la muerte del sujeto obligado).
Otro grupo de situaciones jurídicas en el que se produce la extinción del acto administrativo, se halla
constituido por aquellos casos en que la voluntad del administrado desempeña un papel decisivo en la
eliminación del acto del mundo jurídico, o bien, cuando la conformidad del particular constituye un
presupuesto esencial para la configuración del acto. Así, la extinción del acto administrativo puede
operarse tanto a través de la renuncia del administrado (renuncia a beneficio) como también en el
supuesto de que el particular no aceptara un acto que requiera su asentimiento para su entrada en
vigencia (otorgar una beca) en cuyo caso el rechazo del administrado tiene efectos retroactivos.
Tipos de extinción:
1- Los que establece la LPA:
a- Revocación:
1) Estabilidad: Es la irrevocabilidad del acto por la propia administración. Se trata
de la prohibición de la revocación de los actos que crean, reconocen o declaran
un derecho subjetivo, una vez que han sido notificados al interesado, salvo que
se extinga o altere el acto en beneficio del interesado.
2) Régimen legal:
a) Art. 17 de la LPA: “El acto administrativo afectado de nulidad
absoluta se considera irregular y debe ser revocado o sustituido por
razones de ilegitimidad aun en sede administrativa. No obstante, si el
acto estuviere firme y consentido y hubiere generado derechos
subjetivos que se estén cumpliendo, solo se podrá impedir su
subsistencia y la de los efectos aún pendientes mediante declaración
judicial de nulidad”.
b) Art. 18 de la LPA: “El acto administrativo regular, del que hubieren
nacido derechos subjetivos a favor de los administrados, no puede
Macarena A. Kroneberger 244
Al comprobarse errores de hecho en el cómputo de los servicios y sin valorar los elementos que
había aportado el Dr. Cantón cuando en una anterior oportunidad pretendió revisarse su
jubilación y pese a la opinión contraria de la Caja y del procurador general de la Nación, el Poder
Ejecutivo mediante decreto en 1933 dejó sin efecto el decreto dictado 20 años antes y mandó a
formular cargo por las sumas percibidas por el beneficiario.
O sea que la viuda de Cantón, que había gozado en forma pacífica su jubilación durante 18
años, se encontró de pronto no sólo sin derecho a la pensión que había solicitado, sino frente a
la obligación de tener que restituir las sumas percibidas anteriormente por el causante.
Esto motivo a que Elena Carman promoviera una acción contencioso administrativa de nulidad
contra el decreto que había revocado la jubilación, sosteniendo el carácter irrevisable e
irrevocable del derecho jubilatorio que había gozado durante tantos años el Dr. Cantón. Así, el
fundamento central de su pretensión se basó en la configuración de la llamada “cosa juzgada
administrativa”.
En definitiva, la CSJN hizo lugar a la demanda de la parte actora.
-Estabilidad del acto administrativo: Fue en este precedente donde se postuló por primera vez
el principio de estabilidad o de irrevocabilidad de cierta clase de actos administrativos, siempre
y cuando se dieran las siguientes condiciones:
1. Que se trate de actos dictados en ejercicio de facultades regladas, que hubieren dado
lugar al nacimiento de derechos subjetivos.
2. Que no exista una ley que autorice la revocación de esta clase de actos en sede
administrativa.
3. Dichos actos, cuando sean regulares y causen estado, generan una situación de cosa
juzgada que impide su revocación por parte de la administración pública.
4. El acto es regular cuando reúne las condiciones esenciales de validez: forma y
competencia.
5. El acto que contiene un vicio de error en el cómputo de los servicios de una jubilación,
se considera regular y la acción para demandar su invalidez prescribe a los 2 años. La
prescripción es de orden público.
-Requisitos para que el acto administrativo goce de estabilidad: En definitiva, lo que hizo la
Corte en el fallo Carman de Cantón, fue exigir la concurrencia de determinados requisitos para
que se configure la mentada estabilidad del acto, y por ende, su irrevocabilidad en sede
administrativa.
De los requisitos tradicionalmente exigidos por la jurisprudencia anterior a 1972, Gordillo
entiende que corresponde considerar vigentes a partir del decreto‑ley 19.549/72 los siguientes:
1. Ausencia de Norma legal que autorice a la Administración a revocar el acto: Si la ley
autoriza a la Administración a revocar el acto, no existe en principio problema alguno
sobre la procedencia de la revocación, que deberá realizarse de acuerdo con las
condiciones que la norma predetermine.
2. Que se trate de un acto administrativo unilateral, individual y concreto: Esto se debe a
que los reglamentos, por tratarse de una actividad materialmente legislativa, tienen un
régimen jurídico similar a las leyes. Sostener la estabilidad de los reglamentos equivale
tanto como postular la inderogabilidad de las leyes. Los reglamentos, por lo tanto, son
por esencia revocables.
3. Que el acto provenga de la Administración activa:
4. Que declare derechos subjetivos: La garantía de la estabilidad sólo protege, en
principio, derechos subjetivos del administrado. Autores como Gordillo entienden que
Macarena A. Kroneberger 248
• Resolución de casos prácticos tendientes a desarrollar habilidades para discernir si existen derechos
adquiridos por los particulares a la luz del acto administrativo extinguido y cuáles son las herramientas
procesales o procedimentales para exigir su cumplimiento:
1. El régimen de nulidades en el Derecho Civil. El régimen de nulidades en el Derecho Público. Criterios de distinción.
2. Los actos administrativos nulos de nulidad absoluta y anulables de nulidad relativa. Las nulidades manifiestas y no
manifiestas.
3. Los vicios del acto administrativo. Determinación sobre en qué casos los vicios identificados determinan la nulidad
del acto
4. El saneamiento y conversión del acto administrativo. El plazo de prescripción de las acciones.
Punto N°1 y 2:
• El régimen de nulidades en el derecho Civil:
Concepto: La nulidad es una sanción legal que priva a un acto jurídico de sus efectos propios o normales,
por adolecer de defectos originarios, orgánicos y esenciales, a través de un proceso de impugnación y
declaración. En otras palabras, es aquella sanción legal propia del acto jurídico a causa de un vicio que es
propio del acto desde el momento en que se constituye que conlleva a que no se obtengan los efectos
normales del acto.
Caracteres:
1- La nulidad es una sanción (o da paso a una sanción): La doctrina mayoritaria considera que la
nulidad tiene naturaleza de sanción y consiste en la privación de los efectos propios del acto
jurídico defectuoso. Las sanciones se aplican a las personas no al acto. La nulidad en si no es la
sanción íntegra, sino el paso previo para poder aplicarla.
2- La nulidad es de carácter legal: La sanción de nulidad solo puede ser establecida por la ley, es
decir que no se puede ser creación de los magistrados judiciales o de la voluntad de las partes
del acto; esto permite distinguirla de otros supuestos de ineficacia que, como la rescisión y la
revocación, nacen de la voluntad de las partes.
3- La nulidad se aplica solo a los actos jurídicos: La nulidad es exclusivamente referido a los
negocios jurídicos que son aquellos que producen efectos propios queridos por las partes. No
hay pues nulidad de los actos ilícitos, ni de los hechos jurídicos ni de los simples actos
voluntarios.
4- La nulidad como aniquilación de los efectos del propio acto: La nulidad priva al acto jurídico sus
efectos normales; estos son los que las partes se propusieron lograr cuando celebraron el acto.
Pero ello no impide que el acto pueda producir otros efectos no queridos, como la reparación de
daños y perjuicios. Bajo este aspecto el acto no está funcionando como acto jurídico, sino como
acto ilícito. La ley detiene el efecto destructivo de la nulidad como ocurre frente a los terceros
de buena fe que han adquirido a título oneroso derecho sobre un bien registrable (Art. 392 del
CCC).
5- La nulidad por defectos originarios, orgánicos y esenciales: La nulidad es una ineficacia
determinada por defectos del negocio. Esos defectos consisten en la falta de algún requisito
conforme a la ley, que debe estar presente en el acto a celebrarse (con elementos del negocio